notas a las de lope de vega - dialnet.unirioja.es · ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría...

17
Notas a Las Irandezas de Aiejandro de Lope de Vega Nos proponemos pasar revista a dos •de los numerosos epi- sodios que forman la trama de Las grandezas de Alejandro de Lope de Vega, tratando de ver sus orígenes y fuentes, así como las innovaciones que el comedingrafo espariol introduce en lo que podría considerarse como «communis doctrina» den- tro de las posibles fuentes de la comedia. Estas observaciones completan las que, en otro trabajo hacemos sobre la misma comedia de Lope en general y sobre las relaciones, en particu- lar, de Las grandezas de Alejandro con La mayor hazaña de Alejandro —de atribución dudosa a Lope 2y Darlo todo y no dar nada de Calderón de la Barca, así como sobre la .problemá- tica planteada por dichas comedias en relación con sus- posi- bles fuentes. Ningŭ n historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir el juicio que A. Bonard da sobre Alejandro: «Hay hombres (1) «Lope de Vega, Calderón y la mayor hazaña de Mejandro». (Pendiente de publicación). (2) Vease S. Griswold Morley/Courtney Bruerton, Cronología de las Comedias de Lope de Vega, con un examen de las atribuciones dudosas, basado todo ello en un estudio de su versificación estrófica. Madrid. Gredos, 1968, p. 605. (3) Civilisation grecque, III: D'Euripicle à Alexandrie. París. 1959, p. 169.

Upload: lythien

Post on 01-Sep-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

Notas a Las Irandezas de Aiejandro

de Lope de Vega

Nos proponemos pasar revista a dos •de los numerosos epi-sodios que forman la trama de Las grandezas de Alejandrode Lope de Vega, tratando de ver sus orígenes y fuentes, asícomo las innovaciones que el comedingrafo espariol introduceen lo que podría considerarse como «communis doctrina» den-tro de las posibles fuentes de la comedia. Estas observacionescompletan las que, en otro trabajo hacemos sobre la mismacomedia de Lope en general y sobre las relaciones, en particu-lar, de Las grandezas de Alejandro con La mayor hazaña deAlejandro —de atribución dudosa a Lope 2— y Darlo todo y nodar nada de Calderón de la Barca, así como sobre la .problemá-tica planteada por dichas comedias en relación con sus- posi-bles fuentes.

Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribirel juicio que A. Bonard da sobre Alejandro: «Hay hombres

(1) «Lope de Vega, Calderón y la mayor hazaña de Mejandro». (Pendientede publicación).

(2) Vease S. Griswold Morley/Courtney Bruerton, Cronología de las Comediasde Lope de Vega, con un examen de las atribuciones dudosas, basado todo ello enun estudio de su versificación estrófica. Madrid. Gredos, 1968, p. 605.

(3) Civilisation grecque, III: D'Euripicle à Alexandrie. París. 1959, p. 169.

Page 2: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

166

F. PEJ ENAUTE

AO XXXIV

cuya aparición en la historia parece resolver un problema inso-luble, forzar bruscamente el callejón sin salida en el que lamarcha de los acontecimientos parecía estar acorralada en laimpotencia y la inercia, reabrir el camino interceptado por eldesorden y la anarquía, anunciando y llevando incluso a lapráctica un norvenir nuevo. Alejandro .es , en el más alto grado,uno de esos hombres».

Y, sin embargo, desde el punto de vista de sus relacionescon las letras, no se podría afirmar que el Macedonio haya sidoun hombre verdaderamente afortunado. Llamado por el desti-no a una de las empresas más sobresalientes de la historiauniversal, una tradición quiere que, tras atravesar el Helespon-to, en el inicio de su magna camparia, deseó visitar la tumbade Aquiles y que, tras leer su epitafio, se lamentó amargamentede no tener, como lo había tenido el héroe griego, un pregone-ro digno que cantase sus hazarias. Nos lo han contado Arria-n0 4 y Plutarco 5 , •por un lado, G. de Chatillon 6 y El libro deAlexandre 7, por otro, y hasta el mismo ,Cicerón 8 se hace ecode la anécdota.

De todo el cŭmulo de historiadores que, .nada más sucederlos hechos, (y algunos, incluso, com testigos presenciales de losmismos) describieron los acontecimientos de la magna con-quista del •Oriente (Nearco, Onesicrito, Aristobulo, Ptolomeo,Clitarco, etc.) sólo nos han quedado unos pobres restos 9 , y pa-ra encontrar historiadores y • biógrafos de Alejandro cuya obra(entera o en su mayor parte) ha llegado hasta nosotros tene-mos que aguardar casi tres siglos después de la muerte delprotagonista, ocurrida en el año 323 a.C. Se trata de Diodoro.Sículo, Pompeyo Trogo (cuya obra —perdida— nos ha llegadoen un resumen de Justino, un oscuro autor de comienzos dels. III), Plutarco, Q. Curcio y Arriano

(4) Anábasis de Alejandro Magno, I 12, 1 ss.(5) Alejandro, XV 8.(6) Alexandreis, (1) 488 ss.(7) Estrofa 330.(8.) •Pro Archia, X 24.

•(9) Editados por F. Jacoby, Die Fragmente der griechischen Historiker, II B(= Fragmente); II BD Kommentar), 1927 (reimpresión, Leiden, 1962).

(10) Diodoro Sieulo, seg ŭn testimonio de san Jerónimo, floreció a mediados dels. I a.C. En su Cronología, al Ilegar al afio 1968 de Abrahán (= 49 a.C.), diee:

Page 3: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

AO XXXIV

NOTASA «LAS GRANDEZAS DE ALEJANDRO»

167

Si la historiografía no ha sido benévola con Alejandro, laproducción literaria lo ha sido menos: su figura y su obra, queeran una pura épica viviente, no inspiraron a ningŭn poetaépico en toda la antigŭedad clásica, ni griego ni latino. Hayque esperar nada menos que hasta el s. XII (más de mil qui-nientos arios) para que un digno, pero escolástico (en el peorsentido de la palabra) poeta épico latino, G. de Chatillon, com-ponga en cinco arios (entre 1178 y 1182) un magno poema endiez libros, con 5.464 hexámetros cuantitativos, cantando lashazarias del Macedonio " y sirviendo de ejemplo e inspiracióna otros poemas épicos ya en lenguas romances, y, el más im-portante de todos ellos, El libro de Alexandre' 2. Y es casi iró-

