perfume de papel -...

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PERFUME DE PAPEL Edición número Doscientos sesenta y ocho. Año 06. Caracas, 11 de marzo de 2018 REVISTA DIGITAL 268 02. La letra con sangre entra 18. Vicio es vicio 20. Cuando ya no queda nada por decir 25. Aprender a callar

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PERFUME DE PAPEL

Edición número Doscientos sesenta y ocho. Año 06. Caracas, 11 de marzo de 2018REVISTA DIGITAL

268 02. La letra con sangre entra18. Vicio es vicio20. Cuando ya no queda nada por decir25. Aprender a callar

FOTO ENRIQUE HERNÁNDEZ

Revista

PARQUE ALÍ PRIMERAMunicipio Libertador

¡VIVE CARACAS!

Revista GRatuita CirCula los domingos Con el diario Ciudad CCs búsCala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jaCinto, edif. gradillas “C”, piso 1, al lado de la taquilla úniCa de serviCios muniCipales y en la librería historia (pregunte por jonás o luis Castellanos), pasaje humboldt.

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014, 2015 y 2017.Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.

Consejo editorialErika FaríasRoberto MalaverGustavo Borges Revilla

direCtoraMercedes Chacín

editor jefe Carlos Cova

Coordinador editorialGustavo Mérida

direCtora de arte (e)Tatun Gois

Coordinador de fotoGrafÍaJesús Castillo

Coordinadora 2.0Yanira Albornoz (†)

Web y redesEnyeli GonzálezRamón Pérez

redaCCiónMarlon ZambranoMalú RengifoCésar Vázquez

diseñoArturo Gonnella

fotoGrafÍaMichael MataEnrique Hernández

CorreCtorRodolfo Castillo

loGÍstiCaIdania BracamonteDaniela FernándezEdi Cordero

Colaboran en esta ediCiónJosé Roberto Duque, Clodovaldo Hernández, Humberto Márquez, Miguel Posani, Indira Carpio, Ana Cecilia Loyo,Nathali Gómez Moscoso, Jessica Mena, Henry Rojas,Rausseo Dos y Neptalí Segovia.Archivo Ciudad CCS.Fotografía de portada: Enrique Hernández.

impresión Complejo Editorial Alfredo ManeiroImprenta Nacional.

www.epaleccs.info [email protected]

@epaleccs @epaleccs Épale CCS Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114Distribución: 0212-8085843

Depósito Legal: pp201202dc4166

Una publicación de la

02 — perfilGutenberg

05 — el menjUrje Mancheta y demás

07 — CiUdadEl blues de la imprenta

10 — mitos¡Con mis libros no se metan!

14 — miradas Del impreso al digital, un clic

18 — trota CCsEl trotador vicioso llegará lejos

26 — verso a versoPoesía o nada / Décima cotidiana

24 — GastronomÍaPichones de sibarita

06 — ... monte y CUlebra El derecho al pesimismo

20 — boleros qUeCUran el alma

25 — libremente¡No te arreches!

11 — CiUdadVea: baluarte de la idea impresa

21 — entrevistaYanuva León

27 — CrUCiCUltUraCrucigrama

28 — el rUmorde las bolas

Contenido

despedidasPor Mercedes Chacín

Hay una generación a la que le ha tocado despedirse de casi todo. Y dar la bienvenida a casi todo. Los adioses a los discos de acetato y las bienvenidas a las computadoras. El correo electrónico irrumpió después que los milicos universales quisieron y el género epistolar que tantas lágrimas empozó ya nunca más fue. La big data tenía rato, tiempos ha, escudriñando nuestras vidas. No es lo mismo sentirse vigilado que ser vigilado. A estas alturas, la existencia tiene que ver con algoritmos, con códigos, con grandes hermanos que ya no son virtuales. La amenaza ya duerme en nuestra cama. Nos alcanzó el futuro. ¿Qué tanto nos alcanzará? ¿Cuántas despedidas más? ¿Cuántos formatos desaparecerán? ¿De quién más nos despediremos? El amor cambia cuando el tiempo pasa. La modernidad ya es obsoleta. Asirnos del pasado para entender el futuro parece una jugarreta. Una ironía. “Paren el mundo que me quiero bajar”, decían en aquel mayo de 1968. Ya no se puede. Sigamos.

según el Color

PERFIL02

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POR josé RobERto duquE • @jRObeRtOduque / ILuStRACIóN jEssICA MENA

Hace poco leí en algún rincón de esa telaraña que llaman Facebook un comentario del pana Gustavo Borges, que originó unas cuantas carca-jadas y más de una reflexión seria. El comentario decía: “El hombre más inteligente que yo he conocido no sabía leer, pero sabía escribir”. Cinco segundos después de analizar la frase ya todo el mundo conclu-ye que se trata de un chiste, pero vaya enterándose: los primeros libros impresos del hemisferio occidental que se conservan fueron escritos por gente que no sabía leer. Pero, ¿sabían escribir? Pues sí, y lo hacían maravillosamente bien. Hacia el siglo XIII (mientras más me lo dicen más me sorprendo de la antigüedad del oficio) a esos hombres, lla-mados “copistas”, les asignaban un trabajo descomunal, esclavizante: copiar libros enteros (la mayoría de las veces ese libro era la biblia), tra-bajo que por lo general les llevaba años de labor; las biblias anteriores a la masificación de la imprenta eran “hechas” en diez años.

Hemos metido entre comillas el verbo “hacer” porque ese es el verbo fundamental para entender el tema de la impresión: los copistas aga-rraban un ejemplar del libro a copiar y, como no sabían leer, enton-ces se dedicaban a DIBUJAR cada letra. Usted les exigía a esos seres que reprodujeran una frase, como por ejemplo “marico el que lo lea”, y ellos agarraban esa serie de garabatos con una entrega, un cariño y una pasión dignos de mejor causa, y los iban dibujando uno a uno, entregándose horas y a veces días a una chambita extra que les mag-netizaba especialmente: agarrar la primera letra (“capitular”, llaman a eso los impresores, diseñadores y demás herederos de ese oficio) y convertirla en un objeto artístico, en una letra única, hermosa e irre-petible. Como no podían leer ni siquiera los insultos dirigidos a ellos mismos, eran los esclavos adecuados para transcribir libros sobre temas heréticos y secretísimos, como el sexo y la anatomía. Como les pagaban poco o a lo mejor ni les pagaban, esos señores se la co-braron con la inmortalidad de sus criaturas: esas “E” espectaculares que sobrevivirán mientras haya planeta y técnicas de conservación del papel, o hasta que al Estado Islámico le dé la gana de incendiar todas las bibliotecas y museos de Europa.

Pero había otros “tipos” más arrechos: los que no dibujaban las letras sino que las esculpían en listones o planchas de madera que luego servían para imprimir páginas enteras. A ese sistema o técnica se le llama xilografía. He dicho y entrecomillado “tipos”; el estallido de genialidad que sufrió Johannes Gutenberg tuvo que ver precisamen-te con tipos; todavía hoy hablamos de “tipografía” y probablemente no sabemos de dónde proviene esa palabra tan pretenciosa.

CERtAMEN dE ARtEsANos INvENtoREsSegún nos han contado, a Gutenberg se le ocurrió primero que a nadie (cerca del año 1440) la idea de ahorrarse el trabajo de escul-pir toda una tabla de madera para poder imprimir una página, cosa que tenía varias desventajas, entre ellas el tener que volver a hacer toda una página si el artesano metía mal el dedo y cometía un error en una letra. Gutenberg implementó otra forma de hacer las cosas: imprimías todas las letras y signos (“tipos”) y con ese letra por letra armable y desarmable organizabas las palabras y páginas que qui-sieras. De paso, las letras las construyó de hierro, pues la madera se desgastaba y al cabo de pocas impresiones quedaba inutilizada. La xilografía quedó así relegada a la función de incluir ilustraciones, y también las letras capitulares, que les daban ese sello romántico y artístico a las páginas.

Pero el “según nos han contado” debe leerse así: la xilografía fue un invento chino (año 200 de la era cristiana), y el “letra por letra”, ese asunto de los tipos, los inventó 450 años antes que él un chino llamado Bi Sheng. Este señor ignorado y ninguneado entre nosotros perpetró además una hazaña ciclópea, monumental. Cuando el alemán Guten-berg lanzó la apuesta de que él podía imprimir 20 ejemplares de la bi-blia en una fracción del tiempo que un copista empleaba en terminar uno solo, debió fajarse con unos 200 caracteres o tipos construidos por él mismo; Bi Sheng debió armar en porcelana, nada más para ensayar un poco y entrar en calor, 3.000 caracteres del inagotable alfabeto chi-no. No es culpa de Gutenberg, son cosas de los procesos civilizatorios:

GutenberG MEtáFoRA dEL obRERo EstAFAdo

Ya estamos grandecitos para seguir insistiendo enque el signo fundamental del capitalismo es el

coñoemadreo. cuando todavía estaba en pañales Ya ese sistema destruía vidas. por ejemplo, la del hombre que masificó el fetiche de la letra escrita (e impresa)

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hace 3 mil años ya los chinos conocían la seda y por lo tanto el papel de seda. Yo debería entonces estar escribiendo un perfil homenajeando a ese Bi Sheng, pero, así nos llamen colonizados y eurocentristas, segui-remos siguiéndole el rastro a Gutenberg.

