opinión de científicos y expertos sobre la alimenación forzada para la producción de foie gras

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OPINION DE CIENTÍFICOS Y EXPERTOS SOBRE LA ALIMENTACIÓN FORZADA PARA LA PRODUCCIÓN DE FOIE GRAS Y EL BIENESTAR DE PATOS Y GANSOS Traducción realizada por Igualdad Animal del artículo Scientists and Experts on ForceFeeding for Foie Gras Production and Duck and Goose Welfare publicado originalmente por HSUS. Resumen La alimentación forzada de patos y gansos para la producción de paté de foie gras provoca que los hígados de estas aves enfermen y se hinchen induciendo a una lipidosis hepática, dolor y lesiones debido a la introducción del tubo de alimentación; el miedo y estrés durante la captura y manipulación; anomalías en la forma de andar debido a los hígados hinchados; patologías en el funcionamiento del hígado; y aumento de la mortalidad. Un gran número de pruebas científicas confirman que la práctica de la alimentación forzada para el foie gras es perjudicial para el bienestar animal. A continuación se exponen las declaraciones de importantes científicos y expertos sobre bienestar animal, incluyendo veterinarios que han examinado a las aves alimentadas a la fuerza o revisado las autopsias. Yvan Beck, Veterinario, Bruselas, Bélgica. «Generalmente hablando, la producción de foie gras es directa o indirectamente la fuente de numerosos problemas que afectan el bienestar y la salud animal. Estos problemas pueden agruparse de la siguiente forma: 1. Problemas vinculados directamente a la alimentación forzada: 1.1 La esteatosis hepática intencionada provoca la patología del hígado. 1.2 . La técnica de la alimentación forzada es la fuente de complicaciones patológicas. 2. Problemas vinculados indirectamente a la alimentación forzada: 2.1. Condiciones extrahepáticas vinculadas a la alimentación forzada. 2.2. Problemas vinculados a la industrialización de la producción.» 1 «La posibilidad de que las lesiones se restablezcan en situaciones de esteatosis hepática es una cuestión de umbral. La esteatosis hepática es un proceso que en cierto grado es irreversible y condena a los animales a la muerte. La posibilidad de que las estas lesiones pudieran curarse no puede utilizarse de modo alguno como argumento para negar la condición patológica subyacente. De esta forma, la lipidosis/esteatosis inducida como finalidad del proceso de alimentación forzada es una condición patológica.» 2 «Otra fuente para mis conclusiones es el índice de mortalidad de las aves utilizadas para la producción del foie gras. Si los animales mueren durante la alimentación forzada, no hay razón para ello, incluso si ignoramos la distribución estadística de las causas patológicas correctas de cada muerte. De hecho, mueren en gran número y/o proporciones diferentes de las

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Artículo original de HSUS. Traducido al castellano por Igualdad Animal.

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OPINION  DE  CIENTÍFICOS  Y  EXPERTOS  SOBRE  LA  ALIMENTACIÓN  FORZADA  PARA  LA  PRODUCCIÓN  DE  FOIE  GRAS  Y  EL  BIENESTAR  DE  PATOS  Y  GANSOS  

Traducción  realizada  por  Igualdad  Animal  del  artículo  Scientists  and  Experts  on  Force-­‐Feeding  for  Foie  Gras  Production  and  Duck  and  Goose  Welfare  publicado  originalmente  por  HSUS.  

   Resumen    La  alimentación  forzada  de  patos  y  gansos  para  la  producción  de  paté  de  foie  gras  provoca  que  los  hígados  de  estas  aves  enfermen  y  se  hinchen  induciendo  a  una  lipidosis  hepática,  dolor  y  lesiones  debido  a  la  introducción  del  tubo  de  alimentación;  el  miedo  y  estrés  durante  la  captura  y  manipulación;  anomalías  en  la  forma  de  andar  debido  a  los  hígados  hinchados;  patologías  en  el  funcionamiento  del  hígado;  y  aumento  de  la  mortalidad.  Un  gran  número  de  pruebas  científicas  confirman  que  la  práctica  de  la  alimentación  forzada  para  el  foie  gras  es  perjudicial  para  el  bienestar  animal.  A  continuación  se  exponen  las  declaraciones  de  importantes  científicos  y  expertos  sobre  bienestar  animal,  incluyendo  veterinarios  que  han  examinado  a  las  aves  alimentadas  a  la  fuerza  o  revisado  las  autopsias.  

   Yvan  Beck,  Veterinario,  Bruselas,  Bélgica.  

«Generalmente  hablando,  la  producción  de  foie  gras  es  directa  o  indirectamente  la  fuente  de  numerosos  problemas  que  afectan  el  bienestar  y  la  salud  animal.  Estos  problemas  pueden  agruparse  de  la  siguiente  forma:  1.  Problemas  vinculados  directamente  a  la  alimentación  forzada:  1.1  La  esteatosis  hepática  intencionada  provoca  la  patología  del  hígado.  1.2  .  La  técnica  de  la  alimentación  forzada  es  la  fuente  de  complicaciones  patológicas.  2.  Problemas  vinculados  indirectamente  a  la  alimentación  forzada:  2.1.  Condiciones  extra-­‐hepáticas  vinculadas  a  la  alimentación  forzada.  2.2.  Problemas  vinculados  a  la  industrialización  de  la  producción.»1    «La  posibilidad  de  que  las  lesiones  se  restablezcan  en  situaciones  de  esteatosis  hepática  es  una  cuestión  de  umbral.  La  esteatosis  hepática  es  un  proceso  que  en  cierto  grado  es  irreversible  y  condena  a  los  animales  a  la  muerte.  La  posibilidad  de  que  las  estas  lesiones  pudieran  curarse  no  puede  utilizarse  de  modo  alguno  como  argumento  para  negar  la  condición  patológica  subyacente.  De  esta  forma,  la  lipidosis/esteatosis  inducida  como  finalidad    del  proceso  de  alimentación  forzada  es  una  condición  patológica.»2    «Otra  fuente  para  mis  conclusiones  es  el  índice  de  mortalidad  de  las  aves  utilizadas  para  la  producción  del  foie  gras.  Si  los  animales  mueren  durante  la  alimentación  forzada,  no  hay  razón  para  ello,  incluso  si  ignoramos  la  distribución  estadística  de  las  causas  patológicas  correctas  de  cada  muerte.  De  hecho,  mueren  en  gran  número  y/o  proporciones  diferentes  de  las  

