porque somos violentos?
DESCRIPTION
La violencia en los seres humanos, analizada desde diferentes puntos de vistaTRANSCRIPT
-
la revista del libre pensamiento
Porquesomosviolentos?
-
Contenido
REVISTACBICANo.9Septiembrede2014
ISSN2145-5686UnaRevistadelaCORPORACINBUENCIUDADANO
Presidente:[email protected]
Gerente:[email protected]
ComitCientfico:ANTONIOPULIDOFLREZALBAROYEPESMARTNEZEFRANMANTILLAAZULAJUVENALFONSECAMORENOANTOINEHABIBBARBOURMALUFF
ComitEditorial:LUISENRIQUEALARCONREINALDOMORENOBAYONAHORACIOGAMBOAFLOREZCARLOSEDUARDOMESTRESARISTIZABALHECTORIGNACIOCRISTANCHOB.DAVIDALBERTOSUSESPINOSADAROPEDRAZAHABEYCHGUILLERMOENRIQUEVALENCIACABANZORICARDOGIRALDOHOYOSJAIROHUMBERTOAYALADURAN
CorrectordeEstilo:[email protected]
EdicinyDiagramacin:[email protected]
Impresin:DISEOEMPRESARIAL
FotografadePortada:SERGIOJIMNEZ
2
6
8
10
14
19
23
28
32
34
36
42
48
51
Carrera25No.45-13Tel.Fijo:6914562Movil:[email protected]@gmail.comBucaramanga-Colombia
Las opiniones aqu publicadas, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La direccin de la revista se reserva el derecho de editar y corregir el material que en ella se publique. Se autoriza la reproduccin total o parcial de cualquiera de sus artculos y sus fotografas, mientras se conserve el espritu esencial del mismo y se mencione la fuente.
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Contenido
REVISTACBICANo.9Septiembrede2014
ISSN2145-5686UnaRevistadelaCORPORACINBUENCIUDADANO
Presidente:[email protected]
Gerente:[email protected]
ComitCientfico:ANTONIOPULIDOFLREZALBAROYEPESMARTNEZEFRANMANTILLAAZULAJUVENALFONSECAMORENOANTOINEHABIBBARBOURMALUFF
ComitEditorial:LUISENRIQUEALARCONREINALDOMORENOBAYONAHORACIOGAMBOAFLOREZCARLOSEDUARDOMESTRESARISTIZABALHECTORIGNACIOCRISTANCHOB.DAVIDALBERTOSUSESPINOSADAROPEDRAZAHABEYCHGUILLERMOENRIQUEVALENCIACABANZORICARDOGIRALDOHOYOSJAIROHUMBERTOAYALADURAN
CorrectordeEstilo:[email protected]
EdicinyDiagramacin:[email protected]
Impresin:DISEOEMPRESARIAL
FotografadePortada:SERGIOJIMNEZ
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Carrera25No.45-13Tel.Fijo:6914562Movil:[email protected]@gmail.comBucaramanga-Colombia
Las opiniones aqu publicadas, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La direccin de la revista se reserva el derecho de editar y corregir el material que en ella se publique. Se autoriza la reproduccin total o parcial de cualquiera de sus artculos y sus fotografas, mientras se conserve el espritu esencial del mismo y se mencione la fuente.
-
32
Editorial
nalismo a cuyo nombre se cometen
permanentemente horrendos crme-
nes, se emprenden genocidios y cr-
menes aleves contra la humanidad. Al
nacionalismo debe oponrsele el uni-
versalismo, la certeza que el mundo es
ancho y ajeno y que nadie puede abro-
garse el derecho excluyente sobre los
territorios, que no existen razas ni n-
cleos humanos superiores que tengan
derecho a excluir, a sojuzgar a mani-
pular a los otros.
Es preciso desactivar las religiones
entendidas como expresin de poder
temporal e impedir que se sigan utili-
zando para la manipulacin de los Es-
tados, la sociedad y el individuo, por
esa razn es imperioso pregonar el
Estado Laico, el respeto por las cre-
encias religiosas y la
lectura de las religio-
nes no como un po-
der sino como un
conjunto de creen-
cias y practicas ten-
dientes a armonizar
la vida del hombre
en referencia a la di-
vinidad, que no de-
ban y no puedan uti-
lizar al hombre para
los mezquinos inte-
reses de quienes se
llaman los escogi-
dos de dios para diri-
girlo y ejercer sobre
el hombre un control
indebido.
La sociedad del futuro es preciso so-
arla como el ambiente respetuoso,
sin arbitrariedades ni privilegios, con
oportunidad para todos que por de-
nicin excluya la violencia como
practica de poder.
La familia debe dejar de ser el esce-
nario violento, agresivo, daino en el
que sus miembros se destruyen fsica
y psicolgicamente, donde se ejercen
violencias ancestrales adquiridas y
reiteradas, como el pretendido dere-
cho de dominio del hombre sobre la
mujer o sobre los hijos.
La familia debe tener garantizado un
ambiente pacco, respetuoso, pro-
picio para el crecimiento armnico de
sus miembros, favorable para la tras-
misin de valores y principios que
garanticen el pleno desarrollo de sus
miembros.
El hombre debe aprender que la nica
manera de vivir en comunidad en for-
ma civilizada es la no violencia, debe
actuar sobre la regla elemental y b-
sica que no debe-
mos ejercer violencia
sobre el otro, no to-
carlo siquiera, contra
su voluntad, la no
violencia tiene como
soporte el respeto
por el otro, con quien
podemos tener dife-
rencias, opiniones
diversas, controver-
sias e intereses en-
contrados, pero na-
da de ello no habilita
para eliminarlo, mal-
tratarlo ni agredirlo.
El paso de la barba-
rie a la civilizacin
pasa por la no violencia, para lograr la
armnica convivencia se requiere el
respeto por el otro, la aceptacin de
las diferencias, la negacin de la ar-
bitrariedad en la solucin de los con-
ictos, porque siempre en cualquier
comunidad tendremos conictos lo
importante es resolverlos correcta-
mente sin violencia.
Somos conscientes que se trata de
una utopa que hay que continuar
construyendo con la certeza que
poco a poco seremos menos violen-
tos.
En el mundo es necesario continuar
desmontando el monstruo del nacio-
La UtopaConstruyendo
A pesar de las amenazantes
expresiones de la violencia que
nos sobrecogen, angustian y
llenan de dolor, la apuesta es por
la no violencia, la apuesta es por
soar al hombre y a la sociedad,
alejados de la barbarie con
capacidad para resolver sus
conictos de manera civilizada.
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32
Editorial
nalismo a cuyo nombre se cometen
permanentemente horrendos crme-
nes, se emprenden genocidios y cr-
menes aleves contra la humanidad. Al
nacionalismo debe oponrsele el uni-
versalismo, la certeza que el mundo es
ancho y ajeno y que nadie puede abro-
garse el derecho excluyente sobre los
territorios, que no existen razas ni n-
cleos humanos superiores que tengan
derecho a excluir, a sojuzgar a mani-
pular a los otros.
Es preciso desactivar las religiones
entendidas como expresin de poder
temporal e impedir que se sigan utili-
zando para la manipulacin de los Es-
tados, la sociedad y el individuo, por
esa razn es imperioso pregonar el
Estado Laico, el respeto por las cre-
encias religiosas y la
lectura de las religio-
nes no como un po-
der sino como un
conjunto de creen-
cias y practicas ten-
dientes a armonizar
la vida del hombre
en referencia a la di-
vinidad, que no de-
ban y no puedan uti-
lizar al hombre para
los mezquinos inte-
reses de quienes se
llaman los escogi-
dos de dios para diri-
girlo y ejercer sobre
el hombre un control
indebido.
La sociedad del futuro es preciso so-
arla como el ambiente respetuoso,
sin arbitrariedades ni privilegios, con
oportunidad para todos que por de-
nicin excluya la violencia como
practica de poder.
La familia debe dejar de ser el esce-
nario violento, agresivo, daino en el
que sus miembros se destruyen fsica
y psicolgicamente, donde se ejercen
violencias ancestrales adquiridas y
reiteradas, como el pretendido dere-
cho de dominio del hombre sobre la
mujer o sobre los hijos.
La familia debe tener garantizado un
ambiente pacco, respetuoso, pro-
picio para el crecimiento armnico de
sus miembros, favorable para la tras-
misin de valores y principios que
garanticen el pleno desarrollo de sus
miembros.
El hombre debe aprender que la nica
manera de vivir en comunidad en for-
ma civilizada es la no violencia, debe
actuar sobre la regla elemental y b-
sica que no debe-
mos ejercer violencia
sobre el otro, no to-
carlo siquiera, contra
su voluntad, la no
violencia tiene como
soporte el respeto
por el otro, con quien
podemos tener dife-
rencias, opiniones
diversas, controver-
sias e intereses en-
contrados, pero na-
da de ello no habilita
para eliminarlo, mal-
tratarlo ni agredirlo.
El paso de la barba-
rie a la civilizacin
pasa por la no violencia, para lograr la
armnica convivencia se requiere el
respeto por el otro, la aceptacin de
las diferencias, la negacin de la ar-
bitrariedad en la solucin de los con-
ictos, porque siempre en cualquier
comunidad tendremos conictos lo
importante es resolverlos correcta-
mente sin violencia.
Somos conscientes que se trata de
una utopa que hay que continuar
construyendo con la certeza que
poco a poco seremos menos violen-
tos.
En el mundo es necesario continuar
desmontando el monstruo del nacio-
La UtopaConstruyendo
A pesar de las amenazantes
expresiones de la violencia que
nos sobrecogen, angustian y
llenan de dolor, la apuesta es por
la no violencia, la apuesta es por
soar al hombre y a la sociedad,
alejados de la barbarie con
capacidad para resolver sus
conictos de manera civilizada.
