recuperando el monzón

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Presidencia del Consejo de Ministros

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La publicación documenta el complejo proceso de cambio económico, social y político por el que ha atravesado el valle del Monzón en los últimos años y sistematiza la experiencia de implementación del “Plan de Poserradicación” en ese contexto: sus principales avances y logros a la fecha .

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Page 1: Recuperando el Monzón

Presidenciadel Consejode Ministros

Page 2: Recuperando el Monzón

La Comisión Nacional para el

Desarrollo y Vida sin Drogas – DEVIDA es

un Organismo Público Ejecutor, adscrito

al sector de la Presidencia del Consejo

de Ministros, encargado de diseñar y

conducir la Estrategia Nacional de

Lucha contra las Drogas y constituirse

en la contraparte nacional para todos

los fondos de cooperación internacional

destinados a la lucha contra las drogas.

Page 3: Recuperando el Monzón

Recuperando el Monzón

Sistematización de la experiencia de poserradicación en el Monzón: un análisis centrado en los procesos de socialización, seguridad y desarrollo alternativo.

Serie Seguridad y Desarrollo Alternativo

Dirección de Asuntos Técnicos Observatorio Peruano de Drogas Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) Av. Benavides n.° 2199 B, Miraflores. Lima – Perú www.devida.gob.pe

Alberto Otárola PeñarandaPresidente Ejecutivo de DEVIDA

Responsables del EstudioJulio Corcuera PortugalNoam López VillanesDiego Tuesta Reátegui Leonidas Ramos Morales

Hecho el Deposito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2015-07323

Editado por: Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas – DEVIDA

Av. Benavides 2199-B, Miraflores

Impreso en: Grafica Lima S.A.

Jr. Pastaza 771, Breña

Junio del 2015

Citar como:

Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA). Recuperando el Monzón. Lima, Observatorio Peruano de Drogas, 2015.

(Serie Seguridad y Desarrollo Alternativo).

Page 4: Recuperando el Monzón

Prólogo

El Monzón y su significado

Resumen ejecutivo

Objetivos

Metodología

1. Las consecuencias del TID y el cultivo de coca en la economía del Monzón

2. Situación socioeconómica del Monzón

3. Violencia e inseguridad como limitaciones para la presencia del Estado

4. Objetivos, dimensiones y componentes del «Plan de Poserradicación»

5. La socialización como componente de partida del Plan

6. ¿Cómo se implementó la socialización en el Monzón?

7. Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

8. Generando confianza: primeros impactos del «Plan de Poserradicación»

9. Conclusiones

Bibliografía

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26

30

40

46

54

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77

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Contenido

Page 5: Recuperando el Monzón
Page 6: Recuperando el Monzón

Prólogo

Cuando iniciamos el mandato de este gobierno, en julio de 2011, nos

comprometimos con la ejecución de una política de lucha contra

las drogas que consolide el modelo peruano de desarrollo alternativo

integral y sostenible. Afirmamos que la seguridad sería una prioridad

y la erradicación de superficie ilegal de sembríos de coca, una premisa;

pero sostuvimos, con firmeza, que el desarrollo humano y sostenible

serían los ejes fundamentales del futuro de aquellas regiones del país

antes controladas por mafias y redes ilegales. Apuntamos también que

los miles de agricultores y agricultoras del Perú serían los verdaderos

protagonistas del cambio, con el respaldo del Estado e inversiones en

infraestructura, proyectos productivos, salud y educación. Coherentes

con ese compromiso se intervino en el Monzón y, hoy, tres años después,

esta zona del país, antaño bastión del tráfico de drogas y de la ilegalidad,

camina en un horizonte de esperanza, oportunidades y desarrollo.

Es bueno recordar que los primeros colonos poblaron el Monzón

hace más de un siglo. Desde entonces, aprovechando la lejanía, la carestía

y la precariedad, esta zona del país fue capturada por organizaciones

criminales. La población estuvo sojuzgada por el terrorismo. El aislamiento

y la pobreza fueron utilizados en beneficio de negocios ilegales, que no

distribuían más que amenazas y un círculo vicioso de miseria. Hoy el

Monzón ha cambiado. Familias y productores del valle avizoran un futuro

de esperanza, bajo una perspectiva alentadora de desarrollo. Son miles

Page 7: Recuperando el Monzón

6 Recuperando el Monzón

Prólogo

los productores, habitantes de caseríos y distritos en el valle, que se han

unido a los programas productivos que impulsa este gobierno, de la mano

con todos los sectores, con todos los niveles del Estado, sociedad civil y

cooperación internacional.

Ello tiene una explicación, pues, desde el inicio, nos preocupamos

en desarticular las redes de narcotráfico y reducir sistemáticamente la

superficie anual de cultivos, base y motor de la economía ilegal. La Policía

Nacional del Perú desempeñó un papel fundamental con la captura de

quienes encabezaban estas organizaciones criminales. Luego, reforzamos

decididamente las acciones de control de cultivos con el más alto

profesionalismo del Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos

Ilegales en el Alto Huallaga (CORAH). La instalación de comisarías, la

inversión en infraestructura, la presencia física de instituciones –que

antes simplemente no existían en el lugar– fue un imperativo en los dos

últimos años. Siempre junto con la población, la creación de redes de

seguridad dio lugar a un proceso de cambio que, es importante subrayar,

aún no culmina.

Como titula esta serie, conjugar la seguridad con el desarrollo

humano y el desarrollo alternativo de las poblaciones es el horizonte de

la intervención en la lucha contra las drogas, que este gobierno impulsa.

Pero nada de eso es posible sin el empoderamiento de la población, sin

su confianza y participación. Los convenios productivos de no resiembra

de coca y, en su lugar, asistencia productiva en café y cacao y otros

productos alternativos son el corazón de este proceso y una apuesta

decidida para su sostenibilidad. Porque es junto con la población que el

gobierno institucionaliza proyectos productivos y los hace sostenibles,

con una mirada de largo plazo, soporte técnico y, lo más importante,

responsabilidades compartidas.

Page 8: Recuperando el Monzón

7Recuperando el Monzón

Prólogo

Sin embargo, los acuerdos productivos no son ni serán sostenibles

sin un trasfondo de inversiones sociales y económicas. Y esa ha sido y es

la apuesta del gobierno con la población del Monzón y con todas las zonas

del país que aún experimentan las consecuencias negativas de años de

aislamiento y opresión por el narcotráfico.

En el último año se han acelerado las transferencias económicas

a los gobiernos subnacionales en estos contextos. Las campañas de salud,

contra la desnutrición crónica, y las inversiones en infraestructura

educativa forman parte del panorama de cambio que se busca consolidar

en el Monzón. El despliegue abarca también a la economía local, pues

los emprendimientos no son sostenibles sin una efectiva articulación con

los mercados. El gobierno ha impulsado, bajo esa lógica, a los comités

de productores, fomentando su formalización y aportando el soporte

técnico indispensable. En beneficio de los pequeños agricultores, el

acceso a créditos agrarios, la titulación de tierras y una tarea sistemática

de recuperación de suelos degradados es el horizonte. Las inversiones

en infraestructura económica tienen aquí un rol protagónico. En la

actualidad, se viene reconstruyendo la carretera que une Huamalíes

con Tingo María y se tiene ya lista la puesta en marcha del proyecto del

corredor que unirá el valle del Monzón con la franja costera de Ancash,

facilitando enormemente la conexión de los agricultores con los grandes

mercados.

En tan solo tres años, las bases están sentadas. La historia reciente

del Monzón atestigua cambios, pasando del más profundo abandono, de la

violencia y el terror, a un escenario que combina la seguridad, garantizada

por la presencia física de instituciones del Estado y por los proyectos

productivos en plena marcha. El cambio social en escenarios como el

Monzón no es logro de una sola persona, de una sola institución, sino de

Page 9: Recuperando el Monzón

8 Recuperando el Monzón

Prólogo

todos los actores políticos y sociales unidos bajo la Estrategia Nacional de

Lucha contra las Drogas 2012-2016, liderada por DEVIDA. Sin embargo,

lejos de autoproclamar triunfos, el desafío es continuar y perseverar en

la tarea de consolidar el desarrollo alternativo integral y sostenible. Aún

existen varias tareas pendientes, como por ejemplo la reforestación de

los suelos, el sostenimiento en el tiempo de los cultivos de cacao y de

café y la ampliación de los programas sociales. El gobierno, a través de

esta publicación, reitera una lucha sin concesiones contra el narcotráfico,

el crimen organizado y la delincuencia, y ratifica su compromiso con

el Monzón y con todas las poblaciones que, con valentía, decidieron

abandonar el subdesarrollo y la criminalidad –herencia identificable del

narcotráfico- y apostaran por la paz y el desarrollo.

Ollanta Humala TassoPresidente Constitucional de la República

Page 10: Recuperando el Monzón

El Monzóny su significado

Según el reciente informe de Monitoreo de cultivos de coca 2013,

publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y

el Delito (UNODC) y la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin

Drogas (DEVIDA), el Perú registra la reducción más importante del área

total de cultivos de coca en las dos últimas décadas: de 60,400 hectáreas

el año 2012 a 49,800 hectáreas cultivadas el año 2013, una disminución

equivalente a 17.5%. Este dato, calificado por la propia ONU como un

«quiebre histórico», posiciona al Perú como un país comprometido en el

escenario regional con estrategias exitosas de lucha contra las drogas.

No debe olvidarse que, para el gobierno del presidente Ollanta Humala,

estas políticas públicas deben ir unidas a un concepto fundamental:

la asociación entre la seguridad humana, los derechos humanos y el

desarrollo en la infraestructura.

En los últimos tres años, aproximadamente, ha sido notable el

avance en la reducción de cultivos para fines ilícitos, debido a las acciones

de carácter multisectorial promovidas por el Estado. En perspectiva

histórica, ha sido un logro importante la desarticulación de redes

asociadas al tráfico ilícito de drogas por parte de la Policía Nacional del

Perú (PNP), sumada a las acciones de control de cultivos desarrollada

por el Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales en el

Page 11: Recuperando el Monzón

10 Recuperando el Monzón

El Monzón y su significado

Alto Huallaga (CORAH). En paralelo, ha contribuido en forma decisiva

a alcanzar las mencionadas cifras, la implementación de los planes y

programas de desarrollo alternativo integral y sostenible coordinados

por DEVIDA como política de intervención institucional, de acuerdo a la

Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas (ENLCD); la cual, a su

vez, contempla acciones del denominado «Plan de Poserradicación». Este

tiene por objetivo central brindar apoyo social y económico-productivo a las

poblaciones afectadas por la erradicación de cultivos ilícitos, promoviendo

las bases e instrumentos para su autosostenimiento. En tal sentido, los

resultados de este complejo trabajo de poserradicación implementado en

el valle del Monzón, que DEVIDA muestra en esta publicación, documenta

un importante proceso de cambio: de una situación de dominio territorial

de redes de tráfico ilícito de drogas y de proliferación de cultivos de coca,

hacia un escenario en el que predomina la seguridad, las oportunidades,

la esperanza y se sientan las bases para el desarrollo de una economía

lícita. En resumen, el presente documento sistematiza la experiencia de

poserradicación y pretende ser un análisis centrado en los procesos de

socialización, seguridad y desarrollo alternativo realizados en el Monzón.

En el año 2012, existía un registro de 6,564 hectáreas de cultivo de

coca, solo en el distrito de Monzón. Para el año 2013, la situación cambió

drásticamente y el Monzón pasó a registrar un total de 227 hectáreas

de cultivo de coca, una disminución histórica de 54%. La proporción de

cultivos de coca en todos los distritos que conforman el valle del Monzón

pasaría entonces, de representar el 16% del total de hectáreas cultivadas

a nivel nacional, a representar tan solo el 0.45% de hectáreas cultivadas.

Estos porcentajes de alto impacto se han podido alcanzar gracias

a un elemento que resulta de importancia trascendental: la decisión

política del presidente Humala, que desde el primer día de su gobierno

se preocupó por el Monzón, por su desarrollo y seguridad. Claves en este

Page 12: Recuperando el Monzón

11Recuperando el Monzón

El Monzón y su significado

proceso fueron la captura de Florindo Flores Hala (a) «Artemio» el 12 de

febrero del 2012 y la instalación de más de 20 comisarías en toda la zona,

desde cuyos ejes de seguridad se impulsó la desarticulación de los grupos

terroristas y se dieron golpes certeros al narcotráfico.

Hoy, los importantes cambios socioeconómicos evidenciados en el

valle del Monzón, refieren a un caso ejemplar de intervención integral

que tiene rostro humano; no obstante el camino de desafíos y problemas

pendientes, como la reducción sostenida de la pobreza, promover calidad

de vida, frenar la grave desnutrición de la población y atenuar los impactos

ambientales generados por el uso intensivo de agroquímicos en el cultivo

de coca.

Bajo esa lógica, la experiencia producida en el Monzón enseña

que no es suficiente dotar de recursos, asistencia técnica o insumos para

nuevos cultivos en una tierra deforestada por acción del narcotráfico

(tala, quema, degradación, contaminación de suelos); hace falta el enfoque

de multisectorialidad y articulación sostenida del Estado en alianza

estratégica con el sector privado. Es imprescindible establecer acuerdos

de cooperación productiva y de no resiembra de coca, que impliquen

compromisos y responsabilidad compartidos.

Es clave tener un enfoque integral acercando la plataforma

de servicios del Estado (comisarías, escuelas, centros de salud);

rehabilitar vías de acceso, mercados; fomentar la participación política

y gobernabilidad con las juntas vecinales y los comités de productores,

entre otros.

La experiencia en el Monzón deja, pues, valiosas lecciones

replicables en otros contextos y es útil como referente para las actuales

intervenciones en los distritos de Pólvora y Caballococha, nuevos ejes de

presencia activa del Estado y de recuperación de los espacios democráticos

en los que DEVIDA trabaja actualmente.

Page 13: Recuperando el Monzón

12 Recuperando el Monzón

El Monzón y su significado

DEVIDA ingresó al Monzón tras 40 años de olvido. Hoy es una

población que camina hacia la inclusión y es nuestra obligación el

procurarle seguridad, paz y desarrollo, acompañándola en ese proceso

y, con ello, contribuir al mandato presidencial de reducir la pobreza y la

superficie ilegal de sembríos de coca. En ese propósito nos encontramos.

Lima, junio de 2015

Alberto Otárola PeñarandaPresidente Ejecutivo

DEVIDA

Page 14: Recuperando el Monzón

Resumenejecutivo

El área de cultivos de coca en el Perú ha experimentado una importante

reducción en los dos últimos años de registro: 2013 y 2012 (UNODC

y DEVIDA, 2014). Caseríos, distritos y valles (caracterizados, antaño,

por la proliferación de cultivos ilícitos y por el funcionamiento de redes

asociadas al TID) sobresalen, hoy, como casos ejemplares de intervención

en desarrollo alternativo integral y sostenible.

El presente estudio documenta el complejo proceso de cambio

económico, social y político por el que ha atravesado el valle del Monzón1

en los últimos años y sistematiza la experiencia de implementación del

«Plan de Poserradicación» en ese contexto: sus principales avances y

logros a la fecha.

La poserradicación es una iniciativa de carácter integral y

multisectorial impulsada por el Estado. El fin de la misma es atenuar

los impactos socioeconómicos del control de cultivos y consolidar las

bases económicas, sociales y políticas para un cambio en las dinámicas

productivas locales, basado en el desarrollo alternativo integral y

1. Ubicado en la provincia de Huamalíes (departamento de Huánuco).

Page 15: Recuperando el Monzón

14 Recuperando el Monzón

Resumen ejecutivo

sostenible (DEVIDA, 2012); por tal motivo, la investigación, que el

Observatorio Peruano de Drogas de DEVIDA pone a disposición, se

enfoca en la implementación del «Plan de Poserradicación» en el Monzón,

especialmente, en la puesta en marcha de la fase de socialización en

distritos y caseríos en dicho ámbito de intervención. El estudio corrobora la

importancia de este proceso para consolidar una modificación sustantiva

de las estructuras económicas, sociales y políticas que sostienen al cultivo

ilegal de coca y al tráfico ilícito de drogas como actividades regulares,

para evitar riesgos de resiembra y generar redes de seguridad en base al

desarrollo alternativo integral y sostenible2.

La investigación se basa en evidencia estadística, documental y

en material cualitativo, fruto de un trabajo de campo en la parte baja

del valle del Monzón. La data obtenida permite comprender el proceso

de cambio social ocurrido en dicho contexto (desde una economía basada

en el cultivo de coca hacia una economía que empieza a consolidarse en

un horizonte de desarrollo alternativo integral y sostenible); permite,

asimismo, comprender cómo se llevó a cabo la implementación del «Plan

de Poserradicación»: se da cuenta de las razones implicadas en el saldo

positivo de la intervención, los principales avances, problemas y desafíos

pendientes. En esa línea, el estudio ofrece importantes conclusiones y

recomendaciones de políticas públicas.

Dado que el Plan continúa esta investigación no debe ser analizada

como una síntesis final de sus resultados. Se sugiere que el estudio debe

2. La poserradicación comprende un conjunto de procesos y actividades dirigidos a atenuar el impacto de las acciones de erradicación y sentar bases para lograr una perspectiva de desarrollo alternativo integral y sostenible. En la actualidad, los procesos de poserradicación a nivel nacional están adscritos al Programa

Presupuestal Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible de DEVIDA, y forma parte de la actividad n° 5: Atención a la población poserradicación.

Page 16: Recuperando el Monzón

15Recuperando el Monzón

Resumen ejecutivo

entenderse más bien en su carácter descriptivo y no en uno que intenta

hacer un análisis de los impactos o busca efectos generalizables. El

propósito del estudio fue sistematizar una experiencia relevante en el

marco de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012-2016 y

por tanto adquiere más bien un método historiográfico donde el eje recae

en la construcción de las instituciones estatales en un contexto previo de

economía ilegal.

Dicho esto, ¿cómo ha sido el proceso de cambios sociales ocurrido

en el Monzón que esta investigación describe extensamente? ¿Cuál es la

importancia del “Plan de Poserradicación” en este contexto? En el período

que comprende los años 2005 y 2009, en la zona del Alto Huallaga, por

cada S/. 100.00 nuevos soles relativos al Valor Agregado Bruto (VAB)3

agrícola, es decir, el valor final de todos los productos lícitos agrícolas,

existía un promedio de S/. 85.00 nuevos soles equivalentes al ingreso

potencial proveniente de la venta de clorhidrato de cocaína (SIMDEV,

2014; SIRTOD, 2014; UNODC y DEVIDA, 2014).

Los datos de VAB agrícola sostienen una idea matriz: el arraigo

del cultivo de coca en territorios dominados por redes asociadas al TID

dificultan la provisión de servicios sociales por parte del Estado. En

casos similares, en cuanto a disputas, la evidencia comparada muestra

que en contextos de disputas territoriales, de alta conflictividad,

las capacidades de los Estados –en términos de alcance territorial y

funcionamiento estable– se ven sumamente limitadas (Acemoglu et al.,

2013; Hanson & Sigman, 2013). Precisamente, en el valle del Monzón, el

3. El valor agregado bruto (VAB) hace referencia al Producto Bruto Interno (PBI) menos los impuestos indirectos que gravan las operaciones de producción. El PBI es el valor monetario de todos los bienes y servicios finales que se producen en una economía.

Page 17: Recuperando el Monzón

16 Recuperando el Monzón

Resumen ejecutivo

registro testimonial señala que el alcance de las políticas y los programas

públicos hallaba limitantes en el funcionamiento de redes asociadas al

TID y de movimientos que – en algunas coyunturas críticas– ocasionaban

escenarios de alta tensión y conflictividad.

