pontificia universidad javeriana facultad de psicología

255
Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología Construcción de la relación terapéutica en procesos de psicoterapia sistémica individual a través de telepsicología Trabajo de Grado para optar al título de Magíster en Psicología Clínica Erika Melissa Ariza González Bajo la dirección de: Erika Viloria Pinilla Mayo 2021 Bogotá D.C.

Upload: others

Post on 12-Nov-2021

11 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Psicología

Construcción de la relación terapéutica en procesos de psicoterapia

sistémica individual a través de telepsicología

Trabajo de Grado para optar al título de

Magíster en Psicología Clínica

Erika Melissa Ariza González

Bajo la dirección de:

Erika Viloria Pinilla

Mayo 2021

Bogotá D.C.

Page 2: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

ii

Resumen

La presente investigación-intervención estudió el proceso de construcción de relación terapéutica

en tres casos de psicoterapia sistémica individual virtual, analizando la experiencia tanto de la

terapeuta como de los consultantes. Con un diseño de estudio de caso y empleando análisis

narrativo categorial de contenido, la investigadora/terapeuta pudo comprender cómo se

construyó la relación, al identificar las fortalezas y barreras que emergieron en el proceso con

cada consultante, así como las estrategias empleadas por ella para hacer frente a las barreras, y

para apoyar el proceso de construcción de una relación cálida y empática.

Si bien el contexto virtual representó algunos retos, los hallazgos de esta investigación

demuestran la posibilidad de construir relaciones terapéuticas positivas en procesos desarrollados

exclusivamente en línea, ofreciendo un aporte especialmente importante para la investigación de

terapia sistémica, pues el estudio y sus intervenciones terapéuticas tomaron como referentes

epistemológicos el construccionismo social y la cibernética de segundo orden.

Palabras clave: Relación terapéutica, Terapia sistémica, Telepsicología, Terapia Online, Estudio

de Caso

Page 3: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

iii

Abstract

The present intervention research examined the development of the therapeutic relationship in

three online processes of individual systemic psychotherapy, analyzing the experience of both

the therapist and the clients. Using a Case Study design and through Categorical-Content

Narrative Analysis, the researcher/therapist was able to understand how the relationship was built

by identifying the strengths and barriers involved in the process with each client, as well as the

strategies applied by her in order to face the barriers, and to further support the process of

construction of a warm, empathic relationship.

Even though the online context posed some challenges, the findings of this research support the

feasibility of building positive therapeutic relationships in psychotherapeutic processes carried

out exclusively online, making a contribution particularly relevant to systemic therapy literature,

since both this study and the therapeutic interventions it encompasses adopted social

constructionism and second order cybernetics as epistemological frameworks.

Keywords: Therapeutic relationship, Systemic therapy, Telepsychology, Online therapy, Case

Study

Page 4: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

iv

Agradecimientos

Agradezco profundamente a mis tres consultantes por su participación en este estudio, pero

especialmente agradezco el permitirme acompañarlos a lo largo del camino, y tener la apertura

que mostraron para compartir conmigo sus emociones y experiencias. Sé que no siempre es fácil,

pero sé también que ha valido la pena completamente, y este trabajo es testimonio de ello.

Además, me gustaría agradecer a algunas personas que me acompañaron en este camino:

- A Erika, por su paciencia, su guía y su compañía durante todo el proceso. Gracias por la

dedicación, respeto y empeño con que me has guiado desde el principio hasta el último minuto.

- A Luisita, por su respaldo y por su apoyo incondicional, que me ha permitido alcanzar cada

uno de mis sueños.

- A Irene y a mi equipo de supervisión por inspirar las intervenciones que me han ayudado a

acompañar a los consultantes de esta tesis.

- A Mijal, por su amistad y sororidad, por cada enseñanza académica y personal, y también por

inspirarme de manera tan especial y fundamental para el eje central de este trabajo.

- A Sebastián, por una amistad que lo ha sobrevivido todo, por su comprensión pese a que no he

sido la persona más presente por los últimos dos años, y por su invaluable aporte al

fundamento teórico de esta investigación.

- A María Alejandra, por su amistad, cariño, apoyo y disposición a acompañar mis crisis.

- A María, por la energía que contagia, por ser una inspiración, y ayudarme a creer que sí puedo.

- A Dani, por este amor de tantos años que desde muy joven nada contra la corriente y ha

resistido cada terremoto. Por las risas y sonrisas, por su incansable apoyo, por su paciencia, por

sus palabras de aliento en cada paso del camino, en cada meta, en cada sueño.

Page 5: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

Tabla de contenidos

Resumen ii .................................................................................................................................

Abstract iii .................................................................................................................................

Agradecimientos iv ....................................................................................................................

Tabla de contenidos 1 ................................................................................................................

1. Planteamiento del problema 3 ...............................................................................................

2. Justificación 6 ........................................................................................................................

3. Objetivos 10 ..........................................................................................................................

4. Estado del arte 11 ..................................................................................................................

4.1 Relación terapéutica en psicoterapia 11 ................................................................

4.2 Relación terapéutica en el enfoque sistémico 14 ..................................................

4.3 Telepsicología 16 ...................................................................................................

4.4 Relación terapéutica en telepsicología 18 .............................................................

4.5 Telepsicología en el enfoque sistémico 20 ............................................................

5. Marco teórico 22 ....................................................................................................................

5.1 Relación terapéutica 22 .........................................................................................

5.2 Rupturas de la relación terapéutica 27 ..................................................................

5.3 Algunas comprensiones generales del modelo sistémico 32 .................................

5.4 Relación terapéutica en terapia sistémica 35 ........................................................

5.5 Aportes del construccionismo social a la terapia sistémica 40 .............................

5.6 Hacia una conceptualización de la construcción de la relación terapéutica 44 .....

5.7 Telepsicología 56 ...................................................................................................

5.8 Telepsicología y la relación terapéutica 60 ...........................................................

6. Metodología 67 ......................................................................................................................

6.1 Tipo de investigación 67 .......................................................................................

6.2 Método de investigación 68 ..................................................................................

6.3 Recolección de información 70 .............................................................................

6.4 Análisis de información 74 ....................................................................................

6.5 Procedimiento del estudio 86 ................................................................................

Page 6: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

2

7. Consideraciones éticas 88 ......................................................................................................

8. Análisis de resultados 90 .......................................................................................................

8.1 Primer caso – Yenny 91 .........................................................................................

8.2 Segundo caso – Leticia 119 ...................................................................................

8.3 Tercer caso – Jon 164 ............................................................................................

9. Discusión 198 ........................................................................................................................

9.1 Fortalezas de la construcción de relación terapéutica en telepsicología 198 ........

9.2 Barreras para la construcción de relación terapéutica en telepsicología 206 ........

9.3 Estrategias para la construcción de relación terapéutica en telepsicología 210 ....

9.4 Implicaciones 215 .................................................................................................

9.5 Limitaciones y direcciones futuras 221 .................................................................

10. Conclusiones 224 ................................................................................................................

11. Referencias 228 ...................................................................................................................

Anexo 1 244 ..............................................................................................................................

Anexo 2 246 ..............................................................................................................................

Anexo 3 247 ..............................................................................................................................

Anexo 4 248 ..............................................................................................................................

Anexo 5 249..............................................................................................................................

Page 7: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

3

1. Planteamiento del problema

A pesar de que las primeras pinceladas sobre su relevancia se remonten a la corriente

psicoanalítica (Freud, 1912, p. 103, citado por Gaston, 1990), hoy en día la relación terapéutica

se reconoce como un factor de suma importancia para el éxito de los procesos de psicoterapia,

independientemente del enfoque teórico. Una ilustración bien conocida de esta idea la brindan

los estudios presentados por Lambert (2003), que emplearon un amplio espectro metodológico

para evaluar los resultados de distintos procesos terapéuticos. Según este trabajo, se estima que

un 30% del éxito de la psicoterapia es atribuible a “factores comunes”, entre los cuales se incluye

calidez, respeto, empatía, confianza, identificación con el terapeuta y aceptación, todos ellos

aspectos asociados con la relación terapéutica.

Los resultados anteriores han sido replicados en un gran número de estudios desde

entonces. Se cuenta con un sólido cúmulo de evidencia que indica que una relación terapéutica

positiva no solamente reduce las posibilidades de deserción del tratamiento, sino también está

asociada a mejores resultados del proceso psicoterapéutico (Hovarth, 2001; Zuroff y Blatt, 2006;

Spencer et al. 2019). Teniendo en cuenta su relevancia, es importante comprender el proceso de

construcción de este vínculo entre terapeuta y consultante en todos los contextos de atención, y

en este trabajo se resalta una modalidad cuyo uso aún no se ha generalizado en Colombia: la

telepsicología.

Por telepsicología se entiende el “contacto o comunicación entre un terapeuta y un

paciente o grupo de pacientes, utilizando la tecnología como modalidad de

comunicación” (Acero et al. 2020). Debido a que presenta algunas ventajas, como la reducción

Page 8: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

4

de costos y la posibilidad de ofrecer el servicio terapéutico a comunidades con limitado acceso a

psicoterapia en modalidad presencial (De la Torre y Pardo, 2018), en nuestro país se ha

recomendado empezar a implementar protocolos de atención en psicología usando la tecnología

como canal (Ministerio de Salud y Protección Social y Colciencias, 2016).

A pesar de lo anterior, nuestro conocimiento de telepsicología aún es limitado. Existe

evidencia prometedora que sugiere que las terapias psicológicas administradas en modalidad

virtual no sólo son efectivas, sino también permiten el desarrollo de buenas relaciones

terapéuticas (Sucala et al. 2012). No obstante, ante la ausencia de componentes de formación en

telepsicología a nivel nacional (Acero et al. 2020), surge gran incertidumbre con respecto a

aspectos concretos de la experiencia de dar atención virtual. La interacción por este medio

podría, por ejemplo, verse afectada por problemas de conectividad, interrupciones debidas a

factores externos, la complejidad de establecer una relación a través de una cámara y no de

manera presencial, como se ha manejado tradicionalmente, dificultades relacionadas con la

privacidad, e incluso el riesgo que conlleva la mayor facilidad de abandonar la sesión en caso de

un conflicto con el terapeuta, o dentro de la pareja o familia consultante, cuando es el caso.

Además de afectar el curso de alguna sesión, estas consideraciones sobre lo que puede pasar

podrían estar presentes en el terapeuta e influir en su manera de intervenir y relacionarse con el

consultante.

Aunado a esto, en el enfoque sistémico también se evidencia un vacío de conocimiento.

Una búsqueda en varias bases de datos de psicología para el presente trabajo puso de manifiesto

la necesidad que algunos autores también resaltan: es preciso indagar más acerca del uso de

telepsicología para ofrecer servicios terapéuticos desde el enfoque sistémico (Fernández Duran,

Page 9: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

5

2016; Hernandez, 2020). Aunque algunos autores han resaltado esta necesidad desde la terapia

de pareja y familia (Borcsa y Pomini, 2018), es importante partir de generar conocimiento desde

la terapia individual para así dar los primeros pasos hacia una investigación que eventualmente

permita comprender todo tipo de procesos de terapia sistémica llevados por un canal diferente, el

virtual.

A todos estos factores se suma la aparición de la pandemia de enfermedad por

coronavirus en 2020, que trajo consigo estrictas medidas de confinamiento y un fuerte impacto

sobre la salud mental, lo cual ha impuesto un nuevo reto para la psicología: si bien el uso de

tecnologías para intervenir en salud mental se ha estudiado y utilizado por años, la situación

actual ha implicado que para muchas personas la atención virtual sea la única posibilidad, lo que

deja a muchos profesionales con dudas frente a cómo trasladar las dinámicas del consultorio al

computador, y ratifica la necesidad de sustentar teóricamente prácticas adecuadas para la

telepsicología.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, la presente investigación-intervención surge con el

fin de aportar conocimiento al campo del enfoque sistémico, así como responder a la necesidad

de aportar a la literatura disponible sobre telepsicología, ofreciendo una mirada detallada de las

experiencias de terapeuta y consultante en procesos terapéuticos virtuales ofrecidos en el

contexto colombiano. Se pretende lograr estos aportes al abordar la siguiente pregunta: ¿Cómo se

construye la relación terapéutica en procesos de psicoterapia sistémica individual realizados a

través de telepsicología?

Page 10: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

6

2. Justificación

De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Salud Mental (ENSM), el promedio

de tiempo referido para acceder a servicios de salud mental a nivel nacional oscila entre 9,6

horas y 32,3 horas, dependiendo de la edad del usuario (Ministerio de Salud y Protección Social

y Colciencias, 2016). Teniendo esto en cuenta, una de las recomendaciones señaladas en la

ENSM fue limitar las barreras para la atención, como la localización geográfica y pobre

disponibilidad de citas, favoreciendo la presencia de servicios de salud mediados por tecnología,

especialmente en zonas de difícil acceso.

Sin embargo, algunos años después, el área de la telepsicología continúa siendo un campo

poco explorado en el país. De hecho, de acuerdo con una publicación por parte del Colegio

Colombiano de Psicólogos y la Asociación Colombiana de Facultades de Psicología, hasta el

momento, en el país no existen programas de formación especializados en telepsicología, ni es

un tema que se aborde en asignaturas de pregrado o posgrado (Acero et al. 2020).

La brecha entre la necesidad de atención profesional en salud mental por telepsicología y

la falta de preparación académica específica para prestarla se da en un contexto cada vez más

listo para dar el paso a un mayor uso de la virtualidad en salud. Según cifras del DANE (2019),

en 2018 el 52,7% de los hogares colombianos contaban con acceso a conexión de Internet,

incluyendo servicio fijo y móvil. Este es un índice que ha aumentado en los últimos años

(Comisión de Regulación de Comunicaciones, 2019), y es esperable que continúe al alza con la

tendencia global.

Page 11: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

7

Aunado a esto, la aparición de la pandemia de enfermedad por coronavirus en 2020 está

ejerciendo un impacto múltiple y contundente en la población mundial, cambiando

completamente el panorama en todos los aspectos, incluyendo la salud mental.

Esta contingencia ha estado caracterizada por crisis económica, un aumento en la tasa de

desempleo (DANE, 2020), y una tasa de contagio y mortalidad considerable (Ministerio de Salud

y Protección Social, 2020) que puede estar asociada a procesos de duelo y problemas de ajuste

por contagio propio o de algún familiar. En esa medida, se han disparado los reportes de

ansiedad, soledad (The Center for the Digital Future e IAB, 2020), agresividad, sensación

reducida de descanso, dificultades de convivencia (Corporación Nuevos Rumbos, 2020), y

violencia doméstica (Naciones Unidas, 2020; Observatorio Colombiano de las Mujeres, 2020).

Considerando lo anterior, se ha presentado un marcado aumento en la demanda de

servicios de salud en el medio de medidas de aislamiento que impulsó como nunca antes los

servicios de telesalud en el país, incluyendo las consultas por psicología (El Tiempo, 2020). A

pesar de ello y de que la necesidad de implementar telepsicología fue señalada anteriormente

(Ministerio de Salud y Protección Social y Colciencias, 2016), fue apenas en 2020, a la luz de la

pandemia, que empezaron a difundirse documentos de las autoridades competentes ofreciendo

información relevante, como sugerencias para el desempeño profesional en telepsicología (Acero

et al., 2020) y referentes éticos mínimos para su práctica (COLPSIC, 2020).

La situación de incertidumbre frente al ejercicio de la telepsicología está presente en otras

partes del mundo. Un estudio realizado por Békés y Aafjes-van Doorn (2020) con

psicoterapeutas norteamericanos y europeos encontró que la mayoría de los encuestados se había

preparado para la transición a terapia en línea hablando con colegas y leyendo publicaciones en

Page 12: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

8

foros, lo cual sugiere que muchos terapeutas no tenían experiencia o formación previa en esta

modalidad. Es claro que precisamos ampliar la información de la que disponemos los psicólogos,

con el fin de dar una respuesta efectiva a la demanda de servicios de salud mental, no solamente

en el contexto inmediato marcado por las medidas de confinamiento, sino con miras a un futuro

en el cual resulta esperable un mayor uso de las herramientas virtuales para acceder a

psicoterapia.

Por lo anterior, se hace indispensable obtener información que contribuya a comprender

la experiencia de terapeuta y consultantes en terapia, y con ello, ampliar y optimizar protocolos

para prestar atención a los consultantes de manera virtual y garantizar los más altos índices de

adherencia a la terapia posibles. Con ello se podría abrir también la puerta a enriquecer los

programas de estudio actuales, brindando un espacio para que los psicólogos en entrenamiento

puedan adquirir competencias que les permitan un adecuado desempeño en la virtualidad.

De manera adicional, una comprensión más detallada sobre el vínculo terapéutico en

psicoterapia sistémica implica un aporte significativo a otros enfoques de psicología, tanto como

a otras disciplinas de atención, pues el estudio de la relación entre terapeuta y consultante puede

extrapolarse a interacciones en otras áreas de la salud cuyas consultas también han migrado

masivamente a la virtualidad debido a la pandemia. Además, la comprensión de las dinámicas

relacionales en línea también puede resultar valioso para establecer y mejorar vínculos en el

contexto escolar y académico, así como para mejorar la calidad de otros servicios de asistencia y

asesoría virtual.

En el marco específico de este estudio, teniendo en cuenta la importancia previamente

discutida de la relación terapéutica, una de las áreas de estudio que puede ofrecer un aporte

Page 13: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

9

significativo a las necesidades actuales es la construcción del vínculo entre terapeuta y

consultante. Considerando que un número significativo de terapeutas se preocupa por

experimentar dificultades para sentirse conectado con el paciente y expresar empatía en consulta

virtual (Békés y Aafjes-van Doorn, 2020), este estudio pretende aportar luces acerca de cómo

ocurre el proceso de construcción de la relación terapéutica, indagando aspectos vividos tanto

por el consultante como por el terapeuta.

Page 14: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

10

3. Objetivos

Objetivo general:

Analizar la construcción de la relación terapéutica en procesos de psicoterapia sistémica

individual realizados a través de telepsicología.

Objetivos específicos:

o Describir las fortalezas del proceso de construcción de la relación terapéutica en

procesos de psicoterapia sistémica individual realizados a través de telepsicología.

o Describir las barreras percibidas por consultantes y terapeuta para la construcción

de la relación terapéutica en sesiones de psicoterapia sistémica individual

realizadas a través de telepsicología

o Reconocer las estrategias empleadas por el terapeuta sistémico para facilitar la

construcción de la relación terapéutica en sesiones de psicoterapia sistémica

individual realizados a través de telepsicología

Page 15: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

11

4. Estado del arte

A continuación se presenta una síntesis de la investigación relevante que antecede este

trabajo y que permite situarlo en un contexto que evidencie el aporte al conocimiento que

pretende realizar esta investigación. Con este fin, se revisará en diferentes secciones la

investigación disponible hasta el momento en las siguientes áreas: relación terapéutica en

psicoterapia, relación terapéutica en el enfoque sistémico, telepsicología, relación terapéutica en

telepsicología, y telepsicología en el enfoque sistémico.

4.1 Relación terapéutica en psicoterapia

En la historia de la psicología se ha estudiado ampliamente la relación terapéutica, y en el

presente apartado se realiza un breve recorrido por algunos campos en los que se ha

profundizado. Por una parte, una de las áreas de investigación se ha dedicado precisamente a

determinar el impacto que tiene la relación entre consultante y terapeuta en el resultado de los

procesos psicoterapéuticos. Así, y como ya se hizo notorio previamente, cientos de estudios han

aportado evidencia de que una relación terapéutica positiva está asociada a mejores resultados,

mientras una relación más débil se vincula a mayores tasas de deserción del proceso (p. ej.

Lambert y Barley, 2001; Sharf et al. 2010).

Además, con el propósito de entender mejor cómo funciona, se ha estudiado de qué

manera factores del terapeuta y el consultante contribuyen a la asociación entre la relación

terapéutica y el resultado del proceso terapéutico. En esta área, varios autores atribuyen fuerte

relevancia a las habilidades del terapeuta (Del Re et al. 2012), mientras otros se enfocan en

características del consultante, incluyendo aspectos como el apego, comorbilidades,

personalidad, etc. (Mallinckrodt et al., 1995; De Bolle et al. 2010). Aunado a ello, algunos

Page 16: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

12

autores sostienen que un factor decisivo en la calidad de la relación es la percepción que tienen

los consultantes del terapeuta, gestándose una mejor relación particularmente cuando lo

consideran genuino y competente (Jung et al. 2014).

Adicionalmente, algunos otros estudios han examinado los impasses en terapia,

caracterizados bien sea por confrontación o por distanciamiento. Este campo investiga las

comúnmente llamadas rupturas en la relación y cómo repararlas, señalando particularmente el

efecto positivo que tiene la resolución de la ruptura sobre el resto del proceso (Eubanks et al.

2018).

Considerando que existe un gran número de enfoques dentro de la psicoterapia, y que

cada uno tiene maneras distintas de concebir la relación terapéutica, privilegiando algunos

aspectos sobre otros, y otorgándole mayor o menor importancia en cada caso, una parte

importante de la investigación se ha dedicado a examinar cómo se entiende la relación en marcos

teóricos y epistemológicos diversos. En este contexto, en adición a cuestionarios generales y

transteóricos, distintos autores han desarrollado escalas específicas que tienen en cuenta los

factores que cada enfoque considera más relevante (p. ej. Allen et al. 1984; Alexander y

Luborsky, 1987). Este es el caso también del enfoque sistémico, donde además de existir escalas

individuales, se han diseñado cuestionarios para evaluar la relación en el contexto de terapia de

pareja y familiar, como se presentará en próximas secciones.

Una última área de investigación que se abordará en este apartado busca arrojar luz sobre

el proceso de construcción de la relación. Lo primero que es importante mencionar, es que la

cantidad de información en este campo es más reducida. Así, cuando Noyce y Simpson (2018)

realizaron una meta síntesis sobre la experiencia de formación de la relación terapéutica desde la

Page 17: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

13

perspectiva del consultante, lo hicieron con 13 estudios. En aquella investigación lograron

identificar algunos factores del terapeuta que los consultantes tienen en consideración en el

marco de la relación, pero se resalta la limitada cantidad de información.

Algunos autores señalan la importancia de conocer el punto de vista de quien consulta, ya

que hay evidencia de que son sus percepciones las que se asocian con resultados favorables en el

proceso psicoterapéutico (p. ej. Zuroff y Blatt, 2006; Browne et al., 2019). No obstante, el

limitarse a revisar la perspectiva del consultante no da cuenta del punto de vista de la otra parte

esencial de toda relación terapéutica: el terapeuta. Así, desde los estudios analizados por Noyce y

Simpson (2018), no se ofrece acceso a los temores del terapeuta, sus dudas, sus percepciones

sobre aciertos, fortalezas o dificultades del proceso.

En línea con esto, Soares y colegas (2010) afirman que optar por un enfoque co-

constructivo y considerar los dos puntos de vista, del consultante y el terapeuta, puede ayudar a

que la relación sea más efectiva, activa y segura, beneficiando así al proceso terapéutico y su

resultado.

Por último, otros artículos que se han escrito acerca de la construcción de la relación, han

abordado el tema tomando como base la literatura disponible para componer una especie de guía

que integre el conocimiento acumulado, y que arroje luces sobre estrategias que puede o debería

implementar el terapeuta para fomentar el desarrollo de un buen vínculo tanto con el grueso de la

población como con grupos específicos, como adolescentes, pacientes con alguna enfermedad

mental (Deane y Crowe, 2007, Roaten, 2011; Rizvi, 2016; Harris y Panozzo, 2019). A pesar de

su indiscutible valor, el foco de esta investigación se situará más en iluminar el proceso de

formación de ese vínculo, la experiencia de ambas partes, terapeuta y consultante, y partiendo de

Page 18: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

14

allí, identificar estrategias que fomenten la construcción de la relación, concretamente en un

contexto específico: el uso de tecnología para la comunicación en psicoterapia.

4.2 Relación terapéutica en el enfoque sistémico

Al revisar la literatura disponible acerca de aspectos asociados a la relación terapéutica y

a su construcción en el marco del enfoque sistémico, especialmente en el campo de terapia de

pareja y de familia, se encuentra que no siempre está explícito si el estudio en cuestión está

enmarcado en el paradigma sistémico o en otra forma de terapia familiar, como la Terapia de

Pareja Conductual Tradicional. Además, con el paso de los años, algunos acercamientos a terapia

con más de un individuo han ido integrando técnicas y teoría de otros enfoques, lo cual difumina

los límites entre lo sistémico y lo no sistémico (Heatherington et al., 2015), afectando el proceso

de selección de algunos trabajos para la investigación.

A pesar de lo anterior, precisamente de manera inherente a su marco epistemológico, que

concibe al terapeuta como parte del sistema terapéutico, desde el enfoque sistémico también se

reconoce la importancia de la relación terapéutica, de la postura de los miembros en interacción,

y a ello se le otorga un espacio en la investigación. Un primer hallazgo en este tema, presentado

en un meta análisis de Friedlander y colegas (2011), demuestra que el efecto de la relación en el

resultado de terapia de pareja o familiar se equipara a aquel de la relación terapéutica en terapia

individual, afirmación también compartida por Karver y asociados (2006).

En cuanto a las herramientas empleadas para estudiar este concepto, si bien muchos

estudios en el campo emplean escalas integrativas y transteóricas para medir la relación

terapéutica, como WAI (Hovarth y Greenberg, 1989), una característica de los procesos

sistémicos es que en aquellos casos en que asiste más de una persona a terapia entran en juego

Page 19: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

15

las dinámicas internas del sistema consultante así como las que desarrolla el terapeuta con el

sistema, y con cada miembro y en ocasiones, con cada subsistema, lo que termina influyendo en

la relación terapéutica.

Las anteriores particularidades teóricas y epistemológicas, en las cuales se profundizará

más adelante en este trabajo, han sentado una base para la creación de instrumentos que permitan

examinar el vínculo en una terapia sistémica, tanto con el uso de autoinforme, como de

observadores entrenados, en terapia individual, de pareja y de familia. Los ejemplos recientes

más conocidos son ITAS, CTAS y FTAS (Pinsof y Catherall, 1986) como medidas de auto

informe para terapia individual, de pareja y de familia respectivamente, y SOATIF (Friedlander

et al., 2006), desarrollado para el análisis con autoinforme, y observadores entrenados.

Con respecto al proceso de construcción de la relación terapéutica, una vez más, es

importante resaltar que la información empírica disponible es escasa. Retomando el trabajo de

Noyce y Simpson (2018), para su meta síntesis de estudios cualitativos sobre la experiencia de

formación de relación desde el punto de vista del consultante, sólo dos de los trece artículos que

analizaron hicieron su estudio desde la terapia familiar, sin que se hiciera explícito en ellos una

orientación epistemológica consistente con el paradigma sistémico (Everall y Paulson, 2002;

Eyrich-Garg, 2008).

Un trabajo reciente en el contexto colombiano es el de Dueñas Ramírez y Riveros Reina

(2017), donde a través de la comparación de los casos de tres jóvenes atendidos en terapia

sistémica por problemas de alcohol, anorexia y videojuegos, realizan en la modalidad de estudio

de caso un análisis holístico cualitativo de las pautas en la relación terapéutica y su efecto en el

cambio. Si bien las autoras describen y analizan el tipo de interacciones que ocurren en el

Page 20: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

16

diálogo terapéutico en tres momentos del proceso, y llegan a la conclusión de que para construir

una buena relación es preciso ajustarse a cada consultante y su versión del mundo, al enfocarse

en análisis de conversaciones e interacciones, su investigación en particular no brinda

información sobre la experiencia del terapeuta o de los consultantes en este proceso, lo cual

constituye un área a explorar, especialmente en un área novedosa como la telepsicología.

4.3 Telepsicología

La telepsicología es un tema relativamente nuevo en la investigación, y sin embargo, ya

se discutía hace más de veinte años, cuando empezaban a abrirse espacios para reflexionar sobre

las consideraciones éticas que implicaba ofrecer psicoterapia de manera virtual (Stricker, 1996).

En el transcurso de pocos años se hizo disponible información sobre diferentes modalidades de

apoyo psicológico usando Internet como canal, y se empezó a facilitar información sobre cómo

implementarlas (Castelnuovo et al., 2001).

Mucho ha avanzado desde ese momento, y actualmente se han llevado a cabo estudios

que ponen a prueba la efectividad de las intervenciones psicológicas realizadas en línea,

encontrando efectos positivos en el tratamiento de problemas como trastorno de estrés

postraumático (Bolton y Dorstyn, 2015), trastorno de pánico (Klein et al. 2006), depresión

(Sharry et al. 2013), y ansiedad (Spence et al. 2011). Además, estudios examinando

intervenciones en línea o mixtas (con un componente presencial y uno en línea, sincrónico o

asincrónico) para terapia de pareja y de familia han arrojado resultados prometedores (Cicila, et

al. 2014; Comer et al. 2013).

A pesar de lo anterior, la investigación en esta área aún está en sus albores, muchos de los

estudios han sido realizados con muestras pequeñas, por lo cual algunos autores aconsejan reunir

Page 21: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

17

más evidencia antes de confirmar la eficacia de la telepsicología para ciertos problemas de salud

mental (p. ej. Loucas et al. 2014).

Por otro lado, como respuesta al rápido aumento del uso de internet en la vida cotidiana y

el crecimiento del uso de telesalud en distintos contextos, varias entidades reguladoras de

profesiones de la salud empezaron a publicar lineamientos para la práctica de su labor en línea.

Así, en 2013 la Asociación Americana de Psicología publicó un documento donde detallaba una

serie de sugerencias a considerar frente a acciones como ofrecer teleconsultas, administrar

consentimientos informados de manera virtual, pruebas y evaluaciones en esta modalidad, y dar

un trato adecuado a la información confidencial del paciente (APA, 2013).

Ante el panorama de un creciente uso de Internet para ofrecer psicoterapia, se pone de

manifiesto la importancia de establecer lineamientos que garanticen la mejor atención posible en

nuevos contextos. En ese sentido, y en línea con el documento publicado por la APA, Colombia y

muchas otras partes del mundo ya cuentan con una importante cantidad de guías oficiales y no

oficiales con información detallada sobre consideraciones éticas y prácticas de la atención por

telepsicología (p. ej. Acero et al., 2020; Gutierrez, 2020; McCord et al. 2020). No obstante,

habiendo establecido referentes éticos, se precisa de mayor evidencia empírica en otros aspectos,

entre ellas la construcción de relación terapéutica, la aplicación de ciertas técnicas terapéuticas

en sesiones virtuales, la accesibilidad en zonas de difícil alcance así como estrategias que puede

implementar el terapeuta en caso de dificultades de conexión.

Es necesario además resaltar que mucha de la evidencia disponible en torno a la

telepsicología, y gran parte de la literatura anteriormente citada se ha obtenido con

Page 22: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

18

intervenciones individuales desde terapia cognitivo conductual. En ese sentido, se destaca la

importancia de ampliar la información desde otros enfoques, como el sistémico.

4.4 Relación terapéutica en telepsicología

Siguiendo la tendencia de los estudios en psicología, el campo de investigación en

telepsicología ha abierto un espacio considerable para estudiar la relación terapéutica. En esa

línea, una de las prioridades ha sido evaluar si una relación terapéutica es posible en condiciones

de virtualidad, y si su calidad es comparable a la de la relación de un proceso terapéutico

presencial.

En este sentido, el artículo de Manfrida y colegas (2017) acerca de recomendaciones para

mejorar las relaciones terapéuticas usando distintos tipos de herramientas virtuales presenta dos

teorías empleadas en la investigación para explicar el efecto que puede tener la comunicación en

línea sobre el bienestar en los adolescentes, y extrapola su aplicación a la comprensión de la

relación terapéutica. Por una parte, la teoría de la desconexión, postula que Internet es un

reemplazo insuficiente del contacto cara a cara. Sin embargo, los autores sustentan su artículo en

la otra, la teoría de la estimulación, que afirma que la comunicación virtual enriquece el contexto

relacional y promueve oportunidades para crecimiento y adaptación.

En esta línea, un meta análisis de Sucala y asociados (2012) encontró que en los estudios

analizados, los consultantes se mostraban satisfechos con la relación que habían desarrollado con

sus terapeutas, calificándola de personal, e incluso con algunos llegando a afirmar que no

extrañaban el contacto cara-a-cara (Ruwaard et al. 2009). A pesar de lo prometedor de algunos

resultados, Sucala y asociados (2012) señalaron que de 840 estudios que revisaron, sólo 11

evaluaron la relación terapéutica, y sólo 6 de ellos lo hicieron como propósito principal del

Page 23: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

19

estudio. Además, la gran mayoría de estudios incluidos en este meta análisis pertenecían a terapia

cognitiva conductual, lo que resalta la importancia de fomentar la investigación en otras

modalidades de terapia.

Asimismo, es importante seguir investigando en contextos diversos, pues es posible que

haya diferencias en las relaciones interpersonales, y en consecuencia las terapéuticas, en el

contexto holandés (Ruwaard et al., 2009) y el latinoamericano. Finalmente, aun cuando se haya

encontrado evidencia de participantes que afirman no extrañar el contexto cara a cara (Ruwaard

et al., 2009), este estudio cuantitativo no indagó por las razones detrás de esta situación, con lo

cual se hace necesario formular estas preguntas para conocer particularidades del contexto virtual

que para algunos podrían ser tanto o más satisfactorias que el contexto presencial.

Con respecto a experiencias concretas de la construcción de relación terapéutica, un

estudio cualitativo de Fletcher-Tormenius y Vossler (2009) analizó entrevistas con seis

terapeutas, donde se indagó acerca de la confianza en la relación con consultantes atendidos a

través de telepsicología. Aunque los participantes de este estudio señalaron que en su experiencia

la construcción de la confianza era similar a aquella en los procesos presenciales, y destacaron

que percibían en sus consultantes virtuales mayor desinhibición posiblemente asociada con el

canal de atención, varios de los relatos surgidos se relacionaban con atención asincrónica y sin el

uso de videoconferencia como medio de comunicación.

Teniendo en cuenta lo anterior, aún es importante conocer más sobre el proceso de

construcción de distintos aspectos de la relación terapéutica en telepsicología (además de la

confianza), particularmente en el contexto de interacciones sincrónicas, como la

videoconferencia.

Page 24: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

20

4.5 Telepsicología en el enfoque sistémico

Para el presente apartado, se realizó una búsqueda en las bases de datos de psicología de

ProQuest, EbscoHost, Dialnet, APA PsychNET, Sage Journals y Scopus usando las palabras

“telepsicología sistémica”, “terapia virtual sistémica”, “teleterapia sistémica”, “systemic online

therapy”, “systemic internet therapy”, “systemic teletherapy”, “couples and family online

therapy”. Teniendo en cuenta la reducida cantidad de resultados directamente relevantes, se pone

de manifiesto que pese al crecimiento que ha tenido la investigación en telepsicología en los

últimos años, existe un importante vacío en el área de estudios provenientes del enfoque

sistémico.

Con respecto a lo anterior, vale la pena reiterar que, aunque haya algunos estudios de

terapia familiar y de pareja, este tipo de procesos no siempre se llevan desde el enfoque

sistémico, y los estudios no siempre son claros acerca de la postura epistemológica de su

modalidad terapéutica. Además, incluso desde la terapia familiar y de pareja se ha destacado la

imperiosa necesidad de desarrollar y evaluar programas de atención en terapia familiar y de

pareja, así como investigar y difundir información que contribuya a la educación de los

profesionales en las mejores prácticas para atender, entrenar y supervisar dentro de este marco de

terapia (Borcsa y Pomini, 2018).

En línea con lo anterior, Fernández Duran (2016), quien también destaca en su trabajo la

falta de trabajos en telepsicología desde el enfoque sistémico, desarrolló una tesis teórica donde

analizó las particularidades epistemológicas del enfoque sistémico y cómo estas se podían verse

aplicadas al uso de tecnologías de comunicación. También él destaca la importancia de recibir

formación especializada que permita ofrecer psicoterapia de manera remota, pero resulta claro

Page 25: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

21

que un aspecto que favorecerá la formación es contar con datos empíricos que den cuenta del

desarrollo de las vivencias del sistema en teleterapia.

Con respecto al contexto colombiano, recientemente Ángela Hernandez (2020) compartió

algunas de sus experiencias brindando atención psicoterapéutica sistémica en línea. En su

artículo, Hernandez propone tres pilares para este tipo de atención: la relación terapéutica, la

psicoterapia como proceso estratégico que engloba a los consultantes en su contexto, y el

enfoque de los recursos. Finalmente, a pesar de presentar información que sugiere que la terapia

en línea podría ser comparable a la terapia presencial, la autora destaca que la ausencia de datos

y prácticas empíricamente validadas ofrecen un contexto para la innovación. Y es en el centro de

todas estas ideas que se sitúa la presente investigación.

Page 26: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

22

5. Marco teórico

La presente investigación-intervención tiene como objetivo estudiar la construcción de

relación terapéutica en procesos de psicoterapia sistémica llevados a través de telepsicología.

Teniendo esto en cuenta, el estudio está cimentado sobre algunos fundamentos teóricos que

alimentan tanto el componente interventivo, como la parte investigativa. A continuación se

presenta un recorrido por las áreas relevantes, buscando partir de lo general a lo particular:

primero se abordará la relación terapéutica y sus posibles rupturas, luego, se mencionarán

algunas generalidades del enfoque sistémico como modelo terapéutico, y posteriormente se

hablará sobre la relación terapéutica en el enfoque sistémico. Además, teniendo en cuenta que

esta investigación está permeada por ideas del construccionismo social, se presentará esta

postura y se mostrará cómo se asocia a una visión específica de la relación y la práctica

terapéutica.

Una vez se han cubierto estos aspectos de la relación, para finalizar este apartado se

procederá a exponer algunos puntos en torno a la práctica de telepsicología y su papel en la

relación terapéutica, presentando algunas fortalezas, barreras y estrategias identificadas en la

literatura que iluminarán el diseño metodológico de este estudio.

5.1 Relación terapéutica

La relación terapéutica es aceptada como uno de los factores comunes con mayor impacto

en el resultado de los procesos psicoterapéuticos (Lambert, 2003). En ese sentido, los distintos

enfoques psicoterapéuticos reconocen la importancia de que exista una relación entre el terapeuta

y el consultante donde este último se sienta seguro y contenido por el primero (Gilbert y Leahy,

2007). Gómez (2010) incluso resalta que la relación es condición de posibilidad de tratamiento,

Page 27: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

23

al ser el canal a través del cual tiene lugar la psicoterapia. A pesar de ello, no existe una

definición unificada a lo largo de toda la literatura, que sea utilizada para explicar este concepto.

Algunos autores entienden y emplean de manera intercambiable los términos “relación” y

“alianza” terapéutica (p. ej. Karver et al. 2006; Etchevers et al. 2010). En el caso de Karver y

asociados (2006), su artículo afirma que la “relación” y la “alianza” parecen ser el mismo

constructo con diferentes nombres, y que en cualquier caso se trata de un concepto que puede

abarcar una conexión emocional con el terapeuta, una conexión cognitiva, como la esperanza de

que el tratamiento funcione, y, en una dimensión conductual, la participación en la terapia.

No obstante, para otros autores, la alianza es un componente de la relación, y denota un

lazo colaborativo, la capacidad de consultante y terapeuta para trabajar hacia las metas

propuestas para el tratamiento (Hartley, 1985). En línea con esto, Gelso y Carter (1985)

proponen la definición de este término como “los sentimientos y actitudes que el terapeuta y el

cliente tienen por el otro, y el modo en que los expresan” (p. 159), una postura que indica que la

relación es un concepto amplio, con varios componentes. Estas consideraciones sustentan la

elección del término “relación” para este estudio, en ocasiones alternado con la palabra “vínculo”

con el fin de reducir la redundancia.

De acuerdo con Beitman et al. (2005), algunos factores que pueden influir tanto en el

proceso y resultado de terapia como en la relación terapéutica están relacionados con la

idoneidad del cliente para tomar psicoterapia, lo que podría interpretarse parcialmente como una

idoneidad de su problema de consulta para ser trabajado en este escenario, pues en algunas

ocasiones el motivo de consulta se basa en necesidades de fondo que deben ser resueltas por

Page 28: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

24

fuera del consultorio: dificultades para acceder a recursos como dinero, comida, refugio, vestido

o tratamiento médico.

En segundo lugar, el tipo de rol con el que se siente más cómodo el consultante puede

influir en la relación. Así, consultantes que deseen asumir una posición de empoderamiento en el

proceso de terapia por encima de privilegiar una narrativa victimizante, se sentirán más cómodos

en un proceso consecuente con lo que están buscando. Sin embargo, Breitman et al. (2005)

advierten que en ocasiones, adaptarse a las expectativas del consultante en este sentido, si bien

puede favorecer la relación terapéutica, podría afectar negativamente los procesos de cambio,

como puede ser el caso de consultantes cuyo motivo de consulta tenga que ver con una actitud de

sumisión que se replica en terapia sin que esto sea involucrado y trabajado en el proceso.

En tercer lugar se destaca la habilidad de introspección del consultante. Como señalan

Breitman et al. (2005). la capacidad de auto-observación facilita el avance en terapia permitiendo

ajustar expectativas problemáticas y fomentando la resiliencia y una mejor respuesta al estrés.

Así mismo, está asociada a receptividad frente a la terapia, lo cual favorece la relación

terapéutica.

Adicionalmente se destacan las influencias positivas y negativas del ambiente del

consultante. Frente a este punto se resalta que una postura favorable por parte de familiares o

amigos con respecto al ingreso del consultante al proceso terapéutico está asociada con una

buena relación terapéutica y mayor compromiso con el tratamiento. Por el contrario, cuando los

consultantes se sienten presionados a acudir a terapia, tienden a adoptar una postura defensiva

que dificulta la construcción del vínculo (Breitman et al., 2005).

Page 29: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

25

Por último, Breitman et al. (2005) recalcan la importancia de la experiencia del terapeuta

en cuanto a su historia con diferentes consultantes, sus ideas sobre cómo debe transcurrir el

tratamiento, y sus creencias en torno a si pueden o no ayudar a quien consulta. Sentimientos de

frustración, impotencia o disgusto personal, por ejemplo, suelen estar asociados a dificultades en

la relación terapéutica.

Por su parte, Bennett-Levy y Thwaites (2007) afirman que las creencias y asunciones del

terapeuta frente a la terapia impactan tanto su desempeño como la relación terapéutica. En ese

sentido, creencias asociadas al “deber ayudar” a todos los consultantes pueden generar irritación,

sensación de fracaso y desgaste emocional que se ven reflejados en su desempeño e impactan el

vínculo. Así mismo, las asunciones estereotípicas del terapeuta con respecto a ciertos tipos de

casos o grupos poblacionales, afectan su relación con los consultantes.

En cuanto a los componentes que se han señalado en la relación terapéutica, si bien

tienden a variar en función del autor, con frecuencia se menciona la importancia de la alianza

terapéutica, la experticia del terapeuta, su calidez, respeto, empatía y aceptación hacia el

consultante, así como la confianza que se genera entre ambas partes (Lambert, 2003). La

mayoría de estos son factores asociados al apoyo emocional que presta el terapeuta, y por tanto,

pueden tener un impacto en los procesos terapéuticos más allá de su enfoque teórico.

De los anteriores, un concepto frecuentemente destacado a la hora de conversar acerca de

la relación terapéutica es la empatía. Según Comer y Timmons (2019), este término se puede

entender desde los hallazgos de neurociencia como un proceso mental formado por algunos

componentes clave: primero, los procesos mentales que permiten tomar perspectiva y adoptar el

punto de vista del otro, segundo, estimulación emocional que refleja el estado afectivo del otro, y

Page 30: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

26

finalmente, procesos de regulación emocional que modulan la respuesta afectiva a la

estimulación experimentada. La presencia y coordinación de estos factores en psicoterapia

permite estar en sintonía con el otro, sentir y demostrar compasión por su situación, y movilizar

recursos para poder ofrecerle apoyo.

Es importante destacar que para ser empático, con todas las implicaciones que tiene para

el vínculo con el otro, no basta con sentir empatía, sino que es necesario poder transmitirla. En

este sentido, las conductas empáticas usualmente incluyen señales verbales y no verbales, como

contacto visual, expresiones faciales, lenguaje corporal que se adapte al tema de conversación o a

la expresión emocional de la otra persona, cambios en el tono de voz que armonicen con los del

consultante, así como afirmaciones, conjeturas o simbolizaciones de la experiencia emocional

del otro, y el uso de su propio lenguaje para conversar acerca de las vivencias que se abordan en

terapia (Grondin et al. 2019).

Por último, existe evidencia de que la relación terapéutica y sus componentes no

solamente son relevantes para el proceso de psicoterapia, sino que también podrían impactar el

bienestar y la salud mental del psicólogo clínico (Tangarife et al., 2020). Por una parte, los

autores señalan que la relación terapéutica puede estar asociada a mejoras en la confianza,

regulación emocional y fortalecimiento en las habilidades terapéuticas, lo cual se asocia a una

disminución en el estrés. Por otra parte, el vínculo terapéutico podría tener impacto negativo en

la salud mental del psicólogo, asociado a fenómenos como el síndrome de burnout, depresión,

ansiedad, estrés por compasión e incluso riesgo suicida. Esta evidencia resalta la importancia de

considerar el impacto que tienen las interacciones terapéuticas en todas las personas que hacen

parte de ellas.

Page 31: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

27

5.2 Rupturas de la relación terapéutica

Según Katzow y Safran (2007), el desarrollo de la relación terapéutica implica una

constante negociación entre las necesidades propias y ajenas debido a que involucra una

interacción entre dos o más personas distintas que traen al escenario de terapia sus propias

expectativas, actitudes y características. Los autores mencionan que esta negociación

normalmente ocurre de manera inconsciente cuando las cosas están fluyendo sin dificultades,

pero cuando aparece una ruptura, la negociación se vuelve el centro de atención.

De acuerdo con Eubanks y asociados (2018), “una ruptura es un deterioro en la relación

terapéutica, generada por un desacuerdo entre el paciente y el terapeuta por metas del

tratamiento, falta de colaboración en tareas terapéuticas, o tensión en su lazo emocional” (p.

508). Es importante señalar que la palabra “ruptura” no denota únicamente momentos dramáticos

de la relación, pues muchos estudios incluyen en este concepto desacuerdos y tensiones menores

(Eubanks et al. 2018).

Algunos de los indicadores de que ha ocurrido una ruptura son deterioros en el proceso de

comunicación (Safran y Muran, 2006), el desarrollo de emociones fuertes hacia el consultante

por parte del terapeuta, como aburrimiento, molestia, preocupación excesiva y hostilidad, si bien

algunas de estas reacciones emocionales también pueden estar más relacionadas con el mismo

terapeuta que con la relación que tiene con su consultante (Hill y Knox, 2008).

Otras señales que podrían sugerir una disrupción en la relación son la negativa abierta del

consultante de participar en alguna actividad de la terapia, la sensación, a veces expresada

abiertamente, que pueden tener los consultantes de que al terapeuta no le importa o incluso no le

agrada él o ella, la actitud dubitativa del consultante, que puede sugerir duda con respecto a la

Page 32: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

28

terapia o al profesional, y la incapacidad del terapeuta de monitorear y controlar sus reacciones

negativas, o responder de manera cálida a la otra persona (Elliot et al. 2004).

En general, las rupturas pueden darse por confrontación o por distanciamiento (Harper,

1989a; Harper, 1989b). En las rupturas por confrontación, el paciente expresa abiertamente

enojo, resentimiento, descontento frente al terapeuta mismo, o a algún aspecto de la terapia

(Salgado, 2016). En las rupturas por distanciamiento, por otro lado, el consultante se retrae y se

desconecta de sí mismo, de sus emociones o del terapeuta, evita las preguntas terapéuticas, o

intenta ocultar su desazón con una actitud apaciguadora (Eubanks et al. 2018; Salgado, 2016).

Un estudio realizado por Hill et al. (2003), revisó desde el punto de vista del terapeuta la

resolución de eventos adversos en terapia, que habían sido expresados abiertamente por el

consultante en forma hostil, o bien cuando el terapeuta sospechaba que existía alguna molestia,

lo cual podría entenderse de manera paralela a las rupturas por confrontación y por

distanciamiento.

Los autores encontraron que los terapeutas tenían mayor dificultad para trabajar con los

clientes que expresaban enojo de manera hostil, que en casos en los que había sospecha de esta

emoción. Además, cuando había hostilidad solía haber también reacciones negativas en el

terapeuta, acompañadas de emociones como ansiedad, incompetencia, molestia y frustración.

Con frecuencia los terapeutas sentían compasión por consultantes que se habían distanciado, y

tenían el deseo de ayudarlos a explorar y expresar su molestia, mientras que, cuando las

expresiones de enojo eran abiertas, sentían la presión de manejar esta emoción y a ello se añadía

la responsabilidad de acompañar al consultante a procesarla.

Page 33: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

29

En este mismo estudio se encontró que los eventos hostiles se resolvían más a menudo

cuando los terapeutas podían sentirse molestos o frustrados en lugar de sentirse ansiosos o

incompetentes. Así mismo, buscar conectar con el consultante y atribuir los problemas a

dificultades en la relación terapéutica en lugar de a la personalidad del otro, eran acciones que

contribuían de manera positiva a la resolución de estos eventos (Hill et al. 2003).

Baillargeon y asociados (2012) sugieren que las reacciones tanto de confrontación como

de distanciamiento reflejan diferentes estilos de adaptación del paciente. Cuando las acciones del

terapeuta son consistentes con el “patrón disfuncional interpersonal” del consultante, se perpetúa

dicho ciclo interpersonal disfuncional (Safran, 1990 citado por Baillargeon et al. 2012). En este

punto también insisten Katzow y Safran (2007), pues afirman que las interacciones

problemáticas que originan rupturas pueden ser un espejo del comportamiento del consultante

por fuera del consultorio, y su exploración, así como la introspección del terapeuta con respecto

a cómo recibe la actitud del consultante, abre el camino a elucidar patrones de relacionamiento

que pueden contribuir al desarrollo de la terapia.

Adicionalmente, señalan Katzow y Safan (2007), es preciso que el terapeuta reflexione

con respecto a sus contribuciones a la situación que generó la ruptura, moviendo la mirada a su

experiencia subjetiva y haciéndose consciente de sus propias emociones y pensamientos a lo

largo de este proceso. Desde este punto de vista y teniendo en cuenta la importancia de la

relación terapéutica, es necesario prestar minuciosa atención al tipo de interacciones que tienen

lugar en terapia, buscar reparar las rupturas de un modo adecuado cuando se presentan, y situar

la información que ofrecen en el contexto interpersonal de todos los participantes.

Page 34: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

30

Por otra parte, Liotti (2007) asegura que para reparar una ruptura primero hay que

recuperar un apego seguro en la relación, y posteriormente, trabajar en recobrar una actitud

cooperativa hacia la meta común del tratamiento a través de una exploración empática, libre de

juicios y no a la defensiva con el fin de comprender las razones que generaron la crisis en la

relación. El autor destaca el valor de que las interacciones para abordar la situación tengan un

tono cálido, enfocado en las emociones, y no frío, enfocado en la meta.

Hill y Knox (2008) se suman a quienes proponen que estos incidentes deben hacerse

explícitos. Las autoras resaltan la importancia de poder expresar y aceptar las emociones a través

de la metacomunicación como una manera de resolver los problemas, mejorar la relación, y

ayudar a los consultantes a emplear el aprendizaje obtenido de esta experiencia en otras áreas de

sus vidas.

Además de lo anterior, se ha encontrado que no todas las rupturas tienen el mismo

impacto, dependiendo del contexto en el que surjan. De este modo, según Rhodes et al. (1994),

en casos en que se resolvían las rupturas usualmente existía una buena relación terapéutica antes

del malentendido. Con frecuencia cuando se lograba reparar la situación, el consultante se sentía

cómodo para expresar lo que le había incomodado, bien fuera de inmediato, o después de cierto

tiempo. Ante ello, los terapeutas algunas veces se disculpaban aceptando su responsabilidad y

cambiando el comportamiento problemático, o en otros casos, los consultantes aceptaban la

perspectiva del terapeuta, encontrando una reinterpretación del suceso. Adicionalmente, en estos

casos los consultantes indicaron que la relación mejoró como resultado del trabajo en conjunto

para superar el suceso, algo que permitía ambos entender lo que había ocurrido.

Page 35: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

31

En contraste con lo anterior, cuando de antemano existía una relación terapéutica negativa

o débil, pocos consultantes expresaban su insatisfacción al terapeuta, quien con frecuencia

mantenía la conducta sin considerar el punto de vista del consultante ni explorar sus

sentimientos, lo cual con frecuencia estaba asociado a una terminación prematura del proceso

terapéutico (Rhodes et al. 1994).

De acuerdo con Eubanks et al. (2018), se considera reparada una ruptura cuando el

consultante y el terapeuta retoman la actitud colaborativa en el trabajo de terapia con un vínculo

afectivo fuerte. Según estos autores, las estrategias para repararla pueden ser directas, donde el

terapeuta reconoce abiertamente la ruptura, o indirectas, donde busca hacer los ajustes para

resolverla sin mencionarla explícitamente. También, se añade en el artículo, pueden ser

inmediatas, buscando reparar la ruptura para regresar al punto donde había quedado la terapia

antes de descubrirla, o expresivas, poniendo el foco de la terapia en lo que ocurrió y las

necesidades o preocupaciones del paciente asociadas con esa situación.

Como se pudo evidenciar en la presente sección, un gran número de artículos hacen

énfasis en la importancia de hacer explícita la noción de una ruptura dentro de las conversaciones

en terapia, aun cuando Eubanks et al. (2018) encuentran que no todos los terapeutas trabajan del

mismo modo y en ocasiones se sitúa el énfasis en tratar de mejorar la situación de manera

indirecta. Finalmente, en lo que parecen coincidir todos los autores, es en la importancia del

proceso reflexivo que permita dar cuenta de lo que ocurrió y cómo puede tenerse en cuenta este

aprendizaje durante el resto de la terapia para consideraciones frente a las necesidades del

consultante, el terapeuta, y la relación.

Page 36: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

32

5.3 Algunas comprensiones generales del modelo sistémico

A nivel general, el enfoque sistémico como modelo terapéutico se ocupa de comprender y

modificar "las dinámicas interpersonales e interaccionales, en contraposición con las

intrapersonales, que mantienen problemas psicológicos” (Heatherington et al. 2015, p. 348).

Además, añaden los autores, “las formulaciones de caso sitúan dichos problemas tanto en el

contexto de sistemas diádicos, familiares, como en macrosistemas” (p. 348).

En otras palabras, la teoría sistémica asume que únicamente puede entenderse el

comportamiento de un sistema al considerar las características individuales de los elementos que

lo componen y la relación entre ellos. Así, se entiende a la familia como sistemas de personas

que se encuentran anidados en sistema sociales más amplios. De esta manera, desde el modelo

sistémico actual no se pone el énfasis en la noción de problema, sino en los eventos o situaciones

que hacen parte de procesos más grandes que involucran a otras personas, comportamientos, y

significados, ubicando cada suceso en un contexto (Tickle y Rennoldson, 2015).

Aunado a lo anterior, el modelo sistémico cuestiona la comprensión de los eventos

basada en la idea de una causalidad lineal, proponiendo la causalidad circular en su lugar. Así, al

considerar que los comportamientos y experiencias vividas hacen parte de un logro colectivo de

diferentes partes del sistema trabajando de manera simultánea, no es imposible rastrear la

causalidad en una sola dirección y apuntar a una única fuente, pues hay varios factores

involucrados en los distintos sucesos (Tickle y Rennoldson, 2015).

Von Schlippe y Schweitzer (2003), describen la causalidad circular en mayor detalle.

Teniendo en cuenta que el foco se ubica en el modelo de relaciones e interacciones (y no en los

componentes individuales), un cambio en un sector del sistema implica otro cambio en un sector

Page 37: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

33

distinto. Al tratarse de sistemas humanos, cada uno interpreta los cambios de distinto modo y

reacciona a estas transformaciones, generando a su vez un impacto en los demás, lo que

desencadena otra serie de reacciones, y así sucesivamente. De esta manera, se abandona la idea

de "A causa B", y se sitúa la mirada sobre la complejidad.

Abrazar la idea de causalidad circular implica partir de la recursividad de los procesos

sociales, entendiendo que en un sistema, cada conducta está condicionada conjuntamente por las

conductas de otros, y a su vez, tienen un papel condicionante sobre ellas. Toda acción tiene un

impacto sobre la persona que actúa, y a esto se le entiende como “autorreflexividad” (von

Schlippe y Schweitzer, 2003).

