monografía para la obtención del grado de socióloga el
TRANSCRIPT
Monografía para la obtención del grado de socióloga
El estigma hacia los consumidores de heroína en el sistema de salud en Colombia
Estudiante:
Ana María Peñuela Rodríguez
Tutor:
Felipe Aliaga
Universidad Santo Tomás
Facultad de Sociología
Noviembre de 2018
1
Tabla de cotenido
Agradecimientos 2
Resumen 3
Introducción 4
Planteamiento del problema 6
Justificación 9
Pregunta problema 10
Objetivos 10
Estado del arte 10
Marco teorico 13
Marco metodológico 22
Resultados 25
Conclusiones 69
Referencias bibliográficas 73
2
Agradecimientos
A mi madre, mujer fuerte y guerrera quien me aportó su energía para culminar este
proceso, su apoyo ha sido la fuente de mi vida y mis logros, a ella le debo todo el
mérito desde el primer respiro, siento gran admiración hacia ella porque sus logros
me han inspirado a seguir, a comprender el valor de hacer las cosas por amor, la
virtud de la palabra y de la sencillez.
A mi hermana quien me ha enseñado el valor de luchar sin fin hasta alcanzar lo que
siempre se ha deseado, has estado ahí en los momentos más duros y en las risas más
absurdas, eres el motor que me inspira a seguir, a caminar, a volar y a fluir. El amor
de ellas es incomparable, no tiene condiciones ni fecha de caducidad, solo ellas han
estado conmigo en todo este proceso, han visto las lágrimas de frustración y las
carcajadas de felicidad que han acarreado este camino.
No hay forma de describir todas las enseñanzas de mis tutores, a mis compañeros y
todas las personas que han participado en mi construcción profesional y de alguna
forma aportaron a la creación de la persona que soy hoy en día, a todos ellos no
queda más que agradecerles por las lecciones aprendidas y la comprensión, sus
virtudes han ayudado a sembrar flores en mi.
3
Resumen
El consumo de sustancias psicoactivas es un fenómeno que a nivel nacional ha sido
garante de grandes estigmas y calificaciones negativas no sólo desde la sociedad sino
la política pública y la acción de los expertos que tratan el consumo problemático o
adicciones a sustancias como la heroína, han sido controversiales pues los mismos
tratamientos en gran medida se han ligado a caracteres desde la percepción del
terapeuta o institución, estos procesos de estigmatización en la salud pueden afectar
en gran medida los procesos de recuperación traduciéndose muchas veces en
autoestigmatización o incluso en exacerbaciones de su condición como
drogodependientes.
El propósito de la presente investigación es develar los estigmas de los expertos
tratantes de dependencias a la heroína desde diversos ámbitos (terapéutico y
estratégico) y estimar cómo estos procesos de estigmatización afectan los
tratamientos de la población descrita como heroinomana.
Palabras clave: Drogodependencia, heroína, salud pública, estigma, tratamientos.
Abstract
The consumption of psychoactive substances is a phenomenon that at national level
has been guarantor of great stigmas and negative qualifications not only from society
but public policy and the action of experts who treat problematic use or addictions to
substances such as heroin have been controversial, because the same treatments have
largely been linked to characters from the perception of the therapist or institution,
these processes of stigmatization in health can greatly affect recovery processes often
translated into self-stigmatization or even exacerbations of their condition as drug
addicts.
The purpose of the present investigation is to unveil the stigmas of the heroin
dependency treating experts from different areas (therapeutic and strategic) and to
estimate how these processes of stigmatization affect the treatment of the population
described as heroin.
Key words: Drug addiction, heroin, public health, stigma, treatments.
4
1. Introducción
Para introducir los aspectos referentes a los estigmas que rodean el consumo de
sustancias psicoactivas, se acogió la visión de la oficina de las Naciones Unidas
Contra la Droga y el Delito (UNODC), la cual argumenta que todo consumo de
drogas ilícitas es socialmente desaprobado, aunque existen variaciones perceptuales
según el tipo de sustancia y espacios donde se efectúa el consumo, los estigmas
rodean a todo tipo de consumidores, sean o no agentes activos en la sociedad. “
Aunque el estigma ciertamente rodea a los consumidores de todas las drogas ilícitas,
tal como se le ha definido anteriormente, éste puede ser amplificado por pánicos
morales fabricados políticamente alrededor de ciertas drogas, grupos o poblaciones.”
(UNODC, S.F, p. 1), ante lo cual se implementa el control social como sanción moral
creando una suerte de “oprobio social” que se sustenta en la desaprobación pública
reflejada en medios de difusión masiva y en la ley que criminaliza al consumidor.
El manejo de la ley punitiva frente al abordaje de los problemas de salud pública,
puede relacionarse en gran medida al incremento de un estigma que recae en
poblaciones ya marginalizadas, de esta forma se observa que la criminalización es
un factor inherente a los estigmas “a niveles sociales y políticos más amplios. (...)
Sin embargo, la criminalización exacerba el estigma y la discriminación, por cuanto
existe un vínculo inevitable entre la calificación de una persona como un criminal, y
la manera en que ésta es percibida y tratada por el resto de la sociedad.” (Ibid, p. 5),
en consecuencia existe un proceso disuasivo en torno a la asociación de factores
negativos frente la otredad, incrementando de manera significativa las
representaciones sociales en torno a conductas desaprobatorias.
En la esfera de la salud, según Auerano (2003) se le niega a los pacientes
relacionados con el consumo de drogas “las dos principales características de los
ciudadanos en un régimen democrático: la racionalidad y la autonomía". (Citado en:
Vázquez y Stolkiner, 2009, p, 300), de esta forma la normalidad frente al uso de
sustancias psicoactivas y los estigmas relacionados con ello responden a una serie de
supuestos o valores que se refieren a los intereses no solo colectivos, sino que impide
la visualización del problema de manera objetiva frente al actuar en torno a la
drogodependencia y los problemas de salud pública, al contrario de la búsqueda de
alternativas en la salubridad existen mayores posibilidades de inserción en “la
5
clandestinidad que promueve el mercado negro, la adulteración de los productos, sus
usos en condiciones poco higiénicas y con técnicas riesgosas, como la endovenosa; la
exacerbación de la represión sobre los "drogadictos" y los consecuentes problemas
de "guetización" de ciertos barrios urbanos, etc.,” (Romaní, 2008, p. 313), por ende,
la desestigmatización, se ve instigada por los tratamientos que en gran medida se
valen de aspectos ideológicos enmarcados en representaciones, valores y actitudes
que no permiten un trato adecuado de los daños causados por el abuso de estas
sustancias.
El acceso a la salud al verse como un derecho fundamental, debe procurar el vínculo
óptimo entre servicio y paciente, según el parágrafo de calidad de prestación del
servicio de salud en la ley 1438 de 2011 se debe dar una atención humanizada en
concordancia con la evidencia científica que atienda los provistos de forma general,
oportuna y segura, por ende, la estigmatización limita el cumplimiento de derechos
vitales y se relega a un segundo plano la atención a drogodependientes. La presente
indagación reúne diversas miradas, tratos políticos y sociales donde se evidencian
diversos factores que incurren en la drogodependencia como una problemática - nivel
Bogotá- que no solo se analiza desde el ámbito de salubridad y seguridad plasmado
en políticas y quehaceres científicos, sino con diversas aristas y factores que deben
ser tomados en cuenta al momento de analizar las concepciones sociales y políticas
del contexto socio histórico instaurado en la capacidad institucional de diferentes
actores que guían sus esfuerzos hacia el tratamiento clínico y psicológico de la
problemática, no obstante el tema de la construcción estigmatizada del heroinómano
no ha sido abordada desde una perspectiva sociológica que intenta explicar desde
dónde y el porqué de la estigmatización que elimina a los consumidores como
agentes socialmente receptores de las construcciones simbólicas que se generan
alrededor de sus prácticas, establecidas en una relación no solo con las sustancias
consumidas sino con su entorno sociocultural.
6
2. Planteamiento del problema
El consumo de sustancias psicoactivas se ha conceptualizado como una problemática
constante de orden mundial, hasta el 2014 aproximadamente el 5,2% de la población
mundial ha consumido algún tipo de droga ilícita, las sustancias inyectables como la
heroína se considera que generan mayor exposición del consumidor a factores de
riesgo para la salud, según el informe mundial sobre las drogas (2016) una de cada
siete personas que se inyectan contraen VIH y una de cada dos hepatitis C. En
consecuencia, según lo establecido por la OMS a esto se suman factores como el
deterioro general fisiológico, un alto riesgo de sobredosis y la alta tolerancia1 que
genera consumos mayores y posteriores dependencias a la sustancia, por ende, el
heroinómano es considerado como alguien disfuncional que perdió su capacidad de
cumplir con el rol social asignado.
Según datos del observatorio de drogas en Colombia (2013), y el reporte de drogas
en Colombia (2015), el 0.14% de la muestra dijo haber consumido heroína alguna
vez en su vida, se estima que es el equivalente de 31.852 personas a nivel nacional,
de quienes se registraron 3.952 consumidores con signos de abuso o dependencia, no
obstante, dicha población adquiere un consumo de tipo clandestino y su abordaje
presenta problemas en tanto el registro de la actividad se ve limitado, sin embargo es
evidente la necesidad de acentuar los perfiles sociales asociados a este consumo,
puesto que la estigmatización social ha coartado el manejo de la drogodependencia
desde ámbitos integrales -como lo fueron los Centros de Atención Médica a
Drogodependientes (CAMAD)2 en Bogotá-. 1 La tolerancia se produce cuando una persona consume una droga de una forma continuada y su organismo se habitúa a ella. Como consecuencia, se desarrolla un proceso psicológico y físico que hace necesario aumentar la dosis de forma progresiva para conseguir los mismos resultados o efectos. También hablamos de tolerancia como la cualidad de una sustancia de que con el uso continuado y con la misma dosis, produce un efecto cada vez menor. (Tomado de: https://www.engenerico.com/farmacos-tolerancia-dependencia-sindrome-abstinencia/ el 23 de octubre de 2018) 2 Los CAMAD se implementaron en el 2012 como centros de atención en zonas vulnerables a drogodependientes. “Las personas atendidas en estos centros están en situación de riesgo, exclusión social por altos niveles de dependencia a las drogas, son personas vinculadas a actividades delictivas asociadas con el consumo y el expendio de drogas, padecen enfermedades mentales asociadas al consumo de
7
No obstante, el carácter ilícito del uso de sustancias psicoactivas que según Hakim
(2011), han tenido un devenir político enmarcado en la criminalización y
prohibición, mostrándose sensibles a manejar el problema de la producción sin tener
en cuenta aspectos de la demanda, la alta rentabilidad y el tráfico, que tienen una
relación causal y dan cuenta que dicha problemática está dada en factores “internos”
generados contextualmente, y su trato específico necesita de reformas sustanciales
políticas, institucionales y sociales.
El tratamiento desde la Política Pública Nacional para la Reducción del consumo de
Sustancias Psicoactivas de la Comisión nacional de reducción de demanda del
consumo de drogas (2008) se centra en cuatro ejes de articulación (Prevención,
mitigación, superación y capacidad de respuesta), de los cuales el tercero y cuarto se
centran en la afrontación de adicciones y la preparación de instituciones. Así, los
consumidores denominados dependientes requieren entonces una tipología
diferencial de confrontación con aspectos de orden institucional, según la
Organización Mundial de la Salud (OMS) la drogodependencia3 se entiende como
“enfermedad crónica”, lo cual generó que los programas en torno a este tema giraran
alrededor de propuestas asistenciales que pretenden consumidores “libres de drogas”,
pero según Menpekotasunen (2000) en esencia sería lo más lógico, pero la mayoría
de los usuarios vuelve a consumir, así los estados de abstinencia se manifiestan con
recaidas en adicciones en mayor o menor grado.
Así, el drogodependiente se retrata como un sujeto que no tiene control del uso
lúdico y ético de las drogas e incurre constantemente a factores que procuran un alto
riesgo para la salud física y mental, esta pérdida de voluntad se suele referenciar con
“la condena del hedonismo y el hecho de no ser los hombres dueños de su existencia.
drogas, y enfermedades derivadas del consumo problemático.” (Quintero. (2012). P. 1), así estos centros contaban con psiquiatras, psicólogos, médicos y enfermeros. 3 “En 1964, un Comité de Expertos de la OMS introdujo el término “dependencia” para sustituir a los de adicción y habituación. Por regla general, el término puede utilizarse en referencia a toda la gama de sustancias psicoactivas, (...) la dependencia se refiere tanto a los elementos físicos como a los psicológicos. La dependencia psicológica o psíquica se aplica al deterioro del control sobre la bebida o sobre el consumo de la sustancia (...) mientras que la dependencia fisiológica o física se refiere a la tolerancia y los síntomas de abstinencia (World health organization. (1994). p, 30)”
8
Desde la perspectiva ortodoxa, no ésta o aquella, sino todas las sustancias
psicoactivas distintas de bebidas alcohólicas, son inadmisibles como vehículos de
recreo, éxtasis o eutanasia, consintiéndose un empleo médico cuando terapeuta y
paciente pareciesen tanto social como doctrinalmente intachables” (Escohotado,
1989, p.171).
Desde la sociología una acción social, siguiendo a Weber, quien se refiere a
cualquier tipo de obrar humano orientándose según las acciones de los otros en el
presente o deseadas en un futuro, tiene un carácter configurativo de toda conducta
insertado en forma de políticas, discursos y opiniones, así, la acción se orienta por
consenso basándose en imaginarios que representan diversas realidades mediadas
por el uso del lenguaje encaminado mediante los diversos discursos explícitos –Un
ejemplo claro del carácter performativo del discurso es el referente al del
expresidente de Estados Unidos Richard Nixon que en 1970 establece que: “Para
borrar el ominoso legado de Woodstock necesitamos una guerra total contra las
drogas. Guerra total significa guerra en todos los frentes con un enemigo con muchos
rostros” o “la guerra contra las drogas es nuestra segunda guerra civil” (tomado de la
página La silla vacía (2012) el 25/10/2017) -, por ende estas consignas se establecen
de forma implícita en políticas, programas y planes de acción frente al tema, dicho
uso del lenguaje más que ser un espejo de una realidad la recrea y reproduce
generando diversas formas de percibir y actuar frente al drogodependiente.
Según Baratta (S.F) la política actual de criminalización de ciertas drogas, establece
un sistema "autorreferencial" que se reproduce ideológica y materialmente en forma
de espiral, pues mientras más se desenvuelve más se acerca a la imagen inicial del
sistema y los estigmas en torno a una realidad poco observable se generalizan
permeando las identidades culturales generadas a través de procesos de
estigmatización.
Si se contrasta con la realidad empírica, existen ciertos prototipos de consumidor que
recaen en la imagen social establecida generando una relación causal entre el
toxicómano indigencia, pobreza y exclusión, su caracterización social enmarca esta
población en torno a imaginarios de disfuncionalidad, pero en el trato de adicciones o
en el número de muertes por sustancias legales contrastadas con su contraparte existe
una lejanía con dichos imaginarios. “El verdadero asunto es la medida de diferencia
9
interior — el grado de renovación— que una sociedad determinada puede o quiere
asimilar en un momento dado. Cuanto mayor sea esa medida, más estable y pacífica
será, porque su existencia no representa el fruto de una cohesión impuesta. Cuanto
más amenazada se sienta por el pluralismo, mayor será su inclinación al
procedimiento paranoico de cura que representan los chivos expiatorios” (Ibid, p.
290). De esta forma su vigencia social se establece en los cambios de conducta de
personas consumidoras dependientes y otras que no consumen desde marcos
institucionales que se establecen en políticas partiendo del lenguaje como referente
de reproducción y cambio de percepciones, puesto que la realidad fluye entre marcos
sociales de memoria que se reconstruyen en torno a contextos sociales y políticos.
3. Justificación
La presente investigación pretende analizar de manera teórica la medida en que la
influencia de los estigmas irrumpe en el tratamiento de adicciones a drogas duras,
específicamente a la heroína, esto, para abrir la discusión no sólo en términos de
salud pública sino sociales en torno al accionar de los expertos frente a esta
problemática y sus consecuencias en la legitimidad del modo como se ejecutan los
tratamientos relacionadas con la dependencia a las drogas.
Desde el campo sociológico las patologías sociales son una de las causantes de los
estigmas, estos moldean la forma de ver y actuar de las personas e instituciones
frente las mismas, por ende, su análisis crítico pretende establecer una propuesta
inicial de abordaje diferenciado a un problema transversal a todas las sociedades,
como lo es el consumo problemático de heroína desde la ciudad de Bogotá.
Ahora bien, en torno a la población estudiada (expertos) se pretende aportar de forma
conceptual al reconocimiento del derecho a la salud para la población heroinómana,
y el alto riesgo que tiene el consumo problémico no asistido a razón de los estigmas
sociales que interfieren en la objetivación de su situación vista como una enfermedad
crónica.
10
4. Pregunta problema
¿Cómo afectan los procesos de estigmatización en el marco de la salud a los
heroinómanos y el respectivo rol de los expertos en la ciudad de Bogotá?
5. Objetivos
5.1 General
Analizar procesos de estigmatización hacia los heroinómanos desde el discurso de
los expertos en drogodepencia en la ciudad de Bogotá.
5.2 Específicos
1) Caracterizar los estigmas que reciben los consumidores de heroína según los
expertos en Bogotá.
2) Revelar el abordaje de los estigmas desde el sistema de salud en Colombia.
3) Identificar la legitimidad de los estigmas en los expertos.
6. Estado del arte
A continuación se expondrán de manera muy precisa las diferentes investigaciones
que se abordaron y las discusiones entre si para el cimiento del presente estado del
arte:
En la investigación de Alejandro Bilbao (2003), llamada sujeto, droga y sociedad se
evidencia desde una abstracción de la historicidad basada en el análisis de otra
fuente, evidencia cómo las prácticas sociales determinan las formas de cohesión y
producción de un “saber psíquico” que cada cultura manifiesta en un nivel consciente
exigiendo que otras creencias y acciones sean reprimidas por medio del proceso de
culturización que se establecen en una dicotomía entre lo que se considera patológico
y lo que no. Dicha estructuración cultural enfocada en los desórdenes produce que el
comportamiento del “enfermo” sea previsible, mediante un marco de referencias
culturales donde el estereotipo ahora es de desorden psicológico puesto que la
imagen del drogodependiente gira entorno a un empobrecimiento del psiquismo, la
diferenciación y una individualización anímica.
