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Raquel Murillo Pina

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Raquel Murillo Pina

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Unidad 2. Fisiología básica pulmonar.

EN SÍNTESIS:

1. El árbol traqueobronquial está formado por la tráquea y las 23 generaciones en las que

progresivamente se divide hasta los bronquiolos respiratorios y la zona terminal de

intercambio gaseoso.

2. Para generar un movimiento de gas desde la atmósfera al alveolo y viceversa (ventilación

pulmonar) es necesario vencer una serie de resistencias del sistema respiratorio: resistencia

de la vía aérea al flujo de gas y resistencia elástica, elastancia o distensibilidad pulmonar.

3. La capacidad funcional residual es el volumen pulmonar al final de una espiración normal,

definido por el momento en el que la retracción elástica interna del pulmón se aproxima a la

retracción elástica externa del tórax. Se ve reducida, entre otros factores, por la inducción

anestésica.

4. El volumen de gas que llega al alveolo y realiza el intercambio gaseoso constituye la

ventilación total alveolar, diferencia entre el volumen corriente y el espacio muerto fisiológico

por la frecuencia respiratoria. Supone un 70% del volumen corriente.

5. La ventilación y la perfusión se distribuyen de forma desigual a nivel pulmonar. Ambas son

mayores en bases que en vértices, la ventilación en 1.5 veces y la perfusión en 10 veces, en

sedestación.

6. A nivel pulmonar global la relación ventilación-perfusión (V/Q) es la razón entre la

ventilación total alveolar y la perfusión pulmonar total con un valor aproximado de 0.8 en una

persona sana en reposo.

7. Todo pulmón, de normal a muy patológico, se comporta funcionalmente para el intercambio

gaseoso como si estuviera compuesto por tres compartimentos formados por tres tipos de

unidades alveolo-capilar: alveolo normal (V/Q = 1), alveolo ventilado-no perfundido (V/Q ≈

infinito), alveolo no ventilado-perfundido (V/Q ≈ 0).

8. El gradiente alveolo-arterial de oxígeno, cuyo valor fisiológico es de 4 mmHg, refleja la

ineficacia del intercambio de gases pulmonar, siendo su aumento un mecanismo principal

causante de hipoxemia (PaO2 < 60 mmHg).

9. La hemoglobina actúa como amortiguador para los H+ generados por la combinación de

CO2 y agua en el eritrocito, siendo más eficaz que el sistema ácido carbónico-bicarbonato en

el intervalo de pH fisiológico.

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Unidad 2. Fisiología básica pulmonar.

10. En el control de la respiración interviene el centro respiratorio medular en relación con

receptores nerviosos (control nervioso) y quimiorreceptores (control humoral). El objetivo

principal es mantener una presión de O2 y de CO2 normales en sangre.

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Unidad 2. Fisiología básica pulmonar.

ÍNDICE

3.1. ANATOMÍA DEL SISTEMA RESPIRATORIO

3.1.1. CAJA TORÁCICA Y MÚSCULOS RESPIRATORIOS

3.1.2. VÍA AÉREA SUPERIOR

3.1.3. VÍA AÉREA INFERIOR

3.1.4. CIRCULACIÓN PULMONAR

3.2. MECÁNICA PULMONAR

3.2.1. ECUACIÓN DEL MOVIMIENTO

3.2.1.1. RESISTENCIA ELÁSTICA

3.2.1.2. RESISTENCIA DE LA VÍA AÉREA AL FLUJO DE GAS

3.2.2. VOLÚMENES PULMONARES

3.2.3. CAPACIDADES PULMONARES

3.3. INTERCAMBIO DE GASES

3.3.1. VENTILACIÓN

3.3.2. PERFUSIÓN

3.3.3. RELACIÓN VENTILACIÓN/PERFUSIÓN

3.4. OXIGENACIÓN

3.4.1. PRESIÓN INSPIRADA DE OXÍGENO

3.4.2. PRESIÓN ALVEOLAR DE OXÍGENO

3.4.3. PRESIÓN ARTERIAL DE OXÍGENO

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Unidad 2. Fisiología básica pulmonar.

3.4.4. PRESIÓN VENOSA MIXTA DE OXÍGENO

3.5. ELIMINACIÓN DE DIÓXIDO DE CARBONO

3.5.1. PRESIÓN ALVEOLAR DE DIÓXIDO DE CARBONO

3.5.2. PRESIÓN ARTERIAL DE DIÓXIDO DE CARBONO

3.5.3. PRESIÓN VENOSA MIXTA DE DIÓXIDO DE CARBONO

3.6. DIFUSIÓN ALVEOLAR DE LOS GASES

3.7. TRANSPORTE DE LOS GASES

3.7.1. TRANSPORTE DE OXÍGENO

3.7.2. TRANSPORTE DE DIÓXIDO DE CARBONO

3.8. CONTROL DE LA RESPIRACIÓN

3.8.1. CENTRO RESPIRATORIO

3.8.2. CONTROL NERVIOSO

3.8.3. CONTROL HUMORAL

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2.1. ANATOMÍA DEL SISTEMA RESPIRATORIO

2.1.1. CAJA TORÁCICA Y MÚSCULOS RESPIRATORIOS

La caja torácica está limitada anteriormente por el esternón, posteriormente por

la columna dorsal, en su parte superior por la primera costilla, en su parte inferior por el

diafragma y lateralmente por las costillas. Contiene los pulmones y el corazón.

En la respiración intervienen de forma activa los músculos respiratorios1,2, entre

los que se distinguen inspiratorios y espiratorios. El músculo inspiratorio principal es el

diafragma. Su contracción desplaza la base de la cavidad torácica hacia abajo

permitiendo la expansión pulmonar y el ingreso de aire en su interior. El movimiento

diafragmático representa alrededor del 75% de los cambios en el volumen torácico. Está

inervado por los nervios frénicos, que se originan en las raíces nerviosas de C3-C5. Su

bloqueo unilateral afecta de forma discreta a la función pulmonar, en torno a un 25%,

mientras que la parálisis bilateral lo hace de una forma más grave, aunque la actividad

de los músculos inspiratorios accesorios puede mantener una ventilación adecuada.

Entre los músculos inspiratorios accesorios se incluyen: intercostales externos,

esternocleidomastoideos, serratos, escalenos y pectorales. La contracción de los

músculos intercostales externos eleva las costillas y el esternón aumentando el diámetro

de la caja torácica. Los músculos esternocleidomastoideos ayudan asimismo a elevar

la caja torácica, los escalenos impiden el desplazamiento hacia dentro de las costillas

superiores y los pectorales pueden ayudar a la expansión torácica cuando los brazos se

colocan en un apoyo fijo.

La espiración es un proceso pasivo en el que los músculos inspiratorios se

relajan y las costillas y el esternón descienden, reduciéndose el volumen de la caja

torácica. En la espiración activa, que tiene lugar durante una respiración forzada,

intervienen los músculos espiratorios: intercostales internos (principales) y músculos de

la pared abdominal (transverso, oblicuos, piramidal y recto mayor; accesorios). Los

principales descienden las costillas y los accesorios se contraen empujando el

diafragma hacia arriba.

Los músculos intercostales están inervados por sus respectivas raíces de

nervios torácicos. Lesiones medulares por encima de C5 imposibilitan la ventilación

espontánea por afectación de nervios frénicos e intercostales.

7

2.1.2. VÍA AÉREA SUPERIOR

La mezcla gaseosa que inspiramos pasa por las vías aéreas. Éstas se dividen

en dos entidades funcionales: la vía aérea superior y la vía aérea inferior. La vía aérea

superior comprende cavidad nasal, cavidad oral, faringe y laringe3,4.

La cavidad nasal se extiende desde las narinas o ventanas nasales en la parte

anterior hasta las coanas en la parte posterior. Está dividida por el tabique nasal en dos

mitades, derecha e izquierda. La pared lateral está determinada por los cornetes

superior, medio e inferior; el área que se encuentra debajo de cada cornete se conoce

como meato. Su inervación procede principalmente del nervio etmoidal anterior y del

ganglio esfenopalatino. Cuenta con una mucosa muy vascularizada.

La cavidad oral se extiende desde los labios hasta el itsmo orofaríngeo, formado

a cada lado por el pliegue palatogloso. El techo de la boca está formado por el paladar

duro, que se continúa posteriormente con el paladar blando y termina en la línea media

en la úvula. Ésta se curva lateralmente en el pliegue palatogloso y palatofaringeo,

anterior y posterior a los pilares amigdalinos respectivamente. Contiene la lengua y está

inervada por los nervios trigémino, facial, glosofaríngeo y vago

La faringe es una estructura fibromuscular con forma de U, de 12-15 cm de

longitud, que se extiende desde la base del cráneo hasta el nivel del cartílago cricoides

anteriormente y el borde inferior de la sexta vértebra cervical posteriormente. Está

dividida en tres partes: faringe nasal (nasofaringe), faringe oral (orofaringe) y laringe

laríngea (laringofaringe). La nasofaringe desempeña una función respiratoria y se

encuentra por encima del paladar blando y por detrás de las cavidades nasales. La

orofaringe, con función digestiva, se extiende desde el paladar blando hasta el borde

superior de la epiglotis. La laringofaringe empieza en el borde superior de la epiglotis y

se extiende al borde inferior del cartílago cricoides, donde se estrecha y continúa con el

esófago. El nervio glosofaríngeo inerva el tercio posterior de la lengua, la superficie

anterior de la epiglotis, las paredes posterior y lateral de la faringe y los pilares

amigdalinos. Su bloqueo bilateral conlleva la abolición del reflejo de la náusea.

