modulo de desarrollo socioafectivo
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se describe el desarrollo social y afectivo segun edad desde los 0 años hasta los 12TRANSCRIPT
Desarrollo Social y Afectivo
Justificación y necesidad de la educación social y afectiva
Antes de abordar las características socio-afectivas de los niños es necesario reflexionar
sobre el ámbito social y afectivo y de la educación emocional en la sociedad actual y en
nuestra convivencia cotidiana.
Si queremos niños capaces de vivir juntos y de relacionarse pacíficamente y de manera
empática, de prestar consuelo y de ayuda verbal y físicamente a los otros, de valorar
positivamente a los demás, de escucharlos de compartir, de cooperar y de resolver
conflictos entre ellos, así como hacer frente a las presiones grupales, debemos detenernos a
pensar como pasar de la actual situación que deja esto a la causalidad a otra que le
favorezca de manera sistemática y eficaz. Porque entonces será más fácil avanzar a una
sociedad de personas capaces de relacionarse positivamente con los demás, capaces de
comunicar sus deseos y sentimientos y de hacer frente constructivamente a las dificultades
que les pone la vida.
Por ello es importante reflexionar sobre la trascendencia que tienen incorporar en los niños
competencias emocionales y sociales que le permitan sostener una vida mas saludable y se
debe empezar dese los primeros años de la vida.
Fundamentos teóricos de la educación social y afectiva
Deben buscarse en los grandes aportes de la psicología y la pedagogía desde finales del
siglo XIX.
Los movimientos de renovación pedagógica.- que con sus diversas ramificaciones (escuela
nueva, escuela activa) proponían una educación para la vida a partir de la formación de la
personalidad integral del alumnado, en este marco la afectividad jugaban un papel
importante.
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Los representantes más connotados están Dewey, Montesori, las hemanas Agazzi y Freinet.
La psicoterapia.- puede considerarse como una terapia emocional pues se centra en los
problemas emocionales (ansiedad, estrés, depresión) como grandes corrientes de la
psicoterapia destacan Psicoanalisis (Freud) psicoterapia Humanista (C. Roggers) y la
psicoterapia racional emotiva de Ellis.
La teoría de las inteligencias múltiples.- (Gardner) sostiene que la persona debe abordar de
diferentes tipos de problemas y cuestiona el reduccionismo con que se ha contemplado la
inteligencia desde la educación. Su propuesta es ampliar el campo de acción de la
educación actualmente reducido a lo lógico- matemático y lingüístico ampliándolo a las que
denominó inteligencias múltiples: musical, kinestésico-corporal, lógico-matemático,
lingüística, espacial, intrapersonal e interpersonal.
Especialmente relevante su concepto de inteligencia intrapersonal que hace referencia a la
capacidad de identificar las propias emociones, analizarlas, describirlas, ponerles nombres
y evaluarlas. La inteligencia interpersonal que hace referencia a la capacidad de
relacionarse adecuadamente y comprende el conjunto de lo que conocemos como
habilidades sociales.
La teoría de la inteligencia emocional.- Según Goleman (2002) los elementos constitutivos
de la inteligencia emocional son.
Vivir y conocer las propias emociones
Regular las emociones
Motivarse a uno mismo
Reconocer las emociones de los demás
Establecer relaciones
Las tres primeras relacionadas con la competencia personal y las últimas relacionadas con
la competencia social.
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La neurociencia.- que ha permitido conocer mejor el funcionamiento cerebral de las
emociones; así por ejemplo saber que las emociones disparan respuestas fisiológicas
(taquicardia) o que una disminución del nivel de serotonina puede generar depresiones.
Situaciones vitales
Estímulos que causan tensión emocional
Conflicto entre lo que deseamos y lo que deberíamos hacer
Competencias a generar
Competencias socioafectivas que permitan a los niños hacer frente a estos estímulos y a los
conflictos.
Situaciones educativas
La finalidad de la educación en el desarrollo de la personalidad integral.
Cuatro pilares de la educación
Aprender a conocer
Aprender a hacer
Aprender a convivir
Aprender a ser
Educación emocional comprende
Aprender a convivir
Aprender a ser
Competencias a generar
Dotar a los alumnos de competencias emocionales y sociales para establecer
relaciones positivas entre los miembros de la comunidad escolar.
Desarrollar competencias socioafectivas para hacer frente al fracaso escolar, las
dificultades en el aprendizaje, el abandono escolar, la ansiedad, las dificultades
incapacitantes, entre otros.
Situaciones sociales
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Las relaciones sociales son fuente de conflicto que afectan a los sentimientos
(respuestas violentas)
El analfabetismo emocional que se manifiesta en conflictos, violencia, ansiedad,
estrés.
Competencias a generar
Prevenir estos aspectos con una adecuada educación socioafectiva.
Importancia del ámbito social y afectivo en el desarrollo infantil
Los aspectos sociales y afectivos están implicados en la adquisición de los principales
aprendizajes que realiza un niño. Se sabe que cualquier aprendizaje supone la interrelación
de tres factores.
Intelectuales.- determina la percepción y la comprensión de aspectos y elementos de
aprendizaje.
Emocionales.- determinan el interés por la tarea y las metas y objetivos a lograr. El niño
aprende y hace las tareas para agradar al educador, para no perder su cariño. El educador
debería ofrecer compensaciones afectivas a ese esfuerzo que realiza el niño para conseguir
determinados aprendizajes.
Sociales.- determina el marco motivador para efectuar el esfuerzo en la tarea. La aceptación
y el acogimiento entre iguales supone, en muchos casos, la situación social motivadora del
aprendizaje
Por otra parte existen dimensiones de la personalidad influenciadas directamente por
aspectos socioafectivos: autoconfianza, autoestima, seguridad, autonomía, iniciativa.
Así mismo el rendimiento escolar y profesional son dimensiones en la vida del niño y el
adulto que tienen su raíz en el ámbito socioafectivo. Los niños con malas experiencias en la
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escuela infantil abordan el paso a la escuela primaria con mayores dificultades que aquellos
que la han vivido de una manera más positiva y relajada.
El Desarrollo Social Afectivo de 0-3 Años
Lo esperable
• El niño tiene, desde su nacimiento, la capacidad fundamental de relacionarse
socialmente.
• Pero podrá desarrollarla, siempre y cuando haya alguien, el cuidador primario,
disponible para establecer esta relación social.
• Por eso, se puede pensar que para el bebé no es posible desarrollarse en soledad.
• El bebé nace en un estado de indefensión tal que para sobrevivir, constituirse en ser
humano y desarrollar su potencialidad genética necesita de otras personas que le
provean todo aquello que es necesario, ya que no puede hacerlo por sí mismo.
• Los niños pequeños, al presentar una estructura psíquica inmadura en formación, se
encuentran en un estado de gran fragilidad.
• Las experiencias afectivas con sus cuidadores primarios en los primeros años de vida
tienen una enorme influencia a favor del desarrollo cognitivo, social y emocional,
íntimamente relacionados.
El sostén emocional
• El sostén emocional es la respuesta adecuada al sentimiento universal de desamparo con
el que todo bebé llega al mundo.
• Este sostén permite que se construya entre el bebé y las personas encargadas de su
crianza un vínculo lo suficientemente fuerte como para que se den las condiciones
propicias para la satisfacción de todas sus necesidades.
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• El sostén emocional se da en el marco de un vínculo estable, un vínculo de apego, con
los cuidadores primarios.
• Este vínculo se establece desde el momento del nacimiento y permite construir un lazo
emocional íntimo con ellos
• Por estable entendemos un vínculo cotidiano y previsible, y en los primeros tiempos,
con la presencia central de una o más personas que se ocupen de la crianza del bebé.
