pensamientos de bolivar

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSIDAD FERMIN TORO FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS ESCUELA DE DERCHO BARQUISIMETO EDO. LARA Fundamentos del Derecho Constitucional Alumna: Arguiro Derteano Saia C V-15. 776.256

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA

LA EDUCACIÓN SUPERIOR

UNIVERSIDAD FERMIN TORO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

ESCUELA DE DERCHO

BARQUISIMETO – EDO. LARA

Fundamentos del Derecho

Constitucional

Alumna:

Arguiro Derteano

Saia C

V-15. 776.256

Pensamientos Constitucionales de

Bolívar

Simón Bolívar y la Constitución

No es nada fácil abordar un tema que tenga que ver con nuestra Carta

Magna. Es una tarea harto difícil. Ella es inmensamente rica en detalles

republicanos y ciudadanos. El mismísimo Presidente, lamentablemente

fallecido, lo pregonaba por el mundo. Se hace mucho más delicado, cuando

involucramos al Libertador Simón Bolívar. No obstante, pienso que en estos

tiempos del siglo XXI, donde la mayoría de los países en el mundo expresan

sus opiniones libremente, creo oportuno abordar, o más bien resaltar, algunas

consideraciones que a mi juicio creo son pertinentes. Mire usted mi

apreciado(a) lector(a) lo que señalaba nuestro magnánimo Libertador por allá

a finales del siglo IX: “Cuando más me elevo tanto más hondo se ofrece el

abismo”. Entiendo que se refería al exceso de poder de los líderes y luego la

declinación. Y en función de esta máxima bolivariana, releo nuestra Carta

Magna y en su artículo 21 reza: “Todas las personas son iguales ante la

ley…”. Esto me lleva a revisar las innumerables páginas de los periódicos y

observo, sin perder el control, reflexivo, las noticias relativas a casos, según

los cuales, no hay investigación, o al menos no hay mayor información.

Mientras que en otros casos se desbordan las pasiones. Nuevamente miro

atrás, el Art 21.

En consideración a estas reseñas periodísticas, me encuentro con otro

pensamiento del hombre más grande de América, Simón Bolívar: “Elegid por

magistrados a los más virtuosos de nuestros ciudadanos”. Y según

informaciones matutinas, en nuestros tribunales un gran porcentaje son jueces

provisorios. Obviamente, que esto no significa que no sean virtuosos. Pero

algo está pasando. Por ejemplo, el artículo 255 de nuestra Constitución

expresa: “El ingreso a la carrera judicial y el ascenso de los jueces o juezas se

hará por concursos de oposición públicos…”. Al menos quien esto escribe, no

ha visto esta acción. No lo he percibido desde hace buen rato. Ni en público ni

en privado.

Por otro lado, reviso una perla de pensamiento del Libertador: “El gran

poder existe en la fuerza irresistible del amor”. Nada más y nada menos. Pero,

lamentablemente observamos estupefactos, a muchos líderes venezolanos – no

me interesa un rábano el liderazgo externo -, vociferar a viva voz contra

hermanos conterráneos, amenazas, amedrentamientos, insultos, entre otros

peyorativos no menos denigrantes. La mismísima Constitución establece, en su

artículo 48, numeral 2: “Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo

contrario”. Pero aquí, en la Patria de Bolívar, vemos y oímos tildar de asesino, bandido o

delincuente a otro venezolano.

El Libertador señalaba: “El modo de gobernar bien es el emplear

hombres honrados, aunque sean enemigos”. Por qué “carrizo” no

mancomunamos esfuerzos para sacar a Venezuela donde la tenemos? ¿Acaso

nos estamos encegueciendo por la pasión? Y cierro con dos citas, el artículo 3

de la Constitución Bolivariana de Venezuela, reza: “El Estado tiene como

fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su

dignidad… La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para

alcanzar dichos fines”. Y esta perla de nuestro Libertador Simón Bolívar:

“Formémonos una patria a toda costa y todo lo demás será tolerable”.