Los apologistas de Gutenberg afirman que el hombre hizo “su inven-to” sin tener noticias de lo que había hecho Bi Sheng cuatro siglos antes, y tal vez tengan razón; era muy pobre la Wikipedia de esos tiempos. La Wikipedia se llamó Marco Polo, quien en 1295 se de-dicó a regar por Europa todos los chismes de lo visto y conocido en su viaje a China, y antes de Marco Polo ya se habían extinguido los bachaqueros más antiguos de la humanidad, caminantes de aque-lla Ruta de la Seda (400 años antes de Cristo) por la que fluían las mercaderías y noticias entre China, Europa y África sin que ninguna Guardia Nacional pudiera atajar ese contrabando internacional tan boleta. Hacia el 1234, en Corea se había perfeccionado la imprenta de Bi Sheng; los coreanos decidieron hacer aquellos tipos, no de por-celana sino de metal, así que tampoco fue el alemán el primero en emplear ese material resistente al desgaste. En Europa se habla de un tal Mentelin, de otro tal llamado Panfilo Castaldi; de Aldo Manuncio y Lorenzo de Coster, todos nacidos entre los siglos XIV y XV, como inventores o precursores del sistema llamado después “imprenta”. Ninguno de ellos nació tan lejos en el tiempo como el Bi Sheng. Pero este trabajo sigue siendo sobre Gutenberg.

Otra cosa tenían en común Bi Sheng y Gutenberg: eran trabajadores manuales, obreros y artesanos en el sentido estricto de la palabra, y por lo tanto seres explotados, vejados y humillados. Las biografías dis-ponibles del chino dicen: “... fue un plebeyo (probablemente esclavo) y por lo tanto no se sabe nada de sus ancestros”. Y lo que se sabe de Gutenberg es que, siendo un pelabolas, se entregó a su creación justo en el tiempo en el que el capitalismo comenzaba a calentar los moto-res. Pidió varios préstamos para financiar la impresión de su primera biblia. Un Johann Fust le hizo ese préstamo y Gutenberg se juntó con otro ser olvidado e ignorado, llamado Hanz Riffe, para empezar los trabajos. Al cabo de un rato se quedó sin plata ni posibilidades de pa-garle a Fust, y por supuesto este “socio”, justo con un familiar llamado Schoffer, le robaron la obra en curso y el invento, le patearon las nalgas y se quedaron con el artefacto y con las ganancias. A cambio de toda su hambre, los delincuentes imprimieron en la primera página de un libro impreso en 1502: “Este libro ha sido impreso en Maguncia, ciu-dad donde el arte admirable de la tipografía fue inventado en 1450 por el ingenioso Johannes Gutenberg y luego perfeccionado a costa y por obra de Johann Fust y de Peter Schöffer...”.

“Gran verga”, diría el esqueleto de Gutenberg, y aquí reside el porqué de la simpatía que nos genera este personaje, así no haya inventado

nada o casi nada: se trata de un trabajador que un día tuvo la sospe-cha de que podía hacerse rico, pero terminó arruinado y despojado de su propia imprenta pocos años antes de morir en el cuarto donde lo hospedó el obispo de Maguncia (parece que además le echaba un plato o dos de comida, cada vez que llegaba el CLAP), a los 68 años. Al buen Johannes no lo jodieron dos socios. Lo jodió personal e in-dividualmente el espíritu fundamental del capitalismo, pero su apor-te fue herramienta para un salto adelante: treinta años después de su muerte ayudó a propagar las ideas que destruyeron el feudalismo, y medio siglo después estaba cocinándose la Revolución Industrial. Tarea: pensar y armar, como en una imprenta tipográfica, los datos “Gutenberg”, “hierro”, “Nuevo Mundo”, “industrialización”.

Dijimos por allá arriba que el signo del proceso civilizatorio es el coñoemadreo. Agréguense estos otros signos: la velocidad (llamada también lucha contra el tiempo, como si esa lucha fuera posible), la vejación de seres humanos y la destrucción de la naturaleza. Aplí-quese ahora al caso de la industria editorial: los libros antiguos y los actuales, como los crímenes y obras luminosas de la humanidad, tie-nen autores intelectuales y ejecutores. Estos últimos son trabajado-res, gente que hace cosas perdurables o perecederas con las manos, y a cambio suele resultar muerta y/o humillada. Cada vez que nos quejamos de que “internet está lento” deberíamos pensar en aque-llos copistas que invertían una década de sus miserables vidas para entregarle un maldito o bendito ejemplar de la biblia a la iglesia. Y en cuanto a la destrucción de la naturaleza, pues fájese a resolver todas las paradojas que quiera: cuando una publicación deja de circular tal vez haya que celebrar la muerte de menos árboles, pero entonces ha-brá que pensar en los esclavos, las guerras e invasiones propiciadas por el coltán. Agarre ahí esos elementos y dedíquele un buen domin-go a analizarlos. Eso así: con paciencia de copistas, que eso es lo que somos todos al final: ahí nos tiene, hablando de criptomonedas, big data, sicología de masas, relaciones humanas, sin saber un coño de lo que estamos transcribiendo.

Y Lo quE sE sAbE dE GutENbERG Es quE, sIENdo uN PELAboLAs, sE ENtREGó A su CREACIóN justo EN EL tIEMPo EN EL quE EL CAPItALIsMo CoMENzAbA A CALENtAR Los MotoREs—

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el menjurje

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sonaránlas violasLa Orquesta de Violas Ricardo Narváez presentará su concierto inaugural como agrupación hoy domingo a las 3 de la tarde, en la sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música (Cnaspm), ubicado en el Bulevar Amador Bendayán, Metro Colegio de Ingenieros, Quebrada Honda, con entrada libre. Bajo la dirección de Roisber Narváez, la Orquesta se inaugura con la pieza Serenata para cuerdas en do mayor de Tchaikovsky, como eje central del espectáculo donde el conjunto demostrará la calidad que le caracteriza y ha generado importantes elogios en el mundo de la música académica.

Presentado por Proyecto Caracas Memorabilia y la web Cerebros Exprimidos, tendrá lugar en el Teatro Teresa Carreño un ciclo de conferencias entre el 17 y 18 de marzo, para promover y compartir diversas experiencias de la escena underground caraqueña de los últimos 15 años. Las jornadas contarán con eventos musicales gratuitos protagonizados por las agrupaciones caraqueñas Sofía Insomnia (rock post punk existencialista) y Gopinath (hard rock psicodélico devocional). Antes del inicio de las conferencias se presentarán videos y documentales cortos sobre la escena rock de Venezuela de todos los tiempos.

unas de cal y otras de papel

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Mujer Sonora

Taller para mujeres, en torno al tambor y su fuerza. Cada lunes desde las 4:30 pm, en la Escuela Herencia de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV.

El Movimiento Revolucionario de Ciclis-mo Urbano propone para hoy una rodada por el Parque Recreacional Los Chorros desde las 9 de la mañana, para llevar una propuesta de bici-estacionamiento en la entrada principal del parque y derrotar la exclusión a la comunidad de ciclistas urbanos, y contribuir a hacer de este lugar natural uno de los destinos de interés ecoturístico en las rutas de bicicleta. Harán ronda de capoeira para los visitantes, se bañarán en el río Tocome y harán un com-partir de alimentos sanos y es posible que hasta un sancocho comunal. La invitación es abierta y se admiten niños y niñas.

Una de “comegatos”

El tinglado especulativo con el efectivo en Petare: un mundo paralelo

Las trompadas del petro al dólar

la pUsiMos...

Una cosa loca: a Zaratustra, el personaje del libro de Nietzsche, nos dio por llamarlo de una manera más enredada aún. Ocurrió en el titular de la pág. 23 anterior. Nos dio pena con Iturriza.

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... MONTE Y CULEBRA

Hace unos días me tropezaba en el planeta Facebook con la razo-nable alarma de un usuario de esa red, habitante de una zona que colinda con el Parque Henry Pitier: había un incendio forestal de notables proporciones que destruía a grandes pasos la vegetación, y el caballero clamaba por la intervención de algo o alguien que in-tentara frenar la llamarada. Intenté tranquilizarlo con un relato har-to conocido: esta es la época de las llamadas “candelas del verano”, un fenómeno más o menos cíclico que arrasa la capa vegetal, reseca porque tiene semanas o meses sin recibir una gota de lluvia. Esos candelorios suelen propagarse y dejar un paisaje bastante desola-dor: la tierra ennegrecida, árboles reducidos a troncos humeantes, la humarazón y la ceniza en el lugar donde casi todo el año verdea y se llena de rocío. Pero, como se trata de un fenómeno que forma parte de un ciclo natural (por mucho que la intervención humana ocasione incendios donde no debía haberlos) es natural también que, al caer las primeras lluvias (abril-mayo) los minerales se acti-ven y prenda nuevamente el banco de semillas, que no ha muerto sino permanecido en estado latente. Llamaba yo a dicho ciudadano a la calma: eso que hoy se ve ennegrecido y aparentemente muerto cuando reciba los aguaceros volverá a retoñar y a estallar en miles de formas de vida.

Ah, pues el hombre se me arrechó. Palabras más, palabras menos, dijo que yo era un ignorante que no sabía que esas cosas solo suceden en el llano, pero que cuando ocurrían en una montaña el agua se secaba y los microorganismos morían para siempre pues el fuego lo destruye todo y lo que muere ya no es posible que resucite. Le pedí disculpas por

POR jOSÉ ROBERTO dUqUE@jRObeRtOduque

ILuStRACIÓN HENRY ROjAS

El dErEcho al pEsimismo

haberme querido entrometer en su legítimo derecho a la rabia. Finalicé señalándole que el Waraira Repano se ha incendiado miles o millones de veces y la montaña sigue llenándose de vegetales y animales, año tras año y a pesar de todas las negligencias y actos criminales. Que es-tuviera tranquilo, que eso que estaba viendo ahí no era la destrucción definitiva del Parque Henry Pitier sino un simple episodio de su ciclo natural. Nada: me argumentó que mi posición era la del bicho cómodo que prefiere creer que todo se resuelve solo en vez de ponerse a trabajar etcétera etcétera etcétera. Lo dejé hasta ahí. Tal vez hacia noviembre vuelva a ese muro para preguntarle si todavía el Henri Pitier es el Saha-ra que él asegura que se ha instalado en esa montaña.

