misioneros nº 130

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Page 1: Misioneros Nº 130
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Un acuerdo de paz entre elGobierno filipino y el Frente Morode Liberación Islámica abre unahoja de ruta hacia el final deuna guerra de más de 40 años.

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en este número...

y además...

EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIASC/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33 E-Mail: [email protected]://www.omp.eshttp://www.domund.org

Nº 130. DICIEMBRE, 2012

AGUSTINOS RECOLETOSPaseo de La Habana, 167. 28036 Madrid.Tel. 91 345 34 60 COMPAÑÍA DE JESÚSAvda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10 COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓNEstocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40 FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍACardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid.Tel. 91 302 61 99 MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA(HERMANAS BLANCAS)Asensio Cabanillas, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60 MISIONEROS CLARETIANOSClara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99 INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERASFerrer del Río, 17. 28028 Madrid. Tel. 91 355 23 42 MERCEDARIAS MISIONERAS DE BÉRRIZFereluz, 2. 1ª A 28039 Madrid. Tel. 91 571 63 03MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIAMadre Nazaria, 7. 28044 Madrid. Tel. 91 525 32 04 MISIONERAS DE CRISTO JESÚSPeñuelas, 18. 5º A. 28005 Madrid. Tel. 91 517 41 78 MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIOGeneral Kirkpatrick, 44. 28027 Madrid. Tel. 91 367 36 71 MISIONEROS ESPIRITANOSSanta Engracia, 149. 1º B. 28003 Madrid. Tel. 91 554 21 57 Olivos, 12. 28003 Madrid. Tel. 91 553 36 16 MISIONEROS DE MARIANNHILL Arturo Soria, 249. 28033 Madrid. Tel. 91 359 07 40 MISIONEROS DEL VERBO DIVINO Corazón de María, 19. 5º B. 28002 Madrid. Tel. 91 415 43 55 MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA Diego de León, 36. 28006 Madrid. Tel. 91 411 12 12 Pozuelo de Alarcón, Madrid. Tel. 91 352 34 16 PADRES BLANCOSMenorca, 3. 28009 Madrid. Tel. 91 574 04 00SOCIEDAD DE MARÍA - MONFORTIANOSGarabay, 7. 2º. 28850 Torrejón de Ardoz(Madrid). Tel. 91 677 69 11 SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41

coeditores

T E R C E R M I L E N I O

IGLESIA A FONDO

PRIMER PLANO

Infancia Misionera, cuya Jornada se cele-brará el próximo 27 de enero, nos invitaa construir una humanidad acogedora.El lema de este año: "Con los niños deEuropa... acogemos a todos como Jesús".

INFORMELa cooperación al desarrollo, que protago-nizan hoy en día un buen número de ONGen países del Sur, exige unos criterios

éticos que garanticen una actuacióneficaz y responsable sobre el terreno.

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7 TRIBUNA ¿Pastores o pescadores?

10 EL OBSERVADORKENIA - BOLIVIAEGIPTO - NIGERIA

20 ASÍ VA EL MUNDOARGENTINA - C. DE MARFILCHINA - SUDÁN DEL SUR

36 ENTREVISTAMons. GGeerraarrdd TT.. LLeerrootthhoollii,arzobispo de Maseru (Lesoto)

39 ANIMACIÓN MISIONERA

43 CARISMASReligiosas de la Asunción

46 CULTURADonde los cristianos mueren

51 EL CUARTO MUNDO

52 EN EL OBJETIVO

54 MISIÓN VIVAAdiós a GGrreeggoorriioo IIrriiaarrttee,,misionero en Bolivia

57 MISIÓN VIVAEl "Padre Nicolás"

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Corren tiempos difícilesen las economías delos países desarrolla-dos; tiempos de despi-

dos, de desahucios, de penurias,de aumento de la brecha entre ri-cos y pobres... Momentos en losque sale lo mejor y lo peor de lacondición humana: grandes ges-tos de solidaridad y actuacionesde profundo egoísmo. Una escue-la en el compromiso misionero,como es Infancia Misionera, haquerido sumarse a los primeros yafirmar con contundencia que“Con los niños de Europa... acoge-mos a todos como Jesús”. Y lohace en el día que celebra su Jor-nada, el próximo 27 de enero.

Pero no se piense que estapropuesta está provocada por lascircunstancias. Aunque no se ha-ya querido ver, porque andába-mos pletóricos en medio del de-rroche que nos proporcionaba elboom económico en el que creía-mos vivir, otras naciones del lla-mado Sur, empobrecidas por lavoracidad del “desarrollado” Occi-dente, llevan sufriendo años yaños de hambre, enfermedad,guerra, persecución, abandono,injusticia... Realidades que apenasocupan hueco en nuestros mediosde comunicación, pero de las quela Infancia Misionera siempre haestado pendiente.

Por eso, la Obra Pontificia dela Infancia Misionera enseña des-de siempre a los niños, a los queforma y atiende, a mantener losojos abiertos a esas realidades deinjusticia allí donde se produz-can; por eso, pide corazones ar-dientes que sean sensibles a estassituaciones, y manos extendidas y

pies ligeros dispuestos a ofrecersepara ayudar, auxiliar, acoger –co-mo se recalca este año en su Jor-nada– a todo el que lo necesite.La Infancia Misionera no tienefronteras, es universal y hace quetodos los niños se sientan herma-nos, sin importar la distancia, lanacionalidad, la cultura, el cre-do... Y no olvida la denuncia queapunta a las estructuras de peca-do que perpetúan injustas y dra-máticas realidades.

Así las cosas, la llamada a laacogida que realiza la Infancia Mi-sionera y que tan atinada resultaen las circunstancias actuales, esuna propuesta suya de siempre,perenne. De hecho, ya hace cincoaños, esta escuela que promueve

los valores evangélicos entre losniños del mundo se propuso ha-cer un recorrido por todos los rin-cones de la Tierra para buscar, en-contrar, seguir y hablar de Jesúscon los niños de Asia, África,Oceanía y América, en cada unode los años sucesivos que han pa-sado desde entonces. El final de

etapa era este que abordamos enestos días: educar en algo quesiempre practicó Jesús, la acogida.Él nos enseñó a no pasar de largoante el hombre caído, aplastado yherido; Él atendió al enfermo; ani-mó a dar de comer al hambriento;nos mostró al Padre que acoge alhijo pródigo; habló a favor del pe-queño, del más débil, del injusta-mente tratado; e incluso nos pidióperdonar a los que nos ofenden...

La gran familia de la InfanciaMisionera está de actualidad–siempre lo ha estado, aunque el“dios oro” no nos lo haya dejadover– y quiere que hagamos denosotros mismos hogares de aco-gida, como Jesús, como nuestrosmisioneros y misioneras.