«Diodorus Siculus, graecae scriptor Historiae, clarus habetur». Esta fecha coincidirácon la primera aparición de parte de su obra, la Biblioteca histárica, en 40 libros,de los cuales el XVII está dedicado a Alejandro.—Pompeyo Trogo es un galo hele-nizado que escribió una historia universal en 44 libros, titulada Historiae Philippi-cae, que presentaba la novedad de que la historia del mundo no se hacía girar entorno a Roma; el punto central de tal historia se desplazaba a Macedonia, conFilipo, el padre de Alejandro.—Aunque las fechas de la vida de Plutarco no se co-nocen con exactitud, pueden estimarse más o menos entre el 46 y el 120 d.C. Lafigura de Alejandro anarece en numerosas obras de este insigne polígrafo,, pero suobra fundamental sohre el Macedonio es la biografía que, paralelamente, formapareja con la de Julio Cesar.—Dilucidar en que época vivió Q. Curcio es una de lascuestiones más debatidas de toda la antigfiedad. Las opiniones más fundadas colocanla composición de su obra (Historia de Alejandro Magno) o bien en el reinado deClaudio (41-54) o en el Vespasiano (69-79).—Arriano (Lucio o Flavio Arriano Jeno-fonte) nació, entre el 80 y el 95, en Nicomedia, Bitinia, y es autor de una Andbasisde Alejandro Magno, inspirada principalmente en las memorias históricas de Ptolo-meo. Una aproximación rápida a Arriano y a su obra puede hacerse, por ejemplo,a traves de la «Introducción» de Antonio Bravo García a Arriano. Anábasis deAlejandro Magno. Libros 1 .111. Madrid, Gredos («Biblioteca Clásica Gredos», n.°49), 1982.

(11) De este poema, conservado en incontables manuscritos, se han hecho diver-sas ediciones, todas ellas ya antiguas: Estrasburgo, 1513; 1558; Ingolstadt, 1541(0. ab Eck); Lyon, 1558; St. Gall, 1659 (Gugger): Leipzig, 1863 (Mfildner); lamás asequible es la reedición de la de St. Gall, aparecida en el T. 209 de la Pa-trologia Latina de Migne, 1855, pp. 463-572.

(12) Vease, por ejemplo. M. Manitius, Geschichte der Lateinischen Literaturdes Mittelalters, Munich, 1931 (reimpresión, 1964). T. III, pp. 920-936, que ofreceabundante bibliografía, aunque antigua; F. J. E. Raby, A History of Secular LatinPoetry, Oxford, 2.° ed., 1967, T. II, p. 72 ss.; G. Cary, The. medieval Alexander(edit. por D. J. A. Ross), Cambridge, 1956, passim, especialmente en pp. 63-66,173-4. 191-5 y 321-2; D. J. A. Ross, Alexander historiatus. A Guide to medie-val:11ustrated Alexander Literature. Londres, 1963. Por lo que se refiere a la Edad Me-dia española, la obra de Cary debe ser completada con el trabajo de María Rosa Lidade Malkiel. «La leyenda de Alejandro en la literatura medieval», Romance Philo-logy, XV, 3, 1962, 311-8 y XV, 4, 1962. 412-23, ahora formando parte de La tra-dición clásica en España, Barcelona, 1975, 165-197, asi como (para el caso de Ellibro de Alexandre, del que poseemos, aparte las ediciones criticas de S. Willis, Jr.,«El libro de Alexarulre». Texts of the Paris and the Madrid manuscripts, NuevaYork. 1934 y de Dana Arthur Nelson. Gonzalo de Berceo. «El libro de Alexandre»,

Page 4: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

168

F. PEJ ENAUTE

AO XXXIV

nico que el mayor monumento que las letras han erigido a Ale-jandro consiste en una biografía novelesca, desorbitada y ex-travagante, disparatada e inverosímil, titulada Vida y hazañasde Alejandro de Macedonia y conocida como Novela de Alejan-dro, escrita, ya en el s. III de nuestra era, por un autor anóni-mo y de cortas luces, conocido como el «Pseudo Calístenes» ".

El mundo de la escena volvió sus miradas hacia aquella fi-gura legendaria a partir del Renacimiento ", proliferando lasobras a partir del s. XVII: comedias, dramas, óperas, «bal-lets»...; pero tampoco aquí tuvo suerte Alejandro y eso que,entre tal caterva de autores, al lado de poetas muy limitadoshay que colocar el nombre rutilante de Racine. En esta pléyadede autores hay que incluir a Lope de Vega. La obra Las gran-dezas de Alejandro, en palabras de Menéndez Pelayo, «es unade las pocas obras enteramente malas que nos ha dejado Lope.Nada hay en ella digno del ingenio de su autor, a excepción dealgunos trozos de versificación» s. La clave del fracaso de laobra, como lo apunta D. Marcelino, radica en que el autor hapresentado una acción demasiado diversificada, sucediéndoselos episodios, distintos y variados, sin interrupción y sin ila-ción entre ellos, en vez de centrar la acción en uno o dos detales episodios, como, por ejemplo, hacen Calderón y, en cier-ta medida, el autor de La mayor hazaña de Alejandro en sus

Madrid, Gredos, 1979, una popular —entre otras— muy digna, de J. Canas Murillo,Anónimo. «El libro de Alexandre, Madrid, Editora Nacional, 1983, reimpresión dela 1. edición) con los trabajos de E. Alarcos Llorach, Investigación sobre «El librode Alexandre», Madrid, 1948: I. 1Vlichael, «Estado actual de los estudios sobre Ellibro de Alexandre». Anuario 'de Est. Mediev., 2, 1965, pp. 581-95 y The treatmentof classical material in the «Libro de Alexandre», Manchester, 1970, asi como lamisma «Introducción» de Canas Murillo a su citada edición.

(13) La bibliografía sobre la Novela de Aleiandro es inmensa; una selecciónpuede verse, por ejemplo, en Pseudo Calistenes, Vida y hazdías de Alejandro de Ma-cedonia. Traducción, prólogo y notas de Carlos García Gual. Madrid, Gredos («Bi_blioteca Clásica Gredos)), n.° 1), 1977, pp. 33-5. Una revisión crítica de la bibliogra-fía más importante sobre ella nos la ofrece J. Seibert, Alexander der Grosse. (Er-tráge der Forschung. Band 10), Darmstadt, 1972, V, 8 «Pseudo-Kallisthenes oderAlexanderroman», pp. 219-27 y notas en pp. 307-8.

