psicolÓgica1 alexander grajales patiño
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LOS FALSOS POSITIVOS COMO DISPOSITIVOS BIOPOLÍTICOS DE GUERRA
PSICOLÓGICA1.
Alexander Grajales Patiño2
Álvaro Díaz Gómez3
Resumen.
En el presente artículo, se abordan los conceptos de guerra psicológica y biopolítica. El primero
desde la línea teórica de Ignacio Martín-Baró y de quienes a partir de ella, la han elaborado y
contextualizado a determinados casos y contextos. El segundo, a partir de los planteamientos de
Michel Foucault, también retomando en algunos casos autores contemporáneos que sean
considerados pertinentes para esclarecer momentos determinados. Además de esto, aclarar a que
se refiere cuando se habla de falsos positivos y el proceder de este tipo de prácticas, esto, con el
objetivo de identificar los falsos positivos como dispositivo biopolítico de guerra psicológica.
Como abordaje metodológico se proponen dos momentos, el primero es el análisis documental,
para lo cual se realiza una matriz en la que se hace una revisión documental de algunas
publicaciones de la revista semana, y el segundo, el análisis crítico del discurso, desde el cual, se
elabora la matriz de discursos específicos.
Palabras clave. Falsos positivos, biopolítica, guerra psicológica, conflicto armado.
1 El siguiente escrito obedece al trabajo elaborado en el componente de práctica investigativa II & III de los
semestres noveno y décimo de la Universidad Católica de Pereira para optar por el título de psicólogo 2 Estudiante de la Universidad Católica de Pereira. 2014
3 Asesor de trabajo de grado
Abstract
In this present article, I consider to take the psychological war and bio political concepts. The
first, from the theoretical line from Ignacio Martin-Baró and of those had done and had
contextualized it to certain cases and context. The second, approaches from Michel Foucault,
also retaken in some cases from contemporary authors that are consider relevant to clear certain
times, besides this, to clear referrer to when speaking about the false positives and the behavior
in this types of practices, this, with the objective to identify the false positives as a bio political
mechanism from psychological warfare. As a methodological approach two moments are
proposed, the first is the documental analysis, for which I do a matrix in which a documental
review is made from the Semana magazine publications, and the second, critical discourse
analysis, from which, specific matrix is prepared speeches.
Key words: False positives, Bio political, psychological warfare, conflict armed.
Introducción.
Teniendo en cuenta la particular historia socio-política por la que ha atravesado el país,
marcado por guerras incesantes, por la polarización de las opiniones e ideologías, por la
naturalización de la muerte del lejano y del cercano, por el desplazamiento forzoso como
consecuencia de dichos factores y en algunos casos como estrategia misma de la confrontación
por las tierras, por la aniquilación simbólica o física de la otredad, por la centralización de los
recursos de las tierras, entre otros elementos de la historia reciente de Colombia, se hace cada
vez más importante no solo desde el quehacer psicológico, sino desde la atención de las ciencias
humanas en general, develar cuanto sea posible sobre el conflicto armado colombiano, sus
causas, consecuencias, excesos y posibles salidas.
En este escenario, muchos investigadores de talla nacional e internacional se han
preocupado por no dejar en el olvido los efectos de la guerra en Colombia, y en muchos casos, se
han centrado en esclarecer los posibles perpetradores de acciones violentas, poniendo especial
énfasis cuando estas han estado dirigidas a la población civil. El estado Colombiano al igual que
los demás actores armados en el conflicto que ha vivido el país, es responsable de infortunios
cometidos a la población en general.
Así se hace manifiesto en un artículo de la revista Semana (2014) titulado
“Desaparecidos: el Estado el gran responsable”, el cual presenta un informe del grupo de
Memoria Histórica, donde se propone que; en “Su más reciente informe explora a profundidad la
desaparición forzosa, quizás el crimen más impune de todos los cometidos en el marco del
conflicto armado y del cual la casi totalidad de los familiares de las víctimas nunca acaba de
recuperarse.”4.
Asimismo el informe ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad, del grupo de
memoria histórica (2013), llega a la siguiente conclusión. “Es posible afirmar que el conflicto
armado colombiano ha provocado aproximadamente 220.000 muertos. De estas muertes el
81,5% corresponde a civiles y el 18,5% a combatientes; es decir que aproximadamente ocho de
cada diez muertos han sido civiles” (p. 33).
Lo anterior se expresa con el fin de señalar que en el conflicto armado colombiano no
solo participan los combatientes, sino que la población civil en general se encuentra inmersa de
manera directa o indirecta en las consecuencias de la guerra.
En pocas palabras, se evidencia que; primero, hay una responsabilidad inherente del
Estado con las consecuencias mismas de la guerra, y segundo, que el gran afectado ha sido la
población civil. Entonces, es pertinente introducir el fenómeno de los falsos positivos5, pues, son
ejecuciones extrajudiciales por parte de agentes del estado a personas en condición de
indefensión o ajenas a la confrontación armada.
Por consiguiente, es pertinente reconocer a los falsos positivos como dispositivos6
biopoliticos de guerra psicológica que han sido utilizados en contra de la población civil. Esto,
4 htpp://www.semana.com/nacion/articulo/desaparecidos-el-estado-el-gran-responsable/389173-3
5 La palabra falso positivo es utilizada también en la terminología de la medicina como “hallazgos anormales en los
exámenes cuando la enfermedad no existe” (Antonio. J., 2013), y en el léxico informático como un error donde el antivirus informa que un archivo o área se encuentran infectados, siendo una información falsa. Demostrando así, que el término no nace a raíz de las ejecuciones extrajudiciales, sino que se le compagina por sus semejanzas significativas 6 Para reconocer lo que se entiende por dispositivo, se hace pertinente manifestar que este se concibe a partir de
la teoría de Michel Foucault, y a su vez desde el recorrido teórico de Giorgio Agamben (2011), el cual logra resumirlo en tres puntos básicos. “1. El dispositivo se trata de un conjunto heterogéneo que incluye virtualmente cada cosa, sea discursiva o no: discursos, instituciones, edificios, leyes, medidas policiacas, proposiciones filosóficas. El dispositivo tomado en sí mismo, es la red que se tiende entre estos ele-mentos.
delimitándolo a un momento coyuntural en el país como lo fue el periodo presidencial de Álvaro
Uribe Vélez, en donde se muestra un incremento considerable del 150% en estas prácticas.
