¿qué fue del buen samaritano? ha joon chang

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El libro desmonta toda una serie de mitos en torno al desarrollo económico, particularmente ideas liberales muy arraigadas que apuntan al libre mercado, privatizaciones, determinadas mentalidades nacionales, etc como razones que explican el desarrollo de unos países y el subdesarrollo de otros. El economista de Cambridge Ha Joon Chang desmonta estos y otros muchos mitos. Un libro del que se puede aprender mucho, para entender cómo funciona la economía y qué políticas han llevado a cabo los países que se han desarrollado en los últimas décadas. Nada que ver con los tópicos que suelen oirse.Versión revisada, incluye todas las notas.

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QU FUE DEL BUEN SAMARITANO? NACIONES RICAS, POLTICAS POBRES

Ha-Joon Chang 2008

Contenido Prlogo El milagro econmico de Mozambique 2 Captulo 1 Retorno al Lexus y al olivo 13 La historia oficial de la globalizacin 50 La verdadera historia de la globalizacin 52 Neoliberales frente a neoidiotas? 54 Quin dirige la economa mundial? 53 Estn ganando los malos samaritanos? 56 Captulo 2 La doble vida de Daniel Defoe 69 Gran Bretaa se come el mundo 71 La doble vida de la economa britnica 73 Amrica entra en liza 75 Abraham Lincoln y el intento de Amrica por conseguir la supremaca 93 Otros pases, secretos culpables 96 Aprender las lecciones apropiadas de la historia 99 Captulo 3 Mi hijo de seis aos debera trabajar 98 El libre comercio no funciona 100 Mala teora, malos resultados 102 El sistema comercial internacional y sus descontentos 12 Industria por agricultura? 17 Ms comercio, menos ideologas 117 Captulo 4 El finlands y el elefante 118 Es el capital extranjero esencial? 3 La Madre Teresa del capital extranjero? 139 "Ms peligroso que el poder militar" 142 Un mundo sin fronteras? 139

"La nica cosa peor que ser explotado por el capital..." 142 Captulo 5 El hombre explota al hombre 5 Propiedad estatal en puerto 6 Estatal frente a privado 9 Casos de xito de la propiedad estatal 10 La defensa de la propiedad estatal 24 Los escollos de la privatizacin 26 Gato negro, gato blanco 28 Captulo 6 Windows 98 en 1997 171 "El pbulo del inters para la llama de la genialidad" 171 John Law y la primera carrera armamentstica tecnolgica 5 Entran en escena los abogados 9 Larga vida al Ratn Mickey 11 Sndwiches envasados sin corteza y crcuma 11 La tirana de las patentes entrelazadas 13 Normas severas y pases en vas de desarrollo 14 Alcanzar el equilibrio justo 27 Captulo 7 Misin imposible? 29 Puede la prudencia financiera ir demasiado lejos? 29 "Atracador, ladrn a mano armada y asesino a sueldo" 30 Hay inflaciones e inflaciones 232 El precio de la estabilidad de los precios 34 Cuando la prudencia no es prudente 36 Keynesianismo para los ricos, monetarismo para los pobres 38 Captulo 8 Zaire frente a Indonesia 273 Perjudica la corrupcin al desarrollo econmico? 274 Prosperidad y honestidad 277 Demasiadas fuerzas del mercado 278 Democracia y el libre mercado 280 Cuando las democracias minan la democracia 282 Democracia y desarrollo econmico 284 Poltica y desarrollo econmico 286 Captulo 9 Japoneses perezosos y alemanes ladrones 287 Son algunas culturas incapaces de desarrollarse 287 econmicamente? 287 Influye la cultura en el desarrollo econmico? 289 Qu es una cultura? 290 El Dr. Jekyll frente a Mr. Hyde 291 Japoneses perezosos y alemanes ladrones 294 Cambiar la cultura 296 Reinventar la cultura 298 Eplogo Sao Paulo, octubre de 2037 299 Desafiar el mercado 303 Por qu la fabricacin es importante 305 No intente hacerlo en casa 307 Inclinar el terreno de juego 308 Qu es acertado y qu es fcil 310

Prlogo El milagro econmico de Mozambique Cmo huir de la pobreza Mozambique se enfrenta a los grandes "Anacardos y voltios" Maputo, 28 de junio de 2061 (de la edicin impresa de The Economist) Tres Estrellas anuncia un nuevo hito en la tecnologa de pilas de combustible

En un acto cuidadosamente organizado para coincidir con el da de la independencia del pas, el 25 de junio, Tres Estrelas, el mayor grupo financiero africano de fuera de Sudfrica, con sede en Maputo, present un importante adelanto tecnolgico para la fabricacin en serie de pilas de combustible de hidrgeno. "Guando nuestra nueva planta comience a producir en el otoo de 2063 -anunci el seor Armando Nhumaio, el entusiasta presidente de la empresa-, seremos capaces de enfrentarnos a los grandes de Japn y Estados Unidos ofreciendo a los consumidores un precio mucho mejor." Los analistas estn de acuerdo en que la nueva tecnologa de Tres Estrelas significa que el hidrgeno est listo para sustituir el alcohol como la principal fuente de energa para automviles. "Seguro que plantear un serio desafo a los principales productores de alcohol combustible, como Petrobras de Brasil y Alconas de Malasia", afirma Nelson Mbeki-Malan, el director del prestigioso Instituto de Investigacin de Economa Energtica de la Universidad del Cabo Oeste, Sudfrica. Tres Estrelas ha experimentado un ascenso meterico desde sus humildes comienzos. La empresa empez a exportar anacardos en 1968, siete aos antes de la independencia de Mozambique respecto a los portugueses. Entonces hizo bien en diversificarse en textil y refinado de azcar. Posteriormente, dio un paso ms audaz hacia la electrnica, primero como subcontratista para el gigante electrnico coreano Samsung y ms tarde como fabricante independiente. Pero el anuncio en 2030 de que la produccin de pilas de combustible de hidrgeno iba a ser su siguiente aventura gener un escepticismo considerable. "Todo el mundo crey que estbamos locos -dice el seor Nhumaio. La seccin de pilas de combustible perdi dinero durante 17 aos. Por suerte, en aquella poca no tenamos muchos accionistas externos que exigieran resultados inmediatos. Persistimos en nuestra creencia de que construir una compaa de talla mundial requiere un largo perodo de preparacin." La pujanza de la empresa simboliza el milagro econmico que es el Mozambique moderno. En 1995, tres aos despus del final de su sangrienta guerra civil de 16 aos, Mozambique tena una renta per cpita de solo 80 dlares y era literalmente la economa ms pobre del mundo. Con profundas divisiones polticas, una corrupcin muy extendida y un ndice de alfabetizacin lamentable del 33%, sus perspectivas se presentaban muy negras. En 2000, ocho aos despus del final de la guerra civil, el mozambiqueo medio solo ganaba todava 210 dlares anuales, poco ms de la mitad que el ghans medio, que perciba 350 dlares. Sin embargo, desde entonces, el milagro econmico de Mozambique lo ha transformado en una de las economas ms ricas de frica y en un pas slido de ingresos medios altos. Con un poco de suerte y sudor, puede llegar incluso a engrosar las filas de las economas avanzadas en las prximas dos o tres dcadas. No nos dormiremos en los laureles -asegura el seor Nhumaio, de quien dicen que su picara sonrisa oculta una determinacin inflexible-. Este es un sector complicado en el que la tecnologa cambia deprisa. Los ciclos vitales de los productos son cortos y nadie puede esperar perdurar mucho tiempo como lder del mercado basndose solo en una innovacin. Cualquier da pueden aparecer en el horizonte competidores salidos de la nada. A fin de cuentas, su empresa acaba de dar una desagradable sorpresa a los estadounidenses y los japoneses. Podra un fabricante nigeriano de pilas de combustible relativamente desconocido determinar que, si Tres Estrellas ha sido capaz de salir de las tinieblas ms profundas y encaramarse a la copa del rbol, quiz tambin l pueda hacerlo? Mozambique puede o no lograr hacer realidad mi fantasa. Pero cmo habra reaccionado usted si le hubieran dicho en 1961, un siglo antes del sueo mozambiqueo, que en el plazo de 40 aos Corea del Sur llegara a ser uno de los principales exportadores de telfonos mviles, a la sazn un producto exclusivamente de ciencia ficcin? Por lo menos las pilas de hidrgeno ya existen en la actualidad. En 1961, ocho aos despus del fin de su guerra fratricida con Corea del Norte, la renta anual de Corea del Sur se situaba en 82 dlares por persona.