En los albores de la cibernética como eje de la terapia sistémica se entendía al terapeuta

como observador, ubicándolo en una situación similar a aquella en la que se encontraba un

ingeniero ante una caja negra: según esto, el terapeuta sería capaz de manipular unilateralmente

el sistema observado, es decir, al sistema consultante (Kenney, 1983). Esta perspectiva se

conocía como cibernética de primer orden. Bajo este punto de vista, surgieron teorías acerca de

cómo debía ser un sistema familiar “funcional” y se diseñaron intervenciones que permitieran al

terapeuta cambiar lo “disfuncional” de la familia para permitirle ajustarse al estado ideal (von

Schlippe y Schweitzer, 2003).

Con el tiempo se empezó a cuestionar esta visión que prometía definiciones normativas

claras sobre lo deseable y lo que no lo era, atendiendo a las particularidades de cada caso y en

respuesta también a las transformaciones que tenían lugar en otros campos. Además. al reconocer

la autopoiesis (autoorganización) de los sistemas vivientes, se empezó a reformular el papel de la

influencia externa, y con ello, a replantearse el rol del terapeuta, descartando que pudiera

Page 38: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

34

controlar todo cuanto sucedía en el sistema, y considerando que todo lo que podría hacer, era

estimularlo para que oscilara por sí mismo. De la mano con esta idea, la influencia de las ideas

constructivistas situó el foco sobre el impacto de las características personales y particulares de

cada terapeuta sobre su manera de concebir los casos, afirmando que no podía separarse al

terapeuta de la comprensión del sistema (von Schlippe y Schweitzer, 2003).

De este modo se hizo hincapié en la necesidad de no solamente analizar el sistema

consultante (el objeto), sino también voltear la mirada sobre el observador mismo. Se empezó a

comprender entonces al terapeuta ya no sólo como causante de cambios, sino como “experto en

la puesta en marcha de procesos útiles (con Schlippe y Schweitzer, 2003, pp. 59), y blanco de

efectos producidos por el objeto observado, concibiéndose de este modo al observador como

parte del sistema, lo que dio origen a la cibernética de segundo orden: la cibernética de la

cibernética (von Foerster, 1991; Steier, 1996).

El nacimiento de la cibernética de segundo orden vino acompañado de cambios en las

formas de terapia sistémica: el terapeuta dejaba de lado su posición de experto ajeno al sistema

consultante y se consideraba parte del sistema terapéutico, abandonando cualquier pretensión de

“objetividad” para integrar en su concepción del caso los procesos autorreferenciales que

cimientan la concepción de relación terapéutica en el modelo sistémico (Keeney, 1983).

Si bien a lo largo de los años han surgido diferentes modelos teóricos adscritos a la

psicoterapia sistémica, existen algunos aspectos comunes a todas las corrientes. En primer lugar,

la práctica sistémica sitúa el foco en la interacción y el contexto, en lugar de considerar cada

individuo de manera aislada. En segundo lugar, se privilegian los recursos y destacan las

fortalezas del sistema consultante por encima del déficit. Adicionalmente, se diagnostican las

Page 39: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

35

dificultades en el marco de un contexto relacional, en lugar de centrar un problema en un

individuo. Asimismo, se considera fundamental generar el espacio de escucha cuidadosa y

respetuosa para el punto de vista del consultante (Rambo et al. 2010).

5.4 Relación terapéutica en terapia sistémica

Con el surgimiento de la cibernética de segundo orden en la terapia sistémica se abre el

camino para que el terapeuta se piense a sí mismo en el sistema, debiendo entonces considerar no

solamente su rol facilitativo, sino participativo en el proceso de cambio (Real, 1990). De este

modo, Terry Real (1990) resalta la importancia de que el terapeuta revise comportamientos

propios como los movimientos, las preguntas y el énfasis en la conversación, con el fin de

hacerse responsable de una parte de lo que pasa en terapia. Estas ideas pueden vincularse no

solamente al resultado del proceso psicoterapéutico, sino también a lo que sucede en la relación

terapéutica.

Desde el paradigma sistémico se entiende que cada persona está insertada en un contexto

específico: somos parte de redes complejas de significados, interacciones y patrones de conexión

en constante evolución (Hardham, 1996). De la mano con esto, Hardham (1996) menciona que la

actividad de cualquier terapeuta involucra un proceso atravesado por emociones y reflexiones

que continuamente crean la realidad que percibe en el consultorio a medida que interactúa con el

consultante, quien vive una experiencia similar.

En este sentido, nuestra identidad como terapeutas, y nuestra relación con los

consultantes, están situadas en un contexto específico, e influidas por los significados, valores y

reflexiones que hacen parte del dominio social y cultural en el cual nos situamos (Hardham,

1996), lo cual pone de manifiesto la complejidad de las interacciones en terapia. Nuestra realidad

Page 40: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

36

percibida, dice Hardham (1996), puede sólo ser comprendida en relación, y es en esa relación

dentro de terapia que expresamos nuestra realidad percibida al otro, constantemente asumiendo

una postura frente a cada cosa que dice, bien sea a través de las palabras, o mediante nuestro

lenguaje no verbal, usando a nuestro “yo” en terapia para transmitir todo tipo de mensajes. Esta

visión de la propia persona, añade la autora, implica que asumimos nuestra responsabilidad por

los efectos de nuestro uso del yo, que se manifiesta en nuestras emociones, reflexiones teóricas,

y las posturas intencionales y no intencionales en los contextos relacionales, incluido el

terapéutico.

En esta misma línea, Cantwell y Stagoll (1996) hacen énfasis en que la relación

terapéutica se gesta en medio de “dos dramas”, el del terapeuta, y el del consultante. Los autores

afirman que es imposible para el terapeuta poner el suyo “entre paréntesis”, y por tanto, se

requiere una profunda reflexión de su parte, que le permita hacerse consciente de lo que trae al

encuentro terapéutico, pues desde que entra al consultorio afecta al sistema consultante y es a su

vez afectado por él. Cantwell y Stagoll (1996) dicen entonces “si lo que intentamos cambiar no

nos cambia, estamos jugando con bloques de construcción” (p. 130).

Teniendo en cuenta lo anterior se destaca el concepto acuñado por Elkaïm (1989) quien

usa la palabra “resonancia” para describir las intersecciones personales entre la historia y

creencias del consultante y terapeuta que generan emociones en este último, y que tienen un rol

fundamental dentro de la terapia. Esto se relaciona con el concepto de reflexividad práctica

propuesto por Burnham (1993), quien resalta la necesidad de ser consciente de los efectos de las

acciones del psicólogo/terapeuta en el consultante y en él mismo, partiendo de asimilar que

dentro de la terapia se vive un proceso de influencia mutua donde el terapeuta experimenta

Page 41: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

37

resonancias que influyen en la perspectiva que tiene de la situación y de la otra persona, y las

cuales le transmite directa e indirectamente. El consultante con su respuesta devuelve otros

efectos cognitivos y emocionales hacia el terapeuta, y el proceso de influencia mutua continúa.

Además de lo anterior, teniendo en cuenta que las resonancias del terapeuta tienen un

impacto en el marco de comprensión del caso y en las hipótesis construidas (Ceberio y Linares,

2005), al influir estas ideas y emociones en las conversaciones terapéuticas, tienen un efecto en

el proceso terapéutico, promoviendo o dificultando el cambio (Garciandía y Samper, 2005)

mediante la perpetuación o el distanciamiento de las pautas problemáticas que hacen parte del

motivo de consulta (Chouhy, 2007). Todo esto tiene un fuerte impacto en la relación terapéutica

y pone de manifiesto el alto valor de una práctica reflexiva por parte del psicólogo sistémico.

Por otro lado, desde una conceptualización distinta que proviene de los modelos

terapéuticos sistémicos breves, se enfatiza en las diferentes relaciones que se pueden entretejer

en terapia dependiendo de la posición inicial de quien llega a consulta. De ese modo, los

consultantes han sido definidos como “visitantes”, “demandantes” y “compradores” (De Shazer,

1992). En esta concepción presentada por Steve de Shazer (1992), los primeros llegan a terapia

porque alguien los llevó, bien sea la pareja, los padres, o la orden de alguna autoridad. Los

segundos parecen establecer una relación de tipo comercial con la terapia y el terapeuta,

desarrollando expectativas sobre el tratamiento pero sin necesariamente ver el papel que pueden

tener ellos mismos en la construcción del cambio. Por último, los “compradores” tienen buena

actitud frente al tratamiento y están dispuestos a emprender acciones para buscar el cambio.

De cualquier modo, bien lo mencionaba Bateson (1976): el mapa no es el territorio; es

decir, estas tres categorías no podrían representar adecuadamente la posición de cada persona

Page 42: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

38

consultante en terapia, ni dar cuenta de lo que va a suceder en cada sesión, pero ofrecen una guía

para vislumbrar la complejidad de los factores que pueden impactar las interacciones en el

consultorio, y que exigen que el terapeuta no solamente identifique lo que pasa de ese lado, si no

que nos devuelve a la responsabilidad ya mencionada de identificar cómo influye en su persona

lo que percibe en el otro, y qué interacciones surgen como resultado.

Aunado a esas consideraciones, otra de las particularidades de la terapia sistémica que se

ve reflejada en la relación y es comúnmente citada en la literatura se hace evidente cuando hay

más de una persona que asiste a consulta. Esta peculiaridad no solamente tiene lugar en procesos

de pareja y familia, sino también cuando se invita a otro miembro del sistema a asistir a una

sesión dentro de un proceso individual, algo habitual en la práctica de terapia sistémica y que los

consultantes consideran útil para el cambio (Sim, 2005 citado por Chenail et al. 2011).

De este modo, en muchos casos no solamente se puede hablar de la relación que se

construye entre el terapeuta y la persona consultante, sino que entran en juego dos aspectos

adicionales: la posición que tiene cada individuo frente al terapeuta y la terapia, y las alianzas y

dinámicas dentro de la familia o pareja consultante, que se ven reflejadas en las interacciones

dentro de las sesiones de terapia (Pinsof, 1994).

Con respecto al primer aspecto, tener más de una persona simultáneamente en consulta

inevitablemente conlleva que algunas de ellas estén más comprometidas con la terapia o se

sientan más conectadas con el terapeuta que otras. Esto supone la necesidad de que el terapeuta

intente identificar y entender las diferentes posturas, que obedecen a las complejidades

enmarcadas en sus experiencias y el modo como ven la vida, pero en ocasiones podrían

etiquetarse con alguno de los términos propuestos por terapeutas breves como visitante,

Page 43: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

39

demandante, o comprador. Además, en este aspecto también se incluyen las percepciones que

tiene cada miembro sobre la relación del terapeuta con cada individuo consultante, y con el

sistema en general (Friedlander et al., 2018). El terapeuta puede ir orientando sus intervenciones

a la luz del mapa que se dibuje de estas dinámicas y los cambios en ellas.

Frente al segundo aspecto, al consultorio ingresan y por tanto requieren también ser

consideradas las alianzas previamente existentes dentro de la familia, así como la relación que

tiene el terapeuta con su co-terapeuta, si lo tuviera, y el tipo de vínculo con la institución en la

cual trabaja el terapeuta, en caso de que aplique, pues todo ello tiene repercusiones en la manera

como se desarrolla el proceso terapéutico (Pinsof, 1994 citado por Friedlander et al., 2018).

Especialmente de las relaciones al interior del sistema familiar se menciona que “cuando

hay confianza entre los miembros y comparten metas sistémicas o interpersonales comunes, es

probable que se genere un fuerte sentido de propósito” (Beck et al. 2006, p. 360, citado por

Chenail et al. 2011). Entendiendo el beneficio que esto puede tener para el sistema consultante y

para la terapia, se resalta la importancia de reconocer esta dimensión de relaciones, y en línea

con ello, fue incluida en el sistema SOATIF (Friedlander et al., 2006), una escala de relación

terapéutica reconocida en la terapia sistémica, que en su versión de auto informe para procesos

de pareja y familia incluye ítems que indagan por la percepción de cada miembro acerca del

compromiso de los otros con el proceso terapéutico.

Más all á de estas consideraciones, y de las implicaciones de atender a una o más personas

simultáneamente como parte del sistema consultante, el eje de la terapia sistémica

contemporánea radica en su concepción de la psicoterapia como un trabajo en equipo donde

tanto el consultante como el terapeuta son partes activas que influencian recíprocamente al otro

Page 44: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

40

en un espacio de aprendizaje de doble juego: cada sesión se entiende como el escenario para un

intercambio mediado por la comunicación, que en últimas genera transformaciones en ambas

partes (Rodríguez y Linares, 2005).

Si bien el espacio terapéutico es presentado como un lugar de interacciones de mutua

afectación, la terapia misma implica la acción deliberada por parte del terapeuta con miras al

cambio. En este sentido, Rodríguez y Linares (2005) destacan que el modelo acepta un rol

directivo donde el terapeuta sistémico de observa a sí mismo y al sistema consultante, y plantea

objetivos e intervenciones que obedezcan a sus observaciones. De este modo, orienta sus

acciones a mostrar patrones, redefinir problemáticas en términos interaccionales, y proponer

ejercicios o reflexiones que motiven el cambio. Además, aún dentro de este papel se resalta el rol

activo del consultante, pues quien consulta toma la decisión de fluir con las intervenciones

surgidas en terapia, continuar asistiendo a las sesiones e incluso proponer ideas nuevas, aun

cuando su agencia le permite también optar por entrar en una escalada con el terapeuta o finalizar

el proceso.

5.5 Aportes del construccionismo social a la terapia sistémica

Además de las precisiones expresadas previamente, la relación y las intervenciones

terapéuticas que se reflejarán el presente trabajo están permeadas por ideas provenientes del

construccionismo social, en ideas características de la posmodernidad. Por lo tanto, es necesario

exponer algunas consideraciones sobre el aporte de esta propuesta a la práctica terapéutica

sistémica, incluyendo la postura frente a la relación entre consultante y terapeuta.

El construccionismo social está cimentado en la idea de que “todo aquello que es central

para la naturaleza y la vida humana […] se encuentra en procesos que ocurren entre

Page 45: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

41

personas” (Sampson, 2009 p. 98). Estos procesos son entendidos como mediados por el lenguaje,

y es a través del diálogo que desarrollamos una manera conjunta de entender lo que nos rodea y

sentar las bases para el funcionamiento de nuestra vida (Gergen, 2009). En ese sentido, desde el

construccionismo social, nuestras realidades están fundamentadas en lo que generamos en

nuestras relaciones con otros (Gergen, 2005).

Si se parte del supuesto de que los seres humanos construimos el mundo por medio de

prácticas sociales, se comienza a privilegiar una comprensión subjetiva de los acontecimientos,

ya que las realidades, más que objetivas, son construidas en el nido de las interacciones de

actores sociales a través del lenguaje como manera tanto de representar como de construir

realidades sociales (Lazzaro-Salazar, 2017). De manera más específica, el lenguaje nos permite

crear y negociar conocimiento, reproducir, rechazar y alinearnos con las diferentes posturas

sociales que tienen lugar constantemente y van evolucionando a diario, en el marco de

estructuras macro y microsociales que producen y perpetúan rutinas, normas y relaciones como

parte esencial de su funcionamiento (Lazzaro-Salazar, 2017).

En otras palabras, el lenguaje es comprendido como constitutivo del mundo y tiene

efectos distintos en cada contexto. El lenguaje entonces no equivale a un espejo que refleja los

fenómenos a nuestro alrededor “tal como son”, sino que ayuda a generar y sostener formas de

práctica cultural, permite a las personas participar activamente en las convenciones y prácticas de

una cultura determinada. Este lente sitúa el énfasis en las verdades locales y elimina las

pretensiones de alcanzar y reflejar una verdad universal (Estrada y Diazgranados, 2007).

Como ilustra Shotter (2009), al posar el foco sobre la construcción en el lenguaje y en las

relaciones, desde el construccionismo se plantea que todas las personas que hacen parte de una

Page 46: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

42

interacción son susceptibles de ser “tocados” o “movidos” por el otro, y por aquellos que rodean

a ese otro. De este modo, las interacciones del día a día son oportunidades para cambiar nuestras

formas de pensar, de ver y escuchar, de relacionarnos y conectarnos con nosotros, con otros, con

distintos eventos, generando terreno común y único en cada escenario, dando lugar a momentos

compartidos de referencia común (Shotter, 2009).

Desde este punto de vista, las interacciones con otros hacen parte intrínseca del proceso

de formación de identidad, lo que implica que las dimensiones intra e interpersonal guardan una

estrecha relación. La construcción de identidad no es algo que “sucede” al individuo, sino que se

trata de un proceso interno mediante el cual este se convierte en el “agente” del mismo proceso a

través de sus elecciones de comportamiento y actitudes socialmente reconocidas de una u otra

manera: la identidad se podría entender como un grupo de actos continuos frente a otros agentes

sociales de diferentes grados de relevancia para la persona en cuestión, los cuales

progresivamente le permiten construir una imagen preferida de sí mismo en distintos contextos

(Lazzaro-Salazar, 2017).

La propuesta epistemológica del construccionismo tiene implicaciones claras sobre la

práctica terapéutica. En este sentido, si nuestra realidad es socialmente construida y no es

objetiva, se hace evidente que la discusión entre lo intrínsecamente “bueno” o “malo” es

infructuosa (Cantwell y Holmes, 1994). Así, desde el construccionismo social, en el marco de la

psicoterapia el terapeuta abandona la búsqueda de un “problema real”, de un diagnóstico y las

causas detrás de él, a favor de una “verdad en contexto” (Gergen y Warhus, 1996).

Adicionalmente, considerando el poder constructor de realidades del lenguaje, en terapia

se trabaja desde el reconocimiento de que a veces las narrativas de nuestras vidas se tornan

Page 47: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

43

“limitadas, invivibles, opresivas” (Botella y Pacheco, 2014). La idea entonces, señalan Botella y

Pacheco (2014), es identificar y reconstruir las narrativas opresivas para desarrollar unas más

amplias, pasando de una meta de curación a una de cambio.

Estas ideas implican que el terapeuta adopte una postura más flexible y abandone

cualquier rastro del rol de experto o árbitro en favor de colaborar con el consultante, respetando

los recursos y la competencia que tiene para construir nuevos significados para su vida (Cantwell

y Holmes, 1994). Se da el paso de una jerarquía a una heterarquía, con el terapeuta como alguien

que “no sabe”, en el sentido en que nunca podrá conocer al consultante completamente (Gergen

y Warhus, 1996). A pesar de no ser el experto de la vida del consultante, los conocimientos y

experticia del terapeuta facilitan la creación de un ambiente de confianza donde puedan contarse

y vivirse nuevas historias (Cantwell y Holmes, 1994).

Para finalizar, las nociones anteriores se ven reflejadas también en el reconocimiento de

la micropolítica de la terapia, pues en el marco de la posmodernidad se propone una reevaluación

del quehacer terapéutico y un cuestionamiento de los modelos que han orientado las

intervenciones a lo largo de los años.

Con respecto a esto, Marcelo Pakman (2010), propone la incorporación de la crítica

social al quehacer cotidiano de la psicoterapia, permitiéndonos tomar consciencia de los guiones

sociales estereotipados, las narrativas, discursos, interpretaciones, identidades y desbalances de

poder en los que estamos inmersos y que, si bien organizan nuestra experiencia, resultan siendo

restrictivos. Reconocer estos factores es esencial para situar el ejercicio terapéutico en su

contexto sociocultural, y trabajar continuamente por distanciarnos de los guiones normativos que

limitan las posibilidades y las alternativas, manteniendo y reproduciendo los comportamientos

Page 48: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

44

que promueven la desigualdad y la patologización (Pakman, 2010). Desde la adopción de esta

postura, también se fomenta la construcción de un vínculo más horizontal que reconoce el

contexto macro y micro, y se permite ver al otro con una mirada compleja, como una persona

atravesada por diferentes dimensiones.

5.6 Hacia una conceptualización de la construcción de la relación terapéutica

Las precisiones expuestas previamente representan postulados acerca del vínculo

terapéutico desde distintas ópticas, desde perspectivas integrativas y transteóricas, hasta

postulados teóricos que enmarcan la terapia sistémica actual. El presente apartado tiene como

objetivo retomar algunas de esas ideas y añadir otras nuevas provenientes de distintas teorías

pero consistentes con el marco sistémico, con el fin de esbozar una conceptualización de factores

implicados en el proceso de construcción de la relación, que pueden ser considerados en

términos de fortalezas o barreras, y que podrían aparecer en los análisis que se llevarán a cabo

más adelante en este estudio, permitiendo examinar cómo podrían verse reflejadas algunas de las

mismas variables formuladas en el contexto de procesos presenciales, en casos donde la terapia

tiene lugar a través de telepsicología.

Algunas fortalezas en la construcción de la relación terapéutica

Para los propósitos del presente trabajo, se entenderá por fortalezas aquellos factores que

favorecen el adecuado desarrollo de una buena relación terapéutica, y que pueden estar

relacionados con características del terapeuta, el consultante, o el contexto. Teniendo esto en

cuenta, desde la literatura se ha señalado el impacto de ciertas características del terapeuta en la

relación que construye con sus consultantes, como su nivel de formación, experiencia, destreza

técnica, la credibilidad que transmite y la confianza que tiene en sí mismo.

Page 49: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

45

En línea con lo anterior, la evidencia señala que el nivel de experiencia del terapeuta está

asociado a tasas más bajas de deserción (Goldenberg, 2002), y en caso de haberla, los terapeutas

con experiencia tienen a presentar niveles de ansiedad y culpa más reducidos con respecto a

aquellos con menor experiencia (Wilson y Sperlinger, 2004).

Otras variables del terapeuta que la literatura señala que pueden influir en la percepción

de los consultantes sobre él o ella se relacionan con su presentación personal, edad, sexo y origen

étnico, así como aspectos del contexto de la terapia, como el tamaño y decoración del consultorio

o el edificio donde está ubicado, todo lo cual puede tener un impacto en su grado de motivación

y confianza en el profesional y el proceso (Bermúdez y Navia, 2013).

Por otra parte, Bermúdez y Navia (2013) encontraron que para los consultantes es

importante percibir optimismo por parte del terapeuta, con una visión positiva frente a las

posibilidades de solución del problema actual. Adicionalmente, en el caso de terapia familiar, las

autoras señalan que es importante que todos los miembros del sistema se sientan reconocidos e

incluidos.

Además de los elementos señalados, un factor que ha sido mencionado como relevante es

la capacidad del terapeuta de prestar atención, tanto interna como externa. La atención externa

tiene que ver con aspectos como establecer contacto visual, capacidad de observación para notar

pequeños cambios en el lenguaje no verbal del consultante a medida que la conversación alcanza

ciertos puntos, así como la habilidad para observar al paciente de manera holística, como un

todo, pudiendo poner los cambios observados dentro de un contexto (Gilbert y Leahy, 2007).

Gilbert y Leahy (2007) también señalan que el terapeuta puede comunicar su atención a

través de su postura corporal, la cual debe ser relajada, pero mostrar interés y concentración en la

Page 50: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

46

conversación que está sucediendo. Asimismo, indicarle al paciente que profundice en algún

tema, en lugar de hacer preguntas cerradas o cambiar el tema, es una manera de mostrarle que se

está prestando atención y se advierte la importancia de alguna parte del relato.

Por su parte, la atención interna da cuenta de la capacidad del terapeuta de hacerse

consciente de las emociones, pensamientos y acciones que surgen en él o ella en el momento

presente. Esto no implica poder observarlos sin establecer juicios, sino ser capaz de contenerlos y

evitar actuar sobre ellos de alguna manera que podría perjudicar el proceso terapéutico.

Adicionalmente, los autores señalan que es ideal que el terapeuta sea capaz de moverse

entre ambos tipos de atención (interna y externa), con el fin de poner ambas al servicio de la

terapia y poder demostrarlo en el uso de las preguntas y el flujo general de la conversación

(Gilbert y Leahy, 2007). Frente a esto, Hardy y colegas (2007) resaltan la importancia del manejo

apropiado de lo que llaman “contratransferencia”, refiriéndose a las reacciones internas o

externas del terapeuta que involucran conflictos no resueltos de su parte. Si bien este es un

concepto que ha adquirido resonancia dentro del psicoanálisis, es congruente con otras posturas

epistemológicas en tanto hay una comprensión de que el consultante y lo que ocurre en terapia

tienen un impacto en el terapeuta.

Relacionado con las ideas anteriores, la literatura ofrece amplia evidencia de la

importancia de la empatía y la calidez, resaltando el valor del apoyo emocional a través de la

comprensión de las dificultades del paciente, y de permitir la expresión de experiencias o ideas

negativas dentro de la sesión (p. ej. Ogrodniczuk et al., 2005).

Otro aspecto que puede contribuir a la relación terapéutica es el humor. De acuerdo con

Bados y García (2011), las personas con sentido del humor reaccionan mejor ante situaciones

Page 51: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

47

estresantes y gestionan con mayor eficiencia sentimientos como la tristeza y el malestar. Para

propósitos del presente estudio, el humor podrá entenderse como una fortaleza, en casos en que

surja de manera orgánica y en este caso puede venir de la terapeuta o el consultante, y reflejar

soltura y espontaneidad, o como una estrategia, lo cual se explicará más adelante.

Con respecto a factores relacionados con el consultante, se ha encontrado que la relación

terapéutica se beneficia cuando se cumplen las expectativas del tratamiento en las primeras

sesiones, pueden notar un hilo conductor claro con miras a los objetivos, y se usan metodologías

diversas además de las que están mediadas por el diálogo. Estos aspectos están ligados a la

sensación de bienestar de experimenta el sistema consultante con la terapia, y esto se encuentra

asociado a una mayor tasa de adherencia al tratamiento (Bermúdez y Navia, 2013). Aunado a

esto, las autoras destacan que cuando los consultantes asisten voluntariamente al espacio

terapéutico, y no por disposición de otro miembro de su sistema o un tercero en un contexto

legal, adoptan un rol más activo en las sesiones y receptivo hacia el terapeuta, son más flexibles

y están más abiertos a recibir su retroalimentación lo que facilita la construcción de la relación

terapéutica.

En cuanto a factores del proceso terapéutico que influyen positivamente en la relación,

para los consultantes es importante percibir cambios, pues esto favorece su motivación y

aumenta el compromiso con el espacio, permitiendo también que se relacionen adecuadamente

con el terapeuta (Bermúdez y Navia, 2013).

Por último, es preciso resaltar que todos los aspectos señalados anteriormente estarán

contemplados desde el apartado de fortalezas para los propósitos del presente estudio. Si bien

algunos de ellos, como mostrar interés o comunicar atención a través de la postura corporal

Page 52: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

48

pueden en primera instancia parecer estrategias, en este trabajo se caracterizan como habilidades

inherentes a las características del terapeuta, más que como conductas realizadas de manera

deliberada para producir algún efecto en el consultante, el proceso o la relación.

Algunas barreras del proceso de construcción de la relación terapéutica

En el marco de este estudio, se entenderá por barreras aquellos factores que dificultan el

desarrollo de una buena relación terapéutica. En este sentido, se podrá señalar como barrera del

proceso el modelo pluralista de Omer (2000) señala diferentes factores que pueden estar

asociados a rupturas de la relación. En primer lugar se encuentran las narrativas de desesperanza,

descritas como versiones de la situación del consultante que están cargadas de negatividad y que

difícilmente podrían dar cabida a expectativas de cambio.

Si bien en el artículo de Omer (2000) no necesariamente se hace explícita la vía por la

cual se llegaría a la ruptura, se advierte que la co-construcción de una narrativa de desesperanza,

que puede ser traída por el consultante y ampliarse con la colaboración del terapeuta, puede

solidificar una mirada del problema como patológico e incurable, y en este contexto, las fallas en

el tratamiento serían interpretadas como una confirmación del diagnóstico rígido y patologizante.

En este marco, se anulan las posibilidades de éxito y la terapia se encamina a un callejón sin

salida lleno de conmiseración y resistencia. Para evitar o reducir el impacto de este factor, Omer

(2000) propone al terapeuta preguntarse “¿Estoy describiendo las opciones del consultante de

una manera desoladora? ¿Me estoy enfocando únicamente en los eventos negativos de su vida?

¿La descripción que tengo de la situación es diametralmente distinta de la del consultante?

Aunado a lo anterior, se podría argumentar que esta visión de la otra persona desde una

narrativa de desesperanza no da cabida a la mirada positiva incondicional que Rogers (2007)

Page 53: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

49

planteó como necesaria para la psicoterapia. Con este término, se hace referencia a una atención

calurosa, positiva, receptiva y no posesiva hacia el cliente, que acepta tanto sus sentimientos

“positivos”, como aquellos que reflejan dolor, ansiedad, o alguna “anomalía” (Haudiquet, 2012).

En ese sentido, si bien este no es un factor ampliamente estudiado por la investigación empírica,

su impacto ha sido defendido en el pasado, bajo la afirmación de que sólo la mirada positiva

incondicional puede estar asociada a experiencias simbólicas por parte del consultante, y a una

mayor disposición para aceptarse y confiar en sí mismo (Whitaker, 1989).

En segundo lugar, Omer (2000) resalta el impacto de las estrategias fallidas sobre la

relación terapéutica. Como el autor las plantea, se emplean al forzar intervenciones que no

responden a las demandas de la situación o a las solicitudes explícitas o implícitas de los

consultantes, lo cual termina siempre en “chocar contra la misma pared”, impide el progreso y

puede afectar la relación. Esta idea también es apoyada por Hardy y colegas (2007), quienes

destacan que el uso continuo de una técnica aun cuando los consultantes no la encuentran útil o

no la aceptan, está asociada a una relación negativa. En este contexto, las preguntas sugeridas por

Omer (2000) para evitar esta situación son: “¿El consultante acepta el plan del tratamiento? ¿Hay

signos iniciales de éxito de las técnicas terapéuticas? ¿El consultante está respondiendo a la

intervención a un paso razonable?”. Además, esta propuesta se puede vincular a la importancia

de buscar y escuchar la retroalimentación acerca del proceso (Friedlander et al. 2018).

Por último, el autor destaca el papel de las interacciones negativas. En esta manera de

relacionamiento, ambas partes están fuera de sintonía y se inclinan hacia posiciones opuestas: el

terapeuta puede tornarse cada vez más activo frente a un consultante cada vez más pasivo, o

adquirir una actitud cada vez más optimista que recibe a cambio creciente pesimismo por parte

Page 54: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

50

del consultante (Omer, 2000). Este tipo de interacciones pueden llevar a la terminación abrupta

de la terapia, o a tratamientos prolongados innecesariamente, que mantienen sin resolver el

problema de consulta. Frente a las interacciones, Omer sugiere preguntarse “¿Alguno de los dos

parece receloso con respecto al otro? ¿Me encuentro culpando al consultante? ¿Hay signos de

que las sesiones sean una mala experiencia para ambos?”.

Adicionalmente, de la mano con el concepto previamente mencionado de

contratransferencia, se ha reconocido el hecho de que los terapeutas pueden tener emociones

negativas frente a sus consultantes, lo que puede afectar la relación si estas emociones no son

reconocidas, aceptadas y exploradas (Hardy et al., 2007).

Hardy y colegas (2007) también señalan que los terapeutas pueden tener

comportamientos intrusivos o defensivos que tienen un efecto negativo sobre el vínculo.

Ejemplos de ello son imponer los valores propios, hacer comentarios irrelevantes, ser crítico,

distante, rígido, moralista, parecer aburrido, distraído o tenso, y culpabilizar al consultante. En la

misma línea, los autores resaltan la importancia de no transmitir la sensación de que subestiman

la seriedad de los problemas del paciente.

Un comportamiento del consultante que ha sido vinculado a un vínculo terapéutico débil

es lo que algunos autores denominan “resistencia”. En este contexto, se hace referencia a la

tendencia a ocultar las emociones negativas (miedo, hostilidad, enojo), de tal modo que en

ocasiones los terapeutas pueden no ser conscientes de ellas, ante lo que se sugiere tratar de

ajustar qué tan directivo se es con las intervenciones, y hacer un esfuerzo consciente por

identificar las emociones del consultante en distintos momentos de las sesiones, buscando

compartir las impresiones con el consultante (Hardy et al., 2007).

Page 55: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

51

Adicionalmente, algunos factores externos de índole logística pueden tener una influencia

negativa sobre el proceso, afectando la relación terapéutica e incluso estando asociados a tasas

más altas de deserción. Por ejemplo, se ha encontrado que las dificultades económicas para

cubrir los costos de la consulta, así como dificultades para acordar horarios para la sesión, o

trasladarse al espacio de la consulta constituyen obstáculos que amenazan la continuidad del

proceso terapéutico (Bermúdez y Navia, 2013).

Además de todos los factores mencionados anteriormente, se entienden como barreras los

conceptos opuestos a aquellos señalados dentro de las fortalezas: por ejemplo, los niveles

limitados de atención interna o externa en sesión, o el no cumplimiento de las expectativas del

sistema consultante.

Algunas estrategias para apoyar el proceso de construcción de la relación terapéutica

Las estrategias se entienden como conductas realizadas por el terapeuta, que favorecen el

desarrollo de una buena relación terapéutica. En principio, por ejemplo, es de crucial importancia

para el vínculo terapéutico ofrecer un espacio emocional cálido que permita al consultante

sentirse escuchado y apoyado, lo cual se puede hacer a través de comentarios de validación sobre

sus pensamientos y experiencias, y que comuniquen empatía frente a sus estados emocionales

(Gilbert y Leahy, 2007).

Adicionalmente, en el marco del proceso de construcción de la relación, y también en

aras de promover un adecuado desarrollo del proceso terapéutico en general, es preciso ajustar la

terapia a las necesidades y características individuales de los consultantes, con lo cual se hace

necesario responder adecuadamente a fluctuaciones en la relación, y manejar y contener las

Page 56: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

52

reacciones negativas, para lo cual, el terapeuta debe demostrar sensibilidad (responsiveness) y

flexibilidad (Hardy et al., 2007).

Parte de la demostración de empatía y de la sensibilidad del terapeuta hacia el consultante

se ve reflejada en el uso adecuado de la comunicación, que está atravesada por distintas

conductas, como señalan Bados y García (2011). Una de ellas es el uso de escucha activa que

implica recibir el mensaje, procesarlo, y emitir respuestas de escucha, como una mirada, o

expresión de interés, el uso de asentimientos, orientación corporal hacia el cliente así como la

verbalización del acto de escucha: “ajá”, “comprendo”, “sí”, “continúe”, “uhm”.

De la mano con lo anterior, la empatía se demuestra al tocar temas importantes para el

consultante, así como a través de la formulación de preguntas que buscan clarificar los

comentarios que él o ella realiza. En esta línea, el uso de estrategias como paráfrasis, síntesis y

reflejos puede ser de ayuda para mostrar al otro que se entienden sus emociones y

preocupaciones. La paráfrasis hace referencia a mostrar haber comprendido lo que dice el

consultante repitiéndolo en otras palabras. La síntesis, por su parte, se refiere a resumir los temas

y comentarios realizados por el consultante. Por último, los reflejos consisten en parafrasear lo

dicho añadiendo una expresión de los sentimientos que acompañan ese comentario, bien sea que

se hayan hecho explícitos de manera verbal, o que hagan parte del lenguaje no verbal

identificado por el terapeuta (Bados y García, 2011).

Según Bados y García (2011), los reflejos pueden tener distintos objetivos, entre los

cuales se cuentan: permitir al consultante discriminar entre distintos sentimientos, animarle a

centrarse en sentimientos para de este modo notar su intensidad o importancia, generar la

sensación de ser escuchado y comprendido, animarle a profundizar en algún punto, o evitar

Page 57: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

53

entrar en conflicto con un consultante que se expresa de manera negativa frente al terapeuta o al

proceso terapéutico. No obstante, es preciso limitar el uso de reflejos, especialmente en

momentos donde otra intervención, como preguntar o informar, podría ser más efectiva.

La investigación también ha señalado el impacto de la retroalimentación positiva

(positive feedback) por parte del terapeuta, entendido como un proceso mediante el cual se

influye en el comportamiento del consultante al reforzar de manera positiva aspectos de su

conducta o creencias acerca de sí, con lo que se promueve el avance en el proceso terapéutico.

Este feedback puede ser particularmente significativo para pacientes con trastornos de

personalidad (Hardy et al., 2007).

Como se mencionó anteriormente, la presencia de humor en terapia puede ser reflejo de

una relación fuerte. No obstante, en ocasiones también puede ser conceptualizada como una

estrategia, cuando hace parte de una táctica deliberada del terapeuta para, por ejemplo, reducir el

nivel de tensión en momentos incómodos. De este modo, Bados y García (2011) explican que,

mediante ironía, bromas suaves, anécdotas o juegos de palabras, se puede aliviar la tensión,

incluso cuando el terapeuta dirige el humor a sí mismo. Es preciso tener en cuenta que el humor

no debe ser grosero, burdo, sarcástico o abusar de la ironía. Así mismo, es importante evitar

emplearlo cuando aún no hay suficiente familiaridad entre el terapeuta y el consultante, o cuando

el contexto podría prestarse a malentendidos.

De igual manera, es importante emplear el lenguaje de manera consciente en la terapia.

En ese sentido, se recomienda emplear un lenguaje accesible para el consultante.

Adicionalmente, es importante evitar usar en exceso la pregunta “por qué”, ya que puede

aparentar intención de acusación o facilitar un “no sé” como respuesta. Se recomienda no

Page 58: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

54

formular preguntas intempestivas que impliquen interrumpir al paciente o cambiar abruptamente

el rumbo de la conversación (Bados y García, 2011).

Además de lo anterior, el contenido de las conversaciones en terapia también puede

contribuir a fortalecer el vínculo terapéutico. Así, de acuerdo con Balestra (2017), la presencia de

patrones de conversación generativos dentro de la sesión crea un contexto en el cual la relación

se ve favorecida, y cualquier posible ruptura puede ser revisada con mayor facilidad.

Fried Schnitman (2012), proponente de las prácticas dialógicas generativas, destaca la

capacidad constructiva y relacional del diálogo. En el marco de estas conversaciones reflexivas,

y de la apertura de cada participante a aprender de los demás, se da lugar a un espacio donde las

personas o grupos pueden reconocer sus recursos, oportunidades y posibilidades, lo que facilita

la identificación de nuevos caminos y la construcción de nuevas versiones de sí. Además, los

patrones generativos están positivamente asociados al cambio, pues permiten la emergencia de

nuevas posibilidades en la narrativa del consultante y estimulan la aparición de nuevas

conexiones e ideas en torno al tema de discusión (Balestra, 2017).

En ese sentido, Fried Schnitman, (2012), señala que las prácticas dialógicas generativas

preservan la emocionalidad y la presencia encarnada de los participantes, promoviendo un

proceso de creación de posibilidades que se aleje del déficit, trabaje con un marco positivo y

productivo, y se enfoque en los recursos, el aprendizaje y la creatividad. Este tipo de patrones de

conversación reconocen los saberes de todos los participantes en el diálogo, y desde allí,

favorecen el interés por la otra persona y propician relaciones que fomenten el rol del otro como

productor de nuevos conocimientos (Fried Schnitman, 2012).

Page 59: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

55

Estas prácticas dialógicas se ven reflejadas en conversaciones centradas en el uso de

alternativas y variaciones para crear novedad, siempre atendiendo a las representaciones que

tiene cada persona acerca de sus experiencias, valores, visiones de futuro, y su vida en general.

Además, el enfoque busca transformar las formulaciones de déficit en oportunidades,

cuestionando lo que se da por hecho, considerando alternativas con miras a una visión

transformativa de las condiciones presentes (Fried Schnitman, 2012).

Considerando la literatura disponible, algunos de los autores citados a lo largo de este

marco teórico han generado recomendaciones para fomentar el desarrollo de una relación

terapéutica favorable que tenga un impacto positivo sobre el proceso y el resultado de la

psicoterapia. Teniendo esto en cuenta, para el presente trabajo se elaboró la tabla 1 (Anexo 1)

que reúne recomendaciones elaboradas por los autores en torno a las relaciones terapéuticas

(Norcross y Lambert, 2018), la relación en terapia individual sistémica (Real, 1990; Cantwell y

Stagoll, 1996), el construccionismo social (Gergen y Warhus, 1996), las rupturas, (Eubanks et al.,

2018), y la terapia familiar y de pareja (Friedlander et al. 2018).

En líneas generales, las recomendaciones propuestas a partir de la investigación citada,

proponen un ejercicio de monitoreo por parte del terapeuta, haciéndose consciente de su papel y

responsabilidad en el contexto terapéutico, asumiendo una posición de respeto por los saberes del

sistema consultante, y fomentando la creación de un ambiente de confianza en terapia que

permita identificar y tratar las rupturas que puedan aparecer durante el proceso.

Todas estas ideas tienen cabida en los procesos terapéuticos, y, como se mencionó

anteriormente, algunas podrían aparecer en las reflexiones sobre el proceso y resultados del

presente estudio, mientras otras pueden ser comprendidas como parte del marco de referencia

Page 60: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

56

teórico e interventivo de la investigadora-terapeuta. No obstante, teniendo en cuenta que el foco

de esta investigación se sitúa en la construcción de la relación en el marco de intervenciones a

través de telepsicología, es preciso contextualizar este concepto y las fortalezas y barreras que

podrían aparecer dentro de este marco, así como posibles estrategias que el terapeuta puede

emplear para apoyar la construcción del vínculo.

5.7 Telepsicología

Según el documento creado por ASCOFAPSI y COLPSIC, la telepsicología se refiere al

“contacto o comunicación entre un terapeuta y un paciente o grupo de pacientes, utilizando la

tecnología como modalidad de comunicación” (Acero et al., 2020). Esta definición abarca

intervenciones sincrónicas y asincrónicas.

Según la APA (2013), se llama a una intervención sincrónica cuando se realiza la

comunicación de manera simultánea, empleando, por ejemplo, conversaciones por chat, llamadas

telefónicas o videoconferencias. Las intervenciones asincrónicas, por otro lado, tienen lugar

cuando la conexión no es simultánea, y la comunicación se lleva a cabo a través de herramientas

como mensajes de correo electrónico, o el envío de infografías, artículos, imágenes u otro tipo de

material psicoeducativo.

En adelante dentro del presente estudio se empleará el concepto “telepsicología”

específicamente para referirse a intervenciones terapéuticas sincrónicas, mediadas por el uso de

videoconferencia para llevar a cabo sesiones de psicoterapia.

A pesar de que las primeras prácticas y estudios de telepsicología se remontan a más de

veinte años atrás, con la pandemia de enfermedad por COVID-19 y las medidas de

confinamiento generadas a raíz de la emergencia sanitaria, los últimos meses han empezado a

Page 61: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

57

sentar las bases para una revolución sin precedentes en el uso de tecnología como herramienta

para la psicoterapia, permitiendo a muchos terapeutas dar continuidad a los procesos que tenían

antes de la contingencia, así como iniciar procesos terapéuticos desde cero en la virtualidad.

Esta transición ha traído consigo numerosos retos, y a la par, se ha evidenciado la

necesidad de que los terapeutas desarrollen nuevas habilidades e incorporen hábitos que se han

vuelto indispensables dentro de su práctica. En este aspecto, de un artículo de Maheu et al.

(2017) se puede destacar la habilidad de evaluar si un paciente es apto para atención por

telepsicología, contar con una telepresencia para interactuar por videoconferencia (en lo cual se

profundizará en la siguiente sección de este documento), conocer aspectos legales relevantes,, y

comodidad con el uso de tecnología.

Con respecto a algunas de las habilidades anteriores, Rosen et al. (2020) enfatizan que

aun cuando el abordaje terapéutico virtual es esencial, es imprescindible evaluar el riesgo del

paciente y promover el desarrollo de planes de seguridad, identificando contactos de emergencia

en la primera entrevista y confirmando la ubicación del paciente al iniciar cada sesión remota

para poder contactar con servicios de emergencia en caso de que sea necesario.

Aunado a esto, es importante definir las expectativas y los límites para los encuentros

virtuales, generando un ambiente terapéutico comparable al presencial, donde ambas partes

utilicen vestimenta adecuada y dispongan de privacidad para conversar. Debido a las

particularidades del contexto, es indispensable contar un medio de comunicación alternativo,

usualmente el teléfono, en caso de que exista un problema de conexión (Rosen et al., 2020).

Todas las consideraciones anteriores hacen parte de un panorama de cambios

implementados a gran velocidad para dar respuesta a las exigencias de una situación insólita que

Page 62: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

58

ha impactado la salud mental individual y colectiva a nivel global. En este sentido, la

telepsicología puede verse como una fuente de apoyo para pacientes que aún en condiciones de

confinamiento pueden aliviar su angustia en terapia con un profesional. No obstante, al

considerar la otra cara de la moneda, resulta evidente la importancia de tomar medidas que

busquen el bienestar no únicamente de los consultantes, sino de los terapeutas que los asisten.

En línea con lo anterior, Joshi y Sharma (2020) destacan algunos aspectos que pueden

poner en riesgo la salud mental de los psicólogos. Debido a las exigencias de la contingencia

actual, aumenta el riesgo de sufrir de burnout, conceptualizado como un síndrome resultante de

estrés crónico que se puede manifestar como fatiga emocional, sobrecarga o agotamiento,

despersonalización, y una visión negativa de la propia competencia para responder a las

necesidades del contexto y los consultantes (Awa et al. 2010).

En el contexto actual, es posible que los profesionales de salud mental se vean expuestos

a los riesgos que supone, por ejemplo, el contagio emocional. Con ello, acompañar a otros a

tramitar emociones como ansiedad, enojo o tristeza frente a situaciones asociadas a la

emergencia sanitaria, puede detonar sensaciones similares en los terapeutas, quienes pueden

presentar niveles más elevados de estrés (Joshi y Sharma, 2020).

Así mismo, considerando que nos encontramos en una época que ha generado situaciones

difíciles de manera masiva, se plantea la posibilidad de que los terapeutas se carguen en exceso

con las preocupaciones de sus consultantes, y se vean afectados por la fatiga por compasión,

entendida como una forma de preocupación constante que aparece con frecuencia al trabajar con

personas con altos niveles de estrés (Joshi y Sharma, 2020).

Page 63: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

59

Otro reto que enfrentan los psicólogos en estos tiempos, es el estrés traumático

secundario. Conversar con personas que atraviesan o han pasado por momentos traumáticos

puede causar altos niveles de estrés en sus terapeutas, quienes incluso pueden desarrollar

síntomas similares a los del trastorno de estrés postraumático, como recuerdos intrusivos, estado

de alerta y evitación de algunas emociones, de la mano con otros síntomas de ansiedad y

depresión (Joshi y Sharma, 2020).

Por último, Joshi y Sharma (2020) mencionan también el impacto de la percepción del

terapeuta con respecto a sus propias competencias. En este sentido, las restricciones y la

transición a atención virtual con los retos logísticos que conlleva para la comunicación,

especialmente si no se cuenta con experiencia o formación en el tema, sumadas a las propias

dificultades de salud mental, pueden poner en jaque la confianza y la percepción de efectividad

profesional y generar sensación de impotencia e ineficiencia terapéutica, lo cual también puede

desembocar en estrés crónico y agotamiento.

Si bien el burnout con todas las manifestaciones previamente descritas hace parte del

quehacer terapéutico normalmente, puede verse exacerbado en una época en que, como ya se

mencionó, gran parte de la población está expuesta directa o indirectamente y de manera

simultánea a un gran número de estresores.

Todas estas consideraciones resaltan la importancia de situar la práctica de telepsicología

actual en contexto, entendiendo que, además de encontrarnos en una etapa de transición que

requiere adquirir nuevas habilidades y hábitos, exige de los profesionales mayor rigor en su

autoobservación y conductas de cuidado propio.

Page 64: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

60

Hasta el momento se ha establecido una base firme con respecto a los aspectos generales

que sostienen la relación terapéutica, la práctica de telepsicología en la época actual, y los

fundamentos teóricos que orientarán las intervenciones que harán parte del presente estudio. Para

cerrar este apartado, a continuación se revisarán algunas precisiones que corresponden a la

formación de relación terapéutica en el contexto de intervenciones realizadas de modo remoto.

5.8 Telepsicología y la relación terapéutica

Mucho se ha dicho acerca de la relación terapéutica en telepsicología. Particularmente,

ha habido un fuerte interés por indagar si los factores que impactan la construcción del vínculo

en sesiones presenciales están involucrados en las interacciones en línea, y si tienen una

influencia similar en el proceso.

Teniendo en cuenta que las sesiones cara a cara están marcadas por la posibilidad de estar

presente para el otro y tener contacto genuino, en las interacciones virtuales se ha empleado el

término telepresencia para describir la sensación de estar en presencia de otro pese a no

encontrarse en proximidad física (Fink, 1999). Bajo esta lógica, se asume que los elementos que

tradicionalmente son señalados como parte de la relación terapéutica en el contexto

convencional, como empatía, apoyo y disposición para la autorevelación, también hacen parte

del vínculo construido en telepsicología (Cook y Doyle, 2002). Además de eso, el contexto de la

atención virtual se expande para incluir el ambiente del terapeuta y el del consultante (Spagnolli

y Gamberini, 2002, citados por Cipolletta et al. 2017).

En línea con lo anterior, Maheu et al. (2017) incluyen en el concepto de telepresencia la

importancia de establecer un espacio apropiado para la psicoterapia, de manera similar a como se

organizan los encuentros presenciales, de tal suerte que se promueva la sensación de seguridad, y

Page 65: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

61

sea posible abordar temas difíciles en caso de que surjan (Russell, 2018). No obstante, estas

posibilidades se ven limitadas en los encuentros remotos, donde si bien el terapeuta puede crear

el contexto adecuado, el consultante es libre de escoger su espacio (y está limitado por sus

circunstancias particulares), y este espacio no siempre se ajusta a las condiciones ideales.

Otra de las cuestiones abordadas en el marco de la investigación tiene que ver con los

potenciales puntos fuertes y débiles del contexto virtual como canal para generar un vínculo

terapéutico. En este sentido, se ha señalado previamente la existencia de evidencia que sugiere

que es posible construir una buena relación terapéutica en el contexto de teleterapia (p. ej.

Ruwaard et al. 2009). Sin embargo, las posibles fortalezas del canal virtual que sustentan esta

evidencia, no son del todo claras.

Por una parte, los terapeutas entrevistados en el estudio de Fletcher-Tormenius y Vossler

(2009) afirmaron haber percibido una mayor desinhibición por parte de sus consultantes, que

posiblemente se debía al canal virtual de atención. Una razón tentativa para esto es la idea de que

algunas personas se puedan sentir más cómodas recibiendo la atención desde sus hogares o

lugares de elección, en contraposición con un contexto en ocasiones más “medicalizado” y

potencialmente amenazante (Reynolds et al., 2013). En ese sentido, la atención por telepsicología

podría resultar particularmente atractiva para consultantes que tienden a tener rasgos de

introversión, o que experimentan síntomas relacionados con ansiedad (Cook y Doyle, 2002).

Además, Soto-Pérez y colegas (2010), mencionan que algunas personas se sienten

estigmatizadas por su problema de consulta, y se sienten incómodas asistiendo a un consultorio.

Además, siguiendo esta línea, el contexto virtual podría favorecer la noción de

heterarquía que valoran las terapias permeadas por ideas del construccionismo social,

Page 66: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

62

promoviendo el desarrollo de una relación más consciente de los saberes del consultante, y no

solamente de los del terapeuta. Frente a esto, Soto-Pérez y asociados (2010) destacan la

posibilidad de desarrollar una relación más simétrica, añadiendo que el tratamiento se puede dar

cuando el usuario lo desee, y permitiendo al terapeuta establecer contacto electrónico cuando lo

considere necesario.

En el artículo de Manfrida y asociados (2017) se destacan otras posibles fortalezas

gestadas en la virtualidad, que pueden tener un efecto positivo para la relación terapéutica, como

la posibilidad de ofrecer apoyo en situaciones urgentes o críticas, fuera de los límites de sesiones

presenciales, así como extender el poder de las intervenciones más allá de la sesión, teniendo en

cuenta que la comunicación mediada por tecnología abre la posibilidad de comunicarse con el

terapeuta con mayor facilidad. Sin embargo, los autores enfatizan también la importancia de que

el terapeuta proteja su autonomía para responder a los mensajes, se mantenga atento ante

conductas potencialmente intrusivas por parte de un paciente, y sea consciente de la imagen que

proyecta en redes sociales.

Si bien, como se mencionó anteriormente, algunos autores señalan con preocupación el

posible efecto negativo de la dificultad de controlar el espacio del paciente sobre el encuadre

terapéutico (p. ej. Russell, 2018), otros destacan cómo en el consultorio tradicional el consultante

está rodeado del contexto profesional del terapeuta, donde cada uno de los aspectos puede

ofrecerle al paciente información sobre el terapeuta, pero no al revés.

En contraste, una de las ventajas que se señalan de la atención por telepsicología, es el

hecho de que puede permitir al terapeuta echar un vistazo en el mundo del paciente, siendo

posible observar algunos eventos del día a día y dinámicas que pueden ofrecer un contexto más

Page 67: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

63

profundo acerca de la vida en casa del consultante e incluso las interacciones con algunos

miembros de la familia (Comer y Timmons, 2019). Todos estos aspectos no únicamente ofrecen

más información con respecto al caso, sino también pueden fomentar mayor empatía.

A pesar de los aspectos prometedores, muchos autores y clínicos manifiestan sus reservas

acerca de la virtualidad como canal psicoterapéutico, citando barreras que podrían surgir e

impactar negativamente una sesión de telepsicología e incluso afectar la relación terapéutica.

Un ejemplo de ello es la preocupación expresada por varios autores de que el contexto

virtual no solamente debilite los límites terapéuticos, sino también, que afecte la dinámica

interpersonal de la terapia (Anton y Jones, 2017). En este sentido, algunos resaltan la reducida

capacidad para intercambiar señales no verbales en línea, lo cual podría impactar la calidad de

las interacciones personales (Hoffmann et al. 2020).

Las señales verbales y no verbales en terapia, cuya transmisión puede ser insuficiente en

un medio virtual, son normalmente usadas por el terapeuta como una guía para entender el

contexto de los pensamientos, sentimientos y comportamientos que surgen dentro de la

conversación, y para poder responder adecuadamente, así como pueden ser usadas por el

consultante para determinar la receptividad de su terapeuta (Leobrera, 2018a). Así, las

limitaciones para ver todo el cuerpo del consultante pueden generar malentendidos en momentos

de emociones intensas durante la sesión (Russell, 2018).

Otro obstáculo que puede afectar el curso de la terapia es un pobre manejo de la

tecnología por parte del terapeuta o el consultante, lo cual puede dificultar la comunicación en

sesión (Leobrera, 2018b), impactando de este modo la relación entre ambos. Esta preocupación

se ha expresado en particular con respecto a poblaciones vulnerables y de la tercera edad, pues

Page 68: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

64

con frecuencia no cuentan con los conocimientos tecnológicos que les permiten acudir a las citas

o restablecer la conexión en caso de algún fallo sin asistencia de otros familiares, lo que en

muchos casos puede implicar dificultades en el acceso o problemas de confidencialidad (Ojha y

Syed, 2020).

Además de lo anterior, las dificultades de conexión pueden no solamente disminuir la

calidad de transmisión de audio y video en una videoconferencia, afectando así la comunicación,

sino que pueden generar interrupciones temporales o incluso permanentes durante una sesión de

terapia. Por este motivo, también son listadas por los psicólogos como una limitación de la

telepsicología (González-Peña et al., 2017).

Otro factor inherente a la telepsicología que podría representar una barrera para la

construcción de la relación terapéutica tiene que ver con factores contextuales como las

distracciones externas: al no compartir el mismo espacio, una de las partes puede ver su

concentración afectada por algún sonido o suceso inesperado, o por algún mensaje entrante en su

celular o computador, interrumpiendo así la comunicación de manera abrupta, afectando la

reciprocidad en la conversación y disminuyendo la expresión y percepción de empatía, crucial

para el vínculo entre el consultante y el terapeuta (Grondin et al., 2019)

Entendiendo que el ejercicio de la telepsicología viene acompañado de retos y dudas,

algunos autores han planteado técnicas de comunicación para minimizar el impacto de las

barreras que puedan aparecer en las sesiones de terapia. A continuación se presenta una lista de

estrategias seleccionada a partir de los elementos propuestos por De la Torre y Pardo (2018, pp.

