nahuel moreno - 1982 comieza la revolucion

Upload: aleksandro-reinaldo

Post on 21-Feb-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    1/28

    Ediciones

    Nahuel Moreno

    1982: Comienza LaRevolucin

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    2/28

    Primera Edicin: Cuadernos de Solidaridad #2, Buenos Aires, enero 1988

    Primera Edicin de Internet: Ediciones El Socialista, Buenos Aires, febrero 2015

    Diseo de tapa e interior: Daniel Iglesias

    www.nahuelmoreno.org

    www.uit-ci.org

    www.izquierdasocialista.org.ar

    Ediciones

    Nahuel Moreno

    1982: Comienza LaRevolucin

    ContenidoIntroduccin ......................................................................................................................................1

    La revolucin triunfante .....................................................................................................................2

    La gnesis de la revolucin .................................................................................................................5

    Bignone en el gobierno .......................................................................................................................9

    Nuevas consignas para una nueva etapa ............................................................................................13

    El estallido del peronismo y la construccin del partido socialista revolucionario de masas.................20

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    3/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 1EdicionesEl Socialista`

    Introduccin

    En junio de 1982, el general Bignone asumi el gobierno de la Argentina, tras haber logrado elapoyo de todos los partidos burgueses del pas, fundamentalmente de los dos mayoritarios, el peronista yel radical. Para el autor de este trabajo, esa fecha ha pasado a ser parte de la historia nacional. Sin querer

    exagerar, consideramos que ha sido el acontecimiento ms importante en lo que va de este siglo. Es lacada definitiva del rgimen ms sanguinario y totalitario que hayamos conocido en la Argentina. Elderrumbe total de la dictadura genocida instaurada en marzo de 1976, que secuestr y asesin a decenasde miles de personas.

    Por eso tiene una trascendencia mucho mayor que otros hechos histricos que se le puedancomparar. La instauracin del voto secreto y el triunfo de Irigoyen en 1916, por ejemplo, tuvieron menorimportancia. Se derrot al rgimen conservador sostenido por el fraude electoral; pero ese rgimen,comparado con el de Videla, era un colegio de seoritas o los Trabajadores de Emas. Igualmente,la victoria electoral peronista de 1946, que Liquid definitivamente la dcada infame y el fraudepatritico, es mucho menos trascendente. Fue la derrota de un rgimen que, en 16 aos, no lleg aasesinar a 20 opositores polticos. En cuanto a horrores, no hay comparacin posible entre los gobiernos

    conservadores o los de la dcada infame y la ltima dictadura militar.Junio de 1982 es pues, la fecha divisoria entre dos etapas. Las diferencias entre ellas son tan

    abismales que se pueden palpar. Durante 1981, toda persona que se reuniera en su casa con sus amigospara criticar al rgimen militar corra el peligro cierto, si se los descubra, de ser secuestrada, torturada oasesinada. Desde que asumi Bignone, esa misma persona recorri las calles de todo el pas gritando seva a acabar la dictadura militar. O cosas peores, como son todos asesinos los milicos del Proceso, o paredna todos los milicos que vendieron la nacin. Y, salvo escassimas excepciones, no le pasaba absolutamentenada.

    El trabajo que sigue tiene el objetivo de analizar y definir qu es lo que pas en el pas a partirde la cada de Galtieri en junio de 1982 y del nuevo gobierno de Bignone. Trataremos de precisarcientficamente lo que es evidente por s solo: que se abri una nueva etapa o surgi un nuevo rgimen

    poltico. No se trata simplemente de constatar hechos evidentes, como los sealados ms arriba, sino dedefinir el fenmeno que se produjo, las razones de ese cambio espectacular y las perspectivas que hanabierto en la Argentina.

    Nahuel Moreno, Mayo 1983

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    4/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 2 www.nahuelmoreno.org

    La revolucin triunfante

    El gobierno de Isabel y el putsch de marzo de 1976

    En marzo de 1976, se produjo el putsch que llev al poder a la siniestra dictadura militar, imponiendo

    y manteniendo durante seis aos un rgimen contrarrevolucionario frreo y estable, denominadoProceso de Reorganizacin Nacional. En muchos aspectos, el Proceso fue la continuacin del gobiernoreaccionario de Isabel Pern, como lo demuestran los secuestros y asesinatos que se perpetraron bajoambos regmenes. Pero hubo diferencias decisivas entre ellos. La fundamental fue que Isabel no pudoderrotar a la clase obrera. Por el contrario, el ascenso de las luchas detonado por el Cordobazo de1969 se mantuvo, en lneas generales y con los inevitables vaivenes, hasta el fin del gobierno isabelista.La mejor prueba fue la gran huelga general contra Isabel y sus ministros Rodrigo y Lpez Rega en 1975,antecedida por las ocupaciones de fbricas de 1973 durante el gobierno de Cmpora, y seguida porla preparacin casi espontnea de una nueva huelga general contra el sucesor de Rodrigo, el ministroMondelli. La traicin de la burocracia sindical peronista impidi la concrecin y triunfo de esa nuevahuelga general que seguramente habra derrocado a la propia Isabel e impedido el golpe de estado. Pero

    lo cierto es que, en 1975, la clase obrera estaba tanto o ms combativa que cuando el Cordobazo.Justamente el gobierno de Isabel (julio 1974 a marzo 1976) vivi de crisis en crisis porque su

    proyecto poltico era poner en vereda a los trabajadores, cerrando la etapa prerrevolucionaria que sehaba abierto con el Cordobazo. Pero ese proyecto fracasaba una y otra vez por la tenaz resistencia delmovimiento obrero. Por eso, bajo su gobierno subsisti un amplio margen de libertades democrticas yparlamentarias. Los partidos polticos, as como los sindicatos, con sus comisiones internas y cuerposde delegados siguieron siendo legales. Haba una relativa libertad de prensa y de reunin. En sntesis, elgobierno de Isabel fue semidictatorial, reaccionario, pero no una frrea dictadura contrarrevolucionariacomo la que lo sucedera, porque no pudo liquidar la etapa prerrevolucionaria abierta con el Cordobazoderrotando a la clase obrera.

    Los radicales y el ala poltica del peronismo queran que Isabel terminara con la situacin

    prerrevolucionaria, encuadrndola en un rgimen burgus serio y estable de tipo presidencialparlamentario, lo que los marxistas hemos definido como reaccin o contrarrevolucin democrtica. Estedeseo era compartido por los sectores ms influyentes de la propia cpula militar, que no deseaba dar ungolpe por temor a la posible reaccin del movimiento obrero, comprobada ms de una vez en las ltimasdcadas de nuestra historia. Pero Isabel pretenda imponerse como un gobierno de tipo bonapartistareaccionario, totalitario, y fracasaba una y otra vez al chocar con la resistencia obrera. En ese juego deofensiva isabelista y contraofensiva de los trabajadores, la estabilidad del sistema capitalista semicolonialen su conjunto estaba amenazada. Y a esa amenaza se sumaba la provocacin sistemtica de la guerrillaaventurera. La burguesa y los militares no tuvieron otra alternativa que arriesgarse a dar el putschcontrarrevolucionario, aprovechando para ello la gran confusin y parlisis provocadas por la traicin dela burocracia sindical en el seno de la clase obrera a fines de 1975 y comienzos de 1976, cuando se nega seguir las huelgas hasta echar a Isabel.

    As fue derrocado el rgimen semi dictatorial-semi parlamentario de Isabel Pern, y lo que es msimportante, las masas trabajadoras fueron drsticamente derrotadas. Se cerraba la etapa prerrevolucionaria

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    5/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 3EdicionesEl Socialista`

    abierta con el Cordobazo. Y se impona el primer rgimen abiertamente contrarrevolucionario que se haconocido en la Argentina.

    La dictadura militar

    A partir del golpe militar son drsticamente suprimidas todas las libertades democrticas. Seintervienen las organizaciones obreras, se congela la actividad de los partidos polticos, se impone lacensura y se controla toda la vida social y cultural. La dictadura militar masifica e institucionaliza losmtodos de guerra civil selectivos, los secuestros y asesinatos de activistas obreros, sindicales, polticos,estudiantiles y guerrilleros, que ya venan aplicando Lpez Rega y la burocracia sindical escudados bajola sigla de la Triple A. El aparato estatal, militar y policial se transforma en una Triple A. La cantidad setransformara en calidad: los centenares de muertos bajo Isabel se transforman en decenas de miles bajola dictadura. Los mtodos de guerra civil selectiva, que eran un rasgo importante pero no el fundamentaldel gobierno isabelista, se convierten en la caracterstica dominante del nuevo rgimen.

    El terror de Estado no se vuelca exclusivamente contra la guerrilla. En pocos meses el dispositivomilitar de sta y su propia direccin quedan aniquilados, con sus sobrevivientes en el exilio. Pero el terrorsigue en un crescendo diablico contra todo lo que se consideraba progresivo.

    La clase obrera, abandonada por su direccin sindical cobarde y venal, sufre una dura derrota.Su vanguardia, los activistas que organizaron y encabezaron las grandes luchas del perodo 1969/75, esasesinada por miles o forzada al exilio por centenares de miles. Por primera vez en su historia, el puebloargentino comprueba atnito con sus propios ojos lo que es un genocidio.

    El cambio en las relaciones de fuerza entre las clases es abrupto. La clase obrera pasa de la ofensivadel perodo anterior a una retirada en desorden. La burguesa se lanza a un ataque implacable.

    Este cambio en las relaciones entre las clases produjo, como no poda dejar de hacerlo, un cambiode rgimen gubernamental o estatal. El isabelismo fue un rgimen reaccionario pero con un ampliomargen de libertades democrticas: los partidos y el parlamento seguan existiendo y tenan un peso real,aunque no fuera preponderante, en el sistema de gobierno. Existan los sindicatos y en su seno, a nivelde los organismos de base, las comisiones internas y los cuerpos de delegados, una amplia franja de la

    clase obrera haba derrotado a la burocracia sindical e impuesto direcciones clasistas o de izquierda. ElProceso, en cambio, suprimi ese juego institucional, liquidando al parlamento y anulando el rol de lospartidos polticos. Inaugur as un rgimen totalitario, asentado en el gobierno de las Fuerzas Armadas,cuya primera medida fue eliminar todo vestigio de democracia obrera. Se intervino militarmente amuchos sindicatos y en los no intervenidos se prorrog indefinidamente el mandato de los burcratas. Sedestruyeron las comisiones internas y cuerpos de delegados. Se asesin o se oblig a dejar las empresas yhasta el pas a los activistas y dirigentes clasistas o de izquierda.

