othón salazar - dr. raúl rojas...

282

Upload: lethuy

Post on 19-Sep-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 2: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 3: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Un lugar en la Historia de México

Amparo Ruiz del Castillo

Othón salazar.indd 5Othón salazar.indd 5 14/02/2008 05:52:48 p.m.14/02/2008 05:52:48 p.m.

Page 4: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

Primera edición: 2008

© Amparo Ruiz del Castillo© Plaza y Valdés, S.A. de C.V.

Derechos exclusivos de esta edición reservadospara Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita de los editores.

Plaza y Valdés, S.A. de C.V.Manuel María Contreras 73, colonia San RafaelMéxico, D.F., 06470. Teléfono: 5097 20 [email protected]

Calle de Las Eras 30, B.28670, Villaviciosa de OdónMadrid, España. Teléfono: 91 665 89 [email protected]

ISBN: 978-970-722-XXX-X

Impreso en México / Printed in Mexico

Othón salazar.indd 6Othón salazar.indd 6 14/02/2008 05:52:49 p.m.14/02/2008 05:52:49 p.m.

Page 5: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 6: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 7: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 8: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 9: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

11

Un recorrido por la vida de Othón Salazar, como ser humano,

maestro y político

Amparo Ruiz del Castillo

Sobre Othón Salazar Ramírez y el Movimien-to Revolucionario del Magisterio (MRM), que él encabezó, es posible encontrar muchas re-

ferencias que se incluyen en textos y documen-tos alusivos a las luchas sindicalistas realizadas en México durante la segunda mi tad del siglo pasado. Dichos movimientos marcaron una época en la que se advierte la feroz represión ejercida por el gobier-no federal en contra de luchadores sociales y movi-mientos populares; se manifiesta de este modo que las políticas económicas y educativas instrumenta-das en los sexenios posteriores al cardenismo, así como el creciente autoritarismo de un Estado que

Othón salazar.indd 11Othón salazar.indd 11 14/02/2008 05:52:49 p.m.14/02/2008 05:52:49 p.m.

Page 10: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

12

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

abandonó cada vez con mayor celeridad los postu-lados enarbolados durante la gesta revolucionaria de 1910, han respondido a los intereses de los grupos dominantes.

En consonancia con lo que ocurría en el mundo capitalista, el gobierno mexicano estaba empeña-do en detener el avance de las fuerzas de izquierda, así como de aquello que se conocía como “amenaza comunista” en el transcurso de la Guerra Fría, y no dudó en “aplicar mano dura” en contra de cualquier tipo de oposición o disidencia. Esa fue la época en la que surgió el movimiento magisterial y su líder his-tórico: Othón Salazar Ramírez.

Son múltiples las entrevistas realizadas a este personaje en las que se apuntan datos biográficos así como sus opiniones en torno a temas de política nacional y a la problemática educativa; o acerca de su militancia en el Partido Comunista y en el Parti-do de la Revolución Democrática, su participación como diputado; o bien le solicitan su punto de vista respecto a la situación general del país. También en-contramos referencias a diversos homenajes que se le han rendido por su trayectoria, entre éstos, la con-cesión de la presea Sentimientos de la Nación por parte del Congreso del estado de Guerrero, su tie-rra natal. Sin embargo, no hay un texto que pueda considerarse propiamente biográfico o autobiográfi-co en el que se recojan en conjunto los aspectos fun-

Othón salazar.indd 12Othón salazar.indd 12 14/02/2008 05:52:49 p.m.14/02/2008 05:52:49 p.m.

Page 11: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

13

INTRODUCCIÓN

damentales de la vida del profesor Othón Salazar, como ser humano, maestro y político.

Por ello, nos dimos a la tarea de entrevistarlo para que nos contara sus experiencias más significativas. El primer contacto que tuvimos con él fue el 13 de enero de 2007, en una reunión convocada para la or-ganización de una Tribuna Popular Revolucionaria, a la que asistimos para expresarle nuestro interés en iniciar un diálogo con él sobre su vida, mismo que pretendíamos proponer para su publicación. Nos sorprendió gratamente que, con la enorme sencillez que lo caracteriza, acogiera gustoso nuestra iniciati-va y nos citara al día siguiente, cerca de la Alameda Central de la Ciudad de México, en el Restaurante Colón, lugar al que denomina su “cuartel general“, para iniciar el viaje al pasado no sólo con el propó-sito de conocer la vida personal de este luchador so-cial, sino para recordar un capítulo importante de la historia del magisterio en nuestro país.

Al hablar con este maestro de 83 años de edad, lleno de vitalidad, observa uno cómo se encienden sus ojos y su ánimo al pensar que todavía está en condiciones de aportar ideas para enriquecer lo que él llama la “lucha revolucionaria”. Se ilumina su mi-rada cuando recuerda el modo como nació su pa-sión por la oratoria, cómo preparaba sus discursos desde su estancia en la escuela y lo bien que se sen-tía con el estímulo que le imprimía el reconocimien-

Othón salazar.indd 13Othón salazar.indd 13 14/02/2008 05:52:50 p.m.14/02/2008 05:52:50 p.m.

Page 12: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

14

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

to de sus mayores a su participación, primero como declamador y, más adelante, como orador y dirigen-te de uno de los movimientos más emblemáticos de mediados del Siglo XX.

Son varios los rasgos característicos del maestro Othón, acreedor a homenajes rendidos, por fortuna, todavía en vida y cuyas cualidades son, entre otras: su profunda convicción en la dignidad de la figura del docente y en la trascendencia de su quehacer edu-cativo; la lucidez de su pensamiento; su infatigable lucha por contribuir en la medida de sus posibilida-des a recuperar los ideales de la Revolución Mexica-na; en fin, su vocación como maestro y luchador de izquierda, que perdura hasta nuestros días.

***

Es importante destacar que los argumentos es-grimidos en contra de los movimientos sociales se convierten con el paso de los años en verdaderas consignas que impiden ya no digamos la compren-sión de dichos movimientos, sino al menos contar con elementos suficientes para una amplia discusión y reflexión sobre las razones últimas que impulsan a la movilización de masas primero, a la suspensión de actividades después, e incluso al enfrentamiento físico con los cuerpos policíacos. Todo ello provo-cado por la nula atención a las demandas y nece-

Othón salazar.indd 14Othón salazar.indd 14 14/02/2008 05:52:50 p.m.14/02/2008 05:52:50 p.m.

Page 13: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

15

INTRODUCCIÓN

sidades de las clases trabajadoras por parte de los gobiernos federal y estatales, encargados de orientar y poner en práctica las políticas públicas que debe-rían, supuestamente, promover el desarrollo econó-mico, social y político del país.

Tales argumentos en contra de los luchadores y los movimientos sociales, han colocado en primer lugar el “daño” que causan los participantes en di-chos movimientos ya sea a la economía por el paro de actividades, a la vialidad por el cierre de calles, y a la “paz social y el orden público”. No se recono-ce que esas movilizaciones buscan defender el res-peto de los derechos legítimos de los trabajadores y de las cada vez más numerosas masas de exclui-dos, vulnerados por los grupos de poder. En suma, a quienes se oponen a las medidas de expoliación ejercidas por los gobiernos en contubernio con los grandes capitalistas, se les califica de “facinerosos, alborotadores, violentos”, y en múltiples ocasiones, como lo demuestra la historia, se les procesa como delincuentes y se les acusa de “disolución social”.

El movimiento magisterial y Othón Salazar, uno de sus protagonistas más emblemáticos, no son la excepción. En los medios de información de la épo-ca se enfatizó “el daño provocado a los niños que se quedan sin clases” y las ulteriores “consecuencias negativas” de la suspensión de actividades −por par-te de los maestros integrantes del Movimiento Re-

Othón salazar.indd 15Othón salazar.indd 15 14/02/2008 05:52:50 p.m.14/02/2008 05:52:50 p.m.

Page 14: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

16

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

volucionario del Magisterio− sobre, lo que hoy se denomina, la calidad de la educación. Dichas opi-niones publicadas en la prensa nacional, entre mu-chas otras que resultaban francamente ofensivas, son en algunas ocasiones una prueba fehaciente del control ejercido por el gobierno sobre los medios de información; en otras se presentan como si se trata-ra de expresiones “independientes”, cuyos juicios al servicio del poder en turno se encubren en discursos inflamados de “preocupación” por la infancia y el futuro del país, agraviados por las exigencias “irra-cionales” de un puñado de inconformes y alborota-dores que sólo buscan “beneficios personales”.

La represión a la que fue sometido el movimien-to magisterial es una muestra del modo como se ani-quilaron los movimientos sindicalistas en México. Si se revisa la historia de éstos, podrá verificarse cómo, una tras otra, el gobierno en turno, con ar-gumentos “legales” o extra legales, infligió derrotas y descalabros a todos los intentos de emancipación obrera y campesina; se verá también cómo desde el poder se aplastaron las luchas por independizarse de la cada vez más fuerte burocracia sindical al servi-cio del aparato gubernamental y de los dueños del capital.

Es irritante observar la forma en que a medida que se pierden derechos y se deteriora el poder ad-quisitivo del salario de los trabajadores urbanos y

Othón salazar.indd 16Othón salazar.indd 16 14/02/2008 05:52:50 p.m.14/02/2008 05:52:50 p.m.

Page 15: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

17

INTRODUCCIÓN

rurales, se incrementan las ganancias y los procesos de acumulación capitalista. Por ello, consideramos importante recuperar la memoria viva del profesor Othón Salazar, en especial porque en la actualidad miles de maestras y maestros y es posible que mu-chos sectores de obreros, de trabajadores en general, de padres de familia e incluso de estudiantes, desco-nozcan o miren como naturales algunos derechos de los trabajadores, cuya conquista costó sangre, y en las luchas por tal empeño estaba Othón.

Aquellas demandas y conquistas que movilizaron a miles de maestros, trabajadores, estudiantes y pa-dres de familia, sufren hoy un retroceso inimagina-ble. De este modo se deja de reconocer la jubilación a los 30 años de servicio, sin límite de edad; el dere-cho a servicios médicos y a una pensión digna; el in-cremento salarial acorde con el aumento en el costo de la vida; el derecho inalienable a la educación, en-tre otros, que son, poco a poco, anulados. Lo anterior aunado, desde luego, a la demanda por la democra-cia sindical, una de las banderas del MRM, cuyos im-pulsores fueron brutalmente reprimidos para acallar cualquier intento de organización y protesta. Todo ello sin mencionar los aspectos relativos a la con-ducción de la vida política, social y educativa del país, acorde con el modelo neoliberal que beneficia sólo a una minoría.

Othón salazar.indd 17Othón salazar.indd 17 14/02/2008 05:52:50 p.m.14/02/2008 05:52:50 p.m.

Page 16: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

18

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Durante la segunda mitad de la década del 40 del siglo pasado, el gobierno federal reprimió a los pe-troleros, ferrocarrileros, telegrafistas, mineros. El movimiento magisterial significó, por tanto, una embestida en contra del charrismo sindical ya ins-taurado con fuerza para mediados de los años 50 y reavivó los conflictos laborales reprimidos una dé-cada atrás. De manera que a partir de 1956, cuando se inicia la movilización magisterial, pasando por el encarcelamiento de sus líderes en 1958 y la ulterior derrota de los maestros en 1960, el gobierno fede-ral y los charros sindicales se abocaron a reprimir brutalmente a los maestros, a desconocer a los diri-gentes democráticamente elegidos y a acabar, final-mente, con la disidencia en las filas del SNTE.

De tal modo que la aspiración por un sindicalis-mo independiente que velara efectivamente por los derechos de los trabajadores se hizo prácticamente imposible a partir del enorme poder gubernamental ejercido no sólo a través de la represión brutal y di-recta, sino mediante el contubernio con líderes co-rruptos, la permanencia vitalicia de los charros en la política nacional, las sistemáticas provocaciones en contra de la disidencia, la retención de salarios, así como el uso de la prensa como instrumento funda-mental de tergiversación de la realidad y despresti-gio hacia los verdaderos dirigentes del magisterio.

Othón salazar.indd 18Othón salazar.indd 18 14/02/2008 05:52:50 p.m.14/02/2008 05:52:50 p.m.

Page 17: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

19

INTRODUCCIÓN

Los nombres de “maestros” y burócratas que des-de los comités seccionales instigaron en contra del movimiento magisterial, específicamente en tiem-pos del MRM, formaban parte de la cúpula del SNTE, o firmaron desplegados de apoyo a las medidas re-presivas que dicho sindicato corrupto y el gobier-no federal aplicaron en contra de los maestros; tales personas ocuparon espacios relevantes en las filas del priísmo a lo largo de varias décadas: Enrique Olivares Santana, Édgar Robledo Santiago, Jesús Robles Martínez, Manuel Sánchez Vite, entre mu-chos otros, que más tarde se convertirían en diputa-dos, senadores, gobernadores; todos al servicio del partido en el poder y sirviéndose también de éste.

Luego de las grandes movilizaciones y conquis-tas de los años anteriores, el magisterio es derrota-do en 1960; miles de trabajadores ferrocarrileros, telegrafistas, entre otros, habían sido ya despedi-dos y algunos de sus líderes estaban encarcelados. También miles de maestros fueron suspendidos en sus derechos, perdieron el empleo, los sometieron a la difamación y el vituperio; se desconocieron sus triunfos sindicales y se consolidó el charrismo; me-diante la lucha por la restitución de sus plazas, mu-chos maestros fueron reinstalados. No fue el caso de Othón Salazar Ramírez, quien el 21 de julio de 1960 fue puesto a disposición de la Dirección General de Educación Primaria, “por haber faltado a sus labo-

Othón salazar.indd 19Othón salazar.indd 19 14/02/2008 05:52:50 p.m.14/02/2008 05:52:50 p.m.

Page 18: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

20

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

res el día de hoy”, y se le indica que deberá presen-tarse a “recibir órdenes”. Nunca más pudo ejercer la docencia desde las aulas, aunque jamás dejó de ser maestro, por su vocación de servicio y su compro-miso de enseñar con el ejemplo a las nuevas genera-ciones para lograr la democracia social y sindical.

***

Toca a Othón Salazar formarse en sus primeros años bajo la influencia de maestros reclutados por el impulso revolucionario para educar a una población mayoritariamente analfabeta. De ahí su profundo arraigo a los postulados sociales y de reivindicación de los derechos fundamentales emanados de la lu-cha revolucionaria y, muy especialmente, de la edu-cación socialista que se encontraba viva a fines de la década del 30 del siglo XX.

Asimismo, está presente su compromiso funda-mental con los problemas sociales, la cercanía con la comunidad a la que se deben los maestros, así como el papel que juegan como auxiliares e incluso voce-ros de la población pobre de este país, para plantear sus demandas sociales, económicas y políticas. Le toca vivir también el periodo en el que la educación se constituye como base fundamental para mejorar de las condiciones de vida de la población, particu-larmente de los sectores populares.

Othón salazar.indd 20Othón salazar.indd 20 14/02/2008 05:52:50 p.m.14/02/2008 05:52:50 p.m.

Page 19: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

21

INTRODUCCIÓN

Respecto a la importancia de los maestros sobre la vida de sus alumnos, habla Othón Salazar a partir, desde luego, de su propia experiencia marcada por la huella que las palabras y el ejemplo de sus mento-res dejaron en su espíritu, en su formación e ideales, así como en el cambio de rumbo que tuvo su vida. Benito, Marina, Modesto, entre muchos otros, con-tribuyeron a templar su ánimo, a moldear su espíri-tu y a que emergiera su personalidad. Como dirían los grandes educadores, la función del maestro no es formar, sino invocar; dar los elementos y la oportu-nidad para que los niños, los jóvenes, los estudiantes todos, encuentren el camino para que aflore su po-tencial intelectual, sus capacidades, su entusiasmo por la vida y el estudio.

Como ha ocurrido con otros personajes de la his-toria, la vocación magisterial de Othón Salazar es-tuvo primero orientada hacia el sacerdocio, tanto porque éste representaba la oportunidad de acudir a la escuela y labrarse un porvenir, como porque ad-miraba la dignidad y prestancia con que se movían el obispo y el cura de su pueblo. Esto acrecentaba el deseo ferviente de vestir sotana negra y desenvol-verse con la misma soltura.

Puede decirse, entonces, que otra influencia par-ticularmente importante en su vida y su ulterior de-sarrollo como orador lo constituye la imagen viva del cura, a quien Othón admira precisamente por su

Othón salazar.indd 21Othón salazar.indd 21 14/02/2008 05:52:51 p.m.14/02/2008 05:52:51 p.m.

Page 20: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

22

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

facilidad de palabra y a quien, a hurtadillas, emulaba cuando no había feligreses. Es desde el púlpito, en la iglesia vacía, donde el líder magisterial en ciernes se dirige a la gente, a un público imaginario a quien en principio no le lanza exhortaciones o consignas po-líticas, sino poesías aprendidas en la escuela. Todas ellas impregnadas de amor patriótico y alusivas a la conmemoración de fiestas cívicas o de héroes de la historia nacional.

En una frase resume el maestro lo que puede con-siderarse una definición de sí mismo: “Soy un mexi-cano que se acuesta temprano con la revolución y se despierta pensando en la lucha revolucionaria; todos los días −continúa− estoy ligado al sueño de la nue-va revolución que México necesita. Incluso en los momentos y actividades que no se ven públicamen-te, yo he estado en la medida de mis fuerzas, hacien-do algo por la lucha revolucionaria. Me preparo en los libros, escribo, doy conferencias, me reúno con indígenas y campesinos; todo ello con miras a trans-formar la realidad de miseria que agobia a nuestro pueblo”.

Desde diversos espacios −como estudiante, maes-tro, militante de partidos políticos− ha participado en acciones que han contribuido a mirar de forma distinta las responsabilidades asumidas para trans-formar el país. Se opuso, apenas con un puñado de maestros, a las pretensiones reeleccionistas de un

Othón salazar.indd 22Othón salazar.indd 22 14/02/2008 05:52:51 p.m.14/02/2008 05:52:51 p.m.

Page 21: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

23

INTRODUCCIÓN

presidente de la República; luego de una huelga rea-lizada en la Normal Superior consiguió, junto con sus compañeros de lucha, que se fundara la Escue-la Secundaria Anexa a la Normal; fue preso político por encabezar el movimiento magisterial más impor-tante de mediados del siglo pasado; como miembro del PC fue presidente municipal de su pueblo natal, y diputado federal en dos ocasiones, la segunda por parte del PRD. Cesado como profesor hace casi cin-cuenta años, su vida permanece unida a lo que deno-mina la lucha revolucionaria.

Luchador incansable, el profesor Othón Salazar trabaja actualmente en la organización de una Co-rriente Sindical Revolucionaria y en la conjugación de esfuerzos realizados por los movimientos revolu-cionarios del pueblo, con el fin de elaborar un pro-grama en el que se recojan los graves problemas que hoy vive la población y movilice a todos aquellos que buscan la transformación del país. Ha recorri-do parte del territorio nacional −sobre todo el centro y sur− con dicho propósito, estableciendo contac-to con las comunidades campesinas e indígenas, así como con una multitud de maestros e integrantes de movimientos sociales.

Le preocupa enormemente lo que denomina el quiebre de los valores educativos y revolucionarios, el creciente individualismo y mezquindad recrude-cidos en la sociedad capitalista neoliberal; el auto-

Othón salazar.indd 23Othón salazar.indd 23 14/02/2008 05:52:51 p.m.14/02/2008 05:52:51 p.m.

Page 22: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

24

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

ritarismo, impunidad y corrupción imperantes en prácticamente todos los niveles del gobierno e ino-culados en amplios sectores de la sociedad.

Por tanto, considera que es imprescindible rea-lizar un gran esfuerzo para la formación de nuevas generaciones capaces de recuperar y hacer efecti-vos los postulados de la Revolución de 1910, con las modificaciones pertinentes que reclama la situa-ción actual de la sociedad mexicana. Cree, asimis-mo, que los maestros requieren de una formación teórica sólida indispensable, con claridad política, y con capacidad para analizar y proponer nuevas for-mas de organización que resuelvan las contradiccio-nes existentes entre la producción económica y la apropiación individual de la riqueza basada en la ex-plotación de los más necesitados.

Firmemente convencido del potencial transfor-mador de la educación y el lugar que deben ocupar los docentes en este proceso, Othón Salazar trabaja también para dignificar la figura del maestro, recu-perar el conocimiento de la historia, el rescate de la geografía nacional, así como el sentido de pertenen-cia y orgullo de ser mexicano.

Othón salazar.indd 24Othón salazar.indd 24 14/02/2008 05:52:51 p.m.14/02/2008 05:52:51 p.m.

Page 23: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

25

INTRODUCCIÓN

Metodología de trabajo, de investigación y de exposición

Elaboramos este trabajo, fundamentalmente, con base en: 1) entrevistas con el profesor Othón Sa-lazar Ramírez, 2) el rescate de documentos, algu-nos de los cuales me fueron proporcionados por él mismo, así como 3) la información que se buscó en bibliotecas, archivos y documentos de la época en donde quedó registrado el papel jugado por el Movi-miento Revolucionario del Magisterio. Ello nos per-mitió acercarnos también al conocimiento sobre la presencia pública de nuestro entrevistado y plantear las líneas generales sobre las cuales tratamos de re-construir la vida de este luchador social, punto de referencia obligado cuando se revisa la historia de nuestro país, particularmente la correspondiente a los movimientos sociales vividos en la segunda mi-tad del siglo XX.

En tanto que no hubo un cuestionario formal, sino que nos guiamos por entrevistas semi estructuradas, procuramos no interferir en sus reflexiones, ni dar nuestro punto de vista respecto a los asuntos abor-dados; tampoco generamos polémica sobre sus afir-maciones; procuramos hacer referencia a temas o información recabada sólo para ampliar sus recuer-dos. Con el propósito de no dejarnos llevar por la subjetividad −aunque reconocemos la presencia de

Othón salazar.indd 25Othón salazar.indd 25 14/02/2008 05:52:51 p.m.14/02/2008 05:52:51 p.m.

Page 24: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

26

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

ésta−, tanto del entrevistado como de la entrevista-dora, buscamos que las preguntas motivaran algu-nas reflexiones sobre el entorno histórico en el que se desenvolvieron los acontecimientos relatados, así como la propia vida de nuestro protagonista; del mis-mo modo, pretendimos que dicha ubicación históri-ca incorporara elementos de valoración y autocrítica tanto de las acciones que realizó como dirigente ma-gisterial, presidente municipal, y diputado −en ge-neral sobre su presencia pública−, como de aquellos aspectos de su vida personal que le resultaban sig-nificativos.

En consecuencia, el profesor Othón pudo trasla-darse de un tema a otro, de un recuerdo a otro y tuvo la oportunidad de hablar libremente sobre temas y asuntos de su interés. Procuramos también transmi-tir confianza y respeto al entrevistado; que se sintie-ra cómodo y que las reuniones no rebasaran las dos horas, aunque en ocasiones nos extendimos un poco más, ya que hicimos algunos recorridos por la Es-cuela Normal, el Zócalo capitalino, la calle de Ma-dero, el restaurante cercano al Club de Periodistas, en fin, por sitios que le provocaron remembranzas y en los cuales se desarrollaron acciones relevantes.

El manejo de la información comprendió varios momentos:

Othón salazar.indd 26Othón salazar.indd 26 14/02/2008 05:52:51 p.m.14/02/2008 05:52:51 p.m.

Page 25: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

27

INTRODUCCIÓN

1) En primer lugar transcribimos literalmente las entrevistas tal como se fueron desarrollan-do; 2) Posteriormente se organizó por temas el contenido de las mismas, en un intento por conseguir un orden cronológico y temático;

3) Se elaboró una versión con base en la clasifica-ción temática, para tener claridad en la presen-tación de los acontecimientos, y

4) Trabajamos en un estilo narrativo en primera persona con el fin de que fuera Othón Sala-zar, en su propia voz, quien fuera relatando los acontecimientos.

5) Por último, le entregamos a nuestro entrevis-tado un borrador para que hiciera anotaciones, corrigiera nombres, datos o fechas, y revisara la claridad expositiva, así como la precisión y fidelidad con sus palabras, respetando siempre su estilo para narrar los hechos.

Con el propósito de evitar, en la medida de lo po-sible, la monotonía que puede manifestarse en una presentación lineal cuando se hacen los relatos de vida, buscamos recorrer el camino de su memoria en forma de “vaivén”, en el que no empezáramos con la infancia, hasta llegar a la vida adulta, sino intercalar los recuerdos y acontecimientos. Por ello, iniciamos esta obra con la parte que el profesor Salazar consi-dera una de las más significativas en su existencia:

Othón salazar.indd 27Othón salazar.indd 27 14/02/2008 05:52:51 p.m.14/02/2008 05:52:51 p.m.

Page 26: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

28

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

la constitución del Movimiento Revolucionario del Magisterio.

Es muy difícil enunciar en unas cuantas líneas el trabajo realizado para elaborar esta historia del líder histórico del magisterio. Más difícil aún es incluir, en el breve espacio que comprende este libro, la vida entera de este luchador social que se ha mantenido activo a lo largo de más de sesenta años. Sin em-bargo, lo más complicado ha sido dejar testimonio escrito de su postura corporal, sus expresiones, la in-flexión de su voz y la mirada que Othón proyectaba cuando hacía referencia a los pasajes de su vida.

Quede, pues, el presente texto como un primer acercamiento a los recuerdos de Othón Salazar Ra-mírez con la alegría que nos provoca haber tenido la oportunidad de hacerle preguntas cuando aún se mantiene activo, de hurgar en su propia memoria, en su interpretación de los hechos y del momento histórico que le tocó vivir. Tarea especialmente gra-tificante porque este 2008, se cumplen 50 años del Movimiento Revolucionario del Magisterio, cuyo líder histórico es nuestro protagonista.

Concluyo estas líneas con un enorme agradeci-miento a la generosidad con la que Othón, como desde el principio me pidió que lo llamara, acogió la idea de escribir sobre su vida. Las conversaciones que sostuvimos a lo largo de este proceso estuvieron colmadas no sólo de sus recuerdos, sino de calidez

Othón salazar.indd 28Othón salazar.indd 28 14/02/2008 05:52:51 p.m.14/02/2008 05:52:51 p.m.

Page 27: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

29

INTRODUCCIÓN

en el trato, modestia y sabiduría, así como de su ge-nerosidad al proporcionarme documentos y algunas fotografías que incluimos en este trabajo.

Agradezco también el apoyo incondicional que recibí de Raúl, Minerva y Sofía, mi familia, para concluir este texto: me cobijaron con su amor, me oyeron contarles la historia, me leyeron, me co-rrigieron. Sofía me apoyó con sus conocimientos profesionales a buscar información y fotografiar do-cumentos.

Asimismo, doy las gracias al filósofo Yasser Martínez Tapia, quien colaboró en este trabajo para realizar su servicio social; cumplió con entusiasmo sus tareas, transcribió las entrevistas, buscó en bi-bliotecas, hemerotecas y consiguió libros.

Por último, esperamos que las personas que lean esta obra queden motivadas para difundirla y con-tribuir así a que las nuevas generaciones conozcan, aunque sea mínimamente, parte de la historia de nuestro país, de los movimientos sociales que lo han sacudido y se convenzan de la necesidad de defen-der lo que todavía nos queda.

Amparo Ruiz del CastilloFebrero de 2008

Othón salazar.indd 29Othón salazar.indd 29 14/02/2008 05:52:52 p.m.14/02/2008 05:52:52 p.m.

Page 28: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

31

Capítulo I“Othón Salazar es enemigo del gobierno y como tal será tratado”.

Donato Miranda Fonseca, secretario de la Presidencia durante el gobierno de Adolfo López Mateos.

Mi detención, como si arrojaran fuego a la hoguera

A lo largo de mi vida me he enfrentado varias veces con la muerte. Tanto de niño como en mi primera juventud viví en peligro deriva-

do de las precarias condiciones de existencia, no sólo mías sino de todos los miembros de mi comunidad. Como adulto y dirigente del movimiento magisterial fui encarcelado y acechado permanentemente por el poder, secuestrado y amenazado de muerte en varias ocasiones. Por diversas razones, hasta hoy le he ga-nado la partida. Mi salud física es inmejorable y to-

Othón salazar.indd 31Othón salazar.indd 31 14/02/2008 05:52:52 p.m.14/02/2008 05:52:52 p.m.

Page 29: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

32

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

dos los días estoy empeñado en contribuir con mi granito de arena para mejorar la vida de las mayo-rías pobres de nuestro país. Así, quien me tiene mie-do es la muerte, no yo.

No me son ajenos calificativos que pretendieron en su momento disminuir mi presencia y crédito pú-blico. En múltiples ocasiones los personeros del po-der han buscado aniquilar la disidencia y conducirla por los cauces marcados por los intereses de las mi-norías dominantes. Éstas siempre han estado aten-tas al mandato del dinero y coludidas con los viejos y nuevos políticos, han defraudado la confianza de los grupos sociales, al tiempo que persiguen, casti-gan y tratan de corromper a quienes luchan por la justicia.

Me señalaron como un inadaptado social, comu-nista recalcitrante, idealista; fui encarcelado por los delitos de disolución social, coalición de funciona-rios y resistencia de particulares. Me llevaron ama-rrado, vendado, y a las tres de la mañana me hicieron una pregunta, mientras sostenían una pistola sobre mi sien:

¿Cuántos rublos le manda la Unión Soviética para sostener este movimiento?

Ningún rublo ni nada −les contesté−, es el magis-terio el que costea la lucha de punta a punta. Ante mi respuesta, fueron, poco a poco, retirando la pistola.

Othón salazar.indd 32Othón salazar.indd 32 14/02/2008 05:52:52 p.m.14/02/2008 05:52:52 p.m.

Page 30: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

33

CAPÍTULO I

Me mantuvieron vendado durante cinco días. Nunca, en las peores condiciones, recibí un golpe, salvo en el momento de la detención que me saca-ron a empujones de mi casa. Otra cosa sería mentir. Lo que sí recibí fue tortura psicológica: amenazas de muerte contra mi mujer y mi hijo. Pero a mí no me tocaron.

Díaz Ordaz me amenazó a gritos cuando era Ofi-cial Mayor de la Secretaría de Gobernación durante el régimen de Adolfo Ruiz Cortines, porque yo fui a decirle el 5 de septiembre de 1958, que al día si-guiente íbamos a realizar una gran manifestación. Cuando hablamos me trató con la punta del pie. Luego de despedirnos, ya estaba yo a una distancia de diez metros cuando me gritó:

¡Oiga, no se le olvide, el gobierno brinca las tran-cas tan altas como se las pongan!

Entonces me retiré sabiendo que al día siguien-te algo pasaría. Y así fue, me aprehendieron el 6 de septiembre en mi casa de Cedro 48, en la Ciudad de México. Entró la policía y atropelló a mi hijito de nueve meses de edad, quien ya no vive ahora. Es-tuve detenido tres meses menos un día. En cuanto a lo de mi hijo, yo creo que atropellaron a mi mu-jer, que lo traía en los brazos, y en eso algún movi-miento torpe de los policías provocó que le pegaran al bebé en la frente. A los once años comenzó a te-

Othón salazar.indd 33Othón salazar.indd 33 14/02/2008 05:52:52 p.m.14/02/2008 05:52:52 p.m.

Page 31: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

34

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

ner problemas graves con su vista, hasta que la per-dió por completo.

Me detuvieron a las diez de la mañana. Estába-mos mi hijo Othón, el mayor, mi suegra, mi suegro, mi esposa y yo. Entraron tres personas a aprehen-derme. De ahí me llevaron al muladar de la delega-ción de Tláhuac. En ese lugar pasé la primera noche y ya no supe más. Todos los días me cambiaban. A los cinco días me trasladaron cerca del Monumen-to a la Revolución, donde estaba la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal. El 9 de septiembre ya estaba ingresado en la cárcel de Lecumberri, decla-rado formalmente preso y sin derecho a fianza.

¡Qué ganancia! Ya vivo, tengo asegurada mi exis-tencia, pensé en ese momento, pues llegar al penal significó para mí cierta seguridad para conservar la vida.

Mujeres y hombres me recibieron con cara de quererme comer. Me mandaron a la celda, sólo con una camisa cubierta de puntos rojos de la sangre provocada por las picaduras de zancudos que abun-daban en los muladares donde me tuvieron deteni-do antes de llegar a la cárcel. Así llegué a la celda, sin sábanas ni nada, sólo había una litera. Hasta que se acercó un individuo que trabajaba de policía den-tro del penal.

Maestro, me dijo, usted no tiene por qué estar acá, ¿en qué puedo servirle?

Othón salazar.indd 34Othón salazar.indd 34 14/02/2008 05:52:52 p.m.14/02/2008 05:52:52 p.m.

Page 32: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

35

CAPÍTULO I

Yo le veía el uniforme y dudaba. Para ganar mi confianza, afirmó que fue soldado del General Villa.

Vea usted a mi familia, le pedí, que me mande una cobija. Al día siguiente ya estaba la cobija; en-tonces pude confiar en él.

Mi celda era la circular número dos, considerada de privilegio: la compartía con el estrangulador de mujeres Sobera de la Flor.

Otito, me decía, ya enajenado: ¡dame uno! As-piraba con fuerza el cigarro que le brindaba y poco después lo dejaba, sin fumárselo completo.

También estaba Paco Sierra, esposo de Esperan-za Iris, acusado de un delito que él aseguraba no ha-ber cometido.

¡Pórtate bien con este hombre, porque si no aca-bo contigo!, le decía Paco al peculiar personaje que nos acompañaba.

Las visitas que comencé a recibir me levantaron el ánimo, especialmente porque los primeros días ignoraba dónde estaba; después la realidad de mi re-clusión fue haciéndose presente. Mi madre Higinia Ramírez y mi papá Daniel Salazar fueron los prime-ros en verme. Ellos no estaban contentos ni mucho menos, pero me motivaron a seguir adelante. Tam-bién eso me fortalecía, así como la visita de Araceli, mi esposa, que a diario iba a verme.

En aquella época fumaba compulsivamente, uno tras otro; mis compañeros lo sabían y me llevaban ci-

Othón salazar.indd 35Othón salazar.indd 35 14/02/2008 05:52:52 p.m.14/02/2008 05:52:52 p.m.

Page 33: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

36

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

garros. Los presos también lo sabían, entonces iban a pedirme y yo se los daba. Cada domingo había un montón de pollos rostizados para comer porque casi todo mundo me los llevaba los días de visita; yo los compartía con los presos y ellos estaban contentos por eso.

Qué gusto nos da, maestro, pero ahora ¿quién nos va a dar pollo?, así me dijeron cuando me informa-ron que iban a dejarme en libertad.

Recuerdo que el mismo día de mi detención la gente lo supo y se lanzaron a la calle en protes-ta. Tres compañeros más de la dirigencia del Mo-vimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), entre cientos de militantes, estaban detenidos: Ve-nancio Zamudio Cruz, vive todavía; Nicolás García Abad, está bajo tierra en Cuernavaca; Encarnación Pérez Rivera, también fallecido. La batalla de los maestros contra los granaderos y policías duró de las once de la mañana a las tres de la mañana del día siguiente. Pero hubo una maestra −no supe nun-ca su nombre − que se subió al primer piso de una casa, por el rumbo de Buenavista, y desde ahí arrojó una piedra porque no encontraba otra forma de de-fenderse y logró herir a un policía. La lucha, como siempre ocurre en estos casos, era muy desigual. No obstante, la resistencia de los maestros y padres de familia duró mucho tiempo.

Othón salazar.indd 36Othón salazar.indd 36 14/02/2008 05:52:52 p.m.14/02/2008 05:52:52 p.m.

Page 34: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

37

CAPÍTULO I

Tres meses después, una pequeña comisión de profesores me recibió cuando salí de la cárcel, por-que me sacaron muy temprano sin decirle nada a nadie. Apenas y se supo que yo estaba afuera, nos fuimos a la Sección XVI del Sindicato de Ferroca-rrileros; ahí fue mi primera entrevista de prensa y mi primer mitin con los compañeros.

Qué hará usted de aquí en adelante, me preguntó un periodista.

¡Seguiré peleando!, le contesté. Durante muchos años permanecí alerta ante cual-

quier circunstancia, como si dijéramos que dormía con la navaja afilada.

Con López Mateos nunca hablé. Él acordó mi li-bertad a los seis días de haber tomado posesión como presidente de la República (diciembre de 1958), pero si bien su gobierno iniciaba con la liberación nuestra, a lo largo de su mandato se sucedieron, cada vez con mayor violencia, la represión, los despidos masivos y el encarcelamiento de los opositores; la detención de Valentín Campa y Demetrio Vallejo, los líderes del movimiento ferrocarrilero, a quienes mantuvie-ron presos más de diez años, son ejemplo ilustrativo de ello. La explicación que me doy es ésta: cuando los aprehendieron a ellos el movimiento de masas estaba prácticamente en el suelo; cuando yo caí, a finales del gobierno ruizcortinista, fue como si arrojaran gasolina a la hoguera, principalmente por

Othón salazar.indd 37Othón salazar.indd 37 14/02/2008 05:52:53 p.m.14/02/2008 05:52:53 p.m.

Page 35: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

38

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

la coyuntura del cambio de gobierno. Sin embargo, esos tres meses para mí fueron una eternidad.

Miles de profesores, médicos, ferrocarrileros, te-legrafistas, petroleros y otros luchadores sociales fueron brutalmente reprimidos por el gobierno fede-ral. Se realizaron asesinatos deleznables como el de Rubén Jaramillo y su familia, en el estado de More-los. La represión continuó en los regímenes siguien-tes: Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, los estudiantes del movimiento del 68 y muchos otros luchadores sociales encabezan la lista de quienes han sido víc-timas de los crímenes impunes cometidos por el po-der y que fueron reprimidos porque, de un modo u otro, buscaban mejorar las condiciones de vida de las grandes mayorías de nuestro país cada vez más empobrecidas. Han sido éstas, hasta hace poco tiem-po, las represiones masivas más feroces registradas por la historia en contra de los movimientos sociales y políticos en México.

Alrededor de año y medio después de que aban-donamos la cárcel de Lecumberri, Encarnación Pérez Rivera deserta del movimiento; lamentable-mente, hablaron con él y con dos o tres compañeros más, no recuerdo sus nombres. Alguien del sindica-to los llamó a colaborar con éste, el Sindicato Nacio-nal de Trabajadores de la Educación (SNTE), bajo el argumento de que desde adentro se podría transfor-mar algo, y abandonó el movimiento con dos o tres

Othón salazar.indd 38Othón salazar.indd 38 14/02/2008 05:52:53 p.m.14/02/2008 05:52:53 p.m.

Page 36: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

39

CAPÍTULO I

compañeros que habían realizado un trabajo signifi-cativo; creo que existe algún documento por ahí. Al quedarme sólo con unos tres o cuatro compañeros del cuerpo directivo, lo que se requería era la reor-ganización del mismo; así lo hicimos y se vino lue-go la relación de enfrentamiento con Encarnación y con el grupo que se fue con él.

Me sentí traicionado. No justificaron su salida, yo creo que hubo −no sé, no puedo atreverme a decir nada− algún estímulo por parte de quienes se acer-caron a él, porque nos pareció un golpe de hielo que ocurriera una deserción nada menos que de parte de integrantes de la dirección del movimiento. A par-tir de ahí se establecieron unas relaciones muy ten-sas. Se me hacía increíble que se fuera después de la lucha que habíamos compartido y de los grandes sentimientos que Encarnación entregó a los maes-tros. Yo recuerdo que en su declaración de deserto-res destacaban mucho que yo era un caudillo, o sea, yo entendí como que había ya envidias y celos polí-ticos. Nunca hablé con él al respecto. Me dicen, pero no estoy seguro, que ya falleció.

No obstante que nunca me creí un caudillo, la psi-cología de las masas es así. Se forman caudillos has-ta el cielo. Cuando tomamos la SEP, por ejemplo, había tenderos de los negocios de las calles de Re-pública de Argentina que cerraban para ir a escuchar mis discursos; era por eso natural que llamara tan-

Othón salazar.indd 39Othón salazar.indd 39 14/02/2008 05:52:53 p.m.14/02/2008 05:52:53 p.m.

Page 37: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

40

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

to la atención. Realizamos una acción insólita en la historia de México hasta entonces: no sólo nos ma-nifestamos en contra del régimen de corrupción im-perante, sino que tomamos una secretaría de Estado. Eso se valoraba, había gente que lo valoraba aun-que, claro, está la prensa que se nos vino encima. Hubo periódicos, como Zócalo, que me dedicaban ocho columnas ofensivas. Sin embargo, había tam-bién manifestaciones de afecto; estaba yo acostum-brado al cariño por ríos, de modo que cuando eso cambió, fue muy sensible para mí.

¿Qué teníamos que agradecerle al presi-dente?

Debo decir, asimismo, que también me ha acom-pañado la solidaridad de la gente, el respeto de miles de compañeros de lucha, de mucha firme-za, de mucha lealtad como Gabriel Pérez Rive-ro (hermano de Encarnación), una de las grandes inteligencias del Movimiento Revolucionario del Magisterio, que fue electo como secretario general en el Congreso de masas del MRM, de la Sección IX; en el que no se pudo ratificar mi designación por votación unánime que había obtenido meses atrás, porque estaba preso; me enteré por la radio

Othón salazar.indd 40Othón salazar.indd 40 14/02/2008 05:52:53 p.m.14/02/2008 05:52:53 p.m.

Page 38: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

41

CAPÍTULO I

del triunfo de Gabriel, a las dos de la madrugada, en mi celda de Lecumberri.

Están también otras compañeras, como la edu-cadora Luz Hernández Ruiz, de una lealtad a toda prueba; la maestra Gracia Rojas, recién desapareci-da, que era una verdadera soldadera del Movimien-to; Alejandro Ugalde, de una lealtad íntegra, que me ha acompañado muchas veces compartiendo los nuevos esfuerzos de organización que estamos reali-zando. Hay como unas cuarenta o cincuenta gentes, hombres y mujeres, de una firmeza grande, Beatriz Rosete es una de ellas.

Cuando el Movimiento Revolucionario del Ma-gisterio estaba en auge, muchas compañeras maes-tras que tuvieron hijos los llamaron Othón, incluso me dijeron que hay una Othona, pero no lo he con-firmado. Había maestras muy valientes que fueron presionadas por sus esposos con palabras como és-tas: “Conmigo o la lucha”; hubo varios matrimonios que se rompieron. Otras estuvieron con todo y espo-so. Aurorita, estaba jovencita, rompió con su mari-do y hasta la fecha sigue en la lucha. También hubo maestras que llevaron a sus hijitos a que de niños escucharan mis discursos en la SEP, y ahora son li-cenciados, son médicos, pero eran niños cuando los llevaban allá a Educación.

Yo nunca llevé a Othón porque tenía pocos meses de nacido. Después sí lo llevé a alguna asamblea,

Othón salazar.indd 41Othón salazar.indd 41 14/02/2008 05:52:53 p.m.14/02/2008 05:52:53 p.m.

Page 39: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

42

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

pero muy eventualmente. Había una razón: yo era perseguido, yo era reprimido y no quería exponer a mi familia. En eso de las persecuciones, yo temía perder la vida. Había momentos de una persecución verdaderamente cruel, con armas y todo. Otras ac-ciones eran de vigilancia, simplemente, pero esa persecución duró años. Tengo noticias de que mi ex-pediente en el Archivo General de la Nación es una cosa impresionante. Por ejemplo, la policía repor-ta dónde estuve hoy, qué hice, qué dije. Quién sabe cómo le harían, pero ahí estaba el reporte.

La organización que teníamos en 1958, durante la toma de la Secretaría de Educación Pública (SEP) llamaba mucho la atención: comedor, dormitorios, guardias diurnas y nocturnas. Todos los días a las dos de la tarde en punto, yo daba un discurso orientado invariablemente a mantener todo lo alto que fuera posible el ánimo de los maestros, padres de familia y, en general, de todas las personas que nos acom-pañaban en esas jornadas. No sólo yo hablaba, tam-bién otros compañeros, luego de lo cual se servía la comida. A las ocho de la noche se daba otro momen-to agitativo de la resistencia, más discursos y para terminar el día, a las 12 de la noche, con gran so-lemnidad realizábamos una ceremonia en la que en-tonábamos el Himno Nacional y lanzábamos gritos de ¡viva México! salidos del alma de los asistentes;

Othón salazar.indd 42Othón salazar.indd 42 14/02/2008 05:52:53 p.m.14/02/2008 05:52:53 p.m.

Page 40: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

43

CAPÍTULO I

finalmente los que no tenían bajo su responsabilidad alguna guardia, se retiraban a descansar.

Se decía que el presidente de la República, Adol-fo Ruiz Cortines, no resistió la curiosidad y qui-so comprobar las maravillas que le contaban de las guardias permanentes, así que un día cualquiera, de manera subrepticia, fue para presenciar la ceremo-nia de las 12 de la noche.

En aquella época todo el mundo debía agradecer al presidente en turno que se le resolviera algún pro-blema. Ruiz Cortines no aguantó que le hiciéramos el desaire pues pretendía que a él se le diera el cré-dito de la victoria; nos mandó carro y chofer para ir a verlo, por lo que nos dimos el lujo de ir a Pala-cio Nacional escoltados; cuando llegamos a su des-pacho –éramos cuatro− el presidente ni nos miró…, siguió arreglando papeles. Nosotros estábamos for-mados donde nos dijeron y ya que terminó se acer-có. No conozco presidente con paso tan solemne como el de Adolfo Ruiz Cortines; cuando yo lo veía caminar era inevitable la impresión comparativa de ver a Benito Juárez. Llegó, se paró frente a nosotros. Yo no le di las gracias.

⎯Señor presidente, venimos en nombre del MRM a darle nuestro reconocimiento por la justa solución que ha dado a nuestras demandas económicas.

Nos habló con una solemnidad y con una preci-sión en sus expresiones y sus palabras, que a mí me

Othón salazar.indd 43Othón salazar.indd 43 14/02/2008 05:52:53 p.m.14/02/2008 05:52:53 p.m.

Page 41: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

44

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

impresionó. Terminó la entrevista en ese plan de un intercambio muy decente en Palacio Nacional. Des-pués me contaron que un asesor de Ruiz Cortines le oyó decir algo de mí:

⎯ Tanto que me dijeron de un señor Encarnación Pérez, pero Othón habló y ni siquiera lo vio para buscar apoyo. ¡Qué haríamos con ese muchacho si estuviera en el PRI! O sea que había condiciones para que, si yo hubiera querido echar mano de un oportunismo de los grandes, lo hubiera hecho.

Como ha quedado demostrado a lo largo de mi vida, nunca busqué beneficios personales; sé que cometimos errores, que hubo momentos de debili-dad organizativa en el MRM, y al mirar atrás, se re-fuerza mi convicción de que debemos hacer altos en el camino para analizar el curso de los movimien-tos. El MRM tenía esta cualidad grande de reunirse cada sábado para evaluar las acciones que realizába-mos, por eso resistimos los embates represivos bru-tales del gobierno. Por eso en cada reunión, que se llamaba Pleno de Representantes, se discutía la con-ducción del movimiento, así como el modo como conseguiríamos que hubiera representantes desde el jardín de niños. A veces eran cien, quinientos maes-tros, pero en otras ocasiones éramos ocho los que asistíamos a las reuniones. De una reunión de éstas, muy pequeñita, en la que nos sentíamos casi en ex-

Othón salazar.indd 44Othón salazar.indd 44 14/02/2008 05:52:54 p.m.14/02/2008 05:52:54 p.m.

