república bolivariana de venezuela ministerio del poder ... · importante dentro del estado. es la...

22
República Bolivariana de Venezuela Ministerio del poder popular para la educación superior I.U.T. Experimental La Victoria – Extensión Maracay Maracay-Edo-Aragua. Integrantes: Butó, Adrián C.I: 20.449.959 Faro, Miguel ángel C.I: 20.066.261 Guerrero, Erika C.I: 18.853.633 Guevara, Pablo C.I: 17.693.480 Rojas, Luis C.I: 21.098.937 Asignatura: Formación Crítica Maracay, 18 de Junio del 2010

Upload: others

Post on 24-Mar-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

República Bolivariana de Venezuela Ministerio del poder popular para la educación superior I.U.T. Experimental La Victoria – Extensión Maracay Maracay-Edo-Aragua.

Integrantes: Butó, Adrián C.I: 20.449.959

Faro, Miguel ángel C.I: 20.066.261 Guerrero, Erika C.I: 18.853.633

Guevara, Pablo C.I: 17.693.480 Rojas, Luis C.I: 21.098.937

Asignatura: Formación Crítica

Maracay, 18 de Junio del 2010

Índice Introducción…………………………………………………………. Pág. 3 Desarrollo……………………………………………………………. Pág. 4-20 Conclusión…………………………………………………………….Pág.21 Bibliografía……………………………………………………………Pág.22

Introducción

La presente investigación tiene como finalidad dar a conocer los conceptos básicos: De la soberanía nacional como el poder que tiene el estado sobre su territorio donde ninguno es superior a el mientras que, la identidad nacional son todos los elementos que conforman y le dan vida al mismo. Esta enmarcada en nuestra constitución, esto le permite al país ser un territorio independiente e inviolable. Se vera reflejado en el presente tema la concepción contemporánea de Estado y sus elementos integradores, lo que permite establecer diferencias entre cada uno de ellos. Ya que el Estado y la Soberanía son los elementos más representativos del Poder Estadal, pero sin la existencia del Estado no podría concebirse ni la Soberanía ni ninguna de las unidades que se tratan a continuación. la nación que en la actualidad, incluye dos representaciones: la nación política, que refiere al ámbito jurídico-político y a la soberanía constituyente de un Estado, y la nación cultural, que es una noción socio-ideológica más subjetiva y que hace referencia a una comunidad humana con ciertas características culturales comunes. De todas formas, en el lenguaje cotidiano se utiliza la palabra nación como sinónimo de país, territorio, pueblo y Estado. Además se estarán dando a conocer los tipos de cada uno de estos conceptos y la evolución histórica de los mismos para refrescar conocimientos que todo buen ciudadano debe saber y comprender.

Desarrollo

La Soberanía y su ejercicio

La Soberanía es uno de los elementos más representativos del Poder del Estado, y es el pueblo, tan mencionado en los ordenamientos jurídicos quien lo detenta y ejerce por medio de los órganos destinados para tal fin. El estudio de la Soberanía implica el conocimiento de una serie de elementos que permitan su fácil comprensión, así que se debe comenzar por saber de dónde se origina.

El concepto de soberanía surgió cuando los europeos de los siglos XVI y

XVII empezaron a buscar fundamentos laicos sobre los que basar la autoridad de los incipientes estados nacionales. El término soberanía proviene de la palabra soberano que implica ausencia de control; pero soberano también es el jefe de un Estado monárquico, es decir, de un ente político, y por esta razón la soberanía ha surgido en el campo político

En los sistemas donde el mando está en manos de una sola persona,

conocidos como sistemas monárquicos o dictatoriales, la soberanía es ejercida por el soberano, dictador, emperador o rey; y en los sistemas democráticos, que se basan en el estado de derecho, la soberanía está en manos del pueblo.

Así que, en primer lugar, es el pueblo, o el factor humano del Estado quien detenta la soberanía. No obstante, es imposible que la soberanía en los Estados democráticos sea ejercida directamente por el pueblo, y por esta razón la misma es delegada en los órganos que conforman el Estado. De esta manera el concepto de soberanía surge en lo político, posteriormente debió transformarse con la intención de garantizar un fondo jurídico al poder del Estado. La Soberanía y su ejercicio

Históricamente el gran problema con la soberanía ha sido determinar en quién recae la misma. Muchos estudiosos del derecho constitucional, entre ellos Sánchez Viamonte, han explicado con más claridad este hecho, conviniendo que en las repúblicas democráticas, no puede haber más soberanía interna o externa que la popular, es decir, que desde el punto de vista político, la soberanía no es otra cosa que la voluntad de la mayoría. Coincidiendo con el Dr. Humberto La Roche, la Soberanía se encuentra entonces íntimamente ligada al concepto mismo de Estado, de manera que el Poder Soberano viene a ser uno de los elementos que contribuye a estructurarlo. Por esto, se dice que la Soberanía Nacional es lo más importante dentro del Estado. Es la suprema autoridad.

En Venezuela la Soberanía está expresamente establecida y también los sujetos que pueden detentarla, o ejercerla, es así como la Constitución de la República en su Titulo I, referido a los Principios Fundamentales, en su artículo 5

establece que la Soberanía está en manos del pueblo venezolano quien la delega en los órganos del Estado. La soberanía pudiera definirse como: La autoridad suprema de los Poderes Públicos que radica en el pueblo, pero que éste otorga al Estado y la ejerce a través de sus órganos.

Características de la Soberanía

Es importante conocer cuáles son las características de la soberanía para que todo adulto venezolano la pueda ejercer: a. Es intransferible, es decir, no puede ser ejercida por otra persona que no sea la señalada expresamente por la Constitución. b. Es ejercida o su titularidad está en manos del pueblo. c. La Constitución y las leyes establecen las formas para ejercerla. Es ella quien concede la legalidad al Poder del Estado, por medio del reconocimiento o aceptación del mismo.