La laringe está situada por debajo de la lengua y del hueso hioides, entre los

grandes vasos del cuello y por delante de las vértebras cervicales cuarta, quinta y sexta.

Se abre proximalmente por la laringofaringe y distalmente se continúa con la tráquea.

Está formada por nueve cartílagos: epiglotis, tiroides y cricoides (impares), aritenoides,

corniculados y cuneiformes (pares). La cavidad laríngea está limitada anteriormente por

la epiglotis, lateralmente por el pliegue aritenoepiglótico y posteriormente por los

8

cartílagos aritenoides y corniculados. Se divide en tres regiones por dos pliegues

superiores o vestibulares fijos y dos inferiores o móviles, las cuerdas vocales. Su

inervación procede de dos ramas del nervio vago: nervio laríngeo superior y nervio

laríngeo inferior o recurrente. El nervio laríngeo superior aporta inervación sensitiva a la

base de la lengua, vallécula, epiglotis, territorio aritenoepiglótico, aritenoides y mucosa.

El nervio laríngeo inferior aporta la inervación motora de cuerdas vocales, tráquea y

músculos intrínsecos a excepción del cricotiroideo.

2.1.3. VÍA AÉREA INFERIOR

La vía aérea inferior está compuesta por el árbol traqueobronquial2,5, formado

por la tráquea y las 23 generaciones en las que progresivamente se divide hasta los

bronquiolos terminales y la zona terminal de intercambio gaseoso. Su función es la de

conducir el flujo de gas desde y hacia los alveolos.

La tráquea comienza como continuación de la laringe a nivel del borde inferior

del cartílago cricoides y termina en tórax en la carina. En el adulto tiene una longitud

promedio de 10-13 cm con un diámetro externo de 2.3 cm en sentido coronal y 1.8 cm

en sentido sagital en hombres, 2.0 cm y 1.4 cm respectivamente en mujeres. El cartílago

cricoides supone la zona más estrecha con un diámetro promedio de 17 mm en hombres

y 13 mm en mujeres. Está compuesta por anillos cartilaginosos en forma de C que

forman las paredes anterior y lateral, conectadas en sentido posterior por la pared

membranosa. Su inervación procede del nervio laríngeo inferior o recurrente.

Se divide en carina en los bronquios principales derecho e izquierdo, a nivel del

ángulo esternal. El bronquio principal derecho, más ancho y corto, nace en una

orientación más vertical en relación con la tráquea que el izquierdo y tiene una longitud

promedio de 2 cm en hombres y 1.5 cm en mujeres. El bronquio principal izquierdo, más

estrecho y largo, nace con una orientación más horizontal y tiene una longitud promedio

de 5 cm en hombres y 4.5 cm en mujeres. Están inervados por ramas del nervio vago y

ramas de ambos troncos simpáticos.

Los bronquios principales se dividen a su vez en bronquios lobares y éstos en

segmentarios, de la bifurcación 5 a la 11 están las generaciones de bronquios finos que

cuentan con sostén cartilaginoso, las bifurcaciones 12 a la 16 son generaciones de

bronquiolos sin sostén cartilaginoso y por tanto más colapsables al ser comprimidos por

fuerzas externas. En estas 16 generaciones bronquiales, que constituyen la zona de

conducción, el movimiento de gases tiene lugar por convección o desplazamiento de

gas a favor de un gradiente de presión.

La zona respiratoria terminal está formada por 130.000 acinos constituidos por

los bronquiolos respiratorios ó terminales, los conductos y los sacos alveolares. Los

9

bronquiolos terminales de las bifurcaciones 17 a la 19 poseen de 5 a 12 alveolos por

generación, las bifurcaciones 19 a la 22 forman los conductos alveolares con 20 alveolos

por conducto, y la última bifurcación son los sacos alveolares. Se calcula que hay unos

2.277 alveolos por acino, con un total de 300 millones de alveolos. El movimiento de

gases en esta zona terminal ó respiratoria es por difusión molecular o desplazamiento

por diferencias de concentración.

La pared del alveolo cuenta con una disposición asimétrica: un lado delgado de

menos de 0.4 mg de espesor donde ocurre el intercambio de gases y en el que el epitelio

alveolar y el endotelio capilar están separados únicamente por sus membranas

respectivas; y un lado grueso de 1-2 mg de espesor donde se produce el intercambio

de líquidos y solutos además de proporcionar apoyo estructural, en el que el espacio

intersticial pulmonar separa el epitelio del endotelio.

El epitelio de la mucosa y de las estructuras de apoyo de las vías aéreas también

cambia de forma gradual, de epitelio columnar ciliado a cuboidal y finalmente a epitelio

alveolar plano. El intercambio de gases sólo se produce a través de este último epitelio

que comienza a aparecer en los bronquiolos terminales (generaciones 17 a 19). El

epitelio alveolar está compuesto en su mayoría por neumocitos tipo I (95%), entre los

que se encuentran los neumocitos tipo II. Los neumocitos tipo I son planos y forman

uniones estrechas entre sí que previenen el paso de moléculas grandes con actividad

oncótica. Los neumocitos tipo II son circulares y contienen inclusiones citoplasmáticas

que poseen el surfactante. Éstos pueden dividirse y producir neumocitos tipo I.

Asimismo se hallan en la vía aérea inferior otros tipos celulares como macrófagos

alveolares pulmonares, mastocitos, linfocitos y células de captación-descarboxilación de

precursores de grupos amino (APUD).

2.1.4. CIRCULACIÓN PULMONAR

Los pulmones están irrigados por la circulación pulmonar y la circulación

bronquial7.

La circulación bronquial procedente del hemicardio izquierdo supone un 1-2%

del gasto cardiaco y asegura las necesidades metabólicas del árbol traqueobronquial.

Las arterias bronquiales, procedentes de la aorta e intercostales, irrigan la tráquea

inferior y los bronquios hasta los bronquiolos terminales.

La circulación pulmonar, encargada de asegurar las necesidades metabólicas

del tejido pulmonar, recibe la totalidad del gasto cardiaco derecho por la arteria

pulmonar. Ésta se divide en dos ramas, derecha e izquierda, que acompañan a los

bronquios y se ramifican hasta los bronquiolos terminales, a partir de ahí se distribuyen

para irrigar el lecho capilar alveolar. La sangre venosa mixta circula por los capilares

10

pulmonares captando oxígeno y cediendo dióxido de carbono, y vuelve oxigenada al

corazón izquierdo por las cuatro venas pulmonares. Existen conexiones entre ambas

circulaciones.

2.2. MECÁNICA PULMONAR

2.2.1. ECUACIÓN DEL MOVIMIENTO

La ventilación pulmonar consiste en la generación de un movimiento de gas

desde la atmósfera al alveolo y viceversa con el fin de asegurar un adecuado

intercambio gaseoso.

Para que la ventilación pulmonar se lleve a cabo, tanto en ventilación espontánea

como en ventilación mecánica, es necesario vencer una serie de resistencias del

sistema respiratorio: resistencia de la vía aérea al flujo de gas y resistencia elástica,

elastancia o distensibilidad pulmonar. La presión necesaria para vencer estas

resistencias (Prs) viene definida por la ecuación del movimiento8,9:

Prs = Paw + (-Pmus) = R x V´+ VT/Csr + PEEP

Representa la diferencia de presión entre la vía aérea y el alveolo, resultado de

la suma de la presión en la vía aérea (Paw) y la presión desarrollada por los músculos

respiratorios (Pmus). La Pmus es negativa debido a que los músculos inspiratorios al

contraerse generan una presión pleural por debajo de la presión atmosférica, puede ser

cero cuando no hay actividad muscular.

El término R x V´ se corresponde con la presión resistiva, necesaria para vencer

la resistencia al flujo (R) y generar un flujo de gas (V´: volumen/tiempo) que atraviese

las vías aéreas. El término VT/Csr se corresponde con la presión elástica, necesaria

para vencer la resistencia elástica del parénquima pulmonar al llegar al alveolo y generar

un aumento de volumen, que depende del volumen tidal insuflado por encima de la

capacidad funcional residual (VT) y de la compliance o distensibilidad del sistema

respiratorio (Csr). La presión positiva al final de la espiración (PEEP) resulta de la suma

de la PEEP extrínseca, ajustada de forma externa en la ventilación mecánica, y la PEEP

intrínseca, generada cuando la espiración no se completa, el flujo no llega a cero y se

produce atrapamiento de gas alveolar.

Una respiración es por tanto la expresión de tres variables conocidas: presión,

volumen y tiempo, y tres parámetros relacionados: resistencia, compliance y PEEP.

11

2.2.1.1. RESISTENCIA ELÁSTICA

Se define como la resistencia que el sistema respiratorio opone a un aumento

de volumen por encima de su volumen de reposo (capacidad funcional residual). A nivel

teórico se habla de elastancia (Esr) como la presión necesaria para generar un aumento

de volumen: Esr = ∆P/∆V; mientras que a nivel clínico se emplea la compliance (Csr),

inversa de la elastancia: Csr = ∆V/∆P. Se expresa en ml/cmH20.

La compliance se puede visualizar de forma gráfica mediante la curva presión-

volumen10,11, en la que se muestra la relación entre la presión intratorácica y el volumen

pulmonar. La pendiente de este trazado en cualquiera de los puntos expresa la

compliance. Cuanto mayor sea la pendiente, mayor será la distensibilidad o compliance

del sistema respiratorio y por consiguiente se requerirán menores aumentos de presión

para generar mayor volumen.

