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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________ Pérez Roldán, G. 2005 El Estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla, un caso Teotihuacano. Tesis de Lincenciatura, ENAH-INAH, México, pp. 19-74. CAPITULO II. LA INDUSTRIA DEL HUESO TRABAJADO: MATERIA PRIMA Y METODOLOGÍA 2.1. Materia prima Esta industria está definida por su materia prima, el hueso. La elección de ésta obedece a que sus propiedades y características aptas para la confección de los artefactos. En algunas ocasiones la morfología natural ha sido aprovechada con escasas modificaciones como dientes, astas o algunas esquirlas obtenidas por percusión, como es el caso de artefactos astillados. Los organismos que proporcionan esta materia prima son los que pertenecen al fílum Chordata por lo que se les llama cordados. Los cordados tienen un notocordio, un cordón nervioso dorsal y unas aberturas branquiales en algún momento de su ciclo de vida. EL notocordio es una varilla delgada y flexible que le da sostén al cuerpo. En los cordados, el notocordio ocurre con más frecuencia en las etapas tempranas del desarrollo y después es sustituida por una columna de hueso o cartílago. Los cordados superiores constituyen el subfílum Vertebrata. En este subfílum se encuentran los animales con espina dorsal: los vertebrados (peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos) (Alexander, et al., 1987: 419). Entonces, qué es el hueso y cuál es su composición. 19

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Pérez Roldán, G.

2005 El Estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla,

un caso Teotihuacano. Tesis de Lincenciatura, ENAH-INAH,

México, pp. 19-74.

CAPITULO II. LA INDUSTRIA DEL HUESO TRABAJADO:

MATERIA PRIMA Y METODOLOGÍA

2.1. Materia prima

Esta industria está definida por su materia prima, el hueso. La elección de ésta

obedece a que sus propiedades y características aptas para la confección de los

artefactos. En algunas ocasiones la morfología natural ha sido aprovechada con

escasas modificaciones como dientes, astas o algunas esquirlas obtenidas por

percusión, como es el caso de artefactos astillados.

Los organismos que proporcionan esta materia prima son los que pertenecen al

fílum Chordata por lo que se les llama cordados. Los cordados tienen un

notocordio, un cordón nervioso dorsal y unas aberturas branquiales en algún

momento de su ciclo de vida. EL notocordio es una varilla delgada y flexible que le

da sostén al cuerpo. En los cordados, el notocordio ocurre con más frecuencia en

las etapas tempranas del desarrollo y después es sustituida por una columna de

hueso o cartílago. Los cordados superiores constituyen el subfílum Vertebrata. En

este subfílum se encuentran los animales con espina dorsal: los vertebrados

(peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos) (Alexander, et al., 1987: 419).

Entonces, qué es el hueso y cuál es su composición.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

El hueso es un tipo de tejido conectivo sólido en el que las células están rodeadas

por una matriz de fibras de proteínas y minerales. Lo forman los osteoblastos

(células que producen el hueso) y estas células se integran en el cartílago y

depositan compuestos de calcio. Lentamente le cartílago flexible se convierte en

hueso, que es fuerte y menos flexible. El proceso mediante le cual el cartílago se

cambia a hueso se llama osificación (idem: 483).

El tejido óseo se divide en compacto y esponjoso. La unidad estructural para el

hueso compacto es el osteona, en tanto que para el hueso esponjoso es la

trabécula ósea. La osteona consta de laminillas concéntricas agrupadas alrededor

de un canal axial, que contiene vasos sanguíneos y tejido conectivo laxo (flojo),

formando lo que se llama sistema de Havers. En el hueso esponjoso varias

laminillas juntas constituyen trabéculas óseas, cuyas caras se hallan rodeadas por

espacios medulares comunicados entre sí (Brito, 1998: 24).

En el tejido óseo existe abundante cantidad de agua, que varía según la edad del

individuo. El tejido recién formado tiene alrededor de un 60 por ciento de agua,

mientras que en el hueso senil, tal cantidad desciende hasta el 10 por ciento. El

contenido acuoso medio del hueso adulto es de 25 a 30 por ciento.

Respecto del peso seco del hueso compacto, la sustancia orgánica o matriz

representa un 35 por ciento y la fracción inorgánica, el 65 por ciento restante; sin

embargo el hueso recién formado tiene una proporción mayor de la primera (idem:

25).

No hay diferencia en la estructura o en las cualidades biológicas de las laminillas

óseas y entre el hueso compacto y esponjoso; solamente la hay en la disposición

espacial del material de construcción. En el primer caso, el tejido óseo forma

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estructuras masivas de gran resistencia a la carga; en el segundo caso son ligeras

armazones trabeculares (idem: 23).

La fracción mineral del hueso posee principalmente iones de calcio, fosfato,

oxidrilo, carbonatos y citrato, con pequeñas cantidades de otros, en especial de

sodio, magnesio, potasio, cloro y flúor. Es justamente esta composición la que

convierte al hueso en un excelente material de soporte y de materia prima para la

elaboración de artefactos.

El hueso contiene una estructura cristalina perteneciente al grupo de las apatitas.

La estructura de los cristales óseos se asemeja a aquella de las fluorapatitas,

mineral encontrado en las rocas, aunque con la diferencia de que en el hueso, la

porción de los átomos de fluoruro en la fluoroapatitas se halla ocupada por grupos

oxidrilo. Por esta razón el cristal óseo se denomina hidroxiapatita Ca10 (PO4)6 (OH)2.

(idem: 25).

Los cristales individuales de hidroxiapatita están encerrados en pequeñas redes de

colágeno, por lo que la orientación de las fibras colágenas determina la de los

cristales. El eje mayor de éstos es aproximadamente paralelo al de las fibras, pero

con una ligera angulación.

La parte orgánica está constituida en 90 a 95 por ciento por la proteína fibrosa

llamada colágeno, mientras que del 5 al 10 por ciento restante corresponde a un

medio homogéneo llamado sustancia amorfa fundamental. Las fibras de colágeno

dan al hueso elasticidad y fuerza al capacitarlo para soportar altas tensiones. El

colágeno óseo se encuentra en estado cristalino. La sustancia fundamental amorfa,

o medio homogéneo del hueso, está constituido por líquido extracelular con

grandes cantidades de mucopolisacáridos (especialmente condroitinsulfatos),

mucroproteínas, sialoproteínas y grasas (idem: 26).

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Los huesos están cubiertos por una membrana fibrosa llamada periostio, que es de

color blanco amarillento, vascular y de espesor variable, compuesto por una capa

externa conjuntiva y otra interna formada de fibras elásticas y ostoblastos. El

periostio rodea completamente al hueso, excepto en los puntos de incrustación de

los cartílagos y de inserción de los tendones. Su función consiste en la distribución

de los vasos en el tejido óseo, y en la formación y la reparación del mismo. El

endostio, también llamado periostio interno, es el tejido que cubre a la cavidad

medular del hueso.

Los huesos son elementos anatómicos duros que sirven para sostén y protección

del cuerpo, y en conjunto forman el esqueleto. El sistema del esqueleto forma un

armazón vivo que sostiene a otros órganos y mantiene la forma del cuerpo;

además provee un lugar en el cual se fijan los músculos, lo que permite que se

produzca el movimiento. Los órganos vitales como el cerebro, el corazón y los

pulmones están protegidos por el esqueleto. Los minerales como el calcio, fósforo

se almacenan en los huesos. Las células sanguíneas se almacenan en la médula de

los huesos (Alexander, 1987: 482). Por lo general los huesos en el esqueleto están

agrupados en dos divisiones: el esqueleto axial que se compone de los huesos de

la cabeza, de la columna vertebral y del

tórax, los cuales forman el eje o armazón

del tronco y la cabeza; y el esqueleto

apendicular que se compone de los huesos

de los brazos, de los hombros, de las

piernas y de la pelvis (ver figura 1).

Considerando que en la época prehispánica

fueron empleados como materia prima los dientes y las astas, anotamos que:

Figura 1. Partes anatómicas óseas (tomado de Pascual, 1998)

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La mayor parte de los dientes de los mamíferos, se componen de dos partes: la

corona, cuya capa exterior la forma el esmalte y la raíz, con la parte externa

cubierta de cemento (ver figura 2). En su interior se encuentra la dentina que es

recorrida longitudinalmente por la cavidad pulpar (Pascual, 1998: 23).

En el caso de las astas, para su obtención no es necesario el sacrificio del animal,

toda vez que los ejemplares machos adultos mudan la cornamenta anualmente

cada primavera, por lo que es posible su

recolección en las zonas de descuerne. Las astas

de algunos cérvidos1 presentan gran

variabilidad, tanto en su tamaño como en la

longitud y número de candiles. Un asta

desarrollada puede llegar a tener hasta diez

candiles o puntas; presenta sobre la roseta

perlada de la base, dos candiles basales,

denominados gaceta o luchadera el inferior y candil del hierro el superior. El tallo

asciende hasta atrás y hacia arriba, saliendo hacia la mitad de su recorrido el

candil medio. Éste y la gaceta suelen ser los candiles más largos del asta. El tallo

acaba en una ramificación de varias puntas

(entre tres y siete). En su estructura interna

cabe diferenciar la zona del medallón basal y los

extremos de los candiles que presentan una

calcificación completa, del resto de la asta

formada por tubo cortical compacto que encierra

la parte medular esponjosa (idem: 23) (ver

figura 3).

Figura 2. Principales elementos de los huesos largos y piezas dentarias (tomado de Pascual, 1998)

1 En el territorio de México se presentan tres especies de cérvidos: el Odocoileus virginianus, O. hemionus y el Mazama americana (Álvarez y González, 1987).

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La materia prima precede del esqueleto de los vertebrados empleando

ampliamente, huesos largos para la fabricación de los artefactos. Dichos elementos

óseos tienen dos partes bien definidas, que son las epífisis proximal y distal, que

corresponden a los extremos articulares del hueso y la diáfisis que es la parte

central del hueso, más larga y de menor anchura y espesor, que las epífisis, con

una morfología más o menos tubular y en el interior vacía (cavidad medular). En

algunos metapodiales recorre la superficie exterior de la diáfisis un surco

longitudinal, mientras que la cavidad medular se encuentra dividida

longitudinalmente en dos, por un fino tabique

óseo.

Figura 3. El asta y sus elementos (tomado de Pascual, 1998)

A continuación de mencionan las partes anatómicas que de ellas comúnmente se

obtienen artefactos de hueso:

1. Cráneo y omóplatos. La plenitud de estos huesos facilita la elaboración

de discos o pulidores mediante el recorte; ejemplo de éstos son los

pulidores hallados en Teotihuacan (Romero y Cid, 1997).

2. Mandíbula. Las ramas ascendentes y las transversales resultan

apropiadas para mostrar motivos decorativos; un ejemplo son las

mandíbulas de cánidos encontradas en el templo de Quetzalcóatl de

Teotihuacan (Valadez, et al., 2002).

3. Diáfisis en general. La fractura natural o intencionada de estas piezas

origina extremos apuntados que pueden ser aprovechados sin necesidad

de mayor modificación; éstos son llamados artefactos astillados.

4. Metápodos, tibias, fémur y radios. Se aprovecha la robustez de estos

huesos para usarlos como cinceles y retocadores, entre otros.

