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. 41º22’57.8” S2 º10’04.6”E Perder el Norte [tentativa #3] 17 de julio, 19.30 hrs Oleoteca Gourmet La Chinata. Carrer dels Angels, 20 Barcelona · MIRALDA · · BERNARDO OYARZÚN · · MARÍA PTQK · · ESPADA Y MONLEÓN · ·LORENA LOZANO · · NURIA SANMARTI · · MIQUEL GARCÍA · EQUIPO TENTATIVA #3: Diana Padrón Alonso, Andrea Díaz Mattei, Christian M. Alonso y Olga Sureda.

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"The beyond is neither a new horizon, nor a leaving behind of the past...", Beyond the pale, Homi Bhabha (1993)Más allá de una cierta tendencia en incluir los márgenes a través de un mapa sospechosamente integrador, se necesitan nuevas estrategias para generar una zona de encuentro donde identidad y alteridad puedan permanecer en estado de potencia y resistir al sometimiento de lo hegemónico. Si como indica Jean-François Lyotard, únicamente el disenso es capaz de evitar la subordinación (Lyotard 1988), para generar una experiencia de emancipación, se hace estrictamente necesario resituarnos en el mapa más allá de lo pactado, resituarnos en el mapa perdiendo el norte.Perder el Norte es una iniciativa autogestionada articulada a través de una serie de actividades discontinuas organizadas desde el beneficio de la periferia, que se opone a las políticas de representación hegemónicas, y que persigue habilitar una perspectiva crítica para imaginar un futuro que no haya sido pactado.

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  • .412257.8 S2 1004.6E

    Perder el Norte [tentativa #3]17 de julio, 19.30 hrs

    Oleoteca Gourmet La Chinata. Carrer dels Angels, 20Barcelona

    MIRALDA BERNARDO OYARZN

    MARA PTQK ESPADA Y MONLEN

    LORENA LOZANO NURIA SANMARTI

    MIQUEL GARCA

    EQUIPO TENTATIVA #3: Diana Padrn Alonso, Andrea Daz Mattei, Christian M. Alonso y Olga Sureda.

  • En los ltimos aos, la distancia entre lo humano y lo no humano, parece protagonizar algunas de las preocupaciones de la esfera cultural contempornea. La amenaza inminente de cambios meteorolgicos extremos sobre la tierra, junto a ciertos intereses del esquizofrnico mercado capitalista, podra justificar de un

    modo somero esta deriva, como bien problematiza Christian M. Alonso en Crisis superpuestas y cambio climtico antropognico: algunas respuestas desde la prctica artstica, la teora y el comisariado. Un anlisis ms reflexivo sin embargo, nos

    obliga detenernos en la vocacin capitalista del propio proyecto antropocntrico. Es justamente con la irrupcin de este paradigma, cuando la produccin cartogrfica

    se acelera durante la poca moderna, constituyndose como el mejor mecanismo para transformar y administrar la naturaleza. Una naturaleza, que como demuestra Mara Ptqk en su Historia Tecnopoltica del Chile. Un ensayo ilustrado, se articula como dispositivo tcnico y poltico que encuentra su lugar en el mapa, como el mapamundi que Espada y Monlen nos propone degustar crticamente (De Cuitlachilis, Jalapeos y Morrones: Una degustacin crtica del pimiento). Ante este apoteosis de Mercator, apelar a hacia un cambio de orientacin presupone un ejercicio poltico mediante el cual poder localizar un territorio desde el que construir un futuro poscapitalista. Miquel Garca desconfa de esa nica imagen del mundo (This World) y al resituarse en el mapa perdiendo el norte, imagina nuevas coordenadas posibles (412257.8 S2 1004.6E). Este rumbo hacia el sur nos sita ante una suerte de relatos precapitalistas donde lo no humano ya no se corresponde con un mero artefacto cultural, sino con lo que Vadana Shiva llamara Prakriti: un proceso vivo y creativo (Shiva, 1997). Sera precisamente en Benars, en contacto con las culturas ndicas, cuando Chantal Maillard escribira los versos que Nuria Sanmarti hace suyos en Animal de lluvia, una interpretacin sonora de la entrega del cuerpo femenino a la naturaleza mediante el autosacrificio.

