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Niveles de Desigualdad en El Salvador: Impacto en el Desarrollo Humano.
Rosa Evelyn López Girón1
ABSTRACTO
El Salvador ha sido un país marcado, históricamente, por la desigualdad, la pobreza y la
exclusión social. Desde la colonia y al inicio de su vida independiente, las autoridades de
El Salvador han tomado una serie de decisiones políticas y económicas que han influido
en la distribución del producto entre la población, de manera inequitativa.
En la actualidad, los niveles de desigualdad, continúan en aumento, sin ser superados
significativamente.
La desigualdad en la sociedad salvadoreña, abarca diversos ámbitos como el económico
y el social desde el ingreso hasta el consumo individual y familiar de la población. Que
lleva a determinar la calidad de vida que se puede obtener.
Esta desigualdad constituye, en El Salvador un tema estructural, dado que el acceso a las
posiciones y los bienes sociales disponibles o deseables ofrecen limitaciones de carácter
permanente que atraviesan las generaciones.
Sin embargo esta desigualdad, tiene como consecuencia principal, el decrecimiento del
desarrollo humano, entendido este como “ (…) un proceso mediante el cual se ofrece a
las personas mayores oportunidades. Entre estas, las más importantes son una vida
prolongada y saludable, educación y acceso a los recursos necesarios para tener un nivel
de vida decente.” —Informe sobre Desarrollo Humano 1990 (PNUD 1990).
La desigualdad es una amenaza importante para el desarrollo humano, especialmente
porque es un reflejo de la desigualdad de oportunidades, además que afecta al
crecimiento, a la reducción de la pobreza y a la calidad de la participación social y política.
Una desigualdad muy marcada también afecta a la idea de un propósito compartido y
fomenta la búsqueda de rentas por parte de grupos influyentes.
Los análisis económicos, políticos y sociales indican que el cambio es posible. Sin
embargo, el cambio puede ser relativamente rápido en términos de modalidades de
1 Estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, Universidad Francisco Gavidia.
prestación de servicios, para tramos específicos en la distribución del ingreso (incluido
entre los más pobres) y, en ciertas circunstancias, para reducir las desigualdades de
poder. Además, precisamente porque el cambio requiere de tiempo, la acción anticipada y
concertada es de gran importancia y mejor aún, si se aplican medidas decisivas para
enfrentar la variedad de mecanismos que reproducen la desigualdad.
INTRODUCCIÓN
“El desarrollo humano es un proceso mediante el cual se ofrece a las personas mayores
oportunidades. Entre estas, las más importantes son una vida prolongada y saludable,
educación y acceso a los recursos necesarios para tener un nivel de vida decente.” —
Informe sobre Desarrollo Humano 1990 (PNUD 1990).
Sin embargo, para lograr un desarrollo humano, las sociedades deben de superar los
niveles de desigualdad, para poder avanzar en áreas como la educación, salud, ingreso,
vivienda etc.
El Salvador ha sido un país marcado, históricamente, por la desigualdad, la pobreza y la
exclusión social. Desde el inicio de su vida independiente las autoridades de El Salvador
han tomado una serie de decisiones políticas y económicas que han influido en la
distribución del producto entre la población.
En la actualidad, los niveles de desigualdad, continúan en aumento, sin ser superados
significativamente.
Y es precisamente el interés de este reporte, el presentar, como El Salvador, a través de
los años ha venido acarreando altos niveles de desigualdad, manifestados principalmente
en aéreas como el ingreso, la educación, la salud, el acceso al empleo y a créditos. Y
como esta desigualdad, genera una reducción significativa en el desarrollo humano de
sus habitantes.
De la manera, además de presentar los niveles de desigualdad que presenta El Salvador,
se propone una serie de acciones que se podrían tomar, para poco a poco ir erradicando
los altos índices de desigualdad.
ANTECEDENTES DE DESIGUALDAD EN EL SALVADOR2
Las desigualdades son una realidad evidente en las sociedades Latinoamericanas y El
Salvador no se excluye de ésta, por esa razón es importante realizar un estudio histórico
de este problema estructural que permita develar la dimensión actual.
Colonización y Desigualdad
La génesis de las actuales estructuras de desigualdad se remonta al pasado colonial, en
particular, a las interacciones de los colonos españoles y la población subordinada.
Durante el primer período colonial, la desigualdad se fortaleció por las condiciones
económicas y las diferencias de poder.