Una lectura comparada de los principales indicadores de desarrollo,

durante la década pasada, soporta este argumento: en el año 2009, la

pobreza alcanzaba el 34.8% a nivel nacional; sin embargo, considerando

únicamente el promedio de los distritos del Monzón, este indicador subía

hasta un 66.4%. Del mismo modo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH)

nacional marcó la cifra de 0.5058 en el año 2012; el promedio de los

distritos que componen el valle del Monzón, en cambio, marcó una cifra

de 0.28, es decir, apenas poco más de la mitad del IDH promedio a nivel

nacional (PNUD, 2013). De forma similar, el Perú alcanzó un Índice de

Densidad del Estado (IDE) de 0.7666 en el año 2012; mientras que, en las

provincias que comprenden la cuenca del Monzón, el promedio de IDE era

de 0.62 (PNUD, 2013).

Erradicación de almácigos de hoja de coca

Page 18: Recuperando el Monzón

17Recuperando el Monzón

Resumen ejecutivo

A fin de interrumpir el ciclo de consecuencias negativas

relacionadas al TID, el Estado peruano –a través del Proyecto Control

y Reducción del Cultivo de Coca en el Alto Huallaga (CORAH)– dispuso

acciones sistemáticas de erradicación de cultivos de coca e interdicción a lo

largo de la cuenca baja y alta del valle del Monzón. El desarrollo de estas

actividades fueron requisitos funcionales para: 1) Interrumpir el soporte

material que determinaba la demanda y reproducción de la cadena de

valor de derivados cocaínicos. 2) Desarticular las redes de tráfico ilícito

de drogas y movimientos anexos que ejercían control territorial, político,

social y económico en los distritos y caseríos que componen dicho valle.

A la luz de la evidencia empírica de este estudio (registro

cualitativo, documental y fotográfico), las acciones referidas condujeron a

una reducción significativa de la inseguridad en la zona y permitió acentuar

la presencia del Estado de forma progresiva. La erradicación de cultivos

de coca detuvo el circuito operativo que determinaba la reproducción del

TID y, en paralelo, las redes de tráfico ilícito y los movimientos anexos

a ellas perdieron legitimidad y capital político de respaldo por parte de

la población. La captura de líderes y mandos medios vinculados a la

economía ilegal reforzó la pérdida de liderazgo.

Si bien generar seguridad y condiciones de intervención es

necesario en el corto plazo, esto no es suficiente para modificar las

estructuras que sostienen la reproducción del TID. En efecto, la

erradicación mitiga la reproducción de la cadena de valor del TID, pero no

garantiza por sí sola que la población reoriente su dinámica productiva y

disminuyan las probabilidades de resiembra de coca. Las intervenciones

de poserradicación –siguiendo esta línea argumental– son necesarias, a

fin de lograr una transformación integral de aquellas estructuras.

Por consiguiente, se puede observar que los desafíos en este

contexto eran varios: 1) continuar con la política de erradicación de

Page 19: Recuperando el Monzón

18 Recuperando el Monzón

Resumen ejecutivo

cultivos ilegales de coca para mantener controlada la probabilidad de

reproducción del TID; 2) atenuar el impacto directo que la erradicación

pudiese tener sobre la seguridad alimentaria de la población en el corto

plazo; 3) generar oportunidades de desarrollo que coadyuven a reorientar

las dinámicas productivas (cultivos de café y cacao, principalmente); 4)

generar vínculos de confianza con la población; 5) propiciar el diálogo y

la participación a través de plataformas políticas que, al mismo tiempo,

generen eficacia colectiva4 (juntas vecinales); 6) propiciar la conformación

de comités productivos con el objetivo de que el proceso de desarrollo

alternativo augure sostenibilidad en el tiempo y no dependa solamente

del soporte estatal.

A la fecha, los avances son alentadores e incentivan a persistir en

los esfuerzos de cambio; pues son un total de 4003 familias las que han

firmado actas de entendimiento y compromisos de no resiembra de coca,

con el Estado. La firma de actas de entendimiento, según corrobora la

información documental de este estudio, se ha traducido en la instalación

de 2340 ha de cacao y 1687 ha de café, y de 1591 unidades de biohuerto

entre 2013 y 2014. De las metas productivas pautadas solo para el

año 2013, la poserradicación en el Monzón muestra un porcentaje de

ejecución superior al 85%, lo que perfila un cambio en el paisaje de las

dinámicas socioeconómicas a largo plazo. Tomando como referencia las

intervenciones exitosas en materia de desarrollo alternativo integral y

sostenible llevadas a cabo en la región San Martín (UNODC, 2011), se

espera que los resultados preliminares de la intervención en el Monzón

logren consolidar una perspectiva de desarrollo a largo plazo y sean un

modelo de intervención.

4. Se entiende por eficacia colectiva la agregación coyuntural de esfuerzos desde la sociedad para gestionar mecanismos de control social informal.

Page 20: Recuperando el Monzón

19Recuperando el Monzón

Resumen ejecutivo

En esta misma línea, la implementación del «Plan de

Poserradicación» ha coadyuvado a consolidar los procesos tendientes a

la seguridad territorial y social del valle del Monzón. Lo primero refiere

a un aumento de la presencia física de personal policial: instalación

de comisarías y cuerpos de las distintas unidades; lo segundo, a una

percepción extendida de tranquilidad y paz por parte de la población y por

parte de personas externas al ámbito de intervención. En la actualidad,

el valle del Monzón es una zona de libre acceso y de libre tránsito. Según

el registro testimonial, construido para esta investigación, el «Plan de

Poserradicación» –con la presencia constante de funcionarios del Estado–

ha logrado disminuir las percepciones de desconfianza y temor por parte

de la población y, más bien, ha incrementado la percepción de conformidad

con la legalidad.

Vivero de cacao

Page 21: Recuperando el Monzón

20 Recuperando el Monzón

Resumen ejecutivo

Es de subrayar, por otro lado, que la intervención precitada ha

logrado influir positivamente en la reorganización de la política local

comunitaria. Esto se debe –fundamentalmente– a la conformación de

juntas vecinales. El componente de socialización, que este documento

reseña in extenso, ha puesto énfasis en la construcción de este tipo

de mecanismos participativos que institucionalizan un sentido de

pertenencia, un nosotros articulado no a la reivindicación de una actividad

ilícita, sino a una plataforma de representación política con capacidad

de movilización y canalización de demandas en los distintos niveles de

gobierno (Touraine, 1999; Tilly, 1993).

Comisaría de familia del centro poblado de Cachicoto - Monzón

Page 22: Recuperando el Monzón

21Recuperando el Monzón

Resumen ejecutivo

Por otra parte, la formación de juntas vecinales ha permitido a la

población un mayor control y certidumbre sobre la marcha de los proyectos

productivos implementados en el marco del «Plan de Poserradicación». De

la misma forma ha permitido la creación de comités de productores; sin

embargo, el matiz diferencial con las juntas vecinales es que estos últimos

constituyen mecanismos que permitan una articulación efectiva del ámbito

de intervención con los mercados de bienes y servicios. Con la creación

de juntas vecinales y comités de productores, la institucionalización de

cargos políticos representativos y los mecanismos de articulación con el

mercado, el «Plan de Poserradicación» busca expandir la confianza en el

Estado y consolidar procesos de desarrollo en el marco de una economía

legal.

En resumen, la intervención en el Monzón ha logrado vincular dos

campos a menudo disociados: la seguridad en el mediano plazo y, de otro

lado, el desarrollo alternativo integral y sostenible en el largo plazo, y bajo

un enfoque integral y multisectorial5. Esto es importante pues posiciona al

Plan y a su implementación en línea con el enfoque de desarrollo humano

del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD 2014) y,

también, con el enfoque de desarrollo sostenible de la Comisión Mundial

sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (ONU 2002).

5. Entendemos por corto plazo la protección de la población poserradicación según el Programa Presupuestal de Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible (2012). Por lo tanto se puede comprender que el largo plazo se relaciona con un cambio de la dinámica económica orientada a lo lícito.

Page 23: Recuperando el Monzón

Ejército del Perú en el Valle del Monzón - mantenimiento de vía vecinal

Nuevo Rondos - Corvinilla Alta

Page 24: Recuperando el Monzón

Objetivos

La investigación tiene como premisa, fundada en evidencia, que

el valle del Monzón ha experimentado un complejo proceso de

cambios sociales, políticos y económicos. La raíz del cambio remite a

poderosas fuerzas sociales (crecimiento económico, migración, aumento

de las redes de servicios, etc.); además, coincide temporalmente con la

intervención del Estado, a través de la política de control de cultivos

y la implementación subsecuente del «Plan de Poserradicación». Por

ende, resulta imprescindible comprender la dinámica del cambio en este

contexto y en relación con las intervenciones mencionadas.

Objetivo generalComprender las dinámicas de cambio social, político y económico en el

valle del Monzón, desde el año 2013, a partir de la implementación y

puesta en marcha del «Plan de Poserradicación».

Este planeamiento implica desglosarlo en los siguientes objetivos

específicos y, de este modo, articular un diseño de investigación consistente

en términos metodológicos.

Objetivos específicos1. Comprender la situación de la seguridad y las actividades económicas

centradas en el cultivo de coca en el valle del Monzón hasta el año

2014.

Page 25: Recuperando el Monzón

24 Recuperando el Monzón

Objetivos

2. Caracterizar la situación del valle del Monzón en función de los

principales indicadores de pobreza y desarrollo hasta el año 2014.

3. Evaluar los avances y logros de las prácticas de socialización,

componente del «Plan de Poserradicación» dirigido a generar confianza

y acuerdos entre la población y el Estado.

4. Explicar los principales resultados y desafíos del “Plan de

Poserradicación” en el valle del Monzón desde el año 2013, fecha en

que fue puesto en marcha.

5. Evidenciar como la implementación de un plan posiciona a Devida

como el organismo que impulsa políticas públicas que permiten al

Estado peruano ganar legitimidad a través de la construcción de

instituciones.

Page 26: Recuperando el Monzón

Capacitación en el cultivo de cacao a ex cocaleros

Cosecha de hortalizas - biohuerto

Page 27: Recuperando el Monzón

Metodología

Bajo esa disposición de objetivos, el estudio sistematiza la experiencia

de poserradicación en el Monzón y su ámbito de influencia (Supte

y Puente Durand). Para ello, el estudio plantea dos ejes metodológicos

y toma en cuenta las ventajas y las limitaciones de la información

documental disponible y la data recogida en campo.

Primer ejeSe realiza una reconstrucción de las cifras oficiales que anualmente

reportan la proporción de hectáreas cultivadas de coca a nivel nacional

(UNODC y DEVIDA, 2014). Luego, se dispone de mediciones que

comparan la ratio de la economía ilícita con la economía de productos

agrarios lícitos, lo que permite contrastar el peso relativo de la economía

ilícita con la situación de pobreza y desarrollo humano en el ámbito de

intervención. Con ello, se busca demostrar que el peso relativo de la

economía ilícita, centrada en el cultivo de coca en el valle del Monzón, no

es correlativo con mejoras en los niveles de pobreza y desarrollo humano6.

Por último, se utiliza fuentes documentales para sistematizar el «Plan de

Poserradicación» en sus términos formales de diseño y organización.

6. Con arreglo a este eje, se ha utilizado información estadística proveniente de los principales sistemas de registro (INEI, Ministerio de Economía y Finanzas, Naciones Unidas); también se ha utilizado información secundaria disponible en el Plan Operativo Monzón 2013 (DEVIDA, 2013b), en la sistematización del «Plan de Poserradicación» (DEVIDA, 2014a) e información de uso interno administrada por la Dirección de Promoción y Monitoreo y por la Dirección de Asuntos Técnicos, ambas órganos de línea de DEVIDA.

Page 28: Recuperando el Monzón

27Recuperando el Monzón

Metodología

Segundo ejeSe realiza un análisis profundo de la implementación del «Plan de

Poserradicación» basado en evidencia etnográfica y testimonial obtenida

directamente del contexto de intervención y enfocada sobre la marcha

del proceso de socialización y la firma del «Acta de entendimiento» entre

el Estado y los distintos distritos y caseríos. El trabajo de campo fue

realizado por el equipo del Observatorio Peruano de Drogas (OPD) en el

mes de mayo de 2014, a lo largo de los distritos y caseríos que conforman

la cuenca baja del río Monzón y los ámbitos de intervención periféricos

(Supte y Puente Durand), ubicados a una hora de la ciudad de Tingo

María.

En este caso, la construcción de evidencia de terreno se organizó

con el empleo de tres herramientas. La primera, fue el registro etnográfico

de los distritos y caseríos que conforman la cuenca baja del Monzón –

preferentemente en aquellos con instalaciones de café, cacao y biohuertos

implementados en el marco del Plan– donde fue posible identificar la

presencia reciente del Estado y realizar un monitoreo continuo de las

actividades de socialización llevadas a cabo por el personal de DEVIDA.

La segunda, fue la realización de entrevistas semiestructuradas con

participantes del «Plan de Poserradicación», autoridades y líderes de

comunidades firmantes de las actas de entendimiento, así como con

personal del área de socialización de la Oficina Zonal de DEVIDA de Tingo

María. Finalmente, información documental proveniente del registro

PIRDAIS dio lugar a una descripción de los principales resultados del

programa.

Page 29: Recuperando el Monzón

28 Recuperando el Monzón

Metodología

Ventajas y limitacionesEl uso de métodos cualitativos obedece a dos razones. En primer

lugar, las características del contexto de intervención dificultaron

un registro cuantitativo sistemático de incidencias relacionadas con

la situación de la seguridad en la zona (previa a la intervención del

Estado con los planes de erradicación y poserradicación). La limitada

disponibilidad de información cuantitativa sobre el estado de la seguridad

impidió trazar comparaciones exhaustivas en dos tiempos distintos: antes

de la intervención del Estado y posterior a aquella. Toda comparación en

materia de seguridad es realizada en función de evidencia cualitativa

que, pese a sobrepasar el punto de saturación, puede ser considerada

fiable. Por eso mismo, se utiliza el término «impacto» con reservas y se da

prioridad a los términos «avances» y «logros».

En segundo lugar, el componente eje del «Plan de Poserradicación»

–la fase de socialización– supone la puesta en marcha de mecanismos de

relación social continua tendientes a la institucionalización de acuerdos

entre funcionarios de DEVIDA y la población, cuyos resultados materiales

–implementación de instalaciones de café, cacao y biohuertos– aún están

en marcha. Se trata, entonces, de un proceso y una experiencia social,

cuyas principales etapas y mecanismos se adecúan a un trabajo de recojo

y registro cualitativo.

Page 30: Recuperando el Monzón

ÁMBIT

O D

E INFLUENCIA

DEL V

ALLE D

EL M

ONZÓN

(com

prendid

o en

el presente estudio)

Page 31: Recuperando el Monzón

Las consecuencias del TID y el cultivo

de coca en la economía del Monzón

El TID (tráfico ilícito de drogas) comprende un conjunto diferenciado

de actividades ilícitas con fines económicos, cuya estructura interna

obedece a una lógica de cadena de valor: cultivo de coca, acopio, transporte

y comercialización (López & Vizcarra, 2012). Este encadenamiento

supone una administración de recursos, actores, dinámicas y actividades

diferenciados según cada eslabón; por otro lado, supone también

condiciones económicas, sociales y políticas que –en un tiempo y espacio

específicos– hacen posible la reproducción y articulación entre las partes

(Kenney, 2007). Bajo esta lógica, cada eslabón de la cadena tiende a

desarrollar una relación simbiótica con el espacio físico, entrelazándose

con las dinámicas económicas y sociales dispuestas territorialmente.

En el Perú, el cultivo de coca es el eslabón de la cadena con una

mayor presencia a nivel nacional (UNODC y DEVIDA, 2014). A diferencia

de México y Centroamérica, principalmente regiones de tránsito de

derivados cocaínicos (ver: McGee, 2013; Carlsen, 2012; Dell, 2012), el

Perú se caracteriza por ser un país que produce y abastece de materia

prima a las estructuras de comercio ilegal (Mejía & Rico, 2010; UNODC

1

Page 32: Recuperando el Monzón

31Recuperando el Monzón

Las consecuencias del TID y el cultivo de coca en la economía del Monzón

y DEVIDA, 2014). En consecuencia, a lo largo del país se halla una

diversidad de cuencas cocaleras: Bajo Amazonas, Marañón, Alto Chicama,

Alto Huallaga, Aguaytía, Pichis-Palcazú Pachitea, La Convención y

Lares, el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, Kcosñipata, San

Gabán, Inambari y Tambopata, entre otras.

En alguno de los precitados valles, el cultivo de coca funciona como

una actividad complementaria, es decir, en ellos el total de cultivos no

representa una proporción significativa y no tendría un peso gravitante

en las economías domésticas (UNODC y DEVIDA, 2014). En otros, sin

embargo, el cultivo de coca constituye una actividad cardinal: soporte de

las economías domésticas y núcleo de las dinámicas sociales (INEI, 2012).

De ahí, entonces, su reproducción y arraigo en el tiempo. La centralidad

del cultivo de coca no suele ser excluyente; por el contrario, a ella suelen

integrarse actividades complementarias, como por ejemplo la venta y

comercialización de insumos químicos (DEVIDA, 2013; INEI, 2012).

Hasta el año 2011, la cuenca del Alto Huallaga –donde se halla

ubicado el valle del Monzón– era el principal centro de producción cocalera

en el Perú (UNODC y DEVIDA, 2014). Entre los años 2003 y 2009, aquella

experimentó un crecimiento ininterrumpido del total de hectáreas de

cultivo de coca. Durante ese intervalo de tiempo, aproximadamente, la

extensión total de estos cultivos en el Alto Huallaga representó un tercio

del total a nivel nacional. De esto deriva una premisa fundamental para

el análisis: en términos económicos, los valles que conforman la cuenca

del Alto Huallaga eran sistémicamente dependientes del cultivo de coca7.

7. Sin embargo, desde el 2010 (y en adelante) la evidencia empírica indica una disminución en la extensión de los cultivos ilícitos de coca: se ha pasado de 17,497 ha, en el 2009, a 4302 ha, en el 2013. El decrecimiento interanual ha sido sistemático: entre el 2011 y el 2010, se registró un decrecimiento del 4.64% en la extensión de cultivos de coca; entre el 2011 y el 2012, este último se acentúo a 25.56%, y, entre el 2012 y el 2013, la disminución alcanzó un histórico de 54.8%.

Page 33: Recuperando el Monzón

32 Recuperando el Monzón

Las consecuencias del TID y el cultivo de coca en la economía del Monzón

El Gráfico n° 1 corrobora que el cultivo de coca tenía un peso

gravitante en las economías de los valles que conforman el Alto Huallaga.

El resultado de dividir el VAB agrícola de la región Huánuco entre la

cantidad potencial de dinero obtenido por la venta de cocaína (esta última

en función del total de hectáreas de cultivo de coca en esa misma región

durante el último año de registro)8 permite reafirmar el argumento:

una vez aplicado el cociente para el período 2004-2009, se observa que

8. Este monto anual (dinero potencial adquirido) fue hallado a través del siguiente proceso: primero, se multiplicó el número de hectáreas anuales (n° ha) identificadas en el Alto Huallaga por 2100 kg, el rendimiento promedio de hoja de coca seca al sol (UNODC, 2013). Luego, se procedió a dividir aquel resultado entre 375, cantidad necesaria en kilos de hoja de coca seca al sol para producir un kilogramo de cocaína 100% pura. Este estimado es solo una aproximación que se presenta en el Monitoreo de Cultivos de Coca publicado el 2008 que hace alusión a los cálculos de la Operación Breakthrough llevada a cabo por los Estados Unidos entre los Años 2003 y 2004. Esta división permite traducir el número de kilos de hoja de coca en kilos de clorhidrato de cocaína. Una vez hallado el número potencial de kilos de cocaína se procedió a multiplicar por el precio promedio de un kilo de cocaína en el Alto Huallaga registrado por DEVIDA (SIMDEV, 2014). La fórmula para hallar el dinero potencial a comprar con el VAB agrícola sería el siguiente: [(n° ha * 2100 kg)/375]*precio.