La Soberanía también es llamada El Poder del Estado, sin embargo, la soberanía no es otra cosa que un elemento integrante de ese poder. Para que éste poder sea considerado como legítimo por el pueblo que es el titular de la soberanía, este poder debe ser originario, es decir, debe ser propio del Estado y no de otro, es así como de esa originalidad puede decirse que se es independiente, y un ejemplo de ello se encuentra en el artículo 1º de La Constitución. Además de lo ya mencionado, para que ese poder sea totalmente soberano debe ser aceptado por el pueblo, quien es el titular de la soberanía.

La forma más representativa en la que los ciudadanos ejercen la soberanía

es por medio del sufragio, sin embargo, en la Constitución no solamente se deja ver la intención de canalizar la participación ciudadana hacia el aspecto electoral, sino que incluye nuevas formas de participación a través de la figura del Referendo, donde el venezolano tiene la potestad de convocarlo. El artículo 70 de la Constitución establece las formas por medio de las cuales el pueblo puede ejercer su soberanía tanto en lo político, a través de los referendos y otros medios allí establecidos; como en lo social y económico, por medio de las instancias de atención ciudadana, por solo nombrar una. De este modo se pudiera definir la Soberanía como la autoridad suprema de los Poderes Públicos que radica en el pueblo, pero que éste otorga al Estado y la ejerce a través de sus órganos.

Ejercicio del Poder como Estado Soberano

Queda totalmente claro que en Venezuela la soberanía está en manos del pueblo, y éste puede ejercerla por medio de sus órganos o poderes: el legislativo, el ejecutivo, el judicial, el ciudadano o moral, y el electoral.

Ante el Poder Ejecutivo, los ciudadanos pueden plantear sus solicitudes acudiendo al Palacio de Miraflores, donde el Vicepresidente u otro funcionario son los designados para tales fines. Mientras que en el Poder Legislativo, las personas pueden acudir a los despachos de los diputados que representan los Estados de origen ante La Asamblea Nacional o ante las oficinas de los respectivos Estados en El Edificio Esquina de Pajaritos y plantearle directamente el asunto que les interese.

En el Poder Judicial, los ciudadanos pueden plantear problemas y exigir justicia, con sólo acudir al Tribunal más cercano al domicilio del afectado. Si se trata del Poder Moral o Ciudadano, los venezolanos pueden recurrir ante la Defensoría del Pueblo, que tiene una sede en todos los Estados de la República, ante la Fiscalía del Ministerio Público o ante la Contraloría General, dependiendo del asunto. Con respecto al Poder Electoral, todos los ciudadanos pueden recurrir para aclarar o solicitar cualquier información ante el Consejo Regional Electoral o Nacional.

El Estado

El Estado es un concepto político que se refiere a una forma de

organización social soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones involuntarias, que tiene el poder de regular la vida nacional en un territorio determinado.

El concepto de Estado difiere según los autores, pero algunos de ellos definen el Estado como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio determinado. Max Weber, en 1919, define el Estado como una unidad de carácter institucional que en el interior de un territorio monopoliza para sí el uso de la fuerza legal. Por ello se hallan dentro del Estado instituciones tales como las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y la policía, asumiendo pues el Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras como las relaciones exteriores. Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la citada por el jurista alemán Hermann Heller que define al Estado como una "unidad de dominación, independiente en lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y claramente delimitado en lo personal y territorial". Además, el autor define que solo se puede hablar de Estado como una construcción propia de las monarquías absolutas (ver monarquía absoluta) del siglo xv, de la Edad Moderna. "No hay Estado en la Edad Antigua", señala el reconocido autor.[2] Asimismo, como evolución del concepto se ha desarrollado el "Estado de Derecho" por el que se incluyen dentro de la organización estatal aquellas

resultantes del imperio de la ley y la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y otras funciones más sutiles, pero propias del Estado, como la emisión de moneda propia.

Evolución histórica del estado

La conformación histórica de los Estados obedece a distintas configuraciones de la historia social de la humanidad. Las sociedades se han organizado políticamente en diversas formas: Ciudades, Estados o Polis en Grecia, Civitas en Roma, Reinos Bárbaros e Imperios en Asia. En paralelo surge el Estado Moderno a partir del siglo XIII como resultado de las luchas entre los poderes medievales (la iglesia, los señores feudales, el rey, el imperio) y la formación creciente de comunidades nacionales.

El Estado constituye la máxima instancia de articulación de relaciones sociales, encarna el "cuerpo político de la nación", es la asociación que detenta el monopolio del uso de la fuerza, por lo tanto es una estructura política que regula el juego y conflicto de intereses de los distintos actores sociales.

El Estado es una sociedad humana, asentada de manera permanente en el territorio que le corresponde, sujeta a un poder soberano que crea, define y aplica un orden jurídico, que estructura la sociedad estadal, para obtener un bien público temporal de sus componentes.

El Estado y el individuo son iguales y con ello analiza las partes y funciones del Estado y posteriormente, las del ser humano con la cual establece el principio de Estado. Por ello se puede decir que la organización jurídico-política mas perfecta que se conoce hasta la presente, es un Ente orgánico unitario estructurado jurídicamente bajo la forma de una corporación, que detenta el ejercicio del poder.