E D I T O R I A L

DIRECTOR Alfonso Blas REDACCIÓN Rosa Lanoix, Rubén Azuara DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES Anastasio Gil, Rafael Santos, DoraRivas, Montserrat Vilaseca, Antonio José Molina, José Beltrán, José Carlos Rodrí-guez, José Ignacio Rivarés, Volusiano Calzada, José Ramón Carvallada, María Je-

sús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, Joaquín Martínez, Julio César Vidal, Vicente Marqués Ruiz,Lourdes Gabilondo DOCUMENTACIÓN Ana Fernández ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael SantosFOTOGRAFÍAS Efe, Missio SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034 IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36

T E R C E R M I L E N I O

La Infancia Misionera no tienefronteras, es universal y hace que

todos los niños se sientan hermanos.

ACOJAMOS A TODOS27 DE ENERO, JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA

Page 4: Misioneros Nº 130

No pasar de largo antela persona caída,aplastada o herida;ante el perseguido,

enfermo, abandonado o empobre-cido; ante el que se ha visto obli-gado a huir, por peligro o necesi-dad; o ante el que, en definitiva, havisto arrebatada su dignidad, es loque nos enseña, con su testimoniode vida, todo misionero y misione-ra. Y una escuela en los valores delEvangelio, como es la Infancia Mi-sionera, no podía ser ajena a estegesto tan propio del que se dice

católico. Después de que, en los úl-timos cuatro años, esta Obra Pon-tificia nos haya propuesto un reco-rrido por Asia, África, Oceanía yAmérica, buscando, encontrando,siguiendo y hablando de Jesús,ahora quiere centrarse de maneraespecial en los niños de Europa,para cultivar junto a ellos el espí-ritu de acogida en todo el mundo.

Es esta, por tanto, una buenaocasión para asomarse a un fenó-meno en el que se pone a pruebaesta capacidad de recibir, atendere integrar al otro. Se trata de la

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Construir una huma-nidad acogedora con

todo aquel que lonecesite, haciendo

de nosotros mismossu hogar, es el reto

que persigue la pró-xima jornada de laInfancia Misionera,que se celebrará el

27 de enero de2013, con el lema:"Con los niños de

Europa... acogemosa todos como Jesús".

La Infancia Misioneraenseña a acoger

I G L E S I A A F O N D O

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realidad de los niños inmigrantes.Con papeles o sin ellos, se enfren-tan al desarraigo, a la exclusión so-cial, a una crisis que se ceba consus familias... Situaciones, todasellas, que exigen una respuestacomprometida, comenzando poraquellos con los que comparten elpupitre o el banco de su parroquia.Toca mirar a Europa para abrir lapuerta a aquel que viene de fuerae integrarle como a uno más.Aceptar y valorar la riqueza queimplica el que aquellos con los quese comparte el recreo sean dife-rentes por el color de su piel oporque nacieron a unos cuantosmiles de kilómetros, pero que, enel fondo, son iguales.

Casa de puertas abiertasLas palabras “acogida” e “inte-

gración” se hacen indispensablespara cualquier católico. De hecho,la presión migratoria hacia nues-tro país ha tenido en la Iglesiauna casa de puertas abiertas en laque recibir respuestas y, sobre to-do, afecto y escucha, ante la or-fandad que conlleva dejarlo todo,

con el esfuerzo puesto en alcanzarun futuro mejor. Instituciones dela Iglesia han tratado de mitigarlos abusos que se puede encontrarquien busca trabajo sin unos pa-peles en regla y sin apenas cono-cer la lengua, y han puesto con-suelo cuando la crisis hace aúnmás cuesta arriba la existencia.

Según un informe reciente sobremovimientos migratorios en nues-tro país, el 10% de los niños y jó-venes de 0 a 17 años que residenen España han nacido fuera de ella;alrededor de un millón de menorestienen nacionalidad extranjera,siendo Rumanía, Ecuador y Ma-rruecos quienes encabezan la listade países de procedencia. Los estu-dios demográficos también confir-man que España se encuentra entrelas naciones de Europa en las queel crecimiento de población inmi-grante ha sido más acelerado, una

situación que no se ha traducido engraves problemas de convivencia eintegración ante las nuevas realida-des. Al menos, hasta ahora. Encambio, sí están recayendo en ellosde forma más voraz los efectos dela crisis y las medidas de ajuste.Basta observar cómo la tasa de pa-ro entre la población inmigranteduplica la media española. ¿En quése traduce esta situación para losniños? El empobrecimiento deaquellos que decidieron dejarlo to-do para buscar un mejor futuro ennuestro país se refleja en una tasade pobreza alta del 15,6% entre losniños de origen extranjero, y demenos de la mitad –un 6,2%– en-tre los autóctonos.

Rupturas constantes“Vivir en un país extranjero, sin

puntos de referencia reales, lesgenera innumerables trastornos

España es uno de los países de Europadonde el crecimiento de la poblacióninmigrante ha sido más acelerado.

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y dificultades, a veces graves, es-pecialmente a los que se ven

privados del apoyo de su familia”,señala el Papa en su Mensaje parala Jornada Mundial del Emigrante ydel Refugiado de 2010, donde sedetiene a analizar dos problemasacuciantes de los menores. “Un as-pecto típico de la emigración in-fantil es la situación de los chicosnacidos en los países de acogida ola de los hijos que no viven consus padres, que emigraron des-pués de su nacimiento, y que se re-únen con ellos más tarde. Para es-tos chicos es desgarrador, son rup-turas constantes”, apunta, parahacer hincapié en el hecho de que“estos adolescentes forman partede dos culturas, con las ventajas ylas problemáticas ligadas a su do-ble pertenencia, una condición

que, sin embargo, puede ofrecer laoportunidad de experimentar la ri-queza del encuentro entre diferen-tes tradiciones culturales”.

“Padre Patera”Si bien los niños extranjeros

tienen reconocido el derecho aacudir a la escuela y el acceso a laatención sanitaria gratuita, aque-llos que se encuentran en situa-ción irregular ven mermada laigualdad de oportunidades enotros aspectos, como acceder a to-do tipo de becas y ayudas. Estarealidad la vive de primera manoIsidoro Macías, más conocido co-mo el “Padre Patera”. “En la casa,tenemos ahora mismo cuatro ni-ños escolarizados a los que se lesha denegado la beca del comedor,siendo los que más lo necesitan.

