paricio ignacio - la construccion de la arquitectura composicion y estructura

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LA CONSTRUCCIN DE LA ARQUITECTURA

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La composicinLa estructura

Ignacio Paricio

NDICE Presentacin 0. Introduccin. Geometra, construccin y arquitectura Orden de la composicin y pintoresquismo de la construccin5 7 7 9 9 10 12 14 16 17 17 19 20 21 22 24 24 25 26 29 29 30 32 33 34 36 36 39 40 40 42 42 44 44 46 46 50 50 52 533

0.1 La estructura y la composicin arquitectnica 0.1.1 La estructura, nueva protagonista de la composicin 0.1.2 La ambicin de un orden universal: isotropa de la composicin arquitectnica 0.1.3 Heterogeneidad y direccionalidad de la estructura porticada Un precedente faranico La sntesis de Gropius en el pabelln de la Werkbund 0.2 El modelo de referencia tradicional: la construccin muraria 0.2.1 De la cpula a la primera flexin 0.2.2 El espacio entre muros y las formas de trascenderlo Las baslicas sirias paleocristianas El gtico cataln Composicin con muros perforados 0.3 Las discontinuidades en el diseo 0.3.1 Rincones, esquinas y testeros 0.3.2 Problema al canto 0.3.3 Las tres actitudes. Justificacin del ndice de este estudio 1. El rincn

1.1 La escala del espacio interior y la estructura porticada 1.1.1 Los grandes espacios porticados La manipulacin expresiva del dintel en Karnak La isotropa a la altura de la vista en la mezquita rabe 1.1.2 Las estructuras porticadas istropas 1.1.3 La localizacin del cerramiento La localizacin del cerramiento en las lonjas catalanas 1.2 Las tres actitudes. La coherencia entre el orden estructural y el orden del espacio interior La alternativa formal La reabsorcin de los elementos estructurales en el orden de los cerramientos La alternativa explcita Disociacin entre orden estructural y espacio arquitectnico La alternativa radical La subordinacin de la localizacin de los cerramientos al orden estructural 1.3 Ilustraciones 1.3.1 Wright y las estructuras dctiles a la organizacin espacial 1.3.2 Le Corbusier y los elementos estructurales dctiles a la organizacin espacial La desaparicin de la jcena Los pilares de planta istropa La disociacin de la estructura y los cerramientos

2.

La esquina

55 55 56 58 61 62 63 63 66 66 68 68 70 70 72 72 74 74 78 83 83 84 85 86 88 89 90 93 94 94 96 96 98 98 100 100 106 111

2.1 La esquina perfecta y la materialidad de los grosores constructivos La esquina drica La esquina renacentista 2.1.1 La esquina cncava Los claustros 2.1.2 La localizacin del cerramiento de fachada La esquina contempornea 2.2 Las tres actitudes. La composicin Problema en la esquina La alternativa formal Subordinacin del orden estructural al orden del cerramiento La alternativa explcita La expresin en el cerramiento de la incidencia de los grosores constructivos La alternativa radical Subordinacin del cerramiento al orden estructural 2.3 Ilustraciones 2.3.1 Las esquinas de Mies 2.3.2 Kahn 3.4

El testero

3.1 La sucesin de prticos y la fachada del testero 3.1.1 Los grandes prticos Invernaderos contra hangares La autonoma estructural del testero en los aos veinte 3.1.2 Las cubiertas a cuatro aguas Los artesonados espaoles sin hastial 3.1.3 Las mallas bidireccionales. Isotropa en un espacio de gran luz 3.2 Las tres actitudes. El tratamiento formal y estructural del testero La alternativa formal Estructura del testero imitando a la estructura principal La alternativa explcita Tratamiento del testero como taponamiento La alternativa radical La isotropa estructural 3.3 Ilustraciones 3.3.1 Nervi en busca de la isotropa con el hormign 3.3.2 Mies en busca de la isotropa con el acero Notas

0. Introduccin. Geometra, construccin y arquitectura

Hace unos diez aos me compromet en el cumplimiento de un plan para esta pequea triloga, segn el cual a este tomo le corresponde una aproximacin a las relaciones entre la composicin arquitectnica y la tcnica constructiva. El ndice vitrubiano encomendaba a este tercer texto la venustas, y por lo tanto nos interesaremos por las dificultades que plantean las contradicciones entre el rigor geomtrico de la composicin arquitectnica y la intransigente contundencia formal de la buena construccin. Lo cierto es que las ideas que se van a exponer aqu no son fruto de la disciplina en el sistemtico desarrollo del plan preconcebido -algo para lo que me siento totalmente inexperto- sino que han ido resultando de diversas reflexiones al hilo del trabajo profesional o de la actividad acadmica. Slo con esas ideas en avanzado estado de gestacin se ha hecho evidente la convergencia de intereses y contenidos con las intenciones del aplazado y prometido tercer tomo de esta serie. Tambin es cierto que el campo de estudio era muy amplio y que este librito slo se enfrentar con algunos aspectos de uno de los posibles apartados del tema. Al aproximarme a un edificio o sistema constructivo siempre me ha sido til seguir dos recorridos: el de las cargas y el de las aguas. Se trata de acompaar las cargas en su descenso por bvedas, contrafuertes, forjados y pilares... hasta el terreno, o de seguir a las aguas en su a veces laberntico recorrido por ventanas, fayancas, alfizares, guardapolvos y vierteaguas. Tambin para este estudio de las relaciones entre composicin y construccin esta doble aproximacin parece adecuada. Es decir, que podran tratarse dos grandes temas: la composicin y la estructura por una parte; y la composicin y la estanqueidad, por otra. Pues bien, este tomo tratar slo del primero de ellos. As, an queda la puerta abierta, como en los grandes seriales, para un tercer tomo bis que, si sigo contando con el favor del lector, estudiara algunos aspectos de la composicin en funcin de la conduccin de las aguas. Orden de la composicin y pintoresquismo de la construccin Antes de entrar en materia quizs debo aclarar cul es en este texto el valor de la tradicin. Las ingeniosas interpretaciones de la historiografa del racionalismo constructivo, desde Viollet a Choisy, ya nos han desvelado el origen constructivo de la mayor parte de los elementos compositivos. Lo que tambin sabemos es que esa forma tcnica es insuficiente y que cada poca la ha sublimado con una elaboracin culta que generalmente tiene sus modelos en la abstraccin geomtrica. As, la arquitectura pintoresca queda en evidencia, a la vez, por su eficacia constructiva y por cierto abigarramiento formal. La asimilacin culta de la innovacion tcnica no es inmediata. No me estoy refiriendo al correcto uso de ciertas tcnicas elementales sino a la asimilacin de novedades tan significativas como la difusin universal de la estructura porticada.

Est compuesto [el oficio] de tradicin acumulada, lo mantiene vivo el orgullo individual, lo hace exacto la opinin profesional, y, como en las artes ms nobles, lo estimula y sostiene el elogio competente, J. Conrad1.

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Introduccin

Considero que cien aos no es mucho tiempo para la asimilacin compositiva definitiva de una innovacin tan sustancial. Las radicales propuestas del Movimiento Moderno no resolvieron definitivamente, como intentaremos demostrar, las relaciones entre estructura y cerramiento. El problema sigue abierto y este texto intentar aportar algn orden a su planteamiento. La velocidad de cambio de la tcnica deja hoy poco campo al consenso en su asimilacin compositiva. Ese proceso de asimilacin sera ms fcil si los arquitectos tuvisemos la costumbre de volver sobre nuestros edificios, comprobar el xito de las soluciones utilizadas, por nosotros y nuestros compaeros, y reunir esas soluciones en una ordenada codificacin de recursos. Este proceso es el que durante siglos ha ido decantando el oficio profesional. Intentaremos dar una visin del oficio de la arquitectura inserto en el mundo contemporneo pero consciente de su deuda con la tradicin. Nos dedicaremos al estudio de los temas que a lo largo de la historia han caracterizado los aspectos de oficio en el ejercicio de la profesin de arquitecto: cmo giran las fachadas en las esquinas, cmo disponer los pilares respecto a los cerramientos, cmo rematar los testeros de los edificios... La cita de Conrad que abre esta introduccin, aunque referida al oficio del mar, nos puede guiar en la definicin de ese oficio que perdemos. Nuestro oficio tambin est hecho de tradicin acumulada aunque a veces nos sea difcil reconocerlo. En este texto nos volveremos continuamente hacia la historia para entender la atemporalidad de los problemas ms importantes de nuestro trabajo. Nuestro oficio tambin se sostiene gracias al orgullo individual, el orgullo del trabajo adecuado y preciso, cotejado por la opinn profesional. Opinin a la que deberamos someternos con ms confianza y que deberamos exponer con ms libertad. Pero todo ello hoy slo puede ejercerse desde una tipificacin de conocimientos, desde una reconsideracin ordenada de nuestra experiencia, y esa reconsideracin -feed-back diran los anglosajones- est muy abandonada. A adelantar por este camino de la ordenacin de la experiencia, de la codificacin de la tradicin va a dedicarse este trabajo.

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Introduccin

0.1 La estructura y la composicin arquitectnica La estructura ha sido el catalizador de una arquitectura; pero debe advertirse que la propia estructura se ha convertido en arquitectura, que la arquitectura contempornea es casi inconcebible sin ella, C. Rowe2. 0.1.1 La estructura, nueva protagonista de la composicin El gran acontecimiento de la arquitectura..., cuando se fueron los muros y vinieron las columnas, L.Kahn3. El aspecto que caracteriza a la arquitectura contempornea y la distingue radicalmente de la tradicin constructiva es la diferenciacin de la estructura portante respecto a los elementos conformadores del espacio. La difusin de las estructuras, de acero primero y de hormign despus, provoc a principios de este siglo unos problemas proyectuales nuevos que todava no han sido plenamente asimilados por la composicin arquitectnica. La crtica arquitectnica ha considerado los apartamentos de la calle de Franklin, de Perret, como la primera opcin consciente del papel independiente de la estructura porticada en la concepcin del edificio. A partir de ese momento, y en la mejor arquitectura, la estructura es garante del orden y vertebradora de la composicin; como seala C. Rowe:....en la arquitectura contempornea, la estructura ha pasado a detentar el papel que en la antigedad clsica y el Renacimiento tuvo la columna 4. En el mismo sentido y aun ms explcitamente, Moneo afirma que a la estructura van confiados los parmetros clsicos como la proporcin, la medida; al cerramiento, la decoracin 5. Pero esta estructura protagonista aporta un orden propio9

La casa Tugenhadt (Mies van der Rohe)

Apartamentos en la calle de Raynouard (A. Perret)

Introduccin

que no se inserta naturalmente en el orden establecido por la composicin arquitectnica. Una composicin heredada de, y generada por, la construccin de gruesos muros, de macizos homogneos en la que los espacios podran imaginarse como vaciados en la masa edificada. Construccin y composicin se generan y sostienen mutuamente en la arquitectura muraria, desde Babilonia hasta los edificios residenciales del XIX, pero sus relaciones se erizan de obstculos cuando los muros son sustituidos por estructuras porticadas. Este texto se dedicar a estudiar las tensiones que plantea la convivencia de ambos rdenes, el de la construccin estructural y el de la composicin arquitectnica.