El Estado también llamado Poder Publico es uno y único. La división de poderes no es sino la distribución del poder entre distintos centros complejos orgánicos para el ejercicio preferente, por parte de cada uno de ellos, de determinada función, todas ellas destinadas al cumplimiento de los cometidos estatales. Elementos del Estado El Estado se compone de tres elementos fundamentales: * Territorio * Pueblo * Ordenamiento Jurídico

Territorio: Espacio Geográfico donde se asienta, ocupado por grupos humanos, que establecen el ámbito de competencia y regulación del orden jurídico donde ejerce su soberanía. Sin la existencia de éste no podrá haber Estado. Pueblo: Conjunto de individuos que participan en la comunidad política organizada. Factor básico de la sociedad. No habrá Estado si no existe el pueblo. Ordenamiento Jurídico: El Estado es un orden jurídico que se regula a sí mismo a través del Derecho. Es el freno y control a los seres humanos. Toda sociedad no puede existir sin un orden jurídico, absolutamente necesario para alcanzar todos sus fines propuestos.

Tipos de estado:

• Unitario: Donde existe un solo ordenamiento jurídico. • Federal: Hay una coexistencia de ordenamiento jurídico, Federal o

Nacional. • Provincial o Local: Las providencias ejercen el poder que no han delegado

a la nación; así pues se reservan la facultad de dictar leyes de orden administrativo.

• El Estado Moderno es una forma de organización política surgida históricamente en Europa, contrapuesta a la atomización y pluricentrismo del orden feudal, propugnando la concentración del poder político en un centro único y soberano. Esta forma política en lo económico afianzó la economía capitalista y un sistema de estratificación social poroso que refleja el ascenso de la burguesía como clase social opuesta a la rigidez de los estamentos feudales y privilegios aristocráticos.

• El Estado Liberal de Derecho entra en crisis como resultado de los agudos conflictos y tensiones que tuvieron lugar en el periodo que transcurrió entre 1914 y 1939; caracterizado por la revolución bolchevique de 1917, la crisis de la ideología liberal, la feroz competencia imperialista entre las potencias, el surgimiento de fuertes sentimientos nacionalistas tanto en Europa como en otras regiones, el ascenso de los movimientos socialistas y comunistas y el surgimiento del nazismo y el fascismo. Los intentos por sortear la crisis, lejos de apuntalar los fundamentos liberales del Estado de Derecho lo socavaron aún más.

• El Estado Social que toma cuerpo, es la superación del Estado Liberal mas no su negación, sino su adaptación a las exigencias de la sociedad post-industrial y las nuevas condiciones del sistema neo-capitalista..El Estado Social de Derecho aparece claramente configurado en la Constitución de la Republica Federal Alemana de 1949, extendiéndose rápidamente como modelo en la ingeniería constitucional de otros Estados. El Estado Social de Derecho adquiere diferentes notas constitutivas, resultado de los nuevos campos de acción pública que debe acometer. En algunas de ellas

• El Estado Democrático: Es el marco de un sistema político que respeta principios fundamentales, como son: la separación de los poderes públicos,

la elección de representantes y gobernantes y cualquier otra expresión que determine la voluntad popular. Consideran la existencia de mecanismos validos que reconocen y garantizan la expresión de la voluntad popular.

• El Estado Social: Es un enunciado que permite establecer la vinculación de las acciones gubernamentales con los derechos sociales reconocidos formalmente en la Constitución y en los Tratados Internacionales.

• El Estado de Derecho: Es una forma política de Estado, cuyo poder y actividad están limitados por el Derecho. La expresión Derecho establece un orden jurídico racional basado en un régimen de derechos fundamentales (libertades individuales, propiedad privada, seguridad jurídica, entre otros.), la división de poderes y la autoridad de la ley como principios jurídicos que lo configuran. Completando con la reserva legal, la irretroactividad de la ley, la independencia de los jueces en la aplicación de justicia, la jerarquía de las normas dentro del orden jurídico, la legalidad de los actos administrativos y la justicia constitucional; estableciendo la sujeción de todas las actuaciones de los organismos públicos al marco constitucional y legal de un país, y la regulación de sus relaciones con la sociedad.

• El Estado de Justicia: Es el reconocimiento de los derechos económicos, sociales y culturales; y la existencia de un aparato de administración de justicia que responda a las necesidades de control jurisdiccional de las actuaciones de los poderes públicos y de los ciudadanos y a la efectiva defensa y protección de los derechos humanos mediante la actuación legitima de jueces y magistrados de la República.

• Estado Federal Descentralizado: Corresponde con una forma de concebir el Estado, en la cual se reconocen distintas autoridades con autonomía política, administrativa y territorial, que se organiza tomando en cuenta la distribución de competencias y servicios, según distintos niveles de gobierno (Nacional, Sedal y Municipal).

• El Poder Constituyente: Poder extraordinario que representa la voluntad soberana porque promueve modificaciones radicales de la estructura del Estado, siendo sus límites los principios democráticos y los derechos inalienables de la persona humana. Es soberano, porque no está sometido a otro poder ni subordinado a otra fuerza o autoridad y es originario o primario, porque deriva directamente de la voluntad del pueblo quien la manifiesta mediante un hecho revolucionario o por un mecanismo previsto en la constitución o en las leyes.

• El Poder Público: Poder conferido al Estado para la realización de sus fines y se transformó a una estructura de cinco poderes: El Ejecutivo, El legislativo, El Judicial, El Electoral y el Poder Ciudadano.

• El Poder Legislativo dicta la Ley; El Ejecutivo la ejecuta y vela por su cumplimiento; El Judicial la interpreta y le da aplicación en los conflictos surgidos entre individuos, o entre individuos y el Estado; El Poder Electoral organiza, administra, dirige y vigila todos los actos relativos a la elección de los cargos de representación popular, así como de los referendos; y El Poder Ciudadano previene, investiga y sanciona los hechos contra los derechos

humanos, la ética pública y la moral administrativa, así como vela por la buena gestión y legalidad en el uso del patrimonio publico.

