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Transeúnte Raúl Gibrán UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA VOLUMEN 2 COLECCIÓN Centro Universitario de la Costa Raúl Gibrán Martínez Peña Nació en Puerto Vallarta, Jalisco en el año de 1981. Es poeta, profesor y mediador de lectura. Obtuvo el Premio a la Excelencia Docente en 2013 y fue becado en 2013 por Bécalos en España, en la Universidad Autónoma de Madrid en la que cursó el Diplomado de Perfeccionamiento en Competencias Docentes. Ganador del Premio Internacional de poesía Sueños Místicos avalado por el Conaculta y la Unesco en 2006 y el Premio Estatal de Poesía por el SNTE en 2012; autor de cinco libros y dos discos de poesía, ha participado en el Encuentro Internacional de Poetas en Puerto Vallarta y en el III Encuentro de Poetas Felipe González León en Lagos de Moreno. Representó al estado de Jalisco en el CILELIJ, 2016 y en el XXI Encuentro Internacional de Poetas, celebrado en Zamora, Michoacán. [email protected]

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TranseúnteRaúl Gibrán

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Letras en la Mar, la colecciónImpregnarnos de la palabra en la más pura de sus manifes-taciones, la poesía. Creación de pensadores, escribir o cantar poesía es la esencia de esta colección editorial deno-minada Letras en la Mar. Celebrar a los poetas en dicho repertorio que a su paso por el Encuentro Internacional de Poetas y el Arte, han dejado huella entre el mar y la gente del puerto de Vallarta.

Una colección cuya distinción es enmarcar la obra de los bastiones de la poesía y los noveles valores, que han hecho de Letras en la Mar, en Puerto Vallarta, la Capital poética de América. Bajo la idea de difundir y dejar en manos del lector las letras de hombres y mujeres pensadores y poseedores de valiosa creación lírica. Los poetas son los llamados a recorrer el camino que también los conduzca a ese destino final expresar lo que a todos nos pertenece.

El empeño de esta edición se ha dado sin ceder en respal-dar un trabajo literario, que constituya un gesto sublime, al que responden, con llamativo y encendido entusiasmo, sus autores quienes entonces pueden ser definidos como los elegidos por la belleza de su obra. A esa belleza responden con indeclinable esplendor. Esas obras van acompañadas por un prólogo que las valora, y de ese modo saca del anoni-mato al hacedor de cada texto poético.

En este inicio, tres noveles autores, tres tomos, toda una persistente ráfaga de positiva y floreciente creación, de cuya serena calma, tanto material como anímica, deben participar y gozar de esta inquieta compilación, sea una realidad y siga avanzando. En particular, por su inigualable contenido poético, que al paso del tiempo, en esencia inexo-rable, aminora sensiblemente su ritmo, ya que cada uno de dichos tomos es un testimonio, en sus tranquilas caracterís-ticas de perdurabilidad.

Alejandro Sánchez CortésDirector | Letras en la Mar

El poeta no es ni mucho menos un místico o un ser especial,sino una persona que canta lo que a todos pertenece.

Hugo Gutiérrez Vega

VOL

UMEN

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COLECCIÓNCentroUniversitariode la Costa

Raúl Gibrán Martínez Peña Nació en Puerto Vallarta, Jalisco en el año de 1981. Es poeta, profesor y mediador de lectura. Obtuvo el Premio a la Excelencia Docente en 2013 y fue becado en 2013 por Bécalosen España, en la Universidad Autónoma de Madrid en la quecursó el Diplomado de Perfeccionamiento en Competencias Docentes. Ganador del Premio Internacional de poesía Sueños Místicos avalado por el Conaculta y la Unesco en 2006 yel Premio Estatal de Poesía por el SNTE en 2012; autor de cinco libros y dos discos de poesía, ha participado en el Encuentro Internacional de Poetas en Puerto Vallarta y en elIII Encuentro de Poetas Felipe González León en Lagos de Moreno. Representó al estado de Jalisco en el CILELIJ, 2016 y en el XXI Encuentro Internacional de Poetas, celebrado en Zamora, Michoacá[email protected]

978

6075

4705

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ISBN 978-607-547-050-4

Volumen

Obra completa

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ISBN 978-607-547-048-1

Transeúnte

colección

Raúl Gibrán

Transeúnte

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018

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Primera edición, 2018

D.R. © 2018, Universidad de Guadalajara

Centro Universitario de la Costa

Av. Universidad 203

Delegación Ixtapa 48280

Puerto Vallarta, Jalisco, México

isbn 978-607-547-048-1 (Obra completa)

isbn 978-607-547-050-4 (Volumen)

Impreso y hecho en México

Printed and made in Mexico

A la abuela que no conoció mis versos, pero habitó desde siempre en ellos.