    Desde estas coordenadas, podemos atisbar tambin el sincretismo cultural de las comunidades americanas que salpica hoy el panorama del arte contemporneo internacional, poniendo el acento en la geopotica de la que nos habla Andrea Daz Mattei en Prcticas artsticas en territorios latinoamericanos: un ojo en la Tierra, con especial nfasis en las cosmologas que Bernardo Oyarzn recoge en Koeny [Dawn], un trabajo realizado con comunidades guaranes en la frontera entre el sur de Brasil, Paraguay, noreste de Argentina y oeste de Bolivia.Pero este viaje no nos impone la huida, sino que nos permite emprender el retorno recuperando un imaginario comn que quizs tenga que ver con esa historia universal como historia de la diversa entonacin de algunas metforas que citara Andrea Daz Mattei al hablar de Borges (Borges, 1951). Esta memoria colectiva que se reconoce en la metfora mesopotmica de la agri-cultura, bien podra (re)activar las relaciones entre humanos y naturaleza a travs del empoderamiento mutuo, como Lorena Lozano propone a travs de sus mediaciones rurales (Herbarium); o devolvernos el tiempo cclico, proceso de la vida y la muerte, al que alude Miralda en Brain Food, y con ello la conciencia trgica en la que Nietzsche situaba la potencia dionisiaca, aquel saber que no olvida la tensin trgica de su propio origen (Didi-Huberman, 2010), donde humano y no humano yacan juntos: Llevo acostada largo tiempoen la orilla. Mis pechosson colinas cubiertas de hoja seca.Levanto la cabeza y me contemplo:en mis muslos el vello a punto de ser vello, me incorporo: la hierba a punto de ser hierba, doy un paso y despierto al aguaa punto de ser agua, se asusta un ave negra a punto de ser ave a puntode ser negra.Un resplandor me ciega:el bosque me contempla, a punto de ser bosque, a punto de ser tuya.

    (Hainuwele, Chantal Maillard, 1990).

    A punto de ser bosqueDIANA PADRN ALONSO

    1* Historia Tecnopoltica del Chile. Un ensayo ilustrado [instalacin], Gabinete Sycorax

    Museo Invertido de Ciencias NaturalesMara Ptqk, 2014

    Cortesa de la artista2* De Cuitlachilis, Jalapeos y Morrones:

    Una degustacin crtica del pimiento [degustacin], Espada y Monlen, 2014

    Cortesa de los artistas3* This World [instalacin grfica]

    Miquel Garca, 2009Cortesa del artista

    4* 412257.8 S2 1004.6E [cartel, fanzine e intervencin site-specific]

    Miquel Garca, 2014Cortesa del artista

    5* Animal de lluvia [performance y audio] Nria Sanmarti, 2014

    Cortesa de la artista6* Koeny [Dawn]

    [HD video] Bernardo Oyarzn, 2011

    Cortesa de la Coleccin Fundao Bienal de Artes Visuais do Mercosul/NDP

    7* Herbarium_mediacin en el medio rural [instalacin]

    Lorena Lozano, 2014Cortesa de la artista

    8* Brain Food [video-instalacin]Miralda, 2002-2014

    Cortesa de la Fundacin Food Cultura

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  • Prcticas artsticas en territorios latinoamericanos: un ojo en la Tierra Andrea Daz Mattei

    I Jorge Luis Borges comienza su ensayo La esfera de Pascal (1951) diciendo: Quiz la historia universal es la historia de unas cuantas metforas.1 En estas escasas cinco pginas, Borges hace un recorrido de la metfora de la esfera y su centro a travs de la historia del pensamiento occidental y sus cambios de interpretacin junto a sus deslizamientos metonmicos: Dios, Universo, Naturaleza, etc. Reflexiona sobre esta metfora en particular porque la considera fundamental, ya que ha sido utilizada por varios filsofos e intelectuales a lo largo de la historia. Esta esfera inteligible, de forma perfecta y ltima, asociada a la figura del arj2 (o arch), de Dios, del Universo, de la Naturaleza, se convierte en una metfora visual que estructura nuestro pensamiento occidental desde la poca de los filsofos presocrticos podramos decir sin riesgo a equivocarnos- hasta la actualidad. Esferas, globos, circunferencias, son las formas elegidas desde la antigedad para referirse al universo, al mundo humano, a la creacin divina. De hecho, el matiz que imprime J. L. Borges en el texto citado es el acento en este desplazamiento del enfoque, el cual determina el tipo de interpretacin epocal. Como lo describe el escritor argentino, en el abismo para Pascal de ese universo infinito, aborrecido por infinito, donde Dios ya no es ms tangible, los hombres estn perdidos en el tiempo y en el espacio. Escribe Pascal en su manuscrito: la naturaleza es una esfera infinita/espantosa(rectifica: infinita en lugar de espantosa, tachando esta ltima), cuyo centro est en todas partes y la circunferencia en ninguna.3 Un ser equidistante de un centro ya no fijo, y relativo en el mundo, para Pascal era insoportable. Segn Borges, a pesar del malestar de Pascal, los hombres modernos se supieron acomodar a la situacin, con la ilusin de encontrarse en el punto central (su yo, su hogar, su patria, su universo), desde donde miraban la alteridad del otro desconocido. Luego, ya como vecinos del ser4, los hombres llegan a desplazar el centro hasta de s mismos! De estas maneras se va deshaciendo el imaginario milenario de un mundo cerrado, aprehensible y perfectible. Y esto es, en efecto, lo que haba llevado a Pascal al abismo colrico mencionado por Borges en el ensayo con el que hemos introducido este trabajo. Un ser equidistante de un centro ya no fijo, y relativo en el mundo, para Pascal era insoportable. Segn Borges,

