Restauración y rehabilitaciónRehabilitación, mantenimiento y conservación de fachadas

Juan Tejela JuezDaniel Navas DelgadoCarlos Machín Hamalainen

1ª edición: abril 2013

© Juan Tejela Juez© Daniel Navas Delgado© Carlos Machín Hamalainen© Fundación Laboral de la Construcción© Tornapunta Ediciones, S.L.U. ESPAÑA

Edita:Tornapunta Ediciones, S.L.U.Av. Alberto Alcocer, 46 B Pª 728016 MadridTel.: 900 11 21 21 www.fundacionlaboral.org

ISBN: 978-84-15205-84-5Depósito Legal: M-11857-2013

Presentación

Objetivos generales

El proceso patológico: lesiones

Fachadas vistas convencionales. Lesiones y reparaciones

Otras fachadas vistas. Lesiones y reparaciones

Fachadas revestidas. Lesiones y reparaciones

Ornamentación de las fachadas

Otros elementos en fachadas

Lesiones de riesgo

Anexo

Bibliografía

ÍNDICE

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El patrimonio inmobiliario de nuestras ciudades ha estado durante mucho tiempo un tanto abandonado.

Con las últimas iniciativas de las autoridades competentes: Inspección Técnica de Edificios (ITE), declaraciones de zonas de rehabilitación preferente y ayudas y subvenciones a la rehabilitación, promovidas por los Organismos de Administración Local, las comunidades autónomas, etc., el mercado de la rehabilitación está teniendo un gran auge.

Esto se manifiesta en muchas edificaciones de nuestros barrios, cubiertas con andamios, necesarios para las rehabilitaciones de las fachadas; resultan esenciales en estos trabajos, ya que estas partes de los edificios son muy delicadas por su grado de exposición al medio y sufren un gran deterioro.

Las fachadas se definen como el paramento exterior de un edificio, generalmente la principal. Hay una gran cantidad de fachadas, que se clasifican por los materiales que se utilizan (ladrillo visto, enfoscado, revocado, de hormigón, revestimiento de piedra o de materiales cerámicos, etc.) y según su situación respecto al edificio (exteriores, principal y lateral, o interiores o de patio. Asi-mismo, se ha de tener en cuenta que las hay más expuestas y protegidas y que además depende de su altura y de las distintas zonas del edificio: plantas bajas, superiores, etc.

Este manual está destinado principalmente a los trabajadores de la construcción que, teniendo experiencia en obra nueva, quieren introducirse en el ámbito de la rehabilitación, el manteni-miento y la conservación de edificios.

Su objeto es conocer las fachadas más utilizadas, así como los problemas o las deficiencias que se producen por distintas causas: el paso del tiempo, la mala ejecución, el grado de exposición o la actuación de los agentes externos, etc., que producen deterioros o lesiones en algunas de sus partes, en los materiales que las componen o en los distintos encuentros o en toda su superficie. Y, sobre todo, se pretende conocer y adquirir habilidades que permitan realizar las reparaciones adecuadas al trabajador del sector que se quieran especializar en la rehabilitación de edificios y en este caso, de las fachadas.

Se va a incidir en las distintas técnicas de rehabilitación para reparar las deficiencias que pueden producirse en las fachadas y que puede reparar el especialista por sus propios medios: conoci-mientos, habilidades y técnicas aprendidas, etc.

Asimismo, se distinguirán otras lesiones “de riesgo” que el especialista no puede reparar por sí mismo y que debe identificar y comunicar al técnico competente: arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero de la edificación, etc., poniéndose a las órdenes de los mismos.

PRESENTACIÓN

Al finalizar el curso el alumno será capaz de:

• Introducir al alumno en el complejo mundo de la rehabilitación de fachadas de los edificios.

• Aprender el concepto de patología edificatoria y de lesiones de las fachadas.

• Identificar las distintas lesiones que pueden afectar a las fachadas vistas y aprender las técni-cas que se deben emplear en sus reparaciones.

• Identificar las distintas lesiones que pueden afectar a las fachadas revestidas y aprender las técnicas que se han de emplear en sus reparaciones.

• Identificar las lesiones que pueden afectar a otros elementos que componen las fachadas: remates y petos, vuelos, cornisas, protección de huecos, etc., y aprender a realizar las repara-ciones oportunas.

• Identificar y saber distinguir las lesiones de riesgo que pueden afectar a las fachadas vistas o revestidas, en las que deben intervenir técnicos competentes en su reparación.

