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Reseñas sobre lecturas de cultura política

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FICHAS DE CONTENIDO SOBRE EL ESTADO DEL ARTE

LUIS ENRIQUE RAMIREZ COLIN FICHAS DE CONTENIDO SOBRE EL ESTADO DEL ARTE

ContenidoAguilera Ruiz, O. (2010). Cultura poltica y poltica de las culturas juveniles. Utopa y Praxis Latinoamericana, (15)50, 91 - 102. Consultado el 20 de Julio de 2014 en http://www.plataformademocratica.org/Publicacoes/16322.pdf2ALEJANDRE GALAZ, Omar. (2011). Los jovenes y la cultura civica. En J. I. Flores Davila (Coordinadora), A 50 aos de la cultura cvica: pensamientos y relfexiones en honor al profesor Sidney Verba. Seminario nacional. (pp. 171-185). Mxico: IIJ-UNAM.6ALEJANDRE RAMOS, G. & Escobar Cruz, Caludio. (2009). Los jvenes y la cultura cvica. Estudios pblicos, 25(12), 103-122.7Arditi, B. (2004). Trayectoria y potencial poltico de la idea de sociedad civil. Revista Mexicana de Sociologa, 66 (1), 1-21.9Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M. (2009). Nuevas Prcticas Polticas en Jvenes de Chile: Conocimientos acumulados 2000-2008. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, niez y juventud, 7(2), 1379-1403. Consulatdo el 20 de junio en: http://www.umanizales.edu.co/revistacinde/index.htm12Carrasco Azzini, G. (2010). Participacin y tendencias polticas en estudiantes universitarios: el caso de la Universidad de Chile. Ultima Dcada, 32 , 85-103. Consultado el 20 de julio de 2014 en:17http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-22362010000100005&script=sci_arttext17Hernandez, Maria Aid (2008). La democracia mexicana, presa de una cultura poltica con rasgos autoritarios. Revista Mexicana de Sociologia, 70(2), 261-303.20Leal Martinez, A. (2014). De pueblo a sociedad civil: el discurso poltico despus del sismo de 1985. Revista Mexicana de Sociologa, 76(3), 441-469.23Lpez Montiel, A. G. (2008). Las teoras de sistemas en el estudio de la cultura poltica.Poltica y Cultura, 29, 171-190.26LUGO NERIA, Bernabe & Tangueca Belmonte, Juan A. (2011). Percepcin de la democracia de los jvenes mexicanos. Poltica y gobierno, 17(2), 177-230.30MIR GARCIA, Jordi. (2012). La participacin juvenil en organizaciones polticas no convencionales y movimientos sociales. En, J. M. Robles Morales (Coord.).GT 20 Movimientos Sociales, Accin Colectiva y Cambio Social (pp. 1-25). Madrid: Universidad Complutense de Madrid. Consultado el 30 de mayo de 2014 en:http://www.academia.edu/4118894/La_participacion_juvenil_en_organizaciones_politicas_no_convencionales_y_movimientos_sociales_2013_32Pia-Osorio, J. M. (2008). La cultura poltica en los estudiantes de la Universidad Autnoma Chapingo. Agricultura, Sociedad y Desarrollo, (5)1, 93-113. Consultado el 20 de Julio de 2014 en:34http://www.colpos.mx/asyd/volumen5/numero1/asd-09-006.pdf34

Aguilera Ruiz, O. (2010). Cultura poltica y poltica de las culturas juveniles. Utopa y Praxis Latinoamericana, (15)50, 91 - 102. Consultado el 20 de Julio de 2014 en http://www.plataformademocratica.org/Publicacoes/16322.pdf

Estrategia metodolgica de exposicin.Es una discusin sobre la utilidad heurstica de incorporar la perspectiva de poltica de las culturas juveniles para analizar los vnculos entre juventud, poltica y cultura en la contemporaneidad. Si los enfoques tradicionales enfatizaron en el carcter cultural de la poltica, y enfatizaron en los elementos simblicos, los significados y las percepciones que las juventudes construyen sobre la poltica, lo que se propone es pensar polticamente la cultura juvenil y visibilizar los nuevos lugares de constitucin del conflicto en la actualidad, ampliando el campo de estudios hacia prcticas juveniles que impugnan los significado hegemnicos de la participacin poltica El problema gira en torno al intento de desalojar la interpretacin del distanciamiento entre juventud y sistema poltico como un asunto de orden geogrfico, donde la distancia se explica como un proceso circunstancial e inherente a la condicin juvenil pero que en un momento determinado, dicha distancia deba acortarse y se podra re-enganchar a la juventud en los marcos de la poltica institucional. La lectura se centra en el distanciamiento geolgico que remite a los profundos e intensivos cambios socioculturales que estn redefiniendo las propias capas constitutivas del orden social y poltico moderno, y que, inicialmente, era atribuido a grupalidades juveniles subculturales.Es as que la hiptesis, que se puede profundizar en el futuro, es la idea de ruptura generacional entre las culturas polticas tradicionales y las polticas de las culturas juveniles. Se trata por tanto de un cambio generacional en los modos de concebir y ejercer la poltica por parte de las actuales generaciones juveniles. En qu se traduce esta nueva cultura poltica? Se observan tres posibles vas; los significados de democracia, ciudadana y participacin, la construccin cultural de los espacios y tiempos de la poltica y las tensiones que se producen entre la cultura poltica hegemnica y las prcticas de ciudadana juvenil.

Identificacin de los conceptos.Cultura polticaCultura poltica juvenilSubjetividad social Distanciamiento geolgico Democracia Ciudadana Poltica ParticipacinGeotemporalidadRecuperacin de las dimensiones y operacionalizacin de los conceptos.Cultura poltica: Parafraseando a Adler, LL. (1994), la cultura poltica son tanto las prcticas que los sujetos y colectividades despliegan al interior del sistema poltico. Adems, en la misma lnea se puede aadir, Krotz, E. (1996), que la cultura poltica es lo que refiere a los procesos autorganizativos de las comunidades, as, como con respecto a las percepciones y opiniones que los sujetos tienen de y sobre la poltica (Fernndez Poncela, 2003). (Aguilera Ruiz, 2010)Cultura poltica juvenil:Las relaciones que se inscriben fundamentalmente al interior del sistema poltico. La especificidad de estas viene determinada por los componentes culturales de subjetividad social (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 92)El concepto de cultura poltica juvenil intenta recuperar el sentido antropolgico que remite a los modos de pensar y actuar la vida en comunidad y que se encuentran tensionados a partir del eje autonoma y heteronoma. En este sentido, lo que surge a partir del anlisis de las prcticas y discursos juveniles es que los significados respecto a la horizontalidad, la democracia participativa, el distanciamiento del sistema poltico, etc., son compartidas por todos, independiente de si adscriben a algn estilo juvenil. Los jvenes, mayoritariamente, comparten una crtica profunda a los modos de organizacin de la sociedad y proponen una redefinicin de las relaciones polticas y los mecanismos institucionales que las regulan (Aguilera Ruiz, 2010, pgs. 93-94).Subjetividad Social: Esta subjetividad es comprendida desde dos ngulos, primero desde un anlisis poltico o politolgico, de restriccin del concepto a sus planos ms estrictamente polticos (en rigor, psicolgico-polticos); y otra ms antropolgica, cultural o culturalista, que se resiste a la reduccin de la cultura a sus planos y datos ms psicolgicos y cuantificables, defendiendo un uso ms abierto, menos restrictivo temticamente y ms cualitativo en trminos de la metodologa de investigacin utilizada (lo que no implica necesariamente un rechazo al uso de mtodos cuantitativos) (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 93)Distanciamiento geolgico:Remite a los profundos e intensivos cambios socioculturales queestn redefiniendo las propias capas constitutivas del orden social y poltico moderno, yque, inicialmente, era atribuido a grupalidades juveniles subculturales (punks, izquierdaradical, entre otros), pero hoy en da comienza a ser la condicin cultural para todos los ylas jvenes. Esta forma de relacionarse con la poltica institucional va dejando de ser subcultural en el sentido de un atributo de unos pocos que estaran en resistencia y en lucha con lo hegemnico, para comenzar a ser una caracterstica cultural de las actuales generaciones juveniles(Aguilera Ruiz, 2010, pg. 94)Democracia:La democracia deja de ser concebida exclusivamente en trminos normativos y se incorpora. en primer lugar en la relacin entre representacin y participacin: la concepcin democrtica de los jvenes se fundamenta en la necesidad de ser agentes activos en los procesos de toma de decisiones y monitoreo de las acciones pblicas que desarrollan los administradores del Estado y los representantes pblicos. Ante esa disposicin subjetiva, los canales ofrecidos por el actual modelo poltico estn circunscritos a la posibilidad de votar pero no a la idea de monitoreo de las acciones pblicas (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 95)Ciudadana:La ciudadana es tomada como algo negativo, en tanto su puesta en prctica est restringida a algunas personas de la sociedad, y deja fuera a parte importante de ella convirtindola en una de las principales reivindicaciones juveniles en tanto su uso es negado y por extensin es negada la propia juventud. Seala Balibar (2005) que la negacin de la ciudadana se funda siempre sobre la exhibicin de alguna diferencia antropolgica discriminatoria (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 95)Poltica:La palabra poltica tiene al menos dos races: una de ellas es polis, y de ah la idea de vivir conjuntamente propio de la polis, y la otra es plemos, que no es otra cosa que el antagonismo y el conflicto (Mouffe, 1998). Y lo que ocurre es que la poltica, hasta ahora no les ofrece a los jvenes la valoracin de su propia cotidianeidad: imposibilitada de reconocer la fuerza del plemos, privilegia la polis (es decir, la norma) (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 95), as, la diversidad queda suprimida y la discriminacin se impone; un dilogo que moraliza a la vez que se impone. Y si esto ocurre, entonces la democracia que se instaura es una democracia a medias, pues los jvenes no reconocen los canales institucionalizados de los adultos. Si polis y plemos son excluyentes, entonces, esta relacin establece las diferencias con los adultos, y slo all cobran sentido las distinciones respecto a los procesos poltico-culturales experimentados por las diversas generaciones: es decir, dictadurademocracia, partidos polticos generacin descreda de la poltica partidaria la globalizacin, el individualismo, las formas dismiles de organizarse y participar (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 96)Participacin:El paso de organizaciones juveniles definidas orgnica y temticamente a grupalidades en que las formas de estar juntos no estn predefinidas y los temas que movilizan a la accin pueden ir cambiando en el tiempo son cuestiones que han pasado a formar parte de la mayora de las prcticas de los jvenes. Asimismo, una fuerte crtica a los actuales modos de participacin ciudadana se complementa con el desarrollo de acciones cotidianas que fomentan y profundizan unos modos participativos y activos de desarrollar el compromiso con la sociedad. Es as que emerge la relacin entre posturas juveniles y participacin, en que de modo performativo los jvenes (hombres y mujeres) van descubriendo a partir de una prctica concreta (musical o cultural), articulando experiencia y construccin de subjetividad, sus propios significados y acciones de participacin (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 96). Sin embargo, no son los jvenes quienes fijan sus prcticas concretas, pues desde las organizaciones juveniles se plantea que la lgica de los fondos concursables como modo de apoyar desde la institucionalidad a las acciones juveniles por un lado es perversa, en tanto los obliga a vivir una tensin entre objetivos propios y definidos de acuerdo al diagnstico (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 96) que se realiza sobre ellos, adems que esto los hace construir sus acciones a partir de una agenda que no fue preestablecida por ellos. Geotemporalidad: La actividad poltica se ha construido sobre de la idea de que hombres extraordinarios, en momentos y lugares extraordinarios, pueden dejar sus actividades cotidianas para dedicarse a hacer lo que otros no pueden hacer. (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 97). Es decir, la poltica ha sido practicada, y definida, desde un punto supraterrenal, ms all de los hombres, y jvenes, comunes. Es aqu donde entran en escena las producciones culturales (medios de comunicacin, sellos discogrficos autnomos, talleres artsticos, etc) en su relacin con los procesos polticos. Los actores juveniles han comenzado a desarrollar estrategias y medios de comunicacin que sirvan a los propsitos de sus objetivos polticos y culturales, en tanto se asume que estas prcticas de comunicacin juvenil debieran constituirse en una voz alternativa (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 97). Es decir, los jvenes buscan promover prcticas que los hagan ms participativos en la democracia, vigilando la actuacin de los representantes polticos y gubernamentales, y ofreciendo su espacio (simblico) como mesa de conversacin para el debate y la confrontacin democrtica entre los ciudadanos (Aguilera Ruiz, 2010, pg. 97). En sntesis, los jvenes del siglo XXI se enfrentan a una poltica atemporal, una del siglo XX.

