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Genero y teoria del derecho

Robin West

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INDICE

PRESENTACION 9Diego Eduardo LOpez Medina

LA CRiTICA FEMINISTA AL DERECHO 25Isabel Cristina Jarwnillo

Las distlnciones 29Sexo y genero 29EI feminismo '" 33Tipos de feminismos 39Tipos de relaci6n entreel feminismo y el derecho........................................ 50

La critica feminista al derecho 51Critica teortca al derecho 51Instituciones juridicassometidas a la critica feminista.............................. 53Los metodos feministas 57

A modo de conclusi6n 59Bibllografia 60

GENERO Y TEORiA DEL DERECHO 67Robin West

Introduccion 69

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Teoria masculina del derechoy teona feIllinista 75

Contradicciones fundamentales 132

Teoria feminista del derecho 155La critica a la teoria patIiarcal del derecho 160

La critica narrativa y fenomenol6gica 162La critica interpretativa 168

Teoria reconstructivista del derecho 171

Conclusion 175Hacia una teoria del derecho inmodificada 175

El derecho, entendido como el conjunto de institu­ciones formales que regulan la vida en sOciedad, nopodia dejar de ser uno de los principales focos de lacritica feminista, como tampoco podia dejar de seruna de las mas importantes herramientas dentro dela lucha de las mUjeres por alcanzar el lugar quedesean tener dentro de la sociedad. La critica y losusos del derecho por el feminismo, sin embargo, nosolo son intensos sino que tambien son inmen­samente variados, pues tanto en su cantidad comoen su cualidad, dependen en ultimo termino de lamanera en la que cada mUjer 0 conjunto de mUjeresentiende su opresion dentro de las sociedades con­temporaneas, asi como de su comprension del dere­cho y de las relaciones de este con las otras esferasde la vida social.

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• Agradezco de manera muy especial a M6nica Roa por su energiaen el trabajo como mi asistente en el disefio y desarrollo deleurso Corrientesjeministas contemponineas. que fue dictado enla Untversldad de los Andes en el segundo semestre de 1998.Sin su aslstensla y colaboraci6n ni el curso nl este texto habriansldo una realidad.

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EI prop6sito de este texto es precisamente haceruna exposici6n de esta apasionada relaci6n entreel feminismo y el derecho a la luz de la considera­ci6n de su complejidad y riqueza. Para esto se pro­cedera, en primer lugar, a sefialar una serie de dis­tinciones que permitan introducir algun ordendentro de la complejidad. Luego se presentaran demanera esquematica las principales criticas femi­nistas al derecho en sus presupuestos generales,las criticas feministas a las instituciones juridicasparticulares y los metodos feministas de anaIisisjuridico. 1

Como se darn cuenta cualquier lector medianamente infonnado,este estudio se refiere basicamente a los debates te6ricos y politicosy a las caracteristicas del moVimtento feminista en los EstadosUnidos. Aunque podria decin>e que en este tema, como en otros,los Estados Unidos han marcado la tendencia internacionalmente,seria absurdo generalizar 10 que aqui se dice para los casos delos dermis paises. Las rnzones para el caracter americanocentricode este estudio son varias. En primer lugar, y 10 mas importante,el texto al que se pretende introducir allector es un texto que seubica dentro del contexto estadounidense. En segundo lugar,como ya se dijo, las tendencias en los Estados Unidos hanmarcado de manera importante los debates academtcos y lasaceiones de los movimientos feministas en otros paises. En tercerlugar. en los Estados Unidos es en donde mas prolifico eimportante socialmente ha sido e1 debate feminista y el movi­miento feminista. Por ultimo, y con un mea culpa, mi fonnaci6nen este tema ha sido fundamenta1mente "americana". Unacompilacl6n de articulos que contiene los movimientos y debatesen los Estados Unidos, pero tamblen en otros paises, es 1a deMonica Threfal1, Mapping the Women's Movement, New York,Verso. 1996. Una aproxlmaci6n a la reconstruccl6n del movi­miento de mujeres en America Latina puede encontrarse enVirginia Vargas. "El movimiento feminista latinoamericano: entrela esperanza y el desencanto·, en: Magdalena Le6n (comp.),Mr.geres y participaciiln politico. Avances y desajins en A~ricaLatina, Bogota, Tercer Mundo Edttores, 1994; yen: NancySaporta Sternbach y otras, "Feminismo en America Latina: deBogota a San Bernardo", en: ibid. En esta misma compilacl6nse incluye una presentaci6n sobre el movimiento feminlsta enColombia: Nonna Villarreal, "El camino de la utopia feministaen Colombia, 1975-1991".

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LAs DISTINCIONES

Sexo y genero

La primera distinci6n que cabe hacer, tambien la masbasica y la que cuenta con el mayor consenso en laliteratura, es la que se refiere al uso de las palabrassexo y genero.2 Sexo es la palabra que generalmentese usa para hacer alusi6n a las diferencias biol6gicasrelacionadas con la reproducci6n y otros rasgos fisi­cos y fisiol6gicos entre los seres humanos. EI sexo,como parfunetro para crear categorias, distingue en­tre hombres y mUjeres 0, en otras palabras, entremachos y hembras de la especie humana, Genero,por el contrario, se refiere a las caracteristicas quesocialmente se atribuyen a las personas de uno y otrosexo. Los atributos de genero son, entonces, femeni­nos 0 masculinos. Entre otros. se consideran atribu­tos femeninos la delicadeza en los comportamientos,la no violencia, la inclinaci6n por el cuidado de otros(el altruismol, la inclinaci6n por las tareas domesti­cas y manuales, la menor capacidad de abstracci6n,la belleza. Como masculino, por oposici6n, se consi­dera la brusquedad en las actuaciones, la violencia,el egoismo, la competitividad, una mayor capacidadde abstracci6n, la fealdad.

Lo que la distinci6n busca poner en evidencia esque una cosa son las diferencias biol6gicamente da­das y otra la significaci6n que culturalmente se asig­na a esas diferencias. Esto no implica, claro, que secaiga en la ingenuidad de considerar que no existeninguna relaci6n entre biologia y cultura. Por elcontrario, la Iiteratura feminista ha sido bastanteenfatica en el sefialamiento de la influencia que

2 Vease Cynthia Fuchs Epstein, DeceptiveDistinctions. Sex. Genderand the Social Order. New Haven and London. Yale UniversityPress, 1988. Para una critica de esta dlstinci6n, vease JudithButler, Gender1h>uble: Feminism and the Subversion o/Identity,New York, Routledge, 1999 (1990), pp. 9 Y ss.

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I . . pueden tener las practicas culturales en el discur­so de la biologia3 y, sobre todo, la que puede tenerla biologia en la configuraci6n cultural. 4 El caso dela reproducci6n es un buen ejemplo. El que lasmUjeres sean reproduetoras es un hecho bio16gicoque ha detenninado ciertas pnicticas culturales,como la de que sean las mUjeres las encargadasprincipales del cuidado y la crianza de los nmos.Pero este hecho biologico ha sufrido importantesmodificaciones can la introduccion de las tecnolo­gias de planificaci6n y procreacion artificial. Hoyen dia, no todas las mUjeres son reproductoras yen algun momenta puede ser que ni siquiera senecesite de una mUjer para la reproduccion de laespecie. Los cambios culturales derivados del he­cho de que se haya introducido un control a la fun­cion de reproduccion ya son alga evidentes (aun­que no tienen aun la dimension que algunasfeministas pensaron que podria tener).5

Ahora bien, la adopcion de esta distincion, quecomo todas no es dada sino construida, fue produc­to de consideraciones tanto teoricas como politicas.Teoricamente. su introduccion respondio ala cons­tatacion de que el tratamiento que un individuo re­cibe socialmente depende de la percepcion que so­cialmente se tiene de el y esta percepcion responde a10 que se espera de el segun su sexo. En este senti­do, se hizo notar que en ultimas 10 importante so-

3 Una excelente compilaci6n de articulos en los que se pone depresente esta relaci6n del genero con el discurso de la biologiay la ciencia en general es la de Evelyn Fox Keller y Helen Longino(eds.). Feminism and &ience. Oxford. Oxford University Press.1996.

4 Vease. por ejemplo. Shulamith Firestone. The Dialectic ofSex.New York. William Morrow, 1970.

5 Ibid. AI contrario de Firestone. muchas feministas actualmentealertan a las muJeres sobre los peligros que la tecnologia repre­senta para la capacidad femenina de la reproducci6n. VeaseRobin West. Caring for Justice. New york. New York UniversityPress. 1997. p. 3.

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cialmente no es el sexo. sino el genero. Distinguirentre sexo y genero tambU~n se mostro como impor­tante frente a las teorias socio-bio16gicas que pre­tendian reducir el asunto de los comportamientossociales de hombres y mUjeres a variables biologi­cas, como si la biologia fuera una condena.6

Politicamente, patrocinar la diferencia entre sexoy genero resultaba importante no solo para socavarla tendencia conservadora de los socio-biologicistas.sino tambien para convertir la lucha entre los sexos(entre hombres y mUjeres) en una lucha contra elgenero (de hombres y mUjeres). En efecto, al intro­ducir el genero como estructura social, los hombresde carne y hueso dejaron de ser los principales blan­cos de ataque, asi como tambU~n las mUjeres de car­ne y hueso dejaron de ser siempre las victimas. Lastensiones entre hombres y mujeres tendrian enton­ces que disiparse y los argumentos feministas gana­rian nuevamente un espacio perdido.7

La introduccion de esta distincion tuvo tambi€~n

importantes efectos en la practica academica. Si losaDos setenta y los primeros de los ochenta vieronsurgir los programas e institutos de estudios sabrela mUjer, en la ultima decada estos han venido sien­do reemplazados par programas e institutos dedica­dos al estudio de genero.8 La modificacion no es soloen el nombre: si los estudios sabre la mUjer se con­centraban en la problematica de las mUjeres defini­das par su sexo, los estudios de genera hacen enfa­sis en las cuestiones relacionadas con el genero y

6 Una interesante presentaci6n de las teorias socio-biol6gicaspuede encontrarse en Cynthia Fuchs Epstein. op. cit.. pp. 46­71. Vease tambien Deborah Rhode. Speaking ofSex, the DenialofGender Inequality, Cambridge. Harvard University Press. 1997.especialmente el capitulo 2.

7 Judith Butler, op. cit8 Vease Johanna Brenner. llle Best of Times, the Worst of Ti­

mes: Feminism in the United States". en: Monica Threfall (ed.).Mapping the Women's Movement. New York. Verso. 1996.

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por eso, no se limitan, aunque todavia 10 hacen engran parte, al estudio de las mujeres (estudios mu­jer-centrados) sino tambien al de los hombres y alde las relaciones entre ambos.

Ademas, ha surgido toda una corriente identifi­cada como "masculinista" en cuyo seno se debate 10relacionado con la construcci6n masculina de la iden­tidad y los problemas de los hombres frente al gene­ro. AI interior del masculinismo se identifican ac­tualmente dos posiciones: la de los llamados "mas­culinistas mitopoieticos" y la de los "masculinistasprofeministas", Los primeros, inspirados en la obradel poeta Robert Bly, sostienen que la principal con­secuencia que ha tenido la industrializaci6n para loshombres es la ausencia del padre, 10 que ha genera­do fallas en el proceso de identidad masculina, "unaherida de padre", Reivindican valores asociados a 10masculino como la protecci6n, la fuerza, el trabajo.Critican las imposiciones sociales de la compe­titividad, el egoismo, la delegaci6n del trabajo decuidado a las mujeres, la violencia.9

Los masculinistas profeministas, por otra parte,si bien comparten la preocupaci6n por la construc­cion de la identidad masculina, no creen que los pro­blemas se deriven de una "herida del padre" sino deuna "herida de madre", un rechazo por 10 femeninovinculado a la misoginia social. Comparten con lasfeministas, pues, la creencia de que las sociedadesen las que vivimos son patriarcales y que deben sertransfonnadas no solo por el bien de las mUjeressino tambien por el de los hombres. 10

9 Robert BIy, Iron John: a Book About Men, Reading, Mass ..Addison Wesley, 1990. Vease tambien Shepherd Bliss. lbeMitopoietic Men's Movement", en: Michael Kimmel (ed.), 17lePolitics ofManhood. Philadelphia, Temple University Press. 1995,pp.292-307.

10 Veanse Tom Digby (ed.), Men Doing Feminism, New York,Routledge, 1998; Michael Kimmel y Michael Messner (eds.),Men's Uves, Boston, Allyn & Bacon. 1994; Michael Kimmel (ed.),

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El feminismo

A pesar de las discusiones recientes y de las confusio­nes iniciales en torno al usa de este termino (feminis­mol, es importante para los prop6sitos de este escritocontar con una definici6n operativa. La definicion quegoza de mayor acogida hoy en dia, si bien no esta 10suficientemente difundida, es la que considera como"feminista" al conjunto de personas, acciones y teoriasque asumen un compromiso politico con la idea deque dentro de las sociedades contemporaneas lasmUjeres son las perdedoras en el juego social, 0 10 quees 10 mismo, al compromiso con la idea de que nues­tras sociedades son patriarcales, es decir, aquellas enlas que existe una supremacia de 10 masculino. II

La utilidad de asignar este referente al terminofeminismo radica en que, por un lado, hace posiblereunir un conjunto de teorias y practicas politicasbajo un denominador comun, y, por el otro, permitedistinguir unas pnicticas te6ricas y politicas de otras,Sin embargo, el asunto del usa de esta etiqueta noha estado exento de debate,

En primer lugar, y al interior del feminismo mis­mo, se discute la verdadera utilidad del "agrupa­miento" bajo un denominador com(m. En el ambitode 10 teorico, se oponen a la idea de 10 "com(m"quienes consideran que 10 femenino 0 "las mUjeres"no son una categoria util para comprender la reali-

17le Politics ofManhood, Philadelphia, Temple University Press,1995; Alice Jardine y Paul Smith (eds.), Men in Feminism, NewYork, Methuen. 1987; Michael Kaufman, "Los hombres, elfeminismo y las experiencias contradictorias del poder entre loshombres", en: Luz Gabriela Arango, Magdalena Leon y MaraViveros (comps.), Genero e Identidad, Bogota, Tercer MundoEditores y Ediciones Uniandes, 1995, pp. 123-146. Un excelentemapa de la configuracion de los movimientos masculinistas 0

de hombres puede encontrarse en Deborah Rhode, op. cit., pp.228-239.

11 Vease Patricia Smith, "Introduction", en: Patricia Smith (ed.),FeministJwisprudence, pp. 9-16.

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dad social. 12 Seilalan que bajo esta idea se escondeuna intencion por preservar un poder adquirido.Se critica entonces el que en la academia las muje­res blancas de clase media pretendan ser represen­tantes del feminismo cuando de heeho ellas son las(micas que tienen acceso realmente al debate aca­demico. 13 Por su parte. quienes defienden la "eti­queta" feminista, hacen enfasis en la importanciaque tiene el unir esfuerzos para lograr posicionar eltema de la opresion de las mUjeres dentro del deba­te academico. 14

Del mismo modo se expresan criticas ala inten­cion de agrupar los distintos movimientos de mUje­res bajo una idea de 10 "comun". La critica aqui sedirige tambien al hecho de que este interes por la"unidad", por resaltar 10 "comun", sirve para encu­brir y proteger el poder adquirido de estas mismasmujeres blaneas y de clase media en 10 relativo a lafijacion de la agenda en la pnktica politica. 15 Adicio­nalmente se seflala que este interes por la "unidad"puede ir en desmedro de la necesidad de establecerpuentes con otros movimientos politicos que tienenintereses comunes a los de los movimientos de mu­jeres y que comparten algunos miembros con estos

12 Como se vera mas adelante, el reto a la idea de que socialmenteel genero es el principal factor de configuracion de 10 social havenido tanto de las mUjeres negras y latinas. como del pos­modernismo.

13 Martha Mahoney, "Whiteness and Women, in Practice and Theo­ry: a Reply to Catharine MacKinnon", en:Yale Journal oj Lawand Feminism, vol. 5, 1993, pp. 217-251.

14 Wase, por ejemplo, Nancy Fraser, Justitia Interrupta, Bogota.Siglo del Hombre Editores y Universidad de los Andes, 1997.

15 The Combahee River Collective. "A Black Feminist Statement".en: Unda Nicholson, The Second Wave. London, Routledge. 1997.pp. 63-70; Patricia Hill Collins, "befining Black FeministThought", en: Ibid.. pp. 241-259; KJrnberle Crenshaw. "Demar­ginalizing the Intersection of Race and Sex: A Black FeminlstCritique of Antidiscrimination Doctrine. Feminist Theory andAntiracist Politics", en: 'The University ojChiL::ago Legal Forum,1989. pp. 139-167.

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ultimoS.16 Las defensoras del uso del termino "femi­nismo". no obstante. seilalan el valor que tiene launidad para la lucha politica cuando se esta ubica­do en la posicion del menos poderoso dentro de lasociedad. Ademas. ponen en evidencia el efecto per­verso que podria tener sobre la organizacion de mu­jeres el subrayar excesivamente la diferencia y no 10comun: si cada mUjer resulta ser en ultimas esen­cialmente diferente de las demas. sus problemas noson atacables por la via politica sino que exigen res­puestas individuales. Seria el fin de los movimientosde mujeres. 17

Lo eierto es que el uso de la etiqueta tendra siem­pre un costo teorico y politico. Lo importante esaprender a reconocer cuaIes costos pueden evitarse

16 Las criticas contra el esencialismo de genero, as! como el contextode los movimientos sociales en los Estados Unidos, han llevadoa la necesidad practica de la politica de coalicion. as! como a ladiscusion te6rica de los beneftcios de la coalici6n. Vease, BerniceJohnson Reagon, "Coalition Politics: Turning the Century", en:Ann Phillips. Feminism & PoUtics. Oxford, Oxford UniversityPress, 1998, pp. 242-253; Judith Butler, op. cit.. Nancy Fraser.op. cit.

17 La preocupaci6n por la agencia politica, por la posibilidad demovillzaci6n en torno a la causa de las "mujeres" permea tantolos textos de quienes proponen una posicion esencialista comode quienes la critican. Vease Iris Marion Young. IntersectingVoices. DUemmas oj Gender. Political Philosophy, and Policy.Princeton, Princeton University Press. 1997 (propone la ideadel genero como serialidad para salvar la agencia politica de lascriticas al esenciallsmo); Martha Albertson Fineman. "FeministTheory in Law: the Difference it Makes", en: Columbia Journaloj Gender and Law, vol. 2. no. 1. pp. 1-23 (propone la idea delas "vidas engendradas" 0 marcadas por el genero en reemplazodel concepto esencialista); Robin West, op. cit.. especialmentecapitulo 5; Judith Butler, op. cit.. entre muchas otras. Dentrodel campo del anaIisis juridico propiamente dicho. la discusionse ha centrado en la utilidad de contar con categorias para elanlilisis. Aqui, si bien se acepta que las categorias son cons­truidas y muchas veces no corresponden con la realidad social,el razonamiento juridico requiere de la construccion de catego­rias. Vease Martha Albertson Fineman. op. cit.; Martha Minow yElizabeth Spelman. "In Context", en: Michael Brint y WilliamWeaver. Pragmatism in Law. Boulder, Westview Press.

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Y si los beneficios que se obtienen son mayores. Porel momento. el balance parece estar a favor del usode la noci6n: los beneficios son reales y algunos delos costos que se han puesto en evidencia, corregi­bles.

En segundo lugar, se discute sobre el uso de laetiqueta desde el punto de vista de la realidad socialque sirve de fundamento al compromiso politico porel cual se define el feminismo. El nucleo de estosargumentos, extemos al feminismo mismo, es la con­sideraci6n de que las mujeres ya lograron aquello a10 que podrian aspirar, por 10 que tanto la criticaacademica, como la lucha politica feminista se esti­man carente de sentido. Las mujeres han logradoacceso a todos los tipos de trabajo, a las universida­des (muchas tienen doctorados), cuentan con repre­sentaci6n politica, existen normas que castigan losdelitos sexuales y otras que protejen a las mujeresde la violencia en los hogares, en fin, todo esta re­suelto. Ahora bien, si su vida no es igual a la de loshombres, ha de ser porque las mismas mujeres asi10 qUieren, y es que, i,quien en sus cinco sentidospuede querer llevar la vida de un hombre, llena desacrtflcios, esfuerzos, peligros? GQuieren las muje­res acaso tener el mismo riesgo de enfermedadescardiacas atribuibles al estres 0 convertirse en victi­mas del homicidio en la misma proporci6n que loshombres? 18

Entonces, si el compromiso politico que va en­vuelto en el feminismo ya no tiene asidero en la rea­lidad social, si la situaci6n actual de las mUjeres esproducto de sus decisiones individuales (ella queriatener hijos temprano, ella prefiere educar a sus hi­jos que dejarlos con alguien que los cuide, ella prefi­ri6 ser secretaria cuando decidio no estudiar mas,ella decidio no obtener el ascenso al decidir dedicar

18 Una presentaci6n e.'d1austiva de la negacion de la desigualdadde generos puede encontrarse en Deborah Rhode. op. cit.

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tanto tiempo a sus hijos, ella decidU> ser madre sol­tera cuando tuvo relaciones con un hombre irres­ponsable, ella prejirib quedarse y aguantar los gol­pes de un marido violento, etc., etc.) las mujeres quetodavia 10 sostienen deben tener algun problema. Yel problema intenta ubicarse aqui: en el resentimien­to. Personal, por no tener un hombre a su lado 0 noquerer tenerlo, como en el caso de las lesbianas. 0gxupal, por no tener privilegios que las sociedadesigualitarias no pueden conferirle a ninguno de susgrupos de poblaci6n. La consecuencia clara de estetipo de argumentos es una nueva marginaci6n delfeminismo y las feministas, una marginaci6n que seagrega a la marginaci6n que es propia del pensa­miento y las luchas de los habitualmente excluidos,una doble marginaci6n. Ser feminista, pues, es mu­cho mas dificil ahora que hace algun tiempo. 19 Aho­ra, no solo hay que convencer a los otros, hay queconvencer a muchos de los que hasta hace poco apo­yaban al feminismo.

Asi, 10 que involucra en ultimas este segundoeje en el debate es una nueva necesidad de justifi-

19 Vale la pena transcribir la anecdota con la que Deborah Rhodeempieza su libro The Denial oj Gender Inequality para ilustrareste problema de la marginaci6n: ~Casidos decadas han pasadodesde que llegue a la Escuela de Derecho de Stanford como lasegunda mUjer dentro de un profesorado de treinta y cincohombres. Cuando exprese mi interes en ensefiar un curso sobrediscriminaci6n sexual. mis colegas en general estabansorprendidos. 'Realmente necesitan nuestros estudiantes unaclase sobre eso?', ·.',No son la mayona de las personas capacesde discriminar naturalmente. sin necesidad de una educaci6nformal?'. EI decano, sin embargo. estaba aterrado con elproyecto. No solamente se trataba de un campo que diplo­maticamente descnbi6 como 'complicado·. sino que llevaria aque me 'etlquetaran como mUJer'. 'Bueno'. conteste con 10 queespere fuera clara ironia. 'eso probablemente no sera unasorpresa para la mayoria de la gente. .',Y cual. despues de todo.es mi alternatlva?·. Pero para el decano, el asunto era lacredib1l1dad academica. Y para establecerla, yo necesitaba uncurso 6verdaderot

; el me sugiri6 transacciones comerciales."(Traducci6n Ubre), Deborah Rhode. op. cit., p. 1.

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Tipos de feminismos

Una vez delimitado el campo de las practicas te6ri­cas y politicas que pueden considerarse feministas,10 que se encuentra es una enorme diversidad (10que es el punto de partida de la discusi6n sobre 10"comUu", obviamente). Esta diversidad es el resulta­do. en parte, de la ubicuidad del feminismo y de lasfeministas: hay teoria politlca feminista. teoria juri-

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Barcelona. Peninsula. 1988; Michel Foucault, The History ofSexuality, New York. Pantheon Books, 1978; Michel Foucault.The Order of Things; an Archaeology of the Human Sciences.New York, Vintage Books. 1973; Michel Foucault. TheArchaeology of Knowledge; and, TIle Discourse on Langunge,New York, Pantheon Books, 1982; Thomas S. Kuhn, TheStructure of Scientific Revolutions. Chicago, University ofChicago Press, 1996.

23 Vease KatheIine Bartlett. op. cit.. ibid; Patricia Smith. op. cit.

mulaci6n, tambien explicita, del contenido de supropio compromiso politicO.23 Asi, la objeci6n alaposibilidad de hablar de una "teoria feminista"seria una objeci6n que se extiende a toda teoria,en tanto toda teoria representa un compromisocon valores y creencias sobre el modo en el queesta organizado el mundo. La teoria feminista nosena sino una teoria mas honesta que las demas.AI critico, entonces. no Ie quedaria mas que in­tentar un cambio en el lenguaje en el sentido deque dejemos de Hamar teorias 0 explicaciones cien­tificas a los cuerpos de conceptos en la medidaen que estos no satisfacen la idea de la neutrali­dad y objetividad que tradicionalmente se veniaadhiriendo a los terminos "teoria" y "ciencia", 0intentar mostrar que es posible construir cuer­pos de conceptos que no esten vinculados a unacierta manera de ver el mundo, es decir. tendriaque enfrentarse a la teoria general sobre la cien­cia y no al uso del termino "teoria feminista" enparticular.

20 Ibid.21 Vease KatheIine Bartlett. "Feminist Legal Methods", en: Haroard

Law Review, vol. 103, No.4. 1990. pp. 829-888; Patricia Smith,op. cit.

22 Tres autores centrales en esta "revoluci6n" son Nietzsche. Foucaulty Kuhn. Veanse, F. Nietzsche, Fragmentos POstumos. Bogota,Norma. 1997; F. Nietzsche. La genealogia de La moral, MadIid.Alianza E<litoIial, 1993; F. Nietzsche. La cienciajovial. Caracas.Monte Avila E<litores, 1985, F. Nietzsche. "Sobre verdad y men­lira en sentido extramoral". en: Joan Uinares led.), Nietzsche,

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caci6n del feminismo a la luz de los cambios en lassociedades contemponineas. Posiblemente la altacarga de la prueba sea un argumento mas paradesalentar el uso de una etiqueta que para muchasno s610 esta desgastada. sino que tiene problemaste6ricos y politicos. Pero. nuevamente.los argumen­tos de las defensoras del "feminismo" parecen mass61ldos: si desaparece el feminismo como tal, ya noquedara nadie que se encargue de correr el vela dela negaci6n de la desigualdad entre los generos. 20

En tercer y ultimo lugar, se encuentra la dis­cusi6n en torno al canicter "verdaderamente" te6­rico de la Hamada teoria feminista. Esto, porquecomo se explic6, el feminismo implica la adhe­si6n a una convicci6n politica (claro, una convic­ci6n politica con sustento en la realidad social,pero politica al fin y al cabo). Y para los oposito­res, no puede ser teoria (un cuerpo de conceptosque busca explicar el mundo, la realidad) una ex­plicaci6n que parte de un postulado politico. Unaexplicaci6n de este tipo no puede ser mas que undiscurso politicO. 21 Las feministas que se han dadoa la tarea de tratar de rescatar a la "teoria femi­nista" de sus contradictores. sin embargo se hanapoyado en las mas aceptadas teorias sobre laciencia y el conocimient022 para mostrar que 10unico que distinguiria a las teorias feministas deotras es su aceptaci6n explicita del compromisopolitico que subyace a toda explicaci6n concep­tual y a toda empresa de conocimiento. y su for-

dica feminista, teoria cientmca feminista, teoria psi­col6gica feminista, teoria feminista sobre la cienciasocial y natural, movimientos feministas en practi­camente cada uno de los paises del mundo, organi­zaciones feministas internacionales, feministas enlos gobiernos, feministas en los partidos politicos,organizaciones feministas no gubernamentales, etc.Pero principalmente es el resultado de las diferenciasen los modos de entender la opresion de la mujer enlas sociedades contemporaneas, tanto en abstractocomo en concreto. Estas diferencias en la compren­sion de la opresion se reflejan a su vez en las trans­formaciones que se proponen y por 10 tanto en lasestrategias politicas que deben asumirse.

Teniendo como criterio el de las diferencias enlos modos de entender la opresion, la primera dis­tincion que cabe hacer dentro de las teorias femi­nistas son las de aquellas que consideran que lasmUjeres son oprimidas porque no son tratadas demodo igual a los hombres, y las que consideranque las mUjeres son oprimidas porque no se reco­noce como valiosa su diferencia respecto de loshombres. Dentro del primer grupo (feminismos deLa igualdad) se incluyen a su vez distintas interpre­taciones de 10 que significa la igualdad que se pre­tende. Asi, para algunas feministas la igualdad debeser igualdad en cuanto a las oportunidades (femi­nismos liberales cllisicos -igualdad en las oportu­nidades formales- y jeminisrrws liberales sociales-igualdad en las oportunidades materiales 0 rea­les-) y para otras, la igualdad debe ser igualdaden cuanto al acceso a los recursos (feminismos so­cialistas). A estos dos grupos se agrega el de lasllamadas jeministas radicales, que sostienen que elgenero es la estructura social predominante y queel problema de las mujeres es un problema de faltade poder.

El feminismo liberal clasico tiene sus raices enlas reivindicaciones de las mujeres dentro del marcode la revoluci6n francesa y en las obras de Mary

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Wollstonecraft24 y John Stuart Mill.25 Fue el princi­pal apoyo te6rico de los movimientos sufragistas delos siglos XIX Y XX.26 Ubicandose en general dentrodel paradigma liberal de la epoca, 10 que se exigiaera incluir a las mujeres como titulares de los dere­chos que disfrutaban los hombres. El argumentopara excluir a las mujeres era el de su menor capa­cidad racional y por 10 tanto su necesidad de protec­cion. En contra de este argumento, el feminismo li­beral clasico seiiala(ba) que las mujeres, como sereshumanos, eran iguales en cuanto a sus capacida­des humanas. Solo necesitaban que se les permitie­ra desarrollar estas capacidades teniendo acceso ala educacion, al empleo formal y a la politica. Habiapues que eliminar las barreras formales (legales) quedisminuian la capacidad civil de las mUjeres, suautonomia, que les impedian entrar en las areas men­cionadas. Este fue su objetivo politico y a pesar de lademora, podria decirse que se vio satisfecho.

Si bien los logros del feminismo liberal clasico nopueden considerarse menores, empezaron a hacer­se evidentes sus insuficiencias, asi como las defi­ciencias de su sustento teorico. Por un lado, y comobien 10 seiiala Betty Friedan en su ya clasico libroThe Femenine Mystique,27 a pesar de que las muje­res norteamericanas tenian acceso a la educacion yal empleo, seguian relegadas a la esfera domestica,atrapadas por la mistica femenina de la mujer her­mosa que vive en una casa en los suburbios, quetiene tres niiios y que dedica su vida al "hogar". Porotro lado, el feminismo liberal clasico fue victima de

24 Mary Wollstonecraft, A Vindication of the Rights of Woman.London. Penguin Books. 1972 (4a reimpresi6n en 1992).

25 John Stuart Mill, '"Ibe Subjection ofWomen", en la compilac16nde Stefan Coll1ny. John Stuart Mill. On Liberty. Cambridge.Cambridge University Press, 1989.

26 Vease Johanna Brenner. op. cit.27 Betty Frledan, The Feminine Mystique, Harmondsworth, London,

Penguin Books. 1963.

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los ataques lanzados contra el liberalismo clasico engeneral, en el sentido de que la mera igualdad for­mal, la igualdad en la ley, no podia ser una garantiasuficiente en sociedades con profundas desigualda­des sodales. Por ultimo, este feminismo fue critica­do por acoger ciegamente los parfunetros socialesvigentes en cuanto a 10 que debe ser un ser huma­no, parfunetros que reflejaban el punto de vista mas­culino y no ternan en cuenta las capacidades y ne­cesidades especmcas de las mUjeres.28

El feminismo liberal social aparece entonces comoaltemativa que intenta superar las deficiencias ano­tadas. Teoricamente se situa dentro del liberalismosocial, que recogiendo los planteamientos marxis­tas. sostiene que la libertad no puede ser ejercida sino se cuenta con los recursos materiales necesariosy por 10 tanto propone entender la libertad en rela­ci6n directa con la igualdad de recursos. La rein­terpretaci6n feminista del liberalismo social enfatizaen la desigual distribuci6n de recursos de acuerdocon el genero.29 Se concentra entonces en mostrarque si bien las mUjeres tienen acceso al empleo, es­tan peor remuneradas que los hombres; tienen jor­nadas laborales mas largas porque no s610 debenatender a sus obligaciones frente al trabajo remune­rado sino asumir las tareas de cuidado y domesti­cas; sufren discriminaci6n en el empleo que les im­pide entrar a ciertas areas del mercado y ascender;en fin. Las feministas liberales sociales, ademas, re-

28 Esta es fundamentalmente la critica de las feministas de ladiferencia en contra del feminismo de la igualdad en general.Vease Nancy Fraser. op. cit, Rosemarie Tong. Feminist 'Thought,San Francisco. Westview Press, 1989: Nancy Tuana y RosemarieTong (eds.), Feminism and Philosophy, Oxford, Westview Press,1995.

29 Vale la pena resaltar aqui que Virginia Woolf, a pesar de nohaber sido realmente una feminista activa, ya seiialaba la im­portancia de conectar la cuestion de los recursos con la de lalibertad en su ensayo "Una habitacion propia". Virginia Woolf,A Room ojOne's Own. London, Hogarth Press. 1929.

