ossio introducciocc81n a ideologicc81a mesiacc81nica

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  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    1/20

    " te

    ,

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    ,i;p :

    .

    /,.

    j i :

    ,

    '

    ~ 4 ~

    COLECCIONB BlIOTECA DE ANiROPOLOG,A

    DIRIGIDA

    POR IGN CIO

    PR DO

    P STOR

    EN

    PREP R CION

    ICONOGRAFIA EN EL ANTIGUO PERU

    TOM ,ZUIDEMA

    ,1

    .,

    , l ,

    '., .

    , . ,,1

    ,

    ,

    " (..

    , .. IDEOLGI

    :

    MES,

    llNIC

    :

    .

    . ,

    :

    ,:

    . ~ :

    I:

    '

    r:

    \

    1 l h : ~ ~ . ; ; ~ \

    "

    DEL

    MUNDO NDINO

    ANTOLOGIA DE

    JUAN M, OSSIO

    A.

    EDICION

    DE

    IGNACIO PRADO

    PASTOR

    - - ~ . .

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    2/20

    'F t.

    0 8 0 F

    . .

    Queda hech el depsito que marca la ley.

    Copynght Ignacio Prado

    Pastor

    Segunda Edicin - Octubre 973

    CREER

    EN

    L

    HOMBRE

    S

    AMARLO

    y RESPETARLO PROFUNDAMENTE.

    AMARLO

    Y

    RESPETARLO

    SIGNIFICA

    ENTENDERLO EN SU CONTEXTO

    .

    SOLO

    ENTENDIENDO

    AL HOMBRE EN

    SU CONTEXTO S POSIBLE

    ESTABLECER

    LAS BASES

    PARA L DIALOGO.

    \

    ,

    ESTA ACTITUD

    es

    QUIZA,

    LA QUE MEJOR DEFINE

    L A

    LABOR

    DE UN

    .

    ANTROPOLOGO y LO QUE S EVIDENCIA

    A

    TkAVES DE

    EST

    t

    ANTOLOGIA. \

    IGN CIO PR DO P STOR

    6 2 3 4 2

    ,

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    3/20

    ,

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    /

    j ,.

    IDELOGI

    MESI NIC

    DEL MUN

    DO NDINO

    ~ 1 ' 1 , ' .1, , , r , i l . .

    :'

    l

    W _ : : t . ~

    .

    .

    ,

    INTRODUCCION

    Esta seleccin de textos y artculos tiene fundamental

    mente dos propsitos: demostrar cmo a travs de varios au-

    tores, nacionales y extranjeros, la mentalidad del campesi

    nado andino manifiesta continuidad y coherencia en

    el

    tiem

    po y en el espacio, y destacar la importancia de

    las

    explica

    c i c ~ e s S l ' p E ' r . e s t r l J ~ t u r a J e : c o n reoecto . . a los estudios sobre

    mesianismo. Estos propsitos encierran, adems, dos facetas:

    por un lado, mostrar la coincidencia -algunas veces desde

    perspectivas distintas- de las interpretaciones de los autores

    seleccionados, y por otro, presentar la evidencia emplrica

    para que los lectores saquen

    sus

    propias .conclusiones.

    Todo anlisis sobre una realidad social debe saber dis

    tinguir entre

    el

    nivel ideolgico (sistema de valores y creen

    cias) y el nivel emprico (o de

    las

    acciones) (1), pero en la

    mayora de los estudios sobre el campesinado andino esta

    distincin (explcita e .implcitamente) ha estado ausente y

    adems, generalmente se ha puesto el nfasis sobre el se

    gundo nivel. De aqu, adems de una carencia de marcos IEl h

    ricos apropiados, que se hable del progresismo de tal o c ~ i

    . comunidad, cuando ni se sabe cul es .su concepcin dl

    tiempo; que se expliquen fenmenos como las migraciones,

    aduciendo razones vagas como el efecto de demostracin .

    sin antes averiguar aspectos como sus creencias con respec

    to

    al

    incesto y reglas matrimoniales (2); o que se proyecten

    algunas polticas agrarias que buscan concentrar en zonas

    fijau los terrenos de cultivo de

    las

    familias campesinas, cuan-

    XI

    J

    l

    .t

    1

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    4/20

    ea es

    la dispersin . .

    o su id I

    aun, que se calif ique al o la rotacin (3); y

    ms

    grave

    e ignorante, nada

    ms

    campesinado Indlgena de Irracional

    nuestras mismas categori

    ue

    por no participar . plenamente de

    ~ n f a t l i a n d o

    pues el nivel

    a:

    m

    ~ ~ t a l e s

    y de la cultura nacional.

    ( larse l levar po r sus ro i p r co uno corre el peligro de de-

    , redadas de su ambi

    Pt

    p

    as

    representaciones colectivas

    h

    ob' t'

    en

    e cultura l y so ' I ' e

    , je Iva a algo que no

    e . .

    Cla, y

    de

    dar real idad

    Investigador As el ' s SinO tina construccin mental d I

    te d . Investigador

    se

    e

    e

    un

    monlogo

    en el

    cual

    l mi

    convierte

    ,en

    el

    ejecutan-

    Al

    incidir s b " smo

    se

    forja los dilogos,

    t o

    re el

    nivel Ide l ' ,

    mccin de un dilogo real o

    og

    lco se posibilita la cons-

    vldad

    en

    el estudio

    de

    la

    reat

    por

    e ~ d e una

    mayor objeti

    solo

    se

    limita a dalo ' Idad social, El investigador no

    plas, co(1strucciones

    I S9

    ar

    c ~ n s l g o

    mismo, sino que sus pro-

    . pllP

    8 r(lnfr

    que conforman la realidad . ' , ' ont9r ;

    o

    las

    de

    a q u ~ l : l e

    ' .

    construcciones se verifi carestudiada, y

    aSI,

    la validez de sus

    mo ben dice el ant

    1

    ,

    al

    po slbllltarse este di

    l

    ogo C

    ropo ogo

    in l '

    '

    reconocer que

    l

    ( , . g es David Pocock " I

    tre tres - l m' soclologo) est inmerso

    en

    uln d' :1" es a

    " Ismo, la s o c i e d a d ' la ogo en-

    que la objetividad peculiar estudiada y sus colegas

    reclamar '

    ,.

    a

    su

    trabajo

    se

    -

    _ preclslon cientffica E preserva y

    pu

    ede '

    ,, guno los interlocutores' d s

    claro .que

    si

    l

    elmina a

    n r e g ~

    la Indi

    vi

    dualidad de la

    e,

    este dialogo

    -es

    decir,

    si

    pmpla experiencia sobre ella sociedad estudiada, o la de su

    disciplina

    particular_

    el

    dilO

    o la

    de la

    sociologa como una

    las representaciones cOlec'o

    es

    roto y l vuelve a caer

    c l ~ d a d .

    (Pooock, D.,

    1961

    Ivas de su propia u otra so

    Wrnch sugiere que la " '

    p.

    t

    105

    En

    trminos similares

    pararse ms

    p r o p i d m e ~ i ~

    rn

    e r c c l ~ n

    social puede

    c o m ~

    u.na

    conversacin que con

    cO,n

    el rntercambio de ideas

    en

    sistema fsico" (Win h la rnteraccln de fuerzas

    en

    c , Peter

    1967 1

    un

    a

    una

    sociedad

    es

    ms

    C O ~ O p . 28.)

    Asl, entender

    uno tiene de

    un

    lengu ' aplicar el conocimiento que

    que aplicar el

    c o n o c i m i e a ~ ~ o

    para entender una conversacin

    'mecnica para entender I que uno tiene

    de

    l

    as

    leyes

    de

    os m

    ec

    anism

    os

    de

    un

    reloj,

    XII

    Es

    pues esta carencia de dilogo la que hace que nuestro

    campesinado sea tan malentendU

    o.