5. Huesos largos de ave. La forma anular natural del hueso permite

elaboración de tubos y flautas. Como el caso de los hallados en la cuevas

de Teotihuacan (Padró, 2000).

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6. Dientes. Los caninos, los premolares y los molares son los dientes más

empleados para la confección de colgantes, respetando su morfología

natural. Generalmente se realiza una perforación bilateral en la raíz

hasta llegar a la cavidad pulpar desde cada cara (Pascual, 1998: 23).

7. Astas. En las cuevas de Teotihuacan la doctora Padró (2000 y 2002)

analizó astas de donde se obtuvieron pulidores, retocadores, espátulas y

percutores blandos.

En cuanto al material óseo obtenido del Homo sapiens, encontramos que se

plantea la problemática de su identificación morfológica en los artefactos, ya que

están modificados o las estructuras de los tejidos se encuentran alteradas por la

acción térmica y en muchos casos se trata de piezas pequeñas y presentan

diversas modificaciones en la manufactura. Esto conlleva que el analista las

engrape como hueso de animal, incluso llegando a confundirse con huesos de

venado, oso o pecarí.

Como nota tenemos que es posible identificar el empleo del material óseo humano

correctamente como materia prima; en este caso la relación más frecuente ha sido

suponerle un uso ritual. Esta tendencia se ha mantenido, y aún existen

investigadores que la mantienen de manera contundente, dando por sentado que

el hueso se trabajó para emplearlo con fines ceremoniales o simbólicos, sin tomar

en consideración el contexto arqueológico y su asociación con los otros materiales

(lítica, cerámica, pizarra, etc.). Pero no se puede considerar cualquier objeto de

uso utilitario como un elemento ceremonial (ver los aspectos de uso utilitario y

votivo).

Hay evidencias de que se aprovechó casi todo el esqueleto humano, aunque hay

partes que se usaron más: tal es el caso de los huesos largos y de ellos

preferentemente el fémur, la tibia y el húmero. Eso puede explicarse porque son

los huesos con la cortical más gruesa y con ellos se pueden fabricar herramientas

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

más grandes y fuertes. Pero al contrario, los menos utilizados son las vértebras, los

huesos cortos de manos y pies, y las costillas (Botella, et al., 2000: 160).

Se encuentran instrumentos en hueso humano en todo el mundo, pero

seguramente Mesoamérica es la zona donde el número es mucho mayor. Se debe

a que hasta la llegada del ganado doméstico europeo, no había organismos de

mayor tamaño que los hombres. Por su espesor, algunos huesos humanos

sirvieron muy bien para confeccionar herramientas. Los venados son más

pequeños y menos numerosos; fueron principal fuente de provisión de hueso;

según Botella y varios autores (2000: 162), sugieren que los huesos humanos les

siguen en importancia.

2.2. Metodología de estudio

La metodología de análisis de la industria del hueso trabajado cubre los siguientes

pasos:

2.2.1. Separación del material en: huesos, astas y dientes e identificación y

procedencia taxonómica apoyados en la asesoría de antropólogos físicos y

arqueozoólogos.

2.2.2. Determinación del grado de conservación (completos, incompletos y

fragmentos).

2.2.3. Definición del tipo de huellas que se presentan en los huesos trabajados

(Tafonomía y antropogénicas).

2.2.4. Determinación de la orientación y su ilustración.

2.2.5. Descripción del hueso trabajado a nivel morfológico.

2.2.6. Descripción del hueso trabajado a nivel morfométrico.

2.2.7. Descripción del uso del elemento (utilitario, ornamental y votivo) e

identificación de las huellas de uso.

2.2.8. Relación del artefacto de hueso con el contexto arqueológico.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

2.2.9. Integración de las características de los elementos con la información de

fuentes etnográficas y etnohistóricas.

2.2.1. Separación del material en: huesos, astas y dientes e identificación

y procedencia taxonómica apoyados en la asesoría de antropólogos

físicos y arqueozoólogos.

El primer paso para iniciar el análisis es corroborar que todo el material presenta

evidencia de trabajo, hecho lo cual se lleva a cabo la separación del material por

huesos, astas y diente. Posteriormente, se establece que si es hueso no humano y

humano, considerando la forma anatómica y por las características del tejido óseo;

en primera instancia anotando que para el material óseo no humano se debe

contar con el apoyo del arqueozoólogo y bibliografía especializada, así como de

material de comparación. Establecida la identificación taxonómica se describe y

lateraliza la parte anatómica a la que pertenece la pieza.

En cuanto al hueso humano, la identificación la realiza el antropólogo físico

especialista en osteología, el cual elabora una minuciosa comparación de las piezas

arqueológicas con el esqueleto humano cuando la pieza está muy modificada, y se

requiere una revisión de la forma del tejido óseo y certificar la procedencia

humana.

2.2.2. Determinación del grado de conservación del hueso trabajado

Se considera completo cuando hay 100 a 85%, incompleto 86 a 50%, y menos del

50% como fragmento o esquirla.

2.2.3. Definición del tipo de huellas que se presentan en el hueso

trabajado

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Las huellas o marcas en el hueso son producidos por dos tipos de agentes: los

tafonómicos que pueden ser biológicos - plantas y animales - y los físico-químicos

y los antropogénicos, entendidos éstos como modificaciones culturales, y

relacionadas a procesos de consumo o carnicería y de manufactura.

a. Agentes tafonómicos

Entendemos por tafonomía al estudio de las condiciones que tienen influencia en la

formación del registro fósil desde la muerte del individuo hasta su exposición. La

tafonomía opera sobre el principio de que los procesos que afectan a los huesos en

el presente, son los mismos que en el pasado, y que por tanto modifican a la

materia de igual manera, lo que permite su identificación en el presente (Johnson,

1985: 158).

El estudio de los agentes tafonómicos ha sido reconocido como crucial para la

apropiada interpretación de los contextos arqueológicos. Durante las pasadas

décadas, gran cantidad de sitios han sido dedicados a evaluar varios de ellos,

desde diversos ángulos; por ejemplo: 1) examen de los restos arqueológicos para

detectar huellas de los procesos; 2) la observación de los procesos en el presente

y, 3) la réplica de procesos mediante experimentación. Para su estudio la

tafonomía se divide en dos aspectos: biológicos y físico-químicos:

Biológicos

Son aquellos que pueden modificar o dejar huella en el hueso como: plantas-

hongos, insectos, roedores, carnívoros y herbívoros.

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El mayor daño que producen las plantas y los hongos sobre los huesos es de tipo

bio-químico. Ambos secretan un gran número de ácidos orgánicos que tiene el

efecto de disolver el fosfato de calcio en los tejidos óseos, lo que crea canales de

disolución y perforaciones. Esta condición se manifiesta en una impronta de

contacto que tiene la forma de las raíces. Su aspecto es de surcos con sección

transversal en forma de U y que se manifiesta de manera irregular y entrecortada

sobre la superficie del hueso (Johnson, 1985; Fisher, 1995).

Los insectos pueden taladrar la superficie del hueso creando surcos y picoteos.

“Algunas especies de escarabajos perforan el hueso durante la etapa de larva,

para crear cámaras en donde se van a desarrollar. Puesto que la preparación de

estas cámaras requiere de condiciones específicas de temperatura, cierto grado de

desecación de los tejidos suaves e intensidad de luz solar, su presencia puede ser

utilizada para inferir la temporada en que ocurrió la muerte del animal. Al igual que

los escarabajos, las hormigas transportan y acumulan huesos de pequeñas

especies como lagartijas, pájaros y roedores, lo que en un contexto arqueológico

puede resultar en la alteración de las asociaciones” (Padró, 2002: 38).

El roído es producido por los dientes incisivos del los roedores y los lagomorfos,

dejando marcas resultado ya sea de rotar el hueso contra el diente, o arrastrar los

dientes sobre la superficie del hueso; estas marcas en particular suelen

confundirse con huellas de corte. Sin embargo se puede identificar el roído por su

forma de U , ya que aparecen paralelas y cercanas unas a otras, mientras que las

marcas de corte son en forma de V.

Las mordeduras (masticado) son huellas producidas por los carnívoros, que se

ubican desde las partes blandas a las duras del hueso y se observan como

múltiples hundimientos en forma de U, la diferencia con el roído, es que son

paralelos y por lo general se ubican en los bordes de los huesos modificados.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Los herbívoros de talla media y grande por su peso y posesión de pesuñas pueden

producir alteraciones en el material óseo depositado en los estratos superficiales,

fenómeno conocido como pisoteo. Los estudios experimentales han permitido

reconocer al pisoteo como un importante agente de modificación en los contextos

arqueológicos, pues ha ayudado a dilucidar muchas de las controversias

relacionadas con la fractura espiral. Durante el pisoteo ya sea producido por el ser

humano o animal, se generan cambios sobre el material que pueden ser

clasificados como físicos y espaciales. Los primeros implican la ruptura o

modificación de la superficie, como lo es el caso de las fracturas. Esta condición ha

sido observada en particular sobre huesos que han permanecido mucho tiempo en

la superficie, y que por tanto han sufrido intemperismo y agrietamiento (Olsen y

Shipman, 1988: 551).

Físico-químicos

Dentro de los agentes físico-químicos encontramos la caída de rocas, el

intemperismo y la carbonatación.

La caída de rocas sobre los huesos también puede ocasionar procesos mecánicos,

que simulen acciones humanas. Por ejemplo, las proyecciones filosas en las rocas

pueden crear marcas parecidas a las que dejan las herramientas cortantes.

Asimismo, las marcas de impacto pueden aparecer como el producto del golpe de

un percutor, pues durante el proceso se generan rasgos característicos muy

similares a estriaciones, marcas de raspado y a lascas concoidales. Las

microestriaciones producidas de esta manera no deben confundirse con las

asociadas a marcas de corte, pues las primeras son poco profundas, de borde

irregular y presentan compresión en vez de rasgos incisivos (Fisher, 1995, en

Padró, 2002: 47).

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

El intemperismo se define como el proceso en el cual los componentes

microscópicos, tanto orgánicos como inorgánicos, son separados los unos de los

otros y destruidos por agentes químicos-físicos que operan in-situ, y que actúan,

igualmente, cuando el hueso está expuesto o enterrado. Los resultados de

intemperismo serán variables de acuerdo con las condiciones del ambiente donde

se encuentre el hueso y a la duración del proceso. Independientemente de la

razón del intemperismo, aquellos huesos que están directamente bajo el sol, lo

harán siempre más rápido que aquellos en sombra, en particular en la superficie

que tengan directamente expuesta al sol. Una excepción lo constituyen los

ambientes húmedos, en donde las sales que se forman en las grietas tienden a

acelerar el proceso.

Una de las consecuencias del intemperismo son las líneas de agrietamiento. Estos

trazos de desecación se presentan de forma paralela al eje longitudinal del hueso

siguiendo las vías de debilidad estructural. Como resultado se generan fracturas

perpendiculares, diagonales o rectas; si el hueso permanece expuesto y ocurre una

desecación extrema, entonces se produce una exfoliación, la cual consiste de una

de laminación de la superficie cortical a lo largo del eje longitudinal y siguiendo las

líneas de agrietamiento (Johnson, 1985, en Padró, 2002: 48).