Como ellos no comprenden de le-yes, el otro día me comentó unoque por qué los blancos sí podíancomer allí y ellos no”, explica estefranciscano de la Cruz Blanca, queconfirma cómo los niños españo-les han sido sensibles a la realidadde la inmigración. “No he visto enla escuela ningún gesto de discri-minación hacia ellos, más bien to-do lo contrario. Por suerte, los ni-ños españoles no están tan intoxi-cados por la sociedad de consumo,y tienen los valores de la caridady la solidaridad muy arraigados.Es más, hace una semana fui a uncolegio de la zona a dar unascharlas de concienciación, y ahorahan decidido que van a recaudardinero para ayudar a aquellos quesolo se diferencian de ellos en elcolor de su piel”.

Una década después de que sal-tara a todos los medios de comu-nicación por acudir al rescate, apie de playa, de las mujeres y ni-ños que se lanzaban al Estrechoconfiados en que al otro lado se

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Desde su creación, Infancia Misioneraha hecho posible que miles de

niños miren al futuro con esperanza.

IIssiiddoorroo MMaaccííaass,, mmááss ccoonnoocciiddooccoommoo eell ““PPaaddrree PPaatteerraa”” ..

Page 7: Misioneros Nº 130

encontraba “el paraíso”, el “PadrePatera” –ya casi nadie le llama porsu nombre de pila en Algeciras–confirma que pocas cosas hancambiado. “Esto es cíclico. La opi-nión pública se olvida de las pate-ras, pero siguen llegando, porquelas mafias continúan actuando. Pe-ro, frente a estas situaciones dedolor, sigo percibiendo la miseri-cordia de Dios, cómo Él actúa po-niendo su mano debajo de cadaZodiac”, comenta, si bien reconoceque “cuando realmente se me po-nen los pelos de punta es al ver alos niños en brazos de su madre.Llevan puestos solo los pañales ysobreviven a la travesía gracias alcalor de su madre, que les arropa”.

Proyecto BantabáEstas dificultades que surgen

nada más pisar tierra firme no pa-recen disiparse con el tiempo. Pi-lar Loma lo constata a diario comoresponsable del proyecto “Banta-bá” –que en Gambia designa unlugar de reposo para las aves mi-

gratorias, junto a la frontera de Se-negal–. Religiosa del Sagrado Co-razón de Jesús desde hace cincodécadas, lleva siete en las Noriasde Daza, una población rural per-teneciente al municipio de El Ejido(Almería). La precariedad laboral ysocial en la que se ven inmersoslos inmigrantes que trabajan en elcampo desemboca en situacionesde aislamiento, exclusión social...,que buscan evitar en el centroBantabá, volcado en el asesora-miento, la orientación y la forma-ción, con una atención especial ala escolarización de los niños y suseguimiento sanitario.

“Lo mismo buscamos la mane-ra de pagarles unas gafas, queayudamos a la familia con el reci-bo de la luz o a comprar comida”,explica la hermana Pilar, quiendenuncia la situación de “injusti-cia y abuso” que sufren la mayo-

ría de estas familias, las cuales amenudo viven hacinadas en gara-jes. “Los inmigrantes representanya algo más del 60% de la pobla-ción de la zona. Sin embargo, nose puede decir que haya una inte-gración real. Se ve muy claro conlos niños. En los colegios se en-

cuentran perfectamente atendidosy están como el resto, pero fueralos españoles van por un lado ylos marroquíes y subsaharianospor otro. Sé que, en el caso de losmarroquíes, son algo cerrados yque la avalancha de este colectivoha sido tal que algunos almerien-ses se sienten invadidos, pero esnecesario trabajar para hacer queesta percepción desaparezca”.

Comunidad chinaAunque en los últimos años se

ha vivido algún conato de enfren-tamiento en España, lo cierto esque no se han dado brotes xenó-fobos significativos como en otrasregiones de Europa. Entre estosepisodios, el más reciente lo ha vi-vido la comunidad china en nues-tro país. “Nunca hemos tenidoproblema alguno, hasta que haceun mes saltó a los medios de co-

municación la detención del em-presario Gao Ping”, explica JuliaZhang, portavoz de la Asociaciónde Chinos de España, que denun-cia cómo la actitud ha cambiadoen las aulas: “Los chicos vuelvendel colegio con miedo, porquesus amigos les acusan de perte-

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P R I M E R P L A N O

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necer a la mafia china, solo por-que sus padres trabajan en Cobo

Calleja. Se ha tomado el todo porla parte, y eso es peligroso”.

Si bien Zhang reconoce que loschinos pertenecen a una cultura al-go cerrada, valora cómo la segundageneración nacida en nuestro paísse está “españolizando”. Un plante-amiento que suscribe también elpadre Juan Gao, responsable de lacapellanía china en Madrid, queacompaña a los más de 300 chinoscatólicos que hay en la capital. Es-

te agustino recoleto, que lleva cua-tro años en nuestro país, celebracada domingo la eucaristía en laparroquia de Santa Rita con las fa-milias inmigrantes del gigante asiá-tico. “Al principio solo venían unadecena; ahora solemos juntarnosuna media de 80 cada domingo. Laprincipal barrera que veo para quemis compatriotas se integren es elidioma, algo que, sin embargo, losniños salvan con más herramientasen su mano. De hecho, la nueva ge-neración aprende el chino con más

dificultad y domina perfectamenteel castellano”, explica este religio-so, quien ve cómo los nacidos enEspaña “también se empapan deun ambiente en el que no se tienecreencia alguna, frente a una socie-dad como la oriental, más abierta ala trascendencia”.

Pueblos UnidosDesde Pueblos Unidos, ONG de

los jesuitas volcada en la ayuda alos inmigrantes, con programasespecíficos para menores, se consi-dera también que esta nueva ge-neración de niños lo tiene más fá-cil a priori para romper cualquierbarrera que implique discrimina-ción. “Esto es claro cuando com-paramos los niveles de integraciónde los menores con los de sus pa-dres, y especialmente con los desus madres; el dominio del idiomay la convivencia diaria en el cole-gio resultan de gran ayuda. Sinembargo, no debemos perder devista que cada generación migran-te arrastra su propia problemática,

18 misioneros NÚM. 130, DICIEMBRE DE 2012

Page 9: Misioneros Nº 130

así que no bajamos la guardia y es-tamos muy atentos para salir alpaso”, sentencia Margarita Salda-ña, coordinadora del Aula de In-fancia de Pueblos Unidos. Precisa-mente, los problemas más acu-ciantes con los que se topan cadadía en barrios como La Ventilla deMadrid, donde desarrollan su ta-rea, “no proceden del origen étni-co o cultural, sino del sistema devalores en que nuestros niños es-tán creciendo”. Saldaña consideraque “hay una gran ausencia de lí-mites y una falta de referentes po-sitivos, que se convierten en grandificultad para la maduración delos niños. Además, la escasez derecursos económicos en las fami-lias está generando un clima mástenso, que repercute en la actitudy el rendimiento de los menores”.