Page 42: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

45

CAPÍTULO I

tinción, el maestro que tomó la palabra, Pablo Gó-mez Santos, quien ya murió, dijo:

⎯ “Somos pocos, pero de aquí nos vamos a re-organizar y a levantarnos para dar la pelea. ¡Llegó la hora de reorganizarnos y de lanzarnos de nuevo al combate! Propongo que sea por una demanda de 40 por ciento a nuestro salario.

El maestro de Xochimilco se expresó casi como un iluminado al afirmar que de ahí nos iríamos a la pelea, con lo cual consiguió fortalecer nuestra vo-luntad. A partir de ese momento, el Pleno de Repre-sentantes discutió un nuevo pliego de peticiones y se aprobó agitar, con ese nuevo pliego, el movimiento; se hizo propaganda y de ahí hasta que nos planta-mos en la SEP. Por cierto, esa decisión no se asumió porque a mí se me hubiera ocurrido en un discurso o algo así, sino por el grito de una madre de fami-lia de nombre Yolanda Fernández, a quien al princi-pio ni caso le hicieron unas 300 personas; entonces gritó dos veces, gritó tres; sometí a votación su pro-puesta, y el resultado fue unánime para que el movi-miento ocupara la Secretaría y no salir de ahí hasta tener una respuesta.

Esta acción fue tan significativa porque, entre otras cosas, tomamos la Secretaría de Educación Pública, el 30 de abril de 1958, en un momento en que una palabra en contra del gobierno podía cos-tar la vida. El magisterio de entonces había recibi-

Othón salazar.indd 45Othón salazar.indd 45 14/02/2008 05:52:54 p.m.14/02/2008 05:52:54 p.m.

Page 43: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

46

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

do la influencia, en sus escuelas de formación, de los ideales de la Revolución, acentuadamente en las normales rurales. No ha muerto del todo el espíritu de lucha en dichas escuelas. Sin embargo, en la Na-cional de Maestros no se encuentra hoy una brizna de lo que era la Normal de aquella época. Mi idea es que los maestros que en su tiempo supieron ser-lo ante aquellas generaciones, no han tenido relevos suficientes. Actualmente el magisterio va a las es-cuelas adonde se les ubica y se dejan manejar, prin-cipalmente, por los intereses del capital.

Los momentos cumbres del MRM están repre-sentados de algún modo en los 36 días que duró la toma de la SEP y los 87 días en que la Normal es-tuvo en nuestro poder, especialmente por el férreo control que ya se ejercía sobre el sindicalismo, por lo que el apoyo recibido y las movilizaciones multi-tudinarias eran un enorme desafío para el régimen, pero a nosotros nos fortalecía enormemente. Tam-bién tuvimos, no obstante, momentos de debilidad o de incertidumbre, como cuando llegó un campesino mientras estábamos en una reunión en la que discu-tíamos estrategias para superar una momentánea fla-queza del movimiento.

⎯ ¡Traigo la solidaridad de 75 mil campesinos!, nos dijo todo alocado. ¡Aray! No era ni siquiera uno. Pero en ese momento la moral se fue hasta el cie-

Othón salazar.indd 46Othón salazar.indd 46 14/02/2008 05:52:54 p.m.14/02/2008 05:52:54 p.m.

Page 44: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

47

CAPÍTULO I

lo, pues la estrategia y espontaneidad del campesino fue maravillosa porque allí los efectos contaban.

No obstante que nuestra demanda se había incre-mentado a 40 por ciento, ya que venía desde la lucha iniciada en 1956, la oferta del gobierno quedó en 19.5 por ciento al salario de los maestros, el más alto concedido en la historia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). También se consiguieron otras prestaciones, pero la que acaparó la atención fue la demanda de aumento salarial.

Mientras estábamos de Guardia Permanente en la Secretaría de Educación, vivíamos bajo el temor de que la agresión se produjera en cualquier momen-to, pero ésta se dio después, en las calles, con la re-presión y las detenciones. Puedo decir que, a pesar del acoso gubernamental, se llegó hasta el final, en condiciones de democracia sindical muy respeta-bles. Las propuestas del gobierno se presentaron al pleno de representantes y fue éste el que decidió el levantamiento de la resistencia luego de una discu-sión interesante con opiniones en favor y en con-tra, mayoritariamente a favor, se determinó aceptar la oferta gubernamental, así como el itinerario a se-guir para llegar de la SEP, a la Escuela Nacional de Maestros.

El 6 de junio de 1958 el periódico Excélsior, que no nos tragaba nada, registra 74 mil personas mar-chando en reconocimiento del triunfo alcanzado. En

Othón salazar.indd 47Othón salazar.indd 47 14/02/2008 05:52:54 p.m.14/02/2008 05:52:54 p.m.

Page 45: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

48

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

ese México de entonces, fue una cosa grande. Noso-tros organizamos esa gran manifestación para darle las gracias al pueblo de México que nos había apo-yado y para entregarle nuestra victoria a la Escuela Nacional de Maestros que nos había formado; tam-bién queríamos comprometer a las siguientes gene-raciones con la lucha. Caminamos por las calles de Argentina, Donceles, Brasil, 5 de Mayo, Av. Juárez, Antonio Caso y de allí a la Nacional por San Cosme. Fueron multitudes e hicimos una parada en el Sindi-cato Mexicano de Electricistas hasta llegar a la Es-cuela Nacional de Maestros.

Esta victoria fue importantísima porque era la culminación de una lucha en la que también hubo horas de decaimiento. Por ejemplo, cuando estuvi-mos en la SEP, mi remedio en esos momentos era abrir la novela de Máximo Gorki, La Madre; leía yo páginas y páginas y ahí va el discurso para la gente, para mantener alto el ánimo.

Impresionaba a la opinión pública la valentía del magisterio que mantuvo tomada la SEP durante 36 días, por lo que así como hubo campañas de des-prestigio, también vivimos experiencias de apoyo muy gratificantes. Nos visitaron personajes como Chabelo, que ya entonces se vestía como niño para sus programas de televisión, así como Esthela Inda, quien organizó un festival como reconocimiento a nuestra lucha y para festejarnos el 15 de mayo.

Othón salazar.indd 48Othón salazar.indd 48 14/02/2008 05:52:54 p.m.14/02/2008 05:52:54 p.m.

Page 46: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

49

CAPÍTULO I

Otras personalidades de la vida pública fueron a conversar con los maestros para alentarnos y hacer entrevistas, como el periodista Antonio Rodríguez, relacionado con la Revolución Cubana y que traba-jaba para la revista Siempre, muy prestigiosa en esa época; Alberto Domingo, mi gran amigo, que tam-bién trabajaba para dicha revista, dedicaba al movi-miento páginas enteras.

Un día llegaron unas monjas a los patios de la SEP, cuando la prensa pedía mi cabeza casi todos los días. Ellas tuvieron el valor de ir vestidas con su há-bito a llevarme un crucifijo para que me protegiera, porque también se hablaba en la prensa de que nos iban a desalojar por la fuerza. Una de ellas dijo con mucha seguridad:

⎯Encontramos este crucifijo en nuestra escuela y preguntamos a los alumnos si alguien lo llevó. Nin-guno de ellos lo reconoció como propio, ni lo dejó olvidado. Eso apareció ahí, continuó, y nosotras en-tendemos que es para que lo proteja, por eso se lo hemos traído. Naturalmente esto provocó en mí una viva impresión y un gran sentimiento de gratitud y reconocimiento de la valía de su gesto, en momen-tos tan difíciles como los que estábamos pasando.

El MRM hizo cosas grandes, al punto de que se convirtió en el detonador de lo que la prensa cali-ficó de revolución sindical. Se levantaron petrole-ros, ferrocarrileros, telegrafistas, al impulso de las

Othón salazar.indd 49Othón salazar.indd 49 14/02/2008 05:52:54 p.m.14/02/2008 05:52:54 p.m.

Page 47: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

50

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

acciones ejemplares del MRM. Tenemos un lugar destacado en la historia, somos un punto de referen-cia no sólo para los que quieran documentar las lu-chas sindicales en nuestro país, sino para aquellos que busquen analizar la trayectoria de quienes ejer-cen el poder y lo han usado en contra de los movi-mientos sociales.

A partir de entonces he tenido varios momentos personales, y también junto con mis compañeros, para buscar la valoración del MRM; me quedo con la conclusión de que el magisterio mexicano no había conocido otro movimiento de tal profundidad como el MRM. Yo creo que ni lo conoció después. Por otra parte, el respeto que los maestros y muchas per-sonas conocedoras de la historia tienen por el MRM y su lucha democratizadora, lo considero como par-te de los aspectos positivos que pudimos conquistar. En un terreno distinto, otro acierto es mi estado de ánimo como si se acabara de prender la lumbre. Por-que la vida a mí me golpea con mucha dureza, pero mi estado de ánimo permanece intocable.

En una ocasión, frente a miles de maestros y padres de familia, en Palacio Nacional, no tenía yo dónde ponerme para que me vieran, entonces ni modo, tuve que poner un pie en el hombro de un compañero y el otro pie en el hombro de otro compañero.

Othón salazar.indd 50Othón salazar.indd 50 14/02/2008 05:52:54 p.m.14/02/2008 05:52:54 p.m.

Page 48: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

51

CAPÍTULO I

Una “turba ignorante” vence a los char-ros del SNTE

Varios años teníamos ya de lucha en contra de la co-rrupción sindical y peleábamos en diferentes esta-dos de la República por mejoras salariales. En abril de 1956, presionada por las bases, la dirigencia co-rrupta del SNTE presentó un pliego petitorio en el que se exigía un aumento salarial del 30 por ciento, incluso se planteó la huelga como medida de presión para obtener una respuesta por parte del gobierno fe-deral, a través de la SEP. Recibimos el apoyo de di-versos sectores de la población, incluidos los padres de familia. Finalmente, sin autorización de las ba-ses, el 2 de julio la dirigencia del sindicato aceptó el 14 por ciento de aumento, presentándolo como un gran logro y convocaron a una reunión en los patios de la SEP, para festejar, según ellos, el triunfo por la aceptación de las demandas.

La disidencia organizada en un Comité de Lucha Pro-Pliego Petitorio y Democratización del Sindica-to, muy especialmente de la Sección IX, decidimos rechazar el aumento propuesto por las autoridades y denunciar la manipulación que el Comité Ejecuti-vo del SNTE hacía de las supuestas conquistas del Sindicato. Convocamos a la movilización; logra-mos reunir a más de 14 mil personas y denunciamos las amenazas de represión que consistían en ceses,

Othón salazar.indd 51Othón salazar.indd 51 14/02/2008 05:52:55 p.m.14/02/2008 05:52:55 p.m.

Page 49: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

52

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

acusaciones de pertenecer a grupos extremistas, así como las agresiones físicas recibidas. Para enton-ces ya estaban organizados los Comités de Lucha en prácticamente todas las escuelas pertenecientes a la Sección IX del Sindicato, agrupados en un Pleno de Representantes de Escuelas del Distrito Federal, y demandamos la realización del VI Congreso Ordi-nario de la Sección IX para elegir a los dirigentes de dicha Sección.

Cuando quedó constituido el Comité de Lucha Pro-Pliego Petitorio, arreció la campaña en contra nuestra por parte de la cúpula sindical, pues no sólo exigíamos la realización del congreso de la Sección IX para elegir democráticamente a nuestro Comité Ejecutivo, sino que en diversas asambleas delega-cionales se me reconocía como líder de dicho Co-mité. Al mismo tiempo, desde la secretaría ejecutiva del SNTE se nos presionaba para disolver la estruc-tura organizativa que teníamos hasta ese momento, consistente en el Comité de Lucha Pro-Pliego Pe-titorio y Democratización del Sindicato y el Ple-no de Representantes por Escuelas. Éste último era muy importante porque no sólo nos ponía en con-tacto con todos los planteles, sino que de ahí salió el acuerdo para realizar el Congreso de la Sección IX, el 6 y el 10 de septiembre de 1956.

La Magna Asamblea Seccional del Magiste-rio que realizamos el 6 de septiembre logró reunir

Othón salazar.indd 52Othón salazar.indd 52 14/02/2008 05:52:55 p.m.14/02/2008 05:52:55 p.m.

Page 50: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

53

CAPÍTULO I

a más de 12 mil maestros, en donde, prácticamen-te por unanimidad, me eligieron Secretario General de la Sección, junto con otros compañeros que for-maríamos el Comité Ejecutivo de la seccional: En-carnación Pérez Rivero, Antolín Rodríguez, Amelia Oliver, José Vargas Machado, Guillermina Altami-rano, Jorge Gallardo, Antonio Sandoval, Fermín Castañeda, Silvia Hermoso y Daniel Villagrán.

Esto constituyó un duro golpe para el charrismo sindical el cual no reconoció los nombramientos, y en su lugar el SNTE nombró una Comisión Coor-dinadora; al frente de ella estaría Enrique Olivares Santana, que se encargaría de los asuntos del magis-terio. En los días siguientes, junto a las movilizacio-nes, se dan amenazas y detenciones en contra de los maestros. Sin embargo, no hay todavía ataque del ejército que por aquellas fechas ya había ocupado las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional.

Desde la cúpula sindical se nos acusa de encu-brir intereses personales, de arribismo y de embau-car a una “turba ignorante” que nos sigue sin pensar en el daño que le ocasionan al sindicato y a la liber-tad que, según la burocracia, existía para pensar y decidir sobre el destino de los maestros. Por nues-tra parte siempre sostuvimos que, pese a los obstá-culos que enfrentábamos, seguiríamos luchando por la democratización del Sindicato, para deshacernos de los líderes corruptos que impedían mejorar los

Othón salazar.indd 53Othón salazar.indd 53 14/02/2008 05:52:55 p.m.14/02/2008 05:52:55 p.m.

Page 51: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

54

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

salarios de los maestros, así como sacar a los pisto-leros que amenazaban nuestras movilizaciones e im-pedían alcanzar mayores beneficios

Si bien el Partido Comunista (PC) y el Partido Popular (PP) tenían miembros destacados que for-maban parte de la dirección del MRM, las acciones de éstos no caminaban bajo la orientación partidista, sino siguiendo los acuerdos del MRM. Lino Medi-na Salazar, Rafael Méndez Aguirre, Hilario More-no, eran del PC, pero se regían por la conducción del MRM, aunque el partido opinara otra cosa. Sin embargo, en el Comité Ejecutivo del SNTE tam-bién había miembros del PC que gozaban de privile-gios, y desde sus posiciones nos atacaban pues eran cercanos a las políticas oficiales; incluso desde el MRM los compañeros denunciaron esa situación y declararon públicamente su independencia respec-to de dicho partido. Para mí contaban los compañe-ros comunistas en filas, pero no el partido ni lo que dijera. Yo tenía una confianza ciega en la fuerza de los maestros, eso me volvía insensible a otras fuer-zas u opiniones. La independencia del MRM era oro molido, nadie dictaba línea a través de nadie, que no fuera su dirección propia.

Durante el movimiento magisterial también hubo expresiones de repudio a la represión gubernamen-tal en contra de los ferrocarrileros, así como más adelante se demandó la libertad de Demetrio Valle-

Othón salazar.indd 54Othón salazar.indd 54 14/02/2008 05:52:55 p.m.14/02/2008 05:52:55 p.m.

Page 52: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

55

CAPÍTULO I

jo. Sin embargo, un error que considero cometimos por aquel entonces fue no vincularnos sólidamente con el movimiento obrero; nuestras relaciones y for-mas de organización no fueron las que debieron ha-ber sido. Pese a lo anterior, con los ferrocarrileros tuvimos un vínculo estrecho, de solidaridad alen-tadora, Álvaro Sánchez Delint, por ejemplo, estaba todos los días en los mítines de maestros. Muchas veces me entrevisté con Demetrio Vallejo; hicimos juntas, estamos en fotos, nos teníamos una confian-za muy grande, nadie dudaba de la lealtad de cada uno de nosotros en relación con el movimiento sin-dical, pero no coordinamos acciones. Hablábamos de cómo estaban las cosas internas de nuestros mo-vimientos, pero no intercambiamos estrategias.

Si la insurgencia sindical no hubiera sido desca-bezada tendríamos un país diferente. La fuerza del movimiento sindical de obreros era muy grande, y con la influencia de ferrocarrileros y electricistas ahorita fuéramos una voz verdaderamente significa-tiva en la marcha de la historia de México. También hubo otras fallas, por ejemplo, nunca se nos ocurrió hacer un balance conjunto con los petroleros, ferro-carrileros y otras fuerzas sociales para trazar líneas estratégicas que nos permitieran avanzar en la lucha sindical. Estábamos en realidad aislados; nos comu-nicábamos, pero no realizamos acciones conjuntas, a pesar de lo cual los maestros estuvimos sólida-

Othón salazar.indd 55Othón salazar.indd 55 14/02/2008 05:52:55 p.m.14/02/2008 05:52:55 p.m.

Page 53: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

56

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

mente apoyados por trabajadores, padres de familia y estudiantes que nos acompañaban en las manifes-taciones, siempre grandes.

Con un programa de liberación social de los tra-bajadores, digno de llamarse un plan, hubiéramos ido para arriba, eliminando ideas pobres. Si bien el gobierno sintió el peso de la resistencia moviliza-da cuando se dio mi detención, no ocurrió lo mismo con Vallejo, porque el movimiento se había debili-tado, y en este caso la violencia represiva del Esta-do se sostuvo con el Ejército que en marzo de 1959 reprimió brutalmente a los trabajadores y tomó las instalaciones de ferrocarriles. Después el MRM or-ganizó el primer congreso por la libertad de los pre-sos políticos Valentín Campa, Demetrio Vallejo, entre otros; fue en el local del sindicato de El Án-fora, y Jorge Carrión, una personalidad del periodis-mo de izquierda, fue a saludarnos. Sin embargo, no se tuvo la fuerza suficiente para conseguir la liber-tad de esos luchadores sociales.

La represión tuvo efectos intimidatorios, se dio con tanques blindados, soldados y fuerzas policía-cas. En ese sentido, la estrategia gubernamental fue mucho más eficaz porque no sólo despidió a miles de trabajadores, sino que inoculó profundamente los gérmenes de la corrupción con lo cual desarticula-ron en forma casi definitiva la capacidad organiza-tiva y de movilización de las masas trabajadoras, al

Othón salazar.indd 56Othón salazar.indd 56 14/02/2008 05:52:55 p.m.14/02/2008 05:52:55 p.m.

Page 54: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

57

CAPÍTULO I

tiempo que dejaron sin dirección al sindicalismo in-dependiente y combativo.

En resumen, nosotros, dirigentes de un movi-miento histórico, no tuvimos una visión a la altura del movimiento que dirigíamos. Se había consegui-do un nivel de conciencia masiva sobre la importan-cia de la democratización sindical, pero la dirección no supo analizar de manera razonable los factores presentes en la conducción del movimiento.

Mucho corazón y poca formación política

A la luz de todos estos años, si miro hacia atrás, me doy cuenta de que una de las debilidades del Mo-vimiento Revolucionario del Magisterio, la que yo ubico en primer lugar, es que toda la presencia, toda la participación activa de miles de maestros era, por decirlo así, por su corazón. Las ideas no estaban del todo claras y nosotros no trabajamos lo suficiente cuando funcionaba el Pleno de Representantes cada ocho días, para formar, o incluso fortalecer, la con-ciencia colectiva de la masa rebelde. No nos pro-pusimos hacer algo, de manera formal, por educar políticamente a nuestros compañeros, a nuestros cuadros dirigentes. Ésta fue una de las grandes fa-llas, porque la materia prima estaba en caudales in-

Othón salazar.indd 57Othón salazar.indd 57 14/02/2008 05:52:55 p.m.14/02/2008 05:52:55 p.m.

Page 55: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

58

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

mensos, pero faltaban luces en nuestra cabeza para ayudar a que eso se consolidara.

Nuestro nivel de dirigencia estaba lejos del que, en condiciones de crisis, necesitaba el magisterio; yo no tuve la perspicacia para encontrar las formas de darle continuidad al movimiento pese a lo que estaba ocurriendo; se me fue la oportunidad. De lo único que echaba mano era de mi lealtad, de mi fir-meza, pero no encontré ningún camino para la re-construcción de un movimiento permanente. Esto se acentuó cuando ingresé al Partido Comunista, porque comencé a asumir tareas partidarias que me fueron alejando poco a poco de la dirección del mo-vimiento.

⎯ Othón, deberías regresar, ¡aquí nos haces falta! No reaccioné ni con estas palabras dichas por un

compañero, que ya no vive, de la misma dirección del MRM. En el periodo entre mi salida de la cár-cel de Lecumberri y mi ingreso al PC, mantuve una idea muy corta de la forma como debió continuar el movimiento. Me emocionaban las tareas del partido que desempeñaba principalmente en Guerrero, por ello esta participación mía destacó mucho en las filas del PC en La Montaña, que después sería conocida como Montaña Roja, pero debilitó las posibilidades de reorganización del movimiento magisterial. Se-guí con la reunión semanal, con el periodiquito, pero ya no propuse ninguna iniciativa que ayudara a la

Othón salazar.indd 58Othón salazar.indd 58 14/02/2008 05:52:55 p.m.14/02/2008 05:52:55 p.m.

Page 56: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

59

CAPÍTULO I

reconstrucción del movimiento. Dejamos que en ese momento se nos fuera de las manos el instrumento que le imprimió fortaleza al MRM, que era el Ple-no de Representantes de Escuela, y que fue un ins-trumento muy eficaz en todos los sentidos; para las finanzas, para la prensa, para la organización de los maestros y la presencia en todos los planteles.

Además, no valoramos el papel fundamental de la prensa en la lucha. Los dueños de los medios y el control del gobierno sobre ellos, sí daban cuen-ta de su inmenso poder. De ahí que todos los días se publicaran ataques en contra del movimiento ma-gisterial; por ejemplo, desde las páginas de los pe-riódicos se nos hacían muchas acusaciones, se pedía que nos dieran “escarmientos ejemplares” para aca-bar con las movilizaciones. No obstante que en la época del MRM no había grandes oportunidades de encontrar espacios en la prensa, también hubo ex-presiones de indignación, aunque en menor medida, por la persecución brutal a que nos sometieron. El periódico El Popular abrazaba la causa de los maes-tros y junto con el Novedades estaban más cerca-nos a nosotros; en cambio, el Excélsior nos odiaba a muerte. Me dijeron, yo no lo vi, que El Universal había dedicado artículos de gran reconocimiento a la esforzada del MRM en 1958.

No obstante las notas periodísticas, nosotros no tuvimos claridad en cuanto al alcance que tendría

Othón salazar.indd 59Othón salazar.indd 59 14/02/2008 05:52:56 p.m.14/02/2008 05:52:56 p.m.

Page 57: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

60

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

para el MRM el uso masivo de los medios; nos con-formábamos con un volantito, con un periodiqui-to ocasional, pero valorar lo que significa la prensa para el movimiento de masas, no lo hicimos; me-dio cubrimos la necesidad de publicar algunos folle-tos muy buenos, pero no sistematizamos ese recurso de la lucha. Otro de los errores que pienso que co-metimos es no haber sostenido la organización y el contacto con los miembros del MRM, aunque fue-ran treinta, los que fueran; procurar mantenerlos or-ganizados, que eso es lo que da fuerza y continuidad a un movimiento.

Al paso del tiempo me dejé llevar por otras ac-tividades que si bien estaban vinculadas con la mi-litancia política, provocaron que el MRM fuera quedando sin dirección. Ahora hay compañeros que están tratando de reorganizar lo que hay, pero la fal-ta de cohesión también ha debilitado mucho las fi-las del magisterio revolucionario, porque no tienen el grupo organizado que tuvieron antes. Son los tres errores que yo localizo más grandes: la falta de for-mación política permanente a nuestras bases militan-tes, el uso limitado de los medios de comunicación y la falta de continuidad en las formas de organiza-ción del MRM.

Por tanto, sobre estos temas hay que trabajar para no cometer los mismos errores. Si la gente tiene cla-ridad sobre una cuestión, la sigue en el movimiento

Othón salazar.indd 60Othón salazar.indd 60 14/02/2008 05:52:56 p.m.14/02/2008 05:52:56 p.m.

Page 58: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

61

CAPÍTULO I

en las buenas y en las malas. Es lo que estoy hacien-do actualmente; trabajo incesantemente con la gen-te para construir formas de organización distintas y usar mejor los recursos y estrategias que tenemos al alcance. Ahora nos ayuda una visión más exitosa, más clara, de la prensa que crearíamos para difun-dir nuestras actividades, así como contribuir a la for-mación política de nuestros compañeros. Sería una prensa que pondría por delante la calidad de los ma-teriales publicados, aunque fueran de cuatro u ocho páginas tamaño carta, pero que contengan aspectos fundamentales que permitan discutir y analizar los problemas que enfrentamos.

También pensamos trabajar con compañeros más o menos avezados para que nos preparen materiales de investigación o de análisis coyunturales para di-fundirlos en folletos, aunque sean también peque-ños, no importa, aquí lo fundamental es el carácter masivo de la edición de esos materiales para hacer-los llegar a las fábricas, al campo, a las escuelas. Tal trabajo no lo hace nadie en este momento. Claro que todo ello descansa en el hecho de que yo le tengo mucha ley a la idea de que la gente recupere su es-píritu de lucha, perdido ahora. Y la prensa, los vo-lantes, el manifiesto y el llamamiento nos podrían ayudar.

Estoy convencido de que los maestros ahora es-tán en condiciones de asumir ese trabajo por sí mis-

Othón salazar.indd 61Othón salazar.indd 61 14/02/2008 05:52:56 p.m.14/02/2008 05:52:56 p.m.

Page 59: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

62

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

mos; no obstante que el magisterio se ha vuelto un sector conservador, lo cual es muy grave porque tie-nen en sus manos la formación de las nuevas gene-raciones; con el magisterio se puede ir muy lejos con sólo sistematizar la dirección de una lucha. Incluso es posible incorporar a la gente que ahora vive con temor, con indiferencia, con rechazo; se puede ga-nar su confianza cuando vea que el movimiento bus-ca transformaciones importantes y necesarias para el magisterio y para la sociedad en su conjunto.

Othón salazar.indd 62Othón salazar.indd 62 14/02/2008 05:52:56 p.m.14/02/2008 05:52:56 p.m.

Page 60: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

63

Capitulo II

Una conquista, una derrota ¿qué caminos siguen?

Para cuando iniciamos el movimiento magis-terial, en 1956, ya se había fortalecido el cha-rrismo sindical a través de la imposición de

líderes promovidos o apoyados desde el gobierno federal. Sólo así pudo ocurrir la represión y la derro-ta infligida primero a los petroleros en 1946 y dos años más tarde a los trabajadores ferrocarrileros, en una sucesión de acciones represivas y fracasos de las clases trabajadoras; lo mismo ocurrió con los mi-neros y los obreros del carbón. Tal situación volvía a presentarse, con los mismos protagonistas, entre 1956 y 1959.

El hecho de que los líderes sindicales del magis-terio aceptaran un ridículo aumento salarial, sin con-

Othón salazar.indd 63Othón salazar.indd 63 14/02/2008 05:52:56 p.m.14/02/2008 05:52:56 p.m.

Page 61: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

64

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

sultar a las bases, con la pretensión de suspender las protestas, así como la negativa a organizar el con-greso de la Sección IX, fueron creando las condicio-nes para que, como se demostró más adelante, los maestros rebasaran a los dirigentes charros del sin-dicato.

Según el modo como se desarrollaron los acon-tecimientos, puede verse que durante 1957 la lucha se centró básicamente sobre el reconocimiento del comité ejecutivo seccional porque, aunque había-mos acudido a las instancias legales y pese a que las elecciones se realizaron en un ambiente demo-crático, no se nos reconoció como representantes le-gítimos de los maestros. Por el contrario, desde el gobierno federal y del SNTE se realizaron múltiples acciones de descalificación e intentos por desarticu-larnos como movimiento.

El trabajo realizado después fue de organización y lucha por el congreso de la Sección IX, pero no hubo una dinámica poderosa. Incluso 1957 y 1959 pueden considerarse como años intermedios entre las grandes movilizaciones de masas y la derrota fi-nal, en 1960. Esos años fueron de reorganización, de movilizaciones de poca escala, pero de trabajo per-manente en cuanto a los esfuerzos de democratiza-ción sindical.

La represión que sufrimos a lo largo de los mo-vimientos magisteriales estaba también vinculada a

Othón salazar.indd 64Othón salazar.indd 64 14/02/2008 05:52:56 p.m.14/02/2008 05:52:56 p.m.

Page 62: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

65

CAPÍTULO II

la persecución en contra de los comunistas. Se apre-ciaba una oposición particularmente feroz en con-tra de la izquierda y del comunismo, cualquiera que fueran sus manifestaciones; incluso se utilizaba esta orientación política como argumento para despresti-giar las movilizaciones y deslegitimar las demandas del magisterio.

Antes de seguir, hagamos una remembranza de los años previos al surgimiento del MRM. En la Escuela Nacional de Maestros establecí relación con los grupos rebeldes, me vinculé con Ricardo García Islas, lo recuerdo muy bien, un estudiante verdaderamente capaz, que presidía la célula co-munista de la escuela. Entonces pedí mi ingreso al Partido Comunista en 1944, pero pasado el tiem-po, eso se borró, ya no supe si yo era miembro del partido o no, porque en realidad había desorganiza-ción en la célula.

Más tarde, cuando ingresé a la Escuela Normal Su-perior, me incorporé al Club de la Juventud Comunis-ta, que presidía Víctor Hugo Bolaños. De ahí me salí porque yo fui –y sigo siendo− muy sensible a una pa-labra, incluso. En la casa de Diego Rivera se llevó a cabo una reunión de la Juventud Comunista y llegada la hora de la comida, una compañera se acercó a pe-dirme mi cooperación para los alimentos.

⎯ No tengo más que esto, le dije mostrándole unas cuantas monedas.

Othón salazar.indd 65Othón salazar.indd 65 14/02/2008 05:52:56 p.m.14/02/2008 05:52:56 p.m.

Page 63: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

66

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

⎯ ¡Pues si con eso traga!, me espetó al tiempo que me miraba con enojo.

Yo me sentí muy mal y a partir de entonces me alejé del Club; esto fue más o menos en 1950 o 51, porque yo ingresé a la Normal Superior en el 51. Volví a las filas del PC ya cuando el MRM estaba en su apogeo, en el 64. El partido mandó a las ofi-cinas del MRM –que estaban en 5 de Mayo número 20− a Antonio Franco, de Michoacán, para invitar-me a ingresar al partido; por lo tanto, entré por in-vitación. En aquella época se requerían dos cartas de recomendación para ingresar, una de ellas la fir-mó Rincón Gallardo, quien años después, en 1966-67, fue mi condiscípulo en el Instituto Internacional Leninista de Moscú. Mi ingreso al PC estuvo prece-dido por dos hechos muy fuertes para mí: el haber andado dos tercios del territorio nacional con el can-didato presidencial comunista Ramón Danzós Palo-mino y haber recibido la solidaridad, el cariño y el reconocimiento de comunistas en el país que me im-presionaron; por ejemplo, en Coahuila −no recuerdo exactamente el nombre de la ciudad− Carlos Jimé-nez, dirigente de la célula comunista del lugar, me conmovió y quedé impresionado al verlo llorar des-pués de la dedicatoria que le puse en un libro que él me llevó. Valorar la sensibilidad de los comunistas me hizo reflexionar poderosamente en que mi ingre-so al PC era correcto.

Othón salazar.indd 66Othón salazar.indd 66 14/02/2008 05:52:57 p.m.14/02/2008 05:52:57 p.m.

Page 64: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

67

CAPÍTULO II

De modo que para cuando estalla el movimien-to ya no pertenecía a esas organizaciones, aunque, desde luego, mi participación política como maestro tenía una clara orientación ideológica de izquierda. Por tanto, cuando estuve en las escuelas normales no era militante del PC. Según yo, mi espíritu rebel-de era reconocido públicamente, entonces, el haber presidido el comité de la primera huelga exitosa de la Normal Superior en 1954, hacía de mí un hom-bre público. De esta experiencia sostengo que en la vida pocas escuelas de oratoria he tenido como la propia huelga, porque aunque no recuerdo exacta-mente cuánto duró (fue un mínimo de 40 días), lo cierto es que diario había un discurso del presiden-te del Comité de Huelga, que era yo. Ése es el ante-cedente de mi surgimiento el 3 de julio de 1956, al frente de lo que sería el Movimiento Revoluciona-rio del Magisterio.

Así, en el discurso de ese 3 de julio de 1956, que conmovió a los miles y miles de maestros concen-trados en la Secretaría de Educación, me ayudó mu-cho la experiencia de la primaria socialista, mis ensayos en la Normal de Oaxtepec, en la de Ayoti-zinapa, de modo que la tribuna ya no me daba mie-do. Ésa era una ganancia. Mi discurso, por decirlo de alguna manera, tuvo un origen de masas, porque yo no subí por cuenta propia, sino por el grito de la multitud; no todos eran alumnos de la Normal Supe-

Othón salazar.indd 67Othón salazar.indd 67 14/02/2008 05:52:57 p.m.14/02/2008 05:52:57 p.m.

Page 65: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

68

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

rior, que fueron los que me conocían en la huelga en la que había participado años atrás. Sin embargo, no fueron los únicos que pedían que yo hablara, al pun-to de que se llegó a la violencia. Un grupo de com-pañeros y compañeras quitó a los líderes charros de la tribuna y me llevó a mí. No hay grabación de ese discurso, pero lo recuerdo vivamente.

⎯ ¡Hasta aquí!, exclamé dirigiéndome a los cha-rros, ¡Hasta aquí la suerte de los maestros estuvo en manos de ustedes; de aquí en adelante la suerte de los maestros, en manos de los maestros!

Hubo una ovación en grande. Este discurso tuvo su correspondencia en la realidad, porque con su es-fuerzo, con la guardia permanente, dos años después el magisterio le arrancó al gobierno el aumento más grande de toda la historia. Con sus propias fuerzas arrancó el aumento: 19.5 por ciento.

En el periódico El Nacional, del 26 de julio de 1956, se publicó nuestra declaración sobre los diri-gentes charros:

Como suprema autoridad del movimiento, el Ple-no de Representantes de Escuelas ha examinado la conducta de los directivos de la Sección IX y, asimis-mo, de los directivos nacionales que no dan pruebas de honestidad y limpieza sindical. Como consecuen-cia, el Pleno se pronuncia abierta y decididamente tanto por mantener la firmeza del movimiento fren-te al Pliego Petitorio, como por reafirmar esa firme-

Othón salazar.indd 68Othón salazar.indd 68 14/02/2008 05:52:57 p.m.14/02/2008 05:52:57 p.m.

Page 66: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

69

CAPÍTULO II

za en cuanto a sacudirse el yugo de líderes incapaces y de los procedimientos que pistoleros a sueldo em-plean para mantener en el poder a una camarilla de cafres enriquecidos.

Nos pronunciamos por una lucha frontal contra la condición de apóstoles que se nos da a los maestros para sumirnos, cada día más, en el hambre y la mi-seria, y pugnar por una orientación verdaderamente popular y revolucionaria de la educación. Nos con-vocaban no sólo las demandas por aumento salarial, sino la democratización del Sindicato, la lucha por la honestidad y la honorabilidad de las autoridades. Realizamos asambleas el 6 y 10 de septiembre de 1956, que se efectuaron en el Rancho del Charro1*, con el propósito de elegir a los dirigentes; fui elec-to, junto con Encarnación Pérez Rivera y otros com-pañeros como integrantes de la secretaría general de la Sección IX, lo cual constituyó un avance en la democratización sindical que buscábamos. Natural-mente el Comité Ejecutivo del SNTE no aceptó tal resolución, desconoció los nombramientos y resol-vió crear una Comisión Coordinadora y de Direc-ción de la Sección IX, al frente de la cual estaría Enrique Olivares Santana, de larga trayectoria en los años siguientes dentro de las filas del PRI.

1* Centro de reuniones que no tiene nada qué ver con “líderes charros”.

Othón salazar.indd 69Othón salazar.indd 69 14/02/2008 05:52:57 p.m.14/02/2008 05:52:57 p.m.

Page 67: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

70

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Represión y falta de perspectiva, igual a derrota

La primera huelga en la Normal Superior fue para conseguir una plaza inicial cerca de los lugares de residencia de los egresados de la escuela; plantea-mos también la demanda de que se les dieran doce horas de clase y conseguimos la mitad, que ya era una victoria, así como la creación de la Secunda-ria Anexa, que todavía funciona; esa también fue una conquista. No obstante dicha victoria y el triun-fo alcanzado en 1958, la lucha continuaba por el cumplimiento pleno del incremento salarial, que nuevamente se estancaba, así como por la democra-tización del sindicato. En este sentido, el movimien-to de 1960 lo motiva la mano represiva del gobierno federal que ordenó el desconocimiento de la direc-ción sindical democrática encabezada por Gabriel Pérez Rivero, hermano de Encarnación; la reacción de la base magisterial es defender su derecho a ele-gir a sus representantes, por lo que el 7 de junio de ese año se decide tomar el teatro al aire libre de la Normal, ocupación que dura 87 días.

Como antecedente menciono que en el mes de enero de 1960 se publicó un decreto en el cual se asentaba que los egresados de las escuelas normales no recibirían su título si no se cumplía con un servi-cio social de un año, en los lugares designados por

Othón salazar.indd 70Othón salazar.indd 70 14/02/2008 05:52:57 p.m.14/02/2008 05:52:57 p.m.

Page 68: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

71

CAPÍTULO II

la SEP, que supuestamente deberían estar cerca de los sitios de residencia de los estudiantes. En marzo del mismo año, la Nacional de Maestros y la Normal Superior estallaron la huelga en demanda de que las becas no fueran reintegrables, que el servicio social que en adelante estaban obligados a realizar no ex-cediera de un año, que se respetara el acuerdo de que el lugar de prestación del servicio social, no debía afectar el posterior retorno de los estudiantes a las plazas del Distrito Federal y que su salario debía co-rresponder, en todo caso, con lo que percibirían si se hubieran quedado en la ciudad.

El MRM expresó su solidaridad al movimiento estudiantil y llamó a realizar asambleas de padres de familia para explicarles lo que estaba ocurrien-do con los estudiantes de las escuelas normales, así como para asistir al Pleno de Representantes que se realizaría el 29 de marzo en el Sindicato de El Ánfo-ra. La situación era urgente dado que cinco días an-tes el ejército había ocupado la Escuela Nacional de Maestros y se habían suprimido el internado y el co-medor con los que se contaba hasta entonces.

Por otra parte, desde tiempo atrás los maestros sufríamos el acoso de las autoridades y la presión por parte del SNTE, quienes habían realizado todas las maniobras posibles para desconocer a los diri-gentes de la Sección IX. El 9 de abril la Comisión Nacional de Vigilancia del SNTE, que presidía Enri-

Othón salazar.indd 71Othón salazar.indd 71 14/02/2008 05:52:57 p.m.14/02/2008 05:52:57 p.m.

Page 69: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

72

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

que Olivares Santana, informó al Comité Ejecutivo de la Sección IX que tanto los miembros de éste, al igual que los de todas las comisiones, quedaban sus-pendidos de sus cargos, y en los días siguientes ocu-paron con pistoleros las oficinas de la sección; todo ello culminó no sólo con el desconocimiento de los compañeros electos democráticamente, sino con su expulsión del sindicato.

Adicionalmente, desde el MRM se denunció la vigilancia policíaca a la que me habían sometido y todas las formas de represión directa que se seguían ejerciendo en contra del movimiento magisterial. Los meses siguientes fueron de lucha y exigencia de respeto a los derechos que como maestros te-níamos para elegir a nuestros representantes, y a la independencia sindical. A través de la prensa, la ra-dio y la televisión, se dirigían múltiples ataques en contra nuestra. El 7 de junio organizamos una gran manifestación que contó con el apoyo de maestros, estudiantes, padres de familia y de profesores uni-versitarios que habían expresado su rechazo a la represión que el gobierno federal ejercía sobre el movimiento. Finalmente estalla el paro e instalamos la Asamblea Permanente en el teatro al aire libre de la Escuela Nacional de Maestros. El gobierno ame-nazó con cerrar la escuela y pretendió enfrentarnos con los alumnos.

Othón salazar.indd 72Othón salazar.indd 72 14/02/2008 05:52:57 p.m.14/02/2008 05:52:57 p.m.

Page 70: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

73

CAPÍTULO II

Nosotros no tomamos la Normal para tenerla bajo control o impedir sus actividades, sino sólo para con-tar con el teatro al aire libre y el espacio alrededor de la Primaria Anexa, que habilitamos como dormi-torios de la resistencia. Las clases se realizaban casi con regularidad, de modo que los alumnos asistían a sus cursos. Mientras estuvo tomada la Normal hi-cimos volanteos, reuniones, hubo manifestaciones y también represión. Por entonces estábamos bajo la influencia irresistible de la Revolución Cubana y nos parecía que el magisterio mexicano tenía mejo-res condiciones que las que tuvo Cuba para iniciarla, y creímos que era el momento para que se produjera un fenómeno similar en México.

No supimos valorar las circunstancias en que la lucha se encontraba; quisimos repetir, por decir-lo así, mecánicamente, la acción de resistencia de 1958, pero las condiciones internas del movimien-to habían cambiado. El gobierno había conseguido intimidar a algunos integrantes del magisterio; tam-bién, como el poder vio firme la resistencia, echó mano de muchos recursos, entre ellos, el cese de cientos de maestros. No tuvimos capacidad para re-organizar nuestras filas, la inercia nos ganó y estaba cargada de lados débiles provocados por las derrotas recientes infligidas al sindicalismo.

No me convence a mí mismo la medida que tomó la dirección y con la que estuve de acuerdo. Se pro-

Othón salazar.indd 73Othón salazar.indd 73 14/02/2008 05:52:57 p.m.14/02/2008 05:52:57 p.m.

Page 71: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

74

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

puso que Gabriel y yo nos pusiéramos a salvo de la represión para continuar la lucha. Abandonamos a su suerte, contra nuestra voluntad, a la masa manifes-tada el 4 de agosto de 1960 pues teníamos la segu-ridad, por el número de cuadros, de que sería gente del MRM la que prendería la mecha de la siguiente revolución socialista en México. Por lo tanto, que-rían que Gabriel y yo estuviéramos en condiciones para esa gran tarea histórica. No manejamos esto in-teligentemente porque tuvo efectos muy desorgani-zadores en el movimiento.

Dado este cálculo equivocado, no participamos en la gran manifestación de ese 4 de agosto, que fue salvajemente reprimida. Nos resguardamos, la di-rectiva decidió que quedáramos en la sombra para evitar que desarticularan el movimiento y no arries-gar la dirección de la nueva revolución, ya que, se-gún nosotros, pronto se daría la nueva rebelión de la sociedad mexicana. No vimos que estar con los maestros en el momento de triunfar y fracasar jun-tos era mue importante. ¡Debimos encabezar la ma-nifestación al precio que fuera!

Ese 4 de agosto estuve en casa de la maestra Julia Arreola, heroica integrante del MRM; no solamen-te yo me quedé ahí, también Gabriel Pérez Rivero. Nos enteramos de la represión el mismo día, por la radio. Habíamos salido de la Normal una noche an-tes de la manifestación y permanecimos en casa de

Othón salazar.indd 74Othón salazar.indd 74 14/02/2008 05:52:58 p.m.14/02/2008 05:52:58 p.m.

Page 72: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

75

CAPÍTULO II

la maestra como mes y medio, hasta que regresamos a la Escuela Normal. Mientras tanto la dirección de los maestros era muy débil, pero no estaban cruza-dos de brazos, aunque sabían el porqué de nuestra ausencia, la base no se orientaba bien si habíamos tenido razón o no.

Regresamos de nuestro escondite con una moral decaída pues ya notamos cierta frialdad en nuestros compañeros. El 9 de agosto otra manifestación se reprime también brutalmente; hay muchísimos pro-fesores cesados y se suceden los recursos “legales” para eliminar cualquier forma de organización y re-conocimiento de la dirigencia de la Sección IX, así como las negativas a reinstalar a los despedidos. Fi-nalmente, casi hubo desmovilización total, hasta que llegó la hora de levantar la huelga, el 31 de agosto. Todavía nos tocó el levantamiento de la resistencia. Después de dejar la Normal tuvimos enormes difi-cultades para organizar la acción y las filas del mo-vimiento; era visible el debilitamiento de la lucha, pese a todo había una lealtad a toda prueba hacia el MRM; esa siguió en las buenas y en las malas, con iniciativa y sin ella.

Othón salazar.indd 75Othón salazar.indd 75 14/02/2008 05:52:58 p.m.14/02/2008 05:52:58 p.m.

Page 73: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

76

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

La destitución: un cese de más de media vida

La represión que el gobierno aplicó en nuestra con-tra tuvo de todo: gases lacrimógenos, golpes, deten-ciones, recesión de contratos. Me suspendieron mis derechos hace ya casi medio siglo, me enviaron un carta en la que me informaban que estaba yo “a dis-posición de personal”; en la práctica quedaba fuera del servicio docente. Esta injusticia no se ha resuel-to quizá, entre otras razones, porque los encargados de ejercer la represión en contra de la movilización de masas y la insurgencia sindical en la que el MRM jugó un papel fundamental, fueron en su momento funcionarios de primer nivel: Gustavo Díaz Ordaz pasó de oficial mayor a secretario de Gobernación y luego a presidente de la República; Luis Echeverría Álvarez pasó de la oficialía mayor de la SEP, a la se-cretaría de Gobernación y luego también a la Presi-dencia; Fernando Gutiérrez Barrios, de la Dirección Federal de Seguridad, como se sabe de una larguí-sima trayectoria en el gobierno federal, bajo su res-ponsabilidad estaban los encargados de vigilarme para entregar los informes sobre las actividades que realicé durante muchos años.

El cese lo recibí estando en batalla, teníamos to-mada la Escuela Normal de Maestros, estábamos en el teatro al aire libre y hacíamos guardias día y no-

Othón salazar.indd 76Othón salazar.indd 76 14/02/2008 05:52:58 p.m.14/02/2008 05:52:58 p.m.

Page 74: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

77

CAPÍTULO II

che, ahí recibí la noticia: en un escueto comunicado se me informó que a partir del 21 de julio de 1960 quedaba yo a “disposición” de la Dirección General de Educación Primaria en el DF, a donde debía pre-sentarme “a recibir órdenes”. En términos prácticos quedaba yo cesado, me quedé con mi hoja y ¡ni me presenté ni me he vuelto a presentar!, así reaccioné.

Por decirlo de alguna manera, este hecho fue como si me hubieran picado la cresta. Mi decisión de seguir adelante en la pelea se vio muy reforzada, aunque comencé con el problema vital de qué hacer para asegurar mi sustento, pero con la firme convic-ción de que permanecería en la lucha el resto de mi vida, de ahí también los vínculos permanentes con la organización de las comunidades en Guerrero, mi estado natal.