-
Ocho de cada 10 vctimas son mujeres. El 49 % de las mujeres violentadas por su parejas viven en unin libre, el 26 % son solteras; el 13 %, casadas, y el 9 % restante, divorciadas.
Un dato sorprendente es que, para los nios entre los 0 y los 9 aos, el principal agresor es la propia madre. Despus de los 10, son los padres los que ejercen la violencia.
Otro factor preocupante es la violencia contra el adulto mayor: el ao pasado hubo 1.631 casos de ancianos agredidos por sus propios familiares.
4
La guerra en Siria
La guerra civil en Ucrania
Matoneo
Bullying
Segn Medicina Legal, en los ltimos 10 aos se han presentado mas de 600 casos contra mujeres y 450 hechos contra hombres. Las vctimas son en su mayora personas entre los 21 y 30 aos. En el 2013 Colombia se convirti en el pas con el mayor nmero de ataques con cido en contra de mujeres en todo el mundo.
Hace unos meses, en Italia hubo cinco ataques. En India hay un promedio de mil ataques al ao; en Bangladesh est cerca de los 500 ataques al ao.
Mujeres y hombres
Quemados con cido
En violencia
intrafamiliar
No existen cifras claras sobre la trata de personas en el mundo. Es un drama global que no distingue condicin social, latitud ni gnero. Algunos lo llaman la esclavitud del siglo XXI.
Datos de la ONU sealan que la trata con nes de explotacin sexual se estima representa el 58% de los casos y un 42% corresponde a trabajo forzoso.
Segn el Ministerio del Interior de Colombia, la trata de personas es el tercer negocio ilcito ms rentable para el crimen organizado en el mundo, despus del trco de estupefacientes y de armas.
La trata interna, la explotacin en el pas, representa un 27% de los casos identicados a nivel mundial.
Trata de personas
3 de cada 5 vctimas de "bullying en Colombia piensan en suicidio y 1 de cada 3 lo intentan.
Una de las clases ms comunes de matoneo son a causa de:La Homofobia 30 %,
"Bullying" racial 25%,
Ataque a una persona hincha del equipo contrario 20%,
Rechazo o matoneo por alguna discapa-cidad con un 10% y
El matoneo por aspecto fsico 10%.
Desde que comenz la guerra civil en el este de Ucrania, 230.000 personas han abandonado sus casas, segn la agencia de refugiados de la ONU. Cerca de 100.000 se han desplazado a otras regiones del pas y otras 130.000 se han refugiado en Rusia. Segn los ltimos datos dados por la ONU, los combates han dejado un mnimo de 2.900 personas muertas y 7.600 heridas. incluidos los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines MH17.
Ha provocado la muerte de ms de 250.000 perso- nas, segn datos publicados por la ONU, que seal que son "ms del doble" de fallecidos que hace un ao y conden de paso la "parlisis internacional" que alienta a los "asesinos".
El organismo calcula que la cifra de muertos puede ser mayor y que al menos 10.000 nios hacen parte de ella.
Ms de 600.000 personas, casi una cuarta parte de la poblacin de Gaza, se han visto obligadas a abandonar sus hogares y conver-tirse en desplazados internos en Gaza a causa de los bombardeos israeles, segn datos de la ocina de Coordinacin Humanitaria de la ONU (OCHA).
Datos&Cifras
-
Ocho de cada 10 vctimas son mujeres. El 49 % de las mujeres violentadas por su parejas viven en unin libre, el 26 % son solteras; el 13 %, casadas, y el 9 % restante, divorciadas.
Un dato sorprendente es que, para los nios entre los 0 y los 9 aos, el principal agresor es la propia madre. Despus de los 10, son los padres los que ejercen la violencia.
Otro factor preocupante es la violencia contra el adulto mayor: el ao pasado hubo 1.631 casos de ancianos agredidos por sus propios familiares.
4
La guerra en Siria
La guerra civil en Ucrania
Matoneo
Bullying
Segn Medicina Legal, en los ltimos 10 aos se han presentado mas de 600 casos contra mujeres y 450 hechos contra hombres. Las vctimas son en su mayora personas entre los 21 y 30 aos. En el 2013 Colombia se convirti en el pas con el mayor nmero de ataques con cido en contra de mujeres en todo el mundo.
Hace unos meses, en Italia hubo cinco ataques. En India hay un promedio de mil ataques al ao; en Bangladesh est cerca de los 500 ataques al ao.
Mujeres y hombres
Quemados con cido
En violencia
intrafamiliar
No existen cifras claras sobre la trata de personas en el mundo. Es un drama global que no distingue condicin social, latitud ni gnero. Algunos lo llaman la esclavitud del siglo XXI.
Datos de la ONU sealan que la trata con nes de explotacin sexual se estima representa el 58% de los casos y un 42% corresponde a trabajo forzoso.
Segn el Ministerio del Interior de Colombia, la trata de personas es el tercer negocio ilcito ms rentable para el crimen organizado en el mundo, despus del trco de estupefacientes y de armas.
La trata interna, la explotacin en el pas, representa un 27% de los casos identicados a nivel mundial.
Trata de personas
3 de cada 5 vctimas de "bullying en Colombia piensan en suicidio y 1 de cada 3 lo intentan.
Una de las clases ms comunes de matoneo son a causa de:La Homofobia 30 %,
"Bullying" racial 25%,
Ataque a una persona hincha del equipo contrario 20%,
Rechazo o matoneo por alguna discapa-cidad con un 10% y
El matoneo por aspecto fsico 10%.
Desde que comenz la guerra civil en el este de Ucrania, 230.000 personas han abandonado sus casas, segn la agencia de refugiados de la ONU. Cerca de 100.000 se han desplazado a otras regiones del pas y otras 130.000 se han refugiado en Rusia. Segn los ltimos datos dados por la ONU, los combates han dejado un mnimo de 2.900 personas muertas y 7.600 heridas. incluidos los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines MH17.
Ha provocado la muerte de ms de 250.000 perso- nas, segn datos publicados por la ONU, que seal que son "ms del doble" de fallecidos que hace un ao y conden de paso la "parlisis internacional" que alienta a los "asesinos".
El organismo calcula que la cifra de muertos puede ser mayor y que al menos 10.000 nios hacen parte de ella.
Ms de 600.000 personas, casi una cuarta parte de la poblacin de Gaza, se han visto obligadas a abandonar sus hogares y conver-tirse en desplazados internos en Gaza a causa de los bombardeos israeles, segn datos de la ocina de Coordinacin Humanitaria de la ONU (OCHA).
Datos&Cifras
-
76
Antonio Pulido Flrez
Son momentos muy
especiales los que estamos
viviendo en nuestra Colombia,
tiempos y situaciones que nos
hacen reexionar acerca de
los cambios que se acercan,
tiempos para sembrar en
terreno frtil, de aprovechar el
verano que nos proporciona la
plenitud de la luz. Es un
momento muy propicio para
iniciar ese cambio tan
anhelado en nuestro Pas.
Antonio Pulido Flrez
futuro mejor
Abrigarun nuevo
-
76
Antonio Pulido Flrez
Son momentos muy
especiales los que estamos
viviendo en nuestra Colombia,
tiempos y situaciones que nos
hacen reexionar acerca de
los cambios que se acercan,
tiempos para sembrar en
terreno frtil, de aprovechar el
verano que nos proporciona la
plenitud de la luz. Es un
momento muy propicio para
iniciar ese cambio tan
anhelado en nuestro Pas.
Antonio Pulido Flrez
futuro mejor
Abrigarun nuevo
-
Es la violencia
con la Naturaleza
La historia nos presenta la violencia como un factor
permanente en confrontacin con la aspiracin de paz.
Dilucidar el origen de esta componente, entender el
impacto en la estructura de la civilizacin
contempornea y buscar estrategias para transformar
esta fuerza en potencial de construccin de una mejor
sociedad, son el propsito fundamental de este ensayo.
consustancial
Franz Mutis Caballero
98
-
Es la violencia
con la Naturaleza
La historia nos presenta la violencia como un factor
permanente en confrontacin con la aspiracin de paz.
Dilucidar el origen de esta componente, entender el
impacto en la estructura de la civilizacin
contempornea y buscar estrategias para transformar
esta fuerza en potencial de construccin de una mejor
sociedad, son el propsito fundamental de este ensayo.
consustancial
Franz Mutis Caballero
98
-
ara aproximarnos a una respues-
ta, es necesario partir de una de
las tantas acepciones sobre la
violencia, sus tipos y caracters-
ticas. Asumimos como violencia
al tipo de interaccin humana que se
maniesta en aquellas conductas o si-
tuaciones que, de forma deliberada, aprendida o imi-
tada, provocan o amenazan con hacer dao o some-
timiento grave (fsico, sexual, verbal o psicolgico) a un
individuo o a una colectividad; o los afectan de tal
manera que limitan sus potencialidades presentes o
futuras. La violencia es, en consecuencia, un
fenmeno social que se aprende y por tanto
tambin se puede desaprender, est asociada
a la idea de la fuerza fsica y el poder.
Varios autores coinciden en que existen di-
ferentes tipos de violencia y aseguran que las
causas que las generan dependen de situa-
ciones tales como: Un entorno cultural y so-
cial connivente con actitudes potenciadoras
de violencia, la prevalencia de patologas per-
sonales graves, la falta de responsabilidad de
los padres en la formacin de sus hijos, el pre-
cario desarrollo de valores por parte de la es-
cuela, la estrecha visin del concepto de gru-
po o colectivo y la presin que stos ejercen
sobre sus integrantes y la no distincin en
muchos jvenes entre realidad y fantasa.
En este sentido, el paulatino deterioro de la
familia como ncleo de la sociedad, ha in-
cidido signicativamente en el desarrollo de
actitudes proclives a acciones violentas, por
un lado por el desdibujamiento de la familia
como tal y, por el otro, por los altos ndices de
violencia intrafamiliar, lo cual muchas veces
se asume como normal, por lo que, en un
buen nmero de casos, los hijos no solo re-
plican sino que despliegan acciones cada vez
ms truculentas. Aqu hay una tarea gigan-
tesca por hacer por parte de los padres, ga-
rantizar en sus hijos la aprehensin de valores
que ennoblezcan el sentido de la vida desde
sus primeros aos.
