pasado y presente en la gestiÓn de la cuenca del …

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15 INTRODUCCIÓN L a Cuenca del Pilcomayo, unidad natural com- partida por Argentina, Bolivia y Paraguay y parte integrante de la Cuenca del Plata, conforma un complejo entramado de vínculos estatales y sub- nacionales donde elementos geográficos, histórico- políticos y socio-ambientales, generan una gestión compartida estructurada por momentos de en- cuentros y desencuentros. En realidad, hablar del Pilcomayo, implica proyectar directa o indirecta- mente en el imaginario sudamericano una frontera difusa, ambivalente y con inherente valor de lo simbólico. Esta unidad natural es parte de la Cuenca del Plata y constituye un claro ejemplo de cómo la dis- tancia entre lo pactado entre los tres Estados y la práctica propiamente dicha ha forjado una gestión trilateral con deficiencias que ha repercutido nega- tivamente en la calidad de vida de las diversas poblaciones que habitan la Cuenca del Pilcomayo. Un escenario marcado por la vulnerabilidad ambiental fue el factor clave para que los Estados miembros desplegaran un accionar en la región pero con proyección internacional con miras a ate- nuar las debilidades que se presentan en este siste- ma natural. La Declaración de Formosa del 26 de abril de 1994 representó la puesta en marcha del proceso de institucionalización de la Cuenca debido a que los tres países reconocieron la necesidad de aprovechar racional y equitativamente los recursos naturales de la región. Producto de esta reunión, los ex manda- tarios presidenciales Carlos Menem, Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Wasmosy, suscribieron el 9 de febrero de 1995 el Estatuto de la Comisión Trinacional de la Cuenca del Pilcomayo. Desde entonces, la Comisión Trinacional posee la responsabilidad de administrar de forma integral los diferentes puntos de la Cuenca. No obs- tante, la falta de recursos económicos, de experien- cia en el manejo de cuencas internacionalmente compartidas y la existencia de problemáticas múlti- ples y relacionadas, incentivaron el acercamiento entre este organismo y la Unión Europea (UE). Tras diversos encuentros entre los representantes de la Comisión Trinacional y expertos europeos en la segunda mitad de los ´90, se firmó un Convenio de Financiación y Cooperación con la UE para el perío- do 2002-2008 con el objetivo de afrontar las debili- dades que obstaculizan el logro de un desarrollo armónico e integral del Pilcomayo y su región. El presente trabajo se ha estructurado a partir de los siguientes ejes. En primer lugar, se analiza el cuadro humano existente en la Cuenca donde la diversidad se transforma en el elemento que recorre lo largo y lo ancho de esta unidad natural. Seguidamente, se realiza un breve recorrido de la impronta del Pilcomayo en la relación entre Argentina y Paraguay en el proceso de delimitación internacional. Se parte de la idea de que las tensio- nes subyacentes en los vínculos bilaterales han difi- cultado –junto a las condiciones materiales– que las situaciones de diálogo y de trabajo integral sean superadoras de los momentos de entredichos. Finalmente, se aborda –teniendo en cuenta las pro- blemáticas de la región– el proceso de cooperación entre la Comisión Trinacional y la UE en el deno- minado Proyecto Pilcomayo (2002-2008). RHA, Vol. 7, Núm. 7 (2009), 15-27 ISSN 1697-3305 © 2009 Revista de Historia Actual PASADO Y PRESENTE EN LA GESTIÓN DE LA CUENCA DEL PILCOMAYO. LA COOPERACIÓN EUROPEA EN UN ESCENARIO VULNERABLE Natalia Ceppi * Recibido: 15 Agosto 2009 / Revisado: 4 Septiembre 2009 / Aceptado: 18 Septiembre 2009 * Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: [email protected].

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INTRODUCCIÓN

La Cuenca del Pilcomayo, unidad natural com-partida por Argentina, Bolivia y Paraguay y

parte integrante de la Cuenca del Plata, conformaun complejo entramado de vínculos estatales y sub-nacionales donde elementos geográficos, histórico-políticos y socio-ambientales, generan una gestióncompartida estructurada por momentos de en -cuentros y desencuentros. En realidad, hablar delPilcomayo, implica proyectar directa o indirecta-mente en el imaginario sudamericano una fronteradifusa, ambivalente y con inherente valor de losim bólico.

Esta unidad natural es parte de la Cuenca delPlata y constituye un claro ejemplo de cómo la dis-tancia entre lo pactado entre los tres Estados y lapráctica propiamente dicha ha forjado una gestióntrilateral con deficiencias que ha repercutido nega-tivamente en la calidad de vida de las diversaspoblaciones que habitan la Cuenca del Pilco mayo.

Un escenario marcado por la vulnerabilidadambiental fue el factor clave para que los Estadosmiembros desplegaran un accionar en la regiónpero con proyección internacional con miras a ate-nuar las debilidades que se presentan en este siste-ma natural.

La Declaración de Formosa del 26 de abril de1994 representó la puesta en marcha del proceso deinstitucionalización de la Cuenca debido a que lostres países reconocieron la necesidad de aprovecharracional y equitativamente los recursos naturales dela región. Producto de esta reunión, los ex manda-tarios presidenciales Carlos Menem, GonzaloSánchez de Lozada y Carlos Wasmosy, suscribieron

el 9 de febrero de 1995 el Estatuto de la ComisiónTrinacional de la Cuenca del Pilcomayo.

Desde entonces, la Comisión Trinacionalposee la responsabilidad de administrar de formaintegral los diferentes puntos de la Cuenca. No obs-tante, la falta de recursos económicos, de experien-cia en el manejo de cuencas internacionalmentecompartidas y la existencia de problemáticas múlti-ples y relacionadas, incentivaron el acercamientoentre este organismo y la Unión Europea (UE).

Tras diversos encuentros entre los representantesde la Comisión Trinacional y expertos europeos en lasegunda mitad de los ´90, se firmó un Convenio deFinanciación y Cooperación con la UE para el perío-do 2002-2008 con el objetivo de afrontar las debili-dades que obstaculizan el logro de un desarrolloarmónico e integral del Pilcomayo y su región.

El presente trabajo se ha estructurado a partirde los siguientes ejes. En primer lugar, se analiza elcuadro humano existente en la Cuenca donde ladiversidad se transforma en el elemento que recorrelo largo y lo ancho de esta unidad natural.Seguidamente, se realiza un breve recorrido de laimpronta del Pilcomayo en la relación entreArgentina y Paraguay en el proceso de delimitacióninternacional. Se parte de la idea de que las tensio-nes subyacentes en los vínculos bilaterales han difi-cultado –junto a las condiciones materiales– quelas situaciones de diálogo y de trabajo integral seansuperadoras de los momentos de entredichos.Finalmente, se aborda –teniendo en cuenta las pro-blemáticas de la región– el proceso de cooperaciónentre la Comisión Trinacional y la UE en el deno-minado Proyecto Pilcomayo (2002-2008).

