patología de hígado

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1 Patología de hígado Alonso Alvarado Índice por temas: -Insuficiencia hepática………………………………………………………………………………. 3 -Cirrosis………………………………………………………………………………….………….. 3 - Colestasis hepática……………………………………….………………………………………... 6 - Hepatitis viral……………………………………………………………………………................ 9 - Hepatitis A…………………………………………..………………………...................... 9 -Hepatitis E………………………………………………….………………….................... 9 - Hepatitis B……………………..……………………………………………….................. 9 - Hepatitis C………………………………………………………………………….......... 11 - Hepatitis D……………………………………………………………………………….. 12 - Cambios morfológicos asociados a hepatitis aguda………………………...................... 12 - Cambios morfológicos asociados a hepatitis crónica……………………......................... 15 -Hepatopatía alcohólica……………………………………………………………......................... 18 -Esteatosis alcohólica (Hígado graso alcohólico).………………………............................ 18 -Esteatohepatitis alcohólica (Hepatitis alcohólica).……………………….......................... 20 -Hígado graso no alcohólico……………………….......................................................................... 21

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Page 1: Patología de Hígado

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Patología de hígado

Alonso Alvarado

Índice por temas:

-Insuficiencia hepática………………………………………………………………………………. 3

-Cirrosis………………………………………………………………………………….………….. 3

- Colestasis hepática……………………………………….………………………………………... 6

- Hepatitis viral……………………………………………………………………………................ 9

- Hepatitis A…………………………………………..………………………...................... 9

-Hepatitis E………………………………………………….………………….................... 9

- Hepatitis B……………………..……………………………………………….................. 9

- Hepatitis C………………………………………………………………………….......... 11

- Hepatitis D……………………………………………………………………………….. 12

- Cambios morfológicos asociados a hepatitis aguda………………………...................... 12

- Cambios morfológicos asociados a hepatitis crónica……………………......................... 15

-Hepatopatía alcohólica……………………………………………………………......................... 18

-Esteatosis alcohólica (Hígado graso alcohólico).………………………............................ 18

-Esteatohepatitis alcohólica (Hepatitis alcohólica).……………………….......................... 20

-Hígado graso no alcohólico……………………….......................................................................... 21

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-Nódulos y tumores………………………....................................................................................... 22

-Hiperplasia nodular focal……………………………………………………………..….. 22

-Neoplasias benignas…………………………………………………………………..….. 24

-Hemangioma cavernoso………………………………………………………………….. 24

-Adenoma hepático……………………………………………………………….……….. 26

-Tumores malignos…………………………………………………………….....……….. 28

-Hepatoblastoma………………………………………………………………….. 28

-Carcinoma hepatocelular……………………………………………………..….. 29

-Colangiocarcinoma…………………………………………...………………….. 33

-Metástasis a hígado………………………………………………………………...…………….. 36

Page 3: Patología de Hígado

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Insuficiencia hepática:

El hígado puede verse afectado por muy diversas etiologías, dentro de las cuales las principales

incluyen causas infecciosas, metabólicas, tóxicas, neoplásicas y biliares. Dentro de todas las

enfermedades que afectan al hígado y al sistema biliar la insuficiencia hepática se considera el

estadio más grave en el cual se pierde la función de entre el 80 y el 90% del tejido hepático lo cual

condiciona una patología irreversible para la cual el trasplante representa la mejor opción

terapéutica.

Las etiologías que afectan al hígado hasta la insuficiencia se pueden clasificar en función del tiempo

en que progresa la enfermedad, de modo que se debe identificar entre la insuficiencia hepática

aguada y la crónica. Las principales causas que llevan al hígado a la insuficiencia aguda causan

necrosis hepática masiva, e incluyen infecciones virales fulminantes como las que pueden ocurrir

en el marco de infecciones por virus de hepatitis (A, B, C, D y E), o intoxicación hepática por

fármacos como acetaminofén, isoniazida, rifampicina, inhibidores de la monoaminooxidasa, etc.

Por otra parte, las principales enfermedades que tienden a la cronicidad y que eventualmente

conllevan a cirrosis e insuficiencia hepática incluyen hepatopatía alcohólica, hepatitis vírica y

esteatohepatitis no alcohólica.

Independientemente de las causas que lleven a la insuficiencia hepática, las manifestaciones clínicas

son muy similares e incluyen ictericia, ascitis, datos de hipertensión portal como esplenomegalia y

derivaciones portales (várices esofágicas, hemorroides, cabeza de medusa periumbilical, etc.), datos

de hiperestrogenismo (ginecomastia, eritema palmar, angiomas en araña, hipogonadismo, etc.), así

como afectaciones más complejas y sistémicas como la encefalopatía hepática y los síndromes

hepatorenal y hepatopulmonar.