(14) Véase, por ejemplo, Elisabeth Frenzel, Diccionario de argumentos de laliteratura universal, Madrid, Gredos, 1976, s.v. «Alejandro».

(15) En sus «Observaciones preliminares», p. XCV, al T. VI de las Obras deLope de Vega: Comedias mitológicas. Comedias históricas de asunto extranjero, pu-blicadas por la Real Academia de la Lengua espanola. Madrid, Suc. de Rivadeney-ra, 1896.

Page 5: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

AO XXXIV NOTASA aLAS GRANDEZAS DE ALEJANDRO» DE._ 169

obras que tienen como protagonista al Macedonio 16 • La obrafue compuesta por Lope entre 1604 y 1608 (puesto que el au-tor había nacido en 1562, tenía al componerla más de cuarentaarios) y la denominó «tragicomedia», dedicándosela al Duquede Alcalá.

• Los episodios • de Las grandezas... que vamos a examinarson: encuentro de Alejandro con la reina de las Amazonas(acto II, versos 1.474-1.619 y 1.992-2.073) y carta enviada porDarío al rey macedonio acompañando a unos regalos burlescos(acto III, versos 2.361-2.430).

1. Encuentro de Alejandro con la reina de las Amazonas

Que la reina de las Amazonas salió al encuentro de Alejan-dro, movida por la fama del mismo para, siguiendo una tra-dición de su pueblo, tener hijos con él, es un episodio que hasido transmitido por tres de los cinco historiadores arribamencionados: Q. Curcio ' 7 , Diodoro Sículo 18 y Pompeyo Tro-go/Justino 19 . Plutarco se plantea la cuestión de la autenticidadde tal encuentro y da incluso (cosa rara en toda la historio-grafía antigua) una lista de nada menos que de catorce auto-res antiguos de entre los cuales cinco están a favor de la auten-

(16) Piensese que, en una obra de unos 3.100 versos, la acción se va reman-sando en más de una docena de episodios, cuando, por ejemplo, Calderón se contentacon un tema central y dos más accesorios. El tíltimo episodio tratado por Lope es elde la visita de Alejandro a Jerusalen, bien sea a la ida o a la vuelta de Egipto;quedaba por narrar, por consiguiente, la mayor parte de la campaña. El mismo Lopeseñala, al final, que la segunda parte se trataría en una comedia distinta que, al pa-recer, nunca fue escrita. Dice el poeta por boca del mismo Alejandro —lo que nodeja de ser maravilloso—: «Esta es la primera parte; / para la segunda guardo / elfin, aunque son sin fin / Las grandezas de Alejandro.

(17) VI 5, 24 ss.(18) Si al lector no le importa demasiado el tono desenf adado con que el autor

toca el tema de las Amazonas en la obra de Diodoro, puede ver el cap. IV, «Diodo-ro», pp. 67-75, de Carlos Alonso del Real, Realidad y leyenda de las Amazonas, Ma-drid, Espasa-Calpe, 1967 (Colección Austral, nf 1.396), donde, a pesar de que elautor pretende «extractar aquello que se refiere mís directamente al tema» (p. 68),no se hace ninguna mención del episodio del encuentro de Alejandro con la reinade las Amazonas.

(19) XII 3, 5 ss.

Page 6: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

170

F. PEJENAUTE

AO XXXIV

ticidad y nueve en contra ". El no cuenta el episodio (se limi-ta ŭnicamente a informar sobre los autores en cuestión), porlo que hay que deducir que está en contra de tal autenticidad.

Por lo que se refiere al Pseudo Calístenes, no se hace ecode la aventura personal de Alejandro con la reina de las Ama-zonas, aunque dedica varios capítulos de su obra 2 ' a un inter-cambio de cartas entre el rey y el pueblo de las Amazonas engeneral, ofreciendo al lector la historia y las costumbres deeste pueblo. G. •de Chatillon presenta el episodio siguiendode cerca la información ofrecida por Q. Curcio.

,De las tres comedias mencionadas más arriba sólo Las gran-

dezas... presenta el episodio en cuestión, dividiéndolo en dospartes: en la primera la reina recibe de Arsaces una carta y unretrato de Alejandro pintado por Apeles; en la carta se cuentaprecisamente cŭrno el rey macedonio sólo permite ser pi-ntadopor dicho autor, así como se ensalza la belleza del retrato ".En cuanto la reina lo contempla, ella y sus damas prorrumpenen alabanzas, ensalzando la hermosura del modelo: «iBello

•rostro, hermoso mozo!... Arbol florido es agora / Alejandro...Si has .de tener hijos ya / quién serán más valientes, / ni

(20) Alejandro, XLVI 1 ss. Los autores favorables a la autenticidad son: Cli-tarco, Policlito, Onestcrito, Arttígenes e Istro. Los hostiles: Aristobulo, Cares, Pto-lomeo, Anticlides, Filón de Tebas, Filipo de Teangela, Hecateo de Eretria. Filipo deCalcis y Duris.

(21) III 19, 25, 27.(22) (VIII) 3.881 ss.(23) En La mayor hazafia de Alejandro sólo veladamente (v. 81 ss.) se alude

al hecho de que Apeles es el pintor exclusivo de Alejandro (como Lisipo era el cx-clusivo escultor); en Darlo todo y no dar nada, sin embargo, v. 433 ss., Calderónnos ofrece toda una lección de técnica pictórica o, si se prefiere, toda una lecciónde en qué términos la pintura debe colaborar con el poder: Alejandro, para elegirun pintor que, en adelante, sea el pintor «oficial» del rey, ha encargado sendos re-tratos suyos a Timantes, íeuxis y Apeles. Timantes figura ser el pintor aduladorque procura soslayar las imperfecciones del modelo (en este caso, una mancha queel mismo Alejandro reconoce tener en el rostro); Zeuxis, por el contrario, repre-senta al artista que, en aras del realismo y de la sinceridad, pone de relieve lasimperfecciones del retratado: ambos son descalificados. Sólo Apeles ha sabido solucio-nar el problema, presentando al retratado de medio perfil y haciendo que la faltano quede «ni dicha ni callada», procurando «que el medio rostro haga sombra / alperfil del otro medio». Sobre las ideas pictóricas de Calderón en general, y sobreeste pasaje en particular, puede verse Erns Robert Curtius, Literatura europea yEdad Media latina, México, F. C. E., 2. reimpresión, 1976 (la La edición castellanaes de 1955 y la 1.° alemana de 1948), «Excurso XXIII, «La teoría del arte enCalderón y las artes liberales». pp. 776-790.