(Cárdenas & Villa, 2013).
Por otra parte, con el objetivo de dar razón a los avances investigativos preliminares, se
retoman los distintos informes realizados sobre el fenómeno de los falsos positivos (Mellizo, W.,
2012), (Movice, 2013), (López de la Roche, 2014) y (FOR & CCEEU, 2014) y que permiten
reconocer sus antecedentes, responsabilidades, su relación con políticas de estado, consecuencias
en términos de daño en el tejido psicosocial de las comunidades afectadas, mecanismos para
afrontar la verdad, la justicia y la reparación, entre otros.
Además de esto, se hace necesario reconocer los distintos análisis realizados por
académicos en cuanto a la correspondencia de los falsos positivos como expresión de la
biopolítica y el biopoder. (Díaz, A., 2012), (Salamanca, L., 2012) & (Carmona, O., 2012).
Como elemento novedoso, se introduce la categoría de guerra psicológica, Para la cual se
han retomado autores como (Martín-Baró., 1990, 1998, 2003) y (Lira, E., 1990).
Conjuntamente, se retoman investigadores y académicos que han logrado evidenciar
elementos de la guerra psicológica como la mentira institucionalizada, la relación amigo-
enemigo, la guerra simbólica transmitida por acción u omisión a través de instituciones
intermedias como los medios de comunicación, la descalificación del adversario y el papel del
rumor, todo ello en contextos próximos. (Tinoco. 2004), (Peña, Casas & Mena, 2009), (Blanco,
A. Sabucedo, J. Barreto, I. Borja, H. López, W & Durán, M., 2012) y (Castillo, Santa & Cortés.
2012).
2. El dispositivo siempre tiene una función estratégica concreta, que siempre está inscrita en una relación de poder 3. Como tal, el dispositivo resulta del cruzamiento de relaciones de poder y de saber” (p.250).
La guerra psicológica como dispositivo de control en población civil.
En diversos momentos, Martín-Baró se refirió a la problemática de la guerra psicológica,
la que reconoce como “el esfuerzo sistemático por ganarse <la mente y el corazón> del enemigo
y de sus simpatizantes, actuales o potentes, para ello se sirve de cualquier medio que permita
convencer y conmover, sin excluir los medios que convencen solo porque conmueven, como es
toda forma de terrorismo del estado. La guerra psicológica busca, precisamente, lograr su
objetivo atendiendo a los dos elementos psico-sociales de la guerra. El primero de ellos consiste
en convertir la realidad social en una palestra maniquea de bien o mal absoluto, frente a la cual
no queda más alternativa que optar por el bien, que es la propia postura. …. El segundo elemento
consiste en reforzar positivamente la aceptación de esa historia oficial y la consiguiente sumisión
del poder establecido” (Baró, M., 1998. p. 348).
Es importante resaltar los dos elementos psicosociales de la guerra, pues, como primer
elemento, la polarización de la población civil instaura un miedo racional en el sujeto si no se es
parte del “bien establecido o absoluto”, entendiendo que puede llegar a convertirse en objetivo
político y/o militar si se es parte del “otro bando”, o en muchos casos, si no se aprueba el
ejercicio militar e ideológico. Además de ese miedo, se reconoce también que este no es el único
mecanismo que impera, como segundo elemento, se evidencia el reforzamiento que se le da a la
historia oficial para que no solo sea el poder establecido quien juzgue el comportamiento del
sujeto, sino también, la misma población que se encuentra ya bajo ese poder.
Se puede caer también en equivocaciones en cuanto se refiere a guerra psicológica
pues cabe pensar que es un tipo de mecanismo donde sólo opera el aspecto psicológico de
las personas, desconociendo que este tipo de guerra, heredera de la guerra sucia, utiliza
también como medio, la eliminación bélica.
En algunos casos se hace confuso entender si ciertas prácticas hacen parte de
mecanismos de guerra psicológica o si pueden ser leídas y entendidas mejor desde la
implementación de la guerra sucia. Para esta dicotomía Martín-Baró propone que se
entienda como guerra paralela, donde fluctúan características comunes de ambas
denominaciones de guerra. Entonces, para reconocer las similitudes y diferencias entre la
guerra sucia y la guerra psicológica, Martín-Baró realiza un despliegue característico de
cada una, en cuanto al objetivo, los medios y las consecuencias psicosociales, lo cual
logra resumir en el cuadro 1.
Consecuencias psicosociales
Guerrilla Eliminación bélica G. militar Eliminación física
Partidarios
simpatizantes
Represión
aterrorizante G. sucia Traumas psíquicos
Terror
Parálisis-Huida
Consecuencias psicosociales
Guerrilla Eliminación bélica G. militar Eliminación física
Partidarios
simpatizantes
Represión
manipuladora G. psicológica Traumas psíquicos
Población Inseguridad
Inhibición-Huida
Desprestigio moral
Exterminio del
movimiento
revolucionario
La guerra sucia
Objetivos Medios
Exterminio del
movimiento
revolucionario
La guerra psicológica
Objetivos Medios
Cuadro 1.
Ahora bien, hasta aquí se va entendiendo la guerra psicológica como la continuación de
una guerra sucia, pero con transformaciones como: primero, incluir a la población como
objetivos, segundo, el cambio de la represión aterrorizante a la represión manipuladora, y
tercero, en cuanto a las consecuencias sociales, se elimina el terror, pero se crea la generación de
inseguridad y el desprestigio moral.
Lira (1990) muestra tres principios fundamentales acerca del concepto de guerra
psicológica.
“tres principios fundamentales de la guerra psicológica. El primer principio se
refiere al trato de los partidarios, los que deben recibir compensaciones sociales,
materiales o morales, de modo permanente, a fin de garantizar su adhesión. Se incluye de
manera importante la propaganda, las campañas de opinión sobre las realizaciones y las
amenazas posibles. El segundo principio es el de reforzar y acelerar las acciones
indirectas mediante agentes secretos: rumores, movimientos, etc., que alimentan “la
guerra de nervios”. El tercer principio es el de confundir a la opinión pública con olas de
noticias, verdaderas o falsas: este proceso puede ser expresado en los conceptos “quiebre”
y “desintegración”. (p. 19).
