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41 PARIS-ROUBAIX 2014

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PARIS-ROUBAIX 2014

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Edición para la historia en el velódromo de Rou-baix. La enésima cita con el Gran Duelo entre Fabian Cancellara y Tom Boonen llegará cargada

de una igualdad de registros que la gran clásica francesa se encargará de romper o darle continuidad en el tiempo. Una semana después del triunfo del suizo en Oudenaarde, el pavé de la Paris - Roubaix llama a los dos grandes clasicómanos del siglo XXI.

Tom Boonen, cuatro veces ganador, tratará con la victoria situarse en solitario al frente del palmarés de la Paris - Roubaix rompiendo el em-pate que mantiene con Roger De Vlaeminck mientras Fabian Cance-llara, triple ganador, buscará igualar la marca de los dos belgas. Ambos, alcanzan el tercer Monumento de la campaña con siete triunfos en las grandes, una marca que será objeto de batir en un anunciado duelo que en De Ronde no existió.

El dúo partirá con los galones de favoritos al triunfo en el velódromo junto a Sep Vanmarcke, segundo en la edición pasada, en un Monumento poco dado a las sorpresas y con una nómina de favoritos más corta de lo habitual. Los Greg Van Avermaet, Alexander Kristoff, Edvald Boasson Hagen o John Degenkolb se unirán a la nómina de Omega Pharma - Quick Step que tras el batacazo del do-mingo pasado tratará una vez más de aprovechar su superioridad nu-mérica para contrarrestar la supe-rioridad de Fabian Cancellara.

A ellos les esperarán 257 kilóme-tros desde la salida en Compiegne hasta el velódromo de Roubaix. Un trazado de sudor, lágrimas y un pu-ñado de alegrías que se mezclarán en los veintiocho tramos de pavé de los cuales tres serán de cinco estrellas: Trouée d’ Arenberg, Mons-en-Pévèle y Le Carrefour de l’Arbre.

La épica y la historia se citan el do-mingo en Roubaix.

MIGUEL HERMOSILLAÍNDICETAYLOR PHINNEYEL LÍO DE ROUBAIXANÁLISIS DEL RECORRIDOOTRA VISIÓN DEL RECORRIDOMONS-EN-PÉVÈLE, EL GRAN OLVIDADOCONQUISTAR FLANDES PARA CONQUISTAR ROUBAIXJOHAN MUSEEUW, EL ESPEJO QUE DEBE REFLEJAR A TOM BOONENNUESTRA APUESTA A LA VICTORIAEL PODIOEL RESTO DE FAVORITOSLA AMBICIÓN DE SEP VANMARCKELISTA DE PARTICIPANTESAÑOS SIN LLUVIA EN LA PARIS-ROUBAIXEL INFIERNO DE LOS HERMANOS PLANCKAERTCRÉDITOS

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RETRANSMISIONES EN ESPAÑA TDP y Eurosport

FECHA Domingo 13 de abril de 2014DISTANCIA 257 km.SALIDA Compiègne (10:25 h.)LLEGADA Velódromo de Roubaix (16:32 h.-17.11 h.)

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El joven corredor ame-ricano del BMC Racing Team, Taylor Phinney (Boulder, 1990), es

un corredor atípico. Ciclista exitoso como pocos en las re-des sociales, seguido de forma multitudinaria en Twitter, se expresa con un desparpajo, sinceridad, transparencia y cercanía que son de agradecer en el ciclismo moderno.

El viernes antes de De Ronde charlamos con Taylor, hijo del ex-ciclista David Phinney, y nos desveló sus planes para la ya pasada De Ronde así como para la inminente Paris-Rou-baix. Si para Flandes nos con-firmó que su papel pasaba por trabajar para el equipo y ser un apoyo fundamental para el líder, el belga Greg Van Aver-maet, no nos engañó lo más mínimo. Jugó un papel impor-tante en el desarrollo de la ca-rrera, forzando el ritmo en el pelotón primero y metiéndose en una escapada larga des-pués, obligando a otros equi-pos a trabajar la persecución desde el pelotón.

Para la Paris-Roubaix, Phin-ney nos cuenta que supone su objetivo más grande de esta Primavera, y es donde va a intentar brillar a más altura, más si cabe que en De Ronde. Es de esperar que el domingo disfrute de una mayor liber-tad en búsqueda de un mejor resultado a nivel personal, sin obeceder tanto a labores de gregario. Por otro lado, si bien le gusta De Ronde, declara su predilección por la carrera de pavé francesa: “De Ronde van Vlaanderen es especial, y por supuesto que quiero mejorar mis resultados en ella de cara

al futuro, pero física y mental-mente me siento más prepara-do para la Paris-Roubaix”.

Phinney habla con claridad y no esconde todas sus cartas: “En Roubaix creo que es más fácil estar adelante, al menos así lo veo yo. A nivel mental me siento mejor luchando por los puestos delanteros que te-niendo que afrontar los muros en De Ronde”. A la pregunta de si sus características de roda-dor y contrarrelojista le pue-den ayudar, confirma que “un time-trialist lo puede hacer bien en Roubaix, si bien no es que sea algo automático, pero se asemeja en el sentido de ser un esfuerzo más continuado, más lineal, al contrario de De Ronde que se trata de varios esfuerzos intensos para los muros”.

En cuanto al nivel que pue-de alcanzar en El Infierno del Norte afirma que “de cara a la victoria puede que no esté al nivel de Fabian Cancellara u otros. Pero seguro que ten-go piernas para seleccionar la carrera. Puedo ejercer más como líder del equipo para Pa-ris-Roubaix, o también ayudar más al equipo que en De Ron-de”.

Optará a ello sin que le im-porte el tiempo que se cite el domingo sobre el pavé francés después de haber estudiado las carreras de años anterio-res. Y es que Taylor Phinney es un asiduo a Youtube, donde analiza el desarrollo de edicio-nes anteriores. Su compañero de habitación estos días, Thor Hushovd, a buen seguro que le transmite su veteranía en for-ma de buenos consejos. Para él, la experiencia puede ser su principal handicap.

Taylor Phinney: “Seguro que tengo piernas para seleccionar la Roubaix”

KIKE ABELLEIRA

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Corría un 18 de abril de 1949. La 47ª edición de la Pa-ris-Roubaix partía de Saint-Denis con doscientos dieci-

siete corredores en liza. Entre ellos destacaban dos; Rik Van Steenbergen, ganador en 1948, y un debutante, Fausto Coppi. El líder de la Bianchi se estrenaba en el pavé francés con el cartel de favorito bajo el brazo tras lograr semanas antes el triunfo en la Milano-Sanremo en una campaña que acabaría siendo la mejor de todas sus temporadas en activo.

El duelo duró poco. Rik Van Steenbergen abandonaba tras una caída en Arras. Allí la ca-rrera se compactó de nuevo al

neutralizar los intentos de es-capada previos. No tardaron en sucederse los movimientos. En una Roubaix que acabaría huérfana de protagonismo de los principales favoritos, los co-rredores de segunda fila se per-cataron del momento de gloria que podían alcanzar. Jesús-Ja-cques Moujica, el francés de Urretxu, atacó llevándose con-sigo a los belgas Frans Leenen y Forent Mathieu mientras, poco después, André Mahé alcanzo la cabeza de carrera.

El cuarteto se destacó al fren-te de la Roubaix pero los inci-dentes menguaron su número. Florent Mathieu quedaba des-colgado después de una caída mientras Jesús-Jacques Mouji-ca hacía lo mismo rompiendo un pedal. A pesar de ello quedó en una situación intermedia lu-

chando por regresar a la cabeza. Por detrás, un grupo se destaca-ba en la persecución con Serse Coppi, hermano de Fausto, en sus filas pero el movimiento llegaba tarde. El dúo alcanzaba Roubaix con suficiente renta para disputar la victoria en el velódromo.

Ahí llegó el lío. Un gendarme indicó mal el camino a André Mahé y Frans Leenen mien-tras que Jesús - Jacques Mou-jica que seguía su estela tomó la misma dirección. No fueron los corredores si no un perio-dista que seguía el transcurso de la prueba en moto el que se dio cuenta del falta error. “¡Por ahí no!¡Por ahí no!” exclamó a los corredores que, advertidos por sus palabras, se echaron la bici al hombro para saltar una valla y acceder al velódromo

por la puerta de prensa. Con el trío dentro se disputó el sprint. André Mahé derrotó a Jesús-Ja-cques Moujica y Frans Leenen. Detrás, en el grupo, Serse Coppi entraba destacado en la cuarta plaza.