Inicialmente, la colonización española se concentró en zonas donde se podían explotar
los recursos naturales, utilizando mano de obra no calificada, la cual era proporcionada
por las poblaciones indígenas subyugadas.
Los colonos crearon instituciones –especialmente aquellas relacionadas con la
administración del trabajo (como la esclavitud), el uso de la tierra y el control político– que
consolidaron y perpetuaron su influencia y riqueza.
En el período posterior a la independencia, las elites locales siguieron creando
instituciones y formulando políticas que les permitieran mantener su posición privilegiada,
por ejemplo, con respecto a la restricción del sufragio, el acceso a la educación y a la
política de tierras.
Modelo Agroexportador
Posteriormente con el modelo Agroexportador, las medidas liberales y el Modelo
Neoliberal han contribuido a incrementar la brecha de desigualdad que existía en el país
desde la época precolombina.
Hacia finales del siglo XIX el modelo de crecimiento basado en las exportaciones
favoreció a una pequeña élite de familias cafetaleras y la brecha económica entre clases
2 Gallo Mena, Hernández, Análisis de la desigualdad del ingreso en El Salvador desde una perspectiva
estructura, UCA, 2008
sociales se iba incrementando a medida crecían los beneficios obtenidos por las
exportaciones de café.
El acceso diferenciado al crédito, las posibilidades de educación, los métodos de
producción y las habilidades empresariales se convirtieron, según Lindo (2002), en
factores que acrecentaron la desigualdad en El Salvador.
Es importante destacar que, las diferencias entre clases sociales, durante la época del
Modelo Agroexportador se percibían en distintos aspectos de la vida: acceso al poder,
educación, alimentación, en la participación de los beneficios de la economía y en los
hábitos de consumo.
Durante esa época, se había conformado una pequeña élite que se beneficiaba del
comercio Internacional, lo que les permitía alcanzar altos niveles de consumo si se
comparan con el consumo que realizaba la mayoría de habitantes del país.
Al campesino se le pagaba un jornal de un real por día, (El real fue la moneda de El
Salvador hasta 1877. 1 real = 12 centavos de colón) con lo que apenas podía comprar
tortillas y frijoles para mantenerse vivo.
Desde principios de la década de los ochenta del siglo XIX, se inició un proceso de
reformas liberales en El Salvador. Entre estas medidas una de las más controversiales fue
la abolición de las tierras comunales y ejidales. Esta medida contribuyó a incrementar las
desigualdades entre los terratenientes y la clase campesina, además las diferencias en
los patrones de consumo de la población se hicieron más evidentes.
La concentración de la tierra en pocas manos agravada por las reformas liberales y las
enormes desigualdades sociales generaron un levantamiento campesino e indígena en
1932 en contra del General Maximiliano Hernández Martínez, el cual fue brutalmente
reprimido, con cerca de 20,000 muertos.
Modelo de Industrialización
A partir de la década de los cincuenta se comenzó con el Modelo de Industrialización por
Sustitución de Importaciones, el cual promovía una disminución de las importaciones y
las sustituía con producción nacional, lo que permitía un desarrollo industrial, a la vez que
una disminución en la salida de divisas.
Sin embargo, a causa de las limitaciones establecidas por la reducida capacidad
adquisitiva de los consumidores y por el escaso dominio tecnológico, este modelo no
generó los resultados que se esperaban y por el contrario contribuyó a incrementar las
desigualdades en el país, principalmente entre las personas del área metropolitana de
San Salvador donde se concentraban las fábricas y las fuentes de empleo y las personas
del área rural.
Así, durante la década de los setenta, la represión y la abismal brecha entre ricos y
pobres (el 10% de la población disfrutaba del 80% de las riquezas del país) contribuyeron
al surgimiento de grupos sociales de oposición lo que desembocó en el conflicto armado
de 1979. (MINED, 1998)
Por otro lado, la guerra civil en El Salvador (1980-1992) tuvo sus raíces en el cierre de
todos los espacios de participación democrática y en la enorme desigualdad económica
social entre un pequeño grupo de oligarcas que dominaba el país y la inmensa mayoría
del pueblo salvadoreño viviendo en condiciones de miseria.
Medidas Neoliberales
Desde finales de los Ochenta el Gobierno de El Salvador adoptó una serie de medidas de
corte Neoliberal con el fin de estabilizar la economía y cambiar los ejes de acumulación.