A la abuela que no terminará de partir.A la abuela de los sueños.

A la abuela poesía.

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Prólogo

Transitar por la vida y encontrarse

El transeúnte discurre por la vida, se desliza entre es-pacios y paisajes cotidianos, atrapa con su mirada los objetos que lo rodean, los retiene y se deslumbra —sor-prendido— con los rasgos apenas perceptibles de cada uno de ellos. Cada cosa, bien lo sabe, es también una ventana hacia sí mismo.

El transeúnte encuentra, en su entorno, la revelación de su existencia. Su alma se refleja en las cosas sencillas y cercanas: un cigarrillo, una botella, una puerta, son también elementos para entender el mundo y ordenarlo.

El transeúnte incursiona en su propia sombra para descubrir, en los bordes difusos de la vida, esa voz, esa tinta, que le permita dibujar la representación de su uni-verso. Es ahí, en los renglones del poema, en donde la escritura, la palabra poética, le entrega, con portentosa precisión, su voz y su destino.

Con este libro, titulado precisamente Transeúnte, Raúl Gibrán realiza su primera incursión en el campo de las publicaciones; no es cosa menor. Se trata de un conjunto de textos trabajados —es posible apreciarlo— con ahín-co y entusiasmo, con cierta ingenuidad y una mirada limpia que renueva las cosas al tocarlas. Un conjunto

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de textos que descubre, en el instante de la evocación poética, los rasgos inadvertidos, las texturas secretas de las imágenes de la realidad, para traerlas transformadas ante nosotros gracias al testimonio innegable del poeta.

Dividido en tres apartados, el libro se abre para re-gistrar distintos tonos y matices de una única voz —de una sola tinta— que avanza hacia la luz en busca del encuentro.

En el primero de estos apartados, “Parda introspec-ción”, el viandante divaga por los espacios interiores, por los paisajes del alma, para encontrar en “el reflejo” de las palabras escritas ese “marchito yo” que va con él, redescubriendo y renombrando el mundo.

Raúl Gibrán, con la tinta en la mano y el corazón bien puesto, acude al encuentro de las figuras que emergen desde ahí, ante sus ojos, para hurgar en ellas con el ins-trumento del verso; para apreciar su hondura y su mis-terio. El poema le dicta, en la extensión del horizonte, las palabras que otorgan forma a aquello que inevitable-mente lo rodea. Por eso, escribe:

sigo los callejonesde tropos estrelladosy me contemplo en ellosen busca de encontraralgún destello de mí.

Esos destellos, finalmente, se manifiestan con mayor intensidad en la cercanía amorosa; en el ámbito de la

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desnudez del cuerpo, donde la piel es de luna y los de-dos palpitan; y donde la mujer, convertida en maga o en ninfa, tiene poder para fundir en ella, con sus “eróticas pupilas”, al transeúnte.

Quiero beberme tus nochessorber de tu piel la luzrecoger los segundos de tus muslos.

El amor, el amor, el amor, al fin de cuentas, resulta ser, como suele ocurrir, el remedio que calma el hambre del poeta. Es entonces cuando el autor se descubre, en un entorno erotizado, como un

Cazador de tu camatransgresor de tu lechoque se baña de sombrasy amputa cada nochelos secretos de tu cuerpo.

En el segundo apartado del libro, “Ecos del puerto”, el recorrido de Gibrán nos conduce ante mares y relentes, nos guía hasta pescadores con anzuelos y atarrayas, nos habla de mariposas e iguanas, y deja en nuestro oído el susurrar azul de sus descubrimientos.

Más allá de la descripción de paisajes marinos, las pa-labras, inagotables constructoras de universos, exponen las minucias deliciosas del mundo cotidiano. La voz de Gibrán trastoca, con su levedad, el orden, y nos mues-

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tra, develada, una nueva visión que emerge de la poesía. No es extraño, entonces, que los “peces de luz”, los “pe-ces incandescentes”, fragmenten “el cristal de la líqui-da calma” y que aquella superficie, fracturada por obra del poema, nos permita acceder a esa otra dimensión en donde el pez se transforma en “acuática mariposa” que “tiñe por instantes/de luz la espuma”.

O más aún, que al referirse al largo oficio de pesca-dor, encuentre que los

Anzuelos de cincel y maderabrotan al murmullo del carretearrullan los cerrosque escurren calmoshasta besar el mar.

El puerto, entonces, se construye en la visión del poeta más allá del simple ámbito turístico o de una fútil descripción paisajística, y se enciende en las metáforas e imágenes, en forma similar a la del amor. La transfigu-ración constituye finalmente la posibilidad de encuentro interior añorada por el poeta.