    La mxima institucin de gobierno del Proceso es la Junta de Comandantes en jefe. No aparece,como en el Chile de Pinochet, un dictador absoluto y omnipotente. En este aspecto, el rgimen argentinose parece al uruguayo, donde las Fuerzas Armadas gobernaron a travs de un mandadero (en su caso decivil) dbil, sin fuerza propia. El poder colegiado que se expresaba en la Junta Militar llegaba al extremo

    apenas se comenzaba a descender los escalones del aparato estatal. El llamado feudalismo militarconsisti en el reparto de un tercio de dicho aparato para cada fuerza armada. En ese tercio, que incluadesde algunos ministerios hasta las radios y canales de televisin, pasando por las gobernaciones deprovincia, no mandaba el presidente ni la Junta. Los ministros y gobernadores eran del ejrcito, la marinao la aeronutica y slo obedecan y rendan cuentas al respectivo Comandante en Jefe.

    Cae la Junta asesina

    A partir de la derrota argentina en la guerra de las Malvinas en junio de 1982, la situacin cambiaabruptamente en todos los rdenes. El cambio fundamental que se produce es el del rgimen poltico: elProceso no existe ms.

    Cae Galtieri y se disuelve la Junta Militar. Sube al gobierno el general Bignone nombradoexclusivamente por el ejrcito y sostenido por los partidos. Toda la estructura jurdica del Proceso se cae a

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    6/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 4 www.nahuelmoreno.org

    pedazos, reflejando la cada del rgimen con sus instituciones. Segn el Estatuto del Proceso, el rganomximo del Estado era la Junta, pero ella desaparece. El presidente deba ser nombrado por esa Junta,pero es nombrado por una sola fuerza, el Ejrcito. Segua vigente la veda poltica, pero los partidos sonllamados formal y solemnemente para que legitimen al nuevo presidente antes de que ste asuma (y comocondicin ineludible para que pudiera hacerlo).

    La primera accin de gobierno de Bignone ser levantar la veda poltica, un reconocimientotardo de la nueva situacin. Ya desde la cada de Galtieri, los partidos polticos haban pasado de estarcongelados a ser rbitros de la situacin. Y desde su reunin con Bignone en adelante pasan de hechoa cogobernantes, desplazando a la Junta de Comandantes en Jefe y convirtindose en el soporte decisivopara el mantenimiento del gobierno.

    En lugar de un gobierno fuerte y totalitario como fueron los del Proceso, el de Bignogne (junio1982 a noviembre 1983) es dbil, ms bien lastimoso. En lugar de la censura y el totalitarismo, se abre laetapa ms democrtica que ha conocido el pas en los ltimos 50 aos.

    La prensa logra un alto grado de libertad. Toda corriente poltica publica lo que quiere, inclusivelos trotskistas y socialistas revolucionarios. Diarios, revistas y libros marxistas se venden libremente. Lacensura se va extinguiendo.

    Los partidos polticos abren miles de locales, incluidos los trotskistas, maostas y los ex montoneros

    que actan como corrientes internas del peronismo. Cualquiera pega carteles o pinta paredes a su antojo.Toda reunin pblica o manifestacin que solicite la correspondiente autorizacin policial la

    consigue instantneamente. Y si no la solicita da lo mismo, porque no slo no se la reprime sino que lapolica corta el trnsito para facilitarla.

    Los jefes militares, denunciados pblica o semi pblicamente de haber dirigido secuestros yasesinatos con un poder absoluto y sin retaceos y una impunidad garantizada, empiezan a ir a la crcel.

    Esto no quiere decir que no hayan subsistido elementos del pasado contrarrevolucionario. BajoBignone son asesinados Dupont, Dalmiro Flores, Pereyra Rossi y Cambiasso, pero son cuatro asesinatosen 15 meses, y antes fueron miles por ao. Se declar ilegal la segunda huelga general, pero la huelgase hizo y no pudieron tomar represalias. Se prohibi una marcha de las Madres de Plaza de Mayo, perola marcha se hizo y no pudieron reprimir. Se censuraron algunas publicaciones, pero los propios jueces

    nombrados por el Proceso levantaron la censura.Concretamente, a partir de junio del ao pasado, la Argentina es un pas completamente diferente,

    que no tiene nada que ver con el anterior. Estamos viviendo una etapa o rgimen (o como lo queramosllamar) absolutamente distinto a la del horror y el terror que sufrimos durante los seis aos y tres mesesque van desde el golpe de marzo de 1976 hasta junio de 1982. El que no vea y reconozca que la de antes yla de despus de esa fecha son dos situaciones total y absolutamente distintas es un sectario incorregible.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    7/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 5EdicionesEl Socialista`

    La gnesis de la revolucin

    La cada del rgimen contrarrevolucionario en junio de 1982 y el comienzo de un nuevo rgimeno etapa, de tipo democrtico, con la subida de Bignone, no se produjo por generacin espontnea, ni fueun relmpago en un cielo despejado. Como todo fenmeno, tiene una historia que lo explica, un proceso

    que conduce a l, una gnesis. Ese proceso tiene tres etapas o perodos claramente delimitados.El primer perodo comienza con la crisis econmica y el gobierno de Viola y se prolonga a lo largo

    del gobierno de Galtieri hasta que empieza la guerra de las Malvinas. Se caracteriza porque, aunqueel gobierno contina siendo relativamente slido, estalla la crisis econmica ms profunda del sistemacapitalista semicolonial argentino desde 1929 y a su comps, empieza la crisis del gobierno militar. Ladictadura pierde el apoyo casi masivo que hasta ese entonces le haba brindado la clase media y seextiende la resistencia obrera y popular. La situacin evoluciona de contrarrevolucionaria durante todoel ao 1981 a prerrevolucionaria.

    El segundo perodo es el de la guerra propiamente dicha. Empieza el 2 de abril de 1982 y culminacon la derrota militar en el Atlntico Sur. En ella se combina la irrupcin del movimiento de masas queapoya la reconquista de las islas con la colosal agudizacin de la crisis econmica e institucional de la

    dictadura militar. La evolucin de la situacin de contrarrevolucionaria a prerrevolucionaria se acelera almximo y pasa a ser directamente revolucionaria.

    El tercer perodo se inicia con la derrota militar, contina con la cada de Galtieri y culmina con elgobierno de Bignone, que abre un perodo o rgimen de libertades democrticas como jams habamosvisto en la Argentina. Este es el perodo de la crisis revolucionaria, que entierra al viejo rgimen y hacesurgir uno nuevo.

    Primer perodo: crisis del gobierno y del sistema

    A principios de 1980 el pas es sacudido por la crisis econmica ms grave de esta posguerra. Msque una crisis es el derrumbe de la economa capitalista nacional, despus de dcadas de degradacin

    y decadencia. El hundimiento de los mayores grupos financieros del pas (Trozzo, Greco, Sasetru),la espectacular fuga de divisas, la quiebra de la famosa poltica monetarista con sus tablitas quemantenan deprimido el dlar en relacin a la moneda nacional, la disparada incontrolable de la divisanorteamericana, la inflacin vertiginosa, mostraron el fracaso absoluto de la poltica econmica deVidela-Martnez de Hoz, agentes directos de los financieros imperialistas y nacionales. Esta catstrofeeconmica provoc cambios en las relaciones entre las clases, entre sus diferentes sectores y entre todasellas y el gobierno.

    La clase media, que haba medrado y paseado como turista por todo el planeta gracias a las migajasque le tiraba la patria financiera de la millonada que sacaba de la sper explotacin de los trabajadoresy de la rapia del pas, se encontr, de un da para el otro, con que se le haba acabado la plata dulce.Los mismos que haban festejado el genocidio porque les brindaba el orden y la seguridad para disfrutar

    en paz el festn, rompieron violentamente con la dictadura. A partir de entonces se ubicaron del lado dela clase obrera y el pueblo trabajador, los nicos que venan enfrentando al rgimen desde el principio,sin perder por ello la inestabilidad y cobarda propias de la pequea burguesa. Este fue el cambio ms

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    8/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 6 www.nahuelmoreno.org

    importante en la situacin porque dej a la dictadura sin ningn tipo de apoyo social de masas. El pasajede la clase media al campo de la clase obrera y a la oposicin al rgimen es precisamente el sntoma msclaro de que una situacin empieza a transformarse en prerrevolucionaria.

    El resultado fue que todo el pueblo comenz a enfrentar a la dictadura militar. No lo haca unido enun gigantesco movimiento, sino en forma dispersa, molecular. No tena un claro eje poltico comn. Estoera as porque las direcciones de masas, el peronismo, el radicalismo y la burocracia sindical se cuidabancomo de la peste de levantar la consigna de Abajo la dictadura y de hacer confluir todas las rebeldasen un solo movimiento y accin anti dictatorial y democrtico.

    Las luchas, las resistencias se dieron entonces fragmentadas y por objetivos parciales, aunquetodos ellos provocados por el rgimen militar. Se peleaba por problemas econmicos en las fbricas,en resistencia al hundimiento de las economas regionales, protestando contra la censura entre losintelectuales y artistas, reclamando por los desaparecidos entre sus familiares y por odio general contra lapoltica econmica de la dictadura.

    El llamado a la huelga general de la CGT Brasil, el 22 de julio de 1981, tuvo una respuesta importantepero solo parcial. Las acciones de las Madres de Plaza de Mayo no encontraban una respuesta masiva.Sin embargo ya eran seales, dbiles an, del profundo cambio en la mentalidad y actitud del movimientode masas, que haba empezado su resistencia activa al rgimen.

    En el campo de la burguesa, la crisis, que haba comenzado por la economa, se extendi yprofundiz a todos los niveles. Los partidos burgueses, principalmente el peronismo y el radicalismose dividan en fracciones pblicas. Los diferentes sectores de la burguesa no se ponan de acuerdo y seenfrentaban entre ellos a la hora de definir una salida econmica y sus relaciones con el gobierno. Laburocracia sindical cristalizaba su divisin en dos centrales y varias fracciones los 20, los 25 condisciplina propia.

    Esta crisis generalizada empez a golpear el corazn del propio rgimen. Ya hubo taquicardiacuando se design, tras largas deliberaciones, al general Viola como sucesor de Videla en marzo de 1981.Y ya sufri el primer infarto cuando Viola se vio obligado a dejar la presidencia en diciembre del mismoao, despus de haber fracasado en sus intentos de remontar la crisis econmica y montar un partidooficialista para instrumentar una salida a la brasilea. Videla haba durado cinco aos, Viola slo seis

    meses. El Estatuto del Proceso, por el cual los presidentes designados por la Junta de Comandantesduraban 3 aos haba dejado de cumplirse por primera vez. En diciembre de 1981 asumi la terceraJunta, encabezada por Galtieri.

    Una prueba adicional del cambio en la situacin fue la fundacin de la Multipartidaria en juliode 1981. El ms lcido de los dirigentes burgueses vivos, el radical Ricardo Balbn, tuvo un fino olfatopara detectar ese cambio y preparar una salida para que la situacin no evolucionara a francamenteprerrevolucionaria o directamente revolucionaria. El ttulo del documento fundacional de laMultipartidaria, Antes de que sea tarde, habla por s mismo.

