morris

Upload: enrique-mendoza

Post on 05-Oct-2015

16 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

SEMIÓTICA

TRANSCRIPT

  • 1

    CHARLES W. MORRIS

    FUNDAMENTOS DE LA TEORA DE LOS SIGNOS

    MORRIS, Ch. W., 1938: Foundations of the theory of signs, apartados I y II. Volumen I, nm. 2 de la InternationalEncyc1opedia of Unified Science, The University of Chicago Press, Chicago: 1-13.Traduccin de Esther Torrego

    Nemo autem vereri debet ne characterum contemplatio nos arebus abducat, imo contra ad intima rerum ducet.

    GOTTFRIED LEIBNIZ

    I. INTRODUCCIN.

    1. Semitica y ciencia.

    El hombre es el animal que ms destaca en la utilizacin de signos. Los dems animalesresponden desde luego a algunas cosas tomndolas como signos de algo diferente a ellas, pero dichossignos no llegan a lo complejo y elaborado del habla humana, o de la escritura, el arte, losdispositivos de comprobacin, el diagnstico mdico y los instrumentos de sealizacin. Ciencia ysignos estn inseparablemente vinculados entre s, ya que la ciencia ofrece al hombre signos msfidedignos, a la vez que incorpora sus resultados a un sistema de signos. Toda la civilizacin humanadepende de los signos y de los sistemas de signos, sin que pueda separarse la mente humana delfuncionamiento de aqullos (si es que no deben identificarse las propiedades de la mente con dichofuncionamiento).

    Tal vez nunca hayan sido objeto los signos de estudios tan intensos y realizados por tantaspersonas desde tantos puntos de vista como ahora. El ejrcito de los investigadores comprende alingistas, lgicos, filsofos, psiclogos, bilogos, an. troplogos, psicopatlogos, estudiosos de laesttica y socilogos. Falta, sin embargo, una estructura terica de planteamiento simple, perosuficientemente amplia como para agrupar en un todo unitario y coherente los datos obtenidos desde

  • 2

    los diversos puntos de vista. El propsito de este estudio es sugerir ese punto de vista unificador yesbozar los contornos de la ciencia de los signos. Esto slo puede hacerse de manera fragmentaria,debido, en parte, al limitado espacio disponible y, en parte tambin, al escaso desarrollo alcanzadopor la ciencia misma, pero sobre todo, debido al papel que se propone cumplir este estudio en elconjunto de la presente Enciclopedia.

    . La significacin de la semitica como ciencia reside en el hechode ser un peldao para su unificacin, puesto que suministra las bases a todas las ciencias especialesde los signos, tales como la lingstica, la lgica, las matemticas, la retrica y (al menos hasta ciertopunto) la esttica. El concepto de signo puede resultar importante para la unificacin de las cienciassociales, psicolgicas y humansticas, consideradas como un grupo distinto de las fsicas y lasbiolgicas. Y dado que, segn vamos a mostrar, los signos no son ms que los objetos que estudianlas ciencias biolgicas y fsicas relacionados por medio de ciertos procesos funcionales complejos,la unificacin de las ciencias formales, por un lado, y de las ciencias sociales, psicolgicas yhumansticas, por otro, proporcionara material adecuado para unificar ambos tipos de ciencias conlas fsicas y biolgicas. De aqu que la semitica pueda ser importante a la hora de elaborar unproyecto de unificacin de la ciencia, aunque todava estn por determinar la naturaleza exacta y elalcance de dicha importancia.