Cirrosis:

La cirrosis es el estadio final de una serie de afectaciones hepáticas crónicas, dentro de las cuales

destacan la hepatitis viral, el abuso crónico en el consumo de alcohol, la esteatohepatitis no

alcohólica y las enfermedades de depósito como la hemocromatosis. Independientemente de la

etiología, las manifestaciones clínicas son las correspondientes para insuficiencia hepática, mientras

que los cambios histopatológicos son también muy similares independientemente de la causa

subyacente. Los principales cambios morfológicos apreciables con el microscopio incluyen fibrosis

en puente, apreciable por los tractos de tejido fibroso entre triadas portales y venas

centrolobulillares; nodularidades parenquimatosas que se disponen entre los puentes fibrosos; y

lesión parenquimatosa difusa de todo el hígado que condicionan el carácter irreversible de esta

patología.

Page 4: Patología de Hígado

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Tricrómica de Massón en corte de hígado que permite apreciar la presencia de nodularidades

parenquimatosas dispuestas entre puentes de tejido fibroso teñido con color azul

Corte de hígado cirrótico teñido con H&E que muestra fibrosis abundante y nódulos parenquimatosos

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Imagen de tejido hepático a bajo aumento teñido con H&E que muestra la presencia de nódulos

parenquimatosos y puentes fibrosos en todo el corte estudiado

Acercamiento a un nódulo parenquimatoso formado por tejido hepático relativamente normal limitado en la

periferia por puentes fibrosos a modo de una cápsula o cubierta

Page 6: Patología de Hígado

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Colestasis hepática:

Se trata de una disminución en el flujo de bilis debido a una obstrucción extrahepática, o bien a un

defecto en la secreción de bilis por parte de los hepatocitos. Las etiologías principales asociadas a

defectos intrahepáticos incluyen hepatitis vírica, colestasis inducida por fármacos y defectos

congénitos en la secreción de bilis. Por otra parte, las principales causas obstructivas incluyen

colelitiasis, colangitis, neoplasias hepáticas y de conductos biliares, neoplasias abdominales con

compromiso de conductos biliares (cáncer pancreático por ejemplo), alteraciones congénitas y

atresias de conductos biliares, etc.

Independientemente de las causas, las manifestaciones clínicas de la colestasis hepática son

similares e incluyen ictericia, dolor hepático, prurito, elevación de bilirrubinas que condiciona

coluria y acolia, malabsorción de grasas, etc.

Los principales cambios histopatológicos asociados a esta enfermedad incluyen degeneración

plumosa de hepatocitos, dilatación de conductos biliares con pigmento biliar, necrosis evidenciada

principalmente por la pérdida nuclear y la hipereosinofilia de hepatocitos, edema del espacio portal,

duplicación de conductos y conductillos en el espacio portal, infiltrado neutrofílico predominante en

espacio portal y formación de células hepáticas gigantes.

Corte de tejido hepático teñido con teñido con H&E donde se aprecia el acercamiento a un conducto biliar

dilatado con abundante pigmento en su interior. Nótense también los acúmulos intracelulares de pigmento

biliar (degeneración plumosa), más evidentes en los hepatocitos de la esquina superior izquierda

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Acercamiento a hepatocitos en un hígado con colestasis. Se puede observar la presencia de múltiples

depósitos intracelulares en un gran número de hepatocitos (degeneración plumosa)

Presencia de células gigante,s señaladas con flechas amarillas, con depósitos de pigmentos biliares en el

marco de colestasis hepática

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Acercamiento a células gigantes que muestran la presencia de múltiples núcleos y de depósitos

intracelulares de pigmentos biliares

Acercamiento al espacio portal de un hígado con colestasis. Nótese la duplicación de conductos biliares

con depósitos de pigmentos biliares, así como la presencia de infiltrado inflamatorio predominante en

este mismo espacio

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Hepatitis viral:

Aunque los virus de la hepatitis (A, B, C, D y E) no son los únicos capaces de afectar al hígado, sí

son los más importantes por su prevalencia y la posible progresión a cronicidad en los casos de

hepatitis por virus B y C.