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proporciones  que  se  dan  cuando  se  aplican  otras  prácticas  de  alimentación  a  gansos  y  patos  para  el  consumo  humano.  La  alimentación  forzada  está  reconocida  como  fuente  de  estos  índices  de  mortalidad,  que  son  de  10  a  20  veces  mayores  que  la  normal  cuando  se  da  la  alimentación  forzada.  La  enfermedad  inducida  del  hígado  explica  por  qué  los  animales  mueren  al  final  del  proceso  inducido  por  el  ser  humano,  y  la  esteatosis  hepática  presente  en  un  hígado  graso  es  una  patología  que  también  es  una  fuente  de  complicaciones  directas  o  indirectas  (enfermedades)  que  contribuyen  en  estos  índices  de  mortalidad  en  durante  la  cría.»  3    «Con  la  alimentación  forzada,  hay  varias  enfermedades  que  afectan  directamente  al  hígado.  La  esteatosis/lipidosis  pertenece  al  proceso  de  degeneración  progresivo,  seguido  de  una  necrosis  y  una  fibrosis  hepáticas.  Tal  y  como  se  muestran  en  los  elementos  científicos  anteriores,  la  repercusión  de  la  esteatosis  en  las  funciones  fisiológicas  del  hígado  aumenta  a  medida  que  se  desarrolla  la  esteatosis    afectando  con  más  o  menos  intensidad  la  salud  y  el  bienestar  del  animal.  Cuando  se  sobrepasa  cierto  umbral,  los  problemas  estructurales  –  degeneración,  esclerosis,  problemas  vasculares  y  necrosis-­‐  afectan  directamente  a  la  anatomía  del  hígado  y  su  calidad  como  producto  final  para  el  consumo  humano.»3    «Además,  este  proceso  degenerativo  provoca  de  forma  indirecta  muchas  otras  complicaciones  externas  en  el  hígado  de  los  animales,  como  infecciones  secundarias  (aparición  de  gérmenes).  Deterioro  del  sistema  músculo-­‐esquelético  que  genera  normalmente  fracturas  de  los  huesos,  en  parte  debido  a  la  inmovilización  del  animal  en  las  jaulas,  desequilibrio  de  las  porciones  (deficiencia  de  proteínas  y  minerales),  alteración  hormonal  y  peso  excesivo  que  afectan  el  crecimiento  del  hueso.  Al  final  causan  fracturas  como  se  puede  ver  en  las  instalaciones  de  cría  y  mataderos.  También  existen  problemas  respiratorios  que  aparecen  durante  la  alimentación  forzada  y  están  causados  por  reacciones  psicológicas  provocadas  por  la  ingestión  forzada  de  una  gran  cantidad  de  comida.  Además,  sin  un  diafragma  que  separe  el  tórax  del  abdomen,  el  hígado  hiper-­‐atrofiado  y  voluminoso  comprime  cada  vez  más  las  bolsas  de  aire  y  afecta  a  la  respiración.  Al  final  de  la  alimentación  forzada,  los  animales  cada  vez  jadean  más  y  son  incapaces  de  realizar  cualquier  esfuerzo.»4    «La  alimentación  forzada  auto  impuesta  no  se  da  en  condiciones  de  cría  y  siempre  revela  una  situación  patológica  (estrés  físico  o  social).  La  alimentación  por  sí  misma  y  su  presentación  no  corresponde  a  un  criterio  de  prensión  en  condiciones  naturales:  las  aves  se  negarían  a  comerlo  o  realmente  no  lo  comerían  en  tales  cantidades...  El  almacenamiento  de  provisiones  que  resulta  de  las  predisposiciones  naturales  es,  por  lo  tanto,  difícilmente  comparable  con  los  resultados  de  la  alimentación  forzada  en  especies  domésticas.»5    «En  conclusión,  en  una  cierta  etapa,  la  deficiencia  hepática  funcional  está  considerada  como  un  resultado  inevitable  de  la  esteatosis  hepática  (cap.  4.1.3.):  la  sobrecarga  de  grasa,  la  esteatosis,  la  esteatononecrosis    son  fases  del  mismo  proceso  de  deterioro.  Al  final  de  la  alimentación  forzada,  el  hígado  es  un  órgano  enfermo.  El  ave  es  matada  antes  de  que  se  desplome  por  sí  misma.  Presentar  la  alteración  del  proceso  como  argumento  que  demuestra  la  aparición  de  un  proceso  fisiológico  normal  es,  resulta  tendencioso.  De  hecho,  las  características  inherentes  de  la  para-­‐enzima  hepática  contribuyen  a  la  alteración  sin  importar  la  fuente  de  la  enfermedad  cuando  intervenimos  suficientemente  a  tiempo.»6  

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 «Desde  el  punto  de  vista  del  veterinario  y...  de  su  paciente,  el  debate  se  centra  en  tres  cuestiones  de  peso:    La  primera  cuestión:  ¿es  posible  considerar  que  la  esteatosis  hepática  es  un  fenómeno  similar  a  la  acumulación  natural  de  las  reservas  de  grasas  en  palmípedos  antes  de  la  migración?  La  respuesta  es  no.  Controlando  las  técnicas  de  cría,  el  ser  humano  tiende  a  producir  foie  gras,  un  producto  de  calidad  hecho  bajo  “las  mejores  condiciones”.  Utiliza  las  predisposiciones  naturales  presentes  en  algunas  especies.  Sin  embargo  no  hay  comparación  entre  la  planificación  natural  (una  síntesis  hepática  seguida  de  acumulación  periférica  de  grasas  que  respetan  el  funcionamiento  del  hepatocito)  y  el  resultado  extremo  impuesto  por  la  alimentación  forzada  en  el  organismo.  Las  aves  al  final  de  este  proceso  no  pueden  realizar  ningún  esfuerzo  lo  que  supone  una  contradicción  total  con  la  finalidad  de  su  actividad  en  condiciones  naturales.    La  segunda  cuestión:  ¿La  esteatosis  hepática  nutricional  es  una  patología  del  hígado?  La  respuesta  es  sí:  el  hígado  graso  (foie  gras)  es  un  hígado  enfermo.  La  alimentación  forzada  provoca  modificaciones  estructurales  calificadas  como  “esteatosis    nutricional”  en  todos  los  textos  veterinarios.  La  esteatosis  hepática,  es,  sin  tener  en  cuenta  el  origen,  un  proceso  mórbido  que  perturba  el  buen  funcionamiento  de  la  célula  hepática.  El  cuadro  clínico  y  el  pronóstico  de  esta  afección  están  directamente  vinculados  a  su  grado  de  evolución  al  principio  del  tratamiento.  ¿Habría  entonces  que  distinguir  entre  dos  tipos  de  esteatosis:  la  esteatosis  de  la  medicina  que  intentamos  curar  y  la  esteatosis  de  la  alimentación  forzada  que  provocamos?  Si  se  observan  las  variaciones  de  intrahepatocitos  y  los  parámetros  bioquímicos  hepáticos  durante  la  alimentación  forzada,  la  introducción  progresiva  en  la  sangre  de  numerosos  “fabricantes”  objetivos  que  indican  el  sufrimiento  o  necrosis  celular  es  indudable.  Las  conexiones  anatómico-­‐patológicas  sucesivas  establecidas  durante  la  alimentación  forzada  en  los  animales  sacrificados  también  demuestran  la  introducción  de  un  proceso  patológico  que  provoca  un  sobrepeso,  una  dilatación  y  finalmente  una  degeneración  de  la  para-­‐enzima  hepática.    El  argumento  que  presenta  al  foie  gras  como  un  “órgano  sano”  debido  a  la  reversibilidad  del  proceso  es  parcial  y  debe  ser  rechazado  como  tal.  La  reversibilidad  de  un  proceso  de  lesión  hepática  está  basada  en  su  grado  de  extensión.  Una  vez  superado  cierto  umbral,  el  animal  está  condenado.  Por  debajo  de  un  cierto  umbral,  la  reversibilidad  depende  de  dos  características  esenciales  del  órgano:  los  suministros  funcionales  y  la  capacidad  para  regenerar  los  cuales  interfieren  con  los  plazos  de  aparición  de  una  sintomatología  hepática.  En  el  caso  de  la  alimentación  forzada  a  los  gansos,  las  modificaciones  de  los  parámetros  hepáticos  aparecen  en  la  mayoría  de  los  casos  en  el  día  18  y  marcan  en  ese  momento  la  presencia  de  necrosis  de  los  tejidos.  Los  síntomas  clínicos  sólo  aparecen  en  esta  etapa  (ictericia,  pérdida  de  peso,  problemas  digestivos...)  revelando  una  patología  avanzada.  Tercera  cuestión:  ¿la  esteatosis  hepática  nutricional  causa  sufrimiento?  La  respuesta  es  sí.  Los  conocimientos  etológicos  son  convincentes  a  este  nivel:  las  condiciones  de  cría  (especialmente  en  la  cría  intensiva)  son  completamente  incompatibles  con  el  cumplimiento  de  las  necesidades  fisiológicas  y  etológicas  de  los  palmípedos  normales.  La  opinión  de  veterinarios  también  hace  hincapié  sobre  el  sufrimiento  estructural  y  funcional  que  provoca  la  

