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Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal. Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal (Primitiva) Una síntesis sobre la Francmasonería Progresista Universal en Europa. por el V:. H:. Ricardo E. Polo : . Investigaciones históricas de la francmasonería Primitiva Edición 2004 Colección CUADERNILLOS Edita Revista Hiram Abif con el auspicio de LogiaRED

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Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

Nociones sobre lafrancmasonería Progresista

Universal (Primitiva)

Una síntesis sobre la FrancmasoneríaProgresista Universal en Europa.

por el V:. H:. Ricardo E. Polo : .

Investigaciones históricas de la francmasoneríaPrimitiva

Edición 2004Colección CUADERNILLOS

Edita Revista Hiram Abif con el auspicio de LogiaRED

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

Nociones sobre la francmasoneríaProgresista Universal (Primitiva)

por el V:. H:. Ricardo E. Polo : .

Una síntesis sobre la FrancmasoneríaProgresista Universal en Europa.

Investigaciones históricas de la francmasoneríaPrimitiva

Edición 2004Colección CUADERNILLOS

Edita Revista Hiram Abif con el auspicio de LogiaRED

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

Sin duda alguna el profesor Dr. Ramón Espadas yAguilar, al igual que Frere Charles Pompier en sustrabajos relativos a la «Historia General de la Franc-masonería Progresista Universal. Su filosofía», y«¿Qué es la francmasonería Primitiva?» exponencon minuciosidad una etapa significativa de la Maso-nería, que no siempre parece alcanzar el conoci-miento de los QQ:.HH:. y que suele obviarse en méri-to a las certezas que un vasto sector de la Orden,cree poseer en relación a las verdades, mitos y le-yendas que proliferan, a través de muchísimos auto-res que exponen sobre su versión de la Historia Insti-tucional.

Hoy podemos saber que «...en la primera etapa delRégimen feudal, la Masonería Operativa gozaba delos privilegios de una casta que consistían en el de-recho de libre organización y de contratar en formaexclusiva la construcción de los templos, edificiospúblicos, monumentos arquitectónicos, etc. En suorganización interna admitían como miembros, nosólo a los hombres libres que tenían oficios o profe-siones relacionados con el arte de la construcción,sino a todos los hombres libres que por su saber opor otras causas eran útiles a sus asociados; por lotanto reunía en su seno la flor y nata de los hombresde arte y de ciencia de su época».

Estos conceptos del Dr. Espadas y Aguilar son muyclaros y específicos. Señalan la condición en fun-ción de la cual los hombres podían ser masones. Yque no solo debían ser obreros u oficiales de la cons-trucción, sino que podían ingresar a ella mentes es-clarecidas y, como bien se menciona, «...útiles a susasociados».

No cabe duda que tal asociación debió concitar lasprevenciones, temores y celos del poder monárqui-co y el eclesial, puesto que «...a principios del sigloXIV, la Masonería Operativa sufre la persecución delclero católico, el que no respeta los privilegios de laorganización». Recordemos que «...la enseñanza eracontrolada por la Iglesia y se exigía a los masonesla profesión de la fe católica y su afiliación a lasCofradías : toda asociación libre era perseguida».

De allí que los masones se vieron compelidos a or-ganizarse secretamente en gremios por oficio y comomedio para defenderse de las persecuciones... Fueasí como se dividieron en Aprendices, Compañerosy Maestros, de acuerdo a cierto orden de capacita-ción profesional.

Sabemos que la organización gremial se fue conso-

lidando en villas, comunas y ciudades más o menosindependientes del poder clerical, refugiándose enellas y contando con el apoyo de algunos sectoresde la población e incluso de parte de las autorida-des. En esos refugios solidarios, los masones ope-rativos, contando con sus respectivos oficios, esta-blecían «...pequeños talleres productores de los ar-tículos de consumo local, dando nacimiento al arte-sanado con su peculiar economía, que convirtió alos maestros o a los más hábiles, en dueños de lostalleres y en asalariados a compañeros y aprendi-ces».

Menciona el Dr. Espadas y Aguilar que: «...en la EdadMedia escaseaban los especialistas del arte de laconstrucción, así pues, los operarios, ingenieros yarquitectos se trasladaban de un lugar a otro paraejecutar los trabajos más difíciles y de mayor res-ponsabilidad; así es como adquirieron su carácterde universalidad. Los componentes de la asociaciónde Constructores se valían de signos, toques y pa-labras secretas, para el reconocimiento de sus aso-ciados y para evitar que el elemento clerical se infil-trara entre su gente, cuando tenían que cambiar ellugar de su trabajo».

Para comprender con mayor precisión el decursode tal evolución masónica, debemos señalar la signi-ficación que tuvo la incorporación a ella de «...perso-nas de confianza que podían ser útiles a los asocia-dos en su calidad de sabios, profesores, artistas,protectores, defensores, etc., y los distinguían comoaceptados del gremio, o sea el elemento intelectual».Se trataba de tres categorías de profesión, denomi-nadas, maestro perfecto (pintores, escultores, y ar-tistas en general), inspector (ingenieros o directorestécnicos de las obras), y arquitecto.

Pero no todo fue continuidad ni lecho de rosas. Por-que el clero conspiró permanentemente contra losmasones operativos, obligándolos a participar en lasluchas políticas contra el dominio de la Iglesia. A fi-nales del siglo XV, las acciones contundentes de laInquisición, obligaron a los masones a cambiar sustácticas, adaptándolas a las situaciones de la épo-ca.

Y he aquí el momento que creemos trascendente,en el que tanto los HH:. operativos como los «acep-tados» formaron las Antiguas Logias francmasó-nicas, dentro de las cuales se ocuparon de «...la di-rección de la lucha contra el feudalismo, dejando acargo de los gremios únicamente la defensa de losintereses profesionales y de oficio».

Esta síntesis nos permitirá conocer el nacimientode la Masonería Moderna o Francmasonería, cuyosintegrantes tuvieron brillante accionar, al poder ac-tuar en la lucha «...contra la explotación de la igno-rancia, por el Triunfo de la Verdad y por el ProgresoHumano», pues tales fueron sus consignas esencia-les.

La creencia generalizada entre los HH:. masones,de que la Masonería operativa era consecuencia odesarrollo actividades de corte religioso-espiritual oformativo de sus miembros, no refleja el accionardesplegado por aquellos hombres entusiasmadoscon las ideas de progreso y los avances de la cien-

Nociones sobre la francmasonería ProgresistaUniversal (Primitiva)

Síntesis sobre la Francmasonería ProgresistaUniversal en Europa.

Por Ricardo E. Polo : .

Este trabajo se lleva a cabo con referencias al ex-tenso estudio que el profesor Dr. Ramón Espadasy Aguilar, y Frere Charles Pompier, desarrollaronsobre la historia del Rito Primitivo y tomando los

parámetros por llos fijados al respecto.

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

cia. Aún imbuidos de la «religiosidad» de su tiempo,más a consecuencia de imposiciones clericales quede convicciones, esa etapa ha sido colocada en uncontexto de ocultamientos o desvirtuación, acordescon las tendencias dogmáticas impuestas a lo largode la historia.

Por cierto que «...la obediencia servil al clero y alseñorío feudal, que los filósofos escolásticos consi-deraban como el reflejo del reino de Dios en la tie-rra, no resolvía los problemas de la pobreza, de lamiseria, del hambre y de la desesperación que rei-naban entonces». Y este párrafo adquiere mayorsignificación, si tenemos en cuenta la creencia denuestros HH:. en el sentido de que en el seno de lasLogias, no se deben tratar asuntos denominados «po-líticos», como si el Landmark que así lo dispone,anatematizara la consideración de las cosas que ata-ñen a la condición humana, sus aspiraciones, espe-ranzas y problemas, cual si estos fuesen ajenos a laocupación y preocupación de la Masonería. Por cier-to que la masonería operativa no solo los trataba,sino que los procuraba resolver.

Deberemos tener en cuenta que en aquellos tiem-pos, «...la filosofía que se basaba en la ciencia ex-perimental, en el descubrimiento de la verdad delmundo y que proporcionaba los nuevos medios dedominación de la naturaleza, tomaba un incrementocada vez mayor. Se iniciaba la época de la Reformaen Alemania y Gran Bretaña y del Renacimiento fran-cés e italiano». No era poco todo esto. Ni ámbito in-telectual u operativo, dentro del cual los masonesse sintieran o pensaran ajenos.

Quiero decir con esto, que la actual visión de unaMasonería híbrida, dedicada a sí misma y ...ámbitode «formación» ética y moral de sus miembros, paraque una vez «pulida su piedra bruta» salgan al mun-do exterior a ejemplarizar con su conducta de virtu-des y valores..., es al menos una visión «astigmática»de la realidad masónica.

Durante el Renacimiento italiano, se llevaron a cabomúltiples reuniones entre laicos y eclesiásticos enaquellas ciudades-repúblicas del norte de Italia, du-rante las cuales fue posible adquirir nuevos conoci-mientos sobre muchísimas disciplinas. Sabemos quese hallaban muy adelantadas económicamente y encoincidencia con la conquista de Constantinopla porlos turcos en 1453. Precisamente, en tales reunio-nes, «...laicos y eclesiásticos estudiaban las obrasfilosóficas y científicas antiguas traídas por los sa-bios y filósofos griegos, que se refugian en Italia a lacaída de Constantinopla».

Nos dice el profesor Espadas y Aguilar, I:. y P:. H:.del grado 33, que «...el interés por lo antiguo y labúsqueda de manuscritos se convierte en ocupa-ción de buen tono a mediados del siglo XV. La Aca-demia Platónica de Florencia y la Academia aldinade Venecia, son los centros más seguros del pensa-miento libre; de estos centros parten diferentes co-rrientes filosóficas que se enfrentan a los escolásti-cos y precipitan la descomposición del régimen feu-dal». Nada menos. Y sabemos que también por obray gracia del empeño de la europea masoneríaoperativa, que lleva a cabo una obra de significativatrascendencia en la historia de la Orden.

Veamos con sintético detalle, un panorama del pen-samiento filosófico y la situación de la época. Diceel Prof. Espadas y Aguilar: «...El Profesor PedroPomponazzi -1462-1525- de la Universidad de Paduay más tarde de Ferrara y Bolonia, interpreta la doc-trina aristotélica en contra de los escolásticos; él pre-sentaba a Aristóteles en su «Tratado de la Inmorta-lidad del Alma» como naturista, negando la provi-dencia y la inmortalidad del alma». Era de esperar,entonces, que «..los inquisidores de Venecia orde-naran quemar todas sus obras y el concilio de Trentolas incluyera entre las obras prohibidas. Al mismotiempo que las corrientes de carácter idealista, reli-gioso y místico, se desarrollaba una corriente cientí-fica y filosófica marcadamente materialista».

No obstante el poder eclesial, «...Esta corriente vi-vía y se alentaba entre la gente que tenía que resol-ver problemas prácticos; entre los hombres ocupa-dos en la construcción de obras arquitectónicas, ar-tes plásticas, pinturas artísticas, en la industria, lanavegación, en la guerra o la defensa; todas esagente necesitaba ayuda de los conocimientos cien-tíficos; de matemáticas, astronomía, física, alquimia,anatomía, mecánica, etc. Y Así se explica cómo pudovivir la ciencia y la filosofía en la terrible noche de laignorancia de la Edad Media, aun teniendo en sucontra todas las opiniones escolásticas, las famo-sas Decrétales de Platón y de Aristóteles y las tra-bas eclesiásticas, contrarias a la investigación cien-tífica».

Este panorama histórico institucional se complemen-ta con estos conceptos: «...La corriente científicadesde el siglo IX se alimentaba de la cultura árabeque se extendía al Asia Menor, norte de África y Pe-nínsula Ibérica. Así se explica también cómo la con-servación de la corriente científica a través de la EdadMedia, se debió en buena parte a las agrupacionesgremiales, entre ellas la Masonería Operativa, querepresentaba la organización modelo debido al ca-rácter internacional y progresista de sus agrupacio-nes, que tenían que andar por toda Europa en bus-ca de trabajo».

Lo siguiente debe ser tomado con mucha pondera-ción, si se quiere comprender la ulterioridad de nues-tra Orden: «...Tan adelantados estaban los conoci-mientos científicos de los gremios, que las enseñan-zas de Arquímedes, traducidas en parte al latín porel matemático Tartaglia y publicadas como novedaden 1543, ya eran conocidas entre los Masones Ope-rativos, que se valían desde tres siglos antes de suteoría de palancas y de su invento de poleas móvi-les para ejecutar los trabajos de construcción. Losgremios de tintoreros de Maguncia, Colonia, Douaiy Florencia, conocían ya en el siglo XII, los procedi-mientos de tintar telas y cueros, cosa que mencionaen sus trabajos el famoso químico árabe Abu MusaJabir ibn Haiyan, quien murió en 776. Durante el si-glo XIV, sigue fortaleciéndose notablemente y aun-que no se pudo conservar escritos de ningún hom-bre que pudiera identificarse como su componente,-debido a que la inquisición todo lo quemaba-, sí seconserva la historia de los hechos que condujeron ala lucha por la superación gremial en lo político, eco-nómico y social». Durante esta lucha se formó unaideología que tenía la tendencia de deslindar el cam-po de la filosofía idealista de la materialista. Es de-

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cir, el idealismo filosófico y el materialismo filosófico,opuestos en el camino de la comprensión y la bús-queda de la Verdad científicamente demostrable.

No cabe duda, entonces, que en el contexto históri-co de la Europa occidental, el siglo XV ha sido eltiempo de la más intensa lucha por el Renacimientoy esa lucha fue contra la servidumbre y la iglesia,con la aspiración del progreso y la esperanza delibertad.

Sabemos hoy que el material para la formación dela nueva ideología, como se ha mencionado, «...seextrajo de la antigua cultura acumulada por el mun-do greco-romano. La naciente burguesía se aprove-cha de la herencia de la antigua sociedad y la oponea la ideología feudal-eclesiástica, formando la nue-va cultura, de donde toma la denominación de Re-nacimiento, que significa: las viejas fuentes de la cul-tura antigua absorbida y superada».

Sostiene el I:. y P:. H:. Espadas y Aguilar que: «...Losgrandes escritores como Petrarca y Bocaccio, consus críticas, contribuyen a demoler la dictadura dela iglesia. La personalidad humana vive y en múlti-ples y variados aspectos, rompe las cadenas del ré-gimen de servidumbre. Aparecen los genios comoLeonardo da Vinci -1452-1519- que con la fuerza desu pensamiento, carácter y sabiduría, aumenta lasavia de la nueva cultura, juntamente con los de-más hombres del saber y de las artes».

Finalmente, podemos decir, además, que «...Las ca-racterísticas de la filosofía del Renacimiento son: lanegación de la sabiduría libresca y de la escolásti-ca; la tendencia materialista apoyada en la experi-mentación sensible; el individualismo y el escepti-cismo religioso. La filosofía del Renacimiento, queestá íntimamente ligada con las ciencias naturales,se aparta totalmente del idealismo (filosófico)».

He aquí una sutil cuestión. Cuestión que durante si-glos ha sido expuesta confusamente para desvir-tuar el sentido de la verdad, confundir las ideas re-lativas a la filosofía de la masonería operativa e im-plantar con posterioridad, los deísmos o teísmos quehan dogmatizado a la Orden.

Nada tiene que ver el idealismo(1) moral, con el idea-lismo filosófico. Como nada tiene que ver el mate-rialismo(2) moral, con el materialismo filosófico. Esesencial entender eso, para poder entender el dile-ma de una masonería esencialmente deísta o teísta,y una masonería agnóstica, racional, respetuosa delas creencias individuales y activa en la consolida-ción de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.