Identificacin de las principales fuentes de consulta y referencias a libros o investigaciones.Adler, LL. (1994). Redes sociales, cultura y poder: Ensayos de antropologa latinoamericana. Porra FLACSO-Mxico, Mxico.Krotz, E. (1996). El estudio de la cultura poltica en Mxico: perspectivas disciplinarias y actores polticos. Ed. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Seminario de Estudios de la Cultura)/Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social, Mxico.Fernndez Poncela, A. (2003). Cultura poltica y jvenes en el umbral del nuevo milenio. IFE/IMJ/SEP: MxicoFuentes, C. (2006). Juventud y participacin poltica en el Chile actual, Revista Observatorio, n 11, Vol. 3, Septiembre 2006. Instituto Nacional de la Juventud, Santiago. GRIMALDI, D (2006). Accin colectiva, demandas y decisiones: Marco analtico para la movilizacin estudiantil, Revista Observatorio.Abels, M. (1988). La antropologa poltica: nuevos objetivos, nuevos objetos, In: http://www.unesco.org/issj/rics153/abelespa.htmlGledhill, J. (2000). El poder y sus disfraces. Edicions Bellaterra, Barcelona.Balibar, E. (2005). Violencias, identidades y civilidad. Para una cultura poltica global. Gedisa: BarcelonaMouffe, Ch. (1998). El retorno de lo poltico. Paids: Barcelona

ALEJANDRE GALAZ, Omar. (2011). Los jovenes y la cultura civica. En J. I. Flores Davila (Coordinadora), A 50 aos de la cultura cvica: pensamientos y relfexiones en honor al profesor Sidney Verba. Seminario nacional. (pp. 171-185). Mxico: IIJ-UNAM.

Identificacin de la estrategia metodolgica de exposicin.El autor hace un anlisis sobre la cultura cvica tomando como base de su investigacin un estudio publicado en 1959 titulado The Civic Culture. El autor realiza un anlisis comparativo entre el estudio rplica del ao 2009 y su contraparte original. Intenta descifrar las diferencias entre opiniones entre un estudio y otro. La hiptesis de trabajo es que existen ms diferencias entre las opiniones de los jvenes y los adultos en el estudio rplica realizado en 2009 que las del estudio original, debido a la brecha generacional existente entre un momento de tiempo y otro. Identificacin de los conceptosParticipacin poltica Cultura cvica Juventud Recuperacin de las dimensiones y Operacionalizacin de los conceptos.Juventud: Segn este autor definir la juventud es una tarea compleja, por lo cual trata de establecer la juventud en base a ciertos criterios (tiene edad joven), como de aspecto fsico (se ve joven) y de comportamiento (se comporta como joven) para definir quin es joven y quien no lo es (Alejandre, 2011, p. 172). Cultura poltica:La cultura poltica opera por un intrincado de canales an desconocido. Aunque los valores, las creencias y las prcticas se difunden a travs de la accin comunicativa, no estamos seguros qu elementos quedarn grabados en las nuevas generaciones. Es por esto que tanto el anlisis generacional, como la vista 50 aos atrs a nuestras prcticas, actitudes y creencias polticas se vuelve importante (Alejandre, 2011, p. 173). Identificacin de las principales fuentes de consulta y referencias a libros o investigaciones. Almond, Gabriel & Sydney, Verba (1963). The civic culture: political atttitudes and democracy in five nations. Pinceton University, Nueva Jersey.

ALEJANDRE RAMOS, G. & Escobar Cruz, Caludio. (2009). Los jvenes y la cultura cvica. Estudios pblicos, 25(12), 103-122.

Estrategia metodolgica de exposicin. Anlisis histrico de las principales variables (ciudadano, institucin poltica, participacin poltica, cultura poltica), tomando en cuenta la categora de edad (18-24 aos), lo que vendran siendo los jvenes. La importancia de joven como categora de anlisis, radica en la consideracin que los actores polticos tienen hacia ellos mediante sus discursos. La hiptesis de trabajo que el autor maneja es: la sociedad mexicana [] es dinmica, pero en lo particular tal dinamismo est pasando por una serie de obstculos propios de la actividad poltica [] los obstculos los hemos focalizado en una creciente inoperancia institucional, o sea que las instituciones poltico-electorales ya no estn siendo funcionales y se han convertido en obstculos debido a su obsolescencia operativa. (2009, pg. 105)Las instituciones polticas tradicionales inhiben la expresin poltica, por ese motivo los jvenes estn buscando medios y formas ajenos a ellas para expresar su sentir, porque las instituciones no las pueden canalizar. Posteriormente proceden a explicar la participacin poltica de los jvenes mexicanos en base a la Encuesta Nacional de Juventud del 2005 y la postura de ellos frente a la poltica en general y a sus instituciones en particular.

Identificacin de Conceptos:

Ciudadano Democracia Participacin poltica Jvenes

Recuperacin de las dimensiones y Operacionalizacin de los conceptos. Ciudadano: Es el hombre libre, no el esclavo. Es aquel que se forma en la ciudad, es una construccin colectiva que solo es posible en la ciudad. Para Aristteles (1967) la ciudad es una comunidad cuyo fin es buscar la vida mejor entre familias y linajes, buscar una vida digna y autosuficiente. (2009, pg. 106)Democracia: Derivado del colectivo, esta va ligada a la participacin ciudadana: requiere la formacin de ciudadanos.En la antigua Grecia los hombres solamente podan realizarse a s mismos y vivir honorablemente como ciudadanos si cumplan con sus obligaciones y hacan uso de sus derechos (2009, pg. 106), ambas cosas pblicas. Adems, el colectivismo y la solidaridad prevalecen en la democracia, la cual se vea traducida en este principio: el mayor bien para el mayor nmero de ciudadanos (2009, pg. 106)Otras de las caractersticas de la democracia son: su componente individualista (Bobbio, 1986), las asociaciones como formas de concrecin de poder esenciales para la democracia, es decir, esta no est exenta de conflictos de poder (Dahl, 1991). Tambin es ante todo una forma de gobierno a la que le es inherente el ejercicio del poder. Para esto, debe darse una relacin entre gobierno y gobernados, o entre gobernantes y ciudadanos, lo cual slo es posible mediante la participacin poltica de los ciudadanos. (2009, pp. 106- 108).Participacin poltica: se efecta y contabiliza mediante el instrumento del voto como el principal recurso democrtico al interior de cada estado, no obstante su expresin social (2009, pg. 111)Jvenes (mexicanos): Desde el punto de vista estrictamente sociolgico, se conceptualiza a la juventud cuando se inicia con la capacidad del individuo para reproducir a la especie humana y termina con la asuncin plena de las responsabilidades y autoridad del adulto (Alejandre & Escobar, 2009, p. 109).El caso de Mxico el rango de edad considerado es el de 12 a 29 aos. Identificacin de las principales fuentes de consulta y referencias a libros o investigaciones:Aristteles (1967), La poltica, Sepan Cuantos, Mxico, Porra.Bobbio, Norberto (1986), El futuro de la democracia, Mxico, Fondo de Cultura Econmica.Dahl, Robert (1991), Los dilemas del pluralismo democrtico, Mxico, Patria/ Alianza.Instituto Mexicano de la Juventud (2005), En-cuesta Nacional de Juventud, resultados pre-liminares, Centro de Investigacin y Estudio Sobre Juventud, en http://www.imjuventud.gob.mx/pdf/2006/encuesta_juventud_2005_resutados_preliminares_final.pdf, consultado el 20 de enero de 2008.

Arditi, B. (2004). Trayectoria y potencial poltico de la idea de sociedad civil. Revista Mexicana de Sociologa, 66 (1), 1-21.