Será en esta sociedad, durante el período republicano donde surge la

preocupación y necesidad por conocer y valorar la historia, y, en la cual "hubo

afán de hacer historia durante los años iniciales de la República, mas el numen

que guió a los trabajadores estuvo circunscrito a las grandes hazañas de la

epopeya emancipadora"; lideradas por la figura de su Excelencia el Libertador

Simón Bolívar, a través de un discurso emancipador, poseedor para la

época, de una alta carga revolucionaria, nutrida con los hechos populares-

reivindicativos, personificados en su mayoría por los grupos de color: pardos,

mulatos, indios, zambos, negros, etc., a parte de la Conspiración de los

Mantuanos, de 1808, la cual fracasó, y las cartas que desde Londres escribía

Francisco de Miranda al Cabildo caraqueño y al Marqués del Toro en 1809

incitándoles a formar una Junta de Gobierno con plena autonomía política-

administrativa los cuales, son descalificados y desconocido por una

historiografía mediática, falseadora de la realidad, que niega todo accionar del

"pueblo llano", de "los grupos populares" que precedieron el estallido de

aquel 19 de abril de 1810, al ser catalogados como simples "revueltas" o

hechos "vandálicos" de "hordas salvajes" sin ninguna dirección y formación.

Expresiones con las cuales pretenden "borrar de un plumazo" de la memoria

histórica del colectivo venezolano, del hombre común, del "pata en el suelo" y

"sin camisa" la realidad de los hechos. Imponiendo la denominada "Historia

de los Vencedores".

Con éste –discurso- estos "trabajadores", trataban o tratan de "... conservar

glorias que de establecer y explicar hechos" o sucesos efectuados en el país,

durante el desarrollo del llamado proceso emancipador, para acentuar en la

sociedad venezolana del momento una conciencia histórica que repercutiría en

la concertación de un verdadero sentimiento de patria.

Apoyados en la inculcación de ciertos valores fundamentales, tales como:

a. El concepto de nación-patria.

b. El culto heroico.

c. El criollo, noción imprecisa que estuvo originalmente destinada a operar

en una fase de definición negativa de la conciencia nacional.

d. La cultura criolla, como expresión de lo nacional independiente, y

e. La valoración liberal del pueblo.

Al respecto, Germán Carrera Damas (1980) señala que estos trabajadores, de

las primeras producciones historiográficas, construyen su discurso:

... sobre las narraciones de testigos-actores de la Emancipación, cuyo carácter

bélico, sumado al hecho de que sólo recogiesen jirones de todo el proceso y a

las circunstancias postbélicas en que fueron historiadas, condujeron

naturalmente al predominio absoluto de la narrativa épica, muy acorde, por

otra parte, con el tono del romanticismo literario que campeaba. Pero no es

esto lo más notable de esa historiografía. Sus significados más reveladores

habría que buscarlos por una parte en su contenido ideológico, acorde con las

circunstancias de la sociedad venezolana de la época, y en la fijación de una

vez por todas de determinadas características metodológicas cuyo influjo aún

se muestra poderosamente en la historiografía venezolana...

Igualmente, Germán Carrera Damas, -una vez más- en el Tomo I de su

Historia de la Historiografía... nos delimita temporalmente el inicio de la

historiografía en Venezuela.

Al exponer que:

La historiografía de la Emancipación marca el nacimiento de la historiografía

venezolana propiamente dicha, tanto en razón del acontecer histórico concreto

como de su expresión en la conciencia histórica. Pero subsiste una dificultad,

nutrida por la distancia que media entre estos primeros planteamientos de lo

que sería una temprana conciencia histórica venezolana, todavía más intuida

que fundamentada, todavía más aspiración que práctica, pero documentable, y

lo que sería la definitiva floración de ella a partir, aproximadamente, de la

década del cuarenta del siglo XIX, con la obra de Rafael María Baralt,

valorada como presentación sistemática de la nueva conciencia histórica,

fundada en una reinterpretación del período colonial y de buena parte de la

historia de Europa.