Page 34: Recuperando el Monzón

33Recuperando el Monzón

Las consecuencias del TID y el cultivo de coca en la economía del Monzón

la cantidad de dinero potencial obtenido por la venta de clorhidrato de

cocaína registra una cifra cercana o superior al VAB agrícola (ver Tabla

n°1).

Justamente, siguiendo con esta línea de evidencias, la Tabla

n° 1 muestra que, en el año 2009, por cada S/. 100.00 nuevos soles

correspondientes al VAB agrícola de Huánuco en el mercado legal, se

registran S/. 109.00 nuevos soles en el ilegal, provenientes de la venta

potencial de clorhidrato de cocaína. De la situación descrita –en que

predominaba el cultivo de coca– se colige una pregunta: ¿cuáles eran los

destinos de aquellos montos de dinero, si los principales indicadores de

desarrollo del Monzón mostraban cifras que lo situaban (muy) por debajo

Page 35: Recuperando el Monzón

34 Recuperando el Monzón

Las consecuencias del TID y el cultivo de coca en la economía del Monzón

del promedio nacional9? La situación del valle del Monzón podía ser

paradigmática de la dependencia descrita: los distritos que comprenden

este valle sumaban un total de 10,833 ha, una cifra equivalente al 83%

del total de hectáreas cultivadas en el Alto Huallaga y al 16% del total de

hectáreas cultivadas a nivel nacional (UNODC, 2013; SIMDEV, 2014)10.

El cultivo de coca constituía el centro de las dinámicas económicas,

sociales y políticas del valle del Monzón. Al respecto, DEVIDA (2013a)

ha realizado un estudio exhaustivo que describe la situación de la

9. En el Perú, el cultivo de coca está estrictamente fiscalizado por las normas nacionales, las cuales no permiten el cultivo ni comercialización de hoja de coca sin la autorización previa de ENACO. Sin embargo, tal como está planteada la normativa actual, no se puede considerar en estricto al cultivador de coca como un criminal, ya que el cultivo sin licencia no está penalizado. Por lo cual, en el Perú, este cluster no puede ser considerado como una actividad criminal (López & Vizcarra, 2012).

10. Como será analizado más adelante, lo llamativo es que el valle del Monzón experimentaría una drástica reducción en el total de hectáreas de cultivo de coca. Como muestra el Gráfico n° 2, el año 2013 registró un total de 227 ha, cifra que representa solamente el 5.27% del total cultivado en el Alto Huallaga y 0.45% del total nacional.

Page 36: Recuperando el Monzón

35Recuperando el Monzón

Las consecuencias del TID y el cultivo de coca en la economía del Monzón

11. Este estudio comprende las localidades de Camote, Jorge Chávez, Manchuria, Palo de Acero, Palo Wimba, Paujil, Pozo Rico, Sachavaca y Soledad.

cuenca baja del Monzón, previa implementación de las actividades de

erradicación y poserradicación11. Dicha investigación informaba que el

ingreso promedio anual por las actividades agrarias lícitas de los jefes

del hogar –encuestados en el marco de aquel estudio– alcanzó la cifra

de S/.1910.500 nuevos soles en el año previo a la implementación del

«Plan de Poserradicación». En esa misma línea, se observa que el ingreso

promedio anual por el cultivo de coca alcanzaba la cifra de S/. 4481.100

nuevos soles.

Se observa, entonces, que los ingresos relativos al cultivo

de coca –durante el año previo a la implementación del Plan– eran

significativamente mayores al promedio correspondiente de actividades

agrarias lícitas. Situando el cociente entre las dos magnitudes de

referencia, se encuentra una situación en que la economía ilícita hallaba

preponderancia frente a la economía agraria de bienes lícitos. Se ha

mencionado ya que el valor de venta del cultivo de la coca con respecto

al valor de venta de cultivos lícitos fue de S/. 6.500 nuevos soles, es decir,

por cada S/. 100.00 nuevos soles provenientes de la economía agraria

lícita, S/. 650.00 nuevos soles habrían provenido de la economía ilícita.

Podríamos afirmar entonces que existe una dependencia aproximada de

siete a uno. Las evidencias, sistematizadas en la Tabla n° 2, señalaban

términos de dependencia económica familiar respecto del monocultivo de

coca (DEVIDA, 2013a).

Por otro lado, el carácter importante del cultivo de coca deriva

además de la proporción de jefes del hogar que dedicaban tiempo a esta

actividad. Según DEVIDA (2013a), en la cuenca del Monzón, el 94,8% de

Page 37: Recuperando el Monzón

36 Recuperando el Monzón

Las consecuencias del TID y el cultivo de coca en la economía del Monzón

los jefes de hogar encuestados se dedicaban a la agricultura (1375 jefes

de hogar). De aquel total, un 78.9% declaraba dedicar tiempo al cultivo

de coca (1246 jefes de hogar) y, en contraste, un 56.2% declaraba dedicar

tiempo a algún tipo de cultivo lícito, como algodón, frijol, cacao o café (887

jefes de hogar).

Page 38: Recuperando el Monzón

37Recuperando el Monzón

Las consecuencias del TID y el cultivo de coca en la economía del Monzón

«No te voy a negar, con la coca he pagado la

educación de mis hijos, ¿no? Me ha dado algunas

cositas que no hemos tenido. Había para comprar,

para llevar, o sea, rendía porque daba bien todo el

año. Había para sacar y siempre venían a comprar.

[…] Todo era coca, sí. […] Eso sí, es verdad, ahora,

pues, se vive más tranquilo, que no haiga (sic)

violencia es bueno, mucho hemos sufrido acá […]

Problemas, pues, se emborrachaban. De mi vecina

su marido, sí, recibía amenazas, pero de eso se vivía,

pues» (Participante del «Plan de Poserradicación»).

La cita que antecede complementa que una proporción importante

de productores basaba su economía doméstica en el cultivo de coca. Este

garantizaba un flujo de ingresos regulares y era socialmente valorado en

tanto permitía sostener la economía familiar. Sin embargo, la evidencia

cuantitativa muestra, con claridad, que la dependencia en el cultivo de

coca no fue correlativa con menores niveles de pobreza ni con mayores

niveles de desarrollo humano. Todo lo contrario, realizando un paralelo,

los años en que el cultivo de coca constituía la actividad cardinal en el valle

del Monzón fueron, a su vez, tiempos en que la pobreza y exiguos niveles

de desarrollo humano coexistían. El cultivo de coca generaba ingresos

regulares, sí, pero el control territorial por parte de redes de tráfico ilícito

de drogas, la poca capacidad de alcance y estabilidad funcional de los

servicios sociales, la difícil articulación con el mercado y los riesgos, la

conflictividad y amenazas concomitantes a dicho contexto, repercutían en

una reproducción sistémica de la pobreza y la precariedad.

Page 39: Recuperando el Monzón

38 Recuperando el Monzón

Las consecuencias del TID y el cultivo de coca en la economía del MonzónGolpe clave al narcotráfico

Page 40: Recuperando el Monzón

Instalación de comisarías en el Valle del Monzón

Comisaría Palo de Acero

Comisaría Monzón

Comisaría Cachicoto

Page 41: Recuperando el Monzón

Situación socioeconómica

del Monzón

La sección anterior ha logrado articular un conjunto de problemas.

La preponderancia económica del cultivo de coca, coexistente con

un significativo control territorial, social y político por parte de las redes

asociadas al TID, dificultaba la implementación y el funcionamiento

regular de sistemas de protección social por parte del Estado (Hanson &

Sigman, 2013; Giraudy, 2012). En la misma línea, los niveles de tensión y

conflictividad acentuaban el aislamiento territorial y social del valle del

Mozón: los temores y desconfianzas de su población. El corolario era una

suma de condiciones sociales, económicas e institucionales adversas a la

consolidación de una perspectiva de desarrollo sostenible y a la reducción

de la pobreza (Acemoglu, Robinson, & Santos, 2013; Hufty, 2008).

En consecuencia, hacia el año 2009, y como se puede observar

en la Tabla n° 3, los niveles de pobreza monetaria en los distritos que

comprenden el valle del Monzón fueron altos (a comparación de los

promedios nacionales). Aquel año, la pobreza a nivel nacional alcanzaba

un promedio de 34.8%; mientras que la pobreza promedio en el valle

del Monzón afectaba al 66.4% de su población. De todos, el distrito del

Monzón fue el que registró un menor nivel de pobreza con 30.8%; en

2

Page 42: Recuperando el Monzón

41Recuperando el Monzón

Situación socioeconómica del Monzón

contraste con el de Churubamba, que registró el mayor nivel de pobreza

con 89.8%. Similar escenario resulta de analizar la pobreza extrema, la

cual afectaba al 68% de la población del distrito de Churubamba. Dicho

distrito era seguido por el de Marías, cuyo nivel de pobreza afectaba al

59.6% de su población.

Sin embargo, la pobreza no constituía el único problema social y

económico de los distritos que comprenden el valle del Monzón. El Índice

de Desarrollo Humano (IDH) complementa un conjunto de dimensiones

que son importantes para caracterizar comparativamente los estadios

socioeconómicos de la población en referencia12. Así, por ejemplo, el IDH a

nivel nacional alcanzó la cifra de 0.5058 en el año 2012. Por el contrario,

en este mismo período, el IDH del conjunto de distritos que comprenden

el valle del Monzón marcó un promedio de 0.28 (PNUD, 2013).

12. El Índice de Desarrollo Humano presenta un rango entre el 0 y el 1. El 0 es el nivel más bajo de desarrollo humano y el 1, el más alto.

Page 43: Recuperando el Monzón

42 Recuperando el Monzón

Situación socioeconómica del Monzón

Desagregando el IDH según componentes, cabe prestar atención

a los diferenciales para el período 2007-2012: la esperanza de vida

promedio al nacer fue de 74.31 años a nivel nacional; mientras que, en los

distritos del valle del Monzón, esta registró un promedio de 72.79 años.

Por otro lado, el promedio de la población con educación secundaria en

el Perú fue de 67.87%; mientras que el de los distritos del Monzón fue

de apenas 24.79%. Asimismo, las personas de 25 y más años registraron

en promedio 9.00 años de educación a nivel nacional; mientras que los

distritos del valle del Monzón registraron solo 5.10 años de educación

promedio. Por último, el ingreso promedio familiar per cápita en todo el

Perú alcanzó los S/. 696.900 nuevos soles; sin embargo en el Monzón este

indicador apenas promediaba los S/. 351.710 nuevos soles.

Es posible también ponderar los efectos del cultivo de coca y las

actividades del TID a través del Índice de Densidad del Estado (PNUD,

Page 44: Recuperando el Monzón

43Recuperando el Monzón

Situación socioeconómica del Monzón

13. No sin algunas reservas que se puntualizarán a continuación.

2013)13. En el año 2012, el Perú promedió un IDE de 0.766; en contraste,

el IDE promedio del valle del Monzón, en ese mismo año, fue de 0.62.

Analizando esto en perspectiva desagregada, el promedio nacional

de médicos registró una tasa de 22.73 por 100,000 habitantes en el año

2012; el Monzón registraba en cambio una tasa de apenas 14.28 por

cada 100,000 habitantes. Por otro lado, a nivel nacional, el 84.99% de

la población entre 12 y 16 años asistía a escuela secundaria; mientras

que en el Monzón esta tasa alcanzada registraba solamente el 78.42%

En cuanto a saneamiento, se observa que a nivel nacional el 76.01% de

viviendas cuenta con agua y desagüe; mientras que solo el 52.24% de

viviendas en el Monzón cuenta con dichos servicios. Finalmente, a nivel

nacional, el 86.11% de viviendas contaban con servicio de fluido eléctrico;

en contraste solo el 61.56% de viviendas en el Monzón disponían de este

servicio.

Page 45: Recuperando el Monzón

44 Recuperando el Monzón

Situación socioeconómica del Monzón

Igualmente, el limitado acceso a servicios públicos es aproximable,

ponderando el nivel educativo registrado por los jefes de hogar. Según

DEVIDA (2013a), la mayoría de jefes de hogar alcanzó tan solo un nivel de

educación primaria incompleta (26.6%); mientras que el segundo lugar es

ocupado por aquellos que culminaron primaria (20.15%). Un importante

porcentaje (9.5%) carece de estudios formales.

Las evidencias sugieren que, en el valle del Monzón, la precariedad

obedecía a una multiplicidad de factores asociados con la proliferación de

cultivos de coca y la presencia de redes asociadas al TID. En resumen, una

compleja mecánica funcional que redundaba en poco beneficio favorable

a las economías domésticas y al desarrollo humano. Por el contrario, el

control territorial ejercido por las redes del TID y la producción intensiva

de coca limitaban la capacidad de inversión social –sea del Estado o

del sector privado– y las posibilidades empíricas de articulación con el

mercado, generando más bien escenarios proclives a la conflictividad,

persistentes niveles altos de pobreza y aislamiento

Page 46: Recuperando el Monzón

Construcción de puente peatonal de Cashapampa

Page 47: Recuperando el Monzón

Violencia e inseguridad como

limitaciones para la presencia del Estado

La evidencia documental sostiene que el Monzón se caracterizaba por la

coexistencia de una compleja situación de inseguridad con precarios

niveles de desarrollo humano (PNUD, 2013). El control territorial por

parte de las redes de tráfico ilícito de drogas, de movimientos anexos a estas

redes y de remanentes del PCP Sendero Luminoso generaban dificultades

para el acceso y el funcionamiento regular de las instituciones del Estado,

sea para fines de seguridad como para fines de implementar servicios

o programas de protección social y desarrollo. Lo anterior coincide con

evidencia empírica de contextos análogos –como el Alto Huallaga en la

región San Martín– y con la literatura sobre desafíos y limitaciones de

las políticas públicas en situaciones de alta complejidad (Van Dun, 2009;

Acemoglu et al., 2013; Segura, 2009). Estas condiciones implicaron una

importante limitación para el acceso de servicios públicos en beneficio de

la población durante décadas.

Llegados a este punto, los análisis sociales de la realidad rural

tienden a singularizar la pobreza como consecuencia lógica de la ausencia

3

Page 48: Recuperando el Monzón

47Recuperando el Monzón

Violencia e inseguridad como limitaciones para la presencia del Estado

y abandono por parte del Estado (De Althaus, 2007; Meléndez, 2012; Cotler,

2005). Si bien, esta puede ser una narrativa con asidero para algunos

escenarios, la precariedad en aquellos dominados por el eslabonamiento

de actividades relativas al TID podría responder a otras variables, es

decir, a otras limitaciones sistémicas. Y, a la luz de las evidencias, tal

sería el caso del valle del Monzón.

En el valle del Monzón existía un escenario de inseguridad y de

tensiones por el monopolio de la violencia legítima (Acemoglu, Robinson,

& Santos, 2013) que reforzaba el aislamiento de la población, pues la

reproducción de la economía ilegal dependía –por ejemplo– de que las vías

de acceso permanezcan en estado de precariedad, de que los sistemas de

protección social y las instituciones públicas no funcionen con regularidad

(una situación que fomentaba descontento y desconfianza en el Estado)

y de que haya escasa articulación con los mercados de bienes y servicios.

El control territorial, social y político ejercido por redes vinculadas

al TID tendía a difundir –hacia el exterior– percepciones de alarma y

temor: «era impensable ingresar al Monzón», refiere el registro testimonial

de esta investigación. Aquella percepción socialmente difundida tendía

a reforzar el aislamiento –económico, social y político– de la población

habitante del Valle. Consecuencia lógica: reproducción interna entre la

población habitante del Monzón de percepciones centradas en la ausencia

del Estado.

Siguiendo esta ruta de análisis, dicho control territorial, social

y político impedía el desarrollo de actividades lícitas funcionalmente

articuladas al mercado legal e impedía una inversión sostenida por parte

del Estado en beneficio de la población, dada la ausencia de poderes

locales dispuestos a canalizar flujos de inversión con arreglo al desarrollo

sostenible.

Page 49: Recuperando el Monzón

48 Recuperando el Monzón

Violencia e inseguridad como limitaciones para la presencia del Estado

Las evidencias corroboran el peso que tenía el cultivo de coca en el

paisaje económico social y político del valle del Monzón. La reproducción

del carácter gravitante de esta última obedecía al control económico,

social, político y territorial ejercido por redes anexas al TID, cuyas

consecuencias funcionales sostenían los términos de oferta de derivados,

disponían coerciones e incentivos para la no diversificación de cultivos,

con vistas a limitar la intervención del Estado.

La articulación de una plataforma de defensa y reivindicación de

la coca, por otro lado, canalizaba demandas, sí, pero no necesariamente

orientadas a una mayor participación política en beneficio de la población;

sino, por el contrario, orientadas a mantener inalterados los términos de

la economía ilegal (Zevallos & Mujica, 2013); los cuales, como ha sido

señalado, no fueron correlativos con niveles plausibles de desarrollo

humano.

Dada la complejidad del contexto, las respuestas a nivel de

política demandaban integralidad (Segura, 2009). Había amenazas para

la seguridad que requerían una respuesta a nivel de control. Sin embargo,

las amenazas para la seguridad no solo vulneraban el estado de derecho,

en términos de su integralidad territorial, sino que también limitaban a la

ciudadanía en el ejercicio de sus derechos constitucionales. Así, el control

político suponía coacciones por parte de las redes de TID sobre la población

(como se muestra en esta investigación) y suponía una vulneración

explícita de las libertades civiles. Por otro lado, la permanencia dentro

de la economía ilegal no garantizaba mejores niveles de vida, sino que,

más bien, limitaba las alternativas de iniciativa personal (diversificación

de cultivos, por ejemplo), como también la capacidad del Estado para

invertir en sistemas de educación y salud: una vulneración manifiesta al

derecho a una vida digna.

Page 50: Recuperando el Monzón

49Recuperando el Monzón

Violencia e inseguridad como limitaciones para la presencia del Estado

En este sentido, la erradicación de cultivos ilegales de coca y los

operativos policiales (Eclipse II) en el Alto Huallaga, llevados a cabo

en distintos períodos durante los últimos cinco años, fueron requisitos

funcionales para interrumpir el soporte material al desarrollo de

actividades vinculadas al TID y desarticular parte de las redes de

narcotráfico que ejercían control territorial, político, social y económico

en los distritos y caseríos que componen el Valle (cuenca Baja y cuenca

Alta).

Las acciones referidas condujeron a una reducción significativa

de la inseguridad en la zona y permitieron acentuar progresivamente la

presencia del Estado. Las capturas sucesivas de líderes vinculados con

el TID socavaron las capacidades operativas de redes y movimientos

anexos; en especial, las capacidades operativas de continuar ejerciendo

control territorial y de mantener a la población dispuesta a movilizarse.

La erradicación de plantaciones de coca interrumpió el suministro

de materia prima y atenuó la reproducción de esta actividad, así como

también la conflictividad política que esta producía. Cortar el suministro

de coca ilegal impidió el funcionamiento de las siguientes fases en la

cadena de valor y, además, minó la capacidad de continuar ejerciendo

control político y control económico sobre la población dedicada al cultivo

de coca. Esto a propósito del cobro por cada arroba de coca que, según las

evidencias de campo, solía cobrarse a doble condición: la promesa de que

no se realizaría una política de erradicación y la incautación de cultivos,

de haber renuencia al pago o a la movilización.