    [Pascal] Deplor que no hablara el firmamento, compar nuestra vida con la de nufragos en una isla desierta. Sinti el peso incesante del mundo fsico, sinti vrtigo, miedo y soledad.5

    Por consiguiente, Borges culmina su reflexin con la hiptesis inicial ligeramente modificada: Quiz la historia universal es la historia de la diversa entonacin de algunas metforas.6 Lo cierto es que dicha metfora, la forma geomtrica ms perfecta, esfrica, persiste en la actualidad. Desde una perspectiva histrico-antropolgica y subjetiva (ya no universalista), el filsofo alemn Peter Sloterdijk7 aborda el tema de las esferas y los los sistemas globales, acentuando la forma globo y las globalizaciones, sobre todo a partir de la expansin del mundo europeo por medio de las circunvalaciones navales sin olvidar la ruptura/revolucin copernicana- hasta llegar a la globalizacin electrnica o de las telecomunicaciones. La cuestin surge de la pregunta sobre si esta representacin actual del mundo, inmediata y espacial, nos informa de la realidad contextual e identitaria de los diferentes territorios en l representados. En efecto, 1 Jorge Luis Borges, Nueva antologa personal (Barcelona: Editorial Bruguera, 1980), 197. 2 El trmino arj es un Trmino griego (tambin transcrito como "arkh" y como "arch") que viene a significar etimolgicamente principio, fundamento, comienzo, y que fue utilizado por los primeros filsofos para referirse al elemento primordial del que est compuesta y/o del que deriva toda la realidad material. Glosario de filosofa, http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=34&from=action%3Dsearch (acceso abril 15, 2013) 3 Vase Jorge Luis Borges, Nueva antologa personal (Barcelona: Editorial Bruguera, 1980), 201. 4 Peter Sloterdijk, Normas para el parque humano. Una respuesta a la carta sobre el humanismo de Heidegger (Madrid: Ediciones Siruela, 2008), 49-50 5 Jorge Luis Borges, Nueva antologa personal (Barcelona: Editorial Bruguera, 1980), 201 6 Op. cit., 201 7 Vase Peter Sloterdijk, Esferas 1. Burbujas: microsferologa (Madrid: Siruela, 2003); Esferas 2. Globos: macrosferologa (Madrid: Siruela, 2004); 3. Espumas: esferologa plural (Madrid: Siruela, 2006)

  • este orden abstracto y aplastado- de ilustracin del mundo parece despojarnos de la humanidad y de los sentidos ampliados a los cuales nos haban acostumbrado algunas de las ltimas manifestaciones del arte contemporneo y de muchas reflexiones tericas. No obstante esto, pareciera ser que existen fuerzas estticas que pujan por hacerse sitio ms all de los estereotipos inevitables de una visin global e impersonal. De hecho, la Tierra que dicha cartografa global simplifica- es mucho ms rica y compleja: en tanto terruo conecta territorios con desplazamientos, as como el tiempo y el espacio o la memoria y la historia, dibujando un proceso de construccin simblica plural donde no faltan mitologas y rasgos identitarios diversos. Si observamos las imgenes que nos ofrece cierta geografa potica (tanto como la tecnologa de la imagen satelital), stas parecen desafiar a la geografa poltica institucional y hegemnica, incluso a la forma impresa en nuestros imaginarios occidentalizados. Ambas, imagen geopotica y satelital, parecen disear un mundo que se va alejando de la metfora de aquella esfera cerrada, hermtica y perfecta-, deconstruyendo as una imagen instaurada en nuestra psique desde hace siglos. Por medio de la tecnologa, sus zooms y sus avances, la imagen de mundo que nos ofrecen los satlites se mete y hurga en las entraas terrestres des(con)figurando concepciones, lmites y fronteras polticas, tal como lo hacen los relatos y mitos de los pueblos originarios.