    Segundo perodo: la guerra abre una situacin revolucionaria

    La iniciacin de la guerra de las Malvinas en abril de 1982, fue una maniobra de los elementosms desclasados y reaccionarios del rgimen, encaramados al gobierno con Galtieri. Su objetivo msimportante fue tratar de desviar hacia los ingleses el odio popular contra la dictadura, cuya ms recienteexpresin haba sido la manifestacin del 30 de marzo de la CGT Brasil que deriv en fuertes choquesen las calles con la Polica, por primera vez desde 1976. El clebre reportaje a Galtieri, as como losrecientemente publicados informes de la Comisin Rattenbach demuestran que jams se les pas por lacabeza hacer una guerra antiimperialista. Ellos prevean un paseo militar, simblico y estaban seguros deganar en la mesa de las negociaciones por el supuesto apoyo del imperialismo yanqui, su fraternal socio yaliado en la represin a las masas en Argentina y Amrica Central. Pensaron que gracias a ese hipotticotriunfo haran olvidar a los trabajadores la crisis econmica y los crmenes del rgimen y ganaran paras mismos seis aos ms, como mnimo, de disfrute del poder... y de los millones de dlares que podran

    seguir robando.Pero el efecto de la recuperacin de las Malvinas result ser exactamente el opuesto del queesperaban quienes la causaron: en lugar de conjurar la crisis, abrieron una clara situacin revolucionaria.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    9/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 7EdicionesEl Socialista`

    Varios errores de clculo fueron trgicos para la dictadura.El primer errorsalt a la vista cuando el imperialismo yanqui no slo no la secund sino que,

    junto a los restantes pases imperialistas, apoy con todo al imperialismo ingls. A partir de entonces, elrgimen quedaba entre la espada y la pared. Para ganar la guerra a todo el imperialismo mundial debatomar medidas revolucionarias: movilizacin y armamento de todo el pueblo, guerra econmica sincuartel a todos los pases enemigos (no pago de las deudas y expropiacin de sus empresas), reclusinde los capitalistas y ejecutivos de las potencias enemigas en campos de concentracin, llamado a lalucha anti imperialista a los pueblos latinoamericanos y del Tercer Mundo, exigencia pblica de ayudamilitar a la URSS y dems estados obreros, ataque a la flota inglesa apenas se pusiera al alcance de lasarmas argentinas, etctera. Pero nada de eso estaba dispuesto a hacer.

    Rendirse sin luchar y retirar las tropas era la otra salida sensata, pero era un suicidio poltico,porque el rgimen haba cometido un segundo errorde clculo que le resultara fatal: haba intentadomanipular a las masas para que apoyaran su guerra. Ese intento, cuya primera consecuencia fuela gran manifestacin popular del 3 de abril, produjo el estallido de la primera movilizacin unida yrevolucionaria anti imperialista del movimiento de masas argentino desde 1976. El movimiento de masastransform la demencial aventura guerrera cuyo objetivo ultra reaccionario era perpetuar la dictadura,en una movilizacin revolucionaria a escala nacional y latinoamericana, contra el imperialismo ingls,

    el yanqui y todas las dems potencias imperialistas. La guerra y las movilizaciones que provoc lograronimponer un frente antiimperialista de la nacin argentina con todos los movimientos anti imperialistas delmundo y con los pases latinoamericanos conmovidos por la agresin imperialista y agredidos, tambinellos, por el saqueo econmico de la gran banca mundial y el FMI. Ms importante an, logro soldar,con una firme voluntad revolucionaria, a la clase obrera con todos los otros sectores explotados en unanica movilizacin de masas. Y el objetivo de esa movilizacin no fue el que haban planeado Galtieri ysus hombres de preservar al rgimen, sino el de derrotar al imperialismo. Gracias a ello, los trabajadoressuperaron finalmente la etapa de luchas parciales, fragmentadas y defensivas de la preguerra.

    Por ltimo, el tercer errorde clculo de la dictadura fue creer que con la guerra poda superar lacrisis del rgimen. Ocurri todo lo contrario. Como toda guerra, sta hizo aflorar toda la podredumbrey las contradicciones de la dictadura y del propio sistema capitalista semi colonial. La burguesa y sus

    partidos, casi unnimemente, rechazaron espantada y cobardemente hasta la idea de luchar contra elsocio mayor imperialista, y qued enfrentada de hecho con Galtieri. Las Fuerzas Armadas trasladaronal terreno de la guerra el feudalismo militar que les serva para repartirse la rapia del pas: en ningnmomento hicieron un comando unificado y regateaban entre ellas la parte que les tocaba del sacrificio dehombres y equipo para no perder poder en el territorio continental del cual haca seis aos que se llevabansu botn de fuerzas de ocupacin. Sectores de la oficialidad estaban dispuestos a ganar la guerra, por amorpropio profesional o por la influencia ideolgica de un rancio nacionalismo catlico de ultraderecha,mientras otros sectores huan del combate para refugiarse en la retaguardia a hacer nuevos y lucrativosnegocios con los vveres, los dineros y hasta los armamentos y municiones.

    La dictadura qued prisionera de estos tres errores. Quiso hacer un paseo militar para salvar surgimen contrarrevolucionario y termin envuelta en una guerra con el imperialismo mundial. Quiso

    superar la crisis que la corroa y provoc que la crisis explotara. Y el peor de los tres errores, llam a lamovilizacin de las masas para una guerra patriotera y obtuvo como respuesta la irrupcin revolucionariaantiimperialista de los trabajadores y el pueblo. Al volcarse Norteamrica al campo ingls, slo podaganar la guerra con medidas revolucionarias, que de ninguna manera estaba dispuesta a adoptar. Pens,como lo confes Galtieri y lo confirma la Comisin Rattenbach en retirarse sin luchar, pero no pudoporque las masas estaban en las calles. Y a partir de entonces fue una hoja en la tormenta: ni hizo unaguerra en serio ni se retir sin dar batalla. Se conden a s misma a la derrota militar, la cual, para unrgimen militar, es la peor de las derrotas.

    La movilizacin de masas comenz contra el imperialismo ingls, continu contra el yanqui,estrech lazos con los pueblos latinoamericanos, y por ltimo, ante la vergonzosa capitulacin, terminenfrentando al propio Galtieri y a la dictadura en general, por ineptos y traidores en la conduccin de laguerra, como ocurri cuando las masas silbaron e insultaron a Galtieri en una concentracin popular enPlaza de Mayo, al grito de los pibes murieron, los jefes los vendieron, el 15 de junio.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    10/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 8 www.nahuelmoreno.org

    La crisis lleg y cal profundamente tambin en la burguesa y sus partidos de masas. Porque lairrupcin y unidad revolucionaria del pueblo trabajador contra el imperialismo fue lo opuesto por elvrtice a lo que hicieron los burgueses y sus partidos que, salvo minsculos sectores, no queran romper nienfrentar al imperialismo. El Papa vino al pas del 8 al 12 de junio para reforzar esa actitud derrotista de laburguesa y sus partidos. Sus misas, predicando la paz cuando los ingleses empezaban la lucha definitivapara tomar Puerto Argentino, buscaban movilizar a las masas pequeo-burguesas y burguesas paraimponer la capitulacin. Y todos los partidos burgueses, junto al stalinismo y a P.O. llamaron a concurrira ellas. As se provoc una diferenciacin radical entre la burguesa y sus partidos por un lado y el pueblopor otro. Porque quien se movilizaba para apoyar la guerra dndole un carcter antiimperialista fue elpueblo, y no la burguesa derrotista. Quizs quien peor parado sali de este proceso fue el peronismo,que tras 40 aos de declamar su carcter de movimiento nacional antiimperialista, a la hora de la verdadestuvo ausente sin aviso.

    El conjunto de estos elementos nos llevaron a definir la etapa de la guerra como una situacinrevolucionaria, porque all se combin una crisis virtualmente total del rgimen militar y el conjuntode las instituciones de la burguesa, incluyendo las Fuerzas Armadas y los partidos polticos, con lairrupcin ofensiva, revolucionaria de la clase obrera y el pueblo en una inmensa movilizacin generalunificada en torno a un eje poltico revolucionario: la derrota del imperialismo.

    Tercer perodo: crisis revolucionaria y triunfo de la revolucin

    La derrota en la guerra, con la capitulacin de Puerto Argentino el 14 de junio provoc un nuevosalto en la crisis general del sistema y del rgimen militar, llevndola a lmites insospechados, con la cadade Galtieri y el nacimiento de un nuevo rgimen.

    Galtieri es destituido por un golpe palaciego el 16 de junio y durante largos das no se puedenombrar a nadie que lo reemplace. Al disolverse la Junta Militar, el pas se queda sin instituciones quegobiernen, porque ella era la institucin fundamental del rgimen militar. El feudalismo militar llegaal extremo porque al desaparecer la Junta, cada fuerza armada sigue haciendo lo que quiere en el sectordel aparato estatal que controla, pero ahora sin tener que rendir cuenta a ninguna institucin de tipo

    centralizado o nacional.Esta situacin de total colapso de las instituciones nacionales de gobierno de la burguesa hasta

    ese entonces la Junta y el presidente nombrado por sta y el hecho de que durante das y das noaparezca ninguna otra institucin o personalidad para llenar ese vaco es lo que denominamos crisisrevolucionaria.

    Como hemos visto en el captulo anterior, el resultado de esa crisis revolucionaria fue la destruccindel viejo rgimen, o sea del Proceso, y el nacimiento de un nuevo rgimen, el que formalmente presideBignone, que es exactamente lo contrario. Antes era un rgimen fuerte, contrarrevolucionario, genociday totalitario; ahora es un rgimen dbil, con amplsimas libertades democrticas. Antes gobernaba laJunta y el presidente por ella designado; ahora son los partidos polticos el principal sostn institucionaldel poder. Precisamente porque hubo una crisis revolucionaria que culmin con la destruccin del viejo

    rgimen y su reemplazo por uno nuevo diametralmente diferente, decimos que en nuestro pas triunfuna revolucin.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    11/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 9EdicionesEl Socialista`

    Bignone en el gobierno

    El carcter del gobierno Bignone

    El 1o de julio asumi, por fin, el general Bignone la presidencia. El hecho de que Bignone fuera

    un general formalmente designado por otros generales, pudo confundir una definicin precisa de surgimen y gobierno. Ms an cuando, algunos meses despus de su asuncin, se reconstituye la Junta deComandantes en jefe. Desde el punto de vista formal, de las instituciones, podra pensarse en un gobiernodel Ejrcito apoyado por la Multipartidaria que, con la nueva Junta, se convierte en un gobierno parecidoal de Videla, Viola o Galtieri, apoyado y acordado con los partidos polticos.

