nota al pie

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N * revista nota al pie * 1 # Año 1. Número 1. Diciembre 2012. Distribución gratuita.

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Primer numero de un proyecto de revista cultural gratuita realizada para el Taller de Produccion Grafica II de la Facultad de Periodismo y Comunicacion Social de la UNLP

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Page 1: Nota al pie

N*revista nota al pie

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Page 2: Nota al pie

staffEditoraManuela Papaleo

RedactoresFernando ArandaTomás BergeroGonzalo MartínFederico Piana

Arte y diseñoJoaquín PalomequeClara Loustaunau

AgradecimientosPatricia RattoLucía GilesCentro Cultural “En Eso Estamos”Luxor Magenta

*N

Molotov

1 de diciembre – 21 hs

La Trastienda Club (La Plata)

Abel Pintos

1 de Diciembre - 21.30 hs

Teatro Coliseo Podestá

Because we can

5 de diciembre - 22.30 hs

Café Concert 43 e/ 7 y 8

Pura Pride Fest

8 de diciembre - 23 hs

Pura Vida Bar

Patricia Sosa

12 de diciembre - 21 hs

Café Concert (43 e/ 7 y 8)

Arbolito

15 de diciembre - 21 hs

Sala Ópera (58 e/ 10 y 11)

Sinfonía n.° 9 Beethoven

21 de diciembre - 20.30 hs

Teatro Argentino

Muestras deDanza 2012

21 de diciembre - 20 hs

Sala Ópera (58 e/ 10 y 11)

agenda culturaldel 1/12 al 31/12

23

Page 3: Nota al pie

nota de autorNOTA DE AUTOR. Nosotros también decimos.

En este primer número de “Nota al pie” queremos darte la bienvenida con un

contenido bien variado para vos. Te invitamos a recorrer, pero principalmente a

participar de un espacio diferente, que se construye a partir del aporte de todos.

Empecemos.

SANGRÍA. Un espacio para vos. Pág. 4-5

La pluma de la editora nos acerca un cuento que atrae por su crudeza y realidad,

acompañado de una poesía que devuelve el alma al cuerpo. Estate atento, en

unos días se abren las redes sociales para que nos mandes tu producción, no te

pierdas el próximo número, tu nombre podría figurar en él.

DESTACADO. Lo que no podes dejar de ver. Pág. 6-9

El mundo cultural platense comprimido en una sección. Este mes te

recomendamos tres libros que están dando que hablar y un espacio cultural muy

especial que te invita a formar parte de la movida. Chusmeá, probá y recomendá.

OP. CIT. Charlas para repetir. Pág. 12-15

Nuevos personajes emergen desde lo más profundo del arte y la cultura con

propuestas diferentes, movilizadoras. En “Nota al pie” te los presentamos para que

los conozcas y los disfrutes. En este primer número tenemos una figura muy

especial que está camino a la trascendencia internacional. Patricia Ratto, una

escritora tandilense que con su último libro “Trasfondo”, dio el puntapié hacia el

reconocimiento público.

ANEXO. Porque todo suma. Pág. 16-20

Popurrí. Datos útiles, consejos y recomendaciones para la vida de los estudiantes.

En este número, asesoramiento para el licenciamiento de la música que

componés, las obras que escribís o pintás, para que juntos construyamos nuestra

cultura. Además, Universipass, la tarjeta de la UNLP hecha a medida del bolsillo

de los estudiantes.

3

Page 4: Nota al pie

E staba oscuro. Tuve que hacer un esfuerzo tremendo para despegar mis

párpados. Mis fuerzas se habían evapora-do, los músculos de mi cuerpo se negaban a actuar. Sentía puntadas de dolor por todas partes. Sudaba. Un grito ahogado me llenó la garganta, pero no logré materiali-zarlo. El dolor del estómago me estaba devastando y las piernas me temblaban. Nunca hubiese podido ponerme en pie, aunque lo deseaba con todo mi ser. Me agarré fuerte el estómago con las dos manos. Por un momento, el dolor me había hecho olvidarlo todo, pero algo latía aden-tro mío y se movía sin parar. La alegría y la esperanza me devolvieron las fuerzas. Todavía estaba vivo. Si algo me había ator-mentado durante las sesiones de electrici-dad, era el terror de perderlo. Era mi bebé, mío, y ya estaba a punto de nacer. Lo que-ría vivo y conmigo, fuera como fuera.La felicidad de saber que estaba seguro adentro mío, lejos del peligro externo, duró apenas unos minutos. Las puntadas en el vientre eran cada vez más intensas. De un momento a otro supe que había llegado el momento. Algo caliente corría por mis piernas, ya no podía aguantar más el dolor. La respiración se me entrecortaba, el aire no llenaba mis pulmones. Sentía que me iba a desmayar en cualquier momento. No, no lo podía permitir.Me apoyé contra las paredes del calabozo y fue la primera vez, en los meses que estu-ve presa, que agradecí que las paredes estuvieran tan cerca una de la otra. De otra forma, no hubiese podido levantarme. Junté fuerzas y golpeé la puerta de hierro lo más intensamente que pude. Al segundo golpe se me aflojaron las piernas y me caí. Me agarré la panza con ambos brazos para protegerla y me golpeé la cabeza