Esa extraña conversación es apenas una de las muchas que suelen poblar en estos días las relaciones personales virtuales o de las otras: cuando uno se tropieza con alguien convencido de que “esto se jodió” se convierte en militante del fatalismo y el adiós. Esas personas tal vez no tengan razón (utilice “razón” en cualquiera de sus acepciones), pero tienen sólidos motivos para exigir que se les deje solos con su visión ca-tastrófica: todos tenemos derecho al pesimismo y a que no intenten sa-carnos de él. Nos creímos a pecho rajao o interpretamos erróneamente aquello de que “cuando se acaba la esperanza comienza la revolución”, y entonces andamos fingiendo un enorme arrecherón permanente porque pensamos que la rabia por sí sola emancipa y que solo desde el Apocalipsis puede fundarse un sistema más justo. Hay gente que cree que, de verdad, el fuego de una calamidad lo asesina todo sin remedio. Seguiremos militando en el bando de los que esperamos el verdor de mayo, ya que en ese verdor andamos trabajando.

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CIUDAD

El bluEs dE la imprEnta

La era de Las comunicaciones podría hacernos pensar en un nuevo auge para Los medios impresos. eL tono

de Lenta, meLancóLica y segura despedida con eL que nos conversan Los poetas deL oficio de operario de

imprenta nos reveLa una reaLidad muy diferentePOR MALú rEngIfo • @maluRengifO / fOTOgRafÍas MIChAEL MAtA

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cio, conocedor de la historia de las imprentas caraqueñas y poseedor de esa mística especial de la gente que se enamora de su trabajo.

A los 12 años comenzó a trabajar en Impresos Carballo, un establecimiento ubicado en Pra-do de María, donde le dieron un puesto como ayudante de carga. Al poco tiempo su interés por el aprendizaje lo llevó a formarse como empaquetador, encuadernador y conocer cada parte de las máquinas que utilizaba en su trabajo: “Me enamoré de la prensa. En aque-llos tiempos la gente mayor era muy celosa del conocimiento, no me enseñaban mucho, pero aún así yo aprendí y llegué a trabajar como ca-jista y prensista también”.

La crisis de papel también ha jugado en contra de la industria

En un espacioso sótano de la parroquia La Candelaria, oculta del ojo transeúnte, se en-cuentra una imprenta de importantes pro-porciones: el Servicio Autónomo Imprenta Nacional y Gaceta Oficial, un espacio de am-plísimo piso de granito verde muy bien dotado de la maquinaria suficiente para constituir una imprenta en plena forma, capaz de imprimir, troquelar, signar, encuadernar, y varias otras funciones que ni la tecnología más reciente ha sido capaz de reunir en un solo aparato. Hasta hace algún tiempo, la Imprenta Nacional era el espacio desde el cual se imprimía la Gaceta Oficial de la nación y muchísimas otras pu-blicaciones de gran importancia. Hoy día la situación de esta imprenta es comparable con la de tantísimas otras que, progresivamente, han mermado sus funciones hasta su mínima expresión, empujadas por la falta de insumos, repuestos, personal calificado o llevadas a la decadencia por gerencias poco dadas a la pro-ductividad, eufemísticamente hablando.

oSCAr, EL MAEStroYa yo conocía el lugar por una breve y grata visita a la que fui invitada semanas atrás. Mi-chael, antes de llegar a conocer el espacio, entre el escepticismo y la preocupación formulaba en su cabeza todos los planes posibles para ha-cer un registro fotográfico que sorteara cual-quier inconveniente. Al llegar se le iluminó el rostro: la imprenta en cuestión es uno de estos espacios habitados por máquinas antiguas de movimientos y sonidos imponentes. La poé-tica de lo mecánico se hace sentir en ese es-cenario impregnado del romanticismo que ca-racteriza a los oficios más antiguos, y eso para un fotógrafo es como llevar a un niño a un parque de diversiones. Salvado el tema de las fotos, pudimos adentrarnos a conocer a Oscar García y Ángel Eduardo Martínez, dos de los hombres que entregan a diario su energía para mantener en pie la monumental imprenta.

Comencemos por Oscar: moreno, delgado, de voz recia y manos nudosas, fuertes. Nació en la parroquia San Juan, y actualmente vive en El Valle. Tiene 66 años y desde hace 54 ha traba-jado en imprentas, es una eminencia de su ofi-

Opacada su voz por los rítmicos sonidos pro-ducidos por la imprenta Heidelberg que ma-neja con auténtica maestría, me cuenta sobre tiempos cuando cada plancha se montaba a mano, tipo por tipo. Me explico: antes de de-sarrollarse los rápidos métodos de impresión que hoy utiliza la industria, las planchas de im-presión para libros, diarios y cualquier publi-cación se montaban a mano, letra por letra de metal, en un procedimiento al que se le da el nombre de “imposición”. En esta ardua labor, y en cualquier otra relacionada con la imprenta tipográfica, es un maestro nuestro amigo Os-car. En el Servicio Autónomo Imprenta Nacio-nal y Gaceta Oficial, es él, incluso, la persona que le hace mantenimiento y reparación a las

En la imprenta tipográfica tradicional los textos se armaban a mano, letra por letra

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Las artes gráficas demandan un mayor conocimiento de los recursos tradicionales

máquinas. “Hemos tenido problemas para traer algunas piezas y por eso algunas má-quinas todavía están paradas, pero cuando se puede mandar a tornear una pieza aquí se hace, y la máquina se recupera. Lo malo es que los jóvenes ahorita no tienen interés por nada de esto, acá llegan muchos jóvenes que salen de la universidad creyendo que saben mucho sobre impresión, pero solamente saben sobre computadoras, si no hay una generación de muchachos que quieran aprender de verdad lo que es este trabajo, esto va a desaparecer”, afirma de manera resignada.

ÁngEL, EL ArtIStA grÁfICo“Yo creo que los medios impresos llevan al menos unos diez años en vías de extinción. Cuando llegaron las formas digitales de im-presión y el software de diseño el proceso de

cambio que empezó a vivirse dentro de las artes gráficas fue verdaderamente fuerte. A nivel de arte, el software como herramienta tiene la ventaja de que facilita muchas cosas, pero también es una herramientas sumamen-te limitada, ya un diseñador gráfico es cual-quier joven que va a una academia y toma un curso de tres meses, pero este joven no tiene el conocimiento real de lo que es la gráfica. Este joven, entonces, le dice al computador que le reduzca el interlineado y el computador lo hace, pero ese muchacho no sabe realmente qué es lo que está haciendo el computador, sin el computador ese muchacho no puede hacer nada porque no sabe”.

Ángel Eduardo Pérez Martínez, hombre alegre de 57 años, formado en medios, tipografías e imprentas desde sus 21, dice estas palabras y, a un paso de distancia, Michael, quien es dise-ñador gráfico, asiente: entiende lo que quiere decir nuestro entrevistado. Este desconoci-miento sobre los procesos que hacen posible el funcionamiento de una imprenta tipográfica es, más que la sustitución por parte de las in-novaciones tecnológicas, el hecho fundamen-tal que determinará o no el fin del uso de las imprentas tipográficas.

LA gACEtA DE LA ESPErAnzAHace ya algún tiempo que, por razones ad-ministrativas y de falta de insumos, el Servi-cio Autónomo Imprenta Nacional y Gaceta Oficial subcontrata la impresión de la gaceta que le da nombre: ¡la vida se manifiesta a veces de maneras tan irónicas! Pero una luz se avi-zora al final del túnel (o más bien del sótano hermoso donde está la imprenta): la Gaceta Oficial número 41.351, publicada el jueves 1 de marzo, contiene un decreto (número 3.240) de fecha 9 de enero de 2018, que, entre otras cosas, dice: “Este Decreto tiene por objeto la creación de la Comisión Presidencial Órga-no Superior de Edición e Imprentas Públicas, así como la regulación de su funcionamiento (...) tendrá por objeto la coordinación, apoyo e impulso de las políticas públicas en materia editorial.

“yo CrEo qUE LoS MEDIoS IMPrESoS LLEvAn AL MEnoS UnoS DIEz AñoS En víAS DE ExtInCIón”—

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MITOS

¡Con mis libros no se metan!

Todos los días me pregunto si el uso continuo de Google y la lectura digital en general, están secando mi memoria. A veces espero que sea así, que el infinito virtual me esté robando mis capacidades neuronales y no una especie de Alzhéimer prematuro que al final me dejará pos-trado, flotando sobre nubarrones de olvido.

Algo así temió el faraón Thamus cuando Hermes, el inventor de la es-critura, le presentó su brillante hallazgo: “… la memoria es un gran regalo que debe ser mantenido vivo entrenándole continuamente. Con su invención la gente no se preocupará por entrenar la memoria. Re-cordarán cosas no debido a un esfuerzo interno, sino por virtud mera de un dispositivo externo”. Lo cuenta Umberto Eco citando a Platón, y yo los cito a ellos en una especie de continuum hipertextual como el que hoy reina en la lógica de “la red”.

