porque somos violentos?

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la revista del libre pensamiento Porque somos violentos?

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La violencia en los seres humanos, analizada desde diferentes puntos de vista

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  • la revista del libre pensamiento

    Porquesomosviolentos?

  • Contenido

    REVISTACBICANo.9Septiembrede2014

    ISSN2145-5686UnaRevistadelaCORPORACINBUENCIUDADANO

    Presidente:[email protected]

    Gerente:[email protected]

    ComitCientfico:ANTONIOPULIDOFLREZALBAROYEPESMARTNEZEFRANMANTILLAAZULAJUVENALFONSECAMORENOANTOINEHABIBBARBOURMALUFF

    ComitEditorial:LUISENRIQUEALARCONREINALDOMORENOBAYONAHORACIOGAMBOAFLOREZCARLOSEDUARDOMESTRESARISTIZABALHECTORIGNACIOCRISTANCHOB.DAVIDALBERTOSUSESPINOSADAROPEDRAZAHABEYCHGUILLERMOENRIQUEVALENCIACABANZORICARDOGIRALDOHOYOSJAIROHUMBERTOAYALADURAN

    CorrectordeEstilo:[email protected]

    EdicinyDiagramacin:[email protected]

    Impresin:DISEOEMPRESARIAL

    FotografadePortada:SERGIOJIMNEZ

    2

    6

    8

    10

    14

    19

    23

    28

    32

    34

    36

    42

    48

    51

    Carrera25No.45-13Tel.Fijo:6914562Movil:[email protected]@gmail.comBucaramanga-Colombia

    Las opiniones aqu publicadas, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La direccin de la revista se reserva el derecho de editar y corregir el material que en ella se publique. Se autoriza la reproduccin total o parcial de cualquiera de sus artculos y sus fotografas, mientras se conserve el espritu esencial del mismo y se mencione la fuente.

  • Contenido

    REVISTACBICANo.9Septiembrede2014

    ISSN2145-5686UnaRevistadelaCORPORACINBUENCIUDADANO

    Presidente:[email protected]

    Gerente:[email protected]

    ComitCientfico:ANTONIOPULIDOFLREZALBAROYEPESMARTNEZEFRANMANTILLAAZULAJUVENALFONSECAMORENOANTOINEHABIBBARBOURMALUFF

    ComitEditorial:LUISENRIQUEALARCONREINALDOMORENOBAYONAHORACIOGAMBOAFLOREZCARLOSEDUARDOMESTRESARISTIZABALHECTORIGNACIOCRISTANCHOB.DAVIDALBERTOSUSESPINOSADAROPEDRAZAHABEYCHGUILLERMOENRIQUEVALENCIACABANZORICARDOGIRALDOHOYOSJAIROHUMBERTOAYALADURAN

    CorrectordeEstilo:[email protected]

    EdicinyDiagramacin:[email protected]

    Impresin:DISEOEMPRESARIAL

    FotografadePortada:SERGIOJIMNEZ

    2

    6

    8

    10

    14

    19

    23

    28

    32

    34

    36

    42

    48

    51

    Carrera25No.45-13Tel.Fijo:6914562Movil:[email protected]@gmail.comBucaramanga-Colombia

    Las opiniones aqu publicadas, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La direccin de la revista se reserva el derecho de editar y corregir el material que en ella se publique. Se autoriza la reproduccin total o parcial de cualquiera de sus artculos y sus fotografas, mientras se conserve el espritu esencial del mismo y se mencione la fuente.

  • 32

    Editorial

    nalismo a cuyo nombre se cometen

    permanentemente horrendos crme-

    nes, se emprenden genocidios y cr-

    menes aleves contra la humanidad. Al

    nacionalismo debe oponrsele el uni-

    versalismo, la certeza que el mundo es

    ancho y ajeno y que nadie puede abro-

    garse el derecho excluyente sobre los

    territorios, que no existen razas ni n-

    cleos humanos superiores que tengan

    derecho a excluir, a sojuzgar a mani-

    pular a los otros.

    Es preciso desactivar las religiones

    entendidas como expresin de poder

    temporal e impedir que se sigan utili-

    zando para la manipulacin de los Es-

    tados, la sociedad y el individuo, por

    esa razn es imperioso pregonar el

    Estado Laico, el respeto por las cre-

    encias religiosas y la

    lectura de las religio-

    nes no como un po-

    der sino como un

    conjunto de creen-

    cias y practicas ten-

    dientes a armonizar

    la vida del hombre

    en referencia a la di-

    vinidad, que no de-

    ban y no puedan uti-

    lizar al hombre para

    los mezquinos inte-

    reses de quienes se

    llaman los escogi-

    dos de dios para diri-

    girlo y ejercer sobre

    el hombre un control

    indebido.

    La sociedad del futuro es preciso so-

    arla como el ambiente respetuoso,

    sin arbitrariedades ni privilegios, con

    oportunidad para todos que por de-

    nicin excluya la violencia como

    practica de poder.

    La familia debe dejar de ser el esce-

    nario violento, agresivo, daino en el

    que sus miembros se destruyen fsica

    y psicolgicamente, donde se ejercen

    violencias ancestrales adquiridas y

    reiteradas, como el pretendido dere-

    cho de dominio del hombre sobre la

    mujer o sobre los hijos.

    La familia debe tener garantizado un

    ambiente pacco, respetuoso, pro-

    picio para el crecimiento armnico de

    sus miembros, favorable para la tras-

    misin de valores y principios que

    garanticen el pleno desarrollo de sus

    miembros.

    El hombre debe aprender que la nica

    manera de vivir en comunidad en for-

    ma civilizada es la no violencia, debe

    actuar sobre la regla elemental y b-

    sica que no debe-

    mos ejercer violencia

    sobre el otro, no to-

    carlo siquiera, contra

    su voluntad, la no

    violencia tiene como

    soporte el respeto

    por el otro, con quien

    podemos tener dife-

    rencias, opiniones

    diversas, controver-

    sias e intereses en-

    contrados, pero na-

    da de ello no habilita

    para eliminarlo, mal-

    tratarlo ni agredirlo.

    El paso de la barba-

    rie a la civilizacin

    pasa por la no violencia, para lograr la

    armnica convivencia se requiere el

    respeto por el otro, la aceptacin de

    las diferencias, la negacin de la ar-

    bitrariedad en la solucin de los con-

    ictos, porque siempre en cualquier

    comunidad tendremos conictos lo

    importante es resolverlos correcta-

    mente sin violencia.

    Somos conscientes que se trata de

    una utopa que hay que continuar

    construyendo con la certeza que

    poco a poco seremos menos violen-

    tos.

    En el mundo es necesario continuar

    desmontando el monstruo del nacio-

    La UtopaConstruyendo

    A pesar de las amenazantes

    expresiones de la violencia que

    nos sobrecogen, angustian y

    llenan de dolor, la apuesta es por

    la no violencia, la apuesta es por

    soar al hombre y a la sociedad,

    alejados de la barbarie con

    capacidad para resolver sus

    conictos de manera civilizada.

  • 32

    Editorial

    nalismo a cuyo nombre se cometen

    permanentemente horrendos crme-

    nes, se emprenden genocidios y cr-

    menes aleves contra la humanidad. Al

    nacionalismo debe oponrsele el uni-

    versalismo, la certeza que el mundo es

    ancho y ajeno y que nadie puede abro-

    garse el derecho excluyente sobre los

    territorios, que no existen razas ni n-

    cleos humanos superiores que tengan

    derecho a excluir, a sojuzgar a mani-

    pular a los otros.

    Es preciso desactivar las religiones

    entendidas como expresin de poder

    temporal e impedir que se sigan utili-

    zando para la manipulacin de los Es-

    tados, la sociedad y el individuo, por

    esa razn es imperioso pregonar el

    Estado Laico, el respeto por las cre-

    encias religiosas y la

    lectura de las religio-

    nes no como un po-

    der sino como un

    conjunto de creen-

    cias y practicas ten-

    dientes a armonizar

    la vida del hombre

    en referencia a la di-

    vinidad, que no de-

    ban y no puedan uti-

    lizar al hombre para

    los mezquinos inte-

    reses de quienes se

    llaman los escogi-

    dos de dios para diri-

    girlo y ejercer sobre

    el hombre un control

    indebido.

    La sociedad del futuro es preciso so-

    arla como el ambiente respetuoso,

    sin arbitrariedades ni privilegios, con

    oportunidad para todos que por de-

    nicin excluya la violencia como

    practica de poder.

    La familia debe dejar de ser el esce-

    nario violento, agresivo, daino en el

    que sus miembros se destruyen fsica

    y psicolgicamente, donde se ejercen

    violencias ancestrales adquiridas y

    reiteradas, como el pretendido dere-

    cho de dominio del hombre sobre la

    mujer o sobre los hijos.

    La familia debe tener garantizado un

    ambiente pacco, respetuoso, pro-

    picio para el crecimiento armnico de

    sus miembros, favorable para la tras-

    misin de valores y principios que

    garanticen el pleno desarrollo de sus

    miembros.

    El hombre debe aprender que la nica

    manera de vivir en comunidad en for-

    ma civilizada es la no violencia, debe

    actuar sobre la regla elemental y b-

    sica que no debe-

    mos ejercer violencia

    sobre el otro, no to-

    carlo siquiera, contra

    su voluntad, la no

    violencia tiene como

    soporte el respeto

    por el otro, con quien

    podemos tener dife-

    rencias, opiniones

    diversas, controver-

    sias e intereses en-

    contrados, pero na-

    da de ello no habilita

    para eliminarlo, mal-

    tratarlo ni agredirlo.

    El paso de la barba-

    rie a la civilizacin

    pasa por la no violencia, para lograr la

    armnica convivencia se requiere el

    respeto por el otro, la aceptacin de

    las diferencias, la negacin de la ar-

    bitrariedad en la solucin de los con-

    ictos, porque siempre en cualquier

    comunidad tendremos conictos lo

    importante es resolverlos correcta-

    mente sin violencia.

    Somos conscientes que se trata de

    una utopa que hay que continuar

    construyendo con la certeza que

    poco a poco seremos menos violen-

    tos.

    En el mundo es necesario continuar

    desmontando el monstruo del nacio-

    La UtopaConstruyendo

    A pesar de las amenazantes

    expresiones de la violencia que

    nos sobrecogen, angustian y

    llenan de dolor, la apuesta es por

    la no violencia, la apuesta es por

    soar al hombre y a la sociedad,

    alejados de la barbarie con

    capacidad para resolver sus

    conictos de manera civilizada.