    Pero si bien la semitica es una ciencia coordinada con las dems ciencias, por cuanto estudiacosas o propiedades de cosas en su papel de signos, es tambin un instrumento de las ciencias, puestoda ciencia se vale de signos y expresa sus resultados en trminos de signos. Por lo tanto, lametaciencia (la ciencia de la ciencia) debe utilizar la semitica como un "organon". En el ensayo "Elempirismo cientfico" (Vol. I, nmero 1) se apuntaba la posibilidad de que todo el estudio de laciencia pudiera incluirse en el estudio del lenguaje de la ciencia, ya que el estudio de tal lenguajeno implica slo el estudio de su estructura formal, sino tambin el de su relacin con los objetos quedesigna y con sus usuarios. Desde este ngulo, la Enciclopedia entera, en cuanto estudio cientficode la ciencia, es un estudio del lenguaje de la ciencia. Ahora bien: teniendo en cuenta que no esposible estudiar nada prescindiendo de los signos que denotan los objetos del campo a estudiar, unestudio del lenguaje de la ciencia debe valerse de signos que se refieran a signos -y la semitica debeproporcionar los signos y los principios pertinentes para llevar a cabo este estudio. La semiticasuministra un lenguaje general susceptible de aplicarse a cualquier lenguaje o signo particular, ysusceptible, por tanto, de aplicarse al lenguaje de la ciencia y a los signos especficos que la cienciausa.

    El inters por presentar la semitica como una ciencia y como un elemento de la unificacinde la ciencia en general debe verse limitado aqu por el imperativo prctico de efectuar tan slo unanlisis de alcance y direcciones tales que sirva de herramienta para el trabajo de la Enciclopedia,esto es, que proporcione un lenguaje en el cual hablar del lenguaje de la ciencia, mejorndolo almismo tiempo. Sern necesarios otros estudios que muestren los resultados concretos de los anlisissgnicos aplicados a ciencias especiales y la significacin general de este tipo de anlisis respectode la unificacin de la ciencia. Pero, incluso sin una elaboracin detallada, son muchos los que hoyen da han llegado a ver claro que el hombre -incluido el hombre de ciencia- debe librarse de la

  • 3

    urdimbre de palabras que l mismo ha tejido y que el lenguaje -incluido el lenguaje cientfico- estenormemente necesitado de depuracin, simplificacin y sistematizacin. Para alcanzar taldesbabelizacin, la teora de los signos es un instrumento de gran utilidad.

    II. SEMIOSIS Y SEMITICA.

    2. La naturaleza del signo.

    Puede llamarse . Una tradicin quese remonta a los griegos ha solido considerar que este proceso implica tres (o cuatro) factores

    , y en virtud del cual la cosa en cuestin es un signo para este ltimo. A estos tres componentes de lasemiosis podemos llamarlos, respectivamente, , e ; puedeincluirse al como cuarto factor. Estos trminos explicitan los factores que deja sin designarla habitual afirmacin de que un .

    Un perro responde con el tipo de conducta (I) requerido para cazar ardillas (D) ante undeterminado sonido (S); un viajero se prepara para enfrentarse adecuadamente (I) a la regingeogrfica (D) en virtud de la carta (S) que le escribi un amigo. En tales casos, S es el vehculo delsigno (y un signo en virtud de su funcionamiento), D es el designatum e I el interpretante delintrprete. La caracterizacin ms eficaz de un signo es la siguiente:

    . Por lo tanto, . En

    consecuencia, la . Los mediadores son los vehculos delsigno; las tomas en cuenta [takings-account-of] son los interpretantes; los agentes del proceso sonlos intrpretes; lo que se toma en cuenta son los designata. Esta formulacin requiere varioscomentarios.

    No es preciso que haya signos que se refieran a los objetos, pero no existendesignata a menos que se cumpla tal referencia; algo es un signo slo porque algn intrprete lointerpreta como signo de algo; una toma en cuenta de algo es un interpretante en tanto en cuanto algoque funciona como signo lo evoca; un objeto es un intrprete solamente en el caso de que tome encuenta a algo de forma mediata.

    . Por lo tanto, la semitica no se ocupa del estudio de una claseparticular de objetos, sino de los objetos comunes en tanto (y slo en tanto) que participan en lasemiosis. La importancia de este hecho se ir poniendo progresivamente de manifiesto.

