Área temática: autores e institución
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La cooperación empresarial de las ideas de Alfred Marshall a la contemporaneidad 1
Área temática: Administración general
Historia de la empresa
Autores e institución:
L.A. Magali Pérez Camacho2 Dr. Carlos Eduardo Puga Murguía
Universidad Nacional Autónoma de México
Domicilio
Dr. Carlos Eduardo Puga Murguía: Circuito Exterior S/N Ciudad Universitaria, Delg.
Coyoacan, C.P. México D.F.
L.A. Magali Pérez Camacho: Circuito Rio Sonora 47-A Col. Fracc. Real del Moral, Delg.
Iztapalapa C.P. 09010 México D.F.
Teléfono:
Dr. Carlos Eduardo Puga Murguía: 52 5556 22 84 74
L.A. Magali Pérez Camacho: 52 55 56 57 31 01
Correo electrónico:
Dr. Carlos Eduardo Puga Murguía : [email protected]
L.A. Magali Pérez Camacho: [email protected]
1 Ponencia derivada del proyecto, Las redes de cooperación empresarial internacionales. Creación de Valor para la PYME mexicana, IN308008 con apoyo del programa PAPIIT DGAPA-UNAM 2 Alumno de Posgrado de Economía, con beca del programa PAPIIT DGAPA-UNAM
La cooperación empresarial de las ideas de Alfred Marshall a la contemporaneidad 3
Resumen
El objetivo de este trabajo es analizar qué permite que se acepten o elijan estrategias de
cooperación y sobre cuál es la base que permite a los empresarios y/o miembros de las
empresas actuar bajo el principio de cooperación desde principios del siglo XX y la época
contemporánea, para ello realizaremos un análisis teórico e histórico referente a
cooperación empresarial, así como empíricos a través del estudio de los conceptos y casos
expuestos por Alfred Marshall a fines del siglo XIX y principios del XX frente a la
concepción contemporánea de cooperación empresarial y casos recopilados referentes a
acciones de cooperación empresarial en empresas de menor dimensión en esta época. El
analizar las acciones de cooperación empresarial a través del tiempo es importante porque
nos permite comprender la dinámica de cooperación empresarial actual.
Palabras Clave: cooperación empresarial, Alfred Marshall, la dinámica de la cooperación
3 Ponencia derivada del proyecto, Las redes de cooperación empresarial internacionales. Creación de Valor para la PYME mexicana, IN308008 con apoyo del programa PAPIIT DGAPA-UNAM
La cooperación empresarial de las ideas de Alfred Marshall a la contemporaneidad 4
1. Antecedentes
Las acciones de cooperación empresarial no son un fenómeno nuevo es un fenómeno que
ha surgido, desde nuestra opinión, de forma conjunta con los intercambios humanos. Desde
finales del siglo XIX y más tendiente a los principios del siglo XX, la cooperación
empresarial ya se reconocía prueba de ello son las descripciones hechas por Alfred
Marshall en su obra Principios de economía y que aquí pretendemos analizar. Sin embargo,
la mayor efervescencia del estudio de las acciones de cooperación empresarial está dada en
la década de los 80 (Urra, 1999:37). Para Cabanelas y Sáenz (1997:13) esto se debe a la
existencia de “nuevos” factores, tanto en el ámbito externo como en el interno de las
empresas que están provocando cambios sustanciales en la forma de competir señalan que
dentro de los factores externos están:
La globalización de la competencia
La homogeneidad en los gustos de los consumidores
El impacto de una tecnología transformadora
La madurez de los mercados (Cabanelas y Sáenz, 1997:13)
Y en los factores internos
La introducción y asimilación de nuevas tecnologías en la organización
4 Ponencia derivada del proyecto, Las redes de cooperación empresarial internacionales. Creación de Valor para la PYME mexicana, IN308008 con apoyo del programa PAPIIT DGAPA-UNAM
Nuevos productos capaces de responder de forma más satisfactoria las necesidades
de los consumidores
La relativa facilidad de acceder y expandirse hacia nuevos mercados potencialmente
atractivos
El acceso a capacidades y conocimientos que la empresa no posee (Cabanelas y
Sáenz, 1997:13)
Estas ideas son afirmadas también por Urra (1999:37-38) quien señala que son dos los
pilares en los que se ha asentado la creciente recursos de la empresa a la cooperación
empresarial y son: 1) la globalización económica que ha derivado en un entorno general en
el que a la empresa le resulta cada vez más difícil afrontar los nuevos desafíos en solitario
dadas la extensión de la competencia a nivel mundial, la dispersión de los recursos
necesarios para afrontar el crecimiento, etc.; 2) Los niveles de innovación tecnológica
crecientes, así como con una cada vez mayor, velocidad en la difusión y extensión mundial
de esas innovaciones tecnológicas.
Ambos autores señalan la necesidad de redirigir las estrategias de actuación individual de
competencia por un perfil de cooperación empresarial para lograr una mejora competitiva
ante estos “nuevos” factores.
