pinceladas en torno a la participación, cultura y

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1 Pinceladas en torno a la participación, cultura y socialización política de los Jóvenes universitarios en Nayarit. Mtro. José Luis Pacheco Reyes Universidad Autónoma de Nayarit Introducción Reflexionar en torno a la participación política resulta siempre un ejercicio importante puesto que no sólo permite identificar las formas de interacción entre los miembros de una comunidad política determinada sino también patrones de comportamiento y formas de relación de los ciudadanos con las instituciones, actores, reglas, procesos y procedimientos políticos de dicha comunidad. Dicha reflexión se constituye en un ejercicio necesario en un contexto como el mexicano donde las instituciones, reglas, procesos y procedimientos políticos formales parecen no tener coincidencia con las prácticas, las actitudes y comportamientos políticos de amplios sectores de la población los cuales se manifiestan ajenos, distanciados y hasta contrarios respecto del ejercicio formal de la política. Se convierte en un ejercicio urgente e impostergable cuando el escenario antes descrito lejos de ser un mero accidente se constituye en una tendencia constante entre los distintos sectores de la población y más aún cuando el sector de la población que mayor distancia guarda de la política formal, es decir, de los políticos, las instituciones y los procesos político electorales es aquel que actualmente representa cerca de un tercio de la población total y en el mediano plazo habla de conformar la población adulta en el país 1 , es decir los jóvenes. Lo anterior, además de urgir sobre la reflexión en torno de la participación política plantea la necesidad de indagar respecto de los factores que subyacen al comportamiento político de los individuos y los grupos, a saber, las motivaciones, valoraciones y razonamientos de los sujetos, lo que se ha tenido a bien denominar como cultura política, puesto que a decir de numerosos autores los anteriores factores se constituyen en elementos orientadores de la acción política. Por último, plantea como necesidad dar cuenta del proceso de transmisión de aquellos elementos que se constituyen en orientadores de la acción política entre los miembros de un grupo social determinado, es decir, sobre el proceso de socialización política. 1 De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la estructura de la población mexicana es en esencia joven y habrá de mantenerse así durante los próximos 20 años; 20% de ella es menor a los 12 años, 36.2% se ubica en el grupo de edad de entre 12 y 29 años, 36.2% se ubica entre los 30 a 59 años, mientras tan solo 8.7% sobre pasa los 60 años.

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Page 1: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

1

Pinceladas en torno a la participación, cultura y socialización política de los Jóvenes

universitarios en Nayarit.

Mtro. José Luis Pacheco Reyes

Universidad Autónoma de Nayarit

Introducción

Reflexionar en torno a la participación política resulta siempre un ejercicio importante

puesto que no sólo permite identificar las formas de interacción entre los miembros de una

comunidad política determinada sino también patrones de comportamiento y formas de

relación de los ciudadanos con las instituciones, actores, reglas, procesos y procedimientos

políticos de dicha comunidad. Dicha reflexión se constituye en un ejercicio necesario en un

contexto como el mexicano donde las instituciones, reglas, procesos y procedimientos

políticos formales parecen no tener coincidencia con las prácticas, las actitudes y

comportamientos políticos de amplios sectores de la población los cuales se manifiestan

ajenos, distanciados y hasta contrarios respecto del ejercicio formal de la política.

Se convierte en un ejercicio urgente e impostergable cuando el escenario antes descrito

lejos de ser un mero accidente se constituye en una tendencia constante entre los distintos

sectores de la población y más aún cuando el sector de la población que mayor distancia

guarda de la política formal, es decir, de los políticos, las instituciones y los procesos

político electorales es aquel que actualmente representa cerca de un tercio de la población

total y en el mediano plazo habla de conformar la población adulta en el país1, es decir los

jóvenes.

Lo anterior, además de urgir sobre la reflexión en torno de la participación política plantea

la necesidad de indagar respecto de los factores que subyacen al comportamiento político

de los individuos y los grupos, a saber, las motivaciones, valoraciones y razonamientos de

los sujetos, lo que se ha tenido a bien denominar como cultura política, puesto que a decir

de numerosos autores los anteriores factores se constituyen en elementos orientadores de la

acción política.

Por último, plantea como necesidad dar cuenta del proceso de transmisión de aquellos

elementos que se constituyen en orientadores de la acción política entre los miembros de un

grupo social determinado, es decir, sobre el proceso de socialización política.

1 De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la estructura de la población mexicana es en esencia joven y habrá de mantenerse así durante los próximos 20 años; 20% de ella es menor a los 12 años, 36.2% se ubica en el grupo de edad

de entre 12 y 29 años, 36.2% se ubica entre los 30 a 59 años, mientras tan solo 8.7% sobre pasa los 60 años.

Page 2: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

2

Por lo anterior, el objetivo del presente documento es reflexionar en torno de la

participación política del sector joven de la población en el estado de Nayarit, en particular

en aquel grupo constituido por quienes forman parte de la comunidad estudiantil de la

Universidad Autónoma de Nayarit2, tomando en consideración los elementos que se

constituyen en orientadores de su comportamiento político (cultura política) e

identificando, en la medida de lo posible, lo relativo al proceso de transmisión de la

denominada cultura política.

Para el logro de dicho objetivo, se iniciara con la identificación de las actividades, practicas

y actitudes características de los jóvenes de la Universidad Autónoma de Nayarit así como

las condiciones en que se desarrolla su actuar político de manera ordinaria. En segundo

lugar, se dará paso al análisis de los conocimientos, valoraciones y racionalidades de los

jóvenes universitarios, mismas que como se ha señalado, consideramos, se constituyen en

elementos motivadores u orientadores de su comportamiento político. Por último, se

analizara en términos por demás sucintos el proceso de socialización política por el que

atraviesan los jóvenes de la Universidad Autónoma de Nayarit procurando identificar los

medios privilegiados en la transmisión de la cultura política.

Pinceladas en torno a la participación política de los jóvenes universitarios

Aun y cuando no existe un acuerdo total entre los especialistas del sistema político

mexicano respecto del punto de quiebre, transformación y giro del sistema hacia el modelo

democrático3, la mayoría de ellos reconocen que los últimos treinta y cinco años

4 nuestro

país ha atravesado por una serie de transformaciones de orden diverso que de forma

paulatina han ido modificado el rostro político de la sociedad mexicana.

2 La decisión respecto de centrar la mirada en la participación, cultura y socialización políticas de los jóvenes universitarios del estado de

Nayarit, obedece a dos cuestiones fundamentales: en principio, a la importancia que, cuando menos en el discurso, les es otorgada a los

jóvenes al considerárseles como actores estratégicos y piezas claves del desarrollo económico, político, social y cultural de las diversas sociedades; en segundo lugar, a la situación de relativa ventaja que guardan respecto de otros grupos sociales, pues se constituyen en elite

cuyo acceso a la información, formación y conocimiento les ubica en una posición mucho más favorable que la del resto de la sociedad. 3 El proceso de transformación del sistema político mexicano comenzó a ser latente cuando el esquema tradicional de gobierno comenzó a entrar en crisis y cuando muchos de los principios y reglas que lo sustentaron, durante varias décadas, comenzaron a colapsarse: el

poder, centralidad y autoridad del presidente de la republica comenzó a ser cuestionada; el predominio del partido hegemónico decreció

al tiempo que emergía un sistema de partidos real, competitivo y relativamente plural, que día a día ganaba adeptos entre los distintos sectores de la sociedad; los arreglos establecidos entre el partido hegemónico y determinados sectores de la sociedad se modificaron de

forma marcada; y las clases media y baja, las cuales habían sustentado por décadas al régimen comenzaron a mostrar su inconformidad ante una política social que los sumía en el olvido, la marginación y el rechazo. 4 La década de los años ochenta se constituye, para muchos especialistas, como el punto de partida para las mayores transformaciones del

sistema político mexicano entre otras cosas debido a que es en este momento en que se desarrollan tanto el proceso de liberalización económica, que derivara en la transformación del modelo económico regente en nuestro país, como el proceso de liberalización política,

el cual tendrá repercusiones a nivel de la constitución, organización y funcionamiento del Estado.