La erradicación de cultivos representó un sostenido límite para

la alimentación del circuito operativo del TID: las redes de narcotráfico

perdieron legitimidad y capital político por parte de la población; la captura

de líderes y coordinadores vinculados a la economía ilegal reforzaron la

Page 51: Recuperando el Monzón

50 Recuperando el Monzón

Violencia e inseguridad como limitaciones para la presencia del Estado

pérdida de liderazgo. Viéndolo desde una perspectiva securitista (Aradau

& van Munster, 2007), la estructura social y política del TID, en la zona,

fue desestructurada «desde arriba» (captura de principales líderes) y

«desde abajo» (erradicación de cultivos ilegales).

Si bien estos dos factores perfilaron las condiciones para una

intervención integral por parte del Estado, no debemos olvidar el influjo

de fuerzas sociales, corrientes exógenas de cambio, que desincentivaron al

TID como una perspectiva saludable: cambios en la política subnacional,

es decir, actores con otros motivos de reivindicación; crecimiento de las

ciudades intermedias –como Tingo María, polo urbano más próximo al

Monzón–, con la consecuente expansión de las redes de servicios públicos,

del mercado de trabajo y las demandas de obra; la expansión de los circuitos

de información contrarios a la economía ilegal; el influjo de iniciativas por

parte de la cooperación internacional, con modelos emblemáticos como el

«caso San Martín». Todos, signos de que la economía ilegal no prometía

un horizonte sostenible de desarrollo.

Planta de café

Page 52: Recuperando el Monzón

51Recuperando el Monzón

Violencia e inseguridad como limitaciones para la presencia del Estado

Estas fuerzas sociales redefinieron el panorama social y político

en forma decisiva, pues la población –no sin descontento y resistencia–

fue tomando consciencia de que el TID no demarcaba un sendero de

oportunidades y desarrollo. Un elemento crucial, según las evidencias de

campo, fue el tipo de lealtades generadas con las redes de tráfico ilícito de

drogas y los movimientos anexos.

Las adhesiones no habrían tenido un fuerte arraigo: por un lado,

se sustentaban en una racionalidad económica de obtener réditos que

permitan la autosubsistencia; mientras que, por el otro, en el miedo y

el temor a represalias. La literatura muestra que las lealtades son más

fuertes cuando se propicia una identificación profunda con el movimiento,

cuando las adhesiones ocurren de manera espontánea y libre de coacciones

y, sobre todo, cuando el individuo percibe que «su situación» mejora

cualitativamente, fruto de la adhesión a las redes (Giddens, 2011; Weber,

1974). Según las evidencias testimoniales y etnográficas registradas en

campo, este no habría sido el caso del Monzón.

A este respecto se debe de tener en cuenta tres premisas fundadas

en evidencias: 1) la población del Monzón –en su mayoría– dedica tiempo

al cultivo de coca desde hace generaciones, por tanto, la cultura y los

vínculos sociales han estado definidos por esta actividad (Van Dun, 2009);

2) la erradicación se dispone sobre un contexto precario en términos

materiales y de desarrollo humano; y 3) es un escenario que conjuga

la pérdida de capital político por parte de las redes de narcotráfico y

movimientos adjuntos, pero al mismo tiempo es herencia de décadas en

que la desconfianza y el descontento eran comunes denominadores de la

percepción social para con el estado de derecho, de manera que –entre

estos dos elementos– se dispone un vacío de poder, con el consiguiente

riesgo que ello significa para la gobernabilidad.

Page 53: Recuperando el Monzón

52 Recuperando el Monzón

Violencia e inseguridad como limitaciones para la presencia del Estado

Por consiguiente, el Estado –a través de DEVIDA– tiene ante sí

un conjunto de desafíos, varios de ellos implementados durante el 2014

e inicios del 2015: continuar con la política de erradicación de cultivos

ilegales de coca para mantener controlada la probabilidad de reproducción

del TID; atenuar el impacto directo que pudiese tener la erradicación

sobre la seguridad alimentaria (corto plazo); generar oportunidades de

desarrollo que reorienten la dinámica productiva hacia actividades lícitas

(cultivos de café, cacao, biohuertos, etcétera); generar lazos de confianza

con la población, es decir, propiciar la organización y participación política

(juntas vecinales), así como la constitución de asociación de productores,

a fin de que el proceso de desarrollo alternativo augure sostenibilidad en

el tiempo. A este panorama de problemas y desafíos obedeció la necesidad

de implementar un plan operativo de poserradicación específico para la

población del valle del Monzón.

Page 54: Recuperando el Monzón

53Recuperando el Monzón

Violencia e inseguridad como limitaciones para la presencia del Estado

Intervención de la Policía y el CORAH

Page 55: Recuperando el Monzón

Objetivos, dimensiones y componentes del «Plan de

Poserradicación»

El Plan Operativo del Monzón (DEVIDA, 2013b), también PO

Monzón, define la poserradicación como: «Una intervención conjunta

que realiza el gobierno, de manera articulada entre diferentes sectores

sociales y económicos y diversas instancias de gobierno con el propósito

de atenuar el impacto sobre la población, originado por la aplicación de

la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas, en diferentes valles

del país».

Dicho documento precisa, además, que el objetivo principal del

«Plan de Poserradicación 2013-2016» es el siguiente: «Promover el cambio

de actitud de la población en las zonas erradicadas hacia un desarrollo y

vida lícita, sin la influencia de la economía y las actividades delictivas del

narcotráfico» (DEVIDA, 2013a); el cual se descompone en las siguientes

cuatro dimensiones operativas:

Dimensión económica«Atenuar el impacto económico debido a las acciones de erradicación

mediante propuestas productivas y de infraestructura económica que

sean sostenibles y participativas, orientadas a la prevención y abandono

del cultivo de coca para uso ilícito» (DEVIDA, 2013a, pág. 15).

4

Page 56: Recuperando el Monzón

55Recuperando el Monzón

Objetivos, dimensiones y componentes del «Plan de Poserradicación»

Dimensión social«Involucrar a las poblaciones de las zonas cocaleras en un proceso

de cambio progresivo hacia las actividades económicas lícitas» y «Atenuar

el impacto social debido a las acciones de erradicación mediante el

desarrollo del capital social y humano, fortaleciendo las organizaciones

sociales y mejorando la infraestructura y los servicios sociales básicos»

(DEVIDA, 2013a, pág. 15).

Dimensión política«Contribuir a consolidar y expandir la presencia y accionar de los

organismos del Estado en las zonas de influencia de los cultivos ilícitos

de coca, articulando estratégicamente su accionar con las organizaciones

sociales» (DEVIDA, 2013a, pág. 15).

Page 57: Recuperando el Monzón

56 Recuperando el Monzón

Objetivos, dimensiones y componentes del «Plan de Poserradicación»

Dimensión Ambiental«Prevenir y recuperar significativamente la degradación del

ecosistema como consecuencia del cultivo de coca» (DEVIDA, 2013a, pág.

15).

El «Plan de Poserradicación», como es visible en la disposición de

sus objetivos y dimensiones, asume un enfoque de intervención integral.

Una intervención es integral cuando –en su diseño y disposición operativa–

cubre todas las dimensiones que vulneran la seguridad social e impiden el

desarrollo humano de una población, sea potencial o directamente, dado

un problema o conjunto de problemas (Hufty, 2008). El Plan, siguiendo la

lógica de sus cuatro dimensiones, reconoce cuatro problemas y amenazas

adjuntas:

El primer problema deriva de las acciones de erradicación

para intentar controlar el soporte material de la reproducción de la

economía ilegal: el cultivo de coca. La erradicación de cultivos aparece

como una necesidad, dado el escenario de inseguridad planteado por el

Page 58: Recuperando el Monzón

57Recuperando el Monzón

Objetivos, dimensiones y componentes del «Plan de Poserradicación»

control territorial de las redes de tráfico ilícito de drogas; sin embargo,

es muy importante tener en cuenta que la población de los ámbitos de

intervención se halla social y económicamente condicionada por los

ingresos provenientes del monocultivo de coca. La erradicación, por lo

tanto, y como indica el PO Monzón (DEVIDA, 2013b), puede conllevar

impactos sobre la seguridad alimentaria. El riesgo es mayor –como

corrobora la presente investigación– para aquellas familias que no

lograron diversificar su producción y cuyas propiedades no exceden las

tres hectáreas de cultivo.

El problema descrito (seguridad alimentaria) es atendido

plenamente por el «Plan de Poserradicación». Ello, a través del componente

de biohuertos (dimensión económica), que implica –justamente– un

enfoque de prevención sobre la seguridad alimentaria, siguiendo las

recomendaciones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (2013).

La virtud programática es la siguiente: la prevención no se dispone a

través de asistencia directa, sino mediante el fomento de capacidades

productivas y soporte en infraestructura. Propiciar el desarrollo de

capacidades o brindar soporte de infraestructura es la vía coherente para

que el impacto sea sostenible. Precisamente, el Plan asume un enfoque de

sostenibilidad y riesgo –en su dimensión económica, social y política– con

un segundo desafío en perspectiva: el riesgo de resiembra.

El enfoque de seguridad alimentaria –como una prioridad a

corto plazo– coadyuva a mitigar la probabilidad de resiembra: proyectos

de biohuerto, inversión en infraestructura y un trabajo sostenido

de socialización se disponen a ese fin, tomando como referencia las

recomendaciones de políticas realizadas por el Comité de Seguridad

Alimentaria Mundial. Estas tres actividades, por lo demás, sirven para

atenuar los impactos de la erradicación, al tiempo que acentúan la

Page 59: Recuperando el Monzón

Plantones depino - reforestación

Page 60: Recuperando el Monzón

59Recuperando el Monzón

Objetivos, dimensiones y componentes del «Plan de Poserradicación»

presencia del Estado y sientan las bases para la firma de acuerdos y la

generación de confianza. Se pasa, entonces, de la dimensión económica

a la dimensión social y política. Por medio de la firma de actas de

entendimiento, el Estado se compromete a brindar soporte técnico y

material para instalaciones de café, cacao y biohuertos; los participantes

se comprometen a la no resiembra de plantaciones de coca.

La firma del «Acta de entendimiento» es una fase cardinal del

«Plan de Poserradicación», porque implica la institucionalización de

acuerdos entre el Estado y la población. Este es un hecho profundamente

significativo, considerando que hasta hace pocos años la presencia

institucional del Estado era débil, y la población –sumida en la economía

ilegal– desconfiaba de aquel. La institucionalización de acuerdos supone,

para ambas partes, un compromiso de responsabilidad y, en buena cuenta,

una garantía, debido a que su incumplimiento acarrea disolución. Para

el Estado, lo anterior significaría pérdida de capital social (Coleman,

1988), defraudar la confianza generada; en cambio, para la población,

significaría pérdida de recursos (en caso de volver a sembrar coca), pues

la erradicación se prevé cíclica.

El Plan tiene la virtud de generar un punto de equilibrio de

compromisos, responsabilidad, incentivos y sanciones entre los actores

participantes, justo como recomienda la literatura especializada en

negociación y resolución de conflictos (Soleto Muñoz, 2011; Hamouda,

Kilgour, & Hipel, 2004). El compromiso político es un requisito funcional

de la sostenibilidad del Plan a mediano y largo plazo; el cual, por cierto, no

culmina con la firma del «Acta de entendimiento» y la implementación de

proyectos productivos, sino que tiene previsto un conjunto de disposiciones

que permiten consolidar el proceso, y tocan las dimensiones económicas,

políticas y sociales.

Page 61: Recuperando el Monzón

60 Recuperando el Monzón

Objetivos, dimensiones y componentes del «Plan de Poserradicación»

Una primera disposición es la formación de juntas vecinales y de

asociaciones productivas. A partir de ellas, el Plan dispone una plataforma

cohesionada de participación y diálogo. Las juntas vecinales, por una parte,

son mecanismos que permiten canalizar demandas y problemas. Según el

registro testimonial, no había mecanismos de participación horizontal y

representativos previos a la intervención del Estado. El dominio ejercido

por las redes del tráfico ilícito de drogas asumía una disposición vertical

de control político. Las juntas vecinales, por el contrario, sirven para

dar visibilidad a cada caserío y localidad: son mecanismos formales de

participación democrática, con interlocutores garantizados en los tres

niveles de gobierno. Internamente, las juntas vecinales fomentan la

cohesión social, vínculos de solidaridad y sentido de pertenencia (Castillo

& Durand, 2008; Durand, 2005).

Un mecanismo similar, pero más orientado al tejido productivo,

es el impulso de la asociatividad, la cual implica la formación de

asociaciones y cooperativas. La información registrada muestra que

esta es la prioridad actual del personal experto en socialización. La

constitución de asociaciones productivas tiene por objetivo facilitar una

mayor articulación al mercado y, enlazando una demanda constante a los

cultivos de café y cacao, hacen previsible la sostenibilidad del proceso.

Así, auguran constituirse en un mecanismo de arrastre. Naturalmente,

la población con mayor capacidad productiva tenderá a tener una mayor

adaptabilidad a las premisas funcionales de una asociación de productores

en el corto plazo, pero –siguiendo la experiencia de otros lugares– la

expectativa es que se generen incentivos que atraigan a medianos y

pequeños productores.

En resumen, la firma de actas de entendimiento, juntas vecinales

y asociaciones obedecen a las dimensiones económicas, sociales y políticas

Page 62: Recuperando el Monzón

61Recuperando el Monzón

Objetivos, dimensiones y componentes del «Plan de Poserradicación»

del Plan, y se traducen en una generación de capital social y político en

beneficio de la legalidad y con perspectiva de desarrollo (Coleman, 1988).

Ahora, al inicio se mencionó que la poserradicación fue concebida

como una intervención multisectorial. ¿Qué significa este énfasis? La

dimensión social reconoce que preexistía un vacío institucional y un

estado generalizado de precariedad material. En el marco del «Plan de

Poserradicación» de DEVIDA, diferentes sectores –como el Ministerio

de Salud, Ministerio de Educación, Ministerio del Interior, Ministerio

de Agricultura y Riego– vienen invirtiendo recursos en infraestructura

y en servicios sociales básicos. La plataforma de servicios públicos se

dispone en iniciativas de socialización, como son las Caravanas. Por su

parte, la presencia de personal policial está reafirmándose en la zona

con la instalación de comisarías. Lo significativo es que el enfoque de la

intervención policial, según el registro testimonial, no busca controlar o

reprimir; sino generar confianza, promover la participación ciudadana y

brindar soporte a las necesidades de seguridad.

La dimensión ambiental no es menos importante. Décadas de

cultivo ilegal de coca y el uso intensivo de agroquímicos produjeron una

degradación sistémica de la tierra, volviéndola no apta para otro tipo de

cultivos, aun con la inversión sistemática de abonos. Esta situación afecta

de sobremanera a los pequeños agricultores, que no tienen mayor opción

de expandir sus cultivos ni diversificarlos, según corrobora el registro

testimonial.

¿Qué propone el Plan para mitigar los daños generados por el

uso intensivo de agroquímicos en el cultivo ilegal de coca, entonces?

Fundamentalmente, soporte material y sensibilización: dotar de abonos

y fertilizantes adecuados a las familias beneficiarias; promover la

reforestación y la agroforestería; concientizar a la población en términos de

Page 63: Recuperando el Monzón

62 Recuperando el Monzón

Objetivos, dimensiones y componentes del «Plan de Poserradicación»

educación ambiental, una iniciativa que invita a la reflexión comunitaria

–con énfasis en las generaciones jóvenes– sobre los impactos ambientales

y la responsabilidad ciudadana con el entorno.

Page 64: Recuperando el Monzón

La socialización como componente de

partida del Plan

En el «Plan de Poserradicación», el componente de socialización

describe una fase inicial de acercamiento, compromiso, entendimiento

y soporte productivo, social y político. El acercamiento involucra a

agentes socializadores de DEVIDA, por parte del Estado, a autoridades y

pobladores de los diferentes distritos y caseríos del ámbito de intervención

del Monzón. Es responsabilidad de los agentes socializadores identificar

las potencialidades y las necesidades sociales, económicas, políticas

y ambientales de cada uno de los escenarios; luego, a partir de esta

información, canalizar medios y soluciones en procesos participativos de

negociación y concertación, los cuales finalizan con la firma de acuerdos

(«Acta de entendimiento») y la implementación de proyectos y servicios

(DEVIDA, 2014a; DEVIDA, 2013b).

«[La socialización] es un proceso de acercamiento

inicial y directo a la población involucrada por parte de

facilitadores (socializadores) de DEVIDA, quienes tendrán

la responsabilidad de iniciar el acercamiento a la población

involucrada, identificando las potencialidades y necesidades

socioeconómicas, políticas, ambientales y culturales del

entorno a través de procesos participativos, de diálogo,

negociación y concertación para mitigar los efectos de la

erradicación de cada comunidad» (DEVIDA, 2013b).

5

Page 65: Recuperando el Monzón

64 Recuperando el Monzón

La socialización como componente de partida del Plan

Fase 1. Planificación y organizaciónLa planificación fue realizada participativamente entre los

diferentes equipos que conforman la Oficina Zonal y la Oficina Central de

DEVIDA. En las reuniones de trabajo se definieron los ámbitos a intervenir

en función de los siguientes documentos: el reporte del proyecto CORAH

(sobre los caseríos en erradicación), el «Plan Poserradicación» y el «Plan

Operativo Poserradicación». Esta información fue sistematizada en un

documento: Plan de trabajo para la intervención en caseríos erradicados

(DEVIDA, 2014a).

El Plan de trabajo determina los pasos del proceso de socialización.

Es un documento que debe ser llenado y entregado por la Oficina Zonal. Es

una muestra de que el proceso –desde su diseño– sigue una hoja de ruta.

Planificación yorganización

Motivación yapoyo político

Planificación dela ejecución

Firma de acuerdos e

implementaciónde compromisos

• OZs y Sede Central deDEVIDA elaboran Plande trabajo

• Focalización de caseríos• Identificación de agentes

de desarrollo comunitariolocal

• Reunión con autoridadescomunales

• Reunión comunal informativay concertadora

• Identificación yelaboración de padronescomunales

• Prospección de prediosrurales y ficha familiar

• Sinceramiento de registro yde prospección de campo

• Sistematización deinformación y selección debeneficiarios

Fuente: DEVIDA 2013a, 2013b (elaboración propia).

Page 66: Recuperando el Monzón

65Recuperando el Monzón

La socialización como componente de partida del Plan

Dicho documento permite al personal de socialización de DEVIDA poder

«salir a campo» con certeza sobre su misión y objetivos, los resultados

esperados y las estrategias a seguir, pues en él figuran los instrumentos de

recojo de información, guía de mensajes, procedimientos y protocolos por

actividad a realizar. El Plan de trabajo tiene la virtud de estandarizar el

procedimiento de intervención, volviéndolo predecible para su monitoreo

y evaluación.

Fase 2. Motivación y apoyo político La motivación y el apoyo político comprenden cuatro actividades:

focalización de caseríos a intervenir, identificación de agentes de desarrollo

comunitario local, reunión con autoridades comunales y reunión comunal

informativa y concertadora. Siguiendo la lógica de estas actividades, las

publicaciones DEVIDA (2014a) y DEVIDA (2013b) sintetizan el objeto de

la motivación y el apoyo político:

«La motivación y el apoyo político consisten en la planificación,

preparación y ejecución de acciones sociales y comunicaciones

que permitan percibir, comunicar, sensibilizar e incentivar el

interés de la población y de las autoridades (líderes, lideresas

y autoridades municipales y comunales) de participar en

los diferentes proyectos y actividades que contempla la

intervención del Estado peruano a través de DEVIDA, en

el marco del Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible»

(DEVIDA, 2014a).

«[Esta fase consiste en] Reuniones informativas con autoridades

regionales, municipales y comunales; recepción de padrones

preliminares; formación del comité interinstitucional:

Page 67: Recuperando el Monzón

66 Recuperando el Monzón

La socialización como componente de partida del Plan

reuniones comunales para explicar la importancia del

desarrollo comunitario; actores que promueven el mismo; y

las actividades y proyectos que desarrollan los tres niveles de

gobierno» (DEVIDA, 2013b).