contra una de las paredes, no sentí dolor. Comencé a gritar, ahora sí, la garganta me lo permitía. Pedía auxilio desesperada.La puerta del calabozo se abrió de golpe. El milico que estaba custodiando me miró fijo, yo no paraba de gritar. Cuando me alumbró con la linterna, vio la sangre que me había manchado la pollera. Me levantó violentamente de un brazo y me arrastró hasta el pasillo. Gritó un nombre y apare-ció otro milico que estaba a la vuelta, segu-ramente custodiando a otro preso. Entre los dos me agarraron y me llevaron a una habitación. Ahí me acostaron en una cami-lla. Al rato vi entrar a un hombre de guar-dapolvo blanco y supe que era el médico. Les dijo algo a los dos milicos y se retira-ron. Lo vi acercarse con una inyección que me aplicó en el brazo. Sentí correr el líquido quemándome a través de las venas y no recuerdo más nada. Cuando me desperté ya me sentía mejor. Miré para todos lados. Oscuridad. Desesperación. Otra vez el calabozo. Me toqué el vientre, estaba vacío, desierto. Gritos. Llantos. Golpes.Hace treinta años, y el recuerdo sigue intacto. Sé que lo voy a encontrar.

san-gría

Madres de la memoria

un espaciopara vos

Manuela Papaleo

*N

4

Page 5: Nota al pie

MutarMutar. Moverse, modificarse, mudar.Mudar de piel, de espíritu, de hogar y de colchón.Cambiar. Cambiarse, cambiarnos.Destinos, direcciones, rumbos.Perdiéndose, fundiéndose en la nada.Y renaciendo, siempre renaciendo.

Girar, tropezar, caer y volver a empezar.Aprender, seguir. Seguir siguiendo.Querer, llorar, odiar, besar, putear.Sentir a flor de piel;refutar nuestras propias convicciones.

Creer, confiar, mentir.Perdonar, gritar, cantar. Bailar hasta el amanecer.Sonreir, desangrar el corazón.Formatear, reiniciar, tratar de olvidar.Lograrlo. Recordar para toda la vida.Ganar, perder, empatar, romper.

Crecer, cortar sogas, volver.Siempre volviendo.Continuar, cansarse, querer abandonar.

Llorar hasta dormirse,reir hasta llorar,vivir hasta morir.

Revivir, y seguir viviendo.

Manuela Papaleo

anexo

Los estudiantes universitarios están

acostumbrados a aprovechar al máximo

las ofertas, sacarle el jugo a las

promociones y recorrer una y otra vez

todos los locales hasta encontrar el precio

que más se ajusta a su bolsillo. Para

facilitar la tan compleja economía

estudiantil, la Universidad Nacional de La

Plata cuenta con la tarjeta de descuentos

Universipass, a la que todos sus alumnos

pueden acceder en forma gratuita y

disfrutar de un amplio programa de

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la región.

La tarjeta estudiantil de descuentos no

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personalmente acercándote de lunes a

sábados desde las 8 hasta las 13 horas en

la Prosecretaría de Asuntos Estudiantiles,

ubicada en la planta baja del edificio del

Rectorado, en avenida 7 nº 776. Lo mejor

es que no necesitas nada de papelerío

engorroso, solo tenés que presentar tu DNI

o el Certificado de Alumno Regular y a los

15 días de iniciado el trámite la recibís en

tu casa.

La UNLP te abre la posibilidad para

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costos adicionales. Sí, escuchaste bien,

Universipass es totalmente gratuita, no

tiene letra chica ni costo financiero.

Imaginala como una llave, una llave que te

abre el abanico para obtener amplios

beneficios en diferentes rubros, que

incluyen, entre otros, artículos del hogar,

peluquerías, gimnasios, pinturerías,

zapaterías, casas de comidas, bares y

restaurantes, teatros, bazar, turismo y

hote ler ía , indumentar ia , muebles ,

jugueterías, música e informática.