Page 3: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

3

Algunas de las principales transformaciones experimentadas por el sistema político, durante

el desarrollo de su proceso de transición política5 han sido: primero, la paulatina pero

efectiva descentralización de los procesos, procedimientos, instituciones, leyes y reglas

político electorales; segundo, la emergencia y paulatina consolidación de un sistema

electoral6 y de partidos real, funcional, competitivo, plural y relativamente abierto

7; tercero,

la modificación y mejora de las instituciones políticas existentes; cuarto, el nacimiento,

posterior consolidación y permanente perfeccionamiento de instituciones, leyes, códigos y

procedimientos político electorales, tendientes a garantizar el proceso de democratización8

de nuestro país; quinto, el desarrollo de un proceso de relativa ciudadanización de la

política a todos sus niveles; y por ultimo en términos generales, el progresivo

perfeccionamiento de los procesos de competencia por el poder político.

Desafortunadamente la década de los ochenta no sólo trajo consigo, a nuestro país y el resto

del continente, la instauración de procesos democratizadores y con ello numerosas

transformaciones de orden político, también se caracterizo por el desarrollo de numerosas

transformaciones de orden económico, con severos y negativos impactos en el ingreso, el

empleo y el consumo, los cuales incidieron de forma importante en la agudización de

procesos tales como la migración, la pobreza, la marginación, etc., (Mora y Escobar, 2008)

e impactaron de forma directa a los diversos sectores de la población, en particular aquellos

en situación de vulnerabilidad, como los niños, jóvenes, ancianos, mujeres, indígenas, etc9.

(Canclini; 2010).

5 Numerosos autores (Linz, 1987; O' Donnell y Schmitter, 1988; Morlino, 1985) coinciden en identificar a las transiciones políticas como los intersticios entre un régimen político y otro, aquellos espacios en los cuales se hace presente el cuestionamiento, la ausencia de

consenso y la lucha por la definición y establecimiento de nuevos arreglos institucionales, legales, procedimentales e incluso

comportamentales políticos; las reglas, ordenamientos y patrones que determinan las formas y canales de acceso al poder político; los recursos y estrategias definidos para la competencia por el poder y las características requeridas a quienes buscan ser parte de dicha

competencia. 6 En el caso de México, la coyuntura electoral de 1988 marcó el inicio de un proceso de cambio político en el país, centradp en la transformación de las instituciones electorales. El ciclo de reformas de la década de los noventa (1990, 1994, 1996) permitió desmontar

un sistema electoral carente de autonomía y controlado por el gobierno y el partido de Estado, para reemplazarlo por uno autónomo del

gobierno y de los partidos políticos, basado en una estructura permanente de funcionarios especializados. Este nuevo sistema electoral estableció nuevas reglas que garantizaron condiciones de competencia política entre los partidos. (Lujan y Villanueva, 2007) 7 Las elecciones de 1988 se constituirían como el parte aguas en las posteriores transformaciones políticas y fundamentalmente en la

democratización política del país, significaría el punto de quiebra del sistema político que durante décadas habría de constituirse como el ordenador de la vida pública, pues como nunca antes presenciaba; el desarrollo de una oposición política alternativa y real, la

participación, concientización y movilización social en el ámbito de la política, y el fin de la hegemonía del partido de Estado. 8 La democratización política se refiere al proceso de establecer o extender las instituciones que definen un régimen democrático. Puede tomar la forma de fundación de un nuevo régimen o de recuperación de la democracia que, de alguna manera, existió con anterioridad a

un régimen autoritario o a una dictadura (Garretón, 1995). 9 Algunos autores (Jaramillo, Gutierrez y Gafaró, 2010) sugieren uno de los problemas centrales que enfrentan los jóvenes

latinoamericanos, y que quizás sea determinante a la hora de que estos definan su disposición a participar, o no, en escenarios políticos,

es la cantidad de dificultades sociopolíticas que se presentan en los países latinoamericanos, e impactan de forma marcada a los jobees y los grupos vulnerables, pues la necesidad inmediata radica en la supervivencia, en tener un empleo que permita sortear esta necesidad

días tras día.

Page 4: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

4

El conjunto de transformaciones acaecidas en nuestro país, durante las últimas décadas, ha

ido modificando el rostro de la sociedad mexicana de manera importante, configurando un

nuevo escenario para el desempeño de las interacciones políticas entres los miembros de la

sociedad, motivando el desarrollo de nuevas actividades, actitudes y prácticas políticas así

como la emergencia de nuevos e inéditos actores en el desempeño de la política.

Sin embargo, a pesar de que las transformaciones políticas antes descritas (institucionales,

legales, procedimentales y axiológicas) suponen un notorio avance en el proceso de

democratización de nuestro país, el hecho de que este se haya desarrollado a la par de

procesos socioeconómicos adversos como la pobreza y la exclusión hacen que la

consolidación del mismo enfrente una complicada situación paradójica, a saber, el

debilitamiento del apoyo a la democracia (Inglehart, 2003 Offe, 2000 Putnam, 1995), un

régimen político fundado en la participación activa de los ciudadanos que se traduce ante

todo en actitudes de desencanto, apatía, desconfianza, desafección, alejamiento, y rechazo

de los procesos, la leyes y las instituciones políticas democráticas (Bahuman, 2006; Beck,

2002; Lipovetsky, 2002; Torcal, 2001), y que se reflejan de forma inmediata en la ausencia

de participación política / ciudadana10

.

Como señala José del Tronco (2012), los procesos de democratización latinoamericanos, de

las últimas tres décadas han puesto en la mesa de discusión la temática de la representación

política y su vínculo con la confianza ciudadana en las instituciones políticas, pues entre la

mayoría de los latinoamericanos, con las relativas diferencias entre países, existen

sentimientos generalizados de alienación y cinismo respecto de la política y lo político.

Lo antes descrito se convierte en uno de los peores males de la democracia, puesto que

complica no solo el destino de su consolidación sino el del propio sistema democrático.

Para algunos autores este fenómeno pone en entredicho el correcto funcionamiento y la

buena salud del proceso democrático (Held, 1987) puesto que: evidencia falta de

legitimidad del sistema político ante la ciudadanía (Salisbury, 1975); reduce la posibilidad

ciudadana de ejercer control sobre las elites políticas y el gobierno (Parry, 1972), y con ello

protegerse ante la comisión de acciones arbitrarias en su contra o sesgos en el desempeño

de políticas públicas en favor de algunos grupos (Walker, 1966; Burnham, 1982); y

10 (…) la participación se constituyen en el vehículo que posibilita la comunicación entre el Estado y la sociedad civil para la construcción de lo público, aclarando que en este acercamiento los intereses que se fundamentan en el bien general entran en

contradicción con los intereses privados. (…) Hablar de la participación política ciudadana nos remite necesariamente a la noción de

democracia, pues ésta es su fundamento, en tanto existe un reconocimiento pleno de la libertad de los sujetos para que tomen decisiones concretas y, así, ser participes de la construcción de lo público, desde la configuración de partidos políticos, la construcción de sindicatos,

la libertad de prensa, la elección de sus representantes, la conformación de colectivos de resistencia civil, etc. (…). (Botero, 2008)

Page 5: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

5

finalmente, disminuye el potencial de la responsabilidad ética y cívica de los ciudadanos

(Thompson, 1970).

Pinceladas en torno a la participación política de los jóvenes universitarios en la UAN

De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral, los niveles de participación ciudadana en

México registran una seria tendencia a la baja, dado que las tasas de participación

registradas durante la última elección presidencial (63%) se encuentran muy por debajo a

los niveles registrados en las elecciones de 1994 (77.16%) en las cuales se alcanzo el

máximo histórico (SICEEF- RESELEC). Un hecho resulta preocupante si consideramos

que mientras en el resto países de la región los niveles de participación han ido

incrementándose paulatinamente en nuestro país estos han ido en declive y nos posicionan

por debajo del promedio latinoamericano.

NIVELES DE PARTICIPACIÓN ELECTORAL EN MÉXICO 1991 - 20012

Respecto a lo anterior, un dato interesante derivado del Estudio Censal de Participación

Ciudadana en las Elecciones de 2012 (IFE, 2013) muestra que en términos participación

existen notables diferencias entre los grupos de edad puesto que mientras los niveles más

altos de participación son alcanzador por la población que se ubica en el rango de edad de

40 a 79 años (con porcentajes que van del 67 al 74%), los niveles más bajos los ostentan

aquellos ubicados en el rango de entre 20 y 29 años (con alrededor del 53%) y los de más

de 80 (con apenas un 49%). Es decir, lo que los datos en su conjunto nos muestran es que si

bien la tendencia a la reducción en la participación electoral es una constante a nivel

nacional esta se profundiza en el sector joven de la población de manera preocupante.