    . En un polo de la teora, un signo de un objeto puede simplemente llamar laatencin del intrprete del signo hacia el objeto, mientras que, en el otro polo, permitira al intrprete

  • 4

    tomar en cuenta todas las caractersticas del objeto en cuestin en ausencia del objeto mismo. Hay,por tanto, un continuo potencial de signos a travs del cual pueden expresarse todos los grados desemiosis con respecto a cualquier objeto o situacin, y la cuestin de cul sea el designatum de unsigno en una situacin dada no es otra que la de cules son las caractersticas del objeto o situacinque realmente se toman en cuenta en virtud de la presencia exclusiva del vehculo del signo.

    Un signo debe tener un designatum, pero es evidente que no todo signo se refiere de hechoa un objeto real existente. Las dificultades que pueden plantear estas afirmaciones son slo aparentesy para resolverlas no es necesario introducir un mbito metafsico de "subsistencias". Desde elmomento en que designatum' es un trmino semitico, no pueden darse designata sin semiosis, peropuede haber objetos sin que haya semiosis. El designatum de un signo es la clase de objetos a la quese aplica el signo, es decir, de los objetos que tienen las propiedades que el intrprete toma en cuentaa travs de la presencia del vehculo del signo. Y la toma en cuenta puede darse sin que existanrealmente objetos o situaciones con las caractersticas tomadas en cuenta. Esto es cierto incluso enel caso de apuntar con el dedo: uno puede apuntar con el dedo por diversas razones sin apuntar anada concreto. No hay contradiccin alguna en decir que cada signo tiene un designatum, pero queno todo signo se refiere a algo realmente existente. En el caso en que lo referido existe realmenteconforme a tal referencia, el objeto de esta ltima es un denotatum. Con ello se pone de manifiestoque, si bien todo signo tiene un designatum, no todos los signos tienen un denotatum. Un designatumno es una cosa, sino un tipo de objeto o una clase de objetos (y una clase puede tener muchosmiembros, o uno, o ninguno). Los denotata son los miembros de la clase. Esta distincin explica elhecho de que se pueda buscar en la nevera una manzana que no est all o hacer preparativos paravivir en una isla que puede no haber existido nunca o haber desaparecido hace tiempo bajo el mar.

    Como comentario final en torno a la definicin de signo, debe tenerse en cuenta que la teorageneral de los signos no necesita comprometerse con ninguna teora determinada de lo que implicael hecho de tomar en cuenta algo mediante el uso de un signo. Es ms, cabe tal vez la posibilidad deconsiderar la 'toma-en-cuenta-mediada' [' mediated-taking-account-of '] como nico trminoprimitivo del desarrollo axiomtico de la semitica. Ahora bien: lo enunciado hasta aqu se prestaa un , y es ste el punto de vista que adoptaremos en lo sucesivo. Sinembargo, no es necesaria esta interpretacin de la definicin de signo. Si la adoptamos aqu es porcorresponder al punto de vista ms difundido entre los psiclogos bajo una forma u otra (aunque nola del conductismo watsoniano), y porque muchas de las dificultades que revela la historia de lasemitica parecen deberse a la vinculacin preponderante que ha tenido con las psicologasintrospectiva y de las facultades. Desde el punto de vista del conductismo, el tener en cuenta a D porla presencia de S implica el responder a D en virtud de una respuesta a S. Como se aclarar msadelante, no es necesario negar que existan "experiencias privadas" del proceso de semiosis ni deotros procesos; pero, desde el punto de vista del conductismo, es necesario negar que talesexperiencias sean de primordial importancia, o que el hecho de su existencia haga imposible oincompleto el estudio objetivo de la semiosis (y, por tanto, del signo, del designatum y delinterpretante).

    3. Dimensiones y niveles de la semiosis.

  • 5

    En trminos de los tres elementos (vehculo del signo, designatum e intrprete) que seasocian en la relacin tridica de la semiosis, pueden extraerse para estudiarlas cierto nmero deotras relaciones, esta vez didicas. Se pueden estudiar

    . Esta relacin se llamar dimensin semntica de la semiosis,simbolizndola con el signo ' '; el estudio de esta dimensin se llamar . Pero el objetode estudio puede ser tambin la . A esta relacin se lallamar dimensin pragmtica de la semiosis, simbolizndola con ' ' y el estudio de esta dimensinse llamar .