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manipulación  asociada  con  la  alimentación  forzada  y  la  esteatosis,  el  objetivo  de  este  proceso.»7  

 «La  alimentación  forzada  de  palmípedas  o  esteatosis  hepática  nutricional  provoca  una  transformación  patológica  del  hígado  que  causa  un  sufrimiento  del  animal  innegable.    El  objetivo  económico  del  proceso  es  fomentar  la  transformación  de  este  órgano  al  máximo  en  el  menor  tiempo  posible  para  maximizar  el  beneficio.  Sin  embargo,  esto  debe  pararse  antes  del  fenómeno  degenerativo,  inevitable  cuando  se  alcanza  cierto  nivel,  empieza  a  afectar  la  calidad  del  producto  o  daña  excesivamente  la  salud  de  las  aves.  De  hecho,  el  tema  de  este  debate  es  una  elección  de  la  sociedad:  algunas  comunidades  consumen  carne  de  perro,  otras  comen  ballenas  o  cerebros  de  monos...  ¿Somos  capaces  de  apoyar  una  práctica  que  transforma  científicamente  el  órgano  de  un  ser  vivo  enfermándolo  para  satisfacer  el  placer  gustativo  de  unos  pocos  gourmets?  Y  si  es  así,  ¿bajo  qué  condiciones?  Personalmente  pienso  que  las  medidas  deberían  tomarse  internacionalmente  y  por  la  Comunidad  Europea  para  prohibir  este  tipo  de  producción  en  la  cría  intensiva,  sin  tener  en  cuenta  las  justificaciones  económicas  y  las  leyes  del  mercado  actuales.  Estas  justificaciones  y  leyes  no  pueden,  ni  podrán  justificar  una  práctica  que  con  un  poco  de  reflexión  sólo  puede  ser  considerada  por  seres  civilizados  como  una  práctica  bárbara,  indigna  del  ser  humano  como  garantizador  de  éticas  humanistas.»  8    «Se  ha  observado  que,  además  de  las  patologías  atribuidas  normalmente  a  los  palmípedos  (que  aquí  no  se  toman  en  cuenta),  la  alimentación  forzada  es  la  causa  de  una  serie  de  enfermedades.»9    «La  alimentación  forzada  para  engordar  a  los  palmípedos  es  una  práctica  éticamente  inaceptable  y  está  en  total  contradicción  con  las  recomendaciones  concernientes  a  los  patos  Reales  y  Salvajes,  emitido  por  la  Convención  Europea  del  Consejo  Permanente  sobre  protección  de  animales  de  granja.»10    «El  resultado  final  de  la  alimentación  forzada  es  -­‐  esteatosis  hepática-­‐  que  es  una  enfermedad  del  hígado.  Esta  causa    -­‐  en  grados  diferentes  durante  su  desarrollo-­‐  problemas  fisiológicos  y  físicos  que  son  perjudiciales  para  el  estado  de  salud  y  bienestar  de  las  aves.  Finalmente  la  esteatosis  hepática  provocará  la  muerte  de  las  aves.»11    «Por  último,  la  alimentación  forzada  es  una  práctica  que  va  contra  natura,  que  viola  la  forma  natural  de  alimentarse.  Por  lo  tanto,  la  opinión  de  que  la  introducción  de  tal  equipo  reduce  el  bienestar  de  las  aves  se  basa  en  esto.»11    

 W.  Molee,  National  School  of  Agronomics  de  Toulouse,  Castanet-­‐Tolosan  Cedex,  FranciaMarie-­‐Hélène  Bouillier-­‐Oudot,  National  School  of  Agronomics  de  Toulouse,  Castanet-­‐Tolosan  Cedex,  FranciaAlain  Auvergne,  National  School  of  Agronomics  de  Toulouse,  Castanet-­‐Tolosan  Cedex,  Francia  R.  Babilé,  National  School  of  Agronomics  de  Toulouse,  Castanet-­‐Tolosan  Cedex,  Francia    

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«Este  estudio  proporciona  pruebas  acerca  de  que  la  alimentación  a  base  de  una  dieta  de  maíz  rico  en  carbohidratos  induce  lipogénesis  hepática  en  patos  Mulard  que  predomina  sobre  la  ingesta  de  lípidos  de  la  dieta  y  cambia  la  composición  de  los  lípidos  de  la  membrana  del  plasma  hetatocito.»12      

 Ian  J.H.  Duncan,  Catedrático  en  Bienestar  Animal,  Universidad  de  Guelph,  Ontario,  Canadá  

«En  mi  opinión,  la  alimentación  forzada  de  patos  y  gansos  para  la  producción  de  foie  gras  es  una  práctica  cruel  e  inhumana  que  debería  prohibirse.  Hay  dos  aspectos  de  esta  crueldad:  

1.  La  introducción  de  alimento  por  la  garganta  del  ave  sobrepasando  los  límites  de  su  apetito  causa  dolor  y  sufrimiento.  Asimismo,  la  introducción  de  manera  regular  de  un  tubo  alimenticio  hacia  el  esófago,  varias  veces  al  día,  dañará  inevitablemente  el  esófago.  Cuando  se  daña  el  esófago,  se  agravará  el  dolor  en  cada  episodio  de  alimentación  forzada.    