0%

20%

40%

60%

80%

100%

1991 1994 1997 2000 2003 2006 2009 2012

Page 6: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

6

PARTICIPACIÓN ELECTORAL POR GRUPOS DE EDAD 2012

Al analizar estos datos a la luz de los datos ofrecidos por la última Encuesta de Cultura

Política (ENCUP 2012) todo cobra sentido: en principio, observamos que para poco más

del 70% de los jóvenes encuestados la política interesa poco o nada; en segundo lugar, que

la actitud predominante entre los encuestados es de apatía y desinterés respecto de la

política, puesto que cuando alguien está conversando de política 14% deja de poner

atención, 35% escucha, pero no discute, 20% a veces da su opinión y solo 30% participa en

la discusión; tercero, que entre los jóvenes la ciudadanía es entendida como un proceso de

asignación de derechos y obligaciones 64% más que una condición de adscripción,

membrecía o estatus 36%; que en términos de filiación partidista cerca del 30% dice no

estar adscrito a ningún partido y la población restante presenta un configuración, que

aunque con predominio del PRI, resulta ser bastante plural; y quinto, que comienza a ganar

terreno entre los encuestados la idea de la participación comunitaria como medio para la

resolución de los problemas públicos, aunque aun no llega a ser determinante.

En el caso de los datos derivados de la Encuesta Nacional de Valores de Juventud (ENVJ

2012), los resultados no distaron muchos de los arrojados por la ENCUP: en primer lugar,

se observo que al igual que en la primer encuesta en elevado porcentaje de encuestados

90% indico estar poco o nada interesado en la política; en segundo lugar, la falta de interés

en la política parece derivar en este caso de la idea de que los políticos son deshonestos,

indiferencia o falta de comprensión de la política; y tercero, más de la mitad de los jóvenes

consideran que las principales razones para participar en política son la obligatoriedad o la

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

18 a 19 20 a 29 30 a 39 40 a 49 50 a 59 60 a 69 70 a 79 80 y mas

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7

obtención de algún beneficio, es decir no se percibe como una actividad pública voluntaria

y desinteresada.

En el caso de la última Encuesta Nacional de la juventud (ENJUVE 2010) pudimos

observar: primero, la mayoría de los jóvenes 70% jamás ha participado en un organización,

asociación, equipo o grupo, las razones aducidas a este hecho son falta de interés, tiempo,

oportunidad o creer que sirva de algo; segundo, tan solo 20% de los jóvenes participan

actualmente en algún tipo de organización, la mayoría de ellas deportivas, estudiantiles y

religiosas; tercero, cerca del 80% declaro jamás haber participado en actividades tendientes

a la mejora de su comunidad y cerca del 80% no considera necesarios a los partidos

políticos para el correcto funcionamiento de la democracia; tercero, en su mayoría 60%, los

jóvenes encuestados dijeron no informarse sobre cuestiones políticas o publicas, a cerca del

90% no les interesa la política, por indiferencia, por que los aburre o por que la consideran

una actividad deshonesta; y cuarto, en proporciones superiores al 60% los jóvenes

encuestados dijeron estar de acuerdo con votar, pagar impuestos, obedecer las leyes y

respetar gente con opiniones diferentes y en menor medida 40% dijo estar de acuerdo con

formar parte del ejercito o participar en asociaciones de carácter público.

Ahora bien, en el caso que nos compete, el estado de Nayarit no escapa de esta dinámica

nacional en torno a la participación política juvenil y observamos al igual que en el resto

del país se hacen presentes hechos tales como:

◦ Poco y casi nulo interés hacia la política que se traduce en:

◦ Actitudes hacia la política de desapego, rechazo y critica

◦ Reducida participación en procesos políticos formales (elecciones).

◦ Reducida participación en actividades políticas institucionales (mítines,

marchas, movilizaciones partidistas).

◦ Reducida participación en instituciones políticas formales (partidos

políticos)

◦ Reducida participación en actividades políticas no institucionalizadas.

◦ Reducida participación en asociaciones, organizaciones y grupos de la

sociedad civil.

◦ Existe una valoración positiva de la democracia, las elección y las leyes.

Page 8: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

8

◦ En la mayoría de los casos las elecciones son concebidas como el medio

primordial y privilegiado para el ejercicio de la participación política.

Sin embargo una de las cuestiones que llaman poderosamente la atención cuando se revisan

los datos de la ENJUVE 2005 - aplicada en el estado de Nayarit en 2009- y la ENCUP

2012, es que para el caso de Nayarit se observan altos niveles de filiación e identificación

partidista entre los jóvenes; en el caso de la primer encuesta se observo que el 50% de los

encuestados indico sentir identificado con alguno de los partidos políticos registrados (PRI,

PAN, PRD, PVEM, otros); mientras que en el caso de la segunda encuesta solo el 12% dijo

no identificarse con ningún partido, mientras el 88% restante indico identificarse con algún

partido, siendo el PRI el que concentro la mayor proporción de encuestados 60%.

A partir de estos datos es que se decidió llevar la observación de la participación política de

los jóvenes al interior de las universidades, por tres cuestiones, fundamentalmente: en

principio, por que los datos indican que el sector de la población que más alejado se

encuentra de los procesos políticos formales (como lo son las elecciones) son aquellos que

se encuentran en condiciones de estar estudiando una licenciatura11

e incluso un posgrado,

es decir, jóvenes entre 20 y 29 años de edad; en segundo lugar, porque consideramos que

del total de jóvenes en el país12

este grupo, los estudiantes universitarios, son los que se

encuentran en una posición privilegiada en relación al resto, pues se encuentran en

posesión, o así debería ser, de mayor nivel de información, formación y conocimiento,

cuestión que deberá tener un impacto directo en sus ejercicios políticos; finalmente, porque

de acuerdo con especialistas en participación política el ejercicio de la misma se encuentra

condicionado en medida importante por el conocimiento que los participantes tienen de el

régimen político, el gobierno y la comunidad política, cuestión que suponemos, tienen en

cierta medida los jóvenes que alcanzan este nivel de formación particular (universitaria).

Lo anterior, oriento nuestra mirada hacia los jóvenes universitarios de la UAN de los cuales

identificamos los rasgos generales de su participación al interior de la institución lo cual

nos permitió delinear, inicialmente, tres perfiles de participación los cuales se describen a

continuación.

11 De acuerdo con los datos del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013 - 2018, la matricula de educación superior asciende 3`371,577 millones de estudiantes, los cuales representan cerca del 3% de la población total en el país, 10% del total de la población estudiantil y

15% del total de población joven de entre 15 y 29 años de edad en México. 12 De acuerdo con datos del último Censo de Población y Vivienda (2010 ) del Instituto Nacional de Estadistica y Geografía INEGI, la población de entre 15 y 29 años en México asciende a 20.9 millones, de los cuales 11 millones son adolecentes de entre 15 y 19 años y

19.9 millones son adultos jóvenes de entre 20 y 29 años.

Page 9: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

9

Pudimos notar que entre los jóvenes de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), es

posible identificar tres perfiles de participación política; el primero de ellos al que puede

denominarse como el estudiante desafecto, apático y desinteresado de la política; un

segundo tipo de joven, activos y participativo, preocupados por participar e incidir en las

cuestiones de orden público desde la formalidad y la institucionalidad; y finalmente un

tercer tipo de joven, activos y participativos preocupados por participar e incidir en las

cuestiones publicas pero desde ámbitos no formales, no convencionales y no

institucionalizados.

El primero de los perfiles lo definimos como un tipo de joven universitario desafecto,

apático y desinteresado en la política el cual constituye la mayoría de la población

universitaria; son jóvenes que se muestran desinteresados en las cuestiones políticas y

publicas y desarrollan su vida universitaria en términos netamente académicos; su mayor

preocupación se centra en las prácticas cotidianas, los requerimientos y las necesidades

propias del estudiante, a veces indispuesto a participar en las cuestiones básicas de

organización interna en el aula pero, eso si, dispuesto a involucrarse en las actividades de

orden cultural, deportivo, de recreación y esparcimiento; son jóvenes que no parecen estar

interesados, como han venido mostrando los datos, en las temáticas ni las cuestiones

políticas y publicas, puesto que las consideran ajenas, lejanas, incomprensibles y en

muchos de los casos deshonestas de las cuales es mejor estar alejados.