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cogen el reclamo del desconocimiento de la diferen­cia femenina para exigir que las mUjeres reciban tra­tamiento especial en 10 relacionado con sus funcio­nes de reproducci6n. particularmente en la formade apoyo a las mUjeres embarazadas y desempleadasy en la protecci6n laboral de la mUjer embarazada(licencia de maternidad y lactancia).30

Las feministas socialistas, por ultimo, se insta­Ian dentro del marco de la teoria socialista,31 apro-

30 Esta caracterizacion de las feministas liberales soclales corres­ponde a Rosemarie Tong, op. cit. Katherine Bartlett en sureconstruccion de las aproximaciones feministas, prefierereferirse a la posicion de la igUaldad substantiva 0 material.Vease Katherine Bartlett, "Gender Law", en: Duke Journal ojGender Law and Policy, vol. I, No. I, 1994, pp. 1 Yss. Construiruna lista exhaustiva de las feministas que pueden incluirse eneste grupo es pnicticamente imposible. Algunos ejemplos deescritos representativos de esta posicion serian: Heidi Hartmanny Stephanie Aaronson, "Pay Equity and Women's WageIncreases: Success in the States, a Model for the Nation", en:DukeJournalojGenderLawandPolicy, vol. I, 1994, pp. 69-88:Nancy Fraser, op. cit., especiaimente su capitulo 2: JoanneConaghan, '"The Invisibility of Women in Labour Law: GenderNeutrality in Model-Building", en: International Journal oj theSociology ojLaw, vol. 14, pp. 377-92. De otro lado, buena partede las feministas que se ubican dentro de las corrientes de"rnujeres en el desarrollo· (WID) y "genero y desarrollo" (GAD)pueden ser consideradas feministas liberales sociales.Nuevamente un listado exhaustivo es imposible, pero unapresentacion de las lineas centrales de estas corrientes puedeencontrarse en Caroline Moser, Gender Planning andDevelopment. Theory, Practice and Training, London, Routledge,1993: Helen Brown, Feminism and Development TIreory: a CriticalOverview, Cork, Ireland, University College, Department ofSociology, 1992: Valentine M. Moghadam (ed.), Patriarchy andEconomic Development: Women's Positions at the End oj theTwentieth Centwy, Oxford, Clarendon Press, 1996: Irene Tinker(ed.l, Persistent Inequalities: Women and World Development, NewYork, Oxford University Press, 1990: NaUru Visvanathan (co­ordinator) Lynn Duggan, Laurie NlsonofI and Nan Wlegersma(eds.l, The Women. Gender and Development Reader, London,Atlantic Highlands, N.J., Zed Books, 1997.

31 Es importante anotar aqui que las feministas socialistas inten­tan separarse de las socialistas feministas. siendo estas ulti­mas aquellas que son marxlstas y feministas, pero que no seadhieren a una reconstruccion del marxismo a la luz de la opre-

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piandose de manera particular de la critica femi­nista incipiente que identifican en los textos deEngels. 32 De acuerdo con esta critica, la subordina­ci6n de las mUjeres a los hombres y su correlativacomodificacion es propia del modo de produccioncapitalista, en tanto estos requieren de la repro­ducci6n de la mano de obra para seguir vigentes.Esta reproducci6n de la mana de obra comodamentese ubica en el espacio de la familia, que no s6lodebe generar nuevos individuos sino atender susnecesidades basicas para que entren al sistema ypermanezcan en el. Bajo la explicaci6n marxistamonodimensional, la transformaci6n de este esta­do de cosas vendria como consecuencia del aban­dono del capitalismo y la imposicion del comunis­mo. Las feministas socialistas, sin abandonar sucompromiso con la teoria marxista, reconocen, sinembargo, el genero como estTIlctura de opresi6nsocial. La que proponen es que el patriarcado y elcapitalismo sean vistos como sistemas mutuamen­te dependientes. En este sentido, distinguen la opre­sion de la explotaci6n pero las muestran en inter­relacion. La opresion se entiende aqui como lasrestricciones impuestas a los seres humanos queles impiden desarrollarse como seres de la especie.La explotaci6n como el abuso economico que hacenquiertes detentan los medios de producci6n a quie­nes carecen de ellos y deben vender su fuerza de

sian de genera. Zillah Eisenstein, "Developing a Theory ofCapitalist Patriarchy and Socialist Feminism", en: ZillahEisenstein (comp.). Capitalist Patriarchy and the Casejor SocialistFeminism. New York, Monthly Review Press. 1979. De estamanera, escapan a las fuertes criticas feministas contra el mar­xismo, criticas que acogen para reconstruir el impulso mar­xista a la luz de las consideraciones de genero. Para las critlcasvease Catharine MacKinnon. Towards a Feminist 'Theory oj theState. Cambridge. Harvard University Press, 1989: HeidiHartmann. "TIle Unhappy Marriage of Marxism and Feminism".en: Linda Nicholson (ed.). op. cit.

32 Fredench Engels, Ori.gen de 10..fo_milia. la pmpiedad. privada !J elEstado. Buenos Aires, Editorial Claridad. 1946.

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trabajo. La explotaci6n es una forma de opresi6n,pero no la unica. Una de las mas destacadas femi­nistas socialistas expresa la interrelacion entrepatriarcado y capitalismo de la siguiente manera:

Esta afirmaci6n de la dependencia mutua delpatriarcado y el capitalismo no s610 asume la ma­leabilidad del patriarcado frente a las necesidadesdel capitalismo, sino que asume la maleabilidad delcapital frente a las necesidades del patriarcado.Cuando uno seiiala que el capitalismo necesita delpatriarcado para operar eficientemente. uno real­mente esm anotando que la supremacia masculi­na, [...1ofrece al capitalismo el orden y control quenecesita. Este sistema de control es pues necesariopara suavizar el funcionamiento de la sociedad ydel sistema econ6mico y por 10 tanto no deberia sersocavado. [...] En tanto la preocupaci6n por las ga­nancias y la preocupaci6n por el control social es­tim intimamente ligadas (pero no pueden reducirsela una a la otra), el patriarcado y el capitalismo seconvierten en un proceso integral [...].33

A pesar de que tanto el feminismo liberal socialcomo el feminismo socialista, superan de maneraimportante los planteamientos del feminismo liberalclasico, su tendencia social los hace debiles politica­mente (ante el desprestigio de la izquierda en gene­ral) y su compromiso con la igualdad sigue siendocriticado por no reconocer plenamente el valor de 10femenino. 34

El jeminismo de la diferencia, tambien llamadojeminismo cultural, se aparta de los feminismos li­berales y socialistas precisamente en su reivindi­cacion de la diferencia de las mUjeres y en su re-

33 Zillah Eisenstein. "Developing a TheoI)' of Capitalist Patriarchyand Socialist Feminism", en: Zillah Eisenstein (comp.). CapitalistPatriarchy and the CasejorSocialistFeminsm. op. cit. (Traduccianlibre).

34 Vease Nancy Fraser. op. cit.; Rosemarie Tong. op. cit.

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· clarno por el reconocimiento de esta diferencia. Eleje principal de este feminismo es la obra de CarolGilligan In a Different Voice. 35 que recoge el trabajode Nancy Chorodow36 y 10 extiende para mostrar lasdiferencias entre el razonamiento moral de hombresy mujeres. Segun los estudios de Gilligan. que pre­tenden inicialmente atacar la teoria del desarrollomoral de Kohlberg.37 las mujeres razonan contex­tualmente y atendiendo a las conexiones. mientrasque los hombres tienen un razonamiento abstractoy se centran en los individuos entendidos como ce­lulas aisladas. Estas diferencias en el razonamientomoral responderian a diferencias en la formacion dela identidad puestas de presente en la obra deChorodow. En tanto en las sociedades actuales lacrianza corresponde primariarnente ala mujer. afir­rna Chorodow, las nmas en su desarrollo tienden aidentificarse con la madre. a ser una con ella. Losnmos. por el contrario. deben separarse de la ma­dre para lograr su identiftcaci6n. La consecuenciade esto es que mientras las mujeres perciben elmundo social como un conjunto de relaciones delas cuales elIas son parte y que merecen su aten­cion y cuidado. los hombres perciben el mundo comocompuesto por individuos cuya autonomia debe serprotegida. El principal valor de las mujeres. en estesentido. seria el cUidado. y su mayor temor. e1 ais­lamiento. Los hombres. por el contrario. valorarian

35 Carol Gilligan. In a Dlfferent Voice: Psychological Theory andWomen"s Development, Cambridge. Harvard University Press.1982.

36 Nancy Chorodow. The Reproducti.on ofMothering: Psychoanalysisand the SocioLogy ofGender, Berkeley, University of CaliforniaPress. 1978.

37 Lawrence Kohlberg, The Philosophy ofMoral Development. SanFrancisco. Harper and Row. 1981; "Moral Stages and Morali­zation: the Cognitive-Developmental Approach", en: T. Lickona(ed.). Moral Development and Behavior: Theory. Research and So­cial Issues. New York. Holt. Rinehart and Winston. 1976: entreotros citados par Carol Gilligan en In a Different Voice, op. cit

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por encima de todo la autonomia y su mayor temorseria el entrar en conexi6n. llegar a la intimidad,con alguien.

La principal critica que se esgrime contra el femi­nismo cultural. que ya ha logrado permear la teoriapolitica. juridica. cientifica y la praetica politica, esla de que al reivindicar 10 privado Colho 10 femenino.y esto como algo vaUoso. se olvida de que 10 femeni­no ha sido construido socialmente y que las socie­dades en las que nos encontrarnos son sociedadespatriarcales. Lo construido hasta ahora como feme­nino. entonces, seria el producto de la opresi6n ypor eso no podria ser asumido acritlcamente.38

Adicionalmente. se ha senalado que al reivindicar ladiferencia de las mujeres y el valor del cuidado, secorre el riesgo de revivir los fantasmas socio-biologi­cos y las tendencias paternalistas.39 Y este cierta­mente no es un riesgo pequeno. menos ahora cuan­do las explicaciones biol6gicas han ganado un nuevoauge.

El feminismo radical, por ultimo. encuentra sumejor expresi6n en la obra de Catherine Mac­Kinnon. 4o MacKinnon sostiene que la estrueturafundamental de la sociedad es el genero. siendo estala linea que determina primariarnente la distribu­cion del poder. 41 En virtud de que los hombres tie­nen el poder, 10 que se manifiesta en su libre acce-

38 Vease Nancy Fraser, op. cit.; Judith Butler, op. cit; Iris MartonYoung, op. cit. Christlne A. Littleton, "Reconstructing SexualEquality". en: Patricia Smith, Feminist Jurisprudence. op. cit,pp. 110-136.

39 Vease Christine A. Littleton, op. cit., pp. 110-136; DeborahRhode. op. cit: Robin West. op. cit -

40 Catharine MacKinnon, op. cit41 MacKinnon 10 presenta en los siguientes terminos: "leI feminis­

mol tiene una teoria del poder: la sexualidad esta. determinadapor el genero y el genero por la sexualidad. La masculino y 10femenino se crean a traves de la erotizacion de la dominacion yla sumision. La diferencia entre hombres y mUjeres y la dina­mica de la dominacion/sumision se definen mutuamente. Este

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so a la sexualidad femenina, tienen la posibilidadde definir 10 que es ser mujer. Las mujeres, enton­ces, silenciadas y despojadas de sus posibilidadesde identificaci6n, se convierten en objetos de inter­cambio. La superacion de esta condicion, paraMacKinnon, exige la creacion del conocimiento pro­pio a traves del metodo de la "elevacion de concien­cia" (consciousness raising). Usando este conoci­miento deberia perseguirse la transformacion de lasestructuras sociales.

De otro lado, los feminismos se distinguen segimla prioridad que se Ie da al factor del genero en lacomprensi6n de la opresi6n de los individuos. Si­gUiendo este parametro, los feminismos pueden dis­tinguirse en feminismos esencialistas de genero y fe­minismos antiesencialistas de genera. Los primeros,dentro de los cuales se incluyen con malices todoslos feminismos a los que se ha hecho referencia, sonaquellos que consideran que el genero es el princi­pal (esencial) factor de opresi6n para todos los indi­viduos que pertenecen al sexo femenino. 42 Los se­gundos rechazan esta preponderancia del genero yafmnan, por el contrario, que la opresion que pade­cen los individuos del sexo femenino es distinta encada caso porque tan importantes como el genero,

es eI significado social del sexo y la explicaci6n distintamentefeminista de la desigualdad de genero." Catharine MacKinnon."Feminism, Marxism, Method. and the State: Toward FeministJUrispmdence", en: Signs: Journal of Women in Culture andSociety, vol. 7, 1982. pp. 515-44.

42 MacKinnon es tal vez quien con mayor ahinco ha defendido elesencialismo de genera, en el sentido de seftalar que el generamarca definitiva y similannente la vida de todas las mujeres.Su principal argumento es el de la diversidad de mujeres quep!ITticipa(roln en los grupos de creacion de conciencia a partirde los cuales se defmi6 y se sigue deflniendo Ia vivencia femeni­na. Vease Catharine MacKinnon, Toward a Feminist Theory ofthe State, op. cit.; Catharine MacKinnon, "From Practice toTheory, or What is a White Woman Anyway?". en: Yale JournalqILaw and Feminism. vol. 4.1991, pp. 13-25. En respuesta aeste articulo, Martha Mahoney, op. cit.

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en tanto factor de opresion, son la raza, la orienta­ci6n sexual, la clase y la pertenencia a un determi­nado grupo etnico. En este segundo grupo podrianubicarse los feminismos de las mujeres negras,43 losfeminismos de las mUjeres lesbianas,44 los feminis­mos de las mUjeres del tercer mundo,45 y el feminis-

43 Vease, entre muchos otros "The Combahee River Collective".op. cit.; Patricia HilI Collins. op. cit.; Martha Mahoney, op. cit.;Kimberle Crenshaw. op. cit; bell hooks, Blw::k Looks: Race andRepresentation, Boston, South End Press. 1992: Angela P. Harris,"Race and Essentialism in Feminist Legal Theory". en: StanfordLaw Review, vol. 42. 1990. pp. 581-614; Dorothy E. Roberts,"Racism and Patriarchy in the Meaning of Motherhood", en:The American University Journal of Gender & the Law, vol. 1,1993. pp. 1-38; Kimberle Crenshaw y otros (eds.l. Critical RaceTheory. The Key Writtings that Formed the Movement. New York,New Press. 1995.

44 Tambien entre muchos otros, Andrea Dworkin. Intercourse.London. Seeker & Warburg, 1987: Adrienne Cecille Rich,Compulsory Heterosexuality and Lesbian Existence. London.Onlywomen Press. 1981; Radicalesbians. '"The Woman IdentifiedWoman". en: Linda Nicholson. op. cit., pp. 153-157; SarahHoagland. "Separating Fram Heterasexualism", en: LesbianEthics. Chicago. Institute of Lesbian Studies. 1988; MoniqueWittig, "One is not Born a Woman", en; FeministIssues. vol. 1.No.2. 1981, pp. 47-54; MOnique Wittig, "The Mark of Gender",en: Feminist Issues, vol. 5, No.2. 1985; Margaret Nichols,"Lesbian Relationships: Implications for the Study of Sexualityand Gender", en: David P. MacWhirter, Stephanie A Sanders.and June Machover'Reinisch (eds.l, Homosexuality/Hetero­sexunlity: Concepts of Sexual Orientation, New York, OxfordUniversity Press,1990.

45 Como en los casos anteriores, se ettan los siguientes tooos amanera de ejempIo: Uma Narayan, "Contesting Cultures. Wes­ternization, Respect for Cultures, and Third World Feminists".en; Unda Nicholson, op. cit.; Gloria AndaIziIa y Cherne Moraga(eds.l, This Bridge Called My Bacle: Writings of Radical WomenofColor, New York, Kitchen Table. Women of Color Press. 1982;Cherne Moraga. "From a Long Une ofVendidas: Chicanas andFeminIsm". en: Anne C. Hennan y Abigail Stewart. TI1eorizingFeminism: Parallel Trends in the Humanities and SocialSciences,Boulder, Westview Press, 1994; Gayatri Chakravorty Spivak.Thinking Academic Freedom in Gendered Post-coloniality,University of Capetown Press, 1992; Gayatri ChakravortyMohanty (eds.l, Feminist Genealogies. Colonial Legacies.Democratic Future. New York, Routledge, 1997.

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mo posmodemo,46 que no s610 se presenta como an­tiesencialista de genero sino como antiesencialistaen general. En efecto, las feministas posmodernasse caracterizan por su adhesi6n a la idea de que elsUjeto no es mas que una construcci6n social, por 10que no puede tener en sl mismo ninguna esencia,ninguna caracteristica que 10 derma y que Ie perte­nezca por ser ese sujeto y no algun otro. Los rasgosque se Ie atribuyen, su mismo "ser" individual, sonel resultado de interacciones sociales que se reflejany se crean dentro del lenguaje, construcci6n socialpor excelencia.

Tipos de relaci6n entre el feminismo y el derecho

Tal Y como se afrrrn6 en la introducci6n, la relaci6nentre el feminismo y el derecho asume muchas yvariadas formas. Para entenderla mejor vale la penaintroducir algunas distinciones. La primera distin­ci6n y la mas simple es la que puede establecerseentre el feminismo como critico del derecho y el de­recho como herramienta del feminismo. A su vez,dentro de la critica feminista al derecho pueden dis­tinguirse la critica que se hace a los presupuestosdel derecho y a sus nociones fundamentales, criticaque se ubicaria por esta raz6h en el ambito de lateoria del derecho, y la critica a las instituciones jU­ridicas actualmente existentes. Y dentro de los usos

46 Dentro de la larga !ista de feministas posmodemas se destacanJudith Butler. op. cit.: Iris Marion Young. op. cit: Jane Flax."Postmodemism and Gender Relations in Feminist Theory". en:Signs. vol. 12. 1987. pp. 621 Y 55.; Jane Flax:. ThinkingFragments: Psychoanalysis. Feminism and Postmodemism in theContemporary West. Berkeley. University of CaUfomia Press.1990: Luce Irigaray. This Sex Which Is Not One. Ithaca. CornellUniversity Press. 1985: Luce lrigaray, Speculwn of the OtherWomen. Ithaca. Cornell University Press, 1985: Helene Cixous,La risa de la medusa. Barcelona. Anthropos. 1995. Veasetambiim la compilaci6n de Linda Nicholson led.}. Feminism/Posmodemism. New York. Routledge. 1990.

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del derecho se podria hablar de usos estrategicos yusos no estrategicos.

Esta clasificaci6n, a su vez, se intersecta con laque se propuso sobre los tipos de feminismo, si bienno se trata de una superposici6n completa: algunosfeminismos no han generado criticas ala teoriajuri­dica en sus conceptos fundamentales y otros no en­cuentran sustento para usar de modo estrategico elderecho. La posibilidad de entrecruzamiento depen­de, pues, en ultimas, de la manera en la que cadauno de estos feminismos entiende el derecho y larelaci6n de este con otras esferas de la vida social.

LA CRiTICA FEMINISTA AL DERECHO

Puesto que hacer una presentaci6n comprehensivade la critica feminista al derecho rebasa las inten­ciones y posibilidades de esta introducci6n, vamos alimitarnos a hacer una presentaci6n muy general dela critica feminista en tres de sus aspectos. Primero,la critica desde la teoria del derecho. Segundo, elconjunto de instituciones hacia los que se han diri­gido las criticas feministas. Tercero, los metodos deanalisis juridico que se han reivindicado como pro­piamente feministas.

Critica te6rica at derecho

Asi como los distintos feminismos se inscriben, engeneral, dentro de teorias mas generales que podrianclasificarse como socio16gicas, hist6ricas, psico16gi­cas, fIlos6ficas, etc., la critica feminista desde la teo­ria del derecho se ha inscrito en los paradigmas ge­nerales existentes dentro de la teoria del derecho.Corriendoel riesgo de simplificar demasiado el asuntopodria decirse, sin embargo, que desde el feminismose han hecho dos aportes importantes a la criticadel derecho. En primer lugar, se ha seiialado que elderecho, como producto de sociedades patriarcales,ha sido contruido desde el punto de vista masculino

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y por eso refleja y protege los valores y atiende a susnecesidades e intereses. Lo que se entiende aqui porel punta de vista masculino y los intereses masculi­nos, depende del tipo de feminismo de que se trate.Como bien 10 afirma Robin West47 en el texto quesigue a este estudio, mientras que las feministas ra­dicales consideran que el punto de vista masculinoy los intereses masculinos se reducen a la apropia­ci6n de la sexualidad femenina y por esta via a lamodelaci6n del ser y el deseo femenino,48 las femi­nistas culturales 0 de la diferencia proponen que elpunto de vista masculino inc1uye la comprensi6n delsujeto como ser aislado que valora la autonomia y Ieteme a la intimidad.49

En segundo lugar, se ha mostrado que inc1usocuando el derecho protege los intereses y necesidadesde las mujeres e introduce su punta de vista, en suaplicaci6n por instituciones e individuos moldeados porla ideologia patriarcal, ha desfavorecido a las mUjeres.El trabajo de Susan Estrich50 sobre la violaci6n marc6un verdadero mto al respecto al demostrar que a pesarde que la violacion esta penalizada y de que los nivelesde impunidad son bajos segiin las cifras oficiales, lasideas de los jueces, fiscales y abogados sobre 10 queconstituye una violaci6n, sobre c6mo se prueba unaviolaci6n y sobre las actitudes "correctas" de las muje­res, llevan a la despenalizaci6n defacto de las violacio­nes de los conocidos (acquaintance rape) y de las viola­ciones en citas (date rape).

Las posibilidades de crear una teoria del derechofeminista que trascienda el nivel de la critica, sinembargo, se han considerado mas bien lejanas, par-

47 Robin West. "Jurisprudence and Gender". en: University ojChica­go Law Review. vol. 55. 1988. p. 1.

48 Catharine MacKinnon. Toward a Feminist Theory oj the State.op. cit.

49 Carol Gilligan. In a D!Iferent Voice. op. cit.50 Susan Estlich. Real Rape. Cmnbridge. Ha..tVard University Press,

1987.

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ticularmente desde el feminismo radical. Mientrasvivamos en sociedades patriarcales, segun Mac­Kinnon, las mUjeres no vamos a contar con un pun­to de vista propio desde el cual podamos construiruna teoria del derecho feminista. 51 Vale la pena re­saltar, sin embargo, el esfuerzo de Robin West eneste sentido en su mas reciente libro titulado Caringfor Justice. 52 En este libro, West continua el esfuerzoiniciado en el articulo que se inc1uye en este libro,por conciliar las intuiciones de las feministas radi­cales y las feministas de la diferencia y propone quetanto el derecho como la adjudicaci6n introduzcanun balance de los valores de la etica de la justicia yde la etica del cUidado.

Instituciones juridicas sometidasa la critica femjnista

AI contrario de 10 que ocurre en el plano de la teoriaabstracta, en el plano de las instituciones juridicasconcretas el feminismo ha sido bastante prolifico.Nuevamente, el tipo de critica y las instituciones alas que se dirige han variado dependiendo del tipode feminismo al que adhiere cada autora.

Los esfuerzos de las feministas liberales c1asicasse dirigieron principalmente contra las normas juri­dicas que exc1uian a las mUjeres como destinatariasde ciertos derechos. Sus criticas se encaminaron,pues, contra las reglas que preveian el derecho alvoto solo para los varones, contra las que estable­dan la potestad marital y contra las restricciones enla educaci6n superior que impedian a las mujeresentrar a las universidades de los hombres, y contrala normas laborales que impedian a las mujeres ac­ceder a ciertos empleos u horarios. En general, sus

51 Catharine MacKinnon. Toward a Feminist TIleory oj the State.op. cit.

52 Robin West. Caring jar Justice. op. cit

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criticas fueron ex:itosas. Las nonnas juridicas fue­ron transfonnadas para proveer fonnalmente igua­les derechos a hombres y mUjeres.53

Otra instituci6n que se convirti6 en la piedra an­gular de las criticas de las feministas liberales clasi­cas fue la de la penalizaci6n del aborto. Aqui las fe­ministas clasicas arguian que las mUjeres, al igualque los hombres, debian tener derecho a controlarsu propio cuerpo y que este derecho, que hace partedel derecho mas general a la autonomia, debia pre­valecer sobre la protecci6n a la vida en gestaci6n.Tambien en este caso sus criticas fueron acogidas yel derecho transfonnado. 54

Recientemente el interes de las feministas libera­les clasicas se ha vuelto nuevaIIlente hacia las insti­tuciones politicas, ex:igiendo ya no s610 el derecho alvoto sino el derecho a una igual participaci6n en elEstado para garantizar una igual representaci6n. 55

53 Una presentaci6n de los logros de las feministas liberaleschisicas en los Estados Unidos puede encontrarse en JohannaBrenner, op. cit. Un recuento similar para el caso colombianopuede encontrarse en los articulos sobre reforrna legal y politicay la situaci6n de las mUjeres en Colombia que se compilan en:Magdala Velasquez y otros (eds.), Ml!ieres, historia y politico.en: Torno I, Santafe de Bogota, Consejeria Presidencial para laMUjer y Editorial Norma, 1995.

54 En el caso conocido como Roe v. Wade, la Corte Suprema de losEstados Unidos declar6 inconstitucionales las norrnas del es­tado de Texas que penalizaban el aborto en todas las circuns­tancias. La Corte en este caso protegi6 el derecho de las mUje­res a la intimidad. Roe v. Wade, 410 U.S. 113.

55 Sobre la importancia de la equidad en la participaci6n politica,uease Virginia Shapiro, "When are interests interesting? Theproblem ofpolitical representation ofwomen", en: Anne Philipps.op. cit.; Anne Phillips, "Democracy and Representation: Or, WhyShould It Matter Who Our Representatives Are?", en: ibid. Unainterpretaci6n del renovado interes por la participaci6n politicade las mujeres como parte de un proyecto liberal clasico cohe­rente con la tendencia neoliberal global puede encontrarse enJane Jenson, "A Third Wave? Women's Movements and StateInstitutions". (Documento preparado para la segunda reuni6nde RPG Women's Movements and the State. Pennsylvania StateUniversity, abril 30-mayo 2. 1998 --sin publicar-).

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AI igual que en los casos anteriores, sus peticioneshan tenido bastante exito. 56

Para las feministas liberales sociales y socialis­tas, por otra parte, las normas juridicas que de­ben ser cambiadas se ubican dentro de 10 que demanera general se puede Hamar el derecho social(que incluiria el derecho laboral y el derecho rela­cionado con la provisi6n de seguridad social), Suspreocupaciones estan directamente ligadas ala po­sibilidad de que las mujeres cuenten con los re­cursos necesarios para lograr una autonomia ple­na. En este sentido exigen garantias reales para laigualdad salarial, para la no discriminaci6n en elempleo y para la no discriminaci6n en la distribu­ci6n de recursos de la seguridad SOCial. Adicional­mente, partiendo del reconocimiento de que lasmUjeres juegan un papel en la reproducci6n bio16­gica de la especie y en la reproducci6n social delhogar, reclaman nonnas que garanticen la no dis­criminaci6n de las mUjeres en raz6n del embarazo.el reconocimiento de licencias de maternidad y lac­tancia, el reconocimiento del valor del trabajo do­mestico. la existencia de servicios que aseguren alas mujeres la posibilidad de emplearse siendo ma­dres (guarderias) y sistemas de seguridad social queprotejan a las mUjeres contra los riesgos particula­res derivados de su situaci6n como productoras­reproductoras. 57

Las criticas de las feministas culturales 0 de ladiferencia contra instituciones juridicas vigentes se

56 Leyes sobre equidad en particlpaci6n politica han sido aprobadasen Espana, Argentina. varios de los paises n6rdicos yactualrnente se discute un proyecto al respecto en Francia. EnColombia, la ley de equidad en la participaci6n politica, aunqueya fue aprobada en el Congreso, todavia no ha sido ratificadapor la Corte Constitucional (en este caso, por tratarse de unaLey Estatutaria. la vigencia de la ley depende de la aprobaci6nde la Corte Constitucional. art. 153 de la Constituci6n Political.

57 Vease la literatura de referencia en la nota de pie de pagina 30.

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ubican sobre todo en el ambito del derecho de fami­lia. Pero, ademas, las feministas de la diferencia seconstituyen en contraparte de las feministas libera­les en la discusion en torno a la manera en la quedebe ser transformado el derecho. Siguiendo con sucritica general al feminismo liberal, las feministasculturales encuentran en las criticas de las feminis­tas liberales una intencion de asimilar a las mujeresa los hombres y de introducirlas en el mundo de laproducci6n y la politica diseflado por hombres y aten­diendo a los valores masculinos. Proponen por estoque en lugar de las modificaciones exigidas por lasliberales, se adopte un esquema de derechos espe­ciales a traves de los cuales se reconozcan y valorene1 punta de vista y las practica particulares de lasmUjeres. 58

Las criticas de las feministas radicales, por ulti­mo, se ubican en el campo de los derechos sexuales.Sus esfuerzos se han dirigido a mostrar c6mo lasnormas juridicas existentes garantizan a los hom­bres un "derecho de acceso" a la sexualidad femeni­na. Sus exigencias tarnbien se han visto ampliamentereflejadas en transformaciones de las normas lega­les. La penalizaci6n de la violaci6n entre c6nyuges,la regulaci6n del acoso sexual, la introducci6n denormas procesales que protegen a las mujeres enlos procesos por violaciones, asi como la introduc­ci6n de los conceptos de la violaci6n entre conocidosy la violaci6n en citas, pueden atrtbuirseles directa­mente. No han sido tan afortunadas, sin embargo,en la introducci6n de la penalizaci6n de la distribu­ci6n de pomografia. La ordenanza cuya aprobaci6nlograron en Indianapolis, en la que se estableciacomo delito la distribuci6n de pornografia (entendi­da como las reproducciones graficas de imagenesen las que aparecen mujeres 0 niflos sometidos

58 Vease ChIistine Littleton, op. cit.; Lia CigaIini. "Apasionadaspor la politica. indecisas para actuar en la vida publica". en: ELV~o Topo, No. 73. 1994, pp. 36-38.

56

sexualmente y disfrutando del sometimiento), fuedeclarada inconstitucional por Ia Corte Suprema delos Estados UnidOS. 59

Los metodos feministas

Siguiendo a Katherine Bartlett60 podria decirse quelos metodos feminlstas en el anaIisis juridico sontres. El primero es el de la pregunta por las mUje­res (the women question). Consiste fundamental­mente en introducir la pregunta por las consecuen­cias diferenciadas por genero que pueden derivarsede las nonnas juridicas cuando estas son aplica­das. Tambien implica una relectura de los textosjuridicos tradicionales para entender de que mane­ra las experiencias de las mUjeres han quedadomarginadas en las lecturas tradicionales y comoestas experiencias y valores de las mujeres puedenvolverse parte de la lectura del texto. Asi, por ejem­plo, se ha exigido releer las normas que consagranel derecho a no ser sometido a torturas, tratos crue­les, inhumanos y degradantes, habitualmente liga­do a la regulaci6n de la potestad sancionatoria delEstado, para incluir la violencia domestica comouna forma de tortura 0 trato cruel y reforzar la ne­cesidad de sancionarla.61

El segundo metodo al que se refiere Bartlett es elde la "razon practica femenina". Partiendo de la ideaanstotelica del razonamiento contextual en materia

59 American Booksellers Association v. Hudnut, 771 F. 2d 323 (7thCir. 1985); affd. Mem.. 475 U.S. 1001 (1986). Los terminosespecificos de la norma declarada inconstltucional, asi como eldebate en tOTIlO a la decision y una traduccion de parte de ladecision pueden encontrarse en Derecho y Pomogrqfia, Bogota.Universidad de los Andes y Siglo del Hombre Editores. 1997.

60 KatheIine Bartlett, "Feminist Legal Methods". op. cit.61 Por ejemplo, Isabel Marcus. "Reframtng 'Domestic Violence':

Terrorism in the Home". en: Martha Albertson Fineman yRoxanne Mykltiuk (oos.). TIle Public Nature ofPrivate Violence,New York. Routledge. 1994.

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practica, varias feministas han seftalado que no s610la fonna de razonamiento especificamente femeninaes contextual, sino que el analisis t6pico debe serintroducido para dar cuenta de la diferencia de lasmujeres en la aplicaci6n de las nonnas juridicas. Elmetodo del razonamiento practico afirma que 10 im­portante es considerar las multiples variables paralograr "integraciones y reconciliaciones creativas", noel pensamiento dicot6mico ni la ponderaci6n de prin­cipios. Afinna, asi mismo, que las situaciones son(micas y que elias mismas generan en quien toma ladecisi6n el deseo por 10 fmes correctos. Por esta ra­z6n, se prefieren aqui los estandares, aunque no seniega la importancia de las reglas en la toma de de­cisiones.62

El tercer metodo de analisis juridico al que serefiere Bartlett es el de la "creaci6n de conciencia",que por estar dirigido mas a la identificaci6n de losproblemas de las mujeres, la autora prefiere consi­derarlo un "meta-metodo". Este metodo implica lacreaci6n colectiva de conocimiento a partir de lapuesta en comun de las experiencias de vida de lasmUjeres. A partir de este conocimiento, se hace po­sible la movilizaci6n en tomo a la modificaci6n dela legislaci6n vigente, ya sea en el escenario de lalegislaci6n 0 en el de la adjudicaci6n. Pero, ade­mas, la creaci6n de conciencia tiene un efecto deempoderamiento respecto de las mUjeres que parti­cipan.63

62 Bartlett cita aqui a Amelia Rorty. Mind inAction. Boston. BeaconPress. 1988: y Martha Nussbaum. The Fragility of Goodness:Luck And Ethics In Greek TI"agedy and Philosophy. Cambridge.Cambridge University Press. 1986. EI analisis que proponenMartha Minowy Elizabeth Spelman. op. cit. podria considerarsede este tipo.

63 Como ya se dijo antes. una de las grandes defensoms del meto­do de creaci6n de conciencia es MacKinnon. Vease CatharineMacKinnon. Toward a Feminist Theory of the State. op. cit.

58

A modo de conclusi6n

Como explique en la introducci6n, el prop6sito deeste texto era presentar de manera sintetica pero consuficientes matices el contexto en el que se ubica eltexto de Robin West que se traduce a continuaci6n.Cronol6gicamente, el articulo de West es anterior aalgunas discusiones que se reseftan. Las respuestasde la autora a los retos que plantean la feministasanti-esenciallstas se desarrolian en particular en sulibro CaringjorJustice. En ella autora ademas da elpaso de la critlca a la construcci6n proponiendo unateoria del derecho feminista. Con seguridad el lectorquerra conocer esta "segunda parte" de la historiadespues de recorrer este articulo que no s610 sobre­sale por su claridad sino por su lucidez.

Para terminar, quisiera recordar allector una vezmas, que tanto este estudio preliminar como el arti­culo de West se ubican dentro del contexto de la aca­demia y la politlca de los Estados Unidos. Esto cier­tamente no los hace irrelevantes. El reto, sin embargo,es aprender sin alienarse, producir conocimiento pro­pio sobre la experiencia propia. Espero que estos tex­tos sean una inspiraci6n para un aumento en la pro­ducci6n de teoria feminista colombiana sobre elderecho colombiano.