• La estabilidad y la previsibilidad en el vínculo con sus cuidadores le permiten al niño
construir una relación de apego seguro.
La constitución de la regulación afectiva
• En la primera infancia, el niño carece de la capacidad de regular por sí mismo sus
estados emocionales y queda a merced de reacciones emocionales intensas.
• La regulación afectiva solo puede tener lugar en el contexto de una relación con otro
ser humano.
• El contacto físico y emocional —acunar, hablar, abrazar, tranquilizar— permite al niño
establecer la calma en situaciones de necesidad e ir aprendiendo a regular por sí
mismo sus emociones.
• El adulto a cargo de la crianza de un bebé debe poner en juego una capacidad empática
que le permita comprender qué es lo que necesita ese niño, que si bien aún no puede
expresarse con palabras, sí se comunica a través de gestos, miradas, movimientos,
llantos y sonrisas.
• Las respuestas emocionales del adulto en sintonía con el estado interior del bebé
generan primero un estado de corregulación afectiva o regulación diádica que lleva,
unos meses más tarde, al logro de la autorregulación afectiva por parte del bebé.
• Esto significa, por ejemplo, que si un niño llora sin ser consolado, se encuentra solo en
el aprendizaje del paso del malestar a la calma y al bienestar. Ese bebé puede llegar a
tener dificultades para autocalmarse no únicamente en sus primeros meses sino a lo
largo de todo su desarrollo (Schejtman y Vardy, 2008; Tronick, 2008).
La constitución de la confianza básica
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• En un nivel emocional, la confianza básica es un logro que se da como resultado de
numerosas interacciones satisfactorias entre el bebé y sus cuidadores primarios.
• El niño que ha construido su confianza básica puede luego explorar el mundo, crecer,
separarse e individuarse.
• La confianza se relaciona con la seguridad que un niño tiene de saber que sus
cuidadores son sensibles a sus necesidades físicas y emocionales, y que van a estar
disponibles si los necesita.
• Un niño que se siente seguro respecto de los adultos que lo cuidan no ignora los riesgos
de aventurarse alejándose un tanto de ellos, pero avanza de todos modos sabiendo que
tiene dónde respaldarse en caso de necesidad.
• Los vínculos afectivos estables y contenedores reducen el malestar emocional y
potencian los sentimientos positivos en el niño.
• La expectativa que tiene el niño sobre lo que se puede esperar de los demás se crea a
partir de experiencias tempranas concretas de interacciones positivas y repetidas en el
tiempo.
• Se construyen así esquemas mentales acerca de cómo es estar con el otro.
Lo interpersonal configura el mundo interno
• Existen diferentes modos de estar con los otros.
• La representación de esas interacciones está formada por diversos elementos:
sensaciones, percepciones, afectos, acciones, pensamientos y motivaciones.
• Esto es debido a que estas representaciones contienen todo aquello que ocurre y se
registra en la experiencia vivida, y que puede formar parte de un recuerdo de estar con
otro.
• Los modos en que los adultos se ocupan del niño, las interacciones y la comunicación
con él, se internalizan y el niño construye así los modelos de sí mismo que reflejan el
modo en que sus padres lo ven, imágenes transmitidas no solo en el decir sino también
en el hacer con él.
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• Una vez construidos, estos modelos de sí mismo basados en las interacciones entre el
niño y sus padres tienden a persistir, y continúan operando ya a un nivel inconsciente.
• Así, las experiencias emocionales del niño con su familia permiten que él construya la
capacidad de pensar el mundo que lo rodea y pensarse a sí mismo , es decir,
construir su propio aparato psíquico, que se va a ir desarrollando hasta que logre ser
alguien diferenciado como individuo e integrado a la sociedad.
Influencia de los vínculos afectivos en el desarrollo cerebral
• El desarrollo del cerebro del infante depende en parte de las experiencias que vive.
• El vínculo temprano tiene un impacto directo en la organización cerebral.
• Existen períodos específicos, llamados períodos ventana, en los que se requieren
determinados estímulos para el óptimo desarrollo de algunas áreas cerebrales.
• Esta estimulación adecuada depende del establecimiento de un vínculo temprano
satisfactorio.
• La neuroplasticidad (plasticidad cerebral) es un reciente descubrimiento de la ciencia
que muestra cómo el cerebro, a partir de sus propiedades, tiene la capacidad de
moldearse de acuerdo con la experiencia. Esta capacidad está particularmente
desarrollada en la niñez, al mismo tiempo que se va constituyendo el yo.
• Aprender, recordar, olvidar y recuperarse de situaciones (injurias) son algunas de las
acciones que se llevan adelante gracias a estas plasticidades. La neuroplasticidad
depende de factores genéticos, epigenéticos y ambientales.
• Un niño es el producto de un entrecruzamiento entre la biología con la que nace, el
contexto en el que se cría y la capacidad psíquica y mental que va constituyendo.
• Winnicott señala que el desarrollo es producto de la herencia, de un proceso de
maduración y de la acumulación de experiencias de vida, pero que se podrá dar o se
verá alterado a menos que se cuente con un medio suficientemente favorable.
Organización de la comunicación pre-verbal y verbal
• En el inicio, la fuente más importante de estímulos para un bebé es el cuerpo de la
persona que se ocupa de él.
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• La presencia física, la proximidad cuerpo a cuerpo y el comportamiento interactivo
sirven como una función reguladora externa para su organización psíquica y emocional.
• Los brazos del adulto, las caricias, son el lugar donde las experiencias sensoriales y los
estados internos permiten la construcción de un rudimentario sentido de sí mismo.
• Durante los primeros meses de vida, tocar y mirar son los modos de comunicación
privilegiados entre el bebé y sus cuidadores primarios.
• La mirada mutua, la progresiva capacidad de prestar atención conjunta a eventos del
mundo externo y el juego de expresiones afectivas transmitidas a través del rostro son
modos de relacionarse y actúan como precursores de dos aspectos fundamentales del
desarrollo infantil: la capacidad para la formación de símbolos (uso del lenguaje) y la
capacidad de empatía (capacidad para comprender los estados emocionales del otro).
• En el intercambio del niño con los cuidadores primarios son importantes:
El contacto visual, el diálogo sonoro (el cuidador escucha al niño y le contesta).
El diálogo tónico (alternancia de tensión-relajación durante el juego y la
alimentación).
El sostén físico y
El contacto (caricias, manipulación).
• La sincronía es un concepto usado a lo largo de múltiples campos, que se refiere a la
relación temporal entre eventos y puede ser aplicada al estudio de las interacciones
adultos-bebé.
• En ese sentido, el concepto de sincronía incluye la concurrencia, la secuencia y la
organización de las interacciones entre el niño y los adultos.
• Tanto los cuidadores como el bebé interactúan en forma activa en un marco de
involucramiento afectivo que determina un intercambio con mutua reciprocidad.
• El adulto a cargo del bebé “sincroniza” naturalmente sus comportamientos con los
períodos en los que el recién nacido está despierto y puede establecer una relación.
• El bebé comienza a detectar contingencia entre discretos eventos en el entorno.
• Mueve sus miembros en coordinación con el habla del adulto y hay secuencias
contingentes entre su cuerpo y el comportamiento del otro, aun en bebés prematuros y
de bajo peso.
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• La sincronía describe la compleja “danza” que ocurre durante el corto, intenso y
juguetón intercambio entre el bebé y los adultos.
• Esta danza, que se va repitiendo con ritmos particulares para cada niño, permite
desarrollar cierta familiaridad con el estilo de comportamiento de ambos y con los
ritmos de interacción que se establecen entre ellos.
• El reconocimiento del bebé de su propio control da lugar a la autonomía.