Hemos tratado de sintetizar aspectos esenciales delo que se denomina “Masonería Progresista Primiti-va”, heredera simultánea de la Masonería Operativa,en lo relativo a su filosofía. Veamos ahora a quie-nes fueron sus mentores e integrantes, en una su-cinta exposición de sus respectivas personalidades.Como este tema lo seguiremos en otras precisio-nes, es importante señalar la personalidad de cadauno de ellos. Comencemos entonces con Leonardoda Vinci.

Leonardo da Vinci

A este gran sabio, filósofo, notable pintor y matemá-tico, lo vemos en la faceta de su vida que se relacio-na con la francmasonería, cuya existencia discurreentre los años de 1452 a 1519. Su padre Pedro daVinci, en 1470, lo envía a Florencia, al estudio delpintor Andrea Verrochio su amigo intimo; Leonardoresultó un excelente aprendiz, simpático y agrada-ble. Estas cualidades le facilitaron relacionarse conlos artistas jóvenes que frecuentaban el estudio delmaestro, así como también con matemáticos, astró-nomos, geógrafos y los profesores más distinguidosde la ciudad, que le facilitaban las fuentes para ad-quirir conocimientos amplios en las diferentes ra-mas del saber humano.

En 1472 fue admitido en la agrupación de los pinto-res florentinos, gremio de la Masonería independien-te del clero. La necesidad de resolver problemas quele planteaba el Arte, impulsó a Leonardo a profundi-zar sus estudios científicos siguiendo el método ex-perimental y lo hizo convirtiéndose en un sabio enci-clopedista, en detrimento de su arte. Era muy nota-ble en Arquitectura y nadie le aventajaba en Pers-pectiva y Óptica. Estudió las propiedades de las yer-bas. Se aplicó en la Astronomía e hizo observacio-nes en los movimientos de las estrellas.

La fama de Leonardo da Vinci que llenaba toda Ita-lia, hizo que Ludovico Sforza, llamado el Moro, favo-recedor de todos los hombres de talento con quiénesmostró muy bien su liberalidad, propusiera a Leonardoque fuese a Milán, dándole quinientos es-cudos alaño. Ludovico Sforza, duque de Milán era un gober-nante hábil y activo y se distinguió como progresistafundando muchas escuelas. Construyó teatros y ayudóa la creación de Academias; dedicó mucha atencióna las obras públicas de gran importancia; tenía sim-patía por las ideas liberales y favoreció al partido delos gibelinos que luchaba por la independencia de Ita-lia, en contra de los güelfos par-tidarios del papadoromano (1451-1508). Leonardo, que en 1482 entra alservicio de Ludovico Sforza, desde luego se preocu-pa por la creación de la Academia de Arquitectura enMilán, de la que fue Director y profesor de las mate-rias más importantes; esta Academia fue transforma-da en 1484 en la Primera Agrupación de MasonesLibres y Aceptados, para el intercambio de conoci-mientos y de prácticas entre los asociados, o sea, enla Masonería Moderna o Francmasonería, como la lla-maron en Francia desde el año 1517.

En la Academia de Arquitectura de Milán, da Vinciatacaba claramente al clero corrompido, los abusoseclesiásticos y los absurdos que formaban parte in-tegrante del sistema de la Iglesia y despreciaba lafilosofía basada en la mentira, con la que se justifi-caban todas aquellas irregularidades. Él sostenía:La mentira es tan vil, que hasta hablando bien de lascosas de Dios, haría perder su gracia a lo divino; yla verdad tiene tal excelencia, que presta su noblezaaún a las menores cosas que elogia. La verdad, aun-que trate de una cosa pequeña e insignificante, so-brepasa infinitamente las opiniones inciertas acercade los más sublimes y elevados problemas... Perotu que vives de sueños, hallas mejor placer en lossistemas de las cosas reveladas e inciertas que enlas conclusiones seguras y naturales que no se ele-

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

van a esa altura.

A Leonardo debe considerársele como discípulo aven-tajado, que sobrepasó a sus maestros a causa desus aptitudes de hombre genial. Recibió la enseñan-za común de su época en el taller del escultorVerrochio, escuela típica de la Masonería Operativade entonces; su progreso posterior en las cienciasfue a causa de sus esfuerzos personales. Su tenaci-dad por superarse, formó la mente de Leonardo quecaptó la palpitación del momento. Esta se expresa-ba en el descontento de la clase media, contra lasviejas Universidades escolásticas que no daban losconocimientos necesarios a sus hijos y así poderresolver los problemas que planteaba el régimeneconómico burgués en pleno desarrollo. Y no se pre-ocupaban por modernizar la enseñanza.

La Masonería Operativa estaba en ese momentofuera de tales inquietudes. Leonardo, impulsor delas nuevas ideas filosóficas y científicas, tomó a sucargo la Modernización de la Masonería, mediantela agrupación de los mejores hombres del saber. Estamasonería moderna, fue llamada posteriormenteFrancmasonería. Su modernización tendría por ob-jeto el acercamiento entre los hombres de estudio ytrabajo, tanto para el intercambio de conocimientosy de prácticas individuales, como para el cultivo delos sentimientos de unión, solidaridad y cooperación,que llevan al triunfo a los hombres organizados paracualquier fin.

Su pensamiento sobre este asunto, lo comunicó pri-mero a sus amigos íntimos, maestros y colaborado-res: Pablo Toscanelli y Américo Vespucio, constitu-yendo así el triángulo que permitió madurar la ideay preparar el plan de acción.

Pablo Toscanelli

Este astrónomo florentino, discípulo del notable ar-quitecto Felipe Brunelleschi, dominaba las lenguasantiguas y era un sabio enciclopedista, -1397-1482-Por sus conocimientos enciclopédicos y principal-mente por su dominio de las lenguas antiguas, se leconfirió el cargo de «Conservador de la biblioteca»del notable humanista italiano Nicolás Niccoli, for-mada en Florencia con los manuscritos de los prin-cipales autores de la antigüedad.

Toscanelli, maestro de Leonardo da Vinci, proporcio-nó a este para su estudio muchos manuscritos de labiblioteca de Niccoli y aun los suyos sobre astrono-mía. Cristóbal Colón conoció a Toscanelli en Floren-cia de quien fue discípulo lo mismo que AméricoVespucio.

El sabio maestro Toscanelli, que se dedicaba a laenseñanza y que podía facilitar a los estudiosos losmanuscritos, mapas relacionados con la navegacióny datos geográficos que estaban bajo su cuidado enla biblioteca, sirvió de gran utilidad a estos sus dosdiscípulos. Hombre progresista, Toscanelli colaborócon Leonardo da Vinci en la organización de los hom-bres del saber y de las Artes, para el intercambio deconocimientos; murió el 15 de Mayo de 1482.

Toscanelli, como astrónomo, consideraba la Tierracomo redonda y poseía datos de diferentes fuentes,

sobre la existencia de lo que es hoy el continenteamericano, aunque el clero católico niega esto porcausas políticas, fraguando las teorías que mencio-nan en la correspondencia falsa con un canónigo deLisboa, de nombre Fernando Martínez.

Toscanelli relacionó a Colón con Américo Vespucioen Florencia y desde esa época los dos navegantescultivaron una amistad que continuó en España, don-de Vespucio cooperó abiertamente para el éxito delos históricos viajes de su compañero de profesión.

Américo Vespucio

Nació Américo Vespucio en Florencia el 9 de Marzode 1451, recibió su primera enseñanza de su tío pa-terno Antonio, monje dominico; desde joven apren-dió a escribir latín y mostró gran interés por el estu-dio de las Matemáticas, la Física, la Astronomía, laHistoria, la Cosmografía y la Navegación.

Sus primeras experiencias de navegante, las tuvoen sus viajes por el Mediterráneo, visitando los puer-tos de Italia, Grecia, Palestina y el norte de África.Más tarde volvió a Florencia, dedicándose a perfec-cionar sus conocimientos al mismo tiempo que tra-bajaba como agente comercial de la casa bancariade los Médicis. Sabemos que Pablo Toscanelli, sumaestro, le dio manuscritos científicos para el estu-dio de diferentes materias.

En Florencia conoció y cultivó amistad íntima conLeonardo da Vinci al que apreciaba por su talento ycualidades de hombre de estudio; como represen-tante de los Médicis visitó varias ciudades de Euro-pa y se relacionó con hombres notables por sus co-nocimientos. Vespucio hombre progresista y liberalen su época, cooperó con Leonardo da Vinci organi-zando la Primera Agrupación Francmasónica enMilán y durante un tiempo fue profesor de Geome-tría, Cosmografía y Geografía, en la Academia deArquitectura fundada por Leonardo.

En España mantuvo relaciones de amistad con Cris-tóbal Colón; armó y equipó las naves que sirvierona este en sus viajes a través del Atlántico, propor-cionándole los datos de Astronomía náutica queposeía. A partir del año de 1497, Américo empren-dió con otros navegantes cuatro viajes al NuevoMundo. Dos por cuenta de España y dos por cuentade Portugal. Exploró las costas del norte y del surdel Continente y corrigió los errores de los mapasantiguos.

Vuelto a España en 1505, se casó con la dama cas-tellana María Cuprezo y fue nombrado primero cos-mógrafo de la corona y después, en 1509, piloto ma-yor de la casa de Contratación del Rey Fernando.Murió en Sevilla el 22 de Febrero de 1512 y su en-tierro fue muy pobre.

Siguiendo las reglas de las ciencias exactas, AméricoVespucio relata en una carta a Lorenzo Pedro deMédicis con claridad, que se había descubierto unMundus Novus y no las Indias; este relato se publi-có mediante un libreto impreso que pasó a formarparte de una Cosmografía -«CosmographiaeIntroducctio»-, en la que se proponía que el MundusNovus se llamara América, en honor a Americus

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

Vesputius o Albericus Vespucius. Eso sucedía sinque Vespucio lo sospechara ni conociera a los auto-res de la proposición, pues la Cosmografía se impri-mió en la pequeña ciudad de Saint-Dié del ducadode Lorena. Pasó algún tiempo sin que nadie se inte-resara por la proposición. Pero al fin, intereses bas-tardos iniciaron una disputa en la que se trataba deopacar la gloria de Colón y la de Vespucio; el clerovenal hizo su parte, como siempre.

El clero destruyó las pruebas auténticas y fabricólas convenientes a sus intereses; desaparecieronarchivos enteros hasta borrar los vestigios de la ver-dad sobre el descubrimiento del nuevo continente yaparecieron los impresos auténticos y autorizados -como sucedió con la suplantación de la Francma-sonería Moderna a principios del siglo XVIII, por el«legitimo y auténtico» Rito Escocés Antiguo y Acep-tado y por los intereses teológicos y monárquicos-cuyos autores resultaron ser clérigos(3). La confusiónaumentaba ante culpas y disculpas y las figuras fal-sas vestidas de sotana aparecieron gloriosas, mien-tras los hombres que siempre fueron amigos y cola-boradores descansan en paz.

Pero tanto Cristóbal Colón como Américo Vespucio,aportaron desinteresadamente a la humanidad todolo que un sabio inquieto y progresista podía aportaren su tiempo, pese a su pobreza y sus denigradores,que llenaban sus bolsas del oro de América, y ex-plotaban la ignorancia humana.

El primer núcleo de la francmasonería

En el decurso de su obra, el I:. y P:. H:. Espadas yAguilar sostiene que «...la idea de Leonardo da Vincide Agrupar a los hombres de estudio y a los de lasArtes, tenía apoyo de la Masonería operativa deFlorencia; pero no del Gobierno de esta ciudad-Re-pública, a causa de la influencia decisiva de la fami-lia de los Médicis, que aspiraba a controlar el tronopapal y a que Leonardo da Vinci, Pablo Toscanelli yAmérico Vespucio eran muy populares en Florenciay no ocultaban su inclinación a favor de los gibelinosque luchaban contra el dominio del clero y la noble-za. No obstante, los obstáculos que encontraron es-tos sabios en los primeros intentos de formar la pri-mera agrupación de la francmasonería, fueron ven-cidos».

Continúa diciendo que: «...Valiéndose de las amis-tades de Toscanelli fue presentado Leonardo aLudovico Sforza, duque de Milán, que tenía fama dehombre progresista y protector de los gibelinos. Tos-canelli falleció en 1482; pero sus recomendacionessirvieron para consolidar la fama de Leonardo enMilán y en el mismo año de la muerte de aquél, Sforzainvitó a Leonardo en su calidad de artista sabio y leencargó la realización de diferentes proyectos deimportancia para el Estado».

Sabemos hoy que la primera actividad de Leonardocon Sforza, fue la fundación de la Academia de Ar-quitectura de Milán; centro cultural y de enseñanzaque reunía a los hombres más capacitados científi-ca y artísticamente, para el intercambio de conoci-mientos y transmitirlos junto con practicas, a un gruposelecto de discípulos que más tarde formaron, -maestros y discípulos-, la primera agrupación de la

Masonería Moderna, que fue desde un principio unaagrupación progresista de hombres de estudio y detrabajo, capacitados no sólo para enseñar, sino paradirigir la lucha por los ideales de la corriente científi-ca, apoyándose en los hombres de trabajo en gene-ral y en los gremios de constructores en particular.

Para que nuestros QQ:.HH:. tengan una idea de laimportancia de las acciones de esta denominadaMasonería Moderna, -que nada tiene que ver con laque en 1717 se sostiene nació de las Constitucio-nes de Anderson como «especulativa»-, mencione-mos que los hombres más conocidos del primernúcleo Francmasónico fueron: Leonardo da Vinci,Andrea Verrochio, Américo Vespucio, Marco Anto-nio de la Torre, Luca Paccieli y sus discípulos de laAcademia: Francisco Melzi, César Sesto, BernardoLuini, Andrés Salaino, Marco Vegioni, Antonio Boltra-fio, etc.

Con posterioridad, «...agrupaciones similares a lade Milán aparecieron en todas las ciudades impor-tantes de Italia, inclusive en Roma, sede del papadoy de la cofradía clerical, más hostil al Progreso delGénero Humano, estas se hallaban influidas por elpintor Miguel Angel Buonarrota, hombre de alma cle-rical, chismoso e intrigante, quien inventaba cuen-tos falsos y burlas pesadas, para desacreditar aLeonardo ante el florentino Giovanni de Médicis, quefue elegido Papa con el nombre de León X. Una vezmás, la historia nos depara sorpresas que a veces,«las obras de arte», parecieran querer ocultar trassu admirable composición...».

Finalicemos diciendo que a principios del siglo XVI,la Francmasonería agrupaba a los sabios, artistas yhombres de oficio en Francia, Inglaterra y Holanday penetraba en Alemania donde se iniciaba el movi-miento reformista.

Pero ahora hablemos de Europa a partir del año de1500.

Nociones sobre la Masonería Primitiva

A comienzos del siglo XIV, los papas comenzaron aconcentrar su poder, aprovechando la decadenciade las Ciudades-Estados italianas.(4) El Papado as-piraba a dominar el mundo bajo el poder de ungran Estado. Por ello comenzaron a cuestionar, dis-putándoselo, el poder de los reyes de España, Fran-cia e Inglaterra, aspirando, sin duda alguna, a obte-ner la hegemonía Europea.

En el estudio de la historia de la masonería, muchí-simos HH:. focalizan la idea de su decurso en as-pectos controvertidos, como la presunción de unainfluencia doctrinaria inmersa en las antiguas Es-cuelas esotéricas y los cultos de la antigüedad re-mota o la influencia de los misticismos y herejíascristianas.