La asignación escénica de ciertas sustancias le dan una característica que va más allá
de su composición química y sus efectos sobre un cuerpo biológico, el entorno de
significado adquiere vital importancia en torno a los procesos de sugestión y manejo
social de la conducta patológica, sus efectos también los constata la cultura en tanto
11
las campañas de prevención conducen una imagen del consumidor que en efecto, lo
da por un enfermo que perdió su identidad tras una sustancia que limita sus
capacidades sociales.
No obstante, para Inmaculada Jáuregui (2007), en su artículo la personalidad
adictiva de nuestro tiempo la concepción social de la drogodependencia no atañe
únicamente a un sistema de creencias externo al consumidor, es indispensable
abordar la problemática desde la colectividad y las relaciones sujeto-sustancia que
emergen tras una relación de un entorno basado en el consumo. Sus legitimaciones
en tanto el discurso clínico y social se piensa en torno a intereses colectivos y de
salud pública o si por el contrario la validez de dichos esfuerzos está mediada por
intereses de tipo moral y la salud social no se genera en torno a la censura sino a la
aceptación de alteridades que chocan pero se mantienen en un plano comunitario.
Por otro lado, desde el plano institucional Delia Hernández (2010), en su indagación
documental Tratamiento de adicciones en Colombia, el acercamiento de usuarios
(as) problemáticos (as) de drogas ilícitas a redes de atención sociosanitarias generan
un incentivo a deslimitar la oferta terapéutica, puesto que no todas las adicciones se
pueden manejar de forma similar y sus múltiples especificidades se dirigen en
entornos de diversos grados de adicción, así como la frecuencia, y degradación física
y mental de quienes hacen uso de sustancias psicoactivas.
Por ende, “El ámbito de tratamiento ideal para el paciente es el menos restrictivo
posible, siempre y cuando sea seguro y eficaz”; (Hernández, 2010, p. 158) las
conductas adictivas recaen en una relación conjunta entre la capacidad de abstención,
de incorporación y autocuidado.
El fin entonces debería ser desarrollar habilidades para identificar conductas que
sean riesgosas para los estados de conciencia, físicos, mentales y emocionales en
torno a la capacidad de controlar impulsos vistos desde una perspectiva que permita
realizar diagnósticos basados en antecedentes de tratamientos previos que al mismo
tiempo permita atender múltiples necesidades de quienes adquieran los programas de
desintoxicación. Así, los programas de mitigación de riesgos y prejuicios están
inmersos en dinámicas que se promueven no sólo institucionalmente sino
socialmente, puesto que muchos de los centros conocidos en Colombia tienen
12
perspectivas religiosas generando sesgos en el uso y tratamiento efectivo de las
adicciones.
En términos de Peter Conrad (1982) en Sobre la medicalización de la anormalidad y
el control social, la anormalidad se medicaliza y en conjunto con el control médico
social generan nuevas formas predominantes de trato frente a los comportamientos
“desviados” que son vistos desde una perspectiva de enfermedad. Se pretende
limitar, regular o modificar el comportamiento anormal socialmente definido
mediante el uso de terminología y tratamientos médicos, así convergen dos
categorías al darle el nombre de enfermedad a un comportamiento que socialmente
se determina.
Dicha unión se representa en la “neutralidad” de la medicina, influyendo en el orden
moral de la sociedad, así una se vuelve el reflejo de la otra puesto que los
tratamientos de adicción a la heroína tienen más baluarte simbólico frente a los
referidos a adicciones de otro tipo. La profesionalización de los problemas humanos
les dan características referentes al trato científico de las patologías de corte social.
La legitimación y constante confianza generada socialmente a soluciones médicas de
diversas patologías genera que los modelos de tratamiento se encaminen hacia
procedimientos científicos que lejos de abrirse a la experimentación, generan
formulas unilaterales de tratamiento a un problema que en esencia es multivariable.
Los tratamientos por sustitución como el que se evidencia en el estudio Reporte de
drogas en Colombia (2015) , por ejemplo, se entablan en una propuesta novedosa
pero riesgosa. “Estudios como el de Dreher y el de Labigalini, muestran como, en
Jamaica y en Brasil, (...) la marihuana sirvió como una medicina popular auto
recetada, útil para lidiar con el efecto ansiolítico del crack, hecho que, sumado a una
terapia psicológica y un acompañamiento institucional profesional, facilitó el
tratamiento para reducir, controlar y en algunos casos eliminar el consumo de crack”
(Observatorio de drogas ilícitas y armas, S.F, p. 2). Así el consumo de marihuana
por parte de usuarios que consumen drogas duras aparte de buscar una sustitución
controlada busca trabajar en los hechos que llevan a los usuarios al consumo, su
tratamiento clínico y psicológico que se enhebre con una reducción de daños en
cuanto el contexto y los factores que generan reinserción.
13
Ahora bien, en las investigaciones tomadas en consideración se tienen muy presentes
aspectos diferenciados en el trato institucional y médico, de la visión frente al uso de
las drogas, existen factores, por ejemplo, de la personalidad que sugieren que los
tratamientos deben ser diferenciados nos solo según la droga o el grado de
dependencia, pues existen aspectos psicosociales que rigen el actuar adictivo de las
personas, lo cual, da cuenta de la homogeneidad inconsciente en la percepción en las
instituciones encargadas de apaciguar esta situación.
7. Marco teórico
Para definir el marco teórico en torno al consumo de heroína se definieron cuatro
categorías claves con el fin de desarrollar teóricamente el problema en cuestión,
iniciando con este bagaje se establece la categoría de conducta desviada en el
comportamiento humano, la cual en la academia ha transitado por distintas
perspectivas en el ámbito psicológico y criminológico, donde se la define como
conducta delictiva, irregular, o antisocial; no obstante el objetivo de esta revisión es
establecer dichas categorías de análisis desde la mirada sociológica, ahora bien, el
objetivo de las categorías que se presentan a continuación es dar cuenta de los
procesos sociales de legitimación que se enmarcan en la estigmatización de las
conductas desviadas en torno a el consumo de sustancias psicoactivas en el marco de
la salubridad.
7.1 Legitimidad en Foucault
Para dar inicio a este apartado se relaciona el concepto de legitimidad con el fin de
abordar la vigencia de la cultura dominante al instante de determinar las
apreciaciones que se presentan frente al consumo problemático de sustancias
psicoactivas relacionadas con su trato terapéutico.
Para esto se abordará esta categoría desde las apreciaciones de Foucault quien otorga
gran relevancia a las relaciones de poder; en el apartado Poder-cuerpo, del texto
Microfísica del poder (1980) se habla del cuerpo social como una maquinaria garante
de protección casi médica, pues, afirma Foucault, para la oportuna sanidad de este
cuerpo abstracto, es de esperarse la aplicación de “recetas terapéuticas” como la
“eliminación de los enfermos, el control de los contagiosos, la exclusión de los
delincuentes. La eliminación por medio del suplicio es así reemplazada por los
14
métodos de asepsia: la criminología, el eugenismo, la exclusión de los
«degenerados»” (Foucault, 1980, p. 103).
De esta manera el control social se establece en la idea de la universalidad de
voluntades resultado del uso del poder que se instaura fuera de los aparatos del
Estado, “ya que nada cambiará en la sociedad si no se transforman los mecanismos
de poder que funcionan fuera de los mismos” ( Ibid, p. 107), así la instauración de la
disciplina y la normalización de la misma en las estructuras mentales de los
individuos genera consensos que se legitiman fuera del poder oficial pero que hacen
parte de las estructuras de lo que se considera normal o no, así estos ejercicios
pequeños de poder generan presiones sobre el cuerpo social para homogeneizar el
actuar en comunidad. En está misma medida el nacimiento, la proliferación, los
reajustes y controles de estas formas sutiles de poder no se muestra claro, así,
surgen agentes de coordinación,
“Tomemos el ejemplo de la filantropía a comienzos del siglo XIX: ciertas
personas vienen a inmiscuirse en la vida de los otros, de su salud, de la
alimentación, de la vivienda... Tras esta función confusa surgieron
personajes, instituciones, saberes... una higiene pública, inspectores,
asistentes sociales, psicólogos. Más tarde (...), asistimos a una proliferación
de categorías de trabajadores sociales...Naturalmente, la medicina jugó el
papel fundamental de denominador común (...). En nombre de la medicina se
inspeccionaba cómo estaban instaladas las casas, pero también en su nombre
se catalogaba a un loco, a un criminal, a un enfermo” ( Ibid, p. 109)
Así, no solo el consenso bajo el supuesto de una voluntad suprema premia sobre el
accionar del poder social, es su materialidad sobre los cuerpos de los individuos la
que legitima dos modelos de control de la conducta social: el institucional, y el
modelo estratégico en relación con las fuerzas, la maquinaria del poder es tecnología
con tácticas y estrategias que generan discursos e imponen verdades instaladas en la
legitimación mediante la veracidad científica, moral o política del discurso, por ende,
el poder se entabla en relaciones de subordinación como componente de la
legalidad, así el mismo no se posee, se ejerce como estrategia de coacción social.
Inicialmente dichas características del uso del poder se legitiman mediante la
obediencia o normalización cotidiana de los postulados iniciales que configuran la
15
psique y el hacer en comunidad. “Significa que la acción del que obedece transcurre
como si el contenido del mandato se hubiera convertido, por sí mismo, en máxima de
su conducta; y eso únicamente en méritos de la relación formal de obediencia, sin
tener en cuenta la propia opinión sobre el valor o desvalor del mandato como tal."
(Fuba, 2009, pm 24). Fomentando una cotidianización en el establecimiento de
parámetros que objetiviza el comportamiento subjetivo en pro de la homogeneidad.
7.2 Legitimidad en Bourdieu
Para comprender el concepto de legitimidad Bourdieu, este concepto aparece
enmarcado en la importancia para el autor de analizar el carácter subjetivo de la
sociedad, ésta gira en torno a la verdad completa del mundo, así la realidad social
gira alrededor de las relaciones de sentido que se objetiviza al momento que la
dominación social se reconoce como legítima si se generan actos de solidaridad con
quien ejerce dicha dominación y se asiente que hay un orden social establecido
aceptando su imposición.
“Legitimar un tipo de dominación es dar toda la fuerza de la razón a la razón (al
interés) del más fuerte. Lo cual supone poner en marcha una violencia simbólica,
violencia eufemizada, y esto es lo que la hace aceptable socialmente. Esta violencia
simbólica consiste en el poder de imponer «significaciones” (Castron. (S.F)P.80 )en
torno a la acción que le dan sentido a la misma, de esta forma se otorga poder a
quienes dominan de formar y naturalizar el dato y la enunciación, en esta medida se
configura la acción y el mundo social, así se imponen arbitrariedades culturales del
poder como verdades universales, “decir, una justificación del orden social que ellos
dominan. Es lo que hace que la clase dominante se sienta justificada de existir como
clase dominante; lo que hace que se sientan de una esencia superior»” (Ibid, p. 81).
7.3 La conducta desviada desde diferentes posturas
Siguiendo este orden de ideas, según las características dadas a una conducta que se
enmarca dentro de la categoría de lo establecido como “normal” desde una posición
de legitimidad, es imprescindible destacar que esta abstracción es capaz de generar
categorías e imágenes de lo que se considera que va en contra de toda norma moral y
jurídica, por ende una persona heroinómana persiste en una escala de desviación
importante.
16
Para comprender el concepto de conducta desviada, Roberto Bergalli (1980) para
introducir al al concepto retoma los postulados de diferentes teóricos sociológicos,
entre ellos se encuentra Mitchell Duncan (1979) quien define la desviación como un
comportamiento que no cumple con las normas y expectativas sociales, llevando
consigo el castigo y desaprobación puesto a su institucionalización. Así se legitima la
existencia de costumbres socialmente aceptadas, frente a las cuales una acción que
difiere de esta normalidad incumple con las expectativas establecidas en los “otros”.
Ahora bien, el siguiente autor a tomar en consideración por Bergalli es Edwin
Lemert (1951), para quien las conductas desviadas en su mayoría son producto de
procesos de diferenciación y aislamiento, sus causas pueden ser culturales,
psicológicas o sociales, siendo resultado de “la maduración, ocurrida dentro del
marco de una cultura y una organización social consideradas como "patológicas" por
la sociedad mayor que las cobija” (En Bergalli, 1980, p. 70).
Tomando en consideración los elementos, es necesario indagar en el intento que
otorga John Kitsuse (1960) en el contexto del campo sociológico; advierte sobre la
importancia de centrar la investigación de las desviaciones y los procesos mediante
los cuales surgen los factores causantes de las mismas, cuestionando relación con la
raíz de lo que se denomina violación a la norma, y la reacción social que surge de
ella, afirma que:
“Al formular el problema de esta forma, el punto de vista de aquellos que
interpretan y definen el comportamiento como desviado debe ser incorporado
explícitamente en una definición sociológica de la desviación. Por tanto, ésta
puede ser concebida como un proceso mediante el cual los miembros de un
grupo, comunidad o sociedad, a) interpretan el comportamiento como
desviado, b) definen a las personas que se comportan de este modo como un
cierto tipo de desviados y c) resuelven cuál es el tratamiento apropiado para
tales desviaciones-” (Kitsuse, 1960, p. 78 en Bergalli)
Por ende es indispensable afirmar que existe una determinación ante quienes se
consideran desviados por la forma de codificación social de detalles en el
comportamiento que requieren atención, lo cual demuestra la existencia de modos
porcentuales que establecen el grado de desviación constituidos por los aparatos de
17
control social, así, el grado de desviación se define en torno a la lejanía del
paradigma moral que se transgrede, mientras existe más desviación la proporción es
directa al “malestar” que se genera en el entorno social y cultural de quienes se rigen
por los parámetros, de esta forma, una conducta desaprobada -como el consumo de
drogas- se vuelve antisocial mientras el consumidor depende del estupefaciente -
olvidando el entorno- o incurre a actos delictivos. La construcción de interacciones
sociales que definen lo normal de lo patológico, pueden observarse como el producto
del control oficial establecido no sólo en normas sino en leyes, esto conlleva a la
determinación de lo “enfermo o malo” careciendo de comprensión de los patrones
que definen la existencia de dichas cualidades.
7.4 De lo normal a lo patológico
Para iniciar este apartado se hará hincapié en las nociones de Durkheim a lo referido
a la salud y enfermedad, en efecto, para la sociedad tanto como para los individuos la
salud es lo deseable y la enfermedad lo que debe ser evitado, partiendo de está
noción, el estado de salud no se refiere a sujeto individual puesto que sus
características son comunes al conjunto social pero que de vez en vez existe cierta
desviación al ser una condición inevitable, en muchos casos, se convierte en factor
determinante de la conducta, al existir múltiples factores determinantes de las
diversas enfermedades variando su nivel de gravedad, sus causas o si son fenómenos
puramente fisiológicos.
No obstante la determinación de cada estado -salud/enfermedad-, es insuficiente si se
determina por el “suplicio” que se padece o las formas de adaptarse al medio, o la
reducción de las posibilidades de supervivencia, en esta medida, la enfermedad se
presenta como algo digno de evitar al no ser un factor constituyente del sistema
interno, así, la enfermedad es considerada como un estado de inadaptación al medio
social que exige una nueva forma de adaptación distinta a las de los semejantes.
Lo anterior se puede evidenciar como una metáfora en la disciplina sociológica,
puesto que “cuando se trata de individuos, que son muchos, se puede escoger, para
compararlos, aquellos que solo tengan en común cierta anomalía: esta queda aislada
de todos los fenómenos concomitantes y se puede estudiar la naturaleza de su
influencia sobre el organismo” (Durkheim, 1986, pp. 98,99), es como si cada estado
interior respondiera a uno externo y de su funcionamiento dependiera el equilibrio
18
vital para asegurar la supervivencia del sistema social, así lo patológico se muestra
como un malestar en consecuencia para la uniformidad social, así su categorización
como funesta o indeseable al curso normal de las funciones, está basada en el
establecimiento de lo que se considera normal y los signos característicos de esto.
Según lo anterior, existen dos casos en los que Durkheim categoriza los grados de
normalidad, una de ellas son las generalidades -en comportamientos o actitudes- que
si bien no se presentan de igual manera en todos los individuos tienen relaciones
próximas -lo normal-, por otro lado existen las conductas excepcionales que son
constituidas por factores atípicos en el tiempo y espacio -estas son mórbidas o
patológicas-. Por consiguiente se puede inferir que “el tipo normal se confunde con
el tipo medio y (...) toda desviación con respecto a este patrón de salud se considera
mórbido” (Ibid. p. 101), así se determinan las funciones del organismo medio en
torno a las semejanzas y diferencias del grupo social.
La caracterización consecuente de lo que se considera normal tiene una amplia
relación con lo que son las condiciones típicas de la especie en cuestión como un
efecto mecánicamente necesario, a la facultad de adaptación. Por ende, el único tipo
normal es el fundamentado en el pasado, a pesar de que ya no se relaciona en forma
directa con las nuevas formas de existencia, persiste por toda la extensión de la
especie y adquiere solo una apariencia de normalidad respecto a las diversas
generalizaciones que se instauran en normalizaciones que, según Durkheim no son
más que “etiquetas engañosas” que se mantienen ligadas a las costumbres.
Lo anterior se traduce en normas morales e institucionales que aportan a la
delimitación de fronteras sociales que establecen los roles desviados, por ende las
estructuras sociales y culturales entran en comunicación al momento de etiquetar no
solo la conducta sino la persona que la comete. No obstante es indispensable
reconocer que las normas sociales se definen según su época y que existen
distinciones de diversos intereses al tildar a un individuo como desviado o no, de
igual forma el carácter subjetivo individual guiado por el factor cultural establece
parámetros que representan la favorabilidad de un grupo o individuo para aceptar las
normas establecidas.
7.5 El estigma
19
Ahora bien, a raíz de las categorizaciones que llevan a establecer parámetros de las
acciones que se consideran socialmente aceptadas o no, se establece el estigma como
un medio de reconocimiento a los atributos y acciones que se consideran naturales o
corrientes dentro de los miembros de ciertas categorías que determina el colectivo de
individuos dentro de su identidad social, estas categorizaciones basadas en el
“intercambio social rutinario en medios preestablecidos que permite tratar con
“otros” previstos sin necesidad de dedicarles una atención o reflexión especial”
(Goffman, 2006, p. 12), así a simple vista se etiquetan en diferentes status a los
demás individuos, siendo concepciones sociales de estimaciones previstas sobre
cómo se relacionan las percepciones incongruentes con el estereotipo personal del
“otro”.