El coreano medio ganaba menos de la mitad que el ciudadano ghans medio (179 dlares).1 La guerra de Corea -que, curiosamente, empez el 25 de junio, el da de la independencia de Mozambique- fue una de las ms sangrientas de la historia humana, cobrndose cuatro millones de vidas en poco ms de tres aos (1950-1953). La mitad de la base industrial y ms del 75% de los ferrocarriles de Corea del Sur quedaron destruidos en el conflicto. El pas haba demostrado cierta capacidad organizativa al elevar su ndice de alfabetizacin al 71% en 1961 desde el msero nivel del 22% que haba heredado en 1945 de sus dueos coloniales japoneses, que haban dominado Corea desde 1910. Pero era considerado por muchos como un caso perdido de fracaso de desarrollo. Un informe interno de la dcada de 1950 de USAID -a la sazn la principal agencia de ayuda del gobierno estadounidense, al igual que ahora- calificaba a Corea de "pozo sin fondo". Por entonces, las principales exportaciones del pas eran tungsteno, pescado y otros productos bsicos. En cuanto a Samsung,* actualmente uno de los principales exportadores de telfonos mviles, semiconductores y ordenadores, la compaa empez como exportador de pescado, vegetales y fruta en 1938, siete aos antes de la independencia de Corea del dominio colonial japons. Hasta la dcada de 1970, sus principales lneas de negocio fueron el refinado de azcar y el textil, que haba fundado a mediados de los aos cincuenta. 2 Cuando entr en el sector de los semiconductores adquiriendo el 50% de las acciones de Korea Semiconductor en 1974, nadie la tom en serio. A fin de cuentas, Samsung ni siquiera fabric televisores en color hasta 1977. Cuando declar su intencin, en 1983, de enfrentarse a los grandes de la industria de semiconductores de Estados Unidos y Japn diseando sus propios chips, muy pocos quedaron convencidos. * Samsung, en coreano, significa Tres Estrellas, al igual que mi empresa mozambiquea de ficcin, Tres Estrellas. La ltima frase de mi imaginario artculo de The Economist de 2061 est basado en un reportaje rea] de la misma publicacin sobre Samsung, "As good as it gets?" ("Mejor imposible?", 13 de enero de 2005), cuya ltima frase reza: "Podra un fabricante chino de electrnica relativamente desconocido determinar que, si Samsung ha sido Capaz de salir de las tinieblas ms profundas y encaramarse a la copa del rbol, quiz tambin l pueda hacerlo?". Los 17 aos durante los cuales la seccin de pilas de combustible de mi empresa mozambiquea ficticia perdi dinero es el mismo perodo de inversin durante el cual la seccin de electrnica de Nokia, fundada en 1960, perdi dinero. Corea, uno de los lugares ms pobres del mundo, fue el triste pas donde nac el 7 de octubre de 1963. Hoy soy ciudadano de una de las naciones ms ricas, si no la ms rica, del mundo. A lo largo de mi vida, la renta per cpita en Corea se ha multiplicado aproximadamente por 14, en lo que se refiere a poder adquisitivo. El Reino Unido tard ms de dos siglos (entre finales del siglo XVIII y hoy) y Estados Unidos uno y medio (desde la dcada de 1860 hasta ahora) en alcanzar el mismo resultado.3 El progreso material que he presenciado en mis cuarenta y pico aos es como si hubiera comenzado mi vida como un jubilado britnico nacido cuando Jorge III ocupaba el trono o como un abuelo estadounidense nacido cuando Abraham Lincoln era presidente. La casa en la que nac y viv hasta los seis aos estaba en lo que era entonces el lmite noroccidental de Sel, la capital de Corea. Era una de las pequeas (dos dormitorios) pero modernas casas que el gobierno construy con ayuda internacional en un programa para actualizar el ruinoso stock de viviendas del pas. Estaba hecha con ladrillos de cemento y dispona de poca calefaccin, por lo que era bastante fra en invierno: la temperatura en el invierno de Corea puede bajar hasta 15 o incluso 20 grados bajo cero. No haba retrete con cisterna, desde luego: eso era solo para los muy ricos.1

La cifra de los ingresos coreanos corresponde a H.-C. Lee, Hankook Gyongje Tongsa [Historia econmica de Corea], Sel, Bup-Moon Sa, 1999 [en coreano], tabla 1 del apndice. La cifra ghanesa procede de C. Kindleberger, Desarrollo econmico, Madrid, Ediciones del Castillo, 1966, tabla 1-1. 2 . 3 Calculado a partir de A. Maddison, The World Economy: Historical Statistics , Pars, OCDE, 2003, tabla le (Reino Unido), tabla 2c (Estados Unidos) y tabla 5c (Corea).

Pero mi familia dispona de grandes lujos de los que muchos otros carecan, gracias a mi padre, un funcionario civil de lite en el Ministerio de Economa que haba ahorrado diligentemente el dinero de su beca mientras estudiaba en Harvard durante un ao. Tenamos un televisor en blanco y negro, que ejerca una atraccin magntica sobre nuestros vecinos. Un amigo de la familia, un joven dentista prometedor en St. Mary's, uno de los hospitales ms grandes del pas, siempre encontraba tiempo para visitarnos cada vez que daban un gran acontecimiento deportivo por televisin, aparentemente por motivos que no tenan nada que ver con el evento. En la Corea actual, estara considerando mejorar el segundo televisor familiar en el dormitorio con una pantalla de plasma. Un primo mo que acababa de mudarse de la ciudad natal de mi padre, Kwangju, a Sel vino de visita en una ocasin e interrog a mi madre sobre el extrao armario blanco que haba en la sala de estar. Era nuestro refrigerador (la cocina era demasiado pequea para alojarlo). Mi esposa, Hee-Jeong, nacida en Kwangju en 1966, cuenta que sus vecinos "depositaban" regularmente su valiosa carne en la heladera de su madre, la esposa de un prspero mdico, como si fuera la directora de un exclusivo banco privado suizo. Puede que una casita de ladrillos de cemento con un televisor en blanco y negro y una heladera no parezca gran cosa, pero era un sueo hecho realidad para la generacin de mis padres, que haban vivido los tiempos ms turbulentos y llenos de privaciones: el dominio colonial japons (1910-1945), la Segunda Guerra Mundial, la escisin del pas en Corea del Norte y Corea del Sur (1948) y la guerra de Corea. Siempre que mi hermana Yonhee, mi hermano Hasok y yo nos quejbamos de la comida, mi madre nos deca que estbamos muy mimados. Nos recordaba que, cuando tena nuestra edad, la gente de su generacin se consideraba privilegiada si contaba con un huevo. Muchas familias no podan permitrselos, y las que podan los reservaban para los padres y los hermanos mayores que trabajaban. Se acordaba de su congoja cuando su hermano pequeo, murindose de hambre durante la guerra de Corea a los cinco aos de edad, deca que se sentira mejor si pudiera sostener un cuenco de arroz en sus manos, aunque estuviera vaco. Por su parte, mi padre, un hombre con un apetito saludable al que le encanta la carne de vaca, tuvo que sobrevivir como estudiante de escuela secundaria durante la guerra de Corea con poco ms que arroz, margarina del ejrcito de Estados Unidos conseguida en el mercado negro, salsa de soja y pasta con chile. A los diez aos, tuvo que presenciar con impotencia cmo su hermano de siete mora de disentera, a la sazn una enfermedad letal que es desconocida en la Corea de hoy. Aos despus, en 2003, cuando estaba de permiso de Cambridge y me encontraba en Corea, ense a mi amigo y mentor, Joseph Stiglitz, el economista laureado con el premio Nobel, el Museo Nacional de Sel. Nos tropezamos con una exposicin de hermosas fotografas en blanco y negro que mostraba personas atendiendo a sus actividades cotidianas en los barrios de clase media de Sel durante finales de la dcada de 1950 y principios de la de 1960. Era exactamente como recordaba mi niez. De pie, detrs de m y de Joe, haba dos mujeres de veintipocos aos. Una de ellas exclam: "Cmo puede ser eso Corea? Si parece Vietnam". Haba menos de veinte aos de diferencia entre nuestras edades, pero escenas que me resultaban familiares eran completamente desconocidas para ella. Me volv hacia Joe y le dije lo "privilegiado" que era como economista de desarrollo por haber vivido semejante transformacin. Me senta como un historiador de la Inglaterra medieval que hubiera presenciado de hecho la batalla de Hastings o un astrnomo que hubiese retrocedido en el tiempo hasta el Big Bang. Nuestra siguiente casa familiar, donde resid entre 1969 y 1981, en el apogeo del milagro econmico coreano, no solo tena un retrete con cisterna sino tambin un sistema de calefaccin central. La caldera, desgraciadamente, se incendi al poco de instalarnos y estuvo a punto de quemar toda la casa. No digo esto en tono de queja; ramos afortunados teniendo una: la mayora de las casas se calentaban con briquetas de carbn, que mataba a miles de personas cada invierno por intoxicacin con monxido de carbono. Pero esta historia da una idea del estado de la tecnologa coreana en esa poca tan remota y al mismo tiempo tan reciente.