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INTRODUCCION

6Que es un ser humano? Los teortcos del derecho de­ben, ineludiblemente. responder a esta pregunta: susteoIias del derecho. despues de todo, se ocupan de losseres humanos. La tarea no parece crear divergencias.De hecho, practicamente todos los teortcos norteame­rtcanos del derecho. asi como la mayoIia de los filoso­fos politicos y morales contemporaneos, se adhierenirnplicita 0 explicitamente a 10 que llamare "la tesis dela separacion" para explicar el Significado de 10 que esun ser humano: un user humano", ademas de cual­quier otra cosa, esta fisicamente separado de todos losotros seres humanos. Yo soy un ser humano y til eresotro. y esa distincion entre til y yo es fundamental para

* Quisiera agradecer a Mike Kelly, Paul Brest. Lynne Henderson,Robert B. Green, Jana Singer, Peter QUint. Cass Sunstein,Richard Posner. Erin Enright, Quincie Hopkins. Tom Grey, a'los participantes del taller de verano de Wisconsin de 1987:Feminismo y Teoria del Derecho y al taller de Georgetown: TeOliaFeminista del Derecho, por sus comentarios a los primerosborradores de este articulo. Estoy tambh~nen deuda con MarcyWilder IFacultad de Derecho de Stanford. 1988) por ayudarmea clarificar y desarrollar la critica de la teoria criUca del derechoque se discute en este articulo.

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la comprensi6n de la ex:presi6n "ser humano". Los in­dividuos son, seglin las palabras de un estudioso, "dis­ootos, y no es1im esencialmente unidos los unos conlos orros". I Estamos fisicamente delimitados: este es elsignificado trivialmente verdadero de la proposici6nsegtm la cual todos somos individuos. Segim la dicienteex:presi6n de Robert Nozick, la idea basica de toda filo­sofia politica 0 moral aceptable es que "hay individuoscon vidas separadas".2 Aunque Nozick deduce de esterazonamiento un argumento en favor del estado mini­mo, la tesis de la separaci6n no esta confinada al usaexclusivo de la derecha libertaria.3 De acuerdo conRoberto Unger, principal portavoz de la izquierdacomunitarista,4 "ser consciente es tener la ex:perienciade estar separado de aquello que uno refleja: es ser unsUjeto que domina y confronta a sus objetos (...] Eldarse cuenta de fa separacii>n (...] define fa concien­00".5 El fil6sofo politico Michael Sandel indic6 recien­temente que gran parte de (pero no toda) la teoria poli­tica moderna adhiere a la proposici6n segtm la cual:

[...J 10 que nos separa es, de manera importante,antenor a 10 que nos conecta -anterior tantoepistemo16gica como moralmente-. Primero somasindiViduos distintos y solo 1uego fonnamos re1acio­nes y nos invo1ucramos en acuerdos cooperativoscon otros; de ahi la prioridad de la pluralidad sobre1a unidad.6

Naomi Scheman, "Individualism and the Objects ofPsychology",en: Discovering Reality (Sandra Harding and Merrill B. Hintikkaeds.), Westview Press, 1983, pp. 225-237.

2 Robert Nozick, Anarchy, State. and Utopia, New York, Basic Books,1974, p.33.

3 La derecha libertarta es una tendencia politlca ampl1amentereconoclda, sobre todo en los Estados Unidos. parrafo del pa­dre dellibertarianismo. (Nota del editor).

4 Roberto Mangabeira Unger es uno de los precursores de CLS.5 Roberto Mangabeira Unger. Knowledge and PoUtics, Verso Books,

1975. p. 200. (EI destacado es nuestro).6 Michael J. Sandel. Uberalism and. the Limits of Justice, Cam­

bridge, Cambridge University Press, 1982, p.133.

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Esta proposici6n subyace a pnicticamente todanuestra teoria del derecho. En efecto, la formulaci6nde Sandel puede ser tomada como una reformulaci6ndefinitiva de la "tesis de la separaci6n " que sirve debase a la teom del derecho contemponlnea.

La primera intenci6n de este ensayo es ex:poner laafrrmaci6n, global y critica, de que en virtud de suadhesi6n a la tesis de la separaci6n, toda nuestra teo­ria actual del derecho ---con 10 que me refiero tanto a"la teoria liberal del derecho" como a "la teoria criticadel derecho"- es esencial e irreparablemente mas­culina. El uso que hice anteriormente de la palabra"yo" no fue autentico; como tampoco 10 es el actual ycada vez mas frecuente uso del pronombre femeninoen la teoria critica y liberal del derecho que, aunquebien intencionado, es empirica y vivencialmente fal­SO.7 Pues el grupo de afinnaciones que conjuntamen­te constituyen "la tesis de la separaci6n" -la afirma­ci6n de que los seres humanos son, por definici6n,disootos los unos de los otros, la afirmaci6n de que elreferente del "yo" es singular e inequivoco, la afinna­ci6n de que la palabra "individuo" tiene un significa­do biol6gico incuestionable, es decir que cada uno denosotros estamos fisicamente individualizados conrespecto a todos los otros, la afinnaci6n de que so­mos individuos "primero", y la afinnaci6n de que 10que nos separa es epistemol6gica y moralmente ante­rior a 10 que nos une-- aunque es "trivialmente ver­dadero" respecto de los hombres, es patentementefalso respecto de las mUjeres. Las mUjeres no es1imde manera esencial, necesaria, inevitable, invariable,siempre y para la eternidad, separadas de otros sereshumanos: las mujeres estan particular e incon­fundiblemente "conectadas" a otra vida humana du­rante el embarazo. De hecho, las mUjeres estan en

7 Recientemente, como manera de remediar la invislbilidad de 10femenino en el texto escrito, se ha optado por utillzar elpronombre "ella" cuando qulera existe la necesldad de haceruna afirmaci6n impersonal. (Nota del Editor)

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ciecto sentido "conectadas" a la vida y a otros sereshumanos por 10 menos durante cuatro experienciasrecurrentes, criticas y concretas: la experiencia mis­rna del embarazo; la experiencia, invasora y "conec­tante" de la penetraci6n heterosexual que puede lle­var al embarazo; la experiencia mensual de lamenstruaci6n, que representa el potencial del em­barazo, y la experiencia del amamantamiento, pos­terior al embarazo. En efecto, tal vez la intuici6n cen­tral de la teoria feminista de la ultima decada hasido que la mujer esta "esencialmente conectada",no "esencialmente separada", del resto de la vidahumana; tanto materialmente,8 a traves del emba­razo. el acto sexual y el amamantamiento, comoexistencialmente, a traves de la vida moral y pnicti­ca. Si al hablar de "seres humanos" los te6ricos delderecho aluden tanto a mUjeres como a hombres,entonces la "tesis de la separaci6n" es claramentefalsa. Si, por el contrario, por "seres humanos" qUie­ren seiialar a aquellos para quienes la tesis de laseparaci6n es cierta, entonces las mUjeres no sonseres humanos. No es dificil adivinar cwil de estasopciones es la mas favorecida.

Las partes uno y dos de este articulo contrasta­ran el User humano", construido y descrito por lateoria feminista (no juridical. con el User humano"construido, descrito, 0 simplemente supuesto por lateoria masculina del derecho. Tratare de mostrar queel User humano", a veces explicado, pero con mas

8 La expresi6n "material" aparece aqui por primera vez y soportaniuna dlstincion basica entre teorias feminlstas: por un lado. lamUjer puede ser caracterizada como psicol6gicamente distintay en ello contribuye de manera esencial los procesos de socla­lizacion: otra coniente. en cambio. insiste en que la dlferenciafemenlna esta materialmente dada. inscrita en el cuerpo y susposiblidades. Observese como esta definici6n de la mUjer secalifica de mal.erial y no de naturaL Con ello se insiste. a laMarx. que las condiciones materiales no son caprichosas, perosin llegar. como las naturales. a ser inescapables. (Nota deleditor).

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frecuencia simplemente supuesto por nuestra teoriamoderna del derecho, contrasta en cada detalle conla "muJer", a veces supuesta, pero con mas frecuen­cia cuidadosamente construida, por la teoria femi­nista moderna. Sin embargo, este contraste no espara nada simple. Ni la teoria masculina del dere­cho ni la teoria feminista son intemamente hege­m6nicas. Primero, la teoria masculina del derechoesta en este momenta dividida en dos campos: deun lado la "teoria liberal del derecho", y del otro la"teoria critica del derecho". Pero aunque ambos, tantolos legalistas liberales como los criticos, adhieren ala "tesis de la separaci6n" descrita anteriormente.cada grupo presenta descripciones radicalmente di­vergentes de 10 que llamare la "experiencia subjeti­va" del estado de separaci6n. De manera similar, la"teoria feminista" esta profundamente dividida en­tre el "feminismo cultural" de un lado y el "feminis­mo radical" del otro. Y, de modo paralelo, aunqueambos, tanto el feminismo cultural como el radical,adhieren a la ''tesis de la conexi6n" descrita arriba,cada grupo feminista presenta descripciones diver­gentes de la experiencia subjetiva del estado de co­nexi6n. Por consiguiente, las dos primeras partes deeste articulo presentaran 10 que fmalmente es uncontraste entre cuatro vertientes: por un lado, el serhumano complejo y posiblemente contradictorioconstruido por la teoria masculina del derecho. y porel otro, la mujer compleja y posiblemente contradic­toria construida por la teoria feminista.

La tercera parte del articulo discute la posibili­dad, la promesa. los obstaculos y el estado actual deuna teoria del derecho verdaderamente feminista quedefmo como aquella que estaria construida sobre lasrevelaciones que el feminismo haga sobre la verda­dera naturaleza de la mujer y no sobre las ideasmasculinas acerca de la naturaleza "humana". La

. brecha entre la descripci6n de la naturaleza huma­na presupuesta 0 explicada por la teoria del derechoy la descripci6n de la mujer explicada por la teoria

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feminista. refleja un obsmculo politico real para eldesarrollo de una "teoria feminista del derecho": lasfeministas se toman en serio la humanidad de lamujer. mientras que la teoria del derecho no, ya queel derecho tampoco 10 hace. Hasta que ese hecho nocambie, la "teoria feminista del derecho" es una im­posibilidad politica. La abolici6n del patriarcado ---es­tructura politica que valora a los hombres mas que alas mujeres- es la precondicion politica de una verda­dera teoria del derecho sin genero.9 Pero la brecha en­tre. por un lado, la descripcion que de la naturalezahumana hace la teoria del derecho y, por el otro, laverdadera naturaleza de las mujeres, tambien pre­senta un obstaculo conceptual para el desarrollo deuna teoria del derecho feminista: segun esto, la teo­ria del derecho debe ocuparse de la relacion de losseres humanos con el derecho y la teoria del dere­cho feminista debe ocuparse de las mUjeres. Lasmujeres, sin embargo, no son seres humanos. Mien­tras ese hecho filosofico no cambie, la expresion "teo­ria feminista del derecho" no es mas que una ano­malia conceptual. Sin embargo, de esto no se sigueque la teoria del derecho feminista no "exista", comotampoco de la definicion dominante de "ser huma­no" se sigue que no existan las mUjeres. El segundoproposito de este ensayo es explorar y mejorar lateoria feminista del derecho que hemos producidohasta la fecha, a pesar del patriarcado y a pesar delmasculinismo de la teoria del derecho dominante.La segunda parte pretende esquematizar, repasar,y, hasta cierto punto, reorientar esa teoria.

Finalmente, la conclusion sugiere como podriadesarrollarse una teoria del derecho humanista, y

9 Traducimos la expresi6n inglesa ungenderedjurisprudence como"teoria del derecho sin genero". Conviene una aclaraci6n sinembargo: Una ungenderedjuTisprudence es una expresi6nutilizada por Catherine McKinnon para designar de maneraespecifica una trayectoria y un programa ferninistas. (Nota deleditor).

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como la teoria juridica feminista puede contribuir asu creacion.

TEoRiA MASCUUNA DEL DERECHOY TEORiA FEMlNlSTA

La ya muy publicitada escision en la teoria masculi­na del derecho entre elliberalismo juridico y la teo­ria critica, puede ser descrita de innumerables ma­neras. La fonna convencional para describir laescision utiliza un vocabulario politico: "los teoricosliberales" se alian con una filosofia politica liberalque acarrea, entre otras cosas, lealtad al ideal deEstado de derecho y a sus virtudes; mientras que"los teoricos criticos", tipicamente de izquierda y ra­dicales, son escepticos frente al ideal del Estado dederecho y de la escision entre ley y politica que estepretende delinear. Los teoricos criticos del derechoson potencialmente mucho mas sensibles al funda­mento politico de construcciones juridicas que sepretenden neutrales, de 10 que 10 son los legalistasliberales. Creo que esta caracterizacion tradicionales erronea por varias razones: los teoricos liberalesno son necesariamente ingenuos politicamente y losteoricos criticos no son necesariamente radicales. Sinembargo, no es mi intencion criticarla. En lugar deesto quiero sugerir otra manera de entender las divi­siones en la teoria contemporanea del derecho.

Una descripcion alternativa de la diferencia ­seguramente no la Unica-, es que la teoria legal delliberalismo y la teoria legal critica proveen dos des­cripciones fenomenologicas radicalmente divergen­tes acerca de la tipica experiencia masculina de lainevitabilidad de la separacion del yo del resto de losindividuos de la especie humana y, de hecho, delresto del mundo natural. AInbas escuelas, como ve­remos, aceptan la tesis de la separacion; ambas vena los seres humanos como materialmente (0 fisica­mente) separados los unos de los otros y ambas yeneste hecho como fundamental para el origen del de-

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recho. Pero sus rdatos de la experiencia subjetivade la separacion fisica del otro -del otro individual.del mundo natural y de la sociedad- son casi dia­metralmente opuestos. Los teoricos legales dellibe­ralismo. en resumen. describen una vida interior ani­mada por la libertad y la autonomia con respecto alotro ,y amenazada por el peligro de la aniquilacionpor parte de el. En contraste. los teoricos criticos delderecho cuentan una historia de vidas interioresdOminadas por sentimientos de alienacion y aisla­miento con respecto al otro y animada por la posibi­lidad de asociacion y comunidad con el. Pienso queestas descripCiones discrepantes de la experienciasubjetiva de estar separado de los otros, son la basede por 10 menos algunas de las divisiones entre losteoricos criticos y liberales del derecho. Quiero repa­sar en detalle cada una de estas descripciones de laexperiencia de separacion. ya que por ultimo argu­mentare que estas no son tan contradietorias comoprimero parecen. Sugerire que cada historia consti­tuye una parte verdadera y legitima de la experien­cia subjetiva total de la masculinidad.

Comenzare por la descripcion liberal de la sepa­racion, porque es la mas familiar y seguramente lamas dominante. De acuerdo con la teoria legal delliberalismo. la inevitabilidad de la separacion mate­rial del individuo con respecto al "otro" ocasiona,primero y sobre todo. un estado existencial de liber­tad altamente deseable y valorado: puesto que el in­dividuo esta separada del atra. es libre respeeto alatro. Porque estoy separado de ti. mis fmes, mi vida,micamino. mis propositos. son necesariamente mios.Porque estoy separado, soy "autonomo". Porque es­toy separado, soy existencialmente libre -aunqueno sea politicamente libre--. Y, naturalmente. estono es verdad unicamente para mi. 10 es para todo elmundo: es la condici6n humana universal. Cada unode nosotros esta separado y todos estamos separa­dos, asi que cada uno de nosotros es libre y todossomos libres. Es decir. somos igualmente libres.

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Esta condicion existencial de libertad implica asu vez la concepcion liberal de 10 que es valioso. Por­que todos somos libres y cada uno de nosotros esigualmente libre debemos ser tratados por nuestrogobiemo como seres libres e igualmente libres. Elindividuo tiene que ser tratado por su gobiemo -ypor los otros- de tal manera que se respete su igual­dad y su libertad. El gobierno tiene que honrar en elcampo de la politica la pretension existencial hechaanteriormente: que mis fines son mis fmes; que nopuedo ser forzado a adoptar tus fmes como propios.Nuestra separacion implica nuestra libertad. que asu tumo implica nuestro derecho a establecer y se­gUir nuestro propio concepto de valor, independien­temente del concepto de valor seguido 0 favorecidopor otros. Ronald Dworkin expone este punto de lasiguiente manera:

6Que slgnifica que el gobiemo tenga que tratar asus ciudadanos como iguales? Esta pregunta [...Jes la misma que la de que signifi,ca que el gobiemotenga que tratar a todos sus ciudadanos como sereslibres 0 independientes 0 con igual dignidad [...J

[Para cumplir con esta exigencia, un gobiemo tie­ne que) ser imparcial acerca de 10 que puede lla­marse una buena vida [...). Las decisiones politi­cas ttenen que ser, en la medida de 10 posible,independientes de cualquier nocion particular dela buena vida 0 de 10 que da valor a la vida. Puestoque los ciudadanos de una sociedad difieren ensus concepciones de la buena vida, el gobiemo nolos trataria como 19uales s1 prefiriera una concep­cion a las otras, ya sea porque los funcionarioscreen que una de ellas es intrinsecamente supe­rior 0 porque una de ellas es apoyada por el grupomas numeroso 0 mas poderoso. lO

10 Ronald Dworkin. A Matter oj Principle. Cambridge. HarvardUniversity Press.1985. p.191. lEI destacado es nuestro).

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La Naturaleza 000 a los hombres tan iguales ensus facultades corporales y mentales que. aun cuan­do a veces se encuentre a un hombre cIararnentemas fuerte de cuerpo, 0 mas rapido de mente queotro. cuando todo se considera en conjunto. la dife­rencia entre hombre y hombre no es tan considera­ble. de forma que un hombre pueda por consiguientereclarnar para s1 cualquier beneficio que otro nopueda pretender tanto como el. Ya que en 10 rela­cionado con la fuerza del cuerpo. el mas debil tienela fuerza suftciente para matar al mas fuerte. yasea por medio de una maquinacion secreta. 0 pormedio de una conspiracion con otros que esten enel rnismo peligro que eI [...]. De esta igualdad dehabilidad. surge la igualdad de la esperanza de al-

La autonomia. la libertad y la igualdad constitu­yen colectivamente 10 que puede ser llamado el "ladopositivo" de la experiencia subjetiva de separacion.La autonomia y la libertad se derivan ambas de latesis de la separacion y tanto la autonomia como lalibertad nos gustan. No obstante. tambien hay un"lado negativo" de la experiencia subjetiva de sepa­radon. La separacion fisica del otro no solo conduceami libertad: tambien me hace vulnerable. El "otro".que es un individuo separado. discontinuo (porquees el "otro"), es una fuente de peligro para mi y unaamenaza para mi autonomia. Tengo razones paratemerte solo por virtud del hecho que yo soy yo Y tueres tU. Yo no soy tu. asi que por defInicion misfinesno son tus fines. Nuestros fines pueden entrar enconflicto. Tu puedes tratar de hacerme fracasar enla busqueda de mis fmes. En un caso extremo. pue­des incluso tratar de matarme: puedes causar mianiquilacion.

Podemos decir que la aniquilacion por parte delotro es el daflo 0 mal oficial de la teoria liberal. tantocomo la autonomia es su valor oficial. Hobbes. natu­ralmente. hizo la clasica exposicion de la terriblevulnerabilidad que tiene su origen en nuestra sepa­racion del otro:

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:)11 Ibid.. pp. 192-193.

Debido al predominio delliberalismo en esta cul­tura. podriamos pensar que la autonomia es el va­lor liberal "oficial" derivado de la condicion -mate­rial y fisica- de la inevitable separacion del otro: laseparacion del otro implica mi libertad respecto aeI y esto. a su vez. implica mi derecho politico a laautonomia. Yo puedo fonnarme mi propia concep­cion de 10 que es una buena vida y luchar por 10­grarla. De hecho. cualquier concepcion que yo meforme de 10 que es bueno. sera necesariamente miconcepcion de la buena vida. Esa libertad debe serrespetada. Porque soy libre. yo valoro y tengo dere­cho a la autonomia. Tu debes valorar la autonomiatambien. El Estado debe protegerla. Esto a su vezimplica otros valores (mas controvertidos). el masimportante de los cuales es (0 puede ser) la igual­dad. Dworkin continua:

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Defino a un liberal como alguien que sostiene [...][una] teoria liberal de 10 que requiere la igualdad.Supongamos que a un liberal se Ie pide que fun­de un nuevo estado. Se Ie solicita que diete suconstitucion y sus instituciones fundarnentales.Tiene que proponer una teoria general de distri­bucion politica [...]. Inicialmente llegani a algoparecido a este principio aproxirnado de igualdad:los recursos y las oportunidades deben ser distri­buidos. tanto como sea posible. igualmente. detal manera que aproximadamente la misma por­cion de 10 que este disponible sea dedicado a sa­tisfacer las ambiciones de cada uno. Cualquierotro proposito general de distribucion supondnique el destino de algunas personas debe ser demayor interes que el de otras. 0 que las ambicio­nes 0 talentos de algunos tienen mas valor y porese motivo deben ser apoyados de manera masgenerosa. 11

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canzar nuestros tilles. Y por 10 tanto, s1 dos hom­bres desean la misma cosa, que sin embargo losdos no pueden poseer, estos se vuelven enemigos;y en el camino a su mismo Fin (que es principal­mente la conservac10n propia [... ]) se esfuerzan endestruirse, 0 subyugarse el uno al otro. Y de ahi sededuce, que un invasor no tiene nada mas que te­mer, que el solo poder de otro hombre; si uno plan­tao siembra, construye 0 posee una posicion conve­niente, se puede probablemente esperar que otrosvengan preparados con fuerzas unidas para despo­seerlo, y despojarlo. no solo del fruto de su trabajo,sino tambien de su vida. 0 de su libertad. Y el inva­sor esta de nuevo en el mismo peligro del otrO. 12

Bruce Ackerman da una interpretacion actuali­zada. pero e1 mensaje es esencialrnente el rnisrno:

Durante el tiempo que vivamos, no puede haberescapatoria de la lucha por el poder. Cada ww denosotras tiene que cantrolar su cuerpa 1:1 el mundaque la rodea. Por modestas que sean estas exigen­cias personales siempre estan en peligro en unmundo de recursos escasos. Alguien. en algunaParte, tomara -si se Ie da la oportunidad- la co­mida que nutre 0 el corazon que late. Tales actosno responden necesariamente a motivaciones fri­volas -tal vez mi corazon sea la linica cosa que Iesalvara la vida a una gran mujer 0 mi comida sufi­ciente para alimentar a cinco hombres hambrien­tos-. Nadie puede darse ellujo de permanecer pa­sivo mientras que los competidores reclaman susderechos. Nada quedara para recompensar tal mo­deracion. Solo la muerte puede comprar inmuni­dad para el poder que busco ejercer frente a la hos­tilidad de mis competidores. 13

12 Thomas Hobbes, Leviathan. London, Penguin Books, 1968, pp.183-184.

13 Bruce A. Ackerman. Social Justice in the Uberal State. BelkuapPress. 1980, p. 3. lEI destacado es nuestro).

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Luego. seglin la t~oria legal delliberalismo, la ex­peIiencia subjetiva de la separaci6n fisica del otrodetermina tanto 10 que valornmos (la autonomia) como10 que tememos (la aniquilacion). Valoramos y busca­mos la proteccion social de nuestra autonomia: el li­beral insiste en mi derecho a definir y seguir mi pro­pia vida, mi propio camino, mi propia identidad y mipropia concepcion de 10 que considero la buena vida,libre de interrerencias de los otroS. Porque yo soy yo Ytil eres til, yo valoro 10 que yo valoro y til valoras 10que til valoras. El Unico valor que verdaderarnentecompartimos es, entonces, nuestro corniln interes enque cada uno sea autonomo respecto del otro: ambosvaloramos nuestro derecho a seguir nuestras vidasrelativamente libres de control extemo. Podemos con­juntamente insistir en que nuestro gobiemo nos con­ceda esta proteccion. Tambien compartimos los mis­mos ternores. Yo terno la posibilidad -en efecto laprobabilidad- de que nuestros fines entren en con­flicto y til frustres el logro de mis fmes y, en un casoextremo, causes mi aniquilaci6n; y til temes 10 mis­rno acerca de mi. Yo quiero el derecho y el poder deluchar por los fines que he escogido, libre del temorde que til trates de impedirmelo. Til, naturalmente,quieres 10 mismo.

Podemos llamar a esta narracion fenomeno16gica,de la teoria legal del liberalismo, la "historia oficial"de la subjetiVidad de la separaci6n. De acuerdo conla historia oficial, valoramos la libertad que nuestraseparaci6n acarrea, al tiernpo que buscamos minimi­zar la amenaza que plantea. Hacemos esto, natural­mente, a traves de la creacion del Estado y del poste­rior respeto que Ie manifestamos. Tenga 0 no raz6nRobert Nozick en que el Estado minimo logra alcan­zar el ideal liberal, en todo caso ha expuesto bien eseideal en el parrafo siguiente:

El Estado minimo nos trata como individuos inte­gros [...]: nos trata como personas can derechos in­dividuales, can la dignidad que esto constituye [... j.

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[Este tratamientol nos pennite. individualmente 0con quien 10 deseemos. escoger nuestra vida y rea­lizar nuestros fmes y nuestra concepcion de noso­tros mismos. hasta donde esto nos sea posible; ayu­dados por la cooperaci6n voluntaria de otrosindividuos que poseen la misma dignidad. ~C6mose atreve un Estado 0 un grupo de individuos a hacermas? /.,0 menos?.. No hay una entidad social conun bien. que se sacrtfique por su propio bien. S610hay individuos. individuos diferentes. con sus pro­pias vidas individuales. Usar a una de estas perso­nas para el beneficio de los otros. es usarlo a el ybeneficiar a otros. Nada mas. 14

Ahora bien, la teoria critica del derecho l5 discre­pa en muchos puntos de la teoria legal del liberalis­mo. pero uno de los contrastes mas notables es elsiguiente: los te6ricos criticos proveen una descrip­cion fenomenologica completamente divergente de laexperiencia subjetiva de separaci6n. De acuerdo conellos. el individuo separado es en efecto, en las pala­bras de Sandel, "epistemol6gicamente anterior alcolectivo". Como los te6ricos legales del liberalismo,los te6ricos criticos del derecho tambU~nyen al indi­viduo como un ser materialmente separado del restode la vida humana. Pero de acuerdo con estos lilti-

14 Robert Nozick. op. cit.• pp. 333-334 Y 32-33. (El destacado esnuestro).

15 Aqui aparece por primera vez. con nombre propio. la expresi6nCritical Legal Theory que hemos traducido por teoria critica delderecho. Con esta expresi6n se designa un movimiento de teorialegal nacido en los Estados Unidos. "hacia 1977 [... Y quel seconstituye como una intervenci6n. a la vez politica e intelectual.en el 'campo academico' de las facultades de derecho": DuncanKennedy. Nota sobre la historia de CLS en los Estados Unidos:Revista Doxa.. vol. 11. 1992. "La Intervenci6n toma las siguentesformas: (1) la formaci6n de 'facciones de Izquierda en varias fa­cultades; (2) la publicaci6n en las revistas academicas de unanueva literatura Juridica" Ibid. Ai respecto vease. DuncanKennedy Ubertad y restriccibn en Ia decisi6njudicial, Bogota.Universidad de los Andes. Universidad Javeriana y SigIo delHombre Editores. 1999.

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mos, ese estado material de separaci6n no induceexistencialmente a una celebraci6n perpetua de laautonomia, sino mas bien a un anhelo perpetuo decomUnidad. 0 de vinculo, 0 de unificaci6n, 0 de co­nexi6n. El individuo separado se esfuerza por conec­tar con el"otro" de quien esta separado. El individuoseparado vive en un estado de temor perpetuo, node la aniquilaci6n por el otro, sino de la alienaci6n.de la soledad y del aislamiento existencial que suseparaci6n material del otro Ie impone. El individuohace todo 10 posible por alcanzar una unificaci6ncon el otro, con el mundo natural, y con la sociedad,de los que fue originalmente separado, y continuaestandolo existencialmente, en las esferas del amor,del trabajo y de la politica. El individuo separadobusca la corrumidad -no la autonomia- y teme alaislamiento y a la alienaci6n respecto al otro -no aque ella aniquile-. Si pensamos que la descripci6nliberal de la subjetividad de la separaci6n es la his­toria oficial, entonces podemos pensar que esta des­cripci6n alternativa de la subjetividad de la separa-

-ci6n es la historia no oficial. Es la historia no oficial,subterranea, del no reconocido y ligeramente odia­do, al menos por los liberales, anhelo subjetivo delos individuos perdidos.

En consecuencia, hay una brecha enorme, deacuerdo con la teoria critica, entre el "valor oficial"de la teoria legal del liberalismo -la autonomia- y10 que el individuo subjetiva y verdaderamente de­sea, que es establecer una verdadera conexi6n conel otro. De manera similar hay una brecha enormeentre el "mal 0 dano oficial" de la teoria legal dellibe­ralismo -la aniquilaci6n por parte del otro-- y 10que el individuo subjetiva y verdaderamente teme,que no es la aniquilaci6n, sino el aislamiento y laalienaci6n respecto a el. De acuerdo con los te6ricoscriticos, mientras que la cultura liberal dominanteinsiste en que valoramos la autonomia y tememos alotro, 10 que el individuo verdaderamente desea, an­sia y anhela es establecer alguna clase de conexi6n

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con el otro, y 10 que verdaderamente teme es la alie­nacion respecto a el. Roberto Unger describe el te­rror que la separacion suscita en el individuo de esta

manera:

La conciencia es, entonces, la evidencia de la dis­tancia del yo respecto al mundo. Si uno pudieraimaginar esta separacion respecto a la naturalezaen su forma pura, antes de que fuera contrarresta­da por los efectos de la actividad humana, su mar­ca distintiva seria la experiencia de terror ante laextraii.eza del mundo. Ya que este terror es la marcade esa separaci6n entre el yo y la naturaleza sobre elque la conciencia misma esta basada, este no ha sidocompletamente expulsado de la vida consciente. Porel contrario. la fuerza del vinculo social. la voluntadde aceptar de manos de la sociedad casi cualquierforma de degradaci6n y de esclavitud, debe muchoa la necesidad que los hombres tienen de pertene­cer a un mundo social en el que no prevalezca laex-trafleza de una naturaleza prehumana.16

En efecto, el individuo anhela restablecer la co­nexion con el otro a pesar de la muy real posibilidad(reconocida por la mayoria. si no por todos. los teori­cos criticos) de que el otro pueda, en cualquier mo­mento, hacer fracasar sus fmes. amenazar su auto­nomia 0 aniquilarlo. Pero este anhelo de comunidadsobrevive frente a una fuente aun mayor de resis­tencia. EI anhelo de union con el otro persiste a pe­sar de la frrme negacion de la cultura liberal domi­nante de la existencia del deseo. Peter Gabel describeel anhelo de union con el otro de esta manera:

Perrnitaseme comenzar por hacer una afirmaciondescriptiva que puede ser discutible, pero que sinembargo me parece evidente: estamos constituidoscomo seres sociales por el deseo de ser reconocidos

16 Roberto Mangabeira Unger, op. cit.. p. 201. (EI destacado esnuestro).

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por otros de una manera generadora de poder y devida. Es esta necesidad fundamental de la expe­riencia humana la que anima a un bebe a buscarcontacto con los ojos de la madre, asi como tam­bien los esfuerzos organizacionales de los adultosque tratan de formar grupos para vivificar sus cir­cunstancias de trabajo a traves dellogro de la soli­daridad. Mientras que nuestras acciones tambienes1im obviamente motlvadas por otros factores [...]es el deseo de conectanws, a traves de esta corrobo­raci6n 0 genuina reciprocidad. el que da a nuestrasacciones su distintiva energia social, impulsandonoshacia el otro aun cuando [...]la probabilidad de exitoparezca muy pequena17

Pero en otro sentido el anhelo de conexion per­siste no tanto a pesar del valor que la cultura domi­nante da ala autonomia. sino debido a ese valor. Elvalor que damos ala autonomia. de acuerdo con al­gunos teoricos criticos del derecho. agrava nuestraalienacion. nuestro aislamiento y nuestra soledad.Duncan Kennedy describe este sentimiento:

La 'Ubertad' del individualismo es negativa. alienaday arbitraria. Consiste en la ausencia de restricciondel individuo en la seleccion de fIDes y no tiene Ill.l1­gun tipo de contenido moral. Cuando el grupo creaun orden que consiste en esferas de autonomia se­paradas por normas de (propiedad) y vinculadas porreglas (contractuales), cada miembro declara su in­diferencia respecto a la salvaci6n de su vecino: sedesentiende de el en cuanto es mejor 'tratar' 0 'ne­gociar' con el. El altruista asegura que la alteman­cia, realizada a la manera del staccato en la ejecu­cion del piano. entre control mecanico y olvido, esdestructiva de todo valor que hace de la libertadalgo deseable. Solo podemos alcanzar una libertadreal colectivaniente, a traves de la autodetermina-

17 Peter Gabel, lbe Phenomenology of Rights-Consciousness andthe Pact of the Withdrawn Selves", en: Te,<QS Law Review 62,1984, pp. 1563 Y 1566-1567.

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ci6n de grupo. Somos simplemente demasiado de­biles para realizarnos aisladamente [...). EI proble­ma esta en la conversi6n de la fuerza en fuerzamoral. en el hecho de la experiencia de indetenni­naci6n moral. Una definici6n de libertad que ignoreeste problema no es mas que una racionalizaci6nde la indiferencia 0 el guante de terciopelo para lamano de la dominaci6n a traves de reglas. 18

El anhelo de conexion con el otro y el temor dealienacion respecto a el, segun son descritos por losteoricos criticos. se encuentran en un estado de~contradiccion"permanente con el valor oficial y cone1 mal 0 dano oficial que proceden de la separaci6n:la autonomia respecto al otro y la aniquilacion porparte de d. No obstante, a pesar de esa tension, tantoel miedo a la alienacion como el deseo de union estancontinuamente alIi. La cultura dominante insiste enque valoramos la autonomia respecto al otro y teme­mos la aniquilacion por parte de el. Pero subje­tivamente el individuo vive con el deseo, mas 0 menosinsatisfecho, de conectarse con el otro y con un terroro miedo constante de alienarse permanentemente,aislarse -perderse- del otro.

