proyecto aire número n° 9 - soberanía tecnológica

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revista aire / número 09 Agosto 2013

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revista digital que aborda la temática “sustentabilidad socioambiental”, creada con el objeto de difundir y promover ideas, acciones y productos con valor, de y para la comunidad

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Page 1: Proyecto Aire Número n° 9 - Soberanía Tecnológica

revista aire / número 09

Agosto 2013

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Revista ProyectoAire | Aire 2.02

Es una revista digital que aborda la temá-tica de la sustentabilidad socioambiental, creada con el objeto de difundir y promover ideas, acciones y productos con valor, de y para la comunidad.Este proyecto es realizado por un colectivo de trabajo compuesto por profesionales de distintas áreas, motivados por la necesidad de abordar las problemáticas inherentes al consumo y sus impactos políticos, cultura-les, sociales y ambientales. Los contenidos de ProyectoAire se produ-cen partir de artículos periodísticos propios y de terceros (publicados por Webs y Blogs, principalmente), divulgando investigaciones científicas, debatiendo y promoviendo me-diante entrevistas y publicidad a los nuevos actores, productos y espacios afines.

¿Para qué ProyectoAire?

Para desarrollar y promover acciones que permitan al lector acceder a nuevos cono-cimientos y prácticas. Difundiendo ideas, nuevos espacios de consumo y produccio-nes alternativas a las imperantes. Para re-flexionar, investigar y criticar aspectos de la realidad del consumo y el contexto de la producción material y simbólica. Para articular los proyectos y potenciar los mensajes de todos aquellos que proponemos y trabajamos en la construcción de un mun-do mejor.

► Dirección: José Muñiz

► Edición: Daniela Dimov

► Coordinación Periodística: Santiago Nogueira / María Eugenia Frediani

► Comunicación: Verónica Méndez

► Redes Sociales: Giuliana Cervi / Yanina Macri / Rubén López

► Diseño: Antonella Bottegal

► Corrección: Luciano Sáliche / Ma. Emilia Terrén / Yanina Audisio / MDF Producciones

► Staff: Carlos Diez / Magdalena Elorza / Lu Gaitán /Florencia Miliukas / Axel Springer / El Squatt / Julia Varela / Guillermina Veronesi / Daniel Zakuski

► Arte de Tapa: Fernando Kopelman| geco.tumblr.com

► Fotos: Alexis Chattah | Buena Vida Photo Studio

Hacemos RPA

Correo de lectoreswww.revistaproyectoaire.blogspot.com.ar/p/contactanos.html Twitter@proyectoaire

Facebookwww.facebook.com/revistaProyectoAire

[email protected]

¿Qué es Proyecto

Aire?

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Esperando en vano estoy. Esperando en vano estás.

Ecocards: Tarjetas Sustentables.

EDITORIAL

LA COLUMNA VERTEBRAL

BUEN AIRE

04.

06.

09.

contenidos.

índice temático

p.12 Software Libre, una filosofía que trasciende los tecnicismos.

p.13 Un poco de historia.

p.14 Ningún software nace oprimido.

p.19 Software libre, Software social.

p.21 Software Libre: hacia el Socialismo del siglo XXI.

El mapa de la solidaridad: Quiero Ayudar.

Bután será el primer país con el 100% de su agricultura orgánica.

Yo, tú, él, nosotros, vosotros y también ellos comparten…

p.23 Alimentos: Soberanía y Seguridad.

p.25 El costo de la belleza.

p.28 La infantilización de las audiencias.

p.29 Nuevos intermediarios para el rock.

p.32 Es un sentimiento, no puedo parar... de vender y comprar.

AIRE 2.0

NUEVO AIRE

MÚSICA

DEPORTE

08.

12.

23.

29.

32.

NOTA DE TAPA | SOBERANÍA TECNOLÓGICA: SOFTWARE LIBRE

► Presentación de alternativas de consumo (circuitos, mercados, productos) del país y el mundo

► Investigación, divulgación científica y opinión

► Noticias destacadas, publicadas en blogs y webs

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Revista ProyectoAire | Editorial4

EDITORIAL //

Transitamos la era de las telecomunicaciones, la comu-nicación y la informática. En las ciencias duras y las sociales, en lo público y lo privado, en todos los planos de la vida más allá del cuerpo, desde distintos tiem-pos y lugares, la migración de los complejos y pesados andamiajes burocráticos a una burocracia re-codificada (pero no re-significada) a lo digital, virtual y en red-(ada) se ha transformado en un paradigma que ofrece eficiencia y eficacia para los procesos y efectiva seguri-dad en materia de datos.

En nuestro país, a mediados del siglo XX, tanto el Presi-dente Gral. Perón como más tarde el Presidente Frondi-zi, plantearon un cambio en la generación de recursos económicos dando un viraje en el rumbo de la matriz económico/productiva. Las divisas que ingresaban al país, a través del histórico modelo agroexportador, eran derivadas hacia un modelo microeconómico industrial, útil para sustituir importaciones y equilibrar así la ba-lanza comercial, pero también para la inclusión social a través del trabajo (cualquier similitud con la realidad no es casual).

Hasta principios de la década del ‘70 se lograron im-portantes avances, sobre todo en la producción de bie-nes y servicios locales, que dieron espacio al desarrollo científico local. Luego, con nuevos cambios de ruta en el modelo político-económico, de un incipiente desarro-llismo a un neoliberalismo extremo que implementó la dictadura cívico-militar, el desarrollo científico tecno-lógico fue desalentado. La sustitución de la producción nacional por la importación de bienes significó un fuerte retroceso y pérdida de la soberanía, especialmente la tecnológica.

Los vínculos de dependencia tecnológica se afianzaron mediante el mecanismo de patentes y licencias, a partir de los cuales se privatizaron los avances y descubrimien-tos científicos, así como sus aplicaciones a la produc-ción, la industria y el trabajo. Las grandes corporacio-nes trasnacionales encontraron el modo de apropiarse de los derechos de copia, reproducción y/o distribución tanto de los procesos o productos tecnológicos obteni-dos mediante la investigación desarrollada en el sector público como privado. Finalmente, el círculo vicioso de la dependencia se cerró sobre los países más pobres, imposibilitados así para invertir en desarrollo científico.

Actualmente, el escenario político y cultural nos po-sibilita replantear las decisiones gubernamentales vi-gentes, recientemente cuestionadas y parcialmente transformadas. Identificamos experiencias con poten-cial para alentar la praxis social que vaya detrás de un cambio en los hábitos e incluso creencias de los usuarios frente a las opciones de uso tecnológico dominantes.

Estado, Universidad y sociedad civil deben aunar fuerzas, trabajar en base a los principios éticos y morales distin-tivos de los impulsores del software libre. El triunfo más ovacionado no será la consolidación de sistemas operati-vos de código abierto. La verdadera satisfacción será dar un paso más en la conquista de la soberanía nacional. La sociedad y el software, siempre libres.

José Muñiz | Director

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Revista ProyectoAire | La columna vertebral6

Hay formas de la socialización, formas de adecuar nuestras acciones y con-ductas en el mundo, propias de un proceso civilizador que resiste al peligro de extinción. Sociabilidad de tipo dinosaurio. “¿Vivo?” Sí Susana, vivo.

Uno de sus resultados es la cultura del turno. En un mundo que promueve el derrumbe de todas las barreras que atentan contra la satisfacción de nuestros deseos y necesidades, encontramos una voz en el teléfono diciendo: “El doc-tor recién tiene turno para dentro de un mes.”

Silencio.

¿De qué hablamos cuando hablamos del turno?

El turno es el arancel correspondiente a la paciencia y la intención de concre-tar un encuentro, más allá del fin pretendido. La kriptonita de la sociabilidad. En esta forma de relación de poder, el amo dominante impone su agenda drás-tica y despiadadamente ante la demanda de un esclavo de la necesidad. Es una forma de dominación asociada al autoritarismo.

Es así que, considerando al turno como la postergación legítima de la satisfac-ción del deseo, encontramos otra forma de intervención imperialista.

Hace tiempo debió haber perecido, posibilitando la emergencia de algún tipo de mecanismo capaz de asumir valores que comprendan que detrás del pedi-do de tiempo para recibir atención hay una persona y una necesidad que no pueden esperar.

Mientras tanto, me empieza a doler algo más que la muela. No queda más que esperar.

Que nunca falten las salas de espera.

Hoy presentamos:

Esperando en vano estoy.Esperando en vano estás.

