nuevos alfabetismos
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Livia M García Sánchez - UB – MEAED Junio 2014
Alfabetismos no tan nuevos, pero cada vez más vigentes
Estamos inmersos dentro de una revolución tecnológica, donde las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC), basadas en una tecnología digital, no sólo se han
convertido en el eje vertebrador de nuestras economías sino también de nuestras vidas
cotidianas.
Es en este contexto y específicamente en el discurso actual sobre educación donde los
expertos insisten en hablar, de modo muy alarmista y hasta sensacionalista –quizás
influenciados por la cultura de los medios de comunicación– de “nuevas alfabetizaciones”,
que resultan ineludibles en las instituciones educativas del tercer milenio.
Para la real academia española RAE (2014), el término alfabetización se centra en la idea de
un aprendizaje instrumental que nos permite la codificación y decodificación del lenguaje
escrito. Pero ¿qué utilidad tienen dichas habilidades si por ejemplo no nos permiten la
comprensión de un texto dado? Es por ello que desde el ámbito educativo existen otras
maneras de comprender el concepto de alfabetización1.
Para Paolo Freire, reconocido pedagogo brasileño del siglo XX, “Alfabetizarse no es aprender
a repetir palabras, sino a decir su palabra”. Su visión de la alfabetización implica sobre todo
la comprensión crítica de la realidad social, política y económica que se viva.
El concepto de alfabetización para Dussel (2009) refiere saberes básicos que deben enseñar
nuestras escuelas y supone el aprendizaje de lenguajes que no se limitan únicamente a los
medios oral o escrito. Esta autora habla de los nuevos alfabetismos, prácticamente centrada
en las potencialidades de las nuevas representaciones audiovisuales y su desaprovechada
intencionalidad comunicativa. Pero, ¿no existían mucho antes estas representaciones,
aunque no fueran en formato digital?
Otros autores insisten en la gran novedad, pero ya nuestras sociedades se enfrentaban, por
ejemplo, al lenguaje bimodal, sólo que entonces, si no pertenecíamos al gremio de los
medios de comunicación, éramos meros consumidores de dichas representaciones. Pero
ciertamente existe un fenómeno que es realmente nuevo en la esfera de las comunicaciones
a partir del surgimiento de internet y de las nuevas tecnologías móviles, y no es
precisamente el hecho de que consigan integrar todo este lenguaje multimodal en un mismo
entorno digital, sino el hecho sin precedentes de que todos los ciudadanos podemos ser
creadores de nuestra verdad, a partir de lo que se llamó la web 2.0, que por añadidura
posee un carácter ubicuo. Considero que en esto radica el gran cambio que nos permite
hablar de una cultura digital, y de una cultura más visual, que ha estado latente por décadas
pero alcanza su mayor expresión encarnada en la multimodalidad y ubicuidad digital. Y, ¿no
es acaso el lugar de aprendizaje de nuestra cultura el sistema educativo? Por tanto, es
ineludible incluirla en nuestras aulas.
Vale aclarar que el término de “nuevas alfabetizaciones” apareció mucho antes de que
emergiera la web 2.0, y estaba aparejada al concepto de multialfabetizaciones relacionada
con la expansión del campo informático e internet. Así aparecieron nuevos términos, entre
1 El artículo Las alfabetizaciones digitales de José L. Rodríguez Illera (2004) esboza los distintos cambios en la
idea de alfabetización
Livia M García Sánchez - UB – MEAED Junio 2014
Alfabetismos no tan nuevos, pero cada vez más vigentes
otros se hablaba de la educación mediática, la alfabetización informacional, o la
alfabetización digital. Para todas estas nuevas conceptualizaciones ya se sobreentiende que
el concepto de alfabetización va más allá de una concepción instrumental.
Hablamos de nuevas conceptualizaciones, nuevas etiquetas, pero como apunta Bawden
(2002): "Las etiquetas que se añadan a estos términos carecen de importancia; son los
conceptos mismos, y su significado en la práctica, los que la tienen." (p.40). Ya sabemos
que según sean nuestras concepciones así serán nuestras prácticas educativas, personales o
institucionales.
Es así que la tendencia a expandir el concepto de alfabetismo se ha visto reflejada de cierta
manera en el currículo español2 estructurando los objetivos de aprendizajes en
competencias básicas que deben alcanzar los y las discentes (los saberes básicos
evolucionan a un saber hacer o competencia). Por ejemplo, en el currículo de educación
secundaria obligatoria se ha considerado como competencia básica el tratamiento de la
información y la competencia digital.