Los atributos personales que se definen como diferentes e individuales se condensan
en la dimensión subjetiva de la identidad, no obstante, dicho factor depende del
reconocimiento de los grupos que asignan atributos configurativos. "La identidad
no sería más que el lado subjetivo de la cultura considerada bajo el ángulo de su
función distintiva" (Centeno, 2003, p. 1), por ende, no sólo los individuos se
reconocen como distintos, sino que reciben categorizaciones sociales que los admite
como diferentes por atributos personales que denotan la forma de exponerse
públicamente,
el grado de normalidad del otro depende del contexto en el que se entablan las
relaciones. Por ende existe un binomio que recae en quienes son desacreditados y
desacreditables, con los cuales no se entabla relación directa social por ser diferentes
y poseer una caracterización de marginados, así “los normales” según Goffman son
quienes no se apartan de manera negativa de las expectativas sociales.
La categoría estigma es sinónimo de desacreditación, puesto que las relaciones que
se conciben frente a la misma están basadas en la valoración subjetiva de ciertos
atributos que se consideran anormales en torno a aspectos morales, físicos o
culturales, de esta forma se adquieren actitudes alrededor de la “cuestionable
humanidad” frente a la persona estigmatizada, generando así focos de discriminación
que se basan en un supuesto de peligro e inferioridad.
Así, la discriminación se da mediante las expectativas puestas en los “otros” por
medio de la implementación y ejecución de una norma de quienes pertenecen a una
20
categoría llevando consigo el poder de estigmatizar y excluir a quienes no cumplen
las expectativas, no obstante quienes no cumplen con estos códigos, en muchos casos
conscientes de su estigma, llevan esta situación por fuertes creencias propias de su
identidad, y por consiguiente surge la idea de los normales como los propensos a
estigmas, por una población minoritaria pero de igual forma esto se puede evidenciar
desde ambos lados .
En consecuencia "un estigma es, pues, realmente, una clase especial de relaciones
entre atributo y estereotipo". (Goffman, 2006, p. 14), así los atributos se refieren a
los elementos observables de los sujetos, que en parte forman estereotipos con
connotaciones de tipo discriminatorio, por ende, este consenso social fomenta el
rechazo de quien se muestra como diferente a los parámetros socialmente
establecidos, la aceptación genera que la persona estigmatizada dirija sus acciones a
intentar corregir el motivo de su deficiencia estimada por los demás llevando al
proceso de transformación del “yo”.
Los estigmas según Goffman son de tres tipos: las deformaciones físicas,
enfermedades mentales y estigmas tribales -como lo son la raza o la nación-, de igual
forma en los tres casos existe una variable central: “un individuo que podía haber
sido fácilmente aceptado
en un intercambio social corriente posee un rasgo que puede imponerse por la fuerza
de la atención y generar un repudio masivo.
7.6 Los estigmas de la salud frente a la drogodependencia
Ahora bien, tras los procesos de estigmatización, etiquetación, formación de
estereotipos y discriminación social, a las personas consideradas como
drogodependientes en el ámbito de la salud mental, se acepta la creencia general de
no tener la potestad de sus actos, por ende, existe una alta peligrosidad en estas
persona, llevando consigo la pérdida de estado donde “se produce una especie de
sustitución del ser sujeto por el ser la cualidad de la etiqueta” (Vázquez y Stolkiner,
2009, p. 298).
Estos procesos de diferenciación de pacientes en el sistema de salud generan en
potencia una desigual distribución del acceso a la salud, lo cual en sus efectos trae
consigo una serie de altercados en el curso y resultado de la enfermedad
estigmatizada. Nombrando algunos de ellos se relacionan con: “a) incumplimiento de
21
los requerimientos del tratamiento; b) recaídas o exacerbaciones de la condición; c)
creación de condiciones indeseables de tratamiento en los lugares de atención
(presencia de guardias, salas cerradas, alambre de púas, etc.); d) menor inversión en
investigación y tratamientos de enfermedades estigmatizadas.” (Ibid, p. 299).
Si se hace hincapié en la categoría de estigma en salud y drogodependencia es por las
construcciones sociales realizadas en torno a conductas que se consideran
inapropiadas o desviadas, en el ámbito de salubridad, el punto central del tratamiento
las drogas está puesto en la definición social del vínculo entre consumidores y el
producto en cuestión, así no solo se trata de la incorporación al cuerpo de sustancias
químicas que poseen consecuencias a la salud mental y física, sino que estas
nombradas consecuencias adquieren significado en las diferenciaciones sociales, que
se tienden en el marco histórico donde se imputan sus prácticas frente a un individuo
que padece de “un conjunto de procesos a través de los cuales se expresan ciertos
malestares más o menos graves, que pueden tener causas diversas (...), pero cuyo
síntoma principal sería la organización del conjunto de la vida cotidiana de un
individuo alrededor del consumo, más bien compulsivo, de determinadas drogas"
(Cita de Romaní en Vázquez y Stolkiner. (2009). P, 299 ).
En este caso, los estigmas se enmarcan en una evaluación negativa ante la aparente
pérdida de voluntad y pasiones tiránicas o antinaturales (según la categorización de
Goffman), dicha problemática se relaciona en gran medida con la salud pública y la
seguridad que “junto con un carácter compulsivo de la utilización, el usuario
normalmente se involucra en peleas y transgresiones, y tiene su vida cotidiana
permeada por la violencia y el crimen” (Duarte, S.F, p. 2).
8. Marco metodológico
8.1 Nivel investigativo
En este aspecto se pretende que la investigación adquiera inicialmente un corte
exploratorio, puesto que para iniciar el debate que se pretende plantear en esta
22
indagación, debe establecerse un examen o exploración del tema ya que ha sido poco
explorado específicamente en Bogotá, por lo tanto, se apoya en la contextualización
empírica y teórica que permita identificar y analizar variables y conceptos sensibles
al tema y coincidir relaciones potenciales entre ellas en el marco microsocial -lo cual
será explicado en el siguiente apartado-, que a su vez pretenden establecerse como
primera etapa a próximas investigaciones, por ende como lo postula Pablo Cazau:
“ En la investigación exploratoria buscamos información sobre algún tema o problema por resultarnos relativamente desconocido, como por ejemplo la cuestión de los prejuicios raciales. Este estudio culmina cuando hemos obtenido el conocimiento suficiente como para hacer un listado de los diferentes factores que suponemos vinculados con el prejuicio racial, como por ejemplo educación recibida, religión, zona de residencia, edad, sexo, filiación política, etc.” (Cazau. 2006. p 26).
El enfoque microsocial, como su nombre lo indica, hace referencia a una gama de
casos específicos que no afectan el conjunto total de los consumidores de drogas -
puesto que existen muchas y con diversa clasificación-, en los cuales se analizará a
profundidad aspectos de orden estigmatizante en las relaciones sociales donde
interfiera la subjetividad y vivencias de los sujetos en cuestión, en un marco que se
supone objetivo -como lo es el sistema de salud-, así se establecen parámetros de
interacción del sujeto individual con la macroestructura del sistema de salud, de esta
forma “se rescata el significado del actor reinterpretado por el investigador, lo cual
no significa necesariamente un enfoque micro que se centre en cómo la gente actúa e
interactúa en situaciones particulares (...) de los actores construyendo su propio
mundo. (...) Es necesario diferenciar entre que el investigador mire el mundo a través
de los ojos del actor y enfocar los modos como los actores reaccionan y actúan en
situaciones particulares (Sautu. 2005. p 58).
Así que en contraste con todo lo anterior se pretende realizar una investigación
cualitativa teniendo en cuenta el marco de referencia el actuar de los expertos en el
sistema de salud y este como afecta a los consumidores de heroína, así se pretende
comprender y en consecuencia explicar el fenómeno desde adentro, para esto se
plantearon entrevistas semiestructuradas que se contrastaran con las categorías
23
estipuladas en el marco teórico, y un mapeo de actores con el cual se pretende
observar el grado de legitimidad de los estigmas encontrados.
8.2 La muestra
Se pretende abordar una muestra de dos campos de expertos en la ciudad de Bogotá,
pertenecientes instituciones públicas que centran sus esfuerzos a nivel estatal -
Ministerio de salud, Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y el
instituto FONADE- e instituciones de tratamiento que centran sus esfuerzos a nivel
distrital (Deliberar, Centro de atención La Estrella y Vuelve a Soñar), para esto se
pretende realizar entrevistas semiestructuradas a diez expertos con el fin de develar
sus posturas frente a los estigmas y la legitimidad que adquieren en el ámbito social y
personal al momento de ofrecer terapias relacionadas con el consumo problemático
de heroína.
8.3 Mapeo de actores clave
“Esta herramienta descansa sobre el supuesto de que la realidad social se puede ver
como si estuviera conformada por relaciones sociales donde participan actores
sociales e instituciones sociales de diverso tipo. (...) El abordaje de redes sociales se
caracteriza por considerar que se puede pensar a la sociedad en términos de
estructuras, las cuales se manifiestan por diferentes formas de relación entre actores.
Los conjuntos de vínculos o de relaciones sociales forman redes y según sea la
posición que los distintos actores ocupan en dichas redes, van a definir sus valores,
creencias y comportamientos.” (Tapella. S.F. p 4)
En esta técnica no se consideran las categorías clásicas de análisis en la sociología
como por ejemplo género, edad o territorio sino que se consideran en función de las
relaciones que se mantienen, así pues, se hace uso de la comprensión de conexiones
entre agrupaciones en relación a una realidad específica que configura los entornos
de relaciones en distintas posiciones históricamente producidas.
Así pues el mapeo que se pretende realizar inicia con la identificación de los actores
influyentes en la problemática a abordar, se definieron dos grupos de ellos: Actores
con intervención estratégica de carácter estatal y grupo de expertos tratantes con
intervención a nivel distrital, en segundo lugar se identifican los niveles de
legitimidad de cada actor frente a la problemática, esto para identificar si están a
24
favor o en contra de los estigmas y si su interrelación es de confianza, indiferente o
se encuentran en conflicto.
Tras develar todos estos factores se realiza una matriz MAC, la cual está determinada
por el grado de legitimidad frente al estigma (alto, medio o bajo) y su posición
respecto al mismo (a favor, indiferente o en contra), para en un siguiente paso
analizar e identificar las relaciones entre las posiciones de los actores, que como se
verá más adelante, muy pocos tienen relación de comunicación pero sus redes se
identificarán en función de la favorabilidad frente al estigma y a las iniciativas de
carácter estratégico fomentadas por los actores estratégicos.
Para identificar todos estos ítems se realizará de forma gráfica un cuadro tipo plano
cartesiano donde se identificará de forma jerárquica el grado de legitimidad y de
favorabilidad de cada actor, para identificarlos será asignado un número para cada
uno y una figura en función de si la iniciativa a la que pertenece es estratégica o
terapéutica y un color según el nivel al que se trabaja (estatal o distrital). Con el fin
de abordar el tipo de relación entre actores se establecen unas líneas de relación, con
las cuales se pretende determinar si esta es de confianza, superficial o en conflicto.
8.4 La entrevista semiestructurada
Debido a la flexibilidad de esta entrevista al valerse la misma de una guía que
pretende tener temas a abordar pero las preguntas tienen la facultad de generar un
diálogo, “es vital la versatilidad en la singularidad extrema de las situaciones muy
distintas entre sí (...), por lo tanto evoca la complejidad de dimensiones en que las
respuestas resultan imprevisibles” ( Corbetta, 2010, p. 352), así la estructura de las
entrevistas no solo representan la versatilidad sino la capacidad de acoplarse a las
variadas situaciones y opiniones que posee cada sujeto a entrevistar.
Así, está técnica se enfatiza en gran medida por la facilidad de elección de los temas
a tratar y el modo de realizar las preguntas que se pretenden abordar en las distintas
entrevistas, de esta forma resulta conveniente realizar una conexión causal en el
ámbito de un tema determinado o importante de forma que se pueda enfatizar en
ciertos puntos, pedir profundizaciones o explicaciones si es necesario.
El guión establecido puede ser una lista de temas a tratar, o puede formularse de una
manera más analítica en modo de preguntas presentadas en un formato general, de
esta forma es indispensable reconocer las propiedades en la metodología cualitativa
25
al permitir el acceso a la amplia gama de respuestas e interpretaciones con el fin de
recolectar los aspectos necesarios para enfatizar en las categorías de más relevancia
según el grado de interacción con el tema del informante en cuestión, de esta forma,
se establece una serie de términos que no se saldrán del guión inicial y que se
enmarcan en una estructura que facilita relacionar categorías que permiten matizarlas
para mientras fluyen temas emergentes de interés para la investigación.
Así pues, se estableció una guía de entrevista con dos ejes transversales: el enfoque
institucional y de políticas y el carácter de tratamientos. El segundo eje se formuló
para incitar al informante a que diera su opinión y discutiera sobre lo que considera
“apropiado” al momento de tratar al paciente.
Después de recolectar y transcribir las entrevistas se hará uso del software llamado
MAXQDA, en el cual se pretende establecer categorías de análisis para cada
respuesta y presentar los resultados en función de los mismos, esto con el fin de
realizar una hermenéutica a los textos recolectados, este método de análisis es
característico por su tendencia a interpretar el sentido no inmediato del manifiesto en
cuestión. (Arráez, Calles, y Liuval, 2006).
9. Resultados
9.1 Consideraciones preliminares
9.1.1 Sobre la heroína como sustancia
La heroína es una droga producida a partir de la morfina que se extrae del opio
proveniente de la planta de amapola, tras un proceso químico “en el que utiliza el
anhídrido acético como precursor; razón por la cual es considerada una droga semi-
sintética. El opio, la morfina, la codeína y la heroína son denominadas “drogas
opiáceas” por originarse directamente del opio.” (Ministerio de Justicia y el
Observatorio de Drogas en Colombia. La heroína: caracterización química y
mercado interno, S.F, p. 5) Esta sustancia es entre dos y cinco veces más potente que
la morfina, su acción farmacológica se relaciona directamente con la depresión del
sistema nervioso central causando alta sensibilidad a sus efectos que provocan
dependencia de carácter físico y psicológico; e incrementan la tasa de tolerancia a la
sustancia, generando cada vez consumos incrementados.
Cuando ingresa al cerebro la heroína transformada en morfina se fija a receptores
opiáceos que están en distintas áreas del cerebro, en específico a las encargadas del
26
placer, dolor y gratificación. “Hay receptores opiáceos también en el tallo cerebral,
zona a cargo de procesos autónomos fundamentales para la supervivencia tales como
la presión arterial, la respiración y la excitación, razón por la cual, ante una
sobredosis se inhibe la respiración y la persona puede morir (NIDA, 2014, Citado por
Ministerio de Justicia y del Derecho y Observatorio de Drogas de Colombia. La
Heroína en Colombia, Producción, uso e impacto en la salud pública - Análisis de la
evidencia y recomendaciones de política, 2015, p. 32).”
La sensación de bienestar y placer inicial, llevan a muchos consumidores de dicha
sustancia a vivir buscando incesantemente esta experiencia sin tomar en
consideración los múltiples riesgos para la salud y la mente que producen un
consumo prolongado, lo cual a largo plazo genera una gran tolerancia y dependencia
generando en muchos casos (23%) un uso compulsivo de la sustancia. La tolerancia
se da cuando el uso repetitivo de un dosis determinada disminuye su sensación y se
debe incrementar dicha dosis para lograr un efecto similar al inicial, su desarrollo
depende de la frecuencia de uso, vía de administración y cantidad usada (Ministerio
de Justicia y el Observatorio de Drogas en Colombia, S.F).
La dependencia por su lado se determina cuando aparecen síntomas inducidos por la
ausencia de la droga, esto se conoce como síndrome de abstinencia, esto se evidencia
cuando un usuario problemático de heroína ve la necesidad de usar dicha sustancia
para inhibir la sintomatología causada por la ausencia de la droga, “algunos estudios
de acuerdo con el NIDA (2014) indican que el uso continuado de esta sustancia
puede afectar la habilidad de tomar decisiones, de auto-regularse y de responder
apropiadamente a situaciones generadoras de estrés”, (Ministerio de Justicia y el
Observatorio de Drogas en Colombia. La heroína: caracterización química y
mercado interno, S.F, p. 34) la severidad del mismo es relativa a la dosis diaria
consumida, su duración, el estado de salud del usuario y su personalidad.
Esta sustancia se puede encontrar en su forma básica (forma de sal) que puede ser
soluble en agua propiciando su uso mediante la inyección, lo cual genera un factor de
riesgo extra pues “las personas que se inyectan heroína tienen catorce veces más
probabilidades de sufrir una sobredosis que las que no se la inyectan”(Hemeroteca
drogues. Sobredosis por opiáceos, S.F, p.1), además, hay varios factores más que son
considerados de riesgo para la salud del usuario:
27
“Introducir una droga directamente al torrente sanguíneo a través de una aguja y jeringa hipodérmica implica lesionar la piel y abrir una herida que queda en contacto con agentes externos potencialmente peligrosos. Implica también introducir al cuerpo un agente farmacológico y potencialmente tóxico, a través de uno de los sistemas más esenciales en la supervivencia de los seres humanos como es el sistema circulatorio.” (Ministerio de Justicia y el Observatorio de Drogas en Colombia. La heroína: caracterización química y mercado interno, S.F, p. 37).
Teniendo en cuenta estas prácticas los usuarios con consumo problemático se
exponen a grandes factores de riesgo si se hace una correlación con entornos donde
el uso de sustancias psicoactivas es ampliamente perseguido y reprochado, pues se
genera un consumo clandestino en condiciones de higiene precarias o con poco
acceso a los implementos de inyección, de esta forma se pronuncian riesgos para la
salud del usuario como afecciones colaterales al consumo vía intravenosa por
riesgos de compartir material inyectable como el VIH o hepatitis C.
“La historia de esta práctica se encuentra asociada a verdaderas crisis de salud
pública en distintos países del mundo, no sólo la expansión de la práctica puede ser
rápida, como se ha visto hasta ahora, sino que cuando el VIH se introduce en las
redes de personas que se inyectan drogas, el resultado puede ser el de epidemias
explosivas.” (Ministerio de Justicia y el Observatorio de Drogas en Colombia. La
Heroína en Colombia, Producción, uso e impacto en la salud pública - Análisis de la
evidencia y recomendaciones de política, 2015, p. 38). Así, los riesgos asociados a
la salud en concordancia con lo anterior son sinónimos y causas aparentes de la
constante estigmatización de las personas con consumo problemático pues en sus
redes de consumo y personales estas conductas pueden generar plataformas de
transmisión a otros grupos, pero el riesgo de transmisión no sólo se ve en función de
factores asociados a la parafernalia de inyección o relaciones sexuales sin protección,
pues hay una interacción con circunstancias del entorno que llevan a concluir que el
riesgo es producido socialmente al haber interacción con factores exógenos al
consumo.