OBJETIVOS GENERALES

Unidad didáctica 2. Fachadas vistas convencionales. Lesiones y reparaciones

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INTRODUCCIÓN

En esta Unidad se estudian las lesiones que podemos reparar con nuestros medios sin acudir a la intervención de un especialista o técnico; éstas son las denominadas de “riesgo”, que se estudian en la Unidad 7.

Cuando se habla de fábricas vistas se hace referencia a los cerramientos exteriores cuyos ele-mentos compositivos quedan a la “vista”; es decir, no tienen ningún revestimiento. Estas fábricas pueden tener una función resistente, sobre la que puede apoyar un forjado, o ser un cerramiento, sin función resistente o portante (Figura 1):

Como se ve a continuación, pueden ser de varios tipos en razón del material empleado: ladrillo visto, bloques de hormigón o chapadas de piedra o de material cerámico.

Muro resistente Muro no resistente

Figura 1. Diferencia entre una fachada resistente y otra no resistente

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1.Ladrillovisto

2.Bloquesdehormigón

3.Aplacados:piedraycerámico

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Terminología

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RECUERDA

Estas fábricas se construyen con ladrillos, que son piezas regulares, cerámicas y trabadas, apli-cando técnicas de unión con morteros de cemento de diferentes dosificaciones (relación arena y mortero de cemento) y quedan vistas.

Este tipo de fachada, que puede ser principal, posterior y lateral, se utiliza mucho en España en todas las regiones, ya que es duradera, eficiente constructivamente y de fácil mantenimiento y conservación.

El ladrillo tiene forma ortoédrica, moldeada, secada y horneada a alta temperatura para que el material que lo compone, las arcillas, alcance dureza y cohesión para que se pueda utilizar como material básico de las fachadas. Este prisma rectangular tiene diferentes dimensiones que reci-ben distintos nombres.

Las dimensiones se denominan “soga”, “tizón” y “grueso”; la soga es la de dimensión mayor. Las diferentes caras del ladrillo reciben el nombre de “tabla”, “canto” y “testa”; la tabla es la mayor.

Por lo general la soga tiene el doble de longitud que el tizón o, más exactamente, dos tizones más una junta, lo que permite combinarlos libremente. El grueso, por el contrario, puede no estar modulado, pero no es habitual debido a que todas estas medidas se encuentran reguladas según normativas de calidad de producción.

1. LADRILLO VISTO

Figura 2. Partes del ladrillo

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Existen diferentes formatos de ladrillo; por lo general son de un tamaño que permite manejarlo con una sola mano. En particular, destacan el formato métrico, en el que las dimensiones son 24 x 11,5 x 5,25/7/3,5 cm (cada dimensión es dos veces la inmediatamente menor, más 1 centí-metro de junta); los más normalizados y usados son los que miden 25 x 12 x 5 cm.

En las fachadas se deben emplear ladrillos macizos o perforados de formato normal y de primera calidad. Con esto se asegura un color y una tonalidad similares, baja tolerancia de dimensiones e impermeabilización y se evitan desportillados.

1.1 Tipos de ladrillo Hay muchos, pero los más habituales son:

a. Ladrillo perforadoTiene perforaciones en la tabla que ocupan más del 10% de su superficie. Se utiliza mucho en la ejecución de fachadas. Suele ser el que predomina en las fachadas de la zona central del país y en comarcas próximas y hay muchos tonos y colores distintos.

b. Ladrillo macizoPosee menos de un 10% de perforaciones en la tabla. Algunos modelos presentan rebajes en dichas tablas y en las testas para la ejecución de muros sin llagas.

c. Ladrillo de tejar o manualSimula los antiguos ladrillos de fabricación artesanal, con apariencia tosca y caras rugosas. Tiene buenas propiedades ornamentales y se emplea mucho en restauración y rehabilitación.

d. Ladrillo aplantilladoTiene un perfil curvo, de forma que al colocar una hilada de ladrillo, generalmente a sardinel, conforma una moldura corrida. El nombre proviene de las “plantillas” que utilizaban los canteros para labrar las piedras y que se usan para dar la citada forma al ladrillo.

e. Ladrillo huecoPosee perforaciones en el canto o en la testa que reducen el peso y el volumen del material em-pleado, facilitando así su corte y manejo. Los que tienen orificios horizontales se emplean para las tabiquerías que no van a soportar grandes cargas. Pueden ser de varios tipos:

○ Rasilla: su soga y tizón son mucho mayores que su grueso. En España sus dimensiones más habituales son de 24 x 11,5 x 2,5 cm.