Así, no sólo quien convive con los actores armados es objetivo de la implementación de
estrategias de guerra psicológica. Lo son también intelectuales, periodistas, opositores políticos
gubernamentales y no gubernamentales, organizaciones de derechos humanos y en especial, la
población civil en general, pues son ellos quienes legitiman el poder establecido.
Cabe recordar que todo hecho que es catalogado como instrumento de guerra psicológica,
no necesariamente tiene la intencionalidad de que así sea, pero no por eso, deja de serlo.
Por otro lado, se hace práctico describir en términos generales lo que este tipo de guerra
ha provocado en la población Colombiana y para ello, Barrero (2008), hace evidente, el papel
que ha venido jugando la guerra psicológica en el conflicto armado durante décadas, con
constantes y progresivos ataques al psiquismo humano a través de diversas estrategias o medios
de difusión. “Durante años nos hemos acostumbrado a ver imágenes de la violencia política de
nuestro país. La guerra psicológica que se transmite a través de esas imágenes conduce, sin
darnos cuenta a la institucionalización de prácticas excluyentes que van desde la eliminación
física del otro, hasta su negación y desaparición simbólica” (p. 65).
Regulaciones de la población.
Teóricamente la biopolítica ha sido tema de interés de autores como Nietzsche, Foucault,
Agamben, Negri, Esposito, entre otros (Carmona, O. 2012). Esto demuestra que es un concepto
ampliamente trabajado y que proporciona las herramientas necesarias para realizar ejercicios de
investigación en contextos locales a través de lo que los autores exponen.
En el recorrido que presenta Michel Foucault para la contextualización y aclaración de la
biopolítica, parte inicialmente desde el reconocimiento de las políticas liberales y neoliberales,
con el propósito de proporcionar al lector las herramientas que son necesarias para un
entendimiento a cabalidad sobre la dinámica de la biopolítica.
Foucault (2007) reconoce en la biopolítica “la manera como se ha procurado, desde el
siglo XVIII, racionalizar los problemas planteados a la práctica gubernamental por los
fenómenos propios de un conjunto de seres vivos constituidos como población: salud, higiene,
natalidad, longevidad, razas… es sabido el lugar creciente que esos problemas ocuparon desde el
siglo XIX, y se conocen también cuáles fueron las apuestas políticas que han representado hasta
nuestros días” (p. 359).
Además de los problemas que se mencionan, que deben ser trabajados en las prácticas
gubernamentales, se encuentra también la seguridad, pues hace parte de esa biopolítica. La
creación de la sensación de seguridad/inseguridad es determinante para justificar el asesinato de
quienes se consideren peligrosos para la existencia.
Hay pues un elemento transitorio en cuanto al poder sobre la vida entre el siglo XVII y
XVIII que Foucault (1998) reconoce como las disciplinas del cuerpo o perfeccionamiento de una
anátomopolítica (biopoder), y las regulaciones de la población o perfeccionamiento de una
biopolítica. Nos centraremos entonces en el segundo elemento. La biopolítica “fue centrado en el
cuerpo-especie, en el cuerpo transido por la mecánica de lo viviente y que sirve de soporte a los
procesos biológicos: la proliferación, los nacimientos y la mortalidad, el nivel de salud, la
duración de la vida y la longevidad, con todas las condiciones que pueden hacerlos variar; todos
esos problemas los toma a su cargo una serie de intervenciones y controles reguladores: una
biopolítica de la población” (p.168).
Cabe aquí preguntarse ¿por qué para Foucault, introduce la biopolítica a partir del siglo
XVIII, y que características tuvieron que haber cambiado para que se generara este tipo de
poder?
Para lo anterior, se encuentra en Foucault (2001) que: “Antes sólo había sujetos, sujetos
jurídicos a los cuales se podía retirar los bienes, la vida también, por lo demás. Ahora hay
cuerpos y poblaciones. El poder se hace materialista. Deja de ser esencialmente jurídico. Debe
tratar con esas cosas reales que son los cuerpos, la vida. La vida entra en el dominio del poder:
mutación capital, una de las más importantes, sin duda, en la historia de las sociedades
humanas.” (p.246).
La biopolítica entonces se genera como dispositivo de control de la sociedad, se reconoce
a los sujetos como inmersos en poblaciones y se vuelven responsabilidades políticas diversas
problemáticas que sucumbían anteriormente, pero no poniéndose como sobre carga para los
dirigentes, sino, reconociendo los elementos nuevos como material que es usable para la
cohesión social.
Martínez (2007) Asume que. “Al capitalista le interesa la vida del obrero, su cuerpo, sólo
por un motivo indirecto: este cuerpo, esta vida, son aquellos que contienen la facultad, la
potencia. El cuerpo viviente se convierte en objeto de la única cosa que verdaderamente importa:
la fuerza de trabajo como suma de las más diversas facultades humanas –potencia de hablar, de
pensar, de recordar, de actuar, etc. La vida se coloca en el centro de la política en la medida en
que lo que está en juego es la fuerza de trabajo inmaterial- que, de por sí, es no presente. Por
esto, solo por esto es lícito hablar de “biopolítica”. (p. 49).
Esto demuestra que el interés político no se encuentra en el bienestar del sujeto inmerso
en sociedad, sino, como fuerza de trabajo, como sujeto creador de bienes, y por ende, quien se
autoexcluye de dichas facultades, empieza a ser un sujeto indeseable en la sociedad, y ello lleva a
que se justifique actos como: guerras, exclusión social, limpieza social, muerte de la otredad, etc.
Ya habiendo realizado la disertación teórica necesaria para contextualizar los conceptos
necesarios para el entendimiento de la presente propuesta, el interés investigativo parte de la
pregunta de ¿Cómo se evidencian los falsos positivos como dispositivos de guerra psicológica?
Objetivo general.
Identificar los falsos positivos como dispositivo biopolítico de guerra psicológica.