    Es

    penoso ver 'que debido

    a los intereses dominantes por los problemas de cambio, mo

    dernizacin, desarrollo Y dems temas afines, que

    en

    el fon-

    do encubren m'otivaciones ,politicas, nuestros cientficos so, .

    ciales, al igual , que loS ' cronistas Y administradores colonia,

    les de hace 300

    anOS,

    ' sigan proyectando en la vida de los

    diferentes

    grupOS

    tnicos que habitan el territorio nacional,

    una serie

    de

    valoraciones subjetivas para just ificar su inter

    vencin (o la de los administradores nacionales). Si bien

    ahora los argumentos sobre la idolatria de los indios no son

    los predominantes,

    s

    lo

    son

    aquellos otros que

    se

    presentan,

    igualmente santificados bajo un halo cientfico, como "subde

    sarrollo", "analfabetismo", etc. Esperamos que a lo largo de

    las pginas

    de

    esta antologla los lectores descubran que no

    todos los peruanos pensamos igual, Y que mediten que no

    todos estamos obligaaos a

    ~ ~ h s a r

    :pal; mien\ras un sec

    tor de la poblacin sigue los lineamientos de un pensamiento

    secular

    de

    orientacin dinmica Y empirica

    _al

    cual se le da

    carcter

    oficial-

    existe adems otro, cuya orientacin es

    simblica,

    en el

    sentido que se expresa predominantemente

    en

    metforas, analog1as, ,etc., Y que

    se

    enmarca

    en

    categoras

    miticas (4),

    Si

    bien se trata de dos pensamientos diferentes,

    cada cual

    es

    tan racional como

    el

    otro Y no

    se

    le puede dar

    primaca a ninguno, Cada. cual es perfectamente vlido Y la

    nica lelacin que debe existir entre ambos

    es

    la del di-

    logo (5),

    En

    la mayora de los escritos sobre la ideolog

    1a

    del cam-

    pesinado andino, sta generalmente ha sido tratada coma

    algo extico, desglosada del contexto social

    en

    que se da Y

    dividida.

    en

    compartimientos estancos carentes de toda rela

    cin,

    Es

    a partir de

    la

    dcada de\.60 con la irrupcin de cier

    tas corrientes fenomenolgicas

    y

    estructuralistas, representa

    das respectivamente

    en

    los escritos de Mircea Eliade Y Claude

    Lvi-StrausS, que los estudios sobre ideolog

    1a

    andina en

    el

    Per alcanzan cierto grado de sofisticacin, Los trabajos de

    XIII

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    5/20

    ,,-, '

    " ",

    ,

    Mircea Eljade se introducen ,gracias al estfmulo del Dr. Ono- '

    rlo Ferrero, quien

    en

    el ao de

    1966

    inaugur ,la primera

    c- ,

    tadra de Historia de las Religiones

    en

    la Pontificia Universi-

    . ,

    ,

    .r.1

    '

    dad Catlica del Per;

    y

    los de Lvi-Strauss gracias 'al ,

    ..

    (

    Iimulvde

    I;j;

    ,

    T,

    Zuidema

    y.

    recientemente '.de"Nilthan Wachte .

    -'.'

    . y

    Alejandrq '

    Ortiz(6),

    .

    , '

    -j

    " "

    HEimos

    escogido

    el

    trmino de "mesinica" para carac-

    terizar Ia ideologfa del mundo. andmo presetada

    -en

    esta an

    tologa pues el tema central es la figura de un Principio Uni

    tario

    (7)

    que ha de restaurar el orden desruldo por la Con

    quista espaola,

    Al

    escoger este tema como centra

    l,

    lo he

    mos hecho pensando que alrededor de

    l

    se hilvanan otros

    que nos permiten establecer con cierta claridad las diferen

    cias entre el pensamiento del campes

    in

    ado andino y

    el

    nues

    tro, y precisar l

    as

    categorfas mentales con que este campe-

    .

    ~ i l a c i o

    pens

    ' y

    aun piansa'

    sU

    'S

    re

    ilcionls sociales, ' l tinl-

    po y el espacio.

    Es

    por esta razn que inclumos algunos tex

    tos y artculos que

    si

    bien

    ,10 se

    ocupan exclusivait.ente del

    tema de mesianismo,

    s

    tocan aque ll os otros que se hilvanan

    con ste y sin los cuales, por otro lado,

    rio se

    destacara la

    especificidad del mesianismo

    en

    el mundo, andirio .

    As, los extractos

    de

    "The Ceque System

    Qf

    Cuzco", de

    Zuidema, tratan de la visin indfgena de la historia y del

    tiempo, pero son relevantes

    al

    tema del mesianismo andino

    pues ste se encuadra dentro de una concepcin partic

    ul

    ar

    del tiempo y de la historia, que

    es

    precisamente la que define

    Zuidema basndose en las crnicas de los siglos XVI y

    XVII

    Pero adems, el trabajo de Zuidema

    es

    til

    en

    el sentido que

    nos sita esta concepcin del tiempo y

    d&

    la historia en su

    contexto prehispnico, sugiriendo as que .el desarrollo de la

    Ideologfa mesinica andina

    no es

    slo el fruto de una situa

    cin contingente, como fue la Conquista, sino que ya estaba

    latente antes que sta

    se

    produjese,

    El

    artcu lo de Nathan

    Wachtel titulado: La visin de los vencidos,

    la

    conquista

    espaola

    en

    el folklore indgena", al igual qu

    el

    'de Zuidema,

    no

    i ~ c i d e

    dimctamente

    en

    el tema del mesianismo, sino que

    XIV

    , manera cmo los indlgenas de

    trata comparativamente la ' esentaron

    y

    se

    re

    _

    Mjico, Guatemal

    a

    Y el

    per.u se

    :eP:ndose

    en

    testimonios de

    presentan conquista

    e s p a n ~ ~ ~ i e n ~ ~

    hincapi

    en

    Io.s rasgos

    sus respectivos folklores Y , ' N bstante este articulO

    I d'ferenClan o o , .

    estructura les que os I

    ~ s t a

    antolog

    fa

    p,orque, ,

    se

    es

    relevante

    al

    tema centra

    e,

    ' ' de la conqista Y desa,

    . I 'n entre

    VISI

    n

    o

    t

    ab

    lece una corre

    aCI

    " D esta manera,

    se

    con

    rrollo de movimientos meslnlCOS

    l

    , c e quista" (guatemalteca),

    . I "Dan

    za de

    a on "

    cluye que mientras a , I "Danza de las plumas

    la "Danza de la Gran ConqUista Y

    da

    de

    con juncin entre

    ., ) resan una I

    ea

    )

    (

    ambas mejicanas exp d de Atawallpa" (peruana

    - I la "Trage

    la

    indgenas Y espano es" ' , E opinin de Wachtel esta

    'd de dlsyunclo

    n

    , n , d mo-

    expresa una I

    ea

    I .. n con la presenCia e

    , , uardar

    re

    aClo

    'd a

    disyunclOn parece g , d'na

    al

    igual que la I e

    .,' en

    el area

    an

    I , te

    vimientos

    ~ ~ s l a n l c o s on

    I S danzas mejicanas Y

    gua, o

    de conjunCIOlJ,

    &X:lrss:'lda ,a

    d

    , on la

    ausen

    a

    '

    de

    ",s.os '

    . star

    aSOC

    ia a c t

    malteca, pareCiera e

    .,

    de

    Wachtel

    es muy

    Import

    an

    e

    movimientos. Esta conclUsiOn bas reas estuvieron some-

    P

    ues nos sugiere, en vista que s'lmilar una explicacin

    , de colonlza

    Clon

    I

    tidas a un sistema co untur

    al

    del desarrollo de os

    ideolgica Y no. ,tanto

    u ~ a e l m ~ n d o

    andino , Al plantear esta

    movimi

    en

    tos

    mes anlCOS

    e . 'd sobre uno de los temas

    idea de disyuncin.