Estrategia metodolgica de exposicin.El objetivo del ensayo es reflexionar acerca de la trayectoria intelectual del concepto de sociedad civil y precisar su valor heurstico en relacin con la poltica, y cmo ste ha sido usado por algunos autores clsicos y luego cmo reaparece en discusiones ms recientes que ven en la activacin poltica de la SC una continuacin del salto democrtico; el autor sugiere que la pureza conceptual es, en el mejor de los casos, cuestionable, pues cada trmino dentro de una dicotoma, autoritarismo-democracia, est siempre contaminado por la presencia del otro, y, la SC se inserta dentro de sta.Identificacin de los conceptos.PolticaSociedad civil Recuperacin de las dimensiones y operacionalizacin de los conceptos.Poltica:La poltica se basa en la polmica y el desacuerdo, ellas son el sustento de nuestra vida; cualquier comunidad est edificada sobre un desacuerdo, y ste no es un malentendido debido a la imprecisin conceptual. Un desacuerdo o una polmica no se da tanto por el hecho de que un interlocutor diga blanco y el otro negro, sino porque ambos dicen blanco pero entienden algo muy distinto por el concepto de blancura. (Rancire, 1996, p. 8) (Arditi, 2004, pgs. 2-3). Por tanto, el desacuerdo trata de definir lo conceptual del concepto.Sociedad civil:El auge de los nuevos movimientos sociales suscit un gran optimismo respecto de la SC como terreno autnomo de iniciativas colectivas, pero tambin llev a muchos a plantear una lgica dicotmica de la sociedad contra el Estado. Esta visin es poco productiva, pues tiende a mistificar a la SC como reserva moral de la poltica, como mbito no corrupto de pulsiones innovadoras capaces de rescatar a la poltica de sus vicios.(Arditi, 2004, pg. 4)Sin embargo, para fines prcticos y evitar de cierto modo una controversia, cabe decir que, los autores clsicos del siglo XVIII, el trmino de sociedad civil denotaba lo que hoy denominaramos Estado. Eso es muy claro en pensadores como Hobbes, Locke o Rousseau, quienes conciben a la SC como un ente artificial que surge como efecto de un acto de institucin poltica basado en un acuerdo voluntario entre los individuos (Arditi, 2004, pg. 4). Este corte entre lo natural y la institucin; entre lo dado y lo creado es lo que hace que estos autores sean modernos. Adems, estos autores definen a la Sociedad Civil como un ordenamiento artificial, atribuyendo caractersticas negativas a todo aquello que no se asemeje a sta; no se trata de que la erradicacin del desorden y del conflicto natural sea una condicin de posibilidad de la SC u orden estatal, sino de que la SC es concebida precisamente como la anttesis del estado de naturaleza (Arditi, 2004, pg. 5). Entre Locke y Hobbes existe un puente; su oposicin entre el estado natural y la SC. Para Looke, en el estado de naturaleza hay formas de sociabilidad que son previas a la institucin del orden social... La SC se diferencia de las otras formas de sociedad por brindar mecanismos para resolver conflictos (Arditi, 2004, pg. 5). As, estos mecanismos son institucionalizados en la creacin de la SC; ella, a travs de su figura abstracta, encarna dicho orden. El orden garantiza la justicia, y sta es carcter de la vida poltica, vida poltica que no se halla ms all de la SC.Otra perspectiva, igual de relevante, en la lnea de los clsicos es la ofrecida por Marx. La propuesta marxiana sostiene que para Hegel la SC es el terreno donde se encuentra la base o infraestructura sobre la cual descansa el Estado, y que la economa es el principio de inteligibilidad de la SC. sta interpretacin, la que Marx hace de Hegel parece ser un tanto restrictiva de lo que alega Hegel, pues para ste la economa no agota a la SC (Arditi, 2004, pg. 6). Para Hegel, la economa solo es un estadio entre lo macro y lo micro; entre la familia y el Estado. No obstante, este estadio no se agota en s, sino que se compone de momentos particulares: el sistema de las necesidades (y de su satisfaccin), que se remite a lo propiamente econmico; la administracin de justicia que busca proteger a la propiedad resolviendo disputas y respaldando la vigencia de los contratos entre personas y, por ltimo, el momento de la corporacin y de la autoridad pblica o polica, que funciona como contrapeso de las contingencias propias de los otros dos momentos y vela por el inters comn (Hegel, 1985: 188) (Arditi, 2004, pgs. 6-7).As, de manera general se puede establecer que para Hegel la SC surge a la par del mercado; que la formacin de la burguesa, desde la familia y sus relaciones con el sistema de necesidades, y, la mediacin de stas son el sustento de la SC. En sntesis, en relacin con la familia, la SC es una forma (incompleta) de Estado que incluye los momentos de lo econmico, de la justicia y de la autoridad, pero an no es propiamente un Estado en su concepto y plena realizacin histrica (Arditi, 2004, pg. 8).Sin embargo, en la visin hegeliana, lo que diferencia a la SC del Estado es el hecho de que a la primera le corresponde un Estado inferior y al otro uno superior. El primero acta mediante dos poderes subordinados. Estos son el judicial, que dirime conflictos de intereses y reprime las ofensas al derecho y el administrativo, que se ocupa del bienestar externo de los sbditos, y el segundo Estado, que es el Estado superior que es el momento tico-poltico (Arditi, 2004, pg. 8).Asi, se sita un lmite, con Stuart Mill, entre los ejes en la concepcin de sobre la SC. l tiene como eje central de su pensamiento no diferenciar la naturaleza de la sociedad, describir el progreso o afirmar la libertad y la primaca del colectivo. Antes bien, lo que le anima es ver cmo salvaguardar la libertad del individuo, sea en relacin con el gobierno o con la tirana de la mayora (Arditi, 2004, pg. 9). Esta distincin se fundamenta en que Mill establece una dicotoma ms; diferenciar lo pblico de lo privado. Mill (1954) distingua las other-regarding actions de las self-regarding El Estado y la opinin pblica pueden intervenir slo en asuntos relacionados con el primer tipo acciones mientras que en el caso de las self-regarding actions nadie tiene derecho a intervenir (Arditi, 2004, pg. 9).Es as que a partir de Mill, en el contexto del siglo XIX, la idea de SC ha sufrido una transformacin. Si los autores clsicos contraponan un estado de naturaleza no-poltico con una SC poltica ya partir de Mill, la SC es considerada como terreno de intercambios no-polticos que se contrapone a un Estado y a un sistema (Arditi, 2004, pg. 9). Con Mill la SC comienza su itinerario conceptual como una categora poltica y con el paso del tiempo pasa a ser vista y tratada como terreno puramente neutral de intercambios privados entre particulares. Este fenmeno se debe a que el pensamiento liberal, que se esfuerza por delimitar la esfera estatal de la social y preservar a esta ltima como espacio normado primordialmente por el mercado y slo suplementariamente por el Estado (Arditi, 2004, pg. 9).El pensamiento liberal establece una triada dentro del mundo poltico; Estado, sociedad poltica y SC. En ste, los dos primeros trminos forman parte de una esfera de la poltica compuesta por el gobierno, el legislativo, las elecciones, las relaciones entre partidos polticos y las relaciones gobierno-oposicn, mientras que el tercero la sociedad civil, termina siendo percibido y tratado no como una Cenicienta de la poltica sino ms bien como un terreno externo o al margen de sta (Arditi, 2004, pg. 10).Ms all de Mill, el trmino SC no vuelve a aparecer, con fuerza, hasta finales del siglo XX. El trmino vuelve a ser usado por los crticos neomarxistas del autoritarismo de Europa del Este y el viejo bloque sovitico y, posteriormente, el quehacer de activistas e intelectuales en Amrica Latina como parte de una estrategia para transformar a los regmenes autoritarios y dictatoriales en una direccin democratizadora (Arato, 1999, pp. 113-115) (Arditi, 2004, pg. 12). La utilizacin de ste fue para explicar la auto organizacin de la sociedad si ningn vnculo con las reminiscencias de los Estados autoritarios. As, en este contexto el trmino sociedad civil era prcticamente sinnimo de un modo de accin alternativo y liberador (Arditi, 2004, pg. 12).Por tanto, si SC era sinnimo de alternativas, entonces son los nuevos actores los que se ponen en movimiento en una esfera pblica precaria que fue dominada por los poderes autoritarios del Estado. Esto se consolida ms adelante con el (re-)surgimiento de organizaciones barriales, estudiantiles, de obreros, campesinos y mujeres, que van densificando el tejido organizacional, institucional e identitario de la SC en paralelo con las iniciativas desarrolladas en el terreno poltico-partidario (Arditi, 2004, pg. 13). Todas estas interpretaciones acerca del renacimiento de la idea de SC tienen algo en comn, a saber, que ya no piensan a la SC como terreno puramente neutral La ven como terreno poltico Esto no significa que rescatan el sentido clsico de lo poltico. En este caso, los actores no son partidos polticos sino movimientos y su forma de actuar se basa en la continua creacin y recreacin del orden colectivo mediante intervenciones en la esfera pblica (Arditi, 2004, pg. 15).Identificacin de las principales fuentes de consulta y referencias a libros o investigaciones.Arato, A. (1999). Surgimiento, ocaso y reconstruccin del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigacin futura. La sociedad civil. De la teora a la realidad. En, Olvera, A. (Comp.). El Colegio de Mxico: Mxico.pp. 113-156.Arato, A. & Cohen, J. (1999). La sociedad civil y la teora social. La sociedad civil. De la teora a la realidad. En, Olvera, A. (Comp.). El Colegio de Mxico: Mxico.ODonnell, G., & Philippe S. (1986). Transitions From Authoritarian Rule. Vol. 4: Tentative Conclusions About Uncertain Democracies. Baltimore: Johns Hopkins University Press.Offe, C. (1984). Competitive Party Democracy and the Keynesian Welfare State. Contradictions of the Welfare State. Compilado por J. Keane. Londres: Hutchinson, pp. 179-206.Offe, C. (1992). Ingobernabilidad. Sobre el renacimiento de teoras conservadoras de la crisis. Partidos polticos y nuevos movimientos sociales. Madrid: Editorial Sistema, pp. 27-53Hegel, G. W. (1985). Filosofa del derecho. Mxico: UNAM.Mill, J. S. (1954) [1859]. Ensayo sobre la libertad. Buenos Aires: Aguilar.Rancire, J. (1996). Desacuerdo: poltica y filosofa. Buenos Aires: Nueva Visin.

Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M. (2009). Nuevas Prcticas Polticas en Jvenes de Chile: Conocimientos acumulados 2000-2008. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, niez y juventud, 7(2), 1379-1403. Consulatdo el 20 de junio en: http://www.umanizales.edu.co/revistacinde/index.htm