En los meses siguientes los maestros hicieron es-fuerzos para exigir la reinstalación mía y la de cien-tos de maestros que fueron cesados; una comisión del MRM volvió a tocar el tema con el secretario de la Presidencia de López Mateos, que era Donato Miranda Fonseca, también guerrerense, quien dijo: “Othón es enemigo del gobierno y como tal será tra-tado. Efectivamente, así fui tratado a largo de mi vida, sobre todo en los momentos en que viví la per-secución directa por parte del gobierno federal.

En 1958 la presión ejercida por los maestros y el hecho de que no había jardín de niños o primaria que

Othón salazar.indd 77Othón salazar.indd 77 14/02/2008 05:52:58 p.m.14/02/2008 05:52:58 p.m.

Page 75: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

78

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

trabajara, contribuyó no sólo a nuestra liberación meses después de haber sido aprehendidos, sino al triunfo del Movimiento. La resistencia se manifes-tó en un paro casi cerrado, luego vinieron las nego-ciaciones y el retorno de los compañeros al trabajo. Sin embargo, para 1960 la situación había cambiado y el gobierno mostró su cara más represiva; adicio-nalmente, la lucha por nuestra reposición estuvo mal organizada, mal dirigida; paulatinamente se fue di-luyendo la presión, e incluso ahora es difícil que al-guien levante la voz para decir que es absolutamente un crimen dejar a Othón solo, que mi lucha fue por defender los intereses de la Sección IX del Sindi-cato. Yo tampoco he intentado hacer un reclamo en forma más organizada porque las respuestas del lado sindical son casi nulas y por parte de las autoridades de la SEP tampoco se ven posibilidades.

Cuando ocurrió la derrota todavía vivía con mi familia, mi esposa trabajaba en secundaria y en pri-maria. Entonces, cayéndome y levantándome, yo seguía dirigiendo el MRM ya muy debilitado. La prensa se lanzó nuevamente contra nosotros; el pe-riódico Excélsior, por ejemplo, publicó el 9 de junio de 1960, que “la agitación othonista es antijurídica e irracional, pues nada tienen que ver ni la SEP, ni los padres de familia” en el problema de los mento-res. No fue éste, desde luego, el único ni el último caso en que a través de la prensa se atacaban las mo-

Othón salazar.indd 78Othón salazar.indd 78 14/02/2008 05:52:58 p.m.14/02/2008 05:52:58 p.m.

Page 76: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

79

CAPÍTULO II

vilizaciones de los maestros y se mentía sobre los propósitos de la lucha magisterial. Algunos titulares de los periódicos eran francamente ofensivos, nos acusaban de intentar “desquiciar al país”, nos califi-caban de “rojillos”, afirmaban que éramos subversi-vos; en algún panfleto hablaban de los “seguidores de Othontuelo”, entre muchos otros calificativos.

Por otra parte, desde principios de ese año se de-nunció el hecho de que se infiltrara con provocado-res las filas del magisterio, así como la vigilancia policíaca a la que me tenían sometido. Se conjuga-ban varios problemas en aquellos tiempos: las exi-gencias en torno a la prestación del servicio social por parte de los estudiantes normalistas; la prolonga-da lucha que seguíamos sosteniendo por la democra-tización del SNTE, así como por el reconocimiento del Comité Ejecutivo de la Sección IX, democráti-camente electo y al que la cúpula sindical terminó no sólo por desconocer, sino por expulsar del pro-pio sindicato.

La respuesta gubernamental ante la protesta es-tudiantil fue la ocupación de la Escuela Nacional de Maestros por parte del Ejército. El MRM protestó por dicha ocupación militar y denunció en repeti-das ocasiones las maniobras y agresiones que me-diante pistoleros pagados por el SNTE se realizaban en contra de nuestro movimiento. Así transcurrieron los meses bajo la continua violencia ejercida en con-

Othón salazar.indd 79Othón salazar.indd 79 14/02/2008 05:52:58 p.m.14/02/2008 05:52:58 p.m.

Page 77: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

80

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

tra del magisterio, hasta la brutal represión del mes de agosto de 1960 en la ciudad de México, a la que me he referido antes, cuando fue salvajemente ata-cada la manifestación de más de diez mil maestros, estudiantes y padres de familia.

La derrota significó un duro golpe para nuestro movimiento tanto en el sentido de la democratiza-ción del SNTE, como en que cientos de maestros fuimos despojados de nuestro trabajo. A mí me en-tregaron la carta de cese unos diez días antes de la movilización del 4 de agosto; me quedé con mi hoja y, como ya dije, ni me presenté ni me vuelvo a pre-sentar. Después de la derrota, me ligué, en días de mucho desaliento, a la política en Guerrero y co-mencé a viajar y a abandonar la dirección del MRM, y eso tuvo su costo. Por lo tanto, considero que soy responsable del decaimiento del MRM.

Ahora casi se les olvida a los compañeros del sin-dicato la lucha que sostuvimos en todos estos años. Aparentemente, mi cese ya no es un problema para ellos; mucho menos para las sucesivas administra-ciones ni en la Presidencia del país, ni en la SEP. Paradójicamente, López Portillo me otorgó una sola compensación económica, no recuerdo de cuánto, pero fue una sola, como una forma de “corregir” la injusticia que se cometió conmigo. De todos los de-más he recibido “buenos” y malos tratos, prome-sas incumplidas e incluso la negativa de entrevista,

Othón salazar.indd 80Othón salazar.indd 80 14/02/2008 05:52:58 p.m.14/02/2008 05:52:58 p.m.

Page 78: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

81

CAPÍTULO II

para revisar mi caso, con Reyes Tamez, secretario de Educación durante el sexenio foxista, quien “no consideró procedente recibirme”, según me informó uno de sus subalternos.

Secretarios generales del Sindicato, secretarios de Educación Pública, famosos y no famosos, escri-tores reconocidos como Jaime Torres Bodet o Agus-tín Yáñez, con gobiernos represores como el de Díaz Ordaz, el de Echeverría y todos los que le siguie-ron, naturalmente no quisieron resolver mi situación laboral. Cómplices y prestadores de ayuda mutua, los comités ejecutivos del SNTE y los distintos go-biernos se apoyaron mutuamente a cambio de favo-res recibidos: unos avalando las políticas educativas planteadas por el gobierno y éste otorgándole pre-bendas y recursos a los líderes charros del sindicato. Gobierno y sindicato trabajando para aplastar el mo-vimiento magisterial y mantener callados y someti-dos a los maestros, pero no sólo a éstos, sino a todos aquellos que intentamos cambiar el rumbo del país para beneficio de las mayorías.

Othón salazar.indd 81Othón salazar.indd 81 14/02/2008 05:52:59 p.m.14/02/2008 05:52:59 p.m.

Page 79: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

83

Capitulo III

Si yo soy alguien es por mi lengua

En 1948 participé en el Concurso Nacional de Oratoria convocado por el periódico El Uni-versal. Fui campeón de la Escuela Nacional

de Maestros por lo que representé a la escuela en las eliminatorias. Ganó el certamen quien años después fue gobernador de Guanajuato, el licenciado Rafael Corrales Ayala; no obtuve ningún lugar calificado. El presidente del jurado, era nada menos que el se-cretario del general don Emiliano Zapata: Antonio Díaz Soto y Gama, convertido en un reaccionario del infierno.

⎯ Primer lugar Rafael Corrales Ayala, segundo lugar no sé quién, tercer lugar la normalista Bertha Montesinos, que tiene madera de oradora y no es co-munista.

Othón salazar.indd 83Othón salazar.indd 83 14/02/2008 05:52:59 p.m.14/02/2008 05:52:59 p.m.

Page 80: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

84

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Tales palabras de Soto y Gama para anunciar el resultado de la primera participación estaban dirigi-das a mí. Entonces, un público que no me conocía, pues solamente estaban ahí dos o tres personas que eran mis compañeros de la Normal, me dio un apo-yo inesperado.

⎯ Licenciado Soto y Gama, ¿qué el chaparrito de traje negro y corbata roja no tiene derecho a partici-par en la eliminatoria final?, preguntó un señor des-de su asiento.

Se armó un escandalazo entre el público y a piso-tones exigieron que subiera a la tribuna. Yo iba ya de retirada, pero al escuchar lo anterior subí de un sal-to al escenario y hablé; se vino la eliminatoria. Ni un lugar para mí, nada, pero tuve ocasión de que oyeran mi lengua. Era víctima de una injusticia; la gente le gritó “vejete reaccionario” a Soto y Gama, cuya irri-tación en contra de mi discurso no era para sorpren-derse puesto que él expresaba claramente su temor de que México y los estudiantes “cayeran en manos de ateos y comunistas“, por lo que no reconocer mis méritos oratorios era más bien dejar claro su recha-zo frente a una postura política ya desde entonces calificada de comunista. Por ese motivo mi nombre salió a la luz pública, porque era un concurso muy importante a escala nacional.

Debo decir que la escuela en la que aprendí mis primeras letras estaba formada por sólo dos salo-

Othón salazar.indd 84Othón salazar.indd 84 14/02/2008 05:52:59 p.m.14/02/2008 05:52:59 p.m.

Page 81: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

85

CAPÍTULO III

nes y se ubicaba en el propio Palacio Municipal de la población donde nací, Alcozauca, en el estado de Guerrero. A la edad de 9 años, no sabía decir qué año cursaba, sólo tenía claro que estaba en la escue-la, sobre todo porque en la primaria tuve un cami-no irregular: me inscribía por temporadas unos dos meses y ¡fuera!, me iba a mi tlacololito [parcela] o a cualquier otra cosa para ayudar al sostenimiento de la familia. Pero llegan Benito Cruz Delgado, de Guadalajara, maestro reclutado por la Revolución y mi maestra de Alcozauca, de mi misma tierra, Ma-rina Vergara Caballero, tampoco maestra de carre-ra, sino reclutada por la Revolución, que marcan el rumbo de mi vida.

Esos dos profesores eran los que atendían aproxi-madamente a 100 niños, repartidos en los dos sa-lones. Era tiempo del cardenismo, de la educación socialista. Ahora puedo decirlo, en ese entonces no me daba cuenta: eran autodidactas. Al maestro Be-nito, lo recuerdo ahora, lúcido en todo; la maestra Marina también, incluso intentando explicarnos la dialéctica. Conservo una admiración grande por mis maestros, no sólo por Marina y Benito, otros tam-bién, cuyos nombres no recuerdo, hacían esfuerzos inauditos por entender qué era la educación socia-lista y por hablarles de socialismo a sus alumnos; nos explicaban las causas de nuestra pobreza y la desigualdad en la que vivían nuestras familias. Pero,

Othón salazar.indd 85Othón salazar.indd 85 14/02/2008 05:52:59 p.m.14/02/2008 05:52:59 p.m.

Page 82: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

86

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

además, la escuela organizaba su actividad pensan-do en la comunidad, por lo que los vínculos entre ambas eran muy grandes.

La educación pública durante el régimen de Lá-zaro Cárdenas estaba a reventar de sentido social; procuraba encontrar congruencia con el mandato constitucional que la designaba como educación so-cialista. La mayor parte de los contenidos se ligaban a los problemas generales de México y de manera muy acentuada a los problemas del indio y del cam-pesino: el ejido, la organización comunitaria, el tra-bajo colectivo. También se organizaban brigadas para hacer trabajo comunitario, limpiar calles, o rea-lizar festivales en donde se decían poesías y se oía música, así como para discutir problemas locales o nacionales, como la nacionalización del petróleo, e incluso había en las discusiones algunos contenidos antiimperialistas, aunque no muy desarrollados.

Recuerdo una actividad: la escuela formaba va-rias brigadas para recorrer la población y enseñarle a la gente cómo debía decir las palabras de uso co-mún. Por ejemplo, al maíz le dicen: máiz. Y nosotros llegábamos: señora, señor, no se dice máiz, se dice maíz; no se dice truje, se dice traje, y así realizába-mos funciones de ésas, casa por casa, en nombre de la escuela. Esto creó los gérmenes de mi formación revolucionaria, por lo que los Sábados Rojos, como se denominaba a estas jornadas, representaron una

Othón salazar.indd 86Othón salazar.indd 86 14/02/2008 05:52:59 p.m.14/02/2008 05:52:59 p.m.

Page 83: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

87

CAPÍTULO III

extraordinaria enseñanza para mí, pero también para mis compañeros y para el pueblo, porque se relacio-naban con sus intereses y necesidades.

Actividades como las anteriores se implantaron en todos los centros escolares del país. Era un día dedicado a tener un contacto constructivo, diremos, de la escuela con la población, que estaba guiado por la orientación socialista de la enseñanza. Por tanto, la SEP de ese entonces alentaba las brigadas que iban a tocar las puertas de las casas y a hacer las reuniones en la plaza para discutir los problemas co-tidianos.

Los festivales cívicos organizados tenían orien-tación marcadamente revolucionaria, y también las poesías; no había acto cívico en el que yo no toma-ra la tribuna. Lo cuento porque si yo soy algo en la vida es por la oratoria. Esa afición comenzó des-de que era niño, y agrego otro detalle: vive el palo de mango de la casa, adonde yo me subía a estu-diar, a entrenarme para la tribuna que sigue, porque mis hermanos se reían de mí cuando me oían hablar solo. Entonces para que no me vieran, yo me subía y allá arriba decía yo la recitación o me armaba un discurso. Tengo presente en la memoria algo que no tiene mucho qué ver con ésto, pero que a mí me es-timulaba mucho: me encontraba señoras, señores en la calle que me decían Tonchito para no lastimarme. Vive en Tlapa un señor que se llama Julio Rosas, tie-

Othón salazar.indd 87Othón salazar.indd 87 14/02/2008 05:52:59 p.m.14/02/2008 05:52:59 p.m.

Page 84: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

88

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

ne 103 años de edad y ese es uno de los señores que me encontraba en la calle:

⎯ Adiós Tonchito, tu recitación estuvo muy bien, −me decía. Yo iba sintiendo un estímulo muy gran-de. Eso me permitió ir desarrollando las inquietudes revolucionarias y el instrumento de pelea: la orato-ria.

Tengo el recuerdo de que buscaba que me acom-pañara la inspiración de Juan B. Salazar, tío mío a quien considero la inteligencia más culta que cono-ce mi tierra; fue presidente de la Cámara de Diputa-dos en los tiempos de Álvaro Obregón. También era profesor y funcionario de la SEP cuando en 1942 salí de mi tierra para estudiar en la Normal Rural de Oaxtepec. Cuando llegaba él a Alcozauca, aparecía un semidios, por decirlo así. La gente se aglomeraba para oírlo; el maestro Juan B. Salazar pronunciaba discursos impresionantes y se me quedó la imagen de querer ser como él, y allá en el mango yo decía mis poesías o mis discursos pensando en la figura del gran orador.

La escuela me ayudó enormidades porque me tenían seleccionado para los actos públicos y yo participaba. Por otra parte, el primer presidente co-munista de Alcozauca se llama Abel Salazar Bazán, hijo de mi tío Francisco Salazar Gálvez, responsa-ble y dirigente de la célula comunista de Alcozau-ca; Abel fue maestro autodidacta, síndico, regidor

Othón salazar.indd 88Othón salazar.indd 88 14/02/2008 05:52:59 p.m.14/02/2008 05:52:59 p.m.

Page 85: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

89

CAPÍTULO III

y también, como ya dije, presidente municipal por parte del Partido Comunista. Él tenía conmigo un acercamiento muy grande y comenzó a ejercer una importante influencia a favor del socialismo desde que yo era niño. Ese fue el ambiente en el que yo me movía y en el que iban surgiendo los primeros ele-mentos de inquietud revolucionaria. Un detalle que selló mi vida: mi certificado de cuarto año de prima-ria tiene el sello con la hoz y el martillo, era el sello oficial en el periodo cardenista; desde la SEP venía la orden de lo del sello.

Terminado el cuarto año, tanto era el interés en el estudio que había despertado en nosotros mi maes-tro Benito Cruz Delgado, que nos improvisó el quin-to año sin estar autorizado. Cuando, junto con la maestra Marina, ya tenían organizada la primaria, se dio el caso de que varios ex alumnos de Alcozauca egresados de cuarto de primaria conseguían su pla-za de maestros para las comunidades y para el muni-cipio de Alcozauca. A los que conseguían su placita los enviaban a las comunidades cercanas, que tienen una composición social formada fundamentalmente por indígenas mixtecas.

⎯ Mijito, habías de hacer la luchita por conse-guir tu plaza de maestro. Me acuerdo que mi papá me decía.

Yo nada más oía, pues ya dentro de mí hervía el deseo de ser maestro de una comunidad, que alguien

Othón salazar.indd 89Othón salazar.indd 89 14/02/2008 05:53:00 p.m.14/02/2008 05:53:00 p.m.

Page 86: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

90

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

me ayudara a conseguir mi placita para irme a la co-munidad. Soñaba con formar a mis alumnos: ideaba lo que iba a hacer en el deporte, cómo organizar a la población, cómo explicarles la historia, cómo con-tribuir a mejorar nuestras condiciones de vida. Nun-ca se me hizo, pero esas eran mis inquietudes. La escuela jugó un papel que yo considero fundamen-tal: creó en mí una visión de la vida llena de elemen-tos de lucha revolucionaria, es decir, a favor de los pobres, a favor de los que sufren. Mi mero mole era la tribuna en cada festival cívico, cuando decía re-citaciones.

⎯ Vas bien mijito, vas bien. Con estas palabras y abrazo de por medio, me animaba a seguir mi tío Francisco Salazar, comunista de Alcozauca.

El maestro Benito Cruz Delgado era blanco, de Guadalajara; no de origen indígena, tenía una pre-sencia muy respetada y un sentido de organización de la escuela verdaderamente impresionante, lo que le sirvió para crear formas de trabajo, participa-ción y disciplina. Había sociedad de alumnos, cu-yos representantes eran nombrados por los propios estudiantes; ahí se discutían los pequeños−grandes problemas que se les presentaban. También existía este tipo de organización en las secundarias.

A partir de que ese profesor llegó a Alcozauca yo aprendí a decir en qué año iba. La vida escolar era una vida conquistada por el amor a la enseñanza;

Othón salazar.indd 90Othón salazar.indd 90 14/02/2008 05:53:00 p.m.14/02/2008 05:53:00 p.m.

Page 87: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

91

CAPÍTULO III

él inculcó en los niños chiquitos grandes y −porque había muchos grandecitos−, un interés concentrado en el estudio, se podía caminar por los pasillos de los salones y todos los alumnos estaban trabajando. Alegres, felices y todo, sí, y además muy cumpli-dos en sus estudios. La primera actividad, quizá no de todos los niños, pero sí de mi grupo –que era el grupo de vanguardia−, era hacer una plana de cali-grafía, porque el maestro Benito tenía una caligrafía que quería uno conseguir igual; seguían las clases de aritmética, de geografía. Mientras estábamos en las labores escolares del día, todos los niños se mostra-ban dedicados. Además, otro detalle: el maestro Be-nito Cruz tenía una cultura conseguida por métodos autodidactas, que se veía a la hora de dar su clase. Se expresaba muy bien y por eso me iba impresionando de manera muy profunda. Los mismos castigos que imponía eran, por decirlo así, de altura. Nada de una mala palabra, de un mal gesto a la niña o al niño. Era un trato dado a la gente a partir de reconocer su fal-ta, pero sin lesionar u ofender sus sentimientos.

Entre paréntesis, con relación a la caligrafía, te-nía yo una letra bastante aceptable. Recuerdo que en la Normal de Oaxtepec, a los alumnos castigados les daban a cuidar los chivos u otras tareas. Estos compañeros me encargaban que rotulara sus cuader-nos y me daban un peso de entonces, que era una ci-fra muy respetable. Yo me sentía bastante bien, muy

Othón salazar.indd 91Othón salazar.indd 91 14/02/2008 05:53:00 p.m.14/02/2008 05:53:00 p.m.

Page 88: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

92

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

gratificado porque no era de todos los días, pero con alguna frecuencia me daban sus cuadernos para que yo los rotulara y a cambio recibía una ayuda que era muy bienvenida por mí, dada la pobreza en que viví en el primer año de estudios. La letra que aprendí a escribir con el maestro Benito, así como la letra gó-tica que también nos enseñó, me permitió realizar dicha actividad.

¿Qué no te gustaría ser licenciado, como don Benito Juárez?

El cura de mi pueblo y el obispo fueron los que me enseñaron a hablar. El señor obispo, nativo de mi tierra, salía a dar su vuelta por las calles del pueblo, con una capa y una personalidad verdaderamente impresionante. El maestro Juan B. Salazar no tenía esa presencia física que lucía el señor Obispo, acre-centada por su vestimenta.

Una vez nos dijo a los niños del catecismo: ⎯ A ver niños, persígnense. Nada, que lo hici-

mos inmediatamente. ⎯ ¡Ay, se persignan igual que los de mi tierra!,

nos dijo con mucha gracia.A la iglesia le serví ocho años con las fuerzas de

mi corazón. La lucha interior en mí era muy fuerte pues se enfrentaban la influencia de la iglesia con-

Othón salazar.indd 92Othón salazar.indd 92 14/02/2008 05:53:00 p.m.14/02/2008 05:53:00 p.m.

Page 89: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

93

CAPÍTULO III

tra la influencia de la educación socialista, y ganó la de esta última. En la misa no nos hablaban en contra de la escuela, ni una palabra, eso también me ayudó; tampoco en los sermones se hacían pronunciamien-tos antigubernamentales. Ellos en su terreno y la es-cuela socialista en el suyo.

Por parte de mis maestros, lo que oí fue una lucha muy inteligente, muy medida, eso sí, contra los pre-juicios religiosos. Sin tener una visión dialéctica del mundo, ellos iban contra los prejuicios. Pero nunca me decían “no vayas a la iglesia”. Ni una palabra. Además la influencia que ejercieron las dos institu-ciones no parecía contradictoria porque la práctica religiosa del cura David Salgado estaba orientada a servir a los pobres. Veía pues, más sus dotes como orador y representante de una iglesia que no dife-ría, en principio, con la escuela laica y socialista de la época cardenista. En casa, sin embargo, mi abue-lita Tomasa Ángel Marín, sí nos impulsaba a acudir al templo para no recibir el castigo celestial, y nos decía:

⎯ Por cada misa que no asistas, cinco tizonazos al llegar al cielo.

⎯ No, los tizonazos no, mejor voy a la iglesia. Me iba, pues, a misa porque pensaba en un cuadro grande que representa al infierno, ahí están las lla-mas y la gente quemándose, y yo no quería correr la misma suerte.

Othón salazar.indd 93Othón salazar.indd 93 14/02/2008 05:53:00 p.m.14/02/2008 05:53:00 p.m.

Page 90: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

94

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

El uso de la palabra también era parte de la for-mación que recibían los estudiantes. En mi caso se combinaban dos cosas: los sermones del cura en el púlpito y los discursos de Juan B. Salazar, además de la influencia de la escuela socialista. Adicional-mente, cuando llegaba el obispo Leopoldo Díaz Es-cudero, rector del Seminario de Chilapa y nativo de Alcozauca, le hacían recepciones tumultuosas tal como ocurría con mi tío. En una ocasión, cuando llegó el obispo, a mí me tocó recitar y le gustó el desplante mío en la tribuna. Cuando acabó mi pre-sentación me llamó:

⎯ Si quieres ir al seminario tendrás todas las faci-lidades, faltan ocho días para que se abra el ingreso.

⎯ Maestro, me voy al seminario, seré sacerdote. Le dije eufórico a mi maestro Benito Cruz Delgado

⎯ ¿Qué no te gustaría mejor ser licenciado, como don Benito Juárez? Con estas palabras mi maestro Benito cambió mi destino, no volví a tocar un pelo sobre la entrada al seminario. Me salvé del sacerdo-cio, porque si ingreso me ordeno sin duda ninguna, pues soñaba con tener una sotana y decir sermones desde el púlpito. Mis papás hubieran estado encan-tados, mi mamita muy católica, mi papá un poco menos.

Mi afición por la oratoria crecía, pues, con la in-fluencia de Juan B. Salazar y del sacerdote David Salgado, oriundo de Iguala, quien tenía una opinión

Othón salazar.indd 94Othón salazar.indd 94 14/02/2008 05:53:00 p.m.14/02/2008 05:53:00 p.m.

Page 91: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

95

CAPÍTULO III

muy alta de mi persona. Desde entonces para acá yo no he visto a nadie tan buen orador como él en el púlpito. A veces tomaba yo su lugar, cuando no ha-bía nadie en la iglesia; me gustaba subir a ensayar también desde ese lugar de privilegio.

El uso de la palabra tiene noventa por ciento que ver con mi destino; en mi adolescencia, si me abría camino de alguna manera era por mis discursos. Las relaciones sociales que fueron abriéndome camino en la vida, fueron aquéllas conquistadas con la tri-buna. Yo hacía todo lo que era posible para que no quedara duda de que mi pensamiento era revolucio-nario y que estaba del lado de los que sufren porque de ahí venía. También estaba del lado de la cultura; siempre busqué, a mi manera, inquietar a los que me oían, en el sentido de interesarlos por la cultura. Eso es lo que yo destaco como una de las cuestiones que mucho tuvieron que ver conmigo hasta el punto de exagerar. Yo soy yo por mi lengua. Desde la prima-ria. Si se daban cuenta de que yo existía, era porque tomaba la tribuna.

Una vez, mi hermana Socorro vino a contarle a todos los hermanos que me había visto hablando solo, en mi entrenamiento. Desde entonces subía, como he dicho antes, al palo de mango, para que no me vieran, y me pasaba una hora o dos estudiando mis apuntes de la escuela primaria. Apenas amane-cía, cuando ya estaba estudiando mis notas porque

Othón salazar.indd 95Othón salazar.indd 95 14/02/2008 05:53:00 p.m.14/02/2008 05:53:00 p.m.

Page 92: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

96

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

yo no tenía un solo libro, hasta que llegué a Méxi-co tuve textos de cultura general. Entonces, el amor por el estudio me ayudó a darle soltura a mi lengua. El complemento me lo dio la lucha de los maestros en la práctica revolucionaria.

Cuenta mucho también que recibí desde la pri-maria, y a lo largo de mi vida, lecciones de hombría muy grandes, no solamente de mis primeros maes-tros y de mi tío Francisco Salazar, sino del General Francisco J. Múgica; de Andrés Magallón, también constituyente; de Modesto Sánchez Vázquez; un maestro de la Normal de Oaxtepec, Palemón Mon-cayo, verdaderamente culto y hombre en el sentido de su valentía personal. Estas lecciones de vida fue-ron fundamentales para mí, porque yo le tenía mie-do a la gente, pero poco a poco ese miedo lo fui dejando atrás. Primero al oponerme a las pretensio-nes aparentemente reeleccionistas de Miguel Ale-mán, hasta hablarme al tú por tú con Adolfo Ruiz Cortínes, no en un diálogo directo, sino en la posibi-lidad de enfrentar su mandato a través de la movili-zación de masas.

Internado indígena y normales rurales: cerradas por ser “escuelas de socialismo”

Al pie del Campo de Guerrero hay huellas del cam-pamento de Vicente Guerrero y, en la base, una aldea

Othón salazar.indd 96Othón salazar.indd 96 14/02/2008 05:53:01 p.m.14/02/2008 05:53:01 p.m.

Page 93: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

97

CAPÍTULO III

hermosa que se llama Amapilca; ahí puso el General Lázaro Cárdenas el primer Internado Indígena de la montaña, la escuela más organizada que he conoci-do en mi vida; sólo funcionó durante el régimen de Cárdenas, y hasta 1946. Ahora no hay rastro de lo que fue, lo cerró Ávila Camacho, por considerar que era una escuela de socialismo. La inmensa mayoría de los alumnos eran mixtecos y todos los días, a la hora de la comida, había discursos.

Cerca de Amapilca, propiedad de un tío mío, ha-bía un lugar que nunca ha vuelto a tener Alcozau-ca: la Axuchilera, que en el mes de marzo o abril era como un inmenso ramo de flores amarillas, del que desafortunadamente ya no queda nada. Cerca de ahí conocí todavía el marrano jabalí y di mi primer dis-paro contra un venado hermoso al que ni siquiera cerca le llegué.

Cuando el grupo de alumnos de Alcozauca visi-taba el internado indígena, lo que se veía era impre-sionante: en primer lugar estaba una aldea, luego, en la entrada del centro escolar, había un platanar que visto desde lejos parecía un túnel, porque las hojas se juntaban y formaban un arco largo y pro-fundo. Al llegar al centro donde estaba la población escolar, las muchachas y muchachos, todos forma-dos, nos recibían con aplausos a los alumnos de la escuela Amado Nervo. Hasta de diversión servía el trayecto de Alcozauca a Amapilca. A pie porque era

Othón salazar.indd 97Othón salazar.indd 97 14/02/2008 05:53:01 p.m.14/02/2008 05:53:01 p.m.

Page 94: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

98

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

una brecha para carretas −ahora hay carretera de te-rracería−, estaba a una media hora de camino, que era hermoso, con un río al lado, con el bosque, sem-bradíos, todo lo recuerdo vivamente. Entonces se or-ganizaban los intercambios deportivos. Lo que más recuerdo son los encuentros con la muchachada del internado indígena, con alumnos hasta de 19 o 20 años de edad. Seguido había competencias deporti-vas con ellos, y ahí íbamos, la escuela representada por un grupo de muchachos al encuentro con Ama-pilca, o bien de Amapilca venía un grupo al inter-cambio académico y deportivo con nosotros.

El internado indígena tenía una influencia muy grande en la cabecera municipal, en mi tierra, pero también en nosotros, alumnos de la primaria Ama-do Nervo. En los grandes días festivos nos impre-sionaba verlos llegar a Alcozauca, todos y todas uniformados; asombraban al público cuando pre-sentaban sus ejercicios deportivos que consistían en hacer pirámides humanas muy altas en las que con notable rapidez se iban colocando los mucha-chos. Recuerdo que me cautivaban sus oradores, mujeres y hombres que −como se dice por allá− hablaban con garra, lo que dejó honda huella en mi ánimo porque aunque era una actividad poco desa-rrollada, los oradores de las escuela primaria inter-cambiaban la palabra con oradores del internado indígena. El maestro que dirigía en ese tiempo el

Othón salazar.indd 98Othón salazar.indd 98 14/02/2008 05:53:01 p.m.14/02/2008 05:53:01 p.m.

Page 95: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

99

CAPÍTULO III

internado indígena era Guillermo Sánchez −ahora fallecido−, oaxaqueño de origen indígena, casado con una mujer de mi tierra.

También llamaba mi atención el trato cordial y amistoso de los alumnos del internado de Amapil-ca con las gentes del pueblo, así como la desen-voltura con que hablaban con las personas adultas. Tengo la impresión de que los contactos entre el in-ternado y Alcozauca se debían a la inteligencia del maestro Benito Cruz Delgado. En todo, problemas internos de la escuela y problemas de la comuni-dad, ahí estaba el maestro interviniendo, ayudan-do. Y eso iba pesando en mí, mucho o poco, iba pesando en mí. Su trabajo e influencia en la comu-nidad también explica el cariño tan grande que yo sentía por mi maestro y como fui el primer secre-tario general de la Sociedad de Alumnos de la pri-maria; cuando a él lo cambiaron a Tlalixtaquilla yo pronuncié, ante los niños, el discurso improvisa-do de despedida del maestro Benito Cruz Delgado. Como el modelo que yo tenía era Juan B. Salazar, quien subido en un tecorral pronunciaba discursos que hacían llorar a la gente, yo logré que lloraran los niños con mi propio discurso; al ver ese resul-tado sentí que iba bien.

Othón salazar.indd 99Othón salazar.indd 99 14/02/2008 05:53:01 p.m.14/02/2008 05:53:01 p.m.

Page 96: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

100

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Inicié mi carrera de luchador con un pa-pel de cuarto de primaria

¡Yo no tengo certificado de primaria! Nada más pri-maria elemental, cuarto año, porque eso es lo que había. La experiencia que tuve en la Normal Rural de Oaxtepec, Morelos me hizo valorar el esfuerzo de mis maestros. No nada más conmigo, con todos los muchachos de la primaria de entonces. Cuando salí de Alcozauca por primera vez, tenía 17 años de edad, llevaba mi conciencia llena de fe. Al año de es-tudiar en Oaxtepec, cuando regresé, andaba buscan-do pleito con los de la iglesia. Regresé cambiado, pero lo que se llama cambiado. Yo me hacía pregun-tas muy elementales en torno a ganar el cielo y la gloria con buenas acciones, así como a la existencia del infierno, llegaba a la conclusión de que no hay nada más allá y que se dicen muchas mentiras al res-pecto de esos temas.

Dada mi formación religiosa no dejaba de rezar todas las noches, pero al regresar luego del primer año de estudios, en lugar de eso defendía el socia-lismo y luchaba contra el pensamiento reaccionario. Pronuncié discursos en ese sentido y en los cuales estaba clara mi posición contraria a la Iglesia. Esto me valió desprecios y rechazos directos. Sin embar-go, fueron los menos. Nunca hubo alguien que me dijera “óyeme tú, de dónde vienes y mira con lo que

Othón salazar.indd 100Othón salazar.indd 100 14/02/2008 05:53:01 p.m.14/02/2008 05:53:01 p.m.

Page 97: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

101

CAPÍTULO III

sales”; nadie, todo mundo con un respeto muy gran-de hacia mí. Yo era de los dos o tres estudiantes que llegaban de vacaciones, pero el que armaba alboroto era yo. Ser estudiante me colocaba en un lugar dife-rente en la comunidad.

Al principio quería pleito con los curas. Después de muchos años ya no; ahora el sacerdote de mi tie-rra, cuando vuelvo, me visita para tener una pláti-ca. Como serví muchos años a la iglesia, yo recogía las limosnas, pero nunca tomé un centavo, les lleva-ba a los curas las cajitas con los dineros que dejaban los fieles; mi sueño más grande −como dije antes−, era ser sacerdote, ya después de la Normal de Oax-tepec se transformó mi vida. El cambio no me causó problema, descubrí la gloria después de Oaxtepec, nada que significara conflicto interno, pues yo toca-ba campanas, acompañaba al sacerdote al bautismo, todo. No obstante, desde muy joven me inquieta-ba grandemente incorporarme a la lucha, aunque yo no sabía dónde, y como la juventud de la Normal realizaba cada quince días una asamblea general hablando del socialismo, crecía mi inquietud. Mis maestros y las lecturas influyeron para este cambio. De mis compañeros recibí una influencia muy salu-dable. Recuerdo a uno de ellos, Antonio Guerra, yo no sé por qué la vida lo trató mal, era un compañe-ro de Tamaulipas, con una inteligencia y un futuro prometedor.

Othón salazar.indd 101Othón salazar.indd 101 14/02/2008 05:53:01 p.m.14/02/2008 05:53:01 p.m.

Page 98: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

102

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

La Normal de Oaxtepec tenía un gran prestigio; había 450 alumnos, casi de toda la República. Era evidente la influencia del Partido Comunista en las escuelas rurales; en la Normal se sentía la presen-cia de la Confederación de Jóvenes Mexicanos de-pendiente de las juventudes comunistas de México y de la Federación de Estudiantes Campesinos So-cialistas de México, todo ello, además, porque desde el gobierno federal en la época cardenista se alenta-ba esta postura, misma que se reflejaba también en las asambleas de los estudiantes y en el acercamien-to hacia los problemas de la comunidad. Sin embar-go, no sólo se trataba de la postura ideológica, sino de formas de compañerismo y relación humana que se expresaban incluso en el modo de festejar algún acontecimiento. Por ejemplo, mientras estábamos en el comedor, había hombres y mujeres, se paraba alguien, a una hora inesperada: ¡Compañeros!, hoy cumple años la compañera fulana de tal y se le pide al compañero “x” que le dedique unas palabras. Se-guido se hacía eso, lo que fue también una gran in-fluencia para mí.

Yo comienzo a dar clases de maestro en 1949, pero quiero recordar que en el año de 1942 llegué en condiciones de una pobreza grande, grande. Mi maestro Cruz Delgado, sabiendo él que mi tío Ce-lestino Salazar era el jefe de personal de la Secreta-ría de Educación Pública aquí en México, le mandó

Othón salazar.indd 102Othón salazar.indd 102 14/02/2008 05:53:01 p.m.14/02/2008 05:53:01 p.m.

Page 99: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

103

CAPÍTULO III

una carta pidiéndole que me abriera paso para que siguiera yo estudiando, y mi tío consiguió la orden para que ingresara a la Normal Rural de Oaxtepec.

Sin embargo, no fue fácil que me aceptaran por-que yo tenía sólo el certificado de cuarto año de pri-maria, que correspondía a lo que en aquella época se llamaba primaria elemental. Así que cuando me pre-senté ante el director de la Normal, las palabras que pronunció me desalentaron:

⎯ No muchacho −me dijo− te vas a sembrar a tu tierra; aquí vienen los que ya terminaron la prima-ria superior.

⎯ ¡Por favor, hágame un examen! Exclamé con vehemencia, sobreponiéndome, además, a la inhibi-ción que me invadía desde niño. El hecho mismo de hablar con alguien que estuviera detrás de un es-critorio era suficiente para que se manifestara mi timidez. Por suerte, pasaba por ahí un profesor y en-tonces el director de la Normal lo llamó:

⎯ Maestro, por favor hágale un examen a este muchacho.

Efectivamente, hice el examen y cuando terminó de revisarlo regresó a hablar con el director, a quien le dijo:

⎯ Maestro, ¡asómbrese!, este muchacho tiene más alta calificación que los que ya están en nuestra escuela. ¡Por eso me aceptaron en la Normal!

Othón salazar.indd 103Othón salazar.indd 103 14/02/2008 05:53:01 p.m.14/02/2008 05:53:01 p.m.

Page 100: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

104

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Mi padre no tenía, cuando yo me fui a estudiar, ni siquiera para comprarme un pantalón, entonces mi padrino Daniel Méndez, me dio para buscar ese pantalón y mi papá me consiguió ocho pesos. En lugar de un veliz, un ayate; allí traía yo mi panta-lón, mi camisa, mis ocho pesos. Así salí a las tres de la mañana de mi tierra, en condiciones verdadera-mente ocasionales, porque un padrino mío, Celesti-no Herrera, vecino allá de mi padre venía a Cuautla, para llevar a sus hijos a que trabajaran en Cuernava-ca; a él me pegué para venir. Esa jornada de las tres de la mañana a las diez de la noche fue agotadora; llegué arrastrando los pies a un lugar que se llama Huamuxtitlán. Severino Herrera Bazán, hijo de mi padrino, y que estudiaba en Chapingo fue quien me trajo a la ciudad de México y me llevó a la casa de mi tío Celestino Salazar. Allí estuve tres días y lue-go me dediqué a arreglar mis papeles.

La Escuela Normal de Oaxtepec favoreció gran-dísimamente mis intereses políticos, por decirlo así, estudiantiles; la planta de maestros de entonces veía los últimos relámpagos de la Revolución. No había maestra o maestro que no invocara la Revolución y cada quince días realizaban una asamblea general de 450 alumnos. Todos pobres, pero no tanto como yo, que me pasé el año entero descalzo. Era el único alumno en esas condiciones. Había comisiones de trabajo que consistían en ir a cuidar las cabras. A mí

Othón salazar.indd 104Othón salazar.indd 104 14/02/2008 05:53:02 p.m.14/02/2008 05:53:02 p.m.

Page 101: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

105

CAPÍTULO III

me tocó ir a cuidarlas, pero en su carrera se metieron al huizachal, yo las seguí para sacarlas y salí con los pies sangrando; verme a mí mismo en esas condicio-nes me desesperó a tal grado que decidí desertar.

Mi suerte fue que al llegar a Cocoyoc, venía un compañero, condiscípulo mío de grupo, con un aya-te lleno de cosas; era Adolfo Benítez, originario de Tepalcingo, Morelos, y ya murió.

⎯ Me voy, le digo desesperado, esto no puede se-guir adelante, me voy a buscar trabajo a Cuautla.

⎯ No Othón, quédate, lo que aquí traigo la mi-tad es para ti, la mitad para mí. Allí mismo tiró lo que traía en el ayate. Venían como mandados a ha-cer, dos de cada cosa: de camisas, de pantalón y de camisetas. Por eso seguí, por eso me regresé.

No fue ésta, sin embargo, la única ocasión en que enfrenté situaciones de gran dificultad. Mi pobreza era muy grande y para seguir estudiando me fui a trabajar a Cuautla, después de terminar mi primer año de Normal. Conseguí trabajo pizcando maíz durante las vacaciones; quería comprarme un pan-talón. Trabajando pues en el campo, me picó un maldito alacrán. Me fui caminando desde donde es-taba la siembra hasta donde vivía. Cuando pasé por el zócalo de Cuautla sólo distinguía bultos, oía las sinfonolas muy distantes y a la gente la veía dando vueltas. Cuando llegué a la casa de unas gentes de alma grande, no familiares, pero de allá del rumbo

Othón salazar.indd 105Othón salazar.indd 105 14/02/2008 05:53:02 p.m.14/02/2008 05:53:02 p.m.

Page 102: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

106

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

donde yo vivía, ya no podía hablar, pero todavía al-cancé a escuchar al médico que mandaron traer para que me atendiera:

⎯ Si a este muchacho no lo inyecto ahorita, ma-ñana amanece muerto. (A mí el piquete de alacrán me produce el efecto de muerte).

En otra ocasión, estando en la Normal, formaba parte del coro de la escuela por lo que nos invitaban a cantar a varias comunidades. Un 10 de abril, invi-tados por los organizadores de una conmemoración de la muerte de Emiliano Zapata, salimos a China-meca, y en el camino tuve hemorragia nasal. Llegué sin fuerzas y casi sin vida. Me tiraron en un rincón y de ahí me volvieron a la vida con suero. Como es-toy familiarizado con la adversidad, nada me ocu-rre en la vida que me baje el ánimo; la peor cosa que pueda ser, me mantiene con el ánimo muy alto. En Chinameca, me compuse y ya, a seguir adelante. Había yo salvado el obstáculo principal de no tener con qué sostenerme, ya que como era un internado, daban sólo alimentación y hospedaje, pero ni una prenda de ropa. Solamente la comida, dónde dormir, las clases y se acabó. ¡No me mató ni un alacrán, ni una hemorragia, ni la fiebre tifoidea!

Mi grupo en la Normal de Oaxtepec, más o me-nos 50 compañeros, todos con huaraches o zapatos y con pantalón; yo también con pantalón, pero sin za-patos. La Normal organizaba bailes en el patio cen-

Othón salazar.indd 106Othón salazar.indd 106 14/02/2008 05:53:02 p.m.14/02/2008 05:53:02 p.m.

Page 103: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

107

CAPÍTULO III

tral del ex convento de Oaxtepec, porque era una escuela mixta. Mi dormitorio colindaba con el lu-gar y desde ahí escuchaba yo la música, pero me iba a mi cama. Sin embargo, al rato llegaban mis com-pañeros:

⎯ Othón ven, dicen las compañeras que vayas, quieren bailar contigo.

No iba, tenía yo mucha pena que todos me vieran descalzo y prefería quedarme. Nunca fui a un baile, porque me inhibía fuertemente mirar mis pies des-calzos. En aquel entonces mi vida se reducía a las actividades como estudiante: por la mañana, la tar-de y la noche me metía por completo en los cuader-nos, era el último que salía del salón que funcionaba como biblioteca. Todos los días pronunciaba un dis-curso, leyendo el periódico de orientación socialista La Voz de México, mis apuntes, o lo que fuera, pero en plan oratorio. Ahora, con la urbanización que le hicieron y con el centro vacacional, desapareció la Normal. Pero en Ayotzinapa, ahí está el terrenito donde yo me paraba haciendo mi gimnasia orato-ria. Terminando de comer ya tenía preparado todo para irme a la tribuna, todos los días, sin excepción. En Oaxtepec, ocurrió que yo buscaba, como siem-pre, que el campo de siembra estuviera tranquilo, que nadie me oyera, solamente yo, pero un día me descuidé y un campesino me escuchó y al terminar mi ensayo, vino:

Othón salazar.indd 107Othón salazar.indd 107 14/02/2008 05:53:02 p.m.14/02/2008 05:53:02 p.m.

Page 104: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

108

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

⎯ Le sale bien, para cuándo lo va a decir. No sir-vió que yo anduviera escondiéndome.

Claro está que también tenía otros momentos de alegría, pues me gustaba cantar y lo hacía en mis ra-tos de andar en el cerro sembrando, cuando no había nadie; primero fueron los cantos de la misa que me había aprendido, los cantaba a solas, pero también otras canciones. Canté en un teatro de Novosivirst, capital de la Siberia Occidental. Formábamos parte del grupo de estudio y nos llevaron de práctica a ese lugar; nos invitaron a un acto que ofrecían como ho-menaje a los latinoamericanos que andábamos por aquellas tierras y les cantamos chilenas1* del estado de Guerrero. Pero hace muchito que no tengo con-tacto con la guitarra por falta de tiempo.

Cuando estuve en Oaxtepec, no sé cómo estuvo la historia, pero un día ahí conocí a la señora por la que mi abuelito Felipe, dejó a mi abuelita Tomasa, ma-dre de mi padre. Mi abuelito se vino para Morelos y estuvo trabajando en Yautepec, Morelos. Ahí dejó dos hijos: Francisco y Paulina. La señora por la que dejó mi abuelito a mi abuelita, se llamó Francisca, yo llegué a casa de esta señora y ella sabía ya quién era yo; llamó a toda la familia y les dijo:

⎯ Nadie se mete con Othón, de Othón me en-cargo yo, su comida, su ropa. No obstante la edad

1* Género musical de la Costa Chica de Guerrero

Othón salazar.indd 108Othón salazar.indd 108 14/02/2008 05:53:02 p.m.14/02/2008 05:53:02 p.m.

Page 105: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

109

CAPÍTULO III

avanzada de la señora Francisca, ella preparaba mi desayuno, mi comida, me lavaba el pantalón, me arreglaba la camita en donde dormía yo.

En aquel entonces las comunicaciones estaban para llorar. Mi ruta era México, Huajuapan y de ahí tomaba una camioneta de redilas a un lugar que se llama Mariscala; dos días a caballo de Mariscala a mi tierra; mi papá, en cada ocasión de vacaciones, iba por mi a Mariscala, con una voluntad grande para apoyarme, que era más evidente porque yo re-gresaba a caballo, mientras mi papá caminaba jun-to a mí. Como se decía en aquella época, yo llevaba buenas calificaciones y mis padres se sentían muy orgullosos por eso.

Mi maestra Luz María Conde es quien más sintió mi situación personal de pobreza en la Escuela Nor-mal Rural de Oaxtepec. Y se preocupaba, aunque no me diera ninguna ayuda, pero siempre me pregunta-ba por mi situación y reconocía mis calificaciones; siempre estaba estimulándome con alguna palabra. Pasados los años se hizo mi comadre, pues fue ma-drina de mi hijo Othón, el que ya no vive. Y cuando estalló el movimiento −vamos a nombrarla de algu-na manera− era una de las soldaderas más destacadas del MRM. Ella sentía una satisfacción muy grande de que yo anduviera en el alboroto, si recordamos que ella me conoció en tan precarias condiciones. Iba a la casa a comer, convivimos mucho tiempo.