RHA, Vol. 7, Núm. 7 (2009), 15-27 ISSN 1697-3305

© 2009 Revista de Historia Actual

PASADO Y PRESENTE EN LA GESTIÓN DE LACUENCA DEL PILCOMAYO. LA COOPERACIÓNEUROPEA EN UN ESCENARIO VULNERABLE

Natalia Ceppi *

Recibido: 15 Agosto 2009 / Revisado: 4 Septiembre 2009 / Aceptado: 18 Septiembre 2009

* Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: [email protected].

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RHA, Vol. 7, Núm. 7 (2009), 15-27 Natalia Ceppi

1. LA CUENCA DEL PILCOMAYO Y SUSHABITANTES

Haciendo un breve recorrido por el territorioque comprende la Cuenca del Pilcomayo, se puedeobservar que la diversidad étnica y socio-cultural esuna de las principales características de la región.Su área de influencia que abarca los departamentosbolivianos de Tarija, Potosí y Chuquisaca, los de -par tamentos paraguayos de Boquerón y Presi denteHayes y las provincias argentinas de Jujuy, Salta yFormosa1, posee una población aproximada de1.400.000 habitantes de los cuales “el 64% perte-nece a Bolivia, y el 28% y 8% restantes se en cuen -tran repartidos entre Argentina y Paraguay, res -pectivamente”.2 Mientras que en Bolivia y Ar gen -tina se destacan las comunidades indígenas co molos Weenhayek o Matacos, Tapietes, Wichis, Tobas,parte de los Guaraníes y los pobladores ribereños,en los departamentos paraguayos de Boquerón yPresidente Hayes los grandes protagonistas son losproductores agrícola-ganaderos y las poblacionescercanas al Pilcomayo. En este sentido, la Cuencadel Pilcomayo conforma una vasta re gión a la cualpuede aplicarse la conceptualización de AlbertoMendoza Morales, quien sostiene que la región alu -de principalmente a un elemento de índole geográ-fico pero en realidad, es “el escenario de la acciónhumana y de las relaciones entre el hombre y la tie-rra. El estudio de la región, en todos sus aspectos,es un asunto clave para entender los acontecimien-tos humanos que se dan en su ámbito”.3

Cabe destacar, que parte del espacio territorialdonde el Pilcomayo posee influencia se correspon-de con el Gran Chaco Americano,4 escenario en elcual numerosos grupos poblacionales encuentranen las aguas del Pilcomayo y sus afluentes un medio

importante de subsistencia. El río de los pá jaros5

permite el riego de cultivos familiares y repre sentauna forma de sustento socio-económico tanto através de la pesca como del consumo de sus aguas.Consecuentemente, en los últimos años, los gobier-nos de Argentina, Bolivia y Paraguay, han puesto elacento en velar por la calidad y las posibilidades deacceso de este recurso hídrico ya que en la CuencaAlta, es decir, el ámbito geográfico correspondientea Bolivia, el medio natural se encuentra compro-metido en términos de calidad y en la Cuenca Baja,la región compartida por Argentina y Paraguay, lavulnerabilidad ambiental está principalmente dadaen términos de oferta hídrica.

Con respecto a la Cuenca Alta, debe recordar-se que la minería es una de las principales activida-des económicas de Bolivia, cuya historia se remon-ta a la época colonial. Desde entonces, plata, plo -mo, zinc y estaño, entre otros, son extraídos sininterrupcciones. Según Malo de Molina y Martí -nez, se calcula que en el país andino trabajan másde 10.000 mineros entre las compañías MineraPailaviri RC, filial de la Corporación Minera deBolivia (COMIBOL) y unas 30 agrupaciones quese concentran en las denominadas CooperativasMineras.6

En el ámbito de la minería, se conjugan tresfactores que potencian el cuadro de vulnerabilidadambiental en el cual viven los pobladores cercanosal Pilcomayo, es decir, –la intensidad de la activi-dad extractiva– sólo en Potosí son extraídos diaria-mente entre 1300 y 1800 toneladas de materialminero7; el accionar erróneo de las empresas queoperan en el país y el escaso control por parte delEstado para ocuparse por la calidad de un recursonatural tan importante como es el agua.

16

1 Véase Mapa I.2 Somos Pilcomayo, 1, 2007, 10. Revista del Proyecto de Gestión Integrada y Plan Maestro de la Cuenca del río Pilcomayo

–Cooperación UE– Comisión Trinacional de la Cuenca del Pilcomayo, Tarija.3 Mendoza Morales, A., “Viaje a la Región”, disponible desde Internet en: <http://sogeocol.edu.co/documentos/0viaj.pdf>

[con acceso 10-08-2009].4 Véase Mapa II.5 Corresponde a su denominación en lengua originaria. Véase <http://pilcomayo.elgranchaco.com>.6 Malo De Molina y Martínez, J., Resultados de la 1º Misión del Experto Europeo en Medio Ambiente. 2005, 16. Disponible

desde Internet en:<http://www.pilcomayo.net/Biblioteca/descargar.aspx?c_l=MA%20-%20078&file=Juan%20Ma lo%20de%20Moli na%20-%20Medio%20Ambiente.zip> [con acceso 09-08-2009].

7 Mariuz, E., Monitoreo de la contaminación minera y de medio ambiente en la Cuenca del río Pilcomayo. 2004, 14. Disponibledesde Internet en: <http://www.pilcomayo.net/media/biblioteca/libro_700_MA-069.pdf> [con acceso 03-07-2009].

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La contaminación hídrica por metales pesadosgenera un escenario con problemáticas diversasdonde la existencia de comunidades ribereñas en -fermas debido al uso de aguas con altos niveles dedegradación por cadmio, cobre o zinc; la baja pro-ductividad de las tierras cultivables y la mortandadde ganado,8 son algunas de las ejemplificacionesque permiten dar cuenta de la falta de atención a lanormativa medioambiental.9 Además de la debili-dad institucional estatal en materia medio am bien -tal, las empresas mineras continúan trabajando contécnicas que se consideran obsoletas, principalmen-te en lo que implica el tratamiento de los metalespesados y su respectiva contención en los diques decolas. Las rupturas o desbordes de estos últimos nose presentan como hechos poco recurrentes sinoque el escaso tiempo de operatividad de estas obrasde infraestructura permite que dichas situaciones serepitan de forma asidua.10

A la contaminación hídrica por el uso excesi-vo de arsénico y cadmio –muy comunes para lapurificación de minerales– deben agregarse otrosfactores que agudizan la degradación de las aguas.El derrame de productos agroquímicos que son uti-lizados en las actividades agrícolas, la descarga delas aguas servidas de las zonas urbanas que no reci-ben el tratamiento adecuado y el escaso control encuanto al destino de los residuos industriales con-tribuyen a deteriorar la calidad de vida de los habi-tantes de la Cuenca Alta.11

La Cuenca Baja presenta rasgos geográficos,

sociales y económicos diferentes a los que estructu-ran la Cuenca Alta, Sin embargo, teniendo encuen ta que en el concepto de región subyace la ideade unidad, las problemáticas propias de cada partegeográfica influyen en la dinámica total de este sis-tema natural. La zona fronteriza argentino-bolivia-na y diversos puntos del tramo argentino-paragua-yo sufren las vicisitudes y la aleatoriedad delPilcomayo, generando que las sequías y las inunda-ciones sean elementos protagónicos del paisajeregional.