Labor que debe ser complementada y forta-
lecida por la escuela, la que adems de brindar
a sus alumnos conocimientos y desarrollar
competencias, habilidades y destrezas, debe
proveer espacios curriculares para el aan-
zamiento de valores y principios ticos, que
propendan por la dignicacin de la condi-
cin humana y su relacin con el entorno so-
cial, con el ecosistema y consigo mismo, en
las dimensiones social, biolgica, espiritual y
csmica. Situacin que obliga a que el pro-
fesor explicite adecuadamente, en el aula, su
capacidad profesional y su alta formacin
personal, siendo el ejemplo, en este aspecto,
P
Danilo Reinaldo Vivas Ramos
Ex-Rector Universidad del Cauca
Una pregunta que ronda
nuestras mentes, ante tantas
manifestaciones de violencia que
vivimos y que motiva el presente
artculo es:
Qu hacer para que el espritu
violento que nos caracteriza y
que se expresa en situaciones
como: el conicto armado, las
bacrim, el sicariato y la
delincuencia comn, entre
otras, cedan el paso a unas
relaciones de mayor
entendimiento, convivencia y
tolerancia entre todos los
colombianos
Anttesis de
una formacin
temprana
deciente
violencia:
1110
-
ara aproximarnos a una respues-
ta, es necesario partir de una de
las tantas acepciones sobre la
violencia, sus tipos y caracters-
ticas. Asumimos como violencia
al tipo de interaccin humana que se
maniesta en aquellas conductas o si-
tuaciones que, de forma deliberada, aprendida o imi-
tada, provocan o amenazan con hacer dao o some-
timiento grave (fsico, sexual, verbal o psicolgico) a un
individuo o a una colectividad; o los afectan de tal
manera que limitan sus potencialidades presentes o
futuras. La violencia es, en consecuencia, un
fenmeno social que se aprende y por tanto
tambin se puede desaprender, est asociada
a la idea de la fuerza fsica y el poder.
Varios autores coinciden en que existen di-
ferentes tipos de violencia y aseguran que las
causas que las generan dependen de situa-
ciones tales como: Un entorno cultural y so-
cial connivente con actitudes potenciadoras
de violencia, la prevalencia de patologas per-
sonales graves, la falta de responsabilidad de
los padres en la formacin de sus hijos, el pre-
cario desarrollo de valores por parte de la es-
cuela, la estrecha visin del concepto de gru-
po o colectivo y la presin que stos ejercen
sobre sus integrantes y la no distincin en
muchos jvenes entre realidad y fantasa.
En este sentido, el paulatino deterioro de la
familia como ncleo de la sociedad, ha in-
cidido signicativamente en el desarrollo de
actitudes proclives a acciones violentas, por
un lado por el desdibujamiento de la familia
como tal y, por el otro, por los altos ndices de
violencia intrafamiliar, lo cual muchas veces
se asume como normal, por lo que, en un
buen nmero de casos, los hijos no solo re-
plican sino que despliegan acciones cada vez
ms truculentas. Aqu hay una tarea gigan-
tesca por hacer por parte de los padres, ga-
rantizar en sus hijos la aprehensin de valores
que ennoblezcan el sentido de la vida desde
sus primeros aos.
Labor que debe ser complementada y forta-
lecida por la escuela, la que adems de brindar
a sus alumnos conocimientos y desarrollar
competencias, habilidades y destrezas, debe
proveer espacios curriculares para el aan-
zamiento de valores y principios ticos, que
propendan por la dignicacin de la condi-
cin humana y su relacin con el entorno so-
cial, con el ecosistema y consigo mismo, en
las dimensiones social, biolgica, espiritual y
csmica. Situacin que obliga a que el pro-
fesor explicite adecuadamente, en el aula, su
capacidad profesional y su alta formacin
personal, siendo el ejemplo, en este aspecto,
P
Danilo Reinaldo Vivas Ramos
Ex-Rector Universidad del Cauca
Una pregunta que ronda
nuestras mentes, ante tantas
manifestaciones de violencia que
vivimos y que motiva el presente
artculo es:
Qu hacer para que el espritu
violento que nos caracteriza y
que se expresa en situaciones
como: el conicto armado, las
bacrim, el sicariato y la
delincuencia comn, entre
otras, cedan el paso a unas
relaciones de mayor
entendimiento, convivencia y
tolerancia entre todos los
colombianos
Anttesis de
una formacin
temprana
deciente
violencia:
1110
-
PARTMO
la esencia de su quehacer pedaggico. Para-
djico, lo que viene sucediendo en nuestras
instituciones educativas, la cada vez mayor
presencia de acoso escolar, conocido como
matoneo o bullying, forma caracterstica y ex-
trema de violencia escolar, se expresa en mal-
trato psicolgico, verbal o fsico entre es-
colares, bien en el aula o a travs de las redes
sociales. La dureza de este tipo de situaciones
ha llevado a pensamientos suicidas e incluso a
su materializacin. Hay que salvar a las insti-
tuciones educativas de este agelo, aqu la
responsabilidad est en el necesario dialogo
entre la familia, la escuela y la sociedad, no ha-
cerlo es sumir a toda una sociedad en la de-
sesperanza.
Histricamente, la sociedad ha ideado for-
mas diversas para abocar los distintos tipos
de violencia, ha creado campos de conoci-
miento especializados y desarrollado inves-
tigaciones sobre el tema; ha generado ins-
trumentos legales para sancionar a quienes
actan violentamente, ha construido crce-
les y centros de resocializacin, incluso algu-
nos Estados han promulgado leyes cada vez
ms drsticas, incluyendo la pena de muerte;
no obstante, los resultados contra la vio-
lencia an son precarios.
El investigador Johan Galtung deni el
Tringulo de la Violencia para tratar de ex-
plicar y buscar solucin a los factores que
co-adyuvan a la generacin y desarrollo de la
violencia en conictos sociales.
Segn Galtung, la violencia es como un iceberg,
de modo que la violencia visible es solo una pequea
parte del conicto, las otras, por decirlo de alguna
forma, son invisibles, pero igualmente nocivas para
una convivencia armnica. Actuar simult-
neamente en los tres tipos de violencia, hoy
bien caracterizados: La violencia directa, la
violencia estructural y la violencia cultural,
puede garantizar importantes avances en su
reduccin o eliminacin.
Veamos, grosso modo, los tipos de violencia
mencionados segn Galtung:
La violencia directa
Es la que se concreta en comportamientos
intencionados y responde a actos de violen-
cia fsica y verbal, es agresiva o destructiva,
es clara y visible, por lo que resulta relati-
vamente sencillo detectarla y combatirla, pe-
ro algunos de sus efectos aparecen ms o
menos invisibles, entre ellos el odio, los trau-
mas psicolgicos y sufrimientos.
La violencia estructural
Es la que se centra en las estructuras sociales,
culturales y econmicas que no permiten la
satisfaccin de necesidades y se concreta,
precisamente, en la negacin de las mismas.
Esta violencia remite a la existencia de un
conicto entre dos o ms grupos sociales, en
el que el reparto, acceso o posibilidad de uso
de los recursos es resuelto sistemticamente
a favor de alguna de las partes y en perjuicio
de las dems.
La violencia cultural
Se dene como simblica, que se expresa
desde innidad de medios (simbolismos, religin,
ideologa, lenguaje, arte, ciencia, leyes, medios de co-
municacin, educacin, etc.). As mismo, inhibe o
reprime la respuesta de quienes la sufren, y ofrece
justicaciones para que los seres humanos, a dife-
rencia del resto de especies, se destruyan mutuamente
y sean recompensados incluso por hacerlo. Crea un
marco legitimador de las violencias directa y
estructural.
A menudo, las causas de la violencia directa
estn relacionadas con situaciones de vio-
lencia estructural o justicadas por la vio-
lencia cultural; de ah que muchas respuestas
a las preguntas sobre la violencia se encuen-
tran en el entorno cultural. Arma Galtung:
Estamos educados en una cultura de violencia,
donde no se nos ensea, ni se nos permite ver
alternativas a la violencia. En las escuelas y dems
medios de transmisin y reproduccin de la cultura
nos han enseado la historia como una sucesin de
guerras; estamos acostumbrados a que los conictos
se reprimen por 'incuestionables' autoridades; los
medios de comunicacin de masas nos venden como la
nica va de solucin de los conictos internacionales
el uso de los ejrcitos, etc.
Es decir, vivimos inmersos en un ambiente
de violencia constante, por lo que para en-
frentar sus manifestaciones debemos ir a los
orgenes, profundizar en las causas y tras-
cender el hecho.
Subyacen, detrs de los diferentes tipos de
violencia, segn Galtung, dos concepciones
errneas: la identicacin de la violencia con
la ausencia de paz y con la concepcin del
conicto humano, social o natural como al-
go totalmente negativo, sin considerar que
stos son parte inherente a la existencia de la
sociedad, los cuales enriquecen las posibi-
lidades de desarrollo y crecimiento colec-
tivos, siempre y cuando los asumamos como
expresin positiva de la interaccin humana.
Galtung plantea que si la forma de encarar
los conictos es solo la represin, social-
mente se sigue transmitiendo la visin ne-
gativa del conicto, generndose graves pro-
blemas para la sociedad.
No debe confundirse conicto con
violencia puesto que hay conictos que
pueden resolverse sin el uso de la
violencia.
Por tanto, no debe pretenderse eliminar los
conictos, puesto que stos son oportu-
nidades de transformacin; se debe trabajar
a favor del no uso de la violencia para re-
solverlos, aqu se debe imponer el dilogo y
la concertacin antes de que llegue a cons-
tituirse en crisis y que sta derive en vio-
lencia. Los conictos bien gestionados, son
una excelente herramienta pedaggica para
avanzar hacia la erradicacin de la violencia.