    II Por su parte, algunas prcticas contemporneas se adentran en una prctica artstica que se ha descripto como site-oriented practices8 con los llamados artistas viajeros o etngrafos. Tal es el caso del vdeo Koenj (2011) del artista chileno de origen mapuche, Bernardo Oyarzn (Los Muermos, Chile, 1963). Oyarzn viaj a la vasta regin guaran que se encuentra en la zona fronteriza de las Misiones Jesuitas entre el sur de Brasil, Paraguay, noreste de Argentina y oeste de Bolivia. Una vez instalado en la regin la recorri y conllev su vida con una tribu guaran en la aldea de Koenj (de la etnia Mby-Guaran). Esta aldea es una de las reducciones fundada por los jesuitas para proteger la poblacin autctona de la esclavitud y exterminio colonial. Acamp all durante 18 das y comparti su cosmos no esfrico, sus mitos y sus leyendas trabajando en colaboracin con los aldeanos en base a sus rasgos identitarios, su organizacin social y sus creencias mitolgicas comunitarias. De esta manera, los Mby potenciaron la reflexin del artista sobre la identidad y la pertenencia. Tmido en un principio y, a la vez respetuoso, realiz un video en el cual analiza desde una perspectiva esttica, identitaria y ecolgica- una realidad cercana a su propia biografa y alejada de la autoexposicin indigenista de un tipo de americanismo mal entendido. El vdeo realizado por Bernardo es un retrato en primer plano de un rostro de un joven guaran, que cuenta el mito del Jaguar y el Oso Hormiguero. Un relato de relaciones, de historia y de identidad que, con fuerza felina se resiste a desaparecer. Asimismo, la pieza no tiene la pretensin exploratoria de retratar, catalogar o cartografiar un territorio an no explorado, sino que ms bien se trata de (re)contar otras historias invisivilizadas por ciertas colonialidades del saber9. De esta forma, la selva guaran y sus habitantes se convierten en escenario de experimentacin y reflexin que nos deja como resultante una (video)creacin visual-potica de la cotidianeidad indgena y de unas relaciones de reciprocidad entre los seres humanos y la naturaleza no jerarquizada por el Hombre, sino entendidas desde el apego y el respeto al lugar, a la tierra. Inmediatamente adviene a nuestro imaginario lo que tradicionalmente en Latinoamrica se denomina la Madre-Tierra. Esa Pachamama10, madre de la tierra, del mundo y del cosmos; ncleo de actualizacin de los sistemas de creencias y de actuacin ecolgico-social entre los pueblos. De esta manera, el trabajo de Oyarzn es un viaje no solo a tierras fronterizas, sino a las fronteras de las culturas, de las lenguas, de las tradiciones y de las epistemes ofrecidas por la Selva Misionera. Su recorrido est guiado por una metafsica originaria de las poblaciones nativas que dialogan con el lugar, con su tierra y con lo que de ella brota. Como podemos observar, el artista una vez in situ en el territorio mismo-, mostr parte de sus experiencias vividas en la regin, en esa tierra para muchos desconocida. De igual manera, cosech una reflexin tambin en torno a los parmetros que habitualmente rigen las prcticas dislocadas del lugar donde el artista piensa y produce su obra, hallando una geopotica, una tica y una sabidura emergente y contextualizada en el propio terreno de juego. 8 Para ampliar el concepto vase: Miwon Kwon, One Place after Another (Cambridge: The MIT Press, 2004) 9 Para una articulacin de los conceptos de Colonialidad del Poder, del Saber y del Ser vase Nelson Maldonado-Torres, Sobre la decolonialidad del ser: contribuciones al desarrollo de un concepto en Santiago Castro-Gmez y Ramn Grosfoguel (Eds.), El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistmica ms all del capitalismo global, (Bogot: Siglo del hombre editores, 2007) 10 El trmino Pachamama se encuentra formado por los vocablos Pacha que en quechua significa universo, mundo, tiempo, lugar, y Mama, traducido como madre. Ver Diccionario de mitos y leyendas realizado por el equipo de la red NAyA http://www.cuco.com.ar/pachamama.htm (acceso 23 abril 2013)

  • III Es de destacar que Bernardo Oyarzn no insiste frente a una mirada de lo latinoamericano como un otro, sino que adopta una posicin diferente: pone el ojo en la tierra, hace zoom in en ella y produce desde dentro de la selva un trabajo por fuera del discurso de la otredad, dispuesto a construir un lenguaje e imaginario artstico basados en la indagacin, en la experiencia vivida y con el acento en otras epistemologas. En un artculo titulado Sloterdijk y el imaginario de la globalizacin: origen filosfico del motivo-globo, Aldolfo Vsquez Rocca, expone:

    El globo terrqueo informa a los seres humanos modernos, mejor que cualquier otra imagen, de su localizacin relativa en el mundo, dando inicio a un incipiente proceso de descentramiento antropolgico de superacin del etnocentrismo europeo mediante la constatacin de que en el espacio redondo circundado, todos los puntos valen lo mismo.11