En síntesis, el sentido de esta fase es preparar el terreno para

la firma del «Acta de entendimiento». Así, sigue un desarrollo pautado

dentro de un contexto precedido por inseguridad y percepciones negativas

sobre la institucionalidad, donde la erradicación puede haber producido

descontento. Es una necesidad funcional de la intervención generar

confianza sobre las posibilidades de desarrollo mediante proyectos

productivos. Bajo esa lógica es que se focalizan los caseríos a intervenir,

pues se identifican y preparan a los agentes de desarrollo comunitario

local para que preparen reuniones con las autoridades comunales. Cada

una de las actividades precitadas suma en el proceso y, por lo tanto, deben

ser descritas:

• La actividad Focalización de caseríos a intervenir consiste en

identificar y delimitar las comunidades y caseríos donde se

piensa trabajar la socialización e implementar los proyectos

productivos. Para ello, se toma como referencia matriz los

informes y reportes del CORAH. Sin embargo, el Plan admite

un margen para que los agentes socializadores corroboren la

data de dichos reportes y realicen los ajustes de zonificación

que sean pertinentes. La información registrada es luego

centralizada en un «Cuadro de Distribución Geográfica»,

donde se consideran los nombres de los centros poblados según

distrito y provincia.

Page 68: Recuperando el Monzón

67Recuperando el Monzón

La socialización como componente de partida del Plan

• La actividad Identificación de agentes de desarrollo comunitario

local comprende un mapeo de identificación de agentes y

actores locales en el distrito, que permite identificar y conocer

las dinámicas de la comunidad, la composición de grupos,

los actores que ejercen liderazgo en la población objetivo.

Asimismo, permite una medición preliminar sobre el grado de

interés comunitario respecto del desarrollo alternativo y otras

actividades de DEVIDA. El equipo de socializadores de cada

oficina zonal es quien lleva a cabo esta actividades, en función

de lo registrado por el equipo de monitoreo e información

actualizada del CORAH, de las UGEL, de los municipios,

etcétera (DEVIDA, 2014a).

• La actividad Reunión con autoridades comunales es el –primer–

mecanismo de acercamiento formal por parte de DEVIDA ante

las autoridades de los centros poblados intervenidos. En esta

Implementación de letrero comunal

Page 69: Recuperando el Monzón

68 Recuperando el Monzón

La socialización como componente de partida del Plan

primera reunión se cuenta con la presencia del gobernador

y prioritariamente con la del alcalde. Como señala DEVIDA

(2014a), el objetivo de estas reuniones es, por un lado, dar

a conocer cuál es el plan del Estado peruano en torno a la

lucha contra las drogas y el desarrollo alternativo integral

y sostenible; por otro lado, permite también socializar y

consensuar los procedimientos de la intervención a nivel

comunitario.

Lo importante de esta primera etapa de reuniones es que combina

mecanismos formales con informales. Las reuniones formales tienen por

objeto comunicar sobre el «Plan de Poserradicación», el repertorio de

proyectos productivos y el rol de DEVIDA en ese contexto. Las visitas

informales continúan en el tiempo y con el mismo objetivo: establecer

comunicación y empatía para con los proyectos productivos. Estas

reuniones de socialización finalizan con un modelo de solicitud a DEVIDA

para iniciar la intervención en el caserío.

Fase de socialización - cuenca baja de Monzón

Page 70: Recuperando el Monzón

69Recuperando el Monzón

La socialización como componente de partida del Plan

• En la actividad Reunión comunal informativa y concertadora

se goza ya del consenso de la comunidad y de los principales

líderes. En esta actividad, el personal de socialización presenta

el repertorio de propuestas agrícola-productivas y sociales

que DEVIDA piensa implementar, bajo consentimiento libre e

informado. En efecto, la asociación a los proyectos productivos

es voluntaria y tiene como horizonte el emprendimiento.

Esta fase contiene un conjunto de actividades paralelas que terminan en

la lectura del «Acta de entendimiento», al respecto DEVIDA señala:

«El Socializador debe dar paso a la lectura del “Acta de

entendimiento”, a fin de que las familias del caserío puedan

escuchar y comprender todos los compromisos que deberán

asumir y hacer respetar, si es que deciden trabajar y

beneficiarse de los proyectos de poserradicación» (2014a, pág.

55).

Como es evidente, en este camino expositivo la fase de socialización

comprende dos etapas de reuniones con un grado creciente de

institucionalización: se avanza de un acercamiento formal/informal, con

el objetivo de generar confianza e interés, hacia la constitución de un

espacio dialógico de consenso formal, donde el objetivo es la firma de

actas de entendimiento.

¿Qué es lo importante? Las fases de reunión –como corrobora

el registro testimonial– difunden un modelo horizontal de asociación,

de compromiso centrado en valores. El «Acta de entendimiento» es un

instrumento con valor jurídico, por lo tanto, genera institucionalidad y

asienta el terreno para un trabajo continuo y sistemático.

Page 71: Recuperando el Monzón

70 Recuperando el Monzón

La socialización como componente de partida del Plan

Fase 3. Planificación de la ejecuciónEsta fase es de un componente eminentemente técnico y comprende

cuatro etapas: identificación y elaboración de padrones comunales,

prospección de predios rurales y ficha familiar, sinceramiento de registro

y de prospección de campo y sistematización de información y selección

de beneficiarios14.

Esencialmente, el objetivo de esta fase es tener control sobre el

número de familias beneficiarias, el número de hectáreas que poseen y la

calidad del terreno, así como sobre la actividad económica que desempeñan

y el cómo dedica tiempo cada familia. Todos estos datos son inscritos en el

padrón de participantes.

Pese al tenor técnico de estas actividades, el proceso de registro

y sistematización es voluntariamente participativo y coordinado con las

familias interesadas en participar de los proyectos. A fin de cuentas, son

ellas quienes brindan gran parte de la información relevante y quienes

acceden a la firma de actas en la implementación de compromisos.

Fase 4. Firma de acuerdos e implementación de compromisos

Esta fase se dispone del siguiente modo: se trata de un documento

que explicita y detalla los acuerdos y compromisos institucionales y

legales de DEVIDA ante la población, concretamente, con la instalación

de infraestructura agrícola, servicios de capacitación y soporte material.

La firma de las actas de entendimiento, según DEVIDA (2014a), cuenta

con la asistencia de no menos del 20% de la población; es libre y voluntaria

14. Una descripción pormenorizada aparece en DEVIDA (2014a).

Page 72: Recuperando el Monzón

71Recuperando el Monzón

La socialización como componente de partida del Plan

y «pone como condición la no resiembra de coca por parte de las familias

de cada caserío». La firma es realizada en una ceremonia formal con las

autoridades y pobladores de la localidad en el local comunal –como parte

de un proceso voluntario y participativo–, donde, por parte de DEVIDA,

participan el Jefe Zonal de DEVIDA, los especialistas socializadores y

un comunicador. La figura siguiente resume las etapas principales del

proceso:

«La firma del “Acta de entendimiento” pone fin a la

primera etapa del proceso de socialización. Si bien, este

último se implementa en forma ordenada (según las fases

mencionadas), no termina con la firma de acuerdos. La

asistencia técnica, la motivación y el soporte social y político

se mantienen más allá del funcionamiento de los proyectos

Firma del «Acta de Entendimiento». Cuenca baja del Monzón. Caserío de Palo de Acero - Huánuco

Page 73: Recuperando el Monzón

72 Recuperando el Monzón

La socialización como componente de partida del Plan

productivos implementados, fruto de los acuerdos firmados.

El acercamiento con la población es solo una primera fase: la

implementación de proyectos productivos es solo un momento

de un largo proceso con miras a generar desarrollo productivo,

capital social y capital político» (DEVIDA, 2014a, pág. 89).

La intervención de DEVIDA debe ser complementada con la

presencia y actividad de otras instituciones del Estado, sobre todo de

aquellas relacionadas con la seguridad, los servicios de protección social

y el desarrollo. Esta premisa es importante considerando que, hasta hace

solo pocos años, la economía de la población dependía en gran medida

del cultivo de coca. Las redes de narcotráfico y los movimientos anexos,

por otro lado, establecían los mecanismos de control social y político y,

por ende, imperaba un clima generalizado de desconfianza hacia el

orden institucional. Las relaciones sociales necesitan de tiempo para

consolidarse como capital social y capital político (Felbab-Brown, 2008;

Coleman, 1988).

Page 74: Recuperando el Monzón

Mejoramiento e implementación del comedor popular en el caserío de Agua Blanca – Valle del Monzón

Después

Antes

Page 75: Recuperando el Monzón

Después

Antes

Mejoramiento del local de usos múltiples del caserío de Monte Grande – Valle del Monzón

Page 76: Recuperando el Monzón

Después

Antes

Mejoramiento de la Institución Educativa Inicial N° 076 Palo de

Acero - Valle del Monzón

Page 77: Recuperando el Monzón

Mejoramiento del comedor, SS. HH. y aulas de la I. E. Santa Peregrina del caserío de Shitari - Valle del Monzón

Después

Antes

Page 78: Recuperando el Monzón

¿Cómo se implementó la

socialización en el Monzón?

La descripción formal realizada en la sección anterior tiene por objeto

situar las coordenadas de análisis necesarias para una descripción

profunda y exhaustiva sobre la implementación –en términos prácticos–

del «Plan de Poserradicación». En otras palabras, la descripción de la

estructura formal, según lo establecido en el PO Monzón, permite

transitar hacia el terreno práctico de la implementación, basado en la

evidencia de campo. Bajo esa lógica, esta sección analiza en detalle el

proceso de socialización desde la experiencia compartida del personal del

área de socialización de DEVIDA y de la población participante.

La exposición cubre desde las etapas de acercamiento inicial a la

población hasta la firma del «Acta de entendimiento». Las primeras etapas

conllevaron a la apertura de espacios informativos, donde se desarrollaron

asambleas y reuniones entre el equipo de socialización y los representantes

de los caseríos o distritos, según el caso. La institucionalización de

espacios informativos sirvió para realizar exposiciones sobre las ventajas

que ofrecía la firma de actas de entendimiento; asimismo, sirvieron para

gestionar las expectativas, promover una participación democrática y

atenuar la desconfianza de la población.

«Bueno, para mí, era algo; lo veía como algo beneficioso.

Bueno, la primera reunión que hubo. Siempre están las

6

Page 79: Recuperando el Monzón

78 Recuperando el Monzón

¿Cómo se implementó la socialización en el Monzón?

reuniones. He visto que las propuestas que ellos decían sí

eran viables. Lo que más me interesó, cuando iba, es que iba a

haber un asesoramiento a los que íbamos a plantar, sembrar

café y cacao. Por decir, muchas veces, mi papá de mí, él planta

café y cacao, tiene, y cuando él lo hace a veces, muchas veces,

se secaba porque no había quién nos diga este abono echa,

este veneno ponle; nada, era la razón que a la gente también

que lo tenía; pero, cuando han venido: esto es así, esto así,

todo nosotros vamos a ir viendo, entonces allí me animo yo.

Entonces, sí hay alguien que nos va a poder guiar, nos va a

poder dirigir en esa planta, sí vamos a tener buena cosecha»

(Participante de poserradicación, caserío de Tazo Grande).

La cita anterior contextualiza la primera etapa de implementación

del proceso. Es visible el contraste entre la experiencia pasada, la

constatación del presente y las expectativas futuras. El entrevistado cuenta

que, antaño, la producción agrícola carecía de soporte técnico profesional;

aquella dependía de los conocimientos tradicionales, depositados en el

acervo cultural por generaciones (Van Dun, 2009). Entonces, rememora

la estrategia de monocultivo utilizada por su progenitor: «…no había

quién nos diga…», reflexiona, y –en seguida– contrasta la ventaja que

significa contar con asesoría y la posibilidad de aprender métodos de

cultivo más eficientes. Siguiendo esta línea de análisis, el testimonio –

indirectamente– refiere a los especialistas del área de socialización y una

reflexión prospectiva: «sí, hay alguien que nos va a poder guiar, nos va

a poder dirigir…». El uso de los verbos «guiar» y «dirigir» no es gratuito,

pues reflejan la orientación del Plan hacia el empoderamiento de la

población y no hacia el asistencialismo.

Page 80: Recuperando el Monzón

79Recuperando el Monzón

¿Cómo se implementó la socialización en el Monzón?

«Al inicio, vino primera vez, ¿no?, a firmar el “Acta de

entendimiento”. La población, había cierto temor o duda,

desconfianza también. Algunos no querían. Decían todo es

mentira, nada de esto se va a cumplir. Pero, pese a eso, el

90% firmaron el “Acta de entendimiento” y, al transcurrir

los meses, han empezado a venir por decir los apoyos, ¿no?,

abonos, semillas, primero era semilla. Los que todavía no

querían participar, cuando ya han visto que están cumpliendo,

que están viniendo los apoyos, ya se han sumado, han dicho:

yo también quiero participar, yo también quiero inscribirme, y

así se ha llegado casi a la totalidad de la población y así, pues,

caminando, ojalá en tres años estemos produciendo cacao»

(Presidente de Junta Vecinal, Monzón).

El testimonio anterior describe las vicisitudes de la fase de

acercamiento inicial con la población. Así, se puede observar un patrón

recurrente en los entrevistados: la socialización se dispuso sobre un

escenario de profunda desconfianza y temor por parte de las poblaciones.

La gestión de las expectativas –no defraudarlas– se convertía en un

asunto de importancia estratégica. El participante elabora entonces una

descripción progresiva de cómo la intervención del Estado fue logrando

adhesión. Es importante prestar atención a la siguiente cláusula: «cuando

ya han visto que están cumpliendo, que están viniendo los apoyos, ya se

han sumado, han dicho: yo también quiero participar».

El término cumpliendo alude al Estado, mientras que el término

apoyos tiene por referente a la población. El testimonio subraya

dos entidades distintas y separadas a priori: por un lado, el Estado y

la expectativa de que cumpla con los compromisos; por otro lado, la

Page 81: Recuperando el Monzón

80 Recuperando el Monzón

¿Cómo se implementó la socialización en el Monzón?

población y las necesidades de soporte productivo. La separación entre

estas dos entidades fue un patrón regular de las entrevistas. El desafío

era, por lo tanto, atenuar la brecha y generar confianza. El acercamiento

inicial produjo expectativas por parte de la población respecto de la

poserradicación. La gestión de expectativas incrementaba la complejidad

del proceso, pues demandaba que las entregas de materiales y de

asistencia técnica fuesen precisas, según los tiempos y fechas acordadas.

El equipo de socialización, según corroboran sus propios testimonios,

debía ser consciente que los riesgos sociales y políticos de defraudar las

expectativas de cumplimiento significarían acentuar la separación entre

ellos (el Estado) y nosotros (la población).

Por ello, es importante analizar la segunda parte de la cláusula

citada, en donde el término apoyo tiene significatividad. El entrevistado

reconoce la necesidad de que su distrito o caserío reciba soporte

productivo; mas no asistencia directa, como es frecuente en los enfoques de

desarrollo con sesgo asistencialista. Estos últimos tienden a no propiciar

una participación de los colectivos sociales con arreglo a objetivos. La

experiencia en la implementación de proyectos de desarrollo muestra un

problema al respecto: la no generación de lazos de identidad fuertes entre

el gestor del proyecto y la población beneficiaria supone la consolidación

de una fuerte división entre un «ellos» y un «nosotros» (OECD, 2013). En

contraste, el enfoque de socialización del «Plan de Poserradicación» –al

estar centrado en capacidades y tener un horizonte de objetivos– propició

que la población se identifique con los proyectos productivos y los adopte

como una empresa de responsabilidad compartida.

La identificación es visible en la medida que el entrevistado

subraya la siguiente cláusula: «cuando han visto que vienen los

apoyos, ya se han sumado, han dicho: yo también quiero participar».

Page 82: Recuperando el Monzón

81Recuperando el Monzón

¿Cómo se implementó la socialización en el Monzón?

Atenciones médicas

Caravana para el Desarrollo y la Inclusión

Page 83: Recuperando el Monzón

82 Recuperando el Monzón

¿Cómo se implementó la socialización en el Monzón?

El testimonio muestra que la adhesión al Plan ha sido voluntaria y sin

coacciones: presupuso de antemano la decisión de participar –sí, bajo la

influencia positiva de elementos dialógicos y de persuasión por parte de

los especialistas de socialización–. Que el entrevistado utilice el término

sumado es significativo, considerando las profundas divisiones y el

profundo descontento que caracterizaban a la experiencia comunitaria

previa a la intervención del Estado con el «Plan de Poserradicación». Que

la población se sume perfila un logro del Plan en sí mismo, pero también

un capital social que cuidar y mantener activo (Coleman, 1988).

«Sí, ¡eh! primera vez. No he visto. Han tenido mucha

desconfianza mis pobladores. Dijeron: ¿nos cumplirán o no nos

cumplirán? Ese pregunto (sic) era, pero yo, no, quien les habla

es un joven conoce diferentes caseríos y diferentes partes ya

he podido salir, no, a poder…o sea que a trabajar… siempre

me gusta salir a conocer otros zonas. Entonces he podido salir

y he visto ya que han estado trabajando con este proyecto

DEVIDA y en otras zonas sí está cumpliendo, sí, ya tenían

plantación de café y cacao. Entonces, con esa fe, yo tenía ya,

yo he visto ya, he visto personalmente que están trabajando

y están cumpliendo. Entonces yo dije a todos mis pobladores:

no se preocupen porque este proyecto sí va a cumplir y va a

venir a trabajar con nosotros. Yo creo y está seguro para venir

ustedes esperen nomás la fecha que ya va a iniciar el trabajo.

Entonces mis pobladores sí han escuchado y han esperado, no.

Y la verdad ya pronto» (Agente municipal, Río Barranco).

Page 84: Recuperando el Monzón

83Recuperando el Monzón

¿Cómo se implementó la socialización en el Monzón?

La cita anterior corrobora este mismo argumento. El «Plan de

Poserradicación» fue implementado en un escenario que –dadas las

condiciones precedentes– se caracterizaba por una desconfianza extendida

hacia el Estado y la institucionalidad. El enfoque de socialización

entonces se volvía fundamental a fin de generar mínimos de confianza.

El testimonio pone de relieve tres asuntos:

En primer lugar, el éxito de proyectos productivos de desarrollo

alternativo integral y sostenible en un área determinada tiende a concitar

la atención de terceras personas en áreas circundantes (como es el caso

del agente municipal entrevistado). Cuando una estructura de incentivos

es generada en X, esta tiene el potencial de propiciar adhesiones y capital

social en Z. Bajo esa lógica, las redes sociales, los medios de comunicación

regional, la difusión oral de casos exitosos, según las evidencias de esta

investigación, muestran una gran capacidad de influir favorablemente

en los procesos de toma decisión comunitaria y en las adhesiones de

colectivos sociales.

Escuela de campo para agricultores

Page 85: Recuperando el Monzón

84 Recuperando el Monzón

¿Cómo se implementó la socialización en el Monzón?

En segundo lugar, el testimonio muestra cuán importante ha sido

incorporar en el conocimiento práctico de los especialistas de socialización

aquello que en la literatura especializada se conoce como una «cultura del

cumplimiento y de la confianza» (OECD, 2013). En otras palabras: una

cultura centrada en el valor ético de la palabra empeñada, que combina

incentivos y sanciones. Para los especialistas de socialización, el proceso

hacia la firma del «Acta de entendimiento», la generación de capital

social –confianza en la población– constituía un incentivo: un sinónimo

de contribución con el desarrollo productivo de la región (Coleman, 1988).