Page 7: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

AO XXXIV

NOTASA aLAS GRANDEZASDE ALEJANDRO»

171

más hermosos?...» ". La segunda parte del episodio narra elencuentro entre ambos reyes, llevado a cabo por iniciativa •de

(24) Tanto en Las grandezas... como en La mayor hazatia... la belleza de Ale-jandro. es presentada como deslumbradora y, en ambas obras, se presenta a travesde la impresión que produce en las mujeres la contemplación de un retrato del Ma-cedonio. En Darlo todo..., por el contrario, Alejandro es presentado como repugnantefísicamente, aunque sus cualidades espirituales hagan olvidar sus defectos físicas.la nota anterior hemos visto cómo el mismo Alejandro, en la comedia de Calderón,habla de la «mancha» de su rostro. Con anterioridad, en el diálogo mantenido entreChichón, el gracioso, y Diógenes, el filósofo, aquel dice refiriendose a los ojos delMacedonio: «... Yo confieso / que, atravesados, es grande / la fealdad que tiene enellos; / mayormente, encarnizado / y lagrimoso el izquierdo, / sobre cuyo hombroderriba / la cabeza quizá el peso / del laurel; pero, ,que importa / si no le pasanal alma / imperfecciones del cuerpo?» (Acto I, vv. 128 ss.). Calderón tal vez seinspire en Plutarco (Alejandro, IV), que habla de cómo Alejandro tenía el cuelloligeramente inclinado hacia la izquierda y menciona la «hygrótes tón ommáton»

"humedad de sus hojos'), cireunstancia a la que aludiría Caldercin con su «lagri-moso»• Pero ,que nos dicen los propios historiadores de Alejandro sobre su aspectofísico? El ŭnico que nos da alguna información directa al respecto es Plutarco, enel mencionado cap. IV: aparte de la inclinación de la cabeza hacia el hombro iz-quierdo y de la humedad de sus ojos, nos dice que su piel era blanca, aunque establancura se enrojecía particularmente en el pecho y en el rostro (a tal mancha alu-diría el texto de Calderón, como se ha observado en la nota anterior). Por otraparte, su piel exhalaba un agradable olor; su boca y todo su cuerpo olían tan per-fumadamente que sus tŭnicas se impregnaban de tal olor, como Plutarco reconocehaberlo leído en las Memorias de Aristoxeno.

En cuanto al aspecto exterior, tenemos información que indirectamente nos haccver que no era de ningŭn modo imponente: cuando en compañía de Hefestión entraen la tienda donde están, prisioneras, la madre, la esposa y los hijos de Darío, Si-sigambis, madre del rey persa, en vez de prosternarse ante Alejandro, lo hace anteHefestión porque la presencia de aquel —a quien no conoce— no le había impresio-nado (Curcio, III 12, 17).—Tambien era menor de estatura que Darío: tras entrarcn el palacio real de Susa, Alejandro se sentó en el trono de Darío, «mucho máselevado de lo que pedia su talla; y así, como sus pies no llegaran a tocar el esca-lón inferior, uno de los pajcs del rev lc colocó debaio una mesita a modo de esca-bel» (Curcio, V 2, 13).—Cuando Talestris, reina de las Amazonas, llega a presenciade Alejandro, «imperturbable, tenía fijos sus ojos en el rey, recorriendo con su mi-rada su porte exterior, que no estaba a la altura de la fama de sus hazañas» (Cur-cio VI 5. 29). La misma reflexión se hace Talestris en el texto de G. de Chatillon,(VIII 3.898 ss.).—Cuando los embajadores escitas llegan a presencia de Alejandro,«tenían clavadas sus miradas en el rostro del rey y, en mi opinión, al estar acostum-brados a valorar el espíritu de acuerdo con la talla, el fisico de Alejandro, nada so-bresaliente, les parecia que no estabá a la altura de su fama» (Curcio, VII 8. 9).Etc.

No es extraño que, en pos de los propios •istoriadores, los relatos novelescos ha-yan insistido en el aspecto poco imponente del rey: el Pseudo Calistenes, al contar-

. nos la aventura de Alejandro que, disfraz.ado, es recibido por el propio Darío yasiste a un banquete ofrecido por el rey persa, dice: «Los persas observaban a Ale-jandro con asombro por la pequeñez de su cuerpo: pero desconocian que en unpequeño recipiente se contenía la gloria de una celeste fortuna» (II 15). Las versio-nes latinas del Pseudo Calistenes es natural que rccojan la información del novelistagriego sobre la escasa talla del rey, aunque en pasajes distintos: Julio Valerio, quehizo una versión al latin de la novela en el s. IV —de la que la edición más au-torizada es la de B. Kiibler, luli Valeri Alexandri Polemi. Res gestae Alexandri Ma-cedonis. Lipsiae, Teubner. 1888—, al contar la misma escena, nos dice que duranteel banquete Alejandro estaba sentado frente a Darío y que, «aunque aquel era de

Page 8: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

172

F. PEJ ENAUTE

AO XXXIV

la Amazona que en la comedia de Lope tiene el nombre de«Rojane».

De todos los •historiadores que narran la anécdota es Dio-doro quien con más claridad expone los motivos y las inten-ciones del viaje: «Cuando (Alejandro) preguntó a Talestris aqué había venido, ella replicó que quería tener un hijo; él seîíì rr_ost-Šado como el más grande .de todos los hombres en

sus empresas y ella era superior a todas las mujeres en valor,y -fortaleza, por lo que el fruto de tales padres sobrepasaría atodos los mortales en excelencia» ".

