psoriasis (causas, síntomas, tratamientos y remedios)
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Psoriasis (Causas, síntomas, tratamientos y remedios)
Por Sandra Fernández Alonso.
La psoriasis es una enfermedad común que cambia el ciclo de vida de las células de la
piel. Esta condición hace que las células se multipliquen rápidamente en la superficie de
la piel, dando lugar a células adicionales que forman parches gruesos con comezón,
escaras secas, enrojecimiento y dolor.
La psoriasis es una enfermedad persistente, de larga duración (crónica). Se caracteriza
por tener etapas en las que sus síntomas mejoran y otras en las que empeoran
dramáticamente.
El objetivo principal del tratamiento es detener el crecimiento acelerado de las células
de la piel. Si bien no hay una cura, existen tratamientos que pueden ofrecer un alivio
significativo. Ciertas medidas, como el uso de una crema de cortisona y la exposición
de la piel a pequeñas cantidades de luz natural, también pueden mejorar los síntomas
de la psoriasis.
Síntomas
Los signos y síntomas de la psoriasis pueden variar de una persona a otra, pero
generalmente pueden incluir uno o más de los siguientes:
Manchas rojas en la piel cubiertas de escaras plateadas
Pequeños puntos en escala (vistos comúnmente en los niños)
Piel seca y agrietada que puede sangrar
Picazón, ardor o dolor
Uñas estriadas o engrosadas
Hinchazón y rigidez en las articulaciones
Los parches de psoriasis pueden ir desde unos pocos puntos de caspa que forman
escalas hasta grandes erupciones que cubren áreas considerables.
La mayoría de los tipos de psoriasis se presentan por ciclos, brotando unas pocas
semanas o meses y luego calmándose durante un tiempo o incluso desapareciendo por
completo.
Existen varios tipos de psoriasis. Estas incluyen:
La psoriasis en placa. Siendo la forma más común, la psoriasis en placas provoca
lesiones secas, de color rojo en la piel, cubiertas con escaras plateadas. Esas placas
pican o pueden ser dolorosas y aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluyendo
los genitales y el tejido blando dentro de la boca. Se puede tener una o muchas
placas.
La psoriasis de uñas. La psoriasis puede afectar las uñas de las manos y los pies,
causando picaduras, crecimiento anormal y decoloración. Las uñas psoriásicas
pueden aflojarse y separarse del lecho ungueal (onicólisis). En casos severos las
uñas pueden desmoronarse. Más en; La psoriasis en las uñas.
La psoriasis del cuero cabelludo. La psoriasis en el cuero cabelludo aparece
como zonas rojas con escaras de color blanco plateado, que pican. Las áreas rojas o
escamosas a menudo se extienden más allá de la línea del cabello. Se pueden notar
escamas de piel muerta en el pelo o en los hombros, sobre todo después de
rascarse el cuero cabelludo. Más en; Psoriasis del cuero cabelludo.
La psoriasis guttata. Esta afecta principalmente a adultos jóvenes y niños. Por lo
general es provocada por una infección bacteriana, como la faringitis estreptocócica.
Se caracteriza por la formación de úlceras pequeñas, como si fueran gotas de agua,
sobre el tronco, brazos, piernas y cuero cabelludo. Las llagas están cubiertas por
una escala fina y no son tan gruesas como las placas típicas. La persona afectada
puede tener un solo brote que desaparece por sí solo, o puede tener episodios
recurrentes. Más en; Todo sobre la psoriasis guttata.
La psoriasis inversa. Afecta principalmente la piel en las axilas, la ingle, debajo de
los senos y alrededor de los genitales. Este tipo de psoriasis provoca parches suaves
de piel enrojecida e inflamada. Suele agravarse por la fricción y la sudoración. Las
infecciones por hongos pueden desencadenar este tipo de psoriasis. Más
en; Psoriasis inversa: síntomas, causas y tratamientos.
La psoriasis pustulosa. Esta forma poco común de psoriasis puede presentarse
como parches generalizados (psoriasis pustulosa generalizada) o como áreas más
pequeñas en las manos, pies o dedos. Por lo general, se desarrolla rápidamente, con
ampollas llenas de pus que aparecen unas horas después de que la piel se pone roja
y sensible. Estas ampollas pueden aparecer y desaparecer con frecuencia. La
psoriasis pustulosa generalizada puede causar fiebre, escalofríos, picazón severa y
diarreas. Más en; Todo sobre la psoriasis pustulosa.