0.1.2 La ambicin de un orden universal: isotropa de la composicin arquitectnica El marco en el que se mueve este trabajo es el de una arquitectura culta, no pintoresca, cuya caracterstica principal es la voluntad de orden, de control geomtrico de la forma, de referencia a las ms elementales abstracciones; como observa Banham: En esa combinacin entre lo ordinariamente funcional y lo universalmente abstracto hay una osada que resulta inquietante. No obstante, es una osada que constituye la esencia de la sensibilidad moderna 6. Este trabajo parte de una hiptesis que se supone aceptable: el orden universal al que aspira la composicin arquitectnica culta a lo largo de la historia tiene un componente constante que puede ser resumido en un concepto fsico: la isotropa. El sometimiento de las leyes de generacin de la forma a una interpretacin concreta, aunque muy libre, de la regularidad y el equilibrio: la concepcin de la planta a partir de su desarrollo en diversas direcciones -por lo menos dos- de manera homognea y regular y con respecto a las mismas leyes. La historia de la arquitectura ha constatado una polaridad de la composicin arquitectnica monumental hacia la planta central o, por lo menos, la planta con ms de una simetra axial. Este aserto es cierto para todos los tipos monumentales de la historia, pero tambin para todos los momentos en los que las formas ms elementales de la geometra han sido reinvidicadas como base de la composicin. No ser necesario repetir aqu los argumentos expuestos en innumerables textos de crtica arquitectnica que han asociado la planta central, la envolvente cilndrica o la construccin cupulada a la concepcin de lo sagrado. Las referencias a la Domus Aurea neroniana como imagen de la bveda celestial 7 o la trascendencia del Panten de Adriano 8 en la historia de la composicin han sido exhaustivamente tratadas. Nuestra retina conserva los esquemas que resumen estos anlisis, desde Serlio y Leonardo hasta Wittkover y Frank.Plantas de iglesia del s. XVIII, agrupadas por L. Benvolo

Templos de planta central, segn Serlio

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Introduccin

Pero la isotropa es tambin una caracterstica de las construcciones de gran extensin horizontal con estructuras de menor luz que pautan su espacio formando una retcula indiferenciada en la planta y en la percepcin del espacio. Templos egipcios, mercados romanos, mezquitas rabes, atarazanas medievales o espacios industriales decimonnicos podran ilustrar esta ordenacin istropa del espacio.

Algunas arquitecturas han llevado su isotropa a formas de una perfeccin y riqueza insospechadas. Por ser menos conocidas citar las maravillas geomtricas de la arquitectura mongol. Durante los siglos XVI y XVII los emperadores timures construyeron, en el actual Afganistn y en el norte de la India, los ms exquisitos palacios con las plantas ms ordenadas e istropas de la arquitectura universal. Si Fatehpur Sikri constituye el momento clsico de esta arquitectura (1550-70), el Taj Mahall (1632-43) ofrece su expresin ms espectacular 9. Cada esfuerzo renovador de la composicin ha reivindicado la isotropa de la planta y de la imagen exterior del edificio como cualidad asociada a la monumentalidad. No es necesario citar a los arquitectos iluministas o al iluminado Le Corbusier joven para evidenciarlo. Ese orden que se expande en las dos direcciones de la planta ha sido tambin el objetivo de la mayor parte de los arquitectos que admiramos. Obras de Terragni, Asplund, Wright y tantos otros irn apareciendo a lo largo de este texto. Algunos, como Foster, parecern evolucionar hacia planteamientos istropos clasicistas desde los pintoresquismos de una high-tech ms exhibicionista. Otros, como Nervi, domearn tcnicas nuevas para hacer posible una difcil isotropa en hormign. Otros, como Mies van der Rohe, dedicarn toda su vida en busca de la perfeccin istropa de un imposible templo de acero y vidrio. Se podra deducir una jerarqua de plantas que gradan la pureza istropa segn la monumentalidad deseada: la planta circular es la ms perfecta que pueda imaginarse; la cuadrada resulta la inmediatamente preferible desde ese punto de vista y la ms adecuada si se introducen otros criterios como el amueblamiento, la capacidad de yuxtaposicin, etc; por fin, la ms convencional es la planta rectangular, pero con un orden istropo expresado en la geometra de sus estructuras y en la simetra de sus fachadas.

Alzado y planta del Taj Mahall

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Primera versin de la planta para la baslica de San Pedro (D. Bramante)

Introduccin

Este texto estudiar las tensiones que se generan entre la voluntad por conseguir un espacio istropo y las limitaciones que imponen los sistemas estructurales direccionales, los ms frecuentes en la construccin contempornea.

0.1.3 Heterogeneidad y direccionalidad de la estructura porticada Si el orden es el objetivo de esa arquitectura culta en la que nos hemos centrado, tendremos que aceptar que las dificultades se multiplican cuando los elementos que han de ser ordenados se hacen ms y ms heterogneos. A la escasa variedad de elementos de cerramiento que el uso exiga en la arquitectura tradicional, muros o tabiques, la construccin contempornea est aadiendo nuevos factores de heterogeneidad con la diferenciacin de la estructura portante y con el diverso tratamiento constructivo que reciben los distintos tipos de cerramientos. Es evidente que el orden de la planta no ofrece el mismo tipo de dificultades en una villa renacentista realizada con obra de mampostera que en un edificio de estructura porticada con fachadas pesadas, muros cortina y tabiques ligeros. En este ltimo cada espacio interior est envuelto por unos cerramientos de diferente calidad, espesor y funcin que hacen muy difcil la expresin de su propio carcter ordenado y su insercin dentro del orden general del edificio. El tipo estructural ms utilizado hoy, el porticado, aade, a esas dificultades planteadas por la heterogeneidad de calidades, los problemas que se derivan de una nueva heterogeneidad: la direccionalidad geomtrica del prtico. Las estructuras porticadas, que desde el cambio de siglo se han ido imponiendo en la construccin, introducen en la organizacin espacial del edificio una radical anisotropa. En la direccin de los prticos, los pilares alargan la seccin de su planta y las jcenas cuelgan del techo. En la direccin perpendicular, el espacio, alto hasta los techos, queda de alguna manera limitado entre prticos. Estos dos aspectos desordenadores que introduce la estructura porticada pueden ser afrontados con un infinito abanico de actitudes que tiene dos soluciones extremas: la radical expresin del nuevo orden constructivo y la completa sumisin de la estructura al orden constructivo tradicional. De la tipificacin de estas actitudes en algunos problemas concretos se va a ocupar el conjunto de este trabajo.

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Introduccin

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Taller de Confecciones Esders (A. y G. Perret)

Introduccin

Un precedente faranico El rey Zjoser, fundador de la III Dinasta, con su salomnica sntesis poltica entre el Alto y Bajo Imperio, nos brinda el ms perfecto ejemplo de enfrentamiento fsico entre los dos modelos arquitectnicos: la expresin directa de una construccin anistropa, direccional, por una parte; y la imagen elaborada, culta, de una composicin istropa, por otra. Zjoser construy en Saqqara su gran complejo funerario, en el que se emplaza la famosa pirmide escalonada. Respet la tradicin de Menes, soberano unificador del Alto y Bajo Egipto, que obligaba a construir los edificios pblicos en la nueva capital siguiendo rigurosamente el estilo autctono de ambos pases. Imhotep, su arquitecto, levant, pues, dos edificios funerarios para el Seor de los Dos Pases segn las tradiciones respectivas de cada uno de ellos. Los edificios alto-egipcios tienen una estructura que parece originarse en las ms primitivas cabaas de caas. Estas caas se utilizaban entrelazadas, como caizos, para cerrar paramentos, o atadas, en haces, para formar elementos ms resistentes, a modo de nervios. Con las encaizadas se construa la bveda de las cabaas, pero en los testeros los caizos deban reforzarse con haces verticales a modo de pilastras. La transposicin ptrea de esta construccin dara lugar a unos edificios formados por dos gruesos muros paralelos, bvedas rebajadas de cubierta y testeros de muros delgados apilastrados 10.

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Introduccin

Composicin direccional, segn la tradicin altoegipcia en Saqqara

A esa descripcin responde la capilla funeraria alto-egipcia del Rey Zjoser. Esta construccin, radicalmente direccional, tiene una imagen absolutamente coherente con su estructura, y al considerar su testero como un tamponamiento, presenta un sorprendente precedente de lo que van a ser las mejores soluciones de los edificios lineales a lo largo de toda la futura historia de la arquitectura. Las construcciones bajo-egipcias son absolutamente diferentes. La cubierta es plana y las fachadas no subrayan ninguna direccionalidad preferente: ambas tienen exactamente el mismo tratamiento. Su imagen es absolutamente istropa, y la composicin que sugieren es mucho ms elaborada, ms culta y ms abstracta que la de su equivalente alto-egipcio. Este tipo de planta puede identificarse en construcciones an ms antiguas, como el templo norte de Tepe Gawra XIII (3500 adC), probablemente la primera muestra arquitectnica con explcita voluntad de monumentalidad istropa con fachadas apilastradas simtricamente en la esquina. Lo cierto es que las dos alternativas reunidas por la fundacin de un imperio estn todava hoy vigentes. Las relaciones entre espacio y estructura pueden ordenarse formando un continuo de tipos, con mayor o menor tensin entre ambos, en cuyos extremos estarn las dos soluciones que Zjoser enfrent hace cinco mil aos.

