palabra dominical iii domingo de adviento dominical 3er domi… · palabra del señor. r. gloria a...

4
Año 2. No. 24 16 diciembre 2018 Palabra Dominical III Domingo de Adviento Antífona de entrada Flp 4, 4.5 Estén siempre alegres en el Señor, les repito, estén alegres. El Señor está cerca. No se dice Gloria. Oración Colecta Dios nuestro, que contemplas a tu pueblo esperando fervorosamente la fiesta del nacimiento de tu Hijo, concédenos poder alcanzar la dicha que nos trae la salvación y celebrarla siempre, con la solemnidad de nuestras ofrendas y con vivísima alegría. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. El Señor se alegrará en ti. Del libro profeta Sofonías: 3, 14-18 Canta, hija de Sión, da gritos de júbilo, Israel, gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha levantado su sentencia contra ti, ha expulsado a todos tus enemigos. El Señor será el rey de Israel en medio de ti y ya no temerás ningún mal. Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador, está en medio de ti. Él se goza y se complace en ti; él te ama y se llenará de júbilo por tu causa, como en los días de fiesta". Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor Salmo Responsorial Isaías 12 R. El Señor es mi Dios y salvador. El Señor es mi Dios y salvador, con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R. Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime. R. Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra. Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido grande con ustedes. R. El Señor está cerca. De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4, 4-7 Hermanos míos: Alégrense siempre en el Señor; se lo repito: ¡alégrense! Que la benevolencia de ustedes sea conocida por todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien presenten en toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor. Aclamación Antes del Evangelio Is 61, 1 R. Aleluya, aleluya. El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres. ¿Qué debemos hacer? Del santo Evangelio según san Lucas: 3, 10-18 En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista: "¿Qué debemos hacer?". Él contestó: "Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo mismo". También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le preguntaban: "Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?". Él les decía: "No cobren más de lo establecido". Unos soldados le preguntaron: "Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?". Él les dijo: "No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su salario".

Upload: others

Post on 21-May-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Año 2. No. 24 16 diciembre 2018

Palabra Dominical

III Domingo de Adviento

Antífona de entrada Flp 4, 4.5

Estén siempre alegres en el Señor, les repito, estén alegres. El Señor está cerca.

No se dice Gloria.

Oración Colecta

Dios nuestro, que contemplas a tu pueblo esperando fervorosamente la fiesta del nacimiento de tu Hijo, concédenos

poder alcanzar la dicha que nos trae la salvación y celebrarla siempre, con la solemnidad de nuestras ofrendas y con

vivísima alegría. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es

Dios por los siglos de los siglos.

El Señor se alegrará en ti.

Del libro profeta Sofonías: 3, 14-18

Canta, hija de Sión, da gritos de júbilo, Israel, gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén.

El Señor ha levantado su sentencia contra ti, ha expulsado a todos tus enemigos. El Señor será el

rey de Israel en medio de ti y ya no temerás ningún mal.

Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, tu

poderoso salvador, está en medio de ti. Él se goza y se complace en ti; él te ama y se llenará de

júbilo por tu causa, como en los días de fiesta". Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial Isaías 12

R. El Señor es mi Dios y salvador.

El Señor es mi Dios y salvador, con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi

salvación. Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R.

Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime.

R. Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra. Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de

Israel ha sido grande con ustedes. R.

El Señor está cerca.

De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4, 4-7

Hermanos míos: Alégrense siempre en el Señor; se lo repito: ¡alégrense! Que la benevolencia de

ustedes sea conocida por todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien presenten

en toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la paz

de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Palabra de Dios.

R. Te alabamos, Señor.

Aclamación Antes del Evangelio Is 61, 1

R. Aleluya, aleluya.

El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres.

¿Qué debemos hacer?

Del santo Evangelio según san Lucas: 3, 10-18

En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista: "¿Qué debemos hacer?". Él contestó: "Quien

tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo mismo".

También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le preguntaban: "Maestro, ¿qué tenemos que

hacer nosotros?". Él les decía: "No cobren más de lo establecido". Unos soldados le preguntaron: "Y

nosotros, ¿qué tenemos que hacer?". Él les dijo: "No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente,

sino conténtense con su salario".

