n79 junio 2019 - amazon...

24

Upload: others

Post on 15-Mar-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

2MiseriCordiae

EDITA: FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA

C/ DEL NÉCTAR, 18 28022MADRID E.MAIL:

[email protected] COORDINAN: CATALINA ROSSELLÓ, ISABEL Mª PICÓ Y PETRA OVEJERO

DISEÑO DE CUBIERTA: PAULA DALIÀ MARTORELL

COLABORA: ISABEL MARTÍNEZ MORENO DEPÓSITO LEGAL 145/1984

«Y lo que estamos llamadas a continuar desplegando es la ternura, una forma del amor, una expresión de éste. Ese sentimiento tan humano y tan divino a la vez, sentimiento

afecto que tenemos entre las personas y el que Dios tiene por cada uno de los humanos».(Magdalena Moragues)

:)

Mis

eric

ordi

ae

N79

JU

NIO

201

9

S u

a ri

o3. A MIS HERMANAS...

#Magdalena Moragues: «Acogemos desde el corazón para continuar desplegando ternura»

5. CELEBRACIONES

#Bárbara Perelló, Mª Carmen Ballestero,Carmen Cañizares: «Bodas de Oro»

7. COLABORACIONES#Tania Ávila: «Para seguir impulsandomisericordia»

8. LA VIDA EN LAS DELEGACIONESCastilla-Italia #Adriana Elena Benites: «Una madre no se cansa de esperar»Mallorca-Menorca#Micaela Riera: «Fiesta de María, Reina y Madre de Misericordia»Latinoamérica#La Comunidad: «Maribel Perales renueva sus votos»

11. DESDE EL CORAZÓN#Rafael Mas: «Juntos construimos»

13. NUESTRA HISTORIA#María Rigo: «Acoger desde el corazón paracontinuar derramando misericordia»

14. QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN#Catalina Sunyer Manresa#Corina Lora Zambrana

16. RECREACIÓN#

17. A PROPÓSITO#Bárbara Perelló - Mª Dolores García-Mochales-Margarita Calafat - Mª Carmen Ballestero:«Inicio de la formación ‘El Lago’»

18. NUESTROS PUEBLOS#La Comunidad: «Residencia sacerdotal, ‘Sant Pere i Sant Bernat»#Adriana Elena Benites: «Ntra. Sra. de los Ángeles, Horcajo de Las Hurdes-Pinofranqueado, Cáceres

MiseriCordiae 3

más interesadas, más superficiales, distantes y frías etc. Ya hace tiempo que Rof Carballo (médico y ensayista español) afirmaba: «La perspectiva de la ternura podría constituir el pórtico que nos va a permitir entrar en una nueva concepción del hombre que, acaso nos sirve para encontrar salida al atolladero en el que nuestro mundo se encuentra»2.

También, en la actualidad, el Papa Francisco se ha referido en varias ocasiones a la ternura poniendo de manifiesto cuán im-portante y necesaria es. Reiterando la llama-da a hacer la revolución de la ternura invitán-donos a «descansar en ella».Y ha hablado de «la fuerza de la ternura», de «una montaña de ternura», de «la ternura combativa de los embates del mal», del binomio «justicia y ter-nura». Además ha insistido en dejar claro que no es una virtud de los débiles.

Con razón se trata de una virtud que Dios posee y que queda de manifiesto repe-tidamente en la Palabra, pues «Dios tierno y misericordioso» es el primer título que reivin-dica Yahveh y que le reconocerán después del Éxodo (34,6), El Deuteronomio, los Salmos,

A la hora de escribir sobre esta parte del lema que trata este número de Misericordiae, «Continuar desple-

gando ternura», se me ha ocurrido bus-car el significado de dichas palabras, cuyo resultado recojo a continuación.

Continuar, expresa acciones o actitu-des tales como proseguir algo ya inicia-do, insistir, persistir, perseverar, man-tener o mantenerse firme en algo. Y desplegar significa, extender, poner en práctica, prolongar, ampliar, manifestar una cualidad. Por lo tanto estos dos ver-bos nos hablan de dinamismo, actitud que tanto tiene que ver con el ‘Proyec-to Impulso’ del que ha emanado el lema que tenemos en nuestro diario vivir du-rante este año.

Y lo que estamos llamadas a continuar desplegando es la ternura, una forma del amor, una expresión de éste. Ese sentimien-to tan humano y tan divino a la vez, senti-miento que pone de manifiesto el afecto que tenemos entre las personas y el que Dios tie-ne por cada uno de los humanos. «La ternura es traducción del reconocimiento hacia una persona a la que no se quiere juzgar, sino ayudar. La ternura se muestra en el detalle sutil, en el símbolo (regalo) inesperado, en la mirada cómplice o en el abrazo entregado y sincero»1.

Sin embargo se trata de un valor que hoy parece ausentarse de la sociedad en que vivimos. Una sociedad y una cultura que favo-rece más el individualismo que lo comunitario, el egoísmo, el hacer y estar solos, más que la posibilidad de estar con otros por el gusto de compartir sin buscar alguna ventaja en ello, sino gratuitamente. Es fácil constatar que las relaciones entre las personas, son cada vez

A MIS HERMANAS

Acogemos desde el corazón para continuar desplegando ternura

Mag

dale

na M

orag

ues,

fhm

- A

dmin

istr

ador

a G

ener

al

4MiseriCordiae

los Profetas y otros libros. El adjetivo «tierno», excepto una sola vez que se aplica al hombre (Sal. 112,4), está reservado a Dios (cf. Sal.78, 38; 116). Dios es Padre y madre (Is.49,14 s; 66,13). Su ternura es creadora (Gén.1, 26; 5, 1-3), es gratuita (Dan.9,18), siempre vigilante (Os. 11, 8; Jer.31, 20; Is.63,15), inmensa (Is.54, 7; Bar. 2,27; Eclo. 51, 3), inagotable (Sal.77, 10; Neh 9, 19.27.31), nueva todas las mañanas (Lam. 3,

demostrada a todos sin excepción (Eclo. 18,12: Sal. 145, 9), especialmente a los más deshere-

toda clase de dones, pero por encima de todo, lo

Todo ese derroche de la ternura de Dios, se reve-ló plenamente en Cristo.

Así, también encontramos en el Nuevo Testamento que en Jesús apareció la bondad de Dios (Lc. 1,78; Tit. 3, 4-7), en Él se reveló el Pa-dre de las misericordias (2 Cor. 1, 3; Rom. 12, 1) que nos dio el supremo testimonio de su ternu-ra con la Resurrección de su Hijo, prenda de la nuestra (Ef. 2, 4-6: 1 Pe. 1, 3). Y Jesús no sólo

derramó abundantemente sobre nosotros, como aparece en la Buena Noticia del Evangelio3.