Aspectos económicos, limitación de acceso a la salud, aspectos de género, físicos,
ambiente donde se realiza el consumo, dinámicas relacionales, políticas aplicadas en
torno a las sustancias psicoactivas y sus usuarios, poca oferta de reducción de daños
28
y riesgos entre otros son factores que además de prolongar y generar una adhesión al
consumo son factores de contingencia en la salud y facilitan la proliferación de
enfermedades como el VIH.
Las enfermedades asociadas al consumo de heroína no se relacionan únicamente con
anomalías epidémicas sino que también se genera comorbilidad psiquiátrica como la
depresión, esquizofrenia, ansiedad y trastorno de personalidad, se estima que entre
un 47% y 93% de los casos que presentan abuso de esta sustancia poseen alguno de
estos problemas. (Mateu, G, Astals, M y Torrens, M. 2005)
“Desde esa perspectiva el consumo de sustancias tiene impactos claros sobre la salud pública, pero también en otras áreas como la convivencia, la seguridad, y a nivel social pues en la medida que por supuesto está muy matizado el estigma que es propio de una serie de enfoques hegemónicos a lo largo de las décadas, muy permeados por todo este discurso prohibicionista, descriminalizado del uso de drogas que tiene una tradición muy arraigada como Estados Unidos ha planteado su abordaje de este fenómeno.” Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas.
9.1.2 La heroína en Colombia
El consumo de heroína es un fenómeno situado en siete zonas del país: Bogotá, Cali,
Pereira, Medellín, Cúcuta, Armenia y Santander de Quilichao. Aunque la heroína es
relativamente reciente y “menos conocido que otros consumos, las implicaciones de
su existencia no son comparables con las de otras sustancias, por cuanto una persona
se inicia en esta práctica puede escalar al abuso y luego a la dependencia de manera
más rápida e intensa que con cualquier otra sustancia ilícita (Ministerio de Justicia y
el Observatorio de Drogas en Colombia. La heroína: caracterización química y
mercado interno, S.F, p. 52).” Por ende, el diagnóstico epidemiológico de esta
sustancia se ve limitado por la clandestinidad en la que se impulsan sus usuarios. Sin
embargo hay un amplio esfuerzo por clasificar los factores de riesgo, conocer la
sustancia vendida comúnmente y su nivel de pureza, así como estimar componentes
sociodemográficos de los consumidores a nivel nacional.
Es indispensable reconocer a nivel nacional cómo esta sustancia en el mercado de
narcóticos para considerar el grado de riesgo al que se enfrentan los consumidores al
29
momento de adquirir e ingresar este tipo de sustancias al cuerpo, pues mientras más
pura es la heroína son mayores los riesgos de adquirir dependencias y sobredosis.
Según el Ministerio de Justicia y el Observatorio de Drogas en Colombia la pureza
de la heroína que se encuentra a nivel nacional es muy superior a la de países de
Europa o incluso Estados Unidos, en esta medida si se tiene en cuenta la presencia de
adulterantes confirman el alto nivel de riesgos.
En el mismo informe, se pudo determinar que la pureza promedio en las siete
ciudades donde se presenta este fenómeno es del 62,7% , y a nivel distrital en cada
ciudad la variación se ve muestra así: Bogotá (85,9%), Armenia (79,2%), Pereira
(70,1%), Cali (47,2%), Medellín (47,2%), Cúcuta (43,7%), y Santander de Quilichao
(31,2%). Sin embargo, también es de gran recurrencia que se encuentren otras
sustancias que no son propiamente heroína o se encuentran rebajadas, dentro de estas
se encuentra adulterantes como la cafeína, sustancias no opiáceos con actividad
farmacológica, cocaína entre otras.
En resumen, si la heroína es de alta concentración y pureza las probabilidades de
adicción son mayores, sabiendo esto algunas redes de personas que hacen uso de la
sustancia han popularizado su inhalación “por el estigma asociado a la práctica de la
inyección y por el temor al VIH y al sida, y suele ser promovido como parte de las
intervenciones en reducción de daños que buscan que las personas transiten a modos
de uso de menor riesgo y daño”(Ministerio de Justicia y el Observatorio de Drogas
en Colombia. La heroína: caracterización química y mercado interno, S.F, p. 35). A
la luz de esto es indispensable reconocer que los usuarios de dicha sustancia
reconocen los factores de riesgo y buscan mitigarlos de una u otra forma sin tener
que abandonar el consumo pero sí limitando las consecuencias del mismo.
9.1.3 La heroína en Bogotá
Específicamente en la ciudad de Bogotá la heroína es una sustancia con dificultad de
acceso, “de antemano se sabe que en la capital, la heroína usualmente no se consume
y comercializa en calle dado que el perfil de los consumidores es ligeramente
diferente al de las demás ciudades del país con esta problemática (Ministerio de
30
Justicia y el Observatorio de Drogas en Colombia. La heroína: caracterización
química y mercado interno, S.F, p. 35).
Así las cosas es necesario definir el perfil de los consumidores en la ciudad: el 70,2%
de los usuarios en Bogotá son hombres y el 29,8% son mujeres, en promedio oscilan
en la edad de 27 años, las actividades realizadas para conseguir la sustancia en su
mayoría son de corte independiente (37,8%), empleo (13,5%), retaque (10,4%), y en
menor medida se encuentra la venta de drogas (0,5%), trabajo sexual (1%), hurto
(1,6%) y venta ambulante (2,1%). (Ministerio de Justicia y el Observatorio de
Drogas en Colombia. S.F), De esta forma se determina que en el ámbito laboral los
consumos se mantienen lejos de la marginalidad laboral, por el contrario, hay una
mayor adherencia a la legalidad en el empleo base que sustenta el consumo.
En torno a la movilidad social negativa sólo hasta el 2014 se presentó una movilidad
a estrato bajo del 16,5%, y el 2,8% dejó de estar en estrato alto mostrando una
precarización de condiciones generadas por el consumo; sin embargo, el consumo de
estratos altos ocurre, aunque bajo un régimen de clandestinidad más fuerte, esto
sucede en entornos más herméticos así como los tratamientos para “rehabilitar” son
de alto costo y por fuera de la ciudad. “De hecho, podría decirse que quienes usan los
servicios de tratamiento especializados son en su mayoría de estratos medios y
medio-bajos.” ( (Ministerio de Justicia y el Observatorio de Drogas en Colombia. La
Heroína en Colombia, Producción, uso e impacto en la salud pública - Análisis de la
evidencia y recomendaciones de política, 2015, p. 64) Esta precariedad también se
presenta en torno al acceso a la salud donde el 37% de los consumidores no se
encuentran afiliados al sistema de salud, lo cual incrementa el factor de riesgo ante la
alta posibilidad de sobredosis y limita el trato científico de los daños producidos por
la prolongación y abuso de la sustancia.
Ante esto es indispensable complejizar las razones por las cuales una gran parte de
las personas heroinómanas no tienen acceso al sistema de salud puesto que este es un
tema que se ha tratado de divisar como un problema de salud pública debido a los
factores de riesgo colaterales asociados al consumo. Así las cosas, en los siguientes
apartados se ahondará en los estigmas relacionados a este consumo, sus causas en la
salud partiendo del eje transversal de análisis desde la posición de los expertos, se
parte del supuesto que estas mismas concepciones negativas y la aparente
31
incapacidad de desligarse de ellas permean en gran parte los procesos de tratamiento
los cuales afectan de ciertas formas a los consumidores problemáticos de heroína.
9.2 Caracterización de los estigmas
Con el fin de caracterizar los estigmas hacia el consumo de sustancias heroína, es
vital identificarlos en torno a una serie de relaciones sociales que aportan
significaciones al hecho de incurrir a una acción que se desaprueba socialmente, así
la aparente transgresión a la identidad social -en la cual premia la concepción de
hacer lo correcto y aceptado- se ve constantemente designada a la expresión abstracta
del “mal” (Goffman, 2006) la cual se evidencia en gran medida por categorías de lo
que se considera aceptable y de modos de medir el nivel de transgresión a la norma
moral.
De esta forma el consumo de heroína genera una estigmatización mayor a cualquier
otra sustancias ilegal en la medida que es un consumo que incurre a altos riesgos
para la salud y además hay una gran facilidad de generar dependencia a sus
componentes.
En aspectos más sucintos, la constante “idealización” del consumidor de sustancias
psicoactivas como un drogodependiente potencial, genera una ruptura total de la idea
de salud y con la idea de una persona considerada como correcta que no comete
ningún crimen, así que los estigmas que se alejan de la identidad social se relacionan
en gran medida con la imagen de un consumidor de sustancias ilegales que se
encuentra en contra de las expectativas normativas, generando sin mayor reflexión
supuestos frente al consumo y los consumidores.
“La idea que tiene la sociedad de la persona que consume heroína es muy negativa, no pocas personas tienen en su cabeza que la persona que consume heroína lo haga de forma ocasional, sino más o menos la percepción que uno puede tener es que la persona que consume heroína lo hace todos los días, en el consumo de sustancias psicoactivas hay una percepción de la sociedad de un consumo experimental que llega a una adicción y se considera que sucede muy rápidamente, de pronto está muy cercano a la muerte y hay muy poco espacio y tiempo, cosa que en realidad no es así, entre estos dos caminos hay un espectro muy grande de consumo.” Carolina Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018 Psicóloga Deliberar SPA.
32
“Entonces "todo consumidor es delincuente, violador maltrata a los papás, es un ocioso, es un vicioso, merece estar donde está y debe ser reprochado por toda la sociedad, si se ve en la vía la gente debe mirar hacia otro lado" y de alguna forma esos lenguajes se van repitiendo y se van como incrustando en la sangre, repitiendose de generación en generación.” Fabio García. Entrevista # 1. 07/05/2018. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito. “El fenómeno tiene una perspectiva histórica importante que no se puede desconocer y que en la medida que se moderniza tiene aspectos culturales propios de la modernidad y de una lógica también de mercado en el que se diversifican y manipulan las sustancias, entonces pues la sustancias ya no son naturales, son sintetizadas y manipuladas químicamente para hacer sustancias más fuertes, más potentes y en medida que esto pase junto a un potencial adictivo, pues ahí trae más problemas de salud pública.” Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas.
De esta forma es posible observar que los estigmas giran en torno a dos variables: el
enfermo que incurre a un “vicio” y el delincuente que se relaciona con la necesidad
de conseguir al costo que sea el capital para mantener la dependencia a dicha
sustancia, esto puede generar una extrañeza perceptible a niveles culturales, sociales
y políticos que convierte a la persona que incurre en el consumo en alguien menos
apetecible, en casos extremos, en una persona completamente malvada, peligrosa o
débil, pues mientras existan mayores atributos de diferencia se encuentran fricciones
con lo que se considera correcto dentro de las categorías del “deber ser” como
miembro social al cual tiene acceso.
Hay una amplia tendencia a referirse a una persona heroinómana que se diferencia
de la “normalidad” en tanto como primera medida impera la relación con el
agregado social y en términos secundarios hay una alteración de la salud del propio
consumidor. Así se visualiza un lenguaje de atributos diferenciales que en gran
medida se vinculan con el hecho de reconocer una identidad virtual que recae
constantemente en el estereotipo que supone una diferencia ya evidenciada por
quienes rodean la situación.
33
“Por lo general uno se imagina a una persona indigente, porque ya llegan a la indigencia, entonces uno se imagina lo peor, socialmente hablando.” Janeth Torres. Entrevista #5. 15/05/2018. Encargada parte espiritual y terapéutica. Institución Vuelve a soñar “En los comportamientos que pueden tener ya por ejemplo llegando a ser agresivos, a robar, a conductas asociales normalmente de autoagresión y robo de intentos suicidas por ejemplo”. Janeth Torres. Entrevista #5. 15/05/2018. Encargada parte espiritual y terapéutica. Institución Vuelve a soñar. “Existe una idea del drogadicto que no sirve para nada, que hace daño y destruye, que es una carga para la sociedad y para su familia, por así decirlo, hay un rechazo total, sea de la familia, de las instituciones y de todos los ambientes en que esta persona pueda estar, porque esto afecta la familia, en el ambiente laboral y muchas otras cosas”. Yaneth Cueva. Entrevista #4. 08/05/2018. Terapeuta ocupacional centro asistencial la estrella.
Estas ideas socialmente adaptadas se promueven a niveles que pueden justificar la
presencia de focos de discriminación que al momento de detectar estas características
no deseables, anulan los demás atributos que aportarían a un colectivo por el hecho
de poseer una dependencia a una droga dura.
“En todo caso estamos en una población donde al ver una persona drogadicta o drogodependiente en automático tendemos a protegernos, entonces ya uno lo evita, se le cierran puertas, por lo mismo que se ha hablado de las conductas, la verdad la mayoría de personas que son consumidoras a no ser que tengan mucha plata tienen que buscar de alguna manera la sustancia consumida, entonces o se endeudan, o juegan o lo que sea para conseguir plata.” Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella.
9.2 Estigma como forma de control social
Es indispensable reconocer que la estigmatización e aplica como una suerte de
control social que busca regular las situaciones consideradas amenazas al status quo,
en torno al consumo de sustancias psicoactivas y su uso problemático, hay diversas
formas de ejercer presión que genera una sensación de ser la misma sociedad la
reguladora del consumo y todas las problemáticas que lo acarrean.
34
“Hay una falsa creencia de que existe un control, digamos que podemos creer que vivimos en una sociedad conservadora y que eso hace que de alguna manera no haya realidades peores con el consumo, pero la verdad es que no, o sea en la realidad los consumos legales e ilegales se dan a pesar de todo el control social que se trata de hacer a través de toda esta estigmatización que además es un aspecto un poco complicado” Carolina Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018 Psicóloga Deliberar SPA
Por consiguiente el control social se establece como formas de regulación del
comportamiento por medio de pautas sociales que en gran medida están dadas en un
contexto cultural en el que se establecen regularidades que ayudan a prever la
conducta de los demás (Punschke, 2006). De esta forma hay una percepción de tener
cualquier situación emergente controlada por el oprobio social y el estigma.
“Es un poco como “tranquilos todo está fuera de control”, que pasa, no sólo es que la guerra contra las drogas es una guerra contra algo que está absolutamente definido pero hoy en día casi cualquier implemento hace que se altere el estado de la conciencia, entonces en ese nivel de acceso a sustancias, a información, a canales, es un poco ingenuo pensar que existe una medida de Control.” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA “Y esto está muy reforzado por los estigmas, y es que el alcohol también es una sustancia psicoactiva que además genera muchísimas muertes, muchísimas adicciones, muchísimos problemas, incluso más que algunas de las sustancias psicoactivas ilegales, pero como son legales tiene una percepción distinta ante la sociedad, no hay control porque hay demasiadas sustancias, aunque estar en una sociedad conservadora nos mantiene tranquilos ante la ilusión de poder controlar.” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA.
Tras el espejismo de intervención social surgen formas de violencia simbólica, la
cual dentro de su legitimidad tiene el poder de atenuar los controles institucionales y
facilitar los autocontroles mediados por una coerción que establece una relación entre
dominado y dominante cuando generalmente el dominante posee un estatus
“socialmente aceptable”, de esta forma se tienden a regular las normas sociales de
35
convivencia reduciendo el control en la coacción física o directa, esto evoca a la
persuasión clandestina de un fin social (Claderone, 2004).
En este caso frente al estigma, las personas con consumo problemático de heroína
adquieren una categoría en la cual se hace constante alusión al hecho de que es un
consumo transgresor del cuerpo y de la voluntad, la violencia simbólica frente a esta
población y en general hacia los consumidores de sustancias psicoactivas
generalmente se traduce en focos de discriminación por la cultura dominante que
impone sus categorías como forma de segregar las diferencias que se consideran
transgresoras.
“Se ve vulnerado pues en todos sus derechos, una persona drogodepnediente va a buscar un trabajo, pues no se lo dan, si está estudiando puede que lo saquen, se le rechaza cuando trata de ingresar a otro círculo diferente pues porque si está así obviamente tienen miedo.” Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella. “Si lo ponen en términos de "qué cosa tan asquerosa es ponerse una aguja" yo creo que causa más un nivel de repulsión, hay adictos que dan tristeza, hoy el indigente de basuco, habitante de calle también fue rechazado, causó repulsión, pero el tema del mayor entendimiento de la habitancia en calle hace que la gente tenga más tristeza con esas personas "que pesar", pero en cambio por el heroinómano no, lo que ha producido el estereotipo y los imaginarios que se han planteado es repulsión, es como de asco, que sujeto tan desviado tan enfermo, pero siento que la generalidad que produce la emoción del estereotipo es ese, realmente se traduce en la conducta discriminatoria y violenta.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz.
9.4 El lenguaje como reproductor de estigmas
El consenso social que actúa como una suerte de voluntad suprema del accionar en el
poder social entendido como una red de intereses que adquieren su legitimidad al
momento que se reconoce y se nombra una realidad desde una posición de poder -
científica, política o moral- (Osorio. S.F), de esta forma se abstraen ciertas miradas
de la realidad que quizá es algo fuera del contexto social en el cual se incursiona
interiorizando opiniones y actitudes sesgadas frente a una realidad quizá
desconocida, por ende, el poder se entabla en relaciones de subordinación como
36
componente de la legalidad, así el mismo no se posee, se ejerce como estrategia de
coacción social.
“Otro factor súper importante ahí son los medios de comunicación, redes sociales, Internet. Digamos que toda esta era digital ha traído con la democratización de la información un acceso cada vez más rápido de información, pero también estamos expuestos a información que no es confiable información que está muy centrada desde el juicio, entonces no es lo mismo ver la información sobre la conducta desde la percepción religiosa, desde la percepción de la política o de la seguridad incluso desde la salud” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA. “Si yo me refiero a una persona drogadicta todo sucede está permeado por la adicción, cuando yo hablo de una persona con adicción me estoy refiriendo a que una de sus partes tiene esta característica particular, entonces es tener y no ser, es reconocer que la persona puede ser mucho más que eso y así lo es, porque es que ya en el término drogodependiente es como si la persona no tuviera la oportunidad de ser diferente a drogas, esto significa limitar todo su potencial todos su ser a una condición que es el uso de sustancias psicoactivas.” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA.
Así pues, hay multiplicidad de factores que interfieren en esta concepción del
heroinómano, pues en la imagen general y el trato a los mismos interfieren
abundantes dimensiones de estadios de interrelaciones sociales de sentido, donde la
experiencia se construye en la relación con el otro, así no solo los medios de
comunicación son quienes tienen el poder de reproducir las concepciones sociales del
drogodependiente sino que instituciones como la familia o la iglesia son
potencialmente responsables de crear la concepción de lo positivo o negativo guiado
hacia concepciones morales.
“Yo siento que lo relacionan mucho con lo satánico, con ese tema de lo más crónico del "vicio", con esa palabra vicio que es "yo quiero hacerlo", porque el vicio se entiende como puedes hacerlo pero poquitas veces, no muchas veces, respecto al alcohol por ejemplo, pero cuando ya te dicen "vicioso" Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz.