Para resumir: de acuerdo con la teoria legal delliberalismo, cada uno de nosotros esta fisicamenteseparado de todos los otros y, debido a esa separa­cion, valoramos nuestra autonomia respecto al otro ytememos nuestra aniquilacion por parte de eI. A es­tos los he Hamado: nuestros valores y males "ofic1al­mente" reconocidos. La teoria critica del derecho na­ITa la historia no oficial. Segu.n esta, estamos en efectofisicamente separados del otro, pero 10 que eso con­Heva existencialmente es el miedo a la alienacion y alaislamiento respecto al otro ~separado"yel anhelo deconectarnos con el. Mientras que la cultura liberalasegura oficial y publicamente que amamos nuestra

18 Duncan Kennedy, "Form and the Substance in Private Law Ad­judication", en: Harvard Law RevieW 89, 1976, pp. 1685-1774.

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autonomia y tememos al otro, la vida subjetiva des­miente esta afi.rmacion. Subjetivamente, y a pesar dela insistencia en 10 contrario por parte de la culturadominante, anhe1amos establecer alguna clase deconexion humana con el otro, con el fin de vencer eldolor del aislamiento y de la alienacion que engendrael hecho de estar separados. Estas dos historias con­trapuestas de la experiencia subjetiva de la separa­cion perpetua respecto al resto de la vida humana,pueden ser esquematizadas de la siguiente manera:

(LA HISTORIA OFlOAL) (LA HISTORIA NO OFICIAL)TEORIA UBERAL DEL DERECHO TEORiA CRiTICA DEL DERECHO

VALOR Autonomia UniOni(OANHELO) Comunidad

MAL AnlquilaciOn A1ienaciOni(OTEMOR) FrustraciOn,Aislamiento

Pasemos ahora a la teoria feminista. Aunque lamayor parte de la academia juridica 10 desconoce, lateoria feminista contemporanea esta tan fundamen­talmente dividida como la teorla del derecho. Unamanera de caracterizar el conflicto, la manera cadavez mas convencional de caracterizarlo, es que si porun lado la mayoria de las feministas modemas es­tan de acuerdo en que las mUjeres son diferentes delos hombres, asi como en la importancia de esta di­ferencia, por el otro discrepan acerca de cuaIes dife­rencias entre los hombres y la mujeres son las mas

; vitales. De acuerdo con un grupo de feministas, aveces Hamadas ~feministasculturales", la diferencia

~ esencial entre ambos es que las mUjeres crlan niiiosy los hombres no. Segun un segundo grupo, ahoraHamado "feministas radicales". la diferencia esen­cial es que a las mujeres "se las tiran" y los hombres"tiran": ~las mUjeres", por definicion, ~son aqueHas

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de quienes el sexo es arrebatado". asi como los tra­bajadores. por defmici6n. son aquellos de quienes eltrabajo es arrebatado. Otra manera de poner la dife­rencia es en terminos politicos. Las feministas cul­turales parecen un poco mas "moderadas" cuandoson comparadas con la cultura tradicional: desde laperspectiva de la ortodoxia no feminista. las femi­nistas culturales parecen celebrar muchas de lasmismas caracteristicas femeninas que la cultura tra­dicional ha celebrado de forma estereotipada. Lasfeministas radicales. nuevamente desde la perspec­tiva de la ortodoxia. parecen mas separatistas. y, encontraste con el debate politico convencional. maspeligrosas. Tambien parecen mas "politicas" en unsentido que es perfectamente paralelo a la escisi6nde la teoria liberal y la critica. descrita anteriormen­te: las feministas radicales parecen captar mas lasdesigualdades de poder entre hombres y mUjeres quelas feministas culturales.

Pienso que esta caracterizaci6n tradicional eserr6nea por dos razones. Primero, tanto las feminis­tas culturales tanto como las radicales son conscien­tes de la falta de poder de las mujeres en relaci6ncon los hombres; y segundo. el feminismo radical.como argumentare mas adelante, esta tan esencial­mente interesado en el embarazo como en la rela­ci6n sexual. Pero nuevamente. en lugar de arguir encontra de esta caracterizaci6n tradicional de la divi­si6n entre feminismo radical y cultural, quiero pre­sentar una altemativa. Mi caracterizaci6n altemati­va es paralela estructuralmente (aunque nosubstantivamente) ala caractertzaci6n de la diferen­cia entre la teoria legal del liberalismo y la teoriacritica del derecho. Subyacente tanto al feminismoradical como al cultural se encuentra una concep­ci6n del estado existencial de la mujer. que esta fun­damentada en su potencial de conexi6n fisica y ma­terial a la vida humana; asi como subyacente tantoala teoria legal delliberalismo como ala teoria criti­ca se encuentra una concepci6n del estado existencial

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del hombre que esta fundamentada en lainevitabilidad de la separaci6n fisica del hombre res­pecto ala especie. Llamare a la concepci6n compar­tida acerca de las vidas existenciales de las mUje­res la "tesis de la conexi6n". Las divisiones entrefeminismo radical y cultural tienen su origen en losrelatos divergentes de la subjetividad del potencialde conexi6n, asi como 10 que diyide ala teoria criti­ca del derecho de la liberal son los relatos divergen­tes de la subjetividad de la inevitabilidad de la se­paraci6n.

La "tesis de la conexi6n" es simplemente esta: lasmUjeres estan real 0 potencialmente conectadas aotra vida humana. Los hombres no. Este hecho ma­terial tiene consecuencias existenciales. Mientras quepara los hombres puede ser verdad que el individuoes "epistemo16gica y moralmente anterior a la colec­tividad". esto no es verdad para las mUjeres. El po­tencial de conexi6n material con el otro defme el es­tado subjetivo, fenomeno16gico y existencial de lasmUjeres, tan ciertamente como la inevitabilidad dela separaci6n material respecto al otro defme el es­tado existencial de los hombres. Nuestro potencialde conexi6n material engendra placeres y dolores,valores y peligros, y atracciones y temores que sonenteramente diferentes de esos que son consecuen­cia. para los hombres, de la necesidad de separa­ci6n. En efecto. es este redescubrimiento de las mul­tiples implicaciones de la diferencia material entrehombres y mUjeres 10 que ha vigorizado (y dividido)en esta decada, tanto al feminismo radical como alcultural (y son esos descubrimientos los que handistinguido tanto al feminismo cultural como al ra­dical del feminismo liberal). Como observa CarolGilligan. este desarrollo es un tanto parad6jico: du­rante la misma decada en la que las activistas politi­cas y las abogadas feministas liberaJ.es presionaronpor la igualdad de trato (yaqui "igualdad de trato"significaba "el mismo trato") por parte de la ley, laste6ricas feministas de disciplinas no juridicas redes-

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cubrieron las diferencias de las mUjeres respecto alos hombres. 19 Asi, 10 que unifica a la teoria feminis­ta cultural y a la radical (y 10 que las distingue a lasdos del feminismo liberal) es el descubrimiento, 0

redescubrimiento, de la importancia de la fundamen­tal diferencia material de las mujeres respecto a loshombres. Como veremos, ni las feministas radicalesni las feministas culturales son enteramente explici­tas en su adhesion a la tesis de la conexion. Peroambos grupos, si no explicita, implicitamente, ad­hieren a alguna version de esta.

Si tanto las feministas culturales como las radi­cales sostienen una cierta version diferente de la te­sis de la conexion, entonces una manera de enten­der las cuestiones que las dividen --distinta al relatoconvencional dado anteriormente--, es que si porun lado estan de acuerdo en que las vidas de lasmujeres se caracterizan por su potencial de conexionmaterial con otros, por el otro proveen relatosmarcadamente opuestos de la experiencia subjetivadel estado material y existencial de conexion. Deacuerdo con los relatos de las feministas culturalesacerca de la subjetividad de la mUjer, las mUjeresvaloran la intimidad, desarrollan una capacidad desustentar la vida y una etica del cuidado por el "otro"con el que oestamos conectadas, asi como aprende­mos a temer la separacion respecto a el. Las femi­nistas radicales cuentan una historia muy diferen­teo Segun el feminismo radical, la conexion de lasmUjeres con el "otro" es por encima de todo un actode invasion y de intrusion: el potencial de "conexion"material de las mujeres invita a la invasion de laintegridad fisica de nuestros cuerpos y a la intru­sion en la integridad existencial de nuestras vidas.Aunque es posible que las mujeres valoremos "ofi­cialmente" la intimidad de la conexion, de manera

19 Carol Gilligan. In a DilTerent Voice. Cambridge. Harvard Uni­versity Press. 1982. pp. 6-8.

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"no oficial" tememos la intrusion que esta inevita­blemente acarrea y anhelamos la individuacion eindependencia que la liberacion de ese estado deconexion permitiria. De manera paralela a la estruc­tura anterior, llamare a estas dos descripciones "lahistoria oficial y la no oficial del feminismo" respectode la experiencia subjetiva de conexion fisica de lasmUjeres.

En gran parte debido al exito fenomenal dellibrode Carol Gilligan In a Different Voice, es posible queel feminismo cultural sea la mas conocida de estas

odos corrientes feministas y, Unicamente por esta ra­wn, 10 llamo la "historia oficial" del feminismo. "El

ofeminismo cultural" (en este pais y entre los acade-omicos) es en gran parte definido por el libro deGilligan. Definido de esta manera, el feminismo cul­tural comienza, no con un compromiso hacia la ver-

osion "material" de la tesis de la conexion (como fueesbozado anteriormente) sino mas bien con un com­promiso hacia sus mas observables consecuenciasexistenciales y psicologicas. Asi limitado, podemosplantear la cuestion del feminismo cultural de estamanera: las mUjeres tienen un "sentido" de "co­nexion" existencial con otra vida humana que loshombres no tienen. Ese sentido de conexion a su veztrae consigouna manera de aprender, un camino dedesarrollo moral, un sentido estetico y una visiondel mundo y de la posicion de una dentro de esteque conti-astan marcadamente con la de los hom­bres. Invirtiendo la formulacion de Sandel, para las

;mUjeres la conexion es "anterior" al individuo, tantoepistemologica como moralmente. La feminista cul­

.tural Suzanna Sherry llama a esta vision de mundode las mUjeres "perspectiva femenina", en lugar de"feminista". Ella resume la "perspectiva femenina"de esta manera:

La perspectiva femenina ve a los individuos pIinci­palmente como miembros interconectados de unacomunidad. Nancy Chodorow y Carol Gilligan. en

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. .,

sus estudios innovadores sobre el desarrollo del yoy de la moralidad, han concluido que las mUjerestienden a tener un sentido mas intersubjetivo delyo que los hombres, y que la perspectiva femeninaesta por 10 tanto mas diriglda hacia el otro (...]. Ladiferencia eseneial entre la perspeetiva maseulina ylaJemenina (es que] (... ]'el sentido Jemenino biI.sieodel yo esta eoneetado al mundo, el sentido maseulinobasico del yo esta separado'. En eonseeuencia., lasmujeres tienden a ver a los otros eomo extensionesde ellas mismas, mas que eomo extrailos 0 competi­dores.20

i,Por que los hombres y las mUjeres son diferentesde esta manera tan esencial? La. explicacion del femi­nismo cultural del e1evado sentido de conexion de lasmujeres, es que estas estan mas "conectadas" a lavida que los hombres porque las mUjeres son las res­ponsables pnmaIias del cuidado de los niflos peque­110S. Una niiia desarrolla su sentido de identidad en"continuidad" con e1 de la persona que la cuida, mien­tras que un nifto desarrolla un sentido de identidaden la que se distingue del de la persona que 10 cuida.Debido a la identificacion de generos entre madres yniii.as, las nifIas "funden" su creciente sentido de iden­tidad con un sentido de igualdad y de apego al otro,mientras que debido a la distincion de generos entremadres y niflos, estos "funden" su creciente sentidode identidad con un sentido de diferencia y separa­cion del otro. Esto tiene consecuencias verdaderamen­te extraordinarias y de gran alcance, tanto para eldesarrollo cognitivo como para el moral. NancyChodorow explica:

[Esto significa que) las nmas salen de este penodocon bases para la 'empatia' integrado dentro de su

20 Suzanna Sherry. ·Civic Virtue and the Feminine Voice inConstitutional Adjudication", en: Virginia Law Review 72, 1986.pp. 553 Y 584-585. (EI destacado es nuestro).

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defInicion primordial del yo, mientras que los niflosno 10 tienen [... ). Las niflas llegan a experimentarsea si mismas como menos diferenciadas que los ni­nos, como mas continuas y mas relactonadas conel mundo-objeto exterior y tambien orientadas deforma diferente a su mundo-objeto interior.21

Por consiguiente, las mUjeres son capaces de ungrado de intimidad fisica y psiquica con el otro, queexcede enormemente a la capacidad de los hombres.Carol Gilligan encuentra que:

La fusion entre identidad e intimidad festal clara­mente articulada [... ) en las descripciones que ha­cen las mujeres de si mismas. AI solicttarseles unadescIipcion de ellas mismas, (... ) las mujeres rela­tan una relacion, representando su identidad en co­nexion con su condicion de futura madre, actualesposa, hija adoptada 0 ex-amante. De manera si­milar, el criterio de juicio moral que informa su va­loraclon del yo es un criterio de relaciones, una eti­ca de sustento, responsabilidad y cuidado [...].[En]las descIipciones de las mUjeres, la identidad esdefinida en un contexto de relaciones y juzgada porun criterio de responsabilidad y de cuidado. 19ual­mente, la moralidad es vista por estas mujeres comoproveniente de la experiencia de conexion y conce­bida como un problema de inclusion mas que deponderacion de pretensiones enfrentadas.22

Uno de los sUjetos de Gilligan, Claire, expresaelocuentemente su sentido subjetivo de conexionepistemologica, moral y psicologica:

Cuando estas sola, las cosas no tienen mucho sen­tido. Es como el sonido de una mano aplaudiendo,el sonido de un hombre 0 de una mujer; algo hace

'21 NancyChodorow, 'The ReproductionojMotJ-lering. 1978, Berkeley,University of California Press, p.167.

22 Carol Gilligan, op. cit., pp. 159-160.

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falta. 10 colectivo es 10 que es importante para mi yese colectivo esta basado en ciertos principiosortentadores, uno de los cuales es que todo el mun­do pertenece a ese colectivo y que todos vienen deel. Tienes que querer a alguien mas, porque aun­que posiblemente no los aprecies, eres inseparablede ellos. De alguna manera, es como querer a tumana derecha. Ellos son parte de ti, esa otra perso­na es parte de esa colecci6n gigante de gente a laque estas conectada.23

De esta manera, de acuerdo con Gilligan (y sussUjetos), las mujeres se yen a si mismas como funda­mentalmente conectadas, y no separadas, del restode la vida. Esta diferencia permea virtualmente todoslos aspectos de nuestra existencia. De acuerdo con lagran cantidad de literatura acerca del tema de la dife­rencia que es ahora producida por las feministas cul­turales, el desarrollo cognitivo de las mujeres, la sen­sibilidad literaria, el gusto estetico y el desarrollopsicol6gico, no menos que nuestra anatomia, son to­dos fundamentalmente diferentes a los de los hom­bres y son diferentes de la misma manera: al contra­rio de los hombres, nosotras nos vemos a nosotrasmismas como conectadas con el otro, no separadasde eI. Por consiguiente, las maneras de conocer de lamujer son mas "integradoras" que las de los hom­bres; el sentido estetico y critico de las mujeres es"bordado" en lugar de "escalonado"; el desarrollo psi­col6gico de las mujeres permanece dentro de la esfe­ra del "apego" en lugar de la "individuaci6n".

Sin embargo, el aspecto mas significativo de nues­tra diferencia es seguramente la diferencia moral. Deacuerdo con el feminismo cultural, las mujeres sonmas sustentadoras, protectoras, afectuosas y respon­sables hacia los otros que los hombres. Esta capaci­dad para el sustento y el cuidado dicta los terminosmorales con los que las mUjeres, de manera distinti-

23 Ibid.. p.160.

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va, construyen las relaciones sociales: las mujeresjuzgan la moralidad de las acciones conforme a uncriterio de responsabilidad hacia los otros, en lugarde juzgarla confonne a un criterio de derechos y au­tonomia respecto al otro. Como plantea Gilligan:

EI imperativo moral [...Jes para las mujeres un man­data de cllidado, una responsabilidad par discerniry aliviar el 'verdadero e identificable problema' deeste mundo. Para los hombres, el imperativo moralaparece mas bien como el mandato de respetar losderechos de los otros y asi proteger de intromisionesel derecho a la vida y a la realizaci6n de las ambi­ciones personales.24

Es debido a las feministas culturales que estasdiferencias fueron reconocidas como los puntos fuer­tes de la mUjer, mas que como sus debilidades~ Elfeminismo cultural no identifica simplemente las di­ferencias de las mUjeres, -el patriarcado tambieninsiste en esas diferencias- sino que las celebra. Elarte, los oficios, la capacidad narrativa, el ojo critico,las maneras de conocer y e1 coraz6n de las mUjeres,son todos redefmidos por el feminismo cultural comocosas que deben ser celebradas. Bordar, insisten lasfeministas culturales, no es solamente algo que ha­cen las mUjen;s; es arte y debe ser reconocido comotal. El conocimiento integrador no es una tentativaconfusa y fracasada por tratar de resolver las ele­mentales regIas de la 16gica deductiva; es una ma­nera de conocimiento y debe ser reconocido como

,tal. El distintivo sentido estetico de las mUjeres es~ tan valido como el de los hombres. Sin embargo, masvital para el feminismo cultural es la afinnaci6n deque la intlmidad no es solamente algo propio de lasmUjeres, es algo que debe ser propio de los sereshumanos. La intimidad es una fuente de valor, nouna afici6n privada. Es moralidad, no costumbre.

24 Ibid.. p. 100.

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Para proseguir con mi analogia estructural conla teoria masculina del derecho, la intimidad y laetica del cuidado constituyen. entonces, los valoresque implican el estado existencial de conexion conlos otros, tanto como la autonomia y la libertad cons­tituyen para los hombres los valores que implicanel estado existencial de separacion respecto a losotros. Porque las mUjeres estan fundamentaImenteconectadas a otra vida humana. ellas valoran y dis­frutan la intimidad con otros (asi como los hom­bres al estar fundamentalmente separados de otravida humana. valoran y disfrutan la autonomia).Puesto que las mUjeres estan conectadas con el restode la vida humana, la intimidad con el "otro" esnatural en ellas. El cUidado. el sustento y una eticadel amor y de la responsabilidad por la vida consti­tuyen su segunda naturaleza. La autonomia 0 lalibertad respecto al otro constituyen un valor paralos hombres, porque reflejan un estado existencialdel ser: estar separado. La intimidad es un valorpara las mUjeres porque refleja un estado existenciaIde conexion del ser.

La intirnidad, la capacidad para la sustentacion yla etica del cuidado constituyen 10 que podemos lla­mar el "lado positivo" de la experiencia subjetiva deconexion. Todo es bueno. La intimidad se siente bien,criar es bueno y cuidar de los otros es moraImentebueno. Pero hay un "lado negativo" en la experienciasubjetiva de la conexion. Asi como hay un valor. hayun peligro. un mal. un daiio y un temor causados porel estado de conexion. Mientras que los hombres te­men la aniquilacion por parte del otro (y en conse­cuencia tienen dificultad para aIcanzar la intirnidad),las mujeres temen la separacion del otro (y en conse­cuencia tienen dificultad para aIcanzar la indepen­dencia). Gilligan expone este punto sucintamente:"Puesto que la masculinidad es defmida a traves dela separacion y la feminidad es defmida a traves de launion. la identidad del genero masculino es amena­zada por la intimidad mientras que la identidad del

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genero femenino es amenazada por la separacion". 25

La separacion. entonces, puede ser considerada comoel mal 0 daiio oficial del feminismo cultural. Cuandoun yo separado debe ser afirmado. las mUjeres tienendificultad en hacerlo. La separacion de la mUjer res­pecto al otro en la vida adulta y la tension entre esaseparacion y nuestro estado fundamental de conexion,es sentida mas agudamente cuando una mUjer debetomar decisiones y cuando debe decir la verdad. Esen esos momentos que la separacion y la individua-

. cion son requeridas. Gilligan explica:

Puesto que las mUjeres. empero, definen su identi­dad a traves de relaciones de intimidad y de cuida­do, los problemas morales que ellas encuenh-an tie­nen que ver con asuntos de diferente tipo. CUWldolas relaciones estan aseguradas por el enmascara­miento del deseo y el cor!flicto se evita mediWlte Laambigiiedad, entonces surge la COnfusion acerca delLugar de la responsabilidad y de La verdad. [Mary]McCarthy, describiendo la 'fachada' que presenta­ba a sus abuelos. senala:Todo 10 que les decia usualmente era tan difuso yengaiioso en el esfuerzo porque me dieran su apro­bacion [...] que excepto cuando respondia a una pre­gunta directa. dificilmente sabia si 10 que yo estabadiciendo era verdadero 0 falso. En verdad trataba, 0

eso es 10 que yo pensaba, de evitar las mentiras. perome parecia que elIos me forzaban a decirlas debido ala diferencia en su vision de las cosas, asi que yosiempre transponia la realidad para elIos en ternli­nos que pudieran entender. Para arregiarrnelas conmi consciencia eludia, cuando era posible, la menti­ra absoluta. asi como, con un sentido de la precau­cion. eludia la pura verdad.·La experiencia critica es entonces la elecci6n. no laintimidad; crear un encuentro con el yo que clarifiquela comprensi6n de la responsabilidad y de la verdad.26

25 Ibid.. p. 8.26 Ibid.. p. 164. (EI destacado es nuestro).

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La separacion. y el temor de la separacion. pue­den conducir a un mal real. sobre todo en las muje­res de edad avanzada. En su capitulo fmal. Gilliganelabora esta idea:

Porque el sentido de integrtdad de la mujer pareceestar entrelazado con una etica del cuidado. de talmanera que verse a si misma como mujer es versea si misma en una relacion de conexion. las transi­ciones principales de la vida de la mujer parecerianinvolucrar cambios en la comprensi6n y en las acti­vidades de cuidado. Indudablemente el cambio dela niiiez a la vida adulta es testigo de una muy im­portante redefinicion del cuidado hacia los otros [...J.Sin embargo. dentro de esta misma tendencia. losacontecimientos de la mitad de la vida -la meno­pausia y los cambios en la familia y el trabajo­pueden alterar las actividades de cuidado de unamujer en fonnas que afectan su concepcion de simisma. Si el llegar a esta etapa trae conslgo el frode algunas relaciones. del sentido de conexi6n enel que ella confia. asi como de las actividades decuidado a traves de las cuales ella se valida. enton­ces el duelo que acompana todas las transicionesde la vida puede dar paso ala melancolia de la auto­desaprobaci6n Y de la desesperaci6n.27

Ahora bien. aunque Gilligan indudablemente estaexplicando una experiencia real de las mujeres -noconozco a ninguna mujer que no se haya reconocidoen su libro--. su expl1cacion material de ese fenome­no es incompleta. Esto no quiere decir que no seaverdadera: parece bastante verosimil que las mujeresesten mas conectadas psiquicamente a los otros. exac­tamente de la manera descrita por Gilligan y exacta­mente por la razon que ella expone. Las madres criana los hijos y en consecuencia las niiias. no los niiios.se yen a si mismas como continuas con. en lugar deseparadas de. ese primer e importante "otro": la ma-

27 Ibid.. p. 171.

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dre. Pero esta explicaci6n desde la psicologia del de­sarrollo solo plantea -no responde- la preguntamaterial de fondo: i,por que son las mUjeres. y no loshombres. las que crian. sustentan y cocinan para susniflos? i,CuaI es la causa de esta diferencia?

Aunque Gilligan no trata el tema. otras feministasculturales 10 han hecho. y creo que sus explicacionesconvergen. implicita si no explicitamente. en una res­puesta material. 0 combinada entre 10 material y 10cultural. y no solamente cultural: las mUjeres crian. alos hijos -y por 10 tanto crian a las niflas que estanmas unidas y tienden a cUidar mas a los demas. ypor consiguiente es mas probable que elias a su vezse conviertan en protectoras y sustentadoras- por­que son elias las que dan a luz a los niiios. Las mUje­res no tienden a abandonar a una criatura que hancargado durante nueve meses y que luego han pari­do. Si es asi. entonces las mujeres estan esencial­mente mas "conectadas" a otros seres humanos ­psiqulca. emoclonal y moralmente- porque cuandoeran niiias ellas fueron criadas por mUjeres y las

, mUjeres crian niiios parque ellas estan. de maneraUnica. fisica y materiaImente "conectadas" a esos se-

. res humanos cuando estos son fetos y luego niiios.Las mujeres sienten mas empatia por la vida de losatros. porque las mujeres estan fisicamente atadas ala vida de los otros de una manera que los hombres

; no experimentan. La voz moral de las mUjeres es deresponsabilidad. deber y cuidado hacia los otros. por­que la circunstancia material de las mUjeres es de

. responsabilidad. deber y cuidado hacia esos que es­o tan primero fisicamente unidos a ellas. luego son psi­: qUicamente dependientes y luego emocionalmente. interdependientes. Las mUjeres piensan mas en fun-cion de las necesldades de los otros que en los dere­chos de los otros. porque las mUjeres satisfacen las

, necesidades -materiales. luego fisicas y luego psico­logicas- de los otros. Por ultimo. las mujeres temenla separaci6n del otro. mas que la aniquilacion porparte de el, y la "consideran" como un mal 0 dano.

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porque las mUjeres expertmentan el dolor "separador"del parto. y mas profundamente. sienten el dolor delcrecimiento y de la partida de los hijos adultos.

Aunque esta explicaci6n material de la diferenciade las mujeres domina manifiestamente algunas for­mas del feminismo cultural frances. en los EstadosUnidos todavia tiene un papel en gran parte implici­to. mas que explicito -aunque esta posici6n esta cam­biando-. Hay varias razones por las que el feminis­mo cultural norteamericano es reacio a acoger unaversi6n material de la tesis de la conexi6n. La prtme­ra es totalmente extema al feminismo. y tiene que vermas bien con la comunidad academica para la cua! ellibro de Gilligan fue escrito y dentro de la cual fuerecibido. Es la lealtad academica a la explicaci6nempirica. en lugar de fenomenol6gica. de los fen6me­nos sociales. Las explicaciones materiales requierenla voluntad de comprometerse con una forma de in­vestigaci6n especulativa que es contraria a los meto­dos academicos dominantes de comprobaci6n.

La segunda raz6n. y pienso que la principal. parala resistencia a una explicaci6n material de la dife­rencia de las mUjeres en el feminismo norteamerica­no. es primordialmente estrategica: las feministasnorteamericanas de todos los bandos desconfian enla identificaci6n del hecho material del embarazocomo la raiz de la diferencia cognitiva. moral y este­tica, porque, como observa la feminista liberal y pro­fesora de derecho Wendy Williams. "la mayoria dedesventajas impuestas a las mUjeres. en el trabajo yen otras partes, deriva de esta realidad central de lacapacidad que tienen las mUjeres para quedar em­barazadas y de las implicaciones reaZes y supuestasde esta realidad".28 La respuesta de las feministas

28 "Discriminaci6n con base en el embarazo". Audiencia sobre sen­tencia 995. ante el Subcomite de TrabaJo del Comite del Senadoen Recursos Humanos. Congo 95. primera sesi6n, 123. 1997(obseIVaciones del Profesor Wendy Williams). (EI destacado esnuestro).

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liberales norteamericanas y de las abogadas femi­nistas norteameIicanas a esta "realidad central" hasido negar 0 minimizar la importancia de la diferen­cia que implica el embarazo. haciendo asi a los hom­bres y a las mUjeres mas "iguales", con la intenci6nde forzar al sistema legal a tratar a hombres y mUje­res de forma similar.

Aunque un repaso de la historia del feminismoliberal esta fuera del alcance de este ensayo. es sufi­ciente con decir que hay una creciente consciencia­aun entre las te6Iicas feministas-liberales del dere­cho- de que esta estrategia. hasta cierto punto. seles ha vuelto en contra. Cada vez es mas claro quelas feministas deben atacar las cargas indebidamenteimpuestas al embarazo y las consiguientes diferen­cias que en trato hacia la mUjer implica. en lugar dededicarse a negar la singularidad del embarazo. Asi.en un ensayo feminista liberal que en su mayor par­te ataca rigurosamente la diferencia que conlleva elembarazo como "estereotipada" y falsa. LucindaFinley reconoce en uno de los parrafos un punto devista radicalmente diferente. e inclusive se compro­mete con el:

Perrneando y apoyando cada una de estas suposi­ciones esta el criterio de que el embarazo es carac­tenstico: que solo afecta a las mujeres y que no escomo ninguna otra condicion humana en sus efec­tos fisicos inrnediatos. en su importancia y en susconsecuencias. Esta suposid6n fundamental de Lasingu.l.widad deL embarazo no puede ser J6.cilmenterebatida. y es poco probable que desaparezca pronto.Hay muchas rmgeres y hombres de una ampLia va­riedad de perspectivas poLiticas que no desean reba­tiT La singularidad deL embarazo. sino ceLebrarLa [... 1.Siento que habremos perdido alga fundamentalmen­te humano en [...1un mundo sin diferencias 'rea­les'. Mi sentimiento de perdida tiene su ongen enuna conviccion de que yo como mUjer quiero sercapaz de disfrutar la alegna y la virtualmente mis­tica particularidad de tener un bebe. Lo que no

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quiero es ser castigada al mismo tiempo por estemaravilloso regalo. Mi convicci6n de que algo harafalta en este mundo andr6gino ideal viene de untemor de que este repose en una visi6n de la igual­dad, que dice que todos podemos ser iguales si sim­plemente nos despojamos de todas nuestras dife­rencias. La vida en un mundo asi quedariaempobrecida, seria poco enriquecedora y aburrida[...]. El problema no es la smgularidad de algo comoel embarazo, sino el criterio que nuestro sistema legalha adoptado en lo referente a las cualidades huma­nas 'especiales'. particularmente esas cualidadesque son especiales porque son inherentemente fe­meninas, en el sentido que no pueden ser experi­mentadas por un hombre.29

Fuera de la comunidad juridica, sin embargo, haymenos aversion, incluso entre las feministas cultu­rales norteamericanas, a adherirse a las explicacio­nes materiales tanto de la singularidad moral de lasmujeres como de su opresion politica. Permitasememencionar solo tres ejemplos, cada uno de discipli­nas diferentes. Primero, la poetisa y profesoraAdrienne Rich, quien ciertamente ha hecho mas quecualquier otra feminista norteamericana por poneren evidencia los problemas que rodean la materni­dad obligatoria dentro de las condiciones del pa­triarcado, sugiere en pocas palabras la importanciade la maternidad y de la materialidad del embarazopara las vidas de las mUjeres, para el sentidoexistencial de conexion de las mujeres y, por ultimo,naturalmente para el feminismo:

He visto tejidos enormes, como esculturas, hechosde yute, canamo y lana. en los que multiples fibrasde diversos colores son inmediatamente visibles.

29 Lucinda M. Finley. iranscending Equality Theory. A Way Outof the Maternity and the Workplace Debate". en: Colwnbia LawReview 86, 1986, pp. 118 Y 1139-1140. lEI destacado esnuestro).

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como parras 0 estriaciones: pero cuando uno seacerca y trata de tocar una de las fibras, la manopenetra una densa y cerduda malIa, gruesa debidoa los filamentos anudados y entrdazados, algunosasperos y duros al tacto, otros sorpresivamentesedosos y fuertes. Cuando {...] he reflexionado acercade la maternidad [... ], he sentido una sensaci6n se­mejante. de exploraci6n elemental y de descubri­miento complejo [...] puesto que la matemidad es lagran malla en la que todas la relaciones humanasestan enmaranadas. desde la que nuestras mas ele­mentales suposiciones acerca del amor y del podernos acechan.