55-59):

Page 69: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

65

- Realizar un encuadre adecuado que incluya información sobre las tecnologías a utilizar,

los aspectos básicos de la intervención, la confidencialidad, las dificultades logísticas y

técnicas que podrían presentarse

- Ajustar el ritmo a la comunicación del consultante

- Enfatizar la comunicación no verbal para mejorar el entendimiento del mensaje

- Emplear habilidades básicas de escucha activa con mayor frecuencia que en

interacciones presenciales

- Pedir regularmente feedback sobre si se ha entendido el mensaje

- Hablar de forma regular y abierta sobre la relación terapéutica y las emociones que le

genera realizar terapia virtual

- Dar y obtener feedback sobre el proceso terapéutico

Ampliando la información con respecto al encuadre, destaca la importancia de dejar

claras algunas precisiones, como no utilizar el correo electrónico para situaciones de urgencia,

asegurarse de que el consultante sabe cómo contactar con el terapeuta, y dejar claros los canales

de comunicación entre sesiones y las indicaciones para hacer uso de ellas. Es importante realizar

estas aclaraciones al iniciar el tratamiento (Baena et al., 2008).

Así mismo, con el propósito de prevenir algunas de las dificultades del medio virtual, se

recomienda conversar frente a la importancia de encontrar un espacio privado para las sesiones

de terapia y manejar las posibles distracciones provenientes del teléfono o de mensajes entrantes

al computador que se utilice para la comunicación con el terapeuta (Ogden y Goldstein, 2019).

Con el fin de poder involucrar la información adicional sobre el otro que se obtiene en el

medio virtual en el tratamiento, es importante no ignorar nada de lo que ocurre en la pantalla y

Page 70: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

66

en el lugar donde se encuentra el consultante (Weinberg y Rolnick, 2019). Incluir estas

situaciones en la exploración dentro de terapia no solamente fomenta la empatía como se explicó

anteriormente, sino también es congruente con un enfoque posmoderno que desmitifica la terapia

y reduce las brechas entre terapeuta y consultante.

Page 71: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

67

6. Metodología

6.1 Tipo de investigación

Se realizó una investigación de tipo cualitativo, teniendo en cuenta que de este modo es

posible “obtener detalles complejos de algunos fenómenos, tales como sentimientos, procesos de

pensamiento y emociones” (Strauss y Corbin, 2002, p. 21), que no sería posible conseguir

utilizando otro tipo de métodos. Como menciona Mayan (2009), los investigadores cualitativos

pretenden interpretar el significado que las personas otorgan a sus experiencias en torno a un

fenómeno particular, aceptando la ambigüedad y complejidad que trae realizar este tipo de

investigación en su contexto.

Además, este estudio está concebido como una investigación-intervención, que

corresponde a “un ejercicio de generación de conocimiento en la acción” (Hernández, 2010, p.

112). Esto, añade Hernández (2010), implica indagar y actuar en simultáneo, adoptando una

metamirada que permita analizar los movimientos generados por la intervención realizada.

Asimismo, dentro de la investigación-intervención es preciso fomentar un carácter participativo,

verificando la información obtenida con los consultantes/participantes, y entendiéndolos como

actores protagónicos de los problemas de investigación, con el fin de iluminar la relevancia

social de las acciones desempeñadas (Hernández, 2010).

Todo lo anterior es consecuente con las ideas que propone Creswell (2007), quien afirma

que la investigación cualitativa incluye la voz de los participantes, la reflexividad del

investigador frente a los procesos que está llevando a cabo, y una compleja descripción e

interpretación del problema de investigación.

Page 72: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

68

6.2 Método de investigación

Teniendo en cuenta los objetivos de esta investigación, se empleó como diseño un estudio

de caso con tres unidades de análisis. El estudio de caso ha sido definido como el análisis

intensivo de una unidad por un periodo específico de tiempo, con el objetivo de comprender un

grupo mayor de unidades similares (Gerring, 2004). A pesar de lo anterior, es importante tener en

cuenta que el objetivo fundamental no es generalizar los hallazgos a una población (Tellis, 1997),

sino realizar un examen intenso y profundo de los aspectos de un fenómeno, que en este caso es

el proceso de construcción de una relación terapéutica.

Además, cuando se enmarca en el contexto de una investigación sistémica, los procesos

de análisis que se basan en el estudio de las experiencias individuales pueden avanzar hacia las

similitudes y diferencias entre los individuos entrevistados, pudiendo ofrecer una mirada más

relacional (Walker, 2018).

Participantes

Este estudio se enfocó en la comprensión del desarrollo de relaciones terapéuticas en

procesos de psicoterapia individual realizados a través de telepsicología.

Los participantes fueron elegidos mediante muestreo por conveniencia, seleccionando por

métodos no aleatorios a individuos cuyas características eran similares a las de la población

objetivo (Arias-Gómez et al., 2016). En este caso, se trabajó con tres consultantes que recibieron

psicoterapia virtual de enfoque sistémico a través del servicio que presta la IPS Consultores en

Psicología de la Pontificia Universidad Javeriana.

Los criterios de inclusión eran los siguientes:

- Ser mayor de 18 años.

Page 73: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

69

- Haber aceptado iniciar proceso de atención por telepsicología

- Querer participar en la investigación

Entre los criterios de exclusión se puede encontrar:

- Ser menor de edad

- Presentar alguna condición que dificulte responder preguntas frente a sus emociones,

pensamientos o experiencias

A continuación se presenta una breve descripción de cada consultante, cuyo nombre ha sido

cambiado para proteger su identidad.

Primera consultante - Yenny

Yenny es una estudiante de psicología de 22 años que acudió a consultores tras presentar

episodios de temor intenso que le impiden dormir, lo que para ese momento le estaba

generando mucha angustia. En el proceso terapéutico se identificó que estos temores

aparecían en el contexto de preocupaciones por su futuro académico y laboral, y esto se

asoció con la manera como Yenny se estaba vinculando con otros y consigo misma, pues

parecía adoptar con cierta frecuencia una postura inferior a la de la otra persona, lo que le

generaba reacciones emocionales fuertes cuando la retroalimentación en el contexto

académico no era favorable, pues le costaba cuestionarse los discursos ajenos. El proceso de

Yenny duró 9 sesiones, todas tenidas en cuenta para este análisis.

Segunda consultante - Leticia

Leticia es una estudiante de medicina de 21 años que acudió a consulta para relacionarse de

otra manera con las personas (en sus palabras, “romper ciclos viciosos”), algo que

relacionaba con la gestión de sus emociones. Mencionó que en el pasado fue diagnosticada

Page 74: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

70

con Trastorno Límite de la Personalidad, lo que, desde su conocimiento de medicina, le

generaba inquietud. En su discurso, especialmente durante las primeras sesiones, aparecía una

tendencia a descalificarse, y un lenguaje desesperanzado con respecto a sí misma. A la fecha

de finalización de este trabajo, el proceso de Leticia continuaba adelantándose. En la

investigación se incluyeron 13 sesiones.

Tercer consultante - Jon

Jon es un coordinador de logística de 39 años que acude a consulta remitido por la división de

salud mental de un centro de salud, debido a que le diagnostican sobrealimentación inducida

por ansiedad. A pesar de haber vivido muchos episodios traumáticos a lo largo de su vida,

nunca acudió a consulta por psicología, pues tenía una percepción negativa de los procesos

psicoterapéuticos por motivos religiosos. En la primera entrevista menciona estar “existiendo

pero no viviendo”, pues refiere haberse desconectado de sus emociones desde que era un

niño. Durante las primeras sesiones, en su narración se identifica distancia emocional de los

relatos traumáticos de su vida, y una marcada tendencia a usar lenguaje violento y

patologizante para describirse a sí mismo. A la fecha de finalización de este trabajo se

continuaba llevando a acabo el proceso de Jon. En la investigación se incluyeron 9 sesiones.

6.3 Recolección de información

En la presente investigación se analizó material proveniente de entre nueve (9) y trece

(13) sesiones de terapia de cada caso. Este estudio se basa en la idea de que la investigación

sobre relación terapéutica puede obtener resultados más completos y apuntar a construcciones

con implicaciones más efectivas si se tiene en cuenta la postura del consultante y la del terapeuta

(Soares et al. 2010). Además, considerando que los consultantes tienden a ofrecer información

Page 75: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

71

más general y desarrollar una impresión global acerca de la cualidad de la relación en contraste

con las ideas más específicas que suelen tener los terapeutas (Hardy et al. 2007), se consideró

particularmente valioso tener diversas fuentes de información que permitieran obtener un

panorama más completo. De ese modo, se determinaron tres fuentes de información para el

estudio: diarios de campo, entrevistas semiestructuradas, y fragmentos de las sesiones obtenidos

a partir de la transcripción de grabaciones de las mismas.

Tabla 2

Resumen de fuentes de información

Para analizar la experiencia del terapeuta, se incorporaron diarios de campo de la práctica clínica

en el estudio, que narraron sus vivencias de las sesiones de telepsicología, incluyendo aquellas

que se relacionaban con los objetivos de esta investigación: fortalezas y barreras del proceso, así

como estrategias implementadas para favorecer la relación terapéutica. Todas ellas serán

definidas en el siguiente apartado.

Adicionalmente, los diarios dieron cuenta de las percepciones del terapeuta frente a

aspectos que no eran evidentes en transcripciones de sesión, como sus impresiones con respecto

a sí misma, al consultante y a la relación. Estos documentos se realizaron al final de la sesión

correspondiente, con el fin de capturar en detalle la experiencia.

Además, se grabaron y transcribieron todas las sesiones incluidas en esta investigación,

para poder estudiar en detalle las interacciones que revelaban aspectos importantes sobre la

Page 76: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

72

relación. Así mismo, una fuente de información que buscó dar cuenta de las vivencias del

consultante consistió en algunas entrevistas estructuradas que se realizaron durante las seis

primeras sesiones de cada proceso, considerando estas sesiones cruciales para la construcción de

un vínculo. A partir de la séptima consulta, el análisis se centró en los eventos relevantes de la

sesión, provenientes de las transcripciones.

Las entrevistas iniciaron en la primera consulta, cuando se incluyeron algunas preguntas

con el fin de indagar acerca de la posible experiencia pasada del consultante con telepsicología,

teniendo en cuenta que eso podría afectar sus expectativas sobre el proceso (Anexo 2).

Aunado a lo anterior, en el marco de una primera etapa del estudio se le pedía al los

consultante que dedicara unos minutos al final de cada sesión para pensar cómo se había sentido

y qué aspectos le habían llamado la atención de esa sesión terapéutica, pudiendo tomar notas si

así lo deseaba, con el fin de suscitar reflexiones que podrían ser retomadas posteriormente.

Luego, iniciando la siguiente sesión se realizaba una entrevista semiestructurada que buscaba

retomar los temas que habían emergido, y cuyas preguntas aparecen en el Anexo 3.

A pesar de que el planteamiento inicial se había dado de esa manera con el propósito de

permitir que la terapeuta escribiera sus diarios de campo desligados de la perspectiva del

consultante, durante una de las sesiones pasó por alto realizar las preguntas de seguimiento al

iniciar la sesión, y las realizó al finalizar. Esto permitió notar la riqueza de la información cuando

se indagaba sobre las percepciones de la consulta el mismo día de los acontecimientos, por lo

que se adoptó la decisión de continuar realizando estas preguntas al finalizar la sesión por el

resto del estudio, reconociendo que una investigación cualitativa no aspira a la objetividad, y que

en el marco del análisis que se estaba realizando había cabida para unir la perspectiva de la

Page 77: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

73

terapeuta con la del consultante dentro de la misma sesión, pues posibilitaba adoptar una mirada

más compleja.

Una vez habían pasado más de tres sesiones se realizó otro grupo de preguntas que tenían

como objetivo conocer más en detalle la experiencia y percepciones del consultante (Anexo 4).

Para mayor claridad, se presenta a continuación un resumen del proceso realizado:

Tabla 3

Resumen de entrevistas realizadas

Para la elaboración de las preguntas se tuvo en cuenta la importancia de preguntar por los

pensamientos y sentimientos de los participantes, con lo que se buscaba dar cuenta de diferentes

partes relevantes del fenómeno de estudio, la construcción de la relación.

Además, las entrevistas fueron revisadas y validadas por dos terapeutas expertos, quienes

evaluaron la pertinencia, relevancia y forma de las preguntas, ofreciendo aportes que permitieron

ajustar algunos de los ítems.

Como se podrá comprobar al revisar cada uno de los anexos, las preguntas diseñadas (a

excepción de las de la primera sesión), respondieron a tres categorías apriorísticas que provenían

de los objetivos específicos de esta investigación. En la próxima sección se entrará en detalle

acerca de estas tres categorías.

Page 78: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

74

6.4 Análisis de información

Para analizar la información se empleó un análisis narrativo categorial de contenido. De

acuerdo con Arias Cardona y Alvarado Salgado (2011), el análisis narrativo puede ser entendido

como el proceso de dotar de sentido la historia, renombrado una serie de acontecimientos que

dan cuenta de la configuración particular y compleja frente a los hechos vividos. Así, el análisis

de narrativas permite explorar la comprensión de las vivencias de las personas, enfocándose en

sus narrativas como puerta a la historia creada y narrada (Lieblich et al., 1998).

Para realizar el análisis se siguieron los pasos establecidos por Lieblich y asociados (1998):

1. Selección del subtexto: tomando como punto de partida la pregunta de investigación,

se identifican las secciones relevantes de un texto y se acomodan en un nuevo archivo

o subtexto

2. Definición de las categorías de contenido: se identifican temas o perspectivas que

aparecen a lo largo del texto seleccionado y permiten clasificar sus unidades. Este

paso está intrínsecamente ligado al siguiente, pues involucra leer cuidadosamente,

sugerir categorías, acomodar el texto en categorías y generar ideas adicionales para

categorías o para refinar las ya existentes

3. Organizar el material en las categorías: En esta etapa se separan las oraciones o

fragmentos y se ubican en las categorías relevantes

4. Establecer conclusiones de los resultados: una de las varias alternativas que ofrece el

autor frente a este punto, adoptada en este estudio, consiste en emplear el contenido

encontrado en cada categoría para formar un panorama descriptivo del material

Page 79: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

75

En el marco de lo anterior, se establecieron 3 categorías a priori basadas en los objetivos

específicos de la investigación. Para este estudio se entendió “Fortalezas” como los aspectos que

favorecen el proceso de construcción de la relación terapéutica en el contexto de atención llevada

a través de telepsicología. Por su parte, se entendió por “Barreras" los obstáculos que pueden

dificultar el desarrollo de una relación terapéutica en el contexto de atención llevada a través de

telepsicología. Finalmente, se nombró “Estrategias" a aquellas maniobras o tácticas empleadas

por el terapeuta con el fin de facilitar la construcción de la relación terapéutica en el contexto de

atención realizada a través de telepsicología.

De este modo, a partir de la literatura sobre relación terapéutica citada en el estado del

arte y el marco teórico, se establecieron algunas posibles subcategorías para orientar el análisis.

lo que permitió diseñar una matriz categorial inicial que aparece a continuación.

Tabla 4

Matriz categorial inicial

Page 80: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

76

Esta matriz se empleó para el análisis de todos los casos, iniciando con el de Yenny,

continuando con el de Leticia, y finalizando con el de Jon. Así, uno a uno dentro de la tabla se

incluyeron y organizaron los fragmentos de diario de campo o transcripción de sesiones que

obedecían al segmento correspondiente, como parte de una primera etapa del análisis.

En la segunda etapa, en un documento nuevo y tomando como referencia la matriz, se

comenzó a realizar el análisis que aparece en este documento pudiendo organizar y dar sentido a

la información, y generando subcategorías emergentes que permitieron representar la experiencia

del consultante y la terapeuta en cada caso, identificar algunos aspectos comunes a todos los

participantes, así como otros exclusivos a uno o dos de ellos.

A medida que avanzó el proceso de análisis de resultados se hizo evidente que algunas de

las subcategorías no correspondían con lo inicialmente observado, lo que eventualmente implicó

la reorganización y el surgimiento de subcategorías emergentes, algo que se había anticipado en

el proceso debido a que en el marco de un estudio de caso, se esperaba lograr profundidad en el

análisis particular de las unidades de análisis y por tanto, era esperable que emergieran

comprensiones complejas sobre la situación que no necesariamente correspondían a la

concepción que se hubiera previsto. No obstante, es preciso aclarar que la previa documentación

facilitó la identificación de aspectos que habían sido relevantes para la construcción de la

relación terapéutica.

Definición de subcategorías

Teniendo en cuenta lo anterior, dentro del análisis de los tres casos emergieron distintas

subcategorías. Algunas, específicas en el caso de un solo participante. Otras, aplicaban a dos o a

Page 81: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

77

los tres de ellos. Con el propósito de definirlas, a continuación se organizan en cuadros que

abarcan cada categoría general, iniciando por las fortalezas.

Fortalezas

Tabla 5

Factores contextuales de la telepsicología

Esta subcategoría denota las características del canal virtual que favorecieron el desarrollo de

una relación terapéutica positiva.

- Percepción positiva de teleconsulta a partir de experiencias previas: hace referencia a la

idea favorable que tenían los consultantes acerca del canal virtual para comunicarse con

profesionales, a partir de las experiencias que habían vivido previamente

- Posibilidad de conectarse desde diferentes lugares: se refiere a la facilidad que permitía

la telepsicología para acudir a la sesión sin estar necesariamente en su casa, pudiendo

acomodarse a sus decisiones del día a día

Page 82: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

78

- Percepción de la virtualidad como un canal apropiado para las actividades terapéuticas:

más relacionada en este estudio con la visión de la terapeuta, hace referencia a la

viabilidad del contexto virtual para el desarrollo de ejercicios y otras actividades

adicionales al diálogo en el marco de la sesión

- Contexto apropiado para teleconsulta: conexión a la sesión desde un espacio privado con

condiciones que favorezcan la comunicación, como el uso de tecnología adecuada, una

buena señal a internet y una garantía razonable de que nadie ingresará al espacio donde

se desarrolla la sesión

- La virtualidad como contexto emocionalmente seguro: comprensión del espacio virtual

como un contexto que facilita al consultante sentirse vulnerable, en la medida en que se

encuentra en un entorno familiar

- Contexto apropiado para una relación heterárquica: percepción de la virtualidad como un

entorno que permite el desarrollo de relaciones más simétricas, encontrándose cada

participante del encuentro en un lugar de su confianza

Factores relacionados con el proceso terapéutico

Esta categoría hace referencia a aspectos del proceso terapéutico que estuvieron vinculados al

desarrollo de una relación terapéutica positiva

- Construcción de un contexto seguro y empático: Desarrollo de un espacio en terapia

donde el consultante percibía el interés y la calidez de la terapeuta, y en esa medida,

sentía seguridad para mostrarse emocionalmente vulnerable

- Surgimiento de humor en la consulta: Emergencia de risa y bromas de manera

espontánea, reflejando una relación de confianza (Bados y García, 2011)

Page 83: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

79

- Percepción de un efecto positivo de la terapia: visión del consultante o la terapeuta

respecto a cambios positivos en la dirección de los objetivos terapéuticos, a raíz del

trabajo dentro de la consulta

- Apertura a la retroalimentación y conexión del consultante con las ideas presentadas:

demostraciones de la disposición del consultante a escuchar las comprensiones de la

terapeuta, y su conexión con esas ideas. A pesar de incluir dos aspectos, estas

subcategorías se unieron en una sola debido a que con frecuencia aparecían juntas.

- Visión holística del consultante y de las sesiones: mirada compleja del consultante por

parte de la terapeuta, que le permite situar las afirmaciones de éste dentro de un contexto

integrador donde se considera información que ha emergido en otras sesiones, así como

otros aspectos del lenguaje verbal o no verbal que apoyan el discurso o lo contradicen

(Gilbert y Leahy, 2007). De este modo es posible mostrar al consultante la atención que

se le presta, pero también se cuenta con herramientas para elaboraciones más profundas

dentro de la terapia

- Consciencia de la experiencia interna de la persona terapeuta: conceptualizada como

atención interna (Gilbert y Leahy, 2007), es la consciencia del terapeuta sobre los

pensamientos y emociones que emergen en él o ella en respuesta a lo que pasa en

consulta, en línea con los principios de la cibernética de segundo orden

- Construcción de una relación de heterarquía: desarrollo de una relación más horizontal

entre consultante y terapeuta, donde existe lugar a la colaboración para el cumplimiento

de los objetivos terapéuticos (Gergen y Warhus, 1996)

Page 84: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

80

- Valoración positiva de las habilidades del terapeuta y de la relación: percepción positiva

del consultante sobre el conocimiento del terapeuta, y frente al vínculo formado

Barreras

Tabla 6

Factores contextuales de la telepsicología

Denota las características del canal virtual que presentaron retos a la construcción de una

relación terapéutica positiva

- Problemas de comunicación debido a la conexión: dificultades dentro de la conversación

que están ocasionadas por fallos en la conectividad a internet, y con menor frecuencia,

en la plataforma virtual

- Interrupciones en la comunicación debido a situaciones externas: intermisiones en la

conversación originadas por eventos que ocurren en el entorno del terapeuta o el

consultante

Page 85: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

81

- Irrupciones de terceros: ingreso de terceras personas al espacio donde se desarrolla la

consulta. Difiere del anterior en la medida en que este no solamente implica una

interrupción en la conversación, sino que genera preocupaciones en torno a la

confidencialidad

- Contexto inapropiado para una sesión de telepsicología: conexión a la sesión desde un

lugar donde se presentan fallos de internet, hay presencia de distracciones, o es

imposible o muy difícil garantizar la confidencialidad

Experiencia relacionada con el proceso terapéutico

Describe situaciones vinculadas con el proceso terapéutico, que pueden dificultar la construcción

de una relación terapéutica positiva.

- Dificultades para transmitir un mensaje debido a diferencias en el uso del lenguaje:

malentendidos originados en uso de lenguaje muy complejo o muy específico, que

dificulta a la otra persona la comprensión del mensaje

- Dificultades para establecer una relación más horizontal: problemas para generar un

vínculo más horizontal de colaboración, debido, por ejemplo, a que una de las personas

adopta una postura inferior a la otra

- Inquietudes del terapeuta con respecto a la relación con el consultante: preocupaciones

que emergen en la terapeuta en respuesta a eventos que ponen en peligro la construcción

de una relación terapéutica adecuada, como el deseo del consultante de establecer una

relación de amistad

Page 86: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

82

- Desconexión del consultante con elementos de la terapia: ruptura de la relación

terapéutica que aparece cuando el consultante no considera relevantes las actividades o

conversaciones propuestas para la terapia

- Dificultades del terapeuta para manejar las resonancias: problemas por parte del

terapeuta, para gestionar la reacción emocional que le genera lo que sucede en consulta.

Esto, en últimas, puede impactar su respuesta al consultante y afectar el rumbo de la

conversación

Factores administrativos

Es una subcategoría que surge en el contexto particular de la presente investigación, y hace

referencia a eventos relacionados con la atención en la IPS Consultores de la Pontificia

Universidad Javeriana, que dificultan el desarrollo de una relación terapéutica positiva

- Dificultades asociadas a la normatividad institucional: problemas para realizar acuerdos

autónomos con el consultante respecto a cambios en las condiciones de la consulta,

debido a que los cambios debían recibir autorización del personal de la IPS para su

ejecución

- Malentendidos en la transmisión de mensajes: transmisión o comprensión imprecisa de

mensajes frente al proceso terapéutico en la comunicación con personal administrativo

de la IPS

Page 87: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

83

Estrategias

Tabla 7

Frente al contexto de telepsicología

Acciones emprendidas por la terapeuta para fomentar la construcción de una relación terapéutica

positiva, en relación con el canal virtual y los retos que representa

- Desarrollar el encuadre del espacio virtual: realizar preguntas relacionadas con

experiencia con teleconsulta, con el objetivo de definir el nivel de información necesario

para brindar al consultante. Así mismo, resaltar la importancia de un espacio

confidencial para la consulta

- Asegurar las condiciones adecuadas para la comunicación: confirmar con la otra persona

el correcto funcionamiento del audio y video antes de iniciar o continuar la conversación

Page 88: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

84

- Informar las fallas de comunicación: notificar al consultante situaciones relacionadas con

la conexión a internet que impiden o dificultan la correcta comunicación

- Informar al consultante acerca de los fallos que dificultan la comunicación: notificar al

consultante respecto a problemas o situaciones que obstaculizan la comunicación, aun

cuando la conectividad a Internet está funcionando

- Realizar preguntas relacionadas con el contexto observado a través de la cámara: una vez

establecida una relación de confianza, realizar preguntas al consultante acerca de

particularidades que se observan en su entorno

Frente al proceso terapéutico

Acciones de la terapeuta dirigidas a construir un vínculo terapéutico positivo, en relación con el

proceso terapéutico

- Generar un contexto seguro para las emociones del consultante: a través de recursos

como validación y conversaciones abiertas sobre las emociones, fomentar un clima

donde se muestra que tener emociones y hablar de ellas es válido. Tiene particular

relevancia en casos en lo que el consultante muestra reticencia o temor a explorar o

expresar sus emociones.

- Indagar acerca de las emociones: realizar preguntas directas con el propósito de

entender, y ayudar al consultante a comprender su propia experiencia emocional. Difiere

de la anterior ya que en uno de los casos no fue necesario emplear estrategias de

validación previas o paralelas a la indagación puntual sobre las emociones. En el marco

de este estudio, la generación del contexto seguro para las emociones es un paso previo

pero no indispensable para la indagación con respecto a las mismas.

Page 89: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

85

- Demostrar la atención externa: poner en la conversación los cambios o particularidades

que observa el terapeuta en el lenguaje verbal y no verbal del consultante, invitándolo a

comentar o profundizar en su experiencia, y permitiéndole notar la atención que recibe

(Gilbert y Leahy, 2007)

- Priorizar el bienestar del consultante por encima de la investigación: situar por encima

de la labor investigativa la experiencia, deseos y necesidades del consultante y del

proceso terapéutico

- Generar una relación horizontal: fomentar el desarrollo de un vínculo horizontal y de

colaboración entre terapeuta y consultante

- Paráfrasis y síntesis: Estrategias para mostrar la comprensión sobre el relato del

consultante y manifestar apertura a aclaraciones, bien sea repitiendo lo que dijo en otras

palabras (paráfrasis), o mediante una síntesis que resume los temas y comentarios

realizados (Bados y García, 2011).

- Direccionar el proceso terapéutico: mantener el foco en las necesidades del proceso

terapéutico o de la relación, limitando los desvíos hacia temas que podrían obstaculizar

las conversaciones de terapia

- Resolver rupturas: conversar abiertamente acerca de las rupturas en la relación

terapéutica, con el fin de encontrar una manera de resolverlas efectivamente

- Identificar y señalar narrativas violentas del consultante hacia sí mismo: mostrar al

consultante los relatos de violencia y agresión hacia sí mismo, con el propósito de notar

la visión positiva del terapeuta y ayudarle a narrarse de otra manera

Page 90: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

86

- Conversar abiertamente en torno a la relación terapéutica: poner en la conversación

inquietudes o precisiones con respecto al vínculo terapéutico, pudiendo mostrar, por

ejemplo, las implicaciones del desequilibrio de poder inherente a la terapia

Frente a dificultades administrativos

Acciones de la terapeuta dirigidas a construir un vínculo terapéutico positivo, en relación con

dificultades asociadas al reglamento de la parte administrativa.

- Conversar sobre la experiencia en torno a las dificultades administrativas: indagar con

respecto al posible impacto de las dificultades administrativas en el consultante o en la

relación

6.5 Procedimiento del estudio

A continuación se presenta una tabla con las fases del estudio así como las actividades

que tuvieron lugar en cada una de ellas.

Page 91: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

87

Tabla 8

Resumen de procedimiento del estudio

Page 92: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

88

7. Consideraciones éticas

Para su desarrollo, esta investigación-intervención fue realizada en concordancia con los

postulados de la Resolución 8430 de 1993, que establece las normas científicas, técnicas y

administrativas para investigación en salud. En atención a ello, no se llevó a cabo el estudio antes

de su aprobación por parte del Comité de Investigación y Ética de la Pontificia Universidad

Javeriana.

Además, para la participación en el estudio se solicitó el consentimiento informado y por

escrito de cada persona (Anexo 5), el cual les fue explicado en detalle. Asimismo, se explicó a

quienes deseen participar que esta investigación no conllevaba ningún riesgo para ellos.

Con el fin de garantizar que el desarrollo del presente proyecto no tuviera un impacto

negativo en el trabajo terapéutico con los participantes, se enfatizó en la posibilidad de retirar su

participación en cualquier punto si deseaban hacerlo, aclarando que esto no impactaría la

atención recibida. De manera adicional, en todos los casos se mantuvieron abiertos los canales de

comunicación a lo largo de las sesiones para recibir la retroalimentación de los consultantes con

respecto al proceso o a la relación terapéutica, independientemente de las conversaciones

propuestas en el marco del presente estudio.

Las intervenciones fueron realizadas por un profesional competente, y siguiendo los

lineamientos de la Ley 1090 de 2006 que reglamenta el ejercicio de la profesión de psicología en

Colombia. Además, en todo momento se privilegiaron las intervenciones a las que hubiera lugar,

por encima de la investigación, buscando garantizar y proteger el bienestar de los participantes.

Se garantizó la protección de los datos personales de todos los participantes. Con el fin de

proteger su identidad, los nombres utilizados en el análisis de resultados no corresponden con los

Page 93: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

89

nombres reales de los participantes. Así mismo, se han excluido datos personales que no son

relevantes para el presente estudio.

Finalmente, se dio a conocer a los participantes su derecho a revisar los resultados si así

lo deseaban, así como obtener una copia de los mismos.

Page 94: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

90

8. Análisis de resultados

Para esta investigación se estudió el material perteneciente a tres casos clínicos en estudio de

caso, usando análisis de narrativas. En el siguiente cuadro aparece un resumen de los hallazgos,

divididos por categorías, que responden a cada uno de los objetivos específicos, y por caso.

Posteriormente se presentará el análisis del proceso adelantado con cada consultante, orientado

por los objetivos específicos.

Tabla 9

Resumen de categorías y subcategorías

Page 95: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

91

8.1 Primer caso – Yenny

Fortalezas

Factores contextuales de la telepsicología

Percepción positiva de teleconsulta a partir de experiencias previas

Una primera fortaleza en factores contextuales de la telepsicología es la percepción positiva

de teleconsulta por parte del consultante a partir de sus experiencias anteriores en este

escenario. En el caso de Yenny, el haber tenido una experiencia favorable brindando

teleorientación desde su práctica profesional es un factor que contribuyó a que tuviera buena

disposición para asistir a sus sesiones en esta modalidad. Además, desde su conocimiento

pudo también reconocer que, si bien es importante contar con buena conexión a Internet, en

general la telepsicología brinda alternativas de accesibilidad para muchas personas, lo cual es

Page 96: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

92

otra muestra de su posición favorable hacia el uso de la tecnología en este contexto y ofrece

un buen punto de partida para el proceso terapéutico.

Posibilidad de conectarse desde diferentes lugares

Por otra parte, la telepsicología hace viable asistir a las sesiones desde distintos lugares. Una

posibilidad que fue aprovechada por Yenny, pues tomó la quinta sesión desde un lugar ajeno a

su casa, donde igualmente podía contar con un espacio privado y cómodo. Esto constituye

una ventaja en términos de poder llevar a cabo sus planes del día sin preocuparse por el

tiempo de traslado, algo que también puede evidenciarse en el siguiente fragmento

correspondiente a la novena y última sesión, donde Yenny habla sobre su experiencia.

S9: Y: pues sí, siento que era más... o sea, me quedaba más factible conectarme en mi hogar porque... pues digamos, los fines de semana como mi mami siempre se iba pues tenía mi espacio, podía hablar, pues no tenía que movilizarme... entonces me... no, bien

Percepción de la virtualidad como un canal apropiado para las actividades terapéuticas

Un aspecto importante que tuvo un impacto positivo en el proceso terapéutico fue el

reconocer que el canal virtual permitía desarrollar las actividades propuestas para la terapia

de manera muy similar a como se habrían podido desempeñar en la presencialidad. De este

modo, se vio favorecido el proceso terapéutico. La siguiente es una nota del diario de campo

de la terapeuta, perteneciente a la quinta sesión, donde se propuso una actividad que consistía

en pedirle a Yenny realizar un dibujo de su familia. El ejercicio avanzó sin mayores

dificultades y alcanzó sus objetivos.

DC5: El ejercicio de dibujo con Yenny me permitió atestiguar las alternativas que permite la virtualidad, y cómo algunas de las actividades que empleamos en terapia funcionan de manera prácticamente igual a como lo hacen en la presencialidad, lo cual me generó mucha tranquilidad, especialmente al sentir que ella se conectó con él de manera similar a lo que esperaría que hubiera pasado en el consultorio

Page 97: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

93

Contexto apropiado para teleconsulta

Las instalaciones de Consultores en psicología, la IPS de la Universidad Javeriana donde se

prestaba el servicio de atención, contaba con consultorios adecuados para la atención por

telepsicología, al ofrecer un contexto de privacidad, no generar pausas en las sesiones por la

irrupción de terceros y estar relativamente aislados de sonidos del exterior y de otros

consultorios. Estos factores promueven una mejor atención y en consecuencia, pueden

favorecer la relación terapéutica.

Factores relacionados con el proceso terapéutico

Construcción de un contexto seguro y empático

En diferentes puntos de las sesiones, Yenny manifestó que se sintió escuchada en este

proceso, que valoraba el contacto visual, la posibilidad de expresarse, la manera como la

terapeuta se comunicaba con ella y las preguntas que realizaba, en contraposición con

entrevistas que había tenido anteriormente con otros psicólogos. Además, refirió que se sentía

cómoda y que se trataba de una experiencia agradable.

Un ejemplo claro aparece en la tercera sesión:

S3: Y: pues la verdad… ehm… pues la verdad, ¿qué? he estado digamos… cuando tuve el ataque, pues llamé a muchas universidades, y he tenido el encuentro pero digo como… no sé, no tengo el mismo feeling

T: mhm, okay

Y: entonces me siento muy cómoda

T: bueno… estos… bueno, me imagino que estos encuentros han sido también virtuales con estas otras personas

Y: sí, pero no… pues solo como que es la primera sesión, y digo que no quiero seguir

T: okay, de acuerdo… mmm… ¿cómo te sentiste conmigo? me cuentas que te sentiste cómoda en la sesión pasada, ¿hay algo más que hubieras sentido, algo más que te llamó la atención?

Page 98: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

94

Y: pues, me siento cómoda, me siento… ehm… o sea, cómoda en todos los sentidos, para poder hablar, para poderme comunicar, eh… también es muy asertivo… eh… las cosas que me preguntas, es cómodo… y ya

El hecho que se pudiera construir un espacio que se percibe como seguro y donde no se siente

juzgada, permitió que Yenny fuera cambiando su manera de comunicarse con la terapeuta a

medida que avanzaban las sesiones. De esta manera, en un principio su lenguaje era más

formal y distante, y con el tiempo se tornó más relajado.

DC6: He notado que el lenguaje que utiliza Yenny ha cambiado bastante. Ahora se ha tornado mucho más coloquial, con el uso de una que otra grosería, y con un tono de voz más relajado. Ya no me siento como si fuera su profesora y estuviéramos en una exposición, y eso me ha permitido tener conversaciones más abiertas con ella, donde siento también que puede expresarse con mayor tranquilidad, y considero que eso habla muy bien del espacio que hemos podido co-construir.

Debido a que, como se verá reflejado más adelante en las barreras, uno de los aspectos que

representaba un reto con respecto a este caso era el hecho de que la relación terapéutica

parecía estar muy marcada por la verticalidad en un principio, el que se generara un espacio

cómodo dio pie al cambio de lenguaje formal a informal (paso de “usted” a “tú”), y ello

generó una sensación de alivio en la terapeuta. Además, como Yenny mencionó, el espacio

seguro, cómodo y empático que percibió, le permitió tener conversaciones íntimas donde

pudo expresar emociones y pensamientos que no había podido compartir con otras personas.

S4: T: esa relación, digamos, de comodidad, ¿qué te permite a ti en este espacio?

Y: poder expresarme y… full, o sea, desahogarme total de cosas que de pronto no le he contado a absolutamente nadie

T: okay, es decir, como estar… como expuesta… como...

Y: sí, totalmente. Como que acá tienes toda la baraja de mí. Todas las cartas sobre la mesa

Surgimiento del humor en la consulta

Uno de los signos que muestran mayor confianza en la relación fue el surgimiento de humor

en distintos puntos de las sesiones. Un ejemplo apareció al final de la segunda sesión, con el

uso de una expresión coloquial:

Page 99: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

95

S2: Y: vale, sí señora, entonces nos vemos… a la misma hora, por el mismo canal

T: por el mismo canal, perfecto. Que estés bien, chao

De manera un poco más clara, en la tercera sesión Yenny estaba contando una situación que

había vivido en una de sus entrevistas con otros psicólogos. Ella hace referencia a una

psicóloga que se encontraba con su supervisora dentro de la sesión.

En el siguiente fragmento, Yenny comenta que el micrófono de la profesional se apagaba

durante la consulta. Para ilustrar su experiencia, apagó su micrófono mientras hablaba, y la

terapeuta tuvo dificultades en un principio para comprender lo que estaba sucediendo, lo que

generó risas en ambas.

S3: Y: mmm… sí, sí… eh… de pronto porque… no sé, o sea, me sentí cómoda con la profesora, porque pues… me hizo preguntas muy asertivas, y yo dije “súper bien”, y me retroalimentaba muy bien, pero la chica, no sé, estaba muy nerviosa, se tomaba… se… se cogía el cabello, apagaba el micrófono, era como [se corta audio]

T: se te… eh… apagaste el… ah, okay, [risas]

Y: y me hablaba [risas] estoy haciendo un ejemplo

T: sí, sí, fue muy vívido, funcionó muy bien [risas] yo… “Dios mío” [risas]

Esta situación volvió a aparecer durante la sexta sesión, cuando Yenny apagó su micrófono

mientras hablaba de un tema similar nuevamente a manera de ilustración, convirtiéndolo en

un chiste recurrente, inherente a la relación terapéutica.

S6: Y: entonces yo le dije como "ven, digamos eso pues no... no me sentí cómoda, ehm... yo le dije, yo soy muy dispersa y en esos momentos estaba muy susceptible porque estaba súper mal, y el sentido de que de pronto no me sintiera escuchada, porque pues obviamente... de pronto que tú apagabas tu micrófono y como que comenzabas a hablar con otr... [se interrumpe sonido] Yo lo apagué [risas]

Percepción de un efecto positivo de la terapia

Algo esencial en cualquier proceso terapéutico es la valoración que tengan tanto consultantes

como terapeuta con respecto a los progresos, beneficios y cambios que se han alcanzado con

la terapia. En ese sentido, Yenny manifestó en la quinta sesión que gracias a las

Page 100: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

96

conversaciones terapéuticas se había podido dar cuenta de la importancia de poner límites,

algo que no había pensado antes.

S5: Y: no, pues fue muy ameno, fue muy ameno, fue muy reflexiva la sesión de hoy porque siento que... me estoy volviendo como más consciente de que tengo que poner límites por mi bienestar

T: mhm, okay

Y: que... como que... al imaginármelo y al relatarlo, me siento cómoda, me siento cómoda como que... "parce, qué chévere sería sentirme así si de verdad los pongo" entonces fue muy ameno

Además, en la siguiente sesión, refirió una mayor sensación de bienestar, algo que también

indica su satisfacción con el proceso, y que impacta directamente la relación terapéutica:

S6: T: mhm. Okay. Mhm. ¿Qué te permiten esos aprendizajes que estás haciendo ahorita? Eso que me dices de "estoy fortaleciendo mis filtros", ¿qué cosas cambian cuando fortaleces esos filtros?

Y: ush, mucho. Mucho, ya me siento como... un poco más tranquila. ¿Sabes? siento que estoy esforzándome por mi bienestar, y a veces por mi calidad de... si yo más... pues, muchas personas tienen diferentes perspectivas de calidad de vida, pero siento que estoy mejorando mi calidad de vida como persona... como mi bienestar. Entonces siento que si tengo un buen bienestar tengo muy buena calidad de vida.

Una manifestación particularmente importante de los efectos positivos que percibió Yenny de

la terapia se dio en la séptima sesión. Debido a que se estaba realizando un cierre de

semestre, hubo preguntas encaminadas a revisar el proceso terapéutico, y ella manifestó

sentirse muy satisfecha y notar varios cambios que habían promovido su bienestar. En esta

conversación, la terapeuta buscó destacar los progresos y señalar su agencia y el compromiso

que tuvo Yenny con su proceso.

S7: Y: uy, ¿cómo me he sentido? pues la verdad ha sido una experiencia muy muy muy amena, muy enriquecedora porque... pues a como venía antes, de mi preocupación, de que... de que... desconfiaba de mí, tenía miedo, eh... pues ahorita sí ya me veo un poco... como más segura […] Entonces me he sentido muy muy bien, digamos en el aspecto de mi familia, eh... todavía tengo que trabajar en eso, en colocar límites, pero poco a poco lo he hecho, entonces son varios ajustes que se ha hecho en mi vida personal, entonces...

T: ¿que quién ha hecho?

Y: yo...

T: mmm! Porque fíjate cómo te alejas un poco con el lenguaje, "se ha hecho". No señora, los hiciste tu […] Los cambios requieren esfuerzo, tiempo, constancia, y es importante que tú misma te reconozcas lo que has hecho

Page 101: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

97

Y: sí, tienes razón, sí. Ha sido un trabajo... pues no ha sido fácil, pero pues como te digo, ha sido muy enriquecedor, y he aprendido un poquito más a conocerme, a... no sé, como... a quererme un poquito más, no poner como... proteger a los demás sino protegerme a mi, entonces me ha ayudado muchísimo […]

La percepción de los efectos positivos de la psicoterapia emergió nuevamente durante la

última sesión.

S9: Y: uy no, doc, esto me sirvió muchísimo. Muchísimo. En que literalmente... pues, plantaste una semillita y yo la fui... pues también... como que construyendo, porque... pues a como llegué, y al verme ahorita, pues digo como... he logrado muchísimo, muchísimo, muchísimo. Te agradezco mucho, doc, de verdad por todo, porque... porque no sé, es muy grato, es... mmm... ¿cómo decirlo? como... me siento bien. O sea, en este momento me siento muy muy muy bien en muchos aspectos en este momento de mi vida que cuando llegué no... estaba muy mal. Tanto aspectos de mi vida... más que todo sí, mi vida, mi vida académica, bueno... una loquera. Pero sí, muy muy grato, te agradezco mucho, mucho aprendizaje... ehm... todavía sigue creciendo la semillita y... no, sólo me queda agradecerte, doc

Apertura a la retroalimentación y conexión del consultante con las ideas presentadas

Un factor destacable del proceso terapéutico tiene que ver con la apertura que tenga la

persona consultante frente a la retroalimentación de su terapeuta, pues esto favorece tanto la

comodidad de ambas personas con el vínculo, como las posibilidades de cambio. En el caso

de Yenny, ella manifestó abiertamente que un factor que la ayudaba a sentirse a gusto tenía

que ver con la presencia de retroalimentación que le permitía ver su situación desde otro

punto de vista.

S4: T: okay. Mmm… ¿qué cosas he hecho como terapeuta que te han ayudado a estar más cómoda en las sesiones?

[pausa]

Y: mmm… en el momento que me pones a…. como que me aterrizas y me dices como “creo que pasa esto”, o sea, das tu punto de vista y siento que me aterrizas a la realidad, al contexto, me dices “puedes pasar por esto y esto”

T: okay, o sea… te gusta que te de como mi comprensión de las cosas y te la ponga ahí para que tu veas---

Y: sí, como la retroalimentación, por decirlo así, me agrada

El hecho de que Yenny estuviera dispuesta a recibir retroalimentación no solamente se

evidenció en sus comentarios abiertos al respecto, sino también en la manera como asimilaba

Page 102: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

98

los comentarios, pues pausaba en la conversación y pensaba acerca de lo que escuchaba,

antes de dar su respuesta. Un ejemplo de ello se presenta a continuación.

S4: T: ¿y será que los profesionales, las personas que ya tienen experiencia o algo no se equivocan?

Y: obvio, claro, uno es un ser humano, uno se equivoca

T: claro, ¿no? Pero no estoy tan segura de que hagas el filtro en ese momento

[Pausa]

Y: pues... sí... [pausa] sí, un poco

Esta misma situación se presentó de nuevo un poco más adelante en la misma sesión. La

terapeuta estaba señalando una contradicción entre dos puntos de vista que había expresado la

consultante en momentos anteriores dentro de la sesión. Yenny, por su parte, se mostró abierta

y receptiva ante la devolución.

S4: T: entonces fíjate ahora que los ponemos sobre la mesa se contradicen un poquito los unos con los otros, ¿no?

Y: pos sí

T: y eso a mí lo único que me hace pensar es un poco más de eso, que te entran las voces y... y tu no las filtras, o te cuesta mucho filtrarlas, porque de repente ya dijo algo la profesora y pun, eso impacta mis habilidades y ya, al carajo, se fueron, adiós, no tengo. ¿Sí? ¿qué piensas?

Y: [pausa] pues no... sí, tienes razón

La apertura por parte de la consultante resonó en la terapeuta y generó tanto confianza frente

al proceso, como un fortalecimiento del compromiso ya existente con la búsqueda de nuevas

maneras de entender el caso de Yenny.

DC4: A medida que avanzamos por este rumbo en la conversación, le voy mostrando a Yenny mi comprensión del caso, cosa que me recuerda a lo que ella me señaló anteriormente como algo que le gustaba de nuestra relación: la retroalimentación de lo que yo veía. Si bien esto es parte del proceso que se lleva con todos los consultantes en psicoterapia con la finalidad de acompañarlos a ver su situación desde otro punto de vista, haberlo escuchado recientemente como algo que a ella le parecía valioso, constituye un incentivo para seguir intentando llegar a elaboraciones que le permitan avanzar en su proceso.

Page 103: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

99

La apertura de la consultante a recibir las ideas de la terapeuta también se refleja en el

siguiente fragmento, cuando Yenny se conectó con la devolución que hizo la psicóloga, y la

complementó.

S4: T: yo cuando pienso en ti veo como dos partes... […], yo veo una parte que de verdad intenta proteger e intenta decir "¿qué te pasa? eso no es así, o sea, estás hablando basura", pero otra parte que sí... que sí es como... que está como muy expuesta y muy vulnerable, y... y todo le llega derechito al corazón […], no sé tú qué sientas

Y: sí, es verdad, es verdad porque... a veces, eh... siento que la gente me admira, como... porque yo soy muy franca

T: mhm

Y: ¿sí? yo si le tengo que decir a alguien como lo que no me molesta en la cara, pues se lo digo, o cosas así, pero a veces pasa, no sé, digamos con mi mami cuando me dice cosas... o... o con alguien muy allegado, no puedo sacar esa parte de mí como "oye, qué te pasa, por favor no lo hagas", no... un límite, sino que sí me siento muy vulnerable, y me afecta demasiado, o sea... eso sí, sí lo reconozco […]

Visión holística del consultante y de las sesiones

Un aspecto importante del proceso terapéutico y la construcción del vínculo tiene que ver con

la capacidad de la terapeuta de demostrar una visión holística de la situación, siendo capaz de

integrar diferentes impresiones y las ideas compartidas por la consultante en diferentes puntos

de la terapia, lo cual no solamente beneficia el proceso, sino también es una muestra de la

atención que se presta al otro y la importancia que da a su situación. Un primer ejemplo

aparece en la tercera consulta, cuando la terapeuta retomó aspectos que emergieron en

diferentes puntos de las sesiones hasta ese momento, y realizó una devolución integrativa

mostrando una situación que se repetía en diferentes contextos. Esta fortaleza señalada por la

literatura, además, es directamente relevante dentro del modelo sistémico, cuyos pilares se

encuentran en la identificación e intervención sobre pautas y patrones.

S3: T: pero entonces... tenemos esta situación con tu papá, donde sientes que tu papá te está descalificando, te está diciendo un montón de cosas y... sin siquiera tener idea, que es lo que te entendí […]. Luego me cuentas que tu expareja también lo […] hacía todo el tiempo […], y además... tú te descalificas a ti misma, […] y como que también te relacionas un poco contigo desde ahí… y eso me hace pensar en en… cuando llegaste a la primera sesión aquí conmigo, y que me decías… la sesión pasada incluso, que me hablabas un poco de lo que estaba pasando en la universidad, ¿tú qué estás

Page 104: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

100

pensando? no quiero entrar yo en detalle sobre eso, porque quiero ver tú que estás pensando con esto que te estoy poniendo yo aquí

La visión holística permite confrontar a la persona consultante de una manera más sutil, pues

estar en la capacidad de integrar elementos de diferentes aspectos demuestra empatía y una

adecuada comprensión de la situación del otro, lo que, aunque no es un requisito, ayuda a

plantear una intervención confrontativa de manera estética.

S4: T: ahí... ahí Yenny te voy a parar porque he estado pensando todo este tiempo pero te dejo hablar para ver si organizo mis ideas. Es que fíjate lo que me cuentas: me dices que... que te has cuestionado, que estás muy desmotivada

Y: [risas]

T: [risas] sí, y te ríes y todo porque ya sabes. Que... que estás muy desmotivada, que dudas de tus habilidades, que dudas de tu carrera... mejor dicho dudas de todo, dudas hasta de cómo te llamas por el hecho de que no te asignaron paciente... ehm... y sin embargo ahorita en otro momento me hablas de la profesora y me dices "sí, pero es que ella se contradice, yo no siento que ella la tenga tan clara porque además le dio paciente a esta otra persona que no me pareció, pues, brillante en la sesión que yo pude verla". [...] entonces ayúdame a organizar un poco esto, ¿qué está pasando ahí?

La visión holística también se evidencia en el siguiente extracto de la quinta sesión, donde se

recordaron aspectos discutidos iniciando la terapia para profundizar la comprensión del punto

de vista de la consultante.

S5: T: aquí quiero hacer un paréntesis, porque... me acuerdo mucho, creo que fue en la segunda sesión, que tu me compartías... o tal vez la tercera, no estoy segura, que tú me compartías... ehm... que te habría gustado tener ciertas cosas en la relación con tu mamá y con tu papá que no tuviste. Que añorabas cierta relación que veías en... pues, en otras personas, que te parecía chévere cómo se demostraban cariño... […] bueno, y si tus papás hoy en día te dieran todo ese cariño que un día has anhelado y llegan y te dijeran "hija, te amo, te adoro, eres lo más importante para mí", estuvieran así súper pendientes y te llamaran y te abrazaran, ¿tú cómo lo recibirías?

De manera similar, la capacidad de detectar cambios a lo largo de diferentes sesiones es un

factor importante tanto para evidenciar el progreso que se ha tenido en el marco del proceso

terapéutico, como para dar cuenta de la atención que se dedica al consultante. Ese es el caso

de la sexta sesión, en la que la terapeuta le habló a Yenny sobre las diferencias que estaba

notando en ella.

S6: T: fíjate que siento un cambio en la manera como hablas de ella, y hace como 2, 3 semanas te sentía más como "la profesora" y "ella me dice […], y... que era algo que te iba a señalar hace un rato, en estas

Page 105: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

101

dos últimas semanas te he visto llegar a las sesiones muy tranquila. […] no sólo te he visto más tranquila, sino que veo que ahora ves a la profesora, asesora, de otra manera, de una manera distinta. Entonces me pregunto un poco qué ha pasado en estas semanas, porque supongo que la asesora siempre ha sido así, sólo que antes no habías visto algunas cosas, ¿qué ha pasado en estas semanas que te hace verla de otra manera, y cómo ese verla de otra manera también te protege un poco? […]

Consciencia de la experiencia interna de la persona terapeuta

Un factor importante durante la terapia es la capacidad de la terapeuta de estar en contacto

con sus propias emociones y pensamientos que emergen durante las sesiones. Una muestra de

esto apareció en la séptima sesión ya que el ruido de fondo estaba generándole dificultades

para entender a la consultante, y molestias. Identificar estas emociones permite buscar darles

manejo sin responder de una manera fuerte hacia la otra persona y sin que esto limite la

maniobra terapéutica.

DC7: Cuando llevábamos 10 o 15 minutos hablando, ya estaba un poco indispuesta por la dificultad de escuchar a Yenny a veces debido al volumen de los sonidos de construcción del lugar donde se encontraba. Esto me hizo ser particularmente cuidadosa al momento de hacer una confrontación, buscando que la manera como la hacía no se viera impactada por mi leve molestia.

Barreras

Factores contextuales de la telepsicología

Problemas de comunicación debido a la conexión

En distintos puntos a lo largo de casi todas las sesiones, hubo momentos en los que se

dificultaba la comunicación debido a problemas de conexión. La segunda sesión, por

ejemplo, inició dificultades con el audio que impedían que la terapeuta escuchara a la

consultante y viceversa, lo cual requirió desconectarse, llamarse por teléfono y hablar por ese

medio mientras se reintentaba establecer la conexión.

En otros momentos, los problemas de audio se presentaban en la mitad de la sesión,

dificultando transmitir el mensaje de manera correcta y requiriendo que alguna de las dos le

Page 106: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

102

expresara a la otra lo que había pasado para que repitiera lo que había dicho. Un ejemplo de

ello ocurrió en la quinta sesión.

S5: Y: […] Entonces pues... ahí... pues lo hice como bien, hubieron ciertas falencias porque yo [falla de audio] tenía como que... [inaudible] yo le doy una herramienta para que usted pueda [inaudible] y pues no

T: eh... espera, el audio... el audio... algo pasó muy raro, y entonces te congelaste, y luego... me lo devolvió rapidísimo y no te entendí

Y: ah, ok

De manera similar, en la sexta sesión ocurrió la misma situación, pero en esta ocasión,

además, Yenny perdió el hilo de lo que estaba diciendo.

S6: T: fíjate...

[problemas de audio]

T: uy, espera, espérate, no te escuché nada, ¡qué horror! Te dije que si lo podías moldear y tu cara se quedó congelada, y luego me llegó el audio súper corrido y no sé qué me dijiste

Y: ah, que... pues... y ahora no me acuerdo.

T: te dije "me causa curiosidad que..."

Y: no sé, que quería nutrir... sí, nutrir eso, para tener una relación sana

Interrupciones en la comunicación debido a situaciones externas

El hecho de que la consultante tomara las sesiones desde su casa (o la de alguien más) y no

desde un consultorio, en ocasiones daba lugar a situaciones que no se presentarían en el caso

de terapia presencial. De este modo, en la tercera sesión, la conversación acerca de

experiencias pasadas de Yenny con telepsicología se vio interrumpida por el ingreso de

alguien a la casa.

S3: [ladrido de fondo]

Y: digamos, este ejemplo, digamos, mira, ahorita ¿me esperas un segundo, que están abriendo abajo y estoy sola?

T: no te preocupes

[pausa de 50 segundos]

Page 107: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

103

Y: discúlpame, bueno… digamos, digamos, eso [risas] no lo puedo controlar

En una sesión posterior la comunicación se vio afectada por el hecho de Yenny se encontraba

en un espacio en el que estaban adelantando obras, y eso impactó la capacidad para escuchar

lo que decía la otra.

S7: T: ¿qué? espérame te subo el volumen porque te escucho como pasito... a ver... ahora sí. Ehm... bueno, antes de empezar... quería preguntarte... ¡ay! suena ruido... ¿están haciendo obras?

Y: sí, los vecinos acá, entonces... va a haber un poquito de ruido.

Esta situación se repitió en distintos momentos de la conversación. Esta ocasión tuvo un

factor de ligera tensión adicional, debido a que la terapeuta estaba indagando por un tema que

no estaba segura si había generado molestia en la consultante:

S7: T: antes de empezar, quería preguntarte un poco... pues hemos tenido unos líos con... con temas de... de agendamiento y... y bueno, todo lo que ya conoces. Quería preguntarte cómo fue tu experiencia con ese tema, con... eso de yo... pues, escribiéndote "oye, Yenny, tal hora...", o sea... ¿cómo fue eso?

[ruido de fondo se intensifica]

Y: ¿cómo...? perdón... ¿cómo... así? o sea, ¿en el agendamiento?

En cierto momento de la misma sesión, los problemas se intensificaron debido a lo que

parece haber sido una mezcla de un problema de señal, con el ruido de fondo que ya había de

por medio. Esto empezó a generar frustración en Yenny, y fue necesario que la terapeuta

intentara contenerla.

S7: T: como de distintas cosas que tú hagas, o sea, que sean cosas que hace Yenny en distintos lugares

Y: espera porque no sé si es mi internet o no te estoy escuchando bien. Espérame, espérame

T: dale, tranquila

[ruido de taladro de fondo]

Y: otra vez... es que te escucho pero pareciera como si me estuvieras habl... [inaudible] pero no te escucho

T: ¿ahora me escuchas?