La alegría duró poco a André Mahé. Después de dar la vuel-ta de honor una reclamación invalidaba su victoria. Aldo Zambrini, director de Bian-chi, interpuso una queja ante la victoria de André Mahé. La presión de Fausto Coppi en favor de su hermano hizo el resto. Tras una larga delibera-ción, los jueces descalificaron a André Mahé, Frans Leenen y Jesús-Jacques Moujica dando la victoria a Serse Coppi. A él, como a Mahé, poco le duró la alegría. Seis días exactamente. El francés interpuso una recla-mación y la Federación Fran-cesa de Ciclismo le otorgó de nuevo la victoria.

De la carretera, la lucha pasó a los despachos. El dominio fran-cés de la cúpula del ciclismo sirvió de amparo a un André Mahé que recuperó el triun-fo seguido de Frans Leenen y Moujica con Serse Coppi en quinta posición. Una decisión que pareció siendo definitiva pero con la temporada finaliza-da de nuevo se volvió a revisar la clasificación. Después de la gloriosa temporada de Fausto Coppi, ganador de Giro y Tour, la Federación Italiana de Ci-clismo, con mayor peso en las decisiones gracias a los resul-tados del Campionissimo, soli-citó otro repaso alcanzado un acuerdo para dictaminar una decisión que dejó a todos satis-fechos: se nombró ganadores a André Mahé y Serse Coppi.

Dos vencedores en Roubaix que, curiosamente, entraron con tiempos diferentes en meta, que no se decidieron la victoria entre ellos pero que finalmente resultaron ganadores por igual. El lío de Roubaix se convirtió en la mejor victoria para dos corre-dores de segunda línea que pa-saron a la historia del ciclismo por una difícil y rocambolesca decisión más allá de los méritos que hicieron en la carretera.

El lío de Roubaix

MIGUEL HERMOSILLA

La presentación de uno de los recorridos más re-conocibles, como es el de Paris-Roubaix, siempre se apoya en cambios, casi siempre mínimos, de qué tramo se recorre este año y cuál no. Qué tramos ne-cesitaban del cariño y el mimo del departamento Nord-pas-de-Calais y cuá-les podían sufrir la energía y el trote de los ciclistas al paso del pelotón por el norte de Francia. El segun-do domingo de abril es casi siempre igual, pero ningún año repite desarrollo. Este año, además de todos estos cambios que se suceden por necesidad del terreno, hay otro aliciente: el Tour de France tendrá etapa de pavé, y algunos tramos coinciden.

Porque aunque ningún fa-vorito esté presente en la salida de Compiègne, el Tour es el Tour y la Rou-baix es la Roubaix, y siem-pre será interesante saber qué tramos se repetirán el 9 de julio. ¿Cuáles son los tramos que compartirán la Paris-Roubaix y el Tour en 2014?

Gruson – Carrefour de l’ar-bre; Ennevelin – Pont-Thi-baut; Mons-en-Pévèle (en la Roubaix se pasa entero. En el Tour, solo los últimos 1.100 metros y en sentido contrario); Bersée (igual, 2.600 a 1.400); Orchies–Beuvry; Sars-et-Rosières– Ti l loy-lez-Marchiennes; Brillon–Warlaing (2.400 en la Roubaix y 1.400 en el Tour); Wandignies-Hama-ge–Hornaing; Hélesmes–Wallers

El Infierno del Norte ten-drá este año un total de 28 tramos adoquinados con algo más de 50 kilómetros

sobre ellos —para un total de 257 entre la localidad del Oise y el Velódromo más conocido de la ruta—. ¿Cuáles son las novedades, entonces? En este 2014 la carrera vuelve a Haussy (800 metros y ) y Saulzoir (1.200 metros) tras unos años fuera del recorri-do. También vuelve la sec-ción de Far-mars, aunque solo ha esta-do dos años ausente.

La aventura de polvo y a veces barro no tiene ape-nas modifica-ciones en su trazado. És-tas se prota-gonizan por varios giros para encon-trar los nue-vos tramos presentes en el recorrido. Como es ha-bitual, todo girará en tor-no a los tra-mos de cinco estrellas, los que deci-den quién sí, unos muy po-cos elegidos, y quién no,

la mayoría, los sufridores pero a veces encantados parias de los adoquines. La Trouée d’Arenberg, Mons-en-Pévèle y Le Carrefour de l’Arbre no siempre deci-den todo, pero para lo que nunca fallan es para des-cartar a muchos.

El resto de tramos impor-tantes serán los de 4 es-trellas entre La Trouée y Mons-en-Pévèle, Tilloy–Sars-et-Rosières y Au-chy-lez-Orchies–Bersée, y los que van justo antes del Carrefour, Cysoing y Cam-phin-en-Pévèle.

JAVIER CEPEDANO

Análisis del recorrido

LOS TRAMOS DE PAVÉ28. TROISVILLES A ICHY KM. 97,5 (2,2 DE LONGITUD)27. VIESLY A QUIÉVY KM. 104 (1,8 DE LONGITUD)26. QUIÉVY A SAINT-PHYTON KM. 106,5 (3,7 DE LONGITUD)25. SAINT-PYTHON KM. 111 (1,5 DE LONGITUD)24. SOLESMES TO HAUSSY KM. 119,5 (0,8 DE LONGITUD)23. SAULZOIR A VERCHAIN-MAUGRÉ KM. 126 (1,2 DE LONGITUD)22. VERCHAIN-MAUGRÉ A QUÉRÉNAING KM. 130,5 (1,6 DE LONGITUD)21. QUÉRÉNAING A FAMARS KM. 135 (1,2 DE LONGITUD)20. MAING A MONCHAUX-SUR-ÉCAILLON KM. 140,5 (1,6 DE LONGITUD)19. HAVELUY A WALLERS KM. 153 (2,5 DE LONGITUD)18. TROUÉE D’ARENBERG KM. 161,5 (2,4 DE LONGITUD)17. WALLERS A HÉLESMES KM. 167,5 (1,6 DE LONGITUD)16. HORNAING A WANDIGNIES KM. 174,5 (3,7 DE LONGITUD)15. WARLAING A BRILLON KM. 182 (2,4 DE LONGITUD)14. TILLOY A SARS-ET-ROSIÉRES KM. 185 (2,4 DE LONGITUD)13. BEUVRY-LA-FORÊT A ORCHIES KM. 191,5 (1,4 DE LONGITUD)12. ORCHIES KM. 196,5 (1,7 DE LONGITUD)11. AUCHY-LEZ-ORCHIES A BERSÉE KM. 202,5 (2,7 DE LONGITUD)10. MONS-EN-PÉVÈLE KM. 208 (3 DE LONGITUD)9. MÉRIGNIES A AVELIN KM. 214 (0,7 DE LONGITUD)8. PONT-THIBAUT A ENNEVELIN KM. 217,5 (1,4 DE LONGITUD)7. TEMPLEUVE (MOULIN-DE-VERTAIN) KM. 223,5 (0,5 DE LONGITUD)6. CYSOING A BOURGHELLES KM. 230 (1,3 DE LONGITUD)6. BOURGHELLES A WANNEHAIN KM. 232,5 (1,1 DE LONGITUD)5. CAMPHIN-EN-PÉVÈLE KM. 237 (1,8 DE LONGITUD)4. CARREFOUR DE L’ARBRE KM. 240 (2,1 DE LONGITUD)3. GRUSON KM. 242 (1,1 DE LONGITUD)2. WILLEMS A HEM KM. 249 (1,4 DE LONGITUD)1. ROUBAIX (ESPACE CRUPELANDT) KM. 256 (0,3 DE LONGITUD)

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Paris-Roubaix, una de las citas más reconocidas del calenda-rio por el aficionado ciclista fiel y el aficionado ciclista oca-sional. Paris-Roubaix es una carrera especial y como tal merece un tratamiento espe-cial, un tratamiento algo más exhaustivo que el normal, así que tras un primer análisis general desde Cobbles & Hills queremos huir del copia-pe-ga que impera en estos días a partir de la tabla de sectores de la web de la carrera y dar un paso más. Para ello nos he-mos basado en esos mismos datos repetidos una y otra vez que ya casi son conocidos de memoria. Longitud, catalo-gación y punto kilométrico. Y únicamente con esos tres

parámetros creamos el Coefi-ciente C&H gracias a un simple algoritmo.

