peinados en grecia
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TOCADOS Y PEINADOS FEMENINOS EN GRECIABlablalba
El peinado en la antigua Grecia era muy importante, pues este era un “indicador” de la clase social y de la ciudad de origen, por ejemplo: en Atenas los niños usaban el pelo largo, los adultos lo llevaban corto y los esclavos lo usaban rapado. En Esparta, los niños llevaban el pelo muy corto y los adultos largo.
Las mujeres usaban el pelo largo, con peinados trenzados alrededor de la cabeza, muy elaborados y en algunos casos recogidos con cintas. Lo fundamental para los griegos era llevar el pelo rizado tanto los hombres como las mujeres: utilizaban aceites y pomadas para armar el peinado y lo sostenían con horquillas.
Las mujeres se dejaban su el cabello suelto y a veces lo llevaban rizado o sujeto en forma de tirabuzón, con horquillas de hueso o de marfil y oro. Trenzas y moños adornaban sus cabezas.
El peinado en Grecia variaba según las épocas, la moda, las distintas ciudades y las distintas clases sociales. Había mucha diferencia entre Esparta y Atenas.
En Esparta los niños llevaban el pelo rapado y los adultos lo llevaban largo. En Atenas era al revés, los niños llevaban el pelo largo, los adultos llevaban el pelo corto y los esclavos el pelo rapado.
En la época arcaica, las damas usaban el pelo largo, con peinados muy trenzados alrededor de toda la cabeza y muy elaborados. Como testimonio tenemos los frescos de la época minoica, los encontramos en las decoraciones de la cerámica, en la decoración de las monedas, también se pueden apreciar los distintos peinados tanto en hombres como en mujeres observando las distintas esculturas. Esculturas muy importantes en las que se puede apreciar bien el peinado, es en el Discóbolo, la cabeza de Apolo, la cabeza de Zeus.
En la época clásica los peinados de las damas, sigue siendo muy elaborado, y muy recogido con muchas cintas, cabello rizado o en ondas.
Si observamos los frisos, cerámicas y esculturas vemos al peinado de los hombres de varias maneras, al igual que la diferencia de la barba. Lo fundamental para los griegos era llevar el pelo rizado tanto los hombres como las mujeres. Utilizaban aceites y pomadas para armar el peinado y lo sostenían con horquillas.
Actualmente cuando las damas quieren efectuarse un peinado estilo griego lo realizan con el cabello rizado u ondulado, recogido o semirrecogido muy elaborado con alguna flor en el entrerrecogido, con algunas cintas, puedes agregarle una trenza entre el recogido o alrededor de la cabeza.
GreciaLos griegos convirtieron el culto a la belleza en uno de los pilares de su cultura. Los peinados que triunfaron en sus días eran extremadamente elaborados y llenos de detalles.Al contrario que los egipcios, los griegos adoraban el movimiento expresado a través de múltiples rizos y ondas. Gracias a estatuas y monumentos funerarios se han podido observar detalles de mechones cortos rodeando la frente y melenas largas y recogidas a base de cintas, cuerdas, redecillas y otros elementos decorativos. También para los hombres el cabello rizado se consideraba exponente de la hermosura.En Grecia, como en Egipto, los esclavos eran los encargados de mantener lo más hermosas posible las cabezas de sus amos. Pero Grecia aportó un elemento nuevo: los salones de belleza, dónde se peinaban y arreglaban las cabezas más selectas. Otra de las innovaciones de la época vino de la mano de Alejandro Magno, que a consecuencia de sus conquistas en Oriente, aportó toda clase de recetas mágicas para teñir y dar forma al peinado, fórmulas de unos cosméticos que empezaban, en aquel entonces, a ver la luz.