La carbonatación consiste en el cubrimiento y penetración a diferentes grados de

carbonato de calcio, que forman una película sobre el hueso (Pijoán y Pastrana,

1987: 424). En terrenos ácidos los huesos se carcomen, o sea, se pierden parte de

la corteza, por lo que cualquier marca que hubiese tiende a desaparecer.

b. Agentes Antropogénicos.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Ya anotamos que estos corresponden a modificaciones culturales productos de

consumo o carnicería y manufactura. Las alteraciones más comunes en los huesos

son las fracturas, los cortes, además de la evidencia de desgaste.

Una fractura es una falla mecánica localizada que involucra tensión, ya que el

hueso es más fuerte bajo compresión o fuerzas cortantes que cuando está bajo

tensión. Para entender este concepto hablemos que la mayoría de los huesos del

cuerpo se exponen a fenómenos de fuerza y tensión de forma natural, es decir,

mediante movimientos comunes o durante el descanso, y que resultan de acción

muscular y por el peso del cuerpo. Existen tres tipos principales de fuerza: la tensil

(la que alarga al hueso), la compresiva (la que encoge al hueso), y la cortante

(que hace deslizar al objeto sobre una parte adyacente en dirección opuesta).

Estas fuerzas pueden actuar de maneras separadas (Johnson, 1985). Las

principales formas de las fracturas son: 1) las perpendiculares, que se presentan

como ángulos rectos al eje principal; 2) las longitudinales o paralelas al eje; 3) las

espirales, parciales o completamente helicales que están alrededor de la

circunferencia del hueso, y; 4) las diagonales, que cortan la estructura natural del

hueso (Marshall, 1989: 11).

Un corte se define como estriación lineal alargada, relativamente angosta y que en

sección presenta lados planos, aunque su forma puede ser variable, lo mismo que

su anchura (Fisher, 1985).

El desgaste es la transformación del hueso mediante un esfuerzo continuo para

consumir poco a poco las partes sobrantes hasta llegar a la forma deseada.

Generalmente se lleva a cabo usando un instrumento intermedio de dureza

variable, el cual se mueve sobre la superficie de los artefactos que se busca

modificar (Adán Álvarez, 1997).

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Las huellas antropogénicas se pueden agrupar en el proceso del consumo y las

relacionadas con el proceso de manufactura.

Consumo o carnicería

Este proceso lo define el conjunto de fracturas, cortes y su distribución en el

hueso, que está en función a la relación anatómica, y que permiten establecer

actividades como el retiro de carne, el retiro de la piel, el destazamiento y la

preparación del hueso como materia prima. Las fracturas y cortes por su

distribución se diferencian entre aquellas que afecta a la superficie del hueso y las

que seccionan o dividen al hueso.

Las marcas sobre la superficie del hueso son producto de dos eventos: 1)

obtención de materia prima (piel y hueso) y 2) extracción de la carne.

1) En la obtención de la materia prima, el desollamiento es la acción de

desprender la piel del cuerpo o de los miembros. Las marcas son cortes, las cuales

se presentan en la superficie de las diáfisis de los huesos largos, las falanges y en

la parte baja de las mandíbulas y el cráneo. El desmembramiento es la acción de

dividir o apartar los miembros del cuerpo en secciones anatómicas. Dentro de

éstas se puede considerar a la desarticulación (Pijoan y Pastrana 1987: 431). Las

marcas siguen siendo cortes y se presentan en los bordes o áreas de articulación y

en las epífisis de los huesos largos, sobre la superficie de las vértebras y/o partes

pélvicas.

2) Desprendimiento de la masa muscular o fileteo es la acción de separar los

diferentes músculos, respetando su conformación. Las marcas de corte se ubican

paralelas a lo largo de la diáfisis del hueso (idem). De esta manera se limpia y se

obtiene el hueso que servirá como materia prima.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Las marcas que seccionan o dividen al hueso corresponden al destazamiento que

es la acción de dividir o apartar la sección anatómica del cuerpo en piezas o

pedazos (idem). Para la época prehispánica el destazamiento se lograba mediante

percusiones, flexiones o torsiones que ocasionaban fracturas.

Marcas que seccionan al hueso: Percusión Torsión o Flexión Desgaste por corte

Conjunto de Marcas

Marcas sobre el hueso:

Desgaste por corte: Unilineal Multilíneal

Desarticulación

Destazamiento

Desollamiento

Productos Alimentario (Platillo)

Fileteo o desprendimiento de masas

Decapitación

Selección de materia prima

Muerte del organismo

Desecho Huesos fracturados y astillados

Tratamiento térmico

Cuadro 2. Diagrama de flujo del proceso de consumo

Manufactura

Es el proceso de la transformación de la materia prima en artefacto, pasando por

distintas etapas como la extracción, la elaboración y la decoración. Este proceso

deja distintas huellas antropogénicas. Hay marcas que se pierden en la

elaboración, entre ellas las de extracción, como el caso de las agujas, cuya

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

superficie se altera por completo. Los materiales que más información de huellas

de manufactura aporta son elementos como la matriz o núcleo, desecho y

preforma, los cuales ayudan a reconstruir todo el proceso de manufactura de cada

artefacto, si se les analiza.

2.2.4. Determinación de la orientación y su ilustración del hueso

trabajado

Este apartado permite realizar una descripción y definición del artefacto trabajado.

Para llevar a cabo la orientación de un artefacto trabajado es necesario establecer

los siguientes parámetros: secciones: distal, mesial y proximal; dos zonas: activa y

de mantenimiento; dos caras: ventral y dorsal; y dos bordes: izquierdo y derecho

(ver figura 4 y 5); considerando como:

Sección distal.- En las herramientas corresponde a la parte o zona activa y donde

se ubica la huella de uso; en el caso de los artefactos ornamentales como

pendientes o botones, es la que se encuentra más alejado de la perforación y ésta

se orienta hacia arriba.

Sección medial o mesial.- Corresponde a la media de todo artefacto alargado o la

sección que queda entre la proximal y distal anotando que en algunas ocasiones,

esta parte no presenta mayor modificación de manufactura.

Sección proximal.- Es la más distante de la zona activa, generalmente la menos

elaborada del artefacto y en las herramientas de hueso es la porción más próxima

al individuo. En elementos ornamentales perforados correspondería al lugar a

donde se ubica la perforación.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Figura 4. Las partes en que se divide el hueso trabajado.

Zona activa.- Es el área del artefacto que está en contacto con la materia prima a

modificar, y se ubica en la sección distal.

Zona de mantenimiento.- Corresponde a la superficie cercana a la zona activa, se

caracteriza porque se presenta la abrasión2, para reavivar el borde activo del

2 Esta es una técnica de desgaste, donde se emplean piedras de grano grueso. Y se observan en la superficie incisiones alargadas paralelas (Adán Álvarez; 1997).

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

instrumento y que puede estar presente en la cara ventral o dorsal, o en ambas.

Esta zona se ubica por lo general en la sección distal.

Cara ventral.- Es aquella sobre la que se apoya

el objeto. En los huesos hendidos corresponde a

la cara interna, que es fácil de identificar cuando

se conservan restos del canal medular o del

tejido esponjoso. En numerosos ejemplares, el

alto grado de elaboración impide la correcta

identificación de las caras por lo que su

determinación se efectúa de manera arbitraria. Figura 5. Maneras de orientar a los

artefactos (tomada de Pascual, 2002)

Cara dorsal.- Corresponde a la superficie exterior del hueso, identificable por su

convexidad. Se presenta de cara al espectador (Pascual, 1998: 21).

Borde derecho/borde izquierdo.- Una vez orientada la pieza con cara superior a la

vista, la sección distal hacia el frente y la proximal cercana al analista, los bordes

derecho e izquierdo coinciden con la visión del espectador.

La ilustración de los artefactos en planta y corte es un elemento muy útil para el

apoyo de la descripción, ya que permite representar detalles que no se pueden

obtener por otro medio, tales como las secciones transversales.

2.2.5. Descripción del hueso trabajado a nivel morfológico.

Una vez determinada la orientación del hueso se procede a describir de manera

general la pieza trabajada; primero se determina qué parte de la producción se

está definiendo; si se trata de un núcleo, preforma, desecho, herramienta u objeto

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

ornamental e identificar cuándo hay huellas de manufactura. En las herramientas

se determinan las huellas de uso.

Núcleo

Se refiere a aquel hueso fragmentado o completo o al asta que presenta cortes

transversales o longitudinales o percusiones, que se determinan como parte de la

técnica de extracción, cuya finalidad es obtener varillas o esquirlas. Éste no ha sido

modificado anatómicamente y a veces combina marcas de extracción con otras,

como las de consumo.

Las huellas de las técnicas de extracción son fáciles de reconocer (incisiones largas

y paralelas que van ahondando en la cara superficial), aunque aparecen de

manera más sutil. Asimismo, pueden citarse las marcas de calentamiento térmico

de la superficie ósea, a veces combinadas con incisiones del corte, incluso las

muescas laterales presentes en ciertas astas o diáfisis

En la matrices pueden reconocerse señales previas de trabajo, como la abrasión o

el pulimento de las superficies que se van a trabajar o la limpieza de las diáfisis

ósea a base de incisiones largas superficiales en la cara elegida como matriz (Adán

Álvarez, 1997: 21).

Preforma

El término preforma se refiere al objeto antes de tener la forma final. Las

preformas pueden ser varillas y esquirlas. Las varillas se refieren a fragmentos

óseos alargados que presentan huellas laterales de extracción (incisiones,

muescas, fracturas) e incluso las marcas superficiales de la preparación previa de

las matrices. Si son fragmentos óseos obtenidos por ranurado, las secciones del

fuste o mesial, son rectangulares, cuadradas o poligonales (Adán Álvarez, 1997:

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

21). El término esquirla es para aquellas obtenidas por percusión, en donde se

presenta el canal medular alterado.

Por su forma se pueden dividir en preformas automorfas, cuando sigue

conservando la forma original o anatómica del hueso, y las preformas xenomorfas

cuando la forma original de la materia prima fue alterada y es difícil de distinguir la

pieza anatómica, como el caso de la preparación de agujas u objetos tallados.

Desecho

Se entiende como desecho a los residuos de una manufactura de hueso trabajado,

y cuya forma anatómica puede o no estar alterada. Estos se pueden agrupar por

esquirlas de la diáfisis y epífisis de huesos largos.

Desecho de la epífisis de hueso largo.- Este grupo es el más fácil de distinguir,

porque son desechos de la técnica de extracción

por desgaste, en donde la matriz es la diáfisis del

hueso largo y las extremidades o epífisis distales

o proximales, son desechadas, y no sufren

ninguna alteración, además que esta zona va a

conservar el desgaste por corte o aserrado

transversal o en algunos casos, la percusión (ver

imagen 1).

Imagen 1. Desecho de epífisis (Proyecto Xalla, foto tomada por

Rafael Reyes)

Esquirla de las diáfisis.- Este término de esquirlas se aplica cuando fue obtenida

por la percusión. Las esquirlas de los desechos de manufactura son cortas y

pequeñas, con forma irregular de la pieza. Pueden ser hechas en huesos planos,

largos y cortos.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Artefacto

Es el producto terminado dentro del proceso de producción de la industria del

hueso trabajado, y tiene forma y uso definidos pudiendo ser el último, estos

pueden ser de tres usos: utilitario, ornamental y votivo.