Uno de los desafíos a los que seenfrenta esta ONG apunta a la in-tegración social y cultural de losmenores y sus familias dentro delbarrio, tanto aquellas que son deorigen migrante, como las que tie-

nen origen español. “La integra-ción es una tarea que nos incum-be a todos”, subraya la coordina-dora del Aula de Infancia. El se-gundo objetivo trata de prevenir elfracaso escolar, “pues entendemosque la cultura es una herramientamuy valiosa para generar inclu-sión y romper el círculo de la po-breza”, destaca.

Lo que está claro, a la luz de losacontecimientos, es que la inte-gración no se presenta como unplan de acción estratégico que déresultados a corto plazo, sino másbien como una inversión de futu-ro. “Hace un mes, me crucé con unmuchacho que acogimos cuandosu madre estaba en el octavo mesde gestación y ahora tiene diezaños”, comenta ilusionado el “Pa-dre Patera”. “Ver que luchábamos

porque tuviera un futuro y descu-brir que se ha hecho presente, quees uno más entre los demás niños,me lleva a pensar: ¡hay que ver logrande que es Dios!”.

Así, con el lema, “Con los niñosde Europa... acogemos a todos co-mo Jesús”, la Obra Pontificia de laInfancia Misionera concluye el via-je que durante los últimos años havenido realizando para sensibilizara los niños sobre las necesidadesque se esconden en los cinco con-tinentes. La respuesta de la Iglesiaespañola a cada una de estas lla-madas no se ha quedado corta. So-lo en 2011, las diócesis de nuestropaís han aportado a la Infancia Mi-sionera más de 2,7 millones de eu-ros como solidaridad con los niñosde todo el mundo.

JOSÉ BELTRÁN

I G L E S I A A F O N D O

NÚM. 130, DICIEMBRE DE 2012 misioneros 19

En 2011 los católicos españolesaportaron a la Infancia Misionera

más de 2,7 millones de euros.

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Mindanao es la gran isladel sur de Filipinas.Allí viven más de 20millones de personas,

una parte importante de ellas (en-tre cuatro y nueve millones), de re-ligión musulmana. Es una islamuy rica en recursos minerales:además de oro, plata y cobre, susubsuelo alberga enormes bolsasde gas y petróleo, aún sin explo-tar. Los expertos estiman que suriqueza mineral podría superar los300.000 millones de dólares. Setrata, por tanto, de un bocadomuy apetitoso, al que no están

dispuestas a renunciar Manila nilas multinacionales de todo elmundo que tratan de conseguirconcesiones de explotación. Peroen Mindanao, desde hace décadas,hay un grave problema: la violen-cia. Una violencia dramática e in-misericorde, que en los últimos 40años se ha cobrado la vida de unas150.000 personas (la quinta partede ellas, civiles) y ha dejado cien-tos de miles de heridos más.

Gran parte de esa violencia, sino toda, tiene como telón de fondoel control y la explotación de esosrecursos minerales. En realidad, esla misma historia de siempre. Es lahistoria de Angola y sus diamantes,del Kivu (República Democrática delCongo) y el coltán, de Irak y el pe-tróleo... En el “incendio” de Minda-nao hay, además, otro poderoso

A las tres de la tarde, horalocal, del pasado 15 de oc-

tubre, el palacio de Mala-canang de Manila, sede dela Presidencia, fue escena-rio de un acontecimientoque, si todo va bien, seráestudiado en el futuro en

los libros de Historia de Fi-lipinas: la firma de un

acuerdo de paz entre elGobierno y el Frente Moro

de Liberación Islámica(FMLI), un grupo armado

que ha luchado hasta aho-ra por la independencia dela isla de Mindanao. Dichoacuerdo establece la crea-ción en esa isla, en 2016,de una región autónoma

llamada Bangsamoro, y ladesmovilización de los12.000 guerrilleros del

FMLI. En definitiva, fija lahoja de ruta hacia la pazdefinitiva: el final de una

guerra de más de 40 añosque ha costado la vida a

unas 150.000 personas.

24 misioneros NÚM. 130, DICIEMBRE DE 2012

P R I M E R P L A N O

¿Hacia la pazdefinitiva?

MMiinnddaannaaoo

FILIPINASFILIPINASMMiinnddaannaaoo

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“combustible”: el descontento an-cestral de su población musulmana,que se siente marginada formandoparte de un país que –junto al pe-queño Timor Oriental– es el únicode toda Asia de mayoría cristiana.

La guerrilla del Frente Moro hacanalizado siempre ese descontentoy ha recurrido a la violencia paratratar de hacer de Mindanao una re-pública independiente. Así habíaocurrido desde finales de los añossetenta del pasado siglo, que escuando vio la luz el Frente Moro.Así, hasta el pasado 15 de octubre.Ese día, y después de más de 15años de conversaciones y negocia-ciones (secretas las más de las ve-ces) auspiciadas por Malasia, elGobierno del presidente Benigno“Noynoy” Aquino (en el poderdesde 2010) y el FMLI firmaron enManila un acuerdo de paz por elcual el movimiento guerrillero secompromete a poner fin a la luchapor la independencia y acepta se-guir formando parte de Filipinas. Acambio, Manila creará en Mindanaoen 2016 una región autónoma mu-sulmana llamada Bangsamoro (elnombre que daban los musulmanesa su territorio antes de la llegada delos españoles), cuyo Gobierno ten-drá amplios poderes. Dicha región,por ejemplo, podrá administrar susingresos fiscales, crear nuevas tasase impuestos y gestionar parte de suriqueza, si bien el Gobierno centralseguirá teniendo las competenciasen defensa, seguridad, política ex-terior y moneda. Los 12.000 gue-rrilleros con que cuenta el FMLIdeberán entregar las armas y rein-tegrarse en la vida civil.

El diablo estáen los detalles

Pese a que muchos han echadolas campanas a vuelo y proclama-do ya el fin del conflicto, hay quedejar claro, no obstante, que la

paz no ha llegado todavía a estasufrida isla y que la firma de Ma-nila no es más que un punto departida. El líder del FMLI, Al HagMurad Ebraim, ya lo hizo constaren la ceremonia de Malacanang.“Este acuerdo –dijo– establece lasbases sólidas para una paz justa yduradera. Su ratificación, sin em-bargo, no significa el fin de la lu-cha. Ahora se abre una nueva eta-pa llena de desafíos”.