Esa ternura que Dios tiene con cada una y cada uno de nosotros, es la que estamos lla-madas y llamados a continuar desplegando hoy y siempre, con nuestros semejantes, con nues-tros hermanos, en donde quiera que estemos por dónde quiera que vayamos. Creemos con el Papa Francisco que ‘la práctica de la ternura’ hoy es una ‘revolución’ necesaria. Alguien ha escrito:

El llamado a la ternura y a la recuperación de la sensibilidad adquieren una indudable ac-tualidad ecológica, articulándose con gran rique-za simbólica en el paradigma de la ecoternura.

Somos tiernos cuando abandonamos la arrogancia de una lógica universal y nos senti-mos afectados por el contexto, por los otros, por la variedad de especies que nos rodean.

Somos tiernos cuando nos abrimos al lenguaje de la sensibilidad, captando en nues-tras vísceras el gozo o el dolor del otro.

Somos tiernos cuando reconocemos nuestros límites y entendemos que la fuerza nace de compartir con los demás el alimento afectivo.

Somos tiernos cuando fomentamos el crecimiento de la diferencia, sin intentar aplastar aquello que nos contrasta.

Somos tiernos cuando abandonamos la lógica de la guerra, protegiendo los nichos afectivos y vitales para que no sean contamina-dos por las exigencias de funcionalidad y pro-ductividad a ultranza que pululan en el mundo contemporáneo4.

Ante nosotros y nosotras un apasionante reto: recrear, revivir una cultura de la ternura, en

dad una mejor forma de vivir y convivir, y se vaya logrando el ‘sueño’ que Dios tiene para toda la humanidad.

A MIS HERMANAS

1José Carlos Bermejo, religioso camilo. Centro de Humanización.2Rof Carballo. Violencia y ternura. 1967.3Cf. Vocabulario de Teología Bíblica. X. Leon Dufour. Editorial Herder.4Luis Carlos Restrepo (Escritor, político y psiquiatra colombiano) El Derecho a la ternura. Arango Editores,1994.

MiseriCordiae 5

¿para mí esta cele-bración? Ha sido un

tiempo y un espacio para reconocer, acoger y agradecer.• Para reconocer el paso de Dios en mi historia per-

sonal, manifestado en personas que me han acompaña-do, que se han cruzado en mi vivir diario, circunstancias, acontecimientos, tareas, debilidades, etc. Al reconocer lo vivido lo percibo como contemplado y amado por Dios, el cual, hace que todo sea hermoso y aquello que no es tan bello, la mirada y el amor de Dios lo convierten en precioso y admirable.

• Todo ello lo acojo como un don que me ha sidodado, sin ningún mérito mío y hace que brote desde lo profundo de mi ser una enorme gratitud.

• Gracias a Dios, gracias a la vida y gracias a todo

He tenido la gran suerte de poder celebrar este acontecimiento en Pina. En la misma capilla que pronun-cié el primer sí y acompañada de cuatro hermanas con las que inicié mi caminar en la vida religiosa y en esta Con-gregación: Sor Francisca Fiol, sor Catalina Salvá, sor Pie-dad Pradillo y sor Mª Carmen Ballestero. Resumiría mis bodas de oro: como tiempo y espacio de RECONOCER, ACOGER y AGRADECER.

Bodas de Oro en Mallorca y Castilla

Un año más, la Congregación ha vivido con gozo la celebración de las Bodas de Oro de Hermanas nuestras que este año han

cumplido los cincuenta años de su consagración como Franciscanas Hijas de la Misericordia.

En la Delegación de Mallorca-Menorca, sor Bárbara Perelló, sor Francisca Fiol, sor Ca-talina Salvá y sor Piedad Pradillo. Se unió a ellas Mª Carmen Ballestero, de la Delegación de Cas-tilla, pero que se encontraba presente en Pina El acto celebrativo tuvo lugar en la capilla de Pina, el día 25 de marzo. La eucaristía fue celebrada por Juan Perelló. Una ceremonia muy emotiva en el transcurso de la cual las Hermanas renovaron sus

festivo y fraterno en el que compartimos nuestra alegría por los cincuenta años de servicio y entre-

Sor Bárbara Perelló

CELEBRACIONES

ga de nuestras Hermanas a la Congregación y a la Iglesia.

En la Delegación de Castilla-Italia, la ce-lebración de las Bodas de Oro tuvo lugar en la Capilla de «Ntra.Sra. de las Viñas», el 4 de mayo, en la localidad manchega de Tomelloso. En dicho pueblo, nuestras Hermanas festeja-ron a Maria, Madre y Reina de la Misericordia. En el transcurso de la festividad de nuestra pa-trona, sor Isabel Cañizares, sor Carmen Cañi-zares y sor Mª Carmen Ballestero renovaron sus votos perpetuos, celebrando asi con gozo sus Bodas de Oro.

Sor Bárbara Perelló, sor Carmen Cañiza-res y sor Mª Carmen Ballestero escriben acerca

este acontecimiento en su historia personal.

6MiseriCordiae

Celebrar 50 años de vida consagrada, es una buena ocasión para detenerse, medi-tar, hacer relectura de la propia vida y dar

gracias por el don de la vocación, que es pura gracia, don del Dios-Amor, Dios-Misericordia, Dios-Bondad, Dios-Perdón. Es mirar nuestra vida pasada con los ojos de ese Dios que comprende nuestras equivocaciones, perdona nuestros fallos y nos acepta tal como somos.

Hace 50 años, el Dios-Amor nos miró, qui-so contar con nosotras y nos invitó para una mi-

donar la barca de nuestras seguridades y dejar a Dios realizar su proyecto en nuestras vidas, los años han ido descubriendo nuestras posibilidades y limitaciones y hoy nos ayudan a ver la vida con más realismo y verdad. Tal vez ahora empezamos a percibir que nuestra trayectoria por la vida, en-

cierra un sentido más profundo que todo lo que hemos hecho o dejado de hacer a lo largo de los años; pero lo importante ha sido, es y será el amor de Dios que diri-

«Cuando el misterio es demasiadoimpresionante no es posible desobedecerlos sentimientos del corazón». (El Principito.)

Hoy puedo valorar el pasado de mi Vida Consagrada con gratitud:- Gracias, Señor, por la vida y gracias a mis padres que pusieron to-dos los medios posibles para darme la vida y una buena educación

basada en los valores cristianos. - Gracias a la Congregación por todo lo que he vivido y recibido

desde ella.- Gracias a las Hermanas con las que hemos compartido vida y misión.- Gracias, también, a todas las personas que, a lo largo de los años,

han iluminado mi camino.Intento vivir el presente con entusiasmo, con ilusión y sin desánimo, buscando a Dios en el ca-

Hijo Jesús. Me siento muy agradecida por todo.

ge nuestra vida y la cuida desde dentro. Sólo en torno a su gracia se va tejiendo nuestra verdadera existencia y nuestra misión.

