principios fundamentales de una apologetica cristiana

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PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE UNA APOLOGETICA CRISTIANA El solo hecho de la presencia del hombre en el mundo significa que cumple una función en el. Busca dominarlo y perfeccionarlo. El hombre se comunica, dialoga comparte ideas y experiencias. El hombre tiene capacidad para criticar y por eso es diferente de los animales. Rehúsa hacer las cosas que considera incorrectas. Busca nuevas soluciones y nuevas maneras de hacerlas para luego optar por la más adecuada. El Apologista necesita comprender esta realidad y a la vez asumir también un sentido crítico para responder adecuadamente a cada pregunta que el hombre post-moderno nos sugiere Esta acción nos lleva a desarrollar un SENTIDO CRITICO DESARROLLANDO EL SENTIDO CRITICO La tarea apologética exige que debamos ser capaces de analizar con realismo los acontecimientos y las preguntas que el hombre de hoy nos presenta. Lamentablemente los cristianos muy poco hemos empleado en sentido crítico. Y ¿Cuál ha sido el resultado? Hemos sido MASIFICADOS, ALIENADOS y fácilmente engañados. Muchas veces se acepta con indiferencia, en casi su totalidad. Los mensajes de los medios de comunicación, sin verificar la verdad LA ALIENACIÓN se refiere a la disminución de la capacidad de los individuos para considerar que actúa por su cuenta. La supervivencia del hombre implica una transformación de la naturaleza y el otro a su imagen y semejanza, lo que requiere una transformación de sí mismo a imagen y semejanza del mundo y el otro. Vivir para el objetivo del hombre es ser fuera de sí EL QUE HACER APOLOGETICO EL QUE HACER APOLOGETICO

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Page 1: Principios fundamentales de una apologetica cristiana

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE UNA APOLOGETICA CRISTIANA

El solo hecho de la presencia del hombre en el mundo significa que cumple una función en el. Busca dominarlo y perfeccionarlo. El hombre se comunica, dialoga comparte ideas y experiencias.

El hombre tiene capacidad para criticar y por eso es diferente de los animales. Rehúsa hacer las cosas que considera incorrectas. Busca nuevas soluciones y nuevas maneras de hacerlas para luego optar por la más adecuada.

El Apologista necesita comprender esta realidad y a la vez asumir también un sentido crítico para responder adecuadamente a cada pregunta que el hombre post-moderno nos sugiere

Esta acción nos lleva a desarrollar un SENTIDO CRITICO

DESARROLLANDO EL SENTIDO CRITICOLa tarea apologética exige que debamos ser capaces de analizar con realismo los acontecimientos y las preguntas que el hombre de hoy nos presenta.

Lamentablemente los cristianos muy poco hemos empleado en sentido crítico. Y ¿Cuál ha sido el resultado? Hemos sido MASIFICADOS, ALIENADOS y fácilmente engañados. Muchas veces se acepta con indiferencia, en casi su totalidad. Los mensajes de los medios de comunicación, sin verificar la verdad LA ALIENACIÓN se refiere a la disminución de la capacidad de los individuos para considerar que actúa por su cuenta. La supervivencia del hombre implica una transformación de la naturaleza y el otro a su imagen y semejanza, lo que requiere una transformación de sí mismo a imagen y semejanza del mundo y el otro. Vivir para el objetivo del hombre es ser fuera de sí

MASIFICACION: desaparición de las Características o diferencias individualesy/o personales de los miembros queConforman un grupo social

EL QUE HACER APOLOGETICO EL QUE HACER APOLOGETICO

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Ante esto, es necesario que el MINISTRO DEL SEÑOR sea participe de su momento histórico y tenga una clara conciencia crítica respecto a todos aquellos que amenaza a las bases de nuestra Fe cristiana

¿Qué entendemos por conciencia crítica?

La palabra “CRITICA” provoca confusión. Como significa condenación, hablar “contra “o destrucción. No se trata de una actitud de resentimiento, de una contienda provocada por la inseguridad personal o de traumas causados por la infancia o el deseo de promoción personal. Es crítica en el sentido estricto de la palabra.Crítica viene de crisis. Palabra griega que significa “juicio”. Es necesario dar a la gente la capacidad de juzgar.