Con la adopción de estas medidas propuestas por Organismos Internacionales como el
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y adoptadas por el Gobierno. A finales
de la década de los 80´s se dio un gran cambio estructural en la economía salvadoreña, el
cual marcaría el fin del modelo agro-exportador, el cual se dio por medio de la
implementación de los PAE y los PEE, los cuales eran impulsados por parte del
Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Dichos programas buscaban estabilizar y desregular la economía; entre algunos de los
principales elementos dentro de los programas se encontraba la liberalización de los
precios y la desregulación arancelaria y del sistema financiero (Gigli, Juan; 1997; Pag. 9).
Estos programas no incluían políticas enfocadas hacia el sector agrícola. A partir de la
implementación de los PAE y los PEE la política agraria en el país ha perdido fuerza e
importancia en la agenda de los gobiernos.
A pesar de los enormes cambios políticos, sociales y económicos acaecidos en el siglo
pasado, estas fuentes históricas de inequidad se mantienen en la actualidad, aunque con
distintas modalidades institucionales.
El legado histórico respecto a las capacidades del estado tiene especial importancia para
el diseño de medidas públicas. A fines del siglo XX, El Salvador, se ceñía, de manera
rigurosa, a un modelo de influencia y clientelismo arraigado en un patrón más amplio de
relaciones sociales desiguales, aunque con excepciones, donde predominaban los altos
niveles de competencia técnica.
Este patrón está asociado a altos grados de inequidad en las influencias, con una
influencia desproporcionada de las empresas o individuos prósperos sobre el Estado,
mientras que, en general, los grupos más pobres interactúan con el Estado a través de
relaciones de influencia verticales, o son excluidos.
El Salvador en la Actualidad: Motivos y Niveles de Desigualdad3
El modelo económico actual ha generado una dinámica de exclusión que afecta a todos
los ámbitos de la sociedad. Esto genera un problema de exclusión, que tiene sus raíces
en las desigualdades que se dan en el país por la forma de distribución que establece el
sistema económico actual, las cuales van deteriorando las condiciones de vida de los
sectores más pobres de la población y enriqueciendo a los sectores más ricos.
En El Salvador uno de los factores que permite que se continúe reproduciendo los niveles
bajo de calidad de vida, es la exclusión que limita a que las personas cuenten con las
condiciones que generaren bienestar en sus hogares.
3 Pobreza Y Desigualdad: La Perspectiva De América Latina Y El Caribe Y Propuestas En Ámbitos De Protección Social Y
Educación (Preparado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL) 2011
Frente a este panorama, se debe hacer hincapié en qué consiste la desigualdad, y esta
hace referencias a situaciones en que la comparación de distintas personas u hogares
muestran brechas, en cuanto a la apropiación de los recursos económicos, materiales y
espirituales.4
La desigualdad en la sociedad salvadoreña, abarca diversos ámbitos como el económico
y el social desde el ingreso hasta el consumo individual y familiar de la población. Que
lleva a determina la calidad de vida que se puede obtener.
Los siguientes gráficos, representan los niveles de desigualdad que presenta El Salvador,
tomando como indicador el Coeficiente de GINI5
Niveles de Desigual en El Salvador
FUENTE: CEPAL (2004)
4 El enfoque de capacidades de Amartya Sen (1984), plantea que las capacidades de una persona son las que determinan
su nivel de vida, y son empleadas en la utilización o consumo de un bien. Sen entiende capacidades como todo aquello que
posibilite una buena nutrición, saber escribir, leer, comunicarse y tener una vida comunitaria activa, en otras palabras, son
oportunidades mediante las cuales se puede lograr el bienestar. Además esta visión no se limita la capacidad de compra
sino también a los funcionamientos, que tiene que ver con la realización de acciones.
5 El coeficiente asume valores entre cero y uno, de forma tal que cero se corresponde con la perfecta igualdad (es decir
todas las personas tienen los mismos ingresos) y uno se corresponde con la perfecta desigualdad (solamente una sola
persona posee todos los ingresos). Así, cuanto mayor sea la desigualdad en los ingresos, más alto será el valor del
coeficiente de Gini.
Niveles de Desigualdad en El Salvador
FUENTE: CEPAL (2011)
“La desigualdad en El Salvador, se trata, de un fenómeno invasor, que caracteriza a cada
aspecto de la vida, como el acceso a la educación, la salud y los servicios públicos; el
acceso a la tierra y a otros activos; el funcionamiento de los mercados de crédito y
laborales formales, y la participación e influencia políticas
Dentro de este marco las mujeres, los niños, los ancianos resultan particularmente
desfavorecidos
Esta desigualdad constituye, en El Salvador un tema estructural, dado que el acceso a las
posiciones y los bienes sociales disponibles o deseables ofrecen limitaciones de carácter
permanente que atraviesan las generaciones.” (Desigualdad en América Latina y El
Caribe, Banco Mundial)
A continuación, se presenta los principales generadores de desigualdad y los niveles que
esta representa en El Salvador.