Othón salazar.indd 109Othón salazar.indd 109 14/02/2008 05:53:02 p.m.14/02/2008 05:53:02 p.m.

Page 106: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

110

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Cuando tomamos la SEP siempre estaba ahí, como una madre, viendo por mí, si estaba bien o mal. Era mucho mayor que yo, tal vez por eso sus cuidados y su preocupación por mi bienestar los comparo tam-bién con los de una madre.

Finalmente, al concluir el ciclo escolar, el director de la Normal de Oaxtepec, Ezequiel Guerrero Ama-ya, organizó un festivalito en el que me dedicó unas palabras al momento de entregar las boletas:

⎯ El alumno, el único alumno descalzo de esta escuela, tiene el primer lugar de las calificaciones de toda la Normal.

Eso me levantó el ánimo, constituyó un gran aliento para mí porque mi carrera de luchador la ini-cié con un papel de cuarto de primaria y con ello pu-dieron irse orientando mis inquietudes ideológicas, oratorias y políticas.

La Normal Rural de Oaxtepec funcionaba en un antiguo convento que se expropió cuando la secu-larización de los bienes de la iglesia. Es muy her-moso, ahora es un monumento histórico, porque tal como ocurrió con el Internado Indígena cerca de Al-cozauca lo cerraron por órdenes de Ávila Camacho en ese afán de desmantelar la obra educativa, así como la política económica y social levantadas por el cardenismo. En Oaxtepec estuve un año comple-to, en 1942, y fue a Octavio Véjar Vázquez, como secretario de la SEP, a quien le tocó cumplir la or-

Othón salazar.indd 110Othón salazar.indd 110 14/02/2008 05:53:02 p.m.14/02/2008 05:53:02 p.m.

Page 107: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

111

CAPÍTULO III

den de cerrar esta Normal también con el propósito de cancelar las reminiscencias que pudieran que-dar de la formación socialista dominante en el régi-men cardenista, así como el compromiso derivado de la introyección de lo que consideraban los valo-res fundamentales de la Revolución Mexicana, para esa fecha ya institucionalizada. A los hombres nos enviaron a la Normal de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, donde estuve otro año, y a las mujeres las mandaron a la de Palmira en el estado de Morelos.

De mi experiencia como estudiante de las nor-males rurales, y luego con mi llegada a la ciudad de México, se desprende también el gran respeto que tengo por la escuela pública; considero que ésta tie-ne una gran responsabilidad ante los destinos de la sociedad. Quién creó la mentalidad revolucionaria: la escuela pública; sin ella miles de niños y jóvenes no tendrían posibilidad alguna de formarse ni de as-pirar a una vida mejor.

La dirección de la Normal Rural de Ayotzinapa estaba en manos de una verdadera personalidad en el campo educativo, se trataba de Raúl Isidro Bur-gos. La Escuela Normal de Ayotzinapa actualmen-te lleva el nombre de este maestro, quien es una de las grandes personalidades de la pedagogía en Gue-rrero. Es aquí donde empecé a perder el miedo y la timidez que me caracterizaba. Mis ensayos de ora-toria producían sus frutos, a grado tal que el funda-

Othón salazar.indd 111Othón salazar.indd 111 14/02/2008 05:53:03 p.m.14/02/2008 05:53:03 p.m.

Page 108: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

112

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

dor de la Normal, el profesor Raúl Isidro Burgos, me pidió que pronunciara un discurso. Un 9 de agos-to, aniversario del nacimiento del General Vicente Guerrero, en ceremonia para conmemorar su nata-licio; en el pedestal de la estatua del General, frente a Catedral, hice mi presentación. Tuve mucho éxi-to por lo que me gané un lugar y el reconocimien-to de mis compañeros, no obstante que todavía era muy joven.

Cuando llegué a Ayotzinapa fui con él; era un hombre impresionante: culto, humano, nos trata-ba con grandes consideraciones. Me recibió, trans-currió muy bien la inscripción y todo, dio la orden de que me asignaran un dormitorio. Me mandaron a “La gloria”, así se llamaba porque estaba en un lu-gar muy alto. Hasta ahí se refleja la idea que él tenía de la gloria, hasta arriba.

Las escuelas normales estaban organizadas de otro modo en aquella época. Por ejemplo, en Ayo-tzinapa los de tercer y cuarto año estudiaban muy temprano, mientras que los de primer y segundo −yo estaba en segundo−, nos íbamos a trabajar, a cuidar las vacas, a atender el molino de nixtamal, en fin, ta-reas colectivas y después de comer íbamos a clases. Nosotros no producíamos todos los alimentos, pero algo sí se producía en la escuela: garbanzo, maíz, caña de azúcar, y en la granja había cerdos, galli-nas, etcétera.

Othón salazar.indd 112Othón salazar.indd 112 14/02/2008 05:53:03 p.m.14/02/2008 05:53:03 p.m.

Page 109: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

113

CAPÍTULO III

El trabajo se manejaba por comisiones que se asignaban en la reunión de las seis de la mañana que se tenía diariamente y en la cual se hacía el pase de lista y honores a la bandera. Entonces se leían las comisiones en público y luego quiénes iban a aten-derlas. Diariamente cambiaban las personas que atendían las comisiones. No sé bien ni por qué, pero Celina y Angelita, encargadas de la cocina, me te-nían un gran cariño, me consentían y procuraban que estuviera bien alimentado. Yo también las qui-se mucho.

Como en épocas anteriores, tuve maestros que dejaron hondas impresiones en mi formación. Ce-ledonio Serrano Martínez, guerrerense muy capaz, con obra publicada, nos impartía literatura. Palemón Moncayo, creado también por la Revolución, influ-yó mucho en nosotros como alumnos, él impartía historia o civismo.

Los maestros de la Normal de Ayotzinapa eran egresados de la Escuela Nacional de Maestros, y yo también quería ser como ellos. Tocó la coincidencia de que el director de la Nacional de Maestros, mien-tras yo era alumno de Ayotzinapa, era mi tío Juan B. Salazar, entonces eso alentaba mucho mi aspiración a venirme a México. Así fue como me cambié a la Escuela Nacional de Maestros. Por eso estuve sólo un año en Ayotzinapa, si no, me hubiera graduado de maestro rural y mi vida la hubiera hecho en el me-

Othón salazar.indd 113Othón salazar.indd 113 14/02/2008 05:53:03 p.m.14/02/2008 05:53:03 p.m.

Page 110: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

114

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

dio rural. Pero me vine para acá, y eso cambió mi panorama.

Fue en la Nacional para Maestros, en la ciudad de México, donde terminé la carrera. Ahí estuve cua-tro años y recuerdo que me deslumbró y me deslum-bra ahora mismo el primer libro de alta calidad que cayó en mis manos, Eugenia Grandet, de Honorato de Balzac ¡qué cosa!, desde entonces empecé a co-dearme con los grandes de la literatura occidental.

En ese entonces no había título, sólo si se presen-taba una tesis, aunque le entregaban a uno el cer-tificado. Yo no tengo tesis recepcional, pero recibí mi certificado; la carencia de ella no impidió ins-cribirme en la Escuela Normal Superior, donde es-tuve también cuatro años. El nombre completo de la especialidad que cursé era Maestro en Ciencias Sociales para la Enseñanza del Civismo. De mis compañeros de Oaxtepec no hubo participantes del movimiento magisterial porque ellos quedaron en Morelos, y los de Ayotzinapa se quedaron en Gue-rrero, pero los que sí participaban directamente eran los compañeros de la Superior y de la Nacional de Maestros, ellos sí.

Othón salazar.indd 114Othón salazar.indd 114 14/02/2008 05:53:03 p.m.14/02/2008 05:53:03 p.m.

Page 111: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

115

CAPÍTULO III

¡Por qué le niegas la inscripción a un muchacho de tu tierra!

Cuando llegué a la Escuela Nacional de Maestros, además de los cambios respecto a la composición del estudiantado, la orientación de la escuela, el ma-nejo de los contenidos, etcétera, encontré una es-cuela en lucha. La Normal tenía régimen militar; mientras estábamos en el comedor, ahí se andaban paseando los jefes militares vigilando nuestros mo-vimientos.

Octavio Véjar Vázquez, secretario de Educación Pública, era un reaccionario hasta el tope, impuso régimen militar para controlar a los estudiantes in-conformes por el traslado de la escuela a Santa Cata-rina, en Azcapotzalco. Mi tío, Juan B. Salazar, como director de esta escuela, resistía también el recha-zo de los estudiantes que estaban indignados por su complacencia frente a la presencia de los militares. Yo me integré inmediatamente a este grupo de alum-nos; estaba medio resentido con mi tío porque en principio se opuso a que me inscribiera en la Nor-mal, argumentando que estaba mal preparado.

Recuerdo que cuando buscaba inscribirme, salí con el ánimo hasta el suelo luego de la entrevista con Juan B. Salazar. Por suerte, afuera me topé con Palemón Román, también tío mío, de Alcozauca. Él era un hombre muy chaparrito, pero con un valor

Othón salazar.indd 115Othón salazar.indd 115 14/02/2008 05:53:03 p.m.14/02/2008 05:53:03 p.m.

Page 112: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

116

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

personal muy grande. Al enterarse de lo que me pa-saba entró a hablar con Salazar:

⎯ Acuérdate Juan, cómo te dábamos nosotros las moneditas de oro para que siguieras estudiando. ¡Por qué le niegas la inscripción a un muchacho de tu tierra!, le dijo furioso. Le recordó a Juan B. Sa-lazar su propio origen y con palabras duras le recri-minó su soberbia. Me hicieron el examen, salí bien y no tuvo más remedio que aceptarme. Yo le debo a mi tío Palemón Román haber ingresado a la Nacio-nal de Maestros; sin él no hubiera entrado.

La oposición a la gestión del director también era muy grande porque aplicaba una política dictatorial y se impedía a los estudiantes organizarse en socie-dades de alumnos. Sus tiempos de revolucionario ha-bían pasado, según yo. Ahora era un obediente cien por ciento de las órdenes de Octavio Véjar Vázquez. Por nuestra parte, las banderas más destacadas de la lucha estudiantil de ese entonces eran: correr a los militares, reconquistar el edificio propio de la Na-cional de Maestros, que es el que tiene ahora y co-rrer a Juan B. Salazar, quien terminó renunciando.

Una vez que el movimiento del MRM había aga-rrado fuerza y que mi nombre estaba todos los días en la prensa y todo eso, mi tío Juan me mandó lla-mar y no fui, ni contesté, ni nada. Me había quedado el resentimiento de cuando ingresé a la Nacional de Maestros; en realidad no me prestó ningún apoyo.

Othón salazar.indd 116Othón salazar.indd 116 14/02/2008 05:53:03 p.m.14/02/2008 05:53:03 p.m.

Page 113: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

117

CAPÍTULO III

Haciendo a un lado las cuestiones de relación per-sonal, la opinión que yo tengo del maestro Juan B. Salazar, es hasta el cielo. Sin embargo, nunca tuve oportunidad de decirle el respeto que le tenía; jamás me escuchó una palabra mediante la cual reconocie-ra yo lo que él significó para mí.

Las instrucciones de control castrense venían des-de Presidencia, pasaban por Véjar y tenían el propó-sito de apagar en los alumnos la llama que ardía por haber sido echados de su edificio; buscaban dete-ner todo brote de protesta en ese sentido, pero mien-tras procuraban “evitar el desorden“, avivaban el espíritu de lucha del estudiantado. Hubo hasta una confrontación pública con los militares. Me acuer-do mucho de un brillantísimo orador, Jorge Gallar-do −creo que todavía vive−, quien era tan destacado estudiante como orador. Entonces se agarró frente a frente con los militares:

⎯ Si para ustedes vale algo el honor militar, ¡lár-guense! Fue un discurso que yo recuerdo por la va-lentía y claridad de ese compañero.

Inmediatamente me sumé a las reuniones clandes-tinas de los muchachos y en todas sus actividades, ahí andaba yo. Para ese momento ya era un movi-miento mayoritario, a tal punto que lo de la presen-cia militar a la hora de tomar los alimentos tenía su razón de ser porque, ya con todo el alumnado co-miendo, no faltaba alguien que se parara a agitar las

Othón salazar.indd 117Othón salazar.indd 117 14/02/2008 05:53:03 p.m.14/02/2008 05:53:03 p.m.

Page 114: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

118

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

conciencias a favor de que se largaran los milita-res, con ellos mismos dentro. Los soldados reaccio-naban con un semblante amenazador, adusto, pero que no iba más allá porque tenían a todo el mundo en contra.

El comedor era grandísimo, tenía espacio para 500 estudiantes o algo así. Y además, decentemen-te arreglado, con meseras, meseros, todo. En una ocasión, que yo recuerdo, fue el compañero Hermi-nio, originario de Oaxaca y cuyo apellido he olvida-do, quien se paró a hablar y un militar se acercó a golpearlo en presencia de todos; o sea que también hubo acciones muy violentas de los soldados. En ese momento no hubo reacción, que yo recuerde, pero los estudiantes seguimos en la lucha. El movimiento duró un año a partir de cuando yo llegué.

Finalmente logramos que se largaran. No conse-guimos recuperar de inmediato el edificio que era de la Nacional, pero logramos el traslado a un lu-gar intermedio, por decirlo así, al Colegio Salesia-no. Como se suprimió la vigilancia militar las cosas estaban más calmadas; ahí duramos el año de 1945, a finales de éste pasamos a tomar posesión de nues-tra escuela. No recuerdo la fecha de la marcha ha-cia nuestro edificio, pero sí me acuerdo del orden de la columna, encabezada por nuestros dirigentes. Fue impresionante ver a todo el alumnado de la Nacional de Maestros de regreso a su edificio de origen.

Othón salazar.indd 118Othón salazar.indd 118 14/02/2008 05:53:03 p.m.14/02/2008 05:53:03 p.m.

Page 115: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

119

CAPÍTULO III

En el Colegio Salesiano inicié mis pininos polí-ticos que, poco a poco, cobraban algún relieve, al-guna fuerza, porque ahí me lancé para secretario general de la Sociedad de Alumnos y fui derrota-do, pero tiempo después llegué a la Secretaría Ge-neral. Para mí fue una experiencia grande porque el alumnado de la Nacional de Maestros tenía una pre-sencia pública muy respetable. Tuve el privilegio de haber marchado del Salesiano para tomar posesión del edificio que ahora tiene, que es el original de la Escuela Nacional de Maestros.

El nuevo director del plantel era un oaxaqueño de una personalidad muy fuerte, Efrén Núñez Mata, verdadero maestro, amigo de los discípulos, accesi-ble en todo. Lo opuesto a mi tío Juan B. Salazar. Y a partir de ahí, nuevos días, nuevo ambiente y yo a se-guirle con la oratoria, por eso representé a la Escuela en el concurso nacional convocado por el periódi-co El Universal en 1948, que fue uno de los grandes días de mi vida personal.

De mis maestros de la Nacional de Maestros casi no hay excepción de mujer u hombre que haya de-jado de influir en mí, pero uno muy destacado fue Modesto Sánchez Vázquez, de Tololoapan, Gro, de origen chontal, que nos daba Sociología General, cuya honda huella no sólo quedó en mí, sino en mu-chos de mis compañeros, pero que a mí me llegó particularmente por su profundo sentido de amor a

Othón salazar.indd 119Othón salazar.indd 119 14/02/2008 05:53:03 p.m.14/02/2008 05:53:03 p.m.

Page 116: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

120

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

la patria, despertando un gran interés por la lucha re-volucionaria, por la causa del indio mexicano, por la causa de los maestros.

Él ínculcó en nosotros un alto sentido de respon-sabilidad social y el reconocimiento de la trascen-dencia del trabajo de los maestros. Esto implicaba comprometerse con el mejoramiento de la vida de la población, e incluso participar en la política del país. Asimismo, tal compromiso requería de una forma-ción sólida, una amplia cultura, honestidad y éti-ca en el ejercicio del magisterio. A lo anterior debo agregar que ese maestro me dio grandes lecciones de hombría y valor personal.

Sobre todo propició la inquietud por cultivarme. Yo creo que no hay ganancia más grande que haya conseguido en la Nacional de Maestros que ese de-seo y ese interés de buscar, de sistematizar la rela-ción de mi cabeza con las obras que me parecían de un interés muy especial. Si la inquietud cultural mía creció hasta el cielo fue porque él me la crió; si mis ideas revolucionarias encontraron un aliento, fue por el profesor Modesto Sánchez. Junto con él, tres españoles: Emilia Ballesteros, Agustín Mateos y otro maestro, esposo de Emilia, Antonio Balles-teros. También estaban los maestros Arqueles Vela, Antonio Rocha, Jesús Sotelo Inclán y muchos más.

Algunos autores que conocí no en mi infancia, sino ya encarrerado en la educación normal, fueron

Othón salazar.indd 120Othón salazar.indd 120 14/02/2008 05:53:04 p.m.14/02/2008 05:53:04 p.m.

Page 117: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

121

CAPÍTULO III

Juan R. Campuzano, que escrbió sobre los grandes dirigentes revolucionarios de Guerrero. Y ya en la Nacional de Maestros, recuerdo cómo me impresio-nó el libro México: datos para su biografía, de José Vázquez Amaral. Esta obra me dio una fuerza inte-rior bárbara y dejó una huella muy honda en mi co-razón; su reflejo concreto se vio cuando participé en el concurso de oratoria, al que ya me referí, convo-cado por el periódico El Universal, en 1948.

La Nacional de Maestros estaba separada, en ese tiempo, según sexo; por ello, otra demanda del mo-vimiento normalista era conseguir la reintegración de la escuela, volver a hacerla mixta. Logramos re-gresar al mismo edificio donde estaban hombres y mujeres, pero las mujeres en un ala y los hombres en otra. Yo no veía en ese entonces una contradic-ción entre la organización de la primaria y la orga-nización de la Nacional para Maestros, separada de la Nacional para Maestras. A pesar de la influencia que me dejó Oaxtepec, que fue una cosa grande te-ner compañeras en el internado, la experiencia no se repitió en Ayotzinapa pues solamente había hom-bres. Por lo tanto, cuando llegué a la Normal como que no me orientaba muy bien en el problema; no reflexioné sobre las implicaciones o el significado que tenía luchar por la reintegración de la escuela y la exigencia de regresarla a su característica de es-cuela mixta.

Othón salazar.indd 121Othón salazar.indd 121 14/02/2008 05:53:04 p.m.14/02/2008 05:53:04 p.m.

Page 118: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

122

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Por otra parte, tenía una inquietud muy acentua-da por la lucha militante. Quería meterme en esto y lo otro, en todo lo que yo quería. Y ya en el grupo, en reuniones del estudiantado, intentaba yo tomar la palabra o algo así. No siempre lo conseguía, por-que desde niño fui muy tímido. Entonces yo tenía deseos de intervenir, pero la timidez me frenaba to-davía. Además, había en mí un interés muy grande, apasionado, por las clases de la Normal. Yo las escu-chaba como si quisiera captar todo de los maestros. Ese interés mío en el estudio se veía estimulado por la manera como era mi vida cuando llegaba de vaca-ciones a Alcozauca. Que se casó alguien, “yo tomo la palabra”. Que se bautizó alguien, “tomo la pala-bra”, yo no lo hacía por mi cuenta, lo pedía la gente. Y eso me estimulaba mucho.

Después de presentar mi último examen de la ca-rrera de maestro normalista tuve fiebre tifoidea; vi-vía con mis compañeros en un cuartito. De ahí me sacaron muy grave, me llevaron con una tía −En-carnación Castillo, que ya no vive−, ella fue la que llamó al médico inmediatamente y me cuidó con es-mero. Ese fue un momento decisivo en mi vida, pues quedé tan débil por las fiebres que no tenía fuerzas para caminar de una cama a otra. Y si no me atien-den mis compañeros y me llevan a la casa de un fa-miliar, ahí termina mi existencia.

Othón salazar.indd 122Othón salazar.indd 122 14/02/2008 05:53:04 p.m.14/02/2008 05:53:04 p.m.

Page 119: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

123

CAPÍTULO III

Dirigente estudiantil y maestro combativo, veredicto: inadaptado social

Participé en la huelga de 46 días que se realizó en la Escuela Normal Superior en contra del director An-tonio Magaña. En ese entonces se pedía un mínimo de 12 horas de clase para los egresados de la Nor-mal Superior, y que pudiéramos realizar prácticas en una Secundaria, canchas deportivas, así como au-mento en las becas, entre otros asuntos que consi-derábamos necesarios para nuestra formación como maestros.

Nosotros, normalistas de especialidades, nos dá-bamos cuenta de que nos hacía falta un laboratorio, un centro de experimentación o de prácticas. Del co-mité de huelga surgió la idea de incluir en el plie-go petitorio una secundaria especialmente anexa a la Normal Superior; la incluimos, y como la huelga fue victoriosa, se consiguió la secundaria. A raíz de este movimiento se crea la Secundaria Anexa, que fue una conquista de la primera huelga. En esa oca-sión presidí el Comité de Huelga. Ya estaba por ter-minar la Superior, en cuarto año. Tenía 31 o 32 años de edad. La huelga fue en 1954, y el movimiento que estremeció al país fue en el 56. Si yo surgí en el movimiento fue por el apoyo del alumnado de la Normal Superior. Los que en medio de la multitud gritaban “¡Que hable Othón!“, el 3 de julio de 1956.

Othón salazar.indd 123Othón salazar.indd 123 14/02/2008 05:53:04 p.m.14/02/2008 05:53:04 p.m.

Page 120: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

124

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Eran alumnos de la Normal Superior que me cono-cieron durante la huelga.

Cuando terminé la Superior me mandaron a la Secundaria Anexa. La dirección tuvo en cuenta el promedio para elegir a los que serían profesores de la secundaria. Yo conservé un promedio alto, lo mis-mo en la Nacional de Maestros que en la Normal Superior. Por eso ir como maestro de la secundaria lo decidió la dirección de la Normal Superior. Yo iba incluido en lo que sería la planta de maestros. Y co-mencé a dar mis clases sin pena ni gloria, sólo que mi clase −no sólo la mía, otras también−, tenían un alto contenido de educación social y política. Y de ahí derivó mi expulsión, de haber agitado a los mu-chachos más de la cuenta, hasta que se produjo un incidente con un alumno.

Es en la Secundaria Anexa donde se presenta el problema, cuando defendí al estudiante Rubelio Fernández Dorado. No recuerdo muy bien por qué lo trataban de expulsar, creo que fue algo muy per-sonal de Rubelio. Era un estudiante muy inquieto, y como yo estaba del lado de los alumnos, lo defendí hasta que me enviaron al Consejo de Honor y Justi-cia y terminaron por expulsarme junto con el joven mencionado.

En una ocasión mandaron a llamar a Rubelio para preguntarle lo que yo daba en clase, pues los direc-tivos de la Normal querían información sobre el

Othón salazar.indd 124Othón salazar.indd 124 14/02/2008 05:53:04 p.m.14/02/2008 05:53:04 p.m.

Page 121: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

125

CAPÍTULO III

contenido agitativo de mis lecciones. Yo sentía una especie de vigilancia sobre la orientación y el estado de ánimo con el que yo impartía mis cursos. Princi-palmente se trataba de lo que yo decía; yo traía un guión para cada clase. Y luego, en ese guión, se re-cogían los problemas de la vida interna de la secun-daria, de la Normal Superior, de otros problemas de carácter general relacionados con la vida del país. Yo los ordenaba y de eso les hablaba a los alumnos, buscando una reacción de ellos contraria a los he-chos que yo señalaba.

A veces les pedía que leyeran el artículo que más me había llamado la atención o los artículos de un periódico −me acuerdo bien del Excélsior. Pasaban a leer el artículo, luego intervenían los muchachos co-mentando sobre lo que les habían leído, y se armaba una discusión en la que podían expresar libremen-te su opinión. Lo anterior no era para sorprender-se dado que la materia que impartía era Civismo, de modo que les enseñaba la Constitución, les hablaba en términos generales así como en términos concre-tos del Artículo Tercero, y de los derechos y obliga-ciones contenidos en la Carta Magna.

El señor director era todo un burócrata, a mí nun-ca me dijo algo, jamás en lo personal. Cuando me mandaron a la Secundaria 33 recibí la orden, sim-plemente. No hubo ni plática ni nada. Es una cosa lamentable el que yo no conserve el texto de las acu-

Othón salazar.indd 125Othón salazar.indd 125 14/02/2008 05:53:04 p.m.14/02/2008 05:53:04 p.m.

Page 122: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

126

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

saciones que expresó en mi contra el maestro Hum-berto Salgado cuando me llevaron al Consejo de Honor y Justicia, pero lo que recuerdo es que se me acusó de inadaptado social, entre otros cargos que se me hicieron para echarme de la secundaria. Pero ahí está la escuela y sigue anexa a la Normal.

Para entonces yo había sido ya miembro del Par-tido Comunista, en 1945, pero en la Normal iba yo para atrás, pues en lugar de sostenerme en la célu-la, en la Normal Superior me incorporé al Club de la Juventud Comunista que representa un paso atrás, porque se pasa por el Club para llegar a ser miem-bro activo del PC. Y yo creo que también a esa mili-tancia le atribuían mi participación en la escuela y la forma de dar clase y de comunicarme con los alum-nos. Todo eso tuvo que ver con mi salida de la Se-cundaria Anexa.

Paradójicamente, el alumno que defendí en dicha secundaria, se convirtió en enemigo con el paso del tiempo. Formó un grupo, Frente Magisterial Inde-pendiente, que tenía su órgano de prensa y en él me dedicó palabras amargas; nunca tuvimos ocasión de hablar. Ellos eran de una posición ultra radical y nos acusaban de reformistas.

Othón salazar.indd 126Othón salazar.indd 126 14/02/2008 05:53:04 p.m.14/02/2008 05:53:04 p.m.

Page 123: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

127

Capítulo IV

Enseñar mentiras es antipedagógico

En 1951 inicia con claridad la presencia pú-blica que marcará mi vida personal. El 24 de abril de ese año, en carta dirigida a Manuel

Gual Vidal, entonces secretario de Educación Públi-ca, un puñado de maestros, cinco para ser exactos, de la Escuela Primaria Número 325 “Territorio de Quintana Roo”, ubicada en Lago Winnipeg, Tacu-ba (ciudad de México), manifestamos nuestra opo-sición a incluir en los programas la denominada “Doctrina Alemán” contenida en el libro Por Méxi-co, distribuido por la SEP en todas las escuelas del país y cuyo propósito era promover la reelección de Miguel Alemán como presidente de la República.

Once maestros componíamos el plantel y recha-zamos rotundamente enseñar dicha “doctrina” a nuestros alumnos. Propuse al director de la escue-

Othón salazar.indd 127Othón salazar.indd 127 14/02/2008 05:53:04 p.m.14/02/2008 05:53:04 p.m.

Page 124: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

128

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

la, que por fortuna me apoyaba, realizar una reunión y hacer público nuestro rechazo mediante una car-ta que firmamos sólo los hombres, para proteger a las maestras. No quisimos que firmaran las muje-res porque sabíamos que se venía la represión con-tra nosotros. Ellas quedaron muy agradecidas de que cuidáramos de sus personas. Dimos el documento a la prensa y ésta le dio vuelo. También nosotros lo difundimos, a manera de folleto, entre los maestros.

Los docentes que nos rebelamos en contra de la Doctrina Alemán señalamos que las clases trabaja-doras veníamos padeciendo el recrudecimiento de políticas económicas que golpearon duramente a nuestras familias por la disminución creciente del poder adquisitivo del salario. La corrupción impe-rante en el sindicalismo mexicano y especialmente en el SNTE, se dejaba sentir también en las luchas entre dos fracciones del sindicato que eran repre-sentantes de corrientes de cualquier modo oficia-listas: los partidarios de Jesús Robles Martínez y Manuel Sánchez Vite, que eran alemanistas, y los del grupo del gobierno en turno bajo el mando de Enrique W. Sánchez, por entonces secretario gene-ral del sindicato.

Conocedores de nuestra protesta, los integrantes de la dirección del Partido Constitucionalista Mexi-cano, presidido por el General Francisco J. Múgica, nos llamó para reconocer el valor civil que demos-

Othón salazar.indd 128Othón salazar.indd 128 14/02/2008 05:53:04 p.m.14/02/2008 05:53:04 p.m.

Page 125: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

129

CAPÍTULO IV

tramos al rechazar una medida que se ordenaba des-de el gobierno federal. Sus oficinas, no recuerdo bien, estaban en Av. Juárez; tuvimos varias reunio-nes en las que también gocé del privilegio de hablar con otros diputados constituyentes: el Coronel Por-firio del Castillo, el Lic. Ignacio Ramos Praslow y Andrés Magallón, que creo que ya murió.

La carta tiene una redacción muy bonita, no ten-go el original, pero tampoco está cambiada por com-pleto, conserva el contenido principal, aunque fue reelaborada por la dirección del partido, el General Múgica en particular. Se titula Enseñar mentiras es antipedagógico, y se entregó a la Secretaría de Edu-cación Pública. Nunca dieron respuesta, pero tuvo repercusiones nacionales.

El lujo de la edición —decíamos— es el primer motivo de desagrado para nosotros. Sería insultante desplegar tan oropelesco volumen enfrente de los niños de nuestro ba-rrio, en las mañanas, cuando sabemos que la mitad de ellos llega a clases sin desayunarse; una cuarta parte, con una infusión de hojas de naranjo o de café aguado en el estómago y el resto sólo ha tomado un poco de pan y de leche de dudosa calidad. Los anteriores presidentes de México nunca pensaron en comprar la gloria a tan bajo precio. Además de contribuir a la formación intelectual de los niños puestos a nuestro cuidado, el Maestro debe ve-lar por desarrollar en el educando hábitos de hombría, de honradez y de amor a la verdad, cuidando siempre de predicar con el ejemplo. Y no es, ni acorde con la ver-

Othón salazar.indd 129Othón salazar.indd 129 14/02/2008 05:53:05 p.m.14/02/2008 05:53:05 p.m.

Page 126: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

130

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

dad, ni honrado, ni viril, la sumisión al pensamiento de un hombre vivo, interpretado por subalternos que, con fines adulatorios, pretenden difundir como buena y veraz, una Doctrina que manifiestamente y sin necesitar comproba-ción, no se ajusta a la verdad.

Luego de analizar la situación de los maestros y de señalar cifras relativas al costo de la vida y su re-lación con el salario magisterial, entre otros puntos, informábamos sobre nuestra resolución:

No difundir los doce puntos de la Doctrina Alemán, porque a nuestro juicio, el ideario atribuido al Señor Presidente por sus aduladores no se ajusta a la realidad mexicana. Su falsedad no necesita comprobación y enseñar la mentira es antipedagógico.Firmamos: Othón Salazar Ramírez, Salvador Ocampo Sa-hagún, Eusebio Delgado Díaz, Filemón Ruiz Alarcón y Maximiliano Marcial Pérez.

Esta experiencia fue profundamente significati-va porque el General Múgica fortaleció mi espíritu revolucionario de una manera considerable. Recibí una lección de hombría y de serenidad personal al hablar Múgica de los grandes temas de la vida na-cional, que se completó con una frase que se impri-mió en mi conciencia: El magisterio mexicano fue el brazo derecho de la Revolución. Esto me despertó grandes sueños relacionados con el papel del magis-terio nacional en la historia de México y consolidó

Othón salazar.indd 130Othón salazar.indd 130 14/02/2008 05:53:05 p.m.14/02/2008 05:53:05 p.m.

Page 127: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

131

CAPÍTULO IV

aún más los principios que me inculcara Modesto Sánchez Vázquez, uno de mis grandes mentores: de-fender la causa de los maestros, su dignidad y sus derechos.

No obstante su difusión, la reacción de los maes-tros fue muy débil, porque cuando llegaron a las es-cuelas los libros que contenían la Doctrina Alemán no se atrevieron a rechazarla; fuimos los únicos cin-co maestros, los de la “Quintana Roo“, quienes nos opusimos. En ninguna parte hubo expresiones de solidaridad, ¡nada! Los maestros se enteraron de la carta que habíamos escrito y tampoco respondieron. Sin bien nuestro documento tuvo repercusiones na-cionales en el sentido de que era una noticia desta-cada, no suscitó ninguna reacción.

Al final, el gobierno federal suspendió la tal doctrina. Nunca dieron un explicación de nada, simplemente la dejaron morir, según recuerdo. Pa-radójicamente, las consecuencias de nuestra osadía no se hicieron esperar. Jesús Robles Martínez, priís-ta de larga historia y entonces en la Secretaría Gene-ral del SNTE, nos aplicó un castigo, y desde la SEP se ordenó cambiarnos de escuela. Nos movieron a los cinco, nos separaron. A mí me enviaron a la “Lo-renza Rosales”; cuando llegué con mi hojita de cam-bio, no recuerdo el nombre de la directora, ella me recibió y sin levantar la vista, preguntó:

Othón salazar.indd 131Othón salazar.indd 131 14/02/2008 05:53:05 p.m.14/02/2008 05:53:05 p.m.

Page 128: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

132

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

⎯ Cómo se llama usted. Sin mirarme siquiera, con un tono, de ese que usan muchas de las directo-ras déspotas que tienen las primarias.

⎯ Othón Salazar Ramírez, le contesté.⎯ ¡No me diga más!, exclamó. ¡Aquí se anda con

cuidado o se larga en menos de un mes!⎯ Pues mire maestra, le digo lo mismo, se anda

usted con cuidado como directora, o se larga usted de aquí en menos de un mes. ¡Y se lo cumplí!

No se me ocurrió otra cosa que contestarle con las mismas palabras, y entonces sí ya me vio. Des-pués iba a mi salón a suplicarme, a pedirme per-dón; como a los dos o tres meses se largó. Encontré un detalle fuerte: ¡robaba en la cooperativa escolar! Y en la siguiente reunión de maestros me enfren-té a ella. Traía al personal docente intimidado, has-ta donde no se diga. En esa primera reunión propuse denunciar lo que pasaba en la cooperativa. Todos me apoyaron, ¡cómo estarían de ganas de venganza! Se mandó el documento y “va pa fuera, como se dice. Fue una de mis grandes chiripas. Después iba a mi salón a pedirme perdón. Nada, el asunto ya estaba caminando. En ese momento sí hicieron caso a la de-nuncia presentada por los maestros, aunque ya para 1951 había manifestaciones contundentes del vacío ideológico y político del magisterio. Sin embargo, ¿cómo explicar que nadie se quejó por la imposición de la Doctrina Alemán?, nada más los cinco maes-

Othón salazar.indd 132Othón salazar.indd 132 14/02/2008 05:53:05 p.m.14/02/2008 05:53:05 p.m.

Page 129: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

133

CAPÍTULO IV

tros y se acabó. Ya era evidente la indiferencia frente a los acontecimientos nacionales, incluso respecto a los que tenían que ver en ese momento con el traba-jo de los profesores.

Yo relaciono la apatía de los maestros con el pa-pel que se les estaba asignando; ya no sembraban inquietudes, sino que trabajaban como enseñado-res. Respecto de quienes ya estaban en ejercicio, yo creo dos cosas: la vida sindical era muy pobre, y por tanto, la participación política del magisterio en los grandes momentos de la historia se volvió también muy pobre; y eso fue creando una apatía de conse-cuencias negras para las nuevas generaciones.

En cambio, en mi caso tenía la ventaja de que mis estudios, mal que bien, tenían un terreno de experi-mentación. Yo me movía aquí, me movía allá, ha-cía algo y me mantenía. Nunca pasó por mi cabeza decir: “Al rato soy director de escuela“, “al rato soy inspector“, “al rato soy jefe de sector”. Nunca pensé en el escalafón. Mi expectativa era ser un luchador social. Ya me lo había fijado como objetivo. Nun-ca pensé que para alcanzar ese propósito me hubie-ra servido de plataforma la dirección de la escuela o alguna de esas cosas. Yo quedé muy vinculado a los ideales sociales revolucionarios. Tuve una sensibili-dad desarrollada pues este brote de rebeldía ya me llamaba la atención inmediatamente. Y yo hacía lo que podía por incorporarme y participar y estar al

Othón salazar.indd 133Othón salazar.indd 133 14/02/2008 05:53:05 p.m.14/02/2008 05:53:05 p.m.

Page 130: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

134

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

tanto de lo que ocurría. Desafortunadamente, mu-chos maestros ven la escuela sólo como un espacio laboral que no les costó mucho trabajo conseguir y que se vuelve prioridad sólo porque de algo hay que vivir. Esa es la idea que tienen. Lo cierto es que con-servar el trabajo estaba para ellos por delante, y las inquietudes de otro orden se quedaban de lado.

Mi presencia pública y mis primeras acciones estu-vieron ligadas, desde el inicio, a una inquietud por for-talecer los principios revolucionarios que ya en aquella época estaban mermados por la institucionalización de la lucha y el creciente control sobre las masas trabaja-doras. Más tarde, cuando estalló el movimiento de los maestros, el 3 de julio de 1956, el gangsterismo sindi-cal se extendía, había una descomposición brutal de los mandos sindicales que a toda costa quisieron apoderar-se de la Sección IX y no reconocer los triunfos de los maestros democráticos. Ahora esta situación es peor, por una razón: en el momento nuestro aún quedaba espíritu de lucha, hoy está muerto. Por algo la dirección sindical hace lo que se le da su regalada gana, pero tal vez eso no sea así para siempre.

A la escuela que llegaba juntaba lumbre

Impartí mis primeras clases a un grupo de sexto de primaria. En cada clase, aparte de cubrir las nece-

Othón salazar.indd 134Othón salazar.indd 134 14/02/2008 05:53:05 p.m.14/02/2008 05:53:05 p.m.

Page 131: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

135

CAPÍTULO IV

sidades de instrucción ¡agitaba a mis alumnos¡, era 1949. La escuela se llamaba Territorio de Quintana Roo, de donde salió, como ya dije, la rebelión con-tra Miguel Alemán. En el primer grupo tenía unos 43 o 44 alumnos. Creo que la escuela todavía existe. Nunca más he vuelto. A la escuela que llegaba jun-taba lumbre, en la primera reunión general de maes-tros; luego, luego, parecía que venía yo con navaja puesta. Las maestras y los maestros comenzaron a ver que había un rebelde por ahí, algunos estaban de acuerdo conmigo y otros no, más bien actuaban como burócratas. A éstos también les inspiraba te-mor la rebeldía.

Desde la tribuna se tiene que contribuir a pren-der la mecha no sólo en el magisterio, sino en el sindicalismo nacional. Lo peor del momento ac-tual del sindicalismo mexicano, no solamente del SNTE, aunque en particular de éste, es que domi-na una masa amorfa, sin quinto de conciencia, bu-rocratizada. En gran medida la tarea histórica del sindicalismo mexicano es recuperar su conciencia de clase. Tan amarga es la situación que hay traba-jadoras y trabajadores que al haber conseguido su trabajito, lo consideran la conquista más grande. Esto también es producto de la escuela: ¿qué gene-raciones estarán saliendo de las normales urbanas? También sucede en las normales rurales en alguna

Othón salazar.indd 135Othón salazar.indd 135 14/02/2008 05:53:05 p.m.14/02/2008 05:53:05 p.m.

Page 132: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

136

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

medida, pero sobre todo de las urbanas salen mansi-tos, como corderos.

Yo procuraba desarrollar en mis alumnos la ca-pacidad de análisis, el cultivo de la inteligencia, el fomento de la cultura. Me servía mi afición por la tribuna que aplicaba en mis clases y tomaba de las cosas que estaban a mi alcance para propiciar sus re-flexiones. Que, por ejemplo, una alumna o alumno eran injustamente castigados, ese era mi tema. Yo recuerdo que en la Secundaria Anexa, conquistada con la primera huelga que dirigí en la Normal Supe-rior, castigaron a una muchachita y en mi grupo de tercer año de secundaria se hizo casi una declaración de guerra contra los directivos.

Yo repetía como podía palabras que le aprendí a mi maestro Modesto Sánchez Vázquez, que decía: los maestros no deben olvidar que antes que maes-tros son hombres. Eso lo decía en el sentido del va-lor para enfrentarse a los problemas. Y yo hacía lo que podía para agitar aquellos hechos que yo cono-ciera. De modo que echaba mano de los recursos con que contaba para tratar asuntos problemáticos con el grupo; como eso hicieron conmigo mis maes-tros, hacía lo mismo para, según yo, crear concien-cia, para inquietar a la gente. Yo veía resultados, aunque sea muy chiquitos, porque ya las mucha-chitas comenzaban a tomar la palabra, a decir co-

Othón salazar.indd 136Othón salazar.indd 136 14/02/2008 05:53:05 p.m.14/02/2008 05:53:05 p.m.

Page 133: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

137

CAPÍTULO IV

sas, aunque sea de defensa, iniciándose un estado de conciencia rebelde, por decirlo así.

Eso me alentaba enormidades. Me hice a la idea de que no se puede formar la conciencia de los niños y de los jóvenes desde el punto de vista de los valo-res sociales si no se acude a la vida misma. De este hecho, de aquel. Que ayude también a los niños a interesarse por las cosas injustas, para saber qué ha-cer ante ello. Ésa era mi manera de hacer, pero tam-bién quería influir en los muchachos; además de dar elementos de conciencia, quería influir para que se inclinaran por la oratoria. Pasaba a un joven o joven-cita para que hablara o dijera algo. Les decía: levan-te la mano quien quiera preparar un discursito sobre el padre Hidalgo o algún otro personaje histórico, porque lo van a decir aquí en público.

A los 30 años de edad ya tenía dos de maestro. En esos años, lo que yo encuentro relevante es que quería ser una imagen viva ante mis alumnos de mi maestro Modesto Sánchez Vázquez. Trataba, como si dijéramos, de copiar rasgos muy importantes de la conducta docente de mi maestro. Uno de ellos es que yo estaba muy pendiente de reaccionar críticamente en contra de circulares, de órdenes de la inspección y de la dirección de la escuela primaria. Y como me daba resultados muy saludables, porque conquistaba yo el cariño de los maestros, de las maestras, pues veían que en cada reunión había oposición crítica

Othón salazar.indd 137Othón salazar.indd 137 14/02/2008 05:53:05 p.m.14/02/2008 05:53:05 p.m.

Page 134: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

138

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

a lo que injusta o arbitrariamente se disponía; eso me allanaba mucho el camino y facilitaba la relación personal con mis compañeros maestros.

Fuera de eso, yo no quería acercarme a experien-cias de orden sindical por una razón: porque el esta-do de inquietud intelectual que creó en mí el maestro Modesto Sánchez me llevaba a ver la vida de esa manera: “¿Qué me habré yo perdido de una reunión sindical dirigida por los charros?” Lo mismo que di-cen ahora los profesores nuevos y que yo mismo me digo: “Lo mejor es que yo me meta a leer los libros, a prepararme, a las atenciones de mi formación”, pero con la diferencia, quizá, de que la crudeza de la vida actual impide a muchos compañeros dedicarse con más empeño al estudio. Sin embargo, la influencia que traía yo de la Nacional de Maestros, pero sobre todo de la Normal Superior, me colocó en condicio-nes de inquietud sindical y política verdaderamente fuertes que luego de que sentí mi formación que es-taba más o menos consolidada, vi que no se contra-ponían. Por eso surgí el 3 de julio de 1956, porque la experiencia de la huelga de la Normal Superior me formó un estado de inquietud irresistible.

Durante dos años di clases en la mañana, y a par-tir de 1950 a 1951 mañana y tarde; en la mañana pri-maria y en la tarde en la Normal Superior. La idea de enseñarle algo a los demás ocupaba horas de mí antes de dormir. Era una ilusión enorme, inventa-

Othón salazar.indd 138Othón salazar.indd 138 14/02/2008 05:53:06 p.m.14/02/2008 05:53:06 p.m.

Page 135: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

139

CAPÍTULO IV

ba, imaginaba grupos de niños mixtecos −pues es la región de donde yo soy−, que yo los organizaba de esta u otra manera, que les explicaba, pero esos sue-ños yo los tenía despierto, cuando no estudiaba en las normales y sobre todo cuando ya era normalis-ta, rural o urbano. De manera que nunca me imaginé seguir otra profesión. Siempre la de maestro.

La dirección de los movimientos sociales debe ser colectiva

Fuimos en el MRM los primeros en convocar a la Primera Conferencia Popular de Educación llevada a cabo en la UNAM, en 1973. Yo creo que mantiene plenamente su vigencia al día de hoy. Se llama Tesis sobre la Reforma Educativa.

También desde las filas del MRM, junto con otras fuerzas políticas y sociales, convocamos al Prim-er Encuentro Magisterial Revolucionario sobre el Problema de la Educación. Quizás exagero, pero cuánto bien le haría al magisterio nacional que se reeditaran las tesis. Comienza el texto con una car-ta del MRM a Víctor Bravo Ahuja diciéndole nues-tra opinión crítica sobre la educación. En el MRM teníamos, ahora se ha alejado de nosotros, la cabe-za brillante de Iván García. Y no solamente él, pues estaba también Hernán Escalante y otros que pre-

Othón salazar.indd 139Othón salazar.indd 139 14/02/2008 05:53:06 p.m.14/02/2008 05:53:06 p.m.

Page 136: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

140

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

sentaron ponencias interesantísimas. Nunca en el sindicato de maestros se hizo un esfuerzo tan gran-de, tan consistente y tan sólido, como el hecho por el MRM en el problema de la Reforma Educativa. No nos hicieron caso, pero esa experiencia sí quedó y lo reconoce mucha gente.

Valorando el lugar que el MRM ocupaba ya en la historia de las luchas sindicales de México, no-sotros estábamos en condiciones de marchar al lado de las fuerzas revolucionarias del país, así fuéramos muchos o pocos. Y algo que reforzaba esta idea de que podíamos luchar con las fuerzas avanzadas de México fueron las tesis del MRM sobre la Refor-ma Educativa. Esa conferencia caló profundamente. Le dio al MRM una respetabilidad muy grande en el análisis de importantes temas de la vida nacional, como es la educación.

En las circunstancias actuales vemos que la es-cuela pública ha llegado a un punto tal de crisis, que bien merece un análisis muy elaborado, muy con-cienzudo, de las líneas por lo menos básicas del sis-tema educativo nacional. Su deterioro es manifiesto y en él se expresa también el modo como se fue-ron concentrando los intereses de la burguesía mexi-cana de tal manera que se apoderó del mando del país, y al hacerlo, comenzó a poner trabas a todo lo que pudiera molestarlo: un movimiento obrero pu-jante le hacía daño. Lo fueron haciendo a un lado,

Othón salazar.indd 140Othón salazar.indd 140 14/02/2008 05:53:06 p.m.14/02/2008 05:53:06 p.m.

Page 137: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

141

CAPÍTULO IV

como han tratado de exterminar las posibles formas de conciencia del magisterio nacional, con lo que han afectado la formación de millones de mexicanos y entorpecido la marcha de nuestro país.

