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Notas históricas sobre la Arqueología en las Antillas Marcio Vii ~‘ u \GOIOi,() (Universidad Autónoma de Santo Domingo) La historia de la arqueologf a de las Antillas es reciente; científica- mente hablando> las primeras aproximaciones corresponden al último cuarto del siglo xix. Antes, las referencias a restos arqueológicos en el ámbito antillano se presentan en documentos coloniales> en algunos informes de tipo general enviados desde las colonias a las metrópolis> en libros de viajeros que hacen referencia no sólo a restos de tipo arqueológico en las islas> sino a residuos de poblaciones indígenas, como acontece con 1. Du Tertre (Histoire Generale des ¡síes de Sainí Christophe, de la Guadeloupe, de la Martinique e! atures dans ¡‘Ame- rique, 1654)> o bien con obras comó la de P. Labat (Noveau voyage ata isles de i>Amerique, 1772), Los cronistas de Indias (fray Bartolomé de Las Casas> Hernando Colón, Diego Méndez> Gonzal¿ Fernández de Oviedo y otros) propor- cionaron información etnológica variada sobre los pobladores antilla- nos y describieron algunos de sus artefactos> lo que ha permitido, por el método comparativo> reconstruir en parte algunas de las funcio- nes y utilidades de objetos arqueológicos en el área, Desde el punto de vista de las creencias y para la identificación de ciertos dioses> la Rela- ción de los Indios de la isla Española, inserta en la Biografía de Colón, escrita por Hernando Colón y obra del ermitaño español fray Román Pané, ha sido de enorme utilidad. Sin embargo, las Antillas sufrieron> cada una en su devenir histó- rico> diversos procesos culturales. En Santo Domingo> la primera antilla colonizada, se implantaron sistemas coloniales que ya en el siglo XVII estaban> se hablan estabilizado: la plantación y el hato ganadero. En Cuba acontecía lo mismo, y en las antillas próximas (Guadalupe> Martinica, Dominica y Trinidad> por ejemplo) la planta-

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Notas históricas sobre la Arqueologíaen las Antillas

Marcio Vii ~‘ u \GOIOi,()(UniversidadAutónoma de Santo Domingo)

La historia de la arqueologfa de las Antillas es reciente;científica-mentehablando>las primerasaproximacionescorrespondenal últimocuarto del siglo xix. Antes, las referenciasa restos arqueológicosenel ámbito antillanose presentanen documentoscoloniales>en algunosinformes de tipo generalenviadosdesdelas coloniasa las metrópolis>en libros de viajeros que hacen referenciano sólo a restos de tipoarqueológicoen las islas> sino a residuosde poblacionesindígenas,como acontececon 1. Du Tertre (Histoire Generale des ¡síesde SainíChristophe,de la Guadeloupe,de la Martinique e! atures dans ¡‘Ame-rique, 1654)> o bien con obras comó la de P. Labat (Noveauvoyageata islesde i>Amerique, 1772),

Los cronistas de Indias (fray Bartolomé de Las Casas>HernandoColón, Diego Méndez>Gonzal¿Fernándezde Oviedo y otros) propor-cionaroninformación etnológicavariadasobrelos pobladoresantilla-nos y describieronalgunos de sus artefactos>lo que ha permitido,por el métodocomparativo>reconstruiren partealgunasde las funcio-nesy utilidadesde objetosarqueológicosen el área,Desdeel puntodevista de las creenciasy parala identificaciónde ciertos dioses>la Rela-ción de los Indios de la isla Española,insertaen laBiografía de Colón,escritapor HernandoColón y obra del ermitañoespañolfray RománPané,ha sido de enormeutilidad.

Sin embargo,las Antillas sufrieron> cadauna en su devenirhistó-rico> diversos procesosculturales. En Santo Domingo> la primeraantilla colonizada,se implantaron sistemascolonialesque ya en elsiglo XVII estaban> se hablan estabilizado: la plantacióny el hatoganadero.En Cuba acontecíalo mismo, y en las antillas próximas(Guadalupe>Martinica, Dominica y Trinidad> por ejemplo) la planta-

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ción y la llegadade colonizadoresfranceses,inglesesy de otrasnacio-nalidadeseuropeas,constribuyóal desinteréspor lo que pudieranhaber sido las poblacionesiniciales aborígenesde las Antillas.