2.  La  alimentación  forzada  tendrá  rápidamente  como  resultado  aves  obesas  y  en  un  estado  patológico,  llamado  lipidosis  hepática  de  enfermedad  del  hígado  graso.  No  hay  duda  que  en  este  estado  patológico,  las  aves  se  sentirán  muy  enfermas.  En  mi  opinión  es  completamente  anti-­‐ético  provocar  deliberadamente  un  estado  enfermo  a  un  animal.  La  obesidad  de  las  aves  provocará  multitud  de  otros  problemas,  desde  desórdenes  en  el  esqueleto  hasta  dificultades  de  adaptación  al  estrés  térmico  y  todas  acompañadas  de  una  sensación  de  enfermedad.  Creo  que  ningún  país  civilizado  debe  permitir  que  continúe  esta  práctica  bárbara.»13  

 

 Lynn  R.  Dustin,  Veterinario  ,  Bay  Area  Bird  Hospital,  San  Francisco,  California,  EEUU  

«Numerosas  lesiones  pueden  tener  lugar  durante  el  proceso  de  la  alimentación  forzada.  Como  se  inserta  una  sonda  de  alimentación  por  el  esófago,  cuando  la  comida  está  demasiado  caliente  puede  provocar  quemaduras  y  el  tubo  puede  causar  inflamación  de  la  garganta,  moretones  o  perforación  del  esófago,  asfixia,  sobre-­‐expansión  del  esófago  y  lesiones  del  cuello,  garganta  o  pecho.  Algunas  especies  de  patos  se  atiborran  antes  de  la  migración.  Sin  embargo,  no  se  atiborran  tanto  como  para  provocarse  una  enfermedad  o  que  sean  incapaces  de  respirar  o  andar  y  que  sí  son  el  resultado  de  la  alimentación  forzada.  Tampoco  sufren  traumatismos  repetidos  por  la  introducción  del  tubo  de  alimentación.»  14  

«No  hay  nada  de  natural  en  la  producción  del  foie  gras.»14  

 «La  práctica  de  la  alimentación  forzada  en  un  pato  para  producir  hígado  graso  es  en  sí  misma  cruel  y  debería  prohibirse  por  ley.»  14    

 Comité  Científico  sobre  Salud  Animal  y  Bienestar  Animal  de  la  Comisión  Europea  

«Los  patos  son  alimentados  mucho  más  durante  el  periodo  de  alimentación  forzada  que  si  comieran  de  forma  voluntaria,  y  recibirán  esta  comida  sin  tener  la  posibilidad  de  buscar  

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comida  de  forma  específica  acorde  a  su  especie.»  15    «La  conducta  observada  por  miembros  del  equipo  de  trabajo  en  la  mayoría  de  los  patos  y  gansos  en  corrales  de  evitar  la  alimentación  forzada  indica  la  repulsión  al  procedimiento  de  alimentación  forzada.»16    «La  alimentación  manual  diaria  a  patos  y  gansos  está  asociada  normalmente  con  una  respuesta  positiva  de  los  animales  hacia  la  persona  que  les  alimenta.  En  la  preparación  de  este  informe,  los  miembros  del  Comité  visitaron  una  serie  de  granjas  que  practican  la  alimentación  forzada  y  esta  conducta  no  fue  observada  por  los  visitantes  en  ninguna  ocasión.  Cuando  los  patos  o  gansos  estaban  en  un  corral  durante  el  procedimiento  de  alimentación  forzada,  se  mantenían  alejados  de  la  persona  que  les  alimentaba  incluso  aunque  esa  persona  era  la  que  normalmente  les  suministraba  la  comida.    Al  final  del  procedimiento  de  alimentación  forzada,  las  aves  eran  menos  capaces  de  moverse  y  normalmente  jadeaban  pero  todavía  huían  o  trataban  de  huir  de  la  persona  que  les  había  forzado  a  alimentarse.»  17    «Sin  embargo,  algunos  expertos  del  grupo  de  trabajo  observaron  en  las  visitas  a  las  unidades  de  engorde  que  las  patas  de  los  animales  alimentados  a  la  fuerza  estaban  torcidas  hacia  afuera,  lejos  de  la  línea  media  del  cuerpo  por  lo  que  se  tenían  en  pie  de  forma  anormal  y  las  patas  no  podían  mantenerse  verticalmente  cuando  el  ave  estaba  de  pie  o  caminando  y  concluyeron  que  estaba  causado  por  la  gran  dilatación  del  hígado.  Observaron  que  la  consecuencia  de  esto  era  que  las  aves  con  los  hígados  dilatados  tenían  dificultad  para  estar  de  pie  y  su  forma  natural  de  caminar  así  como  su  capacidad  para  hacerlo    estaban  gravemente  afectadas.»  16    «Las  aves,  incluyendo  a  los  patos  y  gansos,  poseen  una  amplia  gama  de  receptores  de  dolor  y  elaboran  un  sistema  de  reconocimiento  del  dolor.  La  mayoría  de  las  lesiones  ocasionadas  por  el  daño  de  los  tejidos  durante  la  manipulación  o  la  introducción  del  tubo  tienen  como  resultado  el  dolor.  El  área  orofaringeal  es  particularmente  sensible  y  está  adaptada  fisiológicamente  a  realizar  el  reflejo  faríngeo  para  prevenir  que  los  fluidos  entren  en  la  tráquea.  La  alimentación  forzada  tiene  que  superar  este  reflejo  y  por  tanto,  las  aves  pueden  inicialmente  encontrar  esto  angustioso  y  ocasionarles  lesiones.  El  pico  de  un  pato  está  ricamente  inervado  y  la  inserción  de  un  anillo  a  través  del  pico  le  provocará  dolor  durante  la  operación  y  la  formación  de  neuroma,  por  lo  tanto  a  partir  de  entonces  un  dolor  prolongado.  De  forma  similar,  la  mayoría  de  las  lesiones  en  sus  pies  ocasionados  por  el  suelo  inadecuado  son  dolorosas.»  18    «Por  lo  tanto,  parece  que  el  nivel  de  esteatosis  que  se  da  normalmente  al  final  de  la  alimentación  forzada  no  será  sostenible  para  la  mayoría  de  las  aves.  Por  esta  razón,  y  porque  la  función  del  hígado  normal  está  gravemente  dañada  en  las  aves  con  el  hígado  hiper-­‐atrofiado,  que  ocurre  al  final  de  la  alimentación  forzad,  a  este  nivel  de  esteatosis  debe  considerarse  patológico.»  19    «Otra  fuente  de  información  referente  a  si  el  hígado  se  encuentra  en  condición  patológica  al  final  de  la  alimentación  es  preguntar  a  patólogos  cualificados  para  que  den  su  propia  opinión  