La psoriasis eritrodérmica. Siendo el tipo menos común de psoriasis, la psoriasis
eritrodérmica puede cubrir todo el cuerpo con una erupción roja y descamada, que
pica o arde intensamente.
La artritis psoriásica. Además de inflamación, piel escamosa y uñas descoloridas,
la artritis psoriásica conduce a articulaciones dolorosas e hinchadas, algo típico de la
artritis. Los síntomas varían de leves a graves y pueden afectar cualquier
articulación. Aunque la enfermedad no suele ser tan agobiante como otras formas
de artritis, puede causar rigidez y daño articular progresivo, que en casos más
graves puede conducir a una deformidad permanente. Más en; Artritis psoriásica
(Causas, Tipos, Síntomas, Tratamientos y Remedios).
Abunda más en;
Fotos de los tipos de psoriasis
Parapsoriasis. Lo que necesitas saber
Tipos de psoriasis
Cuándo consultar a un médico
Si una persona sospecha que puede tener la psoriasis, debe consultar a su médico para
un examen. Además, se debe hablar con el médico si la psoriasis:
Progresa más allá de la etapa de molestia, causando malestar y dolor
Dificulta la realización de las tareas rutinarias
Causa preocupación por la apariencia de la piel
Provoca problemas en las articulaciones, como dolor, hinchazón o incapacidad para
realizar tareas cotidianas
Siempre se debe consultar a un médico si los síntomas empeoran o no mejoran con el
tratamiento. Es posible que se necesite un medicamento diferente o una combinación
de tratamientos para controlar la psoriasis.
Causas
La causa de la psoriasis no se conoce totalmente, pero se cree que está asociado a un
problema inmune con ciertas células del cuerpo. Específicamente, una célula clave es
un tipo de glóbulo blanco llamado linfocito T o célula T. Normalmente, las células T
viajan por todo el cuerpo para detectar y combatir las sustancias extrañas, como virus
o bacterias. Cuando se tiene psoriasis, las células T atacan a las células sanas de la piel
por error, como si tuvieran que curar una herida o combatir una infección.
Las células T hiperactivas desencadenan otras respuestas inmunes. Los efectos incluyen
la dilatación de los vasos sanguíneos en la piel que rodea las placas y un aumento de
otras células blancas de la sangre que pueden entrar en la capa externa de la piel.
Estos cambios resultan en un aumento de la producción de células sanas de la piel, de
células T y otras células blancas de la sangre, creando un ciclo continuo en el que las
nuevas células se mueven a la capa externa de la piel demasiado rápido, en días en
lugar de semanas. Como resultado, la piel muerta y los glóbulos blancos no pueden
desprenderse con la rapidez suficiente y se acumulan formando parches escamosos y
gruesos en la superficie de la piel. Por lo general esto no se detiene a menos que el
tratamiento interrumpa dicho ciclo.
La causa para que las células T comiencen a funcionar mal en las personas con
psoriasis no está del todo clara. Los investigadores han encontrado genes que están
relacionados con el desarrollo de la psoriasis, pero los factores ambientales también
juegan un papel importante.
Los desencadenantes de la psoriasis
La psoriasis suele comenzar o empeorar por un disparador que podemos identificar y
evitar. Los principales factores que pueden desencadenar un brote de psoriasis
incluyen:
Las infecciones, como la faringitis estreptocócica o las infecciones de la piel
Lesiones en la piel, como un corte, raspadura, picadura de insecto o quemadura
severa
Estrés
Clima frio
Fumar
Consumo excesivo de alcohol
Ciertos medicamentos (beta-bloqueadores, antimaláricos y yoduros)
Factores de riesgo
Cualquier persona puede desarrollar psoriasis, pero estos factores pueden aumentar el
riesgo de padecer la enfermedad:
Historia familiar. Quizás el factor de riesgo más importante para la psoriasis sea
tener una historia familiar de la enfermedad. Si uno de los padres padece la
psoriasis, el riesgo aumenta. Cuando los dos padres o más de un familiar la
padecen, entonces el riesgo se duplica.
Las infecciones bacterianas y virales. Por ejemplo, las personas con VIH tienen
más probabilidades de desarrollar psoriasis que las personas con un sistema
inmunológico fuerte. Los niños y jóvenes adultos con infecciones recurrentes, en
especial la faringitis estreptocócica, también pueden estar en mayor riesgo.