2. Problema y objetivo
Sin embargo, la cooperación empresarial ha estado presente desde antes de que estos
“nuevos” factores existiesen como aliciente y efervescencia al cambio de estrategia de
competencia a cooperación de los años 80 como data Urra (1999), lo que nos lleva a
reflexionar sobre las primeras etapas del siglo XX, en las cuales, como llega a establecer
Alfred Chandler (en Putterman, 1994: 119) inicia la historia de una institución (la empresa
moderna) y de varias clases empresariales (el manager, el empresario y el capitalista), y con
ella la existencia de otros factores que durante esa época incitaron a acciones de
cooperación. Si bien, la cooperación empresarial surge como una respuesta alterna a la
competencia, los factores para tomar la decisión de cooperar en distintos tiempos históricos
han sido diversos y variados. Lo que nos lleva a preguntarnos qué es lo que le permite al
empresario aceptar y elegir una estrategia de cooperación, cuál es la base que permite al
empresario actuar bajo un principio de cooperación. Como respuesta tentativa a estas dos
preguntas, señalamos que son las instituciones establecidas en las organizaciones, los
organismos, la sociedad misma y las aceptadas de manera individual por los propios
empresarios las que permiten a éste último (el empresario) aceptar y elegir una estrategia de
cooperación, siendo estas la base con la que el empresario interactúa con otros agentes.
Para demostrar que la respuesta a estas dos preguntas es adecuada daremos paso a analizar
sobre las instituciones que permiten las acciones cooperación empresarial desde principios
de siglo y los de la realidad empresarial contemporánea
3. Método
Se realizará un análisis sobre las bases que se han considerado como aquellas que permiten
al empresario aceptar y elegir una estrategia de cooperación, siendo estos la base con la que
el empresario actúa bajo el principio de cooperación. Este análisis se hará con una revisión
de los aspectos teóricos específicamente de principios del siglo XX con los trabajos de
Alfred Marshall y de la época contemporánea con autores como Cabanelas y Sáez, 1997;
Urra, 1999; Fernández de Arroyabe y Arranz, 1999; Axelrod, 1984; Muñoz y Montoro,
2007. Así mismo, para responder las preguntas planteadas realizaremos un análisis de dos
casos representativos de empresas de menor dimensión que muestran la importancia de los
valores al momento de conformar vínculos internacionales y/o locales de cooperación en la
actualidad y de casos descritos por Alfred Marshall en su época que demuestran también la
importancia de los valores en el establecimiento de vínculos de cooperación.
Los dos casos actuales se enmarcan en un proyecto más amplio titulado “Las redes de
cooperación empresarial internacionales. Creación de valor para la PYME mexicana”. Para
el análisis empírico se cuenta con los resultados obtenidos a 151 empresas de los sectores
agroindustrial, ambiental, automotriz y telecomunicaciones que han sido estudiadas hasta
este momento. Dichos resultados se han logrado a través de una encuesta preliminar5 vía
telefónica que tenía como uno de sus objetivos identificar aquellas empresas que han
establecido vínculos de cooperación empresarial y están abiertas a la conformación de
nuevos vínculos a pesar de haber tenido también experiencias de fracaso. Las empresas
seleccionadas de este grupo de 151 empresas para los fines de este trabajo, se han
considerado como representativas al contar con vinculaciones basadas en instituciones
formales e informales que reflejan el conjunto de valores de la localidad.
En el caso de Alfred Marshall nos serviremos de las menciones las consideraciones que él
mismo hace respecto a la importancia de los valores en las relaciones de negocios.
Se eligió un análisis cualitativo porque consideramos la manera más adecuada para percibir
las acciones de cooperación y los valores que facilitan o permiten dichas acciones. A
continuación daremos paso al análisis teórico respecto al concepto de cooperación
5 Encuesta realizada telefónicamente por Diana Aguilar, Tania E. González, Magali Pérez y Erendira M. Suárez miembros del proyecto PAPIIT “Las redes de cooperación empresarial internacionales. Creación de valor para la PYME mexicana” IN308008 PAPIIT DGAPA-UNAM
empresarial para posteriormente realizar el análisis de casos expuestos en investigaciones
recientes y las concepciones de cooperación por Alfred Marshall
4. Concepto de cooperación empresarial
Cuando hablamos sobre cooperación empresarial la asociamos a una respuesta para mejorar
la competitividad de las empresas (Sáez y Cabanelas, 1997:9). Esta respuesta de mejorar la
competitividad de las empresas ha despertado el interés de los teóricos por diferentes
aspectos relacionados con sus características y funcionamiento como son: las causas o
motivos para cooperar (Glaister y Buckley, 1996 en Muñoz y Montoro, 2007:142). Esto ha
provocado que la cooperación empresarial se explique a través de múltiples enfoques que
en ocasiones suelen ser contrariados entre ellos mismos.