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sobre  la  histología  de  tales  hígados.  En  encuestas  no  estadísticas  (Beck;  1994,  1996  no  publicado)  se  buscó  la  opinión  sobre  este  punto  de  25  patólogos  de  varios  países.  La  mayoría  de  ellos  opinó  que  la  condición  del  hígado  era  patológica.  Muchos  de  ellos  señalaron  que  se  puede  dar  algún  grado  de  esteatosis  en  animales  sanos  alguna  vez  en  su  vida  pero  consideraron  que  el  grado  de  esteatosis  al  final  de  la  alimentación  forzada  era  mucho  más  grave  que  cualquier  esteatosis  que  pudiera  surgir  de  forma  natural.»  20    «En  conclusión,  existen  pruebas  suficientes  de  que  la  estructura  y  la  función  del  hígado  que  se  clasificarían  como  normales  están  gravemente  alteradas  y  en  peligro  por  la  alimentación  forzada  de  patos  y  gansos  pero  que  las  vías  bioquímicas  del  metabolismo  lípido  siguen  funcionando  de  forma  normal  aunque  a  mayor  tasa.  Otros  signos  clínicos  que  muestran  las  aves  alimentadas  a  la  fuerza    y  que  no  presentan  aves  de  la  misma  edad  alimentadas  ad  libitum  en  una  dieta  “natural”  incluyen:  la  pérdida  de  heces,  cuello  mojado,  más  tiempo  sentadas  y  menos  tiempo  llevando  unas  conductas  activas,  cierta  repulsión  al  proceso  de  alimentación,  aumento  de  la  incidencia  de  fracturas  de  huesos  y  lesiones  del  hígado  en  el  matadero.  La  alimentación  continuada  provocará  seguramente  una  muerte  temprana.»  21    «Los  cambios  en  los  hepatocitos  y  otras  células  del  hígado  de  los  patos  y  gansos  alimentados  a  la  fuerza  son  considerables.  El  cambio  más  obvio  es  el  aumento  del  número  de  grandes  glóbulos  de  grasa  visibles  en  las  células.  Un  aumento  limitado  de  la  presencia  de  grasa  en  el  hígado  puede  darse  en  un  hígado  normal  en  ciertas  condiciones  pero  ningún  animal  normal  tiene  esteatosis  del  hígado  en  el  grado  que  lo  tienen  las  aves  alimentadas  a  la  fuerza.  Durante  el  período  de  alimentación  forzada,  se  daña  la  función  del  hígado.»  22    «La  alimentación  forzada  provoca  el  aumento  del  tamaño  del  hígado  en  tal  medida  que  el  abdomen  se  expande.  Lógicamente  esto  provocará  que  las  patas  se  mantengan  más  separadas  de  la  línea  media  del  cuerpo,  dificultando  la  locomoción.  El  jadeo  se  da  más  a  menudo  que  en  patos  y  gansos  que  no  son  alimentados  a  la  fuerza.  Algunos  miembros  del  grupo  de  trabajo  han  observado  esta  descolocación  de  las  patas  y  el  jadeo.»  22  

«Los  hígados  hipertrofiados  pueden  provocar  malestar  en  muchas  otras  especies.  Por  lo  tanto  puede  que  algún  tipo  de  malestar  pueda  surgir  de  un  hígado  hiper-­‐atrofiado  de  patos  y  gansos  alimentados  a  la  fuerza.    El  procedimiento  de  alimentación  forzada  priva  al  ave  de  una  conducta  importante  que  es  la  alimentación  normal.»  23    «Los  problemas  del  procedimiento  de  alimentación  forzada  son:  (1)  manipulación  por  humanos  que,  en  el  caso  de  la  alimentación  forzada  comercial,  puede  provocar  repulsión  y  molestias  en  patos  y  gansos,  (2)  los  efectos  potenciales  penosos  y  perjudiciales  del  tubo  que  se  inserta  en  el  esófago,  (3)  la  entubación  rápida  de  un  gran  volumen  de  comida.»23    «El  Comité  Científico  sobre  Salud  Animal  y  Bienestar  Animal  concluye  que  la  alimentación  forzada,  como  práctica  actual,  es  perjudicial  para  el  bienestar  de  las  aves.»24    

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«Se  informó  al  grupo  de  trabajo  que  los  patos  al  final  del  período  de  alimentación  forzada  pueden  tener  graves  lesiones  en  el  esófago  o,  más  comúnmente,  presentar  claras  pruebas  de  lesiones  en  los  tejidos  del  esófago.  Parece  probable  que  las  aves  tienen  suficientes  lesiones  en  el  tejido  del  esófago,  ocasionadas  por  el  proceso  de  la  alimentación  forzada  que  es  muy  dolorosa  para  las  aves.»  25    

 Jean-­‐François  Gabarrou,  National  Institute  for  Agronomical  Research,  Nouzilly,  Francia  Marie-­‐Rose  Salichon,  National  Institute  for  Agronomical  Research,  Nouzilly,  FranciaGérard  Guy,  Head  of  Experimental  Unit,  National  Institute  for  Agronomical  Research,  Artiguères,  Francia  Jean-­‐Claude  Blum,  National  Institute  for  Agronomical  Research,  Nouzilly,  Francia  

«El  hígado  de  los  patos  sobrealimentados  pesa  diez  veces  más  que  el  de  los  controles  (695  vs  69  [24,5  vs  2,4  oz]).  El  fosfolípido,  las  cenizas,  el  agua  y  el  contenido  de  proteína  del  hígado  eran  sólo  ligeramente  mayores  (2,6-­‐,  3,6-­‐,  4,4  y  3,2  al  doble,  respectivamente).    pero  la  concentración  lípida  del  hígado  era  16,5  veces  mayor  después  que  antes  de  la  sobre-­‐alimentación  (56,1  vs  3,4  g/100  g  [1,98  vs  0,12  oz/3,53  oz]  del  hígado  respectivamente).  La  concentración  fosfatidicolina  del  hígado  era  mayor  en  el  grupo  de  control  (32,  vs  22,9  mol/100  mol  de  fosfolípido)  revelando  una  deficiencia  de  colina  que  podría  contribuir  al  desarrollo  de  la  esteatosis  del  hígado.  En  el  fosfolípido  del  hígado,  el  nivel  de  ácidos  linoicos  y  aracidónicos  eran  mucho  menores  en  los  patos  sobreálimentados,  de  5  y  18,1  a  3,7  y  7,1  mol/100  mol  de  ácidos  grasos,  respectivamente,  y  eran  sustituidos  principalmente  por  ácido  oleico.  Los  triglicéridos  del  plasma  aumentaban  del  5,9-­‐al  doble,  el  colesterol  del  2,2  al  doble  y  los  fosfolípidos  de  1,6  al  doble.  El  calor  inducido  (50  min  a  105ºC  [221ºF])  por  la  liberación  de  grasa,  un  índice  de  integridad  del  hígado  pobre,  era  especialmente  elevado  en  la  grasa  de  los  hígados  grandes  que  contenían  bajos  niveles  de  fosfolípidos  y  fosatidicolina.»26    