    En realidad, este descentramiento del sujeto moderno y su paradigma al que hace referencia este autor viene gestndose desde hace algn tiempo y en diferentes zonas geopolticas del planeta. Es ms, la pregunta por la colonizacin y esclavitud en Europa aunque acallada- tambin viene desde lejos.12 Lo cierto es que en la actualidad, teoras surgidas por fuera del viejo continente tambin teorizan sobre la desarticulacin de esta epistemologa moderna dominante. De hecho, una epistemologa surgida en el continente americano, con y para los latinoamericanos y sus pueblos originarios, ahonda en la especificidad de su cultura, su identidad y su territorio13. Una concepcin del ser humano como parte de un (eco)sistema ms armnico con la naturaleza que lo rodea y lo engendra, nos conduce al concepto quechua de BuenVivir (sumak kawsay)14 cada vez ms fuerte en Latinoamrica- unido a una subjetividad basada en el lazo social de Reciprocidad. Estas concepciones dan cuenta de una cosmovisin que es compartida por varios pueblos originarios de Latinoamrica, incluidos los guaranes.

    El BuenVivir, en tanto cosmovisin ancestral de la vida que hace referencia a vivir una vida digna y en concordancia con la naturaleza, en la cual los seres humanos son un elemento ms de la Madre Tierra o Pachamama a la que pertenecen, se opone al desarrollismo o a la idea de vivir mejor del paradigma neoliberal. Desde esta perspectiva, las personas buscan un equilibrio entre la naturaleza, la satisfaccin de las necesidades y la economa. Esta reciprocidad entre los diferentes elementos del cosmos nos separa de la idea antropocntrica occidental de un mundo totalmente aprehensible y dominable por el Hombre, y nos reintroduce en una cosmovisin integradora ausente de una ntida diferencia entre naturaleza y cultura.

    En definitiva, tanto como los orgenes mestizos de Bernardo Oyarzn, como el encuentro de los guaranes con los misioneros y conquistadores, el concepto de BuenVivir, en cuanto utopa,

    trata de articular dos herencias culturales, expresadas en una nueva racionalidad liberadora y solidaria: por un lado, la razn histrica de la modernidad, con sus promesas de libertad, igualdad social y bienestar, y por otro, la razn india prehispnica, vinculada con la reciprocidad, la solidaridad social y el trabajo colectivo.15

    A modo de conclusin, podramos decir que quiz ya por fuera de la historia universal- no se trate de las diversas entonaciones de las metforas csmicas como expona Borges, sino de alcanzar la posibilidad de cuestionar metforas coaguladas, que deriven en la posibilidad de escuchar y visualizar la diversidad metafrica y sus imaginarios territoriales.

    11 Adolfo Vsquez Rocca, Sloterdijk y el imaginario de la globalizacin: origen filosfico del motivo-globo, Nmadas. Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas, Vol. 24, N4 (2009) http://revistas.ucm.es/index.php/NOMA/article/view/NOMA0909440301A 12 Uno de los primeros antecedentes que se conocen son las crnicas suministradas por Bartolom de las Casas en el siglo XVI que sirvieron al imperio ingls para crear la leyenda negra contra los abusos de los castellanos en Amrica Latina. Vase Walter Mignolo, El pensamiento decolonial desprendimiento y apertura en Santiago Castro-Gmez y Ramn Grosfoguel (Eds.), El giro decolonial: Reflexiones para una diversidad epistmica ms all del capitalismo global, (Bogot: Siglo del hombre editores, 2007), 40 13 Esto hace referencia a la teora de la Decolonialidad. 14 Para ampliar este concepto vase Boris Maran Pimentel, BuenVivir y descolonialidad. Crtica al desarrollo y la racionalidad instrumentales, (Mxico D.F.: Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2014) 15 Op. Cit, 11.

  • Crisis superpuestas y cambio climtico antropognico: algunas respuestas desde la prctica artstica, la teora y el comisariado. Christian M. Alonso

    "CAPITAL is at present the work sustaining ability. Money is not an economic value though. The two genuine economic values involve the connection between ability (creativity) and product.