En el tercer apartado, “Huellas de viento”, Gibrán ha conjuntado un puñado de textos sobre diversos temas. Un tejado, un gato, un muro, un tejedor, los paisajes es-pañoles y la poesía misma, son, entre tantos otros, moti-vos para poetizar; para otorgar, mediante la palabra, nue-vos significados a los objetos de la cotidianeidad.

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El amor, la inspiración, la duda, se convierten enton-ces horizontes donde el sujeto lírico se suspende para esperar que el verso, al describir el mundo, le otorgue su forma definida.

Raúl Gibrán, así, ha comenzado a modelar ya su pro-pia historia. Con sus renglones llenos de sorpresa, traza con inocencia un orden en el caos; encuentra las pala-bras de la musa y tiende el impulso de su propio corazón ante la amada.

Para Raúl Gibrán, el mundo gira y se desplaza; el tiempo es gigante de mil bocas que todo lo devora; y sin embargo, en estas páginas, con su propia tinta, ha dejado plasmado el sueño multiforme que ha percibido durante su vigilia. Ahí está el mundo, sí, pero también la transfigu-ración del mundo, realizada por obra del poema. Y es que

A veces, el lenguajese lleva al poetalo cuelga a su espalday lo arroja a la orilla de un decir

Gibrán, con la actitud de quien transita por estancias y escenarios singulares; con la actitud de quien está de paso —tal es la definición de transeúnte— ahonda en su interior para encontrarse, para vislumbrar el secreto y manifestarlo. Recorre poblaciones, describe objetos y se-ñala los rasgos, casi imperceptibles, que, al ser expuestos por la poesía, los determinan.

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Nada parece escapar a su mirada, al tacto de su voz que deletrea ya el alfabeto inconmensurable del alma. Nada parece negar que, en esa búsqueda, el encuen-tro queda plasmado con la tinta de su corazón en estas páginas.

Jorge Souza Jauffred

Parda introspección

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Ser

Siendo risame descubrí efímeroinstante que latey feliz se apaga.Siendo rocafui refugio de mí,prisionero de la dureza:coraza que distancia.Siendo gaviotabesé las nubesy encontré una libertadque no era propia:viento timón.Siendo transeúnterecorrí senderosregresé en mi andarconocí lo conocidohasta perder mi paso.Ser brisaser rocaser gaviotaser transeúnteme hizo dejar de serel otro.

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Se apagó

Los cigarrillos cedieronahogaron su esplendortiñendo el ombligode los ceniceros improvisados:

Las minúsculas tapas de coca colaque tienen el mal gusto de embrocarse,la soledad acartonada de la caja,el tiempo que restriegasu torso hasta extinguirleo lengua húmedaque envuelve la brasahasta sofocarlemientras le mira fijamente y dice;Es una úlcera en la gargantasi sigue fumando pronto será cáncer.

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Las fronteras

La ciencia avanza en las fronteras de la ciencia,la poesía en las fronteras de la poesía,la cultura en las fronteras del hombre.

Gabriel Zaid

Busco en la tinta el encuentroencararme a mí,rastreador de la posibilidaddel decir de la plumaque endeble se entregaa la necesidad de expresar.

Estiro los horizontesque a golpe de tiempoy canto de incertidumbretienden a contraersea replegarse sobre elloshasta extinguirse.

Con los versos encendidoshurgo en las huellas de Diógenespor migas de guíapor sendero de anhelo.

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Busco en la tinta el encuentroque en el reflejo de la palabrase exponga a mi marchito youn antagónico del ahorapero sustento del presente.

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Alzhéimer

Las historias de la abuela se decoloraron de tanto repetirlas:hoy son fragmento, retazos.

Memoria agrietada por el tiempose va vaciando serena:vasija que deja escaparlas aguas crisálidas.

La casa panda se ahogael horcón que la atravesaba cede ante el abandono,el corral con su tierra sonrienteahoga los últimos arbolesy la robusta pila marchitaante la mirada triste de la aldaba inerte.

El pueblo pierde sus maticesse aleja a beso de vientoy los detalles emigran.El ropero que dejó la bisabueladeja de ser el de la bisabuela,el abuelo en bicicleta se pierdepor la calle de polvo que va hasta la siembra,

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las hermanas que quedan vivasse visten de anónimas y a las muertas se les llama con hiriente insistencia.

Un mundo de extrañosen un presente fugaz:nietos a momentoshijos metamórficosdudas, confusión.

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La puerta

Temo que al apagarse el chirridotermine encontrándome a mílo que esté del otro lado,

que algún bruñido escapeculpa la curiosidad que dictami mano retuerza la perilla,

que descubra un mundo distintoy me pierdaen algún mar olvidadoo peor aúnacabe encontrando un yo.