► La columna vertebral de Santiago Nogueira | twitter: @SantiagoSabado

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Revista ProyectoAire | Aire 2.08

aire 2.0

Quiero ayudar es un emprendimiento solidario sin fines de lucro que busca canalizar todos los impulsos solidarios en acciones concretas. A través de un mapa interactivo, busca conectar personas que están dispuestas a ayudar con aquellos que realmente lo necesitan.

► Leer más en www.quieroayudar.org

El mapa de la solidaridad: Quiero Ayudar

Bután está dando otro paso hacia una vida saludable y sostenible, el país está tratando de hacer la transición al empleo exclusivo de la agricultura ecológica, es de-cir, una agricultura 100% orgánica. Dos hechos acerca de Bután: fue el primer país en prohibir el consumo público y la venta de cigarrillos; además, utiliza la Felicidad Na-cional Bruta como una medida del progreso del país.

► Leer más en Ecocosas.

Bután será el primer país con el 100%de su agricultura orgánica.

De eso se trata una nueva tendencia de consumo que se llama Consumo Colaborativo, alias consumo grataro-la: consumir sin gastar. Puede sonar raro pero esto, que comenzó en EEUU y Europa después de la crisis, ya está entre nosotros hace tiempo.

► Leer más en Ronnie Arias.com

Yo, tú, él, nosotros, vosotros y también ellos comparten…

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Buen Aire | Revista ProyectoAire 9

Las tarjetas que presentás cuando querés que otra per-sona te recuerde pueden ser hechas con la caja de té que terminaste hace un rato: existe una empresa que hace tarjetas personales con cartón reutilizado.

Golosinas, té, arroz, galletitas dulces o cacao. Según Costanza Bardelli, el cartón que utilizan es el que los recuperadores urbanos descartan. Su socio y ella los juntan, diagraman un sello y le llevan el material a dos ONGs, donde un grupo de talleristas cortan y sellan cada tarjeta.

EcoCards es una empresa social que busca promover la reutilización de cartón. Coni y su socio reciben el pedi-do de tarjetas, diseñan un sello, acopian el cartón sufi-ciente para realizar la cantidad de tarjetas solicitadas, y llevan todos los elementos a dos fundaciones: Aser, que trabaja con jóvenes con problemáticas de adiccio-nes, y Puentes de Luz, una ONG en la que participan chicos y chicas con capacidades diferentes.

“La idea es que la cantidad de tarjetas que vos pidas, sea acorde a la cantidad que ellos pueden hacer en una hora. Si son 50 tarjetas en una hora, el límite es 50. Si es más, se pagarán más horas de trabajo. Queremos que ellos marquen el ritmo de la producción”, sostiene Costanza.

Cuando se entregan las tarjetas, también se entrega el sello con el que se imprimen: “si te quedás sin tarje-tas, podés acopiar cartón en tu casa y armar tu propio paquete de tarjetas. No dependés de la empresa para tener el producto, y además, reutilizás cartón.”

ECOCARDSTarjetasSustentables

buen aire

► por JULIA VARELA

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Revista ProyectoAire | Buen Aire10

SER CLASE B

Ecocards aspira a certificarse como una empresa B (B corp). Las empresas B son empresas como otras, pero clase B. Las tipo A son las tradicionales, las que conoce-mos todos: una empresa que busca tener el mayor ré-gimen de ganancia y, para ello, tiende a desproteger el medioambiente o a explotar a sus trabajadores. Las empresas B pretenden otra manera de hacer nego-cios y moverse en el mundo financiero. Ser una empresa

social, que tiene fines de lucro pero llega a él siendo responsable ambientalmente y cuidando a sus trabaja-dores. Esta no es solo una iniciativa local, hay empresas B por todo el mundo. En Argentina, las que cumplen con las condiciones de sustentabilidad, son acreditadas por Sistema B.

► Contacto: Costanza Bardelli | [email protected]

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ERevista ProyectoAire | Nota de Tapa12

El abordaje de la soberanía tecnológica se cen-tra en la capacidad de un país para desarrollar su industria, su seguridad, sus comunicaciones y todo aquello que involucre decisiones estraté-gicas o la ejecución de estas, teniendo en cuen-ta que la infraestructura en que se sostienen dependen de las tecnologías de la información. A lo largo de esta nota, te explicaremos cómo es posible ejercer esa “soberanía” hablando a través de su activo más conocido y tangible: el software libre. En la medida en que podamos ser capaces de diseñarlo y producirlo, nuestra capacidad soberana no estará sometida a la vo-luntad de monopolios globales como Microsoft.

Software Libre se refiere a la libertad de los usua-rios para ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software. De modo más pre-ciso, se refiere a cuatro libertades: • La Libertad de usar el programa, con cualquier propósito (libertad 0). • La Libertad de estudiar cómo funciona el pro-grama y adaptarlo a nuestras necesidades (liber-tad 1). El acceso al código fuente es una condi-ción previa para esto. • La Libertad de distribuir copias, que permite ayudar a nuestro vecino (libertad 2). • La Libertad de mejorar el programa y hacer pú-blicas las mejoras, de modo que toda la comuni-dad se beneficie. (libertad 3). El acceso al código fuente es un requisito previo para esto. Un programa es software libre si los usuarios tienen todas estas libertades. Así pues, se debería tener la libertad de distribuir copias, sea con o sin modi-ficaciones, sea gratis o cobrando una cantidad por la distribución, a cualquiera y en cualquier lugar. Ser libre de hacer esto significa, entre otras cosas, que no hay que pedir o pagar permisos.

Este movimiento apunta a generar software de mayor calidad continuamente -ya se trate de herramientas de trabajo como de juegos u otras aplicaciones- y, principalmente, a fomentar una actitud de colaboración y aporte constantes hacia el prójimo, llevando la ideología a otro nivel, que está claramente más allá del software en sí.Leé la nota completa aquí.

SOFTWARE LIBREUna filosofía que trasciendelos tecnicismos ► por PABLO TORTORELLA

En el ambiente de la computación existe, hace ya más de 20 años, lo que se conoce como “Software Libre”. Tal es la traducción al castellano de “Free Software”. Dejando de lado la ambigüedad entre “Gratis” y “Libre” que genera la palabra inglesa “free”, se habla definitivamente del concepto Libertad: libertad de elección, libertad de aprender de lo que hicieron los demás, libertad para saber lo que se hace con la información propia y para ayudar a todo aquel que uno quiera. Libertad de usar, reusar, copiar, regalar y modificar algo que vale la pena compartir.... Simplemente Libertad.

¿QUÉ ES EL CÓDIGO FUENTE?El código fuente de un programa informático (o software) es un conjunto de instrucciones que debe seguir la computadora para poder ejecutarlo. Esta-blece cómo funciona ese programa y qué cosas el usuario puede hacer con él.En el Software Libre, el código fuente es abierto, es decir, cualquier persona puede verlo. Si además sabe programar, puede modificarlo y hacer que ese programa tenga nuevas funciones o arreglar errores que pueda contener. Ese programador puede com-partir esta actualización con otras personas, que aparte de utilizarlo, pueden seguir mejorándolo.El ejemplo paradigmático del desarrollo del Soft-ware Libre es el sistema operativo Linux, el cual permite operar una computadora personal (de for-ma similar a lo que se puede hacer con Windows), desarrollado por colaboradores de todo el mundo desde su creación en 1991.

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Nota de Tapa | Revista ProyectoAire 13

En sus comienzos, el software se caracterizaba por partir de un modelo de desarrollo cooperativo, ya que fue generado en el ámbito universitario.

Hacia fines de la década del 60, en mayor medida, el software se producía de manera masiva por aca-démicos e investigadores que contaban con una estructura colaboracionista y ajena a la idea de un producto comercial. Esta forma de trabajo ge-neraba que los sistemas operativos se distribuye-sen libremente y recibieran soporte por parte de la misma comunidad de usuarios. El código fuente -el conjunto de instrucciones que debe seguir la computadora para ejecutar un programa- era dis-tribuido junto con el software, de manera que los usuarios pudieran modificarlo, corregir errores de programación o agregar nuevas funcionalidades.

Con el comienzo de la nueva a década surgieron compañías que comenzaron a cerrar su código a los usuarios, determinando así un producto con fines comerciales e incorporando el precio de venta.

A fines de la década del ‘70 y principios de los ‘80, compañías de producción de software empezaron a cobrar por sus licencias, comercializándolas como “Productos Informáticos” e imponiendo restriccio-nes legales a los nuevos desarrollos de software. Estos “Productos Informáticos”, ahora vistos como activos, se convirtieron en marcas registradas, con alquiler y/o compra de licencias, para las cuales regían derechos de autor. En 1976, Bill Gates mar-có un gran cambio en la Era Informática cuando es-cribió la famosa “Carta abierta a los aficionados”, enviando un mensaje directo acerca de los concep-tos con que se consideraban estos productos infor-máticos: lo que los hackers llamaban “compartir”, en su concepción era “robar”.