La parte inicial de la curva es plana, existe mucho colapso alveolar siendo

necesaria una presión elevada para abrir alveolos colapsados y generar volúmenes

bajos. El punto inferior de inflexión representa la presión crítica de apertura alveolar a

partir de la cual los alveolos se abren y se requiere poco aumento de presión para

aumentar el volumen. En pulmones sanos no atelectasiados dicho punto es difícilmente

distinguible ya que cualquier aumento de presión genera un aumento de volumen. Se

corresponde con el nivel mínimo de PEEP que debe utilizarse en ventilación mecánica

con el objetivo de evitar el colapso alveolar.

La parte final de la curva se caracteriza por un nuevo aplanamiento marcado por

el punto superior de inflexión, punto a partir del cual el aumento de presión ya no genera

mayor aumento de volumen. Este punto, que marca el final del reclutamiento alveolar y

el inicio de la sobredistensión alveolar, representa la máxima presión a la que deben ser

sometidos los alveolos. En pacientes con pulmón sano se ha estimado que dicho punto

se encuentra aproximadamente con un volumen del 85-90% de la capacidad pulmonar

total. En pulmones lesionados, este punto se encuentra con un menor volumen

pulmonar y con presiones mucho mayores.

La curva presión-volumen del sistema respiratorio es la resultante de la suma de

la curva presión-volumen de los pulmones y de la caja torácica, por lo que la compliance

del sistema respiratorio es igual a la suma de la compliance pulmonar (CL) y la

compliance de la caja torácica (CCW)12:

1/Csr = 1/CL + 1/CCW → Csr = (CL x CCW) / (CL + CCW)

Donde: CL = ∆V/∆(Palv-Ppl) y CCW = ∆V/∆(Ppl)

12

La compliance pulmonar representa el cambio de volumen en relación al

gradiente de presión transpulmonar, diferencia entre la presión alveolar (Palv) y la

presión pleural (Ppl). En clínica se utiliza la presión esofágica, medida a través de un

catéter esofágico, como estimación de la presión pleural dada la dificultad que presenta

su medición directa. Expresa las propiedades elásticas del parénquima pulmonar. Sus

valores de normalidad oscilan de 100 a 200 ml/cmH2O. Se reduce en patologías como

la fibrosis pulmonar, neumonía, derrame pleural, atelectasia, distrés respiratorio, etc.

La compliance de la caja torácica representa el cambio de volumen en relación

al gradiente de presión transtorácico, diferencia entre la presión atmosférica (Patm) y la

presión pleural (Ppl). Dado que la presión atmosférica es cero, este gradiente viene

determinado por la presión pleural. Expresa las propiedades elásticas de la caja

torácica. Sus valores de normalidad oscilan de 100 a 200 ml/cmH20. Se ve reducida en

la cifoescoliosis, espondilitis anquilosante, obesidad, distensión abdominal, cirugía

laparoscópica, posición trendelemburg, decúbito lateral, etc.

Así, una reducción en la compliance del sistema respiratorio puede deberse a

una reducción en la compliance pulmonar (más frecuente) y/o en la compliance de la

caja torácica. Para un mismo volumen corriente, una menor compliance pulmonar

conlleva un riesgo aumentado de lesión en la pared alveolar al elevarse la presión

transpulmonar (aumento de las presiones alveolar y pleural); mientras que una menor

compliance torácica no aumenta el riesgo de lesión en la pared alveolar ya que se eleva

la presión transtorácica (aumento de la presión pleural).

En ventilación mecánica se puede medir la compliance como la relación entre el

volumen corriente y la presión meseta según la siguiente ecuación: Csr = VT / (Pmeseta

- PEEP). Esta medida se lleva a cabo en ventilación controlada por volumen con flujo

cuadrado (constante) y realizando una pausa inspiratoria de al menos dos segundos.

Bajo estas condiciones se genera una curva de presión característica.

La presión de la vía aérea aumenta hasta un pico teleinspiratorio (Ppeak). Al

cesar el flujo, la presión cae rápidamente hasta P1 y tras ello se produce otra leve caída

hasta alcanzar la presión plateau o meseta (Ppl). La presión pico, presión máxima

alcanzada durante la inspiración, es la necesaria para superar el total de resistencias

del sistema respiratorio. La presión meseta, presión medida al final de la fase

inspiratoria, equivale en ausencia de flujo a la presión alveolar y representa la presión

necesaria para vencer únicamente la resistencia elástica del sistema respiratorio. La

diferencia entre P1 y Pplat viene marcada por la redistribución del volumen

intrapulmonar que permite que se igualen las presiones alveolares a alveolos con

diferente constante de tiempo de llenado (efecto pendelluft), que tiene lugar cuando el

flujo llega a cero.

13

2.2.1.2. RESISTENCIA DE LA VÍA AÉREA AL FLUJO DE GAS

Se define como la diferencia de presión necesaria para generar el movimiento

de un gas a un flujo constante13:

Rrs = Ppeak - Ppl / V´

Donde el gradiente de presión entre la vía aérea proximal y los alveolos (Ppeak

- Ppl) constituye el componente resistivo de la ecuación del movimiento: Ppeak - Ppl =

R x V´.

Esta resistencia sigue la ley de Hagen-Poiseuille, según la cual la resistencia al

flujo de gas a través de un tubo está determinada por la velocidad del flujo de gas y el

gradiente de presión entre sus extremos. Para un flujo laminar, la relación entre ambos

es constante siendo la velocidad del flujo directamente proporcional a la longitud del

tubo y a la viscosidad del gas e inversamente proporcional a la cuarta potencia del radio.

Sin embargo, el flujo de gas en el sistema respiratorio es una mezcla de flujo

laminar y flujo turbulento. Cuando el flujo se vuelve turbulento se establecen dos

diferencias con respecto al flujo laminar: 1) La resistencia depende de la velocidad del

flujo por lo que, a mayor flujo, la presión requerida para vencer la resistencia dinámica

será mayor aunque se mantenga constante el calibre de la vía aérea, y 2) El gradiente

de presión es proporcional a la densidad del gas y no a su viscosidad.

A medida que los bronquios se dividen, su calibre disminuye; pero la superficie

total es mayor. Además, el diámetro del bronquio permanece constante a partir de los

bronquiolos terminales. Por consiguiente: la mayor parte de las resistencias al flujo de

las vías aéreas (80%) se ejerce proximalmente en nariz, boca, laringe, tráquea y

bronquios gruesos; la mayor parte del gas intrapulmonar se encuentra en las últimas

generaciones bronquiales y en los alveolos; y el desplazamiento del gas es más rápido

proximalmente.

La resistencia total del sistema respiratorio (Rrs) es la suma de dos resistencias:

la resistencia debida al flujo inspiratorio tanto del tubo endotraqueal como de la pared

torácica y parénquima pulmonar (Ppeak - P1 / V´), y la resistencia debida a la

redistribución del gas entre alveolos con diferentes constantes de tiempo de llenado

alveolar y las propiedades viscoelásticas del parénquima pulmonar (P1 - Ppl / V´).

Dichas resistencias se pueden medir en ventilación mecánica bajo las condiciones

expuestas en el apartado anterior.

La resistencia de la vía aérea puede adquirir diferentes valores durante la

inspiración y la espiración. La caída de presión para un determinado flujo es en torno a

un 15% mayor durante la espiración en pacientes sanos, diferencia que aumenta en

14

casos de obstrucción de la vía aérea y especialmente en el enfisema. La resistencia

espiratoria tiene especial importancia durante la ventilación mecánica en la generación

de PEEP intrínseca, aunque no suele medirse de forma directa en clínica debido a su

complejidad.

2.2.2. VOLÚMENES PULMONARES

El gas contenido en los pulmones se divide en cuatro volúmenes.

Volumen corriente (VT)

Equivale al volumen movilizado en un ciclo respiratorio normal. Su valor

promedio en el adulto es de 500ml.

Volumen de reserva inspiratoria (VRI)

Equivale al volumen máximo inspirado después de realizar una inspiración

normal. Su valor promedio en el adulto es de 3000ml.

Volumen de reserva espiratoria (VRE)

Equivale al volumen máximo espirado después de una espiración normal. Su

valor promedio en el adulto es de 1100ml.

Volumen residual (VR)

Equivale al volumen contenido en los pulmones tras una espiración máxima y

profunda (CFR - VRE). Su valor promedio en el adulto es de 1200ml.

2.2.3. CAPACIDADES PULMONARES

Una capacidad es la suma de varios volúmenes.

Capacidad inspiratoria (CI)

Es el volumen máximo de gas inspirado tras una espiración normal. Equivale a:

VT + VRI. Su valor promedio en el adulto es de 3500ml.

15

Capacidad pulmonar total (CPT)

Es el volumen pulmonar después de realizar una inspiración máxima y profunda.

Equivale a la suma de todos los volúmenes pulmonares: VT + VRI + VRE + VR. Su valor

promedio en el adulto es de 5800ml.

Capacidad residual funcional (CRF)

Es el volumen pulmonar al final de una espiración normal, definido por el

momento en el que la retracción elástica interna del pulmón se aproxima a la retracción

elástica externa del tórax. Equivale a: VR + VRE. Su valor promedio en el adulto es de

2300ml.