Y: sí

[ruido de taladro]

Page 108: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

104

T: okay. Como... de qué tipo de cosas te caracterizan y hacen parte de tu rol y de la persona que tú eres... uy [sonido de irritación debido al taladro] como en tu familia. ¿Sí me escuchaste eso?

Y: no... [tono de frustración] ay, perdón

T: no te preocupes, no desesperes. Ahora…[…]

Irrupciones de terceros

De modo similar al anterior, en alguna ocasión hubo interrupciones en la sesión por cuenta

del ingreso de terceros al cuarto donde se encontraba Yenny. Sin embargo, esto se ubica en

una subcategoría aparte, ya que no solamente dificulta la comunicación, también puede

alterar la concentración en la conversación, implicando una pausa más larga en la sesión.

Además, al tratarse del mismo espacio (a diferencia de un ejemplo anterior donde se dio el

ingreso a la casa), se da lugar a preocupaciones de confidencialidad.

S7: [Pausa de 30 segundos, se escucha una voz masculina en el fondo. Yenny apaga el micrófono]

Y: disculpa

T: no te preocupes, tranquila

Y: ¿me puedes volver a repetir? un rol como de cocinar...

La situación anterior, como se ve reflejado en el diario de campo de esa sesión, generó cierta

preocupación en la terapeuta.

DC7: En otro punto entró alguien al cuarto donde Yenny se había acomodado para la llamada, y pareció preguntarle algo (aunque ella había apagado el micrófono). Dejamos de hablar por algunos segundos, hasta que la persona salió y retomamos donde habíamos quedado. Esta interrupción no solía ocurrir en la casa donde normalmente Yenny se encuentra, y aunque no afectó tanto el hilo de conversación, me generó algo de preocupación con respecto a la idoneidad del espacio en términos de privacidad.

Experiencia relacionada con el proceso terapéutico

Dificultades para transmitir un mensaje debido a diferencias en el uso del lenguaje

En distintos puntos, especialmente al principio del proceso terapéutico, hubo algunos

malentendidos entre la terapeuta y la consultante, mediados por interpretaciones distintas que

dificultaron la comprensión de los mensajes.

Page 109: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

105

DC2: En cierto punto empezamos a hablar acerca de “la voz” de Yenny, pues yo intentaba mostrarle que veía en ella una tendencia a no escucharse o no identificar su voz en medio de la de muchas personas importantes de su vida. Sin embargo, ella en un principio entendió que yo quería que usara su voz directamente para hacer cambios (por ejemplo en instituciones). Esto me hace querer estar un poco más atenta a estas situaciones, y quizás buscar expresarme mejor en otras ocasiones. Lo anterior también se notó cuando le pregunté si la han descalificado o invalidado en otros espacios (además del académico). Considerando que ella me pidió repetir la pregunta, es algo que quiero tener más presente en el futuro.

Estos malentendidos fueron notados muy rápidamente por la terapeuta y motivaron la

intención de utilizar un lenguaje más claro.

DC2: A pesar de que los malentendidos hacen parte de las situaciones cotidianas dentro y fuera de terapia, al haber tenido más de uno en esta sesión, puede ser importante ser un poco más consciente del lenguaje que uso para tratar de comunicarme de manera más efectiva con Yenny

Sin embargo, las dificultades relacionadas con la claridad en la transmisión de los mensajes

se extendieron también a las propuestas en torno a las preguntas que se formularon para la

presente investigación. Al final de la segunda sesión, se le brindaron las instrucciones de

manera similar a como se habían planteado inicialmente en la metodología del presente

trabajo, buscando que la consultante pensara en su experiencia durante la sesión y le fuera

más fácil recordarlo al iniciar la siguiente consulta.

A pesar de que al final de la primera sesión se había seguido una dinámica similar, en esta

ocasión, quizás porque las instrucciones incluían la posibilidad de tomar notas, parece

haberse entendido como una tarea más formal por parte de Yenny.

S3: Y: estoy buscando las preguntas

T: ¿dime?

Y: que no las encuentro, discúlpame

T: no te preocupes, o sea, eso usualmente es para que pienses como hacia al final si hay alguna cosa con la que te identifiques, pero no es como… sabes, una tarea o algo así, sino… sino para que esté en tu mente. Ahorita te puedo hacer las preguntas y… de lo que te acuerdes está bien, no pasa nada. Eh… ¿cómo fue tu experiencia la sesión pasada?

Page 110: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

106

Esta situación se repitió un poco más adelante en el proceso, debido a que una de las

preguntas para el trabajo de investigación estaba formulada en una manera en la que a Yenny

le costó comprender y solicitó clarificación.

S4: T: […] ¿Qué cosas sientes que te ha permitido en sesión la relación que tienes conmigo como terapeuta?

Y: ¿qué cosas siento? uy, no. No sé [risas] pues… siento que se repite como lo mismo, qué cosas siento, pues… no sé

T: ¿qué te permite?, o sea, si tu dice…

Y: ¿qué me permite expresarme? o… no… no sé, no entiendo

T: […] Entonces, tú me dices que tenemos una relación cómoda

Y: mhm

T: esa relación, digamos, de comodidad, ¿qué te permite a ti en este espacio?

La situación anterior tuvo un impacto en la terapeuta, pues constituyó una razón para pensar

en cómo transmitir el mensaje de una manera más clara en el futuro.

DC4: No obstante, por la formulación de algunas de las preguntas, fue difícil lograr que Yenny entendiera lo que quería decir, lo cual requirió que intentara ser un poco más clara y repitiera mis preguntas. Esto me hizo sentir un poco incómoda con la redacción que había elegido, y llama la atención a una revisión de las preguntas, para ver si hay algo que podría modificarse con el fin de minimizar los malentendidos. Una opción podría ser dividir de antemano la pregunta, para no abrumar al consultante con dos preguntas al tiempo.

Los malentendidos también se vieron reflejados en momentos en que se había formulado

alguna devolución. En el caso concreto que se presentará a continuación, perteneciente a la

quinta sesión, el malentendido pudo haber obedecido a una devolución muy extensa y sin

interrupciones, así como el uso de lenguaje referente a la pertenencia de la consultante en su

sistema, en una abstracción con la que no se había generado conexión.

S5: T: pero eso no tiene que ser algo malo. Porque cuando yo miraba el genograma yo decía... no la ubico, no siento dónde yo la pondría, dónde pertenece, y por eso te digo, es diferente con quién uno vive, a dónde siente que pertenece, y por eso quería hacer esta sesión para empezar a mirar eso, y empiezo a entender un poco que tu has ido tejiendo esa pertenencia […] entonces yo decía "bueno, ¿y si se fue uno de los pilares, uno de los ejes donde pertenecía, qué pasó con Yenny?". Y eso es lo que... lo que quería ver un poco acá

Y: ¿cómo así? ahí me perdí un poco, discúlpame

Page 111: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

107

Dificultades para establecer una relación más horizontal

Entendiendo que no es posible abolir completamente las dinámicas inherentes al

desequilibrio de poder en terapia simplemente basándose en el hecho de que una de las dos

personas acude a la otra para recibir ayuda o apoyo con una situación determinada, una parte

importante de la terapia sistémico construccionista es encuadrar el escenario terapéutico de

tal suerte que terapeuta y consultante realicen un trabajo hacia el cambio.

Las impresiones en torno a dificultades para relacionarse de manera más heterárquica,

se ven particularmente reflejadas en los diarios de campo. En el caso de Yenny, además, un

factor que pudo haber complicado la situación es el hecho de que ella se estaba formando en

psicología. Esto pareció haber representado un reto inicial para encuadrar el escenario

terapéutico como tal, y no como una extensión del espacio académico donde los roles

jerárquicos están claramente demarcados. En el siguiente fragmento de diario de campo se

pueden observar las reflexiones de la terapeuta al respecto, así como los cuestionamientos

que emergían en ella y que luego tendrían un rol en la manera como abordaría la relación.

DC2: Durante ciertos momentos noté que, aunque Yenny me tutea, en su tono de voz existe cierta distancia que me hace sentir una verticalidad en terapia. Además, en ciertos momentos en que hablamos acerca de algún tema cercano a la psicología, su uso del lenguaje se torna más formal y me da la impresión de que me habla como lo haría con un profesor. Asimismo, en algún momento le presenté una hipótesis con la que no la sentí particularmente conectada, a juzgar por su lenguaje verbal y no verbal (le hablé de la posibilidad de que le costara un poco asumir las transiciones en su vida); sin embargo, me dio la impresión de que ella estaba intentando realmente ver las cosas desde mi punto de vista y me pregunté hasta qué punto estaría dispuesta a decirme que no se conectó o que está en desacuerdo con algo, si llega a ser el caso.

El deseo de establecer una relación horizontal tuvo un impacto negativo, pues en aras de

promover la comodidad de la consultante, la terapeuta empezó a tener dificultades para

realizar las interrupciones o comentarios que veía pertinentes, lo cual podría entenderse como

una jerarquía invertida, y no como la heterarquía deseada.

Page 112: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

108

DC2: Estas situaciones podrían estar asociadas a las dificultades que tengo para interrumpirla, quizás por temor a que se acentúe la jerarquía.

Factores administrativos

Dificultades asociadas a la normatividad institucional

Teniendo en cuenta que la atención en los tres casos tenía lugar en la IPS Consultores de

Psicología de la Pontificia Universidad Javeriana, la coordinación de las sesiones estaba

sujeta a la autorización por parte del personal de la institución. Por este motivo, cuando en

cierto punto del proceso fue necesario acordar un cambio temporal en los horarios, la

terapeuta se sintió incómoda ante la incertidumbre de la situación, algo que reflejó en su

diario de campo.

DC6: Me sentí incómoda al estar conversando con Yenny acerca de los cambios de horario, pues al tener ambas distintos tipos de compromiso, se lidió con incertidumbre frente al momento de la siguiente sesión. Más importante aún, el hecho de que deba solicitar la autorización para cambiar el horario me genera preocupación por no conseguir los permisos a tiempo y luego haber invertido cierto tiempo de la sesión para al final no poder tomar la siguiente consulta. Creo que esta incertidumbre de mi parte puede percibirse por ella como algo un poco molesto, al no poder ofrecerle opciones concretas y fijas.

Estrategias

Frente al contexto de la telepsicología

Desarrollar el encuadre del espacio virtual

Con el fin de garantizar una comprensión adecuada del modo en que se desarrollarían las

sesiones, en la primera sesión indagué acerca de la experiencia que podía tener Yenny con

consulta en modalidad virtual, lo que me permitiría entender el nivel de detalle que debía

incluir el encuadre. Teniendo en cuenta que por la carrera que cursaba ya tenía experiencia

práctica en teleorientación, no fue necesario incluir mucha información referente al canal de

atención. Parte del encuadre implica garantizar que ambas partes se encuentren en un espacio

Page 113: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

109

apropiado para la consulta. En ese sentido, durante la quinta sesión, al notar que Yenny se

encontraba en un lugar distinto al habitual, se procedió a hacer la verificación antes de iniciar.

S5: T: sí, sí, ahora sí te veo derecha...¿estás en el celu, me dijiste?

Y: sí, sí señora. No estoy en el compu

T: okay, ¿pero estás en tu casa? ¿o estás en otro espacio?

Y: [voz risueña, posiblemente avergonzada] tampoco, no […]

T: okay, bueno, ¿es un espacio donde puedes hablar tranquila, segura?

Y: sí, sí señora, totalmente

Asegurar las condiciones adecuadas para la comunicación

Al usar el canal virtual se hacía necesario verificar que la comunicación se diera de manera

exitosa en distintos puntos de cada sesión. Con frecuencia ocurría al iniciar los encuentros,

pues ambas nos asegurábamos de que la otra nos escuchara antes de entrar en materia. Esta

estrategia también apareció en momentos en que se verificaba que las condiciones de

iluminación y de señal permitieran la correcta transmisión de la imagen por la cámara,

aspecto importante para la comunicación no verbal. Un ejemplo de ello en la segunda sesión

puede verse a continuación.

S2: T: es decir que de todas las cosas que me estás diciendo… ¿tú me ves bien? es que ahora me siento muy a oscuras

Y: tranquila, no sé, sí te veo

T: ah, okay, eh…

Otro ejemplo apareció durante a la quinta sesión, pues la psicóloga le indica a la consultante

que no la está viendo bien, ante lo cual ella hizo los ajustes correspondientes.

S5: T: bien, qué pena contigo, que te llegué un poquito tarde, pero ya. Me surgió una cosita a último minuto entonces me tocó resolverla rápido. Estás acostada, de lado

Y: no, estoy de... ah, ¿me ves de lado?

T: sí [risas]

Page 114: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

110

Y: no, es que tengo... estoy en... entonces como... como tengo los auriculares... ¿Así está bien?

T: sí, sí, ahora sí te veo derecha

Además de ello, el inicio de la segunda sesión estuvo marcado por fallas en el sistema que

impidieron la transmisión de audio, por lo que se recurrió a cortar la llamada y a iniciar una

llamada telefónica, como se describe en el siguiente fragmento de diario de campo.

DC2: La llamada inició con dificultades para comunicarnos. A pesar de que ambas estábamos conectadas, ninguna de las dos parecía poder escuchar a la otra. Ante esta situación, y tras varios segundos de intentar comunicarnos, finalicé la llamada y me comuniqué con ella por teléfono, para solicitarle que intentara ingresar nuevamente a la videollamada. Una vez logramos establecer la conexión y escucharnos, finalizamos la llamada telefónica y empezamos a conversar.

Informar las fallas de comunicación

Teniendo en cuenta los problemas de comunicación en el canal virtual, otra estrategia

consistió en señalar las dificultades cuando se presentaban, e incluso parafrasear lo que se

había entendido del mensaje antes de la falla para ayudar a retomar el punto en que estaba la

conversación. La paráfrasis se encontrará en la siguiente sección de estrategias, pero en este

caso representa puntualmente el intento de demostrar y verificar la comprensión del mensaje

a la luz de problemas ocasionados por la calidad de la señal.

S3: T: no te preocupes… ehm… cuando me estabas comentando la experiencia con la primera psicóloga se… se cortó mucho la comunicación y luego… sabes, cuando pasa que se corta y luego llega el audio todo corriendo… entonces… ehm.. vamos a ver si te entendí, me contabas que con ella sentiste que tenía muchos nervios, y que se le notaban los nervios… y… y que luego te hacía las preguntas de manera reiterativa, entonces tu no te sentiste cómoda de pronto con sus habilidades

Otro ejemplo ocurrió en la quinta sesión, como aparece a continuación, donde también se

mencionaron brevemente los temas de la conversación y el punto en que se había

interrumpido.

S5: T: eh... espera, el audio... el audio... algo pasó muy raro, y entonces te congelaste, y luego... me lo devolvió rapidísimo y no te entendí

Y: ah, ok

T: bueno, te llegaron con 3 temas distintos, que al principio no sabías como muy bien... me contaste que unos con estrés y ansiedad, unos con los vecinos y ahí... me quedé. Que lo hiciste como bien...

Page 115: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

111

En la sexta sesión volvió a darse esta situación. Nuevamente, la terapeuta informó la falla y

ayudó a la consultante a recordar lo que estaba diciendo.

S6: T: uy, espera, espérate, no te escuché nada, ¡qué horror! Te dije que si lo podías moldear y tu cara se quedó congelada, y luego me llegó el audio súper corrido y no sé qué me dijiste

Y: ah, que... pues... y ahora no me acuerdo.

T: te dije "me causa curiosidad que..."

Y: no sé, que quería nutrir... sí, nutrir eso, para tener una relación sana

Realizar preguntas relacionadas con el contexto observado a través de la cámara

Las sesiones realizadas por telepsicología no solamente le dieron a la consultante la

oportunidad de recibir la terapia en distintos lugares, sino también permitieron a la terapeuta

notar el cambio de escenario y establecer conversación al respecto cuando eso ocurría,

teniendo en cuenta que ya se había construido una relación terapéutica donde existía cierto

grado de confianza. La quinta sesión, cuando se conectó desde la casa de su pareja, es un

ejemplo de esta situación, ya que desde la cámara se puede ver un letrero que dice “Feliz”, y

que la terapeuta supone, corresponde a “Feliz cumpleaños”, algo que pone sobre la

conversación.

S5: T: ¿fue el cumpleaños de alguien? o ¿es el cumpleaños de alguien?

Y: ah, no, es que estoy donde mi pareja, entonces cuando él cumplió años yo le puse ahí... entonces todavía lo tiene, sólo dejó como el "feliz"

T: okay

Así mismo, en la octava sesión se hizo evidente un cambio de fondo, que la terapeuta

destacó. Yenny mencionó que su cuarto era rosado, y que le gustaba un personaje de Disney,

algo que no había emergido en el resto del proceso. Ambas situaciones ofrecieron más

información con respecto a la consultante de la que se podría notar en un consultorio en

Page 116: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

112

procesos presenciales, y el preguntar respetuosamente acerca de lo que aparecía en la cámara

ofrece una muestra de interés por parte de la terapeuta.

S8: T: bueno, yo tengo unas preguntas para ti. La primera es, ¿dónde estás?

Y: ¿dónde estoy en...? o sea...

T: ¿Estás en tu cuarto?

Y: ah, sí, estoy en mi cuarto

T: ¿lo pintaste?

[…]

T: okay, es que yo nunca había visto el rosado

Y: no, por eso mismo, porque cuando me tocaban cosas [de la universidad], no podía mostrar mi cuarto rosado de niña. Me daba pena entonces...

Debido a que esta situación tuvo lugar a puertas del cierre del proceso terapéutico, la

información que surgió con respecto a los gustos personales de la consultante no fue

retomada en otro momento. Sin embargo, es una muestra de que en ocasiones la

telepsicología ofrece datos personales del consultante que, dado un nivel de confianza

adecuado, pueden permitirle al terapeuta realizar preguntas o comentarios con respecto a esa

información para fortalecer la relación, convirtiéndose en oportunidad para conversación

social e incluso en ocasiones podrían vincularse a algún punto más relevante al proceso

terapéutico.

Frente al proceso terapéutico

Indagar acerca de las emociones

Parte importante del proceso de terapia implica poder identificar y clarificar las emociones

que tienen los consultantes frente a distintos temas, con el fin no solamente de demostrar la

atención hacia su persona y sus relatos, sino también de facilitarles llegar a una mayor

Page 117: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

113

comprensión de su situación. Esto empezó a hacerse evidente desde la primera sesión, cuando

se indagó acerca de los “nervios” que se convirtieron en su motivo de consulta.

DC1: Mientras me cuenta esto, su tono de voz va cambiando se empieza a reflejar angustia en sus acciones. Le agradezco por contarme sus dificultades y le señalo que la siento alterada, y que me gustaría conocer qué está sintiendo. Me dice que se siente “nerviosa” y le pido que intente describirme cómo se sienten esos nervios. Conversamos para concretar la descripción de esta emoción, y una vez ella la va elaborando, intento devolvérsela para ver si entendí bien. Ella responde que sí, y me da más detalles. Continúo haciendo preguntas para entender mejor la situación, su contexto, las manifestaciones que adquiere y las posibles excepciones.

En la siguiente sesión también se indagó por las emociones de la consultante, con el fin de

comprender su experiencia emocional frente a algunas dificultades que estaba atravesando en

el escenario académico y de práctica profesional, y que, se fue descubriendo durante la

terapia, se vinculaban a los episodios de ansiedad que la llevaron a consultar.

S2: T: Eso te iba a preguntar... como ¿qué emociones te generaba eso que me estabas contando? me dices desesperanza que... frustración también, ¿qué más hay ahí?

Y: Tristeza… eh… o sea, tengo mucha tristeza de que... pues eh... no sé uno siente que en la práctica es donde aprende en realidad… Pues yo siento que sí, pues he aprendido mucho porque no... no tenía conocimientos que ahorita tengo, pero yo digo como... no era lo que yo esperaba, entonces me siento como muy triste

T: y también tal vez un poquito... decepcionada, cuando me dices como “no era lo que yo esperaba”

Y: sí, siento como decepción... como pereza de eso... no me gustan ciertas cosas

Otro ejemplo se presentó en la tercera sesión, durante una conversación alrededor de un

conflicto familiar en el cual Yenny se sintió atacada y culpabilizada. Las emociones que

aparecían frente a ello también representaban una experiencia emocional que se había

identificado en el ámbito académico, y desde allí, era posible asociarlas al motivo de

consulta. Por tanto, su comprensión ayudaba a impulsar el proceso terapéutico.

S3: T: ahorita que me estás contando esto, ¿qué sientes?

Y: ush, me duele, me duele, me dan hasta ganas de llorar porque…

T: es que sí…

Y: […]

T: eso te iba a decir, ¿qué emoción estaba hablando en ese momento?

Page 118: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

114

Y: ush, el, el… tenía mucha, mucha rabia, mucha, mucha, mucha…

T: ¿qué más había?

Y: eh...Tenía tristeza porque... lo que te digo, o sea, me atacó de una manera terrible... y me estaba poniendo a la gente en contra, ¿sí? eh…

Demostrar la atención externa

Una manera importante en que se puede reflejar la atención que tiene el terapeuta sobre el

consultante, es su capacidad de ir más allá del contenido que comenta, pudiendo vislumbrar

emociones o pensamientos que no aparecen directamente en lo que está diciendo. Un ejemplo

de ello es el fragmento a continuación, donde se indagó por el contenido detrás de la

comunicación implícita que la terapeuta identificó en la consultante al hablar de las

experiencias difíciles que había atravesado su madre en el pasado. Esto permitió que Yenny

expresara sus ideas en torno al relato.

S3: T: cuando me lo estás contando es como… como que me estás recitando lo que… lo que escuchas a cada rato y que es como [sube la voz y habla lento] “sí, mamá, ya entendí, gracias” ¿sí?

Y: algo así, sí. Como “a mí me tocó muy duro”, pero había una tía, que era tía de ella... y ella me decía “eso es pura mierda, sus abuelitos tenían plata, y allá había una señora que les ayudara… que sí les tocaba, pero así tan duro…” […]

Generar una relación horizontal

Uno de los elementos más notables en el proceso de construcción de la relación terapéutica

con Yenny se asocia al uso de estrategias que apuntaban a disminuir la jerarquía en terapia, en

línea con los postulados del construccionismo social. Durante las primeras sesiones se notaba

el uso de lenguaje formal por parte de Yenny, algo que se podría adjudicar a que provenía de

un contexto académico en psicología. En respuesta a ello, se hacían algunas precisiones

relacionadas con generar un espacio terapéutico cómodo para la consultante, como se

describe a continuación.

Page 119: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

115

DC1: Cuando al principio le pregunté acerca de su experiencia con telepsicología, empecé a notar en sus respuestas un lenguaje más formal y cercano a la academia, que me hizo sentir que parecía una conversación entre una profesora y la alumna, o lo que diría alguien que está siendo entrevistada para un trabajo. Ante eso, me pareció importante decirle “déjame saber si hay algo que necesitas para sentirte cómoda en este espacio”, como una manera quizás de restablecer la heterarquía, y de recontextualizar la sesión como un espacio terapéutico y no académico.

Otra manera de buscar desarrollar la relación desde una mayor horizontalidad implicó resaltar

la posición de no-saber de la terapeuta, en lo que respectaba a la experiencia de vida de la

consultante, abriendo la posibilidad al cuestionamiento de las ideas planteadas por la

profesional.

DC1: En varios puntos de la sesión hice preguntas para clarificar mi comprensión del caso, y otras veces buscaba hacerlo a partir de las devoluciones de lo que entendía, intentando dejar claro a la consultante que esa era mi percepción y que me gustaría que me corrigiera si ella sentía que me estaba equivocando.

En la misma línea, la primera parte del proceso estuvo marcada por una cantidad importante

de datos personales de la consultante, ofreciendo detalles más allá de lo que potencialmente

podrían ser utilizados en terapia. No obstante, teniendo en cuenta el contexto jerárquico que

estaba apareciendo desde el principio en las interacciones con esta consultante, durante la

primera sesión se tomó la decisión de permitirle contar su historia a su manera, limitando la

cantidad de preguntas a momentos donde se la pudiera interrumpir con mayor facilidad. Es

importante resaltar que para tomar esta decisión, la terapeuta tomó en cuenta el lenguaje no

verbal de Yenny.

DC1: Considero que esta sesión tuvo una parte significativa de la información que entendemos como “contenido” (en contraposición con “proceso” o “pautas relacionales”). Si bien era consciente de eso a medida que la consultante entraba en detalle acerca de distintos hechos de su vida, no consideré pertinente interrumpirla en ese momento al notar que su tono de voz y sus expresiones faciales parecían más relajadas.

A pesar de todo lo anterior, generar una relación horizontal implica también mantener la

maniobra terapéutica, y como se ha hecho evidente en el presente análisis, en un principio la

terapeuta hacía un esfuerzo consciente por ayudar a la consultante a no adoptar una postura

Page 120: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

116

subordinada. Este esfuerzo terminó por dificultar la realización de intervenciones que eran

necesarias para el proceso, lo que de cierto modo invirtió la jerarquía. En ese sentido, otra

manera de restablecer una mayor horizontalidad fue poner esta dificultad sobre la

conversación durante la tercera sesión, vinculándola con otros contextos de la consultante

para no solamente beneficiar la relación terapéutica, sino actuar en beneficio del proceso.

S3: T: […] es algo que yo estaba pensando sobre mis sesiones anteriores, y te cuento cómo me he sentido y luego me cuentas cómo lo has sentido tu, si de pronto no tú lo has visto o no lo has visto […] porque a veces me da miedo como... como hacerte alguna interrupción, y que tú te sientas como… sabes, si yo te siento un poquito acá, y no me siento un poquito aquí... me da miedo que si yo te interrumpo o algo... tú te bajes otro poquito, entonces, claro, el ideal de la terapia es que nosotras podamos estar aquí, y… y que yo... pues, con los muchos, pocos... lo que sea, conocimientos que tenga, pueda acompañar tu proceso, pero a veces cuando te hablo siento que... me siento como si fuera un poco tu profesora... Entonces como... como tal vez te siento un poco intimidada, o algún tipo de cosa, y... y es por eso que yo me quedé pensando como “bueno, ¿será que eso ha pasado en las otras relaciones de Yenny? […]

El poner el tema en la conversación utilizando la autorreferencia para vincularla con la pauta

relacional de la consultante, redujo las preocupaciones de la terapeuta y de este modo,

implicó un avance en el abordaje del caso.

DC4: Creo que desde que puse en la conversación la sensación que me daba Yenny, he sentido cierta facilidad para relacionarme de una manera distinta con ella. A pesar de que a veces siento temor por hacerla sentir mal (quizás más temor del que uno podría sentir con cualquier consultante en un proceso terapéutico), en esta sesión logré hacer un par de preguntas confrontativas que, aunque no sentí que fueran hechas con fuerza, marcan una diferencia frente a lo que percibo de mi manera de hablarle en las sesiones anteriores.

Paráfrasis y síntesis

Las paráfrasis y síntesis son recursos que permiten mostrar al consultante la atención que se

presta a su relato. Además, son una manera de asegurarse de comprender la experiencia del

otro al hacerle una devolución que esta persona luego puede corregir o complementar, lo cual

fortalece la relación terapéutica y beneficia el proceso de terapia. En la segunda sesión

aparece un ejemplo de ello.

S2: Y: eh… Pues ahorita como que en la semana sí me dio, pero digamos… estos tres días he estado muy... o sea, como que estoy como baja de nota y ya no me preocupo porque digo como “ah, ¿para qué le voy a meter la ficha a esto si me van a poner una nota de 3, algo así” […]

Page 121: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

117

T: es decir que esta preocupación normalmente aparece cuando te sientes muy involucrada en lo que está pasando, y eso hace que te preocupes... entonces de pronto se escala un poquito la preocupación, y cuando estás como... como aburrida…

Y: sí […]

T: es decir que sientes que nadie está validando, nadie está viendo tu esfuerzo, ¿sí?

Y: sí…

Priorizar el bienestar del consultante por encima de la investigación

Como parte de una postura auto reflexiva, es importante señalar que los procesos de

construcción de relación terapéutica que aparecen en el presente trabajo han estado

atravesados por la investigación misma. A pesar de que por motivos metodológicos se

destinaba una parte específica de cada encuentro a conversar acerca de la relación, se

mencionó en sesiones iniciales que los consultantes eran libres de compartir sus experiencias

en el momento que aparecieran y desearan hacerlo, en un intento por contrarrestar la idea de

que las conversaciones acerca de la relación solamente adquirían sentido cuando se

relacionaban con el trabajo de grado. A continuación se muestra un ejemplo de la tercera

sesión.

S3:T: okay, de acuerdo, entiendo… bueno, ¿hay algo de la sesión pasada que te habría gustado que fuera diferente?

Y: mmm… no… no, está… [pausa]

T: si piensas en algún momento y te acuerdas durante la sesión y dices “ay, me acordé”, no en aras de la investigación, sino en aras de tu proceso, sabes que está totalmente abierto el espacio para… para que me cuentes eso, y…

Lo anterior tuvo un efecto positivo en el proceso, pues en la entrevista durante la sesión final,

se indagó a Yenny sobre su experiencia respondiendo preguntas sobre la relación terapéutica

para propósitos investigativos, y ella manifestó sentirse satisfecha y destacar la importancia

de estas preguntas sin que necesariamente hicieran parte de un proyecto investigativo.

Page 122: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

118

S9: Y: [...] Siento que también se enlazaba con la terapia, entonces que no siento que fuera como tanto una investigación, entonces... me preguntabas, como "ven, ¿cómo te pareció?", entonces siento que... a veces uno debería preguntar eso, que no sea tanto por una investigación, sino "ven, ¿cómo te sientes? ¿qué tal todo?" que pues... ese tipo de preguntas... ehm... le sirven tanto como a uno para que se aprenda a expresar, y también para el terapeuta lo que le digan, pues trate también de mejorarlo. Entonces no... no sentí que tanto que fuera como un proyecto, sino... era como ameno que preguntaras eso...

Frente a dificultades administrativas

Conversar sobre la experiencia en torno a las dificultades administrativas

Durante el final de la sexta sesión con Yenny hubo conversaciones en torno a situaciones

personales que dificultaban realizar la séptima sesión en el horario habitual. Debido a que la

atención en Consultores de la Universidad Javeriana está mediada por un conducto regular,

cambiar el horario temporalmente acarreaba una serie de trámites administrativos externos a

la terapeuta y la consultante. Esto implicó conversaciones fuera del escenario terapéutico, lo

cual generó preocupaciones en la psicóloga frente a posible incomodidad o molestia por parte

de la consultante. Ante ello, la estrategia empleada fue hablar abiertamente sobre la situación.

S7: T: antes de empezar, quería preguntarte un poco... pues hemos tenido unos líos con... con temas de... de agendamiento y... y bueno, todo lo que ya conoces. Quería preguntarte cómo fue tu experiencia con ese tema, con... eso de yo... pues, escribiéndote "oye, Yenny, tal hora...", o sea... ¿cómo fue eso? […] quería preguntarte si eso te impactó de alguna manera...

Y: no, no, no, no, antes me ayudó porque pues... la verdad esta semana que pasó estaba súper colapsada de muchas cosas, de entregas, de finales, entonces dije como... uy... entonces dije como "no, el viernes pago la consulta", ¿no? bien, ya habíamos quedado que el 5, entonces...

T: okay. Para mi fue un poco incómodo tener que escribirte como de afán la semana pasada, como "oye, está pasando esto" porque tengo que pedir unos permisos acá... digamos, son unos temas como de organización internos, de administración... entonces para mi era incómodo y yo como "bueno, me gustaría saber si para Yenny fue incómodo, si no fue incómodo", entonces... me cuentas que para ti fue algo normal

Y: sí, sí señora, no... no hay lío

Si bien en la transcripción anterior se evidencia que la consultante no manifiesta ninguna

molestia producto de la situación, es importante establecer un diálogo frente a estos eventos

para descartar una experiencia negativa, así como para mostrar el interés por la otra persona,

especialmente debido a que la psicóloga tenía cierta preocupación por el tema.

Page 123: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

119

8.2 Segundo caso – Leticia

Fortalezas

Factores contextuales de la telepsicología

Percepción positiva de teleconsulta a partir de experiencias previas

Una primera fortaleza en factores contextuales de la telepsicología es la percepción positiva

de teleconsulta por parte del consultante a partir de sus experiencias anteriores en este

escenario. En el caso de Leticia, el haber tenido una experiencia favorable brindando

consultas en telemedicina desde su práctica profesional es un factor que contribuyó a que

tuviera buena disposición para asistir a sus sesiones en esta modalidad. Aunque su

experiencia previa con psicólogos se había dado de manera presencial, durante la primera

sesión, mencionó que los procesos de atención virtual le parecían “maravillosos”.

Posibilidad de conectarse desde diferentes lugares

Por otra parte, la telepsicología hace viable asistir a las sesiones desde distintos lugares.

Teniendo en cuenta que Leticia es estudiante de medicina los cambios asociados a sus

rotaciones implicaron que algunas de las sesiones las tomara en lugares distintos a su casa,

incluyendo la oficina de su papá, un consultorio del hospital, y en algún caso, otras

instalaciones del hospital. De este modo, la telepsicología ofreció una flexibilidad que le

permitió asistir a las sesiones programadas aun cuando sus horarios eran variables.

Con respecto a esto, en la quinta sesión se presentó una dificultad que será abordada

más adelante, cuando Leticia no logró tener un lugar fijo para conectarse a la sesión. No

obstante, aún en este caso, ella reconoció el valor de haberse podido conectar y “no perder

Page 124: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

120

toda la sesión”, lo que da cuenta del valor que le atribuye al proceso terapéutico como a las

herramientas virtuales.

S5: L: sí, ya. Bueno, me ha parecido... bueno, fue difícil, ¿no? pero digamos... por lo menos pude estar como hablando contigo así fueran 15 minutos y no perder la sesión, obviamente yo sé que no es lo ideal

La virtualidad como contexto emocionalmente seguro

A pesar de la facilidad para conectarse desde otros lugares, Leticia tomó la mayoría de

sesiones desde su casa. En este aspecto, ella destacó las ventajas de estar en su propio

espacio, algo que le permite, por ejemplo, llorar con mayor confianza, inclusive después de la

sesión dado que está en un sitio privado.

S2: L: me sentí muy bien, lo estuve pensando, por qué es que me gustó tanto como… esta virtualidad. Pues yo nunca había tenido un psicólogo así como… online… eh… y es porque me siento como muy cómoda en mi espacio, ¿no? [...]como que te sientas acá, luego se acaba, ya estás en pijamita en tu casa, todo está bien… eh… si quieres llorar otro ratico, lloras otro ratico en tu casa y no en el transporte público… eh… esas cosas me gustaron, entonces… me gusta mucho la virtualidad… obviamente también es muy chévere la interacción en persona, ¿no? pero… pero me siento como… como si fuera hablando con alguien que ya conozco, tipo… en confianza.

Esto es algo que volvió a resaltar en la siguiente sesión, cuando rescató el valor del lugar

seguro en el que se sentía al estar en su casa, especialmente después de haber discutido temas

dolorosos.

S3: L: Ehm… no sé, creo que dije muchas cosas que a lo mejor no le he dicho a nadie

T: mhm

L: y… y pues no sé, o sea… probablemente… o sea, no sé, siento que esto facilitó un poco como las cosas

T: ¿por qué crees que fue así?

L: no sé, como que siento que el hecho de estar como en mi propio ambiente hace que sea un lugar seguro, en parte…

T: okay, entonces sientes que de pronto estando en otro lado sería un poquito más… intimidante, ¿tal vez?

L: sí, porque el simple hecho de salir, tener que coger… el transporte, y uno ahí todo vuelto nada, todo destruído… y la verdad, sí…

Page 125: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

121

Contexto apropiado para una relación heterárquica

Un aspecto importante para Leticia, en línea con lo que sugiere la literatura, es el valor del

contexto virtual como un canal que facilita la construcción de relaciones más heterárquicas

que el consultorio tradicional, en contraposición con las experiencias previas de ella en

psicoterapia. La terapia en un contexto más similar al médico la intimidaba, entre otras cosas,

por la interacción con el personal administrativo. En este punto, es importante precisar que el

hecho de que Leticia hubiera recibido un diagnóstico de rasgos de un trastorno de

personalidad en el pasado, algo que en su momento le generó confusión y reacciones

emocionales ambivalentes, puede también asociarse con una mayor predisposición negativa

hacia el entorno más medicalizado de la terapia.

S2: L: […] entonces como que no tengo la presión de que… llego, la secretaria te mira como “¿quién sabe qué tiene esta vieja loca?” [...]

Adicional a ello, Leticia también resalta que realizar una consulta por videollamada le resta

algo de formalidad, algo que puede relacionarse tanto con el punto anterior, como con el uso

regular de videollamadas para propósitos adicionales a la consulta, lo que también implica

una distancia de la medicalización de la psicoterapia.

S2: L: no… no sé, me… me siento en confianza contigo. Pero creo que tiene que ver como… no sé, es que según yo, yo tengo como sexto sentido con la gente, entonces como que cuando alguien me cae mal yo soy como “no, eso no va a pasar”, pero cuando alguien… que también siento que es una cosa de la virtualidad, y es que le quita formalidad al asunto, ¿no? entonces como que en el consultorio uno está ahí… bien sentado, uno no dice ni una grosería… eres perfecto… en cambio la virtualidad hace como que… pues estoy en mi espacio de confianza, hablo como quiera, si quiero subir los pies los subo [risas]

Durante la cuarta sesión, Leticia reiteró este punto, localizando en la conexión que tiene con

la psicóloga sin que esté mediado por un contexto formal como el consultorio.

S4: L: eh… pues no sé, o sea yo… lo que te dije la vez pasada, me siento como hablando con una amiga más que con mi psicóloga. Obviamente sin sobrepasar como ningún límite extraño

T: okay

Page 126: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

122

L: pero yo creo que bien, creo que ha sido como bastante amistosa, como que siento que nos entendemos bien

T: okay, ¿y eso sientes que se… que está… o que tiene que ver con eso… con esto de que sientes que te pongo atención, con que sientes que fluye la conversación…?

L: sí, con eso, y también con el hecho de no estar… lo que te dije de no estar en el consultorio sino de estar así como… tipo videollamada

T: okay, en un..

L: eso como que le quita un poco de formalidad al asunto

Contexto apropiado para teleconsulta

Las instalaciones de Consultores en psicología, la IPS de la Universidad Javeriana donde se

prestaba el servicio de atención, contaba con consultorios adecuados para la atención por

telepsicología, al ofrecer un contexto de privacidad, no generar pausas en las sesiones por la

irrupción de terceros y estar relativamente aislados de sonidos del exterior y de otros

consultorios. Estos factores promueven una mejor atención y en consecuencia, pueden

favorecer la relación terapéutica.

Factores relacionados con el proceso terapéutico

Construcción de un contexto seguro y empático

Algo que Leticia valoró de las sesiones, fue notar que su psicóloga se mostraba interesada y

atenta a la conversación, algo que contrastó con procesos anteriores donde sentía que se

concentraban únicamente en el computador, gesto que le dificultaba sentirse escuchada.

S2: L: No sé por qué se me facilita más desenvolverme aquí y también porque hay algo que me molesta mucho, de pronto esto te sirve, información para tu trabajo… cuando… ¿sabes? llegas a la consulta y está el computador y ellas están así… y tu sabes que te están escuchando pero… tu estás viendo otra cosa y eso… entonces como que eso también limita el hecho de que “no sé qué estás haciendo” pero tu cara está ahí…

Parte de la construcción de un entorno seguro y empático en este caso también tuvo que con

aspectos fuera del control de la terapeuta, en este caso, su edad. Leticia refiere haber tenido

experiencia con terapeutas mayores con quienes no se sentía en la comodidad de compartir

Page 127: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

123

algunas partes de su historia, al percibir prejuicios de su parte. No obstante, este factor cobra

también relevancia en tanto al momento de la conversación (al final de la segunda sesión), no

habían emergido otros factores que disminuyeran la confianza de Leticia en su terapeuta, en

una posición sin juicios, y su percepción del espacio como seguro.

S2: L: bien… […] no, pues me sentí muy bien… yo te dije que me habías caído bien, me das mucha confianza, me inspiras confianza, me gusta que seas joven, porque eso… según yo, un poco… influye, porque he tenido terapeutas como… mayores que son súper convencionales, como que tienen un prejuicio, eso… obviamente uno dice que no, porque… está mal éticamente, moralmente, pero uno sabe cuando le echan la miradita. Hay cosas con las que no me sentiría cómoda hablando con una persona de pronto de una edad mayor… eh… y ya, no, la verdad…

El surgimiento de este entorno empático también fue notado por la terapeuta, quien resaltó el

hecho de que durante esa segunda sesión Leticia hubiese traído a colación en la terapia un

evento muy difícil del que muy poco había hablado antes.

DC2: Durante esta sesión apareció un tema doloroso del pasado de Leticia. De cierto modo me sorprendió que emergiera “tan pronto”, pero la manera como se desenvolvió la conversación me hizo sentir contenta con la relación que estamos construyendo. Creo que ya en este punto temprano del proceso terapéutico se estableció una conexión emocional que le permitió a Leticia sentirse segura para hablar de temas difíciles.

Durante la cuarta sesión, Leticia también se refirió al ambiente empático que notaba en la

terapia, resaltando el hecho de que sentía que era vista con interés y empatía por la psicóloga.

Puntualmente, además, mencionó que percibía un interés genuino en ella como ser humano,

lo cual trascendía cualquier posible noción de enfermedad o etiqueta.

S4: L: Ehm…. ¿qué valoro? no sé, creo que eres una persona que está muy dispuesta… como realmente a escucharme y no sólo a estar… como tomando apuntes ahí detrás como “bueno, sí, sí… sigue hablando”

T: mmm…

L: y… y me gusta eso, siento que… es como… ¿sabes? como cuando hay médicos que ven a los pacientes como una enfermedad y como un objeto de estudio

T: okay

L: y… pero como que no me siento así, sino como que siento que… como que te interesa como… tu labor, y eso… y eso me gusta mucho

Page 128: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

124

Un poco más adelante en la misma sesión, Leticia destacó que otro aspecto que la hacía sentir

cómoda y escuchada, era el hecho de que la psicóloga no era tan estricta con el tiempo, lo que

sugería un interés por escuchar lo que tenía para decir.

S4: L: eh… digamos me gusta que a veces como que… no estás tan pendiente de que el tiempo sea como… súper estricto

T: mhm

L: es como que si estamos terminando de hablar de algo, así como que te tomas el tiempo de… ehm… y no sé… [risas] no sé, pues… no sé por qué lo veo yo como muy normal, pero siento que fluye bien, sin necesidad de hacer mucho esfuerzo

Adicionalmente, resaltó que sentía que sus emociones eran validadas y escuchadas en el

escenario terapéutico actual, en contraste con procesos anteriores.

S4: L: mmm… por ejemplo… pues no sé, por ejemplo siento que te he contado cosas que a mucha gente no le he contado y que va más allá del hecho de que seas mi terapeuta, sino del hecho que… de que siempre como que me has hecho sentir como que… es importante, y que no tengo como que… minimizar eh… pues, como mis sentimientos, y pues me pongo a pensar que… por ejemplo, las cosas que te he contado probablemente no se las he contado a muchas personas, entonces siento que… también he tenido otras psicólogas, y no ha sido así...

T: okay

L: ...o sea… no me he sentido como en la confianza de contar ciertas cosas

Este aprecio volvió a hacerse evidente en la quinta sesión, que, como se verá en una sección

posterior, estuvo marcada por varias dificultades logísticas. No obstante, Leticia manifestó

haber valorado el reducido tiempo que se pudo dedicar a la consulta, algo que se puede

entender de su percepción del espacio como empático y valioso.

S5: T: cuando me dices que por lo menos pudiste estar hablando conmigo, ¿a qué te refieres? o ¿qué te parece chévere de que eso hubiera sido así?

L: Digamos, siento que... o sea... [risas] o sea, siento que este es como un momento de poder sacar un poco las cosas, y más con esto que pasó, o sea, yo desde el viernes ya necesitaba que fuera esta cita para contarte eso tan horrible

En esta sesión, Leticia agradeció el hecho de que la terapeuta no se mostrara molesta con ella

por las distintas dificultades que aparecieron. En respuesta a ello, la psicóloga manifestó su

empatía desde su condición de estudiante, mencionando, no obstante, la importancia de tener

Page 129: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

125

un espacio donde pudiera hablar tranquilamente, para que fuera tenido en cuenta en futuras

ocasiones.

S5: L: bien, me gustó que fuiste muy comprensiva, probablemente otra persona se habría molestado conmigo

T: okay. Yo entien... o sea, soy estudiante, yo entiendo. Obviamente me parece importante y creo que a ti también, porque parte de lo que valoras de este espacio es que podamos hablar de cosas importantes, y pues mientras estás corriendo porque te van a echar no vamos a poder hablar de cosas importantes. Pero entiendo que a veces... o sea, a veces estas cosas pasan y son parte del proceso, entonces claramente no me voy a poner a regañarte.

Otra manifestación de la percepción de un ambiente seguro y empático se refleja en el hecho

de que Leticia se sintiera en la comodidad de ser honesta con respecto a la razón por la cual

no había hecho una tarea que se había propuesto. A pesar de que al principio de la quinta

sesión mencionó que tenía que ver con problemas en los horarios, hacia el final dio la

verdadera razón.

S5: L: mmm... sí. La verdad es que no hice la tarea porque me dolió un poquito hacerla

T: ajá! ¿qué te dolió?

L: mi secreto oscuro. No, creo que no fui capaz de hacerla sin culparme. Y como habíamos quedado que no me iba a culpar, pues mejor no la hice [risas]

T: entonces lo podemos hacer en sesión

[…]

L: sí la empecé a pensar pero fue como... no me hallé, "esto no va a pasar"

T: okay, bueno. Gracias por contarme eso.

Construcción de una relación de heterarquía

De conformidad con los principios de la psicoterapia enmarcada en el construccionismo

social, con Leticia se desarrolló una relación caracterizada por la horizontalidad y la

colaboración. De este modo, había un trabajo conjunto para explorar los temas en sesión.

S3: L: [risas] yo… tengo una teoría

T: mhm [tono que invita a profundizar]

L: es una buena teoría, escúchala.

Page 130: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

126

Estos aportes de Leticia favorecían la llegada a nuevos puntos de vista, como aparece en la

siguiente anotación de diario de campo.

DC3: Percibo un clima de colaboración en terapia, particularmente con esta consultante. La manera como nos comunicamos frente a distintos temas fomenta que cada una aporte sus propias “teorías” (como las llama Leticia) e hipótesis, las presente a la otra, y podamos revisarlas más en detalle, en un trabajo en equipo que busca profundizar la comprensión sobre los deseos y emociones de Leticia.

Desde allí, Leticia mostraba el compromiso con su proceso terapéutico a partir de su

disposición a seguir pensando en nuevas ideas y teorías en el tiempo entre sesiones, para

continuar alimentando el trabajo conjunto en terapia.

S3: T: sí, voy a anotar por aquí “risa”, digamos, es una pregunta que se me ocurrió, que no tiene que ver con lo que conversamos hoy pero… pero me parece chévere que si se te ocurre algo en esta semana, también lo podamos hablar

L: está bien, pensaré en alguna hipótesis

Otra manifestación importante de una relación más horizontal es el hecho de que la

consultante se sienta en libertad de comentar las técnicas y ejercicios con los que no se

conectaba. Aunque lo hizo en voz baja, durante la sesión 6 mencionó que no le gustaban los

juegos de roles, como respuesta a una conversación en la cual se le proponía entablar una

conversación con la psicóloga, de manera similar a la que tenía con su mamá en algunos

momentos.

S6: L: [en voz baja] los juegos de roles no me gustan [en voz normal] eh... no, es que no me acuerdo, pero yo le dije el otro día, como que me dolía mucho la forma en la que ella me decía las cosas […]

Otra manifestación del compromiso de Leticia con la terapia que puede reflejar la relación de

colaboración de una relación más heterárquica en terapia, es la muestra de que Leticia

reflexionaba sobre las sesiones durante la semana y traía ideas para continuar explorando

dentro del proceso.

S9: L: estuve pensando esta semana porque me hiciste muchas preguntas que no pude responder en ese momento, entonces lo estuve pensando con la cabeza más fría...

Page 131: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

127

Una última muestra que vale la pena mencionar, ocurrió en la décimo tercera sesión. La

terapeuta propuso una tarea. La consultante se sintió en la libertad de comentar que no se

sentía conectada con esa tarea, lo que eventualmente dio lugar a otra sugerencia que fue del

agrado de Leticia. En el próximo fragmento se puede notar un diálogo colaborativo donde se

buscan ideas que la consultante encuentre de utilidad. Así, en este caso, tener una relación

que permite hablar con sinceridad frente a la conexión con las tareas, posibilita la búsqueda

de alternativas que favorezcan tanto la relación como el proceso terapéutico.

S13: L: es que es como lo que te digo, siento que... como... cuando algo cicatrizó, de pronto cicatrizó mal, pero cicatrizó. Es que de pronto yo ya no me siento conectada con ese tipo de sentimientos. […]

T: ¿pero será que no? […]. ¿Crees que definitivamente no? o ¿qué podría ser más relevante por ejemplo a esa frase y a esas cosas que hacen que te des duro?

[…]

T: bueno, otra cosa que se me ocurrió, pero no sé qué pienses, y no sé si te sientas lista. Escribirte... no sé si una carta, media carta, un párrafo, lo que sea. Escribirle a Leticia niña. […] Eso que crees que ella habría necesitado oír. […] Sino qué crees que ella necesitaba oír, qué podrías regalarle tú en este momento con esta experiencia, con esto que sabes hoy

L: esa me gusta más, porque cuando estoy así como triste, sí me veo a mi misma como si fuera otra persona. Y la miro con muchos sentimientos, pero la miro

Visión positiva por parte del terapeuta con respecto al consultante

Un factor importante para el proceso terapéutico y la construcción de la relación tuvo que ver

con la visión positiva por parte de la terapeuta con respecto a la consultante. Relacionada con

la “mirada positiva incondicional” de Rogers, este elemento ha sido particularmente relevante

en el caso de Leticia, pues cuando inició el proceso terapéutico, muchas de sus narrativas

mostraban mensajes de autoexigencia o una mirada poco compasiva hacia sí misma, que se

reflejaba en comentarios que ella catalogaba como “catastróficos”. Al haber recibido un

diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad, Leticia con frecuencia veía sus

Page 132: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

128

problemas en términos de absolutos y tenía poca confianza en su capacidad para realmente

generar un cambio.

En el siguiente extracto de la segunda sesión, se puede observar una conversación

donde la terapeuta invita a Leticia a compartir una mirada más positiva de un logro que había

tenido, por el cual ella intentaba quitarse el crédito. Se hizo a través de la metáfora de un

interruptor con regulador de energía, con lo cual se señalaba que Leticia se estaba viendo en

términos de “sí” y “no”.

S2: T: es decir que quiero que te des crédito otra vez por eso, porque a veces pasas por las cosas importantes como así, como que a veces hablas tan rápido---

L: tengo que quitarme el crédito en parte porque es que yo a veces hago las cosas como a lo mejor yo no... yo no lo eché literal echándolo, sino lo eché esperando que él me dijera como “no, yo voy a cambiar”, entonces ahí como que el crédito bajó un poco, ¿no?

T: pero tienes crédito

L: o sea, como que fue miti miti, […]

T: ¿sabes qué entiendo cuando escucho hablar así como en términos de sí y no? Entonces yo me imagino los interruptores tradicionales donde o está prendido o está apagado... Y en este caso “o lo saqué con toda de toda la manera en la que a mí me gustaría, hice todo lo que yo quisiera hacer…” o “no lo saqué, y entonces hice lo mismo de siempre, y ya no merezco nada de reconocimiento”

L: mi mamá siempre me dice que soy de extremos

T:...y yo estaba pensando más bien si has visto esos interruptores que uno como que puede girar y va ajustando la iluminación... yo pensaba más un poco eso porque… puede que no estés donde tú quieres estar, pero sí estás dando un pasito... sí estás haciendo algo diferente, y el cambio normalmente no lo logramos haciendo “pum” con una varita mágica y de repente todo es como nosotros queremos

Con respecto a lo anterior, es importante añadir que esta noción del “interruptor” apareció en

otras sesiones, y era una manera en la que la terapeuta invitaba a Leticia a recordar no

nombrarse desde absolutos y desde la autoexigencia, sino teniendo en cuenta matices. Un

ejemplo es la tercera sesión, cuando se recordó el concepto del interruptor para ilustrar la

importancia de reconocer los avances que había tenido.

S3: T: Pero… recuerda el interruptor. […] entonces eso… eso es un paso […] realmente estás dando pasos y estás yendo a tu ritmo y eso está bien […]

Page 133: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

129

L: sí, la verdad… creo que es la primera vez que no busco como algo para tapar la tristeza […]

T: Leticia, ¿y cómo se siente haber dado ese paso?

L: es muy raro, o sea, como que… hace mucho no me sentía como… triste activamente todos los días [risa] y sí es como… es como… una sensación muy nueva

En la segunda sesión hubo varios comentarios que buscaban mostrar el problema de consulta

desde otro lugar, intentando despojarlos de la noción de permanencia y cuestionando la

generalización.

S2: T: entonces cada vez que me hables de “siempre, siempre”, “nunca va a cambiar” “siempre es así, siempre ha sido así, no sé qué” pienso es en esto, pues mira cómo está cambiando

Un momento particularmente importante de la misma sesión, y que logró conectar a Leticia,

fue cuando la terapeuta abordó de manera más directa la noción que estaba desarrollando

sobre la percepción que tenía Leticia de sí misma. Esto se puede reflejar en el siguiente

extracto.

S2: T: bueno, gracias por compartirme eso… pero entonces me lleva a una pregunta, porque… varias veces en… en los momentos que hablamos siempre me dices... siempre, ¿no?... me dices muy a menudo “soy” “yo soy, yo soy, yo soy… o no soy” entonces “yo soy tóxica”... fue una cosa que me dijiste en la primera sesión… o “yo no soy suficiente” y escucho mucho desde el “yo soy” o “yo no soy”, desde ese blanco y negro, y no escucho mucho desde el “yo hago” o “yo he hecho”, entonces… cuando tu me dices, ehm… “yo soy una persona que se queda en relaciones que no le hacen bien…” ahí yo ya te puedo decir… “¿pues sabes qué? tú ya no eres esa persona”. Tu eres una persona que se ha quedado en relaciones que no le hacen bien. No quiere decir que esté eso pegado a tu identidad, y no quiere decir que sea algo que no puedas cambiar. […] y… creo que eso va muy de la mano con esa resiliencia que… que resuena tanto contigo y que es tan importante para ti. […]

L: Sí, la verdad es que yo a veces me doy muy duro con las cosas… o sea, desde que en la universidad me dieron lo del diagnóstico como de… trastorno límite… entonces uno lee muchas cosas, ¿no? […]

Surgimiento del humor en la consulta

Durante la cuarta sesión emergió de manera espontánea lo que se convirtió en un chiste

recurrente, a partir de una dificultad para comprender una palabra de Leticia que dio lugar a

una interpretación desde el doble sentido. Este tipo de humor representa la relación que pudo

surgir entre dos personas de edades muy cercanas y muy seguramente no habría cabido en

otros tipos de relaciones terapéuticas.

Page 134: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

130

S4: L: […] entonces llegué a la conclusión de que lo más sano y lo que quiero en este momento es como estar sola y aprender como a estar conmigo misma. Y… obviamente no va a ser como “no, no voy a salir con nadie, ni una comidita ni nada”

T: ¿ni una qué?

L: [risas] una comidita

T: ah, ok.

L: una salida como a cenar, pues [risas]

T: sí, sí, sí

L: como que… no voy a salir…

T: [risas] okay

L: [risas]

T: no lo había pensado de otra manera, pero cuando me explicaste [risas] lo pensé de otra manera

L: no, no esa comidita [risas] O sea, salir, como… hacer vida social

En la siguiente sesión emergió nuevamente el uso de esta expresión, ocasionando risas tanto

en Leticia como en la terapeuta.

S5: L: […] Y también... no te había contado esto, pero salí con alguien esta semana, pero no salí con alguien en búsqueda de amorcito y eso, o sea, simplemente salí como a hablar un rato, a comer y ya, pero estuvo bien

T: [risas] la comidita

L: no, no [risas] no la comidita [risas de ambas] qué observadora. No, no... no esa comidita, o sea, la comidita, la de comer de verdad [risas]

Finalmente, durante la sexta sesión, volvió a emerger el concepto que había surgido

enmarcado en el humor, y que en este momento hacía parte de un momento de referencia

común que tenía lugar en nuestra relación terapéutica.