    That explains the formula presenting the expanded concept of art: ART=CAPITAL." 1 En la civilizacin occidental, los conceptos de cultura y naturaleza, en analoga con los masculino-femenino, mente-cuerpo, razn-emocin o humano-animal, han sido entendidos histricamente como una oposicin dual, una divisin polar, antagnica y excluyente. Las consecuencias ms peligrosas de esta oposicin constituyen el desafo global ms urgente: la financiarizacin de la naturaleza2 -mecanismo que reduce los recursos naturales a simples mercancas expresado mediante las patentes de semillas modificadas genticamente por empresas agrcolas y farmacuticas-, el creciente negocio en el que se est convirtiendo el comercio de derechos de contaminacin, las nocivas emisiones de gases contaminantes provocados por los monocultivos y los negocios agrcolas basados en las exportaciones dependientes de la industria de transporte sustentada por combustibles fsiles y fertilizantes qumicos, la destruccin de cooperativas y pequeos campesinos, desplazados por la propiedad del monopolio de los sistemas de produccin, etc. Esta traumtica aunque vital relacin entre la naturaleza y la cultura, o para ser quizs ms precisos, entre las que podramos considerar como unas condiciones originales del planeta (biologa) frente al progreso tecnolgico y social del hombre (tecnologa), ha sido objeto de estudio de un numero significativo de investigadores que han formulado sus teoras alrededor del concepto del antropoceno, un trmino que se emplea para indicar el alcance de la actividad humana colectiva en los procesos biolgicos, fsicos y qumicos en los sistemas de la Tierra. La tesis del antropoceno ha sido originalmente formulada desde la disciplina de la geologa3, y fundamentalmente su premisa parte de la afirmacin de la existencia de que una serie de cambios acontecidos en el clima, en el suelo, en los ocanos y en la biosfera terrestre, permiten constatar el ingreso de la Tierra en una nueva poca en la historia geolgica4. El cambio medioambiental que afirma la hiptesis del antropoceno ha sido estudiado en trminos de escala, magnitud y significacin, en relacin a la modificacin de los ocanos, las transformaciones en la biosfera terrestre, a las concentraciones de Co2 en la atmsfera, al aumento de la temperatura global, e incluso se han asentado las bases para localizar una estratigrafa del antropoceno5. 1 Beuys J., 1985, citado en Brenner, R., Political Activism, disponible en http://www.walkerart.org/archive/F/9C4309B0B50D8AA36167.htm [02.10.2012] 2 A pesar de que esta prctica se viene dando desde la poca moderna, una gran parte de la sociedad y legisladores carecen de informacin sobre estos procesos y conceptos en desarrollo. En diciembre de 2012 se celebr un seminario en la Fundacin Rosa Luxemburgo en Bruselas que reuni durante dos das investigadores y entidades sociales que estudiaron los mecanismos de este proceso que en el ltimo lustro ha experimentado un auge preocupante. Vase Stop the Financialization of Nature. Strategy Meeting, disponible en http://rosalux-europa.info/events_en/financialization-of-nature/ 3 El trmino fue acuado por el Premio Nobel de qumica atmosfrica Paul Crutzen en el ao 2002. Desde entonces la hiptesis sobre una nueva era global ha sido seriamente debatida principalmente desde la geologa y desde un grupo de investigadores agrupados entorno a The Royal Society de Londres. Crutzen junto a Will Steffen, Jaques Grinewald y John McNeill pretenden formalizar el trmino mediante su ltimo estudio The Anthropocene: conceptual and historical perspectives, en Zalasiewicz,J., Williams, M., Haywood, A., Ellis, M., The Anthropocene: a new epoch of geological time?, Philosophical Transactions of The Royal Society, Londres: Royal Society Publishing, Enero 2011, A. 2011 369 835-841 doi:10.1098/rsta.2010.0339. http://rsta.royalsocietypublishing.org/content/369/1938/835.full. html#ref-list-1 4 Zalasiewicz,J., Williams, M., Haywood, A., Ellis, M., The Anthropocene: a new epoch of geological time?, (op. cit), A. 2011 369 835-841 doi:10.1098/rsta.2010.0339. 5 Zalasiewicz, J., Williams, M., Fortey, R., Smith, A., Barry, T., Coe, A., Bown, P., Rawson, P., Gale, A., Gibbard, P., Gregory, J., Hounslow, M., Kerr, A., Pearson, P., Knox, R., Powell, J., Waters, C., Marshall, J., Oates, M., Stone, P., Stratigraphy of the Anthropocene en The Anthropocene: a new epoch of geological time?, (op.cit.) 369 1036-1055 doi:10.1098/rsta.2010.0315.

  • Sin embargo, este cambio global, falla o escisin no solo afecta a la historia de la geologa sino que plantea mltiples implicaciones a la historia natural y a la historia cultural, y es que a pesar de ser estudiado como un fenmeno geolgico comparable a otros acontecimientos del pasado lejano, la fuerza que impulsan los componentes del cambio global que caracteriza al antropoceno est firmemente centrada en el comportamiento humano, particularmente en las esferas sociales, polticas y econmicas. Ciertamente, la crisis climtica que se incluye dentro de los indicadores que permiten constatar una nueva era geolgica no es la nica que sacude nuestro momento histrico: desde el 2008 la humanidad vive la peor crisis financiera que se recuerda desde el crack del 29, y anterior a sta, la crisis energtica que pronostica no solo M. King Hubbert en relacin al cenit de petrleo -en el que estn de acuerdo los gobiernos, la comunidad cientfica y las industrias petroleras- permitira asumir que en la actualidad ya estamos consumiendo las reservas de combustibles fsiles a escala planetaria6. No debemos olvidar que el escenario de colapso econmico por el declive de la disponibilidad del petrleo al que asistimos, sin embargo, se acaba de (des)componer por dos realidades que no reclaman menos urgencia que las anteriormente citadas, como son la crisis alimentaria y la crisis humanitaria.

