representacion politica

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El concepto de representación es uno de los elementos clave de la historia política moderna. Sin embargo el contenido exacto de este concepto es controvertido dado que se trata de un fenómeno que se puede rastrear desde la Edad Media pero que ha sufrido cambios significativos. Por otra parte, es un semánticamente tiene múltiples acepciones: sustituir, actuar en el lugar del otro, cuidar intereses de alguien, evocar simbólicamente alguien o algo, personificar. La representación política se diferencia de otras experiencias, se opone a regímenes absolutistas y autocráticos, es decir desvinculados del control político de los súbitos, y por el otro a la democracia directa, es decir el régimen en el cual en teoría debería desaparecer la distinción entre gobernantes y gobernados. El sentido de la representación política esta por lo tanto en la posibilidad de controlar el poder polito atribuido a quien no puede ejercer el poder en persona. En base a sus finalidades se podría entonces definir a la representación como un particular mecanismo político para la realización de una relación de control (regular) entre gobernantes y gobernados. Existen 3 modelos alternativos que la teoría política ha utilizado para explicar el papel de los representantes: La representación como una delegación: el representante es concebido como un ejecutor carente de autonomía e iniciativa de las “instrucciones” que los representados les imparten. Su papel se acerca mucho al de un embajador. Este modelo es de origen medieval y las constituciones modernas lo rechazan prohibiendo explícitamente el “mandato imperativo”. Se encuentra en organizaciones y comunidades internacionales. La representación como una relación fiduciaria: atribuye al representante una posición de autonomía y supone que la única guía para la acción es el interés de los representados como es percibido por el. La representación como espejo o representación sociológica: concibe al organismo representativo como un microcosmos que reproduce fielmente las características del cuerpo político Todos estos modelos considerados en su forma pura plantean algunos problemas.

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El concepto de representación es uno de los elementos clave de la historia política moderna. Sin embargo el contenido exacto de este concepto es controvertido dado que se trata de un fenómeno que se puede rastrear desde la Edad Media pero que ha sufrido cambios significativos. Por otra parte, es un semánticamente tiene múltiples acepciones: sustituir, actuar en el lugar del otro, cuidar intereses de alguien, evocar simbólicamente alguien o algo, personificar.La representación política se diferencia de otras experiencias, se opone a regímenes absolutistas y autocráticos, es decir desvinculados del control político de los súbitos, y por el otro a la democracia directa, es decir el régimen en el cual en teoría debería desaparecer la distinción entre gobernantes y gobernados. El sentido de la representación política esta por lo tanto en la posibilidad de controlar el poder polito atribuido a quien no puede ejercer el poder en persona. En base a sus finalidades se podría entonces definir a la representación como un particular mecanismo político para la realización de una relación de control (regular) entre gobernantes y gobernados.

Existen 3 modelos alternativos que la teoría política ha utilizado para explicar el papel de los representantes:

La representación como una delegación: el representante es concebido como un ejecutor carente de autonomía e iniciativa de las “instrucciones” que los representados les imparten. Su papel se acerca mucho al de un embajador. Este modelo es de origen medieval y las constituciones modernas lo rechazan prohibiendo explícitamente el “mandato imperativo”. Se encuentra en organizaciones y comunidades internacionales.

La representación como una relación fiduciaria: atribuye al representante una posición de autonomía y supone que la única guía para la acción es el interés de los representados como es percibido por el.

La representación como espejo o representación sociológica: concibe al organismo representativo como un microcosmos que reproduce fielmente las características del cuerpo político