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Olvido al vuelo

Me asomo a este recuerdo desde afueracomo uno que llega de lejos.

Eduardo Carranza

El tiempo se recuesta en la memoriadeja caer su peso sin contemplacióny los detalles ceden a él:se opacan las historiaslos momentos se vuelven ajenosy los rostros metamórficoscambian a placerhasta que su esenciaabre las alas y nos deja.

Tan lejano que resulta inmoralhurgar en su interior:somos extraños que convergenque comparten el consumirsepor mutua dependencia.

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Cuadro de tú

I

Con sabor azul abrazado a mis sueñosbebo el néctarde la nada.

Esa nadaque a todo sabe,y ese azulque convalece.

La paranoia despierta,el lago que arrullael pasivo movimientode tus brazos.

Péndulo hipnóticoamenaza tu aliento:Morfeo se pone a danzarburlonamente sobre mi desdicha.

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II

Gime el violonchelocuando dejas caerlas féminas cariciasen su cuello.

trémulo susurrovestido de erotismoante el rocede tus dedos.

Donde las notas recogen tu desnudezmitigando los temoresfantásticos que embriagan.

Solitario orgasmo,la armónicasincronía de dos ¡Sueños y sueños!

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III

Se escurre en abismosel racimo de historias,en espera de alasque seduzcan horizontes.

Los buenos instantessuben en espiralconvertidos en arenay gusanos de plata.

Las sonrisas marchitan,la intimidad se desgaja,el corazón se contrae:mi antítesis abre los ojos.

¡Rocinante ha muerto!descansa sobre astillasy cuerdas nauseabundas:agónico amorío de tú.

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IV

La noche se estira,el crujir de sus huesosescupen la somnolenciay el olvido me besa.

Los azules se opacanmás y un poco más,tu cabellera se alejamás y un poco más.

Contrario de yo,que se olvida de tú;las sábanas se aferrancon vehemencia al recuerdo.

Tus besos en el suelogimen y gimenderramando amnesiasobre mi lengua.

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En busca

Gusto de llevar las letrasbien aceitadas en el bolsillodeseosas de brotaral sentir cercano un receptor

deambulo entre claroscuroslamiendo mis pasos de caféy pidiendo razón a los transeúntesque navegan sin rumboa cuestas de la prisa

sigo los callejonesde tropos estrelladosy me contemplo en ellosen busca de encontraralgún remedo de mí.

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Mi caos

Mi caos es por siemprelos fétidos aromas que expulsanlos restos de cena que se apilan

el desorden de mis apuntesen que tanto disfrutoclavar mis manos hasta el hueso

el crónico deseo de huidaal que ya extrañocuando se retrasa

y hasta la sucia barbaque florece en fragmentosserena como mi letra.

Mi caos es por siemprela manía necesariapara encontrarme cada noche.

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Mi sombra

En ocasiones, pierdo la noción,si es mi sombra quien me sigue o soy yo quien levanta sus pisadas.

Si por calles vacíasya alguna vez fui,ella fue la que vagóo quizá, ni lo uno, ni lo otro.

Quiero perderla,olvidarla, y a su suerte.En ocasiones,sueño matarlecon impiedad:

Clavarla al suelocon voz catedrática,lanzarla al silencio envuelta en su cordurao apagar el alientocon esa patética camisa de vendedor de seguros.

No gusto de las buenas compañíasy mi soledad, detesta los malos tercios.

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Sencillamente

Que la luz destiñael sabor a brisade ésta, mi memoria.

Si el saber que algo supe,que algo tuve,que sabía sentirproduce en mí, tristeza.

Espero, el tic-tac de las olasborre de la arenalas huellas de mi historia:

Que el pasadoa llanto ardecuando la soledad,frente al recuerdo,nos agobia.

Los nocturnos de marse escurran por las caderasde los buenos momentos.

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Porque una mala historia de amor,una embriaguez que aburrey conocer lo conocido,es mejor olvidar, sencillamente.

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Agosto canta

He aprisionado a Agostolo metí en una jaulay lo escucho entonarnuestra odisea

repite constantelos detalles de tu cuerpoy mis dedos palpitanal revivir las comisurasde tu piel de lunay escapa tu nombre vestido en suspiroal recuerdo del vibrarde tu fémina espaldacuando mi lengua navíonaufraga por ella.

Agosto habitaen barrotes de versos,mantengo las minutasde tus firmes cariciasde europea conquistadoraque embarras en mi cuerpo.Conservo tu endeble recatode diurnas miradasque vestidas de ocasión pasaban desapercibidas.

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Amante de humo

Quiero beberme tus nochessorber de tu piel la luzrecoger los segundos de tus muslos.