QC&H = 100 * l^2 * E^2 / (D - d)

Un coeficiente que valora, y mucho, la longitud y dificultad del sector, pero que también tiene en cuenta la situación en carrera, la distancia a la que se encuentra del Velódromo de Roubaix. De este modo pode-mos analizar desde un punto de vista bastante más objeti-vo cuál es la importancia real de cada uno de los sectores que los ciclistas afrontarán el próximo domingo cuando atraviesen los caminos empe-drados del Nord-Pas-de-Calais y que nos permite sacar con-clusiones más que interesan-tes más allá del aumento de

la dificultad y la importancia a medida que los ciclistas se acercan a la meta del Velódro-mo de Roubaix.

Arenberg, más misticismo que importanciaYa lo dicen los sabios del ciclis-mo, en la Trouée d’Arenberg no se gana pero sí puede per-derse Paris - Roubaix. Muchos han sufrido las consecuencias de la infernal recta de 2.400 metros que en muchos casos abre la veda de la carrera. Ya sea por caída como Johan Mu-seeuw en 1998 o por avería mecánica como Tom Boonen en 2011 no son pocos los mi-tos del ciclismo que han vis-to escapar la oportunidad de llevarse una victoria que bien vale una carrera en los ado-quines del bosque más famo-

so del mundo del ciclismo. Su llegada es siempre un estímu-lo para el espectador, uno de los momentos más bellos de la temporada, pero en la prácti-ca poca importancia acaba te-niendo; su situación a casi 100 km. hace que no sea un pun-to especialmente relevante para la carrera a pesar de los tramos 4* de Wallers a Héles-mens y Hornaig a Wandignies situados estratégicamente para evitar reagrupamientos masivos.

Hornaig a Wandignies, inicio real de la acciónArenberg es un símbolo y siempre lo será, allí es donde da inicio la Paris - Roubaix, la de verdad. No obstante, a efectos prácticos, la Trouée d’Arenberg no es sino el pre-

Una visión diferente del recorrido de Paris-Roubaix

XAVIER ANDRÉS

ludio del sector de Hornaig a Wandignies que ejerce de mediatriz de un primer tra-mo exigente de carrera que en 26 km. acumula más de 12km adoquinados de dureza me-dia-alta antes de una rebaja de la dureza previa a la llegada de Mons-en-Pévèle.

Mons-en-Pévèle, un coloso sin continuaciónDe los tres tramos 5* que cuen-ta Paris - Roubaix es aquel con menor reconocimiento entre el aficionado, ni tiene nombre, ni tiene importancia. Su situación a 50km de meta sería ideal para lanzar la carrera y depa-rar más de una hora de lucha a muerte entre los grandes favo-ritos, pero sin embargo cuenta con un grave contra, no existe dificultad real tras él. Cierto que antes de su llegada los ci-clistas afrontan el difícil sector de Auchy-lez-Orchies à Bersée, el tercer sector más largo del

día que sumado a su dificultad hace que la carrera entre algo más seleccionada para que los equipos empiecen a jugar sus cartas. Pero su continuidad es nula, ya que a partir de ese mo-mento no vuelve a aparecer un sector importante hasta que 20 km. después llega el sector de Cysoing à Bourghelles.

Le Carrefour de l’Arbre, juez con ayudaMucho se habla siempre de la importancia del Carrefour de l’Arbre. Allí llegan los mejores y se juegan la carrera. El Café de l’Arbre y las famosas barreras de las vías del tren son testigos año tras año de un espectácu-lo único sobre unos adoquines en que bien se lucha por seguir la aventura en solitario o de-jar atrás a los rivales. Pero la verdadera dureza de este sec-tor no es su simple naturaleza, sino su situación justo después el doble sector de Cysoing à

Bourghelles y el sector de Cam-phin-en-Pévèle, más de 4 km. adoquinados de gran dificultad que empiezan 10 km. antes de la entrada al último sector de 5* y que son los que realmen-te hacen el ‘trabajo sucio’ para que finalmente el Carrefour de l’Arbre pueda ejercer un año más de juez de la carrera.

El Velódromo aguarda tras Le Carrefour de l’ArbrePorque siendo realistas, todo aquel que sobrevive al últi-mo tramo estrella queda en disposición de luchar en el Velódromo... siempre que la carrera no se rompa, paradóji-camente, en el asfalto. Los dos sectores de 2* restantes y el testimonial Espace Crupelan-dt de Roubaix catalogado con 1* no tienen entidad suficien-te para conseguir que alguien capaz de salir del Carrefour de L’Arbre se apee del tren que le llevaría a una de las victorias

más especiales a las que todo ciclista aspira.

La importancia de los sectores 4*Mucho se habla de los tres sec-tores 5*, y con razón, en ellos están escritos la historia y las historias de la carrera, pero mu-chas veces tiende a olvidarse la importancia de los sectores 4*. Lo hemos comentado anterior-mente pero nunca está de más enfatizar en la importancia de sectores como los de Wallers a Hélesmens y Hornaig a Wan-dignies que sirven para evitar reagrupamientos tras la Trouée d’Arenberg, Auchy-lez-Orchies à Bersée que tiene como función aligerar el gran grupo antes de la llegada de Mons-en-Pévèle, o el doble sector de Cysoing à Bourghelles y el sector de Cam-phin-en-Pévèle que separan el grano de la paja en el grupo que allí llegue y allanan el camino para que el Carrefour de l’Arbre dicte sentencia. Han pasado la

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Cuando hablamos de Pa-ris-Roubaix y de sus tramos adoquinados, dos son los que nos vie-

nen directamente a la mente, la Trouée d’Arenberg y el Carrefour de l’Arbre. La propia naturaleza del primero, una recta infernal de 2400 metros flanqueada por una espesa arboleda, no necesi-ta presentación alguna, es sin lu-

gar a dudas uno de los iconos de la Primavera ciclista, mientras el segundo, con su peculiar Café en medio de la nada como símbo-lo, por su situación acostumbra a ser juez de la carrera. Dos de los tres tramos catalogados con cinco estrellas, dos tramos que eclipsan al tercero, Mons-en-Pé-vèle.

Situado a una cincuentena de kilómetros de meta, su impor-

tancia es capital. Tras una pri-mera selección en la Trouée d’Arenberg y el posterior rea-grupamiento parcial, a Mons-en-Pévèle siempre acostumbra a llegar un grupo más nutrido de lo deseado, pero a partir de en-tonces la carrera cambia. El rit-mo aumenta y se separa el grano de la paja, desgranando el pelo-tón y dejando la carrera en bue-na situación para que pueda aca-bar de romperse en los tramos

inmediatamente posteriores y que finalmente los más fuertes puedan medirse en el Carrefour de l’Arbre o en última instancia el Velódromo decida.

Con desniveles del 1% en algu-nas de sus partes, apenas per-ceptible a los ojos del espec-tador pero bien notorios para las piernas de los ciclistas, los 3000 m. de longitud del sector comienzan con un breve tramo de 300 m. descendente al que sigue otro de 800 m. ascenden-te, para luego tomar un giro de 135º a derechas tras el que los corredores encuentran un tramo totalmente llano de 800 m. Justo después, un cambio de dirección en ángulo recto a izquierdas, hacia otra inmen-sa recta de 1100 m., en la que tras dos kilómetros de castigo los supervivientes en el grupo deberán afrontar una pendien-te ascendiente del 1,5%, misma recta que, en sentido contra-rio, acometerá el pelotón en el próximo Tour de Francia.

A pesar de sus más de 35 in-clusiones en el recorrido de Pa-ris-Roubaix y la dificultad de su adoquín, Mons-en-Pévèle ni ha sido ni es uno de los símbo-los del Infierno del Norte. Será porque en estos días que corren allí no se gana ni se pierde la ca-rrera, sino que simplemente se selecciona, porque se encuentra lejos de meta, porque carece del misticismo de otros puntos de la carrera o porque su nombre no está asociado a ningún mito del ciclismo por más que Cancella-ra en 2010 y Boonen en 2012 lo intentasen. Mons-en-Pévèle es el gran olvidado. Se acerca

Mons-en-Pévèle, el gran olvidado

XAVIER ANDRÉS

Sin la fama de Arenberg y el Carrefour de l’Arbre, este tramo de pavé es uno de los más decisivos de la prueba

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No hay duda de que el Infierno del Norte es un carrera única. Los estrechos caminos de

piedras sueltas que recorren la llanura del noreste galo son un escenario que apenas en-cuentra comparación en todo el calendario ciclista. Ni la tie-rra de Tro Bro Leon o Strade Bianche, ni los muros adoqui-nados de su vecina Bélgica, aun con sus simili-tudes, presen-tan un entorno tan particular para la disputa de una carre-ra ciclista. No obstante, esos parecidos razo-nables y la cer-canía de fechas en el calenda-rio dan lugar a que los candi-datos en suelo flamenco sean prácticamente los mismos que rumbo a Rou-baix. Y yendo más allá si cabe, el buen des-empeño en ésta se puede con-siderar función de lo acaecido las semanas antes en las clási-cas flamencas, durante los úl-timos años —y se puede decir que a lo largo de la historia— termómetro inmejorable de lo que podemos esperar en el mo-numento francés.