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Tratamiento simtrico de las fachadas, segn la tradicin bajo-egipcia en Saqqara

Introduccin

La sntesis de Gropius en el pabelln de la Werkbund Los edificios que Gropius concibi para la exposicin de la Werkbund de 1914 constituyen la expresin moderna de esta atemporal esquizofrenia entre el culto a la isotropa compositiva y la direccionalidad de la racionalidad tcnica. Gropius proyect dos edificios; uno de ellos era el hall de exposicin general, que el arquitecto trat como un trasunto de la nave industrial. La racionalidad constructiva se impuso, y la imagen del pabelln es la de un edificio rectangular generado por una sucesin de prticos que muestra en su testero el grueso de la estructura de cubierta: nada disimula la generacin lineal, direccional, del edificio. Pero adems esa exposicin consagr el poder de la turbina, el generador de la energa fabril del siglo. Para su exhibicin, Gropius levant un pequeo edificio transparente, de cierta altura, que albergaba exclusivamente la emblemtica turbina. Para un edificio sagrado el arquitecto dise, una vez ms en la historia, un templo de planta central: un polgono octogonal, doblemente istropo. Entre estos dos edificios paradigmticos existe la misma tensin que entre las dos construcciones de Zjoser: la fractura entre la primaca de la tcnica o de la composicin en la imagen del edificio.

Dos paradigmas del tratamiento compositivo de la estructura en el Pabelln de la Werkbund (W. Gropius)

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Introduccin

0.2 El modelo de referencia tradicional: la construccin muraria Cuando en los prrafos anteriores se alude a la composicin, en realidad se hace referencia a una forma de composicin muy concreta: la que se ha heredado de siglos de arquitectura basada en la construccin muraria en la que isotropa y homogeneidad eran naturales. Los prrafos siguientes recordarn los aspectos principales de esta composicin.

0.2.1 De la cpula a la primera flexin El elemento constructivo que hizo realidad el paradigma de la composicin arquitectnica es la cpula. Su forma absolutamente istropa y centrpeta concentra todos los desiderata de la arquitectura. Su soporte natural es la construccin concrecionada, sea de tapial en Sarvistn, de hormign en el Panten, de albailera en Santa Maria dei Fiori, o de cantera en El Escorial. Su contexto tcnico es el de la construccin homognea en la que con un nico material se realizaban prcticamente todos los componentes arquitectnicos. Su entorno compositivo, el de la expresin de la tectnica de la construccin muraria. En este marco, la coherencia entre las exigencias de la tcnica constructiva y la ms rigurosa geometra de la composicin puede ser absoluta, algo que no debe sorprendernos puesto que la segunda ha nacido de las primeras. Quizs sea la Domus Aurea neroniana el paradigma de esa perfecta simbiosis entre composicin y construccin. Los hormigones romanos parecen tan adecuados para moldear esas cpulas y bvedas o para permitir perforaciones de iluminacin, como la composicin parece adecuada para conformar los espacios vacos en la masa y para dibujar en sus superficies las ltimas consecuencias de un orden centrpeto y riguroso como el poder del Csar. Pero esta perfeccin arquitectnica sufre una grave limitacin material: el espacio cubierto por la cpula est acotado por la capacidad portante de los materiales, por la importancia de los empujes que genera y por las dificultades constructivas y econmicas de cimbras y cerchas.

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La Domus Aurea, sntesis entre composicin y construccin muraria

Introduccin

Para incrementar las dimensiones del espacio cubierto se puede recurrir a una de las dos soluciones siguientes: - la yuxtaposicin indefinida de pequeas cpulas apoyadas sobre pilares. Esta es una solucin poco utilizada en la arquitectura occidental -citar algunas piscinas bizantinas, las lonjas gticas catalanas o los techos de la Sala Hipstila del Parque Gell, de Gaud- pero que en Oriente ha dado lugar a soluciones interesantsimas. La Jami Masjid en Gulbara, de 1367, es todo un ejemplo de este tipo de yuxtaposiciones y de la solucin a problemas de jerarqua, de permetro y de esquina. - la deformacin y alargamiento del espacio en un solo sentido. En este caso la cubierta puede seguir siendo una forma curva continua comprimida, como una bveda; o puede pasar a ser una estructura flectada discontinua, como una armadura triangulada o una viga de gran canto. Pero tanto la viga de madera como la bveda de can seguido exigen dos apoyos longitudinales continuos y han impuesto la solucin de muros paralelos como el tipo constructivo ms coherente con esos techos.

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Introduccin

La Jami Masjid, en Gulbara, India

0.2.2 El espacio entre muros y las formas de trascenderlo La sucesin de muros portantes ha sido durante siglos el sistema estructural ms utilizado en la mayor parte de los tipos edificatorios. El espacio confinado entre los muros gemelos queda limitado en sus dimensiones a la mxima luz razonable de la viga de madera o de la bveda de can. Si los espacios que exigen las funciones de un edificio concreto pueden albergarse entre dos muros paralelos, es decir, si no exceden la luz de una estructura de techos razonable, esa limitacin no plantear ningun problema especial. Es ms, el orden de los muros paralelos quizs sugerir un orden en la organizacin funcional que potencie las relaciones entre espacio y estructura. Si, por el contrario, la dimensin mnima del espacio desborda esa luz razonable, la planta sufrir las constricciones de la solucin constructiva. No son extraos pues los frecuentes esfuerzos por trascender ese cors dimensional y por conseguir una espacio interior y una imagen exterior ms istropas. Un sistema es la sustitucin del muro por un prtico de pilares y jcenas. Es decir, la introduccin de un segundo elemento flectado, la jcena, de mayor entidad que la vigueta. El espacio fluye bajo esas jcenas, pero queda definitivamente pautado por los planos definidos por los prticos que atraviesa. A los problemas que as se generan se dedica el grueso de este libro. El sistema ms razonable para superar esas limitaciones de la construccin muraria es la perforacin de los muros paralelos con grandes arcos para as reunir espacialmente varias crujas entre muros. Este tipo constructivo se explota brillantemente a lo largo de la historia de la arquitectura ya desde los depsitos de agua cubiertos de la poca romana. El inters de estos esfuerzos por trascender la presencia del muro justifica que nos entretengamos en dos momentos interesantes de su historia: las baslicas sirias paleocristianas y el gtico civil cataln.

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Introduccin

Edificio del Banco de Espaa en Girona, construido con muros portantes perforados,(Ll. Clotet, I. Paricio)

Las baslicas sirias paleocristianas Uno de los momentos ms interesantes de la explotacin de este tipo constructivo lo forman las baslicas cristianas sirias de los siglos II y III. En ellas el recurso a la perforacin de muros -aunque tiene, segn Creswell11, su origen en la economa constructiva- lleva a soluciones de una gran riqueza espacial. En efecto, Creswell justifica esa aparicin en algunas tumbas nabateas de principios de la era cristiana como un sustituto de la bveda de can seguido para ahorrar la madera de las grandes cimbras y reducir stas a un simple, y repetidamente utilizado, cerchn de arco. Los resultados abren unas posibilidades sorprendentes en una arquitectura tan humilde. La baslica de Chaqqa es una de las primeras que se citan y, a pesar de su sencillez, es una de las ms bellas. Dentro de un mbito prcticamente cuadrado, seis muros portantes dividen el espacio en estrechas franjas cubiertas con techo plano, pero cada muro est perforado por un gran arco central y dos pares de arcos laterales superpuestos. Se introduce as el juego de arcos de distinta altura y la superposicin de dos plantas con distintos tipos de perforaciones. La permeabilidad de los muros no slo aumenta el espacio perceptible sino que esas vistas son controladas para conseguir determinados efectos de perspectiva.Las perforaciones de muros en la baslica de Chaqqa

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Introduccin

Sin embargo la planta de Chaqqa nos muestra una disposicin muy elemental de los muros testeros, que no explota la convergencia de perspectivas a travs de las perforaciones. Desde ese punto de vista su planta es tan esquemtica como la de las piscinas romanas. La baslica de Nimreh es mucho ms rica en ese aspecto porque el testero tiene un gran bside y dos locales laterales que justifican la focalidad del nuevo espacio. La explotacin de este tipo constructivo alcanza una sorprendente riqueza algunos siglos ms tarde en el Palacio de Sarvistn, en el que el espacio entre muros se cubre con bvedas de can seguido, dispuestas a distintas alturas y combinadas con cpulas esfricas 12.

La baslica de Nimreh, con bside en el testero

La riqueza de recursos estructurales y compositivos del Palacio de Sarvistn

El gtico cataln El gtico cataln ofrece la ms completa expresin de las posibilidades de la perforacin de muros. La voluntad de conseguir un espacio lo ms unitario posible est presente, como es sabido, en toda la arquitectura gtica catalana. En sus catedrales, tanto la altura de las naves laterales como la esbeltez de los pilares contribuyen a ese efecto. Pero es en el gtico civil donde, con el recurso de la perforacin de muros paralelos, se llega a los casos ms espectaculares. Muchas salas de importancia del gtico civil, como el Saln del Tinell, estn formadas por una sucesin de arcos que ahuecan muros sobre los que se apoya la viguera. El sistema es inteligente porque la amplitud del espacio est limitada slo por la luz del arco. Su profundidad puede ser cualquiera simplemente aadiendo ms arcos paralelos. La Sala de Contrataciones de la Lonja de Barcelona supone el ejemplo con resultados arquitectnicos ms impresionantes. Se trata en realidad de un cuerpo formado por la yuxtaposicin de tres amplias crujas de unos 9 metros de ancho y 40 de largo separadas por dos lneas estructurales que dan apoyo a las vigas policromadas del techo. Eso que he llamado lnea estructural (porque ya no me atrevo a calificarlo de muro perforado), est formado por tres grandes arcos de medio punto apoyados en el permetro y en dos esbeltsimos pilares. El resultado es un magnfico espacio nico que rene las tres crujas, ya que los cuatro pilares centrales apenas obstaculizan la visin y los grandes arcos estn colocados a gran altura y casi tangentes al artesonado. Esta concepcin espacial alcanza la perfeccin en las Lonjas de Valencia y de Mallorca. En ellas los muros han desaparecido por completo, y la nica estructura vertical la forman los altsimos pilares que soportan bvedas absolutamente istropas, que dan lugar realmente a un espacio unitario y totalmente coherente con el sistema constructivo.21

La Sala de contrataciones en la Lonja de Mar, en Barcelona

Introduccin

Composicin con muros perforados Puesto que los muros portantes no son un tipo constructivo excesivamente utilizado en la actualidad, las consideraciones profesionales sobre sus posibilidades geomtricas podrn parecer un poco ajenas a las preocupaciones del arquitecto. A pesar de ello querra hacer unas observaciones que llamaran la atencin sobre algunas de sus ventajas, que se convertirn en problemas en los prximos captulos. - La fcil composicin de sus espacios interiores que, dibujados por elementos homognos y sin excepcionales piezas de vocacin estrictamente estructural, pueden resolverse con sencillez. El trnsito formal entre elementos portantes y no portantes se resolver con fluidez por tratarse de elementos constructivos con la misma constitucin. - La coherencia entre espacio arquitectnico y construccin estructural, que refuerza el carcter de cada unidad espacial y la explica en trminos doblemente razonados. - La natural isotropa de las plantas, cuyos elementos giran y se rematan sin que el carcter portante o no de cada paramento introduzca ninguna tensin. Un edificio paradigmtico de la explotacin de estas posibilidades es el Depsito de las Aguas del Parque de la Ciudadela de Barcelona. La ambigedad entre el22

Introduccin

El Depsito de las Aguas del Parque de la Ciudadela, en Barcelona (J. Fontser)

carcter direccional de sus tneles abovedados y la expresin istropa de sus pilares y fachadas son los rasgos ms caractersticos del edificio. Las posibilidades que esta ambigedad sugiere son un elemento central en la intervencin que se realiza para adecuarla como sala de lectura de una biblioteca universitaria. Optar por una estructura de muros portantes no es fcil en la construccin actual. Todo parece oponerse a esta opcin, desde la organizacin de los procesos constructivos hasta la flexibilidad funcional exigida por unos usos cambiantes. Sin embargo, considero que las facilidades citadas y el orden que los muros introducen de forma natural en el edificio hacen que esta solucin se mantenga como una alternativa vlida para algunos edificios concretos. Algunos proyectos contemporneos, como el Museo de Arte Romano de Mrida, de Rafael Moneo, han explotado estas posibilidades de la construccin muraria con un xito universalmente reconocido.