• Poco a poco empieza a darse cuenta de que él puede controlar la interacción.
• Tras una etapa de sincronía, entonces, tiende a interrumpir el diálogo, desviando la
mirada hacia otra parte de la habitación o hacia su mano.
• En este intercambio sincrónico existen momentos de atención y momentos de
desatención.
• La relación madre-bebé o adulto-bebé está dada naturalmente por encuentros y
desencuentros.
• Estos últimos no son patológicos sino parte constituyente de la relación entre los
adultos y el bebé.
• Son los momentos en que un niño, por ejemplo, deja de interactuar con sus padres y se
concentra en sí mismo o en otro estímulo interrumpiendo la comunicación
momentáneamente.
• Es esencial, entonces, la capacidad de reencuentro, es decir, que luego de un
desencuentro pueda haber un nuevo encuentro.
• Las primeras atenciones dadas al bebé por su cuidador primario y la manera en que este
se ocupa del niño durante las primeras horas y los primeros días de vida son esenciales
para la aparición y el desarrollo de las vocalizaciones, las expresiones faciales, el
despliegue afectivo, la proximidad, el tono del cuerpo, los movimientos y las caricias.
• Son los diversos modelos de relación que se observan a través de todas las comunidades
culturales y en diferentes mezclas.
• Aunque el niño no hable, comunica y entiende las miradas, las sonrisas y los gestos del
adulto que interactúa con él.
• La comunicación no verbal o preverbal es fundamental en la interacción entre el niño
y los adultos.
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• Se trata de gestos y vocalizaciones que pueden durar segundos, que el niño capta y a los
que les da significado.
• Se apropia de ellos como modo de comunicación y va formando representaciones
mentales y recuerdos de la experiencia subjetiva de estar con otra persona, precursores
necesarios para la organización del lenguaje verbal.
• A esto se agrega lo que los neurolingüistas llaman la protoconversación: intercambios
repetidos del adulto que sincroniza sus gestos y vocalizaciones con las conductas
innatas del bebé. De esta manera les da un sentido y los introduce en la lengua
“materna” y en la cultura.
• Sabemos que los bebés tienen un apetito particular por la entonación, los picos
prosódicos, los tonos agudos y el timbre de la voz. A esta forma que toma el lenguaje
de las madres se la denomina mamanais (en francés) y motheress (en inglés). Aquí,
podríamos llamarla mamañol. Y como se trata de un lenguaje universal, tendrá una
denominación y una forma propia en cada lengua.
Estrategias
En esta temprana interacción, el cuidador primario habla por él y por el bebé.
• Pregunta y contesta.
• Brinda un sentido y una entonación particulares, casi como una canción, que es propia
de cada relación y cada vínculo.
• Esto es producto de una relación empática.
• Transmite placer y sorpresa. Es un juego vocal.
• Entre los 3 y los 9 meses, las formas de intercambio varían en relación con la mayor
independencia que adquiere el niño.
• Luego, al desarrollar la motricidad fina, muestra franco interés en los objetos y en su
manipulación, y disminuyen las interacciones con la mirada.
• Hacia la segunda mitad del primer año de vida, los objetos se vuelven el foco del juego
entre padres, debido al desarrollo motor que le permite al niño alcanzar los objetos y
desarrollar competencias sociales.
• El triángulo primario —tradicionalmente dado por el grupo madre-padre-niño— es el
nicho ecológico para el desarrollo.
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• Entre los 7 y los 9 meses de edad, surgen las interacciones en las que el bebé combina
la comunicación sobre objetos y acciones.
• En este momento el niño da un importante salto. Comienza a darse cuenta de que él y
sus padres tienen algo en la mente, ya sea el foco de atención de los padres, por ejemplo
en un objeto o evento; o una intención o un sentimiento interno.
• Estos estados mentales del niño y los adultos pueden ser similares o diferentes,
compartidos o no.
• En las interacciones triádicas (entre el bebé y dos adultos) se manifiesta esta nueva
posibilidad de manera no verbal.
• Un niño de 9 meses, por ejemplo, coordina su atención con su mamá siguiendo la línea
de la visión de ella y señalando un objeto.
• Puede intentar lograr que la atención de su madre se dirija a ese objeto insistiendo o
señalando.
• Del mismo modo, es muy importante que se compartan sentimientos internos cuando
hay intercambios sociales y señales afectivas con ambos adultos, y observar cómo estos
realizan un intercambio afectivo entre ellos.
• El bebé puede mirar a su mamá y a su papá invitándolos a jugar con un juguete y
disfrutar juntos.
• Si la madre o el padre responden, queda confirmado para el bebé que él pudo compartir
esa experiencia con ellos.
• En estas estrategias entran en juego mecanismos emocionales y cognitivos complejos.
¿Qué es esperable observar en la evolución del desarrollo psicológico de los niños
entre 0 y 3 años?
Ante todo, para la observación del desarrollo emocional y psicológico de los niños es
importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
• En primer lugar, evaluar el funcionamiento físico, neurológico y sensorial del niño, así
como la coordinación de la motricidad fina y la motricidad gruesa, y las capacidades
cognitivas que aparecen, ya que el desarrollo psicológico se expresa significativamente
en estas áreas.
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• En segundo lugar, observar la forma en que el niño se vincula con sus cuidadores y
personas de su entorno, el estilo o la forma de “estar con”.
• En tercer lugar, evaluar el estado de ánimo, los sentimientos que predominan (alegría,
enojo, interés, diversión, celos, amor), la variedad, la profundidad y la adecuación de
esos sentimientos, así como la capacidad de regularlos.
• En cuarto lugar, observar si el niño presenta estados de ansiedad expresados en su
conducta, juego o verbalizaciones, y la presencia de miedos.
• Por último, los niños expresan en el juego, y luego verbalizando, los temas que
corresponden al momento del desarrollo que atraviesan y las situaciones que viven.
Relación con las personas de su entorno
Primer año de vida
Los niños buscan protección y confort; el interés general en el mundo evoluciona hacia una
relación afectiva altamente individualizada con las personas que los cuidan, en un
compromiso placentero interactivo (recíproco).
Segundo año de vida
• En relación con las personas que cuidan de ellos, presentan un balance entre la
satisfacción de las necesidades (dependencia básica) y la individualidad emergente, la
autonomía, la iniciativa y la capacidad de la autoorganización en el nivel de la conducta
(por ejemplo, los “gateadores” que van a la alacena a tomar lo que quieren).
• Se percibe algo de negativismo. Los temas de la necesidad y la preocupación por la
separación son aún muy importantes.
Tercer año de vida
• Aunque las relaciones todavía son predominantemente con el cuidador primario y para
satisfacer necesidades, se encuentran en esta etapa organizadas en un nivel
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representacional o simbólico (por ejemplo, emerge un sentimiento de sí mismo y del
otro en términos de pensamientos, recuerdos, etc.) que permite utilizar la fantasía.
• El balance entre la dependencia y la autonomía puede virar brevemente al estadio
anterior. Las peleas por el poder y el negativismo pueden dominar intermitentemente el
modelo de relación.
• Los temas centrales siguen siendo la dependencia básica, la necesidad de seguridad y el
temor a la separación.
• Aparecen interacciones simbólicas de poder, control, agresión y diferentes tipos de
placer en las relaciones.
• Tienen capacidad para interactuar en forma más compleja porque ahora pueden utilizar
la imagen interna (por ejemplo con el lenguaje o utilizar una muñeca para representar
necesidades mediante un juego complejo).
• Aumenta el interés en la relación sus pares.
Tono emocional o estado de ánimo general
Primer año de vida
• Es altamente variable, íntimamente relacionado con estados internos (hambre), y
hacia la segunda mitad del primer año, también relacionado con señales sociales
externas (el padre puede hacer sonreír a un niño aunque este tenga hambre).