Esta capacidad puede verse afectada por diversos factores2: es directamente

proporcional a la talla, aunque la obesidad puede disminuirla de forma marcada (a causa

sobre todo de una menor distensibilidad torácica); está reducida en un 10% en mujeres;

disminuye en posición supina, prona y Trendelemburg; los trastornos pulmonares

restrictivos se asocian con valores bajos por la menor distensibilidad pulmonar y/o

torácica.

La inducción anestésica también disminuye la CFR como consecuencia del

colapso alveolar y formación de atelectasias por compresión debidas a la pérdida del

tono de los músculos inspiratorios, cambios en la rigidez de la pared torácica y

desviación cefálica del diafragma. Esta reducción puede persistir durante varias horas

o días tras la anestesia.

Capacidad vital (CV)

Es el volumen máximo de gas espirado después de una inspiración máxima.

Equivale a: VRE + VRI + VT. Su valor promedio en el adulto es de 4600ml.

Capacidad vital forzada (CVF)

Es el volumen máximo de gas tras una inspiración máxima que puede exhalarse

de forma forzada y tan rápida como sea posible. Aporta información sobre la resistencia

de las vías aéreas, de forma que la relación entre el volumen espiratorio forzado en el

primer segundo y la capacidad vital forzada (Índice de Tiffeneau: VEF1/CVF) es

proporcional al grado de obstrucción de las vías aéreas. Este índice se obtiene mediante

una espirometría y en condiciones normales es igual o superior al 80%.

16

2.3. INTERCAMBIO DE GASES

La función esencial del sistema respiratorio es la de asegurar el intercambio

gaseoso, es decir, suministrar oxígeno al organismo y eliminar el dióxido de carbono

producido. Esta función implica un movimiento de gas de la atmósfera al alveolo y un

intercambio gaseoso entre el gas alveolar y la sangre de los capilares alveolares. Este

intercambio tiene lugar porque los alveolos son ventilados y a la vez perfundidos, lo que

determina la relación ventilación/perfusión.

2.3.1. VENTILACIÓN

Supone el movimiento de gas desde la atmósfera al alveolo y viceversa3, a través

de la vía aérea superior e inferior descritas en el apartado 3.1.

El volumen de gas inspirado o espirado por minuto se define como ventilación

total o volumen minuto (VE), producto del volumen corriente (VT) y la frecuencia

respiratoria (FR). Su valor promedio en el adulto es de 5L/min.

No todo este volumen de gas participa en el intercambio gaseoso ya que una

proporción se queda en la vía aérea superior y/o en el árbol traquebronquial sin llegar a

los alveolos – espacio muerto anatómico (VDanat), equivale a un volumen de 2-

2.2ml/Kg peso corporal ideal – y otra proporción llega a alveolos mal perfundidos –

espacio muerto alveolar (VDA), supone un 10% del volumen minuto alveolar (35ml de

350ml en el adulto).

Así, el volumen total de gas que no toma parte del intercambio de gases

constituye el espacio muerto fisiológico (VDfisiol) = VDanat + VDA + VDinst = VD /

VT. El espacio muerto instrumental (VDinst) lo forma el gas que hay entre el tubo

endotraqueal y la Y del respirador en ventilación mecánica. Este espacio muerto

fisiológico supone un 30% del VT en posición supina (150ml de 500ml en el adulto) y

expresa la ineficacia de la ventilación.

El volumen de gas que realmente llega al alveolo y realiza el intercambio

gaseoso se denomina ventilación total alveolar ó volumen minuto alveolar (VA) =

(VT - VDfisiol) x FR = VT - VD. Supone un 70% del VT (350ml de 500ml en el adulto).

La ventilación alveolar puede determinarse a partir de la Ecuación general del

gas alveolar14 según la cual: Concentración alveolar de un gas (FA) = concentración

inspirada (FI) ± (captación-eliminación del gas/VA).

Aplicada para el CO2, donde FiCO2 es cero y VCO2 es la cantidad de CO2

espirada por minuto (producción total de CO2): FACO2 = VCO2/VA y por tanto VA =

VCO2/FACO2. Como la FACO2 es proporcional a la presión alveolar de CO2 (PACO2),

17

la ventilación alveolar se puede expresar como: VA = (VCO2/PACO2) x 0,863. En un

sujeto sano el gradiente entre la presión alveolar y la presión arterial de CO2 es

despreciable por lo que VA = (VCO2/PaCO2) x 0.0863. El valor 0.0863 es un factor de

conversión de las fracciones de CO2 en presión parcial de CO2 en mmHg.

Cuando la producción de CO2 es constante, existe una relación lineal inversa

entre la ventilación alveolar y la PaCO2. Un aumento del volumen minuto al doble en

ventilación mecánica reducirá la PaCO2 a la mitad y viceversa. Sin embargo, esta

ecuación no permite cuantificar la ventilación alveolar a no ser que se mida la producción

de CO2, lo que requiere de métodos específicos. Por ello en clínica la ventilación

alveolar se mide de forma indirecta a través de la medida del espacio muerto.

El método más frecuentemente utilizado para medir el espacio muerto fisiológico

es el método de Böhr15. Se basa en el hecho de que la concentración de CO2 en la

mezcla de gas inspirado es despreciable y al no haber intercambio gaseoso en el

espacio muerto, todo el CO2 recogido en el aire espirado proviene del gas alveolar.

El volumen de CO2 espirado se expresa como el producto del volumen corriente

(VT) y la concentración espirada de CO2 (FECO2). Al proceder de los alveolos, este

volumen equivale al producto del volumen total alveolar (VTA) y la concentración

alveolar de CO2 (FACO2): VT x FECO2 = VTA x FACO2.

Como la VTA = VT - VD, se obtiene que VT x FECO2 = (VT - VD) x FACO2. Así,

el espacio muerto fisiológico se calcula despejando VD/VT = (FACO2 - FECO2)/FACO2

= (PACO2 - PECO2)/PACO2 = (PaCO2 - PECO2)/PaCO2. La PECO2, presión parcial

del CO2 del gas espirado mixto, se puede medir con la capnografía volumétrica.

El volumen alveolar de los alveolos normales que eliminan CO2 es igual a VTA

- VDA. Por tanto, VTA x PACO2 = (VTA - VDA) x PaCO2. Despejando la ecuación se

obtiene el espacio muerto alveolar VDA/VTA = 1 - PACO2/PaCO2 = 1 -

PEtCO2/PaCO2. La presión alveolar de CO2 cuando el capnograma es normal equivale

a la presión de CO2 espirado.

En clínica, se evalúa la diferencia entre el valor de la PaCO2 en la gasometría y

la PEtCO2 en el capnograma de forma que, a mayor diferencia, mayor espacio muerto

alveolar16. Es posible estimar el espacio muerto alveolar cuando la PaCO2 es normal

(40mmHg) ya que cada 5 mmHg de gradiente supone un 12,5% de espacio muerto

alveolar. El gradiente normal entre PaCO2 y PEtCO2 debe ser inferior a 5 mmHg. El

espacio muerto alveolar representa así la ineficacia de la ventilación alveolar.

La distribución de la ventilación pulmonar no es uniforme siendo en las bases

pulmonares 1.5 veces mayor que en los vértices, en sedestación, debido al mayor

volumen pulmonar de los lóbulos inferiores y a que en inspiración los alveolos de la base

18

reciben un volumen superior porque la presión transalveolar (P intra-alveolar - P pleural)

es mayor que en el vértice. En decúbito supino, las zonas declives también están más

ventiladas que las proclives y en decúbito lateral, el pulmón inferior es el mejor

ventilado14.

2.3.2. PERFUSIÓN

Los pulmones están irrigados por dos sistemas sanguíneos, la circulación

pulmonar y la circulación bronquial, descritas en el apartado 3.1.

La circulación pulmonar es una circulación de baja presión y baja resistencia. La

presión de perfusión pulmonar es justo la necesaria para elevar la sangre al vértice

pulmonar y tiene un valor promedio de 10 mmHg a nivel capilar, oscilando entre la

presión media en la arteria pulmonar (PAPM: 9-18 mmHg) y la presión en la aurícula

izquierda (PAI: 6-12 mmHg). La baja resistencia vascular pulmonar es necesaria por el

hecho de que la mitad del volumen sistólico del ventrículo derecho alcanza las venas

pulmonares y el corazón izquierdo en el curso del mismo ciclo cardiaco.

Así, la relación entre las presiones y el flujo se describe como: RVP = (PAP -

PCP) / GC. Donde RVP son las resistencias vasculares pulmonares, PAP es la presión

de la arteria pulmonar, PCP es la presión en el capilar pulmonar y GC es el gasto

cardiaco.

Para no modificar la baja resistencia, la circulación pulmonar utiliza dos

mecanismos: la apertura de capilares cerrados cuando aumenta la presión en la arteria

pulmonar (“reclutamiento”) y la distensión de vasos abiertos bajo el efecto de un

aumento de presión (“distensión”). El reclutamiento predomina cuando las presiones

intravasculares pulmonares son relativamente bajas y la distensión interviene para

presiones pulmonares más elevadas17.

Variaciones en el volumen pulmonar, posición del cuerpo, gravedad, presión

intrapleural, presión intravascular, viscosidad de la sangre, gasto cardiaco y calibre

vascular pueden afectar a las resistencias vasculares pulmonares. Se distinguen tres

tipos de vasos pulmonares:

- Vasos intra-alveolares (capilares, arterias y venas adyacentes). Están

sometidos a la presión alveolar de forma que a mayor volumen pulmonar y por tanto

mayor presión alveolar, más se comprime el vaso con el consiguiente aumento de las

resistencias vasculares pulmonares. Si la presión alveolar sobrepasa la presión en el

capilar, éste se colapsa.

