reseña crítica y comparativa: end of the spear
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reseña sobre la película end of the spear haciendo un análisis basado en los sistemas políticos internacionalesTRANSCRIPT
Análisis crítico de “end of the spear”:
Bajo la visión de las Teorías de los Sistemas Internacionales
Ihiruye Rebolledo
Contenido, mensajes y contexto.
En la película (End of the spear) hay un mensaje principal del que derivan
muchos otros: La complejidad del choque y el conflicto que genera un encuentro
entre diferentes culturas y/o civilizaciones.
Este punto claramente es el tema principal, pues la película se basa en el
esfuerzo que hicieron los misioneros, en 1956, por contactar y comprender a los
huaoranis y de cómo este esfuerzo terminó siendo su propio verdugo. Es
interesante resaltar que la narración de la película da a entender que los indígenas
atacaron solo por una violenta tradición que requiere de constante defensa y la
confusión que les causaban estos extranjeros con sus curiosos artefactos.
Claramente los aborígenes sufren de cierto conflicto personal y grupal al entender
(y lo entendieron cuando la chica indígena que contactó a los misioneros les
confiesa que no eran un peligro) que estos extranjeros no eran peligrosos ni
representaban una amenaza a su seguridad.
Claramente la historia tiene cierta inclinación por apelar a comprender la actitud de
los misioneros, su misión (valga la redundancia) era la de tratar de ayudar a los
indígenas y de hacer un esfuerzo por, de alguna manera, integrarlos a la sociedad.
Pero quizás la pregunta más obvia sería: ¿Es que acaso los aborígenes
necesitaban ayuda? ¿Era necesario integrarlos a la sociedad? ¿No es sarcástico
pensar que las tribus indígenas del Amazonas necesitan una evangelización (por
así llamarlo) que ilumine sus primitivas costumbres?
Visto de esta manera la perspectiva que ilustra a los misioneros como
desafortunadas victimas de su generosidad comienza a desaparecer, para revelar
una óptica algo diferente, donde es posible juzgar la intromisión de extranjeros
(tanto los misioneros como el mismo gobierno ecuatoriano) tanto en tierras como
en culturas ajenas.
Ahora bien, si evaluamos la trama desde otra perspectiva cambia
completamente el tablero de comprensión del juego. Podemos decir que de alguna
manera sí era necesaria la intervención de culturas extranjeras en aquella
pequeña civilización. No es difícil comprender que una cultura tan agresiva como
esta tarde o temprano terminaría en conflicto con el gobierno ecuatoriano, tanto
por sus tradiciones violentas como por sus particularidades culturales. Los recelos
territoriales no tardarían en llegar y traerían conflicto con los intereses del
gobierno, lo cual seguramente se traduciría en un terrible derramamiento de
sangre. Así pues, de alguna manera los misioneros tenían una preocupación muy
válida, su mayor interés era el de preparar a los indígenas a el encuentro
inevitable entre civilizaciones, probablemente es esta razón las que evito su total
exterminio y les da la oportunidad de preservarse como una cultura, algo alienada
pero sobreviviente al fin de la cacería cultural del modelo occidental.
Sería interesante comentar que para la época del incidente, Ecuador estaba
pidiendo un enorme préstamo al Fondo Monetario Internacional y parte de las
consecuencias era la concesión a empresas multinacionales para exploración y
explotación del gas y petróleo. Por supuesto que estas no fueron las primeras
amenazas para los huaoranis, ya para entonces había una exhaustiva búsqueda
de caucho, oro y demás recursos ofrecidos por el (para entonces) basto
Amazonas.
Es fundamental para el presente trabajo hacer énfasis que en los,
aproximadamente, 30.000 Km2 amazónicos en donde viven los huaoranis; ha
habido desde hace siglos invasores, tanto indígenas como colonizadores
occidentales que desde siempre han estado en la búsqueda de las riquezas
naturales. Este hecho ha forzado a la nombrada etnia a convertirse en defensores
(desde intelectuales hasta armados) de sus tierras. En 1990, Los huaoranis
lograron el reconocimiento, por parte del Estado Ecuatoriano, de unos
6.125,6Km2, que si bien es la declaración de un territorio oficial es una parte
insignificante del verdadero patrimonio territorial de las tribus. No está de más
recalcar que ya para el año 2.005 revivían los conflictos territoriales por la
otorgación, por parte del Estado, de 1.000Km2 de territorio huaoraní a empresas
transnacionales de explotación gasífera y petrolera.
Si bien hoy día las tribus Huaoranies se han organizado según los
parámetros establecidos en la sociedad mundial moderna, sigue una lucha
constante y férrea para preservar sus territorios geográficos, que a su vez
representan importantísimos santuarios naturales (de los pocos que aún preservan
el equilibrio natural del planeta)
Ajustando un sistema internacional
Para comenzar este punto, es necesario aclarar que en el caso particular de
esta película no hay intercambio entre estados-naciones a nivel internacional, el
meollo está en una relación estado-tribu, en el único momento en que aparece un
conflicto de carácter internacional, es gracias a la aparición de los misioneros en la
selva, con el fin (sarcásticasticamente hablando) de evangelizar a los indígenas. El
“sistema internacional” que se puede manifestar en este evento es el sistema de
derecho, ya que se manifiesta un interés (por parte de los misioneros) sobre la
preservación de estas etnias, las cuales para el momento están amenazadas por
el pronto encuentro con la “civilización”.