El segundo perfil es un tipo de joven, activo y participativo, que ejerce su practica desde la

formalidad y la institucionalidad, aun y cuando es un espécimen menos común en la

universidad es uno de los más llamativos puesto que para ejercer su participación dependen

de la Federación de Estudiantes de la Universidad Autónoma de Nayarit (FEUAN) o de

algún partido político, en especial el PRI: Su organización y consecuente participación se

da a partir de la conformación de los llamados comités estudiantiles, los cuales se integran a

partir de procesos de competencia por la representación estudiantil mismos que son

organizados y coordinados por la FEUAN y avalados por el Instituto Estatal Electoral de

Nayarit (IEEN); su movilización y participación aunque activa es definida por la

Federación de Estudiantes, puesto que es esta organización la que define la agenda de

participación y los fines de la misma; muchos de los jóvenes que participan a través de esta

vía, lo hacen porque existe un compromiso signado entre ellos y la Federación, ya sea

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10

porque su ingreso a la universidad se hizo a través del “Programa de Apoyo Adicional13

” o

porque son beneficiarios de algunas de las becas institucionales (escasos recursos, madres

solteras, etc.) o programas como el (DELFÍN, INTERCULTURALIDAD, Etc.) de los

cuales la FEUAN es más que “gestora”, distribuidora institucional de los mismos; otros

estudiantes mas, participan a través de estas vías, porque consideran a la Federación de

estudiantes como una oportunidad seria de empleo y como un mecanismo privilegiado para

iniciar su carrera política de manera efectiva14

.

Por su parte el tercer tipo de joven aquel activo y participativo que opta por las vías no

convencionales, formales ni institucionales, es en efecto el más reducido, pero quizás a su

interior es el más plural: son jóvenes interesados en los asuntos políticos, sociales,

económicos, ambientales y culturales, que se informan y construyen sus propias opiniones

mediante los conocimientos que han adquiridos en sus distintos ámbitos de desempeño

social y personal; manifiestan rechazo a la política formal, por considerarla insuficiente,

adoptando formas alternas a este tipo de participación política, marchas, reuniones,

asambleas, pintas, manifestaciones, etc.; son jóvenes que en lugar de alejarse por completo

de la esfera política, deciden organizarse para injerir en la misma por medios distintos a los

establecidos institucionalmente (grupos, colectivos, asociaciones); por lo general

desempeñan una activa vida política al exterior de la universidad, y por lo general también

lo hacen en grupos de diversa naturaleza (los mismos jóvenes en distintos grupos).

Como se puede notar al igual que en los datos ofrecidos por las encuestas, los derivados del

análisis de las prácticas políticas de los jóvenes al interior de la universidad arrojan

elementos comunes.

13 El Programa de Apoyo Adicional, tiene como objetivo dar la oportunidad de ingresar a la Universidad a aquellos jóvenes que no

fueron aceptados en el proceso de selección ordinario, pero que se mantuvieron cercanos a la puntuación requerida para dicho fin. El

programa consiste entre otras cosas en abrir espacios adicionales, a los programados con base en las capacidades de infraestructura y personal de la institución, en los programas de licenciatura de la universidad. En los casos de licenciaturas con bajo nivel de demanda el

Programa de Apoyo Adicional llega a incorporar una matricula extraordinaria igual o superior a la que ingreso en tiempo y forma. 14 “Al exterior y al interior se ha convertido en una agencia de empleos, como lo demuestra los puestos y posiciones políticas que ostentan todos y cada uno de los ex presidentes de la FEUAN (…) así como ex presidentes de escuelas superiores. Todos ellos al interior

ostentan tiempos completos como docentes sin haber concursado por las plazas ni tener mérito académico ninguno. Algunos ejemplos: El

secretario general, el secretario de docencia con sus respectivas direcciones y áreas, el director de servicio social y becas, el director de deportes, el director de turismo, el director de leyes, el jefe de servicio social en medicina quien además es el jefe de jurisdicción sanitaria

No. 1 de la SSN y tiempo completo en la misma escuela. Todos ellos ex lideres estudiantiles. Hacia el exterior: Héctor López Santiago,

ex coordinador de fortalecimiento municipal, ex diputado y ex presidente municipal de Compostela, también con tiempo completo en la UAN, Daniel Maldonado Félix, titular del COCYTEN con tiempo completo en la UAN, Julio Mondragón Peña tiempo completo en la

UAN, ex diputado y funcionario menor en el gobierno, Felipe Sánchez Villegas (Qepd) tiempo completo, funcionario a cargo de la casa Fenelón y presidente de los hoteleros del sur de Nayarit(…) Salvo algunas excepciones (como el actual director de leyes Humberto

Lomelí) la gran mayoría, sobre todo los ex presidentes de la Federación, ni siquiera tuvieron tiempo de asistir a clases por el desempeño

de su función (visitas a escuelas, actos públicos internos de la UAN y externos del PRI (Campañas electorales) y del gobierno) sin embargo todos ellos aparecieron con excelentes calificaciones al término de su carrera e inmediatamente se les otorgaron plazas de

tiempo completo.” (Gónzalez, 2014)

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11

Al igual que en las encuestas, los jóvenes universitarios de la UAN se caracterizan por ser

sujetos cargados de desafección, delinteres, rechazo y apatía hacia la política, en su

mayoría se abstienen de participar y procuran mantenerse al margen de actividades de

carácter político o publico.

Existe número menor de estudiantes que desarrolla actividades y prácticas de carácter

político a través de medios institucionales y formales, pero por lo general realizan las

mismas por la aspiración a cubrir intereses secundarios, sea bien trabajo, carrera política o

posiciones en el gobierno, o por que dicha participación esta condiciona la obtención de

beneficios y prebendas.

En mucho menor medida se observa un grupo de estudiantes que manifiesta interés en

cuestiones públicas y políticas y lo hace a través de vías no convencionales, formales o

institucionalizadas. Orientan su práctica a actividades de carácter ambiental, comunitario o

especifico y para ello utilizan medios como las asociaciones civiles y no gubernamentales,

los colectivos y los grupos de presión.

En suma, estos son los rasgos que delinean la participación política de los jóvenes, y en

particular, de los jóvenes universitarios y son los que, a su vez, dan cuenta de: sea bien una

especie de deterioro de las democracias representativas contemporáneas, de los canales y

mecanismos que tradicionalmente emplean para establecer vínculos de interacción y

comunicación entre la ciudadanía y el Estado; o bien, que mas que una erosión o deterioro

de los tradicionales mecanismos de comunicación, a lo que atendemos es a una redefinición

y emergencia de nuevas y diversas vías, mecanismos, canales y dispositivos de

comunicación política (Norris, 2002). En cualquiera de los casos, lo cierto es que nos

encontramos en un escenario inédito y preocupante que urge para su comprensión la

búsqueda de explicaciones plausibles.

Cultura Política de los jóvenes universitarios en la UAN

Uno de los esfuerzos más connotados, solo uno, para la comprensión del fenómeno que

hasta este punto hemos venido planteando ha sido esbozado desde la perspectiva

culturalista. De acuerdo con esta perspectiva de análisis, el comportamiento político que

hemos venido planteando como rasgo distintivo de las democracias representativas

contemporáneas y del cual los jóvenes, y en particular los jóvenes universitarios, son los

mejores exponentes, puede ser explicado a partir de la identificación de los valores políticos

de los sujetos, el conocimiento de los individuos sobre la política, los sentimientos de

Page 12: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

12

afecto o rechazo hacia las acciones, actores e instituciones políticas desempeño de los

actores e instituciones políticas, las opiniones acerca de los objetos de la política, así como

del apego y respeto a las leyes, puesto que estos se constituyen en orientadores de la acción

política de los sujetos.