 Marianne  Heimann,  Institut  de  Pathologie  et  de  Génétique,  Loverval,  Bélgica  Annick  Delire  

«La  carga  de  lípidos  excesiva  observada  en  los  hígados  de  los  patos  y  gansos  al  final  de  la  alimentación  forzada  es,  desde  el  punto  de  vista  anatómico-­‐patológico,  una  lesión,  y  no  parte  del  proceso  fisiológico  normal.  El  carácter  dañino  de  estas  alteraciones  también  se  confirma  por  cambios  en  la  biología  clínica  (aumento  de  las  enzimas  hepáticas  en  la  sangre  etc).  En  ninguna  circunstancia  se  puede  considerar  normal  este  aumento.  Es  un  signo  categórico  de  un  estado  de  enfermedad  y  un  síntoma  clínico  (dificultad  al  respirar,  dificultades  en  la  regulación  de  la  temperatura,  agotamiento,  dificultades  para  realizar  cualquier  esfuerzo,  etc.).  [.]  Por  lo  tanto  no  se  está  haciendo  uso  del  proceso  fisiológico  natural  en  palmípedos  para  producir  un  manjar  sino  un  proceso  patológico  que  puede  reproducirse  en  ciertas  especies.  Si  se  utiliza  el  hígado  de  un  ganso  o  un  pato  es  porque  es  más  fácil  de  reproducir.    Además  de  las  lesiones  ocasionadas  directamente  por  la  alimentación  forzada,  el  sistema  inmune  así  como  el  hígado  se  vuelve  frágil  para  afrontar  cualquier  estrés  al  que  pueda  estar  sujeto  el  animal.  

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Por  lo  tanto,  el  animal    a  menudo  desarrolla  infecciones,  que  pueden  combatirse  con  el  uso  de  antibióticos.  Sin  embargo,  esto  plantea  un  problema  muy  grave  al  tener  residuos  de  antibióticos  dentro  de  la  comida  destinada  al  consumo  humano.»27    «Los  medios  para  obtener  este  manjar  y  el  dinero  que  se  obtiene,  sobre  todo  para  una  minoría,  no  justifica  las  condiciones  extremadamente  dolorosas  en  las  que  se  produce  esta  comida.»  27    «En  la  alimentación  forzada  de  gansos,  el  hígado  alcanza  un  tamaño  muy  grande,  dilata  el  peritoneo  y  ocupa  un  lugar  normalmente  reservado  a  otros  órganos,  principalmente  bolsas  de  aire.  Esto  conlleva  dificultades  respiratorias,  que  aún  no  han  sido  detectadas  porque  el  animal,  encerrado  en  jaulas  minúsculas  no  puede  realizar  ningún  esfuerzo  muscular,  sobre  todo  tiene  enormes  dificultades  para  controlar  su  temperatura.  También  se  ocasiona  una  compresión  de  los  vasos  que  desarrolla  problemas  circulatorios.  Aparte  de  estos  hechos,  estamos  ante  la  presencia  de  animales  que  se  han  hecho  extremadamente  frágiles,  muy  sensibles  al  estrés,  los  cambios  en  el  ambiente  y  las  infecciones.»28    

 Dominique  Hermier,  National  Institute  for  Agronomical  Research,  Orsay,  FranciaGérard  Guy,  Head  of  Experimental  Unit,  National  Institute  for  Agronomical  Research,  Benquet,  Francia  Solange  Guillaumin,  National  Institute  for  Agronomical  Research,  Nouzilly,  FranciaStéphane  Davail,  University  Institute  of  Technology,  Mont-­‐de-­‐Marsan,  FranciaJean-­‐Marc  André,  University  Institute  of  Technology,  Mont-­‐de-­‐Marsan,  FranciaRobert  Hoo-­‐Paris,  University  Institute  of  Technology,  Mont-­‐de-­‐Marsan,  Francia  

«En  respuesta  a  la  sobrealimentación,  de  nuevo  la  lipogénesis  hepática  de  los  carbohidratos  diarios  es  considerablemente  mayor  en  los  gansos  (Mourot  et  al.,  2000).  A  pesar  de  que  la  concentración  de  lipoproteínas  de  densidad  Muy  baja  (VLDL)  y  la  alta  densidad  de  lipoproteínas  (HDL)  también  se  aumenta  (Fournier  et  al.,  1997),  la  vía  de  secreción  de  lipoproteína  parece  derribarse  y  una  gran  proporción  de  triglicéridos  permanece  almacenada  en  el  hígado,  lo  que  conlleva  esteatosis  in  situ  (Hermier  et  al.,  1991a).  Tal  desequilibrio  entre  la  síntesis  de  triglicéridos  y  la  secreción  es  una  característica  tanto  del  NASH  (esteato-­‐hepatitis  no  alcóholica)  y  la  intoxicación  alcohólica,  aunque  un  aumento  de  la  concentración  del  HDL  se  asemeja  a  las  modificaciones  inducidas  por  el  consumo  moderado  de  alcohol  en  humanos  (Sabesin,  1981;  Baraona  and  Lieber,  198;  Mensenkamp  et  al.,  2001).»29    

 Tatty  M.  Hodge,  Veterinaria,  East  Greenbush,  New  York,  EEUU  

«Los  animales  en  estas  condiciones  experimentan  un  dolor  constante...  Considero  la  producción  del  foie  gras  inhumana  ya  que  daña  deliberadamente  al  pato...»  30    

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 Wendy  Jensen,  Veterinaria,  Concord,  New  Hampshire,  EEUU  

«Habiendo  visto  de  primera  mano  el  terrible  sufrimiento  de  los  patos...confirmado  por  los  informes  de  autopsia...me  veo  obligada  a  concluir  que  el  foie  gras  es  producido  a  un  terrible  coste  para  las  aves.  El  foie  gras,  considerado  como  un  manjar  gastronómico  para  atraer  al  paladar,  es  realmente  sólo  el  tejido  enfermo  de  un  animal  enfermo  torturado.»  31    

Mark  Lerman,  Veterinario,  Monsey,  New  York,  EEUU  

«El  esófago  está  tan  engrosado,  inflamado  e  infectado  por  la  “alimentación”  forzada  que  no  podrá  comer  nunca  por  sí  mismo...Las  lesiones  vistas  en  este  pato  y  otros  como  él  son  únicas.  Son  el  resultado  de  un  esfuerzo  continuo,  perverso  y  concertado  para  forzar  físicamente  a  estas  pobres  criaturas  a  hacer  algo  para  lo  que  no  están  destinadas.»  32    