S6: L: […] Y me habló y me dijo que me extrañaba […]. como la indirecta, ¿no? para lo que sabemos, para la comidita que sabemos

Durante la séptima sesión emergió el humor a partir de la conexión desde el cansancio. En

esta ocasión, tanto la consultante como la terapeuta se notaban cansadas, y esto podía verse

no únicamente en la apariencia del rostro, sino en ocasionales dificultades para expresar las

Page 135: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

131

ideas o comprender la de la otra. Esto se reflejó en una conversación que asumió la situación

con humor.

S7: T: okay... uh... espera, yo también estoy cansada. Se me fue la idea.

L: perdón, hoy estamos... [risas]

T: [risas] las dos así...

L: [risas] sí

T: se me fue la idea pero era muy buena, así que la voy a recuperar

L: [risas] lo juro

T: ah, okay, ya... bueno […]

Percepción de un efecto positivo de la terapia

Un factor de suma importancia para el proceso terapéutico y para la relación misma, es la

percepción de un beneficio como parte de la terapia. Así, al final de la cuarta sesión, Leticia

hizo una mención corta pero muy significativa.

S4: L: fue una sesión demasiado productiva, qué impresión

T: [risas] ¿Demasiado qué?

L: productiva

El efecto de estas palabras en la terapeuta se ve reflejado en el diario de campo de esa sesión.

Además de satisfacción, escuchar esta retroalimentación positiva generó motivación en la

terapeuta, como parte del ya existente compromiso con el proceso terapéutico.

DC4: El haber encontrado nuevas asociaciones entre algunos eventos de la vida de Leticia, y la manera como se relaciona, es un hallazgo valioso, como sería en cualquier proceso terapéutico. Sin embargo, el hecho de que ella pusiera en la conversación su impresión de esa sesión como “productiva”, genera en mí alegría frente al proceso y a la relación, es una manera de recibir feedback positivo de ella. Creo que en esta sesión emergieron temas que ella consideró muy provechosos, y eso me motiva a seguir explorando esas áreas para continuar detectando patrones o información que complemente la pauta.

En la sexta sesión emergió nuevamente retroalimentación que sugería que las emergencias en

el marco del proceso eran considerados valiosos, algo que nuevamente Leticia contrastaba

con procesos anteriores, en los cuales no había sentido el mismo grado de conexión.

Page 136: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

132

S6: T: okay. ¿Alguna otra cosa que quieras comentar sobre hoy?

L: eh... no, me pareció bien, me gustó. Siento que... creo que... has como... abierto puertas en mi cabeza que nunca nadie jamás había tocado, lo cual me impresiona... o sea, es algo que me impresiona demasiado, porque... a veces como que... a veces me pasaba en sesiones con otros psicólogos que sentía como que no, o sea, como que por ahí no es. Y por acá siento que vamos como justo... me siento como en el camino correcto.

Durante la séptima sesión, en el cierre de semestre, hubo preguntas encaminadas a revisar el

proceso terapéutico. Leticia destacó el espacio terapéutico como un escenario que le había

permitido dar lugar a su dolor y aprender a aceptarlo, como parte de un proceso que le había

permitido empezar a alcanzar la paz.

S7: L: siento que... como tú dices, me he ido sacando peso de la maleta, la verdad me ha parecido muy increíble, la verdad siento que mucho de este proceso ha sido aprender a aceptar como el dolor que siento. O sea, siento que tenía mucho, mucho dolor dentro de mi. [...]. O sea, no sé cómo pude vivir todo este tiempo con eso guardado. Realmente hay muchas cosas, hay cosas que todavía me duelen. Y eso que han sido como mes y medio. [...] Pero sí, el proceso me ha dolido mucho, me ha dolido pero lo he disfrutado demasiado. O sea, sentir ese dolor por fin... llevaba tanto tiempo fingiendo que todo estaba bien, que se siente delicioso dejar ya por fin de hacerme la loca [risa] y me ha dolido pero es imposible fingir que las cosas no me duelen, y eso me ha dado demasiada paz.

En esa misma ocasión, ella entró en más detalles con respecto al alivio que estaba

experimentando, y a su satisfacción por encontrar respuesta a algunas preguntas que se estaba

haciendo, así como esperanza en que las cosas podrían cambiar.

S7: L: siento que yo tenía un hilo en mi cabeza gigante y tú me has ayudado como a desamarrarlo poco a poco, a darme cuenta de muchas cosas que empezaron... o sea, como que eran muchas preguntas en las que yo misma tenía la respuesta pero no he sido capaz de encontrarla [...] siento un fresquito en mi alma [...] me alegra un poco saber que no tiene que ser "es que yo soy así y punto", sino que de pronto las cosas pueden cambiar, y pues ser mejor. [...] creo que esta es la mejor decisión que he tomado en mil años, uno nunca sabe que necesita tanto terapia hasta que llega a terapia y es como "wow". Siento que necesitaba demasiado esto.

En la sesión trece volvieron a emerger comentarios que dan cuenta de los efectos que percibe

Leticia en términos de alivio del dolor, como se puede ver a continuación:

S13: L: pero mira que siento... pues me da tristeza porque... amo la terapia. Pero sí siento, como dices tu, que cada vez vamos más cerca de terminar un proceso, porque cada vez siento que hay menos cosas que me hacen nudos en mi corazoncito. Yo me acuerdo que en la primera sesión llegué y... o sea, ni sabía por dónde empezar de la cantidad de nudos y de cosas que tenía. Ahorita siento que... obviamente no soy perfecta, nadie lo es. Pero duele menos. Todo duele un poquito menos.

[…]

Page 137: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

133

L: es que me miro ahorita porque justo estaba aquí sentada en la primera sesión, y recuerdo que llegué histérica. O sea, yo llegué y me sentía horrible. Y ahorita me siento tan bien. No puedo creerlo.

Apertura a la retroalimentación y conexión del consultante con las ideas presentadas

Un factor destacable del proceso terapéutico tiene que ver con la apertura que tenga la

persona consultante frente a la retroalimentación de su terapeuta, pues esto favorece tanto la

comodidad de ambas personas con el vínculo, como las posibilidades de cambio. En el marco

de la relación colaborativa que emergió con Leticia, hay distintos momentos en los que esto

aparecía.

S4: T: okay, listo, esa historia me la... me la habías comentado un poco antes, porque me acuerdo mucho de eso [risas de Leticia], pero yo me pregunto, ¿será que eso sí empezó tan recientemente?

L: no sé, yo creo que sí, no sé. […] como que rompimos la amistad, y yo realmente nunca encontré como a alguien... eh... como que... siempre en el fondo siento que no tengo como a quién decirle

T: ¿esa puede ser la compañía que sientes que estás buscando?

L: yo creo que sí, ¿sabes?

En algunas ocasiones las ideas no generaban una conexión inmediata. No obstante, Leticia se

mostraba abierta a escuchar el razonamiento de la psicóloga, y es podía a veces llevarla a ver

la situación desde otro lugar, como se puede ver a continuación.

S4: T: sientes que te quedó ese hábito. Pero fíjate que es como si hoy en día todavía le siguieras tapando a tu papá la infidelidad

L: ¿tú crees?

T: pues, porque en ese momento...

L: yo realmente no lo juzgo por lo que hizo

T: de acuerdo, pero en ese momento el "no me llamen a no ser que me necesiten" me imagino que tiene que ver con un "si yo estoy con mi mujer, necesito que no me estén entrando llamadas de mi otro hogar"

L: sí, sabes que lo que... o sea, sí, sí, tienes toda la razón, o sea, como que yo no lo llamo porque yo nunca sé cuándo va a estar sobre todo con la hija porque la hija es... así con él, la verdad eso es algo que me duele un poco, porque es que él la tiene a ella como la mejor hija del mundo.

Page 138: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

134

Dentro de la misma sesión, apareció otro ejemplo. En este caso emergió también una

narrativa pesimista de la consultante, pero la terapeuta optó por continuar visualizando el

patrón interaccional, algo con lo que la consultante se conectó.

S4: T: mhm. Es decir que nunca... nunca sanaste esas heridas que tenías en ese momento, simplemente buscaste otra manera de taparlas

L: sí. Como todo en mi vida [inaudible]

T: y tal vez eso fue una manera de... de poder seguir manteniendo a tu papá en el pedestal

L: sí. Sí, porque ¿sabes qué? yo siempre hago cosas como evitando a toda costa incomodarlo a él.

Además, la conexión con la información presentada por la terapeuta también se daba con

respecto a metáforas y ejemplos. El siguiente fragmento corresponde a una conversación

donde la terapeuta le mencionaba a Leticia que tenía la sensación de que ella intentaba cargar

con las responsabilidades de todas las personas. La conexión con esta idea fomenta la

percepción de empatía y, además, puede favorecer el diálogo, pues desde la conversación que

emergió en ese punto, Leticia trajo a colación otro evento de su vida en el que se había

sentido de ese modo.

S4: T: como que tú estás... yo te imagino así, y toda tu familia, tus relaciones, tus amigos, tus parejas, yo te imagino acá, sosteniéndolos a todos

L: así me siento [risas]. De hecho muchas veces cuando... una relación sale mal sí es como "ah, otra vez la embarré". […]

L: de hecho... uy, hay algo que sí quería contarte que me pasó ayer y que me sentí identificada con esto que estás hablando

La conexión de Leticia no solamente se presentaba en relación con las ideas de la terapeuta,

sino también con las preguntas específicas, como se puede notar en el siguiente extracto de la

sexta sesión.

S6: T: y te... te voy a poner otra pregunta para que te la pienses, ¿cómo te quieres relacionar tú como adulta? […]

L: es una buena pregunta, la que sí de hecho estaba pensando ahorita

Page 139: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

135

En esta misma ocasión, se notó la satisfacción de Leticia con que se hubiera tocado un tema

que era importante para ella, y que había quedado abierto en una sesión anterior.

S6: L: eh... bien porque... es que la semana pasada no pudimos hablar de esto y hace dos sesiones se había quedado como volando, y me urgía como explorarlo más porque es algo que nunca había pensado, y que al final me termina afectando más de lo que yo creía alguna vez. Creo que sí puede ser como algo que me afecte muchos aspectos de mi vida. Entonces como que me siento... me siento bien. Me da un poco de crisis como eso, como el desprendimiento de la relación madre e hija que tenía tan arraigada en mi cabeza, pero... siento que... o sea, llega un punto en que uno tiene que empezar a proteger un poco sus sentimientos

Visión holística del consultante y de las sesiones por parte de la terapeuta

La capacidad de la terapeuta de demostrar una visión holística del caso, siendo capaz de

integrar diferentes impresiones y las ideas compartidas por la consultante en diferentes puntos

de la terapia, no solamente beneficia el proceso, sino también es una muestra de la atención

que se presta al otro y la importancia que da a su situación. Leticia percibió esta característica

en su psicóloga, señalando su capacidad para traer a colación detalles de otras sesiones.

S4: L: y… pero como que no me siento así, sino como que siento que… como que te interesa como… tu labor, y … y eso me gusta mucho

T: ¿qué te hace sentir eso?

L: eh… no sé, como que siempre me pones cuidado y pones mucha atención como a detalles súper pequeñitos, como que hay cosas que tu me dijiste como… “pero es que la vez pasada me dijiste tal cosa”, pues como que recuerdas esas cosas y eso se siente… pues, como que… sí me pones atención [risas]

Un ejemplo puntual de aquello que destaca Leticia apareció en la séptima sesión, cuando se

trajo a colación un tema que había emergido con anterioridad, para ponerlo al servicio de la

conversación que se estaba teniendo en ese momento.

S7: T: Y te traigo también el comentario que tú misma hiciste otro día "como una niña chiquita buscando atención", y te traigo otra vez la pregunta que te hice en ese momento, ¿cómo se relaciona Leticia de ahora y no Leticia como una niña chiquita? Entonces todas esas son preguntas para que te vayas haciendo y tú misma vas practicando dónde está el límite para ti

L: sí, porque cuando empezamos a tocar este tema era más mi afán de solucionar ese conflicto, pero como que caigo en cuenta que realmente eso ya se quedó así, yo no lo puedo devolver, y que ya lo que debo hacer es más que todo como perdonarme y perdonar todo eso que pasó

Page 140: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

136

Consciencia de la experiencia interna de la persona terapeuta

Un factor importante durante la terapia es la capacidad de la terapeuta de estar en contacto

con sus propias emociones y pensamientos que emergen durante las sesiones, pues esto puede

tener un impacto en el transcurso de la sesión y en el vínculo terapéutico. Durante la quinta

sesión, en el marco de una conversación en torno a la madre de Leticia, la psicóloga pudo

notar que sus emociones estaban influenciando el curso de la conversación, y eso la llevó a

buscar un cambio de rumbo en la conversación,

DC5: Durante la sesión, pude notar que estaba sintiendo molestia hacia la mamá de Leticia en el marco de las cosas que estábamos conversando. En ese sentido, se me dificultaba adoptar una postura circular y mis preguntas estaban adoptando un tono acusatorio. Al notar que Leticia intentó disculparla a través de un comentario, me hice consciente de mi experiencia emocional y cambié el tema temporalmente, enfocándolo en la importancia de abordarlo con mayor tiempo y centrándome en la posibilidad de tener una sesión desde una postura más neutral durante la siguiente cita.

Además de lo anterior, en la sesión número doce, la terapeuta se hizo consciente de que la

historia de la consultante estaba suscitando una fuerte respuesta emocional en ella, lo que le

dificultaba responder con tranquilidad. Esta situación será abordada en futuras secciones del

presente análisis, pues la situación que ocurrió se puede entender también en términos de

barreras y estrategias. No obstante, en el marco de las fortalezas, se puede entender como la

atención interna que permitió a la terapeuta notar que estaba molesta, y también como un

reflejo de una relación horizontal que en ese momento se vivió desde la honestidad de la

autorreferencia, algo que Leticia valoró.

S12: T: me voy a salir de mi rol de terapeuta y me voy a meter en mi rol de mujer y de humana porque no puedo simplemente ignorar lo que está pasando mientras tú me estás diciendo estas cosas [...] esto me está confrontando mucho como mujer, me está dando frío, me están dando toda clase de emociones en este momento, pero sobre todo es el enojo.

[…]

L: eso te iba a decir, gracias por tu sinceridad

Page 141: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

137

Barreras

Factores contextuales de la telepsicología

Problemas de comunicación debido a la conexión

Los problemas originados por dificultades de conexión aparecieron en escasas ocasiones

durante el proceso terapéutico con Leticia, iniciando en la primera sesión, cuando la llamada

se desconectó por un fallo en el internet. A pesar de lo anterior, la terapeuta señaló en el

diario de campo que no se había sentido particularmente inquieta o molesta por el fallo, algo

que adjudica al hecho de que la conversación no se encontrara en un punto álgido. Leticia

tampoco mencionó sentirse incómoda, pues reaccionó continuando la conversación.

Iniciando la segunda sesión hubo algunas dificultades para establecer la

comunicación, ya que era difícil para la psicóloga escuchar a Leticia en un volumen

adecuado. Sin embargo, no fue un problema que generara mayores dificultades en la

conversación.

S2: Terapeuta: Hola... ¿cómo estás? [pausa] Claro, por supuesto que no me vas a escuchar si te saludo con el micrófono apagado. Es poco probable que funcione. Espérame, no tengo audio, no te escucho

L: Voy

T: ¡ah! Te escucho, pero te escucho muy bajito... ahora no te escucho, si me estás hablando, no te escucho...

L: Te estoy hablando [risas]

T: ahora sí te escuché. Te escucho un poco pasito, no sé por qué, entonces si tienes posibilidad de hablarme un poquito duro...

L: Sí, más o menos

Durante esa misma sesión hubo una dificultad transitoria para escuchar el audio de la

consultante, que coincidió con un ruido externo a las instalaciones de consultores, pero su

impacto duró muy poco tiempo y no afectó la conversación.

S2: [pasa un carro o moto, el audio se pierde]

Page 142: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

138

T: ¿Dime? Se te va la voz

L: ¿Me escuchas?

T: ajá

Iniciando la tercera sesión, la psicóloga tenía dificultades para escuchar a la consultante, por

lo que ajustó el volumen en su computador, lo que implicó que Leticia empezara a escuchar

su propia voz, algo que podría afectar su concentración durante la conversación. Al momento

del ajuste, fue imposible eliminar por completo el eco. No obstante, considerando que el tema

no volvió a emerger en la sesión, es posible que se hubiera resuelto la situación.

S3: L: lo único es que ahora… escucho mi propia voz

T: uy… lo siento, espérate le bajo un poquito a ver si… si eliminamos un poquito el eco. ¿Ahí?

L: eh… creo que… no sé…

T: ¿mejoró un poquito?

L: sí, ya, mejoró

T: bueno, ahí… el balance en que yo te alcance a escuchar, y que tu no te escuches tan duro

L: intentaré ignorarme

La mayor dificultad del proceso terapéutico debido a problemas de conexión apareció en la

sesión doce, cuando el audio comenzó a fallar de manera repentina y dio lugar a varios

intentos de restablecerlo, que implicaron que la consultante abandonara la llamada una y otra

vez, y restaron alrededor de 4 minutos a la sesión. En este caso, un aspecto importante que en

últimas permitió la continuidad de la sesión, fue el hecho de que Leticia contara con algunos

conocimientos tecnológicos que le permitieron buscar alternativas para comunicarse, algo

que habría sido imposible en una sesión con un consultante con menor experiencia en el

manejo de plataformas de comunicación virtual.

S12: T: Ahí te me trabaste... [pausa de 20 segundos] no te escucho. Y tienes el micrófono abierto, no sé por qué no te escucho. De pronto intenta saliéndote y volviendo a entrar [pausa de 1 minuto] ¿hola?

Page 143: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

139

Teams no nos quiere. Voy a salirme yo, a ver [pausa de 30 segundos] A ver si ahora sí... [risas] no entiendo qué pasa. ¿Si te retiras los audífonos igual? [risa] [pausa de 2 minutos]

L: ¿me escuchas? ¿ya?

T: lo logramos

L: me metí desde... no desde la aplicación, sino como de... del explorador online

Interrupciones en la comunicación debido a situaciones externas

Al inicio de la tercera sesión hubo algunos problemas para preparar el consultorio desde el

cual la terapeuta asistiría a la sesión. No fue posible solventar estas dificultades antes de la

hora de la sesión, pues aún faltaba el cable de energía para el computador, por lo cual la

psicóloga notificó a la consultante de que serían interrumpidas. A pesar de lo anterior, debido

a que la interrupción se dio de manera inmediata y al inicio de la sesión, no impactó de mayor

manera la conversación.

S3: T: bien… bueno, déjame te cuento, acá estamos saliendo de unos temas tecnológicos bien extraños, por eso me demoré un poquito en conect… en contestarte, entonces ahorita puede que nos… que me golpeen un segundo para traerme un cable y… [golpean la puerta] y ya, ya vuelvo

[pausa]

T: ya puedo apagar esto y ya… creo que ahora sí podemos empezar […]

Contexto inapropiado para una sesión de telepsicología

Como se destacó en las fortalezas, la telepsicología facilita a los consultantes conectarse

desde su hogar, evitando entre otras cosas las dificultades logísticas asociadas al traslado. No

obstante, es frecuente que los consultantes convivan con otras personas, y cuando las sesiones

coinciden con la presencia de otros en el hogar, pueden generarse dificultades. En el caso de

Leticia, en algunas ocasiones se conectaba desde la sala de su casa y le pedía a su mamá que

se encerrara en su cuarto, lo cual implicaba que ella debía limitar su tono de voz.

S3: L: por lo menos yo acá en la casa sólo tengo internet en la sala, entonces como que… ya tengo que mandar a mi mamá a encerrarse y todo como para poder medio tener mi espacio y un poco… como que tengo que hablar pasito y eso… eso me parece importante

Page 144: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

140

En cierto punto durante esa sesión, Leticia tuvo dificultades para responder a una pregunta,

por temor a ser escuchada. Naturalmente, este tipo de preocupaciones de confidencialidad no

aparecerían en un consultorio.

S3: L: [risas] es que tengo a mi mamá ahí y entonces me da como cosa [risas] eh… pues nada, no [risas]... eh, a ver, pues […]

Otra de las ventajas de la telepsicología también resaltada con anterioridad, es la posibilidad

que tienen los consultantes de conectarse desde diferentes lugares, lo que les permite no

perder la sesión cuando hay algún cambio en su rutina. Sin embargo, cuando se encuentran en

espacios fuera de su casa que no son adecuados para una sesión de psicoterapia, se generan

problemas. En la quinta sesión, Leticia debía presentarse en el hospital tan pronto terminara

la consulta. Por tal motivo, cuando fue hora de conectarse, se encontraba en un taxi, lo que

hizo necesario suspender la comunicación.

S5: T: ehm… dame un segundo… ya. Ahora sí. Hola, ¿cómo estás?

L: bien, ¿y tú?

T: bien, ¿y eso? tenemos un fondo nuevo

L: sí, es que [risas] no me vas a creer. O sea, es que salí súper tarde, está lloviendo y voy en este momento en el carro camino al hospital.

T: okay, y eso… ¿qué ocurrió? […]

L: sí. Estoy como a 10 minutos del hospital

T: Vale. Pero pues supongo que no puedes hablar tranquilamente porque estás en un carro, ¿verdad?

L: [risas] no. ¿Te puedo…? o sea, ¿nos podemos como conectar en 10 minutos?

T: definitivamente, tranquila

Unos minutos después, cuando se reinició la llamada, hubo algunas dificultades para

encontrar un lugar apropiado para llevar la consulta. Cuando Leticia decidió no cancelar la

sesión, lo hizo pensando que encontraría un lugar a solas en el parqueadero del hospital

Page 145: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

141

donde pudiera conectarse. No obstante, debido al estado del clima, se vio en la obligación de

buscar un lugar al interior del hospital, lo que acarreó algunas dificultades como se puede ver

a continuación.

S5: T: ¿listo? ¿dónde estás ahora?

L: es que estoy en una sala... espérame... sino que no... no encontre como nada vacío. Todo mal hoy. ¿Cómo estás? [risas]

T: no te entiendo mucho, eso sí

L: ¿pero es porque me escuchas entrecortado, o...?

T: ahora... no... no, ahora te escuché mejor, entonces creo que... tal vez es el tapabocas o que andas por ahí caminando

L: perdón. Ya encontré un salón y me quedaré aquí hasta que me echen

T: okay, bueno, esperemos que te puedas ir antes de que “te echen”

L: sí, ojalá que no me echen... no, no creo que me echen

T: listo

L: perdón por todo el trajín de hoy

Más adelante, hubo algunas interrupciones por cuenta de la presencia de otras personas, lo

cual impedía a Leticia hablar con normalidad.

S5: L: o sea, yo... cuando salgo de la terapia contigo como que intento contarle a... uy, espérame [ruido de fondo] intento como contarle a mi [risas] a mi...

T: ¿pasó alguien?

L: sí.

Adicionalmente, en algún punto fue interrumpida, pues le notificaron que debían hacer

limpieza al lugar, y debía salir temprano.

S5: L: o sea, como que "su papá y yo peleábamos y..." hola...

[pausa, micrófono silenciado]

L: ¿y entonces qué? [risas] van a hacer aseo acá

Todas las circunstancias anteriores ponen de manifiesto el impacto negativo que tiene el no

contar con un espacio apropiado para adelantar las sesiones de psicoterapia, situación que

Page 146: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

142

puede presentarse en la virtualidad y no caracteriza la presencialidad. En esta ocasión

afectaron negativamente la conversación, pero como se vio en el apartado de fortalezas, la

consultante agradeció no sentir un rechazo o enojo por parte de la terapeuta, si bien ambas se

sintieron incómodas en algunos puntos y fue claro por parte de las dos que no podía haber

otra sesión en las mismas condiciones, dejando esta ocasión como algo de una única vez.

Experiencia relacionada con el proceso terapéutico

Inquietudes del terapeuta con respecto a la relación con el consultante

Durante la primera sesión, Leticia se presentó a sí misma como una persona de amores y de

odios que había desertado de los procesos por psicología en momentos anteriores. Esto

sembró cierto grado de temor en la terapeuta, quien sintió una presión para comportarse de

una manera “correcta” y con las expectativas de Leticia para garantizar una relación

terapéutica positiva y la continuidad del proceso, lo cual puede minar la confianza de la

psicóloga que, según señala la investigación, es un factor relevante en la construcción de

relación terapéutica. Así mismo, podría reducir la maniobra en la terapia.

DC1: En distintos momentos de la sesión, algunas de las cosas que dice la consultante me hacen preguntarme por el futuro del proceso terapéutico, pues ella se describe como una persona “de amores y de odios”, y eso me hace preguntarme si lograremos establecer un vínculo que la haga sentirse tranquila y cómoda en sesión. Además, en cierto punto menciona que le cuesta adherirse, quedarse en terapia cuando siente que las cosas van bien y que en ese sentido, no necesitaría seguir asistiendo. Ante esto, por momentos me siento intimidada y me invade el deseo de “hacer las cosas bien” de mi parte para hacer una diferencia frente a psicólogas anteriores con quienes ella refiere no haber tenido una conexión.

A pesar de que lo anterior no apareció de manera recurrente en el proceso terapéutico y se

logró construir una relación terapéutica positiva, el temor por la posibilidad de deserción

volvió a emerger en momentos en los que Leticia no se conectó con las ideas de la terapeuta.

Page 147: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

143

Desconexión del consultante con elementos de la terapia

La décima sesión se destinó a abordar una sensación de agobio y ansiedad que estaba

abrumando a Leticia. En cierto punto, como se ve en el extracto que aparece a continuación,

ella mencionó que también se sentía abrumada por las terapias y no sentía que estuviera

avanzando en las sesiones. En un principio, la terapeuta intentó realizar una contención y

señalar mediante el uso de una imagen de Internet, la importancia de reconocer que el

progreso no es lineal, sino que hace parte de un proceso con muchos matices. A pesar de que

después de eso la terapeuta indagó con respecto a las necesidades de Leticia, su respuesta

dejó entrever mucho del agobio que estaba sintiendo.

Al final de la sesión Leticia manifestó sentirse más tranquila, por lo que se logró

contener las sensaciones que manifestó. Sin embargo, al no haber realizado preguntas de

seguimiento en la siguiente sesión, cuando Leticia estaba menos abrumada, se estaba

poniendo en vilo la relación terapéutica al no dar un lugar para reconocer y explorar (con

cabeza fría) las necesidades que percibe la consultante. Esto puede estar asociado a la ruptura

que se dio en la sesión doce, que aparece unas líneas más abajo.

S10: L: me siento abrumada hasta con nuestras terapias, siento que no estoy avanzando en ningún aspecto de mi vida, ni en la universidad, ni en el trabajo, ni en esto, ni en nada

[...]

T: okay. Con respecto a la terapia, ¿en qué consideras que necesitas moverte rápidamente? Porque la terapia es un proceso, yo tenía hace rato una imagen [...] habiendo puesto eso como de lado, ¿qué sientes que necesitas como con urgencia?

L: es que en eso es en lo que me siento como perdida, siento que ibamos súper bien, hablando de las parejas... y ahora tengo una pareja y estoy como "bueno, ¿qué sigue?". Como que se me dificulta hablar de las parejas, y sé que hay cosas que necesito porque definitivamente no estoy bien, pero no sé qué es y me abruma no saber en qué estamos, pero siento que me abruma no saber de esta cosa que me está pasando con mi ansiedad

Page 148: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

144

La duodécima sesión inició con el abordaje de un tema que había quedado abierto al final de

la sesión anterior. Sin embargo, en algún punto de la conversación la terapeuta notó un

cambio en el lenguaje corporal de la consultante, lo que dio lugar a la confesión de que no se

estaba sintiendo conectada con el tema. A pesar de que es una situación normal y se pudo

abordar, este evento llama la atención y genera un impacto, en el marco de una relación en la

que anteriormente Leticia había destacado que sentía que su terapeuta le ha permitido

“desenredar el hilo” de una manera distinta a la que habían hecho los otros psicólogos, por

medio de preguntas precisas y acertadas.

S12: T: ahí te pusiste seria, como que te cambió la cara...

L: no, es que estoy pensando. Es que no me siento como tan... no sé, como tan identificada con este tema del que estamos hablando

T: okay, perfecto

L: entonces se siente como raro

T: está perfecto. ¿Alguna parte de este tema te conecta, o lo dejamos de lado...?

L: no, no siento que vaya a llegar como a algún punto. O sea, no sé si estoy pensando mal, pero no siento que sea como tan relevante en mi vida en este momento

Como se mencionó anteriormente, este incidente también fue reflejo de la desconexión de

Leticia con los temas discutidos en terapia. El no haberle dado un mejor abordaje a esta

sensación, se vio reflejado en las declaraciones de ella ante esta ruptura.

S12: L: no sé, a eso... creo que a eso me refería en la relación de hace dos semanas. Siento que no sé...

T: te sientes estan... o sea, sientes que estamos estancadas

L: sí, un poco

Así mismo, durante la décimo tercera sesión, la psicóloga propuso una tarea con la cual

Leticia no se conectó, y fue muy sincera al respecto. Este evento, aunque también es normal,

destaca por razones similares al incidente anterior. En la sección de estrategias se mencionará

cómo se abordaron estas dos situaciones.

Page 149: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

145

S13: T: te voy a hacer una propuesta, y no pasa nada si no la haces. Me gustaría proponerte que escribas una carta […] específicamente a tu mamá. [...]

L: es que es como lo que te digo, siento que... como... cuando algo cicatrizó, de pronto cicatrizó mal, pero cicatrizó. Es que de pronto yo ya no me siento conectada con ese tipo de sentimientos. […] pero siento que ya no es un causal actual

Dificultades del terapeuta para manejar las resonancias

Un aspecto importante de la psicoterapia sistémica es el permiso (y compromiso) que tiene el

terapeuta de identificar y nombrar las experiencias emocionales que surgen en él o ella como

respuesta a situaciones que ocurren en terapia, especialmente cuando alguna parte de la vida

de los sistemas consultantes resuena con la propia.

En este marco, es importante mencionar que durante la sesión doce, después de la

ruptura por desconexión con el tema propuesto por la terapeuta, emergió una conversación

fluida en torno a una situación muy dolorosa que Leticia había puesto en la conversación. No

obstante, esta conversación empezó a generar emociones en la terapeuta, quien, preocupada

por la ruptura anterior y abrumada por la experiencia, optó por ser sincera con la consultante,

como puede verse en el extracto siguiente.

S12: T: me voy a salir de mi rol de terapeuta y me voy a meter en mi rol de mujer y de humana porque no puedo simplemente ignorar lo que está pasando mientras tú me estás diciendo estas cosas […] desde ahí me conecto [...] esto me está confrontando mucho como mujer, me está dando frío, me están dando toda clase de emociones en este momento, pero sobre todo es el enojo […] Entonces... todo eso que estoy sintiendo me está impidiendo responder de manera objetiva entre comillas y terapéutica, porque estoy enojada [suspiro]

Si bien el poner una resonancia en la conversación no es en sí mismo problemático para la

relación terapéutica, toda esta situación emergió cerca al cierre de la sesión. De manera

adicional, al tratarse de un tema personal y doloroso, Leticia se encontraba expuesta y

vulnerable, y después de esta declaración de la terapeuta y el agradecimiento de Leticia, la

conversación continuó por unos minutos en torno a un tema superficial que no dio lugar a la

contención que precisaba la consultante en ese momento, por lo que la sesión no tuvo el

Page 150: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

146

cierre que habría necesitado, y es desde este lugar que se puede identificar una barrera en este

incidente.

Factores administrativos

Teniendo en cuenta que, como ya se mencionó, los procesos administrativos relacionados con

las citas de psicoterapia de este estudio se encontraban coordinados por el personal de

Consultores, se generaron dificultades en este aspecto en algunos momentos.

Malentendidos en la transmisión de mensajes

Una dificultad que podría estar relacionada con esta situación apareció en la primera sesión,

cuando Leticia llegó tarde y se disculpó, mencionando que no tenía claro cuál sería el medio

de la atención y estaba esperando mi llamada. Probablemente esto estaba relacionado con que

no estaba familiarizada con el canal virtual, y posiblemente hubo confusión en la interacción

con la persona que le agendó la cita.

Así mismo, durante la segunda sesión emergió una confusión, pues Leticia pensaba

que no podría tener más de cuatro sesiones con la terapeuta, algo que fue aclarado en seguida.

Si bien estos malentendidos pueden darse de manera rutinaria en la comunicación, las

conversaciones mediadas por intermediarios pueden estar asociadas a situaciones de este tipo

que impacten de manera negativa la relación.

S2: L: Un poquito más… liberada… o sea, es una carga muy dura para llevar sola, la verdad

T: frente a eso te tengo buenas y malas noticias

L: sólo me vas a ver una vez más…

T: noo

L: eso me dijo la secretaria [risas]

T: ¿por qué? ¿qué?

L: ella me dijo “sólo compra un paquete porque ya se va a graduar…”

Page 151: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

147

T: ah, yo no me voy a graduar, nos vemos el otro semestre, no te preocupes, a mí me queda todavía un semestre acá

L: está bien

Dificultades asociadas a la normatividad institucional

La quinta sesión, como se mencionó en otros momentos, estuvo caracterizada por dificultades

para encontrar el contexto adecuado para la consulta. Al respecto, Leticia mencionó que había

pensado en cambiar la hora, pero estando sujeta a la normatividad de consultores, debía

informar previamente al correo. Ante eso, tras haber olvidado enviar el mensaje, se comunicó

directamente para solicitar cambiar el canal de atención por una plataforma que podría usar

desde el celular.

S5: L: sí, ya. Bueno, me ha parecido... bueno, fue difícil, ¿no? [...] sí pensé como en decirte que cambiáramos la hora, pero se me olvidó enviar el correo, entonces mi solución fue mandar esto de que por favor lo hiciéramos por meet […]

Durante esa misma sesión también emergieron algunas conversaciones logísticas en torno a

los pagos y sujetas a las fechas de atención designadas por la IPS. Estas son características

del escenario específico que no emergerían en la atención por teleconsulta en contextos

particulares, y que podrían representar una serie de trámites y consideraciones que pueden

sentirse abrumadoras y podrían impactar la relación.

S5: L: ah, sí, te iba a preguntar... porque es que... cuando yo adquirí como los paquetes, me dijeron que adquiriera sólo el del mes porque ya casi salían de vacaciones... ¿no? es mentira ¿te queda toda la vida ahí clavada? [risa de ambas]

T: ¿cuánto te queda? o sea, ¿ya hoy es la última sesión que tienes paga?

L: esta es mi última sesión, sí. Entonces quiero saber cuántas más quiero adquirir

T: listo... hoy... nos quedan... una, dos... queda el 19, el 26... y yo tendría que hablar con mi supervisora para ver si el 3 atiendo o no, si podemos atender o no, pero definitivamente el 19 y el 26 sí. Sin embargo, aún si fuera el 19, el 26 y el 3, pues serían 3, entonces no podrías comprar un paquete de un mes

L: ¿pero igual puedo pagarlas por separado?

T: sí, claro

Page 152: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

148

Extendiendo el punto anterior, debido a que al final del primer semestre de la atención los

horarios de Leticia cambiaron por sus rotaciones médicas, a la hora de llegar a acuerdos con

respecto a los nuevos horarios fue preciso solicitarle que encontrara una franja horaria estable

para las últimas sesiones, debido a que al estar sujetas a la normatividad de consultores, no

era posible designar distintos momentos para cada sesión, una dificultad que probablemente

no tomaría tanta relevancia en un contexto particular.

S5: L: si quieres yo como que cojo bien mi horario, o sea, aquí tengo una tablita con mi horario y lo reviso bien, y te mando como todas las opciones que tengo para la semana y tú me dices si se te acomoda. ¿te parece?

T: okay, dale. Igual la idea sería si pudieras encontrar uno que fuera como estable en las próximas dos semanas...

L: listo

Estrategias

Frente al contexto de la telepsicología

Desarrollar el encuadre del espacio virtual

Con el fin de garantizar una comprensión adecuada del modo en que se desarrollarían las

sesiones, en la primera sesión indagué acerca de la experiencia que podía tener Leticia con

consulta en modalidad virtual, lo que me permitiría entender el nivel de detalle que debía

incluir el encuadre. Considerando que ella refirió desde su práctica académica tener

experiencia en consulta por telemedicina, no se hizo necesario incluir una explicación

detallada del canal virtual. En la parte inicial de la primera sesión pude notar que se movía de

lugar, ante lo que indagué si se encontraba cómoda para hablar en ese espacio, y ella

respondió que estaba buscando un lugar con buena conexión. Una vez lo encontró, pudimos

continuar la conversación.

Page 153: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

149

Además de lo anterior, parte importante del encuadre que aplica al escenario virtual

implica garantizar que ambas partes se encuentren en un espacio apropiado para la consulta.

En la quinta sesión, cuando Leticia se conectó desde el interior de un carro, la terapeuta

abordó el tema antes de hacer cualquier otra pregunta. Al confirmar que Leticia no se

encontraba en un espacio que le permitiera tomar la llamada, se acordó esperar 10 minutos

para iniciar la consulta una vez ella estuviera en privado.

S5: T: bien, ¿y eso? tenemos un fondo nuevo

L: sí, es que [risas] no me vas a creer. O sea, es que salí súper tarde, está lloviendo y voy en este momento en el carro camino al hospital.

[…]

L: sí. Estoy como a 10 minutos del hospital

T: Vale. Pero pues supongo que no puedes hablar tranquilamente porque estás en un carro, ¿verdad?

L: [risas] no. ¿Te puedo…? o sea, ¿nos podemos como conectar en 10 minutos?

T: definitivamente, tranquila

Hacia el cierre de la misma sesión, estaban emergiendo comentarios en torno al tema de la

madre de Leticia. Sin embargo, teniendo en cuenta el punto temporal de la sesión y el lugar

donde se encontraba, la psicóloga recordó que ese no era el momento indicado para continuar

la conversación, por lo que se enfocó en conversar sobre la logística de las sesiones

siguientes.

S5: T: definitivamente eso... eso lo podemos hablar después, cuando hablemos del tema de tu mamá, pues, para no abrir algo tan grande ahorita, porque...

L: sí, no, no...

T:... estás en un espacio público y es un tema grande y ya vamos a cerrar

L: [risas] sí

T: sí, okay. Yo creo que, bueno, a tu mamá tenemos que dedicarle definitivamente más tiempo y más como... concentración de la que tenemos ahorita. ¿Tú sientes que en ocho días dónde podrías estar? ¿los turnos te varían?

L: sí, en 8 días... ay... ¡qué estrés, perdón! entonces siento que va a ser igual

Page 154: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

150

Asegurar las condiciones adecuadas para la comunicación

El uso del canal virtual hacía necesario verificar que la comunicación se diera de manera

exitosa. Aunque como se ha mencionado, en el proceso con Leticia las fallas tecnológicas no

eran recurrentes, al iniciar cada sesión ambas nos asegurábamos de que la otra nos escuchara

antes de entrar en materia, usualmente a través del saludo como de costumbre, y desde allí,

definíamos si podríamos hablar con normalidad. El siguiente extracto es un ejemplo de la

segunda sesión.

S2: Terapeuta: Hola... ¿cómo estás? [pausa] Claro, por supuesto que no me vas a escuchar si te saludo con el micrófono apagado. Es poco probable que funcione. Espérame, no tengo audio, no te escucho

Leticia: Voy

T: ¡ah! Te escucho, pero te escucho muy bajito... ahora no te escucho, si me estás hablando, no te escucho...

L: Te estoy hablando [risas]

T: ahora sí te escuché. Te escucho un poco pasito, no sé por qué, entonces si tienes posibilidad de hablarme un poquito duro...

L: Sí, más o menos

Otro ejemplo apareció durante a la tercera sesión, pues la psicóloga le indica a la consultante

que no la está escuchando bien, no se inició la conversación hasta que el asunto fue resuelto.

S3: T: […] yo quiero ver… es que no sé por qué no te escucho tan duro… a ver…

L: ¿será que es porque tengo los audífonos puestos?

T: déjame ver una cosa acá… háblame otra vez

L: hola…

T: ya te escucho mucho mejor, no sé qué fue lo que hice, pero funcionó

L: pero funcionó… okay

En la sesión número once, la psicóloga estaba teniendo dificultades para entender lo que

estaba diciendo Leticia. En este punto, además de garantizar las condiciones para la

comunicación, la psicóloga identificó que la dificultad estaba relacionada con el sistema de

Page 155: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

151

ruido blanco que protege la confidencialidad en las instalaciones de consultores. Una

estrategia puntual fue informarle a la consultante, con el fin de aliviar cualquier molestia en

caso de problemas adicionales para entender sus palabras.

S11: T: ¿qué crees que te hizo...? hoy te estoy escuchando menos, te aclaro porque acá tenemos un sistema de... como de ruido blanco, para que no se escuche en los otros consultorios, porque están muy pegados los unos con los otros, por eso me cuesta escucharte

L: okay...

En la sesión doce hubo un par de dificultades con la cámara y el audio, mientras se estaban

discutiendo temas delicados. Esto generó que Leticia hiciera los ajustes pertinentes.

S12: T: ahí te me trabaste... se trabó tu cámara y no te estoy escuchando muy bien. Me estoy pegando al computador porque creo que es un tema sensible, pero no te... como no te veo, tampoco tengo muy claro...

L: ¿ya me escuchas?

T: sí, ya te escucho

Unos minutos más tarde, se repitieron las fallas de la cámara. Como se explicó en el apartado

de las barreras, la sesión doce inició tarde debido a problemas en la conexión que impedían el

uso correcto de audio, lo que ya había generado alguna preocupación en la psicóloga. El

hecho de que se presentaran estas dificultades minutos más tarde cuando se abordaban temas

que suscitaban emociones resultaba incómodo, pero era importante ponerlo en la

conversación y mejorar las condiciones de comunicación para que se pudiera transmitir la

empatía necesaria.

S12: T: Antes de eso, ¿puedes quitar tu cámara por fa y volverla a poner? Me gustaría verte en estos momentos. Te quedaste trabada...

L: ¿ya?

T: ahora sí te veo, mucho mejor. Es que me siento rara así como...

L: [risas]

Page 156: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

152

Frente al proceso terapéutico

Generar un contexto seguro para las emociones del consultante

Algo que fue evidente iniciando el proceso psicoterapéutico con Leticia, fue el hecho de que

se le dificultaba darle lugar a las emociones difíciles, pues entre otras cosas, no había

percibido apoyo o contención por parte de otros en el pasado. En ese orden de ideas, una de

las estrategias empleadas fue agradecerle el permitirse explorarlas en consulta, como se

puede ver en el siguiente fragmento de la segunda sesión. Esto hace parte de lo necesario para

generar un contexto seguro para la consultante.

S2: T: Te está temblando la voz y yo me siento muy agradecida de que hayamos llegado a este punto porque eso para mi significa que echaste un vistazo en esa caja de tristeza que tienes ahí guardada como con mil candados y me la imagino una caja fuerte así grandísima y luego unas cadenas y unos candados…

L: De hecho es una cajita de Pandora

Durante la tercera sesión empezó a emerger la culpa frente a acontecimientos difíciles de la

vida de Leticia. A medida que la terapeuta fue indagando más al respecto, empezó a surgir

rabia, una emoción con la que Leticia no se había contactado a menudo anteriormente, pues

había asumido la responsabilidad de lo que le había generado dolor. En el siguiente extracto

se puede observar cómo la terapeuta validó la emoción y generó un espacio para que fuera

expresada.

S3: L: Siento mucha rabia… o sea… [llanto] mucha mucha rabia

T: permítete sentirla… y cada vez que se desvíe hacia ti, y hacia lo que sientes que pudiste haber hecho, devuélvela a donde pertenece, Leticia

L: aparte todo el mundo es todo el tiempo con sus cuentos de “el perdón, la resiliencia”, no quiero perdonar a ese hombre, eso no merece el perdón

T: y tienes toda la razón y todo el derecho del universo

L: de hecho él me escribió como al año pidiéndome perdón, […], no… tengo… no quiero… […]

T: eso es lo que quiero que sientas… permítete sentir eso

Page 157: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

153

Indagar acerca de las emociones

Formular preguntas con respecto a las emociones permite demostrar la atención hacia la

persona consultante y sus relatos, así como acompañarles a identificar su respuesta emocional

frente a distintos temas, lo cual puede permitirles profundizar la comprensión sobre su

situación. Un ejemplo de ello apareció en la segunda sesión, cuando Leticia había conversado

en torno a temas dolorosos. Como se podrá ver, el preguntar cómo se encontraba le permitió

reconocer su estado emocional.

S2: T: ¿y cómo te sientes ahorita que la miramos? no la abrimos, pero la miramos, vimos que está ahí… y que sí, estás un poco sensible, pero ¿cómo te sientes en este momento?

L: estoy como… no sé, hay muchas cosas [llora] o sea, como que… siento que… me he guardado muchas cosas… que me cuesta mucho como hablar…

En esa misma sesión se abordó el llanto que estaba presentando Leticia frente a los temas

difíciles que emergían. Esta exploración abrió un espacio para profundizar en lo que sentía

con respecto a no sentirse contenida o escuchada por algunas personas en su contexto.

S2: L: no sé, como que… siento que… esto de llorar es horrible […] Leticia nunca sufre, Leticia nunca se ríe, Leticia es la de los mejores chistes, […] pero Leticia nunca llora, Leticia nunca está triste […] es como si yo siempre intentara ser perfecta para las otras personas, no sé

T: Y, Leticia… ¿cómo se siente eso?

L: Horrible [llora]

T: ¿qué sientes?

L: o sea, siento como que ya no puedo, lo he hecho tanto que ya como que perdí la capacidad de hacerlo

Durante la cuarta sesión se estaban abordando temas dolorosos, lo que suscitó el llanto de

Leticia. Preguntar por sus emociones fue una manera de comunicarle la atención de la

terapeuta, así como acompañarla a procesar lo que eso implicaba para la manera como ella

entendía su historia y las emociones que le generaba.

S4: T: ¿cómo te sientes ahorita?

Page 158: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

154

L: [llanto] mal

T: mhm

L: creo... no sé. De verdad todo esto que te estoy diciendo es como que lo acabo de desenterrar de mi cerebro [risas] o sea, nunca lo había pensado así y como que... como que realmente me he ido como encerrando yo sola.

Esa sesión estuvo marcada por indagaciones con respecto a las emociones de Leticia.

S4: T: ¿y cómo es contactarte con esa tristeza en este momento que estamos hablando?

L: me duele, o sea... me duele como ver que es algo que... como que es algo que ha pasado... porque no es algo que ha pasado, como tú dices, ayer, sino que me duele ver que es algo que hemos ido como construyendo

Adicionalmente, otro aspecto importante en la cuarta sesión fue no indagar únicamente por

las emociones presentes, sino también por la experiencia emocional de Leticia en otros

momentos de su vida, con el fin de ayudarla a replantearse el impacto que habían tenido

sobre ella algunas acciones por parte de sus padres.

S4:T: mmm... párate en esa Leticia... ¿qué tendrías? ¿12 años, en séptimo?

L: trece años

T: trece años. Métete en la piel de Leticia de 13 años. ¿Qué mensaje recibió Leticia de eso? ¿Qué sentiste?

L: me sentí muy sola, o sea, literal como... me abandonaron ahí [llanto] eh... y también me sentí como muy culpada, como si yo tuviera algo... o sea, como si el problema fuera yo

Demostrar la atención externa

Como ha aparecido con anterioridad en los fundamentos teóricos de este trabajo, la atención

externa constituye una de las fortalezas del proceso terapéutico, ya que permite una mayor

comprensión y visión holística del caso, lo que beneficia el proceso. Además, gracias a la

atención externa la persona consultante se siente escuchada, y en este aspecto, el poder

manifestarla juega un rol clave. El primer ejemplo es de la segunda sesión, cuando la

terapeuta trae a colación un comentario que Leticia había hecho con anterioridad, y esto no

Page 159: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

155

solo muestra la escucha, sino que termina invitándola a profundizar en algo doloroso, pero

importante.

S2: T: Leticia, yo creo que tu si sabes, porque es que tu me lo dijiste hace un rato. Tú me dijiste “tengo duelos que no he podido procesar”

[pausa prolongada]

L: uy… [risas] me voy a quitar las gafas porque no puedo ver

T: tienes el corazón lleno de cosas que a veces no miras… […]

L: No sé… la verdad es que, bueno, no he hablado de esto con nadie… pero […]

Demostrar la atención externa también es una manera de darle lugar al dolor y poder

validarlo, como se puede notar en el siguiente fragmento de la sexta sesión.

S6: T: ¿se te están poniendo llorosos los ojos?

L: sí, un poquito

T: ¿un poquito?

L: me duele

T: claro

Durante la séptima sesión, Leticia se mostraba cansada después de un agotador turno de su

práctica médica. En esta ocasión, el poner ese cansancio sobre la conversación permite a la

psicóloga reconocerlo y validarlo, además de tenerlo en cuenta para ir ajustando el flujo de la

conversación, entendiendo que podría ser necesario ir un poco más despacio que en otros

momentos, con el fin de no abrumar a la consultante.

S7: T: estás que te duermes [risas]

L: [risas] perdón

T: no, no te preocupes, o sea...

L: tú me hablas pero yo te escucho por allá... y aparte tengo por acá la camilla...

T: yo he estado ahí, no te preocupes. Sólo que me da mucha risa cada vez que te veo como que parpadeas y vuelves

L: no, eso es porque estoy estrenando lentes de contacto... pero sí, tengo las ojeras más horribles del mundo

Page 160: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

156

Priorizar el bienestar de la consultante por encima de la investigación

Una parte importante de la construcción de relación terapéutica en un contexto investigativo

es dejarle claro a la persona consultante que siempre su bienestar estará por encima. Si bien

es imposible eliminar completamente el posible efecto emocional en el consultante frente al

hecho de que está participando en una investigación, por ejemplo la posibilidad de sentir

incomodidad por el tiempo que se emplee para preguntas, o en ocasiones una preocupación

por no ser lo que cree que el psicólogo/investigador puede esperar, es importante que quien

conduce la investigación (y en este caso la terapia) busque siempre dar cuenta de la prelación

que se otorga a quien consulta.

Un primer ejemplo de esto se encuentra en la primera sesión, al proponerle a Leticia

que participara. Como se hace evidente en el fragmento de diario de campo, se ofreció una

explicación detallada del procedimiento y las implicaciones para Leticia. Además, notando

que ella ya estaba pensando acerca de lo que implicaría su participación como “caso

excepcional”, se le dejó claro que no debía preocuparse por ello.

DC1: Hacia el cierre de la sesión, introduje el tema de la participación en el trabajo de grado. Antes de mencionárselo, le dije que quería que quedara claro que fuera cual fuera su posición frente a lo que iba a decir, no iba a afectar la atención que iba a recibir. […]. A medida que le fui explicando acerca de mi investigación y sus implicaciones Ella se mostró muy tranquila con lo que escuchaba, y finalmente refirió que no tenía problema en participar en el estudio. Le expliqué que recibiría el consentimiento informado para ser grabada, y luego le di las indicaciones de final de sesión (del archivo de mi tesis). Se presentó a sí misma como un “caso excepcional”, pues le parece conveniente la telepsicología, y le dije que no había ningún problema y simplemente estaba interesada en conocer la experiencia de distintas personas. […]

Según el primer modelo planeado para llevar a cabo la investigación, iniciando las sesiones la

psicóloga formularía algunas preguntas. No obstante, iniciando la segunda sesión del proceso

con Leticia, pasó por alto realizarlas, algo que notó un poco más tarde. Como aparece en el

Page 161: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

157

siguiente fragmento del diario de campo, tomó la decisión de priorizar el proceso terapéutico

y no interrumpir a la consultante.

DC2: Cuando apenas llevábamos unos minutos de empezar a charlar, noté que había olvidado abordar las preguntas de inicio de sesión que tenía para mi investigación. Me sentí un poco frustrada y molesta conmigo misma, pero sabiendo que Leticia me estaba hablando de algo que le estaba generando tristeza, opté por enfocarme en lo que me decía, porque mi prioridad era privilegiarla a ella y su bienestar por encima de cualquier asunto relacionado con la investigación.

Al final de la segunda sesión, teniendo en cuenta que el contenido había sido doloroso, la

terapeuta preguntó a la consultante por su estado emocional, aclarando que no se trataba de

una pregunta relacionada con el trabajo investigativo, sino basada en el interés por su

bienestar emocional.

S2: T: ¿cómo te vas hoy? teniendo en cuenta pues… esta sesión difícil. Esto no es una pregunta de mi tesis, esto es una pregunta de tu terapeuta hacia ti

L: me siento mejor, la verdad lo que más me gustó fue lo que me dijiste de la cosita que se gradúa la luz, como que llegaré a mi casa a darme mis créditos

Otra manera en que se buscó amortiguar el impacto del trabajo investigativo sobre la

consultante y la relación terapéutica se notó en la manera de presentar las preguntas. Debido a

que parte del esquema propuesto implicó repetir las preguntas en distintas sesiones, la

terapeuta aclaró a la consultante que no era necesario que repitiera lo que había mencionado

antes o que entrara en detalles si no consideraba que tenía algo distinto para aportar.

S3: T: bueno… pero… igual pues estas preguntas las estaremos revisando un poco más en las siguientes sesiones, entonces también… si no se te ocurre nada más, me puedes decir “no, lo que ya te he dicho” […] Si no cambia, está bien, tampoco te sientas presionada a que…

L: está bien

Direccionar el proceso terapéutico

Si bien en todos los casos se aspiraba a una relación relativamente horizontal de conformidad

con los paradigmas que orientan la práctica terapéutica de la investigadora, desde su rol como

terapeuta resulta importante también asumir un rol relativamente directivo que permita

Page 162: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

158

organizar las conversaciones en sesión hacia un propósito terapéutico. Desde este lugar, es

importante buscar un balance en el cual se posibilite que la consultante se sienta escuchada, y

también se puedan abordar temas que puedan ser centrales para su caso.

Iniciando la segunda sesión, teniendo en cuenta que la relación estaba en un punto

temprano de construcción, la terapeuta consideró pertinente no interrumpir a la consultante

aunque estaba entrando en gran cantidad de detalles con respecto a su historia, algo que no

necesariamente era de ayuda a la hora de identificar pautas, pero que hace parte de la

búsqueda del balance mencionado y de privilegiar una necesidad de la consultante de poder

expresar lo que había sucedido y sentirse escuchada.

DC2: En la primera parte de la consulta, mientras Leticia me comenta acerca de una situación que le sucedió en la semana, noto que en algún momento la conversación se torna muy centrada en el contenido, debido al episodio que ella me está comentando. Sin embargo, teniendo en cuenta que había presentado esa semana como “la peor de su vida”, decido no interrumpirla en ese momento, intentando brindarle la oportunidad de desahogarse. Considero que una interrupción en ese momento puede hacerla sentir incómoda, molesta, o no escuchada

No obstante, durante la tercera sesión, la consultante estaba presentando un gran número de

temas que dificultaban orientar la conversación hacia un solo lugar, algo que la terapeuta

puso sobre la conversación antes de devolver la atención de Leticia hacia ciertos puntos

específicos por medio de preguntas.

S3: T: okay… espérame un momento, tu vas corriendo. no vas corriendo, vas volando

L: [risas] perdón, fue un resumen de mi semana

T: no, no, no, está muy bien, si no que quiero… o sea, hay muchas cosas que me parece muy importante destacar de todo esto que me cuentas, o sea… ¿cómo lograste todas estas cosas tan maravillosas? porque tu a veces me dices “no, tuve unas crisis, he estado un poco triste a veces”... es normal, o sea, terminaste una relación, es normal estar triste, pero mira esa cantidad de logros tan grande. ¿Cómo lo lograste?

De lo anterior, una parte destacada por la terapeuta fue la manera de usar el humor como

recurso para interrumpir a la consultante de una manera estética, con el fin de mantener el

Page 163: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

159

contexto cómodo y seguro para ambas. y a la vez hacer un direccionamiento del espacio

terapéutico.

DC3: Considero que el ser abierta con mi percepción de que es una persona que “va volando”, y comunicarlo a través del humor, es una estrategia que me permite fortalecer o proteger la relación con ella, mientras también favorece mi capacidad de maniobra en terapia, y es algo que ella parece no notar, o no tomar a mal

En la sexta sesión también emergió un momento similar, pues Leticia estaba comentando de

manera detallada una situación que le había ocurrido. Aunque la terapeuta optó por no

interrumpirla de inmediato, redirigió la atención a un comentario puntual que había hecho

Leticia, para empezar a dirigir la conversación con un propósito terapéutico.

