operaciones concretas
DESCRIPTION
Descripción general del estadio de operaciones concretas, según PiagetTRANSCRIPT
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
Licenciatura en PedagogíaFormación pedagógica y práctica docente
Constructivismo
Tema: Estadio de las operaciones concretas
Presentan:
Estrada Nava Joel Hernández Ramales Obed EmmanuelRomero Piña ElizabethVázquez Arriaga María de los ÁngelesVega Virgen Nestor Salvador
Grupo: 172
Octubre – 2012
ESTADIO DE LAS OPERACIONES CONCRETAS
Las operaciones son acciones interiorizadas que se coordinan unas con otras y
constituyen un conjunto, es decir, son pensamientos cuya esencia está en la
acción. Cada uno de los actos del individuo produce variaciones en su entorno.
Si se deja caer un objeto y éste se rompe, aunque se puedan realizar acciones
en sentido inverso, como tomar el objeto y pegarlo, nunca se podrá volver a
hallar el punto de partida, es decir, el momento previo a la caída, porque el
tiempo es irreversible. Pero el pensamiento es capaz de tal reversibilidad,
siendo ésta la característica más específica de la operación, que es propia de
esta etapa.
El subperiodo de las operaciones concretas comienza cuando la formación de
clases y series se efectúa en la mente, es decir, cuando las acciones físicas
empiezan a “interiorizarse” como acciones mentales u “operaciones”. El
comienzo del subperiodo coincide con la edad en que el egocentrismo
disminuye sustancialmente y en la que la verdadera cooperación con los
demás reemplaza al juego aislado.
Enumeramos, de acuerdo con Piaget, cinco grupos de relaciones con las que el
niño aprende a tratar en este subperiodo:
1. Jerarquía de clases. Esto es, la clase de los animales puede dividirse
en dos subclases: carnívoros y no carnívoros; y éstas dos pueden, a su
vez, dividirse en otras subclases, hasta que llegamos al nombre de cada
clase especial de animales.
2. Orden sucesivo. Ésta es una tarea también de uso constante en las
escuelas primarias y que, con frecuencia, debe volverse a aprender con
nuevos tipos de materiales. Por ejemplo, en las actividades físicas, los
niños forman fila por orden de estatura; en el aula, responden al ser
llamados por orden alfabético; en aritmética, comparan capacidades,
distancia y cantidades por medio de fracciones, decimales y porcentajes.
Podrían citarse muchos ejemplos más de cada materia.
3. Sustitución. En aritmética, los niños usan constantemente relaciones
tales como 8 = 7 + 1 = 6 + 2 = 5 + 3…, mostrando las diferentes formas
de alcanzar el mismo resultado final.
4. Relaciones simétricas. Aproximadamente a los seis años, lo niños
comprenden que una distancia no se altera, sea cual fuere la dirección
en que se mida. Alrededor de los ocho años, la mayoría de los niños
comprenden que, si hay dos hermanos, cada uno de ellos es hermano
del otro. Asimismo comienzan a comprender relaciones tales como las
de amigos, enemigos, compañeros de juego, factores de un producto,
etc.
5. Multiplicación de clases. Si un niño clasifica objetos en subclases,
considerando simultáneamente la forma y el color, llegará a diversas de
esas subclases que pueden describirse en relación con ambos sistemas
a la vez, como ser tener en un conjunto cuadrados rojos, cuadrados
azules, círculos rojos y círculos azules.
Estos son los ocho “grupos de operaciones” lógicos que, según Piaget, se
tornan accesibles a los niños durante el periodo de las operaciones concretas.
Dado que son lógicos, el pensamiento que se conforma a ellos obedece a
ciertas leyes. Piaget define cinco de ellas.
Ley de composición o de cierre. Cuando dos elementos de un grupo
se combinan producen un nuevo elemento de la misma clase: dos
clases distintas pueden combinarse formando una clase que las incluya
a ambas.
A + A1 = B, B + B1 = C.
Ley de inversión. Todos los cambios son reversibles. Así, las dos
clases combinadas pueden separarse nuevamente. Si reemplazan las
clases por números, puede decirse que cada operación original implica
la operación contraria.
A = B – A1 o A1 = B – A.
Ley de asociatividad. La combinación de operaciones es asociativa, es
decir, un resultado obtenido en dos formas diversas permanece siendo
el mismo en los dos casos.