Con ello evidencia, el grado de influencia que generó el pensamiento

historiográfico europeo, en el territorio venezolano, en aquellos –

"trabajadores"- que se dedicaron a la labor historiográfica, pero de la cual,

según aclaratoria del Dr. Germán Carrera Damas:

... sólo se podría hablar de historiografía venezolana a partir del momento

cuando los venezolanos comenzaron a verse a sí mismos, en sentido temporal

y espacial, como venezolanos, y no como súbditos del rey de España o como

españoles de América; tampoco como americanos, sino específicamente

cuando comenzaron a verse a sí mismos, en perspectiva histórica como

venezolanos, diferenciándose positivamente de cualesquiera otros contextos.

1. El pueblo venezolano a raíz del 19 de abril de 1810, estaría impulsando

su AUTODETERMINACIÓN, de Libertad, Independencia y Soberanía;

(principios fundamentales para la construcción de una nueva República)

acción que hoy más que nunca debemos todos, emular e impulsar para

evitar ser, sujetos de pretensiones NEOCOLONIALISTAS-

IMPERIALISTAS, fundamentadas por la "Doctrina Monroe" y

representadas por la bota norteña de los Estados Unidos de Norte

América, recordemos aquel pensamiento lapidario de nuestro Simón

Bolívar, expuesto en comunicación enviada a Patrick Campbell,

encargado de negocios de Inglaterra en Bogotá, escrita en Guayaquil, el

5 de agosto de 1829 en la cual expresa " Los Estados Unidos, (…)

parecen destinados por la Providencia para plagar a la América de

miserias a nombre de la Libertad".

Los hechos del 19 de abril de 1810, sería el Movimiento que inicia en

Caracas el proceso histórico de la Independencia de Venezuela, al ser

destituidas las autoridades españolas y sustituidas por una Junta de

Gobierno a la cabeza de la cual figuran los 2 alcaldes del Cabildo

Municipal, ese día el Cabildo Municipal ejerció el primer acto de

soberanía popular deponiendo a las autoridades españolas presididas por

el Gobernador y Capitán General, Don Vicente Ignacio Antonio Ramón

de Emparan y Orbe, pero de esta acción protagonizada por el grupo

detentor del poder económico colonial, amerita las siguientes

interrogantes: a) ¿Porqué éste acto de fidelidad a la Corona

metropolitana?, b) ¿A caso sería más que un acto de disimulación

política, o sería tal vez una estrategia de persuasión, en espera de la

coyuntura política necesaria para impulsar realmente la ruptura

definitiva con el nexo colonial?, c) ¿Oh sería el primer acto en que se

evidencia la Crisis de la Conciencia Criolla, venezolana?. En razón de

ello, consideramos que "siempre será posible discutir sobre si se trató de

estratagema o de argucia. Probablemente abundarán buenas razones en

uno u otro sentido" no se olvide que son hecho sociales, los cuales

tienen que ser captados por la visión acuciosa y abstracta del

historiador, para ser sometidos al análisis crítico propiamente dicho,

apegado –insisto en esto- a la rigurosidad del método histórico.

Por ello, "quizá sea más productivo indagar sobre las condiciones que

hacían necesaria una u otra alternativas o ambas, combinadas según

momentos y personajes". "Pero cualquiera que sea la justificación del

explícito lealtismo del 19 de Abril de 1810, se desemboca en una misma

comprobación: la ausencia de una auténtica conciencia monárquica"

correlacionada con la conciencia cristiana católica, es decir la

invocación de uno suscita de inmediato la del otro. Esto bien podría ser

argumentado y sujeto a estudio, pues en la mentalidad del momento se

planteaba la diatriba de "Se es en Dios como se es en el Rey" quizás

aquí, con esta aseveración estaría la clave que permita la comprensión

del hecho histórico en su complejidad.