    , w a c h t e \ a l ~ ~ l e : I O g l a

    andina sino tambin

    fundamentales

    no

    solo de I y

    que

    veremos repetirse

    .

    al

    en genera

    de

    su

    estructura

    SOC

    I ,

    de

    esta antologa. Aunque nos

    en casi todos los traba

    jOS

    f con respecto a Guatemala

    falta una mayor base compara

    Iva

    " , de disyuncin entre

    er

    esta Vlslon ,

    y Mjico, a nuestro parec" a una manera muy caractens-

    . indios Y espaoles

    se

    remite b' el orden csmico sobre

    d

    ' o de con

    ce

    Ir

    ' '

    tica del mundo

    an

    n e uilibradas por un PrinCipiO

    la base de catego

    nas

    duales, q

    'o'

    n

    en

    los conceptos que-

    t

    ron

    su

    expresl ' ,

    Unitario que encon ra B . ) Y a una orientaclo

    n

    chuas ,"Hanan" Y ' ~ H u r i n

    A \ ~

    : s t r u t ~ r a social. En nuestro

    bsicamente endogamlca

    de

    r claramente que estas

    trabajo sobre Guaman.

    P o m ~ e : t ~ v a ~ e n t e ap

    licad

    as

    por

    es

    te

    categor

    as

    duales fuelon e

    xv

    "

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    6/20

    cronista indlgena para definir las relacIones ntre Indios y

    espaoles ,

    y

    ,que, en ltima Instanci, la disyuncin buscada

    entre estos dos grupos no es otra COsa que la restauracin

    del equilibrio de estas categorlas que eran ,vistas como fu-

    sionadas. De aqul, por otro lado, que pOdamos apreciar

    claramente' la correlacin entre mesianismo andino Y. dlsyun

    cic;n

    ya que la separacin y equilibrio de estos principios

    opuestos s'610 puede realizarse a travs de la Intervencin

    e un Principio :.initario, que para Guaman ' Poma fue bsi

    camente el Inca (asimilado a la figura del Rey de Espaa) y

    para el campesinado andino contemporneo

    es

    Inkarr,

    Al igual que estos artculos que no trat

    an

    directamente

    el tema del mesianismo pero que

    tratan

    temas afines a l, no

    todas l

    as versiones

    sobre

    Inkarr que se incluyen en esta an

    tologa, presentan a este personaje

    en su

    calidad de reden-

    tor pero son relevantes

    ya

    que nos permiten apreciar las ,

    variaciones I a /es c ~ e t ; ~ ; tl Su Iatamiento'y ia n t i -

    nuidad ' de la lgica que parece estar detrs de estas trans

    fo rmaciones, Asi las versiones de O ero (Osear Nez del

    Prado y Efrain

    Morote

    Best), San Pablo - Canchis (Abraham

    Va-

    lencia Espinoza) y Ch'eqa PUpuja - Altiplano (Jorge Flores

    Ochoa) sobre Inkarrl

    se

    presentan bajo

    un

    ropaje bastante

    arcaico, especialmente las de

    O ero,

    que son altamente remi

    niscentes de los mitos de creacin y fundacin incluidos en

    las crnicas de los siglos

    XV

    Y

    XV , En

    estas versiones, In

    karr siempre aparece emparejado con otro personaje, OOllarl,

    que toma la

    forma

    ya sea de su espOsa, de su hermano me

    nor, o de

    un

    rival de

    su

    mismo rango que siempre pierde

    en

    las

    competencias , En tanto que rivales, Inkarrl y Oollar son aso

    ciados respectivamente

    (ver

    cuadro) ya sea con Manco Ca

    pac y Atawallpa, o con el Rey del Cuzco y del Callao, ' o, por

    ltimo, y adaptndose sincrticamene a la tradicin cristia-

    na de los Reyes Magos, con el Rey Indio y con el Rey Negro

    (aunque segn el distrito, este Rey

    Negro

    aparece indistin

    tamente asociado con el Rey Colla

    San

    Pablo_ o con el

    Rey Mestizo -C h 'eqa PUpuja_), En todos estos c'lntextos

    XV

    .

    lAS

    VEFtSIONES OE1-

    MITO

    ,

    OS INKARRI

    CUADRO C O M P ~ A ~ ~ O C c o

    y

    EL A,LTIPLANO

    LOCAUOAOES

    QEAO

    {Cu:CO

    COC4111 Nu.Clrz

    Qlrf'lO

    (CUZCO)

    (EI 'AAU M O I I I ~ T E un

    SAN PAeLO

    Ccu%eOI .

    .

    .

    PUPU

    .JA

    IAL.T ,""-ANO)

    --'

    IN F

    ORMANTES

    EVARISTO cotI. OORI

    180 AI l0

    51

    MAN VE t MAMANI TII

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    7/20

    VmOS

    que los concepios asociados

    cOn

    estos personajes

    parecen seguir la lgica de ias categorras binarias (Hanan y

    Hurin) a que hicimos

    referencia,y

    que su aplicacin no se

    define en trminos absolutos sino contextuales Asl en ' San

    Pablo, provincia de Canchis" que se incluye ,eri' la rbita "

    Rey del Cuzco, el ' dra 6 de Enero, que

    se

    celebra la Bajada

    de los Reyes Magos, compiten

    en

    una carrera de caballos

    tres personajes que

    se

    disfrazan de Rey Indio" Rey Mestizo

    y Rey Negro (8). Se dice que si gana la competencia el

    Rey Mestizo, habr dinero aunque la c

    os ec

    ha ser mala, pero

    si gana el Rey Negro, habr hambruna general. En Ch'eqa

    Pupuja, en cambio, que se incluye en la rbila del

    Rey

    del

    Callao, se dice que si Inkarr; Rey del Cuzco) gana, la cose

    cha ser buena para los del Cuzco y mala para el Callao;

    si Olrari (Rey ael 'CllilO) ga , la

    ~ s o c h a

    3cr

    ~ ~ e 1 3

    ~ ~ r

    el Callao y mala para

    el

    Cuzco, pero si gana el Rey Negro,

    habr hambruna para lodos. "Es de hambruna pa ra todos -

    dice Evaristo

    C o n d o r i ~ lanlo en

    esta regin como en aque

    lIa. .. Cuando el Rey Negro gana hay dinero, dicen que, ha

    br dinero, pero en la hambruna

    es

    escasez an cuando gana

    el Rey

    Negro ;

    y Manuel Mamani Tikano afirma

    que . . .

    al

    que desean hacer perder

    es

    al

    Rey

    Negro. Todos quieren

    que el pierda de cualquier manera quieren hacerlo caer cuando

    est corriendo. Claro que ni el Oollariy ni el Inkariy quieren

    que l gane. No importa que cualquiera de

    el

    los gane, por

    que de todos modos ser buena seal. Asf dicen. Comentan

    que no quieren que ese Rey Negro gane. Todos los espec

    tadores desean confundirlo con

    lo

    que

    sea .

    Es decir',

    QiJe

    mientras que los de la rbita del Cuzco oponen a lnkarr 'con

    Oollar, en su asociacin con el Rey Negro o Rey del Callao,

    y al Rey Mestizo lo dejan en un segundo plano sin verlo muy

    negativamente, los de la rbita del Callao, adems de oponer

    a

    Inkarr y Oollarl, como respectivamente Rey del Cuzco y

    Rey del Callao, los fusionan en oposicin a un tercero, el

    Rey Negro, quien por aparecer asociado con el dinero, no es

    otro sino el Rey Mestizo. Esto fusin se advierte en las afir-

    XVIII

    maciones de que la hambrllll,a es para todos" cuando gana

    el Rey Negro, ' y cuando dicen

    todos

    quieren que l pierda .

    El

    hecho que el Rey Mestizo se asimile .al Rey Negro, quien

    por otro 'lado aparece asociado can. :Qo larf,ejempUfica cmo

    esta lgica 'binaria y jerrquica se apUca contextualmente.