Características del Estado El Estado como una organización social presenta una serie de características que lo diferencian claramente y le dan su significación, entre ellas: • Constituye una organización cuasi-perfecta; ya que sus funciones están distribuidas entre sus integrantes o diversas categorías de funcionarios. • La solidaridad es intensa; en el sentido que en caso de algún conflicto (desastre o estado de emergencia, por ejemplo) priva el interés que pueda generar la necesidad estatal sobre cualquier otra. Tal vez la característica más significativa de los Estados modernos, y del Estado Venezolano es: • La Soberanía, tal es su importancia que se consagra en el Titulo I, artículo 5 de la Constitución Nacional. Para facilitar o dar una idea de lo que es el Estado como forma de organización dentro de la sociedad, es necesario determinar cuál es su base, esta lo constituye la Nación. Históricamente ha sido complicado definir lo que representa la Nación, ya que dentro de un Estado los factores relativos a las personas y a las instituciones varían con el pasar de los años. Sin embargo, se considera como Nación al conjunto de elementos comunes que se le atribuyen a un pueblo, tribu o cualquier agrupación de seres humanos en un territorio determinado, un ejemplo de dichos elementos comunes lo constituye el idioma, el sistema educativo, la historia. Mientras que una Nación es considerada como tal, siempre y cuando su territorio esté ocupado por los sujetos que tengan características comunes, rasgos que les da el hecho de compartir una misma Nación.

Nación

La palabra nación proviene del latín nātio, que a su vez deriva de nāscor (“nacer”). Dicho vocablo latino significa “nacimiento”, “pueblo”, “especie” o “clase”, entre otras aceptaciones. Nación El concepto de nación, en la actualidad, incluye dos representaciones: la nación política, que refiere al ámbito jurídico-político y a la soberanía constituyente de un Estado, y la nación cultural, que es una noción socio-ideológica más subjetiva y que hace referencia a una comunidad humana con

ciertas características culturales comunes. De todas formas, en el lenguaje cotidiano se utiliza la palabra nación como sinónimo de país, territorio, pueblo y Estado, por ejemplo. La concepción cultural de una nación indica que sus miembros tienen conciencia de que constituyen un cuerpo ético-político diferente a otros, ya que comparten ciertas características (etnia, lengua, religión, tradición o historia común). Cuando un Estado se identifica en forma explícita como el hogar de una cierta nación cultural, se habla de la existencia de un Estado-nación. Hay Estados que, pese a las disputas y las contradicciones que implica esta definición, intentan legitimarse de esta forma. También hay naciones culturales que intentan definirse sólo por motivos de etnia o raza. Este hecho ocasiona que existan numerosas naciones sin territorio propio, como la nación gitana, lo que demuestra que no todas las naciones culturales constituyen un Estado independiente y que no todos los Estados independientes son naciones culturales. Incluso existen naciones que, con el correr de los años, logran formar su propio Estado, como en el caso del pueblo judío, que constituyó una nación cultural sin Estado propio hasta 1948.

Tipos de Nación

Nación política En el campo del derecho político, la nación política es el titular de la soberanía cuyo ejercicio afecta a la implantación de las normas fundamentales que regirán el funcionamiento del Estado. Es decir, aquellas que están en la cúspide del ordenamiento jurídico y de las cuales emanan todas las demás. Han sido objeto de debate desde la Revolución francesa hasta nuestros días las diferencias y semejanzas entre los conceptos de nación política y pueblo, y por consiguiente entre soberanía nacional y soberanía popular. Las discusiones han girado, entre otras cosas, en torno a la titularidad de la soberanía, a su ejercicio, y a los efectos resultantes de ellos. Una distinción clásica, con respecto a la mencionada Revolución, ejemplifica en la Constitución de 1791 la soberanía nacional, ejercida por un parlamento elegido por sufragio censitario (visión conservadora), y la soberanía popular en la Constitución de 1793, en la que el pueblo es entendido como conjunto de individuos, lo que conduciría a la democracia directa o el sufragio universal (visión revolucionaria). Sin embargo, estos significados ya se difuminaron en la misma época revolucionaria, en la que varios autores emplearon los términos de otra forma. Según Guillaume Bacot las diferencias fueron prácticamente

terminológicas y desde 1789 a 1794 hubo en el fondo un mismo concepto revolucionario de soberanía. En 1789 el abate Sieyès usó, con un fuerte carácter socio-económico, nación y pueblo como sinónimos. Pero poco después modificó su significado, estableciendo una diferencia fundamental para su idea de la soberanía y del Estado constitucional. Concibió entonces la nación como propia del Derecho natural, anterior al Estado (Derecho positivo), y al pueblo como determinado a posteriori. En síntesis, para Sièyes la nación es titular de la soberanía, ésta se ejerce mediante el poder constituyente, y después, tras el "establecimiento público" (Constitución), quedaría definido el pueblo como titular del poder constituido. Así pues, el pueblo sería para el abate la nación jurídicamente organizada. Nicolas de Condorcet sólo emplea el término pueblo, pero coincide con Sièyes al hacer énfasis en la distinción entre poder constituyente y poder constituido como base para el buen funcionamiento del Estado liberal y democrático. Para estos dos autores, el papel del titular de la soberanía (llámese nación o pueblo) se agota tras el ejercicio del poder constituyente. Tan sólo quedaría, en estado latente, como "recordatorio" del fundamento del Estado, y podría manifestarse excepcionalmente para rebelarse contra la opresión de una eventual tiranía. De los mencionados argumentos de Sieyès y Condorcet se deriva una idea básica respecto al Estado constitucional, que perdura hasta hoy, según la cual, como señalan, por ejemplo, Martin Kriele e Ignacio de Otto, en dicho Estado no hay soberano. Esto se basa en que si consideramos la soberanía como summa potestas o poder ilimitado (y por tanto con facultad para crear leyes sin ningún freno a priori), ello es incompatible con la existencia de una norma fundamental que establezca su supremacía. Otros autores sostienen que el proclamar la soberanía nacional tiene por objetivo propugnar o establecer una estructura constitucional propia del Estado liberal de Derecho: al atribuir la titularidad (que no el ejercicio) de la soberanía a un ente unitario y abstracto, se proclaman como no originarios los órganos estatales, evitando que cualquiera de ellos reclame para sí poderes que considere anteriores a la Constitución, lo que además favorece la articulación policéntrica de dichos órganos (pues ninguno prevalecería sobre los demás). Internacionalmente hablando, la nación no es sujeto de Derecho, característica que sí posee el Estado Nación cultural El concepto de nación cultural es uno de los que mayores problemas ha planteado y plantea a las ciencias sociales, pues no hay unanimidad a la hora de definirlo.