Lo anterior presupone adelantar un intenso
trabajo, en todos los niveles de la sociedad,
de cmo ensear y cmo aprender a ges-
tionar conictos desde los primeros aos de
vida, esto contrarrestara la deciente for-
macin que hoy se tiene al respecto.
12
-
PARTMO
la esencia de su quehacer pedaggico. Para-
djico, lo que viene sucediendo en nuestras
instituciones educativas, la cada vez mayor
presencia de acoso escolar, conocido como
matoneo o bullying, forma caracterstica y ex-
trema de violencia escolar, se expresa en mal-
trato psicolgico, verbal o fsico entre es-
colares, bien en el aula o a travs de las redes
sociales. La dureza de este tipo de situaciones
ha llevado a pensamientos suicidas e incluso a
su materializacin. Hay que salvar a las insti-
tuciones educativas de este agelo, aqu la
responsabilidad est en el necesario dialogo
entre la familia, la escuela y la sociedad, no ha-
cerlo es sumir a toda una sociedad en la de-
sesperanza.
Histricamente, la sociedad ha ideado for-
mas diversas para abocar los distintos tipos
de violencia, ha creado campos de conoci-
miento especializados y desarrollado inves-
tigaciones sobre el tema; ha generado ins-
trumentos legales para sancionar a quienes
actan violentamente, ha construido crce-
les y centros de resocializacin, incluso algu-
nos Estados han promulgado leyes cada vez
ms drsticas, incluyendo la pena de muerte;
no obstante, los resultados contra la vio-
lencia an son precarios.
El investigador Johan Galtung deni el
Tringulo de la Violencia para tratar de ex-
plicar y buscar solucin a los factores que
co-adyuvan a la generacin y desarrollo de la
violencia en conictos sociales.
Segn Galtung, la violencia es como un iceberg,
de modo que la violencia visible es solo una pequea
parte del conicto, las otras, por decirlo de alguna
forma, son invisibles, pero igualmente nocivas para
una convivencia armnica. Actuar simult-
neamente en los tres tipos de violencia, hoy
bien caracterizados: La violencia directa, la
violencia estructural y la violencia cultural,
puede garantizar importantes avances en su
reduccin o eliminacin.
Veamos, grosso modo, los tipos de violencia
mencionados segn Galtung:
La violencia directa
Es la que se concreta en comportamientos
intencionados y responde a actos de violen-
cia fsica y verbal, es agresiva o destructiva,
es clara y visible, por lo que resulta relati-
vamente sencillo detectarla y combatirla, pe-
ro algunos de sus efectos aparecen ms o
menos invisibles, entre ellos el odio, los trau-
mas psicolgicos y sufrimientos.
La violencia estructural
Es la que se centra en las estructuras sociales,
culturales y econmicas que no permiten la
satisfaccin de necesidades y se concreta,
precisamente, en la negacin de las mismas.
Esta violencia remite a la existencia de un
conicto entre dos o ms grupos sociales, en
el que el reparto, acceso o posibilidad de uso
de los recursos es resuelto sistemticamente
a favor de alguna de las partes y en perjuicio
de las dems.
La violencia cultural
Se dene como simblica, que se expresa
desde innidad de medios (simbolismos, religin,
ideologa, lenguaje, arte, ciencia, leyes, medios de co-
municacin, educacin, etc.). As mismo, inhibe o
reprime la respuesta de quienes la sufren, y ofrece
justicaciones para que los seres humanos, a dife-
rencia del resto de especies, se destruyan mutuamente
y sean recompensados incluso por hacerlo. Crea un
marco legitimador de las violencias directa y
estructural.
A menudo, las causas de la violencia directa
estn relacionadas con situaciones de vio-
lencia estructural o justicadas por la vio-
lencia cultural; de ah que muchas respuestas
a las preguntas sobre la violencia se encuen-
tran en el entorno cultural. Arma Galtung:
Estamos educados en una cultura de violencia,
donde no se nos ensea, ni se nos permite ver
alternativas a la violencia. En las escuelas y dems
medios de transmisin y reproduccin de la cultura
nos han enseado la historia como una sucesin de
guerras; estamos acostumbrados a que los conictos
se reprimen por 'incuestionables' autoridades; los
medios de comunicacin de masas nos venden como la
nica va de solucin de los conictos internacionales
el uso de los ejrcitos, etc.
Es decir, vivimos inmersos en un ambiente
de violencia constante, por lo que para en-
frentar sus manifestaciones debemos ir a los
orgenes, profundizar en las causas y tras-
cender el hecho.
Subyacen, detrs de los diferentes tipos de
violencia, segn Galtung, dos concepciones
errneas: la identicacin de la violencia con
la ausencia de paz y con la concepcin del
conicto humano, social o natural como al-
go totalmente negativo, sin considerar que
stos son parte inherente a la existencia de la
sociedad, los cuales enriquecen las posibi-
lidades de desarrollo y crecimiento colec-
tivos, siempre y cuando los asumamos como
expresin positiva de la interaccin humana.
Galtung plantea que si la forma de encarar
los conictos es solo la represin, social-
mente se sigue transmitiendo la visin ne-
gativa del conicto, generndose graves pro-
blemas para la sociedad.
No debe confundirse conicto con
violencia puesto que hay conictos que
pueden resolverse sin el uso de la
violencia.
Por tanto, no debe pretenderse eliminar los
conictos, puesto que stos son oportu-
nidades de transformacin; se debe trabajar
a favor del no uso de la violencia para re-
solverlos, aqu se debe imponer el dilogo y
la concertacin antes de que llegue a cons-
tituirse en crisis y que sta derive en vio-
lencia. Los conictos bien gestionados, son
una excelente herramienta pedaggica para
avanzar hacia la erradicacin de la violencia.
Lo anterior presupone adelantar un intenso
trabajo, en todos los niveles de la sociedad,
de cmo ensear y cmo aprender a ges-
tionar conictos desde los primeros aos de
vida, esto contrarrestara la deciente for-
macin que hoy se tiene al respecto.
12
-
En este orden de ideas, diferentes posturas
tericas pretenden explicar el fenmeno de
intolerancia desde distintos ngulos, una ver-
tiente acadmica argumenta que la tendencia a
los actos violentos proviene de la consolida-
cin cultural de patrones de comportamiento
tales como la exclusin, el autoritarismo, el
racismo, el machismo y la prevalencia en los
ciudadanos de una sola idea poltica o reli-
giosa y/o esquema alienante derivado de la
polarizacin a la que ha llevado a los colom-
bianos el ejercicio de la politiquera.
De otra parte, se analiza, que actualmente la
pugna entre los partidos polticos ha hecho de
la sociedad colombiana el nido en el que se
desplazan las ideas de la sensatez y la
asertividad hacia fundamentalismos que en-
ceguecen la razn y obnubilan la visin de fu-
turo para el diseo e implementacin del es-
tado que mejor permitira el desarrollo ar-
mnico y sostenido del pas; todo esto es un
reejo el de la degradacin a los bajos niveles
de comportamiento agresivo de los que han
sido por siglos especmenes representativos
de la clase dirigente.
De todo lo anterior, se puede inferir que so-
mos violentos como resultado del proceso de
formacin de nuestra nacin, de nuestra so-
ciedad y de nuestra identidad; derivado de la
injerencia de la evangelizacin de la que fui-
mos objeto, la cual pari una sociedad muy
conservadora, heredando los valores impor-
tados e introyectados en el imaginario co-
lectivo desde el momento mismo de la mal
llamada colonizacin por parte del movi-
miento hispnico que lo llev a cabo.
Ahora bien, es un hecho que hay posturas
diferentes para el anlisis de las razones por
las cuales somos violentos y que deben ser
tenidas en cuenta en esta exposicin, armar
que la violencia del aqu y el ahora es tan solo
la continuidad de la misma desde la dcada de
los aos 30, no ayuda a desenmascarar el fe-
nmeno de la violencia en s misma porque
no es tcnico armar que hay violencia hoy,
porque siempre la ha habido; lo importante es
denotar qu ha hecho el Estado colombiano
para intervenir los factores generadores de
descontento social tales como la pobreza ab-
soluta, el analfabetismo, la inadecuada distri-
bucin de la riqueza, la poca o ninguna parti-
cipacin de la ciudadana en la gestin de su
propio desarrollo, la descarada corrupcin
galopante que ya hizo metstasis en los di-
ferentes actores de la sociedad colombiana; la
falta de visin de futuro para un pas que, con-
tando con los recursos sucientes, si estu-
vieran bien administrados daran la opcin
cierta para avanzar hacia una sociedad justa y
solidaria en la que la Libertad, la Fraternidad y
la Igualdad constituiran el trpode slido de
conjugacin de valores para salir de la crisis
que nos domina.
En una conferencia de un colombo japons,
llamado Kenji Orito Daz, escuch decir que
el colombiano no es violento, sino que se ha
credo el cuento de que lo es, pero que este
mito emerge de la administracin misma del
Estado al que le convienen los efectos de un
pas en conicto permanente, la desunin, ya
que divide y vencers, la polarizacin poltica,
ya que divide y vencers, odios
alimentados desde la misma
dirigencia poltica, ya que
divide y vencers, el
sostenimiento de las
diferencias entre las
clases sociales, ya
que divide y vence-
rs, la contamina-
cin proveniente
de cientos de sectas
religiosas, ya que di-
vide y vencers y otro
innumerable listado de
razones que fundamentan
el divide y vencers.
Pero cabe preguntarnos, el por qu de esta
vulnerabilidad de la sociedad colombiana que
ha permitido que la intolerancia sea el comn
denominador en todos los comportamientos
sociales, polticos y hasta enmascarados en
ideologas religiosas, que nos hacen ser vio-
lentos?. La respuesta no se hace esperar; so-
mos una sociedad alienada por un sistema de
gobierno que no tiene la intencin de quebrar
las bases del Status quo en el que se sostiene,
dados los privilegios otorgados por el con-
formismo social del pueblo que se sumi en
su propia desgracia para que una burguesa
nacional minoritaria rija sin el control social
debido, los destinos del pas.