El hecho de que esto sea así no tiene mucho misterio. En ambos escenarios prima la po-tencia, la resistencia física y la inteligencia táctica, y además los candidatos a estas carreras poseen en esta época del año un punto de forma tremendo que tanto les vale para Francia como para Bélgica. Echando un vistazo a los ganadores del pedrusco de los últimos once

años —cifra a primera vista azarosa si no es en clave futbo-lera, pero que coincide con el tiempo que llevamos esperan-do la lluvia allí—, la correla-ción del rendimiento a ambos lados de la frontera es patente.

Sobre todo, si acotamos la misma al dualismo entre Pa-ris-Roubaix y Ronde van Vlaan-deren. Ambas son las más im-portantes y duras, en las que todos participan y en las que

no valen los test ni la especu-laciones; se corre solo para ganar y se deja todo en el em-peño, y eso se refleja en las es-tadísticas: hasta cinco dobletes se han consumado en apenas una década —dos por parte de Cancellara y Boonen, quienes hasta en eso se presentan em-patados; y y otro de Peter van Petegem en el mejor año de su trayectoria—. Mostrarse fuerte en Flandes resulta un seguro de rendimiento de cara al si-guiente domingo.

No obstante, durante los últi-mos años esta dualidad se ha hecho del mismo modo exten-sible al E3 Prijs. El incremento de su importancia dentro del escaparate internacional y los condicionantes de un circuito

más selectivo y que tiene sus puntos calientes más cerca de meta que el resto de pruebas, la han convertido en una De Ron-de en miniatura que anticipa a la perfección lo que podemos ver en la llegada a Oudenaarde y, por ende, al velódromo. Una situación extensible, en ambos casos, al resto de ganadores y podios, para los que la regla ge-neral a lo largo de este decenio es haber conseguido resulta-dos de excepción —las victo-

rias en Harelbeke de ‘Esparta-co’, ‘Pippo’ y ‘Tommeke’ en ‘11, ‘09 y ‘06 son los mejores ejem-plos— en al menos una de es-tas carreras flamencas.

De los datos se extrapola, por lo tanto, que la inspiración en el pavé francés no llega por arte de magia y que ser pro-tagonista allí sin haber conse-guido resultados de relevan-cia resulta casi imposible. Y decimos casi, porque siempre hay excepciones, como las de Johan Vansummeren y Mag-nus Backstedt, dos gigantones cortados por el mismo patrón y con unas características mu-cho más adaptables a las plani-cies francesas que a las durísi-mas ascensiones flamencas. El belga, además, es un ‘rara avis’

en el palmarés de una carrera de esta índole al vencer la mis-ma tras todo un día en fuga en el que aprovechó sus buenas piernas ayudado una magis-tral actuación táctica de todo su equipo que también permi-tió a Maarten Tjallingii subir al tercer escalón del cajón. Un baremo en el que no entra el Boonen de 2008, el mismo del primer positivo por cocaína, que en un camino más gris que de costumbre tanto en E3 Pri-

js como en un Tour de Flan-des en el que dejó en bande-ja la victoria a Stijn Devolder se dejó ver.

Más cogida con pinzas está la i m p o r t a n c i a del resto de ci-tas adoquina-das, que ya sea por su tempra-na situación en el calendario (Omloop Het N i e uws b l a d ) , por estar en

un escalón inferior y ser poco más que una mera prepara-ción y toma de contacto ini-cial con las semanas posterio-res (Dwars door Vlaanderen) o por un recorrido mucho menos selectivo que apun-ta a ciclistas de otro perfil (Gent-Wevelgem), no acaban de resultar una referencia tan válida para los dos primeros domingos de abril. Lo que si se puede observar es la tenden-cia de los últimos a reducir los días de competición a favor de los entrenamientos de calidad en la ausencia de los grandes favoritos de las clásicas en la otrora ineludible Driedaagse de Panne, perdiendo fuerza en favor de la semiclásica de Wa-regem, cada vez una poco más asentada.

Conquistar Flandes para conquistar Roubaix

DAVID BÁRCENA

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Los incondicionales de Tom Boonen se llevaron una gran decepción el pa-sado domingo. Todo pa-

recía que volvía a la normalidad durante su test en el Molenberg. La baja en Sanremo, la lesión en el pulgar en el E3 y las sensacio-nes contrapuestas en Gent-We-velgem no parecían el mejor augurio previo a De Ronde. Pero los kilómetros iban pasando y mientras Omega Pharma-Quic-kStep mantenía su potentísimo bloque intacto, las esperanzas depositadas en el belga no ha-cían sino aumentar. Hasta que llegó el Oude Kwaremont y, con él, el desastre.

Su verdugo hace cuatro años en el Muur, en la última ascensión al Muur, Fabian Cancellara, repetía la táctica de 2013 y lanzaba un ataque al que sólo Sep Vanmarc-ke hacía frente. Como el resto de los mortales, Tom Boonen do-blaba la rodilla ante el suizo, su vitola de mito viviente no servía,

una vez más su gran rival le ha-bía derrotado en el que otrora fue su territorio, los muros ado-quinados flamencos. Quién sabe, puede que su leyenda en Flan-des no crezca más. Los años no pasan en balde.

Una situación que recuerda, y mucho, a la del último héroe fla-menco, Johan Museeuw. Sprin-ter reconvertido a clasicómano, a sus 33 años el León de Flandes alzó por última vez los brazos en De Ronde, una semana antes de que llegase la tragedia en Pa-ris-Roubaix, en la Trouée d’Aren-berg. Casualidades del destino o capricho del ciclismo, un corre-dor de leyenda se fracturó la ró-tula en un escenario de leyenda, un percance que no sólo estuvo a punto de retirarle del ciclismo, sino que cerca estuvo de hacerle perder la pierna. Pero el corazón de un león no deja de latir tan fácilmente. No volvería a ganar De Ronde a pesar de sus inten-tos por convertirse en el primer hombre en ganarla por cuarta vez, su maltrecha rodilla le im-

pedía estar a la altura de los me-jores en las empinadas rampas adoquinadas.

Los muros dejaron de ser su territorio, pero no así los ado-quines, ya que en los antiguos caminos empedrados del Nord-Pas-de-Calais el león se con-virtió en fénix y renació de sus cenizas. Con un pedrusco y 33 años ya en su haber, tras su com-plicada lesión volvió al escena-rio de la tragedia una tempora-da más tarde para conseguir lo que nunca más pudo hacer en Flandes: seguir sumando Mo-numentos. Hasta el punto de conseguir dos victorias más en Paris-Roubaix, para un total de tres. El mismo número de victo-rias que cosechó en De Ronde. A pesar de haber dejado de ser dominador en su tierra, el Nor-te de Francia todavía le reportó tardes de gloria.

Y en este punto, maestro y alum-no vuelven a reencontrarse. Como en el caso de Johan Mu-seeuw, nunca podrá darse por

muerto a Tom Boonen en De Ronde, pero es probable que nunca más vuelva al nivel que le hizo dominar a su antojo la ca-rrera a finales de la década pa-sada. No ha sido en su caso una lesión sino el simple paso de los años —33 tiene ahora, los mis-mos que Museeuw cuando ganó por última vez en Flandes antes de engrandecer su leyenda en Roubaix— y la consecuente pér-dida de cualidades físicas deri-vada de la edad.

Lo intentará hasta la extenua-ción y seguirá levantando pa-siones cada primer domingo de abril que se ponga un dorsal, pero puede que nunca pueda distanciarse de Buysse, Mag-ni, Leman, el propio Museeuw y, ahora, Cancellara y lograr su cuarta victoria en De Ronde van Vlaanderen, pero de lo que no cabe duda es de que como hicie-se su mentor en los últimos años de su carrera, el Velódromo de Roubaix seguirá aguardándole durante un tiempo para seguir escribiendo su historia.