En 1970 comenc la enseanza primaria. Era una escuela privada de segunda fila que contaba 65 nios por cada clase. Estbamos muy satisfechos porque la escuela estatal contigua tena 90 nios por aula. Aos despus, en un seminario en Cambridge, un orador anunci que, debido a recortes presupuestarios impuestos por el Fondo Monetario Internacional (hablar de esto ms adelante), la cifra media de alumnos por aula en varios pases africanos aument de treinta y tantos a cuarenta y pico en la dcada de 1980. Entonces comprend lo mal que haban ido las cosas en las escuelas coreanas de mi niez. Cuando estaba en enseanza primaria, la escuela ms elegante del pas tena 40 nios por clase, y todo el mundo se preguntaba: "Cmo pueden hacer eso?". Los centros estatales en algunas zonas urbanas en rpida expansin estaban llenos hasta los topes, con hasta 100 alumnos por aula y profesores haciendo turnos dobles y a veces triples. Dadas las circunstancias, no era de extraar que la educacin implicara pegar a los nios libremente y ensearlo todo a base de repetirlo. Este mtodo presenta inconvenientes obvios, pero por lo menos Corea se las ha arreglado para proporcionar seis aos de educacin, como mnimo, a prcticamente todos los nios desde la dcada de 1960. En 1972, cuando cursaba tercero, el patio de mi escuela se convirti de pronto en un campamento para soldados. Estaban all para evitar manifestaciones estudiantiles contra la ley marcial impuesta por el presidente del pas, el (ex) general Park Chung-Hee. Afortunadamente, no estaban all para ocuparse de m y de mis amigos. Los nios coreanos podamos ser conocidos por nuestra precocidad acadmica, pero la poltica constitucional quedaba un poco fuera de nuestro alcance a los nueve aos. Mi escuela primaria estaba vinculada a una universidad, cuyos rebeldes estudiantes eran el objetivo de los soldados. De hecho, los estudiantes universitarios coreanos fueron la conciencia de la nacin durante el aciago perodo poltico de la dictadura militar y tambin interpretaron el papel principal a la hora de acabar con ella en 1987. Despus de acceder al poder en un golpe de Estado en 1961, el general Park se volvi "civil" y gan tres elecciones consecutivas. Sus victorias electorales fueron propiciadas por su xito al poner en marcha el "milagro" econmico del pas mediante sus Planes Quinquenales para el Desarrollo Econmico. Pero esas victorias fueron garantizadas tambin por fraudes electorales y jugarretas polticas. Su tercer y supuestamente ltimo mandato como presidente deba concluir en 1974, pero Park era incapaz de renunciar. Hacia la mitad de su tercera legislatura, hizo lo que los latinoamericanos llaman un "autogolpe". Esto supuso disolver el parlamento e instaurar un sistema electoral amaado para garantizarle la presidencia vitalicia. Su excusa fue que el pas no poda permitirse el caos de la democracia. Tena que defenderse del comunismo norcoreano, se dijo al pueblo, y acelerar su desarrollo econmico. Su anunciado objetivo de aumentar la renta per cpita del pas hasta 1.000 dlares en 1981 fue considerado excesivamente ambicioso, rayando en el delirio. El presidente Park puso en marcha el ambicioso programa de Industrializacin Pesada y Qumica (IPQ) en 1973. La primera fundicin y el primer astillero moderno empezaron a producir, y los primeros coches de fabricacin nacional (hechos bsicamente con piezas importadas) salieron de las cadenas de montaje. Se fundaron nuevas empresas de electrnica, maquinaria, qumica y otros sectores avanzados. Durante este perodo, la renta per cpita del pas se multiplic espectacularmente por cinco, en dlares USA, entre 1972 y 1979. El objetivo aparentemente delirante de Park de una renta per cpita de 1.000 dlares en 1981 se alcanz de hecho cuatro aos antes de lo previsto. Las exportaciones crecieron todava ms rpido, incrementndose nueve veces, en dlares USA, entre 1972 y 1979.4 La obsesin del pas con el desarrollo econmico se reflej plenamente en nuestra educacin. Aprendimos que tenamos el deber patritico de denunciar a cualquiera que fumara cigarrillos extranjeros. La nacin deba utilizar todas las divisas obtenidas de sus exportaciones para importar mquinas y otras inversiones con el fin de desarrollar mejores4

La renta per cpita de Corea en 1972 era de 319 dlares (en dlares actuales). En 1979 era de 1.647 dlares. Sus exportaciones totalizaron 1.600 millones de dlares en 1972 y aumentaron hasta 15.100 millones en 1979. Estas estadsticas son de Lee, 1999, tabla 1 del apndice (ingresos) y tabla 7 del apndice (exportaciones). En 2004, la renta per cpita de Corea era de 13.980 dlares. En ese mismo ao, la renta per cpita era de 14.350 dlares en Portugal y de 14.810 en Eslovenia. Estas cifras son del Banco Mundial, World Development Report 2006 - Equity and Development, Nueva York, Oxford University Press, 2006, tabla 1.

industrias. Las valiosas divisas eran en realidad el sudor y la sangre de nuestros "soldados industriales" que libraban la guerra de la exportacin en las fbricas del pas. Quienes las derrochaban en cosas frvolas, como cigarrillos extranjeros, eran unos "traidores". No creo que ninguno de mis amigos llegara al extremo de denunciar tales "actos de traicin". Pero cuando los nios vean tabaco extranjero en casa de un amigo, los cotilleos eran inevitables. El padre de ese amigo -casi siempre eran hombres los que fumaban-era censurado como un individuo antipatritico y por lo tanto inmoral, si no exactamente como delincuente. Gastar divisas en cualquier cosa no esencial para el desarrollo industrial estaba prohibido o fuertemente penalizado mediante prohibiciones de importacin, aranceles altos e impuestos indirectos (que eran denominados impuestos sobre el consumo de artculos de lujo). Los artculos "de lujo" incluan incluso cosas relativamente sencillas, como coches pequeos, whisky o galletas. Recuerdo el leve entusiasmo nacional cuando se import una remesa de galletas danesas con autorizacin especial del gobierno a finales de la dcada de 1970. Por la misma razn, estaba prohibido viajar al extranjero a menos que se tuviera un permiso explcito del gobierno para hacer negocios o estudiar. Como consecuencia, pese a tener unos cuantos parientes viviendo en Estados Unidos, no haba estado nunca fuera de Corea hasta que viaj a Cambridge a los 23 aos para empezar all como estudiante de posgrado en 1986. Esto no equivale a decir que nadie fumara cigarrillos extranjeros o comiera galletas ilcitas. Circulaba una cantidad considerable de artculos extranjeros ilegales y semilegales. Haba cierto contrabando, sobre todo desde Japn, pero la mayora de los artculos implicados se traan -de forma ilegal o semilegal- de las numerosas bases estadounidenses repartidas por el pas. Los soldados norteamericanos que lucharon en la guerra de Corea todava recordarn a nios coreanos desnutridos corriendo tras ellos suplicndoles chicles o chocolate. Incluso en la Corea de la dcada de 1970, las mercancas del ejrcito estadounidense seguan considerndose artculos de lujo. Las familias de clase media cada vez ms opulentas podan permitirse comprar confites M&M y polvos de zumo Tang de tiendas y vendedores ambulantes. La gente menos acomodada poda ir a restaurantes que servan boodae chige, literalmente "estofado de base militar". Esta era una versin ms barata del estofado coreano clsico, kimchee chige, que utiliza kimchee (coles escabechadas con ajo y aj) pero sustituyendo el otro ingrediente bsico, tripa de cerdo, por carnes ms baratas, como panceta, salchichas y carne de cerdo en conserva sacados de contrabando de las bases militares norteamericanas. Yo suspiraba por tener la posibilidad de probar las latas de carne de cerdo y de vaca en conserva, chocolatinas, galletas y muchas otras cosas ms cuyos nombres ni siquiera conoca, de las cajas de "C Ration" del ejrcito estadounidense (las raciones de comida secada y enlatada para el campo de batalla). Un to materno, que era general en el ejrcito coreano, acumulaba provisiones durante los ejercicios combinados sobre el terreno con sus colegas norteamericanos y me las regalaba de vez en cuando. Los soldados estadounidenses maldecan la nfima calidad de sus raciones de campo. Para m eran como una cesta de picnic de Fortnum & Mason. Pero en aquel tiempo viva en un pas donde el helado de vainilla tena tan poca vainilla que crea que "vainilla" significaba "sin sabor", hasta que aprend ingls en la escuela secundaria. Si tal era la situacin para un nio de clase media bien alimentado como yo, ya puede imaginarse cmo deba de ser para los dems. Cuando iba a la escuela secundaria, mi padre me obsequi una calculadora electrnica Casio, un regalo que jams haba soado. Por entonces costaba probablemente la mitad del salario mensual de un trabajador de una fbrica de ropa, y era un gasto enorme incluso para mi padre, que no escatimaba nada en nuestra educacin. Unos 20 aos despus, una combinacin de rpido desarrollo en las tecnologas electrnicas y el aumento del nivel de vida de Corea signific que las calculadoras electrnicas abundaban tanto que se regalaban en los grandes almacenes. Muchas de ellas acabaron siendo juguetes para nios pequeos (no, no creo que se deba a esto que los nios coreanos sean tan buenos en matemticas). El "milagro" econmico de Corea no estuvo, por supuesto, exento de sombras. Muchas chicas de familias pobres en el campo se vean obligadas a encontrar un empleo tan pronto como terminaban la escuela primaria a los 12 aos, para "librarse de una boca ms" que alimentar y para ganar dinero con el fin de que por lo menos un hermano pudiera recibir