Hepatitis A

El virus de la hepatitis A (VHA) causa un cuadro de hepatitis autolimitada que se presenta de forma

endémica en regiones con condiciones de higiene deplorables. En general, la vía de infección es

fecal oral y los pacientes enfermos son infecciosos por periodos largos de tiempo (2-12 semanas).

El diagnóstico de la enfermedad aguda se basa en la detección de IgM anti VHA que usualmente

coincide con la aparición de los síntomas predominantes que incluyen ictericia, fatiga y dolor

hepático en algunos casos. La enfermedad cumple un proceso autolimitado que no se asocia a

cronicidad y que solo en muy pocas ocasiones se asocia a hepatitis fulminante. La resolución de los

síntomas toma entre 2 y 12 semanas conforme aumentan los títulos de IgG anti VHA (los cuales no

son determinados de forma directa sino obteniendo la diferencia entre anticuerpos totales anti VHA

y los anticuerpos IgM anti VHA).

Hepatitis E

La hepatitis aguda causada por el virus de la hepatitis E (VHE) es muy similar a la causada por el

VHA. En ambos casos, se trata de una infección entérica transmitida por contacto con heces

contaminadas, con la importante diferencia de que el VHE tiene como reservorio, además de los

humanos, otros animales como changos, gatos, perros y puercos. El cuadro de hepatitis suele ser

autolimitado, sin progresión a hepatitis crónica y con una tasa de mortalidad en general baja para la

mayor parte de la población, siendo las mujeres embarazadas una excepción a esto último con tasas

de mortalidad de hasta el 20%. El diagnóstico se basa en la detección de anticuerpos IgM anti VHE

que eventualmente en el transcurso de meses pasarán a ser anticuerpos IgG anti VHE.

Hepatitis B

La hepatitis causada por virus de la hepatitis B (VHB) es una enfermedad de gran importancia

debido a su inmensa incidencia, a la posibilidad de progresión a cronicidad y su asociación con el

desarrollo de carcinoma hepatocelular. Los escenarios clínicos secundarios a una infección por

VHB son variados e incluyen: infección activa sintomática o asintomática con resolución de los

síntomas (gran mayoría de los pacientes, aproximadamente en el 90%), infección activa con

progresión a hepatitis fulminante, hepatitis crónica con resolución, hepatitis crónica con progresión

a cirrosis y portador asintomático. Independientemente del escenario clínico, la vía de contagio se

asocia al contacto con sangre contaminada que puede ocurrir en el marco de transmisión perinatal,

por vía percutánea (uso de agujas infectadas, infección de lesiones en piel, etc.), contacto sexual,

transfusiones sanguíneas, etc. El diagnóstico de los estadios agudos y crónicos de esta infección es

mucho más complicada debido a la presencia de múltiples antígeno y anticuerpos. Durante la fase

activa, los antígenos y anticuerpos útiles para el diagnóstico incluyen HBsAg (antígeno de

superficie o antígeno Australia) que es el primero en elevarse antes incluso de la fase sintomática;

HBeAg (antígeno e del VHB), ADN del VHB y anticuerpos IgM anti VHBc. En un paciente con

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resolución de la enfermedad, además de la mejoría de las manifestaciones clínicas, sería de

esperarse que en un periodo menor a 6 meses ocurra un descenso progresivo de HBsAg y HBeAg

acompañado por un incremento en la titulación para anticuerpos totales anti VHBc, anticuerpos IgG

anti VHBs , antiVHBe y antiVHBc.

Gráfica que muestra los cambios en función del tiempo de los diferentes anticuerpos y antígenos en sangre.

Nótese que durante la fase activa se llega a la mayor concentración de HBsAg HBeAg e IgM anti VHBc, sin

embargo conforme ocurre la resolución de la enfermedad, en un periodo de 6 meses estos antígenos y

anticuerpos debieron haber disminuido de forma progresiva mientras los anticuerpos anti VHBs y anti VHBe

aumentan lentamente hasta llegar a niveles máximos e indicar resolución completa de la enfermedad

En los pacientes que entran a un estado crónico de la enfermedad la elevación de HBsAg y HBeAg

y ADN viral llega a un punto máximo pero no disminuye después de 6 meses. Esto se acompaña

además de una disminución eventual de los anticuerpos IgM antiVHBc (hasta llegar a niveles

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indetectables) y de una imposibilidad por parte del organismo para producir los anticuerpos IgG

antiVHBs y antiVHBe. Para distinguir entre el paciente con hepatitis crónica con progresión a

cirrosis y el portador crónico (sin progresión a cirrosis) es necesario comprobar además de la

presencia de HBsAg por más de 6 meses evidencia de daño hepático evidenciado por biopsia o

elevación de transaminasas hepáticas.