Hoy con co-razón agradecido podemos decir que celebrar bodas de oro, lejos de sentir que la vida se nos escapa, es seguir caminando con paz, sin prisas, ni protagonismos, sin inquietudes engañosas, con una comprensión creciente ha-cia todos y con mucha compasión, dejando que Dios nos vaya madurando desde el interior, en la vida de cada día, en lo cotidiano. Es ahora cuando cada experiencia dulce o amarga, cada logro grande o pequeño, va ocupando su verda-dero lugar, es ahora cuando podemos entonar

alma al Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador; porque ha mirado la humillación de su

insondable de un Dios que es Padre y Madre. Celebrar bodas de oro es seguir diciendo «Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad».

CELEBRACIONES

Sor Mª Carmen Ballestero

Sor Carmen Cañizares

MiseriCordiae 7

Quizá este acoger des-de el corazón implique estar dispuestos a aprender con humil-dad de las culturas indígenas… aprender de sus cantos que celebran la vida de los recién nacidos, de sus danzas comunitarias que fortalecen los vínculos derramando ternura en un intercambio recíproco... este es un camino para seguir impulsando misericordia en un con-texto que impulsa a consumir lo innecesario y a extraer aquello que no necesitamos.

Considero que para seguir impulsando misericordia necesitamos recibir… acoger la mi-sericordia del otro… del futuro, del pasado, del presente…

Nuestro futuro son los jóvenes, estas ge-neraciones tan diversas en su forma de ser y

ciudadanos del mundo. Nuestro pasado son los ancestros que nos han dejado el legado de la palabra creadora, de resistencia y resiliencia… Y nuestro presente somos nosotras que nos he-mos hecho parte de esta honda esperanza de misericordia en nuestras vidas. Y si nos deja-mos inundar por la misericordia de los jóvenes… quizá aprendamos a sentirnos ciudadanos del

somos iguales en dignidad y nadie es extranjero en el mundo. Y si hundimos nuestros pies en las raíces ancestrales y nos dejamos fortalecer por su misericordia, quizá… aprendamos a resurgir con fuerza cada vez que nos digan que no pode-mos...quizá nuestra palabra se haga creadora de unidad… de cuidado integral.

Y si asumimos nuestro presente y deja-mos el «Y si…» y el «quizá» y nos permitimos vivir instante a instante el presente y así desde lo pequeño de nuestras vidas, seguimos impulsan-do misericordia…

.

El mantener la continuidad de una actitud es un desafío cotidiano para las personas. En el caso de una

institución, una comunidad, el desafío es mayor porque implica estar atentas a cada paso, a cada decisión, buscando coheren-cia comunitaria. Implica salir del discurso, entrar en la narrativa de la vida cotidiana, volver al texto y seguir generando discurso coherente y vivencia inspiradora… es es-tar haciendo con todo el corazón…«Tukuy sonqowan ruaspa ruana» (con las impli-cancias explicadas en el primer artículo).«Para seguir impulsando misericordia» es necesario una honda inspiración que sus-tente esta opción. «Dios es el Padre de misericordias» (2ª Corintios 1:3), entonces la misericordia es la esencia divina, es el ser de Dios. Jesús es el rostro de la mise-ricordia del Padre, estos dos hechos son la inspiración para seguir impulsando miseri-cordia en nuestros días.Jesús fue el primero en vivir totalmente des-

el sistema de santidad y pureza que predomina-ba en aquella sociedad. Porque su experiencia de Dios es la de un Padre con entrañas de madre; esta fuerza, a la que podríamos llamar ternura, lo sostiene en su mensaje y acciones. El mensaje y

dad indestructible de todas las víctimas de abusos y atropellos. Todo el mundo ha de saber que son los hijos e hijas predilectos de Dios1.

En nuestra realidad actual predomina un sistema extractivo y consumista, cuyas con-secuencias económicas y de destrucción de la naturaleza son más visibles en América Latina, pero las consecuencias silenciosas del sin-senti-do de vida son comunes a todos las continentes y a todas las edades. Por esta razón,se hace ur-gente acoger desde el corazón para seguir de-rramando ternura.

COLABORACIONESTa

nia

Ávi

la-T

eólo

ga. E

spec

ialis

ta e

n es

pirit

ualid

ad a

ndin

a

Para seguir impulsando misericordia

1Pagola Elorza, José Antonio. Jesús, poeta de la misericordia de Dios. En https://web.unican.es/

8MiseriCordiae

Las Hermanas de las comunidades de Castilla, como ya es tradición cada año,

titular, la «Madre de la Misericordia». A las 11h de la mañana nos reunimos Her-

manas de todas las comunidades en la Er-mita de «Nuestra Señora de las Viñas», de Tomelloso. En la Eucaristía festejamos a la Madre de Misericordia y celebramos las Bo-das de Oro de tres Hermanas: Isabel Cañi-zares, Carmen Cañizares y Mª Carmen Ba-llestero, quienes renovaron su ompromiso

de Consagración. Y como en toda celebración, después de la

mesa de la Eucaristía, pasamos a la mesa de la co-mida, donde disfrutamos de una buena paella. Y

mento de poner los talentos artísticos en escena: to-das colaboramos para hacer que el encuentro fuera

En los pueblos de Castilla se cantan los «Mayos». Así que nosotras lo hicimos con unas letrillas que os compartimos:

Estamos en mayo,

de los pajaritos y los ruiseñores. Como cada año, Señora,

aquí estamos para festejarte, PAN PARA PAN PAMPAN, juntas celebrarte. LARA LARA.

En esta capilla, «Virgen de las Viñas», nos han convocado, venimos contentas las de Villanueva y las Extremeñas, Corral y la Puebla, Madrid, Ciudad Real.

Hoy hay tres hermanas con celebración sus Bodas de Oro, con gran ilusión. Todas nos unimos y nos alegramos pidiendo a María, las siga acompañando.

El «Proyecto Impulso» nos trae de cabeza. Se acerca el verano, y con él sorpresas. El «Plan Estratégico», lo tenemos claro, un poco de miedo, para dar el salto.

LA VIDA EN LAS DELEGACIONESCASTILLA-ITALIA

Adr

iana

Ele

na B

enite

s, fh

m

Una madre no se cansa de esperar(Las hijas se reúnen, agradecen y festejan...)

A todo el Consejo hoy les recordamos,que sean realistas al hacer los cambios. Nuestros Fundadores estarán contentos. Si sus hijas se abren, a nuevos Proyectos.

Ya nos despedimos, hasta otro año. Que María Madre, nos siga cuidando. Volvemos a casa, todas muy contentas

MiseriCordiae 9

El día 4 de mayo, en la Delegación de Mallorca-Menorca celebramos la

Fiesta de nuestra Titular. Festivi-dad que nos ayudó e impulsó, una vez más, a seguir aportando lo me-jor de nosotras en la construcción de este hermoso Proyecto de Mi-

sericordia que estamos llamadas a vi-vir, a compartir con los laicos y a seguir expandiéndolo por doquier.