19

- Vasos extra-alveolares (arterias y venas situadas en el parénquima pulmonar).

Están sometidos a la presión transmural. En inspiración siguen el movimiento del

parénquima pulmonar que los envuelve traccionando sobre la pared vascular que se

distiende. A mayor volumen pulmonar, mayor distensión vascular con la consiguiente

reducción de las resistencias vasculares pulmonares.

- Vasos hiliares y para-hiliares (extra-pulmonares). Están sometidos a las

presiones pleurales.

Las resistencias vasculares pulmonares más bajas se tienen cuando el pulmón

está en reposo a su capacidad funcional residual. Cuando el pulmón se colapsa y ésta

disminuye, las resistencias aumentan con una sobrecarga de eyección del ventrículo

derecho.

La distribución de la perfusión pulmonar, al igual que la ventilación, no es

uniforme. La perfusión de las bases pulmonares es 10 veces mayor que en los vértices,

en sedestación, debido a la mayor vascularización de los lóbulos pulmonares inferiores

y al gradiente hidrostático (23mmHg) que hace que los vasos de la base tengan un

volumen de sangre superior. En decúbito supino, el flujo es mayor en las regiones

posteriores. La resistencia al flujo sanguíneo es menor en las zonas inferiores donde las

presiones intravasculares son mayores favoreciendo los mecanismos de reclutamiento

y/o distensión.

Estas diferencias de presión y perfusión regional se reflejan en las denominadas

zonas de West.

Zona I (PA>Pa>Pv): la presión intracapilar es inferior a la presión alveolar. Los

capilares pulmonares están colapsados de forma permanente y el flujo sanguíneo es

nulo. En sujetos sanos esta zona no existe.

Zona II (Pa>PA>Pv): la presión hidrostática es inferior a 15mmHg sobre la que

existe a nivel del corazón. Como en el curso del ciclo cardiaco la presión en la arteria

pulmonar varía de 9 mmHg en diástole a 18 mmHg en sístole, los capilares alveolares

se colapsan durante la diástole y se abren durante la sístole dando lugar a un flujo

sanguíneo intermitente. En condiciones normales esta zona se extiende desde los

vértices pulmonares hasta 7-10 cm por encima del corazón, en posición erguida.

Zona III (Pa>Pv>PA): las presiones intravasculares están permanentemente por

encima de la presión alveolar. Los capilares están siempre abiertos y la sangre circula

continuamente de los capilares a las venas. En posición erguida esta zona se extiende

hasta 10 cm de las bases pulmonares. En decúbito supino, la zona III se extiende a todo

el pulmón y las zonas más anteriores se corresponden con la zona II.

20

En posición erecta se describe una zona IV en la base, con menor flujo

sanguíneo que la zona III, donde se producen las atelectasias y/o el edema pulmonar

instersticial, lo que genera un flujo sanguíneo que depende de la diferencia entre la Pa

y la P intersticial pulmonar.

Un factor importante que afecta a la perfusión pulmonar es la presión positiva

alveolar, inherente a la ventilación mecánica. En circunstancias de muy elevado

volumen corriente o heterogeneidad pulmonar, la presión alveolar puede sobrepasar la

presión arterial pulmonar sistólica en ciertas áreas pulmonares, provocando el colapso

de los capilares pulmonares y la interrupción del flujo sanguíneo. El efecto es más

notable cuando se aplica PEEP elevada sin reclutamiento previo, pudiendo

sobredistender áreas muy anteriores, lo que contribuye a aumentar el espacio muerto

alveolar12.

Otro factor que influye en la perfusión pulmonar es el reflejo de la

vasoconstricción pulmonar hipóxica (VPH)18. Ante una hipoxia alveolar aguda, las

arteriolas pulmonares responden con vasoconstricción, al revés de lo que sucede en el

resto del organismo, desviando sangre de áreas no ventiladas a zonas bien ventiladas

para lograr un intercambio gaseoso más adecuado. Ese mecanismo de defensa

comienza cuando la PAO2 ronda los 70mmHg, siendo máxima para valores entre 30 y

50mmHg. Si la presión en la arteria pulmonar es normal, este mecanismo es máximo;

si existe hipertensión pulmonar el efecto puede estar reducido. Otros factores que

reducen la VPH son la hipocapnia, la alcalosis, los calcio-antagonistas y los

vasodilatadores. El óxido nitroso y los halogenados también la reducen sin haber

demostrado un efecto clínico importante. Por el contrario, se ve potenciada por la

acidosis, la hipercapnia y fármacos como la amitrina y el ácido acetil salicílico.

2.3.3. RELACIÓN VENTILACIÓN/PERFUSIÓN

A nivel pulmonar global la relación ventilación-perfusión (V/Q) es la razón entre

la ventilación alveolar total y el flujo sanguíneo pulmonar total, con un valor aproximado

de 0.8 en una persona sana en reposo. Sin embargo, esta relación global no es

representativa de los intercambios gaseosos a nivel local debido a la distribución

desigual de la ventilación y la perfusión pulmonares. En la zona apical los alveolos están

más ventilados que perfundidos, V/Q en vértice: 5, mientras que en la base están más

perfundidos que ventilados, V/Q base: 0,5.

La relación ventilación-perfusión es la determinante esencial del contenido de

oxígeno y de dióxido de carbono en sangre al final del capilar ya que en circunstancias

normales los intercambios gaseosos a través de la pared alveolo-capilar son lo

suficientemente rápidos como para que a la salida del capilar las presiones de O2 y CO2

sean las del gas alveolar19.

21

Sin embargo, se distinguen tres tipos de unidades alveolo-capilar:

a. Alveolo normal (V/Q = 1). La sangre capilar tiene una PO2 y PCO2 idéntica

a los valores del gas alveolar.

b. Alveolo ventilado-no perfundido (V/Q ≈ infinito). El gas alveolar es idéntico

al inspirado ya que no hay flujo de sangre capilar y no se produce intercambio gaseoso.

c. Alveolo no ventilado-perfundido (V/Q ≈ 0). La sangre capilar es igual a la

sangre venosa ya que no entra en contacto con el gas alveolar y no se produce

intercambio gaseoso.

En un pulmón sano la mayoría de los alveolos se aproximan al normal, pero con

toda la gama de relaciones V/Q imaginables. Según el Análisis tricompartimental de

Riley y Cournard20 todo pulmón, de normal a muy patológico, se comporta

funcionalmente para el intercambio gaseoso como si estuviera compuesto por tres

compartimentos formados por los tres tipos de unidades alveolo-capilar.

Un alveolo o grupo de alveolos con elevada relación V/Q producirá un efecto

equivalente a la suma de un alveolo normal y uno o más alveolos ventilados-no

perfundidos. Este alveolo produce cierto efecto espacio muerto, no colabora en la

eliminación de CO2 dando lugar a una elevada PaCO2 (hipercapnia arterial).

Un alveolo o grupo de alveolos con baja relación V/Q producirá un efecto

equivalente a la suma de efectos de un alveolo normal y uno o más alveolos no

ventilados-perfundidos. Este alveolo produce cierto efecto shunt que por no ser total

se denomina efecto mezcla venosa. Conlleva una disminución en la oxigenación con

una baja PaO2 (hipoxemia arterial).

De este modo, a partir de la PaO2 y la PaCO2 de la gasometría arterial puede

hacerse una aproximación del trastorno V/Q que existe y por tanto de si predomina el

espacio muerto o el shunt.

El shunt es el fenómeno por el cual la sangre venosa procedente del corazón

derecho llega al corazón izquierdo sin haber sido saturada de oxígeno (shunt o

cortocircuito derecha-izquierda). Los shunt intrapulmonares se dividen en absolutos

(shunt anatómico y relación V/Q = 0) y relativos (shunt verdadero y efecto shunt). Se

habla de efecto shunt cuando la relación V/Q es baja pero no nula.

Las patologías que producen efecto shunt o mezcla venosa son aquellas que

reducen el volumen alveolar (menor ventilación) sin afectar a la perfusión, tales como

neumonía, lesión pulmonar aguda/síndrome de distress respiratorio del adulto,

22

atelectasias, derrame pleural o compresión torácica o abdominal (obesidad, distensión

abdominal).

Con el aumento de la FiO2, la PAO2 es mayor en los alveolos ventilados lo que

aumenta la PaO2 de la sangre capilar pudiendo compensar la PvO2 que procede del

compartimento shunt. A medida que aumenta el shunt, este incremento de FiO2 no

mejora tanto la PaO2, siendo prácticamente ineficaz cuando el shunt es superior al 25%.

En la práctica la gravedad del shunt se valora con la relación PaO2/FiO2 cuyo

mayor inconveniente es que depende del valor de la FiO2 (un valor de 300 se

corresponde con un shunt del 10% de una FiO2 del 0,21 hasta 0,5 pero si aumentamos

la FiO2 hasta 1 se corresponde más con un shunt del 20%)21,22. La diferencia o gradiente

alveolo-arterial de oxígeno (A-aDO2) o la relación PAO2/PaO2 quizá sean más fiables

como indicadores del efecto shunt pero menos utilizadas por ser su cálculo más

complejo.