W. W. Tarn 26 piensa que el origen de la leyenda de tal Visitaestaría tal vez en el ofrecimiento que el rey de los Escitas hacea Alejandro de la mano de su hija ". En cuanto a la informa-ción ofrecida por Arriano 28 , según la cual Atropates, sátrapade la iMedia, envió al rey macedonio cien muchachas armadas,jinetes sobre sus caballos, y que fueron devueltas por aquél pormiedo a .que sufrieran algŭn desmán de párte de sus soldados,el mismo Arriano hace notar .que ni Aristobulo ni Ptolomeoni ningŭn otro autor hacen referencia al caso y piensa que lasAmazonas no sobrevivieron tanto tiempo; es más, sigue di-ciendo Arriano, ya Jenofonte, en tiempo anterior a Alejandro,no hace i-eferencia a las Amazonas y termina afirmando que

corta talla y no comparable a los Persas —que, por lo general, son altos—», (II,26, 151. atraía bacia sí las miradas de todos los comensales. Por su parte, la His-toria de preliis (una versión adaptada de la Novela, hecha por el Arcipreste Leo deNápoles en el s. X, enriquecida con tres recensiones —J 1 > 2 , 3-, en los siglos XIIy XIII y de la que hace unos pocos años ha aparecido una edición sinóptica muYvaliosa: Die «Historia de preliis Alexandri Magni». (Der lateinische Alexanderromandes Mittelalters). Synoptische Edition der Rezensionein des Leo Archiprester un derinterpolierten Fassungen J I, 2 , 3 , Buch I und II—, herausgegeben von Hermann-Josef Bergmeister, Meisenhein am Glan, 1975), nos cuenta (Leo, I 36, 1 ss.• J l, 2, 3,

), 1 SS.) cómo aquellos que habían huido de las manos de Alejandro Begaron aPersia y contaron a Darío todo lo que habían sufrido de parte del Macedonio.oirlo,. Darío les p •eguntó que estatura tenía , y cuál era su aspecto; ellos le enseñaronun retrato y Darío «lo menospreció a causa de su corta talla».

(25) XVII 77. 2-3.(26) Alexander the Great. T. II: «Sources and Studies». Londres, 1979. (La

1. edición es de 1948). Apendice 19: «The Queen of the Amazons», 326-9. Eltexto a que se hace referencia, p. 326-7.

(27) Vease, por ejemplo, Arriano, IV 15, 1-3.(28) VII 13, 2 ss.

Page 9: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

NOTASA aLAS GRANDEZAS DE ALEJANDRO» DE._ 173

él no cree que tal raza de mujeres, tan mencionada por otrosautores, haya eXistido jamás

Por lo que se refiere al resultado de la visita, Curcio dice:«los deseos amorosos de la mujer eran más ardientes que losdel rey y consiguieron que éste hiciera un alto en su marchadurante unos .pocos •dias: trece fueron dedicados a satisfacerla pasión ,de la reina». Diodoro sólo hace notar que el rey pasócon ella trece dias, pasados los cuales la devolvió a su patriacubierta de regalos. También Justino informa de que fuerontrece los dias dedicados por Alejandro a la amazona y ariadela observación de que ésta marchó «una vez que se dio cuentade que estaba en estado». Lope es mucho menos explicito y laescena del encuentro, por lo que se refiere a los dos protago-nistas principales, se •desarrolla en unos términos verdadera-mente versallescos.

Una cuestión de cierto interés es el nombre de la reina. Cur-cio y Diodoro nos ofrecen el de «Thalestris» (lo mismo G. deChatillon); Justino da dos nombres: «Thalestris sive Miny-thya». Orosio 30 ofrece, igualmente, dos, indudablemente inspi-rados en los de Justino: «Halestris» o «Minothea». ,Como se hahecho notar más arriba, Lope la llama «Rojane», nombre queexige algunas observaciones.

En primer lugar, Roxana era la hija de Oxyartes, sátrapa deBactras, la cual casó con Alejandro en el ario 327. Curcio 3 ' noscuenta con delectación y minuciosidad la escena del banquetedurante el que Alejandro se prendó de la joven Roxana que, encompariia de otras jóvenes nobles, danzaba ante los comensa-les durante el festin que el propio padre de la muchacha habiaorganizado para agradecerle al rey su compasivo comporta-miento. La ocasión —todo un rey, que ha respetado a la esposay a las hijas de Dario y se viene a enamorar de una muchachaque no pertenece a familia real— le da pie al moralista que esCurcio para diversas consideraciones filosófico-morales. Roxa-

(29) Para una aproximación al tema puede verse, por ejemplo, la ya citada(nota 18) obra de C. Alonso del Real, Realidad y leyenda de las Amazonas.

(30) Historiarum adversus paganos libri VII, III 18. 5.(31) VIII 4, 23 ss.

Page 10: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

174

F. PEJENAUTE

AO XXXIV

na, de su matrimonio con el rey macedonio, tuvo un hijo, Ale-jandro Aigus, y fue asesinada, junto con su hijo, por iCasandroen el ario 311.

Por otra parte, el Pseudo Calístenes ", al describirnos lamuerte de Darío en brazos de Alejandro, nos presenta al reypersa encomendando su propia familia al Macedonio y, al mis-mo tiempo que le confía su madre y su esposa (en manifiestoanacronismo ya que la esposa de Darío había muerto en sep-tiembre del 331, mientras que el rey persa muere en el veranodel 330), le entrega a su hija «Roxana» como esposa. En reali-dad, con quien casó Alejandro, en segundas nupcias, fue con lahija mayor de Darío llamada Estatira.

Las versiones latinas del Pseudo Calístenes (tanto la de Ju-lio Valerio como la del Arcipreste Leo, ya •citadas en nota 24)siguen de cerca el texto de la Novela de Alejandro, incluyendoel anacronismo •de recomendar Darío a su esposa ya muertay el llamar a su hija «Roxana», •pero tanto Julio Valerio 33 co-mo la Historia 34 presentan la novedad de ofrecer el nombrede la madre de Darío (pasado en silencio por el Pseudo Calís-tenes), que se llamaba, en realidad, «Sisigambis», como «Ro-goduna» (J. Valerio), «Rodogona» (Leo, .1 1, 3 ) y «Rogodona» (j2).

Por supuesto que ni G. de Chatillon 35 ni El libro de Alexan-dre 36 , que, en ŭltima instancia, dependen en este caso de Q.Curcio, no se •hacen eco, al contarnos la muerte de Darío, •de laescena ofrecida por el Pseudo Calístenes.

2. Envío de unos regalos burlescos, por parte de Darío, a Ale-jandro.

En el acto III (versos 2.361-2.340), Lope escenifica cómoTabandro, embajador del rey persa, trae, de parte de su rey,unos regalos para el Macedonio; con los regalos Tabandro es

(32) II 20.(33) II 33, 20.(34) Leo, II 20, 15; J 1 , 2 , 3 73, 15.(35) (VII) 3.683 ss.(36) Estrofas 1.772 ss.