Llegamos a Pina de casi todas las comunidades en donde habitamos, excepto nuestras Hermanas de Me-norca que no pudieron participar. Pero las tuvimos muy presentes, buscando, como dice la canción que cantamos: «L’avui que sent bategar el cor, al ritme d’uns altres valors, no puc deixar de llançar el vent, la crida que jo vaig sen-tir, tot el camí que hem anant fent, el nou estil de ser feliç, hi ets tu al principi

Al inicio de la jornada, para entonar el ritmo del día, tuvimos una plegaria. A continuación, la Hna. Mar-galida Oliver nos ofreció una charla distendida cuyo tema fue: «La comu-

la mañana, y como momento central del día, celebramos una cálida y fes-tiva Eucaristía, presidida por nuestro hermano Antoni Canyelles, Delegado de Vida Consagrada.

Terminamos en el comedor de Pina, con un ágape fraterno, en el que compartimos, no solo los alimentos, sino también la vida y la es-peranza.

Creo que este era el objetivo de quienes nos habían convocado: hacer de este día, 4 de mayo, un día de cordial encuentro para celebrar

dre de Misericordia y renovar el compromiso de continuar caminando junto a la humanidad.

Fiesta de María, Reina y Madre de la Misericordia

Mic

aela

Rie

ra, f

hmLA VIDA EN LAS DELEGACIONES

MALLORCA-MENORCA

Celebrar, también, que por la misericordia de Dios, hemos sido y continuamos siendo sosteni-das, cuidadas, amadas y por ello hemos aprendi-do a acompañar al pueblo y a sostener a quienes más lo necesitan, siempre con el claro horizonte de que haya amor y justicia para todos.

Le pedimos, una vez más al Señor, por intercesión de María, Reina y Madre de Miseri-cordia, amiga y compañera de camino, que nos ayude a creer, a experimentar y saber comunicar con nuestra vida la MISERICORDIA afectuosa que Dios mismo tiene con cada una de nosotras.

10MiseriCordiae

El día 4 de mayo, festividad

de nuestra Titu-lar, la Virgen de la Misericordia, y queriendo dar

visibilidad y fuerza a nuestro Plan Pastoral Vocacional, nuestra Hermana Maribel Pe-rales Ortega renovaba sus votos por segunda vez en la Ciudad de La Paz, Villa el Carmen. La Comunidad quisimos aprovechar esta ocasión para ofrecer a los jóvenes con los que trabaja Maribel, una jornada

nal y la oportunidad de que vayan experimen-tando cómo se vive y cómo se forja una vo-cación de Franciscana Hija de la Misericordia. El director del Colegio «Irene Nava de Castillo» contribuyó mediante la invitación a la juventud a participar de esta jornada. Acudieron a la cita 80 jóvenes que trabajaron, disfrutaron y participaron en un encuentro que para ellos se convirtió en excepcional. Las diferentes actividades fueron animadas por el grupo de la PJV, las Herma-nas de la comunidad, Ronald, el hermano David (OFM) y demás colaboradores.

Después de una mañana de trabajo, re-

preparado por la comunidad. Por la tarde, a las 16’30h, en la Parroquia «Cristo Redentor», situa-

BOLIVIA

Maribel Perales Ortega renueva sus votos

LA VIDA EN LAS DELEGACIONESLATINOAMÉRICA

La C

omun

idad

da en el barrio, se celebró la Eucaristía presidida por el padre Walter Quilla, sacerdote diocesano quien, con mucha cercanía y sencillez, destacó el gozo de vivir el mensaje de Jesús, especial-mente entre los más jóvenes. Enmarcada en esta eucaristía, nuestra Hermana Maribel hizo la renovación de sus votos.

La comunidad estuvimos muy contentas de acompañarla y sostenerla en la opción de Seguimiento a Jesús. Cada día nos sentimos más afortunadas por poder disfrutar de su pre-sencia, entusiasmo y juventud y damos gracias a Dios por ello.

MiseriCordiae 11

Septiembre: GrupoOctubre: Amistad -FraternidadNoviembre: Pueblo, barrio, ciudadDiciembre: EcologíaEnero: Paz-JusticiaFebrero: FamiliaMarzo: PersonalidadAbril: EscuelaMayo: SolidaridadJunio: Iglesia

Nuestros valores

DESDE EL CORAZÓN

«Juntos construimos», este es el lema que nos ha acompaña-do durante el curso 2018-2019

en los CSFA, centros escolares de las que es titular nuestra Congregación. Están emplazados en Ciudad Real y en Mallor-ca, concretamente en Palma, Manacor, Muro, Sa Pobla, Son Servera y el Centro de Educación Especial MATER.

Hemos querido resaltar el valor de la unión y del trabajo conjunto a través de diez aspectos, valores y dimensiones que ofrecemos en nuestros centros. De esta manera, se ha articulado un proyecto que ha trabajado a lo largo de los meses es-colares elementos importantes y básicos para contribuir a consolidar la formación de la persona y fortalecer la interrelación de la comunidad escolar:

LA DIVERSIDAD QUE NOS UNE

El punto de partida de este curso que ya termina era celebrar que los CSFA son una co-munidad escolar amplia y diversa, pero también unida. Los diferentes centros San Francisco de Asís mantienen una estrecha relación y, a pe-

acciones que refuerzan el sentimiento de perte-nencia. De hecho, las actividades de esta inicia-tiva han sido diseñadas de forma coordinada y teniendo en cuenta que, a pesar de que cada colegio se contextualiza en un entorno y reali-dades sociales muy diferentes, el proyecto edu-cativo es el mismo y tiene un carácter integral: favorecer un crecimiento académico y personal del alumnado.

Este trabajo de equipo de los diferentes centros escolares está ligado al proceso de apli-cación del Proyecto Impulso, en el que se en-cuentra inmersa la Congregación desde el último Capítulo General. Una estrategia que incluye a todas sus comunidades y entidades vinculadas: la Organización Mater, la obra social MISOL y, cómo no, los CSFA.

La esencia de esta iniciativa es que todos compartimos el mismo proyecto de misericordia; se trata de provocar la unión de fuerzas y esfuer-zos, aprovechar la diversidad y la complementa-riedad. Convencidos de que «juntos somos más y mejores», el curso ha sido una experiencia para consolidar ese «Impulso» con el que todos estamos comprometidos.