Como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan era el Mesías, Juan los sacó de

dudas, diciéndoles: "Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más. Poderoso que yo, a

quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con

fuego. Él tiene el bieldo en la mano para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en su granero y

quemará la paja en un fuego que no se extingue". Con éstas y otras muchas exhortaciones anunciaba al

pueblo la buena nueva. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo

Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor,

Jesucristo, Hijo Único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz Dios verdadero de Dios

verdadero engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres,

y por ,nuestra salvación bajó del cielo (en las palabras que siguen, hasta se hizo hombre; todos se inclinan) y por obra del

Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;

padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y

de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de

vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los

profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los

pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

Plegaria Universal.

Oremos a Jesús, luz y esperanza de la humanidad entera

Después de cada petición diremos: Ven, Señor Jesús.

Para que toda la Iglesia se renueve apropiadamente para recibir al Señor que viene a nosotros. Oremos.

Para que bendiga y fortalezca al Papa Francisco, al celebrar mañana su 82 cumpleaños. Oremos.

Para que en el mundo crezca la justicia y la riqueza no quede en manos de unos pocos, sino que llegue a todos,

como Dios quiere. Oremos.

Para que el Señor con su venida dé paz y alegría a quienes no la tienen y libre al mundo de todos los males. Oremos.

Que las parejas puedan vivir el gozo que viene con cada nueva vida, y que en el gozo encuentren la fuerza para

vencer las dificultades que enfrentan, Oremos. Para que quienes ahora recordamos la Encarnación del Hijo de Dios, merezcamos participar también con gozo en

su retorno gloriosos al final de los tiempos. Oremos.

Ven, Señor, tu que traes la paz y la alegría al mundo. Ven a salvarnos, tu que vives y reinas por los siglos de los

siglos.

Oración sobre las Ofrendas

Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca deje de realizarse, para que cumpla el designio que

encierra tan santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de la Comunión Is 35, 4

Digan a los cobardes: "¡Animo, no teman!; miren a su Dios: viene en persona a salvarlos".

Oración después de la Comunión

Imploramos, Señor, tu misericordia, para que estos divinos auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para

celebrar las fiestas venideras. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Reflexión:

Alegros siempre en el Señor (Flp 4, 4). Y nosotros ¿qué tenemos que hacer? (Lc 3, 14).

La celebración de este domingo la hemos iniciado con una gozosa invitación: Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. El Señor está cerca. Y es claro que de inmediato tenemos que preguntarnos: ¿pero hoy es posible estar siempre alegres, como lo quiere el apóstol san Pablo? La verdad es que la alegría, si se la considera como un

bienestar basado en la posesión de ciertos bienes, sería un privilegio de sólo unas pocas personas. Sin embargo, si la consideramos unida a la posibilidad de la posesión de Dios,

bien se puede decir que es patrimonio de todos; y, por tanto, la alegría junto con la felicidad, que es su fuente, son auténticas dimensiones de toda vida cristiana. La consigna de la alegría, característica del Adviento, ya apareció el pasado domingo. Hoy se repite insistentemente. En la oración colecta pedimos a Dios que, ya que “su pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de su Hijo” nos conceda “llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante”. En un mundo con tantos quebraderos de cabeza para la

sociedad y para cada persona, no está mal que los cristianos escuchemos esta voz profética que nos invita a la esperanza

y a la alegría, basadas en la buena noticia del Dios que ha querido entrar en nuestra historia para siempre. Efectivamente, el motivo que nos ofrece el Apóstol en su carta no es para menos: el Señor

está cerca. La venida del Señor, por tanto, no debe llegarnos por sorpresa. A las insistentes invitaciones a la alegría que se nos hace en las dos primeras lecturas de hoy hay que añadir las exigencias que nos llegan del pasaje evangélico. Todo ello con una misma finalidad: templar los corazones, como se templan los instrumentos antes del concierto. Un orden en cada uno de nosotros y en nuestra relación con los demás facilitará la entrada de Dios. Pertenecemos a aquel grupo de los que se acercaban a Juan Bautista; sólo que ahora la pregunta se la hace cada uno a sí mismo en estos términos: ¿qué tengo que hacer yo? La entrada de Dios en el mundo se anuncia como una revolución pacífica, sin violencia alguna. Es éste el gran mensaje que nos ofrecen las tres grandes figuras del Adviento: los profetas del Antiguo Testamento con Isaías a la cabeza, Juan Bautista, el Precursor del Mesías y finalmente María, la Madre del esperado Mesías. Cada una de estas figuras con su palabra y su vida no s ofrece, sin duda, la

