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VISITA HISTÓRICA DE LA PRINCESA DE ASTURIAS A COVADONGA Sábado, 8 de septiembre 2018 ASTURIAS DIARIO 41 años después, Leonor de Borbón, sigue los pasos de su padre, el Rey Don Felipe que también se ‘confirmó’ en Covadonga como heredero de la Corona de España Nacida para reinar

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VISITA HISTÓRICA DE LA PRINCESA DE ASTURIAS A COVADONGA Sábado, 8 de septiembre 2018

ASTURIASDIARIO

41 años después, Leonor de Borbón, sigue los pasos de su

padre, el Rey Don Felipe que también se ‘confirmó’ en

Covadonga como heredero de la Corona de España

Nacida para

reinar

España se hizo mayor en 1977. Aquel año se celebraron las primeras elec-ciones generales tras la muerte de Francisco Franco, se legalizó el Par-tido Comunista, se firmaron los Pac-

tos de La Moncloa, el gobierno acabó con la cen-sura y también aprobó el derecho a la huelga. El país iba enterrando los fantasmas del pasado, al ritmo de la canción ‘Libertad sin ira’, banda sonora de la Transición. En aquella España dirigida por Juan Carlos I y Adolfo Suá-rez, una barra de pan costaba 9 pesetas, y un periódico 15, los cines proyectaban ‘Star Wars’, y el Betis ganaba la primera edición de la Copa del Rey (la antigua Co-pa del Generalísimo). La España del Seat 128 y de Curro Jiménez vivió un momen-to histórico en Covadonga, cuna de la Re-conquista, a los pies de la Santina, donde Felipe de Borbón, hoy Felipe VI, recibió el uno de noviembre de 1977 su ‘bautizo’ oficial como Príncipe de Asturias. El acto, que había sido concebido en un principio como la proclamación e investidura del heredero, se convirtió en un homenaje del pueblo asturiano a ‘su pequeño príncipe’. Su padre, Juan Carlos I, había sido in-vestido Rey dos años antes, en 1975, en las Cor-tes Generales, y el joven príncipe representaba la continuidad de la Corona de España y tam-bién un nuevo tiempo político tras años de mie-dos y tinieblas. Un niño de nueve años, alto para su edad, rubio y sonriente, que simbolizaba la nueva España. Un ‘relaciones públicas’, como lo definían los periódicos de la época. La so-lemne ceremonia de Covadonga no fue una in-vestidura (como erróneamente aparecía en las invitaciones), ya que don Felipe era Príncipe de Asturias desde la publicación del decreto de su nombramiento (enero de 1977). El acto de Co-vadonga, puramente simbólico, no tenía ningún precedente histórico, y tampoco era la primera visita de don Felipe a Asturias -ya había estado en la región un año antes (1976), acompañan-do a la Reina Sofía- pero renovó los lazos entre Asturias y la monarquía española.

CIEN DUROS COMO TRIBUTOA Covadonga asistieron los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía; las infantas Elena y Cris-tina; y sus tías Margarita y Pilar; que llegaron al aeropuerto de Asturias en dos aviones de las Fuerzas Armadas (en uno iba el Rey, en otro el Príncipe) y con retraso, porque la niebla de Ma-drid impidió el traslado desde el Palacio de la Zarzuela al aeropuerto en helicóptero. La Fami-

lia Real llegó a Covadonga en un Mercedes, con-ducido por don Juan Carlos, y con sus hijos salu-dando desde el asiento de atrás a las 3.000 per-sonas que se congregaron para la ocasión. Los actos comenzaron poco después del mediodía, cuando el Rey pasó revista a una compañía del Regimiento Número 3 de Oviedo, tras escuchar el himno y saludar a las autoridades, entre las que no se encontraba Adolfo Suárez, pese a ha-