Johan Museeuw, el espejo que debe reflejar a Tom Boonen

XAVIER ANDRÉS

FOTO: GJONES

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El favorito: Fabian CancellaraTras dos Monumentos dis-putados, y lograr victoria en uno y ser segundo en otro, parece que el Expreso de Ber-na es la apuesta más segura. Desde París hasta el velódro-mo de Roubaix volverá a ser el más vigilado y todos esta-rán pendientes de sus movi-mientos, algo que seguro no faltará porque el suizo nun-ca se esconde. Viene de ven-cer en de Ronde cuando no era el más fuerte, pero sí el más listo, y eso fue lo que le permitió vencer en el sprint a tres belgas para entrar en la historia de la carrera fla-menca al lograr su tercera victoria. El domingo buscará entrar también en el olimpo de la carrera francesa y ob-tener su cuarto triunfo, algo que solo han logrado Roger Van Vlaemnick y su gran rival Tom Boonen.

Fabian Cancellara levantó los brazos en el velódromo de la ciudad francesa el año pasa-do cuando llegó acompañado de Sep Vanmarcke, quien cayó en la trampa del suizo. La suerte le había acompañado anteriormente cuando se fue-ron al suelo dos hombres de Omega Pharma–Quick Step. Precisamente el equipo belga será el que trate de controlar

la carrera, otras estructuras parecen a priori más fuertes que la del suizo, pero Cance-llara ya ha demostrado otras veces que puede vencer en inferioridad de condiciones tomando la iniciativa.

Se espera otra batalla entre el suizo y Tom Boonen, am-bos son los ciclistas activos más laureados en el infierno del norte, y los dos mejores sobre adoquines, pero la caí-da en Harelbeke de Tommeke parece haberle restado para la primavera y es una incóg-nita. En de Ronde, Vanmarcke y Van Avermaet dieron mues-tras de su buen estado de forma. También tendrá que vigilar el suizo a otros como Zdenek Stybar, quien el año pasado se soldó a su rueda y solo la mala suerte le hizo soltarla, Geraint Thomas o Peter Sagan.

El domingo Fabian Cancellara tendrá una nueva ocasión de entrar en la historia de otro Monumento. De los últimos once que ha terminado, ha su-bido al podio en todos ellos: cinco victorias, cuatro segun-dos puestos y dos terceros puestos. Unos datos que ex-plican el respeto que sienten sus rivales cuando ven a la locomotora suiza encender el motor.

FABIAN CANCELLARA | NACIDO EL 18 DE MARZO DE 1981 EN WOHLEN BEI BERN (SUIZA) | TREK FACTORY RACING

PALMARÉS1º RONDE VAN VLAANDEREN (2014, 2013, 2010) 1º PARIS-ROUBAIX (2013, 2010, 2006)1º MILANO-SANREMO (2008)1º VUELTA A SUIZA (2009)1º TIRRENO ADRIÁTICO (2008)1º E3 HARELBEKE (2013, 2011, 2010)1º MUNDIAL CRI (2010, 2009, 2007, 2006)OCHO ETAPAS DEL TOUR DE FRANCIA (‘12, ‘10, ‘09, ‘08, ‘07, ‘04)TRES ETAPAS DE LA VUELTA (‘13, ‘09)1º STRADE BIANCHE (2012, 2008)

2º MILANO-SANREMO (2014, 2012, 2011)2º PARIS-ROUBAIX (2011, 2008)

TEMPORADA 20141 VICTORIARONDE VAN VLAANDEREN

2º MILANO-SANREMO2º EN UNA ETAPA DE TIRRENO ADRIÁTICO4º EN UNA ETAPA DEL TOUR DE QATAR5º DUBAI TOUR5º EN UNA ETAPA DEL DUBAI TOUR6º STRADE BIANCHE8º EN UNA ETAPA DE TIRRENO ADRIÁTICO9º EN E3 PRIJS VLAANDEREN HARELBEKE

PARTICIPACIONES EN PARIS-ROUBAIX2004 4º A 0”2005 8º A 3’49”2006 1º2007 19º A 2’38”2008 2º A 0”2009 49º A 6’48”2010 1º2011 2º A 19”2013 1º

JORGE RODRÍGUEZ

FOTO: PIOTR DRABIK

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El podioTal y como en otras ocasio-nes nos ha costado mucho ponernos de acuerdo para elegir nuestra apuesta a los dos candidatos a acompañar a nuestro favorito a la victoria en Roubaix, Fabian Cancella-ra, esta vez ha sido fácil, muy fácil. Llegado el domingo se verá si acertamos o fallamos, pero a día de hoy nos resulta muy factible que quienes flan-queen al suizo en el Velódro-mo sean Sep Vanmarcke y Niki Terpstra, algo que comporta-ría la repetición del podio de la edición 2013. Un flamen-co corriendo para un equipo neerlandés y un neerlandés corriendo para un equipo fla-menco.

El caso de Sep Vanmarcke es probablemente el más evi-dente, ya que probablemente sea la suya la figura que me-jor encarne el relevo genera-cional en los adoquines que

tanto tiempo está tardando en llegar. Lo demostró la se-mana pasada en De Ronde van Vlaanderen donde fue el único en aguantar las acome-tidas de Cancellara en el Oude Kwaremont y el Paterberg y lo demostró el año pasado en la propia Paris-Roubaix cuan-do se plantó en el Velódromo junto al suizo, que en los dos últimos Monumentos adoqui-nados se ha convertido en su principal verdugo y tratándo-lo como un títere en sus ma-nos.

Porque ese ha sido el gran error del corredor de Belkin en las últimas grandes citas. Un buen llegador a quien Cancellara temía de cara a un final apretado, a pesar de su mejora en la disciplina, e implicó en la aproximación a meta acabando con la clásica táctica de obligarle a llevar por completo el peso de la carrera. De este modo las tor-nas se igualaron y ya son dos

las ocasiones en que el ex de Topsport Vlaanderen - Baloi-se se ha quedado con la miel en los labios. Lecciones que todo ciclista de 25 años debe aprender antes de convertir-se en un gran campeón de los adoquines.

Por su parte, el caso de Niki Terpstra es algo diferente. Un superequipo como Ome-ga Pharma - Quick Step llega cuestionado tras su debacle táctica en De Ronde y tiene toda la pinta de que los plan-teamientos vayan a cambiar, y a pesar de que el equipo cuenta en sus filas con un cuá-druple vencedor y líder his-tórico de Paris-Roubaix como es Tom Boonen, las dudas que genera el flamenco hacen que empiece a especularse con un cambio de roles en que Niki Terpstra se convierta en líder de OPQS.

Sobre el papel está preparado para dar el salto ya que duran-te los últimos años, a pesar de mostrar cierto desdén por las órdenes de equipo, siempre ha rendido cuando ha llegado la hora, bien trabajando para Boonen, bien luchando por cuenta propia. Y este año no parece que vaya a ser diferen-te, ya que desde que empeza-se la temporada de adoquines, además de su exhibición en Dwars door Vlaanderen, no se ha bajado del Top10 en ningu-na carrera y su peor resultado es precisamente el 6º en De Ronde, aunque lo más sor-prendente no es el qué sino el cómo, pues muy raro ha sido el día en que el neerlandés no haya corrido al ataque mos-trando su extraordinaria cali-dad sobre los adoquines, con o sin muros, tanto da, algo que aumenta la confianza en él de cara al domingo.

FOTO: LAURENT BRUN

FOTO: LAURENT BRUN

SEP VANMARCKE NACIDO EL 28 DE JULIO DE 1988 EN COURTRAI (BÉLGICA)

TEMPORADA 2014SIN VICTORIAS3º EN RONDE VAN VLAANDEREN3º EN KUURNE-BRUSSEL-KUURNE4º EN GENT-WEVELGEM4º EN OMLOOP HET NIEUWSBLAD5º EN E3 PRIJS VLAANDEREN

PARTICIPACIONES EN PARIS-ROUBAIX2011: 20º (A 2’10”)2012: 84º (A 13’05”)2013: 2º (A 0”)

NIKI TERPSTRA NACIDO EL 18 DE MAYO DE 1984 EN BEVERWIJK (HOLANDA)

TEMPORADA 20143 VICTORIAS1º TOUR DE QATAR1º DWARS DOOR VLAANDEREN1º ETAPA DEL TOUR DE QATAR2º E3 PRIJS VLAANDEREN HARELBEKE4º EN LA PANNE5º EN ETAPA DEL TOUR DE QATAR

PARTICIPACIONES EN DE RONDE2007: 74º (A 16’41”)2008: 103º (A 17’07”)2009: 17º (A 6’15”)2010: 32º (A 7’05”)2012: 5º (A 1’39”)2013: 3º (A 31”)

XAVIER ANDRÉS

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¡Oh, Roubaix, mon amour! Como cada año, el Infierno del Norte acude fiel a su cita el se-gundo domingo de abril con esa cara del ciclismo tan ale-jada a la que históricamente aquí conocemos. Lejos de los grandes puertos y las llegadas en alto, la histórica carrera gala se sirve, simplemente, de malos caminos para ser uno de los días más esperados del año. Más de 50 kilómetros empedrados la convierten —aun sin lluvia— en una de las pruebas más duras y selecti-vas del mundo, como bien de-muestra un palmarés copado en los últimos años por Fabian Cancellara y Tom Boonen, los dos dominadores recientes de las piedras que, no obstante, llegan con sensaciones muy diferentes a Compiègne.