Estrés. Dado que el estrés puede afectar al sistema inmunológico, los altos niveles
de estrés pueden aumentar el riesgo de psoriasis.
Obesidad. El exceso de peso aumenta el riesgo de padecer la enfermedad, ya que
las placas asociadas a todos los tipos de psoriasis suelen desarrollarse en los
pliegues de la piel.
Fumar. Fumar no sólo aumenta el riesgo de psoriasis, también puede aumentar la
gravedad de la enfermedad. Este hábito puede jugar un papel determinante en el
desarrollo inicial de la enfermedad.
Recomiendo además; ¿Existe una cura para la psoriasis?
Complicaciones
Cuando se tiene psoriasis, se está en mayor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades.
Por ejemplo:
Artritis psoriásica. Esta complicación puede causar daño articular y la pérdida de
función en algunas articulaciones, lo que puede ser debilitante.
Condiciones en los ojos. Ciertos trastornos oculares, como conjuntivitis, blefaritis
y uveítis, son más comunes en las personas con psoriasis.
Obesidad. Las personas con psoriasis, especialmente aquellas con la enfermedad
más grave, son propensas a la obesidad. Sin embargo no está claro cómo se
vinculan estas enfermedades. Se dice que la inflamación relacionada con la obesidad
puede jugar un papel en el desarrollo de la psoriasis, o puede ser que las personas
con psoriasis tienen más probabilidades de aumentar de peso, posiblemente porque
son menos activas a causa de la propia enfermedad.
Diabetes tipo 2. El riesgo de diabetes tipo 2 se eleva en las personas con psoriasis.
Mientras más grave es la psoriasis, mayor es la probabilidad de desarrollar la
diabetes.
Presión sanguínea alta. Las probabilidades de tener presión arterial alta son
mayores en las personas con psoriasis.
Enfermedad cardiovascular. Para las personas con psoriasis, el riesgo de sufrir
un ataque al corazón es casi tres veces mayor que para los demás. Los latidos
irregulares del corazón y los derrames cerebrales también son más probables en
estos pacientes. Esto podría deberse a un exceso de inflamación, a un mayor riesgo
de obesidad y a otros factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular. Algunos
tratamientos para la psoriasis pueden provocar niveles anormales de colesterol y
aumentar el riesgo de endurecimiento de las arterias.
Síndrome metabólico. Se trata de un conjunto de condiciones, incluyendo la
presión arterial alta, niveles elevados de insulina y niveles anormales de colesterol,
que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Las personas con psoriasis
tienen un mayor riesgo de síndrome metabólico.
Otras enfermedades autoinmunes. La enfermedad celíaca, la esclerosis y la
enfermedad inflamatoria intestinal, conocida como enfermedad de Crohn, son más
comunes en personas con psoriasis.
Enfermedad de Parkinson. Esta condición neurológica crónica es más probable en
personas con psoriasis.
Enfermedad del riñón. La psoriasis de moderada a grave se ha relacionado con un
mayor riesgo de enfermedad renal.
La psoriasis también puede afectar la calidad de vida, aumentando el riesgo de:
Baja autoestima
Depresión
Aislamiento social
Problemas laborales, que puede resultar en problemas económicos
Preparación para una cita médica
Generalmente los pacientes acuden primero a su médico de familia o médico general,
pero este los remite a la consulta de un especialista en enfermedades de la piel
(dermatólogo).
Aquí ofrecemos alguna información que puede servir de guía para prepararse con vistas
a la cita médica tan importante.
Lo que puedes hacer:
Anotar los síntomas que estás experimentando, incluidos los que pueden parecer
ajenos a la causa que te llevó al médico.
Hacer una lista de todos los medicamentos, incluyendo vitaminas, remedios con
hierbas, etc. que estás tomando, así como las dosis.
Anotar las preguntas que deseas hacerle al médico. Para la psoriasis, algunas
preguntas básicas que puedes preguntar incluyen:
¿Qué podría estar causando mis síntomas?
¿Necesito pruebas de diagnóstico?
¿Qué tratamientos están disponibles, y qué me recomienda?
¿Qué tipos de efectos secundarios puedo esperar?
¿El tratamiento que me recomienda hace desaparecer los síntomas?
¿Qué tan rápido puedo esperar resultados?
¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que me sugiere?
Tengo otras condiciones médicas. ¿Cómo puedo gestionar estas condiciones juntas?
¿Qué rutinas y productos de cuidado de la piel me recomienda para mejorar mis
síntomas?