La adquisición y masificación de computadoras modernas vino acompañada de una limitación para los usuarios. Casi la totalidad del nuevo hardware se distribuía con un sistema operativo privativo, el cual forzaba a los usuarios a acep-tar condiciones restrictivas que impedían realizar modificaciones a dicho software.

Richard Stallman, habiendo tomado conciencia de las limitaciones que generaba la forma de pro-ducción empresarial -y reticente a todo aquello

UN POCO DE HISTORIA ► por CARLOS DIEZ

relacionado con el consumo o desarrollo de estos nuevos software propietarios con licencias res-trictivas- comenzó en 1984 a trabajar de forma independiente en el proyecto GNU (acrónimo re-cursivo que significa GNU No es Unix).

Un año más tarde fundó la Free Software Foun-dation (FSF), donde introdujo la definición de software libre y el concepto de “copyleft”, que desarrolló para otorgar libertad a los usuarios y para restringir las posibilidades de apropiación del software.

Hasta 1991, el proyecto GNU consistía en el desa-rrollo de programas de código abierto y gratuito, a modo de reemplazo de los ya existentes, para los sistemas operativos de código cerrado basa-do en UNIX (primer sistema operativo portable, multitarea y multiusuario, creado en 1969). Pero esto obligaba igualmente a los usuarios a tener un sistema operativo de código cerrado para poder utilizar los programas de GNU.

La falta de núcleo de sistema operativo (kernel) en el proyecto de Stallman significaba la no exis-tencia de un sistema operativo libre completo. Y aquí es donde entra en juego Linus Torvalds con su desarrollo del núcleo Linux, sobre el cual se podía trabajar de manera independiente. La com-binación del casi terminado sistema operativo de GNU y el núcleo Linux resultó en el primer sis-tema operativo completo de software libre: GNU LINUX.

En 1998, un grupo de individuos defendieron la idea de cambiar la expresión free software (soft-ware libre) por open source software (software de código abierto), debido a la ambigüedad del primero (en inglés, free significa tanto “gratis” como “libre”), haciéndolo poco atractivo dentro de la lógica mercantil. Este nuevo concepto im-plica que los desarrolladores de software pueden optar por publicar su trabajo bajo una licencia de código abierto, de manera que cualquiera pueda beneficiarse de él, crear modificaciones, compa-tibilizarlo con otros sistemas operativos o arqui-tecturas de hardware, compartirlo con otras per-sonas y comercializarlo, pero enmarcado dentro de los parámetros establecidos en sus términos de uso, modificación y redistribución.

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Detrás del hardware, la ideología. Sistemas ope-rativos y aplicaciones que regulan las actividades y rendimientos de nuestras herramientas tecnoló-gicas más modernas, configuran el ámbito de otra lucha por la soberanía cultural en el marco de la era de la información. El software es un objeto ideológico, que se va configurando como un inter-mediario estratégico para el desarrollo de socie-dades liberadas de las diversas formas de opresión vigentes. La apropiación del software, entonces, en el marco de la resistencia, crítica y ataque al paradigma liberal, es otra contienda que no debe ni puede ser ignorada en nuestros días.Si nuestra sociedad deposita progresiva e irre-flexivamente más responsabilidades sobre el uso de dispositivos regulados por software, debe dar-se la discusión en torno a qué tipo de software recurrir, por qué, cómo, quiénes… cuestiones bá-sicas de conocimiento para la construcción de una sociedad democrática y sustentable. En otras pa-labras: correr el velo tecno-ideológico que cubre el estado actual de las cosas.

TODO SOFTWARE ES POLÍTICO

El problema es con lo intangible. ¿Cómo demostrar la trascendencia política y cultural del asunto ante una sociedad que organiza sus prioridades asocia-das a la materialización exacerbada de las ideas?

“Yo estoy a favor de que las máquinas sean soberanas y no dependan de ninguna corpo-ración… No es fácil entender la libertad del

NINGÚN SOFTWARE NACE OPRIMIDO

La trama tecnológica que conforma a los sistemas operativos dista de ser inocente y apolítica. La sociedad construye y opera sus herramientas bajo mandatos teóricos que responden a diversas concepciones del orden social y cultural. RPA entrevistó a especialistas del tema para dilucidar qué hay más allá del hardware y los íconos de los escritorios virtuales.

software. Las reservas de Repsol ahora son de YPF, ahí es claro y tangible. Pero en el caso del software, al ser intangible, es más compli-cado comprender la soberanía tecnológica. Por ejemplo, en el fallido golpe de Estado al co-mandante Chávez en Venezuela se cortó toda la producción petrolera sin disparar un solo tiro, simplemente a través del software priva-tivo. Desde la central de Microsoft en Redmond bloquearon toda la industria petrolera, es ahí donde se ve si el software tiene ideología. Des-de ese momento la comunidad de software libre de Venezuela levantó todos estos sistemas.”

Esto lo cuenta Javier Castrillo, responsable de CENITAL (Centro Nacional de Investigación y Desa-rrollo de Tecnologías Libres) y del primer sistema operativo argentino, libre y sin ataduras: Huayra. El software se ha consolidado, silenciosamente, como una arena política vital para la lucha por la dominación y liberación de las sociedades. Ade-más de información, el software contiene defini-

► Nota: SANTIAGO NOGUEIRA

► Entrevistas: AXEL SPRINGER / JULIA VARELA / GIULIANA CERVI / TAMARA ZYLBERSZTEJN

PARA INICIAR PRESIONE UNA TECLA CUALQUIERA

► Fuente: www.thesimpsons.com

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Nota de Tapa | Revista ProyectoAire 15

tivamente poder político. De este modo emerge la pregunta por el ejercicio de ese poder. ¿Puede acaso un Estado constituirse como organizador legítimo y monopólico del orden social, desen-tendiéndose del control operativo de sus sistemas informáticos de gestión y participación política? El soberano debe ser capaz, debe tener la virtud de integrar esta cuestión social a la conciencia de la voluntad general.

¿Se puede concebir un Estado independiente, ejerciendo la soberanía política, económica y cul-tural si su burocracia informática es adquirida a corporaciones forasteras? Gobernar, software pri-vativo mediante, implica arriesgar la seguridad de la información generada, administrada y comuni-cada, haciendo peligrar cualquier tipo de acción política estatal. La libertad de los individuos, su integración como ciudadanos con derechos y deberes adquiridos no puede enmarcarse en un cuadro semejante. El Estado debe ser libre de opresiones externas a la voluntad del pueblo que lo compone, legitima y empodera a sus autorida-des. Las corporaciones tecnológicas privadas que van detrás de la dominación y control de los go-biernos deben ser desterradas. El fortalecimiento tecnológico de las naciones debe figurar, inexora-blemente, en sus programas de descolonización cultural frente a las coacciones políticas y econó-micas extrañas a sus intereses más genuinos.

MODO A PRUEBA DE FALLOS

No podíamos prescindir del hardware y los equipos, pero había alternativas en el caso del software. Siempre existieron las opciones de desarrollo propio y alternativo, y las bus-camos en productos que venían sin licencias. En realidad, el primer impulso fue la necesi-dad de reducir los costos y nos encontramos con alternativas muy maduras y buenas técni-camente, con muchas posibilidades de exten-derse. Nos interesó el hecho de que fueran de código abierto, de que pertenecieran a una comunidad que hable y acepte mejoras y cola-boraciones. Así fue como empezamos a buscar alternativas para sustituir productos licencia-dos e implementarlos en productos con menos riesgos… Nosotros nos acercamos al software libre a través de una necesidad económica pro-ducto de la crisis, y encontramos productos maduros que nos sirven para nuestros equipos. Pero además, nos encontramos con una filoso-fía que desde el punto de vista de la forma de producción y distribución, es muy parecida a nuestra filosofía.”

Esta historia, de cómo una organización social en-cuentra refugio en los brazos del software libre, seguramente pueda parecerse a otras tantas en aquellos meses de convulsión y escasez económi-ca de la temporada de verano iniciada en diciem-bre de 2001. El caso del Banco Credicoop, narrado más arriba por su gerente de informática, Pablo Recepter, evidencia la ineludible faceta econó-mica de este fenómeno, pero que bajo ninguna circunstancia puede desplazar a la filosófica. Los hombres hacen historia en circunstancias que le son dadas, impuestas “naturalmente”. Pero nada determina los resultados de su praxis. Ante la fal-ta de recursos, endeudarse es una opción, pero no la única. Apostar por la industria y el trabajo nacional, aun implicando grandes desafíos, es una opción viable y más que legítima.