La escritura se impuso. Luego los soportes físicos que la contenían se fueron solapando en la medida en que una tecnología sustituía a otra. Finalmente apareció la imprenta, un novedoso artilugio que significó una transformación paradigmática, y no asesinó la memoria.

La imprenta, en todo caso, fue una palanca sobre la que se impulsaron los logros científicos y humanísticos del Renacimiento, y sobre la que se fraguó un acceso más universal a los contenidos de la cultura escrita. El surgimiento de una industria asociada a ese invento no tardó en desplegarse por Europa y América y llega hasta nuestros días.

Casi 600 años de perfeccionamiento de una industria que al parecer se encuentra en trance de desaparición, algo que no puede resultar senci-llo de asumir y, mucho menos, de cambiar. Para justificarlo, se ondean con razón las banderas del ecologismo, la defensa de los árboles, ma-

POR MARLON ZAMBRANO@MARLONZAMBRANO

ILUSTRACIÓN JESSICA MENA

teria prima del papel en crisis a escala mundial. También es un asunto económico: internet es, por regla general, más barato.

Dicen que una relación antropológica es la que nos ata al papel. En el tacto subyace un roce de piel que nos marca con el cuño de la emocio-nalidad, y el fulgor de la historia. Al manosear una publicación impresa (libro, folleto, periódico, Épale CCS) se establece un nexo con las sen-saciones físicas, un escarceo sensual –y sexual– que puede implicar, al menos para algunos bibliófilos o librópatas, el apareamiento.

En algunos casos, leer a García Márquez o un artículo de José Roberto Duque, puede hacernos llegar al nirvana. Por el contrario, leer a Isabel Allende o a Luis Vicente León, muchas veces nos obliga a acabar antes.

Algunos temen que desaparezca el libro, la impresión en papel, el con-tacto material con lo que leemos. Otros creen que se trata solo del vér-tigo que produce la obsolescencia tecnológica. Que por el contrario, el libro será un material de culto (mucho más caro y excluyente) y las nuevas generaciones no tendrán ni la más remota necesidad, como uno, de despejar el plástico de la cubierta casi a mordiscos y darle paso a las caricias que es más o menos lo que uno hace cuando pasa las pá-ginas, para dejarse arrastrar, seducir y acompañar en los mundos que se crean a partir de ese compinche fiel, chupasobacos y onanista que es el libro.

El libro, finalmente, entró desde hace mucho en el reino de la cosifi-cación y a ser valorado como objeto de consumo, sujeto a las leyes del mercado. Será sustituido o acompañado por esa otra ventana indiscre-ta, infinita, pero igualmente dominada por las reglas totalitarias del ca-pital y por el discurso hegemónico del poder, llamado internet.

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CIUDAD

diario veabaluarte de la

idea impresaEn la aguErrida, y a mEnudo dEslEal, batalla

informativa los mEdios rEvolucionarios llEvanuna vEntaja: sus motivos principistas Estarán

siEmprE por dElantE dE tEndEncias y coyunturasPOR CÉSAr vázqUEz / FOTOGRAFÍAs EnrIqUE hErnánDEz

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Para Henry Arrollo el valor de la información se basa en su conciencia política

Para ir intimando —o “compartimentando” como se diría en la jerga de la vieja militancia de izquierda, cuando escribíamos en un pe-riódico de tiraje quincenal llamado La segueta oficial, parodiando al instrumento divulgativo

A cada letra escrita de esta crónica y a cada palabra que conforma la comprensión de su lectura, subyacen tres sucesos que no podría dejar pasar: el primero de ellos es la creación del alfabeto. Lo que no lo hace tan obvio es que su invención está íntimamente vinculada con una mano que supo trabajar antes que escribir y que luego se empuña como un ícono de la lucha a través de la historia.

La invención de la imprenta, palabras más palabras menos, es un hecho que pode-mos encontrar reseñado en cualquier en-ciclopedia como un gran aporte del Re-nacimiento a la humanidad, marcando el comienzo de una revolución cultural que nos traerá dos siglos después, en el XVII, la aparición del primer signo de la prensa escrita: la gaceta, impresa para un públi-co selecto de lectores de cartas ávidos de historias reales o irreales, de crónicas pri-vadas que romperán con la técnica y las re-glas de la literatura clásica, para inaugurar un género periodístico que aún no se aca-ba, es decir, la noticia, el chisme o el rumor que arrastra la información.

de los anuncios oficiales, que hacíamos a má-quina sobre un esténcil y luego imprimíamos en un multígrafo manual que soportó en cada envión de manivela los ideales revolucionarios de unos estudiantes adolescentes aficionados al periodismo y a la política— hoy estoy pa-rado frente a la biblioteca de Guillermo García Ponce, esperando que pase por alguna de estas puertas el actual director del Diario Vea, pe-riódico que este maestro de la comunicación, poeta, escritor y militante comunista fundó en septiembre de 2003. El tono sepia en las hojas de sus libros me reúnen con la nostalgia de la premisa que nos trajo hasta acá: la imprenta es la fábula de una especie en extinción y su riesgo de desaparecer la convierte en parte de un mobiliario jurásico que vino a sustituir la memoria oral ocho siglos atrás.

Henry Arrollo, de pasión y profesión histo-riador, hace tres meses le tomó el pulso a este diario para dirigirlo. De entrada no pudo resis-tirse a mostrarnos el documento que allí más se atesora —advirtiéndonos de que no nos de-jemos llevar por la cubierta de un par de libros rojos que pone sobre la mesa: los retratos de

LoS PErIóDICoS rEvoLUCIonArIoS Son LoS máS EConómICoS DEL mErCADo y EStán SIEnDo mErCADEADoS PArA fInES no InformAtIvoS—

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tolito, nos encontramos con Gerardo Cerone. Con una experiencia de 30 años dentro del mundo de las artes gráficas, es el encargado del área. A pesar de la crisis que atraviesa el mun-do editorial está convencido de que la impren-ta nunca desaparecerá. Por el contrario, se irán simplificando los procesos de impresión sobre papel, suprimiendo los intermediarios para las publicaciones.

Mientras extrae las planchas para la cuatri-cromía del color que compone una imagen, aquel encuentro de mi adolescencia con el multígrafo se va evaporando. Prevalecen, sin embargo, formas elementales que conocí a mínima escala. En una esquina hay tres gran-des bobinas de papel esperando ser engullidas por la rotativa, la única existencia de papel con que cuenta el diario. Arrollo nos comenta que esa cantidad de papel será suficiente solo para dos semanas y media de tiraje. Allí se expone a la vista la crisis del papel. Los periódicos re-volucionarios que toman la línea del Estado para contrarrestar las matrices de opinión que apuestan por la desestabilización del país, son los más económicos del mercado y están sien-do mercadeados para fines no informativos, las denuncias que vienen apareciendo en las redes sociales indican que están siendo vendi-dos por pilas para labores domésticas.

Gary Peñuela tiene 37 años. A temprana edad salió al ruedo a buscarse la vida como aprendiz de mecánica de impresión industrial, 17 años después es prensista de este diario. La mística de estos trabajadores me convence de que son unos artistas de la gráfica, el compromiso con su trabajo y con su país es más que un eslogan. De Gary depende el registro final, es el respon-sable de revisar cada uno de los ejemplares que salen de la rotativa, se desplaza en función de minimizar cada error en la impresión, calibra el alma de los colores de cada publicación. Arroyo como portador de toda esta tradición nos comenta para finalizar que la tragedia era el lenguaje de la propaganda política que ha-bía conocido la izquierda antes de la llegada de Chávez al poder, “a nosotros nos faltaba la alegría y el optimismo que trajo Chávez para cambiar el proceso revolucionario venezolano para siempre”.

Marx, Engels, Lenin y Livia Gouverneur, una colección encuadernada del periódico Pueblo y Revolución de la FALN (Fuerzas Armadas de Liberación Nacional) publicado en 1964. A sus 17 años, nos cuenta, fue pregonero de Tribuna Popular, órgano propagandístico del Partido Comunista de Venezuela y del perió-dico Ruptura del PRV (Partido de la Revolu-ción Venezolana).

Hoy está al frente de un diario que guarda entre sus paredes una basta tradición de lu-cha. Cree y ve con optimismo el futuro de la

industria editorial, a pesar de que el tiraje del diario se vea reducido cada vez más. “Abrir un periódico es como ver un paisaje, nada se re-siste a los sentidos ni al tacto de poder tenerlo en nuestras manos”. Recuerda cualquier do-mingo, cuando la gente salía a buscar el pan, y traía debajo del brazo el periódico como si fuera algo del pasado (Diario Vea llegó a im-primir 85.000 ejemplares).

Atrás dejamos la biblioteca para adentrarnos en la rotativa, el olor a tinta va impregnando el recorrido. Al llegar al departamento de fo-

La rotativa y su impronta romántica

En el diario opera una imprenta versátil y con mucha mística

Un producto de peso argumental

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Del impreso al Digitalun clic

MIRADAS

EL futuRo DE LA InDuStRIA EDItoRIAL ES un DILEMA. PARECE PoCo PRobAbLEquE EL IMPRESo SobREvIvA fREntE A LAS InfInItAS vEntAjAS DEL ESPECtRo

DIgItAL, Muy áSPERo PARA LoS noStáLgICoS DEL PAPEL

POR MARLon zAMbRAno • @maRlOnzambRanO / fOtOgRafías jESúS CAStILLo

El camino del libro es, por lo pronto, menos estridente pero igual de firme en su ceremo-nia de despedida: el mundo editorial se ha contraído en las operaciones comerciales de todo el mundo, migrando vertiginosamente hacia el libro a la carta, por demanda, el E-book, que han posicionado a portales como Amazon -que antes fue una modesta librería real- en poderosas trasnacionales dedicadas al comercio del libro electrónico a través del formato kindle, por ejemplo.