No dudes en hacer cualquier otra pregunta que surja durante la cita.
¿Qué esperar de su médico?
El médico también tendrá varias preguntas para ti, tales como:
¿Cuándo comenzó a tener estos síntomas?
¿Con qué frecuencia tiene los síntomas?
¿Sus síntomas han sido continuos u ocasionales?
¿Hay algo que parece mejorar sus síntomas?
¿Hay algo que parece empeorar sus síntomas?
Siga leyendo en; Preguntas frecuentes sobre la psoriasis.
Pruebas y diagnóstico
En la mayoría de los casos, el diagnóstico de la psoriasis es bastante sencillo.
Examen físico y antecedentes clínicos. El médico generalmente puede
diagnosticar la psoriasis mediante la evaluación de la historia clínica y un examen de
la piel, el cuero cabelludo y las uñas.
Biopsia de piel. En algunas ocasiones, el médico puede tomar una pequeña
muestra de piel (biopsia) para examinarla bajo un microscopio, determinar el tipo
exacto de psoriasis y descartar otros trastornos.
Las condiciones que pueden parecerse a la psoriasis
Otras condiciones que pueden parecerse a la psoriasis o desarrollarse al mismo tiempo
incluyen:
Dermatitis seborreica. Este tipo de dermatitis se caracteriza por una piel
escamosa, enrojecida, grasienta y con comezón. A menudo se desarrolla en las
zonas grasas del cuerpo, como la cara, la parte superior del pecho, la espalda y el
cuero cabelludo, donde afecta en forma de caspa y picazón.
El liquen plano. Esta es una condición inflamatoria de la piel, que provoca la
formación de ronchas con superficie plana y mucha picazón en los brazos y las
piernas.
La tiña del cuerpo (tinea corporis). La tiña es causada por una infección por
hongos en la capa superior de la piel. La infección a menudo provoca una erupción
con escamas de color rojo y forma de anillo o círculo.
Pitiriasis rosada. Esta condición común de la piel por lo general comienza como
una mancha grande (placa heráldica) en el pecho, el abdomen o la espalda, que
luego se extiende. La erupción de la pitiriasis rosada suele extenderse desde la
parte media del cuerpo y su forma se asemeja a las ramas caídas de los árboles de
pino.
Tratamientos y drogas
El tratamiento de la psoriasis tiene como objetivo:
Evitar que las células de la piel crezcan tan rápidamente, para reducir la inflamación
y la formación de placas.
Retirar las escaras y suavizar la piel, mediante tratamientos tópicos.
Los tratamientos para la psoriasis se pueden dividir en tres grupos principales:
tratamientos tópicos, terapia de luz y medicamentos sistémicos.
Te recomiendo además; El fármaco Humira mejora la vida con psoriasis.
Los tratamientos tópicos
Las cremas y ungüentos que se aplican sobre la piel pueden tratar con eficacia la
psoriasis de leve a moderada. Cuando la enfermedad es más grave, las cremas suelen
combinarse con medicamentos orales o terapia de luz. Los principales tratamientos
tópicos incluyen:
Los corticosteroides tópicos. Estos potentes fármacos antiinflamatorios son los
medicamentos prescritos con más frecuencia para tratar la psoriasis de leve a
moderada. Ellos detienen la renovación celular al suprimir el sistema inmunológico,
lo cual reduce la inflamación y alivia el picor asociado. Los corticosteroides tópicos
varían en potencia, de leve a muy fuerte.
Los ungüentos corticosteroides de baja potencia generalmente se recomiendan para las
áreas sensibles, como la cara, los pliegues de la piel y para el tratamiento de manchas
extensas de piel dañada. El médico puede prescribir cremas corticosteroides más
fuertes para las pequeñas áreas de la piel, para las placas persistentes en las manos y
pies, o cuando otros tratamientos han fallado. También existen champuses y soluciones
capilares para tratar los parches de psoriasis en el cuero cabelludo.
El uso a largo plazo o el uso excesivo de corticosteroides fuertes pueden causar
adelgazamiento de la piel y resistencia a los beneficios del tratamiento. Para minimizar
los efectos secundarios e incrementar su eficacia, los corticosteroides tópicos se utilizan
generalmente en brotes activos hasta que están bajo control.