Un punto básico de acuerdo sería que los miembros de la nación cultural tienen conciencia de constituir un cuerpo ético-político diferenciado debido a que comparten unas determinadas características culturales. Estas pueden ser la lengua, religión, tradición o historia común, todo lo cual puede estar asumido como una cultura distintiva, formada históricamente. Algunos teóricos[cita requerida] añaden también el requisito del asentamiento en un territorio determinado. El concepto de nación cultural suele estar acoplado a una doctrina histórica que parte de que todos los humanos se dividen en grupos llamados naciones. En este sentido, se trata de una doctrina ética y filosófica que sirve como punto de partida para la ideología del nacionalismo. Los (co)nacionales (n1) (miembros de la nación) se distinguen por una identidad común y generalmente por un mismo origen en el sentido de ancestros comunes y parentesco. La identidad nacional se refiere especialmente a la distinción de características específicas de un grupo. Para esto, muy diferentes criterios se utilizan, con muy diferentes aplicaciones. De esta manera, pequeñas diferencias en la pronunciación o diferentes dialectos pueden ser suficientes para categorizar a alguien como miembro de una nación diferente a la propia. Asimismo, diferentes personas pueden contar con personalidades y creencia distintas o también vivir en lugares geográficamente diferentes y hablar idiomas distintos y aun así verse como miembros de una misma nación. También se encuentran casos en los que un grupo de personas se define como una nación más que por las características que comparten por aquéllas de las que carecen o que conjuntamente no desean, convirtiéndose el sentido de nación en una defensa en contra de grupos externos, aunque éstos pudieran parecer más cercanos ideológica y étnicamente, así como en cuestiones de origen (un ejemplo en esta dirección sería el de "Nación por Deseo" (Willensnation), que se encuentra en Suiza y que parte de sentimientos de identidad y una historia común). La nación liberal El Liberalismo, que hunde sus raíces en el siglo XVII con autores como John Locke, será la amplia corriente filosófica y política de la que se nutrirán las primeras teorías sistemáticas de la nación y sus realizaciones políticas. Como una oposición a los principios teóricos del Antiguo Régimen, los liberales del XVIII cuestionaron los fundamentos de las monarquías absolutas, y esto afectaba especialmente a la soberanía. Frente al concepto de súbdito introdujeron el de ciudadano, y el sujeto de soberanía dejaba de ser el rey para ser la nación. Sus criterios estaban basados en el racionalismo, la libertad individual y la igualdad ante la ley, al margen de consideraciones étnicas o culturales. Se trataba, por tanto, de nación política.

La Revolución Americana marca un hito en este sentido e influirá notablemente en la francesa. La Declaración de Independencia de los Estados Unidos en el primer caso y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en el segundo, son textos muy representativos del espíritu que animaba la nueva mentalidad. Como muestra explícitamente la segunda declaración citada, existía en el ambiente intelectual de la época una concepción universalista de los nuevos valores liberales y democráticos. Y esto se traducía en que los requisitos considerados para la formación de naciones eran iguales para todo el mundo. Bastaba la voluntad de los individuos de constituírse en comunidad política. La autodeterminación se entendía entonces como el paso de la condición de súbditos (siervos de un rey) a la de ciudadanos (hombres libres e iguales ante la ley), o dicho de otro modo, como la instauración de la democracia. La nación romántica La expansión militar napoleónica por Europa, que en teoría pretendía extender los valores heredados de la Revolución Francesa, propició el surgimiento de reacciones nacionalistas contra el invasor. Resalta el nacionalismo germánico, pues sus características son justamente las opuestas al liberal estadounidense y francés, configurando así un concepto distinto de nación: la nación cultural en sentido contemporáneo, es decir, con un componente ético-político. Los principales inspiradores del nacionalismo germánico fueron intelectuales y literatos adscritos a las corrientes idealistas y románticas como Herder o Fichte. Este movimiento se puede definir en esencia por su contraposición a los valores del anterior: Frente al cambio racional hacia el progreso y la justicia, el peso de la historia y las tradiciones; frente al cosmopolitismo, las particularidades de los pueblos; frente a la razón, el instinto. Para los mencionados teóricos, la nación definida por ellos tiene un derecho inalienable a dotarse de una organización política propia. Es decir, a constituirse en Estado. Pero a diferencia del modelo liberal franco-estadounidense, ésta nación, en tanto que sujeto político, no se entiende simplemente como una suma de individuos que ejercen su voluntad, sino como algo superior. Todo pueblo, según ellos, tiene unos rasgos propios que le definen, distinguiéndole así de todos los demás. Es esta personalidad cultural diferenciada, o esencia propia (Volkgeist, "espíritu del pueblo", escribía Herder), la que permite singularizar al pueblo con vistas a determinar quién es el sujeto político (es decir, la nación tal como la entendían ellos) con auténtica legitimidad para constituirse en Estado. Pero dicha identidad no se hace visible por la mera expresión de la voluntad de un conjunto de individuos en un momento dado. Es algo más trascendente, pues el pueblo que es base de la nación romántica sería como un organismo vivo y perdurable, y una entidad moral de orden superior a la simple suma de sus partes. Para los nacionalistas románticos germanos el Volkgeist, permanente y supraindividual, es objetivo, mientras que el sufragio es subjetivo. Es decir, inviertien las categorías de los liberales.