37
“En este aspecto es indispensable reconocer que el lenguaje legislativo y las formas de referirse a la situación en cuestión son factores que influyen en gran medida a la estigmatización y el trato desaprobador de la persona con uso problemático de sustancias psicoactivas.” Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas. “De hecho, la carga que hay detrás de términos como "rehabilitar" o resocializar es muy fuerte, entonces tú encuentras estos discursos incluso en las personas que tienen dependencias y salen son los más estigmatizadores y radicales y digamos que su discurso se enfoca mucho sobre las fallas morales.” Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas.
Así pues, a pesar de las consideraciones de una persona heroinómana como alguien
desviado que ha perdido su identidad social, existen formas sutiles de resocialización
enlazadas con percepciones “desde fuera” del mismo consumo, frente a las cuales se
coacciona al sujeto al agregado social mediante autoconcepciones negativas.
9.2 El autoestigma como forma de autocontrol
Una persona heroinómana a pesar del constante rechazo y aislamiento es vulnerable
y altamente receptora a estas percepciones y señalamientos, esto genera en gran parte
que se apropien de una identidad y formas de actuar muy cercanas a los estigmas.
“Creo que eso es lo que más daño hace, y creo que es lo que hace que permanezcan en el "closet psicoactivo" y nunca salgan, y terminan tragando todas estas percepciones de afuera, entonces el discurso de muchos usuarios es un discurso muy de un autoestigma, entonces lo que uno escucha es que son mentirosos, que no se debe confiar en ellos, que son personas enfermas entonces tú terminas comiéndote ese discurso y al final te llenas de desconfianza en ti mismo, eso termina minando esa capacidad de agencia que tiene la gente, termina minando el autoestima, el autoconcepto.”Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas. “Entonces es decir “si ya estoy haciendo esto mal pues ya me voy del todo”, es muy problemático porque también reconocerse dentro de esa categoría del adicto le impide la persona buscar la información adecuada o pedir ayuda por el miedo al rechazo, entonces puede ser que una persona que tiene problemas
38
con el consumo lo haya identificado tiempo antes, pero el servicio de salud nunca es de las primeras opciones que tienen por el temor a lo que van a decir, con la familia, el colegio, la universidad porque la persona que consume sustancias psicoactivas puede reconocer que tiene un problema pero se demora mucho en pedir ayuda por qué tienen miedo a lo que le vayan a decir y de cómo lo vayan a tratar.” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA. “Por lo general siempre hay una cosa que llamamos la escala del consumo es la que se empieza con las sustancias legales y luego pasa a los ilegales de bajo impacto y luego pues está las sustancias ilegales de alto impacto, en ese proceso la persona puede reconocer que está atendiendo ciertas características problemáticas, acá no es el hecho quiero hablar que un consumo es problemático entonces a veces reconocerse dentro de esa etiqueta del drogodependiente, inclusive sin haber desarrollado un proceso de desintoxicación hace que la persona empiece a adoptar muchas conductas problemáticas” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA.
Así se produce una suerte de autoestigma internalizado en el que los estereotipos y
las cualidades negativas de un trastorno de dependencia a la sustancia no son
solamente aceptados sino incorporados en los comportamientos e identidad de la
persona en cuestión, así el estigma se considera cierto para sí mismos disminuyendo
el autoestima, por ende, el respeto hacía sí mismo (Agudiez, 2017)
“Siempre se piensa que esto se da "porque usted lo quiso" pero en el trasfondo hay muchos vacíos emocionales, que se han manifestado a lo largo de la vida de esta persona, esa parte afectiva es profundamente fundamental para esa persona y podría haber profundizado esa dependencia.” Yaneth Cueva. Entrevista #4. 08/05/2018. Terapeuta ocupacional centro asistencial la estrella. “Es un fenómeno digamos que tiene varias aristas, digamos que tiene unas aristas psicológicas y emocionales importantes, pero no el consumo en sí mismo sino el consumo problemático, pero el consumo de sustancias es un fenómeno cultural, es un fenómeno social que ha estado presente por siglos y todas las sociedades humanas.”Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas.
39
“Conocer que el consumo de sustancias psicoactivas es una enfermedad y saber perdonar qué una persona consuma sustancias psicoactivas, es que puede perdonar más fácilmente a un genocida que a una persona que consume sustancias psicoactivas.” Fabio García. Entrevista # 1. 07/05/2018. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito.
“Es decir, el daño que sufren las personas con autoestigma se extiende de lo
emocional a lo conductual, pudiendo llegar a sentir desánimo en perseguir las metas
personalmente importantes” (Corrigan, B, Schmidt, J. 2016. Citado en Agudiez.
Cuando el estigma se aplica a uno mismo: una revisión bibliográfica del
autoestigma en Salud Mental, 2017, p. 9), este fenómeno permea casi en su totalidad
los estadios de la vida personal de quien lo vive y su red primaria, generando en
muchos casos una pérdida de estado importante relacionada no solo por la
enfermedad sino por las relaciones .
“Se ha tratado de ver y ha sido un poquito difícil de ver la drogodependencia como una enfermedad y no como una condición diferente, o sea cuando tu tienes una enfermedad la connotación es distinta, cuando se mira como una enfermedad hay que tratar esa enfermedad, pero cuando tu lo vez como "ah no esa persona es una degenerada, es un vago", pues obviamente no se mira y pues tiene un estigma diferente, pero la mayoría de personas si les preguntas la conciben realmente c como una patología, si, como algo que se aparta de lo usual, de lo normal y de las normas sociales.” Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella. Ante la aparente pérdida de estado de conciencia se suele graficar a la persona
drogodependiente como un sujeto despojado de toda su identidad y cualidades que en
algún momento se ligaron a la concepción de lo normal. Esto produce que el estigma
impuesto y el interiorizado actúen como una suerte de mediador de reflexión que
independientemente de buscar una regulación del consumo, genera autoconcepciones
y reproches por poseer una enfermedad que se considera por lo general como la
caída en una falla moral.
9.3 Tratamientos religiosos
En Colombia, solo hasta el 2011 se evidenció una alza significativa no sólo de
sustancias psicoactivas, sino también de nuevas modalidades de intervención
terapéutica, en las cuales la segunda más recurrida es la del modelos sustentados en
40
principios religiosos con 21% de representación a nivel nacional hasta el 2016
operando sin mayor estructura o soporte teórico-práctico al no haber un sustento
científico que verifique la eficacia del mismo (Ministerio de salud y protección,
2016).
“Para comunidades terapéuticas y algunas religiosas el consumo de sustancias psicoactivas se relaciona con una vinculación con satanás, entonces este consumo tiene que ver con una ausencia de Dios, entonces existen un montón de pseudotratamientos con múltiples alternativas terapéuticas.” Fabio García. Entrevista # 1. 07/05/2018. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito. En Colombia existe una tendencia de acudir a comunidades teoterapéuticas debido a la constante tendencia de relacionar las dependencias a sustancias psicoactivas con la incorporación del mal al cuerpo, asimilando la sustancia como “un demonio” que debe ser exterminado. Esto se ha considerado como uno de los abordajes más eficaces que supera la dimensión individual y recurren a la intervención grupal centrada en el concepto de Dios como una guía para abandonar el consumo.(Murcia. Orejuela. 2014).
Esta modalidad en su mayoría residencial o a puerta cerrada se busca la
desintoxicación y posterior recuperación basados en la fe, entonces este tipo de
tratamientos tiene fundamentos en una doctrina de principios religiosos
particularmente de orientación cristiana, tomando como base la biblia. (Murcia.
Orejuela, 2014).
“¡Es lo más importante! por ejemplo yo salí a través de Dios y esta fundación se hizo alrededor de eso, en cualquier tratamiento la parte espiritual es muy importante, bueno llámese "energía" o lo que sea, pero siempre es vital tener en mente un poder superior entonces esta parte es suprema si el paciente no la tiene no puede salir de esto, es la parte más importante diría yo.” Janeth Torres. Entrevista #5. 15/05/2018. Encargada parte espiritual y terapéutica. Institución Vuelve a soñar.
Así se evidencia que las situaciones que rodean los procesos de autoestigmatización
son en gran medida la evolución de apropiación de las concepciones concernientes a
su situación, esto influye al momento de aceptar esta etapa de consumo (adicción) se
41
busquen en gran medida tratamientos teoterapeuticos para asegurar la corrección
moral y soportar la compulsión de consumo.
“Esto, relacionado a la concepción de las falencias morales, quizá sea uno de
los principales motores de la creciente asistencia a centros asistenciales
teoterapeuticos”. Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora
FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan
drogas.
"Es un estilo de vida relacionado a lo militar, es como la sanción, las
restricciones, todo lo que tiene que ver con lo estricto frente a la alta
probabilidad de recaídas.”Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018.
Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se
inyectan drogas.
Sin embargo, como lo menciona el ministerio de salud y protección social, “Los
menores números de terminaciones exitosas del tratamiento se encontraron en los
modelos o enfoques teoterapéuticos y psiquiátricos” (Ministerio de salud y
protección social,Estudio de Evaluación y Diagnóstico Situacional de los Servicios
de Tratamiento al Consumidor de Sustancias Psicoactivas en Colombia, 2016, p.
65). Esto puede deberse al constante sometimiento de la voluntad e imposición de
metas que no tienen en cuenta la subjetividad del paciente.
“La fuerza es necesaria no para golpear pero si para someter, acá nosotros usamos las sábanas por ejemplo, hay un grupo que se llama el grupo ESTAR, entre ellos lo cogen si está muy agresivo y lo someten con la sábana y luego dependiendo del estado en que se encuentre se pasa al psicólogo o al psicopedagógico, para llegar a una solución.” Janeth Torres. Entrevista #5. 15/05/2018. Encargada parte espiritual y terapéutica. Institución Vuelve a soñar. “El tema es que también llegamos a un punto en que se dejó la atención en salud pública a quien quisiera, entonces surgieron comunidades teoterapéuticas donde tienen un programa basado en que si el adicto sigue los
42
pasos de Jesús va a reinventarse y a hacer una resignificación en su vida y esto no tiene evidencia.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz.
Es así cómo en muchos casos tratamientos a puerta cerrada que sólo logran aislar de
su realidad a los heroinómanos no es considerada como el tipo de tratamiento que
surta más efecto, puesto que el núcleo social puede que siga en las mismas
condiciones y este tipo de tratamientos si bien dan pautas para sobrellevar la
situación de abstinencia “afuera”, no hacen un seguimiento juicioso del avance del
paciente.
“Acá se les explica cuales son las pautas que deben seguir afuera porque quedan como lisiados por decirlo así, como una persona que tiene cáncer tiene que seguir ciertas recomendaciones de cuidado para que no empeore la situación.” Janeth Torres. Entrevista #5. 15/05/2018. Encargada parte espiritual y terapéutica. Institución Vuelve a soñar.
“Fíjate que la familia estigmatiza mucho al farmacodependiente, entonces existe una tendencia en el consumidor a tener sentimientos de culpa, entonces hay muchas necesidades que no se les suple, sobre todo en cómo ser ellos personas independientes y autónomas entonces en ese afán de que no vuelvan a recaer o que no se vuelvan a enfermar, por eso se les debe hacer un seguimiento al paciente y a su entorno.” Yaneth Cueva. Entrevista #4. 08/05/2018. Terapeuta ocupacional centro asistencial la estrella.
Sin embargo, existe una gran tendencia a reconocer esta problemática en el paciente
como un asunto de salud, teniendo en cuenta que existe una sintomatología
específica relacionada con el consumo y la abstinencia, o con una serie de
enfermedades secundarias como problemas psicológicos o en el caso de la heroína
también epidemiológicos como la contracción de VIH o hepatitis C producto de
compartir jeringas.
“Sobre todo es un problema de salud pública, porque eso ya es una enfermedad, así lo diagnostican, yo por ejemplo tengo casos de muchachos que pierden la razón, o sea si se deja avanzar puede llegar a una enfermedad mental, entonces si es una enfermedad progresiva. En esos casos casos ya
43
toca enviarlos al psiquiatra y ellos les dan los medicamentos necesarios.” Janeth Torres. Entrevista #5. 15/05/2018. Encargada parte espiritual y terapéutica. Institución Vuelve a soñar. “Siempre se les remite IPS donde les hacen exámenes, precisamente hace poco un chico de 18 años salió con VIH pues ahí toca con el psicólogo y la familia decide se dejarlo o llevárselo, en este caso lo dejaron y estamos trabajando con la familia.” Janeth Torres. Entrevista #5. 15/05/2018. Encargada parte espiritual y terapéutica. Institución Vuelve a soñar. “Acá no hemos tenido personas en la etapa más alta de adicción, la verdad no ha sido difícil porque los pasamos con el psicólogo y psiquiatra dependiendo del paciente, entonces ahí nos enfocamos en la parte espiritual y han sido exitosos.” Janeth Torres. Entrevista #5. 15/05/2018. Encargada parte espiritual y terapéutica. Institución Vuelve a soñar.
Sin embargo, no sólo el componente espiritual fundamento en la voluntad de todo
consumidor problemático, según el Ministerio de Salud (2016):
“El 85% de los usuarios opinaron que el tratamiento había sido útil principalmente en
la búsqueda de soluciones a los problemas de consumo de SPA, el 67% en la
comprensión y el manejo de sentimientos, el 60% en la resolución de problemas o
conflictos en la dinámica familiar y el 54% en los problemas o conflictos
relacionales”(Ministerio de salud y protección. Estudio de Evaluación y Diagnóstico
Situacional de los Servicios de Tratamiento al Consumidor de Sustancias
Psicoactivas en Colombia, 2016, p. 65). A grandes rasgos, es indispensable
reconocer que los pacientes tienen distintos fines al momento de asistir a un
tratamiento, pensar que el abandono de la sustancia sería lo más esperado pero la
gama es mucho más amplia y dichas variaciones no deben acoplarse a una modalidad
de tratamiento sino ser más integral y afín al consumidor.
9.4 Tratamientos asistenciales
Estos tratamientos están caracterizados por ser de modalidad mbulatoria, en su
mayoría son prestados en centros de atención enfocados en afecciones psicológicas
tratadas de una manera con una perspectiva médica y social, esta última se centra en
generar promover servicios de prevención, diagnóstico y tratamientos básicos de
orden ambulatorio, en su mayoría no poseen hospitalización prolongada y centran
44
sus esfuerzos en tratamientos que requieren el manejo de las habilidades que se
posean encaminadas hacia la recuperación.
“Cada caso es muy particular, hay casos donde realmente se requiere un proceso de internación, pero normalmente todos los programas son voluntarios, no se les puede obligar a internarse, si se les sugiere, porque un paciente que ya tenga una adicción que no la pueda manejar y que ya la familia es coadicta, entonces no les sirve un sistema ambulatorio donde se le requiere cada ocho días o cada tres días, este tratamiento es para personas que están iniciando o para pacientes que están en la etapa terminal, en cambio un paciente que ya tenga un nivel de adicción más avanzado no es recomendable.” Yaneth Cueva. Entrevista #4. 08/05/2018. Terapeuta ocupacional centro asistencial la estrella. “Esta unidad es una unidad de apuros, aquí solamente llegan cuando están en una crisis, si es de consumo, es un trastorno mental secundario al comportamiento de consumo, entonces aquí están durante ese tiempo, cuando ya nos damos cuenta que el paciente está en un punto de recuperación sale, obviamente se le médica para controlar la abstinencia, entonces el psiquiatra tiene que formular un medicamento que los tranquilice, y les da la posibilidad de estabilizarse.” Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella.
En esta modalidad de tratamiento, la salud mental y estabilidad con el entorno social
son vitales, así que la iniciativa de tratamiento gira en torno a seguimientos
periódicos de la condición del paciente, al cual se le asignan tareas y medicina para
mantener controlada la abstinencia y compulsión al consumo, por ende este es
considerado como un psicotratamiento al ser de carácter experiencial donde la base
del mismo es una relación entre terapeuta, paciente y red de apoyo trabajando
conjuntamente por reducir los efectos psicológicos del consumo problemático
(Murcia, Orejuela, 2014).
“Yo siempre hago de manera muy didáctica una explicación con un triángulo donde está el paciente, la familia o red de apoyo y nos encontramos nosotros como institución o equipo terapéutico, en la medida que los tres estamos sintonizados y comprometidos hay mejores resultados.” Yaneth Cueva.
45
Entrevista #4. 08/05/2018. Terapeuta ocupacional centro asistencial la estrella. “Hago énfasis acá sabiendo que ingresan al área de hospitalización en salud mental, todo el equipo terapéutico desde el primer momento hacemos una sensibilización con el paciente y sobre todo la familia sobre todo el proceso que hay que llevar con ellos.”Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella. “Nosotros con el equipo estamos pendientes de cómo va ese proceso a través de la persona que lo trajo acá y ha sido algo muy bueno porque fortalece lazos.”Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella.
En esta modalidad se entiende que el consumidor problemàtico está rodeado por una
serie de factores socioeconómicos que implican grandes riesgos al momento de
buscar una alternativa a la etapa de adicción, aunque estos factores no se pueden
tener bajo control si hay formas de guiar y realizar un seguimientos de las
situaciones, sin embargo como ya fue expuesto, este tipología de atención se realiza
con personas con una adicción moderada o que ya se encuentran en la etapa terminal
del proceso.
“Estos son temas donde los familiares ya no saben qué hacer, entonces ahí entrarían a jugar tres variables, la dependencia, el problema mental, y el entorno, porque si salen de acá al mismo entorno pues van a recaer en lo mismo.”Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella. “En concreto, los tratamientos a personas con consumo problemático de heroína han sido escasos en los centros asistenciales por el mismo énfasis de nuestros tratamientos, pues una adicción a la heroína es mucho más problemática que cualquier otra sustancia porque el nivel de dependencia es muy alto.” Yaneth Cueva. Entrevista #4. 08/05/2018. Terapeuta ocupacional centro asistencial la estrella.
En este enfoque el eje central es la persona que recibe el tratamiento y su relación
con el entorno y la red primaria, de esta forma, en este tipo de tratamientos la
voluntad del paciente es fundamental para calificar un caso como exitoso, por esto, el
46
trabajo con la comunidad en iniciativas de sensibilización, prevención y reducción de
daños hace parte de las oportunidades relacionadas al entorno asociado al consumo.