Eso respecto del movimiento sindical, pero yo digo que con relación al clima político nacional que observamos ahora, tiene una relación muy grande lo que está ocurriendo con una ganancia bárbara de la burguesía mexicana. Dispersó al movimiento re-volucionario mexicano; los dedos de la mano no al-canzan para contar sólo a los grupos comunistas. Y todo eso significa debilidad de la capacidad revolu-cionaria de nuestro pueblo para ofrecer resistencia a los avances del capital. Yo tengo mis opiniones crí-ticas muy fuertes sobre el sindicalismo mexicano. El Movimiento Revolucionario del Magisterio con-tó con una solidaridad, de apoyo a nuestro movi-miento, verdaderamente digna de llamarla clasista; por ejemplo, del Sindicato Mexicano de Electricis-tas (SME) en los tiempos de Agustín Sánchez Delít, de Álvaro Sánchez Delít, ¡en fin! Recuerdo que to-mada la SEP no pasaba ni un día sin que nos lleva-ran su saludo solidario.

Ahora se prende la mechita aquí, se prende allá, sin mayores resultados. No hay nada que permi-ta poner en marcha la iniciativa del SME de crear el Frente Sindical Nacional, o algo así, con lo cual los electricistas estaban llamados a jugar un gran pa-

Othón salazar.indd 141Othón salazar.indd 141 14/02/2008 05:53:06 p.m.14/02/2008 05:53:06 p.m.

Page 138: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

142

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

pel en la lucha sindical clasista de México. Entonces aquí juegan mucho los actores, juega la poca for-mación ideológica de los trabajadores y luego los intereses personales y de grupo que, en diferentes órdenes, son los que van adelante. En el SME la gente está viendo “¿quién va a ser el secretario ge-neral? ¿De mi corriente o de dónde? Por ahí va aho-ra la mentalidad.

Tengo un gran interés porque los maestros pue-dan reivindicar los valores históricos del SNTE. Éste jugó un papel verdaderamente relevante cuando la escuela pública alentaba grandes ideales. Después se fue enredando en problemas del sindicalismo bu-rocrático y abandonó principios fundamentales para el desarrollo del magisterio. No hay sindicato mexi-cano que tenga el potencial revolucionario que tiene el SNTE, encima de todos sus errores. Si el magis-terio, echando mano de su instrumento de la lucha clasista, como es el SNTE −vamos a decir pues que así era el movimiento−, consigue la movilización de sus bases magisteriales y contribuye a la concienti-zación de la población, tiembla el poder y se trans-forma el país.

Los maestros tenemos posibilidades de contacto con todo el verdadero pueblo de México. Vamos a poner un ejemplo: si este resurgimiento sindical de los maestros significara en la ciudad y en el cam-po una reunión al mes siquiera, de la escuela con la

Othón salazar.indd 142Othón salazar.indd 142 14/02/2008 05:53:06 p.m.14/02/2008 05:53:06 p.m.

Page 139: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

143

CAPÍTULO IV

ciudadanía de la comunidad, eso pondría a temblar a la reacción del país. Pero la escuela está reduci-da a las cuatro paredes, el magisterio firma su en-trada, firma su salida, recibe su cheque quincenal y adiós mundo. Hay un vacío de ideales trascenden-tes en el magisterio. Y las fuerzas de oposición están muy débiles −ésa es la verdad, trabajamos con enor-mes dificultades−, para ir dándole un papel, el que se pueda. Si al MRM el gobierno no le echa la fuer-za pública, este es el momento en el que el MRM habría pesado enormemente en las transformaciones del país. Pero hoy el magisterio muestra una capaci-dad de iniciativa propia prácticamente muerta. A pe-sar de contar con un millón trescientos mil maestros, la mayoría permanece calladita ante los acontec-imientos. Y claro, eso hace de Elba Esther Gordil-lo una mujer que aparentemente lo puede todo y que pretende perpetuarse en el poder, ayudada por la de-spolitización que ha inculcado el gobierno federal sobre los maestros.

La dirección que hoy requieren los movimientos so-ciales debe ser colectiva, con un programa que conten-ga lo que el pueblo mexicano necesita para cambiar el rumbo del país. De no ser así, una dirección unipersonal fortalecerá el caudillismo que existe ahora. Por esclare-cida que sea la mente del caudillo no propiciará un avan-ce. Aquí se necesita una dirección colectiva y luego un instrumento colectivo también, que discuta y analice, de

Othón salazar.indd 143Othón salazar.indd 143 14/02/2008 05:53:06 p.m.14/02/2008 05:53:06 p.m.

Page 140: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

144

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

manera preparada, no improvisadamente, la conducción de la fuerza de nuestro pueblo.

En el caso de la lucha de los maestros, si bien no hay condiciones para la reconstrucción del Pleno de Representantes de Escuela, en cambio se puede for-mar un Consejo Magisterial Revolucionario, o una organización semejante, que se reúna periódicamen-te para garantizar la continuación de la lucha, que trabaje sobre la base de un núcleo que discuta colec-tivamente y trace las directrices para la acción.

Además de que creo que se tienen las condiciones para formar algo así, creo que existe una necesidad muy grande. ¿Por qué tanto poder de Elba Esther Gordillo? Porque no hay instrumentos de resisten-cia, ni grandes ni chiquitos. Entonces, es una ver-dadera necesidad del colectivo magisterial nacional la de formar el Consejo Revolucionario Magisterial, reorganizar el MRM, lo que pueda, pero necesita-mos darle al magisterio consciente un instrumento de lucha. ¡Y vamos a ver! Quiero, además, formar una Corriente Sindical Revolucionaria, con su tribu-na, que convoque a un primer encuentro magisterial para analizar la ignominia en la que se encuentra el sindicato y la educación en nuestro país.

Othón salazar.indd 144Othón salazar.indd 144 14/02/2008 05:53:06 p.m.14/02/2008 05:53:06 p.m.

Page 141: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

145

CAPÍTULO IV

No hay arma de tanto poder como la in-teligencia

La derrota que sufrió la escuela pública en relación con su más alto papel que es el de la liberación so-cial y la liberación de la conciencia, tiene que ver de manera directa con la agonía primero y luego la muerte de los ideales abanderados por la Revolu-ción Mexicana. Se puede decir que la escuela públi-ca mexicana es una conquista directa con una base de sangre y de vida de miles de mexicanos. De ahí proviene la escuela que la Revolución creó para li-berar socialmente a la nueva generación y también a los adultos a través de los vínculos indisolubles de la escuela pública con la comunidad.

La cancelación de la escuela socialista, así como el abandono de la educación como prioridad para el desarrollo nacional, se vinculan con dos fenómenos fundamentales: la debilidad de las fuerzas de la iz-quierda revolucionaria, y el avance incontenible de los intereses del capital nacional cada vez más aso-ciado o coludido con los designios del capital trans-nacional. En el primer caso, considero al Partido Comunista como responsable de los retrocesos que se asomaban en el año de 1939, por su escasa ca-pacidad de análisis y de elaboración teórica de la marcha de la sociedad mexicana en esos días. Aun cuando se habían encumbrado ya los intereses del

Othón salazar.indd 145Othón salazar.indd 145 14/02/2008 05:53:06 p.m.14/02/2008 05:53:06 p.m.

Page 142: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

146

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

capital en nuestro país y los ideales de la Revolución habían quedado ya lejos con Ávila Camacho, el de-sarrollo de la izquierda comunista en México daba señales de decaimiento. Los comunistas del tiempo de Lázaro Cárdenas carecieron de la visión para en-tender el momento y sacarle todo el jugo posible a las señales de cambio que aparecían en el régimen cardenista. Según yo se empobreció la capacidad de análisis de la izquierda revolucionaria para entender el momento cardenista, por lo que la cancelación de la educación socialista no costó un gran esfuerzo, pareció más bien un cambio administrativo.

Ubico el abismo profundo que ya existe en Méxi-co entre los poderes del capital y su gobierno y los grandes intereses de la nación y de nuestro pueblo, más o menos a finales de la década del 30, cuando la capacidad transformadora del régimen cardenista iba cuesta abajo y se abandonaban los ideales revo-lucionarios. Ya para 1940 las cosas no estaban bien; en este deterioro hay un problema fundamental y que propongo para que sirva como premisa: si vas a la guerra, arma primero tu cabeza y luego tus manos. En la pelea no hay otra arma de tanto poder como la inteligencia. La nación que tenemos está total-mente dominada por intereses egoístas, que son los del capital, que con las estrategias de manipulación utilizadas consigue que los intereses de las grandes mayorías oprimidas por el capital sólo sean vistos

Othón salazar.indd 146Othón salazar.indd 146 14/02/2008 05:53:07 p.m.14/02/2008 05:53:07 p.m.

Page 143: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

147

CAPÍTULO IV

débilmente por mucha gente, y débilmente levanta-dos como banderas de reivindicación. Entonces, hay que rescatar la capacidad de organización, así como enarbolar banderas propias que generen tácticas de desarrollo de la lucha −propias también−, que per-mitan, con el triunfo e incluso sin él, ser una aporta-ción para el despertar del pueblo mexicano.

Por otra parte, en la medida en que se concentró el capital, en esa medida se fue alejando el mando gubernamental de las necesidades de nuestro pueblo y de la nación, entre ellas la protección y el desa-rrollo de la escuela pública. Hasta donde yo alcan-zo a ver, la escuela pobrísima que hoy tiene el país en casi todos los niveles guarda una relación directa con el poder del capital en la sociedad mexicana. En este sentido, hago una deducción: devolver a Méxi-co sus fuerzas revolucionarias es una tarea histórica que está relacionada con el cambio de rumbo de la nación. Sin esa conquista, el país seguirá su camino de retroceso y arrastrando en su caída todas las lí-neas vitales de la vida nacional, entre ellas la escue-la pública.

La escuela que hoy tenemos es una escuela va-cía de ideales trascendentes. Por decirlo así, vive al día, tiene muerta la visión de futuro; pese a ello, la educación tiene un potencial revolucionario muy grande, entre otras cosas, porque representa la po-sibilidad de elevar el poder de la inteligencia. De

Othón salazar.indd 147Othón salazar.indd 147 14/02/2008 05:53:07 p.m.14/02/2008 05:53:07 p.m.

Page 144: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

148

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

manera que el maestro mexicano tiene un papel ver-daderamente trascendente que consiste en llevar lo mejor de las bases magisteriales que tenga para for-mar ciudadanos cabales, que se sirvan a sí mismos, pero que le sirvan a la sociedad también. Ninguna institución pública es tan poderosa en sus posibili-dades, −aunque ahora son muy pobres−, ni tiene ca-pacidad de abrirle camino a las luces que necesita la historia mexicana en estos días como la escuela pú-blica porque ésta puede ir creando una conciencia en favor de regresarle a nuestro pueblo el poder de su soberanía.

Tanto ha logrado el poder del capital, que con-seguir la reorientación del magisterio nacional va a costar enormidades, pero vale la pena. Todo esfuer-zo que se entregue debe orientarse a la organización sobre bases militantes y también en ese sentido es de interés histórico. Por eso sostengo que vale la pena la formación del MRM, o mejor dicho su reorga-nización y el estímulo a la incorporación de otros grupos que no son el MRM, pero que hacen su apor-tación en favor de un magisterio que no camine do-minado por los intereses que defiende Elba Esther Gordillo. La idea que tengo −idea concreta, por cier-to−, es la de reorganizar el MRM en la capital del país; de ahí se pasaría al Encuentro de los Maestros Revolucionarios del Sur: Tlaxcala, Oaxaca, Puebla, Morelos y Guerrero. Y posteriormente, según la vi-

Othón salazar.indd 148Othón salazar.indd 148 14/02/2008 05:53:07 p.m.14/02/2008 05:53:07 p.m.

Page 145: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

149

CAPÍTULO IV

sión que yo tengo, se iría al Encuentro Magisterial Nacional Revolucionario; ahí se analizaría de mane-ra adecuada el estado que guarda la escuela pública y se sugerirían los grandes y profundos cambios que la escuela necesita para estar a la altura del México que tenemos. Para eso estamos también trabajando, para hacer realidad el sueño de que al reorganizar el MRM vamos a contar con una prensa propia, orien-tada abiertamente hacia los intereses de la lucha re-volucionaria.

Sin embargo, para reorganizar el magisterio se re-quiere de un mínimo de ideales de carácter nacional y un análisis profundo de los problemas concretos que ahora tiene el magisterio. Y hay que luchar tam-bién, por decirlo así, con sentido histórico, o sea, hay que tener en cuenta la necesidad de cambiar el rumbo de la nación. Si la escuela está dominada por el espíritu conservador, digamos en este caso, enton-ces la escuela no le sirve a nadie, más que a los in-tereses de las fuerzas conservadoras de mi país. No obstante y a pesar de todas sus debilidades, maestros y maestras cuentan con un criterio respetable, avan-zado, porque los hay; por tanto el problema está en cómo organizar esas fuerzas para ponerlas al servi-cio de los grandes cambios que la escuela y el país necesitan.

Desde otro ángulo, la escuela privada ha tenido una expansión impresionante en todos los niveles,

Othón salazar.indd 149Othón salazar.indd 149 14/02/2008 05:53:07 p.m.14/02/2008 05:53:07 p.m.

Page 146: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

150

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

desde el preescolar hasta el universitario, porque el Estado abandonó su responsabilidad de ponerse al frente de la escuela pública. Como los intereses em-presariales tienen un peso muy grande en los conte-nidos de la escuela, entonces el Estado mantiene −en términos generales−, su responsabilidad de hacerse cargo de que la escuela funcione, pero no se hace cargo del papel trascendente que la escuela mexica-na debiera cumplir en vista de los intereses superio-res de la nación. De eso sí no se hace cargo. Esto de los exámenes de Enlace, así como de otras pruebas que se aplican, cuando mucho resuelve un proble-ma estadístico, de saber cómo se va aquí o allá des-de el punto de vista numérico, pero no profundiza en el problema de, por ejemplo, la orientación revolu-cionaria de la escuela pública. Esto está relacionado con los grandes intereses empresariales que defien-de el Estado actual, el gobierno de hoy, que está car-gado de muchos compromisos, y algunos de los que resaltan son los intereses ideológicos. La conciencia de los mexicanos está dominada brutalmente por el individualismo. Los de carácter colectivo −que son los que acercan mucho a las posiciones revoluciona-rias−, están echados a un lado.

Por lo tanto, para enfrentar todo ese mundo de co-sas que dañan los intereses del país no hay otro ca-mino que la organización independiente y el estudio de la historia nacional que genere un pensamiento

Othón salazar.indd 150Othón salazar.indd 150 14/02/2008 05:53:07 p.m.14/02/2008 05:53:07 p.m.

Page 147: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

151

CAPÍTULO IV

que, como decía Don Benito Juárez, esté vinculado con defender la idea de Patria, así como la noción de hombría. Porque no cabe duda que uno puede tener las ideas claras, pero si le tiembla el pulso para todo, de nada sirve uno al país. Se necesita tener cierto va-lor y temple personal para entregar sus esfuerzos a favor de la lucha.

A reserva de realizar un análisis profundo so-bre los programas actuales para la educación bási-ca (Enciclomedia, por ejemplo), para poder dar una opinión fundamentada, en términos generales mi impresión es que también los programas han sufrido modificaciones tremendas debido a los intereses del capital. Y no estoy seguro, pero las clases de histo-ria han sufrido un deterioro muy grande y el civismo que se imparte en las escuelas, si es que se imparte, es un civismo, por decirlo así, sin compromiso al-guno con los intereses superiores de la nación. Es un civismo de cátedra, de formalidades, pero que no busca crear los ciudadanos integrales que México necesita, porque también los maestros comenzaron a pensar en sí mismos, más que en sus alumnos a quienes sólo consideran en el plan de la enseñanza, pero no en el de la formación.

En el andar con los maestros se han discutido es-tos problemas, pero el planteamiento que hacemos tiene poco alcance porque nuestra forma organizada de existencia −vamos a decir−, es todavía muy ini-

Othón salazar.indd 151Othón salazar.indd 151 14/02/2008 05:53:07 p.m.14/02/2008 05:53:07 p.m.

Page 148: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

152

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

cial, pero va a llegar un momento en que tendremos posibilidades de elaborar una reflexión que influya en el marco de la opinión nacional. Yo me pregunto ¿a quién le corresponde tener una visión propia so-bre la quiebra de los valores sociales de la escuela pública? A los maestros. A nadie más que al maes-tro. Entonces vamos a buscar que la reorganización del movimiento revolucionario cuente con una tri-buna quincenal, mensual, como se pueda, para ana-lizar los grandes temas de la educación, pero no sólo éstos sino también hacer un esfuerzo por tener una opinión propia sobre la marcha del país.

Uno de mis grandes mentores en la Nacional de Maestros me inculcó lo que considero una bandera y un compromiso: luchar por la revaloración social del maestro mexicano. Actualmente su figura está dominada por las ideas burocráticas y supuestos em-peños por su profesionalización, concepto lleno de formalidades: tienen su escuelita donde trabajar, un cheque a la quincena que cobrar, exigencias de ac-tualización en las que los encargados de promover-la simulan atención o cumplimiento a demandas de formación, pero carecen de ideas sociales o compro-miso del maestro con los grandes temas de la vida social y política. Se nota en estos procesos un gran empobrecimiento de la cultura de los maestros no sólo en cuanto a puntos de referencia con la cultura

Othón salazar.indd 152Othón salazar.indd 152 14/02/2008 05:53:07 p.m.14/02/2008 05:53:07 p.m.

Page 149: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

153

CAPÍTULO IV

universal, sino también con aquellos que están rela-cionados con el acontecer actual.

Por ello en mis conferencias busco sensibilizar a mis oyentes sobre la necesidad de alcanzar niveles de formación más sólidos, atendiendo también a lo que leí en algún lugar: la profesión del maestro es una de las tres grandes profesiones de la humani-dad, entre otras cosas porque es la que lleva las lu-ces que la inteligencia necesita para desarrollarse y ésta es grano de oro en cada vida individual.

En mis presentaciones utilizo usualmente un guión porque me ofrece muchos márgenes de li-bertad, según la reacción del auditorio, y procuro asimismo crear un altísimo estado de ánimo revolu-cionario si es posible, y alcanzar un elevado grado de atención. Yo no sé si estoy en lo justo o no, pero desde mis primeras palabras ante el público, la gen-te reacciona con un silencio concentrado, eso me va ayudando a obtener resultados; uno de ellos, expre-sar a los maestros, y que lo sientan como algo pro-pio, un profundo respeto por la labor que realizan y el compromiso inalienable de continuar en la lucha por la dignificación de nuestra tarea.

Othón salazar.indd 153Othón salazar.indd 153 14/02/2008 05:53:07 p.m.14/02/2008 05:53:07 p.m.

Page 150: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

155

Capitulo V

¡Con qué derecho me voy a rajar, si aquí estuvo el General!

Alcozauca de Guerrero, donde nací el 17 de mayo de 1924, es una comunidad enclava-da en la montaña del estado de Guerrero.

En mi niñez sus lugares naturales mostraban una ri-queza vegetal impresionante, su adorno mayor era el extraordinariamente hermoso río El Salado, en el que yo me andaba ahogando. A ese río se deben las hermosas huertas que tiene mi tierra: limas, limo-nes, toronjas, porque terminado el temporal recons-truyen los cauces por donde tiene que entrar el agua a las huertas. Tres calles tiene, hoy pavimentadas, y luego callejones, muchos callejones. En un cerrito como mandado a hacer, muy bonito, está enclavado el Panteón Municipal. Mi condición de leñero me dejó una profunda huella y me permitió conocer ce-

Othón salazar.indd 155Othón salazar.indd 155 14/02/2008 05:53:08 p.m.14/02/2008 05:53:08 p.m.

Page 151: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

156

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

rros, lomas, caminos y al paso del tiempo contribu-yó también a incrementar mi amor por el estudio.

La comunidad en que nací tenía unos mil quinien-tos habitantes; ahora, cuando mucho, tendrá unos tres mil. Soy de origen mixteco, pero no lo hablo porque desde muy niño aprendí español. Nuestros antepasados nos dejaron como recuerdo de la funda-ción del pueblo una ceiba hermosísima; no sé qué le inyectaron y murió, pero hace tiempo me invitaron a la ceremonia que se hizo para plantar una nueva que está creciendo muy bonita. El Palacio Munici-pal es uno de los más bellos de la montaña, y el Zó-calo, donde se ubica, es de mármol como también lo es el derredor de las banquetas; en la calle Vicen-te Guerrero se encuentra la placa que conmemora la visita del General.

Durante la Guerra de Independencia Vicente Guerrero tenía su avanzada en el cerro del Alum-bre; era inexpugnable, nunca pudieron los españoles conquistarlo. Te paras en el Zócalo y hacia el norte destaca un cerro como hemisférico que se llama El Campo de Guerrero, porque desde ese lugar el Ge-neral sostuvo tres meses la resistencia; y desde mi tierra, el 30 de septiembre de 1815, lanzó su Procla-ma Patriótica, la cual conservo y mantengo siempre presente. Yo me siento muy orgulloso por este dato histórico y le digo a la gente: ¡Con qué derecho me voy a rajar, si aquí estuvo el General!

Othón salazar.indd 156Othón salazar.indd 156 14/02/2008 05:53:08 p.m.14/02/2008 05:53:08 p.m.

Page 152: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

157

CAPÍTULO V

En la Montaña se habla mixteco, nahua, amuz-go y tlapaneco. En el municipio y en la cabecera municipal, lo habla como el 90 por ciento de la po-blación; hay un barrio que se llama La Virgencita, otro Cruz Verde, en donde viven puros mixtecos. Mi papá, aunque no tenía ese origen, hablaba el mixte-co. Cada ocho días iba con su burrito a vender pan a los pueblos y a todas las comunidades y así se co-municaba; mi mamá sí era mixteca. De mis compa-ñeros de generación ninguno habla esa lengua; no nos la enseñaron porque dominó el español.

Mi padre tenía un lado débil de su vida que tuvo repercusiones muy amargas en la familia: mi papá tomaba, pasaba meses tomando. Cuando no lo ha-cía, su trabajo en la panadería iba muy bien, en lo que se podía, pues no había recursos, y mi mami-ta, aprovechando que Erasmo, hermano de mi pa-dre, tenía panadería, le daba a vender pan para el barrio; con eso la íbamos pasando y la familia tenía algo qué comer.

Vengo del suelo, mi niñez es triste, triste, triste; no nada más la mía, sino en general la de todos los niños de ese pueblo en aquellos años. Señales de esa pobreza eran, por ejemplo, mis pies descalzos, cal-zoncillo de manta, nunca un centavo en las manos, y la comida era, invariablemente, las tortillitas que hacía mi mamá con frijoles, con sal. Mis hermanos y yo fuimos delgados como una espiga. Mi padre,

Othón salazar.indd 157Othón salazar.indd 157 14/02/2008 05:53:08 p.m.14/02/2008 05:53:08 p.m.

Page 153: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

158

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Daniel Salazar, además de panadero, fue el mejor cantador del pueblo, sobre todo de corridos de la Re-volución. Yo presumo que sé hacer pan, porque mi papá me llamaba a ayudarlo y por eso yo aprendí; también me gustaba cantar.

Desde niño yo buscaba qué hacer para ayudar a mi padre a mejorar la vida de la familia. Él hacien-do el pan, y yo en dos actividades: en temporal de lluvias sembrando lo más que mis fuerzas me per-mitían; sembrar tres litros de maíz, ni siquiera la ma-quila, que eran cinco litros. Yo sembraba tres litritos y sentía una satisfacción muy grande, cuando llega-ba el tiempo de la cosecha, pues aunque sea ocho costales de mazorca llevaba a la casa. La otra acti-vidad que hacía a la edad de 7 u 8 años era recoger, todos los días, un tercio de leña que llevaba hasta la casa cargando en el hombro, una distancia de unos dos y medio kilómetros, recorridos en media hora de camino. Yo valoro que esta tarea no me fuera im-puesta por mis padres; no me mandaban pues no me decían: Vete por la leña. No, iba yo por iniciativa propia, aunque de algún modo ese tercio de leña era una condición para poder asistir a la escuela, que por fortuna estaba a unas seis cuadras de mi casa.

A veces, como yo tenía un primo, Juvenal Bazán Díaz que era de mi edad y vive actualmente, nos íba-mos por la leña a las tres de la mañana, no siempre a esa hora, pero sí con frecuencia. En ocasiones como

Othón salazar.indd 158Othón salazar.indd 158 14/02/2008 05:53:08 p.m.14/02/2008 05:53:08 p.m.

Page 154: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

159

CAPÍTULO V

estaba muy oscuro, no veíamos qué leña estaba ver-de y cuál estaba seca. Un día regresé solo, con mi tercio de leña y mi machete, me atreví a pasar el río crecido que había en mi tierra y me arrastró con una fuerza tremenda, me llevó y me llevó. Mi salvación fue una islita de la playa del río donde había unos axúchiles, allí me atoré, si no, adiós, allí hubiera yo muerto, a la edad de unos 9 años. Estuve un buen rato, el río tenía una corriente verdaderamente pro-nunciada, de modo que en una hora u hora y media bajó su nivel y eso me permitió salir de ahí.

Me atraía enormidades el campo, yo soñaba con tener una siembra que valiera la pena, sobre todo impulsado por la miseria brutal de mi familia, pero no tenía fuerzas para poner una siembra grande, sino una pequeña que en realidad estaba acorde con mi edad. Preparar la tierra tiene su gracia: se llama ro-zar el trabajo de tumbar el monte de la tierra en la que uno va a sembrar, luego se quema y posterior-mente viene ya la siembra. Una de mis hermanitas, Balbina, −que hace 50 años falleció−, con gran cari-ño me llevaba la comida al lugar donde estaba sem-brando: una tortilla con sal, frijoles, pero la amorosa ayuda de ella alimentaba mi cuerpo y mi esperanza. En esas condiciones sentía una inmensa alegría de que llegado el momento de la cosecha, le decía a mi papá de manera insistente que yo quería que fuera porque ya había zacateado y ya se veía la mazorca. A

Othón salazar.indd 159Othón salazar.indd 159 14/02/2008 05:53:08 p.m.14/02/2008 05:53:08 p.m.

Page 155: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

160

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

veces conseguía que mi papá fuera y conservo la ima-gen de su cara de felicidad viendo la mazorquera.

Mi mamá tenía un semblante muy cargado a ras-gos orientales, mi papá no tanto; los dos tenían un timbre de voz muy hermoso. Mi padre y mi her-mano Caritino cantaban muy bonito, incluso mi hermano se sostiene económicamente cantando en diversos lugares.

Soy el tercero de diez hijos: Balbina, Carmen, luego yo, después Socorro y Caritino; cinco herma-nos de padre y madre y cinco medios hermanos que viven todos ellos: Mario, Balbina, Félix, Eréndira y Carlota. Pero mi hermanita Balbina murió al nacer su primera criatura. Mi hermana Socorro vive en Pa-notla, Tlaxcala, mi hermana Carmela en Alcozauca, mi hermano Caritino aquí, en la ciudad de México; y mis medios hermanos, uno vive aquí y los otros están allá en la Montaña. El apoyo moral de todos mis hermanos y medios hermanos y su gran solida-ridad fueron íntegros para mí. Unos y otros estuvie-ron siempre de mi lado.

La casita en que vivíamos la construyó mi papá, tenía árboles y una zanja. En una ocasión mi madre pasó al otro lado de la zanja a cortar unas frutas y yo me fui gateando hasta llegar al agua, cuando mi mamá Higinia regresó de la huerta −a tiempo−, yo ya estaba flotando. Entonces con gran susto e intui-ción de madre, me colgó de un guayabo para que

Othón salazar.indd 160Othón salazar.indd 160 14/02/2008 05:53:08 p.m.14/02/2008 05:53:08 p.m.

Page 156: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

161

CAPÍTULO V

arrojara el agua y así logré sobrevivir; ésa fue la pri-mera vez que peligró mi vida.

Alcozauca tiene agua de azufre, actualmente ya cuenta con una alberca para la recreación de la gen-te. También hay una cañada muy grande que se lla-ma Agua Buena, y recuerdo claramente cuando a la edad de 12 o 13 años iba con mi mamá a un lugar que se llama Piedras Blancas adonde me escondía mientras mi mamita me lavaba la única ropita que yo tenía, y ahí esperaba hasta que se secaba para po-nérmela otra vez.

En Alcozauca no tengo tierra. Mi papá me dejó la suya porque era yo su hijo más querido y tenía una confianza grande en que yo vería por la familia, por lo que me puse a pensar así: “Yo tengo una carre-ra con qué defenderme. Lo justo es que a mis her-manos que no tienen con qué defenderse en la vida, les quede siquiera esto”. Entonces, a cada quién le fui dando su pedacito. De modo que cuando llego a mi tierra, me quedo en casa de algún familiar. Mis hermanos siguen viviendo ahí; ya les hicieron cam-bios, que un cuarto más, esto u otro. Ahí es donde están los árboles donde me subía yo a ejercer la tri-buna. Ahí están los mangos, uno de los que más usé de tribuna quedó en manos de mi hermana Balbina, la mayor, que murió; y en memoria de ella mi papá le puso también Balbina a mi media hermana. A mis medios hermanos se les quedó todo, solamente a So-

Othón salazar.indd 161Othón salazar.indd 161 14/02/2008 05:53:08 p.m.14/02/2008 05:53:08 p.m.

Page 157: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

162

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

corro, una hermana mía de padre y madre, le tocó un pedacito. Y ya lo demás se los dejé a mis medios hermanos por recuerdo de mi padre y por ver la si-tuación de miseria en que vivían.

Mis hermanos de padre y madre no pusieron re-sistencia porque a mi hermana Carmela, que es la que vive allá, su esposo le dejó casa y todo. Luego, a mi hermana Socorro, sí le tocó un pedacito. Por eso mis medias hermanas y hermanos se quedaron con un terrenito. La que vive en Alcozauca es Carmela, mi hermana de padre y madre. También un hermano hombre. El otro, Caritino, vive en la colonia El Cha-mizal, en el Distrito Federal.

Fui presidente municipal de Alcozauca pese a las amenazas y el fraude

Cuando ingresé al PC ya tenía tres años de haber sido cesado como maestro. Pasó mucho tiempo para mi candidatura a la Presidencia Municipal de Alco-zauca; primero estuvo mi candidatura a gobernador y luego fui precandidato a la Presidencia de la Repú-blica, así como diputado federal. En una reunión del partido, nadie quería aceptar la responsabilidad de asumir la candidatura a la presidencia de la Repúbli-ca como representante de la oposición al partido ofi-cial. Me dieron el uso de la palabra aunque no era mi

Othón salazar.indd 162Othón salazar.indd 162 14/02/2008 05:53:08 p.m.14/02/2008 05:53:08 p.m.

Page 158: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

163

CAPÍTULO V

interés proponerme como precandidato, sino llamar la atención sobre la importancia de asumir una pos-tura frente a las elecciones que se acercaban, sobre todo porque en esos momentos requeríamos cierta-mente voluntad política y valor para enfrentar el reto de oponerse a un régimen tan aplastante como el que ha imperado en México.

⎯ Me avergüenza estar en un acto del PC con tanta gente a quien le tiembla el pulso, expresé con mucha fuerza. Entusiasmados por mis palabras, inmediata-mente se dio la propuesta de mi precandidatura.

Tiempo después de ese acontecimiento fui dipu-tado federal y más tarde, en 1987, asumí la Presi-dencia Municipal de Alcozauca, luego de elecciones que convocaron una importante participación que no pudo ser disminuida mediante la amenaza y el fraude tan corrientes en ese entonces. Cuando yo llegué a la Presidencia de Alcozauca no llevaba mu-chos años trabajando en La Montaña, unos cuatro o cinco; iba y venía, pero a mí me han dado resultados muy positivos las iniciativas de organización políti-ca que he promovido en La Montaña, trátese de en-cuentros, reuniones, incluso conferencias, y eso me permitió tener una influencia creciente muy signifi-cativa.

En la postulación como candidato a presiden-te municipal de Alcozauca, yo no moví un dedo, ni para presidente municipal ni para candidato a dipu-

Othón salazar.indd 163Othón salazar.indd 163 14/02/2008 05:53:09 p.m.14/02/2008 05:53:09 p.m.

Page 159: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

164

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

tado; surgió todo gracias a mi trayectoria y a que el PC discutió la situación política de Guerrero y deci-dieron postularme. Yo no promoví nunca ante la di-rección del partido aspiración personal ninguna con relación a tal o cual candidatura. Me acuerdo que el acto de postulación estuvo impresionante, no por-que hubiera multitudes, sino porque la bandera de la hoz y el martillo era gigantesca, impresionante, obligatoriamente. En ninguna parte de la República el PC tuvo y tiene una fuerza tan importante como la que existe en Guerrero, producto del trabajo que du-rante muchos años hemos realizado.

Yo tomé posesión en la calle porque el palacio estaba tomado por el PRI y me daba cuenta de que me quedaban unas condiciones muy difíciles para ejercer la Presidencia Municipal. Así que comencé a trabajar, a ganarme a la gente para que juntos pudié-ramos sacar adelante el encargo que nos había dado el voto popular. Nunca volvió el PRI, después de to-mar el palacio y entregarlo, a hacer una sola acción en mi contra, me lo explico porque la gente amiga y enemiga reconocía que el gobierno municipal se ejercía bien. Hasta gente contraria iba y hablaba en buenos términos conmigo.

Angel Aguirre Rivero, a pesar de ser priista tie-ne una relación de amistad conmigo muy correcta. Cuando fue gobernador y ahora como senador me ha proporcionado una ayuda económica ocasional y

Othón salazar.indd 164Othón salazar.indd 164 14/02/2008 05:53:09 p.m.14/02/2008 05:53:09 p.m.

Page 160: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

165

CAPÍTULO V

respetuosa. Él era secretario de gobierno cuando yo fui candidato a presidente municipal. No tengo da-tos precisos de si él participó o no para intentar un fraude en mi contra, lo que en todo caso recuerdo es que Alejandro Cervantes Delgado fue mi condiscí-pulo en la Escuela Nacional de Maestros; mi rela-ción con él y luego con Ruiz Massieu fue fluida y correcta, ellos como gobernadores y yo como presi-dente municipal de Alcozauca.

En éste, mi municipio, duré de 1987 a 1989 como presidente. Es una lástima que no hubiera revistas o algún órgano informativo en el que se registraran más o menos puntualmente las actividades que rea-lizamos durante ese tiempo. Empecé con muchas ganas de hacer el bien y de gobernar con mi espíri-tu comunista, desde el principio de mi gestión reuní a todos, policía, secretarios, cabildo, y les dije: “Los dineros con que nos van a pagar a nosotros no son nuestros, son de nuestro pueblo, y por eso la obliga-ción de todos es hacer las cosas bien, de manera que hasta donde den nuestras fuerzas les pido que sirva-mos a los intereses de nuestra comunidad”.

En cierto modo, como presidente municipal de Alcozauca, muchas ideas de mi formación quedaron olvidadas. Lamento no haber organizado la forma-ción política de la población. Me deslumbró la mo-vilización de masas. No sistematicé las asambleas públicas. Nunca convoqué a concursos de oratoria

Othón salazar.indd 165Othón salazar.indd 165 14/02/2008 05:53:09 p.m.14/02/2008 05:53:09 p.m.

Page 161: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

166

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

o de escritura de cuentos o leyendas por parte la po-blación. Finalmente, no le di al municipio una pren-sa municipal digna de su lugar en la historia. Sin embargo, el trabajo que realizamos ha tenido reco-nocimiento por la claridad con que manejamos los pocos recursos con que contábamos, así como por-que no ejercí el cargo como privilegio individual, sino como dirección colectiva. Un rasgo sobresa-liente de mi conducta como presidente fue demos-trar a los humildes lo que son los sentimientos de un comunista. A todo mundo, pero sobre todo a los más pobres les tendí la mano solidaria. Me sentí in-mensamente feliz cuando logramos fundar la Tien-da Popular.

Ya como presidente municipal me vine a México, por primera y única ocasión; hablé con Manuel Ca-macho Solís, que era jefe del entonces Departamen-to del Distrito Federal y le saqué una camioneta que convertimos en ambulancia. Por primera vez Alco-zauca consiguió una ambulancia. Todos los enfer-mitos tenían oportunamente en qué irse para Tlapa; ésa fue también otra de las cosas importantes. Cuan-do me enteraba que un niño o una persona mayor estaba enfermita yo mismo le llevaba la ayuda eco-nómica que estuviera al alcance de las posibilida-des municipales, los cuidábamos al tope de nuestras fuerzas. Sobre todo cuando se consiguió la ambu-lancia, a la hora que fuera viajaba a Tlapa a llevar a

Othón salazar.indd 166Othón salazar.indd 166 14/02/2008 05:53:09 p.m.14/02/2008 05:53:09 p.m.

Page 162: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

167

CAPÍTULO V

los enfermos; esto me proporcionaba una dicha muy grande. Tan pronto como llegaban los indígenas a la oficina, inmediatamente les decía: “¿Qué podemos hacer por ustedes?” Hice como escuela debido a la atención tan esmerada que les dábamos.

Lo que considero más destacado de mi gestión es haberle quitado poder centralizado al Ayuntamien-to formando la Junta Popular Municipal compuesta por 250 personas que representaban a todas las co-munidades −indígenas y mestizas−, nombradas en asambleas comunitarias.

La asamblea de la Junta Popular, uno de cuyos propósitos era cerrar las puertas a toda posibilidad de llevarse el dinero, conocía hasta el último cen-tavo que entraba al Ayuntamiento; ahí se tomaban las decisiones y era la que determinaba en qué de-bían de aplicarse las finanzas municipales; todo pro-blema político de gobierno municipal, lo decidía no el Ayuntamiento, sino la Junta Popular. Entonces la gente estaba muy contenta de saber que la marcha del municipio no la dirigía una sola persona, sino la Junta y el Ayuntamiento; como dos instrumentos de dirección coordinados. Y luego, con autorización de la Junta, no había gente humilde, hombres o mu-jeres, que se acercara al Ayuntamiento en busca de una ayuda de emergencia, que se fuera con las ma-nos vacías. Estábamos organizados de tal modo que la voz de los consejeros se escuchaba y se tomaban

Othón salazar.indd 167Othón salazar.indd 167 14/02/2008 05:53:09 p.m.14/02/2008 05:53:09 p.m.

Page 163: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

168

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

decisiones colectivas y esto contribuía a la toma de conciencia de las comunidades, así como a que és-tas exigieran el cumplimiento de los acuerdos. Tal vez por eso me gané el cariño del municipio ¡pero en grande! Desafortunadamente también acabó esa or-ganización cuando concluyó mi periodo.

Los actos cívicos que organizábamos con alto contenido de orientación revolucionaria contribuye-ron a que de algún modo despertara la población, que abriera los ojos ante la realidad que se vivía. Realizamos veladas literario-musicales, actos ves-pertinos con mucha organización en los que se alen-taba a que la gente humilde tomara la tribuna. En fin, todo lo que se pudo hacer con la población para abrirle los ojos, lo hicimos.

Sin embargo, no bastó que procuráramos modi-ficar los niveles de conciencia de la gente; hay que esforzarse para que se mantenga e incremente su par-ticipación, sobre todo ahora porque la que gobierna es una fuerza que derrumbó los 24 años de trabajo que realizamos los presidentes municipales anterio-res. Si se hubiera continuado con la formación polí-tica de la población, tal vez nuestra labor no hubiera sido prácticamente destruida. En todo ello tenemos mucha responsabilidad los integrantes de la izquier-da comunista, en tanto que estamos obligados a ver la realidad desde una perspectiva más amplia.

Othón salazar.indd 168Othón salazar.indd 168 14/02/2008 05:53:09 p.m.14/02/2008 05:53:09 p.m.

Page 164: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

169

CAPÍTULO V

Un detalle pequeño, pero que no olvido: a las mu-jeres de mi tierra −nunca tenían un quinto en las ma-nos−, no les resolví el problema porque no había con qué, pero se creó el taller de costura y bordado, y aunque sea cincuenta mujeres recibían cada semana un salario. La hermosa producción artesanal se iba para Chilpancingo donde conseguí con el goberna-dor que se compraran los productos que elaboraban para que yo les diera puntualmente su salario. Ha-cían cosas de maravilla; lamentablemente en la ac-tualidad ya no existe ese taller.

Cuando creamos la Tienda Municipal buscamos bajar los precios aunque sea un pesito menos, dos pesitos, tres pesitos menos en cada cosa que se ven-día ahí. Desapareció también yéndome yo. Ahí se vendía lo básico: maíz, azúcar, panela, a precios más o menos accesibles. Por otro lado, realizamos varias marchas a Tlapa con el propósito de informar cómo se gobernaba Alcozauca, pero también para plantear las demandas del municipio en relación con los pro-blemas básicos de la vida pública. A mi maestra Ma-rina Vergara Caballero le tocó despedirnos una vez, cuando fuimos a Tlapa.

Ahora la gente recuerda mi periodo en la Pre-sidencia de Alcozauca, pero lo que más recuerdan son: la defensa que hice de la gente más pobre, apro-vechando las fuerzas del Ayuntamiento, el Taller de Costura y Bordado, la Tienda Popular y la gran ini-

Othón salazar.indd 169Othón salazar.indd 169 14/02/2008 05:53:09 p.m.14/02/2008 05:53:09 p.m.

Page 165: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

170

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

ciativa democrática de haber creado la Junta Popu-lar Municipal. Concluida mi gestión, la Junta murió totalmente; por desgracia no hubo un núcleo de po-blación que vigilara la conducta del nuevo presiden-te municipal, también miembro del PC, quien llegó con las manos libres y poco a poco desmanteló la obra que habíamos realizado.

Por el reconocimiento que me tiene la gente me invitaron a la inauguración del Hospital Rural de Al-cozauca, que se llevó a cabo en 1999 por parte del ex presidente Ernesto Zedillo; en mi discurso señalé que ese hospital era en parte resultado de las luchas que por décadas habían realizado las fuerzas avan-zadas de los pueblos de La Montaña. El acto se rea-lizó en un lugar que se llamó La Hacienda; don Luis Díaz era el dueño y su hermano Fausto Díaz fungía como su ayudante; eran las personas más ricas de Alcozauca desde tiempo inmemorial. Su casa esta-ba frente al zócalo.

Yo fui peón de la hacienda y a las seis de la ma-ñana antes de iniciar la jornada nos hincaban a los peones para que rezáramos; trabajábamos de 6 de la mañana a 6 de la tarde. La Hacienda tenía un lugar-cito, que ya no existe, que se llamaba La Mora; tenía un árbol de mora y ahí se reunían las gentes a comer de su fruta. Uno de los tlacocolitos que sembré es-taba a un ladito de la mora. Yo trabajaba allegando material combustible para los hornos del trapiche,

Othón salazar.indd 170Othón salazar.indd 170 14/02/2008 05:53:10 p.m.14/02/2008 05:53:10 p.m.

Page 166: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

171

CAPÍTULO V

que funcionaba todavía con un par de caballos que giraban para avivar el fuego. Había enormes caña-verales y de ahí se llevaban al trapiche.

Es necesario recordar que muchos de los pre-sidentes que llegaron a Alcozauca ya no lo hicie-ron directamente con el nombre del PC, sino con el nombre de Unidad Popular Guerrerense y posterior-mente bajo la siglas del PRD. Pero presidentes mu-nicipales con el nombre del PC sólo hubo cuatro: Abel Salazar, Antonio Suárez, luego yo, y finalmen-te Javier Manzano Salazar −a él sí le impugnaron la presidencia municipal. Su mamá es mi prima, Ho-noria Salazar Estrada, una mujer comunista íntegra, muy valiosa. Cuando las marchas del PC salían de Alcozauca a Tlapa para reclamar solución a alguna demanda, hacíamos jornadas de tres días a pie. Ho-noria se montaba en un burrito −era la única que iba montada−, pero no dejaba la marcha.

Durante la batalla por el reconocimiento de Javier Manzano, yo me pronuncié abierta y públicamen-te a favor de él. Lamentablemente perdió el rum-bo porque centralizó el poder como presidente; si la cabecera municipal “relumbra, es por Javier. Tan-ta pobreza y el zócalo de mármol; claro, lo ayudó el presupuesto, que fue mucho mayor que el que yo tuve. Nunca le dijimos nada porque la gente estaba contenta de que todas las calles estuviesen pavimen-tadas, de tener el zócalo de mármol, de la mejora de

Othón salazar.indd 171Othón salazar.indd 171 14/02/2008 05:53:10 p.m.14/02/2008 05:53:10 p.m.

Page 167: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

172

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

las carreteras y era muy difícil hacer algún cuestio-namiento.

Pero cómo da vueltas la vida. Me cuentan −y yo les creo− que ahora, como a él lo acusan de ser uno de los responsables de la derrota posterior, llega de vacaciones y no sale de su casa para no toparse con el odio del pueblo. Él estuvo dos periodos; ya en el segundo la gente se empezó a dar cuenta de que había problemas, hasta que finalmente se perdió la presidencia municipal. Sean cuales fueren los erro-res de Javier Manzano Salazar, él es uno de los hijos de Alcozauca con futuro político; posee mucha inte-ligencia, valor personal y amor por el pueblo.

Por mi parte, puse todo mi empeño en ejercer una Presidencia Municipal honorable; salí de ella sin ha-ber usado indebidamente los recursos; testimonio de ello es la sencillez con que vivo. De hecho, me doy cuenta que mi pobreza aleja a mucha gente que en otro tiempo fue cercana a mí. Yo lo comprendo, pero eso no me arredra. Según yo, un revolucionario tie-ne que estar preparado sobre todo para los momen-tos amargos. Que de vez en cuando viene uno que no lo sea, qué bueno, pero la fortaleza interior debe ser grande para ir adelante, por encima de las amar-guras.

Las raíces de mi conducta las encuentro en mi triste niñez; fue mi propia situación la que cultivó en mí la sensibilidad para tener un inmenso amor por

Othón salazar.indd 172Othón salazar.indd 172 14/02/2008 05:53:10 p.m.14/02/2008 05:53:10 p.m.

Page 168: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

173

CAPÍTULO V

los de mi clase. Cuando he tenido ocasión de ayudar a personas que lo necesitan, siento que revivo de fe-licidad. Y los sentimientos de mi niñez continuaron como normalista, luego siguieron en el MRM, y eso me fue creando un interior de hierro. No pasa por mi mente que yo diga: “Si yo me hubiera comportado diferente, ya estaría como mi compañero, como mi compañera...”. Por malo que sea el trato que la vida me dé, me mantengo −siento que me mantengo−, con un interior que me grita: “¡Sigue adelante!” Y serán útiles o no mis servicios, pero ¡yo los cumplo con mi corazón entero!

Con el trabajo de las primeras presidencias muni-cipales ganadas por la oposición en contra del poder del PRI se creó en Alcozauca el primer municipio comunista de la historia de nuestro país, condición que le otorga un lugar importante en la vida nacional y en la lucha por la democracia. Otro dato verdade-ramente relevante, histórico también, por decirlo así, en todo ese movimiento es que fue el zócalo de Al-cozauca el punto de partida de la campaña presiden-cial comunista de Arnoldo Martínez Verdugo, quien competía contra Miguel de la Madrid, lo cual no hu-biera sido posible sin el trabajo que se había realiza-do hasta entonces. Las presidencias municipales en mi tierra natal, donde la gente era de izquierda, du-raron casi dos décadas, hasta que desgraciadamente

Othón salazar.indd 173Othón salazar.indd 173 14/02/2008 05:53:10 p.m.14/02/2008 05:53:10 p.m.