El Estado-nación La identificación fue acelerada por el nacionalismo romántico temprano de esa época, generalmente en oposición a los imperios multi-étnicos (y autocráticos) (un ejemplo es el nacionalismo que llevó a la disolución del Imperio austrohúngaro). Asimismo, el mismo movimiento alimentó la idea de Imperio en la población de los Estados alemanes, esparcidos y parcialmente en guerra hasta mediados del siglo XIX (ver Sacro Imperio Romano, Federación Alemana) y al renacimiento de la idea de Grossdeutschland (Gran Alemania), a la cual, por razones principalmente de idioma, pertenecerían Austria mas sólo parte de Prusia en el caso ideal (pues Prusia representaba un Estado plurinacional, según la ideología en cuestión). También parte de Suiza pertenecería a este Estado, debido a los dialectos alemanes hablados en una zona (y a la mayoría de habla alemana en Suiza). Asimismo, mientras el concepto de Nación se promulgó primero especialmente en el sentido de mantener una lengua estandarizada y parte de sus dialectos o lenguas hermanas como base de la nacionalidad y a poner en especial evidencia las diferencias raciales (en Europa Central, las cuestiones religiosas tomaron poca importancia en la concepción de la nación, tras haberse impuesto la religión católica apostólica romana. Sin embargo, la división religiosa seguida de la Reforma ciertamente llevó a una división de diversos Estados, la cual, empero, no siguió una concepción meramente nacionalista) y de idioma, se dieron también casos contrarios, como es el caso de la Confoederatio Helvetica o Suiza, que se independizó del Imperio Alemán oficialmente en 1648 (de facto en 1499). La Confederación, formada antes del advenimiento de los movimientos nacionales, vio como base mantener ciertos privilegios de las ciudades y regiones confederadas, así como, con el tiempo, promover la neutralidad como defensa contra los Imperios que la rodeaban y para mantener y promover una estabilidad interna en relación con los países vecinos. Asimismo, la Confederación se caracterizó desde un principio por una ideología común de tipo parlamentaria, federativa y democrática que ya para principios del siglo XIV la comenzaban a caracterizar y que en los Estados vecinos no dio frutos de manera análoga hasta tiempo después. El concepto de nación que se creó aquí (con un tipo de nación conocida como Willensnation -nación por deseo-) se basa en un sentimiento de fuerza en la unión para mantener las tradiciones e ideas comunes y al no querer pertenecer a los demás Estados y naciones, pese a que en cuestión de idioma, Suiza puede dividirse por lo menos en 4 naciones (los idiomas oficiales en Suiza son el alemán, el francés, el italiano y el retorromano), tres de ellos en Estados-Nación establecidos (Francia, Italia, Alemania/Austria, aunque en éstos, la diversificación dialectal puede llegar a ser tan grande que sin ayuda de la lengua estandarizada, de origen cuasi artificial en el caso de Alemania, con dialectos en ocasiones tan ininteligibles entre sí, los hablantes tendrían problemas de comunicación).

Un caso parecido en principio es el concepto de nación que puede verse en los Estados Unidos y que se denota en el lema E Pluribus Unum (1776) y en el concepto de melting pot. También (aunque menos) en el concepto promulgado por la Unión Europea, con el lema in unitate concordia. La nación socialista Marx y Engels consideraban los Estados-Nación (que llamaban "naciones con historia") un producto de lo que ellos denominaban revoluciones burguesas, y por tanto un paso adelante dentro de la lógica de su teoría del materialismo dialéctico. Y para la posterior y gradual evolución hacia el socialismo que ellos pronosticaban, por su tamaño y desarrollo las consideraban un punto de partida preferible a las "naciones sin historia", ya que contarían con una mayor masa proletaria. En 1917, tras la Revolución rusa, los bolcheviques, con Lenin al frente, tomaron el poder y frenaron el anterior nacionalismo ruso, en consonancia con su ideología internacionalista. Sin embargo, en la práctica luego las cosas fueron diferentes. El liderazgo soviético del movimiento comunista internacional ocultó frecuentemente intereses nacionales. En 1924 Stalin dio un paso más en este sentido al promulgar su doctrina del Socialismo en un solo país. La nación fascista y nacional-socialista Tras la Primera Guerra Mundial, y en especial en Italia y Alemania, surgieron ciertos movimientos políticos que radicalizaron en extremo la ideología nacionalista. Se crearon estereotipos, especialmente étnicos, para establecer las naciones. La idea de estados nacionales "étnicamente homogéneos", aun siendo previa, llegó así a su clímax en el siglo XX con el arribo de la llamada eugenesia y las consecuentes "limpiezas étnicas", dentro de las cuales el Holocausto de la Alemania Nazi es el ejemplo más conocido. Los dos políticos más representativos de las ideologías fascista y nacional-socialista son Benito Mussolini (Italia) y Adolf Hitler (Alemania), respectivamente. Mediante las férreas dictaduras que establecieron en sus respectivos países, vincularon su idea de nación, y el camino que según ellos debía seguir, a su voluntad personal. Así pues, para ellos la nación se encarnaba en su persona. La nación africana y asiática Véase también: Descolonización El nacionalismo apareció en África y Asia tras la Primera Guerra Mundial de la mano de líderes como Mustafa Kemal Atatürk. Pero fue después de la Segunda cuando se constató realmente su influencia en procesos políticos, especialmente en la formación de Estados como resultado de la descolonización.