Sin embargo, dicho proceso comportaba riesgos concomitantes de resultar

defraudada la palabra empeñada. Para lo población, por su parte, el Plan

significó una apertura de incentivos: probabilidad de mejoras económico-

productivas, asistencia técnica, articulación con el mercado, etc. Un

equilibrio óptimo entre incentivos y riesgos basados en el compromiso de

los actores respecto de la suscripción de acuerdos (Oswald Ruedin, 2012;

Gibson & Woolcoock, 2008).

Por último, la importancia de que el diseño procedimental del

«Plan de Poserradicación» haya priorizado, en las fases de acercamiento

inicial, el trabajo directo y horizontal con los líderes de las localidades y

caseríos. Las autoridades locales –sobre todo en caseríos rurales con menos

de mil habitantes– son quienes habitualmente gozan de legitimidad por

parte de la población; en consecuencia, disponen de márgenes de agencia

para la movilización, la generación de confianza y la consolidación de

acuerdos. El testimonio anterior enseña cómo la voz del líder, en el marco

de una coyuntura crítica del proceso de socialización, tiene capacidad

para disipar temores e inseguridades en la población.

Page 86: Recuperando el Monzón

85Recuperando el Monzón

¿Cómo se implementó la socialización en el Monzón?

Promotores de comunicaciones / Radio Bocina Comunal - C.P. Agua Blanca

Page 87: Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la

socialización en el Monzón

Existe un segundo nivel de análisis: los problemas y los desafíos del

proceso de socialización. Según el personal del área de socialización de

DEVIDA, el proceso de socialización no ha sido uniforme ni tampoco carente

de dificultades. No solo había la necesidad de mitigar la desconfianza y el

descontento generalizado (en parte fruto de la erradicación de cultivos);

sino, además, canalizar esfuerzos hacia escenarios favorables para la

suscripción de acuerdos.

¿Cómo así fue posible gestionar las dificultades? El diseño

coherente del Plan –que se colige de la descripción de aspectos formales–

y la correcta capacitación y selección del equipo de socialización fueron

aspectos favorables a la implementación del proceso. Aquel logró conjugar

un discurso coherente, empático, accesible y sumamente persuasivo. El

discurso de los especialistas de socialización, según se analiza enseguida, y

las dinámicas sociales dispuestas en terreno, por ejemplo la conformación

de talleres participativos, versaron con arreglo a un único objetivo: lograr

la suscripción del mayor número de Actas de Entendimiento y Acuerdos

de No Resiembra. Estas últimas, y la perspectiva de un desarrollo

7

Page 88: Recuperando el Monzón

87Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

alternativo integral y sostenible, fueron los marcos de referencia de la

acción social, de los eventuales problemas y conflictos, del diálogo y de las

soluciones.

En efecto, un primer reto de la socialización fue persuadir de que

los sembríos de café, de cacao y de biohuertos eran viables; de que, si

bien la degradación de suelos podía limitar la productividad, esta era

superable con la asistencia técnica y el soporte material necesario. Según

el registro testimonial, un argumento recurrente contrario al «Plan de

Poserradicación» fue la degradación de los suelos: preexistía la creencia

generalizada de que la calidad de la tierra solo permitía el cultivo de coca.

Es un argumento poderoso y con validez fáctica, que invita a repensar y

reforzar el componente ambiental. Sin embargo, y esto es importante, el

Capacitación en la siembra de hortalizas - biohuerto

Page 89: Recuperando el Monzón

88 Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

conocimiento técnico y los soportes materiales garantizados por DEVIDA

se dirigen a mitigar los daños en aquel sentido. El acompañamiento

constante, el carácter participativo y una cultura del cumplimiento

sobresalieron como elementos fundamentales para el logro de acuerdos

entre el Estado y la población beneficiaria. Justamente, el carácter

participativo, propenso a la generación de capital social, marca un

contraste con experiencias pasadas, acendradas en la memoria histórica

(Todorov, 2000; Coleman, 1988).

«Un punto importante es la presión que ellos ponían hacia a la

población. O sea, les presionaban, les obligaban a que ellos se

sometan al cultivo de coca, porque cuando nosotros hemos –y

esa es la idea que les han sembrado a ellos, psicológicamente,

de que sus tierras no sirven para nada, simplemente para el

cultivo de coca. Cuando nosotros hemos ingresado, pero de

qué nos van a ayudar, si estos suelos no sirven para nada. Eso

es lo primero que ellos nos han dicho: acá no produce, acá no

crece nada más que coca. Entonces, nosotros podemos hacer

un análisis allí de que por los años, o por constantemente la

presión, como que les han sembrado en el cerebro en la cabeza

a ellos de que no pueden dedicarse a sembrar otros cultivos. Es

la presión que ellos han tenido» (Especialista en socialización,

DEVIDA).

«Nosotros hemos ingresado al Monzón a socializar en el

sentido de presentar la propuesta del Estado en que ellos

se dediquen o cambien de actitud hacia una vida lícita, con

paz, con tranquilidad, con seguridad, con desarrollo, ¿no?

Pero que este cambio no va a ser de la noche a la mañana.

Page 90: Recuperando el Monzón

89Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

Es un proceso que ellos tienen que empezar, pero a hacerlo

ya, porque si dejamos pasar el tiempo o sea el proceso no va a

empezar, si ellos no toman la decisión. Siempre hemos tenido

rechazo, no ha sido fácil, ha tenido bastante rechazo al inicio

[cuáles han sido las principales resistencias] La resistencia…

el primer punto es que no tenían bien en claro qué es lo que

era DEVIDA. DEVIDA se le ha tomado como una ONG, como

el proyecto de vida, y todo, este, todo las experiencias pasadas,

en el sentido que la población, según ellos manifiestan, que

todo ha sido un engaño, ¿no? Siempre nosotros hemos tomado

como ejemplo las zonas, por ejemplo, de San Martín, de

Paraíso, que tan igual que ellos empezaron. El rechazo ha sido

fuerte porque atrás de nosotros siempre ha estado alguien de

la Federación. Siempre ha estado alguien en el sentido de

querer boicotearnos, de tumbarnos las reuniones, se ha tenido

en dos en tres oportunidades en el sentido que ellos nos han

querido malograr la reunión, con sus papelitos en mano, como

en todo dirigente cocalero que siempre lo ha hecho, no: la

fotocopias el papel en mano: que esto la mentira, que esto es el

Estado y que tanta cosa. Pero de una u otra forma se ha sabido

salir de esos impases que se ha podido tener en las reuniones»

(Especialista en socialización, DEVIDA).

En cursiva se han subrayado los términos yconceptos claves de

los recursos discursivos del proceso de socialización que iluminan razones

de por qué dicho proceso ha tenido éxito. Por un lado, paz, tranquilidad,

Page 91: Recuperando el Monzón

90 Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

seguridad, desarrollo y toma de decisión; por otro lado, rechazo, engaño,

mentira, presión y obligación. El personal de DEVIDA exponía las

ventajas del Plan, enfatizando elementos que lo constituyen en una

vía lógica de desarrollo, con paz, tranquilidad, seguridad. La lógica del

discurso se concentraba, además, en el carácter participativo y voluntario

del proceso. Con los elementos precitados,

acto seguido, el equipo de socialización inducía a que la población

beneficiaria contraste la descripción del Plan (las promesas adjuntas a él)

con la experiencia social de años pasados, cuando las redes de tráfico ilícito

de drogas y los movimientos anexos a estas redes ejercían dominación.

El contraste de unidades léxicas –transitar de paz a inseguridad,

de participación voluntaria a obligación– es un poderoso recurso que

induce a que la población beneficiaria reflexione sobre el presente, sobre

las expectativas a futuro y realice un balance tomando en consideración

las experiencias de años anteriores (Giddens, 2011). El uso de semejantes

recursos discursivos ejemplifica las capacidades del equipo de socialización,

la importancia de disponer de un método previo a la incursión en campo,

la importancia de disponer de una hoja de ruta.

Los elementos precitados tuvieron consecuencias funcionales al

logro de resultados. A la fecha, los indicadores de desempeño muestran

que el “Plan de Poserradicación” ha generado cambios significativos en

la dinámica productiva y en la situación socioeconómica del valle del

Monzón. Aquel ha logrado al 31 de diciembre del 2014 la participación de

4003 familias. De estas 1576 tienen hectáreas instaladas de cacao y 143

en mantenimiento, y 1207 tienen hectáreas instaladas de café y 178 en

mantenimiento. En términos de hectáreas esto implica hasta el 2014 la

instalación de 4027 hectáreas y el mantenimiento de 364 hectáreas, para

ambos cultivos.

Page 92: Recuperando el Monzón

91Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el MonzónVivero de café

Page 93: Recuperando el Monzón

92 Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

«Entonces, este, si nosotros podemos evaluar el cambio de

actitud de la población, al inicio no ha sido en gran proporción

la participación voluntaria. Pero teníamos que empezar ya

con las actas de entendimiento y empezar a hacer ya a surgir

ya con las propuestas de desarrollo. Es ahí donde, a medida

que se va desarrollando que las familias empiezan a observar

y empiezan a analizar que sí estamos cumpliendo con estos

procesos porque la desconfianza ha sido grande: no que es

mentira, que nos engañan, que tanta cosa, ¿no?. Y el punto

importante, de que sus suelos no servían para nada. Eso...

Porque no nos dan plata, porque nos vienen a engañar con

el cacao y el café. Así nos han dicho. Entonces nosotros les

hemos dicho de (sic) que el Estado no les va a brindar el bono

económico, no les va a dar dinero porque se les da en dos tres

días están en lo mismo, y nunca van a tener un cambio, nunca

van a empezar el proceso de cambio. Porque, hay que ver algo

con el sentido que pueda tener sostenibilidad no para ahora,

sino en el trayecto de adelante» (Especialista en socialización,

DEVIDA).

Lo anterior evidencia que la fase de socialización es un conjunto

ordenado de prácticas que involucran a DEVIDA y la comunidad

participante. Siguiendo con el argumento, la fase de concientización

social –las reuniones, previa suscripción de actas– se caracterizaron por

episodios de desconfianza y demandas no atendibles. Aquí se encuentra

un segundo problema. El registro testimonial muestra un patrón

Page 94: Recuperando el Monzón

93Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

recurrente durante el proceso de socialización: demandas de asistencia

directa, bonos económicos, pagos de jornal, etcétera. Las demandas de la

población permiten retomar un punto crucial: la erradicación produce,

en parte, un vacío productivo y el reto adjunto de cubrir la seguridad

alimentaria (Comité de Seguridad Alimentaria, CSA, 2013); sin embargo,

las evidencias sugieren que las soluciones no deben adoptar la forma de

asistencia directa; pues ello tiende a constituir beneficiarios dependientes

de los programas. Consecuentemente, pocas probabilidades de consolidar

una perspectiva de desarrollo sostenible a largo plazo (Shejtman &

Berdegué, 2004). Por ello, el Plan provee de soportes, herramientas,

recursos para una cogestión de los mismos. En pocas palabras, la población

beneficiaria es protagonista principal de su propio desarrollo.

No obstante, y este es un elemento cardinal, el diseño del Plan

muestra adaptabilidad a las contingencias y necesidades de corto plazo

enfocadas en la seguridad alimentaria, siguiendo las recomendaciones

del Comité de Seguridad Alimentaria. Así, se disponen proyectos de

biohuertos y, en paralelo, el trabajo articulado de DEVIDA con otras

instituciones del Estado –MINEDU, MINSA, MIDIS– contribuye a

reforzar las intervenciones de programas sectoriales como Qali Warma,

de modo que estos prioricen el Monzón como objetivo. La plataforma de

los servicios del Estado intensifica su presencia, además, a través de

iniciativas conjuntas como las Caravanas para el Desarrollo.

Lo resumido da cuenta de las principales propiedades –el valor

intrínseco– del proceso de socialización. Según la evidencia empírica,

la principal dificultad que se debe sortear aparece en el momento de

plantear la suscripción del «Acta de entendimiento» (la coyuntura crítica).

Ello, en tanto su lectura, supone plantear –como condición para el soporte

mediante instalaciones de café, cacao y biohuertos– la proscripción de

resembrar cultivos de coca.

Page 95: Recuperando el Monzón

94 Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

Al respecto, la lectura del «Acta de entendimiento» no es un acto

a priori, viene precedida de un diálogo continuo, en el que se entretejen

incentivos, recursos persuasivos y lo que Fairclough (2003) denomina

dilemas ideológicos: el actor –en este caso la población beneficiaria– es

contrastado en su realidad social, proceso de autorreflexión que desemboca

en condiciones óptimas para una toma de decisión de si conviene aceptar

las condiciones propuestas. En otras palabras, la sensible toma de

decisión estratégica: abandonar o no la economía ilícita, reanudar los

cultivos de coca y afrontar la probabilidad de una nueva erradicación que

obligue a «empezar de cero» (Giddens, 2011; Elster, 2009; Lovett, 2006).

El socializador cumple aquí un rol fundamental a la hora de orientar este

proceso de reflexión.

Pregunta: ¿Cuál ha sido la importancia de la suscripción del

«Acta de entendimiento» en el marco de la ENLCD 2012-2016?

«Nos manifestaron ellos de (sic) que el sentido de estado por

tanto tiempo – ellos hablan de entre 25 y 30 años– oprimidos.

Cuando ya se empezó la firma de actas de entendimiento,

ellos analizan y se sienten con la libertad de poder tomar sus

decisiones. Nosotros, cuando hemos ingresado, hemos dicho

dos cosas muy importantes: esta intervención del Estado,

este trabajo que nosotros queremos hacer con ustedes… hay

dos puntos importantes: que los trabajos son voluntarios

y participativos, no hay presión, ni se les va a obligar que

ustedes se sumen a trabajar con esto. Luego, ellos se sentían

tan capaces de poder tomar también decisiones y tomar

acuerdos ya no había el obligar o el presionar a la población

Page 96: Recuperando el Monzón

95Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

que se sume. Entonces, ellos analizan estos dos puntos y a

lo que estaban antes. Presionados a que se hace, se hace eso

y se hace eso y punto. Hay una diferencia total. Se sienten

ellos sueltos prácticamente, con la tranquilidad posible del

desarrollo» (Especialista de socialización, DEVIDA).

¿Qué es lo importante? El discurso de socialización se dispone sobre

un eje: el contraste entre el presente, la perspectiva futura y el pasado

de inseguridad y violencia. El socializador subraya el carácter voluntario

y participativo del proceso que contrasta nítidamente con la experiencia

previa a la intervención del Estado: 1) «Nos manifestaron ellos de (sic)

que el sentido de haber estado por tanto tiempo –ellos hablan de entre

25 y 30 años– oprimidos […]»; 2) «Cuando ya se empezó la firma de actas

de entendimiento, ellos analizan y se sienten con la libertad de poder

tomar sus decisiones». El socializador demarca el contraste y propicia el

diálogo. Construye la narrativa sobre un pasado y, acto seguido, perfila

las posibilidades hacia futuro (Todorov, 2000). El documento de «Acta de

entendimiento» es fundamental porque señala compromisos, pautas y

una hoja de ruta hacia metas concretas. Por ende, el discurso no consiste

solamente en palabras, sino que tiene un soporte y un valor jurídico:

Pregunta: ¿Y las actas de entendimiento institucionalizan

ese compromiso? «Claro. Es un pacto de compromiso entre el

Estado y la población: las autoridades con su población, por

cada caserío.»

Pregunta: La población a cambio tiene la garantía de que

Estado se compromete, tiene esa seguridad.

Page 97: Recuperando el Monzón

96 Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

«Claro, ahí, ahí van, tiene la seguridad ahí se les ha dicho,

se les ha leído constantemente, no hay nada que ocultar, es

un documento muy importante que a ustedes les respalda,

a ustedes les respalda la participación, los compromisos

que asume el Estado y que asumen ustedes como población

también. Claro. Y también a costa que ustedes no vuelvan

a sembrar. Eso también es importante Eso sí, eso, ahí viene

el murmuro, cuando leemos, cuando leemos las actas, antes

de, cuando socializamos el Acta, ahí viene el cuchicheo,

viene allí el murmuro entre ellos: que la coca que no quieren

Cooperativa Agraria Cafetalera Milagros – Monzón

Page 98: Recuperando el Monzón

97Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

que siembre; pero se les hace entender pues, se les explica

de que cuánto tiempo han estado y qué han conseguido con

ello: pobreza, destrucción, educación básica, no hay recursos

básicos, entonces el Estado empieza con compromisos de acá

hacia adelante, y ellos están viendo ya con el apoyo que se está

logrando, hoy en día complementar con ello hay una bastante

aceptación. Cada día se incrementa más esto» (Especialista de

socialización, DEVIDA).

En este punto se debe notar un sutil cambio en el registro de la

narración. El entrevistador comienza a contar cómo es que interactúan

con la población. A diferencia del pasado, en que la población carecía de

mayores márgenes de agencia, los responsables de campo se dirigen a

ella como ciudadanos con derechos. Se ha subrayado el sintagma nominal

ustedes para mostrar un giro. El trato de usted en procesos de negociación

colectiva, dice Fairclough (2003), implica un reconocimiento hacia el

interlocutor y su autonomía. Entonces se dispone de un acercamiento

formal en que se apertura un panorama de opciones bajo el sustento de

un compromiso legal y donde se delega –siempre– la toma decisión final

al ciudadano participante. Este último, en el esquema adoptado por el

«Plan de Poserradicación», es tratado como un sujeto activo, como una

individualidad con capacidad de agencia (Nussbaum, 1993; Sen, 1985).

Pregunta: Cuéntame un poco más ese punto: ¿posicionar la

condición de no volver a sembrar coca generaba suspicacias,

dudas?

Page 99: Recuperando el Monzón

98 Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

«Sí, hay un punto que dice allí dice sobre no volver a sembrar

cultivos de coca o cultivos ilegales a partir de la firma del

“Acta de entendimiento”. “No, pero nos van a obligar, de qué

vamos a vivir, que el bolo y tanta cosa, pues”. Entonces se les

dice: “Bueno, señores el compromiso es de ustedes, que tienen

que sumarse es hacer el desarrollo lícito. Ustedes han estado

relegados, han estado presionados, han estado vendados los ojos

en el sentido que han estado todo el tiempo con el monocultivo

de la coca, que es un cultivo ilegal. Cuántas toneladas ustedes

han producido y ¿eso adónde creen que se ha ido esto? Se ha

ido al narcotráfico. Hay una total destrucción de áreas de

bosques, de terrenos agrícolas, totalmente explotados. ¿Con

la coca qué se hace? La explotación de los suelos nada más.

Entonces hay bastante, ¡eh!, ¿la producción de la coca adónde

va? La producción de la coca a la juventud, el daño a la niñez,

a la contaminación de los ríos, las quebradas, cada vez hay

menos agua”. Entonces se les hace un enfoque general de qué

consecuencias o qué resultados se ha tenido en este proceso. Y

qué es lo que queremos de acá hacia adelante» (Especialista

de socialización, DEVIDA).

«Bueno, no, entonces hemos tenido un reunión con todos

ellos: con todo pobladores, y con todo también con los

ingenieros de DEVIDA. Entonces hemos ponido (sic) un

acuerdo un día, ya para conversar y para firmar las actas;

y conver… ¿conversación, no? Acuerdo: entre ellos y nosotros

Page 100: Recuperando el Monzón

Narraciones escénicasy dibujos de pintura

Page 101: Recuperando el Monzón

100 Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

como pobladores. Entonces allí hemos tenido nosotros como

autoridad no podemos adelantar en nada. Hemos dejado en

posición de todos pobladores. Hemos podido preguntar si

están de acuerdo a trabajar con el proyecto o no. Entonces todo

hemos visto pobladores y unos cuántos, más o menos cuántas

personas… más o menos estarían… de… de 100 personas, más

o menos, 4 o 5 no estaban de acuerdo. De ahí, mayormente

estaban de acuerdo para trabajar con este proyecto. Entonces,

mayoría que estaba de acuerdo; ya pues, nosotros estamos

sujetados a nuestra población y ya pues hemos podido acordar

tomar acuerdo en el acta y firmar no, de que vamos a trabajar

con este proyecto» (Autoridad local).