Asimismo, para valorar la importancia del shunt y el efecto shunt, se puede

calcular el shunt anatómico equivalente. Se determina la cantidad de sangre venosa

mixta que debería haber sido saturada en la sangre postcapilar si la relación V/Q fuera

normal. Este flujo de sangre no ventilada se denomina flujo de shunt (Qs) y se expresa

en función del gasto cardiaco (Qt): Qs/Qt = (CcO2 - CaO2) / (CcO2 - CvO2)*. En

condiciones normales, debe ser inferior al 5% del gasto cardiaco total. Es debido sobre

todo al efecto shunt y al shunt verdadero del retorno venoso bronquial y coronario.

*CcO2: contenido de oxígeno en la sangre al final del capilar; CaO2: contenido de

oxigeno en sangre arterial; CvO2: contenido de oxígeno en sangre venosa mixta.

Por otro lado, las patologías que producen espacio muerto son aquellas que

reducen la perfusión pulmonar sin afectar a la ventilación23, tales como hipotensión

(causa más frecuente), embolismo pulmonar, hipovolemia, shock por bajo gasto, PEEP

elevada que supera la presión capilar ó PEEP alta sin reclutamiento previo que

sobredistiende alveolos normales.

El aumento de la PaCO2 que conlleva el efecto espacio muerto es un potente

estimulo de la ventilación. La estimulación del centro respiratorio causa hiperventilación

y taquipnea según la magnitud del espacio muerto con la consiguiente normalización de

la hipercapnia. En pacientes anestesiados, este efecto se mitiga con lo que únicamente

se produce el aumento de la PaCO2 con la consiguiente descarga de catecolaminas

(aumento de frecuencia cardiaca, tensión arterial...).

Siempre existe una interacción entre shunt y espacio muerto de forma que en un

pulmón con una ventilación minuto estable y constante que recibe una perfusión

constante y estable, todo shunt produce espacio muerto y viceversa con el fin de lograr

una compensación.

23

2.4. OXIGENACIÓN

El oxígeno ambiental llega a la sangre arterial a través de una serie de escalones

a los que se ha denominado Cascada de oxígeno: Presión inspirada - Presión alveolar

- Presión arterial24.

2.4.1. PRESIÓN INSPIRADA DE OXÍGENO (PiO2)

La presión ambiental o inspirada de oxígeno depende de la presión barométrica

(PB) y de la concentración inspirada de oxígeno (FiO2).

PiO2 = (PB - PH2O a 37º) x FiO2 = (760 - 47) x 0,21 = 150 mmHg

La presión barométrica, de 760 mmHg a nivel del mar, es la que resulta después

de restarle la presión ejercida por el vapor de agua que contiene el gas inspirado, ya

que éste es humidificado por las vías aéreas para poder ser intercambiado a nivel

alveolar. El gas humidificado a una temperatura corporal de 37ºC contiene un 6.3% de

vapor de agua, lo que supone una presión parcial de 47 mmHg. La concentración de

oxígeno en el aire ambiente es del 21%.

Para aumentar la presión inspirada de oxigeno aumentaremos la FiO2. La

presión barométrica depende de la altura a la que nos encontremos25, se reduce

aproximadamente unos 70 mmHg cada 1000 metros, y solo puede modificarse con la

utilización de cámaras hiperbaras (al entrar en una cámara a 2 atmósferas, la PB es de

1400 mmHg).

2.4.2. PRESIÓN ALVEOLAR DE OXÍGENO (PAO2)

Cuando el gas inspirado llega al alveolo, se encuentra que parte del volumen

alveolar está ocupado por CO2 por lo que la presión alveolar de oxígeno depende de la

presión inspiratoria de oxígeno y de la presión alveolar de CO2.

PAO2 = PiO2 - PACO2 = 150 - 40 = 100 mmHg

El cálculo exacto de la presión parcial de un gas en el alveolo se obtiene con la

Ecuación general del gas alveolar, según la cual la presión parcial de un gas es igual a

la presión inspirada menos la captación ó más la eliminación del gas por la ventilación

alveolar (comentado en el apartado 3.3.) Así:

PACO2 = PiCO2 + [(VCO2/VA) x 0.863] = VCO2/VA x 0.863 = 40 mmHg

24

PAO2 = PiO2 - (VO2/VA) = PiO2 - (VO2/VCO2/PACO2) = PiO2 - (PACO2/R) =

150 - (40/0.80) = 100 mmHg.

El cociente respiratorio representa la relación entre la producción de CO2 y la

captación de O2 a nivel pulmonar: R = VCO2 / VO2. Su valor normal oscila entre 0.80 y

0.85

Los factores que afectan a la PAO2 son por tanto la presión inspirada de oxígeno,

la cual depende de la presión barométrica y la concentración inspiratoria de oxígeno, y

la presión alveolar de CO2, dependiente de la ventilación alveolar y de la producción de

CO2.

2.4.3. PRESIÓN ARTERIAL DE OXÍGENO (PaO2)

En un pulmón ideal con una relación V/Q igual a 1, la PaO2 es prácticamente

idéntica a la PAO2 ya que la sangre arterial sistémica representa la sangre que procede

del capilar pulmonar. Sin embargo, existe un shunt anatómico extrapulmonar que,

aunque mínimo, aporta sangre desaturada a la sangre sistémica procedente de las

venas cardiacas de Thebesio (drenan sangre venosa coronaria hacia el ventrículo

derecho) y las venas bronquiales (desembocan en la circulación pulmonar en los vasos

post-alveolares). Este shunt explica la diferencia entre ambas presiones,

considerándose fisiológico un gradiente alveolo-arterial de oxígeno de 4 mmHg26. Este

gradiente A-aDO2 refleja la ineficacia de los intercambios gaseosos pulmonares, de

forma que cuanto mayor sea, menos eficaz resulta el intercambio.

En un pulmón sano la relación V/Q empeora ligeramente con la edad, pudiendo

hacer una aproximación de la PaO2 con la siguiente fórmula = 105 - (1/3 edad). Su valor

normal oscila entre 60 y 100 mmHg.

Los mecanismos causantes de hipoxemia2 (PaO2 < 60 mmHg) se representan

en el Cuadro:

❖ Presión alveolar de oxígeno baja: ▪ Presión inspirada de oxígeno baja Concentración inspirada baja

Gran altitud ▪ Hipoventilación alveolar ▪ Hipoxia por difusión ▪ Consumo de oxígeno incrementado

❖ Gradiente A-aDO2 aumentado:

▪ Cortocircuito derecha-izquierda ▪ Áreas con baja relación V/Q ▪ Presión venosa mixta de oxígeno

baja Gasto cardiaco disminuido Consumo de oxígeno aumentado Concentración de Hb disminuida

25

2.4.4. PRESIÓN VENOSA MIXTA DE OXÍGENO

Representa el equilibrio entre el consumo y el suministro de oxígeno. Su valor

normal es de 40 mmHg. Una muestra de sangre venosa mixta verdadera contiene

drenaje venoso de la vena cava superior, vena cava inferior y corazón, por lo que debe

obtenerse de un catéter de arteria pulmonar.

2.5. ELIMINACIÓN DE DIÓXIDO DE CARBONO

El dióxido de carbono es un producto secundario del metabolismo aerobio en la

mitocondria. Se elimina a través de pequeños gradientes continuos de presión de CO2

de la mitocondria al citoplasma celular, líquido extracelular, sangre venosa y alveolos2.

2.5.1. PRESIÓN ALVEOLAR DE DIÓXIDO DE CARBONO

Representa el equilibrio entre la producción total de CO2 y la ventilación alveolar,

aunque se relaciona más con la eliminación de CO2 que con su producción. Ambas son

iguales en estado estable, pero ante una hipoventilación o hipoperfusión aguda se

produce un desequilibrio y el exceso de CO2 incrementa el contenido corporal total del

mismo.

PACO2 = PiCO2 + [(VCO2/VA) x 0.863] = VCO2/VA x 0.863 = 40 mmHg

2.5.2. PRESIÓN ARTERIAL DE DIÓXIDO DE CARBONO

Debido a que el gas al final de la espiración es fundamentalmente gas alveolar

y la PACO2 es idéntica a la PaCO2, la presión de CO2 al final de la espiración (PEtCO2)

se utiliza en clínica como una estimación de la PaCO2. En condiciones normales, el

gradiente entre ambas debe ser inferior a 5 mmHg.

2.5.3. PRESIÓN VENOSA MIXTA DE DIÓXIDO DE CARBONO

Su valor normal se aproxima a 46 mmHg aunque varía según la actividad

metabólica del tejido, es más baja en tejidos con actividad metabólica baja (piel) y más

elevada en aquellos con actividad metabólica alta (corazón).

26

2.6. DIFUSIÓN ALVEOLAR DE LOS GASES

La difusión de un gas a través de una membrana tisular se rige por la primera

ley de Fick27, según la cual el flujo de un gas a través de una membrana tisular es

directamente proporcional a la superficie de la membrana, al gradiente de presión a

ambos lados de la misma y al coeficiente de difusión del gas, e inversamente

proporcional a su grosor.

A nivel pulmonar el intercambio de gases se realiza a través de la membrana

alveolocapilar. El gas atraviesa la membrana alveolar, seguidamente el endotelio del

capilar y una fina capa de plasma para finalmente atravesar la pared del eritrocito y

fijarse a la hemoglobina (Hb).