Pero lo primero es saber qué es cooperación, García Canal (1994 en Muñoz y Montoro,
2007:142) define acuerdo de cooperación como toda aquella decisión estratégica adoptada
por dos o más empresas, entre las que no existe una relación de subordinación, que optan
por coordinar parte de sus acciones de cara a la consecución de un objetivo.
Casani Fernández de Navarrete (1996 en Muñoz y Montoro, 2007:142) define cooperación
como una institución duradera de relaciones privilegiadas entre empresas, fundadas sobre la
reciprocidad de ventajas, la concentración sistemática y la búsqueda en común de todos los
progresos y avances que puedan contribuir a conseguir un objetivo conjunto.
Sáez y Cabanelas (1997:18) definen a la cooperación como:
“[..] el compartir algún recurso y/o conocimiento de tipo tecnológico, comercial o
financiero con el objeto de desarrollar una estrategia que redunda en ventajas
competitivas para los cooperantes.”
La cooperación entre empresas pretende formar un mercado de competencia concertada, es
decir, basado en relaciones privilegiadas entre la empresa y sus competidores (España.
Ministerio de Economía, Dirección General de Política de la PYME, 2000).
Respecto a los conceptos dados anteriormente, encontramos dentro del primero dado por
García Canal (1994 en Muñoz y Montoro, 2007:142) un error típico en la consideración de
qué es cooperación la mayoría de los autores tienden a generalizar las acciones de
cooperación en lo que suelen llamarse acuerdos de cooperación que implica una acción
contractual que va desde contratos de asociación, subcontratación, spin-off, franquicia,
consorcio, joint-ventures.
Sin embargo, nosotros creemos que los acuerdos de cooperación no son las únicas acciones
empresariales regidas bajo ese principio, la existencia de vínculos empresariales que no con
llevan a un contrato pueden contener acciones de cooperación.
González (2007) menciona que existe una diferencia entre un vínculo de cooperación y un
acuerdo de cooperación, señalando que los acuerdos pueden llegar a permitir en
determinado momento la rivalidad entre los participantes, debido a las debilidades del
contrato, dando paso a la competencia y el oportunismo. Y que si bien, los vínculos de
cooperación en ocasiones se establecen a través de acuerdos y que en estos pueden ocurrir
actos oportunistas; también es cierto, que los vínculos pueden establecerse sin un acuerdo
que los delimite, generando así, que en una red empresarial, que implica la estructura que
contiene mayores criterios de decisión guiados sobre objetivos comunes y relaciones
estables y continuas, existan relaciones de cooperación y competencia.
Respecto al concepto de Casani Fernández de Navarrete (1996 en Muñoz y Montoro,
2007:142), creemos que la cooperación no puede verse como una institución, puesto que de
acuerdo a la definición de North (1995:13) sobre lo que es una institución, la cooperación
sería una regla, una limitación ideada por el hombre que da forma a la interacción humana,
estructurando incentivos en el intercambio humano, sea político, social o económico.
Desde nuestra perspectiva, si bien la cooperación da forma a un tipo de interacción humana
sobre la que se crear valor y se comparte como un incentivo, para nosotros no puede ser
vista como una limitante o una regla que conlleva a una sanción formal o informal si esta
no se cumple, porque como hemos mencionado en ocasiones la existencia de actos
oportunistas no sancionados rompería este hecho. Además, al considerar como regla a la
cooperación estaríamos dando una pauta de acción sobre cómo crear valor y compartirlo.
La cooperación para nosotros, implica más bien, un principio que rige a ciertas
instituciones que facilitan la creación valor y el compartir este mismo.
Lo mismo ocurre en el caso de la competencia, no podríamos decir que la competencia es
una institución que forma un tipo de interacción humana sobre la que se demanda valor y se
arrebata como un incentivo, en la cual los actos oportunistas que la rigen implican la
consecuencia de sanciones. La competencia también implica un principio que rige ciertas
instituciones que facilitan la creación de valor y el arrebatar este mismo.
La cooperación y la competencia son principios que rigen las instituciones con las cuales
los seres humanos y los actores económicos pueden interactuar obteniendo en cada uno de
los casos un resultado de suma no cero y de suma cero respectivamente.
En el caso de Sáez y Cabanelas (1997) su definición implica un claro enfoque respecto a la
teoría de los recursos y capacidades que buscan a través de su utilización lograr una ventaja
competitiva. Respecto al Ministerio de Economía en nuestra opinión tiende hacia una
tendencia de la teoría de costos de transacción al establecer que la cooperación establece un
mercado concertado.
Para concluir este segmento definiremos qué es para nosotros la cooperación empresarial.
En nuestra opinión, la cooperación empresarial es un principio que permite la interacción
de los actores económicos de manera contractual o no, a través de instituciones formales e
informales con el objetivo común de crear valor y compartirlo. Al ser la cooperación un
principio, ésta se encuentra inserta en las instituciones que permiten la interacción en las
empresas para que se consolide.