respuesta a la pregunta que nos hemos hecho. Es probable que, inspirada en la liturgia de hoy, la respuesta quizá sea un compromiso de contribuir al bien común de una manera muy

concreta. Ello podrá suponer personalmente un sacrificio; piensa lo bueno que es crear alegría y felicidad donde hay carencia de ellas. La inspiración para el compromiso nos la ofrece hoy san Juan Bautista quien anuncia la inminencia de “un mundo mejor” sobre la base de estas tres virtudes sociales: la caridad compartida, la justicia y la no-violencia. Las preguntas que le hacen al Bautista responden a la inquietud que siente cada uno en su profesión o sencillamente en su vida. Al primero le dirá que la caridad con todos exige compartir con quien

carece de ropa o comida, concretando en estas carencias muchas otras necesidades. La obligación de respetar la justicia se la recordará a quienes recaudan los impuestos: nunca exigir más que lo que marca lo legal; finalmente la llamada a la no-violencia se la hace a los soldados, cuya profesión es tan digna como tantas otras; a éstos les dice: No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga (Lc 3, 14). Por si alguien, a la hora de hacerse la citada pregunta personal –¿qué tengo que hacer yo? –, no tuviese claro, a la hora de optar por una tarea concreta en la que llevaría a cabo su compromiso, el comentario sobre las “obras de misericordia” que viene el Catecismo de la Iglesia Católica, inspirado y basado precisamente en el pasaje evangélico de hoy, le ofrece numerosas posibilidades: “Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras de misericordia espiritual, como también lo son: perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten en dar de comer al hambriento, dar techo al que no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos. Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna: es también una práctica que agrada a Dios… El que tenga dos túnicas comparta con el que no tiene y el que tenga comida que haga lo mismo”, decía el Señor (CCE, nº 2447). Terminemos pidiéndole al Señor: Enséñanos, Señor, a vivir en tu presencia y alabarte siempre

con el corazón alegre por tu amorosa gratuidad de Padre, porque todo es presencia y gracia, ternura y cariño tuyo. Conviértenos, Señor, a la alegría, al amor y a la justicia; y regenerados por ti, mantennos en la

fidelidad. Así sea. Teófilo Viñas, O.S.A

Avisos parroquiales:

Les comunicamos que el Padre Ricardo Colín Negrete MG, a partir de mañana 17 de diciembre se traslada a

la ciudad de Guadalajara, por motivos de salud, en acuerdo con los superiores del Instituto de Misioneros de

Guadalupe y el Sr. Obispo Diocesano de Querétaro Mons. Faustino. Agradecemos profundamente su entrega

y testimonio sacerdotal en esta Parroquia de la Sagrada Familia. Nos unimos en oración por su feliz estancia

en Guadalajara.

Hoy 16 de diciembre se está haciendo la colecta del Diezmo Diocesano, que consiste en “ofrecer a Dios el fruto de

nuestro trabajo, una vez al año; un día de salario o las ganancias de una jornada. Se destina para al sostenimiento

de la Iglesia en sus necesidades, avivando la Evangelización, atender con gratitud a sacerdotes enfermos o mayores

de edad; enviar a sacerdotes a hacer estudios de especialización; crear nuevos espacios para celebrar la fe y crecer

en formación. Vayámonos preparando, “Cada uno dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado,

pues: Dios ama al que da con alegría.” (2ª Cor 9, 27).

El equipo de la vida de la Parroquia de la Sagrada Familia, durante todos los domingos de diciembre estarán en todas

las misas y durante la semana en la oficina parroquial recibiendo como cada año ropa de bebe y enseres nuevos o

usados en buen estado, para las canastillas que se entregan a personas que lo necesitan. Agradecemos su generosidad

y apoyo.

Las misas de Navidad el 24 de diciembre serán a las 7pm y 9pm. El 25 diciembre a la 1pm, 6pm y 8pm.

Por parte de los Caballeros de Colón les están ofreciendo unos boletos a beneficio de las obras que se están llevando

a cabo tanto en la Parroquia como en las Capillas que se encuentran en nuestro territorio parroquial.