“En el 2001 se produjo una situación de res-tricción muy grande en el presupuesto, espe-cialmente relacionado con los productos que venían facturados en dólares. Y a su vez, éstos eran escasos. Se produjo una situación que nos llevó a restringir todo lo posible el consumo de productos importados.

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fuerzos con otros actores. Uno de ellos es el site-ma educativo.

PROGRAMADORES DE LA LIBERTAD

Actualmente, la Universidad Tecnológica Nacio-nal es sin dudas un actor de vanguardia en este programa político y cultural que pregona la au-todeterminación tecnológica. Este año el Conce-jo Directivo de la Facultad Regional Buenos Aires (FRBA) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) aprobó el proyecto de “Soberanía Tecnoló-gica” en el que se declaró “de interés institucio-nal y educativo el uso, promoción e investigación para el desarrollo y enseñanza del software libre en la misma facultad y su integración en todas las áreas donde sea competencia la enseñanza y uso de las tecnologías de la información.

Andrés Bursztyn, actual Director de la Carrera de Ingeniería en Sistemas de la Información FRBA afirma:“Tenemos un compromiso y lo referencio a una obligación. Yo soy graduado de esta universi-dad, de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Información. Cuando yo estudiaba y cuan-do terminé de estudiar había ciertas metodo-logías, ciertos lenguajes de programación, o ciertos equipamientos que no existían. Pero al darme las bases conceptuales, yo hoy puedo tranquilamente trabajar o con este lenguaje o con esta tecnología que salió hace poco: por-que damos las bases conceptuales. El software específico lo usamos como excusa para reforzar la práctica desde un concepto. Eso nos da la apertura de hacer una actualiza-ción permanente del software. Se aprende un concepto relacionado con una herramienta. La práctica la podés hacer con varias herramien-

El giro en la concepción del rol de la economía en nuestra sociedad, del Estado como máximo responsable de su regulación, no puede darse sin re-adecuaciones en otras áreas. La producción tecnológica, software libre y programación a có-digo abierto, se impone como cuestión de Estado. A su vez, aquél no puede dejar de acompañar y resguardar las nuevas lógicas que se van constru-yendo y consolidando en otros campos. Es incohe-rente planificar acciones de gobierno que vayan detrás de la recuperación soberana de la praxis política, si sus estructuras digitales se configuran mediante los comandos de empresas transnacio-nales, íntimamente vinculadas a los grupos eco-nómicos y políticos que conciben al Mercado como gerente de los recursos económicos y culturales de los pueblos.

Para que quede claro: dime qué software utilizas, y te diré quién eres. Esta elección no es inocente y mucho menos en los niveles de responsabilidad cultural que hacen a los organismos públicos de gestión. El sistema operativo seleccionado deter-mina la relación social de la que es intermediario. La determina definitivamente, ni siquiera ejerce un condicionamiento. El software privativo asigna roles bien marcados, disciplina rígidamente a los usuarios que son sometidos, o que aún se someten “voluntariamente” a su lógica. Entendemos, en-tonces, que las administraciones públicas deben no solo alentar, sino también estructurarse bajo los principios filosóficos y culturales de los siste-mas operativos abiertos.

La soberanía es una condición plena, jamás par-cial o fraccionada. Los Estados no deben habilitar a las corporaciones transnacionales de la industria tecnológica a que los dominen; son ellos los que deben dominar a las corporaciones. Aquellas cues-tiones centrales que hacen a la regulación de la comunidad al amparo del Estado, deben ser regu-ladas principalmente, y en algunos casos monopó-licamente, por éste. Solo el software libre asegura la verdadera libertad de los usuarios. El software privativo asegura la libertad de consumo. Bien sabemos que esta última es de tipo condicional, accesible a quienes pueden pagar la fianza que es-tablezca la jurisprudencia del mercado de bienes materiales… y simbólicos.

¿Cómo construir soberanía? ¿Es una tarea exclu-siva del Estado? ¿De qué manera legitimar esa construcción, cómo consolidarla? Entendemos que el mencionado órgano ejerce una tarea central y primordial, pero que debe sustentarse y aunar es-

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Nota de Tapa | Revista ProyectoAire 17

tas, porque siempre la podés hacer con más de una (cuando digo herramienta, me refiero al software). Lo que no concibo es que vos hagas uso de soft-ware comercial por desconocimiento de que existe la alternativa.”

La reflexión de Bursztyn identifica la clave del éxito en el camino de la liberación hacia nuevos sistemas: la liberación de los datos. Valora el es-fuerzo del gobierno argentino en pos de instalar en la agenda la disponibilidad de los datos:“Generar esa conciencia en cada una de las instituciones gubernamentales, para que no solo se trate de software libre, sino de datos abiertos. Porque esto es lo importante, yo pue-do utilizar una herramienta, un software libre, pero… ¿y los datos? Si los datos los guardo en el motor de un software propietario, me estoy perdiendo una parte.Conozco que hay muchas iniciativas, en este último año particularmente desde entidades gubernamentales, tanto ciudad, provincia y nación, para generar no solo conciencia sino compromiso de utilización.Me parece que el concepto de soberanía tiene que ver más con los datos que con el software.”

Podríamos empezar a esquematizar el estado de las cosas del siguiente modo: el Estado puede y debe marcar las leyes del juego, disponiendo el uso de sistemas operativos construidos en base a la libertad, solidaridad, trabajo comunitario y solidario. Bien. Pero un nuevo software demanda nuevas mentes, nuevos usuarios. La costumbre, las reglas de juego impartidas desde el sector privado no se adecúan a estas herramientas. Insistimos, si cambia la escenografía, los actores que quedan en escena deben ser re-instruidos. Volvemos a lo que proclamaba Bursztyn: saber usar los conceptos. En la misma línea se pronuncia Castrillo:“Para nosotros la informática en la escuela es programar y no ofimática, como se enseña hoy en día debido a la “ayuda” de las corporaciones. Así era cuando yo tuve informática en la escue-la: programar. En Huayra incluimos un montón de herramientas de desarrollo de software que viene con las netbooks: desde programar apli-caciones con base de datos, webs, de ventanas, frameware para el desarrollo de videojuegos, de consolas. Hay un montón de herramientas de desarrollo de programación y anexas, por ejem-plo para HTML, CSS, THP, gráficos vectoriales, edición de imágenes, íconos. Inclusive te podés

hacer tu propia película en 3D tipo Toy Story. Desarrollamos Huayra desde Huayra.”

Se trata de una cuestión trascendental. El soft-ware libre, no privativo, posiciona a los usuarios como creadores, sujetos capacitados para desa-rrollar. Se trata de despojar la interfaz impuesta por los sistemas de códigos cerrados que pregonan por un usuario mecanizado, limitado a repetir al infinito las mismas operaciones. Una y otra vez.

Liberar el software es liberar las conciencias, es dar rienda suelta a comunidades que trabajan mancomunadamente cuestionando el orden de modo permanente, buscando la mejoría constan-te, la optimización; todo en un contexto de tra-bajo colectivo, fraternal y solidario, donde las je-rarquías se van disipando. Suena utópico, pero es real. Quizás intangiblemente real, pero real al fin.

ACÁ ESTÁ EL SOFTWARE PARA LALIBERACIÓN

Según Castrillo, el desarrollo del software libre significará desalentar la reproducción de un “sis-tema privativo para garantizar cuestiones de seguridad informática, pero también significa independencia tecnológica: se trata de un soft-ware que podemos adaptar, manejar. En ello pueden trabajar colaborativamente universi-dades, docentes, estudiantes, desde cualquier lugar de la Argentina. Una cuestión de costos. En lugar de pagar licencias de uso, el recurso es para el desarrollo, y ese capital intelectual queda en el país.”

La incorporación del software libre a través del plan Conectar Igualdad alienta a la transforma-ción de la matriz de producción y reproducción tecnológica y desalienta la inserción del software privativo en el ámbito de las escuelas.

Concluyendo, si alentamos a una transformación in-tegral hacia un software libre, colaborativo e inclu-sivo, sin dudas estaremos asistiendo a un verdadero proceso de emancipación de nuestro pueblo.

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A diferencia del modelo individualista-competiti-vo propio del capitalismo, que persigue el lucro y la acumulación individual por sobre el bienestar comunitario, el concepto de Economía Social y Solidaria (ESS) se basa en la idea de solidaridad.