Objetivos específicos.
Evidenciar la relación entre guerra psicológica y biopolítica mediado por el
dispositivo de los falsos positivos.
Caracterizar el dispositivo de falsos positivos como mecanismo de biopolítica.
Metodología.
Tipo de investigación.
Lo que se expone aquí, encuentra sus bases y herramientas constitutivas en un tipo de
investigación cualitativa, en la medida en que se pretende examinar desde la revisión
documental, para reconocer la relación entre la guerra psicológica como dispositivo biopolítico
de poder y control, y el caso de los falsos positivos.
Hay que tener en cuenta que la investigación cualitativa “Estudia la realidad en su
contexto natural, tal y como sucede, intentando sacar sentido de, o interpretar los fenómenos de
acuerdo con los significados que tienen para las personas implicadas. La investigación cualitativa
implica la utilización y recogida de una gran variedad de materiales—entrevista, experiencia
personal, historias de vida, observaciones, textos históricos, imágenes, sonidos – que describen la
rutina y las situaciones problemáticas y los significados en la vida de las personas”. (Rodríguez,
Gil & García, 1996, p.32).
Diseño.
La presente investigación se encuentra enmarcada en el orden metodológico desde la vertiente de
investigación cualitativa con el análisis documental y en especial desde el análisis de contenido
con autores como Chaumier y García Gutiérrez, además, algunos elementos del análisis crítico
del discurso propuesto por Teun A. Van Dijk.
Lo documentos que son analizados, hacen parte del discurso en los artículos de la revista
semana, para lo cual se tienen parámetros delimitantes como el tiempo de publicación y el
contenido discursivo.
El tiempo estipulado para la revisión documental es desde el primero de enero del 2008
hasta el 31 de diciembre del 2010. Estos artículos se encuentran publicados en la versión web de
la revista semana y son de libre acceso.
Ahora, se hace necesario reconocer que la ola de noticias acerca de los falsos positivos
empezó su apogeo a mediados del 2008, cuando a partir de las denuncias hechas por las madres
de jóvenes de Soacha ejecutados extrajudicialmente y de Fernando Escobar (personero en la
localidad de Soacha en 2008), se reconoció como práctica sistemática el reclutamiento por parte
de agentes del estado a jóvenes para luego ser presentados como bajas en combate.
Por otra parte, como fecha límite se tiene al 2010 pues es el año en el que termina el
mandato de Álvaro Uribe Vélez, esto sin olvidar su política de seguridad democrática y las
acusaciones que ha recibido por su corresponsabilidad en el caso de las ejecuciones.
Como segundo parámetro limitante se encuentra el contenido discursivo en los artículos.
Para ello, se seleccionaron 5 Artículos de opinión realizados por María Jimena Duzán, 5 artículos
informativos (3 en la sección justicia, 1 en la sección seguridad y 1 en la sección conflicto
armado), en los cuales se evidencia la posición de Álvaro Uribe en relación a los falsos positivos,
y otros 5 donde se evidencia la posición de los familiares víctimas, respecto a lo ocurrido (2 en la
sección conflicto armado, dos en la sección nación y 1 en la sección nación/multimedia).
En este orden de ideas, se reconoce que por medio de las distintas subcategorías
recolectadas en los artículos, se evidencian dispositivos biopolíticos de guerra psicológica a
través de las declaraciones presidenciales, de la opinión crítica de María Jimena Duzán, y de la
caracterización de lo vivido que brinda el reconocer la posición de los familiares ante lo
ocurrido.
Instrumentos.
Se elaboró una matriz de análisis documental, con la cual se pretendió clasificar la
información que de manera emblemática es eficaz para los objetivos planteados. Los artículos
que sirven de objeto de estudio y que ya han sido mencionados y categorizados anteriormente
son los siguientes.
# Fecha: Titulo Link prefacio
1 01/11/2008
Así no
se gana
la guerra
http://www.semana.
com/opinion/articul
o/asi-no-gana-
guerra/96895-3
Quienes asesinaron a esos muchachos
en Soacha, en Toluviejo, en Cimitarra y
en quien sabe qué más lugares, no
fueron terroristas, sino miembros del
Ejército.
2 15/11/2008
El
legado
de los
atajos
http://www.semana.
com/opinion/articul
o/el-legado-
atajos/97328-3
La cultura de la ilegalidad se viene
incubando desde cuando el narcotráfico
irrumpió imponiendo nuevas realidades
y hasta una nueva estética
3 16/01/2010
El
muerto
que
quedó
vivo
http://www.semana.
com/opinion/articul
o/el-muerto-quedo-
vivo/112008-3
En los 45 casos de ejecuciones que hay
en el Catatumbo, los militares
vinculados a procesos no han pasado de
la investigación preliminar.
4 20/02/2010 A Silvia
http://www.semana.
com/opinion/articul
o/silvia/113386-3
La impunidad no ha sido lo más difícil
de sobrellevar todos estos años. Peor ha
sido ver la degradación humana a que
ha llegado la sociedad colombiana a la
hora de justificar la violencia
narcoparamilitar.
5 11/12/2010
El
efecto
WikiLea
ks
http://www.semana.
com/opinion/articul
o/el-efecto-
wikileaks/125798-3
Según Suárez, ''a pesar de la gravedad
del escándalo de los falsos positivos,
Uribe continúa midiendo el éxito
militar en términos de muertes''.
María Jimena Duzán
# Fecha: Titulo Link Prefacio Sección
1 07/10/2008
Uribe
aclara que
no se sabe
si jóvenes
murieron
en
combate
http://www.se
mana.com/naci
on/conflicto-
armado/articul
o/uribe-aclara-
no-sabe-
jovenes-
murieron-
combate/96005-
3
Ayer el presidente había dicho
que los 11 muchachos que
aparecieron muertos en Norte de
Santander no habían sido
víctimas de una acción ilegal del
Ejército. El Fiscal respondió
diciendo que eso no se había
podido establecer aún.