Por eso y por el accionar de las monarquías absolu-tistas impidiendo el trato de ciertos aspectos de larealidad humana (como la Política, el “poder del go-bierno” y la religión) es que surgió lo de “…no debentratarse en las logias”. A ello se sumó, además, lainfluencia anatemática ejercida por las Constitucio-nes de Anderson. Los “límites”, “linderos” o “land-

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

mark‘s” con sus “limitaciones”, parecen impedir quenuestros HH:. acierten a comprender el movimientoocurrido en la Orden, precisamente entre los siglosXIV y XVI. De allí que debamos ser precisos en losacontecimientos ocurridos desde el siglo XIV.

El siglo XIV se caracteriza por “acentuarse –durantesu transcurso— la pugna incubada durante siglosentre la libertad y la servidumbre”. Y creemos queademás, el aspecto religioso con sus herejías, cam-bios y luchas de poder.

Al respecto, sostiene Espadas y Aguilar (5) que «…lasluchas sociales y religiosas por la libertad, que des-de 1348 habían sido brutalmente sofocadas con des-cuartizamientos, enterramientos en vida, etc., se re-producen ahora con la bandera de la «herejía» y unnuevo concepto del cristianismo, que se abría pasofrente a la corrompida Iglesia romana». Tales con-ceptos nos ubican descarnadamente, en una reali-dad que frecuentemente se soslaya, apartándola dela historia de nuestra Orden.

Hoy sabemos sobre el incremento de la pobreza;empeoramiento de la servidumbre; de la plebe, -in-cluso podemos calificarlos de excluidos del siste-ma- compuesta de mineros, campesinos y artesa-nos de los burgos, que creó un intenso malestar.

Esto obligó a los sufrientes vasallos a que en ciuda-des como Ulm, Ausburgo y Nuremberg, por ejem-plo y muchas más en Alemania, se unieran con losherejes, para combatir ferozmente contra la Iglesiay la nobleza.

Los «motivos y las voluntades» revolucionarias –quehabían perdido su vigor en Italia- se concentran enAlemania, que los absorbe, siendo ese territorio ám-bito decisivo para la lucha contra el poder temporaly el espíritu dominante del papado. Simultáneamen-te, Europa se ve deslumbrada por la invasión de latécnica, por el multiplicante poder de la imprenta y através de ella, un fenómeno trascendente inclusoen la Historia de la Humanidad: la divulgación delConocimiento.

Nosotros pensamos que todas las cuestiones revo-lucionarias tienen como algo esencial el Conocimien-to. Por eso lo consignamos con mayúscula. Y ad-vertimos entonces la certeza de que tanto los «arte-sanos como los burgueses, encarnaban el espírituprogresista, junto con los humanistas y sabios».(6)

Conviene aquí mencionar –como recordatorio- quemerced a esta importante cuestión y sus efectos, seforjó el carácter y la ideología de Leonardo. En él, elamor a la Ciencia y al Arte lo convirtieron en el sa-bio y artista más celebre de la época, a quien cupoel honor de ser el fundador de la «Masonería Mo-derna», es decir, la Francmasonería.

El espíritu Renacentista de los siglos XIV y XV, de-sarrollado en Italia y Florencia en particular, se di-fundió al Norte de los Alpes a partir del comienzodel siglo XVI. Pero ciertamente incrementado pornuevas pautas, que convirtieron en universales lascontradicciones, los intereses y por consiguiente, lasluchas entabladas entre la Europa medieval y elRenacimiento.Un párrafo significativo en la obra «¿Qué es la Historia

del Rito Primitivo?», de Pompier, sostiene con claridadinterpretativa para nuestros HH:., lo siguiente: «…Exis-tía ahora el Estado absolutista, con un concepto delpoder y de la soberanía frente a otros Estados, queen relación con las pugnas religiosas y las pretensio-nes de la formación de una monarquía universal, ori-ginó las grandes guerras que asolaron a Europa enese siglo, en el que ya no existía la amenaza seria delos turcos, que había unido a los países europeos enépocas anteriores». Hablamos de la caída deConstantinopla en 1453.

Para poder comprender con mayor rigidez esta situa-ción, podemos consensuar con Espadas y Aguilar (7)

que: «…El Estado moderno, por su extensión enrelación con las pequeñas Ciudades-Estados, exi-gía ahora una organización mucho más amplia, quecomprendía las finanzas, la justicia, el correo, la mari-na y el ejército, las comunicaciones, carreteras, puen-tes, etc. Esto requería el concurso de la técnica parasu gobierno, razón por la cual los reyes y príncipesprocuraban rodearse de gente de saber y de espe-cialistas en diversas materias, que, naturalmente,desplazaban a los frailes y curas que tradicionalmentedesempeñaban los cargos de consejeros en las cor-tes». Y tendremos así un panorama claro de cuálera la situación social, económico y política en aque-llos tiempos

Ahora bien, como la Iglesia nunca toleró un podersecular superior al suyo, intrigaba con los reyesCarlos V, Francisco I y Enrique VIII, a fin de arras-trarlos a la guerra y debilitarlos, posibilitando así eltriunfo de su propia causa. La Iglesia, en una pala-bra, alarmada por el progreso de las herejías y porla constante merma de su autoridad ante los pue-blos y los príncipes, preparó su revancha organi-zando la feroz Contrarreforma, con la que, a partirdel Concilio de Trento (1545-1563), trató de liquidara sus enemigos artesanos, sabios, artistas, etc., yestablecer su control de las cortes, sustituyéndoloscon los «ilustrados jesuitas», autores intelectualesde la nueva forma de la Inquisición dirigida por elllamado «Tribunal Supremo» del Santo Oficio.

Interregno

Hagamos aquí un interregno. Interroguémonos so-bre algo esencial. Que debiera despertar, al menos,nuestra curiosidad. ¿Creen ustedes que la Masone-ría existente en aquellos tiempos se circunscribía ala reuniones de constructores, picapedreros, «ope-rativos», para tratar asuntos relacionados con el Artede la construcción? ¿Creen ustedes que los maso-nes operativos, divididos en Aprendices, Compañe-ros y Maestros Constructores, dedicaban su tiempoentre columnas a teorizar sobre los símbolos, aje-nos a la realidad en la que se hallaban inmersos?¿O que se catequizaban sobre la influencia de losmisterios propios del misticismo religioso?.

Vemos cierto aspecto de sumo interés, consignadoen el prólogo de la obra de Pompier(8) que hemosmencionado y que nos ha de permitir adquirir ciertaclaridad sobre este interrogante:

«Entre las sociedades secretas es la masonería so-bre la cual más se ha escrito, volúmenes y más vo-lúmenes, enciclopedias, diccionarios, revelaciones

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

extrasensoriales, miles de tomos, que lejos de acla-rar los orígenes y fines de la Institución Masónica,confunden más al verdadero investigador llevándolopor un laberinto de corrientes encontradas y cuandocree que ya ha dado con el hilo de la madeja, notarda en darse cuenta que es el comienzo de unonuevo, y así continúa, como cliente cautivo de estetipo de autores que con mucho tino siempre dejan allector en suspenso con supuestos misterios, queserán aclarados en próximas publicaciones. Este tipode literatura fantasiosa es lo que la gente quiere ydesea leer y busca con afán en librerías, nuevostextos, continuaciones de publicaciones anteriores,etc., pero cada una es un nuevo comienzo, un nun-ca acabar y sin que en ningún momento se les apor-te algo, porque a estos autores no les interesa acla-rar nada sino hacerse ricos. Es la razón por la cualnos vimos en la obligación de reeditar esta obra queel autor dedica a los masones mexicanos, pero con-sideramos que va dirigida a todo el estudiante acu-cioso e investigador, ávido de conocimiento, y que a33 meses del año 2000 (noviembre de 1999) ya nose traga la píldora de que la Masonería comenzó enel «Paraíso Terrenal»(9). Al recién Iniciado, difícil eshacerle creer a estas alturas que la Institución Masó-nica, es contemplativa, mística y estática , cuan-do la historia le ha enseñado que la acción, los mo-vimientos de masas que liberaron a los pueblosdel mundo de las cadenas físicas y mentales, estu-vieron encabezados por masones. Esta obra aclaratodas esas dudas y revela el verdadero origen de laInstitución, que por varios siglos fue «El gran se-creto masónico». El masón investigador podrá dar-se cuenta, desde la lectura del primer capítulo, quela presente obra es una investigación seria, basadaen hechos históricos reales, y no en lucubracionesfantasiosas y descabelladas, por lo que esperamosque esta nueva edición tenga tanto o mayor éxitoque las anteriores, en beneficio de la cultura masó-nica.”

Consideramos esencial ese párrafo de Pompier. Ysi bien nuestro artículo es una síntesis de muchasde sus expresiones, lo esencial es seguir el hilo denuestras ideas. Por ello, sigamos con el decurso delas consideraciones.

El accionar de da Vinci

Ya en París, Leonardo da Vinci, acompañado porgrupos de artistas italianos, integrantes de agrupa-ciones de la Academia de Milán, advirtió en Franciauna realidad integrada por diversas corrientes con-trapuestas: «…la corriente técnico-científica, que exi-gía el interés del naciente capitalismo y del estadomoderno, que unida a la humanista y a la de Refor-ma, se oponía a la Contrarreforma, representada porla Sorbona, en la que dominaban los teólogos, ene-migos de todo progreso».* Francisco I, que junto asu hermana Margarita protegían a los artistas, poe-tas, humanistas y hombres de ciencia, aun siendoliberal, se hallaba supeditado a la política papal. Pre-cisamente por la búsqueda de apoyo pontificio fren-te a Carlos V, dejaba manos libres a la Sorbona, pa-ra eliminar con la hoguera a sus enemigos, en mu-chos casos los protegidos del propio rey.

* (id. Ob.cit.)La respuesta a nuestros anteriores interrogantes, se

resuelve afirmando que tenía en Francia plena actua-lidad «…la lucha entablada por los Masones progre-sistas florentinos, según el plan que habían formula-do Toscanelli, Vespuccio y da Vinci».

Un poco de actualidad

Los masones actuales, divididos, lamentablemen-te, por la proliferación de Ritos y Obediencias queparecieran responder a cuestiones tan particularescomo la Regularidad o Irregularidad, posicionesGnosticistas o agnosticistas, esoterismos, misticis-mos, interpretaciones de los Landmark‘s anderso-nianos y tantas cuestiones aleatorias a la esenciade lo que es la masonería, incluso creen que la Or-den, denominada hoy «Masonería Moderna», pro-viene esencialmente de los sucesos históricos foca-lizados en Inglaterra, como si la masonería fueseoriginaria y tradicionalmente adherida a los símbo-los, íconos, mitos o acontecimientos anglosajones.Ello se debe a la bisagra histórica creada en Lon-dres en 1717 por Anderson y Desagulliers y todocuanto desde aquella fecha se fue sucediendo. Sinembargo, como posteriormente veremos, esa bisa-gra es la que ha ocasionado la ausencia de UnidadUniversal en la Masonería y varias confusiones enla visión real de lo que es y significa la Orden.

Por ello, deberemos proseguir con el decurso histó-rico, imbricado en el accionar de da Vinci y los her-manos provenientes de lo que podemos denominarescuelas de Florencia.

Formación de la Francmasonería Francesa

En 1517 se formó la primera agrupación de la «franc-masonería » francesa, merced a Leonardo da Vinci,cuya relación con intelectuales y artistas francesesy la unidad lograda con los florentinos y milanesesque lo acompañaban, permitió concretar, continuán-dolos, los ideales nacidos en Milán y las Academiasflorentinas. Esa agrupación adoptó el nombre de “lo-gia francmasónica”, dándole como significado, el de:«…lugar donde se reúnen hombres liberales, paraexpresar libremente su pensamiento como construc-tores».

El término logia, deriva del griego «logos», que indi-ca el sitio donde se discute.

Como sabemos, masón significa albañil o construc-tor. Y la partícula «Franc», antepuesta a un sustan-tivo, significa en francés, libre o liberal. De allí quela denominación «Logia Francmasónica» “…se dabaa las agrupaciones secretas de los francmasones,que para actuar públicamente en relación de sus fi-nes de enseñanza superior, lo hacían bajo el nom-bre de «Colegio Francés», constituido con autoriza-ción del Francisco I. La denominación de «Colegio»,elegida por los francmasones franceses, en lugarde «Academia», tenía un significado más preciso queesta última palabra, toda vez que no significa sola-mente el lugar donde se imparte enseñanza, sinoque indica que los agrupados están coaligados ounidos por algo que les es común, y que en este ca-so eran precisamente sus propósitos de lucha pro-gresista»*.* (id. Ob. Cit. Pompier)

Ese Colegio fue acción e inspiración para Leonardo,

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

organizador y director de los trabajos de la agrupa-ción hasta su muerte, en 1519. Desde aquellos remo-tos días de la historia francmasónica, podemos decir–más allá de la frase hecha- que ha pasado muchaagua bajo los puentes. También han soplado las bri-sas y los vientos del olvido, unas veces por el rodarde las cosas del tiempo y otras por obra y gracia dela ingratitud, los intereses, la malevolencia, las intri-gas y todas las lacras que los masones decimos com-batir, entre ellas la trilogía tan repetida pero no tancomprendida, que integran los vértices del triángulode la maldad: la ignorancia, el fanatismo y la incom-prensión. A la que también solemos denominar: lahidra de tres cabezas.

Leonardo fue el actor y albañil que “…cimentó sóli-damente las bases de la naciente Francmasonería”.*

Pero su muerte no detuvo el andar de aquella. Habíatras él un sinnúmero de voluntades, cuyo accionarcontinuó y consolidó la estructura progresista de lafrancmasonería. Cuando mencionamos el términoolvido, tal vez lo hacemos en función de la ignoranciaque nuestros HH:. tienen hoy de aquellos antiguosmasones. Vale la pena nombrarlos. Y también valela pena substanciarse de ellos. Hablamos de hom-bres de valía y prestigio, como Francisco Melzi, An-drea del Sarto, Juan Rozzo, Primaticio y Juan Cousín,entre los pintores; Benvenuto Cellini, German Pitou,Juan Goujou, Pedro Bontemps, entre los escultores;Filiberto Delorme, Juan Lescot, entre los arquitectos;Guillermo Pelicer, Pedro Danés, Jorge Lelve, entrelos escritores; Julio César Escalígero, José JustoEscalígero, Roberto Etienne, Juan Andrés Lascaris,Guillermo Budee, Miguel Servet, entre los hombresde ciencia. También militaron en esas filas PabloToscanelli y navegantes italianos y técnicos floren-tinos, como Colón y Vespucio, en colaboración contécnicos portugueses y españoles como los Pin-zones, Juan de la Cosa y otros, continuado en Ingla-terra con Moro, Bacon, Hobbes, Locke, etc.; en Ho-landa por Hugo Grocio y Espinosa; en la Francia delos Enciclopedistas por Diderot, D’Alembert, Helve-tius, Holbach, etc., y en la América colonial por Fran-cisco Miranda.

Escuchemos a Pompier, cuando define “…Lacaracterística principal de la labor francmasónicafrancesa que seguía la orientación de la Academiade Arquitectura de Milán, consistía en que sus com-ponentes no se conformaban con clasificar el saberadquirido, sino que se dedicaban a la observacióndirecta de los fenómenos de la Naturaleza y a laexperimentación, con el fin de poder encontrar lasleyes por las que se rige, siguiendo así el métodoaceptado desde entonces como método científico.Ellos fueron los primeros en precisar la forma de or-ganización y los objetivos ideológicos que debían re-gir las agrupaciones de la Francmasonería Univer-sal, y que diferenciaba radicalmente a estas agru-paciones progresistas, de otras muchas que se fun-daban por iniciativa o inspiración del clero, para opo-nerlas tanto a las agrupaciones de la Masonería ope-rativa libre, como a las que seguían la corriente cientí-fico-naturalista de entonces”.