Si te irritan los constantes aumentos de

precios, si no te alcanza la plata para

comprarte eso que estás necesitando o

para darte ese gustito que tanto te

mereces, ya no necesitas esperar a la

época de rebajas. No te marees más

haciendo cuentas para ver si llegas a fin

de mes, con Universipass los locales

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el medio pago. Crédito, efectivo o débito

caen rendidos a los pies de esta tarjeta

que llegó para quedarse. Pedila y empezá

a acceder a los mejores beneficios.

Larga vidaa Universipass

*N

20 5

Page 6: Nota al pie

destacadoTámesis y Otros Cuentos Cristian Vásquez

lo que no podésdejar de ver

Un día de la primaverapara olvidar“Era mucha plata. Mucho más que ahora, porque era el año 98, estaba el uno a uno todavía, cuando los muchachos recibieron la oferta”. Así comienza Támesis y Otros Cuentos, una novela sobre cuatro amigos, una extraña propuesta y una mujer. Todo trascurre en el Parque Pereyra Iraola el día de la primavera, donde la vegetación parece cobrar vida y se transforma en un personaje más.Este relato tiene como eje la amistad entre cuatro jóvenes que desde sus comienzos arranca con el misterio, y la continua alternativa entre la alucinación y la realidad conduce poco a poco a los amigos al esclarecimiento de todos los enigmas. La trama rigurosa, el desarrollo sabiamente dosificado por el autor y, sobre todo, la admirable originalidad de la idea en torno a la cual gira la acción, han convertido a Támesis y Otros Cuentos en una ficción inolvidable.Su au to r, Cr i s t ian Vásquez , va construyendo a lo largo de la obra, un relato cada vez más misterioso que va atrapando al lector e impide que abandone su lectura.

Intriga, suspenso y un lenguaje directo, son la mezcla elegida por el autor para ir construyendo un relato atrapante donde cada frase genera una inquietante expectativa que sólo el buen suspenso puede lograr.Una trama en la que cuatro amigos se reúnen en el Parque, donde, más allá de la propuesta, del premio por hallar un lugar y de Mirna, la experiencia conlleva u n a s u m a d e i m p r e v i s t o s y desencuentros. Publicado originalmente en 2007 por la Editorial de la Universidad de La Plata (Argentina), Támesis y Otros Cuentos es el primer libro de Cristian Vázquez.En fin, un relato corto, pero muy seductor y con un gran dominio del suspenso, en donde sin duda va a satisfacer a cualquier lector que se atreva a descifrar el gran misterio que atrapa la trama.

Como hombre, cuestiona su lugar de

poder. “Es muy fácil ser hombre y hablar

sobre la libertad de la otra persona,

cuando la violencia sexista y machista

no la vivís vos”, argumenta, y elige acom-

pañar a las mujeres, “a las pibas”. Desde

un lugar dinámico, no estático. “La

gente piensa que militar al feminismo

desde un lugar de chabón es súper

retrógrado y aburrido. Para mí son mis

compañeras, mi objetivo es divulgar un

mensaje de empoderamiento hacia

ellas”, explica metido en el papel de

militante.

Como lema, sostiene: “señora, done la

pared al arte callejero”. Sus primeras

pintadas salían íntegramente de su

bolsillo, eran totalmente autogestiona-

das “y a base de comer mucho arroz”.

Pero en el último tiempo, Luxor

desarrolló una origi-

nal rutina de

trabajo: “a los

que van cono-

ciendo mi obra

y me piden que

les pinte alguna

pared de su casa, lo que les pido es que

compren los materiales para su pintura y

un excedente con el que después pinto

en la calle”, cuenta. No es raro verlo en

acción a plena luz del día, su arte no

tiene de quien esconderse.

Cuando se le pregunta acerca del senti-

do del graffiti, Luxor hace una pausa,

busca las palabras exactas. “Para mí el

graffiti es una herramienta política para

decir lo que pienso en la calle de una

manera piola, y mis obras son una idea

que va entre la metáfora y el mensaje

forzado”, justifica casi de memoria, como

si tuviera ensayada la respuesta de

antemano.*N

*N

6 19

Page 7: Nota al pie

Peligroso triángulo

“El apego a las personas o a los objetos es

la causa de todos sus sufrimientos, por eso

le recomiendo imitar el andar del caracol,

arrastrarse despacio, sin dejar rastros, con

modestia, indiferencia y anonimato”. En

este último párrafo de Muñeca y yo está la

clave para descifrar este libro de Ulises

Cremonte: la pérdida del objeto de deseo.