  • Ocho de cada 10 vctimas son mujeres. El 49 % de las mujeres violentadas por su parejas viven en unin libre, el 26 % son solteras; el 13 %, casadas, y el 9 % restante, divorciadas.

    Un dato sorprendente es que, para los nios entre los 0 y los 9 aos, el principal agresor es la propia madre. Despus de los 10, son los padres los que ejercen la violencia.

    Otro factor preocupante es la violencia contra el adulto mayor: el ao pasado hubo 1.631 casos de ancianos agredidos por sus propios familiares.

    4

    La guerra en Siria

    La guerra civil en Ucrania

    Matoneo

    Bullying

    Segn Medicina Legal, en los ltimos 10 aos se han presentado mas de 600 casos contra mujeres y 450 hechos contra hombres. Las vctimas son en su mayora personas entre los 21 y 30 aos. En el 2013 Colombia se convirti en el pas con el mayor nmero de ataques con cido en contra de mujeres en todo el mundo.

    Hace unos meses, en Italia hubo cinco ataques. En India hay un promedio de mil ataques al ao; en Bangladesh est cerca de los 500 ataques al ao.

    Mujeres y hombres

    Quemados con cido

    En violencia

    intrafamiliar

    No existen cifras claras sobre la trata de personas en el mundo. Es un drama global que no distingue condicin social, latitud ni gnero. Algunos lo llaman la esclavitud del siglo XXI.

    Datos de la ONU sealan que la trata con nes de explotacin sexual se estima representa el 58% de los casos y un 42% corresponde a trabajo forzoso.

    Segn el Ministerio del Interior de Colombia, la trata de personas es el tercer negocio ilcito ms rentable para el crimen organizado en el mundo, despus del trco de estupefacientes y de armas.

    La trata interna, la explotacin en el pas, representa un 27% de los casos identicados a nivel mundial.

    Trata de personas

    3 de cada 5 vctimas de "bullying en Colombia piensan en suicidio y 1 de cada 3 lo intentan.

    Una de las clases ms comunes de matoneo son a causa de:La Homofobia 30 %,

    "Bullying" racial 25%,

    Ataque a una persona hincha del equipo contrario 20%,

    Rechazo o matoneo por alguna discapa-cidad con un 10% y

    El matoneo por aspecto fsico 10%.

    Desde que comenz la guerra civil en el este de Ucrania, 230.000 personas han abandonado sus casas, segn la agencia de refugiados de la ONU. Cerca de 100.000 se han desplazado a otras regiones del pas y otras 130.000 se han refugiado en Rusia. Segn los ltimos datos dados por la ONU, los combates han dejado un mnimo de 2.900 personas muertas y 7.600 heridas. incluidos los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines MH17.

    Ha provocado la muerte de ms de 250.000 perso- nas, segn datos publicados por la ONU, que seal que son "ms del doble" de fallecidos que hace un ao y conden de paso la "parlisis internacional" que alienta a los "asesinos".

    El organismo calcula que la cifra de muertos puede ser mayor y que al menos 10.000 nios hacen parte de ella.

    Ms de 600.000 personas, casi una cuarta parte de la poblacin de Gaza, se han visto obligadas a abandonar sus hogares y conver-tirse en desplazados internos en Gaza a causa de los bombardeos israeles, segn datos de la ocina de Coordinacin Humanitaria de la ONU (OCHA).

    Datos&Cifras

  • Ocho de cada 10 vctimas son mujeres. El 49 % de las mujeres violentadas por su parejas viven en unin libre, el 26 % son solteras; el 13 %, casadas, y el 9 % restante, divorciadas.

    Un dato sorprendente es que, para los nios entre los 0 y los 9 aos, el principal agresor es la propia madre. Despus de los 10, son los padres los que ejercen la violencia.

    Otro factor preocupante es la violencia contra el adulto mayor: el ao pasado hubo 1.631 casos de ancianos agredidos por sus propios familiares.

    4

    La guerra en Siria

    La guerra civil en Ucrania

    Matoneo

    Bullying

    Segn Medicina Legal, en los ltimos 10 aos se han presentado mas de 600 casos contra mujeres y 450 hechos contra hombres. Las vctimas son en su mayora personas entre los 21 y 30 aos. En el 2013 Colombia se convirti en el pas con el mayor nmero de ataques con cido en contra de mujeres en todo el mundo.

    Hace unos meses, en Italia hubo cinco ataques. En India hay un promedio de mil ataques al ao; en Bangladesh est cerca de los 500 ataques al ao.

    Mujeres y hombres

    Quemados con cido

    En violencia

    intrafamiliar

    No existen cifras claras sobre la trata de personas en el mundo. Es un drama global que no distingue condicin social, latitud ni gnero. Algunos lo llaman la esclavitud del siglo XXI.

    Datos de la ONU sealan que la trata con nes de explotacin sexual se estima representa el 58% de los casos y un 42% corresponde a trabajo forzoso.

    Segn el Ministerio del Interior de Colombia, la trata de personas es el tercer negocio ilcito ms rentable para el crimen organizado en el mundo, despus del trco de estupefacientes y de armas.

    La trata interna, la explotacin en el pas, representa un 27% de los casos identicados a nivel mundial.

    Trata de personas

    3 de cada 5 vctimas de "bullying en Colombia piensan en suicidio y 1 de cada 3 lo intentan.

    Una de las clases ms comunes de matoneo son a causa de:La Homofobia 30 %,

    "Bullying" racial 25%,

    Ataque a una persona hincha del equipo contrario 20%,

    Rechazo o matoneo por alguna discapa-cidad con un 10% y

    El matoneo por aspecto fsico 10%.

    Desde que comenz la guerra civil en el este de Ucrania, 230.000 personas han abandonado sus casas, segn la agencia de refugiados de la ONU. Cerca de 100.000 se han desplazado a otras regiones del pas y otras 130.000 se han refugiado en Rusia. Segn los ltimos datos dados por la ONU, los combates han dejado un mnimo de 2.900 personas muertas y 7.600 heridas. incluidos los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines MH17.

    Ha provocado la muerte de ms de 250.000 perso- nas, segn datos publicados por la ONU, que seal que son "ms del doble" de fallecidos que hace un ao y conden de paso la "parlisis internacional" que alienta a los "asesinos".

    El organismo calcula que la cifra de muertos puede ser mayor y que al menos 10.000 nios hacen parte de ella.

    Ms de 600.000 personas, casi una cuarta parte de la poblacin de Gaza, se han visto obligadas a abandonar sus hogares y conver-tirse en desplazados internos en Gaza a causa de los bombardeos israeles, segn datos de la ocina de Coordinacin Humanitaria de la ONU (OCHA).

    Datos&Cifras

  • 76

    Antonio Pulido Flrez

    Son momentos muy

    especiales los que estamos

    viviendo en nuestra Colombia,

    tiempos y situaciones que nos

    hacen reexionar acerca de

    los cambios que se acercan,

    tiempos para sembrar en

    terreno frtil, de aprovechar el

    verano que nos proporciona la

    plenitud de la luz. Es un

    momento muy propicio para

    iniciar ese cambio tan

    anhelado en nuestro Pas.

    Antonio Pulido Flrez

    futuro mejor

    Abrigarun nuevo

  • 76

    Antonio Pulido Flrez

    Son momentos muy

    especiales los que estamos

    viviendo en nuestra Colombia,

    tiempos y situaciones que nos

    hacen reexionar acerca de

    los cambios que se acercan,

    tiempos para sembrar en

    terreno frtil, de aprovechar el

    verano que nos proporciona la

    plenitud de la luz. Es un

    momento muy propicio para

    iniciar ese cambio tan

    anhelado en nuestro Pas.

    Antonio Pulido Flrez

    futuro mejor

    Abrigarun nuevo

  • Es la violencia

    con la Naturaleza

    La historia nos presenta la violencia como un factor

    permanente en confrontacin con la aspiracin de paz.

    Dilucidar el origen de esta componente, entender el

    impacto en la estructura de la civilizacin

    contempornea y buscar estrategias para transformar

    esta fuerza en potencial de construccin de una mejor

    sociedad, son el propsito fundamental de este ensayo.

    consustancial

    Franz Mutis Caballero

    98

  • Es la violencia

    con la Naturaleza

    La historia nos presenta la violencia como un factor

    permanente en confrontacin con la aspiracin de paz.

    Dilucidar el origen de esta componente, entender el

    impacto en la estructura de la civilizacin

    contempornea y buscar estrategias para transformar

    esta fuerza en potencial de construccin de una mejor

    sociedad, son el propsito fundamental de este ensayo.

    consustancial

    Franz Mutis Caballero

    98

  • ara aproximarnos a una respues-

    ta, es necesario partir de una de

    las tantas acepciones sobre la

    violencia, sus tipos y caracters-

    ticas. Asumimos como violencia

    al tipo de interaccin humana que se

    maniesta en aquellas conductas o si-

    tuaciones que, de forma deliberada, aprendida o imi-

    tada, provocan o amenazan con hacer dao o some-

    timiento grave (fsico, sexual, verbal o psicolgico) a un

    individuo o a una colectividad; o los afectan de tal

    manera que limitan sus potencialidades presentes o

    futuras. La violencia es, en consecuencia, un

    fenmeno social que se aprende y por tanto

    tambin se puede desaprender, est asociada

    a la idea de la fuerza fsica y el poder.

    Varios autores coinciden en que existen di-

    ferentes tipos de violencia y aseguran que las

    causas que las generan dependen de situa-

    ciones tales como: Un entorno cultural y so-

    cial connivente con actitudes potenciadoras

    de violencia, la prevalencia de patologas per-

    sonales graves, la falta de responsabilidad de

    los padres en la formacin de sus hijos, el pre-

    cario desarrollo de valores por parte de la es-

    cuela, la estrecha visin del concepto de gru-

    po o colectivo y la presin que stos ejercen

    sobre sus integrantes y la no distincin en

    muchos jvenes entre realidad y fantasa.

    En este sentido, el paulatino deterioro de la

    familia como ncleo de la sociedad, ha in-

    cidido signicativamente en el desarrollo de

    actitudes proclives a acciones violentas, por

    un lado por el desdibujamiento de la familia

    como tal y, por el otro, por los altos ndices de

    violencia intrafamiliar, lo cual muchas veces

    se asume como normal, por lo que, en un

    buen nmero de casos, los hijos no solo re-

    plican sino que despliegan acciones cada vez

    ms truculentas. Aqu hay una tarea gigan-

    tesca por hacer por parte de los padres, ga-

    rantizar en sus hijos la aprehensin de valores

    que ennoblezcan el sentido de la vida desde

    sus primeros aos.