Es inaudito aceptar que en Colombia muera
un nio de hambre, pero son miles los que
han perdido la vida por esta razn; es
inaceptable que en Colombia existan grandes
No es motivo de orgullo para ningn
compatriota ser catalogado como ciu-
dadano del 5 pas ms violento del
mundo, en el que se registran elevados indica-
dores de muertes extrajudiciales, derivadas de la
violencia social y poltica que desde el ao 1930
ha dado a luz a ros de sangre, que han recorrido
lo largo y ancho de la geografa colombiana.
Acasosomos
Colombia, pas que a
pesar de la inuencia del
desorden social que
impera en los momentos
actuales, avanza con
paso rme y decidido
hacia la postmodernidad y
pacicacin concertada,
como medio seguro hacia
la construccin de una
nacin en la que se
intervendr efectivamente
la crisis oculta que ha
caracterizado todo su
desenvolvimiento
histrico: La Intolerancia.
Jos Fernando Lpez Zambrano
1514
-
En este orden de ideas, diferentes posturas
tericas pretenden explicar el fenmeno de
intolerancia desde distintos ngulos, una ver-
tiente acadmica argumenta que la tendencia a
los actos violentos proviene de la consolida-
cin cultural de patrones de comportamiento
tales como la exclusin, el autoritarismo, el
racismo, el machismo y la prevalencia en los
ciudadanos de una sola idea poltica o reli-
giosa y/o esquema alienante derivado de la
polarizacin a la que ha llevado a los colom-
bianos el ejercicio de la politiquera.
De otra parte, se analiza, que actualmente la
pugna entre los partidos polticos ha hecho de
la sociedad colombiana el nido en el que se
desplazan las ideas de la sensatez y la
asertividad hacia fundamentalismos que en-
ceguecen la razn y obnubilan la visin de fu-
turo para el diseo e implementacin del es-
tado que mejor permitira el desarrollo ar-
mnico y sostenido del pas; todo esto es un
reejo el de la degradacin a los bajos niveles
de comportamiento agresivo de los que han
sido por siglos especmenes representativos
de la clase dirigente.
De todo lo anterior, se puede inferir que so-
mos violentos como resultado del proceso de
formacin de nuestra nacin, de nuestra so-
ciedad y de nuestra identidad; derivado de la
injerencia de la evangelizacin de la que fui-
mos objeto, la cual pari una sociedad muy
conservadora, heredando los valores impor-
tados e introyectados en el imaginario co-
lectivo desde el momento mismo de la mal
llamada colonizacin por parte del movi-
miento hispnico que lo llev a cabo.
Ahora bien, es un hecho que hay posturas
diferentes para el anlisis de las razones por
las cuales somos violentos y que deben ser
tenidas en cuenta en esta exposicin, armar
que la violencia del aqu y el ahora es tan solo
la continuidad de la misma desde la dcada de
los aos 30, no ayuda a desenmascarar el fe-
nmeno de la violencia en s misma porque
no es tcnico armar que hay violencia hoy,
porque siempre la ha habido; lo importante es
denotar qu ha hecho el Estado colombiano
para intervenir los factores generadores de
descontento social tales como la pobreza ab-
soluta, el analfabetismo, la inadecuada distri-
bucin de la riqueza, la poca o ninguna parti-
cipacin de la ciudadana en la gestin de su
propio desarrollo, la descarada corrupcin
galopante que ya hizo metstasis en los di-
ferentes actores de la sociedad colombiana; la
falta de visin de futuro para un pas que, con-
tando con los recursos sucientes, si estu-
vieran bien administrados daran la opcin
cierta para avanzar hacia una sociedad justa y
solidaria en la que la Libertad, la Fraternidad y
la Igualdad constituiran el trpode slido de
conjugacin de valores para salir de la crisis
que nos domina.
En una conferencia de un colombo japons,
llamado Kenji Orito Daz, escuch decir que
el colombiano no es violento, sino que se ha
credo el cuento de que lo es, pero que este
mito emerge de la administracin misma del
Estado al que le convienen los efectos de un
pas en conicto permanente, la desunin, ya
que divide y vencers, la polarizacin poltica,
ya que divide y vencers, odios
alimentados desde la misma
dirigencia poltica, ya que
divide y vencers, el
sostenimiento de las
diferencias entre las
clases sociales, ya
que divide y vence-
rs, la contamina-
cin proveniente
de cientos de sectas
religiosas, ya que di-
vide y vencers y otro
innumerable listado de
razones que fundamentan
el divide y vencers.
Pero cabe preguntarnos, el por qu de esta
vulnerabilidad de la sociedad colombiana que
ha permitido que la intolerancia sea el comn
denominador en todos los comportamientos
sociales, polticos y hasta enmascarados en
ideologas religiosas, que nos hacen ser vio-
lentos?. La respuesta no se hace esperar; so-
mos una sociedad alienada por un sistema de
gobierno que no tiene la intencin de quebrar
las bases del Status quo en el que se sostiene,
dados los privilegios otorgados por el con-
formismo social del pueblo que se sumi en
su propia desgracia para que una burguesa
nacional minoritaria rija sin el control social
debido, los destinos del pas.
Es inaudito aceptar que en Colombia muera
un nio de hambre, pero son miles los que
han perdido la vida por esta razn; es
inaceptable que en Colombia existan grandes
No es motivo de orgullo para ningn
compatriota ser catalogado como ciu-
dadano del 5 pas ms violento del
mundo, en el que se registran elevados indica-
dores de muertes extrajudiciales, derivadas de la
violencia social y poltica que desde el ao 1930
ha dado a luz a ros de sangre, que han recorrido
lo largo y ancho de la geografa colombiana.
Acasosomos
Colombia, pas que a
pesar de la inuencia del
desorden social que
impera en los momentos
actuales, avanza con
paso rme y decidido
hacia la postmodernidad y
pacicacin concertada,
como medio seguro hacia
la construccin de una
nacin en la que se
intervendr efectivamente
la crisis oculta que ha
caracterizado todo su
desenvolvimiento
histrico: La Intolerancia.
Jos Fernando Lpez Zambrano
1514
-
reas de poblacin que adolecen de la pre-
sencia del Estado y se hayan convertido en fo-
cos de violencia monstruosa como las que
vive nuestro pacco colombiano; es total-
mente intolerable el nivel de analfabetismo de
la sociedad colombiana, pero son millones
que no saben leer ni escribir; es aberrante la
manifestacin de la delincuencia comn que
cobra vidas humanas en cada da de la historia
colombiana y que son el reejo de la desigual-
dad social en los asentamiento econmica-
mente menos favorecidos. Pero, siendo inau-
dito, inaceptable, intolerable y aberrante el
momento histrico de la patria, la inmadurez
poltica del pueblo colombiano an cree en la
ilusin de un pas mejor con los mismos ac-
tores sociales.
Pese al panorama anteriormente descrito y a
las altas tasas de muertes violentas en el pas,
incluso aquellas que se consideran extraju-
diciales, a veces desconocidas u ocultas, a cau-
sa de la guerra fratricida en la que desen-
volvemos nuestra historia, de la que se des-
conocen muchas verdades, Colombia debe
exigir de su clase dirigente un compromiso
responsablemente asumido ante la triste reali-
dad de nuestro presente, en aras de la cons-
truccin de un futuro implementado median-
te mecanismos capaces de procurar el olvido
del pasado doloroso, para generar el bienestar
que nos merecemos.
Pero, en este momento, nace la gran pregunta,
que no tiene respuesta asertiva, Cmo es
posible que haya quienes quieran perpetuar
este caos existente fomentando odios para
preservar los conictos actuales?
Solo queda la accin contundente de cerrarles
el paso para ser los gestores de un destino
similar al pasado, en nada deseable, porque
esta no es la condena a cadena perpetua con la
que tiene que vivir Colombia.
Sin embargo, debemos implementar los
mecanismos necesarios para voltear el curso
de la historia, exigiendo cambios sustanciales
en las instituciones bsicas de la sociedad y del
Estado.
Retomando un escrito que tuve oportunidad
de analizar del poltlogo Nieto Lpez,
transcribo a manera de corolario su pensa-
miento: La cultura es una creacin humana, no es
una fatalidad. Son cambiantes, se transforman en la
medida en que las sociedades se van transformando.
Los colombianos no estamos fatalmente condenados a
vivir en una cultura intolerante y autoritaria. Para
poder superarlo se necesita empezar a transformar
procesos de instituciones como la escuela, los modelos
pedaggicos, la propia conguracin curricular, en la
propia relacin de profesor-alumno y de alumno-
alumno.
Por eso deben fortalecerse los mecanismos de
educacin ciudadana, formacin bsica,
secundaria y superior laica, para la generacin
de colombianos capaces de transformar el
actual momento de la historia.
Porque, acaso somos
violentos?
15
-
reas de poblacin que adolecen de la pre-
sencia del Estado y se hayan convertido en fo-
cos de violencia monstruosa como las que
vive nuestro pacco colombiano; es total-
mente intolerable el nivel de analfabetismo de
la sociedad colombiana, pero son millones
que no saben leer ni escribir; es aberrante la
manifestacin de la delincuencia comn que
cobra vidas humanas en cada da de la historia
colombiana y que son el reejo de la desigual-
dad social en los asentamiento econmica-
mente menos favorecidos. Pero, siendo inau-
dito, inaceptable, intolerable y aberrante el
momento histrico de la patria, la inmadurez
poltica del pueblo colombiano an cree en la
ilusin de un pas mejor con los mismos ac-
tores sociales.