En 1945, año de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas, ocho de sus miembros eran Estados asiáticos y cuatro africanos. Cuarenta años después, se habían incorporado a la organización más de cien nuevos países, casi todos ellos de Asia y África. En cierto sentido, la creación de Estados democráticos africanos y asiáticos es una vuelta al concepto franco-estadounidense de nación política de fines del XVIII. Esto se debe a que la mayoría de ellos tienen su origen en antiguas demarcaciones territoriales trazadas en su momento por las potencias coloniales europeas con criterios geoestratégicos, independientemente de las diferencias étnicas de la población que habitaba dentro de ellas. Dada esta heterogeneidad étnica, los nuevos Estados debieron fundamentar la cohesión política básica de todos sus habitantes prescindiendo de consideraciones raciales, culturales, religiosas, etc.

Características de una Nación: • Está integrada por sujetos que comparten un territorio común. • Por lo general, comparten un mismo idioma oficial. • Su evolución histórica es recíproca. Una vez que la base del Estado ha sido definida, es necesario aclarar que el Estado, es la forma de organización social que se asienta en un territorio determinado, tiene una estructura propia y ejerce el control del mismo a través de los órganos creados para tales fines. De este modo, el Estado se forma cuando la sociedad organizada decide darle forma jurídica a lo que ya existe, por medio de la creación de las leyes y las instituciones que se encargan de aplicarlas, para de esa manera, regular la conducta de sus ciudadanos. De tal forma, surge la necesidad de definir el Estado contemporáneo entendiendo como tal, al conjunto de instituciones que lo conforman, una vez que ha alcanzado un desarrollo considerable, cuando dichas instituciones le confieren un mejor control. Los órganos o instituciones, son conocidas como el trinomio del Estado (en lo político, administrativo y judicial). La definición de Estado, Nación y Estado contemporáneo es importante y trascendente para las sociedades democráticas ya que en la Carta Magna o Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, artículo 2, se expone lo que se entiende como Estado. Así, el Estado necesita de una serie de elementos para poder considerarse y constituirse como tal, sin ellos estaría incompleto, estos elementos integradores son: La Población, el Pueblo, Territorio y el Sistema Jurídico. 1. La Población: Es el conjunto de los individuos que habitan en un momento dado en un Estado, y se encuentran integrados dentro de la concepción del mismo. Desde el punto de vista jurídico es importante precisar las diferencias que se pueden encontrar en una población, entre ellas el idioma, la identidad y la nacionalidad que es la principal diferencia y la más importante porque además es

el factor jurídico determinante de la población, es tal su importancia que es necesario clasificarla en dos grandes grupos: los nacionales y los extranjeros. • Entendiendo como nacionales a las personas nacidas o naturales del Estado del cual se trate, por lo tanto, este ciudadano se caracteriza por tener todos los derechos y garantías que consagran las leyes. • Por el contrario los extranjeros son aquellas personas que no son nacidas en el país, ni tampoco se han naturalizado, por lo tanto no gozan de los derechos políticos de los nacionales. Entonces, la Población sería considerada como el elemento humano que es el objeto fundamental y principal de la actividad del Estado, pues cada individuo es considerado individualmente y cada individuo considerado por sí mismo, da origen a lo que se conoce como población. 2. El Pueblo: Es el conjunto de personas que están unidas por una serie de elementos como las leyes, o el deseo de habitar en un lugar que sea seguro y adecuado para su desarrollo; es el conjunto de personas que componen un pueblo, provincia o Nación. Generalmente el concepto de pueblo está identificado con el de población, pero dentro de la Teoría del Estado ello no es correcto. Es necesario aclarar que el conjunto de personas, que se entienden como pueblo, no pueden ser consideradas individualmente en un momento determinado, ya que de ser así, surgiría el concepto de población. El concepto de Pueblo en la Teoría del Estado debe relacionarse a la idea de generalidad, es decir, el Pueblo de acuerdo con esta Teoría estaría considerado como el elemento geográfico, político y cultural que señala la gran gama de derechos que tienen los ciudadanos, así como los rasgos característicos de la zona. De tal forma que la noción de Pueblo está por encima de la noción de Estado, ya que es el Estado un órgano que surge por disposición del Pueblo y para ocuparse del cuidado de todo lo que existe. 3. El Territorio: Puede entenderse como la delimitación territorial donde un Estado ejerce y dispone su autoridad mediante una autoridad legítima. El territorio venezolano es, como lo establece el artículo 10 de la Constitución "los que correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbítrales no viciados de nulidad..."

Características del Territorio: • Constituye una unidad jurídica, puesto que todo el territorio forma parte de lo que se conoce como República Bolivariana de Venezuela.

• Desde el punto de vista geográfico: Continental y archipiélagos; el territorio no sólo está conformado por los Estados ya conocidos, también hay una serie de islas, islotes, cayos, bancos y otras formaciones de tierra que se encuentran en el Mar Caribe y están dentro de los límites marítimos y forman parte del territorio. Entre el conjunto de archipiélagos se encuentran: Los Monjes, Los Roques, La Orchila, Las Aves, Los Hermanos, Los Frailes, Los Testigos; entre las Islas tenemos: La Tortuga, La Blanquilla, Margarita, Cubagua y Coche, La Sola, De Patos, De Aves. Los derechos que un Estado ejerce sobre su territorio lo hace de forma tridimensional: espacio aéreo, espacio terrestre y espacio marítimo; y para ello el Estado cuenta con una serie de instituciones que salvaguardan y vigilan estos territorios, como lo son La Fuerza Aérea Venezolana, La Marina Mercante Venezolana y la Fuerza Armada Nacional.