Conflicto
armado
2 07/05/2009
426
militares
han sido
detenidos
por
ejecucione
s
extrajudici
ales
http://www.sem
ana.com/nacion/
justicia/articulo/
426-militares-
han-sido-
detenidos-
ejecuciones-
extrajudiciales/1
02836-3
Antioquia y Meta son los
departamentos en que más casos
se han reportado, según un
documento de la Fiscalía
General conocido por
Semana.com. Del año 2002 al
2007, las investigaciones
pasaron de 10 a 370. Presidente
Uribe pidió solidaridad con
militares que van a la cárcel, por
razones del servicio,
injustamente.
Justicia
3 08/05/2009
Uribe dice
que
denuncias
por falsos
positivos
tienen
sesgos
ideológico
s
http://www.sem
ana.com/nacion/
seguridad/articul
o/uribe-dice-
denuncias-falsos-
positivos-tienen-
sesgos-
ideologicos/102
886-3
Seguridad
posición de Uribe
# Fecha: Titulo Link Prefacio Sección
4 12/02/2010
Uribe
solicitó
apoyo para
esclarecer
casos de
ejecucione
s
extrajudici
ales
http://www.sem
ana.com/nacion
/justicia/articulo
/uribe-solicito-
apoyo-para-
esclarecer-casos-
ejecuciones-
extrajudiciales/1
13042-3
El primer mandatario dijo que el
deber del Gobierno es proceder
con transparencia.
Justicia
5 03/06/2010
Fuertes
pullas de
Uribe
contra el
poder
Judicial
http://www.sem
ana.com/nacion
/justicia/articulo
/fuertes-pullas-
uribe-contra-
poder-
judicial/117511-
3
El presidente Uribe volvió a
arremeter contra la rama Judicial.
Al hablar sobre una supuesta
investigación contra el general
Freddy Padilla de León, por el
caso de los falsos positivos, dijo
que el terrorismo quiere ganar "a
través de los tinterillos que no
tienen limitaciones".
Justicia
posición de Uribe
# Fecha: Titulo Link Prefacio Sección
1 29/10/2008
"¡No
tenemos
por qué
callarnos!"
http://www.se
mana.com/na
cion/articulo/
no-tenemos-
que-
callarnos/119
304-3
Así lo asegura María Sanabria,
mamá de Stiven Valencia, uno
de los jóvenes de Soacha que fue
desaparecido, asesinado y luego
reportado por el Ejército como
muerto en combate. Dice que
seguirá buscando verdad y
justicia aunque las amenazas
continúen.
Nación
Versiones de los familiares
# Fecha: Titulo Link Prefacio Sección
2 16/01/2009
Familiares
de las
víctimas
de 'falsos
positivos'
alertan a
los jóvenes
de Soacha
http://www.seman
a.com/nacion/multi
media/familiares-
victimas-falsos-
positivos-alertan-
jovenes-
soacha/143123-3
Los familiares de las víctimas de
los "falsos positivos" de Soacha
narran su tragedia a estudiantes
de colegios de esa localidad
como una forma de prevenir a
los jóvenes.
Nación/mul
timedia
3 20/11/2009
Libres 17
militares
involucrad
os en
"falsos
positivos"
http://www.seman
a.com/nacion/artic
ulo/libres-17-
militares-
involucrados-
falsos-
positivos/111711-
3
Por vencimiento de términos, un
juez ordenó la libertad a 17
uniformados involucrados en la
desaparición y posterior
asesinato de jóvenes de Soacha,
Cundinamarca.
Nación
4 07/01/2010
Desapareci
dos en
Bogotá,
muertos en
combate
en Boyacá
http://www.seman
a.com/nacion/confli
cto-
armado/articulo/de
saparecidos-bogota-
muertos-combate-
boyaca/99137-3
En los próximos días regresarán
a Bogotá los cuerpos de dos
jóvenes que desaparecieron en
septiembre pasado y fueron
luego presentado por los
militares como muertos en
combate en Chivor, Boyacá.
Conflicto
Armado
5 14/07/2010
De
habitante
de Álamos
en Bogotá,
a muerto
en
combate
en Ocaña
http://www.seman
a.com/nacion/confli
cto-
armado/articulo/de-
habitante-alamos-
bogota-muerto-
combate-
ocana/96771-3
Jaime Castillo, quien vivía en un
barrio de clase media al
occidente de Bogotá, ciudad de
donde había salido tan solo una
vez, desapareció el 10 de agosto.
Apareció como guerrillero
muerto en guerra el 12 de agosto
en Ocaña, Norte de Santander.
Su hermana le contó a
Semana.com la triste historia.
Conflicto
Armado
Versiones de los familiares
Además de la matriz, aparecen los discursos específicos, con los cuales se relacionarán
los conceptos de guerra psicológica y biopolítica, transversalizado por el caso de los falsos
positivos.
Resultados
Denigración de la dignidad: “No andarían recogiendo café”7
Los términos con los que se expresa el mandatario de un país, un sujeto ostentoso de
poder, repercusiones, más aun cuando se reproducen sus palabras de manera acrítica,
desconociendo o aceptando las justificaciones dadas para la desaparición de la otredad.
Afirmaciones presidenciales como: “El Fiscal General de la Nación aseguró que los
jóvenes desaparecidos de Soacha fueron dados de baja en combate, no fueron a recoger café,
iban con propósitos delincuenciales y no murieron un día después de su desaparición, sino un
mes más tarde”8 genera lo que Van Dick (1999) denomina manufacturación del consenso, un
control discursivo de los actos lingüísticos por medio de la persuasión. (p.5)
Dicha manufacturación del consenso puede ser entendida en términos de la guerra
psicológica como aquellas operaciones que se realizan en una guerra con el fin de obtener la
victoria mediante el cambio mental de la población. Watson, 1975(Citado por Martín-Baró,
2003). Mostrando así una intencionalidad que, leída o reproducida de manera poco concienzuda
se desconocería las implicaciones subjetivas que traen los discursos ideologizados.
Hay aquí varios factores a tener en cuenta. Primero, es evidente la justificación de la
muerte del no deseado, buscando así también la muerte simbólica, esto para evadir el
esclarecimiento de los hechos e intentar cerrar los casos de manera que no se encuentre la
responsabilidad de los agentes del estado.