El primero de esos desafíos estáen lo que queda aún por negociar.Y es que, para entendernos, se haacordado “lo gordo”, pero no sehan concretado “los detalles”. Y yase sabe que, muchas veces, “los de-talles” son tan importantes como“lo gordo”. “El diablo está en losdetalles”, suele decirse, con todarazón. Aquí, por ejemplo, se haacordado la creación de esa regiónautónoma, y se ha decidido tam-bién su nombre de Bangsamoro(que significa “Pueblo Musulmán”),

pero no se han precisado los lími-tes y extensión de la misma. (Hayinformaciones que aseguran quepodrían formar parte de ella cincoprovincias, tres ciudades y seisayuntamientos, y otras que afir-man que su forma y tamaño se de-cidirán en una consulta popular). Yeste puede ser un serio motivo dedisputa en los próximos cuatroaños, que es cuando, a más tardar,tiene que aplicarse lo acordado.

Otro posible punto de fricción:el Gobierno filipino se ha compro-metido a que la nueva región gocede “una justa y equilibrada cuota”de sus recursos naturales. Pero¿entenderán lo mismo por “justo”y “equilibrado” el Gobierno y elFMLI? El punto clave del acuerdode paz, corrobora el misionero ita-liano Sebastiano D’Ambra, delPontificio Instituto de Misiones Ex-tranjeras (PIME), en la isla desdehace 40 años, es precisamenteeste, el llamado “dominio ances-

El nuevo territorio de Bangsamorosólo englobará aquellas áreas

donde los musulmanes son mayoría.

NÚM. 130, DICIEMBRE DE 2012 misioneros 25

Page 12: Misioneros Nº 130

tral”, que determina las tierras ylos recursos naturales que asignar

a los grupos musulmanes locales.El segundo gran escollo del pro-

ceso de paz es la propia divisiónentre los musulmanes. “Hay faccio-nes islámicas que no aceptan elacuerdo y tienen la intención de lu-char”, asegura el P. D’Ambra. Elloocurre en el seno del propio FMLI,pero también en grupos como AbuSayyaf (organización vinculada a AlQaeda que cuenta con unos 300efectivos), que no ha renunciado asu plan de crear un Estado islámi-co en el sur del archipiélago y que,de no mediar un milagro, prosegui-rá, por tanto, con sus asesinatos,secuestros y extorsiones. ¡Y eso sincontar al Nuevo Ejército del Pueblo(NEP), el brazo armado, desde 1969,del Partido Comunista Filipino,

que, pese a que ha negociado tam-bién un acuerdo de paz con el Go-bierno de Aquino, tiene moviliza-dos aún a unos 6.000 guerrilleros!

Los intentos anteriores parapacificar Mindanao tampoco invi-tan al optimismo. El Gobierno yafirmó en 1996 un acuerdo con elFrente Moro de Liberación Nacio-nal (FMLN), y ya entonces se creóuna región autónoma musulmanaen la isla. A ese acuerdo no se ad-hirió el FMLI, que se había escin-dido antes del Frente Moro y ha-bía optado por seguir buscando laindependencia por las armas. La

Región Autónoma del MindanaoMusulmán, que fue la entidad sur-gida de aquel proceso, se ha de-mostrado un fracaso total, a cau-sa de la corrupción y el mal go-bierno de sus dirigentes. El propiopresidente filipino lo reconocehoy. Se trató, asegura, de un “ex-perimento fallido”.

Unos matan, otros muerenEn cualquier caso, y aunque se

solucionase el problema político dereconocer la identidad cultural y laidiosincrasia del pueblo moro, estápor ver que el acuerdo de paz sirva

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P R I M E R P L A N O

En las últimas cuatro décadas laviolencia en la región se ha llevado

por delante unas 150.000 vidas.

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para solucionar la violencia en suconjunto, porque, como ya estáapuntado, el conflicto real en Min-danao tiene mucho que ver con laexplotación de las riquezas natura-les y con la subyugación de las po-blaciones tribales. De hecho, lo quesucede en la isla recuerda en mu-chos aspectos lo que ocurre, porejemplo, en la selva amazónica pe-ruana, donde las comunidades indí-genas ven, impotentes, cómo lasmultinacionales esquilman sus te-rritorios ancestrales, se llevan sumadera, extraen sus minerales,contaminan sus ríos, etc. –con elbeneplácito y visto bueno del Go-bierno central, eso sí–, sin que di-chas políticas desarrollistas les re-porten a ellas más “beneficios” quela alteración de sus ecosistemas y ladestrucción de sus modos de vida.

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No hay más que echar una rápi-da ojeada a las noticias de los últi-mos meses para darse cuenta de loque ocurre realmente en Mindanao,de quién mata y quién muere allí.El pasado 11 de octubre, por ejem-plo, se cumplió un año del asesina-to en Arakan del P. Fausto Tentorio,

un misionero italiano del PIME, de59 años, que llevaba 34 en la isla,trabajando en la educación y en losprogramas de desarrollo de las tri-bus. El “Padre Pops” (“Pequeño Pa-dre”), como lo llamaban sus feli-greses, fue “liquidado” precisa-mente por su compromiso con loslumand (los tribales), la poblaciónmás atrasada, marginada y empo-brecida de la isla. Ese compromisoincluía la coordinación de las es-cuelas primarias y superiores de ladiócesis, pero también la organiza-ción de las comunidades en asocia-ciones que consiguieran que se re-conocieran sus derechos y se pro-tegiera su territorio. Y eso, claro, nogustaba a algunos.

Casi con toda seguridad, al pa-dre Tentorio lo mataron efectivosparamilitares amparados o instiga-dos por el Ejército. Es lo que todossaben allí. Pero esta certeza, ofi-cialmente no deja de ser una su-

posición, porque, un año después,el crimen no ha sido juzgado y si-gue impune, debido a que la in-vestigación ha sido bloqueada porel Ministerio de Defensa. Un he-cho, sin embargo, está claro: a es-te misionero los militares lo consi-deraban –sin fundamento alguno,

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claro– un amigo de la guerrilla co-munista del NEP. Esta acusacióntampoco tiene que sorprender. Va-le para cualquiera que se cruza enel camino de los poderosos, ya seaaquí, en Brasil (el obispo HelderCâmara), en El Salvador (Ellacuríay los demás jesuitas de la UCA)...En Mindanao, al menos otras dosreligiosas forman también partede esa lista de “comunistas y re-beldes”: la benedictina Stella Ma-tutina y la hermana de la Asun-ción de María Julita Encarnación.A la primera, los soldados la ca-lumnian miserablemente al afir-mar que “es una monja disfraza-da” y una guerrillera del NEP. Loque la hermana Stella hace, en ver-dad, es denunciar valientementeque las operaciones de los milita-res contra la insurgencia conllevana menudo la violación de los dere-chos humanos de la población ci-vil, cuando no ejecuciones extraju-diciales de líderes locales y activis-tas. Una de ellas, sin ir más lejos,ocurrió, por ejemplo, el pasado 18de octubre en una aldea de la zo-na de Columbio (Mindanao), cuan-do los soldados que buscaban a unlíder guerrillero que combate con-tra la empresa minera SMI-Xstrataacabaron asesinando a su esposaembarazada y a los dos hijos delmatrimonio, de 8 y 13 años. Impu-nemente, claro.