• Cuando el bebé está confortable internamente prevalece un sentimiento de interés y
placer en el mundo y hacia el cuidador primario.
Segundo año de vida
El humor es aún variable, pero más organizado y estable durante períodos más
largos. Existe un sentimiento de seguridad, curiosidad y necesidad de exploración
que domina el humor, así como están presentes también la tendencia a “pegarse” al
adulto, el negativismo, el miedo y la aprehensión.
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Tercer año de vida
• El estado de ánimo general puede ser variable (triste, ansioso o presentar una
tendencia a quedarse “pegado” al adulto junto a una segura exploración), pero luego
gradualmente se estabiliza dentro de un modelo organizado alrededor de un
sentimiento básico de seguridad y optimismo, con la presencia no dominante de las
siguientes capacidades: la excitación, el negativismo, la pasividad, la tendencia al
“pegoteo” hacia el adulto, entre otras.
Desarrollo de los sentimientos
Primer año de vida
• La variación entre la indiferencia y la excitación con el mundo se torna más organizada
y queda bajo el control de la interacción social.
• Los sentimientos específicos iniciales de excitación placentera o la protesta por la falta
de placer llevan a graduaciones más diferenciadas y el bebé incluye gestos con los que
negocia la dependencia, el placer, la afirmación de sí mismo, la exploración, el enojo,
el miedo y la ansiedad.
• El sistema de afectos o sentimientos permanece altamente variable, y es fácilmente
dominado por el contexto.
Segundo año de vida
• En este período, los sentimientos se vuelven más diferenciados.
• Se observa la emoción por la exploración y el descubrimiento, y el placer por la
autoafirmación.
• Existen negociaciones gestuales más complejas de dependencia, autoafirmación, enojo
y la búsqueda de límites.
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• El bebé desarrolla la capacidad de demostración organizada de amor (correr y abrazar,
sonreír y besar a los padres, todo junto) y también protestar (alejarse, patalear, llorar,
todo junto).
• El negativismo organizado (el no) y una gran demanda están también presentes.
• El equilibrio debe volcarse en dirección a las expresiones organizadas del placer en el
descubrimiento, la iniciativa y el amor.
• Aparece más desarrollado el sentimiento de comodidad con la familia y la aprensión
ante los extraños
Tercer año de vida
• Los afectos, gradualmente, tienen más “significado” (en el nivel representacional o
simbólico).
• Después de la posible inestabilidad inicial en el sistema afectivo (por ejemplo,
regresivo, enojo con “pegoteo” y dependencia), es posible una mayor organización del
sistema afectivo, con afectos complejos tales como amor, tristeza, celos y envidia, que
se expresan en ambos niveles: el preverbal y el verbal, que está surgiendo.
• La afectividad se ve fácilmente influenciada por las situaciones físicas (cansancio,
hambre).
• Los afectos se encuentran todavía en un nivel egocéntrico (por ejemplo, “¿qué hay ahí
dentro para mí?”).
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El Desarrollo Social y Afectivo de 3 A 6 Años
El conocimiento social
• En cuanto al conocimiento social de las personas, los niños, hacia los tres años, saben
que las personas piensan, sienten y tienen motivos.
• Es decir tienen un interior que no se ve.
• A esta misma edad explican con acierto el sentido social de las principales emociones,
sus características principales son:
o Capta expresiones emocionales de los otros.
o Le gusta jugar solo y con otros niños.
o Puede ser dócil y rebelde.
o Posee una conducta más sociable.
o Crisis de independencia.
o Afianzamiento del yo.
o Aparecen conflictos en su identificación con el adulto.
o Asume las diferencias sexuales.
o Juego simbólico.
• Hacia los cuatro y cinco años tienen conciencia de los cambios en relación con la edad,
saben que los mayores fueron pequeños, que las personas sueñan y tienen diferentes
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 17
puntos de vista, algo que rudimentariamente es incluso más temprano, sus
características más importantes son:
o Más independencia y con seguridad en sí mismo.
o Pasa más tiempo con su grupo de juego.
o Aparecen terrores irracionales.
• La sociedad que concibe el niño parece que se ve como un orden completamente
racional en el que cada cosa esta situada en el sitio que le corresponde y la realidad
sirve para satisfacer las necesidades del hombre.
• La sociedad es un lugar sin conflictos en el que todos cooperan con todos y cada
elemento funciona perfectamente.
• Los niños miran el orden social como si estuviera regido por preferencias personales o
de carácter y no son capaces de ver actuaciones impersonales o de carácter propiamente
social.
• La visión que tiene el niños de la sociedad es como una imagen en blanco y negro con
pocos matices, las personas buenas son muy buenas y las malas muy malas, los ricos
son muy ricos y los pobres muy pobres. Las posiciones intermedias son muy difíciles de
entender.
• La sociedad del niño es una sociedad de la abundancia en la que la escasez no tiene
lugar, al concebir un mundo regido por unos pocos principios simples y de aplicación
general, el niños no entiende los conflictos sociales como motivos por la presencia de
intereses contrapuestos, el niño concibe difícilmente que el orden social pueda alterarse.
Desarrollo de la comprensión de los demás
• Piaget concluyo que los menores de 7 años mostraban una clara in diferenciación entre
su propio punto de vista y el de las otras personas (egocentrismo), puesto que
sistemáticamente suponían los demás veían las cosas como ellos.
• Entre los 2 y los 3 años, niños y niñas demuestran ser capaces de asociar distintas
situaciones con diversas experiencias personales; así, anticipan que emoción como;
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 18
alegría o miedo, pueden provocar una determinada situación como, pueden distinguir
entre situaciones intencionales y accidentales siempre que puedan asociar intención y
resultados.
• Los juegos simbólicos o de ficción de estas edades reflejan un amplio conocimiento de
las características de otras personas, sus circunstancias y experiencias, pues los
protagonistas de tales juegos tienen deseos, alegrías, planes, frustraciones y enfados.
• Al jugar niños y niñas experimentan y hacen suyo todo un conjunto de experiencias y
estados personales.
• El juego es la clave que abre al niño la mente de los demás y le permite introducirse de
forma temporal en sus planes, miedos, esperanzas.
• Los juegos simbólicos o de ficción de estas edades reflejan un amplio conocimiento de
las características de otras personas, sus circunstancias y experiencias, pues los
protagonistas de tales juegos tienen deseos, alegrías, planes, frustraciones y enfados.
• Al jugar niños y niñas experimentan y hacen suyo todo un conjunto de experiencias y
estados personales.
• El juego es la clave que abre al niño la mente de los demás y le permite introducirse de
forma temporal en sus planes, miedos, esperanzas.
• En los niños de 4 años se observa la capacidad para darse cuenta de que los demás
tienen estados mentales como: percepciones, deseos, creencias, pensamientos,
intenciones, no coinciden con los propios y para entender cuál es el contenido de esos
estados mentales.
• Los niños y niñas de esta edad muestran capacidad para entender que una misma
situación puede tener distintos significado para diversas personas determinan el
comportamiento y experiencias una nueva capacidad que adquieren para engañar
intencionalmente a otros.
• En torno de los 4 a 5 años se observa avances en la capacidad para imaginar y simular,
capacidad que entre cosas, va a permitir al niño salir de si mismo y entrar
temporalmente en la mente de los otros.
• El lenguaje de los niños de esta edad refleja su comprensión de las otras personas como
agentes activos, cuyas creencias e interpretaciones pueden aceptar de las propias.
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 19
Desarrollo de la compresión de las relaciones interpersonales
• En este aspecto se analizado dos conceptos que se cree que son los más importantes a
estas edades que son: las relaciones de amistad y las relaciones de autoridad.