* (id. Ob cit.)

Principios básicos constitutivos de la

francmasonería Universal

Sería torpe pensar que a través de nuestro articulo,los QQ:.HH:. tendrán un pormenorizado y cabal co-nocimiento del desarrollo de la Masonería PrimitivaProgresista. Para que ello sea posible, los remito alas obras del Profesor Dr. Ramón Espadas y Aguilar,«Historia General de la Francmasonería ProgresistaUniversal. Su filosofía», y a la de Frere Charles Pom-pier, «¿Qué es la francmasonería primitiva?», en fun-ción de las cuales estamos desarrollando este sin-tético trabajo.

Por estos días, en muchos de quienes “han oído ha-blar” de la Masonería Primitiva Progresista(10) o quehan tomado conocimiento de ella a través de losprejuicios que obviamente el “satablishment” ander-soniano sostiene, hablan de antisemitismo, anar-quismo, izquierdismo y tantas otras “denominacionesgenéricas”, que procuran desvirtuar acontecimientosfundamentales en la historia de la masonería. Y léasebien, no digo “de la verdadera” historia de la Or-den.(11)

En algunos de nuestros artículos hemos tratado decimentar la idea de una “bisagra” ocurrida en esahistoria, mediante la cual intereses espurios, monár-quicos, reaccionarios y retardatarios, ocasionaron ala masonería graves daños que hoy mismo pade-cemos los masones y padece la Orden a la que per-tenecemos. Las sombras y los velos que se han ten-dido sobre la Historia que estamos comentando, sevan descorriendo lentamente. Los QQ:.HH:. -que apesar de tiempos de mediocridad, infamias y fun-damentalismos destructivos que pretenden seguirsometiendo al Hombre a sus designios-, se abocanhoy decididamente a la investigación y el estudio ymerced a ello es que poco a poco van conociendoaspectos esenciales de la Historia francmasónica.

No cabe duda alguna que entre los documentosantiguos de la masonería, muchos de los cuales nofueron tomados en cuenta -o considerados comodesaparecido”-, en tiempos de las Constituciones deAnderson, se encuentra el que conocemos como elde los «Principios básicos constitutivos de la Franc-masonería Universal, aprobados en la asamblea ge-neral de los Francmasones que se reunió en Parísen el año de 1523».

Cuatro años después de la muerte de Leonardo,“”…estos principios básicos de organización y finesideológicos fueron formulados y aprobados comoConstitución de la Francmasonería Universal, en unaAsamblea General de los francmasones franceses.Esta Constitución de la primitiva Francmasonería,fue formulada dos siglos antes de la denominadapor Espadas y Aguilar “seudomasonería inglesa deAnderson”, y postulaba:

De la Logia Francmasónica y sus miembros:

1. Siete o más Francmasones, debidamentecapacitados, reunidos bajo la bóveda celestea cubierto de la indiscreción profana, para dis-cutir y resolver libremente, por mayoría de vo-tos, los asuntos que les interesen colecti-vamente, forman una Logia Franc-masónica,similar a las de la Masonería operativa.

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

2. Los trabajos en Logia se verifican durantelas horas libres de ocupación de los reunidos,y de preferencia entre el medio día y la medianoche, bajo la dirección de un Maestro Apro-bado (Presidente y dos Celadores, tambiénAprobados (vicepresidentes). Las reuniones seefectúan ante los útiles de trabajo conocidos,colocados en el Ara del Medio en la formaacostumbrada, estando resguardada la entra-da al recinto de la reunión por un Guardiánseguro y resuelto y un Experto retejador delos visitantes. Todos los que desempeñan car-gos son elegidos por mayoría de votos de losFrancmasones reunidos, sea para una Asam-blea o para un período determinado por ellos.

3. Los Francmasones reunidos en Logia, deacuerdo con las reglas y costumbres conocidasdesde tiempos muy antiguos, pueden, previaaveriguación respecto a los candidatos, iniciara los profanos en los Misterios (Secretos) dela Francmasonería y examinar a los Apren-dices y Compañeros para elevarlos a losgrados de capacitación superiores inmediatos,tomando de ellos la promesa de fidelidad enla forma acostumbrada, ante los útiles simbó-licos del Trabajo y de Ciencia y comunicán-doles los signos, los toques y las palabrassecretas de reconocimiento y de socorro,universales entre los francmasones.

4. Es costumbre antigua, firme e inviolable,no admitir como francmasones a sus enemigosnaturales que son: los clérigos de las religio-nes, los poseedores de títulos y privilegios delas castas de la nobleza y los hombres quetienen convicciones contrarias a los principiosbásicos de la Francmasonería, salvo en loscasos de rebeldía de éstos contra la ideologíade los grupos mencionados.

5. No se admiten como Francmasones losesclavos, los menores de edad y los incapa-citados física y mentalmente.

6. Unión, Solidaridad y Cooperación son losprincipios de la organización interna de laFrancmasonería Universal.

7. La inclinación al estudio y trabajo, la vida ycostumbres sanas y normales, el compor-tamiento decoroso, el trato fraternal entre losasociados a la Francmasonería, la preocu-pación constante por el progreso y bienestardel género humano y su propia perfección, sondistintivos de un buen Francmasón.

8. Para poseer los derechos completos delFrancmasón dentro de las agrupaciones y den-tro el pueblo masónico en general, es indispen-sable e imprescindible escalar los tres gradosde capacitación de Aprendiz, de Compañeroy de Maestro, y conocer en esencia la Leyendano alterada de la Masonería Antigua, respectola Construcción del Templo de Salomón; con-tribuir económicamente para el sostenimientode sus agrupaciones; asistir regularmente alos trabajos de Logia; Preocuparse por los her-

manos enfermos, perseguidos o caídos endesgracia y por sus familiares; ayudar a loshermanos viajeros y no abusar de la confianzade nadie.

9. Son derechos esenciales de un Franc-masón: a) voz y voto en Logia y en la Asam-blea General (Gran Logia) de los Maestros Ma-sones; b) elegir y ser elegido para todos loscargos dentro de sus agrupaciones; c) pedirla revisión de los acuerdos tomados en Logiaante la Asamblea General de los Maestros Ma-sones; d) exigir en Logia la responsabilidadde los elegidos en el desempeño de sus car-gos; e) pedir justicia francmasónica en casosde conflictos entre los asociados a las Logiasafines; f) formar triángulos y estrella para tra-bajar masónicamente en los lugares donde noes posible reunirse en Logia por causas defuerza mayor; g) disfrutar de socorro, ayuda yprotección mutua entre los Francmasones; h)visitar a las Logias ideológicamente afines yocupar los puestos correspondientes a sugrado de capacitación, previa identificación desu calidad de Francmasón en forma acostum-brada y segura, e i) pedir el Certificado de Re-tiro de la Logia sin explicación de causas, es-tando en pleno goce de sus derechos.

Son deberes primordiales de los Franc-masones, pugnar:

10. Por el reconocimiento del principio de laseparación de la filosofía de la teología.

11. Por la libertad de pensamiento y de inves-tigación científica.

12. Por la aplicación del método científico ex-perimental en la filosofía.

13. Por el intercambio de los conocimientos yde las prácticas entre los hombres para el bienpropio y de la humanidad.

14. Por la libertad de conciencia religiosa y laprohibición absoluta a los clérigos de las re-ligiones de inmiscuirse en los asuntos políticos.

15. Por la abolición de los privilegios de lascastas de la nobleza y del clero.

16. Por la prohibición de emplear a los escla-vos en los oficios de los hombres libres.

17. Por los derechos de los pueblos de gober-narse libremente, según sus leyes y costum-bres.

18. Por la abolición de los Tribunales espe-ciales de justicia del clero y de las castas dela nobleza, y el establecimiento de los Tribu-nales comunes, de acuerdo con las costum-bres y leyes de los pueblos.

Otras disposiciones Constitucionales:

19. Toda Logia Francmasónica es soberana,no puede inmiscuirse en los asuntos internos

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

de otras Logias, ni elevar a grados de capaci-tación superiores a los aprendices y compa-ñeros afiliados a otras Logias sin su consen-timiento o la solicitud de ellas.

20. Un pacto entre las Logias significa la Coo-peración y no la renuncia total o de parte desu soberanía.

21. Siete o más Logias Francmasónicas deun territorio determinado pueden formar unFederación (Gran Logia) y tres o más Federa-ciones pueden unirse en una Confederación.

22. Para conservar intactos los principios deUnión, Solidaridad y Cooperación no es reco-mendable la formación de dos Federacioneso Confederaciones sobre el mismo territorio.

23. La Asamblea General de los MaestrosMasones es la autoridad Suprema del territoriode una Federación, dicta las leyes, nombra ycontrola su Gobierno Federal y elige a los re-presentantes que forman parte de la Asambleade la Confederación.

24. Todo Francmasón capacitado, electo paraun cargo o representación, es responsableante sus electores y puede ser destituido porellos en cualquier momento.

25. Entre lo Francmasones y sus asociacionesno pueden existir diferencias basadas en ladistinción de razas, color o nacionalidad.

26. Los principios de Universalidad, Cosmo-politismo, Libertad (no esclavitud), Igualdad(ante las posibilidades) y Fraternidad (comobase de relaciones entre los hombres) son lasmetas de la Francmasonería.

* * *

Antes de dar continuidad a este artículo, consideroesclarecedor mencionar algunos conceptos vertidospor el I:. y P:. H:. Robert Gallatín Mackey en su«Enciclopedia de la Masonería». Hago mención aeste masón ilustre, porque no todos sus conceptosvertidos sobre la Orden son aceptados por losQQ:.HH:. En especial, sus Landmark´s, cuyo conte-nido es considerado hoy como polémico. Sin em-bargo, fuera de su manifiesta posición dogmático-religiosa dentro de la Institución, su obra es signi-ficativa y su visión sobre aspectos históricos resultamuy útil al estudioso y esclarece muchos aspectosque hoy son, al menos, “conversados” por quienesinvestigan, con todo derecho, algunos espacios nomuy claros de nuestro «inconsciente» colectivo...Dice Gallatín Mackey: “Es el oprobio de la Franc-masonería el hecho de que su historia aún no se hayaescrito con el espíritu de la verdad crítica; que lacredulidad, y no la incredulidad, ha sido la fundaciónsobre la que todas las investigaciones Masónicashistóricas han sido construidas hasta ahora; esaimaginación, que con mucha frecuencia “conceda elembeleso de las cosas que se ofrecen a la vista”, pueslos eslabones faltantes en la cadena de evidencias,han sido suplidos frecuentemente por los de lainvención gratuita; y esa manifestación de suma

importancia, ha sido sustentada negligentementepor el testimonio de documentos cuya autenticidadno ha sido probada”.

Quiero demostrar con estas afirmaciones, de GallatínMackey, que no es el autor de este artículo el queha puesto en duda muchas de las “convencionales”creencias, respecto de las Constituciones de Ander-son y su no solo legitimidad, sino, precisamente, lamención que Anderson hizo de la “perdida de docu-mentos” y el “uso de los que tenía a mano”, sino quenuestras “prevenciones” están legitimadas porautores como Gallatín Mackey, a quien tampoco lecae bien el presunto “creador” de la MasoneríaModerna y sus “límites”, “linderos” o “Landmark´s”.

Mackey abona sus dichos, extendiendo su estudioal término Masonería , cuando sostiene que “Si laconsideramos sinónima de Francmasonería, en talcaso debemos limitarnos con apego a los aconte-cimientos que se relacionan con la Institución en suforma actual a la vez que con su organización. Ental caso podemos decir que la Masonería recibiónueva organización y restauración (¿?) en loscomienzos del siglo decimoctavo. Podemos trasladaresta misma Institución, con los antiguos pero nodiferentes en forma, de los Gremios Masónicos deEuropa; con las corporaciones de albañiles deAlemania; con los Francmasones viajeros de la EdadMedia y relacionarla con los Colegios de Arquitectosde Roma. Dicha Historia no requiere un acuerdocomo requisito auténtico para establecer su origenverdadero, pues no se encontrará dificultad en con-ceder a la Institución una antigüedad envidiable”.

También habla Mackey de la confusión existente porlos términos que aluden a la “...masonería conGeometría, con Arquitectura o con Ciencia Moral” yal respecto señala que “...este es un error queprevalece en todos los grandes escritores inglesessobre Masonería... incluso en el siglo presente (S.XIX)”. Y para dar una exacta explicación de sus di-chos agrega “A cada instante hablan de Masonería,como la Institución Mística la cual, en la forma queexistía en aquella época, era familiar a sus lectores.En seguida... en la misma página se encuentra unextenso párrafo que se refiere, sin ninguna alteracióndel título, bajo el término idéntico de Masonería, alorigen de la Arquitectura, al progreso de la Geome-tría, o quizás a la condición de las virtudes Morales”.

Como podemos advertir, las expresiones de GallatínMackey explican, de alguna manera, nuestra posi-ción crítica que venimos proponiendo desde hacelargo tiempo, relativas a las actuales creencias demuchísimos masones y sus respectivas Obedien-cias, sobre la Historia de la Masonería, sobre lascaracterísticas de su denominación y sobre aspectosdoctrinarios que son aceptados y repetidos, pero queesencialmente carecen de entidad respecto de suorigen histórico, de sus aspectos doctrinarios y dedenominaciones que hacen “creer” a muchos maso-nes, que están transitando la senda correcta.

Para poder seguir con nuestro artículo, tenemos ne-cesidad de agregar algunos conceptos de Mackey,relativos a sendos “prejuicios” que nuestros HH:.sustentan a veces sin advertirlo.Refiriéndose a la obra de Preston “Ilustraciones de

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

Masonería” , Mackey dice que el autor sostiene, sobreel origen de la Masonería: “..que la fundación de laMasonería podemos hacerla remontar al principio delmundo...”; “...que desde el origen de la simetría ydesde que la armonía desarrolló sus en-cantos, desdeentonces tuvo principio nuestra Or-den”.

Al respecto Mackey dice que leyendo bien a Preston,advierte que no se refiere a la Francmasonería, sino“...a alguna gran virtud moral, al sentimiento so-cial, al amor del hombre por sus semejantes, quesiendo inherente en el corazón humano, debe haberexistido desde la creación de la raza, y necesa-riamente ha sido el precursor de la civilización y delas artes...”

Luego Mackey se refiere a Oliver, a quien señalacomo “desgraciadamente” entregado a las “especu-laciones abstractas” y excedido “en consideracionesde Herod”. Dice que Oliver comentó el pasaje dePreston, “proclamando” que “...nuestra cienciaexistía antes de la creación de este mundo, siendodifundida entre los innumerables sistemas los cualesforman el empíreo grandioso del espacio universal”.

Pero acto seguido, Mackey señala que “...con eltérmino Masonería especulativa, el escritor quieresignificar el sistema de filosofía fundada en la cre-encia de un Dios... y que en este juicio no se refierea la Francmasonería.... sino a que la existencia detal idea que se encuentra entre las inteligencias sen-sibles que, según supone, habitan los planetas y lasestrellas del sistema solar”... Estos conceptos sonharto conocidos por los masones, pero al parecerno han cobrado suficiente conciencia de su des-mesura.