ber anunciado su presencia. La Familia Real se trasladó a la gruta, para rezar ante la Santina, y después acudió a la Basílica, donde escucharon una misa cantada y oficiada por el arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán. A continuación, la homilía continuó en una tribuna situada a los pies de la estatua del rey Pelayo, ya que el Arzo-bispado se negó a celebrar una ceremonia ‘po-lítica’ en el interior de la Basílica. Luis Sáenz de Santamaría, presidente de la Diputación Pro-vincial, hizo entrega a don Felipe de sus ‘atribu-tos’ reales: un pergamino con su nombramiento y los nombres de los 78 concejos asturianos, una venera o cruz de pecho (insignia con el emble-ma del Principado) y cien duros con la efigie de Juan Carlos I, que representaban en tributo de ‘Mantillas’. Era la aportación de los asturianos a las arcas de la Corte cuando nacía un príncipe heredero. Y no faltaron otros regalos: una gaita, monedas conmemorativas, un pequeño hórreo, una lámpara de mina, y un retrato. El presidente de la Diputación no desapro-vechó la ocasión para hacer una petición al mo-narca y al heredero: que la Cruz de la Victoria figurase en el escudo de la nación. Pero la soli-citud no fue atendida. A continuación, Juan Car-los I tomó la palabra, para recordar que su hijo, desde ese momento “siente ya la responsabili-dad moral de futuro rey”. El Rey hizo referencia

a la historia de Asturias y de Covadonga, “don-de España un día levantó la cabeza, para no in-clinarla ya nunca”, destacando que Asturias “es universalidad, y españolidad”. También el hoy Rey emérito señaló el papel de la Corona para unir a los españoles, “y conquistar una victoria sobre el egoismo y la ambición, la incultura y la ignorancia, el atraso y la pobreza, la incultura y la disgregación, la incomprensión y las diferen-

cias negativas”, antes de hacer mención a la Santina, y de despedirse del público, rum-bo a Villamayor, a la finca de Las Huelgas, propiedad de la por entonces Caja de Aho-rros de Asturias, donde la comitiva real y las autoridades celebraron una comida. A las cinco de la tarde, los aviones ‘Mystere’ despegaron, de nuevo, hacia Madrid.

EL PERGAMINOEl pergamino que recibió el Príncipe de Asturias, con los escudos de la región y de España, contiene el siguiente texto: “La Diputación Provincial de Oviedo, en nombre del Principado de Asturias, se honra en testimoniar a S.A. Real don Felipe de Borbón y Grecia, heredero de la Corona de España, sus sentimientos de fi-

delidad, adhesión y respeto, con motivo del his-tórico día de su solemne investidura. Oviedo, 1 de noviembre de 1977”. La redacción del texto fue anterior a la polémica sobre el sentido del acto, que no fue ni investidura ni proclamación, solo una entrega de atributos y un homenaje del pueblo asturiano al heredero que lleva el título del Principado.

LAS AUSENCIASAdemás de las sonadas ausencias del presiden-te del Gobierno, Adolfo Suárez, y del ministro de Justicia, Landelino Lavilla, que habían anun-ciado su presencia pero que finalmente no via-jaron desde Madrid, hubo otros políticos que no estuvieron presentes en Covadonga, como los socialistas que justificaron su ausencia por la celebración del comité regional del PSOE; mientras que los representantes del PC discul-paron la ausencia justificada de sus portavoces Dolores Ibarruri -en Rusia- y Wenceslao Roces -en México-. Sí acudieron los cinco parlamenta-rios de UCD, el diputado de Alianza Popular, y el senador independiente Atanasio Corte. El ac-to, protocolario y simbólico, sirvió para acercar un poco más a los asturianos a ‘su príncipe’ y al novel monarca, Juan Carlos I, que por entonces tenía 39 años, y ocupaba la Jefatura del Estado desde hacía tan solo dos años.

De Príncipe a Princesa

Por PEDRO ALBERTO ÁLVAREZ

Cuarenta y un años después, la historia de España se vuelve a escribir en el santuario de Covadonga. El Real Sitio de Covadonga es el ‘kilómetro cero’ de España. Allí, en el año 718, el noble y guerrero Pelayo -por entonces aún no había

sido coronado como primer monarca del Reino de Asturias-, se alzó en armas contra el invasor y la batalla de Covadonga fue el inicio de la Reconquista de España. Entre la historia, los mitos, y la leyenda, Covadonga siempre ha sido el santuario

de príncipes y princesas, reyes y reinas. Un lugar mágico y cargado de simbolismo, donde recibieron su ‘bautismo’ como herederos de la Corona de España, desde Isabel II, hasta Alfonso XIII, y en tiempos más recientes (1 de noviembre de 1977) el Príncipe Felipe. Hoy, la pequeña Leonor, seguirá en Covadonga los mismos pasos que su padre, el Rey Felipe

VI, y la Santina, virgen y patrona de Asturias; volverá a bendecir una sucesión histórica en la Corona española, coincidiendo con la celebración del Día de Asturias.