4.1 Los diversos enfoques
Dentro de los diversos enfoques que definen qué es la cooperación empresarial nos
encontramos la concepción dada en la teoría de los costos de transacción, y la teoría de los
recursos y capacidades, teoría de juegos.
La teoría de los costos de transacción parte de que la empresa surge como organización que
produce bienes y servicios y como mecanismo de asignación de recursos alternativos al
mercado. En el cual a partir de la comparación entre los costos de transacción y los costos
de internalización de una actividad, se puede determinar el campo de actuación del mercado
y la empresa (Fernández de Arroyabe y Arranz, 1999:27). Determinando el tamaño y
desarrollo de la empresa a través de los costos de transacción. El concepto de cooperación
entonces en este enfoque de acuerdo con Williamson (1985) es una forma híbrida entre el
mercado y la empresa. La cooperación puede resultar la alternativa entre la incertidumbre
del mercado y los problemas de organización de un mayor tamaño en la empresa. Para
Bueno Campos en (Fernández de Arroyabe y Arranz, 1999:29) la cooperación empresarial
pretende transformar los mercados tradicionales en mercados concertados.
Respecto a la teoría de los recursos y capacidades, para poder las empresas ofertar
productos en el mercado implica conformar un proceso de transformación cuyo objetivo es
producir valor. Esta creación de valor implica funciones específicas que se pueden
descomponer en una cadena de valor. El análisis de la cadena de valor permite encontrar las
ventajas competitivas. Es aquí donde el enfoque de la teoría de recursos justifica la
aparición de ventajas competitivas en base a la heterogeneidad de la dotación de recursos
que cada empresa controla (Fernández de Arroyabe y Arranz, 1999:46). Ahora bien, la
concepción de este enfoque sobre cooperación implica el hecho de que la empresa realizara
actividades de cooperación cuando: 1) dentro de su estrategia para obtener una ventaja
competitiva requiera acceder a recursos y capacidades que sería difícil adquirir de forma
individual y a través del mercado; 2) requiera mantener los recursos actuales en un
ambiente de competencia (Muñoz y Montoro, 2007:148-152).
En el caso de la teoría de juegos, ésta estudia los problemas de decisión multipersonal. En
general, en economía la teoría de juegos parte de que todo sistema económico es un sistema
de interacción entre agentes más o menos independientes y, dado que difícilmente los
intereses de estos agentes son coincidentes, la teoría de juegos viene a ser un método de
análisis de conducta estratégica de los agentes (Fernández de Arroyabe y Arranz, 1999:99).
De acuerdo con esta teoría la cooperación se justifica por la posible ganancia que generan
los agentes al producirse un juego que no es de suma cero (Axelrod,1984). Uno de los
modelos matemáticos más usados en este caso es el denominado “dilema del prisionero”,
en el las dos partes tienen incentivos para actuar individualmente en vez de cooperar entre
si, obteniendo un resultado muy inferior al que hubieran obtenido en caso de actuar de
mutuo acuerdo. En este caso existe una interdependencia de los participantes con una
incertidumbre mutua sobre las acciones entre ellos al contar como incentivo un
comportamiento oportunista
En nuestra opinión, el enfoque que más ha tenido perdurabilidad en el tiempo sobre el
tema de la cooperación empresarial es el de los costos de transacción, prueba de ello desde
nuestro punto de vista es la concepción que los trabajos de Marshall dejan entrever sobre la
idea de acciones de cooperación en su época a principios del siglo XX y la concepción de la
reducción de costos por la unión. Sin embargo, también es interesante reconocer que en el
caso del pensamiento de Marshall también se encuentra inmersa la concepción de valores e
instituciones que provocan las acciones de cooperación. A continuación analizaremos esta
afirmación con mayor detalle iniciando con la concepción de Alfred Marshall sobre
cooperación
5. La concepción de cooperación de Alfred Marshall
Alfred Marshall (1842-1924), aparece a finales de la década de 1870 teniendo su
publicación principal Principios de Economía en 1890. Marshall tendía a privilegiar el
realismo y la capacidad explicativa de la teoría lo cual lo hacia diferente de la llamada
revolución marginal, quienes buscaban ante todo la coherencia lógica y la elegancia formal
de los resultados (Screpanti y Zamagni, 1997:189).
El propio Mashall resalta la importancia del método cualitativo prueba de ello es la primer
parte de su artículo “Posibilidades Sociales de la Caballerosidad Económica” publicado en
1907 donde señala:
“[…] todos los investigadores aceptan el fallo de Schmoller de que el análisis y el
estudio de los hechos son igual que el pie izquierdo y el derecho cuando se camina,
inútiles por si solos, pero que, conjugados los esfuerzos de uno y otro, su
combinación es poderosa.”( Marshall, 1949:200)
De acuerdo con Maloney (en McWilliams, 1990:179) Marshall admiraba y le agradaban los
hombres de negocios. Esto provocaría que Marshall hiciera el intento por hacer
compresible su teoría hacia estos hombres de negocio, esto es algo muy singular en el
trabajo de alguien que era demasiado calificado en su análisis económico este intento por
lograr una mayor comprensibilidad se de nota en la riqueza de sus notas al pie de página y
ejemplos de casos (Maloney en McWilliams, 1990:179). Sus aportes en la teoría de la firma
implican la conformación de una idea de empresa representativa con un enfoque de
metáforas biológicas que constituirían ideas como el “ciclo vital de la empresa” (Marshall,
1963: Libro IV Cap. XII, 244).