El P. Peter Geremiah, misione-ro del PIME y sucesor del P. Tento-rio en la dirección de los progra-mas de desarrollo de los tribalesen la diócesis de Kidapawan, se haservido recientemente de las his-tóricas palabras que pronunció elarzobispo salvadoreño Óscar Ro-mero antes de su martirio en1980, para pedir él también a lossoldados filipinos que dejen de re-primir a la población civil. “Lesruego, les imploro, les ordeno ennombre de Dios: ¡dejad de masa-

crar a vuestro pueblo!”, les ha pe-dido. Y añade: “El primer mandatoque tienen los soldados de acuer-do con su juramento constitucio-nal es el de proteger a los civiles.Si ponen en riesgo la vida de es-tos, traicionan su juramento, de-jan de ser soldados de Filipinas yse convierten en mercenarios deuna empresa extranjera que lespaga para matar a cualquiera quese interponga en su camino”.

Las dos religiosas citadas sonconscientes de la naturaleza delconflicto y comparten esa mismaopinión. “Mientras que las fuerzasarmadas de Filipinas continúensirviendo a los intereses de lasgrandes empresas, lo que llamanpaz solo traerá más caos y sufri-miento a las comunidades po-bres”, sostienen.

El P. Tentorio, en cualquier caso,es solo uno más en la larga lista devoces comprometidas que han sido

acalladas a tiros últimamente. Y esque, desde que Benigno “Noynoy”Aquino juró como presidente, hacedos años, en Filipinas han sido ase-sinados ya 76 líderes ambientales yactivistas de derechos humanos,nueve de ellos en Mindanao. Yquienes cuentan lo que está ocu-rriendo tampoco salen mejor para-dos. Hasta 55 periodistas han sido

liquidados en los últimos diezaños. ¡151, desde 1986! Uno de losúltimos en ingresar en esta luctuo-sa lista en Mindanao, el pasadomes de mayo, fue un informadorcatólico llamado Néstor Libaton,de 40 años, casado y padre de cua-tro hijos. Libaton trabajaba en laDXHM Radio, una emisora radiofó-nica patrocinada por la Iglesia en

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Justicia parael P. TentorioJusticia parael P. Tentorio

a misión en Filipinasentraña no pocos ries-gos. En 2011, el P.

Fausto Tentorio se convirtióen el tercer misionero del PI-ME asesinado en este país,tras los sacerdotes Tullio Fa-vali, en 1985, y SalvatoreCarzedda, en 1992. En 2007,además, otro misionero italia-no, el P. Giancarlo Bossi (fa-llecido el pasado mes de sep-tiembre, de un tumor, a los62 años), estuvo 40 días se-cuestrado, en poder de gue-rrilleros islámicos.

Ninguno de estos misionerosha caído en el olvido. Coinci-diendo con el primer aniversa-rio del asesinato del P. Tento-rio, por ejemplo, unas 4.000personas de los grupos triba-les acudieron al cementerio enel que está enterrado a ren-dirle homenaje ante su tum-ba. A continuación, y tras ce-lebrar una eucaristía, marcha-ron hacia la sede del tribunalde Kidapawan y, en silencio,rezaron y pidieron justicia. Eldía anterior, ya se había depo-sitado en el lugar del asesina-to 365 velas (una por cadadía transcurrido desde el cri-men) y leído una "Declaraciónde compromiso" para conti-nuar su trabajo. "Mientras elDepartamento Nacional deJusticia había iniciado la inves-tigación, e indicado algunossospechosos, el Departamentode Defensa Nacional la habloqueado", ha denunciado,entre tanto, el P. Geremiah,que se ha hecho cargo de losproyectos del P. Tentorio.

L

la ciudad de Mati y conocida con elsobrenombre de “la Radio de laVerdad”. Fue el tercer periodistaasesinado en apenas 15 días.

Por esas mismas fechas, los quematan acabaron también con el lí-der ecologista Margarito Cabal,una persona que hacía campañacontra la construcción de una se-gunda presa en el río Pulangi. “Ca-sualmente”, el padre Tentorio tam-bién se había pronunciado públi-camente en contra de ese proyec-to, que –aseguraba– dañaría elmedio ambiente y la vida de lospueblos indígenas de la zona.

“Pedimos que se termine estaviolencia sin sentido. Muchos de

los asesinatos recientes y pasadosno han sido resueltos y se vive unclima general de impunidad”, hadenunciado el obispo José A. Ca-bantan, titular de la diócesis deMalaybalay y presidente de la Co-misión Episcopal para los PueblosIndígenas y Tribales en Mindanao.

Así están las cosas hoy en estagran isla de las Filipinas. La firmadel acuerdo de paz con la guerrilladel FMLI supone un gran motivo deoptimismo y esperanza, ciertamen-te. Pero mucho tienen que cambiarlas cosas aún para que la violenciadesaparezca y llegue una paz ver-dadera, fruto de la justicia.

JOSÉ IGNACIO RIVARÉS

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Algunos grupos armados no hanrenunciado a su plan de crear unEstado islámico en el sur del país.

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I N F O R M E

Las acciones de cooperaciónal desarrollo pueden mejo-rar mucho las condicionesde vida de los pueblos del

Sur. Pero hay también algu-nas ONG que actúan con

irresponsabilidad y puedenempeorar las cosas. Para

que esto no ocurra es esen-cial tener en cuenta crite-

rios éticos a la hora de tra-bajar en el ámbito de la lu-

cha contra la pobreza. Estosson algunos de ellos.

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n la parroquia de Obo, unremoto rincón al este dela República Centroafrica-na, sus dos sacerdotes y

los laicos del Consejo Pastoral noquieren oír hablar de las ONG.Cuando les pregunto por la causade sus pocas simpatías, me cuen-tan una historia con visos de ab-surdidad. Hace varios años la mi-sión levantó, con mucho esfuerzo,una escuela primaria a la quepronto empezaron a acudir cente-nares de niños. El Comité de Ges-tión decidió pedir a los padres unacontribución anual de 4.000 fran-cos CFA (unos siete euros), unacantidad modesta que –a pesar desu pobreza– todos se podían per-mitir. De este modo aseguraban lasostenibilidad del centro docente yconseguían que la comunidad loconsiderara como suyo. Año trasaño la enseñanza de la escuela dio-cesana mejoró, hasta el punto deque pronto empezaron a pensar enconstruir más aulas y contratar amás maestros.