    En

    el caso de San Pablo la categora "Hurin'" se 'asocia con

    el Callao, mientras que enCh'eja Pupuja, con el mundo 'no

    indio.

    Aunque el tema central de esta antologa es la ideologa

    no podan faltar, por otra parte, algunos articulas que se re

    firieran a la prxis de esta ideologa,

    es

    decir a los movimien

    tos mesinicos. Para ello hemos includo dos artculos de Luis

    Millones sobre el movimiento del Taki Ongoy, los cuales son

    muy significativos ya que inauguraron los estudios sobre el

    J T > n i m o

    apdino; ot[?,

    d 3

    Nathan Wachtel, que interpreta

    este movimiento en relacin 'al contexto ' iaelgic,(l no,nu y '

    .

    Iq

    ,

    compara con

    el

    levantamiento de los Inca de Vilcabamba

    y con

    un

    movimiento mesinico que se desarrolla

    en

    Nueva

    ,Galicia, provincia marginal mejicana, en el ao 1541; Y un

    ltimo, de Waldemar Espinoza, que estudia un movimiento

    mesinico que tiene lugar en

    1596,

    en la 'provincia de Cota

    bambas (Departamento de Apurfmac). Este artculo tiene

    adems

    el

    valor adicional de darnos una buena relacin de

    la continuidad de los movimientos mesinicos en el Per.

    La gran proliferacin de movimientos mesinicos, por

    un

    lado, y la existencia de un contexto ideolgico apropiado a

    estos movimientos que podemos rastrear al periodo prehis

    pnico, por el otro, nos suministra un material 'de

    -p r

    imera

    mano para estudiar, en un mismo contexto cultural, las rela

    cines entre una ' ideologa , marginal al mundo occidental, y

    los movimientos mesinicos.

    En

    este sentido, onsideramos

    que esta antologa tiene mucho que aportar al estudio com

    parativo de los movimientos mesinicos pues, hasta hace

    poco, se dudaba que estos movimientos pudiesen surgir al

    . margen de la ideologa judeo - cristiand (9). As Eric

    J.

    Hobs

    bawm afirma recientumente, que:

    La

    ms importante de las

    XIX

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    8/20

    j

    1

    ideologias

    de esta Clase (quilisticas) antes de la aparicin

    del

    revoluCidnarismo secular moderno, y acaso la , nica,

    es

    el mesianismo judeocristiano. Sea como

    sea,

    p'arece que los

    movim ientos milenari s c(\sicos solamente acontecen o casi

    jJ

    en paises ' f e c t a d o ~ por la propaganda judeocristiana. Esto

    no

    es casual porque es , diff cil elaborar una ideologa mi-

    lenaria dentro de una tradicin que ve el mundo en forma de

    devenir

    permanente o como una serie de movimientos tp i-

    cos, o tambi n como cosa permanentemente estab le. Lo que

    hace milenarios es la idea de que el mundo, tal cual

    es,

    pue-

    de y de hecho lo har- acabar un dia, para resurgir luego

    profundamente cambiado, concepcin sta ajena a religio-

    nes como el hinduismo y el budismo (Hobsbawm, E J.,

    1968,

    p. ) . A lo largo de esta antologia

    te

    nd remos oportunidad

    de ver que casua lmente la ideologa mesinica andina se basa

    en u'n concep 'c i6h cTica' ae

    i 'tiem

    poy

    '

    'eri una

    t,,;onctJtJl:i(f

    -

    en

    que

    el

    mundo

    y

    el orden socia l aparecen ordenados des-

    de la eternidad,

    y

    que no obstante, se ajusta a la definicin

    m ilenaria de Hobsbawm ya que

    el

    campesino andino espera

    que su mundo tal cual es resurja profundamente cambiado

    (aunque con la participacin de un Principio Mediador) (10) ,

    No dudamos, sin embargo, que por encontra rse en algun03

    de los movimientos andinos ciertos elementos de la tradi-

    c in cristiana (como los nombres de Santa Mara o Santa Ma-

    ria Magdalena) porque

    en

    la actual ideologa andina apa-

    rezcan algunas concepciones del devenir del mundo ret11inis-

    centes a las propaladas por Joaqun de Fiare en

    el

    s. XII eu-

    ropeo, algunos puedan pensar 'que la ideologia que sustent

    (.

    estos' movimientos no fuera ' tan marginal

    al

    'mundo occi-

    dontal (11). Esta crtica puede ser cierta en la medida que

    so trate a los elementos de una ideologa como compartimien-

    tos os tancos, pero si la vemos como un todo sistemtico cu-

    yas par les estn estrechamente in terrelac ionadas ento'nces

    oa

    duromos cuenta que los elementos forneos 'son refun -

    IIIO I.

    ndquiriendo un nuevo sentido de

    aq

    ul que tenan

    en

    d Ofl lOX

    lo

    en que

    f

    ueron sacados; de esta manera, s lo

    en

    'cuanto a la forma podramos considerar a estos elementos

    como forneos ,pero no '

    en

    cuanto al contenido.' Adems, posI-

    blemente',

    si

    estos elementos de la tradicin crist iana causa-

    ,r6n impacto en el inundo andino fue p o s i b l e m ~ n t e porque I ~ S

    ibamp'esinos redescubrieron en ellos su pr?p.,a ' esca.

    ti

    gica (12), como lo afirma

    en

    t r m l i i r n ~ O ~ s ;

    .

    ( ~ ; ; ~ ~ ' ,

    Eliade al explicar los cargo cults de, f\

    1970, p. 143) .

    Esta aotologla , igualmente, tiene mucho que aportar,

    desde una perspectiva fundamentalmente ideolgica, al con-

    junto de expl icaciones que se han dado con respecto

    al

    des-

    arrollo de los movimientos mesinicos. Como las conferen-

    cias publicadas por Silvia Thrupp, bajo el ttUIO.?8 Mlllen-

    nial Oreams in Action , nuestro nfaSIS es tamblen d e s t ~ ~ a r

    las circunstancias en que las ideas han movido a la aCCiOn.

    ,

    T l r r ~ P i

    1 970, . p

    1.31.,

    V ,en este ,se,nt ido c r e ~ r n o s ~ ~ : el

    caso andino es un terreno muy apropiada para Oen,os . a. la

    va lidez de las explic ac iones ideolgicas, No negamos que en

    algunos casos las explicac ion

    es

    reducc ionistas, como l

    a:,

    que

    afirman que los movimientos mesinicos

    son

    mecantsmos

    culturales para aliviar los mal estares producidos por el cam-

    bio social que degradan o hacen. peligrar, seriamente

    el

    status

    del grupo (Thrupp, S., 1970, p. 12), tengan valor pe r?, el

    hecho que encontremos otras reas culturales como MeJlco

    y

    Guatemala, que fueron sometidas a un proceso de deprtva-

    cin similar

    al

    andino

    y

    que, sin embargo, escasearon en

    movimientos mesinicos, nos hacen destacar paralelamente las

    explicaciones ideolgicas o, al menos, aquellas. que ponen el

    peso

    en

    la cultura tradicional del pueblo sometido

    y

    no tanto

    ,en

    la

    del conquistador. '