Pero no es menos piadoso con Anderson. A este lomenciona como más modesto en sus particularesconvicciones, ya que “...hace remontar a la Maso-nería únicamente a la época de Adám en el Jardíndel Edén; aunque pronto lo encontramos de igualmanera, tratando de diferentes cosas con el mismonombre, y que la Masonería del patriarcal primitivono es la Francmasonería de nuestros días, sino laGeografía y Arquitectura” (sic)

*

Me ha sido necesario consignar esos conceptos.Carezco de títulos, que en estos tiempos aparecencomo aptos, para pontificar aceptablemente. Misrazones son el estudio y la investigación. Y sobreellos la voluntad de, como lo indica Mackey en suenciclopedia (Pág. 635) respecto de la historia de laFrancmasonería, “No exceder ni carecer en loshechos, no agregar ni suprimir. Establecer la verdad,la entera verdad y nada sino la verdad”.

De allí que me sea necesario “citar”, a fin de no pa-recer presuntuosamente audaz en lo que digo. Aun-que tenga algunas discrepancias con Robert GallatínMackey, —a quien sin embargo respeto y admiro—como él mismo lo ha expresado en su Enciclopediay en sus artículos sobre Francmasonería, “...a cuyaciencia podemos llamar simbolismo masónico, y queconstituía el poder vigorizante de las Institucionesantiguas y modernas y a las que dio, mientraspresentaban desigualdad de forma, una identidad

de espíritu”. Son de tal trascendencia esos concep-tos, que constituyen para mi el mayor acicate paracontinuar el trabajo. (Nota del autor)

*Fuera de todas las concepciones históricas que sehan desparramado por el mundo de la masonería yque son “aconsejadas” en su lectura o tomadas comoparadigmas de la Institución, he creído que la Cons-titución Francmasónica de 1523 constituye un valiosodocumento que permite visualizar a la MasoneríaPrimitiva Progresista, como parte de la MasoneríaOperativa, su consecuencia o tal vez heredera delaccionar masónico Europeo.

Deberemos comentar su contenido, desactualizadotal vez a causa del transcurso del tiempo. En espe-cial, debido a las distintas situaciones y condicionesdiferentes a las actuales. En especial, si tenemosen cuenta el último de sus artículos, que evidenciael esmero de sus autores en dejar implícitos concep-tos generales adaptables a toda época.

La Contrarreforma:

Sabemos hoy que la Francmasonería, tal como loseñalan Pompier, Espadas y Aguilar, o también FréreGuide Aciereux, fue “falsificada”, -si es el términoque cabe-, para servir a los intereses monárquicos,eclesiales y de poder, que ella combatía, desnatura-lizando de tal manera su esencia. Esencia que sinadherirnos in extremis a lo postulado por los men-cionados investigadores, podemos coincidir conMackey, cuando dice de ella que “...constituía elpoder vigorizante de las Instituciones antiguas ymodernas y a las que dio, mientras presentabandesigualdad de forma, una identidad de espíritu...”

La Francmasonería ha sido y debe ser eso: el podervigorizante que procure una identidad de espíritu,fundadas sus ideas en el librepensamiento, en laarmonía y en el Progreso. Porque todo ello la justificaplenamente en el decurso de su propia historia y enla historia de la humanidad, a la que ha estado per-manentemente relacionada.

No deseo utilizar términos como los que expresaronPompier y Espadas y Aguilar, cuando decían que laFrancmasonería había sido objeto de la “... desna-turalización más absoluta de su esencia, para po-nerla al servicio de los intereses que ella precisamen-te combatía”. Pero allí no más está la Historia, en-frentándonos con la realidad, apenas profundizamosen la creación de James Anderson con las Consti-tuciones originadas en 1723. Lo que nos atañe alpresente trabajo, es recordar que desde la muertede Francisco I de Francia, la Francmasonería,-Ins-titución que constituía el germen del progreso y dela universalidad en Europa- debió salir de París yconcentrar en Londres su capacidad conductora yoperativa. La Contrarreforma, con el peso del mari-daje monárquico y eclesial, “...hizo la vida imposiblea los francmasones en París”. La Sorbona actuabarápida y eficientemente.

Es Tomás Moro quien se adhiere entusiasta y coad-yuva a propagar la Francmasonería, introduciéndolaen Inglaterra... Alcanza tal magnitud la Institución, quees la inspiración de Oliverio Cromwell para obte-ner

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un triunfo resonante: la instauración de la Repú-blicaen Inglaterra.

Aquí es cuando se nos obliga a señalar un hito en elhistorial masónico: ¿Iban a acatar los monárquicosingleses tamaña revolución?...

La respuesta más elocuente es la que brinda Findell,que dice que cuando al restaurarse la monarquía in-glesa, -con la secuela del horrendo descuartizamientodel cadáver sepulto de Cromwell para diseminarlo alos cuatro puntos cardinales del reino “como ejemplo”para sus súbditos- tanto aquella como la iglesia an-glicana, se ocupan y preocupan de proceder a des-truir a la que denominan “...su mortal enemiga”: lafrancmasonería, y «...librarse del enojoso yugo traí-do por Bacon a la filosofía y por Cromwell a la polí-tica».

Las Constituciones

Leamos lo que Pompier sostiene en su obra, refi-riéndose a esta etapa de la historia francmasónicaen Inglaterra: “Para conseguir su fin, nobles y clé-rigos, capitaneados por el teólogo Anderson, con-ciben la idea de apoderarse de la Institución, en lamisma forma que pretendió hacerlo el entonces reyGuillermo de Orange, en Holanda, en combinacióncon el clero de aquél país. El plan consistía enintroducirse en la Francmasonería progresista ysimular un renacimiento de la misma, como derivadade la Masonería operativa, purgándola de cuantosignificase lucha política contra el trono y el altar, ysubstituyendo a estos fines por otros, tomados de laCofradías medievales, y por el espíritu antipapistapropio de la Iglesia oficial inglesa. Hicieron, pues,unos «Antiguos Límites» o «Landmark´s» inventadospor ellos, que quisieron hacer pasar por los auténticosAntiguos Límites de la Masonería operativa, segúndocumentos que decían poseer y que «desgraciadamentese quemaron», también según su propia afirmación.

Pero no nos extenderemos sobre detalles de talacontecimiento, que por su magnitud y los efectoscentenarios de su desarrollo, merecen un trabajoaparte. Sin embargo, luego de lo que hasta estainstancia hemos desarrollado, nuestro deber esocuparnos de los alcances la Constitución Franc-masónica de 1523, que, a nuestro entender, conso-lidó la estructura de la Francmasonería PrimitivaProgresista.

No obstante, resultará esclarecedor repetir lo quePompier dice sobre la Masonería inspirada en Ander-son, al expresar para definirla “...la estructura de lamasonería escocesa y yorquina, inspirada en la obrade Anderson, (es) de carácter netamente reaccionarioo, en el mejor de los casos, anodino. En efecto, estaseudo francmasonería es una sociedad benéfica, enla cual se oculta con frecuencia la ignorancia mássupina bajo la capa del misterio; de una palabreríahueca de aspecto liberal, anticatólico y revolucio-nario, o de un misticismo platónico o yogal hindú,para conseguir la supuesta perfección individual”.

La Constitución Francmasónica de 1523 contienepreceptos mínimos, dejando libre el camino del“progreso” y amparando las ideas liberadoras (libe-rales) que permiten al Hombre ser dueño de su des-

tino y, adaptando lo señalado por Mackey: ser lainstitución que constituye “... el poder vigorizante delas Instituciones... modernas y a las que da, mientraspresenten desigualdad de forma, una identidad deespíritu...”. Se trata del Progreso al que aspira laHumanidad, por el que se lucha a través de los tiem-pos. Y una doctrina humanista de neto corte masó-nico.

No resulta posible llevar a cabo interpretaciones oampliaciones de las bases de la Constitución de1523, sin llegar a contradecir su esencia primitiva.Especialmente sin enquistarse en sistemas filosó-ficos cerrados o definitivos. Y aquí debemos men-cionar el carácter teológico de muchísimos concep-tos derivados del régimen pergeñado por Anderson.

Respecto del artículo primero, debemos señalar queel número de integrantes que indica cómo debe cons-tituirse una Logia, -en su caso con 7, un triángulo en5 y una estrella en 3-, carece totalmente de signi-ficado esotérico o misterioso alguno, pues la Franc-masonería descree totalmente de semejante ca-rácter”.

En el Trabajo de Pompier podemos acceder a cono-cer que el número 3, por ejemplo, ha tenido influenciaen los masones operativos, por ser un número consignificación mecánica y geométrica. Pero deninguna manera alcances de misterioso. Sin em-bargo, para esa Constitución bien puede expresar“el primer germen de una sociedad”.

Veamos: “...en la reunión de dos elementos no haymás que dos fuerzas afines o contrarias, que se tra-ducen en acuerdo o discrepancia, en colaboración oruptura. Pero en la reunión de tres hay ya un com-promiso de colaboración por el sometimiento de unaparte a la otras dos: esto constituye la primera célulademocrática de símbolo de convivencia humana,conseguida a base de la transigencia de la minoría,frente a la opinión de la mayoría.”

Así lo sostiene Pompier, agregando que “...Elrégimen de mayorías y minorías, excluyendo elempate, sólo puede haberlo en las sociedades en lasque el número de sus elementos es impar. Por eso,en las formas más elementales de sociedades comoésta, se especifica que sean tres, cinco o siete el núme-ro de sus elementos integrantes, y no cuatro o seis.Naturalmente, a partir de siete no hay limitacionesy por eso dice el artículo que comentamos, «siete omás francmasones». Se entiende, pues, que a partirdel número siete debe haber un voto de calidad enla presidencia, que elimine el empate.

También deberemos tener en cuenta que la expre-sión “reunirse bajo la bóveda celeste”, no debe sertomado como un aspecto «ceremonial» indispensa-ble o alegórico de corte místico o de algún origenmisterioso, panteísta, animista o naturalista. Es evi-dente que su origen deriva de “ ...la necesidad queexperimentaban las sociedades secretas, de reunirseal aire libre, en medio del campo o en el bosque, pa-ra eludir la vigilancia de sus enemigos”, recordemosla situación en que se vivía los masónico en el sigloXVI.El derecho de reunión

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Sin embargo, también deberemos entender que losalcances de tal recomendación, se sustenta en “...elderecho que se proclama para los hombres libres,de reunirse en cualquier punto del Universo y cons-tituirse en asociación”. Sobre esta última interpreta-ción, creemos que sus alcances trascienden lo masó-nico y se extienden a los conceptos humanistas dela organización social, que la francmasonería ha con-tribuido en todo tiempo a su proclamación y desa-rrollo...

Algunos HH:. atribuyen que aquello de “reunirse bajola bóveda celeste”, significaría reunirse sin carta pa-tente. Es decir, sin autorización de un alto cuerpopatrocinante de las reuniones... Esta idea, practicadapor la seudo francmasonería andersoniana, es in-terpretada, ante el análisis de la Constitución de1523, como “... una negación o, cuando menos, uncondicionamiento del derecho de reunión; condicio-namiento indispensable para la monarquía inglesa,que tenía por fin controlar a la Francmasonería comoenemigo potencial. Este control se conseguía pormedio de las cartas patentes otorgadas a las Logias,sin cuyo requisito eran declaradas irregulares y per-seguidas”.

De allí que en el comentario sobre tal instrumentoregulatorio, la mención carezca de contenido “limi-tante” o excluyente. Y en cambio debemos interpre-tarlo como “...una amplia declaración del derechode reunión y de asociación. La frase «debidamentecapacitados» no es una cortapisa, sino que significa,simplemente, que para ser Logia Francmasónicadebe estar constituida por elementos que sepan loqué es la Francmasonería”. Por lo que a pesar deltranscurso de los siglos (XVI al XXI) el espíritu de talartículo e interpretación, posea plena vigencia frentea la situación actual de la Masonería.

El Ara

No analizaremos pormenorizadamente el artículoSegundo. Pero haremos hincapié en su mención delAra , debido a las interpretaciones de tipo teológicoque en la actualidad se le da. De aquella dice que“...el Ara, en el recinto de la reunión de los Franc-masones, está en el centro... y no en un extremo, co-mo el Altar de los templos y en las reuniones de lanobleza, que implica el repudio de la consideraciónde igualdad, representada por las reuniones de MesaRedonda.”

Y agrega muy claramente que “...El Ara en la Franc-masonería no significa solamente el lugar donde sedepositan los instrumentos de Trabajo, sino, también,el santuario en el que se conserva la herencia legadapor los antepasados, es decir, la cultura, la sabiduríay la ideología que los ligaba a todos en la lucha porel progreso, y los inmortalizaba en la memoria de laHumanidad.”

Como es sencillo discernir, los francmasones queasistieron a la “Asamblea general de los Francma-sones reunida en París en el año de 1523”, se halla-ban contestes con una mística humanista y una evi-dente convicción en el accionar doctrinario de lafrancmasonería, imbuidos del espíritu progresistaque las Academias de Florencia y los Colegios deArquitectos Romanos, difundieron en su accionar en

Francia y en la propagación de aquél, desde París enEuropa y luego en Inglaterra. La de Tomás Moro y lade Oliverio Cromwell...

Para advertir lo trascendente del artículo segundo,leemos al final las referencias a la forma de elegir alos dirigentes en las Asambleas –por mayoría y enforma democrática- estableciendo así la diferenciasubstancial con las prescripciones de James Ander-son, que “...establecieron que los cargos directivosdeberían ser ocupados por caballeros de buena estir-pe o nobles de nacimiento” y a quienes los hermanosdeberían “...obedecer con humildad”...

Masones sensibles al compromiso

Una de las cuestiones que hoy día enfrenta a losmasones, a veces en forma elocuente y en otrascon esa tensión que surge de la obligación ética dela Tolerancia, es la que plantean las Constitucionesde Anderson al limitar el accionar de la Masonería,en procura de propagar su doctrina. La permanentemención de los Landmark´s, que prohíben la políticay la religión en el seno de las Logias, impide que laOrden pueda proyectarse a la cosa pública y la cons-triñe en la discusión sobre el derecho de ejercer lalibertad de pensamiento y discusión. Y más aún, de-bido a los gestos de genuflexión con los que se exa-geran los alcances de los Linderos.

No es sencillo analizar este aspecto de nuestras “des-uniones”. Porque el término “política”, que se impusoa través del Landmark, resulta avieso si conside-ramos que ella es la “...ciencia y arte de gobernar,que trata de la organización y administración de unEstado en sus asuntos interiores y exteriores. Activi-dad de los que rigen o aspiran a regir los asuntospúblicos. Actividad del ciudadano cuando intervieneen los asuntos públicos con su opinión, su voto o deotro modo”. Y no el subterfugio de que “tratar asun-tos de política” signifique bastardearla con las desin-teligencias partidarias.

Pero si a ese término se lo implica en la “politiquería”,en el partidismo factible de enfrentar a los HH:., ten-dría su razón de ser. Sin embargo, el leit motiv deesa prohibición debemos hallarlo en la influencia mo-nárquica, que despreciaba toda posibilidad de ejercerel derecho de disentir, organizarse o toda actitud con-testataria, propia del ciudadano, pero castigada enel vasallo.

El artículo cuarto de la Asamblea de 1523, es claroy contundente sobre su finalidad, pues no consideraFrancmasonería a una organización integrada pornobles y clérigos. Y es más, declara que son enemi-gos naturales de la Francmasonería “...los clérigosde las religiones, los poseedores de títulos y privi-legios...”.