Cabe aclarar, que en el área compartida porArgentina y Paraguay, la población que hace uso dela Cuenca no sólo es ribereña sino que tambiénexisten importantes grupos dedicados a la actividady la producción ganadera. Esta situación se consti-tuye en un hecho sumamente importante ante doscuestiones fundamentales. Por un lado, el EstadoGuaraní es uno de los mayores exponentes deAmérica Latina donde existe una alta concentra-ción de tierras en manos de unos pocos12 y porotro, la agricultura y la ganadería representan másdel 25% del Producto Bruto Interno (PBI) del país.

Esta estructura socio-territorial encuentra susraíces históricas en las etapas posteriores a la Guerrade la Triple Alianza (1864-1870). El Estado para-guayo al encontrarse sin recursos económicos paraafrontar la reconstrucción del país decidió empren-der la venta de las tierras públicas que a partir de1883 fueron compradas por empresas anglo-argen-tinas, francesas y brasileñas, adquiriendo así gran-

8 Hinojosa, Rosales, Citado en Mariuz, E., Id.,17.9 El 23 de marzo de 1992, bajo la presidencia de Jorge Paz Zamora, se promulgó la Ley 1333 de Medio Ambiente. Con respec -

to a los recursos mineros, la mencionada Ley establece lo siguiente: Artículo 70: “La explotación de los recursos mineralesdebe desarrollarse considerando el aprovechamiento integral de las materias primas, el tratamiento de materiales de desecho,la disposición segura de colas, relaves y desmontes, el uso eficiente de energía y el aprovechamiento nacional de los yaci-mientos”, Artículo 71: “Las operaciones extractivas mineras, durante y una vez concluidas su actividad deberán contemplarla recuperación de las áreas aprovechadas con el fin de reducir y controlar la erosión estabilizar los terrenos y proteger lasaguas, corrientes y termales”. Disponible desde Internet en: <http://www.congreso.gov.bo/leyes/1333.htm> [con acceso 04-07-2009].

10 El 18 de junio de 2003 se inauguró el dique de colas Laguna Pampa I en el departamento de Potosí. No obstante, transcu-rrieron más de 12 meses para que el mismo comenzara a funcionar en plenitud. Su duración limitada y la rápida capacidadde “llenado” ante la intensidad de la actividad minera, dieron lugar a que en 2005 entrara en funcionamiento el LagunaPampa II pero al igual que Laguna Pampa I no quedó al margen de accidentes ya que tras una ruptura el 25 de octubre de2005, aguas contaminadas cayeron al Pilcomayo y sus afluentes durante varias horas.

11 Aquiles Arce, L., Proyecto Piloto Demostrativo Pilcomayo: control de la contaminación y erosión. 2005, 7. Informe del ProgramaMarco para la Gestión de los Recursos Hídricos de la Cuenca del Plata. Disponible desde Internet en: <http://www.cicpla-ta.org/marco/pdf/informes/191205/componenteIII/1_ppp_pilcomayo_principal.pdf?s=99c86dfed9d0443f33bb867255d09fe3> [con acceso 04-07-2009].

12 Alderete, A., El problema de la tierra en Paraguay. [s.f.], 2 y ss. Universidad Nacional de Asunción. Disponible desde Interneten: <http://www.landaction.org/gallery/ElProblemaDeLaTierraEnParaguay.doc> [con acceso 13-07-2009].

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des porciones de la región chaqueña.13 En otraspalabras, el Chaco paraguayo es una de las zonasmás extensas y heterogéneas del país, ocupandomás del 60% de la superficie del territorio, motivopor cual esa primera venta extensiva de tierraspúblicas que comenzó a finales del S. XIX tendríacomo destino inevitable convertirse en el escenariode la actividad agropecuaria.

En un primer momento dichas extensiones deterritorio fueron utilizadas para la instalación deempresas de quebracho y de fábricas de tanino.Esta actividad atrajo a un gran número de pobla-dores pero comenzó a declinar a partir de 1960 ylentamente esas tierras fueron ocupadas por lospro pietarios de las grandes estancias ganaderas.14

Las comunidades aborígenes fueron incorporadas através de misiones religiosas y por la imposición deun nuevo esquema de trabajo que los desalojaba desu lugar de origen.

Los ganaderos del Chaco se fueron transfor-mando en actores importantes dentro del sistemaeconómico y político de Paraguay, principalmenteporque mediante dicha actividad, esta vasta regióndel país pudo conectarse con los circuitos comer-ciales regionales e internacionales. Su poderío eco-nómico y la posesión de grandes extensiones terri-toriales, les permite especular con el precio de latierra y por ende esto se convierte en un elementode negociación propio.15

La aleatoriedad del Pilcomayo en el tramoargentino-paraguayo se vincula estrechamente conotra problemática, a saber, la restricción en la utili-zación del río. Esta situación impone ciertas limita-ciones a la economía y al desarrollo productivo dela región ya que independientemente de las carac-terísticas locales, la falta de agua y la divagación delrío, se combinan de modo tal que la Cuenca delPilcomayo presenta una situación de déficit hídricogeneralizada.

Como puede observarse, la región posee pro-cesos ambientales nocivos que reflejan un ciertogrado de apatía estatal para mitigar la degradacióncuantitativa y cualitativa del Pilcomayo y su Cuen -

ca. Esto generó la movilización de la sociedad civily tras diversos encuentros se conformó el Comitédel Gran Chaco en 1999 como un espacio que pro-mueve y articula los encuentros entre las diversascomunidades que habitan la Cuenca delPilcomayo. Con el paso del tiempo, este organismoposibilitó la creación del denominado Foro delPilcomayo, transformándose en un instrumento dediscusión y movilización de los diferentes actoresde la sociedad civil para el tratamiento de los temassocio-ambientales de la región. Este foro, a pesar decarecer de una estructura institucional, es un ámbi-to destinado a fortalecer el contacto entre los pro-tagonistas sociales de la Cuenca. En pocas palabras,la informalidad del Foro del Pilcomayo no se hapresentado como un obstáculo para que los másperjudicados puedan demandar respuestas guber-namentales concretas que atenúen los desequili-brios medioambientales de la Cuenca.

2. LA CUESTION DEL PILCOMAYO EN LAHISTORIA LIMITROFE DE ARGENTINAY PARAGUAY

Históricamente, la temática del río Pilcomayoha formado parte de un ambiente de recelos entrelas diplomacias de Argentina y Paraguay, ya queemergió como objeto discordia una vez finalizadala Guerra de la Triple Alianza. Sus consecuenciasmateriales y simbólicas han atravesado los vínculosentre estos dos vecinos por lo cual la aleatoriedaddel Pilcomayo se refuerza por las tensiones que sub-yacen en el tratamiento bilateral y en consecuencia,es un factor a tener en cuenta al momento de ges-tionar la Cuenca en su totalidad.