AsturiasDiario, 8 de septiembre de 20182 VISITA HISTÓRICA DE LA PRINCESA DE ASTURIAS

Don Felipe, junto a las infantas Cristina y Elena, llegando a Covadonga (1 de noviembre de 1977)

VISITA HISTÓRICA DE LA PRINCESA DE ASTURIASAsturiasDiario, 8 de septiembre de 2018 3

A lo largo de los úl-timos 630 años, 40 personas han ostentado el títu-lo de Príncipe de

Asturias, desde Enrique de Cas-tilla a Leonor de Borbón. La dis-tinción le corresponde al sucesor a la Corona de España, y se re-monta a 1388, a los tiempos de Juan I de Castilla, cuando puso fin a un conflicto entre la Casa de Lancaster y la Casa de Trastama-ra, por los derechos dinásticos al trono de Castilla. Tras la batalla y capitulación del duque inglés, el heredero de la Corona de Castilla pasó a ser el príncipe de Asturias, siguiendo la línea sucesoria mar-cada -entonces- por el príncipe de Gales, el título que ostentan los herederos al trono británico des-de 1301. Durante los últimos seis siglos, los futuros reyes de Espa-ña, han tenido antes la condición de príncipes de Asturias, aunque el patriarcado monárquico sufrió varias interrupciones a causa de exilios, renuncias y repúblicas. En 1977, cuando don Felipe recibió en el Real Sitio de Covadonga los atributos y honores que le distin-guen como Príncipe de Asturias, la tradición recuperó su vigor per-dido. Hoy, su hija, Leonor de Bor-bón, infanta desde su nacimiento y Princesa de Asturias tras la ab-dicación de su abuelo, seguirá el mismo ritual sucesorio y también los mismos pasos que dio su pa-dre, Felipe VI, el uno de noviem-bre de 1977. Casi 41 años después, Covadonga, cuna y santuario de príncipes y princesas, y la Santi-na, virgen y patrona de Asturias; volverán a bendecir una sucesión histórica en la Corona española, estrechando -aún más- los lazos de la Casa Real con Asturias, en un lugar emblemático, origen de la Reconquista y germen del Rei-no de España.

Seis siglos de regia tradición

Discursos y entrega de regalos al Príncipe de Asturias

Don Felipe, junto a las infantas Cristina y Elena, llegando a Covadonga (1 de noviembre de 1977)

La princesa Leonor, y su hermana la infanta Sofía, ‘debutan’ hoy en la agenda oficial de la Casa Real, con su primera visita a Asturias. Los Re-yes y sus hijas visitarán el Real Sitio

de Covadonga con motivo de los actos del pri-mer centenario de la coronación de la Santina y del parque nacional de la Montaña de Cova-donga, y de los 1.300 años del origen del Reino de Asturias, cuna de España. La Princesa Leo-nor participará en su primer acto oficial con 12 años, tres menos de los que tenía su padre, Feli-pe VI, cuando pronunció su primer discurso en el Teatro Campoamor de Oviedo, en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias de 1981. Esta previsto que la Familia Real al com-pleto llegue a Covadonga antes del mediodía. La jornada comenzará a las 11:45, con la visi-ta a la gruta de la Santina, con el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sánz Montes, como guía, junto al abad de Covadonga, Adolfo Mariño. La Virgen vestirá para la ocasión sus mejores galas: un manto rojo bordado en oro; el delantal blanco y el vestido del Niño Jesús donados por el rey Alfonso XIII -tatarabuelo de Leonor y Sofía- y su madre, María Cristina de Hasburgo-Lorena; y las coronas de oro forjadas por el orfebre Fe-lix Granda Buylla en 1918. Tras la visita, la Fa-milia Real asistirá a la solemne eucaristía del Día de Asturias en la Basílica de Santa María la Real (que durará unos 45 minutos). Por mo-tivos de seguridad, no habrá procesión desde la Basílica a la Santa Cueva, una tradición que se ha mantenido a lo largo de la última década. A continuación, los Reyes y sus hijas rendirán homenaje al primer rey asturiano, don Pelayo, depositando una ofrenda floral a los pies de su estatua. Después, la Familia Real recorrerá la exposición instalada en el Museo del Real Sitio