“¿Acá en el distrito que se hace? se hacen un programa que ahora se llama S.O. P. J, (Servicio de Orientación Para Jóvenes) y ellos lo abordan más a nivel de consumo recreativo, entonces se hacen unas charlas y un proceso a nivel familiar, pero no es un proceso de rehabilitación como tal para consumo problemático ya no.” Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella. “Por la misma ubicación y el nivel de las personas pues obviamente se ve que no hay unas posibilidades ni sociales o familiares para seguir adelante, quedan escasos, ahí la parte económica es fundamental, la falta de oportunidades, de estudio, de trabajo; muchas cosas, pero es que ya llegando hasta un punto donde la persona puede que tenga una posibilidad de trabajo o de estudio, pero si no está convencida de que quiere dejarla (la droga) la deja, o sea eso también es algo donde la persona debe y necesita estar convencida de dejarlo.” Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella.
Acá, las concepciones morales se empiezan a desligar del enfoque del tratamiento, se
evidencia una flexibilidad en la búsqueda de soluciones del paciente, y una
responsabilidad por integrar otros factores de riesgo que amenacen la recuperación,
sin embargo, al ser programas ambulatorios la posibilidad de recaídas o
exacerbaciones en la condición incrementan porque se le da un grado mayor de
responsabilidad al paciente y gran parte la recuperación depende de su trabajo y
voluntad.
9.5 Exacerbaciones en la condición: otras causas de estigma
A pesar de que en gran parte el estigma surge a través de un proceso de calificación
negativa que se desenvuelve en la vulneración, estas no son las únicas causas por las
que atraviesa el proceso de autoestigmatización de una persona usuaria de heroína,
pues veremos que de hecho este fenómeno tiene un grado de complejidad mayor en
tanto los elementos causales del consumo y lo que desenvuelven generan una suerte
de representación social que se desarraiga de interpretaciones complejas y generan
una suerte de imaginario sin necesidad reconocer la realidad del otro.
47
“El tema también es que la heroína no es una sustancia muy de rumba, de una rumba activa estimulante, sino de una rumba distinta entonces eso hace que el en su consumo no es que tenga una ruptura como tal, es decir, la ruptura es desde la sociedad hacia él porque lo rechaza, y no quiere reconocer la otredad.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz. “ Y hay una cantidad de imaginarios de una persona que debe ser sacado del sistema, en cambio por parte de él es la consecuencia de su consumo, de estar tranquilo y relajado y el tema pues que se da alrededor de la heroína y como se experimenta ¿no? porque tú quedas a veces en unos estados en que ni te mueves o no dialogas con nadie ni siquiera con los de tu parche.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz.
El hecho de que este sea un consumo clandestino y que la inyección o inhalación se
de en sitios privados u ocultos, hace que este fenómeno sea perceptible y comparable
a los imaginarios generales alrededor de consumos problemáticos de cualquier otra
sustancia dura como el basuco. Esto puede ser potencialmente peligroso al momento
de recibir un tratamiento especializado, pues las características de la dependencia son
potencialmente distintas los factores de riesgo asociados a dicho consumo.
“Cuando tratas de comprender lo que hay detrás de un consumo problemático por un lado tiene unos factores que son personales, otros que son sociales, del entorno, del contexto y son muy permeados también por las políticas públicas que hayan entorno a este fenómeno y pues también con la sustancia misma, entonces no todas las sustancias son iguales, sus usuarios tampoco, esta relación por supuesto es diferencial, estos entornos son distintos y esta dinámica en estos tres factores pues desarrolla mayores o menores problemas en la salud pública dependiendo del tratamiento que se le dé a este fenómeno. Pero es un fenómeno multicausal, multidimensional y altamente complejo”. Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas.
Este proceso de autoestigma tiene implicaciones importantes orientadas hacia el
“funcionamiento social, temas como el empleo, las relaciones afectivas, la crianza, la
vida familiar, el desempeño académico, se ven afectados en usuarios de opiáceos, y
48
es común el involucramiento en delitos, el encarcelamiento, la marginalidad y la vida
en condiciones de precariedad económica”(Ministerio de Justicia y el Observatorio
de Drogas en Colombia. La Heroína en Colombia, Producción, uso e impacto en la
salud pública - Análisis de la evidencia y recomendaciones de política, 2015, p.43) .
Todo esto se ve en función de las relaciones de precariedad con las que se suelen
relacionar los consumidores problemáticos y el resto de la sociedad.
“De pronto a nivel cognitivo y de psicología social es que debemos trabajar y es cómo estamos configurados para sentir tanto miedo por la diferencia, si es tanto por nuestra estructura cerebral de catalogar los objetos y sujetos que nos rodean en nuestros contextos.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz. “O si son más bien unas estructuras sociales que han hecho que, y esto sí es una consideración personal: Considero que es más la estructura social la que hace que tengamos una sensación de que la prohibición va a permitir un control porque esto no lo logra.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz.
De esta forma es posible inferir que el enfoque institucional que se le da a este
flagelo incide en gran medida al constante trato dentro del enfoque de criminalidad al
consumidor problemático de heroína, pues si bien en gran medida hay una
vulnerabilidad a incurrir a crímenes diferentes al consumo que se asocian a la
obtención de la sustancia, también se incurre en un crimen al momento de obtener la
droga.
“De hecho, por ejemplo, hay un autor que es Antonio Escohotado quien habla que cuando se toma una perspectiva prohibicionista en torno a esta problemática, estas prácticas policivas facilitan que se vuelvan más delirantes los consumos, y la evidencia nos lo demuestra.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz.
Este carácter policivo frente al consumidor no se solventa sólo en la prohibición en
relación a la fuerza, el ingreso a cárceles o a la frecuente sensación de un control
social, sino que desde la salud pública también tiene grandes impactos pues estos
49
estigmas de carácter social son tan capaces de permear ámbitos institucionales que
pueden generar restricciones al acceso al sistema de salud, limitando el manejo
efectivo del dolor crónico y producir exclusión social (Ministerio de Justicia y el
Observatorio de Drogas en Colombia, 2015)
“Es un total fracaso la guerra contra las drogas, pero sí a veces se vende a las masas esa sensación de control, como ese punto de vista en la estructura social que tiene un uso político, populista y parece que tiene un impacto social dar una falsa sensación de seguridad en los electores, y quienes proponen la política pública pues que en efecto esto es un fracaso que no tiene resultado, ellos están intentando controlar otras cosas como el precio de la droga, más que con los consumidores.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz.
9.6 Las recaídas como limitante del tratamiento.
Los consumidores que adquieren dependencia a la heroína en su mayoría han
realizado procesos y han presentado recaídas o desertado del tratamiento, “algunos
testimonios recabados por Pérez (2010) indican que se recae por el recuerdo del
placer que obtienen al usar heroína y porque saben que se puede “sobrevivir” al
síndrome de abstinencia” ((Ministerio de Justicia y el Observatorio de Drogas en
Colombia. La Heroína en Colombia, Producción, uso e impacto en la salud pública -
Análisis de la evidencia y recomendaciones de política, 2015, p.73). Se estima que
aproximadamente el 55% de personas que se han sometido a tratamientos ya habían
requerido ayuda terapéutica.
“Dentro de los mismos estigmas, los mismos expertos dicen para que me voy a poner a trabajar en un caso en el cual la probabilidad de no tener éxito es muy alta, pues en estos tratamientos el marco está muy ligado al devenir de las condiciones personales y propias del sujeto que no necesariamente es te doy un antibiótico y te curaste." Fabio García. Entrevista # 1. 07/05/2018. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito. “Si una persona logró dejar de consumir tres días es una gran ganancia, si dejó de consumir seis meses es una gran ganancia. Pero cada día que esa persona puede estar con pensamiento, con su actitud y sus vulnerabilidades al margen de la droga es un tiempo que se ha ganado, y es muy valioso por eso;
50
pero no se entiende desde ahí, la sociedad entiende que si no se recuperó es porque el tratamiento fracasó o porque el médico es muy malo.” Fabio García. Entrevista # 1. 07/05/2018. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito.
Ante la alta incidencia de recaídas, la gama de tratamientos que inducen a la
prohibición de la sustancia a un punto cero tienden a fracasar trayendo consigo
mayores riesgos de sobredosis, pues tras una abstinencia el cuerpo se
“desacostumbra” a la sustancia y una dosis de reinserción suministrada en la misma
cantidad del último consumo podría ser letal.
“Hay otra cosa importante que recalcar: no todo el que tiene un consumo problemático necesita desintoxicación, solamente como el 10 o 15% el resto se podría manejar no saliendo del consumo porque es muy difícil que una persona salga del consumo, pero sí se podría manejar con acciones más de tipo ambulatorio y con mucho trabajo en casa, porque qué es lo que pasa con los centros de rehabilitación , y es que a las personas las sacan a los tres meses y cómo a les prohíben consumir pues dejan de hacerlo, ¿que pasa si entras a rehabilitación y salen a la calle? ¡Recaen!, entonces tratar de inhibir a todos los consumidores por igual la sustancia no es la mejor opción de tratamiento”. Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención “Lo que le cuentan a uno es que las posibilidades de recaída en un tratamiento son muy altas, y de hecho se entiende que parte del tratamiento debe ser previsto en torno a la recaída”. Fabio García. Entrevista # 1. 07/05/2018. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito.
Frente a esta situación y el fuerte síndrome de abstinencia, es necesario “asegurar la
protección, la seguridad y la reducción de riesgos y daños que permitan mejorar la
calidad y la expectativa de vida de las personas que usan heroína” (Ministerio de
Justicia y del Derecho y Observatorio de Drogas de Colombia, La Heroína en
Colombia, Producción, uso e impacto en la salud pública - Análisis de la evidencia y
recomendaciones de política, 2015, p. 87). De igual forma es indispensable darle al
problema un abordaje íntegro donde se reconozca el alto índice de recaída como una
situación relacionada con una etapa del tratamiento y no un fracaso.
51
“Mencioanado un poco el enfoque de salud pública, que es entender y abordar esta problemática como una enfermedad, que a pesar que la persona pueda salir tras un procedimiento de rehabilitación se debe contemplar la posibilidad de recaída, porque el éxito de un tratamiento no es tanto el hecho de que sea abstemio o que "firme" el compromiso que nunca va a consumir de nuevo.” Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención. “Es decir, debemos garantizar que pueda formular y desarrollar un proyecto de vida con calidad respeto de derechos propios y de otras personas, y ese es el enfoque de derechos que estamos tratando porque como Estado no estamos prohibiendo el consumo.” Juan Camilo Martínez. Entrevista #2. 07/05/2018. Ministerio de salud. Encargado del tema de reducción de riesgos y daños.
Si entidades como el Ministerio de Salud asimilan la naturaleza de esta problemática,
es indispensable reconocer que el accionar de comunidades terapéuticas debe ser
guiado por tratamientos que dentro de sus procesos de rehabilitación a heroinómanos
se incluyan las recaídas como parte del proceso de recuperación y se traten con
consumos más moderados, existen grandes barreras de acceso a los servicios de salud
encausadas por el estigma y la discriminación. “Insistir en limitar el tratamiento a la
desintoxicación y al desmonte definitivo de cualquier consumo es loable como
propósito, pero condicionar el acceso y la permanencia de los usuarios al logro de la
abstinencia, en este caso, promueve riesgos que pueden terminar en recaídas que
exponen a quienes usan heroína a sobredosis potencialmente fatales, infecciones o
nuevas infecciones y a posponer su búsqueda de ayuda por mucho tiempo.”
Ministerio de salud y protección social,Estudio de Evaluación y Diagnóstico
Situacional de los Servicios de Tratamiento al Consumidor de Sustancias
Psicoactivas en Colombia, 2016, p. 20)
“entonces en otro tipo de abordajes es una regla estar abstemio pues el paciente tiene un gran riesgo de reincidencia, nosotros siempre hacemos una clara división entre lo que es una reincidencia y una recaída, y cómo la primera no es motivo de abandonar el tratamiento, entonces no está en un primer momento el prohibicionismo de no volver a consumir, sino es entender cómo este fenómeno del trastorno por consumo de sustancias psicoactivas pues tiene implícito que haya una necesidad de volver consumir,
52
lo importante es gestionar que ese consumo se pueda dar desde unos parámetros mínimos de seguridad.” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA
En este sentido, el factor humano del experto de salud y la institución que llevan a
cabo el proceso de tratamiento es un factor vital en tanto en algunos casos las
estimaciones sobre el camino a seguir con el usuario de heroína lo definen ellos
desde sus propios preceptos sin tener en cuenta los objetivos o necesidades del
tratante.
“Yo desde mi autonomía alrededor de la persona consumidora puedo tomar la decisión de no hacer parte de esto, obviamente nosotros reconocemos que este enfoque no es para todos, hay casos en los que realmente la persona no puede volver consumir, porque tienen unos consumos tan compulsivos necesitas de este tipo de medidas porque consumo siempre va implicar una recaída Y no tienen la posibilidad de gestionar la reincidencia.“ Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA
9.7 Esfuerzos en la política pública
A pesar de los estigmas y tratamientos arraigados en los mismos, la polìtica pública
ha centrado sus esfuerzos en reconocer el consumo de sustancias como un fenómeno
que se transversal a las sociedades y a la naturaleza humana, pues es bien conocido
que no todas las sustancias psicoactivas son ilegales e incluso la psicoactividad actúa
no sólo con sustancias sino también con conductas que alteran el estado de la
conciencia.
“El consumo de sustancias es un fenómeno cultural y social que ha estado presente por siglos y todas las sociedades humanas han tenido uso de sustancias psicoactivas, esto depende de lo que se da a nivel geográfico que en algunas zonas ese consumo se ha dado entonces donde se dan alucinógenos en la tierra pues ahí se usan alucinógenos, donde se dan sustancias estimulantes, pues ahí se usan sustancias estimulantes.” Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas. “Han existido y siempre lo harán, porque esto es cualquier sustancia que altere nuestro sistema, en todas partes del mundo hay indicios de que las sustancias se consumen desde tiempos ancestrales, entonces tu no puedes parar una política centrada en una cosa que va a ser imposible acabar.”
53
Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención. “El tema de la salud pública pues no es exclusivo de las sustancias ilegales, también se refiere a sustancias legales, medicamentos de prescripción que también se vuelven de potencial abuso por personas que no lo necesitan, más sin embargo la usan en esta búsqueda de alteración de estados de conciencia y de ánimo, finalmente pues es allí donde la persona desarrolla una relación con la sustancia y pues dependiendo de esta pues surgen problemas de salud que pueden impactar por supuesto la salud pública.” Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas.
Desde esta perspectiva, entes estatales como el Ministerio de Salud han centrado sus
esfuerzos en darle una mirada distinta a esta problemática, pues a raíz del fracaso de
“la guerra contra las drogas”, el eje central alrededor del trato institucional frente a
una sustancia cambió de criminalizador a tener un enfoque en salud pública.
“Un poco como está parada la política, desde por ejemplo UNGASS 2016 que fue una asamblea especial de las Naciones Unidas para abordar un análisis de las políticas de drogas en todo el mundo, porque la conclusión a la política del 2014 es que esta fracasó y todo estaba centrado a "la guerra contra las drogas, entonces se sientan los gobiernos y dicen que "esta guerra" es imposible porque las drogas siempre existirán.” Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención “El enfoque en salud pública lo que llama la atención es eso, nosotros realmente hemos avanzado mucho del país en los últimos años, porque de esto se habla hace cinco o seis años antes, el enfoque era luchar contra la sustancia, no otra cosa, ahorita se está diciendo ojo porque esto debe abordarse desde una posición mucho más compleja, parados desde la salud pública, desde el respeto de los derechos humanos para obtener una mirada más completa situación.” Juan Camilo Martínez. Entrevista #2. 07/05/2018. Ministerio de salud. Encargado del tema de reducción de riesgos y daños.
A pesar de que este enfoque es relativamente reciente frente a su oposición
criminalizante se ha avanzado en el reconocimiento pues “dado que la vulnerabilidad
frente al consumo y al VIH y otros riesgos y daños, contribuyen diversos factores
54
más allá de las prácticas o conductas individuales.”(Mejía, I. Plan Nacional al
consumo emergente de heroína, 2013, p. 23) P. 19) De esta forma se reconoce que
los planes, polìticas y programas de intervención debe proponerse trayendo a
consideración las dinámicas sociales, culturales y de consumo frente a las arraigadas
representaciones e imaginarios que en gran medida limitan la especialización de
tratamientos en torno a esta sustancia.
“Hay varios avances que se han hecho en el país , uno de estos es todo el tema de la política de drogas, el plan nacional y que progresivamente en los planes de beneficios se fue incluyendo tecnología para el tratamiento en los planes de salud para personas con adicción, abuso o consumo problemático y la inclusión de metadona para las personas con dependencia a opioides, esto ha tenido un acercamiento a los planes de beneficio, este es uno de los grandes avances y a partir de la nueva década el país ha desarrollado simposios, congresos, y cursos de formación continua que en los profesionales de la salud y estos son puntos claves para poder abordar el asunto.” Juan Camilo Martínez. Entrevista #2. 07/05/2018. Ministerio de salud. Encargado del tema de reducción de riesgos y daños. “Esto no se puede solucionar solamente desde el nivel institucional, esto debe tener una respuesta igual de compleja a el mundo de problemáticas que aborda, nosotros como Estado no consideramos que sea una tarea netamente de nosotros, sino que esto debe requerir el corpus primero de la comunidad que es afectada por la problemática, pero también de otro tipo de organizaciones de la sociedad civil, comunidad organizada, asociaciones de usuarios que digamos que no son tan visibles por eso, específicamente por el estigma que hay frente al consumidor.” Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención.
En este aspecto se incentiva a iniciativas en torno a esta problemática que la aborden
desde un enfoque de empoderamiento e integración desde distintos frentes donde
aparte de abordar la salud del paciente también se traten temas sociales, culturales o
de riesgo para que el consumo indique menores riesgos.
“Si para las personas que tienen algún problema en la salud mental hay un problema grande, con una persona que consume sustancias psicoactivas el problema es peor, entonces aparte de loco es un vicioso o un delincuente
55
entonces no es fácil que se puedan constituir agremiaciones respecto a esto.” Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención. “Todos esos imaginarios hacen que la persona actué alrededor de estas concepciones y nuestra responsabilidad es garantizar que quien sea que haga un esfuerzo haya un mínimo de impactos, entonces por eso tenemos la ruta, toda la normativa, todos los parámetros que sea a nivel nacional o una ONG, cumpla con unos estándares que me permitan a mi acercarme a que los tratamientos cumplan con unos parámetros mínimos.” Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención.
De esta forma se evidencia que existe una necesidad de abordar este fenómeno de
manera integral desde sus diferentes aristas, los entes gubernamentales en su
propósito para mitigar este flagelo mantienen dentro de sus acciones un control
estratégico de las diferentes iniciativas que se fomenten en torno al consumo de
sustancia psicoactivas, donde estas no se alejen de la política pública y aseguren un
mínimo de bienestar para el usuario problemático de sustancias.