• Las relaciones de amistad se inicia en los niños y niñas de 3 años de edad, se concibe y
se define en términos de proximidad física: un amigo es alguien que vive cerca o con
quien se juega, alguien que está disponible y con quien se esta habitualmente en
contacto.
• Los niños y niñas entre los 4 a 5 años de edad, los amigos son definidos como quienes
ayudan, quienes prestan las cosas, quienes divierten, las relaciones de reciprocidad y
ayuda mutua pasaran a formar parte del concepto de amistad a partir de los niños y
niñas de 6 años de edad.
• La compresión de las relaciones de autoridad aparece su primera fase en los niños y
niñas menores de 6 años, en la edad de los 3 a 4 años son ya capaces de hacer algunas
matizaciones a la idea general de que las autoridades son las que ponen las normas
porque tienen poder y conocimiento para hacerlo, y tienen que someterse a los dictados
de la autoridad sean cuales sean.
• A Partir de los 4 a 5 años entienden que las personas con autoridad tienen un poder
limitado, van elaborando su conocimiento de las relaciones interpersonales, son capaces
de recurrir a sus propias experiencias y emociones para modular su comprensión de las
situaciones de interacción social.
El apego
• Lo más importante es comprender que la humanidad somos seres sociables, que para
sobrevivir y desarrollarnos adecuadamente, dependemos relaciones adecuadas con los
demás.
• Esto crea vínculos afectivos y sociables como el apego y la amistad.
• El apego juega un rol importante a lo largo de todo ciclo vital y, desde los 3 a 4 años
hasta la adolescencia, la amistad va adquiriendo mucha importancia.
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 20
• Por ello establecer vínculos de apego con personas adultas que les cuidan y educan, así
como los vínculos de la amistad es fundamental para el desarrollo integral de los niños
y niñas.
Desarrollo emocional
• Al final de la primera infancia que es entre el segundo y tercer año de vida tiene lugar a
un logro importante en relación con el desarrollo emocional, la relación con los demás
como: la vergüenza, el orgullo, y la culpa, estas emociones ponen de manifiesto que su
aparición tiene mucho que ver con el desarrollo del yo y la autoconciencia.
• En cuanto a la compresión emocional, a los tres años los niños utilizan su propia
experiencia sobre los nexos entre situaciones de la vida cotidiana y sus emociones
correspondientes y generalizan este conocimiento a otras situaciones de la vida
cotidiana y sus emociones correspondientes y generalizan este conocimiento en otras
situaciones.
• Pero a partir de los cuatro años, comienzan a ser capaces de abandonar su conocimiento
situacional para introducirse un poco en la mente de los demás y considerar la relación
entre la situación y los deseos de los demás a la hora de ingerir que emoción están
experimentando.
• A medida que aumenta la comprensión de las emociones y la toma de perspectiva, las
respuestas empáticas se hacen más complejas, es en esta época también cuando los
niños comienzan a utilizar las reglas de expresión emocional, aunque la capacidad de
expresar emociones socialmente adecuadas a la situación progresa considerablemente
con la edad.
• Desde los tres años los preescolares tiene capacidad de enmascarar sus sentimientos y
ocultar su tristeza ante un regalo decepcionante.
• Pero en el mayor dominio que tiene lugar en los niños y niñas de 3 a 4 años va tener una
importante influencia sobre el desarrollo emocional, es el lenguaje constituye un
instrumento preciso para expresar y comunicar los propios estados emocionales: estoy
triste, tengo miedo, hay una mayor discriminación al relacionar las distintas situaciones
con determinadas emociones expresándose con mayor intensidad y rapidez.
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 21
• Durante los tres a cinco años de edad, conforme aumenta la complejidad y la intensidad
de las emociones, se amplía la gama de situaciones que las activan y se producen
importantes avances en la comprensión y en la regulación emocional.
• La cólera se genera más frecuentemente en la relación con los compañeros que con los
adultos y aparecen los miedos imaginarios a los monstruos, brujas, pesadillas, etc.
• Los cambios más importantes del desarrollo emocional no solo tienen que ver solo con
las manifestaciones externas, sino también con la compresión y el control de los estados
emocionales.
• La expresión y la compresión de las emociones tienen ritmos evolutivos diferentes.
• Desde los 3 a 4 años de edad, niños y niñas conocen que ciertas situaciones provocan
determinados estados emocionales.
• La regularidad de muchas experiencias cotidianas permite que se elabore una especie de
guiones que ayudan a los niños a comprender los estados emocionales por ejemplo:
recibir un regalo: alegría, ser castigado; tristeza, Ya que el estado emocional provoca
un determinado acontecimiento implica un proceso evaluativo personal no accesible
todavía a estas edades, en esta valoración se hace un balance entre los deseos y el
resultado conseguido por ejemplo cuando el impacto emocional de un castigo concreto
para una niña depende en gran medida del castigo que consiste en retirar un privilegio
que deseaba ardientemente, o en prescindir de algo que resulta bastante indiferente.
• A partir de los 4 a 5 años cuando el proceso de valoración suele aparecer, permitiendo
que las emociones comiencen a contextualizarse, posibilitando a niños y niñas
comprender y explicar los estados emocionales en términos del ajuste que se da en cada
situación entre lo que se desea y lo que se consigue entre la importancia de la meta y el
resultado finalmente alcanzado.
• Respecto a la regulación emocional entre los tres y los cinco años de edad los niños se
van haciendo cada vez más hábiles para afrontar sus emociones, aunque la búsqueda de
apoyo social en los adultos es una de las estrategias de regulación más utilizadas en esta
etapa, los preescolares pueden intentar resolver el problema.
La relación con los iguales y la amistad
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 22
• Los niños entre tres y seis años se implican en actividades lúdicas que requieren
diferente grado de complejidad cognitiva, manteniéndose el juego de construcción o
exploración, y se incrementa el juego de socio dramático y cooperativo.
• El juego solidario va progresando reemplazando por la actividad lúdica de compartida,
en especial, por el juego socio dramático, que es la actividad lúdica de grupo más
compleja que realizan los preescolares, ya que requiere la habilidad de compartir y
coordinar actividades descontextualizadas en sustitución de las reales.
• En esta etapa aparece el juego denominado desordenado o de lucha.
• Se trata de juegos de gran actividad motora que implican el contacto físico con los
iguales, como empujar, saltar, pelear, agarrar, etc.
• Mediante estos juegos, los niños aprenden a medir sus fuerzas y expresar y controlar la
agresividad en las actividades lúdicas.
• El desarrollo de la capacidad de toma de perspectiva social y de las habilidades
lingüística en los preescolares contribuyen a que sus intercambios lúdicos sean cada vez
más complejos y a que adquieren mayor competencia social en las interacciones con los
compañeros; así, aprenden a hacer las formas de juego, a realizar imitaciones reciprocas
o a realizar conductas pro sociales de ayuda y cooperación hacia los iguales, estas
habilidades facilitan el mantenimiento y organización de los grupos que van cuando sus
propias normas y jerarquía.
• La jerarquía surge de forma natural en las interacciones grupales de niños y niñas de
esta etapa refleja las habilidades sociales que tiene los niños para resolver los conflictos
con los iguales y cumple importantes funciones adaptativas, como reducir la agresión
entre los miembros del grupo.
• Para los preescolares, los amigos son los compañeros de juegos, semejantes a ellos en
edad, sexo y comportamiento, que les prestan los juguetes, les regalan objetos y les
defienden de los demás mientras que rechazan a los niños que se comportan de forma
desagradable con ellos (riñen, pelean, o les quitan juguetes).