Hecho en el cual, la mentalidad criolla del momento, vio que la crisis de

la monarquía española, representó una gran amenaza para su posición

como clase dominante, por cuanto faltaba la clave de la estructura de

poder, que bien podría desvanecerse. "Este fue el caso de Venezuela:

los criollos comprendieron que su condición de clase dominante se vería

comprometida si se debilitaba la estructura de poder fundada en la

conciencia monárquica" por esta razón aquel 19 de abril de 1810, la

Junta Suprema de Gobierno se declararía Conservadora de los

Derechos del Rey Fernando VII, desconociendo la autoridad del

Consejo de la Regencia. Pues "los mantuanos fueron partidarios de que

dicha junta se convirtiera en permanente. Los españoles se oponían a

esa pretensión, porque ella significaba compartir el poder con los

criollos". De la misma manera

los mantuanos rechazaron toda vinculación con Francisco de Miranda:

el 24 de octubre el marqués del Toro le entregó al capitán general una

carta que desde Londres le había escrito Miranda el 20 de julio, en la

cual le incitaba a promover la instalación de una junta en Caracas a

través del Cabildo Municipal y a ponerse luego de acuerdo con los

cabildos de Santa Fe de Bogotá y de Quito para lograr, decía Miranda,

‘nuestra salvación e independencia’

En otro orden de idea, este 19 de abril de 1810, aportaría elementos

necesarios que cambiarían la historia política venezolana, a partir de

aquí, ya no sería lo mismo, pues se estaría preparando la acción

participativa y protagónica del pueblo que en esta fecha vio vulnerado

sus sueños por intereses clasistas del momento, que fue utilizado al

arengar a viva voz contra Emparan "No lo queremos" acción que bien

puede ser catalogado como el primer acto de referéndum popular, que la

historia política-electoral bien podría tomar como antecedentes, pues

allí, está plasmado a pesar de la intención, el espíritu participativo de un

pueblo a decidir los cambios políticos inmediatos.

Una vez que se dan los hechos del 19 de abril de 1810, con sus

consecuencias inmediatas, de orden social, político, militar y

económico; comienza en el país el proceso de agudización de la lucha

por la libertad e igualdad, en la cual estará presente a lo largo de todo el

proceso las contradicciones dialécticas que serán el elemento

dinamizador de la Emancipación venezolana. Impulsados por un

conjunto de factores, tales como: a) las ideas del movimiento de la

Revolución Francesa (1789) que llegarían a Venezuela de manera

indirecta, b) por una acentuada decadencia del poder metropolitano, c)

por una complejidad ideológica, en correspondencia a los intereses de

clases, bajo la versión ideológica: antillana, francesa y española, y d)

por el surgimiento sistemático y progresivo de una conciencia nacional

y de clase a lo largo del proceso revolucionario. Hasta el estallido bélico

como expresión de la crisis que justificaría el replanteamiento integral

de la sociedad colonial venezolana.

Con este señalamiento estaríamos entrando en la última parte de estas

consideraciones, en la cual se daría respuesta a la segunda interrogante

de este ensayo historiográfico, -al hecho histórico-, a la Aproximación a

la Comprensión Lógica del Discurso de Angostura.

2. II.- Visión Histórica-Historiográfica de los Hechos Precedentes al

Congreso de Angostura.

A la luz de todos estos hechos, recogidos ampliamente por la

historiografía venezolana, es en donde se resalta la figura antropológica

de Simón Bolívar, no tan sólo por su accionar militar, sino por la

claridad de visión política e histórica, que alcanzó su madurez en el

proceso directo de los hechos, en su cotidianidad, lo que demuestra,

como él, logró entender las particularidades de su momento histórico.

Esto lo manifiesta en cada una de sus intervenciones de manera

progresiva y sistemática.