Pese al panorama anteriormente descrito y a
las altas tasas de muertes violentas en el pas,
incluso aquellas que se consideran extraju-
diciales, a veces desconocidas u ocultas, a cau-
sa de la guerra fratricida en la que desen-
volvemos nuestra historia, de la que se des-
conocen muchas verdades, Colombia debe
exigir de su clase dirigente un compromiso
responsablemente asumido ante la triste reali-
dad de nuestro presente, en aras de la cons-
truccin de un futuro implementado median-
te mecanismos capaces de procurar el olvido
del pasado doloroso, para generar el bienestar
que nos merecemos.
Pero, en este momento, nace la gran pregunta,
que no tiene respuesta asertiva, Cmo es
posible que haya quienes quieran perpetuar
este caos existente fomentando odios para
preservar los conictos actuales?
Solo queda la accin contundente de cerrarles
el paso para ser los gestores de un destino
similar al pasado, en nada deseable, porque
esta no es la condena a cadena perpetua con la
que tiene que vivir Colombia.
Sin embargo, debemos implementar los
mecanismos necesarios para voltear el curso
de la historia, exigiendo cambios sustanciales
en las instituciones bsicas de la sociedad y del
Estado.
Retomando un escrito que tuve oportunidad
de analizar del poltlogo Nieto Lpez,
transcribo a manera de corolario su pensa-
miento: La cultura es una creacin humana, no es
una fatalidad. Son cambiantes, se transforman en la
medida en que las sociedades se van transformando.
Los colombianos no estamos fatalmente condenados a
vivir en una cultura intolerante y autoritaria. Para
poder superarlo se necesita empezar a transformar
procesos de instituciones como la escuela, los modelos
pedaggicos, la propia conguracin curricular, en la
propia relacin de profesor-alumno y de alumno-
alumno.
Por eso deben fortalecerse los mecanismos de
educacin ciudadana, formacin bsica,
secundaria y superior laica, para la generacin
de colombianos capaces de transformar el
actual momento de la historia.
Porque, acaso somos
violentos?
15
-
nos traten de
manera violenta?
Serque buscamos o,preferimos que
Marta Luz Galvis Villafez
Buscamos, desde la Psicologa como ciencia que
estudia la conducta humana en todas sus
manifestaciones, una explicacin que nos permita,
si no evitarla, por lo menos explicarnos por qu los
seres humanos, tan evolucionados como estamos,
somos violentos. Este ser, un punto de vista.
L
19
-
nos traten de
manera violenta?
Serque buscamos o,preferimos que
Marta Luz Galvis Villafez
Buscamos, desde la Psicologa como ciencia que
estudia la conducta humana en todas sus
manifestaciones, una explicacin que nos permita,
si no evitarla, por lo menos explicarnos por qu los
seres humanos, tan evolucionados como estamos,
somos violentos. Este ser, un punto de vista.
L
19
-
20
-
20
-
La relacin entre las
y la violencia
Mario Guevara Mendoza
enfermedadesmentales
Douglas Enrique Quintero Latorre
Entre
vista
2322
-
La relacin entre las
y la violencia
Mario Guevara Mendoza
enfermedadesmentales
Douglas Enrique Quintero Latorre
Entre
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-
2524
-
2524
-
2726
-
2726
-
hora bien, reconocida la PRU-
DENCIA como la principal de las
virtudes, ya que es reconocida co-
mo la que permite abrir la puerta
para la realizacin de las otras virtudes y las
encamina hacia el n del ser humano, es de-
cir, hacia su progreso interior, me parece muy
oportuno abordar el tema con la profun-
didad que amerita frente al objetivo que co-
mo seres humano tenemos de lograr la feli-
cidad y es por ello que mi inters en este art-
culo es mostrar como la prudencia es una
virtud del intelecto, cuyo objetivo primordial
es el de la accin correcta y el discernir y
distinguir lo que es bueno o malo para seguir-
lo o huir de ello.
Hoy da nos vemos enfrentados a trminos
recurrentes en la informacin que nos inva-
den cada da: la confrontacin ideolgica, la
confrontacin fsica, divergencias, abusos,
intransigencia, injusticia, insolencia, prepo-
tencia, ya sea a nivel personal, comunitario o
a nivel pas y como miembros activos de la
sociedad a travs de los diferentes grupos en
los que participamos, no podemos margi-
narnos de opinar y actuar sobre las relaciones
indeseadas entre los hombres. Prudencia es
dominar esas situaciones y emociones ajus-
tando con nuestro ejemplo el comporta-
miento a los dictmenes de nuestra razn,
teniendo en cuenta con total discernimiento,
la motivacin y consecuencia de nuestros
actos y su correspondencia con las virtudes
que practicamos y principios que sustenta-
mos en los diferentes escenarios donde nos
desenvolvemos, incluyendo nuestro ncleo
familiar.
El principal escenario en el que nos vemos
enfrentados y que debemos hacer un buen
uso de la prudencia es en todo lo que se mue-
ve alrededor del cambio, que trae consigo
incertidumbre, e inclusive desesperacin y
caos.
Qu hacer cmo actuar, qu debemos po-
seer emocionalmente cuando cae encima la
avalancha del cambio generacional, en las
organizaciones a donde pertenecemos o en
nuestra vida?. Lo mejor es armarse de pa-
ciencia, o mejor todava, armarse de pru-
dencia y esperar y entender todo lo que el
nuevo cambio trajo como resultado en cuan-
to a reglas de actuacin de quienes participan
de l, el juego de poderes, los actores en la
escena, las reglas no denidas u olvidadas y
las nuevas opciones de desarrollo de accio-
nes a la luz de las oportunidades que puede
dar el cambio.
Con la experiencia ya vivida en el campo em-
presarial y social, puedo decir que el objetivo
que me he trazado al vivir plenamente y con
convencimiento que mi objetivo, es lograr la
felicidad, he aprendido que posiblemente los
conictos y decisiones erradas podran haber
sido evitados si en un momento se hubiera
actuado reexivamente y con prudencia.
Los objetivos trazados se fueron alcanzando
con mayor seguridad y rapidez en la medida
que el ejercicio de la prudencia, unida a la to-
lerancia fueron apareciendo en el escenario
de las relaciones interpersonales.
Sobre la base de lo anterior, puedo armar
que las mejores y mas acertadas decisiones
que realmente como seres humanos nos pro-
porciona el dominio de nosotros mismos,
son aquellas que tomamos con la prctica de
la prudencia y es con ella como podemos
identicar las situaciones que son ms con-
venientes y las que no lo son. Nos ayuda a
pensar antes de actuar, ya que aparece el Au-
tocontrol y por consiguiente, se miden mejor
las consecuencias de nuestras actuaciones.
Otra muy buena consecuencia de la prctica
continua y real de ser prudentes es la de faci-
litar la convivencia, siendo esta virtud entre
todas la que permite expresar con las pala-
bras adecuadas y en el momento adecuado lo
que se requiere para no generar conicto,
sino por el contrario ayudar en el mejora-
miento de las relaciones interpersonales y
con ello el logro de los objetivos que nos tra-
cemos, en un ambiente de real conanza.
Es importante en este proceso reexivo re-
conocer como lo planteamos inicialmente y
revisar que como en todo proceso humano la
prctica continua de la prudencia, requiere
del apoyo de otros valores que la enriquecen
en el actuar diario, como son la tolerancia, la
discrecin, la sensatez, la cautela, la sabidura,
la madurez, el discernimiento, la templanza
entre otras, porque si realizamos un ejercicio
de in-trospeccin, tenemos que reconocer
que la mayora de nuestros desaciertos en
nuestras decisiones, en el trato con los dems
A
Esto es, proceder en forma justa,
adecuada a la circunstancia, con cautela.
Esta somera denicin es instintiva y se llega
a ella sin mayor reexin. Se debe aclarar
que practicar la prudencia no conlleva a la
renuncia de principios ni la prdida de
posicin nicamente para evitar un conicto.
Practicarla implica gran uso de la
inteligencia; es por eso que Santo Toms de
Aquino deca que para alcanzar la prudencia
se deba tomar en cuenta el recuerdo de
experiencias pasadas y aplicar la inteligencia
al estado presente de las cosas, es decir, ver
las cosas como son y no como deseamos que
sean, aplicando la reexin.
una virtud asociada
a la forma de desarrollar
nuestras acciones
Celestino Arango Cano
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hora bien, reconocida la PRU-
DENCIA como la principal de las
virtudes, ya que es reconocida co-
mo la que permite abrir la puerta
para la realizacin de las otras virtudes y las
encamina hacia el n del ser humano, es de-
cir, hacia su progreso interior, me parece muy
oportuno abordar el tema con la profun-
didad que amerita frente al objetivo que co-
mo seres humano tenemos de lograr la feli-
cidad y es por ello que mi inters en este art-
culo es mostrar como la prudencia es una
virtud del intelecto, cuyo objetivo primordial
es el de la accin correcta y el discernir y
distinguir lo que es bueno o malo para seguir-
lo o huir de ello.
Hoy da nos vemos enfrentados a trminos
recurrentes en la informacin que nos inva-
den cada da: la confrontacin ideolgica, la
confrontacin fsica, divergencias, abusos,
intransigencia, injusticia, insolencia, prepo-
tencia, ya sea a nivel personal, comunitario o
a nivel pas y como miembros activos de la
sociedad a travs de los diferentes grupos en
los que participamos, no podemos margi-
narnos de opinar y actuar sobre las relaciones
indeseadas entre los hombres. Prudencia es
dominar esas situaciones y emociones ajus-
tando con nuestro ejemplo el comporta-
miento a los dictmenes de nuestra razn,
teniendo en cuenta con total discernimiento,
la motivacin y consecuencia de nuestros
actos y su correspondencia con las virtudes
que practicamos y principios que sustenta-
mos en los diferentes escenarios donde nos
desenvolvemos, incluyendo nuestro ncleo
familiar.