La gráfica muestra el comportamiento de los antígenos y anticuerpos en sangre de un paciente con

hepatitis crónica por VHB. Nótese que los niveles de HBsAg y HBeAg se mantienen elevados más

allá de los primeros 6 meses de la infección sin elevación importante de los anticuerpos IgG

antiVHBs y antiVHBe

Hepatitis C

El virus de la hepatitis C (VHC) es también de gran importancia debido a su prevalencia (menor

que la de hepatitis B) y a su alta progresión a hepatitis crónica en hasta el 70-80% de los casos, de

los cuales hasta un 20% desarrollarán cirrosis en lapsos que varían entre 5 y 20 años. En general los

casos de hepatitis C autolimitada son minoría representando solo del 15-20% de los casos, mientras

que la hepatitis fulminante se consideran muy poco frecuente. Sobre su forma de contagio, esta se

basa en el contacto con sangre, por lo tanto las principales causas incluyen uso de agujas infectadas,

infección de lesiones de la piel, trasfusiones sanguíneas, etc.

El diagnóstico de la fase activa se basa exclusivamente en la identificación del ARN

correspondiente al virus, que usualmente se acompaña de una elevación importante de las

transaminasas. Cuando hay recuperación, los niveles de ARN disminuyen antes de un lapso de 6

meses, mientras que de manera análoga y progresiva aumentan los títulos para anticuerpos anti-

VHC. La cronicidad presente en la mayoría de los casos, se pone en evidencia por la presencia de

ARN de VHC por más de 6 meses, independientemente de si hay o no anticuerpos neutralizantes en

sangre. En la hepatitis crónica, los niveles de ARN alcanzan un valor máximo durante la fase activa

para después disminuir y estabilizarse alcanzando niveles elevados sostenidos indicadores de

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cronicidad. Las transaminasas por su parte, después de la elevación máxima durante la fase aguda

regresan a valores normales para posteriormente experimentar elevaciones episódicas característica

de la cronicidad.

Hepatitis D

Por último, el virus de la hepatitis D (VHD) también es causante de diferentes formas de hepatitis

siempre y cuando se asocie a coinfección o a superinfección, ambos casos asociados al VHB. En la

coinfección el paciente tiene contacto por primera vez y de forma simultánea tanto con VHB como

con VHD, lo cual suele generar un cuadro de hepatitis aguda autolimitada muy similar al causado

únicamente por VHB. La superinfección por su parte puede ocurrir en dos escenarios principales.

En un paciente portador de VHB la superinfección causará un cuadro agudo grave con posible

progresión a hepatitis crónica, mientras que en el paciente con hepatitis crónica por VHB el VHD

causará exacerbaciones graves con mantenimiento de la cronicidad.

Cambios morfológicos asociados a hepatitis aguda

Las alteraciones morfológicas presentes en la hepatitis aguda son más o menos conservadas

independientemente del virus de la hepatitis involucrado, sin embargo como se mencionará más

adelante, algunos hallazgos sugieren un diagnóstico etiológico más específico. Los principales

cambios incluyen:

Balonización de hepatocitos en la cual se altera la forma de las células con pérdida en grados

variables del citoplasma

Signos de colestasis con taponamiento de conductos biliares y acumulación de pigmento dentro

de los hepatocitos

Hepatocitos en cristal esmerilado que es patognomónico de hepatitis B

Esteatosis macrovesicular focal que sugiere el diagnóstico de hepatitis C

Muerte celular por citólisis, apoptosis y necrosis

Hiperplasia e hipertrofia de células de Kupffer con abundante pigmento

Infiltración mixta de los espacios portales

Infiltrado periportal a bajo aumento, con pérdida de la arquitectura del parénquima normal. Son poco

perceptibles a este aumento los cambios por balonización o muerte celular

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Infiltrado periportal importante con predominio linfocítico. También es evidente la balonización de

hepatocitos en la esquina inferior derecha de la imagen

Hepatocitos en vidrio esmerilado, hallazgo característico de la infección por VHB

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Imagen que muestra infiltrado linfocítico periportal evidente en la esquina inferior izquierda

acompañado de balonización de hepatocitos e indicios de necrosis

Acercamiento que muestran balonización de hepatocitos

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Colestasis asociada a hepatitis vírica aguda. La imagen A muestra predominantemente depósitos

intracanaliculares, mientras que B,C y D muestran depósitos intrahepáticos (degeneración

plumosa)