Por lo cual, una vez que Simón Bolívar efectúa el Análisis Crítico de la

situación del país, tanto en el orden: socioeconómico, táctico militar,

político administrativo, geopolítico e ideológico, entre otros., expuestos

en un conjunto de Comunicaciones y Discursos precedentes al Discurso

de Angostura, en los cuales deja ver su preocupación por el país y los

motivos que incidieron en las perdidas de la Primera y Segunda

República; Bolívar plantea con urgencia en el año de 1818 ante el

Consejo de Estado, la convocatoria a elecciones de un grupo de

Ciudadanos, a efectuarse el 22 de octubre del mismo año, quienes en su

roll de Diputados por las provincias de Caracas, Barcelona, Margarita,

Cumaná, Barinas y Guayana, instalarían el Segundo Congreso Nacional

Constituyente, con el cual se diera una salida constitucional a la crisis

del país y se demostrara al mundo la capacidad que se tenía para

organizar y poner en marcha el Poder Legislativo, a pesar que no

contaban con el control de todo el territorio, porque ello, "…además de

asegurar el respeto por parte de los extraños, daba una sensación de

seguridad a los que se habían acogido al régimen republicano". Sobre la

base de estas justificaciones, Bolívar logra que los Diputados electos

instalaran el 15 de febrero de 1819, en Santo Tomé de Angostura (hoy

Ciudad Bolívar), provincia de Guayana, el Congreso de Angostura, en

el que legaría para los estudios históricos-historiográficos venezolanos y

del mundo el tratado sociológico, filosófico, político-constituyente y

educativo en el que se expresa el pensamiento más acabado del

momento para la llamada Gran Colombia y algunos países hermanos.

Este discurso es conocido con el nombre de Discurso de Angostura, en

el cual Simón Bolívar reconoce y exalta la Soberanía Nacional, al

señalar

Señor. ¡Dichoso el Ciudadano que bajo el escudo de las armas de su

mando ha convocado la Soberanía Nacional para que ejerza su

voluntad! Yo, pues, me cuento entre los seres más favorecidos de la

Divina Providencia, ya que he tenido el honor de reunir a los

Representantes del Pueblo de Venezuela en este Augusto Congreso,

fuente de la Autoridad legítima, depósito de la voluntad soberana y

árbitro del Destino de la Nación.

Ya con estas palabras, se deja ver el ideario revolucionario sociopopular

del Libertador, quien no sólo quería un pueblo libre y fuerte, quería un

pueblo con hombres virtuosos e ilustrados, para que los códigos sociales

no resultaran "obras muertas". En razón de ello expresó

…a veces son los hombres, no los principios, los que forman los

Gobiernos. Los códigos, los sistemas, los estatutos por sabios que sean

son obras muertas que poco influyen sobre las sociedades: ¡hombres

virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las

Repúblicas!

Esto explica el porqué de la propuesta del establecimiento del poder

moral "cuya función era grandiosa, abrir camino al hombre

Sudamericano que Tocqueville nos pinta en su Democracia en América

lleno de vicios… y otros males.

Para Bolívar la construcción de una gran sociedad, debe reposar en el

pilar moral, visto como el poder que permita deslastrarse de las malas

costumbres, de los vicios y dependencias del hombre hispanoamericano.

Para el logro de tal visión, se inspira en el antiguo cuerpo de leyes de las

culturas clásicas: Grecia y Roma, y de manera consciente propone ante

el Congreso Constituyente reunido en Angostura un nuevo poder, el

Poder Moral que ejercería una autoridad plena e independiente sobre

las costumbres públicas y sobre la primera educación, bajo la figura

compuesta por dos cámaras: Moral y Educación. Lo que representaría la

figura de el Areópago, tomado de la sociedad Griega Ateniense y de los

guardianes de las costumbres Romana tomaría sus Censores y

Tribunales Domésticos y de Esparta sus austeros establecimientos o

instituciones, con lo que se formaría, -para Bolívar- tres manantiales

una fuente de virtud para dar a la República de la Gran Colombia una

"…cuarta potestad cuyo dominio sea la infancia y el corazón de los

hombres, el espíritu público, las buenas costumbres y la moral

Republicana"