Page 169: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

174

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

el PRD perdió las elecciones y el municipio volvió a caer en manos del PRI.

Desde el punto de vista del juego democrático limpio, Enrique Herrera Bazán no perdió, pero no pudo ser contrarrestado el poder del dinero. El PRD no supo organizar la defensa contra el fraude electo-ral y la compra de votos. Esto se entiende porque el dinero corrompe y es grande la pobreza de la gente. Independientemente de esta circunstancia, nosotros somos responsables de ese fracaso el cual asumimos en conjunto, porque en tantos años de gobierno de-mocrático nosotros no supimos llegar a la conciencia de la gente para cambiarla a profundidad, de manera que nunca se prestara a maniobra alguna para ser en-gañada, y en este caso se prestó a la corrupción. Lo peor es que la derrota significó un gobierno priísta, que es el que tiene ahora Alcozauca; el grupo de co-munistas que hay actúan con pasividad, ni una ini-ciativa, ni nada. Desde mi punto de vista eso es lo peor que nos ha pasado porque, incluso en la derro-ta, uno puede ser fuerza de peso en la vida política.

Como diputado federal subaproveché la tribuna

Dos veces he sido diputado por la vía plurinominal; el primer periodo fue de 1979 a 1982. A López Por-

Othón salazar.indd 174Othón salazar.indd 174 14/02/2008 05:53:10 p.m.14/02/2008 05:53:10 p.m.

Page 170: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

175

CAPÍTULO V

tillo le tembló el pulso para reconocer mi triunfo por mayoría relativa en la primera vez. Yo vencí de ca-lle a Rufino García Suazo, del PRI; era de Tierra Ca-liente y no tenía gran influencia en La Montaña, ni él ni su partido. Era, como siempre, un caso de im-posición de candidato. Como el Colegio Electoral anuló los comicios, llegué a la Cámara por el prin-cipio de representación proporcional, por parte del PCM.

Lo más importante fue la labor que hice sien-do candidato. Se formó un movimiento de masas, que es mi elemento, como no lo conoció el estado de Guerrero en ese tiempo. A veces mi comida en una comunidad indígena era al nivel de la condición de ellos, una tortilla con sal, ni dos, siquiera. Ni un chilito. Pero yo me sentía feliz por la plática con la familia de indígenas a donde yo había llegado, así como el trato que me daban y su buena disposición hacia mi persona y las palabras que yo les dirigía.

En 1979 estaba en campaña como candidato a diputado federal, y en Atlamajalcingo del Monte, cuando iba entrando a donde está el Ayuntamien-to, salió a recibirme un grupo de personas, fue muy emotivo porque una señora llevaba un guajolote vestido y pintado. Lo anterior me resulta más sig-nificativo porque en ese lugar el General Vicen-te Guerrero extendió un recibo por el metal que el pueblo le dio para fundir cañones, y yo guardo una

Othón salazar.indd 175Othón salazar.indd 175 14/02/2008 05:53:10 p.m.14/02/2008 05:53:10 p.m.

Page 171: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

176

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

profunda admiración por la figura histórica del Gen-eral Guerrero.

También recuerdo que durante la campaña me mandaron un recado informándome que me iban a matar, así como quién y por cuánto. Me lo man-daron a Tlapa. Y me cuidé, por mucho tiempo me cuidé hasta con exageración, ahora no. En contra-partida, recuerdo que en una comunidad indíge-na me tocó pasar la noche y alrededor de la fogata donde se calentaban las tortillas estaba la familia dueña de la choza. El papá, junto a la mamá y los hijitos, con sus palabras y todo, me dijo: “Maestro, un día gobierno quiere matarte, vente con nosotros, y así nos morimos todos, entonces morirte tú”. Me impresionó mucho el compañero de ese lugar y por detalles como éste yo sobrellevo contento todos los días amargos de mi destino.

Ya una vez en la Cámara de Diputados me plan-teaba el problema doble de qué hacer como legis-lador, y qué hacer como gente indígena ligada a La Montaña de Guerrero, sobre todo ¿en qué podía ser útil? Y reflexionando en todo eso, qué era de lo que hacía que podría tener una validez duradera. Apro-veché mi estancia en la Cámara para seguir apoyan-do a La Montaña a la cual representaba, en el plano de la organización, de la situación política, de la lu-cha reivindicativa. Sin embargo, no me sentía có-modo ahí; es más, en algún momento como que me

Othón salazar.indd 176Othón salazar.indd 176 14/02/2008 05:53:10 p.m.14/02/2008 05:53:10 p.m.

Page 172: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

177

CAPÍTULO V

arrepentí de haber llegado a la Cámara porque sen-tí que me quitaba mucho tiempo, el que debía dedi-car a la organización de masas. No supe valorarlo como un espacio importante para hacer cosas. Adi-cionalmente, carecía de orientación respecto de mis funciones como legislador y el modo de operar en ese recinto. Desafortunadamente, la inercia del gru-po parlamentario consiguió arrastrarme sin que pu-diera aprovechar el espacio que se abría para hacer oír nuestras voces.

La primera vez que hablé en la tribuna de la Cá-mara lo hice en confrontación con un diputado gue-rrerense partidario fanático del gobierno de Rubén Figueroa; ese diputado cuyo nombre hoy no recuer-do, defendía las acciones represivas del gobierno del estado de Guerrero y yo, con ánimo casi violento, subí para denunciar toda la ignominia que implica-ba pronunciarse a favor de la represión. En mi caso no hubo una sola voz que me interrumpiera mien-tras hablaba.

Lamentablemente no aproveché más ese foro por lo menos en el terreno de la denuncia pública para que la nación se enterara de los problemas que se vi-vían en aquellos momentos. Atribuyo esa deficien-cia a que desde niño vengo librando la lucha contra inhibiciones personales, que aún me cuesta vencer. Ahora los públicos donde me presento no me inhi-ben, pero en otro tiempo y especialmente durante el

Othón salazar.indd 177Othón salazar.indd 177 14/02/2008 05:53:11 p.m.14/02/2008 05:53:11 p.m.

Page 173: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

178

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

periodo en la Cámara, me impedían muchas cosas. Me acordé especialmente de la escuela Normal Ru-ral de Oaxtepec; yo sentía un grito interior que me decía: “pide la palabra” y a la hora de hacerlo me re-traía, hasta que por fin tuve un cierto éxito en mis in-tervenciones. No me daban miedo las masas, pero sí la gente preparada que yo suponía estaba en la Cámara, hoy me doy cuenta del enorme déficit de inteligencia que tiene ese órgano y el modo como la corrupción impera también en la toma de deci-siones.

Sin embargo, considero que mi estancia en la Cá-mara me permitió trabajar sobre el tema de la educa-ción política de la gente, pero creo que me faltaron capacidad y recursos personales para explotar la in-vestidura de diputado. Mientras estuve en funciones, hice esfuerzos por avanzar en la formación política, pero nunca se me ocurrió, como ahora, promover formas de organización sólidas, convocar a con-gresos populares, trabajar para romper la rutina del trabajo en la Cámara y movilizar a las mejores fuer-zas en bien de las causas de las mayorías. En el año 2007 intenté proponer una iniciativa en esta direc-ción con los diputados del estado de Guerrero, pero los legisladores están más preocupados por sus in-tereses personales y sus miserables luchas internas. Cuando estuve en la Cámara no vi todas las posibi-lidades de utilizar el cargo para mejorar el bienes-

Othón salazar.indd 178Othón salazar.indd 178 14/02/2008 05:53:11 p.m.14/02/2008 05:53:11 p.m.

Page 174: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

179

CAPÍTULO V

tar de la población. Lo más que logré fue organizar a los indígenas de La Montaña, eso sí lo llevé hasta donde se pudo.

No obstante, el trabajo en este sentido también fue limitado, incluso mientras fui presidente muni-cipal; si bien me planteaba el mismo problema, el de la educación política de la gente, no dejamos base suficiente para que perdurara más sólidamente con el paso del tiempo. Ya como diputado y después todo mi trabajo posterior, ha estado ligado a la organiza-ción popular, a dar conferencias, que el mitin, que el folleto, lo que puedo hacer lo hago para contribuir a la discusión de los problemas de nuestro pueblo.

Nosotros, como diputados del PC, no recibíamos completa la dieta, porque había que pasar una par-te significativa a las finanzas del partido. Así que a veces llegaba gente pobre de la región esperan-do que yo les ayudara y no había con qué apoyarlos porque lo que me tocaba apenas me alcanzaba para comer. Y a este respecto, nunca los billetes doble-garon mi voluntad ni cambiaron mi orientación co-munista. Así no coma un día, nunca me doblegaron, porque tengo, según yo, la decisión inquebrantable de que no voy a malbaratar el capital moral de me-dio siglo de lucha. Por eso mismo creo también que a la izquierda mexicana le ha faltado capacidad de resistencia frente al creciente deterioro de las con-diciones de vida de la población, capacidad de tra-

Othón salazar.indd 179Othón salazar.indd 179 14/02/2008 05:53:11 p.m.14/02/2008 05:53:11 p.m.

Page 175: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

180

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

bajar con el pueblo y discutir abiertamente, como me lo enseñaron a mí, sobre las razones de su mise-ria, de su explotación. Por qué si en el terreno polí-tico se supone que hay avances democráticos, y que la izquierda ya no está en la clandestinidad, en la cuestión económica y en el ejercicio de los derechos políticos sigue imperando la injusticia y la represión en contra de los movimientos populares, sin que se levanten voces decididas que denuncien y detengan la injusticia.

Con los años se ha perdido cada vez más el débil contacto que se pudo establecer con los compañeros de bancada, tanto del PC como del PRD, partido por el cual fui postulado para el segundo periodo. En-tonces, por decirlo así, me voy haciendo a la ley de rascarme con mis propias uñas. Pero mi lealtad ha-cia mis ideales, mis convicciones, a la doctrina en la que estoy formado, no ha muerto.

Yo creo que toda esta gente me ve como alguien que no tiene fuerza para ir muy lejos. Dice: “Jugó un papel en la lucha, pero hasta ahí, ya ahora no nos sir-ve de nada”, es lo que creo que piensan ellos. Pudie-ra ser que me vean como alguien peligroso, aunque no tengo ninguna señal de que así sea, siempre pue-de resultar incómodo quien se mantiene firme en sus convicciones, sin hacer transacciones que sean do-losas, o que haga críticas por incongruencias doctri-narias. Todo ello retrata mi relación con el partido y

Othón salazar.indd 180Othón salazar.indd 180 14/02/2008 05:53:11 p.m.14/02/2008 05:53:11 p.m.

Page 176: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

181

CAPÍTULO V

se agrava porque yo no tengo recursos económicos o relaciones políticas cupulares que puedan aprove-char otras personas. Lo que sí es muy correcto pen-sar, es que por algo no quieren mi presencia. Les estorbo en algo o una cosa así.

La segunda parte ¿es mejor que la primera?

Entre la conclusión de mi periodo en la Presiden-cia Municipal de Alcozauca y mi postulación para ocupar una silla en la Cámara de Diputados pasó relativamente poco tiempo. Nunca llegué −habié-ndolo ganado−,por mayoría relativa, sino por vía plurinominal; las dos ocasiones en que estuve en la Cámara fue por vía plurinominal. El tiempo trans-currido entre un cargo y otro, participé en reunio-nes, conferencias, elaborando pequeños documentos útiles en la discusión de propuestas, así como en la organización de grupos de trabajo, esto lo hice prác-ticamente todos los días. Eso fue lo que me permitió encontrar aquí, allá y más allá, grupos en lucha que le daban a mi vida continuidad en el trabajo revolu-cionario, hasta que llegó el momento del registro le-gal del PC y entonces se me comisionó para que yo llevara la influencia del PC a La Montaña; por eso llegué a la Cámara y a la Presidencia Municipal.

Othón salazar.indd 181Othón salazar.indd 181 14/02/2008 05:53:11 p.m.14/02/2008 05:53:11 p.m.

Page 177: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

182

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

En el segundo periodo en la Cámara, de 1991 a 1994, hice lo mismo; con todo y la experiencia del primer periodo, no tuve la visión de ver de qué ma-nera creaba los instrumentos de lucha permanente por lo menos en Guerrero. Yo creo que si me hubie-ra dado cuenta, lo hubiera podido hacer. Otras per-sonas, hombres, mujeres y yo, nos cansábamos de llevar a cabo un acto estatal para formular el plan de gobierno que el pueblo necesita. Pudimos hacer eso perfectamente, pero una cosa chiquita me distrajo, luego otras más y se fueron los años.

No obstante, en mi segunda experiencia como di-putado participaba en las reuniones internas del gru-po parlamentario comunista, ya tenía intervenciones con un ánimo diferente de cuando estuve la prime-ra vez. En lo personal, las experiencias en la Cáma-ra me abrieron los ojos acerca de que ser diputado no era gran cosa, que la nación tenía problemas para los cuales nosotros, que éramos de izquierda, ser-víamos relativamente poco, porque yo antes tenía la idea de que desde la Cámara podían hacerse cosas. Eso decayó en mí.

De lo más relevante que yo valoro en grande es haber pronunciado, el 13 de febrero de 1993, el dis-curso por la inscripción del nombre del Maestro guerrerense Ignacio Manuel Altamirano, en letras de oro en el recinto parlamentario. En ese enton-ces hice referencia a la figura del indio Altamira-

Othón salazar.indd 182Othón salazar.indd 182 14/02/2008 05:53:11 p.m.14/02/2008 05:53:11 p.m.

Page 178: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

183

CAPÍTULO V

no como un liberal cultísimo que no dudó en tomar las armas para luchar contra las tiranías de su épo-ca y para repeler las intervenciones extranjeras. Se-ñalé, además, su valor como legislador, su ímpetu indoblegable incluso frente a Benito Juárez, su con-dición como maestro y como indio que estuvo en la vanguardia intelectual, como periodista y diplomáti-co, como patriota preocupado por la independencia de la nación. Maestro luchador contra la injusticia, la sumisión, la ignorancia a la que todavía hoy quie-ren someter a nuestro pueblo.

Hacía referencia también en aquel discurso en honor del Maestro Altamirano, al peligro en que se encuentran actualmente, agravado en la última dé-cada, los principios de la educación popular y lai-ca, asentados desde la reforma juarista e impulsados por la Revolución. La creciente tecnificación y vi-sión estrecha y burocrática con que se quiere orien-tar la formación de los estudiantes en todos los niveles, buscando convertirlos en simples producto-res y consumidores de mercancías, todo en benefi-cio de los grandes capitalistas.

También destacaba la lucha que miles de maes-tros, alumnos, padres de familia han sostenido du-rante décadas, y que busca restablecer a la educación pública como un instrumento cultural al servicio de la emancipación social de las clases oprimidas; que vincule la escuela con las tareas de la lucha por la

Othón salazar.indd 183Othón salazar.indd 183 14/02/2008 05:53:12 p.m.14/02/2008 05:53:12 p.m.

Page 179: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

184

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

independencia económica de la nación y por la sus-titución del actual régimen por una sociedad de-mocrática. Recordé ahí que mi maestro Modesto Sánchez Vázquez nos decía a sus discípulos que la Secretaría de Educación Pública debería ser la ver-dadera Secretaría de la Defensa Nacional. Este im-perativo cobra mayor fuerza no sólo en ese año de 1993, sino que mantiene su vigencia en lo que va de este siglo, cercano a cumplir su primera déca-da porque, como yo decía entonces, la máquina que nos gobierna está más cerca de Estados Unidos que de los intereses fundamentales de nuestro país, ya que es cada vez mayor el riesgo de que el futuro de México sea de absoluta dependencia respecto del país del norte.

Recuerdo ese discurso por el entrañable ejemplo del Maestro Altamirano en su lucha revolucionaria por salvaguardar los intereses de la nación y porque creo que los maestros combativos y conscientes de su responsabilidad, a pesar de todas las limitacio-nes que les son impuestas, habrán de responder con fuerza a la defensa de nuestra historia, la preserva-ción de nuestras raíces y la transformación de nues-tra sociedad.

Sobre lo que cambiaría en mi experiencia como legislador, en primer lugar trataría de plantearle al grupo parlamentario perredista de Guerrero la ne-cesidad de hacer un esfuerzo por romper el marco

Othón salazar.indd 184Othón salazar.indd 184 14/02/2008 05:53:12 p.m.14/02/2008 05:53:12 p.m.

Page 180: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

185

CAPÍTULO V

burocrático en el que se mueve la diputación. Yo mismo tuve la actitud de ir a firmar, asistir a las reu-niones, no faltar a ninguna, sí, pero no tuve ninguna iniciativa que tuviera que ver con lo grandes ideales de las fuerzas que yo iba representando. Entonces, si ahora yo estuviera en la Cámara, haría un esfuer-zo grande porque se rompiera ese marco burocráti-co, y lo que ahora quiero sugerir es que la diputación guerrerense promueva un Encuentro estatal de las fuerzas populares de Guerrero, para informarlas de la marcha del país y para recoger opiniones de esas fuerzas diversas reunidas en ese encuentro.

Además de enseñarle a la gente a plantear pro-puestas, hay que rebasar el marco legislativo y alen-tar la participación de los diputados en la política nacional de este país y ayudar a la gente de nues-tro pueblo a llevarle una visión política de los gran-des temas de la vida nacional. Sobre todo, creo que habrá que hacer esfuerzos de organización desde abajo, así como de participación independiente no sujeta al voluntarismo o a los intereses mezquinos que manejan los partidos.

Si bien los diputados y senadores tienen una gran responsabilidad ante la población por el tipo de acuerdos que firman, por la orientación de las leyes y el marco jurídico-político con el que debe guiar-se al país, dado el modo como se desenvuelven am-bas cámaras, salí con la idea de que como diputado

Othón salazar.indd 185Othón salazar.indd 185 14/02/2008 05:53:12 p.m.14/02/2008 05:53:12 p.m.

Page 181: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

187

Capítulo VI

Queremos encontrarlo donde lo dejamos

Yo digo que de por sí había sentencia contra mí, esa expresión de Donato Miranda Fonse-ca, secretario de la Presidencia en el periodo

de López Mateos: “Othón es enemigo del gobierno y como tal será tratado”, la ilustra muy bien. La co-misión de maestros que lo fueron a ver con la es-peranza de que él, por ser guerrerense, interviniera para mi restitución salió con la convicción de que la represión continuaría, aunque con el tiempo algunos maestros fueron recuperando sus plazas, no fue así en mi caso: en este momento (2008) tengo 83 años de edad, y 47 años, más de la mitad de mi vida, me negaron el derecho a ejercer la profesión que tanto esfuerzo me costó alcanzar. Sin embargo, soy maes-tro y a mi modo he enseñado a muchas generaciones de este país con mi trabajo revolucionario.

Othón salazar.indd 187Othón salazar.indd 187 14/02/2008 05:53:12 p.m.14/02/2008 05:53:12 p.m.

Page 182: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

188

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

En este recuento de algunos pasajes de mi vida, tiene importancia relativa el que fui sujeto a perse-cución política. Algunas veces con mayor claridad que otras, incluso al grado de enterarme de que mi vida corría peligro. Por ejemplo, en Tlapa, como en 1963 o 1964, me enteré que le platicaron a una de las profesoras que iba conmigo −ni siquiera a mí di-rectamente−, que supieron que me iban a matar ese día, pero no lo hicieron porque una maestra me lle-vaba del brazo izquierdo y otra del lado derecho. En ese momento andaba en tareas del movimiento re-volucionario y las maestras me habían invitado para tener un desayuno y hablarles de la lucha del MRM. No supe por instrucciones de quién me iban a dis-parar, sólo me enteré de que el lugar desde donde lo harían se llama La Plaza de los Cántaros, ya que como tiene muchos árboles se facilita para escon-derse, y yo pasé cerquita de esa plaza.

En otra ocasión, ya estaba de nuevo en el PCM, hubo otro intento de atentado, tampoco supe por ins-trucciones de quién, pero las mismas personas con las que viajaba yo en un camión de redilas se ente-raron de la amenaza, que no pasó a mayores por-que viajaban con nosotros muchos niños. Yo estaba promoviendo la formación de un comité a favor del PCM, con una organización popular que me invi-tó a una comunidad que si mal no recuerdo se llama Tlaquetzalapa. Pasó más o menos un año entre un

Othón salazar.indd 188Othón salazar.indd 188 14/02/2008 05:53:12 p.m.14/02/2008 05:53:12 p.m.

Page 183: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

189

CAPÍTULO VI

acontecimiento y otro. Este trabajo era importante porque el PC dejó una huella grande en La Montaña. Nadie promovió un movimiento político de masas como el PC, y a eso iba yo. Además, un día me man-daron un recadito, creo que a máquina, en el que me prevenían porque fulano de tal quería matarme. To-davía en 1989, ya como presidente municipal de Al-cozauca, recibí otra nota a máquina en la que se me informaba de un posible atentado en contra mía y de otro compañero, luego de un proceso electoral.

Desde entonces, en un rincón de mi cabeza exis-te una desconfianza de que un día algo me pueda pasar en Guerrero y guardo precauciones, inútiles y de sobra, pero no importa. Por ejemplo, no salgo de noche, sólo de día. Y de pasearme a mis anchas por las calles, no. Voy directamente al compromi-so que tengo y luego el taxi de regreso. Quizá es una cosa ahí que no tiene razón de ser, los momen-tos de peligro pasaron ya, pero de todas maneras me quedó esa desconfianza. Yo siento que mis momen-tos de mayor peligro fueron alrededor de los días en que estuve preso. Después yo tenía muy acentua-do el sentimiento de peligro, y tenía su razón de ser, porque en La Montaña se corrían versiones de homi-cidio. Sin embargo, no fue allá sino aquí en el Distri-to Federal, donde me llegué a percatar de vigilancia y seguimiento, pero en Guerrero no, en La Monta-ña no. Aquí sí tuve evidencias, como ver tres meses

Othón salazar.indd 189Othón salazar.indd 189 14/02/2008 05:53:12 p.m.14/02/2008 05:53:12 p.m.

Page 184: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

190

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

frente a la casa a la policía día y noche. Con un des-caro total, salía yo a mi actividad y me decían:

⎯ ¿A dónde va, maestro? Tenemos que ir con us-ted, lo llevamos si quiere.

⎯ Yo soy hombre con dignidad revolucionaria, sépanlo, y aunque no tuviera para mi pasaje, me iría a pie, pero con ustedes no. No eran policías unifor-mados, eran de esta fuerza que se llamó “de segu-ridad”, algo así, y los autos eran particulares, no oficiales.

En otra ocasión, sin decir “¡agua va!” salía yo del despacho del MRM, en 5 de Mayo número 20, Des-pacho 103, en la ciudad de México, y me detienen a la salida, sin motivo ni nada. Ahí era salir y ya. De-cían: “Que va a venir el presidente de Venezuela, el de Ecuador”. Ah, pues por eso me detenían, por miedo a que organizara yo una protesta, algo así. Esto pasó en una sola ocasión. Me secuestraron tres días. Yo lo denuncié, no recuerdo si está publicado. Lo denuncié en los términos de acción represiva del gobierno en contra de la participación política de los llamados disidentes.

Con Díaz Ordaz eso de la represión fue muy gran-de, porque con él había el antecedente de que en la entrevista que sostuvimos un día antes de la gran movilización del magisterio, me gritó cuando yo ya iba de salida: “Oiga, no se le olvide que el gobier-no brinca las trancas tan alto como se las pongan”

Othón salazar.indd 190Othón salazar.indd 190 14/02/2008 05:53:13 p.m.14/02/2008 05:53:13 p.m.

Page 185: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

191

CAPÍTULO VI

y al día siguiente caí preso. Yo mismo me quedaba asombrado de que encima del secuestro y de lo que fuera, mi estado de ánimo seguía altísimo para se-guir adelante. Ni gota de decir “aquí le paro”, al con-trario, cada acto represivo como que me levantaba el ánimo para seguir adelante. Durante el régimen diazordacista, el acoso a mi persona se reflejaba en la vigilancia personal y manteniendo el cese como profesor, lo que reflejaba una furia brutal contra mí. La vigilancia se daba por periodos, había días en que arreciaba y días en que disminuía.

Sufrí ocho secuestros entre los sexenios de López Mateos y de Luis Echeverría. Iban por mí, cuando yo salía de la casa, me agarraban y ya, me secues-traban cuatro o cinco días; el último me acuerdo que fueron tres días. Pero el más prolongado fue en Az-capotzalco, me retuvieron nueve días. Ahí fue don-de me dijeron un día:

⎯ Usted es una gente valiente. Lo vamos a dejar solo, venimos dentro de tres o cuatro horas y quere-mos encontrarlo donde lo dejamos.

Yo ni les presté atención. Y sí, cuando regresa-ron después del tiempo que dijeron, ahí estaba yo, ni modo que me fuera, no tenía intención de hacer-lo. No era cosa de que yo pudiera escapar. Era una cuestión de que tenía que resolverse correctamente mi libertad.

Othón salazar.indd 191Othón salazar.indd 191 14/02/2008 05:53:13 p.m.14/02/2008 05:53:13 p.m.

Page 186: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

192

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

En aquel secuestro de nueve días estaba Díaz Or-daz en la Presidencia, llevaba más o menos unos dos años de ejercer el mando. Y cuando me detuvieron no me dijeron nada, sólo exclamaron:

⎯ ¡Queda usted detenido, órdenes del gobierno! Y ya, ahí va, y uno por supuesto no sabe a dónde, menos en mi caso porque me vendaban, me amarra-ban de las manos, etcétera.

Generalmente estuve en delegaciones. Por ejem-plo, el primer secuestro, el 6 de septiembre de 1958, estuve en la delegación de Tláhuac, El Muladar, un día, y al día siguiente estuve en otra delegación, y al día siguiente en otra. Ya no me acuerdo cuándo fue el segundo secuestro, pero fueron ocho. Y de los que recuerdo más son los de Tláhuac y Azcapotzalco.

En el curso de los secuestros me interrogaban, me preguntaban sobre todo por los rublos que ellos creían que me mandaba la Unión Soviética para sos-tener el movimiento. Eran días de un anticomunis-mo brutal. Y allá en Tláhuac fue la primera vez en mi vida, en mi primer secuestro, que a las tres de la ma-ñana sentí el frío del cañón de la pistola en la sien. ¿Por qué? Por lo de los rublos. Tenían la idea de que ya la Unión Soviética iba a invadir México, o yo-qué-sé. Hasta en el último secuestro me siguieron interrogando sobre lo mismo, aunque varias pregun-tas de otros secuestros tenían que ver con la visita del gobernante de algún país latinoamericano.

Othón salazar.indd 192Othón salazar.indd 192 14/02/2008 05:53:13 p.m.14/02/2008 05:53:13 p.m.

Page 187: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

193

CAPÍTULO VI

Yo le atribuyo mi supervivencia a la fuerza del magisterio, que era una señora fuerza, porque es la única protección con que yo contaba. Cada vez que me secuestraban se movilizaban inmediatamente, a este periódico, al otro, para denunciar el hecho. Yo creo que por eso me vine salvando y salvando. Al-gunos comunicados sí los publicaban, otros no, pero generalmente sí lo hacían, el Excélsior, Novedades, o El Universal.

En varias ocasiones tuve contacto con Gutiérrez Barrios porque muchas veces fui a pedir garantías para los actos públicos del MRM, así como a so-licitarle entrevistas para ver el caso de presos po-líticos que aunque no eran del magisterio nosotros hacíamos lo que podíamos para apoyarlos. A mí me dijeron algo que nunca confirmé: que la mamá de Gutiérrez Barrios había estado en el MRM; como el hombre me trataba con mucha fineza, yo relaciona-ba la atención que recibía con esa posibilidad.

Con Echeverría no me entrevisté mientras fue presidente, sino hasta que dejó de serlo. Casi no sentí la sombra de la vigilancia durante su sexenio porque ya había pasado el movimiento, aunque el último secuestro que tuve, debe haber sido en 1976, ocurrió ya concluyendo su periodo. Venía un señor importante de América Latina. No era una acción propia del magisterio.

Othón salazar.indd 193Othón salazar.indd 193 14/02/2008 05:53:13 p.m.14/02/2008 05:53:13 p.m.

Page 188: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

194

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Cuando me entrevisté con Echeverría ya no era presidente de la República, tenía la Casa del Tercer Mundo y no fui por iniciativa propia, sino por Ra-món Sosamontes, que me invitó. Y yo dije “Voy”; ahí fue el detalle de un político importante de Brasil, que cuando entró a la sala de espera en la que está-bamos con Sosamontes, preguntó

⎯ ¿Quién es Othón Salazar? Me puse de pie in-mediatamente.

⎯ A sus órdenes, dije.⎯ Me acaba de decir el señor Echeverría que

cuando yo llegara a esta antesala, preguntara por us-ted, porque es el único revolucionario puro que le queda al país. Sorprende esa forma de presentarme, después de secuestrarme en el último año de su go-bierno.

La entrevista se trató de un asunto relaciona-do con los problemas del PCM. Sosamontes iba en nombre del PCM y como yo también era del parti-do, lo que hablamos ahí fue acerca del mismo. No recuerdo qué punto en concreto, pero tenía que ver con el PCM. No sé si fuimos a plantearle el proble-ma de las relaciones con el extranjero, o algo así.

Por otro lado, López Portillo fue el presidente que me trató con más respeto. Él salió a abrirme −en la residencia oficial de Los Pinos−, me llevó a donde se realizó la entrevista y me dijo:

Othón salazar.indd 194Othón salazar.indd 194 14/02/2008 05:53:13 p.m.14/02/2008 05:53:13 p.m.

Page 189: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

195

CAPÍTULO VI

⎯ ¡Othón, tanta guerra que nos ha dado y no tie-ne usted ni una cana!

⎯ Sí tengo, señor presidente, nomás que están escondidas atrás. Y ya se rió. Con él me entrevisté para llevarle un pliego con peticiones de los indíge-nas de La Montaña.

Para mí fue una decepción grande porque no le pude decir, cuando él me preguntó −se veía que con gran interés−, cuánto costarían los proyectos, yo no supe decirle una sola palabra porque no habíamos hecho ningún cálculo económico al respecto. Dada esa circunstancia me mandó con Ignacio Ovalle para que atendiera el asunto, pero jamás me recibió el desgraciado. Hubo un momento de posibilidad de que algo hubiera salido para mis hermanos indígenas de La Montaña de Guerrero, lamentablemente ni si-quiera se me ocurrió decir nada, ni una cifra aproxi-mada, me sentí muy mal porque todo quedó en el intento. En esa ocasión yo no tenía un cargo públi-co. Desde que el PCM me designó para trabajar en La Montaña, yo comencé a realizar una intensa acti-vidad, uno de cuyos propósitos fue la formación del Consejo de Pueblos de La Montaña, que es el que firmaba el pliego petitorio.

Después de López Portillo, ya no hablé con nin-gún presidente. Las entrevistas que para mí significa-ron mucho fueron con el General Lázaro Cárdenas, en Uruapan, y con el General Francisco J. Múgica

Othón salazar.indd 195Othón salazar.indd 195 14/02/2008 05:53:13 p.m.14/02/2008 05:53:13 p.m.

Page 190: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

196

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

aquí en la ciudad de México, en Avenida Juárez. Es-tos encuentros se realizaron a iniciativa de la direc-ción del MRM, que se llamó Cuerpo Directivo, que casi siempre contaba con nueve u once miembros.

Fuimos especialmente a buscar la entrevista con el General Cárdenas a Uruapan; hicimos el viaje es-pecial y fue exitoso. Nos concedió la entrevista y conseguimos su apoyo moral al movimiento del ma-gisterio en términos muy calurosos. Este apoyo no lo hizo público, aunque nosotros hubiéramos desea-do que lo fuera. A este respecto, me acuerdo que nos dijo, en un momento de la conversación: “Con esta entrevista ustedes pueden hacer lo que quieran, pu-blicarla, lo que quieran, me tiene sin cuidado. A mí lo que me interesa es la lucha que ustedes viven”. Nosotros hubiéramos preferido que la entrevista y su contenido tuviera trascendencia desde él mismo, pero estábamos tan hambrientos de solidaridad, que la suya nos pareció una cosa grande.

Fui aprendiz de guerrillero

Para 1964 nadie me quitaba de la cabeza que el mo-mento táctico para México era el movimiento de guerrillas. Llevé medico, enfermera, municiones, armas. Quince días estuvimos de práctica en una co-munidad que se llama Jaulillas, cerca de Tehuitzin-

Othón salazar.indd 196Othón salazar.indd 196 14/02/2008 05:53:14 p.m.14/02/2008 05:53:14 p.m.

Page 191: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

197

CAPÍTULO VI

go, Puebla; la influencia que la Revolución Cubana tenía sobre un grupo de nosotros, y sobre mí especí-ficamente, era muy grande. Me parecía, con un con-vencimiento completo, que no había para México otra salida que no fuera el movimiento de guerrillas. No continué por ese camino por mi ingreso al PC; eso motivó el abandono de mis inquietudes guerri-lleras pues en el partido me dieron mayor claridad de lo que éstas significaban. Cuando intenté incor-porarme a la guerrilla no tenía una visión completa de las posibilidades de éxito o fracaso y sobre todo un análisis de la situación del país que permitiera ac-tuar con mayor eficacia. Además, el entrenamiento que realizamos fue verdaderamente infantil por lo que tuvimos una suerte grande de que no nos loca-lizaran las fuerzas represivas del gobierno, porque hubieran liquidado con toda facilidad al núcleo gue-rrillero que hacía su práctica en la mixteca poblana. Hace quince años, en Tehuitzingo, cerca de donde hice mi práctica guerrillera, se llevó a cabo el Pri-mer Encuentro de las Tres Mixtecas: Oaxaca, Gue-rrero y Puebla.

El hecho de que finalmente no me enrolara en las filas clandestinas no impidió que sostuviera algunos contactos, aunque sea superficiales, con líderes gue-rrilleros que ofrendaron su vida por la consecución de sus ideales, y con quienes años atrás había es-tablecido relación debido a las movilizaciones ma-

Othón salazar.indd 197Othón salazar.indd 197 14/02/2008 05:53:14 p.m.14/02/2008 05:53:14 p.m.

Page 192: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

198

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

gisteriales. Es el caso de Lucio Cabañas quien en primer lugar, también era miembro del PCM, pero además era −igual que yo−, dirigente del MRM en Guerrero y ambos realizábamos trabajos en la Cen-tral Campesina Independiente. Su pronunciamien-to armado tiene relación con su militancia sindical revolucionaria. Él estaba en Atoyac y se encargaba del MRM en toda la Costa Grande de Guerrero, nos veíamos con alguna frecuencia y cuando yo iba a Guerrero llegaba a su casita, de modo que el almuer-zo humilde, la cena humilde, me la servía su mamá de quien recibí atenciones finísimas.

La rebeldía de Lucio se expresó en principio en la escuela primaria donde él tenía enormes dificul-tades por su militancia en el MRM. A Lucio y a su entrañable amigo Serafín García Núñez, los manda-ron a Durango, algo así como desterrados, castiga-dos por su participación en el plantel donde daban clases. Su vida política de resonancia nacional, tie-ne que ver con su regreso de ese destierro. En cierta ocasión llevamos a cabo un acto campesino que cul-minó con un mitin en el zócalo de Tlapa al cual fue invitado Lucio; él asistió e intervino muy bien; esa fue la última vez que lo vi. A partir del momento en que corrió la sangre en el zócalo de Atoyac, cuando se vino la represión violenta, él se pronunció, se le-vantó en armas y ya no pudimos vernos, porque él

Othón salazar.indd 198Othón salazar.indd 198 14/02/2008 05:53:14 p.m.14/02/2008 05:53:14 p.m.

Page 193: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

199

CAPÍTULO VI

abandonó el PCM para hacerse cargo de la dirección de la guerrilla, y yo seguí con el MRM.

A Lucio le regalé una pistola la cual, a su vez, me regaló el señor Conrado Basurto, dueño del Hotel Juárez de Tlapa; me la dio con un cariño grande:

⎯ Maestro, me dijo un día, ¿verdad que a usted lo persigue el gobierno?

⎯ Sí señor, así es. ⎯ Yo no puedo hacer nada por usted, pero sí le

voy a regalar mi pistola que de algo le ha de servir. Me extendió una pistola calibre 45, reglamentar-

ia del ejército. Ignoro por qué la tenía en su poder, o cómo llegó a sus manos, lo significativo para mí fue el gesto de solidaria protección. Le mandé una car-ta a Lucio Cabañas y junto con ésta el regalo que me hizo el señor de Tlapa; hice el envío a través de una persona que venía de la sede de la guerrilla a la ciu-dad de México.

Por otra parte, con Genaro Vázquez, aunque fui-mos condiscípulos en la Nacional de Maestros, tuve una relación muy superficial porque él estaba con los problemas de la lucha que él dirigía, y yo con los problemas de la lucha en el MRM. A él sí le mandé una pistola que compré yo para mi propia protección; la tenía por necesidad porque había la sensación, no totalmente injustificada, de que en algún momento me llenarían de balazos; cuando hubo la oportuni-dad se la entregué personalmente.

Othón salazar.indd 199Othón salazar.indd 199 14/02/2008 05:53:14 p.m.14/02/2008 05:53:14 p.m.

Page 194: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

200

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Otra experiencia significativa en este sentido fue la entrevista que sostuve con Rubén Jaramillo; me la consiguió en Oaxtepec el condiscípulo mío muy in-teligente, ahora licenciado en derecho, Eugenio Ca-rrillo, un talento; se llevó a cabo en Cuautla y estuvo presente su guardia personal, 4 o 5 hombres arma-dos. Hablamos sobre todo de la figura de Zapata y las aportaciones revolucionarias del estado de Mo-relos a la historia nacional, de la desorganización, de pérdida de la hombría, de ideales muy confusos en algunos integrantes de la clase obrera y de los mis-mos campesinos; de la gente que traicionó los mo-vimientos, así como de la militancia revolucionaria y les comenté cómo andaba todo eso en el terreno del magisterio. Poco rato después de iniciada nues-tra charla, me dijo:

⎯ Maestro, a usted lo persigue el gobierno, cuan-do tenga momentos graves venga para aquí, primero matan a todos éstos y a mí, y luego lo matan a usted. Dijo esto mientras señalaba con la mano a los miem-bros de su guardia.

⎯ Cuánto honor, le dije, que un caudillo como el general Zapata haya formado hombres de la estatu-ra revolucionaria de usted, Rubén. Fue muy impre-sionante para mí, tanto por la talla de este luchador social, como porque en esa época el gobierno me perseguía con fiereza y se percibía que tenían ganas de matarme.

Othón salazar.indd 200Othón salazar.indd 200 14/02/2008 05:53:14 p.m.14/02/2008 05:53:14 p.m.

Page 195: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

201

CAPÍTULO VI

Yo no tengo ninguna señal de que haya habido cambios en mis ideas. Yo sigo siendo, desde el pun-to de vista de mi formación ideológica, un marxista. Desde el punto de vista de mi experiencia en la lu-cha en el país, soy un soldado de nuestro pueblo. Y desde el punto de vista de los grandes ideales, estoy muy convencido de que el país no sale, sino median-te una nueva revolución que remueva los cimientos sobre los que está creada la sociedad mexicana. Me convence plenamente esta idea.

Sin embargo, a diferencia de aquel entonces, pienso que se trataría de una revolución de carácter social, no armada, con la fuerza de la inteligencia y del mayor número de la gente del pueblo. Pero lo de la revolución armada no, yo estoy completamen-te en contra de una matazón fratricida. Yo creo que hay otras fuerzas en el mundo de hoy, en el Méxi-co de hoy, que pueden −no tan pronto como quisié-ramos−, ir cambiando el rumbo de la nación. Por poner un ejemplo, que sea absolutamente imposible que en Guerrero se aplique una política asistencia-lista, porque hay un pueblo puesto de pie para no dejarla pasar, y que presiona para que haya cambios profundos en la política con la que se dirigen los destinos no sólo del estado, sino de todo el país, a fin que se oriente al beneficio colectivo.

Othón salazar.indd 201Othón salazar.indd 201 14/02/2008 05:53:14 p.m.14/02/2008 05:53:14 p.m.

Page 196: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

202

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Un señor terrateniente ¡apoyó la campaña del comunista Danzós Palomino!

Después de la dirigencia del MRM, puedo señalar como otra experiencia que dejó marcada mi vida, la de mi incorporación a la comitiva de campaña, como parte del equipo de oradores, de Ramón Danzós Pa-lomino, candidato presidencial lanzado en nombre del Frente Electoral del Pueblo, sin registro oficial. Esa campaña me abrió los ojos, por decirlo así, de una manera muy grande, a propósito de la táctica más aconsejable en el México de entonces, que des-cartaba la lucha guerrillera y valoraba hasta el cielo la movilización política de masas.

Yo lo acompañé como candidato a sabiendas de que no tenía el mínimo de posibilidades de triun-fo. Ese Frente se formó especialmente para lanzar la candidatura de oposición y en él participaron orga-nizaciones políticas y sociales con un peso nacional como la Central Independiente de Obreros y Cam-pesinos y el Partido Comunista; yo aún no militaba en este partido.

Se competía contra Díaz Ordaz para la presiden-cia, y como candidato por el Partido Popular Socia-lista estuvo Vicente Lombardo Toledano, del cual yo me mantenía todo lo alejado que podía porque tuvo pronunciamientos que favorecían al charrismo sin-dical y afectaban los intereses del MRM. Tampoco

Othón salazar.indd 202Othón salazar.indd 202 14/02/2008 05:53:15 p.m.14/02/2008 05:53:15 p.m.

Page 197: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

203

CAPÍTULO VI

discutí nunca con él sobre sus planteamientos. Un día fuimos a la Cámara a buscarlo para pedirle su in-tervención a favor de los presos políticos, de Campa, Vallejo y otros. Estuve a medio metro de distancia de él, pero no le merecí ni siquiera una mirada; esa frialdad tenía que ver con que él mantenía gente en el equipo dirigente del SNTE y a nosotros se nos ta-chaba de violentos y radicales.

Influyó enormidades en mí el recorrido de cam-paña que hice por dos tercios del territorio nacional, y el haber conocido hombres y mujeres comunis-tas con tal espíritu de abnegación revolucionaria, que era imposible no sentir su influencia. Y entre ellos cito al de Mazatlán, no recuerdo su nombre ahora, quien me dedicó el libro del señor Francisco I. Madero, La sucesión presidencial. El cariño, los ojos que le vi, la mirada que le vi cuando me entregó el libro me conmovieron profundamente.

Y lo mismo pasó cuando fue recibido mi discur-so en la frontera con los Estados Unidos, mi espíri-tu antiimperialista ha estado muy arraigado desde siempre. Y como un niño que no mide el peligro y desafía a un monstruo, en mi discurso ahí dedicaba frases directas al imperialismo norteamericano. Cu-ando bajé del templete, un maestro comunista y mil-itante político, Blas Manrique, de Tijuana, a quien no olvidaré nunca, me dijo: “Othón, te felicito y te

Othón salazar.indd 203Othón salazar.indd 203 14/02/2008 05:53:15 p.m.14/02/2008 05:53:15 p.m.

Page 198: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

204

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

recomiendo una cosa: no dejes el PCM mientras vi-vas, y no dejes tu hombría mientras vivas”.

Y luego está el otro detalle de Chihuahua: un se-ñor terrateniente ¡apoyando la campaña de Danzós! De los grandes terratenientes de Chihuahua, un se-ñor de apellido Alarcón o algo así. Cuando termi-nó el mitin, él nos llevó a un restaurante a comer y me dirigió estas palabras: “En honor de usted voy a contar esto: inventado o no, pero se dice que un se-ñor, cuando mató a un palomo, le abrieron el buche y traía puras uñas de gavilán” Y eso lo dijo por la bravía o el tono bravío de mis palabras o algo así. Pero me acuerdo de eso, ¡puras uñas de gavilán traía el palomo en su buche!

En Coahuila, Carlos Jiménez, miembro de la di-rección estatal del PCM, me llevó un libro para que se lo dedicara, y al leer las palabras que le escribí, lloró. Todas esas experiencias me iban dejando la convicción de que la fuerza política a la que debería ingresar era el PCM, y así lo hice tiempo después.

Además de la influencia poderosísima del MRM, tuve la del Frente Electoral del Pueblo: presencié es-cenas de abnegación revolucionaria grandes, como ocurrió también en Guadalajara. Nadie traía ya un centavo y la maestra Beatriz Aguirre, que ya murió, me dijo “Maestro, ¿no le servirá una obra, Don Qui-jote?” “Sí, claro que sí, maestra”. Me obsequió la obra en edición de lujo. Inmediatamente se lo pre-

Othón salazar.indd 204Othón salazar.indd 204 14/02/2008 05:53:15 p.m.14/02/2008 05:53:15 p.m.

Page 199: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

205

CAPÍTULO VI

senté a Danzós, se fue −quién sabe cómo hizo− y la vendió. Con el dinero que se obtuvo se pagó la gas-olina que necesitábamos para llegar a Tepic.

Cuando apoyé a Danzós Palomino, lo hice por su firmeza en la lucha, su capacidad incluso de sacrifi-cio personal con tal de cumplir con sus deberes de dirigente. Y luego las pruebas de su cariño por los campesinos, de los que él formaba parte. Además, resalta su oratoria, que no dejaba duda de que estaba acompañada por su corazón y su valor personal. Lo vi enfrentarse en Pátzcuaro a los soldados armados. Lo acompañé y estaba cerca, en un altercado violen-to en el que quedaba claro que él no le tenía miedo a esta gente. Entonces su conducta y su hombría me eran aleccionadoras.

Después de esa campaña no perdí el contacto con él. Para mí, era cosa de buscar el contacto con Danzós por la valía de su amistad revolucionaria. Él murió hace dos años. No sé bien a bien cómo es-tuvo, pero me dicen una cosa que es creíble: se res-baló en el baño con un jabón que estaba en el suelo y se desnucó.

Después de la derrota electoral −por decirlo así− de Danzós, encontré un lugar en el Comité Central del Partido Comunista, lo que permitió que me di-eran quincenalmente una ayuda, la cual se la daba a la familia. Ya todo lo demás, las actividades políti-cas, iban saliendo de aquí y de allá, de ayudaditas

Othón salazar.indd 205Othón salazar.indd 205 14/02/2008 05:53:15 p.m.14/02/2008 05:53:15 p.m.

Page 200: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

206

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

ocasionales. Las relaciones con mi esposa eran muy tensas porque hacía falta para la criatura esto, que hacía falta lo otro y que no había. Cosas así genera-ban dificultades con ella.

Un puño de tierra desde la URSS

Tenía 44 años de edad cuando me fui un año a la URSS a cumplir una comisión del PC y dejé a la fa-milia aquí. Viajé con ocho o nueve compañeros con el propósito de estudiar para mejorar nuestra capaci-dad como cuadros políticos del partido. El haber es-tado en Rusia fue algo de lo más grande de mi pobre vida. Mi amor por la causa aquí en México y la ad-miración que sentía por aquél país, me hacían soñar que si un día llegaba a la URSS lo primero que haría yo sería recoger un puño de tierra y conservarlo por el resto de mi vida. Y lo logré; al llegar a la casa de descanso a donde lo mandan a uno después del vue-lo, lo primero que hice fue agarrar el puño de tierra, el cual lo tengo en mi archivo personal.