El principal escenario en el que nos vemos
enfrentados y que debemos hacer un buen
uso de la prudencia es en todo lo que se mue-
ve alrededor del cambio, que trae consigo
incertidumbre, e inclusive desesperacin y
caos.
Qu hacer cmo actuar, qu debemos po-
seer emocionalmente cuando cae encima la
avalancha del cambio generacional, en las
organizaciones a donde pertenecemos o en
nuestra vida?. Lo mejor es armarse de pa-
ciencia, o mejor todava, armarse de pru-
dencia y esperar y entender todo lo que el
nuevo cambio trajo como resultado en cuan-
to a reglas de actuacin de quienes participan
de l, el juego de poderes, los actores en la
escena, las reglas no denidas u olvidadas y
las nuevas opciones de desarrollo de accio-
nes a la luz de las oportunidades que puede
dar el cambio.
Con la experiencia ya vivida en el campo em-
presarial y social, puedo decir que el objetivo
que me he trazado al vivir plenamente y con
convencimiento que mi objetivo, es lograr la
felicidad, he aprendido que posiblemente los
conictos y decisiones erradas podran haber
sido evitados si en un momento se hubiera
actuado reexivamente y con prudencia.
Los objetivos trazados se fueron alcanzando
con mayor seguridad y rapidez en la medida
que el ejercicio de la prudencia, unida a la to-
lerancia fueron apareciendo en el escenario
de las relaciones interpersonales.
Sobre la base de lo anterior, puedo armar
que las mejores y mas acertadas decisiones
que realmente como seres humanos nos pro-
porciona el dominio de nosotros mismos,
son aquellas que tomamos con la prctica de
la prudencia y es con ella como podemos
identicar las situaciones que son ms con-
venientes y las que no lo son. Nos ayuda a
pensar antes de actuar, ya que aparece el Au-
tocontrol y por consiguiente, se miden mejor
las consecuencias de nuestras actuaciones.
Otra muy buena consecuencia de la prctica
continua y real de ser prudentes es la de faci-
litar la convivencia, siendo esta virtud entre
todas la que permite expresar con las pala-
bras adecuadas y en el momento adecuado lo
que se requiere para no generar conicto,
sino por el contrario ayudar en el mejora-
miento de las relaciones interpersonales y
con ello el logro de los objetivos que nos tra-
cemos, en un ambiente de real conanza.
Es importante en este proceso reexivo re-
conocer como lo planteamos inicialmente y
revisar que como en todo proceso humano la
prctica continua de la prudencia, requiere
del apoyo de otros valores que la enriquecen
en el actuar diario, como son la tolerancia, la
discrecin, la sensatez, la cautela, la sabidura,
la madurez, el discernimiento, la templanza
entre otras, porque si realizamos un ejercicio
de in-trospeccin, tenemos que reconocer
que la mayora de nuestros desaciertos en
nuestras decisiones, en el trato con los dems
A
Esto es, proceder en forma justa,
adecuada a la circunstancia, con cautela.
Esta somera denicin es instintiva y se llega
a ella sin mayor reexin. Se debe aclarar
que practicar la prudencia no conlleva a la
renuncia de principios ni la prdida de
posicin nicamente para evitar un conicto.
Practicarla implica gran uso de la
inteligencia; es por eso que Santo Toms de
Aquino deca que para alcanzar la prudencia
se deba tomar en cuenta el recuerdo de
experiencias pasadas y aplicar la inteligencia
al estado presente de las cosas, es decir, ver
las cosas como son y no como deseamos que
sean, aplicando la reexin.
una virtud asociada
a la forma de desarrollar
nuestras acciones
Celestino Arango Cano
2928
-
o en la expresin de nuestras opiniones o la
aceptacin de las de los otros, estn derivadas
de la precipitacin, la emocin, el mal humor,
que nos lleva a obtener una percepcin equi-
vocada y/o errada de la realidad y a tomar in-
formacin parcial de la situacin y con ello
ge-nerar un trato injusto hacia los dems y
por ende el ambiente se torna complejo para
el desarrollo de cualquier objetivo estratgico
que se quiera adelantar.
El reconocimiento que hago es que a travs
de la practica permanente de la prudencia co-
mo virtud direccionadora de las relaciones
humanas, por la bsqueda de la felicidad de
quienes integran las organizaciones, es la me-
jor opcin para tener un trato justo hacia los
dems y edica en nosotros una personalidad
segura, capaz de comprometerse en todo y
con todos, generando conanza y estabilidad
en quienes nos rodean.
En todos los campos de nuestra vida nos
cruzamos con la idea de la prudencia, enmar-
cada dentro de la tolerancia, muy recurrente
en los ncleos a donde asistimos ya sean
polticos, religiosos, sociales o de cualquier
otra naturaleza y es all donde la prctica de la
prudencia acompaada de la tolerancia debe
surgir para dar el respeto y consideracin que
se debe otorgar a las opiniones de los dems,
aunque sean contrarias a las nuestras. Surge
entonces, el respeto como consideracin de
la prudencia y con ella la aceptacin de las
ideas, pensamientos y acciones de los dems.
En conclusin debemos decir, que la prctica
de la prudencia nos ayudar a reexionar y a
considerar los efectos que pueden producir
nuestras palabras y acciones, teniendo como
resultado un actuar correcto en cualquier cir-
cunstancia de nuestra vida. La prudencia co-
mo prctica sistemtica, es una oportunidad
para actuar con mayor conciencia frente a las
diversas situaciones de la vida, ayuda a la
aanzar la personalidad de manera recia y se-
gura, dando a cada quien el trato justo y obte-
niendo de los dems ese mismo trato, cons-
truyendo con ello un ambiente de conanza,
de compromiso con causas nobles, y con se-
guridad es la mejor gua que encamina hacia
el n del ser humano: la felicidad.
En el mbito familiar
denitivamente la prudencia
tambin juega un papel
primordial, sta debe estar
presente en la relacin conyugal,
con los hijos y dems integrantes
del grupo familiar. Los padres
somos el ejemplo de los hijos y es
a travs de ste que los
educamos para pensar antes de
actuar, para que su conducta no
deje consecuencias negativas;
con prudencia somos capaces de
prever las consecuencias de una
frase o palabras que dirigimos a
nuestros hijos; tenemos que
preocuparnos por los intereses de
ellos, conocerlos para poder
orientar sus pasos sin interesar la
edad, los gustos o preferencias e
ideologas que estn proponiendo
en sus vidas. Si somos
imprudentes, indiscretos y faltos
de tacto podemos ocasionar
heridas u ofensas innecesarias a
las personas que amamos.
30
aviso una pgina
Igho
-
o en la expresin de nuestras opiniones o la
aceptacin de las de los otros, estn derivadas
de la precipitacin, la emocin, el mal humor,
que nos lleva a obtener una percepcin equi-
vocada y/o errada de la realidad y a tomar in-
formacin parcial de la situacin y con ello
ge-nerar un trato injusto hacia los dems y
por ende el ambiente se torna complejo para
el desarrollo de cualquier objetivo estratgico
que se quiera adelantar.
El reconocimiento que hago es que a travs
de la practica permanente de la prudencia co-
mo virtud direccionadora de las relaciones
humanas, por la bsqueda de la felicidad de
quienes integran las organizaciones, es la me-
jor opcin para tener un trato justo hacia los
dems y edica en nosotros una personalidad
segura, capaz de comprometerse en todo y
con todos, generando conanza y estabilidad
en quienes nos rodean.
En todos los campos de nuestra vida nos
cruzamos con la idea de la prudencia, enmar-
cada dentro de la tolerancia, muy recurrente
en los ncleos a donde asistimos ya sean
polticos, religiosos, sociales o de cualquier
otra naturaleza y es all donde la prctica de la
prudencia acompaada de la tolerancia debe
surgir para dar el respeto y consideracin que
se debe otorgar a las opiniones de los dems,
aunque sean contrarias a las nuestras. Surge
entonces, el respeto como consideracin de
la prudencia y con ella la aceptacin de las
ideas, pensamientos y acciones de los dems.
En conclusin debemos decir, que la prctica
de la prudencia nos ayudar a reexionar y a
considerar los efectos que pueden producir
nuestras palabras y acciones, teniendo como
resultado un actuar correcto en cualquier cir-
cunstancia de nuestra vida. La prudencia co-
mo prctica sistemtica, es una oportunidad
para actuar con mayor conciencia frente a las
diversas situaciones de la vida, ayuda a la
aanzar la personalidad de manera recia y se-
gura, dando a cada quien el trato justo y obte-
niendo de los dems ese mismo trato, cons-
truyendo con ello un ambiente de conanza,
de compromiso con causas nobles, y con se-
guridad es la mejor gua que encamina hacia
el n del ser humano: la felicidad.
En el mbito familiar
denitivamente la prudencia
tambin juega un papel
primordial, sta debe estar
presente en la relacin conyugal,
con los hijos y dems integrantes
del grupo familiar. Los padres
somos el ejemplo de los hijos y es
a travs de ste que los
educamos para pensar antes de
actuar, para que su conducta no
deje consecuencias negativas;
con prudencia somos capaces de
prever las consecuencias de una
frase o palabras que dirigimos a
nuestros hijos; tenemos que
preocuparnos por los intereses de
ellos, conocerlos para poder
orientar sus pasos sin interesar la
edad, los gustos o preferencias e
ideologas que estn proponiendo
en sus vidas. Si somos
imprudentes, indiscretos y faltos
de tacto podemos ocasionar
heridas u ofensas innecesarias a
las personas que amamos.
30
aviso una pgina
Igho
-
Violenciadel gobierno y
de la justicia colombiana Judy Chacn Barajas
P
3332
-
Violenciadel gobierno y
de la justicia colombiana Judy Chacn Barajas
P
3332
-
somos violentos
Fernando Duarte Mora
Porque
los colombianosNuestro comportamiento violento puede tener diferentes
causas. Unas de ndole hereditario y otras de ndole cultural
o social. Sin embargo la evolucin de nuestra conciencia
puede armonizar esos niveles de emotividad y dar paso a
una mente ms racional. Esa racionalidad nos permitir
superar nuestros temperamentos violentos para convivir
racionalmente en un medio ambiente cada da ms violento.
