mitocasandr aceba
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Y NADA FUE COMO ELLA QUISO
TREBALL FINAL UF NARRATIVA
Había una vez una chica llamada Mireia que en sus escasos diecinueve años, ya empezaba a vivir grandes experiencias que dejarán huella para el resto de su vida.
Buena vida
Mala vida
Mireia solía ir a tomar algo al bar con sus amigos habituales. Un día, apareció un chico nuevo, Miguel, que era el primo de uno de sus mejores amigos. Pronto congeniaron y el amor surgió casi sin que se dieran cuenta, aunque todo creció en un mar de mentiras. Mireia siempre fingía ser alguien que no era delante de Miguel. Aún así, el hizo oídos sordos y se enamoro de ella, de su personaje.
No habían pasado un año de relación, pero ellos se quisieron casar. Y lo hicieron, se casaron. El primer hijo no tardó en llegar. Max era lo que más les unía.
La pareja estaba tan ilusionada con Max que quisieron ir a por el segundo embarazo.
Este embarazo le causa más náuseas y malestares que el
anterior. Han tenido que ir varias veces de urgencias al hospital por
el fuerte dolor de barriga. Pese a pasarlo mal, Mireia
pensaba que valdría la pena todo el dolor para que al fin tuvieran a
Sofía.MUERTE ABORTO
Los meses pasan y Mireia no mejora. El médico les avisa que el parto será difícil, que tanto la vida de la pequeña como la de la madre están en peligro.
Su marido le plantea el aborto, pero Mireia decide arriesgarse después de llevar a la pequeña más de ocho meses en su barriga. Pero el parte se complica demasiado, la madre pierde demasiada sangre. De repente le llega la noticia a su marido “Todo el equipo de médicos lamentamos su perdida”.
El médico les avisó de que todo se podía complicar, que la niña que esperaban no llegaría sana, tendría algún trastorno mental y que si salía viva ya sería mucho. Les recomendó que meditaran sobre qué querían hacer.Estaba claro que Mireia no quería sufrir más. Su marido le insinuó que la mejor opción era no poner en peligro su vida, que ya tendrían otra oportunidad. Así que tomaron la decisión de abortar.
Mireia en el instituto conoció a Laura, una joven que siempre tuvo problemas, tanto en casa como académicamente, además tenía unas
malas amistades. Así que nuestra protagonista, la intentó ayudar con los estudios dado que a
ella le iban realmente bien.
Al principio todo marchaba perfectamente. Incluso Laura mejoró con las notas. Mireia, en
cambio, des de que se juntó con Laura sus notas caían en picado, pero no le importaba, lo
que más le gustaba era pasar tiempo con su nueva amiga i los amigos de esta, un tipo de
gente nociva.
Por las tardes se juntaban en una plaza y fumaban porros. Al principio, ella no consumía nada. Pero al cabo de los meses la marihuana
era su vicio más leve.
Mireia se había convertido en una drogadicta
Mireia empezó a suspender en el instituto, de hecho la amenazaron con una posible repetición si no remontaba en algunas
asignaturas. A ella le daba igual, pero se agobiaba porque tanto los profesores como sus padres insistían en que la veían extraña.
Incluso su amiga Laura creía que estaba fuera de sí. Nunca nadie había visto a Mireia
de esta forma.
Las drogas la estaban separando de sus amigos y de su familia
. Se sentía incomprendida.
Finalmente su familia la quiso ayudar con especialistas, aunque ella nunca cedía
.
Mireia no soportaba tanto dolor. Vagueaba por las calles de
Barcelona, ni siquiera quería continuar estudiando. Para ella ya
nada tenía sentido.Una madrugada, mientras
intentaba conciliar el sueño, pensó que lo más sensato era abandonar este mundo. No era
para ella. Así que subió a la azotea del edificio donde ella
vivía y se lanzó al vacío.
Finalmente, sus padres resignados a esperar a que su hija encontrara la salida de aquel cruel mundo sola, la
internaron en la Clínica Puerta de hierro, en Madrid. Allí tenían una de las mejores unidades de psiquiatría
de España.
Pasó 1 año. Y durante su larga estada conoció a Roberto, un joven que también estaba ingresado. Él había
padecido anorexia. Se convirtieron en el mejor apoyo, uno para el otro. Tanto que finalmente empezaron una
relación.
Al poco tiempo a Mireia le dieron el alta, y debía volver a Barcelona con su familia, pero le prometió a Roberto que le iría a buscar cuando ya estuviera bien. Y así
fue.
Al cabo de un tiempo él ya estaba viviendo en Barcelona, junto a Mireia y su familia política.
No habían pasado un año de relación, pero ellos se quisieron casar. Y lo hicieron, se casaron. El primer hijo no tardó en llegar. Max era lo que más les unía.
La pareja estaba tan ilusionada con Max que quisieron ir a por el segundo embarazo.
FIN