Ninfa sin nombrede mil rostros injertados:Amante de humo.

Unta tu recuerdo a mi tintapermíteme en tu escotevolverme un poco más yo.

Maga reencarnada,personaje intermitenteque toma forma en el deseo

Susúrrame en tus ojosel extasiado placer:fúndeme en tus eróticas pupilas.

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En paralelo

Colgamos de nuestros labiosel sobrepuesto olvidoy un silencio que une

acallamos el susurrodel llamado trasnochadoy el hambriento encuentrode dos sombras solitarias

el despeñar de mis manosde tu cuello a tus senosde mi boca en tu oídoa la tersura de tus caderas.

Nos volvimos en paralelorecuerdo del otroque emana un instanteal roce de la almohada

sonrisa que se escapay se consume en sícircundando interrogantes.

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Migajas

Soy silencio que se escurre,ente que se embarra a los murospara surcar pupilas desveladasy mares de lenguas.

Cazador de tu camatransgresor de tu lecho que se baña de sombrasy se amputa cada nochelos secretos de tu cuerpo.

Transeúnte hambrientoque busca en tu pielmigajas de inspiracióny en tu bocainstantes infinitos.

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Ojos cafés

Me gusta beber de tus pupilaslos versos cafés que brotany me recuerdan mi tazaque aunque de parecido escasopor terquedad crónica me lo recuerda

descubrir en su profundidadel relato de un Ulises contemporáneoque me venga a la medidaaunque sea de otro

reconocer mis suspirosaglomerados en tus parpadosy la inspiración burbujeanteesperando su ocasión.

Ecos del puerto

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Vallarta de Pescadores

Ninfa de corazón naïveabre las alasde sal y lunapara cobijar pescadoresque ávidos de inspiraciónse congregan en torno a ella.

Anzuelos de cerda y tintanavegan su faldaa remo sereno

se consumen apacibles en la vertical que palpitaefímera o eterna.

Anzuelos de cincel y maderabrotan al murmullo del carrete:arrullan los cerrosque escurren calmoshasta besar el mar.

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El Tarrayero

Cual dos peces en complicidad danzan con gracia las manosse entrelaza en sincroníaarrancando sollozos a la cuerda.

El Tarrayero apaciblele esculpe alascon cada nudoen cada vuelta.

Le va tejiendo solesque mudos contemplancomo se expandedel horcón al suelo.

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La iguana y su paso

La iguana también tiene sus prisassu razón para arreciar el pasolleva al lomo la brisay untado a sus patas la sal

con su barriga va tiñendo,escurriendo una estela en la hierbaque a veces mansa y pausaday otras medrando el viento.

Se eleva por los troncosy se apropia de una ramase vuelca escultura verdosasobre la que recuesta la brisa

de movimientos nerviososcon la urgencia en las pupilaspor las marejadas de solque exhala el puerto.

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Botellas vacías

Naufragan sobre piel púrpurade tiempo añejo,flotan sin direccióncon el corcho que se estirabuscando el abrazo de sol.

Botellas huecas que bambolean al arrebato de las olas:Ligeras ellas y su anhelode albergar creatividadlíquida y espumosaque juegue en su cuello.

Hambrientas vagabundasque visten cascadas en destellos tornasolque intermitentes aparecenen una distancia que consume,en el olvido que las apaga.

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Lluvia en la pendiente

Me gusta ver el agua andar de prisacomo, cuando llueve inunda las callesespecialmente las pendienteslas que se recuestan en los cerros

su rugido al estrellar el pavimentoy la briosa caricia al recorrerloporque me recuerda a la abuelalavando su rostro en el río Cuale:

cómo las gotas encontraban refugiobajo el alerón de sus arrugas.

Me gusta ver el agua andar de prisaque con el pecho henchido de minotauroembista fiero a su pasocada habitante de la diagonal:

Que la piedra cedaquite su rostro de esculturae inicie su andarentre saltos y de a poco.

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El tronco navíodeje su puerto de polvoy se lance al deseodel río intermitente

Que el zapato nerviosoabra sus alas de gallinay pise con remordimientocuando la gravedad le venza.

Me gusta ver andar el aguaencontrarla y andar de prisa.

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Mariposa al vuelo

Vestida en desnudez multicolorunta su cuerpo al vientodestila ecos de historiasen infinita fuga de un nosotros.

Abre y contraeen monocorde melodíase envuelve en síy se circunda en aire

escultura libertaddanza intermitente para enjuagar las alasen el tiempo y su memoria

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Peces de luz

Peces incandescentesconvulsionan su colay fragmentan el cristalde líquida calma

rasgan la obscuridadcon amarilla estelarelámpagos marinosque se sumergen

grácil golpeteocual si colgaralos segundos de la arena

acuática mariposaenjuaga su colortiñe por instantesde luz la espuma

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Por el cristal

Trazo en cariciasel contorno del puertoque aguarda en brazosde la lluvia inesperada.