No fue sino hastaentradoel siglo xíx cuandoapareciócomo algodefinido en las Antillas el coleccionismo.Respondíael mismo al des-arrollo y al interés que en la Europa de entonceshabla logrado elestudio de la arqueología y la prehistoria. Así, en las colonias lospropios dueños de plantacióny los hacendadoscon relacionesmetro-politanascomenzaron,amanerade entretenimiento>a retenerartefac-tos y restosprecolombinos>porque aquello acrecentabaen parte suprestigiosocial> y porqueno era otra cosaque la repeticiónantillanade una«costumbre»europea.

En Cuba —que no alcanzósu independenciade Espatasirio hastafinalesdel siglo xix—, Felipe Poeyse dedica,por así decirlo, al estudiosistemáticode los restosarqueológicosconsu trabajo titulado CubanAntiquities. A Erief/ Description of SorneRelics Found in the Islandof Cuba (1853). Como uno de los precursoresde la arqueologíaantilla-na, Poey desarrolló su mayor actividadentre 1850 y 1853. El informede Poey, junto a uno realizadopor RobertShomburgkparala Repú-blica Dominicanaen 1851> puede considerarsecomo un importantepasohacia unaarqueologíacientífica en el ámbito antillano.

Shomburgk,quien‘fungía como cónsulinglés en la RepúblicaDo-minicana y quien habla realizado investigacionesetnológicasen elOrinoco (1841), realizó un informe en inglés sobrela aparición delllamado«Corral de los Indios»,en SanJuande la Maguana,RepúblicaDominicana>haciendodescripcionesy levantandoplanosde la plazacircular de origen arawalc consideradala plaza indígenamás grandede las Antillas. El informe de Robert Shomburgkdata de 1951 y seinscribe con el de Poey entre los primeros científicamentelogradosen el área.

Hacia los años 50, también el investigadorespañolMiguel Rodrí-guez Ferrer comenzóa interesarsepor los restosarqueológicos.Sulabor se restringea la isla de Cuba> y sus resultadosno vieron la luzsino hasta1876. RodríguezFerrerfue un cuidadosoen el registrodelosdatos de campo. Gracias a RodríguezFerrer y a sus hallazgospudohacerseel primer reconocimientode restoshumanosaborígenes(an-tropología física) en el área antillana. Estos restoshumanosfueronlocalizadosen 1847 en HaciendaBermeja, Cuba y estudiadosen elGabinetede Historia Natural de Madrid, sin quese produjeranuncaelinforme final.

Habríaque decir que junto a los informes de Poey,Shomburglcylos trabajosde RodríguezFerrer, apegadosa la investigacióncientí-fica, es importanteagregarlo quefue el primer informe sobreantro-pología física hecho en las Antillas. Se trata del realizadopor el in-vestigador francés Louis Alphonse Pinart, para restos humanos

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encontradosen la bahía de Samaná,República Dominicana. Es elprimer documentode carácteroficial que se conocesobrearqueologíade las Antillas> puestoque Pinart (1881) trabajópor unapetición delgobierno dominicano, y sus datos fueron publicadosen la GacetaOficial, número366, en SantoDomingo.

A estos informes> que son el pasoinicial de la arqueologíacientí-fica, en las Antillas Mayores, básicamente,hay que ir agregando>además,obras generalessobre las Antillas Menoresquetomabanencuentaya en el siglo xix los restos arqueológicos.En las antillas dehabla francesao de origen francés, el coleccionismo alcanzógranauge.Las dos tendencias:coleccionismoe investigación‘habrían deseguir caminos similares y unidos muchasveces. El coleccionismollegó, pues,a dominara los investigadoresantillanos>queno concibie-ron, en el ámbito local, la investigaciónsin unaposesiónde las piezas.

Mientras Enrique Dumont (1876) publica su InvestigaciónAcercade las AntigUedadesde la isla de Puerto Rico, las coleccionesar-queológicashancrecido.Ya en los finales del siglo xix eranimportan-tes la colecciónLatimer y la Guesde,la primeracontentivade piezasde Puerto Rico> y la segundaposeedorade piezasde las Antillas Me-nores.