Sobre la teoría de la firma Marshall tuvo un impacto particular dentro de las generaciones
futuras, como lo es en la noción de los conceptos de competencia y cooperación ligados con
a la idea de economías externas e internas a la empresa individual, la organización de
vínculos y acuerdos empresariales que dan lugar a lo que Marshall denomina industria
concertada y/o localizada estableciéndose en redes de empresa (Marshall, 1963: Libro IV
Cap. X, 223). Es decir, Marshall analiza cómo las empresas se vinculan.
Para Marshall la toma de decisiones individuales guiadas por intenciones particulares para
la conformación y actuación de la empresa con los actores de su entorno, involucra las
decisiones del individuo y su propia personalidad e instituciones concretas en el
establecimiento de estrategias. Esto se puede a preciar en los siguientes párrafos:
“Una prueba evidente del maravilloso crecimiento que ha tenido en los últimos tiempos el
espíritu de honradez y buena fe en los asuntos comerciales ha sido el hecho de que los
principales funcionarios de las grandes compañías por acciones cedan en muy pocas
ocasiones a las grandes tentaciones de fraude que hallan en su camino. Si demostrasen una
ansiedad para aprovecharse de las oportunidades de obrar mal, análogamente siquiera a la
que se refleja en la historia comercial de las civilizaciones primitivas, el abuso de confianza
en ellos depositada habría bastado para impedir el desarrollo de esta democrática forma de
negocios” (Marshall, 1963 Libro IV Cap. XII, 254).
“Entonces la posesión de la riqueza, aunque ésta sea grande, no constituirá una
patente para el éxito social si se ha logrado con trampas, por informaciones falsas,
por tratos fraudulentos o por medio de la destrucción desleal de los competidores; y
aquellas otras empresas que sean nobles por sus propósitos y por los métodos que
emplean, incluso aunque no consigan grandes provechos, recibirán la gratitud y la
admiración pública merecidas, igual que el trabajo del hombre de ciencia, del
literario o del artista la reciben ahora” (Marshall, 1949:220)
Como se puede apreciar en ambos párrafos para Marshall las instituciones que facilitarán
aún más las interrelaciones entre empresas son aquellas que promueven de alguna forma la
creación de un valor conjunto frente a un acto de oportunismo. Es decir, para Marshall las
instituciones del propio empresario, que involucran sus valores y su conciencia social y de
su entorno, así como los intereses económicos y particulares de los empresarios son los que
provocarán que el empresario tome la decisión de elegir una estrategia de cooperación
frente a una de competencia.
Marshall concibe un negocio de manera similar al enfoque de la teoría de costos de
transacción a una empresa. Para él un negocio es toda aquella provisión de las necesidades
de los demás que se lleve a cabo en espera de una compensación directa o indirecta de
aquellos que se benefician con ella, en oposición a la satisfacción de las propias
necesidades y a aquellos buenos servicios que se prestan por amistad y afecto familiar
(Marshall, 1963 Libro IV Cap. XII, 244).
El autor describe que desde la edad media ha habido una sustitución creciente de las
compañías colectivas. El efecto era dado para inducir al publico a confiar sus capitales a
personas con conocimientos mercantiles conformándose así las compañías por acciones, a
este respecto Marshall percibe ciertos inconvenietes sobre ésta al tener entre los agentes
participantes (accionistas y gerentes) diferentes objetivos para con dicha forma de
organización y constituir en su crecimiento con la formación de trust o carteles que
implican la conformación de monopolios y grandes organizaciones difíciles de manejar. Lo
mismo opina de las empresas fiscales o del gobierno (Marshall, 1963 Libro IV Cap. XII,
254-255).
Para Marshall el sistema de cooperación, en la forma ideal de asociación cooperativa, que
parte del principio de que todos o una parte de los accionistas que asumen los riesgos del
negocio trabajan en este mismo negocio. De esta forma Marshall dice son en cierto modo
patronos y jefes. Disminuyendo las posibilidades de actos oportunistas y facilitando por
esta dualidad la disminución de los costos por incertidumbre (Marshall, 1963 Libro IV Cap.
XII, 255).
Las dificultades que Marshall ve en el sistema de cooperación es, que “dada la naturaleza
humana, los empleados no son siempre los mejores jueces de sus propios capataces y
gerentes” Por ese motivo, señala que el sistema cooperativo en parte rara vez ha sido
llevado enteramente a la práctica y su aplicación parcial no tenido hasta ese momento un
éxito claro para él (Marshall, 1963 Libro IV Cap. XII, 255-257).