En el campo cristiano, por ejemplo, se percibe en muchas; personas la incapacidad de analizar evangélicamente la realidad. DE ahí la indiferencia y la cristiandad inmadura. Se creen cosas contradictorias porque se actúa con los sentimientos que con la razón.

2. NO ABANDONAR LOS PRINCIPIOS

Tener sentido crítico significa tener principios. Desarrollar el sentido crítico no significa discutir con la sociedad .Es crear una estrategia para vivir en la sociedad con los propios principios.

3. AMAR LA INSTRUCCIÓNUno de los grandes auxilios para la formación del sentido crítico es la lectura formativa. Sin embargo, la lectura y la investigación va muriendo (para algunos ya murió)

LA COMODIDAD Estamos tranquilos en el caparazón de nuestra comodidad. Esta nefasta comodidad, perniciosa para aquel que acomete la tarea de la apología Cristiana, conlleva a los Seis enemigos del compromiso con la apologética que Douglas Groothius acertamente menciona

IntroducciónEl mundo evangélico de hoy sufre de anemia apologética. A pesar del hecho de que las Sagradas Escrituras llaman a los creyentes a dar razón de la esperanza que tenemos en Cristo (1 Pedro 3:15; ver también Judas 3), carecemos tristemente de una voz pública a favor de la verdad y de la razón en el mercado de las ideas. No tenemos una fuerte presencia intelectual en la cultura popular o académica (aunque algunas áreas, como la filosofía, están más influidas por los evangélicos que otras). Las razones de esta anemia son multidimensionales y complejas.

" seis enemigos del compromiso con la apologetica"" seis enemigos del compromiso con la apologetica"

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1. IndiferenciaHay demasiados cristianos a los que no les importa que el cristianismo sea ridiculizado rutinariamente en nuestra cultura como desactualizado, irracional y de mente estrecha. Podrán quejarse de que esto los "ofende" (así como todo el resto del mundo se queja de que una cosa u otra los "ofende"), pero hacen poco para enfrentar estos cargos ofreciendo una defensa de la cosmovisión cristiana en una diversidad de contextos. Y, sin embargo, las Escrituras ordenan a todos los cristianos a tener una razón para la esperanza que está dentro de ellos y a presentarla con mansedumbre y reverencia (1 Pedro 3:15). Nuestra actitud debería ser la del apóstol Pablo, cuyo espíritu "se enardecía" viendo la idolatría de la sofisticada Atenas. Este celo por la verdad de Dios lo condujo a un encuentro apologético fructífero con los pensadores reunidos para debatir nuevas ideas (ver Hechos 17). Tendría que pasar lo mismo con nosotros. Así como "Dios amó de tal manera al mundo" que envió a Jesús para ponernos en paz con Dios (Juan 3:16), los discípulos de Jesús tendrían que amar de tal manera al mundo que intenten llegar a los perdidos presentándoles el Evangelio y contestando las objeciones a la fe cristiana (Juan 17:18).

2. IrracionalismoPara algunos cristianos, la fe significa creer ante la ausencia de evidencia y de argumentos. Peor aún, para algunos la fe significa creen a pesar de la evidencia en contra. Cuanto más irracionales sean nuestras creencias, mejor-serán más "espirituales". Si bien Pablo enseña en 1 Corintios 1 y 2 que Dios enloquece la "sabiduría de este mundo" (porque es una sabiduría falsa), la revelación de Dios no es irracional; ni debe sostenerse la fe en ella en forma irracional.{1} Dios no requiere de nosotros que suspendamos nuestras facultades críticas a fin de creer en lo que él ha revelado. A través de Isaías, Dios le declara a Israel: "Vengan, vamos a discutir este asunto" (Isaías 1:18, VP). Dios nos ordenó amar a Dios con todas nuestras mentes (Mateo 22:37). Cuando los cristianos optan por el irracionalismo, se convierten meramente en otra "opción religiosa," y son clasificados junto con los de la Puerta del Cielo, la Sociedad de la Tierra Plana y otros grupos intelectualmente deficientes. A la luz del suicidio de los miembros de la Puerta del Cielo, varias de la revistas más importantes, como Esquire, Newsweek y US News and World Report afirmaron que la fe de los que pusieron fin a sus vidas siguiendo la religión de ciencia-ficción de Marshall Applewhite no eran más extraños que los cristianos que también creen cosas ridículas. Tristemente, el comportamiento de algunos cristianos le dio respaldo a tales acusaciones.