    Queda por presentar una importante relacin entre signos . En la exposicin anterior este parentesco no quedaba incorporado de manera explcita a la

    definicin de 'signo', ya que el uso corriente no parece eliminar la posibilidad de aplicar el trmino'signo' a algo que no sea miembro de un sistema de signos, viniendo sugeridas tales posibilidadespor los aspectos sgnicos de la percepcin y por varios mecanismos mnemnicos y de sealizacinaparentemente aislados. Sin embargo, la interpretacin de estos casos es dudosa, y resulta muy difciltener la certeza de que exista nada semejante a un signo aislado. Ciertamente, todo signo serelaciona, bien en potencia o realmente, con otros signos, ya que el signo prepara al intrprete paratomar en cuenta algo que slo puede enunciarse en trminos de otros signos. Bien es verdad que talenunciacin no es obligatoria, pero siempre es algo que puede hacerse por principio, y que, cuandose hace, relaciona al signo en cuestin con otros signos. Dado que la mayora de los signos seencuentran claramente relacionados con otros signos, que el anlisis de muchos casos de signosaparentemente aislados prueba que no lo estn, y que todos los signos estn potencial o realmenterelacionados con otros, resulta vlido establecer una tercera dimensin de la semiosis coordinadacon las otras dos mencionadas anteriormente. Esta tercera dimensin se denominar dimensinsintctica de la semiosis, simbolizndola con ' '. Su estudio recibir el nombre de .

    Ser conveniente proveerse de trminos especiales para designar algunas relaciones de lossignos entre s, con los objetos y con los intrpretes. ' ' no se aplicar sino a ' ' ' 'y ' ' a ' ', y ' ' a ' '. La palabra 'mesa' implica (pero no designa) 'mueble con unasuperficie horizontal en la que pueden colocarse cosas', designa cierta clase de objetos (muebles conuna superficie horizontal en la que pueden colocarse cosas), denota los objetos a los que es aplicabley expresa a su intrprete. Algunas de las dimensiones pueden desaparecer real o prcticamente encasos concretos: un signo puede no tener relaciones sintcticas con otros y entonces su implicacinreal se vuelve nula; o puede tener implicacin y, sin embargo, no denotar un objeto; o bien tenerimplicacin y carecer de intrprete real, no teniendo, por tanto, expresin (tal sera el caso de unapalabra de una lengua muerta). Incluso en estos casos, los trminos escogidos resultan convenientespara sealar el hecho de que ciertas relaciones posibles no se dan en la realidad.

    Es muy importante distinguir entre las relaciones que mantiene un determinado signo y lossignos usados para hablar de tales relaciones: darse plena cuenta de ello y de todas sus consecuenciases quiz la ms importante aplicacin prctica general de la semitica. El funcionamiento de lossignos consiste, en general, en que ciertas existencias toman en cuenta a otras a travs de una claseintermedia de existencias. Pero es preciso distinguir cuidadosamente los niveles de este proceso sino queremos caer en una confusin total. La semitica, en cuanto ciencia de la semiosis, es tan

  • 6

    diferente de la semiosis como lo es cualquier ciencia respecto de su objeto de estudio. Si x funcionade tal modo que y toma en cuenta a z a travs de x, entonces podemos decir que x es un signo y quex designa a z, etc. ; pero aqu signo' y designa' son signos de un orden de semiosis superior, que serefieren al proceso de semiosis originario, que es de nivel inferior. Lo que se est designando ahoraes una cierta relacin de x y z, y no a z sola; se designa x, se designa z y se designa una relacin talque x pasa a ser un signo y z un designatum. Por lo tanto, la designacin puede darse a distintosniveles y, de acuerdo con ello, hay varios niveles de designata; designacin` resulta ser a su vez unsigno perteneciente a la semitica (y en concreto a la semntica), al ser un signo usado para referirsea otros signos.