de Covadonga, que repasa la cronología de los reyes de España y su vinculación con Asturias, y la muestra fotográfica ‘Covadonga real y mís-tica’, del madrileño Fernando Manso. Tras la vi-sita, se celebrará un cóctel en el Hotel Pelayo en honor de los monarcas y sus hijas. La jornada finalizará con la subida al lago Enol, donde Leonor inaugurará el nuevo Mira-dor de la Princesa, construido en conmemora-ción de la visita, en el Colláu de les Veleres, y que se unirá a los otros sitios ‘reales’ de los Lagos: los miradores del Rey, la Reina y el Príncipe. La Ca-sa Real no ha confirmado si la heredera al trono pronunciará su primer discurso en Covadonga, o si habrá que esperar a que Leonor presida la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Tanto Leonor, en su condición de Princesa de Asturias, como su hermana pequeña, la infanta Sofía, continúan incorporándose poco a poco a la agenda de la Familia Real, y hoy participa-rán en una cita histórica para Asturias y Espa-

ña. Hasta ahora, las hijas de los Reyes solo ‘apa-recen’ públicamente en tres ocasiones al año: el primer día de colegio, el 12 de octubre -Día de la Hispanidad-, y el tradicional posado veraniego en Palma de Mallorca. El pasado mes de enero, con motivo del 50 cumpleaños de Felipe VI, el monarca impuso el Toisón de Oro a su primo-génita, la mayor condecoración que concede el Reino de España, en el Salón de Columnas del Palacio Real. Pero la visita a Covadonga será la puesta de largo de Doña Leonor, asturiana por parte de madre, en un acto cargado de simbo-lismo y tradición, y dónde el pueblo asturiano podrá mostrar su cariño a las hijas de los Reyes en su primera visita oficial a Asturias. Aunque las invitaciones a los actos no lo es-pecifican, Leonor y Sofía recibirán numerosos regalos en Covadonga, previsiblemente duran-te la visita a la Santa Cueva, de parte de las ins-tituciones asturianas, como recuerdo de un día histórico para el Principado..

Altar de príncipes y reyesDon Felipe fue el primer Príncipe de Asturias en recibir en Covadonga los atributos que le

corresponden como heredero a la Corona de España, pero no el primer miembro de la Familia Real en visitar el Real Sitio. Ya en 1857, los duques de Montpensier, Antonio de

Orleans y María Luisa Fernanda de Borbón acudieron a Covadonga, donde mandaron erigir el obelisco del Repelao. Al siguiente año, en 1858, la reina Isabel II continuó la tradición, acompa-ñada por sus hijos, el príncipe Alfonso y la infanta María Isabel, que recibieron el Sacramento de la Confirmación en el Santuario, junto a la tumba de don Pelayo, en la cueva de la Santina. Aquel día, Isabel II añadió el nombre del primer rey astur a la larga lista sucesoria de herederos de la Corona: Alfonso Francisco de Asís Fernando Pío Juan María de la Concepción Gregorio Pelayo. Ya en 1877 Alfonso XII regresó como Rey a Covadonga, para asistir a la colocación de la primera piedra de la Basílica. Su siguiente visita se demoró hasta 1902. Y en 1918, con motivo de la Coronación de la Santina, el monarca volvió acompañado por la reina Victoria Eugenia. No fue hasta 1976, una vez restaurada la monarquía española, cuando Juan Carlos I y la Reina Sofía visitaron al Real Sitio de Covadonga, un año antes de la proclamación del infante Felipe como Príncipe de Asturias.