3. IgnoranciaMuchos cristianos no son conscientes de los tremendos recursos intelectuales que están a su disposición para defender "la fe que ha sido una vez dada a los santos" (Judas 3). Esto es en gran medida porque muchas de las principales iglesias y organizaciones paraeclesiásticas prácticamente no toman en cuanta a la apologética. Uno de los principales ministerios entre universitarios, con una gran historia y un programa espléndido en los demás aspectos, no ofrece ningún material para ayudar a los estudiantes a tratar con la incredulidad que emana de sus profesores seculares. Pocos sermones evangélicos se ocupan de las evidencias a favor de la existencia de Dios, la resurrección de Jesús, la justicia del infierno, la supremacía de Cristo o los problemas lógicos que tienen las cosmovisiones no-cristianas. Los libros cristianos de mayor venta, con raras excepciones, se dedican a especulaciones apocalípticas sin fundamento, exaltan a celebridades cristianas (cuyas personalidades a menudo no condicen con su fama), y se deleitan en métodos para lograr cosas. Uno puede darse cuenta de muchas cosas acerca de un movimiento por lo que lee, y por lo que no lee.

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4. CobardíaEn nuestra sociedad pluralista, una actitud de "vive y deja vivir" es la norma, y una capitulación a la presión social amenaza al evangelicalismo y la vacía de sus convicciones. Hay demasiados evangélicos que están más preocupados por ser "agradables" y "tolerantes" que por ser bíblicos o fieles al Evangelio exclusivo que se encuentra en sus Biblias. No hay suficientes evangélicos que estén dispuestos a presentar y defender su fe en situaciones desafiantes, sea en la escuela, en el trabajo o en otros contextos públicos. La tentación está en privatizar la fe y aislarlo y confinarlo fuera de la vida pública por completo. Sí, somos cristianos (en nuestros corazones), pero tenemos dificultad para conectar a alguien con lo que creemos y explicarle por qué lo creemos. Esto no es más que cobardía y una traición a lo que decimos que creemos. Considere la oración inspirada de Pablo y su admonición para nosotros: "Manténganse constantes en la oración, siempre alerta y dando gracias a Dios. Oren también por nosotros, a fin de que el Señor nos abra las puertas para predicar el mensaje y hablar del secreto de Cristo, pues por este secreto estoy preso. Oren para que yo lo dé a conocer tan claramente como debo hacerlo. Pórtense prudentemente con los no creyentes, y aprovechen bien el tiempo. Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno" (Colosenses 4:2-6).

Podremos experimentar rechazo; pero Jesús llamó a aquellos que son perseguidos por su causa "bienaventurados." "Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros" (Mateo 5:11-12).

El apóstol Pedro se hace eco de su Maestro: "Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros" (1 Pedro 4:14).

Por otro lado, cuando el Espíritu Santo bendice nuestros esfuerzos, las personas van a responder con interés y hasta con una fe salvadora (Romanos 1:16). Nunca debemos olvidarnos que Jesús tiene toda autoridad en los cielos y en la tierra, y que él nos ha comisionado a declarar y defender su Evangelio (Mateo 28:18-20).

5. Arrogancia y vanidad intelectualEn el otro extremo del espectro del error yace la arrogancia del apologista sabelotodo, que está más interesado en mostrar su arsenal de argumentos que en defender la verdad de una forma piadosa. El pecado que acosa a la apologética es el orgullo intelectual, y debe ser evitado a cualquier precio. La verdad que defendemos es un don de la gracia y no nuestro logro intelectual. Desarrollamos nuestras habilidades apologéticas para santificarnos en la verdad, para ganar almas para Cristo y para glorificar a Dios. Debemos hablar "la verdad en amor" (Efesios 4:15). La verdad sin amor es arrogancia; el amor sin verdad es sentimentalismo.{2}