La finalización de la Guerra de la TripleAlianza fue coincidente con los procesos que pau-latinamente se estaban presentando en el GranChaco. “La expansión de las fronteras interiores, elavance de la colonización agrícola y ganadera deeuropeos y criollos y el denominado proceso depacificación de los grupos aborígenes”16 fueronalgunos de los hechos que marcaron el acontecer dela época en la región.

18

13 Vázquez, F., Territorio y población: nuevas dinámicas regionales en el Paraguay. Asunción, ADEPO-UNFPA-GTZ, 2006,23.

14 Ibid., 112-113.15 Ibid., 118 y ss.16 Maeder, E., Gutiérrez, R., Atlas Histórico del Nordeste Argentino. Resistencia, Instituto de Investigaciones Geohistóricas,

CONICET-FUNDANORD, 1995, 96.

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Una de las cuestiones que estaba pendiente enla relación entre Argentina y Paraguay, radicó en elámbito limítrofe. Los plenipotenciarios FacundoMachain por Paraguay y Bernardo de Irigoyen porArgentina, iniciaron el 21 de enero de 1876 lasconversaciones para el futuro establecimiento delímites. El Tratado de Límites entre ambos paísesfue firmado en Buenos Aires el 3 de febrero de1876 cuando los dos Estados acordaron sometersea un laudo arbitral precedido por el Presidente delos Estados Unidos para resolver la delimitación delbrazo principal del Pilcomayo.17

El 12 de noviembre de 1878, el entoncesPresidente de los Estados Unidos, Rutherford Ha -yes, determinó el destino de las zonas en litigio através de su laudo arbitral. Paraguay fue contun-dente al demostrar que había ejercido dominio enel área de disputa. El fallo Hayes adjudicó a dichopaís el territorio comprendido entre el río Verde yel Pilcomayo, incluida Villa Occidental (actual-mente Villa Hayes). El argumento del laudo fue laconstatación de la existencia de una cédula real de1783 que creó la Intendencia de Asunción delParaguay. Ésta se encontraba anotada en las ofici-nas del Virreinato y de la Intendencia de BuenosAires. Además, se verificó que un bando militar delgobernador de Asunción había tomado posesióndel área a una y otra margen del río Para guay.18

En cuanto al río Pilcomayo el laudo Hayesestableció que el brazo principal del río, sería ellímite sur del territorio adjudicado a Paraguay, esdecir, el límite internacional entre ambos países.Sin embargo, al dejar pendiente cuál de sus ambi-valentes cursos sería identificado como principal,los conflictos y las disputas recurrentes escribieronnuevamente las relaciones bilaterales.

Entre 1905 y 1909 Argentina y Paraguay con-formaron una Comisión Mixta Internacional paracumplir con lo dispuesto por el laudo Hayes. Apesar de las dificultades técnicas y cartográficaspropias de la época, los peritos Domingo Kraussepor Argentina y Elías Ayala por Paraguay elevaron

en a sus gobiernos el denominado Informe Ayala-Krausse en 1909. Este último sostuvo que el brazosur del río Pilcomayo era el brazo principal delrecurso y por lo tanto a tener en cuenta como lími-te entre ambos países. Al mismo tiempo, se deter-minó que el brazo norte del río tenía un caudal tor-tuoso y curvas cerradas. Para ese entonces, como enel brazo sur no se observaban ni depresiones ni des-bordes frecuentes, éste fue identificado como prio-ritario ante su conformación más antigua y mayordefinición en su curso.

Los buenos oficios de los peritos de Argentinay Paraguay no solucionaron la delimitación del ríode manera inmediata ya que los entredichos entreambas Cancillerías y la entrada de Paraguay en laGuerra del Chaco con Bolivia (1932-1935) fueronlos factores que incidieron para que el diferendofuera nuevamente postergado. Finalizado el con-flicto con el país andino, Paraguay y Argentinaavanzaron en el tema limítrofe por medio de lafirma de un convenio ad-referéndum en 1935 en lalocalidad formoseña de Las Lomitas, acordandocooperar para establecer una solución de tipo tem-poraria al problema del Pilcomayo.19

Aprovechando el clima de acercamiento logra-do, los plenipotenciarios Higinio Arbo y JoséMaría Cantilo, suscribieron en Buenos Aires el 5 dejulio de 1939, el Tratado Complementario deLímites, reconociendo que a pesar de la naturalezaambivalente del río, ambos países decidieron pro-fundizar los lazos bilaterales a fin de poder cumplircon el Tratado de 1876 y el fallo Hayes de 1878.De esta manera, y teniendo en cuenta la imposibi-lidad de tomar la totalidad del recorrido comolímite natural internacional, Argentina y Paraguaypactaron la delimitación de dos tramos: desde elpunto tripartito entre Argentina, Bolivia yParaguay denominado Esmeralda hasta la localidadde Horqueta y desde Salto Palmar hasta la desem-bocadura en el río Paraguay.20

La sección media –Horqueta-Salta Palmar–quedó pendiente por las grandes dificultades geo-

17 “Tratado de Límites”, artículos IV y V, 3 de febrero de 1876, Buenos Aires, Disponible desde Internet en: <http://www.can-cilleria.gov.ar/datos/dilyf/paraguay1876.swf> [con acceso 15-07-2009].

18 Sosa Escalada, J., El Pilcomayo como límite argentino-paraguayo. Buenos Aires, Talleres Gráficos FERRARI, 1939, 7-8.19 Gordillo, G., “Un río tan salvaje e indómito como el indio toba: una historia antropológica de la frontera del Pilcomayo”

Desarrollo Económico, Vol. 41, 162, Buenos Aires, 2001, 272.20 “Tratado Complementario de Límites”, artículos I y II, 5 de julio de 1939, Buenos Aires, Disponible desde Internet en:

<http://www.cancilleria.gov.ar/datos/dilyf/paraguay/1939trat.swf> [con acceso 15-07-2009].

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gráficas de la zona. El artículo 2º del Tratado de1939 estableció el compromiso de los países fir-mantes de constituir una Comisión Mixta com-puesta por técnicos paraguayos y argentinos paraque estudiara con mayor precisión el área geográfi-ca que restaba definir.

El 1º de junio de 1945 Paraguay y Argentina,firmaron el Tratado Complementario de LímitesDefinitivos en el tramo comprendido entreHorqueta y Salto Palmar. Ambos países reconocie-ron que en dicha área –a diferencia de los dos tra-mos del Tratado de 1939– el Pilcomayo no poseeun cauce único ni permanente ante la presencia dedesvíos y formación de lagunas y bañados.