El vaho estruja el cristaly mis dedos le susurran un presente compartidopara acortar el confinamiento.

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Atarraya en vuelo

La atarraya abre los brazosembiste con pecho minotauro:líquidos misterios recoge sin prisa.

Penetra el marconvulsiona sus azulesy se adentra apaciblehasta besar la arena.

La atarraya abre los brazosy alza el vuelo en plenitudse viste en vientoen brisa y hambre.

Huellas de viento

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El tejado

Un gato cruza el puente de la lunaOctavio Paz.

El espinazo del tejadorecibe serenos los pasos que el felino deja caer

las casas que se recuestanuna junto a la otra, amalgamadaspermiten el paso al transeúnte

la noche lo arropay sus pupilas absorbena una luna que duerme.

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Erato bermeja

Erato, sedienta de besosaguarda entre velos bermejosintensos como su lenguaal interior de la botella

la desnudez de sus labioshacen brotar del Juglarcantos a su bellezasuspiros a la pasión.

Musa líquidaque dicta el andarde los amantes silentesque se pierdenen la piel mulatade la noche que observa.

Musa líquida que deja caer su cariciasobre el torso desnudode la garganta que se expande.

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Muro

El vaho que nace de la constantese recuesta sobre el murovelo uniforme que sofocael blanquísimo de su rostro

pardea su luzy la ciudad lo absorbelo vuelve parte del ambientese desvanece en grisácea apatía.

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Involuntario

A veces, el lenguajese lleva al Poetalo cuelga a su espalday lo arroja en la orilla de un decirque no es el propio.

Naufraga entre versosun trozo de ramaque cede al impulsode dejar de ser fragmentoy se vuelve marinero:

Un trotamundos del yoque pierde el sury es arrastradoentre la palabraesquivando adjetivosque asoman la cabeza.

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Pintor

Con indiferencia le va matando le arranca retazos de su yocon la caricia de la brocha

le sobrepone la caretapenetra en sus porosla muerte pigmentoque le viste en juventudhasta su hueso ladrillo.

El Pintor da vidasobre torso moribundoque de a pocodesvanece

el pintor da muertesobre la balsa cartóncon su puñal de cerda que corre sediento.

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Slam poético

Va danzando el Poetaentre zancadas y vueltasrecoge el ritmo de su versoseduce el propio decira veces en pausa hondaen que latir y miradasse funden al unísonoy otras tantas enérgicoen un frenesí que contagiaque hace menguar la concienciahasta desvanecerse en el decir.

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Trenza

Un gato cruza el puente de la luna Octavio Paz

Trenza rayos de luzque deja caer la lunasobre la parda pielde los callejones silentes

en cada vueltacon cada amarrese acerca másal hogar que aguarda.

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Efímero decir

Todo despojo tiene derechoa que su hueso aporreadosiga siendo aporreadoaún después de muerto.

A ensuciar los caminos,a que el otro tropiececon lo que quedó de lo que fue,cuando menos, un tiempo.

A que le abandone el yoy se convierta en otro: sin carne, sin plumas,sin nombre, sin tiempo.

Cuando mucho quedará el olvido,un cadáver envuelto en tintasobre la repisa polvosao el electrónico titiriteroque se divierte haciendo bailar un sonoro bufón.

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El reflexiólogo

Entrelaza, trenza, amarra,los conejos de la lunacon la etérea crítica

Las manchas de caféenjuagan los borronesy los disfrazan con olvido.

Cerebro inquieto que flagelael gusto del común,de la razón social,de la verdad Del todos.

Personaje único y peculiarque muere al cruzar la puerta de la bohemia:máscara de los suyosrasgos colectivos de los iguales

Juicios revoloteando con furiagolpean transeúntes, golpean creadores.

Contra Contra Contra

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El tejedor

A Fernando Ayala

Con peluda agujahiere el muropenetra su armadurade agua y viento

la grácil manohace danzar la madejael hilo tornasolse aferra a la peana

el tejedor arranca de sícrisálidas emocionesy de su pupilauna versión del mundo

quiere colgarlasy encendidas perduren:Se mantengan levitantesen mar de miradas.

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Se sumergen y emanancon su rostro punzantese sumerge y emanadestilando su estela

susurra al interiorde acuosa paredimpregna sus poroscon el girar del rodillo.