Herramientas obtenidas de una astilla

Es aquella esquirla obtenida por percusión y/o flexión de un hueso fresco durante

el proceso de consumo, seleccionada después de la fracturación involuntaria y que

es utilizada como artefacto por su morfología, la cual puede ser irregular y

presenta terminación en punta. Las marcas visibles en la zona activa de estos

objetos son producto del uso y mantenimiento constante, anotando que en general

son objetos puntiagudos o biselados.

a. Huellas de manufactura

Selección de la materia prima

Proceso de consumo

Téc. de extracción

Téc. de elaboración

Téc. de decoración

Proceso de manufactura

Artefacto

La etapa previa a la manufactura de los huesos trabajados es la selección de la

materia prima, que en algunas

ocasiones, va a presentar huellas de

proceso de consumo –desollamiento,

desmembramiento, destazamiento y

desarticulación -. Para el estudio de la

manufactura del hueso, y a partir de la

propuesta de Padró (2001, 2002), se

establecen tres técnicas: extracción,

elaboración y decoración - esta última

incluida por nosotros -, señalando que

su aplicación está supeditada a la

característica de la materia prima (ver cuadro 3).

Cuadro 3. Procesos de consumo y manufactura

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Como regla general, los huesos del endoesqueleto con diáfisis de mayor tamaño

(huesos largos) o aquellos que ofrecen un alto grado de aplanamiento (cráneo,

mandíbulas, costillas, escápula y pelvis) resultan más fáciles de trabajar que las

partes anatómicas más pequeñas y compactas (dientes, tarsos, carpos y falanges).

En comparación con las astas y otras partes del exoesqueleto, como las garras y

las pezuñas, poseen un mayor grado de solidez. En aquellos casos donde las

partes anatómicas consisten de hueso fresco, limpio de carne y de periostio, la

respuesta a la manipulación será diferente a las del hueso seco, la cual es más

parecida a la del material lítico (Adán Álvarez, 1997: 40).

Técnicas de extracción

Llamaremos técnicas de extracción a la manera

de dividir la materia prima (matriz) para obtener

varilla o esquirla (preformas). Esta técnica se

divide en percusión, flexión, fuego y desgaste.

Las tres primeras producen fracturas, y la última

produce cortes transversales y longitudinales

(ver figura 6).

Percusión.- El resultado de esta técnica es la

fracturación del resto óseo. Puede ser activa

sobre yunque cuando el hueso golpea al

percutor, o pasiva si el hueso recibe el choque

del percutor (Adán Álvarez, 1997: 42). Se

reconocen dos tipos de percusiones: directa, es

cuando el percutor golpea al hueso inmóvil; indirecta es cuando entre el hueso y el

percutor actúa una pieza intermedia, como puede ser un cincel. Las marcas óseas

Figura 6. Técnicas de extracción (tomado de Pascual, 1998)

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

visibles tanto en la matriz, como en el resto extraído, son: cicatrices superficiales

que pueden acabar por fracturar a la matriz; punto de impacto con ondas en el

bloque originario y en las lascas óseas; microextracciones en la superficie o dentro

de las muescas del bloque; muescas en el bloque de la fractura de la matriz, tanto

en el exterior como en el interior; lascas en bordes rectos (huesos secos) o

angulosos (huesos frescos) (idem).

Los huesos pueden afrontar cuatro tipos de situación de fuerza y tensión cuando

se les aplica por percusión: 1) carga concéntrica, en línea con el eje longitudinal

del hueso; 2) carga excéntrica, paralela al eje pero fuera del centro; 3)

perpendicular al eje longitudinal, a media diáfisis; y 4) la torsión (aplicada a uno o

ambos extremos) y que produce, además de condiciones de fuerza/ tensión, una

fuerza cortante (Padró, 2000: 50). En primera se observan desprendimientos de

micro-esquirlas alrededor de los bordes donde se aplica la percusión; ésta podría

ser una variante del desgaste, pues el peso del percutor es controlado, se deja

caer y se aplica una fuerza en el contorno del borde; la segunda es la más común,

se encuentran esquirlas largas; las terceras responden más a herramientas de

piedra como hachas; y en la cuarta, la torsión responde a fuerza humana aplicada,

donde las marcas de los bordes superiores e inferiores terminen en punta.

Flexión.- Consiste en aplicar fuerza y tensión al material óseo en cada uno de sus

extremos, y se produce una fuerza cortante hasta obtener una fractura. Esta

técnica de extracción transversal muestra buenos resultados en huesos

endurecidos de animales de talla mediana o pequeña, y es usualmente utilizado

tras haber debilitado el hueso mediante percusión. Puede realizarse simplemente

por la fuerza humana o combinándola con el aserrado. Las marcas son bordes

superiores e inferiores con perfiles irregulares, generalmente escalonados (Adán

Álvarez, 1997: 42; Padró, 2002: 65).

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Desgaste.- Es la transformación de la materia prima mediante un esfuerzo

continuo para consumir poco a poco las partes sobrantes hasta llegar a la forma

deseada. Generalmente se lleva a cabo usando un instrumento intermedio de

dureza variable, el cual se mueve sobre la superficie de los artefactos que se busca

modificar. Para facilitar el proceso se pueden utilizar agentes lubricantes como

agua, o abrasivos, como la arena y la ceniza (Padró, 2002: 65). Las variantes de

estas técnicas son desgaste por corte, desgaste por aserrado y nosotros hemos

encontrado el desgaste por cordel.

1) Desgaste por corte.- Los tipos de cortes pueden ser transversales y

longitudinales. Los primeros se denominan transversales, porque seccionan el

hueso en forma perpendicular al eje principal; y los longitudinales son cuando los

cortes son paralelos al eje principal.

La técnica de desgaste por corte implica dar forma con una herramienta mucho

más dura que el material que se trabaja, y en donde la zona de trabajo de la

herramienta debe ser menor a un ángulo de noventa grados, lo que en el caso de

una herramienta filosa corresponderá a un corte lineal (Lorenzo, 1965). Tales

marcas consistirán en las características estriaciones alargadas, relativamente

angostas y que vistas transversalmente, poseen planos y formas de V.

Frecuentemente vienen acompañadas por estriaciones finas y paralelas en sus

bordes, lo cual es la característica primordial para distinguirlas de cualquier otro

tipo de marcas, aunque con la salvedad de que sólo son visibles bajo un

microscopio electrónico (Fisher, 1995: 17 en Padró, 2002: 66).

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

2) Desgaste por aserrado.- Se denomina a la fragmentación o eliminación de una

parte de la materia ósea, mediante el movimiento

oscilatorio de un útil lítico, como un buril, o lámina de

filo retocado (sierra). El patrón de la huella consiste en

múltiples cortes cercanos y paralelos o casi paralelos,

que de forma acumulada crean una impresión profunda

(ver figura 7). Figura 7. Desgaste por aserrado (tomado de Talavera et al., 2000)

A veces estas marcas pueden distinguirse a pesar de la acción superpuesta de las

técnicas de elaboración, ya que poseen ondulaciones con ligeros desplazamientos

en la parte seccionada. Igualmente pueden observarse sobre la superficie del

borde cortado múltiples líneas; rara vez siguen los contornos del hueso, por lo que

si existen depresiones o abultamientos en el periostio, las huellas tienden a

saltarlas. El análisis detallado de estas huellas permite conocer aspectos como: el

ángulo de sujeción del instrumento, cómo era el lado cortante del instrumento y el

nivel de fuerza aplicada (Adán Álvarez, 1997: 42; Padró, 2002: 65).

Como variante de las técnicas antes expuestas

tenemos al ranurado el cual puede ser identificado

en la matriz y material de desecho, a través de dos

incisiones alargada paralelas realizadas por un

movimiento de vaivén continúo, cuya fase final es

la aplicación de una percusión indirecta por medio

de un cincel, presumiblemente de hueso. En

afirmación de Semenov (1981) en esta técnica se

emplea un instrumento lítico cortante, probablemente buril, y el producto obtenido

son “varillas” de hueso o asta (ver imagen 2 y figura 8).

Imagen 2. Ranurado (Proyecto Xalla, Tomada por Rafael Reyes)

3) Desgaste por cordel.- Los instrumentos son cordeles de fibras de origen vegetal

(como los de algodón y los ixtles o fibras de maguey) o tiras de cuero. Para

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

realizar el desgaste, este instrumento va

acompañado de abrasivos como cenizas, polvo de

obsidiana, polvo de piedra pómez o arenas. Al

iniciarse esta técnica, primero se realiza una

pequeña ranura, en donde se va a realizar la

sección, por medio de un instrumento lítico. Se

coloca el cordel en la ranura y se realizan

movimientos bidireccionales, y además se le va

agregando el abrasivo hasta obtener la división de

hueso.

Las marcas del cordel dejadas sobre la superficie

de la ranura del hueso, vistas transversalmente,

poseen lados en forma de U, es decir, se observa

en la pared una pequeña concavidad dejada por el

cordel, y una superficie lustre, no uniformes. Además se aprecian múltiples líneas

paralelas o casi paralelas. Poseen ondulaciones con ligero desplazamiento en la

parte seccionada. En la superficie del borde externo cortado se observan múltiples

líneas longitudinales de diferentes tamaños dejadas por la entrada y salida del

grano del abrasivo. En ocasiones, se emplea como parte de la técnica decorativa,

cuando se realizan esgrafiados circulares o transversales.

Figura 8. Tipos de ranurado (tomada de Pascual, 1998)

Fuego.- Es una variante del tratamiento térmico, es decir, se trata de una

exposición directa de calor, que se le aplica al hueso para modificarlo. Es usual

combinar esta técnica con la de percusión. Las marcas en los restos óseos son

claras: matrices con superficies mudadas de color (marrón-negro), y esquirlas de

secciones casi siempre aplanadas con tonalidades oscuras. Los cambios de

tonalidad en los restos óseos pueden ser también producto de una limpieza previa,

es decir, el retiro del periostio (Adán Álvarez, 1997: 42). Esta técnica fue usada

desde el Paleolítico inferior según Semenov (1981).

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Técnicas de elaboración

Es el segundo paso de la manufactura y se dividen en cepillado, raspado, abrasión,

pulimento, bruñido, perforaciones, tratamiento térmico y remojado.

Cepillado y Raspado.- Son técnicas de desgaste que

regularizan parte de la materia prima ósea, principalmente

para eliminar el periostio antes de extraer la médula. Se

logran mediante un movimiento unidireccional con la

herramienta lítica colocada transversalmente a la línea de

fuerza o traslación y presión. Las marcas resultantes del

cepillado son múltiples estriaciones adyacentes y paralelas

unas de otras, de apariencia alargada, lineales, y

ondulaciones finas orientadas perpendicularmente al eje de las estriaciones (Padró,

2002: 67).

Figura 9. Técnica del cepillado (tomado de

Talavera, et al., 2000)

El raspado tiende a eliminar parte de las marcas precedentes (abrasión o

cepillado), dejando el útil con superficies lisas (ver figura 9). En las superficies no

se aprecian restos del recubrimiento natural y su determinación anatómica es

incierta. El raspado o estriado es una técnica similar a la del cepillado, pero las

huellas que deja son transversales, cortas, rectilíneas y paralelas (Adán Álvarez,

1997: 43; Padró, 2002: 67).