La importancia del Tratado de 1945 radicó nosólo en establecer las coordenadas geográficas queayudaron a delimitar la sección Horqueta-Salto Pal -mar, sino que el mismo también impulsó el recono-cimiento por parte de Argentina y Paraguay de con-formar un régimen de administración en la totali-dad de las aguas del Pilcomayo, es decir, desde sunacimiento hasta su desembocadura. Teniendo encuenta el régimen tortuoso de la sección Hor queta-Salto Palmar, se propuso la creación de una Comi -sión Mixta Argentino-Paraguaya de Adminis tracióny Vigilancia del Río Pilcomayo, integrada por untécnico por cada país, para evitar que se produzcandesvíos o alteraciones en un lugar que –en términosteóricos– fue delimitado como definitivo. DichaComisión se reunió por primera vez en 1953, peroun año más tarde Alfredo Stroessner (1954-1989)llegó al poder político de Paraguay y paulatinamen-te todas las cuestiones vinculadas a la Cuenca fuerondejadas de lado.21 El escenario político ar gen tinotambién se encontraba cargado de inestabilidad ydurante varias décadas, el Poder Ejecutivo fue alter-nando entre gobiernos constitucionales y de facto.

Las cuestiones políticos-diplomáticas propiasde cada Estado afectaron los pequeños avances con-cretados y hubo un impasse en su tratamiento hastaprincipios de los años ´70. La ayuda brindada porel Comité Intergubernamental Coordinador de la

Cuenca del Plata –quien gestionó la asistenciainternacional ante la Organi zación de EstadosAmericanos (OEA)– fue clave para que los paísesmiembros de la Cuenca del Pilcomayo emprendie-ran un estudio conjunto de este sistema natural.

La cooperación solicitada por Argentina,Bolivia y Paraguay buscó cubrir un déficit que esta-ba presente en los tres países, es decir, la carencia deinformación y conocimiento sobre cuestiones físico-geográficas, socio-económicas y ambientales de laCuenca.22 Las actividades comenzaron el 1º de fe -bre ro de 1975 y estuvieron divididas en dos fases.En la primera de ellas, se recabó toda la informacióny datos posibles en materia medioambiental y entérminos sociales, jurídicos e institucionales hastajulio de 1976. En la segunda etapa –la cual culminóen junio de 1977– teniendo en cuenta las estrategiasde desarrollo presentadas en base al diagnóstico pre-liminar los países solicitaron la profundización enlos estudios realizados; acciones para la preservaciónfísica del Pilcomayo y la identificación de proyectosagrícolas, agroindustriales, de riego e hídricos.23

Este emprendimiento fue recibido con bene-plácito por los tres Estados y en 1980 se solicitónuevamente asistencia a la OEA para impulsarestudios en los aspectos físicos de la Cuenca. Anteel costo de los mismos, Argentina, Bolivia yParaguay sometieron la cuestión económica a con-sideración del financiamiento de los organismos dela Cuenca del Plata. Sin embargo, las relacionesentre los miembros de la Cuenca Baja atravesabanpor un momento de tensión ante un supuesto des-vío del Pilcomayo por parte de Argentina para opti-mizar sus beneficios mediante la construcción decanales distribuidores en la provincia de Formosa.Una vez más, la frontera natural emergió como unobjeto de separación y discordia entre Argentina yParaguay. En consecuencia, el envío de recursoseconómicos por parte del Fondo Financiero para elDesarrollo de la Cuenca del Plata (FONPLATA)quedó a consideración de que el conflicto fueraresuelto de manera amistosa.24

20

21 Doldán, E., ¿Por qué la Argentina desvió las aguas del río Pilcomayo? Su tratamiento en la Cámara de Senadores. Asunción,Compilación de documentos, Ed. Casa Llamas, 1999, 15.

22 “Planificación del Desarrollo Regional Integrado: Directrices y Estudios de Casos extraídos de la experiencia de la OEA”,Estudio de Caso 3, Washington, 1984. Disponible desde Internet en:<http://www.oas.org/dsd/publications/Unit/oea72s/begin.htm#Contents> [con acceso 17-07-2009].

23 Ibid.24 Ibid.

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21

A pesar que los canales argentinos no funcio-naron, su construcción fue percibida por Paraguaycomo un intento de apropiación y la frontera sepresentó como un elemento que entorpeció losmomentos de armonía logrados en la relación bila-teral. La Comisión de Vigilancia inspeccionó elárea correspondiente pero la debilidad de los vín-culos entre Argentina y Paraguay a partir de la pre-sidencia de Raúl Alfonsín25 –quien se rehusaba aestrechar las relaciones con el régimen dictatorialde Stroessner– ocasionó nuevamente el aplaza-miento de la temática del río.

2.1. La década del ´90: encuentros y desencuen-tros en la gestión compartida del Pilcomayo

Con miras a mitigar las consecuencias negati-vas de los desbordes y desvíos del Pilcomayo y esta-blecer un acercamiento bilateral, ambos Estadosdecidieron poner en marcha el denominado “Pro -yecto Pantalón” en 1991. Este implicó la construc-ción de dos tomas enfrentadas a ambas márgenesdel río, más precisamente en la provincia deFormosa y en el departamento paraguayo de Bo -querón para frenar el retroceso del cauce del río yestablecer un mecanismo que regulara la distribu-ción de las aguas entre ambos países.26

El Proyecto Pantalón no prosperó y ocasionósituaciones de sequías e inundaciones a uno y otrolado de la frontera ante la colmatación de sus cana-les lo cual reavivó las tradicionales crisis entreArgentina y Paraguay cuando el Pilcomayo aparececomo tema de agenda. La gravedad de la situaciónllevó a que el 20 de abril de 1993 los entoncesMinistros de Relaciones Exteriores, Alexis FrutosVaesken, por Paraguay, y Guido Di Tella, por Ar -gentina, firmaran un acta de compromiso dondeambos gobiernos acordaron efectuar todas lascorrecciones necesarias para revertir los efectos nodeseados de las obras emprendidas de manera con-

junta en 1991. En este sentido, merece la penaretomar las ideas de Robert Keohane, cuando sos-tiene que es precisamente la falta de armonía en losvínculos entre los Estados la encargada de estable-cer un punto de inflexión en los mismos y dinami-zar así las relaciones hacia un proceso de coordina-ción de políticas.27

El proceso de coordinación de políticascomenzó a encauzarse en la segunda reunión derepresentantes realizada el 26 y 27 de julio de 1993en Buenos Aires, cuando la agenda incluyó lostemas que causaron mayores discrepancias en loslazos bilaterales, a saber: los puntos críticos del río;los lugares donde éste se colmata y las correccionesen los desvíos del Pilcomayo. Sin embargo, el saltocualitativo en el tratamiento conjunto llegó en laDeclaración de Formosa el 26 de abril de 1994cuando Argentina, Bolivia y Paraguay acordaron lanecesidad de concertar acciones y decisiones paralograr el aprovechamiento múltiple de la Cuencadel río Pilcomayo.