 Christine  Nicol,  Profesora  de  Bienestar  Animal,  School  of  Veterinary  Science,  University  of  Bristol,  UK  

«Mi  opinión  sobre  la  producción  de  foie  gras  es  clara  y  se  basa  en  pruebas  biológicas.  Esta  práctica  provoca  un  sufrimiento  inaceptable  a  estos  animales.  El  tema  principal  es  el  uso  de  la  fuerza...  La  producción  de  foie  gras  no  tiene  en  cuenta  el  estado  fisiológico  del  ave,  pero  implica  una  alimentación  forzada  muy  distante  del  punto  en  el  que  el  ave  pararía  de  forma  natural.  Esta  práctica  se  repite  diariamente  durante  numerosas  semanas,  provocando  lesiones  en  la  garganta,  cambios  patológicos  en  el  hígado  y  la  dolorosa  dilatación  del  abdomen,  limitando  el  movimiento.»  33    «La  producción  de  foie  gras  reduce  significativamente  el  bienestar....  Causa  dolor  durante  y  como  consecuencia  de  la  alimentación  forzada,  sensación  de  malestar  ya  que  el  cuerpo    lucha  para  hacer  frente  a  un  desequilibrio  extremo  de  nutrientes  y  malestar  debido  a  la  manipulación  a  la  fuerza.  El  malestar  más  extremo  esta  ocasionado  por  la  pérdida  de  control  del  mecanismo  de  regulación  homeostático  más  básico  ya  que  su  sistema  de  control  del  hambre  queda  anulado.»33    

 Laurie  Siperstein-­‐Cook,  Veterinaria  especializada  en  aves  móviles,  Davis,  California,  EEUU  

«El  esófago  de  los  patos  alimentados  a  la  fuerza  exhibe  cicatrices  por  el  trauma  repetido  de  los  anchos  tubos  de  metal  que  son  empujados  por  el  esófago  durante  el  proceso  de  alimentación  forzada.  El  manejo  brusco  de  los  trabajadores  que  realizan  la  alimentación  forzada  exacerbaría  este  trauma  hasta  la  superficie  mucosa  del  esófago.    El  exceso  de  peso  a  índices  de  crecimiento  rápido  causa  la  presión  en  las  patas  y  articulaciones  haciendo  difícil  y  doloroso  el  caminar.  Se  ha  demostrado  que  los  patos  de  las  fábricas  de  foie  

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gras  sufren  un  índice  mucho  mayor  de  fracturas  de  hueso  cuando  se  les  mata  que  los  patos  criados  para  carne  y  sin  alimentación  forzada.»  34    

 Ward  B.  Stone,  Wildlife  Pathologist,  Departamento  de  Conservación  del  Medio  Ambiente  de  Nueva  York.  ,  Unidad  de  patología  de  animales  silvestres,  Delmar,  New  York,  EEUU  

«El  sobrepeso  del  hígado  con  lípido  (lipidiosis)  es  un  proceso  patológico  y  nunca  he  visto  una  lipidosis  tan  inmensa  en  aves  acuáticas  salvo  en  casos  que  implican  la  sobre  alimentación  para  paté  de  hígado.»35    «La  corta  y  torturada  vida  de  los  patos  criados  para  Foie  Gras  está  muy  fuera  de  las  normas  de  las  prácticas  de  granjas.  Habiendo  visto  la  patología  que  ocasiona  la  producción  de  Foie  Gras,  recomiendo  enormemente  que  esta  práctica  esté  fuera  de  la  ley.»  35    

 Christine  Van  Berchem,  Veterinaria,  Bruselas,  Bélgica

«No  hay  duda  alguna  de  que  la  alimentación  forzada  les  genera  un  sufrimiento  fisiológico  y  del  comportamiento  que  reduce  drásticamente  su  bienestar....  La  alimentación  forzada  constituye  una  práctica  censurable  desde  el  punto  de  vista  ético.»  36    

 René  Zayan,  Profesor  de  Etología,  Université  Catholique  de  Louvain,  Louvain-­‐la-­‐Neuve,  Bélgica  

«En  resumen,  la  alimentación  auto-­‐forzada  no  existe  en  patos  en  su  estado  natural  y  si  se  observa  hiper-­‐plagia  en  un  pato  de  vida  común  se  debe  a  una  conducta  patológica  sintomática  de  estrés  físico  y  social.  En  ningún  caso  se  puede  afirmar  que  la  alimentación  forzada  satisfaga  en  gran  medida  una  necesidad  fisiológica  visceral  o  básica  ya  que  la  necesidad  de  comida  de  un  animal  va  acompañada  de  una  elección,  espontánea  o  aprendida  y  una  búsqueda  activa  de  comida  apropiada  para  mantener  su  salud.»37  

 Comisión  Pew  de  Producción  Industrial  de  Animales  de  Granja  

«La  Comisión  recomienda  el  fin  de  la  alimentación  forzada  en  aves  para  producir  foie  gras....»  

   

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REFERENCIAS  

1.    Beck  Y.  1996.  Affidavit  before  the  New  York  State  Department  of  Agriculture  and  Markets,  in  the  matter  of  the  petition  of  The  Humane  Society  of  the  United  States,  et  al.  for  a  declaratory  ruling.  May  10,  p.  2.  Stroud  A,  trans.    

2.    Beck  Y.  1996.  Affidavit  before  the  New  York  State  Department  of  Agriculture  and  Markets,  in  the  matter  of  the  petition  of  The  Humane  Society  of  the  United  States,  et  al.  for  a  declaratory  ruling.  May  10,  p.  3.  Stroud  A,  trans.    

3.    Beck  Y.  1996.  Affidavit  before  the  New  York  State  Department  of  Agriculture  and  Markets,  in  the  matter  of  the  petition  of  The  Humane  Society  of  the  United  States,  et  al.  for  a  declaratory  ruling.  May  10,  p.  5.Stroud  A,  trans.  

Beck  Y.  1996.  Affidavit  before  the  New  York  State  Department  of  Agriculture  and  Markets,  in  the  matter  of  the  petition  of  The  Humane  Society  of  the  United  States,  et  al.  for  a  declaratory  ruling.  May  10,  p.  6.  Stroud  A,  trans.    

5.    Beck  Y.  1994.  Force-­‐feeding  of  palmipeds  and  foie  gras  production:  the  global  review  of  a  choice  made  by  society.  Licence  Interfacultaire  en  Environnement,  Faculty  of  Sciences,  Free  University  of  Brussels,  p.  52.  Stroud  A,  trans.    

6.    Beck  Y.  1994.  Force-­‐feeding  of  palmipeds  and  foie  gras  production:  the  global  review  of  a  choice  made  by  society.  Licence  Interfacultaire  en  Environnement,  Faculty  of  Sciences,  Free  University  of  Brussels,  p.  55.  Stroud  A,  trans.    