64

La espera

En la sala de mosaicos frescoscon la espalda unida a ellosy en espera de no sé qué

contemplo el caer de la armonía del relojsobre la tarde

el palidecer de la pared que miraatenta por la ventana

los ruidos que se cuelan,sonoras abejas que revoloteanque lo inundan todo

y la revelaciónde mi mejor yoesperando, esperando.

65

Castillo de Manzanares

Fémina atemporalque inerte recibela caricia del vientoy el canto de los árboles.

Abrazada en sícual botón de rosaque se ahoga en élpara nacer.

Con sus cuatro copasque se estirancomo ofreciendo néctara las nubes.

Lleva enquistadoen la comisura de sus murosgóticos aromasde mil historias.

Con el alma salpicadapor plumas de cigüeñapigmentos barrocosy hojas transeúntes

66

La sierra de Guadarramamaternal le arropacon sábana verdey beso de sol

Con cánticos multicolory lluvia de reflejosque el embalse de Santillanateje en sus aguas.

67

Cigüeñas de Alcalá de Henares

De sus recovecos apelmazadosdegustan el tiempo y sus caprichosun crisol que levitaen las baldosas de la historia.

Las cigüeñas conservanen su fragilísima pupilael aroma de Quijotey la rugosa memoria.

68

La telaraña de Aranjuez

Telaraña del tiempoen el que habitael pasado y sus silencioslos segundos y el susurro

las historias no contadaslaten con fuerzasobre sus calles de tierrao son péndulo de sus arcos

los supuestos del destinoenvueltos en real velose mantienen en piecon mítica gracia

retazos de luzduermen sobre las esculturasy la inspiración aguardaen alguna boca.

69

Madrid a sorbos

Me gusta beberme a Madriden sorbos minúsculos y sin azúcardetener el torrente sonoroy la prisa crónica

obscuro y espesocomo su nocheque avanza lentapero constante.

En mi silla de contempladoren algún rincón de la gran plazacon esas brisitas sintéticasque enjuagan la nuca

esculpir con besosen el borde de la tazafragmentos de presentecon olor a recuerdo

acompañarlo con galletasde sabroso Quijotey cuentitos de caballería.

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Toledo dormido

Abrazado por ríosque mansos avanzandibujando la siluetadelineando su contorno

Plácido reposa Toledosuspendido en sueñoinerte aguardaen la falda del tiempo

envuelto en claroscurode verdes encendidosque se derriten a distanciaen áridas tierras

el arte que habita sus párpadosescurre elíxir creativoque llama con su aromaArtistas sedientos.

Los estrechos callejonesy salpicados recovecosincitan al transeúntea encontrarse consigo.

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Fusión exactaentre presente curiosoy pasado enquistadoen cada muro, en cada piedra.

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Andanza

Tiñe con tu andarde Ninfa eternami endeble caretade paz y sosiego

fragmenta el refugiocopo peludoque sofoca gestosy oculta deseos

deja caer tus pasosen mi ojo impacienteque la distancia se consumay los detalles se afinen

que rostros y cuerposse descubran en el otrouno frente de síen unísono camino

73

Lengua de tinta

Deseo recorrer tu espaldacon mi lengua de tinta,escribir en ella un silencio de amantes

perder los nombres y el tiempoen sus féminas curvas,encontrar estremecimientos y gemidos ahogados.

Deseo recorrer tu espaldacon mi lengua de tintaeternizar lunase inmortalizar sábanas

absorber de ella libertady se mantenga en mis labiospor lo menos por siempre.

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Rusa en el café

Delphina bebe a Vallartaen sorbos intermitentescon minúsculos besos a la copa

su atención se consumeal interior de las pastas roídasque levitan entre sus manos

(Y la mía en su piel de lunaY el aroma a enigma que la envuelve.)

Penetra la luz clarísimapor los dos ventanalesse arrastra entre las mesasse escudriña en la paredcon rostro bruñidoy toca en suavidadel cabello claroque pende inmóvilal límite de su espalda.

Grácil danza su manopara dar vuelta a la páginay dormir nuevamente sobre su regazo.

75

Delphina bebe a Vallartay yo le contemplo impávidomientras mi libreta de bolsillome jala de las barbasexigiendo que deje caer en ellala imagen a cuenta gotas.