    Labor que debe ser complementada y forta-

    lecida por la escuela, la que adems de brindar

    a sus alumnos conocimientos y desarrollar

    competencias, habilidades y destrezas, debe

    proveer espacios curriculares para el aan-

    zamiento de valores y principios ticos, que

    propendan por la dignicacin de la condi-

    cin humana y su relacin con el entorno so-

    cial, con el ecosistema y consigo mismo, en

    las dimensiones social, biolgica, espiritual y

    csmica. Situacin que obliga a que el pro-

    fesor explicite adecuadamente, en el aula, su

    capacidad profesional y su alta formacin

    personal, siendo el ejemplo, en este aspecto,

    P

    Danilo Reinaldo Vivas Ramos

    Ex-Rector Universidad del Cauca

    Una pregunta que ronda

    nuestras mentes, ante tantas

    manifestaciones de violencia que

    vivimos y que motiva el presente

    artculo es:

    Qu hacer para que el espritu

    violento que nos caracteriza y

    que se expresa en situaciones

    como: el conicto armado, las

    bacrim, el sicariato y la

    delincuencia comn, entre

    otras, cedan el paso a unas

    relaciones de mayor

    entendimiento, convivencia y

    tolerancia entre todos los

    colombianos

    Anttesis de

    una formacin

    temprana

    deciente

    violencia:

    1110

  • ara aproximarnos a una respues-

    ta, es necesario partir de una de

    las tantas acepciones sobre la

    violencia, sus tipos y caracters-

    ticas. Asumimos como violencia

    al tipo de interaccin humana que se

    maniesta en aquellas conductas o si-

    tuaciones que, de forma deliberada, aprendida o imi-

    tada, provocan o amenazan con hacer dao o some-

    timiento grave (fsico, sexual, verbal o psicolgico) a un

    individuo o a una colectividad; o los afectan de tal

    manera que limitan sus potencialidades presentes o

    futuras. La violencia es, en consecuencia, un

    fenmeno social que se aprende y por tanto

    tambin se puede desaprender, est asociada

    a la idea de la fuerza fsica y el poder.

    Varios autores coinciden en que existen di-

    ferentes tipos de violencia y aseguran que las

    causas que las generan dependen de situa-

    ciones tales como: Un entorno cultural y so-

    cial connivente con actitudes potenciadoras

    de violencia, la prevalencia de patologas per-

    sonales graves, la falta de responsabilidad de

    los padres en la formacin de sus hijos, el pre-

    cario desarrollo de valores por parte de la es-

    cuela, la estrecha visin del concepto de gru-

    po o colectivo y la presin que stos ejercen

    sobre sus integrantes y la no distincin en

    muchos jvenes entre realidad y fantasa.

    En este sentido, el paulatino deterioro de la

    familia como ncleo de la sociedad, ha in-

    cidido signicativamente en el desarrollo de

    actitudes proclives a acciones violentas, por

    un lado por el desdibujamiento de la familia

    como tal y, por el otro, por los altos ndices de

    violencia intrafamiliar, lo cual muchas veces

    se asume como normal, por lo que, en un

    buen nmero de casos, los hijos no solo re-

    plican sino que despliegan acciones cada vez

    ms truculentas. Aqu hay una tarea gigan-

    tesca por hacer por parte de los padres, ga-

    rantizar en sus hijos la aprehensin de valores

    que ennoblezcan el sentido de la vida desde

    sus primeros aos.

    Labor que debe ser complementada y forta-

    lecida por la escuela, la que adems de brindar

    a sus alumnos conocimientos y desarrollar

    competencias, habilidades y destrezas, debe

    proveer espacios curriculares para el aan-

    zamiento de valores y principios ticos, que

    propendan por la dignicacin de la condi-

    cin humana y su relacin con el entorno so-

    cial, con el ecosistema y consigo mismo, en

    las dimensiones social, biolgica, espiritual y

    csmica. Situacin que obliga a que el pro-

    fesor explicite adecuadamente, en el aula, su

    capacidad profesional y su alta formacin

    personal, siendo el ejemplo, en este aspecto,

    P

    Danilo Reinaldo Vivas Ramos

    Ex-Rector Universidad del Cauca

    Una pregunta que ronda

    nuestras mentes, ante tantas

    manifestaciones de violencia que

    vivimos y que motiva el presente

    artculo es:

    Qu hacer para que el espritu

    violento que nos caracteriza y

    que se expresa en situaciones

    como: el conicto armado, las

    bacrim, el sicariato y la

    delincuencia comn, entre

    otras, cedan el paso a unas

    relaciones de mayor

    entendimiento, convivencia y

    tolerancia entre todos los

    colombianos

    Anttesis de

    una formacin

    temprana

    deciente

    violencia:

    1110

  • PARTMO

    la esencia de su quehacer pedaggico. Para-

    djico, lo que viene sucediendo en nuestras

    instituciones educativas, la cada vez mayor

    presencia de acoso escolar, conocido como

    matoneo o bullying, forma caracterstica y ex-

    trema de violencia escolar, se expresa en mal-

    trato psicolgico, verbal o fsico entre es-

    colares, bien en el aula o a travs de las redes

    sociales. La dureza de este tipo de situaciones

    ha llevado a pensamientos suicidas e incluso a

    su materializacin. Hay que salvar a las insti-

    tuciones educativas de este agelo, aqu la

    responsabilidad est en el necesario dialogo

    entre la familia, la escuela y la sociedad, no ha-

    cerlo es sumir a toda una sociedad en la de-

    sesperanza.

    Histricamente, la sociedad ha ideado for-

    mas diversas para abocar los distintos tipos

    de violencia, ha creado campos de conoci-

    miento especializados y desarrollado inves-

    tigaciones sobre el tema; ha generado ins-

    trumentos legales para sancionar a quienes

    actan violentamente, ha construido crce-

    les y centros de resocializacin, incluso algu-

    nos Estados han promulgado leyes cada vez

    ms drsticas, incluyendo la pena de muerte;

    no obstante, los resultados contra la vio-

    lencia an son precarios.

    El investigador Johan Galtung deni el

    Tringulo de la Violencia para tratar de ex-

    plicar y buscar solucin a los factores que

    co-adyuvan a la generacin y desarrollo de la

    violencia en conictos sociales.

    Segn Galtung, la violencia es como un iceberg,

    de modo que la violencia visible es solo una pequea

    parte del conicto, las otras, por decirlo de alguna

    forma, son invisibles, pero igualmente nocivas para

    una convivencia armnica. Actuar simult-

    neamente en los tres tipos de violencia, hoy

    bien caracterizados: La violencia directa, la

    violencia estructural y la violencia cultural,

    puede garantizar importantes avances en su

    reduccin o eliminacin.

    Veamos, grosso modo, los tipos de violencia

    mencionados segn Galtung:

    La violencia directa

    Es la que se concreta en comportamientos

    intencionados y responde a actos de violen-

    cia fsica y verbal, es agresiva o destructiva,

    es clara y visible, por lo que resulta relati-

    vamente sencillo detectarla y combatirla, pe-

    ro algunos de sus efectos aparecen ms o

    menos invisibles, entre ellos el odio, los trau-

    mas psicolgicos y sufrimientos.

    La violencia estructural

    Es la que se centra en las estructuras sociales,

    culturales y econmicas que no permiten la

    satisfaccin de necesidades y se concreta,

    precisamente, en la negacin de las mismas.

    Esta violencia remite a la existencia de un

    conicto entre dos o ms grupos sociales, en

    el que el reparto, acceso o posibilidad de uso

    de los recursos es resuelto sistemticamente

    a favor de alguna de las partes y en perjuicio

    de las dems.

    La violencia cultural

    Se dene como simblica, que se expresa

    desde innidad de medios (simbolismos, religin,

    ideologa, lenguaje, arte, ciencia, leyes, medios de co-

    municacin, educacin, etc.). As mismo, inhibe o

    reprime la respuesta de quienes la sufren, y ofrece

    justicaciones para que los seres humanos, a dife-

    rencia del resto de especies, se destruyan mutuamente

    y sean recompensados incluso por hacerlo. Crea un

    marco legitimador de las violencias directa y

    estructural.

    A menudo, las causas de la violencia directa

    estn relacionadas con situaciones de vio-

    lencia estructural o justicadas por la vio-

    lencia cultural; de ah que muchas respuestas

    a las preguntas sobre la violencia se encuen-

    tran en el entorno cultural. Arma Galtung:

    Estamos educados en una cultura de violencia,

    donde no se nos ensea, ni se nos permite ver

    alternativas a la violencia. En las escuelas y dems

    medios de transmisin y reproduccin de la cultura

    nos han enseado la historia como una sucesin de

    guerras; estamos acostumbrados a que los conictos

    se reprimen por 'incuestionables' autoridades; los

    medios de comunicacin de masas nos venden como la

    nica va de solucin de los conictos internacionales

    el uso de los ejrcitos, etc.

    Es decir, vivimos inmersos en un ambiente

    de violencia constante, por lo que para en-

    frentar sus manifestaciones debemos ir a los

    orgenes, profundizar en las causas y tras-

    cender el hecho.

    Subyacen, detrs de los diferentes tipos de

    violencia, segn Galtung, dos concepciones

    errneas: la identicacin de la violencia con

    la ausencia de paz y con la concepcin del

    conicto humano, social o natural como al-

    go totalmente negativo, sin considerar que

    stos son parte inherente a la existencia de la

    sociedad, los cuales enriquecen las posibi-

    lidades de desarrollo y crecimiento colec-

    tivos, siempre y cuando los asumamos como

    expresin positiva de la interaccin humana.

    Galtung plantea que si la forma de encarar

    los conictos es solo la represin, social-

    mente se sigue transmitiendo la visin ne-

    gativa del conicto, generndose graves pro-

    blemas para la sociedad.

    No debe confundirse conicto con

    violencia puesto que hay conictos que

    pueden resolverse sin el uso de la

    violencia.

    Por tanto, no debe pretenderse eliminar los

    conictos, puesto que stos son oportu-

    nidades de transformacin; se debe trabajar

    a favor del no uso de la violencia para re-

    solverlos, aqu se debe imponer el dilogo y

    la concertacin antes de que llegue a cons-

    tituirse en crisis y que sta derive en vio-

    lencia. Los conictos bien gestionados, son

    una excelente herramienta pedaggica para

    avanzar hacia la erradicacin de la violencia.