El objetivo de los sistemas productivos y distribu-tivos de la ESS no es generar y acumular capital, sino resolver en conjunto las necesidades y deseos de los ciudadanos. Pone a las personas y su traba-jo en el centro del sistema económico, conside-rando a los mercados como instrumentos siempre al servicio del bienestar de todas las personas y de la reproducción de la vida en el planeta.

El Software Libre (SL), que parte de una serie de libertades que permite al usuario cooperar con sus pares y compartir su conocimiento, tiene en sus propias bases de constitución la filosofía e ideas que sostienen a la Economía Social y Soli-daria, en contraposición al modelo acumulativo capitalista.

José Massón, miembro de la cooperativa de servi-cios de software libre gcoop, nos explica de for-ma clara por qué eligen conformar una organiza-ción de este tipo para desarrollar su negocio: “El trabajo cooperativo y los fundamentos en los que se basa la programación de código abier-to plantean los ideales de sociedad que gcoop pretende. Sin patrones ni explotados, sin un monopolio del conocimiento y sin mercantiliza-ción del saber, donde no prime el poder desde arriba. gcoop busca y trabaja en pos de una sociedad justa, con relaciones equitativas y en la que todos participen directamente.”

Estos conceptos son el eje de constitución de las

SOFTWARE LIBRE,SOFTWARE SOCIALRPA entrevistó a dos representantes del cooperativismo en Argentina: Pablo Recepter, Gerente de Informática del Banco Credicoop, y José Massón, miembro de gcoop, una cooperativa de soft-ware libre. Ellos nos cuentan por qué el Software Libre (SL) se ha convertido en parte integral de la administración de su negocio, en un caso, y por qué el cooperativismo es la forma ideal de emprender un servicio de este tipo, en el otro. Todo esto enmarcado en un modelo diferente de pensar los intercambios económicos, el de la Economía Social y Solidaria.

cooperativas, una de las formas de organización de la ESS (junto con las mutuales y las asociaciones).

Una cooperativa es una empresa que le pertene-ce a todos sus trabajadores (socios o co-propieta-rios), cuyo funcionamiento se gestiona de forma horizontal y democrática: las decisiones se toman en conjunto y las ganancias se reparten en for-mas iguales entre los socios (muy diferente a las empresas en las que los dueños son solamente aquellos que aportan el dinero y los insumos para hacer funcionar el negocio -capital-, y concentran las ganancias obtenidas gracias al trabajo de sus empleados, quienes solamente reciben un salario preestablecido).

Por otra parte, Pablo Recepter, Gerente de Infor-mática del Banco Credicoop (un banco cooperativo) relata cómo el software libre se presenta como la herramienta de gestión informática que mejor re-presenta los valores organizacionales cooperativos.“Nosotros nos acercamos a la posibilidad de

► Nota: DANIELA DIMOV / SANTIAGO NOGUEIRA | Entrevistas: JULIA VARELA / TAMARA ZYLBERSZTEJN

► Pablo Recepter: Gerente de Informática del Banco Credicoop Foto: Alexis Chattah

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utilizar software libre a partir de una necesi-dad económica, como producto de la crisis, y encontramos productos maduros que nos sir-ven para nuestros equipos. Pero también nos encontramos con una filosofía particular en el modo de producción de software y la forma de distribución, que tiene relación con nuestra fi-losofía de trabajo basada en la colaboración, el apoyo mutuo, la solidaridad, el bien común. Y esto se refleja cuando ponemos el producto enmarcado en el concepto de propiedad social, distinto al de propiedad privada, sin buscar apropiarnos del conocimiento y de lo que for-ma parte de la cultura y la propiedad de toda la sociedad.Nos encontramos con una alternativa que filo-sóficamente se parece mucho a lo que nosotros proponemos, con la cual nos sentimos muy có-modos. A través de esas alternativas filosóficas se puede ser eficiente, se puede ser productivo y brindar iguales o mejores servicios que so-bre la base de mecanismos basados en el fin de lucro. Para nosotros, empujar y favorecer el crecimiento de estas alternativas forma parte del accionar cooperativo y el apoyo a la eco-nomía social en el sentido de que son ejemplos válidos para toda la sociedad. Se puede ser eficiente, se pueden generar productos de cali-dad, se puede competir, e incluso en el merca-do, con objetivos que no son los de ganar más plata y los de esconder el conocimiento, sino compartirlo y crear productos que le sirvan a la sociedad. Y además, sobre esa misma filo-

sofía se pueden generar modelos de negocios, formas de trabajo que mejoran la vida diaria.”

La elección del software libre no responde sola-mente a la comunión filosófica entre una entidad y el modelo de producción de los sistemas opera-tivos de código abierto. Sectores que responden a otro tipo de lógica, vinculada explícitamente con la generación de ganancias y acumulación de ca-pital, recurren a esta herramienta. Comenta Ja-vier Castrillo -responsable del CENITAL y Huayra-que incluso las grandes empresas se vuelcan por el software libre: “El paradigma más grande es Google, que desarrolló su propio sistema ope-rativo sobre Linux y muchas aplicaciones están liberadas. En los bancos y en donde se mane-ja información crítica, todos utilizan bases de datos o servidores webs. El banco Credicoop funciona completamente con software libre. Inclusive las aplicaciones de los módulos espa-ciales de la NASA usan Linux. Prácticamente, no hay empresa que no use Linux.”

Así las cosas, arriesgamos: el software será libre, será social, o no será nada.

► Fuentes:Pérez de Mendiguren, J. C., Etxezarreta Etxarri, E. y Guri-di Aldanondo, J.: ¿De qué hablamos cuando hablamos de Economía Social y Solidaria? Concepto y nociones afines, XI Jornadas de Economía Crítica, Bilbao 2008.

“Cooperativismo y Software Libre”, en www.gcoop.com

► Ilustración: www.gcoop.coop

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El pilar de este nuevo proceso fue el Decreto 3.390, emitido el 23 de Diciembre de 2004 por el presidente Chávez, el cual establece oficialmente el empleo prioritario de Software Libre en todos los órganos de la Administración Pública venezo-lana, así como la promoción de su uso en todo el país. Como parte de esta nueva política, se asignó al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación la tarea de desarrollar un sistema operativo público. El resultado fue el Canaima, distribución venezo-lana de GNU/Linux, destinado a ser implementa-do tanto en la Administración Pública como en las computadoras del Proyecto Canaima Educativo, el cual distribuye computadoras portátiles a todos los niños en edad escolar. Otra estrategia empleada consistió en el desarrollo de plataformas virtuales que permitieran que organizaciones comunitarias, ciudadanos y militantes del Software Libre partici-pen de forma colaborativa en el desarrollo de sus propios sistemas informáticos para satisfacer las necesidades específicas de los usuarios.

Diciembre de 2002 encontró a Venezuela enfren-tando uno de los momentos más críticos de los úl-timos años. La modificación de la distribución de la renta petrolera y la nacionalización y reestruc-turación de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), realizadas por el entonces presidente Hugo Chávez, provocaron el estallido de los sectores venezola-nos más conservadores. Opositores al gobierno de Chávez, en articulación con representantes de intereses estadounidenses, convocaron a los tra-bajadores del petróleo a adherir a un paro en las actividades, deteniendo la producción y los buques transportadores. La maniobra entrañaba claras in-tenciones desestabilizantes y tenía como objetivo principal lograr poner fin al gobierno de Chávez.

Uno de los papeles centrales en el sabotaje fue desarrollado por Informática, Negocios y Tecnolo-gía, S.A. (INTESA), empresa que proveía entonces los sistemas informáticos y de automatización uti-lizados en PDVSA, conformada además en un 60% por acciones estadounidenses. Durante el conflic-to, INTESA manipuló las claves de seguridad que permitían acceder al sistema y a los datos de la empresa, evitando que los trabajadores que no se plegaron al boicot pudieran ingresar al sistema y lograran así reanudar el trabajo y reactivar las válvulas y los sistemas de llenado.

Es imposible entender el desarrollo que ha teni-do lugar en Venezuela en relación a la Soberanía Tecnológica y el Software Libre por fuera de este conflicto. El sabotaje puso en relieve el rol central de la tecnología y, particularmente, del software, a la hora de disputar y fortalecer la Soberanía Na-cional. Este hecho no escapó al conocimiento del gobierno venezolano, el cual promovió, a partir de entonces, diversas medidas para la generación de sistemas informáticos nacionales desarrollados bajo Estándares Abiertos.