• Poseen una perspectiva egocéntrica en la forma de entender y evaluar la amistad.
• Los amigos se juegan, se ayudan, se consuelan se defienden y cooperan más entre ellos
que con los conocidos, debido a que los amigos pasan más tiempo juntos y a que
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 23
sienten con más libertad para expresar sinceramente lo que piensan sin poner en peligro
la relación.
• A edad muy temprana, el niños comienza a mostrar interés por otros niños, pero las
habilidades sociales necesarias para jugar con ellos se desarrollan en forma gradual.
• Primero juega solo, practicando el juego solidario, después de entre el año y medio y
los dos, comienzan a dedicarse al juego paralelo, es decir, juega al lado de otro y hace
las mismas cosas que el, pero sin que interactúen mucho,
• Hacia los dos años de edad la imitación se convierte en juego: un niño arroja un juguete
contra la silla, el otro hace lo mismo y luego ambos se ponen a reír,
• Más o menos a los dos años y medio, el niño comienza a utilizar el lenguaje para
comunicarse con sus compañeros de juego, y su juego cada vez es más imaginativo,
• Entre los tres años y los tres años y medio realiza el juego cooperativo, que consiste en
actividades que requieren la imaginación del grupo como jugar a la casita.
• Los hermanos se encuentran entre los primeros compañeros del niño, la calidad de
relación con ellos tiene gran repercusión, sobre todo en la manera en que aprende a
relacionarse con otros niños de su edad, la relación con los hermanos suele ser muy
satisfactoria cuando otras relaciones en la familia también los son, entre ellas la de los
conyugues y de los padres con los hijos.
• Los hermanos también influyen uno o en otro indirectamente, por el simple orden de
nacimiento, en general, los primogénitos tienen a mostrar más ansiedad y temor al daño
físico; pero también muestran más alto nivel intelectual y mayor orientación al logro.
• Entre los varones primogénitos suele ser más creativo. Estas diferencias quizá se deban
a la atención especial (tanto positivo como negativa) que el primogénito recibe de sus
padres.
• A partir de los 2 años, y en la medida en que el niño o la niña asista a entornos de
cuidado o educación intrafamiliar empiezan a tener una presencia estable y creciente en
su vida las relaciones horizontales; se trata de relaciones simétricas niño - niño basadas
en la igualdad, la reciprocidad, y la cooperación entre personas con estatus y destrezas
semejantes o muy parecidos.
• Niños y niñas se enfrentan en esta etapa a un nuevo horizonte social.
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 24
Desarrollo del yo
• “Respecto al yo defendida por Lewis y Brooks-Gunn (1979) entre el “yo existencial” el
(la conciencia de uno mismo como diferente a los demás) y el “yo categorial” (el yo
como objeto, constituido por las capacidades, actitudes, y valores que componen el
propio concepto de sí mismo)”.
• El desarrollo del conocimiento de si mismo como un proceso social íntimamente
relacionado con otras personas y del mundo social, en el que se destaca la importancia
de las interacciones sociales y en el que, desde los primeros momentos de la vida, se
atribuye un papel activo a la otra persona.
Desarrollo del autoconcepto
• Se refiere lo que tiene que ver con la imagen que tenemos de nosotros mismos y las
características que utilizamos para definirnos como individuos y para diferenciarse de
los demás.
• El autoconcepto empieza a definirse durante la primera infancia (los niños y niñas
desde su nacimiento hasta los dos años).
• Inicialmente, las descripciones que niñas y niños de 3 - 4 años realizan de si mismos
suelen basarse en términos simples y globales del tipo de bueno o malo grande o
pequeña no siendo habitual que a esta edades se realicen discriminaciones más finas.
• Poco a poco, y aun antes de los 6 años, el autoconcepto se hace cada vez más complejo,
mas diferenciado, articulado e integrador, de distintas dimensiones y contenidos, de
forma por ejemplo, que una niña puede describirse a si mismas como buenas para
algunas cosas y como mala para otras.
• Durante mucho tiempo, la característica que más solía destacarse del autoconcepto de
los niños preescolares era la tendencia a describirse basándose en características
concretas y observables.
• No obstante, los datos más recientes hacen necesario matizar la afirmación anterior,
porque si bien es cierto que en las descripciones que hacen de si mismos los niños y
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 25
niñas de estas edades abundan los atributos personales externos y observables
especialmente las características relacionadas con el aspecto físico (tengo el pelo largo)
y las actividades que realizan habitualmente (juego mucho a la pelota,)
• También es posible encontrar ciertas características de índole Psicológica en las auto
descripciones de niños incluso de 3 años (me gusta jugar con los otros niños casi
siempre hago lo que me dicen mis padres), sobre todo cuando se utilizan una
metodología menos basada en la producción espontánea y más en el reconocimiento de
afirmaciones.
• Cuantos más pequeños son los niños, menos sistemáticos son en sus autoevaluaciones.
• Así, inicialmente el autoconcepto suele basarse en la información que se recaba de
experiencias concretas ocurridas en momentos de terminados (por ejemplo, un niño
puede decirnos que es “malo “porque un día se enfadó y le pegó a otro niño)
fundamentándose así en evidencias externas y cambiantes.
• Esto hace que el autoconcepto suela ser durante estos años poco coherente, arbitrario, y
cambiante.
• En sus auto descripciones, las niñas y niños más pequeños suelen referirse
exclusivamente a si mismos, definiéndose además en términos absolutos (soy alta, soy
Fuerte) sin tender a matizar dichas afirmaciones (soy alta para mi edad) ni hacer uso de
comparaciones sociales (soy el más fuerte de mis amigos).
• A medida que crezcan, los niños y niñas irán haciendo un uso cada vez mayor de las
comparaciones sociales para llenar de contenido su autoconcepto.
Autoestima
• El conocimiento de sí mismo de que acabamos de hablar se completa con una
dimensión valorativa y enjuiciadora del yo: en qué medida valoro mis características y
competencias, como de satisfecho o insatisfecho, de contenta o descontenta, me sintió
respecto a cómo soy.
• Esta visión que cada persona tiene de su propia valía y competencia, el aspecto
evaluativo del yo, es lo que conocemos como autoestima.
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 26
• Las dimensiones que son relevantes en la autoestima de niños y niñas van cambiando
con la edad y, al igual que ocurre con el autoconcepto, el perfil evolutivo habitual
muestra una mayor diversificación y complejidad de la autoestima con la edad.
• Desde los años preescolares, niños y niñas parecen ser capaces de describir como son
de competentes o hábiles en cada una de las dimensiones; competencia física,
competencial cognitivo académica, aceptación por parte de los iguales y aceptación por
parte de los padres, pudiendo variar su autoestima de forma considerable de unos
dominios a otros.
• Conocer la valoración que un niño hace de si mismo en una de estas facetas no nos
asegura que podamos saber lo que ese niño siente respecto a las otras, no obstante, al
mismo tiempo que niños y niñas pueden auto valorarse en una serie de facetas distintas,
van desarrollando una valoración general de sí mismo no ligada a ningún arrea de
competencia específica, como señala Schaffer (1996).
• Lo que resulta más interesante es que, en contra de lo que ocurre con la autoestima
relativa a áreas específicas.
• Esta autoestima global no parece desarrollarse hasta los 7-8 años, momento en el que
niños y niñas parecen empezar a ser capaces de autoevaluarse de forma más desligada e
independiente de su actuación en situaciones concretas.
• Entre los 2 a 6 años tiende a ser más idealizada, adoptando un sesgo generalmente
positivo y con una cierta confusión entre el yo real y el yo ideal.
