Y todavía los Filipistas siguieron insistiendo en que ellos sostenían la presencia sacramental del cuerpo y la sangre de Jesucristo, aún cuando la asociaran a la celebración de la Cena del Señor en general, y no a los

elementos del pan y vino consagrados por las palabras de Cristo pronunciadas sobre ellos.

Humanista y teólogo protestante, uno de los dirigentes del luteranismo inicial. Su nombre propio era Felipe Schwarzerd (que significa tierra negra) pero él mismo cambió el apellido por M. (que también significa, en griego, tierra negra) según la costumbre de los humanistas de la época.

Nació el 16 febrero de 1497 en Bretten, Baden; murió el 19 abril de 1560 en Wittenberg. Después de un concienzudo estudio de las Humanidades en Heidelberg y Tubinga, que le familiarizó con el ideal humanista de la Ciencia y de la formación intelectual, llega Melanchton en 1518 a la Universidad de Wittenberg como catedrático de griego. Pronto se estableció una amistad entre el joven humanista y Lutero, y como resultado Melanchton se deja convencer por las nuevas tesis teológicas de Lutero. Desde que fue ascendido a Baccalaureus biblicus en 1519, hasta su muerte, fue profesor tanto de la Facultad de Teología como de la de Artes. Esta doble función suya fue característica en su papel histórico: en su persona representaba el intento de unir el movimiento de reforma que partía de Lutero con el humanismo cristiano fundado principalmente por Erasmo.

La principal obra teológica de Melanchton la constituyen los Loci communes rerum theologicarum aparecidos por primera vez en 1521. En ellos aspira a dar una visión sistemática de la teología cristiana sobre la base de las líneas fundamentales de las epístolas paulinas, lo que, en su terminología, equivale a las convicciones reformistas luteranas, exponiéndolas de modo didáctico. Melanchton, como teólogo, se consideró como el maestro del luteranismo y vio en esto su cometido fundamental. De acuerdo con los principios básicos de la retórica humanista de la Antigüedad, pensaba, de otra parte, que se había de demostrar la verdad de la palabra evangélica en su claridad didáctica. Junto a la Teología, Melanchton cultivó la mayoría de las restantes ciencia de la época, desde la Gramática y la Retórica hasta la Física y la Psicología.