Si hablarnos de la maternidad, estamos inevitable­mente hablando de algo mucho mas complejo quela relaci6n de una mujer con sus hijos. E incluso aesta relaci6n se Ie ha dado forma desde mucho an­tes del nacimiento del prtmer hijo. Todas las muje­res son hijas de mujeres -6es esta una afirmaci6nobvia e ingenua?, (.0 penetra a traves de las capasdel tfdido a cavidades interiores que s6lo ahara co­mienzan a ser exploradas por las muJeres?-.Margaret Mead ha sugerido que posiblemente exis­te una profunda afinidad quimica, de la que hastaahora no sabemos nada, entre el cuerpo de la mu­jer y la hija que todavia no ha nacido. NancyChodorow ha afmnado que a traves de la intensarelaci6n entre madre e hija la mUjeres llegan a te­ner una vida interior mas rica y profunda que loshombres, e, incluso si son heterosexuales, tiendena estar mas profundamente apegadas a mujeres quea hombres y son mas capaces que los hombres detener una relaci6n emocional [...].Las artistas feministas. las historiadoras y lasantrop61ogas han sido las primeras en mostrar in­teres y respeto por los oficios de las parteras y delas abuelas, por el trabajo an6nimo realizado porlas manos de las mUjeres. por la cultura oral de lasmUjeres en las cocinas, por las artes y remediostradicionales transmitidos de madre a hija, por lacultura femenina a la que jarnas se Ie ha concedidoel respeto otorgado al 'gran arte' [... ]. Yasi podemosenorgullecernos por todo 10 que las mUjeres han

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i..~,

hecho por 'amor' -incluyendo el ingenioso y heroi­co esfuerzo de las mujeres comunes y conientes detodas partes- y tambien preguntar 'lPorque de­ben las mujeres. y tan solo las mujeres. trabajarsolo por amoI"'?·. 30

Marilyn French tambi€~nha comenzado a dar unaexplicaci6n manifiestamente material tanto de la "di­ferencia" de las mUjeres como de su opresi6n, par­tiendo de y trascendiendo los antecedentes del femi­nismo cultural norteamericano para ubicarse en suvanguardia. Las mUjeres tienen una voz moral dife­rente, argumenta French, porque las mUjeres estcinfundamentalmente comprometidas con la preserva­cion y la supervivencia de la vida. mientras que loshombres estcin comprometidos con la meta de la tras­cendencia. Aunque French insiste, acertadamente,que esta diferencia existencial no es de ningunamanera biologicamente ordenada (los hombres po­drian volverse mas sustentadores y las mujeres po­drian volverse mas independientes), esta esta sinembargo fundamentada biologicamente: refleja he­chos naturales y materiales y refleja nuestra histo­ria natural y anterior al derecho. Las mujeres estcinatadas a la naturaleza y a la vida del otro, argumen­ta French, mientras que los hombres temen la natu­raleza y buscan trascenderla mas que preservarla.Es esta realidad material la que conduce a la co­nexion existencial de las mujeres:

En general. las mUjeres y los hombres tienen mo­ralidades diferentes porque tienen metas diferen­tes. La moral masculina esta diseiiada para per­mitir la transcendencia masculina. La vida --esamasa de carne que respira, de poros sudorosos,de sensaciones intempestivas. de esencia incon­trolable- esta arraigada en la naturaleza. en el

30 Adrienne Rich. On Lies. Secrets. and Silence. W.W. Norton &Co.. 1979. pp. 260-263. lEI destacado es nuestro}.

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pantano fetido. en las repugnantes tinieblas den­tro de las que la naturaleza elaborada -las ciuda­des- siempre parece a punto de naufragar. Sobreestos, rigido. puro, mas alla del estremecimientodel corazon y de los genitaIes. asciende un severogrupo de principios, reglas. tabues. Para probartoda su masculinidad [...J un hombre tiene queadherirse a estos principios y abandonar 10 otro.que es el reino de la mUjer [...1.La moral femenina esta diseiiada para permitir lasupervivencia. La vida es el bien supremo [... 1: nonecesartamente la vida personal de uno, sino lavida en si misma, de las plantas y de los animalesy de los humanos, de la comunidad. de la tribu. dela familia, de los niiios [... J.La moral femenina promueve la supervivencia: 10que significa que promueve esos elementos. tantomateriales como inmateriales. que son necesariospara la vida. Las mUjeres cultivan gran parte de lacomida del mundo. y en todas partes las mUjerespreparan la cOmida para los que viven con elIas.Hacen esto porque se espera que 10 hagan. porqueellas 10 esperan. porque qUieren [... ). Es recompen­sado por el bienestar de las personas alimentadas.Esto es verdad.31

French vincula esta diferencia con la historia pre­patriarcal y pre-legal:

EI hecho que desde el principio las mUjeres seresponsabilizaron por los mas jovenes. alimentan­dolos. educandolos y protegiendolos. probablemen­te condujo por analogia a que se responsabilizaranpor la aIimentacion de todo el grupo. En los ani­males, las hembras se responsabilizan por cons­truir y por encontrar un refugio, haciendo nidospara sus crias y para ellas mismas; las primerasmUjeres continuaron esta actividad, construyen­do refugios tanto temporales como pennanehtes.

31 Martlyn French. Beyond Power. SUmmit Books. 1985. pp. 482­483.

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En muehas sociedades las mujeres todavia realizanesta tarea. El heeho de que sea el cuerpo de la mu­jer la primeraJuente de alimento de los enos. pudohaber eonducido por analogia a la responsabilidadpor otras Jorrnas de alimentacion: a moler y a coei­nar los vegetales que ellas habian eoseehado. Laresponsabilidad del hombre era mucho mas limi­tada: entre muchos grupos. aun hoy en dia. loshombres cuidan de si mismos - recolectan para simismos. hacen herramientas para si mismos- ycontribuyen de forma minima con las necesidadesde la comunidad.32

French tambi€~n vincula la funci6n reproductoracon la causa del desprecio masculino hacia la mujery en liltimas con la causa misma del patriarcado; enefecto, tal vez la tesis central de Beyond Power es quela raiz del patriarcado es el terror. el miedo y el des­precio que sienten los hombres hacia el poderreproductor. dador de vida. de las mujeres. En el ca­pitulo final. sin embargo. French sUgiere una conse­cuencia de la diferencia reproductora de las mujeresque va mas alla de la explicaci6n causal del patriar­cado. y que produce una variacion. sutil pero impor­tante. en la tesis de Gilligan. La experiencia de habersido cuidados cuando niiios, sugiere French. es laraiz de la etica del cuidado celebrada por las feminis­tas culturales. Las mujeres. natura1mente. son lasque se encargan del cUidado. tanto antes del naci­miento como inmediatamente despues; pero todoshemos tenido la experiencia de haber sido cuidados.Todos. es decir. las mUjeres asi como los hombres.tuvimos la experiencia de "conexi6n". Esa experien­cia de haber sido cuidados es la causa de la diferen­cia de voz -en este caso. pero de ninglin modo inevi­tablemente. la voz de las mujeres- esta vezidentificada como una "vision feminista" en lugar deuna "perspectiva femenina":

32 Ibid.• pp. 40-41. lEI primer destacado es nuestro).

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El feminismo no ofrece un prograrna fijo 0 un dog­ma. 0 un nuevo derecho para el fututro, sino queofrece una nueva vision de la naturaleza humana.de la realidad y de las estructuras sociopoliticas.La vision acariciada por muchas feministas. y lavision que da forma a este libro, es Ia de una hu­manidad cuya primera experiencia -aun antes delnacimiento. asi como inmediatarnente despues­es la de estar unido. la de ser sustentado. cuida­do. Podemos. en una especie de taquigrafia, lIa­mar a esta experiencia arnor. y para algunos niflosla experiencia puede ser de arnor absoluto. Paramuchos esta devocion y esta union estan mezcla­das con resentimiento y hostilidad; sin embargo. Iaunion es mas importante para aquellos que sobre­vivimos. Pues. esos que sobrevivimos. estuvimosunidos y fUimos sustentados suflcientemente.Esta experiencia temprana de ser alimentados.sostenidos. calentados. protegidos. es una expe­riencia de extasis [...1buscamos otras parecldasen nuestra vida posterior. Ademas. Ia experien­cia de haber sido sustentados nos ensefla a to­dos. a los hombres asi como a las mUjeres. comoa su turno sustentar a otros [...I.Una moralidad[...1que esta basada en la experiencia yen Ia ne­cesidad humana. y no en Ia negacion de Ia expe­riencia y de la necesidad humana. reflejaria esteorden. Las cualidades de sustentacion serianesenciales. primordlales; la educacion dentro derestricclones seria secundaria en tiempo y en Im­portancia.33

Finalmente, y de forma similar. en Caring: A Femi­nine Approach to Ethics and Moral Education,34 la fe­minista cultural y fJ.l6sofa de Stanford Nel Noddings.apoya una explicaci6n matertal y biol6gica de la di­ferencia de la voz moral de las mujeres:

33 Ibid.. p. 536.34 Nel Noddings. Caring. Berkeley. University of California Press.

1984.

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Claramente. la matemidad y el cuidado estan pro­fundamente relacionados. Varios escritores contem­poraneos han hecho una pregunta que parece ex­traila a primera vista: i,por que son las mujeres ennuestra sociedad las encargadas de la materrndad?[...1. El punto de vista bio16gico sostiene que las mu­jeres. una vez han dado a luz y entrado en la lac­tancia. sustentan de forma natural a sus hijos. Elpunto de vista de la socializaci6n niega el argumen­to de la naturaleza. del instinto y de la sustentaci6nnatural. e insiste en que la protecci6n maternal esun rol: algo aprendido. Finalmente. el punto de vis­ta psico16gico sugerido por Nancy Chodorow sos­tiene que la tendencia de las niiias a querer sermadres. y a realmente involucrarse en el proyeetode la maternidad. es el resultado de profundos pro­cesos psico16gicos establecidos en la relaci6n espe­cial y cercana con sus propias madres.El punto de vista de la socializaci6n. como teoriaexplicativa. parece absurdo. No tenemos tanto exi­to en socializar a la gente dentro de determinadosroles. como 10 tenemos en reproducir el deseo dematernidad en las mujeres. La matemidad no esun rol sino una relaci6n. El punto de vista psico16­gico. sin embargo. parece muy fuerte[ ...I.Un pro­blema con este es que los que 10 sostienen han te­nido necesidad de descartar 0 minimizar losargumentos bio16gicos. Es verdad que la inclina-

. ci6n natural que tiene la mUjer de ser mama de unrecien nacido no explica por que continua cuidan­dolo y protegiendolo hasta la adolescencia, 0 porque incluso se compocta como madre de los hijosde otros. Pero es posible que una teoria completa­mente adecuada tenga que comprender los faeto­res bio16gicos as1 como los pSico16gicos.35

Tanto si nos adherimos a una explicaci6n materialcomo a una puramente psico16gica del e1evado sentidode conexi6n de las mujeres. en tOOo caso, la "historia"

35 Ibid.. p. 128.

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de 1a relaci6n de las mujeres con el otro contada porlas feministas culturales contrasta virtualmente en cadadetalle con la historia de la relaci6n de los hombrescon el otro contada por los liberales. Primero, los hom­bres, segtin el relato hobbesiano, son iguales por na­turaleza:

La naturaleza hizo a los hombres tan iguales en susfacultades corporales y mentales, que aun cuandoa veces se encuentre a un hombre claramente masfuerte de cuerpo [...1. cuando todo es considerado ala vez. la diferencia entre hombre y hombre no estan considerable, que un hombre pueda por consi­guiente redamar para s1 cUalquier beneficio. El masdebil tiene la fuerza suficiente para matar al masfuerte [... 1.36

Las mujeres. por el contrario, no son "iguales" enfuerza a ese "otro" tan importante con el que ellas seencuentran: el feto y luego el nifto recien nacido. Masbien, el feto y la mUjer, y luego la criatura y la ma­dre. ocupan 10 que puede ser llamado un tejido je­rarquico natural de desigualdad. no un estado na­tural de igualdad: mientras es posible que loshombres sean "iguales por naturaleza", las mujeresson "por naturaleza mas fuertes" que los seres que.a su tumo. mas dependen de y son mas importan­tes para ellas. La. igualdad fisica natural entre el yo yel otro en la que insiste Hobbes. es simplemente fal­sa con respecto al estado natural de las mUjeres.Segundo. de acuerdo con Hobbes, los "hombres" es­tan naturalmente inclinados a agredir a esos queperciben como el otro vulnerable. Nuevamente. lasmujeres no 10 estan: los niftos son dependientes delas madres y son vulnerables frente a ellas; no obs­tante la madre natural no agrede a su hijo. 10 ama­manta. Y. finalmente. los hombres responden a la

36 Hobbes. op. cit.. p. 183.

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vulnerabilidad de la igualdad natural. desarrollan­do una moralidad y un estado civil que exigen respe­to por la igualdad. los derechos y la libertad del otro.Las mUjeres. por el contrario. responden a su esta­do natural de desigualdad, desarrollando una mo­ralidad de sustento que se hace responsable del bien­estar del dependiente, y una etica del cuidado queresponde a las grandes necesidades del debil. Loshombres responden al estado natural de igualdadcon una etica de autonomia y de derechos. Las mu­jeres responden al estado natural de desigualdad conuna etica de responsabilidad y cUidado.

Podemos resumir el feminismo cultural de estamanera: el potencial de conexion material de las mu­jeres a la vida acarrea (sea directamente. como heargumentado. 0 indirectamente. a traves de la repro­duccion de la maternidad) un sentido empirico y psi­col6gico de conexi6n con otra vida humana, que a suvez acarrea tanto el concepto de valor de las mUjeres.como el concepto de mal 0 dano. Este concepto devalor no gira alrededor del eje de la autonomia. laindividualidad. lajusticia y los derechos --como el delos hombres-. sino alrededor del eje de la intimidad.la sustentacion. la comunidad. la responsabilidad yel cUidado. Para las mUjeres. la creacion de valor y elvivir una buena vida dependen por consiguiente derespuestas afectivas, relacionales. contextuales ysustentantes a las necesidades de esos que son debi­les y dependientes; mientras que para los hombres.la creacion de valor y el vivir una buena vida depen­den de la habilidad para respetar los derechos de losindependientes "co-iguales" y de la habilidad deductivay cognitiva para inferir de esos derechos reglas parauna vida segura. El concepto de mal 0 dano de lasmujeres no gira alrededor de un temor de aniquila­cion por parte del otro. sino alrededor del temor deseparacion y de aislamiento respecto a la comunidadhumana de la que ella depende. y que depende deella. 8i. como 10 he sugerido. e1 feminismo cultural esnuestro dogma feminista dominante. entonces este

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relato de la naturaleza de la vida de las mUjeres cons­tituye el "texto oficial" del feminismo. asi como la teo­ria liberal del derecho constituye el texto oficial de lateoria del derecho.

Estas dos "historias oficiales" se oponen marca­damente. Mientras que de acuerdo con la teoria libe­ral del derecho. los hombres valoran la autonomiarespecto al otro y temen la aniqufiacion por parte deel, las mUjeres, de acuerdo con feminismo cultural.valoran la intimidad con el otro y temen la separacionde eI. El sentido de conexion de las mUjeres determi­na nuestras capacidades y nuestras vulnerabilida­des especiales. tanto como el sentiq.o de separaci6nde los hombres determina las de ellos. Las mUjeresvaloran y tienen una capacidad especial para la inti­midad. la sustentacion y e1 pensamiento relacional, ytienen una vulnerabilidad especial y un temor al aisla­miento, a la separaci6n respecto al otro y al abandono:asi como los hombres valoran y tienen una capacidadespecial para la autonomia, y una vulnerabilidad es­pecial y temor de la aniqufiacion.

Frente a la corriente del feminismo cultural, lahistoria que las feministas radicales relatan acercade las vidas. violadas e invadidas de las mUjeres es"subterranea", en el mismo sentido que, frente a lacorriente del teoria liberal del derecho, la historiaque los te6ricos criticos legales relatan de la aliena­cion y del aislamiento de los hombres respecto a otroses subterranea. De acuerdo con el feminismo radi­cal, la conexion de las mujeres con los otros es lafuente de la miseria de las mUjeres. no una fuentede valor que valga la pena celebrar. Para las femi­nistas culturales, el hecho de la conexion de lasmujeres con el otro (sea material 0 cultural) es lafuente. e1 corazon, la raiz y la causa de la diferentemoralidad, voz, "maneras de conocer", talento, ca­pacidad para el cuidado y habilidad de sustentacion.de las mujeres. Para las feministas radicales, esemismo potencial de conexion --experimentado ma­terialmente en las re!aciones sexuales y en el emba-

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· razo, y tambien experimentado existencialmente entodas las esferas de la vida- es la fuente de degra­dacion, impotencia, subyugacion y miseria de lasmujeres. Es la causa de nuestro dolor y la razon deque nuestras vidas esten atrofiadas. Invasion e in­trusion, en lugar de intimidad, sustentacion y cui­dado, es la "historia no oficial" de la experiencia sub­jetiva de conexion de las mUjeres.

En consecuencia, el feminismo radical actual estaunido, entre otras cosas, por su insistencia en lasimplicaciones invasoras, opresivas y destructivas dela conexi6n material y existencial de las mujeres conel otro. Definido asi, el feminismo radical (actual) co­rnienza, no con la critica de los aiios ochenta a laheterosexualidad sino mas bien, al final de los sesen­ta, con la colerica y elocuente acusacion de ShulamithFirestone de las consecuencias opresivas para lasmUjeres de la condicion fisica del embarazo. La valo­racion de Firestone de la importancia y de la diferen­cia del rol reproductor de las mujeres es paralelo alde Marilyn French. Ambas yen la conexion fisica delas mujeres con la naturaleza y con el otro como lacausa, en cierto sentido, del patriarcado. Pero susamilisis de la cadena de causalidad contrastan inten­samente. Para French, el rol reproductivo de las mu­jeres -la paradigmatica experiencia de la conexionfisica con la naturaleza, con la vida y con el otro, y enconsecuencia el nucleo de la diferencia moral de lasmujeres- tambien es la causa del patriarcado, pri­mordialmente por el temor y desprecio que sientenlos hombres por la naturaleza. Firestone tiene unaperspectiva radicalmente diferente. El embarazo esen efecto la experiencia paradigmatica de la conexionfisica yes, en efecto, e1 nucleo de la diferencia de lasml.Ueres, pero segun Firestone, es por esta Unica ra­zon que se oprime a las mUjeres. El desprecio delhombre, en principio, no tiene nada que ver con esto.El embarazo en si mismo, independientemente deldesprecio masculino, es invasor, peligroso y opresivo;es un asalto a la integridad fisica y a la intimidad del

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cuerpo. Para Firestone, la consecuencia estrategicade esto es tan clara como claramente material. Laseparacion de la reproduccion, mediante la tecnolo­gia, del cuerpo de la mujer es la condicion necesariapara su liberacion".37

En un momento pasare a la copula heterosexual,puesto que es la copula, mas que el embarazo, laque atrae toda la atencion del feminismo radical denuestra decada. Pero antes de hacer esto, vale lapena reconocer que el reclamo del feminismo radicaloriginal en defensa de la libertad reproductiva no searticulo dentro de la doctrina del derecho a la "inti­midad" (cuyas formas tipicas eran la relaci6n pa­ciente-medico, el matrimonio, la familia), 0 en la doc­trilla del derecho a la "igualdad", 0 en la del derechoa "no ser discriminado". No se transformo en doctri­nas de derechos en absoluto. Mas bien, el argumen­to feminista original en defensa de la libertadreproductiva, se transformo en la certeza defmitivadel feminismo radical de que el embarazo -la inva­sion del cuerpo por el otro, a la que las mUjeres sonclaramente vulnerables- es una lesion y tiene queser tratado como tal. El embarazo nos conecta conla vida, como insiste el feminismo cultural, pero esaconexion no es algo para celebrar; es precisamenteesa conexion la que nos hiere. Este argumento, comoindicare mas adelante, es radicalmente inconmen­surable con respecto a la ideologia liberal del dere­cho. No hay categoria legal que Ie convenga. Pero sinembargo es el argumento radical -que el embarazoes un peligroso abuso al cuerpo, psiquicamente ago­tador, existencialmente inoportuno y fisicamenteinvasivo, 10 que a su turno conduce a un peligroso,agotador, inoportuno e invasivo asalto al sentido dela identidad de la madre- el que mejor capta el sen­tido de las mujeres acerca de la lesion y el peligro del

37 Shulamith Firestone. The Dialectic of Sex. New York. WilliamMorrow. 1970.

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embarazo, aunque no capte el sentido juridico de 10que implica un embarazo no deseado 0 el por quelas mUjeres deben tener el derecho de ponerle fin.

El argumento feminista radical a favor de la liber­tad reproductiva s610 aparece desprevenida 0 subrep­ticiamente en los argumentos juridicos; sin embargoaparece de vez en cuando. Apareci6 recientemente enlas descripciones fenomenol6gicas de embarazos nodeseados, recopilados en el escrito de coadyuvanciaante la Corte Suprema de Justicia presentado hacepoco en el caso Thornburgh por la National AbortionRights Action League (NARAL).38 Las descripciones delembarazo revisadas en ese peculiarmente poco juri­dico documento estan Ilenas de metmoras de inva­si6n -metaforas, naturalmente, porque carecemosdel vocabulario para nombrar estos males 0 dafios deforma precisa-. Esas descripciones contrastan in­tensamente con el "jiibilo" de las feministas cultura­les, que celebran el embarazo, el nacimiento y la crian­za del niilo. La invasion del yo por el otro se presentacomo una fuente de opresi6n, no como una fuente devalor moral.

"Durante mi embarazo", explica una mujer, "fuitratada como una maquina de hacer bebes -una in­cubadora sin sentimientos-".39 Otra mujer escribe:

Luego quede embarazada nuevamente. Este senas6lo 13 meses menor que mi tercer hijo. Tuve queconfrontar el desagradable hecho de que no podiaparar de tener bebes, sin importar 10 que hiciera[...1. No es posible imaginar lo que es ser el indefensoinstrumento de La naturaleza. Soy una viuda de 71aftos.40

38 Escrtto Amicus para Ia "National Abortion Rights Action League".et. al.. Thornburg v.. American College of Obstretlcians andGynecologists. Nos. 84-495 y 84-1379 larchivado por IaUniversity of Chicago Law Review). Para opinion de Ia CorteSuprema. sce 476 U.S. 747. 1986

39 Ibfd... p.13.40 Ibid.. p. 19. lEI destacado es nuestro).

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Hace casi exactamente una decada [escribe otral.me entere que estaba embarazada [...1. Esto me afli­gi6 tanto que crei que llegaria a suicidarme. Fuecomo si me hubieran dicho que mi cuerpo habia sidoinvadido por un cimcer. Asi de malo me parecia.41

Otra mUjer habla de forma directa, sin metmo­ras: "En el camino de vuelta a casa desde la clinica,el alivio fue enorme. Me senti feliz por primera vez ensemanas. Tenia nuevamente un futuro. Tenia micuerpo de vuelta".42

Segiin las propias descripciones de estas mUje­res, cuando Ilega el bebe indeseado, la lesion es nue­varnente la invasion, la intrusion y la limitaci6n. Elmal de un embarazo no deseado es que el bebe aca­rreara la renuncia (no el fin) de la vida de la madre. Eltemor de un embarazo no deseado es perder controldel ser individual (no el temor a la muerte). Asi, unamujer escribe: "yo me sentia como cualquier oha mUjerque tiene un embarazo indeseado, estaba aterroriza­da y sentia que mi vida estaba fuera de mi control".43

Este peligro, y el temor a el, es especifico del ge­nero femenino. Es un temor que, de forma distinti­va, se apodera de las mujeres y del que los hombresen apariencia no saben practicarnente nada. Otramujer escribe:

Alternaba entre la furia, la consternacion, la depre­si6n. No podia justificar el practicarme un abortopor razones econ6micas, por razones de insuficien­cia de capacidad 0 por cUalquier otra de las mu­chas que pueden ser percibidas como razones 'legi­timas·. Pero seguia sintiendome afectada por laextrema injusticia de todo esto. No podia imaginar­me ningUn otro aconteclmiento que pudiera afectara un hombre de forma tan profunda. Claro que mi

41 Ibfd... p. 28. lEI destacado es nuestro).42 Ibid.. p. 29.43 Ibid.• p. 29.

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martdo experimentaria un peso economico adicio­nal, y faenas adicionales propias de cualquier pa­dre, pero sus planes futuros no eran rehenes deeste indeseable e imprevisto evento. Basicamentesu vida seguma siendo la misma progresion de even­tos ordenados que era antes.44

Y otra:

Ser madre es dificil a cualquier edad, pero ser unaadolescente 10 hace atm mas dificil [... J. Las cosasque me hubiera gustado hacer antes de quedar em­barazada, como ir a la universidad y tener una ca­rrera, son diferentes ahora. Antes de pensar en missuenos, tengo que pensar en cuidar un bebe (...Jpodria estar haciendo planes para mi futuro. peroen lugar de eso estoy haciendo planes para el futu-

ro de mi bebe.45

Ala inversa, las mUjeres que abortaron se sintie­ron capaces de moldear sus propios destinOs. UnamUjer escrtbio: "Personalmente, la posibilidad deabortar legalmente me permitio, cuando era unaquinceaflera viviendo en un resguardo indigena muypobre, tenninar de crecer y hacer algo con mi vida" .46

Y otra:

No estaba contenta de tener que enfrentaIme con unembarazo no planeado y no deseado, sin embargoestoy contenta de haber tornado la decision de abor­tar. La experiencia fue muy positiva para mi. Me ayu­do a descubrir que soy una persona y que puedo to­mar decisiones independientes. Si no hubieraabortado. probablemente hubiera terrninado comouna madre soltera luchando por sobreviVir y ocupan­dome de un niiio para el que no estaba lista.

47

44 Ibid.. p. 29.45 Ibid.. p. 24.46 Ibid.. p. 29.47 Ibid.. p. 29.

116

Como he observado antertormente, el feminis­mo radical de los ochenta se ha concentrado masen la copula que en el embarazo. Pero esto no estan contradictorto como parece. Desde el punto devista de la "tesis de la conexion", 10 que las feminis­tas radicales de los ochenta encuentran censura­ble, invasivo y opresivo acerca de la copula hetero­sexual, es precisamente 10 que las feministasradicales de los sesenta encontraron censurable,invasivo y opresivo acerca del embarazo y de lamaternidad. De acuerdo con la critica radical delos ochenta, la copula, como el embarazo. hace bo­rrosos los limites fisicos entre el yo y el otro, yesedesdibujamiento de los limites entre el yo y el otroconstituye una profunda invasion a la integridadfisica del yo. Esa invasion -la "disoluci6n de loslimites"- es algo que debe condenarse, no celebrar­se. Andrea Dworkin explica:

La copula sexual no es algo intrinsecamente trivial,aunque las revistas de la cultura pop Como Esquirey Cosmopolitan sUgieren que 10 es. Es intensa, a me­nudo desesperada. EI paisaJe intemo es una con­mocion violenta, una salvaje y fundamentalmentecruel indiferencia de la individualidad humana,(...lsin respeto de los limites (... J.A veces, la piel se desprende durante el se.xo. Laspersonas se jUsionan, sin La piel. EL cuerpo pierdesus limites (...J. No hay distancia fisica, ni conscien­cia de si rnismo, nada ensimismado ni privado nialienado. no hay existencia fuera del contacto fisi­co. La piel se desploma como limite: no tiene senti­do (... J. En su lugar. hay necesidad, nada mas: serconducido, inmersion fisica del 'uno en el otro' perosin expertencia el 'uno del otro', como entidades se­paradas uniendose ...La piel es una linea de demarcacion, una pertferia,la barrera, la forma, el contomo, el primer indiciode la identidad en una sociedad (... ] y, en terminospurarnente fisicos, la precondicion formal para serun ser humano. Es un delgado velo de materia quesepara el exterior del interior (... J. La piel es sepa-

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racion, individualidad, la base de la intimidad cor­porea [...].48

Las mUjeres, c1aramente, pierden esta "precon­dicion formal para ser un ser humano" y la pierdendurante la copula:

Un ser humano tiene un cuerpo cuya integrtdad noha sido vtolada; y cuando es violada, se abusa deel. Una mujer tiene un cuerpo que es penetradodurante la copula: permeable, su sol1dez corporales una mentira. EI discurso de la verdad masculina- la literatura, la ciencia, la mosofia, la pornografia- llama a esa penetracion violn.cibn. Hace esto concierta consistencia y cierta seguridad. Violacibn esun sinonimo de copula. AI mismo tiempo, la pene­tracion es tomada como un usn, no como un abu­so. Un usa normal: es aproplado entrar en la mu­jer, introducirse a la fuerza dentro de ('violar') loslimites de su cuerpo. Ella es humana, naturaImen­te, pero bajo un criterio que no incluye la autono­mia fisica. En efecto, ella es humana bajo un crite­ria que excluye la autonomia fisica, puesto quemantener a un hombre fuera de ella durante todauna vida es una perversion extrema, una psico­patologia, un repudlo de la manera en la que seespera que ella manifieste su humanidad".49

De la misma manera que el embarazo, la copulaes invasiva, inoportuna y violadora, y como el emba­razo, por consiguiente, es la causa de las vidas opri­midas, invadidas, violadas y degradadas de las mu­jeres. Dworkin concluye:

Esto es nihilismo; 0 esto es verdad. Itl tiene queintroducirse mas alIa de los limites. Esta el contor­no de un cuerpo. distinto, separado; su integrtdad

48 Andrea Dworkin, Intercow-se, London Seeker & Warburg, 1987,pp. 21-22. lEI destacado es nuestro).

49 Ibid., p.122.

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una ilusion, una tragica decepcion, porque sin servista, hay una raja entre las plernas: el tiene queintroducirse a la fuerza dentro de ella. Nunca hayuna verdadera autonomia del cuerpo que pueda co­existir con la copula, con ser penetrada. La vaginaen si misma es muscular y los musculos tienen queser apartados ala fuerza. La arremetida es una in­vasion persistente. A ella se Ie abre, se la parle endos. Es ocupada -fisica, intemamente, en su inti­midad-.I...] Ella, un ser humano, supuestamente debe te­ner una intimidad que sea absoluta; pero ella, lamujer, tiene un hueco entre sus piernas que loshombres pueden y deben penetrar. Este hueco, suhueco, es sinonimo de penetracion. EI ano del hom­bre puede ser penetrado, pero su ano no es sino­nimo de penetracion. EI ano de la mujer puede serpenetrado, pero su ano no es sinonimo de pene­tracion. La raja entre sus piernas, tan Simple, tanescondida; francamente, tan inocente. Pensemos,por ejemplo, en una nma que se mira con un espe­jo ahi para ver si es verdad, lhabra una entrada asu cuerpo ahi abajo? Esa raja que significa entra­da dentro de ella -copula- parece ser la clavepara la condicion inferior como ser humano de lamujer. Por definicion [... j se pretende que la mujertenga una menor intimidad, una menor integrtdaddel cuerpo, un menor sentido del yo... [y] esta me­nor intimidad, esta menor integridad, este menoryo, establece su menor importancia [... j. La defi­nen por la manera en la que esta hecha, ese hue­co, sinonimo de entrada: y la copula, el acto funda­mental para la existencia, tiene consecuencias parasu ser que pueden ser impuestas intrinseca y nosocialmente.50

Aunque Dworkin no establece el paralelo, tan­to para el como para Firestone, el potencial de co­nexion material de las mUjeres con el otro -ya sea

50 Ibid., pp. 122-123. lEI destacado de las palabras .y la copula, elacto' es nuestro, el resto esta en el original).

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a traves de la copula 0 del embarazo- constituyeuna invasion de nuestros cuerpos, una intrusionen nuestras vidas. y en consecuencia un violacionde nuestra libertad existencial, sea 0 no sea estepotencial tambien la raiz de l1uestra diferentes mo­ralidades (afirmacion que hace el feminismo cul­tural a favor del embarazo), 0 la esperanza de nues­tra liberacion (afirmacion que hace el movimientode liberacion sexual a favor del sexo). Tanto la co­pula como el embarazo son invasiones, ocupacio­nes literales, fisicas y materiales del cuerpo. El feto,como el pene, literalmente ocupa mi cuerpo. Encasos extremos, naturalmente, tanto la c6pula he­terosexual no deseada como el embarazo no de­seado pueden ser experiencias de invasion fisicaque ponen en peligro la vida. Un feto no deseado,no menos que un pene no deseado, invade mi cuer­po. viola mis limites fisicos, ocupa mi cuerpo ypuede potencialmente destruir mi sentido del yo.Aunque la cultura no los reconoce como tales, lasinvasiones fisicas y existenciales ocasionadas poruna copula y un embarazo no deseados son ver­daderos danos. Son acontecimientos a los que de­beriamos temer. Son acontecimientos contra loscuales cualquier persona sana deberia proteger­se. Lo que une al feminismo radical de los sesen­ta con el de los ochenta es el argumento de que elpotencial de conexion material y fisica de las mu­jeres con el otro constituye una invasion, la cuales un verdadero dano causante de un verdaderoperjuicio que la sociedad tendria que reconocercomo tal.

La violacion material y esponidica del cuerpo dela mujer ocasionada por el embarazo y por la copu­la, implica una violacion profunda y existencial desu intimidad, de su integridad y de sus proyectos devida. De acuerdo con las feministas radicales, el an­helD de las mujeres de individuaci6n, de autonomiafisica y de independencia va mucho mas alIa del de­seo de evitar los peligros de la violaci6n 0 del emba-

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razo no deseado. Las mUjeres tambien desean la li­beracion de la opresion de la intimidad (y de los va­lores que la acompaiian), que tanto el feminismocultural como la mayoria de las mujeres sobrevalo­ran oficiahnente y de manera equivocada. La intimi­dad, en pocas palabras, es una intrusion, inclusocuando no pone la vida en peligro (tal vez especial­mente cuando no pone la vida en peligro). Un emba­razo no deseado es desastroso, pero incluso un em­barazo deseado, al igual que la maternidad, es unaintrusion. Un nifto es una intrusion, tanto como elfeto es una invasion.

De manera similar, aunque la copula heterosexualno deseada es desastrosa, incluso la c6pula hetero­sexual deseada es una intrusi6n. El pene ocupa elcuerpo y "divide ala mUjer" intemamente, para usarel lenguaje de Andrea Dworkin, tanto en la c6pulaconsentida como en la violacion. Se introduce, desa­fia, niega y hace imposible el mantenimiento de laintegridad fisica y la formaci6n de un yo unificado.La historia no oficial. mas profunda del feminismoradical puede ser que la intimidad -el valor oficialdel feminismo cultural- es opresiva en si misma.Las mUjeres secretamente, subrepticiamente y demanera no oficial anhelan esa misma individuacionque, como insiste el feminismo cultural, las mUjerestemen: la libertad, la independencia. la individuali­dad, el sentido de integridad, la confianza, la auto­estima y la seguridad de la identidad que s610 puedevenir de una vida, una historia, un Camino, una voz,una sexualidad, un utero y un cuerpo propios.Dworkin explica:

En la experiencia de la copula, ella pierde su capa­cidad para mantener su integrtdad porque su cuer­po -la base de la autonomia y de la libertad en elmundo material para todos los seres humanos- espenetrado y ocupado; los limites de su cuerpo fisi­co son -neutralmente hablando- violados. La quese torna de ella en ese acto no es recuperable, y ellapasa su vida -queriendo despues de todo tener

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algo-- creyendo que el placer esta en ser reducidaala insigntficancia a traves de la copula [... j. Ellaaprende a erotizar la impotencia y la autoani­quilaci6n. Los limites rnismos de su propio cuerpose vuelven para ella insignificantes y. aun peor, in­uttles. La transgresi6n de esos lirnites llega a signi­ficar una degradaci6n de tipo sexual. la que ella searroja, porque se Ie ha dicho, convencido, que laidentidad, para una mUjer, esta ahi: en algun lugarmas aHa de la autonomia y del autorrespeto.51

AI feminismo radical, entonces. 10 une una des­cripci6n particular de la subjetividad del estado ma­terial de conexi6n. SegUn esa descripci6n, las muje­res temen la intrusi6n y la invasi6n, y anhelan unaidentidad independiente, individualizada y separa­da. Aunque es posible que. en efecto. las mujeresvaloren "oficialmente" la intimidad, 10 que elIas an­sian de manera no oficial es la autonomia y la inte­gridad fisicas. asi como el celibato: en una palabra,la exclusividad fisica. En el campo moral. las muje­res valoramos oficialmente una reflexi6n moralcontextual, relacional, del cuidado, pero secretamen­te deseamos que todo el mundo se vaya al diablopara que podamos continuar con nuestros propiosproyectos: aborrecemos la intrusi6n que la intimi­dad acarrea. En el campo epistem610gico y moral.mientras que las mujeres valoramos oficialmente lacomunidad. el entramado social, la rueca y el tejer,a puerta cerrada ansiamos la soledad. la auto­consideraci6n. la autoestima, el pensamiento lineal,los derechos legales y un pensamiento cuya basesean principios.