Software Libre: hacia el Socialismo del siglo XXI ► por MADI ELORZA

El gobierno venezolano impulsa medidas que apuntan a favorecer la producción colectiva y parti-cipativa de alternativas al software privativo para ser empleadas en la Administración Pública.

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A pesar de estos avances, sin embargo, el proce-so de migración del software privativo al sistema abierto aún no ha sido completado. Diversas orga-nizaciones venezolanas vinculadas al movimiento de Software Libre se han manifestado disconfor-mes con el insuficiente grado de cooperación del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Lo cierto es que el éxito en la implementación de este nuevo modelo plantea dificultades y depende de diversos factores, entre los que se encuentra la aceptación y predisposición de los usuarios a implementarlo -lo cual, como en todo proceso de transforma-ción, encuentra resistencias- y, en igual medida, el acompañamiento de los órganos gubernamen-tales en el proceso y el incentivo constante en investigación e innovación.

La implementación del Software Libre responde a la decisión política del gobierno de desarrollar un recurso estratégico clave. En lo económico, apun-ta a fomentar la industria y aumentar su compe-titividad, tanto en la producción de aplicaciones listas para utilizar como en la oferta de servicios de mantenimiento y soporte técnico, instalando

así un nuevo modelo de negocios, orientado a ser-vicios. El objetivo es lograr verdadera indepen-dencia tecnológica y una transformación cultural que permita ejercer soberanía sobre la informa-ción estratégica para el pueblo venezolano e im-pida que se repita un sabotaje como el que tuvo lugar durante el paro del petróleo.

En Venezuela se asiste a la reivindicación de la fi-losofía del Software Libre como una filosofía para la liberación, la democratización del conocimien-to y del acceso a la información. Como una forma de construir el Socialismo del siglo XXI.

Se cristaliza, en definitiva, una concepción –al-ternativa a la concepción capitalista- acerca de cómo debe ser el desarrollo socioeconómico: la adquisición de la soberanía -en este caso, la tecnológica- no debe darse de cualquier forma, sino que, necesariamente, será el resultado de la puesta en práctica y el desarrollo de tecnologías libres, y de la construcción colaborativa, partici-pativa y colectiva de conocimiento.

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En esta oportunidad, nos abocamos a desmembrar dos términos que, con mucha frecuencia, han sido conside-rados sinónimos, cuando en realidad uno integra al otro: Seguridad y Soberanía Alimentaria.

En un primer momento surge el concepto de Seguridad Alimentaria, que incluye 4 dimensiones: la Disponibi-lidad de alimentos (años ´80), el Acceso a los mismos (años ´90), la Utilización por medio de una alimenta-ción adecuada (año 2000) y la Estabilidad de los alimen-tos como garantía de un flujo constante con el paso del tiempo. Luego, en una visión más integral, al situar el problema alrededor del compromiso político y las polí-ticas públicas, el concepto se refuerza y se postula que debe garantizar 3 condiciones: Autonomía (producir los alimentos básicos que se consumen); Sustentabilidad (el modo de producción no debe comprometer la producción futura); Equidad (verificar el acceso digno de todos a los alimentos adecuados). Se trata de un concepto en cons-trucción que gradualmente se va complejizando a partir de nuevos conocimientos, del análisis de sus determinan-tes y del surgimiento de nuevos problemas o retos a nivel mundial y regional.

A partir del desafío de garantizar alimentos para todos, de manera sustentable y cuidando los recursos materia-les, nace el concepto de Soberanía Alimentaria como aporte de la Cumbre Mundial de la Alimentación (Roma 1996) de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura), efectuando un cambio histórico en el enfoque prevaleciente sobre hambre y alimentación, y pretendiendo diferenciarlo del concepto de Seguridad Alimentaria (acuñado históricamente por el anterior or-ganismo).

En su definición, la Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos, comunidades y países a definir sus propias políticas agrícolas, pesqueras, alimentarias y de tierra que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias únicas. Esto incluye el verdadero derecho a la alimentación y a producir los ali-mentos, lo que significa que todos los pueblos tienen el derecho a una alimentación sana, nutritiva y cultural-mente apropiada, y a la capacidad para mantenerse a sí

ALIMENTOSSoberanía y Seguridad ► por GUILLERMINA VERONESI

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Revista ProyectoAire | Nuevo Aire24

mismos y a sus sociedades (Junio 2002, Foro de ONG/OSC para la Soberanía Alimentaria, Roma).

La diferencia más sustancial es el punto de partida y la concepción de persona, ya no pensada como beneficia-rios o sujetos con necesidades que deben ser asistidas sino como sujetos de derechos, titulares de derecho a prestaciones y conductas.

Asimismo, la Soberanía Alimentaria es la respuesta para construir un nuevo modelo alimentario, que rompa la ac-tual agricultura industrial globalizada que desde hace ya muchos años ha perdido su propósito inicial de ser un medio de vida y proveer alimentos a la población.

Propone retomar una agricultura ligada a la tierra, res-petando ritmos y necesidades, entendiendo que somos parte de la naturaleza, por lo cual ésta no es un recurso a explotar. La idea y objetivo concebidos desde este pa-radigma es ganar todos y no solo unos pocos, ya que la Soberanía Alimentaria reprocha, por ejemplo, la impor-tación de alimentos baratos o las donaciones de los paí-ses ricos, que muchas veces generan efectos negativos en la producción y en la población rural de los países su-puestamente “beneficiarios” de la “ayuda”, haciéndolos dependientes de ésta.

Dos puntos fundamentales a destacar desde el concepto de Soberanía Alimentaria: la defensa de la salud, dado que la agricultura campesina aporta mejores alimentos desde el punto de vista nutritivo, y el enfoque de género resaltando a las mujeres en esta lucha, poniéndolas en igualdad de condiciones respecto de los hombres.

¿HACIA DÓNDE VA LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS?

• Asegurar la dignidad y las formas de vida del campesinado.

• Ser proveedora de alimentos sanos y de calidad.

• Permitir a las pueblos campesinos empobrecidos del Sur retomar su vida con dignidad, erradicando el ham- bre y la pobreza.

• Ayudar a la incorporación creciente de personas a la actividad agraria.

• Ser motor de una nueva economía social, relocalizada y sostenible; fuera de los movimientos especulatorios y financieros.

• Mantener prácticas agrarias y alimentarias que asegu- ran la salud del Planeta.

• Desarrollar y fortalecer las alianzas entre organizacio- nes que luchan por un mundo rural vivo, además de crear vínculos entre la población agraria y urbana.

• Recuperar conocimientos campesinos y de la cultura alimentaria de todos los pueblos.

• Asegurar un Planeta rico, con biodiversidad de especies animales y vegetales.

VALORES AÑADIDOS DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA:

► Jean-François Millet, Las Espigadoras (1857)

¿Querés saber más sobre la Soberanía Alimentaria? No dejes de ver la

Edición N° 6 de Revista ProyectoAire.

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Nuevo Aire | Revista ProyectoAire 25

EL COSTO DE LA BELLEZA

¿Alguna vez te pusiste a pensar cómo es que un produc-to de belleza no causa irritación? ¿Qué significa que el shampoo que la bella actriz promociona sea “Dermatoló-gicamente testeado”?

La verdad es que TODOS (sí, todos) los productos cos-méticos, así como los de limpieza que comercializan las grandes empresas como Unilever, Procter & Gamble, Johnson & Johnson y tantas otras, someten a preciosos animales a pruebas crueles en sus laboratorios. Esos ani-males son obligados a participar de experimentos don-de se los viviseccionan, se les ponen sustancias en los ojos dejándolos ciegos, se los mutila, se les cortan los miembros, se los obliga a ingerir distintas sustancias y se los hace adictos a ellas. Son sometidos a temperaturas muy bajas y dejados en la oscuridad total, sin comida ni agua. A no confundirnos, no se trata de que los anima-litos de laboratorio (gatos, perros, conejos, monos, ra-tones) sean tratados mejor, que sean alojados en jaulas más grandes, que les pongan anestesia para que sufran menos y que sus muertes sean menos dolorosas. ¿Por qué tendrían que someter a los animales a eso? ¿Solamente

► por LU GAITÁN

para que nuestros cabellos brillen más? ¿Solamente para que la crema antiarrugas oculte el irrefutable y biológico paso del tiempo? Más allá de estas inconcebibles prue-bas, el asunto de fondo son los modelos de belleza. Pero ese es otro debate.