A la hora de evaluar la trama de la película usando algún sistema
internacional que se desenvuelva con la misma, obviamente será mencionado el
sistema de derecho, por existir la necesidad de crear los medios necesarios para
hacer respetar los derechos que las tribus indígenas del Ecuador. Claramente hay
un reconocimiento a la necesidad de defensa y respeto de las etnias indígenas
amazónicas, resaltando la demanda de un necesario imperio de ley donde haya
una regulación en la materia.
Reflexión sobre la situación del conflicto y el sistema en la actualidad.
Desde finales del siglo XIX los indígenas ya eran aceptados y tratados (de
manera jurídica) en algunos países de Latinoamérica como habitantes legítimos
de esas zonas. Pero no es un secreto para nadie la persecución que han sufrido
estos poblados debido a múltiples situaciones (conflictos armados como los de
Colombia, intereses en las riquezas como el caso de los Huaoranies, por
situaciones de intereses geográficos, etc.)
La década de los ochenta fue, sobre todo en América Latina, una década
en que el sistema neoliberal tomó curso con relativa rapidez. Este hecho afectó
directamente a los indígenas (sobre todo amazónicos) pues sus tierras fueron
vendidas, alquiladas o simplemente dadas en concesión a las grandes
multinacionales que mucho tenían que explotar allí. Ya para los noventa se
percibieron las agravantes de lo anteriormente mencionado y como consecuencia
comenzó a hacer énfasis en la necesidad de protección jurídica para preservar a
estos pueblos y las tierras donde habitan. Pero aún en día la mayoría de las
herramientas jurídicas son insuficientes y la verdad es que aunque muchas de las
propuestas y cambios han sido presentados con mucha jocosidad, son intentos
meramente vacíos y que en el fondo no entienden ni se ajustan a las necesidades
e intereses de los afectados.
Seguramente la principal razón de esta situación es la falta de participación
oficial por parte de los representantes indígenas (cabe acotar que esta falta de
participación no se debe a fallo de interés u organización sino más bien por
desinterés de los Estados). Esto se traduce en los nombrados intentos fallidos por
crear una infraestructura jurídica lo suficientemente efectiva para la protección y
preservación de dichas culturas.
En la actualidad, los gobiernos de América Latina parecen estar
despertando conciencia sobre este problema, bien sea por ser un problema que
cada día abarca más espacio en los medios o bien por la capacidad de
comprensión de los líderes que encabezan los Estados de la región. Aun así
existe un gran conflicto al haber una férrea necesidad por adecuarse a las
realidades del sistema mundial, las cuales generalmente demandan riquezas,
espacios y explotación de riquezas pertenecientes a estos pueblos. Así pues el
gran dilema está en hacer prevalecer los derechos de estas etnias arriesgando la
fortaleza económica del país o por otro lado mantenerse en el mapa del sistema
global explotando estas zonas y pueblos y exponiéndolos a una extinción
inminente.
En cuanto el derecho internacional podemos comenzar nombrado los vagos
intentos por parte de la Organización de Naciones Unidas, que si bien, no hacen
referencia directa a los pueblos indígenas, si hacen referencia a todos aquellos
pueblos que tienen características únicas y que aún no han logrado una
autonomía; se refiere a ellos comentando que deben tratarse con respeto y deben
recibir el apoyo necesario para su crecimiento socio-cultural. Ahora bien, son
centenares de resoluciones, pero hasta donde tengo entendido ninguna hace
referencia directa (como ya dije) a los pueblos indígenas, lo que de alguna manera
muta automáticamente la particularidad de estas poblaciones (entendiendo la
generalización, pues entre ellas son maravillosamente particulares también) y las
necesidades especiales que conlleva cada una.
Dicho lo anterior, no podemos ignorar que la ONU tiene en cuenta la falta
de adecuación al tema y por tanto ha hecho llamados para que varias
organizaciones internacionales hagan cuenta de estas poblaciones. Quizás la
Organización Internacional de Trabajo es la primera institución que ha dedicado
estudios al respecto pero lamentablemente debo decir que como muchos de estos
trabajos no ha llegado a más que un informe.
Por otro lado, cantidades de ONGs han laborado en difundir
mediáticamente la situación que muchos de estos pueblos están pasando, lo cual
es quizás el mejor de los esfuerzos internacionales pues apela a la conciencia de
la población en general y así se hacen las demandas pertinentes para obligar a los
Gobiernos a actuar de maneras más eficaces.
Cabe resaltar también que en la actualidad son en cada momento más los
Estados que reconocen a los pueblos indígenas como parte de su patrimonio (en
cuanto a tradiciones, idiomas, trabajos y expresiones artísticas, etc.) lo que
ciertamente representa un gran alivio para los mismos. También cada día son más
los representantes indígenas que participan en la política de manera directa (como
congresistas, asambleístas, gobernadores y hasta presidentes) algo que jamás se
había visto anteriormente. La pregunta entonces sería: ¿es que estos poquísimos
(y a mi modo de ver) insignificantes avances son realmente efectivos?¿acaso las
poblaciones indígenas resistirán lo suficiente como para cosechar los frutos que
apenas ahora estamos sembrando?
Bibliografía
-Hanon, Jim (director). (2006) End of the Spear [película]. Jungle Films LLC/Karma
Films.
-Derecho Indígena y Derechos Humanos en América Latina. Disponible en:
http://www.iidh.ed.cr/comunidades/diversidades/docs/div_docpublicaciones/indice%20derecho
%20indigena.htm
-Manual de Sistemas Internacionales. Disponible en:
http://vladimiraguilar.blogspot.com/
-La constitucionalización de los derechos indígenas en América Latina. Disponible
en: http://www.ejournal.unam.mx/bmd/bolmex108/BMD10802.pdf