    Lo anterior presupone adelantar un intenso

    trabajo, en todos los niveles de la sociedad,

    de cmo ensear y cmo aprender a ges-

    tionar conictos desde los primeros aos de

    vida, esto contrarrestara la deciente for-

    macin que hoy se tiene al respecto.

    12

  • PARTMO

    la esencia de su quehacer pedaggico. Para-

    djico, lo que viene sucediendo en nuestras

    instituciones educativas, la cada vez mayor

    presencia de acoso escolar, conocido como

    matoneo o bullying, forma caracterstica y ex-

    trema de violencia escolar, se expresa en mal-

    trato psicolgico, verbal o fsico entre es-

    colares, bien en el aula o a travs de las redes

    sociales. La dureza de este tipo de situaciones

    ha llevado a pensamientos suicidas e incluso a

    su materializacin. Hay que salvar a las insti-

    tuciones educativas de este agelo, aqu la

    responsabilidad est en el necesario dialogo

    entre la familia, la escuela y la sociedad, no ha-

    cerlo es sumir a toda una sociedad en la de-

    sesperanza.

    Histricamente, la sociedad ha ideado for-

    mas diversas para abocar los distintos tipos

    de violencia, ha creado campos de conoci-

    miento especializados y desarrollado inves-

    tigaciones sobre el tema; ha generado ins-

    trumentos legales para sancionar a quienes

    actan violentamente, ha construido crce-

    les y centros de resocializacin, incluso algu-

    nos Estados han promulgado leyes cada vez

    ms drsticas, incluyendo la pena de muerte;

    no obstante, los resultados contra la vio-

    lencia an son precarios.

    El investigador Johan Galtung deni el

    Tringulo de la Violencia para tratar de ex-

    plicar y buscar solucin a los factores que

    co-adyuvan a la generacin y desarrollo de la

    violencia en conictos sociales.

    Segn Galtung, la violencia es como un iceberg,

    de modo que la violencia visible es solo una pequea

    parte del conicto, las otras, por decirlo de alguna

    forma, son invisibles, pero igualmente nocivas para

    una convivencia armnica. Actuar simult-

    neamente en los tres tipos de violencia, hoy

    bien caracterizados: La violencia directa, la

    violencia estructural y la violencia cultural,

    puede garantizar importantes avances en su

    reduccin o eliminacin.

    Veamos, grosso modo, los tipos de violencia

    mencionados segn Galtung:

    La violencia directa

    Es la que se concreta en comportamientos

    intencionados y responde a actos de violen-

    cia fsica y verbal, es agresiva o destructiva,

    es clara y visible, por lo que resulta relati-

    vamente sencillo detectarla y combatirla, pe-

    ro algunos de sus efectos aparecen ms o

    menos invisibles, entre ellos el odio, los trau-

    mas psicolgicos y sufrimientos.

    La violencia estructural

    Es la que se centra en las estructuras sociales,

    culturales y econmicas que no permiten la

    satisfaccin de necesidades y se concreta,

    precisamente, en la negacin de las mismas.

    Esta violencia remite a la existencia de un

    conicto entre dos o ms grupos sociales, en

    el que el reparto, acceso o posibilidad de uso

    de los recursos es resuelto sistemticamente

    a favor de alguna de las partes y en perjuicio

    de las dems.

    La violencia cultural

    Se dene como simblica, que se expresa

    desde innidad de medios (simbolismos, religin,

    ideologa, lenguaje, arte, ciencia, leyes, medios de co-

    municacin, educacin, etc.). As mismo, inhibe o

    reprime la respuesta de quienes la sufren, y ofrece

    justicaciones para que los seres humanos, a dife-

    rencia del resto de especies, se destruyan mutuamente

    y sean recompensados incluso por hacerlo. Crea un

    marco legitimador de las violencias directa y

    estructural.

    A menudo, las causas de la violencia directa

    estn relacionadas con situaciones de vio-

    lencia estructural o justicadas por la vio-

    lencia cultural; de ah que muchas respuestas

    a las preguntas sobre la violencia se encuen-

    tran en el entorno cultural. Arma Galtung:

    Estamos educados en una cultura de violencia,

    donde no se nos ensea, ni se nos permite ver

    alternativas a la violencia. En las escuelas y dems

    medios de transmisin y reproduccin de la cultura

    nos han enseado la historia como una sucesin de

    guerras; estamos acostumbrados a que los conictos

    se reprimen por 'incuestionables' autoridades; los

    medios de comunicacin de masas nos venden como la

    nica va de solucin de los conictos internacionales

    el uso de los ejrcitos, etc.

    Es decir, vivimos inmersos en un ambiente

    de violencia constante, por lo que para en-

    frentar sus manifestaciones debemos ir a los

    orgenes, profundizar en las causas y tras-

    cender el hecho.

    Subyacen, detrs de los diferentes tipos de

    violencia, segn Galtung, dos concepciones

    errneas: la identicacin de la violencia con

    la ausencia de paz y con la concepcin del

    conicto humano, social o natural como al-

    go totalmente negativo, sin considerar que

    stos son parte inherente a la existencia de la

    sociedad, los cuales enriquecen las posibi-

    lidades de desarrollo y crecimiento colec-

    tivos, siempre y cuando los asumamos como

    expresin positiva de la interaccin humana.

    Galtung plantea que si la forma de encarar

    los conictos es solo la represin, social-

    mente se sigue transmitiendo la visin ne-

    gativa del conicto, generndose graves pro-

    blemas para la sociedad.

    No debe confundirse conicto con

    violencia puesto que hay conictos que

    pueden resolverse sin el uso de la

    violencia.

    Por tanto, no debe pretenderse eliminar los

    conictos, puesto que stos son oportu-

    nidades de transformacin; se debe trabajar

    a favor del no uso de la violencia para re-

    solverlos, aqu se debe imponer el dilogo y

    la concertacin antes de que llegue a cons-

    tituirse en crisis y que sta derive en vio-

    lencia. Los conictos bien gestionados, son

    una excelente herramienta pedaggica para

    avanzar hacia la erradicacin de la violencia.

    Lo anterior presupone adelantar un intenso

    trabajo, en todos los niveles de la sociedad,

    de cmo ensear y cmo aprender a ges-

    tionar conictos desde los primeros aos de

    vida, esto contrarrestara la deciente for-

    macin que hoy se tiene al respecto.

    12

  • En este orden de ideas, diferentes posturas

    tericas pretenden explicar el fenmeno de

    intolerancia desde distintos ngulos, una ver-

    tiente acadmica argumenta que la tendencia a

    los actos violentos proviene de la consolida-

    cin cultural de patrones de comportamiento

    tales como la exclusin, el autoritarismo, el

    racismo, el machismo y la prevalencia en los

    ciudadanos de una sola idea poltica o reli-

    giosa y/o esquema alienante derivado de la

    polarizacin a la que ha llevado a los colom-

    bianos el ejercicio de la politiquera.

    De otra parte, se analiza, que actualmente la

    pugna entre los partidos polticos ha hecho de

    la sociedad colombiana el nido en el que se

    desplazan las ideas de la sensatez y la

    asertividad hacia fundamentalismos que en-

    ceguecen la razn y obnubilan la visin de fu-

    turo para el diseo e implementacin del es-

    tado que mejor permitira el desarrollo ar-

    mnico y sostenido del pas; todo esto es un

    reejo el de la degradacin a los bajos niveles

    de comportamiento agresivo de los que han

    sido por siglos especmenes representativos

    de la clase dirigente.

    De todo lo anterior, se puede inferir que so-

    mos violentos como resultado del proceso de

    formacin de nuestra nacin, de nuestra so-

    ciedad y de nuestra identidad; derivado de la

    injerencia de la evangelizacin de la que fui-

    mos objeto, la cual pari una sociedad muy

    conservadora, heredando los valores impor-

    tados e introyectados en el imaginario co-

    lectivo desde el momento mismo de la mal

    llamada colonizacin por parte del movi-

    miento hispnico que lo llev a cabo.

    Ahora bien, es un hecho que hay posturas

    diferentes para el anlisis de las razones por

    las cuales somos violentos y que deben ser

    tenidas en cuenta en esta exposicin, armar

    que la violencia del aqu y el ahora es tan solo

    la continuidad de la misma desde la dcada de

    los aos 30, no ayuda a desenmascarar el fe-

    nmeno de la violencia en s misma porque

    no es tcnico armar que hay violencia hoy,

    porque siempre la ha habido; lo importante es

    denotar qu ha hecho el Estado colombiano

    para intervenir los factores generadores de

    descontento social tales como la pobreza ab-

    soluta, el analfabetismo, la inadecuada distri-

    bucin de la riqueza, la poca o ninguna parti-

    cipacin de la ciudadana en la gestin de su

    propio desarrollo, la descarada corrupcin

    galopante que ya hizo metstasis en los di-

    ferentes actores de la sociedad colombiana; la

    falta de visin de futuro para un pas que, con-

    tando con los recursos sucientes, si estu-

    vieran bien administrados daran la opcin

    cierta para avanzar hacia una sociedad justa y

    solidaria en la que la Libertad, la Fraternidad y

    la Igualdad constituiran el trpode slido de

    conjugacin de valores para salir de la crisis

    que nos domina.

    En una conferencia de un colombo japons,

    llamado Kenji Orito Daz, escuch decir que

    el colombiano no es violento, sino que se ha

    credo el cuento de que lo es, pero que este

    mito emerge de la administracin misma del

    Estado al que le convienen los efectos de un

    pas en conicto permanente, la desunin, ya

    que divide y vencers, la polarizacin poltica,

    ya que divide y vencers, odios

    alimentados desde la misma

    dirigencia poltica, ya que

    divide y vencers, el

    sostenimiento de las

    diferencias entre las

    clases sociales, ya

    que divide y vence-

    rs, la contamina-

    cin proveniente

    de cientos de sectas

    religiosas, ya que di-

    vide y vencers y otro

    innumerable listado de

    razones que fundamentan

    el divide y vencers.

    Pero cabe preguntarnos, el por qu de esta

    vulnerabilidad de la sociedad colombiana que

    ha permitido que la intolerancia sea el comn

    denominador en todos los comportamientos

    sociales, polticos y hasta enmascarados en

    ideologas religiosas, que nos hacen ser vio-

    lentos?. La respuesta no se hace esperar; so-

    mos una sociedad alienada por un sistema de

    gobierno que no tiene la intencin de quebrar

    las bases del Status quo en el que se sostiene,

    dados los privilegios otorgados por el con-

    formismo social del pueblo que se sumi en

    su propia desgracia para que una burguesa

    nacional minoritaria rija sin el control social

    debido, los destinos del pas.