En nuestro caso, decidimos efectuar una primer aproximación a la cultura política de los

jóvenes universitarios al interior de la Universidad Autónoma de Nayarit y para ello

hicimos uso del instrumento “Encuesta cultura política y valores entre los estudiantes de la

Universidad Autónoma de Nayarit”, diseñado en el marco de la RED Temática

internacional Cultura Política y Democracia y aplicado entre los meses de octubre -

noviembre 2014. Cabe aclarar, que es la primera experiencia sistemática de investigación y

aproximación a la cultura política y por tanto el análisis de los datos puede resultar

eminentemente descriptivo.

Una de las primeras cuestiones que pudimos observar a partir de los datos arrojados por la

encuesta de cultura política en la universidad es el relativo al interés en la política, el cual,

en concordancia con los datos observados en las encuestas previas muestra a una población

con poco o nulo interés en la política, cerca del 42% dijo estar poco o nada interesado, 41%

dijo estar medianamente interesado y solo el 15% dijo estar muy interesado en la política.

Page 13: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

13

De igual forma, fue posible notar que entre los estudiantes existe poca disposición a

participar de forma activa en actividades de carácter público y político, puesto que la

mayoría de ellos indicó no participar de forma activa en organizaciones sociales 46.67% y

de igual modo la mayoría 56.80% señalo no pertenecer o identificarse con algún partido

político.

Un hecho interesante, observado entre los encuestados, es que la mayoría de ellos

evidenciaron aprobación a las posturas de desacuerdo, oposición y critica al gobierno y las

autoridades, además de considerar como validas y aceptables medidas como; las marchas

(si 41.7% y a veces 44.27%), los mítines políticos (si 20% y a veces 41.87%), la toma de

instalaciones universitarias (está bien 22.40% y a veces está bien 40.33%), plantones (está

bien 27.73 y a veces esta bien 39.47%) toma de instalaciones privadas o edificios públicos

(está bien 15.73% y a veces está bien 40.80%). Llama la atención el hecho de que las

Page 14: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

14

proporciones más significativas de respuesta se concentraron en la opción de respuesta a

veces, es posible afirmar que existe una propensión a acepar como valido el derecho al

disenso.

Otra de las cuestiones que llaman la atención, se relaciona con el hecho de que en su

mayoría los estudiantes platearon una postura de rechazo a la limitación y negación de los

derechos y libertades de las personas. Cuando se les pregunto si consideraban que la pena

de muerte era la solución a crímenes graves, si por sus preferencias sexuales los

homosexuales deberían ser tratados de forma diferente o si la mujer debería dedicarse solo

a las actividades domesticas, la mayoría de los jóvenes (55% en los dos primeros casos y de

poco más del 76% en el tercero) plantearon oposición a tales hechos. Sin embargo, resulta

interesante el hecho de que en los casos de la pena de muerte y la aceptación de personas

homosexuales poco más del 30% haya respondido estar poco desacuerdo y muy

desacuerdo y en el caso de la pregunta respecto de si la mujer debe ocuparse solo de su

casa se alcanzara poco más del 11% entre las respuestas muy de acuerdo y poco acuerdo.

Page 15: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

15

Una cuestión que se vincula con los datos anteriores y que llama fuertemente la atención es

el hecho de que a la hora de cuestionarles a los estudiantes acerca de si creían que la

democracia fuera peligrosa porque puede provocar desordenes si bien la mayoría indicó

estar en desacuerdo (32.80% mucho en desacuerdo y 15.20 poco desacuerdo) una

proporción importante de encuestados dijera estar de acuerdo (13.07% muy de acuerdo, 32.

80% poco de acuerdo). Entre otras cosas lo que estos datos plantean es que existe cierta

disposición entre los jóvenes universitarios a asumir posturas autoritarias, que en ciertos

casos incluso tiendan a la limitación de libertades y derechos democráticos.

La anterior observación puede ser corroborada con los datos derivados de la pregunta en

nuestro país existen personas que piensan con ideas diferentes a las de la mayoría de la

población ¿En tu opinión estas personas deben? Como se puede observar aun y cuando la

mayoría 38.93% contestó pueden tener sus ideas e intentar convences a los demás, el

resto manifestó una postura por demás autoritaria e impositiva al respecto 30.40% señalo

pueden tener sus ideas pero que no intenten convencer a los demás, 10.67% dijo que

deben obedecer la voluntad de la mayoría dejando a lado sus ideas.

Como se puede observar en los resultados derivados de la pregunta ¿el país funcionaria

mejor si fuera gobernado por líderes severos o estrictos? Donde la mayoría de los jóvenes

indicó estar de acuerdo (23.20% muy de acuerdo y 25.87% poco de acuerdo) mientras que

Page 16: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

16

una proporción menor, aunque muy próxima a la anterior, indico estar en desacuerdo

(27.74% muy en desacuerdo y 17.07% poco desacuerdo) las posturas de los estudiantes

presentan una inclinación al desarrollo de prácticas anti democráticas que pueden orientarse

al desarrollo y justificación de prácticas y posturas autoritarias, incluso en el gobierno.

Otra de las cosas que pueden notarse a partir de los datos de la encuesta es que en el caso de

los jóvenes universitarios se observa un fuerte apego a los principios, normas y leyes, pues

por ejemplo al cuestionárseles acerca de si contaban con credencial de elector vigente el

91.47% contesto que si y al cuestionárseles acerca de si las manifestaciones de protesta

estudiantil deben respetar las leyes 67.20% respondió si, y solo 26% dijo que no o que en

ocasiones.

Page 17: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

17

De igual forma, al preguntarles la opinión que tenían respecto del dañar instalaciones

públicas o privadas como media de protesta o presión, la gran mayoría 66.13% considero

reprobable la acción, lo mismo sucedió en el caso de la retención de personas como medida

de protesta o presión pues 62.40% reprobó este acto.

Otra de las cosas que se encontró, es que la mayoría de los estudiantes señalo que a veces

no hay que respetar a las autoridades públicas (16% muy de acuerdo y 32% poco de

acuerdo) y una proporción aun mayor (16% mucho desacuerdo y 38.67% poco

desacuerdo) se manifestó contrario al hecho de que las leyes deban respetarse aun y cuando

estas sean injustas.

COMO APOYAS IMPORTANTES DEMANDAS ESTUDIANTILES

En relación a la anterior observación, apego a la norma y la ley por parte de los estudiantes,

se observó que en la mayoría de los casos cuando se decide apoyar importantes demandas

estudiantiles las proporciones más altas de respuesta se concentraron en las opciones

redactando escritos a autoridades universitarias 32.53% y redactando escritos a

autoridades federales 18.13%, es decir, privilegiando medios legalmente reconocidos e

institucionalizados y no medios que podrían ser considerados como subversivos como los

plantones y mítines 17.87% o la propaganda 9.87%.

Page 18: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

18

Así mismo, se observo que en concordancia al apego y respeto de la ley, la mayoría de los

estudiantes dijo haber emitido su voto en las pasadas elecciones federales (43.47% en todas

y 20.27% en algunas). Destaca el hecho de que una proporción bastante importante de

estudiantes considera el voto como la única forma que tienen de ejercer su participación

43.73%, mientras 46.67% considero lo contrario.

En referencia a la percepción que los estudiantes tienen de su papel en la política, del

gobierno y de la política en general es posible notar que: en el primer caso, aun y cuando la

mayoría de los jóvenes se considera en posibilidad de influir en las acciones de gobierno

45.33% un importante 36% considera que no es así; en el segundo caso, se evidencia una

percepción generalizada entre la gran mayoría respecto a que los funcionarios de gobierno

no se preocupan de las personas que piensan como ellos 67.73% ¿jóvenes quizá?; y en el

tercer caso, una perspectiva dividida en relación al hecho de que la política resulta bastante

compleja al grado que es imposible comprenderla, puesto que 42.40% dijo estar de acuerdo

con dicha afirmación y 44% dijo no estarlo.

Page 19: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

19

Otro de los elementos fundamentales a la hora del análisis de la cultura política es el

vinculado a la confianza que los sujetos manifiestan tener respecto de las instituciones

políticas, las instituciones privadas, las organizaciones sociales, los medios de

comunicación y otros miembros de la sociedad.