7.    Beck  Y.  1994.  Force-­‐feeding  of  palmipeds  and  foie  gras  production:  the  global  review  of  a  choice  made  by  society.  Licence  Interfacultaire  en  Environnement,  Faculty  of  Sciences,  Free  University  of  Brussels,  pp.  60-­‐61.  Stroud  A,  trans.    

8.    Beck  Y.  1994.  Force-­‐feeding  of  palmipeds  and  foie  gras  production:  the  global  review  of  a  choice  made  by  society.  Licence  Interfacultaire  en  Environnement,  Faculty  of  Sciences,  Free  University  of  Brussels,  p.  62.  Stroud  A,  trans.    

9.    Beck  Y.  1996.  Report  on  force-­‐feeding  by  Belgian  experts.  Council  of  Europe,  Permanent  Council  of  the  European  Convention  on  the  protection  of  farmed  animals  (T-­‐AP),  32nd  Meeting,  Strasbourg,  October  8-­‐11,    p.  6.  Trevayne  K,  trans.    

10.    Beck  Y.  1996.  Report  on  force-­‐feeding  by  Belgian  experts.  Council  of  Europe,  Permanent  Council  of  the  European  Convention  on  the  protection  of  farmed  animals  (T-­‐AP),  32nd  Meeting,  Strasbourg,  October  8-­‐11,    p.  2.  Trevayne  K,  trans.    

11.    Beck  Y.  1996.  Report  on  force-­‐feeding  by  Belgian  experts.  Council  of  Europe,  Permanent  Council  of  the  European  Convention  on  the  protection  of  farmed  animals  (T-­‐AP),  32nd  Meeting,  Strasbourg,  October  8-­‐11,    p.  3.  Trevayne  K,  trans.    

12.    Molee  W,  Bouillier-­‐Oudot  M,  Auvergne  A,  and  Babile  R.  2005.  Changes  in  lipid  composition  of  hepatocyte  plasma  membrane  induced  by  overfeeding  in  duck.  Comparative  Biochemistry  and  Physiology,  Part  B  141:437-­‐44.    

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13.    Duncan  IJH.  2004.  Statement  against  force-­‐feeding  of  ducks  and  geese.  February  4.    

14.    Dustin  LR.  2004.  Statement  against  force-­‐feeding  of  ducks.  February  24.    

15.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  28.    

16.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  34.    

17.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  33.    

18.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  35.    

19.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  41.    

20.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  pp.  41-­‐2.    

21.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  48.    

22.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  61.    

23.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  62.    

24.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  65.    

25.    European  Commission,  Scientific  Committee  on  Animal  Health  and  Animal  Welfare  (SCAHAW).  1998.  Welfare  aspects  of  the  production  of  foie  gras  in  ducks  and  geese  (December  16),  p.  46.    

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26.    Gabarrou  JF,  Salichon  MR,  Guy  G,  and  Blum  JC.  1996.  Hybrid  ducks  overfed  with  boiled  corn  developan  acute  hepatic  steatosis  with  decreased  choline  and  polyunsaturated  fatty  acid  level  in  phospholipids.  Reproduction  Nutrition  Development  36:473-­‐84.    

27.    Heimann  M  and  Delire  A.  1996.  Report  on  force-­‐feeding  by  Belgian  experts.  Council  of  Europe,  Permanent  Council  of  the  European  Convention  on  the  protection  of  farmed  animals  (T-­‐AP),  32nd  Meeting,  Strasbourg,  October  8-­‐11,  p.  25.  Trevayne  K,  trans.    

28.    Heimann  M  and  Delire  A.  1996.  Report  on  force-­‐feeding  by  Belgian  experts.  Council  of  Europe,  Permanent  Council  of  the  European  Convention  on  the  protection  of  farmed  animals  (T-­‐AP),  32nd  Meeting,  Strasbourg,  October  8-­‐11,  pp.  24-­‐25.  Trevayne  K,  trans.    

29.    Hermier  D,  Guy  G,  Guillaumin  S,  Davail  S,  Andre  J-­‐M,  and  Hoo-­‐Paris  R.  2003.  Differential  channelling  of  liver  lipids  in  relation  to  susceptibility  to  hepatic  steatosis  in  two  species  of  ducks.  Comparative  Biochemistry  and  Physiology  Part  B  135:663-­‐75.    

30.    Hodge  TM.  Letter  dated  August  14,  1995,  as  quoted  in  McKenna  C.  2000.  Forced  feeding:  an  inquiry  into  the  welfare  of  ducks  and  geese  kept  for  the  production  of  foie  gras.  A  report  produced  by  Advocates  for  Animals  and  World  Society  for  the  Protection  of  Animals.    

31.    Jensen  W.  Letter  dated  June  13,  1995,  as  quoted  in  McKenna  C.  2000.  Forced  feeding:  an  inquiry  into  the  welfare  of  ducks  and  geese  kept  for  the  production  of  foie  gras.  A  report  produced  by  Advocates  for  Animals  and  World  Society  for  the  Protection  of  Animals.    

32.    Lerman  M.  Letter  dated  June  19,  1995,  as  quoted  in  McKenna  C.  2000.  Forced  feeding:  an  inquiry  into  the  welfare  of  ducks  and  geese  kept  for  the  production  of  foie  gras.  A  report  produced  by  Advocates  for  Animals  and  World  Society  for  the  Protection  of  Animals.    

33.    Nicol  C.  Letter  dated  February  3,  2004,  to  Lauren  Ornelas,  Viva!  USA.    

34.    Siperstein-­‐Cook  L.  2004.  Statement  on  examination  of  force-­‐fed  ducks.  February  20.    

35.    Stone  WB.  2005.  Statement  against  force-­‐feeding  of  ducks.  September.    

36.    Van  Berchem  C  and  Zayan  R.  1996.  Report  on  force-­‐feeding  by  Belgian  experts.  Council  of  Europe,  Permanent  Council  of  the  European  Convention  on  the  protection  of  farmed  animals  (T-­‐AP),  32nd  Meeting,  Strasbourg,  October  8-­‐11,  pp.  42-­‐3.  Trevayne  K,  trans.    

37.    Zayan  R.  1996.  Report  on  force-­‐feeding  by  Belgian  experts.  Council  of  Europe,  Permanent  Council  of  the  European  Convention  on  the  protection  of  farmed  animals  (T-­‐AP),  32nd  Meeting,  Strasbourg,  October  8-­‐11,  p.  45.  Trevayne  K,  trans.    

38.    Pew  Commission  on  Industrial  Farm  Animal  Production.  2008.  Putting  meat  on  the  table:  industrial  farm  animal  production  in  America.  www.ncifap.org/_images/PCIFAPFin.pdf.  Accessed  May  19,  2008.