Abrasión.- Tiene como finalidad eliminar el periostio para obtener un acabado en la

superficie. Consiste en la aplicación de fricción con un material abrasivo grueso

como es madera, basalto, tezontle, areniscas de grano grueso o láminas de sílex u

obsidiana con filo retocado. El resultado son incisiones finas casi paralelas, que

pueden encontrarse verticales, oblicuas u horizontales al eje de la pieza, según se

manipule el abrasivo (Adán Álvarez, 1997: 42; Padró, 2002: 66) (ver figura 10).

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Pulimento.- Es la segunda etapa de la elaboración y consiste

en aplicar agentes abrasivos más suaves, en piedra o en

polvo, como pómez, arenas, cenizas, o algunas piedras

molidas de grano fino. Aunque en reconstrucciones

experimentales las huellas de estas técnicas son muy

parecidas, las marcas de pulimento se reconocen porque

logran eliminar totalmente las huellas precedentes de la abrasión dejando

superficies muy lisas; da uniformidad a la pieza, y en ocasiones produce un brillo

(Adán Álvarez, 1997: 42; Padró, 2002: 67) (ver figura

11).

Figura 10. Técnica de abrasión

(redibujado de Suárez, 1977)

Bruñido.- Esta técnica se realiza después de que la

pieza fue sometida al proceso de pulimento. Ésta se

hace de dos formas: una con materiales suaves como piel o tela y en ocasiones se

utiliza un abrasivo muy fino, como podría ser la tierra

de diatomeas. La otra forma es la aplicación de fricción

de objetos duros, como cantos rodados lisos, huesos y

conchas; se pueden combinar ambas. El bruñido únicamente da mayor brillo y

lustre a la pieza; es una forma de darle a la pieza un acabado a la superficie

(Suárez, 1977: 16).

Figura 11. Técnica de pulimento (tomado de Talavera et al., 2000)

Perforación.- Esta acción consiste en hacer un orificio que atraviese la materia

prima de un lado a otro. En general, primero se produce una reducción de parte de

la materia prima mediante incisiones regulares y continuas, creando un plano de

trabajo, para después perforar el orificio. Existen varias modalidades en la técnica

de perforación (Padró, 2002: 67) (ver figura 12):

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

1) Cónica.- Se lleva a cabo mediante una perforación giratoria en la que la

herramienta da vueltas al punto de impacto, ya sea a la derecha o a la izquierda,

con media o un cuarto de vuelta e impulsada

por la mano o un instrumento especializado.

Dependiendo del artefacto utilizado, en

ocasiones el resultado de esta técnica puede

ser una perforación en donde el diámetro del

orificio es más o menos uniforme a lo largo de

toda la perforación (Suárez, 1974).

2) Bicónica.- También conlleva una fricción

giratoria, pero en este caso, por los dos lados

del objeto y en direcciones opuestas. El proceso continúa hasta llegar al punto

donde ambos conos se encuentran, lo que resulta en un orificio con un centro más

angosto que sus entradas (idem).

Figura 12. Tipos de perforación (tomado de Suárez, 1977)

3) Rectilínea.- Conlleva una fricción perforadora recta mediante presión directa de

la herramienta, por lo que las huellas resultantes son paralelas al eje de la pieza

(idem).

4) Irregular.- Llamemos perforación irregular a las roturas producidas por la

técnica de percusión indirecta –utilización de un perforador por percusión -. Al

presionar las paredes se produjo la rotura, y vista de una de las caras del artefacto

es de forma irregular (Suárez, 1977: 16).

5) Por desgaste longitudinal.- Se refiere a la perforación hecha con un instrumento

cortante en forma de bisel, de ángulo agudo; ésta se realiza imprimiendo un

movimiento de vaivén al elemento cortante. Se realiza la horadación por medio de

un corte que produce una sección en forma “V”. Algunos autores lo señalan como

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

acanalado. Estas perforaciones son realizadas a partir de la ejecución de una

acanaladura. Usualmente se denomina a esta forma de perforación “lenticulada”

(Velázquez, 1999: 36).

Tratamiento térmico.- Es la acción de calor que altera la estructura físico-química

del hueso, y puede ser de dos tipos: la directa, cuando el calor altera directamente

la constitución del hueso, y la indirecta cuando hay un medio líquido o vapor y la

temperatura de este medio altera la estructura del hueso. La aplicación de esta

técnica es para darle al objeto trabajado en hueso, mayor dureza, color y textura

en el acabado de la superficie.

1) Fuego o exposición directa.- Se puede manejar como técnica de extracción,

como se manejó en párrafos anteriores, cuando su finalidad es seccionar el hueso

del organismo. En este caso la exposición directa se está manejando como técnica

de elaboración por su acabado de superficie, es decir, la finalidad de esta técnica

es dar color y textura a la pieza, mediante la acción intencionada del hombre (ver

imagen 3).

Tenemos dos términos elaborados desde la antropología física: uno de ellos es la

cremación y el otro es la incineración. La primera es la acción de quemar un

cadáver, mientras la incineración sería la acción y efecto de reducir el cadáver en

cenizas (Botella, et al., 2000: 145).

Los huesos sufren una deshidratación a la exposición directa. Se observan cambios

de color de superficie, dependiendo a las temperaturas sometidas y su tiempo de

duración.

El material óseo se comienza a carbonizar cuando llega a temperaturas de 250º C

a 400° C; adquiere un color negro; por lo tanto, si se requiere de una dureza

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

óptima para los artefactos de uso utilitario, es probable que no se rebasaran estos

grados. Presumiblemente esta técnica se utilizó con mayor frecuencia para dar

color y textura a los objetos de hueso ornamental.

2) Cocción.- Es el proceso en el que los huesos se someten a la acción del calor

dentro de un líquido, ya sean limpios o con partes blandas; la cocción altera sus

propiedades físico-químicas y

organolépticas.

La cocción afecta al hueso

fresco, porque con el calor se

desnaturalizan algunas de las

proteínas y su estructura

orgánica queda alterada. Imagen 3. Coloración del hueso en exposición

al fuego (datos obtenidos de Barba y Rodríguez, 1990)

Si los huesos se hierven en agua recibirán una temperatura en torno a 100° C, que

podrá variar algo en función de la altitud, y los elementos que pueden contener el

agua. El efecto de ese calor sobre los huesos frescos es el mismo, tanto si se

cuecen con carne o despojados y limpios de ella, pues la temperatura y la

humedad que reciben son iguales o parecidas en uno u otro caso. Los huesos

cocidos tienen un aspecto externo más terso y a veces vítreo, con una coloración

apreciablemente más amarillenta que se suele impregnar menos del color de los

sedimentos donde se enterraron. Parecen más compactos, se conservan mejor y

suenan como la madera seca o la cerámica al ser golpeados (Botella, et al., 2000:

137-139).

Este tratamiento es el más común de encontrarse en los artefactos y desechos del

hueso trabajado. Recordemos que se cuecen las partes blandas y los huesos en

cualquier proceso de consumo, y después se seleccionan los restos óseos

50

Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

apropiados, como materia prima, para proceder a manufacturarlos. Y se ha visto

experimentalmente que puede haber una segunda exposición en el hueso, para

que adquiera mayor dureza, como en las herramientas, por ejemplo, el caso de los

cinceles.

3) A vapor.- El tratamiento térmico a vapor es una acción indirecta, y es a bajas

temperaturas. El material de hueso fresco ya sea con músculo o sin éste, es

envuelto para que el calor sea homogéneo o colocado encima del agua hirviendo

en un espacio cerrado, es decir, la temperatura que recibe será el vapor que sale

de la ebullición del líquido. Ejemplos claros serían los procesos de barbacoa, los

procesos de tamalización, entre otros.

El autor Semenov (1981) menciona que la utilización de vapor es un procedimiento

para ablandar los huesos, lo cual es preferible antes de tallar la superficie.

Remojado.- El remojo en agua de los huesos es un método para aumentar su

plasticidad previa al trabajo. Usualmente esta técnica es necesita para tallar y

retocar los huesos frescos. En el caso de las astas de venado es muy útil

remojarlas, pues les da elasticidad y las convierten en materias primas fáciles de

transformar (Semenov, 1981).

Técnica de decoración

Llamaremos técnica de decoración al proceso que sigue una pieza después de la

técnica de elaboración. Una vez que se le ha dado forma y acabado de superficie

se le decora con motivos geométricos, fitomorfos, zoomorfos o antropomorfos, en

algunas ocasiones se pinta o se talla.

51

Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Pintado.- Es la utilización de ciertos colores como el negro, rojo y azul, ya sea

provenientes de óxidos de diferentes minerales, de material animal (como la

cochinilla o el múrex) o vegetal, pudiéndose aplicar al hueso por medio de la

técnica de temple, el fresco, el óleo, etc.

Esgrafiado.- Es una variante del corte. Generalmente se hace por desgaste.

Consiste en romper y penetrar un material con un instrumento cortante, de dureza

mayor que el material en proceso y al que se le imprime un movimiento de vaivén,

produciendo acanaladuras más o menos profundas que no traspasan las paredes

de la pieza y que tienen por objeto ornamentar y permitir el diseño de

movimientos complicados o simples. Cuando estas acanaladuras son muy anchas y

poco profundas las llamamos labrado; ésta es una variante del esgrafiado (Suárez,

1977: 16).

Calado.- Es un corte hecho por percusión o desgaste que consiste en penetrar la

pieza de lado a lado con fines decorativos. Los instrumentos usados para efectuar

los esgrafiados o calados fueron generalmente de piedra (Suárez, 1977: 16).

Tallado o modelado.- Consiste en trazar la figura deseada en el hueso; luego con

piedras abrasivas se van desgastando las zonas deseadas para obtener volumen

de diseño trazado. Se mezclan cortes, esgrafiados y perforaciones para decorar

con esta técnica. Las marcas presentes son muescas, ahondamientos e incisiones.

Todo ello está encaminado a la obtención de los detalles y conseguir la nivelación

de los contornos (Padró, 2002).

b. Ubicación de las huellas de uso y determinación de las huellas de

mantenimiento y reciclaje

52

Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Los artefactos que presentan huellas de uso y mantenimiento son las

herramientas; éstas se ubican en la parte distal. Una huella de uso se distingue

porque se encuentra en la zona del borde activo, mientras la de mantenimiento se

halla en la parte distal.

Huellas de mantenimiento y de reciclaje

Todo instrumento utilitario cumple un ciclo de vida, es decir, en el caso de

instrumentos biselados o puntiagudos, la zona activa con mayor desgaste es la

parte distal; ésta va deteriorándose por el uso. Las zonas activas de las piezas bien

biseladas o con puntas, por el uso cotidiano con otras materias primas de mayor

dureza que el hueso, se convierten en formas embotadas, hasta llegar a

terminaciones romas; en este sentido se dice que la zona activa está desgastada;

entonces se les da mantenimiento a los biseles o puntas por medio de la abrasión,

que consiste en frotar con alguna piedra abrasiva ya sea basalto, tezontle, pómez,

entre otros, para sacarle nuevo bisel o nueva punta. Y así el artefacto es

nuevamente utilizado.