En Santo Domingo, a finales del xix, eran importanteslas colec-cionesdel arzobispoFernandoA. de Merifio, AlejandroLlenasy R. Im-bert, las que serviránpara la investigacióny las conclusiones,juntoa las antesmencionadas>de investigadoresde principios del siglo xx,principalmentede JesseW. Fewkes,de la SmithsonianInstitution.

A finales del siglo xíx, obrascomo History o! tite Origin, CustomsReligion, Wars and Traveis of tite Caribs Savagesof tite Antilles iiiArnerica, de De la Borde, constituyenun primer intento de interpreta-ción étnica,en dondese tomanen cuentaalgunosaspectosarqueológi-cos.Ling Roth publica,en Londres(1887), un interesantetrabajosobrelos aborígenesde la isla de SantoDomingo. El investigadorpuertorri-queñoAgustínSthalpublica>en 1889,Los Indios Borinqueños.En 1890,A. Pinart haceun primer estudiointegral de los petroglifosantillanos.En 1891, el dóminicanoAlejandroLlenas publica, en Paris, suestudio«sobreun cráneo»ciguayo, y en 1892 aparecela famosahistoria deRodolfo Cronau (América: Historia de sus Descubrimientosdesde losTiemposPrimitivos hasta los mds Modernos), que por su difusión yporque habla sido originalmente publicada en alemás,proporcionógran interés sobre la arqueologíade las Antillas,

Los finales del siglo xix marcantambiénel tránsito hacia unanue-va visión del procesoarqueológico.Es evidentequeal predominiodela ideadel coleccionismocomo fuentede investigaciónse va a agregarla de la investigaciónsistemática.El periodo del siglo xix quehemosvisto, principalmenteapartir de la segundamitad del mismo> corres-pondea una concepcióngeneralmentecolonial o de mentalidadeolo-

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nial en cuanto la investigaciónno respondíaa la búsquedade unosorígenesy de una necesidadde identificación cultural. La investiga-ción, más bien —con raras excepciones—,se insertabadentro de laidea de que la ciencia arqueológicaera un aditamentomás de la cul-tura. Un mecanismode prestigiocultural.

A la mentalidadcolonial dio paso la mentalidadnacional. CubaPrimitiva, un libro de Antonio Bachiller y Morales publicadoen’1886,y los trabajosnacionalistasde CayetanoColí y Tosteen PuertoRico(1894-1907)aparecencomo vertientesideológicasnuevas>en una bús-quedade raícesquecoincide con la lucha de estasdos coloniasespa-ñolas por su independenciade Españatodavíaen los finales del xxx.

‘Es el momentoen quese inicia o se acrecientaen las Antillas Ma-yores la política imperial de los EstadosUnidos de América. Desdeaproximadamenteel año 1870 visitadoresnorteamericanoshan re-corrido las Antillas. En SantoDomingo —con la aprobacióndel pre-sidenteBuenaventuraBaes— se inician las primerasinvestigacionesde la SmithsonianInstitution, queen aquellosdíasestabamuy ligadaa la política de expansióneconómicade los EstadosUnidos.

Heye Foundation,de New York, también mira hacia las Antillas.AmericanAnthropologist, revista especializada>fue un órgano impor-tantede investigación,lo mismo que los boletinesde SmithsonianTus-titution. En 1896, J. E. Duerdem,y en 1897,A. C. Haddon,en la Revistadel Instituto de Jamaica, se refieren ya a los pobladoresaborígenescon algunasnotas sobre craneologíaindígena.

EL NUEVO SIGLO

La raíz de los estudiosarqueológicosen el siglo xx hay quebus-carla en la última décadadel siglo xxx. La valoración de ciertasinves-tigacionesarqueológicascomo son las de J. W, Fewkesa lo largo dela última década del siglo pasadonos hace afirmar que el primerlogro de sistematizaciónde la arqueologfa antillanase debió al tesónde estearqueólogonorteamericano.El primer estudiode objetosan-tillanos hechopor esteautorseremontaa 1891,cuandopublicaFewkessu estudiosobrecamíesde SantoDomingo, duranteépocasposterio-resadquirió una importanteformación arqueológicay excelentecono-cimiento de las fuenteshistóricas,que le llevaron> previa revisión delas más importantescoleccionesya citadas,al estudiobásico que éldenominó «The Aborigines of Porto Rico and Neighboring Islands(1903-1904)»,SmithsonianInst.