Mientras el suizo aterriza en suelo francés con la victoria en De Ronde bajo el bajo, des-pués de una demostración de inteligencia y con la moral por las nubes tras haberse dese-cho de sus fantasmas con el sprint; el flamenco lleva una primavera muy lejos de don-de quisiera, inoperante e inca-paz cuando las carreras llegan

a su clímax y superado según muchas quinielas en la pro-pia jerarquía del equipo, que considera a un Niki Terpstra en la forma de su vida como el posible caballo ganador de los de Lefevere. No obstante, el envidiable fondo de armario que poseen les da margen de actuación para no usar tam-bién a Stijn Vandenbergh o Zdenek Štybar como posibles estiletes con los que aspirar a la victoria. Aunque también podrían seguir la estrategia de Flandes...

En cualquier caso, no son los únicos que tienen munición suficiente para poder poner la carrera patas arriba usan-do alguno de sus secunda-rios de lujo. Belkin y Sky son escuadras que cuentan con hombres suficientes para po-ner en jaque táctico al sus rivales de jugar bien sus car-tas. Los primeros, además de contar con Sep Vanmarcke, fastuoso y fortísimo desde el comienzo de la primavera; tienen al ex campeón mundial de ciclocross Lars Boom y a un Maarten Wynants —más dado al rendimiento que a los focos— en plena forma para lanzar por delante si las cir-cunstancias así lo requirieran.

Más difuso está el liderato en los británicos, quienes pese a la baja de Stannard siguen teniendo en nómina a Gera-int Thomas y Edvald Boasson Hagen como candidatos a un puesto de honor... y a Bradley Wiggins, quien centra en esta carrera su nuevo objeto de de-seo y procurará dar lo mejor de sí mismo para demostrar-lo, veremos sí sobre una base sólida o no.

Sin ochos de tanto relumbrón, pero bien capaces de dar un buen susto llegan otra serie de equipos que, por unas cir-cunstancias u otras resulta difícil situarlas en mirándolas de tú a tú con las arriba men-cionadas. El caso de AG2R-La Mondiale es paradigmático, ya que pese a haber forma-do este invierno un armazón profundo pensando en Rou-baix, les falta la gran estrella que difícilmente encontrarán en Sébastien Turgot o Steve Chainel. En otra esfera hay que situar a BMC Racing presenta como siempre una nómina de nombres delirante, con Thor Hushovd, Marcus Burghardt y Taylor Phinney como grandes caballos, pero que al igual que siempre siembra la duda en cuanto a su actitud colectiva.

Por su parte, aunque Trek Fac-tory Racing lleva un enorme escudero para Cancellara en las piernas de su compatriota Grégory Rast y un buen equipo a su vera, pero con las claras indicaciones de plegarse a los designios de Espartaco. Final-mente, Garmin-Sharp adolece posiblemente de inexperien-cia para rodea a Sebastian Langeveld y Johan Vansumme-ren, posiblemente en ciclista con mayor motivación de los 200 que tomen la salida tras las comprensivas palabras del marido de la señora que atro-pelló hace unos días.

El estado de forma, la poten-cia y la velocidad en caso de llegar al velódromo serán las principales de John Degenkolb y Alexander Kristoff, dos de los ciclistas más importantes de lo que vamos de primave-ra que, además tendrán un buen plantel a su alrededor para llegar lo más resguarda-dos posible a la zona decisiva. Una suerte con la que también contarán, aunque su única y remota opción en Roubaix pasa por arribar en solitario, Yoann Offredo y Nicki Sören-sen, pero no otro puñado de candidatos a hacer un buen papel que bien podrían ser considerados isolées.

Tal es el caso, por ejemplo, de Peter Sagan, objeto de todas las miradas y que se encon-trará incluso más aislado que al otro lado de la frontera; o de Vincent Jérôme, el “anóni-mo” que Bernaudeau intenta-rá llevar a un puesto de honor como ya hiciera en pasadas ediciones con Turgot y Gau-din. En este mismo sentido, cabe mencionar a dos vete-ranos como Filippo Pozatto o Martijn Maaskant —cabe-za de ratón tras haber corri-do varios años como cola de león—, lejos ya de sus mejo-res días pero experimentados como pocos en las Clasica de las Clásicas.

El resto de favoritosDAVID BÁRCENA

Tom Boonen, entrenando para la Paris-Roubaix en 2009 :: FOTO: CINDY TROSSAERT

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Cuatro días después De Ronde van Vlaanderen, en la cual el corredor del Belkin Pro Cycling Team

cuajó una gran actuación alzán-dose al tercer cajón de pódium, todo está olvidado de cara a la disputa de la Paris-Roubaix, un objetivo más factible para alcan-zar su primer triunfo en un Mo-numento del ciclismo.

A Roubaix llegará en plenitud de facultades después del esfuerzo del primer domingo de abril. “La forma física es la misma, aunque ayer [miércoles] corrí el Schel-deprijs y no me sentí totalmente recuperado del esfuerzo de De Ronde. De todas formas de cara al domingo debería llegar a pun-to. Esta mañana [jueves] hemos estado haciendo el reconoci-miento de la Paris-Roubaix, con algunos tramos de adoquín, y las sensaciones ya son algo mejores que ayer. Además, hemos proba-do el material por segunda vez en este terreno, y ya hemos de-cidido lo que utilizaremos y la presión para los tubulares”.En cuanto a la táctica de carre-ra, si bien en Roubaix no es tan primordial como en Vlaanderen, sigue siendo un factor básico, y más cuando hay equipos tan potentes como el Omega Phar-ma- Quick Step de Tom Boonen, Niki Terpstra o Zdenek Stybar. En Belkin cuentan con Sep como líder y principal baza, bien res-paldado por hombres de la talla de Lars Boom. “Todavía no te-nemos una táctica de definida para la carrera. Tenemos que discutirlo en el equipo de aquí al domingo. Con lo que hemos vis-to hoy, dependerá del viento, y ahora mismo hay viento de cara, lo cual es un factor muy a tener en cuenta pues haría una carre-ra más dura”.

Respecto a si los demás favori-tos y los outsiders se van a que-dar a la expectativa de ver qué hace Fabian Cancellara, su opi-

nión es que “no creo que la gen-te se quede a la espera, habrá varios ataques. Hay que pensar que si Fabian Cancellara ataca e intenta irse, no hay demasia-dos corredores que le puedan seguir la rueda. Tenemos claro que trataremos de estar en po-siciones delanteras, y a partir de ahí a ver cómo se desarro-lla la carrera”. ¿Qué supone la Paris-Roubaix para Sep? “Es uno de los grandes objetivos de mi carrera profesional, es una carrera que me gusta mu-cho. Si consigo ganarla, estaré realmente felíz. El año próximo también puedo tener posibili-dades, pero mejor si es este año, cuanto antes mejor”.

Después del año pasado, y de lo que llevamos visto esta tempora-da en carreras como el Omloop Het Nieuwsblad o el fin de sema-na pasado en De Ronde, parece que Sep Vanmarcke se ha defini-do finalmente como unos de los clasicómanos más fuertes. “Es difícil de decir el ceñirme total-mente a esto, pero sí parece que soy bastante bueno en este tipo de carreras, me gustan y tengo claro que mi futuro como ciclista está en ellas”, afirma el corredor belga de Belkin Pro Cycling, que

durante la presente temporada está completando una destacada y regular trayectoria en la cam-paña de clásicas donde sólo le falta la victoria.

Con Sep Vanmarcke nos viene a la cabeza las imágenes del año pasado del desenlace al sprint en el velódromo de Roubaix, donde se vio doblegado por Fa-bian Cancellara. Este año, vista la demostración ofrecida por ambos el domingo pasado ca-mino de Oudenaarde, colabo-rando para alcanzar al dúo de cabeza, luego con varios ata-ques infructuosos de Greg Van Avermaet y Stijn Vandenber-gh para que al final el suizo se volviese a imponer al sprint, la pregunta es clara. Este domin-go, ¿se trata de una revancha por la resolución del año pasa-do en Paris-Roubaix y por este fin de semana pasado? “Seguro que me gustaría hacerlo mejor, y eso supone ganar. El año pa-sado estuvo muy bien de todas formas, un segundo puesto en la Paris-Roubaix es un gran re-sultado y además pude luchar por la victoria hasta el final. No creo que cometiese un gran error, si bien puede que comen-zase el sprint algo pronto. El do-

mingo me gustaría estar en las mismas condiciones, luchando por la victoria”.