Y aunque se trata de disposiciones con quinientosaños en su origen, solo con plantarse y meditar sobrela actualidad contemporánea, veremos que la inge-rencia de tales «poderes y poderosos», problematizael decurso de la Institución, en tanto y cuanto se ins-tauran “privilegios” y “poderes” que remedan (o paro-dian) los antiguos privilegios de la nobleza... JamesAnderson en esto, fue instrumento de la monarquía yel anglicanismo y como pastor calvinista, un exce-

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lente hacedor de condicionamientos para la Franc-masonería. Aunque a muchísimos QQ:.HH:. les ho-rrorice esta afirmación, ignorando, como sucede, claroestá, que la misma G:.L:.U:. de I:. tiene entre ojos al“constitucionalista” aunque, no cabe duda al-guna, que“allende los mares” permitió la propaga-ción de susformas de dominio...

La Francmasonería que adoptó en 1523 aquellospreceptos, posteriormente desvirtuados, no fue unafrancmasonería prejuiciosa y excluyente. Fue fra-terna y tolerante. Y fundamentalmente ecuánime.

Porque reconocía los “valores” del Hombre cuandoles son propios, y permitió el ingreso a sus filas deaquellos que rebelados contra la ideología monár-quica y elitista, demostraron ser masones ilustrescomo lo fueron los canónigos Cortez de Madariagay Fray Servando Teresa de Mier en América o losfilósofos Francisco Bacon, el Baron Holbach y elBaron de Verulan en Inglaterra y qué decir de TomásMoro.

Como dato sumamente interesante, que desvirtúalos prejuicios instaurados con posterioridad y quemuchos HH:. parecen no advertir, son los alcancesdel artículo quinto, en el que luego de haberse exclui-do a nobles y clérigos, también excluye taxativa-mente a “esclavos, menores e incapacitados”. ¡Peroninguna exclusión determina para las mujeres!. Loque significa que tal exclusión, que ha originado lasnumerosas disidencias por un lado y Obedienciasfemeninas o mixtas por el otro, solo aparece en lasevidentes misóginas Constituciones originadas en1723.

La esclavitud existía en la época en que la Cons-titución fue promulgada y duró varios siglos. Todavíahoy la encontramos disimulada bajo ciertas formas.Pues bien, siendo la Institución una organización“...con fines científicos y políticos” , resulta compren-sible excluir esclavos y aquellos carecientes de li-bertad y preparación, como son los menores y losincapacitados mentales.

Recordemos que la finalidad francmasónica se ha-llaba comprometida en la lucha política y en el pro-greso científico. Obviamente, la lucha política eracontra la monarquía como sistema político y la cle-recía como poder retrogradante. Cuando tanto el I:.Y P:. H:. Dr. Espadas y Aguilar, como Frere CharlesPompier sostienen que la Francmasonería PrimitivaProgresista “...se concibió desde un principio comouna escuela de preparación científica y filosófica,para crear una minoría de dirigentes que pudieraninfluir en el progreso a través de su competencia yactuación en círculos gubernamentales o al frentede agrupaciones populares”, es obvio que no lohacen para que nuestra contemporánea visión de laMasonería, justifique las limitaciones que imponenlas Constituciones de Anderson en la MasoneríaRegular (e incluso en la denominada Irregular, quetambién acepta sus Landmark´s).

Recordemos que en el Simbolismo podemos “es-cuchar” que éste se constituye en Escuela Iniciáticade formación individual, instancia en la que si el reci-piendario “desbasta su piedra bruta” y trata de al-canzar como Ap:. el objetivo de “cubicarla” y al lo-

grarlo (¿?) está ya en condiciones de trasladar almundo, “con su ejemplo”, los enunciados de la doc-trina masónica: las trilogías como Libertad. Igualdady Fraternidad, Ciencia Justicia y Trabajo, luchandocon-tra la Ignorancia, el Fanatismo y la Incompren-sión.

Tal objetivo y tales síntesis del pensamiento masó-nico, se convierten en “artículos” controvertidos quedesvirtúan la continuidad histórica de la Francmaso-nería, si se circunscriben al voluntarismo, el indivi-dualismo y hasta el “autismo”, si no se lleva a caboun accionar Institucional abierto en lo interior y pla-nificado en lo exógeno...

Toda la estructura de pensamiento y doctrina de laMasonería (no la definamos en esta instancia como“Orden”...) esta imbuida de un origen liberador. Deun objetivo fraterno y esencial: el Progreso. ComoInstitución, “...cuya ciencia podemos llamar simbolis-mo masónico, y que constituye el poder vigorizantede las Instituciones antiguas y modernas y a las quedio, mientras presentaban desigualdad de forma, unaidentidad de espíritu” , —definición esta que nos dejóRobert Gallatín Mackey—, activa y comprometidaen el bienestar de la Humanidad.

La leyenda

Uno de los aspectos más interesantes de la Cons-titución de los Francmasones de 1523, no cabe dudaque es el artículo octavo, en el que podemos leersobre la “necesidad” de los francmasones de «...co-nocer la Leyenda “no alterada ” de la MasoneríaAntigua».

Este texto no es ni sencillo, ni aleatorio, ni formal.

Es esencial. Porque ese aspecto de nuestras cre-encias y convicciones es poco conocido en su “his-toricidad institucional” y ha llevado y lleva a múltiplesdiscusiones, no menos prejuicios y muchas más “pro-fundidades” de las que los QQ:.HH:. menos avisadosno están impuestos.

Leamos a Pompier: “...El término «no alterada» in-dica claramente, que ya en la época en que estaConstitución fue promulgada, existían diferentestergiversaciones de la Leyenda del Maestro, (HiramAbif) que, como sabemos, expresaba alegóricamentela ideología progresista, republicana y anticlericalde la Masonería operativa. Tales alteraciones habíansido introducidas por el clero en las agrupacionesde constructores controlados por él, y que eranconocidas con el nombre de Cofradías y Ordenes(Templarios, Pontífices, etc.). Pues bien, de la mismamanera que la Iglesia cristiana, en los primerossiglos de su existencia seleccionó cuatro Evangeliosde los cincuenta y tantos que existían, declarándolos«auténticos», así el clérigo Anderson eligió para susfines la versión de la Leyenda del Maestro que másse acomodaba a los intereses que representaba, ydeclaró, igualmente, que era la «auténtica»: en suversión, los asesinos de Hiram Abif son los trescompañeros, que representaban la Ignorancia, laHipocresía y la Ambición; a diferencia de la Leyendaverdaderamente no alterada, en la que los tres asesi-nos representan la Ignorancia y están instigadospor el rey Salomón y el sacerdote Sadoc, que

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representan la Ambición y la Hipocresía,respectivamente.”

Lo que ha llevado a calificar de «antisemita», talafirmación sobre la creencia de la Francmasoneríaen el siglo XVI. A lo que nosotros consideramos deinexacto, y que resulta fuera de toda duda que nofue ni el fin ni el propósito de los francmasones Anti-guos, cuyo pensamiento carecía del componente pre-juicioso que se le atribuye. Sucede que hay una claratendencia a calificar de “transgresores”, “antisemitas”y otros anatemas, a quienes no aceptan las cosaspropias del statu quo.

Hoy sabemos que «la leyenda» posee varias versio-nes, cada una de las cuales representa la «intencio-nalidad» de quienes la imponen en sus estructuras.

Seguimos el análisis general de los Linderos de1723

No cabe duda que los motivos que tuvo JamesAnderson, para adulterar la Leyenda para los ojos yoídos de la nobleza y los clérigos que conducíanaquella seudomasonería, estaban imbricados en elfinal abrupto del digamos Salomón británico. Car-los I había perdido la vida ejecutado y su poder caí-do junto con su testa. Y como señala Pompier “Ha-cer lo contrario hubiera significado mentar la sogaen casa del ahorcado”

Nos dice el autor (id. Ob. Cit.) que “El conocimientoy la interpretación progresista de la Leyenda no al-terada, daba al Maestro la condición de «Aproba-do» y los derechos completos dentro del pueblo franc-masónico. Este artículo recalca de un modo defini-tivo el carácter político de la Francmasonería, adiferencia de la andersoniana, que establece la con-dición de que todo masón debe ser «un pacífico súb-dito del Poder Civil» y nunca se ha de «...compro-meterse en conjuras y conspiraciones». (Art. 8°)

Ciertamente, ocurre que cosas como el “apoliticismo”asumido por los masones con posterioridad a lasConstituciones de 1723 y como consecuencia deella, surgen con el tiempo como grandes mentiras yengaños intencionados. Dice nuestro mentor que“...cualquier acción humana supone un fin, un crite-rio, una filosofía, una actitud ante la vida y ante lasociedad, que en definitiva es una actitud política”(12) En verdad, lo que escondió Anderson tras elapoliticismo, no fue otra cosa que colocar a la Ma-sonería al servicio del monarca y de la Iglesia deInglaterra. El apoliticismo es “dejar las cosas comoestán”, no comprometerse, abstenerse cuestionar ysi lo proyectamos hacia la responsabilidad del ciu-dadano, la obviedad de una cierta “obediencia debi-da”.

La hipocresía política y “diplomática”

No tengo derecho a extrapolar. Pero tomo en “con-signación” lo expresado por Pompier, cuando agre-ga “Esta actitud política hipócrita del Sadoc “an-glicano” (en realidad calvinista) se destaca al con-siderar el apoyo que dio la «Masonería» inglesa alos masones libertadores de América, que, según elapoliticismo debieran ser «fieles súbditos» de losreyes de España. Claro es, que el apoyo a que

hacemos referencia tenía por objeto liberar a lospueblos americanos del dominio español, paraponerlos después bajo el inglés, según cínicaconfesión del primer ministro de aquel país, místerCanning”.

Y ciertamente me duele consignar el párrafo, escri-to por un francés no por un latinoamericano, puesen toda América existen Logias que llevan el nom-bre de George Canning,(13) cuyos miembros ven alPrimer Ministro como “apoyando” el accionar delos Libertadores de América. Siendo ecuánimes de-beremos reconocer su participación en la gesta, na-turalmente que a favor de las intenciones británicasde colonizar Latinoamérica.

Las condiciones para organizarse

Trataré de resumir, de alguna manera, el resto delos artículos de la Constitución de la FrancmasoneríaUniversal de 1723, a lo esencial para este trabajo.Por ello es que remito a los QQ:.HH:. a leer la obramencionada de Pompier, en la que se lleva a caboun minucioso análisis comparativo.

Podemos afirmar que el Art. 9, referido a la organi-zación interna de las Logias, establece “los dere-chos esenciales de un francmasón” que, obviamen-te, deben ajustarse a lo que determina entre otros ytaxativamente el Art. 8° que ya hemos analizado.

En nuestros intercambios de información y comen-tarios relativos a la historia de la masonería, hemosconversado con HH:. de distintas Obediencias. Ellosnos mencionan “la democracia” reinante en el ámbi-to institucional, haciendo hincapié en los principiosliminares que proclamamos, como son los de Liber-tad, Igualdad y Fraternidad. Lo hacen exponiendosobre el ingreso a la Orden, sobre el funcionamien-to de las Logias y sobre la influencia de las Consti-tuciones de Anderson en el desarrollo de la “armo-nía” que debe reinar en los talleres.

Hablamos de los “derechos” que los hermanos po-seen de acuerdo con los reglamentos, que segura-mente “...hoy están reconocidos dentro del ámbitode la “democracia”. Sin embargo, no regían en elsiglo XVIII tanto en las Cofradías como en el ámbitode las Constituciones de 1723. A partir de ese mo-mento “La Asamblea no podía juzgar a sus noblesdirigentes, a los que tenía que mostrar completa su-misión. El nombre de Asamblea General se refiere alo que posteriormente se llamó Gran Logia, nombrecitado entre paréntesis, y que es la Asamblea de losMaestros Aprobados de diversas Logias, federa-das...” Según lo determina específicamente el artí-culo 21.

Del artículo 10 al 18, de la Constitución francmasó-nica de 1723, se establece que todo francmasón“...debe luchar por la separación de la filosofía y lateología, por la libertad de pensamiento e investiga-ción científica y por la aplicación del método cientí-fico experimental en la filosofía”. Y tal como lo se-ñala Pompier: “Estos tres principios constituyen laprimera demanda revolucionaria presentada al cle-ro católico romano en la Edad Media, por la Maso-nería operativa y los sabios de aquella época comoGrosseteste, Rogerio Bacon, Guillermo de Occam,

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etc., que representaban entonces la corriente cien-tífico naturista, surgida como oposición al régi-men teológico feudal, con objeto de impulsar eldesarrollo de las Ciencias en bien de la Humani-dad”.

Consideraciones sobre la Edad Media

Sabemos que la filosofía, en la Edad Media, “...eraconsiderada como la «sirvienta» de la teología y lasciencias se cultivaban únicamente para fortalecer losdogmas y supersticiones religiosas, hasta el puntode que la Iglesia perseguía a los hombres de cienciacuyas investigaciones pudieran poner en duda la«verdad» contenida en las Sagradas Escrituras. Puesbien, contra este concepto estrecho y tendenciosode la filosofía, representado por la Escolástica, sur-ge la corriente científico-naturalista a que estamosaludiendo, y que implicaba una teoría del conoci-miento y del saber opuestas radicalmente al saberteológico, fundado en la revelación y en la mística”.*

Estos conceptos vertidos por el autor del trabajo quecomentamos, parecieran, en el inconsciente colec-tivo de nuestra hermandad, tal vez como rémoras(en su acepción referida no al pez, sino como obstáculoque se opone al progreso de alguna cosa o lo dificulta)de un pasado oscuro que la masonería supo ilumi-nar. Sin embargo, a pesar de cierta prédica que atri-buye a la Orden, -tal como hoy la concebimos-,elhaber contribuido al Progreso, debemos señalar queal historiador seguramente le asaltarán sus dudas.

Si nos retrotraemos al comienzo de este trabajo,podremos advertir la dicotomía entre una Instituciónque llevó a sus integrantes al tormento y a la hogue-ra por defender los valores y virtudes de la ciencia yla Filosofía, y aquella que surgió abruptamente enInglaterra al recuperar la monarquía absolutista elpoder de la corona.

No fueron los herederos de las Constituciones deAnderson, quienes llevaron a cabo el iluminismo dela Enciclopedia ni pergeñaron los Derechos del Hom-bre y el Ciudadano, ni la Revolución Norteamerica-na ni la Revolución Francesa, gestas ambas perge-ñadas por dignos francmasones Progresistas. Y nihablar de las luchas por la Independencia y emanci-pación de todas las colonias hispanoamericanas.(**)

A veces sucede que algunos conceptos pasan des-apercibidos, en la creencia de que han sido supera-das situaciones incómodas dentro del acontecer delos tiempos. Hablar de la lucha entre la filosofía y lateología, aparece como algo perdido en el tiempo,algo del medioevo. Sin embargo, toda nuestra reali-dad esta imbuida de los parámetros de ambas posi-ciones. Desde la educación, que debiera formar alciudadano para insertarse en el mundo que le tocavivir, hasta los parámetros de situación de violencia

internacional que nos contiene.Y qué decir del sordo enfrentamiento entre la cienciay la religión. Tal vez más correcto decir entre la cien-cia y las clerecías fundamentalistas. Pero de to-daslas religiones, pues aún cuando hemos ingresado alsiglo XXI, los embates contra la ciencia siguen cen-trándose en el creacionismo en clara oposición a lasteorías científicas, tanto del evolucionismo co-mo decualquier otra teoría científica que no adhiere a lasafirmaciones en el campo de la teología. La intoleran-cia manifiesta entre las religiones positivas, exacer-bada hoy por la realidad del Islamismo y los anate-mas contra él, encumbrándolo en la categoría de te-rrorismo, advierte la repetida violencia entre credos.Pero no solo por temas exclusivamente teo-lógicos,sino por los efectos de las presuntas verdades reve-ladas esgrimidas para sus fundamentalis-mos eintolerancias. Y los intereses del Nuevo Mode-lo eco-nómico neoliberal.