7 http://www.semana.com/opinion/articulo/silvia/113386-3
8 http://www.semana.com/nacion/conflicto-armado/articulo/uribe-aclara-no-sabe-jovenes-murieron-
combate/96005-3
Segundo, hay una constante necesidad de instruir en el psiquismo de las personas una mentalidad
del todo vale ante la confrontación armada. María Jimena Duzán es enfática al reconocer en las
políticas públicas de Uribe que “Su insistencia por obtener resultados en la lucha contra las Farc
hace rato traspasó los márgenes de una ética pública medianamente democrática. La política de
recompensas terminó llevándose de calle la norma y la ley y hoy se ha convertido en una fábrica
de producción de falsos positivos en los que para cumplir con la política de resultados, se ha
llegado al dantesco escenario del asesinato de jóvenes de familias humildes escogidos
estratégicamente en todo el país por parte de miembros del Ejército. Ese es el mismo gobierno
cuyo Presidente, en lugar de fustigar a los militares involucrados en semejante escándalo, los
premia nombrándolos en embajadas, como parece ser el caso del afortunado general Montoya
quien, según La W, se iría de embajador para República Dominicana.”9.
Debido a esta ideología del todo vale, se recoge de manera adrede aquellas personas que
por distintas características, se piensan como sujetos no deseados en sociedad, para así, crear en
el pensamiento colectivo factores que justifiquen también la muerte del civil.
Y tercero, la deshonra que genera para las víctimas de los falsos positivos y sus
familiares, que además de ser reclutado de manera indebida, también se les catalogue de
encontrarse al margen de la ley.
Así ocurrió con Alexander Quirama, para quien “En el reporte que leyó el juez del
informe del Ejército decía que mi hermano era un ‘reconocido delincuente de Boyacá”, dijo
Héctor Quirama (hermano). Alexander, de 31 años, difícilmente podía ser un ‘reconocido
delincuente’. En un reporte de la unidad siquiátrica del Hospital Meissen fechado el 29 de junio
de 2005 queda constancia que Alexander sufría desde los 6 años de una desviación bipolar
9 http://www.semana.com/opinion/articulo/el-legado-atajos/97328-3
afectiva y por eso estaba bajo medicación de drogas siquiátricas fuertes como Sinogan,
Lorazepam y Haloperidol, un antisicótico que se le da a los esquizofrénicos”10
.
La deshumanización de los sujetos es uno de los efectos psicosociales que se presentan
cuando de manera reiterada, se emplean dispositivos de guerra psicológica ante la población
civil. Barrero (2008) nos indica que “la deshumanización empieza cuando naturalizamos la
violencia política, cuando la incorporamos a nuestros procesos psicosociales y, lo que es peor,,
cuando gastamos toda la vida tratando de justificar el daño que hemos realizado contra otros”
(p.85).
Deshonra de las víctimas (Reserva del sumario) “Fue cuando la fiscal se puso a decirme, cuando
me dijo que sí, que Alex había muerto en combate con el ejército… Ya que su mece me está
diciendo eso, ahora le pregunto yo. ¿Cómo murió mi hermano? Ella dijo, el murió en combate
con el ejército entonces le dije yo ¿en combate con el ejército? Doctora, ¿y cuantas personas
murieron con él? Dijo, no, él murió sólo. Entonces yo le dije. Doctora, ¿y él sólo, con todo ese
cargamento? Y me dijo. Eso es reserva del sumario”11
Hay una tercera categoría de análisis y tiene que ver con los sentimientos que genera lo
acontecido en los familiares y allegados de las personas que fueron víctimas directas de las
ejecuciones extrajudiciales por agentes del Estado, Estado del cual se espera ser protegido.
En el caso de las madres de Soacha, por ejemplo, para quitarles su condición humana, se
parte desde el desconocimiento mismo de sus derechos y de la subestimación que a partir de los
discursos castrenses y de los gobernantes genera en el psiquismo.
10
http://www.semana.com/nacion/conflicto-armado/articulo/desaparecidos-bogota-muertos-combate-boyaca/99137-3 11
http://www.semana.com/nacion/multimedia/familiares-victimas-falsos-positivos-alertan-jovenes-soacha/143123-3
En cuanto a la deshumanización como efecto psicosocial de la guerra psicológica, además
de lo descrito anteriormente, Barrero (2008) también manifiesta que “Los rituales de guerra que
se practican sobre el cuerpo y la mente del sujeto instalan una nueva concepción de la condición
humana, donde los referentes de significación se construyen desde dispositivos de exclusión,
marginalización y negación de la diferencia.” (p.85).
Hace parte del proceso de deshumanización el proceder de la fiscal, quien argumenta y
repite que el joven Alex había muerto en combate, y cuando se le pregunta por los detalles, se
excusa en responder que es reserva del sumario.
“en reserva del sumario me he quedado, porque hemos tenido que luchar mucho para que
nos entregaran el expediente de mi hermano y pasarlo a la justicia ordinaria. No lo querían
entregar… después de que pasó a justicia ordinaria, resulto que el expediente de mi hermano se
perdió, que no encontraban el expediente, que por ningún lado estaba el expediente. Cuando me
mostraron la foto de mi hermano, él estaba camuflado y yo le pregunté a la doctora que mi
hermano que hacía. Que qué clase de paramilitar o guerrillero era. Y la doctora lo único que me
contesto fue. Reserva del sumario”12
En la misma vía del desconocimiento de los derechos, se refleja también otro caso de las
versiones de los familiares, en donde se presenta lo siguiente.
“Su hijo pasó de ser un estudiante de sexto bachillerato, al que su familia llamaba de
cariño ‘Chivito’, a ser parte de un supuesto combate, de una aparente victoria del Ejército. Él es
uno de los mal llamados ‘Falsos positivos’. Y María, de 52 años, una mujer que todos los días
llora la muerte de su hijo… La búsqueda de la verdad y la justicia no ha sido fácil. “Ha sido
12
http://www.semana.com/nacion/multimedia/familiares-victimas-falsos-positivos-alertan-jovenes-soacha/143123-3
imposible”, resalta María. Y es que en el caso de Jaime Stiven, su hijo, no se ha dado la primera
audiencia. Todo está en la Fiscalía de Cúcuta. El desánimo reina.”13
Se crea entonces cualquier tipo de obstáculos, se ambiciona agotar todas las esperanzas
de alcanzar la verdad y de encontrar los culpables, además que amedrantan a todos aquellos
quieren un mecanismo de justicia eficaz, donde no reine la impunidad, sino que se esclarezca y
se juzgue de acuerdo con la ley a los perpetradores.