(A + B) + C = A + (B + C).
Ley de identidad. Una operación combinada con la operación contraria
queda anulada.
A – A = 0.
Ley de tautología. Una clase sumada a sí misma sigue siendo la misma
clase.
A + A = A.
(Respecto a cifras, ya que una unidad sumada a sí misma produce un
nuevo número, la ley es la de iteración: A + A = 2A.)
Conceptos espaciales
El niño al entrar a la escuela y tener que relacionarse con los demás, deja de
ser tan egocéntrico como en los estadios anteriores, ya que para relacionarse
entre pares y jugar, por fin entiende que existen reglas y estas se deben
respetar ya que si no se acatan se deberán asumir las consecuencias.
Durante este estadio el niño desarrolla la noción espacial, es decir, puede ya
ubicarse, en donde vive, cual es su país, internamente puede entender que
existen otros países, continentes y que vivimos en un planeta llamado tierra.
Además comienza el desarrollo de sistemas de referencia esto es, que en su
mente puede ya imaginar un objeto y dibujarlo, entiende que hay diferencia
entre dibujar una línea recta a una curva, una horizontal a una vertical porque
adquiere el control motriz fino, que le permiten incluso trazar un mapa sin estar
viéndolo necesariamente.
De igual manera, la noción temporal queda completamente desarrollada; es
decir, el niño comprende que un año está compuesto de meses, los meses de
semanas, las semanas a su vez de días, los días de horas, las horas de
minutos, etc., también es capaz de contar los días que faltan para su
cumpleaños o alguna fecha importante, ya que internamente la comprende y no
es como un niño de 5 o 6 años a quienes se les pregunta cuándo es su
cumpleaños y contestan “mañana”.
Limitaciones del pensamiento
No acepta una condición supuesta. Piaget encuentra que la
capacidad para admitir la veracidad de un enunciado sin creer en ella,
sólo para ver a qué conduce, aparece hasta los 11 o 12 años, por lo que
en este estadio el niño no recibirá como verdad ninguna cuestión relativa
a la causalidad física.
No explica proverbios. En este periodo no pueden ver en frases o
dichos, un significado oculto, sino que trantan de “interpretarlo” como lo
comprenden literalmente.
No acepta premisas. Cuando se les pide que expliquen frases
abusrdas como: “Si alguna vez me mato de desesperación, no lo voy a hacer en
viernes, porque el viernes es un mal día y me traería mala suerte”, los niños son
incapaces de razonar a partir de la premisa, o ven solo un caso
particular, sin expresar una ley general, por lo que responden cosas
como: “La gente puede matarse cualquier día, no necesita matarse en viernes”, “El
viernes no trae mala suerte”, etc., en estos casos, el niño se rehusa a admitir
las premisas, sin ver que se equivoca en el punto escencial, para evitar
contradecir el enunciado. Pero afirma que no hay nada absurdo en el
enunciado.
No da buenas definiciones. Antes de la adolescencia, el niño es capaz
de comprender un concepto, sin embargo, cuando se le pide que de la
definición, no logra hacerlo de manera concreta. (ver ejemplo en video
anexo).
Conceptos morales. En este sentido, la configuración del pensamiento
del niño, incluye una concepción un tanto ambigua, el sentido de las
reglas no es claro, ya que, si son impuestas por un adulto, no importa si
no se cumplen, sin embargo, en el juego cobran un sentido de total
importancia, un niño que no cumple las reglas, no puede jugar.
Otro aspecto de suma reelevancia en esta etapa para el niño, está
ligado con la “mentira”, nuevamente se repite el patrón, un niño puede
mentirle a un adulto sin sentir el mínimo remordimiento, pero el asunto
se torna delicado cuando la mentira es entre pares, en este sentido, el
niño no tolerá ser engañado por otro niño, puede sentirse traicionado,
herido, frustrado, y en ocasiones puede disolver una amistad por esta
causa.
El conocimiento sobre el tercer estadio para el trabajo docente
Un profesional en educación debe contar con amplios conocimientos sobre el
desarrollo de sus alumnos; sobre cada proceso y condición que afecta el
aprendizaje para que determine en buena manera el quehacer educativo. El
desarrollo teórico de J. Piaget genera en la tarea docente ideas de intervención
a partir de la naturaleza del niño en cada uno de los estadios, en este caso, el
estadio de operaciones concretas.