○ Ladrillo hueco simple: posee una hilera de perforaciones en la testa. ○ Ladrillo hueco doble: tiene dos hileras de perforaciones en la testa. ○ Ladrillo hueco triple: posee tres hileras de perforaciones en la testa.

f. Ladrillo refractarioSe coloca en lugares donde debe soportar altas temperaturas, como hornos, barbacoas o chime-neas.

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1.2 AparejosEn la colocación de los ladrillos hay que seguir unas leyes o normas que aseguren la máxima ca-pacidad portante, la estabilidad lateral y la resistencia a empujes, de manera que cualquier carga se distribuya a través de toda la fachada. La disposición en la que se colocan se llama “aparejo” y con ella se consigue una determinada textura y se mantiene el solapado apropiado.

Al conjunto de ladrillos colocados horizontalmente, uno al lado de otro, se le llama “hilada”.

La junta de mortero, vertical, entre dos piezas de la misma hilada se denomina “llaga”.

La junta horizontal, entre dos hiladas, se llama “tendel”. Ambas suelen tener 1 cm de espesor.

Con el fin de cumplir las condiciones arriba citadas y como medida de prevención de posibles deficiencias, los aparejos se deben realizar siguiendo las siguientes normas:

○ Hay que emplear ladrillos enteros siempre que sea posible. ○ En caso de utilizar ladrillos cortados, deben ser terciados. ○ Las llagas de dos hiladas consecutivas no pueden estar en el mismo plano vertical, o sea, deben alternar las juntas.

○ Los tendeles han de ser continuos, en toda la fachada, y totalmente horizontales.

Figura 3. Aparejos de fachada de ladrillo visto más empleados

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Figura 3. (Cont.). Aparejos de fachada de ladrillo visto más empleados

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RECUERDA

El mortero es una mezcla compuesta de cemento o cal, arena y agua; se usa en estado pas-toso y endurece al secar. La dosificación es la proporción, en volumen, de los componentes del mortero.

Hay varios tipos de mortero que se pueden utilizar a la hora de trabajar en las fábricas de ladrillo; se emplean distintas dosificaciones:

• Cal apagada: 1:3.• Cal hidráulica: 1:4.• Cemento lento: 1:3 y 1:4.• Cemento Pórtland: 1:4.• Bastardos (cal y cemento): 1:1:8, 1:1:5 y 1:1:6.

Figura 3. (Cont.). Aparejos de fachada de ladrillo visto más empleados

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1.3 Lesiones Seguidamente se hace un recorrido de las lesiones o deficiencias que pueden encontrarse en las fachadas de ladrillo visto. Dichas lesiones agrupadas según las causas que las producen se adjun-tan en el siguiente esquema (Figura 4):

Se estudia a continuación cada una:

a. Fabricación del ladrillo Su proceso es complejo y, si no se observan unas condiciones de calidad, se pueden producir las lesiones siguientes:

○ Caliches: son concentraciones de óxido de cal que aparecen en los ladrillos; cuando la pieza se moja en agua, aumenta su tamaño, lo que puede dañarla (en nódulos superiores a 0,5 mm). Cuando en la fabricación del ladrillo hay deficiente preparación y moldeo, se produce el caliche,

Figura 4. Lesiones de las fachadas de ladrillo visto según sus causas

LESIONES

• Caliches• Deformaciones• Coción del ladrillo

POR LA FABRICACIÓN DEL LADRILLO

• Retracciones• Movimientos diferenciales

POR LA CALIDAD DEL MORTERO

• De lluvia• Capilaridad• Condensación• Eflorescencias• Accidentales

POR LA PRESENCIA DEL AGUA

• Desprendimientos• Suciedad

POR EL PASO DEL TIEMPO

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que constituye nódulos de caliza insuficientemente triturada en el proceso. El principal proble-ma estriba en la detección, pues sólo se puede apreciar en la superficie del ladrillo, y se mani-fiesta en la fábrica, pasados unos tres o cuatro meses de haberse ejecutado. Se manifiesta más rápidamente en verano que en invierno. Debido a la dificultad de solución, se aconseja comprar el material a fabricantes de calidad y a los que se puede exigir el certificado de idoneidad.