Los relatos opuestos de las vidas subjetivas delas mUjeres que emergen del redescubrimiento, porparte de la teoria feminista contemporimea, de ladiferencia de las mujeres, pueden ser esquematizadosde esta manera:

51 Ibid; pp. 137-138.

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FEMINISMO FEMlNISMOCULnJRAL RADICAL

VALOR (0 ANHELO) 1IIlilli*lud IndividuaciOn.1tegridad

DANO (0 TEMOR) Separac:i6n InvasiOnInIrusiOn

Finalmente. podemos esquematizar la oposici6nentre la descripci6n del "ser humano" que emerge dela teoria del derecho contemporanea. y la descrip­Ci6n de la mujer que emerge del feminismo contem­poraneo:

LA HISTORIA OFICIAL LA HISTORIA NO OFICIAL(TEORiA Y FEMINISMO (TEORiA CRiTICA Y FEMI-QJLnJRAL) NISMO RADICAL)

Valor Dano Anhelo Temor

TEORiALEGAL AuIonomia AniquiIaci6n, UniOn, AIienaciOn(SERES FrustraciOn ConexionHUMANOS)

TEORiA bllimidad Separad6n IndivicIuaci6n InvD!;iOn,FEMINISTA inInJsi6n(MUJERES)

Como se muestra en el cuadra. las descripciones dela subjetividad de la existencia humana contadaspor la teoria feminista y la teoria del derecho con­trastan en cada punto. No hay coincidencias. En elprimer punto, y el mas obvio. las descripciones "ofi­dales" de la subjetividad de los seres humanos y lade la mujer, mas que compararse, se oponen. Deacuerdo con la teoria liberal. los seres humanos res­ponden agresivamente a su estado natural de relati­va igualdad fisica. En respuesta a los grandes peli­gros planteados por sus mutuas agresiones en elestado natural, se guian por una moralidad intensa­mente antinaturalista basada en la autonomia, losderechos y las esferas individuales de l1bertad que

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se proponen. y hasta eierto punto logran. refrenaresas agresiones. Respetan un estado civil que im­ponga esos dereehos contra las mas atroees infrae­ciones. La descripci6n de la subjetividad de las mu­jeres segim el feminismo cultural es completamente10 opuesto. De acuerdo con esta. las mujeres vivenen el reino de la desigualdad natural. Son fisicamentemas fuertes que el feto y que el niiio. Las mUjeres noresponden con una agresi6n a su desigualdad natu­ral respeeto a elIos. slno con su coanza y su cuida­do. Esa respuesta natural y de crianza evolucionahacia una moral natural del cuidado. que es consis­tente con la respuesta natural de las mUjeres. Porello. las morales sustantivas que resultan de estasdos historias son tambien, de forma no sorprenden­te. diametralmente opuestas. La autonomia que va­loran los seres humanos y los derechos que necesi­tan para restringir su hostilidad natural hacia el igualy separado otro. contrastan lntensamente con la in­timidad que valoran las mujeres y con la etica deleuidado que, en lugar de representar una limitaci6n.es una extensi6n de la respuesta natural de las mu­jeres. que es la de alimentar y coar al dependiente yconectado otro.

Las descripciones subterraneas de la subjetivi-dad que surgen de las historias no oficiales del femi­nismo radical y de la teoria cotica del derecho, masque compararse. tambien se contrastan. De acuer­do con los te6ricos criticos del derecho. los sereshumanos no responden a su estado natural de se­paraci611 fisica con agresiones. temor y sospechamutua --como sostiene elliberalismo--. sino con nos­talgia. Los hombres sufren de un perpetuo horror alaislamiento y a la alienaci6n. temen el rechazo. yabIigan el ansia de comunidad. de conexi6n y deasociaci6n. Las mujeres. por contraste. segun el fe­minismo radical. responden a su estado natural deconexi6n material con el otro con un anhelo de indi­viduaci6n y un desprecio por la invasi6n. De mane­ra igualmente clara, el temor clandestino de la alie-

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nacion que sienten los hombres (de acuerdo con lateoria critica del derecho) contrasta marcadamentecon el temor clandesttno que tienen las mUjeres dela invasi6n y de la intrusion (de acuerdo con el femi­nismo radical).

Las respuestas de los seres humanos y de lasmujeres a estos deseos clandestinos tambien con­trastan en 10 esencial. aunque es interesante queestas respuestas sean estructuralmente similares.De acuerdo tanto con la teoria critica del derechocomo con el feminismo radical. los seres humanos ylas mUjeres. respectivamente, niegan en su mayorparte los deseos clandestinos que permean sus vi­das. En su lugar colaboran. hasta cierto grado. en laelaborada tentativa de la cultura oficial por negar­los. y acomodan parcialmente la lntensidad de esasnecesidades sentidas. Ambos hacen esto por la mis­rna razon: tanto los seres humanos como las muje­res niegan sus deseos clandesttnos debido a su te­mor -legitimamente fundado-- de que si hacen valerla necesidad clandestina. encontraran ya sea la vio­lencia 0 el rechazo de la cultura dominante. La cul­tura dominante masculina condena como aberranteal hombre que necesita de otros. asi como la culturadominante femenina condena a la mujer que quiereexistir apartada de los otros. Por consiguiente. loshombres niegan su necesidad de uni6n y las muje­res niegan su necesidad de individuaci6n. Los me­canismos por medio de los cuales los dos grupos efec­tlian la negaci6n son fundamentalmente opuestosen esencia. aunque estructuralmente paralelos. Deacuerdo con la teoria critica. los seres humanos nie­gan su necesidad de uni6n primordialmente a tra­yes del distanciamiento y de la afirmaci6n individua­lista de los derechos individuales. El objetivo y elcontenido de esos derechos es el de negar en sumayor parte la necesidad humana de conexi6n y decomuni6n con el otro. Seglin el feminismo radical.las mUjeres niegan su deseo de indiViduaci6n a tra­yes de los mecanismos "intimos" del romance, el sen-

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'lt9 timiento, la ideologia familiar. la mistica de la ma­

temidad y el compromiso hacia las falsas pretensio­nes de union afectiva. El motivo y el contenido delromance y de la ideologia familiar es el de negar ensu mayor parte la necesidad de individuacion. sepa­racion e identidad individual de las mujeres.

De forma un poco menos obvia. la descripcion"no oficial" de la subjetividad suministrada por cadauno de las partes no es siInplemente el equivalentede la historia "oficial" del otro. aunque a veces se lasconfunde. Pienso que la creencia erronea de que sonequivalentes, es la responsable de la muy difundiday confusa afirmaci6n de que los estudios criticos le­gales son feministas, porque la descripcion de lasubjetividad de los teoricos criticos converge con ladesCripcion de la subjetividad de las feministas cul­turales; y es tambien responsable de la afirmacion.menos difundida pero igualmente equivocada. de queel feminismo radical equivale alliberalismo, por ra­zones paralelas.

Primero, la subjetividad descrita por la teoria cri­tica del derecho ---el anhelo de conexion y el temor dela alienacion- no es la subjetividad descrita por elfeminismo cultural -la capacidad de intimidad. laetica del cuidado y el temor de la separacion-. Sinembargo, no es dificil ver el fundamento que tiene laafirmacion erronea de que la descripcion del feminis­mo cultural de la subjetividad femenina. refleja lasconcepciones criticas de la experiencia subjetiva dela masculinidad. Existen dos razones para esta iden­tificacion erronea. En primer lugar. como observacorrectamente Duncan Kennedy, elliberalismo es enrealidad la retorica del status quo. La descripcion dela subjetividad en la que insisten los teoricos criticosdel derecho - "el yo encerrado en si mismo" que seamedrenta ante la autonomia y secretamente ansiala comunidad- contrasta intensamente con la des­cripcion de la subjetividad apoyada por la ideologialiberal dominante. La descripcion de los teoricos criti­cos de la vida subjetiva no es bien vista por los que

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estan en el poder. De hecho, es un tanto despreciada.Frente ala ideologia liberal. la teoria critica es verda­deramente radical. Es clandestina. De manera simi­lar. las mujeres y los valores de las mUjeres. por po­ner este punta de manera suave. son clandestinos.despreciados. resistidos. y en el mejor de los casos.subestimados por los que estan en el poder. En rela­cion con el jeminismo, el feminismo cultural puedeser considerado como "dominante"; pero frente alli­beralismo. el feminismo cultural es por 10 menos tanprofundamente clandestino y tan censurado como lateoria critica del derecho. sino todavia mas. EI femi­nismo cultural y la teoria critica del derecho compar­ten la condicion de marginados.

Adicionalmente. el potencial de conexion que lasmujeres poseen de forma natural y que el feminismocultural celebra. es en cierto sentido la meta del heroealienado de la teoria critica del derecho. Tal vez poresa razon la descripcion critica de la subjetividadpuede ser identificada de manera confusa como femi­nista. Sin embargo. la identificacion es exagerada.Unger explica como la conexion. 0 la "armonia natu­ral". es la meta natural del ser humano:

(,En que sentido y hasta que punto puede [...] laannonia natural ser alcanzada por el ser huma­no? Hay que tomar primero el problema de la re­conciliaci6n con el mundo no humano. Las tradi­ciones morales, artisticas y religiosas de muchasculturas hacen enfasis en la persistencia del de­seo de los hombres de verse a si mismos comomiembros de una comunidad de cosas naturalesy. sobretodo. vivientes.Debido a su aspecto sexual, el amor ayuda al hom­bre a superar la distlnci6n entre el yo y la naturale­za dentro de su misma persona. Como un ser cons­ciente e indeterminado, el se distingue por surelativa libertad respecto a los instintos 0 inclina­ciones naturales. Estas inclinaciones son el elemen­to natural en el. En tanto que se somete a ellas, eles un ser natural, y. en tanto que es libre de ellas.

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l-

el es mas que un ser natural. Las inclinaciones na­turales. como los impulsos sexuales y alimenticios,se presentan como un destino tirantco; imponen li­mites y demandas a 10 que la consciencia puederealizar.Pero en el amor, la uni6n de las personas, que re­presenta el ideal de la relaci6n entre el yo y los otros,es consumada a traves de la inclinaci6n natural delsexo. En el amor no ocurre que cuanto mas un hom­bre es un ser natural. menos humano es. Por elcontrario, la brecha entre raz6n y el impulso natu­ral se salva. AI satisfacer su ideal de relaci6n canlos otros, volviendose de esa manera mas humano.tambien se vuelve mas completamente natural.52

Pero la explicacion de Unger revela la diferencia,no la igualdad, entre la intimidad que valoran lasmUjeres y la "conexion" que buscan los hombres.Las mUjeres no valoran el amor y la intimidad por­que esto "l(a)s ayude a superar la distincion entre elyo y la naturaleza". Por el contrario, las mujeres va­loran el arnor y la intimidad porque estos expresanla unidad del yo y de la naturaleza dentm de ellasmismas. De manera mas general, las mUjeres noluchamos por alcanzar la conexion con los demascontra obstaculos que resultan ser insuperables. Laintimidad no es algo por 10 que las mUjeres luchenpara ser capaces de ella. Simplemente pasa. Es ridi­culamente facii. Sospecho tambien que cualita­tivamente esta fuera del alcance del esfuerzo mas­culino. La diferencia puede ser explicada de formagrafica: la intimidad que valoran las mUjeres se re­fiere a un compartir el territorio intersubjetivo quepreexiste al esfuerzo hecho para identificarlo. La co­nexion que sospecho que los hombres intentan con­seguir no preexiste al esfuerzo, y no es un compartirespacios; en el mejor de los casos es una contigiii­dad. Gilligan, sin darse cuenta, resume la diferencia

52 Unger. op. cit.. pp. 205-206.

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entre la comunidad que los hombres buscan subrep­ticiamente, en la que insisten los estudios criticosdel derecho, y la intimidad que las mUjeres valoran,en la que insiste el feminismo cultural: "El descubri­miento, que ahora es celebrado por los hombres demediana edad, acerca de la importancia de la inti­midad, las relaciones y el cUidado, es algo que lasmUjeres han sabido desde siempre". 53

De manera similar, el terror a la alienacion que(de acuerdo con los estudios criticos del derecho) im­pregna las vidas de los hombres, no es 10 mismo queel temor al aislamiento y a la separacion respecto alotro que caraeteriza la vida de las mujeres. El temora la separacion es, para las mUjeres, fundamental,fisico, economico, emotivo y psicologico, asi como psi­quico. El separarse de su hijo implica la muerte dela criatura con qUien la madre ha estado conectadafisica y psicologicamente y, por consiguiente, la muer­te de una parte de la madre tambien; de forma simi­lar, la separacion de su comunidad puede tener comoconsecuencia el poner su vida en peligro. La aliena­cion que atemoriza a los hombres no es el miedo deque uno mismo 0 el otro con quien uno esta en sim­biosis sean amenazados. La alienacion que atemori­za a los hombres es el lamento por la perdida de unestado existencial fundamental, basico, "primero",del ser. El anhelo por superar la alienacion es unareaccion construida socialmente contra el hechonatural de la individuacion. Para ponerlo de formamas directa: el amor, para los hombres, es una ha­bilidad adquirida; la separacion (y por consiguientela autonomia) es 10 natural en ellos. La separacionque pone en peligro a las mUjeres, en contraste, es10 que es socialmente construido -la union es 10natural-. La separacion, y el temor de esta, es larespuesta al estado natural (y agradable) de co­nexion.

53 Gilligan. op. cit.. p. 17.

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En segundo lugar, la descripci6n hecha por lasfeministas radicales de la naturaleza subjetiva de lasmUjeres. de sus aspiraciones y temores. no es la mis­rna que la descripci6n de la "naturaleza humana" queusa el liberalismo. No es dificil entender. sin embar­go, el fundamento de esta confusion. Tanto el femi­nismo radical como el liberalismo yen al otro comoun peligro para el yo: el liberalismo identifica al otrocomo una amenaza para la autonomia y para la vidamisma; el feminismo radical identiftca al otro comouna amenaza para la individuaci6n y para la integri­dad fisica. No es de sorprenderse, entonces. que lasfeministas radicales tomen muchas cosas prestadasen 10 referente a la armadura protectora de derechosy de separaci6n del liberalismo. Desde el punto devista del feminismo radical. "el discurso de los libera­les sobre los derechos". tan desacreditado por los teo­ricos criticos del derecho, es aceptable. y seria aunmejor si protegiera a las mujeres contra los peligrosque caracterizan sus vidas. de la misma forma queprotege a los hombres contra los peligros que carac­terizan las suyas.

Sin embargo. las similitudes estructurales termi­nan ahi. El terror de invasion y de intrusibn que sien­ten las mUjeres respecto al potencial de penetraci6n yde impregnacion del otro conectado a ella. no es elmismo que el temor de aniquilaci6n y de frustraci6nque sienten los hombres frente al otro. El mayor te­mor de los hombres es ser exterminados -ser asesi­nados -. El temor de invasi6n y de intrusi6n sexual yfetal que permea las vidas de las mUjeres no es eltemor de aniquilaci6n 0 de frustraci6n. El temor deinvasion sexual y fetal es el temor de ser ocupadasdesde adentro. no el de ser aniquiladas desde afuera;de que el yo sea vencido. no acabado; de que la vidafisica y material de una se yea tomada por la apre­miante presi6n fisica de otro, no acabada por los in­tereses conflictivos de otro; de ser. en breve, apropia­da, ocupada. desplazada, e invadida. no asesinada.Ademas. la intromisi6n de formas menos daflinas de

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intimidad -la intimidad deseada- no es equivalentea las formas menores de aniquilaci6n que elliberalis­mo reconoce: que los fmes de uno sean frustradospor los fmes en conflicto del otro. Yo no temo que mis"fines" sean frustrados; temo que sean "desplazados"incluso antes de que llegue a formularlos. Temo quese me rehilse el derecho a ser un "yo" que teme. Temoque mis fines no sean los mios propios. Temo que lafrase "mis fmes" sea (0 ya sea) "oximor6n". Temo quenunca tenga la libertad. 0 el espacio, para volvermeuna criatura productora de fmes.

De forma similar. la individuaci6n apreciada porel feminismo radical no es 10 mismo que la autono­mia que proclama el liberalismo. aunque pueda seruna precondicion para esta. La "autonomia" alaba­da por el liberalismo es el derecho que uno tiene aperseguir sus propios fines. La "individuacion". comoes entendida por el feminismo radical, es el derechoa ser la clase de criatura que puede tener, y luegoperseguir, sus "propios" fmes. El anhelo de indivi­duacion de las mujeres es el anhelo de un estadotrascendente del ser individual que se enfrenta a 10que es intemamente contrario, dado. fundamental yprimero. La autonomia es algo que es natural al es­tado existencial de los hombres y que el estado pue­de proteger. La individuaci6n, en contraste, es laprecondici6n material de la autonomia. La individua­ci6n es 10 que se necesita para ser. incluso antes depoder empezar a pensar acerca de 10 que se necesitapara ser libre.

Estas, entonces, son las diferencias entre el "serhumano" supuesto por la teoria del derecho y la mu­Jer, cuya vida esta siendo articulada ahora por la teo­ria feminista. El ser humano, de acuerdo con la teo­ria del derecho, valora la autonomia y teme laaniquilacion. mientras que al mismo tiempo tienemiedo de la alienaci6n que acarrea inevitablementesu amor por la autonomia. Las mujeres. de acuerdocon la teoria feminista. valoramos la intimidad y te­memos la separaci6n, mientras que al mismo tiempo

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.'

anhelamos la individuacion que nuestro temor a laseparacion hace imposible, y tememos la invasion quenuestro arnor por la intimidad acarrea. El ser huma­no presupuesto 0 constituido por la teoria del dere­cho exduye a la mUjer descrtta por el feminismo.

CONTRADICCIONES FUNDAMENTALES

En la tercera parte de este articulo explorare lasimplicaciones de la conclusion que acabo de dar. queel ser humano presupuesto por la teoria del derechoexduye a la mUjer descrita por el feminismo, para eldesarrollo de una teoria feminista del derecho. An­tes de hacerlo. sin embargo, quiero llevar un pasomas alIa la comparacion estructural de las descrip­ciones de la subjetividad, ofrecidas por la teoria delderecho y por la teoria feminista. Ambas teorias pa­recen ofrecer desclipciones intemamente contradic­torias de la subjetividad de los hombres y de lasmUjeres respectivamente. La "historia oficial" de lasubjetividad propuesta por la teoria liberal del dere­cho esta en conflicto con el relato de la subjetividadde la separacion adelantado por la teoria critica delderecho, asi como la "historia oficia!" del feminismocultural esta en conflicto con el relato contrapuestode las feministas radicales acerca de la subjetividadde la conexion. Ni el feminismo cultural ni la teorialiberal del derecho han producido explicaciones acer­ca de los relatos aparentemente contradictorios dela subjetividad, ofrecidos respectivamente por el fe­minismo radical y la teOlia critica del derecho. Am­bos deberian hacerlo. El feminismo radical y la teo­ria critica del derecho. sin embargo, han tratado eltema, y 10 han hecho extensamente. Quiero ahoraexaminar esas explicaciones, y tratar de mejorarlas.

Una explicacion de la divergencia entre el valoroficial y la vida subjetiva, que aparece tanto en elpensamiento feminista radical como en la teoria cri­tica del derecho, se centra en el concepto psicoana­litico de la negacion. Una segunda explicacion, que

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tambien aparece tanto en la teoria critica del dere­cho como en el feminismo radical, se centra en elconcepto gramsciano y marxista de legitimacion yde apologia. Una tercera explicacion posible del mis­mo fenomeno, que aparece en la teoria critica delderecho pero no en el feminismo, se centra en laprovocativa nocion de Duncan Kennedy de "contra­diccion fundamental". Quiero respaldar esta terceraexplicacion, y sugectr como puede ser aplicada demanera provechosa a algunas de las contradiccio­nes que en este momenta infestan la teoria feminis­tao No obstante, examinare para comenzar las dosprimeras explicaciones, y expondre porque piensoque estas fracasan tanto en la teoria feminista radi­cal como en la teoria critica, aunque mi enfoque secentrara en el feminismo.

La primera explicacion de la contradiccion entreel valor oficial y la vida subjetiva, que es recurrentetanto en la teoria critica legal como en el feminismoradical, se centra en el concepto psicoanalitico de la"negacion", y su corolarto politico, la "colaboracion".Asi, tanto Andrea Dworkin como Catharine Mackinnon(y otras numerosas feministas radicales) han argu­mentado que la alta estima que tienen las mUjerespor la intimidad fisica heterosexual constituye unaforma de negacion, de mala fe y, fmalmente, de cola­boracion con el patriarcado. Dworkin presenta esteargumento con el mayor detalle. Las mUjeres aflrmanque encuentran la intimidad en la copula, indicaDworkin, porque ellas deben, despues de todo, "teneralgo". Las mujeres afirman que disfrutan la copula (yerroneamente la llaman "intimidad") porque se han"alienado de la libertad" como resultado de su miedoa la autoafirmacion. Este miedo no carece de base: ensu mayor parte se fundamenta en recuerdos muyprecisos de reacciones violentas (0 que amenazaroncon serlo) a un intento de afirmacion de la indepen­dencia sexual. Pero a pesar de todo, es una forma decobardia. Las mUjeres que afinnan valorar la intimi­dad heterosexual, niegan su deseo de libertad porque

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temen la recurrencia de una experiencia primordialextremadamente dolorosa de violenta opresion sexual.En una palabra. colaboran:

Hay la complicidad inicial, los actos de auto­mutilacion. de autorebajamiento, de autorecons­tnlccion. hasta que no queda un yo, solo la rebaja­da y mutilada reconstruccion. Todo es superficial einsigniflcante. excepto 10 que cuesta a 10 humanoen ella hacerlo; excepto por el hecho de que se so­mete. de que se conforma. renunciando a una in­dividualidad que resistiria la condici6n de objeto 0

la desafiaria. Algo pasa adentro; el humano olvidala libertad: el humana aprende la abediencia; elhumano. esta vez una mujer, aprende a caminar apaso de ganso a la manera femenina [... j asi que elacto pasa de la complicidad ala colaboraci6n. Perola colaboraci6n requiere que se prepare el terreno.que se minen los valores, la perspectiva objetiva yla dignidad. un sentido de alienacion respecto alvalor de otros seres humanos -y esta alienaciones fundamental para las mujeres vueltas objeto.porque elIas no se experimentan a si mismas comoseres humanos-. [... j Ser el objeto de un hombresignifica estar alienada de las otras mujeres --deesas que son como elIa- en condicion, en inferio­ridad y en funcion sexual. La colaboracion de lasmUjeres con los hombres para mantener a las mis­mas mujeres inferiores civil y sexualmente, ha sidouno de los sellos de la subordinaci6n femenina;nos avergonzanlos cuando Freud 10 nota. pero esverdad. 54

El teorico critico Peter Gabel ha dado una explica­cion perfectamente paralela de la atraccion por los va­lores liberales de autonomia, derechos e individuacion,a pesar del agudamente doloroso anhelo de conexionque de hecho impregna las vidas de los hombres. Elargumento de Gabel es comparable estructuralmente

54 Dworkin. op. cit.. pp. 141-142.

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al de Dworkin, aunque contrasta con este subs­tantivamente. Asi, mientras que Dworkin argumentaque las mUjeres niegan su deseo de libertad , Y se dis­lancian a si mismas de el a traves de un falso compro­miso con la intimidad., Gabel argumenta que los sereshumanos niegan su ansia de union con el otro, y sedistancian a si mismos de este a traves de un falsocompromiso con los derechDs. Asi como las mujeresniegan su deseo de libertad debido al temor de que si10 afirman corren el riesgo de una invasion violenta,los seres humanos, segim Label, niegan su deseo deunion debido al temor de que si descubren su masprofunda y verdadera necesidad de conexion, se ha­ran a si mismos vulnerables al dolor del rechazo. Estetemor tiene su origen en recuerdos de la infancia fija­dos en el inconsciente, asi como el miedo de las muje­res a su propio deseo de libertad tiene su origen en elrecuerdo de la violencia mascullna. De acuerdo conGabel, en algim momenta de la infancia temprana e1otro (lease: la madre) 10 rechazo. Ese rechazo fue dolo­roso y humillante. El individuo niega su necesidad deconexion porque se rehusa a arriesgarse a que un re­chazo tan doloroso y humillante vuelva a repetirse, asicomo la mujer niega su necesidad de individuacionfisica porque se rehusa a arriesgarse a que la violacionse repita. De modo que el crea en cambio un yo falso.definido por los "derechos" liberales. En una palabra,colabora:

Cada uno de nosotros siente que los otros estandecididosa mantenerse a 10 que podemos llamaruna distancia amenazante, deseando establecercontacto con otros ojos y sin embargo prohibiendoeste contacto [... j. Y porque esta distancia prohibi­da nos conduce a recelar 0 a perder confianza enel deseo del otro, buscamos protegernos instalan­do la misma distancia prohibida en nosotros mis­mos. Cada uno de nosotros se vuelve W uno de losotros", ayudando asi a crear esa lllisma desco­nexion que la mayoria de nosotros deseamos quelos otros nos permitieran superar [... j.

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lCual es entonces el ongen de esta desconfianzamutua que nos conduce a adoptar un yo falso queniega su propia falsedad? Para cada uno de noso­tros individualmente, esta desconfianza se onginaen nuestra niiiez [... J a traves del contacto directocon padres que fueron condicionados ellos mis­mos dentro del 'circulo de la negaci6n colectiva',por medio del cual la reciprocidad alienada se re­produce a si misma. Como resultado de estas ex­periencias tempranas de la distancia del otro,intemalizamos la memona de perdida con la cualse asocia permanentemente el deseo mismo[...].En consecuencia, el ongen de la alienaci6n no debeser encontrado ni en la organizaci6n de la produc­cion, ni en alguna forma especial de educar al nhio,ni en la contradicci6n entre el yo y el otro inheren­te a la naturaleza humana: se produce en cambioen la incapacidad del deseo intersubjetivo de tras­cender la coaccion circulary autorreproductora quese ha impuesto a si mismo en respuesta al temorde la perdida.55

Seguramente que Gabel es consciente ahora deque su relato del origen de "nuestran alienaci6n res­pecto al otro esta profundamente influenciado por lanoci6n de genero. 56La historia que el cuenta de uni6n.separaci6n. anhelo, rechazo, represi6n. humillaciony tambien de alienaci6n, es la del desarrollo mascu­lino, no del femenino. Pero estructuralmente. su ar­gumento no depende en absoluto del genero. Losargumentos de Dworkin y de Gabel utilizan exacta­mente la misma estructura 16gica. Dworkin, comoGabel, afim1a que las mUjeres participan de unanegaci6n masiva. y de una identificaci6n y colabora­cion con los poderes que causan su alienaci6n. Dehecho. el relato de Gabel acerca de la negaci6n mas-

55 Gabel. op. cit pp. 1567-1569.56 Gabel alude brevemenle, pew luego deja de lado una explica­

cion feminista alten1ativa en la cita 12, Texas Law Review 62.p. 1568.

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culina de la necesidad de uni6n es un espejo estruc­tural, a pesar de ser el opuesto substantivo del rela­to de Dworkin acerca de la negacion de las mUjeresde la necesidad de individuaci6n.

Creo que tanto las explicaciones de Dworkin comolas de Gabel son fundamentalmente insatisfactonas.y aunque exploran fen6menos substancialmenteopuestos. son insatisfactorias por la misma razon.Ninguna de las dos afirmaciones hace justicia a lacomplejidad de la fenomenologla que buscan expli­car. Otros han sostenido, y pienso que de modo per­suasivo, que la explicaci6n de Gabel de la adhesion"colaboracionista" a los derechos por parte de losdesposeidos. fracasa en capturar la experienciafenomenol6gica de los derechos como un instrumento-incluso comunitarto- que da poder a las gentesdesposeidas.57 No desarrollare aqui este argumento.Pero Sl quiero sostener que la afrrmacion paralela deDworkin, de que el gozo de las mUjeres en la copulaheterosexual constituye una forma de colaboracion.fracasa en capturar la experiencia fenomenologicade la c6pula como una relaci6n intima positiva. masque como una experiencia que es inevitablementedestructiva de "todo 10 que es creativo en nosotras".Las mUjeres frecuentemente. y tal vez cada vez mas.experimentan la copula heterosexual como una inti­midad libremente escogida, no como una servidum­bre invasora. Un radicalismo que niegue terminan­temente la realidad de tal experiencia vital corre elriesgo de hacerse ininteligible e irrelevante para lagente, sin mencionar a la audiencia que mas impor­ta: es decir. esas mujeres para quienes la copula noes libre. ni escogida, para quienes es cualquier cosamenos intima. y quienes no tienen ni idea que po­dria ser 0 deberia ser las dos cosas.

57 Vease PatriciaWilliams, ·A1chemical Notes: Reconstructed Idealsfrom Deconstructed Rights". en: Harvard Civic rights. CivicUberties Law Review 22, 1987, p. 301.

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Esta "critica ala critica de la intimidad" puede serfacilmente mal interpretada -asl como puede serlo"la critica a la critica de los derechos"-. No estoy ne­gando que la heterosexualidad sea obligatoria en estacultura, ni que las mujeres como consecuencia deesa obligacion queden alienadas de su deseo de liber­tad. De hecho cierto; la poetisa lesbiana-feministaAdrienne Rich afirmaba hace algun tiempo que tantola heterosexualidad como la copula heterosexual sonobligatorias Pero la heterosexualidad es obligatoriadebido a las instituciones que asi la hacen, no debidoa la naturaleza del acto. Esto mismo es verdad res­pecto a la maternidad y al embarazo. Porque son for­zosas, la maternidad y la heterosexualidad son tre­mendamente constrictivas, daiiinas y opresivas. Esverdad, en efecto, que las instituciones que hacen queesa necesidad exista, tienen que ser y senin destrui­das'. Pero nada de esto tiene como consecuencia quela maternidad 0 la copula tengan que ser, necesitenser 0 vayan a ser destruidas en sl mismas. Rich haargumentado 10 siguiente acerca de la maternidad:

Destmir la instituci6n no significa abolir la mater­nidad. Es liberar la creacion y el sustento de la vidaal mismo campo de decision, lucha, sorpresa, ima­ginacion e inteligencia consciente, de cualquier otrotrabajo dificil pero libremente escogido.58

De fonna similar, destruir la institucion de la co­pula heterosexual no significa abolir la copula. Masbien es "liberarla" al mismo campo de decision, lu­chao sorpresa, imaginacion e inteligencia conscientede cualquier ob-a "forma" escogida -no de trabcyo,como en el caso de la maternidad- sino de intimi­dad, amor y juego.

Ahora bien. tambien es verdad -enfaticamenteverdad- que ni la matemidad ni la copula han sido

58 Adrienne Rich. op. cit., p. 272.

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"liberadas" del patriarcado. Hasta que no 10 hayansido. ningiin proyecto es mas vital para nuestra com­prension de la opresion presente de las mujeres quela descripcion de la experiencia subjetiva de la mater­nidad, y de la copula, dentro de las institucionespatriarcales que hacen obligatorias esas actividades.Esta es la importancia del trabajo multidimensionalde Rich acerca de la matemidad y de la hetero­sexualidad obligatorias, y del apasionado pero decep­cionantemente unidimensional trabajo de Dworkinacerca de la copula. Necesitamos ser conscientes ­que se nos haga conscientes- de que esas institucio­nes constriiien al defmir el acto. Pero, como clara­mente 10 observo Rich con respecto a la maternidad,eso no es todo 10 que necesitamos entender. Las femi­nistas tambien necesitan entender 10 que significatener hijos y disfrutar la copula dentro de condicio­nes ideales de libertad, pues son esas condiciones lasque definen potencialmente y cada vez mas, paramuchas de nosotras, la naturaleza de esos hechos.Cuando lleguemos a entender esto, 0 al menos nosesforcemos por entenderlo, tendremos una mejor com­prension de 10 que pueden ser la copula y la matemi­dad no institucionales y no patriarcales, y en 10 quepueden finalmente convertirse.

Naturalmente, adoptando nuevamente las ideasde Rich, incluso para vislumbrar la copula y la ma­ternidad fuera de una cultura patriarcal, se requiereun "salto cuantico" de la imaginacion. Se requiere,mas que todo, la habilidad para imaginamos a no­sotras mismas en una sociedad en la que las mUje­res tengamos posesion de nuestros cuerpos:

El 'salto cuantico' [de la imaginacion) implica queaun al tratar de hacer frente a las reacciones ad­versas y a las urgencias, estamos imaginando 10nuevo: un futuro en el que las m~eres somos po­derosas, y estemos llenas de nuestro propio poder.no del lado del antiguo poder patriarcal sino delpader para crear. del poder para pensar, del poderpara articular y del poder para transformar nues-

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~7'~ tras vidas y las de nuestros hijos. Yo creo [... j queeste poder comenzani a hablar en nosotras mas ymas en la medida en que volvamos a tomar pose­sion de nuestros propios cuerpos, incluyendo ladecision de ser madres 0 no, y como. y con quien, ycuando. Pues la lueha de las mUjeres para llegar aautodeterminarse tiene su origen en nuestros cuer­pos, y es indicativo de esto el que las mujeres re­presentativas, ya sean artistas 0 intelectuales 0 pro­resionales, hayan muchas veces sido forzadas anegar su corporeidad femenina con el fm de entraren los campos designados como de dominio mas­culino. 59

Y aim asi realizamos pequenas versiones de es­tos "saltos cminticos" todos los dias. Continuamosteniendo hijos y queriendo tener hijos a pesar de lanaturaleza obligatoria de la maternidad institucional.Tambien realizamos pequenas versiones del mismo"salto cuantico" con respecto ala c6pula. Las muje­res, cada vez mas. nos entregamos libremente a lac6pula heterosexual a pesar de la naturaleza obliga­toria de la instituci6n de la c6pula. Cada vez mas,percibimos c6mo es se siente la c6pula cuando es"liberada" de la heterosexualidad obligatoria. Lasexplicaciones que descansan en la negaci6n de laposibilidad de que la igualdad y la libertad puedendefinir la c6pula y la maternidad, no consiguen in­corporar los atisbos reales que, cada vez mas fre­cuentemente. tenemos de un l11undo sin las presen­tes instituciones opresivas. En consecuencia, estasexplicaciones ponen en peligro la seriedad y la ver­dad del razonamiento feminista radical de que mu­chas l11ujeres, de hecho la mayoria de las mUjeres,definen sus relaciones intimas dentro de los confi­nes de la necesidad en lugar de los de la posibilidad,y dentro de los dictados de la coacci6n, en lugar delos de la elecci6n.