Cambios morfológicos asociados a hepatitis crónica

La hepatitis crónica únicamente es causada por hepatitis B y C. Los principales hallazgos

microscópicos incluyen:

Infiltración periportal predominantemente linfocítica

Muerte celular de hepatocitos por citólisis, apoptosis y necrosis

Balonización de hepatocitos

Hepatocitos en cristal esmerilado (asociado a hepatitis B)

En los casos de hepatitis crónica causada por VHC, es característico encontrar:

o Agregados linfoides en espacios periportales

o Esteatosis macrovesicular focal

o Cambios reactivos en conductos biliares

Depósito de tejido fibroso (fibrosis en puente)

En casos más avanzados, características morfológicas propias de cirrosis

A

C

B

D

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Imagen a bajo aumento del tejido hepático en un paciente con hepatitis viral crónica. Tanto la

fibrosis en puente como los nódulos parenquimatosos regenerativo son característicos de la

hepatitis crónica de larga evolución con posible progresión a cirrosis

Nódulo linfocítico en espacio periportal, hallazgo que sugiere más el diagnóstico de hepatitis

crónica por VHC

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Fibrosis en puente característica de la hepatitis crónica

Hepatitis crónica con fibrosos e infiltrado linfocíticoabundante

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Hepatopatía alcohólica:

La hepatopatía alcohólica incluyen principalmente tres posibles patologías que se superponen e

interrelacionan pero que de manera general dependen de los hábitos en el consumo de alcohol del

paciente. La esteatosis alcohólica (hígado graso alcohólica) es un cambio reversible que ocurre

después de la exposición a una cantidad considerable de alcohol y que usualmente es asintomática

evidenciada únicamente por elevación moderada de enzimas hepáticas y bilirrubinas. A pesar de

que no se considera que exista una progresión directa entre la esteatosis y la cirrosis, esta es un

indicador de ingesta elevada de alcohol que de mantenerse por un periodo largo de tiempo puede

condicionar la progresión a cirrosis. La esteatohepatitis alcóhoilica se presenta luego de la ingesta

de una cantidad muy alta de alcohol que condiciona un episodio de hepatitis aguda que puede variar

en severidad, siendo el peor de los casos el de hepatitis fulminante, sin embargo las manifestaciones

clínicas no suelen ser tan graves e incluyen malestar general, anorexia, esplenomegalia con dolor en

hipocondrio derecho, ictericia, etc. Debe recordarse que la repetición de varios episodios de

esteatohepatitis alcohólica condiciona de forma importante la progresión hacia cirrosis.

Esteatosis alcohólica (hígado graso alcohólico)

Macroscópicamente se distingue un órgano grande (4-6kg) de color amarillento y de aspecto

grasiento.

Imagen macroscópica de hígado que muestra un órgano agrandado y de color amarillento

Page 19: Patología de Hígado

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Microscópicamente, solo se identifican acumulaciones lipídicas macro y micovesiculares dentro de

los hepatocitos que desplazan el núcleo hacia la periferia

Corte de hígado que muestra acumulaciones lipídicas macro y microvesiculares características de la

esteatosis alcohólica

Ambas imágenes muestra acercamiento a hepatocitos con esteatosis, en A se puede apreciar un área con

esteatosis de predominio macrovesicular, mientras que en B se aprecian predominantemente hepatocitos con

acumulaciones lipídicas microvesiculares

A B

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Esteatohepatitis alcohólica (Hepatitis alcohólica):

Microscópicamente se identifica por la presencia de cuatro características principales que incluyen

balonización, necrosis y esteatosis de hepatocitos; fibrosis en grados variables; reacción neutrofílica

con PMN dispuestos alrededor de hepatocitos necróticos; y cuerpos de Mallory que corresponden a

agregados de citoqueratina dentro de algunos hepatocitos

Corte de hígado en un paciente con esteatohepatitis alcohólica. Nótese la abundante necrosis de hepatocitos,

así como la esteatosis en este caso predominantemente macrovesicular y la presencia de cuerpos de Mallory

Acercamiento a los cuerpos de Mallory en un paciente con hepatitis alocólica

Page 21: Patología de Hígado

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Corte de hígado que permite observar casi todos los cambios de la hepatitis alcohólica que incluyen necrosis

y esteatosis de hepatocitos, cuerpos de Mallory y reacción neutrofílica

Hígado graso no alcohólico:

Ocurre en paciente con datos de esteatosis hepática pero con nula o muy baja ingesta de alcohol.