Todo parecía ir sobre ruedas.Hasta que un día llegó a Obo unaconocida ONG internacional. Biendotada de fondos europeos de co-operación, no tardaron en poneren marcha otra escuela, completa-mente gratuita. A los pocos meses

de empezar el nuevo curso esco-lar, la mayor parte de los padresque enviaban a sus hijos al centrode la parroquia los cambiaron a lanueva escuela. Lo peor vino des-pués, cuando el trasvase fue nosolo de alumnos, sino también demaestros, atraídos por el mayorsalario que empezó a pagar laONG. La diferencia no era mucha,pero lo suficiente para que traba-jar en el nuevo centro resultaramás atractivo. Hoy el número dealumnos de la escuela parroquialse ha desplomado, sus pocos pro-fesores están cada vez más des-moralizados y la administraciónes insostenible. En la diócesis deBangassou (a la que pertenece lacomunidad católica de Obo) la-mentan que un servicio que costótanto trabajo levantar se haya idoal garete en poco tiempo. Y lopeor del caso es que la ONG ha ce-rrado su programa educativo y laescuela que pusieron en marcha,al no contar con nuevos fondos,ya no puede seguir siendo gratui-ta ni pagar a los maestros. Por pa-radójico que pudiera parecer, lacausa del derrumbe de ambos cen-tros educativos no esotra que la llega-da de unaorganiza-

ción que, teóricamente, fue a Obopara ayudar a una población muypobre. Muchos se preguntan hoysi la educación en este villorrio nogozaría de mejor salud si la se-gunda escuela, la que no cobrabanada a los padres, nunca hubieraentrado en funcionamiento.

Ejemplos como este no son ex-traños en países pobres, donde lasONG ejecutan sus proyectos deayuda al desarrollo o de emergen-cia humanitaria. ¿Podría haberseevitado el problema si la ONG encuestión se hubiera tomado la mo-lestia de preguntar a la parroquiasobre el trabajo educativo que rea-lizaban, o si hubieran reflexionadosobre el posible impacto negativode su decisión de poner en marchauna escuela completamente gra-tuita? Es muy posible que la res-puesta a esta pregunta sea afirma-tiva. En la práctica, sin embargo,las cosas suelen operar de la si-guiente manera: una ONG presen-ta una propuesta de proyecto a unfinanciador y, cuando este de-sembolsa el dinero, los cooperan-tes sobre el terreno se apresuran a

EE

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32 misioneros NÚM. 130, DICIEMBRE DE 2012

seguir el calendario para hacerel trabajo programado y presen-

tar los resultados obtenidos: fotosde las aulas, listado de los alum-nos, facturas de los gastos, con-tratos de los maestros... Los finan-ciadores estarán contentos de ob-tener la documentación que acre-dite la justificación de gasto de losfondos, y la ONG mostrará orgu-llosa el proyecto en su memoriaanual, como prueba de que hanhecho cosas palpables. Si al mismotiempo han causado problemas aotros que, antes que ellos, inten-taron dar una educación de cali-

dad a los más pobres, nada de es-te descontento aparecerá.

Las organizaciones no guberna-mentales para el desarrollo exis-ten, en principio, para ayudar amejorar las cosas en situacionesde pobreza. Pero, a veces, con to-da su buena intención, puedenempeorar algunas de ellas, y estoobliga a que, antes de tomar deci-siones importantes, haya que pen-sar sobre sus consecuencias de

acuerdo con criterios morales. Lacooperación internacional es unaprofesión como otra cualquiera, yde la misma forma que médicos,abogados o periodistas están obli-gados a seguir códigos éticos, loscooperantes –muy especialmente,sus cuadros directivos– tienen queregir sus acciones por referentesque trazan la línea entre lo que esaceptable y lo que no lo es. Estosson algunos de los campos en los

que la ética entra en juego en elmundo de la cooperación.

En situaciones de conflcito,no empeorar las cosas

Hace algo más de dos décadas,un famoso documento titulado DoNo Harm (“No hagas daño”) se con-virtió en la nueva biblia de lasONG que trabajan en lugares enconflicto. Con un lenguaje muy di-recto y lleno de abundantes men-ciones de casos reales, sus autoresargumentaban que a menudo ocu-rre que la llegada de organizacio-nes humanitarias a sociedadesmarcadas por la violencia puede–por extraño que parezca– contri-buir a la multiplicación de ataquespor parte de grupos armados o alaumento de tensiones entre comu-nidades enfrentadas, si no se to-man las debidas precauciones.

¿Un ejemplo? Mejor dos: a unazona de subdesarrollo crónico lle-gan varios miles de refugiados deun país vecino y, al poco tiempo,todos ellos tienen acceso a pozosde agua potable gracias a las ONGque han acudido en su auxilio. Lapoblación de acogida, que nunca

Los cooperantes deben regir sus accionespor referentes que trazan la línea

entre lo que es aceptable y lo que no lo es.

I N F O R M E ÉTICA Y COOPERACIÓN

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ha conocido el agua limpia, protestapor lo que ven como una discrimi-nación y ataca a los recién llegados.Segundo ejemplo: en una paupérri-ma región plagada de bandas arma-das se instalan varias organizacio-nes humanitarias y, a los pocos me-ses, cuentan con un nutrido ejércitode personal local que recibe salariosmuy elevados, nunca vistos antes.Como consecuencia, se dispara la in-flación en los mercados locales, afec-tando a los habitantes más pobres,y –lo que es peor–, como buena par-te de los cientos de empleados loca-les tienen familiares entre los gru-pos rebeldes, les envían mensajespara que no negocien un final pací-fico, ya que si se acaba la guerra seterminará también su empleo.

Dar prioridad a los interesesde los beneficiarios porencima de la propia ONG

¿Para que existen las ONG? Enprincipio, para responder a las ne-cesidades de sus beneficiarios, quesuelen ser personas empobrecidas.Pero, en la práctica, hay muchosotros motivos que pueden impulsara que una organización de ayuda al

desarrollo tome sus decisiones y es-tablezca sus prioridades. Cuando afinal de mes hay que pagar el al-quiler de la sede, los sueldos de losempleados y facturas de teléfono yelectricidad, elegir un determinadoproyecto puede estar motivado, nopor las necesidades reales de los be-neficiarios, sino por el dinero quelos financiadores aportarán para cu-brir los costes indirectos. Y en unmundo en el que la imagen lo es to-do, tener una buena publicidad pue-de terminar creando servidumbrespoco sanas. En 1998 Acción Contrael Hambre se retiró del Norte deUganda –donde había alrededor deun millón de desplazados a causade la guerra– porque los fondos alos que podían acceder aquel añoeran para Kosovo. A diferencia de laguerra olvidada de Uganda, paraayudar a los refugiados del conflic-to de la antigua Yugoslavia sí habíafondos, y toda ONG que quisiera te-

ner una buena reputación debía de-mostrar que estaba en los Balcanes,aunque ya hubiera un sinfín de or-ganizaciones humanitarias, en mu-chos casos haciendo lo mismo.