Numerosasson las publicacionesde Fewkessobrelas Antillas, queincluyen las primeras aproximacionessistemáticasde Trinidad> Bar-bados> San Vicente y Granada,Sin embargo, las investigacionesdecampo en las Antillas Menores son mínimas y poco importantesen

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relación con el incentivo que tienen en este momentoen las AntillasMayores. Simultáneamentecon los primeros trabajosde Fewkespu-blica E. Lacordaire (1903) un informe preliminar luego le un viajearqueológicoa las Antillas. De esta épocaes la obra de it A. vanMiddeldyk, History of Porto Rico; comienzana publicarseen Cubayen el exterior los trabajosinvestigativosde Luis Montané(1906-1907)>que habíansido iniciados en 1888. En 1907 publica ThomasJoyceunestudiosobrelas antigUedadesantillanasen el MuseoBritánico.Y paraesta época se inician también los primeros trabajossistemáticosdeTheodorede Booy, quien toma como áreade investigaciónlas peque-ñasAntillas> las islas adyacentes,aunquetrabajatambiénen las gran-desAntillas.

De Booy (1912) estudiapor vez primera los remanentesindígenasde las Bahamas>lo ‘mismo hace en Jamaica(1913), isla Margarita(Venezuela>1916), Santo Domingo (1917)> islas Vírgenes,Antillas Me-noresy Trinidad-Tobago(1917-19).

Como investigadorde Booy completóalgunasincursionesde C. W.Brancaen SaintKits (1907).

Sobre los años posterioresa 1915 se intensifica la investigaciónarqueológicamás o menossistemáticaen las Antillas Menores,J. Al-den Mason trabaja por vez primera en el sitio de Capá> en PuertoRico, y estudiaen sus primerasactividadesel complejode plazascere-monialesmásimportantedel áreaantillana (1915). En Antillas Meno-res (Bonaire,Curazaoy Aruba) se inician los trabajosde JoseelingdeJong; Thomas Joyce estudia las Bahamasy Huckerby estudiasitiosde Granaday San Vicente, En Puerto Rico será importantela obraetnológica y arqueológicade Adolfo de Hostos.

Los investigadoresde gabinete surgencomo resultadode los ha-llazgos arqueológicos.Aunque numerososinvestigadoresextranjerosatestanahora las playas antillanas—en islas cuyo origen cultural esplural, en las quedominan lenguasdiversase interesesdiferentes—>el diletantismose desarrollay contribuyeen partea la destruccióndelos lugares>tratandode recuperarel pasado.

Ciertamenteno todos los investigadoresextranjerosy localeseranverdaderosexpertos,Muchos de ellos eran simples aventureroscul-turales. La mayoría saqueaba‘los sitios y nutría las coleccioneseu-ropeasy norteamericanas.El casode los investigadoresdel MuseodelIndio Americano es típico. Heye Foundationposee,en Nueva York,los más importantesfondos arqueológicosantillanosen los EstadosUnidos; museosde Alemania> Francia, España>Dinamarca,SueciaeItalia, presentanpiezasantillanas bajo el conceptode obras de artey dentro del capitulo de las rarezasde la prehistoria de los pueblosantillanos, Sin embargo>es justo señalarquemuchosde estos inves-tigadoresprodujeron una información que hoy puede considerarsebásicapara cualquier tipo de interpretación.

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Este es el casode Mark R. Harrington, arqueólogode Heye Foun-dation, que laboró en las Antillas en el primer cuarto del siglo xx, yquepuedeconsiderarsecomo unode los pionerosde la revisiónprehis-tórica antillana y de la periodizaciónde esaprehistoria.Cuba EeforeColumbus,de Harrington> traducidaen 1935 al castellanobajo el cui-dado del sabio cubanoFernandoOrtiz, proporcionauna informaciónfaunistica, arqueológicay medioambiental>que es aún modelo paracualquierinforme preliminar.