Aunque no se entiendo por completo su etiología, suele coexistir con el síndrome metabólico, por

lo que su posible causa sea un almacenamiento excesivo de grasas (especialmente triglicéridos) por

parte de los hepatocitos. Se distinguen como parte del hígado graso no alcohólico la esteatosis

hepática con y sin inflamación que no se asocian a progresión a cirrosis, y la esteatohepatitis no

alcohólica que sí tiene progresión a cirrosis hasta en un 10 a 20% de los pacientes.

Morfológicamente, las entidades patológicas antes mencionadas son indistinguibles de las descritas

para la hepatopatía alcohólica, por lo cual el diagnóstico se basa completamente en la ausencia o

presencia de consumo de alcohol.

Clínicamente, las entidades propias del hígado graso no alcohólico tienden a ser asintomáticas, con

algunos pacientes experimentando dolor en hipocondrio, esplenomegalia y malestar general leve.

Lo anterior es preocupante especialmente en el caso de la esteatohepatisis no alcohólica ya que las

casi nulas manifestaciones clínicas dificultan el diagnóstico de una enfermedad que puede progresar

a cirrosis.

Page 22: Patología de Hígado

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Nódulos y tumores

Hiperplasia nodular focal:

Puede aparecer en el hígado no cirrótico y se caracteriza por la aparición de una masa usualmente

de color más claro que el resto del tejido hepático. Característicamente esta masa tiene una cicatriz

central de color blanca o gris que irradia a la periferia y que corresponde a tejido conectivo. Al

estudio microscópico, se identifica tejido conjuntivo abundante que se irradia del centro hacia la

periferia poco definida de la lesión, y que se caracteriza por la presencia de abundantes vasos

sanguíneos con proliferación fibrovascular, presencia de infiltrado inflamatorio difuso y

proliferación de conductos biliares a lo largo de los tabiques de tejido conjuntivo. Entre los tabiques

de tejido conjuntivo se identifica tejido hepático normal dispuesto en forma de placa engrosada.

Este tipo de lesión suele ser un hallazgo aislado en un paciente sin hepatopatía de base con una

mayor prevalencia entre adultos jóvenes y de mediana edad. Aunque la etiología de estas

hiperplasias no se entiendo por completo, se ha asociado al uso crónico de anabolizantes y

anticonceptivos hormonales. No se le ha asociado progresión a cáncer, por lo cual la importancia de

su diagnóstico radica en su diferenciación de otras masas neoplásicas

Corte macroscópico de hígado que muestra una masa grande de aproximadamente 7 cm de diámetro. Nótese

que es una lesión con bordes bien definidos, con una coloración más amarilla que el resto del hígado y con la

presencia de una cicatriz fibrosa central característica de esta lesión

Page 23: Patología de Hígado

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Imagen por MR que muestra una lesión aislada con bordes bien delimitados del resto del tejido hepático y

con una cicatriz central evidente

Corte microscópico de una hiperplasia nodular focal que muestra tabiques de tejido fibroso con datos de

inflamación e intensa vascularización. Nótese las placas de tejido hepático normal entre los tabique fibrosos

Page 24: Patología de Hígado

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Acercamiento al tejido de una hiperplasia nodular focal. Son evidentes los tabiques fibrosos con una intensa

proliferación vascular y ductal. Nótese la normalidad de los hepatocitos dispuestos en placas

Neoplasias benignas:

-Hemangioma cavernoso:

Representa la neoplasia benigna más común del hígado. Se identifica macroscópicamente como una

masa pequeñas (usualmente menor a 2cm) de color rojizo o azulado casi siempre inmediatamente

debajo de la cápsula. Histológicamente se identifican los lechos vasculares dilatados y a veces

trombosados, separados por poco tejido conjuntivo. Su identificación es de importancia para

diferenciarlo de tumores malignos y para evitar la biopsia por punción.

Page 25: Patología de Hígado

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Corte de un hemangioma cavernoso a bajo aumento. Nótese la presencia de espacios vasculares muy

dilatados con depósitos de sangre trombosada

Acercamiento a las dilataciones vasculares en un hemangioma cavernoso. Nótese la presencia de sangre

trombosada y el escaso intersticio

Page 26: Patología de Hígado

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-Adenoma hepático:

Esta neoplasia se considera más en mujeres que en hombres, y se asocian fuertemente al uso de

anticonceptivos orales. Su identificación es de importancia por tres razones, primero porque hay

riesgo de ruptura durante el embarazo, especialmente cuando la ubicación del adenoma es

subcapsular; segundo para diferenciarlo del carcinoma hepatocelular; y tercero debió al bajo riesgo

de progresión hacia malignidad.