• Dado que empíricamente se ha constatado su relación con aspectos como el éxito
escolar, la competencia social, o el equilibrio emocional, la autoestima se ha convertido
en un rasgo psicológico de gran interés, esta es la razón por la que muchos
investigadores se han centrado en explorar los factores asociados con una alta o baja
autoestima, de obligada referencia en este terreno es el trabajo pionero realizado por
coopersmith 1967, que puso de manifiesto que el grado de aceptación de las personas
más significativas y cercanas, así como el tipo y calidad de las relaciones que con ellas
se establecen, parecen destacar entre los factores más determinantes de la autoestima.
• Es habitual que niños y niñas de alta autoestima se sientan queridos y aceptados por las
personas que les rodean, con las que además mantienen unas relaciones cálidas y
positivas.
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 27
• Aparece aquí de nuevo la metáfora del “yo como espejo” pues para que un niño se
valore a si mismo necesita sentirse valorado por las personas más cercanas y
significativas para niños y niñas que suelen ser los miembros de su familia más
inmediata, especialmente sus padres, esto hace que la reflexión sobre los determinantes
de la autoestima durante estos años remita en gran parte a los estilos de educación
familiar de que nos ocuparemos un poco más adelante.
Desarrollo moral
• Según Piaget, hasta los 5 -7 años los niños tienen conocimientos escaso de las reglas y
cuando surge la idea de regla y de seguir las reglas muestran los rasgos mas acusados de
la heteronomía moral: el respeto absoluto a las normas, el juicio basado en las
consecuencias del acto, la justicia inmanente o el castigo expiatorio.
• Sin embargo, estudios recientes han podido constatar que los preescolares; son capaces
de diferenciar las reglas morales y las convencionales, que comprenden que las normas
morales son necesarias, y que, aunque dan menos importancia a las intenciones que los
mayores, cuando la información sobre las intenciones del actor es clara, consideran
estas a la hora de evaluar la conducta.
• Otro tanto conviene señalar respecto al altruismo entre los preescolares, si bien su
razonamiento moral prosocial es hedonista y efectivamente el sacrificio espontáneo en
beneficio de otros es poco frecuente.
• Son observables las conductas de ayuda en respuesta a la necesidad de la víctima,
en cuanto a la agresión, durante la edad preescolar la cólera se dirige más hacia los
compañeros que hacia los adultos, tratándose de un tipo de agresividad física e
instrumental, más frecuente entre los varones y generada por los conflictos de posesión
y espacio.
• Los niños pequeños se basan sus juicios del bien y del mal en si se premian o se
castigan su conducta.
• Algunas de las actividades que se puede realizar con los niños y niñas es realizar
Pequeñas historias verbales, las cuales se pueden complementar con láminas alusivas al
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 28
tema. Por ejemplo, tomar historias sobre juicio moral, mentira, obediencia, respeto,
cooperación, etc.
• El niño que recibe amor y seguridad en el ambiente familiar, saldrá al mundo seguro y
confiado; será una persona creativa y espontánea, capaz de establecer buenas relaciones
con sus semejantes, una atmósfera de amor es el clima indispensable para la verdadera
formación de la personalidad de los hijos, y eso exige de los padres una total
responsabilidad frente a su misión de educadores.
Desarrollo Social y Afectivo de 6 A 12 Años
• Entre los 6 y los 12 años se producen cambios significativos en el desarrollo cognitivo,
social y emocional del niño.
• Estos avances se traducen en una mejor y más realista comprensión de las emociones,
una integración más cabal y profunda de los rasgos personales y unas amistades más
sólidas e íntimas que las de la primera infancia.
• Todo ello redunda en una mayor autonomía personal y un reajuste profundo del auto-
concepto
• Un aspecto clave de esta etapa es el avance en la comprensión mentalista.
• Aunque los niños de 4 años saben que las acciones se explican mejor en función de
variables in- ternas como los deseos y las creencias, pocas veces los niños pequeños se
paran a considerar estos aspectos ocultos.
• En cambio, los niños de entre 6 y 12 años son más conscientes y sensibles a los motivos
que subyacen a las acciones, lo que explica que las opiniones y los juicios de los demás
tengan ahora más importancia que en la etapa anterior.
El desarrollo de la comprensión emocional en la segunda infancia
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 29
• Un buen número de estudios sugiere que los niños que son más conscientes de sus
expresiones emocionales, tienden a ser mejores negociadores y se desenvuelven mejor
en las situaciones que implican intercambios emocionales.
• Similares resultados se alcanzan cuando se considera la habilidad del niño para
discernir adecuadamente las expresiones de los demás (Halberstadt, Denham y
Dunsmore, 2001).
Competencia emocional
• Actualmente, las destrezas más directamente relacionadas con el ámbito emocional se
agrupan bajo el constructo de competencia emocional que, de manera sencilla, se
define como el nivel de eficacia que demuestra quien se emplea en interacciones
sociales de índole emocional.
Habilidades de las competencias emocionales
• Conciencia del estado emocional de uno mismo.
• Discernimiento de las emociones de los otros.
• Empleo del vocabulario de términos y expresiones emocionales.
• Capacidad para experimentar empatía y simpatía.
• Comprensión de que el estado interno de emoción no necesariamente se corresponde
con la expresión externa.
• Habilidad en el afrontamiento adaptativo de emociones adversas y circunstancias
estresantes.
• Conciencia de la influencia de la comunicación emocional sobre la cualidad de las
relaciones interpersonales.
• Capacidad de auto-eficacia emocional, cuando uno acepta su experiencia emocional y
vive conforme a su propia teoría sobre las emociones y su sentido moral.
Logros en la comprensión emocional
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 30
• Antes de familiarizarnos con los nuevos desarrollos en comprensión emocional
conviene recordar lo que han sido los avances más significativos desde el punto de vista
cognitivo.
• Una característica esencial de este período es la facultad de integrar informaciones de
modo coherente, con la posibilidad añadida de realizar operaciones lógicas .
• Asimismo, hay ya cierta destreza en el manejo de representaciones que versan sobre
estados mentales, lo que permite a los niños profundizar en lo que los otros creen o
piensan.
• Este aspecto resultará esencial ya que, para algunos: «La comprensión infantil de la
emoción forma parte de la comprensión mucho más general de los estados psicológicos
de los demás» (Harris, 1989).
• La comprensión de la relación entre creencias y emociones; Comprender que las
emociones dependen de las creencias que, naturalmente, pueden o no ser ciertas es un
aspecto crucial. Como explicaba Harris, si durante la noche alguien oye ruidos extraños
en su casa y cree que hay un ladrón, sentirá miedo, y lo sentirá con independencia de
que el ruido provenga de un ladrón o de un pájaro que se ha colado furtivamente en una
de las habitaciones.
• La distinción entre emoción real y emoción manifiesta y la capacidad para ocultar
emociones; Otro importante logro de la segunda infancia es el relativo a la distinción
entre emoción manifiesta y emoción real.
• Según la revisión de Harris (1989), aquellos estudios donde se sorprende a los niños
con presentes que no son los deseados encuentran que, incluso con sólo cuatro años, los
niños responden con una tímida sonrisa y, en ocasiones, con un educado «gracias»
(Cole, 1986, Saarni, 1984). Reacción que es muy distinta de la cara de sorpresa y
desilusión que expresan cuando el adulto no está delante en el momento de abrir el
regalo
Comprensión de la ambivalencia emocional
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 31
• Un logro representativo del final de esta etapa es el relativo a la comprensión de la
ambivalencia emocional, un estado que se define por la confluencia de sentimientos
opuestos como la tristeza y el alivio, o la alegría y la preocupación
Nuevos elementos en la comprensión de las emociones
• A medida que avanza la infancia la comprensión emocional se va haciendo permeable a
otros muchos factores. Por ejemplo, los estudios de Gnepp de los ochenta indicaron
que, hacia los seis años, se desarrolla la capacidad de considerar la información pasada,
y no sólo la actual, en la predicción de una emoción.