Como deshora de las víctimas, se presentaron numerosos casos por la opinión pública.
Así lo refleja María Jimena Duzán con el siguiente relato.
Eran las tres y media de la tarde del fatídico sábado 6 de octubre de 2007, cuando
Villamil Rodríguez Figueroa, un joven de 20 años que trabajaba como jornalero, fue
detenido por unos soldados en el camino hacia su casa en el El Tarra, Norte de Santander.
"Su cédula, por favor", fue lo primero que le preguntaron. Él la mostró y aunque vio que
uno de los soldados se quedaba con ella, no se atrevió a protestar. "¿Tiene tarjeta
militar?" Él les dijo la verdad: no la tenía.
A los pocos minutos lo llevaron a un recodo de la carretera y caminaron por
unos 10 minutos. Uno de los soldados le informó que estaban reclutando jóvenes para el
Ejército y que iban a quedarse un rato más en ese paraje. Le dieron comida y agua, pero a
eso de las 9 de la noche el trato empezó a cambiar. Primero lo esposaron a una rama de
un árbol. Al cabo de unas tres horas lo soltaron y lo recostaron al tronco. "Acurrúquese",
le dijeron. Villamil Rodríguez no entendía lo que estaba pasando. El miedo y la oscuridad
de la noche le impedían no sólo moverse, sino pedir explicaciones. En esas condiciones
tan humillantes, la dignidad es lo primero que se pierde. Fue entonces cuando uno de los
soldados empezó a dispararle. Él sintió que su cuerpo se reventaba del dolor y cerró los
13
http://www.semana.com/nacion/articulo/no-tenemos-que-callarnos/119304-3
ojos a sabiendas de que aún seguía vivo. Uno de los militares se acercó. Le quitó las
esposas y lo zarandeó. Villamil contuvo su respiración para que lo creyeron muerto.
A los pocos minutos los militares partieron. Villamil Rodríguez, como pudo, logró
incorporarse, y malherido llegó hasta la Defensoría del municipio de El Tarra, donde
denunció lo sucedido. Inmediatamente fue trasladado a Ocaña. Allí se le prestó la
asistencia médica que urgentemente necesitaba -su brazo derecho estaba prácticamente
despedazado- y cuando pensaba que su suerte se le empezaba a enderezar, el 8 de
octubre, dos días después de que casi muere ejecutado por soldados en la mitad de la
noche, los militares en Ocaña presentaron ante la Fiscalía una denuncia en su contra,
acusándolo de ser guerrillero de las Farc.
Según la versión del Ejército, su cédula había sido encontrada en un charco de
sangre en una vereda donde días antes se había registrado un combate con la guerrilla.
Ese mismo día, el Ejército presentó a la Fiscalía a dos personas a que testificaran en su
contra. Se le abrió entonces un proceso por rebelión y terrorismo, y Villamil pasó de
víctima a victimario en cosa de minutos. Duró detenido un año entero hasta cuando pudo
demostrar la falsedad de todas las imputaciones que le hacían los militares y se demostró
que él había sido víctima de un montaje del Ejército. Uno de los que dieron testimonio en
su contra era un informante del Ejército y aparecía reseñado por haber recibido cinco
millones de pesos. La Fiscalía también probó que los militares habían alterado los libros
donde hicieron las anotaciones del caso de Villamil.14
El derecho legítimo sobre la vida. “Presidente Uribe pidió solidaridad con militares que van a la
cárcel, por razones del servicio, injustamente”.
14
http://www.semana.com/opinion/articulo/el-muerto-quedo-vivo/112008-3
Hay que recordar que uno de los principios básicos de la guerra psicológica es el trato a
los partidarios, quienes deben recibir compensaciones sociales, materiales y/o morales, de modo
permanente, a fin de garantizar su adhesión.
No es difícil reconocer todo el sistema propagandista efectuado por la política de
seguridad democrática de Uribe Vélez en cuanto a fundamentos como “Los héroes de Colombia
si existen”, también respecto a los dispositivos militares montados los puentes festivos en las
carreteras del país, con el objetivo de mantener una favorabilidad militar alta, recibiendo así las
compensaciones sociales, tan necesitadas para legitimar el accionar castrense.
Además de las compensaciones sociales, aparecen las materiales y las morales, entre ellas
se encuentra: recibir incentivos económicos, felicitaciones, permisos, licencias por el mes de
diciembre, asensos y especializaciones fuera del país por las bajas mostradas en combates, pero
no es solo eso, sino también, las brigadas que no mostraran bajas tenían sus respectivas
consecuencias en el folio de vida15
Aquí se hace pertinente introducir a Foucault, (2001) cuando en términos de biopolítica
como poder sobre la población, asevera que “lo que genera la noción de poder en el ejército, no
en términos de prohibición, sino en la búsqueda de eficacia y rendimiento, es un ejército como
productor de muertos”. (p. 241). Asimismo, Díaz (2012) afirma que “si bien es cierto que en un
sistema biopolítico se privilegia la vida de quienes lo constituyen, esto no excluye que se de
muerte a quienes se considere necesario con tal de conservar la vida que el soberano asuma es la
correcta” (p.177).
Hay entonces en un sistema biopolítico, legitimidad para que el gobernante elija quien
vive y quien muere, siempre y cuando signifique para los demás una especie de peligro biológico
(Foucault, 1998, p. 166), o que su vida no sea asumida como correcta o deseada.
15
http://www.elheraldo.co/nacional/por-incentivos-sin-auditoria-falsos-positivos-aumentaron-154-141382
Por otro lado, ante los hechos ocurridos y la innegable responsabilidad de los altos
mandos castrenses en las ejecuciones extrajudiciales, se hace evidente la entrada en operación
del tercer principio que nos propone Lira, que es el de confundir a la opinión pública con una ola
de noticias, verdaderas o falsas.