«Juntos construimos»

Raf

ael M

as, D

eleg

ado

de P

asto

ral,

Iden

tidad

y M

isió

n

Hay muchos miembros y un solo cuerpo. El ojo no le puede decir a la mano: no te necesito. Ni tampoco le puede decir la cabeza a los pies: no os necesito. (1 Co, 12,20-21)

12MiseriCordiae

Inicio de curso en Mallorca Formación profesores de Mallorca/Ciudad Real de Educar la Interioridad

Formación Atención en la diversidad Reunión equipos directivos

Formación profesores nuevos Formación espacios de aprendizaje

Formación personal de administración y servicios

Encuentro musical Mater y CSFA Manacor

Des

de e

l cor

azón

, en

los

Cen

tros

San

Fra

ncis

co d

e A

sís

DESDE EL CORAZÓN

MiseriCordiae 13

Este es el lema para ya el avanzado curso 2018-2019: «Seguir derra-

jada la medida hasta cuándo y hasta dón-de. No obstante, la Madre Fundadora, Sor Concepción de San José, Superiora Gene-

seguir derramando misericordia y lo hacía con estas palabras: «Las Hermanas se dedicarán a prestar todos los servicios que permitan sus fuer-zas» (Doc. Sor Concepción de San José, p. 34).

Mi-sericordiae, nuestras primeras Hermanas Hijas de la Misericordia, «eran pocas y frágiles». No

que la medida de su corazón era una medida a la altura del Corazón de Jesús. Una medida que ya nuestra Congregación fue capaz de realizar a sus cortos tres años de existencia. (Documents Vol. II, p. 85)

Sin duda que los inicios de nuestra Con-gregación de Hijas de la Misericordia, sumidas en la pobreza y en la penitencia, dejó un sendero de luz y de caridad, que puede iluminar todavía hoy nuestro presente.

Cabe preguntarnos ¿en qué fuente se alimentaba el corazón de las primeras Hijas de la Misericordia, crecidas a la altura del Corazón de Jesús? Nuestra propia historia congregacio-nal, pone ante nuestros ojos la verdad de tan-tas vidas que, desde la pequeñez y la humildad se alimentaban y crecían al amparo del carisma recibido por el Fundador y revisado más tarde por Sor Concepción de San José, primera Supe-riora General, en unión con todas las superioras de la Congregación. Todas recibieron la luz de Dios y como verdaderas esposas de Jesucristo, -dice el Fundador- «anhelaban obrar su propia

Mar

ía R

igo,

fhm

NUESTRA HISTORIA

Acoger desde el corazón para seguir derramando misericordia

unión está la posibilidad

aras de la misericordia como amonesta D. Ga-briel Mariano (Obres vol. I, p. 59-69) que atento en todo momento en el bien obrar no se olvida de re-cordarnos que, grandes y muy grandes son los sa-

cordia. El hermoso nombre recibido en la Congre-gación nos lo recuerda. (Obres Vol. I, p. 31)

Los Escritos, salidos ayer de la mano del Fundador, son la respuesta a los interrogantes de hoy. Y las obras de misericordia manifesta-das en los escritos que son de todos los tiempos: «Cuando otra cosa no exige la gloria de Dios, han de preferir las Hijas de la Misericordia, los más miserables y a ellos procurar atender y ali-viar» (Documents Vol. II, p. 123)

Con frecuencia el Fundador recuerda en las Constituciones, por él escritas: «Que una Hija de la Misericordia debe armonizar una vida de penitencia con la dignidad de su estado de esposa de Jesucristo». Y tampoco se le olvida que nada serían en la presencia de Dios sin la oración. Si no hubiera en su corazón, el fuego del divino amor. Y con cierto tono imperativo les prescribe la meditación diaria de la pasión de Je-sús. (Obres Vol. I p. 32)

Las primeras palabras del Capítulo I de las Constituciones del Fundador, que Sor Anto-nia Barrilero en su anterior escrito, comenta con acierto, abren un horizonte que nos conducirá hasta la consecución de aquella virtud que incli-na poderosamente el corazón hacia el misera-ble. Y enciende en nuestro corazón el fuego del divino amor.

14MiseriCordiae

QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN

Sor Catalina Sunyer Manresa

Soy natural de Es Carritxó, puebleci-to dependiente de Felanitx, Mallor-ca. Crecí en una familia cristiana y

a la sombra de la parroquia y del convento de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia. Siendo niña jamás sentí el deseo de ser religiosa. Y ya de jovencita tuve amigos y hasta dos jóvenes con los que mantuve re-

laciones formales. Recuerdo que cuando le dije al segundo que me haría «monja», se disgustó mucho pero me dijo que si le dejara por otro mu-chacho sería peor; siendo por Dios lo aceptaba aunque a los dos nos costó de veras. Yo había sido feliz, pero dentro de mí sentía un no sé qué, que yo rechazaba pero que terminó por vencer-me: era la vocación, la llamada del Señor. Cuan-do lo entendí, ayudada por el sacerdote y por sor María Cándida y, sobre todo, por sor Ana María, religiosa enfermera, natural de Calonge, pueble-cito cercano, tomé la decisión. Ella era muy sen-cilla y agradable. Me llamaba particularmente la atención. Fue mi ejemplo. Empecé el postulantado, después el no-viciado hasta la profesión. De veras siempre me sentí muy bien con las jóvenes con quienes com-partía mi vocación. Pasé unos dos años en Casa Madre, y luego fui destinada a la clínica de la Cruz Roja, en la que permanecí unos trece años. Este destino me hizo amar de corazón el servi-cio a los enfermos, a quienes procuré cuidar con

Cat

alin

a Su

nyer

, fhm

HIJA DE PEDRO Y CATALINA. NACE EN ES CARRITXÓ (MALLORCA), EL 10 DE SEPTIEMBRE DE 1929. INGRESA EN LA CONGREGACIÓN EL 20 DE OCTUBRE DE 1952, INICIANDO EL NOVICIADO EL 15 DE ABRIL DE 1953. REALIZA SU PROFESIÓN PERPETUA EL 17 DE MARZO DE 1959. COMO FRANCISCANA HIJA DE LA MISERICORDIA SU PRINCIPAL MISIÓN HA SIDO LA DE ENFERMERA. A LO LARGO DE SU VIDA RELIGIOSA HA ESTADO DESTINADA EN SELVA, CASA MADRE, PALMA (CRUZ ROJA), MANACOR, COLONIA DE SANT JORDI, SA POBLA, PÓRTOL, SANTA EUGENIA, CALONGE Y EN LA RESIDENCIA «VIRGEN DE LA ESPERANZA», DONDE RESIDE ACTUALMENTE.

todo esmero, sintiéndome bien con ellos y creo que también ellos conmigo. A lo largo de mi vida y misión procuré no dejar nunca la oración, el contacto con la Euca-ristía. El Evangelio de cada día era mi alimento espiritual fundamental pues me ayudaba a dialo-gar con Jesús, aunque nunca estuve satisfecha de mi coherencia pues me notaba detalles que hubiera querido no tener. Pero sabía y sé que Dios me ama como soy y esto me ha bastado y me basta. Siempre he amado la vida en fraternidad hasta el punto que, si tuviera que volver a empe-zar, seguiría el mismo camino. La Comunidad ha sido muy importante para mí. He sentido a María como a mi Madre que me ha ayudado en toda ocasión. Yo he tenido dos madres: la que me dio a luz y María, la Madre de Jesús. La residencia «Virgen de la Esperanza» para mí es un privilegio. La atención espiritual que tenemos no podría tenerla en ningún pueblo. Los sacerdotes que celebran para nosotras son un don inapreciable. Me siento amada y amo; bien cuidada y con el calor humano necesario. Puedo dedicarme prolongadamente a la oración y ello me conforta en mi ancianidad que en este último tiempo se hace notar más con mis conti-nuos achaques. Ello me cuesta pero lo acepto. Sabiendo, repito, que Dios me ama, no puedo desear más. Vivo serena y así quiero vivir hasta