Respecto de la confianza que los estudiantes dijeron tener en las instituciones políticas

encontramos datos, que si bien eran esperados, no dejan de resultar interesantes: en primer

lugar observamos que ninguna de las instituciones políticas analizadas registra un

importante nivel de confianza total por parte de los encuestados, pues el nivel más alto lo

registra la mejor valorada jueces y justicia apenas registra 4.27%; las instituciones menos

confiables para los jóvenes son los partidos políticos y los diputados y senadores pues son

los que registran los porcentajes más altos de desconfianza absoluta (44.80% nada,

35.73% nada respectivamente) y parcial (33.87% casi nada, 39.73% casi nada); la

institución mejor valorada fue los jueces, pues obtuvo los siguientes porcentajes (17.80%

nada, 35.53% casi nada y 41.53 hasta cierto punto)

Page 20: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

20

En el caso de las instituciones públicas, sociales y las organizaciones civiles se puede decir

que son de las mejor evaluadas en términos de confianza y los aspectos más relevantes en

torno a estas son los siguientes: primero, la institución social mejor valorada fue la familia

pues la mayoría de los jóvenes dijeron confiar en ella (75.20% totalmente, y 21.5% hasta

cierto punto), seguida por la universidad, las organizaciones estudiantiles, las

organizaciones sociales y la iglesia; en segundo lugar, las instituciones que registraron los

porcentajes mas altos de desconfianza fueron las organizaciones estudiantiles (7.73 nada y

21% casi nada) y la iglesia pues registro 15.53% nada de confianza y 13.87% casi nada

de confianza;

Page 21: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

21

Para el caso de la confianza que los estudiantes dijeron tener en términos interpersonales, es

decir hacia otros sujetos, los datos son bastante interesantes: en primer lugar las personas

en que mas dijeron confiar los universitarios fueron los campesinos (18.13% totalmente ,

60.53% hasta cierto punto) y los obreros (11.73% totalmente, 65.33% hasta cierto punto)

en contra parte las personas en las que menos confianza dijeron tener fueron los

empresarios (20.27% nada, 35.53% casi nada ) y los policías (28% nada, 37.87 casi

nada).

Page 22: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

22

Por último con referencia a los medios de comunicación y la confianza que los jóvenes

dijeron tener en ellos es posible decir lo siguiente: no son los mejor valorados, pues se

encuentran justo debajo de las instituciones políticas con niveles de desconfianza total y

parcial que oscilan entre 47% en el caso del radio y 61% en el caso de la TV; ninguno de

los medios analizados logra obtener un nivel de confianza total superior al 4%; el medio de

comunicación en el que relativamente se confía mas es el Radio con un 45.60%.

En conjunto, los datos antes presentados nos delinean las primeras pinceladas de la cultura

política de los jóvenes de la cultura política de los jóvenes de la Universidad Autónoma de

Nayarit, la cual entre otras cosas evidencia rasgos que de cierta forma dan luz respecto del

comportamiento político apático, desinteresado y desafecto que manifiestan los jóvenes, y

gran parte de la ciudadanía, en las democracias representativas contemporáneas.

Algunos de estos rasgos se definen a continuación:

El primero de los rasgos de la cultura política de los jóvenes de la UAN es la generalizada

falta de interés respecto de la política y los asuntos públicos, un desinterés que se traduce

en una limitada participación y activismo socio político.

Segundo, existe entre la mayoría de estos jóvenes la propensión a aceptar y reconocer como

valido el disenso, las posturas de oposición desacuerdo y critica hacia el gobierno, las

instituciones y los actores políticos, que reconoce como validos y aceptables mecanismos

de presión como las marchas, los mítines políticos, la toma de instalaciones tanto públicas

como privadas.

Tercero, se observan posturas generalizadas de rechazo a la limitación y negación de los

derechos y libertades democráticos de las personas, pero al mismo tiempo se perfila

propensión, entre importantes proporciones de jóvenes, a desarrollar cierta disposición a

asumir y justificar posturas autoritarias y medidas radicales, que en ciertos casos incluso

tiendan a la limitación de libertades y derechos de las personas. En este caso, pareciese

como si dichas posturas se justificaran en la idea eficacia política para la consecución del

orden social.

Cuarto, se evidencia entre los estudiantes un fuerte apego a la norma, los principios y las

leyes, puesto que: ejercen, o dicen ejercer, sus obligaciones ciudadanas básicas;

privilegiando los medios y las medidas legalmente reconocidos e institucionalizados por

encima de los medios y las medidas que podrían ser considerados como subversivos;

rechazan de manera tajante y concluyente se cometan actos que en pro de la protesta y la

Page 23: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

23

lucha coarten libertades, derechos y atenten contra la propiedad pública o privada;

reconocen como necesario y fundamental el respeto a la ley para el correcto

funcionamiento de la sociedad pero consideran valido el desconocimiento de la misma y su

aplicación cuando se ejerce de manera injusta.

Quinto, en proporciones bastante importantes, se observa estudiantes que se perciben como

incapaces de influir en los ejercicios gubernamentales, que consideran que los políticos y el

gobierno, por lo general, no se preocupan por ellos y que consideran a la política como algo

complejo y distante a ellos.

Sexto, se observan jóvenes cuyos niveles de confianza en: las instituciones de carácter

político, en particular partidos políticos, así como en medios de comunicación, en especial

la TV, son bastante bajos; que presentan niveles medios de confianza en instituciones

públicas y organizaciones sociales así como niveles medios de confianza interpersonal; que

expresan los niveles más altos de confianza en la familia y la universidad.

En suma, podemos hablar de un comportamiento político de indiferencia hacia la política y

lo público, de distanciamiento de las instituciones y rechazo de los políticos que se explica

en medida importante en: el escaso prestigio de que gozan las instituciones políticas entre

los jóvenes universitarios y que por desgracia se extiende hacia instituciones de carácter

público y organizaciones sociales, aunque en menor medida; o quizás en, la percepción que

el ciudadano tiene de la política - “cosa” compleja, distante e incomprensible-, de los

políticos y del gobierno -despreocupados y sin interés por la ciudadanía-, y de sí mismos

como parte de la comunidad política -sujetos impotentes e incapaces de influir en las

cuestiones publicas-; o quizás, por la idea que parece emerger entre los estudiantes de la

ineficacia de las instituciones que los lleva por un lado a afirmar los valores y defender los

derechos y las libertades democráticas de las personas, pero por otro lado a asumir posturas

extremas y justificar prácticas autoritarias en pro del orden social.

Una actitud que por lo demás no parece estar enfrentada, ni parece ser critica del régimen,

de sus leyes, valores, normas y principios: desde la cual se reconocen e incluso aprueban el

disenso, la crítica y la oposición pero se prefiere siempre y por encima de cualquier cosa las

vías convencionales antes que las subversivas para llevar a cabo la protesta y la presión; en

la cual el sufragio se reconoce no solo como medio valido para la participación, sino

además, cuando menos en el discurso, se ejerce de manera consistente; y donde se afirma

que la ley, siempre justa, debe imperar.

Page 24: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

24

Ahora bien, un último elemento que consideramos necesario para entender ya no solo las

practicas y comportamiento político de los jóvenes universitarios, sino también, esa

compleja red de valores, actitudes y apegos, los cuales en más de un sentido resultan

contradictorios y ambiguos, es la referida al proceso de adquisición de los conocimientos,

valores y principios políticos desde los cuales se configuran las actitudes, los apegos y las

identidades políticas de los sujetos, es decir, la socialización política.

Pinceladas en torno a la socialización política de los jóvenes universitarios en la UAN

Definida como el proceso en virtud del cual los miembros de un grupo social determinado

adquieren los modelos culturales, definidas y compartidas por dicho grupo, las cuales les

posibilitan a reproducir una serie de actitudes, conductas y comportamientos, social y

moralmente esperados, que funcionalmente son requeridos por el sistema social, la

socialización se ha constituido en uno de los modelos explicativos del comportamiento

social, para las ciencias sociales. (Parsons, 1951; Ritzer, 2002)

Ahora bien, de acuerdo con los postulados de la teoría de la socialización parte importante

de este proceso de transmisión y asimilación de los modelos culturales de los grupos

sociales de adscripción, el cual se desarrolla a lo largo del ciclo vital de los sujetos, se

caracteriza por el desarrollo de un proceso, aún más concreto, uno que se encuentra

vinculado al ámbito de la política, a la transmisión, asimilación de conocimientos, valores,

normas, símbolos y principios políticos y a la reproducción de estos, a partir del desempeño

de una serie de actitudes, conductas, comportamientos y prácticas políticas referidas a un

conjunto de objetos políticos específicos, un proceso que ha sido denominado como

socialización política.