    Este contexto de desastre y emergencia impone la necesidad de generar una constelacin de pensamiento que trace la interdependencia del medio ambiente con la economa y lo social, proporcionando nuevos modelos de resistencia individual, alternativas colectivas y decisiones polticas partiendo de la premisa de que un crecimiento infinito no es posible en un planeta que dispone de unos recursos limitados. Este imperativo provoca a su vez nuevos desafos para las prcticas artsticas contemporneas y exposiciones de arte que intentan contribuir a una conciencia crtica, a la comprensin y a la conformacin responsable de de estas transformaciones, y al desarrollo de nuevos modos de produccin de conocimiento y de prcticas educativas. De entre las diversas muestras colectivas que se han dedicado al tema, destacan Ecovention: Current Art to Transform Ecologies, comisariada por Sue Spaid y acogida en el Cincinatti Contemporary Arts Center en 2002 7, Groundworks: Environmental Collaboration in Contemporary Art, comisariada por Grant Kestner y que se present en la Regina Gouger Miller Gallery de la Carnegire Mellon University en 2005, Beyond Green: Toward a Sustainable Art, una exposicin comisariada por Stephanie Smith celebrada entre los aos 2005 y 2006 en el Smart Museum de la Universidad de Chicago, o la octava edicin de la Bienal del Sharjah Still Life: Art, Ecology and The Politics of Change, que tuvo lugar en la Sharjah Art Foundation (Emiratos rabes Unidos) en 2007 y que fue comisariada por Hoor Al-Qasimi y Jack Persekian. Desde pticas muy distintas, los proyectos artsticos que integraron las exposiciones y sus actividades paralelas exploraron diversas lneas de tensin que relacionan lo social, lo poltico y lo cultural con la naturaleza mediante ingeniosas estrategias de intervencin directa que transformaban fsicamente las ecologas locales a travs de procesos creativos y colaborativos, mientras que otras plantearon aproximaciones a la sostenibilidad a travs del diseo industrial, el reciclaje y el activismo comunitario, y mediante la investigacin de carburantes sostenibles y usos alternativos de la Tierra. Otros abordaban una serie de carencias de recursos y de infraestructuras en pases desarrollados y en comunidades urbanas empobrecidas. Como tales, estos proyectos, al decir de T.J. Demos, desarrollan una ecologa poltica que no solo desarticulan el convencionalismo que implica del trmino medio ambiente a la vez que critican la naturalizada asuncin de la

    6 En el cliclo de conferencias Reptes Energtics: present i futur, organizado por el CCCB i la Instituci Catalana de Recerca i Estudis Avanats acogido en el Centre de Cultura Contempornia de Barcelona del 26 al 19 de noviembre de 2013, se exploraron los numerosos retos y interrogantes adems de las mltiples implicaciones geoestratgicas i polticas que plantean nuestra excesiva dependencia del petrleo, los problemas de seguridad de las centrales nucleares y la debilidad de las energas renovables. 7 El alcance y enfoque del proyecto de Spaid fue de tal importancia que una dcada despus sigue constituyendo una rica fuente de referencia. El extensivo catlogo de Ecovention junto a otros muchos proyectos se encuentran disponibles en greenmuseum.org, una plataforma on line que aglutina documentos textuales y visuales relacionados con la prctica y el estudio del arte y la ecologa.