Un aspecto clave en el entendimiento de Marshall hacia las cooperativas es que no todos
los individuos son capaces de establecer dichos actos, para él implica tener un claro énfasis
en la honradez y el elemento social. Además de que señala que los verdaderos principios de
la cooperación y el aumento de la educación general irán formando cada día un mayor
número de cooperadores para los complejos problemas de la dirección de los negocios.
“Pero la cooperación tiene un encanto especial para aquellos en cuyo temperamento
domina fuertemente el elemento social y que desean no separarse de sus antiguos
camaradas, sino trabajar en calidad de jefes. Sus aspiraciones de cooperación
pueden ser en ciertos aspectos más elevadas en la práctica pero indudablemente
descansan en gran medida sobre motivos éticos. El verdadero cooperador une un
agudo sentido comercial, un espíritu pleno de buena fe[…] Hombres de este
temple[…] aunque no son muy frecuentes, puede esperarse que la difusión de un
mejor conocimiento de los verdaderos principios de la cooperación y el aumento de
la educación general irán formando cada día un mayor número de cooperadores para
los complejos problemas de la dirección de negocios” (Marshall, 1963: Libro IV
Cap. XII, 256)
Como podemos darnos cuenta la toma de decisiones en Marshall dirige la forma en como
se tomaran decisiones que afecten el funcionamiento interno de la producción de valor, así
como la forma en que las empresas se relacionaran con su entorno para lograr dicha
producción de valor. Y que la importancia del principio de cooperación estará dada
mayoritariamente en este nivel de toma de decisiones, de forma interna a la empresa.
Marshall establece un aspecto muy interesante para el logro adecuado de acciones de
cooperación y es el hecho de que los tomadores de decisiones cuenten con este principio de
cooperación, y que este sea promovido por la educación y aprendizaje hacia otros
tomadores de decisiones y trabajadores, porque esto traería como consecuencia entender
que la cooperación puede servir para la solución de problemas de la dirección de negocios.
Para Marshall independientemente del tipo de vínculos que se puedan desarrollar (de
competencia o de cooperación) en todos los negocios en su opinión se deberá expresar en
todo negocio un espíritu latente de caballerosidad en la vida económica, y que esta
caballerosidad podría difundirse mucho más si está se honra de manera importante,
provocando que la opinión pública se vaya educando hasta que llegue a despreciar al
hombre rico que vive de la ociosidad.
Marshall opina que la caballerosidad económica por parte del individuo sería estimulada, y,
a su vez, estimularía el desarrollo de una caballerosidad similar por parte de la comunidad
en general.
6. Las acciones de cooperación empresarial y su efervescencia en la realidad empresarial
contemporánea
Como hemos descrito anteriormente las razones principales que han promovido las
acciones de cooperación empresarial, especialmente dadas por parte de las empresas de
menor dimensión involucran razones similares a las existentes en la época de Marshall.
Centrándonos en tres grandes grupos:
1. El intento de reducir la incertidumbre de las transacciones económicas
2. La necesidad de reducir los costos de transacción
3. La búsqueda de sinergias ligadas a la combinación de operaciones
complementarias (Fernández de Arroyabe y Arranz, 1999:99).
Sin embargo, también se ha visto que estos tres grandes grupos de razones pueden con
llevar a nada sino se cuenta con una estrategia congruente por parte de los empresarios. Y
que dicha estrategia de acción se deberá o estará basada en los aspectos más íntimos del
empresario, como son sus propias instituciones y valores. Para demostrar que las
instituciones que han permitido las acciones de cooperación empresarial desde la época de
Marshall son similares a las actuales, daremos paso a describir dos casos representativos de
empresas de menor dimensión en el sector agroindustrial en México.
6.1 La cooperativa de aguacate en Michoacán
La cooperativa se encuentra localizada en el municipio de Tacámbaro en el Estado de
Michoacán conformada desde hace mas de 50 años cuenta actualmente con 270 productores
de aguacate. La cooperativa tiene como actividad principal la comercialización del aguacate
en forma conjunta, tanto a nivel nacional como local.
La cooperativa al ir creciendo fue vinculándose con más productores locales aumentando
con ello el tamaño del vínculo inicial. Sin embargo, estos socios desconocían la actuación
de colaboración y cooperación de los socios dentro de la cooperativa y no compartían como
valor el pertenecer a la cooperativa. Provocando la existencia de free-rider al tener una
actuación individualista y de maximización de preferencias y utilidades individuales
(Lattuada, 2006: 47). Generando que en un primer nivel las estrategias de cada agente o
productor no fueran de cooperación sino de competencia.
Para solucionar el efecto negativo que provocaba el free-rider como el debilitamiento del
vínculo establecido, al generarse el abandono por parte de algunos socios, y el
estancamiento en el crecimiento de la cooperativa, los socios establecieron como estrategia
la educación P como los llega a proponer también Marshall P de los socios en materia de
cooperación con el objeto de reforzar en el vínculo existente el mecanismo de cooperación
dado por las estrategias de cooperación de cada productor y para que el establecimiento
de vínculos futuros fuera a través del mecanismo de cooperación.