    La semitica, como ciencia que es, hace uso de signos especiales para exponer hechos acercade los signos; es un lenguaje para hablar de los signos. La semitica est dividida en las tres ramassubordinadas de la sintaxis, la semntica y la pragmtica, que tratan respectivamente de lasdimensiones sintcticas, semnticas y pragmticas de la semiosis. Cada una de estas cienciassubordinadas necesitar trminos especializados propios; segn los hemos usado anteriormente,`implica' es un trmino de la sintaxis, designa' y denota' lo son de la semntica y expresa' lo es dela pragmtica. Y dado que las diversas dimensiones son slo aspectos de un proceso unitario,existirn ciertas relaciones entre los trminos de las distintas ramas, y harn falta signosdiferenciados que caractericen estas relaciones y con ello el conjunto del proceso de la semiosis.'Signo' es un trmino estrictamente semitico, no definible dentro de la sintaxis, la semntica o lapragmtica por s solas; nicamente en el uso ms lato de `semitico' puede decirse que todos lostrminos de estas disciplinas sean trminos semiticos.

    Se puede tratar de sistematizar el conjunto de trminos y proposiciones que tratan de lossignos. En principio, la semitica podra presentarse como un sistema deductivo, con trminos nodefinidos y proposiciones primitivas que permitieran la deduccin de otras proposiciones comoteoremas. Pero aunque sta es la forma de presentacin que la ciencia se esfuerza por alcanzar, y apesar de que, por tratar exclusivamente de relaciones, la semitica resulta particularmente apropiadapara un tratamiento basado en la nueva lgica de las relaciones, no es, sin embargo, ni aconsejableni posible proponerse este tipo de exposicin en la presente monografa. Si bien es cierto que losformalistas, empiristas y pragmatistas han conseguido mucho en lo que se refiere al anlisis generalde las relaciones sgnicas, los resultados obtenidos no parecen ser sino una pequea parte de los quecabe esperar; apenas si se ha comenzado la sistematizacin preliminar de los campos que componendicho anlisis. Por estas razones, as como por la funcin introductoria de esta monografa, no se hajuzgado oportuno proponerse una formalizacin de la semitica, lo cual sobrepasa con mucho lasposibilidades que ofrece el estado actual del tema y podra adems desdibujar el papel que lasemitica est preparada para desempear en la edificacin de una ciencia unificada.

    No por ello deja de ser esa la meta. De alcanzarse, constituira lo que podramos llamar lasemitica pura, dividida en las ramas de la sintaxis pura, la semntica pura y la pragmtica pura. Enella se elaborara de forma sistemtica el metalenguaje en trminos del cual podran tratarse todaslas situaciones sgnicas. La aplicacin de este lenguaje a casos sgnicos concretos podra llamarseentonces semitica descriptiva (o sintaxis, semntica o pragmtica, segn el caso). En este sentido,la presente Enciclopedia, en tanto trata del lenguaje de la ciencia, es un ejemplo especialmente

  • 7

    importante de semitica descriptiva: el tratamiento de la estructura de dicho lenguaje correspondea la sintaxis descriptiva, el de la relacin de este lenguaje con las situaciones existenciales a lasemntica descriptiva y la consideracin de la relacin de este lenguaje con quienes lo construyeny utilizan es un ejemplo de pragmtica descriptiva. Desde el punto de vista que expresa estamonografa, el conjunto de la Enciclopedia cae dentro del mbito de la semitica pura y ladescriptiva.

