En la antigua cultura maya

Precesión de los

equinoccios

Estado de la cuestión

• Según algunas teorías los mayas si que celebraban el progreso lento y casi imperceptible del Sol a través del Zodiaco (o “alrededor del cielo”), que se conoce como: Precesión de los Equinoccios.

Barbara McLeod ha estado trabajando con un concepto maya inusual, un importante intervalo de tiempo que ellos llamaban “3-11-Pik” o (3-11 Baktum para usar el nombre tradicional de los epigrafistas para el periodo de 144.000 dias/ 400 años). 3x11x144.000 días es 4.752.000 dias, o 13.010,5 años, la mitad de la

longitud del ciclo de Precesión.

• Los mayas celebraban un micro-ciclo de este enorme intervalo: cada 8.660 días (alrededor de 24 años) era una “estación de 11 Pik” en la Cuenta Larga (tendría la misma Ronda del Calendario que 11 Piks tendrían después). Si un rey vivía lo suficiente, seria testigo de tres de estas en sucesión (que hacían 25.980 días, alrededor de 71 años, o sea 3.12.3.0 en números mayas) y recibiría el titulo de “3-11-Pik-Ajaw”. Estos 71 años son el periodo en que el sol del equinoccio precede un día. En otras palabras, la posición del sol contra la tela de fondo de las estrellas se habría cambiado a la posición del día adyacente 71 años antes.

Este es un dibujo de una inscripción de Xcalumk’in (CMHI 4:197), uno del puñado de monumentos que mencionan este intervalo o titulo de 3-11-Pik.

El glifo A es el titulo “3-11 pik(u)” o “3-11 Pik-ku”, uno de una cadena de títulos de los que presumía el señor de la ciudad, terminando con el glifo J con “Ajaw”.

Este es un dibujo de la Estela 49 de Copan con el intervalo o

título de 3-11-Pik Ajaw resaltado.

(Dibujo de David Stuart)

Fotografía del Altar 1 de Naranjo junto con un dibujo de una parte de la inscripción del mismo altar. El texto seleccionado es H-I 12. El titulo de 3-11Pik Ajaw existe en H12 (resaltado en verde).

Dibujo de la estela F de Quiraguá,

A12-B14. El intervalo o titulo

de 3-11 Pik Ajaw está resaltado en

A13.

• Los mayas no solo celebraban ocasionalmente la Precesión, sino que observaban y median su progreso lo suficiente como para calcular con ella.

• Si el señor de una ciudad veía tres periodos sucesivos de 8.660 días (aproximadamente 71 años), recibía el titulo de “3-11-Pik-Ajaw.” y lo grababa con orgullo en las estelas que se erigian en su memoria para hacer alarde de la larga duración de su dominio.

• 71 años es el tiempo que le toma al sol preceder hacia atrás un día. Tres veces 8.660 días tambien es 25.980 días, reflejando de manera microscópica el ciclo completo de la Precesión de 25.800 años. Tal vez.

• El destacado arquoastrónomo Anthony Aveni no está del todo convencido con la evidencia aportada por Barbara MacLeod, a la que él llama simple coincidencia (los investigadores de la cultura maya no son en absoluto monolíticos tanto en este como en muchos otros temas).

Resumiendo la hipótesis de Barbara MacLeod

Conclusiones• Si los mayas conocían realmente el fenómenos de la precesión de los

equinoccios, o al menos eso deducimos de la interpretación mostrada; ello implica necesariamente que registraban las posiciones de las estrellas de alguna forma y tenían conocimientos matemáticos.

• Cómo solo de casualidad nos han llegado tres libros de los antiguos mayas es evidente que la información de un tema tan técnico, esotérico y restringido como el que tratamos se perdió, si es que la hubo, en la destrucción de libros realizada por los españoles.

• Tenemos evidencia por sus monumentos que los antiguos mayas orientaban los mismos con gran precisión en la forma que mejor les convenía, incluso repitiendo un patrón parecido en latitudes diferentes. (Ejemplos de Chichen Itza y Mayapan). Igual que en el caso de la Precesión son evidencias indirectas de que los antiguos mayas manejaron sistemas de coordenadas celestes y terrestres a un nivel avanzado como los griegos clásicos y los hindúes de la época gupta.