El trasfondo de los hechos alarmantes que acechana la humanidad, no está solo en la codicia del podereconómico y financiero, sino también en una pérfi-da intención de regresión en el pensamiento huma-no. Las prédicas de los representantes fundamenta-listas de los credos monoteístas -salvo contadas ex-cepciones- tienden a enfrentar a la humanidad, queasiste desconcertada a la escalada de inequidadese iniquidades que se suceden aceleradamente entodas partes del planeta.

En síntesis, cambian las formas pero no cambia elfondo. Recordemos que la Masonería, desde los másremotos tiempos de su existencia, ha desarrolladosu actividad doctrinaria contribuyendo a imponer el«ordo ab chao» que ha sido y debe seguir siéndolo,el Leit motiv de su accionar. Es decir, procurar el or-den sobre el caos. Sin que caos deje de significar,tan solo confusión, desorden, tal vez como en elpensamiento clásico griego: estado originario de lamateria en oposición al cosmos o universo ordenado...

Orden, desorden y realidad

Aunque nos inclinamos a no calificar al Universocomo transitando un orden, posiblemente discutible,ya que si nos atenemos a las teorías de Heideguerrespecto de la «incertidumbre», en el comportamien-to de la materia, podríamos transitar un camino deorden filosófico y científico con gran cuestionamientoa las ideas teológicas del creacionismo.

Y para abundar aún más en el tema, al tener la cer-teza de la existencia no solo de la antimateria, sinode una de las principales incógnitas de la astrofísicamoderna, que en su búsqueda de explicación a lanaturaleza de la “energía oscura” en el cosmos ycon ello el origen y el destino del Universo.

Pero cuidándonos de la definición semántica quesostiene que “caos” es el estado informe en que Dioscreó la materia, perfeccionándola en la obra de losseis días de que nos habla el Génesis.

Tengamos en cuenta que la masonería no es un clubsocial, ni ese ámbito de fraternidad caritativa que sele ha querido atribuir, aunque es esencial en su con-texto el ser fraternos de acuerdo con los principiosliminares de Libertad, Igualdad y Fraternidad que la

* (id. ob. cit.)

(** ) La razón por la que la G:.L:. de I:. dice no registrarlas Logias lautarinas o aquellas en la que militaban losHH:. de la emancipación americana, es, precisamente,porque las logias de Miranda o San Martín, no pertene-cían a esa Obediencia, sino a la Francmasonería Progre-sista, respondiendo a la Constitución francmasónica de1523.

Nociones sobre la francmasonería Progresista Universal.

Orden proclama.La masonería es un ámbito de pensamiento y conoci-miento. Desde los albores de su origen, la “Luz” hasido una figura alegórica que se afianza a medida queel pensamiento humano encuentra respuestas a susinterrogantes.

Así como en el siglo XVI la ciencia avanzó a pasosagigantados debido al accionar indudable y proba-do de la francmasonería Progresista Primitiva, tan-to a instancias de las Academias de Florencia y deMilán, como en los Colegios que luego se desarro-llaron en Roma y Paris y se diseminaron por Euro-pa, no cabe duda que en el siglo XXI, con los avan-ces arrolladores de la tecnología y la investigación,la masonería debiera constituirse en un bastión delConocimiento, el Pensamiento y apoyo a la libertadde las ideas y expresión. De allí que en sus profun-didades deba atesorar las respuestas a los grandesinterrogantes universales del Hombre.

Hoy sabemos que el Universo no sólo posee mate-ria, sino también energía en abundancia. De hecho,la mayor parte de lo que en él se encuentra es ener-gía, y también una energía que llamamos oscuraporque aún desconocemos cómo es. Se ha detecta-do e investigado, gracias a nuevos métodos de es-tudio. Los resultados hablan de la transición de laexpansión del Universo, de una fase de desacele-ración a otra de aceleración, hace miles de millonesde años. Al parecer, luego del Big Bang la expansióndel universo se desaceleró, pero hace unos 6.000millones de años volvió a cobrar aceleración, ex-pandiéndose a velocidades vertiginosas. Esto pare-cería carecer de importancia para los efímeros ins-tantes de nuestra existencia, pero el pensador de-berá reacomodar las ideas y conceptos universaleshaciéndolo despojado de toda limitación de tipo teo-lógico e ideas creacionistas que dicen poseer comocertezas a través de las presuntas revelaciones.

La masonería seguramente tiene un papel prepon-derante en el avance de la investigación filosófico-científica, ya que sus parámetros de librepensa-miento constituyen el más apto estamento que ga-rantiza el avance del conocimiento. De allí que laexaltación de Linderos, Límites y Landmark´s queaparecen como rectores de una conducta ética ymoral, debieran ser asumidos como limitaciones in-sostenibles en una Institución que fue rectora deldesarrollo de las ideas y no copartícipe de inqui-siciones confesionales y teológicas.

No estamos alejados de juicios ponderados y pon-derables, puesto que quienes han realizado minu-ciosos estudios relativos a la francmasonería Pro-gresista, sostuvieron que “...es preciso, ante todo,delimitar el campo de la filosofía propiamente di-cha, separándola de la teología, valiéndose de lainvestigación científica basada en el método experi-mental. Así pues, la labor de un francmasón debeconsistir en desechar todas aquellas elucubracionesbasadas en dogmas, supersticiones o razones seudocientíficas, que los clérigos de las religiones y lossofistas hábiles en el manejo del silogismo quierenhacer pasar por filosóficas, para producir efectosfavorables a sus intereses particulares, en detrimen-to del interés colectivo de la Humanidad. Las falsasfilosofías han servido, por ejemplo, para justificar

el llamado «derecho divino», el «derecho del másfuerte», los privilegios inhumanos de las castasdo-minadoras, el derecho de comerciar con es-clavos, el derecho de «mare nostrum», que am-paraba la piratería; ciertos aspectos de la pro-piedad privada y de la explotación de la igno-rancia humana, etc., etc.” Porque la influencia dela francmasonería en el decurso de la historia –y nome refiero en este caso a la historia de la Masonería-no puede circunscribirse al aspecto de la ciencia y lafilosofía, respecto de la teología y lo dogmático, sinoal campo de la sociolo-gía y todo fenómeno social enel que se encuentre involucrada la humanidad.

Entre las sabias disposiciones de la Asamblea cons-titutiva de París de 1523, adquiere relevancia el ar-tículo 13, pues su texto recomienda “...el intercam-bio de conocimientos y prácticas, con el fin de quetodo francmasón pueda conocer cuantas teorías ydoctrinas existen en torno de un problema determi-nado, para decidir libremente su opinión con verda-dero conocimiento de causa”.No deja de llamar laatención que a principios del siglo XVI haya existidotal oposición a la “...enseñanza dogmática basadaen la simple afirmación del maestro, que constituyeuna imposición, casi siempre de fines interesados”.Y no creo que tal exposición se deba a meros anti-clericalismos, sino a fundamentales exigencias dela esperanza de Progreso intelectual.

No terminan allí los avances del pensamiento pro-gresista de los hermanos francmasones reunidos enParís. Sus ideas se extienden mas allá de la meraenunciación, cuando sostienen luego la “...libertadde conciencia religiosa, estableciendo, la prohibiciónde la intervención de los clérigos en la política delpaís”. Aunque sobrevuele el pensamiento la ideade alguna limitación de la democracia, no cabe dudaque en 1523 aquella era a más que una realidad,una aspiración de liberarse de yugos inquisitoriales.Pero lo cierto es la visión de futuro que campeabaen el espíritu y mente de los francmasones, todavez que, “...en un régimen verdaderamente libre,todo ciudadano eclesiástico o seglar debería tenerlos mismos derechos”. Sin embargo, sostienePompier que “...Esta manera funesta de concebir lademocracia no tiene antecedentes ni en Atenas, nien Roma ni en ningún régimen democrático o no de-mocrático que haya persistido y jugado algún papelen la historia”.

Avanzando en el análisis de tal posición, los autoresque han investigado los alcances de tal posición dela francmasonería en 1523, terminan afirmando queaquella “...La Iglesia reclamó siempre libertad allídonde no la tenía a su gusto o estaba sometida aprincipios democráticos; pero la suprimió totalmenteen lugares donde dominaba; por lo tanto, no se lepuede reconocer derechos, so pena de poner en peli-gro la existencia del Estado que se los otorgue. Elartículo que comentamos encierra, pues, ese senti-do auténticamente democrático, que consiste en ne-gar a las Iglesias en general los derechos que ellasno respetan ni reconocen a los demás”. Parecerá,tal vez, un tanto fuerte la expresión, pero tengamosen cuenta los extremos en los que se desarrollabala convivencia en aquellos tiempos.

Si tenemos en cuenta que nos hallamos analizando

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los conceptos humanistas de la Constitución de losfrancmasones de 1523, comparándolos de algunamanera con las Constituciones de Anderson de 1723,parecieran no haber transcurrido los 200 años quemedian entre ambas posiciones en lo relativo a lomasónico.

Porque no cabe duda alguna que la Constitución de1523 tiene plena vigencia con relación a los malesque aspiraba a corregir, comenzando en su lucha“...por la abolición de los privilegios de castas...”,pues apenas extrapolamos(14) los hechos tempora-les de aquél tiempo y la realidad actual, en la que el“Nuevo Modelo” económico, -que procura imperaren el mundo-, al par de abundar en la generación denuevos privilegios de castas, deja un tendal multi-tudinario de excluidos del sistema, a través de unainequidad inédita en la distribución de la riqueza.

Como seguramente vamos a escuchar descalifica-ciones personales, debido al contenido de nuestroanálisis, enviamos a nuestros lectores a la Declara-ción de la VII Conferencia Mundial de Grandes Logias–2004- que se reunió en Santiago de Chile del 5 al9 Mayo, presidida por el Gran Maestro de la GranLogia de Chile Jorge Carvajal Muñoz y a la que asis-tieron 71 Grandes Logias. Su contenido es por de-más esclarecedor al respecto.(15)

La esclavitud

Pasemos ahora a un interesante y polémico tema,que es, en la Constitución de 1523, la exclusión delos esclavos para ingresar a la masonería.

Mas allá de considerar lo anacrónico o discriminatorioque tal temperamento significaría en la sociedadactual, es preciso ubicarlo en la época en que fueredactado, fundamentalmente por las particularescaracterísticas de tiempo y lugar.

Pero además, permite esclarecer el tema de lasCofradías y Hermandades semimonásticas, que al-gunos masones confunden como entidades ma-só-nicas o influyendo en las corporaciones masónicasde constructores.

Según nos lo recuerda Pompier, el tráfico y la escla-vitud tuvieron desarrollo durante el “...Renacimien-to y la Edad de Oro...” en el que “...el esclavo era,a la fuerza, el esquirol que, por la comida, despla-zaba al hombre libre de su trabajo; así pues, la as-piración de los Gremios, referente a la eliminacióndel esclavo como trabajador en los oficios de loshombres libres, iba directamente contra el esclavista.En efecto, si éste no pudiera emplear al esclavo másque en las condiciones de salario de los demás tra-bajadores, la esclavitud dejaría de ser negocio, ydesaparecería como sistema. La Iglesia, desde laEdad Media, fue la competidora de los Gremios deConstructores de la Masonería operativa libre, pues,formando las llamadas «Cofradías» o «Herman-dades» semimonásticas, hacía trabajar a los cons-tructores por ella controlados, de sol a sol, por lacomida y el alojamiento, y de esta manera fortale-cían la esclavitud. El sistema esclavista ha persisti-do más o menos disimuladamente a través de lossiglos, y ello ha motivado que en los Estados verda-deramente democráticos se establezcan derechos mí-nimos, irrenunciables por parte de los trabajado-

res, que tiendan a impedir la servidumbre de losque, por carecer de medios de vida, ofrezcan sutrabajo en condiciones inhumanas”.

La masonería y su contextualidad

La francmasonería de la que hablamos, no era paranada híbrida ni practicante de doctrinas esotéricas omisticistas, ni en su seno anidaba solipsismo algu-no. El desarrollo del intelecto del masón no se cir-cunscribía por cuenta de un individualismo egoístao con la idea de unipersonal de constituirse en ejem-plar, al arbitrio de la capacidad de absorber conoci-mientos que luego de la Iniciación, o en el transcur-so de su paso por las Logias o Talleres, quisiera opudiese asimilar para luego poder ser un ejemploen la sociedad que le tocaba vivir.

Tanto los conocimientos como las Reglas que re-gían su vida masónica, se hallaban comprometidoscon su tiempo y en acelerada búsqueda del Progre-so que no se advertía factrible, sin la destruccióndel sistema opresivo emergente de los factores mo-nárquicos y eclesiales, en pugna con la ansiedad deliberación de los pueblos oprimidos. Conciencia dela que carece el hombre actual, pues presume quees un ciudadano libre y en ejercicio pleno de susDerechos.

No vamos a formular una crítica pormenorizada delos fenómenos socio-económico-políticos de nues-tra contemporaneidad, pero no escapará a la inteli-gencia de los lectores avisados, que en los tiemposque corren las dicotomías entre la Verdad y el Error,lo cierto y lo falso, y la ausencia de ética y moral, sesuman al débito de la mediocridad sembrada a lolargo de la historia y en especial, del último siglo.Nadie puede ignorar y menos aún un masón, el ejer-cicio desintegrador de la educación pública –e inclu-so privada debido a los intereses que la manejan- que,obviamente, desnaturaliza la condición de ciudada-no y reinstala solapadamente la de vasallo... aun-que la mediática nos haga creer otra cosa.

De allí que analizando lo postulado por la Constitu-ción de los francmasones de 1523, podamos enten-der que aquello de gobernarse libremente en su con-tenido, asuma la condición del régimen republicano“...en el que habían vivido los fundadores de laFrancmasonería de las Ciudades-Repúblicas italia-nas”. Porque los demás regímenes “...se cataloga-ban como dominios o posesiones, y no se considera-ban libres”* . (Id Ob. cit.)

Es asombroso que tales conceptos tuvieran entidaden el siglo XVIII, apenas imaginamos los parámetrosque la enseñanza de la Historia nos ofrece cuandorealizamos nuestros estudios primarios, secundariosy terciarios. Como lo es saber que la francmasoneríallevó a cabo una intensa lucha “...por la aboliciónde los Tribunales Especiales de justicia, de las cas-tas privilegiadas, que comprendían, tanto los Tribu-nales de la Inquisición, como los que establecíanlos príncipes y los monarcas en beneficio de noblesy militares, para fines políticos o económicos”.

Sin que podamos solazarnos en la concresión detales intenciones progresistas, pues aun habiéndo-se abolido aquellos engendros feudalistas “...no es

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posible asegurar todavía que la justicia se im-parta actualmente por auténticos Tribunales... ypor la leyes justas para el pueblo en general”*(id. Ob. Cit.)

Esencialmente, lo que hasta aquí hemos analizadosobre la Constitución de los francmasones de 1723,es coherente con el panorama sintético que desa-rrollamos sobre los albores de la aparición de lafrancmasonería Progresista Primitiva, que en simul-táneo y junto con la denominada Masonería Ope-rativa, llevaron a cabo en una obra significativa parala búsqueda del Progreso, la liberación del Hombrede sus cadenas sociales, políticas, intelectuales eincluso espirituales.