59 [bid.. pp. 271-272.

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La segunda posible explicaci6n de la contradic­cion entre la historia oficial y la verdadera subjetivi­dad, se centra en los conceptos gramscianos y mar­xistas de legitimaci6n y apologia. Asi, CatharineMackinnon argumenta que la "intimidad" simplemen­te legitima la invasi6n, y que la celebraci6n de laintimidad por parte del feminismo cultural es, enesencia, una simple apologia del patriarcado:

Que las mujeres reafinnen la diferencia, cuando ladiferencia signiflca dominio, como es el caso con elgenero, significa reafmnar las cualidades y las ca­racteristicas de la falta de poder [... j.Ast que soy critica con el hecho de afirmar 10 quehemos sido, que necesariamente es 10 que se nosha permitido. como si fuera de las mUjeres, nues­tro, poseido (... 1.No creo que la manera en que las mUjeres razo­nan moralmente sea una moralidad 'con una vozdiferente'.Creo que es una moralidad con un re­gistro mas agudo, con la voz femenina. Las mUje­res valoran el euidado porque los hombres nosvaloran de acuerdo con el cuidado que les damos,y probablemente podriamos usar algo de eso. LasmUjeres piensan en terminos relacionales porquenuestra existencia es definida en relacion a loshombres [... j 10 que estoy diciendo es que el danaocasionado por el sexismo es real, y codificar esoen diferencias es un insulto a nuestras posibili­dades. 50

Esta explicaci6n tiene un paralelo en la teoria cri­tica del derecho. De acuerdo con los te6ricos criticosdel derecho, la clase dominante legitima la realidadopresiva de la alienaci6n, calificandola de libertad;asi como el feminismo cultural. segun Mackinnon,califica a la invasi6n de intimidad. En efecto, es unaafirmaci6n recurrente en la teoria critica del derecho

60 Catherine A. Mackinnon. Feminism Unmodified. Cambridge.Harvard University Press, 1987, p. 39.

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que la reto1ica de la autonomia y de la libertad, en­contrada en el derecho contractual del siglo diecinue­ve, como la retorica de la buena fe y de las expectati­vas cumplidas en el derecho contractual del sigloveinte, funcionan toda ella para negar la verdaderanecesidad humana de conexion y de colectividad:

La imagen legitimadora del derecho contractual cla­sico del siglo diecinueve era el ideal de la libre com­petencia, como consecuencia de las interaccionescompletamente voluntazias entre muchos particu­lares. todos enos libres por naturaleza e iguales losunos a los otros [... J. Esto era una negaci6n y unaapologia. No tenia en cuenta las limitaciones prac­ticas de la libertad de mercado y de la igualdad.provenientes de la posici6n de clase y de la des­igualdad en la distribucion de las riquezas. Tam­bien ignoraba otros significados de libertad y deigualdad que tienen que ver con la realizaci6n delespiritu y del potencial humano a traves del trabajoy de la comunidad. La legitimacion dellibre merca­do fue conseguida abrazandose a una estrecha no­cion de la libertad y de la igualdad. y fusionandolaen la memoria colectiva con el significado genuino[... ).61

El punta central que se debe comprender de 10 an­tertor, es que el derecho contractual se constituyehoy en clia en una tentativa elaborada por ocultar10 que esta sucediendo en el mundo [... J. El capita­lismo contemporaneo es un sistema coercitivo derelaciones [... J. Nuestros limitados roles funciona­les causan aislamiento. pasividad, desuni6n e im­potencia. El derecho contractual, como las otrasimagenes constituidas por el capitalismo, es unanegacion de estos sentimientos dolorosos y una apo­logia del sistema que los produce.52

61 Peter Gabel and Jay M. Feinm.an. ·Contract Law as Ideology".en: TIle Politics ofLaw (DaVid Kairys ed.), Basic Books. 1982.pp. 172 Y 176.

62 Ibid.. p. 183.

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Nuevamente, tanto el argumento de MacKinnoncomo la afirmacion paralela de la teoria criticason insatisfactorias, y 10 son por la misma raz6n.Ninguno de estos argumentos hace justicia a lacomplejidad de la vision opuesta que atacan. Puesaunque es verdad que el compromiso del libera­lismo con el individualismo refleja el mito legiti­mador capitalista de la libertad de mercado, seencuentra lejos de contarnos toda la historia. Elcompromiso con el individualismo que penetraparte del liberalismo y de la cultura liberal, existea pesar del desprecio real del capitalismo por elverdadero individualismo, no debido a la falsapresunci6n de libertad del capitalismo. Ellibera­lismo siempre ha tenido una dedicaci6n radicalpor el verdadero individualismo que no es de nin­guna manera apologetica; el individualismo libe­ral -por 10 menos en algunas de sus formas his­toricas y modernas-, mas que relegitimar, poneen cuestion la superestructura capitalista. De for­ma similar, la etica del cuidado de las mUjeres ysu compromiso con el valor de cUidado y de la in­timidad, celebrados por el feminismo cultural, exis­te a pesar del desprecio del patriarcado y de lasubvaloraci6n de esos valores, no debido ala falsapresunci6n de respetar la esfera separada de lasmujeres. Aunque naturalmente es verdad que lacelebracion por parte del feminismo cultural de laetica del cuidado refleja la celebracion por partedel patriarcado de las esferas separadas, 10 prime­ro es dificilmente una apologia de esto ultimo. Lasdiferencias entre el feminismo cultural y elpatriarcado son trascendentales: el patriarcadodesvaloriza a las mUjeres, el feminismo culturalno. El patriarcado celebra la esfera diferente delas mUjeres con el fin de reforzar la falta de poderde las mujeres. El feminismo cultural no.

Los te6ricos criticos del derecho han desarrolla­do un tercer relato de la contradiccion entre los va­lores liberales y el deseo subjetivo: se basa en otra

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contradicci6n real y vivida, fundamentada en unarealidad no reconstruida, material. Pienso que estaexplicaci6n es la mas convincente de las tres, aun­que, basta donde yo se, ella no tiene paralelo en lateoria feminista. Tanto Roberto Unger como DuncanKennedy han indicado, con autoridad considera­ble. que la "contradiccion" entre la afinnacion libe­ral de que los seres humanos valoran la autonomiay temen al otro, y la afinnaci6n contraria de la teo­ria clitica de que ellos desean la conexion con elotro y temen la alienaci6n respecto a el, refleja unacontradiccion real en nuestras vidas subjetivas,materiales y naturales. Por consiguiente, no es (uni­camente) el producto de la negacion psicoanaliticao de la legitimaci6n gramsciana. Es una contradic­ci6n expeTimentada. no una contradicci6n 16gica.La diferencia es importante.

Segtm Kennedy, nosotros valoramos tanto la au­tonomia como la conexion, y tememos tanto la ani­quilaci6n por parte del otro como la allenaci6n res­pecto a el, y todo por una buena raz6n. El otro es ala vez necesario para nuestra existencia continua­da y una amenaza para la misma. Aunque es ver­dad que la historia liberal dominante de la autono­mia y de la aniquilaci6n sirve para perpetuar el statusquo. ella no significa que el deseo subjetivo de liber­tad y de seguridad que esos valores liberalescosifican seanJalsos . Mas bien, argumenta Kenne­dy, la colectividad es esencial para nuestra identi­dad asi como a su vez es un obstaculo para ella.Tenemos deseos y valores contradictorios porquenuestra condicion humana esencial-Ia separacionfisica de la colectividad que es necesaria para nues­tra identidad- es en si misma contradictoria. Esesa condicion humana esencial la que lleva las se­millas de nuestro miedos gemelos de alienacion y deaniquilaci6n. asi como nuestros deseos gemelos deautonomia y de union:

He aqui una exposici6n inicial de la contradic­ci6n fundamental:

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Los otros (la familia. los amigos, los burocratas. lasfiguras culturaIes. el Estado) son necesarios si que­remos de alguna manera llegar a ser personas: ellosnos proporcionan la materia de nuestro yo y nos pro­tegen de forma crucial contra la destruccion. Auncuando nos pareciera que estUviesemos mas solos.otros estcin con nosotros. incorporados en nosotrosa traves de procesos de lenguaje, de cOgnicion y desensacion que son, simplemente desde el punto devista de la biologia, aspectos colectivos de nuestraindividualidad. Por otra parte, no siempre estamossolos. A veces experimentamos la fusi6n Con otros.en un grupo de dos personas 0 incluso de dos millo­nes y, mas que ser una mala experiencia. es bueno.Pero al mismo tiempo que nos forma y nos protege.el universo de los otros (familia. amistad, burocra­cia, cultura, Estado) nos amenaza con la aniquila­cion y nos impone formas de fusion que. en lugarde ser buenas. son claramente malas (... J. Innume­rabIes gestos de conformidad, grandes y pequenosabandonos del yo en los otros. son el precio de lalibertad que experimentamos en la sociedad. Y elprecio es alto.63

Robert Unger da una descripcion mas general deesta contradiccion fundamental:

El problema a ser resuelto es el de reconciliar dosdeseos humanos primitivos. Uno es la necesidadde preservar la independencia respecto al mundoexterior. El otro es la necesidad igualmente basicadel yo de vivir en un mundo transparente a su en­tendlmiento y sensible a sus preocupaciones. unmundo. por consiguiente, con el que pueda ser uno.Esta situacion en la que el hombre esti unido a lanaturaleza y a la vez separado de ella. en la que hasuperado su distanciamiento moral y cognitivo sinperder su independencia, es la armonia natural (... J.Si entendemos a la naturaleza como el mundo no

63 Duncan Kennedy, "The Structure of Blackstone"s Commen­taries", BUffalo Law Review 28. 1979. pp. 209 Y 211-212.

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humano. la annonia natural sera la experienciade pertenecer a ese mundo y al mismo tiempo es­tar apartado de el. Esto es 10 que parece tener enmente Marx cuando habla de la condici6n en laque la naturaleza esta humanizada Y el hom.brenaturaliZado.64

Esta tercera explicacion de la contradiccion entrela ideologia liberal y las pretensiones descriptivas cri­ticas puede. naturalmente. estar simplemente equi­vocada. El valor que el individuo da a la autonomia Yel temor de la aniquilacion que asegura sentir. po­drian reflejar simplemente la eficacia de la legitima­cion y de la apologia. 0 la profundidad de la negacio

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psicoanalitica. Pero si Kennedy esta equivOcado. 10esta de una manera que es compartida por la mismacultura legal. Pues como sabe cualquier buen estu­diante de derecho. a un mvel empirico Kennedy c1a­ramente tiene la raWn: nuestra doctrina legal. 0 por10 menos nuestra ideologia legal. refleja en efedo laapremiante contradiccion fundamental que Kennedyha identificado. Cualquier exposici6n 10 suficientemen­te profunda de cualquier area de la doctrina legal.refleja de fonna bastante explicita tanto la "historiaoficial" de nuestros valores segUn es contada por ellateoria liberal del derecho. como la "historia no oficial"de una subjetividad intensamente contrastante se­gun es contada por la teoria critica. Si generalizaIDOseste punto podemos decir que "El Estado de derecho"en si mismo refleja la contradiccion fundamental. ElEstado de derecho valora y protege nuestra autono­mia y rniI1iIDiZa los peligros que son consecuencia denuestra vulnerabilidad. Ese es su papel oficial. Perotambien tiene un potencial no oficial. c1andestino.subterraneo. solo ocasionalmente reconocido. pero apesar de todo siempre ahi. El Estado de derecho es elproducto de nuestro miedo a la alienaci6n respeeto

64 Unger. op. cit.. p. 205.

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del otro y de nuestro anhelo de conexion con el. comotambien es un producto del arnor por la autonomia ydel temor a la aniquilacion. Como consecuencia. puedeser usado. y ocasionalmente es usado. para aliviar eldolor que sentimos como consecuencia de nuestraalienacion. asi como para proteger la autonomia quevalorarnos contra la muy real amenaza de la aniqui­lacion.

La fuerza del trabajo de Duncan Kennedy no essolo el haber aflTII1ado la existencia de esta contra­diccion fundamental. sino el hecho de haber mos­trado como ha perrneado en una variedad notablede materiales legales. La afirrnacion estructuralmenteparalela en la teoria feminista. que pienso que lasfeministas radicales deberian ,explorar. es que lasmUjeres valoran la intimidad "oficialmente ft (y temenla separacion) a pesar de desear subjetivamente 10contrario. no debido (Unicamente) al poder legitima­dor de la ideologia patriarcal. ni debido unicamenteal poder de negacion. sino mas bien. porque la cir­cunstancia existencial y material de las mUjeres esen ella misma contradictoria. El potencial de conexioncan los otros que caracteriza exclusivamente las vi­das de las mUjeres. lleva dentro de si las semillastanto de la intimidad como de la invasion y. por con­siguiente. las mujeres valoran la primera y tienenmiedo de la ultima; de la misma manera. la necesi­dad de separacion fisica para los hombres lleva den­tro de S1 las semillas tanto de la intimidad como dela alienacion y ellos valoran la primera y temen lasegunda. Si esto es correcto. estas cuatro posiciones-la teona liberal del derecho. la teoria critica delderecho. el feminismo cultural y el feminismo radi­cal- dicen algo verdadero acerca de la experienciahumana. Tanto la teoria liberal del derecho como lacritica describen alga verdadero acerca de la expe­riencia masculina. y tanto el feminismo cultural comoel radical describen algo verdadero acerca de la ex­periencia femenina. Si Kennedy tiene raz6n. enton­ces los hombres viven simplemente en una contra-

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diccion en su existencia. De fonna paralela, es posi­ble que tanto el feminismo cultural como el radicaLaunque contradictorios, sean verdaderos. La contra­diccion entre ellos puede estar basada en la expe­liencia mas que en la logica. Es posible que las mu­jeres valoren la intimidad y al mismo tiempo ternanla intrusion y la invasion que esta implica; y es posi­ble que las mujeres sientan miedo de la separaciony al mismo tiempo anhelen la individuaci6n que laseparacion trae consigo.

Aunque Adrienne Rich ha argumentado algo pa­recido con respecto a la maternidad, ninguna fe­minista radical, que yo sepa. ha mantenido estaposicion con respecto a la copula. Tampoco se hamantenido con respecto al miedo a la invasion y alvalor de la intimidad en general. Solo una vez ensu largo tratado sobre la copula. Andrea Dworkinalude a la posibilidad de que las mujeres. por ra­zones admirables. puedan desear y disfrutar laintimidad fisica con los hombres. e incluso esa re­ferencia esta localizada de fonna casi invisible enun parrafo cuyo argumento decisivo se inclina por10 opuesto. Sin embargo. incluso esa (mica refe­rencia esta cargada con la sugerencia de una con­tradiccion fundamental. Tengo la certeza de quecualquier analisis completo de la experiencia de lacopula en las mUjeres. debe desarrollar el tema dela contradiccion fundamental en nuestra experien­cia. al que Dworkin alude en este parrafo pero nodesarrolla:

Las mUjeres han querido que la copula funcione yse han sometido [...) aun cuando 0 incluso cuandono funciona. Las razones muchas veces han sidoabominables, llenas de la malicia rencorosa, perocuidadosamente escondida, del que no tiene poder.Las mujeres han necesitado 10 que puede ser con­seguido a traves de la copula: la supervivencia eco­nomica y psicologica; el acceso al poder masculinoa traves del acceso al hombre que 10 posee; teneruna influencia -psicologica, sexual, 0 economica

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- en los que actuan, en los que deciden, en los queimportant Se ha hecho una objeci6n profunda y con­sistente, aunque sorda, naturalmente. a 10 que AnaisNin ha llamado 'el cazador, el violador, ese paraqUien la sexualidad es una embestida, nada mas'.Las mtYeres tambien han querido que la copulajun­cione en este sentido: las mtYeres han querido que Lacopula sea, para elias, una experienci.a de igualdady de pasion, de sensuaLidad y de intimidad. LasmUjeres tienen una vision del amor que tambienincluye a los hombres como seres humanos; y lasmUjeres qUieren 10 humano en los hombres, inclu­so durante el acto de la copula. Aun sin tener ladignidad de la igualdad de poder, las mujeres hancreido en el potencial redentor del amor. A pesar dela crueldad de la explotacion y del sexo forzado, hahabido una vision consistente por parte de las mu­jeres de una sexualidad basada en una arrnoniaque es tanto sensual como posible [... J. Estas visio­nes de una sensualidad hurnana basada en la igual­dad, hacen parte de las aspiraciones de las mUje­res; e incluso la pesadilla de la inferioridad sexualno parece afectarlas.Estas visiones no valen TTlliCho en la vida reaL conhombres reales. En su lugar, esta el frio polvo, con­finado al deber 0 promiscuo; la romantica obsesioncuyo eventual abandono convierte a la vagina en laherida que Freud afirmo que era; la intimidad conhombres que tienen miedo de las mujeres, miedodel coito como escribi6 Kafka en su diario: 'el coitocomo un castigo poria felicidad de estar juntos.65

Quisiera sugerir. brevemente. que las feminis­tas deberiamos pensar acerca de la posibilidad deque la nocion de contradiccion "fundamental" vi­vida. basada en el estado material y existencial deconexion con el otro. puede ayudarnos a explicarlas vidas subjetivas de las mujeres. asi como ayu­dar a cerrar la cada vez mas ancha brecha entre la

65 Dworkin, Opt cit, pp. 128-129. lEI destacado es nuestro).

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teoria feminista radical y Ia cultural. La presenciade tal contradiccion explica, por ejemplo, por quealgunas mujeres yen la posibilidad de intimidaden las representaciones pornognificas de la sumi­sion sexual femenina, mientras que otras yen laamenaza de la invasion (y explicaria por que mu­chas mUjeres yen ambas). La presencia de una con­tradiccion subyacente en las vidas subjetivas delas mujeres, tambien aclara la base existencial demuchas de las tensiones aparentes en las refor­mas legales feministas. Explica por que las mUje­res se adhieren a un etica del cuidado e insistenen el derecho a tener hijos sin privaciones econo­micas, mientras que al mismo tiempo luchan porlos derechos de individuacion, intimidad fisica ylibertad. Finalmente. explica la compleja relacionentre la naciente teoria feminista del derecho y lateoria del derecho dominante: explica. por ejem­plo. por que las feministas legales se sienten atrai­das por los derechos liberales de individuacion.intimidad fisica y seguridad individual. y al mis­mo tiempo se sienten amenazadas por ellos. La con­tradiccion explica por que las feministas entien­den. e incluso simpatizan. con la critica a losderechos realizada por la teoria critica, pero nun­ca la apoyaran.

La afinnacion de que las mujeres viven en unacontradiccion fundamental entre invasion e intimi­dad. es mucho mas dificil de examinar que la a:firma­cion paralela de que los hombres viven en una con­tradiccion fundamental entre autonomia y alienacion.por una raz6n muy simple: la contradiccion funda­mental que caracteriza las vidas de los hombres semanifiesta absolutamente por todas partes en la vidapublica. Como correctamente aftnna Kennedy. unavez que se nos ha sensibilizado respecto a esta. ve­mos la "contradiccion fundamental" en el arte. la lite­ratura, la musica y, tal vez de forma mas enfatica. enpracticamente todos los campos del derecho. La con­tradiccion fundamental que caracteriza las vidas de

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las mUjeres, en contraste. no tiene modo de expresar­se. Las mujeres guardamos silencio. particularmentecon respecto a las heridas que sufrimos. Esto, evi­dentemente. esta cambiando: las mujeres hablamos,escribimos libros. componemos musica, producimosarte, drama y danza. e incluso -cada vez mas- le­gislamos. alegamos en juicio y dictamos sentencias.Pero. sin embargo. las mujeres no expresan su subje­tividad con la misma voz de autoridad con que la ex­presan los hombres. La subjetividad de las mujeres.a diferencia de la de los hombres. no se expresa en elmundo objetivo. El silencio de las mujeres. mas quecualquier otro factor. impide el estudio de sus vidassubjetivas.

Podemos. sin embargo. examinar el sentido deesta contradiccion con la evidencia de nuestras pro­pias vidas experimentadas. ya que no podemos ha­cerIo con Ia evidencia del arte. la literatura y ladoctrina legal. Cuando hace ya varios aftos lei porprimera vez ellibro de Carol Gilligan. tuve una sor­presa inequivoca de identificacion. La que ella estadiciendo. pense entonces y todavia 10 pienso, esimportante. transfonna. da poder. estimula. ani­ma y, fundamentalmente. es verdad. Es verdadacerca de mi. fue verdad acerca de mi madre. y esverdad acerca de mis hermanas. Ella ha descritomi manera de pensar. 10 que valoro. 10 que temo.como he crecido. y como espero crecer. Y tambienha descrito las vidas morales de las mujeres queconozco. Su libro capta 10 que se y siempre he sa­bido. pero que nunca he sido capaz de reclamarcomo mi propia vision moral y que partes de esavision comparto con las mujeres en general. Cuan­do lei el libro de Andrea Dworkin. me lleve la mis­rna inequivoca sorpresa de reconocimiento. Lo queDworkin dice acerca de la copula es importante.transfonna. da poder. estimula, libera. anima. y.fundamentalmente. es verdad. Es verdad acercade mi. fue verdad acerca de mi madre. y es verdadacerca de mis hennanas. Ella describe como he

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sido degradada, como se me ha hecho una victi­rna. como se me ha invadido. peIjudicado. heridoy uiolado por medio de la copula. Sin embargo. estambien innegable para mi que estas dos visionesfeministas de mi vida subjetiva se apoyan enpremisas completamente contradictorias.

Esta forma de entenderlo -si es compartida­nos presenta una eleccion. Podemos asumir que lascontradicciones en las descripciones feministas denuestras vidas son conceptuales. y en ese caso de­bemos buscar los argumentos debiles -no podemosy no debemos creer en cosas contradictorias-. Al­temativamente, podemos empezar a pensar en la po­sibil1dad de que la contradiccion en las vidas de lasmujeres es sentida empiricamente y fundamentadamaterialmente. Pienso que la descripcion de Kennedydel dilema que plantea la contradiccion para los teo­ricos del derecho. es igualmente cierta del dilemaque plantea la muy diferente contradiccion en la vidade las mujeres que parece ahora el feminismo:

El reconocimiento de la contradicci6n no anula elconflicto moral y practico, pero si nos permite pro­gresar en su caracterizaci6n. A un nivel elemental,es claro que es futil imaginar que el conflicto moraly practico dani paso a un a.l.1aIisis hecho en funci6nde conceptos de un mas elevado nivel. El significa­do de la contradicci6n en la esfera de la abstracci6nes que no hay un metasistema que, si es que fueraposible encontrarlo, nos de la llave de un modo 0 deotro segun 10 'requirieran' las circunstancias. En se­gundo lugar. el reconocimiento de la contradicci6nsignifica que no podemos 'contrapesar' valores 0 re­glas individualistas y altruistascontra criterios equi­tativos [... ). La imagineria del balance presuponeexactamente la clase de unidad de medida abstrac­ta que el sentido de contradicci6n excluye. La uni­ca clase de imaginario que rel1eja el proceso pormedio del cual actuamos y actuamos y volvemos aactuar en una direcci6n, pero luego alcanzamos unpunto de bloqueo, es el de la fIlosofia existenciallsta.Adquirimos compromisos. y los perseguimos. El mo-

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mento del abandono no es mas racional que el delcomienzo, y es igualmente un momento de terror.66

Naturalmente. hay una gran diferencia entre lapresencia de la contradiccion en la teoria del derechoy la presencia de la contradiccion en la teoria femi­nista. Incluso. si es cierto que las mUjeres como loshombres viven dentro de los parametros de una con­tradiccion. las mujeres viven dentro de los parametrosde esta contradiccion fundamental bqjo las condicio­nes opresiuas del patriarcado . Los hombres no (aun­que ellos viven dentro de los parametros de las condi­ciones opresivas del capitalismo). Por consiguiente,las feministas necesitan desarrollar. no solo una in­vestigacion acerca de la experiencia de contradiccionentre la invasion y la intimidad al que da origen nues­tro potencial de conexion. sino tambien una descrip­cion de como el patriarcado efectua. retuerce, per­vierte. y seguramente. hasta cierto punto, causa lacontradiccion. No obstante, tambien necesitamosimaginar como se experimentaria la contradiccionfuera del patriarcado. y necesitamos reflexionar acer­ca de nuestras propias expeIiencias de la materni­dad, de la copula, y de la intimidad fuera de socieda­des patriarcales. para generar tales conjeturas. Puestoque aunque el cuerpo de las mujeres continue estan­do "mateIialmente conectado" a los otros en tanto seaun cuerpo de mujer. este no necesita ser poseido porlos otros etemamente. Nuestra conexion con el otroes una funcion de nuestra condicion material; el serposeidas por el otro, sin embargo, es una funcion delpatriarcado. Necesitamos imaginar tanto el hecho detener poder sobre nuestros cuerpos. como el de tenerpoder sobre nuestro contradictorio estado mateIial.Necesitamos imaginar como se expeIimentaria estacontradiccion fundamental fuera del contexto de lospeligros y los temores que requiere el patriarcado.

66 Kennedy. op. cit., p. 175.

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Adrienne Rich se pregunta acerca de una materni­dad no coactlva, no obligatoria y verdaderamente de­seada, en un mundo libre del pamarcado:

lQue significaria ser madre en una sociedad dondelas mujeres fueran profundamente valoradas y res­petadas en una cultura que afirmara a la mUjer?lQue significaria tener y criar niiios en la plenitudde nuestro poder para cuidarlos, para encargamosde ellos con dignidad y orgullo? (... ). lQue significa­ria ser madre en una sociedad que hiciera plenousa de los dotes espirituales, intelectuales, emo­cionales y fisicos de las mujeres, en toda nuestradiferencia y diversidad? lQue significaria ser ma­dre en una sociedad que no estigmatizara a laslesbianas, para que las mujeres crecieran con ver­daderas opciones emocionales y er6ticas en la elec­ci6n de compaiieros de vida y amantes? lQue sig­nificaria viVir y mom en una cultura que afumaratanto la vida como la muerte. en la que tanto elmundo viviente como los cuerpos de las mUjeresfueran liberados por fro de siglos de violacion y decontrol? Este es el salto cuantico de la vision femi­nista radical.67

Tambien necesitamos hacernos estas preguntasacerca de la copula. lComo se experimentaria la co­pula, 0 como seria, en un mundo en el que fuera li­bremente elegida? lQue significaria tener relacionessexuales en un mundo en el que los placeres de lasmUjeres fueran respetados, y las afrentas de las mu­jeres se repararan, y la labor de las mUjeres fueracompensada? Y fmalmente necesitamos hacernosestas preguntas acerca de la intlmidad en general.lComo se experimentaria la "contradiccion" entre lainvasion y la intirnidad en un mundo libre del temor ala agresion sexual masculina? lQuedaria la intimi­dad enteramente libre de amenazas si no hubieran

67 Rich, op. cit., pp. 272-273.

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razones para tener miedo a la violacion? lSeria la in­dividuacion tan tentadora si la copula y la materni­dad no fueran obligatorias? lSeria la separacion tanpeIjudicial si la asociacion en famllias no fuera la for­ma presupuesta de las vidas de las mUjeres? i,Comose experimentaria la contradiccion entre intirnidad eintrusion, si no tuvieramos razones para temer for­mas de invasion que ponen la vida en peligro? Nece­sitamos hacernos estas preguntas, pero tambien ne­cesitamos responderlas. Sospecho que las respuestastlenen que venir, al menos parcialmente, de las rela­ciones no patriarcales de nuestras propias vidas. Nodebemos sorprendemos cuando, al mirar esas vidas,veamos y experimentemos contradicciones, no solodentro de las estructuras del patriarcado, sino detrnsde ellas, a traves de ellas y tambien mas alla de ellas.

TEoRfA FEMINISTA DEL DERECHO

Asi. al afirmar que la teoria moderna del derecho es"masculina". quiero decir dos cosas. Primero. quelos valores, los peligros, y 10 que he llamado la "con­tradiccion fundamental" que caracteriza las vidas delas mujeres, no estan reflejados a mngun tipo denivel ni en los contratos, ni en el derecho de danos,ni en el derecho constitucional. asi como tampocoen ninglin otro campo de la doctrimi. legal. Los valo­res que fluyen del potencial material de conexion fi­sica de las mUjeres no son reconocidos como talespor el Estado de derecho, y los peligros que acompa­flan esa condicion tampoco son reconocidos por el.

Primero. el Estado de derecho no valora la intl­midad: su valor oficial es la autonomia. La. conse­cuencia de esta subestlmacion teorica de los valoresde las mUjeres en el mundo material, es que las mu­jeres estan economicamente empobrecidas. El valorque damos las mUjeres a la intimidad refleja nues­tra circunstancia existencial y material: las mUjeresobraran de acuerdo a este valor aunque no sean com­pensadas por ello. Y efectivamente no 10 son. El tra-

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bajo intimo del cuidado no es valorado por la teorialiberal del derecho ni tampoco es compensado por laeconomia de mercado. No es compensado en el ho­gar ni· en el lugar de trabajo: donde quiera que sesitile la intimidad. no hay compensaci6n para ella.De forma similar. la separaci6n del individuo de sufamilia. de su comunidad 0 de sus hljos. no es con­siderada como un mal. y no estamos protegidos con­tra ello. El Estado de derecho, de manera general, yla doctrtna legal. en particular, son reacciones cohe­rentes al dilema existencial, que es consecuencia dela descripci6n liberal de la experiencia masculina deseparaci6n material respecto al otro: el Estado dederecho reconoce el peligro de la aniquilaci6n y pro­tege el valor de la autonomia. Igual de seguro, el Es­tado de derecho no es una reacci6n coherente al di­lema existencial que es consecuencia del estadomaterial de conexi6n con los otros. ni a los valores ypeligros que acompanan esta condicion. No recono­ce ni valora la intimidad, ni tampoco reconoce 0 pro­tege contra la separacion.

Ni el Estado de derecho tampoco reconoce, deninguna manera posible - silenciosa 0 sonora, oca­sional 0 persistente, abierta 0 en secreto--la contra­dicci6n que caracteriza las vidas de las mUjeres, perotampoco las de los hombres: mientras que valora­mos la intimidad que nos parece tan natural, la in­vasi6n y el miedo a la intrusi6n en nuestras vidasque la intimidad trae consigo nos ponen en peligro,y anhelamos la individuaci6n y la independencia. Lainvasi6n sexual 0 fetal del yo tampoco es reconocidacomo un mal por el que vale la pena molestarse. Lainvasi6n sexual a traves de la violaci6n es conside­rada un mal, y es castigada como tal s610 cuandoacarrea algun otro dana: en la actualidad, cuandoes acompanada de violencia que aparece en una for­ma que los hombres entienden (es deck una amena­za verosimil de aniquilaci6n); en otras epocas, cuan­do era considerada como un robo a la propiedad deotro hombre. Pero la violaci6n del c6nyuge, del no-

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vio, de un conocido, la violaci6n simple, la Violaci6nno agravada, 0 como dice Susan Estrich "la Viola­ci6n real",68 no es considerada un crimen 0, si 10 es,no es castigada; hacer esto obligaria a un reconoci­miento del mal concreto y Vivencial contra la forma­ci6n de la identidad que es llevada a cabo por lainvasi6n seXUal.

De forma similar, la invasi6n fetal no es conside­rada como daiiina, y por consiguiente la afirmaci6nde que yo tengo que protegerme a mi misma contraella es Vista como absurda. El argumento de que elderecho al aborto es un reflejo del derecho a la de­fensa propia no es escuchado por una raz6n: la ana­logia es de hecho imperfecta. El derecho a la defensapropia es el derecho de proteger la seguridad delcuerpo contra la aniquilaci6n entendida liberalmente,no contra la invasi6n. Pero un feto no deseado noplantea en absoluto un peligro contra la seguridadfisica. sino mas bien contra la integridad del cuerpo.De forma similar, la mujer no tiene miedo ala muer­te, sino a cesar de ser un yo, 0 a nunca llegar a serlo.El peligro del embarazo no deseado es el de ser inva­dida por el otro, no el de ser aniquilada por eI. Enresumen. el Estado de derecho no reconoce el peli­gro de la invasi6n. ni tampoco reconoce la necesidaddel indiViduo, y mucho menos su derecho de indivi­duaci6n y de independencia respecto' a la intrusi6nque acarrean la penetraci6n heterosexual y la inva­si6n fetal. La consecuencia material de esta ausen­cia de reconocimiento en el mundo real, es que lasmUjeres son hechas objeto -son vistas como criatu­ras a las que no se les puede hacer daiio-.

La segunda cosa que qUiero dar a entender aldecir "teoria masculina del derecho", es que tanto lateoria liberal como la critica, que tratan sobre la re­laci6n entre las leyes y la vida, se refieren a los hom-

68 Susan EStrich, Real Rape. Cambridge. Harvard University Press.1987.

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bres. no.a las mujeres. Naturalmente que la raz6npara esta ausencia de paralelismo es dificilinente unaomisi6n de buena fe. Antes bien. los valores distinti­vos que poseen las mujeres. los peligros distintivosque summos. y las contradicciones distintivas quecaracterizan nuestras vidas interiores. no estan re­flejadas en la teoria del derecho porque esta (ade­mas de otras cosas) se refiere a las leyes verdaderas.reales. decretadas. legisladas. sentenciadas; y a lasmujeres. desde el origen del derecho. nos ha faltadoel poder para hacer que las leyes protejan. valoren, 0

tomen en serio nuestra experiencia. La teoria delderecho es "masculina" porque trata sobre las leyesque de hecho tenemos, yestas leyes son "masculi­nas", fanto en terminos del beneficiario propuestocomo de la autoria. Las mujeres estan ausentes dela teoria del derecho porque las mujeres, como sereshumanos, no son protegidas por las leyes: la teoriadel derecho no nos reconoce porque la ley no nosprotege. La implicaci6n de esto deberia ser obvia. Notendremos una teoria del derecho genuinamente li­bre de consideraciones sobre el genero, hasta queno tengamos una doctrina legal que tome las vidasde las mujeres tan en serio como toma la de los hom­bres. Tal doctrina legal no existe. La abolici6n vir­tual del patriarcado es la condici6n politica necesa­ria para la creaci6n de una teoria del derecho nomascullna y feminista.