El debate del papel de favorito para la victoria no entraña mis-terio alguno. “Sí, Fabian Cance-llara es el favorito, pero no el único. Hay varios corredores que optan a la victoria. El equi-po Omega Pharma–Quickstep es bueno en este tipo de carreras, y tienen hombres muy fuertes. Por otro lado tienes a gente como Greg Van Avermaet que demos-tró el domingo pasado que está en un buen momento de forma. Yo tengo confianza y sé que lle-go bien, y lo único que me puede preocupar son los pinchazos y las posibilidades de caída”.

Sep Vanmarcke, un gran corre-dor que el año pasado se consa-gró con su actuación camino de Roubaix y cruzó la puerta de en-trada al selecto club de aspiran-tes a los monumentos del norte. “Definitivamente el año pasado fué crucial, me confirmó lo qué era capaz de conseguir y hasta dónde puedo llegar”.

¿Se llevará Sep Vanmarcke un adoquín para casa este domin-go?

La ambición de Sep VanmarckeKIKE ABELLEIRA

FOTO: COBBLESANDHILLS

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Lista de participantesAG2R LA MONDIALEDavide APPOLLONIOGediminas BAGDONASSteve CHAINELDamien GAUDINYauheni HUTAROVICHSébastien MINARDLloyd MONDORYSébastien TURGOT

ASTANA PROTEAM *Borut BOZICDanill FOMINYKHDmitry GRUDZEVJacopo GUARNIERIEvan HUFFMANValentin IGLINSKIYDmitry MURAVYEVRuslan TLEUBAYEV

BELKIN PRO CYCLING TEAMLars BOOMTom LEEZERBram TANKINGMaarten TJALLINGIIJos VAN ENDEMSep VANMARCKERobert WAGNERMaarten WYNANTS

BMC RACING TEAMMarcus BURGHARDTSilvan DILLIERThor HUSHOVDTaylor PHINNEYManuel QUINZIATOMichael SCHAR Greg VAN AVERMAETDanilo WYSS

BRETAGNE-SÉCHÉEwann CORBELBrice FEILLUBenoit JARRIERClément KORETZKYBenjamin LE MONTAGNERChristophe LABORIEPierre-Luc PERICHONVegard STAKE LAENGEN

CANNONDALE *Maciej BODNARGuillaume BOIVINEdward KINGKristjan KORENMattias KRIZEKPaolo LONGOAlan MARANGONIPeter SAGAN

COFIDIS, SOLUTIONS CRÉDITSJulien FOUCHARDEgoitz GARCÍAGert JOEÄÄRChristophe LAPORTECyril LEMOINEAdrien PETITFlorian SENECHALLouis VERHELST

IAM CYCLINGMarcel AREGERSylvain CHAVANELHeinrich HAUSSLERSébastien HINAULTDominic KLEMMERoger KLUGEJérome PINEAUAleksejs SARAMOTINS

FDJ.FR *William BONNETDavid BOUCHER Mickaël DELAGEArnaud DÉMAREMurilo FISCHERMatthieu LAGDANOUSJohan LE BONYoan OFFREDO

GARMIN-SHARPJack BAUERTyler FARRARRaymond KREDERSebastian LANGEVELDDavid MILLARLasse NORMAN HANSENDylan VAN BAARLEJohan VANSUMMEREN

KATUSHA TEAM *Vladimir GUSEVVladimir ISAYCHEVAlexander KRISTOFFAliaksandr KUCHYNSKIViacheslav KUZNETSOVLuca PAOLINIRüdiger SELIGGatis SMUKULIS

LAMPRE-MERIDANiccolo BONIFAZIODavide CIMOLAIElia FAVILLIFrancesco FERRARISacha MODOLOAndrea PALINIFilippo POZZATOLuca WACKERMANN

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LOTTO BELISOLLars Ytting BAKKris BOECKMANSStig BROECKXVegard BREENKenny DEHAESJens DEBUSSCHEREMarcel SIEBERGBoris VALLÉE

MOVISTAR TEAM *Imanol ERVITIIván GUTIÉRREZJesús HERRADAJuan José LOBATOAdriano MALORIJosé Joaquín ROJASJasha SÜTTERLINFran VENTOSO

OMEGA PHARMA QUICK*Tom BOONENIljo KEISSEGert STEEGMANSZdenek STYBARNiki TERPSTRAMatteo TRENTINGuillaume VAN KEIRSBULCKStijn VANDENBERGH

ORICA GREENEDGE * Sam BEWLEYMitchel DOCKERLuke DURBRIDGEMathew HAYMANMichael HEPBURNJens KEUKELEIREAidis KRUOPISJens MOURIS

SKY PROCYLINGEdvald BOASSON HAGENBernhard EISELChristian KNEESSalvatore PUCCIOGabriel RASCHLuke ROWEGeraint THOMASBradley WIGGINS

TEAM EUROPCAR *Jérôme COUSINAntoine DUCHESNEJimmy ENGOULVENTYohann GENEVincent JEROMEYannick MARTÍNEZAlexandre PICHOT

TEAM GIANT-SHIMANONikias ARNDTRoy CUVERSBert DE BACKERKoen DE KORTJohn DEGENKOLBRense JANSE VAN RENSBURGRamon SINKELDAMTom STAMSNIJDER

TEAM NETAPP-ENDURAJan BARTASam BENNETTZakkari DEMPSTERBlaz JARCRalf MATZKAJonathan MCEVOYAndreas SCHILLINGERMichael SCHWARZMANN

TINKOFF-SAXO *Manuele BOAROJesper HANSENChristopher JUUL-JENSENMarko KUMPMichael MØRKØVNicki SØRENSENMatteo TOSATTONikolay TRUSOV

TOPSPORT VLAANDERENTim DECLERQYves LAMPAERTJarr SALOMEINStijn STEELSEdward THEUNSKenneth VANBILSENPreben VAN HECKEJelle WALLAYS

TREK FACTORY RACINGFabian CANCELLARAStijn DEVOLDERMarkel IRIZARYaroslav POPOVYCHHayden ROULSTONGregory RASTJesse SERGENTJasper STUYTEN

UNITEDHEALTHCAREAlessandro BAZZANARobert FÖRSTERDavide FRATTINIKen HANSONBradley WHITEDaniel SUMMERHILLMartijn MAASKANTJohnny MURPHY

WANTY-GROUPE GOBERT *Laurens DE VREESEJean-Pierre DRUCKERJan GHYSELINCKWesley KREDER

Bjorn LEUKEMANSMirko SELVAGGIJames VALANDSCHOOTFrederik VEUCHELEN

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Han pasado la friolera de doce años desde la últi-ma edición pasada por agua y barro del Infierno

del Norte. Por este mismo motivo, desde el 2003 la Paris-Roubaix es menos infierno. La dureza de la ca-rrera viene marcada fundamental-mente por los tramos de pavé, por las condiciones especiales del ado-quinado del norte de Francia, más exigente para la práctica del ciclis-mo que el pavé que nos podemos encontrar en Bélgica. El ritmo de carrera puede ser otro atenuante de la dureza de la prueba. Pero hay un tercer factor a considerar, las condiciones meteorológicas, algo muy a tener en cuenta al situarnos en Centroeuropa y al hacerlo en las primeras semanas de primavera.

Históricamente Países Bajos, Bél-gica y el norte de Francia son re-giones que sufren las inclemencias del invierno centroeropeo, y lo ha-cen generalmente en condiciones de frío, viento, lluvia y nieve. En este emplazamiento geográfico, el invierno da paso a una primavera siempre imprevisible, en la cual se puede disfrutar de temperaturas que pueden variar drásticamente de un día para otro, pasar de lluvia y viento a varios días secos y con temperaturas en torno a los 20 ºC. Pero, por lo general, si nos centra-mos en el norte de Francia, donde tiene lugar la Paris-Roubaix, habla-mos de una región caracterizada por ser de las más húmedas del país y de las que mayor volumen de precipitaciones acumulan. Y esto último, también era una máxi-ma en primavera, intercalándose los días de sol y de lluvia sin orden alguno.