Análogos de vitamina D. Estas formas sintéticas de vitamina D ralentizan el
crecimiento de las células de la piel. Por ejemplo el calcipotrieno (Dovonex) es una
crema o solución que contiene un análogo de la vitamina D y que solo se utiliza para
tratar la psoriasis de leve a moderada, en combinación con otros medicamentos
tópicos o fototerapia. Este tratamiento puede irritar la piel. El calcitriol (Rocaltrol) es
otro medicamento igualmente eficaz, pero menos irritante que el calcipotrieno.
Antralina. Se cree que este medicamento puede normalizar la actividad del ADN en
las células de la piel, así como eliminar las escaras y suavizar la piel. Sin embargo,
puede resultar un poco irritante y manchar prácticamente todo lo que toca,
incluyendo la piel, la ropa, las encimeras y la ropa de cama. Por esa razón, los
médicos suelen recomendar un tratamiento de contacto corto, permitiendo que la
crema permanezca en la piel solo por un breve período antes de lavarla.
Los retinoides tópicos. Estos se utilizan comúnmente para tratar el acné y la piel
dañada por el sol, pero el tazaroteno (Tazorac, Avage) fue desarrollado
específicamente para el tratamiento de la psoriasis. Al igual que otros derivados de
la vitamina A, este normaliza la actividad del ADN en células de la piel y puede
disminuir la inflamación. El efecto secundario más común es la irritación de la piel,
aunque puede aumentar la sensibilidad a la luz solar. De ahí que durante el
tratamiento, la persona deba usar protección solar. Aunque el riesgo de defectos
congénitos no es elevado, no se recomienda el uso de tazaroteno cuando la mujer
está en período de lactancia, está embarazada o tiene intención de quedar
embarazada.
Inhibidores de la calcineurina. Actualmente, los inhibidores de la calcineurina
como el tacrolimus (Prograf) y el pimecrolimus (Elidel), están aprobados sólo para el
tratamiento de la dermatitis atópica, pero algunos estudios han demostrado que son
eficaces en el tratamiento de la psoriasis. Se cree que interrumpen la activación de
las células T, lo que a su vez reduce la inflamación y la acumulación de placas.
Pueden ser especialmente útiles en zonas de piel fina, como alrededor de los ojos,
donde las cremas esteroides o retinoides son demasiado irritantes o pueden causar
efectos dañinos.
Los inhibidores de la calcineurina no se recomiendan para uso a largo plazo o
continuo, debido a un aumento potencial del riesgo de cáncer de piel y linfoma.
Ácido salicílico. Disponible por venta libre y por prescripción médica, el ácido
salicílico promueve el desprendimiento de las células muertas de la piel y reduce la
descamación. A veces se combina con otros medicamentos, como los
corticosteroides tópicos o el alquitrán de hulla, para aumentar su eficacia. El ácido
salicílico se encuentra en champuses medicinales y soluciones para el cuero
cabelludo, de ahí que sirva para tratar la psoriasis en esta zona.
Alquitrán de hulla. Probablemente el alquitrán de hulla sea el tratamiento más
antiguo para la psoriasis. Reduce las escaras, el picor y la inflamación. Tiene pocos
efectos secundarios conocidos, pero ciertamente es un poco molesto ya que mancha
la ropa, las ropas de cama y tiene un olor fuerte. No se recomienda para las
mujeres que están embarazadas o lactando.
Las cremas hidratantes. Por sí solas, las cremas hidratantes no curan la psoriasis,
pero pueden reducir la picazón, la descamación y ayudar a combatir la sequedad
que provocan otras terapias. Las cremas hidratantes en forma de ungüento o
pomada por lo general son más eficaces que las cremas y lociones ligeras.
La terapia de luz (fototerapia)
Como su nombre lo indica, este tratamiento para la psoriasis utiliza luz ultravioleta
natural o artificial. La forma más simple y fácil de fototerapia consiste en exponer la
piel a cantidades controladas de luz solar natural, pero otras formas incluyen el uso de
rayos ultravioleta A (UVA) o ultravioleta B (UVB), ya sea solo o en combinación con
medicamentos.
Luz de sol. La radiación ultravioleta (UV) es una luz con longitud de onda en un
rango muy corto, por eso no es visible para el ojo humano. Cuando se exponen a los
rayos UV bajo la luz del sol o una luz artificial, las células T activas en la piel
mueren. Esto ralentiza la renovación celular de la piel, reduce la descamación y la
inflamación. Las exposiciones diarias a pequeñas cantidades de luz solar pueden
mejorar la psoriasis, pero la exposición intensa al sol puede empeorar los síntomas
y causar daños en la piel. Antes de comenzar un régimen de luz solar, pregunte a su
médico cuál es la forma más segura de usar la luz solar natural como tratamiento
de la psoriasis.