La arrogancia también ocurre cuando algún apologista acusa a otros creyentes de herejía sin evidencia suficiente. Pablo les dijo a los primeros líderes de la iglesia que debían esperar la herejía en medio de la iglesia y que debían estar en guardia ante ella. (Hechos 20:28-31) Nosotros debemos hacer lo propio. Sin embargo, debemos estar alertas para no calumniar a camaradas cristianos o suponer lo peor acerca de ellos. ¡Conozco este error de primera mano, habiendo sido yo mismo acusado de ser de la Nueva Era porque un crítico leyó erróneamente una parte de mi libro en contra de la Nueva Era, Unmasking the New Age (Desenmascarando la Nueva Era)! No malgastemos nuestras energías apologéticas atacando a otros creyentes cuando los verdaderos herejes e incrédulos están clamando por la refutación y la corrección.

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6. Técnicas superficiales o apologética facilistaAlgunos que se entusiasman con la apologética pueden contentarse con tener respuestas superficiales a preguntas intelectuales difíciles. Nuestra cultura se deleita en respuestas rápidas para casi todo, y la técnica es lo más importante. Algunos cristianos memorizan respuestas correctas a preguntas apologéticas-tales como el problema del mal o la controversia sobre la creación/evolución-que difunden sin el compromiso adecuado sobre los temas y sin una preocupación empática para el alma que presenta la pregunta. Una vez vi un librito llamado algo así como The Handy, Dandy Evolution Refuter (El Práctico Refutador de la Evolución). Sí, la macroevolución es falsa, y se han levantado buenos argumentos en contra de ella tanto desde la naturaleza como desde las Escrituras, pero el tema no es tan simplista como lo hace aparecer el título de ese libro.{3} La apologética debe ser hecha con integridad intelectual.

El lema apologético de Francis Schaeffer era que debemos dar "respuestas honestas a preguntas honestas." Primero, debemos realmente escuchar la pregunta que se nos hace o la objeción que se nos levanta. Debemos meternos dentro de las mentes de aquellos que están dando razones para no seguir a Cristo. Cada persona es diferente, no importa cuán comunes puedan ser algunas objeciones escépticas. No reduzcan a las personas a frases hechas.

Segundo, conteste a lo que escucha. No conteste una pregunta que no fue hecha. Tal enfoque superficial no impresionará a un incrédulo pensante. Si usted no puede producir una respuesta sólida a la objeción en el momento, no trate de esconder su ignorancia o incapacidad. El admitir honestamente sus limitaciones es mejor que dar una respuesta de mala calidad. Dígale a la persona que es un buen punto y que necesita pensar más acerca de él. El cristianismo es absolutamente verdadero; pero esto no implica que cada cristiano en particular puede manejar en forma absoluta cualquier objeción que se levante en contra de él. Debemos evitar las técnicas apologéticas y, en cambio, desarrollar recursos intelectuales y cultivar un diálogo real con los incrédulos.{4}

Bien ha dicho Walter Martin que la iglesia evangélica es un gigante dormido, y él luchó vigorosamente para despertarla a su potencial dado por Dios para presentar el Evangelio y defenderlo contra objeciones de los escépticos y de las sectas. Con este legado en mente, que podamos nosotros reavivar esta visión y encontrar la pasión y sabiduría para concretarla mediante el poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8).

Hay un analfabetismo en las iglesias peor que el de no saber leer y escribir. Se trata del desconocimiento del mensaje de la Biblia.

¿Se está levantando una generación de cristianos que no conocen la Biblia?

En términos seculares el analfabetismo es la condición de “analfabeto”, una palabra de origen latino (analphabetus) que deriva a su vez del griego antiguo (analfabetos) que hace referencia a aquella persona que no sabe leer ni escribir. El término suele tener un uso extendido y se utiliza para nombrar a los individuos que son ignorantes y que carecen de los conocimientos más básicos en alguna disciplina.

Los términos seculares tomados del analfabetismo se pueden aplicar espiritualmente a una realidad que pareciera avanzar en gran parte de la iglesia de hoy. Por eso lo que queremos tratar en esta enseñanza es acerca del analfabetismo bíblico, lo cual se está expandiendo como una epidemia espiritual.