Page 11: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

AO XXXIV

NOTAS A «LAS GRANDEZAS DE ALEJANDRO»

175

portador de una carta en la que Dario interpreta tales regalos,provocando, por parte de Alejandro, una reinterpretación delos mismos.

El envío de regalos alusivos y de doble intención, acompa-ñando a cartas y embajadas, está dentro de la tan corrientesimbología de las relaciones personales en Oriente. Piénsese,por ejemplo, que la misma Novela de Alejandro, después decontarnos la reacción del rey ante los regalos, pasa a informar-nos de cómo Darío escribe a sus generales dándoles orden deque capturen al Macedonio y les dice, aludiendo también alenvío de unos regalos burlescos: «Capturadlo y traédmelo sinhacerle ningŭn dario en su cuerpo para que yo, después dequitarle su manto y de aplicarle unos azotes, lo remita a Ma-cedonia, su patria, junto a su madre Olimpiade, dándole unascastariuelas y unos astrágalos, como usan para jugar los niriosde los macedonios» ".

Por otra parte, la Historia de preliis 38 innova introducien-do en otro pasaje el envio. de un nuevo regalo burlesco: trascontar, como el Pseudo Calístenes, que los sátrapas y generalesde Darío contestan a su rey diciendo que la situación es muchomás delicada de lo que él cree, nos hace saber que el rey per-sa, al recibir, por un mensajero, la información de que Alejan-dro se encuentra acampado junto al río Estraga (Leo y J') / Es-trama (.13 ) / Gránico (J 2), le envía una nueva carta acompañadade un saco lleno de semillas de adormidera, haciéndole saberque los recursos del pueblo persa no se podían contar, comono se podían contar las semillas de aquel saco. Alejandro, trashacerse leer la carta, se metió unos granos en la boca y, despuésde masticarlos, comentó que eran muchos pero flojos («mo-lles»); en contrapartida, envió a Darío un saquito con granosde pimienta; cuando Dario recibió el obsequio y probó el con-tenido del saco, exclamó: «Pocos son sus soldados, pero si sontan ardientes como esta pimienta, son mucho más duros que

(37) I 39. Lo mismo, Julio Valerio, I 41. 39 y la Historia... (Leo I 39, 3;J l , 2, 3 , 32, 3, pero esta no menciona los regalos burlescos, los dados y las castañue-las, aunque se alude a que Alejandro será enviado a Mecedonia para que allí jue-gue con los amigos de su edad.

(38) Leo, I 39-41; J1, 2, 3 . 32_36.

Page 12: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

176

F. PEJ ENAUTE

AO XXXIV •

los míos». El Libro de Alexandre (que aquí se separa de laAlexandreis, que .no menciona para nada la parte referente alos sacos de adormidera y de pimienta) se hace eco de dichaanécdota pero aquí se trata no de simientes de adormidera sinode «simient de budefas»".

El tema eri cuestión se enmarca dentro de las diversas ten-tativas que por parte de Darío se hicieron para conseguir unapaz con Alejandro, a través de cartas y embajadas, y ha sidoestudiado por diversos autores (E. Pridik, F. Hackmann, G.Radet, G. T. Griffith, etc.), cuyos trabajos son analizados porJ. Seibert 4°. Como hace notar G. Radet 41 , el historiador quemás claramenet habla sobre el particular es Q. Curcio, quien "distingue tres tentativas de paz. Ahora bien, el episodio a quehace referencia la comedia de Lope es anterior a estas negocia-ciones, -11evadas a cabo todas ellas a partir de las derrotas su-fridas .por el rey persa en el Gránico y en Isos. Se trata de unafantasia inventada por el Pseudo Calistenes " y que de él pasa alos autores que, directa o indirectamente, se inspiran en la No-vela de Alejandro: Julio Valerio, la Historia de preliis, G. deChatillon, El libro de Alexandre, etc.

Pero, antes .que nada, veamos cómo presenta Lope los he-chos: Tabandro, embajador de Darío, trae a Alejandro, de par-te de su rey, una carta y unos presentes. Estos son: unas rien-das, una pelota y una bolsa con dinero. La interpretación delos regalos la háce el mismo Darío en su carta: las riendasse las envía para que, aplicándoselas al cuello al muchachoque es Alejandro, le enserien a ser un hombre; la pelota, paraque juegue con otros muchachos de su edad; el dinero, paraque con él pueda volverse a Macedonia. La poca edad del rey

(39) Estrofa 810b. «Simient de budefas» significa 'simiente de sandía de bajacalidad'. Véase Louis F. Sas. Vocabulario del «Libro de Alexandre», Anejo XXXIVde los Anejos del Boletln de la Real Academia Es'partola. Madrid, 1976, s.v., dondese hace constar que, segŭn Corominas, el texto en cuestión del Alexandre constituyela primera documentación del término.

(40) O. c. en nota 13, apartado «Die Verhandlungen zwischen Alexander undDarius III», p. 102 ss. y notas •en p. 271. •

(41) «Les négotiations entre Darius et Alexandre apres la bataille d'Issus».(«Notes sur l'histoire d'Alexandre, IV»). Révue des Ét. Anc., XXVII 1925, 183-208.

(42) IV 1, 7: IV 5, 1 y IV 11, L.(43) I 36.

Page 13: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

AO XXXIV

NOTASA «LAS GRANDEZAS DE ALEJANDRO» DE". 177

(apenas 23 arios) provoca en Darío una actitud de desprecioque se manifiesta en la carta en diversos pasajes, por ejemploen la invitación de ,que se vuelva a su patria a cobijarse enel regazo de su madre. Alejandro, por su parte, reinterpretalos obsequios a su modo y encarga al mensajero que tal rein-terpretación se la haga llegar a su rey: las riendas figuran lasque «piensa echar / a la libertad de Oriente»; la pelota es re-presentación del mundo que piensa conquistar; el oro no esmás que la representación del .poderío que el mismo Daríoreconoce que tiene Alejandro, duerio y serior del oro.