MiseriCordiae 15

En cuanto a la Con-gregación donde quería vivir la llamada, yo deseaba ser Fran-ciscana Rural, pero el Señor me tenía otro camino. En es-tos años llegaron de España dos Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia: Sor María Mulet S.G. y sor Catalina Martí, V.G. invitadas por el Cardenal José Clemente Maurer que les solicitó que se hicieran cargo del Seminario de Sucre. Afortunadamente, tuve la suerte de poder entrevis-tarme con ellas en «La Inmaculada», lugar donde yo solía ir para retirarme y hacer oración. Un día me encontré con ellas, que estaban en la capilla. Sin pensarlo dos veces, me acerqué y les pregunté si tenían abierta alguna casa en Bolivia. Su respuesta fue: «Puede que sí». «Si es así -les dije- yo seré su primera vocación». Tal y como sucedió. Ser una mujer consagrada ha sido un gran regalo para mí. Siempre se lo he agradecido al Señor. Debo mi vocación a muchas personas que a lo largo de la vida me han acompañado. En particular, a mis padres. Mi madre siempre nos hablaba de la entrega a Dios, en una comuni-dad Campesina donde trabajaba como maestra. A mi padre le gustaba favorecer a las personas de escasos recursos, nos enseñaba a preparar desayuno al alcance del pobre. También me siento profundamente agradecida a tantas Hermanas de la Congregación por las que me he sentido muy querida y acompañada. Y, desde luego, a nuestros Fundadores, quienes me han hecho un MILAGRO que jamás olvidaré. Si tuviera que decir lo que me pasó,

y dije: «Aquí estoy Señor, tú me has llamado». Mi decisión

y le seguí con amor y de corazón. Mi gran alegría siempre ha sido sentir esta llamada de Dios. Pienso que esto ha sido lo más grande y hermoso

me poca cosa». A pesar de mis limitaciones y pobreza, me siento muy feliz de ser Franciscana Hija de la Misericor-dia. Quiero estar dispuesta a cumplir la voluntad de Dios en bien de los hermanos que necesitan de las oraciones. Y, hoy día, este es mi trabajo principal: ORAR. Desde esa profunda gratitud quiero compartir el que quiero que sea mi lema: Señor, todo lo hago con amor. Soy tuya y para

Sor Corina Lora Zambrana

Mis padres fueron Ignacio Lora y Petrona Zambrana. Nací el día 25 de octubre del año 1938, en Villa Serrano (Chuquisaca,

Bolivia). Y fui bautizada el 2 de noviembre del 1938 en la Parroquia de San Miguel. Ingresé en la Con-gregación el 12 de septiembre de 1966. Al año si-

24 de marzo de 1967, en Pina (Mallorca- España). Los votos temporales los emití el día 24 de septiembre de 1969 y los votos perpetuos el 24 de septiembre de 1975 en Sucre, Alto San Pedro. A lo largo de mi vida como Franciscana Hija de la Misericordia he tenido varios destinos. El primero fue a la ciudad de Medellín, en Colombia, el año 1971. A éste, le siguieron otros en Bolivia: Sucre, Serrano, Padilla y el Vi-llar, La Paz, de nuevo Padilla y Sucre. Años más tarde, mi misión la desempeñé en Chile, el año 1998. Y, en 2002, fui enviada a España: a Pina y a Casa Madre (Palma de Ma-llorca. De aquí, en 2008, pasé a la Casa General (Madrid), en la calle Del Néctar. Y, al año siguiente, a Extremadura, a la zona conocida como Las Hurdes. A este destino le siguió en 2009 otro en México, en Salinas de Hidalgo y en D.F. Y actualmente, desde 2014, estoy de nuevo desempeñando mi vida y misión en Sucre. Ante todo, quiero decir que, a Dios gracias, tuve unos padres muy buenos, trabajadores y ejemplares. Re-cuerdo con gran emoción cómo nos daban buenos conse-jos. Algo que me ha ayudado en mi vida como religiosa. De adolescente estaba centrada en mis estudios. Para nada pensaba en la vida consagrada. Hasta que llegó el momento de la llamada. Un día nos invitaron a una reu-

por interés, ya que, como he dicho, nunca me había plan-teado el tema de la vocación. En ese encuentro, recuerdo que cuando nos explicaban sobre la llamada del Señor, em-pecé a cuestionarme qué podría querer de mí el Señor. Curiosamente, por esa época, dio la casualidad que unos franciscanos vinieron al pueblo para hablar de la Vocación. Esto me llevó a pensar que el Señor me podría estar llamando a seguirle. Fue entonces cuando pedí a mis padres que me dieran permiso para ingresar en una Con-gregación. Ante mi petición, he de decir que la reacción de

no tenía edad para tomar esta decisión. No tuve más reme-dio que aceptar su voluntad y esperar a ser mayor de edad, que entonces era a los 21 años.

Cor

ina

Lora

, fhm

16MiseriCordiae

E- ¡Cómo me gusta la primavera! –exclamó una margarita-. Gracias a nosotras, las margaritas, el campo está precioso.

A su lado había una hermosa amapola que le dijo: - El campo está precioso en primavera, pero gracias a nosotras, las amapolas. - No digas tonterías –replicó la margarita, ofendida-. Yo soy más guapa que tú, con mi corazón amarillo y los pétalos blancos. - De eso nada. Yo soy mucho más guapa. Tengo unos grandes pétalos rojos y muy buen olor.

Siguieron peleándose sin llegar a ningún acuerdo. Finalmente, la amapola dijo: -Te desafío a contar cuántas abejas se posan en cada una de nosotras. La que consiga

Las dos dijeron que habían ganado y siguieron discutiendo y tirándose de los pétalos. De pronto una lagartija que tomaba el sol en una piedra dijo: - ¿Queréis callaros? No puedo descansar con vuestros gritos.

- Las dos érais bonitas antes, pero ahora estáis horribles con los pétalos arrancados.

- ¿Qué ruido es ese? - Es el rebuzno de un burro –contestó la lagartija. - ¡Qué animal más feo!

bonitas, más le gusta comérselas.

- Oye, burro, si tienes hambre cómete a la amapola. - No le hagas caso. ¡Cómete a la margarita!, que ella dijo que era más bonita.