Los derechos que un Estado tiene sobre su territorio se dividen en:

Dominio terrestre: Constituido por la masa continental. Dominio marítimo: • Mar territorial, que es el Mar que se encuentra dentro de los límites marítimos establecidos y que se extiende hasta doce millas Mar Adentro. • La zona contigua, extensión de superficie marítima inmediata al Mar Territorial, en la cual el Estado ejerce su soberanía. Dicha extensión no debe exceder de 24 millas. • Zona económica (Mar patrimonial), es aquella zona que extiende los derechos del país sobre el mismo hasta un límite de 200 millas o (370 kilómetros) de la costa. • Altamar o Mar libre, está constituido por la zona marítima donde ningún país ejerce su soberanía, es llamado también Mar Libre. • Plataforma Continental, es aquella que se extiende hasta mucho más allá que lo establecido para el Mar territorial, se extiende hasta donde sean explotables los fondos marinos, y dicha extensión no está delimitada aún, puesto que, por ejemplo, en el caso de las perforaciones petroleras, su explotación cada vez se realiza en profundidades mayores. • Aguas Inferiores, son aquellas aguas marinas o no continentales que tienen su límite interior en tierra firme y su límite exterior en el Mar Territorial, en otras palabras, las aguas interiores son aquellas aguas por medio de las cuales el acceso a la tierra es fácil. La extensión de territorio que afecta las aguas interiores es la misma donde se encuentran los Puertos, las Bahías, los Estuarios, Los Lagos y los Ríos navegables.

Espacio Aéreo: Masa gaseosa que se extiende de forma perpendicular sobre el territorio terrestre y acuático del Estado. Espacio Cósmico: Se define como tal, la zona del Universo que se encuentra ubicada más allá de la atmósfera terrestre. Por ser un espacio que se encuentra fuera de la soberanía que algún país pueda ejercer, el aprovechamiento de dicho espacio está regulado por la

�Declaración de las Naciones Unidas sobre los Principios Jurídicos que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio

ultraterrestre� aprobada en 1962. La órbita geoestacionaria: Es una zona del espacio que se encuentra ubicada a 35.871 kilómetros sobre la línea ecuatorial de nuestro planeta, que tiene una característica muy particular que es estar libre de lluvias cósmicas, lo que permite que muchos países usen dicho espacio para desarrollar sus telecomunicaciones por medio de la colocación de satélites. Todos estos elementos son los derechos que un Estado tiene y puede ejercer sobre un territorio determinado, y cada uno de esos elementos es indispensable y complementario para poder ejercer la soberanía de forma efectiva, son elementos constitucionalmente establecidos e internacionalmente reconocidos. Pero para esto necesita de un sistema jurídico. 4. Sistema Jurídico: Este es un elemento imprescindible dentro de la organización de un Estado, y está conformado por el conjunto de leyes que regulan el comportamiento de los individuos de la sociedad. Este sistema permite la creación de los órganos o instituciones que se encargan de aplicar lo consagrado en las leyes, cada órgano tiene una función específica para la administración de justicia. Dentro de este sistema jurídico compuesto por leyes, la más importante ley y de la que se derivan todas las demás, es la Constitución, ya que la misma establece las instituciones, su composición, funciones y competencias. Es también la llamada Carta Magna, la que establece en su cuerpo todo lo que se entiende por sistema jurídico. Sin la ley o sin el sistema jurídico, el Estado no podría lograr sus fines, ya que la misma es la que legitima la actuación del Estado a través de sus órganos.

Conclusión

La identidad nacional es el ser de cada persona, región o país; y viene acompañada de todas las costumbres, colores, comidas, sabores y todo aquello que identifique a un territorio.

La soberanía existe en la mayoría de los países del mundo, en nuestros país existe soberanía ya que ningún país interviene a la hora de tomar decisiones realizar acciones propias de la republica, mientras que la identidad nacional si se ha visto afectada por los efectos de la globalización, transculturizacion, falta de educación entre otros.

Es un derecho de todos los venezolanos tener soberanía y una identidad, pero también es un deber de todos recetarla y afianzarla para que la misma siga identificándonos como venezolanos.

Através de la presente investigación hemos visto poco a poco como se va consolidando el Estado a través de la historia y aprendimos la manera tan diversa de ver a esta institución por muchos autores, pero a final de cuentas, podemos hacernos una idea de lo que es el Estado. Mi definición sería la siguiente:

El Estado es una organización jurídico – política que está autorizada a ejercer la fuerza para tener el control de los miembros de la sociedad. Dicho Estado no puede funcionar sin tres elementos fundamentales que son: Pueblo, territorio y poder.

Así pues dada la definición de Estado según mi entendimiento puedo concluir este trabajo para la búsqueda de nuevas y mejores reflexiones acerca de lo que es la organización de nuestro país a través de la historia y sus consecuencias en el territorio.

Los factores de poder siempre han existido y existirán en toda sociedad humana, los factores de poder que rigen en el seno de cada sociedad son una fuerza activa y eficaz que informa todas las leyes e instituciones jurídicas de la sociedad en cuestión, haciendo que no puedan ser. La experiencia histórica nos revela el hecho de factores dados en la constitución y teleológica de las sociedades humanas como elementos condicionantes del derecho, en la inteligencia de que el predominio de una clase social y económica determinada, en un momento cierto de la vida de un país, es causa primordial de la tónica ideológica que presente la constitución jurídico-positiva de un Estado específico.

Entre todos los factores que se tomaron en cuenta para realizar una soberanía nacional, nación, estado y territorio, el mayor que se denota en la investigación es la necesidad del ser humano de tener algo propio y marcar su soberanía como pueblo.

Bibliografía.

WWW.GOOGLE.COM WWW.MONOGRAFIAS.COM WWW.WIKIPEDIA.COM