Como se ha dicho más arriba, el origen del envío de la car-ta y los regalos es una invención del Pseudo .Calístenes 44 y deél han pasado a las dos versiones latinas 45 , reaparecen en laAlexandreis 46 y, a través de ella, en El libro de Alexandre4terminando, por lo que a nosotros aquí nos interesa, en la co-media de Lope. Ahora bien, por un lado tenemos que, tantoen la Historia de preliis como en la Alexandreis y en El libro deAlexandre, falta la interpretación que de tales obsequios haceel propio Darío en su carta, no faltando, sin embargo, en nin-guno, la reinterpretación que de tales obsequios hace el mismoAlejandro en su contestación al rey persa'. Por otro lado, fren-te a la uniformidad en los regalos (y, prácticamente, en la in-terpretación que de ellos da Darío, así como en la reiterpreta-ción que ofrece Alejandro) presentada por el Pseudo Caliste-nes, J. Valerio, la Alexandreis, El libro de Alexandre y Lope deVega (con las variantes de que lo que es «látigo» en la Novelade Alejandro es «riendas» o «correas» en los demás y lo quees «cofrecillo con oro» en unos es en otros «bolsa de dinero»),la Historia de preliis presenta dos novedades: por una parte

(44) C. García Gual (o. c. en nota 13), en nota 67, recuerda que A. Ausfeld(Der griechische Alexarulerroman, Leipzig, 1907) pone en relación este pasaje delPseudo Calístenes con otro de Justino, XXXVIII 9, 9, en el que se cuenta cómoDemetrio II Nokator de Siria recibió del rey do los Partos. Fraates, unos dados deoro en los que había que ver una interpretación parecida a la que Darío da de susregalos.

(45) J. Valerio, I 37. 36; I 40, 38; Historia de preliis, Leo I 36, 5; J l , 2, 3,29. 5.

(46) (II) 583 ss.(47) Estrofa 783.(48) Pseudo Calístenes, I 38; J. Valerio, I 40, 38; Historia..., Leo. I 38. 9;

.1 1. 2, 3 , 31, 9-10; Alexandreis, (Ií) 612 ss.; El libro de Alexandre, estrofas 800-1.

Page 14: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

178

F. PEJ ENAUTE

AO XXXIV

ofrece una variante notable en cuanto al regalo que apareceen primer lugar en todos los otros autores: no se trata de lá-tigo/riendas/correas sino de una vara encorvada en la punta obastón con el que Alejandro, presentado también aqui comoun muchacho inexperto, pueda jugar con sus amigos ", Ilevan-do pareja el regalo en cuestión la reinterpretación de Alejan-dro de que la vara encorvada figura que todos los reyes in-clinarán la cabeza ante él. En segundo lugar, este regalo noocupa el primer lugar de la serie, sino el segundo, yendo pre-cedido de la pelota, circunstancia que consideramos de inte-rés, como haremos observar más adelante.

El texto de la Historia de preliis, en sus distintas recensio-nes, exige un par de observaciones:

a) La «virga curvata» de Leo, la «virga curva» de J2 , asi

como el «zocani» de J' (y .12 ) y la expresión «cathenam de vir-gis» de J 3 (términos cue van descritos en los distintos textos),hacen pensar en una especie de bastón o «stick» empleado enuno de los diversos juegos de pelota. Aunque el Daremberg/Saglio 51 no registra este tipo de juego entre los distintos jue-gos de pelota en él estudiados, es indudable que debia de estaren boga entre los antiguos toda vez que en el Museo Nacionalde Atenas " se conservan unos bajorrelieves con escenas de lavida familiar de los jóvenes: lucha, pelea entre animales azu-zados por unos muchachos y unos jugadores de «hockey». Estaŭltima escena representa a dos jugadores en el centro, encor-vados, con los «sticks» preparados, colocados en torno a unapelota ,esperando la serial de comenzar el partido; a amboslados hay sendos grupos de dos jugadores, también provistosde «sticks».

(49) Leo: «statim direxit ei speram et virgam curvatam...». J i : «statim direxitei pilam ludicram et zocani, quod factum est de virgis, que curvantur a capite, utluderet cum eo...». «et statim direxit ei pilam ludicram et virgam curvam acapite, que grace zocani dicitur, cum qua luderet...». J3 : «et statim direxit pilamludicrem et cathenam de virgis que a capite curvantur...».

(50) Lugar citado en nota 48.(51) Ch. Daremberg/Edm. Saglio, Dictionnaire des Antiquités grecques et ro-

otaines. d'apres les textes et les monuments. Paris, 1877. (Reproducción fotomecá-nica, 1969).

(52) Semni Karouzou, Musée National (d'Athenes). Guide Illustrée du MuséeAthenes. 1982. p. 55.

Page 15: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

• A0 XXXIV NOTAS A «LAS GRANDEZAS DE ALEJANDRO» DE._ 179

b) Tanto J como J-2 emplean la palabra «zocani» para de-signar lo que en las otras recensiones de la Historia de preliises designado como «virga curvata/curva». J2 nos informa deque se trata de una palabra griega («que grece zocani dicitur»)y tanto J2 como J' nos describen la vara en cuestión. Ahorabien, la palabra «zocani» debe de tratarse de una palabra •degriego medieval, bizantino, desconocida del griego clásico. Porlo que respecta a los léxicos latinos de época medieval, A. Blai-se " y C. du Fresne (= Du ,Cange) m recogen «zoca»/«zoccus»/«zocchus», con el significado de 'tronco, palo', ital. «zocco»,presentando diversos textos en que aparecen tales términos.

Que en Historia de preliis se trata de un «stick» para jugara la pelota, como en el juego de «hockey», parece no haber lamenor duda; por una •parte, tanto Leo como las tres recensio-nes presentan una identificación indudable: como se ve por lostextos presentados en la nota 49, Leo sólo menciona el obse-quio sin explicar en qué consiste: «virgam curvatam»; .13 nosdescribe la forma del presente: «cathenam de virgis, que a ca-pite curvantur»; pero J' y J 2 , aparte de describirnos el objeto,nos hacen saber •ara qué sirve (y no se olvide •que en todosellos, los cuatro, antes de hablar de la «virga curvata» se hahablado de la pelota: «speram/pilam ludicram»), es decir, pa-ra jugar: «et zocani, quod factum est de virgis, que curvantura capite, ut luderet cum eo» (r); «et virgam curvam a capite,que grece zocani dicitur, cum qua luderet» (12).

Por otra parte, cuando, en la misma Historia... 55 se nospresenta a Dario echando un discurso a sus jefes, entre otrascosas les dice: «y yo le envié una pelota y una vara encorvada( = «virgam curvatam»/«zocani») para que a•rendiera a jugarcomo un niño» 56 . Por lo que se ve claro que «virga curvata»/

(53) Lexicon latinitatis medii aevi. Turnholt, 1975.(54) Glossarium mediae et infimae latinitatis. Graz, 1883-1887. (Reproducción

fotomecánica, 1954).(55) Leo, II 7, 5 • J I , 2, 3, 46, 5.