Corre el año 1999 en la ciudad de La Plata,

un joven periodista descubre en el sub-

suelo de la galería San Martín, en un “Por-

no-shop”, una muñeca inflable. “Esta mina

tiene que estar en mi casa”. Ese arranque

de fetichismo origina un triángulo amoroso

entre el protagonista, la muñeca y su

novia.

Muñeca, su amante, no es sólo una mujer

fantasma con la que el periodista tiene

diálogos imaginarios, sino también el últi-

mo avatar de una serie de objetos amados.

Tanto la miniatura de la princesa LEIA de

La Guerra de las Galaxias que marcó la

infancia del protagonista como MI

LAPICERA (sic) -una Parker con la que el

abuelo lo premió en la graduación prima-

ria- o esa bicicleta bautizada “la roji”, todos

los objetos en Muñeca y yo cobran identi-

dad y peso para el protagonista, y luego

desaparecen en forma irremediable.

Una historia muy divertida en donde Cre-

monte alcanza un efecto literario único: le

otorga intensión a la ineludible inmovili-

dad de la muñeca - “ella mantuvo una

postura estática y ni siquiera me agrade-

ció (…) la observé buscando una respuesta

y me devolvió un rostro impreciso, ausente,

vacío” - a la par que el protagonista se

somete a un inusual imaginario en el que

la muñeca encarna a la esposa perfecta:

demandante, insatisfecha e impenetrable.

Con un humor delirante, Cremonte constru-

ye una novela insólita sobre la neurosis, el

deseo y la soledad. “Tenía todo lo que

quería: con Kapeluz cubría mis necesida-

des físicas y con la muñeca disfrutaba de

la felicidad primaveral del amor”.

Una obra de la Editorial Universidad de La

Plata (Edulp), finalista del Premio Novela

Clarín en 2002. Un relato lleno de humor,

de absurdo, de mentiras y verdades entre-

lazadas en complejos sentidos discursivos.

Una historia para disfrutar.

Muñeca y yo Ulises CremonteanexoLuxor Magenta Artista callejero

Caminas por las calles de la ciudad de La

Plata. Muchas veces rezongas de la gran

cant idad de baldosas f lojas que

insistentemente tratas de esquivar, pero

siempre es en vano, te salpican, te

ensucian, en síntesis, te arruinan el día.

Pero las calles platenses también albergan

una inigualable muestra de arte callejero

que muchas veces pasas por alto, por no

prestar atención, por desinterés o

simplemente por falta de tiempo. Los

graffities han invadido toda la ciudad, sin

discriminar entre las zonas céntricas y las

más alejadas del casco urbano, para dotar

de color, formas, y dibujos tu paisaje

cotidiano.

Uno de los principales responsables de

este fenómeno es un grafittero de alto

contenido social que no dudó en

desparramar por las calles de la ciudad

mensajes feministas llenos de colores. Sus

obras llevan su firma: Luxor Magenta. Su

verdadero nombre es Lucas, pero se ha

hecho tan conocido por su seudónimo que

le cuesta recordarlo. El Magenta es un

color primario y también una constante en

todas sus pintadas, una rasgo identitario

que lo acompaña a todos lados.

“Yo p into femin i smo , ap l icado y

dulcemente” dice con un hilo de voz que

busca imitar el tono armonioso de la mujer.

Las obras de Luxor tienen identidad. Uno

las ve por la calle y las reconoce. Se ha

dedicado a experimentar si luetas

particulares como las de las mujeres que

parecen flotar en el aire.

Su “Lesbiana Power” como cataloga su

lucha por el género es una reafirmación

de la imagen de una mujer distinta, que

rompe con los estereotipos de belleza, que

propone liberarse, ser lo que se quiera ser,

sin prejuicios. Invita a la mujer a soltarse, a

no reprimirse, a ser sin pensar en lo que la

sociedad preestableció que debía ser.

Arte callejero: graffiti, género y mucho magenta.

*N

18 7

Page 8: Nota al pie

Este término, utilizado originalmente en el mundo informático,

nació como deformación humorística de Copyright, jugando con el

significado de “right” - derecho, en su sentido jurídico - que

además conlleva una acepción política - derecha, ligada al

conservadurismo. Por el contrario, el componente “left” - que

refiere a la izquierda, políticamente hablando - también deriva del

verbo “to leave”: toda creación que se difunda con esta filosofía “se

deja” a disposición de usuarios posteriores, para que se pueda

utilizar libremente de manera indefinida. El Copyleft vendría a ser

la reivindicación de la libertad, frente a los derechos de autor que

la coartan.