S6: T: espérate un momento, y te voy a devolver a algo que dijiste ahoritica que no te paré nada más para que te siguieras expresando, pero tú me dijiste "si yo estoy enamorada de él, no permitiría que haga eso", […]

Generar una relación horizontal

La relación con Leticia se caracterizó por sentirse considerablemente horizontal desde el

principio. En la primera sesión, la terapeuta indagó acerca de las expectativas del proceso

terapéutico, con el fin de comenzar a trabajar en torno a definir los objetivos de manera

conjunta.

DC1: Para hacer más concreto lo que espera del proceso, le pregunto por sus expectativas, y luego le devuelvo lo que me dijo para intentar escoger una de las ideas que propuso.

La anterior tarea se retomó durante la segunda sesión. La terapeuta integró algunos de los

temas que se habían conversado, y propuso una definición para uno de los objetivos

terapéuticos. La consultante estuvo de acuerdo y aportó justificaciones a la propuesta de la

terapeuta.

S2: T: ¿sabes qué es lo que… cómo me gustaría poner ese objetivo? y eso… pensé en ponértelo hace un ratico que estábamos hablando y ahorita… pues es mi propuesta para el objetivo hacia el cual me gustaría trabajar contigo. […] es como… ampliar la historia que estás escribiendo sobre ti misma. Y eso involucra cambiar un poquito la parte de “soy” por “hago”

L: sí

Page 164: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

160

T: […] Entonces sí me gustaría como… contar una historia más amplia de ti, y empezar a descubrir quién eres tu, y qué está pasando, y cómo te estás relacionando

L: sí, realmente me he dado cuenta de que… me he condicionado mucho a las cosas que me han pasado, y he dejado de lado muchas otras cosas, y entonces como que si me pasa algo malo, entonces “yo soy tal cosa” […]

Otro ejemplo de las estrategias empleadas por la terapeuta para lograr una relación

heterárquica apareció en la tercera sesión. Durante la sesión anterior, Leticia había presentado

aspectos relacionados con el tema de su familia. En ese momento la terapeuta se inclinó por

indagar en otra dirección. No obstante, posteriormente se devolvió y retomó el comentario,

mostrando no solamente la atención a lo que había dicho la consultante, sino fomentando una

relación de colaboración donde Leticia podía poner sobre la mesa aspectos que considerara

de importancia, sabiendo que serían tenidos en cuenta.

S3: T: no te encuentro, o sea, me acuerdo… pero no encuentro… yo te tenía por aquí… creo que dibujada, porque a mi me gustaría que habláramos de tu familia, ya que… ya que la sesión pasada me habías hablado algo digamos… que querías explorar, y en ese momento no se pudo porque llegamos a otro tema, pero sí me gustaría que lo conversáramos, entonces déjame ver…

Como parte de una postura auto reflexiva que comprende que la experta en su propia vida es

la consultante, y como muestra de una relación terapéutica horizontal, es importante añadir

que durante el proceso terapéutico la psicóloga se mostraba abierta a escuchar la opinión y las

necesidades de la consultante. Esto aparecía, por ejemplo, a la hora de presentar nuevas

hipótesis, mostrando la apertura al hecho de que Leticia no se conectara con ellas. A

continuación, se muestra un ejemplo de la segunda sesión.

S2: T: […] Yo estaba pensando antes de venir acá cuando revisé nuestra sesión en una hipótesis... tú me dirás “no, estás loca, no es por ahí” o de pronto “sí” […]

Otro ejemplo apareció en la cuarta sesión.

S4: T: okay. Yo te voy a devolver con una pregunta, algo que estábamos hablando hace un segundito, pero tú me puedes decir "no, definitivamente por ahí no es, ya vimos por dónde es", porque puede ser. Pero quería de todos modos ponerla ahí.

Page 165: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

161

Paráfrasis y síntesis

Las paráfrasis y síntesis son recursos que permiten mostrar al consultante la atención que se

presta a su relato. Permiten también mostrar la comprensión que se va gestando con respecto

a lo que está narrando, y dependiendo del contenido, pueden ser una manera de validar a la

otra persona. En la segunda sesión se retoma lo que viene comentando la consultante y se

realiza una devolución con respecto a lo que eso parece implicar para ella, algo con lo que

Leticia conecta.

S2: L:. […] pues también como yo les hablé de mis tristezas a mis amigas hasta hartarlas, entonces luego una de ellas se peleó con otra, me contó que decía que yo solo hablaba de problemas… entonces como que todo eso como que hizo que yo ya no le cuente nada a nadie. A mi madre también… pues ella tiene como problemas en el corazón, entonces como que todo eso como que me hizo sentir así […] tengo amigos, pero yo realmente no siento que tenga relaciones muy íntimas en las que yo cuente como mis cosas y eso

T: Es decir que… para ti las lágrimas y la tristeza también son como una carga que te toca llevar sola, porque si la pones en los demás o la dejas ver sientes que se alejan de ti

L: sí, un poco

Posteriormente, en la cuarta sesión, mientras se conversa con respecto a una de las relaciones

familiares de Leticia, la terapeuta integra su comprensión de lo que se ha conversado y la

implicación con respecto a la manera como eso impacta el vínculo, haciendo uso de una

metáfora. Esta es una manera importante de manifestar comprensión y empatía.

S4: L: no sé, siento que... ¿sabes qué? nunca lo había dicho en voz alta pero yo no me siento tan en confianza con él como para contarle ciertas cosas y eso […]

T: es decir que hay como... por más de que se hablen hay una distancia y un... ¿cómo lo digo? como una puertica cerrada ahí con candado de "aquí no se entra, a las emociones no se entra".

Durante esta misma sesión se vuelve a usar el mismo recurso para mostrarle a Leticia que

entiende su dolor, tras haber conversado en torno a un evento familiar alrededor del cual se

generó mucha culpa en ella.

S4: L: me sentí muy sola, […] [llanto] eh... y también me sentí como muy culpada, como si yo tuviera algo... o sea, como si el problema fuera […] Fue como si yo me llevara toda la carga de los problemas

Page 166: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

162

T: Es decir que sí... […] tú sí llevas tiempo sintiendo que eres la carga, […]

L: sí... eh sí... […]

Resolver rupturas en la relación

La investigación ha respaldado la importancia de atender a las rupturas que se presentan en el

proceso terapéutico. Durante la sesión doce, ante la ruptura por la desconexión de la

consultante con el tema de conversación, la terapeuta reconoció lo que estaba sucediendo.

Ofreció a Leticia una mirada a su comprensión del tema, de manera que fuera claro cómo ella

lo estaba vinculando al caso, pero en últimas respondió a esta retroalimentación abriendo la

posibilidad para que fuera Leticia quien manifestara lo que estaba necesitando del espacio en

ese momento.

S12: L: no, no siento que vaya a llegar como a algún punto. O sea, no sé si estoy pensando mal, pero no siento que sea como tan relevante en mi vida en este momento

T: okay, yo lo estoy pensando de manera que... [...] sin embargo, si en este momento no te está conectando, no pasa nada. Ese es mi razonamiento detrás de eso, pero... ¿qué sientes que sería más útil para ti abordar en este momento

Además, en esa misma sesión se generó una ruptura debido a la dificultad de la terapeuta para

manejar sus resonancias y contener a la consultante, por lo que se inició la siguiente sesión

con una conversación puntual que abordó el suceso. En ella, la terapeuta explicó cómo había

sido su experiencia y la manera como esto había afectado el flujo de la conversación, y

también puso sobre la mesa la importancia de que la consultante no sintiera temor de

conversar acerca de sus emociones, con el fin de mantener la fluidez del espacio terapéutico.

Esta estrategia es una muestra de la relación horizontal que se había generado con

Leticia, pues se sostiene una conversación abierta acerca de lo ocurrido, donde la terapeuta

asume su responsabilidad frente a los sucesos y continúa aceptando su vulnerabilidad y su

Page 167: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

163

humanidad, con el fin de explorar las emociones y pensamientos de Leticia al respecto y

buscar un acuerdo mutuo que permita la continuidad de las sesiones.

S13: T: […] Entonces quería hablar puntualmente de lo que pasó al final de la sesión cuando para mi fue difícil abordar un tema, y aquí voy a ser muy sincera de lo que pasó y en ese momento no me di cuenta, hasta esa noche […] Y lo pongo aquí, primero porque fue evidente y me parece importante que lo hablemos. Y segundo porque... me acuerdo cuando te reías y me decías "es que yo me río porque no quiero hacer sentir incómoda a la gente con mis sentimientos, para que no se sientan mal". Entonces para alivianar las cosas tratas de retraer el dolor o la importancia de ciertas cosas, y eso es precisamente lo que no quiero que pase acá[…]. ¿Qué vas pensando con eso?

[…]

L: sí, pues yo pienso que... o sea. Pues, primero como que igual tú has estudiado mucho para esto [risa]. Obviamente eres humana y te duele. Sino que también... uno no saca nada de... es lo que he aprendido, de evadir. […] De pronto me hace bien a mi y a lo mejor también te hace bien a ti

Además de esta conversación, en la misma sesión se tuvo en cuenta que en la consulta

anterior Leticia había manifestado su desconexión con el tema de la conversación. Por ello,

en esta ocasión se hizo una pregunta directa, orientada a explorar la manera como Leticia

había percibido su experiencia en contraposición a las anteriores.

S13: T: ¿Hoy sentiste que la conversación te ayudó un poco más?

L: sí, sí. […]

Por último, la terapeuta propuso una tarea con la cual Leticia no se conectó. En ese momento,

ella respondió comentando que no se conectaba con las emociones asociadas a esa tarea. La

terapeuta respondió reconociendo la desconexión, pero buscando una manera de abordar el

tema que era relevante a los objetivos terapéuticos, de una manera que resonara más con

Leticia. Como muestra de una relación horizontal, ambas empezaron a intercambiar ideas al

respecto.

S13: T: te voy a hacer una propuesta, y no pasa nada si no la haces. Me gustaría proponerte que escribas una carta. Podría ser a tus papás […] Es para que saques de ti todas estas cosas que tal vez no se las has dicho [...]

L: es que es como lo que te digo, siento que... como... cuando algo cicatrizó, de pronto cicatrizó mal, pero cicatrizó. Es que de pronto yo ya no me siento conectada con ese tipo de sentimientos. [...]

Page 168: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

164

T: bueno, otra cosa que se me ocurrió, pero no sé qué pienses, y no sé si te sientas lista. Escribirte... no sé si una carta, media carta, un párrafo, lo que sea. Escribirle a Leticia niña. […]

L: esa me gusta más, porque cuando estoy así como triste, sí me veo a mi misma como si fuera otra persona. Y la miro con muchos sentimientos, pero la miro

8.3 Tercer caso – Jon

Fortalezas

Factores contextuales

Percepción positiva de teleconsulta a partir de experiencias previas

A diferencia de las otras consultantes que hacen parte de este trabajo, Jon no tenía experiencia

en psicoterapia ni en sesiones virtuales, más allá de una consulta por telemedicina que había

tenido unos días antes de nuestra primera consulta. Sin embargo, conocía la plataforma

virtual Teams, pues llevaba un año usándola en su trabajo, y desde esa experiencia tenía una

percepción positiva sobre el uso de este canal para sus sesiones, lo que lo llevaba a no

anticipar ninguna dificultad.

Aún más importante, Jon consideraba que el canal virtual le iba a permitir sentirse en

mayor comodidad que en una consulta presencial; aunque no tenía muy clara la razón,

anticipaba sentir menos pena por ese medio. Así mismo, desde esa primera consulta

mencionó que anticipaba que una consulta de psicoterapia podría fluir tranquilamente en el

medio virtual, en contraste de su percepción de cómo sería tener interacciones propias de una

relación familiar o de un vínculo de pareja.

DC1: Le pregunté si tenía alguna expectativa frente a un proceso virtual. Él mencionó que era casi igual, pero que se imaginaba que quizás le daría más pena verme en persona y contarme las cosas directamente, algo que podría presentar una ventaja para los procesos virtuales. Más adelante, retomando el tema, mencionó que no sentía que hubiera mayor mella en la relación cuando se trataba de un vínculo como el de terapia, en contraposición a una relación familiar o de pareja.

Page 169: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

165

Para la segunda sesión, Jon ya comentaba que no había percibido obstáculos al tratarse de un

proceso por telepsicología, y, habiendo vivido la experiencia, mantenía la idea de que no

existía ninguna diferencia entre lo que sucedió, y lo que habría sucedido de haber estado en el

consultorio de la psicóloga.

S2: J: bien, contento. La primera cita me gustó mucho, le estaba contando a todo el mundo "estoy en psicología" "¿estás loco?" yo dizque "no, no necesito estar loco para estar en psicología" [Terapeuta ríe] y a mi familia, le dije "no, tienen que ir... este... súper bien... y estaba comentándolo, pues, cómo era el proceso, que era virtual y que... lo que yo decía la semana pasada, que no tiene nada diferente, nada, nada, nada

La virtualidad como contexto emocionalmente seguro

Uno de los factores de la virtualidad que destacó Jon, fue la posibilidad de tomar la consulta

desde su hogar, un espacio seguro para él, que no requiere traslado, y que no implica la

estigmatización a la que puede estar expuesto un consultorio tradicional.

S3: J: […] ¿qué hubiese sido diferente si hubiese estado ahí? nada. Hubiese llorado igual, hubiese... ahm... algo que te iba a decir que estaba pensando ayer cuando estaba leyendo el documento. Un punto a favor de tu trabajo de grado es la conmutación, el paciente […] está en su sitio de comodidad. Está en su sitio donde puede ser él mismo y contarte todo lo que siente. Si él va a tu consultorio, tal vez va a tener como un paradigma y va... no va a ser totalmente abierto por el sitio, no es su espacio

T: okay, se va a sentir...

J: no es su espacio

T: okay... pero ahí te refieres a... como en términos de comodidad del lugar, o en términos de que puede haber un estigma por ser un consultorio, o ¿a qué?

J: todas las anteriores

T: okay

J: sí, entonces eso... y además que para los consultantes es más cómodo no tener que trasladarse

El estar en el hogar, un espacio emocionalmente seguro, permitió también algunas situaciones

que no suceden con la misma frecuencia en la atención presencial. Iniciando la cuarta sesión,

Jon aprovechó el momento del saludo para presentar su novio a la psicóloga. Además de

haber sido facilitada por el contexto, esta acción es una muestra de la relación que se había

Page 170: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

166

construido hasta el momento, pues muestra que Jon se sentía lo suficientemente cómodo

como para traer a una persona emocionalmente cercana para él.

S4: J: bien, ¿y tú? quiero presentarte a mi novio rapidito

T: claro que sí

J: y se va a dar una clase

T: ¿Esteban? ¿sí?

J: sí

T: hola, mucho gusto

E: mucho gusto

Más tarde durante esa misma sesión, Jon volvió a destacar el ambiente seguro que percibía en

consultas, nuevamente haciendo referencia a una cualidad que percibía en términos abstractos

como una característica del “aura” de la terapeuta. A pesar de ello, es probable que esto pueda

vincularse parcialmente a algunas de las estrategias empleadas en las conversaciones, para

favorecer la percepción de aceptación y no juicio.

S4: J: tengo libertad para hablar

T: okay. ¿Qué te hace sentir esa libertad? ¿cómo... dónde la percibes? ¿por qué sientes que tienes libertad?

J: no sé, creo que tú tienes un... ¿cómo se diría? ¿un aura? que invita a la gente a... a que te cuente

Contexto apropiado para teleconsulta

Las instalaciones de Consultores en psicología, la IPS de la Universidad Javeriana donde se

prestaba el servicio de atención, contaban con consultorios adecuados para la atención por

telepsicología, al ofrecer un contexto de privacidad, no generar pausas en las sesiones por la

irrupción de terceros y estar relativamente aislados de sonidos del exterior y de otros

consultorios. Estos factores promueven una mejor atención y en consecuencia, pueden

favorecer la relación terapéutica.

Page 171: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

167

De igual importancia fue el escenario en el que Jon se conectaba a las sesiones, pues

al vivir solo y trabajar de manera remota, siempre fue posible para él acudir a las citas desde

un lugar privado y con buen servicio de internet, lo que garantizó una continuidad de sesiones

sin mayores interrupciones.

Factores relacionados con el proceso terapéutico

Valoración positiva de las habilidades del terapeuta y de la relación

Un primer componente positivo de la relación con Jon se muestra en la confianza que mostró

ante las habilidades de la terapeuta, reconociendo que las intervenciones que hacía estaban

orientadas por saberes y herramientas propios de su quehacer. Esta valoración hace parte

importante de la relación, pues es reflejo de la confianza que tiene el consultante en la

terapeuta, y en sus intervenciones.

S2: J: estuvo muy bueno... estuvo... no sé, es que es como una magia porque es prácticamente conversar con alguien... obviamente tú tienes tus herramientas y tus cosas, pero esa conversación te libera, es muy liberante, es muy... it sets you free [“te libera”] […] siempre es... estas sesiones son maravillosas

Durante la cuarta sesión, Jon destacó la relación terapéutica como valiosa, rescatándola como

canal para un proceso de autodescubrimiento que, como se señalará más adelante, era de gran

importancia para él. Además, empieza a identificar un progreso en su proceso terapéutico,

algo igualmente relevante para la relación y que se retomará en este análisis.

S4: T: listo. ¿Cómo describirías la relación que tienes conmigo como tu psicóloga? […]

J: valiosa, nutritiva... a nivel... todos los niveles, no solamente de crecimiento de... de mi parte, sino que crezco, en 4 semanas estoy comenzando a sentirme diferente y eso me gusta

Dentro de esa misma sesión, además, resaltó nuevamente el saber de la terapeuta, al señalar

que ella sabía realizar las confrontaciones que él precisaba, lo cual daba lugar a procesos de

pensamiento que lo acercaban al cambio.

Page 172: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

168

S4: J: lo que te dije al principio, siento libertad. Hay veces que me siento confrontado, pero la confrontación... si no quisiera tener confrontación, no busco la terapia, porque yo quería que alguien que supiera me confrontara para yo poder cambiar […] no sé, tú tienes como una magia, y entonces cuando yo dejo de hablar contigo mi mente empieza a trabajar, y toda la semana estoy pensando

Por último, en la novena sesión emergió nuevamente un comentario de Jon donde señalaba

los saberes de la terapeuta desde su condición de profesional de la salud. Esto, nuevamente,

habla de la confianza que tenía en su formación y en su acompañamiento durante la terapia.

S9: J: […] Me puedo relacionar contigo. Te puedo contar mis cosas, sé que eres profesional en la salud y en mi mente está eso […]

Construcción de un contexto seguro y empático

Desde el final de la primera sesión, Jon se mostró cómodo con el espacio que había

encontrado en terapia. Aunque parte de esa construcción de un entorno seguro fue para él

marcada por un aspecto fuera del control de la terapeuta, su identidad como mujer, mencionó

también que no se había sentido juzgado dentro de la conversación.

DC1: Al cerrar la sesión le formulé las preguntas de investigación. Él manifestó que había tenido una experiencia fabulosa y había valorado no sentirse juzgado al compartir sus intimidades. También mencionó sentirse más cómodo con las mujeres, lo que le hacía alegrarse de que yo fuera su terapeuta.

Iniciando la segunda sesión, Jon comentó que estaba tan contento que “estaba mandando a

todo el mundo a terapia”. Al conversar sobre eso con la psicóloga, mencionó nuevamente que

había percibido un espacio sin juicios, donde no se preocupaba por lo que era correcto o

incorrecto, algo que había caracterizado algunos de los contextos en los cuales había vivido

anteriormente.

Hacia el final de la sesión no solamente empezó a tutear a la psicóloga, algo que

puede tomarse como una muestra de la confianza que se estaba construyendo, sino que

también destacó el hecho de que las conversaciones en terapia resultaban liberadoras para él.

S2: J: oye, ¡qué bueno! y ¿qué te gustó tanto de ese proceso? ¿qué te conectó?

Page 173: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

169

J: ah... que pude... como decir todo lo que guardé mucho tiempo, y eso me gustó mucho. Me gustó mucho porque puedes hablar con alguien que no te va a juzgar y que no te va a... la gente tiende mucho a juzgar sin saber cuál es la vida de cada quien. Nadie conoce las goteras de su casa, hay un dicho que va así. Y entonces, bueno... pero me gustó muchísimo

[…]

J: creo que... como te dije... perdón que te tutee

T: por favor

J: […] esa conversación te libera, es muy liberante, es muy... it sets you free [“te libera”] […] siempre es... estas sesiones son maravillosas, me gustan porque... porque no tengo miedo en decir nada, y... no sé, me gusta porque puedo decir lo que... lo primero que viene a la mente sin importar si es disperso o no disperso, nadie me dice "está mal o está bien”

Al indagar más a profundidad, destacó el poder de la confrontación como un camino para

encontrarse con nuevos puntos de vista que se quedaba pensando el resto de la semana, lo

cual sugiere que no percibió un impacto negativo en la manera como la terapeuta realizó

confrontaciones, con lo que se favorece la noción de un ambiente empático.

Adicionalmente, reconoció un progreso en sus objetivos terapéuticos, que tenían que

ver con la conexión con sus emociones, y añadió que los pensamientos que emergían en las

sesiones lo motivaban a hacer modificaciones en su hogar que reflejaran los cambios que iba

percibiendo por dentro. A continuación, se presenta un fragmento que se expuso de manera

parcial anteriormente.

S4: J: lo que te dije al principio, siento libertad. Hay veces que me siento confrontado, pero la confrontación... si no quisiera tener confrontación, no busco la terapia, porque yo quería que alguien que supiera me confrontara para yo poder cambiar […] no sé, tú tienes como una magia, y entonces cuando yo dejo de hablar contigo mi mente empieza a trabajar, y toda la semana estoy pensando, y me gusta porque... es mágico, it's magic […] la semana pasada después de la sesión... cambié todo, moví todos los muebles, cambié todas las energías de la casa y me gusta, me gusta porque era como... yo sentí era como... starting over [“empezando de nuevo”], como... moví todo y había una energía diferente. Me gustó porque yo lo cambié a propósito porque como era la primera vez que tenía una conexión de ese tipo con mis emociones, yo pude percibir que había algo nuevo. Entonces moví todo, moví la mesa, moví los muebles, moví todo. Cambié sábanas, cambié... todo

T: ese "yo lo cambié a propósito" me parece muy valioso porque creo que no es lo único que cambiaste, los muebles

J: [risa] exacto, exacto. Pero quería tener una... una... ¿cómo se dice? una demostración física externa de lo que sentía adentro

Page 174: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

170

Otro aspecto que para Jon fue importante del proceso terapéutico, y desde este lugar, también

para el vínculo con la terapeuta, es la concepción del espacio de terapia como un lugar de

autodescubrimiento que le permitía conocer cosas nuevas acerca de sí mismo. Una vez más

reconoce el progreso en el reconocimiento de sus emociones, algo que se retomará en una

subcategoría posterior.

S4: J: para mí es como... parte del autoconocimiento y saber conectarme a mis sensaciones y emociones, eso. Entonces eso me gustó mucho, porque... I'm addicted to learning, [“soy adicto a aprender”] entonces es como parte de seguir aprendiendo y tener descubrimientos, eso me gusta mucho. Es como descubrir cosas. Entonces descubrirme a mí mismo y saber cómo hacer cosas que no sabía hacer antes me gusta.

Durante la octava sesión Jon destacó que una de las cosas que generó un impacto más

poderoso en él, fue un momento donde él se contactó con emociones dolorosas y se disculpó

por el llanto que estaba apareciendo. Como respuesta a esto, la psicóloga le dijo que su dolor

era genuino y tenía lugar en ese espacio, mostrando interés y validación de sus emociones, lo

cual generó una fuerte experiencia emocional en él y lo contactó con la noción de que era

valorado.

S8: J: es que no sé de dónde salió, algo que dijiste me traspasó y me causó mucho dolor

T: ¿qué? ¿que tu dolor es genuino?

J: sí

T: ¿por qué?

J: porque tal vez nunca lo había sentido así, tal vez yo sentía que [a] la gente no [le] importaba nada de mi, entonces... [suspiro]

Uno de los aspectos que preocupaba a Jon (y llegó a preocupar a la psicóloga, como

aparecerá en un próximo apartado de este análisis), era la posibilidad de desarrollar un cierto

apego o, en sus palabras, dependencia emocional en el contexto terapéutico. Sin embargo,

con el pasar de las sesiones, la relación se fue configurando de otra manera, de modo tal que

Page 175: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

171

el contexto emocionalmente seguro ofreció contención y ayudó al consultante a no sentir

miedo de conectarse con su interior, algo que él menciona, le había pasado antes, pero no se

convirtió en una perpetuación de una pauta personal de Jon.

S9: J: al principio... lo que yo te decía, yo no sabía relacionarme con la gente y tenía... siempre tuve miedo a… cuando yo contara mis cosas y mi intimidad, a tener una relación emocionalmente dependiente. Yo tenía mucho miedo antes a que yo le contara a alguien algo e iba a ser una... sanguijuela emocional de esa persona. Pero entonces me gusta porque siento que en eso he evolucionado también. Me puedo relacionar contigo. Te puedo contar mis cosas, sé que eres profesional en la salud y en mi mente está eso [...] estoy aprendiendo también contigo a que no necesariamente expresar emociones quiere decir que te vas a colgar emocionalmente de alguien

En el marco de lo anterior, algo de lo que destaca el consultante y que se puede relacionar con

sus declaraciones de la sesión anterior, es su percepción de la psicóloga como alguien que lo

acompañaba a sentir todo tipo de emociones, no únicamente las que encajaban en

determinada idea de “bueno” o “malo”, sino cada una de las que iban emergiendo en sesión,

invitándolo de este modo a recibir incluso las lágrimas de dolor porque hacían parte del

camino hacia los objetivos que se había planteado para el proceso terapéutico.

S9: J: es que tú celebras las emociones, y eso me gusta. Que no importa si es positiva o negativa. Tú las celebras y eso te hace saber que necesitas que eso pase. Obviamente yo no decidí que pasara pero tuvieron que pasar, y que yo las reconozca y sepa cómo lidiar con ellas es maravilloso [...] y me hace feliz que la gente lo esté notando

Visión positiva por parte del terapeuta con respecto al consultante

Jon vivió muchos años en un contexto que percibía invalidante por aspectos como sus

creencias, su manera de ser y su orientación sexual. Desde ese lugar, desarrolló una

percepción del mundo y de sí mismo en términos de “bueno” y “malo”, y en varios

momentos de las sesiones han emergido comentarios patologizantes hacia sí mismo.

En este contexto, es particularmente valioso el hecho de que la terapeuta tenga y

demuestre una visión positiva con respecto a él y a sus posibilidades de cambio, y en su caso

también resultó ser fuente de motivación. En la tercera sesión, antes de conversar acerca de

Page 176: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

172

temas dolorosos, él indagó por las posibilidades de poder mejorar y sobreponerse a las

conversaciones difíciles, como se puede ver a continuación.

S3: J: ah... a nivel profesional, tu... ¿ves que pueda salir del hueco?

T: 500%

J: bueno, entonces hágale, pregunta

En el diario de campo de esa sesión se relata la experiencia. La terapeuta expresa confianza

en las posibilidades de cambio de Jon, así como en su capacidad de manejar las emociones

que emergen en el marco de la terapia.

DC3: En un punto de la conversación, Jon preguntó si yo consideraba que podría salir adelante, y le respondí que sí, absolutamente segura. Considero que está demostrando un gran compromiso con la terapia, y él mismo ha rescatado el valor que ha encontrado en un espacio donde pueda hablar sin sentirse juzgado, lo cual lo puede ayudar también a encontrar las herramientas para reponerse de conversaciones dolorosas. Siento plena confianza en que podrá lograr un cambio.

Durante la octava sesión, Jon volvió a preguntarle a la psicóloga sobre su opinión frente al

aprendizaje que había percibido en él. Ella le pidió a él responder primero a esa pregunta,

ante lo cual Jon indicó los progresos que estaba sintiendo. Posteriormente, la terapeuta

destacó el compromiso que notaba en él y el agradecimiento que esto le generaba.

S8: T: sí, porque me parece lindo que valores mi opinión como profesional porque para algo estás acá, pero parte del proceso por el que estás acá es que tú mismo empieces a valorar tu propia voz, y a escuchar tu propia voz, y a darle lugar. Ahora, mi experiencia ha sido maravillosa, estoy muy agradecida porque he logrado presenciar como el... journey [camino] de un hombre profundamente comprometido consigo mismo.

Percepción de un efecto positivo de la terapia

Una de las primeras cosas que resaltó Jon con respecto al proceso terapéutico, es el hecho de

que las conversaciones en las sesiones lo movilizaban y lo invitaban a pensar. Esto no

solamente refleja el valor terapéutico de lo que ocurría en consulta, sino también su

compromiso consigo mismo y con las ideas que emergían.

S3: J: Me gustan estas... ah... terapias, o estas sesiones, porque me mantienen pensando en la semana, y siempre estás como activo mentalmente.

Page 177: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

173

Uno de los objetivos terapéuticos planteados en el proceso de Jon implicaba acompañarlo a

reconectarse con algunas emociones difíciles para él. Así, durante la tercera sesión, se trabajó

alrededor de la rabia, logrando que él identificara unos primeros pasos en torno a esa

conexión.

S3: T: mientras me estás hablando, ¿conectas con esa rabia?

J: sí. Muy levemente.

T: si dijéramos, del 1 al 10, ¿qué tan conectado te sientes?

J: 2

T: okay. ¿Y normalmente qué tan conectado estás?

J: 0

Hacia el final de la conversación ese mismo día, empezó a resaltar algunos cambios en la

conexión que estaba estableciendo consigo mismo y con su entorno.

S3: J: me sen... como siempre he dicho en las 3 sesiones que hemos tenido, que me sentía desconectado de todo, hasta de mí mismo... y siento como que poco a poco estoy como uniendo los cables, creando conexiones buenas

Hacia la quinta sesión, Jon identificaba cambios en la manera como se relacionaba consigo

mismo, sintiendo no solamente que se estaba valorando, sino también que se sentía motivado

a emprender acciones de cuidado propio que habían quedado relegadas varios meses atrás y

que estuvieron asociadas a su remisión a psicoterapia.

S5: J: pero siento que sí he avanzado mucho y siento que poco a poco, pero sí he... estoy aprendiendo a aceptarme, y a quererme, porque antes yo lo decía, pero no lo conectaba. "Me quiero, me amo, y soy la persona más importante en mi mundo", that was bullshit, ahora sí lo estoy como... sintiendo. Me estoy valorando […] esta mañana dije "me voy a parar, voy a hacer ejercicio". Al menos ese deseo, que no estaba antes, me valía madres, como dicen ustedes, pero ahora está como de "sí, quiero ir a hacer ejercicio, quiero ir a…".

Estos progresos estuvieron vinculados al aprendizaje, pues como se había mencionado

anteriormente, Jon valoraba los descubrimientos que emergían en terapia, que mencionó, se

traducían en cambios en la manera como se sentía.

Page 178: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

174

S6: J: […] Cuando estoy en terapia, como un niño aprendiendo cosas nuevas. Imitando porque es así que se aprende, entonces me gusta mucho. Me gusta porque siento que estoy teniendo insights de aprendizaje y de todo, es que hasta en el organismo se siente. Se siente como pesos se van, ya no hay sensaciones tan angustiantes... y bueno... [suspiro]

En la penúltima sesión que se incluyó en el presente análisis, Jon volvió a hacer referencia a

la motivación que empezó a recuperar a partir de los progresos alcanzados en terapia,

describiendo los cambios en hechos concretos.

S8: J; bueno. Siento que... definitivamente los cambios físicamente se notan. La dejadez que tenía antes de "no quiero hacer ejercicio porque para qué", "no voy a lavar la cocina porque I don't give a shit" [risa] Sorry. O "no voy a hacer esto por tal cosa, o porque no me da la gana, no voy a hacer esto, me voy a quedar aquí en la cama todo el día..." entonces esas cosas han ido cambiando, entonces siento que poco a poco he estado evolucionando.

Finalmente, en la novena sesión, Jon expresó su agradecimiento con la terapeuta y con el

proceso, rescatando nuevamente algunos de los aspectos que mencionó con anterioridad,

tanto referentes a la posibilidad de tramitar las emociones dolorosas y reconectarse con la

vida, como con respecto a la noción de conectarse nuevamente con su valor personal, algo

que había quedado de lado mucho tiempo atrás.

S9: J: este espacio... it's saving my life, me está salvando la vida emocionalmente, porque es que antes de conocerte, conocer a Consultores, sentía que existía pero que no vivía, no tenía vida. Me sentía muy abrumado, muy atrapado, muy dolido... tenía todo en una sola sensación, no sabía cómo separarlas […] muchas gracias. No sabes lo agradecido que estoy con Consultores y con Erika [risa] contigo. Para mí es... sentirme que soy valioso. Antes lo era, pero no lo sentía. Entonces sentirme que soy valioso y que soy parte de un todo, me gusta, porque siento que estoy evolucionando. Y lo mejor está por llegar todavía.

Apertura a la retroalimentación y conexión del consultante con las ideas presentadas

A lo largo del proceso, Jon mostró apertura y atención a las ideas que presentaba la terapeuta.

Un par de ejemplos aparecen en la segunda sesión. En el primer caso, durante una

conversación con respecto al papel que juega su madre en su vida, y a la manera como puede

suscitar distintos tipos de emociones al mismo tiempo, una idea con la que Jon se conectó.

S2: T: tu mamá... siento que tal vez sea una de las representaciones que tienes con la vida, porque con mamá es como... este hogar, es como... pues es mamá.

J: sí

Page 179: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

175

T: pero a la vez es... eh... la ... una fuente de no aceptación, una fuente de no protección, en lo que tú esperabas...

J: todo eso

A partir de allí, se estaba conversando sobre la manera en la que Jon probablemente habría

tomado refugio en diferentes espacios invalidantes en su vida, como parte de su pauta. En

esta ocasión, la propuesta también resonó con él.

S2: T: eso quiere decir que sí construiste ese techo, pero construiste ese techo igual a los que ya habías aprendido... a lo que ya habías vivido toda tu vida

J: exacto.

Es necesario destacar que no siempre había conexión inmediata con las hipótesis que

emergían, pero la apertura de Jon a las ideas que presentaba la psicóloga ofrecía un incentivo

para continuar explorando esas mismas ideas, y buscar y proponer otras.

S:4 T: […]. Es que esto puede estar relacionado con algo que ya me respondiste, porque me dices "es que me conecto con las cosas en las que sé que soy bueno y me puedo defender", pero cuando me devuelvo al concepto... no al concepto, al contexto de la iglesia, me pongo a pensar que en la iglesia […] está el hecho de tu orientación sexual

J: puede ser

T: y entonces no sé si en ese contexto para ti era más difícil defenderte porque sentías que estabas haciendo algo mal

J: sí, puede ser... no te puedo decir que sí porque no sé, pero es bastante lógico

Barreras

Factores contextuales de la telepsicología

Problemas de comunicación debido a la conexión

La conexión presentó pocos fallos durante las videollamadas del proceso con Jon. Las

dificultades se daban al iniciar la sesión, cuando en ocasiones había problemas para activar la

cámara. Una vez se lograba hacerlo, no se presentaron fallos que interrumpieran la sesión, lo

Page 180: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

176

que garantizaba un buen flujo de la conversación. El siguiente es un fragmento de la parte

inicial de la segunda sesión.

S2: T: ¿puedes prender tu cámara, por fa? No te veo

J: estoy haciendo el intento

T: bueno, ahí vamos, es que teams a veces es terco... ya, ahí ya te veo bien. ¿Tú me ves a mi?

J: no, sólo se ve E y G

T: vamos a ver... voy a desactivar y la vuelvo a prender [pausa] ¿todavía nada?

J: nope

Esta situación se repitió en la tercera sesión. A pesar de que hubo algunas dificultades,

ninguno de los participantes se mostró molesto o particularmente preocupado, ya que no

tomó mucho tiempo resolverlas, y no impidieron el desarrollo normal de la sesión, pues no

estaban interrumpiendo ninguna conversación.

S3: J: no te veo, dame un minuto... ¿me ves?

T: no te veo. Es que hoy Teams está... caprichoso

J: ¿ahora me ves?

T: ahora te veo. ¿Tú me ves a mi?

J: sí, súper

T: okay. Yo no sé... hoy Teams ha estado loquísimo. Pero bueno, me alegra que ya nos veamos. Te veo pixelado... eso sí...

J: debe ser... déjame poner acá a ver...

T: bueno, ahí te veo mejor pero creo que fue porque la red quiso mejorar

El mayor obstáculo relacionado con el uso de tecnología se dio en la sexta sesión. La

psicóloga notó que habían pasado varios minutos desde la hora del encuentro, y Jon no se

había conectado. Teniendo en cuenta los antecedentes de puntualidad, tomó la decisión de

llamarlo. Él mencionó que llevaba varios minutos esperando a que ella se conectara.

Aparentemente había habido problemas con los enlaces, y aunque no fue claro lo que había

Page 181: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

177

pasado, conocer el incidente le permitió a la psicóloga enviarle a Jon el enlace, con lo que fue

posible iniciar la sesión. A pesar de ello, el tiempo de conversación se vio reducido.

S6: T: ¡Hola!

J: [risas] yo esperándote aquí, esperando a que se conectara

T: qué locura

J: sí, pero bueno. It happens [“eso sucede”]

T: I know [“lo sé”]. No te veo todavía

J: déjame un segundo... ¿y ahora?

T: ya está cargando algo... sí, ya te veo

Factores administrativos

Dificultades asociadas a la normatividad institucional

Como se ha manifestado con anterioridad, los procesos psicoterapéuticos del presente estudio

se adelantaron desde las instalaciones de Consultores de Psicología, una IPS de la Pontificia

Universidad Javeriana. Por lo tanto, las condiciones de atención estaban sujetas a la

normatividad de la institución, y los procesos administrativos relacionados con las citas,

asignación y cambios en los horarios se encontraban coordinados por el personal de

Consultores.

Lo anterior implica que la psicóloga no tenía posibilidad de tomar decisiones autónomas con

respecto a los horarios. Durante la tercera sesión Jon informó que se acercaba su cumpleaños

y no podría acudir a sesión en el horario estipulado. Sin embargo, no fue posible hacer

acuerdos puntuales frente a la viabilidad de reagendar su cita para esa semana, hasta no

contar con la autorización de Consultores. Si bien en la conversación se puede evidenciar que

no hubo una reacción negativa por parte de Jon, este tipo de situaciones constituyen

limitaciones a la hora de tomar decisiones enmarcadas en el proceso terapéutico.

Page 182: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

178

S3: J: ah, by the way [“por cierto”], este... el otro jueves it's my birthday, so I'm not gonna be on... [“es mi cumpleaños, así que no estaré…”] mi mejor amiga me invitó a cenar, entonces podemos correr la sesión... yo la había pagado y si... y si la tienes que correr, no importa

T: por favor

J: nos veríamos como el 17... 19, ¿más o menos?

T: por supuesto que sí

J: o cualquier otro día de la semana siguiente que puedas

T: okay, eso yo tendría que pedir el permiso, porque me gustaría verte la próxima semana, sería chévere

J: a mí también me gustaría no faltar una semana, entonces... cualquier día a las 6 puedo, tú me dices qué día

T: vale, voy a averiguar si es posible

J: okay, you let me know. [“okay, me avisas”]

Experiencia relacionada con el proceso terapéutico

Inquietudes de la terapeuta con respecto a la relación con el consultante

Como se explicó previamente, Jon ha vivido en contextos invalidantes que le han generado

mucho dolor. Es probable que esto esté asociado a una pauta de relacionamiento donde él se

ha ubicado por debajo de otros en el vínculo, en un lugar desde el cual se descalifica. Una de

las preocupaciones que emergieron en las fases tempranas del proceso se relacionan con esta

descalificación propia, pues generaba temor en la terapeuta con respecto a la dificultad para

establecer una relación más horizontal. El siguiente es un ejemplo de la segunda sesión,

donde Jon estaba conversando acerca de su deseo de sentirse mejor rápidamente. Una vez él

mismo reconoció que cargaba dolores que lo habían lastimado por muchos años, aceptó que

era difícil obtener un cambio inmediato y se descalificó a sí mismo.

S2: J: y de maltrato a mi mismo, entonces... no me hagas caso, yo sólo te digo lo que siento y lo que pienso

T: ¿cómo así que no te voy a hacer caso? esta terapia es para ti, ¿qué tal no te hiciera caso?

J [risa]: es... mmm... es un tipo de lenguaje, pero sí, hazme caso pero... no sé…

Page 183: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

179

En esta misma sesión, Jon hizo otro comentario que generó preocupación en la psicóloga, ya

que él no parecía dispuesto a poner sobre la mesa alguna incomodidad que tuviera con

respecto al proceso terapéutico. Aunque de esto se podría destacar un compromiso con la

terapia y confianza en las habilidades de la terapeuta, puso de manifiesto la necesidad de que

la terapeuta estuviera particularmente atenta a cualquier señal de una práctica descuidada o

iatrogénica, y de manera inherente a los objetivos terapéuticos, intentara acompañar a Jon en

el proceso de relacionarse de una manera distinta con otros, que pudiera ser más cuidadosa

con él mismo. A continuación, se encuentra un fragmento del diario de campo donde se puede

observar las impresiones de la psicóloga ante esta situación.

DC2: Durante la sesión emergió en mi una preocupación frente al tipo de compromiso que parece tener Jon con la psicoterapia, pues mencionó que si algo no le gustaba, se adaptaría, ya que la idea era poder crecer. Aunque entiendo y valoro esta postura, ya que la psicoterapia tiene muchos aspectos que implican salir de la zona de confort, siento la necesidad de prestar mayor atención a cualquier aspecto de Jon que pueda sugerir incomodidad o molestia de su parte, a fin de atender a su bienestar

En esa misma sesión surgió otra preocupación en la terapeuta. Durante la despedida, Jon

comentó con entusiasmo su deseo de compartir otros escenarios con la terapeuta. Este

comentario fue inesperado para la psicóloga, quien en ese momento no tuvo muy claro cómo

abordar la situación, aunque aclaró que en la duración del proceso no sería posible interactuar

de manera más personal.

S2: J: I wanna practice English with you, I wanna teach you English, I wanna teach you French and everything...that'd be great [“quiero practicar inglés contigo, enseñarte inglés, francés y todo… sería genial”]

T: Yeah, that'd be great. Maybe... a couple years after we finish this process, maybe... [“sí, sería genial. Quizás… un par de años después de terminar este proceso, quizás…”]

Es importante decir que durante la tercera sesión no se retomó esa situación, algo que habría

permitido aclarar algunos puntos del espacio terapéutico y las dinámicas de poder que hacían

de una relación de amistad paralela a la de terapeuta-consultante algo poco ético. Así, en el

Page 184: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

180

cuarto encuentro, surgieron comentarios de tipo social que no solamente tomaron tiempo de

la sesión, sino que volvieron a suscitar inquietud en la terapeuta, quien en el marco de lo que

había sucedido previamente, temía que Jon deseara construir un tipo de relación inviable en

esas circunstancias.

S4: J: [risa]. You got a tattoo, that's wonderful [“tienes un tatuaje, es maravilloso”]

T: oh, yeah, thank you [“ah, sí, gracias”]

J: I have one here [“yo tengo uno aquí”]

[…]

J: I have a question [“tengo una pregunta”]

T: yes? [“¿si?”]

J: where did you learn English? it's so good, and your understanding is really wide, your communication is really good [“¿Dónde aprendiste inglés? Tu inglés es muy bueno, tu comprensión es realmente amplia y tu comunicación es muy buena”]

[…]

J: tu parles français aussi? [“¿también hablas francés?”]

T: un p'tit peu, mais pas beaucoup [“un poquito, no mucho”]

A lo anterior se le suma una pregunta más directa de Jon frente a la relación. Teniendo en

cuenta que Jon se había descrito a sí mismo como alguien “emocionalmente dependiente”, la

psicóloga había dudado previamente en cómo abordar la situación, por temor a no ser

cuidadosa con las emociones del consultante. En el siguiente fragmento se puede ver cómo

Jon introdujo el tema en la conversación. La respuesta completa de la terapeuta podrá verse

en la sección de estrategias, pues en ese momento se entabló la conversación en torno a las

dinámicas de poder.

S4: J: ¿Cómo logras no conectarte emocionalmente con los pacientes?

T: no, no se trata de eso. Eso pasa. Porque...

J: ah, sí puede pasar

Page 185: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

181

A pesar de haber abordado el tema abiertamente, la situación anterior mantuvo la

preocupación en la terapeuta, y se vio expresada en el fragmento del diario de campo, donde

además se vinculó el evento de ese momento con las particularidades del consultante, que

podrían implicar daño en la relación.

DC4: En la relación con Jon existe un reto que no he enfrentado en otros procesos, pues siento que sus preguntas con respecto a la relación y la conexión emocional entre terapeuta y consultante podrían sugerir un deseo de construir un tipo de relación diferente que no tiene lugar en el consultorio. Si bien considero que el haber conversado abiertamente del tema permitió poner algunas claridades, también constituye una invitación a estar atenta ante cambios en la relación, especialmente porque, por su historia, quiero ser particularmente cuidadosa en la manera en que pongo límites.

Dificultades del terapeuta para manejar las resonancias

Al igual que se ha explicado en otros casos, como parte importante de la labor de psicoterapia

sistémica se destaca la capacidad del terapeuta de identificar y nombrar las experiencias

emocionales que surgen en él o ella como respuesta a situaciones que ocurren en terapia,

especialmente cuando alguna parte de la vida de los sistemas consultantes resuena con la

propia. En este marco, es importante señalar la tercera sesión, donde, al discutir el rol que

adoptó la familia de Jon en respuesta al abuso que sufrió en su infancia, sintió molestia y esto

empezó a reflejarse en el curso que seguían sus preguntas. Una de ellas se muestra a

continuación, pues se trata de una pregunta sin un propósito terapéutico claro, que además

puede tener un impacto negativo para el consultante y sus relaciones.

S3: T: okay. Pero antes de eso... ¿será que sí eran cercanos, realmente? ¿o tú tenías que amoldarte para sentir que eran cercanos?

Lo anterior no escapó a la percepción de la terapeuta, pues la experiencia fue mencionada en

el diario de campo de esa sesión, donde se resaltó cómo esta experiencia emocional le

dificultaba a la terapeuta seguir un curso de conversación más provechoso para el proceso.

Además, a esas observaciones es importante añadir que, como se mencionó en el párrafo

Page 186: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

182

anterior, emplear preguntas acusatorias hacia la familia del consultante también puede poner

en riesgo la relación terapéutica, e impactar negativamente los lazos familiares.

DC3: En cierto punto de la sesión comenzamos a hablar acerca del pasado de Jon, de situaciones de abuso que sufrió cuando era niño, y de la manera como su familia lo abordó. En algunos momentos pude notar que estaba sintiendo molestia, y esto impactaba la manera en que hacía mis preguntas, pues adoptaban un tono acusatorio hacia la familia, con una postura que me dificultaba la metaobservación.

Dificultad del terapeuta para contener las emociones del consultante

Teniendo en cuenta que parte del proceso terapéutico con Jon estaba encaminado a

acompañarlo a ponerse en contacto con algunas emociones difíciles que había aprendido a

evitar a lo largo de los años, una característica importante que debían tener las sesiones era el

tiempo suficiente para realizar los cierres y contenciones pertinentes, en aras de evitar que el

consultante finalizara la sesión sintiéndose emocionalmente expuesto.

No obstante, durante la tercera sesión emergieron temas importantes y dolorosos, y

esto llevó a la terapeuta a proponer un breve ejercicio de silla vacía sin tener el tiempo

suficiente para realizar el cierre. En consecuencia, en la transcripción se puede notar un cierre

insuficiente donde se busca contactar a Jon con sus recursos para afrontar la situación, pero

en el cual la terapeuta no indaga por el estado o necesidades del consultante, lo cual dificulta

aún más realizar cualquier tipo de contención.

S3: T: okay. ¿Y qué necesitarías hacer ahorita para recogerte?

J: ver televisión

T: ¿dime?

J: ver televisión, Disney Channel o algo

T: listo. Vas a hacer eso entonces. Ya es importante que puedas recoger.

La situación ocurrida generó un sinsabor en la terapeuta, quien dedicó una parte de su diario

de campo a explorar lo sucedido. Vale la pena aclarar que, si bien la cuarta sesión inició con

Page 187: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

183

normalidad y esta situación no se repitió, lo que sugiere que no hubo una afectación severa al

consultante o al vínculo terapéutico, en su momento pudo haber implicado una amenaza para

cualquiera de los dos.

DC3: En general, esta fue una sesión profundamente retadora, pues invité a Jon a contactar con emociones dolorosas que había tratado de evitar por décadas. Sin embargo, me siento incómoda con como se dieron las cosas en términos de tiempo, pues la parte más difícil de la sesión comenzó después de la mitad de la hora. En retrospectiva, me cuestiono acerca de si la mejor decisión hubiera sido postergar la silla vacía para la siguiente sesión y abordarla desde el principio, pues aunque intenté conversar abiertamente sobre la importancia de la contención después de contactar con las emociones como ocurrió en la sesión, creo que no logré recoger de manera adecuada todo lo que sucedió, me quedé con la desazón de haber sentido que lo instruí para “contenerse a sí mismo”, en lugar de haberlo acompañado en ese proceso, y temo haber dejado a Jon muy expuesto.

Estrategias

Frente al contexto de la telepsicología

Desarrollar el encuadre del espacio virtual

En la primera sesión la terapeuta indagó acerca de la experiencia que tenía Jon con consulta

en modalidad virtual. Pese a que él sólo había tenido una sesión de telemedicina, refirió que

llevaba un año empleando la plataforma Teams para el trabajo, por lo que no se hizo

necesario incluir una explicación detallada del canal virtual. Además, teniendo en cuenta que

él vivía solo, tenía garantizada la posibilidad de conectarse desde un espacio privado.

Asegurar las condiciones adecuadas para la comunicación

Como se mencionó previamente, las dificultades tecnológicas con Jon se presentaron de

manera esporádica al iniciar cada sesión. En este sentido, el momento del saludo solía incluir

comentarios con respecto al correcto funcionamiento de la cámara y del audio.

S2: T: ¿puedes prender tu cámara, por fa? No te veo

J: estoy haciendo el intento

T: bueno, ahí vamos, es que teams a veces es terco... ya, ahí ya te veo bien. ¿Tú me ves a mi?

J: no, sólo se ve E y G

Page 188: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

184

T: vamos a ver... voy a desactivar y la vuelvo a prender [pausa] ¿todavía nada?

J: nope

T: mmm... okay, voy a salirme de la llamada y vuelvo a entrar a ver s...

J: ya, ahora sí ya

Informar al consultante acerca de fallos que dificultan la comunicación

Durante la quinta sesión, un aparente fallo de la aplicación causó que la imagen de Jon se

ampliara y redujera de manera constante, lo que afectaba la comunicación al dificultar la

concentración de la terapeuta en la conversación que estaba emergiendo. Debido a eso, la

terapeuta tomó la decisión de explicarlo al consultante mientras buscaba una solución. Si bien

esta estrategia no es necesaria en todos los casos, especialmente cuando se trata de

dificultades que se resuelven con facilidad, informarlo puede ser una buena opción para

interrumpir la conversación en casos en los que sea necesario, evitando tocar temas sensibles

cuando la terapeuta puede tener la atención dividida en otros asuntos.

S5: T: […] Ahora el siguiente... espérate porque te me estás moviendo mucho... a ver, rellenar... no, no eres tú. Es el Teams que te amplía... hoy no sé qué le está pasando que te amplía y te aleja y hace unas cosas muy extrañas

J: no eres tú, soy yo [risas]

T: sí... pues no, ni tampoco soy yo, es esta cosa, y entonces me afecta un poco la concentración verte agrandarte y reducir de tamaño constantemente, pero ya, ya te fijé, ya te dejé quieto. Eh... okay.

Frente al proceso terapéutico

Generar un contexto seguro para las emociones del consultante

Un aspecto crucial para fomentar la conexión con las emociones se relaciona con reconocer y

abrir espacio a todo tipo de experiencias, bien fueran consideradas positivas o negativas. Jon

había vivido en un contexto en el que se consideraba como debilidad emociones como la

tristeza, y desde ese lugar, había aprendido a normalizar el dolor. En ese sentido, una de las

Page 189: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

185

estrategias empleadas por la terapeuta fue validar el reconocimiento de una vivencia como

difícil o dolorosa a partir de la auto referencia de lo que a ella le generaba el relato.

S2: J: […] yo decía "si me muero, no me importa", decía "no me importa si me muero", y mi miedo era no morirme, sino... cómo iba a repatriar mi cuerpo [risa]. Y el dolor de mi mamá y de mi papá. Ni siquiera era que... I was gonna die... que yo me iba morir [risas]. Era duro, era...

T: sí, y yo te veo riendo y yo estoy así con el corazón encogido de escuchar esto

El proceso de acompañar a Jon a conectarse con sus emociones no fue inmediato. Resultó

notorio que había aprendido a escabullirse de los temas cuando le generaban dolor, y es algo

que la terapeuta puso en la conversación, con un tono de voz que buscaba reflejar aceptación.

Además de mostrarlo, la psicóloga lo invitó a conectarse desde la curiosidad, y explorar los

temores que le dificultaban conectarse.

S3: T: Jon, estás corriendo... ¿sabes de dónde estás corriendo?'

J: ¿de qué?

T: de la rabia

J: sí. Yo estoy corriendo de la rabia […]

T: ¿qué pasaría si tu te conectaras con la rabia? ¿cuál es el temor de hacerlo?

Más adelante en esa misma sesión, la psicóloga lo invitó a conectarse nuevamente con la

rabia. Para ello, le informó que notaría cada vez que él se desviaba de tema, y devolvería la

conversación a su rumbo. Avisarle es una primera estrategia para hacer de ese proceso algo

más amable, pues ya sabría qué esperar. Aunado a ello, en este fragmento también se puede

notar una postura de no juicio al mecanismo que utilizaba Jon para protegerse del dolor,

validando y normalizando la manera como había aprendido a moverse en el mundo.

S3: T: […] Bueno, vamos a empezar con las palabras, y vamos a ver si sientes algo en tu cuerpo. Entonces... te voy a detener en la rabia, y cada vez que te vea volando, te devuelvo a la rabia, ¿okay?

J: sí... ¿sí ves cómo evado temas?

T: lo veo clarísimo

Page 190: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

186

J: y es... no es... ah... […]. no es consciente

T: mhm. Te estás protegiendo. Y está bien.

J: ya no quiero tener que protegerme más.

T: exactamente. Pero está bien que hayas aprendido eso, porque en un momento fue la única reacción que encontraste para protegerte cuando no te sentías protegido. Está bien.

Esa sesión fue retadora para Jon. En un punto, derramó una lágrima y se disculpó por ello. La

psicóloga no solamente normalizó la respuesta emocional, sino que también le indicó que era

posible detener la conversación si él lo consideraba necesario, algo esencial como parte del

proceso de crear un ambiente seguro para expresar las emociones.

S3: J: ah... [pausa] perdón

T: no. No hay nada de qué pedir perdón. También si te sientes en algún punto ya demasiado movido, también lo podemos parar. Pero creo que en este momento te mueve tanto porque hace mucho no te conectas con algo así

A pesar de que en la sección de las barreras se expresó que la tercera sesión pudo estar

acompañada de un mejor cierre, antes de finalizar la consulta hubo algunas preguntas

orientadas a contactar al consultante con acciones que lo hacían sentir mejor, algo que indica

una consideración de la terapeuta por el estado emocional del consultante.

S3: T: okay. ¿Y qué necesitarías hacer ahorita para recogerte?

J: ver televisión

T: ¿dime?

J: ver televisión, Disney Channel o algo

T: listo. Vas a hacer eso entonces. Ya es importante que puedas recoger.

Teniendo en cuenta los fallos de sesiones anteriores, y considerando que en la quinta consulta

la psicóloga tenía planeado explorar nuevamente temas difíciles, se hizo una preparación para

identificar estrategias de contención que podrían ayudar a Jon a navegar situaciones que

suscitaran emociones dolorosas, como se puede ver en el siguiente extracto de la

conversación.

Page 191: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

187

S5: T: okay, ¿cómo es tu lugar seguro?

J: […]

T: ¿qué más lo hace seguro, además de estar solo?

J: […]

T: de ese lugar, además de esa noción de mando, ¿hay algo como en cuanto aromas, o hay algún espacio en tu casa, o hay alguna cosa física que te de paz?

Durante la octava sesión, emergieron en Jon emociones difíciles de tramitar. Él reaccionó con

satisfacción por estar logrando un cambio que obedecía a sus objetivos terapéuticos, pero no

pudo evitar derramar algunas lágrimas. En ese momento la terapeuta le indicó que estaba en

todo su derecho de sentirse de esa manera, validando la emoción y la manifestación física de

la misma, lo cual generó un contexto seguro, y suscitó una respuesta emocional fuerte en Jon.