Fototerapia UVB. Las dosis controladas de luz UVB, de una fuente de luz artificial,
pueden mejorar los síntomas de leves a moderados de la psoriasis. Esta fototerapia
se puede utilizar para tratar las manchas individuales, la psoriasis generalizada y la
psoriasis que se resiste a los tratamientos tópicos. Los efectos secundarios a corto
plazo pueden incluir enrojecimiento, picazón y sequedad de la piel, pero el uso de
una crema hidratante puede ayudar a disminuir estos efectos.
La terapia UVB de banda estrecha. La terapia UVB de banda estrecha puede ser
más eficaz que el tratamiento UVB de banda ancha. Sin embargo la terapia UVB de
banda estrecha puede causar quemaduras más graves y de mayor duración. Por lo
general se administra dos o tres veces a la semana hasta que la piel mejore, luego
se pueden requerir sólo sesiones semanales para mantenerse.
Terapia Goeckerman. Algunos médicos combinan el tratamiento UVB y el
tratamiento de alquitrán de hulla, que se conoce como tratamiento Goeckerman. Los
dos tratamientos juntos son más eficaces porque el alquitrán de hulla hace que la
piel sea más receptiva a la luz UVB.
La fotoquimioterapia o psoraleno más luz ultravioleta A (PUVA). La
fotoquimioterapia implica tomar un medicamento sensibilizante a la luz (psoraleno),
antes de la exposición a la luz UVA. Este tratamiento más agresivo mejora
consistentemente la piel, por eso a menudo se utiliza en los casos más graves de
psoriasis. PUVA implica dos o tres tratamientos por semana, durante determinado
número de semanas. Los efectos secundarios a corto plazo incluyen náuseas, dolor
de cabeza, ardor y picazón, mientras los efectos secundarios a largo plazo incluyen
sequedad, pecas y arrugas en la piel, así como un mayor riesgo de cáncer de piel,
incluyendo el melanoma que es la forma más grave de cáncer de piel. Debido a que
este tratamiento te hace más sensible a la luz solar, es importante evitar la
exposición al sol siempre que sea posible y usar un protector solar de amplio
espectro con un FPS de al menos 30. Para proteger los ojos, se debe usar gafas de
sol UVA-protectoras.
Láser Excimer. Esta forma de terapia de luz, que se utiliza para la psoriasis de leve
a moderada, trata únicamente la piel afectada. Un haz de luz UVB controlado, con
una longitud de onda específica, es dirigido a las placas de psoriasis para controlar
las escaras y la inflamación. La piel sana que rodea los parches no resulta
perjudicada. La terapia con láser Excimer requiere menos sesiones que la
fototerapia tradicional porque se utiliza una luz UVB más potente. Los efectos
secundarios pueden incluir enrojecimiento y ampollas.
Los medicamentos orales o inyectables
Si el paciente tiene psoriasis severa o no resiste otros tipos de tratamiento, el médico
puede indicar los medicamentos orales o inyectables. Debido a sus efectos secundarios
severos, algunos de estos medicamentos se utilizan sólo por períodos breves y pueden
alternarse con otras formas de tratamiento.
Los retinoides. Este grupo de fármacos puede reducir la producción de células de
la piel si se tiene una psoriasis severa que no responde a otras terapias. Sin
embargo los signos y síntomas suelen volver cuando se interrumpe la terapia. Los
efectos secundarios pueden incluir inflamación y pérdida del cabello. Debido a que
los retinoides como la acitretina (Soriatane) pueden causar graves defectos de
nacimiento, las mujeres deben evitar el embarazo al menos tres años después de
tomar el medicamento.
El metotrexato. Tomado por vía oral, el metotrexato disminuye la producción de
células de la piel y suprime la inflamación. También puede ralentizar la progresión
de la artritis psoriásica en algunas personas. Generalmente es un medicamento bien
tolerado en dosis bajas, pero puede causar malestar estomacal, pérdida de apetito y
fatiga. Cuando se utiliza durante largos períodos, puede causar una serie de efectos
secundarios graves, como daño hepático y disminución en la producción de glóbulos
rojos, blancos y plaquetas.
La ciclosporina. La ciclosporina suprime al sistema inmune y es similar al
metotrexato en efectividad. Al igual que otros medicamentos inmunosupresores, la
ciclosporina aumenta el riesgo de infección y otros problemas de salud, incluido el
cáncer. También te hace más susceptible a problemas renales y presión arterial alta.