    Pero no es as. Lo que importa no es que el Ejrcito haya nombrado a Bignone, sino cundo ypor qu motivos lo nombra. Antes de asumir y para poder hacerlo, Bignone pidi el apoyo de todos lospartidos polticos fundamentalmente del peronista y el radical y de la burocracia sindical. En lareunin que tuvo con ellos el 24 de junio, Bignone dijo que no saba si iba a asumir ni cuntos das iba adurar si no se le daba ese apoyo. Los partidos que controlaban al movimiento de masas el peronismocon su burocracia sindical al movimiento obrero y el radicalismo a la clase media le dan ese respaldo

    en forma absoluta. Se transforman as en su apoyo institucional ms slido, porque la Aeronutica y laMarina no lo hacen y posiblemente sectores importantes del propio Ejrcito tampoco.

    Esta capitulacin del ejrcito, este pedido de auxilio a los partidos polticos, no es un favor de la altaoficialidad, sino que es provocada por la crisis total de poder, por la revolucin triunfante.

    Esto es evidente, no slo por el papel preponderante que asumen los partidos polticos, sino porel categrico programa del nuevo gobierno: la liquidacin total desde el punto de vista institucional delrgimen militar, amplias libertades polticas y elecciones a plazo fijo. A diferencia de Videla, Viola yGaltieri, Bignone no es presidente para que el rgimen, el Proceso, se perpete, sino para terminar deenterrarlo, con un sepelio digno. Es el administrador de la derrota del Proceso, que las tres FuerzasArmadas reconocen. No es casual que, estando en desacuerdo sobre todo lo humano y lo divino, la viejaJunta, antes de estallar en pedazos, se haya puesto de acuerdo en un solo y nico punto: convocar a

    elecciones y fijar el mes de marzo de 1984 como fecha tope para la entrega del poder.Una de las grandes tareas que se le da al gobierno de Bignone es reconstruir urgentemente launidad de las tres Fuerzas Armadas, pilar del estado burgus. Es decir, que la burguesa y los propiosmilitares reconocen que hay una crisis total, de tipo revolucionario, que se prolonga, y que es necesarioreestructurar la Junta. De all que esa reestructuracin apunte fundamentalmente al frente interno deunas Fuerzas Armadas fragmentadas. Es totalmente formal. No se logra una Junta slida ni fuerte, nifortificar al gobierno de Bignone. Nunca ms la Junta de Comandantes en jefe recuperar su papel demximo organismo de gobierno, definitivamente perdido con la cada del rgimen. Y el gobierno deBignone ser extremadamente dbil, prcticamente sin ninguna fuerza, un muerto en vida que prolongasu agona o, como dicen los mdicos, tiene sobrevida, pero ya est muerto. Porque es el hijo msbien el aborto de una revolucin triunfante y, por su absoluta debilidad, definimos al gobierno deBignone como kerenskysta o semi kerenskysta.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    12/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 10 www.nahuelmoreno.org

    Una nueva situacin revolucionaria

    La constitucin del gobierno de Bignone cierra la crisis revolucionaria porque, mal que bien, llenael vaco de poder que se produce entre la cada de Galtieri y su asuncin de la presidencia, duranteel mes de junio de 1982. Pero no altera la caracterstica ms general de la situacin, que sigue siendo

    revolucionaria. Cuatro factores caracterizan esta nueva etapa de la situacin revolucionaria.El primer factor es la ida inexorable hacia las elecciones. El segundo, la apertura democrtica ylegal extraordinariamente amplia. El tercer factor es la agudizacin de la crisis del sistema capitalistasemicolonial y, como parte de ella, la del gobierno y dems instituciones burguesas, que se vuelvenextremadamente dbiles. El cuarto es la extensin de la movilizacin de masas, que presenta comorasgo fundamental la aparicin en escena de la clase obrera, con sus organizaciones y mtodos de luchatradicionales, los sindicatos, las huelgas y las movilizaciones, y las huelgas generales, como caudilloindiscutido del pueblo trabajador.

    Sobre los dos primeros factores ya nos hemos detenido en captulos anteriores. Veamos ahora eltercero y el cuarto.

    Lo que caracteriza a la etapa abierta por Bignone es que la movilizacin, de masas unitaria yrevolucionaria contra el imperialismo durante la guerra, se ha transformado en una gigantesca lucha contra

    las Fuerzas Armadas, contra las expresiones ms terribles del gobierno militar y del sistema capitalistasemicolonial argentino. Ese es el significado de las grandes manifestaciones contra los impuestos, delas ocupaciones de terrenos y viviendas y la resistencia a los desalojos e indexaciones de los alquileresy cuotas, de la insubordinacin y la protesta pblica contra la alta oficialidad, de las movilizacionesregionales contra una poltica gubernamental que condena a las provincias a una decadencia sin remedio,de la masividad creciente de las marchas de las Madres de Plaza de Mayo contra el genocidio y porlas libertades democrticas y de las huelgas policiales en cadena por aumentos de sueldo y con ollaspopulares.

    En medio de esta avalancha de luchas, de este estallido masivo del odio acumulado contra losmilitares, irrumpe la clase obrera con su primera huelga general el 6 de diciembre. Una huelga claramentepoltica porque ninguno de los huelguistas tena la menor ilusin de que ganara con ella el ms mnimo

    aumento salarial. Y tambin una huelga revolucionaria, porque la clase obrera arrastr detrs de s,masivamente, a todo el pueblo: pequeos comerciantes y transportistas, trabajadores por cuenta propia,etc. Seguida de una segunda huelga general en marzo de este ao, con las mismas caractersticas, que tuvoun dejo de burla a las amenazas grotescas del gobierno que la haba declarado ilegal. Sin disminuir laimportancia de la movilizacin popular y democrtica, las huelgas generales son, de lejos las expresionesms importantes de esta extensin del ascenso revolucionario de las masas.

    Paralelo a l, se sigue agudizando la crisis de todo el sistema. Las huelgas policiales tienen unsignificado que va ms all de la propia lucha reivindicativa, porque cuestionan la eficacia de un sectorclave del aparato represivo de la burguesa. Las altas jerarquas de las Fuerzas Armadas de hecho, laspropias instituciones no slo son objeto del odio, sino tambin del desprecio y el ms absoluto irrespetode toda la poblacin. Ya nadie teme a los uniformes y los entorchados. Los veteranos de las Malvinas

    insultan en un acto pblico a la ms alta oficialidad sin que les pase nada. Un oficial encolerizado apuntacon su pistola a la cabeza de uno de los que protestaban... y va preso el oficial. Los Comandantes en jefetambin son insultados por los padres de los soldados muertos durante los que haban sido planeadoscomo solemnes actos de entrega de medallas de honor militar en homenaje a sus hijos. El general Merlo,gobernador de Tucumn, declara: voy a meter a todos presos a los maestros que hagan huelga... yconsigue que la huelga sea unnime. El mismo general intenta romper, pistola en mano, la huelga de supolica provincial... y es destituido de su cargo de gobernador.

    Pero tambin la procesin sigue por dentro. Las tres armas se siguen enfrentando pblicamente acada momento. Toman posiciones distintas frente a las huelgas generales, la deuda externa, la polticaeconmica, el diferendo con Chile, la sucesin de la cpula militar... Despus de la derrota hay unaimportante purga en la alta oficialidad de la Marina y la Aeronutica, no as en el Ejrcito. Por expresarpblicamente sus posiciones sufren arrestos el contralmirante Rojas, Zaritegui, Galtieri, Cesio. No sepuede mantener casi nada en secreto porque hay siempre filtraciones, incluso de documentos calificadoscomo totalmente confidenciales. Tal es el caso del informe de la Comisin Rattenbach, que se hace

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    13/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 11EdicionesEl Socialista`

    pblico casi el mismo da que lo recibe la Junta de Comandantes. Empieza la guerra entre los diferentesservicios de inteligencia, cuyo episodio ms espectacular fueron las denuncias de Kelly, su secuestro yposterior liberacin. Los grandes bonetes del viejo rgimen empiezan a ser habitus de los tribunales.Algunos, como el almirante Massera, van presos.

    Las dems instituciones burguesas sufren lo suyo. Los partidos estn extremadamente dbiles yuna ola de pnico se desata en las primeras semanas de la reorganizacin porque parece que nadie quiereafiliarse a ellos. Sus lneas internas no logran ponerse de acuerdo y deben recurrir a una desgastante luchapor la direccin y las candidaturas. La burocracia sindical sigue dividida y cada uno de sus sectores slose preocupa de anudar pactos de trastienda con fracciones militares y partidarias.

    La contraofensiva burguesa imperialista

    Puesta en esta dificilsima situacin, la reaccin burguesa imperialista traza su estrategia. Trata deusar a su favor dos elementos de la situacin revolucionaria para neutralizar los otros dos. Concretamente,quiere usar la ida inexorable a las elecciones y la amplsima democracia conquistadas por las masas parafrenar y revertir la crisis total del rgimen burgus y de sus instituciones armadas y para neutralizar ycontener la movilizacin revolucionaria. Le dicen a la clase obrera y al pueblo: Ahora hay democraciay elecciones; dejen de luchar contra el sistema capitalista semicolonial, las Fuerzas Armadas, el

    rgimen y el gobierno y movilcense afilindose a los partidos, concurriendo a sus actos electorales

    y votndolos en las elecciones. La burguesa intenta, a travs de la democracia y las eleccionesconquistadas por las masas, fortificar a las fuerzas armadas y a los partidos polticos e instaurar un nuevorgimen que sea estable, basado en las instituciones definidas por la Constitucin ultra reaccionaria de1853: un presidente fuerte, un parlamento dominado por un senado aristocrtico y una justicia designadapor ese presidente y ese senado.

    Por el momento, este intento viene fracasando, ya que las libertades democrticas han permitido,como ya vimos, que las masas pierdan el miedo y se lancen por oleadas a la lucha profundizando lacrisis del sistema. Aunque no podemos descartar, como hiptesis terica, que tenga xito y logre susobjetivos por un corto interregno. En tal caso se dara lo que denominamos contrarrevolucin o reaccin

    democrtico-burguesa.La mejor demostracin del significado de esta poltica burguesa imperialista de superar la crisis y

    desmontar la movilizacin revolucionaria con la marcha hacia las elecciones y hacia un nuevo rgimenbasado en la Constitucin de 1853, es la antinomia que se produjo entre la Multipartidaria y las dosgrandes huelgas generales. La Multipartidaria, pese a que no faltaron los oportunistas de izquierda como el PC y PO que la calificaban de opositora a Bignone, se opuso a las dos huelgas generales. Sumarcha del 16 de diciembre del ao pasado tuvo un objetivo preciso y fundamental: evitar que la primerahuelga general, realizada 10 das antes, conmoviera al gobierno y a los propios partidos burgueses. Almismo tiempo, con esa fnebre marcha contrarrevolucionaria hacia la democracia burguesa, trataba dematar dos pjaros de un tiro, ganando prestigio y ubicndose en el centro de la escena como opositoraal gobierno, robndole esa posicin a la clase obrera y a sus organizaciones sindicales.