Muchos pensarán que es mejor hacer esas pruebas en animales que en humanos. La respuesta a eso es que hay una incidencia muy baja de enfermedades que puedan darse tanto en animales como en humanos. Además, los productos cosméticos siguen conteniendo una cantidad increíble de químicos que intoxican el organismo y que muchas veces se ven asociados a la aparición de distintos tipos de cáncer. Revisemos las etiquetas, investiguemos. Methylparaben, Propylparaben, Butylparaben, Phthala-tes, Propylene Glicol, Sodium Lauryl Sulfate, Diethano-lamine (DEA), son algunos de los componentes que no deseamos que estén en nuestro organismo, pero están en los productos que aplicamos sobre nuestra piel y pelo. Y de ahí, directo al torrente sanguíneo. Resulta difícil aceptar esas pruebas de laboratorio a las que se ven so-metidos algunos seres vivos, sin ningún resultado aparen-

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The Campaign for Safe Cosmetics (Campaña por los Cosméticos Seguros) es una organización que tiene el objetivo de proteger la salud de los consumidores y trabajadores exigiendo a la industria de la salud y de la belleza que eliminen los componentes químicos ligados al cáncer, defectos de nacimiento y otros problemas de salud, y los reemplacen por sustancias más seguras.

Crearon Skeen Deep, una base de datos en la que se puede obtener információn de los componentes de los productos de cuidado personal que utilizamos a diario y conocer cuáles son más peligrosos para nuestra salud. Se puede buscar por marca o por componente.

Te acercamos una Lista de productos no testeados en animales en Argentina, cortesía de Anima Naturalis

► www.animanaturalis.org

En solo 8 minutos Annie Leonard te explica de qué va la industria de los cosmética.

► Para ver el video ingresá en http://vimeo.com/18669494

temente positivo. Sin embargo, esos componentes siguen estando en los productos que utilizamos. Entonces, ¿por qué lo hacen? El paradigma cientificista que nos atravie-sa considera que la Naturaleza no es una entidad viva y por ello es considerada una subsidiaria del consumo del hombre moderno. Pareciera que existe para que noso-tros, la mayor expresión de evolución del Cosmos, nos aprovechemos de ella y podamos explotarla, dominarla, agredirla.

La Unión Europea prohibió en el mes de marzo de 2013 este tipo de experimentación. Esta ley tiene espacios os-curos como, por ejemplo, la prohibición del testeo en animales para productos vendidos dentro de la Unión Europea, pero esa restricción no aplica para la venta en otros países. De todas maneras, implica un recono-cimiento de la importancia de esta temática. Hasta que esto suceda en Argentina, resulta necesario saber que hay marcas que no testean en animales. Por ejemplo, Weleda y Natura. Son más caras pero su calidad es in-finitamente mejor. Eso no significa que no utilicen, en algunos casos, los componentes químicos mencionados anteriormente. De ahí deriva la necesidad de leer las eti-quetas. Además, en las cooperativas y los mercados de intercambio justo también hay productos de cosmética y limpieza que no fueron probados en animales. Siempre existe la opción de probar distintos preparados con los ingredientes que están en nuestras casas. El vi-nagre y el bicarbonato de sodio son grandes aliados y tienen múltiples aplicaciones en la limpieza personal y del hogar y no dejan mal olor. El azúcar y el limón pue-den servir para exfoliar la piel. La palta puede hidratar y nutrir la piel y el cabello. Todo al alcance de la mano y sin generar residuos plásticos.

Ahora que ya sabemos lo que significa “Dermatológica-mente testeado” resulta difícil mirar para otro lado a la hora de elegir los productos que utilizaremos. Sería necesario entonces apostar al circuito de los productores locales y sustentables que promueven el consumo cons-ciente y con elecciones basadas en la información.

Y yendo un poco más profundo, la alimentación rica en frutas, verduras, cereales, legumbres y semillas, de ser posible, de producción orgánica, tiene todos los nu-trientes que necesitamos para la salud y belleza de todo nuestro organismo. Si nuestros sistemas digestivos están intoxicados por los alimentos que consumimos, si dormi-mos poco, si estamos estresados, no existirá shampoo ni crema hidratante que pueda darnos un cabello hermoso y fuerte, y sobre todo, el brillo en la mirada de una vida feliz y en armonía con el entorno.

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Si echamos un rápido vistazo a un anuncio publicitario, nos daremos cuenta de inmediato que éste busca susci-tar impacto visual y emocional, mostrándonos imágenes ideales e hilarantes, altamente erotizadas, rubricadas con palabras sencillas, conceptos maniqueos y eslóga-nes pegadizos. Busca atraernos, busca conmovernos, busca hacernos reír o hacernos llorar.

Y aunque puedan parecernos divertidos, lo cierto es que los anuncios publicitarios no son ninguna broma: cada detalle del anuncio está estratégicamente planificado, punto por punto, para producir el efecto deseado. Es un producto industrial sofisticado que se propone, en pocos segundos, empatizar con los sentimientos de un público cuidadosamente seleccionado, mediante la construc-ción de informaciones sencillas, rápidas y entretenidas.

Ahora bien, dada la prevalencia que tienen los mensa-jes publicitarios en nuestras vidas, es válido que nos preguntemos, ¿qué es este discurso cuyas característi-cas principales son la emocionalidad, la simplicidad y la intención de influir sobre nuestra subjetividad?

La respuesta es clara: es un discurso infantilizante. Efectivamente, solo a los niños de baja edad se les ha-bla con un lenguaje limitado, simple, para que entien-dan rápidamente. No se utilizan conceptos profundos o mensajes complejos porque eso aburre a la mente infantil. El discurso publicitario esquiva la raciona-lidad, no habla con madurez intelectual, sino que se dirige a los aspectos irracionales de la mente huma-na apelando a sus emociones más profundas, pues supone que la reactividad emotiva es suficiente para alcanzar sus objetivos.

Joseph Goebbels, ministro de propaganda Nazi, lo ex-plicaba del siguiente modo: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar.”

Desde este punto de vista, la industria de la publicidad –a la que consideramos un dispositivo fundamental del aparato de propaganda capitalista– se puede entender también como una maquinaria informacional concebida para infantilizar a las audiencias. Esta industria de la

LA INFANTILIZACIÓN DE LAS AUDIENCIAS ► por EL SQUATT | [email protected]

infantilización mental tiene por objetivo producir au-diencias fácilmente influenciables, fácilmente sugestio-nables, como si se tratara de niños.

En la medida en que alcanzamos formas de pensamiento más elevadas, a través de un intelecto en permanente evolución, más crítico y realista, ya no buscamos nues-tra propia satisfacción por los caminos inmediatos y ca-prichosos que nos propone el discurso publicitario, sino que logramos armonizar cada vez más nuestras ape-tencias personales con las condiciones impuestas por el mundo exterior, contemplando las necesidades del entorno y ponderando el bienestar general.

Este entendimiento más profundo de la realidad es una precondición indispensable para obtener un consumi-dor maduro, crítico y responsable. Por el contrario, los impulsos que pueden ser aplazados y tolerados en el universo mental adulto, no corren la misma suerte en el mundo infantil. El modo de funcionamiento mental infantil es incapaz de tolerar la frustración y se rige preponderantemente por los caprichos de sus deseos, los cuales deben ser inmediatamente satisfechos.

Es por esto, justamente, que la publicidad estimula el pensamiento infantilizado, omnipotente e incapaz de tolerar la frustración. ¡Vení, divertite! ¡El mundo es tuyo! ¡Llamá ya! ¡¿Qué esperás?! Precisamente, estas son las condiciones mentales requeridas por el merca-do para regimentar los comportamientos de las masas y orientarlos en dirección al consumo.

La publicidad apunta sistemáticamente a estimular la inmadurez de las audiencias, o dicho de otro modo, a perpetuar la infancia en los niños e infantilizar la vida de los adultos. Esta racionalidad publicitaria contribuye a generar una sociedad consumista, irresponsable, ca-prichosa, deseante y con escasa capacidad de reflexión. En otras palabras, una sociedad sufriente e inmadura, una sociedad ideal para el gobierno invisible de las mul-tinacionales de la ilusión.

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Música | Revista ProyectoAire 29

La oferta permanente de nuevos sonidos, nuevas ban-das, aturde. En un contexto caótico, donde los inter-mediarios culturales dominantes lanzan bandas como se lanzan nuevos sabores de aguas saborizadas (?) al mer-cado, cinco amigos se sumergen en las profundidades del escenario musical y pregonan la recuperación de los hábitos musicales esenciales: conocer al artista y a su música. Les presentamos a Submarino Atómico, mucho más que un podcast de música.