Pero esta propuesta fue rechazada por los constituyentes, quienes

después de acalorados debates decidieron que para su aplicación era

necesario "…consultar la opinión de los sabios de todos los países por

medio de la imprenta. Hacer algunos ensayos parciales y reunir hechos

que comprobasen las ventajas o los perjuicios de esta nueva

institución…" por lo que se decretó que la propuesta del Poder Moral se

publicase como Apéndice de la Constitución con la intención de que los

ciudadanos del mundo pudiesen considerarla y comunicasen sus

opiniones.

Hoy día el Poder Moral, tan solo en Venezuela, tras una espera de 180

años, es una realidad, -¡es letra constitucional!- desde la Constituyente

de 1999. En ella se analizó y se tomó la propuesta de Bolívar, por la

gran necesidad de crear instituciones que se ocupasen de velar por

superar la deteriorada salud moral de nuestro pueblo. Donde la realidad

sociopolítica de la Venezuela contemporánea nos ha evidenciado

"…que los vicios subsisten cuando la sociedad no está alerta, y que la

corrupción (…) el tráfico de influencia, el peculado, florecen lo mismo

en las dictaduras que en las democracias".

Sobre la base de este señalamiento, ofrecido por el Dr. Ramón J

Velásquez, el cual compartimos, se considera necesario observar que

estos flagelos, han estado presentes en la Venezuela de ayer al igual que

están en la Venezuela de hoy. Estos fueron uno de los tantos males que

enfrentó, enjuició y denunció el Libertador. Contra los cuales tomó

medidas considerables, quizás algunas coherentes y otras pocas

coherentes, pero todas tras la búsqueda de subsanar tal situación, es por

ello su insistencia ante el Congreso Constituyente de Angostura de la

conjugación del Poder Moral con el Educativo, indispensables para el

buen ejercicio del gobierno. Por ello señaló "la educación popular debe

ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso. Moral y

luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras

primeras necesidades". Esta es una de las ideas que hoy tienen mayor

vigencia en nuestra contemporaneidad y, a la cual se le ha dado vital

importancia para la refundación del país.

Más cuando se está plenamente convencido, que el Libertador tenía

absoluta razón al pensar y hacer la autocrítica sociológica referente a la

forma de dominio o esclavitud, a la cual el "Pueblo Americano" "uncido

(…) al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos

podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud".

Por ello, nuestro Libertador, entiende que para construir una nueva

Sociedad, con nuevos fundamentos, exigía la aplicación de una nueva

filosofía educativa. "Él quería forjar una sociedad más humana, en la

cual el hombre no fuese un simple instrumento de dominación política,

y esto no es posible sin la educación". Pero no era una educación

concebida de modo parcial, como mera formación técnica, sino coma

actividad integral, de formación del ciudadano, donde participen como

entes directrices el Estado y la familia, pues el hombre es o será lo que

se haga de él en el sistema de instrucción.

Por tal razón, el Libertador, entendió el papel fundamental del binomio

social moral y luces, para la preparación del ciudadano. Por ello

Barboza de la Torre, al analizar el ideario educativo de Bolívar,

concluye que él, siempre colocó

…la moral exactamente al lado de la Educación, al momento de

hablarle a un Congreso revolucionario constituyente, (…) y que lo

dijese el hombre fuerte y poderoso que tenía pendiente (sic) de la

cintura una espada, constituye un acontecimiento extraordinario, donde

el protagonista rutilaba ante ojos y oídos colmados de asombro

de cada uno de los asistentes a tal importante acto constituyente.

Quienes oyeron de boca del Libertador afirmar que

Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio

se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es

la hija de las tinieblas; un Pueblo ignorante es un instrumento ciego de

su propia destrucción…

Ambos conceptos: Moral y Educación, expuestos ante el Congreso de

Angostura no han perdido vigencia. Y ellos van a ser, en lo sucesivo

una constante propuesta de Bolívar, en sus escritos y discursos para el

desarrollo del proyecto legislativo.