La proscripción de la resiembra de coca como condición de la

participación generaba rechazos. El socializador, acto seguido, interpelaba

a la población. El trato directo y formal («Bueno, señores…») sobresale como

un rasgo medular. El Estado, a través de sus funcionarios de campo, no

asume entonces un trato paternalista y tutelar; y marca, por el contrario,

una relación entre semejantes: de reconocimiento. En el discurso es

llamativo que el socializador cubra prácticamente todas las dimensiones

formales que componen el Plan: alude a las consecuencias económicas

del cultivo, a la situación de inseguridad experimentada (con la figura

del narcotráfico), a la degradación ambiental y social correlativas de su

dependencia al cultivo ilícito. «Entonces se les hace un enfoque general de qué consecuencias o qué resultados se ha tenido en este proceso. Y qué es

lo que queremos de acá hacia adelante». Lo importante –como muestra la

cláusula anterior– es que el socializador reconstruye con la población el

Page 102: Recuperando el Monzón

101Recuperando el Monzón

Superando los desafíos de la socialización en el Monzón

pasado inmediato: la memoria es el sedimento sobre el que se sostiene la

construcción de un mejor futuro (Todorov, 2000).

La segunda cita reafirma lo dicho: el testimonio del agente

municipal hace visible un contenido apreciativo (Martin & White, 2005)

cuando reconstruye la interacción con el personal de socialización.

¿Apreciativo en qué sentido? Se dispone una valoración positiva de la

negociación; por ejemplo, cuando el agente municipal señala que se llevó a

cabo un acuerdo entre ellos y nosotros como población. La cláusula textual

muestra el asentimiento de la población respecto del acuerdo firmado: el

carácter dialógico del proceso, sometido al diálogo comunitario.

Page 103: Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros

iniciales del «Plande Poserradicación»

El Plan de Poserradicación debe el éxito de su primera fase de

intervención a varios factores, entre ellos debe considerarse el

impacto de intervenciones previas, como los operativos policiales y las

acciones de erradicación, que desarticularon los ápices estratégicos de las

redes de TID y de los movimientos vinculados, mitigando así la capacidad

de reproducción de la cadena de valor; sobre esta base, los resultados del

Plan mismo: en el orden económico-productivo, en términos de organización

social comunitaria, en términos de la constitución de plataformas políticas

de entendimiento y en materia de seguridad, principalmente.

Sobre lo primero, el registro testimonial y etnográfico corrobora

la importancia de haber logrado desarticular los ápices estratégicos de

las redes de TID y de haber desmontados los liderazgos de movimientos

adjuntos a esas redes. Ello tuvo un impacto correlativo en la reducción

significativa de la capacidad que tenían estos para ejercer control territorial

y control político (Felbab-Brown, 2008; Van Dun, 2009; Weber, 1974). Por

otra parte, la erradicación de cultivos –según el registro testimonial– fue

fundamental para interrumpir el suministro reproductivo de la cadena de

valor de derivados cocaínicos (López & Vizcarra, 2012). Sumados ambos,

8

Page 104: Recuperando el Monzón

103Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

hubo una drástica reducción de la violencia y la conflictividad en la zona.

Es posible denominar este proceso como una desarticulación funcional de

los términos que –en el corto plazo– determinaban la reproducción de la

cadena de valor.

Sin embargo, es evidente, la estrategia de control policial sobre los

líderes de organizaciones criminales y el control de cultivos ilícitos son vías

coherentes para acentuar la presencia del Estado y establecer seguridad,

mas –strictu censu– no impide que la población vuelva a dedicarse al

cultivo. Así, ¿cómo garantizar que la cadena de valor de la coca no se

reactive y vuelva a reproducirse en el tiempo, conectando los términos de

una oferta y una demanda en estado latente? En otras palabras, ¿Cómo

garantizar una efectiva reorientación del tejido productivo, social y

económico hacia el marco normativo de un estado de derecho y un mercado

de bienes y servicios lícitos? A esas preguntas, desafíos y problemas

obedeció la implementación del «Plan de Poserradicación» en el Monzón,

que transitó según las etapas graficadas en la figura siguiente:

En la línea temporal es importante tener en cuenta que,

subsiguiente a los operativos policiales, hubo un trabajo previo por parte

de DEVIDA para que el espacio de intervención sea proclive a aceptar una

oferta de servicios y proyectos productivos. El componente de socialización

del «Plan de Poserradicación», entonces, debe su efectividad a un diseño

metódico e inteligente que tomó en cuenta las particularidades del

contexto de intervención: desconfianza, descontento, pobreza, precariedad

(en términos de infraestructura y acceso a oportunidades). Ahora, en su

dimensión operativa, el Plan se halló beneficiado por fuerzas sociales

de cambio estructural y movimientos análogos de transformación: la

expansión del mercado de bienes y servicios; la expansión de ciudades

intermedias; la difusión de modelos de desarrollo alternativo, como el

Page 105: Recuperando el Monzón

104 Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

Defensa ribereña Cachicoto

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105Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

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Page 107: Recuperando el Monzón

106 Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

caso San Martín; la apertura de mecanismos y medios de comunicación,

que perfilaron una estructura de oportunidades para la implementación

de proyectos productivos e iniciativas económicas en un horizonte de

legalidad, de modo tal que la producción de coca y derivados no aparecía

ya como una alternativa preferente (UNODC, 2011).

En este contexto –que ha combinado la acción decidida del Estado,

a través de programas claves coordinados por DEVIDA y fuerzas sociales

de transformación– se ha registrado una reducción continua del cultivo de

coca en el Monzón. Lo importante es entender que esta es consecuencia de

un conjunto interrelacionado de procesos que el «Plan de Poserradicación»

busca consolidar.

Para que tenga efectos en la reducción de la producción potencial

de cocaína, la erradicación debe de ser continua, evitando así una posible

expansión de las hectáreas de cultivos. Sin embargo, la erradicación de

cultivos ilegales en el Monzón se dispuso sobre un escenario previamente

afectado en términos económicos y sociales, en donde los niveles de

desarrollo han estado por debajo de la media nacional. Considerando su

disposición activa, según el PO Monzón (DEVIDA, 2013b), la erradicación

puede tener impactos en los niveles de confianza de la población, en el

tejido de sensibilidades y en la seguridad alimentaria a corto plazo.

La línea de tiempo presentada enfatiza, por otro lado, el

encadenamiento de procesos implicados en la implementación del Plan.

Así, cada indicador observable en terreno se corresponde con una acción

e impacto vinculado a las dimensiones priorizadas por el Plan en materia

económico-productiva, en el orden social, en temas de infraestructura y

política, en materia de seguridad, etcétera.

¿Qué es lo importante y lo que refleja visualmente cada componente?

Que el Plan debió su éxito a la integralidad del mismo. Integralidad

Page 108: Recuperando el Monzón

107Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

significa, a priori, comprender la complejidad del escenario de intervención

y sus principales determinantes (Segura, 2009). Los cultivos de coca y la

reproducción del TID no solo vulneraban la seguridad territorial y social

de la zona y de los pobladores, respectivamente, sino que también tenían

un impacto en la capacidad de desarrollar infraestructura, inversiones en

salud y educación, fomento de capacidades productivas, etcétera. Todas

estas dimensiones vulneradas por la reproducción sistémica del TID son

priorizadas en la implementación del Plan y –según lo observado en la

cadena de acciones e impactos– muestran resultados favorables.

En este sentido, el «Plan Poserradicación» ha permitido atenuar

los impactos de la erradicación de cultivos y sentar las bases para un

desarrollo sostenible a largo plazo, como muestran la tabla a continuación.

A la fecha, en el valle del Monzón, el Plan ha logrado que más de dos

mil familias se comprometan con proyectos productivos en acuerdo con

el Estado. Este compromiso en actas se traducen en más de 4000 ha.

comprometidas para proyectos productivos. En el 2013, en menos de doce

meses de trabajo, considerando que la primera suscripción de actas fue

en el mes de junio de aquel año, el porcentaje de ejecución en materia

productiva superó el 80%, como se puede observar en la Tabla n° 6.

Lo descrito deriva en un proceso de dinamización económica

bajo la pauta de instituciones legales. En el imaginario local empieza a

instituirse un ideal de expectativas en materia de desarrollo productivo

soportado por el Estado. La confianza colectiva es el sedimento sobre el

cual parece constituirse un escenario de cambios. La confianza, empero,

es un sentimiento de moral colectiva que se construye diariamente. De

ahí, la importancia de que los especialistas de socialización permanezcan

en campo por períodos de varios días: consolida capital social, en el sentido

de redes de asociación colectiva basadas en confianza intracomunitaria

Page 109: Recuperando el Monzón

108 Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

y extracomunitaria, la primera articulada entre los individuos que

conforman los distintos caseríos y distritos del Valle, la segunda articulada

entre las comunidades y el Estado.

Tal como muestra la tabla anterior, el “Plan de Poserradicación”

ha tenido avances sumamente significativos en términos de confianza

por parte de la población, los cuales se traducen en avances al interior

del componente productivo. Desde que comenzó el plan hasta el 31 de

diciembre de 2014 se contabiliza un total de 4003 familias participantes

de los ámbitos de intervención del plan. En cuanto al número de hectáreas

de instalación de cacao se contabiliza 2340, y en el caso de café de 1687.

Se incluye también un total de 1591 biohuertos implementados entre el

2013 al 2014, siendo el primer año uno en el que se tuvo una ejecución del

80% según las metas establecidas. Vale recalcar que estos resultados no

se habrían conseguido si una de las piezas clave dentro de este proceso,

la suscripción de actas de entendimiento, no se hubiera implementado.

En base a la evidencia documental producida a la fecha (DEVIDA,

2013b; DEVIDA, 2014a), y al registro etnográfico y testimonial construido,

esta investigación identifica avances del «Plan de Poserradicación» en

cuatro grandes áreas: en el campo económico-productivo, en el campo de

la política a nivel local, en el campo de la organización social comunitaria

y en el campo de la seguridad. Con el término avances nos referimos,

principalmente, a los cambios en las estructuras sociales, económicas

y políticas que sostenían la reproducción del TID en el Monzón. La

distinción entre estos cuatro campos (los cambios descriptos en cada uno

de ellos) se hace con fines estrictamente analíticos; pues, en la práctica,

se observa una interrelación.

Así, por ejemplo, la formación de juntas vecinales (un cambio a

nivel político) tiende a generar una mayor cohesión comunitaria (un cambio

Page 110: Recuperando el Monzón

109Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

Acciones lúdicas y recreativas

Page 111: Recuperando el Monzón

110 Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

a nivel social) y esta, como es evidencia en la literatura especializada,

sobrelleva a una percepción más elevada de seguridad en el escenario

objeto de estudio (Touraine, 1999; Tilly, 1993; La Due & Huckfeldt, 1998).

Se puede observar, por otra parte, los cambios en el contexto de

seguridad de la zona, a raíz del efecto combinado de operativos policiales

(estratégicos en la captura de líderes vinculados con el TID), los procesos

de erradicación y el «Plan de Poserradicación». La descripción en base a

estos referentes se debe a que no es posible caracterizar los cambios en

materia de seguridad en relación a una sola causa.

En este contexto es importante mencionar, un hecho que permite

explicar mejor la empatía social del Monzón con las fuerzas de seguridad,

situación impensable hace apenas cinco años. Se trata del proceso de

trabajo realizado por parte de las instituciones del Estado, que tuvo

como primeros pasos, la suscripción del Convenio de Cooperación

Interinstitucional entre DEVIDA y la Municipalidad Provincial de

Huamalies (junio 2013), y al Convenio de Colaboración Interinstitucional

entre DEVIDA y el Ejercito Peruano (setiembre 2013); mediante lo cual

Page 112: Recuperando el Monzón

111Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

ambas instituciones se comprometieron en la implementación y ejecución

de actividades, obras y proyectos de infraestructura de ingeniería.

En el marco de estos convenios, se incorporó la actividad de

“Mantenimiento de la Vía Vecina Tramo Nuevo Rondos – Corvinilla Alta en el Distrito de Monzón, Provincia de Huamalies”, y se dispuso

la transferencia financiera a la Municipalidad Provincial (julio 2014).

Posteriormente, el ejército, a través de su batallón de ingeniería y en

articulación con la Municipalidad, dispuso la construcción de un tramo

de terreno afirmado, lo que hace posible la salida de los productos

alternativos para su posterior comercialización.

Visto desde una perspectiva socioeconómica, este acuerdo refleja

el esfuerzo de tres instituciones del Estado que apostaron por el progreso

de las familias de la población del distrito de Monzón. Pero sin lugar a

dudas, la importancia de estos Convenios es más bien política, puesto que

en la misma zona que estuvo dominada por organizaciones dedicadas al

tráfico ilícito de drogas, actualmente se ha instalado, por primera vez en

la historia, el Batallón de Ingeniería del Ejército con maquinarias para

desbrozar el ánimo a la paz y el desarrollo integral.

A continuación, se detalla cómo –progresivamente– se logró

desarticular la dependencia económica en el cultivo de coca y las

actividades económicas que unían a la población con las redes de

narcotráfico. Enseguida, se abordarán los logros atribuibles al Plan en

términos de organización política comunitaria y organización social, esto

es, la construcción de plataformas de participación política representativa

y generación de confianza en lo público; así como la formación de

asociación productores y aumento de la cohesión comunitaria (capital

social). Finalmente, se abordarán los principales logros en el campo

productivo, con énfasis en la expansión de las instalaciones de café,

Page 113: Recuperando el Monzón

112 Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

cacao y biohuertos (reducción correlativa de las hectáreas destinadas a

la plantación de coca).

El Plan también registra avances sumamente significativos

en términos de organización social comunitaria y plataformas de

representatividad política. Según el registro de la Oficina Zonal de Tingo

María, hasta el 2014 se ha dispuesto la formación de 21 juntas vecinales

en el ámbito Monzón, 6 en el ámbito Puente Durand, y 4 en el ámbito

Supte San Jorge. Las juntas vecinales son mecanismos representativos

orientados al diálogo con las instancias subnacionales de gobierno y

con el personal de DEVIDA adjunto a la implementación de proyectos

productivos. ¿En qué medida la formación de juntas vecinales significa

un avance en el terreno de la política comunitaria local?

Previa a la intervención de DEVIDA, la población agricultora

tendía a dedicar tiempo al monocultivo de coca. Según el registro

testimonial, no se disponían de organizaciones de base representativas,

con vínculos horizontales y basadas en el consenso. La representación,

basada en la reivindicación del cultivo, tendía a disponerse en vínculos

asimétricos verticales –relaciones de oferta y demanda– que persistían

en el tiempo dada la ausencia de alternativas funcionales de desarrollo;

lo que, según lo indicado por las evidencias, era atribuible al control

político territorial ejercido por las redes de tráfico ilícito de drogas y los

movimientos adjuntos (Zevallos & Mujica, 2013; Van Dun, 2009). Las

juntas vecinales, por otra parte, al constituir un mecanismo de acción

colectiva, ejercen influencia sobre la buena marcha de los proyectos

productivos, vigilan el cumplimiento de los acuerdos en términos de

soporte material y productivo (Tilly, 1993; Touraine, 1999; Coleman,

1988).

Page 114: Recuperando el Monzón

113Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

Ha habido, por otra parte, en el tejido de percepciones sociales, un

aumento significativo en la confianza para con la legalidad, las normas y

mecanismos del estado de derecho. La firma de actas de entendimiento ha

sido fundamental en ese sentido y constituye –en muchos casos– acuerdos

pioneros entre comunidades y caseríos, antaño sometidas al monopolio de

la violencia por parte de las redes de narcotráfico y movimientos adjuntos

a ellas, y una institución del Estado como DEVIDA.

Los acuerdos en actas, según constata el registro testimonial

y la comprobación por método etnográfico, permiten corroborar que

el Estado –en una mayoritaria proporción de casos– ha cumplido

con los compromisos pautados en actas. En efecto, la provisión de

abonos, fertilizantes, instrumentos, semillas y la presencia constante

de personal extensionista de campo ha generado que gran parte de la

población interiorice optimismo respecto de la política pública y una gran

adaptabilidad a los nuevos sistemas de producción.

«Yo le dije que sí a la policía. Hoy, esa decisión política es que

la policía entre para ayudar a la población No en una manera

de reprimir, sino en una manera de sensibilizar, cumplir

una función de policías comunitarios. De hacerles ver que

la policía está para ayudar al pueblo. Si tú, ves en Cachicoto

no hay trabajo de interdicción como función de la policía, de

represión netamente, están en un proceso de acercamiento

a la comunidad. De sensibilizar, hacer acciones cívicas de

interrelacionar con el ciudadano. De ver y ser empáticos.

Sí colaboramos con de repente generarle un trabajo a una

persona para que cocine a los miembros de la policía, para

Page 115: Recuperando el Monzón

Cultivos de café

Pasantía de Agricultores

Cultivos de cacao

Page 116: Recuperando el Monzón

115Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

que les lave la ropa, que sean hospedaje, de alguna manera,

indirectamente se está generando el desarrollo con la

presencia de la policía, ya la gente: oye los policías necesitan

sacar fotocopia, ya ponen su fotocopiadora; oye acá les puedo

vender tal cosa: ponen su bodeguita. Entonces va generando

un desarrollo de a poco» (Mayor PNP, Oficina de Participación

Ciudadana, Tingo María).

Mecanismo paralelo e igualmente importante de cohesión social

y plataforma de la articulación con el mercado es la construcción de

asociación de productores. Esta fase concita la prioridad del proceso de

socialización, actualmente. Se trata de asociar e inscribir a productores

según localidad, a fin de consolidar una organización que pueda

promocionarse como tal, y así fomentar una articulación con los mercados

a nivel nacional e internacional.

En principio, son los productores con un mayor número de

hectáreas quienes tienen una mayor capacidad productiva para emprender

el liderazgo en estas tareas. Sin embargo, al igual que con la formación

de juntas vecinales, precedente a la firmas de actas de entendimiento,

se prevé que las asociación de productores propicie un «fenómeno de

arrastre». ¿Qué significa un fenómeno de arrastre? Que capture la

atención de la población circundante a los ámbitos de funcionalidad de

los proyectos, que despierte el interés por unirse a una asociación o de

formar nuevas. La idea básica es que las asociaciones de productores le

dan sostenibilidad al proceso y son más fáciles de monitorear. Además,

son formas de empoderar a las poblaciones y no generar círculos de

dependencia, sino más bien constituir dinámicas de desarrollo en función

de una articulación tangible y duradera con las economías legales.

Page 117: Recuperando el Monzón

ConstrucciónInstitución Educativa Cashapampa

Page 118: Recuperando el Monzón

117Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

«Lo que pasa es que en el cultivo del café hay una etapa

de germinado, la selección de la planta, el repicado y el

vivero, ahí está una parte para el éxito de tu plantación en la

producción, si tú quieres sacar 30 o 40 quintales por hectárea

empiezas por abajo. Si tú, abajo, no haces una buena selección

de semillas, no haces un buen germinado, no seleccionas una

buena planta para que vaya al vivero; al final, la planta va

a crecer como todo ser vivo, pero donde se va a notar es en

la productividad de acá a tres años. Entonces, con este Plan

están aprendiendo las razones y la práctica de hacer una

buena selección. Entonces, de repente ellos van a esperar

mucho café pero van a tener poco café, pero es justamente

porque antes hicieron una mala selección. Entonces con

este Plan se les hace entender la razón por la que hacer una

buena selección, si hablamos en términos de raíces, porque

una raíz torcida no puede ir en un plantón y porque una raíz

derecha si puede ir en un plantón; porque ellos la tomaban

como un todo: todos para ellos es igual, la torcida, la que tiene

dos ejes, entonces para ellos era planta, no hacían ninguna

selección. Eso nos hace entonces de que el éxito de la futura

plantación sea buena. A mí, en lo personal, me sorprendía que

no conocieran eso porque yo he trabajado en otras zonas y allá

manejan todo ese tema […] Y luego explicarles del proceso de

abonamientos. Porque es importante aplicar tanto nitrógeno,

potasio, que antes antiguamente tampoco lo estaban haciendo,

Page 119: Recuperando el Monzón

118 Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

no, o sea prácticamente los señores eran recolectores de grano:

que solamente siembran lo cultivan y cosechan y nada más no

hacen más actividades, entonces la planta tiene un cuidado,

según la fenomenología de todo el año. Entonces, todos esos

procesos se les enseña y a la vez también se les enseña a

controlar las plagas y enfermedades que le da a la planta.