    , El problema ,de la explicacin reduccionista, en general,

    (ya sea psicolgica, sociolgica, econmica, etc.) es que. es

    unilateral. Slo se atiene a niveles infraestructurales Y tien-

    de a dejar de lado los factores ideolgicos ,

    lo

    que la hace

    susceptible de caer en las representaciones, colectivas

    ~ 1 3

    del contexto en que surgi. Por el contrarto, al enfatizar

    XXI

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    9/20

    explicacin ideolgica, no negamps que la Conquista pu

    diese generar algunos efectos socio-econmicos desequili

    bradores para el hombre andino, que lo hubieran hecho sen

    tir

    deprivado y estimulado a d.esarrollar movimientos mesi

    n ~ c o s

    sino slo afirmamos que ' tambin hay factores ideol

    gicos que, se tienen que tomar en cuenta y que para el caso

    andino q U ~ Z s sean 10 ms . mportantes, Adems, enfatizan

    es le nivel, it mos poner en boca de los actores,' s e l t i -

    mlentos y valorac iones que

    no

    nos los han transmitido a tra

    vs de sus propios conceptos, As, a nosotros no no s basta

    a f J r ~ a r

    que p ~ r traer la Conquista un nuevo sistema poltico,

    soc ial y

    e c o ~ o m l c o

    que someti a los indlgenas a

    una

    po

    ten? la extranjera, que prcticamente barri con sus dioses

    antiguos, q u ~ diezm a sus poblaciones

    en

    un alto porcen

    ~ a j ~ ,

    los Indlgenas debieron

    de

    sentirse deprivados y por lo

    a ; : l . dasarilrOt, Illo'virwi..:nlo S " l 1 e ~ n i c o s . ata tlosorrQ's

    es adems importante comprender cmo los indios visualiza

    ron la Conquista ya que de la manera en que la visualizaron ' .

    se

    desprende mucho acerca de los sentimientos que sta ge

    ner y de las act itudes que adoptaron para hacer frente a sus

    consecuenc

    i

    as. De esta manera, en la medida que la Con

    qUista fue Vista como

    un

    "Pachacuti",

    es

    decir como

    un

    cata

    clismo desencadenado por fuerzas extra-humanas, era obvio

    que agentes meramente humanos no pOdran ayudar a res

    tablecer el orden,

    De

    aquf que

    en

    el Taki Ongoy los Ifderes

    s e ~ n

    personas

    en

    quienes

    se

    les habfa encarnado una "hua

    o que Guaman Poma se dirija al

    Rey

    de Espaa, conce

    ~ ~ d o como un Inca y que los indfgenas contemporneos se di -

    rijan a Inkarrf para que restaure .el orden

    (14),

    ..

    , El ponerse la. perspectiva de los participantes del mo

    \

    ~ l e n t o

    mesinico, tiene pues la ventaja de definir al movi

    miento en sus propios trminos y no como generalmente lo

    hacen algunos socilogos e historiadores, de quienes hemos

    heredado

    la mayor parte del aparato conceptual vigente en

    el estudio de estos movimients,

    en

    trminos del grupo qua

    se conS idera

    cono

    opresor y causa eficaz del movimiento.

    XX

    sf, para el caso andino pensamos que es irrelevante de

    finir la naturaleza del mesianismo

    en

    trminos de la modela

    cin del parafso,

    El

    milenio buscado

    en

    la ideologla de esle

    mundo no est modelado ni

    en

    el pasado ni

    se

    presenta co

    mo algo nuevo y nico (15), Cuando se habla de r ~ t o r n o al

    tiempo del Inca

    no se deb'e pensar en

    retorno

    al

    periodo,

    hls-:

    lrico de la cultura Inc. En una sociedad cu} a t r a n s m l s l ~ n

    de la cultura fue y sigue siendo, al menos en algunas regio

    nes, predominantemente oral, el p.asado se remod,ela cons

    tantemente

    en

    el presente y por lo tanto

    no es, ViStO c o ~ o

    algo independiente

    de

    este ltimo (16); adems SI se c o ~ c l b e

    al tiempo como un sucedor de ciclos que van d e s a ~ a r e C l ~ n d o

    por cataclismos,

    no se

    piensa

    en

    regresar al cielo mmedlata

    mente anterior, Para el hombre andino

    el

    concepto de Inca

    sicamente significa Principio de Orden al margen de ,cualqUier

    .

    cons;da

    rac:i1

    tempo"al y invo.ca el .retorno al tiempo del.

    Inca, debe entenderse simplemente que se

    in

    vo

    c

    el

    retorno

    ,, 'Orden, Por iguales razones tampoco puede decirse que el mi

    lenio se representa como nuevo y nico, El milenio.

    en

    e: mun.do

    andino

    se

    presenta nada

    ms

    que como la

    InverSin simtrica

    del orden actual.

    Se

    trata, segn

    se

    puede apreciar

    en

    Gua

    man Poma, que los indfgenas recobren su posicin

    H a ~ a n

    ( Alta con respecto a los espaoles) perdida por la ConqUista:

    o que los indios hagan trabajar a los "mistis'" (seores) ':a

    punta

    de

    chicote", segn la informacin que Juan Coleto diO

    a Alejandro Ortiz acera del Paraso

    17),

    o que el orden l

    a-

    lente que yace

    en

    el mundo subterrneo emer

    ja

    a la super

    ficie con Inkarrf, como muy bien lo seala Onorio Ferrero

    en

    el artfculo que publica en esta antologfa,

    Igualmente irrelevante

    es

    definir el ,contexto soc al en

    que ocurren estos movi,mientos

    en

    trmmos de un, I s t e m a

    de relaciones impersonales, y de un sistema de e s t r a t l f l c a c l ~ n

    por clases propio ' de nuestras sociedades modernas, Mana

    Isaura Pereira de Queiroz tiene el mrito

    de

    haber destacado

    que es

    en

    sociedades basadas

    en

    relaciones de

    p a r e n t e ~ c o

    cuyo dinamismo es ciclico, donde tienen lugar los movlmlen-

    XX

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    11/20

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    12/20

    t e ~ c e r a parte podrfamos decir que es la ms

    antolgica

    La

    primera parte trata del M ' , '

    del Mesianismo contem eSlamsmo en

    ,la

    Historia, la segunda,

    , pwtamentos del Sur d porne? y su dIfusIn

    en

    diversos

    de,

    , , serje de cuatro el :eru, y tercera

    c o n s i ~ t e

    de 'una

    . sinlcos and' ensayos interpretatIvos sobre los ,,'mitos me-

    anexos

    d ~ s I n O ~ t

    Para concluir hemos incluido :a manera

    mIos

    sobre Inkarr t d '

    (Ayacllcho) y

    W

    k . encon

    ra

    os en ,Andamarca

    tencin hub' asda (Cuzco) respectIvamente, Si nesira in

    lese SI o exclusivame t I d

    poralidad y h n e a e destacar la atem-

    co erencla

    de

    las cate r d I

    andino - a l igual que L ' S 9 r as e pensamiento

    de otros pueblos ' h

    b,VI- trauss en sus an

    li

    sis de los mitos

    mitos conlemporneo u 17

    a

    dado lo mismo empezar con los

    nos trae la h'-t ' s y uego segUIr con las evidencias

    qU8

    ,,, ona, pero es prec'

    t

    destacar tambi

    n

    el I d Isamen e, porque queremos

    cin da

    ro e estas categorlas en la explica .

    , 1 1;:1 ,

    'lel

    O a,l1

    lp.l1en

    .

    t 1,.- .

    sianismo

    El

    1 Ic /J tl IIISLUrC O ":;0rt10 e l -, -_

    , , que concede

    mos im t . ,/ e

    hemos que

    ri

    do comenzar con por ancla a la secuencia , As,

    sianismo

    en la hi t ' la parte que trata sobre el me

    las artculos que :eofla Ipues pensamos que de la lectura de

    ta

    de lo ' Inc uyen,

    ros

    lectores podrn darse cuen,

    Incompletas que resultan I 1

    nistas acerca del as exp Icaclones reduccio-

    mesIanIsmo De esta ' , ,

    esta primera parte l ' ' manera, inICIamos

    a los ingredientes c ~ ~ ~ e, ~ r t C U I O de ZUidema, porque sita

    dina en su contexto r;ona de la Ideologra mesinica an

    se introdujo por la e ~ a n h l ~ p a m c o lo

    q ~ e

    sugiere que sta no

    maneda

    latente L

    ge

    I ~ a c l cnstlana si

    no

    que ya per

    la representacin ~ : g ~ lecSlgue el artculo de Wachtel sobre

    Guatemalteco y Peruan a onqu.sta

    en

    el folklore Mejicano,

    tres reas que fueron

    s ~ ; . ~ ~ :

    tIene la virtud de p ~ e s e n t

    a r n o s

    nizacin y que tan I I as a

    un

    proceso similar de colo

    rencia de las otras ~ r : : e n t e en ~ n a la Peruana, ' que a dife

    situacin de d i s y u n c ~ n s t S U ~ z o a la Conquista como una

    liaron movimientos m e s ~ n re indIOS y espaoles, se desarro

    son de Luis Millones y lalnlcos, El tercero y cuarto artculo

    siguen, tratan de la pr'X,a Igual que e l quinto y sexto que le

    IS en que tomo cuerpo esta ideologa,

    XXVIII

    Estos artculos de Millones adems de tener

    un

    valor '.'anto

    lgico ,

    en el sentido que 'prcticamente inauguraron los es

    tudios de mesianismo en el Per, tienen el mrito de ligar

    aquella ideologa con la praxis , Esto se advierte an ms de

    talladamente en el artculo ' de Wachtel sobre Rebeliones Y

    Milenarismo, donde desiac'a, al dwilismo', como 'componene, ,

    bsico de la ideologra

    dEl

    Taki Ongoy , Este articulo tiene .