educacin superior. Muchas acababan como criadas en familias urbanas de clase media, trabajando a cambio de cama y comida y, si tenan suerte, una pequea cantidad de dinero para gastos. Las otras chicas, y los chicos menos afortunados, eran explotados en fbricas cuyas condiciones recordaban a los "oscuros molinos satnicos" del siglo XIX o a las fbricas explotadoras de la China actual. En el sector textil y de la ropa, que eran las principales industrias exportadoras, los obreros solan trabajar 12 horas o ms en unas condiciones muy peligrosas e insalubres por un sueldo bajo. Algunas fbricas se negaban a vender sopa en la cantina, so pena de que los trabajadores necesitaran otro descanso que liquidara sus pinges beneficios. La situacin era mejor en las emergentes industrias pesadas -automviles, acero, qumicas, maquinaria, etc.- pero, por encima de todo, los trabajadores coreanos, con su semana laboral de 53-54 horas de media, invertan ms horas que nadie en el mundo en aquella poca. Aparecieron suburbios urbanos. Puesto que por lo general se extendan por los montes bajos que comprenda buena parte del paisaje coreano, fueron apodados "barrios lunares", el ttulo de una famosa serie televisiva de comedia de situacin de la dcada de 1970. Familias de cinco o seis miembros se hacinaban en una minscula habitacin y cientos de personas compartan un retrete y una sola fuente provisional de agua corriente. Muchos de esos suburbios eran en ltima instancia desalojados por la polica y sus residentes se vean obligados a instalarse en vecindarios extensos, con instalaciones sanitarias an peores y malos accesos, para dejar espacio a los nuevos bloques de pisos destinados a la creciente clase media. Si los pobres no podan salir de los nuevos suburbios con la suficiente rapidez (pero por lo menos era posible abandonarlos, dado el rpido crecimiento de la economa y la creacin de nuevo empleo), el crecimiento urbano descontrolado los atrapaba, con lo que se vean acorralados de nuevo y abandonados en un lugar an ms remoto. Algunas personas terminaban revolviendo basuras en el principal vertedero de la ciudad, la isla Nanji. Poca gente fuera de Corea saba que los hermosos parques pblicos que rodeaban el imponente estadio de ftbol de Sel que vio durante la Copa del Mundo de 2002 estaban construidos literalmente sobre el antiguo vertedero de la isla (que en la actualidad tiene un modernsimo grupo electrgeno ecolgicamente limpio que quema el metano acumulado por la materia orgnica vertida all). En octubre de 1979, cuando yo todava cursaba educacin secundaria, el presidente Park fue asesinado inesperadamente por el jefe de su propio servicio de inteligencia, entre un creciente descontento popular con su dictadura y la confusin econmica posterior a la segunda crisis del petrleo. Sigui una breve "primavera de Sel", con el brote de esperanzas de democracia. Pero fue brutalmente sofocada por el siguiente gobierno militar del general Chun Doo-Hwan, quien se hizo con el poder despus de la rebelin popular armada de dos semanas que sera aplastada en la matanza de Kwangju de mayo de 1980. Pese a este grave revs poltico, a principios de la dcada de 1980 Corea se haba convertido en un slido pas de renta media, en pie de igualdad con Ecuador, la isla Mauricio y Costa Rica. Pero an estaba muy alejada de la prspera nacin que conocemos hoy. Una de las expresiones argticas comunes entre nuestros estudiantes de instituto era: "lie estado en Hong Kong", lo que significaba: "He tenido una experiencia maravillosa". Todava hoy, Hong Kong es considerablemente ms rico que Corea, pero esa expresin refleja el hecho de que, en la dcada de 1960 o de 1970, la renta per cpita de Hong Kong era tres a cuatro veces mayor que la de mi pas. Cuando fui a la universidad en 1982, me interes por el tema de los derechos sobre la propiedad intelectual, algo que se debate an con ms vehemencia en la actualidad. Por entonces, Corea se haba vuelto lo bastante competente para copiar productos avanzados y lo bastante rica para querer las mejores cosas de la vida (msica, artculos de moda, libros). Pero an no era lo bastante sofisticada para sugerir ideas originales y desarrollar y poseer patentes, derechos de autor y marcas registradas internacionales. Hoy en da, Corea es una de las naciones ms "inventivas" del mundo: figura entre los primeros cinco pases en cuanto al nmero de patentes registradas anualmente por la Oficina de Patentes de Estados Unidos. Pero hasta mediados de la dcada de 1980 vivi de la "retroingeniera". Mis amigos compraban ordenadores "copiados" que eran construidos por

talleres pequeos, los cuales desmontaban mquinas IBM, copiaban las piezas y las armaban. Por entonces, el pas era una de las "capitales de la piratera" del mundo, produciendo zapatillas Nike y bolsos Louis Vuitton falsos en enormes cantidades. Los que tenan una conciencia ms delicada se conformaban con casi-falsificaciones. Eran zapatillas que parecan Nike pero se llamaban Nice, o que llevaban el anagrama de Nike pero con una punta ms. Los artculos falsificados rara vez se vendan como el original. Quienes los compraban eran del todo conscientes de que adquiran falsificaciones; se trataba de hacer una declaracin de moda ms que de engaar. Los productos protegidos por derechos de autor se trataban del mismo modo. En la actualidad Corea exporta una cantidad enorme y en aumento de materiales con derechos de autor (pelculas, series de televisin, canciones populares), pero en aquella poca la msica (discos LP) o las pelculas (videos) importadas eran tan caras que poca gente poda permitirse comprar los productos autnticos. Crecimos escuchando discos pirata de rock-and-roll, que llambamos "discos tempura" porque la calidad de su sonido era tan mala que pareca que alguien estaba friendo en aceite abundante al fondo. En cuanto a libros extranjeros, an estaban fuera del alcance de la mayora de estudiantes. Perteneciendo a una familia acomodada que estaba dispuesta a invertir en educacin, tuve algunos libros importados. Pero la mayora de mis textos en ingls estaban pirateados. Nunca habra podido entrar y sobrevivir en Cambridge sin esos libros ilegales. Para cuando terminaba mis estudios de posgrado en Cambridge a finales de la dcada de 1980, Corea se haba convertido en un pas slido de ingresos medios altos. La prueba ms clara de ello era que los pases europeos dejaron de exigir a los coreanos sacarse un visado para entrar. De todos modos, por entonces la mayora de nosotros no tena ningn motivo para querer emigrar ilegalmente. En 1996, el pas incluso lleg a entrar en la OCDE (Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico) -el club de los pases ricos- y se declar haber "llegado", aunque esa euforia fue desinflada de mala manera por la crisis financiera que sumergi Corea en 1997. Desde esa crisis, la nacin ya no ha estado a su elevado nivel, bsicamente porque ha adoptado con excesivo entusiasmo el modelo de las "reglas de libre mercado". Pero esa es una historia para ms adelante. Sean cuales sean sus problemas recientes, el crecimiento econmico de Corea y la transformacin social resultante durante las cuatro ltimas dcadas y media han sido verdaderamente espectaculares. Ha pasado de ser uno de los pases ms pobres del mundo a una nacin en pie de igualdad con Portugal y Eslovenia en lo que se refiere a renta per cpita.3 Una nacin cuyas exportaciones principales incluan mineral de tungsteno, pescado y pelucas hechas con cabellos humanos se ha convertido en un centro neurlgico de alta tecnologa, exportando modernos telfonos mviles y televisores de pantalla plana codiciados en todo el mundo. Mejor nutricin y asistencia sanitaria significan que un beb nacido en la Corea actual puede esperar vivir 24 aos ms que alguien nacido a principios de la dcada de 1960 (77 aos en lugar de 53). En vez de 78 bebs de cada 1.000, solo cinco morirn en menos de un ao, rompiendo el corazn de muchos menos padres. En lo que se refiere a estos cambios en las esperanzas de vida, el progreso de Corea es como si Hait se hubiera convertido en Suiza.5 Cmo ha sido posible este "milagro"? Para la mayora de economistas, la respuesta es muy sencilla. Corea ha prosperado porque ha seguido los dictados del libre mercado. Ha adoptado los principios del dinero slido (baja inflacin), gobierno pequeo, empresa privada, libre comercio y simpata por la inversin extranjera. Esta visin se conoce como economa neoliberal. La economa neoliberal es una versin actualizada de la economa liberal del economista del siglo XVIII Adam Smith y sus seguidores. Apareci por primera vez en la dcada de 1960 y ha sido la visin econmica predominante desde la de 1980. Los economistas liberales de los siglos XVIII y XIX crean que la competencia ilimitada en el libre mercado era la mejor5

La esperanza de vida al nacer en Corea en 1960 era de 53 aos. En 2003, era de 77 aos. En ese mismo ao, la esperanza de vida era de 51,6 aos en Hait y de 80,5 en Suiza. La mortalidad infantil en Corea era de 78 por 1.000 nacimientos vivos en 1960 y de 5 por 1.000 en 2003. En ese mismo ao, la mortalidad infantil era de 76 en Hait y de 4 en Suiza. Las cifras coreanas de 1960 corresponden a H.-J. Chang, The East Asian Development Experience - the Miracle, the Crisis, and the Future, Zed Press, Londres, 2006, tablas 4.8 (mortalidad infantil) y 4.9 (esperanza de vida). Todas las cifras de 2003 son del PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2005, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Grupo Mundi-Prensa, 2005, tablas 1 (esperanza de vida) y 10 (mortalidad infantil).