Digamos, yo veo, al menos eso, en la parte del cambio que

están haciendo» (Extensionista de café y cacao, DEVIDA).

Ahora bien, por otra parte, es visible que la población beneficiaria

recibe capacitación constante en tratamiento de cultivos, usos de

fertilizantes, construcción de instalaciones de cultivos: en suma, ha

habido un in crescendo significativo del capital humano. El aprendizaje de

capacidades de producción es una fuente de capital social, pues despierta

el interés colectivo de participar en proyectos productivos y de iniciativas

similares. Asimismo, campañas periódicas como las Caravanas para el

Desarrollo y las campañas de comunicación comunitaria, generan mayores

niveles de cohesión social y de confianza en el Estado y la legalidad.

En suma, generar seguridad y condiciones de intervención es

una condición necesaria, pero no suficiente para la transformación de las

estructuras que sostenían la reproducción del tráfico ilícito de drogas.

La erradicación mitiga la reproducción del tráfico ilícito de drogas desde

su base productiva mínima, pero no garantiza que la población reoriente

su dinámica productiva. El «Plan de Poserradicación» tiene por objetivo

principal controlar la probabilidad de resiembra de coca por parte de los

agricultores y, así, una reactivación de la cadena de valor del TID. Bajo

esa lógica, su disposición práctica busca atenuar los impactos directos que

pudiese tener la erradicación de cultivos sobre la seguridad alimentaria

Page 120: Recuperando el Monzón

119Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

en el corto plazo y –siguiendo las recomendaciones del Comité para la

Seguridad Alimentaria Mundial (2013)– generar oportunidades de

desarrollo a largo plazo, que aseguren la reorientación de las dinámicas

productivas (a través de cultivos de café, cacao, biohuertos, etcétera.);

generar lazos de confianza entre y con la población, a través de mecanismos

de organización y participación política (juntas vecinales), así como a

través de la conformación de comités de productores. A este panorama

de problemas y desafíos obedece la necesidad de continuar y reforzar la

implementación del «Plan de Poserradicación» en el valle del Monzón y

otros de características sociodemográficas similares.

Page 121: Recuperando el Monzón

120 Recuperando el Monzón

Generando confianza: avances y logros iniciales del Plan de Poserradicación»

ConstrucciónInstitución Educativa Monte Grande

Page 122: Recuperando el Monzón

Conclusiones

Conclusión 1:Transformación del valle del Monzón

Entre el año 2009 y el 213, solo en el distrito del Monzón, la

proporción de hectáreas de cultivo de coca se redujo en 96.54%, como

resultado de las acciones de control de cultivos ilícitos y los operativos

que conllevaron a la desarticulación de las principales redes de TID en

dicho ámbito. La implementación de un «Plan de Poserradicación», en

este contexto, obedece a la necesidad de atenuar los impactos negativos

que pudiese tener el control de cultivos sobre las economías domésticas;

atenuar los riesgos de resiembra de coca y de una rearticulación probable

de la cadena de derivados y sentar en cambio las bases productivas,

sociales y políticas para consolidar una perspectiva de desarrollo

alternativo integral y sostenible en el largo plazo.

Al 31 de diciembre de 2014, el “Plan de Poserradicación” ha logrado

tener incidencia en 6 ámbitos: Monzón, Puente Durand, Supte, Bolsón

Cuchara, PIR DAIS Bella y PIR DAIS Tantamayo. Esto se ha traducido

en 2340 ha de cacao y 1687 ha de café comprometidas, así como en la

instalación de 1591 unidades de biohuertos. En paralelo, la intervención

ha significado un aumento importante de la presencia de instituciones

del Estado; y en consecuencia, un aumento de las oportunidades de acceso

a servicios en beneficio de la población: apertura de tres comisarías,

rehabilitación de escuelas y caminos rurales, campañas intensivas de

salud y de nutrición, etcétera.

9

Page 123: Recuperando el Monzón

122 Recuperando el Monzón

Conclusiones

La evidencia documental y empírica de esta investigación

corrobora que el valle del Monzón ha experimentado una transformación

de las condiciones económicas, sociales y políticas que hacían posible la

reproducción de la economía ilegal del cultivo de coca. Solo en términos

estrictamente productivos y de seguridad, en poco más de un año de

implementación, el «Plan de Poserradicación» ha logrado resultados en

dos ejes: sentar las bases productivas, sociales y políticas para que el

desarrollo alternativo integral y sostenible sea el motor de progreso de

las familias; y propiciar condiciones de seguridad territorial y humana

en los diferentes caseríos y distritos. El desafío, a futuro, es garantizar la

sostenibilidad en el tiempo de este proceso.

Recomendación 1• El carácter multisectorial de la intervención ha sido una de las

principales fortalezas del «Plan de Poserradicación» y una de las

principales lecciones de éxito. La participación de los distintos

sectores del Estado y de la sociedad civil ha permitido establecer redes

de seguridad en el corto plazo: comisarías, postas de salud, caminos

rurales, infraestructura y una presencia activa de funcionarios del

Estado.

• La consolidación de redes de seguridad como las señaladas, según está

demostrado en abundantes investigaciones, produce capital político,

a favor del Estado, propicia vínculos de solidaridad comunitaria y,

en ese sentido, reduce significativamente las oportunidades para

cometer actos delictivos. Por ejemplo, una eventual rearticulación de

redes de tráfico ilícito de drogas.

• Las evidencias sugieren la necesidad de profundizar en esta línea

de intervención multisectorial. Por ejemplo, a través de acuerdos

Page 124: Recuperando el Monzón

123Recuperando el Monzón

Conclusiones

interinstitucionales que focalicen una provisión de servicios de

carácter permanente, que se traduzcan en iniciativas de programas

o proyectos de desarrollo con participación de la población local y con

arreglo a sus necesidades y expectativas.

• En la misma perspectiva, las evidencias sugieren la necesidad de

consolidar acuerdos con el sector privado y la sociedad civil, por ejemplo

las universidades, para incentivar la generación de emprendimientos

locales, la formación de capacidades y la articulación de la economía

local con los mercados de bienes y servicios a nivel nacional y –de ser

posible, en el largo plazo– a nivel internacional.

Conclusión 2:El proceso de socialización y la suscripción del «Acta de entendimiento»

El trabajo sistemático realizado por los especialistas de

socialización y el empleo por ellos de actas de entendimiento han sido

fundamentales para revertir la desconfianza de la población y lograr

adhesiones basadas en compromisos de responsabilidad compartida.

En el imaginario local, la suscripción del «Acta de entendimiento»

es valorada por su carácter no coactivo: la población entrevistada reconoce

la libertad y la índole participativa del proceso. Asimismo, la suscripción

es asumida con expectativas de que se traducirán en proyectos productivos

con asistencia técnica por parte del Estado; en otras palabras, es

interpretada como una garantía de cumplimiento de acuerdos establecidos.

Por consiguiente, gestionar rigurosamente el cumplimiento de acuerdos

es esencial para mantener el equilibrio de expectativas y evitar conflictos

potenciales: cumplir con los acuerdos –como ha sido la tendencia–

aumenta la confianza de la población participante; sin embargo, su no

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124 Recuperando el Monzón

Conclusiones

cumplimiento puede defraudar las expectativas y conllevar una pérdida

de capital político en favor del Estado.

Por otro lado, de parte de la población participante, la suscripción

del «Acta de entendimiento» implica una responsabilidad sobre uso

adecuado de los materiales y de la asistencia técnica brindada. En

consecuencia, las actas de entendimiento son instrumentos de gestión

que deberían facilitar el monitoreo y la evaluación de los niveles de

cumplimiento por parte de la población. Son instrumentos que –hasta

cierto punto– pueden contribuir a controlar riesgos de resiembra y, en

particular, una exacerbación de la conflictividad en eventuales acciones de

control de cultivos ilícitos. ¿De qué manera? Mediante la firma del «Acta

de entendimiento», la población asume el compromiso y la responsabilidad

de no volver a resembrar coca: aquella institucionaliza una cultura del

cumplimiento y de la corresponsabilidad.

Recomendación 2• Construir un registro que permita evaluar la ratio del «Acta de

entendimiento» efectivamente traducidas en proyectos productivos y

los estados de avance de los mismos. Es decir, un registro que permita

obtener, del total de actas de entendimiento firmadas hasta una fecha

determinada, el porcentaje total de aquellas traducidas en proyectos

productivos y los estados de avance de los mismos.

Es prioritario estimar los niveles de capacidad estatal –en términos

de capital humano y recursos invertidos, fundamentalmente– que son

necesarios para cumplir con los acuerdos suscritos y cubrir la demanda

generada. En ese sentido, es recomendable que el Estado priorice aquellos

proyectos productivos ya implementados, antes de expandir la cobertura

de participantes, a fin de no generar problemas de sobresaturación.

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125Recuperando el Monzón

Conclusiones

• Considerando futuras intervenciones es necesario construir

indicadores de vulnerabilidad que permitan evaluar riesgos de

resiembra: sea por la reactivación de una oferta, sea por problemas

derivados de la seguridad alimentaria o sea por proyectos productivos

que no pudieron avanzar. Bajo esa lógica, se podría reforzar aquellos

ámbitos donde la vulnerabilidad por riesgo de resiembra es mayor.

Conclusión 3:Juntas vecinales, comités de productores, cohesión social y articulación con el mercado

El «Plan de Poserradicación» ha promovido, desde sus inicios,

la formación de juntas vecinales y de comités de productores. Estos

mecanismos colectivos de participación política han probado ser

fundamentales por varias razones. A través de las juntas vecinales,

en primer lugar, se instituyen espacios de participación comunitaria

en los cuales la población puede transmitir demandas y necesidades

con probabilidad de que sean atendidas. La importancia de las juntas

vecinales radica en que son espacios de intermediación política: allí, donde

antaño las demandas y necesidades eran canalizadas por el movimiento

y el discurso de reivindicación cocalera; hoy, las juntas vecinales sirven

para canalizar estas mismas demandas y necesidades hacia el Estado.

En efecto, al gozar de legitimidad, las juntas vecinales se convierten

en los interlocutores oficiales entre el Estado y la población participante.

Facilitan por consiguiente una vigilancia mutua, una mayor certidumbre

y control sobre la marcha de los proyectos productivos. Al mismo tiempo,

promueven un sentido de pertenencia (la idea de un «nosotros») articulado

a actividades lícitas y al estado de derecho. En segundo lugar, los comités

Page 127: Recuperando el Monzón

126 Recuperando el Monzón

Conclusiones

de productores fomentan igualmente un sentido de pertenencia e

identidad articulado con actividades lícitas. La importancia de consolidar

a los comités de productores es que facilitan y promueven una mayor

inserción de los productores locales en la economía de mercado. Si bien,

es prematuro evaluar el impacto de esta forma de asociatividad; otras

experiencias exitosas (como la de San Martín) sugieren la funcionalidad

de este mecanismo.

Recomendación 3• Es necesario construir un registro centralizado de las juntas

vecinales y de los comités de productores existentes en los ámbitos

de poserradicación y, en esa misma línea, desagregarlas según

sus principales demandas y necesidades. Tener control sobre esta

información (necesidades y demandas) es fundamental para poder

diseñar y construir, en base a evidencias, futuros planes de gestión

operativa y dar soporte a la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012-2016.

• En la actualidad, el diálogo político con las juntas vecinales suele

suceder a nivel de los técnicos extensionistas y de los especialistas

de socialización. Es necesario, mantener en evaluación y monitoreo

permanente la comunicación en estos espacios, de ser posible

establecer sinergias, pues aquellos constituyen gran parte del capital

político que el Estado ha generado en los ámbitos de intervención.

• Establecer acuerdos y sinergias con el sector industrial y tecnológico

es recomendable a fin de potenciar y consolidar a los comités de

productores recién formados. En la medida que estos comités

arrastren en su dinámica a una mayor cantidad de población, en la

medida que logren márgenes de independencia económica a través

Page 128: Recuperando el Monzón

127Recuperando el Monzón

Conclusiones

de una articulación efectiva con las economías de mercado, habrá

menos probabilidades de resiembra, habrá menos probabilidades de

rearticulación de actividades ilícitas y habrá una mayor expectativa

de sostenibilidad en el tiempo.

Conclusión 4:Generación de confianza, capital político e integralidad

El cultivo de coca era la actividad productiva que centralizaba la

vida económica en el valle del Monzón hasta el año 2009, cuando menos.

Esta situación, en un contexto socioeconómico y político dominado por

redes de TID, no produjo mayores niveles de desarrollo socioeconómico en

beneficio de la población. El análisis de indicadores de esta investigación

corrobora que, en efecto, en dicho período, previa a la intervención del

Estado con los operativos de control de cultivos y de desarticulación

de redes de TID, la pobreza y la precariedad coexistían en el valle del

Monzón a niveles superiores al promedio nacional.

La evidencia cualitativa de este estudio sugiere que esto se debía,

principalmente, a consecuencias sistémicas derivadas del funcionamiento

de redes de TID en el ámbito de intervención. En efecto, no era funcional a

las operaciones del TID que haya vías de acceso en buen estado, tampoco

una extensión considerable de servicios públicos y de negocios legales,

pues ellos suponían riesgos a la reproducción de la economía ilegal. A

su vez, dicho escenario, caracterizado por la proliferación de cultivos de

coca y de redes asociadas al TID, desincentivaba la inversión privada y,

fundamentalmente, la capacidad del Estado para operar con libertad y

sin riesgo de coacciones.

Page 129: Recuperando el Monzón

128 Recuperando el Monzón

Conclusiones

Es decir, el cultivo de coca enlazado como suministro de redes de TID

generaba un contexto estructuralmente desfavorable para el desarrollo

humano, para el desarrollo de inversión privada y de capacidad estatal,

por el contrario, redundaba en un perjudicial aislamiento territorial de

la población. Aún más, como corroboran las entrevistas realizadas, la

proliferación de actividades conexas al TID reducía significativamente los

espacios de deliberación política, la probabilidad de asociación económica

o política externas al discurso de reivindicación de la coca.

Recomendación 4• En contextos de estas características, precedidos por altos niveles

de desconfianza hacia la institucionalidad, por situaciones de alta

conflictividad social e inestabilidad política, la sustitución de cultivos

tendrían pocas expectativas de sostenibilidad en el largo plazo. Como

corrobora la experiencia en el Monzón, un trabajo político de largo

aliento con las comunidades, caseríos y distritos y una etapa de

socialización son fundamentales en la búsqueda de lograr acuerdos y

bases mínimas para establecer proyectos productivos en un horizonte

de desarrollo alternativo integral y sostenible.

• En la misma medida, es importante que las intervenciones sean de

carácter integral, es decir, que prioricen las diferentes dimensiones

–económicas, sociales, políticas– que producen vulnerabilidades en el

tejido social y en los individuos, y que generan riesgos de articulación

con redes de tráfico ilícito de drogas.

Page 130: Recuperando el Monzón

129Recuperando el Monzón

Conclusiones

Conclusión 5:Sobre la temporalidad productiva, las economías domésticas y la seguridad alimentaria

La investigación corrobora que, no obstante el saldo positivo de la

implementación, existen desafíos que atender. Uno de los más importantes

tiene que ver con la capacidad de adaptación socioeconómica de la

población participante al escenario de poserradicación. La temporalidad

productiva de los cultivos de café y de cacao es a largo plazo; en cambio,

la temporalidad productiva de los cultivos de coca es a corto y mediano

plazo. En el marco del «Plan de Poserradicación», la temporalidad de corto

plazo es atendida por el componente de biohuerto. Algunos testimonios

–sobre todo de beneficiarios con pocas hectáreas de terreno– señalan

problemas de sostenibilidad en este componente; principalmente por la

escasa oferta y la degradación de suelos causada por el uso intensivo

de agroquímicos. El componente de biohuerto es una pieza clave para

atenuar los impactos del control de cultivos en la economía doméstica y

la seguridad alimentaria. Proteger la economía doméstica y la seguridad

alimentaria de la población participante, en el corto plazo, es clave para

la sostenibilidad del proceso de poserradicación en el largo plazo. Esta es

una evidencia a tener en cuenta para la formulación de políticas, planes

y programas en similares contextos de intervención.

Recomendación 5• Reforzar proyectos productivos o alternativas laborales dispuestas en

el corto plazo, dirigidas a reforzar la seguridad alimentaria, sobre todo,

focalizadas en aquellos proyectos productivos de mayor vulnerabilidad

Page 131: Recuperando el Monzón

130 Recuperando el Monzón

Conclusiones

(ver recomendación 2, sobre un indicador de vulnerabilidad). Seguir

las recomendaciones del Comité para la Seguridad Alimentaria

Mundial (2013).

• Implementar medidas para atenuar el impacto de años de cultivo de

coca y uso de agroquímicos en la productividad de los suelos agrícolas,

con especial énfasis en aquellos participantes del Plan con pocas

hectáreas de terreno. Esto es particularmente importante pues puede

condicionar seriamente el desarrollo productivo en el largo plazo.

• Reforzar las acciones multisectoriales de soporte a participantes del

programa cuyos terrenos no superan las 5 ha. Perspectivas de impulso

a la asociatividad puede contribuir a generar emprendimientos

sostenibles.

Conclusión 6:Sobre el perjuicio al medio ambiente y la degradación de suelos agrícolas

La investigación corrobora, a través de un exhaustivo registro

de entrevistas cualitativas y observación no participante, que décadas

de cultivo de coca y uso intensivo de agroquímicos ha generado una

severa degradación de los suelos y ha disminuido significativamente

su capacidad productiva. Este es un problema cardinal, que ya ha sido

documentado previamente, pero no dispuesto en un análisis profundo de

sus principales consecuencias.

La degradación de suelos agrícolas afecta severamente la

productividad de cultivos en el corto plazo y, en esa medida, puede

comprometer la sostenibilidad de las intervenciones de poserradicación

en el largo plazo. Los testimonios y la evidencia etnográfica sugieren que

los problemas derivados de la degradación de suelos agrícolas perjudica

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131Recuperando el Monzón

Conclusiones

de sobremanera a aquellos productores que disponen de pocas hectáreas

de terreno, que disponen de poco capital productivo, que no han podido

diversificar su producción ni sus fuentes de ingreso y que son más

vulnerables a riesgos de seguridad alimentaria.

Recomendación 6:Es importante disponer acciones de mitigación a los daños en la

calidad de los suelos, pues puede afectar la sostenibilidad del programa.

La degradación de la capacidad productiva, en efecto, es un riesgo

potencial en el largo plazo.

En particular, estas acciones podrían estar focalizadas sobre

aquellos pequeños productores, de mayor vulnerabilidad y con menor

capacidad de diversificación productiva. Esta conclusión reafirma la

importancia de construir un indicador de vulnerabilidad y riesgo de

resiembra.

Page 133: Recuperando el Monzón

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Cultivo de cacao - mazorca

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