  • sostenibilidad, sino que tambin aborda de manera crtica la divisin desigual de los beneficios y riesgos de los efectos del cambio climtico, y evalan las respuestas creativas dirigidas en contra de la financiarizacin de la naturaleza que promueve el capitalismo neoliberal. T.J. Demos advierte que el peligro reside en una tendencia generalizada a delegar la responsabilidad a la ciencia y a la autoridades gubernamentales lo cual nos hace vulnerables a soluciones forjadas por exclusivos intereses sociales y polticos as como las fuerzas de explotacin comercial que emplean la retrica verde con el objetivo de obtener beneficios econmicos. Y es que convengamos a acordar, como nos propone el autor, que todo lo que sabemos sobre el cambio climtico se lo debemos a las diversas prcticas e instituciones que lo representan. Esto lleva a Demos a afirmar la necesidad de un realismo crtico que rechace ceder la validez de los paradigmas cientficos y que permanezca dedicada a un enfoque analtico del discurso ecolgico como un sistema de representaciones forjado en la interseccin del poder y el conocimiento8. En este sentido, es la exposicin Greenwashing: Environment, Perils, Promises, and Perplexities, comisariado por Latitudes9 e Ilaria Bonacossa y acogido en la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo (Turn) en el ao 2008, que consigue situar las prcticas artsticas contemporneas comprendiendo el complejo debate actual, partiendo de la presuncin de que nuestro entendimiento sobre lo que est en juego es muy reducido. Los 25 artistas seleccionados para la exposicin entre los que destacan Santiago Sierra, Simon Starling, Allora & Calzadilla, Toms Saraceno, Sergio Vega, Tue Greenfort y Amy Balkin, reflejan con sus prcticas una sensibilidad post-ecolgica que desmantela una particular concepcin de la naturaleza como una categora metafsica, romntica o armnica, entendindola como el resultado de factores econmicos, polticos, sociales y culturales. En el texto introductorio a la exposicin, Bonacossa afirma Parece que la terminologa y la agencia acerca del concepto del medio ambiente y la sostenibilidad se han vuelto cada vez ms asimtrico e inmaterial. La compensacin de las emisiones, el transporte de alimentos o food mileage, la deuda de carbono y la huella ecolgica son trminos acuados recientemente. No podemos negar el hecho que los procesos y las prcticas de la industrializacin y globalizacin han inducido a carencias sin precedentes y a abusos del planeta. El ttulo de la exposicin nos avanza uno de los temas abordados crticamente en la exposicin y uno de los problemas ms complejos, invisibles pero ms expandidos de nuestras sociedades contemporneas, como es el del greenwashing, con frecuencia traducido en castellano como ecoblanqueo o lavado verde. Este trmino que se utiliza para hablar de una forma de propaganda que se basa en un uso engaoso del mrqueting verde para promover la percepcin de que los productos de una empresa o las polticas de una organizacin, o gobierno son respetuosas con el medio ambiente y la naturaleza10. Este fenmeno, que vendra a ser una operacin cosmtica con la que se pretende reforzar la responsabilidad corporativa hacia el medio ambiente sin integrarlo en una poltica real, transparente y sincera, representa uno de los mecanismos de apropiacin del sistema capitalista de la crtica ecolgica en beneficio de sus propios intereses. Ante este contexto, la voluntad de desnaturalizar la retrica de la sostenibilidad, preguntndose qu intereses promueve, reconociendo el trmino como profundamente poltico, discutible e ideolgico, constituye el imperativo de los artistas y la teora crtica que reflexiona sobre la ecologa en la actualidad.

    8 Demos, T.J., Politics of Sustainability: Art and Ecology, en Radical Nature: Art and Architecture for a Changing Planet 19692009 (cat. exp.), Francesco Manacorda and Ariella Yedgar (eds.) Londres: Barbican Art Gallery, 2009, p. 18. 9 Latitudes es una oficina comisarial inependiente iniciada en abril de 2005 por Max Andrews y Mariana Cnepa Luna, que trabaja en un contexto internacional desde y en Barcelona. El equipo ha iniciado y desarrollado proyectos de arte contemporneo en asociacin con instituciones colaborando estrechamente con artistas en publicaciones y otros contextos tericos e interpretativos. http://www.lttds.org/about/#espanol 10 Las instituciones del arte participan de este ecoblanqueo con sus programas verdes cuyos proyectos perpetan una concepcin ontolgica de la naturaleza segregada de lo poltico, econmico y social. En Espaa, un buen ejemplo es el CDAN (Centro de Arte y Naturaleza) de Huesca, constituida por una Fundacin Privada y financiada por el Gobierno de Aragn. http://www.cdan.es/cdan-P03.asp?IdNodo=1565

  • Perder el Norte [tentativa #3]17 de julio al 31 de Julio

    Oleoteca Gourmet La Chinata. Carrer dels Angels, 20Barcelona

    MIRALDA BERNARDO OYARZN

    MARA PTQK ESPADA Y MONLEN

    LORENA LOZANO NURIA SANMARTI

    MIQUEL GARCA

    Perder el Norte es una iniciativa autogestionada que se opone a las polticas de representacin hegemnicas, articulada a travs de una serie de actividades discontinuas organizadas desde el beneficio de la periferia,

    que persigue habilitar una perspectiva crtica para imaginar un futuro que no haya sido pactado.

    EQUIPO TENTATIVA #3: Diana Padrn Alonso, Andrea Daz Mattei, Christian M. Alonso y Olga Sureda.

    412257.8 S2 1004.6E por Miquel Garca se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribucin-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

    Basada en una obra en www.perderelnorte.es

  • Perder el Norte [tentativa #3]

    Barcelona 2014