El plan consiste en una capacitación de todos sus socios sobre las normas que se deben
acatar respecto al manejo de una cooperativa, sobre cooperación, colaboración y trabajo en
equipo. Además de enseñar que lo importante no es ahorrar grandes cantidades de dinero,
más bien, lo importante es la constancia en el ahorro por parte de todos (González, 2007b)
con el objetivo de hacer un buen uso de la cooperativa de ahorro y crédito que habían
creado para subsanar las necesidades de crédito internas. Siendo la cooperativa de ahorro y
crédito uno de los principales factores por el que existe el interés de vincularse a la
cooperativa, productora y comercializadora, entre los productores locales. Es decir, el
objetivo de la educación fue transformar el primer nivel de acción de cooperación para que
todas las estrategia de los productores asociados a la cooperativa fueran de cooperación,
logrando con esto conformar un mecanismo de cooperación en el vínculo que los une.
El contar con asesoría técnica, ha permitido elevar la calidad del aguacate, convirtiéndolo
en un producto con suficiente calidad para competir en el ámbito internacional. Logrando
con ello la creación de vínculos internacionales, y que a pesar de que en estos vínculos han
existido experiencias de oportunismo, el aprendizaje de la cooperativa sobre la vinculación
a través de la cooperación les ha permitido continuar estableciendo este tipo de vínculos
internacionales logrando acciones de cooperación en una red internacional y local.
Este aprendizaje no sólo corresponde a la formación interna de los productores de la
cooperativa, también corresponde a las instituciones referentes al cooperativismo se
desatacan en este municipio (Tacámbaro), al mantener su economía mayoritariamente a
través de cooperativas y que en muchas ocasiones interactúan entre ellas mismas (Zargoza,
2000).
La función de las cooperativas en Tacámbaro ha sido tan importante porque para sus
habitantes han experimentado un fortalecimiento en la economía familiar, que les ha
permitido garantizar la satisfacción de sus necesidades básicas.
Esta peculiaridad en la auto-organización de la localidad de Tacámbaro no viene dada
solamente por las instituciones actuales que promueven el cooperativismo y con ello el
principio de cooperación en sus interacciones. Sino que dichas instituciones también
podrían haber derivado históricamente del pueblo prehispánico de los purépechas, quienes
son el pueblo indígena representativo del estado de Michoacán los cuales han tenido desde
sus principios un carácter social y abierto.
Lo anterior, ha dado como resultado que las instituciones formadas en la localidad de
manera formal e informal influyan dentro de la operación de las organizaciones de
Tacámabaro. Sin embargo, el fenómeno de las instituciones no sólo queda en el plano local
sino que las instituciones en un segundo juego implican un plano importante en las
organizaciones.
Los miembros de la cooperativa han establecido para la comercialización internacional de
su aguacate vínculos internacionales, con Francia, Canadá y mas recientemente Costa Rica.
Sin embargo, dichas vinculaciones no han sido todas exitosas, lo que ha provocado que
dentro de la cooperativa, se buscara el establecimiento de una solución para probar el
estado del producto en su envío y entrega internacional, siendo la llegada en mal estado del
producto una de las razones que dio un empresario francés para alegar su acto oportunista
en la omisión de un pago de un pedido.
Las soluciones de estos actos son probablemente resultado de esa estructura institucional
dada tanto de forma interna como externa a la cooperativa. De forma interna al establecer
ciertas normas de control e interrelación con clientes extranjeros y de forma externa al
establecer los diversos aguacateros del territorio advertencias sobre las formas de actos
oportunistas que han sufrido para que los otro aguacateros no sufran de estas mismas
experiencias.
6.2 La Empacadora de aguacate
La empacadora de aguacate es una empresa ligada a través de un vínculo multiempresa,
decimos esto porque la estructura de este vínculo esta conformada por empresas hermanas a
ésta con diferentes funciones pero con un objetivo común que es la venta del aguacate.
Estas empresas hermanas son tres: la primera es la que tiene una fundación más antigua
(1957) cuando el fundador introdujo por primera vez el cultivo de aguacate en el municipio
de Uruapan. La empresa productora tiene como funciones la producción de aguacate en
diferentes municipios de Michoacán.
La segunda empresa hermana, vinculada, es la empacadora, cuya función es el
empaquetado de aguacate fresco, la industrialización del aguacate para producir guacamole,
y la comercialización del mismo.
La tercera empresa es una empresa dedicada a la producción de empaques y la distribución
en la zona norte de México.