Como en todo, hay apocalípticos e integra-dos, afortunada clasificación acuñada por Umberto Eco en un famoso libro de 1954 para diferenciar las audiencias a favor o en contra de la cultura popular, en el marco de la comunicación de masas.

Ociel López es un integrado. Fundador del sitio de información digital Supuesto Negado y sociólogo, lo certifica en términos pragmá-ticos: “Las opciones editoriales cada vez pasan menos por el papel, sobre todo en Venezuela. Los que son lectores ya están conectados, ya tienen computadora y las herramientas míni-mas de conexión. Los que leían El Nacional, El Universal, ya no le ven sentido al papel, les quedará será el hábito. Los libros desde hace años recibieron el golpe de la fotocopia y ahora pasan al desuso, terminan siendo para determinadas élites, lo que es fuerte para los sectores desconectados, que cada vez serán menos también. La tendencia es la fragmen-tación de los textos: la idea de un libro de 200 o 300 páginas ya está siendo sustituida por pe-queños artículos, papers, memes que a veces dicen más que un libro. Las experiencias digi-tales están creciendo y se están posicionando en determinados públicos. Lo analógico tiene la tendencia no a morir, sino a ir al museo, como esos DJ’s que coleccionan acetato. Sí: se acaban los libros, se acaba el papel, y esa es una muy buena noticia ecológica; además, se acaba esa hegemonía del que hace un libro y se cree un letrado. Aquí alguien que escri-ba dos cuartillas se puede hacer famoso y su producción puede circular más veloz y uni-versalmente sin tener que sentarse dos años a escribir, además de eso cualquiera puede tomar una imagen y hacerla viral. Ya no se necesitan los profesionales de la fotografía ni

Cuando se anunció que las computadoras sustituirían a las máquinas de escribir en las salas de redacción de los diarios más impor-tantes del país, finalizando los años 80, el gre-mio periodístico se negó rotundamente por-que ese artefacto diabólico estaba llamado a desplazar la mano de obra.

Diez años después, viendo la inutilidad de aquella batalla, los redactores convencieron al Colegio Nacional de Periodistas de asumir la nueva tecnología que aún parecía amenazan-te, pero ya lo arropaba todo, o casi todo.

Un chamo de 25 años, empuñando su teléfo-no inteligente como espada samurái, nos acu-sará de mentirosos.

En los 90, cuando un utensilio enano y faran-dulero llegó pretendiendo sustituir al disco de acetato, los defensores de una especie de “honra a la memoria musical” se batieron en un encarnizado duelo para “frenar” las ínfulas de dominación del mercado de eso que rápi-damente se hizo parte del argot melómano, con toda su inmensa carga de esnobismo tro-pical: el CD (sidí, porque aquí nunca pudimos decir sedé).

Una hija de vecino, de 15 años, aferrada a su Ipod Nano de 16 gigas, sexta generación, nos preguntará: “¿De qué hablan?”.

IntEgRADoSAlgunos expertos en predecir el futuro ase-guran que la prensa escrita desaparecerá en el 2020, otros dicen que en el 2043. Sin entrar a considerar las razones de semejantes augu-rios, no caben dudas de que más pronto que tarde los diarios, los libros, y cualquier publi-cación que amerite soporte físico, pasarán a ser una rara avis.

La tendencia es irrevocable: los principales diarios del mundo han fortalecido sus porta-les electrónicos, sin contar los que han abierto una puerta y cerrado definitivamente la otra. Fue emblemático el fin del diario británico The Independent el 26 de marzo de 2016, lue-go de 40 años de una añeja tradición impre-sa. Su titular de cierre fue tan luctuoso como exacto: “¡Paren las máquinas!”.

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La mayoría de las publicaciones hoy juegan en los dos bandos

“YA no SE nECESitAn LoS ProfESionALES dE LA fotogrAfíA ni LoS ProfESionALES dEL PEriodiSmo PArA ProduCir informACión, Lo CuAL no quiErE dECir quE LA ComuniCACión vAYA En dECLivE, AL ContrArio, vA En AugE...” —

Tenía que hacerlo. A la crisis del papel, las estadísticas suman argumentos a favor de la migración.

Según los resultados de la encuesta de Ten-dencias Digitales, la penetración de Internet en Venezuela para el año 2017 se ubicó en 55%, es decir, un total de 17.220.192 usua-rios. El 80% de los internautas pertenecían a los estratos D y E, las edades más recurren-tes oscilan entre los 25 a 34 años (24%) y los principales usos que le dan los internautas van desde enviar y recibir correos, realizar operaciones bancarias, visitar redes sociales y, finalmente, leer noticias.

APoCALíPtiCoSLa mirada internacional -y apocalíptica- nos la ofrece Gerardo Szalkowicz, periodista y editor del portal Noticias de América Latina y el Caribe (Nodal)con sede en Argentina, epicentro de un ingente mundo editorial, por

los profesionales del periodismo para produ-cir información, lo cual no quiere decir que la comunicación vaya en declive, al contrario, va en auge, lo que está en declive es una forma de hacer comunicación que es el periodismo de periódicos.

El libro a la carta sigue la égida de las corpo-raciones transnacionales del mundo editorial, pero ahora en el ámbito electrónico. Tiene, a su favor, las redes sociales y su imbatible po-der de penetración; el WhatsApp y el formato PDF que vehiculan, en cuestión de segundos, desde los grandes clásicos de la literatura uni-versal hasta cualquier edición artesanal de un pana que se da colita en esa oportunidad tec-nológica para decir: “Eeeey, aquí ando, léan-me también”.

Y existen las experiencias alternativas, contra-hegemónicas, como los cartoneros, una pro-puesta editorial artesanal con gran auge en paí-ses como Argentina y Chile que ha merecido la atención de las editoriales alternativas venezo-lanas, e incluso del aparato editorial del Estado.

Yaneth Rodríguez Herrera, de la Editorial La Mancha, nos cuenta que desde hace rato se vieron obligados a salir del espectro físico por el tema de los costos del papel y las planchas, y se alistaron en las filas de la edición digital. En 2017 hicieron dos libros y han podido produ-cir 4 números de su revista.

“Lo que no queremos -se lamenta- es que de ahora en adelante nuestra producción edi-torial sea en PDF… Nuestro planteamiento es crear libros digitales que hagan uso de la plataforma digital, es decir: libros interacti-vos con videos, realidad aumentada, enlaces a otras páginas, bilingües o audiolibros. La Mancha, como siempre, quiere asumir la cri-sis para crecer”.

La Fundación Editorial El Perro y La Rana también dio el salto digital, argumentando “el acceso abierto al conocimiento”. Para ello desplegó como una novísima iniciati-va la publicación de ediciones digitales y creó el espacio La Biblioteca Más Liviana del Mundo, donde las lectoras y los lectores pueden descargar y leer libros gratuitos de su catálogo.

Es probable que en poco tiempo las librerías terminen siendo museos de la nostalgia

Supuesto Negado, un sitio venezolano de noticias casado con el nicho digital

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muchos años poderoso surtidor de libros para Hispanoamérica.

Para él existen marcadas diferencias en ese proceso vertiginoso de cambios paradigmá-ticos. El éxodo del periodismo es avasallante y tiene varios años en proceso de migración del físico al digital. Los jóvenes, allá como acá, cada vez compran menos diarios y lo que se estila es ingresar a los portales de noticias a través de las redes sociales (en su caso Face-book o Twitter).

“Casi todos los medios van enfilando a lo digi-tal por una cuestión de recursos y posibilida-des: el papel cada vez más costoso, en Argen-tina también han subido mucho los precios de impresión. En materia de libros, literatura o divulgación a través de ese formato, yo soy de la idea de que cuanto más se pueda conser-var, mejor. El libro es una cuestión cultural, de identidad, y espero que se pueda revertir esta situación y no se extinga”.

- ¿Qué priorizas del libro físico?

- No sé si es una cuestión más de tradición, pero desde el aroma, el contacto, no es lo mis-mo que internet. Obviamente hay que utilizar todas las tecnologías nuevas y aprovechar que las generaciones más jóvenes se habitúan más rápido. Hay que utilizar todas las plataformas, no elegir una u otra. En la medida en que se pueda conservar también la posibilidad de tener libros impresos, me parece que está bueno. O sea, en todo caso que sea una de-cisión y no una obligación que nos impone el sistema económico mundial. A mí todavía me gusta conservar el olorcito del papel, llevarlo a todos lados, en el autobús, en la camioneta, en el tren, leyendo y viendo a la gente leer. El formato digital además atenta quizás contra la lectura de cosas en más profundidad.

- ¿Y el tema de la brecha digital en América Latina?

- Sí, porque toda la estructura del sistema digi-tal es parte del sistema capitalista y responde a esas lógicas. Si bien nos pueden vender que de-mocratizan porque todo el mundo puede tener su blog o su página en Facebook, la realidad es que las reglas del juego las siguen poniendo ellos,

el sistema capitalista, y el sistema en sí ya tiene de por sí una matriz de desigualdad que hace que algunos sectores no puedan acceder, no tengan esa posibilidad. Es un peligro creer que el mun-do digital es democrático e igualitario.

- Los grandes medios no van a perder...

- Sí, ellos claramente tienen a la información como una mercancía, es la concepción clásica de las empresas periodísticas. Todas sus deci-siones van en el sentido de favorecer a sus in-tereses que no son meramente vinculados a los contenidos, sino a las ganancias económicas. Si migrar al digital cien por ciento les reduce costos y les multiplica ganancias, lo van a hacer más allá de la concepción periodística.