Nuestro Libertador tuvo un concepto muy elevado de los principios

educativos y morales, para él, eran grandes y significativos, de allí que

en sus documentos sean estos, eslabón principal de sus ideas.

Sus juicios en aspectos fundamentales del vivir latinoamericano,

mantienen actualidad y muchos de los problemas que el Libertador tenía

planteado como gobernante en 1819 o en 1827, siguen vigente. Por ello,

se hace necesario recordar que el Libertador Simón Bolívar con unja

gran claridad y proyección en el tiempo señaló: "un pueblo pervertido si

alcanza su Libertad muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se

esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la

virtud…

3. III. La Moral y lo Educativo en el Pensamiento de Bolívar.

A 176 años de la desaparición física de Simón Bolívar, aquel fatídico 17

de diciembre de 1830. Hoy más que nunca su grito de libertad, su denso

y profundo pensamiento, siguen perdurando en América, con un

lenguaje de nitidez y transparencia admirable que lo ha llevado a

remontar las auras del tiempo, prolongándose no únicamente en su

época, sino en la nuestra, por esta razón se le ha atribuido poseedor de

una visión futurista y hasta apocalíptica. Con lo que se reafirma, una

vez más que la historia es la "ciencia de los hombres en el tiempo".

Simón Bolívar (1783-1830) tal vez no tuviera para algunos crítico o

detractores la refinada cultura de Miranda, ni los conocimientos

militares de San Martín, pero su pasión por la independencia de

América, su carismático poder de convicción, sus ideas sobre la

integración, la moral y la educación, la fuerza contundente de sus

palabras y accionar al igual que la firmeza de su pluma, entre otras,

hicieron en él, el símbolo y la voz de la libertad Americana, tal como lo

comprendió el apóstol de la Revolución Cubana, José Julián Martí

(1863-1895) en su momento. Al señalar en una de sus obras

Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro. Hay

hombres que padecen como en agonía cuando ven que los hombres

viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta

cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando

hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el

decoro de muchos hombres. Esos son los que se revelan con fuerza

terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es

robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de

hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres

son sagrados. Bolívar de Venezuela; San Martín del río de la Plata;

Hidalgo de México. Se les debe perdonar sus errores, por que el bien

que hicieron fue más que sus faltas. Los hombres no pueden ser más

perfectos que el sol. El sol quema con la misma luz con que calienta. El

sol tiene manchas. Los desgraciados no hablan más que de las manchas.

Los agradecidos hablan de la luz.

Es innegable la influencia que ejercieron en Simón Bolívar el

pensamiento de sus maestros, y los acontecimientos sociales de la época

que ocurría en el territorio venezolano al igual que en otras latitudes,

pero de la influencia de sus maestros, de todos ellos se resalta la figura

de Simón Carreño Rodríguez, -el Robinson de América- quien se

encargó de su educación, dejando honda huella en su pensamiento y

personalidad, con lo que se evidencia que los grandes hombres se nutren

del pensamiento que refleja la realidad del Mundo y de la praxis que

desarrollan las virtualidades progresivas de la historia en

correspondencia con su tiempo. En razón de ello, entre el retumbar de

los cascos de los caballos y el olor acre de la pólvora, protagonizaría

Bolívar al lado de los grupos populares, la gente de color del pueblo

llano, algunas de las acciones más hermosas y proféticas del acontecer

sociohistórico político y moral de Hispanoamérica para los siglo XVIII

y XIX, proyectadas todas ellas a la actualidad.

Por ello recordamos una vez, uno de los postulados del maestro,

combatiente y revolucionario, Marc Bloch, -historiador francés-, quien

señalaría que "la incomprensión del presente nace fatalmente de la

ignorancia del pasado. Pero no es, quizás, menos vano esforzarse por

comprender el pasado si no se sabe nada del presente".