La socialización política, se presenta de este modo como un proceso que se desarrolla a la

par del desarrollo del proceso general de socialización de los sujetos, es concebida como un

proceso especifico de aprendizaje, a partir del cual los sujetos adquieren la serie de los

valores imágenes, conocimientos, símbolos y representaciones de una cultura política que

les permiten que les permiten: crear representaciones del sistema social y político; adquirir

información sobre valores, normas y estructuras de autoridad; adoptar los vínculos de

identificación con los símbolos políticos que son comunes al grupo social al que

pertenecen, desarrollar una identidad política; y sobre la base de lo anterior, estructurar un

conjunto de actitudes y comportamientos que les permiten responder de manera

Page 25: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

25

satisfactoria a los requerimientos funcionales del sistema social y político (Bender, 1967;

Carbonero, 2000; Dawson y Prewitt, 1969; Percheron, 1978).

De acuerdo con los teóricos de la socialización política el proceso de aprendizaje de lo

político se constituye factor crucial para la pervivencia del sistema político, puesto que a

partir de este se hace posible, asegurar su continuidad y sostenimiento, lograr la cohesión,

la creación de concesos, la institucionalización de roles políticos y, en consecuencia,

estabilidad política en la sociedad y resolver los posibles problemas generados en su seno

(Easton y Hess, 1962; Eckstein; 1963; Sigel, 1965). En dicho sentido es un proceso que se

orienta al desarrollo de una serie de disposiciones ciudadanas acerca del las autoridades, el

régimen y la comunidad política y a partir de las cuales, sostiene se hace posible la

persistencia del sistema político (Easton, 1957; Hyman, 1959), un proceso que tiene su

génesis durante las primeras etapas de la vida15

, que se mantiene a lo largo de todo el ciclo

vital de los individuos y que se encuentra condicionado, en medida importante, por las

estructuras sociales puesto que estas se comportan como arquetipos internalizados y

aplicados por los individuos al sistema de autoridad de la sociedad en general. (Campbell,

1960; George: 1956, Lane: 1962, 1948; Le Vine; 1960).

Desde este punto de vista, el proceso referido a la transmisión, adquisición y reproducción

de normas, valores, principios y símbolos políticos, se presenta a lo largo del ciclo vital de

los individuos y, por ende, desarrollado desde una serie de agentes sociales diversos y en

dos momentos diferenciados: primero, durante el desarrollo de las relaciones sociales

primarias, en las cuales podemos situar a; la familia, los grupos de iguales, grupos de

amigos, entre otros, y se caracterizan por ser altamente personalizadas y relativamente

desestructuradas (Dowson y Prewitt, 1969); y segundo, durante el desarrollo de las

relaciones sociales secundarias, en el que pueden ser ubicadas la escuela, los medios de

comunicación, los partidos políticos, los lugares y grupos de trabajo, y se caracterizan por

ser relaciones impersonales y formales (Heinz, Buchanan y Ferguson; 1959, Froman; 1961,

Langton y Karns; 1969, Merelman; 1972, Franklin; 1984).

En este sentido, se considera que los diversos agentes de socialización política desempeñan

roles específicos en la tarea de transmisión de las normas, los valores y los principios

15 De acuerdo con algunos clásicos de la socialización política (Dawson, 1966; Greenstein, 1967; Patrick 1967; Prewitt, Heinz, Zisk,

1967; ) los comportamientos políticos de los adultos, no son más que una elaboración de patrones arraigados en experiencias de la

infancia. Se asume que la socialización política temprana es más “básica” que experiencias de aprendizaje posteriores, puesto que es el periodo de mayor formación de los sujetos, y que los patrones formados como resultado de la socialización infantil permanecen

constantes e invariables. Esta consideración supone que los aprendizajes posteriores se encuentran determinados por experiencias y

aprendizajes primarios.

Page 26: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

26

políticos a los miembros de un determinado grupo social, y que, en consecuencia impactan

de forma diferenciada en el desarrollo de las orientaciones, comportamientos y actitudes en

los individuos respecto al ámbito de la política (Atkin, y Gantz, 1978; Dennis. 1968).

En el sentido de lo antes descrito, el propósito de este último apartado se centro en dar

cuenta del proceso de socialización de los jóvenes de la Universidad Autónoma de Nayarit,

procurando identificar las agencias de socialización implicadas en el proceso de

transmisión y adquisición de lo político y cuál o cuáles de estas resulta ser las más

determinantes en el desempeño de las actitudes, los comportamientos y las practicas de los

universitarios.

Para tal fin se construyó un instrumento de recolección de información mediante el cual se

pretendía conocer el papel, que en el proceso de adquisición de lo político, desempeñaban

seis agencias de socialización fundamentales; familia, escuela, trabajo, amigos, partidos

políticos y los medios de comunicación, debido a que en la mayoría de los estudios sobre

socialización política, estas instancias son consideradas como básicas en el proceso de

aprendizaje de lo político.

Los resultados arrojados por este instrumento nos permitieron observar que para el caso de

los estudiantes universitarios de la UAN, el aprendizaje de lo político se desarrolla como un

continuo a lo largo de su proceso vital que se establece en los distintos espacios que

constituyen su experiencia ordinaria y cotidiana e involucra, en ese sentido, a todas y cada

una de las agencias sociales constitutivas de su vida.

Una de las primeras cuestiones que se pueden notar es que contrario a lo que muchos

autores han venido suponiendo respecto de la crisis de las instituciones sociales

tradicionales en el proceso de constitución de la identidad juvenil16

y por tanto en el

desarrollo de sus procesos constitutivos, en el caso de los jóvenes universitarios de la UAN

agencias de socialización como la familia, la escuela (universidad) y los amigos, en menor

medida el trabajo -por razones que se explicaran más adelante- se presentan como agencias

centrales en su proceso de constitución en agentes políticos.

En relación a los agentes de socialización política primarios, de forma particular la familia,

este fue considerado como el vínculo primario de nuestros jóvenes con la política, ya que

en este ámbito son compartidos, en la mayoría de los casos de manera informal, los

16 Para un número importante de autores, en la actualidad no encontramos en medio de un tiempo de crisis respecto de las instituciones

sociales tradicionales, en el que instituciones la familia, la escuela y el trabajo, han dejado de constituirse en ejes privilegiados de constitución de los sujetos sociales - espacios de preparación y formación para el correcto desempeño de los roles sociales- y en su lugar

se erigen nuevas instancias las cuales asumen un rol prioritario en la conformación de la identidad adulta de los sujetos.

Page 27: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

27

primeros conocimientos, normas, valores y principios políticos que habrán de orientar su

primer acercamiento a la política.

Debido a que las relaciones establecidas al interior de estas instancias sociales se

caracterizan, en esencia, por ser altamente estrechas, personalizadas e informales, se

observa que la transmisión y adquisición de lo político se desarrolla de forma latente, es

decir, mediante una enseñanza no intencional ni explicita y consecuentemente el

aprendizaje de lo político se presenta de forma inconsciente. De esta forma, aunque la

mayoría de los estudiantes reconocieron que en la familia es uno de los espacios donde

menos se dialoga respecto de la política, si reconocen a esta institución como el primer

ejercicio de acercamiento que tuvieron con la misma a través de la observación de las

experiencias, practicas, identificaciones y relaciones de los padres, tíos, abuelos y en

algunos casos hermanos, con los partidos políticos, los políticos y las instituciones

gubernamentales.

La familia de esta manera, aparece en el discurso de los jóvenes como una institución social

en la que da inicio al proceso de aprendizaje de lo político, pues es ahí donde se comparten

los primeros saberes y se constituyen las primeras orientaciones y disposiciones básicas

hacia el ámbito de la política, como pueden ser la identificación partidaria, al menos en sus

primeras manifestaciones, la participación política y ciertas consideraciones respecto al

ejercicio de la política.

Otra de las agencias de socialización primaria analizadas es la referida a los grupos de

amigos, al respecto encontramos que es un ámbito donde lo político, también, emerge de

forma inconsciente y en algunos casos hasta imperceptible, puesto que, las ocasiones en

que esto sucede de manera intencional y consiente son demasiado reducidas.