Tendremos Confirmaciones, con motivo de nuestra fiesta Patronal de la Sagrada Familia. Se llevarán a cabo el

sábado 29 de diciembre a las 12 horas.

Tu oración es muy importante para el buen desarrollo de la construcción de la capilla del Santísimo, sigamos orando

y ofreciendo nuestra Eucaristía para que se llegue a buen término.

Sigue abierta la convocatoria para formar coros de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, hombres y mujeres y ser

parte del ministerio de música para cantar la Misa en Parroquia o Capillas. Necesitamos tu colaboración. Mayores

informes en el área de avisos.

En la oficina parroquial les ofrecemos misales mensuales del mes de enero 2019, misales anuales 2019 para niños

y para adultos, Biblia católica para jóvenes, cirios pascuales, veladoras a la divina providencia, velas de adviento,

oración de los 5 minutos del mes de enero 2019, veladoras, vino para consagrar, Hostias para consagrar, para el

servicio del altar, los cuales se pueden ofrecer como una ofrenda a la Parroquia.

Les ofrecemos el periódico el Observador, trae artículos muy interesantes, con un gran contenido católico actual.

Adquiéranlo.

Cápsula litúrgica Sabías que …

Estas son las tres dimensiones del Adviento, según el Papa Francisco Pasado, futuro y presente son las tres dimensiones del tiempo de Adviento, según explicó el Papa Francisco en la Misa celebrada este lunes 3 de diciembre en la Casa Santa Marta. Según señaló, el orden de estas tres dimensiones no es casual, sino que tiene una justificación evangélica. Así se puede contemplar en el Evangelio del día, de San Mateo, en el que un centurión romano se acerca a Jesús en Cafarnaúm para pedirle que cure a su siervo, que padecía una parálisis. Ante la voluntad de Jesús de acudir a su casa para ver a su criado, el centurión le detiene diciéndole que no es digno de recibirle en su casa, y con solo una palabra podrá curarle. Sin embargo, el Papa explicó que Jesús, con su venida, “purifica el espíritu”. Es de esa purificación de donde surgen las tres dimensiones del Adviento. La primera, el pasado, “la purificación de la memoria”. Recordar que “ha nacido el Señor, el Redentor que vino para salvarnos”.

En este sentido, advirtió del peligro de “mundanizar la Navidad”. “Sí, tenemos la fiesta…”, y está el peligro de que “la fiesta impida la contemplación del Nacimiento y se convierta en una fiesta mundana” en vez de “una fiesta de familia con Jesús en el centro”. La gente entonces se pierde “en las compras, los regalos, esto, lo otro…, y el Señor se queda ahí, olvidado”. Por eso, este período de Adviento es necesario “para purificar la memoria de aquel tiempo pasado, de aquella dimensión”.

Futuro, la segunda dimensión, la esperanza, “la purificación de la esperanza”, el prepararse “para el encuentro definitivo con el Señor”. “Porque el Señor regresará. Y volverá a preguntarnos: ‘¿Cómo ha ido tu vida?’. Será un encuentro personal, un encuentro personal con el Señor. Hoy lo tenemos en la Eucaristía y no podemos tener un encuentro así, personal, como en la Navidad de hace 2000 años: tenemos la memoria de aquello. Pero cuando Él regrese, tendremos ese encuentro personal”. Por lo tanto: “Hay que purificar la esperanza”.

Por último, el Pontífice exhortó a cultivar la dimensión cotidiana de la fe, la fe en el día a día, eclipsada por las muchas preocupaciones de la vida sin recordar que Dios es “el Dios de las sorpresas”. Esa tercera dimensión del Adviento, la dimensión del presente, “es la del día a día”. Consiste en “purificar la vigilancia. Vigilancia y oración son dos palabras para el Adviento, porque el Señor vino en la historia a Belén, y vendrá, en el fin del mundo y en el fin de la vida de cada

uno de nosotros”. No obstante, finalizó el Papa, el Señor “también viene cada día, en cada momento, a nuestros corazones, por medio de la inspiración del Espíritu Santo”.

Visita nuestra página: http://www.lasagradafamiliaqro.org

¡Sigue apoyando con tus oraciones y ayuda económica para llevar a buen término la construcción de

la Capilla del Santísimo!