“... noS PuEdEn vEndEr quE dEmoCrAtizAn PorquE todo EL mundo PuEdE tEnEr Su bLog o Su PáginA En fACEbook, LA rEALidAd ES quE LAS rEgLAS dEL juEgo LAS SiguEn PoniEndo ELLoS, EL SiStEmA CAPitALiStA”—

trota ccs

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Edición Número Doscientos sesenta y ocho. Año 06. ÉPaLE ccsCaracas, 11 de marzo de 2017. Edición Número Doscientos sesenta y ocho. Año 06. ÉPaLE ccs Caracas, 11 de marzo de 2018.

Para que tenga efectos serios tanto físicos como psicológicos, es necesario que el trote llegue a ser como un vicio. Un vicio positivo, claro, pues no se trata de sufrir convulsiones o echar espuma por la boca el día que uno no corra. Tampoco así.

Todo el que haya tenido un vicio, sabe que la necesidad de ponerlo en práctica surge sin pensar y, lo que es más, se impone sobre cualquier razonamiento. Parece que fuera -y a menudo lo es- más fuerte que uno mismo. Cuando ya alguien está enviciado, suele preguntarse cómo fue que se convirtió aquello en una necesidad tan imperiosa. Casi siempre esto es producto de que el vicio en cuestión es la puerta de acceso a algún intenso -aunque por lo general efímero- placer.

En cambio, tiende a ser muy difícil convertir en hábitos las actividades positivas para la salud, como el ejercicio o la alimentación balanceada. Para repetirlas día a día hay que tener eso que llaman fuerza de voluntad, una expresión que, ¡uf!, de solo pensarla, uno se siente abrumado.

Casi todos los que logran convertir el trote en un hábito lo hacen porque le han encontrado el punto de placer y, entonces, ¡oh, milagro!, opera en la psiquis igual que si fuera un vicio. Quieres repetirlo para gozar, a veces llegando al límite de lo que se considera normal o decente.

Sé de sujetos que cuando está lloviendo muy fuerte se fajan a correr por las escaleras del edificio, conducta que se

ha convertido en tema de discusión en asambleas de condominio que, en cambio, no se horrorizan con otras conductas, como violencias domésticas o tremendas curdas escandalosas. Así es la gente.

También tengo un amigo que corre a las 3:30 de la madrugada y ha sido confundido con un alma en pena... Parecen aberraciones, pero no son conductas muy distintas a las insólitas maromas que deben hacer los fumadores en estos tiempos de ambientes libres de humo o a los increíbles actos de escapismo que realizan los ludópatas para ir al bingo a botar los reales de la familia.

De nuevo acá hay que sincerarse con los novatos: el punto de placer del trote no es tan explícito ni se llega a él tan rápido como ocurre con los vicios propiamente dichos. No es como la cerveza que te atrapa desde el primer trago; o el chocolate, desde el primer cuadrito. Mucho menos es como esas drogas que sojuzgan a la gente desde la primera vez. Nada de eso. Lo habitual es que al trote se le agarre el lado placentero solo después de un tiempo. Una vez que se superan las molestias iniciales

POR clodovaldo hernández • @clOdOheR

ilustRación HEnry rojas

(justas protestas de un cuerpo oxidado y prematuramente envejecido), se pasa el umbral del deleite, y solo entonces se vive la experiencia de una borrachera sin alcohol, de una nota sin aquello que te conté.

Cuando corres por placer ya no necesitas hacer esfuerzo para levantarte e ir a cubrir la distancia que te guste, igual como el fumador no requiere de darse a sí mismo un sermón para convencerse de que necesita un cigarro.

Por el contrario, tal vez necesites ponerle un límite a la adicción, por más positiva que sea, sobre todo si en algún momento te das cuenta de que te está importando más que trabajar, estudiar o estar con la familia (¡la etapa superior del vicio, pues!). Quizá algún día habrá que fundar una Asociación de Corredores Anónimos. ¿Te imaginas la escena?... “Hola, me llamo Antonio y soy adicto a correr”.

El trotador, si Esvicioso, llEgará lEjos

Próxima entrega: “Sitios para correr en Caracas: Los

Caobos (¿Por dónde más podría empezar?)”.

Maratón en el desierto El domingo 25 de febrero se realizó el Sahara Maratón, una carrera de verdad ruda, pero con un significado político y humano: se corre para demostrar la solidaridad del mundo con la República Árabe Saharaui Democrática, un país cuyo territorio se encuentra casi en su totalidad ocupado por Marruecos. Este año, hubo un detalle especial, pues por primera vez en 18 ediciones, el maratón fue ganado por un saharaui, el atleta Lehsen Sidahmed Ahmed, y por la española de origen saharaui Inma Zanoguera. Participaron casi 500 corredores de 23 países, que recorrieron una extensa zona del desierto del Sahara. Nada menos.

Más de mil corredores La primera edición del Maratón Caracas 42K logró convocar a más de mil corredores, quienes se medirán en la distancia olímpica de 42 kilómetros 125 metros el domingo 18 de marzo en Caracas. La iniciativa surgió de abajo hacia arriba, es decir, de un grupo de corredores (bien fajaos, hay que decirlo) y terminó incorporando a las autoridades municipales de Libertador y Baruta, al Ministerio del Poder Popular para la Juventud y el Deporte, a la Federación Venezolana de Atletismo y hasta a la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo y la Asociación Internacional de Maratones y Carreras de Distancia. Por ello, la ruta (con partida y llegada en el Parque Los Caobos) tendrá aval internacional.

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BOLEROS QUE CURAN EL ALMA

Conversación en tiempo de bolero / porque contigo no se puede hablar / unas veces contestas enojada / y otras veces ni te dignas contestar… La pri-mera vez que escuché este bolero entendí la profundidad psicológica de su compositor René Touzet al resumir en tan pocas palabras el drama de las parejas en Latinoamérica y en buena parte del planeta. Y no es que no haya todo el amor del mundo cuando una mujer se arrecha con el hombre, pareciera un defecto de fábrica; es más si su mujer no le ha ar-mado un peo de esos y le ha dejado de hablar por días u horas, comience a preocuparse, y/o hable con la mamá para ver si aceptan devoluciones. Los que más sufren son los borrachos funcionales, vale decir, quienes bebemos para vivir o que trabajamos bebiendo, cualquier viso de mala conducta es castigado con todo el peso de la ley. Así que cuando le toque tómeselo con soda y cántele: ay qué mujer, ay qué mujer / que me obliga a cantar, a cantar y a cantar. / Conversación en tiempo de bolero porque contigo no se puede hablar.

En la página web Cantando Quiero Decirte... reza: “El pianista cubano René Touzet compuso ‘Conversación en tiempo de bolero’. No sé tú, pero yo... creo que todo bolero es una conversación en tiempo de bolero. Una conversación que fluye en lengua mestiza, en el lenguaje tuyo y mío, en el lenguaje del amor oral, en la lengua con que nombras y la lengua con que amo, en el lenguaje con que beso y la lengua con que verso, las dos lenguas entrelazadas, la del cantar y la del decir, dos lenguas que en el mundo había unido Dios”. Este sitio resume la propuesta de Cantando Quiero Decirte... que, en esencia, es una puesta en escena entretejida por la música y el teatro.

Este bolero ha formado parte del repertorio de muchísimos cantantes, cabe destacar a Vicentico Valdés con Bobby Valentín, la de Diego el Ciga-la con Gonzalo Rubalcaba es la merma, pero a mí me encanta la primera que escuché hace muchos años de Mundito Gonz{alez con la Orquesta América y un all stars de Cuba.

No es garantía usarlo para contentar una mujer, la última vez que lo puse (o la puse, jeje) me partieron el long play en la cabeza. Jajajá.

POR HUMBERtO MáRQUEzILUSTRACIÓN JESSiCA MENA

“ConversaCión en Tiempo de bolero”

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ENTREVISTA

¿impreso o Digital?

POR guSTAVo mÉRIdA • @gusmeRida1 ⁄ FOtOgRaFías ENRIquE hERNáNdEz

YANUVA

LEÓN

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LAS ComASElla hizo un mohín cuando le hablé de una pantera. “¿Pantera?, ¿yo? ¿De qué habla este tipo?”. (Esas preguntas, claro, las pen-só, estoy seguro, que es mucho peor, por supuesto, que casi seguro.) Era un caballo, solo que confundí el animal individual con el que cada quien, de acuerdo a sus circuns-tancias, se identifica. Y cuando le pregunté por el piercing, en su labio, el inferior, hizo otro (mohín, claro), pero esta vez sí pregun-tó con toda la firmeza de su tono de voz: “¿Eso qué tiene que ver con lo que estamos hablando?”.

Yanuva León es una mujer a la que hay que escuchar y, nunca mejor dicho, beber de sus palabras sin dejar de ver el vaso. Habla con esa pasión serena y contundente de un tema que apasiona y desespera o, sencillamente, a nadie le importa.