Macroscópicamente pueden ser masas únicas o múltiples (adenomatosis), con bordes casi siempre

bien delimitados (con cápsula en la mayoría de las ocasiones) y siendo el tamaño de las lesiones

variables, pudiendo incluso llegar a medir hasta 30 cm. Referente a su coloración, suelen ser

blancos, pálidos o bien amarillos verdosos, lo cual denota la presencia de pigmentos biliares.

Microscópicamente se identifican hepatocitos aparentemente normales con esteatosis frecuente,

pero que se disponen unos muy cerca de los otros para formar cordones muy gruesos; además, no se

identifican triadas portales, y en su lugar se encuentran vasos aislados en toda la extensión del

tejido.

Corte macroscoópico de hígado, que muestra la presencia de masa única subcapsular de aproximadamente 3

cm de diámetro con bordes bien delimitados y con coloración amarilla-verdosa

Page 27: Patología de Hígado

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Corte microscópico de un adenoma que permite observar la presencia de hepatocitos agrandados y

dispuestos muy juntos de modo que hay ausencia casi completa de senos vasculares. Nótese que en esta

imagen no hay triadas portales. El acercamiento revela la contigüidad anormal de los hepatocitos y la

ausencia de senos vasculares

Corte microscópico del límite de un adenoma. Nótese la presencia de una cápsula fibrosa delgada, que

separa hepatocitos normales a la izquierda de la imagen de los hepatocitos agrandados y muy juntos a la

derecha

Page 28: Patología de Hígado

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Tumores malignos:

-Hepatoblastoma:

Se trata de la neoplasia hepática maligna más frecuente en la primera mitad de la infancia.

Microscópicamente se identifican dos patrones, el epitelial formado por acinos o nidos de células

epiteliales inmaduras; y el tipo epitelial y mesenquimatoso mixto, caracterizado por focos de tejido

epitelial inmaduro, así como focos de tejido mesenquimático diferenciado que puede incluir

cartílago, hueso o músculo estriado

Acercamiento a una hepatoblastoma hepático. Nótese la disposición de células epiteliales en nidos o acinos

Hepatoblastoma mixto con gran cantidad de osteoide dispuesto entre células epiteliales malignas

Page 29: Patología de Hígado

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-Carcinoma hepatocelular:

Se trata de la tercera causa de muerte por cáncer en adultos, con una alta prevalencia en países en

desarrollo con tasas altas de infección por VHB. De forma clásica se identifican cuatro causas

etiológicas que incluyen: infecciones virales crónicas (VHB y VHC), ingesta crónica de alcohol,

esteatohepatisis no alcohólica y contaminantes alimentarios.

Macroscópicamente esta neoplasia es variables, ya que puede aparecer como una masa única, como

masas multifocales o bien como un infiltrado difuso dentro del hígado. Sobre su aspecto, suele ser

de color más pálido que el resto del tejido, apreciándose en ocasiones una coloración verdosa

debido a la acumulación de pigmento biliar.

Se debe mencionar que todos los patrones del carcinoma hepatocelular tiene una tendencia muy alta

de infiltración vascular, por lo que el potencial de metástasis tanto a estructuras intrahepáticas como

a extrahepáticas (como el pulmón y los ganglios linfáticos locales) se considera alto.

Al estudio microscópico, esta neoplasia puede exhibir diferentes grados de diferenciación. En los

casos bien y moderadamente diferenciados se identifican acumulaciones de células hepáticas

formando trabéculas o bien siguiendo un patrón pseudoglandular con formación de acinos. Por su

parte en las formas poco diferenciadas pueden identificarse células hepáticas pleomórficas con

grado variable de anaplasia. Una variedad del carcinoma hepatocelular es el carcinoma fibrolamelar

que se presenta tanto en hombre como en mujeres con la misma prevalencia. Debido a que no se

asocian a ningún proceso hepático crónico, el pronóstico en estos casos es más positivo.

Macroscópicamente se distinguen masas únicas y sólidas que a la evaluación histológica describen

organización de hepatocitos en cordones o nidos separados por ejes paralelos de tejido conjuntivo

denso.

Sobre la progresión del tumor, el pronóstico a los dos años de vida es muy bajo, siendo las

principales causas de muerte la insuficiencia hepática, la metástasis a pulmón, la hemorragia del

tracto gastrointestinal, y en menor medida la hemorragia masiva del tumor.