manera de organizar una economa, porque obliga a todo el mundo a rendir con la mxima eficiencia. La intervencin del gobierno se consideraba perjudicial porque reduce la presin competitiva restringiendo la entrada de los posibles competidores, ya sea mediante controles de importacin o la creacin de monopolios. Los economistas neoliberales apoyan ciertas cosas que los antiguos liberales no admitan, muy en particular ciertas formas de monopolio (como las patentes o el monopolio del banco central sobre la emisin de billetes) y la democracia poltica. Pero en general comparten el entusiasmo de los antiguos liberales por el libre mercado. Y pese a unos pocos "retoques" a consecuencia de toda una serie de resultados decepcionantes de medidas neoliberales aplicadas a naciones en vas de desarrollo durante el ltimo cuarto de siglo, el programa central neoliberal de desregulacin, privatizacin y apertura del comercio y la inversin internacional ha seguido siendo el mismo desde la dcada de 1980. En lo que se refiere a los pases en vas de desarrollo, el programa neoliberal ha sido impuesto por una alianza de gobiernos de pases ricos encabezada por Estados Unidos y arbitrada por la "Impa Trinidad" de organizaciones econmicas internacionales que controlan en buena medida: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organizacin Mundial del Comercio (OMC). Los gobiernos ricos utilizan sus presupuestos de ayuda y el acceso a sus mercados nacionales como incentivos para inducir a las naciones en vas de desarrollo a adoptar medidas neoliberales. Esto se hace a veces para beneficiar a empresas concretas que ejercen presin, pero generalmente para crear un entorno en el pas subdesarrollado en cuestin que sea favorable a los artculos e inversiones extranjeros en general. El FMI y el Banco Mundial hacen su papel adjuntando a sus prstamos la condicin de que los pases receptores adopten polticas neoliberales. La OMC contribuye haciendo normas de comercio que favorecen el libre comercio en sectores en los que las naciones ricas son ms fuertes pero no en los que son dbiles (por ejemplo, agricultura o textil). Estos gobiernos y organizaciones internacionales estn respaldados por una legin de idelogos. Algunas de estas personas son acadmicos muy bien preparados que deberan conocer los lmites de sus aspectos econmicos de libre mercado, pero tienden a olvidarlos cuando se trata de dar consejo poltico (como ocurri especialmente cuando asesoraron a las economas ex comunistas en la dcada de 1990). Juntos, esos diversos organismos e individuos forman una poderosa maquinaria propagandstica, un complejo financiero-intelectual respaldado por dinero e influencia. Esta clase dirigente neoliberal nos hara creer que, durante sus aos prodigiosos entre los sesenta y los ochenta, Corea emprendi una estrategia de desarrollo econmico neoliberal. 6 La realidad, sin embargo, fue de hecho muy distinta. Lo que Corea hizo durante esas dcadas fue alimentar determinadas industrias nuevas, seleccionadas por el gobierno en consulta con el sector privado, a travs de proteccin arancelaria, subvenciones y otras formas de apoyo gubernamental (por ejemplo, los servicios de informacin de comercializacin en el extranjero suministrados por la agencia de exportacin estatal), hasta que "crecieron" lo suficiente para resistir a la competencia internacional. El gobierno era propietario de todos los bancos, por lo que pudo dirigir el sustento de todo negocio: crdito. Algunos grandes proyectos fueron emprendidos directamente por empresas de titularidad estatal -el fabricante de acero POSCO constituye el mejor ejemplo-, aunque el pas tena una actitud pragmtica, ms que ideolgica, con respecto a la propiedad del Estado. Si las empresas privadas funcionaban bien, ningn problema; si no invertan en reas importantes, el gobierno no tena ningn escrpulo a la hora de fundar empresas de propiedad estatal (EPE); y si algunas compaas privadas se administraban mal, el gobierno sola adquirirlas, reestructurarlas y generalmente (pero no siempre) revenderlas. El gobierno coreano tambin tena el control absoluto sobre las escasas reservas de divisas (la infraccin de los controles del cambio de divisas poda castigarse con la pena de muerte). Cuando se combinaba con una lista de prioridades en el uso de divisas cuidadosamente diseada, garantizaba que la moneda extranjera ganada con tanto esfuerzo se utilizara para6

Las crticas a la interpretacin neoliberal del milagro coreano pueden encontrarse en A. Amsden, Asias Next Giant, Nueva York, Oxford University Press, 1989, y H.-J. Chang, The East Asian Development Experience - the Miracle, the Crisis, and the Future, Londres, Zed Press, 2007.

importar maquinaria y materiales industriales fundamentales. El gobierno coreano controlaba tambin muchsimo la inversin extranjera, recibindola con los brazos abiertos en determinados sectores al mismo tiempo que la exclua por completo en otros, segn el plan de desarrollo nacional en curso. Tambin mostraba una actitud laxa hacia las patentes extranjeras, fomentando la "retroingeniera" y pasando por alto el "pirateo" de productos patentados. La impresin popular de Corea como una economa de libre comercio fue creada por el xito de sus importaciones. Pero este xito no requiere libre cambio, como tambin han demostrado China y Japn. Las exportaciones coreanas de la primera poca -artculos como prendas de ropa y componentes electrnicos baratos- pretendan todas ellas obtener las divisas fuertes requeridas para pagar las tecnologas avanzadas y las mquinas caras que eran necesarias para las industrias nuevas y ms difciles, que se protegan mediante aranceles y subvenciones. Al mismo tiempo, las barreras arancelarias y subvenciones no estaban all para proteger las industrias de la competencia internacional para siempre, sino para concederles tiempo para asimilar nuevas tecnologas y establecer nuevas competencias organizativas hasta que pudieran competir en el mercado mundial. El milagro econmico coreano fue consecuencia de una mezcla inteligente y pragmtica de incentivos comerciales y direccin estatal. El gobierno coreano no venci el mercado como hicieron los estados comunistas. Sin embargo, tampoco tena una fe ciega en el libre mercado. Si bien se tomaba los mercados en serio, la estrategia coreana reconoca que a menudo deban corregirse mediante la intervencin poltica. Ahora bien, si fuera solo Corea la que se enriqueci a travs de esas polticas "herticas", los gurs del libre mercado podran descartar su caso simplemente como la excepcin que confirma la regla. Pero Corea no es una excepcin. Como demostrar ms adelante, prcticamente todos los pases desarrollados de hoy en da, entre ellos Gran Bretaa y Estados Unidos, las supuestas patrias del libre mercado y el libre comercio, se han hecho ricos sobre la base de recetas polticas que van contra las economas neoliberales. Las naciones ricas de hoy utilizaron proteccin y subvenciones, al mismo tiempo que discriminaban a los inversores extranjeros: todo ello anatema para la ortodoxia econmica actual y "ahora severamente restringido por tratados multilaterales, como los acuerdos de la OMC, y proscrito por donantes de ayuda y organizaciones financieras internacionales (particularmente el FMI y el Banco Mundial). Hay unos pocos pases que no usaron excesiva proteccin, como Holanda y (hasta la Primera Guerra Mundial) Suiza. Pero se desviaron de la ortodoxia de otras maneras, como su negativa a proteger patentes (hablar ms de ello en captulos sucesivos). Los antecedentes de los pases ricos de hoy en polticas referentes a la inversin extranjera, empresas de propiedad estatal, direccin macroeconmica e instituciones polticas muestran tambin desviaciones importantes con respecto a la ortodoxia actual relativa a esas cuestiones. Pero, si ese es el caso, por qu las naciones ricas no recomiendan a los pases actualmente en vas de desarrollo las estrategias que tan buenos resultados les dieron? Por qu en su lugar distribuyen una invencin sobre la historia del capitalismo, y adems mala? En 1841, un economista alemn, Friedrich List, critic a Gran Bretaa por predicar el libre comercio a otros pases, pese a que haba conseguido su supremaca econmica por medio de aranceles altos y subvenciones considerables. Acus a los britnicos de "retirar la escalera" por la que haban subido para alcanzar la posicin ms alta de la economa mundial: "es una argucia muy comn que, cuando alguien ha alcanzado la cumbre de la grandeza, retira la escalera por la que ha subido para privar a los dems de los medios para trepar tras l [cursiva aadida]".77

Sigue diciendo: "Cualquier nacin que [...] haya aumentado su capacidad manufacturera y su navegacin basta un punto de desarrollo en el que ninguna otra nacin pueda mantener libre competencia con ella, no puede hacer nada ms sensato que retirar esas escaleras de su grandeza, predicar a otras naciones las ventajas del libre cambio y declarar en un tono arrepentido que hasta ahora haba vagado por los caminos del error y ahora, por vez primera, ha logrado descubrir la verdad". Friedrich List, The National System of Political Economy, traducido de la edicin original alemana publicada en 1841 por Sampson Lloyd en 1885 (Londres, Longmans, Green and Company), pp. 295-296 [versin en castellano-. Sistema nacional de economa poltica, Madrid, Aguilar, 1955). "Retirar la escalera" es tambin el ttulo de mi libro acadmico sobre el tema, H.-.J. Chang, Retirar la escalera: la estrategia del desarrollo en perspectiva histrica, Madrid, Los Libros de la Catarata, 2004.