LoS guIoNES— (y LoS PARÉNTESIS) (VAN juNToS. ESTA No ES LA PREguNTA)— (PERo ANTES, hAbLAmoS ACERCA dE REfoRzAR LA dIfuSIóN dIgITAL) (ESTA Sí:) —¿ES Lo quE hAy quE hACER?—Sí. En situaciones como en la que es-tamos, en una economía de guerra (¡es-tamos en guerra, pues!), lo único que no debería hacerse es claudicar, es decir, no publicar. Hay que explorar y explotar to-das las vías por las que se publique. Si no se puede en papel, no se puede en papel, hay que arroparse hasta donde la cobija alcance, pero hay que arroparse. Las po-sibilidades que ofrece la comunicación digital son muchísimas, y a pesar de que estamos en una economía de guerra, Ve-nezuela es uno de los países, en América Latina, cuyos pueblos tienen acceso a los dispositivos digitales, a las tablets, a los teléfonos inteligentes, las computadoras, entonces hay que avanzar por los cami-nos que se puedan. ¿Es triste? Sí, pero no hay opción.

y es algo a lo que resistirse —primero, no hay mucho para resistirse, ¿no?, y segundo, yo no le veo mucho sentido más allá de— y lo respeto, ese romanticismo, ese afecto un poco fetichista a la página, a cómo huele, al olor a la tinta, la dedicatoria.

LoS PuNToS SuSPENSIVoSPor supuesto que le pregunté qué se llevaría a una isla desierta. “Dime la persona, por favor. Y el objeto”. Ella piensa el tiempo jus-to que dan los tres puntos suspensivos... y luego ríe. “Esta es la primera entrevista que se hace para la edición que solo publica en la web; una semana imprimimos, la otra no. Este número está dedicado a eso”. “Yo iden-tifico las bondades del formato digital”, dice Yanuva luego de no decir ni la persona, ni el objeto. “Son muchas: en comparación con el libro físico, objeto que yo también cele-bro, que me gusta, también tengo libros en mi casa. No soy una persona que se apegue al objeto libro, nunca lo he sido. Puedo re-galar un libro que considero una joya: tenía una edición que quería mucho de Cien años de soledad porque gracias a García Márquez empecé a leer y tenía una relación con ese objeto —más que con la obra, ¿no?, por-que es un libro que no es complicado con-seguir—pero con ese libro en especial yo tenía una cercanía muy grande pero a mí lo que me interesaba es que esa persona le-yera esa obra. Entiendo, acepto e identifico las bondades de la tecnología, yo siento que es una lucha estéril, si se puede decir lucha, esas avanzadas discursivas por las redes en contra del libro digital, esas odas laudato-rias al libro en físico. Entiendo lo que hacen los defensores, e interesados, porque es un tema económico, un tema que no hay que soslayar. Las grandes industrias, las corpo-raciones, están apostando al libro digital porque para que un libro digital pueda ser leído necesita ciertos dispositivos electró-nicos que, además, ya vienen fabricados con la fulana obsolescencia programada y, bueno, si te haces esclavo de eso es verdad. Un libro, si tiene buen papel, te puede durar

—¿CREES quE VAmoS A dEjAR dE LEER EN PAPEL?—En algún momento de la historia sí. El libro no va a desaparecer: el libro no es el formato, es decir, el libro, tal como lo cono-cemos hoy, en papel, hace milenios era otra cosa. Todos los cambios... para las personas que están acostumbradas a un formato, pa-sar a otro, a veces es difícil. Siempre hay un tema romántico difícil de superar para cier-tos grupos; otros, más abiertos al cambio, entienden que evolucionan los formatos. Yo estoy bastante abierta a que el libro cambie su formato, pero el libro no va a desapare-cer, va a cambiar de formato, y creo que en un punto de la historia el libro de papel va a ser una pieza de museo, radicalmente unas piezas de museo. No sé en cuánto tiempo, los cambios tecnológicos en las últimas tres décadas han sido supervertiginosos. La ge-neración a la que yo pertenezco les llaman millennials y hay un debate sobre si naci-mos en los ochenta o los noventa, y una de las características de esta generación es que han pasado por diversos formatos de diferentes mercancías culturales. Música, libros, videojuegos. Se conoció el casete, el disquete, se conoció el cidí; ha pasado por todos esos formatos de manera vertigino-sa. El libro está siendo demandado por esa lógica de lo que algunos estudiosos llaman la Cuarta Revolución Industrial Cultural,

EL LIbRo dIgITAL NECESITA uN CoNTINENTE ELECTRóNICo quE NoS ATA A LAS gRANdES CoRPoRACIoNES—

Este poema de Yanuva lo copiamos de Facebook y lo pegamos aquí en menos de 30 segundos. Y podemos cambiarlo cuantas veces queramos. A lo mejor usted está leyendo otro ;)

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cientos de años si lo sabes conservar, el li-bro digital necesita un continente electróni-co que nos ata a las grandes corporaciones pero, ¿de cuántas maneras ya no estamos atados? Uno de los argumentos que me da mucha risa es el de la ecología: “Porque el papel depreda el árbol, y entonces eso es un atentado contra la naturaleza y no sé qué”. Una entonces se pregunta: “Ajá, ¿y la tecno-logía para hacer todos esos dispositivos que sostienen el libro digital?”. La explotación humana, el coltán, la esclavitud en pleno siglo XXI para que un grupo de elegidos puedan disfrutar la lectura, porque no es solamente para leer. Ahí está el cotilleo en las redes, la militancia de la izquierda en las redes, en fin, es un tema complejo.

LAS ComILLASCuando Yanuva pronunció la palabra “mi-litancia” hizo ese gesto con las falanges de los dedos índices y “medios” que dibuja dos comillas en el aire; la “militancia” de la iz-quierda así, entre comillas, la “reiteración” de las comillas, la militancia fácil, la oscuri-dad de la tinta importada que impregna el papel prensa importado que se une, apreta-dísimo, en túmulos (vaya símil: se trata de la eutanasia del diarismo impreso, tal como está concebido) de cien periódicos amarra-

Vino (no fue) a la redacción del diario para la entrevista en la revista que no va a ser imprimida

dos con tiras de plástico, también importa-das, por supuesto, sin comillas.

“Economía de guerra”, dijo ella. Y “no claudicar”. Ya basta de comillas. Yanu-va León es Coordinadora Editorial en El Perro y La Rana. “La cordura bonita, que termina siendo un formato de locura dife-rente. Yo amo mi oficio. Las políticas edi-toriales del Gobierno, comparadas con las de la cuarta república... el salto es brutal. Haber identificado como una necesidad para potenciar la Revolución en términos culturales fundar una editorial masiva que publicara a autores que durante años ha-bían estado opacados, soslayados, nega-dos por las grandes editoriales privadas y públicas del país es un destello de lucidez admirable; más que un destello, es casi una osadía del presidente Chávez, porque fue él quien lo identificó, fue un gran lector. La ignorancia es una cadena maldita por-que al hambre la mitigas con un pedazo de pan, pero el hambre del espíritu ¿cómo se mitiga? Todas las puertas cerradas a la posibilidad de saciar esa hambre, todas las puertas del conocimiento clausuradas para los pueblos. Entonces, haber abierto un vórtice para combatir el hambre del es-píritu es algo que celebro todos los días.

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GASTRONOMÍA

La comida de La casaPOR MERCEdES ChACÍN@meRcedeschacin

FOTOGRaFÍas MiChAEL MATA

PICHONES DE SIBARITA

Cuando se trabaja con hambre las ideas flu-yen pero pueden fluir con ciertos tropiezos. Un concierto gastrónomico o un trío de tripas buscando afinación no es lo más recomenda-ble a la hora de trabajar. Eso de “barriga llena, corazón contento” es mejor que aquello de “pan para hoy y hambre para mañana”. Los periodistas o hacedores de publicaciones pe-riódicas, sean diarias o no, tienen una predi-lección especial por trabajar bajo presión. Así pues, aunque Épale CCS es una publicación semanal, los días de cierre siempre hay gente escribiendo, tomando fotos, afinando detalles. La gente de diseño siempre tiene que estar porque sin ellos sencillamente no se avanza. Pero no cambié de tema, simplemente quiero contarles que esos días siempre hay hambre.

El número mágico es doce, porque, aunque somos más, ese es el promedio de la gente que se queda trabajando hasta la última hora.

Anteriormente el presupuesto daba para con-tratar a una persona que hiciera eso que en la administración pública llamamos “refrige-rios”. Había real para las arepas, o las cacha-pas que llegaban y no se preguntaba de dón-de salían. Solo comíamos. Amarrados como estábamos a la dinámica de nuestra madre, Ciudad CCS, la papa dependía de sus ritmos, de sus avatares. Pero con la crisis llegó la or-ganización y estuvimos buen rato preparan-do las comidas en la cocina de Épale CCS. La hacían Enrique Hernández y Michael Mata. Muy pronto eso se dejó de hacer porque la caja chica se hizo tan chica que para ni un kilo de harina de maíz alcanzaba.

Pasó el tiempo y nuevas dinámicas hicieron volver los días de la barriga llena. Idania, nuestra asistente, ha estado en todas las eta-pas de la llenadera de barriga. La última ha sido todo un éxito: arepas de carne mechada,

cachapas con queso, pan canilla con jamón y queso y, la última, objeto de este pichón: hamburguesas.

idANiA EN ACCióN El último menú fue acordado: queremos algo distinto. Y, con una caja chica que no es tan chica ya, alcanzó para hacer una ham-burguesa y media para cada comensal. Lo de la hamburguesa y media fue una decisión colectiva que objeté hasta que pude, pero fui derrotada por abrumadora mayoría. Comi-mos con los ojos.

Dos kilos de carne molida, lechuga, tomate, salsa ketchup, mostaza y mayonesa con pan traído directamente de Santa Teresa del Tuy, de la panadería Artesanal de Jasmín Fernán-dez, hermana de Danielita, la encargada del mantemiento de Épale CCS, fueron los in-gredientes. Los panes de las hamburguesas tenían buen tamaño, pero son el referigerio más costoso de los realizados por Idania. Los comensales no se quejaron e Idania se mani-fiesta activa para colaborar.