Las atenciones que recibíamos eran con el cora-zón en la mano, de las meseras y todo el personal que nos trataban muy bien. Un día transcurría más o menos así: levantarse muy temprano, el aseo per-sonal correspondiente, el desayuno en el flamante comedor del Instituto, y de ahí a clases, dos horas

Othón salazar.indd 206Othón salazar.indd 206 14/02/2008 05:53:15 p.m.14/02/2008 05:53:15 p.m.

Page 201: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

207

CAPÍTULO VI

de clase por cada materia; terminado el día de cla-ses, venía la comida en un comedor impresionante, y por la tarde −dos o tres veces por semana−, había un acto en el teatro del instituto, el coro soviético, conferencias, cosas así. De ahí, lo que seguía era la cena, posteriormente estudiábamos en la biblioteca y finalmente a dormir, aunque esto era relativo por-que en realidad seguía leyendo en la recámara, por-que la bibliografía que nos dejaban en cada clase era muy extensa y apenas alcanzábamos a consultarla.

Había comisiones, por ejemplo, recuerdo que Rin-cón Gallardo, compañero mío de grupo, participaba en la radiodifusora del Instituto. Nos daban una ayu-da, que se llama estipendio, de 90 rublos mensua-les para pagar algunos gastos, por ejemplo, que si vas a comer fuera del instituto, tú pagas tu comida. En fin, vivíamos en el Instituto Internacional Leni-nista en condiciones inmejorables, pues se contaba con todos los servicios, ya que era como una ciudad chiquita que estaba organizada para el efecto que se buscaba. Tenía biblioteca, librería, teatro, comedor y todos los servicios.

Había compañeros de todo el mundo, por lo que la diversidad de lenguas planteaba el problema na-tural de la falta de comunicación, así que nos mirá-bamos, pero sin intercambiar palabras. Eran pocos los que estudiaban ruso, yo no lo hice, y me acuerdo que de los árabes lo único que se me pegó fue: mar-

Othón salazar.indd 207Othón salazar.indd 207 14/02/2008 05:53:15 p.m.14/02/2008 05:53:15 p.m.

Page 202: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

208

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

haba tobarich, que significa buenos días, camarada. En consecuencia, nos reunían a todos los de habla española, aunque las clases nos las daban en ruso, pero a un lado del maestro estaba la traductora en el idioma que fuera, que en nuestro caso era el espa-ñol. La traductora que yo tuve era una mujer españo-la, refugiada, que tenía talentos y un nombre único: Armonía. Ella se identificaba completamente con el grupo de mexicanos.

Las clases que yo recibí duraban dos horas cada una y fueron: Filosofía, Economía Política, Histo-ria del Movimiento Obrero Internacional, y la otra −eran cuatro−, no la recuerdo. Mis maestros me da-ban la impresión de que dominaban la materia cien por ciento. En cada sesión nos dictaban una serie de preguntas sobre los distintos temas tratados, mismas que debían contestarse para la siguiente reunión, así como la bibliografía que podía ser consultada. En la biblioteca los textos estaban en inglés, árabe, espa-ñol, etcétera. En mi caso, lo que me sería útil lo en-contraba en español.

Todas las asignaturas comenzaban con la infor-mación política internacional, así fuera brevemen-te. Y luego los comentarios sobre la bibliografía que había quedado de la clase anterior, así como de las preguntas; se me grabó mucho que el maestro co-menzaba así: “Del cuestionario de la vez anterior, ¿quién quiere intervenir?” Alguien tomaba la pala-

Othón salazar.indd 208Othón salazar.indd 208 14/02/2008 05:53:16 p.m.14/02/2008 05:53:16 p.m.

Page 203: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

209

CAPÍTULO VI

bra. Lo que seguía era: “¿Qué opina el resto del gru-po de lo que acaba de decir su compañero?”, a esto seguía otro periodo en el que el profesor exponía los aspectos novedosos del día, cuál era el tema, el se-ñalamiento de los aspectos importantes. Finalmente, por cada alumno que intervenía, el maestro comen-taba, valorando, la intervención de quien acababa de hablar; tenían un trato muy comedido que se me quedó grabado, así como el modo en que actuaban frente a la participación del grupo, por lo que utilizo esa dinámica en mis actividades de La Montaña.

Lo que me impresionó profundamente es la re-lación fraternal de quien da la clase y de quienes la escuchan, llena de sentimientos fraternales comu-nistas. Y luego, se me grabó hondamente que frente al público, antes de abrir la boca, había que estudiar. Allí comencé a hacer mis intentos de escribir. Varios de mis maestros ya tenían obras publicadas, enton-ces, las podíamos consultar en la biblioteca. En ese lugar me fue naciendo una inquietud muy placente-ra por escribir siempre que se pudiera; aunque ac-tualmente desarrollo mis conferencias basado en un guión, escribo todos los días sobre las actividades que realizo y las personas con quienes hablo.

Como parte de mi formación tomé de manera op-tativa el curso de oratoria, y el maestro, que no era un orador impresionante, pero a pesar de ello sabía bien cómo plantear su materia, preguntó: “¿Quién

Othón salazar.indd 209Othón salazar.indd 209 14/02/2008 05:53:16 p.m.14/02/2008 05:53:16 p.m.

Page 204: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

210

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

quiere pasar a la tribuna?”, era como una especie de ensayo; pasó un guatemalteco y cuando bajó le dijo: “Bien, camarada, pero tiene usted que hacer algo con su voz, porque ¿se imagina una voz de ratón contra el imperialismo?” Me acuerdo mucho de ese momento. Yo pasé bien, éramos una cosa de quin-ce alumnos o algo así, pero pasé bien porque yo ya llevaba un largo entrenamiento en la tribuna. Cuan-do estuve en Moscú el movimiento de los maestros, con el MRM a la cabeza, ya había dejado una huella imborrable en las luchas sociales del país.

Algo que yo valoro es no andar cambiando de chaqueta, es muy importante tener firmeza en esta vida sobre la base del convencimiento de que uno defiende sus ideas. Se oye mal, pero el único de mi grupo, el mexicano, que queda en la trinchera, soy yo. Hay unos que están irreconocibles ahora, son otra cosa; ni una palabra que se relacione con aque-llos años o con los ideales que profesaban, viven un individualismo brutal. A mí me ayudó mucho ver la firmeza de mis maestros, que venían de la gran guerra patria librada contra los nazis, eso lo asimi-lé profundamente, por lo que el concepto de firmeza que tengo es hasta la muerte y eso sobre todo se los debo a mis mentores, aunque creo que no he podi-do practicar completamente la vida organizada que ellos llevaban.

Othón salazar.indd 210Othón salazar.indd 210 14/02/2008 05:53:16 p.m.14/02/2008 05:53:16 p.m.

Page 205: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

211

CAPÍTULO VI

Luego, se me quedaron grabadas escenas de sen-sibilidad humana y revolucionaria profundas expre-sadas por los obreros y profesores con los que tuve oportunidad de hablar. Me acuerdo que para entrar al Mausoleo de Lenin se hacían filas inmensas y cer-ca de donde yo estaba, uno se metió en un lugar que no le correspondía; el vigilante fue y le dijo: “Cama-rada, no se le olvide que estamos por pasar al comu-nismo, regrese a su lugar”. También me impresionó la señorita encargada de la biblioteca que ante la in-sistente plática de dos personas, se les acercó para decirles: “Recuerden, camaradas, que la inteligencia trabaja mejor en el silencio”, ante tales palabras no les quedó más remedio que callarse. Por lo que viví y lo que vi, mi actitud era ésta: “Por una sociedad así vale la pena morir”. Nunca vi un desempleado, nun-ca una palabra ofensiva, nada. La gente en el metro, no el cien por ciento, pero la mayoría iba con su li-bro y me parecía que de verdad el socialismo creaba un nuevo tipo de ser humano, era lo que yo veía.

Yo no acabo de comprender ahora qué pasó, cuá-les fueron las causas profundas del derrumbe de la Unión Soviética. Peor todavía, menos entiendo por qué derrumbado el poder soviético, no hubo una sola manifestación del movimiento obrero para reclamar la continuidad del sistema socialista. Lo que más o menos me parece que es cierto, es que los intere-ses económicos de la Nomenclatura se fueron con-

Othón salazar.indd 211Othón salazar.indd 211 14/02/2008 05:53:16 p.m.14/02/2008 05:53:16 p.m.

Page 206: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

212

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

centrando en pocas manos, de manera que crearon poderosos intereses de élite que poco a poco fue-ron inclinando las cosas, hasta que Gorbachov abrió las puertas a la existencia de grupos en el PC y esos grupos avanzaron hasta que llevaron el poder al ca-pital. Sin embargo, creo, por el movimiento dialécti-co de la sociedad, que el capitalismo no será eterno; más tarde o más temprano, será la sociedad socialis-ta la que ocupe su lugar, con todo y el fracaso de la Unión Soviética.

Este último y aunado a ello la figura polémica de Stalin por los crímenes que cometió y la orientación dogmática y cerrada que dio a la Revolución Sovié-tica durante su periodo, han servido para justificar el resurgimiento del pensamiento conservador en el mundo. Respecto a su caso yo creo, en primer lugar, que tenía una formación teórica poderosa y, en se-gundo, un carácter de hierro. Lo relacionan mucho con haber salvado a la humanidad de la hegemonía nazi, si no hubiera sido por una voluntad férrea y una claridad política del momento que el mundo vi-vía, quién sabe qué hubiera ocurrido, porque los na-zis aspiraban a convertirse en la fuerza dirigente de los destinos de la humanidad. Sin embargo, es difí-cil encontrar la perfección en el ser humano, Stalin cometió crímenes indecibles, por lo que el mundo tiene que conocer sus lados luminosos y los crimi-nales entre otras cosas porque los comunistas no so-

Othón salazar.indd 212Othón salazar.indd 212 14/02/2008 05:53:16 p.m.14/02/2008 05:53:16 p.m.

Page 207: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

213

CAPÍTULO VI

mos seres perfectos y porque ayuda mucho a que los grandes errores se vayan conociendo y sirvan de ex-periencia para evitarlos. En ese sentido, hará mucho bien el que se consulten sus obras escritas, yo las consulto porque tiene grandes enfoques, así como un análisis profundo de su momento histórico y que sirve para ayudarnos a comprender el que estamos viviendo actualmente.

Yo estoy en el Partido Comunista Mexicano. Hay otro que se llama Partido de los Comunistas Mexi-canos y hay otro más que se llama Partido Comunis-ta del Valle de México. No sé si existan más grupos, pero el lado débil de todos nosotros es la incapaci-dad para encontrar caminos de unidad de los comu-nistas mexicanos; hace tiempo que en la práctica los comunistas estamos retirados del escenario nacio-nal. Nuestra debilidad numérica, organizativa y teó-rica, ha ido cediendo terreno a quienes se interesan en nuestra eliminación. Pero yo pienso que el Par-tido Comunista será reconstruido más tarde o más temprano, sólo con que llenemos la condición de que quienes estamos interesados en su reconstruc-ción lo estemos de verdad y no de dientes para afue-ra, es decir, todos a la obra.

Mi propósito es que si yo me voy para Guerre-ro formaré los Consejos Revolucionarios Regiona-les, de manera que estos sean los núcleos impulsores de la teoría revolucionaria y de la promoción de ini-

Othón salazar.indd 213Othón salazar.indd 213 14/02/2008 05:53:17 p.m.14/02/2008 05:53:17 p.m.

Page 208: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

214

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

ciativas de acción. Entonces, ya están los contactos en Iguala, también en Acapulco, en Chilpancingo y en La Montaña, solamente eso para comenzar. Y eso, según yo, no puede ganarse sólo por vías orga-nizativas, de ahí que resulte importante el órgano de prensa de los Consejos Revolucionarios, que ayu-de a distribuir entre el pueblo, materiales −pocos o muchos−, con orientaciones revolucionarias consis-tentes, no sólo sobre formas de organización, sino sobre aspectos teóricos y formativos.

No concibo un revolucionario que arras-tre la cobija tras el capital

Mi trabajo durante la década del 80 del siglo pasa-do estaba vinculado principalmente al Partido Co-munista y a la Central Campesina Independiente, con los cuales organizamos encuentros y marchas muy significativas. Nunca en la lucha en La Mon-taña se vio lo que en el año 1979 u 1980 vio con la movilización de masa organizada y dirigida por el PC. Éste llegó a ser un lazo familiarizado de la conciencia de los habitantes de La Montaña. Aquí realizamos caminatas de hasta tres días, comíamos nuestras tortillitas duras o lo que se pudiera. En el tramo de Alcozauca a San José Lagunas, hay un lu-gar, la Ocotera, que es impresionante y hermoso. De

Othón salazar.indd 214Othón salazar.indd 214 14/02/2008 05:53:17 p.m.14/02/2008 05:53:17 p.m.

Page 209: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

215

CAPÍTULO VI

los mil y pico de marchistas, un indígena que lleva-ba su bandera con la hoz y el martillo se emocionó tanto que se subió a un inmenso árbol de ocote, lle-gó hasta arriba y colocó la bandera misma que duró mucho tiempo hondeando en lo alto. En San José Lagunas, donde hicimos esa parada, al campamen-to solamente le faltaban armas, y me recordó lo que veía en los campamentos revolucionarios: discur-sos, la cena pobrecita, cómo se arreglaban las gentes para recostarse un poco, las fogatas. Tres días en la sierra. A Rincón Gallardo le tocó recibir una de las marchas de ese tipo, que describo. Yo no sé cómo ahora tiró toda su ideología.

Los maestros no tenían mucha presencia en la Montaña, pero estaban presentes. Había actos del partido donde la tercera parte eran profesores. Al respecto, un miembro destacadísimo de la dirección nacional del MRM, Lino Medina Salazar, era miem-bro de la dirección nacional del PCM, tenía un lu-gar allá y tenía un lugar acá. Con él coordinábamos nuestro apoyo para las acciones del partido, sobre todo en el Club de Periodistas y en otros lugares, no era una cosa masiva, pero fueron importantes en su momento. Por otra parte, ese intenso trabajo en Gue-rrero me permitió tener una presencia muy fuerte en el estado.

Tal vez fue a mediados de los años 80, cuando hi-cimos los mítines en el zócalo de Tlapa como cul-

Othón salazar.indd 215Othón salazar.indd 215 14/02/2008 05:53:17 p.m.14/02/2008 05:53:17 p.m.

Page 210: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

216

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

minación de marchas de tres días con sus noches en la Montaña, y tuvieron repercusiones en el estado e incluso en el país. En esas marchas anduvieron con nosotros Julia Carabias, José Woldenberg, Hermann Bellinghausen, Julio Hernández, Rolando Corde-ra, y participaron muchas otras personas relevantes en la vida política; cenaban tortillas con sal, como los demás. En los campamentos que organizábamos para esperar la noche, estuvieron con nosotros; los caminos que han seguido cada uno de ellos son del dominio público.

La mayor parte de las marchas eran por plantea-mientos políticos del PCM, de ahí derivó el nom-bre de Montaña Roja porque veíamos desde el lugar en donde marchábamos, columnas grandes con sus banderas rojas con la hoz y el martillo. Por primera vez se habló de Montaña Roja en voz de Ramón So-samontes quien en un discurso en el zócalo de Tlapa dijo algo parecido a lo siguiente: La Montaña se ha cubierto de color rojo, del color rojo de las banderas de la hoz y el martillo del PCM, vale la pena que de aquí en adelante se le conozca por Montaña Roja; no recuerdo en cual marcha se le llamó así.

Era ésa una concentración con la que culminaba una marcha de dos o tres días, de Alcozauca a Tlapa o bien de Xochihuehuetlán a Tlapa; las marchas te-nían un altísimo contenido político de confrontación con el gobierno del estado. Recuerdo que yo par-

Othón salazar.indd 216Othón salazar.indd 216 14/02/2008 05:53:17 p.m.14/02/2008 05:53:17 p.m.

Page 211: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

217

CAPÍTULO VI

ticipaba en la organización de esas movilizaciones junto con un grupo de compañeros de Tlapa: Arturo Valencia, Roberto Cabrera, Lorenzo Castro Apari-cio, Arturo Flores, principalmente. Ahora son los or-ganizadores de la corriente socialista del PRD en La Montaña, y la primera carta socialista que surge del seno de la corriente, la trabajé yo también.

Recorría comunidades para organizar a la gen-te. Han sido más de veinte años colaborando con La Montaña. Muchas de las figuras públicas que he mencionado participaron en dichas movilizaciones. A algunos de ellos me parece que los alcanzó la con-fusión ideológica, y a la solidez teórica, que yo con-sideraba que tenían, creo que le han dado la espalda. Ahora ellos casi, casi podríamos decir que son de-fensores del sistema, a muchos no les noto una posi-ción coherente con los tiempos en que yo los conocí. En la actualidad tienen una militancia política para irla pasando, los asimiló el sistema; incluso Rincón Gallardo que fue mi condiscípulo no conserva un poquito de las enseñanzas teóricas e ideológicas que recibió en el PCM y en Moscú.

Julia Carabias y otros compañeros tenían un pro-yecto ecológico y ya estaban trabajando en Alcozau-ca desde antes de que yo fuera presidente muncipal. Ellos colaboraban con Antonio Suárez, también pre-sidente municipal comunista antes que yo. Cuando fui presidente se construyó un muro de contención

Othón salazar.indd 217Othón salazar.indd 217 14/02/2008 05:53:17 p.m.14/02/2008 05:53:17 p.m.

Page 212: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

218

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

que salvara a Alcozauca de las crecientes del río. Actualmente un colaborador estrecho de Carabias, y de todos ellos, tiene los únicos estanques de peces que aprendió a trabajar con los compañeros biólo-gos. Es una producción personal, de cuyos estan-ques salen dos o tres veces por semana peces para vender entre la población; pasan casa por casa para ofrecerlos. Faltó hacer eso como un trabajo colecti-vo, para formar una cooperativa o algún tipo de or-ganización comunitaria. Emiliano Vivar, dueño de los estanques de peces, es de Cruz Verde, una de las colonias nuevas que tiene Alcozauca.

Debo enfatizar que el registro del Partido Co-munista y la posterior participación de diputados comunistas no fue una graciosa concesión del rég-imen, ni mucho menos la sola voluntad de López Portillo, quien se vanagloriaba de la reforma políti-ca. Significó un avance muy importante de las fuer-zas políticas de izquierda, y fue el resultado de una larga lucha muchas veces sangrienta en la que el MRM escribió páginas históricas porque formó par-te sustancial de la insurgencia sindical que condujo a esas transformaciones en las formas de partici-pación política y el reconocimiento de las fuerzas que no pertenecían al partido en el poder, particular-mente de las que estábamos en la izquierda. Prueba de ello es que mi candidatura a diputado federal, con el apoyo popular y en la zona indígena más pobre

Othón salazar.indd 218Othón salazar.indd 218 14/02/2008 05:53:17 p.m.14/02/2008 05:53:17 p.m.

Page 213: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

219

CAPÍTULO VI

de este país, fue capaz de derrotar al PRI por prim-era vez; aunque, como dije antes, el triunfo no fue reconocido y llegué a la Cámara de Diputados como diputado plurinomial.

Desafortunadamente la legalización del PC no sig-nificó, como quedó demostrado después, el avance constante de las fuerzas de izquierda, no sólo por el modo como muchos de nosotros desaprovecham-os el espacio en la Cámara, sino por la plataforma que Miguel de la Madrid colocó para la instauración del neoliberalismo. A esto hay que sumar el terreno que poco a poco fue ganando la derecha en Méxi-co, hasta llevarnos al punto en el que nos encontra-mos, ahora, luego de la entrega de la presidencia al Partido Acción Nacional (PAN): el deterioro creci-ente de la vida económica y política, la mayor crim-inalización de la lucha social, así como la pérdida casi absoluta de los principios revolucionarios fun-damentales. De tal suerte que el deterioro se nota también en que no se ampliaron los caminos del pro-ceso revolucionario que necesita el país, sino que las propias filas de la izquierda comunista están des-dibujadas y no encuentran puntos de unión que aglu-tinen la resistencia organizada a la imposición brutal de los designios del capital y sus personeros.

Se haría necesario un recuento del camino segui-do por el PC y el modo como sus militantes nos in-corporamos a la lucha en diferentes espacios, así

Othón salazar.indd 219Othón salazar.indd 219 14/02/2008 05:53:18 p.m.14/02/2008 05:53:18 p.m.

Page 214: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

220

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

como la trayectoria seguida para formar el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), el Parti-do Mexicano Socialista (PMS) y así hasta llegar a esa mezcolanza inaudita en que se convirtió el Par-tido de la Revolución Democrática (PRD). Mientras existió el PC se vivieron dificultades enormes para avanzar en las conquistas políticas y sociales. Es-tos cambios estuvieron acompañados por un gran debilitamiento doctrinario e ideológico al punto de que en el PRD se perdió prácticamente el rumbo en donde las luchas internas agotaron las posibilidades de avances democráticos.

Finalmente salí del PRD porque en sus filas no tenían cabida los ideales por los que he luchado toda mi vida; por el contrario, sentía que ese partido esta-ba cada día más lejos de las posiciones revoluciona-rias con las que me formé desde la escuela socialista y que, por el contrario, se acercaba cada vez a un acomodamiento perverso con el sistema. Peor aún, los gobiernos perredistas, en general, siguen los me-canismos de control, gestión de recursos, manipu-lación y represión usados por el PRI en contra de los grupos sociales disidentes que buscan la defensa de derechos fundamentales. Le han hecho el juego, in-cluso, a la criminalización que la derecha en el pod-er ejerce en contra de los movimientos sociales.

En la renuncia que presenté al PRD, el 14 de oc-tubre de 1998, pesó mucho en mí una especie de

Othón salazar.indd 220Othón salazar.indd 220 14/02/2008 05:53:18 p.m.14/02/2008 05:53:18 p.m.

Page 215: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

221

CAPÍTULO VI

cargo de conciencia. Me dije a mí mismo: si estoy formado como comunista, qué hago yo aquí cuando los grandes ideales de transformación se han debil-itado bajo el peso de los intereses de grupo y perso-nales. Mi conclusión fue la de que no tenía caso que estuviera en las filas de un partido en donde mis ex camaradas se habían asimilado a los meros intereses electoreros que defendía y defiende el PRD y que una de las peores condiciones para mí sería seguir en las filas de ese partido. Quizá una prueba para mí de la triste situación del PRD y de su descompo-sición interna es que cuando puse mi renuncia irre-vocable a la dirección nacional, no hubo uno sólo de ésta que dijera “Othón, reconsidera la situación”. Casi me agradecieron que pusiera mi renuncia. En-tonces, yo quiero deshacerme de esa preocupación, porque aunque sea el último jalón de mi vida, quiero ayudar a devolverle al estado de Guerrero las fuer-zas revolucionarias que ha perdido.

Por otra parte, la posición de la dirigencia nacio-nal del PRD me hace sentir cierta decepción y me genera la duda de si mis camaradas con los que es-taba en ese entonces compartiendo la dirección eran enteros o solamente en parte. Incluso cuestiono que le hubieran dado lugar −algunos, no todos−, a pseu-do políticos, muchos de los cuales acudieron al parti-do no por convicción, sino porque en donde estaban no cumplieron sus expectativas para ocupar cargos

Othón salazar.indd 221Othón salazar.indd 221 14/02/2008 05:53:18 p.m.14/02/2008 05:53:18 p.m.

Page 216: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

222

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

como gobernadores, o bien acomodo en otros espa-cios de la vida pública, y esto incluso en contra de militantes de viejo cuño. Por lo demás, estoy abso-lutamente convencido de que voy a seguirle siendo útil a la lucha revolucionaria de México.

No concibo un revolucionario que arrastre la co-bija tras el capital, el poder del capital. Los grandes males de este México desdichado tienen relación, a final de cuentas, con el poder del capital concentra-do, tanto el imperialista como el nacional. Entonces, yo en la formación de la conciencia revolucionar-ia encuentro una tarea gigantesca en el México que hoy tenemos y no la están realizando los partidos, muchos de cuyos integrantes están corrompidos y otros renunciaron a sus principios, se quebraron, muy especialmente después de la caída de la Unión So-viética. Algunos incluso me llamaron a hacer lo mis-mo: “Ya hiciste mucho, me dijeron, ahora ocúpate de ti”, pero yo sostengo que me muero en la raya.

En todo el proceso de desgaste de la acción políti-ca de la que venimos hablando, habían contado mucho los efectos del derrumbe soviético que debil-itaron, y en algunos casos destruyeron los partidos políticos. No considero, pues, a los partidos como una vía posible para la transformación, al menos completamente, porque ya no hay uno sólo que con-serve la credibilidad y las manos limpias, por decir-lo así; es necesario entonces saber que en la historia

Othón salazar.indd 222Othón salazar.indd 222 14/02/2008 05:53:18 p.m.14/02/2008 05:53:18 p.m.

Page 217: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

223

CAPÍTULO VI

está planteada la necesidad de nuevas formas de uni-dad de la gente de nuestro país. En este sentido, el hecho de que en el ambiente nacional la fisonomía ideológica de las fuerzas de izquierda se desdibu-jara de una manera tan notoria, me llevó a una con-clusión, que es la que me da vida ahora: comunista me formé, comunista he de morir; bien o mal, haré lo que mis fuerzas me permitan, así que he enfoca-do mi interés a la reorganización del PC, con regis-tro o sin él.

Lo anterior porque considero, a pesar de todo, que hasta el momento los partidos políticos siguen siendo la forma organizativa superior. Con todos sus defectos y debilidades, pero un partido es el que más se aproxima a tener claridad sobre varias cuestiones, una de ellas es el tener bandera propia que de alguna manera recoja las grandes necesidades históricas del momento y, por otra parte, mal que bien, un partido debe educar ideológicamente a sus miembros. Qui-zá esto último constituye una más de las debilidades de los partidos en tanto que sus militantes no reci-ben educación política, desconocen los documentos básicos de sus partidos, sus postulados ideológicos y filosóficos. No obstante, lo más grave es que las dirigencias han abandonado los intereses de sus ma-yorías participantes; los asuntos se resuelven en las cúpulas burocráticas, trátese de decisiones que afec-tan la vida nacional o incluso las candidaturas in-

Othón salazar.indd 223Othón salazar.indd 223 14/02/2008 05:53:18 p.m.14/02/2008 05:53:18 p.m.

Page 218: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

224

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

ternas para elegir a los dirigentes. El PRD es una muestra de ello, con lo cual desperdician el enor-me poder de convocatoria que ha tenido en diferen-tes momentos.

Deben transformarse entonces los partidos por-que los de hoy son partidos del sistema, que tienen intereses de grupo muy marcados. ¿Están interesa-dos en el poder? Sí, lo están, pero ese interés por el poder no tiene relación con las grandes transfor-maciones que el país necesita. Por ejemplo, muchas gentes del PRD han logrado, pongamos por caso, el poder municipal incluso una representación signifi-cativa en una institución como la Cámara de Dipu-tados, no obstante lo cual, los problemas de fondo de la sociedad estatal o nacional, quedan a un lado. Otra cosa sería si, en el caso del Distrito Federal, por ejemplo, se creara en cada Delegación, una enti-dad democrática con el nombre que ellos quisieran, Consejo Democrático Delegacional posiblemente, de manera que las decisiones políticas fundamen-tales de la demarcación las llevara adelante dicho Consejo y no la Delegación. Eso sí sería una apor-tación importante del gobierno del Distrito Federal bajo la dirección perredista desde hace años, pero su visión anda por otro lado: que si falta agua, que si esto o lo otro, lo cual está bien, pero no toca las cuestiones de fondo.

Othón salazar.indd 224Othón salazar.indd 224 14/02/2008 05:53:18 p.m.14/02/2008 05:53:18 p.m.

Page 219: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

225

CAPÍTULO VI

Otro tipo de organización son los encuentros de los miembros de un partido, interesantes por su es-fuerzo propio, pero su visión es muy parcial. Que si son campesinos, su visión es totalmente campe-sina; que si son sindicales, su visión está muy do-minada por los intereses de las personas en las que descansa su fuerza. Se requiere, por el contrario, una visión global de la situación, así como la uni-dad de las fuerzas revolucionarias de México, lo cual en las condiciones actuales del país es un gra-vísimo problema. La ideas sectarias prolongan la vida de la dispersión, de la desorganización y de la incapacidad teórica y metodológica para entender el momento en que tienen lugar las acciones, entre ellas las movilizaciones masivas; en este sentido, hoy nosotros hacemos un esfuerzo, con resultados muy miserables todavía, pero confiamos en que pronto habrá mejorías.

Othón salazar.indd 225Othón salazar.indd 225 14/02/2008 05:53:19 p.m.14/02/2008 05:53:19 p.m.

Page 220: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

227

Capítulo VII

Conservo fuego en la voz y contagio a mis escuchas

No reacciono bien ante los homenajes, pero ya en el escenario se aviva la emoción revolu-cionaria por lo que procuro que mis palabras

lleguen al corazón de mis oyentes para sembrar una semilla que haga crecer la reflexión sobre las tiem-pos que nos ha tocado vivir. Me ayuda que cuando hablo el público presente guarda un silencio respe-tuoso, todos atentitos hasta terminar; eso me permi-te tomar la tribuna con gran seguridad en mi lengua, ni una gota de nerviosismo, y la atención de la gen-te lo confirma.

Mi habilidad discursiva se ha nutrido de las in-fluencias de la literatura revolucionaria y de algunos clásicos del pensamiento universal, a cuya lectura he dedicado años de mi vida. La prosa de Diderot,

Othón salazar.indd 227Othón salazar.indd 227 14/02/2008 05:53:19 p.m.14/02/2008 05:53:19 p.m.

Page 221: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

228

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

de Stendhal, de Ernesto Renan, la de Altamirano, me han aportado recursos literarios de los que echo mano para salir adelante. Yo soy fanático de la lite-ratura, del libro de Altamirano, Paisajes y leyendas, por ejemplo; me gusta porque ahí está el único estu-dio histórico que conozco de la Virgen de Guadalu-pe; a esta pasión por la lectura le he sacado ventajas y pues veo que la gente luego anota. También el ge-nial Ernesto Renan, quien tiene una prosa de oro, me ha fascinado con su obra Vida de Jesús, por la solidez científica y la documentación histórica que utiliza para escribir la vida de Jesucristo; Rojo y Ne-gro, de Stendhal, me conmovió profundamente, y La Madre, de Máximo Gorki, fortaleció mi ánimo en momentos muy difíciles.

Las ideas de los grandes pensadores también me han acompañado cuando he dirigido palabras de agradecimiento en los homenajes que me han or-ganizado tanto en el Distrito Federal como en mi estado natal. Por ejemplo, en septiembre de 2002 se me entregó la medalla “Sentimientos de la Na-ción, que otorga el Congreso del estado de Guerrero y que acepté con mucho gusto. Recibí felicitacio-nes de mucha gente; no obstante también hubo pa-labras violentas contra mí por parte de Sebastián de la Rosa, presidente del Comité Estatal del PRD en Guerrero, quien se opuso a que me fuera entregada la presea. Sin embargo, como el resto de los miem-

Othón salazar.indd 228Othón salazar.indd 228 14/02/2008 05:53:19 p.m.14/02/2008 05:53:19 p.m.

Page 222: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

229

CAPÍTULO VII

bros del Congreso estuvieron de acuerdo no tuvo más remedio que asistir, y fue el único de todos los presentes que no me dirigió ni el saludo. Entiendo que puede haber celos políticos porque yo con o sin cargo, tengo el respeto de la gente del estado y el ca-riño de los habitantes de La Montaña.

El 17 de mayo de 2004, cuando cumplí 80 años de edad, el gobierno del Distrito Federal, al frente del cual estaba Andrés Manuel López Obrador, me organizó un homenaje que me resultó también sig-nificativo porque se aproximaba el 48 aniversario del inicio del Movimiento Magisterial que, como se sabe, dejó una huella en la historia de los movimien-tos sociales en México. Mi discurso en ese acto fue muy influyente en el público, porque lo hice con el mismo espíritu de lucha que me ha acompañado a lo largo de mi vida. Yo creo que el efecto es de inme-diato emocionalmente revolucionario, pero también se expresa a más largo plazo ya que algunas de las personas asistentes se han incorporado a la militan-cia, por decirlo así.

El acto se organizó en el Museo de la Ciudad y acudieron muchas personas; hubo discursos de gran reconocimiento a mi persona, como el de Enrique Semo, quien era secretario de cultura y me dirigió palabras que resaltaron mi trayectoria en las filas de la izquierda y la congruencia de mi pensamiento con mis acciones. También se refirió a la tenacidad con

Othón salazar.indd 229Othón salazar.indd 229 14/02/2008 05:53:19 p.m.14/02/2008 05:53:19 p.m.

Page 223: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

230

HABITAR EN LA ÉPOCA TÉCNICA

que he mantenido mis propios valores revoluciona-rios, así como a la contribución que desde su pers-pectiva he aportado para la difusión y permanencia de los ideales de la izquierda en nuestro México, tan agobiado por la falta de democracia y la corrupción política y empresarial.

Otro reconocimiento significativo para mí fue el que recibí por parte del grupo magisterial Palabra y Realidad, ceremonia que se efectuó en el auditorio de la Sección IX del Sindicato, sección por la que yo luché hasta el tope de mis fuerzas, y otro más que or-ganizaron maestros en la ciudad de Tlapa, corazón de La Montaña, región a la que he entregado mu-chos años de trabajo. Cada homenaje, como le han llamado, tiene su propia emoción y su dinámica. Es igualmente importante que algunos de estos recono-cimientos se hayan realizado precisamente en 15 de mayo, día en que se festeja a los maestros de todo el país. Así ocurrió también con el organizado en Chil-pancingo, así como en el que se efectuó por inicia-tiva de Marcelo Ebrard, actualmente en el gobierno del Distrito Federal.

Recuerdo con especial cariño el homenaje que me organizó Florencio Martínez, compañero mío de la Normal de Oaxtepec. Él ya cursaba el segundo año cuando yo ingresé a la Normal; su mamá fue para mí un apoyo extraordinario porque me acogió como si fuera su hijo; vivían en una casa a orillas de

Othón salazar.indd 230Othón salazar.indd 230 14/02/2008 05:53:19 p.m.14/02/2008 05:53:19 p.m.

Page 224: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

231

un pequeño bosque de ahuehuetes y un manantial que se secó como resultado de la construcción del Centro Vacacional que fue construido para beneficio de los trabajadores del Instituto Mexicano del Segu-ro Social, así como de la población en su conjunto, y que ahora han privatizado. Tanto en memoria de su mamá, como por la ideología revolucionaria que Florencio también conserva, hemos mantenido una relación de cercanía fraterna. Además, el reconoci-miento que él organizó, junto con autoridades mu-nicipales y maestros, me remontó a aquella época pues el homenaje fue en un teatro al aire libre, que es como un anexo del convento donde funcionó la Normal Rural de Oaxtepec, escuela fundamental en mi vida.

En ninguno de los casos he hecho una exposición organizada para difundir masivamente el contenido de mis discursos, y la prensa sí ha dado cuenta del pensamiento ahí expresado. Ante esos homenajes no me envanezco y no han dejado huella de soberbia en mi persona; si alguna huella hay, yo espero que sea por mis ideales, en el público que escuchó mis dis-cursos en esas ocasiones.

Por otra parte, me siento obligado a ver en algu-nos de esos reconocimientos acciones precedidas de intereses partidistas porque de cierto modo han co-incidido con tiempos electorales, y porque después de discursos encendidos de alto reconocimiento, no

Othón salazar.indd 231Othón salazar.indd 231 14/02/2008 05:53:20 p.m.14/02/2008 05:53:20 p.m.

Page 225: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

232

HABITAR EN LA ÉPOCA TÉCNICA

se me ha dado el trato correspondiente. Por ejemplo, en el caso de Marcelo Ebrard, él personalmente, me citó un día en su oficina y cuando acudí, estuve es-perando cuatro horas a que me recibiera; no lo hizo y tampoco hubo explicación alguna, aun cuando tie-ne gente de sobra para hacerlo.

En todo caso, pienso que la satisfacción de re-cibir estos reconocimientos públicos está aparejada con la que siento cuando me encuentro con maestros que fueron mis alumnos y que se acercan a mí para decírmelo. Así ocurrió en Guadalajara, por ejemplo, cuando después de que concluí la conferencia que me invitaron a impartir, se acercó un maestro para darme un abrazo y decirme que fue mi alumno en la Secundaria 33, de donde yo fui cesado, en la Colo-nia Prohogar. En otra ocasión tomé un taxi y cuando pregunté cuánto debía, me dijo el conductor: “Nada, usted fue mi maestro, también era de la Secunda-ria 33, ahí duré como tres años, cuando mucho. Mis alumnos me recuerdan con un gran cariño como agi-tador más que como maestro; hay doctores, licen-ciados, maestros, y trabajadores de varios oficios. Nosotros somos rebeldes porque usted nos enseñó, me dicen algunos.

Othón salazar.indd 232Othón salazar.indd 232 14/02/2008 05:53:20 p.m.14/02/2008 05:53:20 p.m.

Page 226: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

233

Tengo derecho a una vida digna

A pesar de que mi ánimo casi siempre está muy alto, hay días oscuros para mí; a veces tengo periodos de depresión, incluso de decaimiento interior. Me-dio me distraigo revisando mis libros, haciendo esto o aquello, pero un revés en la vida, y otros segui-dos, me hacen sentir sin salida ninguna. Que yo re-cuerde, estos momentos me asaltan desde mi niñez, como cuando regresaba del monte luego de haber ido a hacer una luchita por sembrar, y encontraba que en la casa no había nada para comer. También cuando iba a clases en la Normal de Oaxtepec o sa-lía de ellas y veía mis pies descalzos, mientras que mis demás compañeros aunque sea huaraches te-nían. Esa mirada de mí mismo me deprimía, como que sentía ansias porque llegara la noche para po-der recostarme y no tener impresiones de ese tipo. Dicho desánimo proviene de mi problemática per-sonal, pero no lo relaciono nunca con mi participa-ción política; en este terreno mantengo siempre el ánimo de seguir adelante; por encima de cualquier contratiempo. Eso no afecta mi interior.

Los momentos más difíciles de mi vida han sido cuando falleció, en 1991, mi hijo Othón, quien per-dió la vida en un accidente automovilístico en Tlax-cala. Yo andaba en una aldea en el estado de Guerrero y acababa de llegar cuando me informaron; lo vi ya

Othón salazar.indd 233Othón salazar.indd 233 14/02/2008 05:53:20 p.m.14/02/2008 05:53:20 p.m.

Page 227: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

234

HABITAR EN LA ÉPOCA TÉCNICA

tendido en el velatorio. Recordé cuando lo iba yo a dejar al aeropuerto, la impresión profunda y doloro-sa que me causaba ver a mi hijo que ya se iba de vi-aje sólo acompañado de su bastón. Yo tenía por él no sólo un profundo amor como padre, sino una admi-ración grande porque a pesar de su limitación física, pues carecía de su vista, supo enfrentar la adversi-dad.

Casi dos años después felleció mi hija Eréndira, tenía 40 años de edad, era mayor que Othón uno o dos años, casi ni se conocían porque él fue hijo den-tro del matrimonio y ella nació antes de que me casa-ra; su muerte para mí fue una cosa tremenda, con muchos trabajos pude superarlo. Ella no era hija de maestra, sino de una ama de casa que revendía alha-jas y a la que conocí en la colonia Anáhuac, porque nos alquiló un cuartito a otra persona y a mí cuan-do la Nacional de Maestros se cambió al Salesiano. Después la seguí viendo pues acompañé el creci-miento de mi hija y las apoyaba en lo que podía, pero me duele que no pude asistir a sus quince años de edad; hay fotos en las que están otras personas con mi hija y yo no, pues la veía muy de vez en cu-ando. Y por cierto le sugerí el tema de su tesis de pro-fesional, hizo todo lo que pudo, se llama “Podemos ser mejores maestros.

No me casé con la mamá de Eréndira por esas co-sas de escrúpulos que uno tiene, ya la señora había

Othón salazar.indd 234Othón salazar.indd 234 14/02/2008 05:53:20 p.m.14/02/2008 05:53:20 p.m.

Page 228: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

235

sido casada. Y total, mantenía esa idea que señala-ba que debía casarme con una señorita. Yo traía una mentalidad conservadora y machista desde mi ni-ñez. En cierto modo eso sigue existiendo pero var-ias cosas han cambiado. Uno va reflexionando en los auténticos valores de una mujer y supera algu-nos prejuicios, pero otros se mantienen. En aquella época valoraba como revolucionario la importancia que tiene el respeto fundamental por los derechos de las mujeres y la valía de su participación en los movimientos sociales, pero había una fractura pues todo eso no se reflejaba en estos aspectos de la vida familiar.

La mamá de Eréndira murió diez años antes que mi hija; de ésta puedo decir que era muy capaz; se educó en la Secundaria Anexa a la Escuela Nacional de Maestros. No sé qué problema tenía, al parecer le dio una embolia cerebral; todavía cuando la vi −yo estaba en Guerrero −; tenía sus ojos abiertos, murió con sus ojos abiertos. Ella daba clases en una escuela técnica de Iztapalapa y me dejó un nietecito que se llama Abel León Salazar, que es contador público en este momento. Trabaja en su propia casa. Yo lo veo cada quince días, a más tardar. A veces él me llama, otras lo llamo yo. Tenemos una relación cercana, es más cercana la relación con Abel que con mis otros nietos, es una persona verdaderamente accesible.

Othón salazar.indd 235Othón salazar.indd 235 14/02/2008 05:53:20 p.m.14/02/2008 05:53:20 p.m.

Page 229: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

236

HABITAR EN LA ÉPOCA TÉCNICA

Por otra parte, también he sentido gran nostalgia por mi trabajo docente, porque en la profesión de maestro, en mi caso, cristaliza una vocación grande. He tenido momentos −no frecuentes, pero los ha ha-bido−, de una profunda tristeza interior: como de preguntarme si de algo ha servido mi entrega a la lucha, si merezco la frialdad con que me trata tanta gente, cosas así. Pero son momentos de una depre-sión muy efímera, que no cambian mi actitud gen-eral pues a lo largo de mi vida he mantenido no sólo la convicción de que el trabajo colectivo es una po-sibilidad incomparable para mejorar las condiciones sociales de la población, sino que he procurado que mi conducta personal y mis acciones político-orga-nizativas sean congruentes con mi formación ide-ológica.

Los proyectos en los que trabajo mantienen tam-bién una relación directa con mi biografía y son los que le dan sentido, más allá de las dificultades co-tidianas y los reveses que sufrimos en nuestro in-tento de transformar la realidad social, por un lado, y reivindicar mi derecho a una vida digna, por el otro. En este terreno, ha sido imposible hasta aho-ra revertir la injusticia de casi cincuenta años cu-ando me separaron de mi trabajo magisterial. La persistencia de mi condición como profesor cesado es una expresión inconfundible de la falta de volun-tad política de quienes han estado en el poder, fun-

Othón salazar.indd 236Othón salazar.indd 236 14/02/2008 05:53:20 p.m.14/02/2008 05:53:20 p.m.

Page 230: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

237

damentalmente al frente de la SEP, que si bien han hecho ofrecimientos de resolver la situación no lo han cumplido nunca. Por parte de otros integrantes de las denominadas fuerzas de izquierda, o de mis propios compañeros del MRM, o bien de las corri-entes democráticas al interior del SNTE, no se di-eron los pasos adecuados y organizados para lograr que se restituyeran mis derechos como maestro. Po-dría elaborar una larga lista de personajes de la vida pública a quienes acudí en busca de apoyo y que sólo respondieron con promesas, en el mejor de los casos, o con evasivas y maltrato en la mayoría de las ocasiones.

Por ejemplo, nunca logré hablar con Olac Fuent-es cuando era subsecretario de educación básica en la SEP durante el periodo de Salinas de Gortari; las veces que lo intenté por teléfono, me trató muy bien, pero siempre se negó a recibirme utilizando argu-mentos o pretextos inverosímiles. Para referirme a momentos recientes, el licenciado Jorge Alcocer es figura muy cercana a Felipe Calderón, pero en tiem-pos lejanos fue coordinador de asesores del grupo parlamentario comunista en la Cámara de Diputa-dos, de manera que fue mi camarada hace mucho tiempo. Con esa confianza lo busqué y lo encontré; me trató bien, pero no me proporcionó ninguna luz efectiva que abriera la esperanza de resolver mi situ-ación laboral.

Othón salazar.indd 237Othón salazar.indd 237 14/02/2008 05:53:20 p.m.14/02/2008 05:53:20 p.m.

Page 231: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

238

HABITAR EN LA ÉPOCA TÉCNICA

Quien sí me recibió fue el secretario de Educación Pública de Guerrero, me dijo “Sí maestro, vamos a buscar la manera para que usted reciba una ayuda quincenal”. Me la dieron una quincena, pero después la encargada de dármela empezó a exigir requisitos hasta que me arrinconó al no poderlos cumplir. Yo me di cuenta de la intención. Esto fue hace dos años. Como me habían nombrado asesor de la Escuela de Artes y Oficios de la Montaña, uno de los requisitos que no pude cumplir fue que yo estuviera una vez a la semana con la dirección de la escuela. Yo no pude cumplir con ese requisito porque soy una gente or-ganizada sobre bases militantes y si le hubiese di-cho que sí, habría sido para no cumplirle, porque yo no puedo estar sujeto a un horario. Necesito libertad para moverme, y ahí se quedó.

De otros personajes públicos ya sea por su pres-encia en la política o por su pertenencia a la denom-inada vida intelectual también recibí promesas de apoyo o algún tipo de gestión para obtener un retiro decoroso, como me correspondería por ley. Algu-nos son integrantes del PRD, como Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, quienes orga-nizaron reconocimientos públicos que agradezco, pero con los que después no he podido entrevistarme, a pesar de habérselos solicitado en reiteradas ocasio-nes. Otros, como Carlos Monsiváis, a quien conozco desde hace muchísimos años, tampoco pudo acer-

Othón salazar.indd 238Othón salazar.indd 238 14/02/2008 05:53:20 p.m.14/02/2008 05:53:20 p.m.

Page 232: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

239

carme a una entrevista con autoridades de la SEP para discutir mi situación laboral; incluso tuve una entrevista, con el mismo propósito, con Luis H. Ál-varez quien en la década del 50 se oponía también al dominio absoluto del PRI. Recibí un trato ver-daderamente considerado dada mi trayectoria rev-olucionaria. Me llamó la atención tanta amabilidad y franqueza con que don Luis reconoció mi trayec-toria; hubo foto en el periódico y bonitas palabras, pero ningún otro resultado; hay quienes me dicen que esto último sirvió como lucimiento del panista y puede que así sea porque no tuve más noticias de él. En todo caso, mi propósito al acercarme a estos per-sonajes no ha sido otro que el de plantear una salida jurídica para obtener el retiro al que como maestro tengo derecho.