El reciclaje según Schiffer (1990) se trata del conjunto de actividades laborales

encaminadas a la transformación de un producto con características y usos

determinados, en un nuevo producto con características y usos diferentes: los

instrumentos de trabajo que después de un prolongado uso y mantenimiento, ya

no están en condiciones de cumplir con las labores para las que habían sido

hechos, como por ejemplo, sucede con las agujas de hueso que se reciclan en

alfileres. En múltiples ocasiones, las fracturas o agotamientos del artefacto durante

su consumo, conlleva a su reciclado.

2.2.6. Descripción del hueso trabajado a nivel morfométrico

53

Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Se refiere a los diversos tipos de mediciones para complementar la morfología y

esto se relaciona además con el uso. Las mediciones para el análisis son: el largo

total de la pieza (L), el ancho máximo y mínimo (A), el grosor (G), el diámetro de

la perforación (dP). Hay mediciones más detalladas para los objetos de uso

utilitario; se realizan en la zona activa y parte distal: el ancho del borde activo

(a.b), el espesor del ancho activo (e.b), el largo del borde activo (l.b) y el ángulo

de la parte distal (À) (ver figura 13). En algunas ocasiones el ángulo de la parte

distal señala la función de algunas piezas utilitarias, como en el caso de cuchillos,

cuyo ángulo es entre 5º a 45º; en el caso de de cinceles, el ángulo funcional

fluctúa entre 15º a 45º. Teóricamente en el caso de agujas, los ángulos agudos

son más viables para el cosido de textiles y los ángulos de más de 45º son más

apropiados para el cosido de piel (Padró, 2002).

La combinación de las medidas obtenidas hemos observado que nos pueden dar

una serie de índices y proporciones que nos remiten a su vez establecer su

relación morfológica - función. Estos índices son los siguientes:

Índice de superficie = Largo total X Ancho IS = LXA

Índice de Masividad = Largo total X Grosor IM = LXG

Índice de Laminación del Borde Activo = Ancho del borde activo X Grosor del

borde activo LA = a. b X g. b

Índice de Superficie del borde activo = Largo del borde activo X Ancho del borde

activo

SM = l. b X a. b

Índice de Manipulación = Índice de superficie del borde activo entre Largo total

IMn = SM / L

54

Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Figura 13. Las medidas básicas para el hueso trabajado.

El índice de superficie (IS) se refiere al área total del artefacto; mientras que el

índice de masividad (IM) se relaciona a la resistencia que puede alcanzar el objeto;

el índice de laminación del borde activo (LA) nos indica qué tan delgada es la pieza

en su parte funcional; para el índice de superficie del borde activo (SM) está

relacionado con el área donde se encuentra la huella de uso; y por último el índice

de manipulación (IMn) se encuentra vinculado con la superficie total modificada

por el uso (Padró, 2002).

55

Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

2.2.7. Descripción del uso de los elementos (utilitario, ornamental y

votivo) e identificación de las huellas de uso

Después de describir los niveles morfológicos y morfométrico se procede a

determinar el uso para los huesos trabajados terminados: éstos son a) utilitarios,

b) ornamentales y c) votivos.

a) Uso utilitario.

Se entiende como uso utilitario aquellos el de los objetos de huesos

manufacturados que se han empleado en distintas tareas para modificar otras

materias primas, y son de uso doméstico cotidiano. Se agrupan por su parte

terminal en objetos puntiagudos, biselados, romos, huecos, compuestos y

musicales.

Objetos puntiagudos.

Son aquellos objetos que en la

parte distal terminan en punta. Se

pueden clasificar por el tipo de

punta y éstas suelen ser (ver figura

14):

Punta ahusada.- Cuando la punta en

sección transversal tiene la forma

circular o elíptica, la terminación

puntiaguda es larga y presentan

ángulos menores a 15°. Figura 14. Tipos de puntas

Punta cortante.- Cuando la punta en sección transversal es triangular y la

terminación puntiaguda es más alargada que la punta ahusada.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Punta roma.- La terminación puntiaguda es redondeada, su sección transversal

puede ser triangular y circular, presentándose ángulos mayores de 25º.

Punta espatulada.- Cuando la punta en sección transversal es trapezoidal y tiende

a tener sus lados aplanados.

La siguiente nomenclatura es una propuesta de Johanna Padró (2002):

1. Aguja (needle o bodkin).- Herramienta ósea apuntada cuya extremidad

proximal se encuentra perforada. Las agujas

son de longitud y sección variable, usualmente

circular, ovalada o aplanada (ver imagen 4).

Las matrices óseas denotan una predilección

por los huesos largos, donde el soporte es casi

siempre una varilla mediante ranurado,

aunque esto no descarta el uso de esquirlas

obtenidas mediante la percusión.

Posteriormente las varillas óseas son regularizadas por corte y abrasión, para

luego hacerse el orificio. Se finalizan

mediante un fuerte pulimento en toda la

pieza (Adán Álvarez, 1997: 330).

2. Alfiler (pins o skewers).- Objetos apuntados

de morfología parecida a la aguja e idéntica

sección, pero en donde la extremidad

proximal aparece sin horadar y usualmente es más abultada que la distal.

Algunos autores, como Di Peso (et al., 1979), proponen que su uso pudo haber

sido para sujetar el pelo, vestidos, u otros accesorios (ver imagen 5).

Imagen 5. Alfiler (Proyecto Xalla, foto tomada por Rafael Reyes)

Imagen 4. Aguja (Proyecto Xalla, foto tomada por Rafael Reyes)

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

3. Punzón (en la literatura en español también pueden aparecer como leznas,

mientras que en inglés se les ha llamado awls, punches y perforators).- Es el

término genérico para un objeto que en la parte distal termina en punta (ver

las categorías de puntas mencionadas en párrafos anteriores). Por lo regular su

manufactura puede ser por percusión, en la que se aprovecha la forma de la

fractura apuntalada o también se realiza mediante desgaste de corte, aplicando

la técnica de ranurado, para después aplicarle una abrasión para obtener la

punta. Este tipo de artefactos tiene una función universal; se puede usar en

rituales, como herramientas para diversas manufacturas artesanales; dada la

amplia gama de empleo que tiene este artefacto, es recurrente para su análisis

funcional establecer el contexto de donde proviene y observar su huella de uso.

4. Pizcadores.- De morfología similar a los punzones, estas herramientas se

distinguen esencialmente por su uso, el cual es rasgar las hojas de las

mazorcas de maíz. Su distinción se basa fundamentalmente en los patrones de

huellas de uso, especialmente los grados de pulido.

5. Estiques.- Por lo general consisten de astillas óseas de tamaño considerable

que se obtienen mediante la percusión de huesos largos. Son delgados y su

caña suele estar pobremente trabajada. Se utiliza a la manera de cinceles para

hacer incisiones en la cerámica.

El trabajo experimental realizado por Padró (2002: 96-109) para los punzones,

empleados en cerámica, pizcadores, perforadores de pieles y punzones elaborados

para rasgar carne, fueron usados con intensidad por algunos días en sus diversos

trabajos, y en ellos se obtuvieron ciertas huellas que caracterizan su función, que

las hemos resumido en el cuadro 4.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Punzón empleado como: Resultados de las huellas de uso

observadas:

Punzón empleado para realizar incisiones en la

cerámica

Se presenta desgaste en los bordes, pero no hay

huellas de uso.

Punzones destinados para deshojar mazorcas de

maíz

Se presenta un brillo esmaltado y los bordes

lucen filosos y redondeados.

Punzones para perforar piel

Se observan puntas desgastadas y redondeadas.

Las huellas de uso se presentan compactas y

paralelas, lucen aisladas y sin cubrir la totalidad

de la zona activa.

Punzones para rasgar la carne

Se observa que la superficie se muestra áspera

con trozos de una sustancia blanquecina, es

decir, residuos de grasa.

Cuadro 4. Resultados de la experimentación de punzones (Padró, 2002)

Objetos biselados.

Son objetos de uso utilitario, que en su zona activa presentan huellas de

mantenimiento tanto en una cara o en ambas, y la zona distal tiene terminación

biselada (seguimos con la nomenclatura propuesta por Padró, 2000 y 2002, y la de

la española Gema Adán Álvarez, 1997):

1. Alisador (En la literatura española muchos autores no reconocen diferencias

entre éstos, los pulidores y las espátulas.- En la literatura inglesa ocurre algo

similar, pues se intercambian términos como grainers, scrappers, chisels y

smoothers). Se trata de herramientas cuya extremidad distal aparece biselada

por el uso, mientras que el resto del cuerpo puede estar trabajado o sin

modificar. Las huellas presentes son el embotamiento y el pulido, dejando

visible, en muchas ocasiones, la parte esponjosa del tejido óseo. Para Semenov

(1981), la función de los alisadores es la de frotar la cara externa de las pieles

mediante compresión, para impermeabilizar y lustrarla. Lo anterior se logra

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

mediante la aplicación de una fuerte presión, usando ambas manos, sobre una

pequeña área del material tratado.

2. Cincel (El soporte óseo para los casos de la colección de Xalla y Teopancazco

son ulnas, tibias o fémures cocidos de humanos).- Es un utensilio robusto que

posee una parte activa conformada mediante

un bisel simple o doble, que por lo general es

obtenido mediante aserrado. La descripción

y/o la definición de un cincel puede

encontrarse indistintamente en la literatura en

relación con artefactos como alisadores y

gubias. La huella de uso de este instrumento

utilitario se ubica en la extremidad proximal; la marca dejada por el percutor es

el esquirlado y en la extremidad distal cuya huella de uso es el embotado y/o el

piqueteado, que es distintivo de esta herramienta (ver imagen 6). Algunos

autores (Séjourné, 1966; Ortiz Butrón, 1993; Talavera, et al. 2000, entre otros)

han confundido los cinceles con pulidores, alisadores, desbastadores,

bruñidores o plegaderas, señalando lo que puede ser lo complicado del análisis.

Imagen 6. Cincel (Proyecto Xalla, foto tomada por Rafael Reyes)

3. Cuchillo.- Es un instrumento sobre diáfisis, cuya zona activa la conforma un

bisel localizado en uno de los laterales de la pieza, y que pueden extenderse

hasta la extremidad proximal. Estos artefactos se asocian con el corte de

diversas materias, particularmente carne y vegetales.

4. Retocador (tine flaker, flaking tool o pressure flaker).- Instrumento que

presenta marcas de uso muy características, como son piqueteado y embotado.

Usualmente se trata de artefactos robustos de mediano tamaño, lo que los

hace muy resistentes a la fractura. Para su elaboración se prefieren las astas,

seguidas por metápodos y los radios.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Objetos romos.

Grupo primario definido por una extremidad distal obtenida mediante aserrado

transversal o mediante uso, que llega a embotar y a regular el filo de la pieza

(Adán Álvarez, 1997: 344).

1. Espátula (en la literatura en español también se les ha llamando raspadores,

mientras que en inglés no se distingue entre términos como spatulae, gouge y

scrappers).- Consiste en un objeto óseo que presenta ambas extremidades

romas y un cuerpo largo, pero de grosor constante. El soporte suele ser sobre

una costilla o una diáfisis plana obtenida por el ranurado de un hueso largo.

Los artefactos con esta morfología han sido asociados con funciones que van

desde servir como cucharas hasta el trabajo de las pieles.