    Tambin es cierto que la marcha tena un segundo objetivo: remachar el acuerdo con el gobiernopara que el curso hacia la democracia burguesa se hiciera sin condicionamientos militares, obligandoal gobierno a reconocer la derrota de las Fuerzas Armadas y el hecho de que dependa totalmente delos partidos burgueses. Por eso, la marcha es en rechazo a la concertacin propuesta por la Juntade Comandantes y rechazada por los partidos. Ellos no aceptaban el condicionamiento militar porquequeran tener las manos libres y un amplio margen de maniobra para montar y emplear las futurasinstituciones de la democracia burguesa de la forma ms elstica y eficiente para canalizar y controlar almovimiento de masas en ascenso en medio de una crisis total, econmica e institucional de la burguesa.Con la marcha, la Multipartidaria demostraba al gobierno y a las Fuerzas Armadas que los partidosburgueses seguan siendo el apoyo fundamental de Bignone y lo seran tambin del futuro rgimendemocrtico burgus. Que el poder estaba en las calles y ya estara en manos de la clase obrera y el pueblo

    si esos partidos no se hubieran encargado de evitarlo cedindoselo a Bignone, en lugar de asumirloellos mismos, como podran haber hecho, de haberlo querido, al da siguiente de la cada de Galtieri. Y

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    14/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 12 www.nahuelmoreno.org

    que de ah en ms, eran ellos, los partidos, y no los militares derrotados, los encargados de lidiar con elmovimiento revolucionario de masas, para lo cual necesitaban de la ms absoluta libertad de accin.

    En sntesis, la marcha de la Multipartidaria tena como objeto ratificar su apoyo al gobierno perorecordarle que ese apoyo seguira si y slo si Bignone continuaba administrando el suicidio del rgimenmilitar y la instauracin de un rgimen democrtico burgus.

    El hecho de que esta poltica de la reaccin imperialista burguesa no haya logrado terminar conla crisis del sistema ni con la movilizacin revolucionaria de las masas no nos debe ocultar que, sinembargo, ha logrado algunos xitos importantes.

    Aparentemente ha sentado las bases para la superacin de la crisis de los partidos polticos, conuna afiliacin impresionante que llega al 30% del electorado. Ha despertado una pasin poltico-electoralentre los trabajadores como jams habamos visto en nuestro pas, a pesar de ser nuestro pueblo tanpolitizado. Por esa va est logrando, en cierto grado, hacer olvidar la explotacin y la colosal crisiseconmica. Ha conseguido, en buena medida, postergar los enfrentamientos contra el sistema capitalistasemi colonial, alejando la posibilidad de una huelga general que enfrente al rgimen en forma completa,total, hasta su cada.

    Esto es bastante para la reaccin imperialista burguesa, que por el momento se conforma con evitarque estalle otra revolucin y con superar la crisis de las instituciones bsicas del nuevo rgimen que quiere

    construir, los partidos polticos. Como toda maniobra de la burguesa en una etapa de crisis y ascensorevolucionario, es un xito efmero, de vuelo corto y con efectos contradictorios. La pasin poltica, porejemplo, est permitiendo la ruptura de un sector del movimiento obrero con el peronismo, lo que explicael xito del MAS y del PO en el terreno de las afiliaciones. Pero no por ello deja de ser una victoria de lamaniobra reaccionaria de la burguesa. Un xito de corto plazo pero peligroso si se transforma en unaacumulacin de xitos.

    En lo que a nosotros respecta, es necesario que saquemos las conclusiones revolucionariasde los xitos en sentido contrario: las huelgas generales como expresin ms importante del ascensorevolucionario, la profundizacin en lneas generales de la crisis del sistema capitalista semicolonial ysus instituciones, las oportunidades abiertas de comenzar a ganar a un sector de la clase obrera para elsocialismo revolucionario.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    15/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 13EdicionesEl Socialista`

    Nuevas consignas para una nueva etapa

    A partir de que el golpe de estado de marzo de 1976 inaugura la etapa contrarrevolucionaria,resulta evidente que la consigna central del programa socialista revolucionario pasa a ser Abajo ladictadura!. Esta consigna sintetizaba la necesidad ms inmediata del movimiento obrero y popular:

    sacarse de encima al rgimen genocida para poder recuperar las libertades democrticas y reorganizarlibremente sus sindicatos y partidos polticos.

    Existan, s, otras consignas de enorme importancia: la lucha democrtica contra la represin, elgenocidio, la censura; la lucha reivindicativa por la defensa del salario y el trabajo, cruelmente sumergidospor la burguesa y su rgimen. Pero estas consignas eran slo aspectos parciales que giraban alrededorde la consigna central contra el Proceso. Llambamos a resistir al rgimen en todos esos terrenos, peroal mismo tiempo decamos que la nica manera de defender los salarios o reconquistar las libertadespolticas para toda la poblacin y la libertad de organizacin para el movimiento obrero era derrocandoa la dictadura.

    Cuando la crisis econmica comienza a producir un cambio en la situacin de contrarrevolucionariaa prerrevolucionaria, las consignas centrales de nuestro programa siguen siendo bsicamente las mismas.

    Van dejando de ser solamente para la propaganda, como en el perodo anterior y adquieren un carcterms agitativo. Pero son las mismas consignas centradas en el mismo eje: Abajo la dictadura militar!,Por la vuelta a los derechos democrticos de la Constitucin de 1853!.

    Esta fue nuestra diferencia central con el resto de la izquierda y con los partidos burgueses. Todosellos, incluido y en primer trmino el PC, no planteaban derrotar y expulsar al rgimen y volver a laslibertades constitucionales, sino suplicarle una auto reforma, un proceso gradual de apertura democrticacontrolada por los propios militares. Tanto Alfonsn como el PC sostuvieron, por ejemplo, la necesidadde un gobierno transicional cvico-militar, y esto slo despus de que estall la crisis. Poltica Obrera,la antecesora del Partido Obrero, por su parte, se limitaba a una lnea economicista y democratista.Llamaba a luchar por los salarios y las libertades, pero sin centrar esas luchas parciales en el problema delgobierno, en su denuncia de todas y cada una de las luchas y actividades partidarias, en apuntar todas las

    bateras al logro de esa tarea fundamental, inmediata, de liquidar al rgimen militar.Lo que nos permiti acertar en el programa y las consignas para esta etapa fue nuestro anlisiscorrecto en lneas generales, de lo que haba ocurrido en el pas con el golpe militar. Sostuvimos quela clase obrera haba sufrido una dursima derrota, pero no haba sido aplastada, como s ocurri enChile y Uruguay. Y que por lo tanto, el rgimen militar inevitablemente no podra estabilizarse por unlargo perodo, sino que ira a una crisis total y tambin revolucionaria. De all que estuviera planteadadesde el primer da la tarea de derrotarlo como objetivo inmediato. En caso contrario, si el movimientoobrero hubiera sufrido una derrota histrica, aplastante, enfocar hasta la ms mnima de sus luchas conese criterio ofensivo, de enfrentamiento al rgimen, hubiera sido un grave error ultra izquierdista quecondenara a nuestra clase a nuevas y tremendas derrotas. Las luchas de ese perodo, como por ejemplolas heroicas huelgas ferroviarias, nos dieron la razn, fueron enfrentamientos objetivos al rgimen militar.

    Hoy en da, cuando ya hemos liquidado la dictadura en slo seis aos, mientras nuestros hermanosde clase uruguayos y chilenos an no han logrado hacerlo en 10 aos, salta a la vista la correccin denuestro anlisis y nuestro programa.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    16/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 14 www.nahuelmoreno.org

    La guerra de las Malvinas

    Nuestro anlisis se vio ratificado ntidamente con la guerra de las Malvinas. All se produjo, aunquepor una va no prevista, lo que habamos vaticinado: una clase obrera derrotada pero no aplastadaaprovech la primera oportunidad que se le presentaba, el escandaloso error de la clase enemiga y su

    rgimen de provocar al imperialismo, para lanzarse masivamente a la movilizacin revolucionaria juntoal resto del pueblo, abriendo una situacin revolucionaria.Precisamente porque tenamos ese anlisis correcto pudimos darnos cuenta de, que la recuperacin

    de las Malvinas iba a provocar inevitablemente ese ascenso revolucionario. Y logramos adaptar nuestrasconsignas centrales rpidamente a la nueva situacin.

    La movilizacin revolucionaria de masas deja de darse directamente contra el gobierno y elrgimen, para pasar a enfrentarse al imperialismo britnico en un principio, a los yanquis, los ingleses yal resto de las potencias imperialistas ms tarde y a todos ellos y los traidores argentinos, tanto civilescomo militares, por ltimo. Comprendimos que ante esa nueva realidad la tarea y consigna principalhaba dejado de ser la denuncia del gobierno y haba pasado a ser el apoyo total a la guerra para derrotaral agresor imperialista.

    La denuncia del rgimen segua siendo fundamental, pero la debamos hacer alrededor del nuevo

    eje: ganarle la guerra a todo el imperialismo. Decamos que para ganar la guerra haba que terminarcon el ataque al nivel de vida de los trabajadores y dar las ms amplias libertades al movimiento obreroy popular y denuncibamos al rgimen por no hacerlo, debilitando as las posibilidades de triunfo.Decamos que para ganar la guerra haba que tomar medidas revolucionarias contra los capitales yagentes del imperialismo en el pas y denuncibamos al gobierno por no hacerlo. Decamos que paraganar la guerra haba que armar al pueblo y atacar sin piedad desde el primer da a la flota agresora ydenuncibamos al gobierno por no hacerlo. Decamos que para ganar la guerra haba que apelar a lasolidaridad y movilizacin internacional de los pueblos oprimidos por el imperialismo, a los estadosobreros y a la movilizacin de los trabajadores en los propios pases imperialistas, y denuncibamos algobierno por no hacerlo. En sntesis, levantbamos un programa revolucionario para ganar la guerraantiimperialista, denuncibamos al rgimen porque no era capaz de ninguna clase de antiimperialismo

    consecuente y llambamos a reemplazarlo para imponer un gobierno que peleara contra el imperialismoen todos los terrenos, apoyndose en la movilizacin popular.

    Dentro de este marco, tuvimos el gran acierto de llamar a no concurrir a las misascontrarrevolucionarias y pro imperialistas del Papa, rechazando su consigna de paz por derrotista.Tambin en eso nos quedamos solos, porque todos los partidos burgueses, incluyendo a la JuventudPeronista de izquierda, llamaron a concurrir. Y lo mismo hicieron los burcratas sindicales y lospartidos de la izquierda oportunista o centrista, como el PC y el PO.