El desarrollo de estrategias de afrontamiento
• En el ámbito del desarrollo emocional se estudian también las estrategias de
afrontamiento de emociones negativas y sus cambios a lo largo del desarrollo.
• Es evidente que muchas de estas emociones tienen importantes funciones adaptativas,
por ejemplo, la ira se ha considerado como un antídoto ante la depresión y el miedo
tiene una importante función de alerta.
• Sin embargo, de forma incontrolada estas emociones pueden conducirnos a la
paralización o a la agresión.
• En concreto, la ira es una respuesta defensiva que busca la restitución de una pérdida o
la defensa de los derechos personales, y que es muy común en los niños.
• Como recuerda Del barrio (2002): « En la famosa encuesta de Lapouse y Monk (1959)
llevada a cabo sobre 482 niños de la población general, entre 6-12 años, aparecía que
los ataques de ira ocurrían en un 10 % de la muestra» . Por su frecuencia y especial
relación con la agresión, muchas estrategias de afrontamiento han tenido como marco
de referencia el control de la cólera.
• Las técnicas de control emocional evolucionan en la infancia, donde se observa una
tendencia que va desde intentar abordar la situación que causa la emoción indeseada a
intentar abordar la emoción misma.
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 32
• También se aprecia una tendencia a controlar la emoción por medios mentalistas y no
sólo conductuales. No obstante, es arriesgado hablar de una frontera radical en la
regulación de los niños menores y mayores, por ejemplo, la agresión, la distracción o la
búsqueda de apoyo social son estrategias que pueden darse en todas las edades, si bien,
con la edad, cambia sustancialmente la cualidad de estas estrategias.
Principales estrategias de afrontamiento
• La distracción. Los niños menores de seis años recurren con frecuencia a la
distracción conductual, que supone contrarrestar la emoción con un cambio de
actividad.
• Por ejemplo, ante un conflicto de la pareja el niño puede hacer juego simbólico,
esconderse bajo la cama o mirar hacia otro sitio. En cambio, hacia los ocho años, los
niños advierten que lo verdaderamente importante es «no pensar»,«no tener en la
mente», el acontecimiento que provoca la emoción indeseada. De este modo, a la
distracción conductual se une la distracción cognitiva que consiste sencillamente en
redirigir la atención internamente.
• La reinterpretación. Es un recurso útil para controlar emociones negativas, en
especial, las desencadenadas por factores incontrolables.
• La reinterpretación exige considerar un problema desde distintas perspectivas por lo
que no es habitual antes de los ocho años. No obstante, hay conatos de la misma en
preescolares, si bien, sus reinterpretaciones suelen ser poco realistas y en muchos casos
recurren a una reposición de la pérdida o a hechos fantásticos.
• La búsqueda de apoyo social. Es una estrategia de afrontamiento común.
Lógicamente, cuanto más pequeños son los niños más necesitan de la protección y
soporte de sus padres. De hecho, el sistema de apego, se entiende por la búsqueda del
adulto en las situaciones de riesgo. Sin embargo, a medida que aumenta la edad,
también lo hace la independencia y, los niños de entre 8 y 10 años, a diferencia de los
más pequeños, buscarán el apoyo de los iguales.
• La selección de un contexto afín. En la edad que nos ocupa los niños desarrollan su
red social, sus amistades, y en este empeño es común que traten de rodearse de
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 33
compañeros y contextos afines a uno mismo, lo que disminuye la probabilidad de
asumir riesgos y desajustes emocionales*.
Factores que influyen en el comportamiento emocional
• Es evidente que la edad influye en los recursos de interpretación y control de la
emoción.
• Sin embargo, parece imposible hablar de emociones sin aludir también al temperamento
y a la socialización de emociones por parte de agentes tan importantes como la familia,
los iguales o los profesores.
Temperamento
• Aunque no es un constructo fácil de definir, Saarni et al. (2006) presentan el
temperamento como las disposiciones que caracterizan un estilo de respuesta, y que se
miden en parámetros como la reactividad, la intensidad, la latencia, o la duración de las
respuestas emocionales.
• Suele admitirse que estas disposiciones temperamentales tienen un soporte bio-
fisiológico y cierta base genética. Dicho esto parece evidente que las disposiciones
temperamentales influyan en la expresión y control emocional.
Cultura y género
• Hay que considerar el peso de la cultura y el género en el análisis de la expresión y
control emocional de los niños. Más allá de las familias, en las sociedades mismas,
existen normas más o menos implícitas y arraigadas que regulan el comportamiento de
unos y de otras y que se filtran en prácticamente todos los contextos educativos.
• Como recoge Perinat (2003), los antropólogos han dado cuenta de muchas de estas
variedades. Por ejemplo, el autor se hace eco de los trabajos que mostraron cómo en
muchas culturas de Asia Oriental y del Pacífico se presiona a los individuos a no
exteriorizar sus emociones, en especial las de ira o malestar, que pudieran dañar a lo
demás.
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 34
• De forma contraria, otras culturas como el pueblo de los Ilongot en las Islas Filipinas
premia y favorece las exhibiciones de cólera en los hombres.
La importancia de los iguales en el desarrollo social
• La familia constituye el primer núcleo de socialización infantil, en el que los niños
realizan numerosos aprendizajes incardinados en las distintas áreas de su desarrollo.
• No obstante, ya en los primeros años entran en escena los iguales, que, de forma
complementaria a la familia, contribuyen, a la adecuada adaptación social del niño.
¿Qué tipo de aprendizajes por tanto realizan los niños en interacción con sus iguales
para sostener la importancia de éstos en su desarrollo presente y futuro?
• En la edad escolar, los iguales proporcionan el contexto en que aprender habilidades
socioemocionales sofisticadas; habilidades supeditadas al principio de la
reciprocidad, piedra angular del proceso de socialización e inherente a la mayoría
de las relaciones sociales.
• El aprendizaje de la reciprocidad —y las habilidades sociales relacionadas— resulta
difícil de realizar en el seno de la familia, donde las relaciones son claramente
asimétricas.
• Por el contrario, las relaciones entre iguales, por ser simétricas, ofrecen el contexto
idóneo para aprender a cooperar, negociar, regatear, intercambiar, resolver los
conflictos de una forma creativa y constructiva o construir principios morales más
cercanos a la autonomía moral.
• El hecho de que estas habilidades sofisticadas se aprendan en el seno de los iguales,
ha conducido a calificar, desde el marco de la psicopatología evolutiva, la
interacción con estos como una tarea evolutiva crítica a partir de los seis años.
• Los iguales resultan también fundamentales para el desarrollo del yo y el desarrollo
de sentimientos de pertenencia al grupo.
• Estos logros, al igual que ocurría con el aprendizaje de las habilidades sociales a
que nos hemos referido, difícilmente pueden efectuarse en el contexto familiar
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 35
• Los iguales no sólo permiten desarrollar funciones complementarias a las
desempeñadas por la familia.
• La interacción con coetáneos en los años escolares resulta fundamental para
corregir o subsanar «condiciones generadoras de handicap» (Sullivan, 1953, citado
en Rubin, 1980), esto es, situaciones familiares que pueden provocar inadaptación
social.
• por ejemplo en el niño que carece de límites en su familia o en el que, por el
contrario, ha sido educado para evitar confrontaciones, y aceptar, sin ningún atisbo
de autoafirmación y de forma sumisa, las directrices dadas por los demás.
• En tales casos, los iguales aportan un contexto idóneo para el desarrollo de la
regulación emocional.
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