La puesta de largo de Leonor

AsturiasDiario, 8 de septiembre de 20184 VISITA HISTÓRICA DE LA PRINCESA DE ASTURIAS

Leonor de Borbón no nació siendo prin-cesa de Asturias. Aquel 31 de octubre de 2005, Juan Carlos I aún era Rey, y don Fe-lipe su sucesor. La primogénita de los Re-yes de España ha vivido una infancia dis-

creta, menos expuesta que las de su padre y abuelo. Aunque está llamada a ocupar algún día la Jefatura del Estado, don Felipe y doña Letizia (sobre todo la Reina), mantienen a sus hijas alejadas de los flashes, pautando sus escasas apariciones en público. Leonor y su hermana Sofía solo asisten a un acto público al año: la Fiesta Nacional. Además, junto al resto de la Familia Real, ofrecen un par de posados, el de la Mi-sa de Pascua, y el de verano en Marivent, además de las habituales fotografías de ‘la vuelta al cole’. Hoy, su primer acto oficial, en Covadonga, marcará un antes y un después en la vida de la Princesa de Asturias y futura Reina de España (Leonor I). Una de las primeras apariciones públicas de la he-redera, fue en junio de 2007, siendo un bebé de 9 me-ses, cuando la entonces infanta fue presentada ante la Virgen de Atocha, patrona de la Casa Real, cumplien-do con la tradición. Apenas hay imágenes de sus pri-meros años de vida en La Zarzuela, aunque sí en va-caciones, en compañía de sus padres y abuelos, don Juan Carlos y doña Sofía. Rubia y de profundos ojos azules, Leonor ha heredado el aspecto y la personali-dad de don Felipe, y también ha seguido sus pasos. En 2008, comenzó las clases en el Colegio Santa María de los Rosales, un centro privado cercano a La Zarzue-la, donde su padre estudió la EGB y el Bachillerato, y donde Leonor cursa Segundo de la ESO. La primogénita de Felipe y Letizia se convirtió en princesa el 19 de junio de 2014, cuando se hizo ofi-cial la abdicación de su abuelo, Juan Carlos I, y Feli-pe VI fue investido en las Cortes Generales. Es zurda, le gusta esquiar y montar a caballo, aprende a tocar el violonchelo, y se dice que lee a Poe, Dickens y Ka-

fka, pese a su corta edad (12 años). El pasado mes de enero, Leonor recibió el Toisón de Oro de manos de su padre, para celebrar el 50 cumpleaños de Felipe VI, otro paso adelante en su proyección pública. Dentro de poco tiempo, Leonor también presidirá la ceremo-nia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, como hace su padre desde 1981, y visitará los ‘pue-blos ejemplares’ de nuestra comunidad. Actos que la acercarán aún más a Asturias, la comunidad que la distingue como heredera de la Corona, y la tierra de su madre -y sus abuelos y bisabuelos maternos-. La pequeña Leonor, que pronto será una joven adoles-cente, sigue preparándose para reinar cuando llegue su momento.

Camino de cumplir 13 años -la misma edad que tenía su padre cuando pronunció suprimer discurso en Oviedo,

en su condición de Príncipe de Asturias-, la princesa Leonor recibirá

hoy en Covadonga su ‘bautismo’ oficial como futura Reina de España

‘no’consorte

De niña a Princesa

AsturiasDiario, 8 de septiembre de 20186 VISITA HISTÓRICA DE LA PRINCESA DE ASTURIAS

Primer posado de don Felipe y doña Letizia junto a Leonor. 7 de noviembre de 2005

Presentación ante la Virgen de Atocha. 7 de junio de 2006 Nacimiento de la infanta Sofía. 29 de abril de 2007

Primer día de colegio. 12 de septiembre de 2008 Septiembre de 2013

Posado junto a su abuelo y su padre. Octubre de 2015 Tras recibir el Toisón de Oro, en enero

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Donde todo empezó

Entre el cielo y la monta-ña, levantado sobre bos-ques y niebla, se alza el

Real Sitio de Covadonga, el lugar dónde todo empezó. Un territorio mítico, donde des-cansan dos de los símbolos de Asturias, la Santina y la tumba de don Pelayo, quién guió a los astures contra el invasor musul-mán hace 1.300 años. Una ba-talla, entre historia y leyenda, que sembró el espíritu de la Re-conquista y forjó las raíces del Reino de España. Covadonga es un faro de peregrinación pa-ra los creyentes y para quienes no lo son, un rincón perdido en el corazón de un Parque Natu-ral con un siglo de historia. Re-yes y papas se han arrodillado ante la Santina en la Cueva de Covadonga, al igual que inter-minables generaciones de as-turianos, por fe, devoción, por una promesa, o por tradición, en el suelo más sagrado del Principado.