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Los muros perforados del Museo de Arte Romano en Mrida (R. Moneo)

Introduccin

0.3 Las discontinuidades en el diseo Como ya hemos sealado, la aparicin de la estructura porticada supone la radical heterogeneizacin de una construccin que hasta ese momento poda calificarse de fundamentalmente homognea. Los edificios tradicionales estn construidos con el recurso a un nico material principal. Todos los elementos verticales, y a veces tambin los horizontales, son de mampostera, madera o cermica. Los grosores de los diversos elementos estn ms frecuentemente determinados por el sistema constructivo que por la funcin final del elemento. Hay que esperar hasta el siglo XIX para que el economicismo constructivo empiece a tipificar diversos espesores en la construccin de albailera. La estructura porticada acaba con esta homogeneidad constructiva. Por una parte, se introduce a s misma como elemento radicalmente diferenciado de los cerramientos. Los pilares y las jcenas aparecen en el interior de los edificios como nuevos elementos constructivos que pautan los espacios interiores. Por otra, los cerramientos, liberados de la funcin portante, se apuran en su espesor y aligeran en su composicin. Los tabiques, cada vez ms livianos, se diferencian de los hastiales y medianeras, y stos, a su vez, de las fachadas principales. Estas fachadas se rasgan con grandes huecos o aprovechan las posibilidades de los materiales modernos para reducirse hasta espesores inquietantes o adquirir transparencias vertiginosas.

0.3.1 Rincones, esquinas y testeros24

Cada espacio interior, que en la construccin tradicional estaba envuelto por un continuo del mismo material, carcter y grosor, est ahora limitado por elementos totalmente diferentes y ocupado por cuerpos extraos, como jcenas y pilares, fragmentos de una estructura cuya comprensin ser imposible desde el local en cuestin. Si la estructura se acerca fsicamente a los cerramientos para liberar el espacio de cada local, el diseo de cada encuentro entre pilar, tabique, fachada y jcena entraar una dificultad especial. La localizacin del cerramiento se convierte en un elemento fundamental de una planta ordenada. La nica solucin universalmente correcta ser la que site todos los cerramientos de manera que su imagen interior sea siempre la misma. Por ejemplo, que los tabiques estn a eje de los pilares y que las fachadas estn situadas de tal manera que su cara interior sobrepase el eje hacia el interior con un espesor igual al grosor de medio tabique. As, en todos los espacios interiores se percibir de manera idntica la relacin pilar-cerramiento. Estos problemas de coordinacin entre el orden estructural y el de los cerramientos en el interior del edificio formarn uno de los tres grandes captulos de este libro agrupados bajo el ttulo genrico de El rincn. Pero la diferenciacin estructura-cerramiento tiene tambin una gran importancia cuando analizamos las fachadas. La estructura suele plantear su propio orden modular, alineando pilares en las proximidades del cerramiento exterior. Este ce-

Introduccin

rramiento, segn su grosor y su localizacin, tendr su haz exterior a una determinada distancia de la lnea de pilares. El orden del cerramiento y sus huecos deber ser acordado con el de los pilares. Como veremos ms tarde, al llegar a un cambio de direccin en la fachada los problemas de acuerdo pueden ser muy complejos. Por eso dedicaremos a este tema el segundo captulo, titulado La esquina. Por fin, la estructura introduce otra especificidad en la composicin, que es su repetidamente citada direccionalidad. Cubrir un espacio supone la introduccin de materiales capaces de soportar flexiones, y para ello los ms adecuados son piezas longitudinales, sean viguetas, perfiles de acero, jcenas de hormign, grandes elementos de madera laminada y encolada o estructuras de cuchillo. Todos esos elementos tienen una caracterstica comn: su linealidad. Todos ellos introducen una direccin de cubrimiento que supone la aparicin de un factor de anisotropa en la estructura del edificio. As, por ejemplo, en una planta cuadrada esta anisotropa supone que los dinteles de dos lados opuestos sern portantes, y los otros dos no. En realidad los lados portantes son muy diferentes de los no portantes y, lgicamente, su expresin arquitectnica y su relacin con el cerramiento deberan evidenciarlo. A los problemas que surgen entre esa deseada isotropa del edificio y su anisotropa estructural dedicaremos el tercer captulo del libro con el ttulo de El testero. Insisto en que estos tres grupos de problemas, los de los rincones, esquinas y testeros, los de la difcil relacin entre estructuras porticadas y cerramientos, son los campos de trabajo principales del arquitecto, probablemente los que suelen consumir la mayor parte de su esfuerzo y constituyen una expresin muy directa de su jerarqua de prioridades y de los recursos de su oficio. sta es por lo menos la tesis que quiero defender.

Planta del giro de un sofito (Palladio, quattro libri)

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0.3.2 Problema al canto Podemos afirmar ya que todos esos problemas guardan alguna relacin con los bordes, extremos y permetros, ya sea porque un prtico -o cualquier otro elemento limitado en una direccin- se repite en sentido perpendicular y resulta difcil concluir la serie, ya sea porque una fachada portante se encuentra con una que no lo es, o ya sea simplemente porque un orden compositivo deba cambiar de direccin al llegar a una esquina. Sea como fuere, la mayor parte de los problemas compositivos convergen sobre los extremos y las discontinuidades. Slo las plantas absolutamente istropas evitan estos problemas. La adicin de coronas a una planta circular no comporta la aparicin de testeros, ni de esquinas, ni de finales de ningn tipo. Las plantas cuadradas, absolutamente moduladas y con cerramientos a eje de la estructura, pueden evitar tambin casi todas las dificultades compositivas, aunque, como veremos, trasladarn algunas de ellas al diseo de los elementos constructivos. Los problemas estarn all donde aparezca una discontinuidad, all donde acabe o se transforme un orden o una directriz, aunque slo sea el giro de una moldura; como mi socio profesional, Llus Clotet, insiste en repetir, all tendremos un problema al canto.

Introduccin

0.3.3 Las tres actitudes. Justificacin del ndice de este estudio A lo largo de la historia de la arquitectura, y sobre todo durante este siglo, los arquitectos se han esforzado en encontrar la solucin perfecta para esos problemas de canto. Y cuanto mayor era el esfuerzo de abstraccin, de conceptualizacin del proyecto, ms difcil resultaba resolver esos rincones, esquinas y testeros. Pero lo que resulta ms sorprendente es que una profesin en la que la cultura visual es fundamental para la formacin del oficio profesional haya hecho tan pocos esfuerzos de tipificacin de las experiencias anteriores para dar soporte al esfuerzo creativo. La historia de la composicin arquitectnica, casi siempre redactada por personas ajenas al oficio de proyectar, no se ha ocupado de estos temas tan profesionales. Las preocupaciones estilsticas y las consideraciones culturales han dejado poco margen al estudio de unos temas que, sin embargo, son de la mayor transcendencia. Por una parte, porque su anlisis da la clave de la orientacin del trabajo del arquitecto y es, por lo tanto, utilsima para el estudio e interpretacin de su obra. Por otra, porque su tipificacin puede ser el soporte del esfuerzo creativo ante el tablero. Con la intencin de esbozar unos primeros anlisis en este sentido vamos a acercarnos a los problemas especficos del rincn, la esquina y el testero. Ante cada uno de ellos vamos a ensayar una clasificacin de las actitudes del proyectista para luego comprobar los resultados, cotejndolos con la experiencia concreta de algunos maestros de la profesin. Como hemos dicho, los problemas que nos ocupan nacen de la difcil compatibilidad entre el orden de la estructura y el de la composicin arquitectnica. Supondremos que la actitud del arquitecto ante esta difcil compatibilidad puede ser incluida en uno de los tres grupos siguientes: - dar prioridad a la composicin arquitectnica expresada en los cerramientos y orientada hacia la satisfaccin de las exigencias funcionales, subordinando a esa prioridad el orden propio de los elementos estructurales. - expresar ambos rdenes sin intentar subsumir a uno en el otro. - dar prioridad al orden estructural sometiendo a los cerramientos a ese criterio. Con el nico objetivo de facilitar la comprensin en esta lectura llamaremos formal a la primera actitud; a la segunda, explcita; y a la tercera, radical. Esta nomenclatura no quiere tener ningn componente moral, ningn animo jerarquizador o preferencial.

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Introduccin

La actitud formal otorga preferencia a las consideraciones compositivas sugeridas por la funcin o por otros componentes de la forma. El orden impuesto por esas consideraciones a los cerramientos configura la planta, mientras que los elementos estructurales son dispuestos por el arquitecto de la mejor manera posible, segn su criterio, pero siempre insertos en ese orden primigenio de los cerramientos. Esta actitud ha dado lugar a productos tan brillantes como las Prairie Houses, de Wright, pero tambin a otros tan poco sugerentes como algunos edificios residenciales contemporneos emplazados en los chaflanes barceloneses. La actitud explcita es la abanderada del Movimiento Moderno. Los primeros esfuerzos por conciliar estructuras y cerramientos acarrearon dificultades y determinaron una actitud contundente: la de separar ambos, esto es, la de expresarlos con elementos independientes. En efecto, los famosos esquemas de Le Corbusier, sus primeras villas, y tambin algunas obras de Mies aparecen como paradigmas de esta actitud, cuya dificultad intrnseca es consecuencia precisamente de esa libertad. Esto es as porque las relaciones entre estructura y cerramiento originan un nuevo problema de diseo en la concepcin de cada espacio para asegurar su valor escultrico de una columna; o en cada local para estudiar las posibilidades de amueblamiento que esa columna limita; y en fin, en cada punto del proyecto donde un pilar se acerque peligrosamente a un cerramiento. La actitud radical convierte el proyecto en una estructura ordenada respecto a la cual se dispondrn los cerramientos de la manera que el proyectista considere ms oportuna, pero siempre subordinados al orden estructural. En el lmite de esta actitud la trascendencia formal y temporal de la estructura puede calificar de muebles a los cerramientos. Es un criterio muy prximo a las ms modernas consideraciones de la flexibilidad y de la high-tech. Desde el rigor de la Casa del Fascio, de Terragni, hasta el aeropuerto de Standset, de Foster, la arquitectura moderna esta tachonada de brillantes contenedores radicales.