Todos estos modelos considerados en su forma pura plantean algunos problemas. Por ejemplo en el tercer modelo, qué características deben ser representadas es la una pregunta de difícil solución (ideológicas, étnicas, raciales etc.). La representación sociológica en relación con ciertos perfiles no politicos (como raza por ej) choca con la profesionalización de la vida política y al concentrarse en la reproducción descuida la capacidad de gobernar del cuerpo político. La representación como delegación enfrenta obstáculos en condiciones actuales ya que los actores politicos necesitan un margen de maniobra incompatible con la rigidez de un sistema de instrucciones vinculantes. Además atención de representados a cuestiones publicas suele ser escasa y en muchos casos cuestiones escapan a su compresión. Esta representación puede darse en grandes temas politicos que hayan sido incluidos en plataformas de campaña que sean vinculantes (partidos politicos ingleses). En representación fiduciaria en general se busca el cuidado autónomo de los intereses generales o de la nación. El mayor problema que plantea este modelo es el de la posible no correspondencia de las percepciones que respectivamente tienen representantes y representados del interés de estos últimos. Si nos basamos únicamente en el principio fiduciario sin control sobre el comportamiento del representante en el mejor de los casos podemos hablar de gobierno iluminado pero no de gobierno representativo.Ninguno de estos tres modelos encuentra su ejecución en forma pura, en realidad es posible definir al representante como un “fiduciario controlado que en algunas de sus

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características refleja a los electores” del modelo de fiduciario se extrae la indicación de la necesidad de un cierto margen de autonomía para los representantes que les permita una acción de respiro mas amplio de lo que permitía la presencia del mandato imperativo. El modelo de delegado nos da en cambio el elemento de vinculo al que en alguna medida debe estar sometido el representante (sino estaría desnaturalizada la función de representación que es permite un cierto grado de control de los ciudadanos sobre el poder político). Al mismo tiempo es necesario que existan ciertos elementos de representación sociológica sin los que el sistema carecía de legitimidad y credibilidad. En este sentido existen exigencias de orden psicológico y simbólico que no deben ser desatendidas. En los sistemas politicos que podemos definir como representativos las proporciones de estos tres elementos será diferente, aunque los tres deben estar presentes.

Para entender el concepto de representación política, más allá de definir la figura del representante, es necesario analizar las estructuras que lo llevan a cabo. El elemento institucional fundamental del mecanismo de garantía de la representación esta dado por las elecciones de los organismos parlamentarios. Por tanto la representación política puede ser definida como electiva. No son suficientes cualquier tipo de elecciones, deben tratarse de elecciones competitivas y que ofrezcan un mínimo al menos de garantías de libertad de expresión del sufragio. (en otras circunstancias las elecciones pueden ser un mecanismo de movilización del consenso y de legitimación) Cuando existen elecciones competitivas en el proceso electoral coexisten distintos elementos: pueden hacerse juicios y elecciones sobre personas, programas y actos políticos. Según el modelo de representación se querrá hacer resaltar un aspecto más que otro.Es de resaltar la importancia que los partidos politicos han adquirido en este proceso en calidad tanto de elaboradores y prestadores de programas politicos como de organización de gestión de la política. El fenómeno de representación no es una relación independiente entre representante y representado sino que está mediatizada por el partido político. El núcleo fundamental de la representación esta en la responsabilidad periódica a que están sujetos los actores politicos en competencia (partidos). Responsabilidad quiere decir llamado a responder, a rendir cuentas de sus acciones entre aquellos que tiene el poder de designación.En síntesis se podría definir la representación política como un sistema institucionalizado de responsabilidad política, realizada a través de la designación electoral libre de ciertos organismos politicos fundamentales

Dada la naturaleza de los procesos institucionales de la representación deben considerarse favorables a todas las condiciones que actúan en el sentido de un alto grado de publicidad de los asuntos públicos y de compresibilidad de los mismos por parte de los ciudadanos y también todas las condiciones que hacen conocibles al poder político las actitudes de los ciudadanos. La representación esta estrechamente ligada a un proceso de comunicación de los canales politicos. Por otra parte, implica un complejo de derechos politicos que permitan la formacion y la manifestación de la voluntad política de los representados.

En la relación entre la representación y el sistema político la primera permite hacer una distinción fundamental entre regimenes politicos representativos y regimenes politicos

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no representativos. (Aunque no representativos pueden ser legítimos, acertados, satisfacer demandas etc) si no existen elecciones competitivas no podemos hablar de regimenes representativos ya que la existencia de efectos representativos de carácter ocasional y precarios porque no están garantizados por mecanismos institucionales no permite hablar de un regimenes representativo ni de representación política.

En conclusión los regimenes representativos son los regimenes politicos que reciben de la representación una caracterización decisiva. La representación a su vez es un fenómeno complejo que en su núcleo consiste en un proceso de elección de los gobernantes y de control sobre su obra a través de elecciones competitivas