    Es inaudito aceptar que en Colombia muera

    un nio de hambre, pero son miles los que

    han perdido la vida por esta razn; es

    inaceptable que en Colombia existan grandes

    No es motivo de orgullo para ningn

    compatriota ser catalogado como ciu-

    dadano del 5 pas ms violento del

    mundo, en el que se registran elevados indica-

    dores de muertes extrajudiciales, derivadas de la

    violencia social y poltica que desde el ao 1930

    ha dado a luz a ros de sangre, que han recorrido

    lo largo y ancho de la geografa colombiana.

    Acasosomos

    Colombia, pas que a

    pesar de la inuencia del

    desorden social que

    impera en los momentos

    actuales, avanza con

    paso rme y decidido

    hacia la postmodernidad y

    pacicacin concertada,

    como medio seguro hacia

    la construccin de una

    nacin en la que se

    intervendr efectivamente

    la crisis oculta que ha

    caracterizado todo su

    desenvolvimiento

    histrico: La Intolerancia.

    Jos Fernando Lpez Zambrano

    1514

  • En este orden de ideas, diferentes posturas

    tericas pretenden explicar el fenmeno de

    intolerancia desde distintos ngulos, una ver-

    tiente acadmica argumenta que la tendencia a

    los actos violentos proviene de la consolida-

    cin cultural de patrones de comportamiento

    tales como la exclusin, el autoritarismo, el

    racismo, el machismo y la prevalencia en los

    ciudadanos de una sola idea poltica o reli-

    giosa y/o esquema alienante derivado de la

    polarizacin a la que ha llevado a los colom-

    bianos el ejercicio de la politiquera.

    De otra parte, se analiza, que actualmente la

    pugna entre los partidos polticos ha hecho de

    la sociedad colombiana el nido en el que se

    desplazan las ideas de la sensatez y la

    asertividad hacia fundamentalismos que en-

    ceguecen la razn y obnubilan la visin de fu-

    turo para el diseo e implementacin del es-

    tado que mejor permitira el desarrollo ar-

    mnico y sostenido del pas; todo esto es un

    reejo el de la degradacin a los bajos niveles

    de comportamiento agresivo de los que han

    sido por siglos especmenes representativos

    de la clase dirigente.

    De todo lo anterior, se puede inferir que so-

    mos violentos como resultado del proceso de

    formacin de nuestra nacin, de nuestra so-

    ciedad y de nuestra identidad; derivado de la

    injerencia de la evangelizacin de la que fui-

    mos objeto, la cual pari una sociedad muy

    conservadora, heredando los valores impor-

    tados e introyectados en el imaginario co-

    lectivo desde el momento mismo de la mal

    llamada colonizacin por parte del movi-

    miento hispnico que lo llev a cabo.

    Ahora bien, es un hecho que hay posturas

    diferentes para el anlisis de las razones por

    las cuales somos violentos y que deben ser

    tenidas en cuenta en esta exposicin, armar

    que la violencia del aqu y el ahora es tan solo

    la continuidad de la misma desde la dcada de

    los aos 30, no ayuda a desenmascarar el fe-

    nmeno de la violencia en s misma porque

    no es tcnico armar que hay violencia hoy,

    porque siempre la ha habido; lo importante es

    denotar qu ha hecho el Estado colombiano

    para intervenir los factores generadores de

    descontento social tales como la pobreza ab-

    soluta, el analfabetismo, la inadecuada distri-

    bucin de la riqueza, la poca o ninguna parti-

    cipacin de la ciudadana en la gestin de su

    propio desarrollo, la descarada corrupcin

    galopante que ya hizo metstasis en los di-

    ferentes actores de la sociedad colombiana; la

    falta de visin de futuro para un pas que, con-

    tando con los recursos sucientes, si estu-

    vieran bien administrados daran la opcin

    cierta para avanzar hacia una sociedad justa y

    solidaria en la que la Libertad, la Fraternidad y

    la Igualdad constituiran el trpode slido de

    conjugacin de valores para salir de la crisis

    que nos domina.

    En una conferencia de un colombo japons,

    llamado Kenji Orito Daz, escuch decir que

    el colombiano no es violento, sino que se ha

    credo el cuento de que lo es, pero que este

    mito emerge de la administracin misma del

    Estado al que le convienen los efectos de un

    pas en conicto permanente, la desunin, ya

    que divide y vencers, la polarizacin poltica,

    ya que divide y vencers, odios

    alimentados desde la misma

    dirigencia poltica, ya que

    divide y vencers, el

    sostenimiento de las

    diferencias entre las

    clases sociales, ya

    que divide y vence-

    rs, la contamina-

    cin proveniente

    de cientos de sectas

    religiosas, ya que di-

    vide y vencers y otro

    innumerable listado de

    razones que fundamentan

    el divide y vencers.

    Pero cabe preguntarnos, el por qu de esta

    vulnerabilidad de la sociedad colombiana que

    ha permitido que la intolerancia sea el comn

    denominador en todos los comportamientos

    sociales, polticos y hasta enmascarados en

    ideologas religiosas, que nos hacen ser vio-

    lentos?. La respuesta no se hace esperar; so-

    mos una sociedad alienada por un sistema de

    gobierno que no tiene la intencin de quebrar

    las bases del Status quo en el que se sostiene,

    dados los privilegios otorgados por el con-

    formismo social del pueblo que se sumi en

    su propia desgracia para que una burguesa

    nacional minoritaria rija sin el control social

    debido, los destinos del pas.

    Es inaudito aceptar que en Colombia muera

    un nio de hambre, pero son miles los que

    han perdido la vida por esta razn; es

    inaceptable que en Colombia existan grandes

    No es motivo de orgullo para ningn

    compatriota ser catalogado como ciu-

    dadano del 5 pas ms violento del

    mundo, en el que se registran elevados indica-

    dores de muertes extrajudiciales, derivadas de la

    violencia social y poltica que desde el ao 1930

    ha dado a luz a ros de sangre, que han recorrido

    lo largo y ancho de la geografa colombiana.

    Acasosomos

    Colombia, pas que a

    pesar de la inuencia del

    desorden social que

    impera en los momentos

    actuales, avanza con

    paso rme y decidido

    hacia la postmodernidad y

    pacicacin concertada,

    como medio seguro hacia

    la construccin de una

    nacin en la que se

    intervendr efectivamente

    la crisis oculta que ha

    caracterizado todo su

    desenvolvimiento

    histrico: La Intolerancia.

    Jos Fernando Lpez Zambrano

    1514

  • reas de poblacin que adolecen de la pre-

    sencia del Estado y se hayan convertido en fo-

    cos de violencia monstruosa como las que

    vive nuestro pacco colombiano; es total-

    mente intolerable el nivel de analfabetismo de

    la sociedad colombiana, pero son millones

    que no saben leer ni escribir; es aberrante la

    manifestacin de la delincuencia comn que

    cobra vidas humanas en cada da de la historia

    colombiana y que son el reejo de la desigual-

    dad social en los asentamiento econmica-

    mente menos favorecidos. Pero, siendo inau-

    dito, inaceptable, intolerable y aberrante el

    momento histrico de la patria, la inmadurez

    poltica del pueblo colombiano an cree en la

    ilusin de un pas mejor con los mismos ac-

    tores sociales.

    Pese al panorama anteriormente descrito y a

    las altas tasas de muertes violentas en el pas,

    incluso aquellas que se consideran extraju-

    diciales, a veces desconocidas u ocultas, a cau-

    sa de la guerra fratricida en la que desen-

    volvemos nuestra historia, de la que se des-

    conocen muchas verdades, Colombia debe

    exigir de su clase dirigente un compromiso

    responsablemente asumido ante la triste reali-

    dad de nuestro presente, en aras de la cons-

    truccin de un futuro implementado median-

    te mecanismos capaces de procurar el olvido

    del pasado doloroso, para generar el bienestar

    que nos merecemos.

    Pero, en este momento, nace la gran pregunta,

    que no tiene respuesta asertiva, Cmo es

    posible que haya quienes quieran perpetuar

    este caos existente fomentando odios para

    preservar los conictos actuales?

    Solo queda la accin contundente de cerrarles

    el paso para ser los gestores de un destino

    similar al pasado, en nada deseable, porque

    esta no es la condena a cadena perpetua con la

    que tiene que vivir Colombia.

    Sin embargo, debemos implementar los

    mecanismos necesarios para voltear el curso

    de la historia, exigiendo cambios sustanciales

    en las instituciones bsicas de la sociedad y del

    Estado.

    Retomando un escrito que tuve oportunidad

    de analizar del poltlogo Nieto Lpez,

    transcribo a manera de corolario su pensa-

    miento: La cultura es una creacin humana, no es

    una fatalidad. Son cambiantes, se transforman en la

    medida en que las sociedades se van transformando.

    Los colombianos no estamos fatalmente condenados a

    vivir en una cultura intolerante y autoritaria. Para

    poder superarlo se necesita empezar a transformar

    procesos de instituciones como la escuela, los modelos

    pedaggicos, la propia conguracin curricular, en la

    propia relacin de profesor-alumno y de alumno-

    alumno.

    Por eso deben fortalecerse los mecanismos de

    educacin ciudadana, formacin bsica,

    secundaria y superior laica, para la generacin

    de colombianos capaces de transformar el

    actual momento de la historia.

    Porque, acaso somos

    violentos?

    15

  • reas de poblacin que adolecen de la pre-

    sencia del Estado y se hayan convertido en fo-

    cos de violencia monstruosa como las que

    vive nuestro pacco colombiano; es total-

    mente intolerable el nivel de analfabetismo de

    la sociedad colombiana, pero son millones

    que no saben leer ni escribir; es aberrante la

    manifestacin de la delincuencia comn que

    cobra vidas humanas en cada da de la historia

    colombiana y que son el reejo de la desigual-

    dad social en los asentamiento econmica-

    mente menos favorecidos. Pero, siendo inau-

    dito, inaceptable, intolerable y aberrante el

    momento histrico de la patria, la inmadurez

    poltica del pueblo colombiano an cree en la

    ilusin de un pas mejor con los mismos ac-

    tores sociales.