Estrategia metodolgica de exposicin.El artculo constituye un Estado del Arte de lo escrito sobre nuevas prcticas polticas de los jvenes y las jvenes en Chile, desde el 2000 al 2008. En l se da cuenta de dos datos de entrada: la baja participacin de la juventud en los procesos electorales y la alta desconfianza que manifiesta la gente joven respecto a las instituciones polticas y los polticos. Sealamos que frente a estos datos hay tres hiptesis sobre la materia: la desafeccin poltica (apata, desinters); el desplazamiento en el tiempo de la responsabilidad (prolongacin de la adolescencia y con ello de la moratoria) y la existencia de nuevas prcticas polticas, que dan cuenta de una nueva forma de ver, entender y practicar la poltica, alejndose de las formas tradicionales. Se identific a los principales autores y conceptos que se utilizan en los trabajos que se han inscrito en esta ltima hiptesis, y sealamos las caractersticas distintivas de estas nuevas prcticas polticas que es posible encontrar en los trabajos con base emprica sobre la materia: la horizontalidad de la organizacin (la democracia directa); la accin poltica como accin cultural; el valor de la lgica de accin directa; la primaca del trabajo de base permanente por sobre el electoral; la importancia del trabajo de red (y el uso de las nuevas tecnologas de comunicacin); la acogida y respeto a las diferencias, presentes en su forma de organizacinLa metodologa que se utiliz para la realizacin de este artculo fue la investigacin documental, y ms especficamente un Estado del Arte. Para este trabajo, se reviso la totalidad de las bibliotecas universitarias de Santiago de Chile, consultamos a especialistas en el tema y realizamos una exhaustiva bsqueda en Internet. Lo original del artculo por lo tanto radica en el rescate de las ideas principales de cada uno de los textos revisados y en las articulaciones realizadas entre ellosIdentificacin de los conceptos.Nuevas prcticas polticas de los jvenesParticipacin poltica juvenilDesafeccin polticaOrigen de las nuevas prcticas polticasContestatarios Nuevos movimientos sociales Subjetivacin de los proyectos socialesHorizontalidad de la organizacin: democracia directaRecuperacin de las dimensiones y operacionalizacin de los conceptos.Nuevas prcticas polticas de los jvenes:Hay un cambio de la relacin de la juventud con la poltica, donde al parecer nuevos valores conducen a nuevas formas de hacer poltica, alejndose con ello de las formas tradicionales, las que a su vez en muchas ocasiones ven en su alejamiento un simple repliegue una apata, sin descubrir el cambio que est experimentando la juventud (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1381)los jvenes, adoptan comportamientos y una tica y moral distintos e incluso opuestos a lo que la sociedad ha establecido como norma. De esta forma, se construye una nueva forma de hacer poltica; lo que podramos llamar la poltica de la micro poltica, ms que de la gran poltica. (Contreras, Guajardo y Zarzuri, 2005, p. 29) (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1383)Las nuevas prcticas polticas de los jvenes se caracterizan por: 1). Uso de tecnologas; 2). Uso del concepto de redes tal cual ocurre en los nuevos movimientos sociales desde comienzos de los 90s; 3). Se trata de protestas bien organizadas, alto nivel de disciplinamiento interno, con efectos simblicos importantes y de alta originalidad; 4). Se trata de protestas con lderes que tienen una agenda especfica y son capaces de explicar y comunicar su agenda; y 5). Se incorporan dinmicas muy innovadoras: la asamblea como mecanismo de toma de decisiones, la rotacin de los lderes y las lderes, la dimensin de gnero en los liderazgos. (Fuentes, 2006, p. 54) (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1384). Los jvenes se articulan a travs de redes, y con ellas buscan servir como facilitadoras y no como centralizadoras, por lo que ellos y ellas definen su identidad como espacios democrticos de vinculacin (Iglesis, 2005, p. 18).(Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1396)Participacin poltica juvenil:La baja participacin electoral representa un descontento frente a las entidades pblicas, y en especial, la confianza en las instituciones polticas y en los polticos que en ella se desenvuelven. ste uno de los principales temas que afectan y determinan el proceso democrtico y su institucionalizacin y legitimacin desde los segmentos ms jvenes, dado que los partidos polticos son instrumentos de poder para resolver necesidades desde la ciudadana, y si stos no poseen credibilidad su laborse atrofia y se torna poco efectiva en funcin de su impacto en las nuevas generaciones (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pgs. 1382-1383)La participacin juvenil no slo requiere ser entendida desde su relacin de empoderamiento respecto del sector adulto ni al involucramiento en proyectos y programas especficos. Deben reconocerse las formas propias de expresin, empoderamiento y pertenencia que construyen adolescentes y jvenes y las transformaciones que se han dado en la expresin de los contenidos de la participacin juvenil. (Krauskopf, 2000, p. 22) (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1389)[footnoteRef:2]. [2: Vase el cuadro de la pgina 1390. ]

Los jvenes en su intento de diferenciarse y continuar con su camino de construccin identitaria, buscan alternativas en los pliegues, repliegues y quiebres que permite el discurso dominante. La mal llamada sub-cultura juvenil dice precisamente de su necesidad de relacionarse, de conformar-se y desplegar-se como sujetos de un decir, que no es sub, ni alternativo ni disruptivo sino slo cuando es nombrado as por el discurso del poder. Los jvenes no son nuevos actores, son los mismos jvenes tensionados por las perspectivas del mercado neoliberal del trabajo y el adultocentrismo. Son los jvenes que encuentran mltiples formas de resistencia y autogestin, que encontraran nuevos lugares de expresin de sus demandas. Que se autoconstruyen desde lneas de pensamiento, desde lneas de accin, que dibujan figuras y prcticas transfigurativas, transformativas. Que generan posibilidades, territorios de un nuevo orden social; que forjan deseos, como productores de deseo, deseo de recuperar lo perdido, lo no dicho, lo no hecho; es decir un sujeto colectivo capaz de producir las condiciones de posibilidad para la invencin. En fin intentos, gestos, balbuceos de recomposicin del sentido comn, a travs de la participacin con otros, haciendo ineludible el trabajo poltico permanente en la base social, apostando siempre hacia nuevas construcciones de subjetividad. (Miquel, 2007, p. 126). (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1391)Desafeccin poltica:una decreciente participacin electoral, una importante cada de la identificacin poltica y una consistente desconfianza en las instituciones polticas y sus representantes. Este conjunto de fenmenos ha sido denominado por algunos como la desafeccin poltica en los jvenes. (Canda, 2004, p. 6) (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1383). Con esto habra un desencanto por la poltica, lo pblico y lo colectivo, desencanto que se concretiza en un proceso de individualizacin y subjetivacin. Dicho fenmeno afecta, en gran medida, al mundo juvenil, pues ste considera que el sistema poltico no los representa y no los incorpora.Origen de las nuevas prcticas polticas: los y las jvenes no responden a la imagen estereotipada de indiferentes (no estoy ni ah) que ha primado en la opinin pblica en los ltimos aos. En efecto, las movilizaciones de los estudiantes demuestran que no existe una situacin de apata, ni de anomia juvenil sino que la generacin manifiesta deseos de integracin social y demuestra ser ms exigente y empoderada a la hora de exigir servicios de calidad. En otras palabras, se trata de una generacin que est ms atenta a la calidad de los servicios que recibe, en la medida en que es ms consciente no slo de sus derechos como ciudadano, sino tambin de sus derechos como consumidor. Se trata de una generacin de jvenes pragmticos, que ve a la juventud en primer lugar, como un perodo de decisiones vitales para enfrentar la vida adulta Culturalmente, esta generacin se caracteriza por la bsqueda autnoma de la autorrealizacin y la seleccin de metas y estilos de vida en este contexto, estn dispuestos a convertirse en actores de su propio desarrollo. Los ltimos acontecimientos han demostrado que los estudiantes pueden llegar a tener un nivel de organizacin capaz de hacer canalizar sus demandas y tener impacto en la opinin pblica a travs de estrategias y opiniones fundadas. (Camelio y Moreno, 2006, p. 11) (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1385). As, queda fundamentada la apata y rechazo a la poltica institucional, y con sta, tambin la necesidad, por parte de los actores involucrados, de crear nuevas prcticas polticas. No existe un desinters por la poltica; existe es un desinters por la poltica tradicional. Los jvenes no aprenden de poltica recitando manuales, sino que aprenden desde lo cotidiano, y con ello generan cuestionamientos que los llevan a buscar respuestas en lo poltico-no convencional.Contestatarios:Los jvenes no aprenden de poltica recitando manuales, desde discursos abstracto, sino que aprenden desde lo cotidiano, y con ello generan cuestionamientos que los llevan a buscar respuestas en lo poltico-no convencional. As, en lo no-convencional los jvenes muestran algn malestar con el sistema. Para ello contestan, desconfan de los aspectos de este sistema que no responden a sus intereses. Estos movimientos le contestan a un otro que nunca les ha preguntado nada lo contestatario est ntimamente ligado a un estado de nimo cercano al desencanto y a la inquietud por generar cambios en el entorno inmediato. (Osorio, 2003, p. 8). (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1386)Subjetivacin de los proyectos sociales:La subjetivacin de los proyectos sociales es donde se construyen las identidades y se participa en lo pblico. En este sentido, ms que privatizarse, lo que tambin ocurre por razones estructurales provenientes del modelo de desarrollo y modernizacin predominante, lo pblico se subjetiviza. () As mismo, podemos presenciar como consecuencia de esta subjetivizacin tica, una nueva forma en cmo los jvenes estructuran sus valores sociales. Entre ellos priman el pluralismo y la espontaneidad para los jvenes los elementos motivadores fundamentales son hablar de lo que quieren, lo que buscan, y del futuro en general, pero en un futuro individual, no colectivo ni societal () el desinters en la poltica es una disociacin entre el inters por lo social, por lo pblico y lo poltico. () son los cambios en la sociedad, la poltica y el nuevo significado de la juventud lo que se requiere conocer para explicar lo que sucede. (Larran, 2004, p. 52) (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1388).En este sentido, el reconocimiento de los cambios emotivos de los jvenes hace necesario que la poltica tradicional agregue estas variaciones a su accionar, pues de lo contraria sta y sus mecanismos contribuyen, an ms, a marginar a los jvenes. Si la poltica sigue basada en manuales tcnico-abstractos, entonces, la in-comunicacin entre los jvenes y los polticos se acrecentar. Esta incomunicacin que se aprecian entre los jvenes y la poltica tienen relacin con un cambio en los criterios de evaluacin del comportamiento de los procesos democrticos y el accionar poltico Por ello veremos cada vez ms nuevas formas de participacin social, valoracin de nuevos estilos de comportamiento poltico. (Larran, 2004, p. 57) (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1389).Nuevos movimientos sociales:En palabras de Rosana Reguillo (2000) los nuevos movimientos se caracterizan por: i) no partir por una composicin de clase social (aunque no la excluyen); ii) organizarse en tono de demandas por el reconocimiento social y la afirmacin de la identidad (y no por la bsqueda del poder) y iii) ser ms defensivos que ofensivos (lo que no necesariamente se traduce en mayor vulnerabilidad). (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1392). las reivindicaciones de los VMS [viejos movimientos sociales], son distintas de los NMS [nuevos movimientos sociales] o redes o colectivos, ya que la dimensin reivindicativa, se desplaza de lo material/econmico/productivo y distribucin de bienes a lo cultural/simblico/identitario con esto no se est negando la existencia de desigualdades e injusticias sociales, sino que hay un desplazamiento del ncleo central de las contradicciones sociales (Zarzuri, 2006, p. 49). (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1396)

Horizontalidad de la organizacin:Un nuevo tipo de organicidad juvenil, que no tiene correspondencia con las formas de estructuracin tradicionales de organizacin. Para el caso del movimiento estudiantil, si bien existen los presidentes de centros de alumnos, estos/as responden a sus asambleas, por lo que estamos en presencia de una forma de participacin que se vale de la horizontalidad y discusin democrtica para dirimir cuestiones centrales. De esta forma asistimos a la aparicin de voceros, no de dirigentes, sujetos al escrutinio de la asamblea, y por lo tanto pueden ser removidos en cualquier momento. (Aguilera, Contreras, Guajardo y Zarzuri, 2007, p. 7). (Baeza Correa, J. & Sandoval Manrquez, M., 2009, pg. 1395)Identificacin de las principales fuentes de consulta y referencias a libros o investigaciones.Thomson, Ard, Alegra y Veiler (2004). La Mirada de Los Universitarios, Estudio de Participacin Poltica Juvenil, Universidad Adolfo Ibez, Santiago, Chile.Contreras, T., Guajardo, S. & Zarzuri, R. (2005). Identidad, participacin e hitos de resistencia juvenil en Chile contemporneo. Santiago de Chile: Centro de Estudios Socioculturales (Cesc).Iglesis, A. (2005). Agrupaciones, colectivos y movimientos juveniles en cuatro ciudades de Chile (Concepcin, Via del Mar, Cerro Navia y El Bosque). Revista Electrnica Latinoamericana de Estudios sobre Juventud. 1(1).Injuv (2007). Quinta Encuesta Nacional de Juventud. Santiago de Chile: MideplanInjuv.Krauskopf, D. (2000). Participacin Social y desarrollo en la adolescencia. San Jos de Costa Rica: Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas.Miquel Prats, E. (2007). Las nuevas subjetividades de los jvenes chilenos. Revista Summa Psicologa UST 2007, 4, (2), pp. 117128.Candia, E. (2004). El movimiento poltico sin voto de los jvenes en Chile. Instituto Nacional de la Juventud. Revista Observatorio de Juventud, 1(4).Aravena, A., Camelio, F. & Moreno, A. (2006). Generacin Mayo de 2006: Reivindicando el Ejercicio de la Ciudadana? Revista Observatorio de Juventud, Movilizaciones Estudiantiles: Claves para entender la participacin Juvenil, Injuv, 3(11).Osorio, C. (2003). Las nuevas formas de accin colectiva: nuevos movimientos contestatarios juveniles en Santiago de Chile. Informe final del concurso: Movimientos sociales y nuevos conflictos en Amrica Latina y el Caribe. Programa Regional de Becas Clacso, 2003. Recuperado el 14 de octubre de 2008, de: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/becas/2002/mov/osorio.pdfLarran, H. (2004). Jvenes, Liderazgo y Poltica en el Chile actual. Santiago de Chile: Instituto de Ciencias Polticas.Reguillo, R. (2000). Emergencia de las Culturas Juveniles. Estrategias del Desencanto. Buenos Aires: Editorial Norma.Zarzuri, R. (2006). Participacin Juvenil, Cultura y Movimientos. Revista Observatorio de Juventud, Injuv, 3(11).