S8: T: ¿qué implica que en este momento te estés pudiendo conectar con el dolor?

J: que es maravilloso [risa] porque estoy aprendiendo cómo hacerlo [llanto] perdón

T: no, no te disculpes

J: bueno, está bien

T: no te disculpes. Tu dolor es genuino, y tu dolor tiene un espacio aquí [pausa, llanto de Jon] ¿Qué pasó cuando te dije eso?

J: me traspasaste [llanto prolongado]

Frente a lo anterior, unos segundos después, Jon reflexionó sobre su experiencia y mencionó

que le huía a sentir cualquier cosa que pareciera debilidad o dolor. Ante eso, la terapeuta

estableció una diferencia entre ambas y connotó positivamente el hecho de que se hubiera

permitido sentir dolor, resignificando esta acción como fortaleza.

S8: T: son dos cosas diferentes, ¿no? debilidad y dolor. Porque... yo creo que el dolor es lo que te ha hecho alguien tan fuerte, sólo que a veces no es necesario ser esa idea de fuerte que tienes, porque se puede ser fuerte de muchas maneras. Y esto que yo estoy viendo en este momento creo que es la muestra de fuerza más grande que he visto en estas sesiones

J [llanto prolongado]

Page 192: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

188

Indagar acerca de las emociones

Si bien indagar acerca de las emociones es importante en cada proceso, esta estrategia

adquirió especial relevancia en el caso de Jon, pues uno de sus pedidos se relacionaba con

vincularse nuevamente con su experiencia emocional, algo que se le dificultaba

enormemente. Al respecto, uno de los primeros aspectos identificados fue el hecho de que él

tendía a hablar en inglés cuando conversaba sobre algo doloroso, motivo por el cual se le

explicó que se haría énfasis en traducir sus palabras al español.

S2: T: ahí... en algunos momentos te voy a molestar un poquito. A mi no me molesta para nada el spanglish, pero una de las cosas que me dijiste en la primera sesión fue que te sentías desconectado de tus emociones, y una manera en la que nos desconectamos también de ciertas cosas...

J: es con otro idioma…

Un poco más adelante en la conversación, se empezó a aplicar esta estrategia, lo que permitió

ampliar la comprensión no solamente de emociones presentes, sino de aquellas que había

vivido en el pasado.

S2: T: ¿cómo dirías eso en español? "I was broken"

J: Uhm... estaba... no quebrado, porque quebrado es monetario... yo estaba... vuelto pedazos emocionalmente, mentalmente...

La labor de indagar por las emociones implicaba poner atención al relato y notar cuándo era

pertinente devolverse en la conversación para explorar la respuesta ante experiencias y

acontecimientos puntuales, lo cual favorecía la conexión de Jon con lo que estas situaciones

suscitaban en él. En el ejemplo que aparece a continuación, además, se permite al consultante

explorar las implicaciones de dar lugar a sus emociones y darse cuenta de que está bien

permitirse hacerlo, algo que se relaciona con la anterior subcategoría: generar un contexto

seguro para las emociones.

S3: T: exacto. Pero entonces... devolvámonos a... cuando me estabas diciendo "nadie habla del tema. No sé qué pasó". ¿Qué sientes tu?

Page 193: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

189

J: me da... ¿ya mismo? nada pero... y muy internamente siento rabia. Siento rabia porque... así no son las cosas

T: ¿qué pasa si dejas salir esa rabia?

J: debería. Debería hacerlo, porque me molesta. Y tengo el derecho a ponerme molesto, porque... porque no se atacaron los temas […]

T: ¿te estás conectando con algo ahorita?

La cuarta sesión ofreció otra ocasión para indagar sobre las emociones de Jon, mientras él

contaba cómo había pasado su cumpleaños. Al usar una palabra en inglés, se le invitó a

encontrar el equivalente en español, con el fin de poder identificar y celebrar experiencias

emocionales que no estuvieran relacionadas con la rabia y el dolor. Esta estrategia no

solamente promovió la conexión de Jon con sus emociones, sino también, como él mismo

mencionó, le permitió reparar en el impacto positivo que tiene él con las personas.

S4: T: eso. Exacto. Cuéntame un poquito, primero, de cómo te sentiste ayer […]

J: appreciated […]

T: vamos a devolverte ahí, porque parte del ejercicio de conectarte con tus emociones no es sólo con las que te hacen llorar. Entonces tú dices "appreciated", ¿Cómo te sentiste, Jon?

J: ah... fabuloso […]

T: primero... qué hermoso eso. Segundo... dijiste "fabuloso", pero no es el equivalente a appreciated

J: apreciado... ah... me sentí...

T: eso, todo completo. Siéntelo.

J: apreciado, amado... eh... que puedo agregar un valor a la gente, y eso a veces no lo siento, pero sí lo puedo hacer

T: ¿cómo te sientes cuando te paro ahí y te vuelvo a preguntar y te vuelvo y te vuelvo e insisto?

J: me gusta porque a veces no aprecio lo que yo puedo dar a la gente, entonces... I like it [“me gusta”]

Finalmente, en el marco de las preguntas sobre las emociones y con el objetivo de ayudar a

Jon a identificar y nombrar las emociones, y así conectarse con la vivencia corporal de cada

una, se realizaban preguntas específicas sobre cómo y en qué forma aparecían estas

emociones.

Page 194: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

190

S5: T: ¿cómo lo sientes en el cuerpo, en las manos, en los pies?

J: como acá, y en el estómago, y en la parte superior de la espalda

T: okay. Se siente frío, calor, se sienten pulsaciones... ¿qué sientes?

Priorizar el bienestar del consultante por encima de la investigación

Al igual que en los otros casos, en el trabajo con Jon se procuró dejar claro que sus

necesidades estarían siempre por encima del trabajo de grado. En el siguiente extracto del

diario de campo se relata el proceso de invitación a Jon a su participación en la investigación.

Se puede observar que la psicóloga le indicó que, sin importar su decisión, podría tener

conversaciones acerca de cómo se sentía en la terapia.

DC1: Antes de finalizar la sesión, le pregunté si estaba interesado en participar en mi trabajo de grado. Expliqué de manera detallada lo que implicaba y cómo se desarrollaría el proceso. Él parecía interesado. Le mencioné que parte de lo que incluía el trabajo, eran conversaciones en torno a la relación, explicando que independientemente de su participación o no en el trabajo, él estaba invitado a compartir conmigo cualquier comentario que tuviera frente a lo que pasaba en terapia, y la atención que recibiría no se vería afectada por su decisión. Él se manifestó interesado en participar.

Al final de la tercera consulta, la psicóloga estaba realizando las preguntas de cierre de sesión

que hacían parte de la investigación. Teniendo en cuenta que había sido un encuentro cargado

de emociones, ella le indicó que, más allá del trabajo que se estaba adelantando, estaba

abierta a escuchar si necesitaba algo.

S3: T: okay. Ahí, con eso que acabas de decir, ¿te habría gustado que algo fuera diferente?

J: no.

[…]

T: okay, bueno... eso pero... de la sesión... también, esto no sólo es importante por el trabajo de grado sino porque hoy tuvimos una sesión pesada y quiero saber si necesitas algo

Por último, en la cuarta sesión se volvió a hacer esta aclaración, mientras se estaba

conversando sobre las preguntas de proceso terapéutico, también adscritas a la presente tesis.

S4: T: okay. Bueno, igual lo que siempre te digo, independientemente del marco de la investigación, llegas a identificar algo y me dices "ven, ¿podemos hablar de esto?" y está el espacio abierto

Page 195: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

191

Demostrar la atención externa

Si bien la atención de la terapeuta es esencial como parte del proceso de construcción de

relación terapéutica en cada caso, y ayuda a atender a la experiencia emocional del

consultante, así como a hacer seguimiento de sus reacciones con el fin de hacer ajustes al

flujo de la conversación, en el trabajo con Jon jugó un rol particularmente importante, pues

con el propósito de acompañar al consultante a familiarizarse con sus emociones era

identificar y señalar los cambios que se iban presentando.

En la quinta sesión se abordaron temas difíciles relacionados con el pasado de Jon. En este

sentido, se estaban discutiendo algunos factores que gatillaban sensaciones dolorosas, y la

terapeuta señaló inmediatamente los cambios que empezaron a aparecer al comenzar la

conversación.

S5: J: sí, ah... las cosas que disparan las sensaciones son los olores. Por lo menos el olor a cigarro, o el aliento a nicotina, eso me causa mucha ansiedad porque me trae recuerdos, entonces... [pausa, suspiro] y bueno...

T: ya te quedaste sin aire

J: sí [risa]

Algunos minutos después, mientras la psicóloga realizaba una devolución acerca de la pauta

de la familia de Jon, donde se acostumbraba a ignorar y no dar lugar a las emociones en

especial cuando eran consideradas no deseadas, él derramó una lágrima, lo cual constituyó

una apertura para explorar frente a qué parte de la devolución estaba siendo dolorosa de

escuchar.

S5: T: mhm. Pero fíjate también que estamos haciendo algo más, y es ir en contra de la pauta familiar. La pauta familiar es "póngale ladrillos encima, que eso no pasó […]. Ahí ya estás llorando...

J: sí. Yo pensé que no estabas viendo [risa]

T: no, lo veo con claridad. ¿Qué se está moviendo?

Page 196: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

192

Durante la séptima sesión, la atención externa permitió a la psicóloga explorar las emociones

frente a uno de los temas que había mencionado Jon en un punto previo de la conversación.

S7: T: bajaste la mirada hace un rato cuando hablaste de como fuiste violentado. Yo te quiero preguntar, cuando piensas en ese Jon, ¿qué sientes?

J: me da rabia porque permití tantas cosas [...]

Por último, la atención externa no se manifestó únicamente a través de la observación del

lenguaje corporal, sino del hecho de escuchar las palabras del consultante y poder identificar

contradicciones, lo cual también constituye un aporte importante al proceso terapéutico. La

siguiente transcripción ofrece un ejemplo de esto.

S7: T: entonces, si te das cuenta de eso, ¿por qué te sigues mirando con rabia?

J: no, ya no siento rabia por eso, siento como que aprendí a...

T: hace un rato me dijiste "me da rabia que permití tantas cosas"

J: la bipolaridad [risas]

T: [risa] ¿cuál bipolaridad?

Generar una relación horizontal

Como se mencionó en el apartado de barreras, uno de los retos con Jon partía del hecho de

que él solía descalificarse a través del lenguaje. Desde allí, también le restaba peso a su

propia voz frente a lo que sería o no deseable dentro de la terapia. Ante esto, la terapeuta

señaló la importancia de fijar los límites que considerara pertinente, una estrategia relevante

para la relación terapéutica que incluso podría verse reflejada en otros vínculos.

S2: J: no, y si no me gusta pues yo me adapto porque la idea es yo crecer

T: buen...

J: hay cosas que no nos gustan pero que son necesarias

T: bueno, eso es importante que lo traigas a colación. Porque entonces ahí hay que entrar... hay que revisar si lo que no te gusta es bueno para tu crecimiento, o si lo que no te gusta te está violentando de alguna manera, y si te sientes violentado, definitivamente me dices "no, espérate... aquí creo que no le veo el propósito, o si se lo veo, igual no quiero pasar por esto", y es perfectamente aceptable, ¿okay? si

Page 197: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

193

hay algún tema del que no quieras hablar, del que me digas "mira, ahorita no estoy preparado, dejémoslo aquí...

Durante esa misma sesión, emergió un comentario breve de Jon donde minimizaba sus

opiniones. Debido al contexto en el que se generó, la terapeuta evitó dejarlo pasar y enmarcó

ese como un espacio al servicio de él, invitándolo indirectamente a seguir compartiendo sus

ideas y a entender que serían tenidas en cuenta.

S2: J: […] no me hagas caso, yo sólo te digo lo que siento y lo que pienso

T: ¿cómo así que no te voy a hacer caso? esta terapia es para ti, ¿qué tal no te hiciera caso? Un último ejemplo de la segunda sesión ocurrió al final, cuando Jon mencionó que había

tenido una experiencia positiva. La terapeuta le pidió que le informara en caso de que viviera

algo distinto en el futuro. Esta es una manera de otorgarle mayor participación e intentar

promover un equilibrio en la relación, así como de dar al consultante una mayor consciencia

de su agencia a la hora de cuidar de sí mismo.

S2: T: okay, bueno, me alegra mucho. Esperemos que continúe siendo así, y si no, por favor déjame saberlo si hay algo que pueda hacer mejor

Durante la cuarta consulta, mientras se hacían las preguntas de proceso, Jon confesó que la

tercera sesión había sido difícil para él, al haber tocado temas que le generaban mucho dolor.

Ante esto, y en aras tanto de procurar el cuidado para el consultante como de fomentar un

proceso participativo para determinar si era necesario hacer algún ajuste, la psicóloga le

preguntó si había algo que podía hacerse distinto. Ante su negativa, dejó la puerta abierta a

retomar esa conversación, y ofreció una sugerencia sobre maneras en las cuales él podía

influir en la conversación para cuidarse. Este tipo de intervención le da más lugar a su voz.

S4: T: ¿en algún momento te has sentido incómodo en este proceso?

J: en la última sesión era como... no incómodo contigo, pero el tema es un poco... es más que todo con las situaciones, no contigo. Sólo la situación, sólo ciertos temas

Page 198: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

194

T: okay. ¿Tienes alguna... como alguna propuesta, alguna cosa que sientes que te ayudaría a estar un poco más cómodo? ¿o cómo lo ves?

J: no, porque yo quiero estar incómodo, porque la comodidad no cambia a nadie [risas]

T: okay, bueno. Me parece muy valioso que lo veas de esa manera, sí. Igualmente lo que siempre te digo, hay que cuidarse uno mismo, entonces en el marco de ese cuidado y entendiendo que también tienes que estar incómodo, si necesitas algo y dices "uy, no, me estoy incomodando mucho, bajémosle a la intensidad", lo hacemos también

J: sí, claro que sí

Identificar y señalar narrativas violentas del consultante hacia sí mismo

Como se ha mencionado anteriormente, cuando Jon acudió a consulta su relato estaba

permeado por comentarios que lo invalidaban, invisibilizaban y pormenorizaban. El mayor

ejemplo se presenta a continuación, cuando Jon se estaba refiriendo a su orientación sexual

como una “debilidad”. Se puede observar que la psicóloga resalta la elección de ese término,

lo que lo lleva a expresarse de una manera distinta. Esta estrategia es importante porque

visibiliza el uso de palabras violentas hacia sí mismo, fomentando un ambiente de mayor

aceptación y respeto. Además, resulta valioso porque, como explica el consultante, no había

tenido esa experiencia antes.

S3: T: pero espérate que tú dijiste una palabra muy importante, dijiste "mis debilidades sexuales", ¿cuáles son esas debilidades?

J: es que no son debilidades, son gustos diferentes

T: aaaah...

J: son gustos políticamente... o eclesiásticamente incorrectos

T: aaah... okay, es que esa palabra "debilidades" me hizo mucho ruido

J: [risa] no, no, no. No es debilidades. Mis gustos. Diferentes. Mis preferencias.

T: ¿cómo te sientes cuando te paro y te devuelvo para allá?

J: me gusta, porque nunca había tenido alguien que me... corrigiera... esos pensamientos... y eso me agrada bastante

Page 199: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

195

Direccionar el proceso terapéutico

Una responsabilidad importante del terapeuta dentro de los procesos de psicoterapia tiene que

ver con su capacidad de influir sobre el flujo de la conversación, identificando en qué

momentos es prudente o no interrumpir al consultante para devolverse sobre algún tema de

peso, y en qué momentos es preferible flexibilizarse, permitiendo que la otra persona se

sienta escuchada. Durante la primera sesión, Jon se presentó y comenzó a hacer un recuento

de la historia del problema. En ese momento, la terapeuta tomó la decisión de interrumpirlo,

no solamente para poder poner orden en su relato, sino para reflejar su interés en él como

persona antes que en el problema que lo había llevado a terapia.

DC1: En el momento del saludo, Jon dijo su nombre y de inmediato empezó a comentar el motivo que lo llevaba a Consultores, una remisión. Gentilmente lo detuve y le mencioné que antes de llegar a ese punto, me gustaría conocerlo un poco a él.

Dentro de esa misma sesión, la terapeuta percibió una avidez de Jon por conversar sobre

diferentes temas relacionados con su motivo de consulta. Al tratarse de la primera entrevista,

la terapeuta se mostró flexible y lo escuchó, haciendo algunas preguntas para clarificar y

tranquilizándolo cuando mencionó que estaba hablando mucho. Sin embargo, le avisó que en

el futuro iría haciendo preguntas y comentarios para mantener ciertos hilos de conversación.

DC1: Hacia la mitad de la sesión, Jon había abierto varios temas distintos, referentes a su relación consigo mismo, sus vínculos con otros y la manera como se relacionaba con el mundo. Se describió a sí mismo como disperso, pero validé su deseo de compartir las cosas que le preocupaban indicándole que eventualmente dentro del proceso terapéutico la conversación se comenzaría a encaminar.

Con el fin de mantener el propósito terapéutico de las conversaciones, era necesario que, pese

a aspirar a una relación más horizontal, la terapeuta adoptara un rol más directivo. El

siguiente es un ejemplo de la segunda sesión, donde Jon había hecho un comentario breve,

seguido de un cambio de tema enfocándose en una charla sobre el equipo de supervisión. En

este caso, la terapeuta devolvió la atención hacia él.

Page 200: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

196

S2: T: muchas gracias. Pero esta palabra... no te me desvíes. Esta palabra, "aceptación", como... porque en parte yo vi eso también, como que tú decías "sí, no, me acepto, todo bien". Pero hay partes donde dices y yo... "¿será que tan bien?"

Esta estrategia se empleó en distintos puntos de diferentes sesiones, normalmente, cuando Jon

tomaba otro rumbo, evitando confrontar cómo alguna anécdota de su vida lo hacía sentir.

Además de ello, en la séptima sesión, cuando la terapeuta intentaba generar un diálogo que

fomentara la autocompasión, Jon se centró en contenido autocrítico frente a sus decisiones

cuando era adolescente, de manera que la terapeuta le mostró lo que estaba notando.

S7: T: okay, pero ahora sí te estás desviando

J: okay, bring me back [“ok, devuélveme”]

T: te estaba diciendo que... […]

Durante la octava sesión, Jon respondió de manera positiva a la validación de la terapeuta, y

mencionó que ella, oriunda de Bogotá, no se parecía a muchos de los bogotanos que él

conocía, lo que lo llevó a compartir sus impresiones acerca de estas personas. En respuesta, la

terapeuta resaltó que ese era un tema separado de lo que estaban discutiendo en la sesión, y

explicó por qué realizaba esta interrupción, con el propósito de evitar que el consultante se

sintiera rechazado o pensara que la terapeuta se había molestado. Moderar el flujo de

conversación en este caso permitió seguir trabajando en dirección de los objetivos de la

sesión, de la mano con mantener la relación terapéutica en curso, cuidando de evitar la

formación de un vínculo que no correspondiera con el mejor interés de la terapia.

S8: T: bueno, realmente no lo sé [risa]... creo que esa sería una conversación para otro momento que no sea de tu terapia

J: lo que quería decir es que eres maravillosa, se nota que no es actuado, eso es gratificante

T: me alegra mucho que lo percibas así. El cierre de tema no es tanto porque me moleste, no me genere ninguna molestia, sino porque no quiero tomar de tu tiempo de sesión para profundizar en esto, porque creo que esto que estamos haciendo hoy está muy importante, entonces creo que hay que volver ahí

Page 201: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

197

Conversar abiertamente en torno a la relación terapéutica

Como se mencionó en el apartado de las barreras, una de las preocupaciones de la terapeuta

apareció en relación con la posibilidad de que Jon quisiera desarrollar un tipo de relación en

terapia más cercano a la amistad, que a la que existe entre un consultante y su psicóloga.

Durante la cuarta sesión, cuando él preguntó por la conexión emocional de la terapeuta con

los consultantes, ella aprovechó la oportunidad para explicar los desequilibrios de poder

inherentes al espacio terapéutico, mostrando cómo, en ese contexto, la relación debía

mantenerse dentro de unos límites éticos. Si bien uno de los temores de la psicóloga había

sido resultar dura a la hora de poner los límites, a juzgar por la respuesta de Jon, la

explicación logró ser clara y transmitir de manera correcta la empatía de la terapeuta.

S4: J: ¿Cómo logras no conectarte emocionalmente con los pacientes?

T: no, no se trata de eso. Eso pasa. Porque... […] porque somos humanos, porque tenemos emociones. Porque con muchas personas tengo de pronto puntos en el camino que son comunes […] ahora, si es por ejemplo cómo logras como... no de pronto ser... ¿cómo te explico? como que pase a una relación de amistad, es por el reconocimiento de la dinámica de poder inherente a este espacio

J: no, pero escríbelo que cuando se acaben estas sesiones vamos a ser los mejores amigos

T: pues no sé, ahí te tendrás que esperar un tiempito por lo que te voy a explicar: porque tú llegaste aquí buscando ayuda. Entonces eso, aunque yo no lo quiera, y aunque yo intente que no sea así, te pone por debajo de mí en la... como en una jerarquía.

J: okay

T: entonces en el momento que eso pasa, ya es una relación desequilibrada

J: sí, sí, total

[…]

T: exactamente, el vínculo emocional, claro que existe, porque es que todos somos seres humanos y tenemos emociones y si no las tuviéramos, qué difícil sería acompañar a la gente, si no hay empatía

J: cool, it's a very good answer [“genial, es una muy buena respuesta”]

Page 202: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

198

9. Discusión

El presente trabajo de investigación se fijó como objetivo central analizar la construcción de la

relación terapéutica en procesos de psicoterapia sistémica individual realizados a través de

telepsicología. Para este fin, se identificaron y describieron las fortalezas y barreras que hacían

parte de la construcción del vínculo, así como las estrategias que empleó la terapeuta para

facilitar la formación de la relación y hacer frente a las barreras que emergieron.

Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación se entrará en detalle frente a cómo este

trabajo y sus resultados se relacionan con la literatura disponible sobre construcción de relación

terapéutica, partiendo de las temáticas que surgieron en el contexto de los tres objetivos

específicos, para llegar a una discusión general sobre sus implicaciones y limitaciones, así como

áreas sugeridas para ser exploradas en futuras investigaciones.

9.1 Fortalezas de la construcción de relación terapéutica en telepsicología

Un primer elemento para tener en cuenta es que un conocimiento previo del uso de tecnologías y

plataformas de conexión por parte tanto del terapeuta como de los consultantes, favorece el

desarrollo de sesiones virtuales. En los tres casos este conocimiento favoreció la construcción de

la relación con la terapeuta, ya que en ningún momento las dificultades de conectividad

interrumpieron de manera permanente una sesión, y los consultantes tenían el conocimiento

necesario para reducir, cuando dependía de ellos, el tiempo de la interrupción en la conversación

por problemas asociados a la tecnología.

En dos de los casos, las consultantes hicieron uso de la posibilidad de asistir a sesión

desde distintos lugares, algo que permitía continuar con el itinerario de días en los que ocurría

algo diferente en sus vidas. Esto hizo más amable y flexible el espacio terapéutico, pues podía

Page 203: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

199

adaptarse a sus necesidades y les permitía tener sesiones que, de otro modo, habrían tenido que

cancelar. Aunque no necesariamente es apropiado suponer que de haber sido ese el caso habría

existido un efecto negativo en la relación terapéutica, para una de ellas fue importante poder

tomar su sesión, y destacó el hecho de que la terapeuta “no se molestara” por el hecho de que, de

manera excepcional, hubiera hecho uso de esta posibilidad.

Otra fortaleza destacada en dos de los procesos tiene que ver con la virtualidad como

contexto promotor de un ambiente emocionalmente seguro. Esto se alinea con los hallazgos del

estudio de Fletcher-Tormenius y Vossler (2009), donde los terapeutas destacaron mayor

desinhibición en sus consultantes, algo que asociaban con el canal de atención. Así mismo, las

afirmaciones de ambos consultantes en este estudio coinciden con Reynolds y asociados (2013),

quienes resaltan el impacto intimidante del contexto más “medicalizado” del consultorio

tradicional, en contraposición a la seguridad y comodidad del propio hogar. De la mano con esto

se podría añadir incluso que el hecho de que en las citas de telepsicología cada una de las partes

esté conectada desde un lugar diferente con el que se asume, tiene familiaridad, fomenta una

relación más horizontal, pues difiere del escenario tradicional en el que el consultante entra a un

contexto nuevo, el “ambiente” del terapeuta.

Adicionalmente, en el caso de Yenny se realizó un ejercicio de dibujo durante una de las

sesiones. El poder adelantar esta actividad a través del canal virtual generó satisfacción y

tranquilidad en la terapeuta, y esta percepción de la virtualidad como apropiada para las

actividades terapéuticas, si bien en sí misma no representa un aporte directo al vínculo

terapéutico, es una muestra de que las consultas por telepsicología pueden permitir realizar

algunas actividades comparables a las que tienen lugar en los procesos presenciales. Esto puede

Page 204: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

200

ser particularmente relevante para construir relaciones terapéuticas con consultantes que se

conecten más con ejercicios concretos que por medio del diálogo como canal exclusivo.

Además, como es de esperarse, un factor importante que favoreció el desarrollo de las

sesiones y desde ese lugar, la construcción de relaciones terapéuticas positivas fue el hecho de

que la terapeuta se conectara a los encuentros desde un entorno apropiado para ello, en este caso,

las instalaciones de Consultores en Psicología. El consultorio utilizado era un espacio privado y

con ruido blanco para proteger la confidencialidad, tenía buena conexión a internet y contaba con

los implementos tecnológicos necesarios para la video llamada. Esto permitió minimizar, al

menos desde uno de los dos lados, los riesgos de problemas por conexión o interrupciones de

terceros, permitiendo el flujo de conversaciones terapéuticas.

Por último, en uno de los casos se destacó la virtualidad como contexto que favorece la

construcción de una relación heterárquica, de manera consistente con el paradigma

socioconstruccionista que orientó estas intervenciones. Al respecto, Leticia señaló que el estar en

su casa y tomar la sesión por video llamada le restaba un poco de formalidad a la situación, pues

se sentía más cómoda con su postura corporal fuera de la cámara, y estando en su casa sentía

mayor tranquilidad para usar ciertas expresiones coloquiales, ya que en un consultorio sentía que

debía mantener otro tipo de estándares. Estas afirmaciones deben mantenerse dentro del contexto

de la consultante, quien a lo largo de cada sesión siempre mostró respeto por el espacio y por la

terapeuta.

Como fue evidente en el análisis de resultados, con Leticia hubo particular facilidad para

construir una relación más horizontal y de colaboración, y, según sus declaraciones, uno de los

factores que pudo haber influido en ello es el contexto virtual. Esta relación partía de la

Page 205: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

201

colaboración y en este marco, se asumía a Leticia como la “experta en su propia vida” (Gergen y

Warhus, 1996), separándola del diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad que había

recibido tiempo atrás y que no apareció en el análisis, porque se abordó en un punto posterior del

proceso terapéutico. Esto es consistente con la propuesta de Pakman (2010) que aboga por el

reconocimiento del aspecto social más allá de la biologización del tratamiento y sugiere

distanciarse de los guiones normativos y patologizantes hacia posibilidades y alternativas. Desde

este lugar, Leticia tomaba su postura con la comodidad de escuchar a la terapeuta, pero también

de presentar sus propias teorías e hipótesis, trabajando en conjunto hacia la construcción de

caminos al cambio en un contexto en el que se sentía valorada y sus ideas eran respetadas más

allá de las limitaciones que podría suponer cualquier etiqueta. Con los otros consultantes se

presentaron algunos retos en este aspecto, como se detallará al discutir las barreras.

Frente a la experiencia interna del psicólogo en relación con el vínculo, teniendo en

cuenta que la literatura ha encontrado que las creencias del terapeuta con respecto a su rol dentro

de la terapia impactan su desempeño y la relación terapéutica (Bennett-Levy y Thwaites, 2007),

la postura de no experticia reduce el nivel de presión, permitiendo comprender que el terapeuta

no debe “salvar” al otro, y eso favorece la construcción de un vínculo genuino y fluido.

En los casos que aparecieron en este trabajo aparecen otros factores que tienen también

gran relevancia en encuentros presenciales y que se hicieron evidentes en las sesiones

terapéuticas virtuales. Un primer factor, común a los tres consultantes, fue su decisión de acudir

a psicoterapia: aun cuando uno de ellos fue remitido, no había ningún tercero que controlara su

asistencia al proceso. Esto inicialmente sugiere un compromiso propio e interés más autónomo

en la terapia.

Page 206: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

202

La literatura ha señalado que los consultantes que se sienten forzados a acudir a terapia

tienden a adoptar una postura defensiva y con menor flexibilidad en las sesiones (Bareitman et

al., 2005; Bermúdez y Navia, 2013). Esta idea se alinea con la teoría de Steve de Shazer (1992)

mencionada anteriormente, pues se destaca a los “compradores” de terapia como personas que

asisten voluntariamente, tienen buena actitud frente al tratamiento y están dispuestos a trabajar

hacia el cambio, lo que impacta positivamente la relación terapéutica.

Adicionalmente aparece la construcción de un contexto seguro, empático y receptivo con

las emociones de los consultantes. En distintos puntos los consultantes se permitieron explorar y

compartir emociones o recuerdos dolorosos, lo cual reflejaba un desarrollo de la relación

terapéutica como un vínculo que facilitaba transitar temas espinosos. En alguna ocasión Leticia

resaltó su sensación positiva frente al hecho de que la terapeuta no minimizara sus emociones, y

por su parte, Jon destacó su percepción de que la terapeuta celebraba sus emociones, y eso lo

hacía sentir bien.

El contexto seguro y empático con las emociones del consultante permitía la expresión de

experiencias e ideas “negativas” en sesión, algo que ha sido destacado como importante en la

literatura (Ogrodniczuk et al., 2005). Esto puede incluir emociones que con frecuencia no son

aceptadas o validadas por la sociedad como la rabia y la tristeza, pero también puede abarcar

experiencias o comentarios negativos con respecto a algún aspecto de la vida del consultante, o

de la terapia misma.

Un aspecto importante en la construcción de este clima de empatía fue destacado por los

consultantes, quienes mencionaban no sentirse juzgados por la terapeuta. Esta postura de

aceptación y de no-juicio se anida en las comprensiones sistémicas posmodernas que eliminan

Page 207: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

203

las pretensiones de una verdad universal (Gergen y Warhus, 1996; Estrada y Diazgranados,

2007). Si no se piensa en una verdad general, se adopta una postura de respeto por el otro que

permite buscar comprenderlo y situar su “verdad” en el contexto al que pertenece, reduciendo los

juicios, y esto permite también ir más allá de la búsqueda de un posible diagnóstico y las causas

detrás de él, promoviendo (Gergen y Warhus, 1996).

Además, el contexto empático y seguro adquirió particular relevancia en uno de los

procesos al haberse presentado una ruptura asociada a la desconexión de Leticia con el rumbo

que estaban tomando las conversaciones de la terapia, pues el hecho de que ella se sintiera en

libertad de compartir su experiencia emocional le permitió verbalizar lo que estaba ocurriendo, lo

que posibilitó a la terapeuta reconocerlo y trabajar en una manera de resolverlo, protegiendo de

este modo la relación terapéutica.

Otra fortaleza que destacó especialmente en dos de los procesos fue el surgimiento de

humor en la consulta, factor que ha sido destacado en la investigación (Bados y García, 2011).

Aunque no es requisito para el cambio o para una buena relación, dio cuenta de vínculos donde

cabía también la espontaneidad y donde surgieron bromas privadas que reaparecieron en distintas

sesiones, y que reflejaban el vínculo que se había formado.

Particularmente en uno de los casos emergió la subcategoría de valoración positiva de las

habilidades de la terapeuta y de la relación. Así, Jon, quien antes tuvo muchas reservas respecto

al contexto de terapia debido a sus creencias religiosas, destacó en distintas ocasiones su

reconocimiento y confianza en el conocimiento de la psicóloga, y en lo que le permitía la

relación, que él describía como liberarse, y sentirse cómodo y acompañado. Lo anterior es

congruente con las teorías que afirman que la percepción de los consultantes con respecto al

Page 208: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

204

terapeuta es decisiva en la calidad de la relación (Jung et al. 2014). Además, la visión positiva

del consultante favoreció también la sensación de confianza de la terapeuta, algo que ha sido

destacado en la literatura como favorable para la eficiencia terapéutica (Joshi y Sharma, 2020), y

que permite mayor comodidad en el vínculo.

Un aspecto importante en dos de los casos fue el optimismo por parte de la terapeuta con

respecto al consultante y sus capacidades de cambio (Bermúdez y Navia, 2013). Este factor ya

había sido señalado en la literatura y en los casos que se analizaron en este trabajo permitió a Jon

atreverse a explorar emociones difíciles con la tranquilidad de que su terapeuta confiaba en que

podría reponerse, y ayudó a Leticia a intentar mirarse con ojos más compasivos y empezar a

reconocer sus recursos y progresos. Así, en ambos casos se puede notar que desde la mirada

positiva y optimista del terapeuta se puede construir un vínculo que preste apoyo al consultante y

le invite a verse de otra manera.

Entre las fortalezas que aparecieron en estas intervenciones también se cuenta la visión

holística de las situaciones del consultante y de las sesiones por parte de la terapeuta. El hecho de

que la terapeuta pueda integrar acontecimientos y anécdotas de diferentes sesiones en una

comprensión más compleja de la terapia y del otro no solamente favorece la capacidad de

maniobra y mantiene el eje central del proceso terapéutico, sino también pone al terapeuta en

capacidad de mostrar explícita o implícitamente al consultante la atención que le presta,

nutriendo el vínculo (Gilbert y Leahy, 2007) y favoreciendo el surgimiento y percepción de

empatía, pues el terapeuta puede entender mejor al consultante, y este último puede notarlo.

Una subcategoría emergente en las fortalezas fue la apertura del consultante a la

retroalimentación y su conexión con las ideas presentadas por la psicóloga. Algunos autores han

Page 209: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

205

resaltado de maneras indirectas el valor de que el consultante tenga apertura a escuchar las

comprensiones del terapeuta (Bermúdez y Navia, 2013). Esto puede vincularse con la capacidad

de auto-observación del consultante, que está asociada a su receptividad a la terapia y fomenta el

avance del proceso (Breitman et al. 2005). En ese orden de ideas, dentro de este análisis se

construyó una subcategoría que incluye tanto la apertura del consultante a la retroalimentación,

como su posterior conexión con respecto a las ideas presentadas por el terapeuta. Juntas se

vinculan al progreso en el proceso terapéutico, pero también aumentan la motivación del

consultante para continuar acudiendo a las sesiones, pues su confianza en la terapeuta crece, y la

relación mejora.

Además, en dos de los casos destacó como fortaleza la capacidad de la terapeuta de

prestar atención interna, es decir, identificar emociones, pensamientos y acciones que surgían en

ella en momentos de las sesiones en los que ocurría algo puntual (Gilbert y Leahy, 2007), pero de

manera particularmente importante desde la concepción sistémica, cuando se generaba alguna

resonancia (Elkaïm, 1989). La capacidad de reflexividad permite identificar la resonancia con el

fin de evitar que tenga un efecto negativo sobre el modo como el terapeuta aborda la situación,

pudiendo incluso en ocasiones emplearse adrede en pro del consultante (Chouhy, 2007).

La capacidad de prestar atención interna le permitió notar la frustración e incluso

molestia que emergió en ella ante dificultades de conectividad en el proceso con Yenny,

posibilitándole hacerse consciente de la importancia de gestionar la emoción y contener a la

consultante sin actuar de una manera reactiva hacia ella. Así mismo, en el proceso con Leticia

permitió identificar las resonancias que estaba sintiendo en una sesión difícil y expresarlas de

manera honesta en la consulta, situación que fue apreciada por la consultante, dando testimonio

Page 210: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

206

de una relación más horizontal entre dos personas que son movilizadas por un evento doloroso.

En el trabajo con Jon, le permitió notar cómo sus preguntas estaban tomando un tono acusatorio

que podía tener consecuencias negativas en el proceso (Garciandía y Samper, 2005).

Finalmente, en todos los casos destacó una fortaleza particularmente importante tanto

para la adherencia al proceso como para el vínculo terapéutico: la percepción de un efecto

positivo de la terapia, en términos de cambios y avances hacia los objetivos terapéuticos

planteados (Bermúdez y Navia, 2013). A lo largo del proceso en los tres casos hubo

manifestaciones explícitas de consultantes y terapeuta respecto a los progresos que se iban

presentando, algo que favoreció el compromiso y comodidad con el espacio y la terapeuta.

9.2 Barreras para la construcción de relación terapéutica en telepsicología

En el marco de esta investigación, una primera barrera para el desarrollo de las sesiones por

telepsicología que apareció en los tres procesos terapéuticos fue la presencia de problemas de

comunicación debido a la conectividad. Aunque su impacto en la conversación fue variable con

cada consultante y dependió también del momento de la sesión en que aparecían, esto hizo mella

en las conversaciones, al generar en algunas ocasiones interrupciones prolongadas que producían

niveles variados de frustración en terapeuta y consultante, y algunas veces presentaban un reto

para la conexión con la emoción que suscitaban los relatos que se discutían en terapia (González-

Peña et al., 2017).

En segundo lugar, un factor importante para el funcionamiento de la psicología se

relaciona con el uso de un espacio apropiado para recibir las sesiones que disminuya las

posibilidades de distracciones o interrupciones. Frente a esto, en uno de los casos emergieron dos

de ellas, debido a dificultades asociadas a la tecnología (la necesidad de contar con el cable de

Page 211: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

207

energía del computador), y a la irrupción de miembros de la familia en el espacio donde la

consultante estaba tomando la sesión. En este caso se interrumpió la reciprocidad en la

conversación y se perdió la concentración de manera momentánea. A pesar de no haber tenido un

impacto particularmente negativo o duradero en ninguno de los tres casos de este estudio, esta

situación presenta un potencial para afectar negativamente la relación terapéutica (Grondin et al.,

2019), pues el consultante puede percibir que sus ideas o experiencias no están siendo

escuchadas.

De manera similar a lo anterior, uno de los consultantes se conectó a una de las sesiones

desde un contexto inapropiado para recibir la consulta, pues la conversación se veía

constantemente interrumpida por la presencia de otras personas y no era posible garantizar la

confidencialidad, algo que generó preocupación en la terapeuta y afectó el flujo de la

conversación. Este factor pone de manifiesto las complicaciones asociadas a una ventaja de la

telepsicología frecuentemente citada, que tiene que ver con la posibilidad de conectarse desde

diferentes espacios.

Con respecto a barreras inherentes al proceso terapéutico, en uno de los casos emergieron

dificultades por parte de la terapeuta para transmitir mensajes con claridad. Teniendo en cuenta la

importancia de usar lenguaje claro y accesible para quien consulta (Bados y García, 2011), de

haber ocurrido constantemente estos malentendidos podrían haber generado interacciones

negativas e incómodas, afectando el vínculo.

Otro de los retos de los procesos terapéuticos se relacionó con las dificultades para

establecer una relación horizontal en uno de los casos. Considerando que en la relación con

Yenny había cierta distancia entre la terapeuta y la consultante, y esta última parecía comunicarse

Page 212: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

208

con mucha formalidad, esto generó preocupaciones con respecto al lugar que ocupaba Yenny en

terapia, pues amenazaba con dificultar la comodidad para, por ejemplo, expresar descontento con

las sesiones, o desacuerdos con las ideas compartidas en terapia.

Además de lo anterior, en los otros dos casos emergieron inquietudes de la terapeuta con

respecto a la relación con el consultante, algo que representó una subcategoría emergente que se

construyó a partir de la consideración de la experiencia subjetiva de la terapeuta en este análisis.

De manera puntual, en uno de los casos la terapeuta se sentía preocupada por la posibilidad de

problemas con la adherencia, habiéndose presentado la consultante como alguien “de amores y

de odios”. Esto puede predisponer de distintas maneras al profesional, afectando la relación.

En el otro proceso, por otro lado, el consultante parecía estar interesado en construir una

relación con la terapeuta que fuera más cercana de lo que cabe en los límites éticos de un proceso

terapéutico, lo que generó inquietudes frente a cómo abordar la situación sin hacerlo de una

manera que tuviera un impacto negativo en el consultante.

En uno de los casos se presentó una ruptura relacionada con la desconexión de la

consultante con la terapia. De este modo, Leticia comenzó a percibir que el rumbo de la

conversación no resultaba pertinente con miras a sus objetivos, algo que afecta su percepción del

proceso y tiene un impacto negativo en la relación terapéutica (Bermúdez y Navia, 2013). Si bien

se ha encontrado que algunos terapeutas optan por estrategias de resolución indirectas donde

buscan reparar la ruptura sin ponerla en la conversación (Eubanks et al., 2018), en este caso el

haber dejado de lado un comentario donde por primera vez Leticia expresó una sensación de

estancamiento pudo haber acumulado la frustración que en últimas generó una ruptura de mayor

Page 213: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

209

peso. Aunque fue posible repararla y dar continuidad al proceso, esto se dio empleando

estrategias directas.

Un factor que apareció con dos de los consultantes fue la dificultad de la terapeuta para

manejar algunas resonancias. Si bien la influencia mutua es inherente a la psicoterapia como a

cualquier escenario de interacción entre dos personas, pues cada individuo es susceptible de ser

“movido” por el otro (Shotter, 2009), en algunas ocasiones esto tiene consecuencias que pueden

impactar el espacio, pues durante una sesión de dos de los casos la psicóloga se vio movida por

experiencias que compartían los consultantes y que generaron emociones en ella que afectaron su

capacidad de maniobra, influyendo en el rumbo que le dio a la conversación y desviando de

manera involuntaria su atención del consultante y de sus necesidades (Hardy et al., 2007).

Por último, en lo que respecta al proceso terapéutico, el caso de Jon implicó tener

conversaciones abiertas sobre emociones difíciles que no habían sido tramitadas. En una de las

sesiones no se dio un cierre apropiado a los temas que habían quedado abiertos en la

conversación, y esto pone en jaque la relación terapéutica, pues se ha resaltado la importancia de

que el vínculo permita al consultante sentirse seguro y contenido (Gilbert y Leahy, 2007).

Además de lo señalado anteriormente, se presentaron algunas barreras para la

construcción de una relación positiva debido a factores administrativos. Uno de ellos se debió a

malentendidos en la transmisión de mensajes, pues en uno de los procesos terapéuticos hubo un

cruce de mensajes entre la consultante y el personal administrativo que estaba a cargo de

gestionar las citas. Si bien lo que ocurrió en esas ocasiones no tuvo un fuerte impacto en la

relación terapéutica, los problemas en la transmisión de mensajes cuando existen intermediarios

tienen el potencial para afectar el proceso terapéutico.

Page 214: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

210

Finalmente, otra barrera inherente a los factores administrativos que apareció en los

procesos fueron dificultades asociadas a la normatividad institucional. Debido a que los procesos

terapéuticos que aparecen en la presente investigación se encontraban condicionados por las

normas de la IPS Consultores de la Pontificia Universidad Javeriana, a la psicóloga no le era

posible tomar decisiones autónomas en el marco del consultorio, y las necesidades de hacer

ajustes frente a aspectos como el horario o la plataforma virtual para la atención estaban

sometidas a las autorizaciones institucionales, lo que generaba incertidumbre y tenía el potencial

de predisponer al consultante de una manera negativa frente al espacio terapéutico o la psicóloga,

si bien en estos casos no pareció ocurrir.

9.3 Estrategias para la construcción de relación terapéutica en telepsicología

Teniendo en cuenta las particularidades del contexto virtual, una de las primeras estrategias

empleadas al iniciar los procesos terapéuticos fue el desarrollo del encuadre, que, permitía

establecer el nivel de experiencia de los consultantes y, en caso de ser necesario, ofrecer

aclaraciones e información acerca de dificultades técnicas y logísticas que podrían presentarse

(De la Torre y Pardo, 2018), así como resaltar la importancia de ocupar un espacio privado donde

se pudiera tomar las sesiones con tranquilidad.

Además de lo anterior y teniendo en cuenta la presencia de fallas en la comunicación, otra

estrategia que hace parte fundamental de los procesos por telepsicología es asegurar las

condiciones adecuadas para la comunicación e informar sobre las fallas que se presentan. Esto

garantiza que tanto consultante como terapeuta pueden ver y escuchar a la otra persona, y cuando

hay alguna dificultad por la tecnología, permite resolverla.

Page 215: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

211

Una última estrategia que emergió en relación con el contexto virtual fue indagar por el

contexto observado por la cámara. Así, en el caso de Yenny, cuando a través de la cámara se

pudo notar un nuevo ambiente, considerando que ya existía una confianza, se indagó al respecto.

En el caso de Leticia, se notó inmediatamente el contexto inapropiado al observar que se

conectaba desde el interior de un taxi.

Esta estrategia permite establecer un mayor contacto con el mundo del consultante y

puede ofrecer información relevante para la terapia y la viabilidad de la sesión en un momento

dado, así como entablar conversación social, igualmente valiosa para la relación terapéutica. Lo

anterior se alinea con la literatura, pues se ha resaltado la importancia de no ignorar nada de lo

que ocurre en la pantalla y en el lugar donde se encuentra el consultante (Weinberg y Rolnick,

2019).

Con respecto a las estrategias referentes al proceso terapéutico, en dos de los casos fue

importante emplear maniobras deliberadas para generar un contexto seguro para las emociones

del consultante antes de hacer indagaciones directas al respecto. Después de todo, como

mencionan Grondin y colegas, además de sentir empatía, es necesario transmitirla (2019.

La generación de este contexto empático ocurrió a través de recursos como comentarios

directos sobre la validez de las distintas experiencias emocionales, y afirmaciones o

simbolizaciones sobre las emociones del otro (Grondin et al. 2019). Una vez emergía este

ambiente, el indagar por las emociones permitía no solamente progresos en los objetivos

terapéuticos, sino también era una manera en que la terapeuta mostraba interés por el otro y

empatía, fortaleciendo la relación terapéutica.

Page 216: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

212

De manera similar a lo anterior y como otra muestra del interés por los consultantes, otra

estrategia empleada en los tres procesos fue demostrar la atención externa, es decir, la atención

que prestaba la terapeuta a los consultantes (Gilbert y Leahy, 2007). Esto se hacía, por ejemplo, a

través de comentarios con respecto a cambios en el lenguaje no verbal del consultante y a

disonancias entre algunos de los comentarios que hacía. Estas demostraciones pueden también

permitir al consultante adquirir consciencia de algo que no habían notado en sí mismos.

En línea con las dos estrategias previas, el uso de la paráfrasis y síntesis particularmente

en dos de los casos permitió no solamente aclarar los comentarios de los consultantes, sino

mostrarles que se comprendían las emociones, preocupaciones o relatos que emergían en

consulta, y hacen parte de la construcción y demostración de empatía en la relación (Bados y

García, 2011).

Una estrategia que emerge en el contexto de un proyecto de investigación intervención es

priorizar el bienestar del consultante por encima de la labor investigativa. Esto se hizo desde el

momento en que se invitó a cada consultante a hacer parte del estudio, pues se aclaró que

independientemente de su participación, recibirían la misma calidad de la atención. Así mismo,

durante las entrevistas se le mencionaba al consultante que tenía la posibilidad de hacer sus

comentarios en cualquier otro momento de la sesión, independientemente del estudio.

Por otra parte, en línea con el foco del construccionismo social, en cada uno de los casos

se emplearon tácticas destinadas a generar una relación más horizontal. Estas incluían manifestar

la postura de “no-experta” de la terapeuta al momento de hacer comentarios o devoluciones, así

como una apertura hacia la retroalimentación del consultante, pues se asume que aunque el

profesional cuenta con las herramientas teóricas para crear un ambiente de confianza y guiar el

Page 217: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

213

proceso, es el consultante quien tiene la experticia en su propia vida y cuenta con los recursos y

competencia para el cambio (Cantwell y Holmes, 1994; Gergen y Warhus, 1996). En uno de los

casos, la adopción de esta postura por parte de la terapeuta desembocó en el desarrollo de

hipótesis y teorías en un proceso más explícito de colaboración entre la consultante y la

psicóloga.

A pesar de lo anterior, considerando el propósito del escenario terapéutico, era preciso

que la terapeuta mantuviera una posición que le permitiera orientar las conversaciones hacia los

objetivos terapéuticos, entendiendo que aún desde la colaboración y la horizontalidad de la

posmodernidad, existe una expectativa puntual frente a la psicoterapia y se reconocen los

conocimientos y habilidades del terapeuta para favorecer el camino hacia el cambio (Cantwell y

Holmes, 1994).

De este modo, una intervención importante en dos de los casos fue direcciones el proceso

terapéutico. En ocasiones, esto implicaba limitar de manera abierta pero amable los desvíos de

atención en los temas de terapia, permitiendo la emergencia de conversación social, pero

procurando que no tomara un tiempo excesivo de la sesión. En otros momentos, cuando alguno

de los consultantes traía a la conversación varios temas de manera simultánea, o se enfocaba en

detalles que no necesariamente tenían tanta relevancia para el tema que se estaba tratando,

implicaba organizar los contenidos que emergían para seleccionar algunos puntos de foco.

Teniendo en cuenta que en uno de los procesos terapéuticos emergió una ruptura en torno

a la desconexión de la consultante con el rumbo de la conversación, una estrategia puntual que

siguió las recomendaciones de algunos autores consistió en hacer explícitas las rupturas y

conversar abiertamente sobre las emociones que generan (Hill y Knox, 2008). Esto implicó

Page 218: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

214

mostrar la apertura a las sugerencias de la consultante y explorar otros posibles caminos que

percibiera más pertinentes. Aún más importante, el hecho de que pudiera tenerse esta

conversación y se reparara la situación, lo cual se evidenció en el hecho de que pudiera

retomarse la actitud colaborativa y el vínculo fuerte (Eubanks et al. 2018), es un indicador de una

relación positiva con ella, pues da cuenta del vínculo favorable previo a la ruptura, en el marco

del cual se hizo posible conversar sobre lo que lo puso en riesgo (Rhodes et al. 1994).

Una estrategia emergente que apareció en el caso de Jon consistió en identificar y señalar

narrativas violentas que usaba para referirse a sí mismo. Esto no solamente estaba al servicio del

proceso terapéutico, sino que también ayudó a gestar una relación donde el consultante se sentía

valorado y aceptado, y que le permitía empezar a mirarse con otros ojos.

Por último, teniendo en cuenta que en uno de los casos surgió la preocupación en torno al

posible deseo del consultante de desarrollar una relación más parecida a la amistad que al

vínculo terapéutico, se empleó como estrategia establecer una conversación abierta sobre la

relación terapéutica, lo cual permitió a la psicóloga compartir las razones por las cuales no era

posible desde un nivel ético, que reconocía el desequilibrio de poder del consultorio ampliamente

mencionado desde la micropolítica de la terapia (Pakman, 2010). Este tipo de conversación

permitió fijar un límite que no fue percibido por el consultante como un rechazo.

Con respecto a las dificultades administrativas, debido a que en el caso de Yenny emergió

una particular preocupación en la terapeuta frente al posible impacto que había tenido en la

consultante y el vínculo la dificultad para coordinar horarios considerando que la decisión estaba

sujeta a la autorización de terceros, una estrategia puntual fue conversar abiertamente con

respecto a la situación, permitiendo a la terapeuta mostrar su interés en conocer la experiencia de

Page 219: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

215

Yenny, así como darse cuenta de que en realidad el evento no había tenido el efecto negativo

temido. El proceso de indagar sobre estas experiencias hace parte de una muestra de la terapeuta

de su sensibilidad e interés en el otro, y permite identificar y abordar experiencias negativas en la

terapia (Hardy et al., 2007).

9.4 Implicaciones

Este trabajo fue concebido en un momento en que una contingencia de salud a nivel global

impulsó y masificó el uso de tecnología como canal exclusivo o principal para llevar a cabo todo

tipo de actividades, entre las que se incluyen las consultas de salud. Esto llevó a muchas personas

e instituciones a incursionar en el uso de las tecnologías de la comunicación, generando un

cambio que se anticipa, perdurará en el tiempo.

Aunque nada sugiere que la mayor parte de las consultas en salud mental continúen

adelantándose de manera virtual una vez finalice la pandemia, es esperable que el salto que se ha

dado hacia el uso de la tecnología marque un antes y un después en la cantidad de consultantes y

terapeutas que optan por continuar en procesos virtuales en casos específicos. En este contexto se

hace particularmente relevante continuar aportando al conocimiento disponible con respecto a la

telepsicología, su efectividad, maneras en las que se asemeja o difiere de la atención presencial, y

estrategias inherentes a los procesos virtuales.

Al estar enmarcado en una metodología cualitativa, esta investigación brindó una visión

detallada sobre la experiencia de formación de relación terapéutica en tres procesos de

psicoterapia sistémica individual, permitiendo conocer a profundidad las fortalezas, barreras y

estrategias que tomaban más protagonismo en uno o en otro. Esto, como se había resaltado en el

Page 220: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

216

estado del arte, supone un aporte importante a la literatura, pues el número de estudios en este

campo es reducido (Sucala et al., 2012; Noyce y Simpson, 2018).

Teniendo en cuenta sus hallazgos, esta investigación se sitúa dentro de la vasta literatura

que apoya la efectividad la atención por psicología realizada de manera virtual, con uno de los

tres procesos habiendo finalizado de manera exitosa, y los dos restantes dando cuenta de cambios

y progresos significativos en dirección a los objetivos terapéuticos.

Adicionalmente, se puede notar que, pese a que se hubieran anticipado mayores

dificultades por el uso del canal virtual para las sesiones, con los tres consultantes el eje de la

construcción de la relación terapéutica en líneas generales estuvo centrado en aspectos inherentes

al proceso terapéutico, como lo habría sido en atención presencial. Partiendo de allí, es posible

comprender que el paso que como sociedad hemos dado hacia lo virtual nos ha permitido

adaptarnos y encontrar la manera de desarrollar de manera satisfactoria las actividades a través

de ese canal.

Un testimonio importante frente a la percepción de lo virtual como un contexto apropiado

para terapia lo ofrece Jon, quien afirmó que bajo su punto de vista no existía ninguna diferencia

entre un proceso de psicología virtual y presencial, lo que es consistente con el estudio de

Ruwaard y asociados (2009) donde se encontró que los consultantes mencionaban no extrañar el

contacto cara a cara. Si bien esta afirmación no emergió en esas palabras en los dos procesos

restantes, este trabajo aporta evidencia de la efectividad de la telepsicología y la comodidad de

los consultantes al comunicarse por el canal virtual, algo que permitió la construcción de una

relación terapéutica sólida y estable aún sin que en ninguno de los procesos se hubiera dado

algún encuentro en persona.

Page 221: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

217

A lo anterior se suma el hecho de que en uno de los casos de esta investigación

intervención fue posible realizar de manera exitosa un ejercicio con un propósito terapéutico en

línea. Esto sugiere que el canal virtual puede adecuarse a las necesidades del proceso,

especialmente reconociendo la diversidad entre los sistemas consultantes, sus preferencias y

necesidades, y extiende una invitación a los terapeutas a intentar tipos de intervenciones que

puedan complementar las conversaciones reflexivas, que se alineen con los objetivos

terapéuticos y que puedan ser bien recibidas por algunos consultantes, beneficiando tanto al

proceso como al vínculo.

Estos comentarios son alentadores para los procesos virtuales, y relevantes para quienes

atienden de manera presencial, pues además de situar un énfasis en la importancia de posturas

amables y empáticas por parte del personal que recibe a los consultantes en sus citas, también

señalan la importancia de hacer lo posible por generar un ambiente seguro y amigable en el

consultorio, que disminuya el impacto de un entorno frío, medicalizado y potencialmente

intimidante (Reynolds et al. 2013).

Con respecto a fortalezas relacionadas con el proceso terapéutico se destaca que, si bien

algunos autores han mencionado su preocupación por la posibilidad de que la virtualidad afecte

la dinámica interpersonal de la terapia (Anton y Jones, 2017), se logró construir un contexto

empático y seguro para las emociones de los consultantes, a partir del uso de recursos como

comentarios explícitos de validación emocional, paráfrasis y síntesis, indagaciones sobre el

estado emocional e incluso, consistente con el enfoque sistémico, la decisión de la terapeuta de

poner su voz, su humanidad y sus emociones en la terapia desde el reconocimiento de las

Page 222: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

218

resonancias, a través de comentarios como “cuando te escucho decir eso, se me encoge el

corazón” (Chouhy, 2007).