    4. El lenguaje.

    Lo anteriormente expuesto puede aplicarse a todos los signos, ya sean simples o complejos.Por ello puede aplicarse tambin a los lenguajes, ya que stos son un tipo particular de sistema designos. El trmino `lenguaje' es ambiguo, al igual que la mayora de cuantos se relacionan con lossignos, ya que pueden caracterizarse en trminos de las diversas dimensiones. As, los se inclinan a considerar como lenguaje cualquier sistema axiomtico, independientemente de queexistan o no cosas denotadas por l y de que el sistema sea realmente usado por algn grupo deintrpretes; los se inclinan a subrayar la necesidad de que exista una relacin de los signoscon los objetos a los que denotan y cuyas propiedades enuncian verdaderamente; y los se inclinan a considerar el lenguaje como un tipo de actividad comunicativa, de origen y naturalezasociales, por medio de la cual los miembros de un grupo social pueden satisfacer ms eficazmentesus necesidades individuales y comunitarias. La ventaja del anlisis tridimensional estriba en quepermite advertir la validez de todos estos criterios, por referirse a tres aspectos de un mismofenmeno; el tipo de enfoque (y, por tanto, de abstraccin) adoptado puede indicarse, all dondeconvenga, por medio de Lsin', `Lsem' o 'Lp'. Ya ha quedado sealado que un signo puede no denotarningn objeto real (es decir, no tener denotatum), o bien carecer de intrprete. Anlogamente,pueden darse lenguajes, entendidos como complejos de signos, que en un momento dado no seapliquen a nada y que no tengan sino un nico intrprete, o bien carezcan de intrprete alguno, aligual que un edificio desocupado puede llamarse una casa. Sin embargo, no es posible tener unlenguaje si el conjunto de signos est desprovisto de dimensin sintctica, pues no es habitual llamarlenguaje a un signo nico. Hasta este caso resulta instructivo, pues incluso un signo aislado espotencialmente un signo lingstico en trminos del criterio antes enunciado (el de que todo signotiene relaciones sintcticas potenciales con los signos que enuncien su designatum, esto es, el tipode situacin en que es aplicable). Tambin podra decirse que un signo aislado tiene ciertasrelaciones consigo mismo, y con ello una dimensin sintctica, o bien que tener una dimensinsintctica nula no es sino un caso especial del hecho de tener una dimensin sintctica. Estasposibilidades tienen importancia en la medida en que patentizan el grado de independencia de lasdiversas dimensiones y, consiguientemente, el de Lsin, Lsem, y Lp. Tambin muestran que no existeuna separacin absoluta entre los signos nicos, los signos proposicionales y los lenguajes, cuestinen la que Peirce insisti de un modo especial.

    As, pues, un lenguaje, en cuanto sistema de signos relacionados entre s, tiene una estructurasintctica de tal ndole que entre las combinaciones de signos que admite algunas pueden funcionarcomo enunciados, y tiene unos vehculos de signo de tal ndole que pueden ser comunes a ciertonmero de intrpretes. Los rasgos sintcticos, semnticos y pragmticos de esta caracterizacin del

  • 8

    lenguaje quedarn ms de manifiesto cuando consideremos las ramas respectivas de la semitica.Tambin quedar claro que, al igual que un signo nico queda caracterizado por completo cuandose especifica cul es su relacin con otros signos, con los objetos y con sus usuarios, as un lenguajequeda caracterizado por completo cuando se dan lo que llamaremos ms adelante las reglassintcticas, semnticas y pragmticas que rigen a los vehculos de signo. De momento, hay que tenerpresente que la caracterizacin del lenguaje que estamos hacienda es estrictamente semitica, puesimplica una referencia a las tres dimensiones; se evitarn muchas confusiones si se advierte que lapalabra 'lenguaje' se emplea a menudo para designar algn aspecto de lo que es el lenguaje ensentido pleno. La sencilla frmula L = Lsin + Lsem + Lp ya contribuye a esclarecer la situacin.