○ Exfoliaciones: si se utilizan arcillas excesivamente plásticas, durante el proceso de fabricación las partículas se orientan por el rozamiento con la hélice de la galletera, quedando las capas de arcilla yuxtapuestas pero no tratadas; y si además contienen sílice inerte, se producen exfolia-ciones y roturas frágiles en las piezas. Así, se desprende la capa superficial del ladrillo, sin llegar a desprenderse. También se las conoce como “erosiones” (Figura 5):

○ Cocción de los ladrillos: los defectos por cocción pueden originarse por dos motivos: que el horno no alcance la temperatura necesaria o que el ladrillo esté menos tiempo del requerido para su cocción. En estos casos no se forman las fases vítreas ni se alcanzan las resistencias mecánicas adecuadas. También puede haber un cambio en la fase del cuarzo que produzca mi-crofisuraciones alrededor de cada grano del material, lo que disminuye la resistencia mecánica de la pieza.

b. Calidad del morteroPara que una fábrica funcione monolíticamente es necesario que tanto el mortero como el ladri-llo tengan características similares y se cumplan las mismas características mecánicas.

Figura 5. Exfoliaciones de los ladrillos

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25RECUERDA

EJEMPLO

Cuando el mortero posee un alto contenido de cemento o tiene exceso de agua, aparecen los siguientes problemas:

○ Retracciones del mortero durante el fraguado: si se emplean morteros muy ricos, que tienen exceso de cemento y no respetan las proporciones de la dosificación, se pueden llegar a romper los ladrillos por la zona de la traba.

○ Movimientos diferenciales entre los ladrillos y el mortero causados por los diferentes com-portamientos ante el agua y la diferente respuesta térmica.: estas causas originan en las fábri-cas de ladrillo visto fisuras entre el mortero y los ladrillos, tanto en los tendeles como en las llagas; a veces los ladrillos se llegan a partir.

c. Agua La humedad proveniente tanto de la lluvia como de otras causas puede producir graves deficien-cias:

○ Agua de lluvia: actuando en períodos de exposición prolongados, junto con la permeabilidad propia del ladrillo, puede producir manchas de humedad en el intradós del muro. La infiltración de agua a través de los muros se produce sobre todo por las fisuras entre mortero y ladrillo debido a los problemas de adherencia y deshidratación del mortero durante el fraguado. En muchas ocasiones se manifiesta en puntos por el mal sellado de los distintos elementos o en ciertos puntos débiles: encuentro con el alféizar (por falta de goterón), con las carpinterías, con las cajas de persiana, con el forjado, etc. El viento puede aumentar la humedad por la fuerza del azote en la fachada.

Nos podemos hacer una idea de este defecto mediante la siguiente observación: si está en contacto directo con el agua, ésta penetra en un muro de 0,50 m en 2 semanas. Esta humedad puede ser cedida a la tabiquería interior, produciéndose manchas en la parte inferior de los tabiques.

○ Capilaridad: se produce por la ascensión del agua a través de las fábricas.

Los materiales que forman las fábricas, ladrillos y morteros, tienen unos pequeños poros y capilares muy finos a través de los cuales asciende el agua.

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Este fenómeno se produce en cualquier dirección, independientemente de la ley de gravedad, y por la naturaleza porosa de los materiales. Esta deficiencia también puede aparecer en viviendas construidas hace algunos años por roturas en el saneamiento general (pocería) del edificio o por fugas de agua de la red de abastecimiento. En los edificios con sótanos enterrados hay otra causa: si se produce humedad por capilaridad, suele ser por la falta de drenaje en el terreno.

El agua puede subir por un muro por capilaridad entre 1,50 y 2 m, donde logra equilibrarse el ascenso del agua por su propia evaporación. Por ello, el tratamiento que hay que aplicar siempre se efectúa por debajo de esta cota (Figura 6):

A mayor espesor del muro, mayor altura de humedad porque necesita mayor superficie para eva-porar, originándose en estos casos las eflorescencias.

○ Condensación: las humedades por condensación aparecen por el vapor de agua contenido en el ambiente, que en contacto con la superficie de una pared fría, que no está debidamente ais-lada, reacciona cambiando de estado (líquido). Se manifiesta por la proliferación de hongos y manchas y se percibe un olor característico.

○ Eflorescencias: son depósitos de sales minerales solubles que aparecen sobre la superficie de una pieza cerámica terminada por exposición a los agentes atmosféricos. Se forman por el paso de la solución salina a través de los poros al evaporarse el agua existente. Aparecen en forma de velo y se suelen situar en el centro o en los bordes del ladrillo, aunque también pueden cubrir la junta del mortero. Se presentan en sitios muy precisos de los edificios: en su cuarta parte

Figura 6. Humedades de capilaridad

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superior, en la base del muro y en los antepechos de las ventanas. Se manifiestan en primavera cuando el viento y el sol secan la fábrica después del período húmedo del invierno (Figura 7):

Hay diferencias entre las eflorescencias como depósitos superficiales y las criptoeflorescencias (depósitos interiores en los poros del material); estas son más peligrosas que las eflorescencias porque en combinación con agua y hielo pueden deteriorar no sólo la superficie de la fábrica, sino que pueden llegar a afectar a todo el material. Son poco frecuentes, pero se dan en zonas húmedas o marítimas.