En las intervenciones se emplearon otras conductas citadas por la literatura como el uso

de expresiones faciales y lenguaje corporal adaptado al tema de la conversación o a la expresión

emocional del otro, así como cambios en el tono de voz que armonizan con el consultante como

manera de mostrar empatía (Grondin et al., 2019). No obstante, estas conductas no se hicieron

explícitas como una subcategoría en el análisis debido a que no siempre estaban siendo

registradas de manera específica en las transcripciones y no se grabaron videos de las sesiones.

A pesar de lo anterior, el lenguaje verbal y no verbal tuvo un rol relevante, especialmente

desde la atención externa de la terapeuta, quien notó cuando Jon derramó una lágrima aunque él

pensaba que no podía darse cuenta, observó el cansancio de Leticia, y se percataba del tono de

voz que reflejaba incomodidad en algunos momentos de la terapia. Todo esto hace parte de lo

que se ha denominado como telepresencia (Fink, 1999), esa sensación de estar en presencia de

otro pese a no encontrarse en proximidad física, y esta postura de la terapeuta, donde se mostraba

atenta y cálida con el otro, posibilitó generar una dinámica interpersonal positiva en las

interacciones en línea.

Adicionalmente, el ofrecer información desde el punto de vista tanto del consultante

como de la terapeuta es consistente con una visión más compleja de la psicoterapia, y permitió

vislumbrar no solamente la experiencia de quien acudía a consulta a través del análisis de sus

respuestas a entrevistas y de los comentarios que emergían en las sesiones de manera espontánea,

sino también de las emociones y preocupaciones que aparecían en la terapeuta a medida que se

presentaban algunas situaciones, y la manera como se abordaban estas inquietudes de manera

Page 223: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

219

directa o indirecta. Este componente de la investigación permite resaltar el valor de los procesos

reflexivos de la terapeuta (Burnham, 1993), con el objetivo de poner los pensamientos y

experiencias que emergían en ella al servicio del proceso de cada consultante (Ceberio y Linares,

2005).

En relación con lo anterior, manteniendo presente una mirada reflexiva, y en asociación

con su postura de no experta, estas comprensiones le permitieron a la terapeuta aspirar a

construir relaciones horizontales en todos los casos, empleando estrategias como poner en la

conversación esa “no experticia” (Gergen y Warhus, 1996), ser cautelosa a la hora de presentar

hipótesis y mostrarse siempre abierta a la retroalimentación de los consultantes. Lo anterior da

cuenta detallada de procesos de construcción de vínculo desde unos lentes epistemológicos

específicos que, como se mencionó con anterioridad, no son contemplados en el grueso de la

literatura y resaltan la relevancia de este trabajo.

Ampliando el aporte a la literatura sistémica posmoderna, este trabajo también ofrece una

mirada a cómo se logró trabajar en relaciones horizontales aun cuando la terapeuta debía asumir

un rol directivo que le permitiera mantener la maniobra con miras a las intervenciones que

promovieran el cumplimiento de los objetivos terapéuticos (Rodriguez y Linares, 2005).

Puntualmente, gracias a su papel direccionando el flujo de la conversación, pero en conjunto con

las técnicas ya mencionadas, fue posible buscar un equilibrio entre el rol de terapeuta, y su

ocupación de una postura de acompañante no experta en la vida del consultante.

Con respecto a rupturas o incomodidades en el proceso, los hallazgos de este estudio

aportan evidencia del valor de ponerlos en la conversación con el consultante cuando este

verbaliza alguna dificultad (Hill y Knox, 2008), pudiendo adoptar una postura colaborativa que

Page 224: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

220

permita determinar cómo resolver el problema, pero también cuando el terapeuta se siente

incómodo o inquieto con respecto a una posible molestia, pues aún si el consultante no se

muestra afectado, indagar es una muestra de interés en el otro, y aumenta las posibilidades de

identificar problemas en casos en los que el consultante podría no sentirse cómodo siendo quien

primero pone el tema sobre la mesa.

Finalmente, si bien la telepsicología cumplió de manera adecuada su rol como canal para

los procesos terapéuticos de esta investigación, es importante resaltar que los problemas de

conectividad sí tuvieron un impacto en el flujo de la conversación, especialmente cuando fueron

prolongados o cuando aparecieron en momentos álgidos de la conversación, por lo que este

estudio se suma a la literatura que recomienda contar con las condiciones apropiadas de

tecnología y conectividad a la hora de tomar la decisión de adelantar un proceso por

telepsicología (González-Peña et al., 2017).

Para lograr llevar las sesiones por encima de los problemas de conexión se tuvieron en

cuenta diferentes aspectos. Por ejemplo, es de crucial importancia mantener la atención puesta en

la otra persona para poder cuestionar cualquier fallo antes de continuar hablando. Así, si la

imagen de la cámara se congela es preciso detener la conversación para asegurarse de que la otra

persona continúa escuchando e intentar restablecer el contacto visual. De igual manera, es

importante que el terapeuta mantenga un buen foco de atención interna, pudiendo identificar las

emociones de frustración que puedan emerger frente a las dificultades, y teniendo precaución de

que esta emoción no impacte su trato hacia el consultante.

Así mismo, en cada sesión resulta importante asegurar las condiciones apropiadas para la

comunicación. Es preciso tener en cuenta los límites del proceso terapéutico y no desarrollar la

Page 225: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

221

terapia cuando el consultante está en sitios públicos donde lo están escuchando (Russell, 2018;

Rosen et al. 2020), así como detener la conversación ante irrupciones de terceros. Garantizar lo

anterior no solamente favorece la confidencialidad, respetando la intimidad del consultante, sino

también permite un buen flujo de la terapia y contribuye a que tanto consultante como terapeuta

estén receptivos a la conversación y a la otra persona, fomentando una relación positiva.

9.5 Limitaciones y direcciones futuras

Si bien uno de los puntos destacables de este trabajo investigativo es su metodología cualitativa,

que permitió estudiar las experiencias terapéuticas a profundidad, por su misma naturaleza este

estudio tiene un número muy reducido de participantes. Además, el uso del muestreo por

conveniencia para seleccionar a los participantes estuvo asociado a una limitada diversidad en

este aspecto.

De este modo, una primera recomendación consiste en ampliar los análisis al trabajo con

consultantes de diferentes edades. Es esperable, por ejemplo, que en psicoterapia con niños se

presenten retos diferentes o adicionales a los que aparecieron en este trabajo. Además, es

altamente probable que en estos casos se manifieste la importancia de adoptar un rol más

directivo que la postura horizontal que se fomentó en las intervenciones que aquí aparecen. Todo

lo anterior genera muchos cuestionamientos frente a cómo adelantar psicoterapia virtual con

niños, y en qué maneras puede diferir el proceso de construcción terapéutica en este trabajo.

En contraste, es esperable que el trabajo con adultos mayores, especialmente aquellos que

no tienen experiencia y habilidades en el uso de tecnologías de la comunicación, presente

algunos retos que podrían obstaculizar la construcción de la relación. Esto también aplica a

personas en otras etapas de ciclo vital que por su ubicación geográfica, situación socioeconómica

Page 226: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

222

o nivel de escolaridad no cuenten con las habilidades para manejar la tecnología correctamente, o

no dispongan de dispositivos tecnológicos en las mejores condiciones para facilitar una buena

comunicación.

Adicionalmente, en el marco de la psicoterapia sistémica, un área de profundo interés es

el estudio con sistemas consultantes en terapia de pareja o familia, pues tener a dos o más

personas en consulta implica una serie de dinámicas que es complejo ajustar al contexto virtual,

especialmente en un sistema consultante numeroso que, entre otras cosas, dificulta al terapeuta

atender o incluso notar el lenguaje no verbal de cada uno a través de la cámara.

En este aspecto, además, sería útil contar con evidencia que indique tipos de estrategias

para moderar algunos desacuerdos o discusiones en sesión cuando el terapeuta no se encuentra

en el mismo espacio presencial. Así mismo, sería de interés explorar si resulta más recomendable

que cada miembro del sistema se comunique desde su propio dispositivo, o intenten todos

acomodarse en uno solo.

Por otra parte, en este estudio se logró llevar a cabo un ejercicio terapéutico sencillo.

Teniendo en cuenta que algunos terapeutas sistémicos emplean gran cantidad de recursos de

trabajo con el cuerpo o con insumos físicos, así como la existencia de recursos virtuales como

pizarras o documentos compartidos y actualizables en tiempo real, sería útil que se dedicara más

investigación a explorar central o tangencialmente cómo usar estos recursos y aplicar distintas

técnicas en sesiones virtuales, y la manera como esto puede impactar el proceso y la relación

terapéutica.

A pesar de que este estudio encontró que la virtualidad no constituyó un mayor obstáculo

para la construcción de la relación terapéutica, resulta imposible deducir que las conclusiones

Page 227: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

223

habrían sido las mismas en caso de que los consultantes hubieran tenido sesiones presenciales

posteriormente. Debido a la progresión de la contingencia de salud no fue posible realizar

procesos mixtos y explorar si terapeuta o consultante percibían algo diferente cuando se

encontraban de manera presencial, algo que se tenía planteado inicialmente en el diseño de este

estudio. Por tanto, para investigaciones futuras se sugiere indagar sobre la posibilidad de que los

encuentros presenciales ofrezcan otro tipo de información valiosa relacionada con la presencia y

el lenguaje corporal que escapa a la cámara, y el impacto que esto tiene en la relación.

Por último, considerando que las limitaciones institucionales en este caso restringían la

posibilidad de ofrecer algún tipo de atención de manera telefónica, en otro contexto podría ser de

utilidad explorar el impacto de diferentes estrategias a utilizar en caso de dificultades de

conexión. Un ejemplo de ello es el uso del teléfono para ofrecer contención (o incluso la sesión

completa) en caso de crisis o de una necesidad expresada como “urgente” por el consultante. De

este modo, se podría explorar de manera tangencial cómo este tipo de atenciones impactan la

relación terapéutica, o incluso, si es posible construir una relación terapéutica positiva en

interacciones mediadas exclusivamente por vía telefónica.

Page 228: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

224

10. Conclusiones

La relación terapéutica es uno de los aspectos de la psicoterapia que ha recibido mayor atención

por parte de la investigación, en reconocimiento del importante rol que juega en el proceso

terapéutico y en sus resultados. Sin embargo, con la paulatina masificación del uso de

plataformas virtuales para el desarrollo de sesiones de psicoterapia, recientemente amplificado

debido a la pandemia de enfermedad por COVID-19, es preciso profundizar la comprensión con

respecto a cómo se construye la relación terapéutica en contextos virtuales, especialmente en el

campo de psicoterapia sistémica, en el que se cuenta con un menor volumen de investigaciones.

Este estudio dio algunos pasos de importancia en esa dirección, encontrando un menor

impacto del canal virtual sobre el desarrollo de la relación del que se habría anticipado. Además,

se destaca como hallazgo que dentro de la atención remota el consultante puede sentir mayor

seguridad para abordar temas dolorosos, al encontrarse en un espacio privado en el que puede

continuar sus reflexiones una vez finaliza la sesión, a diferencia de la atención presencial que

implica traslados y exposición a otros espacios y personas.

Aunado a lo anterior, y brindando un aporte particularmente relevante para la literatura

sistémica, el canal virtual también fue destacado como un contexto apropiado para construir una

relación heterárquica, de conformidad con una postura de la psicoterapia alineada con el

construccionismo social. De este modo, tanto consultante como terapeuta se encuentran en un

espacio de confianza y comodidad, en contraposición con el consultorio tradicional que puede

considerarse el “dominio” del psicólogo, y que incluso puede asociarse a un espacio más

medicalizado, lo que tiende a acentuar la brecha entre terapeuta y consultante.

Page 229: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

225

Adicionalmente, en este estudio destacaron otras virtudes de la terapia en línea: para el

consultante, la posibilidad de tomar la sesión desde diferentes lugares, lo cual aumenta la

percepción de flexibilidad del escenario psicoterapéutico, pues puede posibilitar el desarrollo de

sesiones en momentos en los que sería difícil organizar un traslado desde y hacia el consultorio.

Para el terapeuta, la posibilidad de entrar en mayor contacto con el contexto del consultante,

pudiendo a través de la cámara conocer información que podría permitirle entender mejor al otro,

o incluso favorecer espacios de conversación social, que implican un aporte importante a la

relación.

A pesar de lo anterior, las sesiones por telepsicología enfrentaron algunos retos,

principalmente relacionados con problemas de conectividad y su efecto en la conversación, así

como interrupciones originadas por situaciones externas y el ingreso ocasional de terceros al

espacio donde los consultantes tomaban la sesión. El reto más importante se presentó cuando una

de las consultantes se vio en la necesidad de conectarse a la sesión desde un espacio público, lo

cual genera preocupaciones en torno a la concentración en la conversación terapéutica debido a

la presencia de distracciones, así como en torno a la confidencialidad, pues los consultantes

pueden buscar un espacio aislado, pero no están en posición de controlar el paso de terceros.

Teniendo en cuenta que la mayoría de estas barreras aparecieron de manera esporádica,

no impidieron construir relaciones terapéuticas positivas. Sin embargo, en casos en los que la

conectividad presente mayores dificultades, o el consultante o el terapeuta no cuenten con un

espacio apropiado para tomar la sesión disminuyendo las posibilidades de interrupciones, riesgos

a la confidencialidad o distracciones, es preciso replantear la manera como se va a llevar el

proceso.

Page 230: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

226

Habiendo considerando estos factores, la construcción de la relación terapéutica en este

trabajo estuvo centrada en aspectos relacionados al proceso terapéutico. Así, a través de la

pantalla fue posible desarrollar un contexto seguro y empático que dio lugar a relaciones

heterárquicas donde los consultantes se sentían seguros para explorar y expresar sus emociones.

En el marco de estos vínculos, ocasionalmente aparecía humor dentro de la consulta y generaba

bromas recurrentes que fortalecían la relación. Así mismo, ambas partes tenían una visión

positiva de la otra, y existía apertura a escuchar lo que el otro tenía para decir, pudiendo

manifestar respetuosamente su acuerdo o desacuerdo con cada idea. Además, en el marco de

estas relaciones también fue posible conversar acerca de rupturas o preocupaciones en torno a la

relación, lo cual facilitó la resolución de estas dificultades.

La mirada a la experiencia del terapeuta, en el contexto de todas las situaciones que

ocurrieron en cada caso, ratificó la importancia de los procesos de atención interna y las prácticas

reflexivas, debiendo entenderse el terapeuta sistémico como parte del sistema y adoptando

disposición para reaccionar conscientemente hacia resolver su situación cognitiva o emocional

sin impactar negativamente al consultante, o incluso, poniéndola al servicio del proceso.

En últimas, a pesar de que se presentaron algunas barreras en el desarrollo de las

relaciones, especialmente asociadas a inquietudes de la terapeuta frente a algunas dificultades

para construir vínculos horizontales, así como momentos de desconexión con elementos de la

terapia, fue posible implementar estrategias en reconocimiento de estas barreras, que permitían

conversar abiertamente con el consultante con el propósito de encontrar un camino hacia la

resolución, lo que condujo a la satisfacción conjunta.

Page 231: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

227

Considerando los hallazgos y limitaciones de este estudio, se recomienda para futuras

investigaciones analizar la experiencia de construcción del vínculo con poblaciones diversas que

puedan encontrar un mayor reto en emplear la tecnología, con el fin de identificar la manera en la

que se sortean los obstáculos en el margen de la relación terapéutica. Así mismo, se sugiere

conducir estudios cualitativos donde la metodología del proceso terapéutico sea mixto (con un

componente virtual y presencial), de tal manera que consultante y terapeuta puedan describir su

experiencia con el fin de iluminar otras posibles estrategias que puedan mejorar el uso del canal

virtual para construir el vínculo.

Así, teniendo en cuenta lo anterior, este trabajo realiza un importante aporte ratificando la

pertinencia del canal virtual para la psicoterapia, y conceptualizando fortalezas, barreras y

estrategias de utilidad para el desarrollo de sesiones en línea, lo que ofrece información valiosa

para la formación de terapeutas que, muy probablemente, incursionarán en la telepsicología en

algún punto de su trayectoria profesional.

Page 232: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

228

11. Referencias

Acero, P., Cabas, K., Caycedo, C., Figueroa, P., Patrick, G. y Rudas, M. M. (2020).

Telepsicología: Sugerencias para la formación y el desempeño profesional

responsable. ASCOFAPSI y COLPSIC [Guía]

https://www.colpsic.org.co/aym_image/files/GUIA%20TELEPSICOLOGIA%

20COLOMBIA%20PRIMER%20DOCUMENTO%20final.pdf

Ackerman, S. J., Benjamin, L. S., Beutler, L. E., Gelso, C. J., Goldfried, M. R., Hill, C., Lambert,

M. J., Norcross, J. C., Orlinsky, D. E., & Rainer, J. (2001). Empirically supported therapy

relationships: Conclusions and recommendations of the Division 29 Task

Force. Psychotherapy: Theory, Research, Practice, Training, 38(4), 495–497.

https://doi.org/10.1037/0033-3204.38.4.495

Alexander, L. B. y Luborsky, L. (1987). The Penn Helping Alliance Scales. En L.S. Greenberg,

y W. M. Pinsof, (Eds). The psychotherapeutic process: A research handbook (pp.

325-366). Gilford Press.

Allen, J.G., Newsom, G.E., Gabbard, G.O. y Coyne, L. (1984). Scales to assess the therapeutic

alliance from a psychoanalytic perspective. Bulletin of the Menninger Clinic, 48(5),

383-400

Anton, M. y Jones, D. J. (2017). Adoption of Technology-Enhanced Treatments: Conceptual and

Practical Considerations. Clinical psychology: science and practice, 24(3), 223-240

https://doi.org/10.1111/cpsp.12197

APA (2013). Guidelines for the practice of telepsychology.

https://www.apa.org/practice/guidelines/telepsychology

Arias Cardona, Ana María, & Alvarado Salgado, Sara Victoria (2015). Investigación narrativa:

apuesta metodológica para la construcción social de conocimientos científicos. CES

Psicología, 8(2),171-181.[fecha de Consulta 19 de Mayo de 2021]. ISSN: . Disponible

en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=423542417010

Arias-Gómez, J., Villasís-Keever, M. A. y Miranda Novales, M. G. (2016). El protocolo de

investigación III: la población de estudio. Revista Alergia México, 63(2), 201-206

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=486755023011

Page 233: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

229

Awa, W. L., Plaumann, M., Walter, U. (2010). Burnout prevention: a review of intervention

programs. Patient Education and Counseling. 78(2), 184-190.

Bados, A. y García, E. (2011). Habilidades terapéuticas. Publicación electrónica. Universidad de

Barcelona. http://hdl.handle.net/2445/18382

Baena, A., Quesada, M. y Vogt, F. (2008). La e-psicología: posibilidades y limitaciones de las

tecnologías de la información y de la comunicación en la terapia a distancia. Revista de

psicoterapia, 19(73), 119-140

Baillargeon, P., Coté, R., & Douville, L. (2012). Resolution Process of Therapeutic Alliance

Ruptures: A Review of the Literature. Psychology, 3(12), 1049-1058

https://doi.org/10.4236/psych.2012.312156

Balestra, F. (2017). Analysing the relational components of systemic family therapy through the

lenses of self positions and therapeutic alliance: an exploratory study. Journal of Family

Therapy, 39: 310-328 https://doi.org/10.1111/1467-6427.12175

Bateson, G. (1976). Pasos para una ecología de la mente. Lohlé-Lumen.

Beck, M., Friedlander, M. L., & Escudero, V. (2006). Three perspectives on clients’ experiences

of the therapeutic alliance: A discovery-oriented investigation. Journal of Marital and

Family Therapy, 32, 355–368.

Békés, V. y Aafjes-van Doorn, K. (2020). Psychotherapists’ attitudes towards online therapy

during the COVID-19 pandemic. Journal of Psychotherapy Integration, 30(2), 238-247

http://dx.doi.org/10.1037/int0000214

Bennett-Levy, J. y Thwaites, R. (2007). Self and self-reflection in the therapeutic relationship. En

P. Gilbert y R. L. Leahy (Eds.), The therapeutic relationship in the cognitive behavioral

psychotherapies (p. 143-161). Routledge

Bermúdez, C. y Navia, C. E. (2013). Factores que favorecen y se interponen en el

establecimiento de la alianza terapéutica en terapia de familia y pareja. Revista

colombiana de psicología, 22(2), 333-343

de Bolle, M., Johnson, J. G. y De Fruyt, F. (2010). Patient and clinician perceptions of

therapeutic alliance as predictors of improvement in depression. Psychoterapy and

Psychosomatics, 79, 378-385 https://doi.org/10.1159/000320895

Page 234: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

230

Bolton, A. J. y Dorstyn, D. S. (2015). Telepsychology for posttraumatic stress disorder: a

systematic review. Journal of telemedicine and telecare. 21(5), 254-267

https://doi.org/10.1177/1357633X15571996

Borcsa, M. y Pomini, V. (2018). Couple and family therapy in the digital era. Encyclopedia of

couple and family therapy. https://doi.org/10.1007/978-3-319-15877-8_1069-1

Botella, L. y Pacheco, M. (2014). Un enfoque constructivista de la terapia familiar:

Narrativas y relaciones. Recuperado de: https://www.avntf-evntf.com/wp-content/

uploads/2016/06/Un-enfoque-constructivista-de-la-TF.-L.-Botella-y-M.-

Pacheco.-2014.pdf

Breitman, B. D., Soth, A. M. y Bumby, N. A. (2005). The future as an integrating force through

the schools of psychotherapy. En Norcross y Goldfried, Handbook of psychotherapy

integration. Oxford University Press.

Browne, J., Nagendra, A., Kurtz, M., Berry, K. y Penn, D. L. (2019). The relationship between

the therapeutic alliance and client variables in individual treatment for schizophrenia

spectrum disorders and early psychosis: narrative review. Clinical Psychology Review,

71, 51-62. https://doi.org/10.1016/j.cpr.2019.05.002

Burnham, J. (1993). Systemic Supervision: the evolution of reflexivity in the context of the

supervisory relationship. Human Systems. 4, 349-381

Cantwell, P. y Holmes, S. (1994). Social Construction: a paradigm shift for systemic therapy and

training. Australian and New Zealand Journal of Family Therapy, 15(1), 17–26.

https://doi.org/10.1002/j.1467-8438.1994.tb00978.x

Cantwell, P. y Stagoll, B. (1996). You cannot not relate. En C. Flaskas y A. Perlesz The

therapeutic relationship in systemic therapy. Routledge.

Castelnuovo, G., Gaggioli, A. y Riva, G. (2001). Cyberpsychology meets clinical psychology:

the emergence of e-therapy in mental health care. En G. Riva y Galimberti, C. (Eds.),

Towards cyberpsychology: mind, cognition and society in the internet age (pp. 229-252).

IOS Press

Ceberio, M., Linares, J. L. (2005). Ser y hacer en terapia sistémica: la construcción del estilo

terapéutico. Paidós.

Page 235: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

231

Chenail, R. J., George, S. S., Wulff, D., Duffy, M., Scott, K. W. y Tomm, K. (2011). Clients’

relational conceptions of conjoint couple and family therapy quality: a grounded formal

theory. Journal of marital and family therapy, 38(1), 241-264.

https://doi.org/10.1111/j.1752-0606.2011.00246.x

Chouhy, A. (2007). Parámetros de desarrollo en la formación del terapeuta familiar: el proceso

de aprobación de la historia familiar del terapeuta. Revista Redes 1(18), 127-145

Cicila, L. N., Geordia, E. J. y Doss, B. D. (2014). Incorporating Internet-based interventions into

couple therapy: available resources and recommended uses. Australian and New Zealand

Journal of Family Therapy, 35, 414-430 https://doi.org/10.1002/anzf.1077

Cipolletta, S., Frassoni, E. y Faccio, E. (2017). Construing a therapeutic relationship online: an

analysis of videoconference sessions. Clinical psychologist. 22(2), 220-239

http://doi.org/10.1111/cp.12117

COLPSIC (2020). Referentes éticos mínimos para la práctica de la telepsicología.

https://www.colpsic.org.co/aym_image/files/Referentes%20e%CC%81ticos%20mi%CC

%81nimos%20para%20la%20pra%CC%81ctica%20de%20la%20Telepsicologi%

CC%81a%20(2).pdf

Comer, J. S. y Timmons, A. C. (2019). The other side of the coin: computer-mediated

interactions may afford opportunities for enhanced empathy in clinical practice. Clinical

Psychology: Science and practice. 26(4), ee12308

Comer, J. S., Furr, J. M, Cooper-Vince, C. E., Kerns, C. E., Chan, P. T., Edson, A. L. Khanna, M.,

Franklin, M. E., Garcia, A. M. y Freeman, J. B. (2013). Internet-delivered, family-based

treatment for early-onset OCD: A preliminary case series. Journal of Clinical Child &

adolescent psychology, 43(1), 74-87 https://doi.org/10.1080/15374416.2013.855127

Comisión de regulación de comunicaciones (2019). Reporte de Industria de los Sectores TIC y

Postal 2018. https://www.crcom.gov.co/uploads/images/noticia/

REPORTE%20DE%20INDUSTRIA%20final%20DEFINITIVA.pdf

Cook, J. E. y Doyle, C. (2002). Working alliance in online therapy as compared to face-fo-face

therapy: Preliminary results. Cyberpsychology and behavior, 5, 95-105

https://doi.org/10.1089/109493102753770480

Page 236: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

232

Corporación Nuevos Rumbos. (2020, 27 de agosto). “79.9% de los colombianos presenta algún

tipo de afectación psicológica por el confinamiento: Corporación Nuevos rumbos”

Creswell, J. W. (2007). Designing a qualitative study. En Qualitative inquiry and research

design. Sage publications.

DANE (2019). Indicadores básicos de tenencia y uso de tecnologías de la información y

comunicación - TIC en hogares y personas de 5 y más años de edad. Boletín técnico.

https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/tic/bol_tic_hogares_2018.pdf

DANE (2020). Principales indicadores del mercado laboral:Junio de 2020. Boletín técnico

https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/bol_empleo_jun_20.pdf

Deane, F. P. y Crowe, T. P. (2007). Building and maintaining a recovery focused therapeutic

relationship. En R. King, C. Lloyd y T. Meehan (Eds). Handbook of psychosocial

rehabilitation. pp. 57-70. Blackwell Publishing Ltd.

Dueñas Ramírez, L. X. y Riveros Reina, M.C. (2017). Relación terapéutica como eje de cambio

en jóvenes con problemas de alcohol, anorexia y videojuegos. Drugs and Addictive

Behavior, 2(1), 17-37 https://doi.org/10.21501/24631779.2260

Elkaïm, M. (1989). Si me amas, no me ames. Gedisa

Elliot, R., Watson, J. C., Goldman, R. H. y Greenberg, L. (2004). Learning emotion-focused

therapy: the process-experiential approach to change. Washington. American

Psychological Association.

El Tiempo (2020). En plena pandemia, la telesalud despegó en Colombia.

https://www.eltiempo.com/salud/telemedicina-en-colombia-despego-en-la-pandemia-del-

coronavirus-510102

Estrada, M. y Diazgranados, F. S. (2007). La ciencia psicológica en el contexto posmoderno. En

Kenneth Gergen: Construccionismo social. Aportes para el debate y la

práctica. Ediciones Uniandes. Bogotá.

Etchevers, M., González, M. M., Sacchetta, L. M., Iacoponi, C., Muzzio, G. y Miceli, C.M.

(2010). Relación terapéutica: su importancia en la psicoterapia. En Attoressi, H.

(coordinador) II Congreso Internacional de Investigación y Práctica

Profesional en Psicología XVII Jornadas de Investigación Sexto Encuentro de

Page 237: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

233

Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Buenos Aires, Argentina.

https://www.aacademica.org/000-031/197

Eubanks, C. F., Muran, J.C. y Safran, J.D. (2018). Alliance rupture repair: a meta-analysis.

Psychotherapy (Chic), 55(4), 508-501 doi: 10.1037/pst0000185.

Everall, R. D. y Paulson, B. L. (2002). The therapeutic alliance: adolescent perspectives.

Counseling and psychotherapy research. 2(2), 78-87

Eyrich-Garg, K. M. (2008). Strategies for engaging adolescent girls at an emergency shelter in a

therapeutic relationship: recommendations from the girls themselves. Journal of Social

Work Practice, 22(3), 375-388 https://doi.org/10.1080/02650530802396700

Fernández Duran, G. M. (2016). Las tecnologías de la comunicación en psicoterapia desde la

psicología sistémica. (Tesis de maestría). Universidad de Chile. Santiago de Chile.

Fink, J. (1999). How to use computers and cyberspace in the clinical practice of psychotherapy.

Aronson

Fletcher-Tormenius, L. y Vossler, A. (2009). Trust in online therapeutic relationships: the

therapist’s experience. Counseling Psychology Review, 24(2), 24-34

von Foerster, H. (1991). Cibernética de la cibernética. En Las semillas de la cibernética. Gedisa

Freud, S. (1912). Sobre la dinámica de la transferencia. En Obras Completas. Amorrortu, 2001,

XII. p. 93-105

Fried Schnitman, D. (2012). Prácticas dialógicas generativas en el trabajo con familias. Revista

latinoamericana de estudios de familia, 5, 127-159

Friedlander, M. L., Escudero, V. y Heatherington, L. (2006). Therapeutic alliances in couple and

family therapy: An empirically informed guide to practice. American Psychological

Association.

Friedlander, M. L., Escudero, V., Heatherington, L. y Diamond, G. M. (2011). Alliance in couple

and family therapy. Psychotherapy, 48(1), 25-33 https://doi.org/10.1037/a0022060

Friedlander, M. L., Escudero, V., Welmers-van de Poll, M. J. y Heatherington, L. (2018). Meta-

analysis of the alliance-outcome relation in couple and family therapy. Psychotherapy,

55(4), 356-371 http://dx.doi.org/10.1037/pst0000161

Page 238: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

234

Garciandía, J. y Samper, J. (2005). La mirada Chicó en la terapia, la supervisión y la

transformación del terapeuta. Psicoterapia y Familia. 19(1)

Gaston, L. (1990). The concept of the alliance and its role in psychotherapy: theoretical and

empirical considerations. Psychotherapy. 27(2), 143-153

Gelso, C. J. y Carter, J. C. (1985). The relationship in counseling and psychotherapy:

components, consequences and theoretical antecedents. The counseling

psychologist. 13, 155-244

Gergen, K. J.(2005). “Si las personas son textos”. En Terapias postmodernas: aportaciones

construccionistas. Gilberto Limón Arce, Comp. Pax México.

Gergen, K. J. (2009). Constucting the real and the good. En An invitation to Social

Construction. London: SAGE Publications.

Gergen, K.J. y Warhus, L. (1996). La terapia como una construcción social, dimensiones,

deliberaciones y divergencias (inédito).

http://www.dialogosproductivos.net/img/descargas/27/1504200 9113127.pdf

Gerring, J. (2004). What is a case study and what is it good for? American Political Science

Review 98(2), 341 - 354

Gilbert, P. y Leahy, R. (Eds.) (2007). Introduction and overview: Basic issues in the therapeutic

relationship. En The therapeutic Relationship in the Cognitive Behavioral

Psychotherapies. Routledge

Goldenberg, V. (2002). Ranking the correlates of psychotherapy duration. Administration and

policy in mental health. 29: 201-214. . doi:10.1023/A:1015187324925

Gómez, B. (2010). La relación terapéutica en terapia cognitiva. Revista de la asociación de

psicoterapia de la República Argentina. 3(1), 1-21

González-Peña, P., Torres, R., del Barrio, V. y Olmedo, M. (2017). Uso de las nuevas tecnologías

por parte de los psicólogos españoles y sus necesidades. Clínica y salud. 28(2), 81-91

https://doi.org/10.1016/j.clysa.2017.01.001

Grondin, F., Lomanowska, A. M. y Jackson, P. L. (2019). Empathy in computer-mediated

interactions: a conceptual framework for research and clinical practice. Clinical

Psychology: science and practice. 26(4), ee12298 https://doi.org/10.1111/cpsp.12298

Page 239: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

235

Gutierrez, M. R. (2020). Propuesta de atención para los servicios de psicoterapia en línea

(telepsicoterapia) derivados del Covid-19 en México. Psicología y salud, 30(1), 133-136

https://doi.org/10.25009/pys.v30i1.2640

Hardham, V. (1996). Embedded and embodied in the therapeutic relationship: understanding the

therapist’s use of self systematically. En C. Flaskas y A. Perlesz The therapeutic

relationship in systemic therapy. Routledge.

Hardy, G., Cahill, J. y Barkham, M. (2007). Active ingredients of the therapeutic relationship that

promote client change: a research perspective. En P. Gilbert y Leahy R. (Eds.) The

therapeutic Relationship in the Cognitive behavioral psychotherapies. Routledge

Harper, H. (1989a). Coding guide I: Identification of confrontation challenges in exploratory

therapy University of Sheffield.

Harper, H. (1989b). Coding guide II: Identification of withdrawal challenges in exploratory

therapy. University of Sheffield.

Harris, B. A. y Panozzo, G. (2019). Therapeutic alliance, relationship building, and

communication strategies for the schizophrenia population: an integrative review.

Archives of psychiatric nursing.33(1), 104-111

https://doi.org/10.1016/j.apnu.2018.08.003

Hartley, D. (1985). Research in the therapeutic alliance in psychotherapy. En R. Hales y A.

Frances (Eds). Psychiatry update annual review. Washington DC, American Psychiatric

Press, pp. 532 – 549.

Haudiquet, X. (2012). La consideración positiva incondicional: ¿Cómo ponerla en práctica?.

Revista Figura/Fondo, 31, 115-123.

Heatherington, L., Friedlander, M. L., Diamond, G. M., Escudero, V., y Pinsof, W. M. (2015). 25

years of systemic therapies research: progress and promise. Psychotherapy research,

25(3), 348-364 http://dx.doi.org/10.1080/10503307.2014.983208

Hernandez, A. (2010). Vínculos, individuación y ecología humana: hacia una psicología clínica

compleja. Universidad Santo Tomás.

Hernandez, A. (2020). Reflexiones sobre psicoterapia sistémica en línea. Manuscrito no

publicado. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá.

Page 240: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

236

Hill, C., Kellems, I., Kolchakian, M., Wonnell, T., Davis, T. y Nakayama, E. (2003). The

therapist experience of being the target of hostile versus suspected-unasserted client

anger: factors associated with resolution. Psychotherapy Research, 13(4), 475-491

Hill, C. y Knox, S. (2008). Processing the therapeutic relationship. Psychotherapy research.

19(1), 13-29. https://doi.org/10.1080/10503300802621206

Hoffmann, M., Wensing, M., Peters-Klimm, F., Szecsenyi, J., Hartmann, M., Friederich, H.C. y

Haun, M. W. (2020). Perspectives of Psychotherapists and Psychiatrists on Mental Health

Care Integration Within Primary Care Via Video Consultations: Qualitative

Preimplementation Study. Journal of medical internet research, 22(6), e17569

https://doi.org/10.2196/17569

Horvath, A. O. (2001). The alliance. Psychotherapy: Theory, Research, Practice, Training, 38(4),

365–372.

Horvath, A. O., & Greenberg, L. S. (1989). Development and validation of the Working Alliance

Inventory. Journal of Counseling Psychology, 36(2), 223.

Joshi, G. y Sharma, G. (2020). Burnout: a risk factor amongst mental health professionals during

COVID-19. Asian Journal of Psychiatry, 54. https://doi.org/10.1016/j.ajp.2020.102300

Jung, E., Wiesjahn, M., Rief, W. y Lincoln, T. M. (2014). Perceived therapist genuineness

predicts therapeutic alliance in cognitive behavioral therapy for psychosis. British

Journal of Clinical Psychology. 54(1), 34-48 https://doi.org/10.1111/bjc.12059

Karver, M., Handelsman, J., Fields, S. y Bickman, L. (2006). Meta-analysis of therapeutic

relationship variables in youth and family therapy: the evidence for different relationship

variables in the child and adolescent treatment outcome literature. Clinical Psychology

Review, 26(1), 50-65 https://doi.org/10.1016/j.cpr.2005.09.001

Katzow, A. W. y Safran, J. D. (2007). Recognizing and resolving ruptures in the therapeutic

alliance. En P. Gilbert y R. L. Leahy (Eds.), The therapeutic relationship in the cognitive

behavioral psychotherapies (p. 143-161). Routledge

Keeney, B. P. (1983). Epistemología cibernética. En Semillas de la cibernética. Paidos.

Klein, B., Richards, J. C. y Austin, D. W. (2006). Efficacy of internet therapy for panic disorder.

Journal of behaviour therapy and experimental psychiatry, 37(3), 213-238

Page 241: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

237

https://doi.org/10.1016/j.jbtep.2005.07.001

Lambert, M. J. (2003). Psychotherapy outcome research: implications for integrative and eclectic

therapists. En J.C. Norcross y M. R. Goldfried (Eds.), Handbook of psychotherapy

integration (p. 94-129). Oxford University Press.

Lambert, M. J. y Barley, D. E. (2001). Research summary on the therapeutic relationship and

psychotherapy outcome. Psychotherapy, 38(4), 357-361

Lazzaro-Salazar, M. (2017). Social constructionism. En B. Vine The routledge handbook of

language in the workplace. Routledge.

Leobrera, S. (2018a). Introduction to online counseling and guidance skills. En Online

Counseling and guidance skills. Society Publishing

Leobrera, S. (2018b). Technologies in online counseling and guidance. En Online

Counseling and guidance skills. Society Publishing

Ley 1090 de 2006. Por la cual se reglamenta el ejercicio de la profesión de psicología. 6 de

septiembre de 2006

Lieblich, A., Liybliyk, A., Tuval-Mashiach, R., & Zilber, T. (1998). Narrative research: Reading,

analysis and interpretation. Sage

Liotti, G. (2007). Internal working models of attachment in the therapeutic relationship. En P.

Gilbert y R. L. Leahy (Eds.), The therapeutic relationship in the cognitive behavioral

psychotherapies (p. 143-161). Routledge

Loucas, C. E., Fairburn, C. G., Whittington, C., Pennant, M. E., Stockton, S. y Kendall, T.

(2014). E-therapy in the treatment and prevention of eating disorders: a systematic review

and meta-analysis. Behaviour Research and Therapy, 63, 122-131

https://doi.org/10.1016/j.brat.2014.09.011

Maheu, M. M., Drude, K. P., Hertlein, K. M., Lipschutz, R., Wall, K. y Hilty, D. M. (2017). An

interprofessional framework for telebehavioral health competencies. Journal of

Technology in Behavioral Science. 2(3-4), 190-210

Mallinckrodt, B., Coble, H.M. y Gantt, D. L. (1995). Working alliance, attachment memores,

and social competencies of women in brief therapy. Journal of Counseling Psychology,

42(1), 79-84 https://doi.org/10.1037/0022-0167.42.1.79

Page 242: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

238

Manfrida, G., Albertini, V. y Eisenberg, E. (2017). Connected: recommendations and techniques

in order to employ Internet tools for the enhancement of online therapeutic relationships.

Experiences from Italy. Contemporary Family Therapy, 39, 314-328

http://doi.org/10.1007/s10591-017-9439-5

Mayan, M. J. (2009). Introduction to qualitative inquiry. Essentials of Qualitative Inquiry.

Routledge.

McCord, C., Bernhard, P., Walsh, M, Rosner, C. y Console, K. (2020). A consolidated model for

telepsychology practice. Journal of clinical psychology, 76(6), 1060-1082

https://doi.org/10.1002/jclp.22954

Ministerio de Salud y Protección Social (2020). Situación Actual: Nuevo Coronavirus

(COVID-19). 05 de octubre de 2020 [Infografía] Recuperado el 5 de octubre de 2020

https://www.minsalud.gov.co/salud/publica/PET/Paginas/Covid-19_copia.aspx

Ministerio de Salud y Protección Social y Colciencias. (2016). Encuesta Nacional de Salud

Mental (ENSM), 2015. Tomo I. http://www.odc.gov.co/Portals/1/publicaciones/pdf/

consumo/estudios/nacionales/CO031102015-salud_mental_tomoI.pdf

Naciones Unidas (2020). Víctimas de la violencia doméstica atrapadas durante la pandemia.

Departamento de comunicación global.

https://www.un.org/es/coronavirus/articles/un-supporting-trapped-domestic-violence-

victims-during-covid-19-pandemic

Norcross, J. C., & Lambert, M. J. (2018). Psychotherapy relationships that work III.

Psychotherapy, 55(4), 303–315. http://dx.doi.org/10.1037/pst0000193

Noyce, R. y Simpson, J. (2018). The experience of forming a therapeutic relationship from the

client’s perspective: a metasynthesis. Psychotherapy research, 28(2), 281-296

https://doi.org/10.1080/10503307.2016.1208373

Observatorio Colombiano de las Mujeres (2020). Décimo quinto boletín sobre la atención de

líneas de atención telefónica a mujeres en el contexto de medidas de aislamiento

preventivo por CovSar2 en Colombia. Boletín informativo.

http://www.equidadmujer.gov.co/oag/Documents/linea-155-boletin-15.pdf

Page 243: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

239

Ogden, P. y Goldstein, B. (2019). Sensorimotor psychotherapy from a distance: engaging the

body, creating presence, and building relationship in videoconferencing. En H. Weinberg

y A. Rolnick Theory and practice of online therapy (pp. 47-65) Routledge.

Ogrodniczuk, J. S., Joyce, A. S. y Piper, W. E. (2005). Strategies for reducing patient-initiated

premature termination of psychotherapy. Harvard Review of Psychiatry. 13(2), 57-70

DOI: 10.1080/10673220590956429

Ojha, R. y Syed, S. (2020). Challenges faced by mental health providers and patients during the

coronavirus 2019 pandemic due to technological barriers. Internet Interventions. 21,

100330 https://doi.org/10.1016/j.invent.2020.100330

Omer, H. (2000). Troubles in the therapeutic relationship: a pluralistic perspective. Journal of

Clinical Psychology, 56(2), 201-201

https://doi.org/10.1002/(SICI)1097-4679(200002)56:2<201::AID-JCLP6>3.0.CO;2-N

Pakman, M. (2010). Introducción. En Palabras que permanecen, palabras por venir.

Micropolítica y poética en psicoterapia. Gedisa

Pinsof, W. M. (1994). An integrative systems perspective on the therapeutic alliance: Theoretical,

clinical and research implications. En A. Horvath y L. S. Greenberg (Eds.), The working

alliance: Theory, research and practice (pp. 173–195). John Wiley & Sons.

Pinsof, W. M. y Catherall, D. R. (1986). The integrative psychotherapy alliance: family, couple

and individual therapy scales. Journal of Marital and Family Therapy, 12(2), 137-151

Rambo, A. H., Rhoardes, E. A., Boyd, T. V. y Bello, N. (2010). Introduction to systemic family

therapy. En J. Duncan y E. A. Rhoades (Eds.) Auditory-verbal practice: toward a family-

centered approach. Charles C. Thomas

Real, T. (1990). The therapeutic use of self in constructionist/systemic therapy. Family Process,

29, 255-272

del Re, A. C., Flückiger, C., Hovarth, A. O., Symonds, D. y Wampold, B. E. (2012). Therapist

effects in the therapeutic alliance-outcome relationship: a restricted-maximum likelihood

meta-analysis. Clinical Psychology Review. 32(7), 642-649

https://doi.org/10.1016/j.cpr.2012.07.002

Page 244: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

240

Resolución 8430 de 1993. [Ministerio de Salud]. Por la cual se establecen las normas científicas,

técnicas y administrativas para la investigación en salud. 4 de octubre de 1993.

Reynolds, D. J., Stiles, W. B., Bailer, A. J. y Hughes, M. R. (2013). Impact of exchanges and

client-therapist alliance in online-text psychotherapy. Cyberpsychology, behavior and

social networking, 16(5), 370-377 http://doi.org/10.1089/cyber.2012.0195

Rhodes, R. H., Hill, C. E., Thompson, B. J., & Elliott, R. (1994). Client retrospective recall of

resolved and unresolved misunderstanding events. Journal of Counseling Psychology,

41(4), 473–483. https://doi.org/10.1037/0022-0167.41.4.473

Rizvi, S. (2016). The essential aspects of building a therapeutic relationship. Indian Journal of

positive psychology. 7(3), 359-361

Roaten, G. K. (2011). Innovative and brain-friendly strategies for building a therapeutic alliance

with adolescents. Journal of creativity in mental health. 6(4), 298-314

https://doi.org/10.1080/15401383.2011.630306

Rodriguez, M. y Linares, J. L. (2005). La relación terapéutica. En Ser y hacer en terapia

sistémica: la construcción del estilo terapéutico. Grupo Planeta.

Rogers, C. (2007). The necessary and sufficient conditions of therapeutic personality change.

Psychotherapy: Theory, Research, Practice, Training. 44(3), 240-259

https://doi.org/10.1037/h0045357

Rosen, C. S., Glassman, L. H. y Morland, L. A. (2020). Telepsychotherapy during a pandemic: a

traumatic stress perspective. Journal of psychotherapy integration. 30(2), 174-187

Russell, G. I. (2018). Screen relations: the limits of computer-mediated psychoanalysis and

psychotherapy. Routledge.

Ruwaard, J., Schrieken, B., Schrijver, M., Broeksteeg. J., Dekker, J., Vermeulen, H. y Lange, A.

(2009). Standardized web-based cognitive behavioural therapy of mild to moderate

depression: a randomized controlled trial with a long-term follow-up. Cognitive

Behavioural Therapy, 38(4), 206-221 https://doi.org/10.1080/16506070802408086

Safran, J. D. (1990). Towards a refinement of cognitive therapy in light of interpersonal theory: I.

Theory. Clinical Psychology Review, 10, 87-105. doi:10.1016/0272-7358(90)90108-M

Page 245: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

241

Safran, J. D. y Muran, J. C. (2006). Has the concept of the therapeutic alliance outlived its

usefulness? Psychotherapy: theory, research, practice, training. 43: 286-291s

Salgado, M. E. (2016). Resolución de rupturas en la alianza terapéutica. Una revisión

bibliográfica. Perspectivas en psicología: revista de psicología y ciencias afines, 13(1)

Sampson, E. (2008). Celebrating the Other. Ohio: Taos Institute Publications.

von Schlippe, A. y Schnitzer, J. (2003). Búsqueda, descubrimiento (invención) y utilización de

fundamentos teóricos. En Manual de terapia y asesoría sistémicas. (pp. 55-91). Herder.

Sharf, J., Primavera, L. H. y Diener, M. J. (2010). Dropout and therapeutic alliance: a meta-

analysis of adult individual psychotherapy. Psychotherapy: theory, research, practice,

training, 47(4), 637-645 https://doi.org/10.1037/a0021175

Sharry, J., Davidson, R., McLoughlih, O., Doherty, G. (2013). A service-based evaluation of a

therapist-supported online cognitive behavioral therapy program for depression. Journal

of medical internet research, 15(6), doi:10.2196/jmir.2248

de Shazer, S. (1992). Teoría de la solución. En Claves en psicoterapia breve. Gedisa.

Shotter, J. (2009). Momentos de referencia común en la comunicación diabólica: una base para la

colaboración inconfundible en contextos únicos. International Journal of Collaborative

Practices. 1(1), 29-38.

Sim, T. (2005). Familiar yet strange: Involving family members in adolescent drug rehabilitation

in a Chinese context. Journal of Systemic Therapies, 24(2), 90–103

Soares, L., Botella, L. y Corbella, S. (2010). The co-constructed therapy alliance and the

technical and tactical quality of the therapist interventions in psychotherapy. European

Journal of Psychotherapy and Counselling, 12(2), 173-187.

https://doi.org/10.1080/13642537.2010.482735

Soto-Pérez, F., Franco, M., Monardes, C. y Jimenez, F. (2010). Internet y psicología clínica:

revisión de las ciber-terapias. Revista de psicopatología clínica, 15(1), 19-27

Spagnolli, A. y Gamberini, L. (2002). Immersion/emersion: presence in hybrid environments. En

Proceedings of the Fifth Annual International Workshop on Presence. 421-434.

Universita de Fernando Pessoa Press.

Page 246: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

242

Spence, S. H., Donovan, C. L., March, S., Gamble, A., Anderson, R. E., Prosser, S. y Kenardy, J.

(2011). A randomized controlled trial of online versus clinic-based CBT for adolescent

anxiety. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 79(5), 629-642

https://doi.org/10.1037/a0024512

Spencer, J., Goode, J., Penix, E. A., Trusty, W. y Swift, J. K. (2019). Developing a collaborative

relationship with clients during the initial sessions of psychotherapy. Psychotherapy, 56

(1), 7-10 https://doi.org/10.1037/pst0000208

Steier, F. (1996). Hacia un enfoque constructivista radical y ecológico de la comunicación

familiar En M. Pakman (comp.) Construcciones de la experiencia humana. Gedisa

Stricker, G. (1996). Psychotherapy in cyberspace. Ethics & Behavior. 6(2), 175-177

Strauss, A. y Corbin, J. (2002). La investigación cualitativa. En Bases de la investigación

cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada.

Universidad de Antioquia.

Sucala, M., Schnur, J. B., Constantino, M. J., Miller, S. J., Brackman, E. H. y Montgomery, G. H.

(2012). The therapeutic relationship in e-therapy for mental health: a systematic review.

Journal of medical internet research, 14(4), pp. e110 10.2196/jmir.2084

Tangarife, I. Y., Reyes, J., A., Llano, N. S. y Zuluaga, D. (2020). Influencia de la relación

terapéutica en la salud mental de los psicólogos clínicos (Artículo de grado de

Especialización en Psicología Clínica) Universidad Católica de Pereira

The Center for the Digital Future e Interactive Advertising Bureau (2020). The Coronavirus

Disruption Project: How We are Living and Coping during the Pandemic. May 2020.

https://www.digitalcenter.org/wp-content/uploads/2020/06/Center-for-the-Digital-Future-

Coronavirus-Disruption-Project-findings-June-4-final.pdf

Tickle, A. y Rennoldson, M. (2015). Systemic Family Therapy: applying psychological theory to

clinical practice. En D. Dawson y N. Noghaddam (Eds.) Formulation in action. Applying

psychological theory to clinical practice. Gruyter open.

De la Torre, M. y Pardo, R. (2018). Guía para la intervención telepsicológica. Colegio Oficial de

Psicólogos de Madrid.

Page 247: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

243

Walker, S. (2018). Interpretive Phenomenological Analysis: Identifying the “relational” in

systemic inquiry. Sage. https://dx.doi.org/10.4135/9781526440709

Weinberg, H. y Rolnick, A. (2019). Practical considerations for online individual therapy. En

Theory and practice of online therapy (pp. 47-65) Routledge.

Whitaker, C. (1989). ¿Qué es un psicoterapeuta? En Meditaciones nocturnas de un terapeuta

familiar. Paidós.

Wilson, M. y Sperlinger, D. (2004). Dropping out or dropping in? A re-examination of the

concept of dropouts using qualitative methodology. Psychoanalytic Psychotherapy. 18:

220-237 doi:10.1080/14749730410001700705

Zuroff, D. C. y Blatt, S. J. (2006). The therapeutic relationship in the brief treatment of

depression: contributions to clinical improvement and enhanced adaptive capacities.

Journal of Consulting and Clinical Psychology, 74(1), 130-140

https://doi.org/10.1037/0022-006X.74.1.130

Page 248: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

244

Anexo 1 Tabla 1. Recomendaciones para la construcción de una relación terapéutica positiva

Convertir la construcción de una relación terapéutica una meta primordial del tratamiento

Monitorear rutinariamente la satisfacción del paciente con la relación terapéutica

Adaptado de: Norcross y Lambert, 2018 (p. 309) Tomar consciencia de nuestra postura en terapia, que se refleja en aspectos como nuestros movimientos, las preguntas que hacemos, dónde situamos el énfasis en las conversaciones Asumir que nuestra historia no puede ponerse entre paréntesis, con lo que se requiere reflexionar acerca de lo que traemos como terapeutas a un encuentro terapéutico Estar atentos a los efectos que el sistema consultante tiene sobre nosotros

Basado en ideas de: Real (1990); Cantwell y Stagoll (1996)

Concebir al consultante más allá de la etiqueta de un “problema” o un “diagnóstico”

Asumir al consultante como el experto sobre su propia vida, buscando ocupar una posición de simetría y heterarquía frente al otro

Basado en ideas de: Gergen y Warhus (1996)

Estar sintonizado para detectar indicadores de rupturas en la relación terapéutica, bien sea ante momentos de confrontación, o de distanciamiento por parte del consultante

Reconocer la ruptura, e invitar al paciente a explorar la experiencia, de una manera abierta y no defensiva

En caso de que la relación no sea tan fuerte aún para conversar sobre la ruptura, o que haya una tarea terapéutica prioritaria (por ejemplo, para el alivio de síntomas dolorosos), cambiar las tareas o metas terapéuticas considerando las preocupaciones del paciente

Empatizar con la expresión de sentimientos negativos sobre el paciente o la terapia

Aceptar la responsabilidad por la participación propia en la ruptura

Page 249: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

245

Considerar vincular las rupturas en sesión con patrones interpersonales en la vida del paciente, pero mantenerse consciente de que este podría ser un mecanismo propio para no explorar cómo el terapeuta está decepcionando al paciente

Anticipar posibles sentimientos de confusión, ambivalencia e incompetencia en el terapeuta, y prepararse para validar y explorar empíricamente los sentimientos propios para hacer lo mismo por los pacientes

Tomado de: Eubanks et al. 2018 (pp. 516-517)

Identificar marcadores de la receptividad del paciente ante intentos de cambio en su comportamiento actual

Crear y monitorear de cerca las relaciones con cada miembro de la pareja o familia durante el curso del tratamiento

No alienar, sino buscar integrar a miembros del sistema que se muestren reacios

Estar particularmente alerta y consciente de la fuerza de las relaciones dentro de la pareja o familia

Solicitar retroalimentación por parte del paciente acerca de su experiencia en sesión, para poder ajustar el comportamiento propio e intentar reparar rupturas

Adaptado de: Friedlander et al. 2018 (pp. 367-368)

Page 250: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

246

Anexo 2

Preguntas para la primera sesión

- ¿Tiene experiencia con telepsicología? ¿Cómo han sido esas experiencias? ¿Cuánto duraron?

¿Por qué finalizó ese proceso?

- ¿Qué expectativas tiene de este proceso realizado de manera virtual?

- ¿Qué piensa de los procesos virtuales en comparación con los procesos presenciales?

Page 251: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

247

Anexo 3

Instrucción al finalizar cada sesión

- Antes de terminar, me gustaría que dedique un par de minutos a observar su cuerpo, lo que está

sintiendo en este momento. Me gustaría que pensara cómo ha sido su experiencia hoy, qué

piensa sobre cómo transcurrió la sesión, cómo se sintió conmigo como terapeuta. ¿Hay algo

que le hubiese gustado que fuera distinto? Si desea, puede tomar algunas notas. Quisiera que

comenzáramos la próxima sesión charlando sobre esto.

Preguntas sesión a sesión

Categoría Ítem o Pregunta

Fortalezas, barreras

¿Cómo fue su experiencia en la sesión pasada?

Fortalezas, barreras, estrategias

¿Cómo se sintió conmigo como terapeuta en la sesión pasada?

Barreras ¿Hay algo que le hubiese gustado que fuera distinto en nuestra sesión pasada?

Fortalezas, barreras, estrategias

¿Quisiera compartir algo más sobre su experiencia en la sesión pasada?

Page 252: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

248

Anexo 4

Entrevista semiestructurada (al principio de la cuarta sesión)

Categoría Ítem o Pregunta

Fortalezas, barreras

¿Cómo se siente conmigo como terapeuta?

Fortalezas ¿Qué valora de la relación conmigo como terapeuta?

Barreras¿Qué dificultades identifica en este proceso, que afectan la relación que tiene conmigo como terapeuta?

Estrategias¿Qué cosas he hecho como terapeuta que le han ayudado a estar más cómodo en sesiones?

Barreras, fortalezas

¿En algún momento se ha sentido incómodo en este proceso? ¿Por qué (no)?

Fortalezas, barreras

¿Cómo describiría la relación que tiene conmigo como su psicóloga?

Fortalezas, barreras

¿Qué cosas siente que le ha permitido en sesión la relación conmigo como su terapeuta? ¿Qué le ha dificultado?

Page 253: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

249

Anexo 5

Modelo de consentimiento informado

Fecha: ______/______/_______

Page 254: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

250

Page 255: Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología

251