En distintas declaraciones, se reconocen compendios como “Uribe dice que denuncias
por falsos positivos tienen sesgos ideológicos… estamos obligados a denunciar que también hay
un cúmulo de abogados, pagados por organizaciones internacionales..., al servicio de hacer falsas
imputaciones a nuestra fuerza pública"16
, “Hablar de indagación contra el General Padilla es
sumamente grave. Es desestimulante para un general de la República que se le haga una
declaración preliminar…. es una presión indebida que le hace daño a la democracia y desquicia
al Estado de Derecho”17
“Así como hay violaciones de Derechos Humanos, que se conocen y se
sancionan, y que esperamos que sean cuento del pasado y se superen totalmente, también pululan
las falsas acusaciones…. Uno de los esfuerzos que tiene que hacer Colombia de inmediato, es
organizar la defensa judicial de nuestros soldados y policías. La falta de un Estado que los
defienda los desmotiva. Los desmotiva mucho en sus ingresos. La contratación de abogados para
cualquier defensa (con recursos propios) se constituye en una tragedia”18
Se evidencian aquí los procesos de quiebre y desintegración a los que hace referencia Lira
en la publicación de la ola de noticias, pues es claro que no hay una aceptación total de los
hechos, sino que, por el contrario, se desestiman y como consecuencia, genera estados de rumor
en cuanto a la veracidad de los hechos.
16
http://www.semana.com/nacion/seguridad/articulo/uribe-dice-denuncias-falsos-positivos-tienen-sesgos-ideologicos/102886-3 17
http://www.semana.com/nacion/justicia/articulo/fuertes-pullas-uribe-contra-poder-judicial/117511-3 18
Ante la intención revocada del esclarecimiento de los hechos por parte del estado, y la
exigencia misma de quienes fueron víctimas o defensores de los derechos humanos, la
biopolítica nos puede dar razones del porque el poder sobre la vida del otro, se ha vuelto un tema
de arduas complejidades para el gobernante. “Desde que el poder asumió como función
administrar la vida, no fue el nacimiento de sentimientos humanitarios lo que hizo cada vez más
difícil la aplicación de la pena de muerte, sino la razón de ser del poder y la lógica de su
ejercicio.” (Foucault, 1998, p.166).
Las acciones cívico-militares. “Hablar de indagación contra el General Padilla es sumamente
grave. Es desestimulante para un general de la República que se le haga una declaración
preliminar”, dijo Uribe en la misma cadena radial, donde también aseguró que “es una presión
indebida que le hace daño a la democracia y desquicia al Estado de Derecho”.19
Se lee en el discurso de Uribe una baja de moral para las fuerzas militares por abrir una
investigación seria en contra de un general de la república. Esto hace que se entienda que según
Uribe, operen mecanismos especiales para la investigación sobre los altos mandos.
En un país donde nos encontramos rodeados por los Héroes de la patria, se hace
inconcebible que se les quiera juzgar a altos mandos militares por infortunios ocurridos en la
guerra contra el terrorismo. Se pensaría así un discurso presidencial, al momento de encontrar
declaraciones como: “El terrorismo que está perdiendo en su osadía de destruir a Colombia ahora
quiere ganar a través de los tinterillos que no tienen limitaciones. Que no tienen limitaciones ni
en la ley ni en la ética”, dijo Uribe. 20
19
http://www.semana.com/nacion/justicia/articulo/fuertes-pullas-uribe-contra-poder-judicial/117511-3 20
http://www.semana.com/nacion/justicia/articulo/fuertes-pullas-uribe-contra-poder-judicial/117511-3
Hay entonces dos características de la guerra psicológica que son: primero, la
polarización del bueno y el malo. De los héroes de la patria que deben ser intocables y de los
guerrilleros, que además de acabarlos simbólicamente renombrándolos como terroristas, también
hay que exterminar de ellos, todo rastro de humanidad, matarlos. Segundo, “la realización de
acciones visibles que respondan a las necesidades de la población o que cambien la imagen
propia y del enemigo (acciones cívico-militares)” (p.232), que no se distancia de la polarización,
sino que, la complementa, realizando a su vez el cambio de la imagen propia y del enemigo.
Ahora bien, se reconoce también los descalificativos morales y éticos expresados en
contra de aquellos abogados que por distintos motivos, son representantes de personas víctimas
del estado, entre ellos los falsos positivos. Se evidencia aquí una disertación maniquea,
traspalándolos “al servicio de los terroristas, con la osadía de destruir a Colombia”.
Declaraciones como estas, interpuestas sobre personas en el ejercicio de su profesión, tiene
consecuencias sociales que son inevitables, pues son declaraciones del jefe de estado.
Conclusión.
Reconocer el fenómeno de los falsos positivos como dispositivos biopolíticos de guerra
psicológica, es entender las acciones políticas desde los presupuestos teóricos foráneos y locales.
Es hacer evidente que las acciones y los discursos están cargados ideológicamente y que las
consecuencias psicosociales van más allá de la relación victimario-víctima (directa o cercana),
sino que a través de los distintos medios de comunicación, permean el psiquismo y la mentalidad
de las personas, las posiciona y hasta manipula los discursos individuales.
Repetir de manera reiterada términos como: el terrorismo, nuestros héroes de Colombia,
la seguridad democrática, la desestimulación de las fuerzas armadas cuando se les sindica de
actos indebidos, etcétera, hacen parte de la manufacturación del consenso, de posicionar las
opiniones de todos y cada uno de los Colombianos, que de manera directa o indirecta, si no se
recibe la información con cierto recelo, se vuelven receptores sesgados.
Pasos para iniciar cambios relevantes, se deben de partir por desarmar las palabras, por
intervenir los calificativos que se impregnan a ese otro distinto, por humanizar la otredad,
reconocerlo como sujetos de derecho e inmersos dentro de la misma sociedad. Trabajo que no es
solo de los agentes del estado, sino que la población civil también debe de tomar partido de
manera activa, hacer consciente sus discursos y ser críticos ante la ola de noticias que a diario
nos invaden.
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