Copyleft

©..Trasfondo es una novela breve basada en

la campaña cumplida por el submarino

argentino ARA San Luis en las aguas del

Atlántico Sur durante la Guerra de Malvi-

nas: treinta y nueve días de patrulla, y

ochocientas sesenta y cuatro horas de

inmersión. El argumento se desarrolla ínte-

gramente dentro de la embarcación y todo

el relato está condicionado por una sus-

pensión temporal, donde día y noche se

vuelven jornadas interminables, casi infini-

tas. Los treinta y cinco hombres que confor-

man la tripulación son piezas que encas-

tran en un relato que no da respiro al lec-

tor. La monotonía subacuática está alimen-

tada por un aislamiento que se vuelve

amenaza: la amenaza de la guerra. Pero no

todo es fogonazo. Bajo el manto del océa-

no la vida es espera, el miedo es impoten-

cia y el sueño y la vigilia se confunden, se

mezclan.

La única certeza de la novela es la Guerra

de Malvinas.

Casualidad o fatalidad, si en Trasfondo

todo parece disolverse tras una niebla que

adormece, que oculta e invisibiliza, el

enfrentamiento de Malvinas también tiene

su velo infame, ese “manto de neblina” al

que alude la canción patria que silenció el

dolor.

“La Guerra de Malvinas nos quedó lejos,

uno no terminó de involucrarse y entender

que estábamos en guerra”, comentó en

tono reflexivo su autora Patricia Ratto. “En la

novela aparece la ceguera de la guerra,

porque ellos en el submarino nunca vieron

las islas, ni nada del afuera, porque las

veces que sacaron el periscopio había

niebla. Justamente me parece que esa es

la metáfora de lo que pasó, Malvinas es la

guerra que no vimos”, sentenció Ratto.

En Trasfondo también emerge con fuerza el

absurdo de la guerra. Torpedos que no

explotan, radares descompuestos, órdenes

incoherentes, fugas milagrosas y un motor

inutilizado completan un panorama de

humillación y abandono. Los partes de la

Marina nunca llegan, y las noticias del

enfrentamiento son recibidas a través de

emisiones esporádicas de reportes infor-

mativos de Radio Colonia. Para generar

más incertidumbre, la escritora optó por no

incluir fechas: cuando las cosas pasan,

pasan.

Trasfondo Patricia Ratto

En el fondo del mar

bajo licencias Copyleft, que se plantea

como una estrategia legal aplicada desde

una perspectiva antagónica a la del

Copyright para superar las restricciones y

favorecer la creación de nuevas obras. Esta

licencia permite la copia, redistribución,

derivación y, según el nivel o tipo de

licencia, su comercialización. Existe, sin

embargo, una restricción fundamental que

establece que cualquier obra derivada

debe estar también bajo las mismas

condiciones del original. Libre nació y libre

vivirá.

*N

*N

8 17

Page 9: Nota al pie

Camino un número, el cartel indica 8. Cru-

zando la Avenida 44 las calles se vuelven

oscuras. Una esquina iluminada y concurri-

da. Dos cuadras más y llegué al lugar,

aquel que resplandece por su colorido.

Tres letras: E-E-E. Una incógnita que, suma-

da al estilo carnavalesco de su fachada,

me invita a entrar para descubrir qué hay

dentro, ¿vamos?.

Una inscripción sobre la puerta me indica

que estoy en el lugar correcto: “En eso

estamos”. Cruje la gran puerta de casa

antigua con vitró y descubre un pasillo de

piso alegre. A medida que lo transito se

suceden una serie de habitaciones a la

vista. Sillones, adornos raros, pinturas colo-

ridas, luces como soles y luciérnagas com-

pletan los ambientes. Es sábado, ya hay

murmullos y puedo descubrir el aroma a

comida casera.

Reservé una mesa por teléfono esta misma

tarde, me reciben con una sonrisa y me

invitan a acomodarme. Tomo asiento en un

viejo sillón que quiere succionarme como

si fuera un control remoto, pero también

hay gente en diversas mesas que rodean

un improvisado escenario con instrumen-

tos que desean gritar melodías. A mi alre-

dedor hay gente como vos. Unos charlan,

otros dibujan en cuadernos comunes que

luego hacen circular; o escriben, como lo

hago yo.

La mirada nunca descansa en este lugar,

hay una muestra fotográfica distribuida

por toda la casa, intercalada con cuadros

de artistas platenses y pintadas de mil

colores. Todo resalta gracias a la ingeniosa

iluminación: planchas de telgopor, latas,

caños, CDs, envases plásticos, diarios y

engrudo, todo sirve para crear un clima

cálido y hogareño. Ésta es justamente “la

casa”, la segunda (o la primera) de este

grupo de amigos que construyen vínculos

a través de cenas, talleres, obras de teatro,

recitales, fiestas.