Carrasco Azzini, G. (2010). Participacin y tendencias polticas en estudiantes universitarios: el caso de la Universidad de Chile. Ultima Dcada, 32 , 85-103. Consultado el 20 de julio de 2014 en:http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-22362010000100005&script=sci_arttext

Estrategia metodolgica de exposicin.Lo que se busca analizar en este trabajo es la participacin poltica de los jvenes universitarios, en particular de la Universidad de Chile, y la relacin entre las tendencias existentes en su centro educacional y las que se presentan en la realidad nacional. A su vez, se realizar una caracterizacin de sus dirigentes, en tanto representantes de las mayoras universitarias as como sujetos portadores del poder a nivel estudiantil. En dicho sentido, manejaremos dos hiptesis que guiarn el presente trabajo: en primer lugar, como hiptesis general buscaremos probar que Si mayor es la bsqueda de identidad desde lo colectivo, mayor ser la participacin poltica; y como hiptesis especfica afirmamos que Si disminuye la participacin en la poltica nacional, disminuye la participacin en la poltica universitaria. Delmismo modo, para el desarrollo del trabajo se revis bibliografa relacionada, se analizaron datos eleccionarios a nivel nacionaly universitario y se realizaron entrevistas a informantes claves, en este caso dirigentes estudiantiles de las diversas facultades de la universidad, que derivarn en un posterior anlisis.Todo esto ser a travs de una breve caracterizacin de la cultura poltica juvenil desde los aos 60 hasta nuestros das, para enseguida analizar la informacin concerniente a la posicin y participacin poltica de los estudiantes de la universidad, y la posible relacin que tenga sta con las tendencias nacionales. Finalmente, estudiar el mundo especfico de la dirigencia universitaria, buscando identificar sus motivaciones, naturaleza y los modos en los cuales son reflejo o causantes de la tendencia poltica de la universidad

Identificacin de los conceptos.Movimiento estudiantilJovenCultura poltica juvenilPolticaSistema electoral chilenoRecuperacin de las dimensiones y operacionalizacin de los conceptos.Movimiento estudiantil: Un movimiento social decisivo para los partidos polticos, por una doble razn; en primer lugar, porque permite el reclutamiento de una cantidad apreciable de dirigentes que adquieren un nivel de formacin poltica superior a cualquier otro frente de accin; en seguida, porque el movimiento estudiantil constituye una fuerza social que ejerce un poder muy destacado en la sociedad, de manera que el control de las organizaciones estudiantiles significa un paso adelante en la lucha poltica de los partidos. (Huneeus, 1973: 35). (Carrasco Azzini, 2010, pg. 88)Lo colectivo, para el joven, pasa a ser, de esta forma, un espacio que permite ante todo representar la dimensin subjetiva de la propia individualidad. (Jara, 1999) (Carrasco Azzini, 2010, pg. 91)Joven: Es tener una construccin cultural y administrativa, una parte de la imagen que la sociedad tiene de s misma. (Touraine, 1997:1). (Carrasco Azzini, 2010, pg. 89)en los aos 60 y 70 se entenda como jvenes casi exclusivamente a los estudiantes universitarios (Garretn, 1991) (Carrasco Azzini, 2010, pg. 89)se comprenda que los jvenes eran parte futura de la lite poltica, por lo que identificarse con una tendencia o participar en un partido resultaba clave para la autoafirmacin e integracin del individuo (Garretn, 1991) (Carrasco Azzini, 2010, pg. 89)Se sola ver dos tipos de jvenes: una juventud revolucionaria, relacionada con los obreros y en constante bsqueda de cambios sociales; y otra juventud burguesa y despreocupada, que slo buscaba divertirse en virtud de las ventajas que su posicin econmica les entregaba (Muoz, 2004) (Carrasco Azzini, 2010, pg. 89)Luego del golpe de Estado del ao de 1973, lo que la sociedad entenda por joven cambi, y sta asumi una actitud apoltica, buena, ordenada, no grita con soberbia su opinin, pues conoce sus limitaciones que se contrapone a una juventud negativa que sera politizada, minoritaria y antipatriota (Muoz, 2004:80). Con el plebiscito de 1988 se produce un momento de fuerte inters por la poltica debido al carcter histrico que presentaba esta eleccin como finalizacin de la lucha contra una dictadura (Bustos, 1997). Sin embargo, con el correr de los aos la participacin formal de los jvenes ir permanentemente a la baja (Fernndez, 2000). (Carrasco Azzini, 2010, pg. 90)Cultura poltica juvenil: A travs de esta construccin, los jvenes se forman una cultura poltica juvenil propia, que se transforma en la base que determina su accionar poltico (Caputo, 2006) (Carrasco Azzini, 2010, pg. 89)As, despus de 1973 la cultura poltica de los jvenes devino diferente, y est se dividi, durante la dcada de los 90, en tres rubros. Parafraseando a Garretn (1991), primero, desaparece la aspiracin del mtodo revolucionario como valor en s mismo; segundo, cada una de las luchas por la igualdad, la libertad y la independencia nacional, que antes se comprendan unidas (y que eran, para el autor, la base sobre la que se construa la cultura poltica juvenil), tienden a hacerse autnomas unas de otras y cada vez ms tcnicas y menos polticas, y tercero, se configura otro motor de la accin colectiva: la autorrealizacin o bsqueda de la felicidad. As, los jvenes no slo persiguen la felicidad en sus antiguas luchas, sino que buscan ser alguien, tanto colectiva como individualmente. (Carrasco Azzini, 2010, pg. 90)la actual cultura poltica juvenil los procesos institucionales pierden sentido y se construye una visin negativa acerca de la labor de los partidos polticos, lo que configura una baja participacin poltica de los jvenes (Bustos, 1997) (Carrasco Azzini, 2010, pg. 91)Poltica:Despus de la dictadura, 1988, la poltica dej de ser la actividad que absorba y resolva las tensiones sociales por tres cambios fundamentales de contexto: el rol histrico del Estado, que pasa del concepto benefactor-empresarial al Estado subsidiario; las continuas campaas de desprestigio de la actividad poltica por parte del rgimen militar, y las transformaciones institucionales ocurridas con la adopcin del sistema econmico de mercado (Bustos, 1997). (Carrasco Azzini, 2010, pgs. 90-91)Sistema electoral chileno:Un sistema bastante catico, pues un sistema binominal es el que dejara excluidas a minoras significativas del pas, y el segundo, al modelo de inscripcin en los registros electorales inscripcin voluntaria y voto obligatorio que producira un crculo vicioso, desencadenante de la baja inscripcin electoral juvenil: como los jvenes no se inscriben, los partidos polticos no generaran programas atrayentes para ellos Adems de estos aspectos exgenos, los jvenes de los ltimos aos muestran cada vez con mayor frecuencia una escala de valores individualista, que los alejaba de las formas de participacin colectiva. (Carrasco Azzini, 2010, pg. 93)

Identificacin de las principales fuentes de consulta y referencias a libros o investigaciones.HUNEEUS, CARLOS (1973): Movimientos universitarios y generacin de lites dirigentes: estudio de casos. Santiago: CPU.INJUV (2001, 2004 y 2006): Tercera, cuarta y quinta encuesta nacional de juventud. Santiago: INJUV.JARA, RAMN (1999): Jvenes y espacios pblicos. ltima Dcada N11. Via del Mar: Ediciones CIDPA.TOURAINE, ALAIN (1997): Juventud y democracia en Chile. ltima Dcada N8. Via del Mar: Ediciones CIDPA.GARRETN, MANUEL ANTONIO (1991): Problemas y desafos en la participacin poltica de los jvenes. Santiago: FLACSO.MUOZ, VCTOR (2004): Imgenes y estudios cuantitativos en la construccin social de la juventud chilena. Un acercamiento histrico (2003-1967). ltima Dcada N20. Via del Mar: Ediciones CIDPA.FERNNDEZ, GABRIELA (2000): Notas sobre la participacin poltica de los jvenes chilenos. En SERGIO BALARDINI (compilador): La participacin social y poltica de los jvenes en el horizonte del nuevo siglo. Buenos Aires: CLACSO.BUSTOS, PATRICIO (1997): Jvenes: reflexiones en torno al tema de la participacin y la poltica. ltima Dcada N7. Via del Mar: Ediciones CIDPA.CAPUTO, LUIS (2006): Redescubriendo la participacin: sistema poltico, clase social y cultura poltica juvenil. Asuncin: BASE-IS.

Hernandez, Maria Aid (2008). La democracia mexicana, presa de una cultura poltica con rasgos autoritarios. Revista Mexicana de Sociologia, 70(2), 261-303.