    a d m ~

    , el mrito

    de

    relevar las particularidades del Taki

    Ongoy comparndolo con la resisiencia de los Inca

    de

    Vilca

    bamba y con la Guerra de Mixton ,que tuvo lugar

    en

    una zona

    perifrica de Mjico,

    El

    articulo de Espinoza contribuye

    sealando la continuidad de los movimientos mesi-'

    nicos

    en

    el Per, describiendo uno ocurrido en Yanahuara

    (Apurimac)

    en 1596

    y enumerando otros que se sucedieron

    hasta el siglo XIX, Esta primera parte

    se

    cierra con mi ar

    ticulo sobre Guaman Poma donde desentrao el carcter mesi

    nico 'de

    El

    Primer Nueva'

    C o , o i ~ a

    y

    3uor.

    Gor.;E',nn

    (1613 -

    1615) Y

    su

    coherencia interna a travs de l

    as

    categorias con

    que este autor in'diQena pens el tiempo, el espacio y las

    re laciones soc iales, Debo aclarar que fue a partir de este

    artculo .que concebi la idea de preparar esta antologa y por

    lo tanto puede tomarse como un punto .

    de co

    nvergenc ia de

    gran parte

    de

    los articulos incluidos

    en

    esta seleccin,

    La segunda parte trata de la distribucin espacial de

    los mitos contemporneos sobre Inkarrr, Aqui nuestra preo

    cupacin ha sido fundamentalment e destacar la continuidad

    en

    el espacio contemporneo de algunos temas ya encontra

    dos

    en el

    pasado, Asl decidimos empezar por

    el

    Departamento

    de Ayacucho (representado principalmente por la Provinoja ,

    de Lucanas) pues es donde los mitos de Inkarrr expresan ms

    directamente un contenido mesinico,

    Es

    por esta razn, Y

    por ser de los primeros

    qOe

    se

    dieron a conocer, que ini

    ciamos esta parte con las versiones de Inkarri encontradas

    por Jos Mara Arguedas

    y

    Josafat Roel Pineda, El extracto

    de

    La

    Posesin de la Tierra, los mitos post-hispnicos Y la

    vis in del universo

    en

    la poblacin monolinge quechua , de

    XXIX

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    13/20

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    14/20

    F

    sa el mesianismo andino. Por ltimo, el capitulo exiractado del ::

    libro La Sal de los Cerros de Varese nos 'reiaia una ,versin

    que no es completamente mesinica, pues falta el elemen

    to de esperanza , pero que al menos en la eplicacin ,del

    malestar actual producido por el choque cultural, (guarda un a < '

    gran ' similitud con fenmenos , enteramente mesinicos , 6 n i o ;.,

    son los

    ' : ~ a r g o

    Cult

    de Melanesia. Esia ,versin,

    y

    el , respec.'

    tlVO anlisIs que Varese hace de ella, es muy significativa

    dentro de esta antologla pues nos da la nota contrastiva pa

    ra establecer los puntos de convergencia y de divergencia en

    cuanto a las actitudes del hombre andino y selvicola con res-

    pecto

    al

    mundo exterior, '

    La

    tercera y ltima parte

    de

    esta antologia la conforman

    cuatro ensayos que analizan el pensamiento mtico andino

    desde distintos puntos de vista,

    En

    tanto que el rol que les

    aSignamos e- pI do

    oor

    f r . a ~ e r . - ' ~ o n ' t

    .-

    ' t' ,

    '

    , ,

    - '

    ;; di

    1 .... n O

    .n

    Gr:rcl8 VO::;

    -

    11t,1.

    mas preferido respetar su autonom a y por lo tanto no los

    hemos ordenado de

    una

    manera especia l sino simplemente

    siguiendo

    .un

    criterio alfabtico. De esta manera empezamos

    Con el articulo de Jos Mara Arguedas titulado Mitos Que

    chuas Post-hispnicos donde desde una perspectiva cultu

    rallsta, Intenta una comparacin entre di

    fe

    rentes mitos andi

    nos para establecer el grado de contaminacin hispnica

    de la cultura indgena, Este ensayo tiene el valor adicional

    de ofrecernos algunas otras versiones de mitos que no in

    corporamos

    en

    la segunda parte, El ensayo de John Earls es

    un e,sfuerzo por aplicar la dialctica, siguiendo el uso dado al

    trmino por Lvi-Strauss y Marx, para establecer la razn por

    la cual el campesinado andino

    ha

    soportado

    y ' sigue sopor

    t,ando su condic in de explotados. Con este propsito ana

    liza la estructura del pOder pOlitico como aparece en el sis

    tema ~ o n c e p t u a l de estos campesinos expresado en sus mi

    to,s y ntuales. Este anlisis lo lleva a cabo bajo el Modelo de

    Perez B o ~ a n e g r a , puesto tan

    en

    boga por Zuidema, y a lo

    largo de el pOdremos apreciar que se repiten muchos de los

    temas estructurales que dan unidad a esta antologa. Como

    XXX

    , I

    conclusin ' establece e

    m e ~ i a n i s m o

    es la antftesis, ?ri- ,

    ginadada ,

    en

    ,la superestrGura,

    en

    ,respuesta a la tesis ,o'ngl-

    ..

    nada 'en la infraestructura por : a conquista espaola y que '

    parlo

    tanto la e s t a b i l i d a d i : t l f .,, :orm,as p o l l t i ~ a s . a c . j O n a l e ~

    han' aaquirido

    ,

    en ,

    el

    c a m p e ~ i n a R o a n d l n o

    se expllCana P?r-

    .::,,'::'"

    que' 'stas habran sido

    i n c o r p r ~ ~ a s

    dentro

    de,

    sus propias

    ;

    categoras, El ' ensayo de anoria ' Ferrero, que sigue a conti

    nuacin de dc Earls, contribuye a esta antologia con el

    aporte que faltaba, es decir, OQ el toque erudito de poner-

    la en un contexto ms all del mundo andino: en un contexto

    verdaderamente universal. Su perspectiva es la del historiador

    de las religiones que

    ve en

    los simbolos religiosos algo

    ms

    que simple formas empricas, Los simbolos ,son, para l es

    tructuras significativas que expresan experiencias humanas

    vitales y

    es

    en cuanto tales que

    l se p e r m i t ~

    ,compararlas.

    As l, ~ 9 1 '1'ito de

    r r i

    selp.cr.iona el temo ctOI1lCO del des.

    ce

    nso

    de

    este hroe andino

    en

    el

    mundo subterrneo y ex-

    plica

    su

    significado comparndolo con tem

    as

    similares que

    se dan

    en

    mitologas de otras partes del mundo. Adems,

    nos proporciona un anlisis semntico del concepto de

    m.e-

    sianismo que es particularmente relevante en esta ~ n t o l o g l a .