De este mismo grupo hay otros tipos: las exudaciones, que son depósitos blancos en forma de regueros, aunque a veces se manifiestan como regueros de color pardo y se dan en los ladrillos fuertemente cocidos; y otras manchas marrones oscuras o negras y se manifiestan sobre los ladrillos y las juntas de los morteros.

○ Accidentales: se producen por las roturas de instalaciones interiores: ascendentes de agua y bajantes de lluvia o saneamiento que pueden ir por el interior o por el exterior y que no se repa-ran de manera inmediata. La humedad deteriora el paño de ladrillo próximo en mayor o menor grado, dependiendo del tiempo que ha durado la rotura de la instalación. Se percibe perfecta-mente el chorreón del agua, sobre todo si la fachada está muy empolvada.

Figura 7. Eflorescencias

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d. Paso del tiempo ○ Desprendimientos: constituyen el paso siguiente de la exfoliación o erosión. Se producen cuando se separa el material del soporte sobre el que está aplicado. Se pueden empezar a manifestar con unas fisuras y, si no se toman las medidas oportunas, el desprendimiento es total. Suelen darse por falta de adherencia con el soporte (Figura 8):

○ Suciedad: suele darse en las fachadas urbanas, sometidas a la contaminación, en las que se depositan partículas que lleva el aire. Puede haber dos tipos:– Por depósito: las partículas se depositan en la superficie de los ladrillos. La suciedad resulta

más o menos intensa y el tono de la fachada varía dependiendo de que la zona esté más o menos expuesta (debajo de elementos volados) o sea más o menos rugosa. Una variante es el denominado “salpiqueo”, que se da en el zócalo del edificio en la zona de encuentro con la acera; puede llegar a producir manchas de humedad en el interior (Figura 11).

– Por lavado: hay zonas sucias donde no se puede controlar la escorrentía del agua. La suciedad se suele manifestar con unos “chorretones limpios” que destacan sobre el resto sucio de la fachada.

Figura 8. Desprendimientos de ladrillos

RESUMEN

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● La mayoría de las fachadas vistas, denominadas convencionales, son las que habitualmente se construyen por varias razones: economía, sencillez constructiva y, sobre todo, buen manteni-miento y conservación.

● A pesar de estas razones, por el paso del tiempo y la deficiente calidad de las ejecuciones, se producen deficiencias o lesiones tanto en los materiales básicos como en los auxiliares.

● La rehabilitación periódica y puntual de las fachadas, así como su control, es una buena medi-da, ya que se logra que no se tengan que realizar rehabilitaciones más costosas.

● La fachada vista por excelencia es la de ladrillo; hay ejecuciones antiguas donde el material no venía lo suficientemente controlado de fábrica y produce lesiones complejas de solucionar. Asi-mismo, muchas se derivan de una mala ejecución y se manifiestan pasado un tiempo.

● Los problemas en las fábricas de bloques de hormigón son mínimos y muchos se pueden evitar teniendo en cuenta unas medidas en la puesta en obra.

● Las fachadas aplacadas pueden tener problemas graves derivados del desprendimiento, que en ocasiones constituye un peligro para el viandante, por lo que el control de estas fachadas debe ser muy exigente.

● Hay que realizar un mantenimiento estricto y cuidadoso; en cuanto se detecte una pieza en peligro de desprendimiento, se han de tomar las medidas oportunas.

TERMINOLOGÍA

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Desencofrante:Producto que se aplica sobre la superficie de un encofrado para facilitar el desencofrado de la pieza.

Desportillado:Deterioro de los cantos de una pieza cerámica: ladrillo, teja, azulejo, etc.

Dintel:Pieza horizontal apoyada en sus extremos destinada a soportar cargas.

Erosión:Efecto destructor y de arrastre producido en rocas, terrenos, etc. por los agentes externos, en especial el aire y el agua.

Hidrofugante:Producto que se agrega al agua de amasado o al cemento con el que se hacen hormigones y mor-teros con el fin de hacerlos impermeables.

Intradós:Superficie inferior o interior de un arco, bóveda o cerramiento.

Mortero bastardo:Mortero en el que intervienen la cal y el cemento simultáneamente como aglomerantes.

Nódulo:Concreción o dureza que se forma en cualquier materia, especialmente en las rocas.