Para las mujeres, los cabellos largos y sueltos sólo se llevaban en ciertas fiestas. Los cabellos cortos señalan un luto temporal o una vejez confesada; se imponen siempre a los esclavos. Los peinados arcaicos consistían en dos bandas de cabello crespo que prolongaban largos
rizos en virutas que caían sobre los hombros y el arreglo clásico sujeta las dos bandas onduladas con una cinta y termina en un alto moño al que, a menudo, se añade una diadema
o una faja. En el siglo V también existen trenzas sujetas por encima de las orejas y que se arrollan como una corona alrededor de la cabeza. En la época helénica se encuentran “nudos
de cabeza” colocados en la cima del tocado. Los viajeros adoptaban el gran cubrecabeza tesálico y preferían, para el paseo, la cónica tholia de anchos bordes. Los velos de cabeza
(kredemnon o theristrion) y los gorritos, denotan un gusto oriental. (Michele Beaulieu.- El vestido antiguo y medieval.-
Ed. Oikos-Tau ¿Qué sé? Nº 32. Barcelona 1971. Págs. 55-56)
GRECIATienen un sorprendentedominio de los productoscapilares y sobretodo de la coloración.Son expertos comerciantese inician elcomercio de exportaciónde productos cosméticosa países vecinosAl igual que en otras civilizaciones,el pueblolleva afeitada la cabeza,mientras que sacerdotesy miembros decastas superiores seadornan con complicadospeinados y profusiónde pelucas y postizos.El cabello suelenllevarlo en tonos caobasy rojizos, sirviéndosepara su coloracióndel henné, producto natural
que se sigueusando en la actualidadAparecen los primeroscosméticos.Surgen establecimientosdedicados a la especialidadde peluquería,encargados de lafabricación tanto deungüentos como depelucas y postizosAunque muchos desus productos procedende Egipto, Greciadesarrolla también supropia industria cosmética.Es un pueblo con unrefinado gusto estético.El culto a la bellezaconstituye una de suscaracterísticas esencialesEn las abundantes estatuasse observa elm e t i c u l o s o p e i n a d ocon rizos en la frente yondas simétricas cayendosobre los hombros.Posteriormenteempieza a diferenciarseel peinado femeninoy masculino, llevandoestos últimos el pelocorto y rizado.Existendistintos modelos depeinados según sea laépoca, abundando lascabelleras largas recogidasen moños sobrela nuca que luego envolvíanen redecillasdoradas y cintas.Se crean las primerasescuelas de peluqueríadonde se imparte elarte de peinar, aunquegeneralmente siguensiendo los esclavosespecializados los encargadosde este trabajo.Existen también barberías,las cuales seconvierten en un lugarde encuentro y charlamientras se ponen enmanos de profesionales
para arreglarse elcabello o la barba.
The fifth century B.C. is known as the Golden Age of Greek society. It inspired many ideals in
the eyes of its citizens, such as the natural muscular form of males as perfection; so much so
that women also strove to attain a well-proportioned muscular physique. But that was not the
only marker of beauty; another important theme of this period was balance. Balance and its
counterpart, symmetry, were considered the ultimate measuring sticks for beauty, and
therefore the focus in all areas of art and architecture. Balance and symmetry was evidence
of perfection, therefore both desirable and essential and was often found in the hairstyles of
the day.
Blonde hair was also thought of as an ideal, and in a time ruled by divinity, appearing to be
god or goddess-like equaled superior social standing. This meant blonde hair was another
necessity, and it was considered to signify purity, innocence, divinity, and sexual desirability.
Consequently, the Greeks of this time depicted many of their deities as, more often than not,
blondes. Blondes with great muscle tone.
Ah yes, vanity in many guises was alive and well in ancient Greece.
So to focus our history lesson on hair, let’s look at how these influences were behind some of
the most romantic and enduring innovations in hair crafting. Overall, the different regions of
ancient Greece created their own identities with different looks, influencing looks in hair-ware
forever. Curly locks were a trademark hairstyle during this time, and is a look that has
endured for many a century. No woman, or man, was complete unless their hair was styled
into a perfectly balanced halo of tight curls, often, and especially in the case of the men,
hugging the head.
The hair they wore could easily identify the origin of aristocratic women of ancient Greece.
Athenian women wore their hair in a chignon at the back of the crown or the nape of the
neck, often secured by gold or ivory handcrafted hairpins. In Sparta, women preferred
ponytails threaded with pearls and beads. Meanwhile, it was the women in Cyprus that
invented some of the earliest types of hairpieces. Quite ingenious in design, they involved a
single or several wire meshes extending from ear to ear, used to support and display spiral
set locks. Often these were not their own, and the meshes also served the wearer to support
other decorative touches. These were most commonly used to push the wearer’s hair
forward, from the occipital bone up to the apex of the head, to build up height and the shape
of the soft, elliptical designs that were so popular. This silhouette was to become the
inspiration for later generations, such as the opulent hair crafting of pre-revolutionary France
and their British counter parts.
The driving inspiration behind all these early innovations in hairstyling was to appease their
deities, for the beliefs of these ancients was the governing factor in all efforts of the time. In
their desire to emulate their deities, both men and women in early Greece created some of
the first innovations in hair coloring, in keeping with their reverence for blonde hair. In fact,
some of the earliest documentation of hair lightening comes from this time. Before they
discovered how to lighten their hair, men would sprinkle their hair with gold dust and pollen
after styling, while women would wash their hair in a solution of potassium, yellow flower
petals and pollen. In the 4th century B.C., a more permanent method was developed. First
manufactured in Athens, men and women would rinse their hair in an ointment; the
ingredients are long lost to antiquity, however I suspect citrus juices, potassium, gold flecks,
olive oil and pollen. Then they would sit outside for what must have been hours to let sun’s
rays bleach their hair naturally. However, various early concoctions were not predictable and
there would have been more than a few patchy orange locks gracing society. The Greeks, like
their ancient Egyptian counterparts, also wore dyed wigs of red, silver, and especially, gold.