En dicha oportunidad se reiteró la voluntadpolítica de fortalecer el proceso de integración delos tres países, reafirmando que la región requierede un verdadero trabajo en equipo para mitigar losefectos no deseados del simple hecho de compartirel recurso hídrico. De este modo, los problemas decontaminación y erosión, la distribución equitativade las aguas y los impactos negativos sobre la bio-diversidad como en las condiciones de vida de loshabitantes de la Cuenca deben ser enfrentados me -diante un firme compromiso trilateral.28

El 9 de febrero de 1995, en la ciudad de LaPaz, los ex Ministros de Relaciones Exteriores, Gui -do Di Tella, Antonio Aranibar Quiroga y Luis Ma -ría Ramírez Boettner, suscribieron el AcuerdoConstitutivo de la Comisión Trinacional para elDesarrollo de la Cuenca del río Pilcomayo. Sobre labase de establecer un mecanismo técnico-jurídico

25 Raúl Alfonsín fue presidente de la República Argentina en el período 1983-1989. Tras haber sido elegido como el primerpresidente de la democracia una vez finalizado el régimen militar de 1976-1983 buscó mantener una diplomacia activa einclinada hacia los países que respetaran la temática de derechos humanos.

26 Martín Vide, J., La problemática del río Pilcomayo en la Cuenca Baja. Estado actual, historia, análisis, expectativas y perspecti-vas. 2006, 8-9. Disponible desde Internet en: <http://www.pilcomayo.net/biblioteca/descargar.aspx?c_l=HH%20-%20176&file=Informe%20final%20Dr.%20J.P%20Martín%20Vide.zip> [con acceso 03-07-2009].

27 Keohane, R., Después de la hegemonía. Cooperación y discordia en la política económica mundial. Buenos Aires, Ed. GEL, 1988,73.

28 “Declaración de Formosa”, 26 de abril de 1994, Formosa, Argentina. Documento disponible en la Comisión Nacional delPilcomayo, Asunción.

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de carácter permanente, la Comisión Trinacional,posee la tarea de administrar integralmente losrecursos naturales para optimizar su aprovecha-miento y alcanzar el desarrollo sostenible de laCuenca y su zona de influencia teniendo a la racio-nalidad y a la equidad como principios rectores deacción compartida.

Los tres Estados se encuentran representados através de un Consejo de Delegados, uno de ellos derango político y el segundo en calidad de técnico.La Comisión Trinacional cuenta con personalidadjurídica internacional y en ésta recae la responsabi-lidad de los estudios y ejecución de proyectos quelos países decidan emprender de manera conjuntaen cualquier punto de la Cuenca. El artículo IV delEstatuto de la Comisión establece las funciones quedebe tener a su cargo el organismo trinacional, lascuales comprenden desde la realización de estudiosde impacto medioambiental hasta la elaboración deun proyecto a futuro para gestionar los recursosnaturales de la Cuenca de manera equilibrada.29

3. LA ENTRADA EN ESCENA DE LA UE ENLA GESTION DE LA CUENCA

La Comisión Trinacional realizó los días 6 y 7de marzo de 1995 en la ciudad de Buenos Aires, laPrimera Reunión del Consejo de Delegados paraestablecer las pautas de trabajo de los tres países enuna misión conjunta ante la UE en su búsquedapara solicitar asistencia técnica.30

La misión tripartita se reunió en Bruselasdurante ocho semanas –entre los meses de septiem-bre, octubre y noviembre de 1995– para la obten-ción de asistencia y conocimientos que permitanidentificar las acciones más adecuadas en la elabo-ración de un programa de manejo integral de laCuenca y sus recursos. La experiencia europea en elmanejo de cuencas internacionalmente comparti-

das y en temáticas medioambientales fue aprove-chada por la misión trinacional para establecer elperfil de los diferentes expertos que se desempeña-rían en el área operativa como en la institucional.31

El interés común de los tres países de avanzaren la preservación de la naturaleza como en el logrode un desarrollo sostenible tuvo muy buena recep-ción por parte de la comunidad europea, ya que endicha oportunidad, se suscribió un Convenio conla Comisión Trinacional para cooperar en el ámbi-to del fortalecimiento institucional.

El accidente de la Mina de Porco en el depar-tamento boliviano de Potosí cuando el 29 de agos-to de 1996 alrededor de 400 mil toneladas de des-echos mineros fueron vertidos al Pilcomayo y susafluentes, acentuó la necesidad de fortalecer los vín-culos con la UE ante el riesgo de contaminacióntransfronteriza. A tal efecto, la Comisión Trina -cional solicitó en noviembre de 1996 una amplia-ción de los estudios que estaban siendo llevados acabo en la misión “Análisis y Evaluación del Plan deGestión Integral de la Cuenca del río Pilcomayo”para determinar los grados de degradación hídrica.La UE aceptó la propuesta de la ComisiónTrinacional y se comprometió a la elaboración deun informe final que contuviera los estudios, lasactividades realizadas y las posibles alternativas desolución. Los resultados de la misión europea fue-ron entregados en octubre de 1997 y dada la grave-dad de los problemas identificados, como la magni-tud de las inversiones requeridas para actuar en losllamados puntos críticos, los Delegados de laTrinacional convinieron en solicitar la continuidadde la asistencia técnica europea para emprender unproceso de cooperación de gran envergadura quemitigara las problemáticas de la Cuenca.

Tras diversas reuniones, la Comisión Trina -cional y la UE firmaron el 20 de noviembre de

22

29 Entre las funciones mencionadas en el Artículo IV del Estatuto de la Comisión Trinacional, se destacan las siguientes: reali-zar nuevos estudios o profundizar los ya hechos para lograr el aprovechamiento racional, múltiple y armónico de los recur-sos de la Cuenca; efectuar estudios de impacto ambiental, teniendo como base las actividades mencionadas con anterioridad;planificar la construcción y trazado de puentes y otras obras de infraestructura que potencien el aprovechamiento del río;establecer de manera conjunta, normas y reglamentos, referidos a la descargas de sustancias contaminantes sobre el río; efec-tuar estudios en el ámbito de la agricultura con el objeto de promover y optimizar los sistemas de riego; elaborar un PlanGeneral de Gestión Integral de la Cuenca, evaluando y planificando las inversiones que son requeridas para su ejecución yque serán destinadas a cumplir los objetivos de desarrollo regional.

30 “Primera reunión ordinaria del Consejo de Delegados de la Comisión Trinacional de la Cuenca del río Pilcomayo”,Buenos Aires, Argentina, 6 y 7 de marzo de 1995. Documento disponible en la Comisión Nacional del Pilcomayo,Asunción.