“Eminentemente debemos asegurar una mejor atención, que sea una atención de prevención, reducción de riesgos y daños o tratamiento, digamos que en tratamiento "es más fácil la cosa" porque aquí hay una norma de habilitación que dice cuáles son las características que debe tener la atención, y en este marco se debe garantizar esto es en el marco de salud.” Juan Camilo Martínez. Entrevista #2. 07/05/2018. Ministerio de salud. Encargado del tema de reducción de riesgos y daños “Nosotros sabemos que no podemos hacerlo solos pero si tenemos un mínimo bajo nuestra responsabilidad como gobierno nacional, de que eso se haga con unos estándares mínimos para cualquier institución que lo quiera hacer.” Juan Camilo Martínez. Entrevista #2. 07/05/2018. Ministerio de salud. Encargado del tema de reducción de riesgos y daños
Así pues, se han desarrollado investigaciones desde algunos entes como el
Observatorio de Drogas, Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito
con el fin de determinar y conocer la oferta de heroína en Colombia desde su
composición química y pureza con el fin de determinar los factores de riesgo
56
asociados al consumo para la salud, también se desarrolló un Plan Nacional de
respuesta al consumo emergente de heroína (2013), la resolución 3202 del 2016
desde donde se define y orienta la ruta de atención a un cuadro toxicológico grave o
la 2003 del 2014 donde se especifican las condiciones bajo las cuales se debe dar la
atención en diferentes situaciones de salud.
“Está el plan nacional, el modelo integral de atención en salud que es un marco mucho más grande porque estructura la forma de atender los eventos relacionados con la salud de Colombia, esa es la resolución 3202 del 2016 y a partir de ahí el modelo define el modelo de riesgo, se definió bajo ciertos indicadores de que es lo que los colombianos más nos enfermamos y uno de esos grupos de riesgo se relaciona con el consumo de sustancias psicoactivas, ese grupo de riesgo tiene una ruta de atención, entonces primero, dentro de esa ruta se define como el modelo de atención debe proceder y el modelo que te especifica paso por paso como realizar esa atención.” Juan Camilo Martínez. Entrevista #2. 07/05/2018. Ministerio de salud. Encargado del tema de reducción de riesgos y daños
Bajo todo este cuerpo normativo se da un una nueva mirada al consumidor de
sustancias psicoactivas y a la forma de abordar esta problemática puesto que la visión
de esta problemática se aborda no sólo desde la parte la búsqueda de apartar el mal o
sacar un ente maligno sino que se aborda una amalgama de factores consecuentes al
consumo como lo son factores de riesgos asociados a la salud.
“El sistema de salud que tenemos en Colombia establece como prioridad la atención de personas con consumos problemáticos de sustancias psicoactivas, pero las barreras que hemos identificado hasta el momento para el acceso a la salud son eminentemente humanas.” Fabio García. Entrevista # 1. 07/05/2018. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito. “Hoy por hoy la política de drogas está considerando al consumidor como paciente, mientras que la sociedad sigue pensando que es un viciosos y se merece lo que está viviendo, y es completamente irracional esta argumentación porque es como si una persona que tiene un problema cardiaco fuera responsable de este y por su responsabilidad entonces le cerramos la puerta de la EPS.” Fabio García. Entrevista # 1. 07/05/2018. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito.
57
A pesar de que los servicios de salud han ampliado su capacidad para la atención de
dichos pacientes, existe una percepción negativa a lo referente al trato, cualificación
y la capacidad de los equipos de salud de las instituciones, lo cual limita el acceso al
servicio de salud, genera desconfianza en los modelos de atención, pues a pesar de la
oferta existente es una realidad que los estigmas existen tanto en pacientes como en
expertos y esto limita en gran medida los procesos de recuperación, pues mientras
una parte se encarga de señalar, la otra se encarga de protegerse y esta protección es
la que se estima que es el mayor motor de que no se busque ayuda tras un consumo
problemático. (Ministerio de Justicia y el Observatorio de Drogas en Colombia,
2015)
“En cualquier tema de consumo a ocurrido que cualquiera piensa que puede prevenir y tratar, entonces cualquiera abre un centro de rehabilitación, empieza a hacer sus actividades y es muy difícil controlar eso porque las personas prefieren ir y pagar a un centro de rehabilitación que hacer todo el proceso en el marco del sistema de salud, porque como cualquier enfermedad hay un paso a seguir para determinar el tipo de tratamiento necesario, eso es lo que debería pasar con el consumo de sustancias psicoactivas, por todo ese tema del estigma y la poca información que tiene la gente en esos casos prefiere no hacer lo que se hace cuando hay cualquier otro problema sino que prefieren ir a un centro de rehabilitación” Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención.
Actualmente, con el fin de mejorar la capacidad de los servicios especializados se ha
planteado integrar el tratamiento asistido con medicamentos para incrementar la
adherencia se han planteado tratamientos asistidos con opiáceos “que deberán ser
incluidos como parte de la atención a consumidores dependientes de la heroína, estos
tratamientos para que sean concebidos como tales, deberán conservar la constante de
una atención psicosocial integral que no sólo se limitará a la prescripción de
medicamentos (...) sino también a hacer seguimiento y evitar la duplicidad de
acciones y la desviación de medicamentos que hoy en día contribuyen también al
“mercado negro.” (Mejía, I. Plan Nacional al consumo emergente de heroína, 2013,
p. 23) Así pues, tras identificar una dependencia cruzada por opiáceos se puede tratar
por sustitución donde una droga con características parecidas es capaz de inhibir la
abstinencia y mantener la dependencia por otros opiáceos sin que esto se incremente.
58
De esta forma se propone el uso de metadona4 como el medicamento sustitutivo por
excelencia para tratar síntomas como el dolor causado por la abstinencia y el logro
progresivo del desmonte de opiáceos.
“Estamos haciendo unos lineamientos para el uso de metadona para el tratamiento de opioides, es decir la ruta que se debe seguir para el manejo de la dependencia a opioides en el país, allí se abordan por ejemplo cómo está conformado un equipo integral, cómo se prescribe, cómo se suministra, cual es el tiempo que debe durar el tratamiento, digamos que todo esto se maneja, y creo que recientemente se ha trabajado en guías de tratamientos para opioides en un entorno mucho más amplio como lo es la dependencia a esta sustancia y el manejo crónico del dolor, de cierta manera es como el país ha progresado en el manejo integral basado en la evidencia y en las mejores prácticas para el manejo de la dependencia.” Juan Camilo Martínez. Entrevista #2. 07/05/2018. Ministerio de salud. Encargado del tema de reducción de riesgos y daños “Los tratamientos con metadona se instauran en los primeros niveles de atención de manera ambulatoria entonces allí por ser una enfermedad crónica es donde se debe priorizar, entonces en todos los escenarios disponibles se debe contemplar el uso del medicamento. Se usa en atención de urgencias donde se atienden personas con síndrome de abstinencia, o en servicios de hospitalización donde se requiera el medicamento. por ejemplo, una persona con dependencia a opioides tiene una fractura y está hospitalizada, es deber de ese servicio de atención hospitalario que no atiende únicamente a drogodependientes tener acceso al medicamento y hacer interconsultas con profesionales en drogodependencia para poder hacer una valoración integral de la persona y hacer un suministro del medicamento.” Juan Camilo Martínez. Entrevista #2. 07/05/2018. Ministerio de salud. Encargado del tema de reducción de riesgos y daños
9.8..Iniciativas de tratamientos alternativas
Ante este nuevo enfoque de salud pública y derechos humanos han surgido
iniciativas que centran sus esfuerzos en la reducción de daños y riesgos, esto es una
línea estratégica por la cual se realizan acciones de prevención y reducción de daños
4 La metadona es un opioide sintético que en su uso para terapias de drogodependencia actúa como un sedante y la depresor respiratorio tratando los signos de toxicidad sobre todo al inicio del tratamiento. Tanto sedación como depresión respiratoria son impredictibles para cada paciente y requiere vía intravenosa y paciente internado. (Coordinación de cuidados paliativos. 2014.)
59
mediante la atención integral, asistencia y aprovisionamiento de insumos que
permitan al consumidor reducir los daños y riesgos generando un impacto para la
salud y el bienestar.
“Este es un tema que es mucho más profundo y que todavía en el país sigue siendo muy precaria la forma de entender el problema de las drogas como un problema de salud pública.” Fabio García. Entrevista # 1. 07/05/2018. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito. “Hay un gran cantidad de consumos, esto no solo se aborda con tratamientos, esto también se aborda con la prevención en la salud y la promoción, entonces no va solamente dirigida a que la gente no consuma sino por ejemplo a aumentar la edad de inicio del consumo porque lo que muestra la evidencia es que mientas más tarde se inicie con la sustancia es más difícil que haya un enganche, porque el consumo es un problema relacionado con el cerebro.” Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención. “Si tu consumes una sustancia cuando las estructuras cerebrales están más inmaduras pues seguramente vas a tener mayor posibilidad de engancharte, en muchos casos es buscar que la gente no consuma tantas sustancias a la vez sino que consuma una.”Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención
Así, en el caso de la heroína se tiende a promover consumos menos riesgosos,
enfocados al reconocimiento de que no todos los usuarios están en condiciones para
abandonar la sustancia, entonces surgen diversas iniciativas como el proyecto
Cambie que se enfoca en el suministro de material de inyección o los CAMAD5
(Centros de Atención Móvil), estos contaban con “psiquiatras, psicólogos, médicos y
enfermeros. Las personas atendidas en estos centros están en situación de riesgo y
exclusión social por altos niveles de dependencia a las drogas”(Quintero, J. 2012),
todo esto tiene el fin no solo de mejorar la salud a personas drogodependientes sino
de promover la seguridad y convivencia desde el enfoque de reducción de riesgos y
daños, por medio del cual se buscó mejorar las prácticas de consumo mediante la
5 Los CAMAD son instancias que desde el año 2015 por irregularidades en sus operaciones.
60
concientización de su situación general con el fin de desintoxicar y deshabituar el
consumo para superarlo.
“Yo creo que el espíritu de esos programas es justamente entender que no todo el mundo está dispuesto a abandonar las drogas cuando las instituciones así lo quieran y evidentemente esta es una decisión personal para la cual hay que dar algunos pasos, entonces los planes de reducción de daños están justamente para atender a quienes no están en disposición de abandonar el consumo de forma inmediata y tampoco están dispuesto a afrontar la abstinencia, entonces deciden tener un consumo continuado que si se da en condiciones poco seguras genera un alto impacto en la salud pública, entonces hay unos riesgos que podrían evitarse entonces los programas de reducción de daños están basados en la evidencia y buscan eso, buscan reducir los daños asociados al consumo de drogas.” Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas. “Estas estrategias se encaminan hacia la reducción del daño que es uno de los componentes puestos en la política y en el plan nacional y que tienen un respaldo en entornos departamentales de drogas y es como cada entidad independiente y con autonomía aborda el tema de las drogas, y eso tiene un respaldo que en su planeación asigna recursos para implementar estrategias.” Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención
Teniendo en cuenta que aproximadamente el 30% de personas con problemas de
drogodependencia en la ciudad de Bogotá acudieron alguna vez a un CAMAD abre
una discusión fundamental sobre las razones por las cuales se incentivó a los usuario
problemáticos de sustancias psicoactivas a acudir a este tipo de tratamientos donde lo
primordial no era el encajar en uno estándares o someterse a un tratamiento en el
cual no se tiene convicción sino la atención a problemas asociados al consumo desde
una mirada integral.
“Este tema fue muy importante para todas las personas que trabajamos en esta área no es solamente creer "creemos que", porque se hizo seguimiento a los programas y si, bajaba la tasa de conducta violenta en el habitante de calle, muchos de estos quisieron resocializarse porque había mucho programas como hospital día donde vas y te bañas, lo piensas, te atendemos
61
ontológicamente, mira te ofrecemos esta opción y ellos lograron entrar allá sin necesidad de decirle que hay que obligarlo, que hay que despojarlo de una cantidad de cosas que el paciente habitante de calle requiere en el manejo de sus circunstancias.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz. “Estos planes van orientados en grandes líneas a educación para que la persona tenga conductas o consumos de menor riesgo, identificación temprana de patologías asociadas, u otras y provisión de medidas de protección como preservativos y material para la inyección, que es lo que tiene mayor sustento en la evidencia en este momento.” Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas. “Un adicional que es todo el trabajo comunitario entre diferentes actores para lograr comprender todo el impacto y la reducción de daños en lo derechos humanos y la salud pública que mejora la calidad de vida de las personas y su entorno y digamos que es un trabajo transversal con los usuarios de drogas, con sus redes de apoyo y los actores comunitarios e institucionales para reducir estigma y discriminación.” Alejandro Marín. Entrevista #2. 07/05/2018 Ministerio de salud/ encargado planes de prevención.
A grandes rasgos con estas iniciativas se busca educar a los consumidores de
sustancias psicoactivas a reconocer la sustancia, sus riesgos a la salud, reconocer la
dependencia e identificar cuando existe un abuso. Sin embargo, como ya se dijo, este
tipo de tratamientos se enfocan en un nivel ambulatorio mediante el cual se da plena
confianza a la voluntad del consumidor llevando el proceso al paso que disponga,
pues su base principal es aportar información importante respecto al tema, así pues,
estos tratamientos están enfocados en consumidores en su etapa final o que lograron
identificar el problema a tiempo.
“En términos de tratamiento, sobre todo nosotros que trabajamos la parte de tratamiento ambulatorio en el enfoque de reducción de riesgos, el primer requisito para estar en tratamiento es que la persona quiera hacerlo, nosotros no tratamos a personas “porque es que mi papá o mi mamá me dijeron que tenía que hacerlo” porque ya de entrada es complicado, y una de las cosas que me he dado cuenta de atender desde la parte ambulatoria es que en la medida que el paciente tiene la posibilidad de hablar con sinceridad de su consumo y no está ese requisito de abstenerse al consumo, sino hay más bien una guía
62
desde la sinceridad y honestidad de lo que queremos buscar con el tratamiento pues el paciente puede llegar a la consulta tranquilo y decir: “ este fin de semana no aguante y consumí.” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA “Pero hay otros casos en los que sí en los que si la persona vuelve a consumir y en la medida que tiene la información acertada en la mano, reduce la posibilidad de que estos consumos se vuelvan problemáticos o que inclusive los lleve nuevamente a la recaída.” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA
9.9 Tensiones: Componente humano del experto tratante vista desde las
iniciativas de reducción de riesgos y sustitución por metadona
En este punto se abordarán las tensiones implícitas en el experto tratante con el
reciente abordaje de la política pública en materia de reducción de daños y riesgos y
la creciente tendencia a tratar estos casos con metadona. Esto con el fin de identificar
los estigmas determinantes en el sistema de salud al momento de atender los
pacientes con esta problemática de dependencia tan particular.
9.9.1 Postura tradicional
Referente a lo expuesto anteriormente en torno a los nuevos abordajes y miradas
desde entidades de carácter estratégico al fenómeno del consumo problemático de
sustancias paradas desde una perspectiva basada en la evidencia científica al
momento de dar los lineamientos para tratar a un paciente con dependencia a
sustancias opiáceas como la heroína han generado gran controversia desde esferas de
tratamiento de menor cobertura pero arraigadas en creencias personales o morales
que limitan en gran medida la oferta y efectividad en los tratamientos.
“En torno al problema de la droga hay una cantidad de situaciones y no solo en el consumo como tal sino que esto se asocia a todo el mundo, a todo un entorno de violencia, de falencias, de abusos… entonces tratar de extraer solamente la idea de que el problema de la drogodependencia es únicamente la enfermedad que le dio a una personas, tampoco es adecuado porque hay otra serie de factores que están promoviendo el consumo.” Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella. “Hay una situación de "la otra parte de la sociedad" que obviamente se siente amenazada, y es una amenaza real, no es por ejemplo el loquito que uno ve en
63
la calle porque el loco está en su mundo y sigue derecho, pero si uno ve un drogadicto que está chupando pegante, pues uno dice "miércoles un momento” debo protegerme.” Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella. “Entonces estoy de acuerdo con la prohibición, porque legalizarla es como cuando uno le da algo a alguien que de entrada le hace daño, entonces no vale de nada hacer centros de atención donde ellos pueden consumir, en eso no estoy de acuerdo, me parece absurdo, es como darle uno a su hijo algo para que vaya y se trabe allá.” Janeth Torres. Entrevista #5. 15/05/2018. Encargada parte espiritual y terapéutica. Institución Vuelve a soñar.
Tras abordar las concepciones personales, se pudo determinar que esto genera
grandes hasta el punto de anular en su rol como terapeutas estas iniciativas que
promueven la diversificación de los tratamientos enfocados a generar otro tipo de
impacto en la recuperación.
“Yo si soy de las que digo que uno debe decir ¡no!, yo creo que la política pública se debería enfocar hacia la prevención y la motivación a evitar estas cosas, y fomentar la educación, los valores, una familia que sostenga y otras opciones de uso del tiempo libre para los muchachos.” Sonia Bonilla. Entrevista #3. 08/05/2018. Psicóloga centro asistencial la estrella. “Quienes hemos vivido durante muchas décadas hemos notado que si la ley empieza a permitir y legalizar parcialmente así mismo los tratamientos quedarían al libre albedrío consumiendo y comprando etc…” Yaneth Cueva. Entrevista #4. 08/05/2018. Terapeuta ocupacional centro asistencial la estrella.
Así pues, la sustitución por metadona en aspectos generales es mal vista por los
expertos abordados de esta sección, pues en tanto sus aportes son válidos, hay
indicios de constantes señalamientos generalizados que se arraigan en la percepción
moral del experto tratante quien debe hacer uso de argumentos científicos para
validar su posición.
“Entonces uno podría decir "ah bueno con tal que no le haga daño a nadie" pero se está haciendo daño el de todas maneras porque sigue consumiendo, de todas maneras como lo explican lo médicos que ya el organismo es el que
64
pide para mantenerse estables, pero yo me pregunto, si se le reemplaza y sigue consumiendo ¿Cual sería el fin? ¿mejorarlo o rehabilitarlo?, no, porque como estamos hablando, se le sigue promoviendo esa adicción, entonces pienso que no sería la solución si se piensa únicamente en la persona, si de manera inmediata si pueden dar resultados, porque se le va a prevenir la ansiedad, que de pronto no se haga daño. o socialice más, pero de todas maneras el necesita algo para poderla conseguir y pues en eso es que ya a la comunidad le sigue afectando entonces ya no sería la solución.” Yaneth Cueva. Entrevista #4. 08/05/2018. Terapeuta ocupacional centro asistencial la estrella.