Los tacos caseros y la cerveza artesanal de

Berisso llegan y les sigue la ovación. Las

risas y los gritos de alegría cambian el

ambiente, se respira amistad en casa. De

carne, de verdura, con salsa o picante, los

tacos se consumen hasta que un juguito

recorre los dedos enmarañados que es

necesario chupar para expresar que la

comida estaba buenísima. La sobremesa se

enciende, finalmente, con los músicos que

pasan a ser el centro de atención.

Hoy hay música, pero ya me dijeron que

mañana estrenan una obra de teatro del

grupo de la casa, que se llama La Joda.

Buen nombre, pienso. Pero también me

invitan a sumarme a alguno de los talleres

que hacen en la semana: canto, guitarra,

samba, educación popular... Seguramente

vuelva, ¿y vos?.

Acompañame a descubrir un espacio diferente

En Eso Estamos Espacio cultural

anexoporque

todo suma

Sos estudiante: realizás y publicás

investigaciones y trabajos prácticos. Pero

también sos músico: componés canciones,

las interpretás y las difundís. Tal vez sos

artista: te expresás en la calle, en un lienzo,

en la web. ¿O serás escritor? Sea como

sea, al expresarte estás creando una obra

artística o científica, y automáticamente

obtenés derechos sobre ella. Sos su

creador, su autor, y como tal podés decidir

sobre ella. Esto es lo que normalmente se

conoce como “derecho de autor”.

La mayoría de los libros y CDs que

compramos, así como la información que

consumimos, se encuentra resguardado

bajo la Ley de Propiedad Intelectual. La

misma reserva a los autores los derechos

exclusivos de reproducción, distribución y

comunicación pública, y sólo permite a los

usuarios de las obras creadas algunos

usos concretos como son el derecho a la

copia privada o el derecho de cita. Para

otro tipo de usos, como vender una

fotocopia de la obra o grabar el CD que

compramos , se debe obtener la

autorización expresa de los autores y/o

titulares de los derechos de explotación.

Cuando leemos el conjuro “todos los

derechos reservados” estamos ante el

conocido Copyright.

¿El problema? De esta manera se

desalienta y restringe la creación de

nuevas obras, se atenta contra el libre

acceso a la cultura cuando lo que en

realidad queremos es justamente lo

contrario: ¡Compartir ! . Se trata de

garantizar el acceso abierto a la

información y al conocimiento más allá de

aspectos jurídicos y de legitimidades. Las

ideas, las imágenes y los sonidos surgen

de un magma común, todos colaboramos y

aportamos en la configuración del

lenguaje y la cultura.

Ante un problema, se erigen diversas

soluciones. La opción más radical es

colaborar con el desarrollo científico y

cultural publicando una obra sin derechos,

bajo lo que se llama “dominio público”. De

esta manera se garantiza que cada

persona que recibe una copia de una

obra pueda a su vez usar, modificar,

redistribuir el propio trabajo y las

versiones derivadas del mismo. Ahora bien,

se debe tener en cuenta que también se

puede tomar esa obra y venderla.

Otra opción consiste en publicar una obra

La cultura como creación colectiva

*N

16 9

Page 10: Nota al pie

considero solista, porque el proyecto

musical no se modificó con la ida de

los instrumentistas y porque soy la cara

del producto que estoy haciendo rotar.

Respecto a tus temas: ¿Cuál fue el

primero que escribiste y por qué?

“Solo vine a decirte adiós”. Lo escribí a

los 13 años, en la época de los amores

y desamores de la adolescencia. Me

parece re loco, que hoy lo sigo eligien-

do y es uno de mis preferidos en el

repertorio.

Tu pasión por el arte, ¿sólo se defi-

ne en lo musical o tenés otros tipos

de actividades artísticas?

Mi fuerte es la música, pero practiqué

danza 6 años y estuve pensando en

retomar. Me encantaría pintar y dibujar

aunque claramente no tengo aptitudes

para eso, pero me interesa la búsqueda

de esa faceta en mí. Necesitaría un

día que dure 48 horas, porque entre el

laburo, las cursadas y el proyecto no

doy a basto.

Acerca de la lectura: ¿Te gusta leer?

¿Qué tipo de textos lees? ¿Y qué

género?

Últimamente estoy leyendo bastante ya

que estoy cursando Producción de

textos. Hemos visto bastantes textos

sobre el eterno debate de la cultura y

el mercado, cuentos y poesías. Además

de las entregas de producciones escri-

tas.

