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Cultura de la legalidad

Es indudable que al hablar del Estado debemos recalcar la importancia que tiene la sociedad en la formación y estructura de éste. Todos los

acercamientos al concepto de Estado incluyen el elemento social en mayor o menor medida y se reconoce el hecho que el Estado permanece en la medida que los grupos sociales acepten las instituciones que de él emanan.

La Sociología del Derecho se encarga del estudio del derecho relativo y variable, pero siempre ligado al contexto social. Es notorio que el Derecho ha sufrido cambios trascendentales derivado de los que ocurren en los diferentes órdenes sociales. En mi opinión es la sociedad la que incide en la reformas a la Ley.

Recordemos que el hombre ha sido defi nido como un ente social, se concibe como integrante de un grupo, existe una necesidad de pertenencia a un grupo social con el que se identifi que y permita su desarrollo. Desde tiempos antiguos se observa el temor a lo diferente, a lo bárbaro, a la otredad. Sin embargo, los intereses de un individuo, o de varios, pueden no corresponder a los de un grupo social generando con ello confl ictos sociales. Por ello, se requiere de instituciones políticas que puedan mantener el orden y resolver los diferentes confl ictos sociales.

El estado idóneo de la sociedad es el que se encuentra balanceado y libre de confl ictos, es por ello que

1 Licenciada en Derecho con mención honorífi ca y maestra en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Académica titular de las asignaturas Derecho romano I y II de la misma Universidad. Ha sido académica en las Universidades Marista, La Salle y Anáhuac. Ha impartido cursos y conferencias en materia de Derecho romano. Es integrante del Claustro académico para la reforma del Estatuto del Personal Académico de la UNAM, del Comité de la carrera de Derecho de la FES Aragón y actualmente es titular del Seminario de Derecho civil y de Derecho de Familia en la FES Aragón y adscrita al Seminario de Derecho Romano e Historia del Derecho de la Facultad de Derecho, UNAM.

Luisa Hernández Cabrera1 Víctor Jurado Acevedo

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el confl icto es mirado como un elemento que desestabiliza la armonía social y debe ser resuelto con la rapidez y diligencia que amerita. Las instituciones políticas constituyen el consenso de los diferentes grupos sociales y el interés de los integrantes de éstos. Lo anterior constituye la razón de ser de la política.

Es cierto que todos los grupos sociales debiesen tener como postulado la justicia. Y aun cuando desde la antigüedad se ha intentado defi nir este principio fundamental, no se ha llegado a un consenso.

Buscar el bien común tampoco deja en claro lo que signifi ca el bien ¿para todos? Recordemos los principios del Derecho de Ulpiano: iura pracepta sunt haec: honeste vivere, alterum non laede et suum cuique tribuendi (los preceptos de Derecho son: vivir honestamente, no dañar a otro y dar a cada uno lo que le corresponde). No obstante los principios del Derecho, que desde época romana implican la cultura de la legalidad en el ámbito social, son insufi cientes para la sociedad actual y promoverlos resulta insufi ciente.

Debemos reconocer que valores como libertad, igualdad, democracia, dignidad y paz carecen de la aceptación social puesto que pueden implicar la pérdida de privilegios y benefi cios de algunos grupos sociales (frente a otros). La aceptación del Estado, y de las instituciones y leyes que emanen de él, implica el éxito en la sociedad de la cultura de la legalidad. Esta aceptación puede derivar de la costumbre, la dominación o de determinado consenso. Esta coincidencia entre los grupos sociales permite concurrir en dotar a los valores los mismos signifi cados generando un orden social que desencadena en un Estado estable. Este orden social implica la solidaridad social surgida de las mismas creencias y actitudes.

Siguiendo a Ferrari, las funciones relevantes del derecho son: dirimir los confl ictos en una comunidad, legitimar el poder y orientar a la sociedad. Esta última función es la que destaca de entre las tres, puesto que la solución de confl ictos y la cultura de la legalidad en una sociedad, depende de que ésta reconozca y acepte los medios estatales. El éxito de subsistencia de un Estado, señala Laveaga, implica necesariamente que los valores políticos se conviertan en valores jurídicos. Por otra parte, para preservar el orden social, el Estado debe asegurarse que los integrantes de la sociedad se identifi quen con ciertos símbolos y posean una cultura política. Este proceso se denomina socialización y consiste en que el individuo aprenda a conformarse con las normas sociales y a regirse por ellas.

Los niveles de socialización son: preconvencional, se busca la recompensa o evitar el castigo; convencional,

se aceptan las normas por ser normas y cumplir con la autoridad; posconvencional, cuando se aceptan principios morales sobre los de la autoridad formal y el ético, en que el Derecho se acepta cuando en él se refl ejan las propias convicciones éticas.Por otra parte, en el nivel ético, se justifi ca la existencia de los objetores de conciencia. Los resultados de la socialización jurídica pueden medirse a través de tres indicadores fundamentales: la conformidad, la obediencia y la participación social.

Últimamente se habla de la democratización del Derecho, que incluye cuatro corrientes, las tres primeras exigen un pueblo informado sobre sus derechos y la cuarta implica ampliar los alcances de la difusión de la cultura de la legalidad. La democratización del Derecho tiene diversos obstáculos, entre ellos tenemos que los abogados se retienen su conocimiento, evitando compartirlo; el aumento de apatía y del abstencionismo, etc.

El Estado, para difundir la cultura de la legalidad debe satisfacer los siguientes requisitos: que el Derecho sea producto del consenso, que la Ley se aplique de forma equitativa y que el Derecho sea accesible. Cumpliendo estos requisitos podemos hablar de una socialización jurídica, sea general o específi ca.Es indudable que para que este proceso se logre requerimos de promover valores de identidad, de los que implican un derecho y los que implican una obligación, políticos. El medio idóneo para esta promoción es la educación, sea formal e informal. Es importante destacar el papel que juegan los medios, la informática jurídica, etc., aunque esto por sí mismo no logre el objetivo si es una herramienta útil.

Finalmente, debemos concluir que debe fortalecerse al Estado a través de una democratización del Derecho, el fomento de valores, la identifi cación y cohesión de los diferentes grupos sociales y el fortalecimiento de la educación, logrando con ello una cultura de la legalidad. Un trabajo arduo para el Estado y lleno de obstáculos sin embargo necesario para lograr la paz social.

El estado idóneo de la sociedad es el que se encuentra balanceado y

libre de confl ictos, es por ello que el confl icto es mirado como un elemento

que desestabiliza la armonía social y debe ser resuelto con la rapidez y

diligencia que amerita

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