Lo interesante de la formación de relaciones entre estas tres empresas es ver la forma en
que, se genera la relación de cooperación. Esto lo logran a través de ciertas instituciones
formales e informales. Dentro de estas normas, es obligatorio para la empacadora realizar
una compra total de la producción de la primera empresa (la productora). Si la producción
de la empresa productora resulta insuficiente para la demanda que la empacadora, es
únicamente entonces cuando la empacadora busca comprar la fruta del aguacate con
productores locales. A su vez la empresa productora se compromete con la empacadora a
producir frutas con la calidad demandada por los clientes extranjeros de la empacadora.
La fábrica de empaques tiene el compromiso de vender a la empacadora los embalajes
adecuados para cada tipo de país y producto que se exporta. Sin embargo, ello no
constituye el total de su producción. La fábrica de empaques tiene también la libertad de
vender embalajes a otras empresas. Aquí la empresa empacadora se compromete con la
fábrica a enviarle a tiempo y con las especificaciones requeridas, los inputs que demanda el
mercado del norte de país.
Como podemos ver son estas normas entre las empresas, las que facilitan sus operaciones y
sus interrelaciones y cada una de ellas provoca la creación de un valor conjunto y
compartido. Esto es, cooperan entre ellas para lograr que el objetivo conjunto se logre y
permita a su vez que cada empresa alcance individualmente sus objetivos.
En ambos casos podemos observar que son las razones de reducción de incertidumbre,
reducción de los costos de transacción y la búsqueda de sinergías, las que promueven la
actividad de cooperación entre ellas pero todo ello con base en instituciones y valores
propios de los miembros de las empresas, adoptando como principio un juego entre los
principios de cooperación y competencia para establecer vínculos empresariales como su
mejor estrategia tanto a nivel nacional como internacional.
5. Conclusiones
Para dar respuesta a las preguntas sobre qué permite que se acepten o elijan estrategias de
cooperación y sobre cuál es la base que permite a los empresarios y/o miembros de las
empresas actuar bajo el principio de cooperación.
Establecemos que son las instituciones y los valores propios de los empresarios y los
miembros de la organización las que provocan las acciones de cooperación y que esta base
y visión lleva una tendencia siempre muy similar desde los tiempos de Marshall a nuestra
contemporaneidad. Sin embargo, si existen diferencias en las acciones de cooperación y
estas han provocado una evolución en la dinámica de la cooperación empresarial.
Si bien, Marshall a través de lo que denomina industrias concertadas o localizadas esboza
una dinámica de red esta red involucra sólo un papel local y no internacional. Esto
obviamente marca el contexto histórico en el cual las empresas de la época de Marshall
contaban con una incipiente o no muy apreciada participación en la conformación de redes
internacionales. Redes, que en su mayoría actualmente se encuentra regidas bajo el
mecanismo de cooperación como la manera efectiva de traspasar barreras económicas,
sociales, políticas.
Por lo que se refiere a las redes locales, si bien la existencia de ciertos factores generan
fuerzas centrípetas en la localización empresarial, tanto en nuestros días como en la época
de Marshall esto no implicaba una promoción sobre una actuación de cooperación dentro
de estas concentraciones de empresas. Sólo hemos detectado que en el caso de Marshall un
aliciente para cooperar implicaba el acceso a conocimiento y nuevas mejoras, y que sólo en
determinadas regiones donde coexistían valores e instituciones tales como la confianza, la
lealtad y las formas de organización que promovían la cooperación y se lograba establecer
redes locales con mecanismos de actuación de cooperación.
Las diferencias que indican una nueva dinámica respecto a las concepciones de Marshall se
dan en el hecho de que no sólo los sistemas de cooperación representados por asociaciones
cooperativas establecen estrategias guiadas por el principio de cooperación caracterizado en
individuos específicos. La dinámica de cooperación ha trastocado también a las diversas
formas de organización como lo son las sociedades por acciones y, las empresas y
organismos del gobierno.
Esta dinámica creemos ha sido provocada justamente por lo que Marshall llegará a
proponer respecto a la educación de instituciones y valores que contribuyan a las acciones
de cooperación. Es decir, tanto el estudio de la academia sobre el fenómeno de la
cooperación, como los factores de cambio descritos por Cabanelas y Sáez, ha provocado un
interés en los empresarios por aprender nuevas prácticas para la conformación de relaciones
empresariales que les permitan un mayor desarrollo empresarial.
De ahí, que concluyamos que si bien la idea de cooperación como un fenómeno común no
existía sino que ésta era vista como una alternativa hacia el sistema general de acciones
empresariales. En Marshall se puede identificar dentro de su obra que esas acciones
empresariales vistas como alternativas se daban como puntos complementarios a las
acciones de competencia. Por otro lado, dentro de las instituciones y valores encontramos y
pensamos que estos tienden hacer los mismos sin importar las causas o los factores porque
justamente estos valores e instituciones están asociados con el comportamiento de los
agentes económicos en sus relaciones que involucran acciones de oportunismo, egoísmo y
generación de confianza, comportamientos que Marshall describe detalladamente dentro de
su obra y que son característicos del comportamiento humano sin importar el tiempo
histórico.
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