31 Ibid.

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2000 un Convenio de Financiación por seis años32

para la puesta en marcha del Proyecto de GestiónIntegrada y Plan Maestro de la Cuenca delPilcomayo (ASR/B7-3100/99/0136). En un pri-mer momento, las partes fijaron el monto globaldel proyecto en €20.600.000, de los cuales€12.600.000 representaron la responsabilidad noreembolsable de la comunidad europea y los€8.000.000 restantes, fueron el compromisoadquirido por el beneficiario, es decir, la ComisiónTrinacional.33

En los inicios del Proyecto Pilcomayo, elentonces jefe de la Delegación de la ComisiónEuropea en Bolivia, Andrew Standley, expresó queel Proyecto de Gestión Integrada forma parte de lacontinua expansión cuantitativa y cualitativa de lasrelaciones de amistad y cooperación entre las partesinvolucradas y rescató la importancia de laComisión Trinacional de la Cuenca del Pilcomayoal presentarse como un hito referencial en la volun-tad de integración regional.34

La participación de la UE dentro del ProyectoPilcomayo estuvo dada por el envío de recursoseconómicos y expertos que comprendieron ladenominada Asistencia Técnica Internacional(ATI). Estos profesionales tuvieron entre sus fun-ciones, la capacitación de los técnicos locales y laparticipación en los estudios y las intervencionesprevistas por el acuerdo. La ATI comprendió per-sonal de diferentes áreas, tanto de las ciencias exac-tas como de las sociales y expertos dedicados a lastareas de ejecución y administración del Conveniode Cooperación.35

La responsabilidad de la ejecución delProyecto recayó en la Unidad de Gestión a travésdel Plan Operativo Global (POG) y de los respec-tivos Planes Operativos Anuales (POA´s) donde sedetallaron las actividades a concretar, los calenda-

rios de ejecución y los montos pre-establecidos parala realización de las tareas diagramadas.

Las etapas del Proyecto fueron especificadasen diversas fases que estaban en sintonía con losresultados que devendrían de la cooperación. Así,se definió una fase de estudio de contextos como elhidrológico, erosión, depósito de sedimentos, con-taminación de las aguas y medio ambiente. Estaetapa coincidió con el desarrollo de los modelos desimulación y el estudio de Línea de Base Ambientaly Socioeconómica (LBAyS). Igualmen te, se con-templaron las acciones tendientes a la gestión deagua, suelos y otros recursos de la Cuenca.

Durante la fase de profundización, se ejecuta-ron las obras pilotos y las intervenciones directas endiferentes partes de la región para el control de loscauces; conservación de los suelos y mejoramientode la producción; mitigación de la sedimentación yoptimización en el acceso, uso y calidad del agua.Por último, la tercera fase –aún pendiente– secorresponde con la elaboración del Plan Maestropara la concreción de objetivos de índole me -dioambiental y socio-económico que fueron pro-gramados a nivel trinacional.36

3.1. Logros del Proyecto de Cooperación UE-Comisión Trinacional

Sin lugar a duda, uno de los mayores logrosdel proceso de cooperación entre la UE y losEstados de la Cuenca del Pilcomayo radicó en posi-cionar nuevamente a esta unidad natural como untema de agenda compartida la cual precisa de unagestión diagramada y coordinada para afrontar lasdebilidades de la región.

La LBAyS fue entendida como un estudiointegrador y multidisciplinario, que al abarcar latotalidad de la Cuenca y ahondar en problemáticas

32 Dicho período comprendió desde el 20 de julio de 2002 - fecha de conformación de la Unidad de Gestión - hasta el 31 dediciembre de 2008.

33 Los montos de financiación fueron modificados durante el transcurso del proyecto. En la XXVIII reunión del Consejo deDelegados de la Comisión Trinacional, realizada el 28 de julio de 2005 en la ciudad de Buenos Aires, se dieron a conocer loscambios que fue sufriendo el Convenio de Financiación y Cooperación durante su transcurso. Argentina, Bolivia y Paraguayexpresaron su imposibilidad de solventar financieramente el compromiso adquirido con la UE por lo cual, sus partidas fue-ron reducidas en un 23% al igual que el monto total del Proyecto.

34 Somos Pilcomayo, op. cit., 6.35 En el caso de la contraparte, la Comisión Trinacional suministró expertos y personal técnico- congregados en la Asistencia

Técnica Local (ATL) en calidad de prestador de servicios.36 “Plan Operativo Global.” Versión conforme al Addendum Nº 2 al Convenio de Financiación, 2005, 4 y ss. Documento dis-

ponible en la Comisión Nacional del Pilcomayo, Asunción.

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diversas, permitió establecer los parámetros de ac -ción para el logro de los objetivos propuestos en elConvenio de Cooperación. A través de la misma,los Estados miembros debieron incorporar en lagestión trilateral, el asunto de la compleja transna-cionalidad de los fenómenos de la Cuenca, sinimportar si una problemática posee mayor o menorincidencia según el lugar geográfico que se trate.Asimismo, el informe de la LBAyS, permitió eva-luar la oferta y la demanda de la Cuenca, tanto entérminos medioambientales como humanos por-que al presentarse como un marco de referenciacognitivo, se transformó en el esquema referencialde toma de decisiones de las autoridades guberna-mentales estatales y subnacionales.37

En la Cuenca Baja, los expertos que partici-paron en la LBAyS recomendaron el manteni-miento de un cauce único mediante la imple-mentación de un dique transversal distribuidor.38

Esta obra de infraestructura constaría de un di -que de escasa altura con dos vertederos ubicadosa ambos lados de la frontera que deben asegurarniveles parecidos en la entrada de agua. El aguaque ingresa a cada vertedero desembocaría enbañados cuya gestión corresponde a cada juris-dicción nacional. En cuanto a su ubicación, serecomienda un lugar libre de sedimentos, es de -cir, aproximadamente a unos 100 kilómetros des -de el punto de desagüe del río.

La sedimentación es un proceso característicodel Pilcomayo cuyo impacto se manifiesta a lo largodel extenso recorrido del río.39 Este proceso es pro-ducto de la erosión de los suelos y rocas que con-juntamente al declive de la llanura del Gran Chacoconforman diversos cauces por donde el Pilcomayoescurre. De este modo, cuando el río abandona susrecorridos y transita por nuevos caminos que se ori-ginan tras la deposición de sedimentos se genera laaparición de bañados y lagunas que desdibujan elcauce único y retroalimenta el retroceso y la diva-gación del Pilcomayo.40 Paralelamente, la existenciade cauces múltiples provoca la alternancia de agua

a uno y otro lado de la frontera y fortalece la exis-tencia de zonas con escasas posibilidades de accesoal agua.

A su vez, la LBAyS recomendó la construc-ción de un dique en el departamento boliviano deTarija para que junto a las intervenciones técnicasque se realizaran en la Cuenca Baja, los tres paísestrabajaran de forma complementaria para combatirel proceso de divagación y retroceso del Pilcomayo.De esta manera, a partir de la generación de unúnico recorrido del recurso hídrico, las provinciasJujuy, Salta y Formosa y el Chaco Paraguayo podrí-an gozar de una distribución más equitativa de lasaguas, cubriendo así un aspecto deficitario enmateria de oferta de agua dulce.