Prólogo Transitar por la vida y encontrarseJorge Souza Jauffred [9]

Parda introspección [15]

Ser 17 | Se apagó 18 | Las fronteras 19 Alzhéimer 21 | La puerta 23 | Olvido al vuelo 24

Cuadro de tú 25 | En busca 29 | Mi caos 30

Mi sombra 31 | Sencillamente 32

Agosto canta 34 | Amante de humo 35

En paralelo 36 | Migajas 37 | Ojos cafés 38

Ecos del puerto [39]

Vallarta de Pescadores 41 | El Tarrayero 42

La iguana y su paso 43 | Botellas vacías 44

Lluvia en la pendiente 45 | Mariposa al vuelo 47

Peces de luz 48 | Por el cristal 49 | Atarraya en vuelo 50

Huellas de viento [51]

El tejado 53 | Erato bermeja 54 | Muro 55

Involuntario 56 | Pintor 57 | Slam poético 58

Trenza 59 | Efímero decir 60 | El reflexiólogo 61

El tejedor 62 | La espera 64

Castillo de Manzanares 65

Cigüeñas de Alcalá de Henares 67

La telaraña de Aranjuez 68 | Madrid a sorbos 69

Toledo dormido 70 | Andanza 72 | Lengua de tinta 73 Rusa en el café 74

í n d i c e

Universidad de GUadalajara

Miguel Ángel Navarro NavarroRector General

Carmen Enedina Rodríguez ArmentaVicerrector Ejecutivo

José Alfredo Peña RamosSecretario General

Centro Universitario de la Costa

Marco Antonio Cortés GuardadoRector

Remberto Castro CastañedaSecretario Aacadémico

Judith Araceli Saldate MárquezSecretario Administrativo

Transeúnte

se terminó de imprimir en marzo de 2018

en los talleres de Pandora Impresores S. A. de C. V.

Caña 3657, La Nogalera,

Guadalajara, Jalisco, México.

La edición consta de 500 ejemplares

Diseño:

Verónica Segovia González

Portada:

Claudia Vázquez

TranseúnteRaúl Gibrán

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Letras en la Mar, la colecciónImpregnarnos de la palabra en la más pura de sus manifes-taciones, la poesía. Creación de pensadores, escribir o cantar poesía es la esencia de esta colección editorial deno-minada Letras en la Mar. Celebrar a los poetas en dicho repertorio que a su paso por el Encuentro Internacional de Poetas y el Arte, han dejado huella entre el mar y la gente del puerto de Vallarta.

Una colección cuya distinción es enmarcar la obra de los bastiones de la poesía y los noveles valores, que han hecho de Letras en la Mar, en Puerto Vallarta, la Capital poética de América. Bajo la idea de difundir y dejar en manos del lector las letras de hombres y mujeres pensadores y poseedores de valiosa creación lírica. Los poetas son los llamados a recorrer el camino que también los conduzca a ese destino final expresar lo que a todos nos pertenece.

El empeño de esta edición se ha dado sin ceder en respal-dar un trabajo literario, que constituya un gesto sublime, al que responden, con llamativo y encendido entusiasmo, sus autores quienes entonces pueden ser definidos como los elegidos por la belleza de su obra. A esa belleza responden con indeclinable esplendor. Esas obras van acompañadas por un prólogo que las valora, y de ese modo saca del anoni-mato al hacedor de cada texto poético.

En este inicio, tres noveles autores, tres tomos, toda una persistente ráfaga de positiva y floreciente creación, de cuya serena calma, tanto material como anímica, deben participar y gozar de esta inquieta compilación, sea una realidad y siga avanzando. En particular, por su inigualable contenido poético, que al paso del tiempo, en esencia inexo-rable, aminora sensiblemente su ritmo, ya que cada uno de dichos tomos es un testimonio, en sus tranquilas caracterís-ticas de perdurabilidad.

Alejandro Sánchez CortésDirector | Letras en la Mar

El poeta no es ni mucho menos un místico o un ser especial,sino una persona que canta lo que a todos pertenece.

Hugo Gutiérrez Vega

VOL

UMEN

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COLECCIÓNCentroUniversitariode la Costa

Raúl Gibrán Martínez Peña Nació en Puerto Vallarta, Jalisco en el año de 1981. Es poeta, profesor y mediador de lectura. Obtuvo el Premio a la Excelencia Docente en 2013 y fue becado en 2013 por Bécalosen España, en la Universidad Autónoma de Madrid en la quecursó el Diplomado de Perfeccionamiento en Competencias Docentes. Ganador del Premio Internacional de poesía Sueños Místicos avalado por el Conaculta y la Unesco en 2006 yel Premio Estatal de Poesía por el SNTE en 2012; autor de cinco libros y dos discos de poesía, ha participado en el Encuentro Internacional de Poetas en Puerto Vallarta y en elIII Encuentro de Poetas Felipe González León en Lagos de Moreno. Representó al estado de Jalisco en el CILELIJ, 2016 y en el XXI Encuentro Internacional de Poetas, celebrado en Zamora, Michoacá[email protected]

978

6075

4705

04

ISBN 978-607-547-050-4

Volumen

Obra completa

978

6075

4704

81

ISBN 978-607-547-048-1