Se puede calcular la velocidad de transferencia de un gas a través de la

membrana alveolocapilar (Vgas) de acuerdo con la ley de Fick, como el producto de la

capacidad de difusión del gas (DL) y el gradiente entre la presión parcial del gas a nivel

alveolar (PA) y la presión parcial del gas en el capilar (Pc): Vgas = DL x (PA - Pc). La

capacidad de difusión se calcula como DL = Vgas / (PA - Pc) y se expresa en

ml/min.mmHg.

Un factor que influye en la difusión de los gases es su fijación a la Hb. La

velocidad de esta reacción depende de forma directa del flujo de gas desde el alveolo

hacia el citoplasma eritrocitario y de forma inversa al grado de saturación la Hb por el

gas considerado.

En un sujeto sano en reposo la PO2 en sangre venosa mixta (a la entrada del

capilar) es de 40 mmHg mientras que en el alveolo es de 100 mmHg. Cuando la sangre

atraviesa el capilar perialveolar la PO2 aumenta rápidamente alcanzándose el equilibrio

en 0,25 segundos. El tiempo de tránsito de los glóbulos rojos por los capilares

pulmonares es de aproximadamente 0,75 segundos, por lo que las reservas de difusión

del pulmón para el O2 son considerables. Con el esfuerzo el volumen de sangre

contenido en los capilares pulmonares aumenta en un 50% y el tiempo que tarda un

hematíe en atravesar el capilar puede disminuir a 0.25seg. En un sujeto normal este

tiempo de tránsito es suficiente para establecer un equilibrio a ambos lados de la

membrana alveolo-capilar, pero en determinadas patologías con elentecimiento de la

difusión, puede resultar insuficiente para asegurar una saturación óptima de la

hemoglobina.

La unión del oxígeno a la hemoglobina es el principal factor que limita la

velocidad de transferencia del oxígeno hacia el capilar. La capacidad de difusión

pulmonar refleja así no solo la capacidad y permeabilidad de la membrana alveolo-

27

capilar, sino también el flujo sanguíneo pulmonar. En condiciones normales, esta

transferencia de oxígeno hacia el capilar está limitada por la perfusión.

La capacidad de difusión del CO2 es 20 veces mayor que la del O2. El factor

limitante de la difusión del CO2 a nivel alveolar son las reacciones químicas de cesión

del mismo a nivel del capilar alveolar2. Éstas son principalmente: 1. La cesión de parte

del CO2 por los compuestos carbamínicos y 2. La conversión de los iones bicarbonato

en ácido carbónico y su posterior formación de CO2 y H2O.

El monóxido de carbono es el gas de elección para medir la capacidad de

difusión. La elevada afinidad de la Hb por el CO hace que la PcCO sea nula, con lo que

la difusión no se ve afectada por el gradiente de presión ya que éste siempre es igual a

la PACO. Su transferencia a través de la membrana alveolocapilar está únicamente

condicionada por la difusión. Así, DLCO = V´CO / PACO = 25ml/min/mmHg.

La DLCO se ve afectada por diversos factores: aumenta con la superficie

corporal, aumenta con el ejercicio (por el reclutamiento de los vasos alveolares que

incrementa la superficie de difusión), disminuye al respirar mezclas gaseosas ricas en

O2 (por aumento de la oxihemoglobina), disminuye en la anemia (por limitar la unión del

CO a la Hb) y se ve reducida en el tabaquismo (por aumento de la carboxihemoglobina).

La interpretación de la DLCO puede resultar difícil en numerosas patologías pulmonares

ya que se acompañan de trastornos de ventilación y perfusión.

2.7. TRANSPORTE DE LOS GASES

2.7.1. TRANSPORTE DE OXÍGENO

El transporte de oxígeno en la sangre desde los pulmones hasta los tejidos se

describe a partir de cuatro parámetros clínicos: el contenido de oxígeno, el aporte o

distribución de oxígeno, la captación o consumo de oxígeno, y la fracción de extracción

de oxígeno28,29.

Contenido de oxígeno

El contenido total de oxígeno de la sangre es la suma del oxígeno disuelto en el

plasma y el oxígeno unido a la hemoglobina (Hb).

La concentración de cualquier gas en solución es igual al producto del coeficiente

de solubilidad del gas para una determinada solución a una temperatura concreta y la

28

presión parcial del gas. Así, la concentración de oxígeno disuelto en plasma está

determinada por la solubilidad del oxígeno en agua (plasma) y la presión parcial de

oxígeno (PO2) en sangre. El coeficiente de solubilidad para el oxígeno a una

temperatura corporal de 37ºC es de 0,003ml/dl/mmHg por lo que el O2 disuelto (ml/dl)

= 0,003 x PO2.

La concentración de oxígeno unido a la hemoglobina (HbO2) está determinada

por la concentración de hemoglobina en sangre (Hb), la capacidad de unión al oxígeno

de la hemoglobina (cada gramo de Hb totalmente saturada podría llevar hasta 1,39 ml

de oxígeno pero la fijación de éste a la Hb nunca alcanza su nivel teórico máximo sino

que es más cercana a 1,31 ml oxígeno/dl sangre/mmHg), y la proporción de

hemoglobina oxigenada con respecto a la hemoglobina total en sangre o saturación de

oxígeno de la hemoglobina (SO2), de forma que la HbO2 (g/dl)= 1,31 x Hb x SO2.

Cada molécula de hemoglobina se une a cuatro moléculas de oxígeno mediante

reacciones químicas complejas que establecen una unión no lineal entre ambos. Los

factores que alteran esta unión modificando la curva de disociación de la hemoglobina2

son el ión hidrógeno, la presión de CO2, la temperatura y la concentración de 2,3-

difosfoglicerato (2,3-DPG). Su efecto sobre la interacción de hemoglobina-oxígeno

puede expresarse por P50, presión de oxígeno a la que la hemoglobina se satura al 50%.

Cada factor desvía la curva de disociación a la derecha (aumenta la P50) o a la izquierda

(disminuye la P50). La P50 normal en adultos es de 26.6 mmHg.

Una desviación de la curva a la derecha (secundaria a hipertermia, acidosis ó

aumento de 2,3-DPG) reduce la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno con lo que

aumenta su disponibilidad para los tejidos; una desviación a la izquierda (secundaria a

hipotermia, alcalosis, disminución de 2,3-DPG) aumenta la afinidad de la hemoglobina

por el oxígeno con lo que la disponibilidad del oxígeno para los tejidos es menor.

Así, el contenido total de oxígeno de la sangre se expresa por la siguiente

ecuación:

Contenido de O2 = (0,003 x PO2) + (1,31 x Hb x SO2)

Para una Hb de 15 g/dl, obtenemos los siguientes valores de normalidad:

-Contenido de O2 en sangre arterial (CaO2) = (0,003xPaO2) + (SaO2xHbx1,31)

= (0,003x100) + (0,975x15x1,31) = 19,5 ml/dl

-Contenido de O2 en sangre venosa mixta (CvO2) = (0,003xPvO2) +

(SvO2xHbx1,31) = (0,003x40) + (0,75x15x1,31) = 14,8 ml/dl

-Diferencia arteriovenosa de O2 = CaO2 - CvO2 = 4,7 ml/dl

29

A menudo se utiliza la presión arterial de oxígeno como medida indicativa de la

cantidad de oxígeno que hay en sangre cuando su principal determinante es la

hemoglobina. Una disminución del 50% de la hemoglobina (de 15 a 7,5 g/dl) se

acompaña de una reducción equivalente del 50% del contenido de oxígeno en sangre

arterial (de 200 a 101 ml/l), mientras que una reducción similar de la PaO2 (de 90 a 45

mmHg) solo conllevará una disminución del 18% del CaO2 (de 200 a 163 ml/l). Esto

demuestra que la anemia tiene un efecto mucho mayor sobre la oxigenación de la

sangre que la hipoxemia.

Aporte ó distribución de oxígeno

El aporte o distribución de oxígeno (AO2) representa el volumen de oxígeno en

mililitros que alcanza los capilares sistémicos cada minuto. Equivale al producto del

gasto cardiaco (GC) y el contenido de O2 en sangre arterial (CaO2).

AO2 = GC x CaO2 Valor normal: 900-1100ml/min ó 500-600ml/min/m2

Captación ó consumo de oxígeno

La captación de oxígeno (VO2) representa el volumen de oxígeno en mililitros

que abandona el lecho capilar y se desplaza a los tejidos cada minuto. Supone una

medida del consumo de oxígeno por los tejidos ya que no se almacena en ellos. Equivale

al producto del gasto cardiaco y la diferencia arterio-venosa de O2.

VO2 = GC x (CaO2 - CvO2) Valor normal: 200-270ml/min ó 110-160ml/min/m2

Fracción de extracción de oxígeno

La fracción de extracción de oxígeno (PEO2) representa la proporción del

oxígeno captada por los tejidos desde los capilares.

PEO2 = VO2 / AO2 = (CaO2 - CvO2) / CaO2 Valor normal: 20-30%

Sólo el 25% del oxígeno aportado a los capilares sistémicos es captado por los

tejidos, es decir, nuestro organismo consume solo el 25% del oxígeno transportado en

la hemoglobina. Este consumo permanece constante si los cambios en el aporte de

oxígeno se acompañan de cambios equivalentes y recíprocos en la extracción del

mismo.

30

Así cuando el aporte de oxígeno se reduce, el consumo de oxigeno permanece

invariable debido a un aumento de la extracción de oxígeno (la saturación venosa mixta

de oxígeno disminuye). El consumo de oxígeno es independiente del suministro hasta

un punto crítico por debajo del cual se hace directamente proporcional al aporte del

mismo, lo que sucede cuando la extracción de oxigeno aumenta a un nivel máximo de

50 al 60%. En ese momento el índice metabólico aeróbico está limitado por el aporte de

oxígeno.