Los adoquines de la Paris-Rou-baix son resbaladizos de por sí, incluso en clima seco. Los años de uso, con el paso de automóvi-les y tractores sobre ellos, los han pulido hasta darles esa superficie característica que, combinada con la lluvia, requiere de un equilibrio y dominio excepcional de la bici-cleta para no dar con tus huesos en el suelo.

El hecho es que, el año 2002 fue el último en el que la Paris-Roubaix hizo honor al apodo de El Infierno del Norte, disputándose con lluvia y con el agravante del barro for-mado por las precipitaciones y la tierra de los tramos de adoquín. En esa edición, el vencedor fue el míti-co Johan Museeuw, secundado en el podio por Steffen Wesemann y dejando el tercer cajón para un jo-vencísimo Tom Boonen corriendo para US Postal. Cuando se dan es-tas húmedas condiciones, la carre-ra cobra una dureza mucho mayor, las caídas se multiplican y superar los tramos de pavé sin percances es una proeza. Paris-Roubaix y lluvia son sinónimo de tipos muy duros, de ciclistas muy fuertes y con excepcionales habilidades téc-nicas. Los corredores entran en el Vélodrome Couvert Régional Jean Stablinski con las caras cubiertas de barro y los colores de su equi-po casi irreconocibles. Es entonces

cuando podemos recurrir a las pa-labras drama y épica para adjeti-var la carrera. Para el espectador, supone presenciar un espectáculo ciclista sin igual en el calendario internacional.

En la edición del 2012, cayeron unas pocas gotas de lluvia que para nada complicaron la carrera, sino todo lo contrario, pues ayudaron a disminuir el polvo en el aire proce-dente de la tierra del pavé. Seamos sinceros, puede que prefiramos y echemos en falta una Paris-Rou-baix húmeda que ofrezca un es-pectáculo a medio camino entre el ciclocross y la carretera. Pero también hemos de admitir que el propio recorrido ya es suficiente-mente duro y propicia espectacu-laridad suficiente en condiciones secas, amén de no tener que dispu-tar la carrera en unas condiciones muy peligrosas para la integridad física de los ciclistas.

Si esta edición 2014 se disputase con lluvia, lo interesante sería que la inmensa mayoría de los com-ponentes del pelotón jamás han disputado una carrera que aúne tantos kilómetros de pavé ade-rezados por barro, lo cual puede que, por poner un ejemplo, aupase las opciones de un corredor como Tom Boonen. Por descontado que llevamos días atentos a las predic-ciones meteorológicas para este fin de semana y para los días pre-vios, y salvo sorpresa, volveremos a disfrutar de un Infierno del Norte completamente seco. En todo caso, el paso previo por el norte de Bél-gica se antoja como una parada fundamental de cara a las Clásica de las Clásicas. Por las similitudes que comparte, por la madurez que deja en las piernas y por la memo-ria competitiva que queda grabada en el corredor antes de, a juicio de quien escribe, la mejor carrera del año.

Años sin lluvia en la Paris-RoubaixKIKE ABELLEIRA

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“Si nunca hu-biera gana-do una Pa-ris–Roubaix, me habría avergonzado

eternamente”. Estas fueron las palabras de Eddy Planckaert al cerrar por fin el circulo con El Infierno del Norte. El apellido Planckaert es famoso en el mun-do del ciclismo gracias a los tres hermanos. Willy el mayor, Wal-ter el mediano y Eddy el peque-ño de la familia. Los belgas eran sinónimo de clásicas y es que entre los tres, han ganado casi todas las clásicas de primavera habidas y por haber. Pero hasta 1990, los hermanos eran tres ci-clistas predestinados al fracaso en la Paris–Roubaix. Muchos afi-cionados por aquella época in-cluso pensaron en que los Planc-kaert, tenían una maldición con el infierno del norte.

Willy Planckaert (Nevele, Bél-gica, 1944) era el hermano ma-yor de los tres. Destacaba por su punta de velocidad en los sprints como demuestran los resultados durante su carrera deportiva. Consiguió ganar el maillot ver-de del Tour de Francia y etapas en el Tour, Giro o clásicas como Dwars door Vlaanderen. Con Willy empezó esa mala suerte que siempre a caracterizado a los hermanos. Disputó la Paris–Roubaix en 1966, la exhibición de Felice Gimondi le dejó sin opciones de victoria, finalizan-do en cuarta posición la carrera. Volvió en 1967 para desaprove-char una ocasión de oro y es que la clásica se resolvió en un sprint que ganó Jan Janssen y en donde Willy tan solo puedo ser sexto.

Tan solo cuatro años mas peque-ño que Willy, Walter Planckaert (Nevele, Bélgica, 1948) era el her-

mano mediano de los tres. Sus ca-racterísticas eran muy diferentes a las de su hermano mayor, Wal-ter era un ciclista capaz de pasar muy bien la media montaña. Ganó Amstel Gold Race o De Ronde van Vlaanderen entre otras clásicas, pero no fue capaz de cerrar el cir-culo. Sus números en el infierno del norte son excelentes, 20º en 1971, 4º en 1973, 21º en 1974, 11º en 1975 o 22º en el 77 son algunas de sus actuaciones más destacadas, actuaciones que solo sirvieron para acrecentar la des-ventura que los hermanos tenían con la Paris–Roubaix.

Eddy Planckaert (Nevele, Bél-gica, 1958) tan solo era un crío cuando sus dos hermanos em-pezaron en esto del ciclismo. 14 años mas pequeño que Wi-lly y 10 años mas pequeño que Walter, Eddy vivió muchas de las victorias de sus hermanos, pero también vio muchas de las derrotas que la historia les tenía guardado a los hermanos. Desde 1981 hasta 1990, el destino gol-peó con dureza el sueño de una familia. El pequeño de los her-manos, era la última esperanza para conseguir esa añorada ca-rrera, la clásica de las clásicas.

La mañana del 8 de abril de 1990 iba a cambiar para siempre el destino de los hermanos. Años antes, Eddy también había pasa-do por la desesperación de ver como un sueño se va escapando al paso de los años, por unas o por otras, ya sea las caídas, los pinchazos o en ocasiones las fuerzas. Así lo demuestran sus actuaciones en Paris–Roubaix hasta 1990. 13º en el 81, 5º en el 82, 9º en el 83, 6º en el 85, 16º en el 87, 15º en el 88 y 5º en el 89. El ciclista belga aquella ma-ñana de primavera del 90 se le-vantó fuerte y con ganas.

Metido en plena carrera, los Pa-

nasonic de Planckaert se pusie-ron al frente para triturar el pavé de Le Trouée d‘Arenberg. Al final del mismo, tan solo un grupo de 20 ciclistas se ponían al frente de la carrera. En él estaban los que a la postre fueron los protagonistas de un final agónico, el canadien-se Steve Bauer y el propio Eddy Planckaert. Bauer con la elegan-cia que le caracterizaba, intentó marcharse del grupo de favoritos a falta de 20 km con un duro ata-que en Camphin-en- Pévèle que dejó el grupo en media docena de ciclistas. Los últimos km has-ta la entrada del velódromo de Roubaix, fueron un no parar de mirar hacia atrás del belga para que su compañero de Panasonic Jean–Marie Wampers, conectase y le hiciese de lanzador.

Cuando Wampers se puso al frente para lanzar el sprint, Planckaert sabía que la victoria estaba muy cerca. Los metros fi-nales guardaron un agónico final para una familia que soñaba con su ansiada Roubaix. Nada mas

cruzar la línea de meta, Steve Bauer y Eddy Planckaert se mi-raron el uno al otro. Ninguno sa-bía quien había ganado, incluso el último golpe de riñón lo hicie-ron fuertemente con los ojos ce-rrados. Al estruendo del público en la llegada, le precedió minu-tos más tarde un enorme silen-cio para dilucidar al vencedor.

Mas de diez minutos estuvieron reunidos los jueces analizando la foto finish, una tecnología que se había puesto en práctica ese mismo año. Megáfono en mano, cuando el juez anunció el vence-dor final, el estruendo de la afi-ción belga fue demoledora. Ste-ve Bauer se tiró a la hierba del velódromo y con las manos en la cara se lamentó de su derro-ta. Eddy Planckaert por su par-te, fue corriendo para abrazar-se entre lagrimas a su hermano mayor, Willy. Ambos se fundie-ron en un abrazo interminable, un abrazo que rompía una mal-dición, la maldición de los Planc-kaert en el infierno del norte.

El infierno de los hermanos Planckaert

HUGO SANTÍN

Eddy, Walter y Willy Planckaert, ya retirados, durante una marcha cicloturista

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