Con el objetivo de la incorporación real de las competencias básicas a la práctica docente el
Departamento de Educación del Gobierno de Cataluña ha elaborado una propuesta para
identificar las habilidades y competencias en el ámbito digital que deben fomentarse en los y
las discentes del siglo XXI, y que además aporte información relativa a la evaluación de
dichas competencias.
Una de las competencias identificadas es: Seleccionar, configurar y programar dispositivos
digitales según las tareas a realizar3. Para evaluar esta competencia en un nivel máximo, se
proponen los siguientes aspectos:
Resuelve y construye, de manera autónoma, problemas de complejidad diversa que
comportan el uso de secuencias lógicas asociadas a la programación y al
pensamiento computacional
Optimiza el uso de los dispositivos que dispone
Tiene establecido un sistema de protección y recuperación de datos digitales.
¿Cuántos docentes están capacitados para emitir una evaluación sobre estos puntos?
Considero que los o las docentes que se planteen tomar al pie de la letra estas orientaciones,
o tan sólo lograr un mínimo acercamiento a estos objetivos, deberían alcanzar como mínimo
el nivel avanzado correspondiente a la certificación ACTIC. 2 Con el tono tan alarmista, sería más coherente un cambio radical en cuanto a estructura, contenido y a la
identificación de materias troncales. 3 Me pregunto qué visión de futuro subyace a esta inclusión, ¿seremos todos expertos en TIC?, la gran mayoría
de la población usa vehículos y no son ingenieros mecánicos, también usamos cientos de equipos electrodomésticos y no somos ingenieros electrónicos ¿Se ha valorado que las nuevas tecnologías han emitido dos olas expansivas, una que las convierte en tecnología cada vez más accesible, sí, logrando una omnipresencia en todos los espacios de nuestra vida económica, política y social, pero también otra que las rediseña con entornos cada vez más amigables, lo cual significa que cada nueva generación tecnológica amerita menos conocimiento técnico de los dispositivos y ofrecen mayores facilidades de uso? Al trascender la alfabetización la simple destreza de uso, deja a las TIC igualmente susceptibles de formar parte de la escolaridad básica, pero ¿a niveles tan técnicos?
Livia M García Sánchez - UB – MEAED Junio 2014
Alfabetismos no tan nuevos, pero cada vez más vigentes
Pero, ¿a qué responde que un currículo estructurado por áreas exija de docentes expertos
en una materia deban evaluar competencias digitales del alumnado como expertos de otra
materia como es la informática? Siendo partidaria de la integración de las TIC en nuestras
aulas, me ha sorprendido lo que se espera de los y las docentes de secundaria. Este
documento demuestra lo desvinculada que está la teoría de la práctica, y lo mal que se
piensan las políticas educativas.
En cambio, tan irreal como tremendamente necesario es el trabajo en equipo e
interdisciplinar con el que se ejemplifican muchas actividades en el mencionado documento,
sólo presente en el nivel de secundaria para los trabajos de síntesis, que ocupan apenas una
semana de todo un curso escolar ¿Necesita formación el profesorado para trabajar en
equipo? Creo que es sólo cuestión de voluntad.
Al margen de anteriores cuestionamiento, es innegable la necesidad de que el profesorado
reciba formación para alfabetizarse digitalmente, para enseñar y aprender sobre las nuevas
tecnologías así como para enseñar y aprender con las nuevas tecnologías, pues la sociedad
de la información trae consigo la aparición de diversas formas de representación y modos de
sentir, de leer, de ver, de escribir y de comunicarse, que exigen nuevos conocimientos
habilidades y competencias, tanto para el profesorado como para el alumnado. La era digital
exige nuevos alfabetismos, y los formadores deben estar a la vanguardia. Ante todo, educar
con el ejemplo.
Referencias
Bawden, D. (2002) Revisión de los conceptos de alfabetización informacional y alfabetización
digital. Anales de documentación, n.º 5, 361-408. Disponible en
http://revistas.um.es/analesdoc/article/viewFile/2261/2251
Dussel, I. (2009) Los nuevos alfabetismos en el Siglo XXI: Desafíos para la escuela Disponible
en http://www.virtualeduca.info/Documentos/veBA09%20_confDussel.pdf
Generalitat de Catalunya, Departament D’ensenyament (2013) Competències bàsiques de
l’àmbit digital. Identificació i desplegament a l’educació secundària obligatòria.
Disponible en
http://www20.gencat.cat/docs/Educacio/Home/Departament/Publicacions/Col_leccion
s/Competencies_basiques/competencies_digital_secundaria.pdf
Paolo Freire. (n.d.). En Wikipedia. Consultado Junio 19, 2014, en
http://es.wikipedia.org/wiki/Paolo_Freire
RAE, R. A. (2014). Diccionario de la Lengua Española. Recuperado el 2014, de
http://www.rae.es/rae.html