De repente, una abeja picó al burro en una oreja y se fue al galope. - ¡Qué suerte! –exclamó la margarita- nos hemos salvado por los pelos, digo por los pétalos. - Hemos sido tontas. No debemos pelear más ni ser tan orgullosas.

RECREACIÓNPa

ulin

a A

guirr

e, fh

m

Adaptación del cuento de Carlos Asorey

CONCLUSIÓN:Aunque dos amigos/as tengan una competencia, nunca deben olvidar que la amistad está encima de todo, gane quien gane la competencia.

MiseriCordiae 17

El nuevo grupo de Hermanas que hemos participado en la formación «El Lago», queremos compartir la

experiencia de este primer encuentro.

Ante todo, agradecemos de corazón la oportunidad que se nos ha dado de participar en este curso, lo con-sideramos como un don, un regalo en la adultez tardía de nuestra vida; con este programa se nos imparte una for-mación muy completa a fin de tener una presencia evangelizadora después de la jubilación.

Nuestras primeras impresiones son muy positivas. Hay una gran riqueza de carismas, pues nos hemos encontrado Hermanas de doce Congregaciones dife-rentes que estamos al servicio del mismo Señor y se va creando entre nosotras un ambiente gozoso, fraterno, celebrativo, festivo, participativo y lúdico. Carismas di-ferentes con un solo objetivo, trabajar por el Reino.

Las materias troncales que incluye el programa y que este año vamos a ver son:

DIOS MUJER MUNDO PROYECTO DE VIDA RELIGIOSA ICONOS BÍBLICOS DEL EVANGELIO DE JUAN

var el seguimiento de Jesús a esta edad madura de la vida, ser conscientes de nuestra presencia evangelizadora y tener sentido de la misión.

A PROPÓSITO...

Inicio de la formación «El LAGO»

Bárb

ara

Pere

lló, f

hm -

Mª D

olor

es G

arcí

a-M

ocha

les,

fhm

- M

arga

rita

Cala

fat,

fhm

- M

ª Car

men

Bal

lest

ero,

fhm

18MiseriCordiae

Esta casa sacerdo-tal está situada en el Casco Antiguo de Pal-

ma, junto a la Catedral. Nuestra casa se inaugu-ró en noviembre de 2001, pero hasta el año 2007 no

formamos parte de esta familia sacerdotal. Fue en el segundo intento, a petición del director, D. Bartolomé Vaquer, E.P.D., que la Congregación dio una respuesta

Las primeras Hermanas empezaron el día 3 de marzo: Sor Sebastiana Monserrat y Sor Ánge-les Cicuéndez. Más tarde, día 7 de agosto, se incorporó Sor María Rigo. Algunas pueden preguntarnos: ¿Cuál es la misión que lleváis a cabo? Pues os diremos que lo primero es: «Estar aquí». Los residentes saben que a cualquier hora, día y noche, pueden disponer de nosotras y siempre procuramos servirles lo mejor que sabemos, con misericordia, cariño y cercanía. El sacerdote diocesano, por su opción, es una persona solitaria, que da la vida por la Iglesia y cuando llega a la vejez se encuentra muy solo, por eso los servicios que podemos prestarles son muy agradecidos. En cuanto a la casa nos responsabilizamos de la recepción y del comedor, mañana y noche. En todo momento podemos ejercer nuestro carisma, sobre todo con los que están imposibilita-dos que agradecen el rato de compañía, compren-sión y escucha que les ofrecemos cada día. Verdaderamente nos sentimos muy apre-ciadas y valoradas y ayudadas, corporal y espiri-tualmente, por los sacerdotes y también por todo el personal que presta sus servicios. Aquí todos formamos una gran familia.

Comunidad Residencia «S. Pere i S. Bernat», Palma de Mallorca

NUESTROS PUEBLOS

HERMANAS QUE FORMAN ACTUALMENTE LA COMUNIDAD. DE IZQUIERDA A DERECHA: SOR MARÍA MAYRATA, SOR FRANCISCA RIBOT Y SOR FRANCISCA FIOL

La C

omun

idad

MiseriCordiae 19

supuso un mo-mento muy es-pecial, al cual se añadió un grato recuerdo que me trasladaba a mi infancia y adoles-cencia. Pero el va-lor más importan-te ha sido cuando a lo largo de estos años he podido encontrar en ellas a verdaderas amigas que siempre han intentado aconsejarme y ayudarme a desempeñar mejor mi trabajo. En todo momento me han trasladado valor y coraje en momentos difíciles de mi vida personal y fa-miliar, como si se tratara del instinto que siempre demuestran las madres hacia sus hijos. Su responsabilidad hacia los residentes es constante y siempre se muestran pendientes de lo que sucede. Desde el momento que llega un nuevo residente para que se sienta bien en co-munidad, a la preocupación de que en el comedor se sienta como en casa; y, de la misma manera con los residentes necesitados de cuidados en el departamento de enfermería que los acompañan cada día dándoles los buenos días y preocupán-dose de su evolución. Asimismo, su presencia en portería, la discreción y amabilidad con los fami-liares y amigos de los residentes. Después de estos años destacaría su ilu-sión por hacer cosas en comunidad, su colabora-

Pero también su capacidad de adaptación a los cambios que requiere la residencia. En ellas nun-ca ha habido una negativa, sino voluntad de que las cosas salgan lo mejor posible. Hablar de las Hermanas supone un me-recido reconocimiento a su identidad creyente, a su labor profesional y a su compromiso hacia la Residencia, además de su contribución para que sea una gran familia, a la cual me siento orgullosa de pertenecer.

Hablar sobre la Congregación de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Mi-sericordia supone poder hablar de una

parte de mi vida, ya que tengo que retroceder a mi infancia. Así, puedo explicar que el primer contacto con ellas se remonta a mi infancia y en mi pueblo natal, Sa Pobla. Allí las Hermanas re-sidían en un convento conocido con el nombre de «Sa Cuna» y ubicado en la calle Capità Pere, una de las calles más céntricas del pueblo. Sa Pobla es un municipio donde la agri-cultura siempre ha sido uno de sus ejes prin-cipales. Sus gentes son humildes y generosas con los que nos visitan y la función social y ca-ritativa que desarrollaban las Hermanas nunca ha pasado desapercibida y siempre ha sido muy respetada y bien valorada. El contacto con la mayoría de las familias era importante y ofrecían desde servicios bási-cos de enfermería y curas, a cuidar a los enfer-mos, a arropar a quienes habían sufrido la pérdi-da de algún familiar. También eran las que daban la alegría a las familias de los recién nacidos en la Clínica «Es Peraire» del pueblo. Posteriormente, con la construcción del colegio «Sant Francesc d’Assis», más conocido como «Col.legi ca ses monges», también asumieron un papel importan-tísimo en la educación y formación en valores de un gran número de niños del pueblo. Como comentaba al principio, la relación con las Hermanas se remonta a mi infancia. Des-pués pasé unos años de formación académica universitaria y volví a establecer relación por mi experiencia laboral en «Ca ses monges». Pero para explicar cuándo realmente he podido tratar y conocerlas de forma más directa, tengo que trasladarme al año 2016. Corría el mes de junio de 2016 cuando empecé a trabajar en la Residencia Sacerdotal «Sant Pere i Sant Bernat», de Palma. Nunca ol-vidaré cuando en aquel entonces el Director Mn. Teodoro Suau, me presentó a las tres Herma-nas: Sor Francisca Fiol -superiora-, Sor Francis-ca Ribot y Sor Maria Mayrata. Poder conocerlas