    Las consignas para la crisis revolucionaria

    A partir de la derrota militar, como ya hemos visto, se abri un corto perodo de crisis revolucionaria,

    es decir de vaco de poder, de derrumbe de las instituciones del Proceso, con la cada de Galtieri y elestallido de la Junta de Comandantes en Jefe, que se prolong hasta la asuncin de Bignone. Duranteeste perodo y el siguiente fuimos lentos en hacer un anlisis de las nuevas situaciones y en adaptarnuestras consignas y programa a ese anlisis. No nos detendremos en detallar esa lentitud ni en tratar deexplicarla. Nos limitaremos a sealar, desde nuestra perspectiva actual, cules debieron ser las consignascentrales del partido.

    La crisis revolucionaria planteaba en forma inmediata el problema del poder. No haba rgimen nihaba gobierno real. La vieja consigna de Abajo la dictadura! se haba convertido en algo relativamenteabstracto, porque la dictadura, es decir el rgimen, ya haba cado.

    Si estaba planteado el problema del gobierno, del poder, era necesario salirle al paso con unaconsigna positiva, una propuesta de poder. Esa consigna, para ser concreta, deba basarse en instituciones

    reales, que existieran o hubieran existido. La clase obrera y el pueblo, a lo largo de su movilizacinrevolucionaria no haban construido organizaciones propias capaces de tomar el poder poltico. Lossindicatos, divididos por la burocracia peronista no haban tenido un rol decisivo en la movilizacin

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    17/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 15EdicionesEl Socialista`

    popular antiimperialista, en tanto que la propia burocracia no se haba quedado atrs en su adhesin alpacifismo derrotista de la burguesa y el Papa. Los sindicatos, intervenidos o severamente controlados nohaban emergido, por lo tanto, como organizaciones reconocidas por el pueblo, ni siquiera por la propiaclase obrera, para hacerse cargo de la Nacin. No haba pues organismos, es decir instituciones de poderforjadas por las masas en lucha y reconocidas por todo el pueblo.

    Era evidente que la solucin progresiva a la crisis revolucionaria estaba an en el terreno de lademocracia burguesa. La consigna para este corto perodo de crisis revolucionaria era Abajo Galtieri!Que asuma el gobierno el Congreso de 1976! Concretamente, haba que decir con claridad que en el pasno haba ningn poder y nosotros proponamos uno, el de la ltima institucin democrtico-burguesaque habamos tenido: el Parlamento disuelto por el golpe militar.

    Las consignas y el programa para la nueva etapa

    La subida de Bignone cierra la crisis revolucionaria y se propone ser el acta de nacimiento de unnuevo rgimen poltico basado en las instituciones de la Constitucin de 1853. Aunque el pas ahora tieneun gobierno, el de Bignone sustentado en los partidos burgueses, no es para nada un rgimen de ese tipo,porque la profundizacin de la movilizacin revolucionaria de masas se lo impide. El debilsimo Bignonenada tiene que ver con la institucin presidencial fuerte que establece la Constitucin. Navegando comobarco en la tormenta, Bignone se limita a preparar las elecciones que deberan poner en funcionamientolas instituciones de la Constitucin de 1853. En otro sentido, el de las libertades polticas y democrticas,esa Constitucin ya est en vigencia aunque Bignone sea un general no elegido por el voto. Los partidosfuncionan plenamente y las masas en lucha han conquistado libertades de hecho superiores a las queestablece la propia Constitucin. Por ejemplo, al ocupar viviendas y terrenos pasan por encima de lapropiedad privada constitucional, y al insultar y desobedecer a la alta oficialidad de las Fuerzas Armadas,incurren impunemente en el delito de motn, severamente sancionado por ella.

    Con certero instinto, la clase obrera y el pueblo trabajador actan, aunque no en forma consciente,como si la dictadura ya hubiera sido derribada. Sus nuevas preocupaciones se refieren a cmosobrevivir ante la espantosa decadencia y colapso de la economa provocadas por el sistema capitalista

    semicolonial: la miseria salarial, la desocupacin, la abrumadora deuda externa, la falta de viviendas,educacin y salud, la desercin escolar masiva. Todas las movilizaciones posteriores a Bignone tienen esecarcter: denuncian y combaten las lacras del sistema imperialista burgus en su conjunto. Sus objetivosinmediatos son aparentemente los mismos, que en la etapa anterior, pero antes iban contra un rgimenpoltico, la dictadura, y ahora cuestionan a todo el sistema capitalista semicolonial. La clase obrera y elpueblo actan, an sin ser conscientes, con una lgica de hierro: ya conquistamos la democracia peronuestros terribles sufrimientos siguen igual que antes; sigamos la lucha hasta arrancar de cuajo sus causasprofundas: el sistema capitalista semicolonial o burgus imperialista. An sin saberlo, las masas ya estnpreparando la revolucin socialista.

    Las propias movilizaciones democrticas en torno al problema de los desaparecidos, aunquepuedan parecer un resabio del Proceso, apuntan objetivamente en el mismo sentido: van contra el pilar

    del estado burgus, las Fuerzas Armadas que cometieron el genocidio.Este cambio en la situacin objetiva impone un cambio en el programa y las consignas partidarias.

    En la etapa contrarrevolucionaria, bajo la dictadura del Proceso, nuestra consigna central era negativa:Abajo la dictadura! Igual que en Rusia, Cuba o Nicaragua fue: Abajo el Zar, Batista o Somoza! Porqueante todo, para abrir paso a la revolucin socialista, debamos destrozar el obstculo del rgimen burguscontrarrevolucionario. Pero a partir del triunfo de la revolucin democrtica, de la cada de ese rgimen,pasan a ser centrales las consignas anticapitalistas. Si antes llambamos a los trabajadores a concentrarsus movilizaciones en derribar a la dictadura, ahora los llamamos a que hagan centro en liquidar alsistema capitalista imperialista. Les decimos que la gran tarea es derrotar a los partidos burgueses opequeo burgueses que estn en el poder para que asuma el gobierno la clase obrera con sus partidos yorganizaciones. Los llamamos a hacer una nueva revolucin para cambiar el carcter del estado, no slo

    del rgimen poltico; una revolucin social o socialista. Podramos decir que los llamamos a que hagan enforma consciente y centralizada lo que estn haciendo de hecho en forma inconsciente y dispersa: lucharcontra el capitalismo y el estado burgus.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    18/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 16 www.nahuelmoreno.org

    Aparentemente las consignas parciales de esta etapa son las mismas que en la anterior: siemprellamamos a la lucha por salarios, ocupacin, educacin, techo, salud, desaparecidos, libertad y liberacinnacional de la opresin imperialista. Pero antes de la guerra de las Malvinas, todas estas consignas seunan en torno a derribar al rgimen poltico, a la dictadura militar. Ahora, en esta etapa revolucionariay bajo el nuevo rgimen, se unen en torno al eje de terminar con el sistema capitalista semicolonial, esdecir con el estado burgus, para imponer el socialismo.

    Por eso, en esta etapa, nuestras consignas centrales ya no son negativas como antes, sino positivas.Decimos, claro est, Abajo el rgimen capitalista semicolonial! Pero fundamentalmente planteamosPor un gobierno de la clase obrera apoyada en el pueblo trabajador! Esta consigna central asumir lasformas ms concretas que sea posible, como fue en Rusia. Todo el poder a los soviets!, o en BoliviaTodo el poder a la COB! En estos momentos, como no existen an en la Argentina organismos de poderde las masas como fueron los soviets o los sindicatos revolucionarios, todava tenemos que levantaruna consigna ms abstracta y general: por un gobierno socialista u obrero y socialista. Pero debemosprepararnos para detectar el surgimiento de esos organismos de poder de las masas. Y tambin, en casode que no aparezcan, o sean dbiles, o se den simultneamente con la aparicin de partidos burgueseso pequeo burgueses que se enfrenten objetivamente al imperialismo, debemos estar preparados parallamar a esos partidos que hoy no existen a que tomen el poder y rompan con la burguesa, es decir

    al gobierno obrero y campesino o en nuestro caso obrero y popular.

    Tres consignas de transicin fundamentales

    Dentro de este programa para hacer la revolucin socialista se destacan ntidamente tres gruposde consignas de transicin de importancia fundamental: las que van contra el imperialismo, las que vancontra el nuevo rgimen poltico de la burguesa, y las que responden al gran problema democrtico noresuelto: el genocidio.

    Contra el imperialismo, mientras seguimos manteniendo nuestras consignas tradicionales(expropiacin de los monopolios imperialistas industriales, comerciales y financieros, ruptura de lospactos polticos y militares que nos atan a l, como la OEA, el TIAR, Ro de Janeiro, etc.), levantamos

    una gran consigna central: el no pago de la deuda externa. Esta consigna sintetiza en cierto sentido todaslas dems, porque ataca a la expresin ms tremenda de la explotacin imperialista sobre el pas y elpueblo.

    Si seguimos pagando, no habr recuperacin econmica, ni salario, ni trabajo. Y plantea losrestantes problemas: la necesidad de expropiar al imperialismo y sus socios nacionales para evitar elsabotaje econmico, tanto como la necesidad de armar al pueblo para enfrentar una eventual represaliadel imperialismo mundial y, finalmente, la de imponer un gobierno obrero u obrero y popular que la llevea cabo.

    En el terreno de la lucha contra el nuevo rgimen poltico, tambin hay un cambio radical deconsignas que acompaa al cambio de etapa. La anterior exigencia de voltear a la dictadura parareinstaurar la Constitucin de 1853, se ha convertido de progresiva en reaccionaria, porque en esta nueva

    etapa la burguesa explota y oprime al proletariado a travs precisamente de la Constitucin de 1853 ysus instituciones. Ahora el enemigo es el gobierno de turno y el rgimen institucional sobre el que seapoya. Ahora la lucha es contra el nuevo gobierno que surgir de las elecciones, y tambin contra losfuturos gobiernos que lo vayan reemplazando. Llamamos a luchar contra la institucin presidencial, consus enormes poderes y sus seis aos de vigencia inamovible. Contra el senado aristocrtico. Contra laeleccin por distritos electorales en los cuales se disminuye seriamente la representacin parlamentariade las concentraciones urbanas y obreras. Contra unas Fuerzas Armadas y una Justicia cuyas cpulas sondesignadas por ese presidente y ese senado. Y contra las garantas que da esa Constitucin a la propiedadprivada de la tierra y dems bienes de produccin y de cambio.