Hoy en da, hay ciertamente algunas personas en las naciones ricas que predican el libre mercado y el libre comercio a las naciones pobres con la finalidad de capturar porciones ms grandes de los mercados de estas y evitar la aparicin de posibles competidores. Dicen: "Haced lo que decimos, no lo que nosotros hicimos" y actan como "malos samaritanos", aprovechndose de aquellos que estn en apuros." Pero lo ms preocupante es que muchos de los malos samaritanos de hoy ni siquiera se dan cuenta de que estn perjudicando a los pases en vas de desarrollo con sus polticas. La historia del capitalismo se ha reescrito hasta tal punto que mucha gente del mundo rico no percibe la doble moral histrica que supone recomendar libre comercio y libre mercado a naciones en vas de desarrollo. * La historia original es la del "buen samaritano" de la Biblia. En esta parbola, un hombre que haba sido asaltado por bandoleros era ayudado por un "buen samaritano", pese al hecho de que los samaritanos tenan fama de insensibles y de ser capaces hasta de aprovecharse de quienes se hallaban en apuros. No estoy insinuando que existe un siniestro comit secreto en alguna parte que borra sistemticamente la gente indeseable de las fotos y reescribe crnicas histricas. No obstante, la historia la escriben los vencedores y es humano reinterpretar el pasado desde el punto de vista del presente. Como consecuencia, con el tiempo los pases ricos han reescrito gradualmente sus propias historias, aunque de un modo a menudo subconsciente, para hacerlas ms coherentes con la imagen que tienen hoy de s mismos, en lugar de cmo fueron en realidad, de la misma manera que hoy en da se escribe sobre la "Italia" del Renacimiento (un pas que no existi hasta 1871) o se incluye a los noruegos francfonos (reyes conquistadores normandos) en la lista de los reyes y reinas "ingleses". La consecuencia es que muchos malos samaritanos pueden estar recomendando polticas de libre comercio y libre mercado a las naciones pobres con la creencia honesta pero errnea de que esos fueron los caminos que sus propios pases emprendieron en el pasado para hacerse ricos. Pero en realidad estn haciendo las vidas de aquellos a los que tratan de ayudar ms difciles. A veces esos malos samaritanos pueden constituir un problema ms grave que los empeados conscientemente en "retirar la escalera", porque el farisasmo suele ser ms obstinado que el inters propio. As pues, cmo disuadir a los malos samaritanos de perjudicar a los pases pobres, sean cuales sean sus intenciones? Qu otra cosa deberan hacer? Este libro ofrece algunas respuestas por medio de una combinacin de historia, anlisis del mundo actual, algunas predicciones de futuro y sugerencias de cambio. El punto de partida es una verdadera historia del capitalismo y la globalizacin, que examinar en los dos captulos siguientes (1 y 2). En esos captulos demostrar cmo muchas cosas que el lector puede haber aceptado como "hechos histricos" son falsedades o medias verdades. Gran Bretaa y Estados Unidos no son las patrias del libre comercio; de hecho, durante mucho tiempo fueron las naciones ms proteccionistas del mundo. No todos los pases han tenido xito mediante proteccin y subvenciones, pero muy pocos sin ellas. Para los pases en vas de desarrollo, el libre comercio rara vez ha sido una opcin; fue a menudo una imposicin externa, a veces incluso a travs de la fuerza militar. A la mayora de ellos les fue muy mal con el libre comercio; les fue mucho mejor cuando utilizaron proteccin y subvenciones. Las economas ms efectivas han sido las que abrieron su economa de un modo selectivo y gradual. El programa neoliberal de libre comercio y libre mercado afirma sacrificar equidad por crecimiento, pero en realidad no logra ninguno de los dos; el crecimiento se ha frenado durante las ltimas dos dcadas y media cuando se liberaron los mercados y se abrieron las fronteras. En los captulos principales de este libro que siguen a los captulos histricos (3 a 9), utilizo una mezcla de teora econmica, historia y pruebas contemporneas para dar la vuelta a la mayor parte del saber convencional sobre crecimiento. El libre comercio reduce la libertad de eleccin para los pases pobres. No dejar entrar empresas extranjeras puede ser bueno para ellos a largo plazo. Invertir en una compaa que va a registrar prdidas durante 17 aos

puede ser una propuesta excelente. Algunas de las mejores sociedades del mundo son propiedad de, y estn administradas por, el Estado. "Tomar prestadas" ideas de extranjeros ms productivos es esencial para el desarrollo econmico. La baja inflacin y la prudencia del gobierno pueden resultar perjudiciales para el desarrollo econmico. Existe corrupcin porque hay demasiado mercado, no demasiado poco. Libre mercado y democracia no son socios naturales. Las naciones no son pobres porque sus habitantes sean perezosos; su poblacin es "perezosa" porque ellas son pobres. Como este captulo inicial, el ltimo captulo del libro se abre con una "historia futura" alternativa, pero esta vez muy sombra. El guin es deliberadamente pesimista, pero est firmemente arraigado en la realidad, demostrando lo cerca que estamos de ese futuro si continuamos con las polticas neoliberales difundidas por los malos samaritanos. En el resto del captulo, presento algunos principios bsicos, destilados de las alternativas polticas detalladas que discuto a lo largo del libro, que deberan guiar nuestras acciones si queremos capacitar a los pases en vas de desarrollo para hacer progresar sus economas. Pese a la sombra introduccin, ese captulo -y por ende el libro- concluye con una nota de optimismo, que explica por qu creo que la mayora de malos samaritanos pueden transformarse para que ayuden de verdad a las naciones en vas de desarrollo a mejorar su situacin econmica.

Captulo 1 Retorno al Lexus y al olivo Mitos y verdades sobre la globalizacin rase una vez, el principal fabricante de automviles de un pas en vas de desarrollo export sus primeros turismos a Estados Unidos. Hasta ese da, esta pequea empresa solo haba hecho productos de pacotilla: copias malas de artculos de calidad fabricados por naciones ms ricas. El coche no era nada demasiado sofisticado, tan solo un subcompacto (hubiera podido llamarse "cuatro ruedas y un cenicero"). Pero fue un momento grande para el pas y sus exportadores se sintieron orgullosos. Por desgracia, el producto fracas. La mayora de la gente consideraba que el cochecito tena un aspecto feo y los compradores inteligentes eran reacios a gastarse mucho dinero en un turismo que proceda de un lugar donde solo se hacan productos de segunda fila. El auto tuvo que retirarse del mercado estadounidense. Este desastre desemboc en un gran debate entre los ciudadanos del pas. Muchos arguyeron que la empresa debera haberse limitado a su negocio de construir maquinaria textil sencilla. Al fin y al cabo, el principal artculo de exportacin de la nacin era la seda. Si la compaa era incapaz de fabricar buenos coches al cabo de 25 aos intentndolo, no tena ningn futuro en esa actividad. El gobierno haba concedido al fabricante de automviles todas las oportunidades para tener xito. Le haba garantizado altos beneficios en el mercado nacional mediante aranceles altos y controles draconianos sobre la inversin extranjera en el sector automovilstico. Haca menos de diez aos, incluso invirti fondos pblicos para salvar a la empresa de la inminente quiebra. As pues, argumentaban los crticos, haba que dejar entrar libremente coches extranjeros y permitir a los fabricantes de automviles forneos, que haban sido echados a patadas veinte aos antes, establecerse de nuevo. Otros no estaban de acuerdo. Argan que ningn pas haba llegado a ninguna parte sin desarrollar industrias "serias" como la produccin de automviles. Tan solo necesitaban ms tiempo para fabricar coches que sedujeran a todo el mundo. Ese ao era 1958 y el pas era, de hecho, Japn. La empresa era Toyota, y el coche se llamaba Toyopet. Toyota empez como fabricante de maquinaria textil (Toyoda Automatic Loom) y se pas a la produccin automovilstica en 1933. El gobierno japons expuls a General Motors y Ford en 1939 y ech un cable a Toyota con dinero del banco central (Banco de Japn) en 1949. Hoy en da, los coches japoneses se consideran algo tan "natural"