El riesgo aumenta con dosis más altas y la terapia a largo plazo.
Medicamentos que alteran el sistema inmune (biológicos). Varios fármacos
inmunomoduladores están aprobados para el tratamiento de la psoriasis de
moderada a severa. Aquí se incluyen etanercept (Enbrel), infliximab (Remicade),
adalimumab (Humira) y ustekinumab (Stelara). Estos medicamentos se administran
por vía intravenosa, inyección intramuscular o subcutánea y se utilizan
generalmente para las personas que no han respondido a la terapia tradicional o que
han desarrollado la artritis psoriásica. Los medicamentos biológicos funcionan
bloqueando las interacciones entre ciertas células del sistema inmunológico y vías
inflamatorias particulares. Aunque son derivados de fuentes naturales en lugar de
químicos, deben utilizarse con precaución, ya que tienen fuertes efectos sobre el
sistema inmunológico y pueden permitir que las infecciones amenacen la vida.
Otros medicamentos. La tioguanina y la hidroxiurea (Droxia, Hydrea) se pueden
utilizar cuando no se pueden administrar otros medicamentos.
Medicamentos experimentales. Actualmente existen nuevos medicamentos en
fase de investigación que tienen potencial para mejorar el tratamiento de la
psoriasis. Por ejemplo anti-interleucina-17, inhibidores de la fosfodiesterasa 4, anti-
receptor de la interleucina-12/23, entre otros.
Consideraciones de tratamiento
Aunque los médicos optan por tratamientos en función del tipo y la gravedad de la
psoriasis y las áreas de piel afectadas, el enfoque tradicional se basa en comenzar con
los tratamientos más suaves, como cremas tópicas y la terapia de luz ultravioleta
(fototerapia). Luego se puede progresar a los más fuertes, sólo si es necesario. El
objetivo es encontrar la manera más eficaz para frenar la renovación celular con el
menor número de efectos secundarios posibles.
A pesar de una serie de opciones, el tratamiento eficaz de la psoriasis puede ser un
reto. La enfermedad es impredecible, pasando por ciclos de mejora y empeoramiento,
aparentemente al azar. Los efectos de los tratamientos de la psoriasis también pueden
ser impredecibles, lo que funciona bien para una persona puede ser ineficaz para otra.
También la piel puede volverse resistente a varios tratamientos con el tiempo.
Siempre hable con el médico acerca de sus opciones, especialmente si no está
mejorando después de usar un tratamiento particular o si está teniendo efectos
secundarios incómodos. El médico puede ajustar su plan de tratamiento o modificar el
enfoque para garantizar un mejor control de los síntomas.
Más sobre este tema en; Conoce más sobre la psoriasis: Tratamiento y El tratamiento
de la psoriasis en la cara.
Estilo de vida y remedios caseros
Aunque las medidas de auto-cuidado no curan la psoriasis, pueden ayudar a mejorar el
aspecto y la sensación de la piel dañada. Las siguientes medidas pueden beneficiar:
Tomar baños diarios. Bañarse todos los días ayuda a eliminar las escaras y calmar
la piel inflamada. Añadir aceite de baño, harina de avena, sales de Epsom o sales
del Mar Muerto al agua, puede brindar alivio. Evite el agua caliente y los jabones
fuertes, porque pueden empeorar los síntomas. Mejor use agua tibia y jabones
suaves que aporten suavidad.
Usar crema hidratante. Secarse la piel después del baño e inmediatamente
aplicar una crema hidratante gruesa mientras la piel aún está húmeda. Para una piel
muy seca, los aceites pueden ser especialmente buenos ya que tienen más poder de
permanencia que las cremas o lociones y son más eficaces para retener la humedad.
Durante el clima frío y seco, se debe aplicar una crema hidratante varias veces al
día.
Exponer la piel a pequeñas cantidades de luz solar. Una cantidad controlada
de la luz solar puede mejorar significativamente las lesiones, pero el exceso de sol
puede desencadenar o empeorar los brotes y aumentar el riesgo de cáncer de piel.
Antes de comenzar a tomar el sol, pregunte a su médico cuál es la mejor manera de
utilizar la luz solar natural para tratar su piel. Mantenga un registro de cuándo y
cuánto tiempo está en el sol para evitar la sobreexposición. Asegúrese de proteger
la piel sana con un protector solar de amplio espectro, de al menos 30, aplicando
generosamente y renovándolo cada dos horas si está nadando o sudando.