En caso de tener afinidad por otro

tipo de expresión artística: Pintar,

Escribir, Dibujar, etc. ¿Qué hacés y

qué tiempo le dedicas?

Por ahora, solo música… Veremos el

próximo año si arranco con algo.

En este momento, además de cum-

plir con tu vocación de cantante:

¿Cómo te definís?

¿A nivel personal? Me considero feliz.

Laburo, curso una carrera hermosa y

me dedico a lo que amo hacer. No me

falta nada y estoy muy conforme con

todas las oportunidades que se han

dado, y con lo que fue creciendo mi

público y mi música. *N

10 15

Page 11: Nota al pie

¿Cómo comenzó tu relación con la

música?

Desde que tengo memoria que con la

música nos llevamos bien. Tengo recuer-

dos de mi infancia tocando un piano de

juguete que tenía una sola octava, y

cantando por todos los rincones de la

casa. No paraba de hacer ruido.

¿Cuál fue el primer instrumento que

tocaste?

A los 9 años, quise estudiar batería y mi

viejo me convenció de que el piano era

un instrumento que me iba a facilitar

acompañarme para cantar mis cancio-

nes y arranqué con las clases. A los 13

me entusiasmó la guitarra, y a los 20

decidí inscribirme en Bellas Artes en la

carrera de Licenciatura en Música Popu-

lar.

¿Qué respuesta tuviste de tus viejos

cuando decidiste dedicarte a la músi-

ca?

Al principio les costó entender, pero

siempre me apoyaron y estuvieron entre

el público. Incluso me dan ideas y me

hacen críticas constructivas sobre mi

proyecto musical. Ya se acostumbraron a

que en casa hay música todo el tiempo,

incluso mi hermanito menor empezó a

estudiar batería.

¿Cuándo y cómo fue tu primera pre-

sentación?

En un acto escolar a beneficio, que

armamos con mis compañeros de secun-

daria, en el Teatro Café Concert. Esa fue

mi primera experiencia ante un público

que encima era numeroso, y la pasé tan

bien arriba del escenario que no quería

bajarme.

¿Siempre fuiste solista o en algún

momento formaste parte de alguna

banda, dúo, trío, etc.?

Cuando decidí salir a tocar, empecé

haciendo shows acústicos. Me cargaba

el piano en un taxi y listo. Tiempo des-

pués convoqué a mis primeros músicos

que también eran mis amigos, y arma-

mos mi primer banda. Luego, se fueron

del conjunto por diferentes motivos, y

con Alejandro, quien me representa,

buscamos a quienes los suplantaron. Me

op. cit.Lucía Giles

Cantautora

epígrafe

«Así es la vida. Siempre alguien espera que regrese algún otro

que nunca vuelve. Siempre alguien que quiere a algún otro

que no lo quiere. Y al fin uno busca destruir a ese otro,

quienquiera que sea, para que no nos lastime más.».

Ray Bradbury

Lucía tiene 22 años, nació en La Plata.Se desempeña como cantautora de pop y rock.Recientemente compartió escenariocon Daniela Herrero

14 11

Page 12: Nota al pie

Una escritora fuera de lugar

La primavera le queda bien a Patricia. Está suelta,

amable, con ganas de charlar. No es sólo buen humor,

algo demasiado pasajero. Es una alegría que cobra

relieve, se materializa para acompañarla en toda la

entrevista. Desde abril vive cada día con una invita-

ción en cada esquina. Sorpresas, muchas. Ya Trasfon-

do, su tercera novela, se ha consolidado como una

referencia dentro de la literatura argentina que tiene

como núcleo temático la Guerra de Malvinas. Está

feliz con el resultado, como si ahora pudiera decir ya

está, así es, acá está.

Cuando el grabador se prende, sin perder la gracia,

se pone un poco más seria, se sienta más de frente

para escuchar las preguntas. Se define con humildad

como una “lectora que se atrevió a escribir”, un poco

porque hay mucho de cierto en la importancia de la

lectura en toda su vida y obra, y otro poco para

escapar al rótulo de escritora. No se siente cómoda

cada vez que alguien la llama así. Inconscientemente

hace una mueca, un rezongar educado.

No es capricho, es una táctica. “Prefiero definirme

como una escritora que está fuera de lugar, porque

me siento incómoda en todas las partes, y esa inco-

modidad es en cierto modo movilizadora, genera

búsquedas, desplazamientos. Suelo sentirme así, y

estoy casi segura de que es una de las razones más

fuertes que me llevan a escribir” explica apresurándo-

se por tomar distancia, por sacarse de encima cual-

quier tipo de similitud que la ate a la galería de los

escritores de hoy.