como el salmn escocs o el vino francs, pero hace menos de 50 aos la mayora de la gente, incluidos muchos japoneses, crea que la industria automovilstica japonesa simplemente no deba existir. Medio siglo despus de la debacle de Toyota, su marca de lujo, Lexus, se ha convertido en una especie de icono de la globalizacin, gracias al libro del periodista estadounidense Thomas Friedman The Lexus and the Olive Tree. Esta obra debe su ttulo a una epifana que Friedman tuvo en el "tren bala" Shinkansen durante su viaje a Japn en 1992. Haba hecho una visita a una fbrica Lexus, la cual le impresion en grado sumo. En su tren de regreso de la fbrica de coches en Toyota City hacia Tokio, se encontr con otro artculo en el peridico sobre los problemas en Oriente Medio, donde haba trabajado mucho tiempo como corresponsal. Entonces cay en la cuenta. Comprendi que "medio mundo pareca [...] tener la intencin de construir un Lexus mejor, dedicndose a modernizar, racionalizar y privatizar su economa con el fin de prosperar en el sistema de globalizacin. Y medio mundo -a veces la mitad de un mismo pas, a veces la mitad de una misma persona- segua atrapado en la lucha sobre quin es el dueo de qu olivo".1 Segn Friedman, a menos que encajen en una serie concreta de polticas econmicas que denomina "el cors dorado", los pases del mundo del olivo no sern capaces de unirse al mundo del Lexus. Al describir el "cors dorado", compendia en buena parte la ortodoxia econmica neoliberal de nuestro tiempo: para encajar en l, un pas debe privatizar las empresas de propiedad estatal, mantener baja la inflacin, reducir el tamao de la burocracia gubernamental, equilibrar el presupuesto (si no tiene supervit), liberalizar el comercio, desregular la inversin extranjera, desregular los mercados de capitales, hacer convertibles las divisas, reducir la corrupcin y privatizar las pensiones. 2 Segn l, este es el nico camino hacia el xito en la nueva economa global. Su "cors" es el nico equipo adecuado para el duro pero emocionante juego de la globalizacin. Friedman es categrico: "Desgraciadamente, este cors dorado es 'de talla nica' [...]. No siempre es bonito, suave o cmodo. Pero est ah y es el nico modelo en la percha para esta temporada histrica".3 Sin embargo, la verdad es que si el gobierno japons hubiera seguido a los economistas del libre comercio a principios de la dcada de 1960, no habra habido Lexus. En el mejor de los casos, ahora Toyota sera un socio minoritario de algn fabricante de coches occidental, o aun peor, habra desaparecido. Lo mismo habra podido decirse de toda la economa japonesa. Si el pas se hubiera puesto el cors dorado de Friedman antes, Japn habra seguido siendo la fuerza industrial de tercera clase que era en los aos sesenta, con su nivel de ingresos en pie de igualdad con Chile, Argentina y Sudfrica,4 un pas cuyo primer ministro fue despachado de un modo insultante como "un vendedor de transistores" por el presidente francs, Charles de Gaulle.5 En otras palabras, si los japoneses hubieran seguido el consejo de Friedman, ahora no estaran exportando Lexus sino que an estaran discutiendo sobre quin es el dueo de qu morera (que da de comer a los gusanos de seda). La historia oficial de la globalizacin Nuestra fbula de Toyota insina que hay algo espectacularmente discordante en la crnica de la globalizacin presentada por Thomas Friedman y sus colegas. Para decirle exactamente qu es, debo contarle lo que llamo la "historia oficial de la globalizacin" y discutir sus limitaciones. Segn esa historia, la globalizacin ha evolucionado durante los tres ltimos siglos de la siguiente manera.6 Gran Bretaa adopt medidas de libre mercado y libre comercio en el1 2

T. Friedman, The Lexus and the Olive Tree, Nueva York, Anchor Books, 2000, p. 31. Ibid., p. 105. 3 Idem. 4 En 1961, la renta per cpita de Japn era de 402 dlares, en pie de igualdad con las de Chile (377), Argentina (378) y Sudfrica (396). Estos datos corresponden a C. Kindleberger, Desarrollo econmico, Madrid, Ediciones del Castillo, 1966. 5 Esto sucedi cuando el primer ministro japons, Hayao Ikeda, visit Francia en 1964. "The Undiplomat", Time, 4 de abril de 1969. 6 J. Sachs y A. Warner, "Economic Reform and the Process of Global Integration", Bookings Papers on Economic Activity, N 1, 1995, y M. Wolf, Why Globalisation Works, New Haven y Londres, Yale University Press, 2004, son algunas de las versiones ms ponderadas y mejor documentadas, pero en el fondo errneas, de esto. J. Bhagwati en El proteccionismo, Madrid, Alianza Editorial, 1991, y en A Stream of Windows - Unsettling Reflections on Trade,

siglo XVIII, mucho antes que otros pases. A mediados del siglo XIX, la superioridad de tales programas se hizo tan evidente, merced al espectacular xito econmico de Gran Bretaa, que otros pases empezaron a liberalizar su comercio y desregular sus economas nacionales. Este orden mundial liberal, perfeccionado haca 1870 bajo la hegemona britnica, estaba basado en: polticas industriales de laissez-faire en el pas; barreras bajas a los flujos internacionales de artculos, capital y mano de obra, y estabilidad macroeconmica, a nivel tanto nacional como internacional, garantizada por los principios de dinero slido (baja inflacin) y presupuestos equilibrados. Sigui un perodo de prosperidad sin precedentes. Por desgracia, las cosas empezaron a torcerse despus de la Primera Guerra Mundial. Respondiendo a la consiguiente inestabilidad de la economa mundial, los pases comenzaron a levantar de nuevo, imprudentemente, barreras arancelarias. En 1930, Estados Unidos abandon el libre comercio y aprob la tristemente clebre Ley Arancelaria SmootHawley. Naciones como Alemania y Japn abandonaron los programas liberales, levantaron barreras arancelarias altas y crearon carteles, que estaban estrechamente relacionados con su fascismo y agresin externa. El sistema mundial de libre comercio termin finalmente en 1932, cuando Gran Bretaa, hasta entonces el adalid del libre comercio, sucumbi a la tentacin y reintrodujo los aranceles. La contraccin e inestabilidad resultantes en la economa mundial, y luego, por ltimo, la Segunda Guerra Mundial, destruyeron los ltimos vestigios del primer orden mundial liberal. Despus de la Segunda Guerra Mundial, la economa global se reorganiz siguiendo una lnea ms liberal, esta vez bajo la hegemona estadounidense. En particular, se hicieron algunos progresos importantes en liberalizacin del comercio entre los pases ricos a travs de las primeras conversaciones del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio). Pero el proteccionismo y la intervencin del Estado aun persistan en la mayora de naciones en vas de desarrollo y, ni que decir tiene, en los pases comunistas. Por suerte, las polticas mezquinas han sido en buena parte abandonadas en todo el mundo desde la dcada de 1980 despus del ascenso del neoliberalismo. A finales de los setenta, los fracasos de la llamada industrializacin de sustitucin de importaciones (ISI) en pases en vas de desarrollo -basada en proteccin, subvenciones y regularizacin- haban sido demasiado obvios para pasarlos por alto*. El milagro econmico en el este de Asia, que ya estaba practicando el libre comercio y dando la bienvenida a la inversin extranjera, fue un aviso para los dems pases en vas de desarrollo. Despus de la crisis de la deuda del Tercer Mundo en 1982, muchas naciones subdesarrolladas abandonaron el intervencionismo y el proteccionismo y adoptaron el neoliberalismo. La gloria suprema de esa tendencia hacia la integracin global fue la cada del comunismo en 1989. *La idea que impulsa la industrializacin de sustitucin de importaciones es que un pas atrasado empieza a generar productos industriales que antes importaba, "sustituyendo" as productos industriales importados por equivalentes de produccin nacional. Esto se consigue haciendo las importaciones artificialmente caras por medio de aranceles y cupos contra importaciones, o subvenciones a productores nacionales. Esta estrategia fue adoptada por muchos pases latinoamericanos en la dcada de 1930. Por entonces, la mayora de los dems pases en vas de desarrollo no estaban en situacin de poner en prctica la estrategia ISI, ya que eran colonias o estaban sometidos a "tratados desiguales" que los privaban del derecho de establecer sus propios aranceles (vase ms adelante). La estrategia ISI fue adoptada por la mayora de las dems naciones subdesarrolladas despus de conseguir la independencia entre mediados de la dcada de 1940 y mediados de la de 1960. Estos cambios de poltica nacional fueron hechos an ms necesarios por la aceleracin sin precedentes en el desarrollo de las tecnologas del transporte y las comunicaciones. Con estos avances, las posibilidades de llegar a acuerdos econmicos mutuamente beneficiososImmigracion, and Democracy, Cambridge, The MIT Press, 1998, ofrece una versin menos ponderada pero probablemente ms representativa.