Tomarse en serio a los futurosbeneficiarios significa, también, al-go tan simple como acercarse aellos, conocer sus problemas y pre-guntarles qué necesitan. No siem-pre se hacen así las cosas, y deci-siones importantes se toman porparte de personas que no conocenel terreno, ni la mentalidad ni la his-toria del lugar donde se va a inter-venir. En cooperación, como en mu-chos aspectos de la vida, la distan-cia suele ser mala consejera.

Trabajar por lajusticia en el mundo

Las ONG no son empresas cons-tructoras que llegan, hacen una es-cuela o un dispensario, y se van.Su finalidad última es la transfor-

Es importante descubrir las causas quemantienen la pobreza y la injusticia,

y trabajar para que las cosas cambien.

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mación social, y para ello hay quedescubrir las causas que mantie-

nen la pobreza y la injusticia, y tra-bajar para que las cosas cambien.Bastantes situaciones de pobrezaen África, por ejemplo, se explicanpor las políticas comerciales muypoco justas de la Unión Europeahacia sus antiguas colonias, pero,cuando una organización humani-taria depende de los fondos que ledan de Bruselas, hay que pensárse-lo dos veces antes de morder la ma-no que te tiende el dinero. La pér-

dida de la capacidad de denuncia esuno de los factores que explicanque muchas ONG hayan perdidocredibilidad. Las cosas son aúnpeores cuando la organización de-pende de fondos donados por em-presas que llevan a cabo políticasque empobrecen a poblaciones delSur. La etiqueta de “responsabilidadsocial corporativa” raramente no esun lavado de cara realizado por in-tereses económicos que poco tie-nen que ver con la lucha por la jus-ticia. Informarse sobre las activida-

des de los bancos donde las ONGtienen sus cuentas forma parte deesta coherencia y, así, algunas deellas evitan depositar su dinero engrupos financieros que invierten enempresas de armamento.

Cooperar y respetar el trabajode otros, no competir con ellos

Un error demasiado comúnconsiste en pensar que la historiadel desarrollo de una zona en unpaís del Sur comienza cuando lle-ga mi ONG. Otros, antes que tú,han trabajado por mejorar la edu-cación, la sanidad, la seguridadalimentaria o los derechos huma-nos, y entre estos actores no sepuede olvidar a las organizacioneslocales, que muy a menudo sequedan apartadas cuando se tratade dar una opinión o tener accesoa fondos para el desarrollo. Y, casisiempre, antes de que llegara nin-guna ONG, ya estaba la Iglesia tra-bajando por el desarrollo de la po-blación. Preguntar a los que hantrabajado antes es cuestión de

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34 misioneros NÚM. 130, DICIEMBRE DE 2012

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n España, las ONG, agrupadas en torno a la CONGDE (Coor-dinadora de ONG para el Desarrollo) adoptaron en marzo de1998 un código de conducta de obligado cumplimiento, cuya

no observancia reiterada puede ser penalizada con la expulsión de di-cho organismo. Estos son algunos de sus puntos principales:

Las ONG deben presentar de forma clara su identidad, como or-ganismos sin ánimo de lucro y con una voluntad firme de cambioo transformación social.

Es importante que aseguren su independencia. Las que tienen vin-culación con grupos religiosos, partidos políticos, sindicatos, em-presas, etc., deben hacer pública esa relación.

La transparencia es esencial. Toda ONG que quiera presentarse co-mo seria tiene obligación de publicar –al menos de forma anual–sus presupuestos, cuentas, origen de sus fondos, planes, etc. Audi-torías de contabilidad y evaluación de sus actividades son elementosque no pueden faltar. Las cuentas deben especificar qué porcentajese destina a los gastos de administración y qué fondos van directa-mente al terreno. La intención de los donantes debe ser respetada.

Las acciones de las ONG deben promover políticas que favorezcanel respeto a los derechos humanos, la igualdad de género, el res-peto al medio ambiente, etc., y no perder de vista que hay queactuar contra las causas estructurales de la pobreza.

Los programas de las ONG deben incluir acciones de sensibiliza-ción y educación para el desarrollo en los países del Norte, paraque la gente conozca las causas de la pobreza, las soluciones a losproblemas de los pueblos del Sur y los valores que sus poblacionespueden aportarnos.

Las ONG deben actuar de forma respetuosa y justa cuando traba-jan en "partenariado" con contrapartes locales, siempre intentan-do que, al mismo tiempo que se ejecuta un proyecto, el socio lo-cal mejore su capacidad de acción.

Las ONG que trabajan en el mismo lugar o en el mismo sector de-ben intercambiar información y coordinar sus esfuerzos, evitandola duplicidad y la competición entre ellas.

Cuando una ONG realiza acciones de publicidad y captación defondos, debe presentar mensajes que se rijan por criterios de dig-nidad y respeto y que respondan a la realidad, evitando tanto imá-genes idílicas como denigrantes.

Esentido común y respeto, y evitacometer muchos errores, sobre to-do, el de la duplicidad.

Buscar la autosuficienciay evitar la perpetuaciónde la dependencia

Abrir un dispensario cuandotienes dinero y presentar la fotode las madres que esperan con sushijos a ser atendidas puede tenerun gran efecto publicitario de caraa donantes y socios de una ONG.Pero ¿qué ocurrirá el día en que seacabe el dinero para el proyecto yla organización se vaya? Todo pro-yecto que se precie tiene que pen-sar en cómo se va a sostener en elfuturo la estructura que se hapuesto en marcha, y debe aumen-tar la capacidad de las personasdel lugar para que sepan cómoayudarse a ellas mismas.

Dar una imagen digna de lospueblos en los que se trabaja

Puede que la foto del niño es-quelético, llorando de hambre, con-mueva al público europeo y hagaque más de uno saque la chequerapara hacer un donativo, pero ¿esjusto usar este tipo de imágenes?Además de resultar humillantes,transmiten un mensaje simplistaque hace que muchas personas delmundo desarrollado concluyan quela pobreza existe debido solo a ca-tástrofes naturales o –lo que espeor– a la incapacidad de las pro-pias personas del Sur para trabajarpor su propio desarrollo. La comu-nicación de las ONG es un asuntoserio, que debe ser manejado deforma justa y profesional, para ayu-dar, a quienes va dirigida, a que en-tiendan las verdaderas causas de lapobreza, y a que valoren los es-fuerzos que realizan muchas perso-nas y grupos en países del Sur pa-ra mejorar sus sociedades.

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ

Códigos de conductaCódigos de conducta

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