La escritora tandilense se inició en el mundo editorial

con su primera novela Pequeños hombres blancos

(2006), una historia que tiene como protagonista a

Gabriela, una joven maestra de matemática que llega

a un pueblo de Chubut para enseñar durante la

última dictadura cívico-militar. Más adelante, llegaría

su gran consagración, Nudos (2008), donde toda su

delicada pluma quedó expuesta en la configuración

de la imagen panorámica de una ciudad, que cobra

vida mediante numerosas historias, voces y cuerpos

que conforman una red en la que todos los hilos se

terminan conectando y anudando.

Para Patricia todo se puede mejorar, todo se puede

op. cit.charlas

para repetir

Patricia RattoNovelista

«Me siento incómoda en todas las partes,

y esa incomodidad

es en cierto modo movilizadora»

volver a escribir de una forma más acabada. “Uno no

termina de aprender nunca, no hay que creérsela

nunca” repite rápido el dogma que profesa, una y

otra vez. Ella se considera en estado de alerta, porque

la comodidad tiende a estancar a la persona.

Este año presentó Trasfondo, su tercera novela publi-

cada bajo el sello de Adriana Hidalgo Editora, como

todas las anteriores. Fue todo un desafío, un all in al

que apostó sin dudarlo, y en hora buena, la novela no

ha hecho más que catapultarla hasta la cúspide de

los novelistas del país. Ahora trata de dar con la

fórmula, como si se tratara de la receta de un suple-

mento de cocina, y ella no duda: “Tengo la suerte de

tener un editor muy lector, es hiper-crítico. Uno tiene

que saber que después vienen los lectores de la

prensa y los lectores reales, entonces es necesario

pasar todos esos filtros. Además es un editor que no

me va a hacer sugerencias con criterio comercial

porque es una editorial que no tiene ese perfil, me

garantiza que la sugerencia apunta a la calidad del

texto que uno escribe”.

Uno la observa detenidamente y Patricia no tiene

nada de excéntrica, como suele sugerir el mito de los

escritores. No necesita de pociones mágicas para

inspirarse. Vive el éxito sin alterarse, cuidando la

línea, y manteniendo la esencia. Su día a día es

rutinario, casi monótono. Se mueve entre los pasillos

de su casa, alternando la escritura esporádica frente

a su computadora con la limpieza y el dictado de

talleres de escritura. También sigue trabajando como

docente en la Escuela Nacional Ernesto Sábato,

participa de la Sala Abierta de Lectura y siempre está

dispuesta a incursionar en alguna otra actividad

relacionada con la lectura y la escritura.

Comienza a detallar cómo se le reveló Trasfondo, y al

contarlo un haz de luz la atraviesa de un momento a

otro. “La historia me llegó en un acto de Malvinas, en

2009, en la Escuela Nacional Ernesto Sábato. Allí

había un veterano de guerra que contó que tenía 19

años cuando estuvo en el submarino y comenzó a

relatar cómo había sido su experiencia. Yo me intere-

sé por su testimonio, pero como tenía que ir a dar

clase a otra escuela me tuve que retirar. A pesar de lo

poco que había escuchado, la historia hizo su impac-

to, quedó en mi cabeza, me rondaba todo el tiempo,

no podía evitarla”. Se detiene para señalar su cabe-

za, quiere subrayar la parte última: “quedó en mi

cabeza, me rondaba todo el tiempo, no podía evitar-

la”.

“Me quedó así como una espina clavada, me obsesio-

né con la historia, no me la podía sacar de la cabeza”,

así describe cómo el deseo de conocer se le reveló

nítidamente como una posibilidad para crear una

obra literaria. “Yo veía que en el fondo había algo. La

novela terminó con el título Trasfondo, aquello que

está atrás del fondo, sentía que ahí abajo había otra

cosa”, dice tan memoriosa, tan atenta, tan visionaria.

Pero a la suerte de aquella revelación tuvo que acom-

pañarla con sacrificio y entrega. Más de tres años de

investigación, de llamadas, de encuentros, de entre-

vistas, y de borradores abandonados o desechados.

Miedo, incertidumbre, cafés, charlas con gente desco-

nocida, alegrías y tristezas. Todo un menú variado

que Patricia degustó hasta llegar a escribir Trasfondo.

Un camino empinado, que ella sola eligió recorrer.

«Me quedó así como una espina clavada,

me obsesioné con la historia, no me la podía

sacar de la cabeza»

*N

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