En el área boliviana, los estudios de la LBAySreafirmaron los altos niveles de contaminación delos recursos naturales de la región. Una definicióninteresante de degradación es la que expresa laOrganización para la Cooperación y el Desarrollo(OCDE), entendiendo a la misma como “la intro-ducción de sustancias en el medio o energías en elentorno, produciendo efectos nocivos en la natura-leza como poniendo en peligro la salud humana,dañando recursos vivos o interfiriendo su disfrute uotros usos legítimos del entorno”.41

Teniendo en cuenta que la principal causa decontaminación de las aguas del Pilcomayo seencuentran en los desechos que provienen de laindustria minera, la LBAyS exhortó a fortalecer losdiferentes procesos que intervienen en la manipu-lación de las aguas con presencia de metales pesa-dos. Debido a las dificultades estructurales que semanifiestan en el hecho de incorporar nuevos pro-cedimientos industriales que cumplan con losrequerimientos ambientales actuales, los expertosrecomendaron que el tratamiento de los residuosmineros sea realizado desde el inicio del procesoproductivo para cumplir con un impacto mínimoen términos socio-ambientales pero logrando máxi-mos márgenes de rentabilidad.42

24

37 Ibid., 4 y ss.38 Martín Vide, J., Dique Distribuidor. 2006, 4-6. Disponible desde Internet en:

<http://www.pilcomayo.net/web/index.php?id_sysport01=21> [con acceso 07-07-2009].39 Se calcula que el Pilcomayo arrastra entre 80 y 100 millones de toneladas de sedimentos en el año.40 Martín Vide, J., Dique Distribuidor. 2006, op.cit., 4 y ss.41 Mariuz, E., 2004, op.cit., 11.42 Ibid., 13.

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Finalmente, las obras pilotos y el conjunto deestudios hechos en el amplio territorio de la Cuencadinamizaron la idea de fortalecer el aspecto institu-cional y normativo. En este sentido, la UE destacóla necesidad de comenzar a implementar paulatina-mente un enfoque de gestión con mayores paráme-tros de participación. Es decir, los actores estatalesde la Cuenca deben descentralizar la administraciónde la región para dar lugar a la intervención de acto-res públicos y privados en el proceso de toma dedecisiones. Bajo esta óptica, la eficiencia en el otor-gamiento de respuestas para solucionar los proble-mas que se presentan requiere de una verdadera mi -rada de complementariedad y coordinación que tras-cienda las fronteras políticas y apunte a una continuaconexión entre los diversos actores del sistema.43

En resumen, la Comisión Trinacional debeaprovechar el acercamiento logrado con la UE paraatenuar gradualmente las deficiencias que persistenen la Cuenca entendida como unidad natural. Ar -gentina, Bolivia y Paraguay, tienen el arduo reto deactuar de forma conjunta para generar instanciasasociativas entre los ámbitos nacionales, subnacio-nales y sociales para forjar un diálogo maduro entreaquellos que directa o indirectamente padecen lasdebilidades existentes producto de no concebir a laCuenca como un todo.

Los logros y las cuestiones pendientes fueronanalizados en los primeros meses de 2008 cuandose estaban llevando a cabo las actividades de cierredel proyecto de cooperación. Teniendo en cuenta laexperiencia adquirida y la persistencia de algunasfalencias en la gestión de la Cuenca, la ComisiónTrinacional solicitó a la UE una prórroga para uti-lizar los fondos remanentes del Proyecto Pilcomayoa fin de continuar con las intervenciones y los estu-dios que no habían sido llevados a cabo. En laXXXIV reunión del Consejo de Delegados, duran-te los días 11 y 12 de febrero de 2008, la UE res-pondió de forma positiva al pedido del organismotrilateral, demostrando su interés en la región y susintenciones de que la cooperación persista más alláde la letra de lo pautado.

REFLEXIONES FINALES

Teniendo en cuenta las características geográ-

ficas, socio-económicas y ambientales de la Cuencadel Pilcomayo, el logro de una gestión coordinaday eficiente por parte de Argentina, Bolivia y Pa -raguay, se presenta como uno de los grandes retosen los cuales la Comisión Trinacional debe accionarpolíticamente.

Los graves problemas existentes a lo largo deesta región natural y que afectan directamente lacalidad de vida de comunidades que encuentran enel Pilcomayo un eje articulador de sus actividadesdiarias, motivaron el nacimiento del organismo tri-nacional como un llamado de alerta para mitigarlos desequilibrios medioambientales e instituciona-les existentes.

En base a las problemáticas de la Cuenca, laComisión Trinacional solicitó desde su conforma-ción la asistencia a la UE ya sea para la obtenciónde financiación como para el envío de expertos quecontribuyeran a encauzar los parámetros de accióna seguir ante las debilidades de la región. La firmadel Convenio de Financiación por un período deseis años representó un gran avance para la gestiónde la Cuenca debido a que el mismo buscó cubrirlos principales aspectos deficitarios del tratamientotrilateral, es decir, el institucional, el ambiental y elsocio-económico.

Los lazos cooperativos entre la UE y la Co -misión Trinacional originó un proyecto integraldestinado a que los países miembros mejoraran losconocimientos de la unidad natural, se emprendie-ran obras de infraestructura de rápido impacto parapaliar problemas puntuales a lo largo y ancho de laCuenca y se llevara a cabo una planificación de lasactividades a emprender bajo un criterio de racio-nalidad. Es decir, la cooperación buscó subrayar lanecesidad de que este sistema ambiental y humanosea gestionado desde la totalidad para que su admi-nistración sea exitosa.

La cooperación internacional no se agotó en elámbito medioambiental, sino que en base a losresultados arrojados por la LBAyS se hicieron reco-mendaciones para mejorar el área de gestión com-partida, por lo cual se apeló a una visión global eintegral de la Cuenca que respete la soberanía decada Estado sobre los recursos que se encuentran ensu territorio pero que armonice el trabajo conjunto.

43 Bourlon, N., Propuesta para un mecanismo sostenible de gestión integrada de la Cuenca a partir de la institucionalización de unorganismo de Cuenca Trinacional. Mision III, 2005, 4 y ss. Disponible desde Internet en:<http://www.pilcomayo.net/media/biblioteca/libro_554_LG-052.pdf> [con acceso 07-06-2009].

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El fortalecimiento institucional es probable-mente una de las cuestiones pendientes y a su vezuno de los principales desafíos que la Comisión debeafrontar. La propuesta participativa por parte de losexpertos europeos se presenta como el primer pasopara reestructurar el tratamiento y la gestión trina-

cional del Pilcomayo entendido como recurso natu-ral compartido. Así, la ampliación del escenario deacción requiere que Argentina, Bolivia y Paraguay–además de planificar y consensuar en aspectosmateriales– forjen un diálogo estatal ma duro que seasuperador de las experiencias del pasado.

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BIBLIOGRAFIA

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Mapa 1. Cuenca del Pilcomayo

Anexo

Fuente: Línea de Base Ambiental y Socioeconómica

Mapa 2. Gran Chaco Americano

Fuente: http://www.cicplata.org/?id=lc_ecos