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Aeropuerto de Standset (N. Foster)

Introduccin

Acerqumonos pues a los rincones, esquinas y testeros para comprobar los resultados de estas tres actitudes ante ellos. Nuestro anlisis de cada uno de esos tres componentes del edificio va a consistir en una introduccin sobre el planteamiento tradicional del problema, una exposicin acerca de las consecuencias de cada una de las tres actitudes y, por fin, en un recorrido por la obra de algunos maestros de la arquitectura para identificar en ella las enunciadas actitudes.

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Introduccin

1. El rincn

Bajo este ttulo analizaremos los conflictos que aparecen con la segregacin de elementos estructurales especializados en el soporte mecnico del edificio. La compartimentacin del espacio interior segn las exigencias del programa y de la composicin de los espacios interiores concuerda muy difcilmente con el orden propio de la estructura.

En el estilo internacional no hay fusin entre espacio y estructura y, al final, cada uno contina siendo un componente identificable, mientras que la arquitectura no es concebida como una confluencia de ambos sino ms bien como su oposicin dialctica, como una especie de debate entre ellos, C. Rowe 1.

1.1 La escala del espacio interior y la estructura porticada Los problemas de relacin entre el espacio interior y la estructura porticada son muy diferentes en funcin del tamao del espacio interior y de la frecuencia de elementos portantes. Para facilitar su estudio distinguiremos dos casos extremos muy diferenciados. Por una parte, los edificios con espacios interiores muy compartimentados en los que las dimensiones de los locales tienen una escala del mismo orden que la luz de los prticos. Por otra, los edificios con grandes espacios interiores donde la compartimentacin desaparece o se reduce a elementos muebles que no cierran completamente el espacio. En los primeros, edificios con programas residenciales, hospitalarios, etc., los conflictos entre los elementos estructurales y los pequeos espacios compartimentados pueden llegar a ser insolubles. En efecto, la visin de las piezas segmentadas, pilares o jcenas, apareciendo en algunos de los locales puede resultar imposible de controlar. En los segundos, en los que las dimensiones del espacio interior permiten percibir una cantidad de elementos estructurales que permite comprender el orden del porticado, ser ineludible el control de la expresin arquitectnica de estos elementos estructurales. En este caso tiene gran importancia la alternativa proyectual que aparece: la bsqueda de una imagen coherente con la anisotropa intrnseca al porticado o la modificacin de la percepcin de los prticos para sugerir una imagen ms istropa. En primer lugar estudiaremos brevemente esta alternativa que se abre en los edificios con amplios espacios interiores y ms adelante analizaremos con mayor detalle los problemas que plantean los espacios ms reducidos.29

El rincn

1.1.1 Los grandes espacios porticados El carcter de un gran espacio no compartimentado con estructura portante formada por jcenas de pequea luz y frecuentes pilares estar definido por el orden de esa minuciosa estructura. En algunos programas que exigen espacios de gran planta, la sucesin de pilares y, sobre todo, la presencia de la jcena imponen una direccionalidad que puede ser integrada en la imagen proyectada. En algn caso esa direccionalidad ser utilizada para potenciar algunos aspectos arquitectnicos. La preferencia de una directriz sobre su perpendicular para destacar un sentido circulatorio, la importancia de un testero o cualquier otra intencin proyectual pueden apoyarse en la direccionalidad natural del porticado. Como veremos en el epgrafe siguiente, la arquitectura egipcia nos brinda ejemplos muy elaborados de esta manipulacin expresiva del porticado. Si, por el contrario, la intencin proyectual apunta hacia un espacio ms istropo dentro de la estructura porticada, sta puede disearse de manera que esa direccionalidad pierda intensidad. Los recursos para evitar esa presencia indeseada del porticado direccional han sido muy variados a lo largo de la historia. Un grupo de soluciones tiende a reforzar los elementos perpendiculares al prtico para dar a la estructura una apariencia ms istropa. Este objetivo se puede conseguir reforzando el papel de las riostras de estabilizacin entre prticos. Si la riostra tiene una importancia similar a la de la jcena y los pilares son cuadrados, la estructura parecer bidireccional.30

En la construccin con muros muy perforados este recurso tambin fue utilizado para desdibujar la direccionalidad del muro perforado principal. sta parece ser la razn principal de la existencia de las arqueras perpendiculares a los muros portantes en las Atarazanas de Barcelona. En este edificio, los pilares cuadrados y el doble orden de arqueras en sentidos perpendiculares fingen perfectamenteAxonomtrica de las Atarazanas de Barcelona (dibujo de R. y E. Terradas)

El rincn

Vista del interior de las Atarazanas de Barcelona, en la que se observa su arquera bidireccional

una estructura bidireccional. Slo al levantar la vista al techo y observar la importancia de los hastiales de apoyo de las vigas frente a la baja altura de los muros perpendiculares, cuna de las canales en limahoya, se puede entender la direccionalidad inherente a la estructura original y a la yuxtaposicin de cubiertas a dos aguas. Otro grupo de soluciones tiende a enmascarar la direccionalidad de la estructura cubriendo las jcenas con cielos rasos. Si, adems, los pilares se disponen sobre una malla cuadrada, es decir, si las luces de las jcenas de un mismo prtico son iguales entre s e iguales tambin a la separacin entre prticos, se habr conseguido una absoluta apariencia de isotropa. Unos pilares circulares o cuadrados acabarn de dibujar una perfecta bidireccionalidad en la imagen perceptible de la estructura porticada. Es el caso de tantas obras de la historia de la arquitectura, y en particular de la capilla del cementerio de Estocolmo, proyectada por Asplund. El fingimiento de la isotropa estructural ha llevado muchas veces a construir cielos rasos que dibujan falsos elementos estructurales o artesonados de casetones. La arquitectura americana de principios de siglo muestra abundantes ejemplos de estos recursos, como el Knikerbocker Trust de Nueva York, de Mckim, Mead & White (1904). Por fin, un tercer grupo de soluciones se conforma con resolver el problema de imagen istropa en la zona de ms importancia para la definicin de la imagen del edificio: a la altura de la vista. Esta solucin puede ser reforzada llamando la atencin sobre esta zona con recursos diversos. Es el caso de muchas mezquitas rabes, como veremos ms adelante. Evidentemente la solucin perfecta para ese espacio de gran tamao exige el diseo de una estructura autnticamente istropa, como veremos en el epgrafe final de este apartado.

Artesonado istropo bajo estructura direccional en el Knikerbocker Trust en Nueva York (Mckim, Mead & White)

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Isotropa bajo el cielo raso de la Capilla del cementerio, en Estocolmo (G. Asplund)

El rincn

La manipulacin expresiva del dintel en Karnak En la arquitectura egipcia, el orden interno del espacio se organiza a partir de la construccin porticada con grandes piezas de piedra. Los prticos granticos de las salas en T de los templos de Keops, de la IV Dinasta, constituyen una clara expresin de esta organizacin elemental de la estructura. Este tipo constructivo dispona los pilares sobre una cuadrcula perfecta, pero los reuna con un dintel, de seccin anloga al pilar, formando un prtico plano. La importancia del dintel impone una fuerte direccionalidad al espacio interior. Aunque la planta sea istropa, el espacio queda subdividido por esas imponentes jcenas dejando pasillos que circulan entre los prticos. Dentro de permetros muy simples se forman vas principales y secundarias que cambian el sentido del prtico. Seti I y Ramss II llevaron los recursos arquitectnicos del porticado a su expresin ms monumental en la gran sala hipstila de Karnak. La sala est formada por un cuerpo central de tres naves sobreelevadas y siete laterales a cada lado de este cuerpo. Las tres crujas centrales estn cubiertas por dinteles dispuestos en el sentido principal del templo, el oeste-este. La diferencia de altura sirve para introducir luz en las crujas centrales a travs de unas enormes celosas de piedra.Disposicin de dos estructuras porticadas perpendiculares en el templo T de Keops

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El rincn

Los tres pasillos centrales quedaban pues especialmente significados por su altura y por la luz que, descendiendo del techo, deba contrastar intensamente con la penumbra general de la sala. Los dos grandes espacios laterales estaban organizados con prticos perpendiculares que convergan hacia ese espacio central. Sin embargo, los dinteles que marcan la direccionalidad de los pasillos no llegaban hasta el espacio central. Una cruja antes a direccin de esos dinteles cambia y sugiere un pasillo paralelo a los tres centrales. Unos sutiles recursos geomtricos jerarquizaron perfectamente una ordenacin estructural en principio elemental para conseguir una variedad de perspectivas, recorridos y luces que se ordenan para conseguir unos objetivos simblicos y funcionales 2.

Seccin de la gran sala de Karnak

La isotropa a la altura de la vista en la mezquita rabe En muchos grandes espacios porticados se consigue una isotropa suficientemente satisfactoria con recursos elementales que modifican la imagen del porticado a la altura de la vista. Gracias a la localizacin de los pilares sobre una trama ortogonal simtrica y a la planta cuadrada o circular de los mismos, la percepcin del espacio es ordenada e istropa. La direccionalidad del sistema portante queda por encima del plano visual y la ficcin es completa si, con recursos diversos, se centra la atencin en los fustes de los pilares. Una de las formas constructivas ms utilizadas por las mezquitas rabes es la de prticos paralelos que soportan techos soportados por viguetas o por pequeas armaduras que forman cubiertas a dos aguas. ste es el caso de la Mezquita de Crdoba. A la altura de la vista, no obstante, el resultado es un bosque de pilares sin direccionalidad evidente. La oscuridad en las partes altas del espacio refuerza esa imagen istropa. Dentro de este juego de enmascaramientos se puede citar una solucin, sencilla y eficaz, consistente en una red de luminarias que, en algunas mezquitas, configura una especie de tenue falso techo sobre las cabezas de los fieles y con el que se define un espacio totalmente carente de direccionalidad. Como ya hemos sealado, la potenciacin de la riostra es otro de los recursos posibles. La estabilidad de los prticos sugiere la existencia de un elemento estructural que los una en sentido perpendicular: en algunas mezquitas slo son los tirantes de los arcos; en otras construcciones, las formas estructurales perpendiculares a los prticos principales toman mayor importancia y compiten con ellos. La repeticin de elementos decorativos llamativos en el fuste istropo de los pilares, como el revestimiento con alfombras, tambin refuerza la no direccionalidad, la sensacin de bosque istropo del conjunto.