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¿Qué es el analfabetismo bíblico? Lo podríamos definir como creyentes que, si bien tienen una Biblia al alcance de la mano, y escuchan predicaciones sobre la Palabra de Dios todos los fines de semana en la iglesia, carecen de la capacidad individual de aprender, entender y profundizar por si mismos los principios revelados en la Palabra de Dios. Ellos carecen del deseo e interés propio para leer, meditar y estudiar en las Sagradas Escrituras lo cual los conduce a ser ignorantes espirituales.

Hoy nos encontramos con cristianos que hablan mucho y bien de las experiencias espirituales que han tenido, a lo mejor conocen alguna que otra historia biblica, pero si se les preguntara las cosas básicas o fundamentales acerca de lo qué creen y por qué lo creen se verían en aprietos para responder. Hoy se vive y depende mucho de las palabras que otros nos dicen (lo cual en su contexto es bueno e importante) pero muy poco de lo que por nosotros mismos hemos investigado y descubierto de la Palabra de Dios.

Algunos pueden echarle la culpa a que los cristianos padecen de analfabetismo biblicos debido a los avances tecnológicos, en los cuales ya los creyentes no necesitan tener ni llevar a la iglesia una Biblia-libro en la mano, pues la pueden leer cómodamente desde sus aparatos electrónicos, lo cual les incapacita para tomar notas, subrayar pasajes de la Biblia entre otras cosas importantes para el aprendizaje de la Palabra.

Hacer muchos años a los creyentes se los conocía como “la gente de la Palabra” o “la gente del libro negro”, pero hoy pareciera ser cosa del pasado. Con esto no estamos diciendo que habría que dar marcha atrás con la modernidad, sino simplemente mencionar que pareciera que ya no somos considerados gente de la Palabra de Dios.

Nuestra realidad presente nos muestra que cada vez son menos las Iglesias que le brindan a sus miembros un plan regular de estudio bíblico práctico básico (y en niveles mas profundos) y les enseña a escudriñar la Palabra de Dios por si mismos. Aún desde nuestras plataformas lo que llamamos “predicación de la Palabra de Dios”, a veces es simplemente una recitación de bellas historias con chistes risueños para entretener al oyente. Hoy estamos experimentando un problema de carencia y escasez de la transmisión de los principios bíblicos bendecidos de la Palabra de Dios. Resultado: El analfabetismo bíblico creciendo y el pueblo cada vez mas ignorante.

Otras veces se le echa la culpa al avance del alfabetismo bíblico a la falta de tiempo. Decimos que no tenemos tiempo para leer, meditar y estudiar la Biblia todos los dias y dedicarnos en llegar a ser creyentes impregnados de la Palabra de Dios.

Oseas 4:6 refleja una verdad contundente: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.”

El pasaje es una palabra de advertencia donde se menciona que tanto el pueblo como los ministros corren peligro por no prestarle atención a la Palabra de Dios. En cuanto al pueblo dice que puede ser destruido. ¿Por qué? Por la falta de conocimiento. ¿Cuál conocimiento? El de la Palabra de Dios.

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Se supone que el conocimiento del pueblo proviene a través de las enseñanzas de los siervos de Dios. Por eso la advertencia para los que ministran es “desechaste el conocimiento” y “olvidaste la ley de tu Dios”. Este es el reflejo lamentable que vemos hoy dia, donde los ministerios no se caracterizan principalmente por la sustancia de la Palabra de Dios sino por otras cosas importantes pero secundarias, biblicamente hablando.

Cuando leemos las características que deben tener los ministros de Efesios 4:11, leemos en Tito 1:9 una de ellas: “retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.”, dando a entender que los siervos de Dios deben ser hombres enseñados y adiestrados en la Palabra para poder transmitirla bien a los demás.

Debido a eso, en las Epístolas llamadas pastorales se hace mucho énfasis en la “sana doctrina” (1 Timoteo 1:10; 6:3; 2 Timtoe 4:3; Tito 2:1), donde la palabra “sana” proviene de la palabra griega “hugiaino” que significa “higiene saludable”.