No small wonder there.
Hairstyles were also never complete without some kind of adornment. These had to also
abide by the laws of symmetry. And as they were creative in how they dressed and adorned
themselves, they created many hairstyling trademarks that have been used extensively
throughout history. For example, it was the ancient Greeks that created the first chignon: the
bun or drape of hair most often held at the nape of the neck. The snood was also another
Greek innovation, being ribbons, or a scarf, used to cradle and decorate a chignon.
Sometimes these ribbons extended around the forehead, offering even more elaborate
ornamentation, especially when flowers and precious gems were woven into them.
The finishing touches also included a wreath of bay or laurel leaves worn around the head;
these were commonly worn by men and was carried over into Roman times. Fresh and dried
flowers and ribbons were more commonplace in women. The most common hair accessories
were decorative, as well as also serving a logical, and often a structural function. Some of the
most popular adornments were wreaths made of flowers, myrtle, ivy, scented oils and
precious stones. Handmade ivory, gold and silver combs and clips as well as the earliest hair
pins were created to secure these hair creations. Worn by both sexes, wreaths made with the
above materials were often presented to guests at banquets and celebrations. These wreaths
were not only decorative, but also gave the wearer a pleasant perfume that was an essential
part of grooming. Decorating hair with flowers, jewels, ribbons or anything beautiful,
interesting or unusual is a timeless art and still one of my favorite things today.
Martin, Kiley. "Early Hairstyling of the Hellenistic Period in Ancient Greece". Morbid Outlook.
La historia del moño se puede remontar a Grecia antigua, en donde las mujeres atenienses usaron comúnmente el estilo con horquillas de oro o marfil hechas a mano
La vida cotidiana en Grecia y Roma
Escrito por Ian Jenkins, Ed. AKAL (pág. 26)
En la antigua Grecia las mujeres llevaban el pelo largo; llevarlo corto en el mundo griego era signo de esclavitud o de duelo, en cuyo caso lo llevaban recogido en un moño. Las mujeres griegas libres raramente dejaban caer libremente sus largas trenzas, sino que las recogían en moños y peinados según las modas de cada momento. En las decoraciones de los vasos griegos se encuentran las mejores representaciones de cómo eran los peinados femeninos. Con mucha frecuencia utilizaban una cinta ancha y larga rodeando la cabeza para mantener el cabello en posición. A veces el cabello se recogía dentro de una redecilla (sakkos), para cuya confección se utilizaban varios hilos paralelos que se tensaban mediante dos travesaños horizontales incluidos dentro de un pequeño bastidor en el que se trenzaban entre sí para formar un tejido sólido.
HISTORIA DEL PEINADO, Francisco Barado, Casa Editorial de José Serra, pág. 15
Según la edad y según la categoría, el peinado de las mujeres griegas era distinto; según el acto en que la mujer está representada, varía también. La regla general era llevar el cuello y los hombros descubiertos; el moño sobre la coronilla, y la frente cubierta en parte por las sortijas o las bandas de los cabellos. Estos se dividían a partir de la frente por medio de una raya, y se echaban hacia atrás desde ambos pulsos, o bien caían en grandes ondas hacia la oreja, recogiéndose por detrás hasta enlazarse sobre la nuca y formar el moño; pero ténganse en cuenta que el moño nunca fue bajo entre los griegos. Lo que principalmente diferenciaba los peinados era el modo de colocar el cabello en la parte posterior de la cabeza. Ordinariamente los reunían en un moño formado por las trenzas, en apretado ruedo denominado corimbo; a veces este moño dejaba sueltas y rizadas sus extremidades, adoptando la forma de una llama, y entonces se denominaba lampadion. Para sujetar el cabello y realzarlo empleaban también cintas de color y de tejido de oro; y estas cintas se colocaban a mitad de la cabeza pasando luego a sujetar el moño, o bien en forma de diadema sobre la frente: una cinta ancha que servía para este último objeto se denominaba esfendone. También empleaban las griegas redecillas de seda de color ocre hilo de oro, o bien unos pañolitos en los que recogían el moño. Excepcionalmente se ven en estos peinados los bucles caídos junto al rostro, y sólo las bacantes llevan el cabello pendiente hasta los hombros.
“…llevaban cabello postizo, teñían sus canas de negro, y las hebras deslucidas, de un rubio rojizo.”
Las figuritas de barro encontradas en Tanagra representan a mujeres cubiertas con un sombrero redondo, de copa cónica, colocado sobre el manto que cubre la cabeza.
Algunas culturas, como por ejemplo la de Grecia Antigua, se interesó por tocados más bien simples y delicados, mientras que en muchas épocas de la historia occidental los tocados pasaron a realizarse con plumas de aves exóticas, flores, frutas y otros elementos naturales.