Corte macroscópico de una masa única subcapsular correspondiente a carcinoma hepatocelular

Page 30: Patología de Hígado

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Carcinoma hepatocelular con un patrón macroscópico de crecimiento infiltrativo difuso que abarca una

extensión importante del órgano. Nótese la coloración verdosa-amarillenta del tejido neoplásico debido a la

presencia de pigmentos biliares

Corte macroscópico de un hígado con carcinoma hepatocelular multifocal. Nótese la presencia de

múltiples lesiones amarillentas en toda la extensión del hígado

Page 31: Patología de Hígado

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Corte microscópico de carcinoma hepatocelular bien diferenciado con células malignas dispuestas en

estructuras acinares y trabeculares

Carcinoma hepatocelulular moderadamente diferenciado con células malignas más o menos dispuestas en

nidos o acúmulos

Page 32: Patología de Hígado

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Carcinoma hepatocelular pobremente diferenciado. Nótese la presencia de múltiples células anaplásicas,

pleomórficas y gigantes

Carcinoma hepatocelular variedad fibrolamelar. Nótese la presencia de células malignas dispuestas en

acúmulos rodeados por tabiques fibrosos abundantes

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Carcinoma hepatocelular variedad fibrolamelar. Nótese la presencia de células malignas dispuestas en

acúmulos rodeados por tabiques fibrosos abundantes

Las manifestaciones clínicas de los pacientes con carcinoma hepatocelular son variadas y debido a

su asociación con enfermedades hepáticas crónicas, frecuentemente se superponen a las propias de

insuficiencia hepática. Algunos hallazgos clínicos generales incluyen malestar general, pérdida de

peso, dolor hepático, ictericia, etc. La progresión de esta neoplasia tiende a la invasión agresiva del

hígado que condiciona insuficiencia hepática, así como metástasis a distancia, principalmente a

pulmones. Las principales causas de muerte incluyen ruptura de várices esofágicas, encefalopatía

hepática, caquexia y más raramente hemorragia masiva de la masa tumoral.

-Colangiocarcinoma:

Se trata de neoplasias originadas del árbol biliar, ya sea dentro o fuera del hígado. Del total de

tumores, entre el 50 y el 60% son perihiliares (denominados tumores de Klatskin), entre el 20 y

30% son distales y únicamente el 10% intrahepáticos. El pronóstico es muy malo, con una tasa de

supervivencia a los 2 años de tan solo el 15%.

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Macroscópicamente cuando estas estas neoplasias son extrahepáticas aparecen dentro de las paredes

de las vías biliares en forma de nódulos o pólipos, mientras que las neoplasias intrahepáticas pueden

variar en su patrón morfológico desde masas bien delimitadas hasta lesiones invasivas difusas en

patrón arborizante con extensión en una buena parte del órgano. Microscópicamente son muy

similares a los adenocarcinomas, con células de tipo epitelial formando glándulas bien definidas, sin

embargo en el caso del colangiocarcinoma es característico encontrar los componentes glandulares

separados por una gran cantidad de tejido fibroso, lo cual explica la consistencia completamente

sólida de estos tumores.

Corte macroscópico que muestra la presencia de un colangiocarcinoma con crecimiento nodular hacia el

interior de las vías biliares

Colangiocarcinoma intrahepático con crecimiento difuso de tipo arborizante

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Corte microscópico a bajo aumento de un colangiocarcinoma. Nótense las formaciones glandulares bien

diferenciadas y la intensa reacción desmoplásica del estroma

Acercamiento a las formaciones glandulares de epitelio maligno

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Corte microscópico de un colangiocarcinoma, además de las formaciones glandulares nótese la

intensa reacción desmoplásica del intersticio

Metástasis a hígado:

La metástasis a hígado es mucho más frecuente que los tumores primarios de este órgano, y en

general junto con los pulmones ocupan los órganos más frecuentemente afectados por metástasis. A

pesar de que virtualmente cualquier tipo de cáncer puede causar metástasis al hígado, las neoplasias

que más frecuentemente lo provocan son las de pulmón, mama, colon y páncreas. Clásicamente los

focos de metástasis suelen ser múltiples llegando a abarcar gran parte de la extensión del órgano, lo

cual puede condicionar esplenomegalia importante e insuficiencia hepática; sin embargo debe

tomarse en cuenta que también puede existir metástasis en la forma de nódulos aislados únicos.

Corte macroscópico de hígado que muestra múltiples nódulos correspondientes a metástasis y que

abarcan casi toda la extensión del órgano