    Concretamente, luchamos contra la Constitucin reaccionaria de 1853 y por la convocatoria auna Asamblea Constituyente plenamente soberana y libre, que establezca elecciones absolutamente

    proporcionales y donde todo el pas sea un nico distrito electoral, que elimine el senado e implanteuna nica asamblea, que estatuya la revocabilidad de los mandatos de los integrantes de la asamblea encualquier momento y por simple exigencia de los electores, que implante la eleccin del presidente por la

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    19/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 17EdicionesEl Socialista`

    asamblea y su revocabilidad en cualquier momento por parte de ella, que imponga la justicia popular, porjurados democrticamente elegidos y que establezca una democracia absoluta de las Fuerzas Armadas,con el derecho a agremiacin y organizacin poltica de los soldados y suboficiales, la instruccin militaren las empresas, barrios y/o centros de estudio, y la baja deshonrosa y juicio a todo elemento de lasFuerzas Armadas involucrado en el genocidio. Junto con esto, planteamos que esa nueva Constitucindebe establecer claramente la ruptura con el imperialismo en el terreno econmico, poltico y militar yla socializacin de los bienes de produccin y de cambio bajo administracin del estado y control de lostrabajadores.

    En relacin al genocidio, nuestras consignas centrales son: la formacin de una comisinparlamentaria investigadora, que incluya a los organismos de defensa de los derechos humanos,fundamentalmente a las Madres de Plaza de Mayo y a los sindicatos; que los resultados de susinvestigaciones sean hechos pblicos en forma completa; que lo que ha hecho el Proceso en estos aoscae bajo la figura de genocidio y por lo tanto no puede ser juzgado por los tribunales ordinarios, como nolo fueron los crmenes de guerra de Hitler y sus cmplices; que debe hacerse justicia a travs de juradospopulares democrticamente designados.

    Como ya hemos dicho, la lucha democrtica contra los genocidios va objetivamente en contra deestas Fuerzas Armadas. Precisamente por eso, la sabia y prfida iglesia catlica ha tratado de encerrarla

    en la consigna de aparicin con vida, explotando los comprensibles sentimientos de madres yfamiliares. Ha sido una maniobra muy bien orquestada para llevar al movimiento a un callejn sin salida,cuando se enfrente con la dura realidad: si no la totalidad, la inmensa mayora de los desaparecidosfueron asesinados. El mismo carcter tiene la posicin de Alfonsn, de hacer un juicio poltico a losComandantes en jefe que tomaron la decisin del asesinato en masa, llevar a la justicia ordinaria a losque se excedieron en el cumplimiento de las rdenes y absolver de culpa y cargo a los que secuestrarono asesinaron cumpliendo rdenes. Es decir, dejar lo ms intactas posible a estas Fuerzas Armadas, granparte de cuya oficialidad fue ejecutora del genocidio.

    Tanto la consigna de no pago de la deuda externa, como la de Asamblea Constituyente, como lasreferentes al genocidio, son tres poderossimas palancas para la movilizacin revolucionaria de las masashacia el triunfo de la revolucin socialista. Ni la primera es antiimperialista burguesa ni las dos ltimas

    son democrtico burguesas. Una es popular-revolucionaria-anti imperialista, las otras dos son popular-democrtico-revolucionarias. Las tres van frontalmente contra el sistema capitalista semicolonial y sugobierno y rgimen de turno.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    20/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 18 www.nahuelmoreno.org

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    21/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 19EdicionesEl Socialista`

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    22/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 20 www.nahuelmoreno.org

    El estallido del peronismo y la construccin

    del partido socialista revolucionario de

    masas

    Nada ser igual en nuestro pas a partir del triunfo de la revolucin democrtica contra la dictadura.

    Todo ser subvertido, cuestionado y superado. Todo lo viejo entrar en crisis. De esas crisis, la msimportante, la que tendr ms consecuencias histricas, ser la del peronismo y su burocracia sindical.

    La colosal afiliacin que ha obtenido el Partido Justicialista parecera indicar lo contrario. Sinembargo, sostenemos que pese a ella o debido justamente a ella, el peronismo ha entrado en otra etapade su agona. La crisis del peronismo provocar una verdadera revolucin mental en todo el movimientoobrero y de masas, cuya direccin poltica y sindical ha venido monopolizando en forma casi absolutadurante cuarenta aos.

    Para comprender este presente y futuro inmediato, comenzaremos por recordar su pasado y suscontradicciones.

    El gobierno de Pern y el movimiento obrero

    Antes del peronismo, la direccin de la clase obrera argentina haba estado en manos del anarquismoy el socialismo primero y del comunismo y el socialismo ms tarde. Para la poca en que surge elperonismo, el anarquismo estaba en vas de extincin. Socialistas y comunistas, en cambio, controlabanpoltica y sindicalmente al proletariado. Eran partidos reformistas y burocrticos, no revolucionarios.Pero expresaban una alta conciencia poltica de los trabajadores, que no confiaban en la burguesa ni ensus gobiernos y aspiraban a lograr el socialismo.

    Ambos partidos traicionaron brutalmente a la clase obrera en los prolegmenos y durante lasegunda guerra mundial, al plegarse con todo a la ofensiva colonizadora del imperialismo yanqui sobre unpas que, hasta ese entonces, dependa del imperialismo ingls. La consigna fundamental de esa traicinfue la exigencia de que la Argentina entrara en la guerra dentro del campo aliado. Posteriormente, sera

    la de que se integrara incondicionalmente al sistema interamericano montado por los Estados Unidospara institucionalizar en el terreno econmico, poltico y militar su control sobre sus semicoloniaslatinoamericanas.

    El peronismo intent resistir esa ofensiva colonizadora, pero no porque fuera un movimientonacionalista revolucionario. Por el contrario, era una derivacin del viejo rgimen reaccionario y tratabade defender la vieja estructura del pas, estrechamente supeditada a Inglaterra. El neutralismo en laguerra haba sido impuesto por el viejo imperio, que haba reservado a su semicolonia Argentina el papelde abastecedora de alimentos para sus tropas y quera garantizarlo a travs de buques de bandera neutral.Sin embargo, la decadencia y debilidad de los britnicos los oblig a irse retirando de sus antiguas coloniasy semicolonias. Paralelamente, casi todos los sectores de la burguesa fueron abandonando al viejo amoy se fueron pasando con armas y bagajes al campo del pujante imperio del To Sam.

    El peronismo, para defender su plan reaccionario, no tuvo ms remedio que apoyarse en elmovimiento obrero. A travs de la Secretara de Trabajo, Pern alent y favoreci el desarrollo decualquier organizacin sindical que se opusiera a la entrada de la Argentina a la guerra y enfrentara al

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    23/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 21EdicionesEl Socialista`

    frente poltico radical-socialista-comunista, la Unin Democrtica comandada por el embajador yanquiBraden. Todo sindicato que cumpliera con esas condiciones lograba importantes concesiones econmicaspara sus trabajadores. La clase obrera, que se enfrentaba cotidianamente a las empresas britnicas ynorteamericanas, se vea traicionada, tambin en el terreno reivindicativo, por socialistas y comunistasque se oponan totalmente a hacer huelgas contra las patronales democrticas. El proletariado supo vercon claridad que el nuevo enemigo eran los yanquis y sufri en carne propia la desercin tanto polticacomo sindical de sus viejos partidos. Rompi con ellos y se volc masivamente al peronismo. Jams hastael presente los comunistas y el viejo socialismo reformistas lograron recuperarse de ese desastre y volvera hacer pie en el movimiento obrero.

    Ya desde el gobierno, Pern consolid su control sobre los trabajadores por medio de grandesconcesiones econmicas. Pudo hacerlo porque la Argentina era el pas semicolonial ms avanzadodel mundo, el ms rico, la Arabia Saudita del sistema imperialista. Haba ocupado durante ms de 50aos el quinto puesto en el comercio mundial. Aunque haba comenzado su decadencia desde 1930,sta era gradual y lenta. Durante la guerra mundial acumul millones en divisas y logr una posicineconmica an ms slida y privilegiada. Estas nuevas riquezas, sumadas a las ya heredadas de la granacumulacin capitalista anterior, permitieron a Pern conceder esas enormes conquistas al movimientoobrero, convirtindolo en uno de los mejor pagados del mundo. No lleg, por supuesto, al nivel de vida

    de un trabajador yanqui o europeo, pero sus pautas de consumo eran similares y no estaba condenadoal hambre como sus hermanos latinoamericanos. Y los recursos eran tan grandes, que el peronismopudo hacer todo esto sin perder por ello sus caractersticas reaccionarias, de defensa de la estructuraoligrquico-burguesa del pas.

    Para el proletariado, estos avances fueron al mismo tiempo, una tragedia. Perdi su anteriorconciencia poltica de clase, de independencia de la burguesa y aspiraciones socialistas. A partir delperonismo, la clase obrera argentina no ve la necesidad de ejercer el gobierno, ni por va electoral nimucho menos revolucionaria. Cree en que sus problemas se pueden solucionar a travs de un gobiernoburgus bueno, paternal, que le otorgue mejores condiciones de vida desde arriba, desde el estado.

    Una grave contradiccin: conciencia poltica y conciencia sindical

    Desde el poder, Pern favoreci el desarrollo de un poderossimo aparato sindical, con sindicatosnicos por rama de industria centralizados en una sola central obrera, la C.G.T. y con organismos debase por empresa, las comisiones internas y cuerpos de delegados. Esos sindicatos han organizado desdeentonces a ms del 90% de los asalariados. Al mismo tiempo se encarg de asegurar el frreo controlestatal sobre los sindicatos, alentando el nacimiento y consolidacin de una riqusima casta burocrticaenormemente privilegiada; de hecho, funcionarios del estado burgus designados en los pasillos delMinisterio de Trabajo asumieron el control absoluto de las cpulas sindicales.

    Pero all se estaba generando una contradiccin que cruzara durante cuatro dcadas al movimientoobrero y al pas. La organizacin sindical fue acompaada y al mismo tiempo producida por grandesluchas de los trabajadores, no slo por la proteccin estatal del peronismo. Las comisiones internas

    y cuerpos de delegados fueron organismos de poder obrero dentro de las empresas, que disputabanel control de stas a los propios patrones. Las grandes huelgas sindicales eran cosa de todos los das.Las huelgas generales de casi todos los aos y ms de una vez, varias por ao. El movimiento obreroargentino logr una conciencia y organizacin sindical de las ms altas del mundo, slo comparable a ladel proletariado britnico y quizs al israel.

    La conciencia poltica fue hacia atrs, la sindical hacia adelante. El proletariado segua a un partidoburgus y quera un gobierno burgus y bonapartista ni siquiera democrtico como el de Pern. Almismo tiempo, por medio de sus organizaciones y su combatividad sindical, defenda su elevado nivel devida, derrotaba planes burgueses de austeridad, cuestionaba el control de la burguesa sobre las empresas,combata y triunfaba sobre golpes de estado reaccionarios o desestabilizaba y hera de muerte a gobiernosciviles de su enemigo histrico, el gorilaje antiobrero, como el del radical Illia.