La imagen istropa de la estructura porticada de la Mezquita de Crdoba

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Las alfombras que pautan la bidireccionalidad de la planta en la Gran Mezquita de El Cairo

Isotropa bajo las luminarias en la Mezquita de El Cairo. Proyecto de restauracin

El rincn

1.1.2 Las estructuras porticadas istropas En todo este trabajo estamos suponiendo una orientacin direccional del porticado provocada por la linealidad de la vigueta. Las viguetas se apoyan en prticos, y stos dibujan en el espacio unos planos virtuales definidos por la jcena y la rectangularidad de la planta de los pilares. La yuxtaposicin de los prticos planos paralelos pauta el espacio interior. Esta realidad fsica es muy evidente en estructuras como las de perfiles metlicos, en las que los techos se apoyan sobre esbeltas jcenas. Con el hormign la solucin constructiva puede ser igualmente espectacular si recurrimos a la jcena de canto con forjado de vigueta apoyado sobre ella. La direccionalidad de la planta de los pilares subrayar an ms la anisotropa de la estructura. Sin embargo, la ductilidad formal del hormign abre la puerta a muchas soluciones menos contundentemente direccionales. La primera fue la jcena plana. El atractivo de la absorcin de la jcena en el grueso del forjado provoc una difusin rpida de esta solucin, xito que slo remiti cuando se evidenciaron las graves consecuencias de la deformabilidad de una pieza de tan poco canto.

Iglesia de Beln, Mlaga (J.M.G. de Paredes)

La estructura de grandes capiteles istropos de la Johnson Wax (F. Ll. Wright)

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La solucin perfecta, la isotropa ms completa, siempre ha estado al alcance de la ductilidad del hormign. Se trata de la losa armada en dos direcciones. Superando la direccionalidad de la vigueta, la losa bidireccional da lugar a plantas de estructura perfectamente istropa. Con pilares de planta cuadrada, o mejor circular, la losa armada en dos direcciones es una solucin perfecta para los grandes espacios porticados. Para reducir el canto del forjado sin que el punzonamiento en la cabeza de los pilares alcance niveles peligrosos, es habitual el recurso a capiteles en forma de cono invertido. A pesar del coste del encofrado, esta solucin se ha utilizado con frecuencia por ser tan estructuralmente correcta y tan eficaz formalmente . En el lmite de este tipo de estructuras, las formas cnicas u otras soluciones de revolucin, pueden crecer y llegar a ocupar toda la cubierta. Es el caso de las famosas setas, unidas por jcenas en dos direcciones, de la sala de trabajo de la Johnson Wax, de Wright. Hace veinte aos tuvo entre nosotros un gran xito el forjado reticular, que resolva con recursos diversos el encofrado de la losa aligerada armada en dos direcciones. Por desgracia su difusin se hizo apoyndose en la posibilidad de colocar libremente los pilares en la planta, lo que condujo a unas aberraciones estructurales inaceptables. Hoy, limitadas sus expectativas, el recurso a las estructuras bidireccionales en hormign es frecuente y sencillo. Con una estructura ordenada, unas luces discretas y unos cantos suficientes, esta solucin es perfectamente utilizable.35

Techo bidireccional de hormign en el edificio de la Lloyd, en Londres (R. Rogers)

El rincn

1.1.3 La localizacin del cerramiento Desde el punto de vista del espacio interior, el problema ms grave que provoca la estructura porticada es el de la localizacin del cerramiento respecto a esa estructura. Como veremos ms adelante, disponer los cerramientos interiores o exteriores a eje, a cara o de cualquier otra manera respecto a jcenas o pilares es una decisin difcil y de gran trascendencia para la percepcin del orden de esos elementos estructurales. Para ejemplificar esa importancia comentaremos aqu un caso elemental. Un gran espacio vaco, sin tabiquera interior, formado por un orden estructural muy simple: nueve bvedas que se apoyan sobre cuatro pilares centrales y un muro perimetral. Es el caso de algunas lonjas gticas catalanas, que nos servirn para comprobar la importancia de la localizacin de ese muro perimetral respecto al orden definido por la estructura. La localizacin del cerramiento en las lonjas catalanas Incluso en un edificio sin tabiques, como estas lonjas, este problema de relacin geomtrica entre estructura y cerramiento toma gran importancia. Los pilares se sitan sobre una trama ortogonal perfecta que dibuja en el techo la cuadrcula de nervios entre bvedas de cantera. La esbeltez de los pilares y la perfecta isotropa de las bvedas conforman unos espacios amplios y fluidos y hacen de estas estructuras unas de las arquitecturas ms perfectas de la historia.36

Ese orden tan puro se encuentra en el permetro del edificio con el muro de cerramiento. Desde el punto de vista estrictamente geomtrico y estructural parece evidente que el muro de cerramiento debera estar situado con su eje central coincidente con la trama definida por los pilares. Slo as parece posible mantener un orden general en la composicin de la planta del edificio.

El rincn

La retcula de nervios del techo de la Lonja de Valencia

Sin embargo, si se sigue este ordenado planteamiento, es difcil que el resultado sea correcto desde el punto de vista del orden de la sala. sta fue la solucin adoptada en la Lonja de Mallorca. El muro es ms grueso que los nervios entre bvedas y por lo tanto tambin ms grueso que el nervio perimetral. Es incluso ms grueso que un pilar. En consecuencia, cuando el muro interseca las bvedas del techo hace desaparecer el nervio perimetral y corta los nervios que le llegan perpendiculares antes de que stos hayan llegado al capitel que debera recogerlos en perfecta geometra. Las bvedas de borde pierden su planta cuadrada y quedan ligeramente rectangulares. Si, para evitar la siempre difcil entrega directa de muro a bveda, disponemos de una moldura en su encuentro -a modo de nervio- en esa interseccin, el encuentro de ese falso nervio con los nervios perpendiculares al muro ser casual y complejo. En Mallorca los canteros decidieron que esos problemas se mostrasen explcitamente y prolongaron las molduras del falso nervio entre las del verdadero. Para que los techos queden ordenados, el paramento perimetral deber tener su cara interior en el eje de los pilares. sta es la ventaja de la Lonja de Valencia sobre la de Mallorca. As, las bvedas, en el permetro, quedan perfectamente cuadradas y enmarcadas por medios nervios perimetrales. Esos medios nervios, los perpendiculares al muro, se recogen en medios capiteles. Medios pilares que descienden rigurosamente hasta el suelo conservando el estricto orden de la planta.

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La Lonja de Valencia, con la cara de sus muros perimetrales a eje de pilares.

La Lonja de Mallorca, con el eje de sus muros perimetrales a eje de pilares

El rincn

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El rincn

El espacio perfectamente istropo de la Lonja de Valencia

1.2. Las tres actitudes. La coherencia entre el orden estructural y el orden del espacio interior Recordemos que el problema que nos plantebamos bajo el epgrafe de El Rincn era el de la compatibilidad formal entre los cerramientos y la estructura cuando ambos tenan una escala similar. Es decir, cuando dentro de cada compartimento o local aparecen piezas del porticado en situaciones aleatorias; pilares y jcenas que se introducen en los locales habitables y alteran su geometra. Es en los proyectos de tipo residencial en el que estas tensiones han venido apareciendo con mayor intensidad: paramentos de los dormitorios que se rompen con un pilar absurdo o jcenas que cruzan un cuarto de estar son habituales en la arquitectura ms convencional de los ltimos aos. Las estrategias proyectuales que se pueden adoptar para hacer frente a esta falta de coherencia entre orden del porticado y organizacin espacial compartimentada pueden agruparse en las tres actitudes definidas anteriormente: formal, explcita y radical.

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LA ALTERNATIVA FORMAL La reabsorcin de los elementos estructurales en el orden de los cerramientos El orden estructural, sometido a las leyes fsicas de la resistencia de materiales, difcilmente puede adecuarse a una organizacin cualquiera de los cerramientos. S que es posible, sin embargo, que en el momento del proyecto se ordenen simultneamente cerramientos y estructura, siempre teniendo en cuenta sus diferentes leyes. En estas condiciones, cuanto ms amplios sean los conocimientos del proyectista sobre los recursos de la tcnica, ms rico puede ser el resultado. Las leyes de la construccin sern a veces lmites a las posibilidades de la composicin, pero en otros casos se convertirn en sugerencia y gua para un proyecto ms consistente. La prioridad a la composicin espacial y funcional ha brindado resultados tan brillantes a lo largo de la historia como las Prairie Houses, de F. Ll. Wright, en el que macizos de albailera, cajas del hogar-chimenea y carpinteras parecen colaborar en el dibujo de una planta que encuentra en esos mismos elementos sus soportes estructurales. En el extremo opuesto de esta misma aproximacin se sita el vulgar aplazamiento de las decisiones estructurales hasta una fase final del proyecto, cuando ya la distribucin en planta est perfectamente definida en funcin de criterios de uso y relacin espacial. En el mejor de los casos, los pilares se colocarn en los lugares menos conflictivos desde el punto de vista formal, procurando disimularlos en ncleos de instalaciones o junto a ventilaciones, introducindolos en armarios u otros locales de pequeas dimensiones, o disimulndolos en encuentros o desdoblamientos de los cerramientos. La versin ms pobre de esta propuesta se ha convertido en la solucin convencional utilizada en la mayora de los edificios que hoy se construyen.