Me acuesto temprano con la revolución y despierto pensando en la lucha revolu-cionaria

Por el lado de mi vida personal he tenido altas y ba-jas, los traspiés que tuve en mi vida íntima, el naci-miento de otros hijos fuera de matrimonio, así como el carácter tan distinto que tenemos Araceli, mi es-posa de matrimonio y yo, contribuyeron al distan-ciamiento por lo que la relación quebró hace 17

Othón salazar.indd 239Othón salazar.indd 239 14/02/2008 05:53:21 p.m.14/02/2008 05:53:21 p.m.

Page 233: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

240

HABITAR EN LA ÉPOCA TÉCNICA

años; me casé en 1954, a los 32 años de edad, aquí en el Distrito Federal. Mi esposa es maestra, hija de un alemán. La conocí en la Normal Superior porque era compañera de grupo y toda la vida, quizá por los problemas de la lucha, primero en la Normal Supe-rior y luego en el MRM, fue una vida hogareña con muchas fricciones, con muchas desavenencias.

Promover las actividades políticas de organi-zación, demandaban de mí tanto viajes constantes como ausencias prolongadas, éstas tuvieron conse-cuencias que hoy lamento mucho: mis hijos tuvie-ron poco padre, porque yo andaba en todas partes, menos atendiéndolos, así que cuando eran chicos no conviví con ellos sino de forma ocasional. Ése es uno de los errores que más lamento en la vida; no tuve la capacidad de combinar de alguna mane-ra ambas cosas, atender aquí y atender allá, sino que me entregué de manera total a la actividad sindical y política. En aquel momento yo no era conscien-te de esa situación; me di cuenta mucho después de que salí de la prisión; entonces ya comencé a tomar conciencia de lo que significaba el abandono de la familia, pero ya no hubo oportunidad de acercarme a ellos porque ya estaban grandes, como de quin-ce, veinte años. Ahora no está todo muerto, pero no existen los niveles de acercamiento con ellos que pudimos haber tenido.

Othón salazar.indd 240Othón salazar.indd 240 14/02/2008 05:53:21 p.m.14/02/2008 05:53:21 p.m.

Page 234: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

241

No por mi cabeza, sino por la de su madre, veo a nuestros cuatro hijos como superdotados. Actual-mente vivo con mi hijo Rubén Salazar Müller y su esposa Rosi, en Tlatelolco, él no terminó la carrera de Derecho por falta de recursos, pero escribe muy bien y me ha acompañado mucho tiempo en el tra-bajo político; Luís está en Cuernavaca, concluyó su carrera en la Escuela Nacional de Música y cuenta con un gran éxito y presencia cultural en Morelos. Luego Guillermo, que es el que tiene una formación cultural brillante, es egresado de Ciencias Políticas de la UNAM; heredó de manera muy particular la capacidad idiomática de su abuelo, pues habla cinco idiomas; y Othón Salazar Müller, sin su vista, direc-tor de la revista Iluminaciones, con cierta circula-ción internacional, viajó a El Cairo, a Venezuela, a Alemania; como ya dije, él murió a los 42 años de edad.

Por otra parte, en Tlapa me junté con Esther Evita Bazán, una señora indígena que es nativa de Ahue-jutla, una aldea hermosísima de la Montaña; con ella tuve a Ninel quien estudió hasta la preparatoria, y a Ignacio Salazar Bazán, que tuvo una gran capa-cidad para aprender inglés, radicarse en Zihuatane-jo y abrirse caminos con éxito. Yo veo a mi Ninel, en Tlapa, cada mes o mes y medio. Ella es mamá de cinco criaturas que son mi adoración. Una mu-chachita se llama Vielika (como la gran amiga de

Othón salazar.indd 241Othón salazar.indd 241 14/02/2008 05:53:21 p.m.14/02/2008 05:53:21 p.m.

Page 235: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

242

HABITAR EN LA ÉPOCA TÉCNICA

Lenin) y está terminando la preparatoria; le siguen Ninel y Othón quienes estudian la secundaria, y dos chiquitos: José Luis y Jimena, una nenita de año y medio o dos años de edad. Cuando yo llego a Tla-pa corre a darme un abrazo muy grande y en lo que puede hablar me platica cosas, el amor de mis nie-tos lo tengo ganado cien por ciento. Los tres ma-yores tienen progresos estudiantiles impresionantes, de manera destacada Ninel que lleva el primer lu-gar en la secundaria donde cursa el tercer año y no hay acto del partido comunista en la región en el que no intervenga, le encanta la oratoria. A Vielika y a Othón no tanto, pero también intervienen.

Con mi hijo Ignacio sólo nos llamamos por telé-fono porque es difícil ir a Zihuatanejo, él tiene un hijo Othón, y una hija, Anaís; mantiene buenas rela-ciones con la prensa y las autoridades locales, quie-nes reconocen su capacidad para organizar. Vive de ir a Taxco, le dan artesanías de plata y él las ven-de en Ixtapa. Mis nietos de Cuernavaca, cuando ha-blamos por teléfono también me demuestran gran cariño. Mi nieta Mariana, tiene cualidades sobresa-lientes, actúa en la escena cantando en náhuatl, y Diego es más tranquilo, pero en sus estudios obtie-ne resultados excelentes; Rubén y Guillermo no tie-nen hijos.

Es claro que de un modo u otro, mi vida ha trans-currido en la militancia y la organización no sólo de

Othón salazar.indd 242Othón salazar.indd 242 14/02/2008 05:53:21 p.m.14/02/2008 05:53:21 p.m.

Page 236: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

243

los maestros, sino de las comunidades indígenas so-bre todo en el sur del país y en particular en La Mon-taña del estado de Guerrero. Busco, por ejemplo, reorganizar el Partido Comunista Mexicano para lo cual damos los pasos necesarios. Desde hace cuatro años estamos realizando los trabajos para su recons-trucción, pero eso camina con lentitud debido a difi-cultades internas en la Dirección; por ejemplo, celos personales que se manifiestan entre algunos de sus integrantes.

Yo soy secretario general desde hace un año y medio, fui elegido mediante un congreso, por un pe-riodo de tres años que es lo establecido por los es-tatutos. De quienes participamos en estos trabajos, hay quienes sí formaron parte del PSUM, PMS y PRD, partidos en los que se derivó el antiguo Parti-do Comunista. Son pocos los miembros del viejo PC que no se fueron a esos partidos: María Elena, Emi-liano Ramos, José Flores, Carlos Razo, Daniel Men-doza y Salvador Mendoza, pero que siguen firmes en estas nuevas tareas.

Además, realizamos un trabajo intenso, indepen-diente de la actividad propia de reconstrucción del PC, para formar la Corriente Sindical Revoluciona-ria. La predecesora de ésta fue la Tribuna Sindical Revolucionaria en cuya organización trabajamos al-rededor de un año y medio, pero no se logró concre-tar su funcionamiento.

Othón salazar.indd 243Othón salazar.indd 243 14/02/2008 05:53:21 p.m.14/02/2008 05:53:21 p.m.

Page 237: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

244

HABITAR EN LA ÉPOCA TÉCNICA

Actualmente, los fundamentos de la Corriente se basan en algunas de las concepciones presentes en el MRM, pero se vinculan también con la ideolo-gía y los materiales elaborados cuando el PC tenía vida plena y no se había disuelto. Recuerdo que en una reunión dedicada exclusivamente al movimien-to sindical y obrero, por parte del PC, se hablaba de que había que crear la Corriente Sindical Clasis-ta, por lo que pretendemos caminar en ese sentido, pero mantenerla fuera de los centros dirigentes del partido.

En ese sentido, la Corriente Sindical Revolucio-naria tiene su propia dirección independiente des-de ahora que está en proceso de formación y en ella participan antiguos camaradas: Raúl Ugalde Álva-rez, Jaime Esparza Bruno, Leticia Martínez Ochoa, Fernando Sánchez Barrera, Ricardo Navarro Santos, Olga Flores Reyes, Norberto Vargas Ortiz, Beatriz Sansón Zavala y Natalie Reuss, entre otros.

Por otra parte, trabajamos también en la organiza-ción de las Juntas Revolucionarias Regionales, cuya sede puede ser en Iguala de la Independencia o Ayu-tla de los Libres, se elaborarán materiales de discu-sión, la mayor parte los trabajaré yo y buscaré quién me ayude. Pretendemos formular tres informes que abordarán los siguientes aspectos: el primero sobre los graves días que vive la nación, el segundo sobre la quiebra de los valores de la escuela pública y en el

Othón salazar.indd 244Othón salazar.indd 244 14/02/2008 05:53:21 p.m.14/02/2008 05:53:21 p.m.

Page 238: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

245

tercero se busca plantear un proyecto de manifiesto a las fuerzas revolucionarias. Si mis energías alcan-zan para formar los Consejos Revolucionarios de La Montaña de Guerrero, de allí mismo habrá finanzas para sostenerlo, y está totalmente abierto a las capas de nuestro pueblo.

Estas iniciativas tienen antecedentes remotos, en-tre los que se encuentran la formación, en 1996, del Consejo Regional de la Montaña, cuyos principios descansaban sobre la pluralidad y la inclusión de or-ganizaciones sociales, civiles y productivas. Dicho Consejo buscaba promover un Programa de Desa-rrollo Integral para la Región de la Montaña de Gue-rrero, así como otras formas de organización que den voz, presencia pública y oportunidades económicas y sociales a los más pobres.

Asimismo, el 29 de mayo de 2001 en Ayutla de los Libres, tierra cargada de historia, se llevó a cabo el Primer Encuentro Patriótico del Estado de Gue-rrero, en donde maestros y maestras de la Univer-sidad Pedagógica Nacional, así como hombres y mujeres humildes del pueblo, estudiantes de secun-daria y preparatoria, todos juntos manifestaron su vocación antiimperialista y la necesidad de recons-truir y fortalecer nuestros valores fundamentales de soberanía nacional. En ese mismo año y el siguien-te se organizaron encuentros similares en Tlapa y en la región indígena de la Montaña durante los cuales

Othón salazar.indd 245Othón salazar.indd 245 14/02/2008 05:53:21 p.m.14/02/2008 05:53:21 p.m.

Page 239: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

246

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

se puso en manos de miles de indígenas la Proclama Patriótica que el General Vicente Guerrero lanzara desde Alcozauca el 30 de septiembre de 1815, docu-mento que no pierde actualidad.

Otro asunto que motiva nuestro interés es la or-ganización de una Tribuna Magisterial Revolucio-naria, cuyo propósito es que las maestras y maestros de educación básica, incluidos los de preescolar, que padecen la ignominia que se respira en el SNTE y que son sensibles a las enormes deficiencias de nuestro sistema educativo, discutan los problemas fundamentales que aquejan a la educación, que ge-neren nuevas formas de organización con miras a la democratización sindical que abra el cauce a las transformaciones profundas que el país necesita y que pongan en alto a los maestros como divulga-dores del conocimiento socialmente adquirido, pero también como formadores de nuevas generaciones de mexicanos conscientes de sus responsabilidades históricas.

El futuro, siempre aquí y ahora

Mi situación personal es difícil, a veces no hay ni para pagar el teléfono. El departamento en donde vivo está en riesgo; fue Beatriz Paredes, con una enorme generosidad, quien me ayudó a conseguir que yo lo pudiera ir pagando, pero ahora hay proble-

Othón salazar.indd 246Othón salazar.indd 246 14/02/2008 05:53:21 p.m.14/02/2008 05:53:21 p.m.

Page 240: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

247

CAPÍTULO VII

mas por lo que recurrí a Amalia García, la goberna-dora de Zacatecas, para que me ayudara a salvarlo, a través de un prórroga al crédito que tengo; y dijo “Sí, cómo no, van a intervenir, buscarán el modo de ayudar” Me he comunicado y me dicen que está muy avanzado esto, pero me pongo a pensar “¿Y si no avanzara nada? Que lleguen un día y recojan el departamento, ¿a dónde voy a dar?” Me iría para Guerrero, pero problemitas de estos de repente no me dejan dormir, aunque conservo esperanzas, porque mi sueño, se cumpla o no, es comprar un terreno en el estado de Morelos, para impedir que termine mi vida pidiendo limosna; quiero una granjita, por humilde que sea, que garantice mi sobrevivencia. A ver qué sale en Morelos, pues por haber iniciado mis estudios ahí, tengo algunas relaciones que podrían ayudarme a conseguir un terreno que no fuera muy caro.

Otro asunto que me alienta es la entrevista que sostuve con los licenciados Irám Valdés Flores, Eduardo Ríos Mercado y Lorenzo García Reyes, así como con el ingeniero José Graco Rivera, quienes me recibieron en sus oficinas. Una gratísima sorpre-sa para mí fue enterarme de que el ingeniero Graco Rivera era un niño cuando acompañaba a su mamá a la SEP mientras tuvimos tomada esa Secretaría, pues ella era de las filas del MRM. Con ellos hici-mos remembranzas de los momentos cumbres del Movimiento, como cuando recibimos 65 mil pe-

Othón salazar.indd 247Othón salazar.indd 247 14/02/2008 05:53:22 p.m.14/02/2008 05:53:22 p.m.

Page 241: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

248

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

sos de entonces que los pequeños comerciantes de la merced nos mandaron para ayudar a la resisten-cia. Recordamos que la lucha no era sólo por un au-mentito, sino que había intereses de la nación más importantes, así como la impresión que causaba la organización que teníamos: comedor, dormitorios, guardias diurnas, nocturnas; el modo como la prensa pedía mi cabeza diariamente y con todo ese antico-munismo brutal, el valor que tuvieron dos monjitas para llevarme un crucifijo de plata que conservo en mi archivo. Yo tenía en mente la memoria de Otil-io Montaño, colaborador del general Zapata porque había días muy amargos, sobre todo cuando sólo había un puñito de gente. En aquel tiempo se habla-ba de que me iban a matar, entonces yo me siento bien, me siento contento de que ahora tampoco el riesgo de la muerte me intimida.

Si eso alienta mi esperanza, siempre regresa el otro lado de la moneda. Hace pocos meses me enteré que un grupo de compañeros propuso que se me pag-ara la póliza del seguro del maestro, que se entrega a los profesores jubilados, pero paradójicamente algu-nos que fueron integrantes del MRM se opusieron. Eso es lo peor que uno puede esperar de la gente con quienes en algún momento compartimos ideales; pedí explicaciones, se hicieron bolas y no supieron justificar su conducta. ¿Qué perdían los del Seguro y quienes se negaron a ello, con pagarme mi póli-

Othón salazar.indd 248Othón salazar.indd 248 14/02/2008 05:53:22 p.m.14/02/2008 05:53:22 p.m.

Page 242: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

249

CAPÍTULO VII

za? Nada he podido hacer para aligerar mi vulnera-bilidad personal, ni con los que están encargados de los asuntos educativos para que se me restituyan mis derechos como maestro, ni con mis antiguos com-pañeros de lucha; unos porque están retirados, otros porque son ya absolutamente insensibles, y dan por hecho que ésa es mi suerte y se acabó.

A pesar de todo, tengo momentos gratificantes en los que recibo el cariño de las personas con quienes continúo trabajando. Por ejemplo, una comisión de compañeros activistas del Consejo Revolucionar-io me invitaron a estar en una comunidad indíge-na mixteca llamada Pilcaya. Entonces llegamos y como ya estaban al tanto de que yo cumplía 83 años, mataron cinco guajolotes; no sé cómo, pero no los guisaron, sino que los cocieron en la lumbre dando vueltas, de manera que, por decirlo así, era barba-coa de pavo.

Los que me acompañaron eran como ocho o nueve compañeros, uno de ellos dijo palabras de fe-licitaciones por mis 83 años de vida. Y los demás, junto con los miembros de la comunidad no dijeron discurso, sino que se acercaron uno por uno a darme la mano en señal de felicitación. La novedad fue que un grupo indígena musical de una comunidad que se llama Yuvinami, como a dos kilómetros de Met-latónoc, en el estado de Guerrero, grabó un disco con música hermosísima creada por ellos mismos.

Othón salazar.indd 249Othón salazar.indd 249 14/02/2008 05:53:22 p.m.14/02/2008 05:53:22 p.m.

Page 243: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

Entonces ahí en Pilcaya tenían el disco, lo pusier-on y las señoras, humilditas y todo con su paso com-pletamente natural bailaron conmigo. Así que hubo baile, comida y lo que no podía faltar: mezcal. Nos tomamos nuestra copita de mezcal todos muy con-tentos y al final expresaron su voluntad de unirse al Consejo Revolucionario de La Montaña.

Después del festejo nos venimos en los carros que llevaban los compañeros; así pasé mis 83 años de edad. Fui con compañeros maestros y no maestros que están trabajando conmigo en Tlapa lo del Con-sejo, hombres y mujeres: Arturo Valencia, Lorenzo Castro Aparicio, Roberto Cabrera, Jacqueline Bal-buena, entre otros camaradas que me acompañaron de Tlapa a la comunidad y de regreso hasta el Dis-trito Federal.

En otras ocasiones mi cumpleaños lo he pasado en carretera. Cuando cumplí 82 años lo pasé así, iba de Chilpancingo a La Montaña. Eso fue como a las nueve de la mañana y llegué a las cinco de la tarde a Tlapa. Yo no organizo festejos por mi cum-pleaños, no digo: “Es mi día, ¿qué vamos a hacer? ¡Hay que celebrarlo!”, ya si de pura chiripa toca algo, pues adelante. Espero cumplir otros 83 años y deseo que antes llegue la revolución. En fin, que en estos años de mi vida procuro seguir con la may-or fidelidad posible el pronunciamiento que hiciera Benito Juárez en los tiempos difíciles que le tocó

Othón salazar.indd 250Othón salazar.indd 250 14/02/2008 05:53:22 p.m.14/02/2008 05:53:22 p.m.

Page 244: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

251

CAPÍTULO VII

vivir: lucharemos como se pueda, con lo que se pu-eda y hasta donde se pueda.

Othón salazar.indd 251Othón salazar.indd 251 14/02/2008 05:53:22 p.m.14/02/2008 05:53:22 p.m.

Page 245: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

253

Anexos

Carta al Secretario de Educación Pública, Lic, Manuel Gual Vidal:

Los suscritos maestros de la Escuela Primaria Núme-ro 325 “Territorio de Quintana Roo” establecida en las calles de Lago Winnipeg Núm. 20 de esta Ciudad de México, declaramos a Usted lo siguiente:

1°. Hemos recibido el libro Por México, destinado a la en-señanza de la Doctrina Alemán, doctrina que siguió como un eco a la enunciación pública, en la República Argenti-na, de la Doctrina Perón. 2°. El lujo de la edición, es el primer motivo de desagrado para nosotros. Sería insultante desplegar tan oropel ésco volumen enfrente de los niños de nuestro barrio, en las ma-ñanas, cuando sabemos que la mitad de ellos llega a clases sin desayunarse; una cuarta parte, con una infusión de ho-jas de naranja o café aguado en el estómago y el resto sólo ha tomado un poco de pan y de leche de dudosa calidad.

Othón salazar.indd 253Othón salazar.indd 253 14/02/2008 05:53:22 p.m.14/02/2008 05:53:22 p.m.

Page 246: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

254

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

3°. Los anteriores Presidentes de México, nunca pensaron en comprar la gloria a tan bajo precio. Ellos, revolucio-narios sinceros, a honor tuvieron que la doctrina que nor-mara el desarrollo de la Escuela Mexicana, escrita no con tinta de imprenta, sino con la sangre de millón y medio de compatriotas.4°. Además de contribuir a la formación intelectual de los niños puestos a nuestro cuidado, el Maestro debe velar por desarrollar en el educando, hábitos de hombría, de honra-dez y de amor a la verdad, cuidando siempre de predicar con el ejemplo. Y no es, no acorde con la verdad, ni hon-rado, ni viril, la sumisión al pensamiento de un hombre vivo, interpretado por subalternos que, con fines audlato-rios, pretenden difundir como buena y veraz, una Doctri-na que manifiestamente y sin necesitar de comprobación, se ajusta a la verdad.5°. Usted ha imbuido en la opinión pública la idea de que la educación primaria federal está en Jauja, los maestros bien pagados y satisfechos y el futuro de las tiernas generaciones asegurado.Sin embargo, decimos a Usted que en 1939 del presupues-to federal de $445.265,953.78, se destinaban a los Ramos XI, XVI y XVII (Educación Pública, Asuntos Indígenas y Edu-cación Física), la suma de $71.425,000.00, que representa el 16% del Presupuesto Federal.En 1951, fundidos ya los tres Ramos en el Ramo XI, se desti-nan a la Educación Pública -------$355.680,000.00, de un Pre-supuesto de $3,101.713,000.00, o sea solamente el 11.4%.A quién va a extrañar, por consiguiente, que en tanto que en 1940 el porcentaje de niños en edad escolar, que no re-ciben educación fuera del 48%, en 1948, último año del

Othón salazar.indd 254Othón salazar.indd 254 14/02/2008 05:53:23 p.m.14/02/2008 05:53:23 p.m.

Page 247: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

255

ANEXOS

que hemos podido conseguir datos, el porcentaje se ele-ve a 51%.6°. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexi-canos prohíbe de manera terminante, la existencia de mo-nopolios en el terreno económico; por supuesto, esto debe hacerse extensivo al dominio intelectual, donde sus efectos perniciosos serían mil veces mayores.7°. Los Gobiernos, emanados de la Revolución, tienen en los postulados de nuestro movimiento libertario, la Doctrina que compendia los anhelos insatisfechos de nuestro pueblo; no habiendo sido todavía cumplidos los imperativos que lle-varon al pueblo a revelarse en 1910, su vigencia es indu-dable. ¿O es que han sido superadas por este Gobierno las metas de la Revolución, señor licenciado Gual Vidal?8°. La ninguna preocupación que muestra el actual gobierno por el Maestro, se pone de manifiesto en las siguientes ci-fras, dadas a conocer por el Partido Constitucionalista Mexi-cano, en el folleto “¿Para qué se hizo la Revolución?”.

Maestros(Maestros de primaria diurna en el D.F.,

normalistas titulados)

Años Sueldo mensual Indice Costo de

la vidaSalario

real

1939 $175.00 100 100 100

1947 315.70 179 300.3 59.6

1948 316.00 179 318.8 56.1

1949 347.00 197 335.9 58.6

Continúa...

Othón salazar.indd 255Othón salazar.indd 255 14/02/2008 05:53:23 p.m.14/02/2008 05:53:23 p.m.

Page 248: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

256

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

1950 376.00 214 356.2 60.11951

(Abril) 415.00 235 379.9 61.8

Fuentes: Presupuesto General de Egresos de la Federación. Años 1939, 1947, 1948, 1949, 1950 y 1951.

Es decir, un Maestro, en abril de 1951, solamente puede satisfacer el 61.80% de las necesidades que satisfacía en 1939. Y nuestra situación, día a día, empeora. En el folleto citado, de los señores Ocampo y González Careaga, apa-rece la cifra de 66.3% como Salario real correspondiente a enero de 1951. Nosotros damos aquí el dato de abril, de 61.8% por el que se verá que nuestro salario sigue descen-diendo alarmantemente.Cuarenta mil Maestros Federales, sin eufemismos, SE MUEREN DE HAMBRE. Esta situación la aceptaríamos sin titubeos, si nuestro sacrifico se relejara en un mejora-miento de la Educación Primaria Federal. Pero en el punto 5° se ha demostrado lo contrario. Las que sí están en pleno auge son las Escuelas Primarias de paga, las más caras, por supuesto, para evitar que sus hijos se rocen con los “pela-ditos” mugrosos y sin desayunarse.También los líderes magisteriales “oficiales” están en bo-nanza, como Robles Martínez, que vive en la opulencia.9°. La iniciativa privada y algunos gobiernos locales, han respondido generosamente a la Campaña Pro Construc-ción de Escuelas y es merced a esa ayuda como se han construido miles de escuelas sobre el territorio nacional. El Gobierno Federal, saludando con sombrero ajeno, se

continuación...

Othón salazar.indd 256Othón salazar.indd 256 14/02/2008 05:53:23 p.m.14/02/2008 05:53:23 p.m.

Page 249: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

257

ANEXOS

atribuye TODO el mérito de estas construcciones, las que por otra parte, han dejado pingües utilidades a los contra-tistas con influencias, los que, a su vez, no han dejado de repartir jugosas tajadas.10° y último. Entre el maestro famélico y remendado y el Gobierno actual de banqueros contratistas y técnicos (neo-científicos) millonarios, no puede haber comunidad de in-tereses, no puede existir la simpatía que se establece entre quienes comparten sacrificios por igual; y el hijo del mag-nate que asiste a la Escuela de paga y la criatura miserable que es nuestra materia prima, tampoco viven en el mismo mundo.Por lo expuesto, resolvemos:No difundir los doce puntos de la Doctrina Alemán, por-que a nuestro juicio el ideario atribuido al Señor Presiden-te por sus aduladores no se ajusta a la realidad mexicana. Su falsedad no necesita comprobación y enseñar la menti-ra es antipedagógico.Atentamente.México, D.F., a 24 de abril de 1951.Othón Salazar Ramírez, Salvador Ocampo Sahagún, Eu-sebio Delgado Días, Filemón Ruiz Alarcón, Maximiliano Marcial Pérez-

Discurso pronunciado al recibir la presea Sentimientos de la Nación

Señor Lic. José Juárez Cisneros, Gobernador Cons-titucional del estado de Guerrero,

Othón salazar.indd 257Othón salazar.indd 257 14/02/2008 05:53:23 p.m.14/02/2008 05:53:23 p.m.

Page 250: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

258

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Señor Diputado Héctor Anaya Patrón, Presiden-te de la Comisión de gobierno del Congreso del es-tado,

Señor Lic. Raúl Calvo Sánchez, Presidente del H. Tribunal Superior de Justicia del estado,

Señores Diputados, Señores invitados, Señoras, Jóvenes:

Dedico a todos ustedes mis palabras de agradeci-miento. A la LVI Legislatura del Congreso del Esta-do le agradezco la decisión que pone en mis manos la presea Los Sentimientos de la Nación.

Señoras y señores, permítanme estas palabras de gratitud, con el orgullo de mi identidad política e ideológica: soy un mexicano comunista; hago cuan-to puedo por organizar mi vida sobre bases y princi-pios revolucionarios; así ha sido, así será por el resto de mi vida.

Al padre José María Morelos y Pavón, como si estuviera presente entre nosotros, le dirijo estas pa-labras: “Padre Morelos, ni ayer, ni hoy, ni nunca, a México le faltarán hombres y mujeres con patriotis-mo y valentía para defender la Independencia, la Li-bertad y la Soberanía de nuestra nación. El primero Congreso de Anáhuac, “los sentimientos de la Na-ción”, las palabras “Mi Patria es Primero” y toda la riqueza histórica de este suelo suriano, se levantará para hacerle frente, hoy, a la soberanía y a la voraci-

Othón salazar.indd 258Othón salazar.indd 258 14/02/2008 05:53:23 p.m.14/02/2008 05:53:23 p.m.

Page 251: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

259

ANEXOS

dad con que el imperialismo norteamericano preten-de comprar nuestra patria pedazo a pedazo.

Padre Morelos; la idea de patria que usted y sus compañeros de arma nos legaron, no mantiene hoy el vigor que nuestra Patria en peligro exige. Pese a todo, Padre Morelos, ya aparecen en el País sig-nos de rebeldía popular que anuncian el acercamien-to de la hora en que los patriotas, los explotados de México, digan ¡basta!, y “Los Sentimientos de la Nación”, hagan de nuestra conciencia una fuerza ac-tiva y dispuesta a todo.

Señoras y señores: sin falsa modestia ni nada que se le parezca, les quiero decir: no recibo tan alta pre-sea en nombre propio, pues en todos los campos del saber del actuar carezco de luces para merecer esta distinción. Recibo la presea, eso sí, en nombre de un movimiento revolucionario que puso en pie de jus-ta rebeldía a miles y miles de maestros, maestras y educadoras de la Sección IX del SNTE en el Distri-to Federal; la recibido en nombre de los ríos huma-nos de padres de familia, de estudiantes normalistas, de universitarios y politécnicos, que nos brindaron su solidaridad e hicieron posible nuestra victoria; la recibo en nombre de los miles de obreros ferrocarri-leros, petroleros, electricistas, panaderos, trabajado-res de la medicina, postales, telegrafistas, pequeños comerciantes, campesinos de Xochimilco y Milpa Alta, que en las buenas y en las malas dieron pasos

Othón salazar.indd 259Othón salazar.indd 259 14/02/2008 05:53:23 p.m.14/02/2008 05:53:23 p.m.

Page 252: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

260

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

al lado de los maestros; recibo la presea Sentimien-tos de la Nación en nombre del magisterio hermano de los estados de Morelos, Puebla, Tlaxcala, Esta-do de México, Jalisco, Michoacán, Sinaloa, Tamau-lipas, Chihuahua, Nayarit, Oaxaca, Guerrero, y mis hermanos maestros y maestras de tantos y tantos lu-gares de la República que unieron sus voces rebel-des a las nuestras.

Señoras y señores: recibo la presea en nombre de mis hermanos indígenas de La Montaña y de otros lugares del estado de Guerrero, por las luchas va-lientes que libraron y libran por su emancipación so-cial y política, por la dignidad de nuestra raza, hoy la victoria mayor del régimen de explotación que vive México. Finalmente, señoras y señores, recibo tan alta presea en nombre de mis hermanos de profe-sión y de lucha, Lucio Cabañas Barrientos, Genaro Vázquez Rojas, Jacob Nájera Hernández, Inocencio Castro, Joaquín Sánchez y todos los hombres y mu-jeres del estado de Guerrero que perdieron la vida, llevándose a la tumba el ideal de los cambios revo-lucionarios que hacían y hacen falta a México y a Guerrero en particular. Muchos de ellos, ni siquie-ra tuvieron derecho a una tumba en un cementerio, pero nos dejaron una prueba más del inmenso poder de las convicciones revolucionarias cuando éstas no son de dientes para afuera.

Othón salazar.indd 260Othón salazar.indd 260 14/02/2008 05:53:23 p.m.14/02/2008 05:53:23 p.m.

Page 253: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

261

ANEXOS

Sí, señoras y señores. Cada quien siente orgullo de la profesión que ejerce en la vida. Así nosotros los maestros de escuela, sentimos orgullo de nues-tra tradición revolucionaria, sentimos orgullo de sa-bernos soldados de nuestra cultura, de un México para todos sus hijos, de un México que no se arrodi-lle ante el poderío de los gringos. Por eso los maes-tros no olvidemos nunca el odio de clase con que nos trataron los gobiernos de Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos; no olvidemos nunca que a nuestras demandas de sueldo justo y libertad y de-mocracia sindical, reaccionaron lanzándonos gases lacrimógenos, caballería montada, tanques blinda-dos, ceses ordenados por miles, violación de nues-tros hogares y atropello a nuestros hijos, policía, intimidando a los maestros y sus familias, encarce-lamiento de tantos y tantos de nuestros compañeros, recursos de violencia de Estado, en una forma y en otra, para truncar el naciente proceso de indepen-dencia orgánica, ideológica y política que tanto ne-cesitaba y necesita el sindicalismo de nuestro país. Por algo el MRM, Movimiento Revolucionario del Magisterio, ocupa hoy honroso lugar en la historia de las grandes luchas sociales que ha vivido Méxi-co. Y no todo es historia, señores y señores, pues hoy un puñado de maestros de toda la República re-organiza el MRM para ofrecer sus servicios a la lu-cha revolucionaria que asoma en el horizonte.

Othón salazar.indd 261Othón salazar.indd 261 14/02/2008 05:53:24 p.m.14/02/2008 05:53:24 p.m.

Page 254: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

262

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

¡Que sean esas multitudes arrojadas y valientes, señoras y señores, las que luzcan en las sienes de su memoria, si puedo hablar así, e brillo patriótico de ”los Sentimientos de la Nación” y no yo, que no paso de ser un humilde agitador social y político.

Lo que a mí toca, señoras y señores, es recibir la presea Los Sentimientos de la Nación como una or-den dada a mi conciencia comunista, de no dejar que caigan de mis manos las banderas de la lucha re-volucionaria, única lucha que algún día logrará que nuestra patria deje de mostrar las llagas que hoy la desangran. Los Sentimientos de la Nación y las pa-labras del inmortal Vicente Guerrero, Mi patria es primero, así como las palabras de otro gigante del patriotismo, “seguir luchando como se pueda, con lo que se pueda y hasta que se pueda”, pronunciadas por Don Benito Juárez, en momentos en que la Pa-tria también corría grandes peligros, esas palabras, repito, serán aliento en el camino de lucha que qui-siera recorrer en compañía de miles de guerrerenses dispuestos a poner en juego lo mejor de su concien-cia patriótica, de amor al pueblo, digna de la memo-ria de quienes nos dieron Patria y Libertad.

Señoras y señores: los caminos que sugiero para empezar, son éstos:

1. Juntos decirle a México que en Guerrero está viva la idea de Patria; juntos trazar las vías adecua-das para llegar a constituir la Tribuna Popular Gue-

Othón salazar.indd 262Othón salazar.indd 262 14/02/2008 05:53:24 p.m.14/02/2008 05:53:24 p.m.

Page 255: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

263

ANEXOS

rrerense o cosa parecida; una Tribuna que ponga su grano de arena en el resurgimiento de las fuerzas re-volucionarias de México, hoy postradas en la dis-persión orgánica en la confusión ideológica, en la debilidad teórica, en la desmoralización, en el aban-dono de sus objetivos históricos una Tribuna que propicie el florecimiento de las mejores inteligen-cias y voluntades de la lucha de los surianos; una Tribuna que se esfuerce al máximo por ir más allá del movimiento; una Tribuna que haga cuanto pueda por aportar sus análisis, su crítica política, sus pro-puestas, en bien de la marcha general de la sociedad de nuestro heroico Estado; una Tribuna que ayude a rescatar los valores patrios y revolucionarios, tan necesarios ahora para cerrarle las puertas a la po-lítica foxista, tan blandita a las pretensiones impe-rialistas de convertir nuestro país en colonia gringa. Electricidad, petróleo, gas, son ya advertencias cla-ras de los peligros que corre nuestra patria. Respecto a la Tribuna, pronto un grupo de guerrerenses lazará público Llamamiento.

2. En grandísima medida el movimiento sindi-cal y obrero de México abandonó su papel históri-co de fuerza fundamental de la sociedad; su sentido de clase se debilitó y aún desapareció; la solidari-dad, grano de oro de toda lucha justa, está reducida a su mínima expresión; crece el desempleo, los pre-cios suben, la moneda pierde adquisitivo, el capital

Othón salazar.indd 263Othón salazar.indd 263 14/02/2008 05:53:24 p.m.14/02/2008 05:53:24 p.m.

Page 256: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

264

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

golpea la economía de los trabajadores a su regalada gana, la capacidad de resistencia de los sindicatos se pierde, vamos de mal en peor. En vista de todo ello, sugiero a los trabajadores un encuentro Sindical Es-tatal que nos dé organización, programa y futuro de lucha. También en este caso habrá convocatoria ar-gumentada en su momento.

Señoras y señores: con esta visión recibo la pre-sea Sentimientos de la Nación. Una vez más gracias a todos, y que la vida nos permita sentir la poesía su-blime de la lucha revolucionaria. ¡Vivan los Senti-mientos de la Nación! ¡viva Guerrero heroico! ¡viva México Revolucionario y antiimperialista!

Othón Salazar RamírezChilpancingo, Gro., 13 de septiembre del 2002

Encuentro Patriótico Regional de la Montaña de Guerrero, Tlapa de Comonfort, 4 de septiembre de 2004

Se trata de un documento histórico de nuestro Gral. Vicente Guerrero, Proclama Patriótica lanzada des-de el histórico Municipio de Alcozauca el 30 de sep-tiembre de 1815. La Proclama se encuentra en el Archivo General de la Nación. De la presentación

Othón salazar.indd 264Othón salazar.indd 264 14/02/2008 05:53:24 p.m.14/02/2008 05:53:24 p.m.

Page 257: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

265

ANEXOS

que hace el historiador Ernesto Lemoine, transcribi-mos lo siguiente:

“Prueba de lo antes dicho, es el precioso docu-mento, redactado, escrito y rubricado por el patricio tixtleco, que sale a la luz, ahora, en las páginas de este Boletín. Es una Proclama expedida por el cau-dillo en el “Cuartel Provisional de Alcozauca”, el 30 de septiembre de 1815, en la que anuncia a los pue-blos bajo su mando, haber prestado juramento a la Constitución de Apatzingán. La transcribimos literal-mente, es necesario hacerlo así para que el lector cap-te la verdadera dimensión de un gran mexicano. Ahí está Vicente Guerrero en alma y cuerpo enteros”

Literalmente transcrito, el texto de la Proclama es el siguiente:

“EL CIUDADANO VICENTE GUERRERO, CORONEL DEL REGIMIENTO DE SAN FER-NANDO, COMANDANTE EN JEFE DE LAS PLA-ZAS DE TLAPA, CHETLA, Y ACATLA, ETC.

Tengo la gloria de haber prestado el juramento a la sabia Constitución del verdadero Supremo Go-bierno Americano, y esto mismo me ponen la obli-gación de poner en las tablas de el Triato universal de mí patria este papel que solo se reduce a que los “pueblos que tengo el honor de mandar, sepan que en mí persona ni tienen jefe, ni Superior, ni Autori-dad ninguna, sino solo un Hermano, un siervo y un

Othón salazar.indd 265Othón salazar.indd 265 14/02/2008 05:53:24 p.m.14/02/2008 05:53:24 p.m.

Page 258: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

266

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

compañero y un amigo en quien seguramente deben de depositar sus sentimientos, sus quejas y sus repre-sentaciones, las que veré con interés, y las que ele-varé a la Majestad, a fin de que se atiendan como lo requiere la Justicia y la Libertad Jurada por los ciu-dadanos de esta Distinguida Nación. Y por lo tanto, mando que oigan, escuchen y atiendan como mías las Palabras he instrucciones que les comunique a mi Nombre el Comandante Don José Sánchez.

Mando que a su voz, en los pueblos se presenten todos los que quieran dimarcarse con el Glorioso re-nombre de ciudadanos, que formen sus asambleas, y que con franquesa apliquen los que le parezcan mas convenientes, no a la libertad mía, no a las de sus propias personas ni a la de los intereses particula-res, sino a la libertad grabal, bien de nuestros hijos, de nuestras honrosas esposas, de nuestros ancianos padres y buestros Hermanos, y del beneficio común el honor de este nobilísmo Pueblo, tanto mas dis-tinguido por el altísimo, canto ha querido ultrajarlo el Depotismo, la soberbia y la Malisia de la Tiranía Eugropana.

Seguirán en sus posesiones todos los que se dis-tingan con el Nombre de Americanos, y los que no se marcharan luego a reunirse con los Tiranos, to-maran su guarda en la yniquidad y se sepultaran en la ynoransia, atendidos de que hoy mismo protesto a mi Amada Patria el no perdonar la vida a persona

Othón salazar.indd 266Othón salazar.indd 266 14/02/2008 05:53:24 p.m.14/02/2008 05:53:24 p.m.

Page 259: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

267

ANEXOS

alguna que siquiera mire a los Pueblos ingratos que sirven al Enemigo. Yo soy el que me comprometo a sostener a costa de mi propia sangre a cuantos se nombren ciudadanos, y yo soy el que tomare Gus-toso la Plaza del Tirano contra todo el que se desen-tienda de mis hermanos.

Y para que persona alguna alegue ynoransia al-guna, mando también esta protesta se publique por Bando, para que inteligensiados todos, se distingan todos los que quieran seguir mi Banderas, y los que no, se tire, en osequio de que las armas al mando no los coja, porque desde este mismo instanse te con-taran con que los valientes soldados de mi División se sostienen y aseguran sus vidas seguramente con la de los traidores.

Dado en el Quartel Provisional de Alcozauca, a los 30 Días de septiembre, año sesto de la Libertad.

Vicente Guerrero (rúbrica). Por mandato de su Señoría.

Secretario, Juan Nepomuceno Castellanos (rúbrica)”

NOTA: Esta Proclama se distribuyó entre los asistentes al Encuen-tro Patriótico Regional de la Montaña de Guerrero, el 4 de septiembre de 2004.

Othón salazar.indd 267Othón salazar.indd 267 14/02/2008 05:53:25 p.m.14/02/2008 05:53:25 p.m.

Page 260: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

268

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Palabras de gratitud ante homenaje reci-bido en Oaxtepec, Mor.

Queridas personas organizadoras de este acto.Queridos maestros y maestras presentes.Señoras y señores.Hace 63 años, las aulas de la gloriosa Escuela Nor-mal Rural de Oaxtepec, Mor., ponían en mi concien-cia los cimientos de mi formación revolucionaria, de mi formación docente. Hace 63 años, en este lugar hermoso, mis maestros y maestras sembraban en mí los conocimientos y orientaciones que abrirían mi destino, caminos de luz y de lucha revolucionaria. Hace 63 años, el exconvento de Oaxtepec respira-ba estudio, movimiento juvenil y esperanzas con los ojos dirigidos hacia el porvenir. La Dirección des-cansaba en el carácter y el talento del maestro in-olvidable Ezequiel Guerrero Amaya. Un alumnado, en su mayoría de extracción humilde, recibía la in-fluencia de un ambiente escolar iluminado por los últimos relámpagos de la Revolución.

Sí, queridas personas que me escuchan, lo mismo en el aula que en la Asamblea Estudiantil Norma-lista, aparecían señales elocuentes de esos relámpa-gos de la Revolución, mismos que dejaban profunda huella en la inteligencia de los nuevos educadores del pueblo. No se enseñaba por enseñar; se enseña-ba, se instruía, se educaba teniendo en cuenta que

Othón salazar.indd 268Othón salazar.indd 268 14/02/2008 05:53:25 p.m.14/02/2008 05:53:25 p.m.

Page 261: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

269

ANEXOS

los niños, materia prima en la construcción de una sociedad nueva, necesitaban de rayos de luz eman-cipadores, liberadores, patrióticos, dignos de la grande3za de nuestra Historia Nacional. La escuela pública de entonces mostraba fuertes vínculos con la vida de la comunidad. El ideario social y políti-co, que millón y medio de vidas hicieron triunfar en los campos de batalla, convertían la escuela en fac-tor de cambio social, de enseñanza, de redención. El fuego de ese ideario proclamado por la Revolu-ción se ha ido apagando. Por algo, hoy día, quien tiene el poder es la contrarrevolución. De resucitar, los valientes, patriotas Generales Emiliano Zapata y Francisco Villa, se dolerían de ver que México se hunde día con día, mientras las fuerzas revoluciona-rias del país agonizan en la dispersión organizativa, en la confusión ideológica, en la claudicación po-lítica. Pero el pueblo es el pueblo. Su potencial re-volucionario tarde o temprano tendrá fuerzas para enderezar el rumbo de la Nación.

¡Gloriosa Escuela Norrnal Rural de Oaxtepec! El alma de tu misión formadora de maestros ligados a la suerte de los pobres, de los oprimidos por el poder del capital, sigue viva. La Normal Rural de Amilcin-go sólo es un ejemplo. La juventud mexicana acaba-rá por abrir los ojos y sentir y luchar de manera que la Historia no nos vaya a juzgar como culpables de que México se convierta en una colonia gringa.

Othón salazar.indd 269Othón salazar.indd 269 14/02/2008 05:53:25 p.m.14/02/2008 05:53:25 p.m.

Page 262: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

270

OTHÓN SALAZAR Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL MAGISTERIO

Los ideales revolucionarios que la Normal Rural de Oaxtepec inculcó en mí, señoras y señores, niños y niñas, son guía de mi vida, organizada sobre bases militantes; sobre las bases y los principios y la teoría de la izquierda revolucionaria. Así ha sido, así será hasta el fin de mi vida.

Muchísimos de mis maestros y maestras en la Normal de Oaxtepec, muchísimos de mis compañe-ros de estudio de aquellos entonces, hoy están bajo tierra. A ellos dedico mi cariño, mi recuerdo, mi ju-ramento de que mi vida de revolucionario seguirá adelante. Cuanto esté a mi alcance, procuraré hon-rar la memoria de cuanto encarnaba la grandeza de la Normal Rural de Oaxtepec.

Oaxtepec es mi segunda tierra natal. Me siento feliz de poder restablecer mis vínculos con el pueblo de este lugar, privilegiado por tanta belleza natural y humana. Por eso este día, único de mí biografía per-sonal, quisiera sugerir algo. Ese algo tiene este con-tenido: organizar, en tiempo razonablemente breve, una reunión previa aquí, con autoridades munici-pales, comunidad, maestros y maestras, a efecto de discutir la iniciativa de Convocar, desde Oaxtepec, una Conferencia Popular de Educación que nos per-mita un análisis crítico del estado que guarda la edu-cación pública. Los resultados serán entregados al señor secretario de Educación del gobierno del esta-

Othón salazar.indd 270Othón salazar.indd 270 14/02/2008 05:53:25 p.m.14/02/2008 05:53:25 p.m.

Page 263: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

271

ANEXOS

do de Morelos. Pero, asimismo, esos resolutivos da-rían contenido esencial a un Manifiesto al heroico pueblo de Morelos en nombre de Oaxtepec. Me que-da la seguridad de que un esfuerzo así cubriría de honor la memoria histórica de lo que fue la gloriosa Escuela Normal Rural de Oaxtepec, Mor.

Y ahora sí, mil gracias a quienes hicieron posible este acto de homenaje al medio siglo de mi presen-cia en las filas revolucionarias de México. Pronto nos veremos aquí mismo, señores y señoras. Si la vida lo permite, pronto nos organizaremos y segui-remos caminando al lado de los intereses del pueblo, al lado de los supremos intereses de nuestra Patria. Fui peón en los campos agrícolas de Morelos. En mi difícil carrera revolucionaria recibí el abrazo y las palabras de aliento del inolvidable luchador por cau-sas nobles como lo fue Don Rubén Jaramillo. Mil motivos hacen de Morelos tierra entrañable para mí. Gracias pueblo querido de Oaxtepec. Gracias Es-cuela Normal Rural de Oaxtepec y que tu nombre jamás muera en la historia. Hasta pronto, y felicida-des a todos los que me escucha, hasta pronto.

Othón Salazar Ramírez Oaxtepec, Mor., 6 de febrero de 2005

Othón salazar.indd 271Othón salazar.indd 271 14/02/2008 05:53:25 p.m.14/02/2008 05:53:25 p.m.

Page 264: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 265: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 266: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 267: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 268: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 269: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 270: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 271: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 272: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 273: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 274: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 275: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 276: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 277: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 278: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 279: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 280: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 281: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico
Page 282: Othón salazar - Dr. Raúl Rojas Sorianoraulrojassoriano.com/cuallitlanezi/wp-content/themes/raulrojassor... · ISBN: 978-970-722-XXX-X Impreso en México / Printed in Mexico

Othoón Salzar y el Movimiento Revolucionario del Megisterio.

Un lugar en la historia de Méxicose terminó de imprimir en abril de 2008.

Tiraje: dos mil ejemplares.

Othón salazar.indd 272Othón salazar.indd 272 14/02/2008 05:53:25 p.m.14/02/2008 05:53:25 p.m.