CATALINA MARÍA CRESPÍ SERRA

Gerente de la Residencia Sacerdotal «Sant Pere i Sant Bernat»

Testimonio

CATALINA MARÍA JUNTO A LAS HERMANAS DE LA COMUNIDAD «SANT PERE I SANT BERNAT»

20MiseriCordiae

NUESTROS PUEBLOS

En Extremadura hay tres dióce-sis: Plasencia,

Mérida-Badajoz y Co-ria-Cáceres. Nuestra comunidad pertenece a la Diócesis de Coria- Cáceres. La diócesis está organizada por ar-ciprestazgos y la comu-nidad forma parte del

arciprestazgo «Santiago el Mayor», de Las Hurdes. Pinofranqueado es un municipio perteneciente a la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Ex-tremadura. Es uno de los seis municipios de la mancomuni-dad de Las Hurdes, limítrofe con la provincia de Salamanca y está formada por un núcleo principal y diez alquerías (Ovejuela, Sauce-da, Mesegal, La Muela, El Robledo, Avellanar, Horcajo, Castillo, Erías y Aldehuela). La exten-sión es de 148 km cuadrados y la población de 1.851 habitantes repartidos entre Pinofran-queado y las diez alquerías. En una de estas alquerías, distante a 10 Kilómetros de Pinofranqueado, la Fraternidad «Nuestra Señora de los Ángeles», Horcajo de Las Hurdes, comienza su andadura en esta zona llamada Hurdes Bajas, el día 19 de septiembre de 2008 con tareas de limpieza y acondiciona-miento de la vivienda, ayudadas por las Herma-nas de Casas de Don Gómez. El primer día que las Hermanas se quedan a dormir en casa es el 24 de septiembre de 2008. La fraternidad queda constituida por:• Sor Juliana García-Lajara Villar• Sor Petronila Martínez Gallego• Sor Celestina Santos Marcilla

Desde el primer día que las Hermanas se quedaron en la alquería de Horcajo, los vecinos han mostrado acogida, alegría y solidaridad por nuestra presencia; lo demuestran trayéndonos frutas, verduras, patatas… procedentes de sus huertos. También los Hermanos de la «Casa de la Misericordia» nos comparten algunos alimen-tos: frutas, verduras, legumbres… La presencia de la comunidad en esta zona de belleza natural y paisajes maravillosos, donde se encuentra paz y silencio, es una comunidad de inserción en la pastoral rural: acompañando la vida de las gentes de las alquerías de la zona, re-partiendo la misericordia de Dios, en coordinación con los religiosos «Esclavos de María y de los Po-bres», que son los párrocos de estos pueblos. Actualmente la comunidad está integrada por cuatro Hermanas:• Aurelia Morata Cañizares• Lucía Bennasar Adrover• Elizabeth Mumbi Muthoka (Juniora)• Adriana Elena Benites Carrión

«Nuestra Señora de los Ángeles» (Horcajo de Las Hurdes-Pinofranqueado, Cáceres)

Adr

iana

Ele

na B

enite

s, fh

m

MiseriCordiae 21

¿CÓMO VALORAS LA PRESENCIA DE NUESTRA COMUNIDAD EN LA ALQUERÍA DE HORCAJO?A algunas personas de la Alquería de Horcajo les hemos hecho esta pregunta. Hemos obtenido estas respuestas:

Gozando de la belleza natural y cánticos de los pajaritos, cada mañana iniciamos el día

de la creación y sus criaturas. Somos conscien-tes del amor de Dios que nos sostiene y abraza. Así queremos abrirnos a su amor para ir tejiendo relaciones fraternas saludables. Desde la comu-nidad intentamos ser ternura para el mundo que nos rodea a través de las actividades pastorales en coordinación con los sacerdotes y religiosos de la zona:• Catequesis de Iniciación Cristiana en tres parroquias: Caminomorisco, Pinofranqueado y Azabal.• Acompañamos, visitamos y escuchamos a la gente de las alquerías en sus necesidades.

de los pueblos, romerías, senderismos solida-rios, en la recogida de sus productos del campo,

• Visitamos a los residentes de las residen-cias de mayores de Azabal y Pinofranqueado. • La «Casa de la Misericordia» de los reli-giosos «Esclavos de María y de los Pobres», de

Pinofranqueado, también es un lugar muy querido y visitado por nosotras en sus actividades cotidia-

• Cuidamos de la limpieza y aseo de las ca-pillas de algunas de las alquerías de la zona de Pinofranqueado.• Animamos las Celebraciones de la Pala-bra en tres alquerías: Castillo, Horcajo y Erías. Y alguna vez en la Parroquia de Azabal.• Apoyamos en la animación del servicio de monaguillas/os en la Parroquia de Pinofran-queado.• Colaboramos en la Parroquia de Pinofran-queado en el reparto de la Comunión en la Euca-ristía Dominical.• La casa está abierta para quienes necesi-ten gozar del lugar, de su gente, productos loca-les y belleza natural. Agradecidas al Dios de la Vida y a las hermanas que decidieron formar parte de la co-marca hurdana, las hermanas que residimos actualmente, gozamos, del entorno de belleza natural y del encargo de la pastoral rural, disfru-tando de nuestro SER Y HACER.

Testimonios

• «Gracias al liderazgo de las Hermanas se restauró la Iglesia, que estaba en muy mal estado y quedó muy bien».• «Debido a la muerte de mi mujer estaba muy deprimido. Un día, estando en el campo, sufrí un mareo y me caí, causándome algunas heridas. Me llevaron a casa de las Hermanas, y ellas me cura ron y durante varios días me llevaron la comida».• «Me siento agradecida porque cuando mi marido estaba enfermo, venían a visitarnos».• «Vivíamos al lado de su casa (este señor es viudo y ahora está en una residencia) y se preo cupaban mucho por nosotros. Éramos como una familia. Cuando mi mujer no estaba bien, nos traían la comida».• «Con la presencia de las Hermanas me siento acompañada».

22MiseriCordiae

VIDA Y MISIÓN EN HORCAJO DE LAS HURDES-PINOFRANQUEADO,CÁCERES

HERMANAS QUE FORMAN LA COMUNIDAD. DE IZQUIERDA A DERECHA: AURELIA MORATA, ELIZABETH MUMBI, ADRIANA E. BENITES Y LUCÍA BENNASAR

MiseriCordiae 23