    Pese al panorama anteriormente descrito y a

    las altas tasas de muertes violentas en el pas,

    incluso aquellas que se consideran extraju-

    diciales, a veces desconocidas u ocultas, a cau-

    sa de la guerra fratricida en la que desen-

    volvemos nuestra historia, de la que se des-

    conocen muchas verdades, Colombia debe

    exigir de su clase dirigente un compromiso

    responsablemente asumido ante la triste reali-

    dad de nuestro presente, en aras de la cons-

    truccin de un futuro implementado median-

    te mecanismos capaces de procurar el olvido

    del pasado doloroso, para generar el bienestar

    que nos merecemos.

    Pero, en este momento, nace la gran pregunta,

    que no tiene respuesta asertiva, Cmo es

    posible que haya quienes quieran perpetuar

    este caos existente fomentando odios para

    preservar los conictos actuales?

    Solo queda la accin contundente de cerrarles

    el paso para ser los gestores de un destino

    similar al pasado, en nada deseable, porque

    esta no es la condena a cadena perpetua con la

    que tiene que vivir Colombia.

    Sin embargo, debemos implementar los

    mecanismos necesarios para voltear el curso

    de la historia, exigiendo cambios sustanciales

    en las instituciones bsicas de la sociedad y del

    Estado.

    Retomando un escrito que tuve oportunidad

    de analizar del poltlogo Nieto Lpez,

    transcribo a manera de corolario su pensa-

    miento: La cultura es una creacin humana, no es

    una fatalidad. Son cambiantes, se transforman en la

    medida en que las sociedades se van transformando.

    Los colombianos no estamos fatalmente condenados a

    vivir en una cultura intolerante y autoritaria. Para

    poder superarlo se necesita empezar a transformar

    procesos de instituciones como la escuela, los modelos

    pedaggicos, la propia conguracin curricular, en la

    propia relacin de profesor-alumno y de alumno-

    alumno.

    Por eso deben fortalecerse los mecanismos de

    educacin ciudadana, formacin bsica,

    secundaria y superior laica, para la generacin

    de colombianos capaces de transformar el

    actual momento de la historia.

    Porque, acaso somos

    violentos?

    15

  • nos traten de

    manera violenta?

    Serque buscamos o,preferimos que

    Marta Luz Galvis Villafez

    Buscamos, desde la Psicologa como ciencia que

    estudia la conducta humana en todas sus

    manifestaciones, una explicacin que nos permita,

    si no evitarla, por lo menos explicarnos por qu los

    seres humanos, tan evolucionados como estamos,

    somos violentos. Este ser, un punto de vista.

    L

    19

  • nos traten de

    manera violenta?

    Serque buscamos o,preferimos que

    Marta Luz Galvis Villafez

    Buscamos, desde la Psicologa como ciencia que

    estudia la conducta humana en todas sus

    manifestaciones, una explicacin que nos permita,

    si no evitarla, por lo menos explicarnos por qu los

    seres humanos, tan evolucionados como estamos,

    somos violentos. Este ser, un punto de vista.

    L

    19

  • 20

  • 20

  • La relacin entre las

    y la violencia

    Mario Guevara Mendoza

    enfermedadesmentales

    Douglas Enrique Quintero Latorre

    Entre

    vista

    2322

  • La relacin entre las

    y la violencia

    Mario Guevara Mendoza

    enfermedadesmentales

    Douglas Enrique Quintero Latorre

    Entre

    vista

    2322

  • 2524

  • 2524

  • 2726

  • 2726

  • hora bien, reconocida la PRU-

    DENCIA como la principal de las

    virtudes, ya que es reconocida co-

    mo la que permite abrir la puerta

    para la realizacin de las otras virtudes y las

    encamina hacia el n del ser humano, es de-

    cir, hacia su progreso interior, me parece muy

    oportuno abordar el tema con la profun-

    didad que amerita frente al objetivo que co-

    mo seres humano tenemos de lograr la feli-

    cidad y es por ello que mi inters en este art-

    culo es mostrar como la prudencia es una

    virtud del intelecto, cuyo objetivo primordial

    es el de la accin correcta y el discernir y

    distinguir lo que es bueno o malo para seguir-

    lo o huir de ello.

    Hoy da nos vemos enfrentados a trminos

    recurrentes en la informacin que nos inva-

    den cada da: la confrontacin ideolgica, la

    confrontacin fsica, divergencias, abusos,

    intransigencia, injusticia, insolencia, prepo-

    tencia, ya sea a nivel personal, comunitario o

    a nivel pas y como miembros activos de la

    sociedad a travs de los diferentes grupos en

    los que participamos, no podemos margi-

    narnos de opinar y actuar sobre las relaciones

    indeseadas entre los hombres. Prudencia es

    dominar esas situaciones y emociones ajus-

    tando con nuestro ejemplo el comporta-

    miento a los dictmenes de nuestra razn,

    teniendo en cuenta con total discernimiento,

    la motivacin y consecuencia de nuestros

    actos y su correspondencia con las virtudes

    que practicamos y principios que sustenta-

    mos en los diferentes escenarios donde nos

    desenvolvemos, incluyendo nuestro ncleo

    familiar.

    El principal escenario en el que nos vemos

    enfrentados y que debemos hacer un buen

    uso de la prudencia es en todo lo que se mue-

    ve alrededor del cambio, que trae consigo

    incertidumbre, e inclusive desesperacin y

    caos.

    Qu hacer cmo actuar, qu debemos po-

    seer emocionalmente cuando cae encima la

    avalancha del cambio generacional, en las

    organizaciones a donde pertenecemos o en

    nuestra vida?. Lo mejor es armarse de pa-

    ciencia, o mejor todava, armarse de pru-

    dencia y esperar y entender todo lo que el

    nuevo cambio trajo como resultado en cuan-

    to a reglas de actuacin de quienes participan

    de l, el juego de poderes, los actores en la

    escena, las reglas no denidas u olvidadas y

    las nuevas opciones de desarrollo de accio-

    nes a la luz de las oportunidades que puede

    dar el cambio.

    Con la experiencia ya vivida en el campo em-

    presarial y social, puedo decir que el objetivo

    que me he trazado al vivir plenamente y con

    convencimiento que mi objetivo, es lograr la

    felicidad, he aprendido que posiblemente los

    conictos y decisiones erradas podran haber

    sido evitados si en un momento se hubiera

    actuado reexivamente y con prudencia.

    Los objetivos trazados se fueron alcanzando

    con mayor seguridad y rapidez en la medida

    que el ejercicio de la prudencia, unida a la to-

    lerancia fueron apareciendo en el escenario

    de las relaciones interpersonales.

    Sobre la base de lo anterior, puedo armar

    que las mejores y mas acertadas decisiones

    que realmente como seres humanos nos pro-

    porciona el dominio de nosotros mismos,

    son aquellas que tomamos con la prctica de

    la prudencia y es con ella como podemos

    identicar las situaciones que son ms con-

    venientes y las que no lo son. Nos ayuda a

    pensar antes de actuar, ya que aparece el Au-

    tocontrol y por consiguiente, se miden mejor

    las consecuencias de nuestras actuaciones.

    Otra muy buena consecuencia de la prctica

    continua y real de ser prudentes es la de faci-

    litar la convivencia, siendo esta virtud entre

    todas la que permite expresar con las pala-

    bras adecuadas y en el momento adecuado lo

    que se requiere para no generar conicto,

    sino por el contrario ayudar en el mejora-

    miento de las relaciones interpersonales y

    con ello el logro de los objetivos que nos tra-

    cemos, en un ambiente de real conanza.

    Es importante en este proceso reexivo re-

    conocer como lo planteamos inicialmente y

    revisar que como en todo proceso humano la

    prctica continua de la prudencia, requiere

    del apoyo de otros valores que la enriquecen

    en el actuar diario, como son la tolerancia, la

    discrecin, la sensatez, la cautela, la sabidura,

    la madurez, el discernimiento, la templanza

    entre otras, porque si realizamos un ejercicio

    de in-trospeccin, tenemos que reconocer

    que la mayora de nuestros desaciertos en

    nuestras decisiones, en el trato con los dems

    A

    Esto es, proceder en forma justa,

    adecuada a la circunstancia, con cautela.

    Esta somera denicin es instintiva y se llega

    a ella sin mayor reexin. Se debe aclarar

    que practicar la prudencia no conlleva a la

    renuncia de principios ni la prdida de

    posicin nicamente para evitar un conicto.

    Practicarla implica gran uso de la

    inteligencia; es por eso que Santo Toms de

    Aquino deca que para alcanzar la prudencia

    se deba tomar en cuenta el recuerdo de

    experiencias pasadas y aplicar la inteligencia

    al estado presente de las cosas, es decir, ver

    las cosas como son y no como deseamos que

    sean, aplicando la reexin.

    una virtud asociada

    a la forma de desarrollar

    nuestras acciones

    Celestino Arango Cano

    2928

  • hora bien, reconocida la PRU-

    DENCIA como la principal de las

    virtudes, ya que es reconocida co-

    mo la que permite abrir la puerta

    para la realizacin de las otras virtudes y las

    encamina hacia el n del ser humano, es de-

    cir, hacia su progreso interior, me parece muy

    oportuno abordar el tema con la profun-

    didad que amerita frente al objetivo que co-

    mo seres humano tenemos de lograr la feli-

    cidad y es por ello que mi inters en este art-

    culo es mostrar como la prudencia es una

    virtud del intelecto, cuyo objetivo primordial

    es el de la accin correcta y el discernir y

    distinguir lo que es bueno o malo para seguir-

    lo o huir de ello.

    Hoy da nos vemos enfrentados a trminos

    recurrentes en la informacin que nos inva-

    den cada da: la confrontacin ideolgica, la

    confrontacin fsica, divergencias, abusos,

    intransigencia, injusticia, insolencia, prepo-

    tencia, ya sea a nivel personal, comunitario o

    a nivel pas y como miembros activos de la

    sociedad a travs de los diferentes grupos en

    los que participamos, no podemos margi-

    narnos de opinar y actuar sobre las relaciones

    indeseadas entre los hombres. Prudencia es

    dominar esas situaciones y emociones ajus-

    tando con nuestro ejemplo el comporta-

    miento a los dictmenes de nuestra razn,

    teniendo en cuenta con total discernimiento,

    la motivacin y consecuencia de nuestros

    actos y su correspondencia con las virtudes

    que practicamos y principios que sustenta-

    mos en los diferentes escenarios donde nos

    desenvolvemos, incluyendo nuestro ncleo

    familiar.