. (56) Con las siguientes variantes: «ego itaque direxi illi speram curvatamquevirgam, ut ludum disceret sicut puer» (Leo); «ego itaque direxi illi pilam ludicramet zocani, ut ludum discreret sicut puer» (J 1 ); «direxi illi pilam ludicram et zocani,ut ludum disceret sicut puer» (J2 ); adirexeram ei epistulam ludierem, ut ludumdisceret sieut puer» (J 3 ), con una clara contaminación, esta ŭltima, entre la cartay la pelota.

Page 16: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

180

F. PEJ ENAUTE

AO XXXIV

«zocani» va ligada, junto con la «pila», a un juego de pelota.Por lo demás, este pasaje de la Historiq de preliis es adapta-ción de aquel otro del Pseudo Caístenes " en que Darío se di-rige a los jefes persas (que deliberan con él sobre qué determi-nación debe tomarse) y exclama: « iy nosotros le enviamos unlátigo y una pelota, para que jugara y recibiera educación!».Aquí, como en la Historia..., se prescinde del tercer obsequio,el oro/dinero, •pero, al mencionarse los otros dos, el PseudoCalístenes insiste, como en la interpretación que de tales rega-los daba ya Darío en su carta, en que el látigo figuraba la edu-cación que se •debía dar al «muchacho» Alejandro y la pelotalos juegos a los que, por su edad, debía dedicarse todavíacosa bien distinta de la que ocurre en la Historia...

Lo ,que hay que descubrir es cómo del látigo ( =«mástix»griego) del Pseudo Calístenes se ha llegado a la «virga curva-ta»/«zocani» de la Historia de preliis. Pensamos •que, en laHistoria..., el primer regalo, la pelota, ha atraído al segundo almundo de los juegos. La Historia... tenía por delante la ver-sión del Pseudo Calístenes hecha por J. Valerio que ofrece, pa-ra traducir «látigo», en las diversos pasajes en •ue habla delos regalos, el término «habena» ( = 'correa, látigo, riendas'),sinónimo de «lora» (plural), empleado por G. de Chatillon.Ahora bien, «habena» designaba también •(como «mástix» engriego, como lo hace notar el Daremberg/Saglio) un adminícu-lo empleado en uno de los juegos de más .uso entre los roma-nos: la correa o cinta con que se hacía girar al trompo, y coneste sentido aparece tal término en Virgilio ". También, pues,por este camino habría sobrevenido un influjo para hacer pasaral segundo regalo al mundo de los juegos. Así las cosas, no pa-rece difícil admitir que la pelota haya arrastrado tras sí al - -instrumento con que a veces se jugaba a la pelota, el «stick»,

(57) II 7.(58) La afición por los distintos juegos de pelota era extraordinaria en la anti-

gfiedad clásica: incluso las personas más graves practicaban alguna modalidad deeste juego y, segŭn testimonios de autores clásicos, había gente que no hacía otra cosaen todo el día. Vease, por ejemplo, J. Guillen, «Urbs Roma». Vida y costumbres delos Romanos. II, La vida pŭblica. Salamanca, 1980, p. 294 ss. Este autor, en nota69 de p. 294, ofrece abundantes testimonios antiguos al respecto. Por lo que se re-fiere a Ale(andro, el mismo Plutarco nos lo presneta en dos ocasiones jugando a lapelota: XXXIX 5 y LXXIII.

(59) Eneida, VII 378.

Page 17: Notas a Las de Lope de Vega - dialnet.unirioja.es · Ningŭn historiador del mundo antiguo dejaría de suscribir ... nizado que escribió una historia universal en 44 libros,

AO XXXIV

NOTAS A «LAS GRANDEZAS DE ALEJANDRO» DE... 181

designado en la Historia... como «virga curvata», un nombre(el de «virga») que, lo mismo que el término «mástix» y el la-tino «verber» (empleado también para designar la correa deltrompo), designaba al mismo tiempo un instrumento de casti-go, tanto áplicado a personas como a animales.

Asi pues, de los dos episodios aqui examinados (que juntocon otros n-luchos constituyen la trama de Las grandezas deAlejandro de Lope de Vega) uno de ellos, el de las Amazonas,llega hasta Lope procedente, en ŭltima instancia, de algunode los tres historiadores cuya obra sobre Alejandro ha llega-do hasta nosotros y .que registran la anécdota: Diodoro Siculo,Pompeyo Trogo/Justino y Q. Curcio. Podriamos asegurar queen este caso la fuente originaria se encuentra en este ŭltimo 6°.

El episodio de los regalos burlescos, por el contrario, inven-tado por el Pseudo Calistenes en el s. III de nuestra era, hapodido llegar hasta el comediógrafo a través de las versioneslatinas de la Novela de Alejandro ól o a través de las versionesmedievales de dicha Novela, aunque parece más verosimil quela fuente sea el propio Libro de Alexandre que, una vez más,también en este caso es reflejo del magno poema épico de G.de Chatillon.

Sea como sea, Lope no introduce más que connotacionesmarginales a la tradición y lo mismo ocurre a .propósito delos restantes episodios de la comedia que, como hemos dichoal principio de este trabajo, examinamos en otro lugar.

F. PEJ ENAUTE

(60) Para un rápido acercamiento al tema de Curcio en España, nos remitimosal apartado de ese mismo titulo que forma parte de la «Introducción» a nuestratraducción de Curcio (Q. Curcio Rufo, Historia de Alejandro Magno. Introducción,traducción y notas de F. Pejenaute, entregado en 1980 para su publicación por edi-torial Gredos formando parte de su «Biblioteca clásica Gredos»). Por lo que respectasolamente a las traducciones aparecidas en nuestra patria con anterioridad a la com-posición de Las grandezas... de Lope, aparte la traducción al valenciano de Luis deFenollet, Barcelona, 1481 (versión heeha sobre la italiana de Pier Candido Decem-brio —el humanista tan ligado a España—, aparecida en 1438), tenemos dos apa-recidas en Sevilla, en 1498 y 1518 (hechas tambien sobre la de Decembrio) y la deGabriel de Castaneda, igualmente aparecida en Sevilla en 1534.

(61) La versión directa al español ha tenido que esperar hasta nuestras días yha sido hecha por C. Gareía Gual (rease nota 13).