Los niveles de desigualdad en el país, se da por la mala distribución del ingreso esto
se explica por la concurrencia de varios factores o “pilares de la desigualdad”.
En términos económicos, los altos niveles de desigualdad se reproducen debido a las
interacciones de distintos factores:
La desigualdad en El Salvador se debe sustancialmente a la extraordinaria concentración
de ingreso en el sector de la población con mayor renta, y a su ausencia en el sector de la
población más pobre. (Puryear, Malloy 2008)
Distribución del ingreso anual entre familias salvadoreñas
Niveles de desigualdad en la educación
La educación es el activo productivo más importante que puede obtener la mayoría de la
población. Además de sus efectos económicos, la educación también está íntimamente
ligada a las desigualdades socioculturales y políticas.
Una educación más igualitaria tiene, potencialmente, múltiples influencias en cuanto a
resultados y prácticas más equitativas. Adicionalmente, tiene dos importantes ventajas
como estrategia: a) se puede mejorar su distribución sin la necesidad de redistribuir y
privar a otra persona, b) las mejoras en la distribución (ligadas estrechamente a los
aumentos en los niveles medios de educación general) son positivas para la eficiencia y el
crecimiento.
FUENTE: CEPAL (2011)
Las brechas en educación según condiciones de origen también son muy profundas y
explican, en parte, la reproducción intergeneracional de la pobreza y la desigualdad.
En un área clave, la de acceso a la educación superior, el patrón predominante fue la
profundización de las diferencias entre los ricos y los pobres, puesto que la asistencia
aumentó con mayor rapidez entre los miembros de las familias del extremo superior de la
distribución. Esto es importante para la dinámica futura de los ingresos, dada la enorme y
creciente bonificación que tiene la educación terciaria en el mercado laboral.
Altos niveles de concentración de la tierra
La desigualdad en la distribución de la tierra fue, históricamente, una importante fuente
tanto de altos niveles de inequidad económica como de influencia política. Sin embargo, la
distribución de las tierras rurales aún es importante para una considerable minoría,
relativamente pobre.
El Salvador es un país con una reforma agraria extensa pero incompleta. Algunos
esfuerzos pasados lograron dividir las haciendas, pero casi ninguno pudo cambiar la
situación de los campesinos pobres, debido a las fallas en el diseño y el contexto político.
Cuando los derechos de propiedad se volvieron más inseguros, las elites de
terratenientes utilizaron, con frecuencia, otros medios para mantener su posición
económica, como desalojar a los arrendatarios y obtener subsidios al capital o a los
productos.
Con la urbanización ha aumentado la importancia de los temas relativos a las tierras
urbanas y la vivienda. Un tema vital es la seguridad de los derechos de propiedad, puesto
que los grupos más pobres son más susceptibles de carecer de títulos legales.
Evolución del Índice de GINI territorial en El Salvador
FUENTE: DIGESTYC (2009).
Las desigualdades territoriales. Esta desigualdad territorial constituye, en algunos casos
nacionales, un factor decisivo de la desigualdad general, y reclama políticas activas de
redistribución y transferencias en lógica territorial
Acceso al Empleo
El Salvador tiene una matriz productiva con profunda heterogeneidad estructural, vale
decir, enormes brechas en materia de empleo. Expresión clara de ello son las enormes
brechas salariales dentro del ámbito laboral.6
FUENTE: PNUD (2013)
El acceso poco equitativo a la infraestructura pública
Este es otro elemento determinante dentro de la dinámica de la desigualdad, Para
enfrentar las desigualdades si bien es cierto se requiere de una combinación acertada de
suministro público y privatización.
Sin embargo, muchos servicios públicos han respondido a estructuras clientelistas y han
resultado ser poco equitativos e ineficientes.