    Durante todos estos aos, la clase obrera argentina no ha podido superar esta contradiccin entresu conciencia poltica ultra capitalista, reaccionaria, que mira hacia atrs, que quiere volver a un gobiernoburgus, paternalista y bonapartista que le haga concesiones, sin importarle si es reaccionario o no y su

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    24/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 22 www.nahuelmoreno.org

    tremenda combatividad y organizacin sindical. Esta contradiccin es la que ahora se expresa en la crisisdel peronismo.

    El peronismo en la oposicin

    La cada del gobierno peronista por el golpe gorila de 1955 no cambio su carcter de organizacinburguesa con caractersticas bonapartistas y que busca la proteccin estatal. Desde el llano, Pern tuvotanta o ms fuerza que cuando gobernaba para imponer su voluntad a su partido y seguir manteniendoel control del movimiento obrero y de masas. El golpe gorila, en lugar de debilitarlo lo fortaleci, porquecort de cuajo la experiencia que los trabajadores haban comenzado a hacer con su gobierno cuandotermin la poca de las vacas gordas y que haba comenzado a expresarse en las primeras huelgas desectores an minoritarios de la clase obrera en los ltimos aos de su gobierno.

    A partir del golpe, se abre un perodo de 18 aos en que el movimiento obrero luchar por elretorno de Pern al pas y al gobierno. Una clara expresin del atraso poltico de los trabajadores,que queran volver hacia atrs, hacia el gobierno burgus bonapartista de Pern, y no marchar haciaadelante, hacia un gobierno obrero. Esa conciencia atrasada es la clave de la tremenda fuerza de Perny su burocracia sindical, que pudieron manipular a los trabajadores para que actuaran directamente encontra de sus intereses histricos, acatando la orden de votar a Frondizi un gobierno directamente proimperialista o aceptando el apoyo de su lder y su burocracia al golpe de estado de Ongana sin entraren crisis con ellos. Pern, su partido y su burocracia sindical tienen las manos libres para hacer las peoresiniquidades, como las ya mencionadas o la ms reciente de colaborar de lleno con el Proceso, el mismoque haba volteado a Isabel.

    Pero este gran margen de maniobra, esta existencia de un bonaparte que arbitra en los conflictosentre las diferentes alas del movimiento y logra mantenerlo unido e incondicionalmente apoyado por lostrabajadores y el pueblo, incluso desde el llano, tiene su explicacin, nuevamente, en el terreno econmico.An sin gobierno peronista, la decadencia argentina sigue siendo gradual, no explosiva. Contina eldesarrollo industrial orientado hacia un poderoso mercado interno que sustituye importaciones y logramantener en lneas generales el pleno empleo. Mantiene y refuerza el consumo obrero y popular de

    tipo yanqui o europeo con un masivo ingreso de capitales imperialistas, sobre todo durante losgobiernos de Aramburu y Frondizi. El trabajador puede realizar aunque sea al final de una dura vidade explotado, el sueo de la casa propia con los indispensables artefactos de confort. Muchas mujeresde los trabajadores no se ven obligadas a trabajar. Sus hijos pueden ir a la escuela, muchos acceden a laenseanza secundaria, algunos a la universitaria. La salud es buena, garantizada por el estado y las obrassociales de los sindicatos. Decenas de miles de obreros tienen auto, pueden instalar un pequeo negociopropio e incluso comprar una modesta casita para los fines de semana. Tambin pueden ir a los mejorescentros tursticos del pas, gracias a los grandes hoteles de los sindicatos.

    Desde los ltimos aos del gobierno de Pern en adelante hay, s, una ofensiva burguesa contraese alto nivel de vida. Pero el poderoso movimiento sindical aprovecha el hecho de que la decadenciaeconmica sea lenta para resistirla con relativo xito. No se logran nuevas y superiores conquistas, pero

    se puede resistir mal que bien esa ofensiva, pelear los salarios, lograr convenios laborales ms o menosaceptables. Se pierde siempre algo, pero lentamente. La participacin de los salarios en la produccinde riquezas nacional disminuye, pero no cualitativamente, en relacin al 50% de la poca del primergobierno de Pern.

    Esta situacin mantiene abierta en la conciencia del movimiento obrero la perspectiva de seguirviviendo relativamente bien bajo el sistema capitalista. Atribuye la prdida gradual y no cualitativa destas a los sucesivos gobiernos y alimenta la ilusin de que un nuevo gobierno peronista le haga nuevasconcesiones y los devuelve a su poca de esplendor. Pero adems permite que la direccin sindical sigamanteniendo sus relaciones con el estado burgus haciendo acuerdos con los sucesivos gobiernos, salvoperodos breves y excepcionales el primer ao o ao y medio de Aramburu y en cierta medida elperodo de Illia. Hay mrgenes econmicos para mantener una poltica reformista, si no de arrancar

    nuevas concesiones al menos de defender las existentes negociando y dando slo pequeos pasos atrs. Deall que la burocracia sindical pueda jugar un rol tan prfido y reaccionario en toda esta etapa sin perder elcontrol de los sindicatos. Que el peronismo mantenga lo esencial de su estructura, lo que el propio Pern

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    25/28

    1982: COMIENZALAREVOLUCIN

    Pgina 23EdicionesEl Socialista`

    denominaba la columna vertebral del movimiento, la clase obrera sindicalmente organizada. Y que esaestructura conserve la ideologa peronista: la burocracia busca el acuerdo con los militares y la proteccindel Estado sea quien fuere el que est en el gobierno y al mismo tiempo, se apoya polticamente enPern, para no romper con la clase obrera que segua siendo peronista.

    Comienza la crisis: el gobierno de Isabel

    Todo este fenmeno comienza a resquebrajarse, como anticipo de un cambio total, cuando estallala gran crisis econmica del sistema imperialista capitalista mundial a partir de 1974/75. El impacto deesta crisis sobre el sistema capitalista semicolonial argentino es devastador. Lo que hasta ese entonces eradecadencia lenta y gradual se transforma en crisis violenta, colapso y descomposicin de la economaargentina. A partir de entonces, no hay ms salida reformista para la burguesa, ni para sus partidos peronismo incluido, ni para la burocracia sindical. La burguesa se ve obligada por la crisis a lanzar unaofensiva econmica total contra el movimiento obrero; precisamente bajo el nuevo gobierno peronistaque las luchas obreras y populares haban logrado imponer despus de 18 aos de combates. Ya no se tratade recortar las conquistas del proletariado, sino directamente de suprimrselas de cuajo. La clase obreraargentina no podr mirarse ms en el espejo de Europa o Norteamrica. Ahora el espejo le devuelve laimagen de los trabajadores latinoamericanos y del tercer mundo. La casa propia, la educacin de loshijos, la salud, la mujer en el hogar, son sueos de un pasado que se esfuma. Por delante est el hambrey la desocupacin.

    La base econmica de sustentacin del peronismo ha desaparecido. La contradiccin entre laalta combatividad y conciencia sindical del proletariado y su atrasadsima conciencia poltica burguesareformista, se hace antagnica. El movimiento obrero enfrenta a Isabel Pern con la huelga general de1975 que expulsa del gobierno al ministro de economa, Rodrigo, y a Lpez Rega. Los montonerosrompen con el gobierno que ellos mismos votaron y vuelven al terrorismo. Pern los echa de la Plaza deMayo.

    La clase obrera empieza a darse cuenta del carcter profundamente reaccionario del peronismo.Empieza por odiar a Isabel, aunque siga venerando al lder muerto. En realidad, Pern se muere a tiempo

    para salvar su imagen. Si hubiera seguido vivo, el odiado sera l, no slo su esposa.Se levantan, sin embargo, dos obstculos momentneos, que evitan que la decepcin de los

    trabajadores con el peronismo se convierta en una ruptura masiva. El primero son los propios montoneros,con su poltica elitista y criminal. Ellos hacen su propia guerra civil de bolsillo contra el gobierno, conmtodos ajenos a la clase obrera, que son repudiados por sta y cuyas consecuencias sufre, ya que laburguesa aprovecha la provocacin guerrillera para reprimir a toda la izquierda y a la vanguardia sindicalindependiente y clasista que vena surgiendo. Para hacer su guerra, los montoneros sacan de las fbricas,universidades y colegios, a la vanguardia obrera y estudiantil que ellos mayoritariamente agrupaban, laalejan de las masas abortando la posibilidad de que surgiera una nueva direccin alternativa a la de laburocracia del partido peronista y la llevan al exterminio.

    El segundo obstculo es el golpe militar, que derroca a Isabel e impide, una vez ms, que los

    trabajadores completen su experiencia y terminen de romper con el gobierno. Frente a las atrocidadesdel Proceso, cualquier cosa, incluso el gobierno de Isabel, ser recordada por el movimiento obrero y demasas como un mal menor.

    Pero las semillas de la crisis definitiva y total del peronismo ya estaban sembradas y habancomenzado a germinar. Las acciones nefastas de los montoneros y el golpe militar postergaron su estallidopero no lograron detener su desarrollo que, durante siete aos, se mantuvo aunque en forma subterrnea.

    El peronismo en crisis

    El gobierno militar llev hasta el final la poltica de Isabel: su ofensiva contra los trabajadores y elpueblo fue despiadada. Anul todas las conquistas que les haba otorgado el peronismo, es decir que tuvo

    xito donde Isabel haba fracasado. Cerr as definitivamente la etapa econmico-social reformista queexplica los 40 aos de monopolio peronista de la direccin poltica y sindical de los trabajadores.

  • 7/24/2019 Nahuel Moreno - 1982 Comieza La Revolucion

    26/28

    NAHUELMORENO

    Pgina 24 www.nahuelmoreno.org

    El peronismo sufri el impacto. Su sector poltico se dividi entre los ultra verticalistas, que queranconservar el carcter bonapartista del movimiento en torno a la figura de Isabel y los anti-verticalistas,que lo queran transformar en un partido democrtico-burgus serio y respetable, como infinitasvariantes y corrientes entre uno y otro polo. La burocracia sindical tambin se fractur en dos centralessindicales. La liderada por Triacca, que es la que acepta la nueva situacin y en estrecho contacto conlos anti-verticalistas, promueve un nuevo tipo de sindicalismo, que no se meta en poltica, estrictamenteprofesional y que mantenga sus privilegios de la colaboracin directa con los patrones de cada empresao rama y no fundamentalmente de la proteccin estatal. Ubaldini y Miguel, en cambio, quieren un nuevopacto con los militares, para recuperar el papel poltico de los sindicatos como organismos cuasi estatales,obtener algunas concesiones que reubiquen a la burocracia frente a sus bases y sobre todo, volver a tomaren sus manos los recursos de las obras sociales, calculados entre tres y cinco mil millones