3534
-
somos violentos
Fernando Duarte Mora
Porque
los colombianosNuestro comportamiento violento puede tener diferentes
causas. Unas de ndole hereditario y otras de ndole cultural
o social. Sin embargo la evolucin de nuestra conciencia
puede armonizar esos niveles de emotividad y dar paso a
una mente ms racional. Esa racionalidad nos permitir
superar nuestros temperamentos violentos para convivir
racionalmente en un medio ambiente cada da ms violento.
3534
-
Adaulfo Enrique Mendoza M.
La alteridad
como salida a la violencia
contra la diversidad:
asunto pendiente en elnuevo constitucionalismolatinoamericano
Lo relacional se caracteriza por el juego de las
diferencias: cuanto ms diferencia, mayor debe ser la
reciprocidad. En el mundo de la identidad, que es lo
contrario de la diferencia, sin la alteridad del otro, la
cuestin de la tica tambin es impensable,
simplemente porque no habra reciprocidad genuina.
En el universo de una persona no poblada por otros
- no habra necesidad de la tica.
(Jung, Hwa Yol. 1993)
En Levinas la responsabilidad, como la rosa de
Angelus Silesius, es sin por qu. Esto significa que no
es motivada. Ms exactamente, que no encuentra su
causa en el sujeto mismo (quien "no presta atencin
a s mismo") y no es suscitada por un tercero (quien
"no exige verla"), sino que es motivada nicamente
por un absoluto inaprensible: la alteridad del otro.
Este tema de la responsabilidad, mediante el cual
Levinas se dio a conocer fuera de los crculos
eruditos de la filosofa, es la puerta de entrada a un
pensamiento tico totalmente orientado por la
relacin con el otro (Zielinsky, Agata. 2011)
36
-
Adaulfo Enrique Mendoza M.
La alteridad
como salida a la violencia
contra la diversidad:
asunto pendiente en elnuevo constitucionalismolatinoamericano
Lo relacional se caracteriza por el juego de las
diferencias: cuanto ms diferencia, mayor debe ser la
reciprocidad. En el mundo de la identidad, que es lo
contrario de la diferencia, sin la alteridad del otro, la
cuestin de la tica tambin es impensable,
simplemente porque no habra reciprocidad genuina.
En el universo de una persona no poblada por otros
- no habra necesidad de la tica.
(Jung, Hwa Yol. 1993)
En Levinas la responsabilidad, como la rosa de
Angelus Silesius, es sin por qu. Esto significa que no
es motivada. Ms exactamente, que no encuentra su
causa en el sujeto mismo (quien "no presta atencin
a s mismo") y no es suscitada por un tercero (quien
"no exige verla"), sino que es motivada nicamente
por un absoluto inaprensible: la alteridad del otro.
Este tema de la responsabilidad, mediante el cual
Levinas se dio a conocer fuera de los crculos
eruditos de la filosofa, es la puerta de entrada a un
pensamiento tico totalmente orientado por la
relacin con el otro (Zielinsky, Agata. 2011)
36
-
1. Carbonell, Miguel. El
neoconstitucionalismo:
Signicado y niveles de
anlisis. En: El canon neo
constitucional. Universidad
Externado de Colombia.
Bogot, 2010.
38
-
1. Carbonell, Miguel. El
neoconstitucionalismo:
Signicado y niveles de
anlisis. En: El canon neo
constitucional. Universidad
Externado de Colombia.
Bogot, 2010.
38
-
Fabricacin, instalacin y montaje de
estructuras metlicas, en aluminio y
madera, cielo raso, redes elctricas,
hidrulicas sanitarias, dotacin de
muebles para ocina en general,
40
-
Fabricacin, instalacin y montaje de
estructuras metlicas, en aluminio y
madera, cielo raso, redes elctricas,
hidrulicas sanitarias, dotacin de
muebles para ocina en general,
40
-
En cuanto al panorama internacional,
de acuerdo con el Informe del Ex-
perto Independiente de las Naciones
Unidas, presentado a la Asamblea General en
el 2006, la violencia contra los nios, y por
consiguiente, el maltrato, existe en todos los
pases del mundo, independientemente de las
culturas, clases sociales, niveles educativos, in-
gresos y origen tnico. El estudio destaca que
eliminar y dar respuesta a la violencia contra
los nios, y al maltrato, como una de sus ma-
nifestaciones, es quiz ms difcil en el ncleo
familiar que en ningn otro, dado que ste es
el ms privado de todos los mbitos de tal na-
turaleza. Sin embargo, los derechos de los ni-
os no terminan en la puerta del hogar fa-
miliar, ni tampoco acaban ah las obligaciones
que tienen los Estados de garantizar tales de-
rechos a los nios.
Entre las recomendaciones destaca la formu-
lada en relacin con la necesidad de dar prio-
ridad a la prevencin de la violencia contra los
nios y textualmente expresa: as como es esen-
cial dedicar recursos a la intervencin una vez se ha
producido la violencia, los Estados deberan asignar
recursos adecuados a abordar los factores de riesgo y
prevenir la violencia antes de que ocurra...
3
De acuerdo con la encuesta de Child Fund
Alliance, publicada el 20 de noviembre de
2013, realizada a 6.500 nios de 47 pases,
acerca de sus opiniones frente a la violencia, la
paz, qu haran si fueran gobernantes de su
pas y qu les genera seguridad y felicidad, se
obtuvieron los siguientes resultados:
El 28% de los nios en las Amricas atribuye la
violencia a la mala conducta (incluyendo la
desobediencia, la pereza, la codicia y la men-
tira), seguido de un 20% a la violencia do-
mstica, un 17% a las drogas y un 15% a la de-
lincuencia; el abuso domstico constituye la
principal causa de violencia en Nicaragua se-
Reexiones en tornoal maltrato a los nios,
1
Ada Fernndez de los Campos2
Martha Ortega Ortz
como una
manifestacin de la
violencia intrafamiliar
En este artculo se hace referencia al
panorama internacional, nacional,
regional y local, en torno a la temtica y
se formulan conclusiones al respecto.
Foto tomada de:
www.fotosimagenes.org
Foto tomada de: www.fotosimagenes.org
4342
-
En cuanto al panorama internacional,
de acuerdo con el Informe del Ex-
perto Independiente de las Naciones
Unidas, presentado a la Asamblea General en
el 2006, la violencia contra los nios, y por
consiguiente, el maltrato, existe en todos los
pases del mundo, independientemente de las
culturas, clases sociales, niveles educativos, in-
gresos y origen tnico. El estudio destaca que
eliminar y dar respuesta a la violencia contra
los nios, y al maltrato, como una de sus ma-
nifestaciones, es quiz ms difcil en el ncleo
familiar que en ningn otro, dado que ste es
el ms privado de todos los mbitos de tal na-
turaleza. Sin embargo, los derechos de los ni-
os no terminan en la puerta del hogar fa-
miliar, ni tampoco acaban ah las obligaciones
que tienen los Estados de garantizar tales de-
rechos a los nios.
Entre las recomendaciones destaca la formu-
lada en relacin con la necesidad de dar prio-
ridad a la prevencin de la violencia contra los
nios y textualmente expresa: as como es esen-
cial dedicar recursos a la intervencin una vez se ha
producido la violencia, los Estados deberan asignar
recursos adecuados a abordar los factores de riesgo y
prevenir la violencia antes de que ocurra...
3
De acuerdo con la encuesta de Child Fund
Alliance, publicada el 20 de noviembre de
2013, realizada a 6.500 nios de 47 pases,
acerca de sus opiniones frente a la violencia, la
paz, qu haran si fueran gobernantes de su
pas y qu les genera seguridad y felicidad, se
obtuvieron los siguientes resultados:
El 28% de los nios en las Amricas atribuye la
violencia a la mala conducta (incluyendo la
desobediencia, la pereza, la codicia y la men-
tira), seguido de un 20% a la violencia do-
mstica, un 17% a las drogas y un 15% a la de-
lincuencia; el abuso domstico constituye la
principal causa de violencia en Nicaragua se-
Reexiones en tornoal maltrato a los nios,
1
Ada Fernndez de los Campos2
Martha Ortega Ortz
como una
manifestacin de la
violencia intrafamiliar
En este artculo se hace referencia al
panorama internacional, nacional,
regional y local, en torno a la temtica y
se formulan conclusiones al respecto.
Foto tomada de:
www.fotosimagenes.org
Foto tomada de: www.fotosimagenes.org
4342
-
Foto tomada de: www.theprisma.co.uk
44
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Foto tomada de: www.theprisma.co.uk
44
-
Foto tomada de: www.fotosimagenes.org
UNA EMPRESA DE TRANSPORTE DE CARGA
CON MAS DE 30 AOS DE EXPERIENCIA
46
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Foto tomada de: www.fotosimagenes.org
UNA EMPRESA DE TRANSPORTE DE CARGA
CON MAS DE 30 AOS DE EXPERIENCIA
46
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nfortunadamente, la proporcin de los
hogares colombianos disfuncionales
y conictivos es muy alto y, eso, cier-
tamente tiene un efecto preciso en el
tipo de nimo y predisposicin del ciuda-
dano promedio de una sociedad y, preci-
samente, all habra que buscar los grme-
nes de muchas patologas que han llenado
de horror las pginas judiciales y criminales
de la reciente historia de la violencia colom-
biana. Paralelamente, en medios como el co-
lombiano y el mismo latinoamericano, nunca
existi una formacin tico losca para la
construccin madura de un esquema de fa-
milia, y los hombres y mujeres de nuestro en-
torno tuvieron que moverse entre los dog-
mas eclesiales sobre la razn de ser del sexo
y la familia, y la ms fragrante mundanalidad
de hombres