Las investigacionesde Harrington se desarrollaronen las provin-cias de Orientey Pinar del Río, básicamente.A Harringtonse lepuedeasignarel haberhecholaprimeraseparaciónlógica y sistemáticaentrelos períodosagrícolasy preagrícolas.Fue el primer arqueólogoqueestablecióuna diferenciade culturasen Cuba y por extensiónen lasAntillas, estableciendolos patronesarcaicosde ocupaciónsus caracte-rísticas, y dejandoademásuna detalladadocumentacióndel tipo deasentamiento,el medioambiente,estadísticasdel instrumental,planosy conclusionespreliminaresbien sentadas.Segúnel arqueólogoe in-vestigadorcubano Ernesto Tabio (1968), el trabajo de Harringtonconstituyó el fundamentocientífico más logrado hastaentoncesporlas investigacionesprehistóricasen Cuba, «revolucionandolos con-ceptos que se tenían sobre la materia» en aquel país. Harringtonlaboróen Cubaentre1915 y 1919.

A partir de Harrington los trabajosen Cuba tuvieron notableinte-rés.Los investigadorescubanosse agruparonen los años40, y surgie-ron figuras importantescomo lo fueron RenéHerreraFritot, GarcíaRobiou, Felipe Pichardo Moya> precedidopor investigadorescomoJuanCosculluela.En la isla de SantoDomingo> el investigadornortea-mericano Herbert Krieger comenzóuna labor de resumensimilar ala ya logradaen los principios de siglo por Fewkespara PuertoRico.Krieger publicó con el Museo Nacionalde los EstadosUnidos (Smith-sonianInstitution) sus investigacionessobrela bahíade Samanábajoel título Archeotogicaland Historical Investigations¡ti Samard,flomi-nican Republio.La edición es de 1929. En 1930 dio aconocersuestudiosobrelos aborígenesde las isla Española;en el 1931 publicó estudiossobre cerámicaindígena>pasandoluego a Cuba,dondehaceestudiossobrelas culturasindígenasde Cuba,publicadostambiénen Sinithso-nian Institution, en 1933, Se puedeseñalarque Krieger es unafuentemodernade la arqueologíade las grandesantillas.

En las Antillas Menores,y principalmenteen Trinidad> son impor-tanteslos estudiosde Y, A. Bullbrook, que se publicanen los años 1949y 1951, Hallazgosimportantesllevadosa cabo por GeorgeD. Howarden los comienzosde la décadadel 40, y publicadospor la Universidadde Yale, comienzan a plantear una visión estilística ligada al áreaantillana.En los finales de la décadadel 30 y comienzosde la del 40,la Universidadde Yale toma interéspor la arqueologíade las Antillas.

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Sin duda> va a ser este interés de los investigadoresde Yale un im-portante paso para el establecimientode correlaciones históricasimportantesentre las islas y para el seguimientode patronesestilísti-cos que harán posible una periodización del procesode ocupaciónprehistórica. Entre los investigadoresde Yale hay que mencionar aCornelius Osgood,Froelich G. Rainey e Irving Rouse,quien a finalesde los años30 preparabasu tesis doctoral acerca del complejo pano-rama prehistóricode las Antillas> partiendo del sitio de Fort Liberté>en Haití. Rainey laboró en Puerto Rico, publicando>en 1940, su PortoRican Archaeology,queera partedel Scientific Survey of Porto Ricoami the Virigins ls/amis> llevado a cabo por la Academiade Cienciasde Nueva York> y en el que tomó partetambién Irving Rouse.En 1941,esteautor publicó sus excavacionesen Fort Liberté, Haití, con la Uni-versidad de Yale. Osgood,que laboró con Yale en los años40> fue unimportante investigador; ya en 1942 publicó Tite Ciboney Culture ofCayo Redondo, Cuba y Prehistoric Contad BetweenSouth Americaand tite Wesí Indies. Susexcavacionesen Tocorón, Venezuela,publi-cadas por Yale en 1943> y sus estudiosarqueológicosde la GuayanaBritánica, 1946, proporcionaron importante información para unaposterior periodizaciónde la arqueologíadel área.

Irving Ruse publicó en Yale, 1939, su tesis universitaria tituladaPrehistory in Haití. A Stttdy in Metitod, habiendopublicado luego im-portantestrabajossobrelas culturas de Fort Liberté, Haití, la arqueo-logía de ManiabonHilís, en Cuba,y toda una seriede trabajos siste-máticos sobre las Antillas que aportan más de 40 títulos de impor-tancia,

Rouse,junto a Y. M. Cruxent, inicia tambiénen Venezuelauna im-portante tarea científica como lo fue su Arqueología de Venezuela,publicada en 1960 por la Unión Panamericanaen dos volúmenes,y enla cual se asientanlas principalescronologíasdel área antillanay delCaribe, relacionándolasal través de seriesestilísticas.