Una página web reconfortante, de fácil navegación y estimulante desde todo punto de vista, es el hogar de un grupo de amigos decididos a hacer algo tan simple como necesario por la música: compartirla y difundirla. Ya han sido entrevistadas y presentadas varias bandas que empiezan lenta pero firmemente a tener un nombre propio en un circuito musical que nada tiene que ver con el espectáculo masivo: Simón Fuga, Satan Dealers, Furies, Mamasutra, Translúcido…

Los chicos de Submarino Atómico aman la música y no quieren dejarla ir. En una superficie en que suenan tan-tas canciones que más que música parecen ruido, ellos han decidido adentrarse en las profundidades y alojarse en un ambiente distante de todo aquello.

NUEVOS INTERMEDIARIOSPARA EL ROCK ► por SANTIAGO NOGUEIRA

¿A qué circunstancias del campo musical actual de nuestra sociedad pueden atribuir el nacimiento y de-sarrollo de este proyecto?

Creemos que surge por una realidad actual que concier-ne a todo el sistema social y, en particular, a los medios de comunicación. No solo en el campo musical. Hoy por hoy, sobran medios de difusión y faltan contenidos, por eso podés pasar meses en youtube viendo videos de ga-tos. Sin embargo, en el campo de la música, y particu-larmente en el de la música independiente, pasa lo con-trario. Las bandas sobran, todas transmiten o quieren transmitir algo distinto. Hay contenido de sobra. Y sin embargo, hay pocos medios para difundirlo.En especial, hay pocos medios que se adapten a una for-ma de pensar o de buscar más “local”, más argentina.Ante esa situación, generar un espacio especialmente dedicado a este tipo de música nos pareció algo muy básico que no entendíamos por qué estaba faltando.

En referencia al estilo de edición, conducción del po-dcast, ¿tienen como referencia a algún otro medio o intermediario cultural del espacio?

Sí, hay referencias positivas y negativas sobre cómo

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se arma el podcast. Como negativas, tenemos prácti-camente a todo el periodismo de rock actual, el cual consideramos un oficio muy mal llevado.La música es algo que si te gusta, te apasiona. Trabajar con algo vinculado a la música es espectacular. Y cuan-do vemos periodistas que preguntan “¿por qué se llaman así?” o “¿qué instrumento tocás en la banda?”, es para matarse. Es una falta de respeto al artista que nos da algo muy suyo.Entonces, en ese sentido, buscamos que las preguntas y el contenido del podcast sean bien distintos. Lo más distinto posible a ese formato.Respecto a la edición y al formato en sí del podcast... sí, hay influencias muy positivas y fuertes de ciertos programas de humor de la época en que nos criamos.Un humor absurdo al estilo de “Cha cha chá” o “Todo por dos pesos”.Pero todo lo que ves y escuchás te suma ideas, te inspira.Yo creo que Sealab 2021, Robot Chicken o Adventure Time son programas que comparten un humor que nos gusta mucho. Un humor un tanto lisérgico.Como un capitán de un ballenero japonés que además, es sommelier de bandas, pero quiere ser periodista de rock.

¿Entienden que las bandas que presentan tienen un potencial o intenciones de cambio dentro de la lógica del sistema de producción dominante en el campo de la música?

Lo del potencial, creo que nosotros y las bandas, lo ve-mos con cierto resquemor porque, ¿hasta qué punto se puede cambiar esa lógica de las discográficas o de cómo se produce masivamente la música? Es ir en contra de la lógica del capital en el campo de la producción cultural.Las intenciones, tal vez no de cambiarlo, pero de hacer algo distinto, es algo que comparten TODAS las bandas que vienen a grabar.No solo hacer algo distinto, sino hacer algo que les gus-ta, que valoran, sin dejarse estructurar por esas lógicas.Igual todos somos concientes de que para vivir de lo que te gusta, hay que moverse, hay que estarle encima. Es como un microemprendimiento. Es eso o ir a trabajar a la gran empresa.

Las preguntas que les hacen a las bandas apuntan mucho al proceso creativo de los artistas más allá de lo meramente instrumental. ¿Qué entienden ustedes por “hacer música” hoy en día?

Yo creo que dentro de las dos lógicas de las que hablába-mos antes, hay también dos formas de hacer música. Por-que los paquetitos que se venden masivamente cumplen con los requisitos formales de ser música. Pero hay algo más que una condición formal de estructuras melódicas y rítmicas, hay una intención de transmitir algo (un men-

CANCIONES PARA ESCUCHAR EN UN SUBMARINO

saje, un sentimiento, una energía, una imagen) que es lo que a nosotros más nos interesa y queremos mostrar a través de las entrevistas. Ojo, nosotros escuchamos mú-sica comercial o “no independiente” que también trans-mite ese tipo de mensajes o sensaciones. Y eso es muy valorable, porque cuando entrás en fechas de entrega para un disco y tenés una inspiración tan fuerte que lo lo-grás hacer sin sacrificar tu música, es algo para aplaudir.

Para despedirlos, agradeciendo esta charla tan indie y reconfortante...les quiero hacer la misma pregunta con la que ustedes reciben a sus invitados... ¿cómo se siente estar en un submarino?

La verdad, nos costó carísimo, pero si íbamos a hacer esto no podíamos hacerlo desde el departamento de al-guno. Tenía que ser en el submarino.Así que compramos uno medio roto, lo remodelamos. Le pusimos espejos, luces de colores. Un sonido 5.1 dolby stereo y pasacasettes.Así que la verdad que estar ahí es como estar en el cuar-to que siempre quisiste tener para escuchar música.No quisiéramos estar en otro lugar.

51. Staralfur

Sigur Ros

2. Space Oddity

David Bowie

3. Atomos

Translúcido

4. Cualquier tema de Inframundo

Poseidótica

5. Cigarrillo de droga

Simón Fuga

► www.submarinoatomico.com

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Revista ProyectoAire | Deporte32

El Club Atlético Boca Juniors surge a finales del s. XIX como reflejo de la tradición asociacionista de la vida or-ganizacional impulsada por la naciente sociedad argen-tina moderna. Desde mediados de los ‘90 (s. XX) este club atraviesa un proceso político-cultural hoy consoli-dado como modelo del “sport management”.

El fútbol, cual ritual social, contribuye a su manera al proceso de civilización de las sociedades y a la conforma-ción de la cultura afectiva de éstas. Satisface las necesi-dades emotivas de los individuos, esenciales para sopor-tar la vigilancia y el control desplegados por los Estados.

Sobre esas necesidades el actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, centró su ges-tión política basándose en la aplicación de modelos y estrategias de dirección identificadas con la organiza-ción empresarial.

El caso de Boca Juniors nos ayuda a pensar cómo aque-llo que los hinchas afirman que “no se negocia” (la pa-sión y el amor por el club) puede volverse objeto de compra y venta cuando asume la forma de mercancía. Hoy Boca no es solo un club, es también una marca. Sus actividades se han expandido más allá de la cancha de fútbol y sus tribunas: la experiencia emotiva asignada al ser de Boca también puede vivirse en la arena comercial desde hace ya unos años.

ES UN SENTIMIENTO, NO PUEDOPARAR...DE VENDER Y COMPRAR. ► por SANTIAGO NOGUEIRA

La objetivación de una experiencia subjetiva en distin-tas formas, evidencia la capacidad del capital para ganar nuevos espacios y mantener a las conciencias cautivas de la lógica de consumo como forma de ser y estar en el mundo. Tal vez se pueda evaluar al deporte como un ve-hículo privilegiado para tal fin, teniendo en cuenta la pa-sión y el sentimiento que genera en los individuos. Boca, como comunidad sentimental, se ha insertado con algu-nos productos más convencionales en materia de consu-mo (desde indumentaria deportiva, pasando por palcos VIP en el estadio e infinidad de chucherías comerciales) y otros algo más novedosos (un hotel, la asistencia al estadio durante un partido como un paquete turístico en sí mismo y la creación del museo del club) que a priori parecen solo rentables si se tiene en cuenta el fanatismo que despierta el club de sus amores entre los hinchas.

La disciplina del hincha fiel a los colores de su club, capaz de seguirlo más que nunca, aun en sus momentos más amargos y frustrantes, parece cada vez más ame-nazada por la sociedad de consumo. Allí el sentimiento no es moneda de cambio aceptada para obtener los pro-ductos y servicios del club. Estará en los hinchas resistir y no sucumbir a la negociación. Cuidar el sentimiento es usar la razón para cuestionar el negocio de la pasión. El sentimiento no puede ni debe parar. El consumo irra-cional, sí.

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revista aire / número 09

Agosto 2013