La saturación venosa mixta (SvO2) es un marcador de equilibrio entre el aporte

de oxígeno en sangre arterial y el consumo de oxígeno. Varía según los distintos

territorios del organismo y se relaciona con todas las variables que influyen en el

transporte y consumo de oxígeno por los tejidos: GC, Hb, SaO2 y VO2. La saturación

arterial de oxígeno es directamente proporcional a la saturación venosa de oxígeno.

SvO2 = AO2 / VO2 = (GC/VO2) x Hb x SaO2 Valor normal 75% (en corazón

37%)

2.7.2. TRANSPORTE DE DIÓXIDO DE CARBONO

El dióxido de carbono es transportado en la sangre de tres formas: disuelto en

solución, como bicarbonato y en forma de compuestos carbamino28,29.

El CO2 disuelto se combina con agua para formar ácido carbónico y bicarbonato:

H20 + CO2 ↔ H2CO3 ↔ H+ + HCO3-. Esta reacción se ve acelerada por la enzima

anhidrasa carbónica, la cual se encuentra dentro de los eritrocitos y el endotelio. La

hemoglobina actúa como amortiguador para los hidrogeniones generados en el

eritrocito.

En los capilares tisulares la eliminación de O2 de la hemoglobina hace que se

comporte como una base; al captar iones hidrógeno desvía el equilibrio a favor de una

mayor formación bicarbonato. Gran parte del bicarbonato generado en el eritrocito se

bombea hacia el plasma intercambiándose por cloruro. De esta forma el CO2 que entra

en el eritrocito se disocia y las fracciones resultantes se almacenan (hemoglobina) o se

desechan (bicarbonato) para permitir que entre más CO2 en el eritrocito. Así el

contenido total de CO2 de la sangre se incrementa. En los capilares pulmonares ocurre

lo contrario, la oxigenación de la hemoglobina favorece su acción como un ácido y la

liberación de iones hidrógeno desvía el equilibrio a favor de una mayor formación de

CO2. Los iones de cloro salen del eritrocito a medida que los iones de bicarbonato

entran para reconvertirse en CO2 que difundirá hacia los alveolos, de forma que el

contenido total de CO2 de la sangre decrece a nivel pulmonar2.

31

Una pequeña parte del CO2 eritrocitario reacciona con grupos amino libres en la

hemoglobina para formar ácido carbámico, que se disocia formando residuos carbamino

e hidrogeniones: R-NH2 + CO2 RNH - CO2- - H+.

La capacidad de amortiguación de la hemoglobina se debe a los grupos imidazol

que se encuentran en los 38 residuos de histidina de la molécula. Estos grupos tienen

una constante de disociación con una pK de 7 por lo que actuarán como amortiguadores

eficaces en un intervalo de pH de 6 a 8, mientras que el sistema amortiguador del ácido

carbónico-bicarbonato con una pK de 6,1 será eficaz en un intervalo de pH comprendido

entre 5,1 y 7,1. Por tanto la hemoglobina es un amortiguador más eficaz que el

bicarbonato en el intervalo de pH fisiológico, con una mayor capacidad de amortiguación

cuando se encuentra en su forma insaturada.

La eliminación de CO2 pulmonar (VCO2) equivale al producto del gasto cardiaco

y la diferencia entre el contenido de CO2 en sangre venosa y arterial.

VCO2 = GC x (CvCO2 - CaCO2) Valor normal: 160-220ml/min ó 90-

130ml/min/m2

La hemoglobina desoxigenada (desoxihemoglobina) tiene una mayor afinidad

para el CO2 que la oxihemoglobina, con lo que la sangre venosa lleva más CO2 que la

sangre arterial, lo que se conoce como efecto Haldane. Las curvas de disociación para

el CO2 muestran que este efecto es responsable en un 40% del aumento del contenido

de CO2 desde la sangre arterial hacia la sangre venosa, por insaturación de la

hemoglobina. El 60% se debe a la producción de CO2 metabólico o efecto de la PCO2.

El contenido o concentración de dióxido de carbono disuelto es igual al producto

del coeficiente de solubilidad del CO2 en agua y la presión parcial de CO2 en sangre.

El CO2 es más soluble en sangre que el oxígeno, con un coeficiente de solubilidad de

0.067ml/dl/mmHg a una temperatura corporal de 37ºC, por lo que el CO2 disuelto

(ml/dl) = 0,067 x PCO2.

El contenido total de CO2 en sangre es la suma de la contribución de varios

componentes, tal y como se muestra en la Tabla 1.

SANGRE ARTERIAL SANGRE VENOSA

CO2 disuelto 1.2 1.4

Bicarbonato 24.4 26.2

CO2 carbamino Insignificante Insignificante

CO2 total 25.6 27.6

Tabla 1. Contenido de CO2 en sangre arterial y venosa (mmol/l)

32

2.8. CONTROL DE LA RESPIRACIÓN

El objetivo de la regulación de la respiración es mantener una presión de O2 y

de CO2 normales en sangre que permitan la funcionalidad celular. En este control

intervienen los centros respiratorios centrales, en relación con receptores nerviosos

(control nervioso) y quimiorreceptores (control humoral)30.

2.8.1. CENTRO RESPIRATORIO

El ritmo básico de la respiración se controla en un centro medular localizado en

el bulbo raquídeo y compuesto por dos grupos bulbares de neuronas: el grupo

respiratorio dorsal (interviene durante la inspiración) y el grupo respiratorio ventral

(interviene en la inspiración y en la espiración). Durante la inspiración las neuronas

inspiratorias estimulan las motoneuronas frénicas e intercostales provocando la

contracción del diafragma. Una vez llenado el pulmón, las neuronas espiratorias

provocan la contracción de los músculos intercostales internos y abdominales dando

lugar a la espiración.

Dos áreas pontinas influyen en la actividad de este centro medular: el centro

pneumotáxico (localizado en la región craneal, inhibe la inspiración) y el centro

apnéustico (localizado en la región caudal, inhibe la espiración estimulando la

inspiración).

2.8.2. CONTROL NERVIOSO

El control nervioso se basa en la presencia de receptores nerviosos que recogen

información y la trasmiten a nivel central a los centros respiratorios.

Los mecanorreceptores pulmonares y de las vías respiratorias trasmiten la

información por el nervio vago. Se distinguen:

-Receptores de estiramiento pulmonar; se distribuyen en el músculo liso de

tráquea, bronquios y bronquiolos. Inhiben la inspiración cuando se alcanza el llenado

del pulmón (reflejo de Hering-Breuer) y acortan la exhalación cuando el pulmón está

desinsuflado (reflejo de desinsuflación).

-Receptores de irritación; distribuidos por el epitelio de la laringe, tráquea,

bronquios y bronquiolos. Responden a gases nocivos, humo, polvo, gases fríos y

agentes químicos irritantes con broncoconstricción, aumento de secreción mucosa,

hipernea y tos.

33

-Receptores J ó yuxtacapilares; se localizan en el espacio intersticial dentro de

las paredes alveolares. Responden a la congestión pulmonar con taquipnea y disnea.

Asimismo, existen receptores propioceptivos en los músculos respiratorios,

fundamentalmente en la musculatura intercostal, que informan de la distensión muscular

controlando de forma refleja la fuerza de contracción de la musculatura respiratoria.

También los hay en las articulaciones y musculatura de las extremidades, esenciales

para la adaptación de la respiración al ejercicio. A nivel de la piel y mucosas hay

receptores que excitan el centro respiratorio pudiendo dar lugar a una inspiración

profunda.

En las vías respiratorias superiores hay receptores que inhiben de forma refleja

la respiración con el cierre de la glotis y contracción de los bronquios, necesario para

que la deglución sea posible. En los senos carotídeos y aórticos hay barorreceptores

que responden ante un aumento de la presión arterial con hipoventilación ó apnea

refleja.

2.8.3. CONTROL HUMORAL

El control humoral está determinado por cambios en el O2, CO2 y pH detectados

por quimiorreceptores medulares y periféricos.

Los quimiorreceptores medulares, localizados en la superficie anterolateral del

bulbo raquídeo, son sensibles a los cambios en la concentración del ion hidrógeno (H+).

El CO2 cruza la barrera hematoencefálica y reacciona con el agua del líquido

cefalorraquídeo (LCR) para formar protones, que estimularán a estos receptores

regulando así la PaCO2. Un incremento en la PaCO2 eleva la concentración de H+ en

el LCR, provocando un aumento en la ventilación alveolar. Una reducción en la PaCO2

disminuye la concentración de H+ dando lugar a una ventilación alveolar menor2.

Los quimiorreceptores periféricos, localizados en los cuerpos carotídeos

(bifurcación de la arteria carótida común) y aórticos (circundantes al arco aórtico), están

en conexión con los centros respiratorios mediante los nervios glosofaríngeo y vago

respectivamente. Ambos responden fundamentalmente a cambios en la PaO2. Causan

un incremento reflejo de la ventilación alveolar ante reducciones de la PaO2 y perfusión

arterial ó elevaciones de H+ y PaCO2. No aumentan su actividad hasta que la PaO2 es

inferior a 50 mmHg, mientras que los quimiorreceptores centrales reducen su actividad

ante la hipoxia.

34

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