Los trabajos de Rousemodificarán notablementeel conceptodela arqueologíaantillana,y su poderosainfluencia se hará patenteenel área.Su estudiode sitios del Orinoco como Barrancasy la elabora-ción de las seriesbarrancoides,saladoides,para Venezuela,y su con-tinuidad en las Antillas, son elementosimportantes.La detección denuevasseries chicoide, ostionoide,mellacoide, partiendode los siste-mas decorativosy tomando los nombresde los sitios cabecera(PuntaOstiones,Boca Chica, Meillac), ha permitido iniciar el trazado de losaspectoscronológicos más importantesen las Antillas. Es a partirde sus trabajosen Cuba cuandolas expresionespreagricolascubanassedenominanexpresionesCayo Redondoy expresiónGuayaboBlanco,basándoseen los aspectosinvestigativos de Osgooden Cuba.

Rouse utiliza, virtualmete,gran parte de la bibliografía sobreelárea,incluyendoel libro de Sven Loven titulado Origins of tite Thinian

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Cultttre, labor de gabineterealizadapor Loven y publicada por el Mu-seo de Gotenburgo>de Suecia.

La labor de Rouseva a tenerimportanteinfluenciaen arqueólogoscomo RicardoAlegría, quien estableceparaPuertoRico los primerosasentamientospreagrícolasy materialesde contactocon Venezuelayotros puntosdel área.Los primeros trabajosde Alegría datande 1948,en la RepúblicaDominicanael investigadorEmile de Boyrie de Moya>fundador> en 1947, del Instituto Dominicanode InvestigacionesAntro-pológicas,asume la metodología de Rouse,basadaen modosy tiposcerámicos.Gruposde investigadoresmásprofesionales>pero con ten-denciaal coleccionismosurgenen las Antillas Menores>animadosporla gran labor del arqueólogonorteamericanoRipley Bullen, del Museode Antropología de la Universidadde Florida> con sedeen Gainesville.

La obra de Ripley y AdelaideBullen para antillas menoresabarcatodas las Antillas> aunqueen parteadoptala metodologíacronológicade las series arqueológicasinauguradapor Rouse,su sistemade cla-sificación en tipos decorativosúnicos resulta su aporte fundamental,aunquemuchasvecescreaconfusión y dificultadesde correlación.

Los Bullen (Ripley y Adelaide) trabajaronen Granada>San Vicen-te, Trinidad, Puerto Rico, SantaLucía y las demásislas antillanas.EnSanto Tomás> islas Vírgenes,Bullen y Sleight, de la Universidad deFlorida, laboraron el yacimiento de Kruin Bay, estableciendosus ca-racterísticaspreagricolas.

Siguiendolos patronesde investigaciónya comunesapartir de lasideas de Rouse, en Cuba fueron importantes las investigacionesdelgrupoGuamá.Los trabajosespeleológicosiniciadosen los años40 porAntonio Núñez Jiménez>fueron de importanciavital para Cuba. 1-layque mencionarla labor de investigacióndesplegadapor Manuel Rive-ro de la Calle, pionerode la investigaciónantropofisica desdeel puntode vista del trabajo de campo y laboratorio, la del propio HerreraFritot, la de Felipe MartínezArango, cuyosestudiossobreel sitio Da-majayabo,en el oriente de Cuba> tiendena demostrarla posibilidadde que los aspectoscubanosarcaicosdenominadosguayabo blanco ycayo redondo, no fuesenen verdad aspectostotalmenteseparados,sino expresionesde un poblador típicamenterecolector.

A partir de la RevoluciónCubana>en 1959, la Academiade Cienciasde Cuba ha puestoempeñoen el desarrollode una actividadarqueoló-gica dirigida. Los trabajosde investigaciónrecientesde 1. Koszlowski,de la Universidad de Cracovia sobrelos sitios con sílexy susfechados,arrojan nuevos datos sobre los grupos preagricolasde las Antillas, yplanteanla necesidadde revisión de ciertas tipologías. J. M. Guarchhaceun gran esfuerzocientífico en arasde estudiosquehaganposibleuna revisión de los viejos conceptostradicionales;ErnestoTabió labo-ra con EstrellaRey en un nuevo texto> marxista> sobrela prehistoriade Cuba, que tiene gran difusión y aceptación;nuevos arqueólogos,

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como Ramón Dacal, del MuseoMontanéde la Universidadde La Ha-bana,planteanla revisión de los viejos conceptosy presentaneviden-cias de posiblesocupacionestempranascon cerámicaen Cuba; MiltonPino, TeurbeTolón, LourdesDomínguezy otros jóvenescubanoscon-tribuyen con las tendenciasde una arqueologíaque abandonalos cáno-nes de Rouse,para buscaruna interpretación más social, más ligadaal procesode producciónque a las seriesy estilos.