con socios en pases lejanos -a travs del comercio y la inversin internacionalesaumentaron espectacularmente. Esto ha hecho de la apertura un determinante de la prosperidad de un pas an ms crucial que antao. Reflejando la integracin econmica global cada vez ms profunda, el sistema de gobierno global se ha reforzado recientemente. An ms importante, en 1995 el GATT fue asignado a la OMC (Organizacin Mundial del Comercio), una influyente agencia que impulsa la liberalizacin no solo en el comercio sino tambin en otros mbitos, como la regulacin de la inversin extranjera y los derechos sobre la propiedad intelectual. La OMC forma ahora el ncleo del sistema de gobierno econmico global, junto con el FMI (Fondo Monetario Internacional) -a cargo del acceso a fondos a corto plazo- y el Banco Mundial -encargado de inversiones a ms largo plazo. El resultado de todos esos cambios, segn la historia oficial, es una economa mundial globalizada comparable en su liberalidad y potencial para la prosperidad solo con la "edad de oro" anterior del liberalismo (1870-1913). Renato Ruggiero, el primer director general de la OMC, declar solemnemente que, como consecuencia de este nuevo orden mundial, ahora tenemos "la capacidad para erradicar la pobreza global en la primera parte del prximo siglo [XXI], una idea utpica hace solo unas dcadas, pero hoy en da una posibilidad real".7 Esta versin de la historia de la globalizacin es aceptada por la mayora. Se supone que debe ser la hoja de ruta para los diseadores de polticas en el gobierno de sus pases hacia la prosperidad. Por desgracia, pinta un cuadro fundamentalmente engaoso, distorsionando nuestra comprensin de cules son nuestros orgenes, dnde nos encontramos ahora y hacia dnde podemos estar dirigindonos. Veamos cmo. La verdadera historia de la globalizacin El 30 de junio de 1997, Hong Kong fue devuelto oficialmente a China por su ltimo gobernador britnico, Christopher Patten. Muchos comentaristas britnicos se inquietaron por el destino de la democracia de Hong Kong bajo el Partido Comunista Chino, si bien no se haban autorizado unas elecciones democrticas en la regin hasta 1994, 152 aos despus del comienzo del dominio britnico y solo tres aos antes de la devolucin prevista. Pero, para empezar, no parece que nadie recuerde cmo Hong Kong lleg a ser una posesin britnica. Hong Kong se convirti en colonia britnica despus del tratado de Nankn de 1842, la consecuencia de la Guerra del Opio. Fue un episodio particularmente vergonzante, incluso para los valores del imperialismo decimonnico. El creciente gusto britnico al t haba provocado un enorme dficit comercial con China. En un intento desesperado por tapar el agujero, Gran Bretaa empez a exportar opio producido en la India a China. No se poda permitir que el mero detalle de que la venta de opio fuese ilegal en China obstaculizara la noble causa de cuadrar las cuentas. Cuando un funcionario chino aprehendi una carga ilegal de opio en 1841, el gobernador britnico lo utiliz como pretexto para solventar el problema de una vez por todas declarando la guerra. China fue duramente derrotada en el conflicto y obligada a firmar el tratado de Nankn, por el que "arrendaba" Hong Kong a Gran Bretaa y renunciaba a su derecho a imponer sus propios aranceles. Ah estaba: el autoproclamado lder del mundo "liberal" declarando la guerra a otra nacin porque esta se interpona en su comercio ilegal de narcticos. La verdad es que la libre circulacin de artculos, personas y dinero que tuvo lugar bajo la hegemona britnica entre 1870 y 1913 -el primer episodio de globalizacin- fue posible, en gran parte, por el poder militar ms que por fuerzas del mercado. Aparte de la propia Gran Bretaa, los practicantes del libre comercio durante ese perodo eran bsicamente pases ms dbiles que se haban visto obligados, ms que por voluntad propia, a adoptarlo como consecuencia del dominio colonial o "tratados desiguales" (como el de Nankn) que, entre otras cosas, los privaban del derecho a establecer aranceles y les imponan tarifas fijas bajas (3-5%) determinadas desde el exterior.87

R. Ruggiero, "Whither the Trade System Next?", en J. Bhagwati y M. Hirsch (eds.), The Uruguay Round and Beyond - Essays in Honour of Arthur Dunkel, Ann Arbor, The University of Michigan Press, 1998, p. 131. 8 Gran Bretaa utiliz primero tratados desiguales en Amrica Latina, empezando por Brasil en 1810, cuando los pases de aquel continente alcanzaron la independencia poltica. Comenzando por el tratado de Nankn, China se vio obligada a firmar una serie de tratados desiguales durante las dos dcadas siguientes. Estos redundaron finalmente en una prdida

Pese a su papel clave en la promocin del "libre" comercio a finales del siglo XIX y principios del XX, el colonialismo y los tratados desiguales apenas reciben mencin alguna en la multitud de libros proglobalizacin.9 Aun cuando se tratan explcitamente, su papel se considera positivo en conjunto. Por ejemplo, en su aclamado libro El imperio britnico: cmo Gran Bretaa forj el orden mundial, el historiador britnico Niall Ferguson apunta honestamente muchas de las fechoras del imperio britnico, entre ellas la guerra del Opio, pero sostiene que el imperio fue globalmente una buena cosa: podra decirse que fue la manera ms barata posible de garantizar el libre comercio, que beneficia a todo el mundo. 10 No obstante, a los pases sometidos al dominio colonial y a tratados desiguales les fue muy mal. Entre 1870 y 1913, la renta per cpita en Asia (excluyendo Japn) creci 0,4% anual, mientras que la de Africa lo hizo 0,6% anual.11 Las cifras correspondientes fueron del 1,3% anual para Europa y del 1,3% para Estados Unidos.12 Resulta particularmente interesante observar que los pases latinoamericanos, que a la sazn haban recuperado la autonoma arancelaria y ostentaban algunos de los aranceles ms altos del mundo, crecieron tan rpido como Estados Unidos durante ese perodo.13

Al mismo tiempo que imponan el libre comercio a naciones ms dbiles a travs del colonialismo y los tratados desiguales, los pases ricos mantenan aranceles altos, especialmente aranceles industriales, para s, como veremos ms detalladamente en el siguiente captulo. Para empezar, Gran Bretaa, la supuesta patria del libre comercio, fue uno de los pases ms proteccionistas hasta que se convirti al libre comercio a mediados del siglo XIX. Hubo un breve perodo durante las dcadas de 1860 y 1870 en que existi algo parecido al libre comercio en Europa, sobre todo con aranceles cero en Gran Bretaa. Sin embargo, result algo efmero. A partir de la dcada de 1880, la mayora de pases europeos volvieron a levantar barreras protectoras, en parte para proteger a sus agricultores de los alimentos baratos importados del Nuevo Mundo y en parte para promocionar sus emergentesabsoluta de autonoma arancelaria y, de un modo muy simblico, un britnico fue el jefe de aduanas durante 55 aos, de 1863 a 1908. A partir de 1824, Thailandia (entonces Siam) suscribi varios tratados desiguales, que culminaron con el ms exhaustivo de 1855. Persia firm tratados desiguales en 1836 y 1857, y el imperio otomano, en 1838 y 1861. Japn perdi su autonoma arancelaria despus de una serie de tratados desiguales suscritos tras su apertura en 1853, pero eso no le impidi forzar un tratado desigual con Corea en 1876. Los pases latinoamericanos ms grandes pudieron recuperar la autonoma tarifaria en la dcada de 1880, antes de que Japn lo hiciera en 1911. Muchos otros la recobraron solo despus de la Primera Guerra Mundial, pero Turqua tuvo que esperar para tener autonoma arancelaria hasta 1923 y China hasta 1929. Vase H.-J. Chang, Kicking Away the Ladder - Development Strategy in Historical Perspective, Londres, Anthem Press, 2002, pp. 53-54 [versin en castellano: Retirar la escalera: la estrategia del desarrollo en perspectiva histrica, Madrid, Los Libros de la Catarata, 2004. 9 Por ejemplo, en su controvertido estudio In Praise of Empires, el economista de origen britnico-americano Deepak Lal nunca menciona el papel del colonialismo y los tratados desiguales en la propagacin del libre comercio. Vase D. Lal, In Praise of Empires - Globalisation and Order, Nueva York y Basingstoke, Palgrave Macmillan, 2004. 10 Vase N. Ferguson, El imperio britnico: cmo Gran Bretaa forj el orden mundial, Barcelona, Editorial Debate, 2005. 11 Despus de alcanzar la independencia, el crecimiento se aceler notablemente en los pases subdesarrollados asiticos. En las 13 naciones asiticas (Banglads, Birmania, China, Corea, Filipinas, India, Indonesia, Malasia, Pakistn, Singapur, Sri Lanka, Tailandia y Taiwn) de las que se dispone de datos, los ndices de crecimiento de la renta per cpita aumentaron despus de la descolonizacin. El aumento del ritmo de crecimiento entre la poca colonial (1913-1950) y el perodo poscolonial (1950-1999) oscil entre 1,1 puntos porcentuales (Banglads: de -0,2% a 0,9%) y 6,4 puntos (Corea: de -0,4% a 6,0%). En Africa, el ndice de crecimiento de la renta per cpita fue del 0,6% durante el perodo colonial (1820-1950). En las dcadas de 1960 y 1970, cuando la mayora de los pases del continente negro se volvieron independientes, los ndices de crecimiento aumentaron el 2% para las naciones con ingresos medios. Incluso los pases ms pobres, a los que generalmente les costaba trabajo crecer, lo hacan al 1%, el doble del ritmo del perodo colonial. H.-J. Chang, Why Developing Countries Need Tariffs - How WTO NAMA Negotiations Could Deny Developing Countries' Right to a Future, Ginebra, Oxfam, y Oxford, South Centre, 2005, descargable en