En Hechos 6:4 los líderes de la iglesia eran hombres de la palabra: “Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.”

Es evidente que nuestra fe depende de la Palabra de Dios como lo dice Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”

Es importante aclarar que combatir el analfabetismo biblico no significa solamente que hay que saber la Biblia de memoria, en forma rutinaria y religiosa. Cuando la Palabra de Dios no es mezclada con la presencia viva del espíritu Santo, lo único que hemos leído ha sido un libro de ética religioso.

Por eso Jesús les dijo a los religiosos de su tiempo en Mateo 22:29 “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.” y en Marcos 12:24 “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?”

Jesús se distinguió de los fariseos y escribas que conocían la Palabra de memoria, por eso les dijo en Juan 6:63 “las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.”

Cuando la vida de Dios, la presencia de Su Espíritu Santo está presente, las palabras de Marcos 16:20 reflejan una realidad que sucede: “20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.” ¡Esto es la sobrenaturalidad de la Palabra de Dios!

Note las palabras del pasaje “el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían”. ¿Qué hace el Señor? El confirma la Palabra con las señales pero él no confirma las señales con la Palabra. ¿Cuál es la diferencia? Todo lo que proviene del fundamento de la Palabra, aun las manifestaciones posteriores del Espíritu nos garantizan su autenticidad divina, pero no tener el fundamento de la Palabra, nos hace correr riesgos de la autenticidad de lo milagroso.

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Para eliminar el analfabetismo bíblico es necesaria la participación activa del Espíritu Santo, que es el que le da vida a todo lo relacionado con la Palabra de Dios. en Juan 6:63 leemos: “…Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.”

Por todo lo que he comentado, hay un clamor ferviente y desesperado de aquellos que valoramos los principios de la Palabra de Dios que dice: ¡Ahora es el tiempo de volver a la Palabra!

Ahora bien, basado en la definición quiero obtener algunos puntos importantes para darnos cuenta de los peligros del analfabetismo biblico. Leamos sus definiciones:

1.La definición dice: “El analfabetismo es también considerado una epidemia que atenta contra la libertad y el progreso”Esto espiritualmente hablando nos dice que el analfabetismo bíblico nos impide disfrutar la libertad que solo Cristo puede dar. Juan 8:32 dice: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” 1 Pedro 2:2 dice: “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,”

Existe también lo que se conoce como Analfabetismo funcional y digital...

2.La definición dice: “El analfabetismo es cuando una persona aprende a leer y escribir pero no puede aplicar estos conocimientos de manera práctica, hablamos de analfabetismo funcional.” El analfabetismo bíblico le impide al creyente aplicar los principios poderosos de la Palabra a su vida cotidiana. Josue 1:8 dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Salmos 1:1-3 dice tambien: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,Y en su ley medita de día y de noche.3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,Que da su fruto en su tiempo,Y su hoja no cae;Y todo lo que hace, prosperará.”

3.La definición también dice: “Por otra parte, en los últimos años se ha desarrollado el concepto de analfabetismo digital, que se refiere a las personas que no poseen los conocimientos necesarios para interactuar con las nuevas tecnologías (como Internet). Erróneamente, esta condición suele asociarse a personas de una cierta edad, probablemente padres y abuelos de la generación del 80 hacia atrás. Así como en el caso del analfabetismo tradicional, las causas de esta falta de conocimientos y comprensión no está ligada a la edad ni, en muchos casos, al nivel económico de la persona. “

El analfabetismo bíblico no está limitado al creyente de poco nivel cultural, ni avanzado en edad, ni a su condición social. Cualquier creyente descuidado puede ser victima de esta epidemia que el diablo quiere desparramar dentro del Cuerpo de Cristo.

Que el Señor en este tiempo abra nuestros ojos para ver esta realidad espiritual latente que pretende impedir que seamos hombres y mujeres de la Palabra. Decidamos en este día hacer los

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ajustes necesarios (sea como creyentes o como líderes al frente de una congregación) para que podamos ser lo que hemos sido llamados a ser: ¡Hombres y mujeres de la Palabra de Dios!

¡Ahora es el tiempo de dejar de ser “analfabetos espirituales", ahora es el tiempo de volver a la Palabra de Dios!