Evitar los desencadenantes de la psoriasis, siempre que sea posible.
Averigüe qué factores desencadenan, en su caso, los brotes de psoriasis y tome
medidas para prevenirlos o evitarlos. Recuerde que las infecciones, lesiones en la
piel, el estrés, el tabaquismo y la exposición al sol intenso pueden empeorar la
psoriasis.
Evitar el consumo de alcohol. El consumo de alcohol puede disminuir la eficacia
de algunos tratamientos para la psoriasis.
Recomiendo además; 5 maneras de tratar los síntomas de la psoriasis en el hogar.
Medicina alternativa
Existe una serie de terapias alternativas que pretenden aliviar los síntomas de la
psoriasis, incluyendo dietas especiales, cremas, suplementos dietéticos y hierbas.
Ninguno ha demostrado su eficacia definitivamente, pero algunas terapias alternativas
se consideran seguras y pueden ser de utilidad para reducir los síntomas molestos,
como el picor y la descamación.
Aloe vera. El extracto natural del aloe puede reducir el enrojecimiento, la
descamación, la picazón y la inflamación. Puede que tengas que utilizar esta terapia
varias veces al día durante un mes o más para notar las mejoras en la piel. Más
en Aloe vera para la psoriasis y ¿Cómo utilizar el aloe vera para la psoriasis? 10
opciones.
Aceite de pescado. Los ácidos grasos omega-3 presentes en los suplementos de
aceite de pescado pueden reducir la inflamación asociada con la psoriasis, aunque
los resultados de los estudios son contradictorios. Tomar 3 gramos o menos de
aceite de pescado al día generalmente es reconocido como un método seguro y
beneficioso.
Uva de Oregon. También conocida como el agracejo, las aplicaciones tópicas de la
uva de Oregon pueden reducir la inflamación y aliviar los síntomas de la psoriasis.
Si está pensando en los suplementos dietéticos u otra terapia alternativa para aliviar los
síntomas de la psoriasis, primero consulte a su médico para sopesar los pros y contras
de cada terapia en específico.
Sigue aprendiendo en; El estrés y la psoriasis
Afrontamiento y apoyo
Hacer frente a la psoriasis puede ser un reto, especialmente si la enfermedad cubre
grandes áreas del cuerpo o se encuentra en lugares fácilmente visibles para otras
personas, como la cara o las manos. La naturaleza continua y persistente de la
enfermedad, así como los desafíos del tratamiento, incrementan la carga. A
continuación mostramos algunas medidas para hacerle frente a la enfermedad y sentir
más control sobre ella:
Obtener información. Averigüe todo lo que pueda sobre la enfermedad e
investigue sobre sus opciones de tratamiento. Identifique los posibles
desencadenantes para poder prevenir mejor los brotes. Eduque a los que le rodean,
incluyendo la familia y amigos, para que puedan reconocer y apoyar sus esfuerzos
frente a la enfermedad.
Seguir las recomendaciones del médico. Si el médico recomienda ciertos
tratamientos y cambios en el estilo de vida, asegúrese de seguirlos. Haga preguntas
si algo no está claro.
Buscar un grupo de apoyo. Considere unirse a un grupo de apoyo con otros
miembros que tienen la enfermedad y comprenden lo que estás pasando. Puede
encontrar consuelo al compartir su experiencia y escuchar a otras personas que
enfrentan retos similares. Pregúntele a su médico sobre los grupos de apoyo para la
psoriasis en su localidad o en línea.
Cubrir las lesiones en la piel cuando sea necesario. En esos días en que se
sienta particularmente agobiado por su apariencia, puede cubrirse con la ayuda de
ropas o productos cosméticos, como un maquillaje corporal o un corrector. Estos
productos pueden ocultar el enrojecimiento y las placas. Sin embargo, en algunos
casos pueden irritar la piel, por tanto no deben ser utilizados en heridas, cortes o
lesiones sin cicatrizar.
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Aprender sobre la medicina alternativa y
los remedios que puedes comenzar a utilizar
desde tu hogar para tratarlo.
Descubrir por qué padeces de psoriasis, los desencadenantes que te afectan y cómo
prevenirlos.
Y más, mucho más.
¿Qué estás esperando?… ¡ES GRATIS!
Fuente: http://www.guiatucuerpo.com/psoriasis/