    Los lenguajes pueden tener diversos grados de riqueza en complejidad de estructura, mbitode cosas que designan y finalidades para las que son adecuados. Los lenguajes naturales, como elingls, el francs, el alemn, etc., son los lenguajes ms ricos en estos aspectos, y han recibido elnombre de lenguajes universales, por cuanto en ellos puede representarse todo. No obstante, suriqueza misma puede constituir un obstculo para la consecucin de ciertos objetivos. En loslenguajes universales resulta a menudo muy difcil saber dentro de qu dimensin est operandopredominantemente un signo, y no quedan indicados claramente los diversos niveles de referenciasimblica. Tales lenguajes son, por tanto, ambiguos y dan lugar a contradicciones explcitas, todolo cual puede ser un inconveniente en ciertas ocasiones (pero no en todas!). Los mismos recursosque contribuyen a la claridad cientfica pueden reducir las potencialidades de orden esttico de lossignos, y viceversa. Debido a estas consideraciones, no tiene nada de raro el que los hombres hayanelaborado determinados lenguajes especiales y restringidos en orden a realizar ms eficazmentedeterminados objetivos: las matemticas y la lgica formal para poner de manifiesto la estructurasintctica, la ciencia emprica para describir y prever con ms exactitud los procesos naturales, lasbellas artes y las artes aplicadas para poner de manifiesto y dominar aquello que los hombresaprecian. El lenguaje cotidiano es particularmente deficiente en recursos para hablar sobre ellenguaje, y el cometido de la semitica es ofrecer un lenguaje que llene esta laguna. Para cumplircon sus fines propios, estos lenguajes especiales pueden destacar ciertas dimensiones delfuncionamiento de los signos ms que otras; no obstante, rara vez faltan las dems dimensiones (sies que tal cosa es posible), por lo que tales lenguajes pueden considerarse casos particulares dellenguaje caracterizado segn el criterio semitico pleno antes enunciado.

    El origen general de los sistemas de signos interconectados no es difcil de explicar. Losvehculos de signo, por ser existencias naturales, participan de la conectividad de los procesos extrae intraorgnicos. Las palabras del habla o las canciones forman parte, literalmente, de respuestasorgnicas, mientras que la escritura, la pintura, la msica y las seales son productos inmediatos dela conducta. Cuando los signos proceden de materiales que no son ni la conducta ni los productosde la conducta -como en el caso de los factores sgnicos de la percepcin-, los signos pasan arelacionarse porque sus vehculos estn relacionados entre s. El trueno se convierte en signo delrayo y el rayo en signo de peligro precisamente porque el trueno, el rayo y el peligro estnrelacionados de hecho de determinadas formas. Si w se espera x ante la presencia de y, y z ante lapresencia de x, la vinculacin mutua de las dos expectativas hace muy lgico que w se espere z antela presencia de y. A partir de, por un lado, la relacin que existe entre los acontecimientos y, porotro, de la que existe entre las acciones, los signos llegan a interconectarse y surge el lenguaje como

  • 9

    sistema de signos. El que la estructura sintctica del lenguaje sea, en general, funcin tanto de losacontecimientos objetivos como de la conducta, pero no de unos u otra por separado, constituye latesis que podemos llamar del control dual de la estructura lingstica. Ms adelanteperfeccionaremos esta tesis, pero debera quedar claro desde ya que permite evitar los extremos enque han cado tanto el convencionalismo como el empirismo tradicional al dar cuenta de la estructuralingstica. Por las razones que hemos dado, los conjuntos de signos tienden a convertirse ensistemas de signos; ello sucede en el caso de los signos perceptivos, los gestos, los tonos musicalesy la pintura tanto como en los del habla y la escritura. En algunos casos la sistematizacin esrelativamente laxa y variable, y puede comprender subsistemas de diversos grados de organizacine interconexin entre los elementos; en otros, es relativamente estricta y estable, como sucede en loslenguajes matemticos y cientficos. Dadas tales estructuras de signos, cabe someterlas a un anlisistridimensional, investigando su estructura, su relacin con lo que denotan y sus relaciones con susintrpretes. Es lo que haremos ahora en trminos generales, tratando sucesivamente de la sintaxis,la semntica y la pragmtica del lenguaje, pero no olvidando en ningn momento la relacin quecada dimensin, y con ella cada campo de la semitica, guarda con las otras. Posteriormente, trashaber empleado las abstracciones que este enfoque implica, dedicaremos un espacio a insistir sobrela unidad de la semitica.

  • 10

    Comprobacin

    1. Resuma el contenido del texto.2. Establezca un esquema de los trminos, conceptos y relaciones expresado en el punto II.2 (Lanaturaleza del signo) y II.3 (Dimensiones y niveles de la semiosis).3. Diferencie denotacin y designacin.