Para un reducido número de estudiantes las reuniones, charlas y discusiones con los amigos

se comportan como ámbitos poco usuales para informarse de la política o para discutir

acerca de cuestiones públicas, sin embargo, si son espacios en los que se hacen presentes

posicionamientos, orientaciones e identificaciones respecto de la política, los actores

políticos, las instituciones y valores. En ese sentido, los grupos de amigos son espacios

donde la político no se comparte, se difunde o se enseña, pero si son espacios donde de

manera permanente la política se expresa de manera práctica.

Con relación a los agentes de socialización política secundarios, entre los cuales destaca de

manera privilegiada la escuela y particularmente la universidad, se identifico que está funge

Page 28: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

28

como filtro a partir del cual los jóvenes, luego de previa identificación de los elementos

básicos del sistema político, interpretan y perciben los fenómenos políticos y a partir de

los cuales se desarrollan comportamientos y conductas políticas concretas, aunque en

reducidos casos de identificación e identidad partidista.

De acuerdo con lo anterior la escuela, y de forma muy particular la universidad, se

constituye en la instancia que proporciona información que permite a los jóvenes reforzar o

transformar los conocimiento e información que de la política han obtenido de agentes de

socialización primarios. Para la mayoría de los estudiantes la universidad no aparece como

medio de formación política ni como espacio de discusión política, apreciación que varía de

forma importante de licenciatura y de área de conocimiento, sin embargo, si aparece como

espacio de expresión y manifestación de prácticas y comportamientos políticos diversos.

Un espacio que en las práctica se encuentra dominado y limitado por los valores, los

principios, las actitudes y las prácticas definidas y defendidas por la “elite política

universitaria” (FEUAN), hecho por el cual muchos de los estudiantes prefieren mantenerse

al margen de la política. Pero también, espacio en el cual a fuerza de resistencia y

subversión emergen expresiones políticas alternas que brindan para muchos un espectro

nuevo de valores, los principios, las actitudes y las prácticas distintas a las convenidas por

la “elite política universitaria”.

Para un número importante de jóvenes la proximidad con lo político no se da en las aulas,

donde quizás lo más que se hace es identificar, en reducidos casos, conocimientos,

conceptos y valores, del sistema político vigente, sino en las explanadas, los pasillos, los

jardines y hasta los baños, es una aproximación y aprendizaje de lo político que por no ser

intencionado ni estructurado es, en la mayoría de los casos, perdido de vista. En dicho

sentido, en la universidad son transmitidos, de manera intencional, no sólo los

conocimientos referidos al sistema político, los valores y las actitudes socialmente son

aceptadas y requeridas, sino también, de forma no intencional, aquellas que se constituyen

en posicionamientos contrarios y críticos al sistema político vigente.

Otro agente de socialización secundario analizado son los partidos políticos, respecto de los

que hay que decir en realidad muy poco, como se pudo notar en los apartados anteriores, la

mayoría de los jóvenes no se encuentra afiliado a ningún partido político, las

aproximaciones con estos son muy reducidas y en la mayoría de los casos son

aproximaciones que prefieren evitar. El reducido número de jóvenes que declaro estar

Page 29: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

29

afiliado o identificarse con algún partido político (sobre todo con alguno de los tres partidos

mayoritarios en el estado) coincido ser el joven que se encuentra incorporado de forma

activa a la “elite política universitaria” FEUAN o bien que se encuentra incorporado a

asociaciones, organizaciones o colectivos de carácter civil.

En el caso de estos jóvenes, que en principio no representan la totalidad de los jóvenes

universitarios, se logro observar que el partido político se presenta como: un espacio donde

se discute, aprende y reflexiona sobre cuestiones políticas de manera intencionada y

consiente; donde se adquieren y desarrollan conocimientos que les permiten a los jóvenes

integrarse de forma adecuada al partido (historia, principios y fundamentos del partido) y

de ser posible incorporarse de forma posterior a procesos de competencia por el poder

político (campañas, imagen, oratoria, debate); donde se adquieren elementos que permiten

configurar una identidad y una consecuente diferenciación política.

En casi todos los casos, el vinculo con los partidos políticos ha estado mediado por la

primer aproximación de los jóvenes con la política, es decir, por los aprendizajes obtenidos

en la edad temprana a partir del proceso de socialización política en la familia, pues a decir

de muchos de ellos, es ahí donde se despertó interés y simpatía por la política y los partidos

políticos. En este caso, los partidos políticos se comportan de forma por demás precisa

como espacios donde los primeros aprendizajes de los jóvenes sufren una transformación,

sea bien para corroborarse y enriquecerse o bien para entrar en crisis y modificarse o

erradicarse.

En el caso de los medios de comunicación los cuales se constituyen en una de las agencias

de socialización, en la cual actualmente muchos autores centra la atención debido a que la

consideran como la agencia que ha venido a desplazar a agencias tradicionales debido a la

supuesta crisis por la que atraviesan estas, pudimos notar que las observaciones que se

hacen de estas pueden ser en más de una sentido engañosas debido a lo siguiente.

Si bien es cierto el papel que desempeñan los medios de comunicación en la vida de los

jóvenes es contundente puesto que parte importante de su vida transcurre a partir de estos

(sobre todo en el caso de las generaciones más jóvenes las denominadas y - z) y son los

ámbitos usuales de acceso a información y “conocimiento”, incluidos los políticos, resulta

también que son estas instancias en las que, como su pudo notar en el apartado anterior,

menor confianza tienen los jóvenes y a las que menor validez otorgan en cuanto a su

información.

Page 30: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

30

En el sentido de lo anterior, observamos que para la mayoría de los jóvenes los medios

usuales de acceso a información política son la Televisión y el Internet y se comportan

como una agencia reproductora de la información que permite conocer: cómo es que opera

la política, quienes son sus actores y cómo funciona el gobierno; cuales son los cambios y

las variaciones que se experimentan en la política y en sus valores; modelos de conducta

diversos, muchas de las veces incluso no relativos al sistema político vigente, pero los

cuales pueden incidir en los patrones de comportamiento de los sujetos.

Se presentan, en dicho sentido, como agencias de de transmisión informal de normas,

valores y expectativas de comportamiento establecidas para roles y situaciones concretas,

sin embargo, sus efectos parecen estar mediados por los resultados de la socialización

política que se presenta sobre todo en la familia, la escuela y los otras agencias encargadas

de la socialización política implicadas.

Por último en lo referente a la agencia de socialización secundaria, trabajo, la información

recabada fue prácticamente nula, pues en su mayoría nuestros jóvenes dijeron dedicarse a la

actividad escolar y no trabajan.

Como se pudo notar, los resultados muestran un panorama bastante atractivo: en primer

lugar, observamos que las agencias de socialización en las que de manera explícita se

obtiene información y conocimiento son los medios de comunicación (en particular tv e

internet) y partidos políticos (aunque solo con una pequeña proporción de universitarios) y

aquellas agencias en los que eso ocurre con menor frecuencia son la familia y la escuela

(en ambos casos de manera generalizada); segundo, que contrario a lo que la anterior

información nos podría hacer suponer, nos son los ámbitos donde más proximidad

declarada con la política hay donde se adquieren los mayores aprendizajes, sino por el

contrario donde la hay menos, es decir la familia y la escuela; tercero, las agencias que

mayor incidencia tienen sobre el proceso de constitución del imaginario político de los

jóvenes universitarios son las antes citadas.

Llama la atención el hecho de que en la mayoría de los casos, los universitarios reconozcan

que los aprendizajes políticos desarrollados a lo largo de la primera etapa de vida son los

que mayor trascendencia tienen en el desarrollo de sus procesos de aprendizaje político

posteriores, puesto que fungen como ejes de orientación y filtro de los nuevos,

conocimientos, valores y principios políticos.

Page 31: Pinceladas en torno a la participación, cultura y

31

Resulta por tanto evidente que entre los jóvenes universitarios de la UAN el aprendizaje de

lo político se desarrolla como un proceso continuo que inicia en la infacia y permanece

abierto de forma permanente, es un proceso de constitución de los imaginarios políticos en

en el cual la familia desempeña un rol primordial pues se constituye en fundamento de

aprendizajes subsecuentes, pero en el cual el resto de las agencias de socialización cumplen

también roles importantes pues permiten la reedición, resignificacion y reorientación de

conocimientos, actitud y comportamientos en los jóvenes.

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