Esquema de la aproximacin formal

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El rincn

Plantas baja y segunda del Atheneum de New Armony (R. Meier)

En algunos casos la solucin formal surge ante las dificultades que supone el mantenimiento a ultranza de un orden estructural explcito. Richard Meier, en principio fiel a la disciplina del Movimento Moderno, plantea una separacin radical de cerramientos y estructuras en sus edificios seminales. Sin embargo, no duda en desdibujar el rigor de la estructura en esos mismos edificios all donde surgen dificultades en la organizacin de los cerramientos para solucionar problemas de programa. Utiliza los pilares como elementos escultricos donde le es posible, pero no tiene incoveniente en envolverlos con macizos o sustituirlos por esbeltas pantallas all donde no contribuyen a ordenar el espacio. Incluso en sus proyectos seminales como el Atheneum de New Harmony (1975-79), que parece presentarse como paradigma de la actitud explcita -que presentaremos en el epgrafe siguiente- lo cierto es que siempre aparecen elementos portantes ajenos al orden aparente de la estructura, como puede comprobarse en las plantas reproducidas. El esquema estructural del Seminario de Hartford (1978 -81)3 es un ejemplo de su eclecticismo en la combinacin de una solucin aparentemente explcita con una actitud realmente formal, de subordinacin de la estructura al cerramiento. Sus proyectos utilizan progresivamente formas estructurales cada vez ms libres y ms ajenas al orden estructural. El lmite de esta evolucin es la famosa excrecencia de su proyecto en Barcelona.

Esquema estructural del Seminario de Hartford, publicado con el proyecto.

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Axonomtrica del Seminario de Hartford (R. Meier)

El rincn

LA ALTERNATIVA EXPLCITA Disociacin entre orden estructural y espacio arquitectnico Como hemos visto, sta es la solucin propugnada por el Movimiento Moderno. Es una alternativa que slo puede aplicarse para edificios de programas de uso muy poco exigentes, con espacios interiores muy fluidos, en los que los cerramientos son simples mamparas divisorias o elementos que se cierran sobre s mismos para conformar una especie de grandes muebles habitables. Evidentemente exige techos absolutamente planos y pilares de planta istropa.Esquema de la alternativa explcita

La relacin entre cerramientos y estructura es agobiantemente casustica. Por esa razn lo que debera ser una relacin libre y fcil se convierte en un laborioso estudio de cada caso para asegurar la calidad formal del resultado. La imagen de cada pilar debe ser valorada dentro del espacio interior en el que se encuentra. Quiero recordar aqu una ancdota sobre el Pabelln Espaol en la Exposicin de 1937 en Pars, de Sert y Lacasa. Cuentan sus reconstructores en Barcelona, Espinet y Ubach, que entre los documentos que manejaron para la reconstruccin aparecan unas facturas correspondientes al apeo de un pilar. Una mirada ms atenta a los planos les hizo ver que el orden estricto de la estructura impona un pilar que hubiera obstaculizado notablemente la contemplacin del Guernica en el testero del edificio... Hasta en los edificios ms emblemticos es difcil llevar el rigor del orden estructural hasta sus ltimas consecuencias.42

El rincn

El Pabelln de Espaa en la Exposicin Universal de Pars de 1937. La figura muestra la eliminacin del pilar central en el prtico de la izquierda. (Sert y Lacasa)

Axonomtrica del Dispensario Antituberculoso de Barcelona (Sert, Torres y Subirana)

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El Dispensario Antituberculoso de Barcelona, construido en 1932 por Sert, Torres y Subirana, es una de las expresiones ms rigurosas y conseguidas de la actitud explcita en la aproximacin a las relaciones entre estructura y cerramientos; en efecto, en las plantas superiores el orden de los locales favorece ese paralelismo, mientras que en la planta baja los cerramientos se mueven libremente dentro del orden estructural y consiguen relaciones brillantes entre la tersura de las cermicas vidriadas ondulantes y la pauta rigurosa de los pilares metlicos 4.

Pilares y cerramientos en las plantas baja y segunda del Dispensario Antituberculoso

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LA ALTERNATIVA RADICAL La subordinacin de la localizacin de los cerramientos al orden estructural Algunos programas pueden organizarse dentro de un orden estructural previamente establecido por un porticado adecuado. Muchos edificios de oficinas y algunos de viviendas u hoteleros se resuelven as. Se disea una estructura cuyas luces sean tales que coincidan con la amplitud de cada local o con la de la suma de dos de ellos y se sitan los cerramientos en lneas significativas de la estructura: unos sern coincidentes con el plano de los prticos, los perpendiculares partirn de los encuentros de stos con los pilares; en el mejor de los casos todos los locales tendrn pilares en sus esquinas. Evidentemente los locales no sern absolutamente istropos puesto que los cerramientos tendrn carcter diferente y su relacin con los pilares ser tambin diversa, segn se trate de tabiques, fachadas, etc. La localizacin del cerramiento respecto al eje estructural tomar en este caso una importancia crucial. La posibilidad de que el cerramiento tenga un grosor igual o mayor al del pilar puede abrir paso a soluciones muy interesantes. Un caso brillante de utilizacin de esta actitud radical es la Casa del Fascio, de Terragni, un arquitecto clsico preocupado por la exploracin de los valores atemporales del orden estructural. En toda su obra los cerramientos se someten al orden de la estructura, pero esta sumisin no supone trauma porque previamente el diseo de la estructura, a su vez, se ha hecho, desde el primer momento del proyecto, de acuerdo con las exigencias genricas del programa de espacios que conformarn el edificio. La Casa del Fascio (1936-43), en Como, se nos presenta como una perfecta malla reticular tridimensional de envolvente prismtica. Este prisma envolvente, de base cuadrada y de altura mitad del lado, est ms definido por la malla estructural que por los paramentos de cerramiento, que cambian de composicin en cada fachada y casi desaparecen en la principal.

Esquema de la aproximacin radical

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La estructura de la Casa del Fascio

Fachada principal de la Casa del Fascio (G. Terragni)

Pero esa malla estructural no es homognea. En cada ala del edificio sus luces cambian para adecuarse a los locales que albergan: dobles crujas en tres fachadas y simples en una, apeo de dos pilares que forman una sorprendente retcula de jcenas en una de las alas, brochal en un encuentro en esquina entre luces diferentes, e incluso jcenas de gran luz en la cobertura del patio. Para que la estructura forme parte de la imagen arquitectnica del edificio es evidente que sta tendr que sufrir algunas violencias, como tambin las habr sufrido el programa para insertarse en ella. As es probable que las riostras que unen los prticos no sean estrictamente necesarias, ni desde luego es lgico que tengan la misma seccin que las jcenas principales, pero contribuyen a la imagen de retcula espacial de la estructura en su conjunto. Tampoco es inmediato que los pilares deban ser cuadrados, cuando es evidente que soportan importantes momentos flectores en uno de sus sentidos. Ni que las jcenas de gran luz que cubren el patio estn apoyadas en un pilar tipo sin continuidad para su elevado canto. stas son las principales imperfecciones de la estructura, que la acercan a la imagen istropa deseada y al uso concreto proyectado. Lo cierto es que el resultado consigue ampliamente los objetivos propuestos. La imagen del edificio es la de una malla tridimensional, porque Terragni mueve el plano de fachada entre el exterior y el interior de la estructura. Con ello consigue que la imagen dominante sea la de esta ltima, pues ocupa siempre el plano continuo de referencia. Se supone tcitamente que tras los grandes paramentos de mrmol la retcula sigue marcando su ley. Y sin embargo no es as: la retcula se modifica en cada fachada como hemos dicho al principio. Las esquinas se leen como radicales por esa continuidad de la trama, pero la realidad es que tras ellas hay complicados cambios dimensionales. El sueo de la actitud radical podra ser el Paraso del Danteum, que Terragni proyect en 1938. Dentro de una retcula perfecta, unos pilares cilndricos de vidrio sostienen unas vigas y lminas de la misma transparencia. No cabe imaginar una solucin ms inmaterial y abstracta.

Perspectiva del Paraso del Danteum

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Patio interior de la Casa del Fascio

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1.3 Ilustraciones Para ilustrar las actitudes del arquitecto pueden sernos tiles dos personalidades emblemticas: F. Ll. Wright y el joven Le Corbusier. La calidad de las perspectivas entre espacio y estructura del primero contrasta con la forjada construccin de las idealistas abstracciones geomtricas del segundo. 1.3.1 Wright y las estructuras dctiles a la organizacin espacial Como hemos visto, las Prairie Houses constituyen la mejor expresin de la opcin formal en la relacin entre cerramientos y estructura. La disposicin de los elementos portantes de estas viviendas, de madera y acero fundamentalmente, se subordinan a la organizacin funcional y espacial del edificio. Dada la sencillez de los problemas estructurales su solucin nunca es muy forzada. En general, se trata de cuchillos de madera apoyados en estructuras de ladrillo, o bien en postes de madera prximos a la tradicional balloon frame. Los maineles entre ventanas son discretos elementos portantes disimulados tras forros de carpintera. Cuando la sucesin de ventanas forma un hueco horizontal de anchura excesiva, la cubierta se apea con un perfil metlico que lleva la carga hasta los macizos de albailera ms prximos.

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Planta de la Martin House en la que se muestra la organizacin de los macizos portantes subordinada a la composicin general de los espacios

Axonomtricas del comedor de la Robie House. Disposiciones del cielo raso y de la estructura (segn E. Ford)

Durante toda esta poca Wrigth no exhibe los elementos estructurales; salvo los macizos de albailera todos ellos quedan envueltos por forros de madera o por cielos rasos. Pero generalmente estas envolventes recuerdan y explican el orden estructural 5. Los techos del comedor de la Robie House pueden ejemplificar este paralelismo entre la organizacin espacial sugerida por el molduraje interior y la organizacin estructural real. En edificios de estructura ms varia, como la Casa Martin (1904) que tiene forjados de hormign, ese mimetismo se hace ms complejo. Bajo la cubierta inclinada de la segunda planta el cielo raso se pauta con un molduraje mimtico de la viguera real. En la planta inferior, en la biblioteca, bajo la losa de hormign, las molduras retornan sobre s mismas para dibujar unos espacios istropos. Las figuras siguientes -siempre segn las interpretaciones de E. Ford- muestran esta intencin de ordenacin istropa de los espacios en la citada biblioteca. La diferencia de altura de los techos se articula marcando la situacin de las vigas metlicas, pero subraya un espacio central y otros, de techo ms bajo, en alcoba, que se abren sobre el primero. En estas viviendas Wright no se siente obligado a estribar sus soluciones estructurales, pero la disposicin de los elementos ornamentales ordena los espacios de manera que alude y reitera la organizacin portante.

Diferente tratamiento de los cielos rasos en dos plantas sucesivas de la Martin House (segn E. Ford).