Estrategia Metodolgica de exposicin.El objetivo del estudio de Aid Hernndez es exponer que la reciente democracia mexicana no va acompaada de una Cultura Poltica (CP) democrtica. Este artculo cuenta con dos, ms que propsitos, supuestos fundamentales de investigacin: por un lado, se intentar demostrar que la CP se encuentra lejos de ser democrtica (por lo tanto prevalecen prcticas del pasado como el clientelismo y el corporativismo). El segundo supuesto dice: el tipo de CP mexicana ha persistido a travs de los aos, resistindose a los cambios polticos que se han suscitado. Su trabajo de investigacin se basa en la siguiente interrogante: Cules son las caractersticas culturales del mexicano que no le han permitido afianzar una participacin autnoma y que han consentido la existencia de rasgos autoritarios? Para responder a su pregunta, Aid Hernndez definir el concepto de cultura poltica para, posteriormente identificar las variables relevantes de ser analizadas tericamente. Despus, realiz un anlisis histrico de las diversas encuestas nacionales sobre cultura poltica: 1955, 1993, 1994, 1996, 1999,2 2001, y 2003 (hasta ese momento). Identificacin conceptual.CulturaPoltica Conocimiento poltico e inters por la poltica Confianza interpersonal Creencia en la democracia Confianza en las instituciones Operacionalizacin de los conceptosCultura Poltica (CP)La definicin de Cultura Poltica (CP), utilizada en este estudio, se basa en la corriente funcionalista de los tericos Almond y Verba: es el conjunto de [...] orientaciones especficamente polticas, posturas relativas al sistema poltico y sus diferentes elementos (Almond y Verba, 1970, p. 25). Las orientaciones pueden ser cognitivas, afectivas o evaluativas: La primera comprende los conocimientos y creencias; la segunda responde a los sentimientos; y la evaluativa, a los juicios y opiniones acerca del sistema poltico, de sus roles y de quienes desempean dichos roles (Almond y Verba, 1970, p. 34).De aquella definicin se desagregan una serie de variables, las cuales sirven a la medicin de la CP, estas variables son: Conocimiento e inters poltico, confianza interpersonal, creencia en la democracia, sentimientos de orgullo por su nacin (con el transcurso de los aos, dicha variable se ha transformado en confianza hacia las instituciones y en la democracia), competencia subjetiva, participacin poltica; tales variables siguen utilizndose hasta ahora para estudiar la cultura poltica. Posteriormente, a finales de la dcada de los ochenta, se integrara a estos elementos la tolerancia, la cual despus de que el mundo presenciara una serie de conflictos multitnicos se estableci como un valor necesario para la democracia (Hernandez, 2008, p. 264).Conocimiento poltico e inters por la poltica. La informacin de los ciudadanos, los medios a su disposicin para obtenerla, el uso que le den a esa informacin en temas de inters poltico son los elementos que se toman en cuenta para su medicin. La autora recupera definiciones de Sartori (1992), Inglehart (1990, 19988) y de los mismos Almond y Verba (1970), y describe que existe algo de dificultad para medir esta variable, sin embargo se ha ido midiendo a travs de las diversas encuestas con el pasar de los aos. La desinformacin de las personas en asuntos polticos, ha sido la constanteen las diversas encuestas sobre cultura poltica. La autora menciona que a pesar de los cambios como el desequilibrio regional, la ausencia de analfabetismo y el tener acceso a algunos medios de informacin (televisin), la mayora de los ciudadanos siguen desinformados en temas de inters poltico (Hernandez, 2008). Esta desinformacin tambin se relaciona a la hora de depositar el voto en las urnas y tambin con gobiernos populistas.Confianza interpersonales la confianza que tiene un ciudadano hacia los dems se trata de un elemento que promueve y facilita la cooperacin ya sea para lograr metas individuales o colectivas (Hernandez, 2008, p. 269). La pregunta que sirve para medir esa variable es: Confian los mexicanos en los dems?Creencia en la democracia Es la creencia en la democracia procedimental: basada en elecciones limpias y transparentes, en contraparte con gobiernos autoritarios o dictatoriales. Autores como Dahl (1993), Diamond (1996), Inglehart (1998), Morlino (2005) han sealado que si los ciudadanos no estn de acuerdo en que la democracia sea mejor a cualquier otra forma de gobierno, no lucharn por ella en tiempo de crisis poltica (Hernandez, 2008).La autora no debera olvidar que este rubro solo es una creencia. La creencia no es conocimiento, no se basa en la razn para la toma de decisiones. Aunque los ciudadanos no tengan una concepcin definida sobre la democracia, estos piensan que es la mejor forma de gobierno. Con el correr del tiempo, este tem se ha tratado de evaluar con base en el lxico de uso comn cuando se est hablando de democracia: justicia, libertad, Igualdad, derecho, respeto, unin, poltica, gobierno, votacin (Hernandez, 2008).Confianza en las institucionesLa importancia de la confianza que se tenga en las instituciones polticas es un tema fundamental en el xito de la democracia. En primer lugar, porque si los ciudadanos confan en sus instituciones, se informarn ms sobre lo que acontece en ellas; en segundo, si los ciudadanos creen que las instituciones responden a sus demandas, participarn ms con ellas, ya para mejorarlas, ya para demandarles mayor eficiencia; y, en tercer lugar, si los ciudadanos confan en ellas, jams intentarn desprestigiarlas o desaparecerlas; al contrario: las apoyarn para su supervivencia, incluso en poca de crisis. Las instituciones a las que se hace referencia son: partidos polticos, poder legislativo, presidente; aunque pueden ser sujetas a evaluacin otras tantas.ToleranciaPuede entenderse la tolerancia como el reconocimiento y respeto a las diferencias de los otros (Fetscher, 1995: 143). Una de las maneras de observarla es cuando los individuos estn dispuestos a convivir en el mismo espacio con el otro que se asume como diferente (Walter, 2006: 26). La tolerancia es parte de una cultura poltica democrtica porque cuando los individuos asumen la diferencia ya sea por cuestiones fsicas, biolgicas, socioeconmicas, raza, religin o ideas, la relacin que se establece entre ellos es entre iguales: no entre diferentes categoras de ciudadano (Hernandez, 2008, p. 279).Competencia subjetiva.Si el ciudadano cree que puede influir en la poltica lo hara con mayor probabilidad que el que no confiaba en mismo como ciudadano. Cuanto mayor la competencia subjetiva de un individuo, mayor la probabilidad de ser el ms activo en lo referente [] a seguir y conocer los asuntos polticos, en discutirlos y en procurar que su voz sea escuchada (Hernandez, 2008, p. 282).Participacin polticaLa participacin poltica que ayuda a la democracia es la que exige a sus instituciones que sean eficientes y que est dispuesta a colaborar con ellas para resolver los diferentes problemas sociales (Warren, 2001). Su Operacionalizacin en las encuesta viene determinada como sigue: Qu tanto acostumbra participar en las siguientes actividades? a) Asiste a reuniones de asociaciones o comunidades para resolver problemas que aquejan a la comunidad.b) Asiste a reuniones de partidos polticos. c) Participa en manifestaciones a favor o en contra del gobierno. Usted es miembro de alguna de las siguientes organizaciones?d) Asociaciones de barrio o coloniae) Grupos de defensa del medio ambientef) Club deportivog) Sindicatos h) Grupos religiososi) Grupos de padres de familiaj) Asociaciones profesionales.

Referencias citadas por el autor. Almond, Gabriel Abraham, y Sidney Verba. La cultura cvica: estudio sobre la participacin poltica democrtica en cinco naciones. Madrid: Fundacin Fomento de Estudios Sociales y de Sociologa Aplicada, 1970.

Leal Martinez, A. (2014). De pueblo a sociedad civil: el discurso poltico despus del sismo de 1985. Revista Mexicana de Sociologa,76(3), 441-469.