La comida del próximo cierre la preparará nuestro fotógrafo Enrique Hernández, aun-que Idania sigue activa. El pana es chef por puro amor a la gastronomía, y cocinará en su casa para nosotros: arroz chino con pollo y vegetales. No les llevamos nada.

Ambiente

Calidad

Atención

A su rie

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Se puede ir

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EDIFICIOGRADILLAS

REVISTA ÉPALE CCS

FOGADEPLAZA EL VENEZOLANO

CHOCOLATE CON CARIÑO

ESQUINA DE SAN JACINTO

libremente

Es muy difícil dominar la ira la primera vez pero con constancia se logra, es como aprender a caminar. Por eso haz una lista de las cosas que generan rabia o ira en ti, y observa en cada una de ellas por qué te colocas en esa emoción tan destructiva.

¿Qué hay detrás de ese sentimiento?, ¿Qué defiendes? Y la próxima vez que empieces a dejarte comer por la ira respira profun-do, aléjate de la persona o situación cuenta hasta 100 si quieres, apacíguate y trata de ser más inteligente.

Es inevitable que en la situación actual, llena de incertidumbres de varios tipos, además de retroalimentarnos de miedo estemos pro-duciendo momentos de rabia e ira que dirigimos hacia desconoci-dos o amigos, o que generalmente revientan en nuestro hogar.

Son siempre situaciones desagradables. La ira y la rabia son vene-nos, sentimientos venenosos que en una fase de la evolución del ser humano, cuando debía enfrentarse al peligro o a lo descono-cido, funcionaban muy bien a la hora de defender la integridad física de uno o de los demás integrantes del núcleo familiar.

Pero fuera de ahí, pierden su sentido originario y se transforman en respuestas defensivas generalmente sobredimensionadas que se suceden en cualquier momento de la cotidianidad y que surgen cuando sentimos que nos están agrediendo de alguna forma, no respetando nuestros derechos, nuestro turno, nuestra edad, nues-tra situación de necesidad, etc.

Cuando nos roban, cuando algo que creíamos nuestro o estable se muestra contrario a nuestra expectativa comienzan a apoderarse de nosotros la rabia y la ira.

Y las dirigimos fuera de nosotros o hacia nosotros mismos, cuando hacemos algo mal, cuando nos desilusionamos, cuando nos sentimos atrapados. Tengamos en cuenta que cuando una persona habla llena de ira es porque está sufriendo mucho.

La ira enceguece, y hay que mediar con ella para que no nos siga perjudicando tanto externamente como internamente, porque cada ataque de ira es un cúmulo de sustancias que el organismo genera para que nosotros actuemos en consecuencia y si eso se repite dos y tres veces o más al día entonces estamos sometiendo al organismo y nuestros órganos a mucho estrés, a sobrecargas emocionales y químicas que son dañinas por lo consecutivo.

Y este sufrimiento genera amargura.

Por eso cuando estés así no tomes decisiones ni abras la boca.

Por miguel Posani @mPosani

iLUsTraCiÓn JessiCa mena

¡No te arreches!

ejercicio

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“No hay pasióN que quebraNte taNto la siNceridad del juicio como la ira”.

Montaigne

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Edición Número Doscientos sesenta y ocho. Año 06. ÉPALE CCS Caracas, 11 de marzo de 2018.

En el Poesía o Nada de hoy un buen frag-mento de “Ocho de marzo” de Gioconda Belli, para visibilizar a la mujer que lucha, lo mismo que máximas en los poemas de Maya Angelou.

OCHO DE MARZO (fRAg.)Por Gioconda Belli (nicaraGua)

Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres,¡Qué poco es un solo día, hermanas,qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!(...)Queremos flores de los que no se alegra-ron cuando nacimos hembrasen vez de machos.Queremos flores de los que nos cortaron el clítorisy de los que nos vendaron los pies.Queremos flores de quienes no nos man-daron al colegio para que cuidáramos a los hermanos y ayudáramos en la cocina

@indira_carpioPOR INDIRA CARPIO

Poesía o Nada

Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía.Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesado.Y del que nos despidió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas.Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parira riesgo de nuestras vidas.Queremos flores del que se protege del mal pensamientoobligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo.Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte.Queremos flores de los que nos quemaron por brujas.Y nos encerraron por locas

Flores del que nos pega, del que se embo-rracha.Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes.Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos testimonios.Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras.Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo género.

Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanosdonde el agua de nuestros ojos se hace lodo;arenas movedizas tragándonos y escu-piéndonos,de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.

MÁXIMASPor Maya anGelou (ee.uu.)

1. “Cada vez que una mujer se levanta por su bien, sin saber si es posible, sin demandarlo, ella se levanta por todas las mujeres”.2. “Nada ni nadie puede apagar la luz que te sale desde adentro”.3. “Tomar un nuevo camino es difícil, pero no tan difícil como quedarse en una situación que no te nutre como una mujer completa”.

vERSO A vERSO

En Caracas se camina

a pesar de unos locos

que te hacen perder los focos

vendiendo toda la mina.

No sé cuándo se termina

ese ilegal trabajo

¿quién estará por debajo

de toda esa mafia vieja?

Expreso toda mi queja

¡que se vayan pal’ carajo!

décima cotidiaNa

POR ANA CECILIA LOYO@decimacotidiana

Oro que cagó el loro

Maya Angelou

LA fRASE“Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos de pie”.Emily Dickinson, poeta estadounidense

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POR NePtalí SegOvia

1. ... Pérez, reconocido pintor y caricaturista venezolano. 6. ... Picasso, recordado pintor cubista español. 10. Persona que hace las mismas cosas que otra, y se aproxima a ella en mérito o valor.11. Espacio de unos treinta días. 12. Símbolos del litro y del electrón. 13. Apócope de papá (inv.).

14. Campo, tierra de labranza. 16. Enarboles la bandera en el asta. 18. Quinto signo del zodíaco. 19. Dios solar egipcio. 20. Abren surcos en la tierra con el arado. 21. Dominio de internet de Irán. 22. Tomar determinado alimento. 24. Símbolos del pascal y del metro. 26. Centro del sistema solar.

28. Arte de pintar. 30. Perfume delicado. 33. Pronombre personal. 34. Abreviatura de opus. 36. Terminación verbal. 37. Pintura, sustancia o instrumento con el que se pinta. 39. … Guttuso, pintor italiano, exponente de la cultura eurocomunista italiana.

43. Unidad monetaria de Lesoto. 44. Sinónimo de marxismo, leninismo, estalinismo. 46. Abreviatura de Old Testament. 47. Tomad, agarrad, prended. 48. Nombre de determinados dignatarios orientales musulmanes.50. Primer sumo sacerdote de los hebreos. 51. Sinónimo de aportación, contribución.

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1. Tendencia artística y literaria que tiende a representar el mundo tal como es. 2. Conjunción adversativa, pero, sin embargo. 3. Una circunscripción o distrito en Corea del Sur. 4. Siglas de universidad venezolana. 5. Consecución de lo que se intenta. 6. Decimoséptima letra del alfabeto español. 7. Tomar, agarrar alguna cosa con la mano. 8. Ocupar por completo un espacio. 9. Plural de vocal. 11. Símbolo químico del molibdeno.15. Plano o terreno inclinado para subir o bajar. 17. Flor que no ha acabado de abrirse. 20. Siglas de ácido nucleico. 23. Manifiesta con risas (inv.). 25. René ..., recordado pintor surrealista belga. 27. Sexta voz de la escala musical. 29. Especialista en teología.31. “A ...”, muchas veces, frecuentemente.32. El salvado de los cereales, fuente de fibra. 35. Forma natural del lenguaje hablado no sujeta a reglas. 38. Especie de lechuza grande. 40. Príncipe o caudillo árabe. 41. El hermano de los padres. 42. Caso dativo del pronombre vosotros. 44. Símbolos del calcio y del área.45. Mapa, en inglés. 49. Dominio de internet de Argentina.

Le gusta andar con un texto impreso bajo el brazo pero no le molesta leer en una pantalla de teléfono. Entiende que el papel es caro, que los árboles no deberían morir por malos escritos y que hay millones de trabajadores explo-tados y ríos contaminados para que usted pueda tener un celular en sus manos. Todo eso es cierto, y lamentable, pero usted solo quiere practicar ese ejercicio solitario y placentero que es… leer.1. El papel aguanta todo pero las redes mucho más.2. No se preocupe si no sabe cuál es su papel en la vida. Nosotros tampoco.3. Las mascotas siempre agradecen que usted sea un ávido lector de diarios.4. La tinta mancha al igual que los textos poco logrados.5. Romper un texto con el que no se está de acuerdo es un deleite. Con el celular es más costoso, si arremete contra él, y borrarlo no se siente igual.6. El papel, ese amigo que nos acompaña desde hace miles de años, envejece y se vuelve mañoso como nosotros.7. Con las mentiras que se han propagado con la tinta podríamos tener otro océano.8. Si usted es paria de la tecnología no podrá leer este minimanual.9. Cuando usted leía textos impresos, la big data se que-daba en las hojas que rayaba con direcciones, teléfonos, anotaciones, dedicatorias.10. Sea promiscuo de la lectura: lea como y donde lo pon-gan.

MINIMANUAL pArA No sAber cUáL es sU pApeL eN LA vIdA ImagInarIo

Cuando desCubres otras formas de

@laespergesiaPOR NATHALI GÓMEZ

Ilustración: L. "Razor" Balza

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Querido Piscis, solo por hoy no te ahogues en una gota de agua. Trata de cerrar el chorro de las emociones.

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