Los esfuerzos de privatización pueden superar estas barreras, pero sólo tendrán éxito si
están bien diseñados y sujetos a una fuerte regulación autónoma. La mayor parte de los
casos los procesos privatizadores no se han efectuado con el fin de distribuir la propiedad
de manera más amplia, y en aquellas instancias en las que la transparencia y la
competencia han sido débiles se han producido transferencias regresivas de riqueza y
corrupción. Esto sucede especialmente en los sectores no competitivos, en los cuales es
6 El mundo del trabajo constituye también uno de enormes desigualdades y escasa
protección social, lo que está estrechamente ligado a los dos factores anteriores: brechas
en productividad y en capacidades
esencial aplicar estructuras reguladoras sólidas junto con la privatización para lograr
resultados eficientes y equitativos.
Acceso a la Infraestructura pública
FUENTE: Departamento de Economía UCA, El Salvador.
Acceso desigual a mercados clave (en particular, mercados financieros y laborales).
Parte del problema es que el acceso al mercado es muy diferente para los hogares más
pobres y para los trabajadores del sector informal que para los ricos y las compañías
establecidas. A este respecto los mercados financieros son especialmente importantes,
tanto para mejorar la igualdad de oportunidades en la inversión productiva como en
facilitar un acceso más equitativo a activos, tales como tierra, vivienda y educación.
La transparencia, la divulgación, el control empresarial adecuado, las agencias crediticias
y sólidos derechos de propiedad para los acreedores y accionistas minoritarios han
resultado ser elementos determinantes en la profundización financiera y, por ende, en un
mayor acceso a los servicios financieros.
Acceso a Créditos para la Inversión
FUENTE: BCR
Generadoras de Empleo y Receptoras de Ganancias
Contribución de las empresas al empleo
FUENTE: CONAMYPE
Distribución y ganancias de ventas
FUENTE: Ministerio de Economía (2012)
LA DESIGUALDAD EN EL SALVADOR, IMPACTO EN EL DESARROLLO HUMANO
“El desarrollo humano es un proceso mediante el cual se ofrece a las personas mayores
oportunidades. Entre estas, las más importantes son una vida prolongada y saludable,
educación y acceso a los recursos necesarios para tener un nivel de vida decente.” —
Informe sobre Desarrollo Humano 1990 (PNUD 1990)
“La desigualdad es una amenaza importante para el desarrollo humano, especialmente
porque es un reflejo de la desigualdad de oportunidades, además que afecta al
crecimiento, a la reducción de la pobreza y a la calidad de la participación social y política.
Una desigualdad muy marcada también afecta a la idea de un propósito compartido y
fomenta la búsqueda de rentas por parte de grupos influyentes.
La búsqueda de rentas, orientadas a conseguir un trozo más grande de pastel en lugar
de a aumentar el tamaño del pastel, distorsiona la asignación de recursos y debilita la
economía. La desigualdad limita el futuro del desarrollo humano porque reduce las
inversiones destinadas a servicios básicos y bienes públicos, frena la progresividad del
sistema de impuestos y aumenta las posibilidades de inestabilidad política.
Los niveles de desigualdad en El Salvador, tienen un alto costo para el desarrollo
humano.
Índice de Desarrollo Humano
FUENTE: IDH, PNUD, El Salvador (2014)
Según, se muestra en la tabla anterior El Salvador, ocupa la posición 115, en niveles de
desarrollo humano, (2014); motivo principal de esta posición, son los niveles de
desigualdad que vive la población.
En la sociedad salvadoreña, existen tres motivos generales de preocupación, con
respecto a la desigualdad, que debilitan el desarrollo humano:
Primero, la existencia de mayores niveles de inequidad, ya sea en el ingreso u
otras dimensiones de bienestar, significa más pobreza en un momento
determinado. Asimismo, supone que el desarrollo ejercerá un menor efecto
dinámico sobre la pobreza, y por ende un decremento en el desarrollo humano, a
menos que se realice una redistribución significativa
Segundo, la desigualdad puede desacelerar el proceso general de desarrollo. La
desigualdad vista como un posible freno para el desarrollo, por diversos motivos:
a) la desigualdad en el acceso al crédito significa perder oportunidades de
inversión muy rentables para la economía en su conjunto; b) la desigualdad de
oportunidades educacionales limita la posible contribución a la sociedad de
algunos de los individuos más talentosos; c) los conflictos de distribución se
acentúan, la delincuencia y la violencia aumentan; y en algunas condiciones, la
bases institucionales para el crecimiento se debilitan. Este se traduce únicamente
en un declive del desarrollo humano de El Salvador
En tercer lugar, el alto nivel de desigualdad es rechazado en forma generalizada,
La desigualdad de oportunidades resulta particularmente inaceptable en términos
éticos, lo cual significa que los individuos enfrentan opciones de vida totalmente
diferentes al nacer, y es específicamente nociva para el potencial de crecimiento
general de la sociedad.”7
Índice de Desarrollo Humano ajustado por Desigualdad8
7 (Desigualdad en América Latina y El Caribe, Banco Mundial)