En la RepúblicaDominicana,el procesode unareinterpretacióndela prehistoria de las Antillas a la luz de las corrientesdialécticas seproducecon la influencia de Mario Sanojae IraidaVargas,y a partirde la creación del Museo del Hombre Dominicano, en 1973. A losviejos investigadoresdominicanos se unen ahora nuevos científicos.El Museo entrenapersonalen Smithsoniany Arizona y México en as-pectos como paleofauna, palinologia, antropología física, etc, LaFundación García Arévalo, de origen privado y dirigida por el inves-tigador arqueólogoManuel García Arévalo, apoya la investigaciónyerigeun importantemuseocon fondospara publicacionesy las inves-tigaciones.La tendenciade una arqueologíaen términosde cienciasocial en la RepúblicaDominica se inicia con la obra Medioambientey AdaptaciónHumana en la Prehistoria de SantoDomingo, en la cualsu autor, M. Veloz Maggiolo, plantea una revisión de los esquemastradicionalesde clasificación, estableciendola posibilidad de utiliza-ción de los modos de produccióncomo mecanismosidentificablesconel conceptode tradición cultural lo mismo planteanMario SanojaeIraidaVargasparaVenezuela,en obraanteriora la de Veloz Maggiolo,titulada Antiguas Formacionesy Modos de Producción Venezolanos,1973. Estatendenciamarxistay sociales la respuestaantillanaa unaarqueología sin interpretacionesy cansonamentebasadaen estilos yseries.Las investigacionesde Luis Lumbrerasen Perú y su libro LaArqueologíacomo Ciencia Social, 1973, aportaron un método que nosólo produjo gran impacto en las Antillas> sino en el propio México,en donde investigadorescomo JoséLuis Lorenzo, Felipe Bate,Eduar-do Matos Moctezumay otros planteanahoraunarevisiónarqueológicaa nivel dialéctico.

En la RepúblicaDominicahan laboradoen estatendenciaarqueó-logos e investigadoresjóvenescomo Renato Rimoil, FernandoLunaCalderón, Elpidio Ortega>José Guerrero y otros.

Diana López de Molina ha hecho estudiosbasadosen la metodo-logia citada en su trabajo de tesis doctoral sobrela isla de Vieques,en el que establecela necesidadde un estudio profundo del instru-mental de producción>enfatizandoquela decoraciónen los artefactospuedeconsiderarsecomo parte de un procesosuperestructuraly quepor tanto no puedeproducir resultadostotales a nivel de interpreta-ción social. Estatendenciaha sido cada vez másimportante; algunosinvestigadoresjóvenes como ChristopherGoodwin y A. Gus Pantel

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hantomadopartedel enfoqueparasus investigacionesy publicacionesmás recientes.

En el área de las Antillas Menores son importantes>como inves-tigadores localesEdgar Clere, Early Kirby, DesmondNicholson, FredOlsen, Alfredo Figueredoy G. Vescelius> quieneshan hecho estudioscompletivosde Islas Vírgenes,lo mismo que L. 5. Robinson;en Mar-tinica es importante señalar como arqueólogode tendenciaestruc-turalista a H. PetitjeanRoget; han realizado también importantestrabajos de investigaciónJacquesPetitjeanRogety Mario Mattioni;Louis Allaire ha presentado,junto a 1. Rouse,estudioscronológicosdel área,y Y. Davis> importantesinvestigacionessobrela presenciadegrupospreagricolasen la isla deAntigua.

Peter O. Harris, de Trinidad> tiene importantespublicacionesso-bre elperíodopreagrícolaen la isla.