    Esta tercera parte

    se

    , cierra con ei ensayo de Franklm Pease,

    quien desde una perspectiva que combina el ,lenguaje

    de

    un

    etnohistoriador y de un historiador de las religiones estable-

    ce los lmites de lo histrico y lo mtico en la figura de In-

    karr y

    en

    algunos de los temas estrechamente vinculados

    a l.

    ' Finalmente, como complemento a las tres partes, de que

    se compone esta antologa y para destacar la v i v ~ n c i que

    Inkarr sigue teniendo en la actualidad, hemos

    II1ClUldo

    a ma

    nera de anexos

    un

    mito recogido por el antologlsta en Anda

    marca (Prov. de Lucanas, Ayacucho) en 972 y otro recogi

    do por Len Capar en la comunidad de Wasak (Prov. de Pau

    cartambo Cuzco) en aquel mismo ao,

    A n t e ~ de cerrar estas lneas quiero expresar mi agrade

    cimiento a todos ,os participantes de esta antologa por ha-

    XXXII

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    15/20

    berme dado,

    en

    algunos casos, contribuciones completamen

    te inditas

    y en

    otros, su autorizacin para reproducir tra

    bajos que ya tenan publicados. Estos trabajos los publicamos

    respetando ntegramente el texto original pero debemos aclarar

    que

    en

    algunos casos nos hemos permitido hacer algunos Ii" '"

    didos. As, al eXtract.o del libro "The Ceque Syslem

    of

    Cuzco"

    R. T: Zuidema hemos sido nosotros quienes lo hemos titu

    lado

    Un

    a Interpretaci

    n

    alterna de la Histori'a

    In

    caica"

    pu

    es

    con sideramos que el titul

    o Q

    uinquepartici n y Deciparti

    ci n , del captulo en que apareca insertado o

    ri

    ginalmenJe,

    si bi

    en

    era si

    gn

    ificat i

    vo en

    el contexto de aquel libro, no lo

    era tant

    o

    ni t

    an

    expresivo,

    en el

    contexto de esta anto loga.

    Adems, hemos

    sido nosotros quienes le hemos aadido su

    bibli ografa respectiva al igual que lo hemos _hecho con las

    dos contri buciones de Nathan Wachtel y con los captulos ex

    ~ l a c t a d s da :

    os

    Jjbrv-s E: Mundo r..::igioS0 ",Ji1 Ur:;os dE>M2 -

    nuel Marzal y La Sal de los Cerros" de Stfano Varese.

    De

    esta

    ma

    nera, asumirnos plenamente la responsabil idad por

    el ordenamiento que le hemos dado a esta antologa ; por los

    aadidos bibliogrfi cos (tornados de las bibliograffas origi

    nales de los libros de donde los cap itulos fueron extractados,

    o de las referencias bibliogrficas qUG aparecan

    en

    ' las no-

    tas a pie de pgina) ;

    po

    r algunas de l

    as

    not

    as

    q

    ue

    con las

    siglas

    N,

    del A. hemos insertado en algunos de los artculos;

    y por las traduccion es de el trabajo de Zuidema, de "Rebe

    liones y

    Mil

    ena

    ri

    smo" de Wachtel,

    y

    de

    el

    artculo

    de

    John

    Earls, y las ' correcciones hechas a la trad uccin previa de

    La

    Visin de los Vencidos: La Conquista Espaola en el

    Folklore Indgena". Asimismo quiero expresar mi agradeci

    miento a Ignacio Prado Pastor por haber asumido"

    .s

    in vaci

    laciones desde un primer momento, la tarea de edit ar esta

    antologra y por perseverar en este inte

    nt

    o a lo l

    ar

    go de varios

    mese s ayudndome a

    r

    isar

    las

    trad

    ucc ion

    es y

    textos origi

    nales

    en

    espaol , uniformando ortograffa y gramtica, corri

    giendo minuc iosamente l

    as

    pr

    uebas, es deci

    r

    desempean-

    do

    labores mucho ms all de lo que comnmen te se entien-

    XXX V

    de por un editor, nada ms que por,

    en

    sus palabras,

    creer

    profundamente en el significado de esta antologla Finalmen

    te agradezco a Celia, mi esposa,

    por

    muchas de sus ~ o r r e c -

    ciones ortogrficas

    y

    9 amaticilles

    en

    las pruebas Impre

    sin

    y

    por

    su colaboracIn

    en a l g U n ~ s

    ~ r a d u c c l o ~ que

    incluimos. ' ;/",'

    ,

    "

    Juan M. Osslo A.

    XXX

  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

    16/20

    1

    ':N O T S

    , ; ~ : r 1 h . ,' ,\. ~ ; } :

    ';(1) distincin en 'tre 'es'tos dos

    nlveJes

    la he tomado de John

    . . :

    I

    (Beattie, J.,

    1965

    ,'

    '

    1966)

    :quien ' la ' utiliza como criterio anaUtico,

    a

    largo de toda su obra, para explicar los diferentes temas que estudi

    an

    los antroplogos sociales.

    En In

    glaterra

    y

    muy especialmente

    en

    Oxford

    y Cambridge donde las ciencias sociales conservan una tradicin' bas

    tante humanista, ,este nfasis por distinguir ambos niveles

    y

    de otorgar

    les

    igu l

    peso en las

    exp

    lic ciones de l s instituciones sociales, se ex

    plica,

    en

    gran medida, como

    una

    reaccin contra el funcionalismo del

    tipo de Radcl iffe-Srown

    que

    conceba a la sociedad

    en

    trminos muy

    mecn icos.

    El

    abanderado

    de

    esta reaccin fue Evans-Pritchard, quien

    segn Pocock representa,

    en

    la historia de la antropologa, el trnsito

    de la Funcin al Significado (Pocock,

    1961,

    p.

    72).

    PGiO 6Sti ..:isn in elltre

    e::> {$

    tiV:l rrj e l ~ s 110 :SlO

    3

    erlcCnlt(amos

    Inglaterra, la vemos

    ~ p a r e c e r en

    Marx bajo los conceptos de "super-

    ,. e ~ t r u c t u r a

    e infraestructura" (Ueberbau y Unterbau),

    en

    Scheler y

    en

    otros autores aunque otorgndoles, algunas veces, nfasis distintos

    en

    la explicacin de los hechos sociales. Como bien dice D.

    F.

    Pocock,

    quien a su vez utiliza estos dos criterios para explicar el desarrollo del

    pensamiento social a partir del

    s.

    XVI II: "La especulacin acerca del

    hombre

    en

    la sociedad

    es

    antigua y

    en

    aquella historia de la especula

    cin Platn y Aristte es pueden aparecer como los 8.rq uetipos opues

    tos del idealismo y del

    emp

    iricis 1lo

    . . .

    La preocupacin por las cosas

    como son y la preocupacin por stas como algunos conciben que

    debieran ser, constituye una tradicin espeCUlativa que sobrevive an

    en

    nu estro tiempo". (Po cock,

    D. F.,

    1961, p.

    4, 5). En la

    sociologla con

    tempornea podemos considerar a Weber y Durkheim como los arque

    tipos de estas dos tendencias

    y e$

    a partir del reconocimiento de este

    hecho que la moderna soc/ologla del conocimiento trata de superar la .

    polarizacin

    de

    estas dos tendencias. As, para Sarger

    y

    Luckmann no

    hay contradiccin entre la afirmacin de Durkheim de que ' los hechos

    sociales son cosas y la

    de

    Weber

    de

    que el objeto de conocimiento

    de

    la sociologa y de la hIstoria es el complejo de significado subjetivo

    de l accin", y todo su desarrollo terico acerca de la sociologla de l

    conocimiento se basa en la relacin dialctica entre ambas posturas.

    (Berger y Luckmann, 1968) (Berge

    r,

    1969. ver nota

    2, p.

    14).