Los niños en este estadio, suponemos se encuentran en edad escolar, por lo
que es fundamental considerar la importancia de estructurar cuidadosamente la
enseñanza y la evaluación:
No enseñar sólo de forma verbal. Toda enseñanza debe ser vinculada
con la actividad porque es a través de ella que se logran conformar los
significados. Permitirles hacer sus propias mediciones, observaciones y
hasta “hacer descubrimientos” si es posible.
Procurar la comprensión. Todo aprendizaje se evalúa por la
comprensión, entendida como la capacidad de explicar y aplicar lo
aprendido en situaciones variadas.
o La Fluidez. Cuando un niño explica lo que él supone que ha aprendido,
puede demostrar una fluidez que aparente frente a los docentes y
padres una mayor comprensión. No basta la fluidez del niño.
o Diferentes niveles. La respuesta de los niños se encuentra en
diferentes niveles determinados por sus experiencias previas,
preferencias, condición de género, y lo dificultoso que les parezca el
objeto de estudio, para algunos niños lo fácil es dificultoso y otros lo
dificultoso lo vuelven sencillo.
Debido a que la explicación está determinada por los riesgos que implica
la fluidez y la diferencia de niveles, es necesario aplicar variedad de
pruebas para contar con una evaluación más precisa en cuanta
comprensión.
Formular definiciones. Es más fácil y logra mayores resultados si los
niños plantean sus definiciones mientras realizan sus trabajos prácticos
y aceptándoles enunciados adecuados a su nivel.
VIDEO COMPLEMENTARIO (ANEXO)
Actividad complementaria
Durante este estadio se debe afirmar la lateralidad, es decir, el niño puede
ubicarse rápidamente hacia dónde es el lado derecho y para dónde es el
izquierdo, sin tener que pensarlo mucho e incluso ubicar primero su mano
derecha, que en la mayoría de los casos, es con la mano que escribe para
entonces poder ubicar el lado contrario.
En este sentido, desarrollamos la actividad complementaria, a fin de
demostrar que a partir de este momento, el niño ha desarrollado la lateralidad:
La actividad se realiza en tres momentos:
El primer momento consiste en indicar al grupo que cuando se señale con la
mano el número uno, se debe desplazar con un paso a la derecha; cuando se
le indique con la mano el número dos, deberá desplazarse con un paso a la
izquierda; cuando se le indique con la mano el número tres deberá sentarse y
cuando se le indique con la mano el número cuatro deberá levantarse .
Aquí el niño hace una relación de números con acciones específicas
El segundo momento consiste en dar las mismas indicaciones pero con la voz,
intentando crear un conflicto en las acciones del niño, para apelar a su
coordinación y reversibilidad.
El tercer momento consiste en dar las indicaciones con hojas de colores, y el
niño tiene que relacionar el color con el numero y movimiento correspondiente,
puesto que las indicaciones no se darán más con la voz o con la mano,
apelando nuevamente a la reversibilidad del niño; donde la hoja color azúl, es
el uno y el movimiento es a la derecha , la hoja amarilla es el dos y el
movimiento es a la izquierda, la hoja roja es el número tres y el movimiento es
sentarse, y finalmente la hoja verde es el cuatro y el movimiento es levantarse.
Cabe resaltar que recibimos la observación durante la exposición, de que este
tercer momento de la actividad, sobrepasa el límite de la lateralidad que el niño
hasta este momento ha desarrollado, dentro del grupo no fue un conflicto
mayor, dado que tratamos con adultos y no con niños de siete a once años, por
lo que la observación fue puntual al respecto, considerando la opción de
eliminar este tercer momento de la actividad, pero que se integra en este
documento, a fin de explicar la intencionalidad de la misma desde nuestra
concepción.
Ahora bien, el niño se desplaza inconscientemente por el mundo durante los
estadios anteriores a través del movimiento, sin embargo, Piaget menciona que
es durante este estadio que se hace consciente mientras juega en el patio de
su casa o en la escuela con sus carritos a escala, cuando los gira a la derecha
y luego a la izquierda, acontecimiento que con el tiempo pondrá a la práctica en
su vida cotidiana, al tener que llegar a una dirección e incluso cuando sea un
adulto y maneje su propio automóvil.