Sin embargo, esto no implica que no exista unateoria feminista del derecho. Mas bien, creo que 10que es ahora Hamado de forma inexacta "teoria fe­minista del derecho". consiste en dos modestos pro­yectos. El primer proyeeto es el desenmascaramientoy critica del patriarcado, oculto detras de un dere­cho y de una teoria pretendidamente neutrales encuanto al genero 0, puesto de otra manera, el des­cubrimiento de 10 que podemos Hamar "la teoria pa­triarcal del derecho". encubierta bajo la protecci6nde la "teoria del derecho". El prop6sito primordialde la critica a la teoria patriarcal del derecho es

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mostrar que la teoria del derecho y la doctrina legalprotegen y definen al hombre, no a la mujer. El se­gundo prop6sito es mostrar c6mo les ha ido a lasmujeres -es decir, esas personas que valoran laintimidad, temen la separaci6n, tienen miedo a lainvasi6n y anhelan la individuaci6n- bajo un sis­tema legal que no valora la intimidad, no protegecontra la separaci6n, se rehusa a definir la inva­si6n como un mal, y se rehusa a reconocer las as­piraciones de individuaci6n y de autonomia fisicade las mUjeres.

El segundo proyecto en el que se ha comprome­tido las te6ricas feministas puede ser Hamado "teo­ria reconstructivista del derecho". Los ultimos veinteafIos han visto una cantidad considerable de refor­mas legales feministas, principalmente en las areasde violaci6n, acoso sexual, libertad de reproducci6n.y derechos del embarazo en ellugar de trabajo. Porrazones estrategicas, estas reformas frecuentementehan sido conseguidas por medio de la caracteriza­ci6n de los peIjuicios a las mujeres como analogos.sino identicos, a los peIjuicios sufridos por los hom­bres (el acoso sexual como una forma de "discrimi­naci6n"; la violaci6n como un crimen de "violen­cia"); 0 por medio de la caracterizaci6Q. del anhelode las mUjeres como anaIogo, sino identico, a losvalores oficiales de los hombres (la libertad de re­producci6n - que debe fundamentarse en el dere­cho a la individuaci6n- es concebido en cambiocomo un "derecho a la autonomia", que es derivativodel derecho a la autonomia). Esta conceptualiza­ci6n err6nea pudo haber sido en otros tiempos unprecio necesario a pagar, pero es un precio alto y,al acumularse estas victorias, un precio cada vezmas innecesario. La teoria reconstructivista-femi­nista del derecho se debe poner a si misma la tareade rearticular estos nuevos derechos de una mane­ra que revelen, en lugar de que escondan, su origenen el distintivo estado existencial y material de serde las mujeres. El resto de este articulo ofrece una

11;0

esquematizacion y una critica de la teoria feministadel derecho que hemos producido hasta la fechabajo el concepto protector descrito arriba, a pesardel patriarcado y a pesar de la masculinidad de lateoria del derecho. Luego paso a sugerir otras !i­neas de investigaci6n.

La critica a la teoria patriarcal del derecho

Estructuralmente, el intento feminista de describiry criticar la teoria patriarcal del derecho sigue ne­cesariamente las divisiones metodologicas de la teo­ria masculina del derecho, por 10 que necesito ha­cer una nueva digresi6n. La teoria masculina delderecho esta dividida intemamente por una cues­ti6n metodo16gica. que es tan definitiva yfundacional como los temas sustantivos que divi­den a la teoria liberal de la critica. Algunos te6ricospractican 10 que puede ser Hamado un metodo "na­rrativo" y "fenomenologico" de la teoria del derecho(de aqui en adelante, simplemente narrativo), y otrospractican 10 que puede ser Hamado un metodo"interpretativo". La metodologia narrativa y lainterpretativa tienen adherentes tanto en la litera­tura legal liberal como en la critica. Asi, si miramostanto el contenido como el metodo (en lugar de solola materia), existen cuatro grandes tradiciones te6­ficas en el estudio del derecho. La teoria liberal delderecho puede ser 0 interpretativo 0 narrativo, asicomo tambien puede serlo la teoria critica.Paraponerlo de Otra manera, una metodologia narrativapuede ser 0 critica 0 liberal, como tambien puedeserlo la interpretativa.

"La teoria narrativa del derecho", sea esta liberalo critica, se mueve metodologicamente desde unadescripcion de la justicia, del estado de naturaleza,o del "ser humano" que aspira a cierto grado de ge­neralidad -si no de universalidad-, para pasar lue­go a contarnos, 0 una historia narrativa acerca dec6mo los seres humanos asi descritos llegan a po-

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nerse de acuerdo acerca del Estado de derecho 0,altemativamente, una descripci6n fenomeno16gica deque experimenta una persona dentro de un sistemalegal. Para los te6ricos narrativos y fenomenologicosdel derecho (liberales 0 criticos), la persona, el esta­do natural y las demandas de justicia estan prime­ro, tanto hist6rica como fenomeno16gicamente. Losseres humanos crean el Estado de derecho a partirdel estado de naturaleza, para ajustarse a las de­mandas de la justicia: el teorico narrativo nos dicecomo y por que. La teoria "interpretativa" del dere­cho, liberal 0 critica, se mueve metodo16gicamenteen la direcci6n contraria. Los te6ricos interpretativoscomienzan por una interpretaci6n del derecho, 0 deun cuerpo de la doctrina legal, 0 de la idea del dere­cho en si, y derivan de esa interpretaci6n una des­cripci6n de la justicia. La suposicion metodologicade la teoria interpretativa del derecho es que el textolegal no solo refleja sino que, hasta cierto grado, in­cluso define 10 que la justicia requiere, y por 10 tanto10 que es una persona. El proposito de la teoriainterpretativa del derecho es suministrar la mejorinterpretacion de la 'Justicia" que el texto legal hadefmido. En consecuencia, el teorico interpretativorelata la historia de la justicia desde el punto de vis­ta del Estado de derecho, en lugar de la historia dela aparicion del "derecho" desde el punta de vista delos seres humanos, bajo las limitaciones de la justi­cia. Mientras que para el teorico narrativo "nosotros"creamos los textos legales, para el interpretativo lostextos "crean" al defmir nuestros compromisos mo­rales, y de ahi nuestra vision de nosotros mismos.El papel especial del teorico es mostrar exactamentea quien han creado los textos.

AI unir la materia y el metodo, podemos generaruna matriz con cuatro divisiones: la teoria liberal delderecho narrativo, la teoria liberal del derechointerpretativo, la teoria critica narrativa y la teoriacritica interpretativa. La matriz, con sus participan­tes representativos, es como sigue:

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NARRA11VO INrERPRETA11VO

UBERAL Hobbes BIadcsIoreAdrernat R.DworkinRawls

CRiTlCO "ProyectofenomenolOgico" D.1Cen1edy(derechos) unger, Gabel "ProyedodeconstrocIivis

La critica nan-ativa y jenomenolbgica

Por "critica de la teoria patriarcal del derecho" me re­fiero a cuatro proyectos distintos, que son paralelos ala matIiz mostrada arriba. Primero, la teoria criticanarrativa del derecho aspira a suministrar, a la rnane­ra de Hobbes (0 de Unger), la historta subjetiva, mate­rial, intema, fenomenol6gica. de la experiencia de lasmujeres con respecto a la aparici6n y de la realidadpresente del Estado de derecho. Esa historia seria maso menos de la siguiente manera. Antes del advenimientodel "Estado de derecho", hipoteticamente hablando,las mujeres daban a luz, amamantaban, criaban yprotegian a los niiios. Realizaban el trabajo de la crian­za, del cUidado. Como se describi6 anteriormente, lasmujeres vivian dentro un "red natural de jerarquias":eran profundamente desiguales de los niiios que cria­ban. Mientras que los hombres respondian a su con­dici6n natural de igualdad con agresiones mutuas, lasmujeres respondian a su condici6n de desigualdadnatural con el cuidado y la etica del cuidado. AI mismotiempo. las mt.~eres eran profundamente desigualesde los hombres. Antes del Estado de derecho, las mu­jeres, y s610 las mujeres, eran vulnerables a la inva­si6n sexual. Como 10 sugiere Catherine MacKinnon,en el Unico "primer dia que tiene importancia", un diaque ocurri6, mucho antes de que se firmara el contra­to social, el hombre estableci6 su poder sexual sobre lamUjer.69 Asi, la desigualdad tanto frente a los niiios

69 McKinnon, op. cit.. p. 40.

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como frente a los hombres, una etica del cuidado a losdebiles y la vulnerabilidad sexual frente al hombre,era el estado natural de la mUjer; mientras que la igual­dad, el temor mutuo y la sospecha era el del hombre.

Luego, en el dia dos, lleg6 el Estado de derecho.De acuerdo a la historia hobbesiana, el Estado dederecho mejor6 significativamente la calidad de vidadel hombre: los hombres vivian mas tiempo, eran me­nos desagradables, menos brutales (aunque un tan­to mas alienados), y mas productivos. Pero esto nofue asi para las mUjeres: este mismo Estado de dere­cho dej6 intactas sus vidas, empeor6 su condici6nmaterial, y cosific6 su vulnerabilidad sexual dandoleal hombre derecho de acceso. El Estado de derechocambi6 las condiciones que concemian unicamentea las mujeres en el estado de naturaleza, pero el cam­bio fue para peor: despues del Estado de derecho, lasmUjeres todavia son de forma Unica capaces de inti­midad, pero no se reconoce su actividad ligada al cui­dado en un mundo que valora la autonomia y com­pensa la labor individualizada. De forma similar, lasmUjeres siguen siendo especialmente vulnerables ala invasi6n, pero estan desprotegidas contra esa le­si6n en un mundo que protege contra otras lesiones.La tarea narrativa y fenomenol6gica del critico de lateoria patriarcal del derecho, es relatar la historta y lafenomenologia del compromiso de la comunidad hu­mana con el Estado de derecho desde el punto devista de las mUjeres. Debemos mostrar 10 que la ex­clusi6n de las mUjeres de la protecci6n de la ley hasignificado tanto para elIas como para el derecho, ydebemos mostrar 10 que significa para el Estado dederecho excluir a las mujeres y sus valores.

La manera de hacer esto -la Unica manera dehacerlo- es contando las historias verdaderas sobrelas vidas de las mujeres. El "relato" hobbesiano delpaso del Estado de naturaleza al Estado de derecho,que a los eruditos liberales y radicales del derecho lesgusta tanto seiialar, no tiene la intenci6n de ser his­torta. Pero eso no la convierte en una ficci6n. El relato

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hDbbesiano del estado de naturaleza (asi como la his­toria critica de la alienacion) es una sintesis de innu­merables experiencias personales, subjetivas y coti­dianas de los hombres. De esa sintesis se generanimilgenes. y esas imagenes, unas veces articuladas,otras no, de 10 que significa ser un ser humano, sevuelve luego el punto de partida de la teoria del dere­cho. Asi, por ejemplo, la representaci6n hobbesianaliberal del "ser humano" como alguien que aprecia laautonomia y teme la aniquilaci6n por parte del otroviene de las experiencias primarias del hombre, Pro­bablemente de las peleas en el patio del colegio, loscombates armados, los deportes, los juegos, el traba­jo, 0 las experiencias con los hermanos mayores ycon los padres. De forma similar, la representacioncritica del ser humano como alguien que anhela launion y tiene miedo de la alienacion viene del recuer­do que tiene el niiio de su madre, de experiencias derechazo dolorosamente seleccionadas de su adoles­cencia, y de la incesante inhabilidad de introspec­ci6n, de conversaci6n y de comuni6n con la naturale­za, incluyendo el mundo natural de los otros, delhombre adulto. Cuando Peter Gabel dice: "Penni­taseme comenzar por hacer una afumacion descrip­tiva [acerca de los seres humanosl [...1que me parece[...J evidente"70 y luego 10 que sigue es una narraciondescriptiva que es evidentemente falsa respeeto a lasmujeres, el no esta simplemente "equivocado", estaequivocado de una manera particular (masculina) ypor una raWn particular (masculina). Cuando Hobbes,Ackerman, Dworkin, Rawls y el resto de los que per­tenecen a la tradicion liberal, describen la condicionhumana como de igualdad natural y de antagonismomutuo, y cuando describen a los seres humanos comoinevitablemente separados y mutuamente interesa­dos en si mismos, excluyendo asi con esta defInicionde la especie a las mUjeres embarazadas y a las ma-

70 Gabel. op. cit., p.1566.

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dres que amamantan a sus hijos, ellos tambien estfulequivocados de una fonna particular y por una raWnparticular. Gabel ha confundido su experiencia mas­culina de separacion y de alienacion can la experten­cia "humana"; y los liberales han confundido sus ex­periencias masculinas de igualdad natural, recelomutuo, temor de la aniquilaci6n y egoismo extendidocon la experiencia "humana", y han hecho esto por­que las mUjeres no hemos puesto en claro que nues­tra experiencia cotidiana -de intimidad, union, se­paracion, invasion sexual, sustento e intrusi6n- esinconmensurable con la de los hombres. Debemosinundar el mercado con nuestros propios relatos hastaque quede claro que el relato narrativo de los hom­bres y su desCripcion fenomenolOgica de la ley, no esel relato de las mUjeres l1i su fenomenologia de la ley.Debemos despojar a los teoricos del derecho de laseguridad de que hablan en nombre de las mUjeres, ydebemos llenar el vacio que surgira cuando logremoshacerlo.

Las teoricas feministas del derecho, sean fenome­nologicas 0 narrativas, deben mostrar a traves dehistorias el valor de la intimidad -no solo para lasmUjeres, sino para la comunidad- y el dano cau­sado -de nuevo, no solo a las mUjeres, sino a lacomunidad- por la negativa de la ley de reflejarese valor. De hecho no puedo pensar en ningunotro proyecto que sea mas crucial en este momen­to para la supervivencia de la especie, que la arti­culacion clara de la importancia del amor para unavida publica bien conducida. Necesitamos mostrarno solo que estos valores estci.n ausentes de la vidapublica y no son recompensados en la vida privada,sino tambien c6mo mejoraria nuestra comUnidad sise valorasen. Necesitamos mostrar (como 10 han co­menzado a hacer Suzanna Sherry,?1 Lynne Hender-

71 Sherry. op. cit., p. 584: Suzanna Sherry. "The Gender ofJudges".en: Law and Inequality 4, 1986, p.159.

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son,72 Martha Minow,73 y otras), que una comuni­dad y una judicatura que confian en la crianza, elcuidado, el amor y los valores empaticos. en lugarde confiar exclusivamente en el dominio de la razon.no se hundirci en un pantano tenebroso. 0 nos con­ducira al temido espectro del totalitarismo.

A un nivel mas local. necesitamos mostrarque unafacultad de derecho que usa. protege e incluso com­pensa estas aptitudes, sem una mejor facultad de de­recho. Necesitamos mostrar que (como 10 ha hechoMartha Fineman en el area de decisiones de custo­dial. 74 un sistema legal y economico que valora. prote­ge y recompensa el trabajo de cIianza en la vida prtva­da construira una mejor comunidad. Necesitamosmostrar que la comunidad. la crianza. la responsabili­dad y la etica del cuidado. son valores tan dignos deser protegidos como 10 son la autonomia. la indepen­dencia y el indMdualismo. Tenemos que hacer esto.en parte. mostrando como esos valores han afectado yenriquecido nuestras propias vidas. De forma similar.necesitamos mostrar -y pienso nuevamente que de­bemos hacerlo con nuestras historias sobre el ctIida­do- como la negativa de proteger esos valores por partedel sistema legal ha debilitado a esta comunidad, asicomo ha empobrecido nuestras vidas.

Desde un punta de vista radical. tambien necesi­tamos explicar. a traves de relatos. como la intru­sion y la invasion fisica causan daiios a la mujer. ycomo la peIjudican de forma concreta. Necesitamos

72 Henderson. "Legality and Empathy", en: Michael Law Review,Mimeo, 1987.

73 Martha Minow, Prefacio: •Justice Engendered", en: HarvardLawReview 101. 1987. p.lO.

74 Martha L. Fineman y Anne Opie. 'The Uses of Social ScienceData in Legal Policymaking Custody Determination at Divorce",en: Wisconsin Law Review 107. 1987; Martha L. Fineman,"A Reply to David Chambers", en: Wisconsin Law Review 165.1987; Martha L. Fineman, "Dominant Discourse, ProfessionalLanguage and Legal Change", en: Harvard Law Review 101,1988.

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explicar. como han comenzado a hacerlo SusanEstrich. Lynn Henderson y Diana Russell, el peligroy el dano de la violacion que no es Vista como Viola­cion: la copula invasora en el matrimonio y en elnOviazgo.

75Necesitamos explicar que se siente cuan­

do se vive enteramente fuera de la proteccion delderecho penal contra la violacion: que se siente cuan­do se es una esposa en un Estado que define a laviolacion como "el acto sexual no consentido realiza­do por un hombre con una mUjer que no es su espo­sa"; que se siente al ser la persona a la que otrapersona tiene el derecho legal para invadir sin suconsentimiento. Necesitamos proporcionar relatos 10suficientemente ricos. que muestren que este danono es equivalente al mal de la aniquilacion protegidopor el Estado de derecho. aunque puede acompa­narle. Necesitamos mostrar que el dafio de la copulainvasora es real, aun cuando no se asemeja al tipode violencia que es protegida por el Estado de dere­cho. Necesitamos mostrar que la copula invasora esun peligro. aun cuando no se pueda establecer unaanalogia con la experiencia masculina.

De igual forma. necesitamos explicar, como hacomenzado a hacerlo la NationalAbortion RightsActionLeague. los danos y peligros del embarazo invasor.Necesitamos explicar que este dano no tiene nada quever con la invasion de la intimidad en la relacion me­dico-paciente. 0 de la intimidad de la familia. 0 de ladel matrimonio: sino que mas bien tiene que ver conla invasion de los limites fisicos del cuerpo y de loslimites siquicos de una vida. Finalmente. tenemos queproporcionar relatos fenomenolOgicos acerca de esasinstituciones de mejoria. y esas construcciones ideo­logicas y siquicas que intentan hacer del estado deinvasion y de intrusion de nuestras vidas algo tolera-

75 Estrich. op. cit; Henderson. Book Review. Berkeley Women'sL.J, Mimeo, 1988; Diana E.H. Russell, Rape inMarriage. IndianaUniversity Press, 1982.

b~. El romance, por ejemplo. hace parte de este gru­po: asi como en la teoria liberal del derecho los dere­chos median entre el abismo del valor de autonomiay el anhelo subjetivo de conexion, el romance mediaentre el abismo del valor femenino de intimidad y elanhelo subjetivo de individuaci6n. La mistica de lafeminidad seguramente tambien hace parte de estegrupo. asi como la imaginacion pomognmca. Con ex­cepcion del trabajo de MacKinnon y de Dworkin acer­ca de la pomografia. no se ha desarrollado muchoeste tipo de teoria del derecho. y necesitamos hacerlomucho mas.

La critica interpretativa

El prop6sito de la critica interpretativa de la teoriapatriarcal del derecho, complementa el de la criticanarrativa. Asi como esta ultima explora el Estado dederecho desde el punto de vista de las mujeres, laprimera aspira a explorar a las mujeres desde el pun­to de vista del Estado de derecho. La critica inter­pretativa muestra como la doctrina patriarcal cons­truye, define y delimita a las mujeres, de la mismamanera que la teoria interpretativa masculina delderecho, tanto liberal como critica, aspira a propor­cionar descripciones de como la doctrina construye,defme y delimita al ser humano. Pues aunque a lasmujeres -esas personas que valoran la intimidad yson peIjudicadas por la invasion- no se nos ha con­cedido la proteccion del Estado de derecho, apenasse nos ha ignorado. Las mUjeres no somos construi­das como seres humanos dentro de este sistema,pero no obstante somos construidas como otra cosa:como algo sin valor, como objetos, como ninos, 0

como seres invisibles. La critica interpretativa debeaspirar a articular que puede ser esa otra cosa. Lacritica interpretativa es como encender una luz en laobscuridad. 0 revelar un negativo -implica mirar 10

que se encuentra entre las imagenes de la teoria li­beral, en lugar de mirar directamente a la teoria li-

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beral-. Debe deconstruir las imagenes que. de for­ma autoritaria. rebajan a la mUjer, a veces redu­ciendola hasta nada.

Dellado cultural de esta division substantiva, estosignifica mostrar como el liberalismo desvaloriza alas mUjeres al no valorar 10 que ellas valoran. Paranombrar solo unos pocos ejemplos, Martha Finemanha tratado de mostrar 10 que se entiende por "ma­dre" en un sistema legal donde el trabajo de crianzano es ni reconocido ni valorado en los litigios de cus­todia. 76 Otras feministas culturales interpretativashan tratado de mostrar 10 que significa. objetivamen­te, no ser pagada por el trabajo de la casa, por lacrianza de los nmos, 0 por labores relacionadas conesto en ellugar de trabajo. Dellado radical, esto sig­niflca mostrar 10 que significa ser hecha objeto. Nue­vamente, solo para poner unos poeos ejemplos,Andrea Dworkin ha comenzado a mostrar como esdefmida la "mujer" por el pomografo, y CcrtherineMacKinnon como ha explicado la Primera Enmien­da la definicion de la mUjer hecha por el pomografo.T7

Susan Estrich, Diana Russell y otras han comenza­do a mostrar que es ser una "esposa" en un sistemalegal que defme a la violacion como el acto sexual noconsentido realizado por el hombre con una mUjerque no es su esposa.78 Pienso que necesitamos ha­cer mas en relacion a esto: de fonna mas notable,necesitamos entender como las leyes que crimi­nalizan el aborto construyen "la maternidad" y comoRoe v. Wade79-que construye el derecho al abortocomo el producto de una necesidad de contrapesarlos derechos medicinales privados de los doctores yde los pacientes contra el derecho a la vida de un

76 Martha L. Fineman. "Dominant Discourse: The ProfessionalAppropriation of Child Custody Decision-Making". en: WorkingPapers Series, Institute for Legal Studies. abril de 1987. p. 2.

77 MacKinnon. op. cit.. pp. 206-213.78 Estrich. op. cit.: Rusell. op. cit.79 410 U.S. 113. 1973.

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feto- construye ala mUjer. Henderson ha hecho algode este trabajo. BOLa matriz que Yeo, con una mues­tra de participantes representativos, es como sigue:

CRiTlCA DE LA TEORiA PATRIARCAL DEL DERECHO

FEMINISMO CULTURAL FEMINISMO RADICAL

Teoria del derecho Sherry y Henderson MacKinnon (Primera En-interpretativa (sobre adjudicacion) mienda)

Fineman (matemidad) Dworkin (pornografla)Dalton (comadronas) Estrich (violadon)

PROYECTOS DECONSTRUCTMSTAS

Teoria del derecho ·Utfleton NARAL (aborto)Narrativa Fineman MacKinnon

(molestias sexuales)Estrich (violacion)

PROYECTOS FENOMENOLOGICOS(del romance, de la pomografia, etc.)

Teoria reconstructivista del derecho

La meta de la teoria feminista reconstructivista esvolver racional la reforma feminista. Debemos cam­biar el hecho de que, desde el punta de vista de lacorriente dominante, los argumentos a favor de lastentativas feministas de reforma legal invariablemen­te sean (0 parezcan ser) irracionales. La cuesti6nmoral que las reformas feministas se plantean siem­pre es desproporcionada con respecto a la moraldominante y a las categorias legales. Pongamoslo deesta manera: dadas las categorias morales actuales,los problemas que conciemen ala mUjer son dispa­ratados. Los argumentos a favor de la libertadreproductora, por ejemplo, son un poco dementes:los defensores de la posibilidad de elegir no puedenexplicar la diferencia entre libertad reproductora einfanticidio; 0 c6mo podria este derecho estar fun-

80 Henderson. op. cit.

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damentado en la constituci6n; 0 c6mo es posible quelas mUjeres puedan afmnar ser "cuidadoras" y almismo tiempo mostrar tan descarada indiferenciapor los derechos y los sentimientos de los fetos. Dehecho, mi impresi6n, sacada tan s610 a partir de laevidencia de las anecdotas, es que el tema del abor­to es utilizado cada vez mas en la etica asi como enlas clases de derecho constitucional, para ejemplifi­car la "irracionalidad" de los compromisos moralesindividuales. Las tentativas de reforma con respectoa la violaci6n, que aspiran a expandir el alcance de­ftnido del dafio, tambien son percibidas como de­mentes. loCum podria ser la raz6n para que alguiense oponga al sexo sin violencia? lNo es el sexo siem­pre agradable? Las iniciativas feministas acerca dela pomografia son vistas como irracionales, as! comotambien 10 es la cuesti6n de la maternidad. Hay unaire de irracionalidad alrededor de cada uno de es­tos temas.

Ese aire de irracionalidad es en parte real y enparte fingido. Creo que la raz6n para el aire de irra­cionalidad alrededor de las particulares y substanti­vas tentativas feministas de reformas legales, es queestas son por necesidad defendidas de una formaque enmascara en lugar de reflejar la verdadera na­turaleza subjetiva de las mUjeres. Esto es apenassorprendente: el lenguaje, naturalmente, constriiienuestras opciones descriptivas. Pero sorprendente 0no, el dano es alarmante, y necesitamos entendersus rakes. Los argumentos a favor de la libertadreproductora, por ejemplo, son irracionales porquelas categorias en las que elios deben ser proyecta­das reflejan la naturaleza de los hombres, no la delas mUjeres. Esta cultura piensa en el daiio y en laviolencia, y por consiguiente en la defensa propia,de una manera particular, es decir de una manerahobbesiana; y una concepci6n hobbesiana del danofisico no puede de ninguna manera captar el danosubjetivo, inherente al genero, que constituye la ex­periencia del embarazo no deseado. Desde un punto

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.de vista subjetivo y femenino. el aborto es un acto dedefensa propia (no el ejercicio del "derecho a la inti­midad"); pero desde el punto de vista de la subjetivi­dad masculina. el aborto no puede ser de ningunamanera un acto de defensa propia: el feto no es unode los hombres naturales "relativamente iguales" con­tra el que tenemos el derecho de protegernos. El fetoes desigual y, por encima de todo 10 demas, depen­diente. Esa dependencia y esa desigualdad es la esen­cia del feto. La doctrina de la defensa propia con susantecedentes y revestimientos hobbesianos, simple­mente no es aplicable a un "agresor" tan dependien­te y desigual. De hecho, la noci6n de agresi6n en simisma no es aplicable a tales criaturas.

Las tentativas de reforma para criminalizar la vio­laci6n simple son tambien irracionales, como 10 hadescubierto Susan Estrich. y por la misma raz6n:subjetivamente, "las violaciones simples" son daiios.pero desde el punto de vista de la subjetividad mas­culina, los actos no violentos que no amenazan conla aniquilaci6n 0 con la frustraci6n de proyectos nopueden de ninguna manera ser "dafIinos". En am­bos casos, hemos tratado de explicar las tentativasde reformas feministas a traves del usa de analogiasque no funcionan. y a traves de argumentos que sonforzados. El resultado es en ambos casos una doc­trina legal vulnerable, inconsistente internamente,debil, y pobre en su argumentaci6n.

Pienso que "La teoria feminista reconstructivista"debe tratar de explicar 0 de reconstruir las reformasnecesarias para la seguridad y el mejoramiento delas vidas de las mUjeres, en un lenguaje directo quesea fiel a nuestra propia experiencia y a nuestraspropias vidas subjetivas. Por ejemplo, los peligrosdel embarazo obligatorio son la invasi6n del cuerpopor el feto y la intrusi6n en la vida de la madre des­pues del nacimiento del nmo. El derecho al abortoes el derecho a la defensa contra una particular in­vasi6n fisica y existencial. El daiio que causa un fetono deseado no es el de la aniquilaci6n, ni nada pare-

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cido a eso: no es un asalto, ni una paliza, ni un con­trato quebrantado, ni un acto de negligencia. Un fetono es un igual en el estado de naturaleza, y el daIloque puede causar no es de ningun modo analogo aese dano. El feto es "otro", yes perfectamente razo­nable buscar un "derecho" liberal s6lido de protec­ci6n contra el mal que causa.

Sin embargo, debemos ser mas precisas en nues­tras descripciones del daiio. La c6pula no deseadaes "peIjudicial" porque es invasora, no (necesaria­mente) porque es violenta. S6lo por esa raz6n, el danode la c6pula es descriptivamente desproporcionadocon respecto a los conceptos liberales de mal. La metade la teoria feminista reconstructivista debe ser pro­porcionar desCripciones del "ser humano", subya­centes a las reformas legales feministas. que seanfieles a las condiciones de vida de las mUjeres. Esposible que. entonces. nuestras construcciones dela teoria del derecho -liberal y critica- tambien cam­bien, dando descripciones fieles de la sUbjetividadde las mUjeres.

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CONCLUSION

HACIA UNA TEORfA DEL DERECHO INMODIFICADA

He indicado que la "tesis de la separaci6n" es dras­ticamente falsa en relaci6n a las mUjeres. Vale lapena seilalar, a manera de conclusion, que tampocoes enteramente ciecta con respecto a los hombres.Primero, no es verdad materialmente. Los hombresestan conectados a otra vida humana antes de cor­tar el cordon umbilical. Ademas, estan en ciecta for­ma conectados a las mUjeres durante la copula. ytienen aberluras que pueden ser penetradas se­xualmente. Existencialmente la tesis de la separa­cion tampoco es necesariamente ciecta respecto alos hombres. Como 10 ha mostrado Suzanna Sheny,la existencia de la tradici6n c1asica republicana ensu totalidad desmiente la afinnaci6n de que la biolo­gia masculina impone los valores liberales 61. De for­ma mas general. como insisten Dinnerstein, Chodo­row. French. y Gilligan. la biologia material no imponeel valor existencial: los hombres pueden conectar con

81 Sherry. op. cit. p. 584.

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·otros seres humanos. Los hombres pueden susten­tar la vida: pueden proteger. Obviamente. puedenatender. amar. apoyar y afinnar la vida. Sin embar­go, de forma igualmente obvia, la mayona de loshombres no 10 hacen. Una raz6n por la que no 10hacen es, naturalmente. el privilegio masculino.Aunque otra raz6n pueden ser las anteojeras de nues­tro visionario utopista "machista". Ciertamente unade las penetraciones mas importantes del feminis­mo ha sido que la biologia efectivamente es destino,cuando no somos conscientes de hasta que puntaella esta reduciendo ese destino. pero esa biologia esdestino solo hasta el alcance de nuestra igrwrancia.En la medida en que nos hacemos conscientes. nosvolvemos cada vez mas libres. En la medida en quenos volvemos libres, nosotros, mas que la biologia.nos volvemos los autores de nuestro destino. Cierta­mente esto es verdad tanto para los hombres comopara las mujeres.

Por otro lado. la "tesis de la conexi6n" tampocoes completamente cierta respecto a las mujeres, nimaterial ni existencialmente. No todas las mUjeresquedan embarazadas, ni todas las mUjeres son pe­netradas sexualmente. Las mujeres pueden pasartoda la vida desconectadas de otros seres humanos.Tambien pueden pasar toda la vida fundamental­mente indiferentes respecto a otra vida humana.Obviamente. como 10 estableci6 frrmemente el movi­miento liberal feminista, muchas mujeres puedenindividualizarse, decir la verdad, desarrollar su inte­gridad. proseguir sus proyectos personales. perso­nificar la libertad y alcanzar una individualidadatomistica y liberal. Pero de forma igualmente obvia,la mayona de las mujeres no 10 hacen. La mayonade las mUjeres son de hecho forzadas a la matemi­dad y a la heterosexualidad. Una raz6n para estoson las anteojeras utopistas: la falta de conocimien­to de las mUjeres de una elecci6n existencial frente a10 que es sentido como un imperativo biol6gico. Perociertamente esa no es la raz6n principal. La raz6n

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primordial de la naturaleza atrofiada de las vidas delas mUjeres es el poder masculino.

Tal vez el mayor obst3.culo para la creaci6n de unateoria feminista del derecho. es que esta tiene queconfrontar simultaneamente tanto las barreras poli­ticas como las conceptuales que impiden la libertadde la mUjer. La barrera politica es seguramente lamas apremiante. Primero que todo, las feministas tie­nen que combatir un profundo desequilibrio de po­der, y la manera de hacer eso es a traves del derechoy de la politica. Pero la teOlia del derecho ~omo elderecho- es persistentemente utopica y conceptual.asi como apologista y politica: la teona del derechorepresenta una constante y. por 10 menos en ocasio­nes. sincera tentativa de articular una vision ut6picaorientadora de la asociaci6n humana. La teona femi­nista del derecho debe responder a estas imagenesutopicas. corregirlas. mejorarlas y participar en ellascomo imagenes ut6picas. no s610 como apologias afavor del patriarcado. El feminismo debe imaginar unmundo post-patriarcal. pues sin tal visi6n no tene­mos direcci6n. Tenemos que usar esa vision para cons­truir nuestras metas presentes. y creo que debemosinterpretar nuestras victorias presentes contra el te­16n de esa visi6n. Esa visi6n no es necesariamenteandr6gina: seguramente que en un mundo ut6pico lapresencia de las diferencias entre las personas serauna causa de celebraci6n. En un mundo ut6pico. to­das las formas de vida seran reconocidas, respetadasy honradas. Un sistema legal perfecto protegera con­tra los daiios experimentados por todas las formas devida. y reconocera los valores afrrmadores de vida ge­nerados por todas las formas del ser. La leoria femi­nista del derecho debe aspirar a ocasionar esto y, parahacerlo, debe aspirar a transformar las imagenes asicomo el poder. La teoria masculina del derecho debevolverse humanista, y la teona humanista del dere­cho debe volverse imnodificada.

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