Estrategia metodolgica de exposicin.El presente artculo busca llenar este vaco al examinar crticamente el surgimiento de la idea de sociedad civil en la esfera pblica mexicana concretamente, en la prensa despus de los sismos de 1985, as como su popularizacin y los cambios de sus significados en las dcadas subsecuentes. Mediante el anlisis de textos periodsticos producidos en torno de los sismos, el artculo demuestra que la idea de sociedad civil ha pasado a sustituir al pueblo como la colectividad nacional legtima. De ser el smbolo de la colectividad nacional, el pueblo ha sido resignificado como un actor colectivo caduco: la anttesis, as como el antecedente temporal, de la sociedad civil. En este sentido, el artculo argumenta que la sociedad civil expresa una nueva forma de conceptualizar a la colectividad nacional entendida como la suma de ciudadanos autnomos, as como la prdida de legitimidad de otras formas de pertenencia y accin colectiva. La propuesta es entender el surgimiento y el apogeo de la sociedad civil como parte de la transicin hacia el neoliberalismo, incluyendo lapaulatina consolidacin del neoliberalismo.La hiptesis es que, al igual que la Revolucin, el pueblo que haba emergido de la misma como el sujeto nacional legtimo y de manera crucial como el sujeto de los derechos sociales prometidos por el rgimen comenz a ser paulatinamente reemplazado por la figura de la sociedad civil. En efecto, como veremos en las pginas que siguen, en los 20 aos transcurridos entre los sismos de1985 y su conmemoracin en 2005 el pueblo desapareci como un actor central del discurso pblico. De aparecer como el principal protagonista de las movilizaciones que siguieron a la tragedia, pas a ser representado como el reducto de una izquierda corrupta, antidemocrtica y anclada en el pasado El argumento est basado en el anlisis de un conjunto de textos periodsticos (reportajes, crnicas, editoriales y artculos de opinin) publicados en las semanas posteriores a los sismos, as como durante las conmemoraciones de stos en 1995 y en 2005.Para cada periodo se seleccionaron diarios de circulacin nacional que expresan diversas posiciones ideolgicas: El Universal, unomsuno (nicamente para 1985), La Jornada y Reforma (nicamente para 1995 y 2005).4 Me aproximo a estos documentos como textos en circulacin en torno a los cuales se construyen diferentes pblicos (Warner, 2002). Asimismo, los leo como artefactos culturales producidos en contextos sociales y polticos especficos que reflejan y la vez construyen el sentido comn que se expresa en la opinin pblica (Silverstein, 1996). De este modo, ms que buscar significados fijos, se analizo la ambigedad y los diversos usos de las nociones de pueblo y sociedad civil. Identificacin de los conceptos.Sociedad civil Neoliberalismo SolidaridadPueblo Recuperacin de las dimensiones y operacionalizacin de los conceptos.Sociedad civil:Es toda aquella accin, colectiva y, organizada que surge al margen del Estado y poseedora de una autoridad moral incuestionable o como el mbito de accin de los individuos autnomos, o como un proyecto poltico en construccin, o como una categora analtica clave para entender la accin colectiva y la transicin a la democracia (Arditti, 2004; Olvera Rivera, 1999) (Leal Martinez, 2014, pg. 442). El portador de esta autoridad moral incuestionable es una serie de actores concretos, como los rescatistas voluntarios, los jvenes que dirigieron el trnsito de la ciudad, las mujeres que llevaron comida... Sin embargo, stos se presentan como parte de una colectividad mayor (Leal Martinez, 2014, pg. 447). Dicha serie de actores se concretiza en un todos , y ste evoca una colectividad ms amplia y difusa, caracterizada por virtudes morales como el herosmo Una masa amorfa que responde de manera espontnea y unificada ante la catstrofe (Leal Martinez, 2014, pg. 447). No obstante, esta masa amorfa, en su mayora , estaba conformada no por vctimas pasivas que reciben la solidaridad de sus conciudadanos, los damnificados aparecen como un actor colectivo activo que toma su destino en sus manos. Adems de stos, surge un actor de mayor trascendencia, un actor que no est ms all de la masa amorfa, uno que tiene ms peso; la prensa reporta la inconformidad y las demandas de los damnificados como legtimas, contrastndolas con la pasividad gubernamental (Leal Martinez, 2014, pg. 448). Dentro de este actor est la movilizacin de los damnificados, donde, convergen la espontaneidad de la solidaridad con el surgimiento de un nuevo movimiento social que rompe con las estructuras organizativas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) (Leal Martinez, 2014, pg. 449).Al romper con la concepcin, bastante anquilosada, del PRI, la sociedad civil revela la crisis de legitimidad del estado posrevolucionario y del discurso oficial sobre el pueblo (Leal Martinez, 2014, pg. 454); as, la sociedad civil se manifest como un actor colectivo en formacin, es decir, como una colectividad que se vislumbra de manera incipiente, y sus movilizaciones fueron interpretadas como un movimiento emergente con una nueva sensibilidad poltica (Leal Martinez, 2014, pg. 455). Entonces, si lo que se cuestiona es el Estado posrevolucionario, quienes lo cuestionan se sitan del lado posrevolucionario; por tanto, en el neoliberalismo las relaciones sociedad/Estado cambian y las anquilosadas estructuras estatales tienden, por demanda de la sociedad civil, a democratizarse. As, se puede establecer, de manera ms general, el concepto de sociedad civil; sta se presenta como la colectividad de una nueva era poltica. Se comienza entonces a temporalizar la relacin entre el pueblo y a la sociedad civil, el primero ubicado como antecedente temporal de la segunda (Leal Martinez, 2014, pg. 456). La dicotoma entre pueblo/sociedad civil est, especialmente, evidenciada en la manera en que circulan y se articulan estos conceptos, adems de que aparecen como temporalizaciones; uno representa el pasado y el otro un proyecto futuro.Ya estando en el futuro , la sociedad civil es movilizada por la izquierda en transicin, que se distancia del nacionalismo revolucionario y a la vez reproduce su retrica; sin ms, la sociedad civil aparece vinculada al poder poltico. Para la izquierda, la sociedad civil se inserta en una larga lucha de los sectores populares, pero al mismo tiempo marca una ruptura con discursos y formas de organizacin poltica que son vistos como obsoletos (Leal Martinez, 2014, pg. 460); de manera que las anquilosadas estructuras de representaciones se vigorizan pero la sociedad civil, en ellas inmersa, sigue anclada a los poderes estatales.Neoliberalismo:La idea, bastante popular, de sociedad civil ha tomado fuerza a raz de los cambios socioeconmicopolticos denominados neoliberalismo. ste no solo es una serie de polticas pblicas sino, de manera ms amplia, como un cambio en las formas de gobernar y en las relaciones Estado/sociedad que se caracteriza por la redistribucin de responsabilidades y riesgos desde el primero hacia la segunda Una sociedad conformada por individuos autnomos que se organizan al margen de los aparatos gubernamentales es inseparable de la crisis del Estado benefactor y del triunfo de la ideologa del libre mercado. (Jean y John Comaroff, 1999) (Leal Martinez, 2014, pg. 443). Es decir, el acento se invierte y cae hacia lo particular; de un Gran-Estado hacia una Gran-Sociedad, puesto que los procesos se vuelcan en los individuos. Adems, al paralelo de los cambios en la economa, de una economa proteccionista a una economa de libre mercado, se oper una transformacin importante en los imaginarios sobre la nacin y la sociedad. (Leal Martinez, 2014, pg. 444).Solidaridad:La, principal, caracterstica de esta solidaridad es que antepone el bien comn las necesidades de las vctimas y del rescate a las tragedias individuales. La solidaridad aparece tambin permeada por un tono religioso que hace referencia a la hermandad y a la empata con el prjimo. (Leal Martinez, 2014, pg. 446)Pueblo:Si bien, la prensa muestra a dos tipos de actores que se movilizan tras la tragedia por un lado, una colectividad abstracta que se solidariza y por otro los damnificados que se organizan, ambos son a su vez representados como el pueblo. Por tanto, lo que la prensa construye como actor, pirncipalmnete, es ese que se pone en marcha los sismos; el pueblo, esa figura inherentemente ambigua que ocup un lugar central en el discurso poltico mexicano tras la Revolucin de 1910 (Lomnitz, 2001) (Leal Martinez, 2014, pg. 454). Por lo dems, el concepto, bastante abstracto, de pueblo mexicano es aquel que abarca a la totalidad de los mexicanos. Adems de representar a la colectividad el pueblo aparece como un sujeto colectivo inherentemente virtuoso que acta de manera heroica y generosa (Leal Martinez, 2014, pgs. 450-451); por lo cual, la solidaridad parece ser inherente al pueblo. As, si en el neoliberalismo se marca la dicotoma sociedad/Estado, entonces la sociedad aparece como portadora de caracteres buenos , mientras que, su alterego, el Estado aparece con cualidades negativas . De manera que, las representaciones del pueblo como una colectividad virtuosa y moral, o como un sujeto poltico, se deslizan hacia la representacin del pueblo como los pobres o los sectores populares; as, el pueblo es asociado con el rgimen emanado de la Revolucin, sobre todo con referencia a los damnificados (Leal Martinez, 2014, pg. 452), es decir, a los desposedos.

Identificacin de las principales fuentes de consulta y referencias a libros o investigaciones.PeridicosLa Jornada, del 20 de septiembre al 22 de octubre de 1985; del 10 al 25 de septiembre de 1995; del 10 al 25 de septiembre de 2005.Reforma, del 10 al 25 de septiembre de 1995; del 10 al 25 de septiembre de 2005.El Universal, del 20 de septiembre al 22 de octubre de 1985; del 10 al 25 de septiembre de 1995; del 10 al 25 de septiembre de 2005. Unomsuno, del 20 de septiembre al 22 de octubre de 1985.RevistasNexos, septiembre y octubre de 1985, 1995 y 2005.Proceso, septiembre y octubre de 1985, 1995 y 2005.Arditti, Benjamin (2004). Trayectoria y potencial poltico de la idea de sociedad civil. Revista Mexicana de Sociologa 66 (1): 1-21.Olvera Rivera, Alberto (1999). Introduccin. En La sociedad civil: de la teora a la realidad, compilado por Alberto Olvera Rivera, 11-25. Mxico: El Colegio de MxicoComaroff, J. & Comaroff J. (1999). Introduction. En Civil Society and the Political Imagination in Africa, compilado por Jean Comaroff y John Comaroff, 1-43. Chicago: The University of Chicago PressLomnitz, Claudio (2001). Modes of Mexican citizenship. En Deep Mexico, Silent Mexico: An Anthropology of Nationalism, compilado por Claudio Lomnitz, 58-80. Minneapolis: University of Minnesota Press.

Lpez Montiel, A. G. (2008). Las teoras de sistemas en el estudio de la cultura poltica.Poltica y Cultura, 29, 171-190.

Estrategia metodolgica de exposicin.El presente ensayo busca delinear de manera descriptiva y analtica, los principales impactos de las perspectivas sistmicas en la ciencia poltica, aterrizando su aplicacin al espacio de la cultura poltica. Se identificaran corrientes metodolgicas que permitirn ubicar su impacto en la construccin de interpretaciones sobre los tipos de cultura. Con el objeto de plantear las dificultades metodolgicas que an se mantienen al interior de la ciencia poltica y la necesidad de construir herramientas metodolgicas.Identificacin de los conceptos.SistemasModelo Cultura poltica

Recuperacin de las dimensiones y operacionalizacin de los conceptos.Sistemas:Los sistemas funcionan como una visin orgnica de los seres vivos donde las partes se dejaron de estudiar como elementos aislados y se identificaron como componentes de un todo A partir de la idea de la complejidad organizada o la interrelacin de muchos componentes se dio la posibilidad de avanzar en la construccin de un esquema que permitiera mantener las necesidades planteadas por la investigacin de relaciones causales (Lpez Montiel, 2008, pg. 173). Con esto, a partir de un conjunto de diversas disciplinas que van desde la qumica,la biofsica, la fisiologa, la biologa, algunas partes de las matemticas, etc., fue posible la creacin del modelode sistemas abiertos, definiendo propiedades como el todo, la suma de laspartes, el crecimiento, la competencia interna, los procesos, la centralizacin, la descentralizacin, los fines, el dinamismo, la esttica, etc. (Lpez Montiel, 2008, pg. 173). Con este inventario de funciones y disciplinas, sobre las cuales se ha apoyado la Teora de Sistemas, se puede obtener una estratificacin del trmino sistema. Primero, ste se auto refiere:como una descripcin de algo Este uso es bsicamente definitorio del objeto que queremos estudiar, pero no va ms all. En una segunda instancia, el trmino sistema se refiere a las maneras de construir explicaciones sobre cmo un conjunto de elementos se estructuran, se relacionan y se conectan con el ambiente. Sirve para plantear las diferencias al interior de los enfoques sistmicos dentro de la propia teora de sistemas. Un ltimo enfoque del trmino sistema es con miras a la aplicacin de una perspectiva especfica sobre los sistemas que incluye conceptos analticos, metodologas y enfoques sobre el concepto de sistema en el estudio de un fenmeno. (Lpez Montiel, 2008, pgs. 174-175).As, la utilizacin del trmino sistema viene a significar la posibilidad de diferenciar los fenmenos, sociales, unos de otros y examinar a ste, al diferenciado, como si fuera un contenedor rodeado, y por lo tanto diferente, por un ambiente en el cual opera y que crea resultados que son aplicables para todos los componentes del sistema. De esta manera, diferenciar es identificar; identificar a un sistema y sus propiedades sus fronteras y sus procesos son elementos de definicin que nos permiten ladiferenciacin del objeto de estudio con respecto a su ambiente permite sistematizar las formas de observacin y bsqueda de patrones en el comportamiento de sus elementos (Lpez Montiel, 2008, pg. 176).