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Estructura y falso techo en la biblioteca de la Martin House (segn E. Ford)

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Esta voluntad de integracin de la estructura en el proyecto global resulta cada vez ms evidente en sus proyectos de mayor envergadura, proyectos que exigen una estructura ms importante. Frente a los edificios del Movimiento Moderno, con estructura que tiene su propio proyecto, en Wright difcilmente podrn separarse ambas intenciones. Edificios tan tempranos como el Larkin, de 1904, son modelos de esa integracin completa de estructura, instalaciones y organizacin espacial. El Larkin no oculta la organizacin direccional de su planta, pero con la forma del patio interior, la amplia unin de las alas laterales y la disposicin de las escaleras de esquina dignifica a todo el edificio con una imagen general istropa. Treinta y cinco aos despus, Wright se enfrent con unos tipos de edificios de espacio y estructura en los que la estructura exiga mayor atencin: su fidelidad al proyecto unitario es an ms patente. Las oficinas de la Johnson & Son renen dos casos ejemplares tipolgicamente muy alejados: la gran sala de administracin y la torre de los laboratorios.Disposicin de los elementos estructurales y de instalaciones en el edificio Larkin (segn E. Ford)

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La primera es un espacio de gran superficie cubierto con una estructura porticada de pequea luz. La solucin ms digna, segn lo visto en este captulo, y la que Wright adopta, es la de una estructura reticular con jcenas en las dos direcciones. Pero, para insistir en la imagen istropa, el arquitecto finge un forjado especial. Los pilares se rematan con unos grandes capiteles fungiformes que ocupan casi todo el techo del edificio. Los espacios entre los crculos ocupados por estos capiteles se cubren con unas arriesgadas claraboyas planas (que en 1957 tuvieron que sustituirse por unos lucernarios inclinados convencionales) 6.

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El patio central del edificio Larkin, con la cruja final que une las dos alas direccionales Planta del edificio Larkin

El otro edificio es la torre de laboratorios. Desde 1924 7 se suceden intermitentemente en la obra de Wright dibujos de rascacielos con una caracterstica comn: la concentracin de los elementos estructurales en el ncleo central, con los ascensores y los servicios. Casi paralelamente a como organiza sus Prairie Houses, alrededor de la chimenea o de otros ncleos verticales, Wright imagina estos rascacielos con una poderosa estructura central y una fachada de vidrio totalmente libre. En la St. Marks Tower, de 1929, la planta muestra cuatro apartamentos separados por unos muros radiales portantes de todo el edificio. Entre esos muros, los forjados slo llegan a la fachada un piso de cada dos. En 1930 se repite el esquema, pero esta vez agrupando las torres para formar un verdadero bloque escalonado de viviendas para un proyecto en Chicago, proyecto que tampoco se construir. En 1940, en sus ideas para el Cristal Heights Hotel reproduce casi indnticamente el esquema original. En 1949, Wright construy la torre de los laboratorios segn el modelo de ncleo central portante y raz pivotante que tantos aos llevaba elaborando. Las armaduras de metal desplegado, la soldadura entre redondos, la conduccin central de todos los servicios, los acristalamientos de pirex... son slo algunas de las innovaciones que introdujo. Finalmente, en 1952, construy su torre de apartamentos, aunque en esta ocasin destinada a oficinas: la Price Company Tower. Con ella su imagen de la torre istropa con estructura de ncleo central y ramas radiales se hizo realidad. Veremos repetirse en este estudio el esfuerzo continuado de algunos arquitectos a lo largo de toda su vida profesional por decantar su tipo edificatorio, el modelo, sntesis de sus intenciones, que van perfeccionando al hilo de encargos diversos.La Price Tower

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La planta del proyecto de la St.Marks Tower La torre de los laboratorios Johnson en construccin

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1.3.2 Le Corbusier y los elementos estructurales dctiles a la organizacin espacial La sensibilidad de Mies respecto a la creacin del espacio le lleva a imponer el orden estructural con poca inspiracin dirigida hacia lo que el edificio quiere ser. Le Corbusier siente lo que el edificio quiere ser, pasa impacientemente a travs del orden y se apresura hacia la forma 8. Las relaciones entre la estructura porticada y el espacio interior entran en crisis con la arquitectura racionalista. Para la arquitectura purista de los maestros del Movimiento Moderno en los aos veinte, la alternativa es radical: plantear unas estructuras ordenadas pero evitar que cada uno de sus elementos participe en la conformacin del espacio y lo trocee excesivamente. Para ello las estrategias fueron diversas: prctica desaparicin de la jcena, planta istropa del pilar y radical separacin del orden estructural respecto a los cerramientos. La desaparicin de la jcena El espacio del Estilo Internacional era un sistema que tenda a prohibir que se viesen la vigas y lo ms importante no era que el tejado fuese llano, sino que lo fuese el techo interior, y que suelos y techos presentasen planos ininterrumpidos [...] la columna libre difcilmente poda asumir una relacin explcita con las vigas que pudiesen descansar sobre ella sin llevar a una compartimentacin del espacio y, por lo tanto, a una cierta violacin de la libertad del plano 9.50

Colin Rowe no puede expresarlo con ms claridad. La jcena es el obstculo ms importante en el camino hacia la libre organizacin del espacio, y por ello desaparece reabsorbida en el forjado, convertida en una jcena plana en los edificios ms importantes. As ocurre en el modelo estructural de la Maison Domin y sigue ocurriendo en casi todos los proyectos de los aos veinte de Le Corbussier. Pero tambin fueron concebidos as -aunque con ms dificultades estructuraleslos primeros proyectos de Mies: el Pabelln de Barcelona y la Casa Tugenhadt. Incluso con la estructura metlica de la Casa Fansworth, Mies construye una placa de viguetas sin jcena diferenciada.

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La Ville Savoie ofrece un curioso ejemplo de manipulacin de las jcenas. Le Corbusier consigui una imagen casi perfectamente istropa del espacio de planta baja, y sobre todo del perfil inferior del volumen edificado. La estructura esta formada por una sucesin de cinco prticos. En el techo de la planta baja, las jcenas de esos prticos son planas salvo en tres vanos. Uno, embrochalado, que subraya el acceso y dos ms en los prticos vecinos. En ningn momento las jcenas llegan al borde del techo. As el prisma de la planta piso se perfila con toda perfeccin. En los edificios con programas convencionales esta actitud explcita es ms un paradigma que una solucin prctica aplicable. El mismo Le Corbusier busc la aproximacin de ambos rdenes, cerramientos y estructura, en otros tipos de edificios, como el Clart (1930-32), coetneo de la Ville Savoie (1929-31).

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Vista de la planta baja de la Ville Savoie

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Los pilares de planta istropa En las estructuras porticadas la forma idnea de los pilares es la rectangular, con la dimensin mayor en el sentido del prtico para ofrecer ms canto a los momentos flectores que les transmiten las jcenas. Esa direccionalidad de la planta del pilar obstaculiza la neutralidad de la planta del edificio y por ello los grandes maestros utilizan, en los proyectos seminales de los aos veinte, pilares de planta istropa. Le Corbusier, con hormign, proyect pilares cuadrados, como en Pessac; o circulares como en la Ville Savoie. Mies, con acero, prefiri la planta cruciforme, como en el Pabelln de Barcelona y en la Casa Tugenhadt.

El esquema emblemtico de la separacin entre estructura y cerramientos

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El Pabelln de LEsprit Nouveau, con su escultrico pilar circular en el centro de una estructura de muros

La disociacin de la estructura y los cerramientos Las distorsiones que los pilares provocan en la pureza de la geometra de los cerramientos se evitan separando radicalmente ambos elementos constructivos. El emblemtico esquema de Le Corbussier reproducido en la pgina opuesta es el modelo terico de esta radical separacin. Lo cierto es que Le Corbusier, considerado como un magnfico propagandista de sus ideas, sintetiz su aproximacin a la estructura porticada de hormign en unos brillantes esquemas de enorme fuerza expresiva, pero que tuvieron una escasa traduccin real en sus proyectos. En su famosa comparacin de cuatro composiciones volumtricas califica de fcil la organizacin que correspondera al esquema anterior (la nmero 3). Sin embargo, slo utiliza esta composicin en algunas de sus plantas bajas. Otro esquema emblemtico es el de la Maison Domin (1914). Se trata de un modelo de estructura de hormign, imaginado para construir viviendas seriadas y basado en un forjado direccional con jcenas planas. La imagen ha tenido amplsima difusin en las publicaciones arquitectnicas, pero muy poca influencia como modelo concreto, tanto en la arquitectura en general como en la propia obra de Le Corbusier.

Axonomtrica y planta de la Maison Domin

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Las cuatro composiciones segn Le Corbusier

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Mucho ms trascendente para su obra fue la Maison Citrohan, de 1920; un tipo estructural muy simple, mucho ms cercano a las estructuras de muros que la menos frtil Maison Domin. Si las plantas de la Maison Citrohan se entienden mejor como estructuras murarias, su casa unifamiliar en la Weissenhof (1927) evidencia esa duplicidad. La planta baja est ocupada por unos locales de libre organizacin entre pilares, segn el modelo terico inicial. Las plantas superiores estn construidas prcticamente entre muros, hasta tal punto que la fachada al otro lado de la escalera es literalmente una construccin de muros de bloques de hormign dentro de los que se conforma un pilar armado 10. El Pabelln del Esprit Nouveau (1922), el barrio de Pessac, la Maison Cook (1926), la casa en Cartago (1928) se organizan tambin segn este mismo esquema. El brillante croquis de la solucin explcita con el que inicibamos este apartado ha ejercido una enorme influencia en la arquitectura posterior, pero en las villas de Le Corbussier fechadas en los aos veinte el modelo est ms cerca de la Maison Citrohan, o, lo que es lo mismo, del esquema dos de su dibujo comparativo reproducido en la pgina anterior, esquema heredero de la construccin mural, del que el mismo Le Corbussier comenta: trs dificil... satisfaction de lesprit.

Construccin de un muro-pilar de la Weissenhof

La Maison Citrohan 54

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La vivienda unifamiliar en la Weissenhof

2. La esquina

Este breve anlisis de los problemas que suele plantear la imagen externa de los edificios porticados partir del supuesto de que el objetivo del diseador es conseguir una cierta isotropa de la imagen externa del edificio. Nos dedicaremos especialmente a los esfuerzos que exige la simetra de dos lienzos de fachada cuando se encuentran en una esquina.

Este problema tcnico fue el gusano en el cogollo del drico, D.S.Robertson 1.

2.1 La esquina perfecta y la materialidad de los grosores constructivos Este problema aparentemente simple es uno de los que han hecho verter ms tinta en la historiografa arquitectnica, probablemente porque se ha evidenciado como uno de los ms recurrentes del oficio de proyectar. Su dificultad mayor radica en que la solucin implica dos tipos de datos muy diferentes. Por una parte, existen unos aspectos geomtricos ligados nicamente a la composicin general del edificio, es decir, a sus dimensiones totales y a los rdenes establecidos, aspectos que se establecen en los primeros momentos del pro