2. Varillas.- Este instrumento de parte activa roma o ligeramente apuntada, con

parte mesial o medial alargada y lisa, es muy parecido a los alfileres, pues

termina con una base roma o sin modificar. Se distingue, sin embargo, porque

su cuerpo es generalmente más largo y ancho. Su uso no es del todo obvio,

pero se manejan posibilidades similares a la de los alfileres, tales como sujetar

pelo, telas u otras formas para decoración.

Objetos huecos.

Son herramientas con sección anular conseguida mediante aserrado, mientras que

sus extremos suelen ser romos; se obtienen mediante flexión. Para fabricarlos se

eligen piezas con un amplio canal medular como los húmeros, tibias y fémures

(Adán Álvarez, 1997). En esta categoría entran los mangos de hueso.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Paja.- Son piezas de morfología alargada y sección anular; se obtienen mediante la

adecuación de huesos de ave. Su función con toda probabilidad, fue para

succionar o manejar líquidos de alguna manera y son muy parecidas a los popotes.

Objetos musicales

1. Flautas y silbatos comparten la misma morfología que los objetos huecos, pero

presentan siempre una o más perforaciones a lo largo de la zona mesial o

fuste. Si son varios orificios se denominan flautas y si es uno se le llama silbato.

2. Omichicahuaztli (rasps) (en náhuatl del ómitl, “hueso” y chicahuaztli, “como

que se hace fuerte”).- Consisten de hueso

largo o asta en cuya superficie se tallan

incisiones transversales al eje principal, las

cuales al ser frotadas con otro hueso, con

alguna valva de concha o pedazo de madera,

provocan un sonido musical similar a la del

güiro (ver imagen 7). Generalmente se

emplean durante rituales o festividades de importancia simbólica (Padró, 2002:

80). Tanto éstos como las flautas y silbatos son de tipo utilitario - musical.

Imagen 7. Omichicahuaztli (Proyecto Xalla, foto tomada por

Rafael Reyes)

Objetos compuestos.

Estos objetos contienen dos partes distales; carecen de parte proximal como tal.

Es decir que ambos extremos tienen zonas activas y funcionales; en algunas

ocasiones son objetos espatulados y puntiagudos, como punzón – espátula,

punzón – punzón, entre otros.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Huellas de uso en artefactos utilitarios

Dependiendo del grado de conservación, es posible que las huellas de trabajo

permanezcan visibles por encima de las marcas de fabricación, y por lo tanto,

puedan ser reconocidas y descritas.

Se pueden distinguir dos tipos de huellas por la frecuencia del uso en las

herramientas: 1) El uso o acción cotidiana de los instrumentos, ligada a los

artefactos que entran en contacto con la materia prima que se va modificar; estas

huellas se van a presentar en las partes proximales y distales de éstos. Y 2) el uso

frecuente de usuario o persona que lo emplea; éstas están ligadas a las huellas

dactilares de los dedos y la palma de la mano, y están ubicadas en las partes

mediales o mesiales de los objetos. Se caracteriza la huella de uso por presentar

un pulido.

1) Por la acción cotidiana del instrumento.

La huella de uso va a estar ligada a la frecuencia cotidiana de su empleo; si el

instrumento no ha sido reciclado y fue elaborado para un solo uso, entonces habrá

una sola huella de uso, pero si es utilizada en varias materias primas, entonces se

van a presentar diversas huellas de uso superpuestas. Entre las huellas de uso por

acción cotidiana (Adán Álvarez, 1997: 43) están las siguientes (ver figura 15):

Fractura.- Son roturas por uso cuya determinación más clara en las herramientas

óseos se atestigua por la reutilización de las mismas.

Esquirlado.- Es la superposición de varios levantamientos óseos, procedentes de

una o varias capas de hueso, los cuales aparecen alargados sobre el contorno de

los artefactos; suelen ser paralelos, muy delgados y escaleriformes.

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Embotado.- Se localiza en la parte activa del artefacto, y las marcas que lo

caracterizan son aristas rebajadas no muy vivas,

con una forma redondeada.

Romo.- Es una evolución del embotado. Se

caracteriza por que aparece centrado en las

extremidades con un borde transversal interno,

que presenta la eliminación de una parte de la

materia prima.

Pulido.- Es la pátina suave y pulida que adquiere

la herramienta ante un uso prolongado. Aparece

centrada en la parte distal del instrumento y la

marca más característica es la del brillo.

Estriado.- Visibles en superficies pulidas, son

incisiones muy finas y numerosas, generalmente

en paralelo. La determinación de estas marcas puede confundirnos con las de la

abrasión y/o pulimento, a no ser que aparezcan sobre otras marcas de fabricación.

Figura 15. Las huellas de uso y huellas de mantenimiento (tomado

de Pascual, 1998)

Piqueteado.- Son marcas ligeramente circulares y deprimidas producidas tanto por

los golpes de otro instrumento, como por los que se producen en el mismo

utensilio óseo al chocar con algo (idem: 42). Es por ejemplo el caso de la

utilización de yunques de basalto.

2) Por la acción de la persona que usa el instrumento.

Si pensamos que una herramienta utilitaria de hueso tiene un ciclo de vida

prolongada (artefacto → mantenimiento- → artefacto → fractura o agotamiento →

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

reciclado→ artefacto secundario), el artesano, quien va a estar en contacto

cotidianamente con el artefacto, va a dejar ciertas huellas por su uso en especial

en la zona de agarre, o parte medial o mesial, también llamado mango, que es

toda la porción del artefacto; se va a observar un pulido o brillo que siempre está

por encima de la técnica de manufactura, y se puede diferenciar del bruñido,

porque la huella de uso o de pulido sólo se ubica en la zona medial, mientras el

bruñido está ubicado en todo el artefacto, ya que es una técnica de elaboración,

cuya finalidad es dar un acabado a la pieza.

b) Uso ornamental.

Son aquellos que van a adornar a diversas materias, como textiles, plumas, hilos,

entre otros (Suárez, 1977 y 1974; Velázquez, 1999). Asimismo aquellos objetos de

hueso, como son los pendientes y las incrustaciones, también tienen la función de

adornar el cuerpo humano, como cuentas y orejeras.

1. Pendientes.- Se denomina pendiente a todas aquellas piezas ornamentales que

presentan una o más perforaciones para ser suspendidas mediante un hilo o

cordón, y con respecto a la cuales los objetos no guardan una simetría radial

(Velázquez, 1999: 33).

2. Cuentas.- Se define como cuenta a todos aquellos objetos ornamentales que

presentan una perforación que las atraviesa de lado a lado y respecto de la

cual guardan una simetría radial, apareciendo generalmente, aunque no en

todos los casos, agrupadas en sartales (ver imagen 8) (Velázquez, 1999: 81).

3. Objetos pegados.- Se agrupan aquí todos aquellos objetos ornamentales cuyas

características morfológicas permiten suponer su integración ya que fueron

pegados o cosidos a algún otro material; dentro de los rasgos más

sobresalientes en este sentido, puede mencionarse que muchas de las piezas

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

presentan tanto una cara perfectamente pulida, como otra que muestra las

regularidades e imperfecciones propias de la materia prima en que se

manufacturaron – que era seguramente la que estaba en contacto con el

material-, así como el tamaño y el lugar de las perforaciones (Velázquez, 1999:

71). Dentro de estos objetos están los discos o

placas lisos o grabados, que Padró (2002) ha

definido como aquellos fragmentos óseos

planos de morfología variada, procedentes de

la bóveda craneal, de los omóplatos o de la

pelvis. A los redondeados se les denomina

discos, mientras que a los más rectangulares

se les llama placas. Pueden aparecer tanto decorados como lisos y por lo

general poseen un orificio pequeño situado en el centro en uno de los bordes

(idem: 78).

Imagen 8. Cuenta (Proyecto Xalla, foto tomada por Rafael Reyes)

4. Botón.- Objeto plano de distintas formas

geométricas, se presentan una o dos

perforaciones, donde se inserta el hilo para ir

cosido (ver imagen 9).

5. Aro.- Similar a los discos pero en este caso se

rebaja todo el interior de la pieza dejando sólo

la silueta externa (Padró, 2002: 79).

Imagen 9. Botón (Proyecto Xalla, foto tomada por Rafael Reyes)

6. Orejeras.- Los tipos de orejeras hechas en el

hueso son huecos. Éstas son hechas en

soporte de fémures aprovechando la forma en

sección transversal circular de algunos

artiodáctilos. Para elaborarla el artesano realiza Imagen 10. Orejera hueca (Proyecto

Xalla, foto tomada por Rafael Reyes)

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

dos cortes transversales; después con una abrasión y pulimento se desgasta la

parte mesial de la pieza tanto la cara interna como externa, hasta obtener la

forma deseada (ver imagen 10).

c) Uso votivo.

Este uso se le asigna a las piezas arqueológicas que provengan de ofrendas, de

caches, o elementos asociados a entierros; en otras palabras, serían aquellos

artefactos hechos para ser depositados en alguno de estos eventos o artefactos

que fueron utilizados por el individuo y enterrados con ellos. Nos encontramos aquí

con un interesante problema de funciones superpuestas donde a las herramientas

y ornamentos se les ha dado un uso diferente al que podemos nosotros inferir a

partir de sus meras características morfológicas. Hablemos de piezas votivas en

casos en que sea imposible otra función; entre ellas podemos destacar los tubos

esgrafiados o grabados, discos o placas, esculturas zoomorfas o antropomorfas,

huesos automorfos grabados y con pigmento; y además huesos xenomorfos. A

continuación presentamos algunos artefactos de hueso o astas de uso votivo:

1. Tubos esgrafiados o grabados.- Son diáfisis de

huesos grabados con escenas y motivos

diversos, que por lo general tienen algún

significado simbólico. Las técnicas decorativas

son esgrafiados, incisiones, pintado y bruñido;

además pueden ir acompañadas de diversas

perforaciones (ver imagen 11). Los motivos

son círculos, líneas rectas o siluetas en forma

de volutas, entre representaciones de hombres ataviados, como por ejemplo de

los huesos humanos de Monte Albán (Caso, 1969).

Imagen 11. Hueso esgrafiado (Proyecto Xalla, foto tomada por

Rafael Reyes)

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

2. Escultura o figurilla zoomorfa y antropomorfa.- Son objetos tallados o

moldeados, que representan a seres humanos o animales mitológicos; por lo

regular el soporte óseo esta hecho en felino o humano (ver imagen 12).

3. Hueso automorfo con pigmento.- El término automorfo incluye a todos los

objetos que conservan su forma natural o parte anatómica del hueso en que se

manufacturaron. Además fueron espolvoreados con algún pigmento de color

rojo, negro u otro color. En la literatura española aparecen como arte móvil

(Pascual 1998 y Adán Álvarez 1997).

4. Hueso xenomorfo.- Comprende a todos

aquellos objetos de hueso cuya forma no

muestra la figura natural o parte anatómica

de la que fueron fabricadas. Imagen 12. Escultura de felino

(Proyecto Xalla, foto tomada por Rafael Reyes)

2.2.8. Relación del artefacto de hueso con el contexto

Una vez analizados los huesos trabajados a nivel morfológico y morfométrico, se

procede a ubicar estos artefactos en el contexto arqueológico, en donde se

observa la asociación de éstos con los materiales de cerámica, lítica pulida y

tallada, restos de hueso no trabajados (humano y no humano), macro y micro

restos botánicos, prospección geofísica y geoquímica, y la relación que guarda con

la arquitectura.