De manera provisional, en la perspectiva de Easton, el enfoque de sistemas resulta un orden mecanicista. El sistema queda definido de manera externa, y ste es visto como una caja negra donde sus relaciones con el ambiente y otros sistemas se presentan grficamente y con diagramas de flujo y bloques. Su forma general es la transferencia de entradas y salidas la diferenciacin se da en trminos del intercambio de informacin entre el sistema y su ambiente, y entre los elementos del sistema en s.(Bertalanffy, 1972, p. 419) (Lpez Montiel, 2008, pg. 177). As, reduciendo la abstraccin dentro del enfoque sistmico y acercndolo a la Ciencia Poltica, la diferenciacin de las culturas polticas se da en el sentido de que stas dan nfasis a aspectos o valores determinantes de conductas, que sirven para definir el tipo de demandas y la manera en que se expresan e introducen al sistema. Esto es lo que genera diferencias en los intereses individuales y colectivos. (Lpez Montiel, 2008, pg. 177).El concepto de sistema, en el enfoque de Almond y Powell, alude al proceso poltico, con la diferencia de que el sistema incluye la totalidad de las unidades relevantes, la interdependencia entre las interacciones de las unidades, y una cierta estabilidad en la interaccin de estas unidades, entendido esto ltimo como equilibrio cambiante (Lpez Montiel, 2008, pg. 181). As, el sistema es visto como la suma e interaccin de sus partes, donde cada una de ellas obedece a s mismas en funcin de la totalidad de las partes; adems, sta visin incorpora la concepcin monoplica de la fuerza elaborada por Weber. De manera que el sistema es entendido como los patrones de interaccin de roles que afectan decisiones, respaldadas por la amenaza de la fuerza fsica (Almond, 1956, p. 395) (Lpez Montiel, 2008, pg. 182).Por tanto, en esta lnea, cada sistema poltico, como un todo, incluye una orientacin hacia tipos de accin poltica, determinados por actitudes, valores polticos, ideologas, caracteres, etc., que en conjunto generan funciones polticas (Lpez Montiel, 2008, pg. 182); as, la cultura poltica es precisamente el patrn de orientacin a la accin poltica hacia el interior del sistema (Lpez Montiel, 2008, pg. 182).Adems de las perspectivas de Easton, y de manera conjunta de Almond y Powell, est de manera igualmente relevante la de propuesta de Deutsch. l propone que el sistema es una clase particular de sistemaque mantiene coordinadas las expectativas de los individuos que en l viven y coordina buena parte del comportamiento mediante su cooperacin y hbitos de obediencia que refuerzan las recompensas y castigos. (Deutsch, 1976, pp. 169.) (Lpez Montiel, 2008, pg. 179). Con esta perspectiva, el acento se coloca en los procesos mismos y no es su tipologa. Poner el acento en los procesos viene a significar que; una perspectiva mecanicista, Easton, no puede explicar los procesos, tanto de ordenamiento y reconfiguracin, del sistema, puesto que los elementos de ste ltimo se comportan obedeciendo aspectos que no son codificables de manera permanente (Lpez Montiel, 2008, pg. 179). La codificacin de estos elementos se da a travs de un modelo de redes de informacin, ya que ste otorga mucha ms flexibilidad pues incluye mecanismos para ubicar los problemas de bsqueda y modificacin de objetivos, porque ambos dependen del desempeo en el ambiente, informacin recibida desde el sistema e informacin sobre desempeos anteriores (Lpez Montiel, 2008, pgs. 179-180); por tanto, una red de informacin es un sistema autodefinido y autodefinitorio. Su carcter de autodefinicin depende de qu el sistema puede manipular la informacin independientemente de su forma y sta no cambiar. Al contrario, lo que ocurre es que la informacin suele perderse, y esto genera un efecto de eficiencia, o que el canal funcione efectivamente entre los componentes y en relacin a otros canales, lo que genera un efecto de complementariedad. Este hecho, la complementariedad, es bastante importante en la medicin de la cultura, puesto que permite observar el grado de pertenencia de los elementos del sistema que les permitan transmitir informacin que obtienen a partir de la interaccin en el sistema. De esta manera, los cambios inducidos por mecanismos externos o internos reciben la misma atencin (Lpez Montiel, 2008, pg. 180), mientras que la tipologa de stos depende de ellos mismos; de sus cdigos de comunicacin.

Modelo: ste cumple, de gran manera, la funcin de organizar las partes del fenmeno, proveer elementos heursticos para la creacin de nuevo conocimiento, generar posibilidades de prediccin y ser mensurable (Lpez Montiel, 2008, pg. 176).Cultura poltica:La ubicacin de la cultura poltica, como funcin del sistema y como portadora de funciones, permite establecer funciones, de entrada y de salida, polticas:La socializacin poltica, que es el conjunto de procesos a travs de los cuales nos vamos familiarizando con la poltica y que van determinando nuestras actitudes a lo largo de la vida; 2.- la articulacin de intereses, que son los mecanismos con los que se establecen relaciones de mediacin y vinculacin entre intereses, para la accin poltica; 3.- la agregacin de intereses, que son las formas en que los intereses se articulan y cmo actan una vez cohesionados; 4.- la comunicacin poltica, que incluye las estrategias, smbolos, mensajes, etc., que se utilizan para relacionarse entre actores. Adems de las funciones de entrada estn las de salida, y una de ellas es el gobierno; 1.- gobierno, como el conjunto de instituciones, organizaciones y decisiones sobre recursos pblicos; 2.- aplicacin de la ley, a partir de las organizaciones del gobierno que tienen la responsabilidad de hacer cumplir las normas; 3.- formulacin de la ley, como el acto de legislar. (Almond & Coleman, 1960) (Lpez Montiel, 2008, pgs. 182-183).De modo que, la cultura poltica se convierte en un elemento de la socializacin poltica y se entiende como una distribucin particular de cualidades subjetivas. La cultura, entonces, afecta la conducta de los ciudadanos determinando entonces el tipo de entradas al sistema, pero tambin el tipo de resultados que emanan de l, convirtindose en variable explicativa (Lpez Montiel, 2008, pg. 183).De manera ms general, en la utilizacin del concepto de cultura poltica se pueden ver dos grandes vertientes; la primera, las concepciones de cultura se derivan de Weber y Parsons, y en menor medida de Kroeber, mientras que en la segunda son los enfoques comunicacionales (Lpez Montiel, 2008, pg. 183). Como sea, ambas lneas pretenden ofrecer una visin ordenada, un modelo, del fenmeno. Adems, el estudio de la cultura poltica se divide en dos alas: investigacin inductiva vs. deductiva e investigacin cuantitativa vs. no cuantitativa. Los primeros planteaban un inters en la explicacin cientfica, buscando relaciones y correlaciones de dos o ms variables. Los deductivistas se interesaban en la construccin de modelos que a priori explicaran el fenmeno (Lpez Montiel, 2008, pg. 185).

Identificacin de las principales fuentes de consulta y referencias a libros o investigaciones.

Bertalanffy, Ludwig Von. The History and Status of General Systems Theory, en The Academy of Management Journal, Vol. 15, No. 4, diciembre, 1972. p. 405.Almond, Gabriel. Comparative Political Systems, en The Journal of Politics, Vol. 18, No. 3, agosto de 1956, p. 393.Deutsch, Karl. Toward an Inventory of Basic Trends and Patterns in Comparative and International Politics, en The American Journal of Political Science, Vol. 54, No. 1, marzo de 1960, p. 36; Deutsch, Karl. On Political Theory and Political Action, en The American Political Science Review, Vol. 65, No. 1, marzo de 1971, p. 22Deutsch, Karl. Los nervios del gobierno, medios de comunicacin y control polticos, Mxico, Paids, 1989 (1963) pp. 105-156.Deutsch, Karl. Poltica y Gobierno, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1976 (1974), pp. 169.Almond, Gabriel. James Coleman. The Politics of Developing Areas, New York, Princeton University Press, 1960

LUGO NERIA, Bernabe&Tangueca Belmonte, Juan A. (2011). Percepcin de la democracia de los jvenes mexicanos. Poltica y gobierno, 17(2), 177-230.Identificacin de la estrategia metodolgica de exposicin El estudio tiene como finalidad la de identificar si las variables de estudio (nivel de estudios, nivel socioeconmico y desarrollo de la localidad) tienen relacin con la percepcin sobre la democracia de los jvenes mexicanos. Para alcanzar ese objetivo el autor se propone hacer un anlisis estadstico (crosstabs) entre las principales variables y los resultados extrados de la Encuesta Nacional de Juventud 2005. Identificacin de los conceptosJuventud Democracia Nivel de estudios juvenil Nivel socioeconmico de la familia del joven Desarrollo de la localidad del joven Recuperacin de las dimensiones y Operacionalizacin de los conceptos. Juventud: Segn el autor, es un constructo social que parte de una operacin clasificatoria. Esto permite acercarnos a ella desde su gobierno, de la direccin, el control y la administracin de las instituciones del Estado, aunque aqu lo hagamos desde las relaciones materiales y simblicas que los jvenes mantienen con ese gobierno, mismas que generan buena parte de las creencias y actitudes de los jvenes (Bernabe&Tangueca, 2011, p. 181).Democracia: el autor consider a la democracia en base a la operacionalizacionde sus componentes en la Encuesta Nacional sobre Juventud, que se materializan en las siguientes preguntas: Para qu sirve la democracia? Para gobernar un pas es preferible? Qu esperaras de la democracia? (p.185-186)Nivel de estudios juvenil: Suoperacionalizacin se realiz a partir de la siguiente pregunta Hasta qu nivel aprob en la escuela? Las opciones de respuesta a esta variable fueron las siguientes: ninguno, preescolar, primaria, secundaria, preparatoria o bachillerato, profesional, maestra y doctorado. segn la teora alcanzado [] los individuos tendrn un mayor inters y una mejor informacin sobre la poltica. (Bernabe&Tangueca, 2011, p. 189).Nivel socioeconmico de la familia del joven, el cual hemos ponderado bsicamente a travs de dos subvariables: nivel socioeconmico del hogar del joven e ingreso familiar mensual (Bernabe&Tangueca, 2011, p. 190): Muy bajo Bajo Medio bajo Medio alto Alto Desarrollo de la localidad del joven: se operacionaliz a travs de tres subvariables: estrato poblacional, tamao poblacional del municipio de residencia y nivel socioeconmico de ste: En cuanto al tamao poblacional se clasifica en poblaciones con mayor (o menor) poblacin de 5000 habitantes. En cuanto al estrato poblacional, hemos considerado el municipio rural, semiurbano y urbano. Para determinar el nivel socioeconmico del municipio hemos utiliza-do la clasificacin del Instituto Nacional de Estadstica y Geografa (INEGI). Esta va del 1 al 7, donde el nmero ms bajo representa el peor nivel y el nmero ms alto el mejor (Bernabe&Tangueca, 2011, p. 192).

Identificacin de las principales fuentes de consulta y referencias a libros o investigaciones. Bourdieu, Pierre (1999). Meditaciones pascalianas, Barcelona, Anagrama.Burchardt, Hans-Jrgen (2008). Desigualdad y democracia. Nueva Sociedad, 215, pp. 79-94.Centro de Investigaciones y Estudios sobre Juventud (2005). Encuesta Nacional de Juventud, Mxico, Instituto Mexicano de la Juventud.Concha, Hugo A. et al. (2004). Cultura de la Constitucin en Mxico: Una en-cuesta nacional de actitudes, percepciones y valores, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin y Comisin Federal de Mejora Regulatoria.ENCUP (2001), Primera encuesta nacional sobre cultura poltica y prcticas ciuda-danas, Segobb, Consultado el 28 de abril de 2009 en: http://www.encup.gob.mx/encup/index. php?page=encup._______ (2003), Segunda encuesta nacional sobre cultura poltica y prcticas ciu-dadanas, Segob, Consultado el 28 de abril de 2009 en: http://www.encup.gob.mx/encup/index. php?page=encup._______ (2005), Tercera encuesta nacional sobre cultura poltica y prcticas ciu-dadanas, Segob,Consultado el 28 de abril de 2009 en http://www.encup.gob.m x/encup/index. php?page=encup_______ (2008), Cuarta encuesta nacional sobre cultura poltica y prcticas ciu-dadanas. Segob, Consultado el 28 de abril de 2009 en: http://www.encup.gob.mx/encup/index. php?page=encup

MIR GARCIA, Jordi. (2012). La participacin juvenil en organizaciones polticas no convencionales y movimientos sociales. En, J. M. Robles Morales (Coord.).GT 20 Movimientos Sociales, Accin Colectiva y Cambio Social (pp. 1-25). Madrid: Universidad Complutense de Madrid. Consultado el 30 de mayo de 2014 en:http://www.academia.edu/4118894/La_participacion_juvenil_en_organizaciones_politicas_no_convencionales_y_movimien