    El principal escenario en el que nos vemos

    enfrentados y que debemos hacer un buen

    uso de la prudencia es en todo lo que se mue-

    ve alrededor del cambio, que trae consigo

    incertidumbre, e inclusive desesperacin y

    caos.

    Qu hacer cmo actuar, qu debemos po-

    seer emocionalmente cuando cae encima la

    avalancha del cambio generacional, en las

    organizaciones a donde pertenecemos o en

    nuestra vida?. Lo mejor es armarse de pa-

    ciencia, o mejor todava, armarse de pru-

    dencia y esperar y entender todo lo que el

    nuevo cambio trajo como resultado en cuan-

    to a reglas de actuacin de quienes participan

    de l, el juego de poderes, los actores en la

    escena, las reglas no denidas u olvidadas y

    las nuevas opciones de desarrollo de accio-

    nes a la luz de las oportunidades que puede

    dar el cambio.

    Con la experiencia ya vivida en el campo em-

    presarial y social, puedo decir que el objetivo

    que me he trazado al vivir plenamente y con

    convencimiento que mi objetivo, es lograr la

    felicidad, he aprendido que posiblemente los

    conictos y decisiones erradas podran haber

    sido evitados si en un momento se hubiera

    actuado reexivamente y con prudencia.

    Los objetivos trazados se fueron alcanzando

    con mayor seguridad y rapidez en la medida

    que el ejercicio de la prudencia, unida a la to-

    lerancia fueron apareciendo en el escenario

    de las relaciones interpersonales.

    Sobre la base de lo anterior, puedo armar

    que las mejores y mas acertadas decisiones

    que realmente como seres humanos nos pro-

    porciona el dominio de nosotros mismos,

    son aquellas que tomamos con la prctica de

    la prudencia y es con ella como podemos

    identicar las situaciones que son ms con-

    venientes y las que no lo son. Nos ayuda a

    pensar antes de actuar, ya que aparece el Au-

    tocontrol y por consiguiente, se miden mejor

    las consecuencias de nuestras actuaciones.

    Otra muy buena consecuencia de la prctica

    continua y real de ser prudentes es la de faci-

    litar la convivencia, siendo esta virtud entre

    todas la que permite expresar con las pala-

    bras adecuadas y en el momento adecuado lo

    que se requiere para no generar conicto,

    sino por el contrario ayudar en el mejora-

    miento de las relaciones interpersonales y

    con ello el logro de los objetivos que nos tra-

    cemos, en un ambiente de real conanza.

    Es importante en este proceso reexivo re-

    conocer como lo planteamos inicialmente y

    revisar que como en todo proceso humano la

    prctica continua de la prudencia, requiere

    del apoyo de otros valores que la enriquecen

    en el actuar diario, como son la tolerancia, la

    discrecin, la sensatez, la cautela, la sabidura,

    la madurez, el discernimiento, la templanza

    entre otras, porque si realizamos un ejercicio

    de in-trospeccin, tenemos que reconocer

    que la mayora de nuestros desaciertos en

    nuestras decisiones, en el trato con los dems

    A

    Esto es, proceder en forma justa,

    adecuada a la circunstancia, con cautela.

    Esta somera denicin es instintiva y se llega

    a ella sin mayor reexin. Se debe aclarar

    que practicar la prudencia no conlleva a la

    renuncia de principios ni la prdida de

    posicin nicamente para evitar un conicto.

    Practicarla implica gran uso de la

    inteligencia; es por eso que Santo Toms de

    Aquino deca que para alcanzar la prudencia

    se deba tomar en cuenta el recuerdo de

    experiencias pasadas y aplicar la inteligencia

    al estado presente de las cosas, es decir, ver

    las cosas como son y no como deseamos que

    sean, aplicando la reexin.

    una virtud asociada

    a la forma de desarrollar

    nuestras acciones

    Celestino Arango Cano

    2928

  • o en la expresin de nuestras opiniones o la

    aceptacin de las de los otros, estn derivadas

    de la precipitacin, la emocin, el mal humor,

    que nos lleva a obtener una percepcin equi-

    vocada y/o errada de la realidad y a tomar in-

    formacin parcial de la situacin y con ello

    ge-nerar un trato injusto hacia los dems y

    por ende el ambiente se torna complejo para

    el desarrollo de cualquier objetivo estratgico

    que se quiera adelantar.

    El reconocimiento que hago es que a travs

    de la practica permanente de la prudencia co-

    mo virtud direccionadora de las relaciones

    humanas, por la bsqueda de la felicidad de

    quienes integran las organizaciones, es la me-

    jor opcin para tener un trato justo hacia los

    dems y edica en nosotros una personalidad

    segura, capaz de comprometerse en todo y

    con todos, generando conanza y estabilidad

    en quienes nos rodean.

    En todos los campos de nuestra vida nos

    cruzamos con la idea de la prudencia, enmar-

    cada dentro de la tolerancia, muy recurrente

    en los ncleos a donde asistimos ya sean

    polticos, religiosos, sociales o de cualquier

    otra naturaleza y es all donde la prctica de la

    prudencia acompaada de la tolerancia debe

    surgir para dar el respeto y consideracin que

    se debe otorgar a las opiniones de los dems,

    aunque sean contrarias a las nuestras. Surge

    entonces, el respeto como consideracin de

    la prudencia y con ella la aceptacin de las

    ideas, pensamientos y acciones de los dems.

    En conclusin debemos decir, que la prctica

    de la prudencia nos ayudar a reexionar y a

    considerar los efectos que pueden producir

    nuestras palabras y acciones, teniendo como

    resultado un actuar correcto en cualquier cir-

    cunstancia de nuestra vida. La prudencia co-

    mo prctica sistemtica, es una oportunidad

    para actuar con mayor conciencia frente a las

    diversas situaciones de la vida, ayuda a la

    aanzar la personalidad de manera recia y se-

    gura, dando a cada quien el trato justo y obte-

    niendo de los dems ese mismo trato, cons-

    truyendo con ello un ambiente de conanza,

    de compromiso con causas nobles, y con se-

    guridad es la mejor gua que encamina hacia

    el n del ser humano: la felicidad.

    En el mbito familiar

    denitivamente la prudencia

    tambin juega un papel

    primordial, sta debe estar

    presente en la relacin conyugal,

    con los hijos y dems integrantes

    del grupo familiar. Los padres

    somos el ejemplo de los hijos y es

    a travs de ste que los

    educamos para pensar antes de

    actuar, para que su conducta no

    deje consecuencias negativas;

    con prudencia somos capaces de

    prever las consecuencias de una

    frase o palabras que dirigimos a

    nuestros hijos; tenemos que

    preocuparnos por los intereses de

    ellos, conocerlos para poder

    orientar sus pasos sin interesar la

    edad, los gustos o preferencias e

    ideologas que estn proponiendo

    en sus vidas. Si somos

    imprudentes, indiscretos y faltos

    de tacto podemos ocasionar

    heridas u ofensas innecesarias a

    las personas que amamos.

    30

    aviso una pgina

    Igho

  • o en la expresin de nuestras opiniones o la

    aceptacin de las de los otros, estn derivadas

    de la precipitacin, la emocin, el mal humor,

    que nos lleva a obtener una percepcin equi-

    vocada y/o errada de la realidad y a tomar in-

    formacin parcial de la situacin y con ello

    ge-nerar un trato injusto hacia los dems y

    por ende el ambiente se torna complejo para

    el desarrollo de cualquier objetivo estratgico

    que se quiera adelantar.

    El reconocimiento que hago es que a travs

    de la practica permanente de la prudencia co-

    mo virtud direccionadora de las relaciones

    humanas, por la bsqueda de la felicidad de

    quienes integran las organizaciones, es la me-

    jor opcin para tener un trato justo hacia los

    dems y edica en nosotros una personalidad

    segura, capaz de comprometerse en todo y

    con todos, generando conanza y estabilidad

    en quienes nos rodean.

    En todos los campos de nuestra vida nos

    cruzamos con la idea de la prudencia, enmar-

    cada dentro de la tolerancia, muy recurrente

    en los ncleos a donde asistimos ya sean

    polticos, religiosos, sociales o de cualquier

    otra naturaleza y es all donde la prctica de la

    prudencia acompaada de la tolerancia debe

    surgir para dar el respeto y consideracin que

    se debe otorgar a las opiniones de los dems,

    aunque sean contrarias a las nuestras. Surge

    entonces, el respeto como consideracin de

    la prudencia y con ella la aceptacin de las

    ideas, pensamientos y acciones de los dems.

    En conclusin debemos decir, que la prctica

    de la prudencia nos ayudar a reexionar y a

    considerar los efectos que pueden producir

    nuestras palabras y acciones, teniendo como

    resultado un actuar correcto en cualquier cir-

    cunstancia de nuestra vida. La prudencia co-

    mo prctica sistemtica, es una oportunidad

    para actuar con mayor conciencia frente a las

    diversas situaciones de la vida, ayuda a la

    aanzar la personalidad de manera recia y se-

    gura, dando a cada quien el trato justo y obte-

    niendo de los dems ese mismo trato, cons-

    truyendo con ello un ambiente de conanza,

    de compromiso con causas nobles, y con se-

    guridad es la mejor gua que encamina hacia

    el n del ser humano: la felicidad.

    En el mbito familiar

    denitivamente la prudencia

    tambin juega un papel

    primordial, sta debe estar

    presente en la relacin conyugal,

    con los hijos y dems integrantes

    del grupo familiar. Los padres

    somos el ejemplo de los hijos y es

    a travs de ste que los

    educamos para pensar antes de

    actuar, para que su conducta no

    deje consecuencias negativas;

    con prudencia somos capaces de

    prever las consecuencias de una

    frase o palabras que dirigimos a

    nuestros hijos; tenemos que

    preocuparnos por los intereses de

    ellos, conocerlos para poder

    orientar sus pasos sin interesar la

    edad, los gustos o preferencias e

    ideologas que estn proponiendo

    en sus vidas. Si somos

    imprudentes, indiscretos y faltos

    de tacto podemos ocasionar

    heridas u ofensas innecesarias a

    las personas que amamos.

    30

    aviso una pgina

    Igho

  • Violenciadel gobierno y

    de la justicia colombiana Judy Chacn Barajas

    P

    3332

  • Violenciadel gobierno y

    de la justicia colombiana Judy Chacn Barajas

    P

    3332

  • somos violentos

    Fernando Duarte Mora

    Porque

    los colombianosNuestro comportamiento violento puede tener diferentes

    causas. Unas de ndole hereditario y otras de ndole cultural

    o social. Sin embargo la evolucin de nuestra conciencia

    puede armonizar esos niveles de emotividad y dar paso a

    una mente ms racional. Esa racionalidad nos permitir

    superar nuestros temperamentos violentos para convivir

    racionalmente en un medio ambiente cada da ms violento.