Han sido fundamentales,sin dudas, los CongresosPrecolombinosde Antillas Menores, que sistemáticamentese han celebradocadados años desde 1964. El interés por la investigaciónha crecido> y enparte estos Congresoshan sustituido a los congresosMunicipales>en los cuales, a partir de los años 50, con reunionesen Cuba y laRepública Dominicana, se logró el primer contactoentre antillanospara estudiosarqueológicosy prehistóricos,Vale señalarparaenton-ces, en esoscongresos,la presenciade Robert Pincho (1952), entu-siastainvestigadorde la isla de Martinica.

En términos globalesantillanos los más recientesaportesson losde Bernardo Vega, Dato PagánPerdomo,Juan Ortiz Aguilú, OvidioDávila. Vega ha laborado en interpretación e informes de piezas ymateriales rupestres,lo mismo que Pagán.Ortiz Aguilú ha llevadotrabajos de campo en Puerto Rico y presentadoinformación sobrearterupestre,al igual queDávila.

A partir de 1970 y bajo el liderazgode los arqueólogosnorteame-ricanosBetty J. Meggersy Clifford Evans,se han introducidoimpor-tantestécnicasde investigaciónen partedelas Antillas Mayores.Smith-sonian Institution ha desarrollado>a través de su DepartamentodeAntropología>unapolítica liberal y amplia de gran responsabilidadyenormesentidode colaboración,muy diferente a la llevada a caboenlos finales del siglo xíx y primer cuartodel presentesiglo.

Estapolítica> encabezadapor Meggersy Evans,quienesestánliga-dos profundamenteal estudio dela arqueologíade las zonas tropica-les y quieneshablantrabajadoen Dominica> Brasil, Ecuador,GuayanaBritánica, Venezuelay los propios EstadosUnidos han unificado cri-terios en torno a las metodologíasy cronologíasbasadasen el sistemaFord de Clasificación,cuyo autor> JamesFord, fue a su vez maestrode los citados arqueólogos.El uso de unametodología similar por ar-qucólogoscomoCarlosAngulo, en Colombia;Olga Linares,en Panamá;Coey CarlosAguilar, en Cetroamérica;Sanojay Vargas>en Venezuela;

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Veloz Maggiolo, en RepúblicaDominicana>así comootros investigado-res en otras áreas, ha permitido una mayor tendenciaa manejarmodelos de interpretación sobre cronologíasespacialesy estratigrá-ficas antesdifíciles.

Importantesreunionesrealizadaspor Sanojay Vargas con arqueo-logos dominicanosen 1975 y por Mcggersy Evans con arqueólogospuertorriqueñosen 1977, respondierona la necesidadde unificar cri-terios clasificatorios para luego poder establecercriterios de inter-pretación.

En los momentosactualesla arqueologíaantillanatiendehaciaunaunificación de criterios> y predominaen la mayoríade los investiga-doresdel áreala idea de que es importante el establecimientode prio-ridadesde investigacióndeterminantesde los patronesde asentamien-to, relacionesde producciónprehistóricas,posibleorganizaciónsocial,instrumentos de producción, sistemas de apropiación y modelos deexplotaciónmedioambiental.

Las tendenciasde un seguimientode la arqueologíapor simplespatronesdecorativos>se enfrentana la posición de que la prehistoriadebe tender a ser cada vez más una ciencia social.

Las‘miras hacia unaprofesionalizacióny especializacióndel perso-nal caracterizaa paisescomo Cuba> Puerto Rico y la RepúblicaDomi-nicana. En Cuba esta tendencia,lo mismo que en la República Do-minicana, es unaactituddel Estado,lo quecontrastacon PuertoRico,en dondela actividad privada determinaaún los modelosde investi-gación y las áreasde estudio.

Bajo la orientaciónde Kurt Fisehery de 3% Rumain, Haití ha ini-ciado los intentos de una arqueologíacientífica. Estos autorese in-vestigadores,que poseen la experiencia de los años 50, cuando unimportantenúcleo de investigadoreshaitianosestudióvariosyacimien-tos, han laboradoen importantesprogramasde intercambiocientíficocon la RepúblicaDominicana~.

* Parauna coxnpletabibliografía de los trabajos>títulos y autorescitadosverSUnD BADILLO, YaliI, Bibliogra(la Antropológica para el Estudio de los PueblosIndígenasen el Caribe, Ediciones Fundación García Arévalo, Santo Domingo,1977.