2.2.9. Integración de las características de los huesos trabajados con la

información de las fuentes etnohistóricas y etnográficas.

Una vez realizado el análisis del artefacto con su contexto arqueológico es

necesario señalar que existen distintos recursos en la investigación que nos

68

Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

pueden ayudar en el análisis del hueso trabajado, como son fuentes pictográficas

(los códices, los murales), las fuentes históricas y etnográficas.

Los atributos presentes en los artefactos de hueso son la base para establecer la

función en alguno de ellos. Los artefactos fueron parte de la vida cotidiana de las

sociedades pretéritas mesoamericanas y algunos artefactos fueron representados

en códices, en murales y en algunas actividades cotidianas o rituales. Por este

motivo es necesario recopilar la información de los artefactos realizados en hueso,

tanto animal como humano, para entender si fueron usados como herramientas,

como objetos ornamentales o como objetos rituales.

a) Las fuentes etnohistóricas

Uno de los recursos en la investigación son las fuentes etnohistóricas; ellas nos

pueden ayudar en el reconocimiento de la función de algunos artefactos de hueso

y entender las actividades en donde participaron. Investigadores como Linné (1934

y 1942), Vaillant (1931), Blanco (1994) Talavera, et al. (2000) y Padró (2002), han

empleado las fuentes históricas para poder establecer el uso de algunos objetos y

así contribuir a la determinación de los

contextos. Los artefactos que en las

fuentes históricas son mencionados por su

empleo, son los punzones; este ejemplo

está muy bien documentado para la cuenca

de México; el grupo mexica los utilizó para

el autosacrificio (Durán, 1976; Aguirre,

2002) (ver figura 16). Figura 16. Representación de punzones

Otro ejemplo es la descripción del cronista del siglo XVI, Fray Bernandino de

Sahagún (1985), quien menciona un artefacto de hueso usado para el arte

plumario; lo denomina como plegadera, la cual se usaba para aplanar y cortar las

(tomada del Códice Borgia)

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

plumas. La doctora Padró (2002: 90) abre una discusión al respecto; menciona que

la plegadera es, en función de la descripción de Sahagún, parecida a una espátula

o a un alisador, pero tomando la imagen del Códice Florentino y el dato de la

acción de cortar, parece para Padró que la plegadera es más bien un cuchillo o

punzón. Estos dos artefactos, tanto el punzón como las plegaderas, se toman

como ejemplos, por su buena documentación tanto en códices, como en fuentes

escritas para sitios del Altiplano Central. Asimismo con estos dos ejemplos de

artefactos se ejemplifica el uso de los datos históricos que nos pueden ayudar a

definir mediante las descripciones y las imágenes, de qué materia prima se trata,

el uso que les dio y las actividades en que se fueron empleadas por los grupos

humanos en cuestión.

Un ejemplo de dos casos de representaciones teotihuacanas de hueso

trabajado.

Para las representaciones de hueso trabajado en

la pintura mural o iconos en piso de Teotihuacan,

se pueden hablar de dos casos identificados en

dos sitios: el primero es Tepantitla y el segundo

en un icono del patio de La Ventilla. En un

fragmento del mural de Tepantitla, según la

descripción de Angulo (2001: 127), hay un

hombre de pie que apunta la última gota de un

líquido que sale de una caña corta o hueso hueco.

Al otro lado se encuentra la representación de un maguey, cercano a la de un

pastizal volteado, tal vez al hacer el desyerbe (ver figura 17).

Figura 17. Representación de caña o tubo de hueso (tomado de

Angulo, 2001)

En el trabajo de Rubén Cabrera (2001) intitulado: “Caracteres glíficos

teotihuacanos en un piso de La Ventilla”, se hallaron varios iconos que están

ubicados en la llamada Plaza de los Glifos. Uno de los iconos que se muestra

70

Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

parece ser un artefacto de hueso, que lo interpreta este autor como una aguja con

su hebra que pareciera encajarse en un lienzo (representado por una figura

ondulada); sin embargo, el hilo aparece a los lados no atraviesa su pequeño

circulo u ojo. También señala que pudiera tratarse de un punzón con forma de

aguja para el sacrificio, el cual está colocado sobre un receptor o zacatapayolli. Las

medidas de la imagen son 19.5 cm. de ancho por 22.5 cm. de alto (Ver figura 18)

(Cabrera, 2001).

Tratamos estos dos ejemplos de representaciones de

hueso trabajado como los más evidentes por sus formas

muy obvias. No queremos decir que éstas son la únicas

dos representaciones para esta gran urbe, sino que nos

enfrentamos uno de los problemas para lograr este tipo

de identificaciones, y es que la gran mayoría de símbolos

pintados en murales o pisos están muy estilizados, al estilo teotihuacano, si se le

puede llamar estilo, es decir, sus formas no son tan naturalistas.

Figura 18. Representación de una aguja con su hebra y encajada en su lienzo (tomado de Cabrera,

2001).

Las representaciones de hueso trabajado en murales, dinteles, pisos, o cualquier

artefacto de otro material (caso de cerámica y de concha esgrafiada, por ejemplo)

que tenga representaciones iconográficas son otro tipo de información que nos

puede ayudar en el análisis, cuando carecemos de códices o fuentes escritas.

b) El recurso etnográfico

Los datos etnográficos son de gran apoyo en la investigación de cualquier índole

arqueológica. Estos datos nos ayudan a entender las maneras en que un artefacto

puede ser usado en diferentes procesos de la producción o como objetos de

decoración.

71

Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

MacGree, autor del libro Los Seris, Sonora, México, recopila información sobre el

uso del hueso de animal que este grupo étnico le da:

El material común de costura es el tendón usado en combinación con una lesna o punzón de

hueso, una espina de pescado o un hueso, una espina de cactus, o bien la mandíbula de un ave

acuática o un palillo o pincho de madera dura al que se le da la forma de esta aguja natural

(McGree, 1980: 378).

Este autor también registra la utilización de artefactos que cuyas modificaciones

son pocas:

Entre los objetos naturales usados de manera natural [objetos no modificados por completo] se

destacan las mandíbulas de aves, empleadas para perforar cueros y telas; las espinas de pescado y

los huesos, también utilizados como perforadores…; los dientes y cuernos de animales de caza,

empleados para quitar sus propios tejidos y luego, en diversos procesos industriales; junto con las

astillas de cañas, utilizadas para cortar. Con frecuencia el empleo de dichos objetos es una mera

improvisación… (idem: 380).

Otro caso que se tiene registrado del uso de artefacto de hueso son los huicholes,

grupo étnico del noroeste del país. Ellos utilizan el omichicahuaztli, que es

empleado para producir sonido, y sirve de acompañamiento al canto de los

cazadores, para obtener una buena caza del venado (Castañeda y Mendoza, 1991:

223).

En el agro mexicano actual, se sigue aún utilizando uno de los pocos artefactos

utilitarios que ha sobrevivido a los cambios tecnológicos: es el caso del pizcador,

cuya función es rasgar la hoja de maíz o totomoxtle para así obtener la mazorca;

tiene forma de punzón o punta, hecho de madera, cuerno de venado, huesos de

animal (Rojas, 1988: 171). Los pizcadores actuales utilizados en la región de

Xochimilco, son descritos por Rodolfo Cordero (2001), quien nos dice:

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

Utensilio parecido a una larga aguja de 20 centímetros de longitud, fabricado de hierro o hueso de

las patas de guajolote, lleva un cordel para sujetarlo con las manos (Cordero, 2001: 164).

En el caso de los punzones, existe información etnográfica de los usos que se les

sigue dando actualmente. En el libro de La sierra Tarahumara. Los tarahumaras

(Gutiérrez, 1992), se presenta la imagen de un separador de hilos utilizado en los

telares por este grupo étnico.

Otro uso que se les da a los punzones actuales es en el trabajo para manufacturar

canastas, petates y cuerdas; éstos son empleados en el caso de los pueblos

canasteros, para empujar las fibras en el tejido. El ejemplo de este estudio es el

trabajo de Serra Puche (1988) en su obra intitulada Los recursos lacustres de la

Cuenca de México, durante el Formativo.

Se siguen actualmente manufacturando las plegaderas, instrumentos planos de

forma rectangular alargada, cuyos extremos son de forma roma, hechos en huesos

largos de ungulados domésticos, como hueso de vaca o caballo. Los artesanos

actuales los emplean en la papelería para la fabricación de libretas, para cortar y

plegar las hojas; y los peleteros los usan en el trabajo del doblado de la piel, pero

la forma del instrumento no cambia; sin embargo, éstos son de mayor tamaño.

Otros artefactos que aún se pueden encontrar en tianguis populares son los peines

para sacan piojos y liendres; éstos están manufacturados en cornamentas y

huesos planos de vaca; son piezas rectangulares, en cuyos extremos llevan dientes

largos, pero la diferencia entre un peine común y uno de éstos, son los dientes,

que se encuentran muy cerrados en este último caso.

En nuestro país existen pequeños grupos de artesanos contemporáneos, que se

pueden ubicar en algunas regiones como en Guanajuato capital; en Xilapa,

Guerrero, en el Valle de Toluca (información personal de Carlos Teutli) y entre

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Capitulo II. La Industria del hueso trabajado: materia prima y metodología _____________________________________________________________________________________

otros lugares como La Lagunilla en la Ciudad de México. También existen

artesanos manufacturando en los Centros de Rehabilitación Social (CERESOS)

(información personal de Adrián Velásquez). Estos grupos de personas,

manufacturan objetos de tipo ornamental, con herramientas modernas desde

esmeriles, sierras eléctricas de carnicería, seguetas, pulidoras, taladros, entre

otros. Los objetos más comunes son figurillas zoomorfas y antropomorfas, piezas

de juego (dominó y ajedrez), vasos, pipas y alguno que otro instrumento utilitario,

como agujas de gancho. Los huesos que se ocupan son de mamíferos

domesticados como caballos, vacas, cabras o borregos y puercos; y para el soporte

están usando huesos largos y planos, vértebras, cornamentas y cráneos. Hasta el

momento no hemos encontrado huesos manufacturados de ave o de otra clase de

vertebrados.

En el libro de Carlos Espejel, Las artesanías tradicionales en México, de 1972, nos

menciona que el hueso se emplea para la elaboración de ajedreces, dominós, y

botones. Además señala que los principales centros productores de estos objetos

son Teocaltiche, en el estado de Jalisco, el estado de México y la propia ciudad de

México. El tema de la muerte es uno de los más socorridos entre los artesanos

mexicanos.

Existen en la actualidad instrumentos óseos introducidos de diferentes países,

como la India o China. Los artefactos que se pueden encontrar en tianguis o

tiendas son desde objetos ornamentales como cuentas de vértebras de diversos

pescados o de tiburones, dientes de tiburón en forma de pendientes; en huesos

largos como anillos, aretes, dijes, figurillas antropomorfas y zoomorfas. En

herramientas encontramos: estiques y paletillas para pintores; cepillos entre otros.

La mayor parte son fabricados en huesos largos y planos de vaca, borregos, cabras

y equinos.

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