    3534

  • somos violentos

    Fernando Duarte Mora

    Porque

    los colombianosNuestro comportamiento violento puede tener diferentes

    causas. Unas de ndole hereditario y otras de ndole cultural

    o social. Sin embargo la evolucin de nuestra conciencia

    puede armonizar esos niveles de emotividad y dar paso a

    una mente ms racional. Esa racionalidad nos permitir

    superar nuestros temperamentos violentos para convivir

    racionalmente en un medio ambiente cada da ms violento.

    3534

  • Adaulfo Enrique Mendoza M.

    La alteridad

    como salida a la violencia

    contra la diversidad:

    asunto pendiente en elnuevo constitucionalismolatinoamericano

    Lo relacional se caracteriza por el juego de las

    diferencias: cuanto ms diferencia, mayor debe ser la

    reciprocidad. En el mundo de la identidad, que es lo

    contrario de la diferencia, sin la alteridad del otro, la

    cuestin de la tica tambin es impensable,

    simplemente porque no habra reciprocidad genuina.

    En el universo de una persona no poblada por otros

    - no habra necesidad de la tica.

    (Jung, Hwa Yol. 1993)

    En Levinas la responsabilidad, como la rosa de

    Angelus Silesius, es sin por qu. Esto significa que no

    es motivada. Ms exactamente, que no encuentra su

    causa en el sujeto mismo (quien "no presta atencin

    a s mismo") y no es suscitada por un tercero (quien

    "no exige verla"), sino que es motivada nicamente

    por un absoluto inaprensible: la alteridad del otro.

    Este tema de la responsabilidad, mediante el cual

    Levinas se dio a conocer fuera de los crculos

    eruditos de la filosofa, es la puerta de entrada a un

    pensamiento tico totalmente orientado por la

    relacin con el otro (Zielinsky, Agata. 2011)

    36

  • Adaulfo Enrique Mendoza M.

    La alteridad

    como salida a la violencia

    contra la diversidad:

    asunto pendiente en elnuevo constitucionalismolatinoamericano

    Lo relacional se caracteriza por el juego de las

    diferencias: cuanto ms diferencia, mayor debe ser la

    reciprocidad. En el mundo de la identidad, que es lo

    contrario de la diferencia, sin la alteridad del otro, la

    cuestin de la tica tambin es impensable,

    simplemente porque no habra reciprocidad genuina.

    En el universo de una persona no poblada por otros

    - no habra necesidad de la tica.

    (Jung, Hwa Yol. 1993)

    En Levinas la responsabilidad, como la rosa de

    Angelus Silesius, es sin por qu. Esto significa que no

    es motivada. Ms exactamente, que no encuentra su

    causa en el sujeto mismo (quien "no presta atencin

    a s mismo") y no es suscitada por un tercero (quien

    "no exige verla"), sino que es motivada nicamente

    por un absoluto inaprensible: la alteridad del otro.

    Este tema de la responsabilidad, mediante el cual

    Levinas se dio a conocer fuera de los crculos

    eruditos de la filosofa, es la puerta de entrada a un

    pensamiento tico totalmente orientado por la

    relacin con el otro (Zielinsky, Agata. 2011)

    36

  • 1. Carbonell, Miguel. El

    neoconstitucionalismo:

    Signicado y niveles de

    anlisis. En: El canon neo

    constitucional. Universidad

    Externado de Colombia.

    Bogot, 2010.

    38

  • 1. Carbonell, Miguel. El

    neoconstitucionalismo:

    Signicado y niveles de

    anlisis. En: El canon neo

    constitucional. Universidad

    Externado de Colombia.

    Bogot, 2010.

    38

  • Fabricacin, instalacin y montaje de

    estructuras metlicas, en aluminio y

    madera, cielo raso, redes elctricas,

    hidrulicas sanitarias, dotacin de

    muebles para ocina en general,

    40

  • Fabricacin, instalacin y montaje de

    estructuras metlicas, en aluminio y

    madera, cielo raso, redes elctricas,

    hidrulicas sanitarias, dotacin de

    muebles para ocina en general,

    40

  • En cuanto al panorama internacional,

    de acuerdo con el Informe del Ex-

    perto Independiente de las Naciones

    Unidas, presentado a la Asamblea General en

    el 2006, la violencia contra los nios, y por

    consiguiente, el maltrato, existe en todos los

    pases del mundo, independientemente de las

    culturas, clases sociales, niveles educativos, in-

    gresos y origen tnico. El estudio destaca que

    eliminar y dar respuesta a la violencia contra

    los nios, y al maltrato, como una de sus ma-

    nifestaciones, es quiz ms difcil en el ncleo

    familiar que en ningn otro, dado que ste es

    el ms privado de todos los mbitos de tal na-

    turaleza. Sin embargo, los derechos de los ni-

    os no terminan en la puerta del hogar fa-

    miliar, ni tampoco acaban ah las obligaciones

    que tienen los Estados de garantizar tales de-

    rechos a los nios.

    Entre las recomendaciones destaca la formu-

    lada en relacin con la necesidad de dar prio-

    ridad a la prevencin de la violencia contra los

    nios y textualmente expresa: as como es esen-

    cial dedicar recursos a la intervencin una vez se ha

    producido la violencia, los Estados deberan asignar

    recursos adecuados a abordar los factores de riesgo y

    prevenir la violencia antes de que ocurra...

    3

    De acuerdo con la encuesta de Child Fund

    Alliance, publicada el 20 de noviembre de

    2013, realizada a 6.500 nios de 47 pases,

    acerca de sus opiniones frente a la violencia, la

    paz, qu haran si fueran gobernantes de su

    pas y qu les genera seguridad y felicidad, se

    obtuvieron los siguientes resultados:

    El 28% de los nios en las Amricas atribuye la

    violencia a la mala conducta (incluyendo la

    desobediencia, la pereza, la codicia y la men-

    tira), seguido de un 20% a la violencia do-

    mstica, un 17% a las drogas y un 15% a la de-

    lincuencia; el abuso domstico constituye la

    principal causa de violencia en Nicaragua se-

    Reexiones en tornoal maltrato a los nios,

    1

    Ada Fernndez de los Campos2

    Martha Ortega Ortz

    como una

    manifestacin de la

    violencia intrafamiliar

    En este artculo se hace referencia al

    panorama internacional, nacional,

    regional y local, en torno a la temtica y

    se formulan conclusiones al respecto.

    Foto tomada de:

    www.fotosimagenes.org

    Foto tomada de: www.fotosimagenes.org

    4342

  • En cuanto al panorama internacional,

    de acuerdo con el Informe del Ex-

    perto Independiente de las Naciones

    Unidas, presentado a la Asamblea General en

    el 2006, la violencia contra los nios, y por

    consiguiente, el maltrato, existe en todos los

    pases del mundo, independientemente de las

    culturas, clases sociales, niveles educativos, in-

    gresos y origen tnico. El estudio destaca que

    eliminar y dar respuesta a la violencia contra

    los nios, y al maltrato, como una de sus ma-

    nifestaciones, es quiz ms difcil en el ncleo

    familiar que en ningn otro, dado que ste es

    el ms privado de todos los mbitos de tal na-

    turaleza. Sin embargo, los derechos de los ni-

    os no terminan en la puerta del hogar fa-

    miliar, ni tampoco acaban ah las obligaciones

    que tienen los Estados de garantizar tales de-

    rechos a los nios.

    Entre las recomendaciones destaca la formu-

    lada en relacin con la necesidad de dar prio-

    ridad a la prevencin de la violencia contra los

    nios y textualmente expresa: as como es esen-

    cial dedicar recursos a la intervencin una vez se ha

    producido la violencia, los Estados deberan asignar

    recursos adecuados a abordar los factores de riesgo y

    prevenir la violencia antes de que ocurra...

    3

    De acuerdo con la encuesta de Child Fund

    Alliance, publicada el 20 de noviembre de

    2013, realizada a 6.500 nios de 47 pases,

    acerca de sus opiniones frente a la violencia, la

    paz, qu haran si fueran gobernantes de su

    pas y qu les genera seguridad y felicidad, se

    obtuvieron los siguientes resultados:

    El 28% de los nios en las Amricas atribuye la

    violencia a la mala conducta (incluyendo la

    desobediencia, la pereza, la codicia y la men-

    tira), seguido de un 20% a la violencia do-

    mstica, un 17% a las drogas y un 15% a la de-

    lincuencia; el abuso domstico constituye la

    principal causa de violencia en Nicaragua se-

    Reexiones en tornoal maltrato a los nios,

    1

    Ada Fernndez de los Campos2

    Martha Ortega Ortz

    como una

    manifestacin de la

    violencia intrafamiliar

    En este artculo se hace referencia al

    panorama internacional, nacional,

    regional y local, en torno a la temtica y

    se formulan conclusiones al respecto.

    Foto tomada de:

    www.fotosimagenes.org

    Foto tomada de: www.fotosimagenes.org

    4342

  • Foto tomada de: www.theprisma.co.uk

    44

  • Foto tomada de: www.theprisma.co.uk

    44

  • Foto tomada de: www.fotosimagenes.org

    UNA EMPRESA DE TRANSPORTE DE CARGA

    CON MAS DE 30 AOS DE EXPERIENCIA

    46

  • Foto tomada de: www.fotosimagenes.org

    UNA EMPRESA DE TRANSPORTE DE CARGA

    CON MAS DE 30 AOS DE EXPERIENCIA

    46

  • nfortunadamente, la proporcin de los

    hogares colombianos disfuncionales

    y conictivos es muy alto y, eso, cier-

    tamente tiene un efecto preciso en el

    tipo de nimo y predisposicin del ciuda-

    dano promedio de una sociedad y, preci-

    samente, all habra que buscar los grme-

    nes de muchas patologas que han llenado

    de horror las pginas judiciales y criminales

    de la reciente historia de la violencia colom-

    biana. Paralelamente, en medios como el co-

    lombiano y el mismo latinoamericano, nunca

    existi una formacin tico losca para la

    construccin madura de un esquema de fa-

    milia, y los hombres y mujeres de nuestro en-

    torno tuvieron que moverse entre los dog-

    mas eclesiales sobre la razn de ser del sexo

    y la familia, y la ms fragrante mundanalidad

    de hombres