8 El IDH ajustado por las desigualdades en las tres dimensiones básicas del desarrollo humano.
ACCIONES CONTRA LA DESIGUALDAD EN EL SALVADOR9
Los análisis económicos, políticos y sociales indican que el cambio es posible. Sin
embargo, el cambio puede ser relativamente rápido en términos de modalidades de
prestación de servicios, para tramos específicos en la distribución del ingreso (incluido
entre los más pobres) y, en ciertas circunstancias, para reducir las desigualdades de
poder. Además, precisamente porque el cambio requiere de tiempo, la acción anticipada y
concertada es de gran importancia y mejor aún, si se aplican medidas decisivas para
enfrentar la variedad de mecanismos que reproducen la desigualdad.
Primero que todo, es necesario reducir la desigualdad en el acceso a los activos
productivos. Resulta clave igualar el acceso a una educación de buena calidad debido a la
influencia que ésta ejerce sobre las oportunidades económicas, el nivel social e influencia
política.
En segundo lugar, es necesario mejorar el funcionamiento de las instituciones de mercado
en beneficio de todos a través de la profundización del mercado financiero y del mercado
de productos y la creación de instituciones laborales más integradoras que equilibren la
flexibilidad con la protección de los trabajadores.
En tercer lugar, el Estado debe fortalecer su capacidad redistributiva, a través de la
recaudación equitativa de impuestos; sin embargo el aumento de impuestos sólo tiene
sentido si éstos se utilizan en forma eficaz.
Además, hacerse cargo de la distribución en el ámbito macroeconómico fortalece la
necesidad de contar con una administración estable, puesto que las crisis tienden a ser
muy regresivas. Para lograrlo se necesitan instituciones y regulaciones que reduzcan el
riesgo de caer en crisis y disminuyan la desigualdad en la distribución de las pérdidas
cuando éstas se produzcan. Otro aspecto importante es lograr un acceso más equitativo a
la tierra, a los derechos de propiedad y a otros activos, tales como la infraestructura
pública.
9 (Desigualdad en América Latina y El Caribe, Banco Mundial)
Para lograr avance en todos estos aspectos se requerirá una acción social y liderazgo
político decisivos. Esto supone progresar hacia instituciones políticas más integradoras e
inclusivas, puesto que la desigualdad en la influencia subyace en muchos de los
mecanismos que reproducen la desigualdad en general.
CONCLUSIONES
La profunda desigualdad entre grupos no es solo algo injusto, sino que también puede
afectar al bienestar y amenazar la estabilidad política. Cuando se discrimina a ciertos
grupos, los recursos y el poder no se distribuyen basándose en los méritos, por lo que
muchas personas con talento se quedan fuera del reparto. Esta desigualdad alimenta el
descontento y las reivindicaciones
El alto nivel de desigualdad tiene costos considerables: aumenta los niveles de pobreza y
disminuye el impacto del desarrollo económico destinado a reducirla.
Es probable que también perjudique el crecimiento económico agregado, en especial
cuando se asocia a la falta de equidad en el acceso al crédito y a la educación, y a las
tensiones sociales
En El Salvador, las percepciones de injusticia distributiva se asocian principalmente a las
opiniones ciudadanas de inexistencia de garantías económicas y sociales básicas, lo que
evidencia la necesidad de que el Estado tome medidas con miras a cerrar las brechas
sociales y avanzar en la cohesión social. Sin embargo, la percepción de una alta
inequidad distributiva también se relaciona con la desconfianza en las instituciones
políticas y con la creencia de que los gobiernos sirven más a las elites que a las mayorías,
lo que indica que la población percibe la desigualdad como un problema de poder que va
más allá de la concentración económica y que, de no abordarse en forma íntegra, puede
obstaculizar las iniciativas encaminadas a promover la cohesión social.
Hacer cambios en los niveles de desigualdad del país, no se trata de una tarea fácil. Pero
hay más posibilidades de lograrlo ahora que en el pasado dado el aumento de la
demanda social por una democracia más profunda, una distribución más equitativa de la
influencia política, un mayor acceso a la educación y a la salud en lo que se refiere a las
diferencias de ingreso, el acceso a los servicios, el poder e inclusive, el trato que se recibe
de la policía y del sistema judicial.