Naturalmente que para profundizar este aspecto dela Historia de la Masonería, deberemos remitir allector a las obras ya citadas, -entre aquellas queson específicas-, aunque resulta difícil hallar otrasque complementen los datos que ellas aportan. De-bemos tener en cuenta los 287 años de tergiversa-ciones, supuestos y condicionamientos en la orga-nización y desarrollo de lo que hoy conocemos como“Masonería Moderna o especulativa”, que hace com-plicado acceder a los hechos comprobados de loque aquí tratamos.

No obstante, entendemos que la síntesis desarrolla-da al menos permitirá a los QQ:.HH:., ser adverti-dos que no existe la tal mentada “masonería verda-dera”, de la que se jactan ciertos sectores que des-conocen lo que divulgamos, Entendemos que en unaltísimo porcentaje, es probable que los defensoresde las denominadas Constituciones de Andersonobran de buena fe y se han substanciado de las “in-terpretaciones” que han “acomodado” la sustanciade los Linderos. Aunque tanto la legislación como lacostumbre, hayan consolidado sus alcances dog-matizándolos y convirtiéndolos en algo parecido arevelación, con el anatema de no poder modificar-los in eternum.

La influencia de las Constituciones de Andersonde 1723

Esencialmente, las Constituciones de Anderson secontraponen al espíritu progresista que dictó la Cons-titución Francmasónica de 1523.

La masonería creada por Anderson, cuyos ritos omi-ten -según Pompier, intencionalmente- «...no sólolos calificándolos de «yugo enojoso», sino que ensus «Landmarks» impone preceptos que desnatura-lizan el espíritu de la Institución, como son los dog-mas religiosos de creencia en un Ser Supremo y enla inmortalidad del alma; proclama, además, elapoliticismo que obliga al francmasón a ser «pací-fico súbdito» del régimen establecido». No cabe dudaque la denominación «..«pacífico súbdito» implicael régimen monárquico, que la Francmasonería Pro-gresista repudia en su Constitución; se admitía lanobleza y el clero dentro de la Institución, dándolespreferencia para los cargos de responsabilidad, etc.».

Y ahora debo introducir en esta instancia de nuestrotrabajo, algo de importancia que evidencia ciertas

reacciones que ocurrieron a mediados del siglo pasa-do, oportunidad en que tomaremos como referenciael trabajo denominado “Bases fundamentales de laRegularidad Masónica” de autoría del I:. Y P:. H:.Virgilio A. Lasca, con un prólogo extraordinario delI:. Y P:. H:. Mauro Naselli, ambos pertenecientes enese momento (1955) al Gran Oriente Federal Argen-tino y como consecuencia de los hechos ocurridosen 1947 durante la Conferencia Latinoamericana demontevideo. No nos ocuparemos de detallar los he-chos y consecuencias de aquella Conferencia, perosi tomaremos un párrafo del trabajo mencionado,relativo a los aspectos religiosos introducidos porlas Constituciones de Anderson en el seno de laMasonería y con posterioridad al “Reconocimiento”que la Gran Logia Unida de Inglaterra, fundada en1813, impone a las Grandes Logias adheridas.

En el Capítulo dedicado a las “heterodoxías” intro-ducidas por algunas Potencias Masónicas, con rela-ción a lo que el autor califica de “magnífica CartaMagna de 1723” . Sobre “el sentido religioso” dice:“...en algunas jurisdicciones existe con tufo a incien-so sacerdotal cuando idealmente, entre nosotros, co-mo hemos visto al examinar el factor d) del elemen-to jurídico de la Ortodoxia, la neutralidad se impo-ne en esta materia, porque no tenemos otra religiónque aquella en la que están de acuerdo todos loshombres, esto es, el culto de las virtudes sociales”.

Agrega luego su opinión con relación a “La creenciaen Dios”: “...Hemos visto al examinar el elementojurídico de la Ortodoxia, que la Orden se encuentraen el plano de la neutralidad religiosa, ya que notiene una religión determinada, y que, dentro de latolerancia admisible, cabe la fórmula amplia delGran Arquitecto del Universo, hermosa concepciónbajo la cual pueden cobijarse los creyentes de losdiversos dogmas, los filósofos que se inspiran en elimpersonal impulso de la vida y los racionalistasatentos a la imagen que el entendimiento produce alentender un objeto, pero es herético exigir solo al-guno de esos conceptos, como sería la “creencia enDios” que corresponde a determinadas iglesias, conexclusión de las otras concepciones, porque ya esta-ríamos en el campo de la teología, que es materiaajena a la Orden”

Finalmente, tomaremos el siguiente planteo, en elque sobre el tema “La creencia en la inmortalidaddel alma”, el autor sostiene: “...Es herética estacreencia, porque no se consigna en la carta Magnade 1723, no tiene carácter simbólico, se ha introdu-cido en la orden subrepticiamente, con dogmas reli-giosos que aspiran a imponerse y atenta contra lalibertad de conciencia o de opinión, reservada a cadamasón (art. 1° de la Carta Magna)”. ( )

Finalmente deberemos recordar que las relacionesentre los francmasones primitivos, que dieron for-ma a la Francmasonería Progresista, “...se basa-ban en el trato fraternal y de compañerismo, y se fo-mentaban los principios de Unión, Solidaridad yCooperación, tanto entre los componentes comoentre los Gremios de diferentes oficios y profesio-nes”. De allí que resulte que la formación de su ideo-logía los llevara a las actitudes prácticas, pues ellas“..constituyen la sanción suprema del conocimientoadquirido; una actitud científica, racionalista e in-vestigadora, derivada de la anterior y dirigida pre-

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cisamente a resolver de la mejor manera los pro-blemas que la vida presenta, por medio del cono-cimiento del ambiente y de las leyes de la Natura-leza. Por úl-timo, una actitud política, que le obli-gaba a enfren-tarse con aquellas castas que seoponían tradicionalmente a sus aspiraciones eideología”.

Objetivamente, luego de analizar el espíritu rena-centista que dio vida a la Francmasonería Progresis-ta Universal, fundamentada en la Constitución de losfrancmasones en París en 1523, sostenía que “...todopuede conseguirse con el dominio de la técnica ra-cional, en oposición a la idea medieval, según la

Notas

(1) Idealismo: Doctrina epistemológica y ontológicaque niega realidad al objeto del conocimiento, esdecir, que niega la existencia de cosas independien-tes de la conciencia: el idealismo psicológico o sub-jetivo, que afirma que las cosas no son nada másque contenidos de la conciencia, que todo su serconsiste en ser percibidas (esse percipi); lo real,pues, es lo percibido y deja de existir en cuanto dejade ser percibido; su principal representante esGeorge Berkeley (1685-1753). Idealismo lógico uobjetivo, el que considera como realidad no lo inma-nente en las conciencias individuales, sino el conte-nido lógico de una «conciencia general» tal como seexpresa en las obras científicas; este contenido noes un complejo de proceso psicológicos, sino unasuma de pensamientos, de juicios. En oposición alrealismo y al idealismo psicológico, el idealismo ló-gico (materialismo) no considera los objetos del co-nocimiento ni como independientes del pensamien-to ni como meros contenidos de la conciencia, sinocomo engendrados por el pensamiento. Es decir, losdatos de la percepción han de definirse lógicamentepara constituirse en objeto del conocimiento. Susprincipales representantes son Fichte (1762-1814),Schelling (1775-1854), Hegel (1770-1831) y losneokantianos de la escuela de Marburgo, esp. Cohen(1842-1918). El Idealismo platónico, teoría de lasideas de Platón (428-347 ó 348 a. C.). También sedice que el idealismo es la tendencia a idealizar, adejarse influir más por ideales que por consideracio-nes prácticas.

(2) Materialismo: Doctrina metafísica, opuesta alespiritualismo, según la cual la materia y el espíritu,lo físico y lo psíquico no constituyen una dualidadirreductible, sino que en último análisis la materia esla única realidad. El materialismo niega, pues, laexistencia de sustancias espirituales distintas de lasmateriales, es decir, concibe toda sustancia, todarealidad, con la cualidad de extensa, y considera losfenómenos conscientes como funciones de los ór-ganos nerviosos. Según la definición que dé a loespiritual, el materialismo puede ser: ~ atributivo, loespiritual es una cualidad de la materia; ~ causal, loespiritual es un efecto de la materia; ~ identificado,lo espiritual es idéntico a lo material. Materialismohistórico, doctrina filosófica que explica el curso de

la historia por causas materiales y económicas afir-mando que la estructura social y la vida colectivason determinadas por la estructura y la vida econó-micas de la sociedad. Sus principales representan-tes son Marx (1818-1883) y Engels (1820-1895).

(3) Se trata de una referencia a los pastores cal-vinistas James Anderson y Desaguliers, autores delas Constituciones de 1717, conocidas por “Consti-tuciones de Anderson”.

(4) La toma de Constantinopla en 1453, con el cie-rre de la vía comercial al Oriente, dio un golpe demuerte al progreso económico florentino; por lo queel comercio y la industria florentinas quedaron endecadencia, y los hombres de negocios se vieronobligados a buscar nuevas rutas comerciales alOriente y nuevos mercados en Europa.

(5) «Historia General de la Francmasonería Progre-sista Universal. Su filosofía» por el profesor Dr. Ra-món Espadas y Aguilar.

(6) «¿Qué es la masonería Primitiva?» de FrereCharles Pompier.

(7) Ob. Cit. Id.

(8) Ob. Cit. Id.

(9) Se refiere a las leyendas que James Anderson yDesaguliers «consignaron» en su idea del origen dela Masonería. Hasta Mackey ha tomado en solfa losdesatinos que ambos pastores calvinistas, con-signaron en su «andamiaje constitutivo».

(10) El carácter «progresista» de la francmasoneríaprimitiva, se revelaba en el reconocimiento de la ne-cesidad de basar filosóficamente la ideología humanaen Verdades Científicamente demostrables; reco-mendaban el Trabajo y el Estudio como mediospara alcanzar el Progreso del Género humano. Ensu régimen interno, las agrupaciones de los Cons-tructores se guiaban por los principios de Unión,Solidaridad y Cooperación

(11) Leemos en variopintos trabajos sobre la

cual, nada hay que hacer, pues todo está ya hecho yordenado. Transformar, para poner el producto delesfuerzo al servicio del hombre, mediante una ac-titud empírica, implica una nueva concepción delas cosas, una nueva filosofía humanista,emancipadora, científica y de fe en los propiosrecursos. El hombre renacentista es, por lo tanto,además de enamorado de la cultura antigua, in-quieto investigador de la Naturaleza”.

¿Podemos nosotros, los actuales masones, lograr al-canzar un espíritu fraternal, constructivo y Progre-sista como ese?

Ricardo E. Polo : . ex V:.M:.Mar del Platajulio de 2004

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Masonerìa, numerosas opiniones y trabajos que dicencontener «la verdadera» historia de la Orden. Estos cons-tituyen «repeticiones» o «refritos» de juicios que tratande «reunir» ideas acordes con la Historia y leyendas quelas Constituciones de Anderson y la G:.L:.U:. de I:. impo-nen hoy día, al influjo de la Regularidad y Reconocimien-to, que otorga a las Grandes Logias adheridas. El ma-són, ajeno a los dogmas y a las limitaciones al libre pen-samiento, no debe dejarse engañar y si debe indagar,investi-gar, conocer, aprehender y discernir a través de laRazón, sin aceptar intentos de dogmatizar la historia de laOrden.

(12) Política (v. político) Ciencia y arte de gobernar, quetrata de la organización y administración de un Estado ensus asuntos interiores y exteriores Ac-tividad de los querigen o aspiran a regir los asuntos públicos. Actividad delciudadano cuando interviene en los asuntos públicos consu opinión, su voto o de otro modo.

(13) George Canning , Orador y político Inglés, promotordel librecambio. En su primera etapa como “canciller” apo-yó a España en la guerra de la Independencia entre 1807-1809. Luego, en su segunda etapa, 1822-1827, colaboróen la emancipación Americana, apoyando a los hispano-americanos en su lucha contra el imperio español. En sumomento ordenó el bombardeo Copenhaguen. Nació en1770 y falleció en 1827.

(14) Extrapolar: Calcular el valor de una variable en unpunto, en función de otros valores de la misma. Aplicaruna cosa conocida [a otro dominio] para extraer conse-cuencias e hipótesis.

(15) I – México – 1995 La primera conferencia tuvolugar en México, en 1995 del 19 de Marzo al día 23, cele-brada en Ciudad de México y Acapulco. La reunión fuedenominada “Primer encuentro mundial de Grandes Maes-tros de Obediencias Masónicas Simbólicas Regulares” .Presidio el Gran Maestro de la Gran Logia del Valle de

México, Salvador Montes de Oca. Participaron 73 Gran-des Logias. II – Portugal – 1996 Tuvo lugar en Estoril del25 al 27 de Septiembre. Fue denominada Reunión Mun-dial de Grandes Maestros de la Masonería. Presidio elGran Maestro de la Gran Logia de Portugal, FernandoTeixeira. Participaron 31 Grandes Logias. III – EstadosUnidos de América – 1998 Tuvo lugar en Nueva-Yorkdel 1 al 3 de Mayo. Participaron 63 Grandes Logias. Seaprobó la propuesta de su Comité, titulada Propósito yReglas de la Conferencia Mundial de Grandes LogiasMasónicas. IV - Brasil – 1999 Tuvo lugar en Sao Paulo,organizada por la Gran Logia del Estado de Sao Paulo,del 1 al 15 de Noviembre. Presidio su Gran Maestre SalimZugaib. Participaron 73 Grandes Logias. V – España –2001 Tuvo lugar en Madrid, los días 24 a 27 de Mayo.Fue organizada por la Gran Logia de España, y presididapor su Gran Maestre T. Sarobe. Asistieron 72 GrandesLogias. VI – India – 2002 Se reunió en Nueva-Delhi losdías 7 y 8 de Agosto. Participaron 33 Grandes Logias.Asistieron como observadores la Gran Logia de Inglate-rra,, Gran Logia de Cuba, la Confederación de GrandesLogias de México, la Gran Logia Unida de México, la GranLogia Hidalgo (México) y la Gran Logia de Rumania. VII -Chile – 2004 Se reunió en Santiago de Chile en los díasexpresados 5 - 9 Mayo, presidió la Conferencia el GranMaestro de la Gran Logia de Chile Jorge Carvajal Muñoz.Asistieron 71 Grandes Logias.

(16) El lector se preguntará cómo es que habiendo de-fendido la Ortodoxia de las Constituciones de Anderson,el autor del trabajo relativo a la «Regularidad” es tomadocomo referencia a este trabajo. Resultará obvio que si endefensa de las Constituciones de 1723 y la Regularidad,señala las posiciones heterodoxas, ¿cómo puede ser queesa heterodoxia sea la que hoy impera en una masone-ría que dice acatar las disposiciones de tal Constitución?

(17) Ver el trabajo denominado “¿Es la masonería unareligión?, editado por la revista Hiram Abif y de autoría delV:.H:. Ricardo E. Polo, autor de ese trabajo.

Las próximas ediciones relacionadas con la Francmasonería Progresista Universal, tendrán los si-guientes títulos: «La Francmasonería Progresista Universal en México», «La Francmasonería Pro-gresista Universal en las Américas»; «Historia contemporánea: la masonería escocesa, R:E:A:A:y la «Francmasonería Progresista Universal. Inglaterra»; «Movimiento francmasónico en Euro-pa»: «Academias francmasónicas»; «Principios básicos de la francmasonería del siglo XVI -lími-tes antiguos o landmark´s»; «De la creación del hombre según los Quiches, intimamenteemparentados con los mayas» e «Informe acerca de la masonería latinoamericana».