A pesar de la concepción negativa de la sustitución tras considerar en términos
generales que esta sustancia genera una adicción potencial, hay percepciones
positivas sobre las iniciativas de reducción de daños y riesgos, pues a pesar de
considerar el camino prohibicionista como el más óptimo para acabar con este
flagelo se reconoce que no hay un final cercano y una forma de mitigar impactos se
puede lograr mediante iniciativas enfocadas a la salud de los pacientes y dejar a su
disposición la voluntad de tratamiento.
9.9.2 Postura alternativa
Los expertos que se encuentran a favor de los métodos de sustitución por metadona o
de iniciativas enfocadas en la reducción de riesgos tienen una responsabilidad por
tratar a los pacientes enfocándose en la evidencia científica para tratar las
dependencias y resocializar al paciente.
“A veces no es tanto lo que pensemos, las personas que trabajamos en salud debemos definitivamente solo mirar la evidencia que hay respecto a que asumir la perspectiva del problema de drogas desde la salud pública es lo mejor.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz. “La sustitución, el manejo de una u otra sustancia, esto tiene más que ver es con la efectividad que tienen los tratamientos, entonces nuevamente llegamos al punto de que nosotros quienes trabajamos en las adicciones no podemos trabajar por creencias, estamos es pegados a la evidencia científica que funciona, porque nosotros respondemos a eso, no a creencias religiosas ni de
65
ese tipo.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz. “Lo único que tenemos que evidenciar es el impacto del tratamiento medicamentozo, sustitutivo, de resocialización y todo este manejo psicosocial que pueda tener el paciente en sus distintas etapas, porque también metemos a todo usador que son adictos, entonces es un tema que complejiza esa visión policiva al que Colombia quiere regresar.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz.
En esta mirada se limitan ciertos cuestionamientos frente a la conveniencia de usar
uno u otro tratamiento frente a cada caso, por ende, se evidencia una necesidad de
complejizar las situaciones en las cuales se debe ahondar en el tema de
resocialización o de entorno, o si por el contrario la problemática se relaciona con
otros tipos de problemas como de entorno se deben dar tratamientos donde no sólo
vale la evidencia científica, pues no hay una fórmula exacta para resocializar en este
aspecto.
“Entrar a pensar si eso sirve o no sirve la evidencia científica no es fuerte porque es también algo que se sale de la parte legal, entonces hay casos en los que estas personas ingresa a la fuerza y salen, ya sea por temor o por lo que sea no vuelven a consumir, hay otros casos de personas que sale mucho más afectados e inclusive con sentimientos negativos hacia su familia, entonces es una discusión moral y uno no puede decir si esta bien o está mal usar la fuerza, esto depende de cada caso.” Carolina Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018 Psicóloga Deliberar SPA
Así las cosas, se pudo determinar que quienes se encuentran en esta posición tienen
un enfoque en el que se reconoce la individualidad del consumidor problemático y se
permite tener un acceso más amplio a la información por la cual los consumos se
vuelvan menos riesgosos o la sustitución no solo sea por otro opiaceo sino por una
sustancia ilegal de menor impacto, pues la voluntad del paciente es vital para llevar
un tratamiento enfocado en la reducción de riesgos y daños.
“Cada consumidor es diferente, esto depende del contexto, pues eso hay que entrarlo a evaluar, hay personas que prueban diferentes tratamientos hasta encontrar cual es, y uno llega a determinar que cuando no se abandona el consumo hay sustancias más seguras que otras, que obviamente también
66
tienen consecuencias negativas pero es un tema muy específico de entrar a ver cada caso y determinar la voluntad del consumidor, yo creo que es un trabajo de introspección grande y de mucho análisis en el que se pueda reconocer el punto más favorable para el paciente aunque a muchas personas que tratamos con esto nos cueste reconocerlo es seguir.” Paola Pinzón. Entrevista #6. 30/08/2018. Apoyo en educación Deliberar SPA “Seguramente las personas con las que has hablado te han dicho que esta es una alcahuetería y que es cambiar una adicción por otra, pero evidentemente no han tenido algún tipo de relación con ninguna sustancia psicoactiva y pues desconocen esto que es natural al ser humano que es alterar los estados de conciencia con sustancias externas.” Inés Elvira Mejía. Entrevista #7. 14/09/2018. Asesora FONADE para acciones de reducción de daños a personas que se inyectan drogas.
Esta corriente es ampliamente influenciada por las nuevas investigaciones respecto al
tema, se podría argumentar que quienes están en esta posición se valen en gran
medida de la evidencia y sus concepciones del consumo o paciente se encuentran en
un enfoque menos ligado a la visión socializada o personal del problema, hay una
tendencia a mirar e indagar más allá de sus preconcepciones dejando que el
tratamiento se dé en torno a las aspiraciones del paciente, así pues hay una gran
tendencia a aceptar las tipologías de tratamientos basadas en la sustitución por
metadona y acciones basadas encaminadas hacia la reducción de daños y riesgos
argumentando que la prohibición o “guerra contra las drogas” es un caso perdido,
pues por droga se entiende que cualquier sustancia estimulante que ingrese al cuerpo
sea legal o ilegal es una de ellas.
A continuación se hará la identificación del mapeo de estos actores basando los ítems
de legitimidad y la posición frente al estigma en la aceptación de iniciativas de
tratamiento alternativas a la prohibición, pues como ya se ha dicho la tendencia
tradicional no cuestiona los planteamientos de desviación y legitimidad de los
mismos frente a los estigmas que se han generado en torno a concepciones basadas
en lo socialmente aprobado.
Por el contrario quienes se encuentran en la postura opuesta afirman que las
iniciativas que promueven se basan no sólo en la evidencia científica sino que tienen
el aval de instituciones de carácter estatal, así se evidencia una postura
67
contextualizada en concordancia con los avances que hace el país en torno a este
tema que legitima una postura desestigmatizada, pues estas posturas se encuentran en
contraposición a los tratamientos tradicionales donde la dependencia se trataba como
una suerte de “exorcismo”, centrando el tratamiento hacia los parámetros que esté
dispuesto a aceptar el consumidor así no sean abandonar el consumo de manera
inmediata.
10. Mapeo de Actores clave
La siguiente clasificación de actores y su influencia frente al estigma se realizó
teniendo en cuenta la hermenéutica realizada frente al discurso de cada informante y
las acciones generadas frente al estigma en sus esfuerzos por mitigarlo, mantenerlo o
reforzarlo frente al impacto generado a escala nacional o local. Como ya se afirmó
las relaciones se estimaron en función de las tensiones frente a una u otra opinión.
10.1 Matriz de actores influyentes
Participante
Nombre
Cargo/ entidad
Nivel al que se desarrollan actividades
Tipo de actividad
Nivel de "legitimidad" frente al estigma
Posición frente al estigma
1 Fabio García Oficina de las Naciones Unidas contra la droga
y el delito Nacional Estratégica Alto En contra
2 Alejandro
Marín
Ministerio de salud/ encargado planes de
prevención Nacional Estratégica Alto En contra
3 Juan Camilo
Martínez
Encargado del tema de reducción de riesgos y
daños Nacional Estratégica Alto En contra
4 Inés Elvira
Mejía
Psicóloga/ Asesora FONADE para acciones
de reducción de daños a personas que
se inyectan drogas Nacional Estratégica Alto En contra
5 Sonia Bonilla Psicóloga centro
asistencial la estrella Distrial Terapéutica Bajo A favor
6 Yaneth Cueva Terapeuta ocupacional
centro asistencial la estrella Distrial Terapéutica Bajo
A favor
7 Janeth Torres
Encargada de la parte espiritual y terapéutica
Vuelve a soñar Distrial Terapéutica Bajo A favor
68
8 Carolina Pinzón
Psicóloga Deliberar SPA Distrial Terapéutica Medio
En contra
9 Paola Pinzón
Apoyo en educación Deliberar SPA Distrial Terapéutica Bajo
En contra
10
Nancy Becerra
Directora programa ambulatorio en
adicciones emergentes fundación la luz Distrial Terapéutica Bajo
En contra
10.2 Matriz de códigos
Nivel al que se desarrollan las actividades
Código
Nacional
Distrital
10.3 Matriz de relaciones
Relación de estimación frente al estigma
De confianza
Superficial
En conflicto
69
10.3 Gráfico
En conclusión frente a este apartado, es notorio que no hay posiciones de
indiferencia frente a este tema, más bien hay posiciones en las que se está totalmente
de acuerdo o en desacuerdo con el estigma, en general entre “ambos bandos” hay una
sensación de desconfianza con lo relacionado a los tratamientos teoterapeuticos, pues
quienes están en contra del estigma estiman que a pesar de funcionar en alguna
medida no hay evidencia científica que sustente la funcionalidad de dichos
tratamientos y por el contrario ahondarían en el estigma en tanto hay una posición
muy arraigada en la carga consensuada de lo anormal o desviado, no obstante por
parte de los tratamientos teoterapeuticos hay consideraciones que relacionan las
nuevas alternativas como un garante de normalizar el consumo, a pesar de que no
hay demasiada legitimidad en torno a estos tratamientos su carácter normativo
relacionado a la valoración de dichas conductas fundamentadas en un aspecto tan
importante para esta sociedad como lo es la relación con Dios, le da una importancia
considerable, pues no es un secreto que dichas prácticas de adoctrinamiento tienen
una gran capacidad de consenso frente a la norma moral.
Ahora bien, en términos generales hay una gran relación de confianza entre quienes
se encuentran y centran sus esfuerzos en contra de los estigmas, y es importante notar
que todos los entrevistados que basan sus consideraciones en el carácter normativo o
estratégico cuestionan el estigma como un fenómeno que en gran medida vulnera el
Niveles de
Bajo
Medio
Alto
Posición frente A favor Indiferente
En contra
5 6
7
8
9 1
70
derecho a la salud y el trato imparcial en los tratamientos, a pesar de tener un gran
poder de mitigar el estigma sus posiciones son altamente controvertidas en las
posiciones tradicionales de tratamiento, sin embargo abordar el tema desde la salud
pública ha generado nuevos entendimientos por parte de la sociedad teniendo
presente la categoría de cuidado por encima de buscar alternativas encaminadas al
encarcelamiento.
“Entonces desde ahí debemos atender pero hemos avanzado y algo que yo si te digo y es que en los años 80 y 90 los papás hasta que no veían al hijo casi indigente no creían que tenía un problema, entonces escondían, ocultaban y trataban de manejar la habladuría del barrio o de los amigos, bueno en fin, pero hoy si los papás tienen una mayor conciencia y quieren informarse más respecto al tema y actuar a tiempo. están también un poco más abiertos a escuchar que hay una diferenciación entre el usador y el adicto y están mucho más abiertos a dejarse acompañar desde el sistema de salud y de las personas que operamos en salud.” Nancy Becerra. Entrevista #8. 28/09/2018. Directora programa ambulatorio en adicciones emergentes fundación la luz.
11. Conclusiones
Se puede considerar que el estigma en algunas de sus dimensiones frente al consumo
problemático de sustancias psicoactivas, y en especial la heroína están fuertemente
arraigados a un bagaje histórico en el cual la información frente a esta problemática
se ha dado a conocer en su inicio en torno a aspectos de carácter moral y/o religioso
donde se legitiman aspectos de la cultura dominante donde las conductas desviadas
en gran medida han tratado de ser eliminadas, por ende, hay una gran sensibilidad a
problematizar este fenómeno en torno a la incesante pérdida de estado y alejamiento
del agregado social, pero su carácter en la salud pasa a un segundo plano al ser esta
un problemática tan multidimensional que ...
Es claro que esta problemática tiene aspectos muy negativos tanto individual como
colectivamente, pues se ha demostrado que hay efectos de empobrecimiento,
criminalidad y de salud generados por esta tipología de dependencia tan particular,
entonces hay consideraciones que claramente son válidas al momento de considerar
el consumo problemático de esta sustancia como un fenómeno que ha traído serias
dificultades ante la comunidad que los trata. Los expertos al ser parte del agregado
social y al tener sus propios focos de análisis de la problemática, tienen
71
consideraciones importantes arraigadas en creencias, y esto si no se mitiga al
momento de tratar a un paciente con esta problemática puede causar una
recuperación que además de ser difícil -pues el síndrome de abstinencia es un factor
que agrega un grado de dificultad-, aumenta el autoestigma en el tratado de forma
negativa generando mayores riesgos de recaídas y exacerbaciones en su identidad
social de marginados.
Así pues en el marco de la salud, si se traduce todo esto y si los estigmas logran un
auge las situaciones pueden empeorar en tanto el rol de los expertos se ve en torno a
relaciones de poder donde la decisión del tratamiento recae en las consideraciones
personales del tratante hay una tendencia a la vulneración del derecho a la salud y a
la mejora de calidad de vida de los usuarios de esta sustancia, pues los tratamientos
no sólo están en función de las correcciones del paciente sino en lograr un
mejoramiento íntegro de su situación como marginados, por ende, la resocialización
no sólo depende de la autoformación u ocultar que hay o hubo esa situación sino
generar que la vida del paciente gire en torno a otros aspectos que propendan por el
mejoramiento de la calidad de vida.
Frente a los objetivos planteados el abordaje desde el sistema de salud frente al
consumo problemático de heroína cada vez se encamina más hacia el reconocimiento
de estos consumos como una situación inevitable pero que se puede mitigar mediante
diversas acciones que no sólo dependen de la internación o suministro de un
medicamento ampliando la gama de opciones de tratamiento partiendo del supuesto
del albedrío del consumidor.
Ha habido un gran avance, pues reconocer la reducción de daños y riesgos en
contraposición al abordaje policivo es de gran ayuda al entendimiento de este
fenómeno como una situación frente a la cual no todos los consumidores están
dispuestos a abandonar la sustancia, sin embargo, reconocer que la salud y mitigar en
alguna medida los riesgos, es sinónimo de garantías en el sistema de salud, sin
embargo esto aún es un componente abstracto pues como ya se mencionó por
factores de estigma en los expertos hay una tendencia en los consumidores a buscar
ayuda sólo cuando la vida se encuentra en gran peligro por sobredosis. Así pues, los
expertos que son quienes tienen el poder de garantizar el mínimo de condiciones para
que la situación no empeore, sin embargo la legitimidad subjetiva que cada uno da a
72
sus estigmas limita en gran medida los tratamientos y las redes de apoyo entre
instituciones especializadas en este problema con otras de carácter médico.
Esta monografía se ha planteado a nivel Bogotá y de carácter exploratorio sin
desconocer que este es un fenómeno nacional y se puede seguir analizando en
aspectos de corte macro o plantearlo hacia cierto tipo de tratamientos con el fin de
incluir otros informantes para el futuro y así enriquecer la discusión. Así pues, es
indispensable abrir un apartado para la exploración de nuevos abordajes y entender
desde otra perspectiva las consecuencias de los estigmas para planificar acciones que
dialoguen con la sociología de la salud y plantear un alcance con más amplitud y
réplica.
73
Referencias bibliográficas
Arráez Morella; Calles, J; Moreno de Tovar, L. (2006). La Hermenéutica:una
actividad interpretativa. Sapiens. Revista Universitaria de Investigación. Venezuela.
Agudiez, N. (2017). Cuando el estigma se aplica a uno mismo: una revisión
bibliográfica del autoestigma en Salud Mental. Universiat Jaume.
Bergalli, R. (1980). Origen de las teorías de la relación social. Papers revista de
sociología. Universidad de Barcelona.
Castron, P. La sociología de Bordieu. Universidad de Granada. España.
Cazau, P. (2006). Introducción a la investigación en ciencias sociales. Buenos Aires.
Centeno, J. (2003). Ensayo Sobre la Identidad Estigmatizada Desde la Teoría de
Erving Goffman.
Coordinación de cuidados paliativos. (2014). Prescripción con metadona: guía para
médicos paliativos. Argentina.
Congreso de Colombia. (2011). Ley 1438: Reforma del sistema general de seguridad
social en salud. Colombia.
Corbetta, P. (2010). Metodologías y técnicas de investigación social. Interamericana
de España. Madrid.
Duarte, N. B,Bard. Antunes, C. Moraes, C. Barbosa, L. Olschewsky, A. El estigma y
el prejuicio: la experiencia de los consumidores de crack. Revista latinoamericana
Enfermagem.
Durkheim, E. (1895). Las reglas del método sociológico. Fondo de cultura
económica. México
Foucault, M. (1980). Microfísica del poder. Ediciones La Piqueta. Madrid.
Fuba. (2009). Sociología: material de cátedra. Buenos aires.
Goffman, E. (2006). Estigma: identidad deteriorada. Amorrortu Editores. Buenos
aires.
Kitsuse, J. (1960). Reacción de la sociedad ante la conducta desviada. Asociación
Americana de Sociología.
Mateu, G, Astals, M y Torrens, M. (2005). Comorbilidad psiquiátrica y trastorno
por dependencia de opiáceos: del diagnóstico al tratamiento. Revista Adicciones.
Españana.
Mejía, I. (2013). Plan Nacional al consumo emergente de heroína. Bogotá D.C
74
Ministerio de Justicia y del Derecho – Observatorio de Drogas de Colombia. La
Heroína en Colombia, Producción, uso e impacto en la salud pública - Análisis de la
evidencia y recomendaciones de política. (2015). Bogotá DC.: ODC.
Ministerio de salud y protección. Estudio de Evaluación y Diagnóstico Situacional
de los Servicios de Tratamiento al Consumidor de Sustancias Psicoactivas en
Colombia. (2016). Bogotá D. C., Colombia.
Ministerio de Justicia, Observatorio de Drogas en Colombia, UNODC. (S.F). La
heroína: Caracterización química y mercado interno. Bogotá Colombia.
Punshke, I. (S.F). Normas, control social y anomia.
Murcia, M; Orejuela, J. (2014). Las comunidades teoterapeuticas y psicoterapeuticas
como tratamiento contra la adicción a SPA. Cali
Quintero, J. (2012). Los centros de atención médica a drogadictos entre el discurso
político y la acción técnica. Transnational Institute. Bogotá D.C
Romaní, O. (2008). Políticas de drogas: prevención, participación y reducción del
daño. Salud colectiva. Buenos Aires
Tapella, E. (S.F). El mapeo de actores claves. Universidad nacional de Córdoba. Argentina Sautu, R. (2005). Todo es teoría. Ediciones Lurniere S.A. Argentina. UNDC. (S.F). La guerra contra las drogas: promoviendo el estigma y la
criminalización. Estados Unidos.
Vázquez, A, Stolkiner, A. (2009). Procesos de estigma y exclusión en salud.
Articulaciones entre estigmatización, derechos ciudadanos,uso de drogas y
drogodependencia. Anuario de investigaciones, vol, XVI. Universidad de Buenos
Aires.
75