microcuentos

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Los microcuentos, también llamados microrelatos, minicuentos o hiperbreves, son textos que narran historias de forma condensada. Los hay de muchos tipos y de variada extensión (una sola línea, 10, 20...). Se han definido como "cuentos concentrados al máximo, bellos como teoremas que ponen a prueba nuestras maneras rutinarias de leer". Los microcuentos buscan romper las expectativas del lector y animarle a seguir buscando el sentido de lo que ha leído, de las ideas que apenas se esbozan o se insinúan. Otro de los mecanismos propios de su construcción es el doble sentido, es decir, la posibilidad de que lo dicho signifique no sólo lo literal e incluso algunas veces en absoluto lo literal, sino otra cosa que el lector debe encontrar para completar la narración, siendo de este modo lector y autor al mismo tiempo. El hombre invisible Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello. Gabriel Jiménez Emán El emigrante -¿Olvida usted algo? -¡Ojalá! Luis Felipe G Lomelí El dinosaurio Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Augusto Monterroso El globo Mientras subía, el globo lloraba y lloraba viendo cómo se le escapaba el niño.

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Relatos hipercortos pero llenos de contenido

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Page 1: Microcuentos

Los microcuentos, también llamados microrelatos, minicuentos

o hiperbreves, son textos que narran historias de forma

condensada. Los hay de muchos tipos y de variada extensión

(una sola línea, 10, 20...). Se han definido como "cuentos

concentrados al máximo, bellos como teoremas que ponen a

prueba nuestras maneras rutinarias de leer".

Los microcuentos buscan romper las expectativas del lector y

animarle a seguir buscando el sentido de lo que ha leído, de

las ideas que apenas se esbozan o se insinúan. Otro de los

mecanismos propios de su construcción es el doble sentido, es

decir, la posibilidad de que lo dicho signifique no sólo lo literal

e incluso algunas veces en absoluto lo literal, sino otra cosa

que el lector debe encontrar para completar la narración,

siendo de este modo lector y autor al mismo tiempo.

El hombre invisible

Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.

Gabriel Jiménez Emán

El emigrante

-¿Olvida usted algo?

-¡Ojalá!

Luis Felipe G Lomelí

El dinosaurio

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Augusto Monterroso El globo

Mientras subía, el globo lloraba y lloraba viendo cómo se le escapaba el niño.

Page 2: Microcuentos

“¡ Huyamos, los cazadores de letras estan aqu...” Ana María Shua

La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones. Juan José Arreola Servicio meteorológico busca profeta. Ana María Shua

Moribundos, se juraron amor eterno.

Así cualquiera.

Leve castigo

Cuando llegó al infierno le dijeron que su tortura sería comer basura y desperdicios durante toda la eternidad. Se encogió de hombros, poco impresionado: hacía cuarenta años que trabajaba en un McDonald’s.

Un paciente en disminución

El señor Ga había sido tan asiduo, tan dócil y prolongado paciente del doctor Terapéutica que ahora ya era sólo un pie. Extirpados sucesivamente los dientes, las amígdalas, el estómago, un riñón, un pulmón, el bazo, el colon, ahora llegaba el valet del señor Ga a llamar al doctor Terapéutica para que atendiera el pie del señor Ga, que lo mandaba llamar.

El doctor Terapéutica examinó detenidamente el pie y “meneando con grave modo” la cabeza resolvió:

-Hay demasiado pie, con razón se siente mal: le trazaré el corte necesario, a un cirujano.

Page 3: Microcuentos

Macedonio Fernández

"Detesto la sopa de tornillos!" gritó el pequeño robot. Guillermo Samperio

Al dormir, me doy vueltas en la cama para que el sueño me dore parejo. César Fernández Moreno

El boli

En el sótano de la fábrica F hacen monómeros a partir de derivados del petróleo, los cuales se transforman en polímeros o resinas sintéticas cuando interviene un catalizador. Las resinas sintéticas se suben a la planta principal y se dividen en la cadena A y en la B. En la primera se le añaden elementos termoestables, se calientan, se moldean y producen tubitos de plástico endurecido, recto, hexagonal de 7 milímetros de diámetro y 13 centímetros de longitud, y ligeramente biselado al final. En la cadena B los polímeros se convierten en un poliestireno flexible, que por inyección se transforma en un tubo que cabe en el interior del primero. En la cadena C se acoplan ambos, se pone en la punta un cono metálico dorado con una bolita diabólica y se rellena el interior de tinta (un disolvente mezclado con negro de humo, azul de Prusia, amarillo de cromo u otros pigmentos), se coloca una tapa y un capuchón también de plástico, y ya está hecho el bolígrafo. Parecen todos iguales, pero ca, miles de ellos sólo valen para que los muerdan por atrás los niños, los estudiantes y los oficinistas; otros miles van a parar en exclusiva a las orejas de los comerciantes; también hay miles de ellos que reposan eternamente sin hacer nada en bolsillos de chaquetas o camisas; algunos de estos últimos, rebeldes, eyaculan por su cuenta, destrozan las blusas y son arrojados a la basura; los hay a millares que no hacen más que quinielas; otros muchos se pierden y, en fin, la mayoría de ellos tiene tinta sin misterio. Pero uno entre cien millones lleva en su interior media novela; busca, trabaja con dos de éstos y ya la tienes completa.

Jaime de Nepas

Page 4: Microcuentos

LA ÚLTIMA CENA

El conde me ha invitado a su castillo. Naturalmente yo llevaré la bebida

Ángel García Galiano

MOLESTIA

Sentí una molestia muscular, era la quinta vez que yo nacía.

Enrique Vila-Matas

CRUCE

Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba llegar al otro lado.

Arturo Pérez Reverte

A quien alimente

Un anciano indio describió una vez sus conflictos interiores:

- Dentro de mi existen dos cachorros. Uno de ellos es cruel y malo, y el otro es bueno y dócil. Los dos están siempre luchando...

Entonces le preguntaron cual de ellos era el que acabaria ganando.

El sabio indio guardó silencio un instante, y después de haber pensado unos segundos respondió:

- Aquel a quien yo alimente.

Page 5: Microcuentos