    De esta manera el sentido que le doy al concepto de Ideologla no

    es el que usualmente se le da para contrastarlo con el pensamiento

    XXXVI

    =

    '.

    c/entfflco, es decir como una distorsIn de

    . r e a U ~ a

    debida a la

    presin de emociones personales como el odi6;. el deseo, la ansiedad

    o el temor. que corresponde al s e n t l ~ Q particul' , "

    que

    y cuyo tipo de anlisis apropiado debe ~ 3 I ~ l C O . ' ..

    que le doy

    se

    ajusta

    ms.

    bien al

    s e n ~ l d o f o ~ ~ u e

    M a n r h

    i " ~

    . '. /,

    se

    refiere a la visin del

    mundo

    d,e

    un

    grupq

    ~ J I a ~ , ?

    r

    uyo

    a n . ~ l s l

    debe hacerse eh trminos sociolgicos (Mannhelm,' Karl, .. 1966, .Cap. 11) .

    Al igual que Beattie que no se puede obs erva r un status: ' uno

    debe in ferirlo. En trminos humanos, slo ex iste, al ser reconocido

    y

    entendido, esto

    es,

    en

    la

    mente de l

    as

    perso

    nas,

    Esencial a las

    relaciones sociales ins titucionalizadas,

    son

    las clases de e x p e ~ t a c l o n e s

    que cada una de las par tes tiene con respecto al c.omportamlento del

    otro y suyo propio. Es

    ta

    reciprocidad o complemenlandad de las

    e x p e c ~

    taciones, para usar una frase de Talcott Parsons, es la que hace po

    sible la Interaccin soci

    a

    humana ordenada". (Seattie, J.,

    1965,

    1966,

    p. 36). I doy

    En

    ltima

    in

    stancia,

    y

    pare aclarar mejor el sentido que

    e

    s" C(J(I(,t::pt.../'C:0 :jc.::.::;:::; . ::.

    0.'

    a v ' . s de '

    IJ(1

    ejemplo c m ~ se

    contrasta e nive l id

    eo

    lgico con el nivel emp

    ri co. En

    el estudiO del

    matrimonio

    F. 1 una

    soc

    iedad

    cua

    lquiera nivel ideolgico estarla dado

    por el conj

    un

    to de

    n o ~ m a s que

    sancio

    tlan'

    t' con quin

    d ~ b e ~

    o

    no,

    ca

    sarse los miembros que la integ r

    an

    (primos cruzados pnmanos, primos

    cruzados secundarios, etc.), y el nive l emprrico estara

    d a d ~

    por' la

    r e ~

    lizacin o no realizac i

    6n

    de aque llas normas

    en

    la prctica, es deCIr

    por las acciones

    mismas

    de los individuos' que se ajustan o no se

    ajustan a

    la

    norma.

    Asl, si un investigador slo

    se,

    deja l.Ievar por lo que las r s o n di

    cen y otro, por lo

    que

    las personas

    ha cen,

    se pueden obtener dos

    Im

    genes bastante distin tas de

    una

    mi sma s ~ c i e d a d , pu es g e n e r ~ l m ~ n t ~

    no hay

    una correspon:encia entre ambos niveles.

    De

    aquf que inSsta

    mos que ambos niveles deben ser distinguidos y tomados en cuenta

    en

    la explicacin

    de

    los hechos sociales.

    (2) Ver Zuldema, 1970, donde

    se

    sum inistra una. s u g e r ~ n c i a para' c o m p r e ~ -

    der la mo vilidad espacia l, tanto moderna como antigua, a ravs de a

    continuidad de un principio por el cual se c o ~ ~ l d e r a b a como el

    ms

    legitimo matrimonio aquel etre pr imos cruzados

    s e c u n ~ a r i o s

    .pero que

    por no res idir generalmente

    en

    el mismo p u e b ~ o .estlmulaba la

    gracin. Nosotros tambin hemos notado la c o n t ~ n U l d a d

    de,

    otro.

    p r l n ~

    cipio estructu ral que posiblemente ayude a .explIcar l

    as'

    mIgraCiones,

    consiste

    en

    la permanencia

    de

    un principio tridico que se expresa

    distintos niveJes y po r el cual se reconoce una categorfa, Collana (pn

    mero), otra Chaup is (medio) y otra SuBca (ltima). Los hijos

    de

    las

    XXXVII

    ,.

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    17/20

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    18/20

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    19/20

    obtener el Cargo

    es

    consIstente

    Con

    sus presupuestos epistemolgicos

    que estaban siempre dominados por la religin (lawrence, 1971,

    p.

    7 Y

    235). .

    (15) SiguIendo estos criterios l inton. distingue los mov.mientos nativlstas

    glcos

    de

    los movimientos mllenarlstas

    y

    mesi

    nicOs

    ordinarios. Al respec

    to dice: En los movimientos nativistas el mileno anticipado

    es

    m o d e l a ~

    do directam

    en te en

    el pasado, generalmente con ciertas adiciones

    y mo-

    dltlcaclones

    En

    los movimientos mesinicos no nativistas, la condicin

    milenarista est representada como algo nu evo y ni

    co

    (Linton,

    1965,

    p. 5).

    16) er Goody and Watt. 1968.

    p.

    33 Y 34.

    17)

    Cuando Ortiz pregunt

    en

    Vicos Cmo viven los muertos

    en

    el cielo?

    Juan Coleto respondi: Slo

    el

    alma . El cuerpo

    se

    acaba en la se-

    pultura Qu

    COSa

    har el alma? Dicen que trabaja donde nuestro Dios.

    ComQ aquf trabajamos sembrando, seguro que asf es. Como ac siem

    bran.

    los

    ricos estn ali can la cabeza envuelta, llenos de vergenza,

    en camolO los que somos pobres ac: gozamos

    de

    ' todo lo mejor. Ac

    trabajamos con la yunta, all asf trabajan los ricos. A los mistis y seo-

    .

    ,?

    r

    es

    al/ los indi

    os

    l

    os

    hacen trabajar a punta de chicote. Co

    mo

    ellos nos

    hacen trabajar aqu, en

    el

    otro pueblo nosotros les hacemos trabajar a

    ellos . (Orliz. 1972,

    p,

    37).

    (lB) Perelra de Queiroz, 1969,

    p.

    291.

    (19) Los

    conflictos entre comunidades vecinas parecen remontarse hasta po

    cas pre-incaicas, segun los primeros cronistas. Estos conflictos siguieron

    en

    la colonia y gracias a que muchos fueron documentados, hay casos

    en que.pOdemos verificar, con mucha certeza, una continuidad constan

    te desde el s. XVII hasta nuestros das.

    (20) Al respecto

    es

    muy relevante la critica de Worsley al sentido

    de

    atr ibuto

    de la personalidad individual cualidad mstica dada

    al

    concepto de ca

    risma (que coincide can el enfoque que muchos

    de

    nuestros historiado

    res han utilizado al estudiar la rebelin de Tpac Amaru). Al Igual que

    l,

    pienso que desde una perspectiva_soclo/6glca carisma

    es

    un a rela

    cin social y que el modelo vlido \para estudiar a una autoridad caris

    mtica, no

    es

    el del trfico

    en

    una direccin

    as

    autoridades que emi

    ten y controlan los men sajes y la masa receptora y

    pasiva-

    sino n terac

    clonista, en el sentido que hay una relacin reciproca entre el Ifder y

    sus seguidores.

    En

    esta relacin l

    as

    aspiraciones difu

    sas de

    los seguido

    res son especificadas por

    el

    Ifder, el mensaje del Ifder es lo que desean

    conocer los seguidores, el lder se convierte

    en

    un srmbolo

    de

    sus aspi

    raciones. (Worsley,

    1968 p.

    ix-xxi).

    (21) er Gluckman, 1965, Cap, IV

    22)

    er articulo

    de

    Onorio Ferrero

    en

    esta antol09

    l

    a.

    23) er

    nola

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  • 8/11/2019 Ossio Introducciocc81n a Ideologicc81a Mesiacc81nica

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